CAFE
CAFE
CAFE
OBJETIVOS ESPECIFICOS
a) Vertiente del Golfo de México: San Luis Potosí, Querétaro, Hidalgo, Puebla, Veracruz y
la parte norte de Oaxaca y Tabasco.
b) Vertiente del Océano Pacífico: Colima, Guerrero, Jalisco, Nayarit y parte de Oaxaca.
d) Región Centro Norte: la zona que recibe los vientos húmedos del Golfo de México.
En Oaxaca el café es el segundo cultivo más importante después del maíz, pues existen
más de 150 mil hectáreas sembradas, de ahí las políticas de fomento y apoyo de los
productores.
Representa una economía muy importante para los habitantes de etas regiones con fuerte
presencia indígena, donde aproximadamente 100 mil familias se dedican al cultivo del
grano, lo que representa casi medio millón de oaxaqueños que trabajan
fundamentalmente en zonas de difícil acceso, así como de alta y muy alta marginación.
Debido a que el café es una actividad agroindustrial que aporta 5% de PIB de México y
representa el 14% de las exportaciones agrícolas del país, e impulsa un mayor flujo de
inversión pública y privada para la renovación permanente y el adecuado manejo técnico
de los cafetales.
A nivel mundial, México es el quinto país productor de café después de Brasil, Colombia,
Indonesia y Vietnam, además de que representa la cuarta fuente generadora de divisas
después del petróleo, las remesas y el turismo.
Entre los 12 estados productores de café del país, Oaxaca ocupa el tercer lugar en
superficie, después de Chiapas y Veracruz, seguido de Puebla, entidades que en su
conjunto producen el 80% del grano en México.
Fuente: http://imparcialoaxaca.mx/oaxaca/83214/impulsan-produccion-de-cafe-en-las-
regiones-de-oaxaca/
JUSTIFICACIÓN
Los primeros en adoptar la cultura del café en México fueron los indígenas, quiénes
supieron adaptar la maravilla del café a su cultivo tradicional. La cultura en el consumo del
café en nuestro país carece de relevancia si se compara con otros países europeos, por
ejemplo, debido a la poca difusión y además de que se ha convertido en un producto
casual en nuestro comercio que no toma mucha relevancia para los mexicanos en general.
El café es consumido en México con una falta de conciencia hacia el tema del café, por lo
que comenzar a concientizar por medio de estas actividades es tarea idónea. Cabe resaltar
la enorme importancia que el café proporciona a la economía de nuestras comunidades
campesinas y también de suma importancia reconocer el papel que juega la mujer en la
producción y comercialización del café. Reflexionar sobre todo lo que conlleva el servirnos
una taza de café, el olerlo y saborearlo, las comunidades indígenas que están detrás de
cada finca, las mujeres y niños que se dedican a cortar con tanta delicadeza cada grano de
café, es realmente increíble, los consumidores rara vez tienen conciencia de dónde,
cómo, cuándo y quiénes producen los satisfactores que día a día consumen.
En promedio, los mexicanos consumimos 1.4 kilos de café por persona cada año, que es
relativamente poco si nos comparamos con otros países. Cada finlandés, por ejemplo,
consume 12 kilos en el mismo periodo, según la Organización Internacional del Café. Sus
vecinos noruegos son segundos en el ranking, con 10 kilos de café per cápita al año.
Oaxaca es uno de los tres principales estados productores de café en México. El café se
cultiva en 771 localidades de 124 de los 570 municipios de esa entidad, en 180,239
hectáreas (INEGI 1997). Es también el estado más culturalmente diverso: allí habitan 16
pueblos indígenas que suman más de un millón de personas (37.1% de la población total
del estado) (INEGI 2000). Sin embargo, esa riqueza cultural está estrechamente asociada
con la pobreza. Pertenecer a algún pueblo indígena es sinónimo de tener superficies de
tierra laborable muy pequeñas, ser analfabeta, vivir en poblados que carecen de los
servicios básicos y en hogares con ingresos por debajo de los necesarios para la
supervivencia. El 95.3% de los municipios productores de café de Oaxaca muestran un
grado de marginación considerado alto (39.7%) y muy alto (55.5%) (CONAPO 2001).
El café se introdujo a Oaxaca a mediados del siglo XIX y comenzó a cultivarse durante
finales de ese siglo y principios del siglo XX. Negociantes criollos y mestizos que se habían
beneficiado durante más de doscientos años de la producción de pigmentos obtenidos de
un insecto conocido como grana cochinilla se fueron a la quiebra cuando esos tintes
naturales fueron desplazados por la introducción de las anilinas y los colores sintéticos
(Inmecafé 1988). La grana cochinilla fue, durante los años del período colonial, la tercera
mercancía de exportación de México hacia España, sólo debajo del oro y la plata (Pérez-
Sandi y Becerra 2001). Los antes prósperos productores de grana cochinilla comenzaron a
fines del siglo XIX un proceso de invasión y despojo violentos de tierras de los indios. Esas
tierras fueron plantadas con café por los nuevos dueños. El cultivo de café se introdujo al
Istmo de Tehuantepec a principios de los 1920s.
Estos campesinos indígenas también adoptaron el café como cultivo comercial, aunque
nunca abandonaron la producción de maíz, frijol, calabaza y chile. La producción de café
fue adoptada gradualmente y adaptada por las diversas culturas (zapotecos, Mixtecos,
Mixes, Chatinos, Chontales, Mazatecos y varios otros pueblos), haciendo de este estado el
productor de café más étnicamente diverso en México. Actualmente, y a pesar de la crisis
por la que atraviesa la cafeticultura, ésta es un importante componente de las tradiciones
de dichos pueblos, además de su relevancia como proveedor de ingresos para muchos
hogares campesinos.
Hoy en día las mujeres han tomado un papel fundamental en la producción del café, al
estar dentro de espacios rurales tienen que superar las diferentes barreras cuando
intentan superarse, se enfrentan a grandes retos al pertenecer a zonas de alta y muy alta
marginación donde la mayoría de los hombres tiene que emigrar en busca de mejores
oportunidades, son ellas las que quedan al frente no solo de sus familias y su comunidad,
sino también del campo y de las tierras, al no haber más oportunidades de subsistencia
han encontrado en la producción del café una fuente de ingresos que si bien no les es
suficiente poco a poco la han ido rescatando y mejorando.
Oaxaca es poseedor de enormes riquezas naturales; cuenta con una gran variedad de
climas y suelos, producto de su compleja geografía. Estas características la convierten en
una de las entidades más propicias para la siembra del café en México y por ello es uno de
los mejores productores del país, al contar con 136 mil hectáreas de campo dedicadas al
cultivo de café.
La cafeticultura tiene una gran relevancia económica, social y ecológica para nuestro
estado. Actualmente, es el sustento de miles de familias oaxaqueñas que dependen
directa o indirectamente de esta actividad, al ser una gran generadora de empleos por la
cantidad de mano de obra que requiere para producir e industrializar las 66 mil toneladas
que se producen anualmente en la entidad.
En Oaxaca, las características del suelo, altura y clima, permiten el cultivo del café arábigo
y robusta cuyos estándares son ideales para su producción y comercialización.
En siete de las ocho regiones de Oaxaca se cultiva café de gran calidad: Cañada,
Papaloapan, Sierras Norte, Sierra Sur, Istmo, Costa y Mixteca. Donde se ubican los 17
municipios productores, entre ellos Villa Alta, Ixtlán, Teotitlán, Cuicatlán, Putla de
Guerrero, Miahuatlán, Yautepec, Sola de Vega, Pluma Hidalgo, entre otros.
La fiesta del Café y del Mezcal se llevara a cabo los días 23 y 24 de julio, martes 23 para el
café y miércoles 24 para el mezcal, respectivamente, en el Centro Cultural La Calera.
Actividades:
- Catas y degustación
- Maridajes
- Talleres
- Foros artísticos
- Conferencias magistrales
- Proyecciones de documentales
BIBLIOGRAFIA
Fuente: https://www.ecorfan.org/spain/libros/LIBRO_CAFE.pdf
Fuente: http://www.cedrssa.gob.mx/files/10/30El%20caf%C3%A9%20en%20M
%C3%A9xico:%20diagn%C3%B3stico%20y%20perspectiva.pdf
Fuente: http://acacia.org.mx/busqueda/pdf/08-
260_H__ctor_Ram__n_Segura_Pacheco.pdf