Dogmática de Derecho Penal Y La Configuración Normativa de La Sociedad
Dogmática de Derecho Penal Y La Configuración Normativa de La Sociedad
Dogmática de Derecho Penal Y La Configuración Normativa de La Sociedad
DOGMÁTICA DE DERECHO
PENAL
Y LA CONFIGURACIÓN
NORMATIVA
DE LA SOCIEDAD
ÍNDICE
Presentación 11
Semblaza del Profesor Günther Jakobs 15
Prólogo 21
1. Desespecificación 47
2. Concurrencia de ordenamientos específicos 48
3. Injerencia, especialmente en caso de violación de
derechos humanos 49
8 ÍNDICE
1. Pena 54
2. Legítima defensa, estado de necesidad defensivo,
riesgo permitido 57
III. ¿ P R I V A C I Ó N DE D E R E C H O S POR V Í A DE EXCLUSIÓN? . . 58
I. CUESTIONES PREVIAS
La ciencia del Derecho penal tiene que indagar el verdade-
ro concepto de Derecho penal, lo que significa destacarlo
como parte del entendimiento que la sociedad tiene de sí mis-
ma. El éxito de esta empresa no está garantizado, pues puede
que circulen comunicaciones bajo la rúbrica de «Derecho
penal», sin pertenecer a su concepto. Estas comunicaciones
tínicamente denominadas Derecho penal no han de ser ilegíti-
mas per se, pero navegan bajo bandera equivocada y —invir-
tiendo el tema por mí presentado— entre las exigencias que la
ciencia debe imponerse a sí misma de cara a la sociedad se
incluye, no contentarse con un simple nombre, sino insistir en
el concepto —en la medida en que éste exista—. Es evidente
que sin poner el punto de mira en la comprensión que la socie-
dad ha alcanzado de sí misma o en la que al menos se toma
como posible y, lo que es lo mismo, adoptando una perspecti-
2. DELITOS DE RESULTADO
A) Dolo
La sociedad que posibilita contactos anónimos también
conoce, evidentemente, delitos de resultado como el homici-
dio o el daño en las cosas, pero al menos un elemento de estos
delitos tendrá que modificarse significativamente, si se quiere
que el tipo constituya en el futuro una aportación idónea para
la orientación, y se trata precisamente del dolo, el cual hasta
ahora se ha determinado unánimemente, al menos en lo que
afecta a su límite superior, de manera psicologizante. Con
dolo actúa quien conoce el riesgo por él creado. Por lo tanto,
cualquiera puede sustraerse a la pena del delito doloso senci-
llamente no tomando conocimiento de los resultados peligro-
sos de su comportamiento —en tal caso podría haber conocido
fácilmente, pero el hecho es que no ha conocido porque no se
ha preocupado de procurarse el conocimiento—. Semejante
solución psicologicista podrá ser adecuada para un grupo de
personas entre las cuales nadie puede o quiere tomarse la
libertad de cruzarse con los demás sin poner interés, o entre
las cuales quienes actúan despreocupadamente por su parte
están previamente tan identificados, que uno puede mante-
nerse alejado de ellos. Dicho brevemente, una solución de este
tipo puede ser adecuada para un grupo de personas que con
toda seguridad no son anónimas, pero con la misma seguridad
es inadecuada para una sociedad que posibilita contactos anó-
nimos, pues en ésta, como ya se expuso, sólo es conocido el
alcance del deber según el rol respectivo, pero no la posibili-
dad cognitiva de seguimiento del deber. Para aclarar esto se
ha de precisar, en primer lugar, qué significa exactamente una
garantía jurídico-penal de deberes.
En términos usuales, se formularía probablemente: Cada
uno tiene el deber de no cometer ningún injusto. Ciertamente
eso es correcto en la medida en que el injusto se define como
aquello que uno no puede cometer; pero el Derecho penal no
garantiza que no se cometa ningún injusto, como se demuestra
no sólo por inducción a partir de la impunibilidad del niño o
el enfermo mental que comete un injusto, sino también por
deducción a partir del principio rector del Derecho penal;
pues aquí no se trata de un principio de injusto, sino de un
32 CAP. I.—LA CIENCIA DEL DERECHO PENAL...
2. ADICIÓN DE DAÑOS
VI. INTERNACIONALIZACIÓN
1. DESESPECIFICACIÓN
' Gesellschaft (n. 3), pág. 620, n. 42, si bien amparándose nuevamente
en el ya mencionado (n. 4) concepto de persona, cargado normativamente.
' LuHMANN, Exklusion (n. 3), págs. 243 y ss.; el mismo Gesellschaft
(n. 3), pág. 622.
* LuHMANN, Gesellschaft (n. 3), pág. 623.
** El condenado a la pérdida de la paz (Friedlosigkeit) en el derecho
germano era expulsado de la comunidad y quien lo encontrase podía gol-
pearlo hasta la muerte como si se tratara de un «lobo salvaje» [N. T.].
' Acerca de los efectos excluyentes de la condena a pérdida de paz v.
His, Das Strafrecht des deutschen Mittelalters, 1." parte, 1920, págs. 414 y ss.
'" LuHMANN, Gesellschaft (n. 3), pág. 625.
" LuHMANN, Gesellschaft (n. 3), pág. 627; el mismo. Gibt es in unserer
Gesellschaft noch unverzichbare Normen?, 1993, pág. 16.
'^ LuHMANN, Exklusion (n. 3), págs. 259 y ss.; el mismo, Gesellschaft
(n. 3), págs. 630 y ss.
'' LuHMANN, Exklusion (n. 3), pág. 262; el mismo, Gesellschaft (n. 3),
págs. 632 y ss.
54 CAP. II.-PERSONALIDAD Y EXCLUSIÓN EN D E R E C ; H 0 PENAL
" Más detalladamente JAKOBS (n. 1), págs. 44 y ss., 51 y ss., 63 y ss.
" Más exactamente, el intercambio no acompañado de expectativas
normativas aseguradas socialmente; v. a este respecto JAKOBS en, HOVER
(ed.), Verbindlichkeit unter den Bedingungen der Pluralität, 1999, págs. 5
y ss., 7 y ss., 27 y ss.
"' V. a este respecto Jakobs (n. 1), págs. 44 y ss.; sobre las explicaciones
reduccionistas frente a las orientadas al sistema social v. BOHNEN, Hand-
lungsprinzipien oder Systemgesetze, 2000, con referencias de algunos clási-
cos de la modernidad.
II. PRIVACIÓN DE DERECHOS SIN EXCLUSIÓN 55
'' No lo considera como parte del rol, HOBBES, Leviathan oder Stoff.
Form und Gewalt eines kirchlichen und bürgerlichen Staates, introducción
de FETSCHER (ed.), traducción de Eucliner, 1984, págs. 163 y ss., 170, 171
(cap. 21) passim; sobre esto v. Dix, Lebensgefährdung und Verpflichtung
bei Hobbes, 1994.
III. ¿PRIVACIÓN DE DERECHOS POR VlA DE EXCLUSIÓN? 59
" Staat und Gesellschaft (Du contrat social... ) , tr. y com. de K. WEL
GAND, 1959, pág. 33 (1. 2, cap. 5). ROUSSEAU IO refiere también a la pena de
muerta (ibidem): «... para no ser la víctima de un asesino, uno está dispues-
to a morir, en caso de convertirse en uno».
" RAWLS logró este tipo de fundamentación sólo bajo la suposición
60 CAP. II.—PERSONALIDAD Y EXCLUSIÓN EN DERECHO PENAL
se; correcto, pero como injusto de los médicos claro que sí); MANGAKIS,
ZStW 84, págs. 447 y ss., 476 y ss. con referencias n. 70 (el «respeto al ser
humano» entraría «en contradicción consigo mismo» —pero en realidad
sólo si uno se ciñe a lo cuantitativo—); v. asimismo GÜNTHER, Strafrechts-
wissenschaft und Strafunrechtsaiisschhiß, 1983, págs. 333 y ss. (el valor del
resultado compensaría el desvalor en parte, mientras que también se redu-
ciría el desvalor de la acción —una solución basada igualmente en lo cuan-
titativo—).
-'' JAKOBS (n. 29), págs. 712 y ss. con otras referencias bibliográficas n.
64; LK-HlRSCH (n. 37), vor § 32 núm. marg. 212.
"" Su existencia se muestra en el exceso putativo (inevitable) en la legí-
tima defensa, donde a pesar de la situación psíquica completamente similar
—pero que, precisamente, es distinta sociocontextualmente— no se discul-
pa; V. JAKOBS (n. 29), pág. 708 con referencias.
III. ¿PRIVACIÓN DE DERECHOS POR VÍA DE EXCLUSIÓN? 63
"' KÖHLER G A 1988 págs. 435 y ss., 444 y ss.; v. asimismo SK-SAMSON
(RuDOLPHi et al, Systematischer Kommentar zum Strafgesetzbuch, 7." ed.,
32." actualiz., 2000) § 34 núm. marg. 45.
" (n. 41), pág. 68.
66 CAP. II.—PERSONALIDAD Y EXCLUSIÓN EN DERECHO PENAL
IV. AUTOEXCLUSIÓN
Las personas son, como ya se ha dicho, «restriccion(es) de
posibihdades de comportamiento atribuida(s) individualmen-
te»"**. Dado que aquí se trata sólo de personalidad jurídica, las
personas son titulares de derechos y deberes. Pues bien, por
un lado, uno puede inventarse ordenamientos jurídicos de
contenido prácticamente aleatorio para luego tener que com-
probar que en la vida social que está teniendo lugar nadie hace
valer sus derechos y nadie satisface sus deberes. Se trata, pues,
de ordenamientos inventados. Por otro lado, la gracia de un
ordenamiento normativo está precisamente en que también
tiene vahdez cuando los derechos no se reclaman y los deberes
no se cumplen. Las expectativas normativas se mantienen con-
trafácticamente, en cuanto que es el fallo del quebrantador de
la norma y no la expectativa lo que se define como razón del
conflicto. Mientras que un fallo se tematice como fallo y no
como libertad, el ordenamiento es válido. Sin embargo, este
aspecto contrafáctico no se puede extender a placer, sino que
•" A este respecto JAKOBS, ZStW 97, págs. 751 y ss., págs. 783 y ss.; el
mismo en ESER et al. (eds.), Die Deutsche Strafrechtswissenschaft vor der
Jahrtausendwende, 2000, págs. 47 y ss., págs. 51 y ss.
^" Enumeración por JAKOBS en Strafrechtswissenschaft (n. 49), págs. 48
y ss., n. 10 a 14.
V. EXCLUSIÓN MEDIANTE PÉRDIDA DE UN DEBER 69
VIL RESUMEN
L Quien no puede adquirir derechos ni soportar la carga
de deberes no es persona, sino que está excluido.
2. No toda privación de derechos es una exclusión, sino
" Así, p. ej., VON LISZT con el conocido dictum: el derecho penal posi-
tivo constituye la frontera insalvable de la política criminal; a este respecto
V. SCHREIBER, Gesetz und Richter, 1976, págs. 178 y ss.
'* KANT, Die Metaphysik der Sitten. 1. Theil. Methaphysische Anfangs-
gründe der Rechtslehre, edic. de la Academia, vol. VI, Berlin, 1907,
págs. 203 y ss., 256.
™ Precisamente cuando se sostiene, p. ej., que el derecho penal interna-
cional obtiene «su legitimación a partir de la elemental justicia de un dere-
cho penal nuclear protector de los derechos humanos» (WERLE, ZStW 109,
págs. 808 y ss., 821), queda totalmente fuera de consideración la distinción
entre previo a la constitución civil y bajo la constitución civil.
" Sobre el estado actual v. las informaciones en WEIGEND, ZStW 105,
págs. 774 y ss., n. 90 a 95; WERLE (n. 59), págs. 808 y ss.; AMBOS, ZStW 111,
págs. 175 y ss. (sobre el Estatuto de Roma); v. además las aportaciones de
JÄGER (págs. 121 y ss.), MARKEN (págs. 220 y ss.), MERKEL (págs. 237 y ss.),
TRIFFTERER (págs. 272 y ss.) y AMBOS (págs. 377 y ss.) en LÜDERSSEN (ed.).
Aufgeklärte Kriminalpolitik oder Kampf gegen das Böse, vol. III: Makrode-
linquenz, 1998.
VII. RESUMEN 73
' Vorlesungen über die Philosophie der Weltgeschichte, ed. por Lasson,
t. 3.°, Die griechische und die römische Welt, 1920, pág. 728.
84 CAP. III.—IMPUTACIÓN JURÍDICO-PENAL...
VI. RESUMEN
1. Las normas determinadoras de identidad de la socie-
dad necesitan ser garantizadas puesto que también serían
practicables otras alternativas. La garantía es prestada al
encomendar como tarea a cada persona el seguir la norma, y
en tanto el no-seguimiento es penado, esto es, la identidad se
ve ratificada. Con la pena se lleva a cabo definitivamente la
ratificación.
2. Respecto de las normas referidas al entorno de la
sociedad no hay en cambio alternativa alguna; por consiguien-
te éstas se estabilizan a sí mismas; en esto se basa la menor
punibilidad de la imprudencia típica.
3. Al igual que la garantía de la vigencia de la norma se
realiza por medio del sentido y no de la naturaleza, la pertur-
bación de la vigencia de la norma tampoco se realiza a través
de la naturaleza, sino a través del sentido. Sucesos de la natu-
raleza, por ejemplo procesos causales o hechos psíquicos, no
son, per se, integrantes del comportamiento delictivo, sino que
lo son como portadores de símbolos.
4. Imputación comienza con el reparto del ser-incumben-
te entre autor, víctima y terceras personas; los principios del
ser-incumbente son para la acción y la omisión, ceteris paribus,
idénticos.
5. La llamada imputación subjetiva se muestra bajo una
consideración más precisa como imputación personal-específi-
ca, a saber, imputación que se centra en el ciudadano fiel al
Derecho como persona-baremo.
6. La dogmática jurídico-penal se agota en la diferencia-
ción entre sentido (culpabilidad) y naturaleza. A esta diferen-
ciación se pueden reconducir todos los institutos dogmáticos.
La pena contradice el sentido del hecho punible de que la nor-
ma no rige; un comportamiento sin culpabilidad, sin sentido,
no tiene que ser contradicho, o más exactamente, no puede ni
siquiera ser contradicho.
CAPITULO IV
LA IMPUTACIÓN PENAL DE LA ACCIÓN Y DE LA
OMISIÓN *
por ejemplo la recogida de frutos, desde este punto de vista fundamenta tan
sólo propiedad porque se trata de un trabajo, ibíd. pág. 217 (§ 28); en cuan-
to a los límites, véase ibid., págs. 218 y ss. (§ 31). É)etallado y con amplias
referencias, BROCKER, Arbeit und Eigentum, 1992, págs. 125 y ss.
- LOCKE (nota 1), pág. 217 (§ 28): También me pertenece lo que «mi
siervo» ha conseguido trabajando.
' Véase II Tesalonicenses 3, 10.
" Véase HALL, Die Lehre vom corpus delikti, 1933. págs. 10 y ss. y pas-
sim.
' Respecto al derecho canónico, KUTTNER, Kanonístische Schuldlehre
von Gratian bis auf die Dekretalen Gregors IX, 1935, pág. 43 ff.
' DAHM, Das Strafrecht Italiens im ausgehenden Mittelalter, 1931,
págs. 179 y ss.; SCHAFFSTEIN, Die allgemeinen Lehren vom Verbrechen in
ihrer Entwicklung durch die Wissenschaft des gemeinen Straf rechts, 1930,
págs. 56 y ss.; véase también JASCHINSKI, Die Entwicklung des Begriffs «Er-
I. FORMULACIÓN DEL PROBLEMA 101
DAHM (nota 6), pág. 180; SCHAFFSTEIN (nota 6), pág. 57.
104 CAP. IV.—LA IMPUTACIÓN PENAL DE LA ACCIÓN Y DE LA OMISIÓN
pág. 491) no es pues correcto; véase SIEP en HENRICH (ed.), Hegels Philoso-
phie des Rechts, 1982, págs. 255 y ss., 258 y ss.; E. DOSING, Intersubjektivität
und Selbstbewußtsein, 1986, págs. 357 y ss.; JAKOBS en HAFT y otros (ed.),
Festschrift für Arthur Kaufmann, 1993, págs. 459 y ss., 460 con nota 4.
'' HEGEL (nota 18), § 38. Ya a la vista de los autores mencionados hasta
ahora sorprende la afirmación de BIRNBACHER {Tun und Unterlassen, 1995,
pág. 118) de que «el consenso sobre la distinta significación moral en prin-
cipio [de acción y omisión] en la tradición jurídica, no ha sido nunca explí-
citamente fundamentada». Lo que ocurre, es que sencillamente se ha inten-
tado en forma abstracta la fundamentación para una Sociedad en sí de per-
sonas libres e iguales —como por BIRNBACHER, passirn, en lo esencial—:
Las personas libres e iguales tienen que sobrellevar por sí mismas los costes
de la concesión de libertad y del uso de esa libertad; no en cambio, los que
no son libres e iguales. Se puede discutir sobre el enfoque —por ejemplo;
¿es preferible solidaridad que libertad de iguales?—, pero antes del estable-
cimiento o determinación del modelo social, en abstracto, sólo se pueden
establecer provisionalidades. Otra cosa es que la diferencia entre acción y
omisión se quede en lo externo (también en una Sociedad de personas
libres e iguales), como BIRNBACHER acertadamente demuestra; pero sólo
este conocimiento no ofrece todavía un modelo social en base al cual se
pueda fundamentar positivamente la imputación —véase también n. 92—.
-^ HEGEL (nota 18), § 38.
^' HEGEL (nota 18), § 113 anotación.
108 CAP. IV.—LA IMPUTACIÓN PENAL DE LA ACCIÓN Y DE LA OMISIÓN
" FICHTE, Grundlagen des Naturrechts nach den Prinzipien der Wissen-
schaftslehre, ed. por Medicus. 3." reed., 1979, pág. 207 (II § 18 III).
-' HEGEL (nota 18), § 75.
^'' En la formulación acertado, SEELMANN, en K. SCHMIDT (ed.), Vielfah
des Rechts —Einheit der Rechtsordnung, 1994, págs. 85 y ss. SEELMANN
asigna al derecho privado sencillamente toda consideración que tenga que
ver con una justicia distributiva (a donde por cierto también pertenece);
pero el derecho privado coercitivo tiene sus raices en el derecho público.
110 CAP. IV.—LA IMPUTACIÓN PENAL DE LA ACCIÓN Y DE LA OMISIÓN
" STÜBEL, Über die Teilnahme, 1828, pág. 1, de todos modos, para
supuestos de comportamiento anterior punible; detallado, GLASER,
Abhandlungen aus dem österreichischen Strafrecht, 1858, págs. 289 y ss., 299
y ss.; con consideraciones, que son válidas hasta la actualidad, MERKEL,
véase infra nota 49.
" GLASER (nota 27), pág. 299.
'" HEGEL (nota 18), §38.
I. FORMULACIÓN DEL PROBLEMA 111
" Armin KAUFMANN (nota 30), págs. 110 y ss., 186 y ss., 204 y ss., 239
y ss.; WELZEL, Das deutsche Strafrecht, 11." ed., 1969, págs. 204 y ss.
" Sobre el intercambio de acción y omisión mediante reorganización,
acertado, PHILIPPS, Der Handlungsspielraum, 1974, págs. 132 y ss., 140 y ss.
•" Armin KAUFMANN (nota 30), págs. 190 y ss.; WELZEL (nota 43),
pág. 206.
116 TAP. IV—LA IMPUTACIÓN PENAL DE LA ACCIÓN Y DE LA OMISIÓN
II. INSTITUCIONES
1. LIBERTAD DE COMPORTAMIENTO Y RESPONSABILIDAD POR
LAS CONSECUENCIAS
y ss., 76, pero en realidad, es, en parte, algo que simplemente ha sobreve-
nido históricamente; igual que FRISCH, FREUND [nota 51], pág. 51 ff.);
JAKOBS (nota 51), 7/35 y ss.; ROXIN (nota 58), 11/36 y ss.
''" De todas formas, esto no significa que no se pueda, dentro del riesgo
permitido, diferenciar entre un riesgo base y un riesgo acrecentado, y que
a aquel que haya organizado este segundo riesgo no se le pueda gravar con
una responsabilidad civil de peUgro. La evitación de lo permitido, sin
embargo, no pertenece penalmente a la «obligación originaria», en tanto
no se vislumbren daños.
II. INSTITUCIONES 127
"' Y esto sin garantía de que en este punto se produzcan también ven-
tajas paralelas. Así por ejemplo, la producción de un ligero descapotable
conlleva tan sólo ventaja para una cosa: para la libertad de comportamien-
to.
"' FRISCH (nota 58), págs. 230 y ss.: JAKOBS (nota 51), 7/59, 24/13 y ss.;
el mismo, ZStW 89, págs. 1 y ss.
128 CAP. IV.—LA IMPUTACIÓN PENAL DE LA ACCIÓN Y DE LA OMISIÓN
"•' FRISCH (nota 58), págs. 148 y ss., 180 y ss.; ROXIN (nota 58), 11/86 y
ss., 98 y ss.
II. INSTITUCIONES 129
D) Conclusiones
2. OTRAS INSTITUCIONES
A) Planteamiento
Queda atin la cuestión de qué se puede agregar a la res-
ponsabihdad ya esbozada —esto es, en virtud de una compe-
tencia por organización— a modo de responsabilidad en vir-
tud de un «fundamento jurídico especial». Una parte a tener
en cuenta de la doctrina jurídica se haya todavía fascinada por
el pensamiento de que el prototipo de la responsabilidad
penal sería el delito de comisión y por ello habría que buscar
en la omisión la «equivalencia con la comisión» '^, entendiendo
por tal equivalencia una similitud externa, a la actividad; pero
hay por lo menos un escollo que no puede ser salvado en tanto
se siga buscando en un suceso externo la equivalencia con la
comisión: Los padres que dejan morir a su hijo...: ni actúan, ni
se encuentran obligados por deberes de seguridad del tráfico,
ni necesariamente han tenido que llevar a cabo actos anterio-
res riesgosos, y tampoco han asumido algo, esto último en
cualquier caso no, si es que tampoco nadie se hubiese ocupado
del niño en ausencia de los padres. Así pues, aparentemente,
los padres no serían en estos casos punibles por homicidio.
Para evitar esta consecuencia —^junto a soluciones que no se
ajustan a un determinado sistema*^'— ha sido propuesto inter-
pretar que una estrecha comunidad de vida es una forma de
" GALLAS (nota 52), págs. 67 y ss.; SCHÜNEMANN (nota 51), págs. 229 y
ss.; el mismo, en GIMBERNAT y otros (comp.) Internationale Dogmatik der
objektiven Zurechnung und der Unterlassungsdelikte, 1995, págs. 49 y ss.,
págs. 75 y s.; FREUND (nota 43), págs. 265 y ss.
" GALLAS (nota 52), pág. 92.
II. INSTITUCIONES 131
B) Deberes estatales
™ Ambas van más allá del status negativo; de todas formas pertenecen,
al menos según su forma, al derecho abstracto, porque son condición de
toda Sociedad concreta, en tanto en cuanto ésta conozca el Derecho.
" BlNDlNG, Lehrbuch des gemeinen deutschen Strafrechts, 2° tomo, 2."
partición, 1905, pág. 561; SPENDEL, en JESCHECK y otros (ed.), Strafgesetz-
buch, Leipziger Kommentar, 10." ed., 1988, § 336 nota marg. 54.
" Expuestos por primera vez por ROXIN, Täterschaft und Tatherrschaft,
1963 (6." ed. 1994), págs. 352 y ss.
II. INSTITUCIONES 135
" Por ello tampoco se puede diferenciar en esta clase de delitos entre
las diferentes formas de intervención; ROXIN (nota 72), págs. 352 y ss., 459
y ss.; JAKOBS (nota 51), 21/115 y ss. Respecto del significado que adquiere
esta consecuencia para la comisión, véase infra la nota 77 (y allí, lo referido
en el apartado a).
'^ Respecto de los pormenores y otras referencias, véase JAKOBS (nota
51), 29/74 y ss.
" Así, incluso GALLAS (nota 52), pág. 92, que ha sido el que ha desarro-
1 36 CAP. IV.—LA IMIHJI ACIÓN PENAL DE LA ACCIÓN Y DE LA OMISIÓN
BYRD y otros (ed.), Jahrbuch für Recht und Ethik, t. 3." (1995), págs. 437 y
ss.
•'*' Puesto que falta —más allá de lo meramente externo— una diferen-
cia entre el tratamiento jurídico-penal de la acción y el de la omisión, no se
puede lograr tampoco aquí una comprensión del problema mediante un
cambio de perspectiva de una configuración del comportamiento a la otra
{de otro punto de vista, con la opción de la omisión en los supuestos de
III. LA UNIFORMIDAD DE LA FUNDAMENTACIÓN,.. 143
competencia por organización para cosas del mundo exterior más allá del
propio cuerpo sólo [se adquiriere] mediante acción y no mediante omi-
sión». Si bien esto podría tener vigencia «en rigor sólo para Sociedades
liberales», y puesto que en éstas por lo menos «la relevancia de la diferen-
ciación» ya se encontraría «en el planteamiento liberal», la diferencia no
podría ser «superada» dentro de este planteamiento.
Con esto hay que estar de acuerdo, en tanto se trata aquí de exponer las
consecuencias de un planteamiento liberal. No hay por principio alternati-
va a tal comienzo normativo; en efecto, por lo menos con una norma
comienza ya la Sociedad. En un contexto de imputación es pues una equi-
valencia, determinada en forma naturalista, un dato insignificante. Otra
cuestión que no ha sido tratada aquí es si alguien en una Sociedad consti-
tuida en forma liberal puede llegar a ser una Persona completa (creadora
de consecuencias jurídicas) sin ninguna acción; en efecto, esto no podría
suceder —incluso para el propio cuerpo como ámbito de organización de la
Persona—, pero asimismo, y esto debe ser remarcado, tampoco sin omisio-
nes. Quien revoca el significado de cada acción mediante otra acción (quien
tira lo que ha trabajado), o quien actúa tan sólo descoordinadamente, se
encuentra en la misma situación que aquel que no ha hecho absolutamente
nada. No tiene porqué haber una acción al comienzo (y en verdad no, cuan-
do una organización ya existente se convierte en automática, o en caso de
herencia), aunque esto será lo que suceda en la mayoría de las ocasiones
(en eso se basa la plausibilidad de la teoría del trabajo, véase nota 1). Pero
incluso cuando esto fuera de otra forma, la acción no se encontraría en la
práctica sin embargo conceptualmente al comienzo (normativamente no
hay preferencia por la acción), y en este sentido además resultaría, que
incluso en una Sociedad extremadamente liberal, esto es, una constitución
social limitada a competencia por organización, todas las prohibiciones no
serían legítimas ni todos los mandatos ilegítimos para aquellos que enton-
ces —suponiendo: mediante acción— fuesen Personas.
" En la discusión reprocharon GROBFELD (Münster) la abstracción de
la exposición realizada («La imagen del Hombre individual desaparece») y
SiEP (Münster) la limitación a la «lógica interna» de un modelo social des-
cuidando el «autoentendimiento humano» y la «representación del bienes-
tar natural o precisamente del no-bienestar de los Hombres».
Pues bien, tales principios también pueden ser acogidos en una concep-
ción funcional-social: Seguro que el modelo liberal dispone por ejemplo de
una «imagen» de individualidad y de «bienestar o precisamente de no-bie-
nestar», pero esto sencillamente, debe ser juridificado, transformado en
148 CAP. IV.—LA IMPUTACIÓN PENAL DE LA ACCIÓN Y DE LA OMISIÓN
normas que se dirigen a Personas, esto es, a portadores de roles. Sobre esto,
en detalle, JAKOBS, ZStW 107 (1995), págs. 843 y ss., 849 y ss., 859 y ss.
CAPITULO V
ACCIÓN Y OMISIÓN EN DERECHO PENAL *
porque ellos son los padres. Finalmente puede que sólo sea
razonable dirigir una prohibición a obligados especialmente,
puesto que el camino que conduce al resultado delictivo no es
accesible para otros; así, sólo jueces pueden cometer prevari-
cación mediante la pronunciación de sentencias, es decir,
mediante una acción, sólo administradores de bienes pueden
cometer administración desleal extrayendo dinero de la caja,
etc. La enumeración —sin pretensión de exhaustividad— de
estos tres grupos de casos debe bastar para poder inferir que
la relación positiva tampoco descansa en la delimitación de las
prohibiciones respecto de los mandatos, ni en la de la omisión
respecto de la acción.
Los delitos que resultan del ámbito de un deber positivo se
llaman dehtos de infracción de deber y sólo pueden ser come-
tidos por el titular de un determinado status, por una persona
obligada precisamente de forma positiva. Éstos delitos de
infracción de deber se contraponen a los anteriormente aludi-
dos, que resultan del quebrantamiento de una relación nega-
tiva y pueden ser cometidos por cualquiera. Deber positivo
versus deber negativo, así reza la distinción que arraiga en la
configuración social y que por ello resulta dogmáticamente
determinante, mientras que la distinción entre acción y omi-
sión, entre prohibición y mandato afecta tan sólo a meras
características técnicas de la lesión del deber (o bien del cum-
plimiento del mismo) y a la manera en que tal deber es reco-
gido en el tipo penal.
A causa de esta contraposición entre el deber negativo y el
deber positivo se ha llamado a la teoría que aquí se defiende
«duahsta»l Si bien esto es correcto, hay que recordar que no
lo es menos que este dualismo no supone una amalgama afilo-
sófica de partes heterogéneas, sino el desdoblamiento de un
planteamiento absolutamente monista: el deber negativo es el
reverso del reconocer-al-otro como persona, que —como se
dijo— ha de llevarse a cabo positivamente; en otras palabras,
el nexo libertad de comportamiento/responsabihdad por las
consecuencias es una institución que determina la configura-
'" SK-RuDOLPHi. t. 1.°, e." edición, 29." entrega, octubre de 1998, § 13,
notas marginales 36, 54.c).
" Así, el propio SK-RUDOLPHI, ob. cit., § 13, nota marginal 40.b).
164 CAP. V.—ACCIÓN Y OMISIÓN EN DERECHO PENAL
' Título original: Die sogenannte actio libera in causa; artículo publica-
do en Festschrift für Nisihibara, 1998. Traducción de Pilar GONZÁLEZ RI VE-
RO, Ayudante científica en el Instituto de Filosofía del Derecho de la Uni-
versidad de Bonn. Publicada en la Revista del Poder Judicial núm. 50,
segundo trimestre 1998.
^ Esto constituye opinión mayoritaria incluso con independencia de la
solución al problema de la actio libera in cansa; líltimamente HERZBERG, en
SEEBODE (ed.), Spendel-Festschrift, 1992, págs. 203 y ss., 205; NEUMANN, en
HAFT y otros (ed.), Arthur Kaufinann-Festschrift, 1993, págs. 581 y ss., 592;
LK/JÄHNKE, JÄNKEY otros (ed.), Leipziger Kommentar, 11." edición, 1992
y años consecutivos, § 20 nota marginal 76; HRUSCHKA, JZ 1996, págs. 64
y ss., 66; STRENG, JZ 1994, págs. 709 y ss., 712; SCHILD, en: SCHMOLLER
(ed.), Triffterer-Festschrift, 1996, págs. 203 y ss., 205 y ss.; SCHMIDHÄUSER,
Die «actio libera in causa»: ein symptomatisches Problem der deutschen
Strafrechtswinssenschaft, 1992, págs. 27 y ss.; STRATENWERTH, en DORNSEI-
FER y otros (ed.), Armin KAUFMANN Gedächtnissch-rift, 1989, págs. 485 y
ss., passim; en contra de la utilidad de ese punto de vista, infra II.
' Agradezco al colega Sr. Kazuhiro ONODERA, Fukuoka, por hacerme
210 CAP. VIII.—LA DENOMINADA/tCr/OL/BE«/l IN CAUSA
lo antijurídico del hecho, o de obrar según esa comprensión, por una per-
turbación patológica de la mente, una perturbación profunda de la concien-
cia, debilidad mental o cualquier otra alteración mental grave» (N. T.).
" Aquí permanece sin resolver la cuestión relativa a si el dolo y la
imprudencia tienen que referirse a la causa libera (la posición correcta) o
a la actio o a ambas; a este respecto, JESCHECK/WEIGEND (nota 10),
§ 40. VI.2 con referencias.
" DAHM, Das Strafrecht Italiens im ausgehenden Mittelalter, 1931,
págs. 254 y s., 259 y ss.; HRUSCHKA, SchwZStr 90 (nota 10), págs. 55 y ss.;
el mismo. Strafrecht, (nota 8), págs. 343 y ss.; JOERDEN (nota 10), págs. 16
y ss., cada uno de ellos con referencias; HETTINGER, Die «actio libera in
causa», (nota 4), págs. 61 y ss., con detallada exposición de la historia legis-
lativa de los líltimos doscientos años, págs. 79 y ss.
'- HRUSCHKA, SchwZStr 90, (nota 10), pág. 66; el mismo, JuS 1968 (nota
10), págs. 5 56 y s.; el mismo, JZ 1996 (nota 2), págs. 64 y ss.; el mismo, JZ
1997, (nota 10), pág. 22; LK/JÄHNKE (nota 2), § 20 nota marginal 77.
"' SALGER/MUTZBACHER (nota 4), pág. 563 utilizan también ese argu-
mento para rechazar en general la actio libera in causa; se excluiría, preci-
samente, una apHcación uniforme a todos los delitos.
" Ésta es la afirmación principal de la sentencia del BGH*, NJW 1997,
págs. 138 y ss., 139 y s. {NStZ 1997, págs. 228 y ss.; JZ 1997, págs. 50 y ss.;
StV 1997, págs. 21 y ss.; próximamente también en la colección oficial de la
Sala de lo Penal del BGH); ya anteriormente LG Münster NStZ-RR 1996,
pág. 266. [* BGH: Bundesgerichtshof.— Tribunal Supremo Federal, N. T.].
CAP. VIII.--LA DENOMINADA/iCr/0/,/ߣR/1 IN CAUSA 215
"* En el mismo sentido LK-SPENDEL (nota 2), § 323 a nota marginal 30;
el mismo, JR 1997, págs. 133 y 134.
" FlALL, Die Lehre vom corpus delicti, 1933.
-" JAKOBS, ZStW 107, págs. 843 y ss., 847 y ss.
216 CAP. VIH—LA DENOMINADA/iCr/O LIBERA IN CAUSA
-' JAKOBS (nota 20), págs. 863 y ss. El autor de la teoría del injusto per-
sonal habla en un lugar decisivo de manera significativa de «injusto perso-
nal de acción», WELZEL, Das Deutsche Strafrecbt, 11." edición, 1969,
pág. 62. Su apreciación según la cual «tarea del Derecho penal» es «la pro-
tección de los valores ético-sociales elementales de intención y acción» ibi-
dem, pág. 4, se aproxima, en varias partes, a la concepción de que se trata
de la protección de la vigencia de la norma (por ejemplo en la teoría de la
adecuación social, ibidem, págs. 55 y ss.), si bien otras figuras dogmáticas
centrales, especialmente el reconocimiento de la accesoriedad hmitada, ibi-
dem, págs. 112 y ss., permanecen incompatibles con la concepción mencio-
nada; en relación a esto último JAKOBS, GA 1996, págs. 253 y ss.
-" JAKOBS como la nota 23 in fine.
-' HRUSCHKA, Strafrecht, (nota 10), págs. 274 y ss., 313 y ss.
''' A modo de ejemplo, respecto de esto último: se tiene que poder
demostrar que no se tiene que condenar por hurto, si un autor se embriaga
conscientemente hasta la incapacidad de culpabilidad con la convicción de
volverse posteriormente ávido de propiedad ajena y de apropiarse de ella,
218 CAP. VIH—LA DENOMINADA 4C7'/0 L/ߣR/t IN CAUSA
castigado con pena privativa de libertad de hasta tres años o con pena de
multa.
(2) Quien consuma el acto sexual con un pariente carnal en línea
ascendente, será castigado con pena privativa de libertad de hasta dos años
o con pena de multa; lo anterior rige también cuando la relación parental
esté extinguida. En los mismos términos .se penará a los hermanos carnales
que consuman el acto sexual.
(,"?) Descendientes y hermanos no serán castigados segiin este precep-
to, si en el momento del hecho no habían cumplido los dieciocho años»
(N. T.).
'^ Sobre la circunstancia de que la excepción al principio de coinciden-
cia sitúa al autor, parcialmente, a saber, en los delitos de resultado, en una
posición más favorable a aquella en la que se encontraría en un supuesto
central de la autoría mediata, véase 11.2.
'" Excepcionalmente se encuentran algo más que meras alusiones; cfr..
no obstante HRUSCHKA, Strafrecht (nota 10), pág. 347 nota 132 (sin embar-
go, de manera sorprendente, no, en relación a la solución del supuesto que
entra en consideración, págs. 57 y ss.); el mismo, Rechtstheorie 22, 199 1,
págs. 449 y ss., 452; respecto a JOERDEN, véase infra 11.2.
CAP. VIII.—LA DENOMINADA ACTIO LIBERA IN CAUSA 221
'" NEUMANN, ZStWQQ, págs. 567 y ss., 581, 594 (allí también referido a
la incapacidad de acción); el mismo (nota 21), pág. 592; ya el mismo.
Zurechnung und «Vorverschulden», 1985, págs. 269 y ss.
*' NEUMANN, Zurechnung (nota 39), pág. 22.
CAP. VIII.—LA DENOMINADA ACTIO LIBERA IN CAUSA 223
" Ob. cit. (nota 1), pág. 513 y ss. con una propuesta de regulación,
págs. 609 y ss.
'' Ob. cit. (nota 1), pág. 539.
" BVerfG (Tribunal Constitucional), 88, págs. 203 y ss., 251 y ss. y
passini.
" Ob. cit. (nota 1), pág. 562 y passim.
" Ob. cit. (nota 1), pág. 595.
"• Ob. cit. (nota 1). pág. 597.
" Ob. cit. (nota 1), págs. 570, 572.
'" Ob. cit. (nota 1), pág. 574.
" Ob. cit. (nota 1), pág. 577. Según ESER aumenta con el desarrollo del
feto; por ello Eser defiende decididamente en la interrupción del embarazo
de acuerdo a derecho un límite temporal superior de tal manera que se
excluye el modelo de la indicación en los casos de indicación médica por
234 CAP. IX.—¿EXISTE UN ABORTO LÍCITO DE PERSONAS'
" Ob. cit. (nota 1), págs. 590 y ss.; ver HASSEMER, en DAUBLER-GME-
i.iN, entre otros editores, Festschrift für Mahrenholz, 1994, págs. 735 y ss.,
747 y ss.: WOLTER, GA 1996, págs. 201 y ss., 226 y ss. SAUGER, en Lorenz
SCHULZ (ed.), Verantwortung zwischen materialischer und prozeduraler
Zurechnung, 2000, págs. 102 y ss., 127 y ss.
» Ob. cit. (nota 1), págs. 605 y ss., 607.
" BVerfG 88, 203 y ss.
240 CAP. IX.—¿EXISTE UN ABORTO LÍCITO DE PERSONAS?
•"' Ob. cit. (nota 39), págs. 251 y ss., 279; últimamente en relación con la
ayuda en Ja legítima defensa LESCH, Notwehr und Beratungsschutz, 2000,
en especial, págs. 70 y ss.
•" Ob. cit. (nota 39), págs. 279, 295 y ss.
'- Ob. cit. (nota 39), págs. 286 y ss.
" Ob. cit. (nota 39), págs. 328 y ss.
*" Ob. cit. (nota 39), págs. 315 y ss., 322 y ss., 325 y ss.
"' Ob. cit. (nota 39), págs. 314 y ss.