Ali Ibn Abu Talin - Nahyul Balagha

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Nahyul

Balagha
Discursos, cartas y dichos del
Imam ‘Ali ibn Abu Talib (P)

Sayyid Muhammad Razi


En el nombre de Dios, el Compasivo, el Misericordioso

Nahyul Balagha
Discursos, cartas y dichos de Imam
‘Ali ibn Abu Talib (P)

Sayyid Muhammad Razi

Biblioteca Islámica Ahlul Bait (P)


Título original: Nahyul Balagha
Compilador: Sayyid Muhammad Razi
Traductores principales:
Muhammad ‘Ali Anzaldua Morales y Abdul Jabir Arce
Ediciones impresas:
Al-Hoda Publishers and Distributors (Teherán)
Tahrike Tarsile Qur’an, Inc. (Nueva York)
Publicación de la presente edición: Mayo de 2010
Edición:
Biblioteca Islámica Ahlul Bait (P)
www.biab.org
[email protected]
Prefacio: ‘Ali Ibn Abu Talib

La vida de los grandes seres humanos como el Profeta de Dios (PBd)1


e Imames (P)2 son modelos colocados por el Dios Compasivo para que los
miembros de la familia humana continúen modelando sus vidas individuales.
De esta forma pueden levantarse por sí mismos de la profundidad mundanal
de su vida material hacia los cielos del mundo espiritual.
A fin de entender bien algo, es necesario tener una completa visión de ello.
Si solamente se hace un estudio parcial de algo, ello impedirá formarse
una correcta opinión. La tarea es aún más difícil cuando se trata de ‘Ali (P)
el primer sagrado Imam. Una completa descripción de su vida requiere de
muchos volúmenes.
Como no se trata de eso ahora, solamente citaremos unos pocos aspectos
de su sagrada vida, para dar finalmente una pequeña visión de la gran altura
y santidad que ocupa ‘Ali (P), el Amir de los Creyentes.

Su nacimiento

‘Ali Ibn Abu Talib (P) nació un viernes, el décimo tercer día del calendario
lunar, en la Meca dentro de la Sagrada Ka’aba, 30 años después que el Santo
Profeta del Islam (PBd). Ibn Qa‘nab cuenta:
“Un día que me encontraba reunido con ‘Abbas -hijo de `Abdul
Muttalib- y otros tantos frente a la Ka’bah, vimos que Fatimah, la
hija de Asad, se dirigió hacia la Casa de Dios, se detuvo y en voz
alta exclamó:
‘¡Oh, Dios Todopoderoso! Tengo fe en Ti, en Tus Enviados y en sus
1 Abreviatura castellanizada de “Sali Allahu ‘alayhi wa’alihi wa sallam” = Que Dios de de Paz
y lo Bendiga a él y a sus descendientes.
2 Abreviatura castellanizada de “Alayhis Salam (o ‘alayha o ‘alayhim)” = Que la Paz sea con
él (o ella, o ellos).
Sagrados Libros. Creo en la palabra del Profeta Ibrahim (P), que
fue uno de mis antepasados, igualmente tengo fe en que fue él quién
reconstruyó esta Tú casa… ¡Te pido, por él y por el niño que llevo
en mis entrañas que hagas de éste un parto sencillo!’.
En ese momento -continuó diciendo Ibn Qa‘nab- ¡sucedió algo in-
creíble! Todos los presentes quedamos atónitos cuando vimos como
se abrió una de las paredes de la Casa de Dios y esta gran dama
entró, volviendo, detrás de ella, la pared a su estado original...
De un salto nos pusimos de pie, y tratamos de abrir la puerta de
esta Sagrada Casa, pero fue imposible... Entendimos que esto era
un misterio de la sapiencia de Dios.
Cuatro días después de lo sucedido, esta admirable señora, salió
de la Casa con un niño entre sus brazos, enorgulleciéndose de él...,
entonces Fatimah Binti Asad dijo:
‘Escuché una voz que murmuraba, ‘llámalo ‘Ali».
Este suceso ocurrió el día viernes 13 del mes Rayab, del año treinta
de ‘Amul Fil, 23 años antes de la Hégira”.

Durante su infancia

Su padre, Abu Talib, fue el tío paterno del Profeta (PBd) a quien educó.
Cuando ‘Ali (P) nació el Santo Profeta (PBd) era un hombre maduro con mujer
e hijos. Inmediatamente después de nacer ‘Ali (P) el Profeta (PBd) lo llevó a
su casa y lo educó como a su propio hijo. ‘Ali (P) madura en una atmósfera
de beatitud y piedad como ninguna otra casa podía proveerle. Vivió con el
Profeta (PBd) fue alimentado por él, quien incluso lo vestía y lo bañaba. ‘Ali
(P), cuando recordaba su niñez decía:
“Era yo un infante cuando el Profeta (PBd) me tomaba en sus brazos,
me estrechaba contra su pecho y después de masticar el bocado, lo
colocaba en mi boca; yo gozaba de su delicioso perfume. Él nunca
escuchó en mis palabras mentira, ni vio en mis actos equivocación
o ignorancia”.
Así también dijo:
“Yo era todavía un bebé cuando el Profeta (PBd) me tomó de mis
padres: Me he acostumbrado a estar junto a él. Cada día un aspecto
nuevo de su personalidad me iluminaría, aparte de su noble persona,
lo aceptaría y seguiría como una orden”.
Y también:
“Todos los días me decía que lo imitase...”.
“Todos los años iba al Monte de Hira y entonces, nadie a excepción
de mí, lo veía...”.
Esta temprana educación dejó un efecto duradero en la mente de ‘Ali (P)
Ello le dio una visión especial y un apasionado amor por la verdad. Sobre
todo, lo hizo un intrépido luchador en el camino de Dios. Estas cualidades
demostraron ser más tarde una riqueza poco común en el Islam.

El primer musulmán

Cuando el divino don de la Profecía se manifiesta en el Profeta (PBd) y


recibe la revelación en el monte de Hira, El Profeta (PBd) deja la montaña para
volver a casa. En el camino se encontró con ‘Ali (P) le contó la revelación y
‘Ali (P) aceptó la nueva fe.
‘Ali (P) dijo:
“En ese entonces, que el Islam no había entrado aún en ninguna casa
y únicamente el Profeta y su esposa Jadiyah eran musulmanes, yo
era el tercero entre ellos...”.
“Yo veía la luz de la revelación y el mensaje, y podía percibir el
perfume de la profecía”.
Desde la primera hora de la misión hasta el último rito de su funeral,
el Santo Profeta (PBd) nunca fue abandonado por su noble amigo, a quien
complació llamándolo su hermano, su viceregente y el fiel Aarón del segundo
Moisés (P)
Fue un musulmán desde el principio, así como su religión fue la religión
del Santo Profeta (PBd) Por tanto, él fue el primer musulmán después del
Profeta (PBd) y nunca rezó delante de ídolos.
La invitación pública

El Mensajero de Dios, durante los tres primeros años después del bi‘zat
(día de la primera revelación), no recibió la orden Divina para hacer público el
Islam. En este tiempo, unas cuantas personas abrazaron la fe del Islam siendo
el primero de entre los hombres, ‘Ali Ibn Abu Talib.
Basándose en la aleya «...advierte a tus familiares cercanos...» ‘Ali, bajo
las órdenes del Profeta (PBd), invitó a cuarenta de sus familiares, encontrán-
dose entre los invitados sus tíos Abu Lahab, ‘Abbas y Hamzah. Fue preparada
la comida, la cual no era suficiente ni siquiera para complacer a uno de sus
invitados, pero por obra y gracia de Dios todos quedaron satisfechos, sin que
mermara nada de esa comida. Cuando el Profeta quiso invitarles al Islam, Abu
Lahab exclamó: “¡Muhammad os ha embrujado!”. Estas palabras provocaron
que los invitados se dispersaran, terminando así con la reunión.
Al día siguiente, sin tener otra alternativa, el Mensajero de Dios volvió a
invitar a sus parientes aconteciendo lo mismo, y después de que terminaron
de comer inició su discurso diciendo:
“¡Oh, hijos de ‘Abdul Muttalib! No conozco a nadie de entre los
jóvenes árabes, que os haya ofrecido algo mejor de lo que yo os
propongo. Os brindo los bienes de ésta y la otra vida. Dios me ha
ordenado que os invite a que sigáis Su camino. ¿Quién de vosotros
está dispuesto a ser mi hermano, mi albacea y mi sucesor?”.
Muhammad (PBd) repitió tres veces esta pregunta y sólo ‘Ali (P) se
levantó para expresar que él aceptaba. Entonces el Gran Mensajero de Dios
prosiguió, refiriéndose a ‘Ali (P):
“Él es mi hermano, mi albacea y mi sucesor. ¡Escuchad sus palabras
y obedeced sus órdenes!”.

El amor de ‘Ali (P) por el Profeta (PBd) fue ilimitado

El Santo Profeta (PBd) y ‘Ali (P) se quisieron profundamente. ‘Ali (P)


comenzó siendo el encargado del la seguridad del Santo Profeta (PBd) cuando
todavía era un niño de doce o trece años de edad. Los jóvenes de Quraish,
instigados por sus padres, acostumbraban a apedrear al Profeta (PBd). ‘Ali
(P) se levantó como su defensor.
Comúnmente luchaba contra quienes eran mayores que él y frecuente-
mente era herido, pero nunca abandonó su deber auto impuesto y nadie osaba
arrojar algo sobre el Profeta (PBd) cuando ‘Ali (P) estaba con él. Y no permitía
al Santo Profeta (PBd) dejar la casa sin su compañía.

Su valentía

El Mensajero de Dios continuaba difundiendo el Islam. Los líderes del


Quraish lo consideraron un peligro, por lo que decidieron reunirse en Daru
an-Nadwah (casa que poseía el gobierno de La Meca para discutir los asuntos
políticos de la comunidad), para planear la forma más conveniente de desha-
cerse del Profeta. Los allí reunidos convinieron en escoger a un representante
de cada tribu para que por la noche entrasen en su casa y todos, al mismo
tiempo, lo matasen.
Dios comunicó a Su Enviado los planes del enemigo y le ordenó que
esa noche no durmiese en su lecho y aprovechase la oscuridad para emigrar.
El Profeta informó a ‘Ali (P) de lo que le había sido revelado por su Crea-
dor y le pidió que esa noche reposase en su lugar, de tal forma que nadie pudiese
entender que era él quien había tomado el lugar del Enviado. ‘Ali (P) aceptó
los riesgos de este acto y poniendo su vida en juego, salvó la vida del Profeta.
Este acontecimiento fue tan importante que Dios, Glorificado sea, reveló
la siguiente aleya a Su Enviado:
«Hay entre los hombres quien se entrega por deseo de agradar a
Dios. Dios es misericordioso con Sus siervos»
(2:207)
Ya bien entrada la noche, los enemigos del Islam habían rodeado la casa
del Profeta. El Enviado de Dios salió de la casa mientras pronunciaba una aleya
de la sura Ya Sin y se encaminó hacia la Cueva de Zour que se encuentra en
las afueras de la Ciudad de La Meca.
El enemigo abrió la puerta y lentamente con las espadas desenvainadas
atacaron el lecho del Mensajero de Dios... entonces ‘Ali (P) se levantó apar-
tando a un lado las cobijas...
Los enemigos preguntaron sorprendidos:
- ¿Dónde está Muhammad?”.
- ¿Acaso me lo habíais confiado a mí para que ahora lo demandéis?.
Respondió el primo del Profeta.
A golpes se lo llevaron, poniéndolo en libertad poco tiempo después.

‘Ali (P), el Amin del Profeta (PBd)

Muhammad (PBd) tenía fama entre los incrédulos del Quraish de hombre
honesto y por ello le encargaban la custodia de sus pertenencias. Cuando se
vio obligado a emigrar hacia Medina, no encontró entre su familia y tribu a
alguien más honrado que su primo ‘Ali (P), por esto lo nombró su delegado
para que devolviera las pertenencias a sus dueños, pagara sus deudas y con-
dujera hacia Medina a las mujeres de su familia.
‘Ali (P), después de cumplir con todos los importantes encargos del Santo
Profeta (P), acompañado de las tres Fatimahs (Fatimah hija de Asad -su propia
madre-, Fatimah Zahra’ y Fatimah hija de Zubair) y demás acompañantes,
se dirigió hacia Medina. En el recorrido eludió a ocho de los incrédulos que
se interpusieron en su camino y, cuando llegó a Medina, se alojó en casa del
Profeta.

Su casamiento

‘Ali (P) tuvo lazos muy estrechos con el Santo Profeta (PBd) como he-
mos mencionado. Pero el Profeta (PBd) quiso que fueran más estrechos aún.
Así, de acuerdo a la orden de Dios, dio a ‘Ali (P) a su querida hija Fátima (P)
como esposa, en el segundo año de la Hégira. ‘Ali (P) tenía veintidós años
y Fátima (P) cerca de doce. Era un matrimonio muy feliz. Tuvieron cuatro
hijos: Hasan Al-Muytaba, Husein, el héroe de Karbala; Zainab, la defensora
del Islam auténtico en Kufa y Damasco, mujer de Abdulah Ibn Yafar. Mientras
vivió Fátima (P) ‘Ali (P) no tuvo ninguna otra mujer. Después de la muerte de
ella, él se casó con Umm ul-Banin y Jawlah Hanifeyah. Tuvo hijos con ellas
también, siendo el más conocido Abbas, el comandante del ejército de Husein
y Muhammad Hanifeyah, el héroe de la batalla de Nahrawan.
‘Ali (P) también fue conocido como Abul Hasan, Abu Tarab y Abu Se-
btian, Murteza, Amir ul-mu’minin e Imam ul-muttaquin. Era más bien alto,
elegante y tenía ojos negros y miraba penetrantemente. Era de rostro bello, de
una clara y favorable contextura física, hombros anchos, fuertes brazos, tórax
grande, frente amplia, manos fuertes y encallecidas.

El privilegio de ser ‘Ali (P)

En la época del Profeta Muhammad (PBd) había mucha gente, como por
ejemplo Abu Bakr, Ibn Abbas, ‘Ali (P), etc., que poseían en sus casas dos
puertas: una de ellas comunicaba a la calle, la otra a la casa de su vecino y
así sucesivamente hasta llegar a la puerta de la Mezquita. La finalidad de esta
última era abreviar el tiempo, de tal modo que al escuchar el adhan (llamado
a la oración), llegasen rápido a la mezquita.
Para ese entonces, descendió del cielo el Arcángel Gabriel, quien se
presentó ante Muhammad (PBd) informándole que, por orden divina, las
personas que tuviesen las puertas de sus casas comunicadas entre sí, deberían
clausurarlas, a excepción de Muhammad (PBd) y ‘Ali (P).
Al comunicar este último mensaje a los creyentes, ‘Ali (P) fue el primero
en ejecutar la disposición; fue entonces, cuando Muhammad (PBd) especifi-
có que él no debía cerrar la puerta. Ante esto, la gente comenzó a murmurar
respecto de Alí y la preferencia que tenía el Profeta para con él.
A raíz de esta situación, el Mensajero de Dios contestó que él no hacía
nada por deseo propio, sino que sólo cumplía un mandato divino.
En otra oportunidad preguntaron al hijo de ‘Umar acerca de ‘Ali (P), y él
respondió que no debían hablar mal de él, porque posee privilegios que ningún
otro posee. Estos privilegios son:
1. La puerta de su casa se comunica directamente con la mezquita.
2. Está casado con Fátima (P).
3. Constituyó el factor de triunfo en la batalla de Jaibar.
Junto a este mensaje descendió la segunda aleya del Sura Naym que dice:
«Que vuestro camarada no se extravía ni se descarría. Ni habla
por capricho»
Esta aleya quiere significar que Muhammad (PBd) no hablaba nunca por
interés, ni tampoco por algún sentimiento que lo vincule. Una prueba más de
ello es el siguiente relato:
Cierta vez, una persona se acercó al Profeta (PBd) con la intención de pedir
la mano de su hija Fátima (P), prometiéndole colocar una hermosa alfombra
desde la puerta de su casa hasta la de su hija. Muhammad (PBd) dijo que él
no podía responder por las acciones de su hija, sino que la responsabilidad de
ello sólo estaba en manos de Dios. Fátima (P), finalmente, se casó con ‘Ali
(P), que tan sólo contaba con un camello, una espada y un escudo. Para poder
casarse con Fátima, ‘Ali (P), vendió aquel escudo.
Por tal razón no se puede pensar que Muhammad (PBd) escondía algún
interés de por medio. Todos los profetas, para poder recibir el mensaje de Dios,
deben tener el alma desprovista de todo apego o dependencia. Los profetas no
hacen nada por su propia voluntad, sólo la voluntad de Dios rige sobre ellos.

Muhammad vio a ‘Ali en su Ascensión a los Cielos

Muhammad (PBd) vio a ‘Ali (P) en los cielos. Esto lo asombró muchísimo,
entonces preguntó al Arcángel Gabriel:
“¡Oh!, ¿’Ali también está aquí?, ¿’Ali, vino antes que yo?”.
Le contestó que no, que ése no era ‘Ali, sino que los ángeles pedían tanto
ver a ‘Ali (P), que Dios había creado un ángel con su misma fisonomía, y
agregó Gabriel (P).
“Cada viernes por la noche, setenta mil ángeles visitan a este ángel
y toda la recompensa es para sus amigos.
En esta noche, uno de los milagros que le revelaron a Muhammad
(PBd), era que 44.414 enviados de Dios concurrieron a la Mezquita
de Al-Aqsa”.
El Arcángel Gabriel, hizo el adhan (llamado a la oración), y tomando del
brazo a Muhammad (PBd), le dijo que dirigiera la oración. Muhammad (PBd)
se negó diciéndole que era él quien debía hacerlo. Pero el Arcángel Gabriel
le informó que desde el día que Dios había creado su luz, ellos no gozaban
más de ese privilegio.
Luego, descendió la siguiente aleya:
«Pregunta a los Profetas anteriores ¿para qué fueron creados?»
La respuesta a esta pregunta fue:
“La base de nuestros mandatos es que No hay divinidad más que
Dios, y además fuimos enviados para asegurar tu comunidad y la
de tu hermano ‘Ali (P)”.

La Sabiduría de ‘Ali (P)

Ibn ‘Abbas narra haber escuchado al Mensajero de Dios decir:


“‘Ali es el más sabio de entre mi gente, y el más justo para dicta-
minar”.
También cuenta del Profeta que dijo:
“Yo soy una ciudad de sabiduría y ‘Ali la puerta de ésta, aquél que
ande en busca de conocimiento, lo encontrará en ‘Ali”.
Ibn Mas‘ud relata:
“El Enviado de Dios llamó a ‘Ali (P) y lo llevó a un lugar apartado.
Cuando regresaron pregunté a ‘Ali (P) acerca de lo que el Profeta
le había hablado, quién dijo: ‘¡El Mensajero Divino me abrió mil
puertas de sabiduría, que a su vez cada una de éstas abre mil puertas
más!’”.
Un día desde lo alto del púlpito Imam ‘Ali (P) exclamó:
“¡Oh, gente! Preguntadme aquello que queráis saber, antes de que
me vaya de entre vosotros. Preguntadme, ya que el conocimiento de
nuestros antepasados es que me perdáis. Si preguntáis una por una
la interpretación de las aleyas coránicas, os responderé cuándo, para
qué o para quién fueron reveladas, si fue para abolir o derogar una
ley o costumbre, si es un dictamen especial o general, si fue revelada
en La Meca o en Medina”.

En Al Gadir Jum

Al Mensajero del Islam le fue ordenado, por parte de Dios, repetidas veces
durante su preciada vida hacer público que ‘Ali (P) era su sucesor y albacea,
como por ejemplo el día dieciocho del mes de Dhul-Hiyyah del décimo año
de la Hégira, cuando regresaba de La Meca, acompañado aproximadamente
por ciento veinte mil musulmanes. Cerca del medio día en las cercanías del
desierto de Yuhfah, en un lugar llamado Ghadir Jum, el Profeta ordenó que
las caravanas se detuviesen. En ese momento se levantó la voz del adhan del
medio día, los musulmanes se acercaron y realizaron la oración colectiva,
entonces con las monturas de los camellos formaron un púlpito, al cual subió
el Mensajero del Islam y después de alabar a Dios, Glorificado Sea, dijo:
- ¡Oh, gente!, Yo soy responsable de mis actos y vosotros de los vuestros.
- Atestiguamos que tú has cumplido tu misión y en este camino has lu-
chado mucho. ¡Dios te conceda una buena recompensa! -Exclamaron-.
- ¿Atestiguáis que Dios es Único y que Muhammad es Su Enviado...
-continuó diciendo el Profeta (PBd) en voz alta haciendo, de esta forma,
llegar su voz a todos los presentes- Y que no hay duda en vuestros cora-
zones respecto al paraíso, al infierno y a la vida eterna en el otro mundo?
- ¡Atestiguamos! -Exclamaron una vez más-.
- ¡Dios mío, Sé testigo! -Entonces volteando su cara hacia sus acompa-
ñantes continuó diciendo- ¡Oh, gente! Vosotros y yo nos encontraremos
un día en las orillas de la fuente de Kauzar, en el Paraíso; estad alerta
que dejo entre vosotros dos cosas muy valiosas y queridas para mí, ya
veré como las tratáis.
Se dejó oír una voz de entre la muchedumbre que decía:
- ¡Oh, Enviado de Dios! ¿Cuáles son esas dos cosas?.
- El Sagrado Corán y mi familia (Ahlul Bait). Dios, Glorificado Sea, me
ha informado que estos dos legados son inseparables hasta el día que me
alcancen en las orillas del Kauzar…, no pretendáis adelantaros a ellos,
ni tampoco os retraséis. Si lo hicieseis pereceríais
Entonces tomando la mano de ‘Ali (P) entre las suyas, la levantó muy
alto y en esa posición dijo:
- ¡Oh, gente! ¿Quién entre los creyentes es el más merecedor y entre ellos
tiene a su cargo la tutela y la supervisión?.
- ¡Dios y Su enviado son los más sapientes!. Exclamó la muchedumbre.
- Dios Todopoderoso me dio la tutela y yo soy el guía de los creyentes;
yo, entre los que convirtieron su fe, soy el más merecedor; aquél que me
considere como su protector y su maestro, deberá aceptar a ‘Ali como
su tutor y consejero. ¡Dios mío! ¡Ama a los que sean sus amigos, y Sé
enemigo de aquellos que son sus enemigos! ¡Ayuda a quien lo ayude y
castiga a sus opositores...!
Y por último el Mensajero de Dios añadió:
- Este suceso deberá ser promulgado por los presentes entre los ausentes.
Todavía se encontraban reunidos los peregrinos cuando fue revelada esta
aleya:
«Hoy os he perfeccionado vuestra religión, he completado Mi gracia
en vosotros y Me satisface que sea el Islam vuestra religión»
(5:3)

Igualdad de derechos

Cuando Imam ‘Ali (P) tomó a su cargo el gobierno islámico, subió al


púlpito y después de alabar a Dios dijo:
- Juro por Dios, el Misericordioso, que mientras posea un árbol de dátiles
en Medina, no tomaré nada del tesoro público, meditad bien, mientras yo
no goce de mi parte del tesoro público de los musulmanes, ¿cómo puedo
entonces dar algo más de lo que os corresponde?.
‘Aqil, su hermano, se levantó y dijo:
- ¿Es que al negro que viene de Medina y a mí, nos consideras iguales?.
- Siéntate hermano -le ordenó ‘Ali (P) y continuó diciendo- ¿Acaso no se
encuentra alguien más, aquí presente, que pregunte? Tú no tienes nada
que te haga superior a ese negro, es la fe y la piedad lo que hace superior
a un ser respecto a otro.
Algunos de los seguidores de ‘Ali (P) propusieron:
- ¡Oh, Amir de los Creyentes! ¿No sería mejor que para asegurar tu go-
bierno, al principio dieras a los jefes una porción mayor de su parte del
tesoro público y más adelante lo repartieras con igualdad?.
- ¡Qué es lo que me pedís! -Exclamó ‘Ali (P) con enojo y continuó di-
ciendo- ¡Que base mi gobierno sobre la opresión y la injusticia a los
musulmanes! ¡No! ¡Juro por Dios que nunca haré tal cosa! ¡Por Dios,
el Sapiente! Que si los tesoros de los musulmanes fueran pertenencia
mía actuaría con igualdad, pues ¿qué pueden esperar cuando ese tesoro
pertenece a ellos mismos?.

En demanda de justicia

Un día, tiempo después de que ‘Ali Ibn Abu Talib (P) fuera martirizado,
Sudah hija de ‘Ammar, miembro de la tribu de Hamdan, se presentó ante
Mu’awiyah. Cuando Mu’awiyah vio a Sudah, recordó el arduo trabajo y
diferentes actividades que efectuó ésta en beneficio de ‘Ali (P) y su ejército
durante la guerra de Siffin, sintiéndose molesto le reprochó y luego le preguntó
que por qué había acudido allí. Sudah contestó:
- ¡Oh, Mu’awiyah! llegará el día en que Dios, el Justo, os juzgue por los
derechos que nos habéis quitado; vos enviáis a vuestros generales a que
nos siegan como cuando madura la cosecha, y nos aplasten bajo sus pies
como a la hierba silvestre, dándonos a probar la muerte; enviaste a Busr
Ibn Artat a matar a nuestros hombres y saquear nuestras pertenencias;
si nos hubiésemos independizado de tu gobierno, hoy contaríamos con
honor y grandeza; exigimos que reemplaces a Busr de ese puesto, de lo
contrario haremos una revuelta.
Mu’awiyah se levantó y con los ojos llenos de cólera dijo:
- ¡Me quieres amenazar con tu tribu, te enviaré en las peores condiciones
frente a ese Busr para que haga contigo lo que crea conveniente!.
Sudah guardó silencio unos minutos mientras pasaban por su mente
grandiosas escenas del pasado, entonces exclamó:
- Bendiciones de Dios a esa gran alma que se encuentra en una tumba
bien cerrada, pues con su muerte fueron enterradas la justicia y equidad.
Él tenía un pacto con la verdad y rectitud, las cuáles no las cambiaba por
nada; la fe y la justicia corrían por sus venas.
- ¿Quién fue ese hombre? -Preguntó con inquietud Mu’awiyah-
- ‘Ali Ibn Abu Talib (P) -contestó Sudah- Recuerdo un día que fui a verlo
para quejarme ante él, del recaudador que recogía el zakat; cuando llegué,
‘Ali (P) se disponía a efectuar la oración, entonces se detuvo y con una
sonrisa en sus labios y dulzura en su rostro preguntó: “¿Es que, puedo
servirte en algo?” Entonces le expuse mi querella. Este gran hombre se
echo a llorar y dijo: “Dios mío, Tú eres consciente y eres testigo que yo
nunca le ordené -refiriéndose al comisionado- que fuese injusto y opri-
miese a Tus servidores”.
Entonces tomó un pedazo de piel y una pluma entre sus manos y después
de escribir el nombre de Dios y una aleya coránica continuó: “Después
de que hayas leído la presente, recoge tus pertenencias y espera hasta que
envíe a alguien para que le entregues cuentas de lo que has recaudado...”,
y me dio la carta, ¡juro por Dios que no la cerró ni tampoco la selló! La
entregué al comisionado quién, por medio de ésta, fue destituido y se fue
de entre nosotros.
Mu’awiyah después de haber escuchado esta historia, sin tener otra alter-
nativa ordenó que escribieran todo lo que demandaba la mujer.

‘Ali (P) combate por la causa de Dios

El Islam, es una religión de paz y tranquilidad, no admite las matanzas ni


los asesinatos; ordenó la tortura eterna para aquél que mate sin justificación
a un creyente. Pero al mismo tiempo, el Islam, que es una religión íntegra y
completa, rechaza cualquier deficiencia e imperfección; ésta es la religión
universal y por ello toda la gente debería aceptarla; por esta razón se hace
necesaria la difusión y propaganda de la misma.
Es evidente que desde un principio hubo quienes se opusieron a ésta,
siendo aquéllos que al aceptar o difundir esta nueva religión, encontraban sus
intereses personales en peligro. Aquí fue donde el Islam describió y explicó
el sentido del yihad, como forma de terminar con aquéllos que se oponen al
Islam. Cuando un ser humano es atacado por alguien, es lógico y razonable que
se defienda; como en el caso de un musulmán que es atacado por un foráneo.
Entonces, defender y prever un ataque del invasor es una de las obligaciones
que dicta el yihad en el Islam, siendo la totalidad de esta orden aceptada tanto
por el intelecto, como por la naturaleza y justicia del ser humano.
Y casi todas, o mejor dicho, todas las guerras que mantuvo el Mensajero
de Dios fueron en defensa del Islam, teniendo ‘Ali (P) una participación ac-
tiva en la mayoría de éstas, sin temer a nada ni a nadie, excepto a Dios. En el
frente de batalla era un bravo e incansable combatiente, un experto en utilizar
las armas de guerra, el encargado de proteger la bandera, el alférez, peleaba
como un león.
Su coraza protegía únicamente su pecho, dejando su espalda al descubierto,
ya que nunca daba su envés al enemigo.
Un sablazo suyo, significaba la muerte segura... Cuando golpeaba con la
espada, no era necesario que lo repitiese por segunda vez... Cuando bajaba
el arma, únicamente la volvía a levantar cuando había arrebatado la vida a
su enemigo.
A continuación recordaremos algunas de las guerras históricas en las que
participó a lado del Mensajero de Dios (PBd):

‘Ali (P) y la batalla de Jandaq (o la Zanja)


Los enemigos del Islam, que eran una coalición completa de diferentes
grupos y tribus, se habían unido formando un poderoso ejército para invadir
Medina y terminar con la nueva religión. Cuando Muhammad (PBd) se enteró
de los planes del enemigo, y según lo propuesto por Salman el Farsi, ordenó
que cavaran un foso alrededor de esta ciudad.
Los dos ejércitos se encontraron frente a frente, entonces ‘Amr Ibn ‘Ab-
diuad, uno de los adalides, que contaba aproximadamente ochenta años y muy
conocido como hombre entrenado, maniobraba su caballo con arrogancia y
altanería frente al ejército musulmán, dando a entender que esperaba a su rival.
‘Ali (P) se adelantó, ‘Amr levantando su voz gritó:
- ¡Regresa! ¡No me gustaría matarte!.
- ¡Tú juraste a tu dios que si alguno de los del Quraish te hiciera dos
propuestas una de ellas la aceptarías! -le recordó ‘Ali (P)-.
- ¡Habla! ¿Cuál es tu propuesta? -Manifestó ‘Amr-.
- Primero te propongo que te conviertas al Islam -continuó diciendo ‘Ali
(P) con serenidad-, que entres en el camino de Dios y tengas fe en Su
Mensajero.
- Tu propuesta es insignificante, no tengo necesidad de ella -contestó
‘Amr-.
- Pues prepárate para combatir -le respondió ‘Ali (P) retándolo-.
‘Amr nuevamente exclamó:
- ¡Regresa! ¡No me gustaría derramar tu sangre, puesto que tu padre fue
un viejo amigo mío!.
- Pero yo juro por Dios, que me causará un gran placer el matarte mientras
te mantengas alejado de la verdad -dijo ‘Ali sin titubear-.
‘Amr bajó del caballo y con sólo un movimiento de su espada cortó las
patas del animal, insinuando, con este acto, poseer más bravura y valentía
que ‘Ali (P). Entonces dando medio giro a su espada atacó a ‘Ali (P). Éste,
instintivamente levantó su escudo y la espada de ‘Amr fue detenida.
‘Ali (P) aprovechando ese momento levantó su arma y derrocó a ‘Amr,
para después, matarlo. Cuando el enemigo observó esta escena, retrocedió y
se dio a la fuga.
‘Ali (P) regresó triunfante ante el Profeta, quien le dijo:
“¡Ha sido magnífico como has peleado! Si el triunfo que has obtenido
hoy lo comparásemos con todas las obras y buenas acciones que ha
efectuado el pueblo musulmán, debo decirte que tu victoria es mucho
más valiosa, ya que has acabado con el centro de los incrédulos, los
has humillado y has honrado a los musulmanes”.

La batalla de Jaibar
En cuanto los judíos rompieron el pacto y conspiraron contra los musul-
manes, el Enviado de Dios se dirigió hacia la fortaleza de Jaibar, donde se
encontraba la morada de éstos. En esta batalla ‘Ali (P) se hallaba indispuesto
al sufrir de un fuerte dolor de ojos. El Profeta llamó a Abu Bakr para entre-
garle la bandera y acompañado por un grupo de los muhayirin (grupo de los
que emigraron con el Profeta (PBd) de La Meca a Medina) se dirigió hacia
la fortaleza de los judíos, volviendo sin haber conseguido la victoria. Al día
siguiente ‘Umar se dirigió hacia la fortaleza de Jaibar, repitiéndose la misma
escena del día anterior. A su regreso narraba respecto a la valentía de los judíos,
creando de esta forma temor en el corazón de los musulmanes.
- La bandera no era digna de ellos -dijo el Enviado de Dios, entonces
ordenó- ¡Traed a ‘Ali!.
- Le duelen los ojos -contestó alguien de entre la muchedumbre-.
Nuevamente exclamó el Profeta (PBd):
- ¡Traedlo! Él es un hombre que ama a Dios y a Su profeta y a quien Dios
y Su profeta aman.
Trajeron a ‘Ali, el Profeta cordialmente le preguntó:
- ‘Ali, ¿qué te ocurre?
- Un fuerte dolor presiona mis ojos -respondió ‘Ali (P) expresando su
malestar-.
El Mensajero del Islam levantó sus manos al cielo y rogó por él, entonces
untó un poco de saliva de su bendita boca sobre los ojos y cabeza de éste, y
‘Ali (P) fue curado.
‘Ali (P) se levantó, tomó la bandera blanca entre sus manos y la elevó.
El Profeta le aseguró:
- El Arcángel Gabriel te acompaña, la victoria está en tus manos. Dios
ha sembrado el miedo en sus corazones, y te hago saber que ellos en su
Libro han leído que el nombre de quien los derrotará es Ilia (que significa
‘Ali). Cuando llegues a la fortaleza grita “mi nombre es ‘Ali”, y por obra
y gracia de Dios se sentirán derrocados.
‘Ali (P) se dirigió a galope al campo de batalla. Primero se enfrentó con
Marhab, un hábil guerrero judío quien después de combatir unos minutos cayó
al suelo bajo la afilada espada de ‘Ali. Los judíos se refugiaron dentro de la
fortaleza y cerraron el portón. ‘Ali (P) se detuvo detrás del mismo, el cual
lo cerraban veinte personas; de un solo tirón lo abrió y arrancó, colocándolo
como puente sobre la zanja que rodeaba la fortaleza de Jaibar, los musulmanes
cruzaron el foso y... triunfaron.

El Príncipe de los Creyentes (P) y los tres Califas

Tras el fallecimiento del Profeta Muhammad (PBd), después de que el


brillo de su existencia se apagara tal y como se extingue el brillo del Sol después
del ocaso, algunos de los ignorantes se reunieron en un lugar llamado Saqifah
Bani Sa‘idah y, a pesar de que el Profeta por orden de Dios había nombrado a
su primo ‘Ali (P) su sucesor y albacea, ese día cedieron el califato a Abu Bakr,
hijo de Abi-Quhafah, siendo éste sucedido por ‘Umar y luego ‘Uthman, perdu-
rando su gobierno durante veinticinco años después de la muerte del Profeta.
Durante de este lapso el Imam y líder de la justicia, ‘Ali Ibn Abu Talib
(P), el escogido por Dios como el único y más adecuado líder Divino para
dirigir el gobierno islámico, con paciencia e indulgencia durante veinticinco
años esperó en su casa. Indudablemente que éste es uno de los sucesos más
lamentables en la historia del ser humano. Inclusive hasta los seguidores de
otras religiones y los incrédulos cuando conocen la pureza de su vida y de
su corazón; cuando oyen hablar de su valentía, de su forma de razonar, de su
amplia y extensa sabiduría, de su equidad y justicia, de sus sinceros servicios,
de las enormes molestias y dificultades que sufrió este gran Imam en el cami-
no del Islam, se lamentan por la injusticia cometida en el destino del pueblo
islámico. ¿Qué pueden decir de este acontecimiento los fieles musulmanes y
los mismos Shi‘ah? ¡Qué pena! ¡Qué aflicción sentimos por este acaecimiento,
por esta pérdida! ¡Qué suceso infausto!.
El año décimo de la Hégira, Abu Bakr tomó en sus manos el gobierno, y
falleció el año decimotercero de la misma, a los sesenta y tres años de edad,
después de haber gobernado durante dos años, tres meses y diez días.
Abu Bakr fue sucedido por ‘Umar Ibn Jatab, quién después de haber
gobernado durante diez años, seis meses y cuatro días, fue asesinado por Abu
Lu’Lu’ Firuz.
‘Umar organizó una reunión para elegir a su sucesor. El resultado de ésta
fue que ‘Uthman Ibn ‘Affan fue elegido como el tercer Califa, tomando las
riendas del pueblo islámico a principios del mes de Muharram del año 24 H.,
y el mes de Dhul-Hiyyah del año 35 H., como consecuencia de las muchas
injusticias e iniquidades que cometió, fue muerto por un numeroso grupo de
musulmanes descontentos de su gobierno. Su califato duró aproximadamente
doce años, menos unos cuantos días.
Después del fallecimiento del Gran Profeta, ‘Ali Ibn Abu Talib (P) se
enfrentó y condenó a los intransigentes que le habían arrebatado su derecho, y
hasta donde le fue posible y los elevados intereses del Islam le permitieron, por
medio de dichos y sentencias clarificó la situación para la gente, manifestando
que existía un grupo que había usurpado el califato. La gran Dama del Islam,
Fatimah Zahra’ -la paz sea con ella-, devota seguidora y fiel acompañante de
‘Ali (P), con su actuación dejó claro que el gobierno reinante era ilegal.
Un grupo de los Sahabah, fieles compañeros y seguidores del Profeta
(PBd), tales como Salman, Abu Dhar, Miqdad y ‘Ammar Yasir se enfrentaron,
con discursos impresionantes, al primer Califa, haciendo público y recordando
las órdenes del Mensajero de Dios acerca de su sucesor y de los derechos con
los que contaba ‘Ali(P). Este inigualable Imam, para proteger los intereses
del Islam, de un Islam que acababa de florecer y carecía aún de madurez sufi-
ciente, y evitar encender la llama de una revuelta interna, se abstuvo de tomar
su derecho por la fuerza de la espada. Evidentemente, si hubiese actuado de
forma diferente, hubiese causado un gran perjuicio al Islam olvidando todos
los inconvenientes y adversidades que sufrió el Gran Profeta. Incluso, cuando
en algunas ocasiones que fue necesario proteger el honor y crédito del Islam,
los guiaba y conducía con esa ciencia sobrehumana que poseía. El segundo
Califa en repetidas ocasiones dijo: “¡Si ‘Ali no estuviese, ‘Umar ya hubiese
muerto!”.
Las sabias palabras de este Imam respecto a cuestiones religiosas, políticas
y sociales los dejaba perplejos, hasta tal extremo que confesaban la magnitud,
sabiduría y pureza de ‘Ali (P).
Recordaremos algunos de estos relatos:

Durante el califato de Abu Bakr


En una ocasión, un grupo de eruditos judíos se presentó ante Abu Bakr
y preguntaron:
- ¿Sois vos, para esta gente, el sucesor del Profeta (PBd)? Nosotros en La
Tora, nuestro Libro Sagrado, leímos que el sucesor de Muhammad (PBd)
era el más sapiente de la comunidad, si es así respóndenos: ¿dónde se
encuentra Dios, en el Cielo o en la Tierra?.
Abu Bakr contestó:
- Él se encuentra en el Cielo, sobre el Trono.
Los sabios volvieron a cuestionar:
- ¿Entonces la Tierra se encuentra vacío de Él? ¡Quedando claro que
Dios se encuentra en un lugar y en otro no!.
Abu Bakr enfurecido gritó:
- ¡Vosotros habláis como los incrédulos, alejaos si no queréis que ordene
que os maten!.
Los sabios judíos regresaron a donde se encontraba su tribu y blasfemaron
el Islam. ‘Ali Ibn Abu Talib (P) al enterarse de lo sucedido, hizo llamar a uno
de ellos y le dijo:
- Me han informado de lo que preguntasteis y de la respuesta que obtu-
visteis; pero sé consciente que el Islam dice:
“Dios mismo creó el ‘espacio’, puesto que Él no ocupa lugar. Él es tan
infinitamente magno como para que un espacio pueda envolverlo. Él se
encuentra en todo lugar sin tener contornos ni límites, ni tampoco pode-
mos tocarlo. Él es Sapiente e Infinito”.
El sabio judío abrazó el Islam y afirmó:
- ¡Tú eres merecedor de ser el sucesor de Muhammad (PBd), y no otros!.

Durante el califato de ‘Umar


Un día que ‘Umar quiso azotar, según la ley, a uno de los musulmanes de
nombre Qudamah Ibn Madz‘un por haber bebido alcohol, éste le dijo:
“No es obligatorio que me azotes, ya que Dios Todopoderoso dijo:
«Quienes creen y obran bien, no pecan en su comida si temen a
Dios...»
(5:93)”
Entonces ‘Umar se abstuvo de castigarlo.
‘Ali (P) se enteró de lo acaecido, fue a ver a ‘Umar y le reclamó el por qué
no había ejecutado la ley de Dios. Para justificar su dictamen ‘Umar repitió la
misma aleya, entonces Imam ‘Ali (P) para sacarlo del error le dijo:
“Aquellos que creen en Dios y obran bien, se abstienen de realizar lo
que Dios prohibió. Trae nuevamente a Qudamah y dile que se arre-
pienta; si lo hace, ordena que lo azoten y si niega lo que dictamina
el Islam al respecto, tendrá un castigo mayor”.
Qudamah al advertir lo ocurrido, se arrepintió frente a ‘Umar y nunca
más volvió a ingerir alcohol.
‘Umar no sabía con cuantos azotes debía castigar a Qudamah, para lo cual
consultó a ‘Ali (P) quien le informó:
“Con ochenta latigazos”.

Durante el Califato de ‘Uthman


El conocido y gran erudito Maylisi cuenta que Kashaf, Za‘lbi y Arba‘in
Jatib narraron:
“Una mujer, recién casada, en la época de ‘Uthman dio a luz a un
niño de seis meses; ‘Uthman la inculpó de adúltera y ordenó que
la apedrearan, acusándola de haber quedado embarazada de otro
hombre, distinto a su esposo.
Cuando informaron a Imam ‘Ali (P) de lo sucedido, éste se dirigió a
‘Uthman y le propuso: ‘Estoy dispuesto a discutir este asunto contigo,
tomando como testigo al Sagrado Libro de Dios, ya que Dios en una
de sus aleyas dice:
«El embarazo y la lactancia duran treinta meses»
(46:15)
Y en otra de sus aleyas dice:
«Las madres amamantarán a sus hijos durante dos años completos
si desea que la lactancia sea completa»
(2:233)
O sea, que las mujeres deben amamantar a sus infantes durante dos
años completos -o 24 meses-, si se ha determinado que el tiempo de
la lactancia deben ser 24 meses, queda claro que el mínimo tiempo
del embarazo es de seis meses, según la primera aleya que dice que
el período del embarazo y lactancia deberá ser de treinta meses. En
conclusión, esta mujer según lo que manda el Sagrado Corán, no
cometió ningún pecado”.
Entonces ‘Uthman ordenó que la dejaran en libertad.
Nuestros sabios y eruditos, basándose en estas dos aleyas, han inferido
que el mínimo tiempo del embarazo es de seis meses, o sea, que es posible
que un niño concebido del esperma de su padre legítimo pueda venir al mundo
después de seis meses, no antes de este tiempo. Era esto a lo que se refería
Imam ‘Ali (P).

El Califato de ‘Ali (P)

Cuando ‘Uthman se transformó en Califa, enseguida cayó bajo la influen-


cia de su clan. Fue dirigida en todo por su secretario y yerno, Nahrwan, quien
había sido expulsado anteriormente por el Profeta (PBd) por quebrantamiento
de la verdad. ‘Uthman desplazó al mayor de los lugartenientes puestos por
‘Umar y designó a incompetentes e indignos miembros de su familia. La fragi-
lidad del poder central y la debilidad de los elegidos crearon un gran fermento
en el seno del pueblo. Fuertes quejas de exacción y opresión referidas a los
gobernantes, comenzaron a dejarse oír en la capital. ‘Ali (P) alegó y protestó
varias veces por la forma en que el (Califa) había permitido que el gobierno
cayera en manos de indignos protegidos. Pero ‘Uthman, bajo la influencia de
una mala persona, Nahrwan, no prestó ninguna atención a este consejo. Y al
final, ‘Uthman murió.
El Califato quedó en una situación atónita. Habían sido tantas las disputas
y entonces el pueblo corrió tras ‘Ali (P) implorándole que aceptara el Califato.
No hubo ningún problema de elección o nominación. De esta manera la nación
toda se fue a su puerta implorándole que fuera suficientemente bondadoso y
aceptara el Califato. Repetidamente ‘Ali (P) lo rechazó pero el pueblo como
un solo cuerpo no aceptaba ninguna excusa suya. Talha, un espectador, forzó
a ‘Ali (P) a aceptarlo e hizo un juramento de obediencia a él. Zubayr hizo lo
mismo y llevaron a ‘Ali (P) desde su casa a la Mezquita y, una vez más, to-
dos se agolparon a su alrededor para prestarle juramento de obediencia como
Imam y Califa.
Talha y Zubair pidieron después que se les diera un puesto en el gobier-
no; querían que ‘Ali (P) hiciera a uno de ellos gobernador de Kufa y a otro
gobernador de Basora, pero el Imam no aceptó y cuando llegó el momento de
repartir el zakat se les dio a ambos la misma cantidad que al resto de la gente,
es decir; tres dinares (contrariando con ella la costumbre establecida por el
segundo califa, el cual estableció privilegios a la hora de repartir el dinero del
Baitul Mal, en función de la antigüedad en el Islam, del hecho de ser muhayyer
o ansar, de ser árabe o no serlo, de haber participado en la batalla de Badr,
en Uhud, en Jandaq,… con lo que pronto se creó una gran desigualdad social
entre los musulmanes, inexistente en los tiempos del Mensajero de Dios).
Por esa razón, Talha dijo:
“De este gobierno lo único que podemos conseguir es tanta comida
como la que a un perro se le pega en el hocico”.
Esta fue la causa por al cual él Zubair, Talha y ‘Aishah, planearon rebe-
larse contra el Imam ‘Ali (P) y derrocar su legítimo gobierno, provocando una
batalla en la que diez mil musulmanes perdieron la vida, y que terminó en una
estruendosa derrota para ellos.
La batalla de Yamal3
Abdullah Ibn ‘Abbas dice:
“Alcancé al Imam en un lugar llamado Rabidah, el Imam estaba re-
mendando su sandalia, me preguntó: ‘¿Cuánto valdrá este calzado?
3 Batalla del Camello, también conocida como Batalla de Basra (Basora)
¡Oh, Abdullah!’ Contesté: ‘¡No vale nada!’ Dijo: ‘Así, tal y como
está ¿Cuánto calculas que valdrá?’ Contesté: ‘Menos de un dirham’.
‘Juro por Dios -dijo entonces- que estos dos zapatos viejos son para
el hijo de Abu Talib más valiosos que el gobernarles a ustedes. Sólo
quedaré satisfecho en caso de que pueda implantar la justicia y
terminar con la falsedad…’.
Entonces se levantó frente a la gente y dijo:
‘Dios Todopoderoso envió al Profeta (PBd) cuando los árabes vi-
vían en la ignorancia… él hizo llegar al hombre a un alto nivel de
humanidad, lo liberó y salvó… dotando a la gente de una excelente
salud moral y yo, en ese entonces, era su seguidor y me esforzaba en
seguir el camino de sus enseñanzas y no tenía miedo ni flaqueaba.
¡Juro por Dios que yo peleé contra ellos -los Quraish- cuando eran
enemigos del Islam y nuevamente pelearé contra ellos ahora que de
nuevo han abandonado la fe!.
¡Juro por Dios que mi política de hoy es la misma que ordenó el
Profeta (PBd) que se llevara a cabo, voy a arrancar los negros velos
de la falsedad para mostrar la luz de la Verdad!’,
Entonces les dijo a los soldados:
No inicien la guerra. Primeramente hablen con ellos con suavidad.
Si se refugian en sus casas, no traspasen las cortinas. No entren en
sus hogares. No toquen sus pertenencias. No molesten a las mujeres,
aunque los insulten a ustedes o a sus padres’. Entonces el Imam tomó
el Corán en sus manos y dijo: ‘¿Quién quiere tomar este Corán e
invitarlos a que sean seguidores del Libro de Dios y saber desde
ahora que alcanzará el martirio?’.
Un joven de Kufa se levantó y dijo: ‘¡Oh, Amir de los Creyentes! Yo’.
El Imam no se fijó en él y repitió su pregunta, nuevamente el joven
expresó su determinación. El Imam le dio el Corán y el joven fue
y se colocó frene al ejército de Aishah, Talha y Zubair y los invitó
a que aceptaran el Corán. Pero ellos le cortaron una mano, enton-
ces tomó el Corán con la mano izquierda, esa mano también se la
cortaron. El joven cayó al suelo y puso su pecho sobre el Corán y
sufrió el martirio’.
‘Ammar Yasir, uno de los grandes segadores del Gran Profeta (PBd)
se colocó entre los dos ejércitos y los invitó a que hicieran la paz. Se
acercó a ‘Aishah y le dijo: ‘¿Qué es lo que quieres?’ ‘Aishah con-
testó: ‘Quiero vengar la sangre de ‘Uthman’. ‘Ammar le respondió:
‘¡Dios maldiga a quien el día de hoy quiere vengarse injustamente
y él mismo es un tirano!’.
Los que estaban cerca de ‘Aishah se excitaron y dispararon sus
flechas en dirección de ‘Ammar.
‘Ammar regresó junto al Imam y le dijo: ‘¿Qué esperas? Ellos lo
único que buscan es la guerra’.
Los disparos continuaron después de que ‘Ammar regresó y tres de los
seguidores del Imam alcanzaron el martirio.
El Imam tomó a Dios como testigo, vistió la armadura especial del Gran
Profeta (PBd) cogió su espada “Dhul Fiqar” y dio a su hijo Muhammad Ha-
nafiah la bandera del Profeta (PBd) que era conocida como “águila”.
Los dos ejércitos enfrentados se alinearon. ‘Aishah tomó un puñado de
piedras y las arrojó hacia el ejército del Imam gritando: “¡Ciéguense!”
Antes de que comenzara la guerra, Zubair que fue uno de los que iniciaron
esta conspiración, al oír que ‘Ali (P) les recordaba las palabras que un día le
difiere el Profeta (PBd), decidió retirarse sin pelear. El Imam le había dicho:
“Es que no recuerdas cuando de dijo el Profeta (PBd): ¡Oh, Zubair! Tú, que
ahora tanto dices amar a tu primo ‘Ali (P), serás de los que organicen la guerra
contra él, sabiendo que la justicia no está de tu lado”.
El mismo Imam peleó en esta frontera, y adelantó tanto que sus compa-
ñeros temieron por su vida y dijeron: “Si te sucede algo nos quedaremos sin
líder. ¡Detente! Nosotros somos suficientes para pelear”.
“Yo únicamente pienso en la satisfacción de Dios y el día de la Resurrec-
ción”. Dijo ‘Ali (P).
Algunos de los guerreros de Aishah y Talha se reunieron alrededor del
camello de ésta, para cuidarla y protegerla. El Imam ordenó: “¡Corten las
patas del camello!”
Terminó la guerra y el ejército del enemigo se esparció. Imam ‘Ali (P)
envió a ‘Aishah a una casa en Basora y perdonó a todos aquellos que tiraron
sus armas y se entregaron, incluyendo también a Nahrwan Ibn Hakam que era
uno de sus peores enemigos.
Una vez concluida la batalla, habiendo obtenido una total victoria, ‘Ali
(P) ordenó a ‘Aishah que regresara a La Meca acompañada de su hermano
‘Abdul Rahman, para que nada le ocurriese a ésta.

La batalla de Siffin
Uno de los problemas más importantes que el gobierno del Imam tuvo
que enfrentar fue Mu’awiyah. Algunos de sus compañeros, como por ejemplo
Ibn ‘Abbas, primo del Imam le aconsejaban: “Otorga a Mu’awiyah un puesto
en el gobierno y después, cuando se calme la tempestad, quítaselo y termina
con él”. Pero el Imam rechazó tajantemente esta propuesta, pues amaba el
comportamiento limpio y recto y carecía de hipocresía. Por otra parte, su
decisión fue la mejor para solucionar este problema, pues la gente sabía que
una de las cosas por las cuales el Imam (P) se opuso al gobierno de ‘Uthman
era que éste había permitido que Mu’awiyah continuara gobernando en Sham
(Siria), lugar al que había sido designado por el segundo califa. La perversión,
corrupción e injusticia y opresión de Mu’awiyah era tanta y tan evidente, que
dejarlo un día más en ese cargo significaba aprobar su conducta.
Por otro lado, si el Amir de los Creyentes hubiera dejado que Mu’awiyah
continuara gobernando, para destituirlo cuando su poder estuviera consolidado,
como le aconsejaban, Mu’awiyah habría aprovechado la oportunidad para
obtener más poder y tratado de terminar con el Imam; por tanto no quedaba
otra solución que destituirlo y eso fue lo que ‘Ali (P) hizo. Mu’awiyah se negó
a obedecerle, obligando al Imam a una lucha, conocida históricamente como
la guerra de Siffin.
Siffin, es el nombre de un lugar que se encuentra entre Irak y Siria.
Mu’awiyah se adelantó con sus guerreros, tomó el lugar y se apropió del agua
para que las tropas del Imam carecieran de ella, pero cuando llegó el Imam,
en una rápida escaramuza, tomó el agua en su poder.
Mu’awiyah le dijo a su consejero Amr Ibn Aas, que fue uno de los indi-
viduos más malvados, dañinos y carente de personalidad que ha habido en
la historia:
- ¿Crees tú que el Imam, para vengarse, nos privará de agua?.
- ¡No! ‘Ali no hará lo que tú hiciste -contestó ‘Amru. Y así sucedió, y
este acto no era posible en el Imam pero sí en Mu’awiyah-
El ejército del Imam contaba con noventa mil hombres y el de Mu’awiyah
con setenta y cinco mil.
En el ejército del Imam había novecientos soldados que eran de los Ansar
y ochocientos de los Inmigrantes que habían peleado también bajo as órdenes
del Profeta (PBd), mientras que en el ejército de Mu’awiyah se encontraban los
Omeyas y los hipócritas, o sea el mismo grupo que habían peleado en contra
del Profeta (PBd) o que había actuado en contra de las leyes.
Mas’udi y también otros han escrito que el Imam antes de iniciar la batalla,
envió un mensaje a Mu’awiyah diciendo:
“Acéptanos y no separes a los musulmanes”.
Muchas otras cartas fueron enviadas y contestadas y el último mensaje
que envió el Imam al ejército de Sham fue:
“Yo les hablé a ustedes con el Libro de Dios y les invité a que se
unieran a él”.
Pero ellos respondieron: “La única solución es la espada”.
El Imam ‘Ali (P) dio la siguiente orden a sus oficiales y soldados antes
de la batalla:
“Nunca seas tú el que inicie una guerra. A Dios no le gusta el de-
rramamiento de sangre. Lucha únicamente en defensa. Nunca seas
el primero en atacar a tu enemigo. Rechaza su ataque, pero hazlo
intrépida, valiente y denodadamente. Aun cuando manifieste afirmar
tu obra, no gastes el tiempo. En vez de hablar de ti mismo, habla
de Dios y del Santo Profeta (PBd) No realices saqueos o incendios.
Nunca persigas y mates a quienes se van del frente de batalla o del
combate. La vida es apreciada por ellos y permíteles vivir tanto tiem-
po como la muerte les deje. Nunca metes personas heridas que no
puedan defenderse por sí mismas. Nunca dejes desnudo a un hombre
muerto pro robarle su escudo o ropa. Nunca cortes la nariz u orejas
a los hombres muertos para humillarles. Nunca faltes al respeto o
violes el recato de una mujer. Nunca hieras a una mujer aunque ella
te maldiga o te hiera. Nunca lastimes a un niño. Nunca hieras a un
viejo o a una persona incapacitada”
Se inició la guerra. Transcurría el noveno día, ‘Ali (P) y Mu’awiyah se
encontraban peleando en el frente, en medio de una fuerte batalla. También
en este día ‘Ammar Yaser, uno de los grandes seguidores del Profeta (PBd)
fue martirizado. Cuando estaba a punto de morir, pidió agua. Le dieron un
recipiente lleno de leche, lo bebió y dijo: “Allahu Akbar (Dios es más grande)
Allahu Akbar, este es el mismo día que el Profeta (PBd) me predijo”.
Esta frase que pronunció ‘Ammar se refería a lo que el Profeta (PBd) le
había comunicado:
“Lo último que beberás es leche y serás martirizado por un grupo
de opresores”.
El Imam, uno de los días que estaban peleando, le dijo a sus seguidores:
“Sepan que Dios conoce todas sus acciones. Ustedes están acom-
pañando al primo del Profeta (PBd). Manténganse decididos en la
pelea y en el ataque y absténganse de huir ya que esto provocaría su
deshonra y humillación y la de sus descendientes y les ocasionará
dolor el Día de la Resurrección.
Limpien de sus vidas esa mancha oscura provocada por el capricho
del corazón y el susurro del ego y den el paso hacia la muerte con
tranquilidad y con gusto.
Traten de obtener la victoria sobre ese grupo -los seguidores de
Mu’awiyah- y arrasen su tienda de campaña para que salga el
demonio que se encuentra en ella escondido -ese que tiene la mano
dirigida hacia la discordia y el pie preparado para huir- y con mag-
nificencia y perseverancia líbrense de ese perjuicio.
Sean ustedes intercesores para que la gran columna de la tienda de
la verdad quede fijamente establecida.
Ustedes son los más eminentes, Dios Todopoderoso es su guía, no
crean que ante Dios pasarán desapercibidos todos sus esfuerzos”.
Cuando la batalla había llegado a su clímax y los muertos de las dos partes
eran ya demasiados, el Imam envió un nuevo mensaje a Mu’awiyah diciendo:
“No viertas más sangre de esta gente, enfrentémonos nosotros dos,
el que triunfe que se quede con el gobierno”.
Amr Ibn Aas, el malvado consejero de Mu’awiyah, con mofa y escarnio
dijo:
- Es una propuesta justa.
Pero Mu’awiyah contestó:
- Juro por Dios, que el que guerree con ‘Ali, teñirá el suelo con su
sangre…
Entonces le dijo a Amr Ibn Aas:
- Pon en práctica todas tus tretas ya que estamos a un paso de perderlo
todo y no se te olvide que te daré el gobierno de Egipto.
Amr Ibn Aas le dijo a sus guerreros:
- Quienes tengan un Corán consigo, clávenlo en la punta de las lanzas.
Y así lo hicieron. Un grupo de los soldados del ejército del Imam se de-
jaron llevar por lo que veían y dijeron: “¡Nosotros no peleamos con aquellos
que son seguidores del Corán!”
‘Ali (P) les advirtió que aquello no era más que otro truco del astuto
Mu’awiyah y que les dijo:
“Eso que veis en las lanzas no es mas que el Corán escrito en un
papel, pero yo soy el Corán vivo”.
Pero no le escucharon. Finalmente llevaron a cabo un arbitraje y
Mu’awiyah subió al poder. Y sucedió así: ‘Ali (P) con renuncia y obligado,
envió a Abu Musa Ash’ari, que no era uno de sus partidarios, para que le
representara en el arbitraje y por parte de Mu’awiyah estaba el embustero y
mañoso de Amr Ibn Aas. Abu Musa fue engañado por Amru ‘Ass. Quedaron
en deponer a ‘Abdullah Ibn ‘Umar y con esta determinación se presentaron
ante la multitud para hacer pública su decisión.
Amr Ibn Aas le dijo a Abu Musa que hablase el primero, pues era mayor
de edad y sería una falta de respeto por su parte el hablar primero. Así que
Abu Musa dijo:
“Yo extraigo el califato de ‘Ali de la misma manera que extraigo
este anillo de mi dedo”.
Amr Ibn Aas, aprovechando la expectación causada por esas palabras y
sabiendo que la gente ignoraba lo que ambos habían decidido, dijo:
“Y yo, al mismo tiempo que corroboro la decisión de Abu Musa acerca
de ‘Ali, colocó a Mu’awiyah en el califato de la misma manera en
que colocó este anillo en mi dedo”.
Este fue uno de los mayores perjuicios que causaron al gobierno del
Imam ‘Ali (P).
Esta batalla comenzó el primero de Safar del año 38 H. y duró más de dos
meses. Algunos en el ejército de ‘Ali (P) fueron sobornados por Mu’awiyah,
como Ash’ass Ibn Ghais, y por órdenes de Amr Ibn Aas, ellos y sus soldados
se fueron del frente de batalla y forzaron a otros a irse. Esta gente fue llamada
Jawariy (herejes)

La batalla de Nahrawan
Nahrawan es un lugar que se encuentra entre Bagdad y Jalvon en el cuál
se llevó a cabo la conocida batalla contra los Jawariy. La causa de esta guerra
fue que al regreso de la batalla de Siffin, cuatro mil soldados del ejército del
Imam se separaron y formaron un partido, diciéndole al Imam: “Arrepiéntete
y pide perdón pues tú fuiste el culpable en la cuestión del arbitraje”.
Comentando este hecho, el Imam relató:
“Yo les advertí que ellos clavaban el Corán en sus lanzas para enga-
ñarles. Les dije: ‘Dejen que terminemos con ellos de una vez’. Pero
ellos dijeron: ‘¡La única manera de terminar esta cuestión es con el
arbitraje!’ Cuando vi que les convencerían, dije: ‘El árbitro tiene que
ser Abdullah Ibn ‘Abbas’. Y ellos dijeron: ‘¡No, el árbitro debe ser
Abu Musa! Ahora que ven el resultado ¡me echan a mi la culpa!’”
Ellos no quisieron entender y nombraron como su líder a Dhul Zadieh
y provocaron sediciones. Como el día que se encontraron con ‘Abdullah Ibn
Jabbab, uno de los grandes seguidores del Profeta (PBd) y le preguntaron:
- ¿Qué opinas de ‘Ali?.
- ‘Ali es más virtuoso y más inteligente que vosotros. -contestó él-.
Dijeron: “Eres un descarriado”. Y lo mataron y también a su mujer que
estaba embarazada para, de esta forma, terminar con su descendencia. Eran
tan ignorantes, prejuiciosos y fanáticos, que mataban a cualquiera que tuviese
la intención de encaminarlos o guiarlos.
El Imam (P) se comportaba con los Jawariy de una manera justa y respe-
taba su libertad. A pesar de que podía haberlos hecho prisioneros y ejecutado,
no sólo no los hizo, sino que continuó dándoles su parte del tesoro público, y
tratándolos como a los demás.
Este gesto no es algo sorprendente en ‘Ali (P), pero algo así en cualquier
otro gobierno del mundo sería impensable. Los Jawariy tenían libertad de ex-
presión y el Imam y sus seguidores debatían con ellos y les permitían expresar
sus ideas libremente.
Los Jawariy se presentaban en la mezquita y cuando el Imam disertaba o
daba un discurso ellos interrumpían y provocaban disturbios sin que el Imam
interferirse.
Se dirigían a la mezquita y realizaban la oración colectiva detrás del
Imam, pero por otra parte lo molestaban, en tal forma que un día que el Imam
estaba orando y la gente lo seguía, uno de los Jawariy con sarcasmo e ironía
gritó para burlarse del Imam:
“A ti y a los que te precedieron se os ha revelado:
«Si asociáis a Dios otros dioses, tus obras serán vanas»
(39:65)”
Esta aleya fue revelada para el querido Profeta (PBd).
Este hombre tan insignificante quería indirectamente decirle al Imam:
“Sabemos de tus brillantes antecedentes, fuiste el primero que aceptó el Is-
lam, el Profeta te nombró su hermano, fuiste un gran servidor del Islam y de
ello no hay ninguna duda. Pero Dios le dijo al Profeta (PBd) que si se volvía
un asociador sus obras serían vanas y, puesto que tú te has convertido en un
pagano, tus obras anteriores son vanas”.
El Imam (P) guardó silencio hasta que terminó de pronunciar la aleya y
prosiguió la oración, y nuevamente este hombre pronunció la misma aleya y
el Imam nuevamente guardó silencio y cuando por tercera vez volvió a repe-
tirla, el Imam pronunció en voz alta, en esa misma oración, la siguiente aleya:
«¡Ten, pues paciencia! ¡Lo que Dios promete es verdad! ¡Que no
te encuentren ligero quienes no están convencidos!»
(30:60)
El Imam envió a Hariz Ibn Murat Al ‘Abdi para que invitara a los Jawariy
a que aceptaran la paz. Lo mataron y de ninguna manera quisieron obedecer.
Entonces Ibn ‘Abbas y después el propio Imam discutieron con ellos, pero
no obtuvieron ningún resultado. Tenían los corazones llenos de ira e iniciaron
la guerra.
El Imam como era costumbre ordenó a sus soldados que no iniciaran
ellos la batalla y, finalmente, varios de ellos cayeron víctimas de las flechas
enemigas. En ese momento el Imam ordenó a Abu Aiub Ansari -que fue uno
de los grandes seguidores del Profeta (PBd)- que izara la bandera y dijo que
quien se colocara bajo esa bandera obtendría protección, así como todos aque-
llos que regresasen a Kufa o Medina sin participar en la batalla. De los cuatro
mil soldados, mil doscientos regresaron y dos mil ochocientos se quedaron.
Se inició la batalla. No duró más que unas cuantas horas y finalmente la
mayoría de los Jawariy fueron muertos y la revuelta controlada.

El Gobierno Justo

La forma de ser del Imam (P) en cualquier aspecto, era un ejemplo a


imitar para la gente, incluso su forma de hablar, sentarse o levantarse era un
modelo de comportamiento.
El Imam hasta en el campo de batalla, creó una gran escuela por su forma
tan humana de ser. Enseñaba a la gente las reglas de la valentía, la generosidad
y la hombría.
Este gran hombre, durante los cinco años que duró su gobierno, enseñó
al mundo lo que significa la justicia y el verdadero gobierno islámico. No
consintió en hablar y prometer aquello que no podía llevar a cabo y mostró
como debe ser la forma de actuar de un gobernante justo y honrado.
Solidificó las columnas de su gobierno con sabiduría, devoción y piedad.
La medida y pauta de éste fue la ley islámica y, desde este punto de vista, sus
hijos, parientes y amigos fueron considerados al mismo nivel que el resto de
las gentes.
El honorable Imam dijo:
“Recuperaremos los bienes que fueron tomados injustamente del
tesoro público, aunque lo hayan dado como dote a sus mujeres o
hayan comprado esclavas con ellos”.
Recomendaba siempre a sus gobernadores que fueran bondadosos, bene-
volentes y amables con la gente y no se cansaba de repetir:
“Traten a la gente con equidad y justicia”.
Pidiéndoles que aceptaran esta disposición como una obligación humana,
no como una orden que un superior dirige a sus subordinados. Los obligaba
a que fueran comprensivos con los problemas de la gente.
Les decía:
“Nunca arresten a nadie porque diga o pida lo que necesita o, para
tomar de ellos los tributos les cojan su ropa de abrigo o de verano,
ni vendan sus medios de transporte (camello, caballo, etc.). Tengan
cuidado en no maltratar a nadie para tomar su dinero”.
A los encargados de recaudar el zakat les decía:
“Acérquense a la gente con cortesía y educación, salúdenla y dí-
ganle: ¡Servidores de Dios! El gobernador de Dios nos mandó para
que tomemos la parte que le corresponde a Dios de entre sus bienes.
¿Es que dentro de sus bienes tienen algo que le pertenezca a Dios?
Si dicen: ‘¡No!’ regresen. Y si dicen: ‘¡Sí!’ tomen lo que les den y, si
después de haberlo dado lo reclaman, devuélvanselo”.
Y también decía:
“Sean activos en promover el desarrollo y la prosperidad de los
territorios que pagan sus impuestos. Si toman de ellos el tributo,
inviertan también en ellos, de lo contrario los pueblos poco a poco
se arruinarán y desaparecerá su gente.
La destrucción del territorio es causada por la indigencia de éste y
la pobreza de la gente es ocasionada porque el gobierno almacena
el dinero…”.
Cuando iban a ser elegidos a los candidatos para gobernador decía:
“Tomen en cuenta su fe y su disposición, no su tribu o su raza”.
Él mismo supervisaba exhaustivamente a cada uno de ellos. Si veía que
habían cometido algún error o exceso, les reprochaba con firmeza. La con-
mocionante carta que envió el Imam a su representante en Basora, ‘Uthman
Ibn Hanif, es una prueba de esto:
“Me he enterado que uno de los ricos de la ciudad de Tura te invitó
a cenar y puso una mesa muy lujosa, llena de manjares. No creí que
tú fueras capaz de aceptar tal invitación, a la que los pobres no pue-
den acceder. Ten cuidado, pon atención y aléjate de las situaciones
dudosas…”.
En otro momento reprochó a Sharif Gathi el haberse construido una casa
de ochenta dinares.
Imam ‘Ali (P) fue una figura excepcional. Reunió en su persona, a un
mismo tiempo y en un grado nunca igualado, aspectos que normalmente pa-
recen contradictorios: Fue un formidable guerrero, al punto que jamás perdió
una batalla o un torneo, al mismo tiempo fue un creyente piadoso, capaz de
pasar las noches enteras rezando. Fue un poderosísimo gobernante, pues bajo
su califato el territorio islámico se extendía desde la India hasta Egipto, y
por las noches recorría a pie las calles apartadas en la ciudad, cargado con
un saco de comida a la espalda, para socorrer a los necesitados; el más sabio
de los hombres, como puede comprobarse leyendo sus explicaciones sobre
la génesis del universo y al mismo tiempo el más sencillo y ascético, hasta
el punto que jamás comía más de dos tipos de alimento y, usualmente, éstos
eran pan de cebada y agua.

Su martirio

En el año 40 H., algunos de los Jawariy se reunieron en La Meca para


conspirar en contra de ‘Ali (P). Como resultado de esta conjura acordaron
asesinar a los tres al mismo tiempo, la noche anterior al día diecinueve del mes
santo de Ramadan, de la siguiente forma: ‘Abdul Rahman hijo de Mulyam fue
comisionado para asesinar a Imam ‘Ali (P), Hayyay hijo de ‘Abdullah Suraimi
aniquilaría a Mu’awiyah y ‘Amru hijo de Bakr Tamimi mataría a Amr Ibn Aas.
Ibn Mulyam se dirigió a Kufa sin poner a nadie al tanto de sus planes,
hasta que un día estando en casa de uno de los Jawariy se encontró con Quta-
mah, que era una bella, frívola y seductora mujer, la cuál cautivó su corazón.
Pensó en galantearla, pero cuando le propuso matrimonio, Qutamah le dijo:
- Quiero como dote tres mil dirham, un esclavo y la muerte de ‘Ali Ibn
Abu Talib.
Qutamah era enemiga de Imam ‘Ali (P), deseaba su fin y desde hacía
tiempo buscaba la forma de vengar la muerte de su padre y hermano que
habían sido muertos en la guerra de Nahrawan. Ibn Mulyam al escuchar la
petición de Qutamah dijo:
- Precisamente yo vine a Kufa para terminar con ‘Ali
Y así fue como Ibn Mulyam, para complacer a Qutamah, se esforzó más
para cumplir su cometido.
Finalmente llegó esa noche siniestra...
Ibn Mulyam, acompañado de uno de sus cómplices, la noche anterior al
diecinueve del mes santo de Ramadan, con esa perversa intención se presentó
en la mezquita de Kufa.
Treinta y tantos años antes de esta noche lamentable, ‘Ali (P) escuchó
predecir al Enviado de Dios el momento de su muerte. Veamos lo que dice
‘Ali (P) al respecto:
“Y cuando el Profeta pronunció el conocido sermón acerca del mes
santo de Ramadan, yo me levanté y pregunté: ‘¡Oh, Mensajero de
Dios! ¿Cuál es el comportamiento más valioso en este santo mes?’
Me contestó: ‘No pecar’. Entonces, el Mensajero de Dios lloró
dolorosamente, luego me comunicó que sería martirizado en un día
del mes de Ramadan...”.
‘Ali (P) sabía que se acercaba su martirio; incluso, ese mismo año había
dicho a sus compañeros:
“Este año en la época del Hayy no estaré entre vosotros”.
Y cuando le preguntaban por que comía tan poco al romper el ayuno,
contestaba:
“Quiero presentarme a Dios con el estomago vacío”.
La noche anterior al diecinueve no durmió. Y Repetidas veces dijo:
“Juro por Dios que no miento, ni tampoco nunca mentí, que esta
noche es la noche esperada”.
Al fin, en la madrugada de ese día, cuando Imam ‘Ali (P) se encontraba
en la mezquita realizando la oración de la alba, la espada envenenada del
sangriento Ibn Mulyam cayó sobre su cabeza.
Unos días después, para ser más exactos, la noche antes del veintiuno
del mes santo de Ramadan del año 40 H., llegó a su fin la existencia de un
hombre sin igual.
Su santo cuerpo fue inhumado en la tierra de Nayaf, que hoy en día es el
núcleo del corazón de los musulmanes, especialmente de los seguidores de
la escuela Shi‘ah.
Este gran Imam, ofreció todos los momentos de su vida a Dios, alabado
Sea, pues hasta en los últimos instantes de su preciada existencia pensaba en Él.
La espada de Ibn Mulyam golpeó en la parte posterior de la cabeza de ‘Ali
(P), hiriéndole hasta su luminosa frente; las primeras palabras que pronunció
tras el suceso, fueron:
“¡Juro por Dios de la Ka’ba que he triunfado!”
Bañado en sangre, lo llevaron a su casa. Durante dos días estuvo recostado
en su lecho de muerte pero, aún así, pensaba en el bienestar y necesidades de la
gente... y, a pesar de que el Profeta, y así mismo ‘Ali (P), en repetidas ocasiones
habían predicho y anunciado a sus sucesores, primero su hijo Hasan y luego
Husain, y así hasta el duodécimo Imam, nuevamente, en estos últimos mo-
mentos de su vida para completar su misión, lo reiteró una vez más a la gente.

Sus últimas palabras

En los últimos momentos de su vida, Imam ‘Ali (P) ordenó a sus hijos,
familiares y otros musulmanes lo siguiente:
“…Os recomiendo que os abstengáis del pecado, y organicéis y ten-
gáis disciplina en vuestras vidas, y ayudéis a resolver los problemas
de los musulmanes…
…no dejéis en olvido a los huérfanos, respetéis los derechos del
vecino…
…practiquéis el Corán en vuestras vidas…
…y honréis la oración, que es la columna que sostiene vuestra re-
ligión…
…seáis devotos y luchéis en el camino de Dios con vuestras palabras
y vuestras vidas...
…os unáis, y no os olvidéis de hacer ‘Amri bil Ma‘ruf -ordenar el
bien- y Nahi az Munkar -rechazar el mal-, que son dos de las obli-
gaciones divinas y si desobedecéis, los perversos os gobernaran y
entonces vuestros ruegos no serán aceptados, y vuestras maldiciones
para terminar con ellos serán rechazadas...”
Las bendiciones de Dios sean para este magno y puro Imam, que en forma
maravillosa nació, en forma extraordinaria vivió y en forma portentosa falleció.
Introducción del Sayed Razi (descanse en paz) al
“Nahyul Balagha”

Toda Alabanza sea digna para Dios, que Hizo de Su Alabanza el precio
de Sus Favores, el refugio de las calamidades, el medio para llegar a obtener
la abundancia y el Paraíso eterno, así como la causa del incremento de Su
Beneficencia y Generosidad.
¡Las Bendiciones y Paz sean para el Profeta misericordioso, el líder de
los guías divinos, la lámpara que ilumina a la comunidad cuya existencia tiene
sus raíces en su generosidad, quien posee un árbol genealógico cargado de
hojas y frutos!
¡Las Bendiciones y Paz sean para la Gente de su Casa (Ahlul Bait) que
son las lámparas que iluminan las oscuridades, el medio de salvación de las
comunidades, los signos evidentes de la religión y el centro de gravedad de
las virtudes y supremacía!
¡Las Bendiciones y Paz sean para todos ellos!
Bendiciones que puedan igualarse con sus excelencias,
Y puedan ser colocadas como recompensa de sus actos;
Recompensa que sea digna de su pureza original.
¡Las Bendiciones y Paz sean para ellos hasta el momento en que la aurora
de la madrugada rompa la oscuridad de la noche y las estrellas aparezcan y
se pongan!

La forma en que se originó el “Nahyul Balagha”

Al inicio de mi juventud, con la frescura de la vida, comencé a escribir un


libro respecto a las cualidades y especialidades de los Inmaculados Imames
que contenía las noticias interesantes y palabras sobresalientes de ellos.
El motivo de este acto lo mencioné al inicio de ese libro bajo el título de
“Preámbulo de mis palabras”.
Después de recopilar las especialidades del Imam ‘Ali (P), el Emir de
los Creyentes, los problemas y percances de la vida impidieron que terminara
aquella obra.
Ese libro lo dividí en capítulos, y cada uno de éstos en partes; al final,
coloqué un capítulo que contenía las palabras interesantes del Imam ‘Ali (P),
frases cortas de consejos, ejemplos y formación, y me abstuve de anotar los
sermones largos y las amplias cartas.
Algunos amigos lo calificaron como interesante y maravilloso desde las
diferentes perspectivas y me solicitaron que escribiese un libro el cual con-
tuviese las palabras seleccionadas del Emir de los Creyentes (P) en todas las
técnicas y diferentes campos: sermones, cartas, consejos y formación. Ellos
sabían que este libro contendría las maravillas de la elocuencia, los ejemplos
de la oratoria, las joyas del idioma árabe y los puntos luminosos de las pala-
bras religiosas y mundanas, las cuáles no habían sido compiladas en ningún
libro ni obra escrita; ya que el Emir de los Creyentes (P) era el manantial de
la elocuencia y el origen de la oratoria.
Él fue quien trajo a la existencia la elocuencia, y de él fueron tomados
los fundamentos y leyes de dicha ciencia.
Todos los oradores y predicadores aprendieron de él y todos los consejeros
expertos se ayudaron de sus palabras.
A pesar de todo esto, él siempre será el líder y los demás sus seguidores, él
es el principal y los demás los secundarios. Ya que sus oraciones son palabras
que llevan en sí los efectos de la sabiduría divina y el olor del perfume de las
palabras del Profeta del Islam (PBd).
Por ello acepté las peticiones de mis amigos y comencé este trabajo
mientras tenía la seguridad de que su ganancia y remuneración espiritual e
inmaterial era muy grande, y muy pronto estaría todo bajo su dominio, y que
su pago serían ahorros para mi vida del más allá.
Mi intención fue, además de las demás virtudes innumerables, evidenciar
la grandeza de los valores y personalidad del Emir de los Creyentes desde el
siguiente punto de vista: el Imam ‘Ali (P) es, entre todos los antepasados que
dejaron alocuciones como herencia, la única persona que ha llegado a ocupar
el nivel más alto de elocuencia y oratoria y sus palabras son un océano sin fin
cuyo nivel nunca podrán alcanzar las palabras de ningún orador.
Para mostrar la excesiva estima que siento por el Imam ‘Ali (P), quise
presentar un ejemplo de lo dicho por el famoso poeta “Farazdaq” quien, res-
pecto al orgullo que sentía por sus padres, le dijo a una persona llamada Yarir:
“¡Oh, Yarir! Estos son mis padres y antecesores. Si puedes, menciona a
tus antepasados cuando nos encontremos agrupados en una reunión”.
Las palabras de este Hadrat (‘Ali -P-) giran sobre tres ejes:
Primero: los discursos y sermones
Segundo: las cartas y esquelas
Tercero: las palabras sabias y consejos
Decidí juntar primero los sermones, luego las cartas y por últimos las
palabras sabias interesantes de este Hadrat (P). Entonces dispuse para cada
una de éstas un capítulo y un determinado número de páginas. Así inicié algo
que no tenía aún a mi alcance y posiblemente en el futuro pudiese completar.
Cada vez que escuchaba palabras de este Hadrat (P) respecto a alguna discusión
o debate, o respuesta a alguna pregunta, o con cualquier otro propósito que
no pertenecían a ninguna de estas tres partes, las colocaba en aquella parte
que consideré la más apropiada y cercana a éstas. Si entre aquello que escogí
se encuentran partes y palabras desordenadas, es porque yo reuní los puntos
y frases brillantes de este Hadrat (P), sin la intención de mantener todas las
conexiones y relaciones de sus palabras.
Una maravilla de las palabras del Imam, quien es único en este campo y
nadie lo equipara en sus palabras respecto a la abstinencia y los consejos, lo
cual cualquiera puede reflexionar y juzgar con imparcialidad, es que fueron
dichas por una persona muy valiosa cuyas órdenes penetraron en la gente a
tal grado que todos se inclinaron ante él. No habrá duda alguna sobre que el
locutor de estas palabras es alguien que únicamente ha caminado por el sen-
dero de la templanza y la devoción, y no se dedicaba a nada fuera de adorar a
Dios. Cualquier lector tendrá la seguridad de que estas palabras fueron dichas
por una persona que se encontraba sólo encerrado en su casa y lejos de la
sociedad, o en una cueva sin escuchar otra voz más que la suya, y sin ver a
nadie fuera de él, que siempre se encontraba adorando a Dios. Nunca podrá
aceptar que estas palabras fueron dichas por una persona que en el momento
de luchar se introducía en el corazón del gran ejército enemigo y derrotaba a
los grandes campeones y recios guerreros. Contando con este estado, él fue
uno de los abstinentes, uno de los piadosos y puros, un ejemplo sin igual. Estas
son cualidades extraordinarias y maravillosas, y sus grandes especialidades se
encuentran únicamente reunidas en este Hadrat (P) que lleva en sí todos estos
atributos que se contradicen entre sí.
Repetidas veces conversé con mis amigos a este respecto y los dejaba
maravillados por estas especialidades únicas del Imam (P). En verdad, puede
uno aleccionarse con esto y cabe meditar al respecto.
En caso de que en las palabras recopiladas existan frases dudosas o rei-
terativas, mi excusa a este respecto es que en las narraciones del Imam ‘Ali
(P) existen numerosas versiones: en ocasiones encontré alguna narración y la
anoté tal y como estaba. Después llegó a mis manos otra narración sobre este
mismo tema que no coincidía con la anterior, pero por estar más completa o
porque había utilizado términos más interesantes en ésta, consideré necesario
anotarla también. Posiblemente la volví a registrar por olvido y no a propósito.
De cualquier forma, no me jacto de tener un conocimiento completo y de todas
las perspectivas de las palabras del Imam (P), ni de haber registrado comple-
tamente todas sus palabras sin olvidar ninguna. Al contrario: es posible que
aquello que no encontré sea más que aquello que pude hallar y que aquello de
lo que dispongo sea menor que aquello que en realidad existe. Me he impuesto
como una obligación encontrar esas palabras perdidas y al respecto le dedico
todos mis impulsos y mayores esfuerzos.
Pido a Dios que me Guíe en este sendero.
Al concluir esta compilación, consideré conveniente llamarla “Nahyul
Balagha” (Cima de la Elocuencia), ya que abre para el lector las puertas de
la elocuencia, y le muestra el sendero para realizar sus deseos. Este libro sacia
las necesidades tanto del sabio como del erudito, las del estudiante y el discí-
pulo. También puede satisfacer los deseos del orador elocuente y abstinente.
Entre las expresiones del Imam (P) existen palabras maravillosas respecto
al monoteísmo, la justicia y cualquier ambigüedad de los Atributos Inviolables
de Dios respecto a la creación. Vemos como sacian a los sedientos al mismo
tiempo que corren las cortinas de las tinieblas de las dudas.
Pido a Dios Altísimo que me Agracie y Cuide de cometer cualquier pe-
cado, y también Le pido que me Otorgue la fuerza y Ayude en este camino.
Y me refugio en Él de cualquier equivocación de la mente antes de cualquier
equivocación de la lengua, y de la equivocación de la lengua antes de cometer
algún pecado.
Él es suficiente para mí, y es el mejor Guardián Socorredor.
Año 400 Hégira Lunar
Ash-Sharif Ar Razi
Abul Hasan Muhammad Ibn Husain At-Tahir Dhul Manuqib
Introducción de la edición impresa4

El “Nahyul Balagha” es un medio para moldear al ser humano en la escue-


la de pensamiento shi’i y en la acción. El Profeta del Islam (PBd) dijo una vez:
“Mi querido ‘Ali, tú y tus seguidores han sido salvados y la victoria
será vuestra. Todos los que te siguen superarán no solamente todas
las dificultades materiales y espirituales sino que también serán
elevados a los más altos niveles de la humanidad, lograrán la per-
fección y harán del mundo un campo de gran actividad y movimiento,
y en última instancia, gobernarán sobre la humanidad. Habiendo
establecido la equidad y la justicia entre las distintas clases de la
comunidad mundial, extenderán la verdad sobre todo el mundo”
La Escuela que produce y talla semejante tipo de hombres para este mun-
do, deberá, en primer lugar, presentar una serie de enseñanzas y realidades
presentes en el universo en diferentes estilos a través de múltiples medios, para
despertar y guiar al ser humano a través de diferentes grados de comprensión
y de conocimiento. Es obvio que tales enseñanzas se originan en Él, el Dador
de Vida, son reveladas solamente por Profetas, hombres elegidos por Dios
Todopoderoso.
El Gran Profeta del Islam (PBd) comunicó todo el conocimiento a la gente
a través del Sagrado Corán y las Tradiciones. Ayudado por el Desconocido
produjo una gran conmoción y sacudió las raíces de los grandes imperios de
aquellos días. Pero esta institución necesitó un medio para mostrar a la gente
el camino que conduce al más alto pináculo de la perfección. Por otra parte,
cualquier escuela de pensamiento y acción, con todo lo perfecta que pudiera
ser, no podrá mantenerse sin un líder, guía o maestro, siendo imposible que
sobreviva a los ataques furiosos, saqueos y calumnias. Y así, esta escuela, de-
biera ser confiada a un “hombre bondadoso, infalible y piadoso” para que sus
enseñanzas estén protegidas contra todo posible robo, distorsión, ignorancia y
desvío y que, actuando en el nombre de la Religión, la fe y los buenos deseos,
4 De la edición de la editorial Al-Hoda
impida alterar los principios básicos de la Fe en el camino de la interpretación
y la razón. Al mismo tiempo, los seguidores de la Escuela no serán dejados
a merced de los acontecimientos y sus disposiciones o serán desviadas del
camino de la verdad y la justicia, sino que, se moldean en el aprendizaje a
través de hombres eruditos vinculados a Dios, en una atmósfera saludable.
El Creador ordenó al Profeta del Islam (PBd) establecer la protección de
la Fe del Islam y sus seguidores, para que después de la muerte, cuando se
cierre el capítulo de la Divina Misión, pueda continuar la guía e instrucción
de la humanidad y el desarrollo de la capacidad de mando.
Con el debido respeto a todos los conceptos islámicos, el Santo Corán y
la Sunnah, así como también a los puntos de vista de todos los musulmanes
del mundo, el Profeta (PBd) introdujo para el mundo a ‘Ali (P) y a sus descen-
dientes directos como sus sucesores, guardianes de la Fe y únicos intérpretes
de sus enseñanzas. Él los comunicó a la comunidad musulmana, como un
hecho establecido e innegable, en varias ocasiones y en diferentes formas
llamó al cumplimiento de esta orden divina, único camino lógico e islámico
para la felicidad humana.
Así, esta institución del Islam fue confiada a la Gran conducción de una
línea de líderes cuya honestidad y piedad estaban garantizados por Dios todo-
poderoso, quienes por otra parte, nunca podían ser seducidos por amenazas o
tentaciones. Amir ul-M’uminin (Comandante de la Fe) Hazrat ‘Ali (P) tomó
para sí esta difícil y pesada responsabilidad de las órdenes Divinas, después
del Profeta del Islam (PBd)
Quienes estaban esperando ansiosamente ese día, se lanzaron al ataque
que tenían previamente preparado. Nuevamente los fundamentos del Islam
fueron atacados desde distintos lados y de ese modo se encontró frente a una
seria amenaza en la que la propia autoridad del líder fue discutida.
Si la implementación de las órdenes Divinas hubiesen sido descuidadas en
lo más mínimo y Hazrat ‘Ali (P) hubiese pedido apoyo humano para solventar
esas dificultades, el Islam se hubiese perdido de la tierra para siempre. Dios
Todopoderoso no solamente señaló a ‘Ali (P) para suceder al Profeta (PBd)
sino que le demostró Su especial favor y le concedió Sus bendiciones. Sin
duda que si un erudito desea llevar a cabo una investigación sobre la vida de
‘Ali Ibn Abu Talib el mejor y más confiable camino para hacerlo es un agudo
estudio de los dichos del Profeta (PBd) recordados en sus valiosos trabajos
por la mayoría de los grandes hombres, escritores y estudiosos de principios
del periodo e historia islámicos.
El Profeta (PBd) ha ido tan lejos en el comentario sobre este gran genio
del Islam, que una vez dijo: “Querer a ‘Ali es como el signo de la Fe; y la
animosidad hacia él, como el signo de la infidelidad” Y ha dicho rotundamente
que: “‘Ali está con la Verdad y la Verdad está con ‘Ali”
El tormentoso curso de la vida de ‘Ali (P) indica claramente el hecho
establecido de que si la Verdad se manifiesta en un ser humano, el mundo
entero es incapaz de desviarlo del camino de la verdad y que dicho camino no
es otro más que el seguido por ‘Ali (P) Se advierte aquí que cuando el entorno
cambió y varios grupos de musulmanes tomaron diferentes posiciones, las
enseñanzas de Hazrat ‘Ali (P) también sufrieron los cambios requeridos por
el tiempo y el lugar. Para concluir, digamos que la época en que vivió ‘Ali (P)
era tan inestable y los hechos se sucedían tan rápidamente, que él mismo tuvo
que introducir necesariamente cambios en sus enseñanzas.
Como resultado a lo anterior, encontramos hoy día que la esencia de estas
lecciones y enseñanzas pueden ser fácilmente aplicadas a cualquier condición,
tiempo, gente, nación, tierra o región, para llenar las respectivas necesidades.
Las enseñanzas y lecciones del Califa y Sucesor del Profeta de Dios (PBd) se
ubican en dos categorías:
1. Lecciones que se toman de sus obras, prácticas y conducta, en la paz
y en la guerra, recordadas por sus biógrafos y las historias.
2. Sermones, lecturas, discursos y correspondencia en los que ha hablado
de los sucesos mundiales del momento ya sea en forma breve o
pormenorizada.
Afortunadamente los hombres de los primeros días y tiempos de la Era
Islámica se esforzaron por preservar y registrar estas reliquias y todos los bon-
dadosos Imames (P) prestaron la debida atención para salvaguardar, preservar
e implementar estas preciosas joyas del conocimiento, según la oportunidad
del momento, conformando sus conductas a la de Hazrat ‘Ali (P)
Estas valiosas enseñanzas fueron compiladas en tratados de tiempo en
tiempo, aunque todas ellas quedaron difundidas en distintos trabajos de historia,
comentarios del Corán y las Tradiciones hasta el Siglo I (AH) equivalente al
siglo VII de la era común, fue entonces que un fiel y auténtico sirviente del
conocimiento y de la humanidad, descendiente de la Santa Casa del Profeta
(PBd), de nombre Sayed Razi -quiera Dios todopoderoso exaltar su noble
condición- dedicó su precioso tiempo entregándolo sinceramente a uno de
los más valiosos servicios para la humanidad, recogiendo y compilando los
trabajos de ‘Ali (P) el gran líder para el mundo.
El gran sacrificio y serio esfuerzo de Sayed Razi en compilar este trabajo,
dio como resultado una valiosa colección de lecciones y enseñanzas de ‘Ali
(P) en una forma maravillosa y sutil estilo, para uso de la comunidad mundial.
Gracias a esto es que los hombres de estudio y eruditos del Islam continuaron
el gran curso de acción de este hombre para alcanzar las altas metas del Islam
del primer día.
Todos los estudiosos del Islam se beneficiaron y lograron, hasta donde
pudieron, explicar este tratado de conocimientos “Nahyul Balagha” como uno
de sus resultados, cientos de provechosos y valiosos libros fueron editados en
diferentes niveles, traducidos e interpretados en varios idiomas, tales como el
árabe, inglés, persa, alemán, francés, urdu, hindú, castellano, etcétera.
El Ministerio de Orientación Islámica a través de su oficina de Asuntos
Internacionales se ofreció a imprimir las “Cartas y Dichos de Hazrat ‘Ali (P)
del “Nahyul Balagha” en su edición en castellano.
Quiera Dios Todopoderoso darles éxito en la promoción del conocimiento
del la Santa Casa del Profeta (PBd) y ponerlos bajo la protección del Último
Imam, el Regente de los Tiempos.
Teherán
Mezquita Masyid-i-Yami’
As-Sheij Hasan Syed
Quien fue Sayed Razi

Es considerado uno de los más grandes y eminentes sabios de la Escuela


Shi’a, famoso por haber compilado el “Nahyul Balagha” (la colección de
cartas, discursos y dichos del Imam Ali -P-). Su nombre fue Muhammad, co-
nocido como “Abul Hasan” y su título “Razi” o “Sharif Razi”, más conocido
como “Sayed Razi” entre los iraníes. El término “Sayed” alude a su condición
de descendiente del Profeta Muhammad (BPd)
El Sayed Razi (Que en paz descanse) nació el año 359 de la hégira lunar
en la Ciudad de Bagdad.
Su padre fue Abu Ahmad Hasan Ibn Musa a quien le fue dado el título
de “Tahir Dhul Manuqib”. Él fue un muy respetable hombre y causa de honor
para la familia del Mensajero del Islam (PBd). Fue una personalidad de alto
rango, honorable y noble. Era un competente administrador y alguien respetado
por toda la gente. El padre de “Sayed” se encargaba de supervisar las quejas
de la gente, era el encargado de los peregrinos y viajeros a la Casa de Dios,
así como de atender la situación en la que se encontraban los descendientes
de la familia de Abu Talib.
La madre de Sayed Razi era también una dama descendiente de la familia
de ‘Ali (P) y llevaba el mismo nombre que su antepasada Fatimah. Ella era una
mujer virtuosa y digna. Dicen que el Sheij Mufid (Que en paz descanse), el
sabio más eminente entre los Shi’ah y supremo religioso de su época, por ella
escribió el libro “Ahakam An Nisa” (leyes prácticas especiales de la mujer).
La ascendencia del Sayed Razi alcanza al Imam Al Qasim (P) en un espa-
cio de cinco generaciones. Los antecesores de Sayed hasta llegar al Imam Al
Qasim (P) todos ellos fueron de los compasivos y grandes de los descendientes
del Profeta (PBd).
Era aún un niño cuando acompañado de su hermano “Sayed Murtaza”
comenzó a estudiar. La historia de cómo iniciaron sus estudios estos dos her-
manos es muy interesante.
No habían transcurrido más que algunos años de la vida del Sayed Razi
y del Sayed Murtaza, cuando su madre decidió llevarlos ante el sabio más
famoso de la ciudad o sea el Sheij Mufid (Que en paz descanse) para que sus
hijos aprovecharan de la sabiduría de este erudito y aprendieran las ciencias
islámicas directamente de él. Por ello fue que tomó la mano de sus pequeños
hijos y se dirigió hacia el lugar donde impartía clases el Sheij Mufid. El Sheij
Mufid, como era costumbre, se encontraba en la Mezquita de Borraza, ubi-
cada en una de las colonias shiíta en Bagdad llamada “Karj”, donde impartía
sus lecciones para un gran numero de sus estudiantes y los beneficiaba con
su gran sabiduría. Súbitamente una dama muy digna y respetable entró en la
mezquita. Ella -al mismo tiempo que tomaba las manos de sus dos pequeños
hijos- se acercó al Sheij y después de saludarlo dijo: “¡Yo soy esposa de Dhul
Manuqib y estos dos niños son mis hijos. Los he traído a vos para que les
enseñéis las ciencias de la religión”. Los ojos del Sheij Mufid se llenaron de
lágrimas al escuchar las palabras de la madre de estos dos pequeños. Entonces
por respeto a esa digna dama y a sus hijos se levantó y dijo así: “Anoche tuve
una visión de Fatimah Zahra (P) la generosa hija del Gran Mensajero de Dios
(PBd) tomando las manos de sus hijos Imam Hasan (P) y Imam Husain (P).
Esta generosa los trajo ante mí y después de saludar dijo: “Estos dos son mis
hijos. Los he traído para que les enseñéis las ciencias de la religión”.
De esta forma fue que la visión del Sheij Mufid se hizo realidad, y con
gusto aceptó hacerse cargo la enseñanza y educación del Sayed Razi y Sayed
Murtaza. La importancia de la visión que tuvo el Sheij Mufid se basa prácti-
camente en que el nombre de la madre de estos dos niños era el mismo que el
de la hija del Profeta (PBd), y el que ella era descendiente de Hazrat Fatimah
Zahra (P).
El Sayed Razi y el Sayed Murtaza nunca olvidaron los favores y amabi-
lidades que el Sheij Mufid mostró hacia ellos. Ellos dos siempre respetaron a
su valioso maestro y a pesar de que en el futuro tuvieron otros instructores, el
Sheij Mufid siempre contó con un respeto especial ante ellos dos.
La Ciudad de Bagdad en esa época era uno de los lugares más importantes
para la adquisición de la ciencia. Y cualquier estudiante o alumno que contasen
con mucha capacidad podía, utilizando los recursos de la ciudad, cursar los
diferentes grados sin dificultad ni pérdida de tiempo. El respetable Sayed Razi
y su hermano se beneficiaron también grandemente del ambiente científico y
de los sabios de esa ciudad, y adquirieron rápidamente las ciencias islámicas
de los destacados maestros.
El respetable Sayed Razi al mismo tiempo que adquiría las ciencias re-
ligiosas, de vez en cuando declamaba algunas poesías. A pesar de que tenía
menos de diez años, sus bellas y agradables poesías había dejado maravilla-
dos a todos. A los nueve años declamó una elegía para honrar a su padre. En
agradecimiento a la gran capacidad de su hijo, su padre quiso entregarle un
premio, pero Sayed rechazó el presente diciendo: “¡Padre mío! Yo he recita-
do esta elegía por el gusto de tener a un padre como tú, no para recibir una
recompensa o premio”.
En esa misma edad recitó también una bella elegía en el funeral de uno de
sus maestros, y con ello agradeció a éste por todas sus instrucciones. Antes de
cumplir los treinta años sus poemas se habían echo famosos, en tal forma que
“Sahib Ibn ‘Abbad” -que era uno de los ministros y políticos de esa época que
estaba bien informado en el campo de la poesía y declamación -envió a una
persona a Bagdad para que le consiguiera una copia de los poemas de Sayed
Razi. En ese entonces Sayed tenía únicamente veintiséis
Parte Primera

Discursos del Imam ‘Ali


Ibn Abu Talib (P)
Discursos

Discurso 1
Hadrat ‘Ali (P) en este discurso describe la creación de los cielos y la tierra,
así como la creación del ser humano.
Debemos toda gloria y alabanza al Alimentador, cuya Riqueza no puede
ser descrita ni por los más grandes retóricos de todos los tiempos; cuyas
Bendiciones y Generosidad no pueden ser adecuadamente retribuidas
ni siquiera por quienes lo intentan del modo más asiduo y perseverante.
Nadie puede comprender o explicar totalmente Su Ser, por mucho que lo
intente. Ni la razón ni la sagacidad pueden visualizarle. La inteligencia,
el conocimiento y la comprensión no pueden alcanzar la profundidad
de conocimiento para estudiar o examinar la Deidad. Las facultades
humanas de la concepción, percepción y aprendizaje, y los atributos de
la voluntad, la intuición y la aprehensión no pueden ver Su Persona o
sondear la extensión de Su Poder y Gloria. Sus atributos no pueden ser
fijados, limitados o definidos. No existen palabras en ningún idioma para
especificar o definir sus cualidades, peculiaridades, características y
singularidades, dado que Su Ser es Eterno, por consiguiente no se pueden
imaginar un tiempo como el comienzo de Su Existencia y de modo similar
no se puede determinar un tiempo para la Duración de Su Existencia.
La Creación de los Universos, la expansión universal del gas -primordial-
y su gradual solidificación en forma de montañas actuando como pernos
en el cuerpo de la tierra es todo debido simplemente a Su Omnipotencia.
El primer paso de la Religión es aceptar, comprender y darse cuenta de
que Él Es el Señor. La perfección de la comprensión se encuentra en la
convicción y en la confirmación y el auténtico camino de la certeza es
creer sinceramente que no hay más Dios que Él.
La forma correcta de creencia en Su Unicidad es darse cuenta de que es
tan absolutamente puro y por encima de la naturaleza que nada puede
sumarse o restarse a Su Ser.
Esto es, que uno debe darse cuenta que no hay diferencia entre Su Ser Sus
Atributos y, Sus Atributos no deben ser diferenciados o distinguidos de Su
Ser5. Quienquiera que acepte que Sus Atributos son diferentes de Su Ser,
de hecho abandona la Idea de Unicidad de Dios y cree en la dualidad
(Él y Sus Atributos) Tal persona cree de hecho, que Él existe en partes6.
Uno que tenga tal creencia no puede formarse un concepto auténtico de
Dios. Es ignorante e intentará siempre caer en alguna creación de su
imaginación como su dios. Y quienquiera que tenga tal creencia acepta
limitaciones en Su Ser y Le limita a un lugar o poderes y atributos
particulares y le pone al nivel de Sus criaturas. Creer que está investido
5 O sea que no pueden ser añadidos a Su Ser ni quitados de Él, ya que cada atributo, cualidad
o propiedad, por su propia existencia, prueban que se tratan de algo diferente de la persona a
la que se atribuyen y a las que califican o describen, porque la existencia de todo ser creado
es una prueba de que el es una entidad bastante diferente y separada de sus atributos y
propiedades.
Por ejemplo, un hombre puede ser muy sabio y educado pero su sabiduría o conocimiento
no es lo mismo que su ser; una vez, cuando era niño, él existió sin sabiduría y conocimiento,
después él los adquirió ambos con arduo traba o, y durante su vida él podría volverse loco
y vivir como lunático; por lo tanto, él y sus atributos de sabiduría y conocimiento son dos
cosas diferentes, cada uno tiene un lugar en la naturaleza independiente uno de otro; uno
(una persona) puede adquirir al otro (al atributo) y puede incrementarlo gradualmente o
perderlo totalmente sin perder su propia existencia. Lo mismo es el caso de nuestros cinco
sentidos: una persona puede tener vista y después puede quedar ciego, de que tenga oído y
lo pierda luego, también puede sufrir la pérdida de los sentidos del tacto, el olfato y el gusto
después de haberlos tenido; similar es la condición de otras cualidades abstractas. Pero ese
no es el caso del Señor, el Todopoderoso; Su Ser y Sus Atributos son lo mismo, El nunca
estuvo sin ellos, El no tuvo que adquirirlos y Él nunca estará sin ellos. No hay diferencia
entre Sus variados atributos. Por ejemplo, nuestra vista es una propiedad bastante diferente
de nuestro oído y ambos son muy diferentes de nuestro valor o valentía. Con el Señor, no
puede imaginarse distinción alguna. Luego está la cuestión de las limitaciones. Cada una de
nuestras cualidades depende de ciertas circunstancias y aspectos. Por ejemplo, nuestra vista,
debe tener luz para que pueda funcionar, debe tener el sistema óptico de nuestro cuerpo en
buenas condiciones, debe tener algún objeto de ver, y por último, los objetos que deseamos
ver deben estar dentro del rango de la distancia que la luz puede viajar dentro del período
de nuestra vida sin disiparse completamente. Pero el Señor necesita de la ayuda de la luz
ni de cualquier otro agente que haga visibles las cosas para Él. Él ve en cualquier lugar y
todos los lugares; Él es Omnipresente y Omnisciente. Su Conocimiento, Su Vista, Su oído
Y Su Presencia son todos uno y lo mismo. Así, el Imam dice que no concibáis a Dios como
una copia de vosotros mismos. Vuestros atributos no deben ser asignados a Él. No tratéis de
entender Sus atributos con base en los estándares de los vuestros y no consideréis que están
en el mismo plano que los vuestros. No tratéis de entrar en detalles acerca de Sus atributos.
6 O sea, teniendo diferentes partes del cuerpo: una que ve, otra que oye, una tercera que
siente, etc.
de tales características de un determinado lugar (Paraíso o tierra) y
dirigirse hacia Él de acuerdo con ello, o creer que está limitado a una
posición u ocasión especial (esto es localizarle) o considerar que un
determinado tiempo o lugar puedan existir sin él y puedan estar vacíos
de Su Omnisciencia y Omnipotencia7, tal concepción tiene como resultado
asignar a la Deidad una unidad numérica8.
Asignarle un sitio considerándole dentro o sobre un lugar significa
someterle a las limitaciones de espacio u otorgarle un lugar secundario
y sin importancia. Significa también creer que pueda existir algún lugar
fuera de la esfera de Su Omnipresencia.
Su Existencia es Eterna. No comenzó a Existir en algún periodo de tiempo
ni fue creado. Su Existencia no llegó a Serlo a partir de la existencia. Está
con todo pero no física o corporalmente. Está alejado de todo pero no
por distancia corporal o por estar desinteresado o indiferente hacia ello.
Actúa y trabaja, pero la acción o el trabajo no requiere ningún movimiento
o ayuda de ninguna parte de cuerpo, instrumentos o maquinarias. Veía
incluso cuando no había ninguna cosa creada que ver. Es Uno y Solitario,
porque no tiene compañero que le haga compañía o del que sintiera su
ausencia.
Para Él la Creación de los Universos fue una acción simultánea. Los ha
creado y todo lo que hay en ellos es la forma más perfecta y excelente, y
originó la creación sin pasar por ninguna ansiedad9, sin ensayar primero
con experimentos y beneficiándose luego de los resultados o mejorando
los modelos; sin que ningún movimiento tuviera lugar en Su Ser; y sin
que se encontrara obligado a ejecutar cuidadosamente un programa de
línea de acción10.
Hazrat ‘Ali (P) a continuación explicó -brevemente- el proceso de la creación:
Dios Todopoderoso destinó las cosas, esto es la materia y la energía
para que se disolvieran en el tiempo11. Ordenó y consolidó estos factores:
7 O sea, es incorrecto creer que Él dependa del tiempo, el espacio, las cualidades y los atri-
butos.
8 Esto es, que Él fuera como un número que puede ser sumado, al que se le puede sustraer,
o puede ser multiplicado o dividido. El Señor no es así.
9 Ansiedad acerca de cómo crearlo, como darle forma, cómo asignar propiedades y atributos,
cómo mantenerlo en existencia y cómo aniquilarlo.
10 La creación de todos los universos fue un asunto simultáneo; Él lo deseó y lo quiso, y todo
adquirió existencia tal como Él había querido que fuera.
11 Que tuvieran sus existencias relativas al tiempo y dependientes de él, dando así a la materia
tiempo, y por lo tanto espacio, un continuo que no puede existir sin los otros dos.
Materia, Tiempo y Espacio, de modo que se redujera la intensidad
de sus diversas y opuestas propiedades12. Tan pronto como las cosas
comenzaran a existir se les dieron propiedades a cada una de ellas y un
lugar en la naturaleza. Y enseguida tras la creación de las cosas, se dio la
orden de expansión, extensión13 y justamente mientras las cosas estaban
obedeciendo esa orden, se le dio a cada una, una forma y un cuerpo14.
Por consiguiente, toda criatura -desde los rayos cósmicos hasta las más
complicadas formas de vida- y todo objeto tuvo un lugar perfectamente
fijado; se le asignó un lugar en la naturaleza que nadie puede cambiar.
En este ordenamiento no hubo nada accidental sino que todo lugar tenía
un lugar preestablecido y predestinado por Él en la naturaleza.
Conocía todos los detalles de cada cosa antes de que las hiciera existir15.
Su Conocimiento cubría los efectos inmediatos y lejanos del comenzar a
existir, del funcionamiento y la destrucción de todo lo creado16.
Dios Todopoderoso asignó17 lugares en el espacio a estos objetos -y para
conseguir este objetivo Primordial- comenzó a romper su continuidad y
a dividirse en masas nebulosas; se ordenó al espacio que se extendiera y
proveyera dentro de sí espacio para estas masas nebulosas en expansión.
Esta inmensa masa de fluido estaba arremolinándose, girando y agitándose
en conglomerados extremadamente convulsionados y turbulentos por lo
que, se levantaban enormes olas -de una altura de millones de kilómetros-
y la fuerza de la expansión espontánea actuaba como el más poderoso
12 En tal forma que todos ellos se unieron para convertirse en millones de millones de galaxias
que contienen billones de billones de soles, lunas y tierras, e innumerables formas de vida.
Pero como Él había destinado que la espontaneidad fuera la principal característica de la
creación fue espontáneo y simultáneo.
13 Simultáneamente con la creación e inmediatamente después de ella, los universos empezaron
a expandirse. El poder de su Orden es tal que las galaxias que empezaron a existir hace
billones de años aún están expandiéndose hoy.
14 La solidez, el estado líquido, el estado gaseoso, la radioactividad, la condición inerte, la forma
de (energía y materia), y el tamaño (más grande o más pequeño que la longitud de onda de
la luz); en pocas palabras, toda forma de propiedad o atributo que existe en la naturaleza. Y
fue hecho obligatorio para todo lo que empezó a existir, que existiera que funcionara, y que
decayera de acuerdo con ciertas leyes y en obediencia a Su plan o programa.
15 Detalles de la existencia, de las propiedades, de las afinidades, las incongruencias, las
incompatibilidades, las etapas del desarrollo y de la destrucción, las épocas y los cambios
por los que las cosas tienen que pasar.
16 Los efectos de cada cambio en la forma o las propiedades de la materia y la energía, cada
etapa del desarrollo, cada forma de evolución, fueron conocidos por Él antes de que les fuera
dado un lugar en la naturaleza o fueran introducidos en ella.
17 Después de haber dispuesto un programa, un conjunto de leyes para gobernar los y también
una rutina a seguir, y después de haber dado forma y propiedades a todos y cada uno de
los objetos.
y tempestuoso viento enrollándose, rodando, agitándose, moviéndose
y arrebatando y forzando a esta masa unida hacia las más apartadas
regiones del espacio18. En este punto la fuerza de la expansión recibió la
orden de volverse hacia el sistema de condensación19. Todo este tiempo la
enorme velocidad de la expansión fue mantenida bajo perfecto control20.
Para ello, Él encerró todo el sistema dentro de límites21.
En este punto, Dios Todopoderoso hizo existir una tercera fuerza, parecida
a un viento extremadamente fuerte22; evitó que el fluido se disipara aún
más y lo hizo volver hacia atrás, hacia el centro de gravitación y por
consiguiente, se produjeron tremendas turbulencias en su seno. Esta
tercera fuerza comenzó a actuar sobre ello, creando nuevas oleadas y
reflujos, como la cuajada mantequilla23.
Este viento -la tercera fuerza- actuaba fuertemente y de diversas maneras:
volcó de al modo a todo el conjunto de materia y energía, que todas sus
partes estuvieron de modo igual y uniforme bajo su influencia24 hasta el
fluido que tomó la forma de algo que semejaba a la espuma, lo cual formó
islas de materia más densa en -el mar de- y polvo -estelar- más difuminados
(Cada espuma y reflujo fue entonces una Galaxia) De este modo el Señor
Creó a los Siete Cielos25, uno encima del otro; el conglomerado más

18 El gas interestelar o primordial que es llamado éter por los científicos; yo he usado la palabra
“fluido” como traducción de la palabra “ma” usada por el Imam, ya que este gas, debido al
efecto de la presión colosal de la condensación original, era demasiado espeso corno para
comportarse como un gas o un líquido ordinario, estaba en un estado fluido y yo creo que por
esta razón se usó la palabra W. Hay otro punto digno de consideración: este gas primordial
era casi únicamente hidrógeno, el cual es el principal ingrediente del agua, y para el cual el
nombre árabe actual es ma’in.
19 Para que en el espacio creado cada galaxia pueda encontrar un lugar vacío para desarrollarse
y compensarse en billones de billones de soles y planetas y, así, no se disipa completamente.
20 Para que la materia y la energía puedan actuar totalmente dentro de ciertos límites y no se
disipe en el espacio; por lo tanto, el espacio se mantuvo finito, por grande que sea la materia
permaneció finita, por enorme que fuese su cantidad y el tiempo fue mantenido finito por
largos que pudiesen ser sus períodos, así que no hay nada infinito en la naturaleza.
21 El espacio, así como las regiones galácticas fueron controlados dentro de campos gravita-
cionales, aunque el espacio fuera muy vasto y el fluido muy turbulento.
22 Era la fuerza gravitatoria actuando contra la velocidad de expansión.
23 El Imam ha explicado esta fase con el ejemplo análogo de la cuajada que es violentamente
agitada y empieza a dividirse en grumos (estrellas) Y suero (polvo de estrellas y gas inter-
estelar): una similitud muy adecuada.
24 La influencia del campo gravitatorio y la velocidad de expansión a Un mismo tiempo y per-
mitió la suficiente quietud para que la cohesión atómica se desarrollase en elementos, o sea
moléculas.
25 Las regiones de los conglomerados galácticos, cada uno conteniendo millones de galaxias,
y cada galaxia incluyendo billones de estrellas.
bajo26 había de actuar como base o centro, desde el cual la expansión se
desarrolló en todas las direcciones, con otros conglomerados galácticos,
semejando techos uno sobre el otro. Los cielos (galaxias) estaban y están
hoy todavía, flotando en el espacio sin ningún soporte, ocupando sus
lugares sin ningún apoyo27. A continuación permitió que cada una de las
galaxias se adornara con sus soles y estrellas luminosas, con planetas que
reflejaran la luz de los soles y con satélite (lunas) mientras que a cada
uno de ellos -estrellas y satélites- le fue decretado que rotara en su órbita
dentro del seno de ese techo -Galaxia- en constante rotación.
Acerca de los Ángeles:
Después de haber abierto el espacio, Dios todopoderoso lo llenó con
diferentes clases de Ángeles. Algunos de ellos desde su creación, han
bajado su cabeza en oración y no han tenido ni tendrán oportunidad
de levantarse a una posición inclinada (por ejemplo al Rukú) algunos
están inclinados en oración y no se levantarán nunca mientras que hay
algunos que se encuentran de pie rezando en fila y no dejarán nunca su
lugar. Algunos han estado repitiendo Sus Nombres desde su creación y
continuarán así sin interrupción hasta el final de su existencia.
Nunca se cansan ni el constante trabajo les molesta. Todos los Ángeles
han sido creados de tal forma que el cansancio y la fatiga no les afectan,
ni tampoco el descuido, la negligencia o el olvido. A algunos de ellos les
han sido confiadas Sus Revelaciones y actúan como mensajeros que llevan
Sus Mandatos a Sus Profetas y Mensajeros (en la tierra) Algunos han sido
creados de tal modo que se extienden de una parte a otra del espacio28,
alcanzado incluso, más allá de los límites del mismo.
La Grandiosidad de Su Fuerza y Gloria los ha aturdido y la conciencia de
su propia humildad y pequeñez les abruma. Habiéndose dado cuenta de
Su Grandeza no le asocian con ninguna forma, figura, apariencia, perfil
o tamaño ni le describen sus Atributos a Sus criaturas, ni Le confinan a
un lugar o posición y tampoco le comparan con nada.
Acerca del Profeta Adán (P)29
Dios reunió entonces los elementos y compuestos de la materia de la tierra
26 Una en el centro de la masa primordial, quizás en la que se localiza nuestra tierra.
27 Estas galaxias, aunque mayormente consisten de polvo estelar y estrellas, sin embargo están
fuerte y durablemente entretejidas.
28 Quizás como gas primordial, campo gravitacional o curvatura del espacio.
29 Algunos comentaristas consideran a este escrito como el Discurso nº 2
en su forma dura -sólida- su forma suave -líquidos- y en sus formas saladas
y dulces -ácidos y bases- los humedeció30 les dejó que se fermentaran
hasta que se convirtieron en un cuerpo y tomaron forma (probablemente
aminoácidos)
A continuación dejó que esa masa informe tomara una configuración
que tenía muchas contorsiones en su cuerpo y muchos miembros unidos
e inconexos. A continuación dejó que esto permaneciera así por un
periodo de tiempo que sólo Él conoce hasta que alguna parte comenzó a
solidificarse fuerte y sólida para aguantarse a sí misma (estructura central
del hueso) y poder soportar su propio peso. Continuó así mismo por un
periodo de tiempo y entonces Él le infundió el Alma Divina (en mente) y
aquella figura se puso de pie como un hombre.
Esta creación fue un ser inteligente y racional que se valía del intelecto
en lugar del instinto y tenía control completo de sus facultades mentales31,
y sobre sus miembros corporales. Además tuvo sagacidad natural y
sabiduría para diferenciar entre el bien y el mal, entre la verdad y la
falsedad, entre la justicia y la injusticia; y pudo distinguir los sabores,
colores y olores, al igual que entre diferentes especies de plantas y animales
a su alrededor.
Esta criatura (el hombre) tenía un cuerpo constituido y compuesto de
materias cuyas propiedades divergentes, contradictorias y conflictivas, al
igual que propiedades compatibles, armoniosas y acordes, teniendo frío
y calor intrínsecos, humedad y sequedad latentes.
Habiendo creado a tal ser, Él ordenó a los Ángeles que le entregaran
el depósito encomendado a su cuidado y cumplimentar la promesa que
habían hecho de aceptar la superioridad del hombre y reconocer su
grandeza. Por consiguiente, les ordenó a todos que le rindieran homenaje
y se inclinaran ante él (el hombre)
Todos obedecieron Su Orden excepto el Shaytán (Satanás) quien tenía
prejuicios contra Adán y su beatería le llevó a rebelarse contra Sus
30 El agua es añadida a este compuesto. Esto muestra que la vida empezó en el agua. En el
Sagrado Corán dice: «Yo he creado del agua a toda criatura viviente».
31 Este ser (el hombre) tiene sagacidad, entendimiento y comprensión, tiene memoria y puede
recoger experiencias y seleccionarlas para hacer uso de aquéllas que pueden ser útiles y
serviciales para él; él tiene captación, imaginación y visión, él puede distinguir y diferenciar
entre lo correcto y lo incorrecto y entre lo bueno y lo malo; él puede formular planes y políticas;
él puede organizar, arreglar, sistematizar, dirigir e introducir órdenes; él puede investigar,
descubrir, originar, fabricar, construir, formar y producir; él puede hacer uso libre de sus
miembros y puede manejar y manipular instrumentos, herramientas y maquinaria.
Órdenes y a comportarse arrogantemente y sin recato. Estaba vanidoso
y orgulloso de su origen del fuego y humillado y abatido por el origen de
Adán a partir del polvo -materia de la tierra- entonces, la Cólera de Dios
cayó sobre él y se le dio tiempo hasta el Día del Juicio.
Dios entonces permitió a Adán vivir en un lugar donde pudiera pasar
sus días felizmente, libre de toda clase de pensar y cuidado. Adán fue
cumplidamente advertido de la enemistad de Satán hacia él y de sus
malas intenciones también. Cuando el Shaytán vio a Adán viviendo en
un ambiente tan feliz y en buena compañía, nuevamente se sintió celoso
de Adán y lo atrajo fuera de su lugar, posición y estatus.
Desgraciadamente, Adán puso en duda su firme creencia que él debió
haber mantenido -siguiendo el consejo de Dios- sobre la utilidad de las
palabras dichas por Dios al aconsejarle que el Shaytán estaba celoso de él
e intentaría hacerle daño, y en lugar de tener coraje y actuar de acuerdo
al consejo que recibió y a su convicción, titubeó y cayó en la trampa.
Por consiguiente cambió su condición feliz y despreocupada, por la
inseguridad, el miedo, la desilusión y la vergüenza. Tras su primera
caída, Adán se sintió avergonzado de su debilidad y se arrepintió. Dios
Misericordioso encontrando que Adán estaba apesadumbrado por su
error, avergonzado de su debilidad y penitente del mal hecho por él,
Dios aceptó su penitencia y disculpas y le enseñó la manera de buscar Su
Perdón, Favor, Gracia y prometió devolverle a Su Paraíso. Previamente a
ello, le hizo saber que le enviaría a un lugar en donde habría de trabajar
y preocuparse por su subsistencia, un lugar en donde pudiera procrear
hijos y donde su raza se multiplicaría.
Acerca de la elección de los Profetas
Entonces Dios seleccionó a Sus Mensajeros de entre los descendientes de
Adán e hizo un pacto con ellos para que actuaran fielmente de acuerdo a
Sus Revelaciones, para que llevaran Su Mensaje con Verdad y para que
se propagara Su Misión.
El sistema de designar Mensajeros y Profetas fue adoptado cuando
muchas gentes rompieron las promesas hechas a Dios y se arrepintieron
de su palabra, olvidaron sus deberes y derechos divinamente establecidos
y comenzaron a aceptar a otros como sus dioses -y a adorarlos- porque
el Shaytán los había hecho abandonar los caminos de Dios y dejar de
adorarle. Dios envió a sus Mensajeros continuamente, uno tras otro,
de modo que pudieran recordar a los seres humanos los deberes que
la naturaleza había puesto sobre ellos como una parte del plan de su
existencia y como la realización de las promesas hechas por sus almas
en el mundo espiritual el Día de la Creación. Estos Profetas habrían de
atraer la atención de la humanidad hacia las Bendiciones y generosidades
otorgadas por Él, llevarles Sus Mensajes, enseñarles a usar inteligente y
sabiamente los tesoros escondidos en sus mentes e intelectos, y también
dirigirles a comprender las manifestaciones al igual que los secretos de
la naturaleza tales como el alto tejado sobre sus cabeza -el cielo- que
protege de los destructivos y devastadores efectos del espacio; la tierra
-bajo sus pies- con todos sus tesoros y riquezas, las formas y medios de su
sustento y civilización, tan abundantemente y profusamente proveídas, las
enfermedades que los envejecen y debilitan, los infortunios y calamidades
a los que frecuentemente deberán encarar, y finalmente, la muerte que
pone fin a todo.
Dios no ha dejado a ningún ser humano sin la guía y educación de
Sus Profetas, sin un libro sagrado, sin la prueba efectiva, cierta y
concluyente de Su Divinidad y sin un camino claro y brillante hacia
Su Reino. Sus Profetas fueron hombres de tal fortaleza de carácter y
coraje que, aunque fueron una minoría y quienes se opusieron a ellos
fueron siempre mayoría, estos Mensajeros nunca se sintieron nerviosos,
contrariados o desorientados y nunca abandonaron Su Misión. Ninguno
de ellos dejó este mundo sin indicar y designar quien habría de tomar
su lugar tras su desaparición y continuar la misión encomendada por
Dios; por consiguiente cada uno de ellos fue anunciado por el Profeta
que desapareció ante de él (por consiguiente no le fue difícil a los seres
humanos reconocer a un verdadero Profeta y distinguirle de un impostor)
Acerca de la elección del Sello de la Profecía, Muhammad Ibn ‘Abdullah (PBd)
De esta manera, las eras se sucedieron una después de otra, hasta que el
Misericordioso Alimentador deseó llevar las enseñanzas de Su Religión
hasta el último y más alto estadio. Y como había prometido en el comienzo,
designó al Santo Profeta (PBd) los signos e indicaciones que acompañaron
su nacimiento y la delegación de Su Misión hacia él fueron muy claras y
prominentes, y el lugar donde nació fue muy augusto y próspero. Cuando
se le confió su Misión -profética- los seres humanos estaban divididos
en numerosas sectas y tenían diversas escuelas de pensamiento. Estos
diferentes credos y religiones estaban en su mayoría divididos en tres
clases principales. Algunos de ellos comparaban a Dios con Sus criaturas
y por consiguiente intentaban personificarle; otos intentaban impartir Sus
Atributos a otros y por consiguiente dieron lugar a la infidelidad; mientras
que otros no tenían fe en Sus Atributos y Su Ser. A través nuestro Santo
Profeta (PBd) Dios hizo moderar a esa gente su forma de pensamiento y
adoración y, seguidamente, deseó sacarlos de su ignorancia.
Dios decidió llamar de nuevo a Muhammad (PBd) a la sublime vecindad
de Su Gloria y lo seleccionó para recibir Su más Alto Favor y Bendiciones.
Concluyó que la vida de este mundo no era digna por más tiempo del
Santo Profeta (PBd) y apartó su rostro del tedioso y agitador ambiente y
lo elevó con adecuado honor y merecido recibimiento a la trascendente
eminencia de Su Vecindad.
El Santo Profeta (PBd) mientras partía de este mundo dejó entre
ustedes las mismas cosas que fueron dejadas por otros Profetas (P) a
sus seguidores; porque ninguno de ellos abandonó este mundo sin dejar
tras él un claro e inteligente conjunto de directrices y un prominente
-fácilmente reconocible- y duradero emblema. Del mismo modo, nuestro
Santo Profeta (PBd) dejó el Libro de Dios, el Sagrado Corán entre y
para nosotros (y las generaciones venideras hasta el fin del mundo) pero
también había explicado completamente, durante su vida, todo lo que este
Libro -el Corán- declaraba como lícito y legítimo o ilícito y prohibido
para todos los musulmanes; lo que era obligatoria y qué obra buena
puede ser hecha de manera adicional; qué mandamientos o prohibiciones
permanecían en vigor y cuales fueron derogados y anulados; en que
casos no debería tolerarse exención y complacencia y en donde Dios
Misericordioso ha permitido indulgencia y suavidad; los mandamientos
que atañen a ocasiones y personas particulares y los que eran generales
para todos los tiempos, lugares y personas; las advertencias dadas;
los ejemplos citados; las máximas, los preceptos, los aforismos y los
axiomas repetidos; las instrucciones que era precisas y claras y las que
eran complicadas y difíciles de entender. Todo esto nos fue explicado,
comentado, interpretando y haciendo ver todo pasaje ambiguo y aclarando
implícitas sutilezas y significados.
Acerca del Sagrado Corán y las leyes prácticas de la religión
El Libro Sagrado -Corán- tiene algunas partes cuyo conocimiento y
comprensión es obligatorio para todo musulmán, y hay otras partes
igualmente reveladas cuya completa comprensión no es obligatoria para
todos, sino que es de carácter opcional. Unos pocos mandatos parecen
obligatorios de acuerdo al texto del Libro, pero las Tradiciones del Santo
Profeta (PBd) han explicado que fueron derogados posteriormente;
contrariamente, algunos mandatos se establecieron obligatorios
originalmente a través de las Tradiciones para ser -más adelante-
revocados a través de la Revelación dada en el Corán; algunos preceptos
concernían a determinados tiempos y no eran universales y obligatorios
en circunstancias o tiempos posteriores. El Corán ha diferenciado
claramente entre distintas prohibiciones y mandatos obligatorios. Hay
pecados mortales e imperdonables que aniquilan al alma (de quien caiga
en ellos) y que son fatales para la salvación y cuyo castigo es el Infierno;
mientras que hay errores y pecados menores que pueden ser perdonados.
Del mismo modo, se indican algunos hechos en los que una parte es
aceptable y los hombres tienen libertad de ensanchar el alcance, campo
y extensión de estos hechos.
Acerca de la peregrinación Mayor a la Meca32:
Dios ha hecho obligatorio para los musulmanes la peregrinación a Su
Sagrada Casa. Es una Casa que ha destinado a ser un Altar y lugar de
veneración, respeto y oración para los seres humanos. Las gentes se reúnen
alrededor de ella para satisfacer su anhelo de fe y religión igual que los
animales se reúnen alrededor de un lugar con agua para saciar su sed, e
igual que las palomas vuelan hacia un lugar de refugio para salvarse del
peligro. Los creyentes se reúnen en la Casa de Dios para obtener esperanza
y paz de espíritu y para encontrar un refugio contra el pecado y el vicio.
Dios -Glorificado Sea- ha hecho de la Peregrinación Mayor una institución
para juzgar la sumisión de la mente humana a Su Poder y un signo de
creencia en Su Grandeza y respeto por ella. Ha seleccionado de entre todos
los seres humanos a los que escuchan Sus Preceptos. Los obedecen, dan
testimonio de Sus Mandatos y se sitúan en lugares en donde los Profetas
(P) han estado antes que ellos. Circunvalando a pie la Ka’aba se asemejan
a Ángeles que vuelan alrededor de Su Imperio (Trono)
En este Divino mercado comercian por beneficios celestiales y se enfrentan
feliz y confortablemente a la tierra prometida del perdón y la bendición.
Dios Glorioso y Todopoderoso ha hecho de esta Casa un emblema del
Islam, un lugar donde la gente pueda encontrar reposo, paz y esperanza.
Ha hecho obligatoria la Peregrinación Mayor y es necesario realizarla.
32 Algunos autores consideran el siguiente como el Discurso nº 3
Dice:
«Para los ricos que pueden permitírselo, la Peregrinación Mayor
es un deber establecido por Dios y los que no prestan atención a
este Mandato Divino deben recordar que Dios Todopoderosos no
se preocupa -de sus opiniones y acciones- y está muy por encima
de la ayuda y apoyo de Sus criaturas»

Discurso 2
Hazrat ‘Ali (P) dio este Sermón a su vuelta de la batalla de Siffin. En él, Hazrat
‘Ali (P) ha explicado la condición de los árabes en la época pre-islámica y la
perversa convicción en que la sociedad islámica había caído de nuevo:
Rezando por Su Bondad y Misericordia Supremas, sometiéndose con
voluntad y obediencia ante u Majestad y Gloria, y evitando los pecados
y los vicios, doy gracias a Dios por Sus Bendiciones. En el desamparo y
la angustia, busco y rezo por Su Ayuda que será siempre suficiente. Aquel
a quien guía no será nunca extraviado; aquel que gana Su Enemistad no
alcanzará nunca la salvación; y quienquiera que ayude no será nunca
confundido o equivocado. Ciertamente nadie merece agradecimiento tanto
como Él y nadie puede devolver tal agradecimiento, tan beneficiosa y
generosamente como Él. Testimonio que no hay divinidad sino Dios y que
no tiene pareja; la sinceridad de esta declaración de mi fe está atestiguada,
y la seriedad de mi creencia está más allá de toda duda. Mantendré esta
creencia hasta el fin de mi vida, y la atesoraré contra tiempos peligrosos
y lugares temibles, porque tal declaración es la fortaleza de la fe propia
(de cada quien) es la consecución de Su Dicha y es la mejor forma de
rechazo del Shaytán.
Testifico que Muhammad (PBd) es el siervo de Dios y también su Profeta
a quien ha confiado Su famosa Religión, con Sus Mandamientos recogidos
por escrito, con Su Libro descrito y revelado -el Sagrado Corán- con
preceptos claros y específicos, y con prohibiciones de modo que las mentes
puedan ser clarificadas de supersticiones paganas, tradiciones y tabús,
de modo que las dudas acerca de la Verdad y Justicia de las enseñanzas
del Islam puedan ser apartadas de modo que los intelectos puedan ser
entrenados a aceptar las pruebas lógicas y razonables de la eminencia de
sus predicaciones y las gentes puedan tomar advertencia de los versículos
del Sagrado Corán y lecciones de las vidas de personas mal intencionadas.
Cuando el Santo Profeta (PBd) comenzó a predicar el Islam, la sociedad
estaba en un estado tan pecaminoso que no se seguía ninguna forma
auténtica de Religión, las convicciones y creencias acerca de la Verdad
y la Justicia no eran respetadas, los principios básicos de la vida habían
llegado a ser muy divergentes; los mandatos de Dios eran menospreciados.
Parecía que fuera imposible una salida a ese vicioso caos, y el camino
hacia el Reino de Dios se encontraba cerrado.
Las condiciones han tomado un giro similar. Las enseñanzas de la
verdadera religión están olvidadas; la fe ciega está a la orden del día; Los
preceptos de Dios son desobedecidos; Se aprecia a Satán; y la religión
es de tal forma ignorada que sus mandatos están derrumbándose, están
siendo alterados, sus preceptos están siendo difuminados y eclipsados, y
sus caminos están decayendo.
Satán está siendo obedecido, sus caminos están siendo seguidos; y están
llenando sus mentes de ideas satánicas. Estas ideas han llegado a ser su
ejército y están elevando su pauta para promover viciosos y pecaminosos
desórdenes. Los esclavos de Satán por su parte, han llegado a ser dueños
de la situación, aplastando a la sociedad, subyugando a todo el mundo, y
manteniendo el país bajo su influencia. Las masas, no estando educadas
han sido presa fácil y están ahora confusas. Tal es la condición del mejor
país del mundo que está ahora poblado por el peor tipo de seres humanos
que desperdician sus horas de trabajo y lloran sobre las pérdidas. Es un
país en el que los instruidos deben mantener la boca cerrada y donde
gobiernan los ignorantes y sin educación.
Acerca de los Aali-Muhammad (PBd)
33
Dios Todopoderoso ha puesto Su confianza en Aali-Muhammad (estos es
las descendientes de Muhammad, la paz de Dios sea con ellos) Ellos son
las fortalezas en las que Sus Mandamientos reciben protección y desde
las que son interpretados y expuestos, son fuentes de conocimiento por Él
creadas, refugios para Sus enseñanzas, cobijo para los Libros Celestiales
y ciudadelas como montañas para defender Su Religión. El Islam en su
comienzo era débil e indefenso; ellos vinieron en su ayuda y defensa. El
Islam estaba nervioso acerca de los ateos a su alrededor: ellos lo hicieron
fuerte y poderoso.

33 Algunos comentaristas escinden este párrafo, considerándolo como un discurso indepen-


diente.
Qué clase de gente eran los hipócritas34.
Sembraron las semillas del pecado y el vicio, las regaron con vanidad,
decepción, engaño y después recogieron la cosecha de autoengaño y
destrucción. Ninguno de los seguidores del Santo Profeta (PBd) puede
ser comparado a los descendientes del Santo Profeta (PBd) y ninguno
debiera ser considerado igual a ellos.
No puede haber parecido entre los que distribuyen beneficios y los que
los reciben. Los descendientes del Santo Profeta (PBd) son las bases de
la Religión y los pilares de la fe. Tanto los fanáticos extremos como los
renegados en el camino de la Verdad y la Religión pueden acercárseles en
busca de guía y salvación. Son eficientemente capaces y eminentemente
preparados para el lugar y privilegio del Imamato y Califato. Han sido
y son incluso ahora los legítimos herederos del Santo Profeta (PBd)
que había querido su Imamato. El Califato ha vuelto ahora a su lugar
apropiado y ha alcanzado la posición que el cielo le ha asignado.

Discurso 3
Este es el famoso discurso de Hazrat ‘Ali (P) llamado ‘Shisqshiqiya’. Se
le llamó así porque mientras Hazrat ‘Ali (P) lo estaba dando, se levantó un
faqi y presentó una carta a Hazrat ‘Ali (P). ‘Ali (P) la leyó y después que
hubo terminado de leerla, Abdullah Ibn Abbas le pidió que continuara con su
discurso. Hazrat ‘Ali (P) replicó: “Ibn Abbas, no será así. Este discurso mío
era extemporáneo y estaba dando impulsos del sonido como el ‘Shisqshiqiya’
(esto es, la llamada del Camello) No lo continuaré”.
En lo concerniente al texto, el discurso es autoexplicativo:
¡Por Dios! Ese hombre se hizo del Califato como si fuera una insignia
que se pudiera poner; todo el tiempo sabía muy bien que yo era tan
indispensable al Califato como un pivote a la piedra de molino sobre el
que gira.
La eminencia de mi posición entre aquellos hombres era tal que se parecía
a un manantial del que corren ríos de sabiduría, nadie podía aspirar a
elevarse a lo alto de mi conocimiento. Pero fui forzado a cerrar los ojos
a esta usurpación y apartar mi cara de la calamidad. Estaba en un gran
aprieto, había dos alternativas ante mí: o bien combatir por mis derechos
34 Algunos comentaristas escinden los siguientes párrafos, considerándolos como un discurso
independiente.
sin la ayuda de seguidores o pacientemente soportar el despojo. El
sufrimiento iba a ser de una duración tan larga y triste que durante este
periodo, los jóvenes se harían viejos, los viejos perderían su vitalidad y
los fieles terminarían sus días intentando en vano mejorar la situación.
Prefirió la paciencia
Después de haber sopesado la situación cuidadosamente, llegué a la
conclusión de que lo más sabio para mí era hacer frente al desastre con
paciencia y coraje. Por consiguiente, lo soporté todo pacientemente,
aunque el solo pensamiento de haber sido despojado de mi justo derecho
era extremadamente doloroso y penoso para mí. Finalmente, murió el
primer Califa, pero antes de morir designó a otro para ocupar su puesto.
Aquí Hazrat ‘Ali (P) citó un verso de A’sha Qais, en el que el poeta hace una
comparación entre los días en que llevaba una vida feliz y descuidada con su
hermano y los días en que hubo hacer frente a las dificultades en solitario. El
discurso continuó así:
No es sorprendente que durante su vida tuvo siempre mucha necesidad de
la ayuda de otros para compensar sus imperfecciones, defectos y cubrir
sus faltas y fallos, pero a la hora de su muerte se consideró a sí mismo
suficientemente sabio e instruido como para fijar y designar a alguien para
que continuara con lo deberes en los que él mismo fue un total fracaso.
Osadamente y sin escrúpulos el y su maestro, cada uno por turno, pillaron
y saquearon la riqueza de la comunidad dejando al Estado en una tan
penosamente y dañada condición que el paso del tiempo fue incrementando
la intensidad del daño. Fue prácticamente imposible redimir el perjuicio.
Y fue aparente el peligro de una ulterior repetición de la explotación
sin escrúpulos. Pero se realizó bajo el disfraz de la ley y el orden y se
ofrecieron muchas inaceptables excusas para justificar esas irreligiosas
e impías anulaciones y muchas más serán repetidas en el futuro.
Por consiguiente, la situación llegó a tal extremo que quienquiera que
tomara las riendas del Estado o del Califato estaba en el penoso trance
de cabalgar una camella terca y sin domar; si deseando mantener bajo
control al animal, tiraba fuete de las riendas, cortaba y hería su nariz, y
si la dejaba marchar libremente, la bestia lanzaría ella misma a su jinete
a la destrucción y la muerte. Juro por Dios que las gentes marchaban
extraviadas y sin guías; les faltaba el recto camino de la Religión. Pero
aceptaban lo inevitable sin arrepentimiento y con resignación. Soporté el
largo y penoso periodo de la devastación de los derechos humanos y la
Religión hasta que la segunda persona murió también. Pero antes de su
muerte dejó la cuestión del Califato a la decisión de un grupo de hombres
y pensó que yo también pudiera ser uno -porque él mismo había nominado
a ‘Ali- de los de esa comisión.
¡Oh Dios! ¿Qué había de hacer con el grupo encargado de la selección?
No tenía nada en común con ninguno de sus miembros. ¿Tuve alguna
vez duda acerca de mi preeminencia y superioridad comparado con el
primer Califa como para que hubiera de aceptar ser uno del grupo de
personas muy inferiores a él? Por el interés de la humanidad y la Religión
acordé ser un miembro de esta junta de selección. Hube de ajustarme a
su nivel para pedirles mis justos derechos, como había hecho en tiempos
de aquellos que fueron superiores a ellos.
De los miembros de esta junta, uno se volvió contra mí porque me odiaba
intensamente (Hazrat ‘Ali (P) se refiere o bien a Sa’ad o Talha) el otro
-Abdul Rahman Ibn Auf- tenía también una muy obvia razón de parentesco,
junto a algunas otras razones de las que el mundo se enteró más tarde
(era cuñado del Califa ‘Uthman).
En consecuencia, el tercero se hizo cargo orgullosamente del Califato
como si fuera un pastizal, y con estómagos hinchados, él y los miembros
de su clan -Bani Ummayid- comenzaron a pillar la riqueza del mundo
musulmán con la misma atrevida glotonería que caracteriza a un camello
cuando devora la hierba. Sin embargo, ese hombre encontró una muerte
prematura. La avaricia de su clan fue la causa de su perdición.
Después de su muerte la gente se agolpó a mí alrededor implorándome
que me hiciera cargo del Califato. Se congregaron en tal número y estaban
tan ansiosos de mostrar su sinceridad que mis dos hijos Hasan y Husein
estuvieron a punto de ser pisoteados y rasgaron mi vestido. Estaban
simplemente echándoseme encima para aceptar mi gobierno y liderazgo.
Hubiera rechazado su petición pero tenía miedo que rehusando perderían
completamente contacto con la verdad y la Religión.
Pero cuando acepté gobernarles y les hice seguir el camino de Dios, el
mismo camino que el Santo Profeta (PBd) les enseñó a seguir, se rebelaron.
Una facción (la de Aisha) rompió el juramento de fidelidad. La segunda
facción -la de los jariyitas- se volvieron apostatas y la tercera adoptó
igualmente una senda equivocada y, ansiando el poder y la riqueza que
son parte del Gobierno, comenzaron a tiranizar y a oprimir a la gente.
Los tres grupos se comportaban como si no hubieran escuchado nunca
este versículo del Corán:
«El Paraíso es para los que no anhelan, no crean disensión y no
oprimen a los seres humanos; la Paz eterna y la felicidad son para
los que llevan una vida santa y piadosa»
Juro por Dios que se les hizo escuchar repetidamente estas palabras de
Dios y se les explicó completa y totalmente su significado. Pero los viciosos
caminos de una vida sin Dios los fascinaron y sus lujos, pompa y gloria,
al igual que su poder y riqueza los encantaron.
Juro por el Creador de este Universo que si no me hubieran jurado lealtad
incondicional, si no hubieran manifestado agradecimiento sin límites por
mi aceptación de su gobierno, si la presencia de seguidores y asistentes
no me hubiera hecho obligatorio defender la fe, y si Dios Todopoderoso
no hubiera hecho prometer a los instruidos doctores en teología de poner
coto a las viciosas y lujosas vidas de los opresores y los tiranos, al igual
que intentar reducir el dolor de la pobreza y el hambre de los oprimidos y
pisoteados; y si no les hubiera hecho obligatorio el hacer que los fuertes
y poderosos devolvieran los derechos usurpados a los débiles, hubiera
dejado incluso ahora mismo el Gobierno de este estado y hubiera dejado
que se hundieran en la anarquía y el caos como hice en los comienzos.
La pompa y la gloria de una vida viciosa son menos valiosas para mí que
el estornudo de una cabra.

Discurso 4
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) ha trazado un dibujo del espíritu y mentalidad
de los Quraish y de lo que los descendientes del Santo Profeta (PBd) han hecho
para enseñarles el Islam y mejorar sus mentes. Hazrat ‘Ali (P) lo terminó
dirigiéndoles el consejo de aceptar la Religión íntegramente.
Nosotros35 les hemos guiado desde la oscuridad de la ignorancia y del
ateísmo hacia los esplendores del conocimiento y la religión. Elevamos
los niveles de sus vidas y cultura. Por nuestra causa han visto la luz de
la verdad y la sabiduría y fueron sacados de las tinieblas del politeísmo
y la degradación.

35 La progenie del Santo Profeta (PBd).


Mejor que estén sordos los oídos que no se preocupan de escuchar el buen
consejo y no desean ser advertidos de las malas consecuencias de una
vida viciosa. ¿Cómo pudo mi dulce y contenida voz inducir a la gente a
preocuparse de la verdad, cuando los fuertemente repetidos mandatos
de Dios y Su Santo Profeta (PBd) no les hicieron prestar atención? Que
Dios conceda fortaleza, valentía y estabilidad a las personas que no temen
nada sino a Su Poder.
En cuanto a los otros Quraish, por lo que les concierne, he esperado
siempre de ustedes el engaño, la duplicidad y el disimulo. Siempre he
notado en ustedes rasgos de hipocresía y bellaquería. No fui áspero
con ustedes por causa de su ostentación del Islam, mientras tenían la
impresión equivocada de que podían engañarme, pero mi sincero amor,
la verdad y la justicia me han mantenido siempre advertido de vuestras
traiciones y engaños. Recuerden, quien me deja de lado y no me obedece
está equivocado. Nunca dudé de las obligaciones que se me imputaron y
de los derechos y privilegios que me son debidos desde el tiempo en que
me fueron revelados.
Saben que el profeta Moisés (P) nunca tuvo miedo de la muerte, lo que
temía realmente era el triunfo y la ascendencia del poder, la riqueza y la
ignorancia sobre la verdad y la justicia. Mi caso es similar, la muerte no
me asusta, nunca lo hizo. Lo que me pone nervioso es el hecho de que no
se den cuenta de que están en la encrucijada de la Religión y el ateísmo.
Recuerden que aquellos que aceptan la Religión sinceramente, nunca
serán defraudados.

Discurso 5
Tras la muerte del Santo Profeta (PBd) cuando Abbas -el tío del Profeta- y
Abu Sufyan fueron donde Hazrat ‘Ali (P) para jurar fidelidad, Hazrat ‘Ali (P)
les aconsejó con las siguientes palabras:
¡Oh gentes! Cuando vean que la rebeldía y la anarquía como tormentas
desencadenadas, intentan encontrar una salida de sus perniciosos efectos,
eviten los caminos del odio y la malicia y no permitan que un complejo
de superioridad les empuje hacia una guerra de clases. Recuerden, sólo
los que tienen seguidores quienes les sigan y ayuden, pueden alcanzar el
éxito, y los que carecen de seguidores no deberían intentar balancearse
sobre hinchadas ilusiones y no deberían rivalizar por poder y supremacía,
ese es para ellos el camino más seguro.
Este Gobierno es como agua sucia no apta para el consumo, es como un
bocado que ahoga a la persona que intenta tragarlo. Cualquier lucha en
este punto es tan necia como recoger frutos verdes o intentar cosechar
un campo incultivable.
En mi actual situación he sido colocado sobre los cuernos de un dilema:
si presento mis justas reclamaciones la gente comenzará a decir que
me he vuelto codicioso y avaricioso de poder y riqueza, y si me siento
tranquilamente dirán queme he vuelto nervioso y tímido, y que el temor
a la muerte me refrena de obtener mis justos derechos.
¡Ay! No se dan cuenta de que nunca he tenido miedo a la muerte, me he
enfrentado a ella tan a menudo y he pasado por tantas fases de peligros.
Juro por Dios que el hijo de Abu Talib (él mismo) es tan aficionado a la
muerte como un niño pequeño lo es al pecho de su madre. La muerte no
me asusta de reclamar mis derechos, pero unos secretos tan profundos
y un conocimiento tan secreto me han sido revelados y confiados, que si
conocieran (quienes les escucharon) temblarían como una cuerda que
cuelga en un profundo pozo.

Discurso 6
Cuando Talha y Zubayr se rebelaron contra Hazrat ‘Ali (P) y reuniendo un
ejército, intentaron tomar posesión de las provincias de Basra36 y Kufa, Hazrat
‘Ali (P) resolvió luchar contra ellos y echar abajo la rebelión. Algunas gentes,
exagerando el poder y la fuerza de los rebeldes intentaron persuadir a Hazrat
‘Ali (P) contra esa decisión. Este discurso fue dado por Hazrat ‘Ali (P) en
respuesta a lo anterior:
Juro por Dios que no me sentaré tranquilamente ni permitiré a estas
gentes hacer lo que les pazca. No actuaré como la bestia acosada que
puede ser atontada y engañada por su cazador y que cae como presa
fácil ante sus trucos e ingenio; sino que con la ayuda de los creyentes en
la Verdad y la Justicia del Islam, intentaré reprimir esta revuelta contra
Dios y la Religión. Declaro que con la ayuda de mis fieles seguidores
intentaré combatir contra los que sostienen el cisma y la hipocresía y
los que apoyan la injusticia y la falsedad hasta que me llegue la muerte.

36 Basora
No hay nada nuevo para mí en esta revuelta. Desde la muerte del Santo
Profeta (PBd) cuando ha menudo mis derechos han sido usurpados y se
ha dado una preferencia injustificada a otro, hasta que la situación ha
llegado ahora a tal gravedad y estas hordas ateas han resuelto combatir
en mi contra.

Discurso 7
En este discurso Hazrat ‘Ali, describe la condición mental de aquellos
musulmanes que en realidad eran hipócritas y no tenían en sus corazones lugar
para la justicia, la verdad y la religión. Para conseguir sus fines últimos no se
detenían ante ningún vicio o maldad y el Shaytán era su guía
Estos hipócritas, para conseguir su deseo, han aceptado al diablo como
su señor y dependen de su ayuda y socorro. El diablo, a su vez, los usa
como sus cómplices y subordinados. Ha envenenado sus almas con dudas
y sospechas acerca de la verdad y con cisma e hipocresía acerca de la
Religión. Estos vicios se les deslizan secretamente y sin ser detectados
por sus mentes y gradualmente se asientan firmemente en ellas, hasta que
estas personas llegan a un estado en que ven solamente lo que el diablo
quiere que vean y hablan lo que lo que desea que hablen. Los instiga a
toda clase de maldad y los hace aparecer ante ellos como encantadores a
toda clase de vicios y pecados. Actúan como si fueran confederados por
el Shaytán para establecer su autoridad y como centro para propagar sus
mentiras, engaños y falsas ilusiones.

Discurso 8
Para comprender este discurso y los discursos -del 13 al 20- y algunos más,
es necesaria alguna información acerca de las razones y acontecimientos y
de las personalidades que fueron responsables de estos sucesos y que dieron
lugar a estos discursos.
El primero y más importante -entre ellos- fue Zubayr de quien trata este discurso
y que fue un primo de Hazrat ‘Ali (P) su madre era hermana de Jenab Abu Talib
y Jenab Abdullah; su esposa era hermana de ummul muslimin Aisha. Tras la
muerte del Califa ‘Uthman, Zubayr dio juramento de fidelidad a Hazrat ‘Ali
(P) pero más adelante cambió de opinión y junto con Talha y ummul muslimin
Aisha, fueron responsables de la rebelión contra Hazrat ‘Ali (P) que dio lugar a
la batalla de Yamal. El pretexto de Zubayr fue que su juramento estuvo basado
en la hipocresía y la reserva mental.
De acuerdo con Ulama Ibn-Abil Haddid, este pretexto era falso, porque cuando
Zubayr hizo el juramento de fidelidad a Hazrat ‘Ali (P) este último le previno
diciéndole: ‘Zubayr me temo puedas romper este juramento’ a lo que Zubayr
respondió: ‘No te preocupes por mí, no retrocederé en mi juramento. Pongo
a Dios por testigo de la verdad de mis palabras’
La auténtica razón, dice Ibn-Abil Haddid, de que Zubayr y Talha se echaran
atrás de sus juramentos fue que Mu’awiyah los engañó. Cuando Mu’awiyha
se enteró de que los musulmanes eran unánimes en aceptar a Hazrat ‘Ali (P)
como su gobernante, escribió una carta a Zubayr y la envió por medio de un
Bani Umais. En esa carta Mu’awiyah escribió: ‘Esta carta es para Amir-ul-
Muminín Zubayr de parte de Mu’awiyah’ para informarle que he tomado
juramento de fidelidad al pueblo de Siria para su Califato, y no solamente
para ello, sino que también para que Talha sea Califa tras él. Las gentes han
estado de acuerdo con ambas cosas. Están bajo mi influencia y han obedecido
siempre mi mandato. Piensa en las ciudades de Basra y Kufa y no permitáis
que ‘Ali se apodere de estas ricas y poderosas provincias. Una vez que estas
provincias -al igual que Siria- estén bajo vuestro poder, lo que le quede a ‘Ali
será suficientemente pequeño para ser cubierto por una hoja de mora. Para
reunir a la gente de Basra y Kufa a tu alrededor y alejar al resto de ‘Ali, lo
mejor es propagar la idea que instigó el asesinato del Califa ‘Uthman.
El cebo era demasiado jugoso para los pobres de Zubayr y Talha, no eran
rivales para la astucia de Mu’awiyah. Comenzaron a soñar con el Califato, o
al menos el gobierno de ricas y poderosas provincias para ellos mismos y sus
hijos. En el polvo que cubría al camello del mensajero de Mu’awiyah, vieron
nubes plateadas. Ni siquiera se preocuparon de averiguar si Mu’awiyah había
tomado el juramento de fidelidad para ellos o para sí mismo. Por tanto, olvidado
fue el juramento de fidelidad, olvidado fue Dios a quien habían llamado como
testigo de la validez de sus juramentos, olvidada fue la lealtad, la sinceridad y
la devoción jurada y olvidadas fueron las Tradiciones de nuestro Santo Profeta
(PBd) a quien ellos mismos habían estado citando a favor de Hazrat ‘Ali (P)
El brillo de la realeza cegó su visión de las realidades de la verdad y de la
justicia, y desvergonzadamente declararon que su juramento de fidelidad
había sido pura hipocresía. Así, actuando neciamente como la primera línea de
ataque de Mu’awiyah sufrieron una derrota, perdieron sus vidas y no pudieron
asegurar nada para sus hijos sino que proporcionaron un servicio muy útil a
la causa de Mu’awiyah.
Hazrat ‘Ali (P) discute en este sermón el punto suscitado por Zubayr de que
su fidelidad estaba basada en la hipocresía. La posición de Zubayr en la batalla
de Yamal y su muerte en ella son acontecimientos penosamente interesantes
en la historia islámica.
Del ejército reunido para combatir contra Hazrat ‘Ali (P) ummul muslimin
Aisha era la Comandante en Jefe. El hijo de Zubayr, Abdullah, Capitán General
y Talha y Murwan Ibn-Hukum eran otros oficiales junto a Zubayr.
Justo antes de la batalla, Hazrat ‘Ali (P) llamó a uno de sus oficiales -Abdullah
Ibn Abbas- y le entregó su espada y lanza y salió al campo de batalla desarmado
y sin la ayuda de nadie. Llamó a Zubayr para que saliera de entre los suyos;
Zubayr salió bien armado y protegido, y cuando se aproximó, Hazrat ‘Ali (P)
recordó un acontecimiento que había tenido lugar en la vida del Santo Profeta
(PBd) y la advertencia dada por él a Zubayr, dijo Hazrat ‘Ali (P):
Zubayr, recuerdas aquel día en que me abrazaste delante de nuestro Santo
Profeta (PBd) y él te preguntó: “¿Tanto quieres a ‘Ali?” Y le respondiste: “Sí
mi señor, ¿porqué no? Es el hijo de mi tío”.
Escuchando esto, nuestro Santo Profeta (PBd) te previno con las siguientes
palabras: “Recuerda Zubayr, un día de combatirás contra ‘Ali, y ciertamente
estarás equivocado. Recuerda, el hombre que mate a ‘Ali y que combata contra
‘Ali irán todos al infierno”.
Dicho recuerdo que Hazrat ‘Ali (P) le hizo vino a la mente de Zubayr, recordó
la advertencia y se dio cuenta de su necedad. Volvió la cabeza de su caballo
hacia su ejército, regresó a su grupo de guerreros y juró que no combatiría
contra Hazrat ‘Ali (P)
Solo entonces, su hijo Abdullah -un enemigo jurado de Hazrat ‘Ali (P)-
reprendió a su padre por su cambio de opinión, diciéndole que las mujeres de
Arabia le llamarían cobarde. Zubayr se excitó y volvió otra vez al campo de
batalla, sujetando una lanza sin punta y atacó las filas del ejército de Hazrat
‘Ali (P). Cuando Hazrat ‘Ali (P) le vio venir de nuevo, dio la orden de que
nadie luchara contra él y que nadie le hiciera daño incluso si atacaba. Cuando
Zubayr alcanzó al ejército de Hazrat ‘Ali (P) pasó a través las filas de soldados
bien armados que se mantenían impasibles. Los atacaba con la roma punta
de su lanza y vio que nadie le devolvía los golpes. Se mantenían inmóviles
como si estuvieran esculpidos en piedra. Por tres veces atacó así al ejército,
y después dejó el campo de batalla y cabalgó hacia Vadi-us-Saba, donde fue
muerto por un fanático -’Umar Ibn Jermoze- Tras la batalla, este ‘Umar llevó
la espada y el anillo de Zubayr a Hazrat ‘Ali (P)
Cuando Hazrat ‘Ali (P) supo de la muerte de Zubayr, se sintió triste. Tomó la
espada en su mano y dijo:
Con qué frecuencia esta espada defendió al Islam y a los musulmanes. Juro
que mi primo no fue un cobarde ni un avaro. Estuvo engañado y descarriado.
Cuando ‘Umar pidió una recompensa por haber matado a Zubayr, Hazrat ‘Ali
(P) le respondió:
Tu recompensa es el Infierno. No estabas en mi ejército, no estabas en el
campo de batalla, no tenías órdenes de matar a nadie y menos aún a Zubayr,
no tenías porque haber tomado la Ley en tus propias manos. Si piensas que
eres seguidor mío, deberías haber esperado mis órdenes. Incluso mis oficiales
tenían órdenes e no hacerle daño sino de dejarle pasar a través de sus filas
sin molestarlo.
Finalmente, este ‘Umar, murió después de la batalla de Nahrwan combatiendo
contra Hazrat ‘Ali (P) El texto del discurso dice así:
Zubayr dice que me hizo juramento de fidelidad hipócritamente, con
reservas mentales, y que colocó su mano en mi mano y no en su corazón.
Qué extraña aseveración, no solamente extraña, sino injuriosa para él.
¿Se dio cuenta que hizo juramento de fidelidad y lealtad y al mismo tiempo
admitió que había ocultado su enemistad hacia mí en lo más profundo
de su corazón? Su juramento de lealtad y fidelidad hacia mí es un hecho
aceptado por él y atestiguado por miles otros. Le toca ahora dar razones
que justifiquen su hipocresía o dar otra vez juramento de fidelidad y lealtad.

Discurso 9
Antes de la batalla de Yamal, Talha y Zubayr junto a su partido, levantaron un
muro de propaganda desleal contra Hazrat ‘Ali (P) jactándose de al superioridad
de sus armas, bravura de sus seguidores, invencibilidad de su ejército y astucia
de sus planes. Predijeron una aplastante derrota y el total aniquilamiento del
ejército de Hazrat ‘Ali (P) y que este último tenía planes insignificantes e
inútiles tácticas.
Finalmente, la batalla -Yamal- probó cuán vacías estaban sus declaraciones y
fanfarronerías, cuan vistosa y evidente era su cobardía y cuan ignominiosas
eran las muertes que habían de encontrar Talha y Zubayr. En este discurso,
Hazrat ‘Ali (P) se ha referido a dicha propaganda y a su natural política de
no alardear.
Estas gentes se jactaban -de sí mismos- en voz alta y eran muy conspicuos
en su pompa y fastuosidad. Sin embargo, a pesar de todo eso, demostraron
ser muy timoratos y cobardes, nuestra política es creer más en los hechos
que en las palabras, no vanagloriarse sino hacer las cosas. Nunca
hablamos de éxito a menos que lo hayamos alcanzado.

Discurso 10
Este discurso lo dio Hazrat ‘Ali (P) cuando Talha y Zubayr rompiendo sus
juramentos de fidelidad y sus lazos con Hazrat ‘Ali (P) partieron hacia la Meca.
Hazrat ‘Ali (P) gracias a la providencia y su previsión se dio cuenta de que
Mu’awiyah estaba detrás de todo este agravio y estaba manipulando a Talha
y Zubayr para actuar neciamente bajo su influencia.
Hazrat ‘Ali (P) previó y predijo el resultado de esta rebelión.
Seguidores de la Verdad y de la Religión: tengan cuidado porque el
Shaytán ha congregado a sus seguidores y ha reunido a su caballería
e infantería. Sin embargo, tengo la certeza conmigo; ni mi inteligencia
me ha confundido ni me ha puesto nunca en duda acerca de verdades y
hechos; tampoco fui nunca engañado o persuadido por otros.
Dejémosles intentar lo peor, juro por Dios, que yo también les combatiré
de tal modo que los que me hagan frente no dejarán con vida el campo
de batalla y los que se libren de la muerte no se atreverán a luchar de
nuevo contra mí.

Discurso 11
Durante la batalla de Yamal en la que Hazrat ‘Ali (P) nombró a su hijo
Muhammad Hanafia como Comandante de sus ejércitos, le dio las siguientes
instrucciones:
Recuerda hijo mío, las montañas pueden alejarse y dejar su lugar, pero
tú de ningún modo deberás retirarte o huir del campo de batalla. Sé
bravo y resuelto y ofrece tu cabeza en servicio a Dios. Fija fuertemente
tus pies en la tierra -no piense en huir- mantén tus ojos en la última fila
del ejército de tu enemigo. Debes llegar hasta allí después de abatir las
hileras frontales y no debes pasar por alto las filas de atrás y concentrarte
simplemente en las líneas más próximas. No vaciles y no te pongas nunca
nervioso. Recuerda que sólo Dios puede ayudarte y que sólo Él es digno
de confianza.

Discurso 12
Después de la batalla de Basra37, un árabe vino y felicitó a Hazrat ‘Ali (P) de
su éxito, deseando que su hermano hubiera estado también presente para ser
testigo de la victoria. Hazrat ‘Ali (P) le preguntó si su hermano era su amigo
y su seguidor y, tras recibir una respuesta afirmativa, Hazrat ‘Ali (P) le dijo:
Entonces estuvo con nosotros, estuvo en nuestro ejército, no sólo él sino
incluso aquellos de nuestros amigos y seguidores que han de nacer en los
tiempos venideros estaban también conmigo en esta batalla, y en ellos, el
auténtico Islam encontrará su poder.

Discurso 13
Después de haber derrotado a la gente de Basra en la batalla de Yamal y de
tomar posesión de la ciudad y de las provincias adyacentes, Hazrat ‘Ali (P)
dio este discurso en el que condenaba las actividades de los basaritas38. Ulama
Ibn Maesum, copia en su libro este discurso con la siguiente sentencia que
falta en la compilación de Sayed Razi.
“Ustedes gente de Basra, ustedes ciudadanos de Mutafeka -un nombre
muy antigua de Basra- la antigua Mutafeka que fue inundada tres veces
y en cada ocasión fueron ahogados todos sus ciudadanos, me temo que
han ganado una cuarta destrucción”.
Ustedes basaritas, estuvieron en el ejército comandado por una mujer:
ummul muslimin Aisha, y fueron los seguidores de un animal (el camello
de ummul muslimin Aisha, usado como estandarte en la batalla de Yamal
y alrededor del cual se habían congregado los basaritas)
Ustedes obedecían el gimoteo y bramido de aquel camello -como si fuera
el mandato de un caudillo- y cuando aquella bestia fue muerta, fueron
37 También conocida como Batalla de Yamal (Batalla del Camello)
38 Habitantes de Basra (Basora)
derrotados y huyeron. Ustedes son malvados y de naturaleza depravada,
infieles y de carácter indigno de confianza, hipócritas y cismáticos en
lo religioso. Incluso el agua de sus pozos reflejando lo amargo de su
condición: es salobre.
Los que viven entre ustedes se ven obligados a llevar una vida de pecado,
y los que cortan sus relaciones con ustedes, recibirán las Bendiciones de
Dios Todomisericordioso.
Es como si viera toda la ciudad de Basra inundada una vez más y la
Mezquita de Basra irguiéndose en el medio como un barco en medio del
mar. Parece que la maldición de Dios les hubiera barrido en forma de
una inundación sumergiéndolo todo -en su camino- tanto las tierras bajas
como las altas.
Hay otras versiones más de este último parágrafo del discurso de Hazrat ‘Ali
(P) que se encuentran también traducidas a continuación:
2ª Versión
Juro por Dios que ciertamente su ciudad será inundada de tal modo que
la Mezquita aparecerá como un barco de abultado pecho o un avestruz
sentada en el suelo.
Está registrado en la historia que la ciudad de Basora se inundó dos veces:
una en la época del califa abasida Al Qader Billah, y otra vez en la época de
Al Qaim bi Amrillah, tal y como el Imam había predicho únicamente la parte
alta de la Mezquita Yami’ de Basora se podía ver al igual que el pecho de un
ave marina nadando en la superficie del agua.
3ª Versión
La Mezquita de Basra parecerá el pecho de un ave marina nadando en
la superficie del mar.
4ª Versión
¡Ustedes Basaritas! ¿No pueden darse cuenta de que su ciudad es
extremadamente sucia y maloliente? Está tan cerca del agua -El Golfo
Persa por un lado, el Eufrates y el Tigris por el otro- y sin embargo
(teniendo en cuenta sus malos pensamientos y acciones) ustedes se han
alejado de las bendiciones del cielo y ni siquiera han podido aprovechar
estas riquezas de la naturaleza.
De todo el mal, corrupción, vicio y pecado extendido por toda la tierra,
nueve décimos están concentrados aquí. Engullen a los que vienen a esta
ciudad, y los que huyen de su alrededor, reciben el perdón de Dios. Con
el ojo de mi mente veo a su ciudad sumergida de tal modo que sólo los
blancos minaretes de su Mezquita aparecerán por encima del nivel del
agua a modo de aves marinas en la superficie del mar.
Esta predicción se hizo también realidad. Las aguas del Tigris y del Eufrates,
inundaron la ciudad y la sumergieron completamente, dejando los minaretes
de la Mezquita por encima del nivel del agua.

Discurso 14
Este discurso es también una denuncia y critica de los habitantes de Basra.
Aunque su tierra está tan cerca del agua (Golfo Pérsico por una lado,
Eufrates y Tigris por el otro) por causa de sus malos pensamientos y
acciones han sido apartados de las bendiciones del cielo y no están en
condiciones de aprovechar estas riquezas de la naturaleza. Ustedes son
ignorantes y estúpidos, y en sus mentes la sagacidad y la sabiduría han
dejado su lugar a la necedad y la idiotez. Ustedes son un blanco muy visible
para quien desee dañarles, un bocado suave para ser convenientemente
tragado y una presa fácil de cazar.

Discurso 1539

Después de los acontecimientos descritos anteriormente en otras notas, cuando


Hazrat ‘Ali (P) se hizo cargo del Gobierno del Estado Islámico, encontró que
‘Uthman había concedido grandes disposiciones y feudos a sus parientes. De
acuerdo con Ibn Abil Haddid y Abu ‘Uthman-e-Yahiz, cuando los musulmanes
invadieron Armenia y la conquistaron, ‘Uthman concedió todas las rentas de
los jums de este rico Estado a Nahrwan Ibn Hakan.
Hazrat ‘Ali (P) no aprobó esta clase de nepotismo y despilfarro de la riqueza
pública. Devolvió todos esos feudos y disposiciones al recaudador público.
En aquella ocasión dio el siguiente discurso:
¡Por Dios! Si hubiera encontrado que el dinero público había sido
despilfarrado incluso para la celebración de matrimonios y compra
de esclavas, las hubiera devuelto a su país, porque las funciones y
39 Antes de dar lectura a la nota introductoria de este discurso, por favor, leer las notas de los
discursos 16 y 17. Porque este discurso, tal vez, debió haber sido puesto después de ellos.
responsabilidades de la justicia y la equidad llegan y se extiende muy lejos.
Uno que no actúa valientemente de acuerdo a los dictados de la justicia
y el juego limpio, se sentirá muy nervioso cuando se enfrente a la tiranía
y la opresión.

Discurso 16
La mayoría de los comentaristas consideran a este discurso como el primero
dado por Hazrat ‘Ali (P) cuando las gentes se congregaron a su alrededor
para inducirle a aceptar el Gobierno del Estado Islámico, tras la muerte del
Califa ‘Uthman.
En el Hazrat ‘Ali (P) ha aconsejado a la gente sobre lo que habrían de esperar,
la crueldad de los tiempos venideros, la minoría de los seguidores de la Verdad
y la Justicia, los peligros, desastres, y muerte a los que habrían de hacer frente
y, el triunfo del vicio sobre la virtud y la falsedad sobre la verdad40.
Me considero responsable de lo que digo y garantizo la veracidad
de mis afirmaciones. Los que recuerdan bien los aprietos, pruebas y
angustias de los primeros días del Islam, y los que pueden anticipar y
prever correctamente los crueles tiempos venideros -tiempos cargados de
incertidumbres, peligros y desastres- esas personas pueden refrenarse de
dudar nerviosa y apresuradamente de las enseñanzas del Islam, y se les
puede ayudar a hacer frente a lo desconocido y a pruebas no soñadas
en la vía de la aceptación de los principios de la verdad y la justicia a
través del temor de Dios. Sean concientes de que están siendo juzgados
espiritualmente en esta hora y que encontrarán durezas, peligros y
calamidades reapareciendo en la misma forma en que les aconteció en
tiempos en que Dios ordenó por vez primera a nuestro Santo Profeta (PBd)
dar el mensaje y propagar el Islam.
Juro por El que designó a Muhammad (PBd) como Su Mensajero y como un
Profeta digno de Su Confianza, que la forma y el orden existentes de vuestra
sociedad estarán sujetos a satánica destrucción; sus partes mayores serán
perturbadas vehementemente y sus diferentes secciones serán mezcladas
violentamente, hasta que los más bajos y mezquinos de entre vosotros se
encuentren a sí mismos en los altos lugares, y las personas más excelsas
se encontrarán humilladas y perseguidas; los que desde el tiempo en
que se alzó el Islam estaban muy avanzados en el servicio de la religión
40 Consultar también la nota del discurso 21.
serán echados para atrás, y los hipócritas que iban entonces rezagados
y esperaban oportunidades favorables serán elevados a altas posiciones.
Juro por Dios que no guardo nada que merezca ser desvelado y no he
dicho nunca una mentira. Creedme cuando os digo que el desarrollo de los
oscuros acontecimientos culminantes en la presente situación y los sucesos
del día hace mucho tiempo que me fueron revelados. Recordad que los
pecados son inmanejables y que a los sementales rebeldes montados por
pecadores no se les puede sujetar las riendas, y estas bestias incontrolables
junto con sus jinetes se precipitan locamente hacia el infierno, mientras
que el temor de Dios es como caballos sumisos y adiestrados, bajo total
control de sus jinetes, caminando con paso rápido pero gentil hacia el
Paraíso.
Recordad que hay dos formas de vida: la correcta y la equivocada; y
hay dos clases de gentes, los que siguen el recto camino y los que toman
caminos equivocados. Si encontráis que los que hacen el mal son mayoría
o están en aumento y que los seguidores de la religión y la verdad son una
minoría y están pisoteados, un mundo lleno de contradicciones aparentes
no se siente sorprendido o decepcionado; ha sucedido frecuentemente en
este mundo. Sin embargo, la verdad y la justicia se impondrán al final,
aunque no pueda parecer posible que los que han caído bajo puedan
alguna vez alzarse a las más grandes alturas.
Seguidamente, Hazrat ‘Ali (P) describe las tres clases de personas que se
encuentran en la sociedad, y también el mejor camino para seguir en la vida41
Una persona que tiene en mente las consecuencias y reacciones de sus
actos (la recompensa o el castigo eternos) y que trabaja amoldando su vida
con el destino último a la vista, no tiene tiempo para el vicio y la maldad.
Encontraréis tres clases de gentes en la sociedad. Los que se esfuerzan por
ser buenos y hacer el bien, su salvación es segura. Los que son perezosos
y letárgicos-rezagados tardíos que esperan Inactiva e Ineficazmente lo
mejor. Y finalmente los que fallan y fracasan en su deber, estos terminarán
en el infierno.
Recordad que los extremos de izquierda y de derecha os extraviarán; la
moderación es el mejor camino a adoptar. Os mantendrá dentro de las
cuatro esquinas de las enseñanzas del Sagrado Corán y las tradiciones del
41 Los siguientes párrafos son considerados por algunos comentaristas como un discurso
independiente
Profeta (PBd) Es un camino que os guiará a las verdaderas impresiones
de la doctrina y vida del Profeta (PBd) Os conducirá al manantial de la
Sunnah y es la ruta correcta hacia la liberación. Quienquiera que pretende
conocer un camino mejor hacia la salvación que aquel desvelado por el
Sagrado Profeta (PBd) está condenado, cualquiera que intente oponerse
a sus preceptos está destinado a una destrucción eterna.
Ningún individuo está perdido y a ninguna nación se le rehúsa la
prosperidad y el éxito si el fundamento de sus pensamientos y acciones
descansa sobre al piedad, la santidad y sobre la verdad y justicia.
No creéis disturbios y desavenencias entre los hombres; que haya paz y
tranquilidad e intentad hacer avanzar la amistad y la unidad. Concentraos
en la reconciliación de vuestras malas acciones.
No alabéis a nadie sino a vuestro Dios y no condenéis a nadie sino a
vuestro propio yo.

Discurso 17
Algunos comentaristas son de la opinión de que este Discurso es una censura
y una denuncia en contra de aquellas gentes que toman el puesto de Juez sin
tener las cualificaciones o la capacidad para esta clase de trabajo responsable.
De entre los hombres, Dios Todopoderoso, detesta en mayor grado dos
clases de personas: primero, la persona que se aprovecha indebidamente
de la libertad y la despreocupación que las circunstancias le permiten; no
se da cuenta que se le está dando una larga cuerda. Se desvía del camino
recto, es empujada por deseos desordenados a crear cisma a través de
su conversación, ama extraviar a la gente y desorienta a todos aquellos
que son engañados por él. Se ha alejado de los caminos correctos de las
gentes virtuosas que vivieron antes que él y durante su propia vida, e
incluso después de su muerte, deja a otros una herencia de depravación
y vicio. Habiendo vendido su propia alma al pecado, lleva también la
responsabilidad de los pecados de otros.
Y en segundo lugar, Dios Todopoderoso detesta a la persona que ha
recogido verdades a medias, ideas perversas y conceptos equivocados y
esta consecuentemente atareada difundiendo la apostasía entre aquellos
ignorantes y sin educación. Está habitualmente ocupada en oscuras
acciones, creando disensión y desavenencia entre sus prójimos y está
ciega a las bendiciones de la paz y la tranquilidad.
Las gentes ignorantes y sin educación le atribuyen sabiduría y
conocimiento, aunque de hecho, no es ni sabia ni instruida. Desde el
comienzo de su vida ha estado recogiendo tales ideas, cuya abundancia
es más perjudicial para el hombre que su escasez. Hasta que su alma está
saturada de nociones perversas y pervertidas creencias, y su mente está
llena de teorías inútiles y perjudiciales.
Pretende ser un jurista y un juez, tomando la responsabilidad de
desenmarañar problemas muy complicados que frecuentemente ha
aturdido y confundido a otros. Cuando se le presenta ante sí una cuestión
difícil, trata de resolverla con la ayuda de conceptos incorrectos e
irrelevantes y a menudo absurdos e irracionales, creyendo además, que
son auténticos, genuinos y correctos.
De hecho, por causa de dudas e incertidumbres creadas por su
conocimiento incorrecto e insuficiente, su mente siempre está en estado de
confusión. No sabe nunca si sus decisiones son correctas o equivocadas.
Sí, accidentalmente, llega a una decisión correcta, duda acerca de su
verdad y autenticidad, y si comete un error (como es normalmente el caso)
espera que sus fallos sean correctos.
Está no solamente desinformado sino que se hunde más y más cada día
en las profundidades de la ignorancia. Siendo incapaz de aprecia las
realidades de la Verdad y ciego a la Iluminación Divina, coloca su fe en
dudosas suposiciones.
Dado que no ha estudiado nunca duro para adquirir logros reales e
información correcta, juega descuidadamente con las tradiciones de
nuestro Sagrado Profeta (PBd) y los mandatos de la Ley musulmana,
tratándolos tan irrelevantemente como un golpe de viento trata a una
brizna de paja. Si se le hace una pregunta, no será capaz de dar una
respuesta correcta. No se merece el rango y la posición que le han
asignado.
Está tan ineducado y desinformado que no puede siquiera imaginar
que el conocimiento real yace oculto en las propias verdades que ha
rehusado aceptar, y que más allá del vuelo de su propia imaginación,
hay otros caminos para alcanzar las alturas de la Verdad y la sabiduría.
Sin embargo, se da buena cuenta de las no ilustradas y no educadas
condiciones de su mente, por consiguiente, siempre que no puede entender
un problema trata de ocultar su ignorancia.
En los terrenos de sus decisiones judiciales, la sangre derramada en
la aplicación de penas capitales (debido a sus juicios incorrectos) está
clamando por justo castigo, y los herederos despojados de sus derechos,
debido a sus defectuosos decretos, se lamentan de la injusticia.
Me quejo ante Dios de tales gentes que gastan sus vidas en esta clase de
ignorancia, pecado y mueren en el pecado y dejando tras ellos sus malos
ejemplos para que otros sean extraviados. Para ellos, el Corán no tiene
utilidad si se interpreta correctamente y en cambio, es de un valor inmenso
si para adaptarse a sus pecaminosos propósitos e intenciones (entonces lo
hacen explicar incorrectamente) No hay nada más perjudicial para ellos
que la bondad y la justicia y nada más beneficioso que el vicio y el pecado.

Discurso 18
Aclaraciones de Hazrat ‘Ali (P) sobre las diferencias de opinión entre los
juristas y jueces sobre una misma cuestión de la Ley Islámica:
Las condiciones de estos juristas y jueces -que pretenden estar bien
versados en los principios de la Ley Islámica- es tal que, si se obtiene
una decisión de uno de ellos sobre cualquier proposición y si la misma
es sometida a la consideración de otro, este segundo jurista dará un fallo
totalmente contrario al primero y si todas las decisiones en desacuerdo
se colocan ante el líder -de entre ellos- las aprobará todas.
¿Cómo pudieron surgir estas diferencias y divergencias de opinión?
Creen en el mismo Dios, siguen al mismo Profeta y aceptan al mismo
Libro Sagrado. ¿Ha ordenado el Señor tales divergencias y diferencias, y
están obedeciendo Sus Mandatos? ¿Les ha prohibido Dios jugar con los
Mandatos Divinos y están desobedeciéndole? ¿Fueron Sus Revelaciones al
Santo Profeta (PBd) incompletas y quiso su ayuda para complementarlas?
¿Son ellos sus socios y tienen a decidir lo que deseen con Su Aprobación?
¿O ha revelado Dios la Ley Divina en su totalidad, pero el Santo Profeta
(PBd) no realizó su deber de impartirla y comunicarla al mundo, y estas
gentes están llenando las lagunas?
Alabanzas y Glorificación sean dadas a Dios: Sus Mandatos fueron
revelados totalmente y fueron completamente transmitidos por el Santo
Profeta (PBd) Dios mismo ha afirmado y declarado esto en varias aleyas
de Su Sagrado Corán, en una de ellas dice:
«No hemos dejado nada fuera del Corán’ y ‘Hay una explicación
de todo en el Corán»
En otro lugar se declara enfáticamente:
«Varias partes de este libro se confirman y verifican unas a otras y
no hay desacuerdo o variación en ellas»
Y, después se especifica claramente:
«Si estas Revelaciones tuvieran otro origen que no fuera Dios,
hubierais encontrado un desacuerdo y falta de unidad considerable
en sus diferentes partes»
¡Recordad! Para un observador casual el Corán parece ser un libro muy
fácil de entender e interesante, pero el significado interno de sus pasajes es
muy amplio, profundo y difícil de entender. Para los pensadores profundos,
sus fascinaciones no cesarán nunca y sus maravillas no tendrán nunca fin.

Discurso 19
Mientras que Hazrat ‘Ali (P) estaba dando un discurso en la Mezquita de Kufa,
fue interrumpido por Ash’az Ibn Qais, diciendo que tal discurso era solamente
para Hazrat ‘Ali (P)
Lo que sigue es una censura a dicha observación. Ash’az era un gran hipócrita,
fue el instigador -jefe- de la tregua pactada en Siffin para salvar a Mu’awiyah
de una segura derrota. También había traicionado una vez a su propio clan y
había hecho que murieran cientos de ellos. Hazrat ‘Ali (P) le dio esta respuesta:
Eres un hijo perverso de un padre depravado, un hijo hipócrita de un padre
infiel. ¿Cómo sabes qué parte de mi discurso es perjudicial y qué parte
es beneficiosa para mí? Que la maldición de Dios y de los hombres caiga
sobre ti. Fuiste hecho prisionero dos veces, una por árabes no musulmanes
y otra por musulmanes, y en ambas ocasiones tu mala adquirida riqueza
y tus conexiones familiares demostraron no ser de ninguna ayuda para
ti y no pudieron impedir que terminaras detrás de los barrotes. Uno que
dirige y guía la espada del enemigo contra su propia parentela, merece
ser despreciado y aborrecido. Ni sus amigos ni sus enemigos se pueden
considerar a salvo de su maldad.
Discurso 20
Hazrat ‘Ali (P) ha explicado cómo y de quién podemos tomar lecciones para
modelar nuestras vidas:
Si tuvierais una concepción certera de lo que ocurrirá después de la
muerte, chillaríais de horror y temblaríais de miedo y obedeceríais con
presteza los mandamientos. Pero lo que han visto los muertos está oculto
a vuestros ojos. Sin embargo, el tiempo no está lejos en la vida de todos,
en que se alzará vuestra cortina y la muerte llamará a vuestra puerta.
Si tuvierais realmente un deseo de ver, de oír y un anhelo de aprender,
el Islam ha pintado vivas imágenes, ha dado narraciones auténticas e
intentado explicar simple y efectivamente lo que va a ser el final de la
vida, y lo que pasará después de la muerte. Es la verdad lo que repito,
que el Islam ha mostrado una salida a estos horrores explicándoos qué
hacer y qué no hacer.
¿Aparte de las enseñanzas del Islam, las historias de las naciones y las
vidas de los grandes hombres no contienen suficiente material como para
que toméis advertencia de ellas? ¿No os han explicado que el resultado
de la vida es la muerte? ¿Quién pudiera, junto a los Profetas Celestiales,
ser mejor mensajero de Dios para el hombre que la propia historia del
hombre?.

Discurso 21
Como hacer frente a nuestro destino el Día del Juicio:
El Paraíso y el Infierno están ambos frente a vosotros, y la muerte, como un
elemento de la naturaleza os está empujando hacia vuestro final. Reducid
el peso de vuestros pecados y vicios para que podáis continuar el viaje
con comodidad y os podáis sentir felices de abrazar vuestro destino. Los
que se han ido antes que vosotros os están esperando.

Discurso 22
Llegó un tiempo en las vidas de Talha y Zubayr en que comenzaron a desear
el Califato o al menos el gobierno de alguna de las provincias ricas para ellos
mismos y sus hijos. Encontraron a Hazrat ‘Ali (P), y como eran de hecho
responsables del asesinato del Califa ‘Uthman, pensaron que acusando -con
falsedad- a Hazrat ‘Ali (P) de este hecho, llegarían a despejar las sospechas
que había sobre ellos y adicionalmente, congregar seguidores a su alrededor
o en apartar a la gente de Hazrat ‘Ali (P)
Por tanto, comenzaron a difundir la idea de que Hazrat ‘Ali (P) era responsable
de dicho asesinato. Hazrat ‘Ali (P) se los ha reprochado en este discurso, y
les ha dicho que de hecho -y moralmente- eran responsables de ese acto.
Les advirtió igualmente, que frustraría sus planes, aceptaría su desafío y les
propinaría una aplastante derrota (lo que efectivamente ocurrió)
Talha y Zubayr fueron muertos en la batalla de Yamal, de hecho, según la
historia, Talha fue muerto por su compañero Murwa para zanjar una vieja
querella. Zubayr fue muerto por un musulmán fanático en el campo de batalla.
Los hijos de Zubayr, Abdullah y Murwan, los dos máximos instigadores fueron
hechos prisioneros y sus ejércitos derrotados desastrosamente. Entonces,
Hazrat ‘Ali (P) muy graciosamente, no sólo liberó a Abdullah y Murwan, sino
que mostró también la misma gentileza y gloria hacia los soldados hechos
prisioneros, y envió de nuevo a Medina a ummul muslimin, con el debido
respeto y pompa, el discurso fue el siguiente:
¡Tened cuidado! Satanás ha azuzado a sus hordas y ha congregado a sus
ejércitos contra la verdad y la justicia. Sus subalternos desean licencia
inequívoca para continuar la opresión y la tiranía. Desean libertad total
constantemente y en voz alta para que sus mentiras puedan ser tomadas
por verdad.
¡Por Dios! Calumniándome y acusándome falsamente no han dejado una
sola mentira sin ser dicha, y han resuelto echar a un lado, la honestidad,
la verdad y la justicia. Quieren colocar sobre mí la responsabilidad de
realizar un deber que ellos mismos han descuidado, de una obligación
que han abandonado, y venganza, y pago de una sangre que de hecho
han derramado.
Si hubiera tomado parte en ese asesinato, tampoco ellos podrían eludir su
parte de responsabilidad en él. Y si lo han hecho sin mi consejo -lo que es
la verdad- entonces ellos son los responsables de ese acto y ningún otro
debiera ser responsable o ser castigado por él.
Sus argumentos trabajan en contra de ellos y prueban que sus peticiones
respecto a mí son irracionales y no son capaces de pasar la ácida prueba
de la verdad y la razón.
Están intentando revivir el cisma y la herejía ya muertos, esperando por
consiguiente ganar apoyo a partir de falsas acusaciones. No se dan cuenta
de que la falsedad no posee capacidad inherente. Penosa frustración y
decepción esperan a los que, creando pretensiones absurdas e irracionales,
me desafían a combatir. Dios Todopoderoso conoce lo que pretenden; yo
acepto obediente y diligentemente Su Decreto y defenderé la Religión y
la Verdad.
Si no aceptan mi consejo y obedecen mis mandatos entonces habré de
combatirles. Esa será la única salida que me quede para derrotar la
falsedad y el cisma, defender la verdad y la justicia.
¿No es profundamente sorprendente que me desafíen a una guerra sin
cuartel y a combate directo? Penosa será su suerte si olvidan a mis
antepasadas hazañas y si me subestiman. ¿Tuve alguna vez miedo en la
batalla? ¿Retrocedí alguna vez ante algún adversario? ¿Se atrevió alguna
vez alguien a asustarme? Tengo fe total en mi Religión y confianza en Dios.

Discurso 23
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) ha aconsejado al pobre a no envidiar al rico,
y ha aconsejado al rico a socorrer y ayudar al pobre:
Cualquier cosa que un hombre recibe en forma de hijos, riqueza o
influencias está decretada. Estas bendiciones caen como gotas de lluvia,
trayendo la felicidad y la abundancia en sus caminos. Y exactamente
igual que las gotas de lluvia, su cantidad está predestinada, dispendiosa
y abundante en muchos casos, escasa y parca en muchos otros.
Por consiguiente, si encontráis que vuestros hermanos tienen muchos niños
y riquezas, no los envidies y no trates de perjudicarlos o dañarlos. Uno
debe esforzarse y trabajar por mejorarse así mismo; y a menos que un
musulmán adopte formas de vida tan mezquinas que si le da publicidad y
se le descubre traerían desgracia y vergüenza, puede esperar retribución
razonable a sus esfuerzos y trabajo.
Feliz es el hombre muy piadoso que es honesto en sus tratos; espera con
complaciente expectación cualquiera de las dos retribuciones. Está feliz
y complaciente de encontrar la muerte cuando quiera que venga, esto es,
estar siempre dispuesto a irse en cualquier tiempo que sea llamado. Si
se le concede una larga vida, está contento con cualquier cosa que Dios
Todopoderoso le haya bendecido.
Por supuesto, los hijos y las posesiones mundanas son los pastizales y
campos floridos de este mundo, pero las buenas acciones conducirán a
los Jardines del Paraíso, y para muchos, Dios, a través de Su gentileza y
Misericordia, les ha concedido ambas cosas.
Ciertamente, debéis temer a Dios y recurrir honestamente a las
buenas acciones. No debiera haber fariseísmo e hipocresía en vuestras
acciones, porque Dios no recompensará la hipocresía. Si uno ha sido
bueno solamente por ostentación, entonces deberá esperar solamente la
recompensa humana.
Pero si uno desea alcanzar los elevados lugares del martirio y la compañía
de los Profetas (P) y santos en el Paraíso, esto sólo puede ser alcanzado
a través de la bondad y la honestidad.
Recordad que no importa lo rico que pueda ser un hombre, no puede
situarse a sí mismo por encima de la ayuda y buena opinión de su gente,
no puede prescindir de su simpatía y caridad, (que son sus mejores aliados
en los infortunios y calamidades) y buena protección contra la difamación
y la calumnia.
La buena reputación que un hombre generoso deja tras de sí, es siempre
miles de veces mejor que las riquezas que deja para ser heredadas por
otros.
Estad precavidos, si alguien encuentra pobreza, privación y hambre entre
su gente y rehúsa extenderles una mano caritativa, no aumentará su
riqueza por tales medios, mientras que el gastar en caridad ni disminuirá
su riqueza ni le reducirá a la pobreza.
Aquel que se abstiene de ayudar a su gente debe recordar que él ha negado
una mano caritativa y cuando lo necesite, miles de manos se abstendrán
de ayudarle. Aquel cuyo comportamiento con su gente es bueno, gana
amor y devoción duraderos.

Discurso 24
Hazrat ‘Ali (P) no explica en este discurso que la piedad compensa a la larga:
Por mi vida, no mostré nunca indebida suavidad hacia los enemigos
de Dios o hacia los que dañan la Religión con sus palabras y hechos.
¡Oh musulmanes! Temed a Dios, seguid en el camino que Él ha fijado
e iluminado para vosotros, y obedeced Sus Mandatos y si no sois
recompensados en esta vida, os garantizo vuestra recompensa en el más
allá.

Discurso 25
Cuando comenzaron a llegar las noticias a Hazrat ‘Ali (P) de que bandidos
bajo la dirección de Mu’awiyah estaban saqueando las ciudades fronterizas
e incluso habían tomado posesión de alguna de ellas; Odeiduallah Ibn Abbas
y Said Ibn Merman, corrieron de nuevo a Kufa dejando sus provincias
desprotegidas e indefensas.
Y cuando Hazrat ‘Ali (P) supo que la huida de Odeiduallah Ibn Abbas fue tan
precipitada que había incluso dejado a su esposa y a dos niños pequeños tras
él, para ser brutalmente asesinado por Busser Ibn Arthath, Comandante de
los ejércitos de Mu’awiyah, se sintió muy triste y molesto de su nerviosismo
para hacer frente a la guerra y su desgano para aceptar la disciplina y obedecer
órdenes. Entonces, dio el siguiente discurso:
Muy poco, aparte de Kufa, ha quedado bajo mi control y en lo que tener
confianza. ¡Oh Kufa! Si incluso tú me traicionas y si tempestades de
oposición se levantan contra mí dentro de tus puertas, entonces, está
justificado el que me sienta triste, contrariado y apesadumbrado.
Han llegado hasta mí noticias de que Busser Ibn Arthath ha llegado al
Yemen. Me temo que sus ejércitos tomarán también esa provincia. Ustedes
están predispuestos a ser derrotados por no hacer los sacrificios necesarios
para la ocasión y su causa. Mientras ellos actúan colectivamente y se
ayudan unos a otros aunque estén equivocados, ustedes un pueden dirimir
sus conflictivas diferencias y egoísmo en aras del bienestar general,
aunque se encuentren del lado de al verdad y la justicia. Después de
conocerme bien, no están bien preparados para reconocer mi valor y
obedecer mis órdenes.
Nuestros opositores están unidos en la obediencia a su jefe Mu’awiyah,
aunque los esté conduciendo al vicio y al pecado, a la infamia y al Infierno.
Ustedes me dejan sólo -como su líder- e intentan engañarme en toda
ocasión. Ellos están emprendiendo sus asuntos muy bien y ustedes no son
competentes para sacar adelante una buena administración.
¡Oh Señor! Estoy harto de esta gente y ellos odian la forma de vida
honorable, sincera y religiosa que quiero que sigan. Me odian por esta
causa y yo desprecio y detesto sus motivos viciosos y pecaminosos. O bien
ablandan sus corazones hacia la verdad y la Religión o dame mejores
gentes y dales a ellos un gobernante peor42.
En lugar de estas gentes, ojalá tuviera conmigo un millar de jinetes del
clan Bani Frass Ibn Dhunin, que fueron tan rápidos en acudir a la llamada
y tan diligentes en atender el deber. En esta situación (que tengo), si los
llamases, vendrían en tu ayuda al igual que nubes veloces del verano.

Discurso 26
Este discurso arroja luz entre fases de la historia del Islam; primero, sobre la
condición del pueblo árabe en la época pre-islámica y lo que el Islam podría
realizar en su favor. Segundo, la razón por la que Hazrat ‘Ali (P) no tomo
acciones decididas -para defender su causa- hasta la batalla de Yamal en
Basra. Y tercero, como Mu’awiyah hizo un trueque de fidelidad y ayuda con
‘Amru Ibn ‘As.
Aparentemente este discurso se dio antes de la batalla en Siffin. Así mismo,
Sayed Razi no pudo obtener el discurso (aparentemente) completo; todo lo que
obtuvo fueron tres párrafos resumidos de un largo discurso en el que Hazrat
‘Ali (P) había aconsejado a sus segadores estar preparados para defenderse,
dándoles una breve visión del cambio que el Islam podría llevar en sus formas
de vida, ideología, visión y de los incansables esfuerzos desplegados por las
fuerzas sin Dios (la incredulidad) que comenzó abiertamente y después de un
modo encubierto, pero siempre incesantemente.
¡Vosotros árabes! ¿Se dan cuenta -alguna vez- en que estado se
encontraban cuando Dios Misericordioso designó a Muhammad (PBd),
como Su Profeta, y lo designó como un Digno de Confianza y fiel Mensajero
de la Revelación Divina?
Ustedes seguían una ideología perversa y llevaban una mala vida. Vivían
en sucias cabañas y casas entre duras piedras y mortíferas serpientes.
Comían alimento despreciable y sucio, y bebían agua fangosa y sucia.
Histéricamente se odiaban unos a otros, luchando y matando incluso a
42 Las oraciones del Imam fueron contestadas y pronto después del Imam, durante cerca de
un siglo, esas gentes fueron gobernadas por tiranos que las mataban, las deshonraban las
saqueaban y esclavizaban a sus hijos. Ziyad, su hijo Ubaidullah y Hayyay lbn Abu Yusuf,
que las gobernaron, fueron azotes y manifestaciones del castigo divino.
sus propios parientes de sangre y a sus amigos. Habían levantado ídolos
para adorarlos, sus vidas y su entorno, su religión y su salvación estaban
totalmente envueltos e inmersos en el vicio y el pecado.
(Otra parte de este discurso)
Examiné la situación en que me encontraba a mí mismo y llegué a la
conclusión que tampoco ninguno de mis parientes, tan pocos en número,
vendría en mi ayuda contra las fuerzas antirreligiosas, que se habían
congregado violenta y vehementemente para subvertir y derrocar los
principios básicos que durante tanto tiempo los habían confundido y
encolerizado. Sufrí en silencio la amarga contrariedad, porque no quería
que los que me ayudaran fueran asesinados salvaje y despiadadamente.
(Otra parte de este discurso)
‘Amru Ibn ‘As no cedió a las insinuaciones de Mu’awiyah, a menos que
se le pagara un precio increíblemente alto por la pecaminosa alianza. La
ayuda para el pecado, tan claramente negociada no puede traer el éxito al
comprador, y la fidelidad procurada tan viciosamente no puede terminar
sino en infamia y pecado.
Amigos míos sois suficientemente fuertes y capaces para defenderos a
vosotros mismos y a vuestra religión. Prepárense y alisten su equipo,
háganlo rápidamente pero no histéricamente. El fuego de la guerra ha
sido encendido, ha comenzado a arder furiosamente, sus llamas pueden
ser vistas incluso desde aquí. Soporten los sufrimientos con paciencia,
porque nada sino la paciencia les traerá el éxito.

Discurso 27
Este discurso es una alabanza del yihad (combate religioso y espiritual en el
camino de Dios) su significado y lo que puede realizar por los musulmanes.
Hazrat ‘Ali (P) ha comentado también los méritos de la valentía y ha condenado
la cobardía. Ha denunciado igualmente, a los que no llegan a seguir sus órdenes.
El famoso historiador, investigador y orientalista francés Gabriel Enkiri, en
su igualmente famoso libro “Le Chevalier de L’ Islam” (El Caballero del
Islam) escribió:
“En el carácter extremadamente superfino, grande y noble de ‘Ali,
hubo dos rasgos que es difícil creer que puedan encontrarse en un
mismo hombre: Aparte de ‘Ali, la historia no puede mostrar ningún
otro hombre que haya desplegado estas dos cualidades al mismo
tiempo, y cada una de ellas de modo tan notorio que nadie pueda
sobrepasarle y muy pocos puedan alcanzarle. Fue el más grande
Mariscal de su tiempo -incluso de todos los tiempos- y fue el hombre
más sabio que podía explicar la religión, filosofía, ciencias, socio-
logía y ética en un estilo que no puede ser mejorado, lo que es más,
fue tan grande orador que sus discursos entusiasman incluso trece
siglos después de su muerte”
En este discurso -como en tantos otros- Hazrat ‘Ali (P) ha dejado un cuadro
gráfico de los rasgos de su carácter. Ojalá tuviera suficiente control del inglés
(o de hecho, de cualquier otro idioma) para resaltar la fuerza que llevan sus
palabras, al camino que conducen y su desilusión por el comportamiento de
gentes que prometieron defender al Islam y lo traicionaron a última hora.
A la edad de sesenta años, en el campo de la batalla de Yamal en Basra, de
Siffin y de Nahrwan, Hazrat ‘Ali (P) fue un Gran General y un soldado como
lo fue en Badr, Uhud, Jandaq, Jaibar y Hunain, cuando estaba en lo mejor de
su vida. Y al mismo tiempo, desde el púlpito era un Gan Orador y Predicador,
como el mundo no vio nunca antes o lo verá después. Su instruida mente
estaba completamente versada e íntimamente familiarizada con la física y las
matemáticas, la filosofía y la religión, la psicología y la economía, la retórica
y la ética, e intentó hacer llegar a quienes le escuchaban buena parte de ese
conocimiento tanto como ellos eran capaces de comprender y de captar. El
discurso, comienza así:
Por supuesto el yihad -una guerra en defensa de la religión y la humanidad-
es una de las puertas al Paraíso que Dios ha mantenido abierta para Sus
amigos privilegiados. De hecho, es una armadura diseñada por Él para
proteger a Sus amigos de Sus opositores y enemigos de la humanidad.
Quienquiera que se aparte de ella con aversión, será castigado con
desgracia, será aquejado por calamidades y pesares, recibirá la
humillación en la vida y se oscurecerá en sus facultades de conocimiento,
previsión y sagacidad. Igual que ha declinado el honor de defender su fe,
se torcerá su curso en el camino de la verdad, el mundo le despreciará y
le tratará con desdén y se le rehusará la justicia.
¿No os he estado aconsejando constantemente a presentaros individual y
colectivamente a defender vuestra religión contra estos enemigos de Dios?
¿No os he dicho a menudo que a veces el ataque es la mejor defensa?
Juro por Dios que la gente que haya esperado que la guerra venga a sus
puertas, ha esperado la ruina y la desgracia total. Pero habéis intentado
pasaros de unos a otros las responsabilidades y habéis rehusado a venir
en ayuda unos de otros hasta que el saqueo y el pillaje cayeron sobre
vosotros y se os fue arrebatado vuestro país. Los ejércitos de Fufyal Ibn
Auf invadieron vuestra provincia, mataron a Husein Ibn Husein y arrojaron
a vuestro ejército de su provincia.
Se me ha informado que estos saqueadores asaltaron las casas de los
musulmanes y de los no-musulmanes, arrancando las joyas del cuerpo
de las mujeres. ¿Qué pudieron hacer estas pobres mujeres sino pedir
piedad, ayuda y sin embargo nadie vino a socorrerlas? Estos invasores
volvieron sanos y salvos, cargados con el botín saqueado de las casas de
los musulmanes.
No culparé a un musulmán si muere de pesar al escuchar estas degradantes
noticias, sino que le consideraré una persona de valía.
No es sorprendente que los enemigos de Dios puedan cooperar y
coordinarse en la tiranía y la opresión contra el hombre y la religión y
vosotros no podáis uniros para defender la causa de la justicia y la verdad,
sino por el contrario, estáis desunidos y sin coordinación.
La pesadumbre y la vergüenza será lo que os toque en suerte; os habéis
convertido en blancos hacia los que se dirigen las flechas, pero no podréis
defenderos. Estáis siendo saqueados y no podréis protegeros; estáis siendo
invadidos y os sentáis con las manos cruzadas; y las órdenes de Dios
están siendo desobedecidas ante vuestros ojos y actuáis como testigos
complacientes.
Si os pido que marchéis en verano, queréis esperar hasta que termine la
cálida estación, y si os ordeno moveros en invierno, me pedís una demora
hasta que se termine la estación fría. Es porque no podéis aguantar los
rigores de las estaciones y si no podéis hacer frente a las mismas, menos
podréis enfrentaros a una espada desenvainada. Parecéis ser hombres,
pero tenéis la mente sin desarrollar de los niños y la actitud pusilánime
y la cobardía de las mujeres acostumbradas al tocador.
Ojalá no os hubiera visto ni supiera de vosotros. Pongo a Dios
Todopoderoso como testigo, que el contacto con vosotros me ha traído
pesadumbre y vergüenza. Habéis hecho sangrar mi corazón y habéis
llenado de pena mi mente. No siguiendo mi consejo y desobedeciendo las
Órdenes de Dios, habéis creado una situación en la que los Quraish han
comenzado a decir que, aunque ‘Ali es valiente, no conoce las tácticas
de la guerra. Que Dios perdone a sus padres. ¿Hay entre ellos alguien
que tena tanta experiencia de la guerra como ‘Ali? ¿Ha estado alguno de
ellos tan a menudo como ‘Ali en la primera línea de ataque y actuando
tan a menudo como Comandante?
Todos vosotros sabéis que entré en un campo de batalla cuando todavía
no tenía veinte años y ahora tengo sesenta. ¿He desperdiciado estas
experiencias? No, sino que cuando el consejo de un líder no es atendido,
éste, naturalmente, no puede mejorar la situación.

Discurso 28
En este discurso Hazrat ‘Ali (P) ha aconsejado a la gente a abandonar la vida
pecaminosa y viciosa e intentar conseguir la salvación:
Es cierto que la vida está pasando y ha tañido la campana de su partida;
el más allá os está haciendo frente y ha manifestado claramente su
proximidad. Si deseáis ganar Sus bendiciones en el próximo mundo, el
día de hoy es el único que os queda en esta vida para trabajar por ello,
mañana es el día de la recompensa, y la recompensa será el Paraíso.
El infierno es el final último de todos los que pasan su vida sólo en la
búsqueda de placer. ¿No hay ninguno entre vosotros que se arrepienta de
sus acciones antes de la muerte, compense por lo que ha hecho y haga el
bien antes de que la calamidad caiga sobre él?
¡Recordad! Vuestro día de hoy puede ser el único tiempo que os quede para
esperar, desear y trabajar, y más allá del día de hoy puede estar el más
grande vacío -la muerte-. Quienquiera que trabaje durante este periodo
con esperanza y expectativas (el periodo de vida que le ha correspondido)
recogerá la cosecha y la muerte no le hará daño, pero la persona que no
se preocupa de utilizar este periodo beneficiosamente lo ha desperdiciado
y la muerte lo traerá a la calamidad.
Recordad que vuestro trabajo con Dios y el hombre en este periodo de
expectativa, esperanza y tregua, debiera ser del mismo elevado estandarte
de sinceridad y sumisión, que adoptáis cuando hacéis frente a peligros
y ansiedades.
Creedme, no conozco ninguna bendición tan grande como el Paraíso,
sin embargo, quienes lo buscan son muy perezosos y despreocupados
acerca de Él, ni conozco ningún castigo tan formidable y duradero como
el infierno y, sin embargo, aquellos que desean escapar de él, no le tienen
ningún miedo.
Recordad que uno que no se beneficie de la religión ya es como presa fácil
del diablo y a quien la guía no puede conducir al camino recto, termina
en calamidades y destrucción.
¡Recordad! Está decretado que la vida continúe y vosotros estáis
encaminados a proveer para el próximo mundo con pensamientos y
acciones correctas.
Temo dos cosas por vosotros: de que podáis ser extraviados por los deseos
y que podáis ser seducidos por las falsas esperanzas; evitad ambas cosas
y tomad de la vida las cosas que os protegerán en el Día del Juicio.

Discurso 29
En este discurso Hazrat ‘Ali (P) ha censurado las palabras y acciones de la
gente que le había rodeado, que habían jurado obedecerle y luchar contra
los enemigos del Islam, pero cuando llegó el tiempo de la acción, mostraron
timidez y cobardía. Hazrat ‘Ali (P) les ha dicho que, si por cobardía eran
incapaces de proteger sus propias casas, ¿cómo podrían proteger las cosas de
otros? Esperaban la victoria sin intentar alcanzarla o merecerla.
¡Oh gente! Aunque parezca que viven juntos, sus puntos de vista y
propósitos son divergentes. Ustedes son jactanciosos y hablan tan fuerte
que sus palabras parecen suficientemente poderosas para romper duras
piedras, y sin embargo, actúan tan tímidamente como para tentar a sus
enemigos a atacarles más y más. Cuando se reúnen, hablan como si
fueran a alcanzar un gran éxito y sin embargo, cuando les llega la hora
de combatir por la causa de la Verdad y la Justicia, intentan evitarlo.
Quien reclame su ayuda no recibirá nunca honor y gloria y quien simpatice
con ustedes no tendrá nunca paz espiritual. Sus excusas y protestas son
debido a sus defectuosas y erróneas formas de pensar. Desean diferir la
guerra, como un mal deudor, que intenta en vano postergar el día del
pago de su deuda.
En verdad que una persona manca, despreciada y humillada, puede evitar
la opresión y la injusticia, y sepan también que los derechos no pueden
obtenerse, sino mediante esfuerzo, empeño y trabajo. ¿Qué casa y tierra
defenderán, cuando permiten que sus casas sean saqueadas y destruidas, y
bajo que guía y liderazgo combatirán cuando yo ya no esté entre ustedes?
¡Por Dios! Quienquiera que confíe en ustedes es decepcionado malamente,
quienquiera que intente alcanzar el éxito con su ayuda, está condenado al
fracaso, y quienquiera que desee sacar adelante una guerra con su ayuda,
estará intentado combatir con armamentos rotos e inútiles.
¡Por Dios! Ni creo en ustedes, ni espero su ayuda y tampoco puedo asustar
al enemigo con ustedes a mi lado. ¿Qué les ha ocurrido? ¿Cómo pueden
ser mejoradas sus mentes? ¿Hay un remedio para su enfermedad? ¿No
se dan cuenta de que sus enemigos son también hombres como ustedes?
Ustedes hablan de cosas sin entenderlas. No les preocupa en absoluto la
forma y medios de conseguir el triunfo a causa de sus pecaminosas vidas.
Esperan una victoria sin ser aptos para obtenerla o merecerla.

Discurso 30
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) ha explicado las causas del asesinato del
Califa ‘Uthman y porqué él no tuvo ninguna conexión -en absoluto- con dicho
incidente de la historia del Islam.
Si hubiera ordenado que lo mataran, yo indudablemente hubiera sido el
asesinado; y si hubiera impedido que la gente lo matara hubiese sido su
auxiliador. Pero no tengo ninguna conexión con este asunto.
Quienes vinieron en ayuda de ‘Uthman no pueden decir que fueron mejores
que quienes le abandonaron43, y quienes le abandonaron no pueden decir
que eran mejores que sus auxiliadores. Colocaré ante ustedes ambos lados
del asunto: ‘Uthman era extremadamente terco y muy obstinado, y ustedes
fueron excesivamente impacientes y apresurados. Queda en Manos de
Dios el dar Su veredicto entre el terco y el apresurado.

Discurso 31
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) aconsejó a Abdullah Ibn Abbas, cuando fue
43 Con esto el Imam se refería a Zubayr, Talha y la hueste de otros que originalmente habían
instigado el hecho, y que después se hicieron sordos a las peticiones del Califa ‘Uthman. Y
después ellos mismos surgieron como vengadores de su asesinato.
enviado a Zubayr Ibn Awam, antes de la batalla de Yamal.
No te reúnas con Talha, él no está abierto a la convicción y el razonamiento.
Es arrogante y se comporta como un toro con la cabeza levantada y los
cuernos apuntando hacia su espalda. Está intentando dirigir una turba
iletrada, indócil e impía, creyéndoles como dóciles y obedientes. Pero
debes reunirte con Zubayr, él es razonable y considerado. Dile que tienes
este mensaje de parte de su primo: “Me has aceptado en Hiyaz como el
Califa del Profeta y como tu jefe, pero en Iraq rehusaste reconocer mis
derechos. ¿Qué te hizo echarte para atrás de tus palabras y acciones?”.

Discurso 32
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) ha aconsejado a la gente a llevar una vida
piadosa y honesta y ha explicado el estado de la sociedad de la época:
¡Oh gentes! Es una realidad que os encontráis en tiempos duros y días
crueles, tiempos en que se prueban las armas de los hombres, tiempos
que las personas virtuosas son consideradas malvadas y que los tiranos y
déspotas se están volviendo más y más crueles y opresores, mientras que
vosotros ni hacéis uso de vuestros conocimientos ni intentáis mejorarlos.
Desgraciadamente, ni siquiera os dais cuenta de una sola calamidad a
menos que os arruine.
Recordad que hay cuatro grupos de gentes en este mundo: En primer
lugar están aquellos que se abstienen del vicio, la villanía y la violencia,
porque son tímidos y cobardes y porque no tienen los medios necesarios
y la riqueza.
Después están aquellos que han desenvainado sus espadas, han confesado
abiertamente sus malas intenciones, y han reunido a sus ejércitos
a su alrededor. Están dispuestos a toda clase de maldad y tiranía y
despiadadamente han elegido poner el poder del mal por delante de todo.
Han vendido sus almas al diablo a cambio de los beneficios mundanos que
ganan desde los ejércitos que conducen y de los púlpitos desde los que
predican la impiedad y el pecado. Pero ciertamente, es un mal negocio,
cambiar vuestra alma y las bendiciones a vosotros reservadas, por una
vida viciosa y de seducciones pasajeras.
Y hay algunos que, en lugar de intentar ganar las bendiciones de Dios
con acciones buenas y sinceras, desean asegurarse un lugar elevado
en este mundo sobre apariencia de piedad y santidad. Son hipócritas
que pretenden ser humildes, honestos y castos. Dios Misericordioso no
les ha descubierto ante el mundo y ellos, con la conciencia tranquila,
se aprovechan equivocadamente de Su Benevolencia para ocultar sus
pecados, bajo una ostentación de santidad y piedad.
Finalmente, están aquellas gentes de mente débil y carácter depravado,
ni pueden crear recursos -beneficios- ni se pueden asegurar la existencia
y, por consiguiente, se encuentran a sí mismos lejos de las riquezas y la
posición elevada. Intentan también cubrir su humildad y pobreza bajo la
apariencia de una vida religiosa y resignada, pretendiendo ser virtuosos
y en paz con ellos mismos aunque, por la mañana, el mediodía y la noche,
no piensan en otra cosa, sino, en adquirir riqueza y cómo asegurarse una
posición elevada en la sociedad.
Junto a estos cuatro grandes grupos de gente, hay también una minoría
insignificante de personas generosas, a quienes la verdadera concepción
de Su Grandeza y Fuerza (la de Dios) no les permite ser crueles, viles
y altaneros y, el temor al Día del Juicio no les permite llevar una vida
frívola. La suya es una triste suerte en el ámbito presente. Son apartados
de la sociedad y de sus prójimos, a menudo aterrorizados, humillados y
perseguidos. Algunos de ellos son trabajadores silenciosos que intentan
sincera y modestamente atraer a la gente hacia el camino de la religión y de
Dios, mientras que otros que no pueden encontrar ni siquiera oportunidad
para esto, viven apartados, rodeados a menudo de humillación y pobreza
agarrándose heroicamente a su misión. Son como una persona arrojada
al mar, atada de pies y manos y amordazada, que no pueden nadar para
salvarse ni pedir ayuda. Han cumplido con su deber hacia los hombres
y para con Dios y han intentado llevar a la gente hacia la religión y la
verdad hasta que la mayoría fueron tan despiadadamente suprimidos que
perdieron todo prestigio y convicción en la sociedad o fueron muertos tan
cruelmente que lo que queda ahora de ellos es una tontería insignificante.
Debéis daros cuenta de que una vida viciosa y de que la pompa y la gloria
ganada a través del vicio, no tienen realmente valor. Renunciad al caos
adquirido de este mundo como algo despreciable el cual, ha abandonando
siempre a aquellos que se enamoran locamente de él. Tomad advertencia
de la vida de otros antes de que la vuestra, se convierta en páginas de la
historia de las que otros tomen lección.
Discurso 33

Abdullah Ibn Abbas, dijo que Hazrat ‘Ali (P) estaba marchando a la cabeza de
su ejército hacia Basra y cuando el ejército se detuvo en Ziquar, se encontró
a Hazrat ‘Ali (P) remendando y reparando sus viejos y gastados zapatos. Ibn
Abbas observó con admiración este acto de Hazrat ‘Ali (P) y este último se
dio cuenta de la admiración en sus ojos y le dijo: “Ibn Abbas ¿Cuál piensas
que pudiera ser el precio de este par de zapatos?”. Ibn Abbas le respondió:
“Nada Señor, ni siquiera el coste de los remiendos que les haces, no tienen
ningún valor”. Hazrat ‘Ali (P) le dijo entonces: “Ibn Abbas, si no puedo
establecer un régimen de Justicia y Verdad y si no puedo erradicar la tiranía
y la impiedad, entonces el valor de este Califa es menor que el de este par
de zapatos”. Hazrat ‘Ali (P) se volvió entonces hacia sus oficiales y dio el
siguiente discurso:
Ciertamente cuando Dios Todopoderoso envió a Muhammad (PBd) como
Su Mensajero y Profeta de Paz, no había ni una sola persona en Arabia
que conociera de hecho algo sobre el Libro Celestial (El Corán) o que
hubiese pretendido ser un Profeta. Nuestro Santo Profeta (PBd) guió a los
hombres hasta que vieron el camino recto y encontraron la senda hacia la
salvación, hasta que les enseñó la vida simple y el pensamiento elevado,
y hasta que les trajo paz mental, fe y certeza.
Pongo a Dios por testigo, que junto con él, yo también me esforcé
por apartar la ignorancia y la iniquidad, hasta que las mentes de sus
verdaderos y fieles seguidores estuvieron totalmente limpias de la maldad.
Durante este tiempo, nunca me jacté de nada o estuve cansado y nunca
tuve miedo a la oposición de mis adversarios.
Mi misión hoy es la misma que fue en tiempos del Profeta. Me esforzaré
hasta que erradique la impiedad y la injusticia y hasta que establezca el
gobierno de la justicia y la verdad (un régimen humano y celestial)
¡Por Dios! ¿No se dan cuenta los Quraish de qué y quien son? Combatí
contra ellos cuando eran politeístas y ahora combatiré contra ellos
para extirpar su gobierno tiránico, injusto e impío. Soy hoy el mismo
bienqueriente que era durante la vida del Santo Profeta (PBd) y no se
han deteriorado mi valor y determinación.
Discurso 34
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) ha expresado su pesar en lo concerniente a
la condición mental de los iraquíes, advirtiéndoles sobre los resultados del
abandono del deber y la indiferencia hacia la Religión:
¡Ay! Cuando digo que estoy cansado de aconsejaros y reprenderos, hablo
más con dolor que con ira. ¿Qué os ha sucedido? ¿Habéis aceptado
realmente una vida viciosa y pecaminosa a cambio de las Bendiciones
Eternas? ¿Estáis sinceramente satisfechos con la humillación y la
subversión en lugar del honor y la gloria?
Si declaro el yihad contra los enemigos de Dios y la Religión, giran
vuestros ojos como si estuvieran pasando por los espasmos de un
desvanecimiento o sufriendo la agonía de la muerte.
Aparentemente no intentáis comprender lo que se os está enseñando y así
estáis aturdidos y perplejos, actuando como si estuvierais locos. La confusa
condición de vuestra mente es tal, que os comportáis como camellos que
hubieran perdido sus conductores y se desbandaran nerviosamente y sin
rumbo si uno intenta reunirlos en un lugar.
He perdido completamente la fe en vosotros. No sois la clase de ayuda en
que se puede confiar, ni ayudantes tan honrados en los que se pueda uno
fiar. Sois combustible inerte e inútil para el fuego de la guerra, vuestros
enemigos os están engañando y están intrigando contra vosotros y vosotros
no sois rivales para ellos; están planeando vuestra destrucción noche y
día y sois insensibles al peligro; están reduciendo las fronteras de vuestro
reino y no os sentís molestos por ello.
Juro por Dios que aquellos que se abandonan y desamparan unos a otros
y no aceptan una medida colectiva eficaz para resistir a un enemigo, serán
siempre conquistados y sometidos. Estoy positivamente seguro, que en
una batalla ciertamente violenta, cuando veáis a muchos agonizando y
los muertos a vuestro alrededor desertaréis de mí.
Recordad que vuestra rendición a un enemigo que desea cortar vuestra
carne en tiras, machacar todos los huecos de vuestro cuerpo y desollaros
vivos o muertos, muestra cuán incompetentes, cobardes y timoratos sois.
Sois libres de adoptar tal proceder en la vida. Por lo que a mí se refiere,
en lugar de dejar al enemigo que consiga ventaja sobre mí, me defenderé
lo mejor que pueda y dejaré el resto en manos de Dios.
¡Oh gente! Recordad que vosotros y yo tenemos deberes mutuos uno hacia
otro. Mi deber hacia vosotros es enseñaros formas de vida correctas,
proveeros de un estado de bienestar, elevar la renta y el nivel de vida
para cada uno de vosotros, educaros e infundiros una cultura elevada.
Vuestro deber hacia mí es no violar vuestra promesa de fidelidad a Dios
y la Religión. Ser leales a mí incluso a mi espalda, aceptar la disciplina
y obedecer las órdenes.

Discurso 35
De acuerdo con Muhammad Ibn Abdahu, el Huiti de Egipto y el comentarista
del discurso de Hazrat ‘Ali (P) cuando este último estaba enzarzado contra
Mu’awiyah en la batalla de Siffin y el ejército de Mu’awiyah estaba al borde de
una desastrosa derrota, el Comandante de Mu’awiyah, ‘Amru Ibn ‘As, sugirió
que debiera sobornar a algunos de los oficiales del ejército de Hazrat ‘Ali (P)
y adoptar la astucia de elevar el Corán sobre las lanzas y rendirse al tiempo
que decían: nos rendimos ante el Corán y deseamos designar un árbitro que
decida entre nosotros de acuerdo con las reglas del Corán.
Este truco tuvo éxito. Aunque Hazrat ‘Ali (P) aconsejó a sus oficiales que no se
dejaran engañar ni convirtieran una victoria abrumadora en una tregua idiota,
el dinero y la aparición de unos pocos trapos que fueron alzados sobre las
lanzas y llamadas del Corán consiguió la tregua aquel día. Excepto unos pocos
oficiales cuya leal y fiel conducta (como Maalik Ashter y Quais Ibn Maqql)
los otros bajaron sus armas y se declaró la tregua. Se designaron unos árbitros
y como Hazrat ‘Ali (P) había previsto, estos árbitros vendieron al Shaytán la
causa del Islam junto con sus almas. Algunos de los sadrs se dieron cuenta
de su necedad y vinieron a Hazrat ‘Ali (P) con disculpas y fue en esa ocasión
cuando se pronunció este discurso:
Hay que dar siempre las gracias a Dios Misericordioso, aunque podáis
estar haciendo frente a tiempos difíciles o encontrándoos con reveses e
infortunios. Testifico que no hay Dios sino el Uno: el Todopoderoso y, que
no tiene colega, ni un socio y testifico que nuestro Santo Profeta (PBd) es
Su siervo y Su Mensajero.
Deseo que aprendáis esta verdad obvia, y es que el no creer el consejo de
un amigo devoto y solícito o desobedecer el consejo de alguien instruido y
con experiencia que además os desea el bien, terminará siempre en pesar
y vergüenza y traerá como resultado el remordimiento y la pesadumbre.
¿Recordáis el consejo que os di respecto a este asunto del arbitraje? Fue un
consejo verdaderamente sincero y altamente valioso. Pero comportándoos
como enemigos sospechosos y malintencionados o como segadores falsos
e infieles, rehusasteis a aceptar un consejo hasta que me vi forzado con
desgana a retenerlo, perdisteis una oportunidad de oro y os estáis dando
cuenta ahora que ya es demasiado tarde. Ojalá os hubierais dado cuenta
de ello antes.

Discurso 36
La batalla de Nahrwan tuvo lugar entre Hazrat ‘Ali (P) y los jariyitas. Estos
últimos fueron la gente que estuvo en el ejército de Hazrat ‘Ali (P) en la
batalla de Siffin. Ellos fueron los que empujaron a Hazrat ‘Ali (P), contra su
buen juicio, para aceptar la proposición del arbitraje. Pero cuando se les hizo
saber el resultado del mismo y cuando las promesas hechas por Mu’awiyah no
fueron cumplidas, declararon que Hazrat ‘Ali (P) había cometido un error en
aceptar el arbitraje porque nadie podía arbitrar en los asuntos del Islam sino
Dios. Con esta astucia decidieron combatir contra Hazrat ‘Ali (P) y reunieron
un ejército de más de doce mil soldados. Al comienzo, Hazrat ‘Ali (P) no quiso
combatir contra ellos y aconsejó a sus oficiales que no los enfrentaran. Entonces
tomaron esta decisión como una muestra de debilidad por parte de Hazrat
‘Ali (P) y atacaron Haharwen, una ciudad a orillas del Eufrates y mataron a
su Gobernador junto a su mujer e hijos, la pobre mujer estaba embarazada.
Después de matarla, le abrieron el vientre, le sacaron al hijo y lo cortaron en
pedazos. Después iniciaron una orgía de asesinatos y pillaje, matando a gente
tan famosa como Simal, Hariz Ibn Murra y muchos otros hombres, mujeres y
niños. Saquearon muchas casas en Nahrwan y en muchas ciudades próximas.
Así, Hazrat ‘Ali (P) se vio obligado a combatir contra ellos. Esta batalla tuvo
lugar en Nahrwan.
En el siguiente discurso, justo antes de la batalla, Hazrat ‘Ali (P) les previno
a dirigir su atención hacia el hecho de que habían sido ellos quienes habrían
dado lugar al arbitraje y ahora habían desenvainado contra él sus espadas,
haciendo del mismísimo arbitraje una causa para combatir contra él. Este
discurso contiene palabras que se hicieron realidad y la mayoría de los soldados
del ejército de estos rebeldes fueron muertos antes de que terminara el día.
Quiero advertiros y aconsejaros contra esta batalla, para que no perdáis
todos la vida en ella y el próximo día derrame la luz de su mañana sobre
vuestros cuerpos mutilados y desparramados a lo largo del cauce de
este río. Vosotros y sólo vosotros seréis responsables de vuestra muerte
y moriréis sin justificar vuestra acción ante los hombres y ante Dios.
No tenéis ninguna razón en absoluto para declararme la guerra. Estáis
enloquecidos sobre el apetito de la falsa grandeza de una vida pecadora;
os ha confundido y os ha atrapado en sus redes.
O acaso no recordáis que anteriormente os aconsejé a todos a no acceder
a la propuesta del arbitraje y tregua en Siffin sin o que, comportándoos
como mis amargos enemigos, rehusasteis a aceptar mi consejo y con gran
repugnancia fui forzado a ceder a vuestras peticiones. Vuestra voluble
disposición y falta de juicio fueron los responsables de la pérdida, pero
ahora deseáis depositar en mi puerta la responsabilidad y hacerla causa
para rebelaros contra mí aunque siempre os desee el bien; tampoco os
sugería nunca algo que pudiera traeros algún perjuicio. Habéis sido
mezquinos y viles y así permaneceréis siempre.

Discurso 37
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) ha descrito su trabajo sincero, su valor
y determinación en la causa del Islam comparado con otros musulmanes,
especialmente con aquellos durante los primeros días en que el Santo Profeta
(PBd) comenzó a predicar el Islam:
Me adelanté a todos entre mis contemporáneos a dar la bienvenida
a la Orden de Dios, mientras ellos se mantenían tímidamente detrás.
Me adelanté valientemente a defender la fe, mientras ellos escondían
nerviosamente sus cabezas bajo sus capuchas. Di testimonio sin dudar
del Mensaje de Dios mientras que ellos mantuvieron la lengua atada por
miedo a los incrédulos. Caminé sobre el sendero de la Verdad bajo la
Luz Divina, mientras que ellos se mantenían quietos bajo las nubes de
la incertidumbre y la duda acerca de Dios y la Religión. Nunca hable en
voz alta de mis virtudes y nunca me inquieté por la recompensa, aunque
sobrepasé a cada uno de ellos en alcanzar los favores divinos.
Poseyendo estas distinciones y atributos me elevé más alto que cualquiera
de ellos y permanecí solo en aquella altura. MI posición era firme como
la de una montaña que ni los ciclones pueden menear ni los tornados
romper. Ni una persona tiene una causa justificada para culparme o para
encontrarme en falta.
Todos aquellos a quienes la sociedad ha agraviado o ha humillado
injustamente, son respetables y queridos ante mí, y les aseguré sus justos
derechos y pretensiones, mientras que los usurpadores arrogantes y
despóticos de los derechos humanos son despreciables ante mis ojos y les
haré devolver los derechos y privilegios que han usurpado injustamente.
Me he resignado alegremente a la Voluntad de Dios y he inclinado de
buena gana mi cabeza a Sus Mandamientos. ¿Podéis creer que yo pudiera
fabricar una mentira acerca del Santo Profeta (PBd)? Fui la primera
persona en atestiguarlo como Profeta de Dios. ¿Cómo puedo ser el primero
en calumniarle? Por consiguiente, cuando deliberé sobre el estado de mis
asuntos, llegué a la conclusión de que debía dar prioridad a la realización
de las promesas hechas al Santo Profeta (PBd) sobre el problema de pedir
a la gente que me dieran el juramento de fidelidad.

Discurso 38
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) habla sobre las dudas y cómo superarlas:
Una idea que crea incertidumbre acerca de la Religión, se llama duda. Se
le llama así porque se parece mucho a la verdad y la realidad. La gente
piadosa camina a través de las tinieblas y oscuridad de las dudas bajo
la luz de la fe y la confianza en Dios. Pero los enemigos de Dios están
guiados por un deseo de extraviarse, y tienen oscuridad mental y falta de
previsión como sus guías.
¡Recordad! Quienes temen a la muerte no escaparán de ella, y quienes
desean la inmortalidad no la conseguirán.

Discurso 39
En el año 39 después de la Hégira, Maalik Ibn Kab, era Gobernador de Ain
Uth Thamur, una de las provincias durante el Califato de Hazrat ‘Ali (P)
Maalik tenía con él un contingente muy pequeños de aproximadamente 100
caballeros, entonces, Mu’awiyah, sin ninguna declaración de guerra envió un
ejército invasor bajo las órdenes de Noman Ibn Bashir. Cuando llegó a Hazrat
‘Ali (P) la noticia de este ataque, llamó a los musulmanes para que fueran
en ayuda de Maalik, y viendo lo timoratos y nerviosos que se mostraban y
el pobre espectáculo que daban, Hazrat ‘Ali (P) dio este discurso. Tras el
mismo, Addi Ibn Hathim vino a Hazrat ‘Ali (P) con 1 000 guerreros de los
Bani Thai. Hazrat ‘Ali (P) les dio el mandato de una fuerza expedicionaria
y les aconsejó juntar a algunos hombres más. Estaba atareado reclutándoles,
cuando llegaron noticias de Maalik Ibn Kab, de que con sus 100 hombres había
derrotado la horda de 1.000 soldados de Mu’awiyah. Las palabras de Hazrat
‘Ali (P) fueron entonces:
Estoy siendo probado con el gobierno de una gente como vosotros que sois
tan legítimos en obedecer órdenes y tan indiferentes acerca de cumplir
vuestros deberes. ¿Qué os ha sucedido? ¿Porqué os habéis vuelto tan
débiles y tímidos? ¿Porqué no os levantáis a defender vuestros derechos
y vuestra fe? ¿Qué clase de hombres sois? ¿No tenéis Religión que os
reúna y os haga ayudaros unos a otros? ¿No queda en vosotros sentido
de la vergüenza y el honor que suscite en vosotros sentimientos de coraje
y valentía?
Estoy entre vosotros llamándoos a defender vuestro país y vuestra Religión
y no prestáis atención a mi llamada ni os levantáis a obedecer mis órdenes
y vuestra apática condición continuará hasta que vuestras perniciosas
consecuencias se tornen evidentes hacia vosotros y entonces os daréis
cuenta de la verdad e importancia de mi consejo, pero demasiado tarde.
Con vuestra ayuda es difícil de vengar los agravios que se nos han hecho
e imposible alcanzar la meta a la vista. Cuando os llamé para ayudar
a vuestros hermanos, comenzasteis a lamentaros como un camello que
sufre un cólico y manifestasteis desgana como una bestia de carga con el
lomo herido. Y quienes entre vosotros se presentaron como respuesta a
mi llamada, fue una multitud abigarrada de gente tímida y confusa que se
comportaban tan nerviosamente como si se les arrastrara a la destrucción
o como si estuvieran enfrentándose a los horrores de una muerte terrible.

Discurso 40
En la batalla de Siffin, Hazrat ‘Ali (P) había aconsejado a sus seguidores
de que no fueran engañados por la perfidia de Mu’awiyah y su astuta treta
y a que no aceptaran la tregua y el arbitraje, pero el dinero, los regalos y
las promesas de más cosas, junto con los falsos compromisos de amistad y
camaradería sobre el Corán, habían puesto del lado de Mu’awiyah a muchos
de los oficiales infieles, y, excepto por unos pocos seguidores leales, el
resto había rehusado aceptar el consejo de Hazrat ‘Ali (P) y se rebelaron
abiertamente. Cuando Mu’awiyah habiendo evitado una aplastante derrota
de este astuto modo, trató mezquinamente a estos rebeldes y violó todas sus
promesas -entonces- se desilusionaron y se rebelaron también contra él. Se
habían desmoronado espiritualmente y las penas, temores y tribulaciones que
son siempre el resultado de tal forma de pecado, los pusieron desesperados.
Por tal desesperación, culparon de esta tregua a Hazrat ‘Ali (P) Como todos
los cuerpos político-religiosos deseaban un eslogan pseudo-religioso para
congregar a la gente de su alrededor y combatir a Hazrat ‘Ali (P) entonces,
eligieron la frase: “No hay orden ni ley sino la de Dios”.
Hazrat ‘Ali (P) arroja luz en este discurso sobre este eslogan y su falso
significado, el que querían obtener del mismo.
Este eslogan que se mantuvieron repitiendo es cierto -en sí mismo- pero
deducen su significado incorrectamente y sacan del mismo conclusiones
perniciosas para la humanidad. ¡Sí! No puede haber orden ni ley sino
las de Dios, pero sacan la conclusión de que nadie debiera ser rey o
gobernante sobre la humanidad sino Dios.
¡Cómo puede ser eso posible! Necesariamente, debiera haber alguna
forma de Gobierno del hombre sobre el hombre. Debiera haber una
mediación humana como forma de gobierno. Esto pudiera ser o bien un
gobernante piadoso y benevolente o un gobierno impío.
Un Gobierno benevolente y piadoso es necesario de modo que bajo su
buena administración, los musulmanes y los no-musulmanes por igual,
puedan prosperar y disfrutar los frutos de los esfuerzos de sus mentes y
cuerpos; de modo que bajo su benigna protección, Dios pueda concederles
vidas felices y mejorar; de modo que bajo su enseñanza puedan defenderse
de sus enemigos; para que pueda haber seguridad en los caminos de la
vida, el honor y la religión. Para poder asegurar al pobre, humilde y al
abatido sus derechos y pretensiones, arrancándoselos de las garras de
los opresores ricos y poderosos, y para que la gente virtuosa pueda estar
protegida de las vejaciones de los corruptos.

Discurso 41
Hazrat ‘Ali (P) ha dado las razones de porqué no aprecia la diplomacia y el
engaño. Su enseñanza es tanto el fin como los medios que debieran evitar toda
clase de vicio y de maldad. Dice que sabe como engañar, como disimular y
ser diplomático, y tiene el poder y mando sobre las formas de hacerlo, pero
el temor a Dios le frena. Por consiguiente -de estas dos líneas- lo que debiera
guiar vuestra vida no es el triunfo sino el temor de Dios.
La fidelidad es de hecho, un atributo humano emparentado con la verdad
y la autenticidad y no conozco otra mejor protección para la humanidad
contra el mal y el daño.
Uno que crea en la vida del más allá nunca echará mano del engaño y la
duplicidad. Pero desgraciadamente estamos pasando a través de tiempos
que la mayoría de la gente de este mundo piensa que la hipocresía significa
sabiduría y conducen a las masas iletradas a creer que el disimulo es la
mejor forma de sagacidad. Tengo suficiente sabiduría y conocimiento para
saber lo que significan la diplomacia y el disimulo, y suficiente actitud y
autoridad para hacer uso de ello, pero tengo ante mí los mandamientos
y prohibiciones que me protegen del pecado. Un hombre que no tenga
respeto de la Religión salta a la menor oportunidad a través del engaño,
el disimulo y la diplomacia.

Discurso 42
A través de este discurso Hazrat ‘Ali (P) nos ha enseñado que la avaricia y
el deseo desordenado será nuestra perdición. Las formas de vida viciosas no
nos procurarán ganancias materiales de naturaleza permanente, debemos dar
importancia a la vida del más allá:
¡Oh gentes! No temo tanto a nada de vosotros como a vuestras debilidades.
Una, es vuestro deseo de alcanzar todos los deseos y anhelos de vuestro
corazón y la otra, es vuestra creencia en esperanzas desordenadas y soñar
despiertos, recordad que la codicia y la avaricia os impedirán seguir el
camino de Dios y que las excesivas ambiciones de esta vida os harán
olvidar la próxima.
Tened cuidado, ya que el mundo a menudo aparta su cara de vosotros
rápidamente y usualmente lo que os queda de sus placeres no es más que
la humedad en un vaso de agua que ha derramado completamente su
contenido. Tened cuidado ya que el más allá está ante vosotros. Esta vida
y el más allá son como dos madres y los seres humanos son como niños.
Tomad como vuestra madre a la vida que viene y no dejéis que os adopte
la presente como su hijo, porque el Día del Juicio todo niño será juntado
con su madre. Recordad que esta vida es un lugar de trabajo y no de juicio
y, el Día del Juicio será un Día de ajuste de cuentas y no de acciones.
Discurso 43
Hazrat ‘Ali (P) había enviado a Yurair Ibn Abdullah Bayali como su Embajador
ante Mu’awiyah, pidiéndole que diera -como otros- juramento de fidelidad a
Hazrat ‘Ali (P)
Yurair estaba todavía en Siria cuando Hazrat ‘Ali (P) fue informado de
que Mu’awiyah no aceptaría a Hazrat ‘Ali (P) como el Califa y se estaba
preparando para hacer la guerra en su contra. Esto haría que Hazrat ‘Ali (P)
diera prepararse también para la guerra. En aquella ocasión Hazrat ‘Ali (P)
ofreció el siguiente discurso:
El que me esté preparando para la guerra cuando Yurair está todavía
con Mu’awiyah, parece como si estuviera cerrando la puerta de las
negociaciones pacíficas con los sirios, y como si estuviera forzándoles
a rebelarse contra mí, incluso si tuvieran un deseo sincero y genuino de
darme el juramento de fidelidad.
De hecho, yo he dispuesto ya un tiempo para la vuelta de Yurair. Si se pasa
de ese tiempo, será por una de dos razones: o porque está siendo engañado
por Mu’awiyah o porque se ha rebelado en contra mía. Mi idea es hacer
frente a los hechos sin más, y seguir con mi trabajo calmadamente; tú
quédate en calma también y haz tu trabajo rápidamente, pero la historia
nos muestra que no hay perjuicio en que permanezcas dispuesto y fuerte
para enfrentar a tu enemigo.
He pensado bien el problema y he considerado completamente los pros
y los contras del asunto. Creo que no me queda otra elección, o bien
tengo que aplastar una rebelión por la fuerza o tengo que someterme al
paganismo. Ahora debes darte cuenta de esta amarga realidad (que el
Islam ha llegado a esta situación) y que peligros se ciernen en lontananza
(a la distancia)
El Gobernador anterior había introducido tanto el ateísmo e innovación
que la gente comenzó a criticar; al comienzo intentaron aconsejarle y
apartarle del camino equivocado, y fallando lo anterior, se rebelaron en
su contra.
En vista de este ejemplo, es fácil ver como ha llegado a ser fácil la rebelión
contra su autoridad.
Discurso 44
Cuando Musqala, hijo de Hubair Shebani, dejó Kufa y se fue a donde
Mu’awiyah con algún dinero del tesoro público, Hazrat ‘Ali (P) dijo entonces:
Que Dios perdone a Musqala, hijo de Hubair, al comienzo actuó como
un señor pero al final huyó como un esclavo. No dio a sus apologistas
tiempo a terminar su defensa, ya que antes de que hubieran terminado de
dar fe de sus buenas cualidades los forzó a cambiar sus puntos de vista.
Si no hubiera huido, le hubiéramos forzado a pagar parte de su deuda y
hubiera esperado a pagar el resto hasta que sus condiciones económicas
mejoraran.

Discurso 45
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) alaba a Dios y aconseja a los seres humanos:
Todas las alabanzas se deben solamente a El, de cuyos Favores nadie
es privado, de cuyas Bendiciones nadie queda necesitado, y de cuya
Generosidad nadie necesita perder la esperanza. Uno que le reza no
necesita sentir desgracia o ignominia. Su Munificencia es eterna y
Sus Bendiciones no terminarán nunca. Este mundo es destructible por
naturaleza, y sus habitantes habrán de abandonarlo; para la gente de
mente viciosa los placeres perecederos de esta vida son apetecibles, pero,
en la actualidad la vida se va rápidamente, aunque uno pueda quererla
locamente. Mi consejo es que paséis por la vida de tal modo que llevéis
con vosotros buenos resultados a la otra vida y toméis de esta vida sólo
las cosas que os ayudarán en la próxima.

Discurso 46
En ocasión de su viaje a Siria, Hazrat ‘Ali (P) dio el siguiente discurso que
de hecho, es una oración:
¡Oh Señor! Te pido Tu Protección contra las dificultades del viaje, contra
los pesares de un penoso regreso, y contra el encontrar a mi familia y mi
casa en apuros cuando vuelva a ellos.
¡Señor! Eres el Mejor Compañero y Guía en un viaje, y a quien con más
confianza puedo dejar mi familia y mi hogar. Nadie sino Tú, Señor mío,
puede combinar estos dos atributos en sí mismo: Ser Mi Compañero y
mí Guía -durante el viaje- cuando dejo mi casa y mi hogar para que lo
cuides y Te preocupes de mi familia y fortuna.
Porque nadie sino el Señor posee los atributos de Omnipresencia y Omnipotencia
para estar con todo el mundo, en todas partes en el mismo momento.

Discurso 47
En pocas palabras, Hazrat ‘Ali (P) ha predicho el futuro de Kufa y lo que será
de sus opresores:
¡Oh Kufa! Es como si viera que te están tratando con poca cortesía,
están siendo crueles contigo, te muelen a calamidades, y te someten con
catástrofes que harán temblar los cimientos de tu paz y prosperidad. Pero
sé que el opresor que os tiranice estará perseguido y castigado por Dios.

Discurso 48
Hazrat ‘Ali (P) dio este discurso en Nojaela mientras estaba avanzando hacia
Siria a la cabeza de su ejército:
Dios Sea Alabado mientras caiga la noche y se oscurezca el mundo y
mientras las estrellas se levanten y se pongan
(esto es, mientras al tierra esté girando y continúe girando mientras existan
sistemas solares en las galaxias, los cuales permanecerán mientras exista el
universo, por consiguiente significa que la Alabanza a Dios continuará mientras
el universo continúe existiendo)
Alabado Sea Dios, cuya Generosidad no desaparecerá nuca, cuyos Favores
son gratuitos y no necesitan compensación.
Sabed que he avanzado a la vanguardia de mi ejército con instrucciones
a las orillas del Eufrates hasta nueva orden. Yo mismo he decidido cruzar
el Eufrates y llegar hasta el grupo de gente que vive a orillas del Tigris
de modo que pueda hacerles combatir a los enemigos del Islam y ser una
ayuda para vosotros.

Discurso 49
En un lenguaje muy simple, Hazrat ‘Ali (P) ha explicado la muy compleja
teoría de aceptar la existencia de Dios, y la mejor forma de cómo llegar a darse
cuenta de Su Existencia:
Alabado Sea Dios, que conoce los secretos de las cosas (el Universo
entero) y las pruebas claras de cuya existencia brillan en las dife-
rentes fases de la naturaleza. Ningún ojo físico lo ha visto o lo verá
nunca, pero los que no lo han visto físicamente no pueden negar Su
Existencia, mientras las mentes de los que han aceptado Su Existencia
no pueden aprehender la esencia real de Su Naturaleza Divina. Su
lugar es tan alto que no se puede imaginar nada más elevado. Está
tan próximo a nosotros que nada puede estar más próximo.
La eminencia de Su posición no le ha colocado más apartado de
Sus criaturas, y Su proximidad no las ha elevado a Su nivel. No ha
permitido a la mente humana aprehender la esencia de Su Ser, sin
embargo, no les ha impedido darse cuenta de Su Presencia. Varios
aspectos del Universo fuerzan incluso a los ateos a aceptarle (como el
Gran Arquitecto del Universo) sin embargo, Él está muy por encima
de las concepciones de aquellos que rehúsan Su Existencia y también
de aquellos que imaginan Sus atributos en diferentes expresiones de
la naturaleza.

Discurso 50
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) ha arrojado luz sobre las causas que provocan
que la gente se extravíe de la Religión:
Ciertamente las causas de la Rebelión y el desacuerdo contra la Religión
son, el que las gentes sigan los dictados de sus mentes contra las órdenes
reveladas en el Libro de Dios, y el que introduzcan innovaciones y cisma.
Consecuentemente, a pesar de los Mandatos de Dios, las personas que no
saben nada acerca de la religión, son consideradas cabezas de la religión.
El hecho es que si se hubiera permitido aparecer a la falsedad como
diferente de la verdad, los que buscan la verdad la hubieran discernido
fácilmente y se hubieran mantenido apartados de la falsedad; y si
se hubiera permitido aparecer a la verdad como semejante de la
falsedad, la gente no habría encontrado fácil criticar la religión. Pero,
desgraciadamente, las gentes comenzaron a mezclar partes de verdad
con falsedad y, Satán se aprovechó de esta situación y ganó completo
control sobre las mentes de sus seguidores, y sólo las personas que, con
la ayuda de Dios han avanzado hacia formas de meditación -racionales
y serenas- pueden escapar de sus trampas.

Discurso 51
Al comienzo de la batalla de Siffin, Mu’awiyah y sus ejércitos ocuparon el
río Eufrates y detuvieron el suministro de agua a Hazrat ‘Ali (P) desafiándole
a tomar el río por la fuerza. Hazrat ‘Ali (P) derrotando a las fuerzas de
Mu’awiyah, tomó posesión del río y permitió el uso libre del agua al ejército
del enemigo, justo antes de la batalla, Hazrat ‘Ali (P) ofreció este discurso:
El ejército de vuestro enemigo os ha desafiado a combate. O bien aceptáis
la derrota y la consiguiente humillación o aceptáis el desafío y humedecéis
vuestras espadas con la sangre de vuestro enemigo y vuestras gargantas
con el agua del Eufrates. Recordad que mientras defendéis el Islam, si
aceptáis la derrota y lleváis la vida de una persona sometida, tal vida
será peor que la muerte y si morís defendiendo vuestra fe, hay vida eterna
en tal muerte.
Precaveos, Mu’awiyah ha reunido hordas de gente ignorante a quien ha
extraviado lo más posible y a los que ha ocultado la bondad de la verdad
y la Religión hasta que han ofrecido fanáticamente sus gargantas como
blanco de las mortíferas flechas.

Discurso 52
Este discurso es una advertencia a los que creen que este mundo y la vida sobre
él son las únicas cosas importantes de la creación; no dan ningún valor a la
vida del más allá y no se dan cuenta ni de la existencia de Su Misericordia,
Munificencia y Bondad, y de la enormidad de sus pecados. Algunos
comentaristas piensan que este discurso fue uno muy largo que trataba de la
destructibilidad de la vida sobre esta tierra, las debilidades hacia las que se
inclina la carne humana y Su Misericordia y Bondad hacia Sus criaturas. Pero,
dado que no fue posible obtener completo el discurso, sus diferentes partes se
encuentran esparcidas en este libro, apareciendo como discursos separados,
tal y como fueron obtenidos por Sayed Razi.
Precaveos de que esta tierra y la vida sobre ella son destructibles; la
naturaleza os ha desvelado totalmente este hecho. Todas las cosas que
os agradan aquí son perecederas; habitualmente se van rápidamente de
vosotros. Este mundo (en el curso de la naturaleza) está conduciendo a
sus habitantes hacia la muerte y la destrucción. A menudo, sus placeres
terminan en pesar y aflicción, y las esperanzas brillantes terminan en
decepción y desilusión. Recordad que su disfrute y felicidad no sacian
nunca; a menudo ni siquiera bastan.
¡Oh criaturas de Dios! Estad preparados para la separación eterna de la
casa cuyos habitantes están destinados a la terminación y la destrucción.
Tened cuidado de que las esperanzas excesivas no os engañen y no
comencéis a creer que el propio plazo de vuestra vida es un largo viaje.
¡Por Dios! Si gritáis como una camella madre cuyo hijo está muerto,
si os lamentáis como una paloma herida, rezáis y llamáis a Dios como
un monje y renunciáis a vuestras familias y fortuna como un asceta; si
hacéis todo esto para ganar el Favor de Dios o aseguraros Su Perdón por
los pecados que han sido anotados por Sus Ángeles, en mi opinión, toda
esta penitencia e incluso mucha más, no es suficiente para compararse
favorablemente con la grandeza, inmensidad y extensión de Su Bondad y
Benevolencia que derrama sobre los seres humanos, o la enormidad del
castigo, que me temo, merecen vuestros pecados.
(No os podréis dar cuenta nunca de la Grandeza y Gloria de Su Benevolencia
o de la enormidad de vuestros pecados y vuestros mayores esfuerzos no son
suficientes para realizar lo primero o salvaros el castigo de lo otro. Solamente
Su Misericordia y vuestra creencia fiel y sincera en Él, pueden salvaros)
Incluso si dejáis salir las penas de vuestro corazón, dañáis vuestros ojos
por el constante llanto, e incluso si lleváis la vida de un asceta hasta el
final del mundo, todo esos penosos esfuerzos vuestros, no serán capaces
de compensar un poco de Su Bondad y Benevolencia, Su Generosidad y
Munificencia y Su Misericordia y Caridad en dirigiros hacia el camino
de la Verdad y la Religión.

Discurso 53
Hazrat ‘Ali (P) ha explicado en las siguientes palabras que tipos de animales
podrían ser sacrificados con ocasión del Eid al Ahda (Fiesta del Sacrificio):
Si los ojos y las orejas de un animal son sanos y saludables, merece la pena
sacrificarlo, incluso si los cuernos están rotos o si estuviera ligeramente
cojo o camina cojeando al lugar de sacrificio.
Discurso 54
Justo antes de la batalla de Siffin, Hazrat ‘Ali (P) intentó por todos los medios
el evitar la guerra y el lógico derramamiento de sangre, empero, Mu’awiyah
estaba ansioso de medir la fortaleza de su ejército (en contra del ejército de
Hazrat ‘Ali (P) igualmente, los oficiales e incluso los soldados de su ejército
también estaban ansiosos de un encuentro frontal; incluso se congregaron
alrededor de Hazrat ‘Ali (P) -alocadamente- suplicándole permiso para iniciar
la batalla. Entonces, Hazrat ‘Ali (P) dio el siguiente discurso:
Estas gentes se reunieron a mi alrededor como lo hacen los camellos
sedientos alrededor del abrevadero cuando se les suelta para beber.
Estaban pidiendo mi permiso para la batalla ansiosa y reiteradamente,
hasta que me preocupé de que o bien quisieran intentar asesinarme o
comenzar a luchar entre ellos y matarse unos a otros.
Consideré completamente las consecuencias aparentes e inherentes de
una guerra, y llegué a la conclusión de que sólo tenía dos alternativas:
o bien combatir a los rebeldes o abandonar las enseñanzas del Santo
Profeta (PBd)
Adopté la primera alternativa porque sentí que era más sabio que hacer
frente al castigo en la próxima vida, y que la muerte terminando con esta
vida era mucho mejor que la condenación eterna.

Discurso 55
Hazrat ‘Ali (P) fue siempre contrario a derramar sangre humana y en vista
de esa razón, estaba dilatando el comienzo de la batalla de Siffin. Hizo lo
que pudo para evitarla y para arreglar la disputa pacíficamente. En contra de
esto, sus compañeros estaban muy ansiosos de un combate y cansándose de
la demora, comenzaron a decir que él se estaba sintiendo nervioso y tímido.
Les replicó con las siguientes palabras:
No es correcto que digan que dudo en comenzar la guerra porque temo
a la muerte. Pongo a Dios por testigo de que nunca me preocupé por
aproximarme a la muerte o viceversa. Y están igualmente equivocados
al decir que debido a la demora por iniciar la guerra, yo no estoy
completamente convencido de lo correcto de mi causa y de la falsedad de
las pretensiones de Mu’awiayah. ¡Por Dios! Nunca demoré esta guerra
ni siquiera por un día con la esperanza de que algunos de los rebeldes
pudieran volver a mí y a través mío fueran guiados hacia la Religión,
y que, viendo la Luz Divina intentaran iluminar sus vidas con ello. Es
preferible la guerra que dejarles en la oscuridad del pecado y el vicio,
porque su presente condición de fe es tal que ni siquiera la muerte les
traerá paz y bienestar.

Discurso 56
Durante la batalla de Siffin, Hazrat ‘Ali (P) observó que aquellas gentes que
más clamaban por la misma y que más se quejaron en voz alta acerca de la
demora y al mismo tiempo más se jactaban de su bravura, demostraron -de
hecho- ser tímidos y cobarde cuando la batalla inició.
En el siguiente discurso les ha explicado las consecuencias de su cobardía
y timidez y les recordó que clase de personas acompañaron al Santo Profeta
(PBd) que desprendidos y sin celos se mostraron por la Causa de Dios y cómo
ayudaron en asegurar un refugio y puerto seguro en Medina:
Aquellos de nosotros que estuvieron con el Sagrado Profeta (PBd) fueron
tan desprendidos y sinceros al servicio del Islam que, mientras defendían
a nuestro Profeta (PBd) y nuestra religión, combatimos contra nuestros
más próximos y queridos y contra nuestros parientes. Y esta sinceridad
nuestra incrementó nuestra fe en Dios, nuestro deseo de someternos a
Su Deseo, alegre y voluntariamente; nuestro deseo sincero de seguir
el camino recto, nuestra voluntad de soportar pacientemente las penas
o calamidades, y nuestro celo en combatir lo mejor que pudiéramos
contra los enemigos de Dios y del Islam. A menudo acostumbraba haber
combates singulares. Una persona de cada lado, salía a combatir el uno
contra el otro. Habitualmente acostumbraba ser un combate a muerte; Los
combatientes luchaban hasta que uno caía muerto. A veces triunfábamos,
y otras veces algunos de nosotros sufrían la derrota y la muerte.
Al final cuando Dios había probado nuestro deseo sincero, nuestra
honestidad de propósito y nuestro celo de acción, nos enviaba la victoria
y el éxito y, la derrota y la desgracia descendían sobre nuestros enemigos
hasta que los musulmanes llegamos a ser una comunidad fuerte y poderosa,
hasta que los musulmanes encontramos un país en el que vivir a salvo y
felizmente, y hasta que el Islam llegó a ser popular entre las gentes.
Juro por mi vida que si nos hubiéramos comportado como os estáis
comportando ahora, si hubiéramos sido entonces tan nerviosos y tímidos
como lo sois hoy, si hubiéramos sido tan vacilantes y letárgicos como los
sois vosotros, el pilar de la fe, no hubiera sido erigido y el árbol de la
religión no habría florecido.
Por Dios, vuestros pensamientos y acciones os están haciendo daño y os
traerán vergüenza y desgracia.

Discurso 57
Este discurso da indicios de que Mu’awiyah gobernaría el mundo islámico tras
la muerte de Hazrat ‘Ali (P) y forzará a la comunidad a calumniar a Hazrat ‘Ali
(P) y a abandonarle. Hazrat ‘Ali (P) aconsejó a la gente que hacer entonces.
Fue una profecía que se hizo realidad:
Ciertamente, seréis sometidos y gobernados por un glotón panzudo.
Engullirá lo que encuentre, e incluso pedirá cosas de las que no disponga.
Tened cuidado, os pedirá que me calumniéis y me neguéis. Por lo que se
refiere a la calumnia, podéis obedecer sus órdenes porque os librará de
su ira, tiranía y defenderá la veracidad de mi causa; pero en cuanto se
refiere a negarme, no debéis hacerlo, porque soy musulmán de nacimiento
y fui el primero en Testimoniar al Santo Profeta (PBd) y aceptar la orden
hiyrat (emigración) con el Santo Profeta (PBd) hacia Shobbeh Abu Talib.

Discurso 58
Cuando Mu’awiyah traicionó los términos de la tregua de Siffin y comenzó
a prepararse para invadir Kufa, Hazrat ‘Ali (P) decidió entonces, no esperar
el ataque de Mu’awiyah, sino, él mismo, invadir Siria. Pidió entonces a los
jariyitas que vinieran a ayudarle, pero se rehusaron, diciendo que dado que
él era el auténtico Califa no debiera haber estado de acuerdo con el arbitraje.
Le quisieron dar a entender -equivocadamente- que por este hecho, había
ido deliberadamente en contra de los fundamentos de la Ley Islámica y que,
si estaba dispuesto a confesar su apostasía y arrepentirse de la misma, sólo
entonces podrían venir en su ayuda. Hazrat ‘Ali (P) les habló así en respuesta
a sus condiciones:
Que Dios os castigue por difamarme intencionalmente. Que no quede
nadie entre vosotros que pueda corregir vuestros erróneos puntos de vista
e introduzca reformas en vuestra sociedad.
Teniendo la fe que yo tengo en Dios y habiendo defendido el Islam en
compañía del Santo Profeta (PBd) en el campo de batalla y fuera de
él, esperáis que equivocadamente confiese apostasía solamente para
complaceros.
Sería un error de parte mía el adoptar semejante proceder, y si lo hago, la
gente tendría derecho a considerarme un extraviado. El correcto proceder
para vosotros es abandonar vuestros falsos puntos de vista y volver al
rebaño de la verdadera Religión. Precaveos, vuestra extraviada política
os traerá muerte y destrucción. Me temo que en el futuro inmediato los
tiranos y opresores harán una costumbre el someteros a la humillación,
tiranía y a la muerte.
Esta profecía se hizo realidad también. En la batalla de Nahrwan murieron
aproximadamente nueve mil de ellos; y dice la historia que tras la muerte de
Hazrat ‘Ali (P) Mahleb Ibn Abi Safra, después Obeidullah Ibn ‘Umar, después
Haaris Ibn Rabiya, Abdul Rahman Ibn Muqnuf y finalmente Jahhah Ibn Abu
Eusuf, determinaron matar a los jariyitas por todo el país por lo que, durante
años fueron torturados de un sitio a otro.

Discurso 59
Cuando los jariyitas adoptaron una actitud militarmente agresiva y resolvieron
invadir Basra, Hazrat ‘Ali (P) fue informado de que su ejército había cruzado el
puente en Nahrwan y estaba marchando hacia la capital, Hazrat ‘Ali (P) replicó:
Morirán todos a ese lado del Tigris, Juro por Dios que apenas diez
hombres de su ejército escaparán a la muerte, y apenas morirán diez
entre nosotros (su ejército)
Ulama Sheik Muhammad Ibn Abdahu de Egipto, dijo que esta profecía se
hizo realidad en la batalla de Nahrwan, todo el ejército jariyita fue aniquilado
y sólo nueve de ellos pudieron escapar para propagar su Religión, y sólo diez
murieron del ejército de Hazrat ‘Ali (P)

Discurso 60
Cuando se le informó que los jariyitas habían llegado a su fin, dijo lo siguiente:
No, por Dios, no es este el caso; la secta de los jariyitas no ha llegado a
su fin. Nacerán aún muchos más jariyitas y siempre que se reúnan en torno
a un jefe y una bandera, serán muertos, hasta que su última generación
sea forzada a hacer vida de ladrones.

Discurso 61
Este discurso contiene el más grande y elevado valor de la ética, y muestra
el respeto que Hazrat ‘Ali (P) deseaba crear en las mentes de la gente acerca
de las decisiones sinceras. Todo el mundo debiera tener derecho a decidir su
propia fe y a menos que lleve una vida perjudicial para la humanidad siguiendo
a Satán no debiera ser molestado.
Pero tras mi muerte no debéis matar a los jariyitas: quien va en busca de
la Verdad y la Religión y no ha podido alcanzar su meta, es mejor que la
persona que busca al Shaytán, lo encuentra y lo sigue.
(Según Sayed Razi aquí Hazrat ‘Ali (P) se refiere a Mu’awiyah y a sus
seguidores).

Discurso 62
Cuando Hazrat ‘Ali (P) fue informado de que algunas gentes estaban planeando
atacarlo para que muriera, él respondió:
El escudo protector de Dios está conmigo todavía. El día que esté fijado
para mi muerte, desaparecerá este escudo y me entregará a la muerte.
Ese día la flecha de la muerte no fallará el blanco y la herida mortal no
se curará.

Discurso 63
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) hace un recuento de la verdad acerca de la vida
y lo que uno tiene que hacer aquí y a lo que uno ha de hacer frente en la vida:
Recordad que este mundo es un lugar en el que no se está a salvo de las
pesadumbres y aflicciones mientras uno esté inmerso en él. Cualquier
ganancia mundana que uno adquiere aquí no puede asegurarle la
salvación.
Los seres humanos son probados aquí con calamidades y pesadumbres
y son tentados por la impiedad y el pecado. Los que han coleccionado
placeres mundanos a su alrededor, habrán de dejarlos y el Día del
Cómputo (Kiamat) habrán de dar cuenta sobre cómo llegaron a estar en
posesión de tal riqueza y poder y qué hicieron con ello.
Los que hayan pasado su vida haciendo buenas acciones encontrarán
sus recompensas esperándoles en el Paraíso, las cuales disfrutarán por
siempre.
Los sabios han mirado siempre a este mundo como una sombra que
aparece, se extiende, se contrae y finalmente desaparece completamente.

Discurso 64
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) no ha advertido sobre algunos hechos básicos
de la vida.
Primeramente, llama nuestra atención sobre que esta vida y todo lo relacionado
con ella es mundano y perecedero. La vida disminuya en cada segundo de
tiempo que pasa, la morada permanente del hombre será el paraíso o el infierno.
Uno debe intentar en esta vida ganar un lugar en el paraíso.
El segundo punto en el que Hazrat ‘Ali (P) puso énfasis es la muerte: su
venida es segura, pero su proximidad es incomprensible, misteriosa, no vista,
inevitable e invencible. Debemos estar siempre dispuestos a encontrarla.
Después, hay una advertencia acerca del Shaytán: cómo intenta extraviarnos;
pintando los pecados y los vicios con encanto y belleza para intentar atraernos
a sus dominios.
Finalmente, Hazrat ‘Ali (P) nos aconseja a darnos cuenta de que no fuimos
creados sin un plan o un propósito. Por tanto, debemos alcanzar nuestro destino
llevando vidas sobrias y virtuosas:
¡Oh gentes! Temed a Dios, y cualquier cosa que hagáis, hacedla
anticipando la muerte, e intentad alcanzar bendiciones eternas a cambio
de la riqueza, el poder, y los transitorios y perecederos placeres de este
mundo.
Estad preparados para un paso rápido, porque aquí estáis destinados a
una corta estancia. Estad siempre dispuestos para la muerte, porque estáis
viviendo bajo su sombra. Sed sabios como la gente que ya ha escuchado
el mensaje de Dios y Su advertencia. Precaveos de que este mundo no
está hecho para que viváis para siempre, habréis de dejarlo por el Más
Allá; Dios, Glorificado Sea, no os ha creado sin un propósito, y no os ha
dejado sin deberes, obligaciones y responsabilidades.
No hay barreras entre vosotros y el Paraíso (o el Infierno) sino las de
la muerte que todo el mundo tiene que cruzar. La vida, que disminuye
cada segundo, es como un edificio al que están minando, puede caer a
cada momento. Un ser humano, al que cada día y cada noche empujan
hacia su final, está destinado a alcanzarla rápidamente. La muerte, que
se acerca a todo el mundo con paso firme y seguro y que puede o bien
traer el éxito en el Más Allá o el fracaso, merece ser bienvenida de todo
corazón. Debéis recordar el reunir en esta vida una cosecha que os pueda
servir de ayuda en el Más Allá.
Todo ser humano debiera temer a Dios Todopoderoso, debiera entrenar su
mente para ideas virtuosas y honorables y para acciones rectas y justas;
debiera arrepentirse de sus pecados y vicios; y debiera mantener bajo
control sus deseos, anhelos e impulsos, porque la proximidad de la muerte
es tan incomprensible, misteriosa, invisible e inobservada que nunca es
entendida y advertida, porque los deseos y ambiciones desordenados a
menudo nos engañan y nos extravían; y porque Satanás está siempre
buscando oportunidades de esclavizarnos, está siempre intentando pintar
bellamente los pecados y los vicios para enredarnos; y está siempre
constantemente esforzándose con brillantes esperanzas para haceros
posponer el deseo de arrepentimiento y hasta que la muerte caiga de
repentinamente sobre vosotros cuando estéis más descuidados.
Me da pena la gente negligente y despreocupada, porque el Día del
Cómputo (Kiamat) los mismos sucesos de su vida actuarán como pruebas
contra sus malas intenciones, sus malas acciones y los conducirá hacia
el Infierno.
Ruego a Dios que me coloque entre las personas a quienes Su Generosidad
no les ha hecho orgullosos y arrogantes, cuyos compromisos y trabajos no
los han mantenido alejados de la obediencia a Dios y a quienes la muerte
no traerá vergüenza o pesar, arrepentimiento y remordimiento.

Discurso 65
A través de este discurso, Hazrat ‘Ali (P) nos ha enseñado a comprender el
Poder y la Gloria de Dios, Su Omnipresencia y Omnipotencia. Hazrat ‘Ali
(P) ha querido que comprendamos que no podemos darnos cuenta nunca y
completamente de Su Ser o vislumbrar o imaginar Sus Atributos. Ha citado
algunos ejemplos de atributos humanos para comparar las limitaciones
humanas con Su Omnipotencia de modo que no podamos imaginarnos a
Dios como un ejemplo magnificado de nuestras buenas cualidades y atributos
-un Superhombre- Del mismo modo, Hazrat ‘Ali (P) ha explicado que Dios
está por encima del tiempo y del espacio y más allá de la posibilidad de un
principio o de un final:
Alabado y Glorificado sea Su Ser Supremo, cuya Existencia no está sujeta
a ningún cambio de circunstancias y condiciones. Él era antes de que
ninguna cosa llegase a existir y permanecerá después de que todo haya
llegado a su fin. Su Grandeza y Su Gloria eran claramente aparentes e
inequívocamente evidentes incluso antes de que las mentes de Sus criaturas
pudieran intentar discernirlas o darse cuenta de ellas.
Excepto Él, todo objeto es mezquino e insignificante, toda cosa existente
que se considere a sí misma como grande, es en realidad humilde y
desdeñable, todo ser que se imagine a sí mismo como fuerte, en realidad
es débil y pusilánime, toda persona que se suponga ser dueña de sí misma
o de lo que la rodea es de hecho, un esclavo de las circunstancias, toda
persona destinada a ser docta no es en realidad mejor que un estudiante,
y toda criatura que se considere ser poderosa es en realidad, un ser débil,
indefenso y predestinado en manos de la naturaleza.
Todo oído, excepto el Suyo es incapaz de oír el más leve de los sonidos,
es ensordecido por los muy fuertes y no está físicamente preparado para
detectar los muy distantes. Ningún ojo, sino el Suyo, puede discernir
los más leves tonos de cada color o percibir las sombras de los objetos
transparentes.
Excepto Su ser Sublime, toda otra cosa que se suponga tener una
individualidad determinada no tiene un lugar importante en el universo; y
todo ser que se suponga tener un origen místico tiene de hecho, un origen
inequívocamente averiguable. No creó a Sus criaturas para fortalecer Su
reino o armarse contra un cambio de circunstancias, o defenderse contra
Sus rivales y enemigos; sino que fueron creados como seres a quienes
alimenta, sobre los que tiene completo control, y que son absolutamente
débiles y humildes ante Su Mente, Su Poder y Fuerza.
No se ha encarnado en Sus criaturas y no se puede decir que sea parte
del universo o de las cosas por Él creadas; tampoco está lejos de Su
creación, ni se puede decir que esté muy por encima de ello y, por tanto,
no las controle.
El arte de hacer existir el Universo ni Le ha cansado, ni la creación
de la naturaleza Le ha agotado; ni ha sentido indefensión o falta de
control absoluto sobre Sus criaturas; tampoco ha tenido nunca ninguna
incertidumbre acerca del programa de la creación; Su decisión está exenta
de dudas y, los destinos de las cosas por Él ordenadas son inevitables.
Su conocimiento es supremo. Sus órdenes son obligatorias. Cuando los
desastres nos abruman, sólo podemos esperanzarnos en Él, y, cuando
rodeados de riqueza y abundancia, no podemos olvidar Su disgusto e ira.

Discurso 66
Durante la batalla de Siffin, los dos ejércitos lucharon hasta 24 horas continuas;
el combate nocturno fue terrible, fue llamado: Lailatul Harir. A la mañana
siguiente, Hazrat ‘Ali (P) habló así a sus oficiales:
¡Oh musulmanes! Acostúmbrense a recordar siempre y temer a Dios.
Y, durante una batalla, estén calmados, tengan confianza en ustedes
mismos, sean resueltos y valientes; solamente así mantendrán alejadas de
ustedes las espadas de los enemigos. Mantengan en orden sus armaduras
y espadas, cerciorándose de que estas últimas puedan desenvainarse
fácilmente, mantengan los ojos sobre los movimientos de sus enemigos y
mientras combatan, usen libremente sus espadas o lanzas. Recuerden que
Dios les está observando y que están luchando bajo el mando del primo
y yerno del Santo Profeta (PBd)
Ataquen constantemente al enemigo, no acepten la vergüenza y desgracia
de una derrota o de una retirada, por las que habrían de ser castigados el
Día del Juicio, recuerden que su yihad es en defensa del Islam, la Verdad
y la Justicia. La muerte en este campo de batalla será una muerte por
la causa de Dios; ustedes deben -como buenos musulmanes- hacerle
frente alegremente y avanzar hacia ella sin titubear, resuelta, valiente y
alegremente.
Las hordas del ejército de nuestros enemigos están al frente, atáquenlas
e intenten llegar a la tienda de allá abajo. El Shaytán está descansando
a la sombra de la misma, dispuesto o bien a avanzar o bien a retirarse.
Combatan valiente y resueltamente hasta que la Luz Divina ilumine su
camino y el éxito le guíe hacia la gloria y hacia Dios.
Dios Todopoderoso está con ustedes y no descuidará en recompensarles
generosamente por su coraje y bravura en este yihad.

Discurso 67
Cuando las noticias de los acontecimientos de Saqifah Bani Sa’aidi llegaron
a Hazrat ‘Ali (P), él preguntó sobre las reacciones de los Ansar a la cuestión
del Califato. Para su extrañeza, Hazrat ‘Ali (P) fue informado de que los
Ansar habían sido presa del señuelo (para ambicionar el gobierno) y habían
pedido que como precio de su acuerdo a esta llamada elección, se les debería
conceder también un puesto y debería haber un Emir de entre los Muhayirin
y otro de entre los Ansar.
Entonces, Hazrat ‘Ali (P) preguntó:
¿Por qué nadie había recordado a los Ansar el deseo del Santo Profeta
(PBd) el cual era para que: ‘los virtuosos Ansar deberán ser tratados
gentilmente y los malos deberán ser perdonados.
Los compañeros preguntaron a Hazrat ‘Ali (P) sobre como esto hubiera
influenciado para detener las pretensiones de los Ansar. A lo que Hazrat ‘Ali
(P) respondió:
Si tener un puesto y un Califa hubiera sido derecho de los Ansar, el Santo
Profeta (PBd) no les hubiera deseado gentileza y clemencia. Porque un
deseo de gentileza o clemencia es para salvaguardar el privilegio del
gobernado y no para defender al gobernante.
Más adelante, Hazrat ‘Ali (P) preguntó acerca del modo en que los Quraish
habían respondido a las peticiones de los Ansar. Le fue informado entonces
que los Quraish habían pretendido pertenecer al mismo árbol familiar del
Santo Profeta (PBd) lo que -aparentemente- frenó a los Ansar de continuar
con sus pretensiones.
Hazrat ‘Ali (P) remarcó refiriéndose a sí mismo:
Los Quraish sostuvieron las pretensiones de árbol familiar, pero ignoraron
y agraviaron al fruto de este árbol.

Discurso 68
Muhammad, el hijo del Califa Abu Bakr Siddiq, fue adoptado por Hazrat ‘Ali
(P) tras la muerte del Califa. Hazrat ‘Ali (P) amó, trató y educó a este muchacho
como a su propio hijo. Durante su vida se le llamó siempre Muhammad Ibn
‘Ali y se le consideró siempre como el tercero después de los dos Husnain (los
Imames Hasan y Husein) creció y se hizo un joven apuesto, valiente, virtuoso
y docto. También amaba a Hazrat ‘Ali (P) y odiaba a los enemigos del mismo
con la clase de enemistad que el amor a la verdad puede producir en un joven
de naturaleza valiente. Con todas sus buenas cualidades tenía una debilidad
que provocó su muerte: siempre subestimó a sus enemigos; mientras fue
enviado a Egipto como Gobernador, Hazrat ‘Ali (P) le aconsejó tener mucho
cuidado con Mu’awiyah. Desgraciadamente para él y para Egipto, no dio
tanta importancia a este consejo como merecía, sobrestimó su fuerza, perdió
la batalla contra ‘Amru Ibn ‘As, y después fue engañado y asesinado por los
agentes de Mu’awiyah. La noticia de su muerte entristeció mucho a Hazrat
‘Ali (P) y en aquella ocasión dijo:
Quería designar a Hashim Ibn Athba como gobernador de Egipto; si lo
hubiese hecho así, él no hubiera dejado Egipto desprotegido y no hubiera
dado una oportunidad al enemigo de invadirlo y ocuparlo. Alabando así
a Hashim, no tengo intención de censurar a Muhammad; él fue mi hijo
adoptivo y siempre nos quisimos mucho entre nosotros.
De hecho, Hazrat ‘Ali (P) quería tanto a Muhammad, que en una ocasión dijo:
Muhammad es mi hijo, aunque haya nacido de Abu Bakr.

Discurso 69
En este discurso Hazrat ‘Ali (P) reprendió a sus compañeros hipócritas:
¿Cuánto tiempo puedo continuar acariciándoles como se acaricia a una
camella con la espalda herida o cuanto tiempo puedo estar tratándoles
tierna y delicadamente como si fueran vestidos viejos que cuando se
remiendan por un lado se rompen por el otro?
Es aparente, dada su timidez y cobardía, que si uno de los ejércitos de
Siria aparece en el horizonte, cada uno de ustedes como un lagarto del
desierto o una hiena huirá hacia su casa y echará el cerrojo de la puerta
desde adentro.
Juro por Dios que quien crea en su ayuda e intente asegurarse un triunfo
con la misma, sólo ganará desgracia y derrota. Ustedes se reúnen
como muchedumbre en las plazas de las ciudades, pero que pocos de
ustedes pueden ser vistos en un campo de batalla. Sé como forzarles al
sometimiento y a la obediencia, y cómo hacerles trabajar, pero no quiero
ser un tirano y un negrero: quiero que sirvan a Dios y a la Religión por
voluntad propia.
Ojalá Dios les acarree la desgracia ¿No se dan cuenta de que son más
atraídos hacia la falsedad y el pecado que hacia la Verdad y a la Religión
y que no odian el vicio tanto como detestan la virtud?

Discurso 70
Hazrat ‘Ali (P) narró este sueño en víspera de su martirio. A la mañana
siguiente, recibió una herida mortal mientras se encontraba haciendo la oración
de la mañana:
Mientras estaba sentado me dormí y soñé que el Santo Profeta (PBd) venía
frente a mí. Le conté acerca de las intrigas, enemistades y sufrimientos que
me habían caído en suerte de manos de sus seguidores. El Santo Profeta
(PBd) me dijo que los maldijera. Y rogué a Dios que me diera mejores
compañeros y que hiciera que un tirano gobernara sobre ellos en mi lugar.

Discurso 71
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) ha censurado a los iraquíes diciéndoles que
al comienzo se esforzaron en apoyar la causa de la Verdad y la Religión pero
justo cuando la realización de este propósito estaba a la vista y su culminación
a su alcance, cayeron presa de las argucias del enemigo y forzaron a Hazrat
‘Ali (P) a aceptar el arbitraje en Siffin, convirtiendo así una merecida victoria
en una derrota inesperada, deshaciendo todo el bien que habían hecho y
dejándoles completamente indefensos en manos del más duro enemigo, sin
ninguna posibilidad de un brillante futuro.
Después de alabar a Dios Todopoderoso, de rezar por la paz y las
bendiciones para el Santo Profeta (PBd) y sus descendientes, quiero
decirles a ustedes iraquíes sobre qué tonto fue su comportamiento.
Actuaron como una mujer que soporta los sufrimientos e inconvenientes de
llevar un niño durante nueve meses y justo cuando se acerca el tiempo del
nacimiento, ella misma fuerza a un parto prematuro: dando como resultado
la muerte del niño y poner en peligro su propia vida. A continuación pierde
a su marido y vive como una viuda por mucho tiempo, sosteniéndose de
la caridad de sus parientes lejanos.
Juro pro Dios que no vine a ustedes por mi propia voluntad y elección,
sino que el destino me ha enviado aquí para comprobar sus rebeldes
intenciones contra la Religión y para apartar la discordia y la desunión
de su sociedad. Puedo comprender que me llamen ‘mentiroso’ que Dios
les castigue por llamarme así: ¿Contra quién podría mentir? ¿Podría
inventar una mentira en contra de Dios? Juro por Él que soy el primero
en aceptar y creer en Su Omnipotencia y Omnipresencia, en Su Gloria y
Su Grandeza, Su Misericordia y Su Bondad. ¿Podría montar una mentira
contra el Santo Profeta (PBd) mientras fui el primero en testimoniarle y
aceptarle como Su profeta y Mensajero?
Juro por Dios que nunca mentí contra nadie, el hecho es que la mayor
parte de lo que digo y de lo que ha dicho el Santo Profeta (PBd) está más
allá de su concepción y comprensión. Estoy distribuyendo conocimiento
celestial y no quiero ningún precio por ello mientras intenten captarlo
y comprenderlo. Enseguida, el mundo se dará cuenta de la verdad e
importancia de mis enseñanzas.

Discurso 72
En este discurso, el Imam ‘Ali (P) ha enseñado a los musulmanes la forma de
rezar por la paz y bendiciones para el Profeta Muhammad (PBd)
¡Oh Señor! Que has creado y puesto en marcha los universos, que Has
asignado a las galaxias refugios seguros en el espacio y Has dado una
disposición innata a las mentes humanas para disponerse hacia el bien
o el mal, confiere la más ilustre y exaltada de Tus Bendiciones, el más
bienvenido, placentero y agradable de Tus Favores, a Tu Siervo y Mensajero
Muhammad (PBd) quién es el último de Tus Profetas designados, quien
abrió las cerradas puertas del conocimiento celestial a los seres humanos,
quien inteligentemente, explicita y claramente proclamó la verdad acerca
de Ti y Tu Mensaje, quien derrotó las hordas de los hombres de vicio y
falsedad y que propinó aplastantes derrotas a los poderosos ejércitos de
los incrédulos y extraviados. Desde que aceptó las responsabilidades de
Tu Profecía ¡Oh Señor! Trabajó tan vigorosa, voluntaria y diligentemente,
obedeciendo Tus Mandamientos y asegurándose Tu agrado, que, ninguna
amenaza de muerte y destrucción le asustó nunca, ni nada le impidió
realizar el deber que Tú le habías impuesto. Protegió Tus revelaciones,
guardó Tus compromisos y testamentos y ejecutó siempre Tus órdenes;
hasta que hizo que la Luz del Conocimiento Divino iluminase el camino
de la religión y la verdad para las gentes extraviadas y a las personas
que andaban a tientas en la oscuridad de la incertidumbre y el vicio, y
hasta que sacó a los seres humanos de las profundidades del pecado y la
impiedad, y hasta que especificó sin ambigüedad Tus Órdenes y testificó
y señaló claramente las pruebas de Tu Fuerza y Gloria.
¡Oh Señor! Él es el leal guardián de tus revelaciones, el protector de Tu
Religión, el fiel depositario de los Divinos secretos. El Día del Juicio será
Tu testigo de la respuesta de la llamada a la humanidad a la piedad y a
la religión y fue enviado por Ti, entre los seres humanos como Tu fiel y
verídico Mensajero (PBd)
¡Señor! Asígnale a través de Tu Gracia y Misericordia, la posición más
eminente y santa bajo la gloria de Tu Grandeza y Fuerza. Destina para él
las mejores virtudes, haz de la Religión por él predicada, la más noble de
todas las predicadas, haz de su lugar el más exaltado de entre todos los
destinados a Tus seres favorecidos y glorifica la ilustración que él trajo.
¡Señor! Bendícele por ser un Profeta (PBd) cuyas palabras son aceptadas,
cuyas enseñanzas son creídas, cuyos juicios justos y decisiones son
correctas.
¡Señor! Haznos conformar nuestras vidas sobre el modelo de su vida
obteniendo placeres honestos de Tus Dones, mereciendo Tus Bendiciones
duraderas inspirándonos buenos deseos, rezándote por una felicidad
no dañina, concediéndonos comodidad y bienestar, otorgándonos paz
espiritual y asignándonos un lugar en Tu Paraíso.

Discurso 73
Escriben los historiadores que cuando Hazrat ‘Ali (P) se enfrentó a los basaritas
en la batalla de Yamal, Mirwan Ibn Hakim, que era uno de los jefes de las
fuerzas rebeldes fue hecho prisionero, Mirwan pidió a los Imames Hasan y
Husein (P) que intervinieran de su parte ante Hazrat ‘Ali (P) y recomendaran
su liberación. Este último accedió a su petición y Mirwan fue liberado. Los
hermanos (ambos Imames P) dijeron entonces a su padre que Mirwan deseaba
darle el juramento de fidelidad a lo que Hazrat ‘Ali (P) respondió:
¿No me dio el juramento de fidelidad tras la muerte de ‘Uthman y le
encontramos después conduciendo contra mí a otro ejército de rebeldes?
No deseo su lealtad y fidelidad. Como los de los judíos, sus juramentos
de lealtad y fidelidad, son dados para ser rotos. Si él me da el juramento
de fidelidad, lo violará y lo romperá el día de mañana.
Recuerden que él obtendrá un reino el cual durará tanto tiempo como le
toma a un perro lamerse la nariz. Será padre de cuatro caudillos, y muy
pronto él y sus hijos traerán la roja muerte al mundo musulmán.
¡Qué profecías! La historia nos muestra que cada una de ellas se cumplió:
Mirwan llegó a ser un gobernante del estado musulmán tras la muerte del
hijo de Yazid. El gobierno de Mu’awiyah duró cuatro meses y diez días. Sus
cuatro hijos llegaron a ser jefes. Abdul Maalik Ibn Mirwan se convirtió en
Califa después de su padre. Abdul Aziz fue Gobernador y jefe de Egipto. El
tercer hijo, Bashair, fue Gobernador de Iraq, y el cuarto hijo, Muhammad, fue
gobernador de Al-Juzair.
El derramamiento de sangre y la masacre de musulmanes a manos del padre
y de sus cuatro hijos, son hechos históricos.

Discurso 74
Hazrat ‘Ali (P) ofreció este discurso en ocasión de la toma del Califato por
parte de ‘Uthman:
Sabéis muy bien que merezco más que ningún otro el Califato. Juro pro
Dios que soportaré esta injusticia mientras no se produzcan opresión o
derramamiento de sangre de los musulmanes y mientras yo sólo sea el
blanco de sus tiranías. Espero ser recompensado en el paraíso por soportar
en este mundo esta injusticia, agravio y tiranía. Nunca me ha atraído de
este mundo ni su pompa y gloria: el gobierno, el poder y la riqueza que
le acompañan han sido siempre insignificantes ante mis ojos.

Discurso 75
Cuando llegaban noticias a Hazrat ‘Ali (P) sobre que los Bani Umayah44
estaban acusándole falsamente de haber tomado parte en el asesinato del Califa
‘Uthman, respondió de la siguiente manera:
¿El conocimiento de mi carácter no impidió a los Bani Umayah el
44 Los Omeyas
acusarme falsamente de haber tomado parte en el asesinato de ‘Uthman?
¿No les disuadió de calumniarme a estas gentes perversas el hecho de que
yo fuera el primero en testificar el Islam, mis servicios a la Religión y a
los musulmanes, y aunque el consejo y la Orden de Dios Todopoderosos
acerca de la calumnia y difamación están expresados con frases más
explícitas y fuertes de las que yo podría expresar45?
Sin embargo, ninguno de estos argumentos refrenó a estas gentes de
cometer el pecado. Ciertamente, siempre protestaré contra los herejes y
cismáticos y siempre odio a los que dudan y sospechan de la verdad, la
bondad y la sinceridad del Islam.
Los hechos acerca de la verdad de lo que sentimos e incertidumbres
y dudas, debieran ser aclarados a la luz del Corán y sus enseñanzas.
Indudablemente, en el Día del Juicio, los hombres serán castigados o
recompensados de acuerdo a su fe y creencias sinceras.

Discurso 76
Sobre las cualidades de un auténtico musulmán:
Que Dios bendiga al hombre que ha oído Sus Órdenes y las recordó;
que fue llamado por Él y obedeció los mandamientos; que se ha afiliado
con Su Mensajero (PBd) y ha asegurado su salvación; que ha obedecido
fielmente los preceptos y prohibiciones de su Preservador y Protector, y
teme las consecuencias de sus pecados; que ha sido sincero al hacer tales
buenas acciones de modo que le conseguirán recompensas en el Paraíso;
que ha actuado siempre sin pecado, correcta y honorablemente; que ha
intentado ganar Sus Bendiciones y ha evitado los vicios y pecados; que
ha repudiado y rechazado la gloria y pompa falsas de este mundo y se
ha concentrado en alcanzar una posición elevada en el mundo venidero;
que ha controlado y refrenado completamente sus anhelos y deseos, y
mantenido bajo control sus fantasías y deseos ardientes; que ha decidido
que la paciencia en el sufrimiento es el mejor modo de alcanzar el Paraíso
y el abstenerse del pecado es el mejor modo de asegurarse la salvación;
que ha adoptado la mejor de las religiones El Islam (como su credo) y
ha seguido el brillante camino de la justicia y la verdad; que ha decidido
correctamente que su periodo de vida representa un tiempo de gracia que
le ha sido concedido para hacer el bien antes de la muerte y habiéndose
45 Con esto el Imam se refiere a los versos del Corán en los que Dios ha declarado que la
calumnia, la difamación y el hablar mal del ausente son pecados.
preparado para el próximo mundo está deseoso de recibir la muerte.

Discurso 77
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) se ha quejado del comportamiento de los
Bani Umayah durante el Califato de ‘Uthman, al privar a Hazrat ‘Ali (P) del
libre uso de su legítima herencia:
Los Bani Umayah me concedieron a desgana y poco a poco mi herencia
del Santo Profeta (PBd) ¡Por Dios! Si vivo suficiente para reformar y
mejorar sus extraviadas mentes, les daré una lección.

Discurso 78
Hazrat ‘Ali (P) nos legó una lección acerca de cómo rezar a Dios por Su Perdón:
¡Señor! Perdona mis pecados que conoces mejor que yo ¡Señor! Si repito
esos pecados, por favor deja que Tu Perdón los cubra de nuevo. ¡Señor!
Siempre he prometido obedecer Tus Mandamientos, y he roto siempre estas
promesas. Perdóname esta debilidad. ¡Señor! Siempre he declarado que
me aproximaré a Ti, pero mi mente se opone a esto, perdona esta falta de
mi mente. ¡Señor! Perdona los pecados cometidos por mis ojos, perdona
mis exclamaciones viciosas y pecaminosas y, perdona mi incapacidad de
resistir a las tentaciones.

Discurso 79
Hazrat ‘Ali (P) estaba partiendo de Kufa para ir a enfrentarse a la rebelión de
los jariyitas en Nahrwan, cuando uno de sus compañeros de nombre Afif, le
dijo que no emprendiera entonces el viaje porque, de acuerdo a las predicciones
astrológicas, no era un momento favorable y su viaje no terminaría en victoria.
Hazrat ‘Ali (P) le respondió con las siguientes palabras las cuales, sirvieron
para denunciar a los astrólogos y ha advertido a la gente a tener fe únicamente
en Dios y nunca en tales adivinos:
¿Pensáis que sois suficientemente competentes para decir en que momento
un viaje, si se intenta, terminará en el fracaso de la misión, y estáis
suficientemente cualificados para asustar a cualquiera, haciéndole creer
que si se emprende una misión en un determinado momento terminará
en pérdida o desastre?
Quienquiera que testifique o acepte vuestras aseveraciones falsifica las
enseñanzas del Corán y es indiferente hacia la misericordia y Bondad de
Dios que le permite hacerse con objetos que desea tener y evita infortunios
y calamidades.
Junto a esto, vuestras declaraciones aclaran un punto, que los que creen
en vuestras afirmaciones debieran alabaos a vosotros en lugar de Dios,
porque los podéis dirigir siempre a actuar en un momento tan oportuno
en el que siempre ganarán y nuca perderán o sufrirán.
Tras estas sabias declaraciones dirigidas a Afif, el Imam ‘Ali (P) se volvió
hacia los que se habían reunido allí y concluyó:
¡Oh gentes! Absteneos de aprender y creer en la Astrología, excepto
aquellos -de la propia astrología- que os guíen en la tierra o el mar, porque
la astrología os conducirá hacia la magia, la brujería y los oráculos. Un
astrólogo es como un mago (que se ocupa de la magia negra) y un mago
tal es un ateo, y todos los ateos están destinados al infierno.
Vosotros empezad vuestro camino diciendo simplemente: Bismillah (En
el Nombre de Dios)

Discurso 80
Tras la batalla de Yamal, Hazrat ‘Ali (P) ofreció el siguiente discurso:
¡Oh gente! Las mujeres sufren de tres deficiencias: de Fe, de mente y de un
porcentaje en la herencia. Su deficiencia en la Religión es manifiesta por
el hecho de que en determinados momentos se mantienen alejadas de las
oraciones y los ayunos, la deficiencia de su mente puede ser medida por el
hecho de que dos testigos femeninos se consideran igual a uno masculino
y la deficiencia en el porcentaje de la herencia se debe al hecho de que
su porcentaje correspondiente es igual a la mitad del porcentaje de los
miembros masculinos de la familia.
Manténganse alejados de las argucias de las mujeres perversas, y no
se inclinen demasiado ni siquiera a las buenas, no sigan ciegamente su
consejo ni siquiera en las buenas acciones de modo que no puedan ser
tentados a conducirse hacia las malas acciones.
Discurso 81
Hazrat ‘Ali (P) habla en este discurso sobre abstenerse de cometer pecados:
¡Oh gentes! ¿Os dais cuenta de lo que significan para Dios la piedad
y la devoción? Significan moderación en los deseos desordenados,
dar gracias a Dios por Su Misericordia y Generosidad, y abstenerse
de las acciones y los pensamientos prohibidos. Si no podéis alcan-
zar sus alturas, al menos no permitáis que el anhelo de pecados y
vicios abrumen vuestra paciencia y buen juicio; y no os olvidéis de
agradecer al Todomisericordioso Dios por Su Generosidad y Ben-
diciones. Recordad que Dios ha rechazado y desechado toda excusa
inaceptable del hombre por el razonamiento inequívoco y el instinto
y, por Sus enseñanzas explícitamente claras.

Discurso 82
En este discurso Hazrat ‘Ali (P) nos explica consideraciones muy importantes
para no dejarse envolver por las circunstancias del este mundo y aconseja a
tomar lecciones del mismo:
¿Cómo puedo alabar a un lugar en el que la entrada de uno está
acompañada de dolor, pesar y la partida de uno se debe a la muerte?;
donde se ha de dar cuenta de las actividades de uno; y si son legítimas y
lícitas, uno ha de dar cuenta de ellas; y si son prohibidas y van en contra
de las órdenes de Dios, uno habrá de ser castigado por ellas; donde los
ricos y acaudalados están habitualmente absorbidos por el pecado y los
vicios y, los que son pobres y desheredados están sumidos en el pesar y
las calamidades. Eviten a los que intentan conseguirlo y rindan homenaje
a los que son indiferentes a sus señuelos. Este mundo es un buen maestro
para los que aprenden lecciones de las historias de las naciones, pero
ciega a quienes son solamente atraídos por su falso encanto y esplendor.

Discurso 83
Este es uno de los famosos discursos del Imam Hazrat ‘Ali (P) denominado:
Jutba Ghurra, es decir, Discurso Eminente; o Jutba Ayiba, es decir, discurso
Magnífico:
Toda Alabanza sea dada a Dios que es Sublime (no por causa de algún
atributo que no pueda ser descrito o del que no se pueda hablar) sino
debido a Su Poder y Fortaleza.
Que está cerca de todo (lo que no es una proximidad física) debido a Su
Conocimiento, Bondad y Misericordia. El Sólo puede otorgar toda ventaja,
utilidad y ganancia, puede conceder toda celebridad, eminencia y fama
y, puede proteger de las peores calamidades e infortunios.
Le alabo y doy gracias por Sus Favores constantes y por Su vasta
Generosidad y por Su duradera protección. Es mi creencia firme de que
es Eterno y que existía antes de que llegara a existir cualquier cosa y que
Él es el Poderoso Creador. Busco Su Guía porque Él es para mí la fuente
más próxima de guía, le imploro Su ayuda porque es suficientemente fuerte
para ayudarme siempre y cuando lo necesite. Confío en Él porque Él puede
protegerme y asistirme para superar todas las necesidades. Testifico que
Muhammad (PBd) es Su Criatura y Su Mensajero, le designó como Profeta
para que ejecutara Sus órdenes y llevara Su Mensaje Final para advertir
a la gente de los resultados de sus acciones señalándoles los ejemplos de
los que le desobedecieron y sufrieron las consecuencias.
¡Oh Criaturas de Dios! Os aconsejo temed a Dios quien con la mayor
bondad os dio ejemplo e intelecto de modo que pudierais juzgar por
vosotros mismos las consecuencias y efectos de las buenas y las malas
acciones, que Ha fijado el tiempo y el final de las diferentes etapas de
vuestra vida, que os dio intelecto de modo que podáis proveeros de
indumentarias que os permitan vivir confortable y felizmente en toda clase
de clima. (En cualquier región de la tierra)
Es totalmente consciente de vuestras capacidades para hacer el bien
y el mal. Ha fijado recompensas para vuestras buenas acciones. Os ha
concedido grandes favores y las mejores bendiciones, os ha prevenido
con razones claras y evidentes de las consecuencias de vuestras acciones.
Conoce a todos los seres humanos desde el comienzo al final de la raza
humana. Ha fijado la edad de cada uno de ellos en este mundo, donde
están siendo probados, y predijo los efectos de los pensamientos y acciones
buenas y malas.
¡Oh gentes! Estáis siendo probados y están siendo tomados en
consideración vuestros errores de comisión y de omisión. Los arroyos de
este mundo están sucios y las fuentes turbias (la mayoría de las formas y
medios de gozo en este mundo son viciosos, y muchas fuentes de ingreso
son pecaminosas) Sus manifestaciones y ostentaciones son hermosas
pero destructivas, terminando rápidamente en decepción; son una luz
que se oscurece rápidamente, son una sombra rápida y una protección
débil y poco fiable, es tan engañoso que espera hasta que aquellos que
lo aborrecen comienzan a interesarse en él y aquellos no se dan cuenta
de su engaño, se tornan atraídos y satisfechos con él. Muestra entonces
una pequeña consideración por ellos, los enreda y cautiva y, anudando la
cuerda alrededor de sus cuellos, los conduce a las tumbas. De allí serán
resucitados para recibir el castigo e ir a su destino final.
En este mundo la suerte de cada generación es similar a la de sus
antepasados, ni la muerte cesa en su trabajo de destrucción, ni los
supervivientes abandonan sus actividades pecaminosas. Los seres
humanos siguen las huellas de otros, grupo tras grupo y nación tras nación
terminando sus días sin enmendar sus heridas.
Así pues, esto puede continuar hasta que el mundo llegue a su fin y se
aproxime el Día del Juicio Final entonces, Dios los resucitará a todos de
sus tumbas, donde han sido enterrados, o de los cuerpos de otros animales
(bestias, pájaros, peces y reptiles) si sus cuerpos han sido devorados.
Se reunirán todos juntos, congregándose grupo por grupo y avanzando
callada y silenciosamente, hilera tras hilera, apresurarán su paso para
obedecer las órdenes Divinas. De este modo, se apremiarán hacia su
destino. Todos ellos estarán ante los ojos de Dios y cada uno de ellos oirá
al Llamador llamándole a su lugar.
Su estado será triste y desanimado, absolutamente lastimoso y digno de
compasión, no habrá nadie ahí que venga en su ayuda o auxilio. Ningún
argumento ni excusas le será de utilidad ni le quedará ninguna esperanza.
Corazones hundidos, esperanzas muertas, cuerpos transpirando y mentes
petrificadas de asombro y terror serán las señales de esa reunión. Cuando
los seres humanos sean congregados de este modo para recibir el decreto
y la decisión final de su recompensa o castigo, la atronadora voz del que
anuncie su suerte hará a cada uno temblar de terror y aprensión.
La creación de los seres humanos es una prueba de Su Fuerza y Poder.
Ellos no comenzaron a existir por su propia voluntad y deseo; su
nacimiento, crecimiento y desarrollo mental, están sujetos a las leyes
de la creación por Él decretadas. Están obligados a obedecerle igual
que en su nacimiento, en su muerte y, no tienen elección ni poder. En
el momento de su muerte, sus almas se retirarán de sus cuerpos y éstos
serán arrojados a sus tumbas en donde se desintegrarán, después, cada
uno de ellos será resucitado individualmente y será retribuido de acuerdo
a sus acciones. Durante su vida se les ha dado a todos oportunidades
de realizar su emancipación y salvación, se le ha enseñado también la
forma correcta de conseguirla y se les dio tiempo y oportunidades de
alcanzar Su Gracia o Agrado. Se les proveyó de muchas oportunidades
para disipar su desconfianza, sospecha, perplejidades y dudas acerca de
la Religión; se les dio completa libertad de pensamiento y acción en este
mundo para que pensaran lo que quisieran e hicieran lo que desearan,
de modo que entrenaran sus espíritus, y con la ayuda de estos espíritus
ya entrenados, tuvieran libre voluntad y con un periodo de vida que les
había tocado en suerte, pudieran encontrar el propósito para el que fueron
creados. El periodo de vida que les fue dado es suficiente para alcanzar
y proveerse para el Más Allá. De forma extremadamente simple y fácil,
(esto es, acerca de la vida y la muerte) os ha sido explicado en forma de
ejemplos correctos, proverbios y adagios para ayudar y mejorar vuestra
facultad de pensar. Podéis aprovecharos de ellos con tan sólo desarrollar
una mente virtuosa y una disposición juiciosa y prudente.
Temed a Dios como una persona que ha escuchado Su Mensaje y se
ha inclinado ante Él, que admite los pecados cometidos y reconoce Su
enormidad; que tiene miedo de las consecuencias de sus acciones y, por
consiguiente, hace buenas acciones; que teme la Cólera del Señor y se
apresura a llevar una vida virtuosa, que cree en el Día del Juicio Final y
muestra honestidad y piedad; y cuando se le advierte, acepta el consejo
y se abstiene de cometer malas acciones.
Temed a Dios como una persona que cree fielmente en Sus Mandamientos y
decide seguirlos sinceramente, que se arrepiente de los pecados cometidos
y del buen trabajo que dejó de hacer; que sigue cuidadosamente los pasos
de la gente virtuosa que vivió antes que él y cuando se le dice la verdad,
la reconoce y se asocia con ella.
Temed a Dios como una persona que pasa su vida en busca de la verdad,
y cuando se siente alarmado por sus lazos con un mundo malvado, los
desecha y renuncia a ellos; que se provee cuidadosamente para el Más
Allá; que mantiene su mente libre de malos deseos y de ambiciones
pecaminosas; que purifica su alma y que se prepara para asegurarse un
lugar en el Paraíso.
¡Oh vosotros que habéis sido creados por Dios! Mantened en la mente el
propósito para el que fuisteis creados, y temed a Dios para que no falléis al
cumplirlo. Tened miedo de Él tanto como Él desea. Si creéis que cumplirá
Sus promesas y si teméis los terrores del Día del Juicio Final, entonces
intentad merecer todas las bendiciones que os ha reservado.
Os ha dado oídos de modo que podáis escuchar y preservéis en vuestras
mentes las cosas que os son útiles. Os ha dado ojos para que podáis
adquirir conocimiento que os saque de las tinieblas de la ignorancia y os
hagan ver la luz de la razón y la sabiduría. Os ha dado también muchos
órganos útiles en vuestros cuerpos, cada uno de los cuales está compuesto
de muchas partes, cuyo funcionamiento depende de su interdependencia
y simetría, sus formas y su periodo de utilidad, sus acciones coordinadas
sirviendo al cuerpo y su conexión con un corazón apropiadamente
alimentado (de sangre) De hecho, este cuerpo y mente perfectamente
apropiados son bendiciones otorgadas a vosotros junto a muchas otras
provisiones y protecciones que son dignas de agradecimiento. Después
fijó un límite de vida para cada uno de vosotros y os lo ha mantenido en
secreto.
En las historias pasadas, naciones y vidas de individuos, os proveyó de
oportunidades de estudiar las huellas sobre las arenas del tiempo y de
advertencias de las consecuencias de las malas acciones. Las vidas de los
hombres que se regocijaron en sus corazones y tuvieron perfecta libertad
de acción, tienen en ellas grandes lecciones que enseñar. Simplemente
leedlas una y otra vez y ved que rápidamente la muerte se apoderó de
ellos. No tuvieron tiempo de satisfacer totalmente sus deseos antes que
la muerte pusiera fin a sus vidas y los colocara más allá de cualquier
posibilidad de realizar estos deseos. Cuando tenían salud y oportunidades
no pensaron en prepararse para el Más Allá. Cuando tenían juventud y
vitalidad no se preocuparon de ser advertidos. ¿Qué esperaban y qué
esperáis vosotros? ¿Estáis en lo mejor de vuestra juventud esperando que
la achacosa vejez os advierta de los efectos de una vida perversa? ¿Estáis
en la Flor de vuestra salud esperando que un repentino e inmisericorde
ataque de enfermedad os enseñe una lección de no colocar demasiada
fe en la vida y sus oportunidades? ¿Están los vivos de entre vosotros
esperando la muerte? ¿Para qué esta demora y con qué propósito? ¿Os
dais cuenta que cuando llegue el tiempo de iros y se aproxime la hora de
partida, como cuando los dolores de la enfermedad y las punzadas del
pesar os abrumen, como cuando el ahogo no permite a vuestra saliva
pasar por la garganta, cuando os revolvéis en la cama volviéndoos de un
lado para otro y pidiendo a vuestros amigos, parientes e hijos que vengan
en vuestra ayuda, no quedará tiempo para la acción y el pensamiento?
¿Prolongarán vuestros parientes vuestra vida y mantendrán la muerte
alejada de vosotros? ¿Os servirán de algo el llanto, el pesar y la simpatía
de vuestros parientes?.
No, la muerte vendrá y se llevará vuestra vida con ella; seréis colocados
en una oscura y estrecha sepultura, con los pies y las manos atadas y
solitarios. Allí los insectos y reptiles se abrirán camino a través de vuestra
piel y vuestra carne. Gradualmente, la normal descomposición destruirá
completamente vuestro cuerpo y el cambio de los tiempos marchitará
vuestra reputación y fama, incluso vuestra tumba desaparecerá dejando su
sitio a una casa para un ser viviente o a otra tumba para un muerto. ¿Qué
pasara con vosotros? Vuestro cuerpo fuerte y robusto se descompondrá,
incluso los huesos se convertirán en polvo. Vuestra alma puede estar
yaciendo bajo el peso de vuestros pecados. Entonces y sólo entonces,
tendrá vuestra alma completa fe en todo lo que se os dijo acerca de la vida y
la muerte. Será un conocimiento de primera mano. Pero este conocimiento
no servirá de nada. No habrá tiempo para vosotros de aumentar el acopio
de vuestras buenas acciones o de arrepentiros de vuestras faltas.
¿La imagen que se os presenta en estas palabras es para vosotros ficticia
o alegórica? ¿No es una realidad? ¿No habéis visto a la gente alrededor
vuestro pasar por estas etapas? ¿No eran algunos parientes vuestros?
¿No sois hermanos, hijos o padres de algunos de los que han muerto?
¿No os dais cuenta de que habréis de pasar por etapas similares antes de
llegar al umbral de la muerte y atravesarlo? ¿No andaréis el camino que
han andado antes de vosotros? Sin embargo, vuestros corazones no están
todavía deseosos de alcanzar la salvación y son indiferentes a la guía
hacia la verdad. ¿Os inclináis todavía por el camino equivocado como
si estas enseñanzas de la Religión no fueran con vosotros? ¿Cómo si la
muerte y la descomposición no fueran para vosotros y, como si adquirir
riqueza, poder y el disfrutar de ello a vuestras anchas fuera todo lo que
se espera de vosotros? Recordad que habréis de pasar por el Sirat (esto
es: Por el puente del infierno de acuerdo a la creencia islámica) un lugar
en que la gente se resbala, se cae y, donde a cada paso, hay muchos
peligros y horrores.
Temed a Dios como un sabio cuya muerte está tan llena de pensamientos
del mañana que ha olvidado todo lo demás46, cuya mente se ha dado cuenta
de la enormidad de Su ira y, para escapar de ella, se esfuerza lo mejor
que puede. Las oraciones nocturnas le han mantenido despierto cuando
mucha gente está durmiendo o pasándolo bien. Con la esperanza de las
recompensas celestiales pasa sus días haciendo buenas acciones, incluso
bajo el tórrido sol del verano y la sed y fatiga del ayuno. La piedad ha
mantenido controlado sus deseos. Su lengua está constantemente ocupada
en oraciones y su mente está llena de pensamientos de Dios. Es consciente
del peligro y de las caídas antes de toparse con ellas y, evitando tortuosos
y retorcidos caminos, toma el camino verdadero y recto de modo que
pueda alcanzar su destino a salvo. La vanidad ni el orgullo le conducen
hacia el autoengaño y no le hacen volver la cabeza. Nunca le engañan los
argumentos dudosos o falsos. Conoce su lugar en el paraíso, es consciente
de que se le recompensará y tiene fe en la promesa de su Señor. Con
esta fe y esperanza, lleva una vida pacífica, feliz y contenta, ocupado
siempre en hacer buenas cosas y siempre despreocupado de la vida y sus
problemas. Por consiguiente, lleva una vida magnífica y pasando por este
periodo de transición con un carácter apacible, llega al otro mundo en
gracia y felicidad. Conoce de antemano los peligros a los que uno ha de
hacer frente allí y se protege bien con la ayuda de pensamientos sublimes,
virtudes ideales y acciones nobles. Y, por consiguiente, pasa los pocos
días que le han sido concedidos en este mundo, de ese modo. Se concentra
en los modos y los medios de alcanzar Su favor, se esfuerza con éxito en
mantenerse alejado del vicio y la maldad, tiene en su mente la muerte y
se prepara para encontrarse con ella.
¿Qué puede ser una recompensa más sublime y mayor bendición que un
lugar en Su Paraíso, y qué puede ser mayor castigo que el Infierno?
¿Quién puede ser un vengador más poderoso que el Señor y quién puede
recompensar mejor? ¿Y qué libro puede ser mejor guía en este mundo, y
más poderoso defensor en el próximo que el Sagrado Corán?
Os aconsejo que temáis a Dios que ha dispuesto de la manera más perfecta
educaros e informaros de los efectos de una buena y mala vida, de la
virtud, el vicio, del pecado y la santidad. No os dejó lugar para la excusa,
46 Es decir, todas sus ideas, palabras y acciones están concentradas en el único propósito de
tener pensamientos elevados, decir buenas cosas y hacer buenas acciones de modo que
pueda merecer un lugar en el Reino de los Cielos.
o el pretender ignorancia o algún tipo de justificación por el pecado y
la maldad. Os ha advertido del enemigo (el demonio) quien silenciosa y
sutilmente penetra en vosotros y os atrae y arrastra hacia la condenación
eterna; quien os alienta con falsas esperanzas; quien colorea los más
peligrosos crímenes y los más condenables pecados en increíblemente
hermosos colores y les hace aparecer como inocentes y sin mancha. Y
una vez que ha conseguido arrastraros a su guarida, os ha persuadido
a trabajar por su propia y vuestra propia condenación y, cuando ha
conseguido completamente su propósito, entonces y solo entonces abre
vuestros ojos a la realidad y os hace ponderar la enormidad de vuestros
pecados, os ilumina en lo concerniente a lo inevitable y os previene de
las penosas consecuencias de vuestras palabras y acciones (pero esto, es
siempre demasiado tarde) no tendréis tiempo de arrepentiros o de deshacer
el mal y el daño que hayáis hecho.
Otra parte del discurso anterior en el que Hazrat ‘Ali (P) habla acerca de la
creación del hombre:
Poner vuestra atención en el hombre, que recibió su forma y la perfección
de su cuerpo en la intensa oscuridad y en las regiones espesamente veladas
del vientre de su madre. Al comienzo, era un organismo microscópico,
brillante e intensamente activo como un coagulo de sangre solidificado
sin una forma definida. Después, desarrolló gradualmente forma humana
y llegó a ser un embrión y después nació como un débil niño; viviendo y
creciendo solamente con el alimento de la leche, pasando gradualmente
desde esta etapa a la infancia y después a la juventud para terminar en
la madurez. Dios le había otorgado un corazón perfectamente funcional,
una mente sana y bien protegida, una lengua que puede hablar, orejas
que pueden oír y ojos que pueden ver, de modo que pueda adquirir
conocimiento correcto, pueda encontrar lo que es bueno para él y lo que
es dañino, pueda oír el consejo útil, pueda darse cuenta de su beneficio
y pueda moldear su vida de acuerdo con los principios de la sabiduría
y de la verdad, absteniéndose del vicio y optando por la virtud como el
principio básico de su vida.
¿Pero os dais cuenta de lo que sucede de hecho? Cuando su cuerpo
desarrolla sus proporciones normales, cuando adquiere vigor y salud,
cuando crece hasta ser alto y fuerte, se vuelve orgulloso y vano, rehúsa a
ser guiado por la verdad y la virtud, comienza a despeñarse en la oscuridad
del vicio y la ignorancia, comienza a adquirir riqueza y poder y, comienza
a disfrutar de los bajos placeres para contento de su corazón. No satisfecho
con esto, arriesga su existencia presente y la de la eternidad, vendiendo
su alma y salvación por causa de los viciosos gozos de la vida. Tampoco
teme a ningún peligro ni a las consecuencias de sus acciones. Continúa
de este modo hasta la muerte. Tampoco cumplió con su deber hacia Dios
y hacia el hombre, ni se preocupó de ganar recompensas celestiales. De
hecho, se afana continuamente en el mal y la iniquidad; y se corrompe
aún más con errores y deslices, cuando las enfermedades mortales lo
abruman, y su ataque es inesperado, queda confundido y perplejo. Las
agonías y sufrimientos de la enfermedad, las punzadas y paroxismos del
mal le mantienen despierto durante las noches y sin reposo durante los
días. Gradualmente se desliza hacia la muerte. Ante los ojos de su devoto
hermano, su amoroso padre, su cariñosa hermana y su amorosa y llorosa
madre, yace en la agonía de la muerte; sus sentidos entrando en síncopes
terribles y su respiración entrecortada, finalmente pierde el sentido,
sometiendo su alma a la muerte. Después se le envuelve en un lienzo,
cuya manifestación es símbolo de su estado de completa desesperanza e
indefensión. En esta condición, su cuerpo se ve sometido a toda clase de
tratamientos por parte de otros; se ve obligado a ceder y soportar toda
clase de indignidades hacia él dirigidas; no puede ni quejarse ni resistirse.
Como un camello cansado y exhausto por un largo viaje no tiene control
sobre sus miembros y no puede moverlos; tiene necesidad de la ayuda y
el apoyo de sus parientes y amigos, quienes le llevarán a la tumba. Es
una casa extraña y una residencia en la que quedan cortadas todas las
conexiones mundanas, donde no vendrá nadie a verle, y de donde no podrá
salir para ir a encontrarse con otros. En esa morada, los parientes, los
amigos y los asistentes al funeral le abandonan a su suerte y vuelven a
sus casas. En ese nuevo y extraño lugar tiene que hacer frente a nuevos
horrores; se ve obligado a responder a las preguntas que acerca de su
vida le hacen los ángeles. Respondiéndoles, tiene que dejar a un lado
su arrogancia, altanería, amor propio y, las circunstancias le obligan a
adoptar mansedumbre y humildad.
El peor horror -del lugar- son las torturas del infierno preparadas para
quienes las merecen. Recordad que no habrá descanso en la tumba que
alivie la fatiga y agotamiento de la enfermedad antes de la muerte; y los
sufrimientos de la muerte le quitarán la paz y la tranquilidad sin que
nadie venga en su auxilio y socorro; ni siquiera la muerte lo aliviará
de los dolores y horrores que ahí ocurren: será un continuo castigo sin
interrupción o respiro.
¡Oh criaturas de Dios! ¿Podéis decirme en dónde están esas gentes a
quienes se les dio larga vida, pero la desperdiciaron en la comodidad, el
confort, en el vicio y el lujo? ¿En dónde están esas gentes a quienes se
les dieron buenas mentes e igualmente buenas oportunidades de adquirir
sabiduría y conocer la verdad, pero que, incluso después de darse cuenta y
de comprender las auténticas formas de vida, desperdiciaron las facultades
que se les habían otorgado y el tiempo concedido y el conocimiento que
se les impartió?
Se les dio tiempo y oportunidades, pero no hicieron ningún uso de ellas.
Se les dieron buena salud y cuerpos robustos, pero los usaron necia y
extravagantemente, olvidando que estas cualidades eran la Gracia de
Dios y merecían un uso juicioso y agradecido. Se les concedió larga vida
y abundancia de buenas cosas, se les advirtió de las consecuencias de
las malas acciones y se les prometieron también recompensas celestiales.
Pero nada los mantuvo alejados del vicio y la maldad.
Tenéis sus ejemplos ante vosotros, absteneos de tales vicios como de
aquellos que hagan caer sobre vosotros la Cólera de Dios. ¡Oh vosotros
que tenéis ojos y oídos, salud, vigor, riqueza y poder! ¿Os habéis dado
cuenta alguna vez de los perniciosos efectos de una mala vida? ¿Habéis
encontrado la forma de escapar de la Cólera de Dios? ¿Habéis encontrado
a alguien que os cobije contra ella? ¿Podéis alejaros y escapar de ella?
¿Hay alguna posibilidad de volver a este mundo -después de la muerte- y
deshacer todo lo que hayáis hecho?
Entonces, pensad y deliberad cuidadosamente acerca de lo que estáis
haciendo con vuestra vida. ¿Adónde vais? ¿Cómo os estáis engañando
a vosotros mismos? Simplemente echad cuidadosamente un vistazo a
vuestro alrededor. De toda esta tierra que se extiende largamente a vuestro
entorno, lo que os corresponde y corresponderá a toda otra persona, es
apenas, la altura de la sepultura. Yaceréis allí con vuestra mejilla sobre la
tierra desnuda. No tendréis nada más que eso por mucho que lo intentéis.
Si alcanzáis esta verdad y realidad, entonces, ¡Oh gentes! Haced correcto
uso de todo lo que se os ha dado, cuando todavía hay salud y energía
en vuestro cuerpo, cuando haya todavía vida y oportunidades a vuestra
disposición, tiempo para buscar la verdad, de encontrarla, de seguirla y,
cuando tengáis aún tiempo disponible para hacer lo correcto y cuando
dispongáis de un lugar en el cual reuniros y mantengáis un espíritu de
cooperación para trabajar juntos, una oportunidad para hacer el bien
o de deshacer el mal hecho por vosotros y cuando encontréis el tiempo
suficiente de arrepentiros y lamentaros, entonces, arrepentíos y haced el
bien.
Sí, haced el bien antes de que se os cierre la puerta de la acción y el
arrepentimiento, antes de que os abandonen para siempre la paz, la
tranquilidad y el bienestar; antes de que las adversidades y las angustias
se apoderen de vosotros, antes de que las dificultades, ansiedades y miedos
os arruguen y, antes de que la muerte cierre vuestros ojos para siempre
y de que la Cólera Divina descienda sobre vosotros.
Sayed Razi, el compilador original del “Nahyul Balagha”, señala que éste
discurso fue tan efectivo que antes de que Hazrat ‘Ali (P) llegara al final, la
gente comenzó a llorar; muchos de ellos estaban temblando y otros se agitaban
en su sitio y mucho tiempo después de que lo terminara, hubo un gran silencio
en la Mezquita y nadie se atrevió a moverse de su lugar.
Conviene resaltar que ningún animal -aparte del hombre- puede vivir
confortablemente o sobrevivir a climas extremos sin ningún cambio en su piel
o pelo. Un oso o un perro polar e incluso un ciervo morirían en el ecuador, de
modo similar un tigre, un leopardo o un camello y elefante, morirían en los
polos. Algunos animales se encuentran en todas las diferentes zonas climáticas,
por ejemplo: un oso y un zorro, pero sus pieles, pelaje y capa de grasa cambian
de acuerdo con los cambios climáticos. Después de cientos de generaciones y
de que millones de animales hayan muerto por la incapacidad de sus cuerpos
para adaptarse inmediatamente a las diversas condiciones climáticas. Por el
contrario, el hombre con un simple cambio de vestimenta puede encontrarse
cómodamente tanto en los polos como en el desierto.

Discurso 84
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) se ha referido a la falsa propaganda vertida
en su contra por ‘Amru Ibn ‘As:
Es increíble que el hijo de Nadegha (la madre de ‘Amru Ibn ‘As) fustigue
contra mí a los asirios. Les dice que miento constantemente y que soy
aficionado a los juegos, a las bromas, a la juerga y la diversión. Continúa
mintiendo deliberadamente acerca de mí y está cometiendo por ello un
pecado. Recordad que es malo y pecaminoso mentir.
Sabéis muy bien que ‘Amru Ibn ‘As es un mentiroso impenitente y habitual,
y que hace promesas sin la intención de cumplirlas. Si pide algo lo hace
de modo exigente y si se le solicita una cosa, se comporta como un avaro.
Rompe habitualmente sus compromisos, nunca mantiene una promesa y
es áspero y despiadado.
En el campo de batalla, antes de que se desenvainen las espadas y
comience la guerra, es muy valiente dando órdenes y muy conspicuo al
pretender conducir al ejército, pero cuando comienza el combate, su mejor
táctica es mostrar a sus oponentes su cuerpo desnudo47.
Estad atentos, juro por Dios que el pensamiento de la muerte me ha
mantenido siempre apartado de la búsqueda de placer y mi deseo por el
más allá me hace siempre suficientemente fuerte para no mentir. ‘Amru
Ibn ‘As, ha sido muy ricamente pagado para vencer su alma y conciencia,
y prestar juramento de fidelidad a Mu’awiyah.

Discurso 85
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) describe algunos atributos de Dios y da
algunos consejos a sus seguidores. Aparentemente, estos pasajes son parte de
un discurso muy largo:
Testifico que no hay más Creador y Gobernante del Universo que Dios
Todopoderoso. Él es Uno y no tiene a nadie para compartir Su Fuerza y
Gloria. Ha existido desde la otra eternidad, nada existió antes que Él y
su Existencia no tendrá nunca fin. Ninguna imaginación puede sondear
la realidad de Sus Atributos y ninguna mente puede captar el modo de
Su Entidad.
De tal modo Él es Uno que la división o fragmentación en partes de Su
Entidad no se puede siquiera imaginar. Ningún ojo puede verle ni ninguna
mente imaginarlo.
Otra parte del discurso:
¡Oh criaturas de Dios! Tomad advertencias de los ejemplos útiles y
aprended de las cosas claras y tangibles. Que los horrores del castigo
47 Amr lbn ‘Aas hizo realmente esto en la Batalla de Siffin, cuando el Imán se enfrascó en un
combate mano a mano con él, y cuando recibió un golpe de la espada del Imán, se cayó de
su caballo se tiró boca abajo, y así yaciendo se descubrió el trasero. El Imán volteó la cara
para otro lado y le pidió que se levantara y se largara, lo cual hizo él muy rápidamente. El
Imán se refiere a ese incidente.
nos os mantengan alejados de buscar la Verdad. Aprovechaos de tal
modo del buen consejo y las enseñanzas religiosas como si la muerte os
tuviera apretujados en sus garras y se hubiesen roto vuestros lazos con el
mundo; como si estuvierais siendo conducidos hacia el destino que todo
ser viviente tiene decretado a cumplir. En el Día de la Resurrección todo
ser humano estará acompañado de un conductor -un ángel- y un testigo
-otro ángel- uno le conducirá hacia la Asamblea del Juicio y el otro dará
testimonio de su fe y de sus acciones.
Otra parte del discurso respecto al Paraíso:
Por lo que se refiere al honor y la eminencia, hay grados en el Paraíso,
unos superiores a otros, sobrepasándose en excelencia, grandeza y gloria.
Las bendiciones celestiales que descienden sobre sus habitantes, no
terminarán nunca, las recibirán allí para siempre, no sufrirán de vejez
ni tendrán ninguna privación o pesar.

Discurso 86
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) aconseja a las personas a obtener una creencia
sincera y a actuar de acuerdo a sus enseñanzas:
Ciertamente Dios conoce los secretos de los corazones y los pensamientos
ocultos de las mentes. Su conocimiento lo rodea todo. Su Poder lo
sobrepasa todo y puede hacer lo que él desee.
Cada uno de vosotros debiera trabajar para asegurarse las bendiciones
eternas durante el tiempo que se os ha dado antes de que os llame la
muerte. Debierais actuar durante el tiempo oportuno antes de que se os
prive del mismo. Juntad bienes celestiales para vuestra casa permanente
en el paraíso durante vuestra estancia temporal en esta morada terrenal.
¡Oh gentes! Temed a Dios respecto a aquellas cosas que Él y Su Libro
os ordenaron recordar. Tened cuidado de los derechos que os han sido
confiados y de las obligaciones que os han sido impuestas, porque Dios
Todopoderoso, no os ha creado sin un propósito y nos os ha dejado sin
obligaciones y deberes ni os ha mantenido ignorantes y desinformados
de dichos derechos y deberes.
Os ha explicado con gran detalle lo que hacer en la vida y que no hacer
y el porqué. Vuestros pensamientos no tienen secretos para Él quien fijo
por anticipado vuestro tiempo de vida.
Os ha dado a conocer Su Libro que lo describe y explica todo. Os ha
concedido al Santo Profeta (PBd) para que viva entre vosotros el tiempo
suficiente para explicar completamente en palabras y acciones la Religión
que le fue revelada, hasta que completó sus enseñanzas e instrucciones
y hasta que alcanzó una perfección tal en su Religión elegida del modo
que le satisfizo y agradó. A través de Su Santo Profeta (PBd) os ha
dado instrucciones completas acerca de lo que debéis hacer en la vida,
explicando racionalmente todo aspecto de la Religión y cerrando el paso
de forma lógica a todo falso argumento. Os ha prometido Sus Bendiciones
del mismo modo que os ha advertido de Sus terribles castigos.
Tened cuidado de los días que os quedan de vida y compensad las
malas acciones que hayáis cometido e intentad manteneros alejados
del vicio y del pecado, porque el periodo de vida que os queda ahora es
probablemente mucho menos que el periodo de ignorancia y tinieblas
a través del cual habéis pasado ya sin preocuparos del buen consejo e
instrucciones que os ha brindado vuestra Religión.
No permitáis que vuestro ego os empuje locamente tras deseos desordenados
porque os empujarán al camino de la maldad, el vicio, la opresión o la
tiranía. No permitáis que la pereza y la dilación os mantengan alejados
de seguir las órdenes de Dios; esto os llevaría hacia el pecado y el mal.
Los seres humanos que más obedecen a Dios son los mejores y los más
sinceros amigos de sí mismos y los seres humanos que le desobedecen
son los peores enemigos de sí mismos. Son necios y perdedores que tratan
de engañarse y perjudicarse -a sí mismos- y son afortunados realmente,
quienes mantienen sus mentes libres del vicio y del pecado. Son afortunados
quienes toman lecciones de lo que les rodea y son desafortunados, quienes
son atraídos por sus deseos y pasiones desordenadas.
Aprended estas verdades, que incluso la más pequeña hipocresía hacia
Dios es una forma de politeísmo, y que, el mantenerse en compañía de
una persona de carácter sensual y malvada, es la forma más fácil de
olvidarse de las enseñanzas de la Religión e invitar al Shaytán a controlar
la mente de uno.
Absteneos de decir mentiras, porque el mentir os mantendrá alejados
de la Religión y de Dios. Una persona que dice y ama la verdad, es la
que recibirá salvación y honor por parte de Dios y un mentiroso será
humillado y dejado de Su Mano. No envidiéis porque la envidia destruye
vuestra fe en la Religión igual que el fuego consume a la madera. No os
odiéis y detestéis unos a otros porque os llevará a las calamidades y a
la mala suerte.
Recordad que las esperanzas e ilusiones equivocadas afectan penosamente
vuestras capacidades mentales y os harán olvidaros de Dios. Luchad
contra tales esperanzas y deseos porque son ilusiones y quien cree en
ellas se ve frustrado y engañado.

Discurso 87
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) ha descrito los signos por los que un musulmán
fiel y sincero y una persona amada por Dios pueden ser reconocidos. Ha
explicado lo que significa el ateísmo y cómo se pueden alcanzar la guía y la
salvación. Ha mostrado la forma de alcanzar los favores de Dios y evitar Su
Cólera:
¡Oh gentes! Los más amados por Dios son los que han rezado por su
ayuda para sobreponerse a sus pasiones. Los que han reconocido la
seriedad y tristeza de la vida y quienes Le temen; quienes han aceptado la
verdadera religión y están dispuestos a encontrarse con la muerte cuando
llegue, quienes se dan cuenta de la finalidad última de su existencia, y
están deseando soportar toda adversidad para el final virtuoso y feliz
de la vida; que ha estudiado los hechos y realidades de la existencia de
esta tierra y han tomado lecciones y advertencias de los mismos hechos y
realidades; que hacen lo mejor que pueden para hacer el bien, teniéndole
siempre en mente; que se esfuerzan para adquirir la perfección que Dios
les ha ayudado a alcanzar y después de conseguirla, andan en el camino
de la verdad y la piedad; que han superado los deseos desordenados y no
están ansiosos por nada sino (por buscar) el superarse por Dios y recibir
Sus Bendiciones; que han superado la ceguera mental, han abandonado
la compañía de la gente viciosa y han llegado a ser fuente de guía hacia
la verdad y un medio de control sobre las actividades viciosas; que han
visto el camino recto de la religión y lo han adoptado, han reconocido la
verdad y la justicia y afrontando las dificultades con valentía y superando
los obstáculos se han coligado con Dios y la religión.
Su fe en Dios es como un brazo, irradiando virtud e iluminando el camino
de la verdad. Se han consagrado al servicio de Dios, resolviendo los
problemas de la vida con ayuda de la verdad y la justicia, y dirigiendo a
la gente hacia la religión, son como una vela encendida en la oscuridad de
las incertidumbres, despejando las dudas, desembrollando los problemas
difíciles, y guiando a la gente fuera del ca0s y el ateísmo. Si hablan, es
para explicar los hechos y realidades.
Si están callados es porque han aceptado la lógica de la verdad en la
religión. Ya que son sinceros en su amor y devoción por Dios, El también
les ha seleccionado para actuar como guías y directores de la humanidad,
como una de las fuentes de Su religión, y uno de los pilares de la fe en
esta tierra.
Se obligan a sí mismos a ser siempre justos y el primer acto de justicia
que harán es el deshacerse de los deseos inmoderados, apartarlos de su
mente y decir la verdad y actuar de acuerdo con ella. No dejarán de hacer
ninguna buena acción ni dejarán de tener buenos pensamientos.
Han basado sus pensamientos y acciones en el Corán que es su guía y
dirección. Aceptan sus enseñanzas y siguen sus reglas cuidadosamente.
Comparado con ellos, hay otras gentes que pretenden ser instruidas,
pero no lo son. Han amasado nociones necias, analfabetismo de gente
ignorante e ideas equivocadas y cisma de personas viciosas y extraviadas.
Para engañar a la gente han puesto trampas de mentiras y engaños a
su alrededor. Explican el significado del Libro Sagrado para amoldarse
a su propósito y deformar la verdad para que se amolde a sus propios
deseos. Pacifican la conciencia de la gente y los animan a cometer los
mayores pecados, terribles atrocidades y malvados crímenes. Como seres
humanos, declaran que son siempre cautos acerca de las dudas y el cisma,
y sin embargo de hecho, están muy comprometidos con ellos. Se parecen
a un hombre pero tienen el intelecto subdesarrollado de una bestia. No
conocen el camino de la verdadera religión para seguirlo ni el auténtico
ateísmo para evitarlo; la suya es una mente muerta en un cuerpo viviente.
¿A dónde vais y qué seguís? La Verdad (El Islam) ha fijado sus hitos, ha
encendido sus fanales y ha establecido indicadores y direcciones; a pesar
de todo esto, sois extraviados y confundidos.
Pero, ¿Porqué debierais estar perplejos cuando tenéis a Ahlul Bait (P)
-descendientes del Sagrado Profeta (PBd)- entre vosotros?
Os dirigirán hacia la verdad y la religión, os guiarán hacia el camino
de Dios, os hablarán en el lenguaje de la verdad. amadlos y respetadlos
como amáis y respetáis al Sagrado Corán. Para calmar vuestra sed por las
realidades de la vida volveos hacia ellos igual que los animales sedientos
se reúnen en torno a los abrevaderos.
¡Oh gentes! Escuchad y recordad bien los dichos del Sagrado Profeta
(PBd) que nuestra muerte física no significa que hayamos desaparecido
totalmente de entre vosotros y nuestra vejez no significa que nos hayamos
vuelto seniles e inútiles48.
¡Oh gentes! No habléis acerca de cosas que no conocéis, porque de este
modo podéis negar la verdad. No hagáis responsable a determinada
persona de vuestros vicios y pecados, persona de la que hayáis rechazado
sus enseñanzas y habéis rehusado aceptar su consejo.
¿No os he explicado el Corán? ¿No os he dejado a Ahlul Bait (P) con
vosotros para guiaros? ¿No he mantenido alto el estandarte de la fe para
que os juntéis a su alrededor? ¿No os he provisto de paz y prosperidad
basada en la fuerza de mi justicia y mi equidad? ¿Y no os he enseñado con
palabras y acciones la vida sencilla y el pensamiento elevado? ¿Con mi
ejemplo ante vosotros, no os he entrenado a aceptar los más altos valores
de la moralidad? Así pues, recordad que no deberéis intentar formaros
opiniones sobre cosas que no comprendéis o no podéis captar.
La supremacía de los Banni Umayah sobre el estado islámico será
suficientemente larga para que la gente se imagine erróneamente que su
influjo durará eternamente y que sus crueldades y tiranías sobre el mundo
Musulmán no tendrán nunca final. Una noción tal, es equivocada; para
ellos, los placeres de un gobierno sin Dios son como un brebaje delicioso
que pueden tener en su boca por algún tiempo y que habrán después de
escupir poco a poco.

Discurso 88
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) habla de los musulmanes de su tiempo y que
se desviaron por no seguir las enseñanzas del Islam:
¡Después de alabar a Dios Todopoderoso!. Habéis de saber que Dios
Todopoderoso no castiga a los tiranos a menos que no les haya dado
tiempo suficiente, riqueza y confort (a menos que les haya dado libertad
de movimiento) y no ha mejorado la situación de ninguna nación hasta
48 Es decir: Nuestras enseñanzas, nuestras tradiciones, nuestros principios rectores y nuestra
guía permanecerán siempre con vosotros para educaros y dirigiros.
que fue probada con calamidades y pesares o privaciones y miseria.
Las aflicciones a las que habéis hecho frente y las dificultades por las
que habéis pasado deberían ser un buen entrenamiento para vosotros;
pero desgraciadamente, todo hombre con cabello gris no es sabio, toda
persona con vista no posee previsión y todo el mundo con oído no está
preparado para escuchar el buen consejo.
¿No es realmente sorprendente y no debiera extrañarme de esas personas
que se dan cuenta de las doctrinas de la religión están siendo explicadas
de modo intrascendente y contradictorio, y sin embargo ni se preocupan
de seguir a su Profeta (PBd) ni desean actuar como sus delegados?
El hecho es que no tienen ninguna fe en Dios y por consiguiente no se
abstienen del vicio. Actúan de acuerdo con las equivocadas presunciones
de sus mentes y siguen los anhelos de sus pasiones.
Creen que cualquier cosa que deseen es buena y virtuosa y cualquier cosa
que no les guste consideran que es mala. Cuando se les llama a solucionar
problemas difíciles, intentan resolverlos con conocimiento imperfecto y
cuando hay importantes cuestiones religiosas de por medio, confían en sus
defectuosas ideas como si cada una de ellas fuera su propio guía y director
y como si cualquier conclusión a la que hubieran llegado estuviera basada
realmente en un muy completo conocimiento de la verdad y la religión.

Discurso 89
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) describe la condición de la sociedad antes
de que Dios enviara al Santo Profeta (PBd) como Su Mensajero. Invita a la
gente a tomar conciencia de su época, la cual, no sería muy diferente a los días
preislámicos si acaso no aprovechan las enseñanzas del Santo Profeta (PBd)
Así mismo, les recuerda que las enseñanzas que él les impartirá, provienen de
la misma fuente: El Corán y el Santo Profeta (PBd) Explica así mismo, que
Dios Todopoderoso envío a Muhammad (PBd) como Su Mensajero tras un
largo periodo en que el mundo había carecido de un guía o Profeta y, en una
época en que las naciones habían pasado a través de muchos años sin caer en
cuenta de los deberes del hombre hacia Dios y él mismo, y por periodos de
fuertes disturbios y desavenencias, guerras y destrucción de la sociedad, lo
que había sumergido a las mismas en la oscuridad y engaño completo.
Muhammad (PBd) llegó cuando la humanidad tenía ya un pasado muy
triste, un presente que daba miedo, un desgaste inútil de energías en pos
de diversas actividades y una muy pobre esperanza respecto al futuro.
Las enseñanzas de los Profetas (P) anteriores habían sido completamente
olvidadas, y se veían por todas partes señales de destrucción y de ruina.
El mundo había llegado a ser un lugar insano y muy peligroso, en donde
la muerte, la destrucción, pánico e inseguros tumultos eran parte de la
vida cotidiana. Hazrat ‘Ali (P) dijo entonces:
¡Oh gentes! Dejad que la historia del hombre os enseñe una lección,
dejad que las vidas de vuestros hermanos y padres os amonesten contra
el tipo de vida que ellos siguieron y por el que habrán de dar cuenta.
¡Por mi vida! Que no ha transcurrido mucho tiempo ya para que vosotros
hayáis olvidado dichas conductas. Empero, aquellas vidas parecen no
haberles enseñado nada, no cambiaron vuestra visión de las cosas y no
han mejorado vuestra mente. Os comportáis del mismo modo que vuestros
antepasados en tiempos del Santo Profeta (PBd)
Juro por Dios que estoy enseñándoos las mismas cosas que el Santo Profeta
(PBd) enseñó a vuestros ancestros; y vuestras reacciones a mis enseñanzas
son las mismas que las de aquellas gentes que estaban alrededor del
Santo Profeta (PBd) algunos aceptando la verdad, y la mayoría entrando
en dudas e incertidumbre u oponiéndose a la verdad de todo corazón: la
condición de vuestras mentes indica igualmente, que no habéis aprendido
nada del pasado.
Recordad que no os estoy diciendo nada que no haya sido dicho a vuestros
padres, y no se os pide que sigáis ningún credo sino el que se les enseñó
a ellos, y que estáis pasando a través de dificultades similares a las que
ellos atravesaron; dejad que sus vidas sean una lección para vosotros.
Dejadme advertiros, que cosas tales como la riqueza, el poder, el placer,
el vicio y los pecados, con los que mañosos impostores y los bribones se
han rodeado, no os vayan a tentar y engañaros, porque la vida es como
una sombra a través de la tierra la cual puede alargarse por algún tiempo,
pero al final del mismo, se disipará.

Discurso 90
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) habla sobre los Atributos de Dios y sobre
cómo Ha creado las cosas y también como va a tratar a Sus criaturas obedientes
y desobedientes. También contiene consejos para los seres humanos para que
hagan el bien mientras tengan tiempo de actuar.
A Dios son debidas todas las gracias ya que puede ser Reconocido sin
ser visto. La creación del Universo no le supuso ningún trabajo mental.
Había estado existiendo desde toda la eternidad, cuando no había espacio
dividido en galaxias y no había Universo (ni tampoco existía el tiempo)
cuando no había lugares oscuros en el espacio que actuaran como
cortinas que ocultaran a la vista las galaxias más lejanas, con algunas
ventanas (espacios abiertos en ellas) para permitir que una muy limitada
información saliera por ellas.
Cuando ni siquiera había oscuridad (mucho menos Luz) cuando no había
ninguna tierra que soportara la vida sobre su superficie; ni elevadas
montañas que cobijaran polvorientos barrancos en sus flancos; ni
profundos valles, ni océanos que rodearan las tierras, ni criaturas con
mentes o facultades mentales.
Ciertamente, Él es el Dios que creó a todas las criaturas y llevará a cabo su
total y completo aniquilamiento. Permanecerá cuando todo haya llegado
a su fin. Él es su Señor que les preserva y les nutre.
Los soles y los sistemas solares se mueven en el espacio de acuerdo a
normas y modos a los que Él les ha destinado; gestando todas las cosas
que se ponen en contacto entre ellos y convirtiendo el presente en pasado,
cubren gigantescas distancias en el espacio a modo de viajes.
Él ha ordenado de antemano y ha fijado la cantidad, cualidad y los medios
de subsistencia de todo tipo de criaturas. Conoce la capacidad, propiedad,
facultad y la actividad de cada una de ellas al igual que la extensión de
su periodo de existencia. Conoce lo que indican todas y cada una de
ellas y lo que están pensando de las que han sido dotadas de mente y sus
respectivas capacidades.
Antes de que un ser nazca, Él conoce a través de cuantos cuerpos (de
sus padres y antepasados) tuvo que atravesar para llegar a ser, al igual
que el tiempo en que cada uno de ellos llegó a la existencia y por cuanto
tiempo disfrutará de la vida que Él le ha concedido.
A pesar de todas las riquezas que Ha derramado sobre ellos en este mundo,
castigará severamente a Sus enemigos; y Sus amigos serán bendecidos por
Él y recibirán Sus favores a pesar de toda la severidad de Sus castigos.
Humilla a quienes intentan igualar su poder con el Suyo, destruye a
los que Le desobedecen, a los que intentan Oponérsele y derriba a los
que se comportan como Sus enemigos. Pero a los que ponen en Él su
confianza, a los que dependen de Él y Le imploran, siempre Les otorga
conforme a sus méritos; y a los que son caritativos con los demás, Les
da buenas recompensas y a los que le dan siempre las gracias les Otorga
Sus bendiciones.
¡Oh gentes! Juzgaos antes de ser juzgados, y tomad cuenta de vuestras
actividades antes de que se os pida que deis cuenta de ellas, arrepentíos
cuando todavía os quede tiempo y someteos a Sus órdenes antes de que
la muerte termine con toda posibilidad de mejora.
Recordad que a menos que os mejoréis y os ayudéis a vosotros mismos
a conseguir Su favor, ningún consejo o educación puede ser de utilidad;
a menos que dobleguéis vuestra mente, ningún castigo externo puede
mejoraros.

Discurso 91
Este discurso se llama “Al-Ashbah” y es uno a los que se han referido
muy frecuentemente los historiadores y biógrafos de Hazrat ‘Ali (P) Los
comentaristas de “Nahyul Balagha” dicen que alguna vez alguien le pidió a
Hazrat ‘Ali (P) que describiera a Dios de tal modo que fuese como si lo vieran
con sus propios ojos. Hazrat ‘Ali (P) se sintió molesto por esto, porque no es
posible describir a Dios de este modo, ni es necesario intentar comprenderle
de esa forma, como tampoco tiene sentido hacerlo en este mundo.
En este discurso explicó los atributos de Dios que indican claramente que no
hay nada en común entre Dios y el hombre y que no puede ser explicado en la
forma en que se lo pidió; a continuación describió las cualidades y propiedades
del hombre y los ángeles. La palabra ashbah es el plural del shabah que
significa forma, cualidad, propiedad y atributo de cosas. Cualidades y formas
del hombre y de la materia se explican en este discurso:
Toda alabanza se debe al Señor cuya riqueza no será acrecentada ni
multiplicada. Ni cesa de ser Generoso y Magnánimo hacia sus criaturas
ni Su Benevolencia y Munificencia le harán pobre o decrecerán Su
Riqueza, mientras que toda persona disminuye una parte de sus riquezas
con todo acto de generosidad, y todo el que se abstenga de ayudar a
otros es considerado como malo y perverso. Dios es el Benefactor; Aquel
cuyos favores no tienen límites, cuyas concesiones son abundantes, cuyas
bendiciones son sublimes y ha destinado al hombre a alcanzar la grandeza.
Trata a todas sus criaturas como si fueran Sus hijos. Ha dispuesto para
ellas sus medios de subsistencia. Ha fijado clases y variedades de alimentos
adecuados y capaces de sustentar a todas las diferentes especies que viven
en esta tierra. Les ha enseñado la forma de cubrir sus necesidades a partir
de lo que les rodea, y también de alcanzar Sus Bendiciones y Favores.
Es tan Generoso que Su Munificencia alcanza a los que no le piden nada
tanto como a los que Le imploran por ella. Es un Ser tal, que no tuvo
comienzo y no existió nada antes de Él, y no tiene fin ni se puede imaginar
nada que exista después de Él. Hizo imposible que le veamos con nuestros
ojos y que lo visualizara nuestra mente. El tiempo no puede afectarle, y los
cambios de circunstancias no pueden producir en Él ninguna variación.
Está más allá del alcance del tiempo. De modo similar, no ocupa lugar en
el que se pudiera imaginar que pueda moverse o cambiar. Si se desprende
de todo lo que las montañas producen en sus minas, como: oro, plata,
hierro, magnesio, carbón, azufre, etcétera y de todo lo que crece en los
océanos: perlas, corales, etcétera. Aún así, Su Generosidad y Capacidad
de dar, no serán ni podrán ser imitadas. Continuará creando nuevas formas
de riqueza o multiplicando las ya existentes cuando y como lo desee. Sus
recursos no pueden ser agotados ni por el constante y excesivo deseo
del hombre de obtener cada vez más de Su Generosidad. Es un Creador
Poderoso y un Benefactor tan generoso y magnánimo que, incluso si diera
todo lo que existe en el universo, Su Munificencia, Generosidad y Poder
de crear nuevos objetos, materias y nuevos recursos no cesará nunca. Él
es tan Amable, tan Benevolente y tan Gentil que las peticiones constantes
a Su Benevolencia no lo volverán avaro.
¡Oh vosotros que intentáis comprender Sus Atributos, leed el Sagrado
Corán! Este libro os ha dirigido hacia esos atributos; tomad del mismo
la guía e intentad comprender e iluminar vuestra mente de acuerdo
con él. Sabed y comprender que el Shaytán os ha insinuado el intentar
encontrar algunas cosas acerca de Dios, cuyo conocimiento ni os ha hecho
obligatorio por el Corán ni por las órdenes y tradiciones del Santo Profeta
(PBd) ni por las enseñanzas de los Imames de la descendencia del Santo
Profeta (PBd) Dejad a Dios el conocimiento de estas cosas. Están más
allá de la capacidad de la mente humana.
Dios os ha impuesto sólo la obligación de conocer y comprender aquello
que Él mismo os dio a conocer en el Sagrado Corán mediante Muhammad
(PBd) Recordad que sólo las gentes que tienen mucha fe en Dios, Sus
Mensajeros (P) y en aquellos secretos ocultos acerca de la Deidad que son
sobrenaturales y más allá de la comprensión humana, y no obstante están
muy versados en conocimiento religioso, creen firmemente en los secretos
ocultos por lo que no fuerzan a sus mentes a hurgar profundamente sobre
los misterios de Su Ser y Sus Atributos. Es decir, se dan cuenta de las
limitaciones de sus mentes y del conocimiento humano y no desperdician
sus energías y capacidades intentando sondear lo desconocido. Por ello,
saben como hacer el mejor uso de sus capacidades al servicio de Dios
y el hombre.
Dios honrará a los que admiten sus limitaciones y no desperdician su
tiempo y vidas en intentar comprender cosas que no son obligatorias para
ellos; de hecho, el darse cuenta de las propias limitaciones al igual que de
las obligaciones es la mejor forma de mostrar amplitud de conocimiento
y la elevación de la comprensión.
¡Oh hombre! Hay suficientes campos de investigación en la naturaleza
abiertos para vosotros, probar en ellos vuestras capacidades, cesad en
vuestras especulaciones acerca de la naturaleza Divina. No intentéis
investigar profundamente en los secretos de Dios y los Misterios de Su
Poder, Grandeza, Gloria y Excelencia, basándoos en el muy limitado
alcance de la mente y su poder; de otro modo, pereceréis eternamente.
Recordad que Su Ser está tan por encima del alcance del conocimiento,
la experiencia y visualización humana, que la imaginación no puede
concebirle y el pensamiento profundo no podrá comprenderle por muy
grande que sea el esfuerzo que la mente humana intente sondear en Sus
Secretos. No podrán captarlos, por muy ferviente y sincero que pueda ser
el deseo del corazón por conocer estas realidades de Sus Atributos: no
los podrá ver. Por consiguiente, Ha ordenado que todo esfuerzo en esa
dirección de captar la Naturaleza Divina, siempre terminará en un fracaso
total. El hombre -aunque obstinadamente lo intente- no podrá darse cuenta
que el Ser de Dios, Su Grandeza, Gloria y Poder, no pueden ser captados
con la limitada capacidad mental que la naturaleza le ha otorgado, y con
el igualmente limitado conocimiento a su disposición.
Él es el Señor Todopoderoso que dio lugar a todas las cosas y seres
vivos: energías, materia, compuestos, formas de vida y las Leyes de la
Naturaleza, sin la necesidad de tener ante Él algún modelo, espécimen, o
criatura creada por algún dios antes que Él. Ha manifestado Su Gloria,
Grandeza y Sabiduría a través de magníficas y asombrosas complejidades
naturales que proclaman la suprema grandeza de Su Omnipotencia y
Omnisciencia. Él ha hecho de que todo en la Naturaleza y todo objeto
creado dependa para su movimiento y reposo (como lo explica la teoría de
la inercia) de Su Fuerza y Su Poder el cual, no es parte de la Naturaleza
sino por encima de ella.
Otros complejos aspectos de la Creación y su funcionamiento, nos
impulsan a entender que existe algún poder y fuerza detrás de ellos, el
cual, determina a actuar como lo hacen. Las maravillas de la creación
en todas y cada una de sus fases llevan las más brillantes y gloriosas
características y rasgos de la belleza y la elegancia de sus artísticos
diseños e inconfundibles evidencias de Su Supremo Conocimiento y Poder.
Tanto es así, que toda criatura en sus diferentes aspectos, su existencia e
interdependencia son la prueba evidente de Su arte para crear, inclusive las
criaturas tales como nosotros, aparecen mudas e incapaces de hablar por
sí mismas para describirse por completo lo que, confirma definitivamente
el plan y propósito del Gran Arquitecto del Universo y le enseñan al ser
humano a darse cuenta de la exquisita y majestuosa belleza del arte de
la creación.
¡Señor! Testifico que quienquiera que junto a Tus criaturas y teniendo a
la vista las variedades de Tu creación y sus diferentes componentes, o la
simetría y tendencias complementarias de los múltiples segmentos y fases
de la Naturaleza que Tú has creado, podría darse fácilmente cuenta de
las limitaciones de Tus criaturas y que Tú no has forzado su mente para
comprender y darse cuenta de Tu Grandeza y Gloria.
Por lo anterior, aquel que no crea que Eres el Único Señor y Creador y que
no tienes compañeros y asociados, ese tal, imagina entonces, que pueda ser
como los ídolos que crea y adora, como si nunca hubiera escuchado a las
gentes que alguna vez adoraron a dioses falsos y después, dándose cuenta
de su necedad, los abandonaron y renunciaron a su fidelidad hacia ellos
y dijeron: “¡Por Dios! Que necios fuimos y qué tristemente persistimos
en el error y el pecado cuando creíamos en tales abominaciones -dioses
falsos- creyéndoles iguales al Señor que lo ha creado todo y mantiene al
Universo”.
¡Señor! Se encuentran extraviados y son unos mentirosos quienes te
consideran igual a otros, o Te comparan con sus ídolos y dioses. Te
asignas los atributos y cualidades de Tus criaturas y en su desviada
imaginación intentan dividir Tu Supremo Poder, Grandeza y Omnisciencia
en diferentes atributos, cualidades y características. Han llegado a creer
que posees un cuerpo y mente como una de Tus criaturas, un cuerpo que
pudiera vivir bajo diferentes funciones y una mente limitada a funciones
predeterminadas.
Atestiguo ¡Oh Señor! Que quienquiera que piense que Eres como las
criaturas que Tú has creado, se imagina a sí mismo como igual a Ti y,
cualquiera que sostenga tan obcecada ignorancia, rehúsa a aceptar los
versos explícitos e indiscutiblemente claros que Has revelado en el Sagrado
Corán el cual, mediante argumentos y razones inteligentes y claras,
prueban Tu Unicidad, omnisciencia, Omnipotencia y Omnipresencia.
¡Señor! Eres el Ser que está solo, a quien la mente y la imaginación no
pueden abarcar, la meditación y la reflexión no pueden captar y que no
puedes ser puesto dentro de los límites de la comprensión e inteligencia
humanos.
(Otra parte del discurso)
Ha destinado claras limitaciones y concedido específicos confines y
lugares en el tiempo y el espacio, a todas las cosas que Ha creado. A
cada una de ellas, le asignó una posición y un lugar en la organización
de la naturaleza tan convenientemente fijada, que ninguna de ellas puede
cambiarlo ni puede ir más allá de ello o quedarse rezagada. Todas se
mueven en una dirección (El movimiento unidireccional de la naturaleza
que es el último descubrimiento de la ciencia) y tienen que alcanzar el
lugar que les ha sido decretado.
Cuando ordenó a la naturaleza y a todo lo que hay en ella para actuar
de acuerdo a Su Voluntad, obedecieron de modo implícito e inmediato.
¿Cómo pueden atreverse a desobedecer Sus Mandatos cuando su propia
existencia y todo lo que hay a su alrededor y lo que hay dentro de ellos y
más allá de ellos, fue el resultado de Su Voluntad y Su Decreto?
Originó las diferentes formas de la creación -la energía, al hombre y su
maravillosa mente- sin sentir ninguna necesidad de especular durante el
proceso o meditar sobre las formas o contemplar las leyes que gobernarían
la creación, existencia e interdependencia de todas las criaturas. Su arte
de crear no fue el resultado de ningún deseo de Su Corazón de hacer
algo, ni necesito valerse de experiencias que el paso del tiempo o el
envejecimiento de la creación le pudieran proveer, ni Se vio forzado a
buscar la ayuda de algún copartícipe para modelar, evolucionar e inventar
este maravilloso universo.
Fue simplemente Su Deseo por lo que la creación llegó a existir, obediente
a Sus Órdenes y sumisa a Su Mandato. No hubo posibilidad de que nada
demorase la observancia de Sus Mandamientos, ni que pusiera objeciones
a la consecución del curso que Él le había determinado. Sus Órdenes no
admiten demora, disensión, protesta u objeción. Todo fue obediencia,
sumisión y docilidad. Cada parte y partícula, segmento o criatura y, todo
afecto y fase de la creación fue perfecto e idealmente completo, porque,
mientras se la hacía existir suavizó y retiró lo que no era necesario, todas
las tendencias opuestas o contradictorias, las propiedades inarmónicas y
conflictivas, todas las disparidades, diversidades e introdujo afinidades,
atracciones, similitudes y analogías.
Hizo cada parte de esta gran organización y todo lo que en ella había
interdependiente con todo lo demás49
A continuación organizó a la creación en grupos y divisiones (energías,
materia, compuestos, galaxias, estrellas, polvo de estrellas, planetas,
cuerpos vivos de plantas, animales y seres humanos) Cada grupo es
diferente del otro mientras que cada grupo posee cualidades similares,
propiedades, atributos y limitaciones. Así fue la primera creación del
Universo que Él hizo con elegancia y belleza extrema, conforme a Su
Deseo y Voluntad.
Refiriéndose a los cielos, Hazrat ‘Ali (P) dijo:
Ha reunido galaxias gigantescas y vastas, en grupos de ellas sin que
existan lazos que aparentemente las interconecten unas con otras. Del
mismo modo ha ordenado los espacios dentro de cada una de ellas de tal
modo que estas galaxias puedan influir unas sobre otras50. Las ha puesto
a trabajar armónicamente. Todo el sistema de estos racimos de galaxias
están tan maravillosamente ordenado que los ángeles que bajan con
sus mensajes y vuelven con las notificaciones de las actividades de Sus
criaturas no encuentran ninguna dificultad en sus idas y venidas. Cuando
el universo se encontraba todavía en forma de gas primordial, le ordenó
que tomara forma, lo configuró para que al coagularse, tomara la forma
49 Es decir: El tiempo no puede existir sin el espacio o la materia, es decir el triángulo de inter-
dependencias que es la última teoría de la relatividad general, hacia la cual Hazrat ‘Ali (P)
ha descrito sencillamente.
50 El avance posterior de las ciencias puede mostrar qué clase de influencia es a la que se
refiere el Imán y cómo actúa.
de millones de galaxias que tenían dentro de sí a Soles, planetas, polvo
interestelar y conglomerados.
A continuación cerró estas galaxias de tal modo que no quedaran espacios
entre ellas y cada una formase una unidad completa, pero la materia en
ellas se dispuso de tal modo que permitió que ciertas formas de creación
pasaran a través de ellas (por ejemplo la luz. Los rayos cósmicos y la
radiación) al mismo tiempo los espacios abiertos estuvieron tan bien
guardados por las estrellas -meteoritos, soles, planetas, polvo interestelar-
que nada podía pasar a través de estos guardianes a menos que él así lo
quisiera. Ordenó a estos guardianes que se mantuvieran en sus puestos y
no se apartaran de su curso: todos obedecen Sus Mandamientos.
Ordenó al sol que proveyera de luz a esta tierra, y a la Luna a que
esclareciese las oscuras noches con su placentera y difusa luz. Los hizo
que girasen en sus órbitas correspondientes y les asignó determinadas
velocidades, de modo que se pudieran diferenciar los días de las noches
y pudiera determinarse el periodo de un año al igual que otras útiles
estimaciones y cálculos tal y como las estaciones, corrientes y vientos
marinos, movimiento de las nubes, tormentas de viento, eléctricas,
etcétera.
Mirad al cielo, parece como si el Sol, las estrellas y los planetas fueran
linternas colgadas en el firmamento o perlas engarzadas en hermosas
formas. Hay meteoritos que actúan como arqueros en el espacio exterior.
Todos y cada uno de ellos están en su puesto bien como un planeta, luna
o sol, cometa o meteoro, todos moviéndose en su órbita. Algunos parecen
venir cerca y después se alejan.
Refiriéndose a los Ángeles, Hazrat ‘Ali (P) dijo:
Creó a seres maravillosos llamados ángeles para que poblaran los
diferentes espacios de los cielos y galaxias, y para que habitaran los más
elevados y distantes confines de Su Reino. Llenó con ellos todo rincón de
los espacios vacíos -de las galaxias- y, sus voces se alzaron en Alabanzas
para Él y recitando Sus oraciones con las que llenaron el espacio y
resonaron a través de las regiones de las galaxias santificando el universo
y llenándolo de aclamación de Su Gloria y Grandiosidad. Más allá de
estos ecos, que ensordecerían si pudieran ser escuchados, está el área de
Brillo Supremo, su luminosidad es tan intensa y profunda que los ojos no
pueden soportarla y por consiguiente no pueden verla.
Ha creado a los Ángeles en formas y tamaños diferentes, Se les han
otorgado cuerpos y fortaleza apropiados para volar, alaban su Fuerza,
Gloria y rezan por Su Gracia y Favor. Saben lo que son y no pretenden
para sí Sus Atributos, ni pretenden que pueden crear nada de que solo
él puede hacer. Son Sus criaturas leales, respetables y honorables. Le
obedecen y nunca dicen nada a menos que Él lo desee. Dios ha hecho de
ellos, fieles mensajeros de Sus revelaciones, portando Sus Mandatos y
Mensajes para Sus Profetas (P) y Mensajeros (P)
Los Ángeles están por encima de toda duda y sospecha, ya que nunca
van en contra de Su Voluntad. Los Ha dotado con Su Guía y Gracia. Son
humildes y sumisos ante Él, pasan sus vidas alabándoles y rezando por sus
Favores y Gracia, comprenden completamente que no hay Dios sino Él,
el todopoderoso. Su existencia no está manchada por pecados. El día y la
noche -o el paso del tiempo- no les afecta. No tienen dudas de Su Poder,
Justicia, Fuerza y no modifican el estado de su fe en Él. Su creencia no
puede dar paso al escepticismo y no se envidian unos a otros. La Gloria
de Dios y la grandeza de Su Reino son completamente comprendidas por
ellos por lo que, ningún truco o señuelo pueden cambiar el estado de su fe.
Las estaciones no tienen lugar en su mente y de este modo tienen una clara
idea y muy precisa del propósito para el cual han sido creados. Algunos
de ellos son colocados sobre nubes portadoras de lluvia, algunos sobre
montañas y colinas y otros cumplen con su deber en el reino de la oscuridad
perpetua mientras que hay otros que han sobrepasado la profundidad
de estas tierras. Son como banderas blancas que hubieran perforado el
espacio donde sopla un suave viento que les ayuda a mantenerse en su
lugar. No tienen otro trabajo que orar a Dios y cumplir con los deberes
que Él les Ha asignado.
Su firme creencia en Dios, Su Fuerza y Su Gloria es la esencia de su fe.
Y esta fe, les impulsa a cumplir por Dios los deberes que Les asignó.
No esperan ni desean nada de nadie excepto Su Gracia y Generosidad.
Han visto la Grandeza de Su Poder y se han dado perfecta cuenta de la
Majestuosidad de Su Reino. Son sinceramente temerosos de Él y están
constantemente en oración. No hay indolencia o pereza en ellos ni pueden
rebelarse nunca contra Sus Órdenes, ni son negligentes es el cumplimiento
de sus deberes.
No obstante su larga existencia, se la pasan buscando Su Favor y Agrado, y
sin embargo, esto no los cansa ni les agota. Aunque tienen una posición tan
noble y elevada en Su Reino, son humildes y Le temen como cualquier otra
criatura. No son arrogantes, y no se imaginan su trabajo, la realización
de su deber y sus oraciones como algo de lo que puedan enorgullecerse.
La auténtica concepción de Su Fuerza y Grandeza, lo les ha impedido
percibir sus propias virtudes. Una larga vida de oración y cumplimiento
de deberes no les ha hecho perezosos o indolentes, ni están cansados
de buscar Sus Favores, ni tienen ningún otro trabajo que les mantenga
alejados del deber y las oraciones. No buscan el descanso ni el placer,
no olvidan sus deberes, sus obligaciones y no cederán a las tentaciones.
Desean hacer de su fe y confianza en Dios, provisión para el Día del Juicio.
No le rezan por codicia, porque el único objetivo de su existencia es el de
buscar Su Agrado. Su deseo ardiente de asegurar Su Favor y su temor de
Dios, les mantiene vigilantes, cuidadosos, perseverantes y apartados de la
negligencia, el letargo, la tentación, la avaricia, el orgullo, la arrogancia y
la autoalabanza. Los placeres mundanos no los pueden tentar o persuadir
para abandonar sus deberes.
El orgullo nunca les persuadió a estimar su trabajo y así mismo, el
Shaytán no los puede seducir para dudar de la Justicia de Sus Órdenes,
Recompensas y Castigos. La envidia nunca les hizo enemistarse o
apartarse unos de otros. La enemistad o avaricia no les afectó haciéndoles
disentir unos de otros e igualmente para oponerse entre sí. La timidez y el
miedo no se apoderan nunca de ellos. Son sinceros en su creencia, el mal
nunca podrá confundirlos y la pereza tampoco los apartará de sus deberes.
Nada puede convencerlos para abandonar a Dios. No existe un centímetro
de espacio en los cielos en la que no haya un ángel rezando a Dios o
realizando algún deber que le haya sido asignado. Cuanto más rezan,
más grande llega a ser su conocimiento de Dios, y más firme llega a ser
su fe en Su Poder y Gloria.
Seguidamente, Hazrat ‘Ali (P) discute sobre la tierra, lo que contiene y cómo
fue habitada por Adán y su descendencia:
Dios todopoderoso ha solidificado y esparcido esta tierra sobre materia
muy profunda y a partir de olas terribles y gigantescas. La violenta
masa estaba muy agitada con enormes olas, empujándose unas a otras y
adosándose una sobre otra hasta que se fueron solidificando de manera
gradual. Esto continuó hasta que la presión de la tierra sólida -corteza-
mantuvo a las masas internas -volcánicas- bajo control, como si la tierra
estuviera presionando con su pecho el turbulento material dentro de ella
y forzándole a enfriarse. Su sólida corteza, con ayuda de las montañas, la
presionó por todas partes de modo tal que tuvo que liberar su energía en
forma de volcanes para abrir paso a presiones muy fuertes. La tierra por
consiguiente se enfrió, y la tumultuosa masa fue controlada en el subsuelo,
liberando eventualmente grandes cantidades de agua -en pequeñas
corrientes- desde los volcanes. Estas corrientes, comenzaron a llenar
los valles. Las depresiones y las tierras bajas con agua, convirtiéndolas
en lagos, pantanos, mares y océanos. La violenta energía -volcánica- de
la tierra, también encontró otro camino, se enfrió en forma de altas y
elevadas montañas que tienen sus bases profundamente injertadas en la
corteza terrestre. Estas montañas tienen un gran efecto para el equilibrio
de la tierra, actuando como freno a sus movimientos (flotación de los
continentes)
Entonces, Dios proveyó a la tierra de aire para dar los medios de
respiración y existencia a las criaturas vivientes quienes posteriormente
la habitarían. El océano de la atmósfera era muy grande, extendiéndose
como una envoltura desde la superficie de la tierra hasta una apreciable
extensión del espacio. Por consiguiente, después de proveer así a la tierra,
Dios hizo existir a los seres vivientes que poblarían su superficie y les
proveyó de todo lo necesario y todas alas actividades necesarias para
mantenerlos vivos y para que se propagasen sobre la tierra.
Las tierras que no recibieron agua de los ríos y lagos, no fueron dejadas
secas. Dios dispuso regarlas con nubes que descargarían lluvia. Estas
nubes trajeron vida a estas tierras donde floreció la vegetación, creció
la hierba y se desarrollaron los bosques. Pequeñas extensiones de nubes
desperdigadas se reunieron para espesarse al quedar cargadas de agua
y extenderse sobre áreas muy amplias. Entonces fueron empujadas por el
viento, el trueno y el relámpago aparecieron en su interior.
Se les ordenó entonces que avanzaran sobre las tierras a las que
estaban destinadas a regar. Llevadas en las alas del viento, estas nubes
se desplazaron de un lugar a otro, regando, inundando y fertilizando
altiplanicies y valles. Así regadas, esas tierras se volvieron fértiles. ¡Qué
hermosas se veían con bellas flores, verdes campos y árboles frutales, que
proveían de alimento a los hombres y a las bestias!
Dios dispuso a la tierra de tal modo que la gente se pudiera desplazar de
un lugar a otro e hizo el sol, la luna y las estrellas para que proveyeran
de luz durante el día y la noche y actuaran como indicadores de dirección.
Cuando el Señor Misericordioso hizo la tierra perfectamente adaptable a
los seres vivos, seleccionó a Adán de entre todas las criaturas porque Adán
tenía una mente y cuerpo superiores. Le hizo el primer ser humano y padre
de la humanidad. Permitió a Adán vivir en su paraíso y le dio libertad de
comer y beber todo lo que deseaba excepto una cosa. Se le advirtió a Adán
de las consecuencias de ir en contra de tal prohibición al informársele
que al comer del fruto prohibido, supondría una desobediencia y haría
peligrar extremadamente su posición y prestigio.
Pero Adán no pudo resistir a la tentación e hizo lo que se le había prohibido
hacer. Su espíritu se negaba pero la carne fue débil. Dios Misericordioso
sabía lo que ocurriría y, cuando Adán se arrepintió, lo envió a esta tierra.
Esta tierra le fue asignada porque Dios quería que la descendencia de
Adán habitase la misma, de modo que a través de ellos fueran probados
y conocidos Su Gloria, Misericordia, Poder y Grandeza.
Después de sacar a Adán del paraíso, no mantuvo a sus descendientes
ignorantes de las evidencias de Su Divinidad y no les dejó en la
oscuridad para que Lo ignoraran o no comprendieran Su Benevolencia
y Generosidad. En todos los periodos de la civilización humana, envió
a Sus Profetas (P) salidos de entre los seres humanos. Ellos trajeron sus
Mensajes y actuaron como enlace entre Dios y los hombres; esto continuó
hasta nuestro Santo Profeta (PBd) cuando esta forma de educar la mente
humana llegó a su estado final. Nuestro Santo Profeta (PBd) fue el último
Enviado de Dios, quien finalizó así la educación humana y reiteró la
advertencia a los seres humanos de los efectos nocivos de ignorar a Dios.
Dios Todopoderoso proveyó de sustento a todas las criaturas. Algunas
de ellas recibieron más que las otras. Por consiguiente, hay algunas
que son ricas y otras son pobres. Sin embargo, esta clase de reparto
está basado en la equidad, y al mismo tiempo, es un hecho evidente
que Dios ha probado a la gente de ese modo. Dios quiere observar si
la riqueza hace a la gente agradecida con él y les persuade a mostrar
gratitud a través de sus palabras y actos y, desea observar así mismo,
si la pobreza desarrolla la paciencia y la resistencia en el hombre y si
recuerdan de agradecerle incluso en circunstancias adversas. Siempre
inherentes con las grandes riquezas están los peligros de la pobreza y
el hambre. Acechando en tiempos de paz y prosperidad hay monstruos
de calamidades desconocidas e infortunios imprevistos; habitualmente,
aflicciones y pesares se encuentran mezclados con alegrías y el bienestar.
En conclusión, no hay felicidad o bendición de este mundo que se encuentre
en estado puro. Uno debe recordar esto y no dejarse llevar por la vanidad
y arrogancia, la desesperación o la desconfianza.
Tal y como es la condición respecto a la riqueza, el bienestar y la felicidad,
ocurre con la edad. Él ha fijado diferentes periodos de vida para cada
ser humano. Algunos tienen largas vidas mientras que otros mueren
prematuramente. Algunos irán siempre por delante mientras a otros les
es dado esperar. Empero, la vida terminará siempre con la muerte.
Sus atributos de Omnisciencia y Omnipotencia hacen que les sea fácil
conocerlo todo. Conoce los secretos de quienes intentan ocultárselos.
Escucha los susurros en tonos muy bajos. Está familiarizado con los
pensamientos ocultos en lo profundo de la mente, las malas intenciones
que se alojan secretamente en el corazón humano y los perversos deseos
encubiertos por la hipocresía. Las charlas en voz baja que son difíciles de
escuchar -incluso con la mayor atención y cuidado- son escuchadas por
Él. No hay absolutamente nada de lo que Él sea ignorante o desinformado.
Conoce en donde y cómo los pequeños organismos pasan sus vidas. En
donde pasan el verano las hormigas y en donde duermen los gusanos
durante el invierno. Escucha los apenados gritos de los animales sin habla
y los pasos de las personas que caminan silenciosamente. Sabe cómo se
desarrolla cada capullo bajo la cubierta de verdes hojas y cómo florece.
Está consciente del habitáculo y la morada de cada bestia en las cuevas
de las montañas y en la espesura de las junglas. Conoce bajo que hoja
y dentro de qué corteza de árbol viven y se multiplican los mosquitos.
Conoce de qué parte una rama florecerá o cual esperma pasará a través
de su ciclo normal y se formará un feto. Conoce que gotas de agua -de
un océano- se elevaran en forma de vapor para transformarse en nubes y
cuáles de esas nubes recorrerán los cielos y que parte de tierra fertilizarán.
Es consciente de la historia de vida de cada gota de lluvia, cada partícula
de arena, cómo comenzó su existencia y de cómo el viento la ha llevado
de un lugar a otro y cómo un día llegará a su fin.
Conoce los lugares que han sido destruidos o nivelados por inundaciones.
Reconoce las huellas de los insectos en las colinas de arena, los nidos
de los pájaros en las cumbres de elevadas montañas y las canciones
de los pájaros que cantan a la sombra de frondosos árboles. Sabe que
concha de mar lleva una perla adentro y cual no, lo que está oculto en
las profundidades del océano, lo que es ocultado a por las tinieblas de la
noche, lo que descubren los rayos solares y cómo la luz viaja e ilumina
las cosas.
Es Conocedor de las formas de movimiento y locomoción de cada
organismo viviente y también de la forma en que reaccionará al contacto
con cualquier cosa exterior. Oye el sonido de cada palabra dicha, observa
el movimiento de cada labio, conoce el peso de cada partícula, de hecho,
todo lo que existe sobre la tierra y más allá de la misma, es conocido por
Él. No tiene que hacer ningún esfuerzo para conocer o comprender todas
estas cosas. Nada puede evitarle que conozca todo acerca de Sus criaturas
o que las sostenga, alimente, mantenga y proteja.
Nunca se ha sentido cansado, lento, ocioso o débil a la hora de sostener
al Universo como Él desea. Conoce completamente cada detalle de todas
estas gigantescas organizaciones y hace que cada parte de ellas, funciones
de acuerdo al Plan que Él ha establecido. Su Poder, Grandeza y Deseo de
organizar, gobernar e influenciar a cada parte, cada fase y cada aspecto
de esta poderosa creación también reciben, por Su Orden Sus Favores
y Bendiciones. Aún así, Sus criaturas no son capaces de agradecérselo
tanto como Su Bondad y Misericordia merecen.
¡Oh Señor! Tú y sólo tú mereces todas las alabanzas y Aclamaciones.
¡Señor! Tener fe y confianza en ti es la mejor forma de lograr bienestar,
valor y estabilidad mental. Esperar las mejores de Tus Bendiciones, es la
mejor forma de esperanza. ¡Señor! ¿Cómo puedo agradecerte? Me has
concedido tal poder de discurrir que no te alabo más que a Ti. No puedo
alabar a otro, no puedo aclamar a quienes no lo merecen; no puedo
ensalzar aquellos en quienes no se puede confiar, que son recelosos y
de los que hay que dudar siempre. Siempre me he abstenido de alabar
a las personas y a tus criaturas. ¡Señor ¡ Todo aquel que se da cuenta
sinceramente de los favores que le han sido concedidos -por Ti- y en
consecuencia alaba al que se los ha dado, merece recompensa de aquel
a quien alabó.
Mi confianza ¡Oh Señor! Está en Ti, espero que me perdonarás, porque
sólo Tú Eres fuente de perdón, amor, salvación y bendiciones eternas.
¡Señor! Estoy de pie ante Ti, y soy una persona que sinceramente cree
que no hay Dios sino Tú y que nadie es más merecedor de Alabanzas sino
Tú. Déjame ser agraciado, mi Señor, con Tu Favor y Delicias y, no dejes
que extienda mis manos ante otro sino ante Ti.
Ciertamente Eres Grande y Todopoderoso.

Discurso 92
Tras la muerte del Califa ‘Uthman, la gente se reunió por millares alrededor
de Hazrat ‘Ali (P) pidiéndole que asumiese el Califato y le suplicaron que
aceptara gobernarles, entonces, Hazrat ‘Ali (P) ofreció en siguiente discurso:
Dejadme ir en solitario en busca de algún otro. En corto espacio de tiempo
estaréis confrontado temas de debate y problemas controvertidos que
tendrán soluciones contradictorias y aspectos divergentes debido a dudas
e incertidumbre introducidas en la verdadera Religión -desde la muerte
del Santo Profeta (PBd)- las personas no están dispuestas a aceptar el
auténtico significado del Mensaje de Dios, porque sus mentes no pueden
hacer frente a las pruebas de serenidad y sobriedad enseñadas por el Islam.
¿Podéis negar el hecho de que nubes de ateísmo y estigma han
ensombrecido los cielos de la Religión y que el luminoso camino de la fe se
encuentra bajo tal oscuridad que no se le puede distinguir con facilidad?
Recordad que, si acepto vuestro Califato, os haré seguir la Religión de
acuerdo con mis propias reglas y juicio. No aceptaré las sugestiones
de nadie ni me preocuparé acerca del descontento y la ira de personas
insatisfechas, porque sé que no han entendido realmente las enseñanzas
del Santo Profeta (PBd) ni sus mentes están libres de deseos de conseguir
riquezas y poder.
Si me dejáis solo, seré como vosotros, simplemente un ciudadano del
Estado Islámico, y en ese caso, si el gobernante seleccionado pro vosotros
gobierna y actúa honestamente y con piedad, le seré más obediente en los
asuntos mundanos que cualquiera de ustedes. De hecho, prefiero guiaros
y aconsejaros que gobernaros.

Discurso 93
Hazrat ‘Ali (P) dio este discurso después de que propinara una aplastante
derrota a los jariyitas en la batalla de Nahrwan.
¡Oh gente! Habéis de saber que he sometido la rebelión de los jariyitas.
Debierais daros cuenta de que nadie sino yo pudo haberlo hecho,
especialmente dado que la revuelta había tomado un giro tan serio y que
había excitado tan intensamente la codicia por riquezas y poder de esas
gentes.
Ahora podéis preguntarme cualquier cosa que queráis, antes de que me
perdáis de vista (antes de que la muerte me aparte de vosotros)
¡Que declaración! Enseguida después de esto, Hazrat ‘Ali (P) fue asesinado
en la mezquita de Kufa. El discurso continuó así:
Juro por Dios que no haréis ninguna pregunta acerca de acontecimientos
importantes que ocurrirán a partir de hoy y hasta el Día del Juicio que no
pueda explicaros. Os hablaré acerca de ideologías que aparecerán en un
corto espacio de tiempo, y que guiarán a muchísima gente hacia la Verdad
y muchas otras que extraviarán a una mayor cantidad de personas. Olvidé
los nombres de las personas que propagarán estas ideologías y de quienes
les guiarán, apoyarán y también de los países en los que aparecerán y en
donde se asentarán firmemente.
Olvidé incluso que muchos de estos propagadores serán muertos y
cómo muchos otros, morirán naturalmente. Sed precavidos y si nos
os aprovecháis de mi conocimiento y previsión, y si los pesares y las
calamidades os visitan tras mi muerte, las personas a quienes os acercaréis
en busca de consejo, no podrán ofreceros uno bueno o guiaros hacia la
seguridad fuera del alcance de los peligros y desastres.
Esto os ocurrirá en un momento en que os veréis arrastrados a largas
guerras y forzados a defenderos sin los medios adecuados. El mundo os
tratará cruel y duramente, y se os harán largos los días de aflicción y
prueba, pero Dios Misericordioso vendrá en vuestra ayuda y os concederá
la victoria y la paz a través de los pocos seleccionados que sobrevivirán
entre vosotros.
Recordad que, cuando el pecaminoso desdén a la Religión penetra
en una sociedad, siempre lo hace bajo el disfraz de auténtica virtud,
piedad y bondad, y habiendo producido el peor de los daños, descubre
su verdadera cara al tiempo que se va; esto es así, porque los vicios no
pueden ser reconocidos fácilmente cuando se acercan, solamente se les
puede reconocer cuando se han marchado y su misión de desviar ha sido
realizada y, sus malos efectos llegan a ser evidentes; se mueven de un
lado a otro como huracanes que visitan algunas sociedades mientras que
no afectan a otras.
Recordad que no considero peor a ningún cisma o vicio que el que está
siendo introducido por los Umayah. Son auténticos pecadores y tienen la
capacidad de convertir al mundo a su alrededor en un lugar pecaminoso.
Tiranizarán a la sociedad, pero sus peores crueldades se orientarán
hacia los descendientes del Santo Profeta (PBd) Durante su gobierno,
las personas honestas y piadosas sufrirán mientras que los criminales y
pecadores prosperarán.
Por Dios, que tras mi muerte, encontraréis que los Umayah son
gobernantes tiránicos, crueles y opresores. Os explotarán, robarán y
aterrorizarán y ninguno de vosotros será dejado sin ningún tipo de daño
y humillación a menos que sirva para sus propósitos o no les suponga
ningún impedimento a sus ateas formas de conducta. No descansarán en
paz a menos que sus traficantes de esclavos desciendan sobre vosotros
de una manera tan terriblemente opresora y repugnantemente cruel que
no deje ninguna luz de fe por la que podáis guiaros y no habrá centro de
verdad y justicia a que acudir para buscar remedio.
La familia del Santo Profeta (PBd) -Ahlul Bait- no tendrá ningún tipo
de conexión con eso regímenes de terror. Después, Dios Todopoderoso
acabará con su villano e injusto reinado. Su dominio será llevado a
su fin mediante gente que los arrastrarán a convertirse en despojos,
sufrir pesares que les causarán humillación e ignominia extremas, los
aterrorizarán y matarán. Será el tiempo en que los Quraish desearán
verme y tenerme de nuevo junto a ellos aunque fuera unos pocos segundos.
Desearían ofrecer su vida en ambos mundos por verme y oírme, por mis
consejos y guía, de modo que tome su liderazgo y gobierno y todo aquello
que me rehúsan hoy día.
La última parte de este discurso sobre los Umayah se hizo realidad palabra
por palabra. El gobierno tiránico de los Umayah inició alrededor del año 42
H. un año y medio tras la muerte de Hazrat ‘Ali (P) En Arabia, llegó a su final
tras 80 años de régimen Neroniano. Saquearon Medina, apedrearon la Sagrada
Kaba, la quemaron y ahorcaron a Abdullah Ibn Zubayr dentro de su recinto.
En Medina, mataron a más de diez mil personas, despojaron la Mezquita del
Santo Profeta (PBd) y pasaron a través de la ciudad en orgías de asesinato,
robo, incendios y violaciones. Mataron al Imam Hasan y al Imam Husein
(P) junto a otros fieles musulmanes y a muchos otros compañeros del Santo
Profeta (PBd).
Solamente uno de sus muchos generales, fue responsable de la muerte de
cuarenta mil personas. Los Abbasidas terminaron sangrientamente con su
gobierno, masacrando a hombres, mujeres y niños en terribles orgías de
matanza. Fue durante ese periodo que los Quraish desearon tener a alguien
con las cualidades de Hazrat ‘Ali (P) para que les guiara. Algunos de ellos, se
dirigieron hacia sus tataranietos, el Imam Yafar As-Sadiq (P) quien rehusó a
involucrarse con fuerzas ateas y decidió no apoyar a ningún partido.

Discurso 94
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) ha exaltado al Santo Profeta (PBd)
Alabado Sea Aquel cuya entidad no puede ser alcanzada por ningún vuelo
de la imaginación o ninguna cúspide de sabiduría. Quien siempre Ha sido
y siempre permanecerá.
Dios Ha hecho a cada uno de Sus Profetas (P) descender de los más nobles
y virtuosos padres. Siempre que moría alguno de ellos, su sucesor tomaba
el deber de difundir la Religión de Dios. Esta cadena de Su Benevolencia
y Bendiciones, continuó de generación en generación, hasta que finalizó
Su Mensaje a través de Muhammad (PBd)
El Santo Profeta (PBd) tuvo antepasados muy nobles e ilustres y provenía
de una familia que había dejado una historia de excelentes cualidades y
características sublimes al igual que elevadas virtudes morales. Era una
familia que proclamaba entre sus miembros a varios y grandes profetas
(P) y muchos fieles Mensajeros de Dios: Abraham, Ismael, Isaac, Jacob,
José, Moisés y Jesús. El último y más exaltado de todos ellos, Muhammad
(PBd) por consiguiente, su linaje era el mejor, su ascendencia la más
noble y de mayor sabiduría.
Nació en la Sagrada Ciudad de Dios, fue educado en un ambiente
eminentemente piadoso, tuvo antepasados de un exaltado carácter y
nadie será capaz de sobrepasar la gloria, honor, nobleza y eminencia de
sus descendientes.
Fue el dirigente de personas piadosas y la fuente de inteligencia y consejo
para los que buscaban guía hacia Dios y la Religión; una lámpara que
iluminase el camino hacia la verdad y la justicia, una estrella que brillara
sobre el camino de la fe, el conocimiento y la luz que iluminó los oscuros
tiempos del hombre.
La moderación de vida era su disposición y carácter; Su Tradición
(Sunnah) fue un muy bien dispuesto camino hacia la nobleza y piedad, sus
discursos fueron siempre tan explícitos como para diferenciar fácilmente
entre lo correcto y lo equivocado y, sus decisiones siempre estuvieron
basadas en la justicia y la equidad.
Dios todopoderoso le envió como Su Mensajero en una época en la que
el mundo había estado mucho tiempo sin un Profeta, en que las personas
habían errado en encontrar el verdadero camino y se dirigían velozmente
hacia la ignorancia, la estupidez y la necedad.
Al Designarle como Su Mensajero, fue Gentil y Misericordioso hacia
nosotros. Seguid pues el camino iluminado por Él para vosotros. Os
conducirá a la Eterna Morada de Sus Bendiciones y Paz. Recordad que
ahora estáis pasando a través de una vida en la que vuestras acciones y
pensamientos están siendo anotados por los ángeles, por los que habréis
de dar cuenta.
Se os ha concedido una vida en la que poseéis un cuerpo y una mente para
pensar y trabajar, en la que tenéis alguna medida de poder y autoridad a
vuestra disposición para que uséis de ellos y una lengua para que habléis
como queráis. Haced uso de estas riquezas y de las posibilidades que se
os ofrecen de pensar, hablar y hacer el bien.
Todavía hay posibilidades para vosotros de que vuestro arrepentimiento
sea aceptado y por ello, aprovechad la oportunidad de dedicaros a las
buenas acciones.

Discurso 95
Algo acerca de las condiciones de los árabes en el tiempo en que Dios designó
a Muhammad (PBd) como su Mensajero:
En la época en que Dios confió a Muhammad (PBd) con la Misión de
llevar Su Mensaje hacia la humanidad, la gente era ignorante acerca de
la Religión, tenían confusas nociones de la Verdad, se habían apartado del
auténtico camino, y se habían dispersado por los caminos de inquietud y
pecado. Placer, deseos desordenados y ambiciones irracionales les habían
encantado y fascinado. La arrogancia y el orgullo les mantenían apartados
de la Religión. La idolatría les había hecho extremadamente necios y
estúpidos. La oscura condición de sus mentes les había confundido tanto
que se habían vuelto violentamente emotivos, inestables y supersticiosos.
El Santo Profeta (PBd) hizo lo necesario para educarlos e iluminarlos,
para conducirles a camino recto que lleva al conocimiento y a la Religión.
Les enseñó la forma más sencilla, la mejor y la menos pesada.

Discurso 96
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) expresa sus alabanzas a Dios Todopoderoso
y elogió al Santo Profeta Muhammad (PBd)
Toda alabanza conviene a Aquel que es el primero y no había nada antes
de Él. Así, solo Él permanecerá cuando todo lo demás deje de existir.
Nada puede superar Su Poder y nada es más imposible de comprender
que Su Entidad.
La Familia del Santo Profeta (PBd) fue la más eminente y exaltada de
entre los seres humanos y su estirpe estaba muy por encima de la de sus
congéneres en nobleza de carácter y solemnidad de conducta. Mentes
virtuosas e intelectos honestos fueron atraídos hacia él (PBd) A través
suyo, Dios hizo a la gente enterrar su envidia y eliminar su animadversión
y sus sangrientas querellas. Hizo darse cuenta a la gente para llevar a
cabo el principio y la práctica de la hermandad e hizo que abandonaran
las intrigas y las conspiraciones contra la verdad y la justicia.
Debido a él (PBd) la condición de los oprimidos y humillados, de los
conquistados y subyugados, al igual que las naciones, fuese elevada debido
a sus enseñanzas. Así, la arrogancia, la altanería, la vanidad y los deseos
brutales de los conquistadores, tiranos y déspotas, fueron contenidos. Sus
discursos disertaron sobre el alma, de la verdad y el silencio: el espíritu
de la verdad y la fe.

Discurso 97
Este discurso, los pronunció Hazrat ‘Ali (P) en censura y condenación de los
seguidores que no respondieron cuando se les llamó a defender la causa de
la Religión y al país:
Si Dios ha permitido a algún tirano obtener oportunidades y tiempo, no
quiere decir que haya perdido completo control sobre él. Puede esperar
antes de hacer descender Su Castigo al que nadie pueda escapar y contra
el que nadie pueda ofrecer protección, ni siquiera la muerte.
Juro por Dios que este grupo -los Umayah- os derrotarán, no porque estén
defendiendo la justicia o protegiendo la verdad, sino simplemente porque
obedecen implícita y deseosamente a su caudillo en el vicio y pecado;
mientras vosotros sois perezosos en juntaros a mí alrededor cuando os
llamo a defender la causa de la Religión y de Dios.
Hay naciones que pasan sus días bajo la ansiedad y el temor de la tiranía
de sus crueles gobernantes, pero yo estoy pasando mis días preocupado
y tiranizado por mis súbditos. Os pido que defendáis vuestra Religión y
fe, pero no obedecéis mi orden. Intento de todas las formas honorables e
inteligibles haceros escuchar la verdad pero no prestáis atención. Os doy
el mejor consejo pero cae en oídos sordos.
Vuestra presencia ante mí no es mejor que vuestra ausencia. No podéis
ni prestar atención a lo que os está siendo explicado, ni intentar
comprenderlo o daros cuenta de ello. En todos los aspectos parecéis mis
obedientes súbditos, pero en realidad actuáis de modo contrario.
Os leo pasajes del Sagrado Corán que incrementen vuestro conocimiento,
previsión, buen juicio y sabiduría, pero no os preocupáis de escucharlo.
Intento daros el mejor consejo y advertencias muy sensatas, pero os alejáis
corriendo de ellas. Cuando quiero aconsejaros para que protejáis a vuestro
país, vuestras casas y vuestra Religión de los ataques de los rebeldes en
contra del Islam, y encuentro que os desperdigáis incluso antes de que
llegue al final de mi discurso.
Cuando me dejáis y os reunís en asambleas, os engañáis unos a los otros
con equivocados consejos: en la mañana os hago ver una verdad y daros
cuenta de ella y por la tarde cuando volvéis a mi encuentro vuestras
retorcidas mentes se muestran como si hubiesen sido creadas para ser
perversas.
¡Oh gente! Os comportáis como si tuvierais cuerpo y mente pero no
tuvierais intelecto. Como si tuvierais puntos de vista extremadamente
divergentes y no quisierais estar de acuerdo en obedecer una autoridad.
Esta dejadez, discordia y disensión están trayéndoos calamidades, ruina
y desgracia.
¡Oh gente! Cuando vuestro Emir os ordena obedecer a Dios, me
desobedecéis, pero cuando el Gobernador de los sirios comete flagrantes
pecados y va en contra de la orden de Dios, los sirios le obedecen y siguen
de todo corazón. Igual que las monedas de oro se convierten en monedas
de plata, así deseo hacer un trato con Mu’awiyah para cambiaros por los
sirios: un sirio por cada diez de vosotros.
¡Oh Kufitas! Estáis en dificultades por causa de tres defectos que habéis
desarrollado y dos buenas cualidades que no poseéis. Vuestros tres defectos
son: aunque poseéis oídos, por lo que se refiere al buen consejo, os
comportáis como si fueseis sordos y fueses incapaces de escuchar; aunque
tenéis la facultad de hablar, sin embargo, por lo que se refiere a declararse
a favor de la verdad, actuáis como si fueseis mudos; tenéis ojos para ver
y mentes para comprender, sin embargo cuando se os pide ver los hechos
y realidades os comportáis como si fuerais ciegos y retrasados mentales.
Y las dos buenas cualidades de las que carecéis son: No sois valientes en
tiempo de guerra y no sois buenos compañeros en quien confiar en tiempos
de adversidad y calamidades. Os comportáis como camellos que no tienen
un pastor: cuando se les congrega en un lugar a salvo, se echan a correr
nerviosamente y se desparraman en todas direcciones.
Vuestra imagen a los ojos de mi mente es la de personas que, cuando están
en la guerra, desertarán de mí y actuarán como mujeres asustadas que
no saben como protegerse. Y sin embargo, por Dios, me encuentro en el
camino de Dios, perfectamente comprensible y visible; en las tradiciones
del nuestro Santo Profeta (PBd) fáciles de practicar. Me encuentro en un
brillante e iluminado camino hacia la verdad e intento explicaros la forma
de practicar la piedad de manera cuidadosa.
Mantened vuestra atención en los descendientes del Santo Profeta (PBd)
haceros obligatorio perseguir su liderazgo y actuar de acuerdo a sus
tradiciones, porque nunca os extraviarán. Cuando os ordenen adheriros
firmemente a una causa o levantaros contra algún enemigo, obedecedles.
No intentéis usurpar su liderazgo, porque tal deseo os conducirá a
apartaros del buen camino y no intentéis renegar de ellos porque esto
causará vuestra muerte mental y moral.
He visto a Compañeros del Santo Profeta (PBd) y ninguno de vosotros
lleva una vida como la de ellos. Acostumbraban pasar las noches en
oración y meditación, estaban muy frecuentemente de pie e inclinados
ante Dios; el temor del Día del Juicio estuvo siempre en sus mentes, el
recuerdo del Dios Todopoderoso les mantenía siempre atemorizados. Se
protegían siempre contra Su Ira y se mantenían siempre a la espera de
Su Bendición y Recompensas.

Discurso 98
Este discurso se refiere al modo en que los Umayah gobernarán el Estado
Musulmán después de Hazrat ‘Ali (P). La historia, muestra -precisamente- la
forma despótica y tiránica con la que gobernaron esas gentes. Hazrat ‘Ali (P)
dijo:
Juro por Dios que estos Umayah permanecerán en el poder hasta que
obliguen a la gente a descartar el Islam de modo tan evidente, que todo
acto prohibido por Dios sea considerado como válido y lícito. Hasta que
todas las obligaciones religiosas y morales sean abolidas, hasta que su
tiranía y opresión entren en cada casa y morada -incluso en cada tienda
y cabaña- llevando calamidades y sufrimientos a su paso; y hasta que la
mente de las personas estén llenas de pesadumbres, algunas apenándose
por la pérdida de su Religión y otras por pérdidas mundanas.
Las condiciones de la sociedad se deteriorarán a tal grado, que incluso,
cuando intenten ser buenos, su comportamiento hacia vosotros será
simplemente como el de un amo tolerante hacia sus esclavos (no se os
tolerará y no seréis tratados como personas libres) En su presencia
les obedeceréis, pero a sus espaldas les calumniaréis. El más fiel entre
vosotros será el que más sufra.
Durante estos tiempos duros, si Dios os concede la paz y la seguridad,
sed agradecidos y, si os prueba con calamidades y sufrimientos, llevadlos
con heroísmo, valentía y paciencia. Recordad que las bendiciones y
recompensas del próximo mundo estás reservadas sólo para las personas
buenas y virtuosas.

Discurso 99
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) ha descrito la vida y la condición inconstante
de todo lo relacionado con ella. Ha advertido a la gente contra los señuelos de
los vicios del mundo pecaminoso y les aconseja abstenerse de caer en ellos:
Alabo y doy gracias a Dios por cualquier cosa que haya ocurrido en la vida
y le rezo y suplico para que me Dé Su Ayuda en los tiempos y sucesos a los
que habré de hacer frente en el futuro. Igual que le imploro el preservar
mi salud y energía, así le pido que proteja mi fe en la Religión.
¡Oh gente! Os aconsejo que abandonéis la inclinación al vicio y a los
asuntos pecaminosos de este mundo. Es un lugar que renegará de vosotros
aunque a vosotros no os guste renunciar a él. Un lugar que degradará poco
a poco vuestro físico aunque vosotros queráis mucho permanecer jóvenes
o rejuveneceros. Recordad que vuestra vida aquí es como la de un viajero
y sin embargo os comportáis como si vuestro viaje hubiera llegado a su
fin y hubierais llegado a vuestro destino. Es una triste desilusión para los
que hubieran de continuar su camino -tienen que continuar marchando- es
inevitable, y habrán de llegar al final, sin duda alguna.
Creer en la inmortalidad de este mundo es un autoengaño muy pernicioso
para aquel cuyo término de vida está fijado y que está destinado ha hacer
frente a la muerte hacia la cual esta vida le está empujando.
No anheléis el falso honor y gloria de un mundo vicioso, no deseéis
inmoderadamente su pompa y placeres pecaminosos, de igual modo no
os asustéis de sus calamidades y desastres, porque la pompa y el placer,
el honor y la gloria de este mundo son pasajeros y están destinados a
acabarse tarde o temprano. Toda fase de vida en esta tierra está hecha
para el constante cambio y todo ser viviente está destinado a morir.
Decidme: ¿No tiene la historia del hombre ninguna lección de la que
podáis aprender? ¿Las vidas de vuestros antepasados no traen a vuestras
mentes verdades acerca de la vida y la muerte? ¿No habéis visto nunca
morir a la gente? ¿No os habéis percatado que los sucesores de los que ya
murieron también habrán de morir y ni ellos o sus antepasados vivirían
para siempre? ¿No observáis con atención a la gente a vuestro alrededor?
¿En que diferentes condiciones pasan sus días y sus noches y cómo están
por las mañanas y las noches?
En algún lugar veis a una persona muerta y un grupo de gente están
llorando por ella, mientras que los parientes son consolados por esta
pérdida. También encontráis a una persona en las garras de la enfermedad
mientras otros intentan ayudarle mientras otros más están muriendo.
A pesar de todas estas visiones, encontraréis a personas locas en busca
de placeres y vicios y tras la pompa de este mundo, sin darse cuenta de
que la muerte les aguarda; por otro lado, veréis a personas necias que
llevan vidas apresuradas como si la muerte fuera a pasarlos por alto, lo
que no sucederá. Todas ellas seguirán los pasos de los que ya murieron.
Tomad mi consejo y recordad que, cuando vais en busca del vicio y del
pecado, no olvidéis que la muerte puede interceptaros abruptamente y
destruir todos vuestros placeres poniendo así punto final a todo deseo
desordenado. Cuando hagáis frente a tales tentaciones, implorad siempre
por Su Ayuda para mostrar vuestra gratitud por las innumerables
bendiciones que os ha concedido.

Discurso 100
En este discurso, después de exaltar al Santo Profeta (PBd) Hazrat ‘Ali (P)
se refiere a sí mismo, su muerte y a la persona que vendrá en ayuda de los
musulmanes después de él:
Todas las Alabanzas son debidas a Aquel que ha distribuido profusamente
Sus Bendiciones y esparcido sus Favores entre Sus criaturas. Le doy
gracias por todos los asuntos de mi vida, bien sean beneficiosos para mí
o de otro modo, e invoco Su Ayuda para guardar los deberes que me han
sido impuestos y darles la debida importancia.
Testifico que no hay divinidad sino Dios y que Muhammad (PBd)
es Su Siervo y Su Profeta. Le ha enviado para que lleve Su Mensaje
cuidadosamente y descubra Sus Mandatos y Prohibiciones de modo
preciso. El Santo Profeta (PBd) realizó sus deberes honestamente,
llevó una vida sabia y bien guiada, y cuando desapareció, dejó entre
nosotros elevados niveles de iluminación y de verdad para que fuésemos
guiados. Cualquiera que intente sobrepasar estos niveles se desviará de
la verdadera Religión y, quien se adhiera a ellos, alcanzará y seguirá el
auténtico camino.
La persona que os guiará hacia esos niveles es quien delibera muy
cuidadosamente, calibrando todos los hechos y razones antes de hablar
sobre cualquier tema. Quien no se hará cargo de un trabajo a menos que
medite sobre ello y sopese todas las consecuencias de la acción, y una vez
que ha tomados una decisión, la emprende rápidamente51.
Pero en la época en la que os decidiréis a obedecerle y a seguirle y le
prestéis juramento de fidelidad, la muerte os lo arrebatará y habréis de
esperar un nuevo guía hasta que Dios decida daros uno. Ciertamente lo
51 Ibn Abil Hadid, el famoso comentador e intérprete de estos sermones, dice que con estas
frases el Imán se refería a sí mismo.
hará, a su debido tiempo, os dará un guía que os reunirá alrededor de
una autoridad central y hará que cese la falta de unidad y confusión que
reina sobre vosotros.
No esperéis -que acepte el gobernado- una persona que lleve una vida
retirada y que no manifieste ningún deseo de gobernaros; al mismo tiempo,
no os mostréis contrariados y no perdáis la fe en él. Su falta de interés
puede ser debida al hecho de que no obstante tenga un fuerte deseo de
guiaros hacia la auténtica Religión y hacia Dios, debido a la falta de
seguidores puede que no esté en condiciones de asumir vuestro gobierno
y habrá de esperar hasta que su partido llegue a ser suficientemente fuerte
para hacer válida su causa.
Recordad que los descendientes del Santo Profeta (PBd) son como las
estrellas en el cielo, si una se pone, otra se levantará para iluminar vuestro
camino. El Señor Misericordioso ha completado Sus Bendiciones entre
vosotros. Y yo os he explicado ahora las cosas que queríais comprender.

Discurso 101
Hazrat ‘Ali (P) hace una descripción de los días del Gobierno de los Umayah
que habría de observarse en Arabia y su completa destrucción a manos de las
Abbasidas.
Alabado Sea Dios que es de tal modo la primera Entidad que nada Le
precede y de tal modo que Es la última que nada existirá después de Él.
Testifico que no hay más divinidad que Dios y esto lo afirmo sin ninguna
reserva mental: es la declaración de mi sincera creencia.
¡Oh gente! Precaveos de que vuestra enemistad conmigo no os lleve a
repudiarme y desecharme, y vuestra oposición hacia mí, nos os incite a
desobedecerme. Recordad cuando os hablo, no subestiméis el valor de
mis dichos y no mostréis indiferencia o falta de respeto hacia ellos. Juro
por Dios que creó la vida, que cualquier mensaje que yo os haga llegar
del Santo Profeta (PBd) es cierto, porque el Mensajero de Dios no era un
mentiroso y yo -a quien confió todo lo que recibió de Dios- no fui inculto
ni tuve falta de atención.
Estoy pensando acerca de una persona en Siria, que está extraviando a
las personas con mentiras flagrantes. Ha enviado ahora a sus ejércitos
hacia la provincia de Kufa.
Cuando tenga la oportunidad de hablar con más fuerza y la gente comience
a poner fe en sus mentiras y el manifiesto cisma, su arrogancia no tendrá
límites, su opresión y tiranía tampoco los tendrán. Caerán sobre vosotros
sangrientas disputas, que os harán matar incuso a vuestros parientes;
guerras con la intensidad de tormentas se desencadenarán entre vosotros
y días crueles y duros, serán seguidos de noches aún peores.
Entonces habrá un Gobierno de anarquía y falsos pronunciamientos y la
fuerza bruta será lo que predomine. El pecado y el vicio avanzarán hacia
vosotros como noches tenebrosas o mares tormentosos. Kufa habrá de
hacer frente a cosas mucho peores: será dividida por peores disturbios
y derramamiento de sangre y, al final, la guerra civil se asentará sobre
ella y -en esta guerra- el conquistador será penosamente mutilado y el
conquistado, estará completamente subyugado.

Discurso 102
Este discurso está dividido en tres partes: La primera parte se refiere al Día de
la Resurrección, la segunda parte, habla del tiempo inmediatamente posterior
a la muerte de Hazrat ‘Ali (P) y la tercera y última, se refiera a la ciudad de
Basra. Aparentemente, el discurso no pudo ser recopilado en su totalidad.
El Día de la Resurrección habrá de ser el día de la rendición de cuentas
y del Juicio. Dios Todopoderoso resucitará y reunirá a todos los seres
humanos para que reciban sus recompensas por los buenos actos y castigos
por sus pecados. Se reunirán en completa sumisión y humildad, inmersos
en la ansiedad, el miedo y la esperanza. La tierra se moverá y temblará
bajos sus pies, los que consigan un asidero firme y suficiente espacio para
respirar libre y fácilmente serán afortunados y bendecidos...
Tras el pasaje anterior, se ha perdido una larga parte de este discurso y
solamente se consignan los que siguen:
Las calamidades y disturbios que os visitarán después de mi muerte serán
desastrosos y oscurecerán vuestros días funestamente. Nadie será capaz
de hacerles frente o de superarlos. Su visita será rápida y furiosa. Serán
provocados por gente de muy bajo estatus y humilde origen a quienes
la codicia desordenada les empujará locamente hacia el terrorismo y la
anarquía. Y los que se levantarán para luchar contra esas malignas fuerzas
-intentando servir a Dios y al hombre- serán gentes que habitualmente
desprecian los ricos, arrogantes y son humillados por la sociedad, pero que
tienen una elevada y honorable posición ante Dios y sus seres benditos...
¡Pesar par ti, Oh Basra! Serás maldecida en el futuro con una guerra en
la que no se levantará el polvo (por ejércitos en marcha) ni el sonido (del
avance de la infantería, de la carga de caballería o del tronar de vehículos
pesados de guerra y cañones) será oído, pero tus habitantes habrán de
encontrarse y pasar a través de una muerte roja que habrá de ser seguida
por una hambruna furiosa y devastadora52.

Discurso 103
En este discurso Hazrat ‘Ali (P) ha atraído la atención hacia la mortalidad de
este mundo, los males de una vida viciosa, la importancia que le concedemos
a las ganancias mundanas (y nuestro deseo de trabajar sólo por adquirirlas) y
la aptitud que debiéramos asumir en tiempos malos y difíciles.
¡Oh gentes!. Mirad a la viciosa vida de este mundo con la luz adecuada, la
luz de aquellos que han renunciado a ella y también a quienes les ha vuelto
la espalda (los decepcionados de obtener grandes ganancias) porque, ¡por
Dios! este mundo subyugará en breve a los que han intentado asegurarse
refugio aquí y acongojará, decepcionará y traerá muchos pesares a los
que piensan encontrar seguridad -en este mundo- bajo su protección.
Las condiciones y tiempos a través de los que un ser humano ha pasado
no volverán nunca más (infancia, adolescencia, madurez y vejez) y nadie
sabe que le reserva el futuro, de modo que pueda anticiparlo con temor
y cautamente o bien con felicidad y alegría.
Los placeres de este mundo están mezclados con pesares y sus bendiciones
están mezcladas con aflicciones.
¡Recordad! La fortaleza física y moral de los que llevan una vida
pecaminosa y de vicio serán en breve desplazadas por la debilidad y la
timidez. Precaveos, de modo que los placeres mundanos y la pompa de esta
vida no os engañen, porque muy poco de ellos permanecerá con vosotros
y al mismo tiempo, nada os quedará ni os beneficiará para la otra vida.
Que Dios se apiade del que toma en consideración los problemas de
esta vida y del más allá, reflexiona sobre ellos cuidadosamente y dicha
reflexión profunda le hace percibir y darse cuenta de que cualquier cosa
52 ¿Significa esto una guerra aérea? Una predicción similar acerca de Basra y el Medio Oriente
se encuentra en un hadiz (dicho) del Santo Profeta (PBd).
que encontremos en este mundo es de corta duración, que no será para
siempre y está sujeta a menoscabo y que, cualquier cosa que esté reservada
a la vida del más allá, por pequeña e insignificante que pueda parecer,
durará eternamente.
Quien se da cuenta de que cualquier cosa que tome en consideración o le dé
valor en esta vida es perecedera y destructible y cualquier cosa que espere
y anhele (la vida después de la muerte) está destinada a llegar pronto.
En este mundo, es sabio aquel que puede juzgar su propia valía (o falta
de ella) correctamente y puede fijar sus valores con precisión; mientras
que la falta de habilidad para valorarse correctamente es suficiente para
probar la ignorancia e incompetencia de uno mismo.
Dios mantiene a tal ignorante persona lo más alejada de Sus Bendiciones y
Guía y le dejará actuar de acuerdo a su juicio y decisión y dicha persona,
desviándose del auténtico camino de la Religión y tras abandonar a sus
líderes espirituales, decide ir por su propio camino como si nada más
existiese o pudiese tomarse en cuenta que sus equivocados juicios y
acciones.
A dicha persona ignorante, siempre que se le llama a esforzarse por
ganancias mundanales, trabaja diligente e industriosamente, pero si
se le pide que realice su deber hacia algún tipo de trabajo que sólo
lleve recompensa en el más allá, le encontraréis letárgica y con falta de
atención, como si su deber fuera solamente el de trabajar por ganancias
mundanales y no hubiese obligación para tal persona de asegurarse algo
en la vida del más allá.
En días de agitación y dificultades, solamente los creyentes fieles (que
son personas sin importancia en la sociedad) pueden vivir en una relativa
paz y seguridad. Si se les encuentra en compañía de alguien, no se les
presta atención, y si están ausentes de algún lugar, su ausencia no se nota
ni se extraña.
Tales personas (los creyentes fieles) son como lámparas que iluminan el
camino de la fe y la Religión. Ni crean agitación en la sociedad ni discordia
o desunión entre los hombres. Para ellos, Dios ha abierto las puertas de
Sus Bendiciones y ha cerrado las puertas del castigo.
¡Oh Gentes! En breve habréis de hacer frente a tiempos tales de crueldad y
pesar, en que las enseñanzas del Islam serán alteradas, en que Dios podrá
protegeros de la opresión y la tiranía gracias a Su Bondad y Misericordia,
sin embargo no seréis nunca protegidos de las pruebas y tentaciones a
vuestra fe sobre la Verdad y la Religión.
¿No recordáis lo que ha dicho el Señor Todopoderoso?
«Ciertamente en tales pruebas hay lecciones que aprender y cierta-
mente pretendemos poner a prueba vuestra fe y vuestra creencia»
(Corán 23:30)

Discurso 104
En este discurso explica las condiciones de la sociedad antes de que el Santo
Profeta (PBd) comenzara a predicar el Islam, como educó a sus seguidores y
les guió, que clase de obstáculos hubo de hacer frente y el trabajo del propio
Hazrat ‘Ali (P) en la difusión de la Religión:
Después de alabar a Dios e invocar Sus Bendiciones para el Santo
Profeta Muhammad (PBd) y sus descendientes, quiero aseguraros que
cuando el Señor designó a nuestro Santo Profeta (PBd) como Su Enviado
y Mensajero, los árabes eran analfabetos, sin educación e ignorantes; así
mismo, hasta entonces, ninguno de ellos había pretendido ser un Profeta
de Dios o haber recibido ninguna revelación Divina.
Mientras propagaba el Mensaje de Dios, el Santo Profeta Muhammad
(PBd) fue forzado -con la ayuda de sus fieles seguidores- a defenderse
y a defender al Islam contra quienes resentían esta propagación de una
nueva Religión y la difusión de la Verdad. Empero, el Santo Profeta (PBd)
se mantuvo guiando a la gente para que se asegurasen los medios de su
salvación y conminándoles a aceptar la Verdad acerca de la Religión antes
de que fuera muy tarde: antes de que la muerte se los llevara.
Cuando la gente no pudo captar fácilmente la filosofía de una Religión
tal como el Islam, o cuando perdían el entusiasmo por la prédica o la
practica, se mantuvo siempre a su lado para explicar los fundamentos
religiosos de la manera más sencilla, clara y para enseñarles mediante
ejemplos la forma en que esta Religión podía ser puesta en práctica de
modo que comprendieran completamente los principios del Islam a fin de
que empezaran a seguirlos con agrado y entusiasmo. Desde luego, había
también gente tal que se opuso sin cesar y combatían contra el Islam;
nada se pudo hacer por ellos: ganaron su condenación eterna.
A pesar de los obstáculos, el Santo Profeta Muhammad (PBd) alcanzó a
mostrar a la gente la forma de alcanzar la salvación, el método de mejorar
sus niveles de vida y cómo alcanzar la exaltación espiritual: quienes le
escucharon sinceramente, alcanzaron todos estos objetivos.
Juro por Dios que estuve allí junto al Santo Profeta (PBd) persuadiéndolos
a que vieran la luz, convenciéndoles de la Verdad de la Religión,
defendiéndoles contra los ejércitos de los infieles hasta que cejaron en
su paganismo y abrazaron el Islam. Durante todo este periodo de dura
lucha para establecer la Verdad y la Justicia, ni siquiera por una vez
mostró debilidad y timidez, pereza o falta de honestidad hacia la causa
religiosa. Y por Dios habré de mantenerme dispersando el ateísmo hasta
que la verdad clara, brillante y visible emerja de la oscuridad y el caos
de la falsedad.

Discurso 105
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) nos ha explicado la misión del Santo Profeta
(PBd), ha elogiado su carácter, ha dado las razones del porqué los Umayah
pudieron hacerse del Estado y finalmente, previó un rápido fin a su cruel
régimen:
En el momento más oportuno y apropiado, Dios Todopoderoso designó al
Santo Profeta (PBd) para que actuara como Su testigo digno de confianza:
del mismo modo que los profetas (P) Anteriores a él, y que se esforzaron
para enseñar a la humanidad la verdad acerca de la vida y la muerte,
el contraste entre la virtud y el pecado, la diferencia entre lo correcto
y lo incorrecto. El Santo Profeta (PBd) habría de completar todas esas
enseñanzas y testificar que ninguna nación había sido dejada sin un guía53.
Dios le designó los deberes de un Enviado, para llevar las buenas noticias
de las recompensas celestiales y las advertencias del castigo eterno.
Siendo aún niño, el Santo Profeta (PBd) mostró la más noble disposición y
la más elevada personalidad; cuando se hizo adulto, fue el más destacado
hombre de la humanidad. Su cortesía, sinceridad, y su carácter, eran
sublimes y nadie pudo sobrepasarle en generosidad.
¡Oh Umayah! Sólo tras su muerte pudisteis tomar posesión de este rico
Estado árabe, disfrutar de su riqueza y poder para contento de vuestro
53 Aquí el Imam se refiere al verso del Sagrado Corán: «De cada nación hemos seleccionado
un testigo, y te hemos nombrado testigo sobre todos ello?».
corazón. Pudisteis hacerlo porque encontrasteis gente débil, egoísta y
avariciosa al frente del Estado lo que permitió que os valierais de su
codicia y debilidad para vuestros propios fines.
Para cierto tipo de gente, la riqueza ilícita y los placeres prohibidos, son
de lo más fascinante y excitante y, las posesiones y adquisiciones que son
permitidas por ser legítimas para la Religión, no tienen interés alguno,
les son distantes e incluso inexistentes.
¡Oh Umayah! Por Dios, que encontraréis -aunque por poco tiempo- al
Estado Musulmán extendiéndose bajo vuestro poder como una sombra.
Cuando el mundo a vuestro alrededor estaba desprotegido, pudisteis
alargar vuestras manos en cualquier dirección y tomar cualquier cosa que
deseabais. Vuestras espadas desenvainadas impidieron y obstaculizaron
a los líderes leales y sinceros para defender a la sociedad contra vuestro
cruel gobierno. Recordad que la crueldad, la opresión y el derramamiento
de sangre serán vengados y, la usurpación de los derechos humanos habrá
de ser restituida.
Y Aquel que juzgará en el Día de Ajuste de Cuentas vengará a nuestros
mártires que habéis asesinado sin piedad. Él es Todopoderoso y
Omnipotente, a quien nadie puede rehusar hacerle frente y a Cuya Ira
nadie puede escapar. Juro por Dios que muy pronto encontraréis a este
Califato en manos de vuestros enemigos.
Recordad que uno de los atributos de la mente humana es permitirle al
ser humano ver las realidades de la vida y que también el racional oído
humano permite a la gente el prestar atención al buen consejo. ¡Oh
gente! Aceptad el consejo de alguien que practica lo que predica y toma
conocimiento de una fuente que está limpia de impurezas.
¡Oh gente! No insistáis en permanecer ignorantes, sin educación y sin
luz, y no intentéis ciegamente en obtener vuestros inmoderados deseos,
quienes persisten en el mal camino llevarán el peso de sus pecados e
iniquidades pasando a través de un estado a otro de depravación y vicio
hasta que llegan a su destino final: El Infierno.
Ese tipo de gente, aspira y pretende usualmente merecer y tener el carácter
de enviados de Dios y por ende el liderazgo de los hombres, atributos que
están muy lejos de alcanzar y merecer.
¡Oh gente! Recordad que no vale de nada el llevar vuestras quejas a
gente ignorante, mal informada y extraviada. No pueden resolver vuestros
problemas mundanos y no son capaces de apartar las dudas que tengan
firmemente implantadas por el Shaytán en vuestras mentes en contra de
la Religión.
Recordad que un Imam no tiene otra responsabilidad que la que Dios le
ha asignado. Habrá de esforzarse en aconsejar y guiar a la gente para que
encaminen su vida por la luz de la Religión. Habrá de mantener vivos los
preceptos de la Religión y de la Sunnah -tradición- del Santo Profeta (PBd)
El Imam, habrá de hacer valer la Ley y el Orden, otorgando recompensas
e imponiendo castigos a quienes los merezcan, repartiendo beneficios a
los que los reclamen con derecho. Apresuraos en adquirir conocimiento y
sabiduría antes de que llegue a ser difícil para vosotros alcanzar la fuente
del conocimiento, antes de que vuestra práctica de viciosos placeres y
los deseos carnales no os permitan alcanzar ese manantial. Aconsejad a
otros a que no cometan pecados y se abstenga de los vicios y absteneos
vosotros mismos también. Se os ha ordenado absteneros de estos males
como primer paso y después, persuadir a otros para hacer lo mismo:
debéis dar el ejemplo.

Discurso 106
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) habló acerca del Islam, del Santo Profeta
(PBd) y de los musulmanes. ¡El Islam, que Grande es! El Santo Profeta (PBd)
¡que sublime es! Los musulmanes, como se les honró y cómo están intentando,
con ayuda del Umayah deshacer el bien que Dios les concedió a través de la
Religión:
Alabado Sea Dios que Rebeló las Leyes divinas a través del Islam, hizo su
código fácil de comprender para sus seguidores y Dio a los fundamentos
religiosos una posición noble y elevada cuya eminencia sobrepasa toda
objeción u oposición. Destinó al Islam a ser el heraldo de la paz eterna y un
puerto de seguridad infalible para los que entran a su abrigo. Sus doctrinas
prevén argumentos lógicos y bien fundamentados para aquellos que
desean defender la Verdad y la Justicia. Sus preceptos contienen la mejor
protección para la piedad y la virtud. Es un faro celestial para los que
buscan la luz y una gran fuente de sabiduría para los inteligentes. Quien
le preste debida atención encontrará gran sabiduría en sus enseñanzas
y un cuidadoso examen probará ser una brillante manifestación de
bondad y virtud. El Islam provee los modelos y ejemplos más educativos
para aquellos que desean diferenciar entre lo correcto y lo equivocado,
para los que quieren aceptar sus adecuadas amonestaciones sobre las
consecuencias del mal y la falsedad.
Trae salvación a quienes le testifican, gran fortaleza moral a quienes
lo adoptan, bienestar y paz perpetuos a sus fieles seguidores y un
considerable poder de resistencia en contra del vicio y el pecado para
quienes pacientemente soportan los sufrimientos de esta vida.
El Islam es el camino más brillante y la vía más clara a la salvación. Sus
ilustres principios destacan en gloria y nobleza, sus perfectos caminos
son claros y sus brillantes fundamentos acarrean la iluminación a quienes
vivan en la más oscura ignorancia respecto a la Verdad. Sus enseñanzas
son tan exhaustivas que se extienden por encima de las religiones más
antiguas e incluso, las sobrepasan.
Es una Religión cuyos seguidores compiten unos con otros intentando
sobrepasarse mutuamente en bondad y virtud. La confirmación de la
Verdad y la Justicia son sus caminos, la iluminación de la humanidad su
principal objetivo, el esperar y hacer frente a la muerte valientemente y
con nobleza es uno de sus principales temas de enseñanza.
Este mundo es un lugar en donde el Islam ayuda a proveerse elevadas
posiciones en el más allá, por consiguiente, en el Día de Ajuste de Cuentas,
será el día en que los auténticos seguidores del Islam sobrepasarán a otros
y el Paraíso será su recompensa.
El Santo Profeta Muhammad (PBd) guió a los seres humanos hasta
que aquellos que buscaban la Verdad, aprendieron cómo y en donde
encontrarla, hasta que los que se encontraban perdidos en la oscuridad,
la ignorancia y la herejía pudieron fácilmente ver los iluminados faros
de la Religión.
¡Señor! Muhammad (PBd) es Tu Mensajero leal y digno de confianza,
y el Día del Juicio testificará si las personas han aceptado verdadera y
sinceramente Tus fundamentos y los han obedecido. Él es quien lleva Tus
Riquezas y Beneficios hacia la humanidad, portando el Mensaje de Tu
Bondad y Misericordia para la humanidad.
¡Oh Señor! A través de Tu Justicia recompénsale adecuadamente
por sus buenas acciones y mediante Tu Misericordia haz eminente su
virtud y excelencia. ¡Oh Señor! Haz que la Religión por él predicada
sobrepase a otras religiones, glorifica su cercanía y acceso a Tu Reino y
exalta y ennoblece su posición cerca de Ti concediéndoles excelencia y
preeminencia sobresalientes.
¡Oh Señor! El Día del Juicio, resucítanos y congréganos en su compañía
como sus seguidores de modo que no sintamos vergüenza de nuestras
fallas y no seamos desdichados.
¡Oh Señor! No nos dejes extraviar, Ayúdanos a seguir el camino recto
y a mantener las promesas que Te hemos hecho a Ti y a él. ¡Oh Señor!
No permitas que seamos mal guiados, y no nos hagas pecar a través de
pruebas y tentaciones.
¡Oh gente! Dios Misericordioso, a través de Su Bondad, Ha exaltado
vuestra posición tanto que incluso vuestros esclavos bajo el reflejo de
vuestra gloria y vuestros vecinos son respetados por vosotros. Por el
Islam, sobrepasáis aquellos sobre quienes no teníais superioridad y no
tenéis ninguna obligación hacia ellos e incluso, esas gentes a las que
vuestra posición y gloria no atemorizan y sobre quienes no tenéis ningún
poder, os respetan.
Todo esto es debido a la Bondad y Misericordia de Dios, aunque,
lamentablemente, sois tan indiferentes a la Religión que observáis a la
gente a vuestro alrededor rompiendo los juramentos de fidelidad hacia Él
y sin embargo no os sentís molestos aunque os encolerizaríais muchísimo
y os sentís insultados si no se cumplen las promesas hechas a vuestros
ancestros.
Originalmente, las Órdenes de Dios vivieron a vosotros a través del Santo
y estaban destinadas a ser transmitidas a través vuestro. Pero vosotros
habéis permitido a los tiranos alcanzar la supremacía sobre vosotros y
controlar vuestros asuntos, incluso entregándoles las Órdenes de Dios y
por consiguiente haciendo depósito de la Obra de Dios a aquellos que
no tienen fe verdadera en el Islam. Abiertamente se sumergieron en el
escepticismo y llevaron vidas viciosas.
Juro por Dios que, si para preservar su poder estos Umayah esparcieran
a los auténticos musulmanes por todo el sistema solar, aún así, Dios los
reuniría para que vieran la caída de los Umayah.
Discurso 107
Durante la batalla de Siffin, un día algunos soldados del ejército de Hazrat ‘Ali
(P) se retiraron por poco tiempo y después regresaron a su posición perdida.
Es dicha ocasión dio el siguiente discurso:
Os vi retirándoos del campo de batalla. Me sentí triste de observar que
estabais alejándoos y corriendo de una multitud de campesinos sirios
sin ningún entrenamiento, sin escrúpulos y sedientos de sangre, aunque
fueseis los más nobles y valientes de todos los árabes de todos los clanes
y de familias famosas por su sabiduría y valentía.
Pero al final me complací de ver que controlabais valientemente vuestra
retirada, volvíais al campo, los rechazabais y derrotabais con la ayuda de
vuestras espadas y lanzas. Sus líneas frontales cayeron sobre sus líneas de
retaguardia en tal confusión que se parecían a camellos sedientos cuando
caen unos sobre otros para alcanzar el agua los primeros.

Discurso 108
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) ha explicado algunos atributos del Señor
Todopoderoso, algunos de los sublimes deberes asignados por Dios al Santo
Profeta (PBd) y, finalmente, habló sobre sí mismo y de la gente a su alrededor.
La forma en que intentó servir a la humanidad, cómo se sintió admirado de la
conducta de los seres humanos, sus formas de actuar sin alma y sin sentido,
los peligros que les rodean, su descuidada actitud ante dichos peligros y los
resultados que se seguirán a todo ello. Al final, predice los tipos de gobierno
que padecerá el hombre:
Acerca de Dios:
Glorificado Sea Dios que sólo puede ser reconocido y comprendido
estudiando a Sus criaturas. Se revela a la mente de las personas a través
de la evidencia innegable de la deducción. Creó los universos y todo lo
que contienen sin premeditación, sin examen previo, sin planificación
o revisión de Sus planes. La premeditación, el planteamiento y examen
previos, son atributos de la mente y su funcionamiento, pero Él está por
encima de todo ejercicio mental. Nada puede permanecer oculto o escapar
a Su Conocimiento.
Acerca del Santo Profeta (PBd):
De entre Sus Mensajeros le seleccionó para ser Su más grande Profeta,
para ser la fuente de enseñanza y manantial de conocimiento, para
portar la Luz Divina que ilumine la oscuridad de la ignorancia con sus
enseñanzas y para que glorifique al Islam.
Lo que sigue es otra parte de este discurso, para algunos comentarios -ej.
Ibn Maysum- consideran que es una alocución totalmente esperada en la que
Hazrat ‘Ali (P) habló sobre sí mismo, explicando su posición ante la gente:
Es el que conoce como tratar las enfermedades del intelecto y la razón,
cómo ayudar a los que sufren y necesitan tratamiento y cuidados. Conoce
remedios específicos y su sistema de tratamiento es infalible. Donde
hay mentes que sufren por deseos viciosos, donde hay ojos ciegos a las
virtudes de la piedad y la justicia, donde hay oídos sordos a la llamada de
la Misericordia y la Clemencia y, donde hay lenguas mudas en declarar
la Verdad, allí le encontraréis ocupado entre los pacientes, tratándoles
cuidadosa y tiernamente, buscando las causas de sus enfermedades entre
las fuentes de la ignorancia, el prejuicio y los orígenes de la confusión y la
perplejidad. Ve entre aquellos que no han recibido la luz de la educación
y por consiguiente se encuentran confusos y con prejuicios. Él les lleva
sus vidas, luz, paz y bienestar.
Los secretos sobre la vida, su entorno y su fin último, han sido revelados a
los que tienen visión, inteligencia y previsión. El brillante camino del Islam
ha sido dado para la educación de los incrédulos, ignorantes y extraviados.
La Verdad acerca del Día del Juicio y del Ajuste de Cuentas ha sido
explicada claramente, su significado puede ser fácilmente comprendido
por quienes desean examinar cuidadosamente las consecuencias de tal
ocasión.
Estoy admirado de vuestro comportamiento que, a pesar de todo lo que
se os ha dicho, os comportáis todavía como cuerpos sin alma o mentes
sin el poder de darse cuenta como cuando se expresan oraciones sin
piedad o como si fuerais comerciantes sin deseo de obtener provecho
alguno. Aunque parecéis despiertos, sin embargo, no sois conscientes
de la seriedad de la situación, finalmente, estáis presentes y me oís, pero
vuestras mentes están en otro lugar. No captáis o comprendéis lo que se
os está diciendo. Encuentro a mi alrededor, ojos sin luz, oídos sin sentido
del oído, lenguas sin la capacidad de hablar y mentes sin capacidad de
razonar.
Veo que el cisma se asegura un lugar entre vosotros y extiende sus
tentáculos a vuestro alrededor, os está midiendo, atormentándoos para
probar vuestro poder de resistencia contra la degradación y el pecado.
El líder de este movimiento es un infiel que ha desertado del Islam y está
resuelto en apoyar firmemente el ateísmo. Tendrá poder sobre vuestro
país y especialmente de vosotros que permanecen fieles al Islam serán
humillados, insultados, maltratados y masacrados por él. Todo esto
ocurrirá por causa de vuestra debilidad y razones equivocadas. ¿Os
dais cuenta a donde os está llevando todos estos deseos equivocados
e irracionales, hacia donde os están atrayendo y desviando vuestras
tendencias paganas y hacia donde os están empujando vuestras falsas
esperanzas de poder y placeres?
Recordad que todo periodo tiene un final y toda acción está seguida de
una reacción; por consiguiente, no es solamente aconsejable sino también
imperativo que escuchéis el consejo que os llega por el Califa de Dios
para que actuéis de acuerdo con el mismo: Será para vuestro bien.
Estad dispuestos a recibir sus órdenes y seguidle. Es el deber de entre
vuestros líderes el anotar cuidadosamente lo que escuchan de mí y repetirlo
entre la gente palabra por palabra. Debieran concentrarse en mis palabras
y corregir sus confusas e inconexas ideas. Ciertamente os las he explicado
claramente, separando la verdad de la falsedad y, la creencia en Dios del
paganismo. He dado información completa acerca de los peligros hacia
los que os precipitáis ciegamente.
Recordad que cuando os visiten los malos tiempos, encontraréis que los
que no creen en el Islam tendrán gran preponderancia, que aumentará el
número de gente que se rebela contra Dios y la Religión y, las personas
piadosas y de mente religiosa serán atormentadas. Los duros tiempos
atacarán a la gente como bestias feroces y hambrientas. Las mentiras
serán dichas en voz alta y repetidamente. La gente cooperará de todo
corazón con la falsedad y el pecado, y se desunirán y disputarán sobre
temas relacionados con la verdad, piedad y la Religión.
Durante tales tiempos, los niños serán una fuente de ansiedad y
preocupación para sus padres, incluso la bondad y la benevolencia
tendrán sólo valor de moneda corrientes (intercambio a conveniencia) la
sociedad estará compuesta en su mayor parte de personas avariciosas e
innobles. Las personas generosas y de mentes piadosas serán reducidas
a una minoría inconexa. La gente de tales tiempos serán como lobos
hambrientos, los gobernantes serán como bestias carnívoras que devoran
vorazmente a la clase media y maten indiferentemente a los pobres. Muy
poco de la Verdad quedará: la falsedad reinará entre los hombres.
Solamente la simpatía que saldrá de las lenguas permanecerá porque
la hipocresía y la enemistad oculta tendrán firmemente agarradas a las
mentes de las personas, se adorará el vicio, el pecado y las enseñazas
del Islam serán vueltas al revés como si se tratase de una indumentaria
sucia e indeseable.

Discurso 109
En este discurso Hazrat ‘Ali (P) nos ha explicado las limitaciones de la mente
humana para comprender y describir a Dios y ha puesto énfasis en aquellos
atributos de Dios que afectan al hombre en general. Además, describe a algunos
ángeles y cómo Le temen y Le obedecen. Esboza brevemente las debilidades
y maldades del hombre, su obstinada persistencia en los placeres viciosos, y
el darse cuenta finalmente -pero demasiado tarde- de esos vicios y defectos y
de la futilidad de haberse percatado de ello a destiempo. Bosquejando así las
trayectorias de los individuos atrae nuestra atención sobre la raza humana,
cómo llegará a su fin, cómo esta se terminará y cómo los seres humanos serán
resucitados y presentados a la rendición de cuentas final. Finalmente honró al
Profeta del Islam (PBd) ensalzando sus enseñanzas y explicando cómo actúa
sobre los preceptos que hubo predicado y nos mostró que son adaptables y
practicables en todo tiempo.
El discurso comienza de la siguiente manera:
Todo está naturalmente destinado a someterse a Dios. Todo existe porque
Él desea que exista y así continuará conforme a Su Voluntad.
Solamente Él pude hacer ricos a los mendigos, y sólo Él es la fuente
de poder para los débiles, desposeídos y el puerto de refugio para los
oprimidos y tiranizados.
Él oye a los que hablan y conoce los secretos de los que se callan. Los
que están vivos encuentran el sustento por Él y los que mueren están
destinados a volver a Él.
¡Oh Señor! Nadie puede describirte, porque nadie te ha visto o puede Verte
nunca. Exististe mucho antes de que las criaturas que te alaban llegaran
a existir. No las creaste para acabar con Tu soledad o para sacar algún
beneficio de ellas.
A quienquiera que Tú llamas no puede alejarse de Tu llamada, y a
quienquiera que Tú atrapas no puede liberarse de Tu sujeción. La
desobediencia de las gentes no empañará Tu reino, ni su obediencia
incrementará Tu poder. Los que están de acuerdo con Tus decisiones no
pueden rechazarlas (están obligados por naturaleza a obedecerlas) y
los que rehúsan obedecer Tus mandamientos y prohibiciones no pueden
aprovecharse de Tus riquezas y dádivas. Conoces todos los secretos y
cualquier cosa oculta es claramente obvia para Ti.
Eres Eterno y no tienes fin. Eres la Meta de todo y nada puede huir de
Ti. Nadie que merezca Tu Cólera puede escapar de ella sino a través de
Tu Misericordia y Benevolencia. Todo está bajo Tu control y su vuelta es
hacia la meta por Ti destinada.
Grandeza y Gloria para Ti ¡Oh Señor! Que grandes son los Universos por
Ti creados, y sin embargo, a pesar de su extensión, qué insignificantemente
pequeños son comparados con Tu Poder. Qué Supremo, Completo y
Absoluto es Tu Control sobre la naturaleza que puede ser discernida y
comprendida, y sin embargo, que pequeña es su grandeza cuando se le
compara a esa fase de Tu Omnipotencia que está oculta a nuestras almas
y que nuestras mentes no pueden comprender.
Qué benevolentes y gratificantes son Tus Favores en esta vida y sin
embargo, qué pequeños son cuando se les compara con las munificencias
celestiales del próximo mundo.
Para referirse a los ángeles, Hazrat ‘Ali (P) dijo lo siguiente:
Algunos de los ángeles son tales que se les ha destinado a estar en los
cielos, clavados por encima de la tierra. Te comprenden mejor, Te temen
más y están más cerca de Tu favor que ninguna otra criatura. No son el
resultado de impulsos biológicos y ni los cambios de tiempo o circunstancia
los hacen decaer. Aunque están tan cerca de Ti y tienen una elevada
posición en Tu Gracia, no piensan en nada sino en obedecerte. Están tan
lejos de la infidelidad a Ti, y sin embargo, si pudieran darse cuenta de la
Grandeza y Magnificencia de Tu Reino, que incluso a ellos les está oculto,
sus oraciones y jerarquías aparecerían insignificantes y se darán cuenta
de que nunca han recitado las oraciones que Te mereces.
Glorificado Seas ¡Oh Señor! Eres el Alabado y Mereces Adoración. Y Tú,
después de haber probado la capacidad del hombre de la mejor manera
posible, has creado para quien lo merece paraísos con las viandas más
selectas y las mejores bebidas, con los mejores compañeros y sirvientes y
con palacios a orillas de hermosos ríos con huertas y jardines adorables.
Después enviaste Mensajeros que invitaron a la gente a esas bendiciones.
Pero la gente ni prestó atención a la llamada de estos Mensajeros ni
mostraron deseo alguno en ganar y merecer dichas bendiciones ni ningún
deseo de arribar a dicho final.
En lugar de ello, se volvieron hacia la suciedad de los goces mundanos,
fueron unánimes en gozar de estos placeres, se contentaron con la
desgracia que estas inclinaciones les trajeron y se unieron en su amor a
este mundo.
Si un hombre ama una cosa se vuelve ciego a sus defectos, su mente está
predispuesta a su favor, su vista y su oído pierden el poder de ver y de
oír la realidad y no puede tolerar el ver u oír algo en contra del objeto
de su devoción.
Tal es la condición de la gente que va ciegamente tras los placeres
mundanos.
Sus mentes están tristemente afectadas y la lujuria por los goces mundanos
aniquila sus conciencias. Están locamente enamorados de este mundo y
consecuentemente se vuelven sus esclavos al igual que esclavos de placeres
viciosos y malas fuentes de riqueza o poder. Se inclinan y arrodillan
siempre que el mundo así lo desea y se dirigen hacia donde el mundo
desea que vayan.
El consejo y las premoniciones de los Profetas (P) no tiene ningún
efecto sobre ellos, aunque ya hayan visto la suerte de los pecadores a su
alrededor, y como de repente dichas personas extraviadas son llamadas
para responder de sus actos sin haber tenido ninguna oportunidad de
volver de nuevo a la vida y ninguna posibilidad de ser perdonados.
Ver que la muerte, que habían ignorado completamente durante su vida
descienda sobre ellos sin ningún aviso previo; se les hace partir de este
mundo en donde se sentían tan felices y bien protegidos; y han de hacer
frente al próximo mundo que se les había advertido amablemente.
La transición de tal persona desde esta vida hacia la próxima es tan
penosa que no puede ser descrita con facilidad. La penosa sensación de la
muerte, la contrariedad, la vergüenza de haber perdido las oportunidades
de toda una vida para ser buena persona y de hacer el bien, tristemente
se amontonan a la hora de su muerte.
La conciencia de una vida culpable le hará sentirse triste y avergonzado,
el horror y la desesperanza de la situación le dejará pálido. Justo en este
momento tal entra la muerte deteniendo la facultad de expresión y del
habla de cada mortal. El moribundo está rodeado de sus parientes, su
capacidad de habla le ha abandonado, sin embargo, durante el proceso
de fallecer su mente está increíblemente clara. Puede ver y oír, puede
visualizar las realidades y pude comprender la Verdad (que antes hubo
ignorado)
Piensa en la vida que ha desperdiciado, de la riqueza que hubo amasado
de forma pecaminosa adoptando medios buenos o malos. Entonces, se
da cuenta de que tiene que hacer frente a las consecuencias de amasar
dicha riqueza la cual, se ve forzado a dejar para siempre, dejándoselo a
los demás para que la disfruten (los frutos de sus pecados) Recuerda los
placeres disfrutados ilícitamente y se percata que los dolores del castigo
serán su retribución, porque todos los pecados o crímenes que cometió
para acumular o hacer esto, han sido anotados por los ángeles de Dios.
Es en este momento, cuan clara y evidente será para sí mismo darse
cuenta que ha hipotecado de manera irrevocable su alma en el esfuerzo
de acumular y reunir para sí -en este mundo- un montón de posesiones
absurdas y cuan imposible será deshacer lo que ya ha hecho.
Será demasiado tarde incluso para arrepentirse. La vergüenza y el pesar
de la situación son tan penosos que le hacen despreciar, odiar y sentir
remordimiento por las cosas materiales que tanto amó mientras estaba con
vida. Llegado a este punto, desea que aquellas gentes que acostumbraban
envidiarle por su poder, riqueza y posesiones mundanas las hubieran
tenido todas ellas, y que hubiera llevado una vida sencilla y honesta.
Mientras su mente sopesa estas pesadumbres, vergüenzas, arrepentimiento
y contrición, la muerte se le aproxima un paso más y, lo mismo que con
la capacidad de hablar, pierde seguidamente la capacidad de escuchar.
Ahora, no puede hablar ni oír, y sin embargo su poder de visión le
acompaña aún. Puede ver a las personas que le acompañan a su alrededor,
puede ver como mueven los labios, pero ya no puede escuchar ningún
sonido. La muerte se le aproxima todavía más y gradualmente pierde el
sentido de la vista. Enseguida el alma se separa del cuerpo, dejando sólo
un cuerpo entre sus parientes.
Ahora estos parientes sienten miedo de aproximarse a su cuerpo ya
muerto y desean mantenerse alejados de él. Ahora no puede simpatizar
con aquellos que le lloran ni responder a su llamada.
Después es llevado a su tumba y abandonado allí a las consecuencias de
su fe y de sus acciones. No lo verán sino hasta el día de la Resurrección,
un día en que todos los seres humanos serán reunidos. Es un día en que
la actividad concedida a la vida terrenal llegará a su fin y la Voluntad de
Dios de crear y de resucitar a los seres humanos se realizará (tal y como
los Profetas de Dios P. hubieron advertido incansablemente)
Cuando se aproxime este día (El día del juicio) el sistema solar se romperá
y la tierra vagará fuera de su curso (órbita) previamente sostenida por
Dios y se romperá en fragmentos. Se desenraizarán las montañas y Su
Poder les hará estrellarse unas contra otras y los pedazos internos de
la tierra saltarán hacia fuera. Las personas muertas serán resucitadas,
después de haber estado tanto tiempo separadas unas de otras. Se les
reunirá a todas juntas.
Dado que todos y cada uno de los seres humanos habrán de dar entonces
cuenta de sus pensamientos y de sus acciones, habrán de permanecer de
pie separada e individualmente. Después de dar cuentas, serán divididos
todos ellos en dos grupos. Los que han obedecido Sus Preceptos serán
recompensados y los que Le han desobedecido serán castigados.
Los piadosos recibirán la bendición eterna de Su aprobación por sus
acciones y las bendiciones de los cielos, en donde la vida es eterna, donde
no hay cambio para mal, ni miedo de nada, ni enfermedad de clase alguna.
Allí nadie habrá de hacer frente a peligros o calamidades y nadie será
forzado a salir del Paraíso.
Por lo que se refiere a los seres pecadores, el castigo será conforme a la
enormidad de sus pecados. La suya será una morada horrible en la que
vivirán y llevarán una vida triste. Serán completamente despojados de
los poderes de autodefensa y de cambiar su entorno. Estarán rodeados
de ardiente fuego, que les quemará perpetuamente (sin consumirles hasta
la aniquilación) ardiendo con calor intenso y sonidos terribles. No habrá
escapatoria de esta tortura por el fuego y no habrá cambio ni alivio ni
ningún rescate se aceptará a cambio. Esta morada de horror es eterna,
no hay final para ella y quienes estén aprisionados allí habrán de sufrir
eternamente el castigo.
Seguidamente, Hazrat ‘Ali (P) se refirió al Profeta Muhammad (PBd) con las
siguientes palabras:
El Profeta (PBd) siempre consideró una vida empleada en la búsqueda
del placer como despreciable y mala. Él mismo rechazó completamente
una vida tal. Estaba convencido de que, Dios le exaltaría al mantenerse
gracias a Su Favor por encima de las acechanzas y tentaciones del vicio y
del pecado. Mientras que aquellas personas que consideraba despreciables
por causa de sus pensamientos y sus acciones, Dios les permitió todos
los placeres de una vida viciosa (como frecuentemente solemos observar
en todas las épocas)
Dándose cuenta de esto, miró estos placeres con desdén, y los ignoró
como algo aborrecible y despreciable. Se apartó de su pompa y de su
gloria (mundana) con suprema indiferencia y nunca tomó para sí nada
de esos vicios ni pensó en hacer de ello su morada. Mientras vivió, lo
predicó así. Advirtió a la gente del castigo del Infierno y les explicó las
bendiciones del Paraíso y les invitó a seguir Su Camino (el de Dios) que
conduce hacia el Paraíso.
¡Oh gente! Sabed que somos sus descendientes, somos los centros que
reciben Mensajes de Dios y donde los ángeles llegan con Sus Preceptos;
somos fuente de conocimiento y manantiales de Sabiduría. Quien sea
nuestro amigo y seguidor merece las bendiciones de Dios y quien sea
nuestro enemigo puede esperar el castigo que merece54.

Discurso 110
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) nos dice en qué creer, qué hacer y cómo sacar
el mejor provecho del Corán:
Para aquellos que desean aproximarse al Reino de Dios a través de las
buenas acciones, las siguientes son las mejores formas de tener éxito.
La primera y más importante es tener una completa fe en Dios y en Su
Santo Profeta (PBd) La segunda es esforzar en el servicio a Dios lo

54 Hazrat ‘Ali (P) se refería a Ahlul.Bait (P) es decir, ‘La Gente de la Casa’ los descendientes
del Profeta (PBd) y responsables de mantener vivo el Mensaje de Dios y Sus Enseñanzas
para los seres humanos.
mejor que uno pueda, porque tales esfuerzos (bien sea una guerra en
defensa del Islam o cualquier otra forma de actividad intensa por causa
de la Religión y la Justicia) son las cumbres supremas de la Gloria del
Islam. En tercer lugar, la repetición y creencia en las frases de devoción,
esto es: No hay más divinidad que Dios y Muhammad es Su Mensajero,
porque son los conceptos básicos del Islam como Religión. En cuarto
lugar, continuar haciendo las oraciones diarias porque son el alma de
la Religión. Después pagar el zakat porque es una obligación para los
musulmanes, sexto es ayunar durante el mes de Ramadán, porque le salva
a uno de la Cólera de Dios. Séptimo, la peregrinación a la Casa de Dios
(Meca) durante el tiempo del Hay o en otro tiempo (Umra) porque el
viaje en dichas ocasiones reduce la pobreza y limpia el alma del pecado.
En octavo lugar, tener piedad de los parientes pobres y ayudarles en sus
penurias porque esta caridad supone un aumento en los beneficios de
la gente. La novena, es extender dicha caridad a todos y a cada uno de
los necesitados e impedidos; estas caridades cuando se dan en secreto
limpian los pecados de uno y, cuando se dan abiertamente evitan la muerte
horrible o accidental. Y, finalmente, ser gentil, simpático y dispuesto
hacia las criaturas de Dios, este hábito evita que caigan sobre uno las
calamidades, abyección o desgracia.
¡Oh gente! Haced lo mejor posible por alabar a Dios y hablar más y más
de Él porque este es el mejor discurso. Cread un intenso deseo en vuestras
mentes por el Paraíso, que ha sido prometido a los piadosos. Ciertamente
Sus Promesas son verdaderas. Seguid el modo de vida y el carácter de
vuestro Profeta Muhammad (PBd) porque es el mejor modo de llevar una
buena vida. Adheríos a sus tradiciones y obedeced implícitamente sus
enseñanzas porque son la mejor guía hacia una vida noble.
Leed el Sagrado Corán cuidadosamente porque es el más sublime de todos
los libros sagrados, intentad comprenderlo y estudiarlo diligentemente
porque es el mejor alimento para la mente. Iluminad vuestros pensamientos
con sus enseñanzas porque su Luz Divina es la mejor cura para una mente
enferma y leedlo con buena intención y sinceridad: contiene episodios
muy útiles e instructivos de la historia del hombre.
Recordad que si incluso un hombre muy educado actúa contra su
conocimiento y convicciones, se comporta como una persona ignorante, sin
educación y con una mente confundida, como uno que no desea salir de la
comatosa condición de la ignorancia. En el Día del Ajuste de Cuentas, una
persona así no será capaz de justificar su actitud, habrá de arrepentirse
penosamente de su locura y deberá hacer frente a una severa reprimenda.

Discurso 111
En este discurso Hazrat ‘Ali (P) habla acerca de este mundo vicioso, de cómo
atrae y cautiva a sus moradores, y de sobre como los deja y abandona y cuan
despiadado es tratando a aquellos que caen presa de sus tentaciones y cual es
el final último en tales circunstancias:
¡Oh gente! Después de haber dado gracias a Dios y de pedir bendiciones
para nuestro Santo Profeta (PBd) deseo advertiros en contra de las
acechanzas de una vida viciosa.
Esta advertencia es necesaria porque, bajo toda apariencia externa, la
vida viciosa se presenta con dulzura, con encanto y con un atractivo
peculiar. Se ha rodeado a sí misma de tentaciones y es amada por casi
todo el mundo porque ofrece tales goces que pueden ser obtenidos fácil
y rápidamente, aunque sólo pueden durar por poco tiempo y porque al
proveer tales adornos -aunque escasos y transitorios- les hace amarlos.
Se ha adornado con falsas esperanzas, expectativas soñadoras y desde
luego, se ha ornamentado con engaños y perfidia.
Recordad que su placer no durará mucho tiempo y no puede garantizar
el liberaros del sufrimiento y el pesar. Este mundo es un mentiroso
consumado, un caprichoso seductor y un ruinoso heredero de males y
pesadumbres. Además, sus dones no son meramente destructivos, son
peligrosamente aniquiladores y positivamente fatales. Sus conexiones se
cortan fácilmente (pasar de un estado a otro) y sus placeres se marchitan y
desaparecen prontamente. Su pompa y su gloria están sujetas a una rápida
extinción, decadencia y gastan y destruyen a quienes las aman locamente.
Su comportamiento con aquellas gentes que están unidas (al mundo) y
gastan sus vidas corriendo tras él es muy peculiar: cuando alcanzan la
cumbre en su búsqueda (de placeres, poder y otros vicios) de repente les
abandona, dejándoles en total ruina y decadencia. En el Corán, Dios ha
explicado esto con un símil al decir:
«Es como lluvia que mandamos desde las nubes, vuelven verde a la
hierba de la tierra y después lo verde se seca, se rompe en pedazos
que son esparcidos por los vientos; sólo Dios, tiene el Poder sobre
todas las cosas»
Recordad que nadie ha disfrutado de una vida tal (por cualquier período
de tiempo) sin arrepentirse de ello, lamentándose de los días pasados de
dicho modo por el tiempo así desperdiciado. Nadie ha recibido sonrisas
de sus favores y fortunas sin terminar sus días en sufrimiento y pérdidas
(de todo tipo) de algún modo u otro.
Los que pasan las noches de su vida en bienestar y placeres muy a menudo
se despiertan para hacer frente a frustraciones, desengaños y peligros.
Una vida rodeada de placer, vicio y de pompa es un fraude para el alma
de uno y un engaño para los demás. Será siempre transitoria y todas sus
fases serán efímeras y cualquier cosa de dichas fases será de muy corta
duración.
Nada en la vida puede actuar como provisión para el más allá sino las
buenas acciones que uno haya realizado. Quien se complace escasamente
en los perversos caminos de esta vida y se asegura en tomar lo menos
posible de ella, estará en la mejor posición para escapar a los grandes
sufrimientos y severos castigos (previsibles en tales casos) y quien
intente sacarle el máximo provecho a este mundo, en realidad se afana
en acumular cosas que no sólo son momentáneas en su naturaleza sino
que además, le arrastrarán enormes perjuicios antes de destruirle por
completo.
¡Oh vida pecaminosa y viciosa! A cuantos de aquellos que tenían fe
absoluta en ti les has traicionado desvergonzadamente, cuantos que tenían
total confianza en ti fueron penosamente abandonados a su suerte, cuantos
que poseían poder, gloria y pompa fueron deshonrados y abandonados
a la nada, y cuantas cabezas orgullosas fueron obligadas a inclinarse en
humillación y desgracia.
Toda clase de poder y autoridad bajo esta vida están sujetas a cambios
muy rápidos. Toda vida en su seno está sujeta a vejaciones y desórdenes.
Todo manantial que en su terreno se supone ser de agua fresca es, en
realidad, una dulzura que tras saborearse deja tras de sí un sabor amargo
y todo lo que se coma (equivocadamente) es de hecho un veneno para la
mente y el alma humana.
Las alianzas y las conexiones son débiles y no puede confiarse en ellas.
Los seres vivientes están constantemente haciendo frente a la muerte. Las
personas saludables se han de enfrentar permanentemente a la enfermedad
(ya sea evitándola o padeciéndola) Aparecen imperios que rápidamente
desaparecen y poderosos déspotas toman el poder para ser posteriormente
depuestos. Sus posesiones y riquezas son fuente de destrucción y pobreza
(que ellos provocan a otros y a sí mismos) y todo el mundo está destinado
a ser robado y pillado algún día.
¿Estáis ocupando las habitaciones de aquellos que desaparecieron antes
que vosotros? Algunos de ellos tuvieron vidas más largas, dejaron tras
ellos monumentos y signos de su gloria más duraderos (que los de tiempos
actuales) tuvieron mayores esperanzas de vida, fueron más numerosos en
número y tuvieron ejércitos más poderosos que vosotros.
¿Os habéis dado cuenta alguna vez de cómo sirvieron a este mundo, le
adoraron y cómo intentaron adaptarse a sus rápidos cambios de fantasía
y vicios caprichosos y cuales fueron los resultados finales de todo ello?
Fueron forzados a dejar este mundo de modo tal que no tuvieron provisión
para la próxima vida, ni ninguna clase de guía (espiritual y moral) ni la
preparación adecuada para obtener algún tipo de certidumbre y fe en
Dios para alcanzar un estado de bienestar durante su viaje a la eternidad.
¿Alguna vez se os explicó o dejó saber que este mundo les extendiera una
mano en ayuda, se ofreciera para compensarles sus pérdidas y sufrimientos
y que les mostrase alguna compensación a sus pérdidas y sufrimientos o
que les mostrara alguna amabilidad o simpatía por alguno de ustedes?
¡No! Por el contrario, habéis escuchado (de este mundo) que no tuvo
piedad y fue cruel y esparció pesadumbres y miserias (sobre cualquiera)
les debilitó bajo su influencia tiránica, los meció con calamidades y
aflicciones, los humilló y los desgració, los aplastó bajo sus pies, ayudó
a sus adversarios contra ellos y les colmó de infortunios.
Habéis notado sin lugar a dudas, cómo maltrató a quienes le fueron fieles,
a los que habían preferido a la vida de acá (por encima del paraíso)
y estaban totalmente inclinados a poseer este mundo y sus placeres.
Y cuando les llegó la hora de partir para siempre ¿Qué les dio como
regalo de partida sino esperanzas insatisfechas, deseos no saciados,
contrariedades, desilusiones y pesares? ¿En donde los depositó sino una
tumba muy estrecha y oscura, en la oscuridad del pecado, del olvido y
la desesperación?
Sabiendo todo esto, ¿Os gusta todavía esta clase de vida, estáis totalmente
satisfechos por lo que tiene que ofreceros y todavía la anheláis? ¿Porqué?
¿No os dais cuenta de que este mundo vicioso es el peor lugar para
aquellos incautos que son desagradecidos, deshonestos y no toman en
cuenta los peligros que abundan aquí?
Advertir, y estoy seguro de que lo sabéis ya, de que sois mortales, que
habréis de dejar este mundo para siempre.
Tomad advertencia de aquellos cuyo lema fue “No hay nadie más poderoso
que yo”. Fueron a sus tumbas dejando todo su poder y gloria tras de
ellos. Fueron llevados a su último lugar de reposo, pero su llegada no
fue anunciada; se les bajó a los hoyos excavados para ellos pero nadie
estaba allí para darles la bienvenida y atenderles.
Sus vecinos fueron tumbas hechas de piedra, sudarios hechos de polvo
y huesos podridos. ¡Qué vecinos! No contestan cuando uno se dirige a
ellos, no vienen en ayuda de uno cuando se les necesita, no se preocupan
si hay mucha miseria y pesar alrededor suyo. No son felices si el mundo se
porta bien con ellos (con sus tumbas o recuerdos) y no se preocupan si se
les trata cruelmente. Aunque están amontonados en un pequeño lugar, en
realidad, están separados unos de otros; auque son vecinos, no parecen
tener ningún interés unos por otros; aunque están situados tan cerca unos
de otros, nunca se reúnen. Parecen tolerarse unos a otros habiendo dejado
a un lado la enemistad y el odio, y haber perdido todo sentido de malicia
y desprecio. No parecen darse cuenta de ningún peligro y no preparan
ninguna defensa. Han aceptado el cambio de vida sobre la tierra al de
vivir bajo ella, han aceptado el cambio de residencia en casas palaciales
a un lugar en estrechas tumbas, han aceptado un cambio de sociedad de
sus parientes y amigos a la soledad de sus sepulcros, y han aceptado el
cambio de las luces de la vida por el olvido y la oscuridad de una tumba.
Igual que han partido de este mundo desnudos y desposeídos sin llevar
nada con ellos sino el peso de sus pecados, así aparecerán el día de la
Resurrección para entrar en las moradas de la vida eterna de acuerdo a
sus merecimientos. Dios Todopoderoso ha dicho:
«Igual que creamos y originamos por primera vez, así les creare-
mos de nuevo. Es una promesa. Y siempre realizamos, siempre,
Nuestras Promesas».
Discurso 112
En este discurso Hazrat ‘Ali (P) ha hablado sobre cómo trabaja el ángel de
la muerte:
Cuando el Ángel de la Muerte entra en una casa: ¿puede alguien sentirle
con algunos de sus sentidos? ¿Puede ver alguien como y cuando (en qué
momento) dicho Ángel extrae el alma de una persona?
¿Cómo se lleva la Muerte el alma de un niño cuando está todavía en el
vientre de su madre? ¿Cómo entra ahí? ¿Tiene permiso el alma del niño
para salir y reunirse con el Ángel de la Muerte, o se encuentra con la
muerte dentro del vientre de la madre?
A continuación, Hazrat ‘Ali (P) concluyó:
¿Cómo puede alguna persona describir los atributos de Dios cuando ni
siquiera puede describir los atributos de Su Creación? (Refiriéndose al
Ángel de la Muerte)

Discurso 113
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) ha descrito a este mundo, sus viciosos placeres
y sobre la actitud de la gente piadosa hacia la vida. Igualmente, habla sobre
la irracional forma de la gente común cuya mente ordinaria, anhela poder y
placeres efímeros:
Os advierto contra este mundo, porque es una morada de mortalidad y una
residencia temporal. No es un lugar en donde uno pueda encontrar paz y
prosperidad duraderas. Se ha decorado con tentaciones y atracciones y
engaña a la gente con dichos adornos. Qué viciosas y despreciables son
sus atracciones que son despreciables ante Dios.
Es un lugar en que las bendiciones y virtudes en estado puro (sin estar
mezcladas con algunos males) no pueden encontrarse, en donde las cosas
lícitas están penosamente entremezcladas con las prohibidas, en donde
las virtudes están confundidas con los vicios -sin ninguna esperanza
posible- donde los placeres están mezclados con el dolor y donde la vida
terminará con la muerte.
Dios ni lo ha Aprobado -al mundo- para Sus Amigos ni lo ha mantenido
apartado de Sus enemigos. Aquí, las virtudes son raras y los vicios son
obvios y evidentes. Un lugar en donde la riqueza acumulada está sujeta
a disminuir, los imperios poderosos son destinados a su derrocamiento
y borrados de la faz de la tierra; en donde las personas prósperas están
predispuestas a volverse pobres rápidamente.
¿Qué clase de bien es una casa que se puede romper y destruir fácilmente?
¿Qué clase de bien es una vida que termina de repente como ocurre con
las provisiones durante la mitad de un largo viaje y sin posibilidad alguna
de renovarlas? O ¿de qué sirve una vida que termina rápidamente como
un corto viaje?
¡Oh gente! Obedeced las Órdenes de Dios y buscad Su Ayuda para realizar
vuestros deberes y obligaciones. Estad preparados para la muerte incluso
antes de que os llame.
Las gentes piadosas son realmente aquellas que, aunque vivan en un
entorno mundano, sin embargo, llevan vidas muy sobrias; aunque parecen
felices y contentas, sus mentes están llenas de ansiedad acerca de sus
obligaciones morales y religiosas, por lo que se refiere a sus pensamientos
y acciones son muy exigentes consigo mismos aunque el mundo les envidie
por las riquezas y bendiciones que Dios les ha concedido.
¿Cómo es que habéis olvidado la muerte y siempre tenéis deseos y
esperanzas inalcanzables ante los ojos de vuestra mente? El mundo se ha
apoderado de tal modo de vuestros intelectos que ha excluido de vuestros
pensamientos toda consideración del más allá. Sus atractivos señuelos
son tan poderosos que os han hecho olvidar la siguiente vida. Os sentís
tan halagados de los placeres mortales que la vida que el Paraíso no
encuentra lugar en vuestra imaginación.
Aunque el Islam os ha hecho hermanos y no hay nada que os divida,
vuestras mentes, bajo la influencia de la perversidad, la malicia y el vicio,
crean disensiones y desunión entre vosotros, con el resultado de que ni
os aconsejáis ni os ayudáis los unos a los otros, ni os amáis o cooperáis
unos con otros.
¿Qué ha sido de vosotros? Estáis felices y complacidos con los mezquinos
y pobres -aunque fácilmente obtenibles- placeres de este mundo y, la
privación de las inmensas y abundantes riquezas del Paraíso no os causa
pena. La pérdida de las posesiones mundanas, aunque despreciables
y mezquinas, os pone tan triste que incluso vuestras caras reflejan la
profundidad de vuestro pesar y lo elevado de vuestro dolor como si vosotros
y este mundo fuerais inmortales y sus riquezas y placeres fueran a durar
para siempre.
¡Qué mezquinos sois! Lo único que os impide exponer las debilidades y
defectos de vuestros hermanos es el temor de que ellos a su vez expongan
vuestros fallos y males. Al parecer, los factores en común sobre los que
estáis de acuerdo y que os mantienen unidos, son un agudo deseo de
conseguir la riqueza y el poder de este mundo y vuestra indiferencia
absoluta hacia la vida del más allá.
Vuestra Religión está solamente en vuestros labios, no se ha alojado en
vuestro corazón. Por lo que se refiere a Sus Preceptos y a Sus Prohibiciones,
os comportáis como un hombre que no necesita -para nada- trabajar y
que cree haberse procurado la aprobación y consentimiento de Su Dueño
por sus acciones y pensamientos.

Discurso 114
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) nos ha explicado lo que es la piedad y cómo
conseguirla; y lo que significa una vida de pecado y las consecuencias que
acarreará:
Alabado Sea Dios que asocia a quien celebra sus Alabanzas con Sus
Bendiciones y junto a ellas: gratitud, felicidad y prosperidad. Le Alabo
por las calamidades con las que me pone a prueba y le Alabo por las
riquezas que me da. Busco Su Ayuda para vencer la pereza y la resistencia a
obedecer Sus Órdenes, Preceptos y para resistir las tentaciones de intentar
ir descuidada o alegremente en contra de Sus Prohibiciones.
Anhelo Su Perdón por mis pecados y fallos que Él conoce y cuyas
varias formas han sido explicadas por Su Libro. No hay límite para Su
Conocimiento y Su Libro no ha dejado nada sin explicar. Tengo fe en
Él como una persona que ha visto los secretos ocultos de la naturaleza
con sus propios ojos y que cree absolutamente en todo lo que ha sido
prometido por Él.
Mi creencia en Él es tal que no ha dejado posibilidad en mí para la
incredulidad o el politeísmo y ha convertido completamente el escepticismo
en fe auténtica. Testifico que nadie merece ser Alabado sino Dios, él es
Único, Uno y no tiene paralelo, socio o ayudante. Testifico además que
Muhammad (PBd) es Su Siervo y Su Profeta. Ambas declaraciones son
testimonios que elevan las palabras de uno a planos más elevados y las
acciones de uno a niveles más nobles. Cuando se les compara con otros
dogmas, su importancia será manifiesta por sí misma; y, si abandonáis
otros dogmas no quedará nada sobrio o de peso producto de esa fe ya
que el Islam nos eleva a niveles más nobles.
Os aconsejo, que seáis piadosos, ya que la piedad es la mejor provisión
para el próximo mundo, y la mejor protección en contra del pecado. Es
una provisión que os ayudará a entrar en el Paraíso y un refugio que os
protegerá de la Ira de Dios. También es un consejo que el mejor dador
de Leyes de Dios -El Santo Profeta (PBd)- os ha dado y fue aceptado y
recordado por los mejores de la humanidad. Fue un amonestador que os
explicó todo y quienes lo aceptaron y siguieron, tuvieron éxito en alcanzar
las Bendiciones de Dios.
¡Oh gente! La piedad impide que la gente buena se complazca con vicios
y pecados, les hace temerosos de Dios, les persuade a pasar las noches en
adoración y los días en hacer sus deberes hacia Dios y hacia el hombre.
Cumplir con sus oraciones, su trabajo y su deber les brinda satisfacción
y placer. Siempre tienen la muerte en su mente y, manteniendo los ojos
en el próximo mundo. Miran con indiferencia los placeres y provechos
de este mundo.
Oídme una vez más, este mundo es perecedero y destructible, sus fases
cambian rápidamente, a menudo no dejan nada sino penosas lecciones
y experiencias. Una prueba de la mortalidad de este mundo es el hecho
de que hay destrucción y decadencia en todas partes, las calamidades
atacan a todos sin perder una oportunidad, y los pesares visitan a todos
sin permitir una posibilidad de escapar; aquí todo ser viviente habrá de
pasar a través de las puertas de la muerte, toda persona saludable tendrá
enfermedades, y todo individuo feliz habrá de hacer frente a los pesares
algún día, tarde o temprano.
En su deseo de destrucción, este mundo se comporta como un glotón cuya
hambre nunca está satisfecha, o como un borracho cuya sed no se aplaca
nunca, así, desea más y más creación para compensar la decadencia y
destrucción.
De los pesares y aflicciones de esta vida, es suficiente visualizar a quienes
amasan fortunas raramente las disfrutan, aquellos que construyen casas
raramente viven en ellas, siempre abandonas este mundo de forma tal que
no pueden llevar su riqueza y prosperidad con ellos. Los bruscos, tajantes
y violentos cambios en las circunstancias de la vida son cosas de las que
hay que tomar una lección.
Encontramos a personas que nada tienen pero llegan a ser tan ricos que
son envidiadas, y a millonarios que se convierten de la noche a la mañana,
en pobres por la desaparición de la riqueza y la visita de aflicciones.
Hay suficientes advertencias para la gente, bastaría que mirásemos
cuidadosamente a nuestro alrededor y nos percatemos de las personas
que muchas personas frente a las puertas del éxito son repentinamente
visitadas por la muerte la cual, no pueden evitar y al mismo tiempo les
impedirá disfrutar del posible éxito.
¡Glorificado Sea Dios! Qué atractivos y engañosos son los placeres de este
mundo; cualquier aumento de la riqueza y la posición aquí, aumentan la
avaricia y la codicia; y la protección que aquí se obtiene, terminará muy
a menudo en dolor y castigo; qué lugar es este, donde ni la muerte puede
ser evitada ni puede volverse al pasado.
¡Buen Dios! Qué próximos están a la muerte los seres vivientes (la cual se
les aproxima permanentemente) y qué alejados están unos de otros porque
no pueden en sí mismos contactar con aquellos que han dejado de existir.
No hay peor castigo que el Castigo de Dios, y no hay mejor recompensa
que la Suya. Las cosas mundanas se escuchan mejor de lo que se ven y
las bendiciones celestiales se ven mejor de lo que se escuchan.
Empero, habéis de estar satisfechos con lo que escucháis del más grade de
los Profetas (P) acerca de la bondad y de la grandeza de las bendiciones
celestiales y contentaros con las noticias sobre las riquezas ocultas, las
que no podréis ver mientras vivís en este mundo.
Recordad que es mejor tener menos en este mundo y más en el próximo
(el Paraíso) ya que, muy pocas cosas aquí son realmente buenas y muchas
son en último termino perjudiciales. Recordad que Dios Misericordioso
es Muy Tolerante y no Ha sido Severo hacia vosotros, os ha permitido
muchas cosas y ha prohibido muy pocas. Absteneos de aquellos pocos
actos y pensamientos que han sido declarados pecaminosos por motivo
de otros -muchos- que han sido permitidos por Él.
Sin duda Se ha hecho responsable de vuestro sustento y Ha ordenado
buenas acciones. Bajo estas circunstancias precaveos para que trabajéis
continuamente por aquello que se os ha prometido y concedido y para
que no descuidéis aquello que os ha sido ordenado.
A pesar de todo lo que os ha sido enseñado y predicado, ved, por Dios,
que os estáis volviendo escépticos y que, el escepticismo está llegando
a ser vuestra doctrina de vida, hasta tal punto que sentís que es vuestro
único deber el concentraros en adquirir más y más de lo que ya os ha
sido garantizado por Dios -el sustento- y descuidáis los deberes que os
ha impuesto.
¡Oh gente! Apresuraos en hacer vuestro deber y realizar las obligaciones
que os han sido impuestas y tened miedo de la muerte que puede visitaros
de repente; porque no hay posibilidad de volver a la vida empero,
siempre hay esperanzas de recuperar la riqueza y el poder perdidos. Es
un fenómeno común que las oportunidades vuelven a menudo en mayor
número, pero el tiempo y la vida no volverán nunca más. Por ello, tened
buena esperanza en el futuro y dejad a lo que ya ocurrió en el pasado.
Temed a Dios tanto como Él Merece, y no os enfrentéis a la muerte sino
como auténticos musulmanes.

Discurso 115
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) hace una súplica para que Dios conceda los
beneficios de la lluvia; es una hermosa muestra de la piedad y humildad con
la que debemos dirigirnos a Él en tiempos de escasez:
¡Oh Señor! Por falta de lluvia nuestras montañas se han resquebrajado,
nuestras tierras están cubiertas de polvo y nuestro ganado está sediento;
están corriendo por los pastos en busca de agua; al vagar constantemente
de pastizal en pastizal, de abrevadero en abrevadero, se han puesto débiles
y enfermos.
¡Oh Señor! Ten piedad de nuestro ganado que vaga en busca de agua y
hierba y ten piedad de sus quejidos y de la profundidad de sus penas a la
vista de abrevaderos secos y los yermos pastizales.
¡Señor! Hemos salido de nuestras casas para rezarte cuando el hambre
nos ha abrumado, arruinado y cuando tus lluvias productoras de vida y
alimento nos han abandonado. Porque, ¡Señor nuestro! Sólo Tú eres la
Esperanza para restituir al pobre e infeliz y sólo a través de Ti uno puede
alcanzar su destino. Te imploramos Señor nuestro, cuando todos nosotros
estamos contrariados y desalentados, cuando las nubes han retenido las
lluvias y cuando nuestro ganado está muriendo. Por favor, Señor, no nos
castigues por nuestros pecados sino derrama Tus Riquezas sobre nosotros,
con lluviosas nubes, con hermosa vegetación, hierba verde y floreciente.
Deja que las nubes portadoras de lluvia la derramen tan abundantemente
que nuestros secos campos puedan volverse otra vez verdes y nuestras
tierras muertas puedan de nuevo volver a la vida. ¡Oh Señor! Te imploramos
para que nos concedas lluvias tales que puedan fertilizar las secas tierras;
te imploramos fuertes aguaceros que satisfagan nuestras necesidades,
que actúen como heraldos de primavera y abundancia, trayendo Tus
Bendiciones en forma de felicidad y riqueza, ricas cosechas y deliciosos
frutos. Que nuestros campos crezcan espléndidamente y nuestros árboles
den muchos frutos, de modo que los ciudadanos débiles y hambrientos
puedan recuperar su salud, que los remotos campos florezcan y las secas
altiplanicies se ven auxiliadas con suficiente abastecimiento de agua.
¡Por Favor Señor! Deja que Tu Misericordia sin límite y Tus Grandes
Bendiciones derramen la prosperidad sobre las personas pobres,
necesitadas y provean rico alimento para nuestro ganado que merodea
en busca de agua y comida. ¡Señor! Déjanos tener lluvias tan continuas y
aguaceros tan constantes que se saturen nuestros campos y llenen nuestros
ríos. Que no haya tormenta ni relámpago sin lluvia, que no haya nubes
esparcidas en el firmamento sin portar agua, y que no haya viento frío
o que el tiempo helado estropee los revitalizadores efectos de la lluvia,
de modo que la gente afectada por el hambre pueda recibir el completo
beneficio de Tus Riquezas.
Ciertamente, Señor nuestro, Eres quien manda la lluvia después de que
la gente perdió toda esperanza. Eres quien distribuye Su Benevolencia
sobre todos. Eres Quién Concede Su Benevolencia a todos los seres vivos,
Provees de alimento, Eres el Dueño de todo y Mereces toda Alabanza.

Discurso 116
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) exalta la condición del Santo Profeta
Muhammad (PBd) hace un relato acerca de la próxima vida y hace una
previsión sobre Hallay Ibn Abu Yusuf:
Dios Todopoderoso envió a nuestro Santo Profeta (PBd) para invitar a
la gente a la verdad y también como testigo para que sus prédicas fueran
comprendidas o rechazadas. Muhammad (PBd) dio el Mensaje de Dios
sin minimizarlo y sin mostrar debilidad al propagarlo. Combatió a los
enemigos de Dios sin dudas o excusas. Muhammad (PBd) es el jefe de
los que aceptan la verdad, la piedad y la guía para los que tienen visión
y previsión:
En el mismo discurso, Hazrat ‘Ali (P) dijo:
Si tuvierais el mismo conocimiento de las cosas de la vida después de
la muerte y acerca del futuro de aquellos que se esfuerzan sólo por los
asuntos mundanos, y sobre las cosas que os están ocultas y que no os han
sido reveladas, la información os hubiera hecho dejar vuestras casas y
os hubiera dispersado pro el mundo, sollozando por vuestros pecados,
torturándoos por las malas acciones cometidas por vosotros, y hubieseis
dejado vuestra riqueza y propiedad de tal modo que no hubiese nadie que
se preocupara de ellas y nadie las heredaría.
La aprensión acerca del futuro y el remordimiento por el pasado les
habrían cautivado a cada uno de vosotros de tal modo que nadie querría
tener tiempo para pensar en otra cosa aparte de su propio futuro. Pero
habéis olvidado lo que se os enseñó y equivocadamente pretendéis estar
protegidos contra las cosas de que fuisteis advertidos. El resultado
es que vuestros planes resultan contrariados y vuestros asuntos están
confundidos.
Ruego a Dios que me separe de vosotros y me deje tener la compañía de
aquellos que merecen tener mi amistad y cuya compañía merezco55.
Por Dios, fueron gente que mantuvieron una visión muy sobria y seria
acerca de la vida, eran pacientes y nobles hacia la gente. Fueron honestos
y veraces. Habían abandonado sus malas formas de vida. Aceptaron el
Islam a ultranza, siempre siguieron el auténtico camino y murieron como
auténticos musulmanes, alcanzado una elevada posición en el Paraíso.
¡Por Dios! Un joven reprobable del clan de los Bani Saquaif alcanzará
el control sobre vosotros. Será altanero, vago, mezquino, maligno, de
bajo linaje y un apóstata de la Religión. Tendrá poder sobre vosotros,
usurpará vuestras posiciones mundanas y os privará de vuestra riqueza
ganada con esfuerzo. Dejemos que esa negra cucaracha nos cuente el
resto de la historia.
Los comentaristas dicen que Hazrat ‘Ali (P) quiso decir por “joven reprobable”
55 Refiriéndose probablemente a sus compañeros y a los “sahabas” Compañeros del Santo
Profeta (PBd) quienes trabajaron conjuntamente con Hazrat ‘Ali (P) y que ya habían muerto.
a Hallay Ibn Abu Yusuf, fue Gobernador de Iraq durante el régimen del Califa
Abdul Halim Ibn Nahrwan. Fue tan cruel que mató a más de cuarenta mil
personas y torturó a muchos más. Desposeyó a los iraquíes de sus jardines,
palacios, joyas, ganado y otras riquezas. La frase acerca de la “cucaracha”
explica una etapa muy vil en la vida de este personaje, los detalles y causa
de la muerte de Hallay Ibn Abu Yusuf, son episodios muy sombríos en la
historia del Islam. Ibn Abil Hadid describiendo todos estos sucesos, dijo que
en realidad Hazrat ‘Ali (P) ha usado un símil, mostrando una comparación
entre el carácter carnívoro y carroñero de una bestia (o cucaracha) y la codicia
y lujuria de Hallay Ibn Abu Yusuf.

Discurso 117
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) dio consejos para gastar la riqueza en la
Causa de Dios:
Evitáis gastar vuestra riqueza para el gran propósito por el que Dios
os ha concedido tanta prosperidad. Falláis en vuestras obligaciones,
aunque habéis sido creados para cumplir con vuestro deber. Entre todas
las criaturas de Dios -como seres humanos- os encontráis en un nivel más
elevado y sin embargo, no mostráis vuestra gratitud hacia Él y respeto
por Sus Preceptos.
Todo lo que hoy está en vuestra posesión, estuvo alguna vez bajo el
control de algún otro; que su muerte y el hecho de que lo mismo ocurrirá
con vosotros -separándoos de vuestras familias y posesiones- sirva de
advertencia para vosotros.

Discurso 118
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) ha elogiado a sus fieles compañeros:
Sois seguidores de la verdad y la justicia, sois hermanos en la Religión. En
las guerras en las dificultades y en el infortunio os guarecéis y protegéis
unos a otros. Sois mis verdaderos amigos, más queridos y cercanos a mí
que otros.
Con vuestra ayuda, combato a los apostatas, traidores y espero tener el
liderazgo de quienes deseen seguirme. Contemplad, examinad y aceptad
mi sincero consejo -honesto y veraz- que está por encima de todo prejuicio
o inclinación, libre de escepticismo y de falacias. Por Dios, soy quien más
sinceramente desea el bien de la humanidad.

Discurso 119
Hazrat ‘Ali (P) reunió a la gente y los aconsejó para que se presentaran a
combatir en defensa de la Religión, la Verdad y la Justicia. Como respuesta
hubo un largo e ininterrumpido silencio. Por lo que él les dijo: ¿estáis mudos?
Algunos de ellos replicaron: “Si el Comandante de los Fieles proclama un
yihad, le acompañaremos” Dándose cuenta de la falta de fervor y sinceridad
en esta respuesta, les habló con las siguientes palabras:
¿Qué os ha ocurrido? ¿Nunca se os ha enseñado el verdadero camino
o se os ha aconsejado a seguir el recto proceder? ¿Es apropiado y
sabio para mí el marchar en persona a una misión tal y en este tiempo?
No. Seleccionaré a una persona de entre vosotros para guiaros en esta
expedición. Será valiente, honesto, un buen estratega y un guerrero
experimentado.
No es aconsejable que deje la ciudad, el ejército y el tesoro sin protección o
deje sin resolver las disputas de los musulmanes y conflictos acerca de una
serie de derechos. Para un Gobernante, la administración de justicia, la
paz y los asuntos internos son tan importantes como la defensa del Estado.
Una condición revuelta y desordenada del Estado es tan peligrosa como
los ejércitos del enemigo. No puedo dejar todo eso y salir a la cabeza del
ejército y dejar a un montón de personas insatisfechas para que levanten
un ejército contra mí. No quiero ser una flecha solitaria que se mueve de
un lado a otro en un cortejo vacío. Soy como el viento de un molino de
mano, si me mantengo en mi lugar apropiado, el molino girará suavemente
a mí alrededor y si abandono ese lugar, el molino vacilará y se tambaleará
incluso la piel de cabra bajo el molino no permanecerá en su lugar.
Por Dios, si no tuviera un deseo de martirio mientras me enfrento a los
enemigos de Dios, hubiera reunido mis cabalgaduras cerca de mí y me
hubiera separado de vosotros para siempre y no hubiese venido nunca
a buscaros.
¡Recordad! A menos que tengáis concordia, armonía y unidad entre
vosotros, la mera superioridad numérica no os servirá de nada. Os estoy
intentando guiar hacia un camino recto y brillante. Quien siga firmemente
ese camino irá al Paraíso, y quién se aleje de él, irá al Infierno.

Discurso 120

En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) describe algunas características destacadas


de Ahlul Bait (P) los descendientes de Muhammad (PBd) y aconseja a la gente
a llevar una vida piadosa y de buenas acciones:
Juro por el Señor que conozco completamente bien todos los Mensajes
de Dios que ha recibido el Santo Profeta (PBd), las formas de realizar
las promesas hechas hacia Dios y todo el conocimiento que la ciencia o
la filosofía puede desvelar.
Nosotros, los descendientes del Santo Profeta (PBd) somos las puertas a
través de las cuales la auténtica sabiduría y conocimiento llegarán a la
humanidad; somos las luces de la Religión.
Recordad que todos los caminos que conducen al Reino de Dios son uno
sólo, recto y dirige a la gente hacia la moderación en la vida. Quienes lo
alcanzan llegan a la Verdad y ganan las recompensas que merecen, los
que fallan en seguir el camino recto, están perdidos y demasiado tarde,
sentirán pesar por ello.
Recordad que hoy es para vosotros el mejor tiempo de hacer buenas
acciones y proveer para el día en que vuestro papel cambie de ser
juez a persona juzgada, el día en que la hipócrita y falsa piedad será
descubierta, un día en que los hombres sabrán si realmente merecen
castigo o recompensa.
Si la propia sagacidad e inteligencia son de utilidad no han servido de
utilidad al hombre, tampoco le servirán de nada en el siguiente mundo.
Temed al fuego del Infierno, que es muy profundo y caliente, donde lo
que rodeará a sus moradores será duro e incómodo y donde hallarán la
peor clase de sustento.
Recordad que si Dios concede al hombre una buena reputación y buen
nombre que dejar tras él, esto será mejor que la riqueza que deje a la
posteridad, que raramente hace que le recuerden con respeto o haga que
hablen de él con consideración y respeto.
Discurso 121
Como se ha consignado en otras cartas, Hazrat ‘Ali (P) en principio, se opuso
fuertemente a un arbitraje en la batalla de Siffin e hizo ver a su ejército que
estaban muy cerca de la victoria en contra del enemigo y que, el ejército
contrario, para salvarse de una aplastante derrota, habían puesto trozos de papel
y trapos sobre sus lanzas y armas -como si fuesen hojas del Sagrado Corán- y
que estaban demandando y suplicando por un arbitraje. Les hizo ver así mismo,
que no era sabio dejarse engañar por tal astucia. Empero, el consejo de Hazrat
‘Ali (P) no fue escuchado y algunos oficiales de su ejército recibieron grandes
sobornos del ejército contrario lo que les hizo estar a punto de la rebelión.
Ocurrido lo anterior, Hazrat ‘Ali (P) se vio forzado a aceptar el arbitraje
solicitado, en ese punto, uno de su ejército no pudo comprender la situación
y se dirigió a Hazrat ‘Ali (P) diciéndole: “Primero te opusiste fuertemente al
arbitraje y después lo aceptaste, no sabemos como comprender cual de las dos
acciones está más cerca de la causa de la Verdad y la Justicia” Hazrat ‘Ali (P)
respondió de la siguiente manera:
Esta confusión se debe a la presencia de aquellas gentes que no pueden
mantener sus promesas y no pueden obedecer correctamente las órdenes
que han recibido. Tened cuidado, mientras os estaba dirigiendo os ordené
algo que os resultaba repugnante -seguir luchando- si hubierais obedecido
mis órdenes, Dios os habría dado el éxito. Si hubierais permanecido
constantes en el recto camino que os mostré, hubieras triunfado. Hubieras
recibido algún castigo rutinario por vuestras vacilaciones por vuestra
desobediencia. Esto hubiese sido el correcto proceder y hubiera traído
buenos resultados. Pero la mayoría de vosotros os rebelasteis en mi contra
¿Con la ayuda de quién podría haber dado yo órdenes y forzado a otros
a obedecer?
Quise hacer de vosotros un medio de tratar la enferma mentalidad de
la gente y guiarla hacia el verdadero camino de la Religión, por el
contrario: os estáis comportando como la peor forma de enfermedad.
Intentar arrancar de raíz un problema con vuestra ayuda es como procurar
erradicar un mal con la ayuda de otro mal, sabiendo todo el tiempo que
los males tienen una tendencia a armonizarse y a cooperar unos con otros.
¡Oh Dios! La condición mental de esta gente es tal que aquellos que
deseen mejorarla se verán penosamente contrariados en sus expectativas
y aquellos que quisieron guiar al país hacia mejores formas de vida se
han sentido desanimados y cansados.
¿A dónde han ido aquellas gentes que, cuando se les invitó al Islam, lo
aceptaron sinceramente, leyeron el Sagrado Corán y de todo corazón
siguieron los fundamentos que contiene, que amaron al Islam como una
camella ama a su cría y que ordenaron combatir en defensa del Islam y
que dejaron voluntariamente sus casas y sus familias? Algunos de ellos
murieron como mártires y algunos sobrevivieron las pruebas. El éxito
nunca les alegró demasiado y la muerte nunca les hizo desesperar. La
visión de la miseria humana apenó sus vidas, la absorción constante de
sus mentes y cuerpos fue el cumplimiento de sus deberes hacia Dios y el
hombre, lo que les hizo tener un aspecto pálido y vacilante; la humildad
se manifestó en su comportamiento, lo que es contrario a la vanidad
mostrada por la gente falsamente piadosa. Todos ellos fueron hermanos
para mí. Se han ido -están muertos- y estoy justificado en desear reunirme
nuevamente con ellos y estar triste por nuestra separación.
¡Oh gente! El Shaytán ha hecho fáciles y placenteros los caminos del vicio;
intenta deshacer todo lazo con que la Religión os ha reunido a unos con
otros; el Shaytán introduce discordia y dispersión entre vosotros, alejaos
de él. No dejéis que las dudas y el escepticismo os extravíen. Escuchad
atentamente el consejo del hombre que es vuestro líder y guía, intentad
comprender completamente este consejo y no lo olvidéis nunca.

Discurso 122
Tras la batalla de Siffin, un grupo de jefes militares que habían actuado tan
equivocadamente y que consiguieron empujar a Hazrat ‘Ali (P) al arbitraje,
se rebelaron contra él, habiendo recibido grandes sobornos por parte de
Mu’awiyah. Después vieron su error y se sintieron humillados por haber
sido engañados por ‘Amru Ibn ‘As y Mu’awiyah. Sin embargo, en lugar
de reconocer que toda el error había caído sobre ellos y sobre la sociedad
islámica, tranquilamente intentaron culpar a Hazrat ‘Ali (P) y se rebelaron en
su contra. Dada esta situación, Hazrat ‘Ali (P) yendo al frente de los soldados
les preguntó: ¿Estuvisteis todos presentes en el campo de batalla de Siffin? A
lo que respondieron: “Algunos de nosotros estuvieron presentes mientras que
otros no” A continuación, Hazrat ‘Ali (P) les pidió que se dividieran en dos
partes (los declarados presentes y los ausentes por separado) así, estuvo en
condiciones de dirigirse a ellos según su testimonio de los hechos y les dijo:
Callaos por un momento, escuchadme cuidadosamente, prestad atención a
lo que digo y cuando os pregunte algo exponed los hechos con sinceridad
y veracidad.
Las siguientes líneas son un extracto de su alocución
Cuando el ejército de Mu’awiyah astuta y mañosamente intentó haceros
ver el Sagrado Corán sobre sus lanzas con la intención de engañaros para
evitar vuestra segura victoria ¿no dijisteis que eran vuestros hermanos
y seguidores de la misma Religión? ¿No dijisteis que querían que la
guerra terminara y querían refugiarse bajo el Libro Sagrado? ¿No me
implorasteis que aceptara su petición y les diera paz y protección? ¿No
os dije que pretendían el Islam y que tenían la enemistad hacia Dios
oculta en sus corazones? ¿No os dije que vuestra débil piedad daría
como resultado en vuestra humillación y desgracia? ¿No os ordené que
continuarais combatiendo valiente y pacientemente hasta que el enemigo
estuviera completamente derrotado y vencido? ¿No es un hecho que les
aconsejé que no prestarais atención a asnos rebuznantes -Mu’awiyah y
‘Amru Ibn ‘As- porque una respuesta a su llamada resultaría en vuestra
desviación del recto camino? ¿Si no hubieses accedido a sus peticiones
hubieran sido humillados y vencidos, pero os empeñasteis en aceptar a
los tramposos y creer en las palabras de los apostatas y no descansasteis
hasta que tuvo lugares arbitraje y vuestra humillación fue completa? ¿No
fueron estos los hechos?.
Seguidamente, ellos testimoniaron la veracidad de las preguntas y declaraciones
de Hazrat ‘Ali (P) a lo que se siguieron estas palabras:
Por Dios, estoy sujeto por mi deber a Dios de no aceptar esta humillación
y desgracia, y en no cometer el pecado por acceder a ello. Si yo hubiera
alguna vez aceptado un arbitraje, hubiese sido bajo los principios
enseñados por el Sagrado Corán y hubiera estado justificado ante tal
proceder. Conocéis muy bien que acepté el Sagrado Corán y nunca lo
abandoné.
Sabéis muy bien que cuando fuimos a la guerra en compañía del Santo
Profeta (PBd) contra los enemigos del Islam, nos enfrentamos sin duda y
combatimos incluso contra nuestros más próximos y queridos parientes.
Implícita y sinceramente, nos sometimos a la orden de Dios y, paciente
y alegremente soportamos las punzadas de dolor y las heridas. Nuestros
sufrimientos hicieron crecer en nosotros una firme resolución de alcanzar
el éxito y servir a Dios. Hoy estamos combatiendo contra tales hermanos
nuestros que pretenden ser musulmanes pero en realidad son apostatas
y herejes.
Los sofismas, cisma e interpretación equivocada del Corán se han
apoderado de su Religión y las dudas acerca de la Verdad de la doctrina
se han deslizado dentro de sus mentes. Desear la paz será una esperanza
para que Dios pueda atraer a nuestros enemigos más cerca del Islam, si
esto parece posible, entonces, habremos de desear la paz y no la guerra.

Discurso 123
Parte del discurso que Hazrat ‘Ali (P) ofreció en el campo de batalla. Aconseja
a que los hombres valientes y fuertes, ayuden a los débiles y timoratos:
Cualquiera que en un campo de batalla se sienta suficientemente bravo y
valiente para hacer frente al enemigo y soporte lo más duro de la guerra
con firmeza y vea a uno de sus hermanos en un estado de temor, debería
ir en ayuda de este compañero y defenderle contra sus enemigos con el
mismo coraje y celo que exhibe al defenderse a sí mismo. Esto también
debiera ser una señal de gratitud por el coraje y la fortaleza que Dios le
ha dado. Si Dios así lo desea, la otra persona se volverá también fuerte
y valiente por tal ejemplo.
Recordad que la muerte es una buscota tan rápida y voraz, que no se
abstiene de poner sus manos sobre cualquiera. Nadie se libra, ni quien
intenta cerrar sus puertas ante ella ni quien intenta huir lejos de ella. Juro
por Dios que el dueño de la vida del hijo de Abu Talib (él mismo) siente
que es más noble morir en el campo de batalla con cientos de heridas en
el cuerpo que morir en el lecho de muerte.
El siguiente pasaje está considerado por algunos como parte del discurso
anterior y por otros como parte del algún otro discurso.
Siento como si os estuviera mirando con ocasión de vuestra derrota en
un campo de batalla; rechináis como un montón de lagartos -que huyen
de la muerte- no tenéis ni la valentía de alzaros por vuestros derechos,
por la verdad y la justicia ni por la gallardía de poner punto final a la
crueldad y a la opresión.
Se os ha mostrado el camino de la salvación y sois libres de aceptarlo o
rechazarlo. Uno que sigue el camino de Dios, acepta la salvación y uno
que vacila estará condenado.

Discurso 124
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) ha dado instrucciones a los soldados de su
ejército sobre cómo luchar, como comportarse en un campo de batalla y cómo
avanzar. Algunos comentaristas consideran a este, como parte del discurso 123.
A los que disponen de armaduras se les dará un lugar en las líneas frontales
y a los que no las tengan, deberán estar a la retaguardia.
Sed firmes, no dejéis que el nerviosismo os haga chasquear los dientes,
porque la firmeza y el coraje son los mejores escudos contra las espadas de
vuestros enemigos. Agarrad firmemente vuestras lanzas porque una mano
firme hace muy efectivo el movimiento de una lanza. No sobrestiméis la
fortaleza y las armas de vuestro enemigo, porque la auténtica confianza
en vuestro número y armas os dará valor y disminuirá vuestro nerviosismo
y os sentiréis mejor equipados para el combate. No gritéis -perdiendo de
ese modo vuestro aliento- porque mantener el aliento y el silencio os hará
más decididos y aumentará vuestra valentía.
Tened particular cuidado con vuestros estandartes y banderas, no dejéis
que las porten personas no apropiadas, que vuestros porta-estandartes
sean tan bravos como expertos soldados que puedan sostenerlas elevadas
contra el viento y marea y por consiguiente mantener el prestigio al igual
que la valentía de vuestro ejército, juntaos a su alrededor cuando sea
preciso.
Solamente aquellos que sepan hacer frente al sufrimiento pacientemente, y
que sean guerreros experimentados, se reúnan alrededor de las banderas,
especialmente cuando la batalla está en su apogeo y haya mucho
derramamiento de sangre. Recordad que las personas experimentadas
no se retirarán abandonando las banderas ni avanzarán dejándolas sin
protección.
Quien se sienta más fuerte que su enemigo debe intentar ayudar a sus
compañeros débiles y vacilantes y no debe dejarlos solos para hacer frente
al enemigo por su cuenta; el excesivo egoísmo y dureza -en un campo
de batalla- a menudo acarrean males también para las personas duras,
porque usualmente el enemigo, tras vencer a un antagonista débil se une
a sus compañeros para someter al fuerte, por tanto, los fuertes deberán
recordar que el egoísmo no produce buenos frutos.
¡Por Dios! Si no hacéis frente a las espadas de vuestros enemigos hoy,
sino que huís de él, nunca estaréis a salvo de sus espadas en el futuro. Lo
que es más, siendo nobles de Arabia y hombres de rango y posición, no
deberíais dar muestras de cobardía y nerviosismo.
Recordad que huyendo del campo de batalla incurrís en la Cólera de Dios
y, os aseguráis desgracia permanente y humillación eterna; quien huya
del campo de batalla no podrá -a pesar de todo- aumentar la duración
de su vida, porque nada puede posponer el día de su muerte, el cual está
decretado.
Aquellos que se encuentren ansiosos de alcanzar el Reino de Dios, como
una persona sedienta lo está por alcanzar el abrevadero, debería recordar
que el Paraíso está a la sombra de esas lanzas a las que hacéis frente
cuando defendéis el Islam.
Si llegado el día, uno muere en el campo de batalla defendiendo al Islam,
será el día en que las personas sinceras y piadosas han de ser probadas
-de su sinceridad en la Religión y fe en Dios- y por lo que a mí respecta,
estoy más deseoso de hacer frente a mi enemigo de lo que ellos están de
volver sanos a sus casas después de la batalla.
¡Oh Dios! Si rehúsan aceptar la Verdad, por favor, espárceles, no les
dejes unir las fuerzas del mal contra Ti y el hombre, entonces, castígalos
por sus pecados.
Sus pecaminosas y viciosas formas de vida no pararán de envenenar las
mentes humanas a menos que sus fuerzas sean completamente derrotadas,
a menos que sean vencidos y exterminados y, cuando los centros de sus
pecaminosas actividades sean destruidos por completo.

Discurso 125
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) habla sobre el arbitraje en Siffin y amonesta
a algunos de sus compañeros:
La verdad en el caso del arbitraje, es que nosotros nunca -en principio-
estuvimos de acuerdo en tener a dos personas de entre nosotros como
árbitros sino que estuvimos conformes en tener al Sagrado Corán como
árbitro entre las partes. Pero como sabéis, el Sagrado Corán es un Libro
encuadernado entre dos cubiertas, no puede hablar como un ser humano;
naturalmente, necesita que alguien lo comprenda y lo explique, y es
igualmente natural que solo un hombre calificado pueda interpretarlo y
dar órdenes de acuerdo con sus mandatos.
Cuando Mu’awiyha y sus hordas, me invitaron a dirigirme al Corán para
tomar una decisión, no pude apartar mi cara del Libro de Dios. Porque
Él mismo que es Glorioso y Poderoso (Dios) ha declarado:
«Si discutís por algo, referidlo a Allah y al Enviado, si es que creéis
en Allah y en el último Día, es lo mejor y la solución más apropiada»
4:59
Esto quiere decir que debemos buscar al Libro Sagrado y actuar de
acuerdo con sus principios y mandamientos y, por lo que se refiere al
Santo Profeta (PBd) quiere decir que debemos seguir su ejemplo y actuar
de acuerdo a sus tradiciones.
Si uno sigue las enseñanzas del Sagrado Corán sincera y honestamente,
sin reservas mentales, encontrará que nosotros (Ahlul Bait P) somos las
mejores personas a quienes obedecer. Quien acepte las tradiciones del
Santo Profeta (PBd) sabrá con certeza que nosotros -y nadie más que
nosotros- merecemos dirigir y educar al que tiene fe.
Por lo que se refiere a vuestras objeciones sobre el porqué permití un largo
periodo de tiempo antes de actuar contra un juicio que estaba basado en
el cisma, la hipocresía, la astucia, el engaño y al que equivocadamente se
llamó ‘arbitraje’ digo que actué de tal modo para que las gentes ignorantes
durante este periodo llegaran a distinguir entre la verdad y la falsedad así
como las personas bien versadas en las enseñanzas del Sagrado Corán y
las tradiciones del Santo Profeta (PBd) pudieran establecer firmemente
su convicción y, también con la convicción y la esperanza de que tal vez
durante estos tranquilos y sosegados días, la gente pudiera utilizar la vía
de la Divina Religión para mejorar sus formas de vida, diferenciar entre lo
injusto y lo justo, dándoles así la oportunidad antes de que se vieran en la
necesidad de decidir y llegar a ser castigados por una decisión equivocada.
Ciertamente ante Dios, la persona más excelente y que más merece
Sus Bendiciones, es la que gusta aceptar la Verdad, actuar correcta y
justamente, aunque sus creencias puedan causarle pérdidas severas,
sufrimientos y que no seguiría formas de vida pecaminosas aunque las
mismas pudieran traerle poder y riquezas.
No sé ni cómo ni cuando, el escepticismo y la confusión han entrado en
vuestros pensamientos, ni cómo el Shaytán se ha apoderado de vuestras
mentes de modo que hayáis llegado a estar tan ansiosos de uniros a las
filas de tal gente, escéptica y extraviada que, cuando ven la Verdad y la
Justicia, les vuelven la espalda. Gente que es cruel, opresiva, tiránica, que
viola los derechos de otros y no comprenden las enseñanzas del Sagrado
Corán, se han extraviado del auténtico camino de la Religión. Además,
no se puede confiar en vuestra fe en el Islam ni se puede depender de
vuestras promesas y juramentos de fidelidad.
Defendiendo al Islam, no puedo buscar vuestra ayuda con confianza ni
sería sabio consideraros aliados tan honorables que pudiera depender
de vosotros en tiempos de necesidad. Sois también las peores gentes para
provocar alboroto y guerras. Que el pesar caiga sobre vosotros, siempre
me habéis causado dolor y ansiedad.
Cada vez que os invitaba a venir a ayudarme en la causa de la Religión,
nunca demostrasteis ser sinceros, valientes y, cada vez que os confiaba
importantes secretos, siempre me traicionasteis.

Discurso 126
Cuando Hazrat ‘Ali (P) comenzó a repartir en partes iguales el Tesoro Público
de todos los musulmanes, sin tener en cuenta si eran árabes o no árabes,
hiyazis56 o iraquíes, persas o negros, dueños o esclavos, nobles o gente
del pueblo, shiejes de tribus o simples campesinos y trabajadores, ricos y
pobres, descendientes de influyentes clanes o pobres de la calle, cabezas de
comunidades o mendigos de alcantarillas, conquistadores o conquistados,
gobernantes o gobernados. Así pues, cuando inició esta distribución igualitaria
de riqueza y oportunidades y, cuando mostró más consideración hacia un
enfermo, minusválidos y paralíticos, o hacia el débil y el viejo; cuando dio
preferencia al desamparado, a la deformidad física, la pobreza y la viudez.
Cuando el rico y poderoso fue nivelado al mismo plano que los pobres y
desvalidos, entonces se levantó un grito y clamor. Expectativas frustradas,
burlados planes de adquirir fortuna y opulencia, contrariados planes de obtener
grandeza y pompa; burladas esperanzas de controlar centros de riqueza y poder
hicieron que aquellos que estaban planeando y preparando grandiosos futuros
para sí mismos resintieron este sistema de igualdad de riqueza y oportunidades.
56 Hiyazi: Original del Hiyaz, región de Arabia donde se situa Meca
Muchos creyeron que los desposeídos, los pobres, los que no tenían nada, los
imposibilitados y los enfermos estaban convirtiéndose en el centro de interés y
simpatía del Gobierno y que ellos mismo estaban perdiendo la importancia que
habían ostentado hasta entonces. Se alzaron como una sola voz para protestar.
Muchas delegaciones se presentaron ante Hazrat ‘Ali (P) algunas encabezadas
por Zubayr, algunas por Ibn Abbas, y algunas otras por Ibn Hanif. En cada
ocasión, Hazrat ‘Ali (P) les explicó los principio de equidad y justicia, las
teorías de la distribución justa de la riqueza y oportunidades, la doctrina de
la igualdad de los hombres y los mandatos de Dios y el Santo Profeta (PBd)
a este respecto.
En una de esas ocasiones, se dio el siguiente discurso:
¿Queréis que busque vuestra ayuda oprimiendo y tiranizando a la gente
a las que he sido designado por Dios para gobernar? ¡Por Dios! No
sucederá mientras continúe viviendo en este mundo y mientras las estrellas
actúen bajo gravitación mutua. Nunca podré abusar del poder que me ha
sido conferido ni puedo ser cruel hacia los seres humanos. Incluso si todo
hubiese sido mi propiedad personal, lo hubiera igualmente distribuido
entre los necesitados y los pobres. Pero es la propiedad de Dios -la riqueza
confiada al cuidado humano- ¡Tened cuidado! El gastar en ocasiones que
no lo merezcan es disipación y desperdicio de la riqueza.
Un despilfarrador puede ganar alguna popularidad en este mundo, pero su
posición en el otro mundo será al revés: nadie le envidiará. Los donativos
injustificados o no merecidos pueden realzar la posición de una persona
entre quienes le rodean pero se ven penosamente humillados a los ojos de
Dios. Quien gaste su riqueza de mala manera o en personas no adecuadas
es privado por Dios de las gratitudes de aquellos en quienes lo haya
gastado. Estos beneficiarios sin título, normalmente se vuelven contra
él y en tiempos de apuro y necesidad se encuentran que son sus peores
enemigos censurando sus acciones y culpándole de sus generosos regalos.

Discurso 127
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) habló cuando le llegaron noticias de que
los jariyitas estaban matando y asesinando a los musulmanes, simplemente
porque estos últimos no se llevaban bien con ellos: Hazrat ‘Ali (P) habló así
a los jariyitas:
Os habéis resuelto a creer que he cometido un error y que soy un pecador;
y, si estáis decididos a no comprender otra cosa, allá vosotros.
Sin embargo, simplemente porque deseáis oponeros a mí, ¿Consideráis
a todos los seguidores del Profeta Muhammad (PBd) como pecadores y
extraviados? ¿Porqué los hacéis responsables de mis supuestos errores?
¿Porqué les consideráis incrédulos? ¿Por algo que suponéis es mi pecado?
Tenéis espadas en vuestras manos y las estáis usando indiscriminadamente
contra todo el mundo, matando pecadores al igual que gente piadosa e
inocente.
Conocéis muy bien que cuando el Santo Profeta (PBd) ordenó que un
hombre fuera castigad -lapidado- por adulterio, tras la muerte del adúltero,
ofreció las oraciones del difunto y permitió que su propiedad pasara a
manos de sus herederos, de modo similar, cuando condenó a muerte a un
asesino, permitió que sus herederos recibieran su propiedad. Incluso los
ladrones y fornicadores después de recibir la sentencia y el castigo, les
consideró merecedores de su parte en las Donaciones del Tesoro Público
y se les permitió casarse libremente con doncellas musulmanas. Cuando
encontró a hombres culpables de cometer pecados, los castigó por exceder
los límites puestos por Dios, y ordenó que recibieran el castigo que se
merecían pero aún así, no les privó nunca de sus derechos de ciudadanía
o les declaró incrédulos.
De todas las gentes malvadas y pecadoras de este mundo, vosotros sois los
peores; sois la gente que el Shaytán ha usado para propósitos pecaminosos
y a quienes les ha impulsado hacia viciosas formas de vida.
Ciertamente, por lo que se refiere a mi posición entre los hombres, dos
tipos se perderán (por su culpa e ignorancia) un grupo, debido a un amor
por mí tan excesivo que pueda extraviarles del camino de Dios, y el otro
grupo, por su enemistad hacia mí, que ciertamente les apartará de la
Verdad y el Islam. Por consiguiente, en lo que a mí concierne, quienes
intenten mantener el respeto, amor y cuidado que merezco, un punto de
vista moderado, será lo mejor, sin desorden ni exageración.
Os aconsejo que sigáis este camino y os juntéis alrededor de este principio,
porque la mano de Dios protegerá y guiará siempre a este grupo. No
creéis disensión y no os mantengáis altaneros ni distantes respecto a tal
grupo porque la separación de ellos os hará víctima propiciatoria de los
cismas del Shaytán como una oveja que se extravía se hace fácilmente
presa de un lobo.
¡Tened cuidado! Quienquiera que os persuada a uniros a los jariyitas,
matadles, incluso si su cabeza está cubierta con mi turbante. Por lo que
se refiere a la cuestión del arbitraje, debéis recordar que los dos árbitros
fueron designados con el único propósito -órdenes claras y precisas- de
que había de revivir aquellos principios que el Sagrado Corán señala
con claridad y anular aquellos vicios y pecados que el mismo Libro ha
prohibido.
Revivir los principios del Corán significa estar de acuerdo y aceptar sus
principios por él establecidos y por el contrario, la muerte del Corán
significaría ignorar sus mandatos y prohibiciones. Si el Corán dice que
nuestros oponentes tienen la razón, debemos obedecerlo y si el Sagrado
Corán los atrae hacia la Verdad y la Justicia, deben obedecernos.
No os aconsejé hacer nada pecaminoso, tampoco os extravié ni oculte
nada. Al mismo tiempo, nunca dudé de vuestra sinceridad hacia el Islam.
Cuando testaruda y unánimemente pedisteis la designación de dos
árbitros estuve de acuerdo con ello, pero les hice prometer que actuarían
de acuerdo a los preceptos del Libro Sagrado y que no se desviarían de
él. Pero aquellos dos no mantuvieron sus promesas y deliberadamente
no respetaron el compromiso. Se desviaron de la Verdad y del Sagrado
Corán todo el tiempo de forma injusta y viciosa. No obstante, se dieron
cuenta perfectamente, de donde se encontraban la verdad y la justicia. Ya
les había explicado que no aceptaría su decisión si era contra el Sagrado
Corán y si estaba basada en la opresión y la injusticia.

Discurso 128
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) hace predicciones sobre determinado guerrero,
su ejército y el lugar en donde este ejército atacará. Algunos traductores opinan
que el lugar fue Basra y el ejército fue de Sahib ul-Zuny, que invadió Basra
más o menos cien años después de Hazrat ‘Ali (P) por otro lado, algunos
comentaristas piensan que la previsión se refería al famoso sujeto que pretendía
ser un profeta y marchó sobre Basra durante el régimen Abbásida en vida del
Imam Hasan Askari (P) Por razones obvias (dice el compilador) no estoy de
acuerdo con ambas opiniones.
El ejército, el armamento y la forma de invasión son de una clase que el hombre
no había desarrollado entonces; es decir, debía de transcurrir algún tiempo
antes de que el mundo haga frente a un silencioso movimiento de los ejércitos,
cuando naves supersónicas trasladen a sus tropas de este a oeste, de norte a
sur y lleguen a su destino, incluso antes que el sonido que emiten esas naves.
O bien, la predicción de Hazrat ‘Ali (P) podría referirse a misiles teledirigidos
portando destructivas bombas. Ahnuf fue un Sahaba del Santo Profeta (PBd)
pertenecía a la tribu de los Bani Tamim, fue quien convirtió a su clan al Islam.
Tras la muerte del Santo Profeta (PBd) pasó sus días con Hazrat ‘Ali (P) quien
le dirigió este discurso:
¡Oh Ahnuf! Me parece que estuviera con esa persona que ha marchado a
la cabeza de un ejército cuyos movimientos no producen ningún sonido ni
levanta polvo del suelo. Sus pájaros de mal agüero57 no graznarán. Dichas
gentes persistirán en incitar guerras sobre la tierra con la perseverancia de
un avestruz y sin comprender los efectos de largo plazo de tales guerras58.
No siento piedad por vuestras pobladas calles, por vuestras casas
bellamente decoradas, casas que están tan bien adornadas que
resplandecían como alas de águilas y cuyas tuberías son como trompas
de elefantes. Compadezco a aquellos que, una vez muertos y aniquilados,
no serán llorados y cuya total desaparición no será deplorada59. No tengo
interés en este vicioso mundo, conozco su pasado, presente y futuro y me
doy perfecta cuenta de su nulo valor.
En el mismo discurso, Hazrat ‘Ali (P) habló de cierta nación de la que los
comentaristas piensan que se refería a los mongoles:
Es como si los viera ahora con mis propios ojos, son gentes con la cara
plana y redonda, como escudos colocados uno sobre el otro (caras
redondas, planas y con prominentes pómulos) Están vestidos de seda
57 Aviones supersónicos que llevan ejércitos o misiles guiados portadores de bombas. En el
texto original la palabra usada por el Imam si es leída “Jayl” significa caballos, y si se lee
“Jil” significa aves de mal agüero. Durante la época del Imam y durante las épocas de los
comentadores y traductores de este libro la mejor parte y la más ruidosa de un ejército era
la caballería; y los caballos representaban un papel importante en la pompa y la gloria de los
grandes hombres de la época. Por lo tanto era natural que la palabra fuera leída como “Jayl”
y fuese traducida como caballería. Pero una caballería silenciosa sólo puede ser un ejército
supersónico de transportadores aéreos de bombas, ellos no levantarán polvo y alcanzarán
sus blancos antes que el sonido, y ciertamente serán aves del mal agüero para la ciudad a la
que ataquen. Similarmente la palabra humhaha, usada en el texto original, significa relincho
de caballo, sonido de las alas de los pájaros. Por lo tanto no estoy equivocado al traducir
“sus aeroplanos supersónicos no rugirán”. Además, yasisran viene de sar que significa incitar
a la guerra y qidam significa perseverancia. Sayid Razi -que Dios se apiade de él- dice que
el Imam se refiere con esto a Aibuz Zany, pero no puedo estar de acuerdo con él.
58 ¡Qué descripción de la actitud de embriaguez de poder de las naciones poderosas!.
59 Porque nadie quedará vivo para llorar por los muertos. ¡Qué predicción tan gráfica acerca
de una guerra atómica!.
y brocado. Sus rápidos y poderosos transportes se sucederán uno tras
otro. Serán tan furiosos en la batalla que los heridos caminarán sobre los
cuerpos de los muertos y muy pocos escaparán a la muerte o a la prisión.
Cuando su discurso llegó a este punto, una persona del clan de los Bani Kilab,
se levantó y le preguntó: “¡Oh Amir ul-Muminín, puedes predecir el futuro?”
Hazrat ‘Ali (P) sonrió y dijo:
¡Oh hermano mío del clan de Kilab! Lo que os he dicho no es el
conocimiento absolutamente oculto que solamente Dios posee, sino que ese
conocimiento nos ha sido otorgado por Quién ha creado al conocimiento
(Dios mismo)
El conocimiento completamente oculto, es el del Día del Juicio y el de
las cosas que el Señor Todopoderoso ya ha enumerado. Él mismo dice:
«Ciertamente el conocimiento del Día del juicio está con Dios»
(57:21)
Él conoce lo que está en el vientre de una madre, un varón o hembra, feo o
hermoso, sabe si crecerá y llegará a ser generoso o miserable, afortunado
o desafortunado, si llevará una vida piadosa y entrará en el Paraíso en
compañía de los Profetas (P) o ganará el Infierno por sus obras. Este es
el conocimiento oculto que solamente Dios conoce. Junto a éste, el resto
del conocimiento ha sido revelado por Él al Santo Profeta (PBd) quien a
su vez me lo descubrió todo y, rezo a Dios para que pueda familiarizarme
completamente con él y guardarlo cuidadosamente.

Discurso 129
En este discurso Hazrat ‘Ali (P) ha hablado acerca de la vida en este mundo
y las consecuencias de una vida de pecado y alejada de Dios:
¡Oh gentes! Vosotros y todo lo que anheláis y deseáis de este mundo sois
como visitantes con un tiempo muy limitado para permanecer por siempre
en él. Por otra parte, vuestras obligaciones morales y religiosas son como
deudas con una constante e impostergable obligación de saldar y de la
que disponéis de un tiempo muy corto para cubrir es decir, que habréis de
devolver en un muy limitado periodo de vida y tras una serie de acciones
que se os tomarán en cuenta.
Algunos de vosotros sois tales que, debido a la ignorancia, gastáis vuestras
vidas para nada, mientras que muchos otros, por exceso de celo y sin
conocer las formas adecuadas, o bien se la pasan solamente haciendo una
cosa o haciendo actividades equivocadas y por consiguiente no realizan
lo que más les conviene: siendo indiferentes hacia Dios y al siguiente
mundo, del cual ya han oído hablar pero no prestan la suficiente atención.
Estáis en una época en la que hacéis frente cada vez a una mayor maldad
y veis que el bien se aparta cada vez más de vosotros.
Es una época en que el Shaytán tiene un mayor deseo de extraviar a un
creciente número de gente. Estas maniobras se realizan cada vez con más
vigor; sus argucias para atraeros están llegando a ser muy comunes y le
es muy fácil juntar víctimas de entre vosotros.
Mirad cuidadosamente a vuestro alrededor y reunid información verídica
acerca de la sociedad. Encontraréis o bien vagabundos que están
sufriendo las torturas de la pobreza o bien gentes ricas que devuelven
las Generosidades de Dios con ingratitud. También encontraréis avaros y
aunque poseen millones rehúsan sin embargo a atender sus obligaciones
o pagar sus deberes hacia Dios y la sociedad. Igualmente encontraréis
personas tan arrogantes y altaneras que no se preocupan de escuchar el
buen consejo y las buenas sugerencias que ofrece el Islam (Como si estas
ya las conocieran o les llegaran cada día de sus vidas)
¿En donde están vuestros hombres generosos, misericordiosos, nobles y
de mente liberal? ¿En donde están aquellos que han sido honestos en sus
tratos y negocios? ¿En donde están las gentes que han hecho de la piedad
su objetivo en la vida? ¿No han dejado este mundo que es tan mezquino
y lleno de calamidades y aflicciones?
¿Qué conseguisteis de este mundo sino las heces? Varios estratos de vuestra
sociedad están compuestos hoy de tales gentes de las que no merecen la
pena siquiera hablar mal (no vale la pena siquiera calumniarlas)
«Ciertamente pertenecemos a Dios y hacia Él es nuestro retorno»
(2:156)
Que Dios nos conceda paciencia ante esta pérdida de valores morales.
La maldad y la depravación se han extendido de tal modo que aquellos
a los que no les gustan no pueden detenerlas en modo alguno y los que
las aman no pueden mantenerse apartados de ellas. Con todo este vicio
y perversión ¿Deseáis todavía aseguraros un lugar en el Reino de Dios
-el Paraíso- o ser considerados Sus amigos? ¡Qué capricho más infantil!
Nadie puede engañar a Dios y asegurarse un lugar en Su Paraíso haciendo
trampas ni nadie puede ganar Su favor sin Obedecerle. La maldición de
Dios sea sobre aquellos que aconsejan a otros ser buenos pero no siguen su
propio consejo. Pensad sobre aquellos que dicen a otros que se abstengan
del mal y ellos mismos no se abstienen de hacerlo.

Discurso 130
Este es un extracto del discurso que dio Hazrat ‘Ali (P) cuando fue a visitar a
Abu Dharr quien fue obligado a ir a Rubza y había sido desterrado de Medina
durante el tercer califato:
¡Oh Abu Dharr! Dado que tu indignación e ira en contra de los enemigos
de Dios fue por Su Causa y para asegurarte Su Agrado, por consiguiente
puedes esperar con razón Sus Bendiciones. La gente te tiene miedo
porque perderían sus posesiones y estatus mundanos debido a tu auténtica
interpretación del Islam. Igualmente, tú temiste de ellos porque pensaste
que el Islam podría sufrir por su culpa.
Ahora deja con ellos lo que tenían miedo de perder por tu causa: poder
y viciosas y pecaminosas posesiones mundanas y, llévate contigo lo
que estabas ansioso de que se estropease en sus manos: las auténticas
enseñanzas del Islam.
De hecho, ellos tienen ciertamente necesidad de lo que te estás llevando
contigo: la paz y las bendiciones otorgadas por la Religión y tú, puedes
pasar por alto lo que ellos quisieron mantener a cualquier precio: poder
y riqueza mundanos.
En un futuro -día del Juicio- sabrás quien se ha beneficiado de esta
transacción y quien es envidiado por esta ganancia. Incluso si las puertas
del cielo y de la tierra se cerrasen ante un hombre y, si él mismo reza
sincera y piadosamente, Dios Misericordioso le dará las bendiciones de
ambos mundos.
¡Abu Dharr! Ama sólo la verdad y la justicia y odia sólo la falsedad y la
impiedad. La gente impía es de tal talante que se harán tus amigos sólo
cuando aceptes sus formas de vida y te tomarán bajo su protección si entras
en su congregación, es decir, no vendrán en tu ayuda sólo por principios
humanitarios o porque en justicia merezcas su ayuda y protección.
Discurso 131
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) da algunos consejos a la gente que se había
reunido a su alrededor en Kufa:
¡Oh gente! Tenéis creencias divergentes y diversas visiones de la vida; el
físico de hombres pero vuestra capacidad mental es muy baja. Quisiera
que os guste y améis la verdad y la justicia pero tenéis miedo de ellas
como una oveja lo tiene del rugido de un león.
¡Qué lástima! Me parece imposible hacer de vosotros un ejemplo de los
principios de equidad y justicia para la sociedad o haceros marchar por
un recto camino.
¡Señor! Sabes bien que cualquier cosa que hice no fue con el deseo de
conseguir un reino ni con el anhelo de beneficios temporales de un mundo
pasajero. Lo que hice fue con el único deseo de revelar y afianzar la Verdad
de la religión. De revivir la Verdad que estaba desapareciendo rápidamente
y estaba siendo menospreciada por los hombres. Mi objetivo fue traer
justicia, paz y prosperidad a tus criaturas de modo que los oprimidos
pudieran recibir la debida protección y los límites impuestos a la libertad
humana que estableciste por Tu Mandato, fueran debidamente respetados.
¡Señor! Fui el primero en reconocer Tu Gloria y Poder, en escuchar Tu
Mensaje y aceptar Tus Mandamientos. Nadie más que el Santo Profeta
(PBd) se me adelantó en ofrecer las oraciones rituales.
¡Oh gente! Debéis comprender y daros cuenta de que, por lo que a la
protección de la propiedad, los derechos y el honor del mundo musulmán,
la propagación y preservación de las leyes del Islam y el cuidado de las
finanzas de los musulmanes, por lo que se refiere a todo esto, una persona
ignorante, un avaro, un tirano, un hombre que acepta sobornos o uno que
haya abandonado los principios de la equidad y la justicia, no deberá
confiársele el gobierno de un Estado musulmán.
Un avaro anhela la riqueza de aquellos a quienes gobierna, un ignorante
los extraviará, un tirano les oprimirá, quien no tenga miedo de los tiempos
y políticas -que cambian rápidamente- provocará daños a la causa del
Islam, formando alianzas mundanas con una nación tras otra.
Un gobernante corrupto que esté abierto a los sobornos, violará los
derechos y no otorgará justicia y, quien haya abandonado las tradiciones
del Santo Profeta (PBd) será responsable de la destrucción de los ideales
del Islam y de su doctrina.

Discurso 132
Este discurso lo dio Hazrat ‘Ali (P) hablando sobre la muerte y cómo estar
preparado para ella:
Glorificado Sea Dios, castiga a los que merecen castigo y recompensa a
quienes ganan Sus recompensas. Merece Alabanzas por las riquezas por
Él otorgadas y por las calamidades a través de las cuales nos prueba, de
hecho, conoce todo lo oculto. Conoce nuestros pensamientos secretos al
igual que todo lo que deseamos y miramos tímidamente en lo más profundo
de nuestros corazones.
Testifico que nadie merece Adoración sino Dios y que Muhammad (PBd)
es Su Profeta elegido y a quien Él le ha confiado Su Mensaje. Testifico todo
esto con mi lengua al igual que con mi corazón, creo en este testimonio
sincera y honestamente.
¡Por Dios! Con lo que os estoy intentando alarmar no es un fantasma sino
algo que tiene una realidad irrefutable e innegable, no es ficción sino un
hecho natural y una certeza inevitable, ¿qué es? ¿Qué otra cosa podría
ser sino la muerte? ¡Escuchad! Se anunciará la muerte y no habrá demora
en su visita (cuando le llega a uno su hora)
Precaveos de que la visión de miles de seres humanos a vuestro alrededor
no os engañe, todos están destinados a partir, uno detrás del otro. Habéis
observado la experiencia de una persona que estuvo viva hasta el día
de ayer. Había amasado riqueza y tenía miedo de la pobreza, se había
considerado inmune de las consecuencias de la vida, tenía desordenadas
esperanzas y se había considerado a salvo de las manos de la muerte.
Habéis visto también como la muerte se apoderó de su vida, como le ha
arrancado de su hogar y como fue llevado a hombros por otros hasta su
morada final (tumba)
¿No habéis visto que esta gente tenía grandes esperanzas, que construyeron
palacios en donde vivir y amasaron gran riqueza a su alrededor? ¿No
cambiaron sus casas por sus tumbas? ¿No fue gastada o heredada por
otros la riqueza por ellos acumulada? En cualquier caso, se hubieran
separado de ella. ¿No se casaron las viudas con otras personas? Ahora,
tras morir, no puede añadir nada a sus acciones ni pueden ofrecer ninguna
excusa por la mala vida que llevaron. Al contrario de todo esto, existe la
persona que ha dedicado a llevar una vida honesta y virtuosa, ha hecho
un auténtico uso del periodo de vida que se le ha concedido y ha tenido
éxito en asegurarse la recompensa destinada a una vida así. Recordad
que ninguno de vosotros es inmortal, la duración de vuestra vida aquí es
como el paso de un puente.
Haced buenas acciones en esta vida y proveeros de este modo para el
próximo mundo. Cumplid con vuestro deber y estad preparados para una
rápida partida de este mundo.

Discurso 133
Este discurso aparentemente fue encontrado incompleto por los compiladores de
los dichos, cartas y discursos de Hazrat ‘Ali (P) tan solo cinco partes dispersas
se pudieron reunir aunque se ha considerado por algunos comentaristas como
partes distintas de otros discursos. Lo presentado aquí, trata del Corán y sus
enseñanzas, del Santo Profeta (PBd) y su misión y de Dios Todopoderosos,
Su Grandeza y Poder y la sumisión de los Universos a Sus Mandatos:
Hablando del Corán, Hazrat ‘Ali (P) dijo:
Entre vosotros está el Libro de Dios (Corán) os guía sin descanso hacia
el Islam. Sus enseñanzas son como una casa que se mantiene sobre
fuertes pilares donde los que entran en ella se mantienen a salvo de las
calamidades de ambos mundos. Es fuente de un poder inherente que provee
de protección a quienes le sigan y haciendo que nunca sean humillados
o derrotados.
Hablando del Santo Profeta (PBd) dijo:
Dios le envió como Su Profeta y Su Mensajero después de que hubiese
transcurrido un largo intervalo de tiempo desde Su última Revelación
y cuando había un desacuerdo general acerca de la fe en Dios y de la
Religión. Para extirpar esta confusión en las mentes humanas, designó
a nuestro Santo Profeta (PBd) como Su último Mensajero tras lo cual,
culminó el proceso de Su Revelación. El Santo Profeta (PBd) combatió
en defensa del Islam contra aquellos que se opusieron en el camino de
su propagación y contra aquellos que deseaban aplastarlo con su fuerza.
Habando sobre este mundo, dijo:
Este mundo es una cosa de gran importancia para los que no tienen
una visión amplia y para quienes no pueden ver o percibir lo que se
encuentra detrás del mismo y en el más allá. El hombre con un auténtico
discernimiento de las cosas se da cuenta de que no es este, sino el próximo
mundo el lugar en donde descansará y recibirá recompensas. Quien
comprende las realidades no se preocupa de trabajar solamente por
este mundo y quien no pueda hacerlo, concentra sus energías y su mente
solamente en esta vida.
Otro extracto del discurso:
Aprended y recordad que el presente mundo es de tal naturaleza que los
que lo anhelan hoy, mañana estarán hartos de él. Esto es cierto respecto
de todo lo que una mente desea, excepto la propia vida, porque nadie se
cansa realmente de la vida o piensa encontrar confort y descanso en la
muerte.
Ciertamente un correcto discernimiento de la filosofía de la vida y la
muerte es la auténtica fuente del conocimiento que revivirá a las mentes
muertas para aprender las realidades, otorgar visión a los ojos ciegos a las
realidades, dar capacidad de escuchar a los oídos sordos, a la voz interior
de la conciencia y por medio del razonamiento procurará satisfacción
a una mayor sed de conocimiento. Recordad que para quien sincera
e inteligentemente acepta la Religión, encuentra en ella emancipación
personal alejándose del control legal, social, político e intelectual que
impone el paganismo a la sociedad; eliminando la superstición, los
tabúes, liberando al ser humano del poder del Shaytán y de sus engaños,
encontrando así la paz y el auténtico bienestar.
Vuestra salvación está garantizada por el libro de Dios (Corán) con
su ayuda reconoceréis el camino que Él quiere que sigáis, a través de
él hablaréis con la verdad, escucharéis la voz de la razón y la verdad;
sus expresiones difíciles y doctrinales se explicarán unos a otros
dando testimonio de su racionalidad y continuidad. Explicando Sus
Mandamientos y prohibiciones, no hay contradicciones en sus versículos,
y no extraviará o desinformará a los que intenten comprenderlo y seguirlo.
Es una lástima que hayáis resuelto llevar una vida de hipocresía,
comportaros así unos con otros y tener envidia y celos entre vosotros. Por
consiguiente, la estructura de vuestra sociedad, descansa sobre la mala
voluntad, la malicia y la enemistad. Pretendéis sinceramente alcanzar
vuestros propósitos desarrollando una fuerte enemistad entre vosotros
cuando se presentan las ocasiones de distribuir la riqueza. Ciertamente
el Shaytán os ha confundido y vuestros desordenados deseos os están
extraviando aún más. Bajo tales condiciones, pido ayuda a Dios para
poder guiarles.

Discurso 134
Cuando el segundo Califa quiso invadir al Imperio Romano consultó a Hazrat
‘Ali (P) por si quería ponerse al frente de la invasión, Hazrat ‘Ali (P) le
respondió de la siguiente manera:
Dios guarda la seguridad y el honor de los musulmanes, los ayudó cuando
eran una minoría e incapaces de ayudarse a sí mismos. Los defendió
cuando eran tan pocos en número que no podían defenderse contra
muchas de las circunstancias en su contra. Dios es la Entidad Eterna, no
hay muerte para Él.
Si diriges esta invasión personalmente y sufres una derrota o eres muerto,
no quedará línea de defensa para los musulmanes y quedarán sin un poder
central que los proteja. Sus ciudades y provincias quedarán indefensas.
Designa a un soldado experimentado para que se haga cargo de la invasión
y coloca bajo sus órdenes a soldados tales que puedan hacer frente a la
dificultad, obedecer órdenes y que tengan experiencia en la guerra. Si
Dios les concede la victoria, conseguirás tu propósito y si son derrotados,
estarás allí en el centro para proteger al estado musulmán.

Discurso 135
Tuvo lugar una disputa entre Hazrat ‘Ali (P) y el tercer Califa. En dicha ocasión,
Mughira Ibn Aghnus, que en tiempos del Santo Profeta (PBd) fue considerado
un apóstata y un hipócrita, dijo que se consideraba suficientemente capaz
para defender al tercer Califa contra Hazrat ‘Ali (P) alegando que este último
estaba equivocado. Cuando Hazrat ‘Ali (P) se enteró de esto, le replicó con
las siguientes palabras:
Eres un hijo maldito de cierta persona cuya identidad no se podría
establecer con certeza. Perteneces a una familia que siempre careció de
estatus o posición alguna. ¿Podrías cobarde, atreverte a combatir alguna
vez contra mí? ¡Por Dios! El Señor no concederá nunca la victoria a quien
tú ayudes. Quien reciba tu asistencia no será nunca capaz de ayudarse a sí
mismo. Vete de mi sociedad, que Dios te impida en alcanzar tu propósito.
Nunca alcanzarás éxito aunque intentaras auxiliarme, sólo tu imaginación
te permite imaginarte capaz de derrotarme.

Discurso 136
Zubayr fue uno de los primeros en dar el juramento de fidelidad a Hazrat ‘Ali
(P) sin embargo, más adelante se sintió insatisfecho con la política de Hazrat
‘Ali (P) de dar una equitativa distribución de riqueza y oportunidades y al
darse cuenta de que no recibiría tanto como había esperado, Mu’awiyah lo
engañó con promesas de apoyo para obtener el Califato por lo que se rebeló
en contra de Hazrat ‘Ali (P)
Talha se unió a Zubayr por similares motivos y la batalla de Basra fue el
resultado de esta mundana alianza entre ellos y algunos más. Dio muchos
discursos sobre la conducta de Talha y Zubayr, lo que sigue es uno de dichos
discursos, el que explica, breve pero lúcidamente las razones de su revuelta:
Vuestro juramento de fidelidad hacia mí no fue una acción precipitada,
porque disteis el juramento después de una cuidadosa consideración y
la debida deliberación. Quise vuestra ayuda no para ganar beneficios
personales sino para establecer el gobierno de Dios entre Sus criaturas.
Buscasteis mi apoyo sólo para mejorar vuestra posición personal en este
mundo.
¡Oh gente! Preferid la causa de Dios por encima de vuestro engrandecimiento
personal y ayudadme en establecer Su causa. Por Dios, quiero apoyar
a los oprimidos contra el opresor, ayudar a los pisoteados contra los
tiranos. Haré lo que pueda para suprimir la tiranía y la opresión incluso
si no me ayudáis60.

Discurso 137
Como se ha mencionado en otras cartas y discursos, por medio de la traición,
Talha y Zubayr estuvieron desarrollando una extensa propaganda contra Hazrat
60 Sedillot, en su libro “Histoire des Arabes” dice: “Podría haberse creído que todos se someterían
ante su gloria, tan pura y tan grande. Pero no fue así. Zubayr y Talha que esperaban que la
elección de la gente favorecería a alguno de los dos para el Califato, fueron desanimados
en sus planes ambiciosos, al serles negados por el nuevo Califa la gubernatura de Basra y
Kufa y fueron los primeros en levantar el estandarte de la rebelión”.
‘Ali (P) instigando a las masas ignorantes a que se rebelaran y se habían unido
con Nahrwan y otros archienemigos de Hazrat ‘Ali (P). Esto continuó hasta
que tuvo lugar la batalla de Yamal en Basra.
Entonces, los rebeldes sufrieron una aplastante derrota. Durante aquellos
tumultuosos días Hazrat ‘Ali (P) tuvo que dirigirse frecuentemente al pueblo
para aclarar las ambigüedades y dudas creadas por Zubayr y su partido. Muchos
de aquellos discursos han llegado a nosotros en fragmentos, lo que sigue es
uno de ellos:
Por Dios, no hay nada malo que hayan dejado de decir contra mí, ni
ningún abuso que no hayan realizado en mi contra; no me hicieron
justicia. Quieren que vengue una sangre que ellos han derramado y que
mate a alguien por el crimen que ellos han cometido; ¿A quien podría
castigar por el asesinato del Califa ‘Uthman cuando Talha y Zubayr los
auténticos instigadores -numero uno y dos- tras la maquinación de este
derramamiento de sangre, han cambiado sus colores y se han mostrado
como ángeles vengadores?
Incluso si yo hubiera sido cómplice del asunto, ellos no podrían ser
absueltos del cargo. Si el hecho se realizó sin mi conocimiento y permiso,
entonces ellos y solamente ellos son los responsables y deberán sufrir el
castigo correspondiente. Su primera acción de justicia habría sido dar
un veredicto contra sí mismos.
Ciertamente, nunca extravié a nadie ni siquiera permití a alguien que
me engañara nunca. Sé de seguro que el partido que está ahora pidiendo
venganza y compensación por el asesinato del Califa ‘Uthman, son gentes
rebeldes, malas y pecadoras, y que, para conseguir sus mundanales fines
y ocultar sus crímenes, enloquecieron y claman venganza.
Por su dañino escepticismo, han decidido azuzar una revuelta en mi contra
y una guerra civil en el estado. La verdad del caso se ha manifestado por
sí misma, la realidad ha salido a la luz, los alegatos con que me calumnian
de que yo tuve parte en el asesinato del Califa ‘Uthman están falsificados
por la lógica de los acontecimientos y las lenguas de los instigadores
contra mí han sido detenidas.
Por Dios, reuniré también fuerzas para combatirles y les propinaré una
derrota tal que no serán capaces de levantarse nuevamente en mi contra.
Más adelante, Hazrat ‘Ali (P) dirigiéndose a la gente reunida a su alrededor
continuó:
Os reunisteis a mí alrededor y os volvisteis hacia mí con el mismo apego
que muestra una camella hacia su nuevo hijo. Mostrasteis mucha ansiedad
en darme juramento de fidelidad y repetidamente me pedisteis que lo
aceptara. Conociendo como funciona vuestra mente, me abstuve de aceptar
vuestro juramento de fidelidad pero insististeis en imponérmelo.
¡Señor! Estos dos -Talha y Zubayr- cortaron nuestros lazos de amistad,
han actuado injustamente hacia mí y han roto el juramento de fidelidad.
Ahora, instigan a la gente a rebelarse en mi contra. ¡Señor! Por favor no
permitas que sus intrigas contra mí tengan éxito e impide que realicen
sus mundanales fines y hazles ver el mal que se merecen. Señor, antes
de la guerra, les di oportunidad de ratificar su juramento y los traté
con amabilidad y amor, pero trataron con desdén la oportunidad y me
devolvieron groseramente la amabilidad en mi rostro.
Dios hizo caso a las oraciones. Los rebeldes perdieron la batalla y ambos, Talha
y Zubayr fueron muertos. El primero fue muerto por su amigo y protegido
Nahrwan Ibn Hakam y el segundo por una de las personas a quien había tratado
de instigar contra Hazrat ‘Ali (P).

Discurso 138
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) habla sobre los inmediatos peligros en contra
de la humanidad y del Imam que traerá socorro a la humanidad:
Cuando los hombres hayan retorcido el significado del Sagrado Corán
para llevara cabo sus pecaminosos deseos y hagan falsas interpretaciones
del mismo para amoldarlas a sus viciosos procederes, él -el Imam del
tiempo- los hará obedecer de nuevo las órdenes del Libro sagrado y del
Santo Profeta (PBd)
Continuando su discurso, Hazrat ‘Ali (P) menciona las condiciones que
prevalecerán durante el tiempo al que se refiere:
La humanidad estará inmersa en guerras devastadoras, rebosando la
destrucción y el caos. Al principio los conquistadores se sentirán felices
por su triunfo y el botín alcanzado, pero todo ello tendrá un triste final.
Os prevengo contra las guerras del futuro, no tenéis idea de la enormidad
del mal que conllevarán.
El Imam que creará un Estado Mundial hará que las naciones poderosas
paguen por sus crímenes contra la humanidad. Él traerá socorro para
la humanidad. Sacará la riqueza oculta en la tierra y la distribuirá
equitativamente entre quienes lo necesiten y lo merezcan. Os enseñará
una vida sencilla y un pensamiento elevado. Os hará comprender que la
virtud es un estado del carácter humano que se encuentra en medio de
los extremos y se basa en la equidad y la justicia.
Revivirá las enseñanzas del Sagrado Corán y las tradiciones del Santo
Profeta (PBd) después de que el mundo las hubiera ignorado y considerado
como letra muerta.
A continuación describe las actividades de cierto conquistador futuro, tal vez
el anti-Cristo o algún otro azote:
Siendo como si ahora lo estuviera viendo con mis propios ojos. Revela
su identidad en Siria y rápidamente extiende su dominio hasta las
proximidades de Kufa (Golfo Pérsico) después la invade con la ferocidad
de una bestia y siembra la tierra de cadáveres. Pilla país tras país hasta
que la tierra gime bajo su tiranía. Su dominio será extenso y su invasión
cruel y feroz. Por Dios, os desparramará -a los musulmanes- por toda
la tierra; vuestro número será reducido considerablemente y os hará
pasar por desastres, calamidades y pesares. Esto continuará hasta que
los árabes recuperen su superioridad mental y vuelvan al camino de Dios
y la Religión.
Durante estos terribles tiempos debierais seguir cuidadosamente las
enseñanzas del Sagrado Corán y las correctas tradiciones del Santo
Profeta (PBd) y hacer caso a las órdenes de las personas entre los
descendientes del Santo Profeta (PBd) que encontréis entre vosotros.
Recordad, que esto será una tarea difícil porque el Shaytán hará que sus
derroteros sean muy fácilmente accesibles y tentadores para que quedéis
atrapados.

Discurso 139
Antes de su muerte, el segundo Califa había designado a un grupo de consejeros
para elegir nuevo Califa. El propio Hazrat ‘Ali (P) fue designado como uno de
ellos. Antes de que se reunieran los consejeros dio unos pocos discursos. Lo
que sigue es un pasaje de uno de ellos; contiene una predicción que se hizo
cierta, palabra por palabra:
Conocéis muy bien que nadie me superó en invitar a al gente hacia la
Verdad y en llamarles hacia el Santo Profeta (PBd) Nadie me superó en
amabilidad y en caridad hacia vuestra gente. Escuchad cuidadosamente
lo que digo y guardadlo en vuestra mente. Se acerca el tiempo en que
el Califato será reclamado con una espada desenvainada y en que las
promesas serán rotas sin consideración alguna.
Las condiciones se deteriorarán de tal modo que algunos de vosotros
guiarán a la gente hacia la herejía y el cisma mientras que otros seguirán
a falsos líderes.

Discurso 140
Esta es una parte de un discurso en donde Hazrat ‘Ali (P) habló sobre los males
de la calumnia y de hablar mal de los demás a sus espaldas:
Los que están bien protegidos contra el pecado y que se guardan de
desobedecer a Dios y al Santo Profeta (PBd) deben darse cuenta de que
todas esas virtudes son Sus Regalos. Es su obligación que como signo
de agradecimiento, muestren misericordia hacia las gentes viciosas y
pecadoras y den gracias a Dios por su forma de vida equilibrada y piadosa.
No puedo comprender como una persona puede calumniar y difamar a otro
hombre pos sus vicios y pecados. ¿No recuerda como Dios Misericordioso
cubrió y ocultó sus vicios y pecados que eran como los de la persona que
ahora expone a la luz pública? ¿Cómo puede vilipendiar a otro hombre por
pecados de los que él mismo es culpable? Y si no ha cometido los mismos
pecados, la maldad y sus ofensas pueden ser incluso de mayor magnitud
en otro terreno. Suponiendo que no haya cometido grandes pecados y
ofensas contra Dios y la Religión, o si sus errores son de menor cuantía,
deberá recordar que la difamación, la calumnia y el hablar mal de otros
a sus espaldas son también graves pecados.
¡Oh hombre! No te apresures en difamar a otro hombre porqués pecado
puede haber sido perdonado y no minimices la seriedad y gravedad de tus
propios pecados veniales, porque puedes ser castigado por ellos.
Cuando una persona conoce los defectos de otra, debe abstenerse de
calumniarla, debe recordad sus propios defectos los cuales, intentó ocultar
de la vista de la gente. Si ve que está libre de los pecados cometidos por
otro hombre debe apresurarse en dar gracias a Dios por este rasgo de su
carácter en lugar de desacreditar a otro.

Discurso 141
Esta es la parte de un discurso en donde Hazrat ‘Ali (P) aconsejó a la gente a
no prestar oídos ni consentir o alentar el libelo y el escándalo:
¡Oh gente! Quien de vosotros conozca con seguridad la sinceridad en
la religión y la piedad de carácter de su hermano no debe prestar oídos
cuando esa persona es vilipendiada y no debe alentar en su contra el
escándalo. Recordad que el mejor arquero fallará ocasionalmente en dar
al blanco, empero, las flechas de la calumnia y difamación raramente
fallan en el blanco y sus efectos son siempre nocivos.
Ciertamente Dios Omnipresente lo Ve y lo Oye todo. Recordad que la
diferencia entre ver una cosa -confirmando los hechos- y oírla, es la
distancia cubierta por cuatro dedos, es decir, la distancia entre un ojo y
un oído. Recordad que vuestra aseveración de que habéis escuchado algo
-que queréis creer y repetir- es una afirmación fundada en la inequidad
y el error, sin embargo, si decís que de hecho habéis visto algo, entonces,
vuestra afirmación podrá basarse en la verdad y la realidad.

Discurso 142
Esta es la parte de un discurso en donde Hazrat ‘Ali (P) aconseja a la gente
en gastar sabia y juiciosamente sus recursos en personas y en causas que
verdaderamente lo merezcan:
Si uno coloca su generosidad en mal lugar, favorecerá a quien no lo merece
y patrocinará ocupaciones y actividades perjudiciales para el hombre;
entonces, a cambio de lo que ha gastado y de lo que ha hecho, no recogerá
otra cosa que las alabanzas de los mezquinos, el halago de los malvados
y la admiración de los locos y los necios, y como es lógico, recibirá esos
elogios sólo mientras siga gastando en estas gentes.
Tal persona es habitualmente pródiga en gastar en personas no adecuadas,
en ocasiones y ocupaciones equivocadas, pero cuando llega el tiempo de
gastar en causas y personas que lo merezcan o en la causa de Dios y el
hombre: es muy miserable.
Si Dios concede prosperidad y riqueza a alguien, deberá mostrar
amabilidad hacia sus parientes que lo merezcan, habrá de proveer al
pobre, habrá de asistir a los que se encuentran oprimidos con calamidades,
infortunios y reveses, ayudará al pobre y a los que nada tienen y habrá
de asistir a la gente honesta para que pueda saldar sus deudas; entonces
así, realizando sus deberes morales y soportando pacientemente las
dificultades para sacar a los demás de sus aflicciones, alcanzará la
posición de quién recibirá las Recompensas y Bendiciones de Dios, porque
sólo esos atributos le transportarán a la cima de la virtud en este mundo
y a la cima de la excelencia en el próximo.

Discurso 143
Esta es parte de un discurso en donde Hazrat ‘Ali (P) hizo una súplica a Dios
para que llegara la lluvia:
Recordad que tanto la tierra sobre la que vivís y la atmósfera que os rodea
obedecen a Dios. Las bendiciones que os concede y las riquezas que os
otorga no lo son porque simpatice con vuestras privaciones y sufrimientos
ni porque quiera ganar vuestro favor ni porque espere alguna forma de
pago de vuestra parte, sino porque Dios Ha ordenado que se os transmitan
Sus Gracias. La tierra y la atmósfera en donde vivís, se les ha hecho
responsables de proveeros de lo que necesitáis y obedecen esas órdenes.
No hay duda que cuando los vicios y los pecados llegan a un extremo,
Dios os prueba con privación, con la disminución de los productos de
vuestros campos y huertos: con que facilidad -debido a esos pecados- os
cerráis vosotros mismos las puertas de Sus Bendiciones de modo que
podáis sentir las punzadas del sufrimiento y la privación, para que os deis
cuenta de la enormidad de vuestra maldad y para que aquellos de entre
vosotros que deseen arrepentirse puedan hacerlo y los que quieran ver una
advertencia en estos acontecimientos puedan abstenerse de complacerse
en vicios y pecados.
Ciertamente Dios ha decretado el arrepentimiento para que sirva como
medio de incrementar la prosperidad y el sustento y como instrumento
para obtener Sus Bendiciones. Dice en Su Libro sagrado:
«Pedid perdón y anhelad Su Misericordia, ciertamente Él es el más
Misericordioso y Perdonador»
(Corán, 71:10-12)
Constantemente os envía nubes portadoras de lluvia e incrementa vuestra
prosperidad y progenie. Que Dios Bendiga al hombre que se arrepiente
de sus pecados, resuelve no complacerse en ellos y pide Su Perdón antes
de que la muerte se apodere de él.
A continuación, Hazrat ‘Ali (P) rogó a Dios para que Enviara la lluvia con
las siguientes palabras:
¡Oh Dios! Los gritos de los niños y los animales hambrientos nos han
sacado de nuestras casas pidiendo Tu Misericordia, esperando alcanzar
Tus Bendiciones y temiendo Tu Cólera y Tu Castigo. ¡Señor! Deja que
la lluvia nos traiga Tus Bendiciones, no nos dejes volver contrariados,
no dejes que el hambre nos mate. No dejes que Tu Ira nos visite por las
acciones de los perversos y necios que se encuentran entre nosotros. ¡Oh
Tú que Eres el Más Misericordioso y Gentil hacia los seres humanos!
¡Señor! Hemos salido de nuestras moradas quejándonos de algo que no
te está oculto. Hemos venido ante Ti cuando las adversidades extremas
nos tienen en sus garras, cuando el hambre nos está empujando fuera
de nuestras casas, cuando las necesidades básicas de la vida nos son
denegadas y cuando calamidades de gran intensidad se han juntado a
nuestro alrededor.
Te rezamos ¡Oh Señor! Por favor, no nos mande de vuelta a casas
apesadumbrados y abatidos, no nos reprimas por nuestros vicios, no nos
castigues en proporción a nuestros pecados.
¡Oh Señor! Deja que Tu Misericordia derrame lluvias vivificantes sobre
nosotros, concédenos Tus Bendiciones y otórganos nuestro sustento. Deja
que las lluvias sean beneficiosas, refrescantes y fertilizantes; deja que
los árboles que están casi muertos crezcan verdes de nuevo, permite que
revivan nuestros campos muertos. Deja que las lluvias sean realmente
útiles cargando nuestros huertos de frutas, regando a nuestros campos,
llenando nuestros arroyos y ríos, cubriendo nuestros árboles con verdes
hojas, reduciendo los elevados precios y rebajando el costo de la vida.
Tienes el Poder, la Fuerza y la Misericordia de concedernos todo esto.

Discurso 144
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) ha dado las razones de la misión de los
diferentes Profetas de Dios (P) y también las causas de que la gente envidiara
a los descendientes del Santo Profeta Muhammad (PBd):
Dios Concedió a Sus Profetas (P) la sublime misión de llevar Sus mensajes
a la humanidad y los seleccionó para recibir Sus Revelaciones. Les
asignó el honorable deber de probar a la humanidad la Universalidad
de la Verdad y de la Religión a fin de que los seres humanos no pudieran
quejarse por quedarse sin educación y formación.
Al final de la larga serie de Mensajeros (P) envió a nuestro Santo Profeta
Muhammad (PBd) para que desvelara al hombre la verdad última acerca
del Creador del Universo y para invitar a Sus criaturas hacia el camino
de Su Religión.
Dios Conoce absolutamente el poder de comprensión y la capacidad
mental del ser humano. No envió a Sus Profetas (P) para que se enteraran
de esto, sino para probar quienes son los mejores -por lo que a las acciones
se refiere- de modo que, aquellos merecedores de Sus recompensas y Sus
Bendiciones las reciban mientras que, Su Cólera descienda sobre los
perversos.
¿En dónde están aquellos que pretenden ser ellos y no nosotros (Ahlul-
Bait P) quienes poseen el completo conocimiento del Libro de Dios, que
conocen todo acerca de la Creación y poseen Conocimiento Divino? Estos
pretendientes e impostores, mienten respecto a nosotros y desean nuestra
posición, porque Dios Misericordioso ha exaltado nuestra posición y
les ha hecho inferiores a nosotros. Nos ha conferido la eminencia de la
que les privó. Nos permitió la entrada en la esfera trascendental de la
Revelación Divina que a ellos Les rehusó. Recordad que sólo a través de
nosotros puede ser adquirida la guía y disipada la ignorancia. Sin duda
que los Imames (líderes religiosos) serán de los Quraish, de entre los
descendientes de Hashim (hijo de Abde Munai) La designación Divina ha
sido hecha para su honorable progenie y ningún otro merece este rango
Sagrado y Sublime.
Más adelante, el propio Hazrat ‘Ali (P) señaló:
Estos Omeyas prefieren este mundo vicioso al Reino de Dios. Eligieron
las sucias aguas de este mundo al néctar celestial. Siento como si
estuviera observando a uno de sus mundanos y perversos Califas61. Es un
despilfarrador y pervertido, adoptó una vida inmoral y comenzó a amarla,
y sólo encuentra placer en la perversidad y el pecado. Llevó una viciosa
61 Algunos comentaristas piensan que se refería a Abdul Maalik Ibn Murwan
vida hasta que su cabello se volvió gris por la maldad, la corrupción y los
malos hábitos se hicieron uno con él. Después se volvió contra el mundo,
deseando apasionadamente más y más, echando espuma por la boca ante
quienes se le opusieron, no respetando los derechos de la humanidad.
Al satisfacer sus viciosos deseos y explotarlos, fue como un río que ahoga
a quien su desbordado paso encuentre, o como un fuego devastador que
consume irracionalmente todo lo que se ponga en contacto con él.
¿En donde está esa gente que ha iluminado su sabiduría personal con la
Luz Divina y que mejoró su visión de todas las cosas con la ayuda de la
piedad y la corrección? ¿Dónde están los corazones dedicados a la Causa
de Dios y que han hecho votos de obedecerle implícitamente?
Será visible como estos Omeyas se precipiten por mundanas ganancias
y cómo combatirán entre ellos mismos por el poder para cometer más
pecados y vicios. No obstante que habían sido completamente iniciados
en los secretos del Infierno y el Paraíso, sin embargo, han apartado sus
rostros del Paraíso y han mostrado un vivo deseo de abrazar el Infierno.
Han rehusado escuchar la Llamada de Dios y se han vuelto hacia el
Shaytán para aceptar su invitación.

Discurso 145
Esta es parte de un discurso en donde Hazrat ‘Ali (P) aconsejó a la gente a mirar
el mundo a su alrededor y a darse cuenta de que nada aquí se puede conseguir
sin perder alguna otra cosa y sobre que hay más pesares que alegrías en la vida:
¿No os dais cuenta de que vuestras vidas aquí son como blancos sobre
los que el destino arroja sus flechas?
¿No os dais cuenta de que cada vaso de agua o mordisco de alimento tiene
la posibilidad latente de obstruir vuestra garganta y ahogaros?
Raramente conseguís una buena cosa en la vida a menos de que deis algo
bueno a cambio. Cada nuevo día que amanece le llega al hombre sólo
cuando ha terminado otro día de su vida62.
Ningún nuevo alimento tiene valor para nadie a menos que haya asimilado
el anterior. No se establece ninguna nueva tradición sin ser borrada la
62 Es decir, no hay incremento en el espacio de vida, un día se añade solamente cuando ha
terminado el día anterior.
anterior. Nada nuevo viene a este mundo a menos que algo viejo salga.
Para cuando se establezcan los descendientes de uno, los padres ya no
existirán. Nuestros ancestros están muertos y han desaparecido, nosotros
estamos vivos hoy, pero, ¿Por cuánto tiempo permaneceremos vivos?
Hazrat ‘Ali (P) añadió:
La innovación se deslizará en el Islam sólo cuando las tradiciones
del Santo Profeta (PBd) sean desechadas. Manteneos apartados de la
innovación y seguid sinceramente los principios y doctrinas del Islam.
Lo que Dios ha ordenado son las mejores cosas que os puedan suceder y
lo que os ha prohibido son las más perjudiciales para vosotros.

Discurso 146
El segundo Califa buscó el consejo de Hazrat ‘Ali (P) por lo que se refería a
conducir el ejército en persona contra los Persas. Había dicho a Hazrat ‘Ali (P)
que los Persas habían reunido un gran ejército para invadir el mundo musulmán.
Hazrat ‘Ali (P) le aconsejó con las siguientes palabras y le dijo que no fuera
en persona:
Por lo que se refiere a la victoria o derrota de las fuerzas musulmanas
recuerda que no depende de la fortaleza del ejército; el Islam es la Religión
de Dios a la que ha ayudado hasta que esta comunidad alcanzó la posición
que ahora tiene y ha asegurado la posición que ahora mantiene. Tenemos
fe fuerte en la Promesa de Dios. Cumplirá Su Promesa y vendrá en ayuda
de su ejército. La posición del Califa del mundo islámico es como la de un
hilo que atraviesa una serie de perlas: la mantiene reunidas, debidamente
ordenadas.
Si se rompe este hilo, todas las perlas se desparramarán. Aunque los
árabes no son fuertes numéricamente hoy, sin embargo su fe en Dios y
en el Islam, son la mayor fuente de su fortaleza y un escudo contra la
vulnerabilidad y por su unidad obtendrán victorias.
No dejéis vuestro lugar, sed como un pivote alrededor del cual la piedra
del molino gira. Envía al ejército musulmán bajo las órdenes de algún
otro. Si sales de Medina, varias tribus de árabes pueden invadir la capital
y puedes verte forzado a defender más seriamente a los que dejas atrás
que atacar a los que has de enfrentar en el campo de batalla.
Hay otra cosa que merece consideración: si estos Persas te ven en el frente
pensarán naturalmente que tú eres el alma del movimiento e intentarán
hacerte prisionero con la impresión de que por tu arresto las defensas del
Estado Musulmán se terminarán. Tal idea les dará valor para concentrarse
en tu persona.
Me dices que los Persa se han vuelto agresivos, déjame decirte que Dios
Todopoderosos no gusta nunca de gente agresiva y es más poderoso
que tú en aniquilar aquello que no aprueba. Por lo que se refiere a la
superioridad numérica de los Persas sobre los musulmanes, recuerda
que el Santo Profeta (PBd) combatió a grandes ejércitos enemigos. Él,
mientras combatía a los incrédulos, tenía más fe en la ayuda de Dios que
en la superioridad numérica del otro bando.

Discurso 147
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) ha discutido los siguientes temas muy breve,
pero gráfica y lúcidamente:
1. Cual fue el propósito de Dios al enviar a Profetas y Mensajeros (P) y
finalmente a Muhammad (PBd)
2. Cómo castiga Dios q quienes le desobedecen
3. Cómo se verá afectado el Islam y cómo serán tratados los descendientes
del Santo Profeta (PBd) tras la muerte de Hazrat ‘Ali (P)
4. Porqué sufren las naciones
5. Qué clase de gente son las personas piadosas
6. Cómo distinguir lo bueno de lo malo, la virtud y su diferencia con el
vicio
7. El resultado de la humildad de la gente piadosa ante Dios
Dios Misericordioso designó a Muhammad (PBd) como Su Auténtico
y seguro Mensajero y le confió la misión de convertir a la gente de la
idolatría a la adoración a Dios y de guiarlos para obedecerle a Él en
lugar de obedecer al Shaytán.
El Santo Profeta (PBd) explicó el Libro Sagrado de modo que por su
enseñanzas la gente pudiese reconocer a Su Creador y sustentador y para
que, aquellos que previamente no tenían fe en Dios pudieran cambiar
sus formas de pensar mientras que, la gente que mostrase dudas y
ambigüedades, pudiera convertirse a la verdadera Religión.
Alabado sea Él, aunque está por encima de la imposibilidad de ser visto
por los ojos humanos, sin embargo, Se ha revelado a la humanidad a través
de Su Libro (Corán) de tal forma que sin verle, pudieran comprender Su
Gloria y Grandeza, entendieran el significado de Su Ira y alcanzaran a
darse cuenta de cómo Su Cólera había aniquilado a los pecadores y Sus
Castigos habían descendido sobre pueblos malos y viciosos.
¡Oh gente! Muy pronto tras de mí vendrá un tiempo en que encontraréis
que no habrá nada más oculto, enigmático e ininteligible que la Religión, la
Verdad y la Justicia y nada más evidente que la infidelidad, la incredulidad
y el ateísmo. Nada entonces prevalecerá más y será comúnmente
practicado que las mentiras contra Dios y Su Santo Profeta (PBd)
La gente sentirá que nada es más pernicioso para llevar a cabo sus
equivocadas actividades que el auténtico significado del Corán y nada
más beneficioso para sus anhelos mundanos que la mala interpretación
de sus fundamentos y prohibiciones.
Nada será más odioso que la bondad y la piedad y nada será más amado
que el vicio y el pecado.
Los que se espera que tengan fe en el Corán apenas prestarán atención
a sus enseñanzas, y los que se supone que lo han aprendido de memoria
y recuerdan en detalle lo olvidarán completamente.
El Sagrado Corán y sus guardianes -la gente que puede comprenderlo
y explicarlo- los descendientes del Santo Profeta (PBd) serán excluidos
forzosamente del reconocimiento y aceptación de la sociedad. Serán
compañeros de viaje pero nadie hará amistad con ellos y nadie les ofrecerá
cobijo. Se verá que tienen conocimiento pero no se hará uso de ello.
Esto ocurrirá porque no puede haber nada en común entre el paganismo
y un auténtico deseo de conocer el recto camino a la salvación. Es decir,
a pesar de que puedan existir muy cerca los unos de los otros, no podrán
complementarse o unirse por ser de naturaleza distinta8el paganismo y
la fe)
El resultado es que los musulmanes estarán en estar en desacuerdo uno
con otros y perderán cohesión. Actuarán como si se les obligara a guiar
al Corán y el Corán no estuviera allí para guiarles. Entre tal gente, no
quedará del Sagrado Corán nada sino su nombre. Sólo sus números y sus
letras serán comprendidos por ellos. Antes de llegar a esta etapa final, esta
gente maltratará y tiranizará a las personas piadosas cuyas verdades serán
consideradas como mentiras y cuyos actos piadosos serán considerados
como vicios y pecados. Es una verdad histórica que la gente ha perecido
siempre miserablemente por sus deseos y ambiciones desordenadas.
Nunca pensaron que habrían de enfrentarse a la muerte hasta que la misma
se los llevó cuando no estaban precavidos y entonces era demasiado tarde
para arrepentirse y la puerta del arrepentimiento se les cerró y fueron
condenados para siempre. ¡Oh gente! Uno que desea buscar el consejo de
Dios, podrá alcanzarlo y Dios le concederá oportunidades de asegurarse
Su Favor y quien tome al Sagrado Corán como guía, será dirigido por
un auténtico camino.
Ciertamente, quienes estén cerca de Dios -moralmente- disfrutarán de
paz y bendición eterna mientras que, los enemigos de Dios estarán en
constante peligro y temor a la condenación.
Quienes comprenden la Gloria y la Grandeza de Dios no consideran
apropiado considerarse a sí mismos como grandes. Comprenden que
su inteligencia depende de comprender la Grandeza y Gloria de Dios, y
entienden perfectamente cuan insignificante es su existencia cuando se le
compara a Su Omnipotencia. Quienes pueden comprender adecuadamente
Su poder lo sienten como una bendición el seguir Sus Mandamientos.
No intentéis permanecer apartados del auténtico Imam (P) como una
persona sana que intenta apartarse rápidamente de otra persona que
sufra de una enfermedad contagiosa. Debéis comprender que nunca
podéis daros cuenta de lo que es la guía y de cómo actúa a menos de que
comprendáis el caso de la persona que se ha extraviado o del que está
perdido debido a su ignorancia.
No podéis cumplir los compromisos que habéis hecho con el Sagrado
Corán a menos que reconozcáis completamente las clases de personas
que lo han abandonado. Debéis buscar el conocimiento de aquellos que lo
conocen, porque ellos vivifican el conocimiento y apartan a la ignorancia.
Esas son gente cuyas órdenes descubre la intensidad y extensión de su
conocimiento, cuyo silencio es tan elocuente como su discurso, y cuya
vida diaria manifiesta la altura de su piedad y sinceridad. No están
contra ninguna religión ni las critican innecesariamente. Entre ellos la
Religión es un silencioso testigo pero muy veraz, por la piedad, sinceridad
y grandeza de sus mentes.

Discurso 148

Este discurso se refiere a la actitud de Talha y Zubayr y lo dio cuando habían


marchado hacia Basra y se estaban preparando para rebelarse en contra de
Hazrat ‘Ali (P).
Cada una de estas dos personas -Talha y Zubayr- esperan para sí el
Califato y desean usurparlo del auténtico Califa. Ni se adhieren a la
forma de vida que Dios les ha mandado (es decir, el Islam) ni buscan los
medios de conseguir más de Su Favor. Cada uno está celoso del otro. Su
recelo se manifestará muy pronto.
Así ocurrió: durante el viaje a Basra Talha y Zubayr se pelearon por la dirección
de las oraciones diarias y Umm ul Muminín Aisha hubo de intervenir y
solucionar esta pelea. Ordenó que ninguno de los dos dirigiera las oraciones, en
su lugar, el hijo de Zubayr, Abdullah dirigía un día las oraciones y al siguiente
día lo haría Muhammad hijo de Talha. De este modo, cedieron el liderazgo a
favor de sus hijos. El discurso continuó así:
¡Por Dios! Que si uno de ellos llega a ser Califa, el otro intentará matarle
y será muerto a su vez. Estos rebeldes y sus partidos están dispuestos a
combatir contra el Islam. Empero, ¿En donde están las personas que
persuadirán a la gente a seguir los preceptos de Dios? Los dictados de
la Religión han sido ya totalmente explicados por el Santo Profeta (PBd)
Repetidamente dijo a los musulmanes que el Corán y sus descendientes
habrían de ser seguidos; no pueden ni deben ser separados hasta el Día
del Juicio y quienes los sigan no se extraviarán.
Recordad que hay una causa para cada pecado o vicio cometido, estad
atentos a estas causas, y todo aquel que rompe un compromiso sagrado,
crea una duda acerca de su piedad y sinceridad. Examinad cuidadosamente
la sinceridad y piedad de cualquiera que rompa un sagrado compromiso.
¡Por Dios! No soy ignorante ni descuidado de los peligros que se juntan
contra el Islam y conozco bien como apartarlos.
Discurso 149
Era el tiempo de las oraciones de la mañana -fayr- el día diecinueve de
Ramadán del año cuarenta de la Hégira (equivalente al martes 26 de Enero
del año 661 d.C).
El amanecer estaba por iniciar, Hazrat ‘Ali (P) había llamado a la gente
para celebrar la oración, había despertado a los que estaban durmiendo en la
Mezquita de Kufa y, Abdul Rahman Ibn Mulyim se encontraba entre ellos.
Hazrat ‘Ali (P) le había aconsejado como tenderse mientras dormía de modo
que tuviera la mejor relajación posible y le dijo también lo que escondía debajo
de sus vestimentas -una espada- y sobre las malas intenciones que tenía en su
mente (asesinar al propio Hazrat ‘Ali (P)
Posteriormente, Hazrat ‘Ali (P) se ocupó de las lámparas que colgaban en la
Mezquita, alumbrando aquellas que se habían apagado y después fue a su lugar
de oración. Mientras se encontraba en su primer ciclo -rakat- de la oración y
se estaba inclinando ante Dios, tenía en sus labios las palabras: “Glorificado
Sea el Más Alto y Poderoso, Alabado Sea” cuando Abdul Rahman Ibn Mulyim
se abalanzó sobre él y le golpeó con la misma espada que poco antes Hazrat
‘Ali (P) había señalado.
La espada produjo un profundo corte en la cabeza de Hazrat ‘Ali (P) las
oraciones fueron interrumpidas Abdul Rahman Ibn Mulyim comenzó a correr
y la gente fue tras él. Nadie se ocupaba de las oraciones, había confusión por
doquier, sin embargo, Hazrat ‘Ali (P) terminó sus postraciones -dos saydas- y
después se tambaleó en los brazos de sus hijos: los Imames Hasan y Husein
(P) quienes se ocuparon de la cabeza ensangrentada.
Los labios empapados en sangre se abrieron en oración de gracias y dijo: “Te
doy gracias ¡Oh Señor! Por recompensarme con el martirio, qué Gentil de Tu
Parte, Qué Generoso, que Tus Misericordias me dirijan aún más a la Gloria
de Tu Reino”
Abdul Rahman Ibn Mulyim había sido capturado por Sasa Ibn Sauhan y
fue traído ante Hazrat ‘Ali (P) las manos del asesino estaban atadas a su
espalda, Hazrat ‘Ali (P) observó que la cuerda con la que estaba atado estaba
hincándosele en la carne, olvidó la herida de su cabeza y no obstante que
Abdul Rahman Ibn Mulyim le había herido de muerte, sin embargo ordenó
que fuera tratado cuidadosamente. Ordenó a Sasa que aflojara los nudos de
las manos de su agresor, y que le trataran humanitariamente. La bondad tocó
el corazón del asesino y este comenzó a llorar, a lo que siguió el resto de la
comunidad presente aquel día.
Se dibujó una sonrisa en los labios de Hazrat ‘Ali (P) y con voz débil dijo:
“Es demasiado tarde para arrepentirte ahora, has cometido tu acción, ¿fui un
mal Imam Ibn Mulyim?”.
Hazrat ‘Ali (P) vivió dos días después de esto tiempo durante el cual, pronunció
algunos discursos, el presente se presume que fue el último:
¡Oh gente! Toda persona intenta apartarse de la muerte, y sin embargo,
la encuentra durante una de estas huidas. La muerte es el final último de
la vida hacia el que todo el mundo se ve empujado. La mejor forma de
huir de la muerte es hacerle frente cuando llegue: un hombre puede morir
solo una vez y para un hombre piadoso la muerte significa la vida eterna.
Cuantos días de mi vida gasté en ansiosa búsqueda del día y la forma en
que observaría mi propia muerte hasta que finalmente me fue revelado.
Nadie sabe que clase de muerte tendrá o cuando vendrá. Su conocimiento
está oculto al hombre y el hecho es sólo conocido por Dios. No intentéis
averiguarlo, está clase de búsqueda es inútil y cuando os enteréis, será
demasiado tarde para utilizar tal conocimiento.
Recordad, no debéis considerar a nadie como ayudante o socio de Dios,
Él es Uno. Él y sólo Él Merece ser adorado y no deberíais infligir ningún
tipo de daño a la Sunnah de Santo Profeta (PBd) por tanto, mantened
firmes constantemente estos dos pilares del Islam. Mantened encendidas
estas dos lámparas, nadie os censurará si protegéis atenta y sinceramente
estas dos lámparas.
Cada uno de vosotros debe soportar su responsabilidad de acuerdo a su
capacidad, el peso que ha de soportar el ignorante y sin educación es
menor que el educado y bien informado porque Dios es Misericordioso y
no abrumará a nadie más allá de su capacidad mental. Vuestra Religión
es fuerte y no puede ser fácil presa del cisma y la innovación y vuestro
Imam es sabio.
Hasta ayer fui vuestro guía y gobernante, con salud fuerte y vigorosa os
estuve sirviendo, defendiéndoos y enseñándoos el Islam. Hoy, solamente
puedo ser una fuente de consejo para vosotros e incapaz de hacer cualquier
cosa de la que fui capaz mientras tenía salud; en cualquier momento
puedo dejar vuestra compañía, que Dios Misericordioso me perdone. Si
sobrevivo a esta herida me someteré a la Voluntad de Dios y si fallezco, no
e nada extraño, porque la duración y la estabilidad de nuestra existencia
es como el tiempo pasado a la sombra de un árbol, que se mueve de un
sitio a otro con la luz solar y no se mantiene fija mucho tiempo. O como
la sombra proyectada por las nubes cuya posición está a la merced de
los fuertes vientos, cuando desaparecen las nubes del cielo, su sombra
también lo hace y así es la vida.
Hasta ayer fui vuestro vecino y compañero, estaba saludable entre
vosotros. En breve veréis mi cuerpo sin alma. Lo veréis inmóvil e incapaz
de hacer nada después de haberlo visto moverse, trabajar y realizar sus
deberes, veréis que después de haberos hablado, enseñado, aconsejado y
amonestado, permanecerá completamente silencioso. Tomad advertencia
de mi silencio y la inmovilidad imperturbable de mi cuerpo, porque la visión
de una persona que se mueve, que actúa, que piensa y, repentinamente
se vuelve un silencioso cuerpo, quieto e inmóvil, es una mejor forma de
advertencia que la mejor conferencia y el discurso más efectivo.
Deseo daros el adiós, espero reunirme con vosotros de nuevo en el Paraíso,
os daréis cuenta mañana de los méritos de mi gobierno -después de mí-
después de que yo haya dejado este lugar y de que veáis a otro en mi
puesto, conoceréis y os daréis cuenta de mi carácter y valor.

Discurso 150
Este parece ser, un fragmento de un discurso en donde Hazrat ‘Ali (P) habla
acerca de cierto tipo de gente que en el futuro lastimará los fundamentos de
la Religión y como el doceavo Imam, Al-Mahdi (P), restaurará las dañadas
condiciones del Islam:
Estas son gente que, habiendo abandonado el recto camino de la Religión,
vagan por el desierto del error y la confusión. No os apresuréis en
aproximar el futuro ni en apartarlo; esperadlo, es inevitable y habrá de
venir. Hay mucha gente que a menudo desea fervientemente algo y cuando
lo alcanza, desea no haberlo hecho en absoluto. Hoy están tan cerca del
mañana que no es necesario desearlo ni evitarlo. El futuro es el resultado
inevitable del presente y está inseparablemente conectado con él.
¡Oh gente! Recordad que el tiempo presente es el tiempo en que algo que
ha sido prometido sucederá y que los acontecimientos que no conocéis
y que no podéis prever o predecir tendrán lugar. Durante los días de
pruebas y tentaciones, los que reconozcan el valor y el significado de los
descendientes del Santo Profeta (PBd) no solamente marcharán a salvo a
través de estos tiempos como una persona que camina en la oscuridad con
una lámpara en su mano, sino que también serán de ayuda a los demás
y actuarán piadosamente.
Esto continuará hasta que el auténtico Imam del Tiempo aclare las dudas
creadas por la herejía y el cisma, libere a la gente de la opresión y la
tiranía, eduque al ignorante y al mal informado, introduzca reformas en la
sociedad y restaure las grietas que la impiedad y maldad hayan causado
a las verdaderas enseñanzas del Islam. Por algún tiempo estará oculto a
los ojos del hombre de tal modo que ni quien más le busque será capaz de
encontrar rastro de él por mucho que lo intente. Pero cuando aparezca,
educará a la humanidad de tal modo que la visión humana se extenderá
a través de las enseñanzas del Corán, los hombres serán capaces de
adquirir auténtica sabiduría y sus mentes podrán elevarse a planos más
elevados de ciencia y filosofía.

Discurso 151
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) dijo algo acerca de aquellos que se opusieron al
Islam durante los días del Santo Profeta (PBd) sobre aquellos que se volvieron
apostatas después de abandonar este mundo y habla también de sus nobles
compañeros que valientemente sufrieron con él:
El predominio de los tiranos fue largo de modo que su tiranía y opresión
pudieran ser completamente evidentes y su infamia y desgracia se
pusieran al descubierto. Merecieron la revolución que los echó abajo,
fueron destruidos y aniquilados y la gente fue rescatada de calamidades,
destrucción y fueron aliviadas del derramamiento de sangre y guerras
traídos por los tiranos.
La gente piadosa que valientemente vivió aquellos días, soportó
pacientemente el sufrimiento y dieron sus vidas por la causa de la Justicia
y del Islam. Se humillaron ante Dios y ni por un momento se vanagloriaron
por su paciencia y valentía y, nunca que Dios y Su Religión estuviera en
deuda con ellos. A continuación ordenó Dios que cesaran los tiempos de
prueba y aflicción. Se les dio permiso de defender la fe con ayuda de sus
espadas y obedecieron las órdenes de Dios conforme a las enseñanzas
del Santo Profeta (PBd)
Las cosas continuaron así hasta que Dios llamó hacia Sí al Santo Profeta
(PBd) Seguidamente, muchos apostataron o se volvieron paganos, se
condenaron por la perversidad de sus mentes y su terquedad. Pusieron su
fe en sus parientes que estaban extraviados o en instigadores y paganos.
Desdeñaron a los intercesores y líderes -progenie del Santo Profeta (PBd)-
a quienes se les ordenó amar, respetar y seguir por ser quienes les habrían
mantenido dentro de los límites de la verdadera Religión.
Fue entonces que, dañaron los cimientos de la verdadera Religión e
intentaron introducir el cisma y herejía en el Islam. Se volvieron minas
y manantiales de pecado, fuentes de todo vicio. Fueron obstinados y
borrachos de poder, arrogancia y maldad. Adoptaron los caminos del
Faraón y su pueblo, se aferraron al poder mundano, a los placeres y se
alejaron de la verdadera Religión.

Discurso 152
Los comentaristas dicen que este discurso de Hazrat ‘Ali (P) ha previsto
el predominio inhumano e irreligioso de los Omeyas y Abbasidas. Pero yo
entiendo63 que Hazrat ‘Ali (P) había predicho un tiempo que vendría mucho
después del régimen de los Omeyas y los Abbasidas. En este discurso nos
informa de todo lo que el Santo Profeta (PBd) realizó por los musulmanes y
cómo será olvidado y abandonado.
Invoco la ayuda de Dios para repudiar al Shaytán y salvarme de sus
engaños y trucos. Testifico que Muhammad (PBd) es Su Siervo y Su Profeta
seleccionado, exaltado y dignificado por Él. Nadie le ha sobrepasado ni le
sobrepasará nunca en eminencia y nadie será nunca capaz de remplazarle;
esto es, abandonar sus enseñanzas; él es una pérdida que no podrá ser
nunca compensada.
El mundo se encontraba en la total oscuridad de la ignorancia debido
a sus creencias supersticiosas y bajos niveles de moral; entonces él,
iluminó la sociedad humana con la Luz Divina. Antes de él, la gente estaba
acostumbrada a considerar lo equivocado como correcto y el vicio como
virtud; menospreciaban a la gente de elevado pensamiento y ridiculizaban
a los filósofos. Vivían sin Religión y morían como paganos.
¡Oh árabes! Tened cuidado de que no seáis anegados con calamidades
e infortunios que no están lejos de vosotros, no dejéis que el poder y la
riqueza os vuelvan de cabeza y mantened en mente la intensidad del
63 Voz del compilador.
Castigo Divino. Sed fieles a vuestra Religión cuando la oscuridad del
paganismo y la hipocresía os rodeen, cuando la impiedad y la maldad
creen dudas acerca del Islam en vuestras mentes, cuando la incredulidad
y el escepticismo se deslicen secreta y misteriosamente entre vosotros y
cuando la encubierta perversidad -enigmática e incomprensible- salga
de su escondite.
Sed firmes en vuestra creencia cuando el paganismo enmascarado se
establezca y extienda sus tentáculos por todas partes del mundo islámico.
Aparecerá saliendo de lugares ocultos y desconocidos y repentinamente se
desarrollará en abierta depravación y vicio. Su crecimiento será como el
de un joven, creciendo más y más con el paso del tiempo y sus efectos serán
de largo alcance (durarán como la vida de una piedra) Este cruel régimen
pasará de opresor a opresor a través de tratados, pactos y compromisos.
Quienes inicien esta atea revolución dirigirán el movimiento y las
generaciones que le seguirán. Su único deseo será el poder y el placer y
lucharán por esto como perros que luchan por un cadáver putrefacto. De
cuando en cuando, algunos de sus seguidores lucharán con sus líderes y se
rebelarán contra sus dictadores. Las naciones continuarán constantemente
la guerra sanguinaria y la propaganda desleal -a modo de guerra fría-
unas contra otras.
Este estado de cosas será seguido de tan grande y general desorden y
levantamiento, que trastocará completamente a las civilizaciones. Tendrá
un efecto tan desestabilizador en la sociedad, que incluso aquellos que
hasta entonces habían estado siguiendo el camino recto lo abandonarán,
dejarán las pacíficas formas de vida.
Durante estos días de desorden y confusión, la humanidad desarrollará
opiniones muy divergentes y contradictorias acerca de la verdad y
la justicia. Quien intente combatir este caos y anarquía y mejorar la
situación, será abrumado, aplastado y aniquilado. Habrá enemistad y
desacuerdo total entre las diferentes facciones de la sociedad y cada
una intentará hacer daño a la otra. La Religión perderá su influencia en
la mente humana y la auténtica apreciación de las ciencias y filosofía
dejarán su lugar a la ceguera de costumbres perniciosas y mezquinas;
sólo los tiranos y dictadores tendrán el poder de hacer oír sus opiniones
y el hombre normal tendrá la lengua inmóvil.
Este caos será especialmente dañino para los beduinos y nómadas. Serán
aplastados y masacrados. En todas partes los individuos al igual que
las naciones se hundirán en este abismo. Tiempos así habrán de venir,
durante esos días la gente disfrutará con la masacre, la matanza y el
derramamiento de sangre. Perderá la fe en la religión y la tratará de mala
manera. La gente sabia y piadosa intentará huir de tales ambientes y la
gente vil y viciosa dictará y hará cumplir su política personal. Los lazos
familiares, las relaciones familiares y el amor fraterno desaparecerán:
no habrá organización familiar.
La civilización se levantará en una conflagración mundial de agitación,
pillaje y matanza. Los musulmanes sobrios serán los que peor lo pasen.
Intentarán escapar de estos ambientes pero no lo conseguirán. La mayoría
de ellos serán muertos y masacrados sin piedad y unos pocos, temerosos
de tan cruel trato, intentarán obtener alguna clase de protección; serán
atraídos a una falsa seguridad con engañosas promesas y alevosos
compromisos.
Durante estos días tan malos, debéis cuidaros de no apoyar el cisma y
la innovación y no uniros a la tiranía y opresión, sino intentad mantener
siempre la causa que conlleva el bien general y la paz para las masas
e intentad siempre seguir al Islam. Id ante Dios como alguien oprimido
y maltratado y no como un opresor o un tirano. Evitad los caminos del
Shaytán y absteneos de rebelaros contra Dios. No viváis de los salarios de
la inequidad y el pecado. Recordad que estáis ante Dios que Ha Prohibido
estrictamente el pecado y el vicio y que ha prescrito una forma fácil de
adoración y devoción hacia Él. Él prescribió la obediencia a la Religión
como una manera natural que pudiera seguir la humanidad.

Discurso 153
Este es un discurso es presumiblemente uno de los primeros que Hazrat ‘Ali
(P) ofreció poco después de hacerse cargo del Estado Musulmán. Con su
propio estilo -único y sin paralelo- ha hablado acerca de Dios, acerca de los
descendientes del Santo Profeta (PBd) respecto a su toma del Gobierno, acerca
de la Cólera y la Misericordia de Dios y respecto a los fenómenos psicológicos
de la mente humana.
Acerca de Dios:
Glorificado Sea Él cuyas creaciones son prueba de Su Existencia. El
propio comienzo y origen de la creación -en tiempo y espacio- prueban
que Él Es Eterno. Las similitudes entre Sus Criaturas y las analogías en
la naturaleza son prueba de que nada hay similar a Él.
¡Oh Señor! La inteligencia no puede comprenderte, pero nada puede
ocultar o encubrir Tu Gloria y Grandeza. Hay una diferencia natural
entre aquel que crea e inventa y las cosas creadas o inventadas; entre lo
finito e infinito, entre quien nutre y mantiene y las criaturas que no pueden
continuar existiendo a menos que sean mantenidas y alimentadas.
Él es Uno, pero no una unidad numérica que pueda ser subdividida
matemática y lógicamente. Él es un Creador pero Su acto de creación no
ha provocado en Él ningún tipo de ejercicio o movimiento, él Oye pero
sin ayuda de algún tipo de organismo corporal. Él ve pero sin asistirse
de órganos de la visión o algún tipo de medio externo. Está presente en
todas partes pero la Suya no es una presencia corporal. Está muy lejos de
todo lo creado, pero esta distancia no se refiere a dimensiones o espacio.
Su Omnipresencia es evidente de un modo inequívoco e ininteligible, por
lo que no puede ser visto, discernido o contemplado.
Está oculto a la visión humana no por causa de Su finura o pequeñez. Se
Encuentra distante de Su Creación debido a Su Control completo y a Su
fuerza y Poder sobre ella y las criaturas están muy alejadas y separadas
de Él porque Él as hizo existir ya que no podrán existir sin Su Voluntad y
Misericordia dado que su naturaleza les fuerza a obedecer y a someterse
a Sus Mandatos. Por tanto, no hay nada en común entre Él y sus criaturas
que pueda permitirles acercarse corporalmente a Él.
Quien limite o clasifique Sus Atributos le confina dentro de esos límites
y clasificaciones; quien intente confinarle de ese modo Le asigna una
entidad matemática y quién Le describa así niega Su Eternidad. Quien
desee saber como es el Señor intenta meterle dentro de los límites de los
atributos propuestos y sugeridos por el hombre. Quien desee saber en
donde está, desea confinarle en un lugar. Entonces, ni forma, ni tiempo
ni lugar se Le pueden asignar.
Conocía cada detalle de Su Creación antes de que llegara a existir. Tenía
el Poder de Mantener y Alimentar y de hacer existir a todas las cosas antes
de que fueran creadas. Toda criatura estaba bajo Su completo control
antes de que fuera diseñada, modelada y formada.
A continuación, Hazrat ‘Ali (P) habló acerca de su toma de gobierno como
cuarto Califa y respecto a la progenie del Santo Profeta (PBd) y de que
representan para la Religión:
Ciertamente el Sol ha salido para iluminar el camino de Dios y la Estrella
para guiar a la humanidad hacia el Paraíso. El camino de la verdad y de
la justicia que estaba torcido, está recto de nuevo. Dios ha sustituido a
los siervos del tiempo por personas honestas y piadosas, y ha cambiado
los malos tiempos por días buenos y favorables. Hemos estado esperando
este cambio como la gente hambrienta espera las lluvias dadoras de vida.
Aprended y recordad que los Imames de la progenie del Santo Profeta
(PBd) son los Califas designados por Dios para conducir y gobernar a
los seres humanos. Sólo aquellos que reconozcan el liderazgo de estos
Imames serán aceptados como sus auténticos seguidores, entrarán en el
Paraíso y aquellos que no les den fidelidad o son desechados por ellos,
irán al Infierno.
Seguidamente, habló respecto al Islam:
Debéis estar agradecidos a Dios que os hizo musulmanes y os seleccionó
para representar y propagar el Islam. Como su nombre indica, es una
Religión que trae la paz y la salvación a la humanidad. Ha concedido
nobleza y dignidad a las reuniones de los musulmanes y Ha elegido al Islam
como un camino de salvación. Ha probado claramente la universalidad
de la verdad a través de un código simple, claro e inteligible, al igual
que a través de los significados y conclusiones más profundos y otros de
mayor alcance, ocultos en sus preceptos y prohibiciones. Las maravillas
que el Islam puede realizar en mejorar la mente humana y los milagros
que puede hacer para mejorar el nivel de la vida humana no tendrán
nunca final. El Islam tiene el secreto de la auténtica paz y prosperidad que
nunca adquiriréis sino a través de su ayuda; puede dirigiros a caminos de
mejorar vuestro conocimiento respecto al mundo material al igual que el
espiritual y, nunca alcanzaréis esto sino a través de su guía.
Dios Misericordioso os ha ordenado aceptar fielmente Sus principios y
obedecer sincera y diligentemente Sus fundamentos y prohibiciones. Trae
salvación a los que lo siguen y protección en este mundo a los que entran
en su congregación.
Acerca del comportamiento humano, señaló:
Un hombre es libre de elegir y actuar como le plazca. Se le ha dado total
libertad, tiempo y oportunidades de seleccionar el recto camino. Quien
haya abandonado el auténtico camino y la verdadera guía, naturalmente
se despertará en compañía de personas pecadoras y se encontrará en la
sociedad de gente extraviada. Las vidas de tales personas, son comúnmente
similares o idénticas. Continúan con sus viciosas vidas hasta que lo
pecaminoso de su comportamiento se les hace evidente -demasiado tarde- y
hasta que el fin de sus perversas y descuidadas formas de vivir les hacen
ver el castigo que les sobrevendrá del que se sentían tan despreocupados
y que creyeron no ver nunca pero que repentinamente se les pone enfrente.
Se ven forzados a dejar el mundo y sus placeres, que para sus mentes lo era
todo: el comienzo y el final. Entonces, no podrán sustraer ningún beneficio
de lo que han cometido y ningún beneficio de lo que hayan acumulado.
Yo mismo me he precavido y deseo alarmaros a vosotros contra tal estado
y formas de vida. Haced un uso moral y correcto de vuestras capacidades
mentales. Es sabio aquel que medita cuidadosamente sobre lo que escucha
y a continuación acepta solamente la Verdad y que, siempre intentará ver
las cosas desde una perspectiva real, por lo que actúa y se percata de los
acontecimientos del mundo. Bendito es, aquel que selecciona un camino
auténtico y noble, y se guarda de los ciegos senderos de las dudas, el
escepticismo y la herejía.
No debéis permitir a gente agnóstica y extraviada, intentar el apartaros del
auténtico camino y que tomen control de vuestras mentes y las sojuzguen
o subyuguen, trastocando las palabras y falsificando el significado del
Libro Santo -Corán- o bien porque temáis declarar la Verdad.
¡Oh oyentes! Despertad, salid del estupor de la ignorancia y no os
apresuréis tras el mundo vicioso, sino deliberad cuidadosamente sobre
el mensaje que Dios os ha enviado a través del Santo Profeta (PBd) Es
imperativo que comprendáis y obedezcáis estos mandamientos. Nadie
puede escapar a estas responsabilidades y obligaciones. Oponeos a
aquellas personas que desafían las órdenes del Santo Profeta (PBd) y
estén inclinados hacia alguna otra cosa. Dejad a su suerte a ellos y a
sus doctrinas.
No deis una suprema importancia a la riqueza y el poder. Mantened la
visión de vuestra tumba siempre en vuestra mente, porque cada uno de
vosotros ha de pasar a través de ella. Recordad que lo que sembráis,
recogeréis y que lo que cometáis se os devolverá. Vuestras acciones de
hoy, serán pagadas mañana. Disponed de vuestro hoy de tal modo que
podáis ser recompensados con felicidad eterna en el futuro. Dejad que
vuestras acciones de hoy, consigan bendiciones para la vida en el más allá.
¡Oh vosotros que escucháis! Sed precavidos y guiados. ¡Oh vosotros
personas descuidadas y despreocupadas! Intentad, esforzaros y alcanzad
a salir del pecado. Nadie puede informaros mejor que el hombre que
realmente conoce los secretos de la vida y de la muerte.
A continuación, Hazrat ‘Ali (P) hizo una advertencia respecto a los obstáculos
en el camino de la salvación y un consejo acerca de la altura de los valores
morales que hay que alcanzar:
En el Sagrado Corán hay algunos deberes impuestos por Dios al hombre,
cuya obediencia o desacato son los criterios de los que depende Su
Contento o Cólera; son las pruebas para juzgar los derechos de uno para
alcanzar Sus Bendiciones o el merecimiento de su Castigo. A menos que,
y hasta que los conserve en mente y obedezca fielmente, su trabajo no le
traerá nada bueno a cambio. No importa cuan diligente y cuidadosamente
uno pueda intentar obedecer los preceptos y prohibiciones de Dios, sus
esfuerzos no le servirán de nada si se enfrenta a Dios teniendo alguno de
los siguientes vicios y defectos:
• Si adora a alguien aparte de Dios
• Si permite que la tensión nerviosa y la irritación de su mente
culminen en el suicidio
• Si intenta hacerse con el mérito del trabajo hecho por otros
• Si sus palabras no coinciden con sus acciones
• Si introduce innovación y cisma para obtener sus fines y deseos
• Si es un hipócrita y frente a la gente habla y se comporta como
su amigo mientras que a sus espaldas les calumnia y difama,
arrojando deshonra sobre sus acciones
Comprended bien estos puntos y tened cuidado de no desarrollar en
vosotros esos vicios y defectos.
Recordad que el único fin de la vida de un animal es comer y beber y que
la principal ocupación de los animales de presa es matar a los animales
más débiles. De modo similar, el deseo predominante de una mala mujer
es adornarse para el contento de su corazón y el crear malicia y disensión.
Ciertamente lo que les corresponde en suerte a los fieles seguidores del
Santo Profeta (PBd) es la pobreza y la opresión, pero son honestos y
sinceros amigos de la humanidad.

Discurso 154
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) describe y afirma las virtudes, méritos,
eminencia y la insuperable excelencia de los descendientes del Santo Profeta
(PBd) y finalmente, aconseja a la gente a llevar una vida con correctos valores
morales:
Una persona sabia se da cuenta seriamente del final último de su existencia.
Pondera sobriamente los altibajos de la vida. El Profeta Muhammad (PBd)
ha llamado a la gente hacia Dios, y lo hizo como cualquier pastor que
cuida de su rebaño. Aceptad su invitación e intentad alcanzar y aseguraros
la protección por Él ofrecida.
Los hombres se han hundido de nuevo en las profundidades del vicio y
la impiedad, han abandonado las tradiciones y los caminos del Santo
Profeta (PBd) se han dedicado a la innovación y al cisma; los auténticos
seguidores de la Religión están observando un forzado silencio y los
perversos y mentirosos declaran fuertemente sus puntos de vista.
Observad que somos la progenie del Santo Profeta (PBd) somos
sus auténticos compañeros, somos los depositarios y tesoreros del
conocimiento a él otorgado, y somos las puertas a través de las cuales
uno puede alcanzar ese depósito de conocimiento y sabiduría. Es ilícito
entrar en una casa sino es por su puerta, y quien no haga caso de este
principio es un ladrón y un trasgresor.
Hablando respecto a los descendientes del Santo Profeta (PBd) dijo:
Poseen en sus palabras y obras la excelencia y la nobleza que predica
el Sagrado Corán. Son las casas en las que se guarda el tesoro de la
Misericordia y Benevolencia de Dios y también son aquellos de quienes se
puede obtener el auténtico conocimiento y sabiduría que Él ha destinado
para el hombre.
Sus discursos no contienen sino la Verdad. Si no hablan acerca de un
tema, no es porque no sepan nada acerca del mismo o porque algún otro
pudiera hablar mejor, sino simplemente porque es aconsejable que no
digan nada. Para el hombre que ha sido destinado por Dios para guiar a
la humanidad, es imperativo explicar las cosas ciertas de manera correcta
a sus seguidores; habrá de utilizar su sabiduría para su bienestar, habrá
de pensar más en el próximo mundo y enseñar a la gente a darle mayor
importancia, porque vienen de allí y habrán de volver allí.
Un hombre con visión y perspicacia considera profundamente sobre
los pros y los contras de cada una de sus acciones a fin de emprender
y continuar sólo con las acciones que le son útiles y se abstiene de las
que sean dañinas y perjudiciales. Si un hombre no sabe como hacer una
cosa y lo intenta, nunca tendrá éxito en ello. Es como un viajero que no
conoce el camino y emprende el viaje; debido a la ignorancia, cuanto
más avance en su camino, más se alejará de su destino. Mientras que
las acciones de aquel que tiene completo conocimiento de lo que desea
realizar, son como el hombre que conoce a dónde ir y que camino debe
tomar, por tanto, seguirá el camino adecuado y alcanzará su meta. Un
hombre de percepción y prudencia debiera observar cuidadosamente si
está cerca del final o si se está extraviando de su meta.
A continuación, Hazrat ‘Ali (P) habló de los pensamientos y acciones de los
hombres:
Recordad que por cada experiencia exterior que tengáis, sea proveniente
de una cosa u de una acción, hay una identidad interna por lo que, si lo
exterior da prueba de sinceridad, nobleza y santidad, entonces la esencia
interior de un individuo o una cosa, será también sincera, noble, piadosa
y por el contrario: si el exterior de una persona o cosa es vil y vicioso,
entonces la identidad interior es también perversa o pecadora.
El Verdadero Profeta de Dios (PBd) declaró que Dios Misericordioso
ama a Sus criaturas, pero Desprecia las malas acciones, porque son el
resultado de malas intenciones internas, y no le gustan los incrédulos
empero, aprecia sus buenas acciones -que surgen de nobles intenciones
internas- Sabed bien que ninguna planta crecería sin agua y las variedades
de plantas alimentadas con agua dulce y fresca producirán frutos dulces y
deliciosos, y las plantas que subsistan con agua salada producirán frutos
amargos e insanos.

Discurso 155
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) alaba a Dios y habla acerca del murciélago
y algunas de sus características:
Alabado Sea Aquel cuya Entidad es imposible describir, explicar o
exponer en palabras, cuya Majestad y Poder están más allá del intelecto
humano; por consiguiente, la mente humana no es capaz de comprender
la extensión y amplitud de Su Gloria y Su Sabiduría. Él y sólo él es Dios,
el Rey Todopoderoso, el Dios Único, la Verdad Autoevidente. Su Ser es
tan manifiesto que los ojos no pueden nunca discernir e incluso el más
elevado intelecto no puede definir los límites de Su Excelencia y Perfección
porque cualquier estimación será una semejanza a Sus criaturas, es decir,
de cualquier modo que intentemos Describirle, la descripción llevará a
alguna forma de analogía con algún ser creado.
Las mentes no pueden evaluar Su Fuerza y Sublimidad, porque cualquier
clase de evaluación Le pondría en comparación con Sus criaturas, lo que
no sería una comparación correcta. El Gran Arquitecto del Universo
creó el total de la creación sin la ayuda de un consejero o la utilización
de algún modelo. Solamente por una Orden Suya, la creación comenzó
a existir y alcanzó la perfección, colocando cada cosa en su sitio. Toda
creación obedeció sin poner ninguna objeción a las leyes de la naturaleza
que hacían referencia a ellas, y se establecieron sin resistirse el curso que
se les había trazado.
Si uno desea estudiar las maravillas del arte, y los prodigios de la
naturaleza tal y como ha sido diseñada por Él, puede estudiar la
profundidad del arte y ciencia de creación de un cuerpo que se exhibe en
la creación de un murciélago.
La luz del día, el medio en que la mayoría de los animales ven, miran,
observan y perciben las cosas y distinguen una de la otra, vuelve ciego al
murciélago, y la oscuridad, que hace retirarse a muchos animales, actúa
para él como un medio de visión. ¿Cómo es que sus ojos son incapaces
de hacer uso de la luz solar para moverse y aprovecharse de ella para sus
actividades encaminadas a preservar la vida? Se le ha impedido moverse
de lugar en lugar durante el día y se ve obligado a dormir durante el
mismo en su guarida. Empero, convierte sus noches en días. Para él, una
oscura noche es como un brillante día. Sale para buscar su alimento.
La oscuridad más absoluta no es un obstáculo para que se traslade de
un lugar a otro y para ver las cosas claramente. Pero tan pronto como
amanece y sale el Sol iluminando cada rincón y escondrijo, vuelve a su
madriguera cerrando los ojos a la brillantez del Sol. Se satisface con lo
que ha conseguido durante la noche.
Gloria a Dios que hizo que la oscuridad de la noche actuara como la luz
del día para un murciélago, permitiéndole trabajar y buscar su alimento
e hizo del día su tiempo para el retiro y el descanso.
Dio al murciélago alas de carne y no de plumas y puede volar con su
ayuda siempre que así lo desee, parece que fueran parte de sus orejas no
teniendo ni plumas ni huesos pero podéis ver fácilmente las líneas de las
arterias y venas que corren por ellas. Estas dos alas no son tan finas como
para dar chasquidos ni tan gruesas como para ser demasiado pesadas.
Durante su crianza, el pequeño murciélago se adhiere y junta al cuerpo de
su madre, guareciéndose bajo sus extendidas alas, sube y b aja junto con
su madre y nunca se separa de ellas hasta que es suficientemente fuerte
y sus alas son ya bastante fuertes y robustas para soportar el peso de su
cuerpo y hasta haber desarrollado el instinto necesario para reconocer
su alimento y aprende a volar con seguridad en pos de su bienestar.
Cuán Exaltado es Él y cuan Supremamente Gloriosa es Su Sabiduría que
creó todo sin un espécimen o algún modelo creado por algún otro.

Discurso 156
Justo antes de la batalla de Basra, Hazrat ‘Ali (P) se puso frente a los dos
ejércitos y dio el siguiente discurso en el que ha explicado su liderazgo, la
actitud mental del Comandante de las fuerzas rebeldes, las enseñanzas del
Corán y las pruebas a través de las que habrían de pasar los musulmanes:
Quienquiera de entre vosotros que pueda resignarse al la Voluntad de Dios,
debe hacerlo así. Por consiguiente si me seguís y obedecéis, os guiaré, Si
Dios quiere hacia el camino que conduce al Paraíso y Sus bendiciones
aunque sea un camino que al principio os hará ir con dificultades,
turbaciones y sufrimientos.
Por lo que se refiere a esa mujer -que había tomado el mando de los
ejércitos que hacían frente a Hazrat ‘Ali (P) en esa batalla- su mente
femenina está hirviendo de envidia, odio y celos. Si el asunto (Gobierno
musulmán) hubiera ido a algún otro y entonces se le hubiera pedido a
ella combatir contra él, no lo hubiera hecho; sin embargo, a pesar de
su comportamiento maligno e injurioso, mantendré la misma actitud
respetuosa hacia ella que observé durante los días del Santo Profeta (PBd)
pero habrá de dar cuenta de sus acciones ante Dios.
Los siguientes párrafos, presumiblemente son parte de este mismo discurso:
El camino de Dios es una amplia avenida, es un faro brillante y luminoso.
La fe precede a las buenas acciones y las buenas acciones apuntan hacia la
fe. Se complementan recíprocamente. La fe guía también a un hombre hacia
la educación, el aprendizaje y al conocimiento que les hacen darse cuenta
de la proximidad de la muerte la que, termina con los lazos mundanos.
Pero sólo en este mundo y a través de él podemos salvaguardar nuestra
posición para el próximo mundo. Ciertamente no hay refugio que proteja
a los seres humanos contra el Día de Ajuste de Cuentas y la humanidad
está corriendo a gran velocidad hacia ese día.
Otra parte del discurso:
Ciertamente el Día del Juicio la gente saldrá de sus tumbas y se volverá
hacia su destino final: El Paraíso o el Infierno. Nadie será capaz de
cambiar el lugar que le ha sido asignado de acuerdo a sus méritos. El
aconsejar a la gente a hacer el bien y abstenerse de las malas acciones y
pensamientos malignos, son dos principios básicos de la Religión. Y estos
mandamientos y prohibiciones ni acercan a un hombre más a la muerte
ni disminuyen su subsistencia.
Debierais actuar de acuerdo a las enseñanzas del Libro de Dios; es un
pacto permanente, un brillante faro para iluminar mentes desviadas y
una bebida que aplacará totalmente la sed de conocimiento. Protege a
los que se adhieren a él y lleva salvación a los que siguen sus principios.
Es un entrenamiento que nunca se tuerce y por consiguiente no necesita
enderezarse y nunca se extravía por lo que, no necesita nunca de
corrección alguna. El leerlo repetidamente mantiene fresca la mente
humana. Quien hable de acuerdo con él, hablará siempre la verdad y
quien actúe de acuerdo con él, está destinado a ir al Paraíso.
Llegado a este punto del discurso, una persona de los asistentes, se levantó y
preguntó: Por favor, permítenos saber cuáles son las pruebas y tentaciones a
través de las que vamos a pasar, ¿Preguntaste algo de ellas al Santo Profeta
(PBd) y qué te respondió? Hazrat ‘Ali (P) dijo entonces:
Dios Todopoderoso reveló la aleya en el Corán:
«¿Creen los hombre que se les dejará tranquilos por decir que tie-
nen fe -en Dios, el Profeta y la Religión- y que no serán probados
y juzgados?»
(29:2)
Empero, yo sabía que no habría ningún examen y escrutinio a los
corazones de los musulmanes durante la vida del Santo Profeta (PBd)
por lo que le cuestioné: “¡Oh Profeta de Dios! Por favor déjanos saber
cuáles son las pruebas que Dios ha predicho en este versículo y por las
que los musulmanes tienen que pasar”
El Santo Profeta (PBd) respondió: “¡Oh ‘Ali! A continuación de mí, mis
seguidores habrán de pasar a través de un severo escrutinio”. Escuchando
esto, dije: “¡Oh Mensajero de Dios! En el campo de batalla de Uhud,
muchos musulmanes fueron coronados con el martirio, pero a mí se me
dejó con vida, y me sentí pesaroso por ello, pero me consolaste y me
dijiste que llegaría la martirio después de tu muerte”. A continuación,
el Santo Profeta (PBd) replicó: “Por supuesto, como he dicho así habrá
de ser. Pero, ‘Ali, ¿serás capaz de resignarte pacientemente?” Respondí:
“Mi martirio será una ocasión de alegrarme y sentirme agradecido
con Dios, no es cuestión de resignarme a Él pacientemente” El Santo
Profeta (PBd) dijo a continuación: “¡Oh ‘Ali! Después de mi muerte mis
seguidores serán penosamente ávidos de riqueza mundana. Imaginarán
que Dios les debe algo por la aceptación del Islam como su Religión, por
consiguiente, esperarán Sus Bendiciones como una cosa a ellos debida,
y se considerarán inmunes a Su Cólera. El escepticismo y la falta de fe
mezclados con locos deseos y desordenados anhelos les harán permitir
acciones ilegales y les persuadirán a dar el sello de la Religión a las
acciones prohibidas, beberán vino llamándole zumo de frutas. Aceptarán
sobornos bajo el nombre de regalos, santificarán la usura y la consagrarán
como un comercio”. Oyendo esto, pregunté: “¿Deberían ser consideradas
como personas codiciosas y escépticas o como apostatas?” El Santo
Profeta (PBd) respondió: “Deberían ser tratados como musulmanes
sediciosos”.

Discurso 157
El tiempo de vida y cómo debiéramos de hacer uso de ellas para beneficio
eterno:
Toda alabanza es debida a Dios que ha hecho de Su alabanza la llave de Su
Recuerdo, la causa para aumentar sus Favores y la guía para comprender
Su Gloria y para percatarse de Su Grandeza y Poder.
¡Oh Criaturas de Dios! Daos cuenta de que este mundo trata a la gente
de hoy como ha tratado a la gente del pasado. El tiempo pasará y no
volverá nunca y lo que vemos hoy, no permanecerá así eternamente. El
mundo se comporta hoy como se ha comportado en el pasado; los pesares
y sufrimientos que inflige son continuos, sus catástrofes y desgracias se
suceden unos a otros regular y metódicamente como causa y efecto.
Ha hecho que el tiempo os empuje tan despiadadamente como un
conductor de camello empuja a las camellas a las que se les ha terminado
la leche. Si una persona se afana en acciones impropias, se confundirá en
la ignorancia, la impiedad y su alma perecerá. El Shaytán le hace rebelarse
contra Dios adornando y embelleciendo las acciones pecaminosas y
viciosas para engañarle.
Recordad que el Paraíso es para aquellos que son piadosos y hacen buenas
acciones, y el Infierno está destinado para aquellos que traspasan los
límites fijados por Dios o para aquellos que abandonan sus obligaciones
y deberes.
Sabed ¡Oh criaturas de Dios! Que la piedad es un puerto adecuadamente
fortificado y respetable y que, una vida pecaminosa y de vicios es un
refugio tan mezquino e inseguro que no puede proteger ni resguardar a
aquellos que se refugian en ella. Recordad que el temor de Dios puede
protegerles contra los males del pecado y que a través de la verdadera fe,
podrán alcanzar la grandeza, la excelencia y la perfección.
¡Oh gente! Temed a Dios especialmente cuando se trate de vosotros mismos
o una persona a la que estiméis de modo especial. Ciertamente, Dios
Misericordioso os ha mostrado claramente e iluminado brillantemente
el camino de la Verdad y la Justicia. Por consiguiente, no os queda sino
elegir entre el gozo eterno o la condenación perpetua. Se os ha guiado a
los medios y a los caminos de proveeros para el próximo mundo y se os
ha ordenado proseguir y estar preparados para la salida final: la muerte.
Vuestra estancia aquí es como una caravana descansando a orillas del
camino, no sabéis cuando se os dará la orden de marcha. ¡Atended!
¿Cómo puede uno que ha sido creado para el goce eterno, esforzarse
por las formas de vida pecaminosas y viciosas? Y ¿cómo puede alguien
creer que obtendrá beneficios permanentes de una riqueza de la que se
le despojará dejando tras de sí la responsabilidad de dar cuenta por su
correcto uso o de lo contrario?
¡Oh gente! Cualquier cosa que Dios Misericordioso ha prometido en el
camino de Su Benevolencia llegará a la humanidad; por consiguiente,
nada debiera tentar a los hombres sabios hacia el mal y la perversión
que Él prohibió a la humanidad. ¡Oh gente! Temed el día en que vuestras
acciones serán examinadas y juzgadas, un día en que prevalecerá la
angustia y consternación extremas, un día que será tan tremendo y terrible
como para volver viejos a los jóvenes.
¡Oh gente! Recordad que vuestro interior -subconsciente- está observando
vuestras actitudes, vuestros miembros serán testigos de vuestras acciones
y los ángeles de Dios llevan un registro puntual de cada una de vuestras
acciones e incluso del número de las respiraciones que tengáis durante
vuestras vidas. Ni la más oscura noche puede impedir que estos ángeles
os vean e incluso las puertas cerradas no pueden ocultaros de ellos.
Recordad que el Día de Ajuste de Cuentas no está muy lejos.
Hoy, cualquier cosa que conlleve sus placeres, penas, glorias y
pesadumbres y altibajos, pasará y a continuación comenzará un nuevo
día. Siento como si viera que todo el mundo ha llegado a su solitario
destino: la tumba. Qué solitaria es esa casa, qué lugar tan abandonado,
desolado, melancólico y qué morada tan solitaria y desamparada para
que uno llegue como extranjero al final de su viaje. Siento como si oyera
la trompeta llamándoos a la resurrección, como si viera el Día del
Juicio arribando, y como si estuvierais saliendo de vuestras tumbas para
recibir lo que merecéis. Se desvaneces de vuestras mentes las nociones de
incredulidad de Dios y Su Poder, la oscuridad ha desaparecido y podéis
ver cara a cara la realidad y daros cuenta de la Verdad predicada por
el Islam. Escuchadme y precaveos de los cambios de la vida, el tiempo y
aprovecharos oportunamente de las lecciones que el temor de Dios y la
piedad os enseñan.

Discurso 158
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) habló con gran consideración del Santo Profeta
(PBd) y del Sagrado Corán y hace unas pocas menciones sobre sí mismo y
de los Omeyas. Predice que los Omeyas, una vez perdido su predominio en
Arabia, no lo volverán a conseguir nunca, un hecho que ha resultado ser cierto
hasta el presente.
Dios Misericordioso ha enviado a nuestro Santo Profeta (PBd) como
Su Mensajero para la humanidad en una época en que el mundo estuvo
privado por mucho tiempo de un guía y Profeta; de un tiempo en que la
humanidad había pasado durante siglos en la ignorancia, la infidelidad
y el paganismo; en un tiempo en que las enseñanzas de los Profetas (P)
anteriores se encontraban empañadas y apagadas. Vino como testigo,
confirmando y reafirmando las enseñanzas de los profetas (P) que habían
venido antes de él y los Libros Sagrados que habían sido revelados. Trajo
con él una Luz Divina que es el Sagrado Corán.
Queréis que el Libro Sagrado os hablé -lo sé- pero no puede hablar
-naturalmente- pero os explicaré sus enseñanzas e interpretaré para
vosotros los preceptos y prohibiciones que se encuentran en él. Recordad
que el Corán puede predecir el futuro de la humanidad, contiene la historia
del pasado y puede prescribir la mejor y más segura cura para las mentes
torcidas y las conciencias enfermas.
Más adelante, señaló:
En los días del régimen Omeya no habrá resistencia de pobre o rico que
no se vean forzados por el gobierno tiránico, la injusticia, la opresión, el
pesar, la privación, o en los que no se introduzcan el vicio y la perversión
y nadie vendrá en ayuda de las personas oprimidas y maltratadas.
Elegiréis a personas equivocadas y que no merezcan el Califato y
entregaréis las riendas del Estado en manos perversas y ateas. Pero este
régimen ateo no continuará por siempre, y Dios en el inmediato futuro
castigará a los opresores y a los tiranos; se les pagará con su propia
moneda, serán degradados y se les hará sufrir la privación, la injusticia,
la crueldad, la violencia y las torturas del mismo modo y en la misma
medida que ellos las aplicaron.
¡Por Dios! Estos Omeyas habrán de ceder este Estado no mucho tiempo
después de mí y, nunca volverá a ellos.
Cuan cierto fue lo que predijo Hazrat ‘Ali (P) y lo hizo alrededor del año 38
de la hégira (dos antes de su martirio) posteriormente y en menos de un siglo,
terminó el régimen de pecado y pesar de los Omeyas y nunca se volvió a
repetir en Arabia aunque otra rama de esa familia gobernó por mucho tiempo
en Al-Andalus.

Discurso 159
En unas pocas palabras, Hazrat ‘Ali (P) relató lo que hizo por aquellos que
estuvieron bajo su gobierno:
He cumplido con mi deber hacia vosotros como vuestro amigo y vecino,
de un modo meritorio. Os he protegido lo mejor que puede. Os he liberado
de la opresión, desgracia, humillación y deshonor. Pasando por alto
algunos de vuestros numerosos defectos y fallas que podían fácilmente
ser detectadas. Hice todo esto a cambio de los pequeños servicios que
hicisteis al Islam.

Discurso 160
En este discurso, tras alabar a Dios y explicar la Gloria de Su Creación,
Hazrat ‘Ali (P) expresa admiración por la gente que dice que sus esperanzas
descansan en Dios y que, de hecho, sirven a los hombres de poder y riqueza
más deseosamente de lo que sirven a Dios. A continuación aconseja a la gente a
que tenga ante sus ojos la vida de los Profetas (P) como modelo, especialmente
la vida de nuestro Santo Profeta (PBd) cuya grandeza de carácter y forma de
vida que expone en detalle:
Sus Decretos son irreversibles y decisivos, están basados en Su Suprema
Sabiduría y Justicia. Su aprobación se manifiesta en Su Misericordia y
Perdón. Sus decisiones son finales porque Su Conocimiento cubre a cada
cosa y a cada hecho. Su Perdón se debe a Su Clemencia, Compasión y
Caridad por Sus criaturas.
¡Oh Señor! Mereces alabanzas por toda bendición que Tú concedes al
igual que toda felicidad que Tú llevas; Mereces alabanzas por toda cura
que le concedes a un cuerpo enfermo; al igual que por toda enfermedad
que nos aqueja. Mereces las alabanzas que se adecuan a Tu Gloria,
alabanzas que merecen Tu aprobación, que son suficientemente sublimes
para expresar Tu Grandeza y que enuncian del mejor modo los diferentes
aspectos de Tu Gloria y Poder, que Te son agradables, que no pueden ser
consideradas no aptas para alcanzar la eminencia y honor e Tu Agrado
y la trascendencia de Tu Aprobación y Aceptación.
¡Oh Señor! No sabemos cuan Grande Eres Tú, pero sabemos que Eres
Inmortal, Eterno y que tienes tan Supremo Poder y Sabiduría que cualquier
forma de debilidad, sueño u olvido no pueden ni acercarse a Ti. Nadie
puede nunca Verte o Comprenderte, pero Tú lo Ves todo y a todo el mundo.
Conoces la edad de toda criatura y todo objeto en el Universo está bajo
Tu completo control.
Las maravillas de Tu creación y ejemplos de Tu Poder que vemos a nuestro
alrededor nos atemorizan y sorprenden y nos hacen darnos cuenta de
qué Grande es Tu Sabiduría y Conocimiento y qué Supremo Es Tu Poder.
Sin embargo, ¡Oh Señor! Nuestras mentes son incapaces de penetrar o
sondear la extensión de Tu Reino, de comprender o concebir los procesos
de Tu Creación, de examinar o comprender las leyes que gobiernan Tus
Universos y de darse cuenta de los estadios a través de los cuales han
pasado. Estas son nuestras limitaciones que podemos ver y observar
respecto a Tus Creaciones. Pero estamos seguros que aquellas de Tus
Creaciones que están absolutamente ocultas a nuestro conocimiento, que
no podemos comprender o visualizar y que están ocultas bajo pesadas
cortinas (las limitaciones de la mente humana y de la ciencia) son incluso
más maravillosas, misteriosas e inspiradoras de temor.
Quienquiera que libere su mente de los deseos y conexiones mundanas y
pueda concentrarla en la contemplación de la Grandeza de Tu Reino a
su alrededor, encuentra que su mente vacila, su visión y sus instrumentos
(telescopios y similares) fallan, su intelecto se confunde y su conocimiento
no puede ayudarle a comprender.
¡Oh Señor! ¿Cómo Has creado el Espacio? ¿Porqué Has hecho existir a
las criaturas? ¿Cómo flotan las galaxias en el gas primordial o elemental?
¿Cómo Has estabilizado la Tierra en los torbellinos de los ondulantes y
enrollantes fluidos de gas?
Una parte del discurso anterior:
El hombre pretende a menudo -equivocadamente- que confía en Dios,
pero por Dios, que sus acciones le desmienten a él y a su creencia. Las
acciones de cada hombre revelan naturalmente lo que espera como
consecuencias en forma de recompensas o castigos. Pero por lo que se
refiere a su fe en Dios, parece que su creencia en Dios y en Su Justicia
no es ni sincera ni pura. El hombre parece estar afectado de toda clase
de miedos excepto del miedo a Dios. Parece como si hubiese dado una
importancia secundaria al temor a Dios. Obviamente, un hombre debería
esperar grandes recompensas de Dios y retribuciones más pequeñas de
sus prójimos, sin embargo, sirve más sincera, vigorosa y diligentemente
al propio hombre, lo que resulta increíble. Rehúsa de Dios lo que Él le
ofrece sincera y voluntariamente al hombre; ¡Oh hombre! ¿Tienes miedo
de que tus prójimos no te recompensen a menos que trabajes para ellos
más fiel y persistentemente de lo que trabajas para Dios o es que no
esperas encontrar ninguna fuente de recompensa más genuina, objetiva
y real que la de un hombre como tú?
Similarmente son los fenómenos de la mente humana cuando tiene
miedo de otro individuo, de la sociedad o de sus prójimos; este miedo se
manifiesta en él más notoriamente que el miedo a Dios. ¿Porqué esto es
así? ¿Es la creencia -del hombre- en el desagrado y enfado de otro hombre
más sincera, convincente y fuerte que su creencia en la Cólera de Dios?
¿Cree que la ira de un hombre traerá consecuencias inmediatas y que
la Cólera de Dios es simplemente un rumor o algo que puede tener o no
lugar en algún incierto y distante futuro?
Idéntico es el caso de aquellos que dan una importancia indebida
-exagerada- a este mundo y le han dado gran significación. Muestran más
respeto y consideración hacia el mundo que hacia Dios Todopoderoso y
se unen a él, volviéndose sus esclavos.
Ante vosotros está el ejemplo del Santo Profeta (PBd) para que lo sigáis;
es suficiente para que seáis guiados el hecho de que ha censurado a este
mundo y de que ha explicado completamente sus males, corrupción y
vicios. Sus viciosos placeres no eran para él, sino para los enemigos de
Dios y del hombre. No disfrutó los placeres de la vida ni se engalanó con
su pompa y vanagloria.
Si queréis estudiar las vidas de los grandes hombres, ahí tenéis la vida de
Moisés (P) ante vosotros, siempre rezó ante Dios: “Señor, tenía realmente
necesidad de lo que amablemente me has otorgado, ¡Por Favor Señor!
No me dejes” De hecho, estaba rezando por una hogaza de pan ya que
habitualmente comía vegetales y vivía de hierbas comestibles. Vivió por
tanto tiempo de vegetales verdes -sin cocinar ni sazonar- que su piel, en
determinados lugares tomó un color verdoso.
Si os gusta, ahí tenéis el ejemplo de David (P) el dulce cantor del Paraíso, a
quien le fueron revelados los Salmos. Acostumbraba a hacer cestos con las
hojas de palma datilera, a venderlos y a vivir de lo que conseguía de este
modo, a pesar de que era un Rey y tenía a sus órdenes a un gran ejército.
Podéis imitar el noble ejemplo de Jesús hijo de María (P) usaba una piedra
como almohada y usaba ásperos vestidos. El hambre fue la única salsa
que usó siempre. Sólo la Luna iluminaba sus noches y solamente el Sol
le dio algún calor durante el invierno. Sus postres -frutas- eran aquellos
vegetales que también comían los animales. No tuvo esposa que le atrajera
hacia los caminos mundanales ni hijos cuyo amor podía interponerse
entre él y el deber; no tuvo riqueza, cuya posesión y protección pudieran
haberle apartado los pensamientos del próximo mundo. No fue un avaro,
por consiguiente, nunca se humilló. Sus vehículos eran sus piernas y sus
servidores sus manos. Si os gusta, podéis seguir su ejemplo.
Pero el mejor ejemplo para vosotros es seguir a nuestro Santo Profeta
(PBd) seguidle fiel y sinceramente. Es el más grande líder para aquellos
que necesitan un líder y un maestro para aquellos que desean alcanzar el
autoconocimiento. De entre Sus criaturas, Dios gusta sobre todo de aquel
que obedece a este Profeta de Dios y sigue sus pasos.
Nuestro Santo Profeta (PBd) utilizó las cosas mundanales sólo para
las necesidades más básicas de la vida y nunca pensó en obtener
ninguna comodidad en la vida ni siquiera temporalmente. Comía poco
y generalmente estaba hambriento. Cuan a menudo los placeres de esta
vida le fueron presentados y él rehusó en aceptarlos. Su voluntad era la
Voluntad de Dios. Detestaba aquellas cosas que Dios detesta, despreciaba
aquellas cosas que son despreciadas por Dios y aquellos hechos que Dios
desdeña.
Recordad que tales rasgos de nuestro carácter, como el que nos gusten
aquellas cosas que son reprobadas por Dios y Su Santo Profeta (PBd)
y que demos gran importancia a aquellas cosas que son detestadas por
Dios y Su Santo Profeta (PBd) son suficientes para hacernos enemigos
de Dios y rebeldes contra Sus Órdenes.
Nuestro Santo Profeta (PBd) acostumbraba a tomar sus comidas mientras
estaba sentado en la tierra, y acostumbraba sentarse como una persona
ordinaria, como un pobre y no como un Rey o un noble. Reparaba sus
propios zapatos, lavaba sus propios vestidos, y cabalgaba sin montura
sobre un burro; e incluso, si había carestía de monturas llevaba a otro
cabalgando detrás de él. Una vez encontró en su puerta una cortina con
algunos dibujos, pidió a su esposa que quitara la cortina, diciendo que
aquellos dibujos le recordaban a este perverso mundo y a sus tentaciones.
Odiaba sinceramente el esplendor y pompa de este mundo y había
apartado los deseos de placer de su mente. Despreciaba y odiaba las
ostentaciones de una vida lujosa para que no pudieran tentarle ni pudiera
pensar en este mundo como una morada permanente o un lugar para
regocijarse con lujuria y opulencia. No tenía en absoluto inclinación
por una vida de comodines, esto no tenía encanto para él ni lugar en su
corazón. Incluso la simple conversación acerca de ello era abominable
para él. No gustaba de lujos alrededor de él o escuchar de ellos en su
comunidad, como una persona que odia ver a su peor enemigo y detesta
escuchar su nombre en público.
Ciertamente la vida y el carácter del Santo Profeta (PBd) os enseñarán
cuan malo y vicioso es este mundo y sus costumbres. Él, los miembros de
su familia y sus fieles seguidores a menudo estaban hambrientos y aunque
tenían un lugar muy elevado en el Reino de Dios, evitaban, sin embargo,
la ostentación y pompa en sus formas de vida, y sus auténticos segadores
le imitaban a este respecto.
Un hombre con sentido común puede muy bien razonar si Dios
Todopoderoso habiendo asignado una vida tan sencilla a este Mensajero
elegido, ha mostrado realmente gran consideración hacia él o le ha
humillado. Si alguien dice que Dios le ha humillado y ha designado para él
una vida de privación y pobreza para él, entonces miente, porque el hecho
histórico es que el Santo Profeta (PBd) era un vástago de una familia noble
y rica y su primer esposa Jadiyah también era muy rica. Así mismo, llegó
a ser gradualmente el gobernante del Estado Árabe. Por consiguiente, no
le fue asignada una vida simple y pobre como humillación o necesidad
sino que voluntariamente la adoptó y le fue asignada por Dios como signo
de Su elevada consideración hacia Su mensajero (PBd)
Ser un Gobernante y hombre rico y llevar voluntariamente la vida de un
pobre y dar toda su riqueza al necesitado no es signo de humillación, sino
una marca y un emblema de grandeza.
Y si alguno piensa que Dios elevó de ese modo la posición y rango del
Santo Profeta (PBd) entonces habrá de admitir que, otorgando vidas de
riqueza, esplendor y lujo a sus enemigos y manteniéndoles apartados de
Su Mensajero es un signo de Favor. Él Ha humillado a los enemigos del
Santo Profeta (PBd)
Por consiguiente es deber de sus seguidores tomar ejemplo de su vida e
intentar imitarle, seguir sus pasos y llevar la vida que llevó el Santo Profeta
(PBd) de otro modo, nada puede salvarles de la condenación eterna.
Recordad que Dios Todopoderoso le dio la tarea de advertiros acerca del
Día del Juicio, de llevaros las buenas nuevas del Paraíso y de atemorizaros
con el Fuego Eterno.
Dejó el mundo como una persona desposeída y pobre, aunque era el
Gobernante del mundo musulmán cuando murió, y alcanzó su destino
con merecida grandeza. Mientras vivió, nunca construyó para sí una
casa y cuando Dios le llamó partió felizmente a su eterna morada. La
mayor bendición de Dios Misericordioso sobre nosotros es el que no haya
concedido a tal profeta (PBd) un guía que debemos seguir y un líder que
debemos obedecer. Miradme, he remendado mí vestido tan a menudo
que me da vergüenza darlo para que le hagan más remiendos. Alguien
me sugirió que lo tirara, pero le dije: “Vete, no intentes tentarme, porque
quienes lo pasan mal en esta vida serán felices en el más allá”

Discurso 161
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) ha elogiado al Santo Profeta (PBd) explicando
algunas actividades propias de la profecía y aconseja a la gente a abrazar el
Islam y a seguir sincera y fielmente sus principios. Aconseja también, temer
a Dios, hacer el bien, a tomar advertencia de las vidas y muertes de la gente
que se han ido antes que ellos:
Dios Todopoderoso Ha enviado al Santo Profeta (PBd) como Su Mensajero
acompañado de una Luz Divina, un Código claro -las Leyes y doctrinas
del Islam- un sendero iluminado -La Sunnah- y un libro de Guía Divina
-el Corán- Sus antepasados y descendientes son de lo mejor de la Raza
Humana.
Los descendientes del Santo Profeta (PBd) son gente de carácter sublime,
glorioso y sus enseñanzas son la mejor guía para la humanidad. Su lugar
de nacimiento fue la Meca y su lugar de emigración fue Medina lugar desde
el cual se extendió su fama por todos los confines y sus enseñanzas fueron
llevadas por doquier. Dios Misericordioso Le Ha enviado equipado con los
argumentos más efectivos y adecuados como prueba de su profecía, con
los discursos más convincentes para advertir a la gente de los resultados
de una vida pecaminosa. Y con una religión que arrancará de la sociedad
todo pecado, vicio, impiedad y crimen.
A través del Islam, el Santo Profeta (PBd) enseñó a la humanidad los
principios de Verdad y Justicia que no conocían debido a su ignorancia.
Erradicó aquellas innovaciones perversas que se habían deslizado por
causa de otras Religiones. Explicó claramente las Órdenes y Argumentos
Divinos. Si ahora, alguna persona adopta otra religión que no sea el Islam,
será su desgracia, se atraerá su propia ruina, estará cometiendo un grave
error y sellará su destino para la condenación eterna.
Mi confianza está en Dios y a Él vuelvo. Le rezo para que me guíe por el
camino recto que me conducirá a Su Paraíso: el destino que Desea que
alcance todo ser humano.
¡Oh gente! Os aconsejo que temáis y obedezcáis a Dios porque Su Temor
y Obediencia, son los dos medios de salvación ene. Día del Juicio, una
salvación que es eterna, nuestro Santo Profeta (PBd) hizo lo mejor que
pudo para familiarizarnos con los horrores del Infierno y advertirnos de
las consecuencias de Su Cólera. No solamente os explicó los resultados
finales de la consecución de riquezas y poder, sino que dio ejemplos de
vuestra historia y sociedad; os dijo la rápidamente que la riqueza y el
poder se separarán de vosotros, lo velozmente que decaen y lo rápido
de su deterioro. Os aconsejó que evitaseis aquellas cosas mundanas que
os atraen y os seducen porque no durarán entre vosotros sino muy poco
tiempo.
Recordad que el mundo y la vida -ambos- que tienen grandes oportunidades
de atraeros hacia el pecado, es una morada de Su Cólera y un lugar que
al Él no le agrada. ¡Oh criaturas de Dios! No os embrutezcáis realizando
una vida tal, porque sabéis que no vale la pena, no es duradero y no es
realmente benéfico. Sed consejeros amables y simpáticos hacia vosotros
mismos y aconsejad a vuestro interior de abstenerse de impíos trabajos
y faenas. Tomad lección de la historia, destrucción y muerte de la gente
rica y poderosa que han desaparecido antes de vosotros. Sus nombres y
fama no están más con ellos y sus placeres y pompa se han desvanecido.
No pueden vivir ya con sus esposas e hijos. Su orgullo y vanidad se han
extinguido. Sus lazos con la humanidad han cesado, no pueden procrear
hijos, no pueden reunirse unos con otros y no pueden ser útiles unos a
otros como vecinos (en sus tumbas)
¡Oh gente! Temed a Dios como un hombre que ha dominado sus emociones
y deseos y ha adquirido completo control sobre su mente, temed a Dios
como un hombre que ha desarrollado su conocimiento y sabiduría y que
ha alcanzado el dominio de sus pasiones. Los fundamentos del Islam, los
mandamientos y prohibiciones os san sido completamente explicados. Ha
fijado para vosotros el signo de Su guía, el camino de la salvación está
abierto para vosotros y es un camino despejado y recto, ¿Qué más queréis?
Discurso 162
Uno de sus Compañeros, un miembro del clan de los Bani Asad, preguntó a
Hazrat ‘Ali (P) sobre el porqué, a pesar de ser un miembro de la familia, yerno
y más próximo compañero del Santo Profeta (PBd) fue privado del Califato,
a pesar de ser quien lo merecía mayormente.
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) explicó brevemente la situación, llama la
atención de los oyentes a la ironía de los acontecimientos y circunstancias que
culminaron con la petición del Califato por parte del hijo del archienemigo
del Islam: Mu’awiyah. Una dama del clan de los Bani Asad, era esposa del
Santo Profeta (PBd) Hazrat ‘Ali (P) se ha referido al parentesco diciendo que
ha dado al preguntador el derecho a hacerle esa pregunta:
¡Oh hermanos del clan de los Bani Asad! Al parecer no estáis muy al
tanto de las circunstancias que condujeron a ello; pero dado que vuestro
clan está emparentado con el Santo Profeta (PBd) tenéis derecho a hacer
tal pregunta. ¿Deseáis conocer la verdad y comprender la razón por la
que mis derechos fueron usurpados y porqué se adoptó tal despotismo
en mi contra?
Sabéis muy bien que soy del mejor clan de Arabia y estoy muy
estrechamente emparentado a él. No fue porque fuera una persona de
origen humilde o de una tribu distante al Santo Profeta (PBd) que me fue
usurpado el Califato. Sino porque una facción tenía el desordenado deseo
de apoderarse el Gobierno del Estado Musulmán, mientras que la otra
no alcanzaba suficiente importancia. En el Día del Juicio, Dios decidirá
entre lo correcto y lo equivocado.
Pero, amigo, olvídate de este tema sobre el que mucho se ha dicho y
sobre el que he hablado a menudo, sino más bien observa la ironía de los
acontecimientos hasta ahora acaecidos y el comportamiento de Ibn Abu
Sufyan. Como me ha hecho reírme de su ridiculez de correr tras cosas
tan rápidamente perecederas como la pompa y gloria mundanas, y cómo
me he entristecido por la suerte de los musulmanes y el Islam. Nada me
sorprende de ello, las religiones del mundo han de pasar a través de todo
esto.
Empero, lo que me hizo maravillar de Mu’awiyah es el hecho de que tras
alcanzar injustamente el deseo de su corazón -un gobierno despótico
en un Estado rico- no está satisfecho y está completamente atareado en
introducir innovaciones y cisma en el Islam. Este enemigo de Dios quiere
extinguir la Luz Divina, cerrar la fuente del Conocimiento, contaminar
el cristalino manantial del Islam.
Si paso a través de este periodo de prueba y sedición satisfactoriamente,
haré lo que pueda para erradicar estas innovaciones, limpiar de toda
polución las fuentes de Conocimiento Divino y por hacer que el Islam os
guíe, como debiera, hacia Dios; pero si fracaso, no os descorazonéis y
no cedáis a la desesperación. Sólo Dios sabe lo que pretende Mu’awiyah
y su partido.

Discurso 163
Este es un discurso en alabanza a Dios. Contiene también consejos para que
el hombre comprenda de qué está hecho, y cómo fue creado y puesto en este
mundo para percatarse de la Gloria y Poder del Gran Arquitecto que le diseñó
y dio la vida:
Glorificado Sea Dios que Ha creado a la Humanidad, que dio una
superficie -corteza- a esta tierra, que hizo que los ríos corrieran por es
corteza y que permitió que el verdor cubriera incluso las montañas y
altiplanos.
No hay principio ni fin para Su Entidad, está más allá del tiempo, Es
el primero y no se puede imaginar comienzo a Su origen ni final a Su
Existencia. La naturaleza y todo lo que hay en ello -del microcosmos al
macrocosmos- se inclinan humildemente ante Él, obedecen sumisamente
Sus Mandamientos y reverentemente ofrecen alabanzas a Su Gloria.
Al comienzo de la creación, concedió a todo (desde la energía, radiación,
hasta los componentes materiales, la vida y la mente) propiedades
especiales y adecuadas, formas y funciones y les confinó -de tal modo-
dentro de los límites de dichos atributos que cada uno de ellos es prueba
de que ha sido creado y es meramente una criatura obedeciendo un
programa que ha sido previamente trazado.
La imaginación fracasa en Encontrarle dentro de límites o dimensiones,
no puede sugerir de Él ningún movimiento o cambio de lugar y no puede
pensar ninguna forma o cuerpo para Él. Está más allá de la comprensión y
el entendimiento. Así pues, no es posible explicar cuando comenzó a Existir
y por cuanto tiempo Permanecerá. Su Existencia es Autoevidente, pero no
se puede decir cómo se manifiesta a Sí Mismo. Está Oculto de nuestros
sentidos e intelecto, pero no se puede explicar en dónde está oculto. No
teniendo forma ni cuerpo, no Está sujeto a ningún cambio, deterioro o
destrucción, ninguna cortina puede nunca Cubrirle u Ocultarle. No Está
ni próximo a Sus criaturas de un modo que puedan Tocarle o Sentirle
físicamente ni su separación de Sus criaturas es como la de un campo
respecto a otro.
Nada le está oculto, Conoce lo que ve un hombre, lo que piensa y lo que
dice abierta y secretamente. Ve también cuando un hombre sobrepasa los
límites de su integridad -humanismo- y los cánones de la justicia, osada,
abierta y desvergonzadamente, sin temor a Dios y a la sociedad, o tras
la cortina del secreto, oculto a los ojos de otros hombres.
Sobrepasa el comienzo del tiempo y del espacio. Está mucho más allá
de las cifras mediante las cuales se les puede medir y muy por encima
de tal tiempo y espacio -dimensiones- tal y como lo han descubierto los
hombres de conocimiento (filósofos y científicos) el tiempo, el espacio,
las dimensiones son para Sus criaturas y no para Él.
No ha creado los Universos a partir de materia y energía que ya existieran,
ni de acuerdo a formas o modelos anteriores que existieran previamente,
ni Ha concedido a la naturaleza una existencia o eternidad perpetuas.
Sino que le dio creación espontánea basada en Su Suprema Sabiduría
y previsión y Dio a cada objeto la forma, lugar y propiedades que más
le convenían. Nada en la naturaleza puede desobedecerle, pero esta
obediencia no quiere decir que Le aproveche de modo alguno. Conoce lo
que ha sucedido y lo que está sucediendo; Conoce lo que está más allá
del espacio al igual de que ahí se encuentra.
Parte del discurso anterior:
¡Oh hombre! Que eres la pieza maestra de la creación en esta tierra,
cuyo cuerpo recibió su forma final en las oscuras regiones del vientre
de su madre tras espesas cortinas, recuerda que estás que estás hecho
de polvo y que por un tiempo determinado -mientras te desarrollabas-
fuiste mantenido oculto a los ojos humanos. Tus movimientos estaban allí
escondidos, no podías escuchar a nadie ni responder cuando se dirigían a
ti. Después se te dio a luz en un lugar que era nuevo completamente para
ti, donde eras extraño, donde no sabías que era bueno para ti ni que era
malo. ¿Quién te enseñó a obtener tu alimento del pecho de tu madre y
quién te enseñó a chupar leche? ¿Quién te enseñó a expresar tu agrado
con peticiones con tu llanto y tus movimientos? Ciertamente cuando no
puedes comprender a completamente a tu ser, ¿Cómo puedes comprender
a Tu Creador?
Es imposible que comprendas a Dios con los atributos destinados sólo
para Sus criaturas.

Discurso 164
Durante el gobierno del Califa ‘Uthman, la gente se congregó alrededor de
Hazrat ‘Ali (P) quejándose del mal trato que estaban recibiendo y del daño
que se estaba haciendo. Pidieron a Hazrat ‘Ali (P) que se acercara al Califa y
le aconsejara a seguir los caminos de la Verdad y la Justicia. Por consiguiente,
fue a donde el Califa ‘Uthman y le aconsejó como sigue:
La gente está esperándome para llevarles tu respuesta. Me han enviado
aquí como mensajero de modo que pueda actuar como mediador entre
ti y ellos.
Por Dios que no sé que decirte, estás tan al tanto de la situación como
yo. Puedes darte cuenta completamente de que serio es. Soy un hombre
sin ficción, por consiguiente no sé nada de lo que tú no estés al tanto,
ni he escuchado que no te hayan relatado y que no pueda traerte como
noticias. No deseo llevarte a nuevas dificultades. De la urgencia actual,
he visto sólo tanto como tú y he oído lo que ya se te ha dicho.
Pero quiero recordarte que tú has pasado también tus días en compañía
del Santo Profeta (PBd) junto con todos nosotros. Le has escuchado
predicar y has visto cómo trató a la humanidad. ¿Porqué no puedes actuar
como te enseñó? La responsabilidad de gobernar un estado basado en los
principios de equidad y justicia no concernía más al hijo de Abu Quahfa
(El Califa Abu Bakr) y al hijo de Juttab (el Califa ‘Umar) de lo que te
concierne a ti. Por el contrario, tu responsabilidad es mayor, porque estás
emparentado con el Santo Profeta (PBd) y en cierto modo, eras su yerno64.
64 Acerca de las dos esposas del califa ‘Uthman hay hechos históricos que se contradicen entre
sí. Los nombres de estas dos damas fueron Ruqqayah y Umm Kulthum, o Zainab y Umm
Kulthum. El califa ‘Uthman se había casado con una después de la muerte de la otra. Algunos
historiadores consideran que estas damas eran hijas del Santo Profeta (PBd), mientras que
otros han escrito que ellas eran hijas de Jadiya de su primer matrimonio. Como ella tenía a
estas hijas consigo, naturalmente el Santo Profeta (PBd) de acuerdo con su conocida be-
nevolencia y actitud afectuosa con los niños, las trataba como si fueran de él; mientras que
hay algunos historiadores del período de la era preIslámica, que escriben diciendo que eran
hijas de Hala, hermana de Jadiya, y a la muerte de Hala y su esposo, Jadiya se hizo cargo
Por Dios, no te estoy explicando esto porque no puedas darte cuenta de
estos hechos o porque los hayas olvidado. La ignorancia no puede ser una
excusa en este caso, porque el camino trazado por el Islam es muy claro,
el camino está recto e iluminado, los fundamentos, como fueron dictados
por el Santo Profeta (PBd) son imperturbablemente firmes y duraderos y
no hay posibilidad de antigüedad en los Mandamientos y prohibiciones
de Dios. ¡Recuerda! El mejor hombre ante Dios es un gobernante justo
y benevolente, un gobernante que ha sido guiado por el Islam y puede
guiar a otros hacia el Islam, que ha mantenido las tradiciones del Santo
Profeta (PBd) y que hace lo que puede para hacer frente y combatir las
innovaciones que lentamente se deslizan en las enseñanzas de la Religión.
Ciertamente todas la tradiciones del Santo Profeta (PBd) son muy claras
y fácilmente comprensibles y a través de ellas los principios básicos de un
buen gobierno han sido fijados permanentemente, no pueden ser alterados.
De modo similar, los caminos del cisma y la innovación son también muy
obvios. No hay posibilidad de ambigüedad: el mal no se puede confundir
con el bien.
El peor ser humano ante Dios es el jefe cruel y descarriado; está
extraviado y extravía a otros. Desdeña el camino trazado por la religión,
las enseñanzas por ella impartidas y las reformas por ella introducidas
y devuelve a la sociedad islámica a las viejas y malas costumbres
descartadas por el Santo Profeta (PBd)
He oído decir al Santo Profeta (PBd) “El jefe cruel será llevado ante Dios
en Día del Juicio, no habrá nadie que le defienda o venga en su ayuda.
Será enviado al Infierno en donde será arrojado dentro de un torbellino
de castigo tras castigo hasta que reciba lo que se merece”.
Te suplico, en nombre de Dios, que no seas un jefe tan cruel y malicioso
como para ser muerto pro las masas oprimidas, porque se dice que en
el Islam un gobernante morirá cuando su política equivocada y crueles
acciones, den lugar permanentemente a los caminos de la crueldad, la
de estas niñas huérfanas. En los días pre-lslámicos estas dos jóvenes crecieron y llegaron
a la edad casadera. Habían sido casadas con los dos hijos de Abu Lahab. Cuando el Santo
Profeta (PBd) empezó a predicar el Islam, este hecho molestó a Abu Lahab y éste ordenó que
sus dos hijos se divorciaran de las damas mencionadas. Después de este divorcio, una de
ellas se casó con el califa ‘Uthman y después de que ella murió, la otra también se casó con
el Abulgasim Kifi (murió en 352 H.) en su libro “Kitab ul Istaghatha” -pag. 69- escribe: “Unos
días después del matrimonio del Santo Profeta (PBd) con Jadiya murió Hala, la hermana de
ella. Ella dejó dos hijas y Jadiya las crió como sus propias hijas, por lo que solían considerar
al Santo Profeta (PBd) como su padre”.
atrocidad, la ferocidad y el derramamiento de sangre. Creará dudas en
las enseñanzas del Islam, introducirá innovaciones en la Religión, y hará
que la impiedad y la incredulidad se apoderen firmemente de lo correcto
y la gente, culpándose unas a otras de estas calamidades, se encontrarán
finalmente inmersas en pesares y sufrimientos.
Eres una persona suficientemente vieja y experimentada y la experiencia
y conocimiento están a tu disposición, no te conviertas en un animal de
carga de Murwan y no le permitas que te lleve a donde le plazca y te
arrastre a donde quiera.
Escuchando esto el Califa ‘Uthman, respondió: “Por favor ‘Ali, pide a esta
gente que me de tiempo de modo que pueda compensarles por el daño que
han sufrido y enmiende lo malo que le haya hecho”. A continuación, Hazrat
‘Ali (P) le contestó:
¿Porqué pides tiempo? Por lo que se refiere a Medina, da inmediatas
órdenes y por lo que se refiere a las provincias apartadas, el tiempo que
les tomará a tus órdenes llegar allí será demora suficiente. Piensa acerca
de ello y actúa en nombre de Dios.

Discurso 165
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) llama la atención a la gente hacia las maravillas
de la creación y la perfección -en su propia esfera existencial- otorgada por
Dios a toda criatura. Cita al pavo real como un ejemplo y explica los diferentes
puntos de belleza en su cuerpo. A continuación, concluye que toda forma
de vida es una gran exhibición del Supremo Arte de crear vida. Algunos
comentaristas se dedican a criticar siempre a Hazrat ‘Ali (P) han dicho que la
suya era una mente pesimistamente ascética, que siempre miró a este mundo
y todo lo conectado con él como si fuera un lugar donde no había belleza,
encanto, esperanza, placer, oportunidad y tiempo de estar o vivir felizmente.
Este discurso y muchos otros similares, prueban la falta de validez de tales
afirmaciones, muestran que Hazrat ‘Ali (P) amaba la naturaleza, disfrutaba
de su examen, se maravillaba del arte que exhibía, de la profundidad de
conocimiento que revelaba, del poder sobre la materia y la energía que en ella
se manifestaba; veía la mano del Gran Arquitecto del Universo en todo esto.
Las maravillas de la naturaleza le agradaban y le hacían alabar a Dios por Su
Gloria y Poder. Nos enseñó a hacer lo mismo. Lo que repudiaba y denostaba
era un mundo lleno de formas de vida viciosas y pecadoras en donde no había
justicia, verdad e igualdad de derechos y oportunidades.
Aborrecía un mundo con tal profundidad de odio sin paralelo en la historia del
hombre. Aconsejaba a otros a odiarlo y a recordar que la vida, buena o mala,
es mortal y no merece la pena pasarla en vicios y perversión. El discurso es
el siguiente:
Qué maravillosa creación ha exhibido Dios Todopoderoso en Sus
Criaturas; bien sean organismos vivientes o materia inanimada, cuerpos
que tienen movimiento propio o los que no pueden moverse por sí mismos,
han sido todos configurados y creados del modo más maravilloso. El Gran
Arquitecto del Universo ha desplegado signos claros, obvios y tangibles de
gracia y elegancia en cada diseño de la creación y, la Grandeza y Gloria
de Su Poder en toda forma y sistema al que dio existencia.
Mirad a la naturaleza y en qué consiste, qué despliegue de sabiduría,
filosofía, ciencia, arte y qué manifestación de poder y grandeza. Ha hecho
que grandes científicos, sabios filósofos y diestros artistas (las grandes
mentes humanas) se maravillen de su grandeza, admiren su magnitud, se
inclinen ante lo sublime que es, y acepten un único y Supremo Intelecto,
un Creador detrás de todo esto.
Mirad a vuestro alrededor, mirad a los pájaros, cuántas especies de ellos
Ha creado, cuán innumerables formas. Están los que viven a orillas de
los ríos o en los surcos de los prados, están los que descansan en valles y
aquellos cuyos habitáculos están en los picos de grandes montañas. Sus
alas y plumas son de tan diferentes formas que la variedad de una especie
apenas si se parece a la otra. Vuelan, flotan y se elevan en el espacio de
acuerdo a comportamientos que les han sido predestinados. Todo acerca
de su existencia indica claramente que sus formas, diseños de sus huesos,
plumas, alas, colores, sus habitáculos y alimentos, sus formas de volar y
de construir sus nidos e incluso sus trinos, gorjeos y cantos, fueron todos
preconcebidos antes de que se les diera existencia. Algunos de ellos fueron
creados con cuerpos tan pesados que no pueden volar sino sólo trotar. A
ellos les Ha dado plumas de hermosos matices y colores; a algunos de
ellos se les ha dado un solo color de forma que no se puede encontrar
lugar en su cuerpo de otro color, mientras que otros tienen colores tan
variados que la banda alrededor de sus cuellos es de color totalmente
diferente al grueso del cuerpo.
Una de las más fascinantes combinaciones de colores está en las plumas
del pavo real. Su cuerpo es fuerte y bien construido y las apretadas plumas
de sus alas y extendida cola tienen colores y matices bella y artísticamente
combinados y dispuestos. A menudo extiende orgullosamente su cola de tal
modo que, arqueándola y abriéndola sobre su cabeza, parece una hermosa
vela multicolor de un barco que cambia su posición cómo y cuando el
barco lo desee. Parece como si el pájaro conociera la estética belleza
de la combinación de colores de su cuerpo y estuviera para mostrar su
orgullo y vanidad.
Su método de copulación es normal como el de los demás pájaros, no hay
nada anormal e inusual en ella como se describe a menudo falsamente. Os
estoy contando un hecho de la historia natural, que el sistema reproductivo
de este pájaro está absolutamente en concordancia con otros pájaros de
esta especie. No hay inhabitual en ello. Dicen que cuando un pavo real
gime, la pava -hembra- bebe las lágrimas en los bordes de ambos ojos
del macho. Este líquido se convierte en un huevo en su cuerpo y no hay
otra forma de copular para este pájaro. La ignorancia en el conocimiento
de la historia natural ha dado lugar a tal ficción. No es posible acerca
del cuervo; dicen que el cuervo alimenta a su compañera con su pico y
de este modo la hembra queda preñada. Estos son simples vuelos de la
imaginación.
Si examináis cuidadosamente a un pavo real, sentiréis como si los puntos
que conectan las plumas con sus troncos estuvieran hechos de plata y
los círculos multicolores que se encuentran en las plumas fuesen soles
hechos de oro y esmeralda. Si no estáis satisfechos en compararlos con
metales y piedras preciosas y queréis compararlo con algo más delicado,
entonces podéis decir que un ramillete en el que flores de diferentes colores
y matices han sido dispuestas artísticamente.
Si las comparáis con un vestido, entonces podéis decir que es una
indumentaria que tiene dibujos de diferentes colores e hilos de oro y
plata trenzados entre ellos. Si lo comparáis con una joya, entonces podéis
decir que piedras preciosas de diferentes colores han sido bellamente
engarzadas. Comparadlo con cualquier cosa y de cualquier modo que
queráis, sentiréis que la combinación de colores del cuerpo de este pájaro
es una combinación de delicado arte, cuidadosa selección y suprema
unificación.
Cuando un pavo real camina, a veces felizmente y a veces morosamente,
parece como si estuviera feliz de la forma y galaxia de colores de su
cuerpo; se pavonea orgullosamente, pero cuando baja la mirada a la
fealdad de sus pies, se siente triste y el vano pavoneo desaparece y camina
lenta y tristemente porque sus patas parecen las patas de un híbrido y
son más bien delgadas comparadas con su cuerpo y más bien feas, con
una protuberancia como un callo en un dedo casi a la mitad de la pata.
En su cuerpo hay un hermoso plumaje de un delicado tono verde. El cuello
es largo y gracioso como el cuello de una copa delicadamente esculpida.
Desde donde el cuello se une al cuerpo y hasta el hueco del estómago,
el color es verde oscuro con un barniz interior tan delicado y lustroso
que parece un suave y brillante terciopelo o como un ceñido vestido de
seda de un matiz negro verdoso espolvoreado adecuadamente con verde
plateado. Una fina línea de color camomila corre hacia arriba partiendo
de los agujeros de sus orejas e ilumina el color negro de las partes que lo
rodean. Un cuidadoso estudio os mostrará que, excepto unos pocos, todos
los colores del arco iris han bordeado esta línea y que por su resplandor,
brillo y lustre sedoso, parecen flores primaverales de numerosos colores
dispuestos del modo más artístico.
A veces veis que el pájaro se desprende de sus plumas y se queda sin ellas,
pero esta es una fase temporal; las plumas crecen de nuevo con los mismos
colores y matices y los mismos dibujos que antes. Ningún color cambia,
ningún matiz se torna más claro u oscuro y ningún dibujo se ve alterado.
Es una repetición del mismo diseño perfectamente exacto hasta el mínimo
detalle. La combinación de colores de su cuerpo es asombrosa, algunas
partes son rosas, otras verde esmeralda, mientras que otras de amarillo
dorado. Por todas partes la mezcla es maravillosa.
Ahora, pensad de nuevo, ¿Cómo puede un hombre inteligente describir
la belleza de diseño y de color del cuerpo de tal animal? Las mentes
fallan en seguir la belleza de las líneas de colores, las palabras fallan
en describirlos.
Glorificado Sea Dios que crea tales criaturas y que, aunque puedan
estar frente a nuestros ojos, aunque podamos verlas a nuestras anchas y
podamos estudiarlas cuidadosamente no podemos describirlas ni hacer
justicia con nuestras palabras a la grandeza de sus formas y contornos.
¿No podemos darnos cuenta de las limitaciones de nuestro conocimiento
cuando vemos que una fase muy pequeña y ordinaria de las maravillas de
Sus creaciones, nos confunden de tal modo que no podemos comprende
cómo la belleza, gracia y grandeza pudieron ser tan artísticamente
mezclados que aturden nuestras mentes y mantienen a nuestros intelectos
maravillados?
Cuan Glorioso es él y cuan perfecta es Su Creación, que el hombre no
puede abarcar el “porqué” y el “cómo” de las formas, diseños, contornos
y colores de estas criaturas Suyas que encuentra a su alrededor y que
han sido creadas del mismo material perecedero que él mismo. Es tan
Glorioso que las lenguas no pueden describir Su Gloria y las mentes no
encuentran palabras para Alabarle.
Alabamos a Dios que ha llenado las aguas, las tierras y el aire de este
mundo con Sus criaturas; hay millones de variedades de vida acuática,
miles de especies de pájaros e insectos y prácticamente en cada rincón
de la tierra hay un espacio para algún animal, desde los mosquitos a los
elefantes, de las hormigas al hombre, ¿Quién puede enumerar fácilmente
las variedades? Dio a cada uno de ellos, un cuerpo fuerte y apropiado
para desempeñar su papel en la vida e hizo de su declive y muerte un
factor obligatorio y predestinado a su existencia.
Hazrat ‘Ali (P) enaltece al Paraíso65:
Si prestáis cuidadosa atención e intentáis comprender y daros cuenta
la exaltada condición del Paraíso, perderíais interés en los placeres
mundanos que habitualmente consideráis los más elevados, los mejores y
más deleitables. Las visiones, sonidos que son ahora tan agradables a los
ojos y oídos, y los afanes y ocupaciones que son tan deliciosos a la mente
y al cuerpo, aparecen todos como inútiles, ociosos y huecos.
Si pudierais visualizar el Paraíso, encontraríais ante los ojos de vuestra
mente bosquecillos hermosos y dulcemente perfumados de árboles
verdes a lo largo de las orillas de arroyos cristalinos. Hay árboles cuyas
raíces están incrustadas en la tierra perfumada de Musk (almizcle) que
desprenden tal fragancia que no se le puede imaginar.
Hay árboles cuyas ramas están cargadas de diferentes clases de frutos
deliciosos, tan agradables de mirar y que pueden cogerse sin problema.
Hay hermosos palacios para los que puedan entrar en el Paraíso. Miel
pura y bebidas deliciosas les serán servidas. La gente que entrará en el
Paraíso son aquellos que se atrajeron el respeto y veneración en vida, esto
65 Algunos comentaristas consideran que los siguientes párrafos conforman un discurso dife-
rente.
es, que fueron buenos y piadosos y por su bondad y piedad merecieron
respeto y veneración.
La Generosidad y la Misericordia de Dios estuvieron siempre con ellos
hasta que alcanzaron su lugar de descanso final, esto es: el Paraíso, allí
han de obtener la paz y descanso eternos.
¡Oh oyentes! Si pudierais conocer realmente y visualizar todo lo que
está en el Paraíso, querrías llegar tanto allí que vuestras almas dejarían
vuestros cuerpos por ese vivo deseo y preferiríais la vecindad de las
tumbas a vuestros lugares mundanos, de modo que pudierais alcanzar
rápidamente el Paraíso.
Que el Señor a través de Su Misericordia nos juzgue merecer un lugar
en esa bendita morada.

Discurso 166
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) aconseja a la gente sobre cómo comportarse
unos con otros y cómo ser amables y tolerantes:
Vuestros jóvenes deberían obedecer a sus mayores y, los viejos deberían
tratar amablemente a los jóvenes. No volváis a esa cruel intolerancia
que prevaleció antes del Islam, la gente de ese entonces era despiadada,
inhumana y bárbara. Eran ignorantes, analfabetos y no habían tenido
ninguna educación religiosa ni usaron nunca su intelecto para pensar
acerca de Dios y la Religión. Eran como los huevos de un peligroso reptil
-serpiente o lagarto del desierto- que se encuentran en la suave arena
como si fueran huevos de avestruz; parece cruel destruirlos pero si se les
deja incubar saldrán de ellos venenosos reptiles.
Seguidamente Hazrat ‘Ali (P) discute sobre la mentalidad de sus compañeros
y las razones por las cuales fueron derrotados; Hazrat ‘Ali (P) ha predicho lo
que acontecería tras su muerte y también cual sería el destino de los Omeyas
al final de su régimen66:
Estos árabes, después de haber estado unidos -durante los días del
Santo Profeta (PBd)- se han dividido de nuevo. La mayoría de ellos
han abandonado el auténtico Islam y se encuentran ahora confundidos.
Algunos otros, se han unido fielmente al auténtico Islam, le siguen y le
66 Algunos comentaristas consideran que los siguientes párrafos conforman un discurso dife-
rente.
obedecen. En el futuro inmediato, Dios reunirá a estas gentes para que
sean testigos de la caída de los Omeyas. Les hará ayudarse, tolerarse y
amarse unos a otros. Los reunirá como las nubes que se juntan en el cielo
y después abrirá sobre ellos las puertas de Su Misericordia. Unidos serán
un poder y barrerán a los Omeyas como a los dos ríos desbordados de Iraq.
Dios les dará el dominio en las tierras altas, en las llanuras, en los
desiertos y a lo largo de las cuencas de los ríos. Conquistarán ciudades
y pueblos y, por Dios, el poder y la gloria de los Omeyas se derretirán
como el sebo delante del fuego.
¡Oh gente! Si vosotros, ayudando a la verdad y a la justicia, hubierais
permanecido unidos, no os hubierais abandonado los unos a los otros y
no hubierais mostrado cobardía y debilidad al combatir contra el mal,
entonces ese hombre -Mu’awiyah- no se hubiese atrevido a atacaros.
Este hombre es inferior a vosotros y ha conseguido imponerse a vosotros
porque os habéis extraviado y estáis confundidos en el valle del Jordán.
¡Por mi vida! Tras de mí, vuestra confusión será multiplicada muchas
veces. Habéis abandonado la Religión, habéis vuelto la espalda a la Verdad
y a la Justicia, habéis abandonado a la persona que era para vosotros
un verdadero amigo y habéis establecido contacto con uno que quiere
explotaros. Si simplemente hubierais seguido a la persona que os estaba
invitando a la Verdad y al Islam, os hubiera dirigido ciertamente hacia el
camino del Santo Profeta (PBd) y hubierais sido salvados del infortunio de
llevar una vida equivocada y soportar el peso del pecado y la perversión.

Discurso 167
Este se considera uno de los discursos que Hazrat ‘Ali (P) ofreció poco después
de que se hizo cargo del Estado Musulmán. Aquí, Hazrat ‘Ali (P) ha aconsejado
a la gente a respetar los derechos de otros, a no dañar a los seres humanos, a
hacer el bien, a respetar la Verdad y la Justicia y a seguir los dictados de Dios
y la Religión:
Ciertamente Dios Todopoderoso Ha enviado un Libro -Corán- para
vuestra guía. Es un Libro que define, describe y distingue claramente
entre lo correcto y equivocado, el vicio y la virtud, la verdad y la falsedad.
Adoptad el camino de la verdad y la virtud para que podáis ser guiados;
y apartaos del vicio y la maldad para que podáis alcanzar la salvación.
Encontrad vuestras obligaciones sociales, morales y religiosas y, realizad
sinceramente vuestros deberes. La realización sincera de vuestros deberes
os calificará para el Paraíso.
Dios ha ordenado que ciertas acciones sean ilegales, inmorales e
irreligiosas y nos lo Ha explicado misericordiosamente con todo detalle.
Ha decretado también que ciertas cosas sean legales y santas; estos
son los pensamientos y acciones que no causarán daño ni merman a la
humanidad. El respeto de un musulmán es lo que ha recibido la santidad
más elevada, y los derechos de los musulmanes han de estar unidos y
ligados expresamente con la creencia sincera en el Islam y el unitarismo
con el propósito de crear unidad social, esto es, para aquellos que creen
en el Islam y la Unicidad de Dios, es obligatorio respetar los derechos de
los musulmanes. Un auténtico musulmán es aquel de cuyas manos y lengua
está a salvo otro musulmán, pero no a costa de la Verdad y la Justicia. A
nadie le está permitido transgredir los derechos de un musulmán excepto
cuando lo exija la justicia.
Apresuraos a hacer frente a los problemas de justicia social, paz y
seguridad; estos problemas son comunes a todos. Y cuando hayáis
cumplido vuestros deberes en estas esferas, entonces pensad en el
problema que sea particular a cada uno de vosotros como individuos,
a saber: la muerte. Recordad que los problemas que merecen vuestra
atención, cuidado y simpatía -la introducción de reformas en el Estado
y la estructura social- están frente a vosotros y aquellos a los que os
aproximáis, son los días vuestro ajuste de cuentas y recompensas; si
vuestro acercamiento está acompañado de buenas acciones, la muerte os
estará atrayendo más cerca de ello día tras día. Sed valientes, aminorad
el peso del pecado y haced el bien de modo que la muerte pueda traeros
la oportunidad de estar en la compañía de gente elegida. Esa buena gente
que murió antes está esperando a los que les han de seguir.
Temed a Dios por lo que se refiere a la santidad de los derechos de un
individuo o sociedad, porque se os preguntará acerca de la realización
de vuestros deberes y obligaciones en la esfera de vuestras actividades,
incluso por lo que se refiere a la tierra sobre la que vivís y a los animales
con los que tenéis contacto.
Obedeced a Dios y no os rebeléis contra Sus Mandamientos, intentad
realizar siempre el bien y en cualquier lugar en que encontréis ocasión
de ello y apartaos del mal siempre que lo veáis.
Discurso 168
Después de que Hazrat ‘Ali (P) se hizo cargo del Gobierno del Estado
Musulmán y la gente le dio el juramento de fidelidad, vinieron a él con la
petición de que actuara contra los asesinos del tercer Califa (‘Uthman) En dicha
ocasión, Hazrat ‘Ali (P) les aconsejó con este discurso en donde se muestra
que deseo tan vivo tenía Hazrat ‘Ali (P) de evitar un derramamiento de sangre
innecesario y de permitir que la justicia siguiera su curso de un modo civilizado
y pacífico. Es un momento triste de la historia del Islam en el que los que se
opusieron a Hazrat ‘Ali (P) le forzaron a tomar las armas en defensa del Islam
y en la propia, lo cual dio lugar a las batallas de Yamal, Siffin y Nahrwan:
¡Oh hermanos! Soy totalmente consciente de lo que sabéis y de lo que
queréis. Pero ¿Cómo puedo tomar represalia cuando aquellos que se
reunieron con gran fuerza contra el Califa asesinado tienen todavía
gran poder? Ellos y no nosotros controlan todavía la situación. La actual
condición es tan seria que incluso vuestros esclavos y los beduinos árabes
de las regiones desiertas se han unido con ellos. Hoy, estas gentes están
entre vosotros de tal modo y en tal número que pueden dañaros cómo y
cuando les plazca y nosotros no podéis dañarles ni defenderos.
¿Podéis sugerir un modo de dominar y hacer frente a esta grave situación?
Si no, vuestro deseo de venganza es necio y habla del fanatismo pre-
islámico acerca de la venganza. ¿No os dais cuenta de que tienen mucho
apoyo a su disposición? Además, cuando se presente la cuestión de la
venganza, la gente se dividirá en diferentes grupos con diversas ideas.
Habrá algunos que tendrán la misma opinión que vosotros y querrán
ayudaros, otros tendrán opiniones opuestas y no estarán de acuerdo con
vosotros, mientras que habrá unos pocos que mantendrán un punto de
vista neutral -en estas circunstancias ése es el mejor proceder- Tened
paciencia y dejad que la gente calme sus espíritus, dejadles tener alguna
paz y descanso de modo que se pueda conseguir alguna forma de realizar
vuestro deseo sin guerra civil y derramamiento de sangre.
Estad satisfechos conmigo, esperad y ved cómo y cuando doy mis órdenes.
No hagáis nada que destroce vuestro poder y os traiga humillación y
derrota. Intentaré evitar tanto como me sea posible la guerra civil. Si no
puedo alcanzar este objetivo, se seguirá naturalmente un derramamiento
de sangre.
Discurso 169
En la batalla de Yamal, el ejército bajo el mando de Talha, Zubayr y Umm ul
Muminín Aisha partieron hacia Basra, cuando esta noticia llegó a Hazrat ‘Ali
(P) dio este discurso, parte del cual se conserva como sigue:
Ciertamente Dios Misericordioso Ha enviado al Santo Profeta (PBd) para
guiar e iluminar a la humanidad. Estaba acompañado de uno que podía
explicar el Libro Sagrado y de un código que es suficiente para guiar
a la humanidad en todo tiempo. Quienquiera que desee condenación
eterna se opondrá a ello. La apostasía e innovación actúan de modo
más destructivo cuando se disfrazan de verdad y justicia. Pero aquellos
a quienes Dios desee proteger de esto, debido a su sinceridad y fe, no se
verán afectados por ello.
Ciertamente si seguís al verdadero Imam, entonces hay seguridad eterna
para vosotros, por consiguiente obedeced las órdenes de Dios sincera,
intachablemente y sin coacción. ¡Por Dios! O bien seguís al auténtico
Imam -él desea que lo hagáis- o Dios Todopoderoso os arrebatará el
control del Estado Musulmán, el cual, si es entregado a algún otro, os
dejará para no volver nunca más a vosotros.
Por lo que se refiere a la oposición a mi Califato, ellos se encuentran
unidos. Llevaré esto con paciencia, en tanto cuanto, nos os contaminéis
de ello. Y si, a pesar de la debilidad de sus argumentos, logran infectaros,
los lazos habrán de romperse y habrá un derramamiento de sangre.
Envidian al hombre que Dios ha designado Califa. Desean la supremacía
de la Religión para convertirla en los medios de apoderarse de riqueza
y poder. Desean que el Islam vuelva a las formas de vida y civilización
pre-islámicas.
Si permanecéis fieles a Dios y al Islam, entonces vuestros justos deseos y
peticiones será que se os permita seguir el Sagrado Libro y las formas de
vida y las tradiciones del Santo Profeta (PBd) para establecer la Verdad
y la Justicia y para probar que el Islam es la Religión más exaltada y
suprema.

Discurso 170
Justo antes de la batalla de Yamal, cuando Hazrat ‘Ali (P) llegó a Basra a la
cabeza de su ejército, los basaritas enviaron a un hombre, Kalif Ibn Yimri, para
averiguar del propio Hazrat ‘Ali (P) si tenía derecho a emprender esta guerra.
Entonces Hazrat ‘Ali (P) le explicó la situación con detalle. Oyendo todos los
detalles y convenciéndose de los hechos, se mostró satisfecho de que Hazrat
‘Ali (P) estaba totalmente justificado de su combate en defensa propia y del
Islam. Expresó su satisfacción y dijo que volvería e intentaría convencer a los
Basaritas. A continuación tuvo lugar la siguiente conversación entre Hazrat
‘Ali (P) y el propio Kalif Ibn Yimri:
Te aconsejo estar del lado de la Verdad y de la Religión.
Kalif Ibn Yimri le respondió que era un mensajero y a menos que volviera a
la gente que lo había enviado, no podía hacer nada al respecto. Escuchando
esto, Hazrat ‘Ali (P) le preguntó:
Supón que alguna gente te envía en busca de agua y hierba -alimento para
los animales- y supón que lo encuentras y vas a ellos con las noticias y
el deseo de guiarles hacia el oasis y, supón también que rehúsan aceptar
la información verídica que tú les has llevado y no quieren seguirte, en
consecuencia, deciden dirigirse hacia un lugar en donde no hay agua ni
hierba, ¿qué harías?
Kalif Ibn Yimri respondió: “Me opondría a ellos, no iría con ellos y actuaría
de acuerdo a mi propia información”. Hazrat ‘Ali (P) dijo:
Si tal es tu decisión, entonces deberías darme tu juramento de fidelidad
Él respondió: “¡Oh Dios! ¡Oh Señor de los fieles! Ante tu argumento no tendré
otra alternativa sino darte el juramento de fidelidad” Y diciendo esto, dio su
juramento de fidelidad a Hazrat ‘Ali (P)

Discurso 171
Esta es parte de un discurso que ofreció Hazrat ‘Ali (P) cuando decidió defender
al Islam en contra de Mu’awiyah. En conexión con este discurso, deseo de
nuevo llamar la atención de los lectores hacia los dos hechos siguientes:
Uno, es acerca de los principios de física astral que Hazrat ‘Ali (P) reveló en
una época en que nadie en este mundo podía ni siquiera imaginarlos. En una
época en que nuestra tierra era considerada el centro del Universo, cuando la
tierra, el agua, el fuego y el aire eran considerados elementos únicos, cuando
nadie siquiera pensó en creer en algo tan imaginario como la radiación y la
energía, cuando la idea de la finitud o infinitud del Universo no entró nunca
en las mentes de los grandes pensadores -filósofos y científicos- cuando las
estrellas eran consideradas como cuerpos fijos en el cielo, Hazrat ‘Ali (P)
sugería la finitud del Universo, la disipación de la energía, la difusión de la
oscuridad, los invisibles virus, el movimiento de los continentes flotantes, todo
ello, en un discurso ¡Qué variedad de temas y que amplitud de conocimiento!
Dos, Hazrat ‘Ali (P) con todo ese conocimiento celestial que él poseía, nunca
pensó en enseñar física, química, biología o astronomía. Más importante para
él era la evolución de la mente humana en los planos mortales. Simplemente
sugirió los hechos acerca de la naturaleza o desveló algunos secretos sobre
la misma cuando estaba discutiendo o explicando los atributos de Dios
todopoderoso o hablando acerca de Su Poder, Gloria y Fuerza. El discurso
dice así:
¡Oh Señor! Creador de elevados paraísos y espacio finito, Eres el
Poderoso, el que hizo el espacio un lugar en que la luz -la energía- es
difundida y la oscuridad disipada por estrellas, polvo de estrellas y
nebulosas, un lugar a través del cual se mueven el Sol y la Luna, un lugar
para que los planetas giren y den vueltas y una residencia para aquellos
ángeles que nunca se cansan de alabarte.
¡Oh Señor! Eres el que mantiene a la tierra en su posición y lugar. Has
hecho de ella una morada para el hombre, un lugar en el que los insectos,
reptiles y mamíferos llegaron a existir y desaparecer, teniendo cada uno
predominio sobre la tierra por cierto tiempo y, donde innumerables formas
de vida aparecieron por grados, algunos de los cuales pueden ser vistos por
el hombre mientras que otros invisibles a los ojos humanos. (ej. Los virus)
¡Oh Señor! Has mantenido las montañas en su posición y las Has hecho
que actúen como pivotes -soportes- para los continentes flotantes y como
moradas para animales y hombres.
¡Oh Señor! Si nos permites alcanzar la victoria sobre nuestros enemigos,
entonces, mantennos apartados de la vanidad y el falso orgullo y
mantennos firmes en el recto camino de Tu Religión. Y si, ¡Oh Señor!, les
das victoria sobre nosotros, concédenos el honor del martirio y protégenos
de la opresión y la tiranía.
¿En dónde está esa gente que defendió siempre una buena causa, que
soportó pacientemente las dificultades y que protegió al Islam y sus lugares
sagrados? ¡Recordad! Si huís de un campo de batalla, la humillación y
la desgracia os seguirán siempre y si hacéis frente al enemigo, audaz y
valientemente, entonces el Paraíso estará frente a vosotros.

Discurso 172
Lo que sigue son tres fragmentos -inconexos- de un discurso en el que Hazrat
‘Ali (P) ha discutido las observaciones de Sa’ad Ibn Waqqas, al igual que la
acción de Talha y Zubayr al persuadir a Umm ul Muminín Aisha a dejar su
casa y su hogar, y salir al frente de un ejército. Como es habitual, este discurso
comienza con alabanzas a Dios:
Toda alabanza es debida a Dios de cuya vista un cielo no puede ocultar
a otro, ni un planeta puede actuar como mampara de otro.
Una persona (Sa’ad Ibn Waqqas) me dijo una vez: “¡Oh Ibn Abu Talib!,
ansías este Califato”. Le repliqué que por el contrario, él lo deseaba más
que yo, y lo que es más, no tenía ninguna cualificación adecuada para el
cargo mientras que yo soy suficientemente competente para él, digno de
tenerlo, y más próximo a él en todos los sentidos. Él ha estado intentado
constantemente lo peor de lo que era capaz para interponerse entre
mi persona y mi derecho por lo que ha trabajado incesantemente para
privarme de él. Alguien que aspira a su derecho no puede -en justicia- ser
considerado como codicioso; pero si aquellos que no tienen derecho ni
las capacidades para obtener una posición tal, y la anhelan, se les puede
consideran justamente como codiciosos de ella.
Y cuando expliqué totalmente la situación ante toda la gente -que se
había reunido en la Mezquita- se sintió confundido y no pudo refutar mis
argumentos.
Solicitando la victoria sobre los Quraishitas
¡Oh Señor! Invoco Tu ayuda y protección contra la enemistad y antagonismo
de los Quraish y quienes los apoyan. Han roto sus lazos y relaciones
conmigo, han usurpado mis derechos, desdeñado mis aspiraciones,
ignorando la eminencia de mi posición y mi propia superioridad. Se han
reunido continuamente para luchar contra mí por algo que era mi derecho
y sobre lo cual ellos no tenían derecho alguno. Ahora ellos me dicen que
la verdad es que nadie sino yo merece el Califato, y al mismo tiempo me
aconsejan que lo decline, que desista de hacer valer mis derechos.
En el mismo discurso, el Imam (P) habló así acerca del comportamiento de
Talha y Zubair.
Esas gentes (Talha y Zubair y sus aliados) salieron de la Meca hacia
Basora en tal manera que ellos conducían a la esposa (Aisha) del Santo
Profeta (PBd) de un lugar a otro, como los traficantes de esclavos llevan a
las doncellas esclavas de un mercado a otro. Esos dos líderes han dejado
a sus esposas sanas y salvas en sus hogares y han traído a la esposa del
Santo Profeta (PBd) para que sirva a sus motivos impíos y malvados. ¡Qué
acción tan indeseable!, ella salió abiertamente dirigiendo a un ejército
formado por aquellas gentes que al principio me habían jurado fidelidad
sinceramente y fueron después instigados por los renegados para que se
rebelaran contra mí. Cuando el ejército llegó a Basora ellos atacaron a
mis oficiales, algunos de los cuales fueron hechos prisioneros, mientras
que otros fueron matados despiadadamente, y luego ellos saquearon
la Bayt-ul-Mal (tesoro público). Los detalles de la brutal masacre que
fue efectuada por ellos fueron horribles. Algunos de los musulmanes
fueron torturados hasta la muerte en prisión y algunos fueron matados
carniceramente de inmediato.
¡Por Dios!, si ellos hubieran matado a una persona inocente sin ninguna
causa justificada, yo habría tenido razón y derecho para ordenar la pena
capital para cada uno de ellos, ya que todos ellos unieron fuerzas en el
crimen y cometieron el pecado a sabiendas. Mientras que la situación es
que ellos han sacrificado despiadadamente a tantas personas indefensas
e inocentes como soldados hay en un ejército.

Discurso 173
En este discurso el Imam hizo valer como una barrera contra sus oponentes
un argumento que fue usado por ellos contra él. Para entender esto es
esencial conocer unos cuantos hechos de la historia. Esos hechos son que,
inmediatamente después de la muerte del Santo Profeta (PBd) algunos
musulmanes, dejando desatendido e insepulto el cuerpo del Mensajero de
Dios (PBd), se abalanzaron a la Saqifah-e-Bani Saida para decidir acerca del
Califato. El Imam no se unió a este grupo; su opinión era que el funeral del
Profeta del Islam (PBd) tenía prioridad sobre cualquier otra acción. El resto del
clan de Banu Hashim también se abstuvieron de tomar parte en esa actividad.
Así el caso del Califato fue resuelto entre los pocos que se habían reunido
en la Saqifah. Ellos lo llamaron “elección”. Cuando Hazrat ‘Ali (P) rehusó
aceptar al Califa decidido de ese modo, se trajo a colación el argumento a que
nos hemos referido anteriormente para probar que Hazrat ‘Ali (P) no tenía
derecho a negarse a aceptar al Califa.
Este argumento constaba de tres partes, la primera era que el Califato, tras el
Santo Profeta (PBd) debería ser elegido en elección general; la segunda, fue
que aquellos que estuvieron presentes en el momento de la decisión no podrían
echarse luego atrás; la tercera parte, fue sobre los que estuvieron ausentes
debían aceptar la decisión de los que sí estuvieron presentes en la elección.
La gente de la que Mu’awiyah recibió más tarde apoyo fueron aquellos que
habían clamado más alto acerca de este argumento. Pero cuando Hazrat ‘Ali
(P) tomó las riendas del Gobierno del Estado Musulmán -Califato- se rebelaron
en su contra, muchos de ellos lo hicieron incluso tras haberle jurado fidelidad
y algunos dijeron que no estuvieron presentes cuando la gente se reunió a su
alrededor y le pidieron que aceptara el Califato.
Hazrat ‘Ali (P) citó el argumento anterior simplemente como una traba contra
ellos, simplemente para probar lo ficticio y endeble que eran los argumentos de
sus enemigos, para probar sus justos derechos y evidenciar que eran capaces
de retractarse de los principios que habían aceptado, todo ello, para hacerle
daño. Él, de hecho, por razones religiosas, nunca aceptó ni la elección, ni el
principio que se decía estar implicado en ello.
La convicción de Hazrat ‘Ali (P) era que el Califa del Santo Profeta (PBd)
debería ser una persona que mereciera en justicia el cargo, debiera haber sido
nombrado por el Santo Profeta (PBd) por órdenes de Dios (ver el discurso de
la jornada de Gadir Jum) y que el control de la religión no se podía dejar en
manos de las masas ignorantes, que el Santo Profeta (PBd) había ya dado los
nombres de los doce Califas que le sucederían uno tras otro, y que no habría
más que esos doce en total.
Muhammad (PBd) fue el Profeta al que Dios había confiado Su Revelación.
Fue el último de todos los Profetas (P) Trajo la buena nueva de la
Misericordia de Dios y advirtió a los seres humanos de las consecuencias
de la Cólera de Dios.
¡Oh gente! De entre vosotros sólo merece ser Califa aquel que posee
la fortaleza moral de mantener la paz y de sacar adelante un Gobierno
basado en la equidad y la justicia y que ha comprendido mejor que nadie
las órdenes de Dios a que se refiere este propósito. Si uno se rebela contra
dicho gobierno, él debería ser disuadido desde el principio de sus malas
intenciones y aconsejado para que se arrepienta por lo que haya hecho; y
si él no se abstiene de sus actividades entonces no queda más alternativa
que el uso de la fuerza.
¡Por Dios!, si la cuestión del Califato no puede ser resuelta (como ellos
dicen) a no ser que todas las gentes se reúnan y decidan unánimemente,
entonces no hay posibilidad física de que tal cosa suceda. Para superar
esa imposibilidad ellos decidieron que aquellos en el poder y aquellos que
pueden controlar la situación, puedan llegar a una conclusión y decidan a
favor de cualquiera. Entonces fue hecho obligatorio para los que estaban
presentes que obraran según la decisión (aun si ellos no estaban de
acuerdo con ella) y los ausentes no tenían derecho de elegir a nadie más,
ellos también tendrían que rendirse y someterse a la decisión. Cuando una
persona no sólo ha aceptado un principio, sino que también ha forzado
a los demás a que se humillen ante él, ¿cómo puede ahora retractarse?.
¿No prueba acaso que al principio él propagó ciertos pseudo-principios
y cuando estos actuaron en su contra se retractó de ellos?.
Sabed todos que yo sinceramente pelearé contra dos tipos de personas.
Primeramente, contra aquellos que reclaman el Califato aunque no lo
merezcan, y segundo, contra quienes no cumplen la obligación impuesta
sobre ellos por Dios (o sea, adherirse fielmente al voto de fidelidad que
juraron).
Parte del discurso anterior:
¡Oh criaturas de Dios!, os aconsejo que temáis a Dios, ya que de todos
los consejos que jamás hayan sido dados a la Humanidad éste es el mejor;
sus efectos y sus consecuencias son grandes, todo aquello del Reino de
Dios a lo que uno podría aspirar. Desgraciadamente, una guerra civil ha
empezado entre vosotros y otros musulmanes. Nadie debería dirigiros en
esta guerra más que la persona que tiene sabiduría, que puede soportar
pacientemente los sufrimientos, que sabe dónde están la verdad y la
justicia y os puede guiar hacia ellas. Ahora, haced lo que se os ha dicho
que hagáis y absteneos de lo que os ha sido prohibido. No os precipitéis
sino considerad completamente cada acción antes de que decidáis hacerla,
en aquellos asuntos que os desagradan yo estoy dispuesto a aceptar
modificaciones razonables y justificables.
Recordad que este mundo que vosotros codiciáis tan ardientemente
y tratáis de adquirirlo tan ansiosamente -y que a veces os molesta y
otras veces os complace tanto- no es ni vuestro hogar ni vuestro destino
permanente. Vosotros no habéis sido creados para él, ni invitados a él
como lugar de descanso. No permanecerá con vosotros por siempre ni
vosotros permaneceréis en él eternamente. Si él os ha encantado con
sus bellezas, también os ha advertido y prevenido de los peligros reales
que acechan en sus pliegues. Tomad en cuenta las advertencias que os
ha dado y no os dejéis seducir ni engañar por sus trampas. Que esas
advertencias os atemoricen evitando que se’ais demasiado ambiciosos
o demasiado codiciosos por poseer el mundo. Tratad de avanzar hacia
el lugar a donde habéis sido invitados para la felicidad eterna y dad la
espalda al mundo vicioso.
No lloréis ni os angustiéis como una esclava por aquellos placeres
mundanos y los provechos que os han sido rehusados. Soportad vuestra
pérdida pacientemente, en obediencia a los Mandamientos de Dios,
protegiendo aquellas cosas que se os han ordenado proteger. Rezad y
suplicad a Dios por Sus Bendiciones y Su Generosidad. Recordad que
si seguís fielmente vuestra Religión y observáis cuidadosamente sus
principios, ninguna pérdida mundana os va a dañar permanentemente.
Y, si habéis perdido vuestra fe en Dios y en la Religión, entonces, nada
de lo que hayáis reunido y recolectado de este mundo os será de ninguna
utilidad.
Que Dios Misericordioso, nos Guíe al Camino de la Verdad y la Justicia
y que nos enseñe a soportar pacientemente nuestros sufrimientos.

Discurso 174
Talha era un pariente y amigo del Califa ‘Uthman, pero durante el Califato de
éste último se había peleado con él, Murwan era una de las principales causas
de dicho pleito. Tras haber perdido el favor del tercer Califa, hizo lo que pudo
para levantar a las masas en su contra. Era un propagador de calumnias y
utilizó ese dudoso talento para deteriorar la situación tanto como fuera posible.
Cuando la gente irrumpió en el palacio de ‘Uthman, él, de hecho, les brindó
su apoyo. Todo el tiempo estuvo esperando que tras el tercer Califa, el califato
pasara a sus manos, pero, cuando muy al contrario de sus expectativas, la gente
le juró fidelidad a Hazrat ‘Ali (P) se sintió frustrado. En ese estado de cosas,
encontró en Zubayr un compañero para sus perversos planes. Ambos intrigaron
en contra de Hazrat ‘Ali (P) la contraseña de la guerra fue: “la venganza de
la muerte del tercer Califa”
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) ha explicado cual -sin fundamento- era la
posición de Talha y cuán inválido era su desafío para que Hazrat ‘Ali (P) se
presentara a luchar.
De hecho, Hazrat ‘Ali (P) había llevado la vida de un guerrero desde los catorce
años y fue el único hombre que combatió en las batallas de: Badr, Uhud, Jayper,
Jandaq, Hunain y algunas otras menores. Durante esas batallas había matado
a muchos mariscales y guerreros famosos de la Península Arábiga tales como:
Marhap, Antur, Apt-i-Woodh, Haris, Noafil-b’ne Jalid, ‘Umar -el propio tío
de Talha- y Talha Ibn Abi Talha.
Por tanto, era totalmente ridículo pensar en asustar con la guerra a una persona
de la talla de Hazrat ‘Ali (P) de hecho, el propio Hazrat ‘Ali (P) explicó la razón
del porqué Talha clamaba tal alta venganza por la muerte del tercer Califa:
No se me puede atemorizar con la guerra, ni he sentido nunca temor al
hacer frente a un enemigo. Siempre tengo total confianza y fe en la ayuda
que me fue prometida por Dios y nunca me Ha fallado.
Por Dios, que Talha se presenta como una espada desenvainada pidiendo
la sangre de los asesinos del ‘Uthman, simplemente porque teme que él
mismo sea acusado justamente de ese acto. Por cierto, que la mayoría de la
gente lo considera ser uno de los asesinos de ‘Uthman y es un hecho que,
entre los enemigos de ‘Uthman que estaban pidiendo su sangre, ninguno
de ellos era peor enemigo o estaba más decidido a asesinarle que Talha.
Ahora, ha adoptado la táctica de presentarse como vengador de la sangre
de ‘Uthman simplemente para crear dudas en la mente de la gente, y
apartar de él -hacia algún otro- cualquier sospecha. Esta reunión de
fuerzas armadas y este clamor de venganza no tienen sino este propósito.
Por el Señor, que si Talha fuera una persona sincera y honesta, habría
adoptado uno de estos tres procederes:
Si el Califa ‘Uthman era un tirano como Talha creía, Talha debería haber
ayudado a sus enemigos -como de hecho hizo- pero después no debería
haber formado un partido con sus, así llamados, amigos; como está
haciendo ahora.
Y si ‘Uthman era realmente un buen hombre y estaba siendo oprimido
por sus enemigos, y si Talha era su amigo, entonces, Talha debió ir en su
ayuda cuando estaba vivo y cuando sus enemigos se estaban congregando
a su alrededor con las espadas desenvainadas, pero no hizo esto.
Y si tenía dudas acerca de la bondad de ‘Uthman y si era un musulmán
honesto, debería haberse retirado de la situación durante la vida y tras
la muerte de ‘Uthman y haber dejado la situación e manos de aquellos
que conocen la Ley del Islam. Pero no hizo esto tampoco.
De hecho, no adoptó ninguno de estos tres procederes abiertos a un
musulmán fiel y honesto ciudadano del país, sino que contrariamente a
todos los cánones de la justicia y la equidad, se adelantó ahora con una
pretensión que no puede ser ni justificado, ni aprobada.

Discurso 175
Hazrat ‘Ali (P) informó a sus gobernados de que conoce el pasado y el futuro
de su sociedad y de cada integrante de la misma, y además de que nunca usó
ese conocimiento para obtener provecho personal:
¡Oh gente! Vosotros que sois tan indiferentes a vuestras obligaciones y tan
descuidados de vuestros deberes, recordad que no se os excusará de tal
negligencia y descuido. Vosotros que queréis salir de las responsabilidades
de la Religión, recordad que no se os dejará sin interrogar ni castigar.
Cómo puede ser que os encuentre alejándoos más y más de Dios y
ladeándoos hacia acciones y pensamientos ateos. Os estáis comportando
como ganado que un vaquero conduce hacia un pastizal o un abrevadero,
donde están causando estragos las enfermedades mortales para el ganado
y que no podéis resistir ese empuje, o como ovejas que están siendo
engordadas con granos frescos y buena hierba para ser sacrificadas y
no se dan cuenta de que están siendo bien tratadas de modo que cuando
las sacrifiquen den carne suave y limpia. Su visión es tan limitada que
consideran que el día que están pasando es el término total de sus vidas
y el único propósito de su existencia es comer y beber.
¡Por Dios! Que si me place, puedo decir a cada uno de vosotros cómo
Comenzó la vida y cómo va a terminarla, de donde viene y a donde irá y
cómo está pasando sus días. Pero no lo hago para que no me consideren
equivocadamente superior al Santo Profeta (PBd) pero diré esto a aquellos
de mis fieles seguidores acerca de los cuales no temo que caigan en la
apostasía.
Juro por Aquel que Ha designado al Santo Profeta (PBd) como su Leal
Mensajero para llevar la verdad más elevada al hombre y le seleccionó de
entre todas Sus criaturas para este trabajo, que estoy diciendo la verdad.
El Santo Profeta (PBd) me ha legado todo esto.
Sé quien se condenará y quien alcanzará la salvación. Conozco el destino
de este Califato y lo que me sucederá. ¡Oh gente! Juro por Dios que no
os persuado a obedecer ninguna orden de Dios a menos que yo la haya
obedecido primero fielmente; y no os pregunto de ningún vicio o pecado
a menos que no me haya abstenido primero de ello yo mismo.

Discurso 176
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) aconsejó a la gente para que aprovechase
completamente lo que Dios ha Revelado a través del Santo Profeta (PBd) y
explicó -dando detalles- sobre lo que predicó el Santo Profeta (PBd) y lo que
puede enseñar el Corán y lo que puede realizar por ellos en este mundo y en
el más allá.
Aconseja que tengan en cuenta sus pensamientos y acciones, que tomen
advertencia de la vida de la gente que ya murió; que obtengan lecciones de
las cosas que suceden a su alrededor y que controlen sus lenguas. Así mismo,
indica el tipo de vida que deben llevar, esto es, que sus manos no deben
mancharse de sangre de otros seres humanos, que sus lenguas deben estar
libres del escándalo y que no deben explotar a otros para amasar riquezas. Le
hace ver que la hipocresía y la innovación en la Religión son los dos peores
enemigos y que hay tres clases de ofensas por las que uno ha de rendir cuentas:
ofensas contra Dios, contra el hombre y contra sí mismo. Concluye su discurso
describiendo las cualidades de aquellos a quienes llama benditos.
Consejos a la gente:
Intentad beneficiaros de lo que Dios Misericordioso os Ha enseñado en
forma de Religión; tomad conciencia del consejo por Él otorgado y tened
sincera fe en Él. Nos Ha explicado los defectos de los vicios en contraste
con las virtudes con la ayuda de argumentos tan claros que no hay lugar
para ninguna duda o para presentar excusas contra ellos. Ha refutado
el modo más expresivo y enfático todos los argumentos en contra de la
piedad, la virtud, la santidad y os Ha informado aquello que Le gusta y
lo que no Le gusta, de modo que hagáis el bien y os abstengáis del mal.
El Santo Profeta (PBd) dejó dicho que: “El Paraíso reside en mitad de los
deberes y obligaciones que los seres humanos encuentran normalmente
desagradables, molestos, duros, ásperos y penosos, pero para llegar allí,
uno ha de pasar a través de todos ellos; en sentido inverso, el Infierno
se encuentra entre actividades que se les consideran aparentemente
atractivas, seductoras, agradables, confortantes y gratificadoras”
Recordad que toda Orden de Dios parece penosa, desagradable, molesta
y dura; todo pecado os atrae en forma de ardiente deseo, extremadamente
atractivo y gratificante para la mente y el cuerpo.
Que Dios bendiga al hombre que despeja su mente de los bajos deseos
y avaricia porque la mente humana tiene la debilidad de desarrollar
ardientes deseos, y es ese ardor el que empuja al hombre común hacia el
vicio y el pecado. ¡Oh criaturas de Dios! Debéis ser conscientes de que
cada noche y cada mañana un musulmán fiel mira sus pensamientos y
acciones con dudas y sospechas -de adoptar vicios disfrazados de virtudes-
se culpa de sus defectos y se obliga a sí mismo a esforzarse más y más
para pensar y hacer el bien.
Intentad seguir e imitar a aquella buena gente que ha desaparecido antes
que vosotros. Dejaron este mundo como uno que continua un largo viaje,
pasaron a través de esta vida como si fuera una etapa en su camino en el
que su parada había de ser una etapa muy breve.
Las virtudes del Sagrado Corán:
Recordad que el Sagrado Corán es una Verdad tal que nunca os engañará,
una guía tal que nunca os extraviará y un comentarista tal que nunca
os confundirá o defraudará. Quienquiera que entre en contacto con él y
tenga sinceridad de propósito al realizar este contacto, el Libro Sagrado
no lo dejará sin realzar sus virtudes y disminuir sus vicios.
Sabed que si uno ha estudiado cuidadosamente el Corán, no necesita de
ningún otro Libro Sagrado para que le guíe y, si uno ignora el Corán,
ningún otro conocimiento es útil y completo. Si habéis perdido vuestro sano
balance mental a través del apego a vicios y pecados, entonces, buscad
el tratamiento y guía de este Libro Sagrado: curará vuestra mente de las
enfermedades del cisma, la duda, el paganismo y la crueldad. Buscad
su ayuda; os enseñará a hacer frente a los infortunios y calamidades.
Invocad a través de él la ayuda de Dios; Id hacia Él con su amor en vuestra
mente, pero recordad: no hagáis de él un instrumento de mendicidad en
la sociedad, porque este Libro Sagrado os enseña como buscar la ayuda
de Dios y no cómo mendigar con vuestros prójimos.
Recordad que este Libro el Día del Juicio servirá como intercesor: un
hombre que lo conozca bien tendrá la oportunidad y el derecho de defender
su causa basándose en él por lo que, su intercesión será aceptada. Será
como un defensor cuyas palabras son ciertas y aceptadas. Ese Día
aquellas personas cuyos pensamientos y acciones prueben que han sido
virtuosos y buenos de acuerdo a sus fundamentos recibirá la salvación,
mientras que, aquellos cuyos vicios estén expresamente condenados en
él, serán condenados. Se declarará que aquellos que han establecido su
fe y sus creencias en las enseñanzas de este Libro salvarán sus almas y
el destino de los demás será la condenación. Así pues, sed guiados por
el Corán, instruíos de él y hace de él vuestro líder para que os lleve a los
Dominios de Dios.
Estimulación para actuar:
¡Oh gente! Tomad su consejo, no deis preferencia a vuestra opinión
sobre su doctrina, creedme, vuestros puntos de vista son muy extraviados
cuando se les compara con sus principios. Haced el bien, tened fe en la
vida después de la muerte, tened paciencia durante los sufrimientos y
calamidades, sed piadosos, sed virtuosos.
Para cada uno de vosotros el Islam ha fijado un ideal, esforzaos en
realizarlo. Para todos vosotros hay un hito: intentad ser guiados por él.
El Islam tiene su objetivo para inspirar a cada uno de vosotros y para que
lo alcancéis. Realizad esos deberes y someteros a esos mandamientos. El
Día del Juicio será testigo de vuestras actividades.
Consejos para la gente:
Mirad, lo que estaba destinado a ser ha ocurrido, y la decisión de Dios
ha tenido efecto. Ciertamente, os hablo de acuerdo con la Promesa de
Dios y el Sagrado Corán.
Ha Declarado en Su Sagrado Corán:
«Ciertamente aquellos que dicen que nuestro Señor es Dios y
después continúan viviendo sinceramente de acuerdo con esta fe,
los ángeles descenderán sobre ellos y les dirán: no temáis ni os
acongojéis sino recibid la feliz nueva del Paraíso que os ha sido
prometido»
Si declaráis también que Dios es vuestro Dios, entonces es vuestra
obligación obedeced los principios expuestos en el Corán, seguid las
órdenes de la Religión y realizad la Adoración Divina de acuerdo a la
mejor manera enseñada por el Islam. No os extraviéis. No introduzcáis
innovación y cisma en el Islam. No intentéis salir de su congregación
porque el Día del Juicio los desertores no tendrán parte en la Misericordia
de Dios.
Es obligatorio que vosotros no representéis el papel de un hipócrita en
la Religión ni degradéis vuestro carácter. Decid siempre la Verdad. Es
necesario que un hombre tenga completo control sobre su lengua, porque
a menudo le traiciona y le lleva a la muerte y a la condenación. Juro por
Dios que nunca vi a nadie ser beneficiado por las virtudes y la piedad a
menos que tuviera completo control sobre su lengua. Ciertamente la lengua
de un fiel musulmán sigue a su mente y la mente de un hipócrita sigue
a su lengua, por lo que, cuando un verdadero musulmán intenta hablar,
sopesa los pros y los contras de su discurso, y si encuentra que es útil y
merece la pena decirlo, habla y, si ve que es perjudicial para alguien, se
abstiene de decirlo. Un hipócrita dice cualquier cosa que le viene a la
mente sin sopesar primero si tal afirmación hará bien o mal.
El Santo Profeta (PBd) ha declarado: “Ningún hombre puede alcanzar
una fe firme a menos que desarrolle fortaleza de carácter, y esto no puede
ser realizado a menos que uno adquiera la costumbre de decir la Verdad.
Por consiguiente, cada uno de vosotros debe intentar llegar a su Señor
en un estado tal que sus manos no se encuentren sucias con la sangre de
otro ser humano, su riqueza no consista de la propiedad robada a otro
y su lengua esté libre del escándalo y la difamación de otros. Intentad
alcanzar todos estos atributos.
Ilegalidad de las innovaciones:
¡Oh gente! Recordad que para un fiel musulmán, todo lo que recibió una
vez la sanción de la Religión será siempre lícito, y todo lo que fue prohibido
una vez permanecerá siempre ilícito. Recordad que la innovación
introducida por el hombre, no podrá legalizar las cosas que Dios ha
declarado como ilegales. Lícito es sólo aquello que ha sido declarado por
Dios e ilícito es sólo aquello que Él ha ordenado así. Se os ha familiarizado
completamente con todos estos puntos y se os ha aconsejado sobre ellos.
El estudio del pasado y la experiencia del presente os han debido hacer
daros cuenta del daño hecho a la humanidad a través de las innovaciones
introducidas en el Islam.
Estos son los hechos obvios y las verdades evidentes hacia los que se os
ha atraído a menudo -para que pongáis atención- y que se os ha hecho
destacar fuertemente. Sólo el sordo no puede oír tales prédicas y sólo el
ciego no puede ver tales realidades manifiestas. Y si un hombre no puede
tomar advertencia de la historia y de los acontecimientos a su alrededor de
lo que Dios le provee tan Misericordiosamente, entonces, ningún consejo
puede serle útil. Permanecerá siempre equivocado y siempre considerará
lo correcto como equivocado y lo incorrecto como si fuera correcto.
Hay dos clases de gente: aquellos que fiel y sinceramente siguen a la
Religión -Islam- y aquellos que introducen innovaciones en ella. Los
últimos no tienen ninguna autoridad de las tradiciones reveladas por Dios
al Santo Profeta (PBd) ni se preocupan por ningún razonamiento o lógica.
Es decir, permite que su imaginación vuele libremente, (Qias)67 .
El discurso continúa así hablando del Sagrado Corán:
Indudablemente, Dios Todopoderoso Ha Dado Su Mejor consejo el cual,
Ha sido Revelado por Él en el Sagrado Corán, porque este Libro es la
mejor guía al Reino en donde habita la Gloria de Dios, y es una autoridad
tal en problemas de Religión que se puede confiar completamente en
él. Contiene los mejores deleites para una mente elevada. Es la mayor
fuente de conocimiento para la humanidad. Purifica las ideas de uno y
ensancha su visión.
¡Ay! De aquellos que lo comprendieron y no actuaron de acuerdo a sus
enseñanzas y de la mayoría de aquellos que han olvidado sus enseñanzas
o han intentado deliberadamente hacer que otros las olviden. Ahora, es
vuestro deber asistir y ayudar a quienes veis que hacen el bien y evitad a
aquellos que veis hundidos en vicios y pecados.
Las diferentes clases del mal:
Recordad que el Santo Profeta (PBd) ha dicho: “¡Oh hijo de Adán! Haz
el bien, evita el vicio y la maldad, si actúas de este modo, serás un buen
hombre siguiendo el verdadero camino”
Recordad que hay tres clases de mal: el que nunca será perdonado, el
que ha de ser castigado y el que puede ser perdonado. El que nunca
67 Qias o qiyas es un término árabe utilizado frecuentemente en exégesis religiosa -del Islam-
para hablar de la arbitrariedad y por consiguiente errónea imaginación de cosas y conceptos
que no necesariamente se conectan la con la Verdad de la religión o peor aún, que siendo
falsos, intentan mezclarse con las verdades reveladas.
será perdonado o excusado será la asociación de cualquier ser con Dios
viéndole como si fuera Su asociado. Él mismo declaró esto:
«Ciertamente Dios no perdonará si alguien le une con un socio o
ayudante»
(4:42)
El mal que será perdonado es el que una persona se inflige a sí mismo en
forma de ofensas menores contra la Religión. Y el mal que será castigado
es el que un hombre hace a otro. Será castigado severamente en el próximo
mundo y este castigo será peor que la tortura más bárbara que pueda
ser imaginada.
No seáis hipócritas en la Religión y no continuéis cambiando vuestra
mente. Vuestra atención y concentración, vuestra cooperación unos
con otros y vuestra coordinación en la Verdad y la Justicia, no importa
cuan desagradables las podáis encontrar, son mejores para vosotros que
adoptar y asumir numerosas formas de introducir innovación y falsedad
en la Religión, sin importar cuan agradables y placenteras os puedan
parecer. Dios no ha concedido nunca sus Dones en el pasado y ni lo hará
-en el presente o futuro- a gente que se desvía de la Verdad y la Religión.
La necesidad de obedecer:
¡Oh gente! Bendito es aquel que siente tanto sus propios defectos que
no tiene tiempo ni corazón de escudriñar los vicios de otros. Feliz es el
hombre que lleva una vida retirada, se contenta con lo que tiene, gasta
su tiempo al servicio de Dios y la Religión, le pesan los vicios y pecados
cometidos por él y pasa su tiempo de tal modo que nadie es dañado o
perjudicado por él.

Discurso 177
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) explica cómo los dos árbitros seleccionados en
la batalla de Siffin -en contra de sus deseos- dictaminaron contra los términos
previamente pactados y por consiguiente no hubo obligación moral de aceptar
su dictamen:
Cuando vosotros decidisteis en contra de mi deseo, seleccionar a dos
árbitros -uno por cada bando- me prometieron que actuarían de acuerdo
a los principios y órdenes del Sagrado Corán, y que por ningún motivo
transgredirían esos principios y órdenes, y que sus mentes y decisiones
seguirían las enseñanzas del Libro Sagrado.
Pero se desviaron del Corán y cerraron sus ojos a la verdad que la estaban
observando cara a cara. Se apartaron de sus promesas previas. Así, no
tuvieron deseo de hacer justicia a la causa del Islam sino que sirvieron
a otros propósitos. No obstante que desde el principio les fue obligatorio
decidir conforme a los principios de Verdad y Justicia y de que no cederían
al pecado y al mal, actuaron maliciosamente, se apartaron del Libro
Sagrado y no cumplieron las promesas de referencia.
Esa fue razón suficiente para no aceptar su decisión.

Discurso 178
En Alabanza a Dios y elogios al Santo Profeta (PBd) y algunos consejos para
sus compañeros:
Él es el Señor a Quien un trabajo no puede impedirle hacer otro; sobre
Quien el tiempo no produce ningún cambio; a Quien el espacio no
puede rodear o envolver; y a Quien nadie puede comprender y alabar
perfectamente. Conoce cuantas gotas de agua hay en el Universo y
cómo el gas -primordial e interastral- se mueve en el espacio. Incluso
los movimientos de los pequeños insectos en la profundidad de la noche
y los lugares en que las hojas caen de los árboles en todo el mundo, al
igual que las intenciones secretas de las mentes, no están ocultas para Él.
Testifico que no hay divinidad sino Dios. No tiene igual o par. Su Existencia
no puede ponerse en duda. Su Religión puede ser fácilmente comprendida
y no se le puede contradecir. No se puede negar Su Poder de Creación.
Testifico todo esto como un hombre que es sincero y honesto en su creencia,
cuya mente está libre de hipocresía, cuya fe es pura y la balanza que pesa
sus acciones se inclina a su favor.
Testifico que Muhammad (PBd) es la criatura y Mensajero de Dios,
un Profeta elegido por Él -de entre todos los Profetas- y la suya fue la
mejor explicación de los mandamientos y leyes de Dios. Se destacó con
virtudes ejemplares, carácter inmaculado y una superioridad merecedora
de excelencia. Fue seleccionado para llevar el gran mensaje de Dios
al hombre y para iluminar Su Camino entre las tendencias paganas y
materialistas.
¡Oh gente! El mundo engaña al hombre que anhela poseerlo y neciamente
confía en él. Rehuye a aquellos que le aman e intentan acercársele.
Abruma a quienes desean tener control sobre él. Por Dios, que si todas
esas personas que una vez disfrutaron lo mejor de todo, pierden esa
riqueza y bendiciones, es debido en absoluto a que han adoptado formas
de vida pecaminosas y viciosas, porque Dios no es cruel ni injusto con
sus criaturas. Los sufrimientos son, en su mayor parte consecuencias y
efectos de pecados y vicios.
Si cuando sobrevienen infortunios, cuando desaparecen el bienestar y
la riqueza, o cuando las bendiciones ceden su lugar a los sufrimientos
y el pesar y si, en tales tiempos, la gente se arrepintiera sinceramente,
abandonara su vicioso proceder, y sincera y fervorosamente rogara a
Dios por Su protección y Sus Bendiciones, los perdonaría, mejorando su
condición y reanudaría Sus Bendiciones.
Me temo que podáis caer en las costumbres pre-islámicas, os habéis
desviado ya una vez del camino recto lo que no fue una acción encomiable,
empero, si se os trae de nuevo al camino recto, estoy seguro de que
tenéis la capacidad para seguirlo. Estoy haciendo lo mejor que puedo
para enseñaros las mejores cosas que puedan ser enseñadas, conozco
todas vuestras malas intenciones y puedo hacéroslas ver, pero ruego a
Dios que perdone vuestros pensamientos y acciones y que os muestre el
camino recto.

Discurso 179
Un hombre llamado Zaghlab, habitante de Yamm y compañero de Hazrat ‘Ali
(P) le preguntó alguna vez: “¡Oh Emir de los Creyentes! ¿Has visto alguna
vez a Dios?”.
Hazrat ‘Ali (P) le contestó: “¿Rezo a Aquel a quien no he visto?” Zaghlab
preguntó de nuevo: “¿Cómo le has visto mi señor?” A continuación, Hazrat
‘Ali (P) le explicó:
Los ojos no pueden Discernirle en la forma en que miran a los cuerpos
físicos, pero la mente puede darse cuenta de Su Existencia con la pureza de
la fe y la sinceridad de sus creencias. Está cercano a todo el mundo, pero
esta proximidad no es física, Está alejado de todo, pero esto no significa
desinterés por la existencia y bienestar de sus criaturas. Ordena pero no
está obligado a pensar antes de ordenar. Desea, pero no se ve Compelido
a sopesar el asunto y deliberar sobre el mismo con anterioridad.
Su Conocimiento es Tan Supremo que nunca hubo ni habrá ninguna
necesidad de deliberación o premeditación por Su parte. Crea pero sin la
ayuda de cuerpo o forma. Él mismo no tiene cuerpo ni forma. No puede
ser visto físicamente, pero esto no significa que no pueda ser visualizado.
Es el Supremo Señor de todos los Universos, pero no es un dictador u
opresor. Puede Ver todo, pero no Se le pueden atribuir sentidos. Es Amable
y Misericordioso, pero la blandura de corazón no es Su Característica.
Todo en el universo se humilla ante Él y teme Su Cólera.

Discurso 180
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) ha hecho una descripción gráfica de aquellas
gentes que estaban a su alrededor y que se habían declarado hipócritamente
como sus seguidores. Estos eran la clase de musulmanes con cuya ayuda
había de hacer frente a Mu’awiyah por un lado, a los jariyitas por otro y a los
seguidores de Abdullah Ibn Zubair por otro más. Incluso ante tales dificultades,
Hazrat ‘Ali (P) sacó adelante su trabajo de forma tan acertada que cuando estos
enemigos del Islam no pudieron triunfar directamente, intrigaron contra él y
lo asesinaron cuando estaba haciendo sus oraciones en la Mezquita de Kufa,
siendo muerto mientras se encontraba arrodillado ante Dios.
Doy alabanza a Dios por cualquier cosa que haya decidido y destinado
para mí. También Le alabo por las pruebas por las que estoy pasando
por vuestra culpa y las calamidades a las que tengo que hacer frente por
causa vuestra.
Sois la clase de gente que me desobedece cuando doy una orden y rehúsa
venir cuando os llamo. Si conseguís un respiro de la guerra, os dejáis
llevar por vana jactancia y autoalabanzas y, si comienza una guerra,
sois lo peores cobarde que uno pueda encontrar. Si otros se reúnen a mí
alrededor, emitís malas opiniones sobre ellos. Y si se os trae por la fuerza
al campo de batalla, simplemente huís corriendo.
Pero aún así, pido todavía a Dios que os muestre el camino correcto. Pero
informadme, ¿qué esperáis? ¿Porqué no intentáis ayudaros y combatir
por vuestra causa? ¿Estáis esperando que la muerte os libre de estas
responsabilidades? ¿O que la desgracia y humillación extrema pongan
los topes finales a la profundidad de vuestra degradación?
¡Por Dios! Cuando llegue el día de mi muerte, y ha de llegar alguna vez,
la separación será un alivio para mí porque odio vuestra compañía y estoy
a solas en medio de vuestra multitud. Que Dios os ayude.
Me maravillo de vosotros, ¿No es suficiente el Islam para uniros en un
centro? ¿No queda en vosotros sentido del honor para defenderos y a
vuestra causa?
¿No es asombroso que Mu’awiyah haya reunido un número de mercenarios
mezquinos, viles y bárbaros a su alrededor y le ayuden fiel y sinceramente
sin ninguna esperanza de futuro, excepto el botín que les permite llevar,
mientras que yo os invito con todas las esperanzas de un presente feliz
y un brillante futuro en este mundo y en el próximo y que, sin embargo,
no me obedecéis sino que os oponéis a mí, aunque estáis considerados la
crema de la sociedad islámica y los mejores en todo, sólo porque no os
permito llevar a cabo un pillaje sin piedad y una explotación cruel de los
débiles e indefensos? Rehusáis obedecer mis órdenes, ya estén conforme
a vuestras opiniones o contra ellas.
De todas las cosas y acontecimientos por las que habré de hacer frente,
lo que más amo es mi muerte -qué feliz seré de encontrarla- recordad
que os he enseñado el Libro de Dios y os lo he explicado con argumentos
completamente lógicos y racionales. He dado juicios que estaban
completamente basados en los principios de justicia, he traído cosas a
vuestro conocimiento que no conocíais antes. Os he hecho reconocer cosas
de las que erais ignorantes. Os he hecho daros cuenta de la belleza y
utilidad de tantas cosas en la vida que vosotros considerabais aborrecibles
y que odiabais.
Ojalá que el ciego pudiera ver, y el hombre en un profundo sueño de
ignorancia y paganismo pudiera salir de su torpeza. Qué ignorantes son
y qué lejos de las enseñanzas del Islam están aquellas gentes con tienen
en Mu’awiyah como su líder y al hijo de Nabegha (‘Amru Ibn ‘As) como
su maestro.

Discurso 181
Los sobornos con dinero, camellos y esclavas ofrecidos por Mu’awiyah,
hicieron estragos en el ejército de Hazrat ‘Ali (P) en la batalla de Siffin. Excepto
unos pocos seguidores leales y fieles musulmanes, el resto del ejército comenzó
a clamar por la aceptación de arbitraje tal y como había sido propuesto por
Mu’awiyah.
Hazrat ‘Ali (P) intentó razonar con ellos y quiso que se dieran cuenta de que la
victoria estaba a la vista; pero la corrupción había ya producido el peor efecto
y se rebelaron abiertamente y le obligaron a aceptar el arbitraje. Después de
que el arbitraje falló a su favor, Mu’awiyha se rehusó a compartir el brillo y la
gloria de este ateo éxito con aquellos rebeldes. Excepto unos pocos desertores
de rango, el resto fueron tratados pobremente y aquellos así tratados por
Mu’awiyah quisieron culpar por el arbitraje a Hazrat ‘Ali (P) Jaris ibn Rashid
fue uno de ellos. Era un miembro del poderoso clan de los Bani Naajia. Vino a
Hazrat ‘Ali (P) y dijo: “traicionaste la causa del Islam y deseo dejarte” Hazrat
‘Ali (P) aconsejó a Jaris ser razonable y a calmarse, tras discutir la situación
con Hazrat ‘Ali (P) prometió volver al siguiente día y volvió a su clan que era
parte del ejército de Hazrat ‘Ali (P)
Tras haberse retirado, Hazrat ‘Ali (P) envió a un propio para que trajese noticias
de aquella parte del ejército; estaban esperando a los jariyitas, pero el miedo a
Hazrat ‘Ali (P) les impedía hacerlo abiertamente. Cuando el mensajero volvió,
Hazrat ‘Ali (P) le preguntó: ¿está esta gente satisfecha y se van a quedar o han
huido por miedo? Él mensajero le contestó: ¡Oh Emir de los Creyentes! Tenían
miedo y escaparon corriendo hacia el campo de los jariyitas. Al escuchar esto,
Hazrat ‘Ali (P) dijo:
Que Dios mantenga apartada de ellos Su Misericordia como hizo con la
gente de Samood -antigua tribu árabe- se arrepentirán cuando lleve los
ejércitos contra ellos. Hoy les ha encantado el Shaytán para desertar de
la causa del Islam y mañana, en el Día del Juicio, les abandonará y los
dejará a su suerte. Su deseo de dejar la comunidad del auténtico Islam
y volver a los oscuros días de los infieles y rebelarse contra la causa de
la fe y la justicia, es suficiente para hacerles merecer la Cólera de Dios.

Discurso 182
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) lo ofreció una semana antes de su asesinato.
La ocasión fue su deseo de movilizar voluntarios para combatir contra Siria.
Como de costumbre, Hazrat ‘Ali (P) inició su discurso con alabanzas a
Dios, resaltando su sincero deseo de alabarle, y explicó los efectos de las
alabanzas a Dios cuando se pronuncian sinceramente teniendo en mente tanto
el entorno de la presente vida como la vida en el más allá. Inmediatamente
después, enumera algunos atributos de Dios, enfatizando la eternidad de Su
Existencia, Su Omnipotencia, Omnisciencia y Omnipresencia. Comenta Su
Habilidad de crearlo todo sin ningún trabajo de cuerpo y mente -atributos y
características que no le son necesarios- y sin la ayuda de ningún modelo o
compañero de trabajo y menciona también Su Benevolencia y Misericordia
hacia Sus criaturas.
Hazrat ‘Ali (P) describe brevemente algunas maravillas de la naturaleza,
sugiriendo la creación de las galaxias, los espacios vacíos entre ellas y dentro
de cada una de las mismas, el curso de la luz y otras formas de energía que
atraviesan las galaxias.
También aconseja a los seres humanos a comprender y darse cuenta de la
importancia de la mente e inteligencia que Dios les Ha Otorgado y a agradecerle
por ello.
Describiendo los Atributos de Dios, dice que el Ser Supremo de Dios, no puede
ser comprendido y que las limitaciones de la mente humana serán siempre
tales que ninguna persona podrá visualizarle y por supuesto alguna otra de
Sus criaturas.
Hazrat ‘Ali (P) a continuación alaba al Sagrado Corán y exalta la condición
del Santo Profeta (PBd) y habla extensivamente de la mortalidad del ser
humano y de todo lo que éste último desea adquirir; igualmente, explica la
tendencia humana a desperdiciar, estropear y hacer mal uso de las enseñanzas
de la Religión y a introducir innovaciones en sus doctrinas a fin de hacerlas
caer dentro del marco de sus propios fines (a conveniencia) y cómo, el Islam,
estaba siendo penosamente afectado pro esas tendencias y sugiere cómo los
auténticos musulmanes deberían intentar el proteger su Religión.
Finalmente, Hazrat ‘Ali (P) habló acerca del Doceavo Imam del Islam que ha
de venir y ha de formar un Estado Mundial; cómo se defenderá a sí mismo y
su Estado con la ayuda de la ciencia, asegurándose de no usarla para dañar a la
humanidad; cómo iniciará como una persona indefensa, cuál será la condición
del Islam en el tiempo de su aparición y cómo su Gobierno traerá paz y justicia
a la humanidad. El discurso inicia a continuación:
Toda alabanza sea dada al Señor, hacia Quién es el fin de todo y a Quien
todo volverá. Le alabamos por Su Suprema Bondad, por la explicación
clara y manifiesta de la Verdad del Islam, y por la continuidad de Sus
Dones y Bendiciones para el ser humano. Es la clase de alabanzas que
harán justicia a las obligaciones bajo las que existimos y que se alzarán
al nivel que Su Misericordia y Benevolencia merecen. Este género de
alabanzas nos llevarán cerca de las recompensas celestiales y nos harán
merecer el Gran Favor del Señor.
Busco Su Ayuda como alguien que espera sinceramente Su Misericordia
y Bondad, espera Su Benevolencia y Generosidad, tiene fe en Su Refugio
y Protección y Le obedece fielmente en sus pensamientos, palabras y
acciones. Tengo verdadera fe en Él y honesta esperanza en Su Benevolencia
y una genuina convicción de Su Omnipotencia y Omnisciencia. Le rezo
con la humildad y sumisión que Su Grandeza y Gloria imponen. Creo de
todo corazón que no hay Dios Todopoderoso sino sólo él. Hago lo que
me es posible por buscar Su Protección y Cobijo.
Él es el Dios Único. No tiene padre que comparta Su Grandeza y Gloria,
ni hijos que hereden Su Poderoso Dominio si alguna vez pudiera dejar
de existir. Él era antes de que existiera el espacio y el tiempo, ningún
aumento o pérdida de Su Fuerza y Poder ha tenido ni podrá tener
lugar. Por el contrario, el bien diseñado y bien controlado sistema de la
naturaleza organizado por Él, está dispuesto tan hermosamente y dirigido
tan maravillosamente que su propia existencia es una indicación clara y
fuerte de Su Supremo Conocimiento, Fuerza y Poder.
Tomad, por ejemplo, la creación de todas las diferentes galaxias que existen
sin ningún apoyo ni soporte. Les ordenó que fueran y espontáneamente
comenzaron a existir. Si no hubieran aceptado Su Señorío y no hubieran
obedecido inmediatamente Sus Mandamientos, no les hubiera concedido
un lugar en su espacio, no hubiera hecho de las mismas la morada de
Sus ángeles y no hubiesen sido destinadas a ser lugares de exhibición
de Su Gloria y como puertos de bendiciones hacia aquellos que fiel y
sinceramente Le obedecen.
De hecho, no hubieran llegado a existir y no les era físicamente posible
desobedecer Sus Mandamientos, a Una orden Suya, comenzaron a existir
y ocuparon por consiguiente lo lugares que Les había asignado. Hizo
de las estrellas en los cielos para que fueran señales y manifestaciones
claras y luminosas y también para aquellos que desean comprender cómo
los Universos y espacios intermedios llegaron a existir. Tales estrellas
despejan la oscuridad en el espacio el que no puede impedir la luminosidad
que irradian como tampoco puede detener la luz de las lunas y planetas.
Glorificado Sea Dios a cuyo conocimiento no están ocultas aquellas partes
del espacio que están cubiertas de oscuridad ni las caras de los planetas
cuando la oscuridad se extiende sobre ellos cubriéndoles completamente
desde lo profundo de sus valles hasta los elevados picos de sus altivas
montañas; tampoco el sonido del trueno en las nubes -homenaje a Su
Gloria- ni aquellas cosas que al caer el rayo golpea o destruye, ni siquiera
todas las hojas que caen de los árboles y son desparramadas por el viento
y la lluvia en diferentes direcciones.
Él, conoce todo acerca de los movimientos y morada de cada hormiga que
existe, cuanto alimento necesita un pequeño mosquito y cómo y cuando
lo consigue, y si el niño dentro del vientre de su madre, sabe si es varón
o hembra; Su Conocimiento es absolutamente preponderante y alcanza
hasta los más pequeños detalles de la existencia y las necesidades de cada
una de Sus criaturas.
Toda alabanza Sea para el Señor que Era incluso cuando no había espacio
o tiempo, ni galaxias o Universos, ni sistemas solares o la tierra que se
encuentra llena de vida, ni seres humanos o genios. Él es el Señor que está
muy por encima de la comprensión y el entendimiento. La concesión de
honores a los que anhelan Su Benevolencia no Le mantiene Apartado de
otro trabajo ni conceder dones ilimitados reducen Sus Recursos. Ningún
ojo puede verle, ningún espacio puede encerrarle dentro de su límites, ni
se puede sugerir un paralelo a Él. No creó nada con la ayuda de alguien
o algún instrumento, ni Comprende nada con la ayuda de los sentidos.
De hecho, nadie puede comprender es base a los atributos, facultades,
propiedades y poderes de Sus criaturas.
Él es el Señor que habló a Moisés (P) y le mostró una de Sus Grandes
Maravillas, sin la ayuda de ninguna parte del cuerpo o de algún
instrumento.
¡Oh vosotros que intentáis todo lo que podéis para comprenderle y
describirle! Intentad daros cuenta si es posible traer a vuestra mente
imágenes mentales claras de los dos Arcángeles Gabriel y Miguel (P) o
de los otros ángeles en lugares divinos y sagrados; están constantemente
rezándole y rindiéndole homenaje. No podréis describirlos y ellos a su vez
son incapaces de definir o describir al Gran Creador de los Universos.
Recordad que sólo podéis definir y describir una cosa que posea cuerpo,
ocupe un lugar, esté dotada de atributos, propiedades y facultades y cuya
existencia llegará a su fin alguna vez. Recordad que no hay divinidad
sino Dios que pueda iluminar todo rincón del oscuro espacio o que pueda
oscurecer todo lugar iluminado.
¡Oh gente! Os aconsejo que asumáis la piedad por causa de Dios
Todopoderoso, Benevolente y Misericordioso, que os enseñó cómo proteger
vuestro cuerpo con la ayuda de ropas y vestidos, y que os abrió los caminos,
y os dio medios de tener control sobre las cosas de esta tierra.
Si alguno tuvo mayor posibilidad de vida inmortal y de escapar a la
muerte, ese fue Salomón Hijo de David (P) Fue tan Gran Profeta que
Dios le había otorgado completo control sobre los hombres al igual que
los genios, junto al predominio que poseía sobre otras cosas terrenales,
que era mayor al que tenían otros seres humanos. Pero cuando el periodo
de vida que le había Otorgado, llegó a su fin, hubo de hacer frente a la
muerte como cualquier otro mortal. Su ciudad favorita y su poderoso
imperio fueron heredados por otros.
Ciertamente la historia del hombre guarda lecciones y advertencias para
vosotros: ¿En dónde están los Samariquitas y sus descendientes? ¿Dónde
están los Faraones y sus cortes? ¿Dónde están esos poderosos gobernantes
que fundaron un Imperio en el país Russ? Mataron a los Profetas y
Mensajeros de Dios, hicieron lo que pudieron para pisotear las Religiones
y tuvieron un impío y tiránico dominio sobre los hombres. ¿Dónde están los
enormes ejércitos que movieron de país en país, derrotando y conquistando
nación tras nación, matando a miles y miles de seres humanos, arrasando
ciudad tras ciudad y erigiendo otras nuevas en su lugar?
Lo que sigue, es parte del discurso. Habla acerca del último Imam que vendrá
a Gobernar el Mundo, el defensor prometido a la humanidad y Gobernador
benevolente del Estado Mundial:
Se protegerá y defenderá con los recursos de la ciencia y supremo
conocimiento. Su control sobre estos recursos será completo; sabrá
cuan superiores son y cuan cuidadosamente habrán de ser utilizados;
su mente estará libre de deseos de causar mal o de perjudicar a la
humanidad. Tal conocimiento para él será una propiedad que fue obtenida
equivocadamente por otros y que estuvo esperando permiso para volver
a usar y poseer. Al comienzo será como un pobre extranjero, desconocido
y del que nadie se preocupa; el Islam se encontrará desamparado y
desahuciado, como un camello agotado que ha bajado su cabeza y está
moviendo su cola. Con tal comienzo, establecerá el Imperio de Dios en
este mundo. Será la prueba final para mostrar el Misericordioso deseo
de Dios para familiarizar al hombre con las correctas formas de vida.
Hazrat ‘Ali (P) continuó el discurso con las siguientes palabras:
¡Oh gente! Os he aconsejado e instruido en la forma en que los Profetas
(P) han aconsejado e instruido a sus seguidores y os he entregado todo
lo que me fue confiado, exactamente igual que todos aquellos Profetas
(P) que fueron confiados con las explicaciones de Dios tal y como lo
hicieron. He intentado enseñaros disciplina en la vida, pero protestasteis
poca atención a mis enseñanzas; después intenté conduciros firmemente
hacia la vida islámica, pero no os preocupasteis de aceptarlo. Que Dios
os ayude. ¿Estáis esperando que algún otro guía -Imam- os enseñe estas
divinas formas de vida y os conduzca hacia el camino celestial?
Tened cuidado, ya que habéis abandonado las ventajas de la guía divina
y las ideologías pre-islámicas han tomado posesión de vuestras mentes
de nueva cuenta. Personas santas entre vosotros, han decidido dejar este
mundo, han cambiado los mortales y bajos placeres de esta vida a cambio
de la bendición perpetua en la próxima. ¿Podéis señalarme el daño que
les acaeció a aquellos de nuestros hermanos que recibieron el martirio
en el campo de batalla de Siffin? No están hoy entre nosotros, pero son
más felices que nosotros. Si hubieran estado vivos hoy, tendrían que hacer
frente a las mismas contrariedades, humillaciones, sufrimientos y pruebas
que nosotros estamos experimentando.
Juro por Dios que el suyo fue un destino feliz, están frente a Su Señor. Han
recibido recompensas celestiales y después de una vida de persecuciones,
pruebas y peligros, están en paz consigo mismos en sus lugares celestiales.
Pero nos apenó perderles, les echamos de menos y sentimos la pérdida
de su presencia. Oh, ¿Dónde están mis hermanos que llevaron una vida
piadosa y murieron en olor de santidad? ¡Oh! ¿Dónde está Ammar, el
hijo de Yasy? ¿Dónde está Ibn Thehan? ¿O en dónde esta Jazima el Zul-
Shahatathain? El Santo Profeta (PBd) había ordenado que su testimonio
debiera tener el valor de dos personas justas y piadosas; por consiguiente
se le llamó “Zul-Shahatathain” esto es: igual a dos testigos.
¿En dónde están aquellas otras personas que estuvieron conmigo alguna
vez, que habían prometido vivir y morir por el Islam, y que se mantuvieron
en la primera línea de defensa contra los ataques de los transgresores y
pecadores?
Nauf, el narrador de este discurso, dice que cuando Hazrat ‘Ali (P) repitió
los nombres de estos seguidores y amigos, sus recuerdos entristecieron su
corazón, una película apareció en aquellos brillantes ojos como de águila, se
convirtió en lágrimas y fluyeron sobre su blanca barba. Y enfrente de miles
de personas allí reunidas para escucharle, no tuvo vergüenza de gemir por
ellos y de lamentar su pérdida. El Gran soldado y orador, no pudo continuar
su discurso y lloró como una mujer acongojada, mostrando lo tierno que era
su corazón y que amada y querida era su memoria. Después de unos pocos
momentos, Hazrat ‘Ali (P) pudo continuar su discurso:
Cuán tristemente siento la pérdida de aquellos hermanos míos que leyeron
el Corán y lo comprendieron, que meditaron profundamente sobre sus
obligaciones y cumplieron con sus deberes, que mantuvieron vivas las
Tradiciones del Santo Profeta (PBd) y que combatieron tenazmente
contra las innovaciones y que, cuando se le llamó a defender el Islam,
se adelantaron voluntariosamente y tuvieron completa fe en su Imam y
le siguieron fielmente.
Entonces, Hazrat ‘Ali (P) proclamó en voz alta:
¡Jiha, Jiha, Jiha! ¡Oh criaturas de Dios! Enteraos y precaveros de que
hoy estoy movilizando un ejército de voluntarios para defender el Islam.
Quienquiera que desee conseguir el favor de Dios puede dar un paso al
frente.
Nauf, el narrador de este discurso, dice que más de 40.000 personas se reunieron
alrededor de Hazrat ‘Ali (P) quien hizo dos divisiones. La primera, de 10.000
soldados fue puesta bajo las órdenes del Imam Husein (P) otra división del
mismo número fue puesta bajo el mando de Quais Ibn Abbada, una unidad
similar a las anteriores bajo las órdenes de Ayub -e- Amsari, un compañero
del Santo Profeta (PBd) y muchas otras unidades menores bajo otros oficiales
de menor rango.
Estaba así organizando una gran fuerza militar y había resuelto marchar hacia
Siria otra vez. La respuesta a su llamada fue maravillosa, la gente se reunió
por miles bajo su bandera, cuando al cabo de una semana de haber dado el
discurso, Hazrat ‘Ali (P) recibió el mortífero golpe de espada de las manos
de Ibn Mulyim, mientras se encontraba arrodillado en oración dentro de la
Mezquita de Kufa. Era el mes de Ramadan. Tras su muerte, los ejércitos que se
habían congregado para la lucha, se dispersaron y la suerte de la comunidad se
convirtió en la de un rebaño de cabras que no tiene pastor y que son atacadas
por todas partes por los lobos.
Discurso 183
Como es habitual, Hazrat ‘Ali (P) comienza este discurso con alabanzas al
Señor y explica algunos de Sus Atributos. Hazrat ‘Ali (P) nos dice que el Señor
Creó el Universo a partir de la nada, que fijó propiedades, valores y dimensiones
y un espacio en el tiempo para todas las cosas en la naturaleza, cada una de las
cuales depende de la otra para su existencia; que no tuvo que esforzarse para
este trabajo; que hizo de la tierra una morada para los seres humanos envió
a Profetas (P) para enseñarles las correctas formas de vida. Hazrat ‘Ali (P) a
continuación explica lo que es el Sagrado Corán y lo que pretende enseñar; lo
clara y precisa que es su enseñanza, lo que Dios Ha provisto para el hombre
y lo que espera de él; cómo recompensará a la gente piadosa y temerosa de
Él, que clase de recompensa se les dará en el Paraíso y qué clase de castigo
tendrán los pecadores. Hazrat ‘Ali (P) nos explica del significado real de la
ayuda que Dios pide al hombre, lo que constituye una deuda de honor. Todo
el discurso es un discurso para que el ser humano entienda su lugar en la
naturaleza y trabaje para su salvación:
Toda alabanza sea para el Señor que Es reconocido sin ser visto y que
Ha creado los Universos sin ningún esfuerzo. Diseñó y dio forma a Sus
criaturas a partir de nada, solamente por el uso de su Fuerza y Poder.
Hizo que los grandes hombres del mundo se dieran cuenta de su carencia
de importancia e ineficacia ante u Fuerza y Gloria y se dieran cuenta de
su pequeñez a Su Benevolencia y Magnificencia.
Él es el Señor que hizo de esta tierra una morada para Sus criaturas y envió
a Sus Profetas (P) entre los seres humanos y los genios para revelarles los
secretos de la vida; para advertirles de las consecuencias de los malos
pensamientos y acciones; para citar ejemplos de las consecuencias de tales
acciones; para abrir sus ojos a los defectos de llevar una vida viciosa y
darles la certeza de las condiciones rápidamente cambiantes, de la salud a
la enfermedad, de la riqueza a la pobreza y de la grandeza a la humildad;
y para decirles cómo recompensará a Sus criaturas obedientes y cómo
Castigará a los desobedientes.
¡Alabo a Dios tan sincera y asiduamente como Espera que Sus criaturas
lo hagan!. Él, dispuso valores dimensiones o propiedades para todo en la
naturaleza y, para cada valor, dimensión o propiedad, fijó un periodo de
tiempo y cada uno de estos periodos de tiempo está fijo y predestinado,
es decir, nadie podrá hacer un cambio en ninguno de ellos.
Una parte del discurso en la que Hazrat ‘Ali (P) habla acerca del Corán:
El Sagrado Corán os ordena hacer el bien y abstenernos del mal, aunque
aparentemente es silencioso -siendo simplemente un Libro- de hecho,
explica con perfecta sencillez, brevedad y claridad, lo que ha de explicar.
Es la palabra final de Dios a Sus criaturas. Os Ha hecho prometer que
sigáis cuidadosamente Sus Órdenes. Ha completado a través de él, Sus
recomendaciones y en él, completó el código islámico. Volvió a llamar al
Santo Profeta (PBd) al Paraíso sólo hasta que Muhammad (PBd) había
explicado completamente las Órdenes de Dios que se transmiten en este
Libro, que, de seguirse, traerá salvación y paz eterna a la humanidad.
Alabad y glorificad a Dios con los atributos que Él Mismo ha revelado
y declarado porque no os ha mantenido en secreto ninguna parte de la
Religión y os ha enseñado también cómo acercarse a Él y cómo Adorarle.
Ha Indicado claramente los comportamientos que Aprueba y los que no.
Estas indicaciones son precisas, explícitas, simples y os dicen que hacer
y de que abstenerse.
No habrá nunca ninguna alteración a Sus Mandamientos ni cambios en
los métodos de Su Aprobación o desaprobación. Recordad que no Estará
complacido con vosotros si hacéis las cosas que Ha reprobado incluso
en gente que desapareció antes que vosotros, y no Estará Indignado y
Enfadado con vosotros por acciones y pensamientos que Aprobó en otros
anteriormente. Es suficiente con que sigáis los caminos simples y claros
que os han sido trazados y que hagáis y digáis lo que la gente buena -antes
de vosotros- han hecho y dicho.
Se ha Responsabilizado de hacer que la naturaleza se ocupe de vosotros
y os provea de todo lo que es física y básicamente necesario para vuestro
bienestar y fue Su Deseo que seáis agradecidos por estas bendiciones,
que hagáis un justo y honesto uso de las mismas y que llevéis una vida
consciente, honorable y piadosa lo cual Él Ha determinado como la cima
de vuestra realización y único propósito de vuestra creación.
Temed a Dios ante quien habéis de dar cuenta de vuestras acciones,
Quien tiene completo control sobre vuestra existencia y Ha predestinado
vuestro lugar en la naturaleza. Si intentáis ocultarle algo lo sabrá y tiene
testigos para anotar y atestiguar vuestros pensamientos y acciones. Estos
testigos anotarán cualquier acto malo, no dejando nada sin anotar y no
darán nunca falso testimonio. Recordad que para aquellos que teman a
Dios, Él encontrará la forma y los medios de mantenerlos fuera de daños
y dificultades; fuera del vicio y la impiedad, de las pruebas y tentaciones.
Les Guiará a la Luz sacándoles de las tinieblas. Les otorgará Sus Mercedes
en este mundo y en el Paraíso. Recordad que Él no está buscando vuestra
ayuda porque Sea débil o en gran necesidad de socorro; él no os pide un
préstamo porque sea pobre y necesitado. ¿Os dais cuenta de porqué Os Ha
pedido ayuda, aunque las galaxias y los Universos están a Su Disposición?
Los Ha creado, puede destruirlos y puede volver a crearlos una vez más;
Suya es la fuerza y el Poder.
¿Porqué Desea ser vuestro deudor aunque Él mismo lo Ha creado todo
-lo que consideráis como vuestra riqueza- aunque ordena y dirige la
prosperidad, la abundancia y la fortuna? Sin embargo, Busca vuestra
ayuda, vuestra riqueza porque Desea probaros y recompensaros o
castigaros de acuerdo a vuestra capacidad de obedecerle y de servir a
la humanidad o de acuerdo a vuestra arrogancia en desobedecer Sus
Órdenes.
Ahora, dirigíos hacia Su Reino, con abundancia de buenas acciones en
vuestro haber. Intentad alcanzar la morada en que vuestros vecinos serán
Su Gloria, Sus Profetas (P) Sus Ángeles, Sus Santos. Ellos nunca sufrirán
las torturas del Infierno. Él Ha Revelado:
«Él Lo Concede a quien Le place y Dios es el Señor de la Abun-
dancia, la Generosidad y la Gloria»
(57:21)
He realizado mi deber, os he dicho lo que debía deciros. Ahora es cosa
vuestra actuar de acuerdo a mi consejo o no prestar atención a mi discurso.
Dios nos basta para venir en nuestro auxilio. Es totalmente suficiente para
nosotros y Es el Mejor para dirigir nuestros destinos.

Discurso 184
Bury Ibn Musha’ar-e-Taae era un jariyita y poeta. Los jariyitas habían creado un
lema contra Hazrat ‘Ali (P) que repetían: “No hay orden ni decisión sino las de
Dios” Bury tenía la costumbre de repetir en voz alta este lema, especialmente
cuando Hazrat ‘Ali (P) se encontraba cerca. Una ocasión, cuando estaba
repitiendo este lema, Hazrat ‘Ali (P) le escuchó y le dijo:
¡Cállate! dientes rotos y boca sucia. Que Dios no te perdone. Cuando la
justicia y el poder estaban en el poder, tú te encontrabas en un estado
humilde y desgraciado y, cuando el pecado y la inequidad comenzaron
su reino, empezaste a obtener poder y de repente apareciste como los
cuernos de una cabra.

Discurso 185
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) nos vuelve a impresionar con su extraordinario
conocimiento y talento innato para explicar algunos atributos de Dios y
describir algo más de Su maravillosa creación:
¡Toda alabanza sea para el Señor!, a Quien los ojos no pueden capturar,
los sentidos no lo pueden abarcar, y el espacio no lo puede contener, y
a Cuya Gloria y Majestad nada en la naturaleza puede cubrir u ocultar.
El inicio de la existencia de los universos y la edad del universo por sí
misma son la prueba clara y la evidencia de Su Pre-existencia y Eternidad.
La decadencia y la destrucción de la naturaleza prueban que Él existirá
por siempre.
De igual modo, en las propiedades, los atributos y las características
de las cosas creadas hay una evidencia de que no puede haber similitud
alguna entre Él y Sus criaturas y que Él no tiene igual ni par. Él es veraz
y fiel a Sus promesas y Él está por encima de la opresión y la tiranía. No
hay error de comisión u omisión en Su Gobierno, ni exceso o redundancia,
ni deficiencia o escasez.
La existencia misma de las cosas es una evidencia de que Él es el
Creador y que Él existía antes que ellas. La incapacidad de todas las
formas de creación de que puedan existir por sí mismas y de proveerse
de sus necesidades sin ayuda exterior, es prueba de Su Omnipotencia y
Omnisciencia. Los constantes cambios son la condición de la materia
y la difusión persistente de energía, revelan la razón de Su Atributo de
Eternidad.
Todos estos hechos, prueban que él es Uno, pero Su unidad no es una
cualidad matemática; que Es Eterno, no teniendo principio ni fin. Que Su
Existencia no tiene necesidad de ayuda o apoyo por parte de Sus criaturas,
que las mentes perciben Su existencia pero no con la ayuda de la vista o
de los sentidos. Sus criaturas son testigos de Su Ser sin llegar a ponerse
en contacto con Él; y que la imaginación y la comprensión no pueden
alcanzarle pero pueden darse cuenta de Su Existencia. Él es Grande
pero no por Sus Dimensiones; esto es, Su Grandeza no es una grandeza
corporal, Es Grande por Su fuerza, Gloria y Dominio.
Testifico que Muhammad (PBd) es Su criatura, Su Mensajero elegido, Su
Profeta elegido y siervo leal. Envió a este Mensajero para iluminar el
camino recto y vino acompañado de pruebas irrefutables, éxitos innegables
y órdenes claras. Este Profeta nos trajo Su Mensaje, guiándonos para
diferenciar entre el bien y el mal, entre la verdad y la falsedad, entre el vicio
y la virtud y entre la piedad y el pecado. Nos mostró el verdadero camino
de la salvación, iluminó el camino de la Religión estableciendo minaretes
de luz a lo largo del camino, y fortaleciendo los lazos de l Islam y la fe.
Seguidamente Hazrat ‘ Ali habla sobre la belleza de la Creación en diferentes
formas de vida.
Si la gente estudiara cuidadosamente la belleza y grandeza del arte de
la creación y las bendiciones escondidas en las diferentes formas de
vida, se sorprenderían de Su Grandeza y aceptarían sinceramente Su
Magnificencia, seguirán el camino por Él trazado, intentarían conseguir
Sus Bendiciones y tendrían miedo de Su Cólera. Pero es una desgracia
para el hombre que tenga una mentalidad enferma y una visión mórbida,
¿Por qué es así? ¿No puede ver todas esas pequeñas criaturas que abundan
a su alrededor? ¿No puede darse cuenta de que Dios Ha creado esos seres
tan pequeños y, sin embargo, tan fuertes y vigorosos? Qué pequeños,
delicados e indefensos parecen, pero cuán fuertemente están construidos
sus miembros, y cuán robustamente están conectados unos con otros; se les
ha provisto de ojos, orejas, huesos y piel como a cualquier animal grande.
Mirad a una hormiga, qué pequeño es su cuerpo y qué delicados sus
rasgos. Es una criatura tan pequeña que a menudo escapa a una mirada
curiosa; poca gente se preocupa de darle alguna importancia entre las
criaturas vivientes que se encuentran en esta tierra. Miradla y estudiad
sus formas de vida, cómo se desplaza, cómo se precipita sobre su comida,
cómo levanta un grano muchas veces más pesado que su cuerpo y lo
transporta a su morada; cómo almacena los granos y como reúne y
almacena alimentos en el verano y el invierno para los días de lluvias. El
Señor Ha ordenado que la naturaleza le provea del alimento que necesita
físicamente. Dios Misericordioso no Ha abandonado ni siquiera a una
criatura tan pequeña y la naturaleza le provee y le cuida incluso si tiene
una morada en lugares secos y pedregosos. Si estudiáis cuidadosamente
su canal alimenticio, como los lugares por donde entra el alimento y los
desechos que deja su cuerpo, el cartílago de sus costillas que protege su
sistema circulatorio y respiratorio así como su estómago; su cabeza son
ojos saltones y sus órganos del oído y sus conexiones del cerebro con el
cuerpo, estaréis aturdidos, de las maravillas de la creación de este pequeño
cuerpo y no encontraréis fácil describirlo y explicarlo.
Grande y Glorioso es el Señor que la Ha creado, La hizo ponerse de pie
sobre sus patas e hizo funcionar los microscópicos órganos en su cuerpo
en forma perfectamente normal, armonizándolos unos con otros. Nadie
fue Su socio en este trabajo y nadie Le ayudó a realizar esta creación.
Si examináis seria y detenidamente la naturaleza, os daréis cuenta de Uno
que Ha creado una hormiga, Ha creado también una palmera datilera. S el
Único Creador de la vida animal y vegetal. Los detalles de los organismos
vivos son maravillosamente pequeños y delicados y prodigiosamente
intrincados y las diferencias en los órganos de las diversas formas de
vida son pequeñísimas pero muy precisas. La creación de formas de vida
microscópicas al igual que grandes seres, el débil, el fuerte, el delicado
y el robusto, no tiene parangón.
Similar es el caso de la creación del agua, el aire, la atmósfera y el cielo.
Mirad al Sol, la Luna, la vegetación verde, los grandes árboles, las piedras
y las rocas, las noches y los días que se siguen unos a otros, los ríos que
fluyen, las cadenas de montañas y sus elevados picos y las diferencias de
raza y leguas en el hombre, lo que constituye una fuente de beneficios y
bendiciones para la humanidad.
Es una lástima que el ser humano rehúse aceptar la existencia de este
Gran Arquitecto del Universo y este Poderoso Creador de la Naturaleza.
Es una lástima creer que su propia existencia es un accidente a que ha
llegado a ser espontáneamente y que nadie lo ha creado. El hombre ha
llegado a pensar que es como una planta que nadie ha cultivado ni ha
dado forma, una vida sin plan ni propósito. No da ninguna prueba objetiva
o racional de esto. ¿Puede haber un edificio sin un constructor, puede
haber algún efecto sin causa?
Hay otro ejemplo cerca de vosotros en donde podéis estudiar los detalles
de Su creación. Mirad a una langosta. Podéis maravillaos de la simetría
de su cuerpo, sus dos ojos rojos chispeando como dos estrellas, sus dos
ocultos y delicados órganos del oído, los sentidos que se acomodan a su
forma de vida, su boca tan apropiada a su forma de nutrición, sus agudas
mandíbulas tan útiles para comer las hojas y sus artísticas, pero bastantes
fuertes patas, suficientemente poderosas para soportar su cuerpo en las
hojas de hierba o en los árboles. Los grajeros le temen porque no pueden
evitar que traiga devastación y destrucción a sus campos. Qué grandes y
fuertes son, y que pequeña una langosta comparada con ellos, pero estos
granjeros, incluso si se reúnen muchos de ellos, no pueden alejar a las
langostas de sus campos. Se asientan en sus campos y lo comen todo, no
son mayores que el dedo pequeño de un granjero pero es para él un gran
problema.
Glorioso y Exaltado Sea el Señor ante quien todo en la naturaleza se
inclina lo quiera o no, permanece, humilde, sumisamente y cede su misma
existencia a Él, por Su Mandato.
Los pájaros que surcan los aires, que se nos muestran tan libres de
movimiento, están bajo Su Completo control. Conoce cuantas plumas
posee cada uno de ellos y cuantas veces respirará en su vida. Ha destinado
algunos de ellos a la tierra y otros al agua, Ha fijado sus formas de vida
y Conoce sus variedades, especies y géneros, el halcón, la paloma y la
avestruz; cada especie ha sido creada con sus peculiaridades y con su
medio ambiente propio y la forma en que deberán alimentarse.
¿Y qué se puede decir de esas densas nubes tan cargadas de lluvia? A cada
tierra se le ha concedido su porción de ellas. Convierten las secas tierras
en verdes campos y las tierras muertas en jardines sonrientes de vegetales.

Discurso 186
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) ha hablado extensamente los atributos de
Dios, advirtiéndonos de no atribuir a Dios nuestras propias cualidades y
características, y crear equivocadamente de esta manera una imagen nuestra,
glorificada como una deidad personal. Mientras que describe los Atributos
Divinos, ha sugerido las limitaciones de la mente humana, de la ciencia y de
la naturaleza, ha sugerido la teoría de la inercia, y la total aniquilación del
Universo y su posterior recreación.
Quienquiera que atribuya cualidades a Dios no podrá de hecho creer
en Su Unicidad. Es tan Sublime y Trascendente que la mente humana no
puede formarse una idea de Sus Atributos Reales y por consiguiente se
le atribuyen a Él sus propias y buenas cualidades. Hazrat ‘Ali (P) dijo
que esta es una actitud equivocada y que de esta forma el hombre crea
su propia imagen exaltada nombrándola como su dios y ha creado así,
un panteón de dioses en lugar del Verdadero y Único Dios:
Quienquiera que intente encontrar entre las cosas creadas un ejemplo
o una analogía de Sus Atributos no comprenderá nunca la Realidad
de Su Existencia. Quienquiera que intente compararle con cualquiera
de Sus criaturas fallará en visualizar Su Grandeza, Su Omnipotencia y
Omnisciencia.
Un ser que pueda ser comprendido por su peculiaridades, atributos y
limitaciones, es un ser creado, y uno que no pueda existir por sí mismo sin
oque requiera de alguna clase de apoyo o ayuda por parte de otros para
su existencia, no puede ser un dios y por ende no podría haber llegado a
existir espontáneamente.
Para realizar una acción Él no necesita la ayuda de ningún órgano
corporal, como manos, pies, mente, ojos, oídos, etcétera, o ninguna clase
de instrumentos. Ha predestinado y ordenado toda fase y aspecto de la
naturaleza, pero no estuvo obligado a hacer uso de la ayuda de facultades
mentales. Es rico y opulento pero no por la ayuda de las cosas creadas
por Él. Está más allá del alcance del tiempo y del espacio; es demasiado
Poderoso para necesitar a cualquiera de Sus criaturas.
La creación de la mente y de sus capacidades para Sus criaturas prueba
que no pueden existir sin Su Bondad y Gracia y también que Él esta por
Encima de la necesidad de sus consejos o ayuda. La creación de facultades
y propiedades opuestas en la naturaleza, prueba que nada se Le puede
oponer. La dependencia de un aspecto de la naturaleza respecto a otro
es la evidencia del hecho de que no depende o necesita la ayuda o apoyo
de Sus criaturas. Él es el Señor que creó el contraste entre la luz y la
oscuridad, la tierra, el mar, los sólidos y los líquidos, el calor y el frío; que
Reunió y entrelazó fuerzas opuestas y contradictorias, e hizo que facultades
antitéticas se complementaran unas con otras; que forzó a capacidades
totalmente opuestas a actuar complementariamente unas con otras y
forzó a objetos y propiedades separados a actuar como complementos
unos de otros. Lo anterior es prueba de Su Completo Control sobre todo
en la naturaleza haciendo y deshaciendo, creando y destruyendo, uniendo
y separando, reuniendo y dispersando cosas, energías, propiedades y
capacidades cómo y cuando él así Lo desea.
Es el Creador de todos y Libre de moldear la naturaleza como Le Plazca.
El espacio no puede contenerle y Su Fuerza no puede ponerse al alcance
del cálculo matemático.
Las propiedades físicas o químicas, capacidades y cualidades, son atributos
de cosas que tienen cuerpo. El tiempo de Su creación (en cualquier tiempo
que pueda haber sido sin importar cuanto tiempo haya tomado) muestra
que ni el Universo ni nada fuera de Él es eterno. La propia dependencia
de cada cosa de otra en la naturaleza para su existencia propia, muestra
que nada puede existir libre de Su Apoyo, Ayuda, Decreto o Destino. A
pesar de esta dependencia, las mentes sólo pueden concebir Su Grandeza
y Gloria, pero los ojos no pueden verle ni le verán nunca.
Ni el movimiento, ni el descanso ni el reposo alcanzan a Su Señor Supremo.
Creó el movimiento, lo impartió a las cosas, y lo introdujo en la naturaleza
como un signo de que todo dependía de una fuerza exterior (nada en
el Universo puede comenzar a moverse espontáneamente a menos que
algo externo lo impulse) y una vez que se ha movido nada se detendrá a
menos que alguna fuerza exterior -a tal cuerpo- frene su movimiento. De
modo similar, nada cambiará su dirección y velocidad de movimiento en
el universo a menos que un factor exterior lo obligue.
Esta es la ley de la inercia, que la ciencia dice que Newton fue el primero en
hacerla conocer al hombre, pero 1200 años antes que Newton, Hazrat ‘Ali (P)
había explicado esta misma teoría mientras discutía los atributos de Dios. El
discurso continuó así:
Juntamente con el movimiento, ordenó el reposo y el descanso donde fuera
necesario. ¿Cómo podrían los atributos y limitaciones que Él Ha impartido
a las cosas por Él creadas, actuar como Él? ¿Cómo podrían las cualidades
que Ha originado en otros ser detectadas en Él? Si fuera posible tal cosa,
entonces Su Ser estaría sujeto a cambios de lugar y condición. Y, si se
acepta un cambio de condición o lugar en Su Ser, entonces ha de aceptarse
también un análisis de Su Persona y esto nos extraviará eventualmente
de nuestra fe en Él, en Su Eternidad, Su Omnipotencia y Omnisciencia.
Si aceptáis cualquier ser anterior a Él, estaréis lógicamente obligados
a admitir que algo permanecerá existiendo incluso después de Él. Si
presumís que necesita algo, estaréis obligados a presumir que ese algo
solamente podría ser provisto por un agente externo. Por consiguiente,
las limitaciones y atributos de los seres creados habrían de asumirse en
Él Mismo, como Creador Supremo lo que habría de rebajarle -en nuestras
mentes- al mismo nivel de Sus criaturas. Por consiguiente, no es una
acción cuerda y racional concebir en Su Ser, las cualidades y atributos
de Sus criaturas, sin importar cuna sublimes y elevadas pueda ser sus
delimitaciones, resultando lógico ser una parte de la naturaleza y Él no
puede ser afectado por ninguna clase de limitación.
Por consiguiente, deberá recordarse siempre, que Él está por encima de
todos los atributos de Sus criaturas; que las cosas que afectan, influyen
e impulsan el Universo efímero no pueden ni podrán afectarle; que
ningún cambio puede tener lugar en él y ningún detrimento, disminución,
menoscabo o disipación de Su Fuerza y Gloria son posibles. Que no Ha
sido engendrado por nadie ni engendra a nadie (Él es Creador en todo
el amplio significado del término) que es demasiado Trascendente para
poseer ninguna parentela o tener ningún deseo sexual.
Es inaccesible al intelecto más elevado el que no podrá nunca formarse una
idea correcta de Su Fuerza y Gloria. Es incomparable a cualquier cosa.
Las mentes no pueden encontrar una analogía o similitud para visualizar
Su Ser. Los sentidos no pueden alcanzarle, y no puede ser sentido o tocado
por mano alguna. Ni cambia ni pasa de una condición a otra. Iones de
tiempo no pueden envejecerle, la luz y la oscuridad no pueden causar
ninguna irradiación a Su Poder. No tiene ni cuerpo ni forma. Nada en el
Universo puede elevar Su Poder o Prestigio, ni nada puede rebajarlos.
Nadie puede guiarle o dirigirle o influenciar en Sus Leyes y Ordenanzas.
Nada puede encerrarle o rebasarle y Él no cubre nada. Es El Creador de
todo y no está influenciado por Sus criaturas. Su Omnipresencia descansa
en el Control Completo de todo el Universo.
Habla aunque no tengan lengua ni boca. Oye aunque no tenga oídos. Ve
aunque no tiene ojos. Recuerda todo sin la ayuda de mente o de memoria.
Sus Mandatos no llegan por palabras de lengua alguna. Piensa y Desea
sin la mediación de corazón o mente. Su misericordia y Benevolencia no
se deben a blandura de corazón y Su Cólera no se debe a perjurio, malicia
o enemistad. Cuando Desea crear una cosa: materia, energía, condición
o estado, simplemente Lo Ordena y llega a ser; pero esta orden no es
llevada por palabras que una lengua pueda formular o por un sonido que
pudiera alcanzar los oídos de uno. El discurso de Dios es Su Voluntad
obedecida en forma de acción por cada una de Sus criaturas existentes
o que existirán por Su Mandato. Sus Leyes son inmutables, pero no son
eternas; la única existencia eterna es Su Ser y nada más. Si sus palabras
fuesen consideradas eternas, ellas mismas serían otro dios.
Es equivocado pensar que llegó a Existir, lo que significaría que no fue
alguna vez y que llegó a ser, si le imagináis ser así, entonces, comprended
una vez, que introducís en Él todas las limitaciones de una criatura efímera
y mortal, y el Creador es rebajado por vosotros al nivel de los seres por
Él creados. Recordad que Es Absoluto e Infinito, un Ser Sin Limitaciones,
atributos o cualidades de Sus criaturas. Lo Creó todo sin la ayuda de un
modelo, dibujo, ejemplo o espécimen de cosas creadas por algún otro dios.
Tampoco fue ayudado en el acto de Crear por ninguna de Sus criaturas.
Creó la tierra sin esforzarse o atarearse por dicho trabajo, la suspendió
en el espacio sin el apoyo de pilares o alguna cosa. Hizo que no pudiera
romperse en pedazos o explotar en fragmentos. Creó las montañas sobre
la tierra para que actuaran como pernos -en el desplazamiento de los
flotantes continentes- Hizo que los arroyos fluyeran, para que abrieran
los valles y cuencas para los ríos.
La creación de los Universos no Le cansó y el fortalecimiento de Sus
criaturas no Le debilitó. Por Su Poder gobierna los Universos y por Su
conocimiento Supremo conoce todos los secretos de la Naturaleza (Él
mismo los diseñó) Por Su Fuerza y Su dominio, prevalece sobre todo
y sobre cualquier lugar. Nada puede permanecer fuera de Su control
y rehusar en aceptar Sus Órdenes. Nadie puede pasar más allá de los
límites de Su Autoridad y Jurisdicción. No necesita de algún ser más rico o
poderoso para ayudarle o mantenerle. Todo en la Naturaleza es obediente
y sumiso a Sus Mandatos. Nadie en el Universo puede atreverse a escapar
más de los límites de Su Dominio. Nada puede sobrepasar Sus Dones o
puede ser indiferente a Su Autoridad. No tiene par ni igual.
Para destruir las cosas por él creadas de tal modo que dejen de existir y
desaparecer en la nada, aniquilar todo el Universo después de haberlo
creado una vez, no e más maravilloso o difícil para él que haberlo creado
de la nada al principio. Si todas las criaturas, animadas e inanimadas
unieran sus fuerzas para crear un mosquito no podrían hacerlo; no
sabrían ni siquiera cómo hacerlo. Estarían confusas acerca del problema
y confesarían su impotencia. Su incapacidad sería similar si quisieran
exterminar una cosa del Universo.
Sólo los que han comprendido la última teoría de la anti-física pueden captar
el sentido oculto de estas frases.
Ciertamente después de hacer terminar el Universo existirá en solitario
como Ha existido antes. Él Creó todo esto. De nuevo, no habrá ni tiempo
ni espacio, los años, los días y las horas desaparecerán; al igual que los
planetas, soles, lunas y galaxias. Todo se desvanecerá en la nada. Sólo
Él, poderoso Señor de la Creación y la destrucción, el Gran Arquitecto,
Supremo Aniquilador, permanecerá.
Estaba más allá de la capacidad del Universo el llegar a existir
espontáneamente y estará más allá de su capacidad el evitar su propia
decadencia y destrucción. Si tuviera poder de permanecer inmortal,
entonces cada una de sus criaturas habría conseguido la inmortalidad.
Cuando Deseó crear una cosa, nunca sintió dificultad alguna al hacerlo
ni el trabajo Le dejó agotado. No creó el Universo para hacer Fuerte
Su Dominio, o para evitar el declive de Su Gloria y Fuerza, o para
conseguir ayuda o apoyo contra un enemigo poderoso, o para extender
las fronteras de Su Reino, o para satisfacer Su vanidad o para terminar
con su Soledad. No lo aniquilará porque Se haya cansado de cuidarlo
y mantenerlo, o porque esté cansado de las peticiones constantes a Sus
Recursos, o porque Quiera descanso, relajación y ocio, o porque fuera
una carga para Su mente, o porque su gran edad le esté preocupando
o molestando. La creación de los Universos fue un Acto de Gracia de
Su parte; fueron creados por Su Sabiduría, mantenidos por Su Poder y
Retenidos durante iones a través de Su Fuerza. Después de aniquilar el
Universo, puede recrearlo, no porque tenga necesidad de su existencia,
ayuda o compañía, ni para aumentar Su Conocimiento con experimentos
o pruebas ni para aumentar Su Riqueza y Poder, ni para convertir Su
Humildad en Gloria. Como el la creación original, la aniquilación y
creación serán actos de Gracia.

Discurso 187
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) ha dado a los musulmanes una idea de las
condiciones a través de las cuales una sociedad ha de pasar a menudo, y cómo
alguien piadoso debiera comportarse bajo tales circunstancias provocativas:
¡Oh cómo amo, respeto y venero a aquellas personas que son mejor
conocidas en el Paraíso que en la tierra!
Recordad que las contrariedades constantes pueden estar en lo que os
toque en la vida.
La sociedad puede estar desorganizada, vuestros lazos pueden ser
perturbados y rotos. Quienes de entre vosotros seáis de un nivel moral y
mental bajos, (necios y tontos) podréis llegar al poder.
Esos serán los días en que un fiel musulmán encontrará más fácil ser
perjudicado y dañado que ganar honestamente un dinar (moneda) Cuando
los hombres amasen riquezas por medios deshonestos y hagan caridad
para ganar fama y popularidad, sus acciones filantrópicas estarán vacías
de sinceridad y deseo de servir a la humanidad y no serán recompensados
en el Paraíso por estas, aparentemente, buenas acciones. Cuando la
gente virtuosa y escrupulosa sea forzada a buscar ayuda y a mendigar, su
mendicidad merecerá una recompensa celestial y será obligada a dañar
a otros seres humanos (para obtener sustento)
Esos serán los días en que seréis intoxicados no con vino, sino con
riquezas y lujo. Cuando llamaréis a Dios como testigo, innecesaria y
mentirosamente, simplemente para conseguir provechos mezquinos y lo
haréis sin que se os fuerce a ello; entonces los infortunios os perseguirán
y oprimirán severamente. ¡Oh qué largo será el periodo de estas pruebas
para vosotros y qué difícil encontraréis salir de ellas!
¡Oh gente! Dejad las falsas esperanzas y no cedáis a los deseos pecaminosos
que os empujarán hacia formas de vida viciosas. No abandonéis a vuestro
Imam, de otro modo os arrepentiréis de ello penosamente. No saltéis
a ciegas en el torbellino del vicio y el pecado creado por la sociedad;
evitad sus caminos y apartaos de ellos. Juro por mí mismo que este es un
fuego tal que quema a un fiel musulmán, pero los hipócritas e infieles se
encontrarán a salvo en él. Incluso pueden irles bien las cosas.
Estoy entre vosotros como una lámpara en la oscuridad, quienes así
lo deseen, pueden obtener el beneficio de esta Luz Divina. ¡Oh Gente!
Escuchad y recordad el consejo. Prestad atención cuidadosamente a lo
que digo de modo que podáis comprenderlo completamente.

Discurso 188
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) aconsejó a los musulmanes a temer a Dios, y
les aconsejó a mirar a su alrededor y se den cuenta de qué Amable, Benevolente
y misericordioso Ha sido para nosotros y que tan a menudo Ha perdonado
nuestros defectos y pecados. Hazrat ‘Ali (P) advierte no olvidar la muerte,
final último de esta vida:
¡Oh gente! Os aconsejo temer a Dios y a estarle agradecidos por los
dones que os Ha otorgado, las Bendiciones que os Ha concedido, los
Favores que os Ha mostrado, al igual que las pruebas por las cuales os
Ha hecho pasar. ¿Os dais cuenta de qué Amable Ha sido para vosotros,
como Ha reservado favores para vosotros y cómo ha desparramado Sus
Bendiciones sobre los seres humanos?
Habéis estado viviendo en pecado, pero Él Ocultó vuestros secretos,
escondió vuestras fallas y corrió una cortina sobre vuestros vicios.
Vuestras acciones merecen sobradamente el castigo, pero no so castigó
inmediatamente sino que os dio tiempo de arrepentiros e intentar el mal
que habéis hecho. Os aconsejo recordar la muerte y ser menos olvidadizos
respecto a ella. No sé por qué olvidáis y sois tan descuidados acerca
de una cosa que nos os pasará por alto u os olvidará cuando os llegue
vuestro turno. ¿Por qué esperáis la actitud y negligencia de una cosa -la
muerte- que será muy rápida y expedita? ¿No es suficiente para vosotros
ver el morir a la gente a vuestro alrededor? ¿No están siendo llevados a la
tumba ante vuestros propios ojos aquellos a quienes veis, oís y con los que
habláis? No pudieron evitar ser llevados de ese modo. Fueron bajados a
sus tumbas y no lo pudieron evitar. No llegaron allí por su propia voluntad y
no entraron en las tumbas espontáneamente. Desaparecieron de esta tierra
como si nunca hubieran nacido y como si sus tumbas fueran sus moradas
permanentes. Fueron obligados a abandonar el lugar del que habían hecho
su país natal y fueron obligados a permanecer en una morada a la que
tanto recelaban y temían. Qué cuidadosamente planearon y proveyeron
por un lugar al que habían de dejar -el mundo- y qué despreocupados y
descuidados fueron al lugar que habrían de ocupar.
Cuando la muerte les cerró los ojos de una vez, no hubo para ellos ni
posibilidad de arrepentirse por sus pecados, ni oportunidad de hacer el
bien. Estaban locos por este mundo vicioso el que le engaño y abandonó.
Que Dios tenga Misericordia de vosotros, apresuraos en proveer para el
lugar en que se os ha ordenado asentar, hacia el que habéis sido invitados,
y el que se os persuadió a preferir y gustar. Haced el mejor uso de Sus
Favores y Bendiciones, obedeciéndole sincera y fielmente, porque el día
de mañana no está muy lejos del hoy. Por lo que se refiere a la duración
de vuestras vidas ¿no os dais cuenta de qué rápidas pasan las horas de un
día, cómo los días se convierten en meses y cuán rápidamente los meses
se juntan en un año, y que los años simplemente vuelan?
Discurso 189
Este -aparentemente- no es un discurso completo. Algunos pasajes
parecen extraviados. Por consiguiente, los párrafos del mismo aparecerán
desconectados. En él, Hazrat ‘Ali (P) ha sugerido sobre el tipo de mentes por
lo que se refiere a la Fe y al principio islámico de hiyrat. Este discurso llama la
atención por la luz de la razón y profundidad que nos muestra Hazrat ‘Ali (P):
Hay dos clases de fe: Una es la clase en la que un hombre ha llegado a
una conclusión y cree en ella sincera y firmemente; esta es una fe que no
puede dañarse.
La otra variedad es de una naturaleza vacilante y que tiene fluctuaciones,
en la que ninguna convicción se asienta firmemente en la mente de uno.
Por consiguiente, si estáis molestos y disgustados con una persona por
el mal que encontráis en ella, no saquéis una inmediata conclusión, sino
esperad y observad si puede mejorar. Si continúa con su mala vida hasta su
último día, entonces, por supuesto, merece vuestro odio y aborrecimiento.
La emigración de la casa y del propio país por la causa de Dios es tan
obligatorio ahora como lo fue en los días del Santo Profeta (PBd) y, por
lo que se refiere al Señor Todopoderoso, no supone mucha diferencia si
uno acepta Su Religión -Islam- abierta o secretamente. A menos que una
persona reconozca al Verdadero Imam y lo siga, habrá perdido el crédito
y la recompensa celestial del hiyrat (emigración por la causa de Dios)
Quien reconozca al Verdadero Imam, lo acepte, lo siga y emigre por sus
instrucciones, merecerá las Bendiciones de Dios. Para aquel que haya
alcanzado el Mensaje de Dios -a través del Verdadero Imam- no hay excusa
por no seguir las órdenes respecto a la emigración.
Ciertamente la Verdadera Fe no es cosa fácil para una mente ordinaria,
ya que las circunstancias la han hecho más ardua y exigente. Aquellas
personas que han sido probadas por Dios serán únicamente las que puedan
creer completamente en nosotros. Nuestras prédicas y filosofía podrán
ser comprendidas solamente por mentes superiores y corazones sinceros.
¡Oh gente! Preguntadme lo que queráis antes de que me perdáis -antes de
que muera- porque ciertamente conozco tanto, e incluso más, acerca del
Universo, las galaxias y sus evoluciones, del Paraíso y sus Bendiciones,
que acerca de esta tierra. Preguntadme mientras haya todavía paz y
antes de que la rebelión y el desorden os abrumen, el cisma y la herejía
oscurezcan completamente vuestra mente. Será un desorden terrible,
perturbará totalmente a la sociedad y hará que la gente pierda su cordura.

Discurso 190
En este discurso, tras alabar a Dios y elogiar al Santo Profeta (PBd) Hazrat ‘Ali
(P) aconseja al ser humano a adoptar la piedad como el principio de su vida.
Enseña a los seres humanos a estar preparados para la muerte y les informa
sobre las etapas a través de las cuales uno ha de pasar entre la muerte y el
día de la Resurrección y también los méritos para entrar en el Paraíso, y los
defectos que llevan al Infierno:
Alabo al Señor y le doy gracias por Sus Bendiciones y Dones. Busco
Su Ayuda para realizar los deberes por Él impuestos. Él es el Señor de
Ejércitos Poderosos y Fuerza Suprema.
Testifico que Muhammad (PBd) es Su Fiel Siervo y Mensajero elegido.
Invitó a la gente a obedecer a Dios, combatió y derrotó a los enemigos del
Señor y cuando la gente se unió en su contra para desafiarle, refutarle y
poner obstáculos en el camino del Islam, a pesar de su poderosa oposición,
continuó con éxito su trabajo como Mensajero de Dios.
Estáis obligados a ser piadosos porque la piedad es la mejor forma para
una vida más noble, exaltada y el lazo más fuerte entre Dios y el hombre.
Realizad vuestro deber hacia vuestro Creador y hacia el hombre antes de
que la muerte o la enfermedad extrema os impidan hacerlo.
Estad preparados para hacer frente a la muerte con la ayuda de vuestras
buenas acciones. Estad dispuestos a iros ante de que la orden llegue a
vosotros. Recordad que el final último de todo ser humano es el Día de
la Resurrección y el conocimiento de este hecho es una lección para las
personas sabias y una advertencia para quienes no lo sean.
¿Sabéis de lo que cada uno de vosotros habrá de pasar entre el día de
la propia muerte y el Día de la Resurrección? Está la estrecha y oscura
tumba, los sufrimientos del Barzaj (el espacio temporal e intermedio
entre ambos mundos) es un lugar temporal de expiación y sufrimientos,
la total desconexión con aquellos a quienes amamos y que nos aman, y la
incapacidad que hay en esa condición para los seres humanos.
¡Temed a Dios, Oh Sus Criaturas! Ciertamente el mundo no va a cambiar
su actitud por vosotros, os tratará como ha tratado a quienes han pasado
antes que vosotros. Recordad que vosotros y el Día del Juicio estáis
firmemente unidos. Nadie puede escapar a ese Día. Cada uno de vosotros
habrá de hacerle frente. Se ha hecho evidente en la vida de cada uno y ha
dado prueba incontestable e inconfundible de sus efectos y venida. Estáis
en camino hacia ese final. Está planeando sobre vuestra cabeza. Nunca
puede ser demasiado tarde para que os deis cuenta de que la “vida” ha
abandonado su dominio sobre vosotros y os ha entregado a la poderosa
influencia de la “muerte” Imaginad que la vida que habéis vivido sea un
día o como mucho un mes que ha pasado para no volver. Sus novedades se
han deteriorado y vuelto rancias con la edad, su riqueza ha desaparecido;
os está entregando a una tumba estrecha y oscura.
Una tumba es inimaginablemente ardiente. Aunque el Infierno es tan
ardiente que su calor no puede ser descrito, y aunque el fuego ruge
allí hambrientamente, dicho lugar es totalmente oscuro y espantoso. El
brillante fuego es allí tan fiero y poderoso que no puede ser extinguido, su
profundidad no puede ser medida, se forman en él remolinos y torbellinos
que lo hacen extremadamente espantoso y horrible.
Exactamente la misma tumba puede conducir a determinadas personas
al Paraíso. Allí, se encontrarán protegidas del Infierno y sus tormentos.
Disfrutarán de los placeres del Paraíso. Estarán complacidos y
agradecidos del lugar que les ha sido concedido. ¿Quiénes serán? Serán
las personas piadosas. Personas que han llevado una vida sin pecado.
Serán honestos y simpáticos. El temor a Dios estuvo siempre en sus mentes,
la condición de los pobres les mantuvo siempre tristes y deprimidos.
Convirtieron sus días en noches y se mantuvieron despiertos rezando y
deliberando acerca de los deberes que les fueron impuestos por Dios.
Rehuyeron la compañía de personas viciosas y pecadoras, evitando a las
personas ricas y de hábitos mundanos, moviéndose entre las Mezquitas
y oscuras residencias de los pobres, intentando encontrar la forma y los
medios para ayudarles.
Dios les Ha recompensado por sus buenas acciones, Les Ha concedido
Sus Bendiciones en el Paraíso, un lugar de gozo duradero bajo Su Eterno
Dominio.
Por consiguiente, ¡Oh gente! Haced tales acciones que os serán de ayuda
y beneficio para el próximo mundo y evitad las que os serán perniciosas.
Tened en cuenta vuestra vida, revisad vuestros puntos de vista, mejorad
vuestra perspectiva mental, rectificad vuestras acciones, enmendad vuestra
conducta y haced todo esto antes de que la muerte os sorprenda y estéis
desprevenidos. Imaginad que la muerte os está mirando a la cara y después
de este mismo momento no os quede tiempo de arrepentiros, reformar o
deshacer el mal que habéis hecho en la vida.
Que Dios nos mantenga en el camino del Santo Profeta (PBd) y nos dé
coraje para seguirlo, sincera y fielmente. Que Dios tenga Misericordia
de nosotros y que nos perdone.
Permaneced en donde estáis (Kufa) soportad los sufrimientos paciente
y valientemente, no os exaltéis, no exterioricéis vuestros sentimientos y
no dejéis que esos sentimientos os alcen a la guerra y al derramamiento
de sangre. Ciertamente la muerte en el campo de batalla por la causa de
Dios, es el martirio, pero para un hombre que cree sincera y fielmente
en Dios y sigue al Santo Profeta (PBd) y a su descendencia, la muerte en
su lecho y su casa también es el martirio. Recibirá la recompensa de un
mártir: la merecerá.
Su sincero deseo de servir a la causa del Islam y morir por ella, es tan
bueno como el propio hecho de morir por la causa. Recordad que Dios
Ha fijado un tiempo para cada cosa y vuestro tiempo de tomar las espadas
no ha llegado todavía.

Discurso 191
En la mayoría de sus discursos, Hazrat ‘Ali (P) aconsejó a la gente para que
adoptara la piedad como el principio básico de su vida y a no dar demasiada
importancia a los placeres del mundo. Este discurso se agrega a esa serie de
buenos consejos dados por el Imam, en donde, como es habitual en él, alaba a
Dios explicando Su Fuerza y Poder, Su Justicia, Misericordia, Consideración y
Bondad hacia Sus criaturas. Hazrat ‘Ali (P) discute a continuación el propósito
de originar la creación. Al alabar a Dios se ha referido igualmente al Santo
Profeta (PBd) explicando cómo y en qué momento tan oportuno ha beneficiado
a la humanidad con Su Mensajero. Más adelante, recordó a la humanidad que
la piedad es un deber impuesto al hombre, y les aconseja para buscar la ayuda
de Dios para cumplir con tal deber y ganar así Sus Favores. Recuerda que
igualmente, se aconsejó a todas las naciones por medio de diversos Profetas
(P) para que también llevaran una vida piadosa y que, sólo será cuando el
hombre sea llamado a rendir cuentas por el uso del poder y la riqueza que le
fueron asignados cuando en verdad e dará cuenta completa de ello.
Por tanto, la piedad es el mejor escudo contra el vicio y el pecado y ayudan
a desarrollar un noble carácter. Aconseja también a la gente en general, a no
subestimar a las personas piadosas y a no dejarse intimidad por las riquezas,
prosperidad el poder y la posición mundanas.
Hablando respecto al mundo y a todo lo relacionado a él, aconseja al hombre a
no dejarse engatusar por su brillo (no todo lo que brilla es oro) las ventajas que
aquí se pueden obtener son falsas o engañosas y sus riquezas y poder estarán
siempre sujetas a un rápido declive. Es decir, este mundo es un cubil sin fe y
abandonará repentinamente, a todos aquellos que ha conseguido atraer. Es un
lugar en que la guerra, la devastación y la aniquilación gobernarán siempre. La
piedad y solamente la piedad nos mantendrá fuera de sus perniciosas garras.
El discurso, inicia a continuación:
Toda alabanza sea para el Señor a Quien todo en la naturaleza ofrece
sus alabanzas, Cuya Fuerza prevalece sobre todo y sólo Él controla todo
aspecto de la naturaleza y Cuya Gloria Predomina por todas partes.
Le alabo por sus constantes Bendiciones y Grandes Favores. Es Tan
Perdonador y tan Misericordioso que pasa por alto muchos de nuestros
defectos y Perdona muchos de nuestros pecados. Sus Órdenes y Decisiones
están basadas en la equidad y la justicia. Conoce el pasado y el futuro.
Dio origen al Universo y le Hizo funcionar de acuerdo a Su Voluntad. El
plan y programa para todo ello surgió de Su Supremo Conocimiento. No
siguió ni el consejo o el designio de alguien, no tuvo modelos de ningún
diseñador antes que Él, ni titubeó alguna vez en Sus Planes, ni cometió
ningún error.
Testifico que Muhammad (PBd) es Su Mensajero elegido y Su Siervo
escogido que fue enviado a los seres humanos cuando se encontraban
aturdidos y confusos, se movían a tientas en la oscuridad de la ignorancia,
estaban siendo arrastrados a la condenación y tenían prejuicios contra
la verdad y la justicia.
¡Oh criaturas de Dios! Os aconsejo que adoptéis la piedad como el
principio fundamental de vuestras vidas. Recordad que la piedad es un
deber impuesto por Dios; es también, vuestro derecho a Su Benevolencia,
Bendiciones y Favores. Buscad Su Ayuda para asumir la piedad en la vida
y buscad Su Socorro para ganar Sus Bendiciones porque la piedad actuará
como vuestro escudo y defensa, y después de esta vida, será vuestro guía
hacia el Paraíso. Sus caminos son claros y simples, quienes de vosotros la
tomen por esposa serán beneficiados por ella. Y Él que os la Ha impuesto
la preservará y a vosotros por siempre.
Naciones e individuos antes de vosotros llevaron una vida dichosa, fueron
aconsejados a llevar la piedad, ellos y vosotros conoceréis su valor y
utilidad cuando Dios os llame, cuando recoja de vosotros todo lo que os
Ha otorgado y cuando os pida que rindáis cuenta sobre cómo habéis usado
el poder, el privilegio, la posición y riqueza otorgados y las bendiciones
concedidas. Sólo entonces, veréis que no habrá muchos que hayan
realizado su deber hacia Dios y el hombre, serán pocos y ciertamente
merecerán el Paraíso que él les Ha Declarado en el Sagrado Corán:
«Pero pocos de Mis siervos son muy agradecidos»
(34:13)
Por tanto, amigos míos, prestad oídos a la llamada a la piedad, haced lo
mejor que podáis por permanecer piadosos, haced que la piedad compense
vuestros defectos pasados y dejadla actuar como vuestra defensa contra
el ataque de ideas pecaminosas y personas viciosas, permitidle que os
saque de vuestra morbosa ignorancia de los auténticos caminos del Islam.
Pasad vuestros días como personas piadosas, haced de ella un hábito de
vuestras vidas. Borrad vuestros pecados con su ayuda. Admitir su cura
para vuestras mortales enfermedades. Dadle ocasión de proveeros con
Su Gracia y Bendiciones. Tomad lección de la vida de aquellos que han
desdeñado y repudiado -a la piedad- y no dejéis que vuestra vida sea
una lección, ejemplo y advertencia para aquellos que quieran observar
cómo les ha ido en ente mundo a las personas impías. Protegedla contra
los desenfrenados anhelos de los viciosos deseos y dejadla protegeros a
vosotros contra los errores, flaquezas faltas.
Manteneos por encima de los vicios y pecados que prevalecen en este
mundo y amad el próximo mundo. No consideréis de poco valor o
subestiméis a aquel hombre a quien la piedad ha exaltado y no os dejéis
intimidar por personas a quienes en este mundo se les considera como
grandes y sobreestiméis su poder y fuerza. No dejéis que el brillo de
este mundo os ciegue a sus realidades, no prestéis atención a sus falsas
alabanzas y no os dejéis atraer por sus encantos: No respondáis a sus
llamadas. No creáis que su temporal brillo iluminará vuestro camino
hacia el éxito. No deseéis lujos y placeres, porque todo lo conectado a
este mundo es falso y engañoso.
Este mundo es de tal forma, que no todo lo que reluce es oro, sus alabanzas
son engañosas y su riqueza y poder están sujetas a un rápido declive y
destrucción. Recordad que es un seductor infiel que se alejará de vosotros
tan pronto como os haya capturado. Es como un compañero de bajo origen,
mentiroso, obstinado, desagradecido, deshonesto e indigno de confianza
y un traidor calumnioso. Cada uno de sus movimientos está cargado de
pesar, peligro y destrucción. Los honores por él -mundo- otorgados llevan
a la vergüenza y la desgracia. Las cumbres que os presenta son de hecho,
abismos de degradación moral. Es una casa de derramamiento de sangre,
guerra, servilismo y aniquilación. Dos que viven en él, permanecen allí
temporalmente esperando día y noche las órdenes de partida a las que
ninguno podrá rehusar. Su tiempo lo pasan haciendo nuevos amigos
y amistades y separándose -en su mayoría debido a la muerte- de los
antiguos.
Los caminos de este mundo son dudosos, confusos, engañosos y sus
planes siempre han sido un fracaso. Una vez sumergidos en sus pruebas
y desastres, muy pocos pueden salir de ellos a salvo. Incluso aquellos que
se consideran seguros y a salvo dentro de sus defensas, son abandonados
por él. Muy a menudo sus parientes más próximos les repudian y su
sagacidad y sabiduría mundana se revelan a sí mismas como perjudiciales
y perniciosas. Aquellos que intensamente se interesan por él, se
encuentran a sí mismos penosamente mutilados y tullidos. Si los estudiáis
cuidadosamente, los encontraréis como un cuerpo con todos los huesos
rotos, los miembros cortados, su piel desollada y que se han desangrado
hasta la última gota. (Es decir, lo último que realmente alcanzaron fue la
muerte y sus consecuencias)
Se lamentarán habitualmente de sus fracasos, retorciendo sus manos con
pesar; encontraréis a algunos de ellos que aún buscan el camino para
salir de este caos, mientras que otros se arrepentirán de sus decisiones
equivocadas y estarán deseando corregir sus malos pasos. Pero el tiempo
para arrepentirse y corregirse habrá pasado para no volver nunca más:
la muerte estará ante ellos. Los caminos de retirada están cerrados
para siempre. El tiempo y la vida no volverán nunca. La vida ha pasado
sobre ellos, consiguiendo para ellos lo que habían deseado y dejado
tras sí, el resultado de esas acciones que normalmente son perniciosas.
Desaparecerán lamentándose y arrepintiéndose y, el mundo, no sintió la
pérdida de su presencia ni se lamentó de su desaparición.
Discurso 192
El que sigue, es le famoso discurso de Quasea (Jutba Quasea) Es uno de los
discursos que ha influenciado a musulmanes de todas generaciones y escuelas
y ha sido considerado como el discurso original de Hazrat ‘Ali (P)
En este discurso ha censurado al Shaytán por su vanidad y arrogancia. No
sólo le ha llamado como el primero en abrir los caminos del pecado, sino que
explica también las diferentes formas en que se burla del hombre y le atrae
hacia el vicio y el pecado por lo que, Hazrat ‘Ali (P) advierte a la sociedad
lo que ocurrirá si sigue sus desviados caminos. El discurso es el siguiente:
Toda Alabanza y Gloria Sean para Dios Quien Posee el auténtico Poder
y Grandeza. Ha elegido a estos dos atributos solamente para Su propio
Ser, los Ha hecho inaccesibles para cualquiera de Sus criaturas y
prohíbe alegar -para quien sea- falsamente estos atributos porque son la
consecuencia de Su Fuerza y Gloria. Ha destinado condenación eterna y
venganza divina como la suerte de aquellos que arrogantemente pretenden
poseerlos. Incluso probó a Sus ángeles preferidos para ver si injusta y
equivocadamente pretendían estos atributos o si sentían sinceramente
humildes ante Su Fuerza y Gloria. Y, aunque Conocía los secretos de sus
corazones, sin embargo, como una lección a Sus criaturas, les dijo a los
ángeles:
«Voy a crear al hombre de la materia que se encuentra en la tierra,
así pues, cuando esté completamente hecho y yo insufle mi Aliento
sobre él, prosternaos ante él y obedecedle»
(38:71-72)
Ante tal Mandato del Señor, todos los ángeles cayeron delante de él
-Adán- excepto el Shaytán. El Shaytán desdeñó esta Divina orden y bajo
la falsa pretensión de la superioridad de origen y fanática vanidad -el
fuego sobre la tierra- despreció a Adán. Así pues, se constituyó en el
primer enemigo de Dios, un líder de seres vanos y un jefe de arrogantes
rebeldes en contra de Dios. Colocó los cimientos de la fanática vanidad
e imaginó sofisticadamente que podía usurpar Sus atributos de fuerza y
grandiosidad. Creyó que por lo que se refería a su fuerza y poder, podría
cómodamente comportarse de un modo arrogante e insubordinado y con
la misma facilidad arrinconó a la humildad y sumisión a su voluntad.
¿Os habéis dado cuenta de cómo la conducta del Shaytán le acarreó
inmediatas consecuencias y como el Señor le degradó y cómo su vanidad
le trajo humillación y desgracia? Durante su vida es acusado por Él y en
el próximo mundo su lugar es el Infierno.
Recordad que si Dios hubiera querido conceder a Adán un cuerpo de
tan alta luminosidad como para hacer su visión insoportable a los ojos,
o de tal belleza que una mirada a su rostro hubiese sido suficiente para
atraer y seducir a las mentes, o de tan dulce fragancia para abrumar
las facultades mentales, podría haberlo hecho fácilmente. Y si hubiera
creado a Adán de tal modo como para hacerle capaz de ejercer poderes
e influencia sobrenatural sobre otros, hubiera querido decir que Él no
hubiese permitido a los ángeles el libre uso de su prudencia, y todos ellos,
incluso el Shaytán se hubieran postrado sin dudarlo ante Adán, en señal de
obediencia. Empero, esa obediencia no hubiera sido un acto voluntario por
su parte y no hubieran merecido por ello recompensa alguna por deberse
a una obediencia a la que la naturaleza les hubiera forzado.
Pero Dios Todopoderoso prueba a Sus Criaturas con Órdenes por razones
que no están muy claras y confunden a la mente de uno. Las criaturas
tienen la libertad de obedecer y hacer como el Señor desea que hagan o
rehúsen obedecerle, porque Él desea crear una línea clara de demarcación
entre Sus criaturas buenas y malas, entre aquellos que tienen fe implícita
en Su Omnisciencia y en la sabiduría de Sus Mandamientos, y entre
aquellos que creen más en su propio conocimiento que en el de Dios. Y,
porque Desea extirpar la arrogancia, la vanidad, vanagloria y egoísmo
de las mentes de Sus criaturas.
Debéis tener en el Shaytán una advertencia y ejemplo ante los ojos de
vuestra mente y daros cuenta de cómo le ha tratado el Señor. Los largos
periodos de adoración divina realizados por el Shaytán y la obediencia
que había mostrado, se consideraron sin valor. Había adorado al Señor
por más de 6,000 años, no se puede decir con certeza cual sería el periodo
actual cubierto por esos años, si fueron años terrenales -de acuerdo al
sol y la tierra- o eran periodos de antes de que el Universo fuera creado.
Con este ejemplo ante vosotros, ¿Podéis imaginar a alguien indemne a
la Cólera del Señor si comete pecado semejante? No.
¿Cómo podéis imaginar y creer que Dios admitirá a ningún hombre en el
Paraíso, a pesar del pecado, porqué Él arrojó a una de Sus criaturas fuera
de él? No será así. Y como fue para el Shaytán -debido a su desobediencia-
así deberá ser para los hombres. Sus Mandamientos tendrán el mismo
efecto en todas partes, en el Paraíso o en la tierra. Ninguna de sus
criaturas tiene tal intimidad con Él como para ser eximido de alguno
de Sus Mandamientos., y nadie se atreverá a ir contra de ellos, porque
sufrirá por ello.
¡Criaturas de Dios! Estad en guardia contra el Shaytán, el enemigo de
Dios, para que no pueda envenenar vuestras mentes, atraeros con falsas
esperanzas y pueda intentar abrumaros con la ayuda de sus colegas y
seguidores: vuestros malos deseos y la gente de mente perversa a vuestro
alrededor.
¡Juro por mi vida! Que el único propósito en su vida es el de extraviaros
y enviaros hacia la condenación. Lo ha preparado todo para eso y ha
encontrado vuestras debilidades, tuvo suficiente arrogancia como para
declarar esto ante Dios, como el Señor Reveló en su Libro Sagrado citando
sus palabras como siguen:
«¡Señor! Por haberme Tú descarriado, he de engalanarles en la
tierra y he de descarriarles a todos»
(15:39)
Esta afirmación del Shaytán, contenía una falsa acusación y una bravata
vacía de contenido (acusar a Dios de descarriarle) pero la gente vil, viciosa
y orgullosa, no sólo hizo que se hiciera realidad esta fanfarronería, sino
que también se comportó como si tal acusación no sólo no fuera falsa sino
justificada. Y de este modo, gradualmente, todas las personas arrogantes
y vanagloriadas por sí mismas, aceptaron el liderazgo del Shaytán, y sus
esperanzas de seduciros y extraviaros llegaron a ser más y más elevadas
mientras pasaba el tiempo, y al tiempo que todos los secretos de vuestra
debilidad mental, falsas esperanzas y deseos irracionales, se le revelaban;
su poder sobre vosotros se hizo mayor día tras día.
Invadió el reino de vuestras mentes con sus mercenarios de entre vosotros.
Os están empujando hacia el abismo de la degradación y la desgracia y
en el torbellino de las guerras, los asesinatos y fratricidios. ¿No sentís
que han destruido vuestra capacidad de resistir al mal, os han cegado a la
Religión y a toda forma de verdad, han aplastado vuestro autorrespeto y
os han convertido en esclavos de ciega obediencia y os están arrastrando
hacia el Infierno que ha sido creado para los seguidores del Shaytán?
Recordad que el Shaytán es peor que todos aquellos enemigos vuestros
que os han declarado abiertamente su enemistad y contra los cuales reunís
armas y ejércitos; hará que este mundo sea demasiado ardiente para que
viváis pacífica y confortablemente en él, y también perjudicará vuestra
Religión. Por consiguiente es necesario que estéis en guardia en su contra,
no toleréis sus insinuaciones y tratad su aparente confianza y seguridad
con desdén e ira. Haced lo mejor que podáis para combatir contra él.
Desde el mismísimo comienzo, se opuso a la superioridad de vuestro
antepasado -Adán- y fue arrogante con él y se rió y mofó de su origen. Hizo
que los malos deseos invadieran vuestra mente y que las supersticiones
os impidieran seguir los rectos caminos. Estos deseos desordenados,
estas supersticiones y tabúes se apoderen de vosotros a cualquier edad y
en cualquier circunstancia de vida. No podéis encontrar fácilmente una
salida de ellos o libraros de ellos porque os arrastran a la humillación
y la desgracia, la privación y la necesidad, el peligro y la condenación.
Podéis abandonar la idea de superioridad de nacimiento, sangre, clan y
dejar las antipatías, malas voluntades y hostilidades que prevalecen entre
vosotros desde los días preislámicos, porque la vanidad, el egoísmo, la
malicia y el desdén se deben a las sugestiones e impulsos del Shaytán,
su orgullo, arrogancia, su deseo de veros humillados y condenados, de
seduciros y calumniaros, actúan para impulsaros y persuadiros a adoptar
estos defectos. Estad en guardia contra ellos.
Dejad que la humildad y la mansedumbre sea la corona que alumbre
vuestras cabezas y autoestima, la propia adulación y glorificación sean
abandonadas por vosotros. La humildad, la paciencia, la clemencia, son
las mejores defensas en todas partes contra el Shaytán, porque tiene sus
mercenarios y seguidores en todos los países, en todo el mundo.
No seáis como el hombre -Caín hijo de Adán, que mató a Abel- que
fue orgulloso y vano contra su propio hermano sin poseer ninguna
superioridad real sobre él. Se convirtió en arrogante porque la envidia se
convirtió en celos, y los celos se convirtieron en animosidad en su mente,
y el Shaytán azuzó estas llamas para convertirlas en furia e hizo que
matara a su hermano, con el resultado de que fue condenado eternamente
y de que recayeran sobre él, la responsabilidad de todos los asesinatos
cometidos, todos los fratricidios consentidos y todas las guerras que han
tenido lugar desde entonces.
¿Os dais cuenta de que comportándoos abiertamente como enemigos de
Dios y presentándoos a luchar con los fieles musulmanes, habéis llevado
a sus límites, la tiranía y la opresión, habéis creado desunión y disensión
entre los hombres, y habéis fomentado las revueltas y la guerra?
Temed a Dios y no os comportéis como vanos y arrogantes señores
feudales, y señores de la guerra de los tiempos preislámicos porque la
vanidad y la arrogancia crean odio y desconfianza mutuos, que son los
suelos más fértiles en donde el Shaytán planta sus semillas; a través de
ellas, tentó y sedujo a las naciones del pasado y las arrastró a los abismos
de la ignorancia y la infamia, y durante siglos, muchas naciones siguieron
unas, los pasos de las otras alzándose sobre los mutilados cuerpos de los
demás.
Recordad que la arrogancia y la vanidad son vicios que estrechan la visión
humana, haciéndole olvidar al hombre su hermandad con otros hombres.
Tomad mi consejo y no obedezcáis a aquellos líderes que son vanos y
arrogantes por su riqueza, poder y posición; que se enorgullecen de sus
antepasados, que achacan a Dios la responsabilidad del mal; que niegan
que Dios Ha sido Bueno con ellos; que desdeñan Sus Mandamientos,
Prohibiciones y que son ingratos a Sus Favores y Sus Dones. Son bastiones
del espíritu del provincialismo y la beatería, se oponen a la idea de
hermandad del hombre, son centros de tentación, desgracia y revueltas
contra la ley y el orden; defienden y propagan la idea de superioridad de
una raza sobre otra, lo que se ha mostrado muy perjudicial y dañino para
la humanidad. Así pues, tened cuidado de estos líderes. Temed a Dios, no
hagáis mal uso de los dones que os han sido concedidos y no os envidiéis
los unos a los otros por los Favores por Él otorgados, porque la envidia
y la ingratitud harán que se os retiren Sus Favores.
No respondáis a la llamada de aquellos que no son realmente musulmanes,
pero pretenden serlo. Frecuentemente, mezcláis vuestras ideas puras y
honorables, con sus viciosas creencias, pecadoras y ateas; vuestras sanas
opiniones con sus preceptos insanos e incorrectos y, a menudo invitáis y
acogéis en el seno de vuestras honestas y honorables formas de vida, sus
tendencias e inclinaciones irracionales, erróneas y dañinas. No os dais
cuenta de que tales gentes son bestias de carga sobre las que el Shaytán ha
cargado sus proyectos de vicio y maldad; actúan como cimientos sobre los
que se elevan los edificios de la inmoralidad y la inequidad. Son adictos
al hábito de desobedecer los dictados de Dios y el Santo Profeta (PBd)
son los soldados del Shaytán, con su ayuda invade a la sociedad, y los
propagandistas a través de los cuales llega a vuestras mentes y corazones,
coloreando vuestra visión y afecta gravemente vuestra capacidad de
escuchar la verdad y apoyar la justicia. De este modo ha completado su
plan de suprimiros y engañaros, y vuestros prójimos están actuando como
si fueran sus instrumentos y colaboradores contra vosotros.
Es cosa vuestra armaros contra tal adversidad, debéis tomar advertencia
de la suerte de las naciones que desaparecieron antes que vosotros.
Qué poderosas y fuertes eran, cómo aterrorizaron y aniquilaron a
la humanidad, como fue castigada por su tiranía e inequidad, cómo
descendió sobre ellas la Cólera de Dios y por qué penurias, sufrimientos
y humillación, se les hizo pasar. Id y ved sus ruinas, los lugares en que su
poder fue humillado y sus ejércitos aniquilados y las tumbas en las que,
bajo el polvo y piedras, yacen sus coronadas cabezas. Mientras buscáis
protección contra los caprichos del tiempo, implorad Su Apoyo y cobijo
contra el abuso de las ideas de vanidad, arrogancia y superioridad de
nacimiento y posición.
Si el Señor Todopoderoso hubiera permitido a alguna de Sus criaturas
estar orgullosa de algo, ésta hubiera sido un Profeta o Mensajero escogido.
Pero no lo hizo así. Por el contrario, Mantuvo a Sus Mensajeros libres
de toda clase de orgullo, vanidad y arrogancia. Le gustaba en ellos la
humildad y la mansedumbre. Fueron humildes ante su Señor, fueron
corteses, considerados y gentiles para con los seguidores fieles y honestos
de la Religión; fueron mansos y desvalidos en este mundo. Se les probó con
hambre, dificultades, adversidades y calamidad. Así pues, sed cuidadosos
al considerar la riqueza, el poder y los muchos hijos como criterio de Sus
Favores. Porque Dios prueba a los seres humanos a través del poder y la
abundancia. En el sagrado Corán se nos advierte de este modo:
«¿Creen que, al proveerles de hacienda y de hijos varones, estamos
anticipándoles las cosas buenas? No, no se dan cuenta»
(23: 55-56)
De modo similar, prueba a la gente arrogante, orgullosa y pagada de sí
misma a través de Sus Amigos, a quienes estas presuntuosas personas
consideran humildes, desvalidas, mansos y bajos. Ahí tenéis ante vosotros
el ejemplo de Moisés (P) y de su hermano Aarón (P) cuando fueron a ver
al Faraón usaban capas de lana y tenían en sus manos cayados para el
campo. Dijeron al Faraón: “Si aceptas nuestras enseñanzas, mantendrás
tu imperio, poder, prestigio y posición” Escuchando esto, el Faraón se
volvió a sus nobles y consejeros, diciéndoles: “¿No os maravilláis de
que estos dos intenten negociar acerca de mi imperio y poder? En qué
condición tan miserable y pobre están, e intentan hacerme creer que si
acepto su Religión, garantizarán la continuidad de mi trono e imperio.
¿Por qué no habría de darle a cada uno de ellos unas pocas monedas de
oro de modo que puedan quedar satisfechos e irse?”
El Faraón decía esto porque para él, la posesión y atesoramiento del
oro era el fin más elevado y el más grande logro en la vida humana, y
consideraba la ropa sencilla como algo degradante y humillante para el
hombre. Pero Dios tiene opiniones diferentes acerca de las apariencias,
fines y logros para la humanidad. Si Dios tuviera la misma opinión que
el Faraón, Hubiera provisto a todos Sus Profetas (P) de minas de oro y
plata, verdes campos, huertos y jardines. De haberlo hecho así, la gente
poderosa y orgullosa no hubiera podido ser probada junto con los pobres
y humildes: hubieran obedecido a los Profetas (P) por su poder y riqueza.
Todas las pruebas habrían sido inútiles. No hubiera sido cuestión de
recompensas y castigos, y todo lo que ha sido revelado a través de los
Profetas (P) no habría tenido ningún valor.
El haber soportado valientemente las pruebas no hubiera tenido significado
y peso, el haber seguido fielmente la Religión no habría llevado consigo
ninguna recompensa celestial. Y las palabras y las promesas del Señor
habrían carecido de significado.
Por consiguiente, Dios hizo a Sus Profetas (P) fuertes en la fe, firmes en sus
convicciones y valientes cuando hubieron de enfrentarse a cualquier clase
de pruebas; pero al mismo tiempo -por lo que parece- tenían un aspecto
pobre, manso, humilde y desvalido, empero, estaban satisfechos de lo que
tenían y se mostraban felices en los peores momentos de pruebas por las
que pasaban. Su satisfacción, valentía, humildad y determinación de no
buscar la ayuda de gente perversa, les ganó el respeto y la veneración
de aquéllos que les vieron y oyeron. Sus privaciones y penurias fueron
a veces duras de aguantar, y sin embargo nadie pudo sino admirar su
firmeza y coraje.
Si los Profetas (P) hubieran sido dotados de tal pujanza, poder y fuerza
(riquezas y similares) nadie se hubiera atrevido a matarlos, dañarlos
e intentar suprimirlos, si hubiesen sido emperadores de tan poderosos
imperios que su influencia y predominio hubieran puesto de rodillas a la
gente ante ellos, entonces, todos hubieran hecho todo lo posible por apoyar
tales imperios y tales condiciones se mostrarían muy favorables para la
propagación de cualquier doctrina. El rehusar en aceptar la ideología de
personas e imperios poderosos se habría revelado imposible, porque no
puede haber libre elección y voluntad de aceptar o rechazar las enseñanzas
predicadas desde cualquier púlpito apoyado por una corona y un imperio.
El temor a la aniquilación, a la tiranía y la tortura por parte de algunos,
y el deseo de obtener riqueza y favores por parte de otros, habría
traído a la gente en gran número al rebaño de la Religión, la que podía
permitirse el apoyo de un poderoso gobierno o de un monarca. Bajo
estas circunstancias, la aceptación de la fe no sería un acto de sincera
obediencia a las Órdenes de Dios; y el Señor, Quiso que la gente aceptara
a Sus Profetas (P) testificara Sus Libros, y obedeciera Sus Mandatos por
voluntad propia, sólo por Su Causa y no por motivos viles o por miedo.
Cuanto más dura sea la prueba en Su Camino, mayor y más noble será
la recompensa.
¿No veis que el Señor desde Adán hasta el día de hoy ha probado a todas
las naciones, aquellas que desaparecieron y las que encontráis a vuestro
alrededor con piedras -adorando- ídolos? Aquéllos ídolos eran tales, que
no podían ver ni oír, ni hacer el bien ni el mal. Un uso correcto de las
piedras, fue el que Dios ordenó para hacer construir y dedicar una Casa
a la que ordenó ser un lugar de paz y seguridad para la humanidad: La
Kaba en la ciudad de la Meca.
Hay dos puntos importantes que merecen la pena de recordarse acerca
de esta Casa de Dios. El primero es los musulmanes deben recordar que
la Kaba es una Casa dedicada a Dios y no un dios en ella misma, y el
segundo, que es el lugar en donde se encuentra este santuario destinado
a ser una altiplanicie rocosa en mitad de un desierto. Tiene muy poco o
nada de suelo fértil. Es un estrecho valle rodeado de ásperas y desnudas
colinas, llenas de arenas suaves, que los diferentes vientos someten a
rápidos cambios. Aunque tiene pozos de agua, son pocos y muy esparcidos,
hay muy pocas aldeas esparcidas por el valle, en el que pájaros y bestias
tienen pocas posibilidades de existir.
Él, habiendo colocado Su Casa en un lugar tan seco y desolado como
una cueva, ordenó a Adán y a sus hijos que volvieran sus rostros hacia
Él mientras ofrecían sus oraciones, y que hicieran peregrinación hacia
Él. Así pues, se convirtió para ellos en un Centro Religioso. Vienen a él
desde países distantes, e islas y valles lejanos. Cruzan desiertos, montañas,
valles, ríos y mares para llegar a él. Y una vez que llegan allí, sincera
y obedientemente, realizan las diferentes actividades del peregrinaje
con celo total; yendo alrededor de la Kaba, proclamando en voz alta Su
Nombre, y declarando que se encuentran allí obedeciendo Su llamado,
con rostros polvorientos y fardos de ropas a sus espaldas, corrieron de
lugar en lugar en este valle. Es esta una severa prueba y un duro examen
para medir la sinceridad de la fe de uno. Dios Ha hecho de ello el medio
de conseguir Su Favor y alcanzar el Paraíso.
Si Dios lo hubiera querido así, hubiera colocado a Su Sagrada Casa
-Kaba- al igual que otros Santuarios dedicados a Él, en medio de
verdes valles o en lugares rodeados de jardines y hermosos parques con
arroyos y corrientes discurriendo a través de ellos, huertos cargados de
árboles frutales, campos de ricas cosechas de trigo fino y otros granos,
o prósperas ciudades con abundancia de palacios y redes de buenos
caminos, proveyendo de este modo, toda clase de facilidades de transporte,
alojamiento, placer y comodidad.
Así, se aminorarían mucho las ansiedades, preocupaciones y apuros de
los peregrinos, dado que el viaje se habría convertido en un placer y, la
recompensa celestial se habría reducido en la misma proporción.
Si el Señor Todopoderoso se hubiera hecho construir Su Casa de
diamantes de un valor incalculable, adorables esmeraldas verdes, rubíes
de color sangre y otras piedras preciosas que reflejaran la luz y brillaran
gloriosamente, la vista posiblemente hubiese amedrentado a las mentes de
la gente y tal vez el Shaytán no hubiera triunfado tan bien al influir a la
gente contra la aparente desolación y humildad del lugar y las dificultades
del viaje. Pero el Señor Desea probar las cualidades de sinceridad y de
fe de Sus criaturas a través de las dificultades y el sufrimiento.
Deseó probar y ver como soportan los problemas y sufrimientos
obedeciendo Sus Mandatos, cuan felizmente ofrecen sus oraciones y
gracias en medio de los apuros y preocupaciones, adversidades y reveses,
o con calamidades y decepciones, de modo que sus mentes puedan ser
purificadas del orgullo y la vanidad, al igual que de la arrogancia y la
autoestima. Y puedan ganar Sus Favores y encontrar su lugar en el Paraíso
a través de la mansedumbre, la humildad, la fe y la sinceridad.
Temed la Cólera de Dios que ciertamente es el efecto de la desobediencia
a Sus Órdenes, el resultado de la arrogancia y vanidad contra Él y
consecuencia de la tiranía y coacción sobre otros seres humanos. Recordad
que la vanidad y el orgullo son las trampas más fuertes del Shaytán y sus
más sutiles estrategias contra vosotros. Son los venenos más mortíferos
y unas flechas que nunca yerran sus blancos. Nadie puede estar a salvo
de ellas.
El hombre más entendido, a pesar de su conocimiento y saber, y el hombre
más pobre y mendigo, a pesar de sus andrajos y humilde forma de vida,
están sujetos a caer presa de estas armas del Shaytán.
El Señor protege a Sus criaturas files y obedientes con la ayuda de las
oraciones diarias, el ayuno, el zakat y las guerras santas. De este modo,
Otorga la paz a sus corazones, bienestar a sus cuerpos, humildad y
mansedumbre a sus mentes.
Durante las oraciones, os postráis delante de Dios, con vuestras frentes
sobre la tierra, así, la mente adquiere humildad y sumisión en lugar de
vanidad y orgullo. Mientras ayunáis, sufrís punzadas de hambre y sed,
lo que significa que voluntariamente obedecéis las Órdenes de Dios, de
modo que podáis aprender a sentir lo que es el hambre y la privación. Al
pagar la parte del pobre- zakat- distribuís los beneficios de la tierra y el
dinero entre los pobres y los que no tienen, así, en alguna medida, aliviáis
su pobreza y podéis poneros en contacto con ellos.
Intentad daros cuenta de cómo la obediencia mejora vuestras mentes e
intelectos, al llevar a cabo estas formas de devoción; cómo arrancan el
orgullo, la vanidad, la presunción y altanería de vuestras mentes y las
sustituyen por humildad, mansedumbre y sentimientos de camaradería
hacia otros seres humanos.
He examinado las mentes humanas y no encontré a una sola persona que
defienda una causa o se adhiera a un principio sin un motivo o razón.
Pero vosotros parecéis una excepción a la regla. Sois vanos acerca de
algo y estáis a favor sin ninguna razón o causa. Qué necios sois, incluso
el mismo Shaytán tuvo una razón tras sus acciones. Estaba inclinado en
contra de Adán por vanidad. Su orgullo le hizo pensar que era de una cuna
más elevada. Se mofó de Adán, diciéndole: “Has sido creado del polvo
-tierra- y yo he sido creado del fuego” De modo similar, los lacayos del
Shaytán, gente rica e importante de grandes y ricas naciones, se jactan en
la cumbre de su vanidad acerca de su lugar y posición. Dicen a menudo:
“¿Quién o qué puede dañarnos? Tenemos tanta riqueza y tantos hijos,
somos invencibles. Incluso la Cólera de Dios no puede alcanzarnos”
Por tanto, el Shaytán y sus lacayos tienen sus razones, por falsas y
supersticiosas que puedan ser de nacimiento, riqueza y superioridad.
Empero, ¿Qué razones tenéis vosotros? Ninguna.
Si todos vosotros deseáis tener prejuicios a favor de algo, entonces,
desarrollar orgullo y prejuicios a favor de adquirir un carácter ejemplar,
elevados valores morales, ejemplares cualidades, como era costumbre
entre los nobles clanes de árabes del pasado. Se enorgullecían de sus
acciones de caballerosidad y valentía, de su elevado carácter, cualidades
nobles y superior sabiduría; intentad vosotros también desarrollar en
vosotros mismos esas cualidades; ayudad y defended a vuestros vecinos,
cumplid vuestras promesas, seguid los ejemplos de la gente virtuosa,
absteneos del proceder de personas vanas y arrogantes; desarrollad
nobleza de carácter, absteneos de la coacción y la tiranía, evitad derramar
sangre humana, adheríos a los principios de justicia y equidad en vuestros
tratos con las criaturas de Dios; tened control completo sobre vuestro
temperamento, y desistid del vicio, la maldad y la depravación.
Temed la Cólera de Dios que echó por tierra a las pasadas naciones debido
a sus vicios y pecados. Examinad vuestras buenas y malas acciones, y
mientras lo hacéis, precaveos de la suerte de aquellos que murieron antes
que vosotros. Tened cuidado de no seguir a la gente mala y de no sufrir la
misma perdición. Cuando deliberéis cuidadosamente sobre las historias
de las naciones pasadas, seguid las conductas que les trajeron paz y
gloria, que trajeron tras ellos las Bendiciones del Señor y que resaltaron
su respeto, veneración y reverencia entre sus contemporáneos.
¿Sabéis cuáles son las cualidades que trajeron todas las Bendiciones
ante dichas a la gente que desapareció antes que vosotros? Evitaron la
disensión, estuvieron unidos entre ellos y se persuadieron unos a otros para
estarlo. Seguid esos hábitos y evitad los otros que quebraron la espalda
de aquellos que fueron adictos a ellos y que convirtieron su fuerza en
debilidad. Esas cualidades fueron la disensión y la hipocresía, se odiaban
unos a otros, se hacían el mal unos a otros, se rehusaban en la cooperación
y la ayuda mutua. Los efectos de tal forma de vida son obvios.
Del mismo modo, estudiad las condiciones a través de las que pasaron
su vida antes que vosotros -los musulmanes fieles y sinceros- soportaron
terribles sufrimientos y penalidades. Sus aflicciones fueron mayores que
las de otra gente. El mundo fue más duro para ellos que para otros. Los
hombres de poder y posición. Los faraones de su tiempo, los trataron peor
que esclavos y le forzaron a padecer tremendas pruebas.
Los tiranos fanáticos se unieron contra ellos. Las vidas de aquellos fieles
musulmanes fueron una serie de calamidades y apuros, cada uno peor
que el otro. Habían sido llevados al borde de una humillación terrible a
la que habrían de seguir la ruina y la muerte, aparentemente no tenían a
nadie que les ayudara ni forma de salir de las calamidades. Entonces, el
Señor Misericordioso, Vino en su ayuda. Les había probado y Sabía que
eran sinceros en su amor por Él. Qué fieles en su Religión, qué valientes
en soportar las consecuencias de sus convicciones, qué pacientes en
soportar las aflicciones y que firmes en hacer frente a terribles pruebas.
Les proveyó de formas de salir de aquellas situaciones tan terriblemente
alarmantes. Cambió su humillación en honor y fuerza, y sus degradantes
y peligrosos ambientes en lugares prósperos y pacíficos. Así, obtuvieron
bienestar y liderazgo religioso y recibieron Sus Favores en mucha mayor
medida de lo que nunca habían soñado.
Considerad ahora cuidadosamente su caso una vez más, cuando aquellas
personas se encontraban unidas entre ellos, cuando sus mentes actuaron
al unísono, cuando sus corazones y sus manos se apoyaban unos a otros,
cuando sus espadas fueron utilizadas por la causa común y la defensa
mutua, y cuando su previsión fue perfecta y sus decisiones unánimes, ¿Cuál
fue entonces su condición? ¿No habían adquirido predominio sobre el
país? ¿No habían suprimido y subyugado a sus enemigos?
La otra cara de este cuadro es también interesante e instructiva. ¿Qué pasó
con esta misma gente cuando la amistad, cooperación y amor, cedieron
su lugar a la animosidad, disensión y odio mutuos?
Sus corazones al igual que sus lenguas perdieron la unidad, se dividieron
en varias facciones y grupos y empezaron a calumniarse unos a otros y
a combatirse mutuamente. El resultado fue que Dios los humilló y Les
Retiró Su Favor. Se les retiró todo el honor, el poder y la prosperidad que
les habían sido otorgados. Los hechos de su ascensión y caída fueron
dejados como historia para que toméis advertencia y lecciones de ellos.
Volved hacia otro capítulo de la historia y estudiad las crónicas de Bani
Ismail y Bani Isaac (los hijos de Ismael e Isaac) sus condiciones eran
similares a las de los primeros musulmanes. Simplemente mirad lo que les
sucedió cuando abandonaron la ayuda mutua, la unidad y la cooperación.
Fueron arrollados por los Persas por un lado y, por los Romanos por el
otro. Estos conquistadores los expulsaron de sus fértiles tierras y de las
llanuras del Eufrates y Tigris a las tierras de manojos espinosos, valles
barridos por el viento y regiones en las que muy poco se podía adquirir
de la tierra, incluso ese poco con gran dificultad, hasta que se volvieron
pobres y desamparados. La única profesión que les quedó fue la de cuidar
enfermos y hambrientos camellos y, los únicos alojamientos que les fueron
permitidos fueron tiendas de pelo de camello.
Fueron despojados de sus prósperas ciudades y hermosas casas; sus
habitaciones fueron andrajosas, repletas de suciedad, y sus tierras
estuvieron marcadas por la sequía. Nadie se preocupó de escuchar sus
quejas o vino en su ayuda y nadie quiso simpatizar con ellos, incluso en
esta condición, estuvieron desunidos.
Su población se dividió en partidos y facciones, sus sufrimientos fueron
horribles y deplorable su ignorancia. Acostumbraban enterrar a sus
hijas jóvenes para que no las llevaran los conquistadores. Tenían en
todas las casas un ídolo al que adorar. Habían roto los lazos familiares
y abandonado la ayuda mutua. Su único deseo era explotarse unos a
otros. ¿Sabéis desde qué altura habían caído tan bajo? Pero el Señor
misericordioso los favoreció una vez más.
Les Envió entre ellos a Su Profeta Elegido, que les invitó a seguirle, les
confinó a obedecerle y les reunió en un centro. La prosperidad volvió a
ellos, las riquezas y las bendiciones les rodearon y las Leyes islámicas
abrieron las puertas de la paz y la abundancia. La fortuna les favoreció
abrumadoramente con bienestar y opulencia. Pasaron su vida en la gracia
de Sus Favores y bajo el Gobierno benigno de un dirigente poderoso y
justo -el Santo Profeta del Islam (PBd)- fueron organizados diferentes
aspectos de civilización y fases de cultura.
Lo anterior, trajo para ellos una mejoría en sus conductas y educación
para elevar el bienestar de sus vidas hacia elevados valores morales hasta
que se atrajeron el respeto y la veneración. Establecieron un poderoso
imperio que les hizo gobernar sobre aquellos que habían alguna vez
gobernado sobre ellos, y les puso en la situación de cobrar las afrentas
de aquellos que les habían sometido e humillado alguna vez; ejemplos
todos, para vosotros mismos, para que observéis como os habéis apartado
hacia la insubordinación, la desobediencia y cómo habéis permitido que
comportamientos preislámicos se deslizaran en las fortificaciones que las
tradiciones islámicas habían levantado alrededor de vuestra sociedad y
cultura.
Recordad que el Señor Misericordioso Ha otorgado a la humanidad un
Favor y una Bendición tan grandes -en la forma del Islam- que nadie entre
Sus criaturas puede dar una estimación verídica de su valor y utilidad.
Este Don es más útil a la humanidad que cualquier otra cosa que pudiera
imaginarse y más honorable que cualquier otro honor mundano.
Prestad atención ya que tras haberos divorciado -una vez- del paganismo
y la infidelidad, estáis derivando furtivamente hacia ellos de nueva
cuenta, siendo que os habéis unido en una hermandad y comunidad de
musulmanes; estáis sin aparentemente daros cuenta, desarrollando el
mismo espíritu de clan, y os estáis dividiendo en facciones y grupos.
Vuestra conexión con el Islam es simplemente por causa de su nombre,
vuestra fe en la Religión y el Santo Profeta (PBd) lo es simplemente de
boca y vuestras oraciones, son adoraciones de labios; no conocéis nada
mejor que eso, decís que preferiríais el Infierno a la desgracia. No sé
que queréis decir con eso, ¿Preferís la humillación del Islam a vuestra
desgracia personal? ¿Queréis romper vuestra promesa a Dios y echar por
tierra el Islam sin defensa ni ayuda? ¿Tiene así que ser tratado el Islam,
la alianza y la Religión que Dios Misericordioso Ha querido que sea el
mensajero de paz y protección para la humanidad que sufre?
Recordad que si dejáis y abandonáis el Islam y entráis en cualquier otra
congregación, los incrédulos combatirán contra vosotros. A continuación,
ni los ángeles, ni los muhayirs, ni los ansares vendrán en vuestra ayuda.
Habréis de defenderos sólo hasta que Dios Os juzgue por vuestras acciones
y Su Cólera Descienda sobre vosotros en forma de severas calamidades,
total humillación, severos castigos y aniquilación completa de vuestra
cultura y sociedad.
No minimicéis Su Cólera, no empequeñezcáis Su Desagrado. Están ante
vosotros los ejemplos de Su Ira. Tomad lección de ellos y no menospreciéis
Su Poder de castigar. No ignoréis Su Gran Fuerza y no toméis a la ligera
Su Castigo. ¿Sabéis por qué Dios Ha castigado a las naciones? Porqué
abandonaron el aconsejarse unas a otras, a hacer buenas acciones y ha
prohibirse unas a otras el vicio y el pecado. Él Castiga tanto al sabio
como al necio por sus pecados de omisión y comisión.
Tened cuidado, ya que habéis roto los mandatos del Islam, trasgredido
Sus Leyes y disminuido los lazos establecidos por Dios.
Tened cuidado ya que el Señor me Ha ordenado llevar adelante una
guerra santa contra aquellos que se rebelan contra el Islam, que han
roto el juramento de fidelidad, que propagan el vicio, la corrupción y la
depravación. Por consiguiente, combatir contra aquellos que han roto
su juramento de fidelidad hacia mí -batalla de Yamal- después contra los
disidentes -batalla de Siffin- finalmente, aplasté a aquellos que se habían
rebelado contra el Islam y se habían salido de la Religión -batalla de
Nahrwan- tenían que ser humillados y derrotados.
Durante aquella batalla -Nahrwan- descendió la Cólera de Dios sobre
aquella encarnación del Shaytán, en forma de un rayo desde el cielo. Es
probable que hubiese tenido él alguna premonición acerca de ello ya que,
yo pude escuchar los latidos de su corazón y el temblor de sus huesos.
No tuve que matarle porque el rayo del cielo lo hizo por mí; ahora,
están todavía libres, algunos de aquellos herejes y disidentes, y siguen
practicando abiertamente sus vicios y pecados.
Si Dios me permite combatir contra ellos una vez más, terminaré con ellos
y pondré fin a su predominio. Cambiaré la dirección y forma de gobierno,
basándolo en los principios de equidad y justicia; sólo aquellos apostatas
y renegados que se han esparcido por los últimos confines del Estado
Islámico, escaparán a mi castigo.
He estado combatiendo a estos enemigos de Dios desde mi juventud;
he derrotado y matado a muchos de sus generales y mariscales. He
enfrentado en los campos de batalla a muchos de sus valientes caballeros.
He humillado el orgullo de los famosos clanes de los Rade’ah y Muzar.
¿Sabéis cuál era mi relación con el Santo Profeta (PBd) debido a mi
parentesco con él y a mi mérito y valentía? Desde el mismo comienzo de
mi vida él me amo y yo a él. Me tomaba en su regazo cuando era un niño
y desde entonces estuve siempre junto a él. A menudo me abrazaba contra
su corazón; acostumbraba hacerme dormir junto a él; acostumbrábamos
estar tan cerca el uno del otro, que yo sentía el calor de su cuerpo y olía
la fragancia de su aroma. Cuando fui niño, él me alimentó con sus manos,
mascando a menudo para mí los pedazos duros. Nunca me encontró
tendido, débil o vacilante. Desde su infancia Dios había designado al
Arcángel para que estuviera siempre con él, y este Arcángel, le conducía
hacia cualidades ejemplares y elevados valores morales que yo seguí
paso a paso junto al Santo Profeta (PBd) como una cría de camello
sigue a su madre. Cada día acostumbraba a mostrarme una nueva pauta
de virtud la que me ordenaba a seguir. Todos los años acostumbraba a
permanecer por algún tiempo, en una gruta de las montañas de Hira, y
sólo yo acostumbraba a acompañarle.
Nadie sino yo, podía verle entonces, oírlo y estar cerca de él. Durante
aquellos días el Islam era solamente la Religión del Santo Profeta (PBd) y
de su esposa Jadiyah. Después de ello, fui el tercero: nadie en este mundo
había aceptado el Islam. Incluso entonces, acostumbraba yo ver la luz
divina de la Revelación y de la profecía, y a oler las celestiales fragancias
que de ellas emanaban.
Cuando el Santo Profeta (PBd) recibió la primera revelación, el Shaytán
se lamentó en voz alta. Le pregunté entonces al Santo Profeta (PBd)
¿Quién se está lamentado y por qué? Respondió: “Es el Shaytán, que ha
abandonado la esperanza de adquirir completo dominio sobre la mente
humana. Se está lamentando de la oportunidad perdida” Ciertamente,
‘Ali, tú también escuchas cualquier cosa que me sea revelada y miras
cualquier cosa que se me muestra, con la diferencia de que no se te ha
confiado a ti la Profecía; pero serás mi ayudante, mi sucesor y Visir y
defenderás siempre la Verdad y la Justicia.
Estaba con el Santo Profeta (PBd) cuando los jefes de los Clanes de
Quraish vinieron a verle, le dijeron: ¡Oh Profeta de Dios! pretendes ser
un profeta, lo cual es una pretensión muy seria y grave. Ninguno de tus
antepasados ni ningún miembro de tu familia se declaró nunca Profeta.
Te pediremos una cosa y si realizas nuestra petición, te aceptaremos
como Su Profeta y Enviado, y si no, te tomaremos como un impostor y
mentiroso. Entonces, el Santo Profeta (PBd) les pidió que formularan
su deseo. Dijeron que deseaban que mandase a un árbol que estaba a
alguna distancia del Santo Profeta (PBd) que viniese y estuviera cerca
de ellos. Él les contestó que sólo Dios Tiene la Fuerza y Poder de hacer
lo que desea. ¿Abrazarían el Islam si atendía a su petición? Ellos le
respondieron que lo harían voluntariamente. A continuación respondió
el Santo Profeta (PBd): “Realizaré el milagro como habéis querido, pero
sé que, incluso entonces, no me aceptaréis como Profeta ni adoptaréis
el Islam como vuestra Religión, porque en vuestro grupo hay unas pocas
personas -Atu, Jahal, Atpabil, Walade, etcétera- que más tarde combatirán
en mi contra, serán muertos y arrojados a un pozo en Badr, y hay algunas
otras personas -Abu Sufyan, Mu’awiyah, Akram Ibn Abud Jahal- que
impulsarán confabulaciones en mi contra para que les presente batalla.
(Jandauue o Ahzab)”
Esas fueron grandes profecías del Santo Profeta (PBd) que se hicieron ciertas,
palabra por palabra. El discurso continuó:
Seguidamente, ordenó al árbol que viniera cerca de él, diciendo: “¡Oh
árbol, si tienes fe en Dios y el Día del Juicio, y si crees que soy un Profeta
de Dios, entonces, por la Gracia y Orden de Dios, desenraízate y ven y
ponte junto a mí” Juro por Dios, que en cuanto salieron de su boca estas
palabras, él árbol se desenraizó y comenzó a moverse hacia el Santo
Profeta (PBd) el susurrar de su hojas, sonaba como el agitar de las alas
de los pájaros. Se aproximó cerca de él, y echando raíz se quedó allí.
Algunas de sus altas ramas le daban sombra y algunas otras tocaban mi
hombro. Yo estaba a su derecha. Cuando los Quraish vieron esta maravilla,
creció su enemistad y antagonismo.
Arrogantemente dijeron que deseaban que ordenase al árbol dividirse
en dos partes y que una de ellas se quedara en donde estaba y la otra se
acercara a él aún más. Por segunda vez el Santo Profeta (PBd) ordenó
al árbol hacer lo que ellos deseaban. La realización de la segunda orden
del Santo Profeta (PBd) fue aún más maravillosa que la primera. Con un
gran tronido el árbol se dividió en dos partes. Una mitad se desenraizó y
se acercó todavía más a él, se acercó tanto que podía haber abrazado al
Mensajero de Dios; incluso el ser testigos de esto, no les hizo ver la luz
de la verdad. Continuaban arrogantes, y querían que mandara de nuevo
a aquella mitad que se uniera con la otra y fuera un solo árbol como
antes. El Mensajero de Dios (PBd) lo ordenó así, y el árbol obedeció y
fue uno de nuevo.
Aquello, fue una visión que podría haber impresionado a cualquier hombre
bien pensando. Yo quedé muy impresionado y dije: ¡No hay divinidad
sino el Señor Todopoderoso! ¡Oh Profeta de Dios! Fui el primero en dar
testimonio de ti y soy el primero en declarar que este árbol ha testificado
tu carácter de Profeta y ha aceptado la Gloria y Grandeza de tu mandato
obedeciéndote.
Lo que vimos hoy, fue un hecho y no una ilusión. Oyéndome todos al
unísono gritaron: “No, no, es un mago de primera clase y un mentiroso.
Su Magia es increíble, es un experto en ella y sólo una persona de su
calibre puede dar testimonio de él” Al decir esto, se referían a mí. No me
importó aquella sugestión y sátira, porque pertenezco a un grupo que
no se preocupa de ninguna crítica por la causa de Dios. Las caras de
aquellos que pertenecen a este grupo indican claramente su sinceridad,
honestidad y veracidad. Su conversación es el modelo de la conversación
de personas pías y virtuosas. Pasan sus noches en oración a Dios, y sus
días actuando como guía de los que buscan la Verdad, siguen fielmente al
Corán, reviven la Religión Revelada por Dios y las tradiciones del Santo
Profeta (PBd) No son vanos ni orgullosos, ambiciosos ni deshonestos,
envidiosos o maliciosos, ni crean disensión o falacias. Sus mentes están
llenas de anhelo por el Paraíso y sus cuerpos se afanan por alcanzarlo.

Discurso 193
Este es uno de los famosos discursos de Hazrat ‘Ali (P) en donde habló respecto
a los atributos de la piedad. Describe las cualidades de personas piadosas
y temerosas de Dios. La mayoría de los discursos de Hazrat ‘Ali (P) tratan
de este tema, pero este discurso tiene dos peculiaridades: la primera es que
Hazrat ‘Ali (P) ha explicado lo que realmente significa la piedad y qué clase
de hombres son gente piadosa, dando gráficos detalles de sus formas de vida,
de pensar, de rezar y de trato con otros hombres. La segunda, es una triste
historia unida a este discurso.
La triste historia se refiere a Hamam, que fue uno de los compañeros de Hazrat
‘Ali (P) un hombre muy piadoso y temeroso de Dios. Una vez, pidió a Hazrat
‘Ali (P) que explicara por extenso las cualidades de las personas piadosas.
Quería que la explicación fuera tan viva que pudiera ver con el ojo de su mente
la imagen de un hombre piadoso. Hazrat ‘Ali (P) sabía que Hamam tenían un
corazón tierno y no estaba dispuesto a explicar la piedad en la forma en que
Hamam había pedido y, evadiendo el tema, respondió: “¡Hamam! Teme a Dios
y haz buenas acciones. Recuerda que Dios siempre Es un compañero de la gente
buena y piadosa” Pero Hamam no se mostró satisfecho con esta respuesta y
quiso que Hazrat ‘Ali (P) dijera algo más. Le presionó tanto y fueron tantos lo
que se le unieron y secundaron su petición que Hazrat ‘Ali (P) a desgana, dio
el discurso que sigue. Y como Hazrat ‘Ali (P) temía el efecto de este discurso,
se reveló fatal para Hamam, antes de terminarlo, murió.
Tras Alabar a Dios y rezarle para que bendijera al Santo Profeta (PBd) expresó:
Cuando Dios creó a la humanidad, no tenía necesidad de su obediencia
y oraciones. Ni le preocupaba su desobediencia porque la desobediencia
e insubordinación de los hombres no puede dañarle y, de modo similar,
la obediencia de la gente obediente no puede hacerle ningún bien. Está
más allá del alcance del perjuicio o del beneficio. Tras crear al hombre,
Destinó para él la variedad de alimentos que su cuerpo habría de absorber
y asimilar y los lugares más apropiados para vivir y propagarse. De
entre los seres humanos, son excelentes aquellos que son piadosos y
temen a Dios. Poseen preeminencia y excelencia porque siempre dicen la
verdad, de modo correcto y preciso; su forma de vida está basada en la
moderación y su forma de tratar con los hombres está basada en la buena
voluntad, sentimientos de camaradería y cortesía hacia ellos. Se rehúsan
a hacer o tomar las cosas prohibidas por Dios. Concentran sus mentes
en el conocimiento de cosas que les traigan gozo eterno. Soportan los
sufrimientos y calamidades tan felizmente como los placeres y el bienestar.
Si Dios no hubiera fijado el término de vida que les corresponde a cada uno
de ellos, sus almas, deseosas de alcanzar Su Paraíso y por miedo a caer
en Su Desagrado, no habían permanecido mucho tiempo en sus cuerpos.
Han visualizado mentalmente la Gloria de Dios, de tal modo, que nada en
este mundo los alarma, asusta o atemoriza por encima de Él. Todo lo que
no sea Su Fuerza aparece ante ellos como insignificante y humilde. Creen
en el Paraíso y sus Bendiciones como alguien que hubiese estado allí,
y hubiera visto todo respecto al Paraíso con sus propios ojos. De modo
similar, su fe en la existencia del Infierno, es tan fuerte como la de una
persona que ha pasado por sus sufrimientos. Piensan que los tormentos
del Infierno están a su alrededor y muy cerca de ellos.
Los hábitos de la gente del mundo los entristece. No hacen daño a nadie.
No les engorda el excesivo comer o andan en pos de placeres. Sus deseos
son limitados, sus anhelos pocos. Han aceptado pacientemente las
adversidades y sufrimientos de esta vida mortal y transitoria, por la causa
del gozo eterno que, por la gracia de Dios, se les ha revelado como una
transacción muy provechosa.
El mundo vicioso deseaba su camaradería, pero ellos apartaron sus rostros
de él. Quería atraparles, pero ellos, voluntariamente, aceptaron todas las
penalidades y problemas para librarse de sus garras.
Pasan sus noches estudiando cuidadosamente el Corán, porque lamentan
sus propias debilidades y defectos e intentan encontrar la manera de que
este Libro Sagrado mejore sus mentes. Cuando, estudiando el Corán,
se encuentran con un pasaje que describe el Paraíso, se sienten muy
atraídos hacia allí y desarrollan un deseo tan grande de alcanzarlo, que
lo visualizan en sus mentes, con todas sus bendiciones, mientras que,
un pasaje acerca del Infierno, los atemoriza y les hace sentir como si
estuvieran viendo el furioso fuego y las quejas y lamentos de aquellos
que están sufriendo las torturas del mismo.
Pasan sus noches rezando al Señor, pidiendo e implorándole que Les
libre del Infierno. Los días les encuentran ocupados con trabajos que
indican claramente su sabiduría, profundidad de conocimiento, virtud y
piedad. El ayuno constante, la dieta simple, el evitar todo lujo y el duro
trabajo habitual, les hace parecer delgados y ojerosos, pero tienen una
salud muy buena y robusta. Cuando la gente les oye discutir los diferentes
problemas de la vida a menudo los toman por caprichosos, fanáticos, e
incluso un poco tontos. Pero no es así. Parecen confundidos e infelices
porque no están satisfechos con la cantidad y calidad del trabajo que han
hecho por la causa de la Religión y la humanidad. Cuanto más trabajan,
menos satisfechos se sienten. Habiéndose marcado una elevada pauta de
actividad en su trabajo, temen que las dolencias puedan imposibilitarles
alcanzar tales alturas.
Si alguno de ellos, es alabado por su piedad, virtud y buenas acciones
que ha realizado, no le gusta que le elogien de ese modo; teme que tal
alabanza pueda atraerle hacia la vanidad. La adulación y vanagloria.
Dice: “conozco y mi trabajo más que otros, y Dios los conoce mucho
mejor que yo. ¡Oh Señor! No me Hagas responsable de lo que han dicho
acerca de mí. Sabes muy bien que yo no estimulé sus alabanzas. Por favor,
Señor, concédeme mucha mayor excelencia que aquello por lo que me
elogiaron. Y Señor, por favor, perdona aquellos de mis pecados y defectos
que ellos no conocen”
Debéis saber que toda persona piadosa, posee los siguientes atributos: Es
firme en su fe, es resuelto aunque amable y de corazón noble. No vacila en
sus consideraciones y creencias, anhela obtener conocimiento y sabiduría,
perdona a quienes le hacen daño conociendo perfectamente que le han
perjudicado. Incluso cuando posee riqueza, su forma de vida está basada
en la moderación, sus oraciones son modelo de humildad y sometimiento
a Dios. Incluso, cuando pasa hambre, mantendrá su propio respeto.
Soportará pacientemente los sufrimientos. Echará solamente mano de
medios de vida honestos. Le agrada conducir a otros hacia la verdad y la
justicia. Desdeña la codicia y la avaricia. Aunque no haga continuamente
buenas acciones, sin embargo, se siente preocupado por sus defectos.
Todas las noches da gracias a Dios por haber pasado un día más por Su
Gracia y Misericordia. La mañana lo encuentra comenzando el día con
las oraciones y alabanzas al Señor. Por la noche, se muestra cauto de no
desperdiciar ociosamente esas horas en placeres y bienestar. Comienza
feliz el día con el pensamiento de que el Señor le Ha dado otro día para
hacer sus deberes. Si su mente desea lago mundano e impío, rehúsa
obedecer sus dictados. Su deseo es conseguir gozo eterno. Los placeres
mundanos no le interesan, su sabiduría está mezclada con paciencia.
Sus acciones hacen honor a sus palabras -hace lo que dice- los
desordenados deseos no le perturban. Es cortés hacia los demás. Posee
una mente resignada, como poco -no es un glotón- no hace daño a
nadie. Es fácil de agradar, es fuerte en su fe. Sus pasiones están muertas.
Su temperamento está controlado. La gente espera el bien de él y se
consideran libres de que les hiciera algún mal. Incluso si se encuentra entre
gente atea, su nombre será escrito en la lista de las personas devotas, si
está en compañía de aquellos que recuerdan siempre a Dios, su nombre,
naturalmente, será incluido entre aquellos que no Le olvidan. Perdona
a quienes le han hecho daño. Ayuda a quienes le han abandonado y han
rehusado ayudarle. Es amable hacia quienes han sido crueles con él.
Hace el bien a aquellos que le hacen mal. No se complace nunca en vanas
charlas. No tiene vicios y sus cualidades son muy notables, prominentes
y dignas de atención.
Cuando hace frente a peligros y desastres se muestra tranquilo. Es paciente
y esperanzado en los sufrimientos y las calamidades. Es agradecido a
Dios en la prosperidad. No haría daño a su peor enemigo. No cometerá
nunca un pecado ni siquiera por su mejor amigo. Antes de que alguien dé
testimonio de una falta suya, la acepta y la admite. No se apodera nunca
injustamente de nada que le ha sido confiado. Nunca olvida lo que se le ha
dicho. No calumnia a nadie. No hace daño a sus vecinos, cuando acontece
infortunio a alguien, no le echa la culpa y no es feliz por la pérdida de otros.
Ni se extravía del camino recto, ni sigue uno equivocado. Su silencio no
indica morosidad, ni su risa es alta y jactanciosa. Soporta pacientemente
la persecución y Dios Castiga a su opresor. Es duro consigo mismo y muy
blando con los demás. Soporta las dificultades de esta vida para alcanzar
la paz y el bienestar eternos. Nunca perjudica a su prójimo. Si evita a
alguna persona, es para conservar su piedad y rectitud.
Si establece contacto con alguien, es por su bondad y clemencia. No evita
a nadie por causa del orgullo o vanidad, ni se mezcla con otros con ocultos
motivos de hipocresía, ruindad y vileza.
Dice le narrador que Hamam estaba escuchando muy atentamente el discurso y
que cuando Hazrat ‘Ali (P) llegó al pasaje arriba descrito, Hamam se desvaneció
y murió. Viendo esto, Hazrat ‘Ali (P) dijo:
¡Por Dios! Dudé en explicar todo esto a Hamam precisamente por esta
razón. El consejo eficaz produce a menudo resultados similares en las
mentes dispuestas a aceptarlos.
Ibd ibn Kuwaa, que después se convirtió en un jariyita y acérrimo enemigo
de Hazrat ‘Ali (P) tras escuchar la observación de Hazrat ‘Ali (P) dijo: “¿Por
qué no actuó sobre ti este conocimiento del mismo modo que lo hizo sobre
Hamam?”. Hazrat ‘Ali (P) replicó:
Ciertamente la muerte es inevitable, a cada persona le ha sido fijado el
momento de su muerte, nadie puede sobrepasarlo y es siempre una causa
aparente para ella. Sabes que fue el Shaytán quien te hizo hacerme tal
pregunta. Intenta no aceptar sus insinuaciones en el futuro.

Discurso 194
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) describe la hipocresía y las costumbres de
los hipócritas. Explicó en detalle, los hábitos de aquellos que no aceptaron
sinceramente el Islam:
Toda Alabanza sea dada a Dios, que me permitió obedecerle y abstenerme
del pecado. Le imploro que me favorezca con Sus bendiciones y me
mantengo firme en Su Camino. Testifico que Muhammad (PBd) es Su
Siervo y Su Profeta, que padeció toda clase de sufrimientos y dificultades
para ganar Su Favor, y que anuló su ira, sofocó su pasión, para obtener
Sus Placeres.
Aquellos que estaban junto a él -Muhammad (PBd)- cambiando sus
opiniones y pareceres acerca de él, y aquellos que no estaban próximos
a él se unieron para oponérsele.
Los árabes de su tiempo se levantaron también en su contra, y desde
lugares lejanos y cercanos se congregaron para combatir contra él y
crearle toda clase de dificultades y frustraciones.
¡Oh Criaturas de Dios! Os aconsejo que temáis a Dios y os prevengo
contra los hipócritas. Ellos mismos están extraviados y os extraviarán a
vosotros. Están perdidos en el laberinto del pecado y el vicio y os harán
perder vuestro camino recto en este tortuoso laberinto (el mundo)
Cambian sus colores para adaptarse al medio y sus palabras siempre
tienen un doble significado. Para convertiros a sus puntos de vista y ganar
vuestras simpatías, echarán mano de toda clase de engaño y fingimiento,
adoptarán diferentes clases de pretextos y artificios, todos los engaños y
seducciones posibles.
Siempre mienten para seduciros y tenderos una emboscada. Pretenden ser
sinceros y honestos, pero sus corazones están llenos de vileza e hipocresía.
Sus movimientos son muy sutiles. Para extraviaros trabajan tan astuta
y tímidamente que no podéis fácilmente daros cuenta de su propósito.
Envenenan vuestras mentes sin que os deis cuenta, como una enfermedad
que se extiende en el interior de vuestro cuerpo sin que lo notéis.
Se comportan como si estuvieran administrado remedio a vuestros males,
hablan como si realmente sintieran algo por vuestras dificultades, pero
el resultado de sus actividades y persuasiones, os afectará como una
enfermedad incurable. La felicidad y prosperidad de otros les hace
infelices y celosos. Harán lo peor para arrastrar a otros a las dificultades,
reveses y problemas. Se esforzarán en convertir las esperanzas de otros
en decepción y desesperación. Tienen y buscan a sus víctimas en todas
las fases de la vida.
Conocen como tocar vuestro corazón y ganar vuestros oídos. Tienen
lágrimas de cocodrilo que derraman para cualquier pena que tengáis,
y os ofrecen un bálsamo (ineficaz o dañino) para cualquier dolor que
tengáis. Si os alaban, es con la esperanza de conseguir de vosotros mayores
alabanzas. Si desean conseguir algo de vosotros os agobiarán con sus
decisiones. Si desean calumniar a alguien, lo expondrán a la luz pública
hasta que quede usado y gastado. Si dan un veredicto, abandonan siempre
la equidad y la justicia.
Son oportunistas y acólitos del tiempo, poseyendo gran adaptación de
carácter. Tienen una astucia para aportar para cada ocasión y un artificio
del que hacer uso. Pueden decir una mentira aparentemente convincente
contra cada verdad. Pueden llevaros hacia un camino retorcido en
oposición a todo camino recto. Y pueden ofreceros consejo para que
prefiráis a un vil asesino a una persona honesta y respetable. Pretenden
poseer una luz para cada tiniebla de vuestra vida y levantarán falsas
esperanzas en el sitio ocupado por verdaderas decepciones, de modo que
puedan ganar vuestra confianza y convenceros de su sinceridad. Conocen
como pintar una mentira de modo que parezca la verdad, y cómo dar color
a una mala acción de manera que parezca buena.
Son suficientemente viles para hacer fácil para sí mismos el vicio y la
perversión, e intentan crear dificultades a otros en el camino de la Religión
y la Verdad. Son los lacayos del Shaytán que merecen el Infierno; Dios,
Glorificado Sea Ha dicho acerca de ellos en el Sagrado Corán:
«Son del grupo del Shaytán y ciertamente, el grupo del Shaytán
serán perdedores y sufridores»
(58:19)

Discurso 195
En Alabanza a Dios, elogios al Santo Profeta (PBd) y la piedad como forma
de vida:
Toda alabanza sea dada a Dios que desplegó de tal manera la Gloria
de Su Fuerza y Sabiduría que la grandiosidad del arte de la creación,
mantuvo a todos los sabios en pavor y estupefacción e Hizo imposible a
las mentes, comprender la profundidad y significado de ello.
Testifico que no hay divinidad sino Dios Todopoderoso. Este testimonio
mío es la señal de mi sincera fe, auténtica creencia, firme convicción y
deseo honesto de obedecerle. Testifico además que Muhammad (PBd) es
Su Siervo y Su Profeta. Le Ordenó como Profeta en una época en que las
señales de la verdadera Religión habían desaparecido completamente y
cuando el camino de Dios estaba totalmente abandonado.
El Santo Profeta (PBd) hizo comprender y aprender a la humanidad la
verdad acerca de Dios, les aconsejó ser justos y piadosos, les mostró
el camino de la salvación y les instruyó para evitar los excesos y el
fanatismo en la vida, al igual que la indiferencia y el desdén. Les aconsejó
ser moderados, amables y sobrios. Que Él Le Conceda Su más preciada
Bendición y también a su descendencia.
¡Oh gente! Sabed y comprended que Dios no os Ha creado en vano y sin
ningún plan o propósito, y que al mismo tiempo no os Ha dejado libres
como a los pájaros y las bestias sin asignar a vuestras mentes y cuerpos,
importantes deberes. Conoce la cantidad y cualidad de las Bendiciones
que Ha otorgado, y los favores que Ha hecho a la humanidad. Buscad Su
Ayuda para las realizaciones y éxitos de la vida. Invocad Sus Bendiciones.
Imploradle Más Favores Suyos. No hay nadie que interceda entre vosotros
y Él y Su puerta no está nunca cerrada para vosotros.
Siendo Omnipresente, está siempre presente entre todos los hombres y los
yinn (genios) en todo tiempo y lugar. Su Generosidad sin límite no puede
reducir Sus tesoros. Su Magnificencia no puede reducir Sus posesiones.
Ninguna petición puede exceder sus Bienes y ninguna concesión puede
aminorar Su Riqueza.
Su Atención hacia una cosa, no puede volverle Despreocupado hacia
otra al mismo tiempo. Está con todos y con todo al mismo tiempo. Puede
Escucharlo todo simultáneamente. El conceder un favor a alguien no
puede impedirle quitar a la misma persona otro favor. Su Cólera, no puede
obstaculizar Su Misericordia ni su Bondad y Compasión, obstaculizan
su Castigo.
La Gloria y Grandiosidad de Su Creación no pueden poner a Su Ser a la
vista de Sus criaturas. Ni Su imperceptibilidad esconde de ellas Su Gloria
y Fuerza. Está tan cerca de todo el mundo y sin embargo tan lejos. Esta
tan Elevado y sin embargo tan cerca de todo. Su Sabiduría y Fuerza son
lo más evidente, pero su Ser está oculto a todos los ojos. Recompensa a
otros, pero no puede ser recompensado. No tuvo necesidad de deliberar
y considerar acerca de los problemas de la creación. No Hizo existir los
Universos para buscar algún tipo de ayuda o sacar de ellos alguna ventaja.
¡Oh criaturas del Señor! Os aconsejo que Le tengáis temor. Os aconsejo
que adoptéis la piedad, porque la piedad es el camino más seguro a la
salvación y el mejor apoyo para la Religión. Manteneos unidos a ella y
no la dejéis nunca. Os conducirá a lugares seguros, a posiciones de honor
y búsquedas que os traerán paz y contento. Vendrá en vuestra ayuda el
día que el ángel Israfil haga sonar la trompeta, cuando el terror de la
ocasión mantenga a la gente desconcertada, cuando todos vosotros muráis,
cuando la tierra llegue a su fin, las elevadas montañas se conviertan en
polvo, las poderosas ciudades arrasadas, no habrá nadie que pelee con
vosotros o interceda por vosotros, cuando ni siquiera vuestros parientes
más próximos tengan tiempo o valor de venir en vuestra ayuda, entonces
veréis a la piedad llegando en vuestra ayuda.
Discurso 196
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) habla acerca del Santo Profeta (PBd) sus
prédicas, sobre este mundo y las oportunidades de hacer el bien aquí:
Dios todopoderoso Ha confiado la Profecía a nuestro Santo Profeta
(PBd) en una época en que las señales de la Verdadera Religión estaban
completamente borradas, cuando la humanidad había prácticamente
abandonado el reconocimiento del Poder más allá de los humano y
sobrenatural de Dios, Quien es Justo y Bueno y cuando la humanidad
había abandonado completamente los caminos de la Verdad y la Justicia.
¡Oh gente! Os aconsejo que temáis a Dios. Deseo advertiros acerca de
este mundo. Tarde o temprano habréis de abandonarlo. No es un lugar
de residencia permanente ni un lugar de bienestar y felicidad perpetuos.
Aquellos que residen aquí son, de hecho, viajeros que se detienen
temporalmente durante su viaje, el que habrán de continuar. Tampoco es
un lugar seguro ni siquiera para una estancia temporal. Como un barco
en una furiosa tempestad, así es este mundo; muchos que viajan en él, han
caído al agua, algunos se han ahogado, mientras que otros son arrojados
de un lado a otro por el movimiento de las olas y los vientos que están
causando estragos en su vida; los que se han ahogado no volverán nunca
y los que se mantienen a flote no está fuera de peligro.
¡Oh gente! Mientras estéis todavía vivos y saludables, mientras vuestra
lengua se encuentre todavía bajo vuestro control y vuestros miembros en
forma para serviros, decid buenas palabras y haced buenas acciones.
Aprovechaos de la salud y de la oportunidad; este mundo como es, es
suficientemente grande para que trabajéis en él. Haced vuestro deber
antes de que sea demasiado tarde para no podáis hacer nada, antes de
que perdáis las oportunidades y de que la incapacidad y la muerte se
apoderen de vosotros. No esperéis que la muerte llame a vuestra puerta,
habrá de venir, es inevitable, es natural y se aproxima.

Discurso 197
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) habla sobre su relación con el Santo Profeta
(PBd) y sus servicios a la causa del Islam:
Aquellos compañeros del Santo Profeta (PBd) que actuaron como primera
línea del Islam, saben y pueden testificar que yo no violé nunca, ni por
un segundo, las Órdenes de Dios y del Santo Profeta (PBd) En todas las
ocasiones, incluso cuando los hombres más valientes se sentían nerviosos
y deseaban librarse del compromiso, arriesgué mi propia vida para salvar
la del Santo Profeta (PBd) y defender la causa del Islam.
Es un hecho histórico que en todas aquellas ocasiones en que los árabes se
presentaron para atacar al Santo Profeta (PBd) y a los musulmanes, y cuando
se libraron las batallas de: Badr, Uhud, Jandaq, Jaibar y Hunain, Hazrat ‘Ali
(P) fue el héroe en todas ellas. En cada una de aquellas oportunidades, estaba
al frente del ejército del Islam. Mató a Generales y Mariscales árabes famosos
en combates singulares; derrotó a sus ejércitos y a menudo, cuando el resto
de los compañeros del Santo Profeta (PBd) habían huido dejándole solo en
el campo de batalla, Hazrat ‘Ali (P) combatió a solas con las hordas de los
árabes. El final de muchas batallas les sorprendió con más heridas que ninguno
de los hombres permanecieron vivos, pero impávido, animado y sin miedo.
El discurso, continuó así:
Cuando murió el Santo Profeta (PBd) exhaló su último aliento con su
cabeza apoyada en mi pecho. Yo le estaba abrazando, sentí en mis manos
su último aliento, como señal de mi amor y mi respeto hacia él, puse mis
manos sobre mi rostro; bañé su cuerpo sin vida y sólo los ángeles me
ayudaron en esas abluciones.
La noticia de su muerte hizo llorar a sus descendientes. Se lamentaron
y quejaron en voz alta. Los ángeles iban y venían del Paraíso en gran
número, ofrecían sus servicios funerarios, grupo tras grupo. Podía oír
sus reprimidas voces. Esto continuó hasta que lo deposité en su tumba.
Durante su vida fui el más próximo y el más querido para él y a su muerte,
fui el último en separarme de él (PBd)
¿Quién puede pretender tener con él lazos más estrechos que yo, y que
pueda afirmar tener más derecho a ser su heredero y su sucesor?
Ahora, conocéis mi derecho, Usad vuestra sabiduría para comprender y
daros cuenta de ello, y con esta comprensión, adelantaos a defender el
Islam. Dejad que vuestro derecho de seguirme esté basado en la fidelidad
y la sinceridad. Juro por Dios que estoy en el camino recto de la Religión
y ellos (Mu’awiyah y sus seguidores) están intentando extraviaros, donde
cada paso que deis adelante con ellos, os acercará más al Infierno. Estoy
seguro que estáis intentando captar lo que estoy diciendo. Invoco a Dios
para que tenga Misericordia de vosotros y de mí.
Discurso 198
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) explica algunos de los Atributos de Dios, y a
continuación describe -de nuevo- lo que es la piedad y cómo puede ayudar al
ser humano, lo que es el Islam y lo que puede ofrecer, cómo protege el Corán
al ser humano, y cómo el Santo Profeta (PBd) ha guiado a los musulmanes:
Él Oye las voces de las bestias salvajes que merodean en los desiertos y en
las junglas. Conoce los pecados cometidos por los seres humanos, incluso,
muy en secreto. Percibe la condición de los peces en las profundidades
de los océanos. Conoce el número de olas que levantan las tempestades,
de hecho, es Omnipresente y Omnisciente.
Testifico que Muhammad (PBd) es Su Mensajero elegido, el Profeta de
Su revelación y el portador de Su Mensaje de Misericordia y Bondad.
¡Amigos! Os aconsejo temer a Dios, que os Ha creado y hacia El que
volveréis. Recordad que el logro de vuestros propósitos y la realización
de vuestros deseos radican en su Voluntad y que el verdadero camino de
la Religión os llevará hacia Él. Y sólo Él es vuestro refugio en tiempos
de miedo y peligro.
Dejad que la piedad sea el objetivo y la aspiración de vuestra vida. Es
la única salida para la maldad de vuestro corazón y es la Luz Divina
que expulsa las tinieblas de vuestro corazón. Es un remedio para vuestra
mente enferma. Es la única forma de mejorar vuestra corrompida alma.
Purifica vuestra conciencia. Devuelve la vista a vuestros ojos cerrados
por la ignorancia de lo verdadero. Da valor moral y arranca el temor
de vuestros corazones. No fijáis obedecer a Dios, sino obedecedle fiel
y sinceramente, y permitid que ese deseo de obediencia se grabe en
vuestras mentes y enraíce profundamente en vuestros corazones. Dejad
que gobierne sobre vuestras palabras y acciones. Dejad que la piedad os
ayude en el Día del Juicio, dejadla actuar como vuestro guía a la salvación,
dejadla interceder por vosotros en el Día de Ajuste de Cuentas, dejadla
iluminar vuestras tumbas y dejadla ser un guía que os conduzca fuera de
los mares de pesares y ansiedades que os rodean.
No olvidéis que la obediencia a Dios es el único y verdadero remedio
contra el asalto de las adversidades, calamidades y terrores así como la
única protección contra las llamas y las torturas del Infierno.
¿No sabéis cómo ayuda la piedad a aquellos que hacen de ella el
principio básico de sus vidas? Aparta las calamidades que se han reunido
a su alrededor y le han asediado. Convierte en logros placenteros los
amargos desengaños de sus asuntos. Actúa como un rompeolas, contra
las olas que acarrean desastres y la destrucción que desea abalanzarse
contra la propia vida y sus ilusiones. Su influencia cambiará en contento
y abundancia la acusante pobreza y carestía. Y su gracia, transforma
años secos, en lluviosas estaciones y las secas tierras en verdes huertos
y campos florecientes.
Temed al Señor que Fue Tan Bueno como para concederos intelecto y
razonamiento y después os Ha aconsejado a hacer el bien. Después,
mediante las enseñanzas de Su Profeta Elegido, Muhammad (PBd) Hizo
fácil para vosotros comprender el propósito de vuestra creación. No sólo
esto, Su Amor por la humanidad fue aún más lejos, y completo este curso
de educación a través de los descendientes del Santo Profeta (PBd)
Ahora, como signo obligatorio, os ha sido impuesto intentar realizar lo
mejor que podáis, Sus Mandamientos fiel y sinceramente. Recordad que
el Islam es la Religión que Ha elegido como medio para que comprendáis
vuestro lugar en el Universo y su Religión que os dirigirá hacia Él. Las
enseñanzas que esta Religión impartirá, tuvo su curso trazado y terminado
bajo su directo Mandato. Se la confió al más favorito y elegido de Sus
Profetas. La hizo superior a otras religiones del mundo; la glorificó
derrotando a sus enemigos y humillando a aquellos que quieran destruirla.
Desea que borre el paganismo y la ignorancia de las mentes humanas, que
apaguen su sed de conocimiento y sabiduría, y que propague la verdad,
la justicia y la piedad.
Lo racional y razonable de sus doctrinas es tan poderoso que no pueden
ser repudiadas, falsificadas o desmentidas. Están tan coordinadas, tan
sabiamente entrelazadas y se siguen naturalmente unas a otras, que no
pueden separarse, ni pueden perturbarse ninguna de ellas. El Islam es
un árbol que no se puede desenraizar, ni se el puede cortar, ni se pueden
podar sus ramas. Sus caminos son rectos y anchos y no hay nada tortuoso
en ellos, sus fundamentos son fáciles de seguir y de comprender, no
tolera la hipocresía y la insinceridad, su luz no se apagará nunca y la
equilibrada afinidad de las formas de sus servicios, no se volverá nunca
áspera e insoportable.
¿Os habéis dado perfecta cuenta de lo que es el Islam? Es una Religión
basada en la Verdad. Es una fuente tal de aprendizaje que a partir de ella
corren varios ríos de sabiduría y conocimiento. Es una lámpara tal que a
partir de ella se iluminan otras lámparas; es un faro alto que ilumina los
senderos de Dios. Es un conjunto de principios y creencias que satisfarán
a todo el que busque la verdad y la realidad.
Sabes todos que Dios Ha hecho del Islam el más sublime camino hacia Su
Agrado Supremo y la pauta más elevada de Su Adoración y obediencia;
lo ha favorecido con preceptos nobles, principios exaltados, argumentos
indudables, supremacía incontrovertible y sabiduría innegable.
Es cosa vuestra mantener la eminencia y dignidad que el Señor le Ha
Otorgado. Seguirle sinceramente, hacer justicia a sus principios de fe y
doctrina, obedecer implícitamente sus órdenes y prohibiciones, y darle
el lugar apropiado en vuestras vidas.
Recordad que Él con la mayor bondad y gracia Envió a Su Profeta
elegido a vosotros en una época en que se cernía la devastación sobre
el mundo; cuando la humanidad estaba al borde de la aniquilación,
cuando las diferentes civilizaciones y religiones conducían al hombre a
la destrucción; debido a su crueldad y dureza, la vida había llegado a ser
una miseria para la mayoría de los seres humanos, cuando la desunión y la
disensión predominaban, la humanidad estaba dividida en clases, castas,
nacionalidades y grupos religiosos y cuando las otras religiones estaban
decayendo y desapareciendo, convirtiéndose en paganismo debido a sus
falsos e irracionales dogmas se estaban desenmascarando a sí mismos y
su ritualismo le había inducido a practicarlas lo que estaba obligando a
sus seguidores a abandonarlas por completo.
En tal tiempo, hizo del Santo Profeta (PBd) el medio de revelar Sus
Mandamientos sacando a los musulmanes del caos mundano, trayendo a
la humanidad el mensaje de paz y prosperidad y creando a través de sus
compañeros pautas de autorespeto, obediencia al Santo Profeta (PBd)
que es la obediencia a Dios.
Dios Le reveló Su Mensaje a través del Sagrado Corán; este Libro
contiene una iluminación y conocimiento tal que nunca será ineficaz,
fútil o estéril. Lleva una sabiduría tan profunda en sus palabras que el
hombre corriente no podrá alcanzar esas profundidades. Es un camino en
sí mismo que no extraviará a nadie. Es una luz que no se apagará nunca.
Crea una distinción entre la verdad y la falsedad, sus decisiones nunca
serán desafiadas o refutadas. Sus explicaciones no pueden demostrarse
como equívocas. Es la cura para la perversidad de las mentes, es un
poder que no puede ser derrotado. Es la Verdad personificada. Quienes
le sigan nunca se arrepentirán del apoyo que les da. Es una mina de fe,
un manantial de conocimiento y una fuente de equidad y justicia.
La Sabiduría que contiene este Libro y el saber que imparte, no pueden
ser agotados. Es un destino tal que los que intenten alcanzarlo no se
extraviarán nunca de su camino. Es un hito tal que para aquellos que
siguen el camino de la Verdad, no dejarán nunca de alcanzarlo. Es una
fuente de información tan sublime, que nada puede sobrepasarlo. Dios
Ha hecho de él una Bendición para las personas instruidas, sabias
y piadosas; un remedio infalible para la maldad de las mentes y una
fuente de iluminación para las oscuras profundidades de la impiedad y
el paganismo. Es una Fuerza poderosa y unificadora para mantener a los
hombres dentro de los lazos de la fe y el amor. Es el refugio más seguro
contra el pecado y el vicio. Es el heraldo de paz para la humanidad. Honra
a quines lo aceptan, guía a quienes le siguen, protege a quienes actúan de
acuerdo a los dictados que contiene, y actúa como argumento sólido para
aquellos que hablen a través de él. Da testimonio de aquellos que afirman
su testimonio. Apoya a aquellos que lo apoyan, brinda éxito a aquellos
que lo abrazan. Es el camino más rápido y más corto a la salvación para
aquellos que formulan sus vidas de acuerdo a sus principios. Es la mejor
forma de explicación para aquellos que desean comprender los principios
de la piedad y la verdad.
Por lo que se refiere a la historia de la humanidad, el Corán es la mejor
fuente de información, y por lo que se refiere a la justicia y la equidad es
el mejor código de ley.

Discurso 199
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) ofreció consejos respecto al cumplimiento
de las oraciones diarias, sus beneficios y obligatoriedad mencionados por el
Santo Profeta (PBd) y el Sagrado Corán. Lo mismo hace brevemente respecto
al zakat que debe brindarse a los más necesitados.
Además de lo anterior, Hazrat ‘Ali (P) hizo una sorprendente revelación
científica, la que, sólo pudo desvelarse por la medicina hasta 1.300 años
después de que la pronunció: El cerebro humano -la memoria- sobrevivirá a
todas las experiencias que un ser humano haya acumulado durante su vida esto,
con el permiso de Dios y por Su Poder. No hay nada que escape al Poder y
Omnisciencia de Dios y este tipo de conocimientos y muchos otros de similar
importancia y profundidad, fueron otorgados por Él al Santo Profeta (PBd)
quien los legó a sus descendientes y sucesores, Ahlul Bait, (P)
Ofreced regularmente vuestras oraciones, ser cuidadosos cuando las estéis
realizando; rezad tan a menudo como os sea posible y a través del salat,
buscad la proximidad con vuestro Señor. Las oraciones son obligatorias
para los musulmanes fieles. ¿No habéis leído en el Corán la respuesta de
aquellos que serán arrojados al Infierno? Dirán:
«No estábamos entre los que rezaban»
(74:42-43)
Recordad que las oraciones rituales y diariamente obligatorias, eliminan
los deseos pecaminosos de vuestras mentes, igual que un fuerte viento
hace caer las hojas de los árboles. Vuestras oraciones os liberarán de
las garras del vicio y la maldad. El Santo Profeta (PBd) ha dicho: “El
salat es como un manantial cálido a la puerta del hombre. Si se baña en
él cinco veces cada día, no habrá suciedad en su cuerpo ni en su mente”
Sólo aquellas personas a quienes no han atraído la pompa y gloria de este
mundo y cuyos lazos familiares, la prosperidad y el poder nos les hacen
negligentes respecto a sus deberes religiosos, pueden apreciar y darse
cuenta del valor y la utilidad de las oraciones diarias. Dios todopoderoso
Reveló en el Sagrado Corán:
«Hombres a quienes los asuntos y el comercio no pueden distraerles
de hacer el salat y de dar el zakat»
(24:37)
El Santo Profeta (PBd) aunque sabía que iría al Paraíso, acostumbraba
esforzarse tanto en las oraciones diarias, que sufría por ello físicamente,
porque deseaba mantener el prestigio de la Orden de Dios:
«Impón las oraciones a los miembros de tu casa, y firme y regular-
mente, únete a ellos»
(20:132)
Así pues, el Santo Profeta (PBd) ordenó a los miembros de su familia,
ofrecer regularmente las rituales oraciones diarias y él mismo se cuidó
de llevarlas a cambo también.
Junto a las oraciones diarias, hay otro medio de conseguir la proximidad
de Su Favor, el zakat, la caridad a favor del pobre. Significa una expiación
de los pecados y liberación de Infierno para aquellos que gustosamente
lo pagan voluntariamente.
Recordad que tras el pago del zakat, nadie deberá sentirse pesaroso por
la pérdida ofrecida de este modo; nadie debiera imaginarlo siquiera como
una pérdida, porque cualquiera que haya pagado la caridad del pobre, sin
que lo haya realizado de un modo sincero y desprendido, sino con la vista
puesta en los beneficios que se puedan obtener de ello, y la popularidad
que se gana de este modo: No comprende el significado real de la Religión;
será un perdedor y se le someterá a la desgracia y vergüenza permanentes.
Después está el atributo de la honestidad. Es obligatorio para vosotros
devolver las cosas que os han sido confiadas y ser honestos en vuestros
pensamientos y acciones. Dios Mismo preguntó a los vastos cielos, la
amplia tierra y las grandes montañas si deseaban actuar como Sus
Depositarios para algo que podía confiarles: El depósito del Conocimiento
y la Ciencia empero, todos ellos se negaron a aceptar tal depósito y
tuvieron miedo de que Dios les encontrara deficientes e incurrir así en la
Ira del Señor. Pero el hombre aceptó ser el depositario de la ciencia y el
conocimiento, porque era precipitado e ignorante y no posee una adecuada
visión del futuro de sus actos. Reveló Dios en el Sagrado Corán:
«El hombre en cambio, se hizo cargo. Es ciertamente muy impío,
muy ignorante»
(33:72-73)
¡Oh gente! Dios No Es ignorante de todo lo que hacéis a plena luz del
día y bajo la oscuridad de la noche. Conoce todo lo que hacéis y cada
pensamiento que pasa a través de vuestra mente. Es Omnisciente; incluso
vuestra mente y vuestros miembros dan testimonio ante Él de vuestros
pensamientos y acciones. Las partes de vuestro cuerpo son soldados de
Su ejército, vuestras mentes y vuestras conciencias son Sus espías contra
vosotros. Vuestra vida privada Le es completamente conocida.

Discurso 200
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) nos habla de cómo se puede llevar la vida: Hay
dos formas de llevar una vida, una es la que ha sido enseñada por las grandes
mentes desde la época de cada Mensajero de Dios conocido, hasta nuestro
Santo Profeta (PBd) El ser humano debe ser: honesto, virtuoso, piadoso y
hacer sus deberes hacia Dios y hacia la humanidad. La otra manera que existe,
es la satánica de un maquinador sin escrúpulos que no le importa echar mano
de cualquier perversidad para alcanzar sus objetivos. El Islam llama a esto,
la manera del Shaytán.
Dicha forma de vida fue de hecho responsable de todas las miserias que sufrió la
humanidad desde la caída del Paraíso de los primeros seres humanos, de todas
las guerras, toda la pobreza, todos los crímenes, los sistemas de castas -por
ejemplo en la India- la esclavitud en el oriente y el occidente, el imperialismo
que domina a naciones y culturas o el totalitarismo actual, son todos parte de
la misma filosofía satánica.
Hazrat ‘Ali (P) como auténtico Imam, odiaba esta forma de vida, y en muchas
ocasiones, cuando diferentes personas como Abdullah ibn Abbas, Mughira
y otros tuvieron el descaro de sugerirle algo similar, se sintió enfadado y
respondió: “El fin no justificará nunca los medios, y la verdadero forma de
vida, no debiera contaminarse nunca con tales vicios, incluso para apoyar y
salvar una Religión”
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) ha dejado ver esto, diciendo que si quisiera
practicar la hipocresía y el crimen en la política, haciéndolo aún más sutil que
lo que hizo Mu’awiyah, lo hubiese hecho, empero, Hazrat ‘Ali (P) declara que
él si teme a Dios mientras que Mu’awiyah no.
Juro por Dios que Mu’awiyah no es más sabio ni más inteligente que
yo. Empero, es un maquinador sin escrúpulos, echaría mano de toda
clase de duplicidades, vicios y pecados para fortalecer su política. Si yo
hubiera querido la maldad y el pecado, hubiera sido el político y hombre
de Estado más grande de ese tipo. Pero todos los vicios, toda la maldad,
toda la duplicidad, todos los crímenes y toda falta de escrúpulos son un
pecado y una violación de las Órdenes de Dios.
Quien viola y desdeña los principios del Islam, es un infiel. El Día del
Juicio, todo maquinador sin escrúpulos y todo infiel, habrán de llevar una
bandera en su mano por la cual serán reconocidos.
Juro por Dios que nadie puede engañarme o seducirme con su astuta
duplicidad, ni puedo ser sometido por la fuerza.

Discurso 201
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) aconsejó a sus compañeros a que no se sientan
intranquilos si son minoría, y para que recuerden que apoyar a las malas
acciones es tan condenable como cualquier mala acción -propia- cometida:
¡Oh gente! No os sintáis atemorizados ni decepcionados si veis que muy
poca gente sigue el camino de la verdad y la salvación, porque la mayoría
de los hombres, están locos por los placeres mundanos, en un mundo en
donde tras largas y exacerbantes expectativas, quedará poco tiempo para
disfrutar de los placeres, sin embargo, luego vienen largos periodos de
sufrimiento y castigo.
No importa cuan diferentes puedan ser vuestras formas de actividad y
maneras de hacerlas, los principios básicos del bien y el mal, reúnen
a todos los hombres bajos ciertas categorías. Sabéis bien que sólo un
hombre mató al camello del Profeta Saleh (P) pero toda la nación hubo de
sufrir por ello debido a que todos aprobaron la acción. El Señor sugirió
indirectamente respecto a ese incidente al decir:
«La apuñalaron, pero al día siguiente -cuando se dice que descendió
la Cólera de Dios- ellos (demasiado tarde) lamentaron la acción»
(26:157)
Su castigo vino en forma de un devastador terremoto que se produjo
con un estruendo demoledor, seguido de estremecimientos terribles, que
borraron de la existencia a esa comunidad.
¡Oh gentes! Quien sigue el recto camino, alcanzará fácilmente la salvación,
y quien se extravíe, verá que el final de su viaje será la condenación eterna.

Discurso 202
Este es el discurso más triste que se haya recopilado nunca de Hazrat ‘Ali (P)
lo dio en una ocasión muy triste de su vida: estaba sepultando a su compañera
más querida en la vida, la hija del Santo Profeta (PBd) a quien amó tanto
como amó a su padre. Nadie en el mundo le era más querido que ellos dos, ni
su propia vida, ni siquiera sus dos famosos hijos. Estos dos seres queridos, le
habían abandonado un detrás del otro, en un intervalo muy corto de tiempo.
El dolor del Imam (P) era más fuerte en esa ocasión, porque Fátima (P) su
querida esposa, había muerto siendo aún muy joven, con apenas veinte años.
Su muerte fue de hecho, un martirio. Mientras su casa estaba ardiendo sobre
su cabeza, fue arrojada sobre la puerta en llamas, rompiéndose sus costillas y
mano izquierda. Esta crueldad provocó el nacimiento prematuro y la muerte
del niño que llevaba en su vientre y al final también acabó con su vida. Todo
esto, sucedió antes de que trascurrieran noventa días de la muerte del Santo
Profeta (PBd).
Hazrat ‘Ali (P) había intentado todo lo que pudo para evitar esta pérdida,
pero se encontraba inmerso en circunstancias adversas. Su herencia le había
sido arrebatada por la fuerza e incluso, se rehusó tomar en consideración la
donación. Los insultos y las heridas la mataron, y cuando Hazrat ‘Ali (P) la
estaba sepultando, no pudo resistir el dolor; nadie puede realmente traducir ni
describir el gran dolor que las palabras del Imam (P) llevaban:
¡Oh Profeta de Dios! Por favor, acepta mis “salams” acepta mis salams
y los de tu hija, que está siendo sepultada no muy lejos de ti y que habrá
de reunirse contigo enseguida. ¡Oh Mensajero elegido! La muerte de
tu querida hija me ha dejado en la soledad y sin paciencia. He perdido
mi autocontrol y mi capacidad de sufrimiento. Tras haber sufrido tu
separación, habré de hacer frente a esta catástrofe.
¡Oh Profeta de Dios! Te deposité en la tumba con mis propias manos, tu
Alma dejó tu cuerpo mientras estabas descansando en mi pecho y tu cabeza
yacía entre mi cuello y mi corazón. «Ciertamente a Dios pertenecemos
y hacia Él es nuestro retorno»68.
Tu depósito -tu hija- que me fue confiado, me ha sido arrebatado. El pesar
habita ahora en mí y la felicidad me ha abandonado. Esta aflicción es
tan abrumadora que traga y engulle a otras penas, y me ha dejado con
noches insomnes y días sin alegría. De ahora en adelante, mi vida será
una continua congoja hasta que Dios me reúna con vosotros dos en el
Reino de Su Favor y Paz.
¡Oh Mensajero de Dios! Tu querida hija te informará cómo se han
comportado hacia ella tus seguidores y cómo la han maltratado. Por
favor, pregúntale los detalles de todo lo que ha ocurrido durante tan corto
periodo de tiempo tras tu partida hacia el Paraíso. Este periodo tras de
ti fue tan corto, que la gente se encuentra en luto todavía y hablan todo
acerca de ti.
Por favor, aceptad vosotros dos mi adiós y mis salams de despedida. Es
el deseo del sincero corazón que os ha amado y os amará siempre, un
corazón que estimará y llevará vuestro amado y tierno recuerdo hasta
su tumba. ¡Adiós Oh hija del Mensajero elegido de Dios! Que descanses
al obtener la paz que la humanidad te rehusó en este mundo. Si dejo tu
68 «Inna Illlahi wa inna Ilaihi rayiun» Corán (2:156)
tumba para ir a mi lugar, no es porque esté cansado de tu compañía, ojalá
la tuviera hasta el final de mi vida, y si hiciera una morada permanente
sobre tu tumba, no será porque dude de las recompensas que Dios Ha
reservado para aquellos que soportan pacientemente las penas. ¡Adiós!
Que la paz y la bendición de Dios sean contigo.

Discurso 203
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) da algunos consejos a sus compañeros:
Recordad que este mundo es una vía pública, un camino sobre el que la
gente pasa noche y día, y que el próximo mundo es la morada permanente.
Mientras pasáis sobre este camino, haced provisión para el siguiente
mundo donde residiréis para siempre. No vayáis ante Uno que conoce
todo acerca de vosotros, bajo una carga de vicios y pecados. Arrancad
de vuestras mentes las ambiciones pecaminosas antes de que la muerte
os aparte de vuestro ambiente.
Recordad que estáis siendo probados en este mundo y que habéis sido
creados para tener una residencia permanente en el siguiente mundo.
Cuando un hombre muere, la gente pregunta qué es lo que ha dejado tras
él como legado, pero los ángeles desean saber lo que ha enviado hacia
adelante -buenas acciones, buenas palabras- Que Dios tenga Misericordia
de vosotros. Enviad algo por adelantado al lugar al que habréis de ir. Sería
como una especie de préstamo a Dios para que se os recompense a vuestra
llegada. No dejéis todas vuestras cosas tras sí, las tendréis que arrastrar.

Discurso 204
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) aconseja nuevamente a sus seguidores:
Que Dios tenga Misericordia de vosotros. Preparad las cosas para
vuestro viaje. Se os ha dado la señal de vuestra partida. No toméis vuestra
estancia aquí como permanente. Llevad con vosotros la mejor provisión
-de pensamientos nobles y buenas acciones- y volveos hacia el Señor
porque habréis de cruzar un arduo valle -la tumba- y muchos lugares
espantosamente horribles. Habréis de cruzarlo, no hay otra salida para
ninguno de vosotros. Recordad que la muerte está hoy más próxima a
vosotros que lo que estaba ayer.
Cada día de vuestra vida que pasa, os aproxima más y más a la muerte. Y
os tiene bajo su completo dominio y poder. Sus horrores os están acechando
silenciosamente. Cortad vuestros lazos mundanos tanto como podáis y
sed piadosos, porque la piedad es la mejor provisión para el otro mundo.

Discurso 205
Tras dar el juramento de fidelidad, Talha y Zubayr comenzaron a refunfuñar y
a quejarse de que Hazrat ‘Ali (P) los había ignorado y no estaba consultándoles
en los asuntos del Califato o entregándoles la parte del tesoro público que
merecían su posición y rango. Escuchando esto, Hazrat ‘Ali (P) les respondió
con las siguientes palabras:
Os quejáis de sucesos tan pequeños y asuntos tan triviales y olvidáis todo
el bien que os he hecho ¿Podéis darme un solo ejemplo de que os haya
privado de vuestros derechos y de una sola cosa que os correspondiera
como vuestra parte, y yo la retuviera? ¿Podéis señalar un solo caso de
queja que me fuera traído ante mí para que yo decidiera, y fallar en dar
opinión justa o una sentencia correcta, o que me mostrara confundido?
¡Por Dios! Nunca anhelé un Reino o el Califato por sí mismos. Todos
vosotros me invitasteis a aceptarlo y yo lo acepté. Y cuando lo hice, me
convertí en gobernante, comencé a dirigir de acuerdo con los dictados del
Corán y las tradiciones del Santo Profeta (PBd) así, siguiendo las órdenes
del Corán y del Santo Profeta (PBd) nunca necesité vuestra ayuda ni la
de ningún otro. Si alguna vez necesito consejo, ciertamente os consultaré
al igual que a otros hermanos musulmanes.
Por lo que se refiere a las quejas de la igual distribución de riquezas,
deseo deciros que en esto sigo estrictamente al Corán y las tradiciones
del Santo Profeta (PBd) Este manera de la igual distribución de la
riqueza y oportunidades le fue revelada al Santo Profeta (PBd) por Dios
Misericordioso y Él nos la entregó a nosotros; vosotros también lo sabéis.
Así pues, lo que Dios Ha Revelado como Su Ley, debiera ser aceptado
por vosotros al igual que por mí. Por consiguiente, vosotros y vuestros
amigos no tenéis razón al culparme de esto.
Que Dios os mantenga y me mantenga en el camino recto. Que Él me
conceda paciencia.
Que Dios Tenga Misericordia de aquél que, cuando se le muestra la verdad,
la acepta, la ayuda y rechaza la falsedad cuando se le pone de frente, y
que ayuda de todo corazón a la causa verdadera.

Discurso 206
Durante la batalla de Siffin, algunos de los miembros del ejército de Hazrat
‘Ali (P) estaban ultrajando e injuriando a los sirios. Cuando se le informo de
esto, aconsejó al ejército con las siguientes palabras:
Considero altamente indeseable que echéis mano del abuso y del ultraje. Si
con palabras más sobrias les desveláis sus malas acciones, pensamientos
viciosos e ideas perversas, esto es aceptable y los expondrá a los ojos del
mundo bajo una luz apropiada, pero habréis de evitar el ultraje y la injuria.
En lugar de eso, orad a Dios e imploradle para que Les salve y nos salve
del fratricidio y derramamiento de sangre, para que nos una, para que
Les muestre el verdadero camino del Islam, para que les guíe a reconocer
y seguir la verdad, y para que los haga cesar en la desobediencia, la
revuelta y el cisma.

Discurso 207
Durante la batalla de Siffin, Hazrat ‘Ali (P) vio al Imam Hasan (P) a solas en el
medio de la batalla, rodeado de enemigos por todos lados. Estaba combatiendo
furiosamente y avanzando valientemente hacia el centro de las líneas del
enemigo. Observando esto, Hazrat ‘Ali (P) se volvió hacia sus compañeros
y dijo:
Por favor, id en ayuda de aquel joven e intentad traérmelo. No puedo
permitirme perderle a él y a su hermano (el Imam Husein P) No quiero
verles muertos, para que no llegue a su fin la descendencia del Santo
Profeta (PBd)

Discurso 208
Cuando una batalla que se estaba ganando se convirtió en una desastrosa derrota
por la falta de fe de algunos, la necedad de otros, la frustración de muchos
y la impotencia de los pocos fieles compañeros de Hazrat ‘Ali (P) y cuando
los árbitros se mostraron como auténticos traidores a la causa del Islam, y
fallaron contra los iraquíes -cuando todo esto había ocurrido- algunos de los
compañeros de Hazrat ‘Ali (P) comenzaron a quejarse por haber aceptado el
arbitraje. En esta y en varias ocasiones similares, Hazrat ‘Ali (P) les hizo ver
que fue su necedad la que les había llevado a ese callejón sin salida, les dijo:
¡Oh gente! Hasta que la guerra no os cansó, estuvisteis obedeciendo y
siguiendo mis órdenes, pero cuando agotó a alguno de vosotros, apareció
vuestra debilidad moral y física, y no tuvisteis los nervios de ver y daros
cuenta de que vuestro enemigo estaba a puntote una derrota aplastante. Si
hubierais continuado el combate por algún tiempo más, el enemigo había
sido arrastrado a una desastrosa derrota, pero os pusisteis nerviosos,
vacilasteis, perdisteis vuestra fe en Dios y Su Palabra, aceptasteis la
astucia del enemigo y perdisteis la guerra.
¿Qué puede hacer yo? Mientras os mantuvisteis obedeciendo mis órdenes,
yo me mantuve conduciéndoos de victoria en victoria, pero me obligasteis
a aceptar vuestras decisiones. Prefiriendo este vicioso mundo a la Gloria
del próximo. Aceptasteis la humillación y la desgracia y no estuvo en
mis manos ayudaros. No pude forzaros a continuar una guerra que no
os gustaba.

Discurso 209
Estando en Basra, Hazrat ‘Ali (P) llamó a uno de sus compañeros: Ala Ibn Zaid
Haaris, que estaba enfermo, tenía una casa muy grande y espaciosa, mirando
la amplitud de su casa, Hazrat ‘Ali (P) le dijo:
¿Qué vais a hacer con una casa tan espaciosa en este mundo? Lo que
realmente necesitas es una morada espaciosa en el Paraíso donde vas
a estar permanentemente. Si deseas sinceramente poseer una casa allí
juntamente con esta y así de grande, entonces has de esta casa un centro
de hospitalidad, trata bien a tus visitantes, ve en su ayuda, distínguete en
realizar tus deberes y obligaciones, entonces conseguirás tus propósitos.
Oyendo esto, pidió a Hazrat ‘Ali (P) que aconsejara también a su hermano
cuyo nombre era Hashim Ibn Zayd y contra el que tenía una queja. Hazrat ‘Ali
(P) pidió ser informado de lo que ocurría con él y de que modo se comportaba
mal. Él le contestó: “Señor, está usando una áspera capa de lana, se ha retirado
de este mundo y lleva la vida de un ermitaño”. Hazrat ‘Ali (P) le contestó:
“Tráemelo”.
Cuado lo hubieron traído, Hazrat ‘Ali (P) le dijo:
¡Oh enemigo de ti mismo! El Shaytán te ha extraviado. ¿No sientes
piedad por tu esposa e hijos y otros miembros de tu familia? ¿Por qué no
te preocupas por ellos? ¿Por qué piensas que Dios se Enfadará contigo
si comes, consumes y usas todas esas cosas que han sido permitidas por
el Islam y que has ganado por medios piadosos y honestos? ¿Por qué
renuncias a todo esto? Estás muy por debajo del nivel en el que se te
pediría tal renuncia.
A estas observaciones de Hazrat ‘Ali (P) contestó él: “¡Oh Emir Al- Muminín,
estoy siguiendo tu ejemplo, mira tu vestido, que vasto, barato y áspero es, ni
los más pobres entre nosotros lo usarían. Mira, tu comida es pan seco, rancio
y ni siquiera tiene una pizca de sal”
Hazrat ‘Ali (P) le respondió:
¡Ay amigo! Te equivocas, tú no eres como yo. Dios Ha hecho obligatorio
para los Imames Verdaderos y Justos, mantenerse al nivel de los hombres
más pobres y humildes, de modo que esas personas pobres y humildes
no puedan sentir vergüenza y humillación por causa de su condición, no
pierdan su corazón, ni cedan a la frustración y a la congoja, y puedan
mantener su respeto propio.

Discurso 210
Salim Ibn Owas Halaby, uno de los compañeros de Hazrat ‘Ali (P) le pidió que
comentara algo respecto a aquellas espurias y falsas tradiciones que entonces
predominaban profusamente. Hazrat ‘Ali (P) explicó:
Depende absolutamente de la discreción de cada uno el adoptar la
veracidad o la falsedad, lo genuino o la invención, echar mano de la
aprobación o la cancelación, la generalización o la particularización,
el hacer uso de significados obvios o de crear ambigüedades, relatar
correctamente o implicar falsificaciones.
Durante la mismísima vida del Santo Profeta (PBd) se le atribuyeron
muchas falsas tradiciones. Esto continuó así hasta que el Mensajero de
Dios (PBd) se sintió vejado, se levantó y declaró: “Quien diga mentiras
contra mí o que me atribuya mentiras deliberadamente, se hará a sí mismo
un lugar en el Infierno”
Recordad que hay entre vosotros cuatro clases de narradores de
tradiciones: una clase es la de aquella gente que de hecho no lo son,
son sólo hipócritas. Manifiestan su fe y se comportan como verdaderos
musulmanes, pero no les da miedo echar mano de la maldad y el pecado
y no les alarma el eterno castigo. Dicen mentiras sobre el Santo Profeta
(PBd) deliberadamente. Si la gente supiera que estas personas son
hipócritas y mentirosas, entonces no serían aceptadas sus narraciones,
ni sus relatos. Empero, estos impostores ateos, fingen ser compañeros
del Santo Profeta (PBd) haber estado con él, haber escuchado de él las
tradiciones y haber sido educados por él. La gente acepta su fraude sin
considerar cuidadosamente sus antecedentes, sus lazos con el Santo
Profeta (PBd) ni la confianza que obtuvieron de él. Dios también os ha
precavido de tales hipócritas y os Ha informado de su forma de proceder
y de su astucia (en el Sagrado Corán)
Estos hipócritas, posando como musulmanes, permanecieron en la
comunidad islámica después del Santo Profeta (PBd) y, con la ayuda de
tradiciones falsas y espurias, se convirtieron en jefes del cisma y amigos
de aquellos que estaban intentando obtener poder y riqueza a costa de
la paz y la prosperidad de los musulmanes y a expensas de su salvación
en el próximo mundo.
Cuando los falsos Imames y aquellos conductores hacia la perdición
y el Infierno obtuvieron el control del Estado Musulmán, designaron
a propósito a todos los impostores que tenían fama de inventar falsas
tradiciones, dándoles puestos importantes en el Estado, o les hicieron
gobernadores de las provincias dándoles de este modo, completo control
sobre las vidas y propiedades de la gente, llevando a través de ellos, la
explotación económica y religiosa de las masas.
Es práctica común que la gente intente generalmente obedecer, cooperar
e imitar a sus gobernantes, reyes y gente rica. El populacho, por
consiguiente, comenzó a creer en ellos, respetándoles y siguiéndolos.
Hay también excepciones a esta práctica tan común, pero son muy pocas
y muy dispersas. Que Dios Proteja a dichas excepciones.
La segunda clase de personas que citan falsas tradiciones del Santo Profeta
(PBd) es un hombre que se refiere al Santo Profeta (PBd) equivocadamente,
no a propósito sino inadvertidamente. Tuvo ocasión de estar con el
Santo Profeta (PBd) aprender algo de él, pero su memoria no es buena
y cuando repitió lo aprendido, no lo pudo hacer correctamente aunque
no estuvo mintiendo deliberadamente. Su repetición se convirtió en una
falsa tradición pero con la sincera creencia de que lo estaba haciendo
correctamente. Actúa sobre estas tradiciones y dice que las escuchó del
Santo Profeta (PBd) Si la gente supiera que padece de mala memoria
no aceptaría sus afirmaciones y si él se percatase de su mala memoria,
dejaría de citar al Santo Profeta (PBd)
En tercer lugar, hay personas que escucharon una orden del Santo Profeta
(PBd) y la recordaron perfectamente, pero no supieron que esa orden fue
posteriormente revocada o derogada. Al contrario, algunas personas
escucharon al Santo Profeta (PBd) prohibir una determinada acción a
sus seguidores, pero no supieron que posteriormente el Mensajero de
Dios (PBd) dio permiso para la misma acción. En ambos casos, las viejas
tradiciones fueron repetidas por gente que no estaba al tanto de posteriores
cancelaciones. No solamente repitieron lo que habían escuchado, sino que
actuaron también de acuerdo a su conocimiento y la comunidad cercana
a ellos se desvió por su causa. Si hubieran conocido la derogación, no
hubieran repetido o actuado de acuerdo a las ordenes o prohibiciones
derogadas.
La cuarta, es la clase de persona es de hecho, una bendición respecto
a los tres anteriores. Es escrupulosamente honesto, no mentirá nunca
contra Dios o el Santo Profeta (PBd) Teme a Dios y respeta demasiado
al Santo Profeta (PBd) como para decir mentiras contra unos u otros.
Recuerda cuidadosamente lo que ha escuchado y lo repite después con el
mismo cuidado, ni añadiendo ni subrayando algo de la misma. Aprende
todo acerca de los últimos dichos y mandatos del Santo Profeta (PBd)
y actúa de acuerdo a ellos. Recuerda los que han sido anulados y deja
de atenderlos. Puede distinguir y diferenciar que entre tales órdenes y
prohibiciones, las que se refieren a un lugar, tiempo, ocasión y personas
especiales y, las que se refieren a fundamentos especiales del Islam, y hace
uso de cada una, en el tiempo y el lugar adecuados.
De modo similar, conoce aquellas tradiciones cuyo significado es claro,
y las que requieren una cuidadosa consideración.
Los mandatos de nuestro Santo Profeta (PBd) son de dos clases: algunos
se refieren a personas particulares, mientras que otros lo son para todos
los musulmanes y para todo tiempo.
Hubo muchas personas que no pudieron comprender completamente el
significado de lo que dijo el Santo Profeta (PBd) pudieron recordar bien,
pero no pudieron captar la auténtica relevancia de estas tradiciones lo
que hizo que comenzaran a interpretarlas como quisieran.
Junto a los anteriores, todos los compañeros del Santo Profeta (PBd)
no eran de tanta importancia como para atreverse a hacer preguntas al
Santo Profeta (PBd) ni fueron suficientemente instruidos para comprender
y digerir lo que estaba siendo dicho. A menudo esperaron a que algunos
árabes de otras regiones hicieran preguntas al Santo Profeta (PBd) lo que
hizo que ellos escucharan sus respuestas e intentaron recordar aquellas
tradiciones tanto como pudieron.
Mi condición fue diferente: nunca permití pasar una oración sin hacer
una pregunta y requerir explicaciones.
Estas son las diferentes razones que han causado que haya en circulación
tantas tradiciones falsas y espurias.

Discurso 211
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) discute la formación de la tierra, su
solidificación a partir de una masa nebulosa, la formación de las montañas, los
océanos, el flotar de los continentes y las capas de gases alrededor de la tierra:
Glorificado Sea Dios Todopoderoso, un ejemplo de la grandeza de Su
Fuerza y Poder y de la extraordinaria belleza de Su Arte, es la creación de
la tierra. A partir de una vasta masa de material nebuloso extremadamente
turbulento, desordenado y que se encontraba arremolinándose,
barriéndose de un lado a otro, girando y rodando en montones, solidificó
una tierra seca y prácticamente firme e inmóvil después de su turbulenta
condición de masa inestable; creó sobre esta tierra, capas y capas de
gases, en número de siete, y separadas unas de otras. Estas capas gaseosas,
aunque se mezclan ligeramente unas con otras, sin embargo cada una
están determinadas a ocupar su propio espacio, como si estuvieran fijas en
sus lugares. Esta sólida tierra está creada de tal manera que está cubierta
por una masa de agua verde azulada, y parece como si flotara sobre un
inmenso volumen de agua. Los profundos océanos y mares obedecen Sus
Órdenes y los movimientos de sus olas y corrientes suceden de acuerdo
a Sus Decretos.
Creó sobre esta tierra, sólidas montañas y las fijó de tal modo que algunas
de ellas son tan elevadas que sus cimas perforan los cielos y algunas
de ellas tienen su base implantada en las partes más profundas de los
océanos. Estas montañas como rascacielos, actúan como pivotes y con
su ayuda, el movimiento y desplazamiento de la tierra, fue puesto bajo
control. Fue entonces que la tierra, pasó a través de muchos cataclismos
y sacudías, y llegó a estabilizarse en la forma actual. Esto fue necesario
para que la sólida masa de la tierra no cediera o se ladeara, echando al
mar a los habitantes que vivían sobre ella.
Los Continentes no flotarían sobre los profundos océanos o se sumergirían en
ellos (lo que se lee en las teoría geofísica y geodésica)
Glorificado Sea el Señor que alzó a la tierra alta y seca por encima de
los turbulentos y fuertes mares, y la hizo una morada confortable y feliz
para sus habitantes como una cuna para un niño pequeño. Depositó la
corteza de la superficie de la tierra en el seno de la fluida masa de material
por debajo de ella. Es una corteza muy firme y hay ningún o muy poco
movimiento en ella; los fuertes vientos pasan sobre ella y levantan las
aguas de los océanos en formas de nubes que cursan el cielo sobre la tierra.
Ciertamente hay lecciones y advertencia en estos hechos, para aquellos
que temen la Gloria y fuerza del Señor.

Discurso 212
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) explicó sobre quien escucha sus disertaciones
pero no presta atención a la llamada de la Verdad, es un pecador:
¡Oh Señor! Quien oye mis discurso explicando los principio de la equidad
y la justicia, los malos efectos de la tiranía y la opresión; quien escucha
mis palabras guiando a la humanidad hacia Su Bendición en este mundo
y en el más allá, y enseñándoles a mantenerse por encima del vicio y la
maldad pero rehúsa aceptar todo lo bueno que significan, se niega de dicho
modo a venir en ayuda de su causa y a mejorar el prestigio de su Religión.
¡Oh Tú que eres el Más Sublime y Supremo de todos los testigos! Doy
testimonio de Ti y de todas Tus creaciones que abundan en los cielos y en
la tierra contra tal persona; Estás por encima de ella y Puedes castigarle
por sus pecados.

Discurso 213
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) Glorificó a Dios y habló brevemente del
Santo Profeta (PBd):
Toda alabanza sea para Dios, que no Tiene par o igual y Es Demasiado
sublime para tener alguna similitud con Sus criaturas. Sus Atributos
no pueden ser completamente descritos. Los hombres sabios pueden
comprender y darse cuenta de Su Existencia sólo por la Gloria de Su
Creación y las Maravillas de la existencia.
Él es Sabio sin aprender nada de ninguna parte. Lo creó todo sin titubeo
y preocupación. Ninguna oscuridad puede ocultarle y ninguna luz puede
iluminarle. Ni la noche puede producir en Él ningún cambio ni el día
puede afectarle. Los ojos no pueden verle nunca y nadie podrá explicar
nunca la realidad de Dios.
Respecto al Santo Profeta (PBd) dijo:
El Santo Profeta (PBd) consiguió entregar Su Mensaje; superó las
dificultades, echó por tierra la poderosa oposición, derribó los obstáculos,
suprimió los excesos, desaprobó los defectos y los vicios, y consiguió
sojuzgar al paganismo.

Discurso 214
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) ofrece alabanzas a Dios, se refiere al Santo
Profeta (PBd) explica que significa “Protegidos por Dios” que clase de gente
son los hombres buenos y cómo todos debieran seguirlos:
Testifico que Él Es Justo y Recto y cada acción Suya está basada en la
equidad y la justicia y que, es un Gobernante tal, que todas Sus Órdenes
son definitivas: no necesitan reconsideración y están muy por encima de
la revocación.
Testifico que el Santo Profeta (PBd) es Su siervo y Mensajero y muy
superior a todas Sus criaturas. Desde el tiempo en que la descendencia
de Adán (P) comenzó a dividirse en ramas, los antepasados de nuestro
Santo Profeta (PBd) hasta sus padres, descendieron a las ramas más
nobles de la humanidad. En sus antepasados no hubo un solo hombre al
que pudiera considerársele como retrógrada e infiel.
Recordad que Dios creó al hombre para hacer el bien, para que actuara
como apoyo a Su Religión y como defensa para aquellos que Le obedecen y
siguen Sus Órdenes. Ha dispuesto para vosotros el defenderos y protegeros
por cada ocasión en la que actuéis obedeciendo Sus Órdenes. Es una
defensa que hizo declarar a Sus Profetas (P) la que fortalece vuestros
corazones y mantiene elevada vuestra fuerza moral, suficiente para
aquellos que están contentos y se muestran satisfechos con la Ayuda del
Señor y la que actuará como remedio para todos los males de la mente
de quien necesite tal remedio y que lo solicite.
Debéis comprender y daros cuenta de que los siervos del Señor, son
guardianes y depositarios de Su Mensaje y del conocimiento revelado, son
confiables y honestos. Protegen y guardan esas fuentes de conocimiento.
Suministran a otros libremente dicho conocimiento. Se aman y toleran
unos a otros. Intentan obtener tanto conocimiento como les sea posible.
No ceden a las dudas y al escepticismo. No echan mano del escándalo o
la difamación. Estos buenos atributos se han convertido en parte de su
naturaleza, por dichas cualidades, se agradan unos a otros y se reúnen
unos con otros.
Entre la comunidad, son tan prominentes como el buen grano mezclado con
el malo. La eminencia y nobleza de su carácter, les ha hecho más notables
y destacados durante sus pruebas y exámenes. Los hombres en general,
deberían intentar desarrollar tal carácter y conseguir de dicho modo,
grandeza y honor. Deberían temer al Día del Juicio, antes de que llegue.
Durante los pocos días de vida que se les han concedido y el pequeño
respiro que les ha sido asignado en este mundo, deben proveerse para el
siguiente mundo. Al presente mundo, intentarán cambiarlo de tal manera
a fin de alcanzar un mejor futuro. Evitarán el descuido y la negligencia y
tomarán cuidadosamente en cuenta sus dichos y hechos como a sí mismos.
Deberán pensar en el lugar al que habrán de volver y las diferentes etapas
-muerte, sepultura, Barzaj- a través de los cuales se les hará pasar e
intentarán hacer el bien antes de que sea demasiado tarde.
Bendito es aquel que tiene una mente tan noble y un corazón tan puro que
sigue a un líder verdadero, y evita a quienquiera que pueda conducirle a la
perdición. Acepta la luz que iluminará su camino a la salvación y toma la
misma senda de aquel que le puede conducir al Paraíso. Oportunamente
acepta la Religión y la Verdad y se arrepiente de sus vicios y pecados,
antes de que la muerte le impida hacerlo. Así, se encuentra ciertamente
en el recto camino hacia el gozo eterno que le ha sido prometido.
Discurso 215
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) hace una súplica a través de la cual, nos ha
enseñado cómo dar gracias y por qué debemos ser agradecidos, y cómo buscar
Su Protección:
Le doy gracias por Su Misericordia al mantenerme vivo y saludable.
Mis venas y arterias no están enfermas, ni sufro los efectos de una vida
moral o viciosa. No soy estéril. No he abandonado mi fe en el Islam, no
me he vuelto infiel. Ni odio la Religión ni soy ateo. No soy un excéntrico
acerca de la existencia de Dios, ni he perdido mi mente. Ninguno de los
castigos que han caído sobre naciones pasadas, ha caído sobre mí. Soy
una criatura de Dios a quien se le ha dado vida y que habrá de vivirla
y de morir dentro de ciertos límites. No simpatizo, ni muestro favor e
indulgencia conmigo mismo, por el contrario, soy duro conmigo mismo.
¡Oh Señor! Has hecho lo mejor que determinaste para mí y me Has
enseñado todo lo que un hombre debiera saber. No puedo pretender o pedir
nada más. No puedo realizar nada a menos que me Lo concedas. No puedo
protegerme contra ningún pecado, ni calamidad, sin Tu Gracia y Ayuda.
¡Señor! Busco Tu Protección, para que no permanezca pobre y necesitado
a pesar de Tu Riqueza, para que no me extravíe, y para que no sea
perseguido y humillado a pesar de Tu Fuerza y Poder. ¡Señor! Que Tus
bendiciones permanezcan conmigo hasta el día de mi muerte. De las cosas
que me Has concedido, que sea mi alma la primera en ser arrebatada.
¡Señor! Busco Tu Protección contra el deseo de desobedecer Tus
Mandamientos o contra cualquier insinuación e instigación para
abandonar Tu Religión y para que los deseos desordenados no me superen,
de tal modo que me arrastren hacia el vicio o la maldad.

Discurso 216
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) habla sobre los principios básicos de los
derechos y las obligaciones, y cómo cada quien ha de cumplir con ellos: la
reciprocidad de los deberes y como han de mantenerse; las obligaciones de
los gobernados y del gabinete del Gobierno. Los deberes del hombre hacia
Dios y la Religión.
Así mismo, Hazrat ‘Ali (P) condenó la adulación del hombre, y aconsejó a la
gente a no adular a la clase gobernante.
Dios Todopoderoso, confiándome vuestros asuntos, me Ha dado un derecho
sobre vosotros. Empero así como yo tengo un derecho sobre vosotros, en
compensación, vosotros tenéis uno sobre mí. Es obligación mutua cumplir
con estos deberes. Aunque los términos “derechos” y “obligaciones”
tienen significados muy extensos, es pequeño su círculo de aplicaciones.
Cada una de ellos y Su Justicia al otorgar derechos equitativos a Sus
criaturas, también colocó sobre cada una de ellas, una obligación hacia
Él. La obligación sobre los seres humanos, es en la forma de obediencia
implícita hacia Él, realizadla fiel y sinceramente.
La obediencia conlleva Su Recompensa. El Gesto Divino que recompensa
nuestra obediencia, es simplemente Su Bondad y Favor. La obediencia
a Sus Mandamientos y la sumisión a Su Bondad, son obligaciones a las
que se debe someter toda persona, con independencia de que pueda haber
o no alguna recompensa. Por Su Benevolencia, Misericordia y Bondad,
Prometió recompensarnos muchas más veces de lo que merecía el deber
realizado por nosotros. Otra señal de Su Gracia es que Dio a los derechos
de un hombre sobre todo, una importancia equivalente a Sus Derechos
sobre los seres humanos, concediendo estos derechos con reciprocidad.
De entre estas obligaciones hay ciertos deberes que surge de otros, y
estos derechos y deberes así impuestos, no se convierten en obligatorios
a menos que el deber original que los impuso (o fue creado) sea cumplido
en primer lugar, y a menos que su reciprocidad sea reconocida por ambas
partes, esto es, a menos que una persona realice sus propias obligaciones
hacia otro, no tendrá nunca derecho a pretender del otro el cumplimiento
de sus deberes en reciprocidad69.
El mayor derecho de entre estos recíprocos derechos, es el de un
gobernante sobre el gobernado y viceversa. El Señor Todopoderoso Les
Ha hecho obligatorios para ambos -gobierno y gobernados- y, cuando se
realiza correctamente esta obligación, forja un lazo de afinidad y afecto
entre el gobernante y el gobernado, lo que, eleva el prestigio y el honor
de su Religión y salvaguarda el contento y la felicidad del gobernado.

69 Y el cumplimiento de esos deberes, se sigue naturalmente entre los seres humanos, cumplién-
dose en primer lugar los que originan el subsiguiente cumplimiento en la cadena de deberes
recíprocos, ejemplo: un padre de familia cumple con proveer los medios de manutención de
su casa para que la madre de familia pueda aprovechar los recursos disponibles de forma
conveniente.
Pero recordad, que ningún gobernado estará satisfecho y feliz a menos
que el sistema de gobierno sea compasivo y humano. Ningún gobernante
podrá introducir una buena forma de gobierno a menos que los gobernados
estén dispuestos a cumplir sus obligaciones, rápida, fiel y sinceramente.
En tanto y cuanto el gobernante y sus gobernados rivalicen en el
cumplimiento de sus respectivos deberes, sincera y honestamente, vendrán
tiempos en que la Verdad y la Justicia prevalecerán en la sociedad. Los
caminos de la Religión serán seguidos firmemente, reinarán la equidad y
la justicia, las tradiciones del Santo Profeta (PBd) serán comprendidas
y se actuará de acuerdo con ellas, la civilización alcanzará niveles más
altos de desarrollo, se establecerá un gobierno firme y seguro, la codicia y
avaricia, darán lugar a la desesperación de la gente impía por no quedar
oportunidad de adquirir riquezas por esos malos medios los que van en
contra de los fundamentos de la Religión.
Pero cuando los gobernados se rebelen contra su gobernante sin ninguna
causa justificada e intenten derrocar su autoridad, o cuando el gobernante
oprima, tiranice, explote y prive a sus gobernados de sus derechos
naturales o adquiridos, entonces, las diferencias se deslizarán en todas
las fases de sus relaciones y recibirán un revés la Ley y el Orden. El
despotismo o totalitarismo estarán a la orden del día, se abandonarán el
sincero y fiel seguimiento de la religión, la que de hecho, será abandonada.
Los desordenados deseos gobernarán las mentes humanas, los cánones
de la religión serán desdeñados y despreciados, las mentes se tornarán
anormalmente pervertidas y nadie dudará de emprender las más sucias
acciones, desatender las sagradas obligaciones, tratándolas con desprecio
y menoscabo.
Cuando la sociedad tome semejante giro, la gente buena y piadosa será
deshonrada y oprimida, la gente retrógrada y perversa será elogiada y
respetada, y la Cólera de Dios descenderá sobre aquella gente de una u
otra forma. Por consiguiente, es un sagrado deber de todos vosotros el
aconsejaros y ayudaros unos a los otros en cumplir con vuestros deberes y
obligaciones, de lo contrario, el negaros la mutua ayuda, nadie alcanzará
el más alto nivel de obediencia a Dios y por ende no alcanzará Su Más
Alto favor, sin importar cuan fervientemente desee alcanzarlo o cuan
duramente pueda esforzarse por conseguirlo.
Dios Ha hecho obligatorio para los seres humanos aconsejarse unos a
otros las buenas acciones y nobles pensamientos y persuadirse unos a
otros a cumplir con sus obligaciones: nadie deberá considerarse a sí
mismo exento de este deber.
No importa cuan elevado pueda encontrarse un hombre en la sociedad,
no importa cuan extensos pudieran ser sus derechos sobre otros y cuan
religioso y piadoso pueda ser, no está por encima de la necesidad de recibir
la ayuda de otro en la realización de sus deberes, y nadie es tan bajo o
humilde que no pueda auxiliar a otro en sus obligaciones.
Cuando Hazrat ‘Ali (P) llegó al punto anterior, uno de sus compañeros, se
levantó y ofreció un largo discurso en el que elogió y alabó a Hazrat ‘Ali (P)
y declaró que había prestado cuidadosa atención a su discurso y había resuelto
cumplir con sus recomendaciones fiel y sinceramente, a lo que Hazrat ‘Ali (P)
le replicó con las siguientes palabras:
Quienquiera que tenga fe firme en la Grandeza y Fuerza de Dios y tenga
una sincera convicción en Su Gloria, no le es correcto considerarse a
toda cosa o persona como significativa e importante en comparación
a Su Grandiosidad Suprema; esta actitud es incluso más apropiada
y conveniente en una persona a quien el Señor, le Ha favorecido
profusamente con Sus peticiones y Sus Dones, porque cuanto más recibe
uno de Sus Favores más se establecen Sus Derechos sobre uno.
Lo peor que les puede suceder a las gentes piadosas y honestas es que les
caiga en suerte un gobernante que se comporte del modo que les haga
imaginar que aprecia ampliamente ser considerado como muy superior
a otros y que sea orgulloso y vano. Por lo que a mí se refiere, odio sentir
que creáis que yo aprecio ser halagado y que me gusta ser felicitado o
aclamado. Gracias a Dios, no soy un hombre de ese tipo. Y si alguna vez,
tal deseo cruzó mi mente, habría entonces, comparado mi humildad e
impotencia con Su Gloria y Fuerza y habría combatido con éxito contra
tal idea o deseo porque sé que nadie posee Gloria y Fuerza sino Él;
nadie debería ceder a tal presunción. A la gente, a menudo le gusta ser
alabada después de hacer buenas acciones o de realizar grandes cosas,
pero yo no deseo que me alabéis por obedecer fiel y sinceramente a Dios
y por haber realizado mi deber hacia vosotros, porque todavía me siento
nervioso respecto a aquellas otras obligaciones que debo realizar, y de
la responsabilidad de enseñaros a daros cuenta de la responsabilidad e
importancia de los deberes y, de persuadiros de realizaros así, por favor
no me halaguéis y no halléis en la manera que la gente habitualmente
adopta hacia los tiranos, déspotas y arrogantes gobernantes, con el deseo
de mantenerles contentos y bajo la falsa impresión de estar protegidos con
ese tipo de gobernantes: opresores, acosadores y embaucadores.
No os comportéis conmigo como gente servil, aduladora e hipócrita. No
imaginéis que me sienta molesto por escuchar la verdad o por qué me
habléis claramente, o que me gusta ser alabado y elogiado por arriba
de mis méritos. Recordad que, quien sea que no aprecie que se le diga
la verdad y actuar conforme a los principios de la equidad y la justicia,
no podrá ser digno de ningún reconocimiento y menos de ser elogiado.
Por consiguiente, os aconsejo que siempre que vengáis a mí con vuestro
justo y sincero consejo, y que me permitáis escuchar vuestros francos
puntos de vista sin la menor duda, por qué no soy tan omnisciente,
omnipotente y libre de falta como Dios Todopoderoso. Por qué estoy
seguro de que Dios me Ha protegido y me protegerá siempre de hacer el
mal y de que Él posee más control sobre mi mente que yo mismo.
Recordad que vosotros y yo no somos sino criaturas con limitaciones y
de que sólo hay Un Dios Omnipotente que nos Ha creado y nos alimenta.
Él es todopoderoso y posee más control sobre nosotros que nosotros
mismos. Nos sacó de la bestialidad y la ignorancia y nos dirigió hacia
el camino de la salvación y del conocimiento más elevado; en lugar de
nuestra infidelidad, nos dio Religión y Transformó nuestro instinto animal
en razonamiento e inteligencia humana.

Discurso 217
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) hace una súplica a Dios quejándose de los
Quraish:
¡Oh Dios! Busco Tu Ayuda contra los Quraish. Han arruinado mi relación
con ellos y también la del Santo Profeta (PBd) han intentado insultarme y
humillarme. Se han unido para combatir en mi contra por el derecho del
lugar que merezco más que ninguno de ellos. Dicen que el Califato es mi
derecho pero si lo tomo, sería conveniente que fuera privado del mismo.
Me dicen que o bien yo debiera soportar dicha pérdida o debiera morir
apenada y pesarosamente.
Viéndoles con esa actitud, consideré la situación y no encontré sino a los
descendientes del Santo Profeta (PBd) quienes vinieron en mi ayuda. Pero
no me agradó que fueran muertos combatiendo contra el enemigo. No me
gustaría pederles. Soporté pacientemente las injurias y los insultos. No
importa cuan amargas fueran, bebí la copa y a pesar de lo amargo que
fuera, les permití que sus intenciones me dañaran.
Escribe luego Sayed Razi que Hazrat ‘Ali (P) se quejó de los Quraish en más
de una ocasión, pero que el estilo y forma de expresión son diferentes en
cada uno de los discursos que pronunció, por consiguiente, trascribió tantos
discursos de éstos como pudo obtener. La mayor parte de este discurso se ha
perdido, lo que pudo conseguir Sayed Razi, fue el pasaje anterior.

Discurso 218
Aparentemente, Hazrat ‘Ali (P) dio este discurso antes de que fuera a Basra
a combatir a Talha y Zubayr:
Atacaron el tesoro público y a los oficiales del gobierno que habían sido
designados por mí y que me eran fieles y obedientes. Crearon la deslealtad
y desunión entre mis oficiales y apartaron a muchos de ellos del lado del
gobierno y cuando encontraron mi costado debilitado y adelgazado de
ese modo, lo atacaron de inmediato. Algunos de mis seguidores fueron
muertos a través de la traición y engaño, mientras que otros combatieron
valiente y desesperadamente y así, se convirtieron en mártires.

Discurso 219
Tras la victoria en la batalla de Basra (Yamal) Hazrat ‘Ali (P) estuvo mirando
a través del campo de batalla y cuando detectó los cuerpos de Talha y Abdul
Rahman Ibn Ataab Ibn Usaed, dijo:
Abu Muhammad (Talha) yace muerto tan lejos de su casa y de su familia.
Por Dios, no quería que los Quraish fueran muertos de este modo en los
campos de batalla y sus cuerpos esparcidos bajo el sol. Los hijos de ‘Abd
Manaf (de la tribu Quraish) habían de pagar caro lo que intentaron hacer
en mi contra, pero los jefes y personas importantes del clan de los Bani
Yamba han escapado en esta ocasión. Pretendían algo que no merecían
por lo que hubieron de hacer frente a la decepción y frustración.

Discurso 220
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) describe a un musulmán fiel y lo que Dios
Misericordioso Hará por él:
Un fiel musulmán mantuvo viva su mente y fresco su conocimiento, liquidó
a sus pasiones y abandonó la vida fácil, hasta que se redujo su peso y
se volvió delgado y esforzado. Una luz divina le mostró el camino a la
salvación y le dirigió hacia ella. Y pasando a través de diversas puertas,
esa luz le llevó a la entrada de la paz y el gozo eterno -Babul Salam- la
morada de la salvación eterna, porque ha resuelto decir cosas buenas y
hacer buenas acciones.
El Señor Todopoderoso estuvo Complacido de él, y le destinó a un lugar
libre del cansancio del cuerpo y de la tensión de la mente, un lugar de
alivio placentero y a salvo de todas las actividades penosas, cansadas:
un lugar de abundancia y paz.

Discurso 221
En los tiempos preislámicos estuvo muy en boga la adoración de los
antepasados en todas las naciones del mundo. Entre los grandes reyes politeístas
y poderosos tiranos, los filósofos, las mujeres hermosas e incluso los cantantes
eran elevados a la categoría de deidades y de este modo se añadían nuevos
monarcas al panteón ya existente de dioses. En donde esto no era posible,
la gente glorificaba a menudo a los cabezas de sus familias, tribus y clanes,
elogiando sus acciones en canciones y baladas que se pagaban a los pardos para
que las memorizaran y las cantaran. Además, los clanes se reunían a menudo
para jactarse de sus antepasados y sus acciones. Estas acciones fueron llamadas
mufayerah las que comúnmente terminaban en guerras tribales.
El Santo Profeta (PBd) había intentado detener estas prácticas. El Corán
contiene también mucho que decir contra ello, Hazrat ‘Ali (P) en este discurso,
repitiendo un versículo del Sagrado Corán, llamó la atención de la gente hacia
la futilidad y falta de fundamento de la jactancia. Describió lúcidamente como
terminaron sus vidas las personas poderosas, como se encontraron impotentes
en las garras de la muerte y que había sucedido con sus cuerpos, propiedades,
palacios e incluso las tumbas después de ellos.
En lugar de elevarlos a la categoría de un dios, qué malamente fueron tratados
sus cuerpos por la tierra y las hordas de insectos que alberga. Este discurso es
una penosa lectura, pero sirve para abrir los ojos. Estimula la mente a darse
cuenta sobre qué vano es y sin fundamento las glorias que tanto deseamos
obtener. Hay un pasaje en el Sagrado Corán:
«El afán de lucro os distrae, hasta la hora de la muerte. ¡No! Ya
veréis, ¡No y no! Ya veréis...»
(102:1-4)
Hazrat ‘Ali (P) dio este discurso comentando este pasaje:
Simplemente mirad, pensad y tomad una lección de aquella gente que se
jacta de sus antepasados muertos. ¡Qué acción tan irracional y necia!
Quienes se vanaglorian de sus muertos, o que van a las tumbas de sus
antepasados simplemente como señal de reverencia hacia sus muertos,
son sin embargo muy indiferentes hacia la propia muerte. No se dan
cuenta de qué difícil es la tarea que tienen ante ellos. Han olvidado que
las vidas y muertes de esos difuntos llevan lecciones y advertencias para
ellos e intentan recordar sólo las vidas y las acciones que son buenas
para vanagloriarse y jactarse de ellas. Se enorgullecen de la gloria de
sus antepasados y cuan mayor es el número de antepasados pueden citar,
más grande es su vanidad y su orgullo.
Sienten que la superioridad numérica de sus ancestros les colocará en
una posición relevante, social, moral y mentalmente. Quisieran devolver a
sus muertos a la vida y ver a esos cuerpos muertos (imposible) repitiendo
aquellas grandes acciones cuando tenían vida.
¿No pueden darse cuenta de que las vidas de esas personas muertas
merecen más servir de ejemplos de advertencia y lección histórica, que
minaretes de luz de los cuales sentirse orgullosos?
Es mejor dar a su memoria el lugar que se merece, que ensalzarles
innecesariamente. Las visiones apagadas y confusas les han hecho ver
grandes cosas en sus antepasados y así, en lugar de mejorar su mente a
favor de su propia vida, comenzaron a adorar a sus antepasados.
Sólo con que preguntaran a las casas que dejaron vacías esas gentes
muertas (investigando cuidadosamente los hechos de vida de aquella
gente) se hubieran enterado sobre que necedad e ignorancia extrema
aquella gente hubo transcurrido en vida; y cómo, tristemente, sus
descendientes intentan seguirles paso a paso.
Si aquella gente que se vanagloria tanto acerca de sus antepasados y
vosotros también tomáis en consideración y cuidadosamente a la sociedad
humana, veríais que a menudo y sin saberlo, pisoteáis los cráneos de
vuestros antepasados, levantáis muchas veces casas sobre el terreno de
sus cementerios, disfrutáis habitualmente de la riqueza y propiedad que
os han dejado y ocupáis las casas que ellos abandonaron. Incluso, los
días transcurridos entre ellos y vosotros, gimen por vuestra ignorancia
y terquedad.
Quienes se han ido antes que vosotros, han alcanzado antes que vosotros
su destino, a pesar de que tanto les recordáis y con gran orgullo. Fueron
gente que una vez inspiró respeto, controló el poder y manejó la riqueza,
incluso algunos de ellos pudieron ser reyes, mientras que otros pudieron
haber obtenido puestos de rango y poder.
Pero ¿en dónde están ahora? Están pasando a través de la profundidad
del Barzaj (dimensión intermedia entre la muerte y la resurrección) la
mismísima tierra sobre la que una vez caminaron, se está escondiendo: ha
chupado su sangre y ha comido su carne y su médula. Habiendo perdido
su capacidad de crecer y desarrollarse, yacen en tumbas como fósiles,
entre piedras. Han desaparecido tan radicalmente de entre las personas
vivas, que no se les puede encontrar por mucho que se les busque. En
su condición, los infortunios terribles no pueden asustarles ahora y los
cambios de circunstancias no les preocupan. Incluso los terremotos que
sacuden sus tumbas o echan sus cuerpos fuera de las mismas, no les
preocupan, ni la caída de rayos les afecta. Están tan ausentes que nadie
les espera y su mismísima existencia no puede ser percibida.
Alguna vez tuvieron sus propios compañeros, pero ahora, se han separado
unos de otros. También se amaron unos con otros, pero ese amor ha
desaparecido; su indiferencia hacia lo que les rodea y su quietud no se
deben meramente al paso del tiempo, tampoco a la distancia del lugar,
sino al hecho de que la tierra les ha hecho beber una copa que les ha
vuelto sordos y mudos, que les ha arrebatado el habla y ha convertido
su capacidad de sentir y moverse, en insensibilidad e inmovilidad, una
condición que se asemeja a personas que duermen profundamente.
Son vecinos que nunca se visitan unos a otros, son amigos que nunca
se reúnen. Sus relaciones sociales y su hermandad se terminaron. Qué
próximos están unos a otros en sus tumbas y sin embargo, qué apartados.
Qué cercanos estaban unos a otros cuando estaban con vida -madres,
hijos, padres, hermanos) y sin embargo, vean cómo están ahora. Los
días y las noches no suponen ninguna diferencia para ellos y la luz o la
oscuridad no les afectan.
Los que fueron buenos y virtuosos en esta vida tendrán la luminosidad
perpetua de la Luz Divina y, los que fueron perversos y viciosos, oscuridad
y tinieblas eternas serán su destino. Vieron los horrores del próximo mundo
y los encontraron más horribles que los que habían visto en vida. Vieron
también las bendiciones y favores reservadas para los buenos y piadosos,
y encontraron que eran mucho mejores que los que habían podio imaginar,
porque los castigos y las recompensas que están reservados a la gente
mala o buena, sobrepasan y trascienden con mucho la imaginación e ideas
que la mente humana pueda hacerse. Incluso, si tuvieran la capacidad de
hablar, no encontrarían palabras para describir lo que vieron y sintieron.
Aunque ya no estén entre vosotros -e incluso sus señales y reliquias
han desaparecido- sin embargo, las mentes ayudadas por una correcta
imaginación y visión verdadera, pueden verles y oírles. No hablan con
voces en ningún lenguaje conocido, pero hablan y dicen:
“Nuestras caras sonrientes han sido deformadas en melancólicas risas de
mandíbulas abiertas y desnudas; de nuestros suaves y delicados cuerpos,
no quedan sino huesos podridos. Nuestros sudarios se han convertido en
andrajos, y estamos obligados a permanecer confinados en estas tumbas.
Hemos recibido unos de otros, la herencia del horror y la soledad. Incluso
nuestras silenciosas moradas, se están desmoronando sobre nosotros, junto
con nuestros cuerpos, nuestras personalidades se han convertido en polvo
también. Nuestra estancia en estas tumbas, será de muy larga duración
y no tenemos la capacidad de librarnos o salir de ellas. Si examináis en
nuestras tumbas, se presentará ante vuestros ojos, una visión que será
suficiente para daros una lección acerca del final de la vida. Veréis que
los gusanos nos han comido los ojos y las orejas, y que nuestras cuencas
están llenas de polvo. Que nuestras lenguas se han podrido, nuestros
corazones han sido comidos, que todos y cada uno de los miembros de
nuestro cuerpo se ha convertido en alimento de animales e insectos, y que
ni estamos en situación de evitar cualquier desgracia que caiga sobre
nuestros cuerpos, ni hay nadie que venga en nuestra ayuda ni se sienta
apenado por nuestra condición”
Esto es lo que os dicen sus tumbas y sus esqueletos. Sólo con que pudierais
ver con los ojos de vuestra mente, os daríais cuenta de su triste condición;
cómo sus cuerpos que alguna vez vivían, tenían movimiento, sonreían o
lloraban, se han vuelto polvo. Cómo su condición actual es inmodificable,
cómo les es imposible volver a andar el camino desde esa triste condición
y cómo, la naturaleza en tales casos tiene una sola dirección y sin retorno.
Aprenderíais entonces, como esta tierra se ha tragado a todos sus
poderosos reyes y altivas reinas. Personas que durante su tiempo de gloria
mundana no supieron si había o no tales cosas como pesares y decepciones,
fueron gente que siempre ahogó sus penas y preocupaciones en relucientes
copas, en diversiones y nuevos placeres y pasatiempos. Y, durante todo
el tiempo, su único objetivo en la vida fue encontrarse con nuevos gozos
y nuevas fuentes de riqueza con que costear tales gozos. Estaban felices
y satisfechos con el mundo y el mundo, estaba atareado entreteniéndoles
cuando repentinamente, la vida cambió su actitud; su poder y gloria
desaparecieron y se encontraron a sí mismos aproximándose a la muerte.
Se enfrentaron a dolores, ansiedades y temores que eran nuevos para ellos.
Su salud cedió a diferentes enfermedades. Para evitar la muerte que se les
aproximó, tomaron aquellas medicinas a las que estaban acostumbrados
y que siempre les había mantenido a flote y en buen estado. Pero aquellas
medicinas que algunas veces se mostraron tan eficaces, no solamente
fallaron en ayudarles en aquella situación, sino que actuaron de modo
contrario e incrementaron las afecciones que se suponía debían curar.
De ese modo, comenzó y continuó una lucha en los tratamientos y las
enfermedades triunfaron como si los tratamientos estuvieran destinados a
realzarlas y hasta que el médico se dio cuenta que el arte de la medicina,
no podía ayudarles más. Los sirvientes, cansándose, comenzaban a
comportarse negligentemente. Las enfermeras y los criados estaban
tan cansados y disgustados que incluso ni describían la situación del
paciente si alguien se lo preguntaba: también mantenían al paciente en
la ignorancia acerca de su propio estado. No estaban de acuerdo entre
ellos, algunos de ellos sostenían la opinión de que el estado del paciente
podía ser serio, pero que estaba pasando a través de una crisis y que
podía recuperarse, mientras que otros sostenían que se estaba hundiendo
rápidamente y que no podría recuperarse, que su muerte era cuestión de
un día o unas pocas horas y a continuación, intentaban consolarse unos
a otros.
Y todo el tiempo en el que aquel paciente se agitaba entre la vida y la
muerte, sentía que había de separarse de sus parientes y amigos. Sentía que
se estaba ahogando, sólo podía respirar entrecortadamente y su boca se
secaba rápidamente. Podía oírles hablando y lamentándose de él. Algunos
aquellos que se lamentaban, eran sus parientes más queridos y otros eran
a quienes él respetaba. Deseaba responderles, decirles algunas palabras
cariñosas, o frases respetables, decirles algunas cosas importantes, pero
no podía: su lengua y sus labios se negaban a articular palabras, y su
garganta no podía a pasar el aire o llevar la voz. Así, llegó el final. Desde
luego, las punzadas de la muerte son severas y su agonía no puede ser
descrita ni imaginada.

Discurso 222
Hay un pasaje en el Sagrado Corán:
«Hombres a quienes ni los negocios ni el comercio les distraen del
recuerdo de Allah, de hacer el salat y de dar el zakat, temen un día
en que los corazones y las miradas sean puestos del revés»
(24:37)
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) ha hablado muy elogiosamente de las personas
que no fueron Profetas y Mensajeros (P) y que sin embargo, fueron tan virtuosos
que hicieron lo posible para conducir a la gente hacia la Religión y la Verdad.
Recibieron la Luz Divina y se les reveló los secretos de la creación. Así mismo,
elogió a la gente que siempre recuerda a Dios:
Ciertamente, Dios Ha dado a Sus Amigos el honor y el prestigio de traer
la luz divina a la mente humana. Con su ayuda, aquellos que estaban
sordos al razonamiento, serán capaces de oír y comprender Sus Órdenes.
Quienes estaban ciegos a las realidades y la verdad, podrán ver y se darán
cuenta del bien que enseña la Religión y, aquellos que se comportaban
como enemigos de Dios, se volverán obedientes y sumisos a Él.
Durante cada tramo de la historia de la humanidad y los intervalos entre
los diferentes Profetas (P) hubo hombres a quienes Él reveló los secretos
de la creación en forma de sabiduría, y como resultado de un pensamiento
amplio y profundo, oyeron los secretos celestiales y vieron la Luz Divina.
Informaron a la gente de la Grandeza de Dios y les aconsejaron a recordar
la importancia que Ha otorgado a los días de la vida propia, a temer Su
Fuerza y Poder. En el desierto de la vida actuaron como guías. Apreciaron
la moderación en la vida y dijeron a la gente, que la moderación conduce
a la salvación. No favorecieron el fanatismo en la Religión o degeneración
de la fidelidad. Advirtieron a la gente a evitar la vacilación y a temer
extraviarse, o de otro modo, la condenación eterna sería lo que les
correspondería. Por estos atributos, actuaron como faros en las tinieblas
de la ignorancia y como guías en el laberinto de las perplejidades, de las
dudas y la incredulidad.
Hay algunas personas piadosas que son tan devotas del Señor que
han precedido Su Recuerdo a toda gloria y riqueza mundana. Ningún
comercio, negocio y trabajo pueden mantenerles apartados de Él. Ninguna
tentación de este mundo puede evitar que recuerden a Dios y le ofrezcan
sus oraciones. Pasan sus vidas con el recuerdo de Dios. En palabras
claras, advierten y amonestan, aconsejan a la gente contra la negligencia
del deber hacia Dios y hacia el hombre. Persuaden a otros a seguir los
principios de la equidad y la justicia, y ellos mismos actúan de acuerdo
con ellos. Previenen a la gente del vicio y la maldad y ellos mismos se
abstienen de ello. Llevan la vida como si no vivieran en este mundo,
hubieran cortado toda conexión con sus zonas de influencia perversas
y viciosas, por la causa del próximo mundo, como si ya hubieran visto
-de hecho- con sus propios ojos las condiciones de la vida después de la
muerte, como si conocieran completamente lo que ocurrirá durante el
largo periodo que transcurre entre la muerte y la resurrección, y como si
el Día del Juicio, hubiera traído sus promesas para ellos. Y así, informan
a la gente de todos estos hechos y levantan las cortinas del misterio que
cuelgan sobre ellos. Ven y escuchan lo que los otros no pueden ver ni
escuchar.
Si pudierais ver su estado cuando toman en consideración sus acciones
y encuentran en ellas errores de intención u omisión, cuando sienten que
están siendo aplastados bajo el peso de vicios y pecados, cuando se apenan
sobre su triste suerte y se dirigen unos a otros de forma modesta y cuando
imploran a Dios Misericordioso que Se apiade de ellos, que Les perdone
y Les ayude a llevar una vida piadosa. Cuando los veis en tal estado,
sentís que son realmente faros de Luz Divina, están rodeados de ángeles
y dotados de paz y contento, tienen las puertas del Paraíso abiertas para
ellos, son favorecidos por Él con honor y gloria. Es un hecho que Dios los
considera con favor, Está Contento con sus acciones, esfuerzos, empeños
y Mira con agrado la posición de honor y dignidad que tienen asignada
en Su Reino. Ha Premiado sus oraciones y perdonado sus defectos.
Ellos sienten que necesitan más de Su Misericordia, Bondad y son
absolutamente humildes ante Su Fuerza y Gloria. Los largos periodos de
sufrimientos y pruebas por la causa de Dios, les ha dejado con corazones
tiernos, y el excesivo pesar por causa de sus errores pasados han hecho
que tengan un aspecto frágil. Aceptan toda lección que les lleve más cerca
de Su Reino. Imploran de Aquel Cuyas Generosidades no hay límites, y
de Cuya Puerta nadie ha vuelto decepcionado o desalentado.
Por vuestro propio bien, tomad en cuenta vuestras propias acciones y
pensamientos. Encaminaos vosotros mismos antes de que seáis examinados
y antes de que os llamen al Día del Juicio.

Discurso 223
En el Sagrado Corán hay un pasaje que dice:
«¡Oh hombre! ¿Qué te ha distraído de tu Señor Gracioso y Mise-
ricordioso?»
(82:6)
Hablando respecto a este pasaje, Hazrat ‘Ali (P) hace dos preguntas simples y
directas: ¿Cómo puede ser tan desagradecido y desobediente hacia un Dios tan
Bueno y Benevolente, y cómo puede ser tan despreocupado de su propio bien?
Le dice a continuación que de hecho, este mundo le seduce, corre locamente
tras él y cuando el mundo se da cuenta de esto, intenta capturarlo. Hazrat ‘Ali
(P) ha ofrecido advertencias en contra del vicioso mundo en formas de tristes
ejemplos de aquellos que corrieron en pos de él.
El hombre a quien se dirige esta pregunta, es incapaz de responder; está
engañado y no se encuentra en posición de pedir perdón por su necedad dado
que cayó fácilmente presa de las tentaciones de este mundo; no usó su sentido
común para saber hacia donde iba y lo que estaba haciendo. El discurso dice:
¡Oh hombre! ¿Qué te hizo tan audaz como para cometer pecados? ¿Qué
te distrajo de tu Bondadosos Señor? ¿Qué te hizo aceptar tu propia
condenación y estar contento con ella? ¿No hay remedio para tu mal?
¿No despertarás de tu sueño? ¿No tienes misericordia de tu alma aunque
puedes ser tan bueno y misericordioso hacia otros?
Cuan a menudo ha sucedido en tu vida que tuviste piedad hacia otros y
fuiste en su ayuda y protección. Viste a un hombre sentado a plena luz del
sol y teniendo piedad de él, le ofreciste sombra y protección. Viste a una
persona que gritaba de dolor y sentiste pesar por ella y fuiste en su ayuda.
¿No es asombroso que sientas tanta simpatía por otros más que por ti
mismo? ¿Por qué estás tan satisfecho con tu triste suerte? ¿Por qué estás
tan descuidado acerca de u futuro y negligente acerca de tus calamidades?
¿Has llorado tanto por ti mismo que la sucesión de penas ha desarrollado
en ti una letárgica pena? ¿Por qué esta mórbida despreocupación, aunque
te amas a ti mismo más que a ningún otro?
Me pregunto por qué el pensamiento de Su Castigo no te mantiene
despierto por la noche aunque estás tan envuelto en vicios y pecados por
lo que ciertamente mereces Su Castigo.
Despierta, sal des esa indiferencia tan pecaminosa, criminal y negligente
por tu propio bien. Haz un esfuerzo para ser bueno y virtuoso. Sigue
firmemente el camino de al verdad y la nobleza. Persevera en obedecer
a Dios, intenta mantener constantemente su recuerdo en tu mente. Date
cuenta de que quiere atraerte hacia Él. Dios está avanzando hacia ti
con Su Misericordia y Su Gracia y tú, apartas de Él tu rostro de forma
arrogante, impúdica y pecaminosa. Él Te invita a alcanzar Su Perdón y
Bendición. Él cubre y pasa por alto tus vicios y pecados. Desea llevarte
al resguardo de Su Bondad y Misericordia, pero tú vuelves el rostro hacia
cualquier otro y te apartas de Él.
Qué Sublime y Noble es el Señor, aunque es tan Omnipotente y Poderoso,
es sin embargo Tan Bueno, Benevolente y Compasivo. Pero tú, a pesar de
tu humildad, impotencia y desamparo, eres tan arrogante, desagradecido,
degenerado y que comete pecados y vicios, aunque tu propia existencia
dependa de Su Favor y Benevolencia. No te excluyó de Sus Generosidades
y Benevolencia. No castigó tus debilidades e infamias. En toda Merced
que creo a tu favor por cada uno de tus pecados que ocultó a las miradas
de la gente y durante cualquier calamidad e infortunio que Evitó que
te afectara, no estuviste ni por un segundo fuera de la influencia de Su
Favor y Bondad.
A pesar todo ello, sigues cometiendo pecados y vicios. ¿Qué piensas
entonces, de continuar cometiendo los pecados y vicios que deseas? ¡Qué
puedes pensar de Dios que Amable hacia ti, a pesar de todas tus maldades
y depravación? ¿Cuál habría sido Su actitud hacia ti si le hubieses sido
fiel y obediente? ¡Qué no te hubiera concedido!
Piensa una vez más, ten completa consideración a tu caso. Supón que hay
dos personas, ambos son iguales en fuerza y poder y una de ellas eres
tú, supón que la otra persona es buena, compasiva y graciosa hacia ti,
hasta el extremo de la mayor ternura y amor, y tú te comportas arrogante,
infiel y deslealmente hacia ella, en respuesta a toda su amabilidad y
buena voluntad hacia ti, pero de ti, no salen sino rudezas, impudicia y
depravación. En tal caso, ¿Cómo decidirías de ti mismo y cual sería tu
veredicto por tu conducta? Sé honesto e imparcial contigo mismo y piensa
de nuevo ¿Cuál sería tu veredicto?
Déjame decirte otra verdad, este vicioso mundo no te engañó y sedujo,
de hecho, tú corriste a propósito tras él, y le dejaste que te sedujera y
arrastrara hacia él. Cuando vio que te sentía atraído por él, cayendo
fácilmente por sus halagos, sólo entonces decidió tentarte y embaucarte.
Pero incluso entonces te advirtió de las consecuencias y los resultados
de que corrieras tras él. Explicó todo clara y abiertamente y no te ocultó
nada. Las consecuencias y efectos de tus malas acciones en tu cuerpo y
mente, fueron experiencias que conociste ampliamente tanto en ti como
en la forma de los cuerpos enfermos y achacosos de la gente reprobable y
perversa a tu alrededor. Pudiste observar que insanos y enfermos se habían
vuelto sus cuerpos y mentes. El mundo entonces, te dijo la verdad, sólo
la desnuda verdad. No te mantuvo en la ignorancia respecto al resultado
de tus acciones.
Junto a esos evidentísimos ejemplos de una vida pecaminosa, hubo muchos
de tus seres queridos que te aconsejaron bien, te dijeron que no fueras
vicioso y que miraras bien a tu alrededor, pero no tuviste fe en ellos, los
desmentiste y les contradijiste.
Si miras con los ojos de tu mente las ruinas de las casas, palacios y
ciudades abandonadas, encontrarás en ellas buenos ejemplos y consejos
para que te des cuenta y comprendas el valor real y el escaso valor de una
vida perversa, y verás que esas ruinas son como compasivos tutores que
no desean que hagas una ruina de tu propia vida y de tus oportunidades.
Para el hombre que no considera al mundo como un lugar de recreo
permanente, el mundo es un buen lugar en donde estar. Sólo aquella gente
que se abstenga de la tentación de pecar, alcanzará la salvación y Sus
Bendiciones las que recibirá en este mundo. Cuando llegue el Día de la
Resurrección, y cuando los temblores destruyan esta tierra, entonces, todo
credo y Religión, tendrá a sus seguidores congregados, todo sacerdote y
predicador tendrá a sus discípulos a su alrededor y todo líder encontrará
a sus seguidores congregados junto a él. Entonces, comenzará el gobierno
de la justicia perfecta, toda acción, pequeña o grande, todo hecho, bueno
y malo, cada palabra dicha, todo acto realizado y todo pensamiento
propagado, serán tratados con absoluta equidad y justicia. En ese día
muchas excusas y apelaciones carecerán de valor y serán desechadas.
Por consiguiente, adoptad en vuestra vida, las cosas que intercederán a
vuestro favor en el Día del Juicio. Tomad para vosotros las cosas de este
mundo mortal que os sean de ayuda en ese Día y que puedan revelarse
como imperecederas e inmortales (buenas acciones) Intentad conseguir
la salvación y trabajad todo los posible para alcanzarla.

Discurso 224
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) declaró que sufriría voluntariamente cualquier
dolor o angustia antes de dañar o herir a cualquier hombre, o cometer un pecado
contra Dios o la Religión. A continuación, cita dos ejemplos, explicando como
en esas oportunidades intentaron persuadirle de ir en contra de las Órdenes de
Dios y como desdeñó las tentaciones:
Pongo a Dios como Testigo de que prefiero pasar noches sin sueño sobre
plantas espinosas y de sufrir la peor afrenta e insulto, que reunirme con
mi Señor y el Santo Profeta (PBd) el Día del Juicio, como un tirano que ha
perseguido a alguna persona o como un usurpador que se ha apoderado
sin derecho de la propiedad de algún otro. ¿Por qué habría de tiranizar o
explotar a alguien para proveer de comodidades y bienestar a mi cuerpo,
que en breve será destruido, pudriéndose y yaciendo en su sepultura por
un largo periodo de tiempo?
Juro por Dios que vi a mi propio hermano Aqil, que sufría de pobreza
y necesidad extremas. Me pidió que le guardara tres medidas y media
de trigo del granero público. El hambre había convertido a sus hijos en
esqueletos vivientes y había tornado su piel en color azulado. Aqil persistía
en su deseo de adquirir algo del tesoro público. Trató de adularme y de
atraer mi amor fraternal. Quería ayudarle con mi propiedad personal, pero
su deseo de conseguir algo del tesoro público me resultaba odioso. Era
algo contra todos los cánones de integridad y la honestidad y en contra
de las enseñanzas del Islam. Cuando sintió que no les estaba prestando
atención, pensó que cedería en mis principios y mi Religión por su causa
y la de sus hijos. Quería que se diera cuenta de que accediendo a su deseo
me estaría colocando en la posición de un pecador ante Dios, lo que yo
haría nunca.
A continuación, calenté un disco de hierro y cuando estaba muy caliente
lo acerqué a su cuerpo pretendiendo quemarle. Él gritó con horror y
quiso saber porqué pretendía quemarle. Yo repliqué: “¡Oh hermano mío!
Gritas cuando temes que el fuego, encendido por un hombre como una
demostración práctica, te queme, y sin embargo, deseaste que aceptara
con agrado y contento el fuego del Infierno encendido por Dios”
Una cosa más sorprendente me ocurrió en otra ocasión: una persona
(la historia señala a Ash’az-Ibn-Quais) me trajo una noche un dulce
muy bien cocido en una jofaina, estaba cocinado con miel y era muy
fragante. Yo odié y abominé aquel dulce como si estuviera cocinado con
la saliva de una serpiente o en su veneno. Le pregunté: “¿Es zakat o una
recompensa? Por qué sabes que todas estas cosas son ilícitas e ilegales
para nosotros, progenie del Santo Profeta (PBd) y se nos ha prohibido
por Dios aceptarlas” Replicó que no era ninguna de esas cosas. Era
simplemente un presente.
Como él no había nunca obsequiado nada a Hazrat ‘Ali (P) cuando no era
Califa, y dado que no se encontraban en términos de amistad y confianza tal
como para ofrecérselo, estaba claro que dicho ofrecimiento tenía algún motivo
oculto y Hazrat ‘Ali (P) sabía muy esto, y le dijo:
Que no vivas mucho tiempo. ¿Quieres seducirme? ¿Te has vuelto loco?
¿Qué necedad es esa de la que hablas? ¡Por Dios! Si me ofrecieran los
siete continentes con todo lo que contienen como remuneración o soborno
para que prive a una hormiga de la cáscara del grano de cebada que
lleva, nunca lo haría. Este mundo es para mí, incluso menos valioso que
la más pequeña porción de una hoja mascada por una langosta. ‘Ali
(él) no tiene interés en los lujos mortales, en bienestar y comodidades o
riquezas de este mundo.
Busco Su Protección y Ayuda contra la negligencia en cumplir mi deber
y en ser vicioso y malvado.

Discurso 225
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) nos enseña una súplica en donde muestra que
no solamente la riqueza sino el contento es también necesario para conservar
la dignidad, que la abyecta pobreza fuerza a la gente a alabar falsamente a
sus benefactores y a calumniar deshonrosamente a quienes rehúsan ayudarle
y hacen que la gente olvide que, de hecho, es Dios Quien le da y le quita, y
es a Él a quien debe dirigirse:
¡Oh Señor! Protege mi prestigio y mi dignidad, haciéndome libre de
deseos, enseñándome el contento y la satisfacción por lo que me Has
concedido como favor. Dios, no dejes que la ignominiosa pobreza y la
indigencia disminuyan mi posición a los ojos de la comunidad, y esto me
fuerce a ir a mendigar a aquellos que Te imploran con sus necesidades e
invocar los favores de aquellos que son malos y viciosos; así, no perderé
la nobleza de mi carácter y comience a elogiar a aquellos que me den
algo y a calumniar y difamar a quienes se rehúsen a venir en mi ayuda;
y para que no Te olvide completamente y pase por alto el hecho de que
Tú y sólo Tú Puedes conceder algo o todo si Te Place y alejar todo al
alcance de quien sea si Tú así lo decides. Ciertamente, Tienes Poder y
Fuerza para hacer lo que quieras.

Discurso 226
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) nos hace reflexionar: ¿Qué es el mundo y qué
es la vida? ¿Cómo ha tratado a otros y cómo va a tratarnos a nosotros? ¿Qué
debierais esperar de Él y qué tenéis que aprender de Él?
Esta casa, este mundo, está rodeado de pruebas, dificultades e infortunios.
Es notable por su infidelidad. Es caprichoso y está sujeto a constantes
cambios. Quienquiera permanecer aquí, no puede esperar la seguridad ni
permanecer inmune a las calamidades ni reveses. Ningún estado es aquí,
permanente. Los placeres aquí, conducen a la perversión y el vicio. No
habrán de encontrar aquí, ni seguridad ni paz. Aquí, debemos hacer frente
a las adversidades, las decepciones y los fracasos, y al final la muerte
acaba con nuestras vidas.
¡Oh criaturas de Dios! Recordad que este mundo no os va a tratar mejor
que lo que ha tratado a otros y habréis de pasar a través de casi todas las
experiencias que otros han experimentado antes que vosotros. Muchos
de ellos tuvieron largas vidas, tuvieron entornos más ricos y felices,
poseyendo reputación y personalidades más distinguidas que vosotros.
¿En donde están ahora? Han sido silenciados, se han ido su poder y
prestigio, sus cuerpos se han podrido, abandonaron sus casas e incluso sus
huellas han desaparecido. Se les forzó a cambiar sus espaciosos y lujosos
palacios y sus sólidas fortalezas, por tumbas llenas de tierra y lápidas
de piedra. Tumbas que eran profundas, oscuras, estrechas y duras, y que
tenían alrededores tristes, fríos, lúgubres y espantosos.
Puede ser que sus tumbas puedan estar próximas a sus lugares de
habitación, pero son en esas tumbas, como viajeros alejados de sus
hogares. Están viajando a través de un lugar que les confunde y atemoriza.
Es un lugar que ha interrumpido bruscamente sus actividades humanas
y les atareó con pensamientos acerca del Día del Juicio. Ahora no les
queda ningún amor pos su patria ni siquiera contactos amistosos con sus
vecinos y amigos de toda la vida. ¿Cómo podrían reunirse unos con otros
cuando la podredumbre y la corrosión se han apoderado de sus cuerpos
y cerebros y se los ha comido la tierra?
Imaginaos que vosotros mismos estáis allí en donde ellos están ahora,
imaginad que la tierra se ha apoderado de vosotros y os ha abrazado
la tumba. ¿Podéis suponer cual será vuestro estado cuando lleguéis al
final del viaje, cuando resucitéis, cuando todo el mundo se de cuenta del
valor de sus palabras y acciones, cuando cada uno sea llevado ante Dios
todopoderoso, y cuando la decepción propia y ajena no tenga ninguna
utilidad para nadie?

Discurso 227

Esta es una oración hecha por Hazrat ‘Ali (P) en donde enseña lo que se puede
pedir a Dios y cómo. Además explica los atributos de personas que pueden
considerarse como amigos de Dios:
¡Oh Señor! Amas a Tus amigos más de lo que nunca han sido amados por
nadie. Eres el Mejor y más rápido auxiliador de aquellos que no confían
en otro sino en Ti. Conoces sus secretos, todo lo que está oculto en sus
mentes es para Ti un secreto abierto. Eres totalmente consciente de las
profundidades y de los vuelos de su imaginación. La más alta ambición
de tus amigos es estar en Tú vecindad y Tú Favor. Si el alejamiento de Tu
Reino y Tus Favores los turban y confunden, reciben sin embargo alivio
de Tu alabanza y Recuerdo. Si les afectan las calamidades e infortunios,
buscan Tu protección. Saben que Eres el Señor de todo y nada puede
ocurrir sino con Tu permiso.
Si estoy confuso y perplejo al pedirte el Mejor de Tus Favores, entonces,
Señor, Condúceme y guíame solamente a las cosas que me serán
eternamente beneficiosas. Y mirando Tu Benevolencia, Misericordia y
Gracia al conceder favores, siento que el Día de Ajuste de Cuentas no
será ni demasiado grande para Ti, ni una novedad. ¡Oh Señor! Decide
mi caso basándote en la Clemencia y el perdón y no en el principio de
justicia y recompensa verdaderas.
Discurso 228
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) pronuncia elogios de alguien cuyo nombre
no se menciona, pero sus buenas acciones les son reconocidas. El elogiar a
una persona sin dar su nombre y reconociendo sus elevados atributos, parece
ser una práctica común en Hazrat ‘Ali (P) en este mismo libro, hay muchos
discursos similares en los que se ha mencionado a una o muchas personas,
comentando con gran consideración sus formas de vivir y de pensar. Raramente,
Hazrat ‘Ali (P) elogió a una persona mencionando su nombre, excepto el
Santo Profeta (PBd).
El más famoso y gran comentarista de “Nahyul Balagha”, Abil Hadid, dice
que con este discurso, Hazrat ‘Ali (P) se refirió al Califa ‘Umar. Al contrario,
Allamah ‘Ali ibn Nasir, al comentar este discurso, dice que Hazrat ‘Ali (P) se
refirió a uno de los compañeros del Santo Profeta (PBd) que ya había muerto.
Esta fue también la opinión de Allamah Qutbudeen Ravundi, que murió en el
573 H. casi un siglo antes que Hadid. Otro famoso comentarista de este libro,
Ibn Maisum, está de acuerdo con Qutbudeen Ravundi y dice: “Hazrat ‘Ali (P)
elogió así a uno de los compañeros del Santo Profeta (PBd) que había fallecido
antes de que amanecieran los días malos sobre el Islam”.
Los esfuerzos de los comentaristas por encontrar en las propias palabras del
discurso un significado que no se adaptara sino a un gobernante de un Estado,
es también un esfuerzo inútil, porque insiste en las palabras yairiha (esto es,
lo bueno de este mundo) y sharriha (lo malo de este mundo) todo hombre,
incluso un pobre en la esfera más limitada de sus actividades, tiene ocasión
de hacer algún bien y de cometer algún mal. Por consiguiente, no es correcto
decir que sólo un gobernante tiene oportunidades de hacer el bien o el mal. El
propio Hazrat ‘Ali (P) en uno de sus discursos, aconsejó a la gente: “mantened
los pilares de la Religión, alzaos y mantened ardiendo estas dos lámparas” (la
unicidad de Dios y la Profecía de Muhammad (PBd).
Naturalmente, todo musulmán, no fue, no es y no será un gobernante, por
consiguiente, Hazrat ‘Ali (P) aconsejó a cada persona a hacer su deber dentro
de la esfera de sus actividades propias. Hazrat ‘Ali (P) dijo entonces:
Que Dios recompense a la persona que enderezó las cosas torcidas, curó
a las mentes enfermas, combatió el cisma y la innovación, llevó una vida
piadosa y murió en la santidad. Hizo buenas acciones y se abstuvo del mal.
Obedeció y tuvo temor de Dios. Murió antes de que la gente comenzara a
disentir seriamente entre ellos, lo que les dejó en un ambiente y entorno
tales, que estaban confundidos y extraviados, y no podían encontrar el
verdadero camino, y aquellos que estaban siguiendo el camino, no sabían
si estaban en el correcto o el equivocado.

Discurso 229
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) se refiere al juramento de fidelidad a su
Califato. Un discurso similar pero en palabras diferentes, se da en otro lugar:
Arrastrabais mi mano hacia vosotros para dar el juramento de fidelidad
pero yo la retiraba. Esta lucha continuó hasta que os congregasteis a mí
alrededor en tal número y de tal forma, como si fueran camellos sedientos
y yo fuera la única fuente de agua. Casi me aplastasteis en vuestra ansia,
os estabais empujando unos a otros para llegar hasta mí, hasta que los
lazos de mis zapatos se rompieron, mi túnica cayó de mi hombro, y fueron
aplastados los viejos y débiles. Estabais tan regocijados en la ocasión,
que incluso vuestros hijos vinieron tambaleándose, corriendo y saltando
alegremente. Los viejos se caían y se arrastraban para llegar a mis pies,
vinieron a mí tambaleándose los enfermos y achacosos, las muchachas
salieron de sus casas, corriendo hacia mí para mostrar su respeto y
consideración.
¿Podéis negar estos hechos?

Discurso 230
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) explica la piedad, el valor de adoptarla
mientras todavía haya tiempo de serlo, y los males que predominan en el
mundo. Comenta las oportunidades que ofrece la vida y se llevarán la muerte.
Describe además, los atributos de los devotos al servicio de Dios y la gente
virtuosa. Finalmente, habla de la muerte y sus efectos.
Ciertamente la piedad es la llave de las puertas de la corrección y de
la virtud. Es una provisión para el siguiente mundo. Es una fuente de
libertad de la esclavitud de los malos deseos, y un muro de protección
contra todo infortunio y mala suerte. Es un refugio para aquellos que
intentan apartarse del vicio y la maldad; a través de ella una persona
puede conseguir sus objetivos en la vida.
Sed virtuosos mientras haya todavía tiempo para daros cuenta de adoptar
las virtudes, mientras el arrepentimiento os pueda hacer bien, mientras
estéis disfrutando el bienestar, la paz y los ángeles estén apuntando
vuestras acciones -buenas y malas- mientras tengáis la oportunidad de
hacer el bien y dejar de ser malvados.
Haced el bien antes de que la edad o la incapacidad os impidan hacerlo, o
que la prolongada enfermedad os pueda hace caer exhaustos e incapaces
de cualquier trabajo y antes de que la muerte os arranque de este mundo.
La muerte, tarde o temprano, pondrá fin a todos vuestros gozos y placeres,
frustrará vuestros objetivos y os mandará muy lejos de vuestro querido
ambiente. Recordad que la muerte llega como un huésped inesperado, es
el único antagonista a quine no podréis superar y derrotar. Es una asesina
que no puede ser vengada.
Sus acechanzas están siempre a vuestro alrededor, sus destructivas fuerzas
os rodean. Tiene bajo completo control, predominio perfecto y absoluto
poder a cada uno de vosotros. Os mantiene bajo su yugo, nunca puede
faltar a su trabajo. Muy pronto, sus tinieblas oscurecerán vuestras vidas.
Sus llamas en forma de enfermedad, pueden consumir vuestra energía y
vitalidad, su terrible dolor y angustia puede torturaros, puede cambiar
vuestra normal respiración a entrecortada, someteros a hechizos y trances
que os hagan perder el conocimiento y saldréis de ellos con muy mal
sabor de boca.
Como ninguno de vosotros espera sinceramente la muerte, incluso
su natural aproximación os parecerá como si se hubiera presentado
sorpresivamente. Silenciará también a aquellos que acostumbraban
deciros calladamente sus secretos, parientes y amigos más próximos,
dispersará los grupos, destruirá individuos, vaciará las habitaciones,
preparará a los herederos a dividir las propiedades entre vuestros
parientes muchos de los cuales no os han hecho nunca ningún bien.
Algunos de ellos, lamentarán vuestra muerte, pero muchos otros podrán
incluso haberse alegrado de tal suceso.
Por tanto, es aconsejable para vosotros que estéis dispuestos para morir,
e intentad proveeros lo mejor posible para el siguiente mundo.
Tened cuidado de que este mundo no os engañe como ha engañado a
la gente que ha desaparecido antes que vosotros; pudieron haber sido
hombres de poder y riquezas, quienes habiéndose aprovechado de este
mundo, adquirieron posición y rango, pero sus días estaban contados y
llegaron a su fin. Se les arrebató todo el poder y la gloria adquiridos, sus
tumbas se convirtieron en sus moradas permanentes, sus riquezas, reinos
y propiedades, se convirtieron en herencia para que las disfrutaran sus
herederos. En la sepultura, no reconocen a aquellos que les visitan en
sus tumbas, no se preocupan de quienes gimen por ellos y de quienes no
lo hagan, y no responden a aquellos que les llaman.
Precaveos de este mundo, es engañoso y deshonesto. Es infiel y mercenario.
Cualquier cosa que da, la toma rápidamente. A cualquiera que vista
con fama, honor, poder y riquezas, los desnudará tarde o temprano. Sus
placeres nunca serán duraderos, sus pesares y angustias son constantes
y no tienen fin.
Seguidamente, Hazrat ‘Ali (P) describió a la gente piadosa:
Aunque estas personas parecen llevar una vida como la de cualquier otro,
de hecho, no están absortos de este mundo; pasan sus vidas como si no
pertenecieran a este mundo. Actúan sobre sus convicciones y están seguros
del valor del siguiente mundo. Realizan solamente aquellas acciones cuyo
efecto conocen perfectamente, siendo siempre beneficioso para los demás
y para ellos, y hacen lo que sea necesario para evitar aquellas cosas que
puedan dañar sus vidas eternas.
Viven entre los vivos como si estuvieran entre los muertos. Ven que la
gente concede gran importancia a la muerte física y se apenan de que, la
apariencia de la gente a su alrededor es de vida, en realidad, sus mentes
están muertas ya que no reconocen la importancia de la vida del siguiente
mundo.

Discurso 231
Mientras sus ejércitos marchaban hacia Basra, Hazrat ‘Ali (P) pronunció este
breve discurso en un lugar llamado Ziquar. El famoso historiador Vaqqeded,
ha anotado también este discurso en su libro acerca de Yamal:
El Santo Profeta (PBd) explicó total y completamente todo lo que se
le había ordenado explicar. Dio el Mensaje de Dios en un lenguaje
perfectamente claro. Por medio de él, Dios unió a la gente que estaba
desunida y vivían en continua disensión. Aquellos amigos y parientes que
se habían olvidado de sus relaciones y se habían convertido unos con otros
en sus peores enemigos teniendo gran empeño en dañarse mutuamente,
fueron reunidos nuevamente en hermandad y amistad, haciendo que se
amaran unos a otros en una nueva camaradería y todo ello, se hizo a
través del Santo Profeta (PBd)

Discurso 232
Abdullah Ibn Zumaa, fue un compañero de Hazrat ‘Ali (P) durante su Califato
vino y pidió algún dinero del tesoro público a lo que, Hazrat ‘Ali (P) le
respondió:
El Tesoro público no es mi propiedad ni la tuya: es la propiedad de los
musulmanes, bien haya sido recolectado a través de su esfuerzo o por
botín de las guerras. Si te hubieras unido a una de las luchas, habrías
recibido también tu parte. Lo que han ganado a riesgo de sus vidas, no
puede entregarse a otros indiscriminadamente.

Discurso 233
En opinión de muchos comentaristas, lo que sigue es sólo una parte de un
discurso mucho más largo, el que no pudo ser conservado. Sayed Razi (que
en paz descanse) tan sólo pudo conservar esta porción.
Este discurso, fue dado en ocasión de que Hazrat ‘Ali (P) pidiera a su sobrino
que hablara acerca del Islam y el joven se puso nervioso. Tal vez se sintió
turbado por la presencia del Imam (P) por lo que el propio Hazrat ‘Ali (P) se
levantó y dio el discurso, parte del cual fue obtenido por Sayed Razi:
Recordad que una lengua es parte de cuerpo humano; si la mente humana
no responde a la llamada alguna vez, entonces, naturalmente, la lengua
no podrá funcionar.
Si el conocimiento de alguien es suficientemente vasto y se es agudo y bien
informado, entonces, sus pensamientos se siguen unos a otros en sucesión
tan rápida que ni siquiera su lengua puede llevarles el paso. Nosotros, los
miembros de la familia del Santo Profeta (PBd) somos reyes del discurso.
El arte de pronunciar buenos y sensatos discursos es parte de nuestra
naturaleza. Nuestras mentes están provistas de cualquier tema por hablar.
Que Dios tenga Misericordia de vosotros. Recordad que estáis pasando
sobre tiempos tristes en los que sólo se encuentra poca gente que hable
con la verdad y cuando los discursos raramente contienen la verdad,
cuando aquellos que pronuncian solamente la verdad, son degradados
y humillados.
Ahora, la gente está inclinada al vicio y al pecado, sus pretensiones e
hipocresía naturales, les hacen aparentar la amistad y camaradería mutua.
Los jóvenes son perversos y de mal carácter. Sus mayores son pecadores
viciosos, la gente ilustrada de la comunidad, disimula y finge. Entre ellos,
lo predicadores son aduladores. Los jóvenes no respetan a los mayores y
sus ricos no ayudan a los que no tienen y a los pobres.

Discurso 234
El famoso Zuglab de Yamam, dijo que escuchó de Ahmad Ibn Jatiba, quien
lo había escuchado de Maalik Ibn Mahab quien decía que alguna gente se
había reunido alrededor de Hazrat ‘Ali (P) y estaba discutiendo las causas
de las diferencias de la gente en rasgos, costumbres y disposición. Entonces,
preguntaron a Hazrat ‘Ali (P) las razones de tales diferencias y semejanzas
que se encuentran a menudo en los hombres, a lo que respondió:
En el propio origen del cuerpo humano, están las causas de estas
diferencias, similitudes, disposición y rasgos. Es como la cualidad del
suelo en que los árboles echan sus raíces. Ay suelos salinos y hay suelos
muy fértiles; otros son duros y ásperos, regiones arenosas y también suelos
muy suaves. Las diferencias en la naturaleza innata del ser humano y en
su disposición física y mental son similares. Aquellos que son vástagos
de disposiciones y características físicas similares, llevan una vida
similar en sus costumbres. A menudo las características y rasgos físicos,
no corresponden a las capacidades mentales. Muchas veces se ve que
personas muy hermosas son torpes y de poco ingenio. Se ve que muchas
personas que son altas y bien construidas son cobardes y a menudo
podemos encontrarnos con gente muy fea y de aspecto siniestro, que son
de buen carácter, honestos y piadosos.
De modo similar, hombres bajos y rechonchos pueden ser muy inteligentes
y perspicaces. Y a menudo se ve que hombres de buen carácter se han
acostumbrado accidentalmente a malos hábitos. Una persona de mente
confusa, cuando se enfrenta a los problemas de la vida, se encontrará
siempre perpleja y turbada, mientras que las personas inteligentes y
agudas son a menudo oradores inteligentes dotados de la facultad de
tomar rápidas decisiones.
Discurso 235
Mientras sepultaba al Santo Profeta (PBd) Hazrat ‘Ali (P) le habló con estas
hermosas palabras:
¡Oh Profeta de Dios! Te amo y respeto más de lo que amé y respeté a
mis padres. Tu muerte puso fin a la profecía, a la Revelación y a los
Mensajes del Señor, mientras que la muerte de otros Profetas (P) no tuvo
ese resultado.
Tu muerte hizo que tu descendencia estuviera tan apenada que cualquier
otra pena fue olvidada; el dolor de tu separación se convirtió en un
pesar común y todo el mundo lo sintió. Si no nos hubieras enseñado a ser
pacientes y a no lamentarnos y quejarnos en voz alta, hubiéramos gemido
y nos hubiéramos lamentado sin cesar aunque todo ese llanto, lamentos y
quejidos no se hubieran podido comparar con la pérdida de tu persona.
Pero la muerte es un acontecimiento inevitable, nadie puede volver de la
muerte y nadie puede evitar que venga.
Por favor, recuérdanos ante Dios y por favor, no nos olvides.

Discurso 236
En la Meca, durante los primeros días del Islam, los Quraish decidieron matar
al Santo Profeta (PBd) y se eligieron cuarenta personas para realizar esa atroz
acción. Ese número de personas, habían de rodear su casa por la noche, entrar
en ella y asesinarle en su cama. Dios reveló esto a Su Mensajero (PBd) y le
aconsejó dejar la ciudad de la Meca de inmediato y emigrar hacia Medina.
El Santo Profeta (PBd) obedeciendo las órdenes de Dios, decidió salir rumbo
a Medina esa misma noche. Empero, como las Órdenes Divinas eran de que
se fuera en completo secreto y que existía el peligro de que el secreto de su
partida fuera conocido, si no le encontraban en su cama, el Mensajero de Dios
se encontró en gran dificultad; como era su costumbre, pidió a Hazrat ‘Ali (P)
que viniera en su ayuda.
Hazrat ‘Ali (P) se ofreció inmediata y voluntariamente a reemplazarle en su
cama y enfrentarse a los 40 asesino en lugar del Santo Profeta (PBd) con la
condición de que, cualquier cosa que ocurriera, Hazrat ‘Ali (P) no mostraría
su rostro ni dejaría que los enemigos supieran que no era Muhammad (PBd)
y que no se dieran cuenta de que estaban asesinando a ‘Ali.
Por aquel entonces, Hazrat ‘Ali (P) contaba con unos 23 años de edad. Aceptó
la condición, ocupó el lecho del Santo Profeta (PBd) y se cubrió con la cobija
verde del Santo Profeta (PBd)
Muhammad (PBd) dejó entonces la casa en la oscuridad de la noche. Esa no
fue ni la primera ni la última ocasión en que Hazrat ‘Ali (P) apoyó al Santo
Profeta (PBd) para algunas misiones encomendadas y como en este caso, para
salvar su vida.
Los enemigos, bajo la impresión de que era Muhammad (PBd) el que se
encontraba durmiendo en la cama, comenzaron a arrojarle piedras y flechas.
Los muros de la casa no eran muy altos y la Meca entonces, no era una ciudad
muy grande. Simplemente era una pequeña ciudad y las casas eran a menudo
construidas con ladrillos secados al sol y de cortas paredes. Los enemigos
arrimaron algunas piedras junto a un muro de la casa y montándose en ellas,
pudieron ver fácilmente que alguien estaba acostado en el lecho de Muhammad
(PBd)
Por tanto, Hazrat ‘Ali (P) se convirtió en un blanco fácil. Recibió algunas
pedradas en su espalda, pecho, cabeza y manos; se clavaron algunas flechas
en sus piernas sin que esto hiciera que moviera un solo músculo mientras se
encontraba en ese estado. Esto continuó hasta que se levantó el sol, y cuando
amaneció, todos los que se habían reunido para asesinar al Santo Profeta (PBd)
rompiendo la puerta, se precipitaron hacia el interior de la casa, y quisieron
atacar a Hazrat ‘Ali (P)
Jalid Ibn Valid, había alzado su espada cuando Hazrat ‘Ali (P) apartó la cobija
de su rostro, saltó, sujetó la mano de Jalid y le arrebató su espada y tomándole
por el cuello, lo apartó de un empujón.
Todos se sintieron como alcanzados por un rayo; habían esperado encontrar al
Santo Profeta (PBd) pero en su lugar encontraron a Hazrat ‘Ali (P) y quisieron
que este último les dijera a donde había ido el Santo Profeta (PBd) a lo que
respondió que no lo sabía.
Así, Hazrat ‘Ali (P) permaneció en la Meca por tres días. Cuando llegó a él la
noticia de la llegada sano y salvo del Santo Profeta (PBd) marcó hacia Medina
con la hija del Santo Profeta (PBd) Fátima (P) su madre (Fátima ibn Afab) y
otras dos mujeres de su familia. En el camino, hubo de enfrentarse a aquellos
que estaban obstaculizando su camino y tuvo lugar una escaramuza. Él sólo
derrotó a sus oponentes y llevó a las mujeres a salvo hasta Medina.
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) es incompleto, aunque presumiblemente
estaba ofreciendo un detallado relato del incidente el que, no pudo encontrar el
compilador de esta obra, Sayed Razi; sólo se obtuvo el breve pasaje que sigue:
Seguí el camino que había tomado el Santo Profeta (PBd) estaba
recibiendo noticias suyas hasta que llegué al lugar llamado Ury.

Discurso 237
“Trabajad mientras haya tiempo y mientras la vida os lo permita, trabajad”. El
punto central de las enseñanzas de Hazrat ‘Ali (P) es uno de los fundamento de
sus prédicas. “Trabajad, honesta, sincera, diligente y piadosamente; trabajad por
el bien de la humanidad; trabajad por las recompensas reservadas en el Paraíso;
trabajad cuando la vida, el tiempo y las oportunidades os lo permitan, trabajad
y libraos de las garras del vicio y la maldad; trabajad y alcanzad niveles más
elevados de moralidad” El Reino el Señor estará cerrado para las personas de
vida fácil, sobrealimentadas, vestidas lujosa y excesivamente y buscadoras de
placeres y, Sus puertas estarán siempre abiertas a los hombres que trabajaron
duro, que eran honestos, inteligentes, piadosos y temerosos de Dios.
Algunos comentaristas, consideran al discurso 245 como parte de este:
¡Trabajad! ¡Trabajad! Y haced buen trabajo mientras todavía tengáis vida,
salud y oportunidades, mientras tengáis posibilidades de hacer el bien,
mientras vuestras acciones puedan ser anotadas por los ángeles y os quede
tiempo de arrepentiros del vicio y volveros hacia la virtud y la piedad.
A través de Su Bondad, Liberalidad, Benevolencia y Magnificencia, llama
a todos los que han apartado sus rostros de Él, y les informa que hay
esperanzas y oportunidad de que los pecadores se arrepientan, corrijan
sus fallas, vicios y perversidades, y que reclamen su lugar en el Reino de
Su Gracia y Favor.
Les aconseja trabajar mientras les quede tiempo de hacerlo y haya
oportunidades de hacer el bien, mientras tengan energía en el cuerpo,
mientras esté abierta la puerta del arrepentimiento y los que anotan sus
acciones se encuentren junto a ellos.
Es asunto de cada hombre hacerse el bien a sí mismo, proveerse para el
más allá durante su vida, intentar alcanzar el gozo eterno con acciones
realizadas durante sus días como mortal. Toda persona a la que se le
haya concedido un espacio de vida, siendo agraciada con tiempo y
oportunidades de trabajar, debe dar gracias a Dios y temerle.
Es un hombre auténtico y valiente, el que puede mantener bajo perfecto
control sus deseos y pasiones, el que puede mantenerse libre de malos
pensamientos y deseos viciosos en su mente y espíritu; el que puede evitar
y prohibirse a sí mismo el desobedecer a su Dueño y Señor y se obliga a
sí mismo a obedecer Sus Órdenes y Prohibiciones.

Discurso 238
Este discurso se refiere a ‘Amru Ibn ‘As y Abu Musa Ashari, los dos árbitros
de Siffin, uno de los cuales (‘Umar) era buen amigo y consejero de Mu’awiyah
y fue designado por sus lugartenientes; el otro (Abu Musa) fue sobornado por
Mu’awiyah y vendió su alma por unos pocos miles de dinares. Fue designado
árbitro por el jefe del ejército en Kufa contra los deseos de Hazrat ‘Ali (P) de
designar a Abdullah Ibn Abbas:
Son tiranos maliciosos, son mezquinos y perversos han vendido sus
almas en esclavitud a una persona tirana y viciosa y han rendido su
libre voluntad, su libertad de elegir entre el bien y el mal y su coraje y
convicción a un gobernante injusto y degenerado solo porque la sociedad
tiene fe en ellos.
Han reunido a su alrededor gente igualmente baja, mezquina, impura
y bastarda para crear disensión entre los musulmanes e instigarles a
rebelarse contra la verdad y la piedad. Quienes sean extraviados por
estas dos viciosas personas, son tan ignorantes, que de hecho lo merecen.
Es la enseñanza de la verdadera Religión el comprender y seguir la verdad,
estar persuadidos a hacer buenas acciones y llevar una vida virtuosa.
Por el contrario, los que están siendo adoctrinados por Mu’awiyah y su
partido es para que adoren los lujos el poder y el placer. Merecerían tener
un buen jefe que les conduzca correcta y buenamente hacia la piedad y
la virtud. No son ni Muhayirs ni Ansares, ni de aquella gente que abrazó
el Islam en Medina y que construyó allí una Mezquita antes de la llegada
del Santo Profeta (PBd).
Considerad y ved cuidadosamente lo que los sirios han hecho; han elegido
de entre ellos a una persona (‘Amru Ibn ‘As) para que gane a su favor
lo que más desean o algo similar. Y vosotros muy neciamente, queréis
que Abdullah Ibn Quais (Abu Musa Ashari) os represente y consiga para
vosotros algo que es de hecho odioso y perjudicial. Sabíais ya, qué clase de
hombre era. ¿No recordáis cómo os estuvo instigando y atemorizando en
ocasión de la batalla de Yamal? ¿No os dijo que la guerra estaba creando
disputa entre los musulmanes? ¿No os aconsejó a romper vuestras flechas,
quitar las cuerdas a vuestros arcos y volver de nuevo las espadas a sus
fundas? Si tenía razón al consideraros personas responsables de crear
división entre los musulmanes, entonces, estuvo totalmente equivocado
a venir a nosotros como nuestro colega. Ni se le forzó, ni se le obligó a
ponerse de nuestro lado, lo hizo con otros propósitos. Si en la batalla de
Yamal fue un mentiroso, deshonesto e intrigante, como vosotros creísteis
que era, entonces su falta de honradez y propósitos ocultos han sido
probados por sus acciones posteriores.
No le seleccionéis como árbitro de vuestro lado, dejad que Abdullah Ibn
Abbas tome su lugar. Es la persona más adecuada para contrarrestar las
insinuaciones y los engaños de ‘Amru Ibn ‘As. Aprovechad la oportunidad
que Dios os ha dado y defender adecuadamente el estado Islámico. ¿No
veis que vuestras ciudades han sido atacadas, y vuestro poder y fuerza
están siendo aplastados?.
Pero los de Kufa, muy neciamente no aceptaron este consejo y sufrieron las
consecuencias.

Discurso 239
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) describió los atributos de la progenie del
Santo Profeta (PBd).
Dan vida al aprendizaje y a la evolución del conocimiento y hacen lo
posible por extirpar la ignorancia. La profundidad de su paciencia indica
la amplitud de su conocimiento. Sus discursos llevan en ellos profundos
conocimientos y erudición. Ni se oponen a la Verdad ni la falsifican.
Son pilares para apoyar el Islam. Son las verdaderas defensas en las
que el Islam puede encontrar refugio. Por ellos, la Religión encontró
su adecuado lugar entre los seres humanos, la ignorancia y la falsedad
fueron desdeñadas con desprecio y aborrecimiento. Comprendieron el
auténtico espíritu del Islam y sus significados, llevando completamente a
la práctica sus fundamentos; entre los hombres hay muchos que predican
cosas buenas pero pocos pueden encontrarse que practiquen lo que ellos
mismos predican.
Las acciones de los descendientes del Santo Profeta (PBd) se corresponden
perfecta y absolutamente con sus prédicas.

Discurso 240
Cuando ‘Uthman, el tercer Califa estaba asediado por la gente de Egipto, Iraq
y Hiyaz, envió a Abdullah Ibn Abbas y le pidió que rogara a Hazrat ‘Ali (P)
que dejara Medina y fuera a su pueblo. Como consecuencia de esto, Hazrat
‘Ali (P) respondió:
¡Oh Ibn Abbas! ‘Uthman, desea tratarme como un camello que saca agua
de un pozo, y que ya viene con el cubo de agua. En las primeras etapas de
este conflicto y hostilidades quiso que dejara Medina y me fuera a quedar
en Yambu. Hice lo que él deseaba, me volvió a llamar. Regresé y ahora
desea que vuelva de nuevo. Por Dios que hice lo que pude por apartar
de él el peligro, pero ahora, me temo que si actúo por más tiempo como
él desea, puedo volverme un pecador.

Discurso 241
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) aconsejó a la gente a que no se acostumbre
a llevar una vida lujosa y fácil, sino a que sean valientes y decididos, porque
sólo de este modo podrán cumplir con su deber hacia Dios y el hombre:
Dios desea que mostréis vuestra gratitud hacia Él, ya que Dios os concedió
algo de Su poder y autoridad. Os ha dado también oportunidades en el
limitado espacio de vuestra vida de modo que cada uno de vosotros pueda
intentar sobrepasar a otros en buenas obras y para alcanzar Su Dominio
de Gloria y Favor.
Apretaos fuertemente el cinturón y preparaos; recordad que la firme
determinación y los entretenimientos deleitables de una vida lujosa, no
van de la mano; el sueño confortable en lujosas camas, acaba con la firme
resolución y el coraje.
Parte Segunda

Cartas del Imam ‘Ali Ibn


Abu Talib (P)
Cartas

Carta 1
Esta carta fue enviada por Hazrat ‘Ali (P) a través del Imam Husein (P) y
‘Amar Ibn Yasir a la gente de Kufa antes de que ‘Ali (P) siguiese hacia Basra
para la batalla de Yamal.
Esta carta es del sirviente y criatura de Dios, ‘Ali Amir al-Muminín para la
gente de Kufa quienes son guías de los Compañeros y personas respetadas.
Después de rogar a Dios e invocar Sus bendiciones sobre el Profeta (PBd)
quiero arrojar luz sobre los sucesos del asesinato de ‘Uthman y presentar
la cuestión tan clara como si ustedes hubieran estado presentes en la
ocasión y hubieran sido testigos de ello.
La gente estaba insatisfecha con él, acusándole y reprobándole. Además
de los Emigrantes yo fui el único que quiso clamar y pacificar a la gente
y que no quiso participar de esa actitud, mientras Talha y Zubayr estaban
instigando a la gente de tal forma que el último de ellos que era peor
que lo peor lo que podía ser afirmado o alegado en contra de ‘Uthman.
La campaña de rumor de ambos era más mortal que la más ruidosa
propaganda que se haya podido hacer. Aisha también exhibió una molestia
y enojo extremo en contra de él. En tales condiciones algunas personas
resolvieron matarlo y lo asesinaron. Luego todos -amigos y enemigos-
vinieron a mí y me ofrecieron el juramento de obediencia. Esto fue hecho
sin ningún deseo, instigación, forma inducida, persuasión, compulsión o
fuerza de mi parte. Vinieron a mí por su propio y libre deseo sin vacilación
y con agradecimiento, éxtasis y gozo.
Permítanme hacerles saber que la ciudad a la que emigró el Santo Profeta
(PBd) Medina, está siendo deshabitada por sus pobladores, la están
dejando. Se está agitando con el descontento y la rebelión. Una rebelión
ha comenzado contra el Emir (Comandante) Quiero que vengan en ayuda
de su Emir para luchar contra sus enemigos.

Carta 2

Después de la conquista de Basra, Hazrat ‘Ali (P) escribió la siguiente carta


a los ciudadanos de Kufa:
¡Oh ciudadanos de Kufa! Quiera Dios el Señor Misericordioso premiarles
con Su defensa y en nombre de la progenie del Santo Profeta (PBd) por
obedecer sus órdenes y venir en su ayuda. Quiera Él premiarles más
noblemente que como Él premia a aquellos que obedecen Sus órdenes
-porque ustedes continuaron en el camino de la verdad contra fuerzas muy
superiores y a pesar de tentaciones muy atractivas- Ustedes han cumplido
con su deber. Ustedes escucharon el llamado de su Emir y respondieron. Él
los llamó y ustedes obedecieron sus órdenes con sinceridad y entusiasmo.

Carta 3

Shurai Ibn Haaris tuvo un importante puesto durante el régimen anterior por
lo que ‘Ali (P) también lo designó como jefe de justicia de Kufa. ‘Ali (P) se
enteró que había comprado una casa en la ciudad una casa más bien cara,
posiblemente más cara y señorial que lo que su estatus demandaba, y por un
importe bastante menor de lo que realmente valía. Hazrat Ali (P) lo llamó y
le dijo:
Tengo entendido que has comprado esta casa por 80 dinares y has
escriturado la venta legalizándola con la firma de testigos
Shurai respondió: “¡Oh Amir al Muminín realmente es así!”. Escuchando esto
‘Ali (P) se molestó y enfadado le dijo:
Shurai, se te advierte que una cosa te sucederá sin tener en cuenta la
compra que hiciste, ni el testimonio de los testigos, y te sacará de la casa
sin nada y sin darte cuenta te llevará a la sepultura. Y ante tal suceso, debes
pensar bien si tú has comprado esta casa con dinero que no te pertenece
más que a cualquier otra persona, si el precio de compra fue obtenido ya
sea por medios equívocos o tramposos o por medio de una riqueza mal
habida que sufragó su costo. Si fuese así, recuerda entonces que dejarás
esta casa y en el negocio perderás tu lugar en el cielo. Si hubieras venido
a verme antes de hacer esta transacción se te hubiera redactado esta
venta de tal manera que no la hubieras querido comprar ni siquiera por
un dirham (el dirham era la moneda más pequeña) ¿Sabes cómo hubiera
sido redactada esta transferencia? En las siguientes palabras:
Una modesta y débil criatura ha comprado esta casa de otro ser mortal. Sus
límites son los siguientes: por una parte está limitada por las calamidades
y los desastres. Por la otra, limita con la desilusión y el infortunio. Por
un tercer lado, su límite está cubierto por la inmoderación y los deseos
excesivos que terminan en fracasos. Y por el cuarto lado, linda con la
descarriada y seductora tentación de Satanás y la puerta de su casa está
abierta apuntando a ese cuarto lado.
Un hombre que dirige su vida bajo el inmisericordioso dominio de los
deseos inmoderados y escandalosos ha comprado esta casa a otra persona
que está siendo implacablemente inducida a morir. Y por el precio de la
compra ha negociado la gloria de una forma de vida con contenido por
otra detestable y sometida a todo tipo de humillación por el lucro y los
placeres.
El comprador no se percató con qué infortunio y degradación compraba
y cuál sería el costo a pagar por esa acción. Su rescate ahora está en
las Manos del Supremo que hace perder el cuerpo de los reyes en el
polvo y derriba sus imperios. Quien termina con la vida de poderosos
gobernantes y Quien terminó con el dominio de Egipto, Persia, Grecia,
Roma, Hammurabi, y los reyes en el Yemen. Quien ha destruido el poder,
la gloria y la fortuna de todos esos individuos que han amasado riquezas,
reunido propiedades, edificando casas fuertes y durables decorándolas
con los mejores y más costosos muebles y rodeándolas de maravillosos
jardines.
Esa gente imaginaba que ellos y sus descendientes gozarían los frutos de
su trabajo aunque, en realidad, todas las casas así edificadas y las cosas
así logradas tendrán que ser justificadas el Día del Reconocimiento, el
día en que la gente será premiada o castigada de acuerdo a sus obras, el
día que el autor del mal sufrirá por sus actos perversos y malignos. Tu
pensamiento corroborará y confirmará esto si está libre de ambiciones
inmoderadas, de la tentación, de la codicia, de la sensualidad, de las
inclinaciones y de las relaciones malignas.
Carta 4
Carta escrita para uno de los Comandantes de su ejército:
Si nuestro enemigo está de acuerdo en obedecernos, entonces sucederá
lo que yo deseo, pero si insiste inexorablemente en la rebelión y la
revuelta, estén preparados para combatirlo con la ayuda de nuestros fieles
seguidores. Confíen en aquellos que han demostrado ser fieles. No confíen
ni cuenten con la ayuda de los que han probado ser infieles y desleales.
Recuerden que la ausencia de los que no se unen a ustedes por su propio
deseo y sinceridad, es mejor que su presencia; y su inactividad y dejadez
es mejor que su participación en nuestras actividades.

Carta 5
Ash’az Ibn Qais fue un hipócrita que esperó el momento preciso para actuar.
Por algún tiempo, voluntariamente se unió a Hazrat ‘Ali (P) pretendiéndose
su seguidor sincero. El verdadero motivo de esa actitud era el de hacerse
rico y con el poder. Hazrat ‘Ali (P) lo había designado como gobernador de
Azerbaiján, Ash’az empezó procurando y reuniendo riquezas por todos los
medios posibles; cuando Hazrat ‘Ali (P) fue informado de esto, le escribió la
siguiente carta.
Al recibirla Ash’az quiso huir con la riqueza reunida, pero los buenos consejos
prevalecieron sobre él y fue persuadido por Huyar Ibn Addi Kondie para que
fuera a visitar a Hazrat ‘Ali (P) Luego de que sus explicaciones fueran juzgadas,
tuvo que entregar la suma de cuatro dirhams.
En verdad, tú no has sido puesto en el cargo de Gobernador para que te
hagas rico y tampoco es un bocado exquisito y jugoso para ser comido. Por
el contrario, es un cargo confiado a tu cuidado y a la palabra que diste.
Dicha responsabilidad está sobre tus hombros. Tu Emir te ha nombrado
como pastor y protector de la gente. No tienes ningún derecho para hacer
lo que hiciste y para actuar por tu cuenta sin contar con el consejo y la
autoridad. En todas las cuestiones importantes públicas y del Estado, tu
decisión se debe basar sobre hechos ciertos y en la voz de la razón. Bajo
tu custodia y control está uno de los tesoros de Dios. Tú eres solamente un
tesorero; no tienes derecho a usar parte alguna de esa riqueza. Tu deber
es entregarlos a quienes les pertenece. Espero no tener que comprobar
por mí mismo que eres dominador, injusto y cruel. Ojalá veas la luz.
Carta 6

La siguiente es una carta para Mu’awiyah. En ella Hazrat ‘Ali (P) ha usado el
mismo argumento que aplicó contra Talha y Zubayr. En esta carta ‘Ali (P) ha
levantado de una vez, todos los cargos que una vez se dirigieron contra él, dijo
que si una elección sobre la base del derecho a expresarse todos libremente
es el criterio para decidir el Califato, esa elección por parte de todos le hizo
Califa a él y nadie podía negar esa realidad. Si en cambio, la limitación por ese
derecho (shura) fuese el criterio, representado por el grupo de los compañeros
y los emigrantes -estaban entre quienes le eligieron- y por tanto, aún estando
de acuerdo con las reglas formuladas por los oponentes de Hazrat ‘Ali (P) su
elección fue normal, legal y de buena fe, por lo que, ningún musulmán tiene
derecho a hablar o actuar contra él.
En verdad, los que dieron el juramento de obediencia a Abu Bakr, ‘Umar y
‘Uthman han jurado obediencia a mí. Quienes participaron en la elección
no tienen ningún derecho a volverse atrás de su juramento de obediencia
ahora, y quienes no estaban presentes en ese momento, no tienen ningún
derecho a oponérseme. Y en cuanto a la limitación del derecho a elegir,
se supone que ella estaba limitada a los Emigrantes y Compañeros y
también se supone que, a quien eligieran, pasaba a ser el Califa con la
aprobación y deleite de Dios.
Si alguien se opone a esta decisión, deberá ser persuadido a respetar
la actitud seguida por los demás, y si lo rechaza, combatirlo es el único
camino que queda. Y como él ha rechazado seguir el camino de los
musulmanes, Dios le dejará perderse en el salvajismo de su ignorancia
y separación.
¡Oh Mu’awiyah! Estoy seguro de que desistirás de tu autoengradecimiento
y actitud interesada si renuncias a la idea de vivir solamente para
los beneficios y placeres personales, si dejas de actuar solamente por
egoísmo y si consideras desapasionadamente la cuestión del asesinato de
‘Uthman. Comprenderás que soy el último hombre para ser tomado como
responsable por la cuestión y el menos comprometido en el episodio. Pero
si tú creaste todos esos falsos rumores y te vales de esa odiosa propaganda
para tener razones ulteriores, eso ya es una cuestión diferente. Bien. Tú
puedes hacer lo que quieras.
Carta 7
Carta enviada a Mu’awiyah debido a la recepción de cartas suyas con consejos
hipócritas y falsas acusaciones, conocer quien fue Mu’awiyah, que reclamos
hizo por el Califato y como llegó a aspirar dicha posición, resulta necesario
para conocer parte de la realidad histórica. Ibn Asir, Ibn Jaldun Tabari, Damiari
y Jatib Bagdad. La realidad de los hechos fue como sigue:
Abu Sufyan fue el archienemigo del Santo Profeta (PBd) y junto con varios
clanes de Quraish como el de Bani Ommayed, el de Bani Tayyum, del de
Bani Aas, etcétera, hicieron muy insegura la vida del mismo, obligándole a
emigrar hacia Medina.
Abu Sufyan vio que el Profeta de Dios (PBd) recibía apoyo ahí, en dicha
ciudad y, resuelto a matar al Profeta (PBd) y terminar así con esa cuestión,
provocó las batallas de Badr, Uhud y Jandaq; Dios concedió la victoria a los
musulmanes en esas confrontaciones por lo que, Abu Sufyan y los Quraish
fueron finalmente derrotados en la batalla de la Meca. Después de la caída
de Meca, encontrando Abu Sufyan que había perdido todo y que no tenía
ninguna alternativa ni contaba con ningún apoyo, abrazó al Islam para salvar
sus propiedades y posición.
Después de su conversión y hasta el fallecimiento del Santo Profeta (PBd)
fue tolerado y tratado bien como persona a fin de evitar la guerra fría y la
hostilidad abierta.
Tras la muerte del Santo Profeta (PBd) Abu Sufyan quiso ganar el favor de
Hazrat ‘Ali (P) pero este rechazó ser seducido porque conocía los deseos que
inflamaban el corazón y alma de Abu Sufran, que no eran otros que los de
destruir la prédica del Islam encubierta y abiertamente, y que deseaba tomar
revancha de las derrotas sufridas a manos de Bani Hashim -la tribu del Profeta
(PBd)- y su deseo de producir la desunión entre los musulmanes. Abu Sufyan
había intentado ocultar lo mejor posible sus intenciones, pero no era difícil
saber lo que pensaba.
Por ese entonces, Abu Sufyan se había acercado al Califato y su hijo Yazid,
el hermano menor de Mu’awiyah, fue designado Gobernador de Siria por
el primer Califa. Tras la muerte de Yazid, Mu’awiyah lo reemplazó como
Gobernador. De todas maneras, la familia de Abu Sufyan tuvo la oportunidad
de hacerse con una posición fuerte en Siria. Durante el gobierno del tercer
Califa, Mu’awiyah no acudió en su ayuda, aunque el Califa le escribió en
tres ocasiones para enviarle a su ejército a fin de reprimir a los que se habían
levantado contra él. Mu’awiyah simplemente ignoró esas órdenes y finalmente,
cuando envío a un contingente allí, fue con la orden específica de no acercarse
a la capital, permaneciendo 30 millas fuera de Medina hasta que recibieran
nuevas instrucciones. Allí permaneció el ejército hasta que asesinaron al Califa.
Después de esta acción, cuando Mu’awiyah se dio cuenta que la gente se
había reunido en torno a Hazrat ‘Ali (P) y que este último había asumido el
Gobierno del Estado musulmán, Mu’awiyah comenzó a propagar que Hazrat
Ali (P) había sido el causante de la muerte del Califa ‘Uthman. Fue Mu’awiyah
quine instigó a Talha y Zubayr en aspirar al Califato y les dio la idea de culpar
falsamente a ‘Ali (P) por la muerte del Califa. Él mismo difundió esto en la
forma más amplia posible y como parte de la guerra fría.
Alguna gente suya se arrepintió de lo anterior, otros llevaron consuelo a
Hazrat ‘Ali (P) por adoptar una vida piadosa. En distintas cartas ‘Ali (P) le
respondió para que se abstuviera de esa propaganda profana, la que sigue es
una carta de esas:
Después de rogar a Dios invocando Sus Bendiciones y las Paz sobre el
Santo Profeta (PBd) quiero acusar recibo de muchas cartas tuyas, las
que parecen ser consejos dirigidos a mí. Has intentado expresarlos muy
hábilmente con floridas frases y palabras. Has hecho esto porque eres
de naturaleza malintencionado y porque la envidia, la enemistad y la
malicia te llevan contra mí. Este tipo de cartas sólo muestran que quien las
escribió es una persona sin luz interior que lo guíe y sin benevolencia que
le muestre el camino de la verdad. Avaricia, gula, autoengrandecimiento
y codicia por el poder, te llevan a ser así y esas cualidades te apresuran
a aprovecharte de la situación. Son cartas de una persona egoísta que se
dirige al extravío y que ha perdido el sentido de la proporción. Por tanto,
no tienen ningún sentido y ningún valor.
Algunos consideran el pasaje que sigue como parte de esta misma carta:
Recuerda, la obediencia y la fidelidad jurada a mí es total, que no necesita
reconsideración por parte de quienes la hicieron, ni están ellos en libertad
-desde el punto de vista religioso- para volverse atrás; por tanto, quienes
la desprecien, se burlen o vuelvan atrás, serán hipócritas y traidores.

Carta 8
Yurair Ibn Abdullah al Bayali fue enviado a Damasco, llevaba una carta para
Mu’awiyah. Al demorarse en regresar, Hazrat ‘Ali (P) se angustió por su
seguridad y le escribió la siguiente carta:
Después de rezar a Dios y al Santo Profeta (PBd) quiero aconsejarte que
apenas recibas esta carta fuerces a Mu’awiyah a responderme la que le
escribí a él. Apúralo para que tome una decisión y me envíe una respuesta
final. Él debe decidirse entre dos cosas: la guerra o la obediencia. Si se
decide por la guerra estaré preparado para luchar contra él. Y si se decide
por la paz, entonces debes hacerle pronunciar el juramento de obediencia
a mí y tú debes regresar.

Carta 9
Carta para Mu’awiyah:
Los Quraish eran de nuestra tribu pero ellos quisieron matar al Santo
Profeta (PBd) y exterminar a nuestra familia. Conspiraron contra nosotros
y los siguieron haciendo una y otra vez para perjudicarnos. Hicieron los
mayores intentos para asustarnos y agraviarnos. Nos forzaron a entregar
nuestras casas y tierras y retirarnos a la cueva de Shuaub Abu Talib, era
un lugar duro y escabroso para vivir y fuimos obligados a llevar una vida
desagradable.
Instigaron a su tribu y a otros clanes a combatirnos. Dios Misericordioso
vino en nuestra ayuda. Nos protegió y defendió. De entre nosotros, quienes
tenían fe en el Santo Profeta (PBd) y el Islam, se pusieron en defensa
del Mensajero de Dios (PBd) y su causa. El deseo de estos era alcanzar
el favor del Señor. De los nuestros, Bani Hashim, quienes todavía no
abrazaron el Islam (como Abbas Ibn Abdul Muttaib) también vinieron en
nuestra ayuda porque nosotros somos de ellos y ellos son de nosotros.
De entre los Quraish la condición de los que abrazaron el Islam no era
tan mala como la nuestra. También hicieron alianzas defensivas con los
no creyentes o algunas tribus vinieron a defenderles, a despecho de las
diferencias religiosas.
Era costumbre del Santo Profeta (PBd) que dondequiera se producía
una batalla y sus compañeros obraban cobardemente, ya sea huyendo
del campo de batalla (como en Badr, Uhud y Hunain) cosa que ocurría
comúnmente, o empezaban a ponerse nerviosos, los combatientes del Islam
(como en Jandaq) enviaba a miembros de su familia (los Bani Hashim)
a decidir la batalla y así protegía a sus compañeros. Los Bani Hashim
normalmente luchaban sin su ayuda y algunos eran martirizados. Obeidah
Ibn Haaris fue muerto en la batalla de Badr, Hamza Ibn Abdul Muttalib
en la ciudad de Uhud y Yafar Ibn Abu Talib en la de Maota.
Además de estos tres, había otras personas (‘Ali -P-, se refiere a sí mismo)
quienes también hicieron el máximo esfuerzo por alcanzar el martirio.
Yo podría nombrarlo pero la fecha de su muerte ya ha sido fijada y salió
vivo de esas pruebas.
¡Qué tiempos! ¡Qué mundo! Cómo me asombro de tus caprichos. La
gente ha comenzado a considerar a una persona igual a mí (‘Ali se
refiere a Mu’awiyah) quien durante su vida nunca se esforzó por servir
al Islam y a Dios como yo lo he hecho todos los días de mi vida. En el
Islam no hay ninguna categoría, ningún honor, ninguna posición y ningún
mérito para él o para mí. Nadie puede pretender reclamar superioridad
o relevancia alguna sobre mí, si no es un falso reclamo. No conozco
persona alguna que haya servido al Islam y al Santo Profeta (PBd) tan
sincera y permanentemente como yo. El Señor Todopoderoso sabe que
no me equivoco al decir que he sido ese y que nadie se puede comparar
a mí en esto.
Toda la Gloria, Alabanza y Grandeza pertenecen a Él y a nadie más.
Tú me has requerido que te envíe a toda la gente responsable del asesinato
de ‘Uthman. Pensé profundamente en tu pedido y encontré que no era
facultad mía enviarlos a ti o a otra persona. Juro por mi vida que si tú
no abandonas la hipocresía, avaricia y actitudes rebeldes, ello mismo
hará que se te conozca. En vez de tú demandarlos, ellos te demandarán
a ti. En el mar o en la tierra, en el valle o en la colina, te harán conocer
su presencia y tú no hallarás facilidades o favores para oponérteles y
maldecirás el día que demandaste verlos.

Carta 10
Carta a Mu’awiyah:
¿Has considerado seriamente alguna vez qué te sucederá cuando te alejes
de tu riqueza y de tus propiedades? Las posesiones, riquezas y lujuria
con las que te has rodeado, pertenecen a este mundo: un mundo que se
ha autodecorado y te ha seducido con sus gozos y placeres. Te tentó y
fuiste fácilmente devorado por sus seducciones. Te ha arrastrado y fuiste
como un animal doméstico atado al lazo. Te dio órdenes y las obedeciste
dócilmente. Has olvidado que prontamente serás llamado a soportar
las consecuencias de tal vida, consecuencias de las que nadie te puede
proteger, liberar o absolver. Abstente de semejante vida. Prepárate para
el Día del Reconocimiento. Prepárate para la muerte, que es inevitable.
Todas las vidas, ricas o pobres, están destinadas a empezar y a finalizar.
No prestes atención a los rumores excitantes de los que quieren tentarte
y no les hagas creer que ellos y sus odiosos rumores ocupen algún lugar
en tu pensamiento. Si no sigues fielmente los dictados de la Religión y
no actúas como te he aconsejado, quiero advertirte entonces de algunas
cosas que has olvidado totalmente: Eres un desagradecido de Dios por
todo lo que te has dispensado y eres un ingrato con Él por los favores
que te ha concedido. Satanás se ha posesionado de tu alma. Su deseo de
convertirte en un obediente esclavo, está completamente realizado. Él
tiene un firme sostén en tu espíritu.
¡Oh Mu’awiyah! ¿Alguna vez se te confió el importante puesto y la noble
condición de dispensar paz y justicia a la humanidad? ¿Tienes el necesario
conocimiento para esa tarea? ¿Conoces realmente los cánones de la
justicia y la equidad establecidos por el Islam? ¡Tú y tu forma de Gobierno!
Quiera Dios protegerme e impedirme de conducirme con la humanidad
de la forma en que tú has obrado y de la tiranía, explotación y asesinatos
cometidos por ti. Ten cuidado, te estás conduciendo alocadamente por
codiciar riquezas, poder y satisfacción de bajas pasiones.
Te estás conduciendo hipócritamente con el hombre y con Dios y puede ser
condenado eternamente. Me has desafiado al combate. Acepto el desafío.
Pero tengo una propuesta para hacerte: ¿para qué tener una guerra
que lleva al derramamiento de sangre y muerte de cientos de personas
inocentes? ¿Porqué ser un azote para la humanidad? Deberíamos ser
agradecidos, musulmanes sinceros y temerosos de Dios o ignorantes y
codiciosos mercenarios desviados y engañados por ti. Deja que haya paz
y seguridad para todas las criaturas de Dios. Luchemos solamente tú y yo.
Permite que sea una lucha sin muertos. Deja que los soldados de ambos
ejércitos queden a un lado y permite que nos enfrentemos solamente los
dos. Permite ver al mundo y percatarse quien es el pecador y quien ha
olvidado a Dios y al Día del Juicio. ¿Aceptarías esta invitación mía?
¿Tienes el valor de hacerlo? ¿Eres lo bastante hombre para encarar la
muerte intrépida y valientemente o eres un simple vampiro que chupa la
sangre de otros subrepticiamente?
¡Recuerda Mu’awiyah! Aunque estoy viejo, todavía soy Abu Hasan, el
hombre que mató a tu abuelo materno, a tu tío y a tu hermano, luchando
sólo en la batalla de Badr. La misma espada todavía está en mis manos.
La misma sangre corre todavía por mis venas. El mismo corazón todavía
palpita en mi pecho, y todavía enfrento al enemigo con el mismo coraje.
¿Vendrás y me enfrentarás en el campo de batalla?
Recuerdo que yo no he introducido innovación en la Religión ni he
insinuado división alguna. En realidad creo que la Religión que tú
pretendes abrazar hipócritamente, con pretensiones y reservas mentales,
una Religión que el fondo de tu corazón realmente odias y aborreces y a
la que has renunciado rápida, feliz y placenteramente.
Simulas que pretendes vengar el asesinato del Califa ‘Uthman. ¿Sabes
quienes realmente lo mataron y quienes provocaron ese asesinato? Si lo
haces realmente, entonces busca vengarte de ellos. Veo ante mí el día en
que tú estarás cansado de esta guerra, que enfrentarás la derrota, que
encontrarás la muerte o enfrentarás la desgracia cuando yo ponga en fuga
a tu ejército, destruyendo tu famosa pero desviada forma de conducirte,
cuando ralearé tus tropas. Entonces desalentada y desesperadamente
correrás hacia el Libro de Dios aunque no tengas Fe alguna en él, y no
creas en absoluto en la verdad por él predicada, porque tú y tus seguidores
han roto la promesa hecha.
¡Qué profecía! Sucedió todo lo que ‘Ali (P) dijo. Cuando enfrentó la derrota,
Mu’awiyah, por consejo de ‘Umar Aas, ató algunos pedazos de papel en las
lanzas y levantándolas declaró que era el Corán y que quería que el Libro
Santo hiciera de árbitro entre él y ‘Ali (P).

Carta 11
Parte de las instrucciones a su Jefe de tropas cuando Hazrat ‘Ali (P) lo envío
al combate:
Cuando te aproximes a un enemigo o cuando se te acerque, ten por
principio mantener a tu ejército sobre una colina alta o la pie de una
montaña o sobre el margen de un río, para que puedas observar fácilmente
los movimientos del mismo. No comprometas a todo el ejército en el
encuentro. Deja solamente que unas pocas unidades tomen parte en el
compromiso. Si tu ejército no está sobre una colina alta, entonces aposta
a tus guardias y exploradores en todas las colinas altas y a lo largo de
las fortificaciones para que tu enemigo no pueda encontrarte dormido.
Recuerda que los Comandantes de un ejército son sus protectores y sus
guías. Los ojos de los Comandantes son sus exploradores. Busca evitar las
disensiones y no provoques complejos de inferioridad o superioridad para
tener autoridad entre tus oficiales y tropa. Dondequiera y todas las veces
que acampes, ten por principio que todos tus oficiales y tropa acampen
en el mismo lugar y estén provistos del mismo confort y comodidades.
Y siempre que marches, hazlo en formación de compañía. Si quieres
descansar durante la noche, forma un círculo de lanceros en torno a tu
ejército y no permitas que un sueño profundo te domine.

Carta 12
Cuando Hazrat ‘Ali (P) envió una expedición de 3.000 soldados bajo el mando
de Ma’qil Ibn Qais contra los sirios, emitió las siguientes instrucciones:
Siempre guarda el temor de Dios en tu pensamiento. Recuerda que tienes
que reunirte con Él un día -permite que el temor de Dios te guíe en todas
tus actividades respecto a los hombres- y tu final será hacia Él, con Él y
con nadie más. Durante el invierno viaja por la mañana y por la tarde.
Da descanso a tu ejército por la noche. No te apures durante el viaje, al
menos que sea absolutamente necesario. Viaja en etapas moderadas y no
mates de cansancio al ejército durante el viaje. No marches al comienzo
de la tarde porque Dios ha destinado que sea tiempo de descanso y no
para la marcha y el esfuerzo. Has uso de estas horas para dar descanso
al cuerpo y a la mente. Después de que hayas descansado así, empieza la
marcha con fe y confianza en Dios en las tempranas horas de la mañana.
Cuando te enfrentes al enemigo, permanece en medio de tu ejército,
nunca solo. No seas demasiado ansioso para combatir y no obres como
si estuvieras nervioso o temeroso. Conserva más órdenes en tu memoria y
actúa de acuerdo a ellas hasta que recibas mis órdenes. Por último, pero
no sin importancia, no permitas que el odio y hostilidad de tu adversario te
fuerce al combate. No comiences una batalla aunque el enemigo la desee,
sin que hayas probado todos los caminos de amistad y buena voluntad y
hayas agotado todas las posibilidades de arreglo pacífico.
Carta 13
Instrucciones a dos de sus Jefes de tropa:
He designado a Maalik Ibn Haaris como Jefe de Estado Mayor y del
ejército a vuestras órdenes. Atiendan sus órdenes y obedézcanle. Trátenlo
como si fuera vuestro escudo y armadura ya que no hay peligro de dejadez
o pereza en él, ni de nerviosismo, equivocación o error alguno, por acción
u omisión.

Carta 14
En Siffin, Hazrat ‘Ali (P) dio las siguientes instrucciones a sus soldados antes
de la batalla:
No tomes la iniciativa para empezar la batalla. Deja a ellos que la
comiencen, porque por la Gracia de Dios, está al lado de la verdad y de
la Justicia. Y Dios no le gusta que los hombres sean fraticidas.
Deja que ellos comiencen las hostilidades y así quedas en libertad de
combatir. La vehemencia del enemigo por comenzar la batalla no será más
que otra prueba de tu sincera creencia en las órdenes de Dios. Si Dios te
favorece con el éxito -y provoca la derrota en ellos- no ataques luego al os
que se han rendido. No hieras a los incapacitados y débiles. No robes a los
heridos. No excites a las mujeres con rudeza o con una conducta insultante
y molestándolas, aunque ellas usen palabras insultantes y ásperas contra
tus comandantes y oficiales, porque están física y mentalmente débiles y
se ponen fácilmente excitadas asustándose por nada.
Durante los días del Santo Profeta (PBd) tuvimos estrictas órdenes de
no tocar, molestar o insultar a las mujeres, aunque fueran no creyentes,
incluso en los días anteriores al Islam, era costumbre que si un hombre
golpeaba a una mujer, ya sea con un palo o una piedra, la venganza era
llevada sobre sus hijos y descendientes.

Carta 15
En cualquier parte que Hazrat ‘Ali (P) enfrentó al enemigo y rogó a Dios de
la siguiente manera:
¡Oh Señor! Nuestros corazones buscan Tu Protección, nuestros rostros
se vuelven hacia Ti, nuestros ojos miran hacia Ti, nuestros pies se dirigen
hacia Tu Camino y nuestros cuerpos están sinceramente entregados a la
obediencia de Tus Órdenes. ¡Oh Señor! Ocultas enemistades y disimulados
despechos están a la vista. Los corazones están excitados por la malicia y
la envidia. ¡Oh Señor! Nosotros ponemos nuestras dificultades ante Ti: la
ausencia entre nosotros del Santo Profeta (PBd) la cantidad de enemigos,
las frustraciones, y decepciones que enfrentamos. ¡Señor! Permite que
prevalezca la Verdad y que nuestra gente obtenga la Justicia, honestidad
y virtuosidad de nuestra causa.

Carta 16
Durante las batallas Hazrat ‘Ali (P) acostumbraba aconsejar a sus seguidores
con estas palabras:
No permitas que una retirada se vuelva tan abrumadora y desastrosa que se
te haga imposible marchar fácilmente a proseguir la lucha. No quedes tan
decepcionado y desanimado con una derrota o retirada para ser incapaz
de volver y reasumir las actividades. Sé intrépido, valiente y deja que tu
espada cumpla con la obligación que justifica tu existencia. Ataca a tus
enemigos denodada y valientemente y hazles sentir todo el poder de tus
brazos y manos. Mueve y condúcete con intrepidez y heroico coraje, con
osado y firme uso de tu armamento. No grites, pero ataca conduciéndote
resueltamente, con los ojos fijos en cada movimiento de nuestro enemigo,
y así se te disipará el nerviosismo y la cobardía.
¡Juro por el Señor! Quien permitió que la semilla se transformara en
planta y Quien Creó a los hombres, que esta gente que está oponiéndose,
enfrentándote y luchando contra ti, abrazaron solamente el Islam como
medida de seguridad para sus vidas y sus propiedades.
Ellos no fueron sinceros al entrar al Islam. Lo hicieron simplemente para
proporcionarse un lugar de crecimiento y multiplicada fuerza y posición
del Estado Islámico. Ellos ocultarán su paganismo hasta que encuentren
sostenedores y ayudantes, y entonces se mostrarán abiertamente.

Carta 17
Réplica a una carta de Mu’awiyah:
Tú quieres que te entregue Siria, pero recuerda que anteriormente te la he
negado y no voy a entregártela o a consentir tu robo. Tú me dices que las
guerras han aniquilado a los árabes y muy poca gente quedó con vida.
Debo decirte, en realidad, que los que murieron defendiendo la Verdad
y el Islam fueron martirizados y están en el cielo, y quienes murieron
ayudando al ateísmo o a la hipocresía, ahora están en el infierno.
La posición que sostienes en esta guerra es la misma que la mía, lo que
resulta ridículo y cómico. Lo absurdo de tu reclamo se debe a que quieres
poner en un mismo nivel tus vacilaciones e incredulidad en contra de la
Verdad del Islam con mi sincera creencia y Fe en él, y eso tú no lo puedes
hacer, Además, los sirios son tan ansiosos por las ganancias mundanales
como los iraquíes lo son por obtener el favor de Dios y el Santo Profeta
(PBd) por tanto, ellos también desean correr el riesgo de la guerra.
Reclamas también que tu clan desciende de Abd Manaf, es verdad, aunque
debes recordar -y la historia de los árabes te convencerá- que tu ancestro,
Ummalaya, no fue igual a nuestro ancestro, el célebre Hashim. Tampoco
fue Harub otro ancestro tuyo igual a nuestro Abdul Muttalib, quien fue
defensor y guardián de la Meca. Abu Sufyan no se podría reclamar igual
a Abu Talib (que defendió, protegió y sufrió mucho por el Santo Profeta
-PBd- y el Islam) Es más, ningún esclavo libre puede considerarse igual a
un Emigrante70 y uno que viene de un linaje dudoso no se puede reclamar
70 El Imán, en esta frase, se refería a un incidente muy importante de la historia del Islam. Para
entenderlo y apreciarlo, deben tomarse en consideración cuidadosamente los siguientes he-
chos. Primero de todo, la históricamente famosa animosidad de los Quraish, especialmente
los Omeyas, contra el Santo Profeta (PBd). Ellos trataron de matarlo; ellos lo forzaron a dejar
su casa y su hogar, ellos hicieron todo esfuerzo para derrotarlo a él, a sus seguidores y a su
causa en las dos batallas de Badr y Uhud, y para este propósito ellos reunieron hombres y
materiales, pero cuando ellos no pudieron triunfar, hicieron que varios clanes se aliaran con
ellos en la Batalla de Jandaq, y después de ser derrotados también en esta batalla, conven-
cieron a los judíos para que anularan los convenios concertados con el Santo Profeta (PBd)
y se rebelaran contra los musulmanes, y el resultado fue la Batalla de Jaybar.
Aparte de estas actividades altamente militantes, su campaña difamatoria contra el Mensa-
jero de Dios (PBd) fue terrible, ellos escribieron una serie de poemas en los que se decían
palabras e ideas infames contra el Profeta de Dios (PBd). Esos poemas eran cantados en
toda ciudad y aldea del país. Ellos trataron de matar individuos musulmanes si los hallaban
indefensos y desprotegidos. Ellos le negaron la entrada a La Meca al Santo Profeta (PBd)
y a los musulmanes para la Peregrinación.
Todas estas actividades hostiles, e incluso mucho menos, fueron suficientes para hacer
que los musulmanes los odiaran y se desquitaran de ellos. Al ser conquistada La Meca, los
Omeyas se dieron cuenta de la situación y acudieron a los padres de Mu’awiyah -Abu Sufyan
y Hind- los cuales fueron a ver a Abbas Ibn Abdul Muttalib, tío del Santo Profeta (PBd), y
le rogaron que usara su influencia con el Profeta (PBd) y les consiguiera su perdón. Abbas
intervino a favor de ellos, tanto que el Santo Profeta (PBd) sintió que estos líderes estaban
igual a los que descienden de padres dignos y conocidos.
No hay ninguna similitud entre quien sigue la Verdad y el Islam y quien
duda de la Verdad del Islam. Recuerda, asimismo, que la peor descendencia
es aquella que sigue los pasos de sus ancestros en el camino del ateísmo,
la hipocresía y el infierno.
Nosotros -los Bani Hashim- aún pertenecemos ala gloria del grupo
de los profetas (surgiendo de entre ellos el Santo Profeta (PBd) grupo
que llevó la equidad a la humanidad, amenazada por la posición de
amos poderosos y despóticos, levantando la posición de las personas
humildemente inclinadas.
Cuando quienes precedieron a los que abrazaron el Islam estaban
recibiendo las Bendiciones del Señor por dicha precedencia o cuando
quienes, a causa de intolerables sufrimientos fueron forzados a migrar de
la Meca, tú y tu familia se hicieron ricos y poderosos. Algunos de ustedes
abrazaron el Islam para mejorar su posición porque los combatientes
musulmanes estaban ganando ascendencia y otros se hicieron musulmanes,
porque, después de haber maltratado y agraviado a los musulmanes
en los primeros días del Islam, se dieron cuenta de que la única forma
de autoprotegerse de su venganza, era profesar su religión, aunque en
forma superficial e hipócrita. Teme a Dios y no permitas que Satanás se
posesiones de tu cuerpo y espíritu y no le des el medio de penetrar en tu
alma.

Carta 18
Cuando Abdullah Ibn Abbas cumplió funciones como gobernador de Basra,
Hazrat ‘Ali (P) le escribió esta carta. El motivo de la misma fue la conducta
de Ibn Abbas con el clan de los Bani Tamiz. Ibn Abbas los odiaba porque
tratando así de escapar de las consecuencias de sus acciones odiosas y dejaban a las masas
a merced de las espadas de los musulmanes. El Mensajero de Dios (PBd) sintió lástima
por esas masas ignorantes que fueron descarriados y después abandonados tristemente,
ya que según las costumbres y las tradiciones de la época, cada uno de los Omeyas y de
los Quraish que habían sido derrotados en la batalla eran esclavos de los musulmanes, los
cuales tenían el derecho tradicional de matarlos, venderlos o esclavizar a todo hombre, mujer
y niño. Y la mayoría de los musulmanes querían vengarse de las injusticias cometidas con
ellos durante tanto tiempo. El Imán tomó la situación en sus manos y dijo: “Hoy no habrá
venganza ni desquite, vosotros sois los esclavos a quienes he liberado”. Con esta miseri-
cordiosa orden de libertad, cada uno de los Quraish y Omeyas fue hombre libre, cuya vida
y propiedad estaban a salvo de las manos de los conquistadores, El Imán se refirió a este
incidente indirectamente diciendo que como podía un esclavo liberado considerarse igual al
hombre que había sufrido tanto por la causa del Islam.
algunos de ellos estuvieron al lado de Talha y Zubayr en la batalla de Basra y
por tanto en varias ocasiones los trató muy insultantemente. Ellos informaron
este hecho a Hazrat ‘Ali (P) cuestionándole que todo el clan no podía ser tratado
malamente debido a la insensatez de unos pocos. Esta carta muestra que tipo
de Gobierno, benevolente y benigno, quería construir y dirigir Hazrat Ali (P):
Entiendo muy bien, Ibn Abbas, que Basra es un lugar satánico, lugar de
lucha permanente y derramamiento de sangre. Pero sé bueno y tolerante
con la gente de Basra. Gánales con la bondad, simpatía y sinceridad. Aleja
los temores, suspicacias, desconfianza y animosidades de sus espíritus. Te
estoy dando a entender que has maltratado al clan de Bani Tamim y les
has insultado. Recuerda que Bani Tamim es un clan cuyo destino no se ha
establecido todavía. Entre ellos, si un gran hombre muere, otro ocupa su
lugar. Recuerda que después de abrazar al Islam y aún durante los días
anteriores al Islam, esta gente nunca fue considerada ruin, envidiosa o
codiciosa. Por el contrario, tenía una consideración muy alta. Por otra
parte, se ha declarado allegada y amiga nuestra.
Si nosotros nos conducimos amable, paciente y simpáticamente con ellos,
Dios nos premiará. Pero si los maltratamos, estaremos pecando. Quiera
Dios tener compasión contigo Ibn Abbas. Sé cuidadoso como procedes
sobre los que gobiernas. Sé bueno en todo y mide tu lengua y tu conducta,
porque estás gobernando ahí en mi nombre, tus actuaciones son mías y
soy responsable por ellas. Yo tengo una buena opinión de ti. Por favor,
intenta actuar de forma que no me vea forzado a cambiarte.

Carta 19
Esta es una carta para uno de sus gobernadores. Habla acerca de la forma de
un Gobierno Sagrado. Muestra como Hazrat ‘Ali (P) enseñó a los musulmanes
a proceder tolerantemente con otras religiones, como debe ser tratada una
minoría y que debían esperar de un gobierno musulmán los que tenían una
religión distinta.
Después de rogar a Dios y alabar al Santo Profeta (PBd) quiero que
sepas que los pobladores, granjeros y agricultores de la provincia que
gobiernas, se quejan de tu injusticia, arrogancias y crueldad. Se quejan
de que los consideras inferiores, insignificantes y que les humillas, que les
tratas de forma insultante y que también eres cruel e injusto con ellos. He
reflexionado acerca de esta queja y situación y encuentro que si a causa de
su paganismo no merecen un trato especialmente favorable, o privilegios,
tampoco merecen ser tratados de forma cruel, insultante e injusta.
Ellos son gobernados por nosotros, han hecho ciertos acuerdos con
nosotros y estamos obligados a aceptar y respetar los términos de los
mismos. Por tanto, en el futuro serás bondadoso con ellos, los tolerarás y
tendrás los debidos respetos, si bien al mismo tiempo cuidarás el prestigio
y mantendrás la posición y honor de la autoridad que posees. Por tanto,
gobierna con mano suave aunque firme. Trata a cada uno como se merece,
amable o rudamente, con respeto o desprecio.

Carta 20
Esta es una carta de Hazrat ‘Ali (P) a Ziyad Ibn Abih, quien fue elegido
Comisario de la ciudad de Basra por Abdullah Ibn Abbas, Gobernador de
las provincias de Ahwaz, Basra, Kirman y Fars. Ziyad fue desde el principio
deshonesto y corrupto, un hombre que no se detendría frente a ningún vicio o
pecado con tal de conseguir sus objetivos. Procedía de una familia tan dudosa,
que nadie conocía el nombre de su padre, su madre había sido prostituta.
Aisha lo apodaba “el hijo de su padre” y fue conocido en toda Arabia por
este nombre insultante. Fue un hombre que se hizo solo, un gran intrigador y
conspirador. Ibn Abbas lo encontró un sirviente provechoso mientras pudiera
reprimir cualquier voz que se levantase contra su gobierno y lo nombró como
Comisario, recomendándolo a Hazrat ‘Ali (P) el Califa le dio la oportunidad
y quiso ver si podía abandonar su mal camino. No fue así, y Hazrat ‘Ali (P)
lo destituyó. Más adelante Mu’awiyah lo declaró hijo de su padre (es decir
hijo natural de Abu Sufyan, nacido en pecado) Ziyad se puso contento porque
al menos podía nombrar a algún gran hombre como su padre, aunque habían
transcurrido 30 años de la muerte de ese hombre por lo que, se convirtió en
amigo leal de Mu’awiyah, su así llamado hermanastro.
Hazrat ‘Ali (P) escribió esta carta a Ziyad cuando este era comisionado de la
ciudad de Basra:
Juro por Dios que si te encuentro apropiándote indebidamente de la
riqueza de los musulmanes, te castigaré de tal modo que te dejaré
indispuesto. Además, la indigencia en que quedarás, será la carga por
tus pecados sobre tus hombros, será causa de humillación y oprobio,
perdiendo tu posición y prestigio.
Carta 21
Esta también es una carta para Ziyad Ibn Abih:
Renuncia a las extravagancias y sé ahorrativo y moderado en tus gastos.
No permitas que los placeres de hoy te hagan olvidar el mañana, el Día del
Reconocimiento y Juicio. Conserva el dinero que te resulte estrictamente
necesario para tus reales necesidades y entrega el resto a los pobres,
obrando con previsión para el otro mundo. ¿Esperas que Dios te conceda
los premios reservados para las personas solícitas, complacientes, amables
y benevolentes, mientras que tú eres realmente arrogante, vanidoso,
altanero y miserable?
No esperes recibir Sus Favores reservados para los caritativos, generosos
y de buen corazón, quienes siempre ayudan a los pobres y necesitados,
mientras que tú, envuelto en riquezas y lujuria, no destinas ninguna parte
de tu riqueza para entregarla a las personas incapacitadas o a las ancianas
viudas empujadas a la pobreza. Recuerda, un hombre recibe premios de
acuerdo a las acciones realizadas en este mundo, porque en el próximo
solamente le valdrán las obras realizadas en su vida.

Carta 22
Abdullah Ibn Abbas dejó dicho que Hazrat ‘Ali (P) le aconsejó con las
siguientes palabras que, exceptuando los consejos del Santo Profeta (PBd)
ningunas fueron tan beneficiosas como estas:
Después de rogar A Dios y alabar al Santo Profeta (PBd) permíteme
hacerte saber Ibn Abbas, que un hombre se siente feliz si logra alguna
cosa, sin comprender que por último tendrá que ir hacia Él y no tendría
que perderse. Algunas veces se siente apesadumbrado porque no consigue
algo que no estaba destinado para él y que pudo haber adquirido alguna
vez. Solamente deberían agradarte las cosas con las que obtendrás un
premio en el otro mundo y solamente deberías sentir pesar de perder
los premios del siguiente mundo. Si te alcanzas los placeres y honores
terrenales, no dejes entonces que tu felicidad se acreciente con cada
exaltación de esos placeres, y si pierdes algunos de ellos, no te aflijas por
la pérdida. Solamente debes afligirte por la pérdida de las cosas que te
servirán para el otro mundo.
Carta 23
Hazrat ‘Ali (P) dio las siguientes instrucciones a su familia poco antes de su
muerte:
Mi consejo a ustedes es que no consideren a nadie como copartícipe
del Señor Todopoderoso. Sean firmes en su creencia de que hay UNO y
solamente un Dios. No desperdicien la educación que les dio el Santo
Profeta (PBd) y no renuncien o destruyan sus tradiciones. Conserven
estos dos pilares del Islam: La Unicidad de Dios y las enseñanzas de las
tradiciones del Santo Profeta (PBd)
Si ustedes obran de acuerdo a mis consejos, no serán acusados de dañar o
de destruir la religión. Hasta ayer yo fui vuestro Emir. Hoy soy solamente
un sujeto de quien pueden aprender una lección y tomar una advertencia.
Mañana partiré de entre ustedes. Si sobrevivo a esta herida fatal, estaré
en libertad de decidir cómo tratar al hombre que intentó asesinarme. Si
muero, entonces mi vida terrenal llegó a su fin. Si perdono a mi asesino,
será para obtener el favor de Dios por haber perdonado a una persona que
ha obrado mal, y será una buena acción si ustedes también lo perdonan.
¿No desean ustedes ser perdonados por el Señor?
Juro por Dios que la muerte no me llega repentina e inesperadamente,
lo que odio o aborrezco, no es una visitante a la que rechace encontrar.
Hasta donde la muerte concierne al martirio, siempre la esperé y deseé,
y ahora la recibo como una persona sedienta que encontró agua al
encontrarse extremadamente sedienta. Soy un explorador que encuentra
en el martirio lo que estaba buscando. Para la gente piadosa lo mejor es
lo que encuentra con Dios.

Carta 24
La siguiente es una carta de Hazrat ‘Ali (P) en la que ha dejado instrucciones
relativas a como tratar su propiedad y bienes. Fue escrita después de regresar
de la batalla de Siffin.
Este es el deseo de una criatura de Dios, ‘Ali, hijo de Abu Talib. Él instruye
cómo usar su propiedad únicamente para obtener el favor de Dios así
como para que Dios pueda concederle la paz y permitirle entrar en su
cielo. Después de mí, mi hijo Hasan será el administrador, albacea y
testador de mi propiedad. Puede usarla de acuerdo a las leyes del Islam
para ayudar a los pobres y necesitados según los criterios ordenados por
Dios. Si sucede algo a Hasan y Husein está con vida, entonces él será el
albacea y testador siguiente, debiendo actuar de acuerdo al espíritu de
las instrucciones dadas al respecto.
En realidad para los hijos de Fátima, Imam Husein e Imam Hasan, la
parte de propiedad es igual a las partes de mis otros hijos71. He elegido
a los hijos de Fátima para agradecer a Dios, aparte del respeto y cariño
que tengo para con el Santo Profeta (PBd) y su hija.
Ordeno que el albacea mantenga esta propiedad como está y que invierta
los ingresos entre los pobres y necesitados como es mi deseo. Además,
ordeno que las palmeras de dátiles nuevas del poblado, no sean cortadas
hasta que todo el lugar esté completamente arbolado por ellas y tome la
forma de un huerto bien desarrollado.
Mis viudas deben ser tratadas con respeto y sus partes, fuera de esta
propiedad, deben ser incluidas en las partes de sus hijos e incluso si alguna
de ellas pierde a su hijo, igualmente disfrutará de su parte. No deberá
ser dejada en la indigencia y trabajar como esclava para costearse los
medios de vida.

Carta 25
Directrices para el tasador y cobrador del impuesto para los pobres -zakat- las
mismas muestran claramente que tipo de Gobierno quiso establecer Hazrat
‘Ali (P) Que no fuera un gobierno cuyos funcionarios engordasen con el dinero
público. Un Gobierno donde ser gobernado y/o contribuyente fuese un premio.
Donde el estado iba a funcionar por su conveniencia, un estado que trabajaría
solamente por el bienestar de la gente que vive en el mismo. Un Gobierno
en donde los fundamentos de la Religión mantuvieran un equilibrio entre los
gobernados y los gobernantes.
No renuncies al temor a Dios, quien no tiene asociados ni copartícipes.
No permitas que los musulmanes se quejen y aflijan -por sus bienes
teniéndote como Gobernador- no les hables de forma que tus proposiciones
se hagan odiosas para ellos. No les impongas más tributos de los que
realmente deben a Dios. Cuando llegues con un grupo de gente -tribu o
poblado- para evaluar un impuesto y cobrárselo, permanece solamente en
71 Siendo Imames ellos, no pueden ser despojados de sus partes, al mismo tiempo, sus partes
no pueden ser mayores dada la condición del albacea y administrador.
su aguada (manantial o reserva de agua que tiene el lugar para proveer
convenientemente a una región desértica) y no te quedes en sus casas.
Luego ve a ellos manteniendo tu dignidad y prestigio y cuando les des la
mano, deséales la paz y las bendiciones de Dios, mostrándoles el debido
respeto.
Diles que el Califa de Dios te ha enviado para recolectar las obligaciones
sagradas. Pregúntales si poseen medios suficientes para pagar dichas
obligaciones, que ojalá puedas juntarlas y entregarlas a tu Califa. Si
alguno te dice que no posee suficientes bienes para hacerlo, exceptúalo
del pago y luego no le molestes, aceptando sus disculpas. Si algún otro
te dice que sólo puede pagar un impuesto pequeño, entonces vete con él
a su casa, campo o cultivo (debido a que los impuestos religiosos eran
recogidos en moneda de curso corriente o en especie) pero no les asustes
o pongas nerviosos y no procedas con indebida dureza o tiranía. Acepta
el oro o plata que te ofrezcan. Si tienen vacas, toros, cabras o camellos,
no entres en el rebaño sin su permiso porque la mayor parte del mismo es
de ellos (es decir no entra en el impuesto religioso) Si tienes que entrar a
mirar el rebaño, entonces no entres como quien va a tomar posesión del
ganado y no lo hagas correr de aquí para allá.
Luego divide al rebaño en dos partes y deja que el propietario elija una
de las partes. No hagas objeción por la parte que elige para él. Divide
nuevamente en dos la parte que dejó y de ella, será tomado el impuesto
religioso. Nuevamente, déjale elegir el lote con el que quiera quedarse.
Nunca objetes su elección -porque siendo el recaudador quien hace la
división en lotes iguales, es lógico que la selección entre los dos lotes la
haga el propietario- prosigue así hasta llegar al lote que corresponde al
impuesto sagrado. Entonces toma posesión del mismo, pero, si a pesar
de las precauciones tenidas, el dueño piensa que la división fue hecha
de forma injusta o de mala fe, mezcla todo el lote y procede nuevamente
como ya te he explicado hasta que llegues a una situación satisfactoria
para las partes.
Recuerda que no tienes que aceptar camellos viejos y enfermos o que
tengan sus miembros dañados. Deja el lote al cuidado de una persona
honesta, en la que se pueda confiar y que pueda guardar la propiedad
de los musulmanes con buena disposición hasta que llegue a su Emir y
Califa para ser distribuido equitativamente entre los musulmanes. Quiero
decirte una vez más que no debes confiar estas mercancías y animales a
quien no sea honesto, seguro, de buena y amable disposición, para que
no pueda tratar a los animales malamente, no vaya a matarlos de hambre
o cansarlos en la travesía. Instrúyele para que no separe a la camella de
su cría, que no tome tanta leche que deje a la cría sin su parte, y que no
la trate rudamente o la sobrecargue con objetos muy pesados. Debería
montarlos alternadamente de modo que los que ya han sido montados,
pudieran tener un viaje fácil. No debería conducirlos de prisa, evitando
las rudezas.
Deberá darles siempre suficiente descanso en las aguadas. No deberán
ser conducidos a través del desierto y, mientras sea posible, deberán ser
elegidas tierras con pastos y regiones bien arboladas para su marcha.
Así, deberá ser cuidada cada cosa, de manera que alcancen su destino en
condiciones saludables y robustas, sin haber recibido trato cruel o brutal
en el trayecto, para que yo pueda distribuirlos de acuerdo con las órdenes
de Dios y el Santo Profeta (PBd) En realidad, la recolección del impuesto
sagrado, de la manera en que te lo he explicado es una acción piadosa y
es un deber religioso que tiene su premio delante del Señor.

Carta 26
Las siguientes son las instrucciones otorgadas a otro recolector de zakat:
Te pido que tengas temor a Dios en tu pensamiento, en todas las cuestiones
y ocasiones en donde no haya ningún testigo de tus actuaciones y tus obras
o para guiar tus actividades.
Te pido que no finjas temer a Dios adoptando una falsa piedad o vayas
en contra de Sus Órdenes en forma encubierta o reservada. Aquel
cuyas acciones coinciden con estas palabras y quien es honesto en sus
actividades tanto públicas como privadas, es la persona que ha cumplido
fielmente el deber impuesto por el Señor, ha entregado honestamente las
cosas confiadas a él y ha obedecido sinceramente a Dios solamente para
alcanzar Sus Favores y Bendiciones.
Te pido no te comportes con los musulmanes como un tirano, opresor o
difamador, no les maltrates, no les hagas padecer infortunios porque son
tus hermanos en la religión y te ayudarán a recoger lo debido y a encontrar
formas y medio de ayuda para los pobres.
Ciertamente hay una parte para ti en los impuestos sagrados, pero
recuerda que el pobre y desprovisto también tiene derecho a ello. En
realidad, te ha pagado su parte y ahora tú se la pagas a ellos. Por otro
lado, muchos se quejarán y protestarán contra ti -El Día del Juicio- ¡Qué
Aflicción! Para aquellos sobre quienes el pobre desprovisto y el mendigo
se quejen ante Dios, por no haber recibido su parte del impuesto religioso.
Has de saber que la persona que se adueñe indebidamente de los fondos
para los pobres, quien llene su estómago con los fondos recolectados para
los pobres, quien perjudique su religión y dañe su conciencia con dichos
actos, será castigado y deshonrado tanto en este mundo como en el otro.
La peor forma de deshonestidad es el quebrantamiento de la confianza
de los fondos públicos y el más bajo ejemplo de una mala administración
es que el Emir tolere semejante falta de honradez.

Carta 27
Cuando Hazrat ‘Ali (P) designó a Muhammad Ibn Abu Bakr como gobernador
de Egipto, le dio las siguientes instrucciones:
Trátalos con respeto, sé amable y considerado con ellos. Preséntate
sonriente -no te portes con arrogancia y altanería- Sé sincero, justo e
imparcial en tus tratos de tal forma que las personas influyentes no se
atrevan a sacar provecho indebidamente de tu indulgencia y el pobre -sin
influencia- no sea desestimado en tu justo y sincero trato.
¡Oh criatura de Dios! Recuerda que Dios Todopoderoso va a tener en
cuenta cada uno de tus pecados, grandes o pequeños -lo que no será un
acto de tiranía- y si Él te perdona será debido a Su Gran Misericordia
y Clemencia.
¡Oh criatura de Dios! Recuerda que las personas piadosas y temerosas
que se alejaron de este mundo tras haber tenido una vida respetable y
provechosa, van a ser premiadas en el otro mundo.
Cuando comparados con la gente común, tuvieron iguales oportunidades
de juntar los frutos de este mundo y los utilizaron de la mejor manera
dentro del marco de sus propias capacidades y a la vez, se alejaron de
todos los caminos perversos y dañinos de esta vida.
Ellos no comprometieron su salvación como las personas ruines o
frívolas. Llevaron un vida de mayor contenido, más respetable y más feliz
que quienes vivieron perversamente. Gozaron del fruto de su trabajo y
tuvieron una experiencia más sana, gratificante y sensata de los placeres
de esta vida, que aquel que fue rico y opulento. Se deleitaron y gozaron
de la alegría, las posibilidades y bienaventuranzas de este mundo, como
desearía gozar una persona dañina y tiránica.
Mientras vivieron lograron en este mundo todo lo que les sería útil para
el otro, , gozaron de la felicidad de renuncias en marchar por los malos
caminos. Ellos mismos se aseguraron de ser receptores de Su Gracia
y Bendiciones y que sus pedidos no fueran rechazados y los favores
destinados a ellos desde el cielo, no fueran rebajados o reducidos en la
otra vida.
¡Oh criatura de Dios! Teme lo inevitable o ineludible que a todos se
aproximará y, encuéntrate completamente preparado cuando lo halles. En
realidad, eso será la cuestión más grande e importante de tu vida. Te traerá
Gracia pura y premios, o te alcanzará el castigo, sufrimiento y condena
eterna. El perjuicio que logres de tus malas acciones también será total.
No habrá ninguna posibilidad de redención, reducción o de cambio por
algo mejor. Por tanto, tu decidirás si te diriges hacia la perpetua paz y
gracia (el cielo) o hacia la eterna condena (el infierno)
Recuerda que la vida en verdad, te conduce hacia la muerte, que la
encontrarás con gusto si te has preparado para enfrentarla y te seguirá
como una sombra si intentas huir de ella. La muerte está contigo como si
la tuvieras atada alrededor de tu cabeza y la vida se aleja de ti con cada
exhalación de tu respiración y de ningún modo regresará a ti o te volverá
temeroso -si no estás preparado- del fuego del infierno cuya profundidad
es insondable, su intensidad enorme y en donde serán introducidos
permanentemente nuevos tipos de castigo. El infierno es una morada
en donde no hay lugar para Su Misericordia y Gracia. La súplica de
los que serán arrojados allí no será respondida ni aceptada y no habrá
disminución en sus sufrimientos o pesares. Si te es posible se sinceramente
temeroso de Dios y ten una Fe sincera en Su Justicia, Misericordia y Amor
a Sus criaturas, porque la persona que toma en consideración y cultiva
su amor, reverencia y venera a Dios en la misma proporción a su temor
y sobrecogimiento, Él les hará crecer en su espíritu.
Verdaderamente, de entre la gente que espera el mayor premio de Dios
es la que cree absolutamente en Su Justicia y Equidad, siendo temerosa
a la vez que gusta de ella.
¡Oh Muhammad hijo de Abu Bakr! Recuerda que yo te he confiado
el mando del más importante sector de mi ejército, que es Egipto. No
permitas que tus caprichos y pasiones rebasen a tus mejores juicios.
Mantente en guardia y defiende tu Religión y el Estado puesto bajo tu
confianza. Te cuidado de no incurrir en el disgusto de Dios, ni siquiera
por un breve momento de tu vida, para ganar el agradecimiento de un ser
humano. Recuerda que la alegría de Dios puede sustituir la de cualquier
persona y el beneficio será mayor para ti, porque Sus deleites no pueden
ser sustituidos por ninguna otra cosa. Ofrece tus ruegos puntualmente,
no los hagas precipitadamente. No retardes las ofrendas. Recuerda que
la piedad y la nobleza de todas tus acciones están sujetas a sinceridad y
formalidad de tus ruegos.
Recuerda que un verdadero Imam -líder religioso- no puede ser igual
a uno que dirige a la humanidad hacia la perversidad y los vicios y,
eventualmente, hacia el infierno, ni puede haber igualdad entre un amigo
del Santo Profeta (PBd) y sus enemigos jurados. Recuerda que el Santo
Profeta (PBd) ha dicho que hasta donde preocupa a sus seguidores, él no
era temeroso del abuso de un verdadero musulmán o de un pagano, porque
Dios protegerá a todos los verdaderos musulmanes debido a la sinceridad
de su fe y Él sacaría a la luz el mal acto de un pagano, eliminándolo.
Aunque nuestro Santo Profeta (PBd) se sintió inquieto por las actividades
de los hipócritas entre los musulmanes -superficialmente eruditos y
sensatos- que proclamaban ruidosamente las grandezas y virtudes de
las buenas acciones, mientras que secretamente satisfacían sus vicios y
pecados.

Carta 28
Esta carta es la célebre respuesta de Hazrat ‘Ali (P) a una carta de Mu’awiyah.
Arroja luz sobre algunos aspectos de la historia del Islam desde su origen hasta
el tiempo del califato de Hazrat ‘Ali (P):
Después de rezar a Dios y alabar al Santo Profeta (PBd) te hago saber
que recibí tu carta en donde me dices que el Señor Todopoderoso eligió a
Muhammad (PBd) como el Mensajero de Sus Revelaciones y ayudó a los
Compañeros del Profeta que sinceramente se esforzaron por asistirlo. ¿No
es una ironía del destino que las circunstancias te hayan favorecido de
tal forma que te atreves a recordarnos los favores que Dios nos concedió
y la Gracia por Él conferida a Su Mensajero Elegido (PBd) que es uno
de los nuestros?
Tú no tienes nada que ver con él y no tienes parte alguna en nuestras
Bendiciones y favores concedidas por Dios. Eres como un hombre que
intenta enseñar a disparar flechas al maestro del que aprendió dicho arte;
te muestras y crees como la mejor persona entre los musulmanes. Y has
comenzado a discutir un asunto como por ejemplo: la superioridad de
los emigrantes por sobre los Compañeros y que, aunque sea demostrado
correctamente, no te servirá de nada, tampoco acrecentarás tu estatus, y
si es rechazado, ello no te perjudicará porque no fuiste ni un emigrante o
un Compañero del Santo Profeta (PBd) ¿Qué tendrías que ver tú con el
prestigio y el estatus de ambos?
Es decir: ¿En qué te incumbe a ti si uno es considerado superior al otro?
¿Porqué estás interesado en este asunto? Tú eres un esclavo liberado y
rescatado. Y los esclavos, aunque liberados y rescatados, incluidos sus
hijos, no pueden aspirar al estatus de Emigrantes y Compañeros, no
tienen derecho a presentar una distinción profana entre los Emigrantes y
Compañeros. ¿Comprendes tus limitaciones?
Tú no perteneces ni a un grupo ni al otro. Eres un esclavo liberado hijo
de padres liberados y quieres hacer una división profana entre los dos
grupos. El falso estatus del que has intentado apoderarte no va a realzar
tu prestigio -ni ante Dios ni ante los ojos de los hombres- ¿Puedes dejar
de querer seguir permaneciendo en el lugar donde tu vieja enemistad
hacia el Islam y al Santo Profeta (PBd) te has mantenido?
¿Hasta que punto la situación más baja o la derrota de una clase, o
persona de esa clase -a la que tú perteneces- va a perjudicarte? Y ¿hasta
que punto el éxito o situación más elevada de otros van a hacerte bueno?
Te has apartado del camino correcto y estás perdido en la profundidad
de la ignorancia re la real enseñanza del Islam.
¡Oye! Quiero hacerte ver una pequeña muestra de las bendiciones de Dios
sobre nosotros. Una parte de los emigrantes recibieron el martirio cuando
murieron por la causa de Dios y del Islam. Todos ellos fueron favorecidos
por Dios con un rango y un estatus. Además de ellos, quienes fueron de mi
familia y de mi misma tribu -Bani Hashim- se les dispensó con excelentes
distinciones concedidas por Dios. Hamza el tío del Santo Profeta (PBd)
y mío también, recibió el título del “más grande de los mártires” Fue el
propio Profeta (PBd) quien le llamó de esa manera tras su muerte y en
los actos funerarios ofreció setenta ‘takbir’ (Allahu Akbar, Dios es el más
Grande) como una muestra de distinción hacia él, lo que casi no realizó
con algún otro musulmán.
Algunos Emigrantes perdieron sus manos en el campo de batalla, pero,
cuando uno de los nuestros72 perdió las dos y murió allí, Dios lo favoreció
con el vuelo de los Ángeles, informándonos el Santo Profeta (PBd) que
este mártir había recibido el título de “El que vuela a través de los cielos”
Si Dios no hubiera reprobado en el hombre el hábito de autoelogiarse
y alabarse, entonces, te hubiese dado algunos ejemplos que hablen del
acrecentamiento de mi prestigio y de mi categoría delante de Dios,
ejemplos que son aceptados y pueden ser testificados por musulmanes
creyentes y quienes los oigan, no tendrán ningún motivo para dudar. No
seas como el hombre extraviado por el demonio, acepta el camino evidente
cuando te encuentras frente a el.
¡Oye, Oh Mu’awiyah! Nosotros los de la Casa del Santo Profeta (PBd)
somos ejemplo superior de la creación de Dios. Por dicha consideración
no estamos obligados con ninguna tribu o persona, sino que Dios
Todopoderoso nos concedió estos favores. El ser humano ha recibido y
seguirá recibiendo la perfección a través de nosotros.
Esta perpetua supremacía y natural superioridad no nos impide
vincularnos a los seres humanos y a su grupo social -habiéndonos
vinculado familiarmente con tu clan- así como a otros clanes y aunque tú
no pertenezcas a nuestra categoría. ¿Cómo puedes ser igual a nosotros
cuando el Santo Profeta (PBd) salió de nosotros y Abu Yahl, el mayor
enemigo del Islam, salió de entre los tuyos?
Asadullah73 es nuestro y Asadulhalaf74, que ha jurado luchar contra el
Islam y el Profeta (PBd) fue de los tuyos.
Los dos guías de la juventud en el Paraíso, el Imam Hasan y el Imam
Husein (P) son de los nuestros y, los jóvenes del infierno son tuyos. El
Santo Profeta dejó dicho que los de la familia de Athba Ibn Abi Moith
72 Se refiere a Yafar hermano de ‘Ali y por ende también primo de Profeta (PBd)
73 “León de Dios” título de Hazrat ‘Ali (P)
74 Ciertas tribus de Arabia hicieron una alianza profana con los Quraish para luchar en contra del
Santo Profeta (PBd) ellos fueron: los Bani Abdul Dar, los Bani Muqzum, los Bani Sihum y los
Bani Uddii, quienes libraron su última batalla en contra del Santo Profeta (PBd) en Jandaq,
su líder fu Abu Sufyan padre de Mu’awiyah quien fue llamado como Asadulhalaf -león de la
entente-.
(abuelo materno de Mu’awiyah) son estigmas del infierno. En cambio, la
mejor mujer del mundo -Fátima Az-Zahra, la hija del Profeta (PBd)- es
de nosotros y, la “Calumniadora mujer agresora”75 fue tu tía.
Existen tantas otras cosas similares -como las pocas mencionadas- que
nos enaltecen a nosotros y otras tantas que hablan mal de tu tribu, lo que
evidencia muy claramente nuestra superioridad sobre ustedes. Nosotros
somos fieles seguidores de las Órdenes de Dios y tú con tu tribu, siempre
se opusieron al Islam, aceptándolo simplemente para salvarse de la
humillación y la desgracia. Nuestra sinceridad con el Islam y nuestro
servicio a su causa son dos cosas muy evidentes en la historia. A la vez,
la historia no puede ocultar tu hostilidad hacia el Islam y el Santo profeta
(PBd) El valor que quieres desconocernos y el honor de que nos quieres
privar, es el mismo que en el Santo Corán se nos reserva cuidadosamente,
en él se reveló:
«Algunos allegados son superiores y tienen relevancia sobre otros
de acuerdo a este libro»
Y, en otra parte del Corán, Dios dice a la humanidad:
«La gente más querida para Abraham (P) es la que le sigue a él y
al Santo Profeta (PBd) y Dios es Amigo de los musulmanes fieles»
Por tanto, nosotros nos afirmamos en relevancia; la relación del Santo
Profeta (PBd) y la fiel aceptación de su doctrina. Tú sabes que el día de
Saqifah los Emigrantes dijeron a los Compañeros que ellos eran superiores
porque de una u otra manera estaban relacionados con el Santo Profeta
(PBd) y por tanto ellos merecían el Califato.
Y con ayuda de este argumento, lo consiguieron. Si el éxito puede ser
logrado con dicha ayuda y si la misma tiene un átomo de verdad, entonces
nosotros y no tú merecemos el Califato. Y si no fuera así, los Compañeros
mantendrían su reclamo sobre el Califato. Tú quieres impresionar al
mundo con la idea de que yo envidio a los Califas que me antecedieron
y que estoy celoso de ellos. Aún si te admitiera esto, ¿Qué derecho y
autoridad tienes para pedirme una explicación? Tú no tienes ninguna
dignidad dentro de la Religión para hablar de semejantes cosas.
También quieres insultarme o provocarme diciendo que cuando rechacé
75 “Calumniadora mujer agresora”, nombre revelado en el Corán a la tía de Mu’awiyah porque
en la Meca acostumbraba arrojar basura y cenizas sobre el Santo Profeta (PBd) y hablaba
siempre mal de él y cada hora de su vida estuvo intentado perjudicarlo.
aceptar el Califato del primer Califa, era llevado como un camello atado
al cuello y se me hacía todo tipo de humillaciones. Juro que por mi vida
que diciendo cosas como éstas tú quieres deshonrarme, pero en realidad
me estás haciendo el servicio más grande y te estás deshonrando a ti
mismo así como a la causa que quieres sostener. Debes saber que, no hay
ninguna deshonra para un musulmán que está sometido por la tiranía y
la opresión mientras esté firme en su fe, en su creencia en Dios y en la
Religión.
Y esto es exactamente lo que yo decía cuando la crueldad y tiranía caían
sobre mí para privarme de la razón que Dios y el Santo Profeta (PBd)
me han dado. Y esto es exactamente lo que tú no quieres reconocer y
aceptar. Tus insultos en mi contra se hacen numerosos, lo que prueba que
en realidad no hubo ninguna elección. Fue un golpe de estado conseguido
por la fuerza bruta lo que decidió el destino del Califato, no haciéndolo ni
hereditario ni elegible sino ocupado. No tuve ningún deseo de entrar en
estos detalles pero tú sacaste el tema y estuve obligado a aclarar algunos
puntos acerca de esto.
Luego, te has referido al asesinato de ‘Uthman y te declaraste allegado
suyo. Reclamas venganza y sangre -y quieres que me haga cargo de ello
como si fuera el responsable del asesinato- Quiero decirte algo acerca
de las insinuaciones y falsas propagandas hechas por ti al respecto. Mi
respuesta es que, en primer lugar, tú instas encontrar lejos de ti a quien
fue el peor enemigo de ‘Uthman. ¿Puede ser el peor enemigo de quien le
ofreció sus servicios y su ayuda, cosa que ‘Uthman rechazó, diciéndole
claramente que se quedara en casa mientras no fuera requerida su ayuda
y sus servicios no fueran necesarios?76.
¿O es el peor enemigo e ‘Uthman aquel a quien ‘Uthman le pidió que fuera
en su ayuda y que, intencional y premeditadamente se la negó, permitiendo
que tuvieran lugar los sucesos destinados a ocurrir?77.
76 Esto es lo que realmente sucedió entre Hazrat ‘Ali (P) y el tercer Califa, ‘Ali (P) le ofreció
ayuda y opinión, a lo que el Califa respondió que se fuera y se quedara en Yambu, un poblado
cerca de Medina para que abandonara ésta última y no se entrometiera en las cuestiones
del Estado. Todo esto fue dicho con motivo del dictamen de Merwan.
77 Los hechos históricos nos señalan que cuando los Egipcios, Basaritas, Kufianes y los Hijazis
se levantaron contra el Califa ‘Uthman e invadieron Medina, el Califa escribió a Mu’awiyah
que para entonces era Gobernador de Siria, para que enviara al ejército sirio en su ayuda.
Mu’awiyah en principio denegó la ayuda. Cuando envió a un contingente fue con la expresa
orden de quedarse a unas 50 millas de Medina y permanecer allí hasta nuevas órdenes.
Estas nunca llegaron a las fuerzas auxiliares quedándose el Califa sin el apoyo hasta que
murió. Recién entonces, llegaron las órdenes para que el ejército regresara a Damasco.
No, esas dos personas no pueden ser consideradas de la misma categoría.
Juro por Dios Omnisapiente, El que conoce muy bien todas las cosas,
como dice en el Santo Corán: “Él conoce a la gente que pone obstáculos
en el camino de aquellos que quisieron ir a combatir y también a aquellos
que no se quedaron en el combate”
No deseo disculpar a quienes rechazaron esto para introducir innovaciones
en la religión. Si mis objeciones a la introducción de innovaciones y mis
consejos para que renuncien a ellas, fueron consideradas por él como
un pecado cometido por mí, no le doy importancia a su opinión porque
los bien intencionados son a menudo reprobados y sus buenos consejos
interpretados equivocadamente, aunque ellos cumplan con su deber con
el hombre y con la Religión.
En el libro Santo, Dios repite el dicho del Santo Profeta (PBd) el cual
representa apropiadamente mi opinión:
«No tengo ningún otro deseo sino el de efectuar las correcciones y
reformas que me permitan lograr lo mejor de mis capacidades. Dios
me ha aconsejado y me ha dado posibilidad de ofrecer mi consejo.
Tengo fe en Él y confío en Su Ayuda»
Luego has intentado combatirme diciendo que nada de lo tuyo es para mí
y para mis compañeros, salvo tu espada. Bien Mu’awiyah, hiciste reír a
esa gente con tus palabras, quienes se sintieron muy tristes y deprimidos
por el tipo de depravación mental que exhibes. ¿Cuándo encontraste a los
hijos de Abdul Muttalib procediendo cobardemente al enfrentarse a sus
enemigos o volviéndose miedosos para llevar sus espadas? Pues ahora
oye: Tú deseas enfrentar, en el futuro próximo, el ataque de un enemigo
valiente. Este rápidamente te invitará al combate que estás deseando.
Lo que anhelas no está tan lejos como te imaginas. Voy hacia a ti con un
ejército de Emigrantes, Compañeros y de aquellos que tienen fe en mí
sinceramente. Es una congregación poderosa. Sus movimientos levantarán
nubes de polvo -indicando la fortaleza de su ejército- Están preparados
para morir o matar. Creen que lo mejor que les podría suceder es recibir
los favores y las bendiciones del Señor por sus buenas obras. Los hijos
de estos combatientes que derrotaron a tu tribu en la batalla de Badr,
están con ellos. Las espadas de Bani Hashim están con ellos. Y tú ya te
has percatado del filo de estas espadas cuando tu hermano, el marido de
tu tía materna y tu abuelo murieron78, estas espadas se están acercando
78 Esta gente fue muerta por Hazrat ‘Ali (P) en la batalla de Badr y Uhud.
ahora a quienes han tiranizado al mundo musulmán.

Carta 29
Carta para los habitantes de Basra:
Nuestras acciones llevaron a que sea del conocimiento público su
deslealtad al Islam, su enemistad hacia mi persona y la profunda
malicia con que me quieren hacer padecer; cosas que quisieron ocultar
evidentemente conocen. Yo los he perdonado por sus pecados y no quiero
castigar a aquellos que una vez me enfrentaron en el campo de batalla
para luego salir corriendo.
He aceptado las excusas de los que volvieron arrepentidos. Si nuevamente
vuelven a incurrir en los mismos actos cometidos, si vuelven a ocasionar la
división y, si una vez más, los consejos imprudentes y malignos de la gente
perversa les conducen a la animosidad en contra del Islam, recuerden
que entonces, les castigaré. Marcharé contra ustedes a la cabeza de mi
ejército y si me fuerzan a ello, recuerden que este ataque será tal, que la
batalla de Yamal -en comparación- parecerá un juego de niños.
Les conozco a todos ustedes y aprecio la sinceridad de los que me son
fieles y la grandeza de quienes me dieron sus consejos con sinceridad y
con buenos deseos. Estoy deseando perdonar y olvidar a los que me han
agraviado y recompensar a los que han demostrado su amor y fidelidad.

Carta 30
Una carta para Mu’awiyah:
Teme a Dios en relación con las responsabilidades que tienes y el poder y
autoridad que ostentas. Reflexiona profundamente sobre los deberes que
Dios ha puesto sobre ti. Cada uno de ellos son Su Derecho, el que debe ser
respetuosamente acatado. Trata de entender y de aprender aquellas cosas
de las que no tienes ningún derecho para alegar ignorancia. Recuerda que
hay modos claros, medios limpios, caminos luminosos, proceder racional,
maneras sensatas y métodos piadosos de fidelidad para llevar Sus Órdenes
y obedecer Sus Mandatos, habiendo innumerables ganancias e ilimitadas
ventajas para dicha forma de vivir. La gente prudente adopta esas formas
y medios, sigue esos métodos y forma de proceder y va por esos senderos;
si bien los necios rechazan en aceptar Su Consejo.
Cualquiera que se desvíe de Dios en realidad se desvía de la verdadera
vida y de lo que dicta la sabiduría, por tanto, se extravía en el salvajismo y
la ignorancia. Dios Todopoderoso retirará Sus Bendiciones de tal persona
y hará que Su Cólera se descargue sobre la misma. Por consideración a ti
mismo teme al autoengrandecimiento, la autoglorificación y el egoísmo.
Dios Misericordioso te ha mostrado la forma correcta de dirigir una vida
virtuosa y honesta y, te ha hecho notar claramente el punto en donde la
vida y la actividad finalizan.
Guárdate de tus malos deseos, al imponerse en todas las cosas que te
coloquen en el laberinto de la maldad y el crimen. Ellos se conducen
forzosamente a los brazos del vicio y del pecado. Ellos facilitarán tu
eterna condena y han sentenciado como imposible, que sigas el camino
de la virtud y logres la salvación.

Carta 31
Después de volver de Siffin, Hazrat ‘Ali (P) dio ciertos consejos a uno de sus
hijos. Algunos comentaristas históricos lo consideran para el Imam Hasan (P)
mientras otros son de la opinión que fueron para Muhammad Hanafia. Fueron
escritos en la forma de deseos, tratan de casi todos los temas, los que a lo largo
de su desarrollo hacen al hombre tener éxito en su vida, haciéndolo valiente,
caballero, humano, generoso, virtuoso y temeroso de Dios.
Estos consejos son de un padre -que tiene en cuenta la naturaleza de la
vida humana, que se está poniendo viejo, que ha soportado pacientemente
reveses y calamidades, que odia las ansias excesivas y las ha superado,
ya que en poco tiempo más pasará al otro mundo-, para un hijo que es
joven, que tiene el deseo de impulsar el mundo moderando el pensamiento
y mejorando los caminos de la vida, deseo bastante difícil de lograrlo
(todos los Profetas y Mensajeros de Dios han intentado este fin, pero el
virtuosismo todavía no es aceptado por la humanidad) un hijo que como
todos tiene la vida limitada y está obligado por la naturaleza a seguir
los pasos de todos los mortales, está sujeto a los padecimientos, rodeado
de desgracias y calamidades, debe enfrentar a la opresión y la tiranía,
enfrentándolas a menudo y soportando sus sufrimientos algunas veces. Y
es el heredero de una persona que está agotada, quien finalmente pondrá
fin a su vida como un mártir por la molestia de sus enemigos.
Después de rogar a Dios y honrar a su Profeta (PBd) permíteme hacerte
saber que el declinar de la salud, el paso del tiempo y la proximidad de
la muerte, me han hecho comprender que debería prestar más atención a
mi futuro (El otro mundo) y a mi gente. Aconsejarles más e invertir más
tiempo en prepararles intelectualmente para enfrentar este mundo.
Siento que mis propios hijos y los próximos a mí, tienen tanto derecho
como otros a utilizar mi experiencia y conocimiento en todos los aspectos,
en todas las realidades y en todos los senderos de esta y la otra vida. Por
tanto, decidí invertir más tiempo contigo para que te prepares más para
el futuro. No fue ni el egoísmo, ni el amor propio, ni el placer mental de
hacerlo, sino el sincero deseo de hacerte ver el mundo como yo lo descubrí,
ver las realidades de la vida como yo las vi y hacer las cosas correctas
en el tiempo y en el lugar adecuado como deberían ser hechas, lo que me
movió a escribirte estos consejos. No encontrarás en ellos otra cosa más
que la verdad y la realidad.
Mi querido hijo, tú eres parte de mi cuerpo y de mi alma y siempre que
te miro siento como si me estuviera mirando a mí mismo. Si te ocurriera
alguna desgracia, la sentiría como si recayera sobre mí. Tu muerte me
haría sentir como si fuera mi propia muerte. Tus cosas las siento como
mías. Por todo ello he puesto estos consejos por escrito. Deseo que les
des importancia, les prestes atención y los conserves bien. Yo puedo o no
permanecer mucho tiempo contigo (Para guiarte personalmente) pero
quiero que estos consejos permanezcan contigo. Mi primer y principal
consejo para ti hijo mío, es que temas a Dios.
Sé su sirviente obediente; en tu memoria siempre fresca mantenlo. Protege
cuidadosamente los lazos que te conectan y mantienen vinculados a Él.
¿Puede alguna otra ligazón reemplazarla o ser más fuerte, más durable
y más sólida que ésta que ordena el más grande respeto y consideración?
Acepta el buen consejo y refresca tu mente con Él. Adopta la piedad y
mata tus excesivos deseos con Su ayuda.
Construye tu personalidad con la ayuda de la fe sincera en la religión y
en Dios.
Vence a tus propios deseos, obstinaciones y naturaleza rebelde con la
consideración de la muerte. Observa lo circunstancial de la vida y todo
lo que a ella hace preciada.
Fuérzate por comprender la realidad de las desgracias y adversidades,
los cambios del tiempo y circunstancias. Imponte el estudio de la historia.
Trata de ver las ciudades arruinadas. Los palacios en mal estado y los
signos de la decadencia y ruina de esa gente, todo lo que hicieron cuando
vivían y tenían fuerza, qué lograron, cómo empezaron, dónde, cuándo
y cómo fueron inducidos a un fin, dónde están ahora, qué han ganado
realmente fuera de la vida y cuál fue su contribución al bienestar de la
humanidad.
Si sopesas cuidadosamente estas cuestiones encontrarás que toda esa gente
se ha separado de la compañía de los otros y de todo lo que ha querido
y amado, estando ahora en una morada solitaria, solos y desamparados
y tú también serás como ellos.
Dale importancia a la preparación para tu futura morada: No pierdas
las eternas bendiciones por amor a los placeres de la vida mortal. No
especules y abras juicio sobre temas acerca de los cuales no estás en
condiciones de formarte una opinión y no estás llamado a hacerlo.
Renuncia a los caminos en que existe la posibilidad de extraviarte. Cuando
peligres extraviarte en el salvajismo de la ignorancia o pierdas la visión
de las metas que quieres alcanzar para conseguir los fines propuestos,
es mejor entonces que renuncies a las cuestiones que fomentan el
enfrentamiento incierto, peligroso y a los riesgos imprevistos.
Aconseja a la gente que sea buena para vivir virtuosamente, porque estás
capacitado para dar tales consejos. Deja que tus obras y palabras enseñen
al mundo como abstenerse de la maldad y la bajeza. Busca mantenerte lo
más alejado de quienes se entregan al vicio y al pecado.
Lucha donde quiera que sea necesario defendiendo la causa de Dios.
Cuando creas defender la causa de Dios, no temas que la gente se ría,
censure tu acción o te calumnie.
Cuidadosa e intrépidamente ayuda a la verdad y a la justicia. Soporta
pacientemente los sufrimientos y enfrenta valientemente los obstáculos que
se ponen en el camino cuando tú sigues la verdad e intentas defenderla.
Adhiérete a la causa de la verdad y de la justicia donde quiera que la
encuentres. Intenta ser el más versado en jurisprudencia y teología
islámica y adquiere un conocimiento concienzudo de los cánones de la
religión.
Desarrolla el hábito de la paciencia frente a las adversidades, sufrimientos
y calamidades. Esta virtud de la paciencia es uno de los valores más altos
de los principios éticos y nobleza de la personalidad, siendo el mejor
hábito que uno puede desarrollar.
Confía en Dios y deja que tu espíritu busque Su protección en cada
infortunio y sufrimiento porque así tendrás confianza y confiarás tus
asuntos al Más Grande Depositario y al Más Poderoso Guardián.
No busques la protección de alguna otra persona sino de Dios.
Reserva tus rezos, requerimientos, pedidos, súplicas y ruegos a Él y sólo
a Él, porque otorgar, dar, conferir y dispensar, como así también negar,
privar, rechazar y excluir está en Él y solamente en Su Poder.
Pide y busca tanto como puedas Sus Favores y Su Guía. Intenta comprender
mi consejo, sopesarlo profundamente. No lo tomes con ligereza ni te
desvíes de él, porque el mejor conocimiento es el que beneficia al que lo
oye. El conocimiento que no beneficia a nadie es inútil, sin valor, y no
tiene sentido aprenderlo o recordarlo.
Mi querido hijo, cuando comprendí que me estaba poniendo viejo y que
la debilidad y endebles estaba invadiéndome gradualmente, me apresuré
a aconsejarte la mejor forma de conducirse para una vida provechosa,
virtuosa y noble. Rechacé la idea de que la muerte pudiera sorprenderme
antes que te dijera todo lo que te quiero decir, o que la incapacidad mental
o deterioro físico me impidiera transmitirte todos estos conocimientos,
o que exaltados deseos, tentaciones o incentivos pudieran comenzar a
influenciarte, o cambios adversos de tiempos y circunstancias pudieran
arrastrarte dentro de su lodo y que, por tanto, yo te dejara como un
indómito e inexperto potro, porque una joven e inexperta mente es como un
suelo virgen que permite a las cosas sembradas en él, crecer lozanamente.
Por tanto, he hecho uso anticipadamente de la ocasión para educarte y
prepararte antes de que tu mente pierda su frescura, antes de que se vuelva
insensible o deformada, antes de que empieces a enfrentar la vida sin
preparación y antes de que te veas obligado a tomar decisiones y juicios
sin obtener beneficio de las tradiciones acumuladas, los conocimientos
recogidos y las experiencias de otros.
Estos consejos y asesoramiento que te doy te librarán de la molestia de
adquirir conocimientos, reunir experiencias y solicitar los consejos de
otros.
Ahora puedes usar muy fácilmente los conocimientos que el hombre ha
adquirido con gran cuidado, preocupación y paciencia. Cosas que estaban
ocultas y que solamente la experiencia y el sufrimiento pudieron sacar a
la luz, están ahora a tu disposición muy fácil y convenientemente a través
de estos consejos.
Mí querido hijo: aunque mi edad no es tanta como la de otra gente que
ya ha muerto, yo le di una gran importancia al estudio de sus vidas.
Constantemente estudié sus actividades y reflexioné sobre todas sus
obras y discursos. Estudié sus recuerdos. Reflexioné sobre sus vidas tan
profundamente que sentí como si hubiera trabajado y vivido con ellos
desde el principio de la historia de nuestro tiempo.
Sé quienes fueron buenos con ellos y quienes les perjudicaron. Separando
lo bueno de lo malo me concentré atentamente en estas páginas y será
para tu beneficio el conocimiento que reuní así.
Mediante estos consejos he intentado conseguir que te convenza la
importancia de una vida honesta, del pensamiento noble y los peligros
de una vida pecadora y viciosa, tomando en consideración el proteger
y resguardar cada aspecto de tu vida, como es el deber de un padre
bondadoso, considerado y cariñoso.
Desde el principio he tratado de ayudarte a desarrollar una personalidad
noble y de prepararte para la vida en que tendrás que conducirte,
capacitándote para que al desarrollarte seas un joven noble de carácter,
con un pensamiento abierto y honesto, con un claro y preciso conocimiento
de las cosas que te rodean.
Originalmente mi deseo fue enseñarte concienzudamente el Libro Santo79
hacerte comprender sus partes complicadas, impartirte el conocimiento
completo de Sus Órdenes y Prohibiciones y no dejarte a merced de la
enseñanza de otra gente.
Pero después de tener éxito en esta tarea, me sentí preocupado de que
pudiera haberte dejado sin educar y preparar en temas que por sí mismos
están sujetos a tanta confusión y a tantas contradicciones -temas cuya
confusión ha sido la peor condena debido a los deseos egoístas, a las ideas
deformadas, a los criterios malintencionados y a las formas pecaminosas
del pensamiento.
79 El Corán, también conocido como Al-Furkán o sea ‘el discernimiento’
Por tanto, he anotado completamente en estas líneas los principios básicos
de la nobleza, la piedad, la verdad y la justicia. Pueden parecerte altaneros
y rudos pero mi deseo es que te armes con este conocimiento y no dejarte
desarmado para enfrentar el mundo donde se encuentran todos los peligros
de perdición y condenación.
Mientras seas un joven noble, virtuoso y piadoso, estoy seguro de que
recibirás la ayuda y socorro divino.
Estoy seguro de que Dios te ayudará a lograr tus objetivos en la vida.
Quiero que te comprometas a seguir mis consejos atentamente. Recuerda
hijo mío que el mejor de mis consejos es el que dice que has de temer
a Dios, concentrándote y limitándote al cumplimiento de esos deberes
que han sido puestos por Él sobre ti, siguiendo el paso de tus ancestros
y sus piadosas y virtuosas relaciones. Verdaderamente, ellos siempre
examinaron cuidadosamente sus pensamientos y obras, como debes
intentarlo hacer tu también, y pensaron cuidadosamente sobre un tema
antes de opinar o hacer cualquier cosa respecto al mismo. También tú
deberías hacer lo mismo.
Este tipo de reflexión les hizo tomar de la vida lo que realmente era lo
mejor, dejando lo que no les incumbía o lo que no era lo mejor.
Si tu mente rechaza aceptar mis consejos e insistes como ellos en realizar
tu propia existencia, entonces estás en condiciones de llegar a tus propias
conclusiones, pero solamente después de estudiar cuidadosamente el tema
y después de adquirir el conocimiento necesario para tal decisión.
No debes permitir que las dudas e incertidumbres envenenen tu espíritu
y que el escepticismo, gustos o disgustos, sean los que determinan tus
consideraciones.
Pero recuerda, antes de que comiences a reflexionar y pensar sobre un
problema, busca la guía de Dios y suplícale que te dé una orientación en
la dirección correcta.
Evita las confusiones en tus ideas y no dejes que la incredulidad (respecto
a la verdad de las enseñanzas de la religión) se meta en tu espíritu, porque
una te empujará hacia el agnosticismo y la otra hacia el error y el pecado.
Cuando estés así preparado para resolver los problemas y estés seguro de
que posees un pensamiento claro, un deseo firme y sincero para llegar a la
verdad, decir las cosas correctamente y hacer la acción correcta, examina
entonces cuidadosamente los consejos que te estoy dejando.
Si tu pensamiento no está claro, libre de dudas y escepticismo como tú
deseas, entonces estarás extraviado en el salvajismo de la incertidumbre
y el error, como un camello que sufre ceguera por la noche y, bajo estas
circunstancias, lo mejor para ti es renunciar a lo que te propones, porque
con tales limitaciones nadie puede jamás llegar a la verdad.
Mi querido hijo, atiende, muy atentamente, recuerda estos dichos míos,
que el Señor que es el dueño de la muerte, también es el dueño de la vida.
El Creador es el Aniquilador. Y Quien aniquila tiene el poder para volver
a darle existencia a todas las cosas.
Quien envía los infortunios hacia a ti es Quien te podrá resguardar de
ellos. Recuerda que este mundo se mueve bajo leyes ordenadas por Él y
consisten en la reunión y suma de acciones y reacciones, causas y efectos,
calamidades y lo contrario a ellas, sufrimientos y placeres, penurias y
castigos.
Pero esto no es todo lo que el cuadro describe. Hay en él cosas que están
más allá de nuestra comprensión, cosas que nosotros no hacemos y no
podemos comprender y otras que no pueden ser previstas o predichas;
por ejemplo, los premios y castigos del Día del Juicio Final. Bajo estas
circunstancias, si no entiendes algunas cosas, no rehúses aceptarlas.
Recuerda que tu falta de entendimiento se debe a la insuficiencia de tus
conocimientos.
Recuerda que cuando viniste a este mundo tu primera aparición fue
como un ser ignorante, sin educación ni estudio. Luego, adquiriste
conocimientos gradualmente, pero hay varias cosas que están más allá
de tu conocimiento que te dejarán perplejo y acerca de las cuales no
entenderás el “porqué” ni el “cómo”.
Gradualmente, adquiriste conocimiento acerca de estos temas y en el
futuro tu conocimiento y visión pueden expandirse más.
Por tanto, lo mejor que puedes hacer es buscar la guía de Aquel que te
ha creado, Quien te mantiene y te nutre. Quien te ha dado un espíritu
equilibrado y un cuerpo capacitado.
Tus plegarias deberían ser reservadas solamente a Él. Deberías ser
temeroso de Él y de nadie más. Que sea conocido por ti, hijo mío, que
nadie en la humanidad te ha dado detallada información sobre Dios como
sobre nuestro Profeta (PBd)
Te aconsejo que tengas fe en sus enseñanzas, que lo hagas tú líder y que
aceptes su guía para tu salvación. La formulación de los consejos la he
hecho lo mejor que pude, como un sincero y cariñoso consejero, y te
aseguro que por mucho que busques una forma mejor, para tu beneficio,
no encontrarás ninguno superior a la aconsejada por el Profeta (PBd)
Recuerda hijo mío que si hubiera habido algún otro Dios además de
Él, tendría que haber enviado Profetas y mensajeros y deberían haber
indicado a la humanidad el dominio y la gloria de este otro dios y también
tú deberías haberlos visto. Pero nunca sucedió tal cosa. Él es el Único Dios
a Quien nosotros debemos reconocer y adorar. Él se explica por Sí Mismo.
Nadie está asociado a Él en Su Dominio, Poder y Gloria. Él es Eterno,
siempre ha estado y siempre estará. Aun antes de que el Universo fuera,
Él existía, ya que no hay ningún principio en Su Existencia. Su Gloria y
Su Existencia es tan Suprema, preeminente, trascendente, incomparable y
excelente, que está más allá de la comprensión de la mente y el intelecto.
Nadie puede sobreentenderlo ni visualizarlo.
Cuando hayas aceptado estas verdades y realidades, entonces tu conducta,
hasta donde Sus Órdenes y Prohibiciones te conciernan, debería ser la
de una persona que se percata de que su estatus, poder y posición no es
nada cuando se compara al de su Señor, debería ser el de una persona
que quiere ganar Sus Favores a través de la plegaria y la obediencia, que
teme Su Cólera así como Sus Castigos y que está absolutamente necesitada
de Su Ayuda y Protección.
Recuerda hijo mío que Dios no te ha ordenado hacer otra cosa sino aquello
que es bueno, que propaga y distribuye bondad y El no te ha prohibido
otra cosa sino lo que es malo y produce malos efectos.
Mi querido hijo, a través de este mensaje te he explicado todas las
cosas sobre este mundo, cómo es de rápido y variado para cambiar sus
actitudes, es decir, qué efímeras y fugaces son todas las cosas que él
posee u ofrece y cuán rápido cambia sus caprichos y favores. También
te he explicado acerca de la vida futura en donde se viven los placeres y
gracias proporcionados allí y la eterna paz, bienestar y felicidad dispuestas
en el cielo.
La verdad es que las gentes que han estudiado atentamente las condiciones
de la vida y el mundo, pasan su vida como si supieran que son viajeros que
tienen que dejar un lugar que es golpeado por lo insalubre y desagradable
y tienen que ir hacia tierras que son fértiles, saludables y agradables,
donde hay abundante provisión de todos los bienestares y dichas.
Han reemprendido ansiosamente el viaje, felices en la esperanza de la
futura gracia y paz. Deseosamente han aceptado los sufrimientos, apuros
y riesgos del camino, la separación de amigos, la escasez de alimentos
y bienestar durante la peregrinación, de manera que pudieran alcanzar
al final del viaje un lugar dichoso. No rechazan soportar privaciones y
no escatiman gastos en el camino (el reparto de limosnas y ayuda a los
pobres y necesitados, pues la caridad es la mejor forma de proveerse
para el otro mundo).
Cada paso que adelanten hacia su meta, por más cansados y exhaustos que
estén, es un suceso feliz en sus vidas. Por el contrario, la situación de la
gente que está solamente absorta en este mundo y tristemente sumergida
en la vida efímera, de rápido marchitamiento y malos placeres, es igual a
la de viajeros que permanecen en una región fértil y dichosa y tienen que
emprender el viaje sabiendo muy bien que finalizará en tierras inhóspitas,
áridas, nada fértiles. ¿Puede resultarle algo más detestable y aborrecible
que emprender este viaje?
¡Cuánto deberá dolerles dejar el lugar donde están y llegar a ese otro tan
aterrador y espantoso y que tanto aborrecen!
Mi querido hijo, hasta donde concierne a tu conducta para con los otros
seres humanos, pon tus propias obras como escala para ayudarte a juzgar
su bondad o maldad.
Haz con los otros lo que deseas que hagan contigo. Lo que tú quieras para
ti, dalo a los demás y cualquier cosa que te disgustaría que te sucediese,
evita que les suceda a otros.
No oprimas ni tiranices a nadie, porque seguramente no te gustaría que
te oprimiesen y tiranizasen a ti. Sé amable y simpático con los demás,
como seguramente deseas que los demás sean contigo. Cualesquiera que
sean las costumbres que encuentres aborrecibles en los otros, abstente
de desarrollarlas en tu personalidad. Si estás satisfecho o te sientes
feliz de recibir un cierto tipo de proceder de otros, tú puedes conducirte
exactamente de la misma manera.
No hables de los demás de la forma que no te gusta que hablen de ti. No
hables de un tema que no conoces o conoces poco y si quieres hablar
respecto de algo o alguien sin ninguna premeditación, evita el escándalo,
la calumnia y la difamación, por el mismo motivo que a ti no te gustaría
ser difamado o calumniado.
Recuerda hijo, que la vanidad y la presunción son formas de la necedad
y falta de juicio. Esas peculiaridades te acarrearán serios perjuicios y
serán una fuente de constantes peligros para ti.
Por tanto, condúcete en forma equilibrada y empéñate en ganar la vida
honestamente. Pero no actúes como tesorero de alguien (no seas avaro,
y aunque ganes, júntalo y déjalo para otros) y cuando recibas la guía del
Señor para alcanzar lo que deseas, no te vuelvas orgulloso de tus logros
sino sé modesto y sumiso a Él, comprendiendo que tus éxitos se debieron
a Su Misericordia y Favor.
Recuerda, hijo mío, que ante ti se presenta un largo, cansado, laborioso y
oneroso viaje. Cuyo camino transcurre mayormente a través de regiones
tristes, lúgubres y áridas, donde estarás afligidamente necesitado de
auxilio y de la ayuda revigorizante, vivificante y restauradora de la fuerza,
no pudiendo prescindir de tales provisiones mientras camines hasta el
final de tu viaje, el Día del Juicio Final.
Ten cuidado de no sobrecargarte excesivamente (No te hagas cargo de
tantas obligaciones y deberes que no puedas cumplir honorablemente o
de una vida tan lujuriosa que sea maligna y viciosa) porque si esta carga
es más de lo que tú puedes soportar convenientemente, tu viaje será aún
más sufrido y trabajoso.
Si encuentras, alrededor tuyo gente pobre, necesitada y menesterosa
que está deseando llevar la carga por ti, hasta el Día del Juicio Final,
considéralo una bendición, comprométela y pásale tu carga a ella.
(Distribuye tus riquezas entre los pobres, menesterosos y necesitados.
Ayuda a los demás con lo mejor de tus capacidades y sé amable y
cordial con los seres humanos). De este modo te alivias de la pesada
responsabilidad y obligación de someterte a las consideraciones del Día
del Juicio Final, de cómo has hecho uso de Sus Favores, y así podrás
arribar al final de tu viaje alegre, descansado y con bastantes provisiones
para estar allí. (El premio por haber cumplido tus deberes con el hombre
y con Dios en este Mundo).
Lleva tanto peso como puedas (ayuda a tanta gente como puedas) de modo
que no la eches de menos cuando más la necesites. (Cuando tus pecados
por acción u omisión sean balanceados con tus buenas obras, deberás
tener bastantes buenas obras para que el resultado se incline a tu favor).
Recuerda que todo lo que distribuyas en caridad y buenas obras es como
préstamo que te será devuelto. Por tanto, cuando seas rico y poderoso,
haz uso de ambas cosas de tal manera que puedas recibir todo ello de
vuelta el día que estés pobre y sin ayuda.
Sabe, hijo mío, que tu tránsito consiste en pasar a través de un horroroso
valle y el viaje es extremadamente cansado y arduo. En ese lugar, una
persona con poca carga pasa más rápidamente a través de él, que otra
sobrecargada y forzada por el agobio. Sin embargo, tendrás que pasar
a través de este valle. La única salida es el cielo o el infierno. Por tanto,
es prudente que envíes tus cosas allí con antelación, predisponiendo el
lugar en que permanecerás, porque después de la muerte no hay ninguna
posibilidad de arrepentimiento o de volverse atrás, a este mundo, y anular
los errores que cometiste.
Comprende esta verdad, hijo mío, Dios, Quien posee por sí mismo los
tesoros del cielo y de la tierra te ha permitido pedir y rogar por ellos y
ha prometido conceder tus ruegos. Él te ha dicho que reces por Su Favor
para que pueda ser concedido y pidas por Sus Bendiciones para que
puedan ser dispensadas. Él no ha designado guardias que impidan que
tus ruegos lleguen a Él, ni hay necesidad de que algún otro interceda por
tu cuenta frente a Él.
Si te vuelves atrás en tus promesas, si rompes tus votos solemnes o
comienzas a hacer cosas de las que te habías arrepentido, Él no te castigará
inmediatamente ni rehusará Sus Favores y Mercedes precipitadamente.
Si te arrepientes una vez más Él no te reprochará ni abandonará, aunque
te merezcas ambas cosas, sino que Él aceptará tu arrepentimiento y te
perdonará. Él nunca regatea Su Clemencia ni rehúsa Su Misericordia.
Por el contrario, Él ha decretado el arrepentimiento como una virtud y
una obra piadosa.
El Dios Misericordioso ha ordenado que cada mala acción sea contada
como una y cada acción buena y piadosa sea premiada diez veces. Él ha
dejado la puerta del arrepentimiento abierta.
Cuando fuera que lo llames, Él te escuchará. Acepta tus ruegos cuando
quiera que le reces.
Implora a Él para que te conceda los deseos de tu corazón. Dile todas
las calamidades que te han sobrevenido, los infortunios que enfrentas y
suplica por Su Ayuda para superarlos. Invoca Su Ayuda y Apoyo en las
dificultades y aflicciones. Implórale te conceda larga vida y buena salud.
Rézale por la prosperidad y requiérele de Sus Favores y Dones que nadie
sino Él puede conceder y adjudicar. Piénsalo bien. Por el simple hecho
de concederte el privilegio de rezar por Sus Favores y Mercedes, Él te ha
entregado las llaves de Sus Tesoros y Dichas.
Algunas veces encontrarás que tus requerimientos no son concedidos
inmediatamente. Por consiguiente, significa que no necesitas que sean
abastecidos, porque la concesión de los ruegos depende del verdadero
propósito e intención de quien los implora.
Algunas veces los ruegos son denegados porque el Dios Misericordioso
quiere que recibas más premios, soportando pacientemente calamidades
y sufrimientos, creyendo, no obstante en Su Ayuda. Así te puede otorgar
mayores favores de los que pediste.
Algunas veces tus ruegos son rechazados y esto también resulta para
tu interés, porque comúnmente, inconscientemente, pides cosas que son
realmente dañinas para ti. Si esos pedidos fueran concedidos, te harían
más mal que bien, y pudiendo ser muchos de tus requerimientos como
esos, resultarían para tu eterna condenación. Así, el rechazo a acceder a
tus solicitudes resulta como una bendición que no llegas a percibir.
Aunque comúnmente si tus pedidos no son realmente dañinos para ti en
este mundo o en la otra vida, se rechazan, pero luego se te concederán
en cantidad mucho mayor de lo que pediste y produciendo tal beneficio
con su entrega como nunca pudiste imaginártelo.
Por tanto, deberás ser muy cuidadoso al pedir Sus Favores, solamente
implora por las cosas que son realmente beneficiosas para ti, que tales
beneficios sean duraderos y que a la larga no resulten perjudiciales.
Recuerda, mi querido hijo, que la riqueza y el poder son cosas que no
permanecerán contigo siempre y que pueden acarrearte perjuicio en la
otra vida.
Sabe hijo mío, que a ti se te creó para el otro mundo y no para este.
Tu estadía en este mundo es temporal. Vives en un lugar sujeto a la
decadencia y a la destrucción. Es un lugar donde tendrás que estar
ocupado preparándote para el otro mundo.
La muerte está siguiéndote. No puedes alejarte de ella. Como sea que
intentes evitarla, te llegará tarde o temprano. Por tanto, cuídate de que
no te tome desprevenido, sin posibilidad de arrepentirte de los vicios,
males y pecados cometidos. Si la muerte te toma desprevenido, entonces
estarás eternamente condenado.
Por ello hijo mío, conserva siempre tres cosas en el pensamiento: la
muerte, tus obras y acciones y la otra vida. Así estarás siempre preparado
para enfrentar la muerte.
Mi querido hijo, no te entusiasmes y no te dejes tentar por las tonterías
de la gente mundanal que lleva una vida viciosa y de placeres, y no te
dejes impresionar por el esfuerzo que hacen por el gozo y placer de este
mundo. Dios te ha explicado muy misericordiosamente todas esas cosas.
No solamente el Dios Misericordioso, sino que tú visión de este mundo
te ha permitido verlas. Te ha desvelado que eres mortal. Abiertamente ha
declarado la fragilidad, limitaciones y vicios de esta gente.
Recuerda que estas personas mundanales son perros que ladran y bestias
feroces. Entre ellos se ladran constantemente. Sus señores poderosos
matan y masacran al pobre y al débil, explotando y tiranizando. Hasta
tal punto están ganados por sus inmoderados deseos y codicia que,
encontrarás a algunos de ellos como animales domésticos, atados de pies
y manos (han perdido la libertad de pensamiento y no pueden liberarse
de la esclavitud de sus deseos y hábitos mundanales) mientras que hay
otros a los que la riqueza y el poder los ha vuelto locos. Se portan como
animales indómitos, extraviados, aplastando y matando a sus semejantes
y destruyendo las cosas que les rodean.
La historia de este mundo es simplemente el resultado de tales incidentes,
unos grandes y otros pequeños. La diferencia es de poderío, pero la
intensidad (del mal) es la misma. Esta gente está perdida, no saben qué
hacen ni a dónde van. Examina sus actividades y estudia su forma de
pensar. Las encontrarás confusas e irracionales. Aparecen como ganado
errando en un desierto donde no hay agua para beber, alimento para
comer, ningún rebaño de ovejas que los abastezca y ningún guardián que
los cuide. Lo que en realidad les ha ocurrido es que los vicios de este
mundo se posesionaron de ellos, los arrastran donde quieren y los tratan
como si fueran ciegos, porque realmente están cegados para ver la luz
de la verdadera religión.
Son vagabundo sin verdaderos objetivos y proyectos sensatos en el
asombroso espectáculo que el mundo ha puesto en escena para ellos.
Están completamente emborrachados con el vino y los placeres
amontonados alrededor de ellos. Consideran a este mundo como si fuese
su dios y su nutridor. El mundo está jugando con ellos y ellos juegan con
el mundo, olvidando y renegando de todo.
Pero la noche de los goces y placeres no permanecerá eternamente. El
amanecer de la realidad surgirá más tarde o más temprano. La caravana
de la vida llegará con toda seguridad puntualmente a su destino. Quién
día y noche ha actuado como un caballo piadoso, llevándoles siempre
hacia el final de su viaje, deben recordar que aunque puedan sentirse
como detenidos en un lugar, en realidad están en movimiento. Están en
camino hacia su destino. Todos los días dan un paso más en su viaje
hacia la muerte.
Debes saber hijo mío, que no puedes pedir que se te concedan todos tus
deseos. No puedes esperar escaparte de la muerte y estás pasando por la
vida como otros lo han hecho ya. Por tanto, controla tus expectativas, tus
ansias y deseos. Sé moderado en tus pedidos. Gana tus medios de vida a
través de formas escrupulosas y honestas. Conténtate con lo que tomas
de manera honorable y honesta. Ve lentamente y no permitas que tus
deseos te vuelvan loco, porque hay muchos deseos que te llevarán hacia
el desengaño y la perdición.
Recuerda que todos los pobres o todos lo que suplican por algo no siempre
lo consiguen y los que se respetan a sí mismos no mendigan y suplican por
todas las cosas no quedarán siempre desafortunados o desilusionados.
Por tanto, no rebajes el respeto por ti mismo. No seas mediocre y sumiso
y no te auto-subyugues a través de acuerdos ruines y malignos aunque te
hagan creer que lograrás los deseos de tu corazón, porque nada en este
mundo puede compensar la pérdida de consideración hacia uno mismo,
la nobleza de espíritu y el honor.
Ten cuidado hijo mío, te advierto que no te conviertas en esclavo de otro.
Dios te ha creado como un hombre libre. No vendas tu libertad por nada.
No hay ninguna ganancia efectiva o valor real que te beneficie u obtenga,
por vender el honor y el respeto a ti mismo, o entregándote a la deshonra,
el insulto y la indignidad, no habiendo ningún poder o riqueza efectiva
en lo que adquieras por los medios equívocos.
Ten cuidado hijo mío, que la avaricia y la codicia no pueden más que
conducirte hacia la destrucción y la perdición. Si consigues no tener otro
benefactor más que Dios, entonces esfuérzate para lograr dicha nobleza
de carácter, porque Él te concederá tu parte, de una manera u otra.
Recuerda que lo poco que Dios te va a dar será más provechoso, útil y
honorable para ti, que lo que es concedido por los hombres en cantidades
copiosas y abundantes. Y ¿qué puede darte el hombre sino parte de lo
que Dios le dio a él?
Las pérdidas que sufras a causa de tu silencio, pueden ser compensadas
fácilmente, pero las pérdidas que se presentan por el palabrerío excesivo
y confuso, son difíciles de compensar. No dudes que la mejor forma de
mantenerte limpio de palabrería es cerrando la boca.
Protege lo que ya posees, pero lo propio (lo que te pertenece) es mejor
que pedir y solicitar lo que otros poseen. La amargura del desengaño,
privación y pobreza es en realidad más dulce que la deshonra y humillación
del ser humano.
El pago por una dura pero honorable y respetable tarea, oficio profesión
aunque en pequeña cantidad, es mejor que la riqueza que puedas acumular
a través del pecado y la maldad.
Nadie puede guardar tus secretos mejor que tú. A menudo el hombre
hace los esfuerzos más grandes por conseguir las cosas que son las más
perjudiciales para él y a menudo uno mismo se hace el mayor daño.
Recuerda siempre lo siguiente:
- Quien habla demasiado comete las mayores equivocaciones.
- Quien piensa y reflexiona regularmente, desarrolla su perspicacia.
- Manteniéndote en compañía de la gente buena, desarrollarás la
bondad en tu carácter y, evitando reunirte con malas personas, te
abstendrás de la maldad.
- La peor forma de vivir es hacerlo con medios adquiridos de mala
manera.
- Oprimir a una persona débil y necesitada, es la peor forma de
tiranía y maldad.
- Si tu indulgencia y tu bondad van a producir pésimos resultados,
entonces ser estricto o severo es la mejor bondad.
- A menudo la meditación resulta perjudicial y algunas veces resulta
útil para conservarse saludable.
- A menudo sacas provecho de los consejos y advertencias de la gente
no capacitada para ello, y a menudo te encuentras con consejeros
que no son sinceros.
- No te confíes en las esperanzas vanidosas porque ellas son el capital
de los tontos y los estúpidos.
- Sabiduría es el nombre de la actitud que recuerda las experiencias
y hace uso de ellas.
- La mejor experiencia es la que nos da más consejos y mejores
advertencias.
- Saca ventaja de las oportunidades antes de que te vuelvan la
espalda.
- Todos los intentos no pueden tener éxito.
- De todos los que salen de este mundo ninguno volverá.
- La peor forma de necedad es desperdiciar las oportunidades de
esta vida, como así también, perder la salvación.
- Resumidamente, tú tendrás lo que te ha sido destinado.
- Hay un elemento de riesgo y especulación en cada negociación,
como así también un riesgo en cada pérdida.
- Regularmente las pequeñas retribuciones dan tanto beneficio como
las grandes ganancias.
- Un ayudante que te insulta y un amigo que no se ha formado una
buena opinión de ti, no serán de ninguna ayuda o beneficio.
- Trata con consideración y amabilidad a aquellos sobre los que
tienes poder y autoridad.
- No corras riesgos -al ponerte tu mismo- por medio de esperanzas
extravagantes, irracionales e irreales.
- Ten cuidado y no te pierdas por la adulación.
- Haz el bien a tu hermano cuando él esté empeñado en hacerte daño.
- Cuando él ignore o se niegue a reconocer el parentesco contigo,
trátalo como amigo. Ve en su ayuda y busca mantener las relaciones.
Si él es tacaño y se niega a ayudarte económicamente, sé generoso
con él. Si te perjudica, acepta sus excusas. Compórtate con él como
si fuera el amo y tú el esclavo, como si él fuera el benefactor y tú el
beneficiario. Pero está atento a no obrar así con personas ruines y
que no lo merecen, Si es injusto contigo sé amable y considerado
con él.
- No hagas amistad con el enemigo de tu amigo, pues de esta manera
tu amigo se volverá tu enemigo.
- Aconseja a tus amigos sinceramente y de la mejor forma que puedas,
aunque pueda no gustarles.
- Conserva un control completo sobre tu temperamento y enojo,
porque yo nunca encontré nada más beneficioso a la larga y que
produzca mejores resultados, que tal control.
- Sé suave, agradecido e indulgente con el que es rudo, grosero o
severo contigo. Gradualmente él cambiará su forma de conducta.
- Sé considerado y otórgales favores a tus enemigos, porque de
esta manera ganarás una u otra de los dos tipos de victoria. (Una
elevándote sobre tu enemigo, la otra, reduciendo la intensidad de
la enemistad)
- Si tú quieres interrumpir las relaciones con tu amigo, no las
deshagas total y completamente. Deja que tu corazón mantenga
alguna consideración por si vuelve a ti.
- No desengañes a las personas que tienen una buena opinión de ti
y no hagas que cambien de opinión.
- Bajo el parecer de que tú, como amigo, puedes hacer lo que quieras,
no violes los derechos de tu amigo, porque cuando le prives de ellos,
no será más tu amigo.
- No maltrates a los miembros de tu hogar (mujer, hijos y
dependientes) y no actúes con ellos como si fueras el hombre más
cruel y encolerizado.
- El logro más grande de tu personalidad es que la enemistad de
tu hermano contra ti no sea capaz de superar la consideración
y amistad que tú sientes hacia él, y que su maltrato no pueda
desequilibrar tu trato amable con él.
- No te sientas demasiado angustiado y deprimido por la opresión y la
crueldad por quien quiera que te tiranice y oprima, se está haciendo
un daño a sí mismo y te está preparando para que encuentres el
camino beneficioso.
- Nunca maltrates a una persona que ha hecho el bien.
- Conoce bien hijo, hay dos tipos de vida, una la que estás transitando
y otra la que quieres (la que ha sido destinada a ti) Ella llegará
aunque no la busques.
- Sé sumiso, modesto y solícito cuando alguien esté necesitado,
desvalido y pobre. Y sé orgulloso, abrumador, duro con el que en
el poder y la opulencia trate mal a la persona humana.
- Nada en este mundo es realmente provechoso y beneficioso para
ti, sino lo que tiene alguna utilidad para el otro mundo.
- Si no te quieres lamentar por ninguna de las cosas que has perdido
en este mundo, preocúpate y siente tristeza por las cosas de valor
trascendental.
- El pasado y casi todo lo que poseíste en él, no están contigo ahora.
De este modo, puedes llegar a la conclusión racional que el presente
y todo lo que tienes ahora, también te abandonará.
- No seas como las personas que no atienden los consejos. Ellas
necesitan del castigo para corregirse. Un hombre sensato y
razonable adquiere educación y cultura a través de los consejos y
la persona bruta siempre acepta la corrección a través del castigo.
- Supera las tristezas, penas y desgracias con la paciencia y la fe del
Señor Misericordioso y el trabajo esforzado.
- Quien renuncia al recto camino, a la forma del pensamiento y
trabajo racional y honesto, se perjudica a sí mismo.
- Un amigo es como un familiar y un verdadero amigo es quien habla
bien detrás de ti.
- Los deseos inmoderados tienen estrecha relación con las desgracias
y calamidades.
- A veces las relaciones más cercanas se comportan más fríamente
que los extraños y a menudo los extraños te ayudan más que tus
más cercanos allegados.
- Pobre es quien no tiene ningún amigo.
- Quienquiera que reniegue de la verdad, encuentra que el sendero
de la vida se ha estrechado transformándose en inquietante.
- Quien mantiene su posición y prestigio a través de la honestidad,
acumulará en ello un capital permanente.
- La más poderosa relación es la que se da entre el ser humano y
Dios.
- Si hay algún peligro de muerte o condena en la obtención de un
objetivo, entonces la seguridad yace en tu fracaso para conseguirlo.
- Debilidades no son cosas de las que se hablan.
- Las oportunidades no se repiten periódicamente por sí mismas.
- Algunas veces personas entendidas y sabias fracasaron en conseguir
el objetivo señalado, consiguiéndolo en cambio gente sencilla y sin
instrucción.
- Debes posponer las malas obras tanto como te sea posible, porque
las puedes hacer cuando desees.
- Romper las relaciones con la gente ignorante, es como relacionarte
y estar en compañía de gente sabia e instruida.
- Quienquiera que se confíe a este mundo, es inducido al error y
quienquiera que le dé importancia y exalte sus posiciones, se
deshonra y humilla por sí mismo.
- Todas las flechas de tus deseos no darán en el blanco.
- Con un cambio de estatus y posición tu condición también cambiará.
- Antes de averiguar las condiciones del camino, conoce el verdadero
carácter de la gente que te acompañará en el viaje.
- En vez de averiguar las condiciones de la casa en que vas a
quedarte, antes que nada, averigua que clase de gente son tus
vecinos.
- No introduzcas temas ridículos en tus conversaciones, aun cuando
repitas dichos de otros.
- A las mujeres, no las fuerces a casamientos que aborrecen o
que consideran indignos, porque de este modo se les hace un
daño, convirtiendo a la mujer honorable y virtuosa en un ser
desvergonzado y sin honor.
- Divide y distribuye el trabajo entre tus servidores de modo que
puedas hacerlos responsables a cada uno por el trabajo confiado.
Esta es la mejor y más fácil forma de ejecutar el trabajo cuando cada uno
busca pasar su responsabilidad a otro.
Trata a los miembros de tu familia con amor y respeto, porque ellos
son como las alas con las que vuelas y como manos que te sostienen y
luchan por ti. Son personas a las que recurres cuando estás en apuros y
las necesitas.
Mi querido hijo, después de haberte dado estos consejos, te confío a Dios.
Él te ayudará, guiará y protegerá en este mundo y en el otro. Ruego y
suplico a Él, te tome bajo Su Protección en los dos mundos.

Carta 32
Una carta para Mu’awiyah:
Has extraviado a una generación completa de hombres a tu alrededor.
No teniendo ninguna fe en la Verdad del Islam, has dirigido a otros al
extravío. Los has arrojado a la profundidad de la ignorancia. Los has
incitado hacia el abismo de las tinieblas. Habían salido a buscar la Verdad,
pero ahora no pueden alcanzarla por tu culpa. Han perdido el verdadero
camino de la Religión. Se están transformando en escépticos y la mayoría
están retornando a la infidelidad de los días preislámicos.
La suya es una situación desgraciada. Unos pocos hombres sensatos entre
ellos han visto su camino y, quienes se han dado cuenta de la magnitud
de sus vicios y de tu ingenio para desviarlos del camino del Islam, te han
abandonado y se han vuelto hacia Dios. Ellos son afortunados y pueden
ser bendecidos.
¡Oh Mu’awiyah! Teme a Dios y no dejes que el demonio te lleve al
Infierno. Despréndete de su yugo que llevas al cuello. Recuerda que esta
vida después de todo llega a un fin e inmediatamente después tendrás que
enfrentar el siguiente mundo.

Carta 33
La siguiente carta fue escrita a Qasim Ibn Abbas quien fue el Gobernador en
la provincia del Hiyaz durante el Califato de Hazrat ‘Ali (P):
He recibido informes confidenciales del estado occidental, diciéndome
que cierta gente ha sido enviada desde Siria con la pretensión de la Meca
para el Más Grande Peregrino80. Esta gente no ve la verdad ni escucha
las Órdenes de Dios y los dichos del Santo Profeta (PBd) Están buscando
alcanzar el sendero de la Religión de forma equivocada y para adquirir
riquezas y placeres mundanales bajo el disfraz de actividades sagradas.
Y no sólo eso, sino que pretenden también, de distintas formas, persuadir
a personas creyentes y piadosas para que cambien su salvación por los
placeres y posesiones de esta vida. Ellos están sirviendo a sus malos
gobiernos y pecando contra Dios y el hombre. Recuerda qué premio
celestial tienen los que ganan con las obras buenas y sinceras, y qué
castigo es la suerte de los que merecen por sus malas acciones. Por tanto,
cumple con tus deberes como un funcionario inteligente, experimentado,
sensato y fiel, como un funcionario que obedece a su gobernante cuida
de sus intereses y se mantiene bien informado de los asuntos del Estado.
No actúes de manera que en el futuro puedas afligirte por tus acciones
y resulte necesario tu sacrificio, justificación y disculpas. No te vuelvas
arrogante cuando el momento te es favorable y no muestres debilidad
cuando tus obligaciones te requieren fuerte y resuelto.

Carta 34
Muhammad Ibn Abu Bakr, fue el discípulo preferido de Hazrat ‘Ali (P) a
quién trató y educó como a sus propios hijos, designándolo Gobernador de
Egipto. Más adelante le hizo volver de Egipto y envío a Maalik Ibn Harisul
como nuevo Gobernador. Muhammad Ibn Abu Bakr se sintió triste porque
había sudo sustituido y, al conocer esto, Hazrat ‘Ali (P) le escribió esta carta:
Creo entender que te sientas triste y agraviado porque te llamé y envié
80 La tarea asignada a ellos, era la de hacer falsa propaganda y fomentar la deslealtad hacia
Hazrat ‘Ali (P)
a Maalik en tu lugar como Gobernador de Egipto. No hice este cambio
porque hayas sido débil e ineficiente y haya querido transformarte en más
enérgico y fuerte, sino para que cambies de aires, te enviaré a un lugar en
donde el trabajo fuese más sencillo y en donde te encontrarás más a gusto.
Indudablemente, el hombre que envié como Gobernador de Egipto, fue fiel
a nosotros y muy severo con nuestros enemigos. Quiera Dios bendecirlo.
Él finalizó los días de vida que tenía asignados y dejó este mundo. Murió
con tal dignidad que nosotros estamos contentos con él. Quiera Dios
concederle Su Alegría y Más Altos Premios.
Sal de tu casa preparado para enfrentar al enemigo, armado con una
inteligencia superior y la mejor coraza. Prepárate para luchar contra
los que te combaten. Aconseja a la gente a que obedezca las Órdenes
de Dios y pídele Su Ayuda tanto como puedas, de manera que Él pueda
otorgarte éxito en tus importantes cuestiones y pueda ayudarte a resolver
tus dificultades.

Carta 35
Cuando Muhammad Ibn Abu Bakr, fue asesinado en Egipto por los agentes
de Mu’awiyah y por culpa de sus propios compañeros y funcionarios, Hazrat
‘Ali (P) sintió un dolor muy grande y escribió esta carta a Abdullah Ibn Abbas:
Ibn Abbas Muhammad, pueda su alma descansar en paz y con las
bendiciones de Dios. Murió como un mártir y Egipto cayó en manos de
sus enemigos. Suplico la recompensa de Dios por la tristeza que siento y
la congoja que sufro por causa del martirio de este joven que fue un hijo
para mí. Me quiso y me fue fiel. I en lo concerniente a la defensa del Estado
Islámico y fue como una espada afilada y una fortaleza inexpugnable.
Bastante antes de este deplorable suceso, había dirigido órdenes a las
capitales de varias provincias y al pueblo de Kufa para que le enviaran o
llevaran ayuda, cuando la pidió. Yo había reiterado estas órdenes. Algunos
fueron en su ayuda, aunque desanimados, otros, se pusieron en marcha
para justificarse, mientras que otros enviaron informes falsos informes
de serios compromisos y no cooperaron con él.
Me siento asqueado y ruego al Señor me releve de la compañía de
semejante gente, infiel y despreciable. Juro por Dios que nunca había
deseado que él muriera como mártir sin que yo estuviese preparado para
morir, esperándole noche y día y no saldría con ellos a luchar contra los
enemigos de Dios y del Islam.

Carta 36
Esta carta la escribió Hazrat ‘Ali (P) a su hermano Aquil Ibn Abu Talib. Fue
cuando Zahak Ibn Qais Fahri fue enviado a la Meca por Mu’awiyah con una
fuerza armada para devastar la ciudad. Hazrat ‘Ali (P) había enviado a Hayur
Addi Kundi a defender la Meca, Hajur derrotó a Zahak (enviado de Mu’awiyah)
y, en ese momento Aquil se encontraba en la Meca. Escribió entonces a
Hazrat ‘Ali (P) ofreciéndole sus servicios voluntariamente, comunicando que
los Quraish no estaban sirviendo a la causa del Islam y sí empeñados en la
hostilidad contra él. Esta es la respuesta de ‘Ali (P)
Había enviado contra Zahak una poderosa fuerza de combatientes
musulmanes y, cuando él se percató de esto, quiso huir, renunciando al
botín y al despojo. Antes de la puesta del Sol, nuestra fuerza expedicionaria
le sorprendió a él y a su guerrilla. Tuvo lugar una escaramuza, que no
llegó al nivel de una batalla y entonces, huyó.
Y cuando fue cogido por el cuello, pensó en refugiarse cobardemente como
la mejor solución. No tomes en serio la conducta de los Quraish. Hablar
de su escepticismos, su hostilidad al Islam, su revuelta contra la Causa
de Dios y sus deseos de dañarme, es una pérdida de tiempo. Ahora están
empeñados en hacerme daño y luchar contra mí de igual manera en que
se pusieron de acuerdo en contra del Santo Profeta (PBd) Quiera Dios
castigarlos por sus pecados. No han prestado siquiera consideración al
parentesco entre nosotros, desconociéndome en la relación familiar81.
81 Con esto el Imam se refiere al Santo Profeta (PBd). Habiendo muerto los padres del Santo
Profeta (PBd) cuando él era niño, él fue cuidado, adoptado y alimentado por Fátima Bint
Asad, la madre del Imam. Ella era esposa de Abu Talib, el tío del Santo Profeta (PBd), y por
lo tanto, era tía del Profeta (PBd). Después de haberlo adoptado como su hijo, ella lo quiso,
lo cuidó y lo protegió tanto que incluso olvidó el amor de sus padres y se olvidó que tenía
hijos propios. Ellos eran como madre e hijo. El Santo Profeta (PBd) la llamaba ‘madre’ y la
trató como si fuera su madre, toda su vida. Por lo tanto, el Imam se refiere aquí al Santo
Profeta (PBd) como ‘el hijo de su madre’
Por primera vez durante el califato de Omar, Ziyad fue enviado en una expedición importante.
Cuando regresó con éxito de ella, dio un buen discurso y probó que era buen orador. En
esa ocasión, el califa ‘Umar, Amr lbn Aas y Abu Sufyan estaban presentes. Al oírlo, Amr Ibn
Aas dijo: “En vez de ser hijo de un esclavo, desearía que hubiese pertenecido a los Quraish,
entonces ¡qué éxito habría tenido en este reino!” A esto, Abu Sufyan respondió: “El es en
realidad un Quraish. Él es mi hijo bastardo”. Abu Maryam-e-Sholi, el famoso procurador
conoce este hecho. “Yo lo habría declarado hijo mío hoy, pero tengo miedo a ‘Umar”
Sayid Razi, el compilador original de “Nahyul Balagha” dice que cuando Ziyad recibió esta
En cuanto a tus requerimientos acerca de mis intenciones contra los
enemigos del Islam, mi opinión es la de proseguir luchando contra
los que se han decidido a perjudicar la causa del Islam. Continuaré
combatiéndoles hasta el final de mi vida.
No me entusiasmo ni por la cantidad de mis seguidores ni me descorazono
por la ineficiencia de los mismos o porque sean pocos. No creo que tu
hermano se descorazonaría si la gente le abandonase y renunciara en
ayudarle, o que se humillaría o sometería ante la disparidad de fuerzas,
o cedería ante las demandas irrazonables de los otros, o aceptaría sus
directivas como una bestia de carga. En este sentido, soy como la persona
acerca de la que el poeta de Bani Salim dijo:
“Si preguntas por mí, mi querido, entonces escúchame.
Soy muy fuerte para enfrentar calamidades y reveses y no puedo tolerar
esos signos de pena y tristeza en mi rostro.
Haz a mis enemigos felices, aumenta las aflicciones de mis amigos”.

Carta 37
Una carta para Mu’awiyah:
Dios es el Más Grande (Allahu Akbar) Cuán felizmente estás sumergido
en tus deseos inmoderados. Cuán inmisiricordiosamente estás arrastrado
por las ansias del vicio y la maldad, las que te extraviarán en esta vida y te
llevarán a un triste fin. Has renegado de la Casa de la Verdad y La Justicia
y has despreciado arrogantemente los argumentos que son agradables al
Señor e irrefutables por el hombre.
¿Qué piensas que es lo que produce esta disensión y revuelta, bajo la
apariencia de vengarte del asesinato de ‘Uthman? Las cuestiones reales
las encontraremos durante la vida del Califa ‘Uthman. Tú solamente fuiste
en su ayuda cuando dicha acción iba a beneficiarte y podías obtener algo
de él, mientras que rechazaste en ayudarle cuando realmente lo necesitaba,
a pesar de que te lo pidió muchas veces.
carta, él dijo: “¡Por Dios!, ‘Ali lbn Abi Talib mismo ha dado testimonio de que soy hijo de Abu
Sufyan”, y cuando más tarde Mu’awiyah lo declaró hijo de su padre, Ziyad accedió a ellos
y aceptó el testimonio de Abu Maryam-e-Sholy que fue dado en una audiencia de la corte y
que dio un relato insultante, degradante y vergonzoso acerca de la madre de Ziyad. Ziyad
estaba orgulloso de esa degradación. Esto muestra la poca dignidad que tenía, lo mucho
que deseaba la riqueza, el poder, el lujo y el placer, y cómo los buenos consejos son siempre
ineficaces en una mente torcida y una mentalidad degradada.
Carta 38
Carta a la gente de Egipto, hablándoles de Maalik cuando Hazrat ‘Ali (P) lo
designó como Gobernador de esa provincia.
De la criatura de Dios, Ali Ibn Abu Talib, para la gente cuyo enojo y
enemistad estuvo de acuerdo con el deseo de Dios. Se enojaron cuando
vieron que su país estaba siendo invadido por gente rebelde al Señor,
cuando los derechos estaban siendo pisoteados y los deberes ignorados
y despreciados, cuando la tiranía y opresión estaban a la orden el día y
todas las personas, buenas o malas, y todos los residentes, locales o de
fuera, tuvieron que enfrentarlos, cuando la bondad y la piedad eran tabúes
y cuando a nadie le importaba mantenerse alejado del vicio y del pecado.
Después de implorar a Dios y cumplimentar mis respetos al Santo
Profeta (PBd) quiero que sepan que estoy enviando a una criatura de
Dios que renunció al sueño y al descanso durante los días de peligro,
que no teme a sus enemigos en la peor y más espantosa coyuntura y que
es más severo que el fuego que quema a la gente pecadora y viciosa.
Es Maalik Ibn Haris Mazahaji. Escuchen y obedezcan sus directrices
que, encontrarán correctas y de acuerdo a los verdaderos principios del
Islam. Él es una espada entre las espadas de Dios, cuya agudeza nunca
se pierde y cuyo golpe siempre surtirá efecto y quien nunca desperdiciará
una oportunidad. Si les ordena avanzar contra sus enemigos, háganlo.
Si les ordena detenerse, háganlo también, porque él también avanzará o
se detendrá. Él nunca da órdenes de avanzar, retroceder o detenerse, sin
mi consentimiento. Al enviárselo he dado preferencia a sus necesidades
antes que a las mías. Es decir, yo también lo necesito como Jefe de Estado
Mayor, pero preferí enviarlo a ustedes para que les ayude y les proteja.
De este modo puede servirles fielmente y tratar a sus enemigos severa y
duramente.

Carta 39
Carta a ‘Amr Ibn ‘Ass:
Indudablemente, has subordinado tu religión a la riqueza, pompa y poder
terrenal, portándote como una persona cuya apostasía y escepticismo no
es un secreto para nadie. Tus formas son conocidas por todos. Mancillas
la reputación y la personalidad de los que están en tu compañía. Intentas
engañar a la gente sensata y juiciosa, y tú, por desear las migajas de su
banquete, te has comprometido a ello.
Eres como un perro que sigue los pasos de un Tigre -completamente
aterrado- y pendiente de sus zarpazos porque quieres vivir de las sobras
que va dejando de sus víctimas.
De esta forma has perdido en este mundo el respeto y el honor por ti
mismo, y la salvación en el otro. Has arruinado tu presente y tu futuro.
Debieras haber seguido el verdadero camino que te ayudaría a conseguir
el éxito en este mundo y en el siguiente.
Si Dios me otorga el éxito contra ti y el hijo de Abu Sufyan, censuraré a
ambos por los pecados que han cometido contra el hombre y Dios. Pero
si escapan y quedan con vida, entonces el Día del Juicio Final, verás que
el castigo sentenciado para ti es mucho más severo.

Carta 40
Carta para un Comisario asignado a una zona. No fue posible determinar el
nombre del destinatario.
Te he dado a entender que has tomado posesión de tierras propiedad del
Estado y que no solamente las has puesto bajo tu usufructo personal,
sino que también te has apropiado incorrectamente del dinero del
Gobierno. ¿Quieres enviar inmediatamente un informe detallado de ambas
cuestiones? Recuerda que el ajuste de cuentas del Señor es mucho más
severo que cualquier revisión que pueda hacer el hombre.

Carta 41
Esta carta fue escrita para un Gobernador que abandonó a Hazrat ‘Ali (P) y
huyó con el tesoro público. Era primo de ‘Ali (P) y de su confianza, algunos
historiadores señalan como responsable a Abdullah Ibn Abbas quien cometió
un acto así.
Después de rezar a Dios y alabar al Santo Profeta (PBd) déjame hacerte
saber que confié en ti totalmente, te consideré de mi completa confianza y
te elegí para un cargo de mucha responsabilidad. Te elegí bajo la impresión
de que en mi propio clan nadie más que tú, demostraría más comprensión,
total ayuda y confianza.
Pero descubriste que, las veces que te pusiste en contra de tu primo, sus
enemigos se dedicaron a tramar falsedades, la riqueza el país fue saqueada
sin ninguna consideración, la nación había perdido el verdadero camino
de la Religión y la misma fue nublada y confundida, entonces tú también
cambiaste de bandera. Has abandonado a tu primo, lo has dejado, junto
con otros desertores y reuniendo a una pandilla de personas deshonestas,
has traicionado la confianza que te había dado.
Has cambiado tanto que no sólo perdiste la consideración por tu primo
sino también el sentido de la virtud y la honestidad. Tu actual conducta
indica que nunca has sido sincero, que tu incorporación a la guerra Santa
no fue con el deseo de ganar el Agrado de Dios y que la verdadera luz del
a Religión nunca iluminó los recónditos y oscuros lugares de tu espíritu.
Junto a la mayoría, te incorporaste a la Guerra Santa para acumular
riqueza bajo la pretensión de servir a Dios y a la Religión, aguardando
la oportunidad de huir con el tesoro musulmán. Y cuando se presentó la
ocasión para satisfacer los deseos de tu deshonesto corazón, y encontraste
a tu Emir seriamente ocupado en otro lugar, te apresuraste a aprovechar
la pecaminosa coyuntura. Violaste el tesoro público y saqueaste, tanto
como te fue posible, el dinero reservado a las viudas, pobres y huérfanos.
Fue tan rápida tu acción en este saqueo, tan ágil y efectiva, que asemejó
a la acción de un lobo cauteloso atacando y despedazando a una cabra
herida y desprotegida. Y satisfecho, enviaste esas riquezas robadas al
Hiyaz.
El pecado te agradó y el saqueo te hizo feliz. El pensar que eso era una
acción pecaminosa no consiguió evitar que la realizaras. ¿Te tomaste por
herencia lo que debiste enviar aquí? ¡Dios es el Más Grande! ¿No crees
en el Día del Juicio? ¿No temes el ajuste de cuentas de Ese Día?
Oh, tú que fuiste considerado como una persona juiciosa e inteligente,
¿cómo puedes ser feliz y con la conciencia tranquila, comer y beber las
cosas que compraste con ese dinero sabiendo que lo que comes y bebes
es ilícito y está prohibido?
¿Te percatas de la enormidad de tu pecado? Aparte del dinero que era
destinado para los huérfanos, desvalidos, y empobrecidos, o el que era
reservado para los voluntarios creyentes musulmanes -muyahids- o del
que era conservado para la defensa del Estado musulmán, te apropiaste
también de los medios para tus goces y placeres, para comprar esclavas
y gastarlos en tus casamientos.
Te aconsejo que temas a Dios y que devuelvas el dinero a quienes
justamente les pertenece. Si no haces esto y Dios me da la oportunidad de
castigarte, lo haré de tal manera, que Dios estará agradecido conmigo.
TE daré un golpe con mi espada, la misma que ha enviado al infierno a
todos los que golpeó. Juro por Dios que aunque Hasan y Husein hubiesen
obrado igual que tú, no hubiera mostrado indulgencia hacia ellos. No
hubieran tenido ni mi cariño ni mi consideración.
Juro por el Señor Misericordioso que, aunque toda la riqueza que
saqueaste tan pecaminosamente, hubiese llegado a mí de forma ilícita,
no me hubiera agradado dejarla como herencia a mis herederos.
Controla tus inmoderados deseos. Piensa bien lo que has hecho y recuerda
que has llegado a una edad madura. Y figúrate lo mejor que puedas -en tu
mente- que la muerte te ha alcanzado y que estás metido en una tumba con
bastante tierra encima y tus acciones delante de ti. ¿Qué dirás y harás en
ese momento y lugar? Un lugar en donde tiranos y opresores solamente
pueden arrepentirse y desear retroceder al mundo que dejaron, pero allí
no habrá otro camino más que el del castigo.

Carta 42
Esta carta la escribió Hazrat ‘Ali (P) a ‘Umar Ibn Abi Salama-I-Muyzum,
cuando lo llamó de la Gubernatura de Bahrain y designó a Numan Ibn Aylan
Az-Zarqi en su lugar:
Después de rezar a Dios y homenajear al Santo Profeta (PBd) quiero
hacerte saber que he designado a Numan como Gobernador de la provincia
de Bahrain y te he removido del cargo no porque esté insatisfecho con
tu trabajo o porque hubiera algún cargo contra ti. Indudablemente has
cumplido con tus deberes satisfactoriamente y has respondido totalmente
a la confianza depositada en ti. Estoy completamente satisfecho con tu
trabajo y no dudo de tu sinceridad y honestidad, ni considero que seas
ineficiente o que deba censurarte.
Ven inmediatamente. La cuestión es que he resuelto luchar contra los
tiranos y opresores sirios. Quiero que estés conmigo porque eres uno de
esos hombres en los que puedo confiar para que me ayuden a combatir a
los enemigos de Dios y para el establecimiento de un Estado musulmán.
Carta 43
Carta para Muskala Ibn Hubayra -I-Shebani, quién fue Gobernador Ardsher
Kahrra.
He recibido cierta información y si realmente es cierto lo que se dice
en tu contra, entonces has disgustado verdaderamente a Dios y me has
molestado y hecho enojar.
Te he dado a entender que estás despilfarrando el tesoro del Estado entre
los beduinos de tu clan y entre los del desierto de Arabia que te son fieles.
Tú sabes que esa riqueza ha sido reunida por los fieles musulmanes en
los campos de batalla a riesgo de sus vidas, durante las guerras en que
muchos murieron y muchos más fueron heridos.
Juro por Dios quien dio vida a las plantas y animales, que si esta acusación
contra ti resulta cierta, te habrás autohumillado a mis ojos y perderás la
buena opinión que me había formado de ti. No imagino como la confianza
puesta por Dios en ti se puede tratar tan livianamente y no perjudique o
arruine tu religión. Aparte de ello, serás una de esas personas por cuyas
acciones serán penadas.
Recuerda que para los musulmanes que están aquí o allá, tienen igual
participación de dicha riqueza. Creyendo y actuando bajo estos principios,
vienen a mí por su parte y, recibiéndola, vuelven a sus lugares.

Carta 44
Ziyad fue hijo del esclavo bizantino llamado ‘Abid. Su madre fue Suf
Summalaya una esclava de Haris Ibn Kulda, una dama de costumbres ligeras
y conciencia elástica. Pero Ziyad resultó ser un hombre inteligente y muy
buen orador. Todos sabían que Ziyad había nacido en pecado. Durante su
Califato ‘Umar (el segundo Califa) no le dio muchas posibilidades pero más
tarde fue Gobernador y Hazrat ‘Ali (P) le permitió retener el cargo. Cuando
Mu’awiyah se hizo con el poder, inició una correspondencia secreta con
Ziyad, invitándole a abandonar a Hazrat ‘Ali (P) y asociarse con él, buscando
sobornarle, ofreciéndole ser declarado hijo de Abu Sufyan (para referencia,
remitirse a Riyal Nayashi y a Mufthi Syed Yafar Husein) Cuando Hazrat ‘Ali
(P) se enteró de esa correspondencia secreta, escribió a Ziyad esta carta:
Tengo entendido que Mu’awiyha ha estado intercambiando correspondencia
contigo. Cuídate, el quiere ponerte en ridículo, insensibilizar tu
inteligencia y rebajar tu dignidad. Recuerda que Satanás atacará a un
musulmán imprudente y desprevenido, por detrás, por la izquierda y por la
derecha. Así, encontrándole desprevenido y descuidado, puede subyugarle
y esclavizar su razón y juicio (lo que podría hacer también contigo)
La realidad es que durante el califato del Califa ‘Umar, Abu Sufyan declaró
imprudentemente algunas cosas, que eran injustificables e irracionales.
(Nota la final de esta carta) Fue una de esas malignas sugerencias de
Satanás, lo que resulta ser -como siempre- un insulto al hombre que se
respeta a sí mismo y que tampoco puede ayudarle a probar su propio
abolengo (de acuerdo a las Leyes del Islam) o a legalizar su herencia.
La condición de un hombre que reclama tal abolengo es como el de una
compuerta, más rota en la parte por la cual fue arrojada hacia fuera de
manera humillante.
En los primeros días, durante el Califato de ‘Umar, Ziyad fue enviado en una
importante expedición. Cuando regresó con éxito de la misma, pronunció un
buen discurso y demostró ser un buen orador. Es tal ocasión estaban presentes
el Califa ‘Umar, ‘Amru Ibn ‘As y Abu Sufyan. Tras escucharlo, ‘Amru Ibn
‘As declaró: “En vez de ser el hijo de un esclavo yo desearía que perteneciera
a los Quraish, pero para ello tendría que ser de este reino” Escuchando esto,
respondió Abu Sufyan: “En realidad es un Quraish, es hijo mío en pecado,
Abu Mariam I-Sholy (El conocido Procurador) conocía esta cuestión, debiera
declararlo hoy como hijo mío, pero tengo miedo de ‘Umar”.
Sayed Razi el compilador original de “Nahyul Balagha”, dijo que cuando Ziyad
recibió esta carta declaró: “Por Dios, el mismo Abu Talib ha dado testimonio de
que yo desciendo de Abu Sufran”. Y, cuando más tarde Mu’awiyah lo reclamó
como hijo de su padre, Ziyad consintió y aceptó el testimonio de Abu Mariam
I-Sholy, el cual era insultante, degradante y vergonzoso a causa de su madre.
Ziyad estaba orgulloso de su degradación. Esto muestra hasta donde se tuvo
respeto a sí mismo, cuanto deseaba riqueza, poder, pompa y placeres y, como
los buenos consejos, nunca surten efecto sobre los espíritus deformados y
mentalidades degradadas.

Carta 45
‘Uthman Ibn Hanif Ansari fue Gobernador de Basra. Era una de las personas
más queridas por Hazrat ‘Ali (P) Una vez durante su Gobierno, Ibn Hanif
aceptó la invitación de un hombre muy rico de Basra. Fue una comida muy
suntuosa. Cuando Hazrat ‘Ali (P) se enteró de esto, le escribió esta carta a
‘Uthman Ibn Hanif. Esto fue una muestra de que, cuanto más quería ‘Ali (P)
a una persona, más severamente juzgaba sus obras y actividades.
¡Ibn Hanif! He recibido noticias de que una persona de Basra te invitó a
cenar y de que inmediatamente aceptaste; que fueron servidas allí comidas
muy suntuosas y finas, puestas delante de ti en platos muy grandes y que
tú disfrutaste de ellos. Estoy apenado de escuchar esto. Nunca esperé
que aceptaras la invitación de una persona que invita a funcionarios
importantes y a personas ricas, mientras que desde su puerta son echadas
rudamente las personas pobres y hambrientas. Observa cuidadosamente
las cosas que comiste. Si hay en ello siquiera una sombra de que han sido
obtenidas ilícitamente, arrójalas lejos.
Solamente come de aquellas cosas de las que estés perfectamente seguro
que fueron obtenidas de forma honesta, virtuosa y lícita. Debes saber, Ibn
Hanif, que para todas las personas que siguen una religión hay un líder
y un guía de quién su seguidor aprende los fundamentos de la Religión
y la forma de conducirse en una vida piadosa. Ahora mira a tu Imam82
en este mundo el se ha autosatisfecho y está contento con dos prendas
de vestir viejas, toscas, desgarradas y dos pedazos de pan, uno por la
mañana y otro por la tarde.
Sé que adoptar tal modo de vida -tan duro- está lejos de ti, pero por lo
menos, intenta ser piadoso, intenta seguirme y ser mi compañero en la
virtud, devoción y modo de vida sencillo. Juro por Dios que, de este
mundo, ni he acumulado oro, ni he reunido posesiones y riquezas, ni
he cambiado estas prendas de vestir viejas y toscas ni siquiera por una
simple ropa de tu tesoro.
Realmente bajo el cielo nosotros tenemos solamente Fidak como propiedad
personal, pero fuimos desprovistos de ello, tomaron violenta posesión de
ello y nosotros tuvimos que soportar el arrebato paciente y alegremente.
El mejor Juez es el Señor Todopoderoso ¿Qué voy a hacer con Fidak o
cualquier otra posesión terrenal? Yo nunca las quise para mí. Sé que
mañana mi morada será mi tumba. Su oscuridad cubrirá mis huellas y
no permitirá que mis noticias lleguen a este mundo.
Una tumba, después de todo, es un pozo y aunque se muy ancho y grande,
el tiempo reducirá gradualmente sus medidas y lo llenará con tierra y
82 En este caso el propio ‘Ali (P).
piedras.
Mi atención se concentra sobre una cosa, es decir, con la mirada del
temor a Dios y la piedad, conservo mis deseos bajo control de manera
que, en este mundo, no pueda cometer pecados y faltas, y en el Día del
Juicio, cuando el temor y el espanto sean la suerte de la humanidad -mis
acciones- me permitan sentirme seguro, a salvo y satisfecho.
Si lo hubiese querido, podría encontrar muy fácilmente los medios para
proveerme de la más pura y clara miel, la propiedad de trigales y las ropas
más finas de seda que se pudieran encontrar. Pero no es posible que me
dominen los inmoderados deseos de codicia, me persuadan a adquirir los
más exquisitos víveres, cuando en el Hiyaz y Yemen puede haber gente
desesperanzada de obtener un pequeño trozo de pan, gente que nunca
satisfizo su hambre totalmente. No me es posible estar satisfecho cuando
alrededor mío hay gente cuya hambre y sed les tiene agotada y sufriendo.
Acaso quieres que sea igual a una persona a la cual alguien ha dicho muy
atinadamente: “¿No es suficiente dolor para ti que prosigas durmiendo
con el estómago pesado, cuando alrededor tuyo hay bocas muriéndose
de hambre que incluso comería ávidamente cueros secos de cabras?”
¿Esteré contento y satisfecho simplemente de que la gente me llame Amir-
ul-Muminín83?.
¿No me compadeceré de los musulmanes fieles, en sus designios? ¿No
compartiré sus adversidades? ¿No seré el más sufrido entre ellos? ¿No
me pondré como un ejemplo para ellos, en cuanto a que la paciencia, el
coraje y la valentía me mantienen firme en las privaciones y precariedad?
¿Fui creado simplemente para estar pensando en mis alimentos? ¿Soy
como esos animales que están atados a un poste y no pienso en otra cosa
que no sea en seguir comiendo, o como esas bestias descontroladas que
vagan y no hacen más que comer llenándose de grasa y beber? ¿Cuál es el
fin de la vida para el que fueron creados? ¿No tengo Religión, conciencia
y no temo a Dios? ¿He quedado absolutamente pobre y sin ningún control
para hacer lo que hago? ¿Soy libre para perderme, extraviándome del
verdadero camino de la Religión y vagar con la bestialidad de la codicia
y avaricia?
Estoy seguro que alguien dirá que si el descendiente de Ibn Abu Talib come
tan poco y vive en el límite de la inanición, seguramente se va debilitar y
83 Líder y Gobernante de los musulmanes fieles y sinceros.
quedar exhausto, enfrentando sin capacidad a sus enemigos en el campo de
batalla. Pero debes recordar que los árboles fuertes crecen en los bordes
del desierto teniendo una madera robusta y que, los que se encuentran
en tierras pantanosas tienen una corteza delgada y su madera es blanda.
Similarmente, cuando los primeros son quemados, arden más tiempo, con
una luz intensa y dando más calor que los últimos.
Mi parentesco con el Santo Profeta es como una rama del mismo tronco
o igual a la relación entre la muñeca y el brazo. Juro por Dios que aún
uniéndose todos los árabes en contra mía, yo no huiría del campo de
batalla. Y si llegara la ocasión, realizaría el mejor esfuerzo por vencerlos.
Al mismo tiempo, intentaré liberar la tierra de la influencia viciosa del
intempestivo genio y rey de mentes degradadas -Mu’awiyah- de manera
que quede libre de la maldad, de gobiernos pecaminosos y desviados.
¡Oh vicioso mundo! No intentes atraparme. Tú no me puedes atrapar.
Estoy más allá de tus tentaciones y trampas y he tomado buen cuidado de
no caer en ellas. ¿En donde está esa gente a la que rápidamente tentaste
con tus goces y placeres? ¿En donde están los grupos que rápidamente
sedujiste con la gloria y la pompa? Están prisioneros en sus tumbas,
apretados por toneladas de tierra. ¡Oh mundo vicioso! Si hubieses sido
una persona o un ser con vida y cuerpo, tendría que haberte castigado
según las Leyes del Señor porque has tentado con esperanzas imposibles
a millones de individuos para sacarlos del verdadero camino de la
humanidad. Precipitadamente ocasionaste la destrucción y el derrumbe
de muchas naciones, seduciéndolas con el poder y el placer; rápidamente
arrojaste a la basura a tronos reales, metiéndolos en tales profundidades,
en donde no hay refugio alguno y de donde nadie puede salir.
Es penoso para el hombre que, con una confianza fuera de lugar, avance
por el resbaladizo camino, puesto por ti como tierra firme; ciertamente
que resbalará. Es igual de penoso para el hombre que, pensando en surcar
las olas de falsas esperanzas, se sublevó por ti y, seguramente se hundirá.
Quienquiera que intente no ser atrapado por tus tentaciones aunque
sea acechado por tus seducciones, encontrará el recto camino de la
seguridad y la salvación. Quienquiera que busque separarse de ti, no le
inquietará las consecuencias de sus acciones, aunque pueda encontrarse
en circunstancias difíciles y adversas. Para dicho sujeto, este mundo y
sus placeres y la vida rodeada de ello -de penas y aflicciones- es un día
que quedará atrás rápidamente.
Sea apartado pro mí. Que no pueda ser tomado desprevenido por ti, porque
puedes hundirme en la desgracia y en la humillación. Tampoco perderé
el autocontrol, porque tú podrías arrastrarme donde quisieras.
Juro por Dios que, exceptuando lo que Él me depare, sobre lo que no
tengo ningún control y por lo que Él puede moldear mi vida como desee,
me autocontrolaré. Estaré contento y feliz si tomo un pedazo de pan con
un poquito de sal y si mi mente queda inmune al deseo de placeres, fama
y gloria.
Ibn Hanif, has visto a las cabras y a las ovejas. Después de comer hasta
satisfacerse van a su corral y duermen gozosas. ¿Quieres que ‘Ali Ibn
Abu Talib sea como ellas, que coma, beba y disfrute? Que me quede
ciego, si después de haber vivido tanto ahora me vuelvo una animal con
forma humana.
Feliz es la persona que cumplió su deber con Dios y con los hombres, que
soportó las adversidades y calamidades pacientemente y que, cuando el
sueño le venció, usó su mano como almohada y se acostó simplemente
sobre la tierra, para descansar junto a aquellos cuyo temor a Dios los
ha mantenido regularmente despiertos, sin dormir mucho tiempo; cuyos
labios continúan rezando a Dios, cuyos pecados han sido absueltos debido
a las penitencias autoimpuestas. Esas personas son piadosas ciertamente
lograrán la salvación. ¡Oh Ibn Hanif, teme a Dios y queda contento con
el pan que tomas por medios lícitos, de modo que puedas ser liberado y
dispensado del fuego del infierno.

Carta 46
Carta de Hazrat ‘Ali (P) a uno de sus gobernadores:
Tú eres una de esas personas cuya asistencia necesito en la difusión
de la Religión, en el fortalecimiento de sus logros, en la derrota de los
incrédulos y pecadores y para preservar del maltrato a sus súbditos. Sé
amable, tolerante e indulgente, tanto como te sea posible. Pero cuando
sientas que tus objetivos no pueden ser alcanzados sin severidad ni dureza,
solamente entonces, puedes adoptar tal actitud.
Pero ten siempre presente, tratarlos compasiva, amable y cortésmente,
reuniéndote con ellos con un gesto de apoyo y los brazos abiertos. Cuando
te reúnas con ellos, háblales y salúdales a cada uno de ellos -ya san ricos
o pobres, grandes o pequeños- deberás obrar como si fuesen iguales.
La gente importante de tu Estado no deberá obtener indebida ventaja de
tu gratuita y humilde conducta, como así mismo, la gente pobre no deberá
perder la esperanza en tu justicia, buena fe y benevolencia.

Carta 47
Cuando Abdul Rahman Ibn Mulyim le produjo una herida letal a Hazrat ‘Ali
(P) durante la oración de la mañana en la Mezquita de Kufa, Hazrat ‘Ali (P)
aconsejó a su hijo el Imam Husein (P) y a su otro hijo el Imam Hasan (P) con
las siguientes palabras:
Les aconsejo temer a Dios. No se dejen ganar por este mundo vicioso
aunque a menudo puede que busque tentarlos excesivamente. No se aflijan
a desfallezcan debido a las cosas por las que este mundo les rechaza.
Permitan que el Eterno Premio y las Bendiciones de Dios sean los
factores impulsores de todo lo que ustedes dicen y hacen. Sean enemigos
de los tiranos y opresores y amigos y ayuda de quienes estén oprimidos
y tiranizados.
A ustedes, mis otros hijos, mis parientes y todos los que siguen este deseo
mío, le aconsejo que teman a Dios, sean piadosos, de buena fe y honestos
con los de más y desarrollen mutuas relaciones de amistad, porque he
escuchado a vuestro abuelo en Santo Profeta (PBd) decir que: “Eliminar
la mutua amistad, los malos sentimientos y el odio, es mejor que rezar a
hacer abstinencia”.
Teman a Dios cuando se plantea la cuestión de los huérfanos y
desheredados. Nunca deberían dejarlos morir de hambre. Mientras ustedes
estén presentes no debieran ser olvidados. El Santo Profeta (PBd) siempre
nos advirtió, aconsejó y previno sobre esta responsabilidad. Y tanto, que
a menudo nosotros consideramos que el Mensajero de Dios (PBd) podría
asignarles una parte de nuestra herencia en la próxima ocasión.
Teman a Dios por respeto al Santo Corán, no sea que otros les aventajen
y superen en seguir sus pasos y actuar de acuerdo a sus órdenes. Teman a
Dios en lo relativo a las oraciones, porque ellos son el pilar de vuestra Fe.
Teman a Dios en lo que se refiere a Su Santa Casa -La Meca- no permitan
que quede desamparada porque si ocurre eso, ustedes -los musulmanes-
estarán perdidos.
No olviden a Dios, luchen por Su Causa con vuestra palabra, riqueza y
vidas. Desarrollen mutuos lazos de amistad, familiaridad, amor y ayuda.
Cuídense, no se desprecien ni separen uno del otro, no se traten mal ni
antipáticamente. No dejen de aconsejar a la gente para que sea buena y
se abstenga del mal. Porque si no, la gente viciosa y pecadora gobernará
por ustedes. Si de buena gana permiten que tales personas sean sus
gobernantes, entonces sus ruegos no serán escuchados por ustedes.
¡Oh descendientes del Abdul Muttalib! No permitan ninguna venganza
o represalia por el atentado perpetrado en contra mía. No anden dando
vueltas con la espada desenvainada y el lema “Amir-ul-Muminín ha sido
asesinado” y no comiencen una masacre con mis oponentes y enemigos.
Cuiden que solamente un hombre -quién atentó contra mí- sea ejecutado
como castigo por el crimen cometido y que nadie más sea molestado,
perjudicado o tratado injustamente. El castigo para el hombre que cometió
el crimen deberá tener lugar solamente después que muera por la herida
que él me produjo. Este castigo se deberá ejecutar solamente por medio
de un golpe de espada. No deberá ser torturado. Sus manos y pies no
deberán ser cortados, porque he escuchado decir al Santo profeta (PBd):
“No cortes las manos y pies de nadie, ni siquiera un pedacito”

Carta 48
Carta para Mu’awiyah:
Recuerda que la injusticia y falsedad acarrean la desgracia al hombre
en este mundo y en el otro. El carácter malvado de un tirano siempre
lo traiciona, haciéndolo visible a aquellos que examinan sus acciones
atentamente. Debes saber que nunca puedes apoderarte de lo que no ha
sido destinado para que tú lo alcances.
Hay gente que quiere apoderarse de algo sin tener derecho o reivindicación
sobre ello. Impide que logren las cosas que ansían, porque esa gente
quiere interpretar las Órdenes del Señor de manera que les venga bien
a sus propósitos, pero el Señor siempre decepcionará a gente como ésa.
Por tanto, teme siempre el día del Juicio, el día en que solamente la gente
que ha hecho obras que merecen premiso, podrá disfrutarlos y los que
se han rendido a Satanás y no quieren escapar de su influencia, estará
perdidos.
Me invitas a que deje que el Santo Libro -el Corán- actúe como árbitro,
pero como tú nunca creíste que el Santo Libro fuera la palabra de Dios,
yo, por tanto, no acepto tu invitación aunque siempre acepté las órdenes
del Corán.

Carta 49
Otra carta para Mu’awiyah:
El mundo pecador intentará volverte un hombre alejado de la Religión
y de la Fe en el otro mundo. Y cuando la gente mundanal se apodera de
un poco de este mundo, éste siempre abre ante ella falsas esperanzas,
ambiciones, tentaciones y codicia, por lo que, nunca están satisfechos
con lo que ya tienen y sus proyectos para seguir acumulando nunca se
detienen. Si sacas una lección del pasado, entonces puedes preservar tu
futuro también.

Carta 50
Circular para los Jefes de su ejército:
Esta es una circular de la criatura de Dios, ‘Ali Ibn Abu Talib, para los
Jefes de su ejército y los Generales de sus puestos militares.
Incumbe a los Jefes militares y a los que encabezan el Estado que su alta
posición, situación favorable y prestigio, no les haga cambiar su actitud
hacia los súbditos. Más bien, los favores que el Señor les ha otorgado los
deberían inclinar más a sus pueblos, ganando más su simpatía.
Mi deber con ustedes es -excepto en lo relativo a los secretos militares- no
guardarme nada correspondiente a las cuestiones del Estado. Exceptuando
las cuestiones religiosas, en todo lo concerniente a vuestro bienestar,
deberé tenerles confianza y buscar vuestros consejos. Deberé proteger
sus intereses y derechos de la mejor manera posible. Deberé cuidar que
estén bien protegidos y atendidos. Y deberé tratarlos. Y deberé tratarlos
a todos de la misma manera, sin ningún favoritismo.
Sin ustedes reciben dicho trato favorable de mi parte, es vuestro deber
agradecer a Dios por su Amabilidad. Vuestra obediencia requiere que
sigan las órdenes que les doy, sean buenos y enfrenten las dificultades
valientemente para alcanzar el camino correcto. Si no pueden mantener
esta norma de fidelidad y actuar de esta manera, perderán el recto sendero
de la virtud y nadie quedará con un concepto más pobre ante mis ojos que
ustedes. Los castigaré severamente, sin temor o indulgencia.
Hagan a sus oficiales y subordinados la promesa de actuar convenientemente
y denles las mismas facilidades y privilegios que les son dadas a ustedes,
de modo que en sus acciones puedan conducirse fácilmente.

Carta 51
Carta a los cobradores de impuestos y rentas:
A quien no le interese su salvación, nunca pensará en proveerse para
la otra vida con buenas obras y por tanto no será capaz de escapar al
castigo. Deben saber que las responsabilidades puestas sobre ustedes
son pocas pero el gran premio reservado a ellas, es sublime. El premio
por ser simplemente justo, amable y humano es tal, que no puede haber
ninguna excusa para no intentar conseguirlo.
Traten a los contribuyentes con equidad y justicia y examinen sus
deseos con paciencia y amabilidad porque ustedes son los tesoreros de
los súbditos, representantes de la gente y funcionarios en nombre de la
más alta autoridad. No fuercen a nadie a renunciar a sus necesidades
dejándoles sin lo indispensable -por pagar los impuestos- Debido al cobro
de impuestos y rentas, que los contribuyentes no tengan que vender sus
prendas de vestir, sus esclavos, o cosas tales como sus animales, que les
prestan servicio.
No recurran al látigo, no toquen sus propiedades, sean ellos musulmanes
o no. Pero si encuentran a no-musulmanes con armas o elementos de
guerra, y hay peligro o posibilidad de que se usen para combatir contra
el Estado, deben ser confiscadas. Las cosas peligrosas para la seguridad
del país, no debieran ser dejadas en manos de personas irresponsables,
de modo que no puedan perjudicar al Estado Musulmán y a su pueblo.
Sean amables con la gente, traten bien al ejército. No actúen de mala gana
y hagan lo mejor para ayudar al súbdito y proteger la Religión. Estas son
dos obligaciones puestas sobre ustedes por Dios, porque como devolución
por los Favores y Mercedes que Él nos ha concedido, quiere que ustedes
y yo le seamos agradecidos en todo lo que podamos y ayudemos a Su
Causa de la mejor manera posible. Deben recordar, asimismo, que nuestra
fortaleza y capacidades, son Favores que Él nos Otorgó.

Carta 52
Circular sobre las plegarias a los Gobernadores de todas las provincias:
Dirige los rezos del medio día (duhur) cuando la sombra de una pared
sea igual a su altura. Los rezos de la tarde ‘asr) pueden ser realizados
mientras el sol todavía brilla y queda bastante tiempo del día como para
que una persona cubra una distancia de 6 millas (poco más de 9 kms). Los
rezos de la puesta del sol (maghrib) deben ser hechos después de que la
gente coma y el Hayis retorne de Arafath. Y los rezos de la noche (isha)
después de que los rojos rayos que iluminan el anochecer desaparezcan
por el Oeste, quedando aún un tercio de la noche por delante.
Los rezos de la mañana (fayr) se deben hacer cuando la luz del amanecer
es suficiente para que uno reconozca la cara de su compañero. Mientras
diriges las oraciones, hazlas bastante cortas como para que el más débil
de entre los tuyos no se sienta cansado siguiéndote, y su fortaleza y su
paciencia no sean sobrecargadas.

Carta 53
Una carta con órdenes para Maalik I Ashter.
Maalik I Ashter fue una persona célebre en los tiempos de Hazrat Ali (P) era
la cabeza del clan de Bani Nuja. Fue discípulo y compañero de ‘Ali (P) Fue
un combatiente valiente y había actuado como Comandante en Jefe de los
ejércitos de Hazrat ‘Ali (P)
Su valor lo había hecho acreedor del sobrenombre de “Tigre intrépido”
Hazrat ‘Ali (P) lo había educado especialmente en los principios de la
administración y la jurisprudencia. Maalik I Ashter quería y reverenciaba a
Hazrat ‘Ali (P) sinceramente, ganándose la enemistad de Mu’awiyah por tal
motivo. Mu’awiyah intrigaba contra él y lo mandó a matar con su pandilla
de mercenarios. Su intempestiva muerte causó gran pena a Hazrat ‘Ali (P)
quien al expresar su dolor declaró: ‘él era para mí lo que yo era para el Santo
Profeta (PBd)’
Estas instrucciones en forma de carta, fueron escritas para Maalik I
Ashter por Hazrat ‘Ali (P) cuando este lo designó como Gobernador de
Egipto en lugar de Muhammad Ibn Abu Bakr. Esta carta es una precisión
de los principios de administración y justicia, tal y como son dictados
por el Islam.
Trata de los deberes y las obligaciones de los Gobernantes, sus
responsabilidades como Jefes, la cuestión de los derechos y obligaciones
prioritarios y de la administración de la Justicia. El control sobre los
secretarios y el personal subordinado; la distribución de los trabajos y
deberes entre las distintas ramas de la administración; la cooperación
entre ellas y su vinculación con el centro. En ella, Hazrat ‘Ali (P) aconseja
a Maalik I Ashter combatir la corrupción y la opresión entre los oficiales,
controlar el mercado, las importaciones y las exportaciones. Reprimir
a los que reaprovechan malamente de las riquezas del Estado, a los
acaparadores y especuladores. También explica las características de las
distintas clases de la sociedad, los deberes del Gobierno hacia las clases
más pobres, como deben ser cuidadas y beneficiadas.
El principio de la distribución igualitaria de las riquezas y oportunidades;
los huérfanos y su educación, el cuidado de los lisiados y minusválidos
y otras obligaciones para con ellos y la sustitución de los asilos para
ancianos e incapacitados, son otras cuestiones presentadas en esta carta.
Luego habla del ejército, quienes lo deberían integrar y como no se
les debiera permitir hacer del ejército su profesión y los mercenarios
ignorantes, crueles y corruptos. Pone gran énfasis sobre el honor y la
nobleza de los voluntarios, quienes, en el momento necesario, ofrecen
sus servicios para defender el Estado Islámico.
Finalmente, habla de los derechos de los Gobernantes sobre los
gobernados y viceversa. Hay una idea fundamental que persiste en
todas estas instrucciones: Es la de Dios, el Gobierno es de Dios. Los
Gobernantes y los gobernados son criaturas de Dios y sus respectivos
deberes son dictados por Dios. Él (Dios) espera que cada uno cumpla
con sus deberes y obligaciones, los huérfanos y los desprovistos son la
esperanza de Dios. El ejército es el ejército de Dios, cuyos soldados no
deberán actuar como mercenarios altaneros y arrogantes, sino como
nobles y honorables caballeros.
En resumen, esta carta es, por un lado, la Doctrina de los principios de
Administración como fueron enseñados por el Santo Corán, un código para
establecer un Gobierno benevolente y amable, arrojando luz sobre distintos
aspectos de la Justicia, benevolencia y misericordia. Una orden basada en la
ética de un Gobierno afable y piadoso, en donde la justicia y la misericordia se
exponen a los seres humanos, independientemente de su clase, credo o color;
En donde la pobreza no es un estigma ni una descalificación y en donde la
Justicia no se mancha con el nepotismo, favoritismo, regionalismo o fanatismo
religioso y, por otra parte, es una exposición de los más altos valores morales.
El célebre juez árabe-cristiano, poeta y filósofo, Abdul Mashi-I-Anthak, que
murió a principio de siglo, escribió refiriéndose a esta carta, que es un código
de alto grado, superior al dado por Moisés o Hammurabi, cuando explica
a que se debería parecer un Gobierno humano, como debiera ser ejercido
y como justifica ello el reclamo de los musulmanes cuando el Islam quiere
introducir un Gobierno Religioso del pueblo, por el pueblo y para el pueblo.
Cómo un gobernante deberá gobernar no para su propio beneficio sino para
llevar felicidad a los gobernados y como ninguna Religión antes que el Islam
intentó alcanzar este fin. Hazrat ‘Ali (P) debiera ser honrado y felicitado por
haber formulado estos principios en su Gobierno y haberlos escrito para la
posteridad, la carta comienza así:
Bismilahi Ar-Rahmani Ar-Rahim (En el Nombre de Dios, el Compasivo,
el Misericordioso)
Estas son las órdenes dictadas por la criatura de Dios, ‘Ali, el hijo de Abu
Talib para Maalik I Ashter. Te ordeno Maalik que guardes siempre en tu
mente el temor a Dios, que le des prioridad a su culto sobre cualquier otra
cosa en al vida; seguir cuidadosa y fielmente los mandatos y prohibiciones
dadas en el Libro Sagrado (El Corán) y en las tradiciones del Santo Profeta
(PBd) porque el éxito de un hombre para lograr la felicidad en este mundo
y en el otro, depende de estas cualidades. Fracasar en su logro ocasiona
la frustración aquí y en la otra vida.
Te ordeno emplear tu cabeza, tu corazón, tus manos y lengua para
servir a Dios -y a las criaturas de Dios- porque el Dios Todopoderoso se
responsabiliza en ayudar a aquellos que tratan de hacer sinceramente lo
mejor en ayudar a Su Causa y a Sus criaturas. El Señor te ha ordenado
además, mantener tus deseos bajo control y refrenarte cuando los
extravagantes e inmoderados deseos intenten conducirte hacia la maldad
y el pecado porque generalmente, tratan de incitarte, forzarte y arrastrarte
hacia la infamia y la condena, a menos que, el Señor Misericordioso
venga en tu ayuda.
Déjame hacerte saber Maalik, que te envío como Gobernador a un país
que había visto antes, muchos gobiernos. Algunos fueron benignos,
comprensivos y buenos; mientras que, muchos otros fueron tiranos,
opresores y crueles. La gente juzgará tu autoridad tan críticamente como
tú has juzgado las actividades de otros gobiernos: te criticarán de la misma
manera como tú has censurado y aprobado a otros gobiernos.
Debes saber que un hombre bueno y virtuoso, es conocido y reconocido
por lo bueno que se dice de él, y por los elogios que Dios le ha destinado
recibir de otros. Por tanto, haz de tu mente el origen y fuente de buenos
pensamientos, buenas intenciones y buenos actos. Esto sólo puede lograrse
si mantienes un estricto control de tus deseos, sin embargo, ellos tratarán
de incitarte y coaccionarte. Recuerda que la mejor manera de hacer
justicia es alejarte del mal e impedir que los vicios y aquellas cosas que
el egoísmo incita desmedida e irracionalmente.
¡Maalik! Debes ser amable, compasivo y amar a tus súbditos. No te
comportes como una bestia voraz y rapaz, cuyo éxito reside en desgarrar
a sus víctimas. Recuerda Maalik que hay dos tipos de personas: aquellas
que tienen tu misma Religión y son tus hermanos y aquellos que profesan
otra Religión y que son seres humanos como tú. Hombre de una y otra
clase padecen las mismas debilidades e incapacidades que se heredan
en la carne, pecan y dan rienda suelta a sus vicios, ya sea intencional o
involuntariamente, sin darse cuenta de la gravedad de sus actos. Deja que
tu misericordia y compasión los rescate y los ayude de la misma manera
que tú esperas que Dios te demuestre Su Misericordia y su perdón.
Maalik, no debes olvidar jamás, que tú gobiernas sobre ellos, el Califa
gobierna sobre ti y que Dios es el Supremo Señor sobre el Califa. Y la
realidad es que el Señor te ha elegido como Gobernador y te ha probado
a través de la responsabilidad de gobernar. No pienses jamás en elevarte
a un prestigio tan falso que te atrevas a declarar la guerra a Dios, porque
no podrás evitar Su castigo y Su venganza. No podrás jamás librarte de
la necesidad de Su Misericordia y Compasión.
No sientas vergüenza de perdonar y de olvidar. No te apresures a castigar
y, no te enorgullezcas de tu poder de castigo. No te enfades ni pierdas
la calma por los errores y fallas de aquellos a los que gobiernas; por
el contrario, se paciente y comprensivo con ellos. El enojo y deseo de
venganza, no te ayudarán en tu administración. Nunca te digas: “Soy su
amo, su gobierno y por encontrarme por encima de ellos, debo ser sumisa
y humildemente obedecido” Porque tal pensamiento te trastornará y te
hará vanidoso y arrogante, debilitará tu fe en la Religión y te hará buscar
el apoyo de cualquier otro poder, que el de Dios (tal vez el de tu partido
o el de tu gobierno) Si tu autoridad te hace sentir orgulloso o vanidoso
por encima de tus súbditos, piensa en el Señor, Soberano del Universo,
el alcance de Su creación, la Supremacía de Su Poder y Gloria, Su Poder
para hacer cosas que tú ni siquiera podrías soñar en hacer y, Su control
sobre ti, que es más dominante que el que jamás podrías ejecutar sobre
nada que te rodee. Tal pensamiento curará tus debilidades mentales, te
mantendrá alejado de la vanidad y de la rebelión -en contra de Dios-
reducirá tu arrogancia y tu soberbia y te hará recobrar la cordura de la
que te apartaste tontamente.
Ten cuidado, nunca te pongas a la altura de Dios, no enfrentes nunca tu
poder al de Él, pretendiendo competir con Su Gloria, nunca pretendas
tener Su Capacidad y Su Poder, porque el Señor Todopoderoso siempre
humilla a los tiranos despiadados y, degrada a todo aquel que pretende
Su Poder.
En lo concerniente a tus propios asuntos, los de tus parientes y amigos,
ten cuidado de no violar las obligaciones que Dios te ha concedido y
usurpar los derechos de la humanidad. Sé imparcial y justo; si abandonas
la equidad y la justicia, entonces ciertamente serás un tirano y opresor.
Quienquiera que tiranice y oprima a las criaturas de Dios, ganará Su
enemistad junto con el odio de aquellos a quienes ha oprimido; cualquiera
que provoque la Ira del Señor, perderá toda posibilidad de salvación y no
tendrá excusa para ofrecer en el día del Juicio. Cada tirano y opresor, es
un enemigo del Señor a menos que se arrepienta y abandone la opresión.
Recuerda Maalik, que en este mundo no hay nada tan impresionante
como transformar Sus Bendiciones en Su Cólera. Nada hará caer más
rápido Su Venganza y Su enojo, que insistir en la opresión y la tiranía
de sus criaturas. Porque el Dios Misericordioso siempre oye los ruegos
de aquellos que han sido oprimidos bajo los talones de la crueldad y la
tiranía, y no dará ninguna posibilidad a los opresores.
Siempre debes apreciar y adoptar una política que no sea demasiado
severa ni demasiado indulgente; una política que se base en la equidad y
la justicia y que sea largamente apreciada y aprobada. Recuerda que las
quejas y el descontento del hombre corriente, sin recurso y de la gente
abatida, tiene preponderancia a la aprobación de personas importantes
y, el desagrado que unas pocas personas importantes -será disculpado
por el Señor- si el pueblo está feliz contigo.
Recuerda Maalik que generalmente esos grandes personajes, son
mentalmente la escoria de la sociedad humana, son las personas que
durante tus momentos de paz y felicidad, serán las más arrastradas y la
menos útiles durante tus horas de necesidad y adversidad; esas gentes
odian por demás la justicia y la equidad. Ellos continuarán reclamando
más y más riqueza del Estado, raramente estarán satisfechos con lo
que reciben y nunca se sentirán obligados por el favor que se les ha
dispensado. Si sus reclamos son justificadamente rechazados, nunca
aceptarán ninguna excusa razonable, cuando los tiempos cambien nunca
los hallarás constantes, fieles o leales. El hombre corriente, el pobre y el
sector aparentemente menos importante de tus súbditos, son los pilares
del Islam; ellos son el verdadero grupo de musulmanes, y el poder y la
fuerza defensiva en contra de los enemigos del Islam.
Conserva una mente abierta, sé más amigable y asegura su confianza y
su simpatía. Ten cuidado al organizar a tus contactos y al dar tu amistad
-ya sea con personas importantes o comunes- y a los hipócritas mantenlos
alejados de ti. Piensa en ellos como los enemigos del Estado, traficantes
escandalosos que tratan de encontrar faltas y hacer propaganda con ellas.
Porque en cualquier parte, la gente tiene fallas y debilidades y, es deber
de los gobiernos controlar su menores debilidades. No debes buscar las
debilidades que estén escondidas, déjaselas al Señor.
Trata de superar aquellas debilidades que sean evidentes, trata de
no exponer las debilidades de la gente y Dios, ocultará tus propias
debilidades, aquellas que tú no quieres que nadie conozca. No des motivo
a la gente para que se envidien mutuamente -hombre contra hombre, tribu
contra tribu, un sector en contra de otro de la sociedad- Trata de arrancar
de raíz la mutua desconfianza y enemistad entre tus súbditos. Sé justo e
imparcial y honrado en tu comportamiento con todos los individuos y
grupos. Ten cuidado, no permitas que tu persona, posición y privilegios
actúen como fuente de celos y de malicia. No permitas que se te acerque
nada ni nadie que no merezca tu apoyo. Nunca degrades tu dignidad y
tu prestigio.
Recuerda que los murmuradores y escandalosos traficantes son un grupo
indigno y malicioso. Aunque pretendan ser consejeros bien intencionados y
sinceros, no te apresures en creer las noticias que te traigan ni los consejos
que te ofrezcan. No aceptes los consejos de miserables, ellos harían lo
imposible para evitar que seas amable y realices buenos actos. Te harán
temeroso de la pobreza y de la miseria. De la misma forma, no permitas
que los cobardes o débiles actúen como tus consejeros, te volverán
vacilante cuando dictes y hagas ejecutar tus órdenes. Ellos obstruirán tu
capacidad para dirigir los asuntos con firmeza y harán que tus empresas
e invenciones se conviertan en tímidos y temerosos intentos. Al mismo
tiempo, evita que cualquier persona codiciosa y ambiciosa, aspire a ser
tu asesor porque ellos te enseñarán como explotar a la comunidad y cómo
oprimir y tiranizar a la gente, para sacarles sus riquezas.
Recuerda que la mezquindad, la cobardía y la avaricia, parecen ser
diferentes cualidades malignas, pero todas surgen de la misma mentalidad
maliciosa que no tiene fe ni confianza en Dios. Tus peores ministros serán
aquellos que han sido ministros de los gobiernos tiranos y opresores que
te antecedieron; aquellos que fueron partícipes de atrocidades y salvajes
crueldades cometidas por sus gobiernos. Tales personas no deberán
escuchar tus confidencias y no deberán ser de tu confianza porque ellos
han ayudado a los pecadores y han servido a gobiernos crueles y tiranos.
En su lugar, puedes encontrar a personas que son tan juiciosas como
instruidas, que no han tenido mentalidad pecadora o criminal ni han
ayudado a los tiranos en su tiranía, ni asistido a los pecadores a cometer
sus pecaminosos actos. Tales personas te ocasionarán menos dificultades.
Serán de la mayor ayuda, simpatizarán contigo sinceramente. Si tienes
confianza en ellos, romperán sus relaciones con tus opositores. Conserva
como compañeros a tales personas, tanto en tus reuniones personales
como oficiales.
Solamente compañeros y ministros tan honestos y humanos, deberían
obtener tu completa confianza. Confía en que te dirán las más amargas
verdades, sin temer a tu posición. También rechazarán en asistirte o ser
parte en acciones que A Dios le disguste que realicen Sus Amigos. Como
compañeros y amigos, junta y reúne a tu lado a personas piadosas,
honestas y veraces. Enséñales a que no te adulen ni busquen tu favor
mediante falsos ruegos, porque la adulación y las falsas súplicas,
crean vanidad y presunción; haciendo que se pierda la visión real en la
personalidad y los deberes.
No deberás tratar de igual forma a los buenos y malos porque así
desmoralizarías a los buenos y alentarás a los perversos a continuar
con sus debilidades. Cada uno deberá recibir el trato que se merece,
acorde a sus actos. Trata de comprender que un Gobierno puede crear
la buena disposición en las mentes de sus súbditos: Puede hacerles fieles
y sinceros, sólo cuando ese Gobierno es amable y considerado, cuando
reduce sus problemas y dificultades, cuando no les oprime y tiraniza y,
cuando jamás les pide cosas más allá de sus capacidades. Estos son los
principios que debes conservar s sobre los que debes actuar. Permite
que tu actitud sea tal, que ellos no te pierdan la fe, porque la buena fe
de su parte, te reducirá muchos problemas administrativos y mitigarán
tus apremios. Y en lo concerniente a tu confidencia y confianza, deja que
dependas de aquellos a quienes has probado en las dificultades y a quienes
has favorecido y, deberías desconfiar siempre de aquellos a quienes has
ofendido y de aquellos que han demostrado su infidelidad, su ineficiencia
y su ineptitud. No abandones estas prácticas y tradiciones.
No destruyas los gobiernos y leyes que han introducido los buenos
musulmanes, para ti, los que han creado unidad y amistad entre los
diversos sectores de la sociedad y han hecho el bien a los pueblos.
No destruyas o introduzcas innovaciones en ellas, porque si haces a
un lado estas buenas tradiciones y gobiernos, el premio por haberlas
introducido será para quienes las desarrollaron y el castigo para quienes
les despojaron -alteraron- podría ser tu suerte.
Debes saber Maalik, que las personas que tú gobiernas están divididas
en clases y grados, la prosperidad o el bienestar de cada clase individual
o colectivamente, está tan íntimamente relacionada en lo que respecta
al bienestar con las otras clases que el total establecido representa una
red sólidamente entrelazada y tiene un aspecto recíproco. Una clase no
puede existir pacíficamente ni puede vivir felizmente y, no puede trabajar
sin el apoyo y los buenos deseos de la otra. Entre ellas están los soldados
del ejército de Dios que defienden Su causa. La otra clase es la de los
secretarios de estado, cuyos deberes están redactados y asignados en
órdenes especiales o generales. El tercer grupo es el de los jueces y
magistrados que administran justicia. El cuarto es el de los funcionarios
que mantienen la Ley y el orden y protegen la paz y la prosperidad del país.
Luego están los hombres comunes, musulmanes que pagan los impuestos
exigidos por el Gobierno y los no-musulmanes que pagan tributo al Estado
-en lugar de los impuestos- Luego, viene la clase de hombre que ejercen
varias profesiones y tareas comerciales. Y al final, pero no los menos, están
los pobres, que son considerados como la clase más baja de la sociedad.
El Señor Misericordioso ha fijado para cada uno de ellos derechos y
deberes que han sido dados ya sea en Su Libro -Corán- o explicados a
través de las órdenes y tradiciones del Santo Profeta (PBd) un completo
código que se preserva entre nosotros.
En lo que se refiere a los soldados, son como una orden religiosa, una
fortaleza para proteger y defender a los súbditos y al Estado; son la honra
del gobierno y del país. Ellos proveen poder y protección a la Religión,
propagan y preservan la paz entre los hombres. En realidad, son los
verdaderos guardines de la paz y, a través de ellos, se puede mantener una
buena administración interna. La conservación y el mantenimiento del
ejército, dependen de los impuestos que cobra el Estado y de los cuales
Dios ha fijado una parte para ellos. Con esta suma, se proveen dignamente
sus requerimientos, manutención y armas para luchar por la Religión y
la causa de la Justicia.
Aunque el ejército y la gente común -ciudadanos en general que pagan
impuestos y tributos- son dos clases importantes, en un Estado benéfico,
el bienestar no puede ser garantizado sin un adecuado funcionamiento y
preservación del orden, de las otras clases, los jueces y los magistrados,
los secretarios de estado y los funcionarios de los distintos departamentos,
quienes cobran diversas rentas públicas, manteniendo la Ley y el orden
como así también preservan la paz y la armonía entre las diversas clases
de la sociedad; también protegen los derechos y los privilegios de los
ciudadanos y cuidan de la ejecución de numerosos deberes por parte de
los individuos y las clases. Y la prosperidad de esta disposición, depende
de los comerciantes e industriales. Actúan como intermediaros entre los
consumidores y los proveedores. Ellos recogen las necesidades de la
sociedad, proveen las mercaderías, habilitan negocios, mercados y centros
comerciales y así satisfacen las necesidades de los consumidores. Alivian a
los ciudadanos de tener que correr detrás de los requerimientos de la vida.
Luego, están la clase del pobre y de las personas incapacitadas; es
absolutamente necesario velar por ellos, ayudarles y proveerles. El Señor
Misericordioso ha explicado la forma y medios para mantener y proveer
a las clases pobres y cada una de estas clases tiene este derecho sobre el
Gobierno del Estado; que se provean al menos las mínimas necesidades
para su bienestar.
Recuerda Maalik que El Dios Todopoderoso, no absolverá a ningún
gobernante de las obligaciones que se les han impuesto a menos que
sinceramente, trate de mejorar el cumplimiento de sus deberes, ruegue
para que el Señor le ayude en su absolución, permanezca constante y
diligente en los senderos de la Verdad y la Justicia y soporte todo esto
ya sea que la realización de estos deberes le resulte simpática u odiosa.
En lo concerniente al ejército, su Comandante debería ser una persona
que fuese lo más sincera y fiel a Dios, Al Santo Profeta (PBd) y a su
Imam. Debería ser el más piadoso, conocido por su paciencia, clemencia
y gentileza, ni de mal genio ni irritable, quien trate con benevolencia a
quienes se disculpen sinceramente; deberá ser amable y compasivo con
el débil, pero arrogante y dominante con el fuerte y poderoso; quien no
se vuelva violento cuando aplique los castigos y quien el complejo de
inferioridad o la pobreza de espíritu no le dejen abatido y desanimado.
Para encontrar y seleccionar a tales personas, debes buscarlas en tus
contactos con familias nobles de espíritus y piadosas, familias con altos
ideales y exaltadas tradiciones, familias bien conocidas por su valentía y
su coraje, por su generosidad y magnanimidad. Estas son las personas a
las que se puede considerar como fuente de magnificencia y manantiales
de piedad y buenos actos. Cuando hayas encontrado y seleccionado a tales
personas, obsérvalas como los padres observan a sus hijos. De esta forma
podrás descubrir si en ella se observa alguna falla en sus personalidades.
Trátalos con agrado y amablemente. No codicies su más alta consideración
si ellos se la merecen y no rehúses su pequeña misericordia. Este tipo de
trato creará tendencias recíprocas; confiarán en ti y te serán fieles. Bajo la
impresión de que has puesto atención suficiente a sus mayores necesidades
y requerimientos, no cierres tus ojos a los menores requerimientos y
necesidades, porque pequeños favores a menudo producen mejores frutos,
aunque la cuidadosa atención a las mayores necesidades es también muy
importante. De entre tus oficiales deberán recibir tu más alto respeto y
consideración quienes ponen la mayor atención a las necesidades de los
soldados a su cargo, quienes se adelantan en ayudar a los soldados con
sus medios y sus propiedades personales de tal modo que los soldados
puedan llevar una vida feliz y tranquila y puedan estar completamente
confiados acerca del futuro de sus familias e hijos. Si están así satisfechos
y libres de ansiedades y preocupación, pelearán sincera y valientemente
en odas las batallas.
Tu constante atención a los oficiales y a los soldados, harán que te quieran
cada vez más. Las cosas que más deberían agradar al corazón de un
gobernante deben ser el hecho de que su Estado está siendo gobernado
sobre los principios de equidad y de justicia y que sus súbditos lo quieran.
Ellos te querrán solamente cuando sus corazones no estén resentidos
contra ti. Su sinceridad y fidelidad se probará cuando se unan para
apoyar tu gobierno, cuando acepten tu autoridad sin considerarla una
insoportable carga sobre sus cabezas y cuando no deseen que tu gobierno
llegue a su fin.
Permíteles que tengan tantas esperanzas en ti como ellos quieran y
cúmplelas -tanto- como razonablemente puedas. Habla bien de aquellos
que merecen tus ruegos. Aprecia sus buenos actos y permite que, esas
buenas acciones se conozcan públicamente. La oportuna publicidad de
una noble acción y obras valiosas crean más fervor en los valientes y
animan a los cobardes. Debes conocer y comprender los buenos actos
realizados por cada individuo de modo que el honor de la noble acción
hecha por uno, no se le atribuya a otro.
No subestimes ni pagues mal un trabajo bien hecho de la misma manera,
no pagues demasiado un trabajo simple por haber sido realizado por una
persona importante y no permitas que su posición y prestigio sean la causa
de al sobrevaluación de su trabajo; y al mismo tiempo, no devalúes una
gran acción si fue hecha por una persona común; permite que la equidad,
la justicia y el juego limpio sena tus máximas.
Cuando te enfrentes con problemas que no puedas resolver, con situaciones
difíciles cuya salida no puedes encontrar o, cuando circunstancias dudosas
o inciertas te confundan, vuélvete hacia Dios y hacia el Santo Profeta
(PBd) porque Dios así lo ha ordenado a aquellos a quienes quiere guiar:
«¡Oh gente de fe firme! Obedeced las órdenes del Señor y las órdenes
del Profeta y de aquellos que son sus Emires»
Es decir, los gobernantes y guías nombrados por Dios y el Santo Profeta
(PBd)
La forma de encaminarse a Dios es un acto diligente de acuerdo con las
claras y explícitas órdenes dadas en Su Libro Santo -Corán- y dirigirse
al Santo Profeta (PBd) significa según sus órdenes -de las que no hay
ninguna duda ni ambigüedad- y las cuales han sido aceptadas como
correctamente registradas.
En cuanto a lo concerniente a la administración de la Justicia, tienes que
ser cuidadoso en la elección de los funcionarios. Debes elegir personas
de conducta excelente, capacidad superior y meritorios antecedentes.
Deben poseer las siguientes calificaciones: la abundancia de litigios y
la complejidad de casos no deberían malhumorarlos. Cuando descubran
que han cometido un error en un juicio, no deberían persistir en él y no
deberían intentar justificarlo. Cuando la verdad se les aclare y el recto
camino se presente, no deberían considerar una falta de dignidad corregir
o anular su error. No deberían ser corruptos, ambiciosos o codiciosos. No
deberían estar satisfechos con una simple investigación o examen del caso,
sino que deberían examinar escrupulosamente todos los pros y los contras
del mismo. Deben examinar cuidadosamente cada aspecto del problema y
cada vez que tropiecen con una duda o puntos ambiguos deben detenerse,
examinar con cuidado más detalles, aclarar los puntos y, sólo entonces,
proceder a su decisión. Deben atribuir gran importancia al razonamiento
de los argumentos y pruebas. No deberían cansarse con difusas disensiones
y argumentos. Deben mostrar paciencia y perseverancia al explorar los
detalles, comprobar los puntos presentados como verdaderos y entresacar
la realidad de la ficción. Y cuando la verdad se les presente por sí misma,
deben dar su juicio sin temor, preferencias o prejuicios.
No deberían desarrollar la vanidad y la presunción cuando se los elogia
o alaba. No deberían pervertirse por halagos y adulaciones aunque
desafortunadamente hay pocas personas que tienen tales características.
Después de que hayas seleccionado a tales hombres para actuar como
tus jueces, dedícate a examinar cuidadosamente algunos de sus juicios
y estudia su procedimiento. Págales generosamente para que puedan
satisfacer sus necesidades por completo y no necesiten mendigar, pedir
prestado o recurrir a la corrupción. Bríndales tal posición y prestigio en tu
Estado que ningún funcionario o cortesano pueda tratarlos despóticamente
o perjudicarles. Permite que el poder judicial esté por encima de cualquier
clase de presión o influencia ejecutiva, del temor o del favor, de la intriga
o corrupción. Ten particular cuidado en este aspecto porque antes de
tu nombramiento este Estado estaba bajo el influjo de la corrupción,
los oportunistas y los codiciosos de riqueza, quienes eran libertinos,
ambiciosos y lujuriosos. Ellos querían solamente que el Estado les
permitiera consentimiento de amasar riquezas y placeres para sí mismos.
Luego, están los funcionarios del Estado, cuyo trabajo debes supervisar.
Deben ser nombrados después de un cuidadoso examen de sus capacidades
y personalidad. Estos nombramientos deben realizarse originariamente
sobre la base de la aprobación desligada de cualquier clase de favoritismo
o influencia. De lo contrario reinará la tiranía, la corrupción, la confusión
y el desorden en tu Estado.
Cuando selecciones a tus funcionarios, ten cuidado de elegir personas
honorables y con experiencia, miembros de familias respetables o
que hayan servido al Islam desde sus comienzos, porque éstas son
generalmente de una noble personalidad y buena reputación. No son
codiciosos ni pueden ser corrompidos fácilmente. Tienen generalmente
ante ellos los resultados de sus pensamientos y actos fundamentales.
Págales bien para que no se vean tentados a disminuir su nivel de
moralidad o a distraer los fondos del Estado que se les ha confiado; si
luego de haberles pagado generosamente, demuestran ser deshonestos,
entonces castígales. Por tanto, mantén una cuidadosa observación sobre
sus sistemas de trabajo y gobierno, inclusive, puedes designar a hombres
honestos y confiables para que controlen la actividad de estos funcionarios.
Así, sabiendo que son secretamente observados, se mantendrán lejos de
los funcionarios deshonestos. Si encuentras a alguno de ellos siendo
deshonesto, y si tu servicio de inteligencia presenta pruebas aceptables
de su falta de honestidad, entonces debes castigarlos. Este castigo puede
ser físico; invitándole a retirarse de sus servicios, haciéndole devolver
todo lo que ha tomado deshonestamente. Deberá ser humillado haciéndole
comprender la infamia de sus actos deshonestos. Se deberá dar publicidad
a su humillación y castigo de modo que pueda servir de lección y disuasión
para otros.
En lo concerniente a la recaudación de las rentas públicas e impuestos,
siempre debes tener en cuenta la prosperidad del contribuyente, esto
es más importante que el impuesto en sí, porque estos impuestos y los
contribuyentes, son la fuente original de la que depende el bienestar de tu
Estado y tus súbditos. Un Estado realmente subsiste con las rentas de los
contribuyentes porque su capacidad imponible descansa sobre al fertilidad
de la tierra. El gobernante que no presta atención a la prosperidad de
sus súbditos y a la fertilidad de la tierra, concentrándose solamente en
la recaudación de las rentas, asola la tierra, arruina al Estado y lleva la
destrucción a las criaturas de Dios. Su Gobierno no puede durar mucho.
Si los contribuyentes se quejan de la pesada incidencia de las tasas e
impuestos, de cualquier calamidad accidental, del capricho del viento
Monzón (húmedo y hacia la tierra) de la escasez de medios de irrigación,
de la destrucción de sus cosechas debido a las excesivas lluvias y, si sus
quejas son verdaderas, entonces reduce sus impuestos. La reducción
debe ser tal que les provea de oportunidades para mejorar su condición
y aliviar su situación. La disminución de los ingresos del Estado debido
a tales razones no debería deprimirte, porque la mejor inversión para un
gobernante es la ayuda a sus súbditos en tiempos de dificultades. Ellos
son la verdadera riqueza de un país y cualquier inversión en ellos, aún
en la forma de reducción de impuestos será devuelta al Estado bajo la
forma de prosperidad de sus ciudades y la mejora del país en general.
Al mismo tiempo que las rentas, podrás merecer y obtener su cariño,
respeto y encomio. ¿No sería esto una eterna felicidad? No solamente esto,
sino que tu benigno gobierno y tratamiento humano, producirían tal efecto
en ellos que te ayudarán en las dificultades y podrás confiar En su apoyo.
Tu amabilidad, clemencia y justicia, serán un tipo de entrenamiento moral
para ellos. Su feliz próspera vida por la que te estarán agradecidos, serán
para ti el mejor apoyo, la más fuerte protección y el más grande tesoro.
Si más tarde sobrevienen circunstancias en las que necesites de su apoyo,
ayuda, confianza, riqueza y fuerza, entonces ellos no te escatimarán en
nada.
Recuerda Maalik, si un país es próspero y si su gente esta bien, entonces
soportará feliz y voluntariamente cualquier carga. La pobreza de la gente
es la causa real de la devastación de un país. La causa principal de la
pobreza es el deseo de sus gobernantes y funcionarios de amasar riquezas
y posesiones ya sea por medios justos o injustos. Temen peder sus puestos o
posiciones, sus dominios o gobierno y quieren hacer las mayores cosas en
el menor tiempo posible. No han aprendido ninguna lección de la historia
de las naciones ni prestan ninguna atención a las Órdenes de Dios.
También tienes que ser muy cuidadoso con tus secretarios. Deberías confiar
tus trabajos a los mejores entre ellos. Especialmente los asuntos que sean
confidenciales y que traten de secretos y de la seguridad del Estado,
deberían ser confiados solamente a hombres de personalidad honesta y
ejemplar, cuyas mentes no se perturben por el poder, posición y prestigio
y no a aquellos que prosiguen en la propaganda o hablando contra el
Gobierno en público, obrando abiertamente mal contigo o considerándose
tan importantes como para ignorarte a ti o a tus órdenes en las esenciales
transacciones financieras del Estado, en la obligada presentación de
documentos delante de ti o en la atención de correspondencia importante.
Particular cuidado deberías tener cuando los funcionarios realizan
contratos o firman acuerdos en nombre del Gobierno para que éstos no
sean defectuosos o dañinos para el Estado. Si se negocia cualquier tratado
o alianza, no deberán pasar por alto los intereses del Estado; si el Estado
se encuentra en una posición débil y embarazosa debido a los términos
perjudiciales del tratado o a alguna intriga, los funcionarios deberán
encontrar una salida razonable. Observa que conozcan y se percaten de
su posición y de su rango, porque quien no se percata de su posición y de
su lugar, nunca comprenderá el de los otros.
Una cosa más acerca de estos funcionarios, recuerda de no seleccionarlos
para cargos muy importantes y no confíes completamente en ellos
simplemente por encontrarlos honestos, diligentes e inteligentes y por
haberte formado una buena opinión sobre ellos, porque hay algunas
personas que, cuando les conviene pretenden ser honestos, diligentes y
fieles y pueden ponerse la vestimenta de la piedad y la virtud. Encuentran
así la manera para llegar al corazón de los gobernantes, si bien en el
fondo de sus corazones no serán honestos, ni diligentes, tampoco serán
prudentes o sagaces.
Por tanto, siempre debes observar los antecedentes o reputación de los
servicios de tales hombres durante regímenes anteriores. Una buena
reputación es de extrema importancia. Este tipo de selección y supervisión,
demostrará que eres fiel a Dios, y que deseas el bien para tu Imam. Luego,
debes nombrar un funcionario para que presida cada rama importante
de tu Gobierno. Debe tener suficiente conocimiento y sabiduría para
hacer frente exitosamente a todos los intrincados problemas de su área
de responsabilidad y bastante diligencia para una gran cantidad de
trabajo. Recuerda bien, que si hay algunos defectos en tus funcionarios
y son tolerados, tú y sólo tú, serás responsable por todos los males que
ellos puedan crearte.
Quiero aconsejarte, acerca de los comerciantes e industriales. Trátalos
bien y ordénales a tus funcionarios seguir la misma política. Pueden
ser comerciantes locales que se ocupan de sus transacciones en ciertos
lugares, o que envían sus mercancías de un lugar a otro. Pueden ser
también importadores y exportadores. Igualmente pueden ser industriales
y fabricantes, como también trabajadores industriales u hombres
contratados para actividades manuales. Todos ellos merecen simpatía,
protección y buen trato. Todos ellos son la fuente de riqueza de un país.
Ellos proveen las mercaderías a los consumidores. La mayoría de estos
comerciantes traen las mercancías desde tierras distantes, a menudo,
desde lugares que no son de fácil acceso y los que la gente no se atreve
o no quiere ir. Estos comerciantes son generalmente personas pacíficas
que no producen disturbios o agitaciones sediciosas. Tú debes cuidar sus
intereses, protegerlos, ya sea que estén comerciando en tus ciudades o
aldeas o viajando por los países transportando mercaderías de un lugar a
otro. Una cosa más acerca de los comerciantes e industriales, aunque los
trates favorablemente, también debes observar sus actividades. Tú sabes
que ellos son generalmente mezquinos, avaros, intensamente egocéntricos
y egoístas, que sufren de obsesión de codicia y acumulación de riquezas.
A menudo, esconden mercancías para obtener más ventajas, creando la
escasez y la venta clandestina. Tales condiciones son extremadamente
perjudiciales para el público por un lado y por el otro, difaman al gobierno.
Tú debes poner fin a todas estas prácticas porque el Santo Profeta (PBd)
las prohibió explícitamente.
Recuerda que el comercio debería ser entre los compradores y vendedores,
de acuerdo a los correctos pesos y medidas, y en términos razonables
donde ni el consumidor ni los proveedores tengan que enfrentar pérdidas.
Pero si aún con todos los tratamientos favorables que se les han concedido
y con todas las facilidades proveídas, los comerciantes e industriales
continúan acumulando dinero y vendiendo clandestinamente, entonces
deberás castigarlos de acuerdo a la intensidad de sus delitos.
Luego, quiero prevenirte acerca de los pobres. Dios teme por su condición
y por tu actitud hacia ellos. No tienen ningún apoyo, ningún recurso, ni
oportunidades. Ellos son pobres, están necesitados y muchos de ellos son
inválidos e ineptos para trabajar. Algunos mendigan y otros -que tienen
dignidad- no lo hacen, pero su condición grita su desgracia, pobreza,
escasez y necesidad. Por amor a Dios Maalik, protégeles a ellos y a sus
derechos. Él ha puesto esta responsabilidad sobre tus hombros. Debes
darle una parte del tesoro del Gobierno. Además de esta parte en efectivo,
debes también reservarles una parte de la cosecha, etcétera
De los depósitos de granos, del Gobierno de las ciudades donde son
cosechados, por estar cultivados en tierras que pertenecen al Estado
-porque en esta cosecha- la parte de aquellos que viven lejos de cualquier
ciudad, es igual a la parte de aquellos que viven cerca. Permíteme
recordarte una vez más, que tu responsabilidad es velar por los derechos
de los pobres y cuidar de su bienestar. Asegúrate que el orgullo de tu
posición y la vanidad de la riqueza no te engañen ni te hagan perder la
visión de tan seria e importante responsabilidad.
Tu puesto es tan importante, que no puedes ignorar la responsabilidad,
ni del menor error de omisión o de comisión con la excusa de que te
encuentras tan absorbido con mayores problemas de Estado. Por tanto,
sé muy cuidadoso del bienestar de la gente pobre. No seas arrogante y
vanidoso con ellos. Recuerda que debes tener especial cuidado de aquellos
que no pueden llegar hasta ti, de aquellos cuya indigencia y enfermedad
pueden serte odiosas y de aquellos a quienes la sociedad trata con disgusto,
descalificación y desprecio. Designa a una persona respetuosamente,
honesta y piadosa, que tema a Dios y pueda tratarlos respetablemente;
ordénale que averigüe todo sobre ellos y que te lo comunique. Luego trata
a dichas personas pobres de tal forma que en el Día del Juicio, puedas
defender exitosamente tu caso ante Dios. Porque al margen de todas las
clases de tus súbditos esta clase se merece más tu atención, favores y una
justa disposición. Cada una de estas pobres y dignas personas, merecen
tu simpatía y tendrás que hacer justicia a Su Causa para lograr Su Favor,
aún más, debes prestar mayor atención a los huérfanos, a los viejos y a
los lisiados. Ellos no tienen ningún apoyo ni es conveniente que salgan a
mendigar. No pueden alcanzarte, por tanto, tú debes llegar a ellos.
Recuerda que el cumplimiento de este deber y esta obligación es
considerada una pesada carga para la mayoría de los Gobiernos, pero
para aquellos que desean lograr Su Favor y entrar en Su Reino, Él les
hace el trabajo liviano y agradable. Ellos lo soportan feliz, sincera y
solícitamente. Encuentran placer en ello y creen en las Promesas el
Señor. Fuera de las horas de tu trabajo, fija un tiempo para las demandas
y para quienes llegan a ti con sus quejas. Durante este tiempo no debes
hacer otro trabajo más que oír y prestar atención a sus quejas. Para este
propósito debes fijar una audiencia pública y durante esa audiencia por
amor a Dios, trátalos con gentileza, cortesía y respeto. No permitas que
se encuentren presentes en la audiencia tu ejército y policía, para que se
puedan quejar contra tu gobierno (puedan hablar libremente y sin temor)
Todo esto es un facto necesario en tu Gobierno, porque a menudo escuché
al Santo Profeta (PBd) decir: “Esa nación o gobierno en donde los
derechos de los desposeídos, necesitados y oprimidos no son protegidos,
y en donde personas importantes y poderosas no se les fuerza a ceder
estos derechos, no podrán alcanzar la salvación”
Debes recordar que en estas audiencias se reunirán los hombres más
comunes. Por tanto, si encuentras en sus comportamientos algo inadecuado
o sientes que su conversación es irreverente, tolérales. No seas descortés ni
insultante con ellos para que el Señor pueda ser amable y Misericordioso
contigo y pueda premiarte por obedecer Sus Órdenes explícitamente.
Trátalos cortésmente, escucha con respeto y cordialidad sus quejas; y
si te ves forzado a rechazar sus demandas, entonces recházalos de tal
manera que tu rechazo pueda agradarles tanto como tus asentimientos.
Luego, hay ciertos deberes que sólo tú podrás realizar, de los que ninguno
de tus funcionarios puede ocuparse. Entre ellos, están las respuestas a
las cartas de tus comisionados y gobernadores que están más allá de la
jurisdicción de tus secretarios. Si encuentras que tus funcionarios no están
atendiendo las quejas y demandas del público como debieran, entonces
tú debes atenderlas personalmente. Debes terminar el trabajo diario ese
mismo día, porque cada día te requiere una tarea especial.
Reserva tus mejores momentos para rezarle al Señor, aunque cada trabajo
de Estado es el trabajo de Dios especialmente si eres sincero y honesto
y si tus súbditos están felices con tu Gobierno y a salvo de tu opresión.
Tus plegarias diarias están entre aquellos deberes que tienes que ejecutar
diligentemente. Las debes ofrecer sincera, regular y persistentemente.
Debes establecer momentos para ellas, durante el día y la noche. Para
este deber, debes exigirle a tu físico vigor, aunque ello pueda fatigarte. La
observación de tus plegarias, debe ser en sincera y también impecable,
y no deben ser tan largas como para cansar a aquellos que te siguen ni
tan cortas que por tales, lleguen a ser imperfectas y defectuosas, porque
entre aquellos que se sitúan detrás de ti durante las plegarias, puede
haber algunas personas enfermas u otras que puedan tener que atender
deberes importantes. Cuando el Santo Profeta (PBd) me envió a Yemen,
le pregunté como conducir las plegarias y me aconsejó: ‘Reza como una
persona débil y anciana y sé amable con el fiel’ (para que una persona
débil y anciana pueda seguir tus rezos feliz y fácilmente)
Debes cuidar no separarte del público. No establezcas diferencias de
prestigios entre tu persona y las de tus súbditos. Tales pretensiones y
muestras de pompa y de orgullo, son en realidad manifestaciones de
vanidad y complejo de inferioridad. El resultadote tal actitud, es que
permaneces ignorante de la condición de tus súbditos y de las causas
reales de los incidentes que suceden en el Estado.
Te equivocarás en la comprensión de la relativa importancia que
tienen los eventos y el lugar que cada uno de ellos ocupa y, puede que
atribuyas mayor significación a eventos menores, y que eludas realidades
importantes. Del mismo modo, puede que atribuyas gran peso a personas
mediocres e ignorantes y seas indiferente a hombres que sean realmente
consecuentes. Lo que es más, pierdes la calidad de distinguir entre lo bueno
y lo malo, confundiendo uno con el otro o mezclando inútilmente los dos.
Después de todo, un gobernante es tan ser humano como cualquier hombre
y puede permanecer ignorante a realidades que sus funcionarios quieran
ocultarle (Y sobre las que el pueblo puede esclarecer) De este modo, la
verdad puede mezclarse con la falsedad y puede que no distinga, porque
no hay estigmas sobre al frente de la verdad para que se pueda diferenciar
fácilmente de la falsedad. Uno tiene que buscar la realidad y entresacar
las verdades de la ficción; sólo entonces se puede lograr la verdad. Piensa
por ti mismo. Hay solamente dos categorías de gobernantes y tú puedes
pertenecer a una de ellas.
Puedes ser uno temeroso de Dios, un gobernante sincero y diligente,
haciendo las cosas correctas en los momentos correctos y siguiendo los
principios de la equidad y la justicia, protegiendo los derechos de los
otros y haciendo lo mejor para cumplir con tus obligaciones; o puedes
ser un miserable, rechazando ser generoso con cualquiera. En el primer
caso: ¿Porqué has de esconderte del público y correr una cortina a tu
derredor? La gente llegará a conocer ese trato miserable de tu carácter
y seguidamente, dejará de pedirte favores. No pases por alto la realidad
de que la mayoría de las demandas que te presenten, no tendrán nada
que ver con tu riqueza personal. Serán sobre los derechos de la gente,
las obligaciones del Estado, quejas sobre la opresión del Estado y
solicitudes de justicia y equidad. Entonces ¿porqué evitar escuchar estos
requerimientos?
Nunca debes descuidar el hecho de que generalmente, alrededor de los
gobernantes, hay ciertas personas privilegiadas -parientes y amigos- Ellos
pueden a menudo, tratar de sacar ventaja de su posición y pueden recurrir
al egoísmo, la intriga, el fraude, la corrupción y la opresión. Si encuentras
tales personas a tu alrededor, apártalos de ti -por más estrecha relación
que tengan contigo- e inmediatamente pon fin al escándalo y limpia tu
medio de tal corrupción moral y espiritual.
Nunca debes dar a tus parientes o amigos tierras en permanente
arrendamiento con todos los derechos de propiedad y privilegio. Nunca
debes permitirles tomar posesión de la fuente de abastecimiento de agua
o de las tierras que tienen especial utilidad para la comunidad. Si toman
posesión de tales propiedades, agobiarán a los otros para obtener injustos
beneficios y así acopiarán todos los frutos para sí mismos, dejándote una
mala reputación en este mundo y un castigo en el siguiente. Sé imparcial
al administrar justicia. Castiga a quien merezca el castigo, aunque sea
tu pariente cercano o íntimo amigo y aunque tal acción pueda producirte
congoja, pena o dolor. Soporta pacientemente tales penas y espera la
recompensa celestial. Te aseguro que esto producirá buenos frutos.
Si debido a la certeza de tus medidas estrictas, la gente sospecha que tu
conducta es como la de un tirano y opresor, entonces, preséntate ante
ellos abiertamente, explícales las razones de tus actos y permíteles ver
la realidad para que se percaten de la verdad. Esto entrenará tu mente,
será un acto de bondad para tus súbditos y la confianza que pones en ellos
le hará apoyar a la justicia y la verdad y, tú lograrás el fin que deseas,
obteniendo su apoyo en la causa de la Verdad.
Si tu enemigo te invita a firmar un tratado aceptable para el Señor,
nunca debes rechazar tal oferta, porque la paz llevará descanso y alivio
para tu ejército, te aliviará de preocupaciones y ansiedades y llevará
prosperidad a abundancia a tu gente. Pero aún después de tal tratado,
cuídate de tu enemigo. No deposites demasiada fe en sus promesa porque
a menudo, recurrirá a la paz y a los tratos para embaucarte y engañarte,
sacando ventaja de tu confianza y descuido. Al mismo tiempo, sé muy
cuidadoso, nunca faltes a la palabra dada al enemigo, nunca reniegues
de la protección o apoyo que les has ofrecido, nunca te vuelvas atrás en tu
palabra y jamás violes los términos de un tratado. Debes incluso arriesgar
tu vida para cumplir con las promesas y los términos establecidos, porque
de todas las obligaciones que el Señor Todopoderoso le impuso al hombre
(con relación a los demás hombres) no hay ninguna tan importante
como la de mantener una promesa que se ha hecho. Aunque las personas
puedan diferir en sus religiones e ideologías y puedan tener divergentes
criterios sobre los variados problemas del Estado, todos concuerdan en
que la promesa hecha debe ser cumplida. Aún los paganos se cuidan de
mantener las promesas hechas entre ellos, porque han visto y notado los
efectos perniciosos de promesas rotas. Por tanto, ten particular cuidado
de las promesas hechas; nunca te retractes de la palabra que diste, nunca
ataques o comiences una ofensiva sin un previo desafío y un ultimátum.
Un fraude o una decepción -aún en contra de tu enemigo- es una decepción
contra Dios y nadie, salvo los miserables pecadores, se atreverían a
hacerlo. Dios ha otorgado a las promesas y tratados el alto grado de
ser Mensajeros de Paz y Prosperidad y, por medio de Su Benevolencia y
Misericordia, ha hecho de ellos un común deseo en el espíritu de todos
los hombres y un requerimiento común para todos los seres humanos.
Ha hecho de ellos un refugio en el que todos desean cobijarse bajo su
protección. Por tanto, cuando haces una promesa o decides hacer un
tratado, no debería haber reserva mental, ni fraude o engaño, como
tampoco, ningún doble sentido. No utilices en tus promesas o tratados,
frases o palabras que puedan ser traducidos en más de una manera o que
puedan ser interpretados o explicados en más de una forma. No permitas
que los términos sean ambiguos, deja que sean claros, precisos y certeros.
Una vez que se ha hecho un tratado, no trates de tomar ventaja de ninguna
palabra o frase ambigua que haya en él. Si te encuentras en una situación
problemática debido al tratado hecho por la causa de Dios, trata de
enfrentar la situación y soportarla valientemente. No trates de zafarte del
los términos del acuerdo, porque enfrentar tales dificultades e intrincadas
situaciones, puede hacerte ganar Sus Recompensas y Bendiciones y es
mejor que faltar a tu palabra por esta razón y ganar esa recompensa y
bendición por la que estás ansioso y por la que tendrás que responder al
Señor, que puede reducir Su Ira en este mundo y la condena en el próximo.
Cuídate del pecado de derramar sangre sin una justificación religiosa, pues
no hay nada más efectivo para provocar la Cólera del Señor, para quitar
Su Bendición y Su Misericordia y hacerte más merecedor de Su castigo y
reducir la extensión de tu vida, que derramar sangre inocente. En el Día
del Juicio, Dios atenderá primero los pecados de derramamiento de sangre
practicados por el hombre contra el hombre. Por tanto, nunca trates de
fortalecer tu poder, posición y prestigio, mediante el derramamiento de
sangre inocente. Tales asesinatos, en lugar de fortalecer tu posición, no
sólo la debilitarán considerablemente, sino que pueden también transferir
tu poder por completo, sacándotelo y confiándoselo a algún otro.
Si has asesinado a un hombre intencionadamente o con un fin determinando,
entonces ninguna excusa será aceptable para Dios o para mí, porque el
castigo de tal crimen es necesario. Si tú cometes homicidio por error, sin
ningún motivo o intención, o bien durante el desarrollo de una sanción
legal, tu látigo, espada o mano inintencionada o inadvertidamente da un
golpe fatal (ya que una cachetada o bofetada dada enérgicamente sobre el
oído, puede causar la muerte) ello no será motivo de que por tu prestigio
y posición, rechaces pagar la compensación de los herederos.
Cuídate de no fomentar los rasgos de autoestima y admiración en tu
persona y, no te envanezcas de los rasgos dignos que encuentras en tu
personalidad o de las buenas acciones que has realizado. No permitas
que la adulación o los cumplidos te hagan egoísta y vanidoso. Recuerda
que de todas las astutas artimañas del demonio para anular las buenas
obras de la gente piadosa y para afectar su devoción, la adulación y el
ensalzamiento, son sobre las que más se apoya. No te vanaglories de los
favores que has hecho a tus súbditos y no intentes hacerlo notar. No pienses
demasiado en el bien que les has hecho. No te retractes de las promesas
hechas. Estos tres hábitos, son feos rasgos de una personalidad.
La costumbre de ufanarse por los favores realizados, contrarresta a los
actos buenos. La costumbre de exagerar y pensar arrogantemente acerca
de nuestros buenos actos, te hará perder la guía de Dios. La costumbre
de romper nuestras promesas, desagrada a ambos; a Dios y al hombre.
El Señor Misericordioso dice: “A Dios le disgusta sobremanera que tú
no cumplas con tus promesas”
No te apresures ni precipites en tus actos y decisiones. Cuando llegue el
momento de tomar una decisión o de actuar, entonces no seas perezoso, no
pierdas el tiempo y no muestres debilidad. Cuando no encuentres la forma
correcta de realizar una cosa, no persistas en el camino equivocado. Y,
cuando encuentres la solución correcta, no te duermas en adoptarla. En
resumen, haz todo en el momento justo y en la forma apropiada y conserva
todo en su correcto lugar. No reserves para ti cualquier cosa que sea de
propiedad común a todos y en la cual otros tienen iguales derechos. No
cierres tus ojos a las malas actitudes notorias e tus funcionarios, a los
fracasos de la justicia, abuso de los derechos, porque tú serás responsable
del mal hecho a otros.
En el futuro cercano, tus métodos equivocados y tu mala administración
será presentada y serás llamado y castigado por los errores cometidos
contra de los desvalidos y oprimidos. Sé cuidadoso y controla tu
temperamento, tu ira y tus deseos de ser vanidoso y arrogante. Ten
cuidado de tus manos cuando decidas un castigo y de la agudeza de tu
lengua cuando pronuncies cosas desagradables. La mejor manera de
lograr todo esto, es no apresurarse en las observaciones y demorar la
decisión del castigo para que puedas moderar tu temperamento y lograr
un completo control de ti mismo. Esto no podrás lograrlo a menos que
recuerdes constantemente que tienes que corresponder a Dios y a menos
que la veneración a Él supere a cualquier otro sentimiento.
Siempre debes tratar de recordar las cosas buenas y útiles que has
realizado en el pasado: las actividades de un gobierno justo y benigno,
los buenos actos realizados por el mismo, las buenas y justas leyes
promulgadas, las órdenes y tradiciones del Santo Profeta (PBd) las
órdenes dadas por Dios en Su Libro Santo (Corán) y las cosas que me
has visto hacer o me has escuchado decir. Continúa las buenas acciones
y consejos justos encontrados en él. Sigue también cuidadosamente los
consejos contenidos en estas órdenes.
A través de ellos he tratado de enseñarte todo lo que se puede enseñar
acerca de un buen Gobierno. He cumplido con mi deber con relación a
ti, para que así, no puedas extraviarte y para que tus pensamientos no
ansíen viles deseos. Si no lo haces, entonces no tendrás excusa ante Dios.
He suplicado a Dios por Su Misericordia sin límite y por Su Poder Supremo
para que nos conceda nuestros ruegos. Él puede dirigirnos por la Divina
Dirección realizando Su Voluntad, defendiendo exitosamente nuestros
casos ante Él, justificando nuestros actos delante del hombre, ganando
buena reputación, dejando buenos resultados en nuestro gobierno justo
y benigno, expandiendo la prosperidad y desarrollando el bienestar del
Estado, y encontrando nuestro fin como personas mártires y piadosas,
porque nuestra correspondencia es solamente hacia Él.
Que la Paz de Dios, descienda sobre el Santo Profeta (PBd) y sus
descendientes.

Carta 54
Carta escrita por Hazrat ‘Ali (P) par Talha y Zubayr enviada a ellos por medio
de ‘Imran Ibn Al Hasin Al Yaza’i. Este ‘Imran fue compañero del Santo
Profeta (PBd) Había abrazado el Islam antes de la batalla de Jaibar y a partir
de ese momento acompañó siempre al Santo Profeta (PBd) fue una persona
muy piadosa y uno de los más auténticos narradores de la tradición del Santo
Profeta (PBd):
Después de alabar a Dios Todopoderoso. Pueden intentar todo lo que
quieran para ocultar esta cuestión, corriendo un velo sobre ello, pero
ustedes dos saben muy bien que yo no propuse a la gente para tomarme
juramento de obediencia, sino que ellos vinieron hacia mí con el deseo
de hacerme su Emir (Gobernante) Yo extendí mis manos hacia ellos para
que pudieran hacer el juramento de obediencia, sino -al contrario- ellos
extendieron sus manos hacia mí. Ustedes dos estaban entre los que se
congregaron a mí alrededor para hacer el juramento. Todos ustedes
vinieron hacia mí para expresar su juramento no por miedo a que los
oprimiera o tiranizara o porque esperasen obtener alguna ganancia
monetaria conmigo. Si hicieron el juramento de obediencia por propio
y libre deseo, sin ninguna coacción, por tanto, no rompan luego este
juramento, abandonándolo. Arrepiéntanse ante el Señor por haber roto
el juramento.
Y si vuestros juramentos no fueron un acto sincero, hecho con agrado y
por propio deseo, entonces vuestras conductas de aparente obediencia y
fidelidad al principio, pero de rebeldía en mi contra más tarde, no hablan
bien de vuestras reputaciones y sirven como argumento a mi favor en
contra de ustedes.
A fe mía, ustedes no tuvieron necesidades más apremiantes que
otros Emigrantes par ocultarme sus reales intenciones y para fingir
hipócritamente fidelidad y obediencia. En realidad hay más motivos para
que ustedes no hicieran el juramento y no me ofrecieran su fidelidad para
faltar ahora a ellos. Ustedes eran gente rica, tuvieron a sus clanes de apoyo
y respaldo. Dichos clanes eran en aquel tiempo tribus tan poderosas como
lo son ahora. Ustedes no fueron forzados a venir a hacer el juramento,
¿Saben que por lo que hicieron entonces, obraron como hipócritas y ahora
como esclavos manumitidos? Los motivos ulteriores (de sus acciones):
Ustedes están diciendo a la gente que yo soy el responsable del asesinato del
Califa ‘Uthman. Para dar testimonio de quien es responsable del asesinato
del Califa -ustedes dos o yo- hay gente en Medina que es imparcial, que
nunca estuvo junto a mí o al lado de ustedes, manteniéndose lejos de mí
desde el principio. ¿Preguntamos a ellos a quien responsabilizan de su
muerte? Su opinión esclarecerá la cuestión de una vez por todas, cargará
la responsabilidad a quien corresponda y revelará la parte que cada uno
de nosotros ha tenido en la ayuda al Califa, o estará de acuerdo con que
se le haya matado.
Mis respetados amigos, abandonen su actitud actual, aunque declarando
la falsedad de su posición -hoy día- ustedes podrán ser ridiculizados y
deshonrados. No obstante, persistiendo en su actitud errónea y pecadora,
ciertamente que el día de mañana ganarán la deshonra y el ridículo de
este mundo y asimismo, el castigo correspondiente en el otro.

Carta 55

Carta para Mu’awiyah:


Después de alabar a Dios Todopoderoso. Debes saber y entender que Dios
ha hecho de este mundo un lugar donde solamente se está para ganar la
felicidad para el otro mundo, por medio de las buenas obras. La gente
se pone a prueba aquí para ser premiada allá, de acuerdo a sus méritos.
Nuestra existencia no termina aquí, no se nos crea solamente para este
mundo, ni se nos ordena concentrar solamente nuestra energía en la
obtención de placeres, poder y pompa. Se nos trae aquí simplemente para
poner a prueba nuestro conocimiento, intenciones y actitudes.
Tú estás siendo probado por causa mía y yo por causa tuya. Cada uno
de nosotros será una evidencia o una demostración de las intenciones
del otro, sean piadosas o pecaminosas. Tú empezaste por interpretar
incorrectamente el Santo Corán y sobre dicha base, empezaste a oprimir
y tiranizar a la gente. Tu siguiente acción -impía también- fue señalarme
como el responsable por una acción de la que mis manos y lengua son
inocentes (El asesinato del Califa) tú y los sirios hicieron todo lo que
pudieron para cargarme con dicha acción. Ellos se informaron a través de
ti, persuadidos por la ignorancia, y la gente influyente movió a la multitud
y a los plebeyos para rebelarse en mi contra.
Teme a Dios y no permitas que el Shaytán te conduzca a donde quiera.
Piensa en al muerte y en la vida después de ella, porque ese es el único
lugar de descanso para ti, para mí y para todos los seres humanos. Sé
temeroso porque la Cólera del Señor Todopoderoso puede arrojarte a tal
calamidad que no solamente será tu fin, sino el de tu dinastía.
Juro, y mi juramento es tal que no tengo ninguna intención de quebrantarlo,
que si el destino dispone que nos enfrentemos uno contra el otro, no dejaré
el campo de batalla hasta que el Señor decida el combate a favor de uno
o del otro: Él es el Mayor Juez.
Carta 56
Cuando Hazrat ‘Ali (P) designó a Hane Ibn Shoreh como Comandante de
la vanguardia de su ejército -que estaba marchando hacia Siria- le dio las
siguientes instrucciones:
Día y noche conserva el temor a Dios en tu espíritu. Cuídate de este mundo
vicioso y tentador. Nunca confíes en él. Si no te controlas tú mismo de
las ansías inmoderadas e impías, seguramente entonces tu pensamiento
te conducirá hacia la perdición. Por tanto, obsérvate y contrólate
permanentemente en los momentos de enojo y molestia y no pierdas el
autocontrol de tu temperamento.

Carta 57
Cuando se dirigía de Medina a Basra, Hazrat ‘Ali (P) escribió esta carta para
los Kufiyíes, fue una epístola maravillosa, invita a la gente a comprobar la
piedad de sus intenciones:
Después de rezar al Señor y honrar al Santo Profeta (PBd) le hago
saber que estoy dejando esta ciudad, ya como tirano y opresor o como
tiranizado y oprimido; yo rebelándome contra la gente o algunos de ellos
rebelándose contra mí. Cualquiera que sea el caso, invito, en nombre de
Dios, a quienes llegue esta carta, vengan y vean por sí mismos si estoy
en lo correcto o me encuentro en el error. Si me encuentran en el camino
de la Verdad y de l justicia, pueden ayudarme y, si me encuentran en el
error, entonces pueden persuadirme y sacarme de él.

Carta 58
Carta enviada por Hazrat ‘Ali (P) a la gente de varias provincias, explicándoles
el por qué de la batalla de Siffin.
Las cosas comenzaron así: Los sirios y nosotros estuvimos apoyándonos
mutuamente, teniendo fe común en Dios, en el mismo Profeta y en los
mismos principios y doctrina religiosa. En lo que concierne a Dios y al
Santo Profeta (PBd) nosotros nunca necesitamos creer en otra cosa, sino
que ellos -los sirios- eran creyentes y no querían cambiar nuestra fe. Así,
ambos estábamos unidos sobre estos principios.
Lo que produjo la disputa entre nosotros fue el asesinato de ‘Uthman,
creándose la división. Quisieron culparme de su muerte, siendo yo
realmente inocente. Les hice ver que este problema no podría ser resuelto
con vehemencia y que había que dejarlos serenar y que no había que caer
en la sedición y revuelta, que había que permitir que el país se asentara
en una atmósfera pacífica y fuera admitida la verdadera autoridad,
permitiéndonos que esta cuestión fuera tratada sobre los principios de
equidad y justicia, pues solamente así la autoridad tendría suficiente fuerza
para encontrar a los criminales y llevarlos ante la justicia.
Cuando rechazaron mi propuesta y continuaron los ruidos de sables,
entonces, naturalmente, la batalla comenzó, siendo furiosa y sangrienta.
Cuando se vieron frente a la derrota en el campo de batalla, cuando
muchos de ellos fueron muertos y muchos más fueron heridos, entonces
cayeron de rodillas y propusieron los mismo que yo les había propuesto,
antes de que comenzara el derramamiento de sangre.
Acepté sus propuestas de modo que sus deseos se cumplieran y que mi
intención de aceptar los principios de la verdad y la justicia para actuar
de acuerdo con los mismos, pudieran aclarar la cuestión, no teniendo
-entonces- ellos ningún motivo para quejarse de mí. Ahora, quienquiera
que se adhiera firmemente a la promesa hecha, será a quien el Señor
salvará, y quien intente volverse atrás de la promesa hecha, será sumergido
en la herejía, el error y la perdición. Sus ojos estarán cerrados a la realidad
y a la verdad en este mundo, y será castigado en el otro.

Carta 59
Carta para Aswad Ibn Qutbata, Gobernador de Hulwan.
Después de rezar a Dios y honrar al Santo Profeta (PBd) te hago saber
que si un gobernante muestras diferentes inclinaciones y favoritismo entre
los pueblos que gobierna, entonces su trato con ellos no estará basado en
la igualdad y la imparcialidad. Y esto no te permitirá ser justo y bueno
en todo. Por tanto, en lo que concierne a la equidad y la justicia, todo tu
trato con los pueblos que gobiernas, deberá ser recto e imparcial.
Recuerda que nada puede compensar la tiranía y la opresión. Precisamente
por ello, mantente lejos de lo que consideres malo en otros. Busca por todos
los medios cumplir las obligaciones puestas por Dios sobre ti. Continúa
esperando Su Premio y Su Favor, y temiendo Su desagrado y Su Cólera,
porque este mundo es un lugar de pruebas y exámenes y, quienquiera que
desperdicie su tiempo aquí, se arrepentirá el Día del Juicio.
Recuerda que nunca harás nada independiente de los Favores, Mercedes y
Bendiciones de Dios y, él ha hecho de tu incumbencia que tengas completo
control sobre ti mismo, para que, con tu mejor capacidad, protejas a la
gente que gobiernas. De esta manera podrás ser más beneficiado que con
el provecho que puedas obtener de otros.

Carta 60
Esta es la carta-circular que Hazrat ‘Ali (P) envió a los gobernadores y
funcionarios de las provincias por cuyos territorios iban a pasar sus ejércitos:
De la criatura de Dios, ‘Ali Ibn Abu Talib, a los Gobernadores y
recaudadores de las provincias por las que pasarán los ejércitos.
Después de rezar a Dios y honrar al Santo Profeta (PBd) les hago saber
que estoy enviando algunos destacamentos de mi ejército, deseando que
en breve, con la ayuda de Dios, pasen por sus ciudades y provincias.
Les he dado las órdenes que Dios quiere que se obedezcan. Ellas son
las siguientes: No deberían molestar a nadie y no deberían hacer daño
a ninguna persona o cosa. Informo a ustedes y a sus súbditos que si los
soldados se portan mal o se apoderan de algo, su acción en contra de
mis órdenes. Excepto en la siguiente situación en la que, accidentalmente,
queden escasos víveres y no puedan encontrar ninguna forma de satisfacer
el hambre, si toman cualquier cosa de alguien deben ser castigados.
Pero tengan cuidado y no permitan que la gente necia e insolente de sus
territorios los insulte o riñan con ellos, o que les impidan hacer las cosas
que les he permitido. Yo también estaré siguiendo al ejército, ustedes
pueden informarme de cualquier exceso de violencia cometido dentro de
su jurisdicción o de cualquier situación delicada en la que se encuentren,
o de cualquier crueldad que fuese perpetrada en sus provincias, la cual no
pueda redimir sin la ayuda de Dios y de Su Imam. Si ustedes me informan
de todas estas cuestiones, Si Dios quiere, las atenderé y las resolveré para
satisfacción de todos.

Carta 61
Carta de Hazrat ‘Ali (P) a Kumail Ibn Ziyad I-Nanhai, expresando su disgusto
y censurándolo por dejar desprotegida su provincia, permitiendo al ejército del
enemigo entrar y practicar el pillaje. Kumail era Gobernados de Hayat y no
defendió la provincia apropiadamente contra las guerrillas sirias. Después del
ataque y saqueo, pidió permiso a Hazrat ‘Ali (P) para vengarse de esa acción
contra los sirios de la provincia de Kirkisa, Hazrat ‘Ali (P) le respondió con
esta carta:
Es malo para una persona desatender y olvidar los deberes a ella
confiados, y que a su vez intente reprender a otro cuando a dicha persona
no le corresponde. Tal actitud indica una mentalidad débil y dañina. Tú
deseas invadir Kirkisa y dejar tu provincia indefensa, desprotegida y
desatendida, lo que demuestra la confusión de espíritu por la que estás
pasando ahora.
Por tal acción, tú mismo te convertirás en el puente por el cual pueden
cruzar tus enemigos cómodamente, para llegar hasta tus amigos. Así te
conviertes en un auxiliar inútil, sin poder, prestigio y dignidad, que no
puede detener la invasión del enemigo, ni defender a sus súbditos, ni ser
útil o de ayuda a su gobernante.

Carta 62
Carta para los egipcios que Hazrat ‘Ali (P) dio a Maalik Ibn Haris-I-Ashter
para llevarla con él cuando fue designado como Gobernador de esa provincia:
El Dios Todopoderoso, Glorificado Sea, confió a nuestro Santo Profeta
(PBd) la misión de advertir a la gente sobre los malos efectos de sus
acciones perniciosas y de llevar el testimonio de la Verdad realmente
enseñada y predicada por otros Profetas (P) Cuando el Santo Profeta
(PBd) murió, los musulmanes iniciaron un forcejeo por el Califato. Juro
por Dios que en esa oportunidad pasó por mi mente que los árabes
arrebatarían el Califato de la familia y descendientes del Santo Profeta
(PBd) y que por otra parte estuvieran dando el juramento de obediencia
al Califato, a cierta persona. En todo momento me mantuve alejadote
esa batalla por la supremacía y el poder político, hasta que descubrí que
los herejes se habían encaminado abiertamente hacia el cisma y estaban
intentando socavar y destruir la Religión predicada por nuestro Santo
Profeta (PBd) Sentí el temor, después de ver y reconocer el mal que, si
no me levantaba para ayudar a los musulmanes y al Islam, hubiese sido
peor que la calamidad de perder mi autoridad ante ustedes, que era una
situación pasajera y efímera. Por tanto, cuando me puse de pie en medio
de la opresiva cantidad de innovaciones y del cisma, las negras nubes
de la herejía, la falsedad y la división, fueron aniquiladas y la Religión
fue salvada.
Otra parte de esta carta:
Juro por Dios que si yo salgo solo a enfrentarlos y todo el mundo se
les suma, ni me pondré nervioso ni le daré demasiada importancia a
sus seguidores. Por la Gracia de Dios conozco muy bien que tipo de
pecadores son, hasta que punto persisten en el vicio y hasta que punto
están insensibilizados por el pecado.
Yo estoy muy ansioso por el Reino de Dios y rezo sinceramente por Sus
Bendiciones y sus Favores. Aunque me aflige ver a esta nación gobernada
por mandatarios incultos, imprudentes y viciosos. Ellos se apoderan de las
riquezas del país y conducen a su gente a la esclavitud. Odian a la gente
buena y piadosa y riñen y combaten contra ellos. Reúnen a los pecadores
y herejes alrededor de ellos y son felices con tales compañías. Ustedes han
tenido la experiencia de algunos de ellos. Uno fue castigado por beber
vino. Entre esa multitud hay un hombre que no abrazó el Islam hasta que lo
halló no solamente como una fe religiosa, sino como un Estado y Gobierno
poderoso, que ofrecía enormes posibilidades de obtener poder y riqueza.
Si nunca hubiera deseado volver al Islam y la sociedad islámica de la
influencia y desviación de tal gente, no te hubiese llamado por una Guerra
Santa, no hubiese intentado hacerte ver la realidad de la situación, no me
hubiese empeñado en reunirlos a todos juntos y no te hubiese persuadido a
defender la Causa de Dios, sino que, en ese caso, encontrándote indiferente
hacia la bondad del Islam observando tu aversión por ayudar su causa,
te hubiera dejado en esa situación.
¿No ves y te percatas que los límites de tu Estado se están reduciendo
diariamente y parte de tu reino está siendo arrebatado, usurpado, tus
propiedades confiscadas y tus ciudades invadidas? Quiera Dios ser
Misericordioso contigo. Sal a defender a tu país, propiedad y religión
de la invasión de tus enemigos. No seas perezoso, descuidado y cobarde.
DE lo contrario, tu suerte será la humillación y la desgracia. Recuerda,
un combatiente siempre es cauteloso y vigilante, nuca es desprevenido
o negligente. Si uno desatiende y descuida su casa: el enemigo no
desperdiciará esta ventaja.
Carta 63
Abdullah Ibn Quais, mejor conocido en la historia como Abu Musa I-Ashari,
era un hombre de fe débil, más inclinado a cuidar de sus propios intereses
que la causa de la Religión. Al principio del Califato de Hazrat ‘Ali (P) se
encontraba en Kufa, cuando se enteró que Talha y Zubayr juntos a ummul
muslimin Aisha se habían rebelado en contra del Califato de Hazrat ‘Ali (P)
y, declarándole la guerra, habían hecho de Basra su cuartel general, mientras
que Hazrat ‘Ali (P) había comenzado a movilizar su ejército contra ellos.
Invitando al pueblo de Kufa a sumarse a este ejército, Abdullah Ibn Quais se
dio cuenta que el bando de Talha y Zubayr también era un grupo muy rico e
influyente y que una acción juiciosa indicaba mantener la amistad de ambas
partes, Quais declaró: ‘Aunque ‘Ali es el Califa legal de los musulmanes, no
es correcto que combata contra otros musulmanes’ Hazrat ‘Ali (P) se enteró
aunque Abu Musa le profesaba su fe, estaba sin embargo persuadiendo a la
gente para que no le ayudasen, por consiguiente, envió esta carta a Abu Musa
por medio del Imam Hasan (P)
De la criatura de Dios ‘Ali Ibn Abu Talib para Abdullah Ibn Quais
(Abu Musa I-Ashari) Después de rezar a Dios y honrar al Santo Profeta
(PBd) quiero hacerte saber de que he recibido informes que pueden
ser considerados favorables para ti y, sin embargo, al mismo tiempo,
pueden ser tomados contra ti (Por un lado me reconoces como el Califa
General y por el otro, persuades a la gente a que no vengan en mi ayuda)
Inmediatamente que mi mensajero llegue a ti, prepárate, sal de tu refugio,
invita a tu gente a que se me sume y ven tú mismo. Si estás convencido
de que estoy en la posición correcta, ven a ayudarme. Y, si te sientes
poco segur, nervioso o tímido, entonces piérdete. Amigos míos, ustedes
son suficientemente fuertes y capaces para defenderse a sí mismos y a
su Religión.
Juro por Dios que no te permitiré vacilar o continuar una política
traicionera, no te permitiré que te sientes pacíficamente en tu casa con un
doble juego, uno para cada bando. Te desenmascararé frente a la gente.
Tú mismo te verás en la desconfianza de ambos grupos y serás forzado a
declarar tus verdaderos afectos.
Esta rebelión en la que han tomado a Basra como su cuartel general,
no es una broma, como tú lo has imaginado. Es una gran tragedia y
tendrá efectos de largo alcance. Pero ello tiene que ser enfrentado y
las calamidades que le acompañan o que le seguirán, tendrán que ser
combatidas y vencidas.
Por tanto, te aconsejo pensarlo cuidadosamente, controla tu espíritu débil
y vacilante y lánzate valientemente. Y si no estás satisfecho conmigo o no
me tienes fe, entonces puedes irte al otro bando con total libertad. Tienes
mi permiso sin reservas. Aunque estoy seguro de que no serás bienvenido
allí. Pero si permaneces en mi campo, no te permitiré que disfrutes del
sueño reparador, cuando el Islam mismo está en apuros y en guerra contra
los rebeldes. Juro por Dios que esta decisión mía es el recto camino del
musulmán creyente y, en la dirección correcta.

Carta 64
Respuesta a una carta de Mu’awiyah:
Es correcto como tú dices, que en los días preislámicos estábamos unidos
y en paz entre nosotros. ¿Porqué te has dado cuenta que la desunión y
discusión -entre nosotros- comenzó en el amanecer del Islam? La razón
fue porque nosotros aceptamos y predicamos el Islam y tú permaneciste
en el paganismo. La situación ahora es que nosotros somos creyentes
y fieles seguidores del Islam y tú te has revelado contra él. Incluso, tu
aceptación inicial no fue sincera, fue simplemente hipócrita. Cuando viste
que la mayoría de la gente de Arabia había abrazado el Islam y se había
reunido bajo la bandera del Santo Profeta (PBd) tú también te sumaste
(Después de caer la Meca)
En tu carta me has acusado falsamente de matar a Talha y Zubayr,
conduciendo a ummul muslimin Aisha de su casa a Medina y haciendo de
Kufa y Basra la sede del Gobierno. Aún si todo lo que dices en mi contra
fuese correcto, no tienes porqué meterte con ellos. Tú no me perjudicaste
con esos incidentes y no tienes que excusarte por ellos.
Me has amenazado con que estás viniendo a combatir en contra mía con
una gran horda de Emigrantes y Compañeros. Me haces conocer que
estos son Emigrantes, porque la puerta de hiyrat (La Santa migración
de los musulmanes para salvar sus vidas de la mano de los Quraishíes
que no eran creyentes) fue cerrada el día que tu hermano mayor, Yazid
Ibn Abu Sufyan, fue tomado prisionero en la Meca y abandonado por tu
padre, porque la necesidad de migración cesó inmediatamente, pusiste
fin a tu desviado paganismo. (El Santo Profeta -PBd- dijo que no habría
más hiyrat después de la victoria en la Meca)
¿Estás ansioso por pelear? Espera, puedes ponerte contento. Y puedo
salir a combatirte, lo que será una acción correcta de mi parte, porque
Dios me ha destinado para castigarte por tus iniquidades. Si tú tomas la
iniciativa de salir a combatir, entonces seré, como dijo un poeta de Bani
Asad: ‘Ellos están enfrentando estos furiosos vientos del verano, los que
hacen llover arena, ripios y guijarros’ Recuerda que todavía tengo la
espada que envió a tu abuelo materno, a tu tío materno y a tu hermano,
al mismo lugar de descanso: El Infierno.
¡Por Dios! Te conozco demasiado bien para discutir contigo o para
aconsejarte. La apostasía y la avaricia están firmemente asentadas en
tu espíritu, tu inteligencia es pobre y no puedes diferenciar entre lo que
resultará finalmente bueno o malo. Es correcto decir que te has elevado
a una altura tan peligrosa y pecadora, que tu caída -que es inevitable-
será tu eterna condena, porque estás codiciando lo que moralmente no
te pertenece, porque eres el más inapropiado religiosamente y porque no
tienes sincero afecto o afinidad con ello. Ha sido usurpado una vez más
de la persona correcta y quieres ahora apoderarte de ello.
Cuán grande es la diferencia entre tus palabras y tus obras, cuanto te
pareces a tus tíos maternos y paternos, cuya mala suerte les persuadió a
rechazar y a repudiar al Santo Profeta (PBd) y luchar contra él, siendo
finalmente todos ellos muertos. Sabes muy bien que no pudieron protegerse
o proteger la causa que estaban defendiendo, de aquellos que enérgica
y valientemente estuvieron presentes en todas las batallas, sosteniendo
la causa del Islam.
También has escrito demasiado sobre los asesinos del Califa ‘Uthman.
Lo correcto por hacer, es darme el juramento de obediencia como lo han
hecho otros y presentar el caso en mi corte de justicia y entonces yo daré
mi dictamen de acuerdo a los principios del Santo Corán. Pero lo que
estás deseando ahora es engañarme como a un niño de pecho.
Sea la paz con aquellos que la merecen.

Carta 65
Una carta -más- para Mu’awiyah:
Todavía estás a tiempo de ver la realidad, la cual es bastante clara para
ser percibida, y obtener beneficio del conocimiento así adquirido. Pero
estás siguiendo los pasos de tus antepasados, pretendiendo que la falsedad
sea verdad, seduciendo a la gente con mentiras y falsas esperanzas,
reclamando algo que está lejos de tus méritos y capacidad, apoderándote
de cosas que la Religión te prohíbe.
Esto es así debido a que quieres alejarte de la verdad, de la Religión y
de Dios. Has negado y rechazado realidades que, si las comprendieses,
serian más importantes para ti que tu propia carne y sangre. Has sido
repetida y frecuentemente informado sobre estas realidades, como para
que las entiendas.
Ahora dime, si reniegas de la Verdad y de la Religión, ¿qué quedará de ti,
sino la clara y evidente apostasía y la categórica reprobación? Si rechazas
aceptarla Verdad como fue narrada por Dios y el Santo Profeta (PBd) en
qué crees, sino en credos estúpidos, supersticiosos e irracionales? Por
tanto, no cedas a la duda -Sobre la Verdad impartida por el Islam- y no
te descarríes por el cisma hacia callejones sin salida. Cuídate, que las
tentaciones pecaminosas han corrido gruesos velos y en la oscuridad, lo
que produce ceguera en la razón del hombre.
Recibí tu carta, no sé que pensar de ti. Me parece que hay una confusión
idiota y de ideas irrelevantes. Reconciliación, acuerdo y otra cosa más
que palabras sueltas y frases sin sentido. Ha sido escrita por un ignorante,
alguien que no tiene nada que ofrecer ni proposición que presentar. Al
escribir una carta tan estúpida, te has colocado en la posición de un
hombre empantanado, que anda a tientas en el camino de la ignorancia.
Será una gran desgracia paral os musulmanes si te transformas después de
mi gobierno, en un gobernante despótico -sea en todo el Estado Islámico
o en alguna pequeña parte del mismo- Quiera Dios protegerlos ante tal
calamidad. Prohíba Dios que te elija como gobernante de alguna provincia
o permita que de buena gana que controles los destinos de los musulmanes
de cualquier parte del Estado.
Sé razonable y actúa razonablemente, porque si desperdicias esta
posibilidad, te encontrarás en una situación muy seria, cuando
los musulmanes creyentes te ataquen y, lo que puede ser aceptado
-proveniente- de ti hoy día, entonces será rechazado.
Carta 66
Carta para Abdullah Ibn Abbas. El propio Ibn Abbas dijo que, excepto los
consejos y dichos del Santo Profeta (PBd) ningún otro consejo lo había
beneficiado más que el de esta carta:
A veces un hombre se siente muy feliz por tener una cosa que realmente
ha sido destinada para él y se siente triste por no tener lo que no ha sido
destinado para él. Por tanto, no deberías sentirte feliz si consigues tus
deseos, ni sentirte triste por lo que no consigues (Deja todas las cosas
en manos de Dios)
No deberías considerar el logro de placeres en la vida o la oportunidad
de corregir los errores cometidos, como las principales bendiciones
concedidas a ti: más bien, te deberías sentir feliz por las buenas obras
que has hecho que te servirán para la otra vida. Debes sentirte triste por
las riquezas que no invertiste en buenas causas y por las oportunidades
que perdiste, para hacer otras nobles y piadosas. No debería preocuparte
otra cosa más que la idea de al muerte y la vida después de ella84.

Carta 67
Carta para Qasim Ibn Abbas -hermano de Abdullah Ibn Abbas, que fue
Gobernador de la Meca.
Después de rezar a Dios y honrar al Santo Profeta (PBd) quiero que sepas
que deberías hacer todos los arreglos necesarios para la fiesta de Hay,
recordando a la gente la importancia de los días de Dios (Días reservados
para uno u otro tipo de actos religiosos, por ejemplo: Eid, Hayy, Ramadán,
etcétera) y como deben ser observados.
Hagan las reuniones y entrevistas -durante estos días- por las mañanas
y las tardes. Den las respuestas y guía adecuadas a quienes pregunten
sobre la Religión, los actos y la observancia del culto. Educa al ignorante.
Ten discusiones e intercambia tus puntos de vista con la gente educada e
ilustrada. Nadie debe llevar tu mensaje a la gente sino tú mismo y nadie
puede interponerse entre ti y los que se te quieren acercar (ni siquiera un
guardia o un portero)
No permitas que la gente realmente pobre y necesitada se aleje de ti con
las manos vacías, cuando vienen a pedirte un favor. Recuerda que si
84 En otra oportunidad, Hazrat ‘Ali (P) le volvió a escribir otra carta similar
alguna vez despides a una persona realmente necesitada en forma brusca,
aunque le concedas el favor cuando vuelva a acercarse, ya no se te verá
como simpático y generoso.
Ten cuidado con el tesoro público, utilízalo entre los pobres y necesitados
de tu provincia. Búscalos (si ellos no vienen a ti) descubre sus necesidades
e invierte en ellas. Si queda algún excedente de importancia después de
estos gastos, invierte ese monto en los centros desde donde se puede hacer
frente a los requerimientos de los pobres de ese u otro sitio.
Ordena a los ciudadanos de la Meca que no cobren el alquiler por la
morada que den a los peregrinos, porque el Señor Todopoderoso ha
decretado que en esta Ciudad Santa los residentes y peregrinos tienen
igual estatus y derechos. Quiera Dios capacitarnos para hacer las cosas
que a Él le gustan y aprueba.

Carta 68
Hazrat ‘Ali (P) Escribió esta carta a Salman al Farsi antes de su Califato:
Este mundo es como una serpiente, tan suave para acercarse como mortal
en su mordedura. Por tanto, intenta evitar las cosas de este mundo que
te seduzcan, porque en él estarás muy poco tiempo. Mantén tu espíritu
completamente libre de cuestiones mundanales, teniendo por seguro que
estarás brevemente en este mundo.
Sé los más cauteloso y prevenido que puedas de los vicios de este mundo
que te seduzcan o que te deleiten, porque es una vieja triquiñuela suya -del
mundo- que, cuando el hombre es más feliz con los placeres que adquiere
y goza, lo desampara de improviso. Y cuando el hombre más confía en su
protección, ayuda o amor, es seguro que lo abandona.

Carta 69
Carta para Haris-I-Hamadani:
Nunca reniegues de las órdenes, instrucciones o consejos dados por el
Corán. En lo que concierne a las acciones básicas que se presuponen
-conforme a la ley, legítimos y permisibles o improcedentes según derechos
y prohibiciones- acepta las reglas del Libro Santo. Confirma y testimonia
la verdad antedicha (La Religión de los Profetas anteriores) extrae
lecciones de al historia para el futuro, porque la historia frecuentemente
se repite y las naciones venideras seguirán en su mayoría los pasos de las
anteriores. Aunque el mundo llegará a su fin y todas las personas tienen
que dejarlo un día u otro.
Conserva en tu espíritu la Energía del Señor, cuídate especialmente de
no jurar por Él, a menos que lo hagas por cuestiones lícitas y auténticas.
Recuerda siempre la muerte y la vida después de ella, pero nunca desees
morir. Si quieres afrontar la muerte entonces hazlo por la gran causa.
Intenta evitar las cosas que el hombre puede querer para sí mismo pero
que resiente de otros. Abstente de cometer aquellas acciones que puedes
hacer secreta o encubiertamente porque te sentirás avergonzado de
hacerlas públicas o secretamente. Refrénate de todas las acciones que
reconoces pecaminosas y malas, y de las cuales luego tendrás que ofrecer
excusas y disculpas.
No ganes una mala reputación y no permitas que tu buena reputación sea
mancillada. No hables de los rumores como si fueran cosas ciertas: tal
práctica es suficiente para ser considerado como mentiroso. No desarrolles
el hábito de contradecir y desmentir a otros en todo, pues resulta un hábito
muy desagradable.
Controla tu temperamento, cuando tengas fuerza y la posibilidad de
vengarte de alguien, olvida y perdona. Cuando estés encolerizado sé
paciente y tolerante. Cuando tengas riquezas, poder y autoridad, sé
clemente, misericordioso y compasivo. Esta forma de actuar te ayudará
a ganar la salvación.
Sé sinceramente agradecido por todos los favores y dones que el Señor
Misericordioso te ha concedido, ruega porque continúen, no los uses
mal ni los desperdicies. Debes mostrar con tus obras la inmensidad de tu
deuda para con Él y Sus Favores.
Recuerda que entre los musulmanes creyentes, el mejor es el que da
limosnas y caridad por cuenta propia y por cuenta de su familia y
propiedad. Cuanto quiera que gastes en este sentido, es algo que envías por
delante a la otra vida. Allá recibirás el premio por tales obras. Y cualquier
cosa que dejes aquí será usada por otros y no obtendrás beneficio de ello.
Evita la compañía de hombres de decisiones y consideraciones
intrascendentes, supersticiosas y malvadas, porque a la gente se le juzga
por la compañía que tiene. Si es posible busca vivir en grandes ciudades
porque ellas son centros de cultura y tradición islámicas. Evita los lugares
en donde las horas son desperdiciadas en pasatiempos y diversiones,
donde haya mucha gente ignorante e inculta, donde encuentres malas
compañías, donde no haya un buen medio social y en donde estés impedido
de continuar con tus deberes religiosos.
Mantente ocupado con tu trabajo y no frecuentes lugares destinados a
actividades pecaminosas, porque son centros de actividad para el Shaytán:
lugares en donde se desarrolla el vicio y el mal.
Mira siempre por la gente cuya condición no es tan próspera como la tuya,
porque la atención de sus vidas y situación te dará más satisfacciones en
la vida y te hará más agradecido a Dios.
Nunca inicies un viaje en Viernes sin atender la oración de ese día, a menos
que estés dirigiendo a una guerra Santa o no haya ninguna posibilidad
de hacerla.
En todas tus acciones conserva a Dios en tu pensamiento y actúa de
acuerdo con Sus Órdenes y Prohibiciones, porque la Obediencia a Sus
Órdenes tiene prioridad sobre cualquier otra cosa. Por distintos medios y
formas motívate para actuar, pero no te abrumes y no seas injusto contigo
mismo, sé gentil y persuasivo. Cuando estés libre de otros deberes y con
buena salud, emplea tus horas libres y días saludables en la oración.
Aunque la cuestión de las oraciones diarias es otra cosa. Ellas deben ser
hechas obligatoriamente y a su tiempo.
Ten cuidado que no te alcance tal calamidad que, mientras te estés alejando
de la Religión y de Dios, corriendo tras un vicioso mundo, te sorprenda
la muerte. Evita la compañía de gente pecadora y malvada porque la
mala compañía seduce a las personas hacia malos caminos. Conserva
siempre la Energía y Majestad de Dios en la consideración y protección
de sus partidarios.
Teme tu propia cólera, porque de las armas de Satanás, la cólera de los
hombres es la más poderosa.

Carta 70
Carta escrita para Suhail Ibn Hanif, Gobernador de Medina y hermano de
Cosman Ibn Hanif, sobre los medinenses que lo abandonaron y se pasaron al
lado de Mu’awiyah. Ambos hermanos, fueron compañeros favoritos de Hazrat
‘Ali (P) y, cada vez que se enteraba del menor error cometido (como cuando
Cosman cuidaba del dinero de una persona rica) Hazrat ‘Ali (P) les advertía
sobre lo malo de tales acciones:
Después de rezar a Dios y honrar al Santo Profeta (PBd) quiero que
sepas que me he enterado que algunos medinenses van disimulada y
subrepticiamente a reunirse con las hordas de Mu’awiyah, abandonándote.
No te aflijas por los que ten han dejado y han rechazado asistirte y
ayudarte. Su desviación, sus actividades alejadas de Dios, Su Guía, y su
disimulada marcha hacia el vicio y el pecado, son suficiente demostración
de su apostasía, cisma y superficial razonamiento. Esa es gente mundanal,
es arrastrada hacia el mundo vicioso y corren apresuradamente hacia
él. Ellos han escuchado -del Santo Corán, del Santo Profeta (PBd) y de
mí mismo- el significado de la equidad y de la justicia, han visto una
forma de gobierno justa y equitativa, han reconocido lo que implican
estos principios y han comprendido perfectamente que su práctica les
colocaría al mismo nivel que la persona más pobre y más común del país
y que serían tratados igual que el resto de seres humanos. Por tanto,
están precipitándose hacia una sociedad donde la corrupción, el vicio y
el pecado son un premio, en donde el favoritismo tiene su dominio y la
justicia y la equidad son aborrecidas.
Juro por Dios que esa gente no está huyendo de la injusticia, la opresión o
la tiranía, ni están adheridos a la verdad, la justicia, la equidad o el juego
limpio. Ruego a Dios que alivie las dificultades y remueva los obstáculos
que este éxodo ha creado y haga más fácil nuestra tarea.

Carta 71
Hazrat ‘Ali (P) Había confiado algunas cosas a Manzar-Ibn-Yarub-Abdi, de
las que este se apropió indebidamente. Por tal motivo, les escribió esta carta:
El hecho es que la piedad, honestidad y rectitud de tu padre, me hizo
errar en la apreciación de tu personalidad. Pensé que eras un digno
hijo de un padre digno y continuador de su honestidad y rectitud. Pero
súbitamente recibí noticias sobre ti, que confirman que no controlas tus
deseos inmoderados, que no das ninguna importancia a la otra vida, y
que quieres adornar, embellecer tu existencia al costo de tu salvación y
que estás renegando de la Religión que te dieron tus familiares. Si todo
lo informado es correcto, tu mismísimo camello e incluso la correa de tu
zapato, es superior a ti. Tú y los hombres de tu calaña no son personas a
las que se pueda confiar las finanzas de un país o asignárseles importantes
puestos de Estado, o confiárseles el control e investigación de los actos
deshonestos y desleales. Por tanto, inmediatamente que hayas recibido
esta carta, ven para aquí.

Carta 72
Carta para Abdullah Ibn Abbas:
Recuerda Ibn Abbas que no puedes sobrepasar el tiempo de vida que
tienes asignado, ni puedes hacerte con lo que no ha sido destinado para
ti. Debes saber que este mundo tiene dos aspectos: uno de ellos a veces
te sirve y trabaja en tu favor y el otro es el que actúa contra ti. Este
mundo es un lugar para Imperios que vienen y se van, es una morada de
cambios constantes. Aquí cada una y todas las cosas destinadas a hacer
el bien, llegarán hasta a ti aunque no seas bastante fuerte y capaz para
conseguirlas. Y la perdición, si ha sido decretada para ti, te llegará, a
pesar de lo que hagas para evitarla.

Carta 73
Otra carta para Mu’awiyah:
Estoy cansado de leer tus cartas y respondértelas. Siento que me he
equivocado al concederles una importancia indebida y tomarlas en serio.
Siempre fuiste un Gobernante opresor, inmoderado, tiránico y pérfido,
además de necio. Por lo que en mucho te asemejas a la gente tonta
e irracional, causa por la que has mantenido una correspondencia
interminable. Eres como una persona que quiere vivir en una tierra de
alegres fantasías, negándose a enfrentarse con las tristes realidades, o
como quien se confunde, es ignorante y no sabe que hacer o a donde ir.
Juro por Dios que no había renunciado a castigarte, tendría que haber
tomado la iniciativa y debería haberte castigado duramente.
Quiera la Paz y Bendiciones de Dios alcanzar a quienes se las merecen.
Carta 74
Un tratado que Hazrat ‘Ali (P) redactó para la tribu de Bani Rabiya y los
yemenitas para que se pusieran de acuerdo sobre Hisham Ibn Siyeb AI Kulbi,
el cual fue registrado en sus escritos:
Este es el tratado que ha sido acordado por el pueblo yemenita, ya sea
urbano o rural, y la gente de la tribu de Bani Rabiya, ya sea que habite
en las ciudades, en las villas o el desierto. A través de este tratado, ambas
partes han acordado que adherirán firmemente su fe en el Libro Santo,
aceptarán Sus Órdenes y principios, invitarán a la gente a acercarse a
él, harán los juicios de acuerdo a sus enseñanzas y normas, aceptarán la
demanda de quienes los inviten hacia este libro, no obedecerán nada que
reemplace al mismo y no lo traicionarán por nada, repudiarán a los que
lo repudien y se unirán para luchar contra los que se oponen al mismo.
Han prometido ayudarse entre ellos y hablar en iguales términos de las
cuestiones de mutuo interés.
No romperán este acuerdo por la excitación o cólera de persona alguna
o porque uno de sus participantes considere al otro débil y sin fuerza, o
porque un grupo hable desmereciendo al otro.
Cada miembro de las partes convenidas, ya sea que estén presentes o
ausentes, sean instruidas o no, doctas o ignorantes, se atendrá a este
acuerdo fiel y sinceramente.
Además de los términos de este convenio, han hecho la promesa a Dios
de su observancia, por la que se les considera conformes y responsables.
Este es el tratado redactado por ‘Alí-Ibn-Abu Talib.

Carta 75
Después de que los musulmanes dieron el juramento de obediencia a Hazrat
‘Ali (P) él escribió esta carta a Mu’awiyah. Waqedi ha copiado esta carta en
su libro “El Camello”.
Después de rezar a Dios y honrar al Santo Profeta (PBd) quiero decirte que
ya conoces muy bien mi actitud hacia tu tribu, porque desde el principio
luché contra todos ustedes en defensa del Islam, y cómo y porqué más
adelante me mantuve alejado de ti y de tus actitudes. No me preocupé de tu
tribu hasta que sucedió el incidente que no pudo ser evitado. Esta es una
larga historia y mucho ha sido y está siendo dicho por ella. No obstante,
el destino ha hecho su obra. Ahora toma el juramento de la gente de tu
provincia, de obediencia a mí y ven aquí con su delegación.

Carta 76
Cuando Hazrat ‘Ali (P) envió a Abdullah Ibn Abbas como representante suyo
a Basra, le dio las siguientes instrucciones:
Trata a la gente de manera agradable y bondadosa, dales la bienvenida
en tus audiencias y vida de sociedad; no seas muy rudo al dar las órdenes
y para hacerlas cumplir, no pierdas la paciencia porque esta debilidad
siempre es una buena oportunidad para que Satanás encuentre su camino
en tu espíritu. Conserva siempre esto en tu memoria: Las cosas que te
conducen más cerca de Dios, te alejan del infierno y las cosas que te alejan
de Dios, te llevan al infierno.

Carta 77
Cuando Hazrat ‘Ali (P) envió a Abdullah Ibn Abbas a una discusión con los
jariyitas, le dio las siguientes instrucciones:
Mientras discutas, nunca cites relatos del Santo Corán, porque los
pasajes de dicho Libro Santo requieren un estudio y consideración muy
cuidadosa, no pueden ser parafraseados de distintas formas y no pueden
ser extraídos distintos significados de ellos. De ese modo, te atendrás a
tus explicaciones y ellos a las suyas.
Por tanto, discute con ellos a la luz de la tradición del Santo Profeta (PBd)
y entonces no podrán falsear la verdad de ninguna manera.

Carta 78
Abu Musa Ashar, (Abdullah Ibn Quais) escribió una carta a Hazrat ‘Ali (P)
desde algún lugar donde tomó una decisión. Respondiéndole Hazrat ‘Ali (P)
le escribió esta carta. Sa’id Ibn Yahia Umawi citó esta carta en su libo “Al
Magazali”.
En realidad hay mucha gente en este mundo que ha rechazado su salvación
y en su lugar aceptó la pompa y los placeres de la vida mundanal. Son
conducidos por sus inmoderados y turbulentos deseos, hablando y
trabajando solamente para satisfacerlos.
Parte Tercera

Dichos del Imam ‘Ali Ibn


Abu Talib (P)
Dichos del Imam ‘Ali Ibn Abu Talib (P)

Dicho 1
Durante la época de problemas, tumultos y guerras, adopta una actitud
tal, que la gente no te considere engreído, que no te agobie con cuestiones
importantes y pesadas ni intente sacar ventajas de ti.

Dicho 2
Quien fomenta la avaricia y la codicia, invita a la degradación. Quien
siempre habla de su pobreza y mala suerte, estará siempre humillado.
Quien no controla su lengua tendrá a menudo complicaciones y molestias.

Dicho 3
La mezquindad y la avaricia es ignominiosa y oprobiosa. La cobardía, un
defecto y un mal. La pobreza a menudo hace que la persona más sabia
y educada refrene su lengua, incluso aunque tenga los argumentos más
razonables. Un hombre pobre es un extranjero en su propia tierra.
La desgracia e impotencia son calamidades. La paciencia y aguante para
sufrir en silencio es una forma de valentía. Alejarse del mundo del mal es
la riqueza y la fortuna más grande. La piedad es la mejor defensa y coraza.

Dicho 4
La desgracia e impotencia son calamidades. La paciencia y aguante para
sufrir en silencio es una forma de valentía. Alejarse del mundo del mal es
la riqueza y fortuna más grande. La piedad es la mejor defensa y coraza.
Dicho 5

Entregarse a Dios y aceptar Su Deseo, son las mejores actitudes. La


sabiduría es la herencia más noble. El conocimiento teórico y práctico
son las mejores muestras de distinción. El pensamiento bien meditado
hará ver todas las situaciones y problemas más claramente.

Dicho 6

La juiciosa mente de un hombre sabio es la custodia más segura de los


secretos. Un semblante agradable y transparente consigue más amigos.
La paciencia y contención disimulará muchos defectos.
Se ha dicho que este Hazrat ‘Ali (P) también dijo:
Preguntar es el medio para cubrir los defectos. La persona vanidosa tiene
muchos enemigos.

Dicho 7

La persona consentida que se admira a sí misma, es detestada por los


otros. La generosidad y la limosna son los mejores tratamientos de los
padecimientos y las calamidades. Uno tiene que carearse en el otro mundo
con las obras que ha hecho en este.

Dicho 8

El ser humano es una criatura maravillosa: ve a través de capas de grasa


(tejido adiposo), oye por medio de un hueso, habla por medio de un pedazo
de carne (la lengua).

Dicho 9

Cuando este mundo favorece a alguien, le proporciona la capacidad,


atributos y méritos superiores al de otras personas y cuando no, le arrebata
incluso sus propias excelencias y reputación.

Dicho 10
Trata a la gente de tal manera y vive entre ella de tal forma que si mueres,
te llore y si vives con ella, anhele tu compañía.

Dicho 11
Si consigues superioridad y dominio sobre tu enemigo, entonces, en
agradecimiento a Dios por ello, perdónalo.

Dicho 12
Una persona es muy desafortunada cuando en su vida no puede ganar
unos pocos amigos sinceros, pero más desafortunada es aquella que los
ganó y los perdió (por su forma de proceder con ellos)

Dicho 13
Cuando algunas bendiciones son puestas sobre ti, no la alejes por
desagradecido.

Dicho 14
El que es desamparado por amigos y parientes, a menudo encuentra ayuda
y simpatía entre los desconocidos.

Dicho 15
No todas las personas que son tentadas para que se extravíen, merecen
ser castigadas.

Dicho 16
Nuestras cosas (asuntos en la vida diaria) se ligan al destino decretado por
Dios, de modo tal que hasta los planes mejor pensados pueden llevarnos
a la muerte y a la destrucción

Dicho 17
Dice una tradición del Santo Profeta (PBd): “Con la ayuda de los tintes
convertid la vejez en juventud para que no os parezcáis a los judíos”.
Cuando le pidieron a Hazrat ‘Ali (P) que comentara sobre esta tradición,
él dijo que en los primeros años del Islam habían muy pocos musulmanes.
El Santo Profeta (PBd) les aconsejó que se vieran jóvenes y enérgicos y
no adoptaran la moda de los judíos (rabinos) que tenían largas barbas
flotantes.
Pero los musulmanes ahora ya no están en minoría, el suyo es un estado
poderoso y fuerte, ellos pueden adoptar cualquier estilo que gusten.

Dicho 18
Respecto a aquellos que se negaban alinearse con alguno de los dos
partidos -el de ‘Ali (P) o el de sus enemigos-, dijo:
Ellos han traicionado la religión y tampoco fueron de utilidad para los
infieles.

Dicho 19
Quien se precipita desesperadamente tras los deseos inmoderados, corre
el riesgo de encontrar la destrucción y la muerte.

Dicho 20
Tolera y perdona la debilidad de la gente generosa, porque si tropieza y
cae, la mano de Dios la levanta.

Dicho 21
A menudo los fracasos son el resultado de la timidez y los temores. Y los
desengaños el resultado de la modestia innecesaria. Las horas de ocio
pasan y se van igual que nubes de verano, por lo tanto, no desperdicies
la oportunidad de hacer el bien.
Dicho 22

Si el derecho que se nos usurpó se nos devuelve, lo aceptaremos. Si no,


continuaremos reclamándolo.

Dicho 23

No puede ser exaltado el abolengo de aquel cuyas obras y acciones lo


disminuyen.

Dicho 24

Socorrer al afligido y ayudar al oprimido es algo que contribuye a la


expiación y reparación de muchos pecados.

Dicho 25

¡Oh, hijo de Adán! Cuando veas que a pesar de los constantes favores de
Dios, tu vida es un pecar permanente, ten presente la amonestación (Su
cólera puede convertir las bendiciones en desgracias)

Dicho 26

A menudo tu manera de hablar y las expresiones de tu rostro dejan ver


los secretos de tus pensamientos ocultos.

Dicho 27

Cuando caigas en desgracia, no te pongas nervioso y condúcete siempre


con esperanza.

Dicho 28

La mejor forma de devoción -al servicio de Dios- es la que no hace


exhibición de ella.
Dicho 29
Cuando finalmente tienes que irte de este mundo y encontrarte con la
muerte ¿Porqué deseas entonces retrasar ese momento? (¿Porqué te
pones tan nervioso?)

Dicho 30
¡Ten en cuenta! Al que no ha puesto de manifiesto todos tus pecados de
modo que parezca que los Ha olvidado. (Puede ser que te haya dado más
oportunidad)

Dicho 31
Cuando se le pidió a Hazrat ‘Ali (P) que explicara la Fe en la Religión,
respondió que:
La estructura de la fe se apoyo en cuatro pilares: la paciencia, la creencia,
la justicia -equidad- y el yihad (o la lucha, principalmente en contra de
nuestro ego)
Sobre la paciencia dijo:
La paciencia se compone de los atributos del ruego, del temor, la templanza
y la esperanza; es decir, cualquiera que desee alcanzar el cielo, no
ambicionará nada de este mundo vicioso.
Cualquiera que sea temeroso del Infierno, se abstendrá de los vicios y
de cometer pecados. Cualquiera que practique la piedad y la sobriedad,
soportará con agrado las dificultades y las calamidades de la vida.
Cualquiera que espere la muerte, se apresurará en hacer el bien tanto y
tan rápido como pueda.
Sobre la creencia ‘Ali (P) explicó:
Es una combinación de cuatro aspectos, de la personalidad el guardarse a
uno mismo del apasionamiento -que provoca- el cometer pecados. Buscar
las explicaciones verdaderas a través del conocimiento. Sacar enseñanzas
de la historia de las naciones y de las vidas de los individuos y seguir los
pasos de la gente buena que ya ha muerto. Porque cualquiera que desee
protegerse de los vicios y de cometer pecados, tendrá que encontrar las
verdaderas causas de la infatuación y la mejor forma de combatir con
ello. Para encontrar esas formas verdaderas, uno deberá buscarlas con
la ayuda del conocimiento.
Sobre la Justicia dijo:
Y la justicia también está basada en cuatro pilares: pensamiento profundo,
sabiduría profunda y que haya alcanzado la verdad, buen juicio y ser firme
en la paciencia. Entonces aquél que pensó bien llegó a la profundidad
de la sabiduría, y aquél que llegó a la verdad de la sabiduría bebió del
límpido manantial de la religión, y aquél que se volvió paciente no deberá
excederse en sus actos y vivirá con buena fama entre los hombres.
Sobre la yihad dijo:
Y la yihad está basada en cuatro pilares: aconsejar las buenas acciones
y reprobar lo prohibido, la veracidad y la enemistad con los perversos.
Entonces cualquiera que aconsejó las buenas acciones es un poderoso
soporte para los creyentes, y aquél que reprobó lo prohibido, derrotó a
los hipócritas, y aquél que en el campo de batalla luche sinceramente,
cumplió con su deber, y aquél que enemiste con los enemigos y enoje por
Dios, Dios también se enojará con el enemigo y el día del Juicio Final,
Le Dará felicidad.

Dicho 32
En el mismo estilo del dicho anterior Hazrat ‘Ali’ explicó las razones para la
infidelidad y la pérdida de la creencia en Dios y sus consecuencias:
Hay cuatro razones para la Infidelidad y la pérdida de la creencia en Dios:
El deseo de una innecesaria racionalización
Una pasión por poner en duda todos los argumentos
Un espíritu fanático e ignorante
Un deseo de no ver y no entender la Verdad
Porque cualquiera que persigue una racionalización innecesaria nunca
será capaz de alcanzar la verdad. Cualquiera que mantenga discutiendo
cada argumento a causa de su ignorancia, siempre permanecerá ciego
a las realidades.
Cualquiera que vuelve la espalda a la verdad a causa del fanatismo y la
ignorancia, siempre tomará lo malo por bueno y siempre estará satisfecho
de su ignorancia e incredulidad.
Y cualquiera que no desee ver la verdad, rechazando aceptarla, tendrá
una línea de conducta y acción muy discutibles y difíciles, sus asuntos
serán muy complicados y las formas de solucionarlas inciertas.
Similarmente, la duda e incertidumbre acerca de la verdad enseñada por
el Islam, se fundamente en cuatro razones básicas:
Razonamientos absurdos
Temer
Vacilación y duda
Un irrazonable sometimiento al paganismo y a la infidelidad
Porque quien se ha acostumbrado a la discusión irracional y absurda
nunca verá la Luz de la Verdad y siempre vivirá en la oscuridad y en la
ignorancia.
Quien teme enfrentar los hechos ciertos (de la vida, la Muerte y la vida
después de la muerte) siempre se desviará de la Realidad Fundamental.
Quien permite que la duda y la incertidumbre le hagan vacilar, siempre
estará bajo la influencia y control de Satanás.
Quien se somete por voluntad propia al paganismo, aceptando la perdición
en este mundo y en el siguiente mundo, también será condenado.

Dicho 33
El que ha hecho una buena acción es superior a la acción en sí, y el que
ha hecho una mala acción es peor que ella.

Dicho 34
Sé generosos pero no derrochador, sé frugal pero no miserable.

Dicho 35
Vencer los deseos inmoderados es el mejor tipo de riqueza y fortuna
Dicho 36
Quien es rápido en decir cosas desagradables de otros, rápidamente se
transformará en el blanco de su propia maledicencia.

Dicho 37
Quien tiene esperanzas inmoderadas, perjudica el resultado de su trabajo.

Dicho 38
Cuando Hazrat ‘Ali’ marchaba a la cabeza de su ejército rumbo a Siria, al
llegar a la localidad de Umbaz, los Zamindar y propietarios del lugar salieron
a recibirlo y, en una expresión de su emocionado cariño, fidelidad y respeto,
en cuanto divisaron a ‘Ali, bajaron de sus caballos y empezaron a marchar
frente a él.
‘Ali preguntó sobre la razón de ese extraño proceder y le respondieron que esa
era su costumbre para mostrar: cariño, fidelidad y respeto, siempre hacían eso.
‘Ali les respondió:
¡Por Dios! Con su proceder ustedes no hacen un bien a su gobernador
-quienquiera que sea- porque se cansan y se fatigan en este mundo y
se crean problemas para el otro. Cuán desdichado es ese esfuerzo que
perjudica aquí y en el más allá y cuan provechosas son las acciones que
les conservarán alegres en este mundo y lejos del infierno en el otro”.

Dicho 39
Hazrat ‘Ali (P) le dijo una vez a su hijo el Imam Husein (P):
Hijo mío, aprende cuatro cosas de mí y a través de ellas aprenderás cuatro
más. Si las conservas en tu memoria tu modo de actuar en la vida no te
perjudicará:
La riqueza más grande es la sabiduría y el discernimiento.
La pobreza más grande es la estupidez y la ignorancia.
La peor insociabilidad (aislarse de la sociedad) es la de la Vanidad,
autoglorificación y el consentimiento de uno mismo.
La mejor nobleza de linaje se demuestra en la cortesía y el refinamiento
cultural.
Las siguientes cuatro cosas hijo mío serán por consecuencia:
No te hagas amigo de un tonto, porque cuando quiera hacerte el bien te
producirá un daño.
No te hagas amigo de un avaro, porque huirá de tu lado cuando más lo
necesites.
No seas amigo de una persona viciosa y malvada porque te venderá a ti
y a tu amistad al más bajo precio.
Y no te hagas amigo de un mentiroso, porque al igual que con un espejismo
te hará ver como cercanas las cosas que están a gran distancia y a las
cosas alejadas te las hará ver muy cerca.

Dicho 40
Las oraciones discrecionales no pueden brindarte la Alegría de Dios,
cuando las oraciones diarias obligatorias son desatendidas.

Dicho 41
Un hombre prudente primero piensa y después habla; uno tonto primero
habla y después piensa.

Dicho 42
El juicio de un tonto queda a merced de su lengua, mientras que la lengua
de un hombre prudente está bajo el control de su entendimiento.

Dicho 43
Un compañero de ‘Ali (P) sufrió un infortunio y ‘Ali le habló aconsejándole
de la siguiente manera:
Sé agradecido con Dios. Él ha hecho de este infortunio una compensación
de tus pecados, porque un infortunio en sí mismo no es un premio para
nadie; simplemente expía los pecados de uno. En cuanto al premio, uno
tiene que ganarlo con buenas obras y palabras. El Señor Todopoderoso:
concede el cielo a Sus criaturas en razón de su piedad y moderación en
el juicio.

Dicho 44
Jubbab Al-Artt era uno de los compañeros favoritos del Santo Profeta (PBd).
Él era una persona muy piadosa, estaba entre los musulmanes que fueron
forzados a emigrar en los primeros días del Islam. Antes de la emigración él
fue inhumanamente torturado por los Quraish. Ellos le hacían cortaduras en
su cuerpo, lo hacían yacer sobre las arenas candentes bajo el sol estival y lo
hacían rodar sobre carbones encendidos; sin embargo él se mantuvo firme y fiel
al Islam. Después de la Hégira, él estuvo con el Santo Profeta (PBd) en todas
sus batallas y estuvo con Hazrat ‘Ali (P) en las batallas e Siffin y Nahrawan, y
murió en Kufa a la edad de 73 años. Hazrat ‘Ali (P) dirigió su servicio funeral,
y después del entierro lo elogió en las siguientes palabras:
Que Dios bendiga a Jubbab Ibn Artt. Él abrazó el Islam por su propia
y libre voluntad, emprendió alegremente la Hégira, vivió una vida de
conformidad, se inclinaba felizmente ante la Voluntad del Señor y llevó
una vida de muyahid (guerrero por la causa de Dios).

Dicho 45
Feliz es el hombre que siempre tuvo presente a la siguiente vida en su
mente; quien hizo presente el Día del Juicio a través de todas sus obras,
quien llevó una vida de lucha y de esfuerzo y que fue feliz con la suerte
que Dios le destinó.

Dicho 46
Si a un musulmán fiel lo corto en pedazos para que me odie, no se
convertirá en enemigo mío, y por el contrario, si diera toda la riqueza de
este mundo a un musulmán hipócrita para que sea mi amigo, nunca me
trataría como tal. Esto es así porque el Profeta Muhammad (PBd) dijo:
“¡Oh ‘Ali! ningún musulmán fiel será tu enemigo y ningún musulmán
hipócrita será jamás tu amigo”.
Dicho 47
El pecado que te pone triste y te hace arrepentir es más querido por el
Señor que la buena obra que te hace vanidoso y consentido.

Dicho 48
El valor de un hombre depende de su coraje y decisión; su veracidad
depende de sus atributos de nobleza y auto-respeto, y su corrección
depende de su sentido del honor.

Dicho 49
El éxito es el resultado de la prudencia y la resolución. La prudencia y
la perspicacia dependen de la profundidad de su pensamiento y de su
planificación. Y el factor más importante de una planificación es que tú
mismo guardes tus secretos.

Dicho 50

Ten miedo de un hombre correcto cuando el hambre corroe sus entrañas


y ten miedo de un hombre mediocre cuando su estómago está lleno.

Dicho 51

El corazón de la gente es como el de los pájaros silvestres; se ganan el


afecto de quienes los quieren y los educan.

Dicho 52

Hasta donde la suerte te favorezca, tus defectos serán ocultados a los


ojos del mundo.
Dicho 53

Solamente Él (Dios) puede perdonar al que tiene poder para castigar.

Dicho 54

Los mejores hombres que pueden perdonar son aquellos que tienen poder
para castigar.

Dicho 55

Si ayudas a una persona sin que te lo pida, eres generoso, si lo ayudas


después de que te lo pida, se debe fundamentalmente a que te da vergüenza
denegarlo o que temes al reproche.

Dicho 56

No hay ninguna riqueza más grande que la sabiduría, ninguna pobreza


más grande que la ignorancia, ninguna herencia más grande que la cultura
y ningún amigo o compañero más grande que el examen de conciencia.

Dicho 57

El sufrimiento es de dos tipos: el que soportas cuando te suceden cosas


desagradables y el que soportas cuando rechazas cosas que te agradan.

Dicho 58

La riqueza convierte a todos los países extranjeros en tu patria nativa,


mientras que la pobreza convierte a tu patrie en tierra extraña.
Dicho 59

Estar contento en un capital que nunca se acabará.


Sayed Razi, el compilador original de “Nahyul Balagha” dice que este dicho
se le atribuye también al Santo Profeta (PBd).

Dicho 60

La riqueza es el origen de las ansias inmoderadas.

Dicho 61

Cualquiera que te advierte contra el vicio y el pecado es como quien te


trae palabras de salvación.

Dicho 62

La lengua es una bestia tan feroz, que si la dejas desatar, actuará


vorazmente.

Dicho 63

La mujer es un escorpión y dulce su picadura.

Dicho 64

Ciertamente la obtención de una buena moral os es más necesaria que la


obtención del oro y el dinero.
Dicho 65

Si eres aclamado y saludado, devuelve los saludos de la mejor manera


posible. Si eres favorecido, entonces corresponde multiplicadamente a
ello, porque Él (Dios) siempre distinguirá los méritos de quien toma la
iniciativa.

Dicho 66

El mejor recurso para conseguir algo que se reclame es un mediador.

Dicho 67

La gente de este mundo es como el viajero cuya travesía prosigue aunque


esté dormido.
(La travesía de la vida continúa aunque los hombres no lo sientan).

Dicho 68

Perder los amigos, es transformarse en un extranjero en su propia tierra.

Dicho 69

No tener algo es menos humillante que mendingarlo a una persona mala.

Dicho 70

No te avergüences si la caridad es pequeña, ya que despachar al necesitado


con las manos vacías es una deshonra más grande.
Dicho 71

Abstenerse de las fuentes de placer impías e ilegales es una distinción de


la pobreza y ser agradecidos por los bienes concedidos, es la más grande
condecoración de la fortuna.

Dicho 72

Si no puedes tener todo lo que deseas, conténtate con lo que tienes.

Dicho 73

Un hombre inculto o salvaje siempre exagerará las cosas o no las tendrá


en cuenta convenientemente.

Dicho 74

Cuando más prudente es un hombre, menos hablador será.

Dicho75

El cuerpo decae si no rejuvenece la esperanza. Hace a la muerte más


cercana, excepto que tratase -alcance- la ejecución de sus deseos.
Quienquiera que tome algo del mundo, vive ansioso por continuar
teniéndolo y quienquiera que pierde algo del mismo, pasa sus días
lamentando lo perdido.

Dicho 76

Quienquiera ser un líder y un guía, debería educarse él, antes de educar


a otros. Antes de enseñar principios a otros, debería desarrollar su
moral y su personalidad. Quienquiera que desarrolle su propia moral y
personalidad, es superior al que intenta educar y enseñar a otros.

Dicho 77

Cada respiro que das, es un paso que avanza hacia la muerte.

Dicho 78

Todas las cosas que pueden ser computadas o reconocidas son finitas y
tendrán un fin y todo aquello que esperabas llegará un día.

Dicho 79

Si estás confundido respecto a lo bueno o malo de una acción, estudia


cuidadosamente la causa y sabrás cuales son sus efectos.

Dicho 80

Un hombre conocido como Dharrar Ibn Hamzah Dhabaii y que fue compañero
de ‘Ali (P) fue enviado a Damasco (en Siria) después del asesinato de este,
Mu’awiyah (el Califa por ese entonces) lo llamó y le pidió que dijera algo de
‘Ali. (Mu’awiyah era enemigo acérrimo de ‘Ali) Sabiendo que Mu’awiyah
odiaba a ‘Ali (P), Dharrar intentó evitar el tema, pero aquel lo forzó a hablar.
Entonces Dharrar dijo: ¡Oh Emir! (Príncipe) a menudo he visto a ‘Ali en
medio de la noche y con lágrimas en los ojos rogar a Dios para que lo ayudara
a mantenerse dentro de una vida piadosa, virtuosa y noble, despreciando las
cosas mundanales, mientras la gente estaba durmiendo o divirtiéndose, ‘Ali
(P) se dirigía con sus palabras a este mundo diciendo:
¡Oh mundo vicioso! ¡Aléjate de mí! ¿Porqué te gusta ponerte enfrente
de mí? ¿Te has enamorado de mí o quieres seducirme? Dios impida que
sea seducido por ti o tentado por tus deseos. No será posible conmigo,
inténtalo pues con otros. No quiero tenerte ni poseerte. Te he repudiado
tres veces. Es como divorciarse de una mujer tres veces, después ya no
puedes tomarla nuevamente como esposa (de acuerdo a la ley islámica)
La vida de deleites que tú ofreces es de muy corta duración. No hay nada
realmente importante en lo que ofreces. El deseo de poseerte es un insulto
y una humillación para los espíritus sensatos. Resulta triste el empeño
de los que quieren poseerte, no se preparan para la otra vida, teniendo
que hacer un viaje muy largo a través de un camino muy difícil hacia un
destino aciago
Dharrar dijo que cuando terminó de hablar, había lágrimas en los ojos
de Mu’awiyah quien dijo: “Quiera la Paz de Dios sea con ‘Ali, él era
indudablemente así. Ahora cuéntame Dharrar, ¿Cómo te sentiste después de
que lo perdiste? Dharrar replicó: “Mi tristeza y aflicción son como la de una
madre cuyo hijo único fue asesinado en su regazo” Después de lo cual, Dharrar
abandonó la ciudad.

Dicho 81

Después de la batalla de Siffin alguien preguntó a ‘Ali (P) si ellos habían sido
destinados a luchar en contra de los sirios; ‘Ali (P) le respondió:
Si por “destinados” tú entiendes que fueron forzados compulsivamente
(físicamente o de otra manera) no fue así.
Siendo una obligación de este tipo, no debería haber ninguna causa para
premiar a los que la cumplieron o de castigar a los que no la cumplieron.
Cuando tú estás forzado físicamente para hacer alguna cosa como
respirar, dormir, comer y beber etcétera, entonces no puede haber ningún
premio por hacerlo o un justo castigo por no hacerlo. En dichos casos la
naturaleza te impulsa a hacerlo y tú no puedes evitarlo.
Por lo tanto, debes considerar que las bendiciones prometidas para la
otra vida no tendrían sentido. Dios Misericordioso dio ha sus criaturas
(los seres humanos) completa libertad para hacer lo que les gustara, y
luego les prohibió realizar ciertas acciones, advirtiéndoles sobres sus
consecuencias (Su Cólera y Su Castigo) Sus Órdenes le permiten al ser
humano tener muy pocos problemas y encaminarse por la forma de vida
más conveniente, siendo muchas veces los premios prometidos por Él (por
las buenas acciones) más de lo que uno realmente se merece. Aunque Él
observa a la gente que Le desobedece, la tolera. Pero no porque pueda
ser obligado o compelido a aceptar dicha conducta como una muestra
de la supremacía humana.
Él no envió a Sus profetas (P) para deleitarse o para divertirse. Él no
reveló Sus Órdenes sin razón o propósito alguno, ni ha creado las galaxias
y la tierra sin ninguna intención, propósito o programa. Un universo sin
plan, propósito o programa es la idea de los infieles y de los paganos.
Lamentable será la condición de ellos en el fuego del Infierno.
Oyendo esto, aquel que le hizo la pregunta, le preguntó adicionalmente a ‘Ali
(P): Entonces, ¿A qué tipo de destino fuimos nosotros?. El Imam (P) respondió:
Fue una orden de Dios cumplirlo, al igual que la orden dada en Su Libro
Santo: «Tú estás destinado por Dios a adorarle a Él y a nadie más» Aquí
“destinado” significa “ordenado” por lo cual carece de compulsión física.

Dicho 82

Procura adquirir sabiduría y la Verdad que te sea posible y de quien sea,


porque incluso un apóstata puede tenerlas, pero, a menos que este pase
a ser un fiel musulmán y encuadre correctamente parte de la sabiduría y
la verdad que posea, tendrá una existencia espiritual confusa.
Es decir, el resultado habitual para la mayoría de las personas de mezclar
verdad con mentiras y luego amalgamarlas con sus conjeturas y opiniones
personales, lo cual es la causa de que tanta gente se desvíe del recto camino
y de que pierdan la confianza y fe en Dios.

Dicho 83

El conocimiento y al sabiduría son realmente cualidades de un fiel


musulmán. Si las pierdes, podrías recobrarlas aunque pudieras tener que
tomarlas de un apóstata.

Dicho 84

El valor de cada hombre depende del arte y la experiencia adquirida.


Dicho 85

Quiero enseñarte cinco cosas que merecen tu máximo empeño por


adquirirlas:
Ten confianza en Dios y en nadie más.
No temas otra cosa más que los pecados.
Si no sabes algo no te avergüences de admitir tu ignorancia.
Si no sabes algo, nunca vaciles o sientas vergüenza para aprenderlo.
Adquiere paciencia y aguante, porque su relación con la Fe y la Verdad
es como la de la cabeza con el cuerpo. El cuerpo no tiene sentido sin
la cabeza y, similarmente, la verdadera Fe no pude ser eficaz sin los
atributos de la resignación, sufrimiento y la paciencia.

Dicho 86

Un hipócrita comenzó a alabar a ‘Ali (alguien que no le tenía fe) al escucharlo


‘Ali (P) le respondió:
Valgo menos de lo que dices pero más de lo que piensas.

Dicho 87

Aquellos que han salido con vida de un baño de sangre, viven más y
tienen más hijos.

Dicho 88

El que se imagina que lo sabe todo, seguramente sufre a causa de su


ignorancia.
Dicho 89

Aquél que no acepte decir “ignoro” será aniquilado y destruido.

Dicho 90

Aprecio más la prudente opinión de una persona anciana que la valentía


de un joven. Aprecio más el pensamiento de una persona anciana que los
esfuerzos del joven.

Dicho 91

Me deja perplejo el hombre que pierde la esperanza de la salvación


mientras que la puerta del arrepentimiento está abierta para él.

Dicho 92

El Imam Muhammad Baqir (P) cuenta que ‘Ali (P) dijo en una ocasión:
Había dos cosas en este mundo que suavizaban la Cólera de Dios y
prevenían que cayera sobre el hombre: Una de ellas se nos ha quitado;
y sugirió tomar la otra firmemente. La que se nos había quitado de los
hombres era la persona del Santo Profeta Muhammad (PBd) y que, la que
aún permanecía entre nosotros y que debemos conservarla con firmeza,
es el arrepentimiento y la expiación de los pecados, porque el Señor
Todopoderoso en una parte del Corán se dirigió a Muhammad (PBd) y
le reveló: “El Señor no va a castigarlos mientras estén entre ellos” y en
otra parte del Corán Él reveló que: “Él no va a castigarlos mientras se
arrepientan de sus pecados y los expíen”.

Dicho 93

Quien lleve sus asuntos de acuerdo a las Órdenes de Dios -siguiéndolas


sinceramente- Dios se los pondrá en orden. A quien se prepare para su
salvación, el Señor atenderá sus cuestiones mundanales.

Dicho 94

El hombre más prudente y de mayor saber es el que aconseja a la gente


a no perder la esperanza y la confianza en Dios Misericordioso y a no
sentirse muy seguros o confiados en librarse de Su Cólera y Castigos.

Dicho 95

Al igual que tu cuerpo, también el espíritu se cansa y fatiga. En este caso,


búscale una distracción educativa.

Dicho 96

El conocimiento es muy superficial cuando se encuentra solamente en tu


lengua. El mérito y valor intrínseco del conocimiento está en que tú actúes
de acuerdo con lo que has aprendido del mismo.

Dicho 97

Ten cuidado y no reces al Señor diciendo: “¡Señor! Te ruego que me


protejas y guardes de las tentaciones, de las aflicciones o pruebas” porque
no hay nadie que no sea tentado o puesto a prueba. Sin embargo, ruégale
que te proteja en contra de esas tentaciones que pudieran llevarte hacia
la maldad y el pecado, porque Dios ha dicho en Su Libro Santo: «Sabed
que a veces riqueza e hijos son pruebas»
Ello significa que Dios prueba a la gente a través de la riqueza y los hijos
para observar quien está sinceramente contento con lo que tiene, y quien
es agradecido con Dios por cómo se sitúa respecto a sus hijos.
Aunque Dios las conoce mejor que ellos mismos, estas pruebas se envían
con el propósito de que, llevándolas a cabo, se pueda ver cuales merecen
premio y cuales merecen un castigo. Hay gente que quiere tener hijos y
odia a las hijas, y otros que simplemente persiguen la opulencia y odian
la pobreza.

Dicho 98

Hazrat ‘Ali (P) fue preguntado por el significado de ser próspero y estar bien
provisto de medios en esta vida, él respondió lo siguiente:
Tu bienestar no está en tener enormes riquezas y numerosos hijos sino que
descansa en ser convenientemente instruido, paciente y en estar orgulloso
de la obediencia a Dios. Si haces una buena obra, agradece por ello a
Dios y si cometes un pecado, arrepiéntete y repáralo.
En este mundo hay bienestar verdadero para dos tipos de personas: una
es la que, cuando comete un pecado, lo repara y lo expía; la otra, es la
que está permanentemente predispuesta por hacer el bien.

Dicho 99

La importancia de las acciones que has emprendido con el temor de Dios


en tu espíritu, no puede ser minimizada, pues: ¿cómo pueden las obras
que son bien recibidas por Dios ser consideradas sin importancia?

Dicho 100

Los más cercanos a los Profetas son aquellos que han entendido
cuidadosamente lo que se les reveló a los mismos y les obedecieron
Se dice que entonces, ‘Ali (P) citó un pasaje del Corán que expresa: “Los
más querido para Abraham y los más cercanos a Él eran las personas que le
obedecieron” y dijo después:
El tiempo presente es el del Profeta del Islam (PBd) y sus fieles seguidores.
Los mejores amigos del Profeta (PBd) son los que, aunque no relacionados
directamente con él, obedecen las órdenes de Dios, y su más grande
enemigo es el que habiéndose relacionado con él, desobedece a Dios.
Dicho 101
Hazrat ‘Ali (P) fue informado de que, un jariyita se levantaba a media noche
a rezar y leer el Corán, oyendo esto ‘Ali (P) dijo:
Dormir teniendo una fe sincera en Dios y en la religión es mejor que rezar
con una fe vacilante.

Dicho 102
Todas las veces que te cuenten una tradición del Profeta Muhammad
(PBd) examínala cuidadosamente, y medítala profundamente. No te quedes
satisfecho con la repetición mecánica porque hay mucha gente que repite
palabras que encierran conocimientos pero poca gente que reflexiona
buscando sacarles todo el significado que conllevan.

Dicho 103
Hazrat ‘Ali (P) escuchó a alguien repitiendo el pasaje del Corán que dice:
«Inna Lilia Wa Ina Ilahi Rayiun» (A Dios pertenecemos y hacia Él es nuestro
regreso) entonces, ‘Ali (P) dijo:
Cuan cierto es. Al decir que pertenecemos a Dios, indica que lo aceptamos
como nuestro Maestro Superior, Dueño y Señor. Y cuando decimos que
regresamos a Él, indicamos que aceptamos ser mortales.

Dicho 104
Algunas personas alabaron a ‘Ali (P) en su presencia, entonces él respondió:
Dios me conoce muy bien y yo mismo me conozco mejor que ustedes. ¡Por
favor, Señor! Hazme mejor de lo que ellos imaginan que soy y excusa mis
debilidades que ellos no advierten.

Dicho 105
Para asegurar tu propio prestigio y crédito, como así también tus dones, la
ayuda que das a la gente debería tener en realidad los siguientes atributos:
Cualesquiera que sea su magnitud, debieras considerarla como de poco
valor, de modo que puedas ganar un alto estatus
Deberías concederla secretamente, así Dios te concederá prestigio y
celebridad.
Tiene que ser directa e inmediatamente, de modo que pueda ser útil y
ponga contento a quien la reciba.

Dicho 106

Vuestra sociedad pasará por un periodo en el que los intrigadotes taimados


y ladinos serán favorecidos por los gobiernos, en el que los libertinos serán
considerados bien educados, de buena conducta y de la élite refinada de
la sociedad, en el que las personas justas y honestas serán consideradas
débiles, en el que la caridad será considerada una pérdida de riqueza, en
el que la ayuda y la solidaridad serán consideradas como un favor (algo
que se da por interés) y en el que los rezos y la adoración a Dios serán
hechos con el objeto de ganar popularidad y un estatus superior. En tales
tiempos, los gobiernos serán dirigidos por los consejos de las mujeres,
serán mandados por los jóvenes y administrados por los eunucos.

Dicho 107

Los vestido de ‘Ali (P) estaban muy viejos y remendados. Cuando alguien le
llamó la atención por ello, ‘Ali (P) le dio la siguiente respuesta:
Tales ropas, cuando son vestidas por los hombres de estatus y posición,
le hacen sumisos a Dios y de buen corazón con las personas, y los fieles
musulmanes pueden, oportunamente seguir este ejemplo. Los vicios y los
placeres de este mundo por un lado, y la salvación por el otro, son comos
dos enemigos o dos caminos de dirección opuesta -hacia polos opuestos-
uno para el Norte y el otro para el Sur. A quien quienquiera que le guste
obtener los placeres y pompas de este mundo, odiará la vida austera, la
que resulta necesaria para conseguir la salvación. Así deberá ser la actitud
del hombre ansioso por lograr la Bienaventuranza Eterna. Por ello, uno
tiene que adoptar una de las dos formas de vida y, como ambas no pueden
ser llevadas conjuntamente, el hombre debe elegir entre una y otra.
Dicho 108
Un hombre que se llamaba Nauf Ibn Fizala-e-Bakali muy conocido por ser
maestro en los primeros días del Islam, estuvo con ‘Ali (P) una noche quien
a media noche se levantó de su cama, buscó las estrellas por un momento
y preguntó a Nauf si estaba despierto y éste último le respondió “Sí Amir
al Muminín (título de ‘Ali que significaba: Comandante de los Creyentes)”
Entonces ‘Ali (P) le dijo:
La gente afortunada es la que adopta la piedad como lo principal para
su vida y está totalmente concentrada en ganarse el bienestar para la
otra vida. Dicha gente acepta el suelo de la tierra como la cama más
confortable y el agua como la bebida más agradable. Adopta el Corán
y las oraciones como sus guías y protectores, y al igual que Jesús (P)
rechaza lo mundanal y sus malos placeres.
¡Oh Nauf! El Profeta David (P) se levantó una vez a una hora como esta
por la noche y dijo que esta es la hora en que las oraciones de todos los
que rezan son aceptadas, excepto de los que cobran impuestos por la
fuerza bruta, de los difamadores y murmuradores, de los gobernantes
opresivos y tiránicos y de los músicos.

Dicho 109
Respecto a respetar los límites y fronteras de los preceptos Divinos dijo:
Así es, aquello que Dios consideró Obligatorio para ustedes no debéis
destruirlo, y Determinó unos límites los cuales no debéis sobrepasar, y
Prohibió algunas otras cosas las cuales debéis respetar, y Calló respecto
a otras sin haberlas olvidado, entonces no te preocupes ni esfuerces por
ellas.

Dicho 110
Respecto a los que renuncian a la religión para mejorar su posición económica:
Los que renuncian a la Religión para mejorar su posición económica
raramente tienen éxito. La Cólera de Dios les produce más calamidades
y pérdidas que las ventajas que puedan obtener.
Dicho 111
Hay mucha gente instruida que ha arruinado su futuro religioso debido a
su ignorancia religiosa. Sus conocimientos no les fueron útiles para ello.

Dicho 112

Más maravilloso que el hombre en sí, es la parte de su cuerpo que conecta


el tronco con los músculos, es decir su corazón (Su Espíritu) Observa que
es la fuente de las buenas y las malas tendencias. Por un lado, encierra
tesoros de conocimiento y sabiduría, por otro lado, da cobijo a deseos
muy malos. Si el hombre ve, aunque no sea más que el resplandor del
éxito, la codicia lo fuerza a auto-humillarse.
Si da lugar a la avaricia, entonces los deseos inmoderados lo pierden. Si
está desengañado, entonces el desaliento lo lleva casi a la muerte, si está
excitado, entonces pierde la calma y se enfada. Si está contento, entonces
renuncia a la precaución.
Temores súbitos lo embotan, lo ponen nervioso y es incapaz de pensar
o encontrar una salida a la situación. Durante de épocas de paz y
prosperidad, se vuelve despreocupado y se olvida del futuro. Si adquiere
riquezas, se vuelve orgulloso y arrogante. Si es arrojado a la miseria, su
agitación, la impaciencia y el nerviosismo, lo llevan a su deshonra. Si es
atrapado por la miseria, se ve en una triste condición. El hambre lo hace
débil y estar sobrealimentado lo perjudica igualmente. En resumen cada
tipo de pérdida o ganancia desequilibra su espíritu.

Dicho 113

Nosotros, Ahlul Bait (los descendientes del Profeta del Islam (PBd)
tenemos una posición tan centrada y equilibrada en religión, que los que
son deficientes en entenderla y para poder actuar -correctamente- sobre
sus principios, tendrán que venir a nosotros para perfeccionarse. Y los
que están exagerando (en sus deberes religiosos) tendrán que aprender
moderación de nosotros.
Dicho 114
En un lugar en donde se requiere la justicia y la igualdad, solamente
puede establecerse un Gobierno Divino que no será deficiente, débil,
codicioso o avaro.

Dicho 115
Un hombre llamado Suhail Ibn Hanif fue uno de los compañeros favoritos de
‘Ali (P) y cuando ‘Ali (P) volvía de Siffin, se enteró de que Suhail murió en
Kuffa por las heridas recibidas en la batalla. ‘Ali (P) quedó sumamente triste
por dicha muerte y dijo:
Incluso si una montaña me quiere, será despedazada. La gente se pone
a prueba con mi cariño y, para probarlo, tienen que sufrir pérdidas y
calamidades.
Un dicho similar es el siguiente:

Dicho 116
Los que nos quieran a nosotros Ahlul Bait deben estar preparados para
enfrentar una vida austera.

Dicho 117
‘Ali (P) expresó en una ocasión sobre los valores morales:
Ninguna riqueza tiene mayor valor que la inteligencia y la sabiduría.
Ninguna soledad es más horrible que la producida por la gente que
te rehuye debido a tu vanidad y engreimiento o cuando te consideras
erróneamente por encima de la fe o la importancia de algún otro.
Ninguna distinción es más elevada que la piedad.
Ninguna compañía puede ser más útil que la de los buenos modales.
Ninguna herencia es mejor que la cultura.
Ningún dirigente es superior a la guía divina.
Ningún negocio es más beneficioso que el de realizar buenas obras.
Ninguna ganancia es más grande que la del Premio Celestial.
Ninguna templanza es mejor que la de evitar conscientemente entregarse
a la duda (En materia Religiosa)
Ningún conocimiento es superior a la aguda reflexión y a la prudencia.
Ningún culto y oraciones son más sagrados que el cumplimiento de las
obligaciones y deberes.
Ninguna fe religiosa se avergüenza por los agravios o los pecados y
soportando los infortunios pacientemente.
Ninguna distinción es más grande que la humildad.
Ninguna promoción es más grande que la de la instrucción y el saber.
Nada es más honroso que el perdón y la indulgencia.
Ningún apoyo o defensa es más poderosa que la deliberación -de los
asuntos- y el asesoramiento

Dicho 118
Cuando una comunidad se compone de gente realmente honesta, sensata
virtuosa y tú te formas una mala opinión acerca de algún miembro suyo
a pesar de que nunca haya cometido ninguna maldad, se lo considera
como una gran injusticia.
Por el contrario, en una sociedad corrupta, formarse una buena opinión
de gente como ésa y confiar en ellos, es perjudicial para uno mismo.

Dicho 119
Cuando alguien preguntó a ‘Ali (P) como se destacó, respondió:
¿Qué quieres saber de una persona cuya vida se está dirigiendo hacia su
muerte trascendental, cuya salud es la primera etapa hacia la enfermedad
y cuya sociedad le ha forzado a retirarse?.

Dicho 120
Cuantas personas hay a quienes las constantes concesiones de Sus Dones
las vuelven malvadas y merecedoras de Su Castigo, y cuantas más se han
vuelto vanidosas y se han autoengañado porque el Dios Misericordioso no
ha puesto al descubierto sus debilidades y vicios y porque la gente habla
bien de ellas. Les pueden ocurrir muchas cosas, pero ninguna prueba de
Dios es más rigurosa que de la hora que Él escoge
(En la que ya no hay posibilidad de arrepentirse ni de cometer más pecados)

Dicho 121
‘Ali expresó en una ocasión:
Hay dos tipos de personas que serán reprobadas por mí: las que me
ponderan exageradamente y las que me subestiman debido al odio que
me tienen.
Nota: Entre los musulmanes, un grupo llamado “Nusairi” debido al nombre
de su fundación, creyó que Hazrat ‘Ali (P) era la encarnación de Dios o su
personificación, en este dicho ‘Ali (P) se refiere en primer lugar a ellos y en
segundo lugar a todos sus enemigos.

Dicho 122
Perder o desperdiciar una oportunidad, producirá daño o arrepentimiento.

Dicho 123
El mundo que te ofrece sus vicios y placeres es como una víbora que
resulta tan suave al tocarla pero tan llena de veneno mortal. Las personas
insensatas son tentadas por el mundo y son atraídas hacia él, mientras que
los sensatos lo evitan y se mantienen alejados de sus venenosos defectos.

Dicho 124
Cuando fue preguntado acerca de los Quraish, ‘Ali (P) respondió:
Entre ellos los Bani Mayzum son como las flores perfumadas de los
Quraish. Sus hombres son buenos oradores y sus mujeres demuestran
ser buenas esposas. Los Bani Abdul Shums son muy inteligentes y muy
prudentes y se enorgullecen de sus bienes e hijos, por ello son mal
pensados y avaros. Y nosotros, los Bani Hashim, somos muy generosos
y muy valientes para enfrentar la muerte por la religión. Los Bani Abdul
Shums son más numerosos, desagradables e intrigantes, pero los Bani
Hashim son más agradables, buenos conversadores y oradores y muy
fieles como amigos.

Dicho 125
Cuánta diferencia hay entre una acción cuyo goce desaparece dejando
detrás suyo el tormento del dolor y el castigo, y la acción que permite
terminar con una injusta opresión o cruel rigor, que deja tras de sí premios
y bendiciones celestiales.

Dicho 126
Hazrat ‘Ali (P) estaba acompañando un funeral y mientras pasaba junto a un
camino alguien se río sonoramente (Lo que resulta un signo de descortesía y
falta de cultura) entonces ‘Ali (P) puntualizó:
A algunos de nosotros les parece que la muerte se dirige a cualquier otro
pero no a ellos, que a los que vemos agonizando alrededor nuestro son
solamente viajeros que continúan un viaje y volverán a nosotros. Es triste
ver que dentro de un momento los confiaremos a la tierra y de inmediato
nos apoderamos de las cosas que ellos dejaron, como si nosotros nos
quedáramos permanentemente en este mundo después de que ellos se
fueron. Lo cierto es que nosotros olvidamos ser sensatos con los consejos
que nos dieron, transformándonos en el blanco de todas las calamidades.

Dicho 127
Las bendiciones son para los hombres que se humillan por sí mismos
frente a Dios y cuyas fuentes de ingresos son honestas, cuyas intenciones
son siempre meritorias, cuya personalidad es noble, cuyos hábitos son
sobrios, quienes siempre dan por la causa y en el Nombre de Dios la
riqueza que les queda, quienes controlan sus lenguas en las conversaciones
sin sentido y malignas, quienes se abstienen de la opresión y la tiranía,
quienes alegremente y fielmente continúan con la tradición del Profeta
(PBd) y quienes se abstienen de innovar en materia religiosa.
Dicho 128
Ciertamente, si eres mesurado por tu inteligencia, desarróllala pues, con
la ciencia.

Dicho 129
Los celos de la mujer provocan la incredulidad, y los celos del hombre
es muestra de su fe.

Dicho 130
Te defino al Islam de una manera que nadie ha osado a hacerlo antes que
yo: El Islam significa obediencia a Dios, obediencia a Dios significa tener
una fe sincera en Él, tal fe significa creer en Su Poder, la creencia en Su
Poder significa reconocer y aceptar Su Majestad, aceptar Su Majestad
significa cumplir con las obligaciones dejadas por Él y el cumplimiento
de las obligaciones significa actuar, la acción.
(Por tanto, el Islam significa obras más que simplemente fe)

Dicho 131
Cómo me asombra la mentalidad de un miserable: temiendo la pobreza
se convierte en un tacaño y así, apresuradamente, se mete de cabeza en
una situación de indigencia; desesperadamente desea la abundancia y
la comodidad, pero la arroja lejos sin comprenderlo. En este mundo, por
su propia voluntad lleva una vida de mendigo y, en el otro mundo tendrá
que rendir cuentas igual que un millonario.
Cómo me asombra la arrogancia de la persona vanidosa y orgullosa. Ayer
solamente era una célula y mañana será un cuerpo muerto. Me asombra
el hombre que observa el universo creado por Dios y duda de Él y Su
Existencia. Me asombra el hombre que ve a los muertos alrededor suyo
y, no obstante, olvida su fin. Me asombra el hombre que comprende la
maravilla de la creación original y rechaza aceptar que él será devuelto a
la vida otra vez. Me sorprende el hombre que hace un gran esfuerzo para
adornar y hacer confortable su lugar de vida mortal y olvida totalmente
su morada inmortal.
Dicho 132
Quienquiera que no sea diligente en su trabajo sufrirá quebrantos e
infortunios. Quienquiera que no dé participación a Dios en su vida y su
fortuna, después no tendrá lugar en el Reino de Dios.

Dicho 133
Sé muy cuidadoso del frío al comenzar el invierno y recíbelo al terminar
la estación, porque el invierno se comporta con tu cuerpo exactamente
como lo hace con los árboles. Al comienzo del invierno su severidad hace
que se marchiten y caigan sus hojas y al final les ayudará a revivir y a
rejuvenecer.

Dicho 134
Si comprendes la Majestad de Dios, entonces no darás ninguna
importancia al universo o a sus maravillas.
Mientras retornaba de Siffin, Hazrat ‘Ali (P) pasó por el cementerio de Kufa
y dirigiéndose a las tumbas dijo:
¡Oh! Ustedes que yacen en casas horribles y desamparadas. ¡Oh! Ustedes
que están silenciosos en sus oscuras tumbas, solos en sus moradas,
desconocidos en el lugar que se les asignó. Se han ido rápido y por tanto,
se nos adelantaron, pero nosotros también seguiremos sus pasos, dentro
de poco tiempo les haremos compañía. ¿Saben lo que sucedió después de
que se fueron? Sus casas y propiedades fueron tomadas por otros y sus
viudas se volvieron a casar. Es lo que podemos contarles de este mundo.
¿Pueden ustedes decirnos algo del lugar en el que están?.
Luego de decir esto, ‘Ali (P) se volvió hacia sus compañeros y les dijo:
Si les fuera permitido hablar les informaría que la mejor forma de
proveerse para el otro mundo es la piedad y la virtud.

Dicho 135
Hazrat ‘Ali (P) escuchó a alguien expresándose muy mal y reprochándole al
mundo y entonces ‘Ali (P) le dijo:
Tú que estás reprochando al mundo, que has sido seducido y tentado por
él, que has sido tentado por su falsos valores, que te has dejado enamorar
por él, que te ha cautivado y al que luego le acusas y reprochas. ¿Tienes
algún derecho o razón para acusarlo y llamarlo pecador y seductor?
¿O tiene razón el mundo en llamarte a ti granuja, malvado, pecador e
hipócrita? ¿Cuándo te hizo perder la inteligencia y la razón? ¿De qué
modo se burló o te engañó? ¿Te ocultó el hecho de que todas las cosas que
posee son perecederas, lo relativo al poder de la muerte, la decadencia y la
destrucción de sus dominios? ¿Te ocultó el destino final de tus antepasados
y su morada final bajo la tierra? ¿Hizo del lugar de descanso de tu madre
un secreto para ti? ¿Acaso no sabes que tus parientes han vuelto al polvo?.
¿Cuántas veces has atendido a personas enfermas y a cuantas de ellas
has visto, aparte del tiempo empleado como médico? Ni la ciencia, ni el
arte de curar, ni tu atención o nutrición, ni tus rezos o lamentos, pudieron
prolongarla extensión de sus vidas y entonces ellos murieron.
Estabas ansioso por ellos y les procuraste la mejor ayuda médica, reuniste
a conocidos médicos y probaste las mejores medicinas, pero tu ansiedad y
la ayuda médica demostraron no servirte. La muerte no pudo ser apartada
y la vida no pudo ser prolongada. En este drama y tragedia ¿El mundo
no te ofreció una lección y una moraleja?
En realidad, este mundo es la casa de la verdad para quienes miran dentro
de ella cuidadosa y profundamente, una morada de paz y descanso para
quienes comprenden sus caminos y su genio; y es el mejor terreno para los
que quieren obtener premios en la otra vida. Es un lugar de adquisición
de conocimientos y sabiduría para quienes desean aprender, un lugar de
adoración para los amigos de Dios y los ángeles. Es un lugar en donde
el Profeta (PBd) recibió la Revelación de Dios. Es el lugar de la gente
virtuosa y santa para hacer buenas obras y lograr premios por ello.
Solamente en este mundo podrán conseguir los Favores y Bendiciones de
Dios y solamente mientras vivan aquí podrán cambiar sus buenas obras
y acciones por Sus Bendiciones y Premios. ¿En qué otro lugar podría
hacerse todo esto?
¿Quién eres tú para hablar mal del mundo cuando él te ha declarado
abiertamente su carácter perecedero y lo efímero de todas las cosas ligadas
a él; cuando el mundo ha hecho saber a todos sus habitantes sobre que
todos deberán enfrentar la muerte, cuando a través de sus caminos les ha
dado a todos una idea de las calamidades que deben enfrentarse aquí y que,
a través de sus placeres temporales los cuales se desvanecen rápidamente,
le ha dado -al mismo tiempo- una Visión de los Goces Eternos que hay en
el Cielo y les ha sugerido que los deseen y que trabajen por ellos?
Si lo estudias adecuadamente, resultará sencillo prevenirte y temer el
mal que resulta de las malas obras, persuadiéndote para las buenas
acciones. Todas las noches eso hace surgir una nueva esperanza de
paz y prosperidad en ti y todas las mañanas pone nuevas ansiedades y
preocupaciones frente a ti.
Los que han pasado -desperdiciando- la vida así y están arrepentidos del
tiempo perdido, hablan mal de este mundo. Pero hay gente que ensalzará
este mundo el día del Juicio Final y el cómo este mundo les recordó la
existencia del otro mundo y sacaron provecho de ello, les informó sobre
los efectos de las buenas obras y ellos hicieron un uso correcto de la
información, este mundo les aconsejó y ellos se beneficiaron con sus
consejos.

Dicho 136

Un Ángel anuncia diariamente: “El nacimiento de más seres humanos


significa que tantos más morirán. La mayor riqueza significa tanto más
que será destruida. La construcción de más edificios significa tanto más
su ruina en el futuro”.

Dicho 137

Este mundo no es un lugar de asentamiento permanente, sino sólo un paso,


un camino por el que estás transitando. Aquí hay dos tipos de gente: el
primer tipo son los que han vendido su alma para su Eterna condenación.
El otro tipo, es quien ha elevado su alma liberándola de la Condenación.

Dicho 138

Un amigo sólo puede ser considerado como tal, a menos que se le pruebe
en tres situaciones: en momentos de necesidad, a espalda tuyas y después
de la muerte.
Dicho 139
Al que la han sido concedidos cuatro atributos, no se le privará de sus
cuatro efectos:
El que reza a Dios y le implora, no será privado de los dones de los rezos
El que se arrepiente por sus pensamientos y sus obras no se le rechazará
la aceptación de su arrepentimiento.
El que ha expiado sus pecados no será excluido de la salvación
El que es agradecido con Dios por Sus Bendiciones y Mercedes, no se le
negará la multiplicación de las mismas.
La Verdad de estas cosas, se confirma claramente el Santo Corán:
Respecto a la oración, dice:
«Vuestro Señor ha dicho: “¡Invocadme! Y os escucharé”»
(40:60)
En cuanto al arrepentimiento dice:
«Quien obra mal o es injusto consigo mismo, si luego pide perdón
a Dios, encontrará a Dios Indulgente, Misericordioso»
(4:110)
Respecto a ser agradecido dice:
«Y cuando vuestro Señor anunció; “Si sois agradecidos, os daré
más”»
(14:7)
Respecto a la reparación de los pecados, dice:
«Dios perdona sólo a quienes cometen el mal por ignorancia y se
arrepienten en seguida. A éstos se vuelve Dios. Dios es Omnisciente,
Sabio»
(4:17)

Dicho 140
Los rezos diarios son los mejores medios para adelantarse uno mismo
a los favores del Señor: “Hayy” es una “yihad” en contra de todas las
debilidades personales. Para todas tus propiedades hay un “zakat” o
impuesto religioso. Un impuesto pagado para el Señor y el impuesto a tu
salud es que te mantengas firme (en tus convicciones espirituales y deberes
hacia Dios) finalmente, la mejor ayuda y defensa de la mujer en contra
del hombre es que haga su vida hogareña y simpática.

Dicho 141
Si quieres pedirle al Señor mayores medios de subsistencia, dale primero
algo como caridad.

Dicho 142
Si uno está convencido de la otra vida, muestra gran generosidad en las
dádivas.

Dicho 143
La ayuda proveniente del Cielo está en proporción a los apuros que estés
pasando.

Dicho 144
Quien practica la moderación y la sobriedad, nunca será perturbado por
la pobreza.

Dicho 145
Una de las dos cosas cómodas en la vida es tener pocas esposas e hijos.

Dicho 146
La mitad de la sagacidad debe utilizarse para ganar amigos y simpatizantes.

Dicho 147
La aflicción te hará tan decrépito como la edad avanzada.
Dicho 148
La concesión de paciencia proveniente del Cielo, está en proporción a la
magnitud de la calamidad que estás pasando. Si muestras irritabilidad,
enojo y desesperación en las calamidades, entonces tu esfuerzo y tu
paciencia se desperdician.

Dicho 149
Muchas personas con sus ayunos no ganan más que hambre y sed. Muchas
más con sus rezos nocturnos no ganan más que esforzarse y quedarse sin
dormir. Las personas prudentes y sagaces son dignas de encomio, incluso
si no ayunan y duermen por la noche.

Dicho 150
Defiende tu fe en Dios con la ayuda de la caridad. Protege tu riqueza
con la ayuda del “zakat” deja que los rezos te guarden de los desastres
y las calamidades.

Dicho 151
Uno de los más significativos compañeros de ‘Ali (P) llamado Kumail Ibn
Ziyad dijo que en alguna ocasión ‘Ali (P) tomó su manto y fueron hacia el
cementerio. Cuando pasó a través del mismo dejando la ciudad tras de sí,
exhaló un suspiro y le dijo:
Kumail, estos espíritus son los receptáculos del conocimiento y la
sabiduría. El mejor receptáculo es aquel del que uno puede tomar lo
mejor y, al hacerlo, lo puede preservar y proteger de la mejor manera.
Por tanto, recuerda cuidadosamente lo que te estoy diciendo.
Recuerda que hay tres tipos de gente:
Un tipo es la gente instruida que está altamente versada en la ética de la
verdad y la filosofía de la Religión.
Un segundo tipo es la que está adquiriendo el conocimiento antedicho.
El tercer tipo, pertenece a la gente sin instrucción, que sigue a todos los
hipócritas y todas las consignas. Ellos no han querido conocimientos ni
obtenido el respaldo que nos dan las firmes y racionales convicciones.
Recuerda Kumail, el conocimiento es superior a la riqueza porque te
protege. Las riquezas las tienes que guardar porque decrecen si las gastas
continuamente, mientras que, el conocimiento aumenta cuanto más lo usas.
Aquello que basas solamente en la riqueza, desaparece tan pronto como
ella desaparece, pero lo que logres a través del conocimiento, permanecerá
inclusive después de ti.
(La Ciencia, La Filosofía y Las Artes están aún en este mundo a través de los
científicos, filósofos y artistas muertos hace miles de años)
¡Oh, Kumail! El conocimiento es poder y él puede merecer obediencia y
darte seguidores. Un hombre instruido puede conseguir que la gente le
obedezca mientras vive. Y será alabado y venerado aún después de su
muerte. Recuerda que el conocimiento es quien gobierna y la riqueza su
subordinada.
¡Oh, Kumail! Quienes acumulan riquezas aunque estén con vida, están
muertos ante la realidad de la vida. Y los que acumulan conocimientos
permanecerán vivos a través de sus conocimientos y sabiduría aún después
de su muerte, aunque sus rostros desaparezcan de la comunidad de seres
vivientes, porque sus ideas, el conocimiento que han dejado tras de sí,
así como también su memoria permanecerán en el pensamiento de los
hombres.
Kumail dijo que después de esta breve disertación, ‘Ali (P) señalando su
corazón y dijo:
Mira Kumail, aquí tengo abundantes tesoros del conocimiento. Deseo
encontrar a alguien que los comparta conmigo. Sí, he encontrado a dos,
pero uno de ellos, aunque realmente inteligente, era sin embargo poco
fiable. Vendería su salvación por aferrarse al mundo y a sus placeres.
Usaría la religión como pretexto para hacerse de riquezas y poder
mundanal. Haría que esas bendiciones de Dios (el Conocimiento) le
sirvieran para obtener la supremacía y el control sobre los amigos de
Dios y, por medio del conocimiento, explotaría y oprimiría a otros seres
humanos.
La otra persona aparentemente obedeció la Verdad y el Conocimiento,
sin embargo su espíritu no ha alcanzado la verdadera luz de la Religión.
Frente a la menor duda o ambigüedad se volvería receloso de la Verdad,
desconfiando de la Religión y se precipitaría hacia el escepticismo. De esta
forma, ninguno de ellos era capaz de adquirir el conocimiento superior
que yo puedo impartir.
Además de estos dos, encontré a otras dos personas, una de las cuales
era esclava de sí misma y de ávida lujuria. Los deseos inmoderados
podían arrastrarla lejos del sendero de la Religión. La otra era codiciosa
miserable y avara, que arriesgaría su vida por apoderarse y aferrarse a la
riqueza. Ninguna de ellas serviría ni al la Religión ni al hombre. Ambas se
asemejan a las bestias deseosas de alimento y procreación. Si la sensata
administración que proveen el conocimiento y la sabiduría desapareciera
totalmente de la sociedad humana, entonces el conocimiento como la
sabiduría sufrirán severamente lo cual, podría perjudicar a la humanidad
e incluso podría aniquilarla.
Pero este mundo nunca estará sin esas personas que demostraron la
universalidad de la verdad revelada por el Señor. Pueden ser personas
bien conocidas que abiertamente y sin temor declaran las cosas reveladas
a ellos, o pueden, debido al temor de sufrir perjuicios, daños o la muerte,
ocultarse a la atención pública, continuando su misión reservadamente
de modo que las razones que demuestran la realidad de la Verdad tan
proclamada por la Religión y tan demostrada por sus Mensajeros, no
pueda desaparecer totalmente. ¿Cuántos de ellos y en donde pueden ser
hallados? Juro por Dios que son pocos en número pero sus méritos y
categoría frente a Dios son muy elevadas.
A través de ellos el Señor preserva Sus Enseñanzas para que, cuando se
vayan, puedan entregar estas verdades a otros como ellos. El conocimiento
que han adquirido les ha hecho ver la realidad y la verdad, imbuyéndoles
en el espíritu de la fe y la confianza. Esos deberes, que a la gente indolente
y despreocupada le parecen tan duros e insufribles, ellos los consideran
sencillos y soportables, se sienten felices en compañía de las cosas que
asustan a los ignorantes. Viven en este mundo como cualquier otra
persona, pero sus almas se elevan a las alturas de la eminencia celestial.
Son delegados de Dios en la tierra e invitan a la gente a que se dirija
hacia Él. ¡Cómo querría reunirlos!
¡Oh, Kumail! Te he dicho todo lo que te tenía que decir, puedes volver a
tu sitio cuando quieras.
Kumail fue uno de los compañeros de ‘Ali (P) y un musulmán piadoso e
instruido, en el año 83 (H) y a la edad de 90 años, fue asesinado por Huyay
Ibn Yusuf-I-Saqafi.

Dicho 152
Un hombre puede ser valorado por lo que dice.

Dicho 153
Quien no se realiza en sus propias capacidades está condenado a expresar
su fracaso.
(Todos los complejos de superioridad e inferioridad son dañinos para el ser
humano).

Dicho 154
Alguien le pidió al Imam ‘Ali (P) que le aconsejara a encaminarse en una vida
provechosa y sobria, lo que hizo así:
No estés entre los que quieren alguna recompensa sin trabajar
esforzadamente por ello, entre los que tienen grandes esperanzas aunque
continúan posponiendo el arrepentimiento y la penitencia, entre los que
hablan con personas piadosas pero corren tras los vicios y los placeres.
No estés entre los que no se sienten satisfechos aunque tengan mucho y no
están contentos si su suerte con los placeres no son tantos como desean,
entre los que nunca agraden a Dios por lo que tienen pero continúan
reclamando constantemente el aumento de las cosas que se les da.
Entre los que aprecian a la buena gente pero no siguen sus pautas de vida.
Entre los que, cuando están enfermos, se desaniman y pierden todas
las esperanzas, y cuando recuperan la salud, se vuelven arrogantes o
readoptan la misma vida frívola que anteriormente llevaban.
Entre los que si se enfrentan con la desgracia, peligro o aflicciones, se
vuelven a Dios y continúan rogándole Su Auxilio, pero una vez socorridos
o favorecidos con el alivio y el confort, se engañan por las condiciones
favorables con las que viven, olvidándose de Dios y repudian los rezos,
continúan con una vida pecaminosa.
Entre aquellos cuyos espíritus son tentados con ilusiones y falsas
esperanzas para enfrentar la realidad de la vida.
Entre los que tienen miedo de la enorme repercusión de los males y pecados
que puedan recaer sobre los demás, a la vez que para ellos esperan
únicamente elevados premios o acciones disciplinarias muy ligeras.
Entre quienes la opulencia les hace arrogantes, rebeldes y malvados y la
pobreza los vuelve desanimados y negligentes. Si tienen que trabajar lo
hacen perezosa y despreocupadamente, pero si ellos reclaman algo, lo
hacen dura e incesantemente.
Entre aquellos que, bajo la influencia de ansias inmoderadas cometen
pecados en una rápida sucesión (uno tras otro) y que continúan
posponiendo el arrepentimiento.
Entre los que abandonan la distinción de las características que les han
hecho musulmanes (la paciencia, la esperanza en el futuro, el trabajo
para cubrir las necesidades) y prefieren a cambio, las calamidades y
adversidades.
Entre los que aconsejan a la gente con la narración de hechos y situaciones,
pero que ellos mismo no aprovechan las lecciones de las mismas.
Entre quienes son buenos para dar sermones pero malos para practicarlos.
Por tanto, siempre hablan de obras elevadas pero sus acciones contradicen
sus palabras.
Entre los que están ansiosos por adquirir placeres temporales pero que
son despreocupados y lentos para conseguir los permanentes beneficios
celestiales.
Entre los que consideran buenas para ellos las cosas que son realmente
nocivas y consideran como perjudiciales aquellas que realmente les
beneficiarían.
Entre los que temen la muerte pero pierden el tiempo y no hacen buenas
acciones antes de que la muerte les sorprenda.
Entre los que consideran a los vicios como enormes pecados en otros,
pero cuando ellos incurren en los mismos pecados, les consideran sólo
como una falta menor. De manera similar, le dan una gran importancia
a sus propias acciones cuando obedecen a Dios pero cuando los demás
hacen lo mismo, minimizan el valor de dichas acciones.
Por tanto, hablarán muy a menudo de manera crítica acerca de los demás
pero lo harán muy ostentosamente sobre sus propias obras.
Entre los que son felices desperdiciando su tiempo en compañía de
personas adineradas, gastándolo en vicios y lujuria, pero renuentes a
emplearlo -su tiempo- para algún propósito provechoso en compañía de
pobres y gente piadosa.
Entre quienes rápida y libremente hacen juicios de otros pero nunca
juzgan sus malas acciones.
Entre quienes fuerzan a otros para obedecer a Dios pero ellos mismos
nunca Le obedecen.
Entre quienes cobran cuidadosamente lo que se les debe, pero nunca
pagan sus deudas.
Entre quienes no temen a Su Señor, pero temen a los hombres en el poder.

Dicho 155
Toda persona tiene su fin. Puede ser agradable o lleno de aflicciones.

Dicho 156
Todos los buenos sucesos un día terminan y una vez que terminaron es
como si nunca hubiesen existido.

Dicho 157
El que adopta la paciencia -como su recurso propio- nunca será privado
del éxito, aunque transcurra un largo tiempo para lograrlo.

Dicho 158
Quien asienta o aprueba la acción de un grupo o partido, es como
si hubiera cometido la acción. El hombre que se suma a una obra
pecaminosa, se hace merecedor de un doble castigo: uno por la obra en
sí misma y otro por aceptarla o suscribirla.
Dicho 159
Respeta las promesas sobre todos las de aquellas personas que
invariablemente cumplen sus promesas.

Dicho 160
Está decretado el reconocimiento y la obediencia a los Imanes
(La progenie del Santo Profeta (PBd)

Dicho 161
Obedece a Dios, que no tienes disculpa para no Conocerlo.

Dicho 162
Si tenéis ojos que ven, la verdad os ha sido mostrada; si solicitas guía en el
sendero recto, vosotros habéis sido guiados; si tenéis oídos que escuchan,
os han dicho la verdad.

Dicho 163
Solamente si te importa una cosa, intentarás hacerlo. Lo mismo que,
si te interesa obtener provecho de los consejos, entonces habrás sido
aconsejado. Igualmente, si te interesa escuchar tus buenos pensamientos,
ellos te serán manifestados claramente.

Dicho 164
Si quieres castigar a tu hermano, hazlo con buenas acciones y amables
consideraciones. Y, si quieres impedir el mal que el produce, impídelo con
la ayuda de favores y mercedes.

Dicho 165
Quien entra a un lugar de mala reputación, no tiene derecho a querellarse
contra el hombre que hable mal de él.
Dicho 166
Quien adquiere poder no puede evitar el favoritismo.

Dicho 167
Quien es terco y consentido, sufrirá pérdidas y calamidades, y quien busca
buen consejo, puede asegurarse el sacar provecho de los buenos consejos.

Dicho 168
Quien guarda sus secretos, tiene un absoluto control sobre sus asuntos.

Dicho 169
La indigencia es la peor forma de muerte.

Dicho 170
Quien sirve a una persona de la que no espera nada en reciprocidad, en
realidad, la ama.

Dicho 171
Quien respeta a una persona que no respeta sus derechos, es una forma
de esclavitud.

Dicho 172
Ninguna obediencia a una criatura es aceptable con la desobediencia a
Dios.

Dicho 173
No censures o hables mal de un hombre que se demora en obtener sus justos
derechos. Es peor apoderarse de los derechos que no te corresponden.
Dicho 174

La vanidad es impedimento y una barrera par progresar y perfeccionarse.

Dicho 175

La muerte está cerca, y la permanencia en el mundo es corta.

Dicho 176

En la aurora hay bastante luz para el que quiere ver.


(La Verdad y la Realidad de la vida)

Dicho 177

Es más prudente abstenerse que arrepentirse.

Dicho 178

A menudo un deseo inmoderado para asegurar una simple -y pequeña-


ganancia, actúa como un impedimento para la búsqueda de muchas
situaciones provechosas.

Dicho 179

La gente a menudo odia las cosas que no conoce o que no puede entender.

Dicho 180

Quien busca consejos, aprende a reconocer los errores.

Dicho 181

Quien lucha por la causa de Dios, asegura la victoria sobre sus enemigos.
Dicho 182
Cuando te sientas nervioso o temeroso para hacer algo, entonces hazlo.
Porque el perjuicio real que encuentres de esa manera, será menos agudo
que la expectativa y el temor del mismo.

Dicho 183
Tu supremacía sobre otros, está en proporción a la magnitud de tu
conocimiento y sabiduría.

Dicho 184
La paciencia y aguante ante las dificultades, es el medio para dirigir.

Dicho 185
La mejor forma de castigar a quien hace el mal, es premiando
excelentemente las buenas acciones de una persona buena.

Dicho 186
Si quieres expulsar el mal espíritu de otros, empieza por derrotar tus
propias malas acciones.

Dicho 187
La obstinación no te permite llegar a una decisión correcta.

Dicho 188
La codicia esclaviza permanentemente.

Dicho 189
La deficiencia dará por resultado la vergüenza y la aflicción, pero la
precaución y la prudencia te darán paz y seguridad.
Dicho 190
El guardar silencio cuando puedes decir algo prudente y provechoso es
tan malo como seguir hablando de tontería e ideales inútiles.

Dicho 191
Si dos teorías opuestas se propagan, una estará equivocada.

Dicho 192
Cuando la verdad me fue revelada, nunca dudé de ella.

Dicho 193
Nunca mentí y las cosas que se me revelaron no eran falsas. Nunca induje
a nadie al error y nunca fui inducido al error.

Dicho 194
Quien comienza a oprimir se arrepentirá muy pronto.

Dicho 195
La muerte nunca está muy lejos.

Dicho 196
Quien repudia la Verdad se gana la eterna condenación.

Dicho 197
Quien no puede beneficiarse con la paciencia, morirá con dolor y excitado.

Dicho 198
¡Sorprendente! ¿Acaso la norma para el califato es ser uno de los Sahabi
(compañeros cercanos) del Profeta? Pero ¿ser uno de los Sahabi y
familiares de él no lo es?
Si pretendes que llegaste a ocupar el califato a través de la shura (consejo)
de musulmanes, ¿que Consejo fue ese en el que no estuvieron presentes
los votadores? Y si pones como pretexto que eras su pariente, hay otros
que son más cercanos al Profeta (PBd) y más merecedores.

Dicho 199
En este mundo, el hombre es un blanco para la saeta de la muerte y fácil
presa de las calamidades y adversidades. Aquí, cada bocado y cada trago
puede ahogarte. Aquí nunca recibes un favor sin tener que dar otro a
cambio. Aquí, cada día de la vida es uno que se reduce de la extensión
total de tu existencia. Cuando la muerte es el natural desenlace de la vida,
y el propósito de nuestra vida es la extinción, entonces ¿cómo podemos
esperar ser inmortales? Mientras que el transcurso del tiempo no erigió
ninguna construcción, sino que la destruyó y la esparció.

Dicho 200
¡Oh hijo de Adán! De cuanto hayas escogido de más de lo que realmente
necesitas, actuarás solamente como administrador de algún otro, de todo
lo que no vas a usar.

Dicho 201
Los corazones -espíritus- tienen la tendencia a querer y disgustarse siendo
propensos a ser enérgicos o despreocupados. Por tanto, hazlos trabajar
cuando estén con vigor y muéstrales lo que a ellos les gusta.

Dicho 202
Cuando me siento enfadado con una persona, ¿cómo y cuando me
desenfado? Será cuando no esté en una situación de poder vengarme y
que la gente pueda aconsejarme el ser paciente, o cuando tenga el poder
para castigarla y entonces me digan que es mejor que la perdone.
Dicho 203
Cuando cruzaba cerca de un lugar donde juntaban la basura, dijo:
¡Esto es aquello por lo que los codiciosos mostraban avaricia!
Y en otra narración dice:
¡Esto es aquello por lo que ayer rivalizabais!.

Dicho 204
La riqueza que cuando se extingue te aconseja; en realidad no se ha
perdido:

Dicho 205
Los corazones (almas) se cansan al igual que los cuerpos, para otorgarles
frescura buscad palabras sabias.

Dicho 206
Sus palabras son la verdad, pero su propósito es falso.

Dicho 207
Respecto a la descripción de un grupo de sediciosos dijo:
Triunfarán cuando están unidos, y cuando no lo están no serán reconocidos.
Se ha narrado que también dijo:
Cuando están juntos ocasionan pérdidas, y cuando se separan provocan
ganancias.
Preguntaron al Imam: “Entendimos que cuando los sediciosos están juntos
causan pérdidas, pero ¿qué ganancia hay en su separación?”, y él dijo:
Los dueños de negocios y los trabajadores regresarán a sus ocupaciones, y
la gente se beneficiará con los esfuerzos de éstos. El albañil regresará a la
construcción, y el tejedor al taller de tejido, y el panadero a la panadería.
Dicho 208

Trajeron a un asesino ante el Imam, a quien acompañaba un grupo de


sediciosos. El Imam dijo:
¡Que sorpresa! Las caras que no se dejan ver más que en los malos actos.

Dicho 209

Cada persona está acompañada por dos ángeles los cuales la cuidan, y
cuando llega lo destinado por Dios lo dejan solo, que actuaron durante
la vida de éste como una defensa protectora.

Dicho 210

Talha y Zubair fueron a visitar al Imam y le dijeron: “Hemos hecho el juramento


de fidelidad hacia ti, para que te acompañemos durante tu gobierno”. Hazrat
‘Ali (P) dijo:
¡No, nunca! Ustedes se asocian a mí para pedir mi ayuda y ser dos
ayudantes durante la debilidad, e impotencia en las dificultades (no en
la dirección del gobierno).

Dicho 211

¡Oh, gente! Teman a Dios que Él oye lo que hablan, y Sabe lo que guardan
en secreto. Prepárense para la muerte que en caso de que huyan de ésta,
ella los encontrará; y si se quedan en su lugar, los atrapará; y si la olvidan
no los olvidará.

Dicho 212

Que el desagradecimiento de la gente no te haga abstenerte de realizar


buenos actos ya que hay quienes te están agradecidos a pesar de que
no se benefician de ti, y muchas veces un poco de su agradecimiento es
mucho más beneficioso que el desagradecimiento de los desagradecidos.
Dicho 213

Cada recipiente se llena al echar algo dentro de éste, excepto el recipiente


de la ciencia, que mientras más eches algo dentro de éste su volumen
aumenta.

Dicho 214

El primer premio que recibe el paciente por su paciencia es el respaldo


de la gente ante el ignorante.

Dicho 215

Si no eres paciente, muéstrate como tal ya que es muy raro que alguien
se comporte así y no se convierta como ellos.

Dicho 216

Aquel que haga un recuento de sus actos, se beneficia, y aquel que se olvide
de sí mismo, se perjudicará, y aquel que tema a Dios estará protegido, y
aquel que acepte los consejos, obtendrá información, y aquél que obtenga
información, entiende, y aquel que entiende, ha adquirido el conocimiento.

Dicho 217

Después de que el mundo se rebela, se vuelve favorable para el hombre


al igual que una camella enojona que se porta amable con su cría.

Dicho 218

Teman a Dios, como teme una persona generosa que se encuentra lista y
preparada, y se ha esforzado en aprovechar las oportunidades, y temerosa
ha luchado para obedecer lo ordenado por Dios, y en verdad ha pensado
detenidamente en este mundo pasajero, en el fin del Mundo y en la hora
de rendir cuentas.
Dicho 219

La generosidad cuida del honor de la persona, la paciencia cierra las


bocas de los ignorantes, el perdón es el zakat de la victoria, el alejamiento
es el castigo de los traidores y la consultación, el ojo de la guía.
Aquél que se sienta indispensable a través de su opinión caerá en la boca
de los peligros, la paciencia lucha en contra de las tragedias diarias y
la impaciencia ayuda a que el tiempo termine con el hombre; la mayor
independencia es el olvido de las esperanzas, y muchas veces el intelecto
se ve preso por el imperio de los deseos; el cuidado y uso de la experiencia
es el secreto de la victoria, y la amistad crea un tipo de parentesco. No
confíes en aquél que ha perdido la paciencia ni en aquél que la pedió y
le falta poder para soportar.

Dicho 220

El egoísmo es una de las envidias del intelecto.

Dicho 221

Soporta aquello que te disgusta al verlo y también el dolor, de lo contrario


nunca te sentirás satisfecho de los sucesos de la vida.

Dicho 222

Aquél que su árbol de la personalidad es fino y carece de defectos, cuenta


con numerosas ramas y hojas.

Dicho 223

Las discrepancias terminan con las reflexiones.

Dicho 224

Aquél que recibe alguna riqueza se convierte en un agresor.


Dicho 225

Los valores de la personalidad de la gente se conocen a través de las


transformaciones de la vida.

Dicho 226

Una de las plagas de la amistad es ser egoísta con el amigo.

Dicho 227

Los pensamientos son sacrificados bajo la luz de las aspiraciones.

Dicho 228

Arbitrar con duda e imaginación entre personas de confianza, está lejos


de la justicia.

Dicho 229

La peor vestimenta para el día de la Resurrección, es la injusticia hacia


los siervos.

Dicho 230

Respecto a aquellos que se muestran desatentos hacia las maldades de los


perversos dijo:
El mejor acto de las grandes personas, es que se muestre ignorante ante
ese asunto
(Las maldades de los perversos).

Dicho 231

Nadie verá los defectos de aquél que vista las ropas del pudor.
Dicho 232
La dignidad del hombre incrementa a través de un profuso silencio, la
equidad incrementa el número de amigos, a través del obsequio ascienden
el valor y jerarquía de la persona, la Abundancia se perfecciona a través
de la humildad, al cubrir los gastos se comprueba su señorío y nobleza,
el método justo termina con los enemigos y los seguidores del hombre
incrementan al mostrar paciencia ante los ignorantes.

Dicho 233
¡Sorprendente! Los envidiosos se han olvidado de su propia salud.

Dicho 234
El ávido es siempre despreciable y ruin.

Dicho 235
Respecto a los fundamentos de la fe dijo:
La fe a través del conocimiento del corazón, la confesión por medio de la
lengua y los actos por medio de los miembros del cuerpo es firme y sólida.

Dicho 236
Aquél que teme al mundo se enoja por la predestinación divina; aquél que
se queja por la tragedia sucedida en realidad se quejó de Dios; aquél que
fue a visitar a un poderoso y se humilla ante él por su riqueza ha perdido
dos terceras partes de su fe y religión; aquél que recite el Corán y sea
enviado al Infierno indudablemente pertenece a aquellos que se burlaron
de las aleyas divinas; y aquél que su corazón se injerte con lo mundano su
vida se verá siempre atrapada por tres dificultades: tristeza interminable,
ambición inseparable y esperanzas inalcanzables.

Dicho 237
Para el ser humano es suficiente economizar para volverse acaudalado,
y ser amable para obtener gran abundancia.
Le fue preguntado al Imam ‘Ali (P) respecto a la aleya «…que viva una vida
buena» (16:97), dijo:
Alude a una vida en la que se economiza.

Dicho 238
Asóciate con aquél que fue agraciado con el sustento, que él es más
merecedor de ser adinerado, y es más meritorio de tener una vida alegre.

Dicho 239
Respecto a la descripción de la justicia y beneficencia (en la exégesis de la aleya
90 del sura Nahl (16) «Dios prescribe la justicia, la beneficencia…», dijo:
“Justicia” significa lo mismo que equidad, y “beneficencia” es lo mismo
que obsequiar.

Dicho 240
Aquél que obsequia con estas manos limitadas, recibirá una recompensa
de unas Manos Ilimitadas (las de Dios).

Dicho 241
No invites a nadie a luchar, no obstante si te invitan a luchar acepta, ya
que aquél que inicia la lucha es agresivo, y el agresivo es el perdedor.

Dicho 242
Algunos de los mejores temperamentos y caracteres de las mujeres son
los peores atributos del hombre, tal y como: el orgullo, el temor y los
celos. Cada vez que una mujer sea orgullosa no permite a un desconocido
traspasar sus límites propios, y si es celosa cuida de sus pertenencias y
de las de su marido, y si es miedosa se aleja de cualquier cosa que pueda
dañar su recato.
Dicho 243

Cuando solicitaron al Imam (P) que describiese a un inteligente dijo:


Inteligente es aquél que coloca cada cosa en su lugar.
Le dijeron: “ahora describe al ignorante”, respondió:
Al haber presentado al inteligente, describí también al ignorante.

Dicho 244

¡Juro por Dios! Este mundo de vosotros que se ha visto infectado por
diferentes cosas prohibidas, desde mi punto de vista es más despreciable
que un hueso de cerdo que se encuentra en manos de un leproso.

Dicho 245

Un grupo adora a Dios con la esperanza de Su perdón, y esta es la


adoración de comerciantes; otro grupo adora a Dios por temor, y esta es la
adoración de los esclavos; un tercer grupo adora a Dios para agradecerle,
y esta es la adoración de los que están libres.

Dicho 246

La mujer y la vida son molestias y problemas, y más molestoso aún es que


no hay otra alternativa más que aguantarlas.

Dicho 247

Cualquiera que se ponga perezoso ha pisoteado los derechos, y cualquiera


que siga a un cuentista acabará con la amistad.

Dicho 248

Una piedra robada utilizada en la edificación de un casa, provoca la


destrucción de ésta.
Dicho 249
El día en que el oprimido se vengue del opresor, es más difícil que el día
en que el opresor lo oprimió.

Dicho 250
Teme a Dios aunque sea poco; y coloca entre vosotros dos una cortina
aunque sea muy tenue.

Dicho 251
Cuando las respuestas son parecidas y similares, la respuesta correcta
queda oculta.

Dicho 252
En cada abundancia que otorga Dios existe un derecho para Él, aquél
que lo pague, Dios la excederá, y aquél que no lo pague y sea negligente
la ha colocado en el peligro de la destrucción.

Dicho 253
Cuando el poder se incrementa los deseos disminuyen.

Dicho 254
Absténganse de alejar las abundancias, ya que cualquier cosa que se
aleja nunca regresa.

Dicho 255
El regalo trae más cariño que el parentesco.

Dicho 256
Cuando alguien tiene confianza en ti, haz algo para asegurarla.
Dicho 257
El mejor acto es aquél por el que te esfuerzas con alegría para realizarlo.

Dicho 258
Conocí a Dios cuando Debilitó los fuertes deseos, Desató los nudos
difíciles y Rompió con las fuertes decisiones.

Dicho 259
Cuando escuchó que los seguidores de Mu’awiyah atacaron y despojaron
la ciudad de Anbar, se dirigió solo rumbo al campamento del ejército fuera
de Kufa llamado Nuyailah. La gente lo alcanzó y le dijo: “¡Oh, Amir de los
creyentes! Somos suficientes para pelear en su contra”, el dijo:
¡Vosotros no sabéis como cumplir con vuestros deberes! ¿Cómo es que
queréis cumplir con otros deberes que no os incumben? Si los campesinos
anteriores a mí se quejaban de la tiranía de los gobernadores, hoy día
yo me quejo de mis campesinos (subalternos), parece como si yo fuese
seguidor y ellos los gobernadores, o yo el dependiente y ellos los dirigentes.
Dos de los seguidores del Imam se adelantaron y uno de ellos dijo: “Yo
dispongo únicamente de mí y de mi hermano, ¡oh, Amir de los creyentes!
Ordena que obedeceré tus órdenes”. Hazrat ‘Ali (P) dijo:
¿¡Dónde os encontráis vosotros y qué es aquello que yo necesito!?.

Dicho 260
Hariz Ibn Havt se presentó ante Hazrat ‘Ali (P) y dijo: “¿Acaso piensas que
yo considero perdidos a los seguidores del camello? ¡No, no es así!” Hazrat
‘Ali (P) dijo:
¡Oh, Hariz! Tu viste lo que había bajo tus pies, pero no lo que había a
tu alrededor, entonces te viste extraviado, tú no conociste a Dios ni a la
verdad para que pudieses saber quienes eran partidarios de ésta. Tampoco
conociste la falsedad para que pudieses distinguir a los seguidores de lo
falso.
Hariz dijo: “Sa’d Ibn Malik, ‘Abdullah Ibn ‘Umar y yo nos retiramos de la
guerra. Hazrat ‘Ali (P) dijo:
¡En verdad que Sa’d y ‘Abdullah Ibn ‘Umar no ayudaron a la verdad (a
Dios) ni tampoco humillaron a la falsedad!.

Dicho 261
Aquél que acompaña al rey se asemeja a alguien que monta a un león.
Todos los que lo ven desean ocupar su sitio, aunque él mismo sabe que
ocupa un lugar peligroso.

Dicho 262
Haz el bien a los supervivientes de otros, para que respeten a vuestros
supervivientes.

Dicho 263
Si las recomendaciones de los sabios en medicina son adecuadas, son una
cura; de lo contrario, son un dolor del alma.

Dicho 264
La salud del cuerpo se encuentra en el alejamiento de la envidia.

Dicho 265
¡Oh, Kumail! Ordena a tu familia que durante el día se esfuerce por
obtener magnanimidad, y por la noche luche para saciar las necesidades
de los que duermen. ¡Juro por el Dios que Escucha todos los sonidos!
Aquél que alegre el corazón de una persona, Dios destina para él favor de
esa alegría, y cuando se encuentre en alguna desgracia, será como agua
pura que cae sobre él para terminar con la amargura de esa desgracia,
al igual que apartan a un camello ajeno de sus pastizales.

Dicho 266
Cuando te vuelvas menesteroso comercia con Dios a través de la limosna.
Dicho 267
Ante Dios, ser fiel con los traidores es una forma de traición, y ser traidor
con los traidores es una forma de fidelidad.

Dicho 268
Muchas veces sucede que los beneficios sucesivamente otorgados por parte
de Dios, capturan al pecador, y el que Dios oculta sus faltas lo vuelve
orgulloso, y se ve engañado a través de la admiración de la gente, y Dios
examina a la gente a través del plazo.

Dicho 269
Una persona pidió a Hazrat ‘Ali (P) que describiese la fe. Él dijo:
Visítame mañana para que te responda enfrente de la gente, si tú llegases
a olvidar mis palabras, los demás te las recordarán ya que las palabras se
asemejan a una caza que huye apresuradamente. Uno la atrapa mientras
que otro la pierde.
(La respuesta a esta pregunta fue dada en el Dicho nº 31).

Dicho 270
¡Oh, hijos de Adán! No agreguéis la tristeza que no ha llegado a la de
hoy día, ya que en caso de que ese día estés con vida, Dios os agraciará
con el sustento.

Dicho 271
En la amistad se moderado con tu amigo, puede ser que un día se convierta
en tu enemigo. Y con tu enemigo se también moderado, puede ser que un
día se convierta en tu amigo.

Dicho 272
La gente del mundo se divide dos grupos: uno es aquél que en el mundo
trabaja para el mundo y el mundo evita que realice algo para su otra vida,
está apurado por la pobreza de sus sobrevivientes y no siente apuro por la
suya (su pobreza en la otra vida), entonces gasta su vida en el sendero de
la ganancia y beneficio para los demás. Y el segundo grupo es aquél que
en el mundo trabaja para la otra vida y los favores del mundo también le
favorecen sin esfuerzo, entonces ha aprovechado la ganancia y se convierte
en el dueño de estos dos mundos, mientras que comienza su día ante Dios
en forma honorable, y no pide nada a Dios sino que Dios le da todo.

Dicho 273
En la época del califato de ‘Umar se dialogó respecto a la gran cantidad de joyas
y adornos que había en la Ka’bah. Un grupo propuso: “Empléalo en el ejército
del Islam, la Ka’bah no necesita de oros ni adornos”. Cuando preguntaron a
Hazrat ‘Ali (P) a esto respecto dijo:
En verdad que el Sagrado Corán fue revelado al Profeta del Islam (PBd)
cuando las riquezas se dividían en cuatro: las riquezas de los musulmanes
que eran dividida según la parte de cada uno de los sobreviviente, y los
botines de guerra que eran dados a los necesitados, y el jums (el quinto)
que Dios determinó su utilización, y la limosna que Dios mostró los
medios de su dádiva.
Mientras que las joyas y adornos de La Ka’bah eran parte de las riquezas
que Dios no ordenó nada para ellas, no por olvido ni tampoco por no
haberlas visto. Tú déjalas también tal y como están, al igual que Dios y
Su Profeta las dejaron en ese estado.
‘Umar dijo: “Si tú no estuvieses me hubiese desacreditado públicamente”. Y
dejó los adornos en la Ka’bah.

Dicho 274
Trajeron a dos ladrones ante Hazrat ‘Ali (P) que habían robado del tesoro
público, uno de ellos era esclavo de una persona y el otro esclavo de Baitul
Mal. Hazrat ‘Ali (P) dijo:
Para el esclavo de Baitul Mal (tesoro público del gobierno) no hay castigo,
ya que él mismo es parte del Baitul Mal y tomó algo de Baitul Mal. Pero
para el otro esclavo deberá ser impuesto fuertemente el castigo.
Dicho 275
En caso de que salga victorioso poderosamente de estas conspiraciones
y deslices, surgirán muchos cambios.

Dicho 276
¡Estén seguros! Dios no otorgará a Su siervo más de aquello que fue
prometido por las Palabras Divinas (ha sido interpretado como Corán,
Sabiduría Divina o Lauh Mahfuz) a pesar de que actúe con política, se
esfuerce severamente y sea activo en planear Y entre los siervos recibirá
aquello que le fue destinado por las Palabras Divinas, aunque sea débil
y no actúa con destreza. Aquél que entienda y ponga en práctica esta
verdad, gozará de más tranquilidad entre los hombres, recibiendo una
mayor ganancia. Y aquél que la rechace y dude de ésta, se verá envuelto
en mayores dificultades y sufrirá más pérdidas que la demás gente; es por
ello que muchas veces Dios lo deja al olvido con Sus Favores otorgados
(dirigiéndose así hacia la perdición), viéndose así atrapado por el castigo.
Y muchas otras el siervo a través de las dificultades es examinado y
se forma. Entonces ¡oh, tú que te ves agraciado con estas palabras!
Incrementa tu agradecimiento hacia Dios, deja de apresurarte fuera de
lugar y siéntete satisfecho con lo que se te ha destinado.

Dicho 277
No supongas que tu sabiduría es ignorancia ni que tu seguridad es duda
e inseguridad, entonces en cualquier momento que sepas actúa y cuando
llegaste a la seguridad, procede.

Dicho 278
La codicia lleva hacia la perdición y no salva, tampoco es fiel hacia
aquello que asegura. Muchas veces aquél que bebe agua antes de saciarse
lo ahoga; y el valor de aquello por lo cuál rivaliza, mientras sea más
(su valor) será más triste su pérdida; y los deseos cegarán los ojos de la
perspicacia, y llegará a él sin necesidad de buscarlo aquello que ha sido
destinado como su sustento.
Dicho 279

¡Dios mío, me refugio en Ti! De que mi exterior ante los ojos de la gente
sea bello, y mi interior feo (por aquello que oculto y Tú sabes), y quiera
atraer a las gentes con mis actos y comportamiento que Tu conoces, y mi
exterior lo muestre bello y me presente ante Ti con los actos malos que han
deformado mi interior, solo para acercarme hacia Tus siervos mientras
que me alejaba de Tu Satisfacción.

Dicho 280

Hazrat ‘Ali (P) juramentaba de la siguiente forma:


¡Juro por Dios, que con Su Poder pasamos la noche oscura, que luego de
ésta le seguía el día luminoso, no fue así por casualidad!.

Dicho 281

Un acto pequeño pero constante, es más anhelante que aquel gran acto
que te agota.

Dicho 282

Dejen a un lado los actos preferibles cada vez que éstos dañen a los actos
obligatorios.

Dicho 283

Aquél que piense constantemente en el largo viaje hacia la otra vida, se


prepara.

Dicho 284

Pensar no es lo mismo que ver ya que algunas veces los ojos mienten, pero
aquél que pide consejo a su intelecto, éste no lo traiciona.
Dicho 285
Existe una cortina de orgullo y engreimiento entre ustedes y la aceptación
de los consejos.

Dicho 286
Respecto a las causas de la caída de la sociedad dijo:
Vuestros ignorantes se esfuerzan, y vuestros cultos son indolentes y
descuidados.

Dicho 287
La sabiduría ha cerrado el camino de la excusa para los que pretextan.

Dicho 288
Para aquellos que ha terminado su tiempo solicitan tiempo, y aquellos
que tienen tiempo son negligentes.

Dicho 289
La gente no ha llamado “bueno” a nada, a menos que el tiempo y destino
hayan preparado para él un mal día.

Dicho 290
Preguntaron a Hazrat ‘Ali (P) respecto al destino dijo:
Es un camino oscuro, no lo transitéis; y es un mar muy profundo, no os
introduzcáis en él; y es un Secreto Divino, no os molestéis.

Dicho 291
Cada vez que Dios quiere despreciar a uno de Sus siervos, aleja de él la
sabiduría.
Dicho 292
Respecto a un modelo completo de humanidad dijo:
En el pasado contaba yo con un hermano en religión, quien ante mis
ojos era muy valioso. La causa de su grandeza (ante mis ojos) era lo
insignificante que representaba el mundo (prohibido) para él. Él había
dejado a un lado los placeres de los alimentos, pues aquello que no poseía
no lo deseaba y cuando lo tenía no se excedía. La mayoría de su vida la
pasaba silencioso, pero cuando hablaba (sus palabras) superaban a las
de otros (oradores), saciando la sed del preguntador. Aparentemente era
débil y necesitado, sin embargo cuando se enfrentaba era serio, al igual
que un león de la selva, y se movía al igual que una víbora venenosa del
desierto. Únicamente frente al juez expresaba sus razones y no reprochaba
a nadie por el acto del cual se disculpaba hasta no escuchar su excusa.
No se quejaba de ningún dolor, a menos que se hubiese curado. Realizaba
aquello que decía y silenciaba aquello que no hacía. Si sentía que sería
derrotado al dialogar, guardaba silencio y con su silencio salía victorioso.
Anhelaba más escuchar que hablar. Si se enfrentaba a dos alternativas,
analizaba cuál se asemejaba más a la voluptuosidad, entonces se oponía
a ésta. Pues adquieran estos hábitos, pónganlos en práctica y rivalicen
entre vosotros en su adquisición, y si no pudiesen alcanzar todos éstos,
deben saber que conseguir un poco es mejor que perder todo.

Dicho 293
Respecto a la responsabilidad hacia los favores de Dios, dijo:
Si Dios tampoco hubiese prometido el castigo para los pecadores, hubiese
sido necesario no desobedecerle en agradecimiento de Sus Favores.

Dicho 294
Al dar el pésame a Ash’az Ibn Qais cuando murió su hijo dijo:
¡Oh, Ash’az! Si estás triste por la muerte de tu hijo, es meritorio por el
Vínculo que tenían, pero si tienes paciencia, cualquier tragedia ante Dios
tiene una recompensa. ¡Oh, Ash’az! Si eres paciente se cumplirá en ti lo
destinado por Dios, y te será dada una recompensa; y si te desesperas
te será también dado lo destinado por Dios, y tú serás un pecador. ¡Oh,
Ash’az! Tú hijo te ponía alegre, y esto era para ti una dificultad y una
prueba, y su muerte te ha entristecido, mientras que para ti tiene una
recompensa y una bendición.

Dicho 295
Cuando iban a enterrar al Profeta del Islam (PBd) dijo:
La paciencia es admisible excepto ante la tristeza de haberte perdido, y
la impaciencia es inadmisible excepto ante la tristeza de haberte perdido.
La desgracia de haberte perdido es muy grande, y las desgracias antes y
después de ti son insignificantes.

Dicho 296
No seas amigo ni compañero de un ignorante, sus actos intolerantes los
muestra bellos, y desea que tú hagas lo mismo.

Dicho 297
Preguntaron a Hazrat ‘Ali (P) respecto a la distancia entre el oriente y occidente
dijo:
Del tamaño de un día de movimiento del Sol.

Dicho 298
Tus amigos se dividen en tres grupos y tus enemigos también. Pero
respecto a tus amigos: tu amigo y el amigo de tu amigo, son enemigos de
tu enemigo; pero respecto a tus enemigos: tu enemigo es enemigo de tu
amigo y amigo de enemigo.

Dicho 299
En una ocasión Hazrat ‘Ali (P) vio a una persona que se esforzaba excesivamente
para terminar con su enemigo, al grado que él mismo se lesionaba. Dijo:
¡Te asemejas a alguien que encaja la lanza en su propio cuerpo para
matar al que se encuentra junto a él!
Dicho 300
¡Que numerosas son las lecciones que se pueden tomar y que pocos
aquellos que las toman!

Dicho 301
Aquél que se exceda en la enemistad es un pecador y aquél que sea
negligente en la enemistad, es un opresor, y aquél que enemiste sin razón
no puede ser alguien virtuoso.

Dicho 302
No me preocupa cometer un error en caso de que esté seguro de que
después de efectuarlo tendré tiempo para realizar dos ciclos de oración
y pedir a Dios que me perdone.

Dicho 303
Preguntado ¿cómo es que Dios podrá atender a las cuentas de todos los seres
humanos?, Imam ‘Ali (P) respondió:
¡Al igual que tomando en cuenta la gran cantidad que son, les Otorga
el sustento!.
Nuevamente preguntaron: ¿cómo es que atiende las cuentas de toda la gente
mientras que ésta no puede verlo?, y dijo:
¡Tal y como Él les da el sustento y no Lo ven!.

Dicho 304
Respecto a la elección de los mensajeros portadores de sus cartas, dijo:
Tu mensajero demuestra tu inteligencia, y tu carta es la mejor portavoz
de tu persona.

Dicho 305
La necesidad de súplicas y rogar de aquél que se ve fuertemente atrapado
por el dolor no es menor a la necesidad de aquél que se encuentra seguro
de la desgracia.

Dicho 306
Las personas son hijos del mundo, y a nadie se le puede reprochar por
amar a su madre.

Dicho 307
El necesitado que te buscó es un enviado de Dios, aquél que le niegue su
ayuda, en realidad la ha negado a Dios. Y aquél que le regale algo, en
verdad lo ha regalado a Dios.

Dicho 308
La persona que tiene dignidad nunca fornica.

Dicho 309
La muerte es un buen guardián.

Dicho 310
El hombre que ha perdido a su hijo, puede dormir, no obstante a aquél a
quien le han robado sus bienes se le va el sueño.

Dicho 311
La amistad entre los padres se vuelve parentesco entre los hijos, y el
parentesco necesita más de la amistad que la amistad del parentesco.

Dicho 312
Respecto al valor de la suposición del Creyente dijo:
Temed de las suposiciones e hipótesis de las personas con fe, ya que Dios
Todopoderoso ha puesto la verdad en sus lenguas.
Dicho 313
La fe de un siervo no será perfecta a menos que su confianza de aquello
que tiene Dios en sus manos sea mayor a la confianza de aquello que
tiene él en sus manos.

Dicho 314
Cuando arribó a la ciudad de Basora quiso enviar a Anas Ibn Malik a donde
se encontraban Talha y Zubair para que les recordara aquello que habían
escuchado del Profeta del Islam (PBd). Anas se opuso y dijo: “Yo he olvidado
las palabras del profeta”. (Anas Ibn Malik estuvo presente el día de Gadir
cuando el Profeta del Islam (PBd) dijo: “Aquel de quien yo sea su maula, ‘Ali
será su maula”. Pero se apoderó de él su amor hacia lo mundano y dijo: “lo
he olvidado”). Entonces Imam ‘Ali dijo:
Si mientes que Dios te contagie de albarazo, el cual no pueda ser cubierto
con tu turbante.
Después de la execración de Hazrat ‘Ali (P), Anas se vio atacado por el
albarazo en la cabeza y cara, por lo que se vio obligado a cubrirse el rostro
por el resto de su vida.

Dicho 315
En ocasiones el alma y corazón se encuentran dispuestos a aceptar, y en
otras ocasiones rechazan; entonces cuando están dispuestos a aceptar
oblígalos a realizar actos preferentes, y cuando ha dado la espalda y no
tiene ganas, limítalo ha realizar las obligaciones.

Dicho 316
En el Sagrado Corán podrán encontrar las noticias de sus antepasados
y de sus venideros, así como los preceptos religiosos que necesitan para
su vida diaria.

Dicho 316
Respecto a la forma de enfrentarse con una persona agresiva, dijo:
Avienta la piedra de ese mismo lugar que el enemigo la aventó, que la
malicia no puede contestarse más que con malicia.

Dicho 317
A su escriba ‘Ubaidullah Ibn Abi Raf’a recomendó:
Echa en el tintero unos hilos de seda, que la punta de tu cálamo sea larga,
deja espacio entre las líneas y escribe las letras una junto a otra, que este
método es mejor para dar belleza a la letra.

Dicho 318
Yo soy el líder de los creyentes y las riquezas es el líder de los alevosos.

Dicho 319
Un hombre judío dijo a Hazrat ‘Ali (P): “Aun no habías enterrado a vuestro
profeta que se suscitaron discrepancias entre vosotros”. Hazrat ‘Ali (P)
contestó:
Nosotros discrepamos respecto a lo que nos dejó, no respecto a él mismo;
pero vosotros judíos, aún no se habían secado vuestras huellas después de
haber obtenido la salvación y salido del Mar Rojo que dijisteis a vuestro
Profeta: “¡Edifica un dios para nosotros al igual que los idólatras tienen
un dios!” Y vuestro Profeta dijo: “Vosotros sois gente ignorante”.

Dicho 320
Preguntaron a Hazrat ‘Ali (P): “¿Que fuerza utilizaste en contra de tus enemigos
para salir victorioso?” Hazrat ‘Ali (P) respondió:
¡Con todo aquél que me enfrenté, él mismo me ayudó a derrotarlo!

Dicho 321
En cierta ocasión recomendó a su hijo Muhammad Hanafiah:
¡Oh, hijo mío! Temo por que te vuelvas pobre; refúgiate en Dios de la
indigencia, ya que la pobreza hace deficiente a la fe y religión del hombre,
hace indeciso al intelecto y es la causa de la enemistad.

Dicho 322
Respecto al método correcto para preguntar dijo:
Pregunta para entender, no para molestar y por obstinación; ya que el
ignorante que quiere aprender se asemeja a un sabio, y el sabio que es
injusto con la ciencia se asemeja a un ignorante malicioso y obstinado.

Dicho 323
Respecto a la firmeza del liderazgo en la deliberación. ‘Abdullah Ibn ‘Abbas
dio su opinión en un asunto, el cual Hazrat ‘Ali (P) rechazó, y dijo:
Tu tienes que decirme tu opinión, y yo meditaré sobre ésta, entonces en
caso de que ordene contrario a tu opinión ¡deberás obedecer!

Dicho 324
Cuando Hazrat ‘Ali (P) regresaba de la batalla de Siffin, llego al territorio de
Shabamian, escuchó los sollozos de las mujeres por la muertos en la guerra.
Harb Ibn Shurahbeil Shami, el anciano de la tribu de Shabamian fue a ver a
Hazrat ‘Ali (P); Harb iba caminando y Hazrat ‘Ali (P) sobre su cabalgadura,
entonces le dijo:
¡Regresa! Que el que camine detrás de mí un jefe de tribu como tú provoca
la desviación del líder (refiriéndose a sí mismo) y la humillación del
creyente (refiriéndose a Harb).

Dicho 325
En la batalla de Nahrawan, cuando pasaba junto a los muertos de los yawariy
dijo:
¡Pobre de ustedes, aquél que os engañó os perjudicó!.
Le preguntaron: “¿Quién los engaño, oh, Amir al Mu’minin?, Y respondió;
El demonio seductor y el alma concupiscente que ordena a realizar
malicias, hicieron que se volviesen orgullosos a través de sus deseos
y prepararon el sendero de la perdición para ellos, prometiéndoles la
victoria, y finalmente se vieron atrapados por las llamas del Infierno.

Dicho 326
Aléjense de desobedecer a Dios en la soledad, ya que el mismo que es
testigo es el que juzga.

Dicho 327
Cuando informaron a Hazrat ‘Ali (P) sobre la muerte de Muhammad Ibn Abi
Bakr dijo:
En verdad que nuestra tristeza por su martirio es de la misma medida que
la alegría de los shamian (sirios), mientras que ha disminuido un enemigo
para ellos y un amigo para nosotros.

Dicho 328
Respecto al tiempo para la aceptación del arrepentimiento, dijo:
El (último) tiempo que Dios acepta el arrepentimiento de los descendientes
de Adán (los seres humanos) es hasta los sesenta años.

Dicho 329
Respecto a las falsas victorias dijo:
No ha salido victorioso aquél que ha sido dominado por el pecado, y aquél
que salio victorioso por medio de la malicia, ha sido derrotado.

Dicho 330
Respecto a las obligaciones de los capitalistas, dijo:
En verdad que Dios Altísimo, Otorgó el sustento de los indigente de entre
las riquezas de los capitalistas, entonces un indigente no sentirá hambre
a menos que el capitalista niegue parte al indigente. Y Dios Altísimo les
preguntará por el hambre de los hambrientos.
Dicho 331

El no tener que dar un pretexto, es mejor que dar un pretexto verdadero.

Dicho 332

El mínimo derecho que tienen ustedes hacia Dios es que no utilicen de


los favores divinos para pecar.

Dicho 333

Dios Altísimo Otorgó a las súplicas como el botín de los inteligentes,


mientras que los hombres débiles se portan negligentes.

Dicho 334

El líder islámico es el guardián de Dios en el mundo.

Dicho 335

Respecto a la descripción del creyente dijo:


La alegría del creyente se ve en su rostro, y sus tristezas se encuentran
escondidas en su corazón, su pecho es el que más capacidad tiene, y sus
deseos son para él los más miserables. Considera incorrecto sentirse
superior a los demás, y a la hipocresía como su enemigo. Su tristeza es muy
larga y su esfuerzo excesivo, su silencio mucho y su tiempo está ocupado
con trabajo. Es agradecido, paciente y reflexiona. No pide nada a nadie,
es amable y modesto. Su alma es más dura que las rocas pero al mismo
tiempo es más humilde que un siervo.

Dicho 336

Si el siervo de Dios pudiese ver la muerte y su fin, enemistaría con los


deseos y el encantamiento de éstos.
Dicho 337
Cada cual tiene dos socios en sus riquezas: su heredero y los
acontecimientos.

Dicho 338
Respecto a la responsabilidad de la promesa, dijo:
Aquél a quien pidieron algo, está libre mientras no prometa.

Dicho 339
El convocador que él mismo no actúa, se asemeja a un tirador sin arco.

Dicho 340
Respecto a las diferentes sabidurías, dijo:
La sabiduría es en dos formas: la sabiduría innata y la sabiduría
adquirible; la sabiduría adquirible no es beneficiosa a menos que
concuerde con la sabiduría innata.

Dicho 341
La opinión de aquél que tienen poder y riqueza es válida, cuando alguien
obtiene el poder y riqueza su opinión encuentra valor, y cuando le dan la
espalda (el poder y la riqueza) su opinión se vuelve inválida.

Dicho 342
Respecto al valor de la castidad y el agradecimiento a Dios, dijo:
La castidad es el adorno de los pobres, y el agradecimiento es el adorno
de los acaudalados.

Dicho 343
El día en que (los oprimidos) se vengan del opresor, es más difícil que la
crueldad que realizó el opresor sobre el oprimido.

Dicho 344
La mejor riqueza es la desesperanza de aquello que hay en manos de la
gente.

Dicho 345
Las palabras son grabadas, y mostrados los secretos. Cada quien depende
de sus actos cometidos, y la gente se ve apresada por las necesidades y
calamidades, excepto aquél a quien Dios cuida. Los solicitantes entre la
gente molestan a la gente, y los ayudadores se ven afectados por esfuerzos
y sufrimientos. Y aquél que es superior a los demás en pensamiento, con
un poco de alegría o cólera cambia de opinión. Y aquél que es mas firme,
se irrita al ver lo más mínimo o cambia a través de una palabra.

Dicho 346
Respecto a la necesidad de poner atención en que el mundo es mortal, dijo:
¡Oh, gente! Teman a Dios, sucedió mucho que el esperanzado no llego a
realizar sus deseos, y el edificador no pudo habitar su construcción, o el
acumulador de riquezas dejó muy pronto todo aquello que había juntado
tal vez porque lo reunió de bienes prohibidos o posiblemente porque quitó
el derecho a otros, o porque lo revolvió con lo prohibido que en este caso
él es el culpable, y muere llevando consigo la gran pesadez de los pecados,
y se dirige a Dios arrepentido y lamentándose, «...perdiendo así la vida
de acá y la otra: es una pérdida irreparable» (22.11)

Dicho 347
El quedar puro de pecado es un tipo de castidad.

Dicho 348
Tu honor se asemeja a un hielo seco que cuando solicitas algo a alguien
se deshiela gota a gota, entonces medita ante quien lo deshielas.
Dicho 349
Admirar más de lo que merece es una forma de lisonja, y menos de lo que
se merece es una forma de desaire o envidia.

Dicho 350
Respecto al peor de los pecados, dijo:
El peor pecado es aquél que el pecador lo considera insignificante.

Dicho 351
Respecto al modelo de un hombre perfecto, dijo:
Aquél que observe sus propios defectos deja de criticar los defectos de
otros; y aquél que esté satisfecho del sustento otorgado por Dios, no
entristecerá por aquello que pierda; y aquél que desenvaine su espada para
subyugar a otro, será muerto con esta misma espada; y aquél que sufra y
se fastidie en los trabajos se matará a sí mismo; y aquél que se aviente en
los remolinos de los infortunios se ahogará; y aquél que vaya a lugar de
mala reputación será acusado. Y aquél que hable demasiado también se
equivocará mucho; y aquél que se equivoque mucho su prudencia y pudor
son pocas; y aquél que su prudencia es poca su abstinencia será también
poca; y aquél que su abstinencia es poca su corazón a muerto; y aquél
que su corazón ha muerto caerá en las llamas del infierno. Y aquél que
observe las malicias de la gente y las considere malas, luego se vea aludido
de éstas mismas realmente es un verdadero necio. La recta utilización de
los bienes es una riqueza sin fin, y aquél que constantemente recuerde la
muerte se satisface con poco; y aquél que sepa que sus palabras también
son consideradas como actos suyos, no hablará más que lo necesario.

Dicho 352
Sobre los signos de los hombres tiranos, dijo:
Traiciona a sus superiores con rebeldía y a sus subalternos con fuerza y
dominio, y ayuda a los opresores.
Dicho 353
Respecto a la esperanza en las dificultades, dijo:
Cuando las dificultades se vuelven muy difíciles, aparece el alivio; y
cuando las argollas de las calamidades se estrechan, llega la tranquilidad.

Dicho 354
Respecto al equilibrio para atender los asuntos de la familia, Hazrat ‘Ali (P)
dijo a alguno de sus seguidores:
No gastes el mayor tiempo de tu vida en tu esposa e hijo, ya que en caso
de que ellos sean del grupo de los amigos de Dios, Dios no los destruirá,
y si son de los enemigos de Dios, entonces ¿por qué te preocupas por los
enemigos de Dios?

Dicho 355
Respecto al mayor defecto, dijo:
¡El peor defecto es aquello que tú mismo tienes y consideras como defecto
en otros!

Dicho 356
Una persona en presencia de Hazrat ‘Ali (P) felicitó a otra por el nacimiento
de su hijo de la siguiente forma: “Felicidades por la llegada del valiente
cabalgador”. Hazrat ‘Ali (P) dijo:
¡No digas así!, di: “Agradece a Dios Dador y felicidad sea por el infante
que te fue dado, guardando la esperanza de que crezca y te veas beneficiado
por sus buenos actos”.

Dicho 357
Cuando uno de los subalternos de Hazrat ‘Ali (P) construyó una casa
esplendorosa, Hazrat ‘Ali (P) dijo respecto a evitar los lujos:
Las monedas de oro y plata se mostraron, en verdad que una casa lujosa
muestra tu desahogo y que eres un acaudalado.
Dicho 358
En una ocasión preguntaron a Hazrat ‘Ali (P) respecto al poder de Dios para
otorgar el sustento: “Si cerrasen las puertas de la casa de un hombre, ¿cómo
le será dado el sustento?”. Imam ‘Ali respondió:
¡Del mismo lugar que le llega la muerte!.

Dicho 359
En cierta ocasión, Hazrat ‘Ali (P) dio el pésame a un grupo de gente por la
muerte de uno de sus familiares de la siguiente forma:
La muerte no inició ni terminó con uno de sus familiares. Su amigo
viajaba, ahora piensen que se ha ido a uno de sus viajes; en caso de que
no regrese, ustedes irán a verlo.

Dicho 360
Respecto la responsabilidad de los favores dijo:
¡Oh, gente! Dios deberá encontrarlos temerosos cuando Les otorga
riquezas así como cuando Les castiga, ya que aquél que rechace que
el alivio y bienestar son el inicio de sus problemas, entonces se siente
protegido de cualquier suceso peligroso; y aquél que no considere a la
pobreza como una prueba divina, perderá la recompensa que hubiese
recibido.

Dicho 361
Respecto al camino para la autoformación, dijo:
¡Oh, presos de los deseos! ¡Basta! Ya que a los dueños de los puestos del
mundo, los asusta únicamente las amenazas de los accidentes del mundo.
¡Oh, gente! Ustedes mismos ocúpense su propia educación, y detengan al
alma concupiscente de las costumbres ávidas que tiene.

Dicho 362
Respecto a la necesidad de evitar la duda y sospecha, dijo:
No es bueno que duden de las palabras dichas por alguien, ya que pueden
aceptarlas con convicción.

Dicho 363
Respecto a la forma de pedir a Dios, dijo:
Cada vez que quieras pedir algo a Dios Sublime, primero pide por la salud
del Profeta (PBd) y después haz tu solicitud ya que Dios es tan Generoso
que de las dos solicitudes hechas una de éstas la Otorgue y la otra no.

Dicho 364
Aquél que teme perder su honor, se aleja de cualquier riña.

Dicho 365
Una de las señales de ignorancia es la prisa mostrada antes de tener
poder para realizar un acto, y la pereza después de haber obtenido una
oportunidad.

Dicho 366
Respecto al momento en que se debe preguntar, dijo:
No preguntes sobre aquello que todavía no existe, que aquello que existe
es suficiente para entretenerte.

Dicho 367
Respecto a los valores morales, dijo:
El pensamiento es el espejo límpido, ejemplo y experiencia de los sucesos, y
advertidor benevolente, y para educar a tu alma concupiscente es suficiente
con que rechaces aquello que su realización no aceptas en otros.

Dicho 368
Respecto a la armonía entre el conocimiento y los actos, dijo:
El conocimiento y los actos tienen un vínculo muy cercano, y aquél que
lo tiene deberá actuar, ya que el conocimiento llama a los actos, en caso
de que le conteste se queda, de lo contrario se va.

Dicho 369

Respecto a la forma de enfrentar al mundo, dijo:


¡Oh, gente! Las mercancías del mundo prohibido se asemejan a los pastos
secos y enfermos de cólera, entonces aléjense de ese pastizal, ya que
dejarlos es más placentero que tenerles confianza, y tomar del mundo lo
necesario es mejor que juntar una gran riqueza.
Aquél que tomó demasiado del mundo se ve condenado por la pobreza, y
aquél que se mantuvo satisfecho se encuentra en la tranquilidad. Y aquél
que los adornos del mundo atraen su atención se ve afectado por la ceguera
interna, y aquél que se enamora del mundo prohibido su alma y corazón
se llenan de tristeza, y las tristezas y congojas bailan en su interior para
que por un lado lo entretengan y por otro lo dejan al olvido, hasta el grado
en que le aprieten la garganta y muera en la soledad, las venas de la vida
han sido cortadas para él y terminar con él es fácil para Dios, entonces
sus amigos lo echan a la tumba.
Pero el creyente, observa al mundo con ojos de lección, y toma de éste
únicamente lo que necesita, y considera enemigo a las tentaciones
del mundo ya que inmediatamente después de que dicen “se ha vuelto
inversionista” dicen “ha empobrecido”, cuando en vida llega a sentir
felicidad la muerte lo pone triste, y estas tristezas no son nada comparadas
con las turbaciones y decepciones que vendrán (en la otra vida).

Dicho 370

Respecto a la filosofía del castigo y la recompensa, dijo:


En verdad que Dios dispuso la recompensa para el obedecimiento y el
castigo para el desobedecimiento (en este mundo), para alejar a Sus
siervos del castigo (infierno) y llevarlos al Paraíso.
Dicho 371
Llegará un día en que no quedará del Corán más que una señal y del
Islam un nombre. En esos días se construirán mezquitas magnificentes
pero carecientes de guía.
Los visitantes así como los constructores de esas magníficas mezquitas,
serán de la peor gente del mundo, y serán el centro de cualquier sedición
y lugar de cualquier pecado. Cualquiera que esté alejado de la sedición,
lo traerán hacia ésta; cualquiera que haya quedado a la retaguardia de la
sedición, lo jalarán hacia ésta; que Dios Todopoderoso dice: «¡Juro por
Mí mismo, que habrá para ellos una rebelión en la que el ser humano
paciente se verá errante!».

Dicho 372
Respecto al propósito del hombre y la necesidad de la abstinencia. Han relatado
que Hazrat ‘Ali (P) por lo general cada vez que subía al púlpito decía:
¡Oh, gente! Teman a Dios, nadie fue creado sin propósito como para que se
dedique al juego, y no lo han dejado al olvido como para que se entregue
a los actos inútiles, y el mundo que se muestra bello ante los ojos no lo
coloquen en el lugar del otro mundo y piensen que (el otro mundo) es atroz,
y el orgulloso que llegó a ocupar el más alto puesto en este mundo no se
asemeja ni siguiera a aquél que el la otra vida ocupa el menor puesto.

Dicho 373
No existe ningún honor mejor que el Islam, ni ninguna estima más
honorable que la abstinencia, ni ninguna barricada mejor que la piedad,
ni ningún intercesor más promovedor que el arrepentimiento, ni ningún
tesoro más liberador de deseo que economizar, ni ninguna riqueza para
terminar con la pobreza es mejor que estar satisfecho con lo que le es
dado de sustentación.
Y aquél que tome del mundo lo necesario para vivir ha alcanzado la calma,
y se siente tranquilo, mientras que la adoración al mundo es la llave de
las dificultades y el medio de los sufrimientos y problemas, y sentir avidez
hacia algo, la superioridad y la envidia son factores de la pérdida del temor
a la realización del pecado, y la maldad es la totalidad de todo defecto.
Dicho 374
En una ocasión Hazrat ‘Ali (P) dijo a Yabir Ibn ‘Abdullah Ansari respecto a
las causas que fortalecen la religión y el mundo, dijo:
¡Oh, Yabir! La consolidación de la religión y del mundo se debe a cuatro
cosas: al sabio que actúa según su sabiduría, a la constancia del ignorante
para aprender, al misericordioso que no siente envidia al dar y al pobre
que no vende su otra vida al mundo.
Entonces cada vez que el sabio destruya su sabiduría el ignorante no se
preocupe por adquirir, y cada vez que el pudiente sienta envida al regalar
el indigente venderá su otra vida por este mundo.
¡Oh, Yabir! Aquél a quien le fueron otorgados numerosos de los Favores
de Dios, numerosas necesidades de la gente también le son solicitadas,
entonces aquél que se ve agraciado con riquezas y pague los derechos
obligatorios divinos, Dios hará que estas riquezas sean eternas para él.
Y aquél que no pague los derechos obligatorios divinos Dios lo llevarán
a la perdición y destrucción.

Dicho 375
Respecto a las fases de aconsejar las buenas acciones y reprobar lo prohibido,
dijo:
¡Oh, creyentes! Aquél que vea una agresión en la sociedad y lo inviten a
realizar algo censurado, pero dentro de sí repruebe este acto, él mismo
se ha mantenido puro de la contaminación de cualquier pecado. Y aquél
que lo repruebe con la lengua, recibirá una recompensa, y será superior
a los superiores. Y aquél que lo repruebe con la espada para que la
Palabra de Dios sea valorizada y las palabras de los tiranos se vuelvan
despreciables, ha encontrado el sendero de la salvación y la luz de la
certeza ha iluminado su corazón.

Dicho 376
Un grupo niega lo prohibido con las manos, la lengua y el corazón, ellos
juntaron en sí mismos todas las buenas cualidades. El segundo grupo
niegan lo prohibido con la lengua y el corazón, pero no hace nada en
su contra, entonces gente como ellos han tomado dos cualidades de las
cualidades buenas y destruido la otra. Y un tercer grupo niega lo prohibido
con el corazón, pero no hacen ni dicen nada en su contra, entonces ellos
han perdido dos de las cualidades que son más honorables, y obtenido
una. Y otro grupo ha dejado lo prohibido con la lengua, el corazón y las
manos, y ellos son considerados muertos entre los vivos.
Y todos los actos buenos y el yihad por Dios comprados con aconsejar
las buenas acciones y reprobación de lo prohibido se asemeja a una gota
de agua en comparación de un gran océano, y en verdad que aconsejar
las buenas acciones y reprobar lo prohibido no apresura la muerte ni
disminuye el sustento, y aún mejor es decir la verdad y lo justo ante el
gobernador tirano.

Dicho 377
Respecto a ser derrotado en la lucha, dijo:
La primera fase del yihad en la cual sois destruidos, es el yihad con las
manos, después el yihad con la lengua y luego el yihad con vuestros
corazones, entonces aquél que no alabe a un tirano con el corazón, y
no niegue algo reprochable, su corazón se ha invertido, la parte inferior
arriba y la superior abajo.

Dicho 378
Respecto al final de la verdad y lo falso, dijo:
La verdad es pesada (difícil) pero agradable, y lo falso es ligero (fácil)
pero mata.

Dicho 379
Respecto a la necesidad de temer el castigo divino, dijo:
(Inclusive) la mejor gente de esta comunidad no se encuentra segura del
castigo de Dios, ya que Dios Todopoderoso dijo:
«Nadie está a salvo de la astucia de Dios, sino los que pierden»
(7:99)
Y la peor gente de esta comunidad no debe decepcionarse de la
misericordia de Dios, ya que Él dijo:
«Ciertamente nadie abandona la esperanza en cuanto a la miseri-
cordia de Dios salvo los incrédulos»
(12:87)

Dicho 380
Respecto a los efectos negativos de la envidia y los celos:
Ser celoso y envidioso es el centro de todos los defectos, y la brida que
dirigen al hombre a cualquier malicia.

Dicho 381
Respecto a los diferentes sustentos y abstenerse de sentir avidez, dijo:
¡Oh, hijos de Adán! El sustento es de dos formas, el sustento que tú buscas,
y el sustento que te busca, que en caso de que no lo busques el mismo
vendrá hacia ti.
Entonces no agregues a tu aflicción de hoy la aflicción (venidera) y los
esfuerzos de un año de tu vida, que para ti es suficiente eliminar las
aflicciones y esfuerzos de todos los días. Si el próximo año estás con vida en
verdad que Dios Todopoderoso te Dará tu parte del sustento, y en caso de
que hubieses muerto, ¿por qué te preocupas por ese sustento?, que nunca
podrá nadie quitarte esa parte de tu sustento, ni ningún predominante
podrá dominarte, y aquello que fue destinado para ti te llegará completo.

Dicho 382
Respecto a la necesidad de recordar la muerte, dijo:
Muchas veces hubo quienes se encontraban al inicio del día pero no
llegaron al final de éste, y muchas veces hubo quienes estaban al inicio
de la noche y los demás lo envidiaban, y al final de ésta lo rodearon para
llorar por su muerte.

Dicho 383
Respecto a la necesidad de guardar los secretos y controlar la lengua, dijo:
Las palabras y secretos están bajo tu control mientras no las digas, y
cuando las dijiste tú te encuentras bajo su control. Entonces cuida tu
lengua al igual que cuidas de tus oros y plata, ya que muchas veces sucede
que unas palabras provocan el alejamiento o acercamiento de un favor.

Dicho 384

No digas aquello que no sabes, y tampoco digas aquellos que sabes, ya que
Dios Todopoderoso hizo obligatorias algunas cosas para los miembros de
tu cuerpo, y el día de la Resurrección serán testigos de tus actos.

Dicho 385

Respecto al esfuerzo para el obedecimiento y la devoción, dijo:


Teme que Dios te Encuentre realizando algún pecado, y Vea que no
obedeces, entonces serás de los injuriosos, cada vez que te vuelvas
poderoso utiliza tu fuerza en obedecer a Dios, y cuando te vuelvas
incapacitado toma como pretexto tu debilidad para no desobedecer a Dios.

Dicho 386

Respecto al la forma de cómo vivir, dijo:


Es una ignorancia buscar en el mundo tranquilidad mientras que
observamos su inconstancia; y es una injuria ser negligente en los buenos
actos a pesar de tener seguridad de su recompensa; y es una muestra de
debilidad e impotencia tener confianza en la gente antes de probarla.

Dicho 387

Respecto a conocer al mundo, dijo:


De las bajezas del mundo ante Dios es que únicamente se desobedece a
Dios en este mundo. Y únicamente dejando el mundo y lo mundano se
podrá llegar a obtener la recompensa divina.
Dicho 388
Respecto a la necesidad de perseverar, dijo:
El buscador de algo, llegará a ello o a parte de ello.

Dicho 389
Respecto a conocer las bondades y maldades, dijo:
La bondad que traiga consigo las llamas del infierno no será bondad, y
la maldad que traiga consigo el Paraíso, no será maldad, y cada favor
y gracia sin Paraíso es insignificante, y cada calamidad sin infierno es
bienestar.

Dicho 390
¡Estad concientes!, que la pobreza es un tipo de calamidad. Y algo más
difícil que la pobreza es la enfermedad del cuerpo, y algo más difícil
que la enfermedad del cuerpo es la enfermedad del alma y el corazón.
¡Estad concientes!, que en verdad los factores de la salud del cuerpo es
la abstinencia del alma y corazón.

Dicho 391
Respecto a la necesidad de actuar, dijo:
Aquél que su comportamiento no lo lleve a ningún lado, su genealogía
no lo llevará adelante.

Dicho 392
Respecto a tener una programación exacta en la vida, dijo:
El creyente deberá dividir su día y noche en tres partes: un tiempo para
adorar y suplicar a Dios, otro para trabajar, y otro tiempo para satisfacer
al alma de los placeres permitidos que provocan la belleza. La persona
prudente es aquella que ande en busca de tres cosas: ingresos permitidos
para saciar sus necesidades de la vida, dar un paso en el sendero de la
otra vida (culto y adoración) o aprovechar de los placeres permitidos.
Dicho 393
Respecto a la necesidad de dejar lo prohibido y la negligencia, dijo:
Cierra tus ojos ante lo prohibido de la vida, para que Dios te muestre las
fealdades de esto, y no te descuides de Dios para que Él no se descuide
ni un momento de ti.

Dicho 394
Respecto al modo de conocer a las personas a través de sus conversaciones,
dijo:
Hablen para que sean conocidos, ya que el hombre se encuentra escondido
detrás de su lengua.

Dicho 395
Respecto al modo de enfrentar al mundo, dijo:
Toma lo que sea tu parte del mundo y deja aquello que no lo es; en caso
de que no puedas (dejarlo) no te excedas de lo bueno y digno para obtener
lo del mundo.

Dicho 396
Respecto al valor de las palabras, dijo:
Muchas veces las palabras son más efectivas que un ataque con armas.

Dicho 397
Respecto al valor del ahorro, dijo:
Para vivir es suficiente con lo que puedas economizar.

Dicho 398
Respecto al modo de vivir bien, dijo:
La muerte es mejor que permitir ser despreciado, y satisfacerse con poco
es mejor que estirar la mano y pedir a otros. En caso de que no den nada
al hombre que se sienta en un lugar, tampoco recibirá nada si se encuentra
parado. La vida se divide en dos, un día a tu favor y otro en tu contra,
entonces cuando está a tu favor no te dediques a divertirte y desobedecer,
y cuanto está en tu contra, se paciente.

Dicho 399
Respecto al buen perfume, dijo:
Que aromático es el perfume de almizcle, olerlo es ligero y fácil, y su
aroma es agradable y fragante.

Dicho 400
Respecto a evitar el orgullo y recordar la muerte, dijo:
Deja a un lado el glorificarte, abandona el orgullo y el sentirte superior,
recuerda la muerte.

Dicho 401
Respecto a los derechos recíprocos entre el padre y el hijo, dijo:
En verdad que el hijo tiene derecho sobre el padre y el padre tiene derecho
sobre el hijo: el derecho del padre sobre el hijo es que obedezca al padre
en todo excepto en el desobedecimiento de Dios, y el derecho del hijo
sobre el padre es que éste le ponga un buen nombre, lo eduque bien y le
enseñe el Corán.

Dicho 402
Respecto a conocer lo real y los mitos, dijo:
El mal de ojo es verdad, utilizar de las fuerzas misteriosas de la naturaleza
es verdad, existe la magia y el embrujo, y la adivinación y bibliomancia
positiva son verdad; y es equívoco aceptar los malos sucesos como de
mala suerte; el buen aroma provoca curación y alegría, la miel es curativa
y otorga júbilo, montar da mejoramiento y observar los pastizales alivia
y provoca satisfacción.
Dicho 403
Si encuentras a alguien desagradecido por todo lo que has hecho por él,
no te desilusiones, porque a menudo encontrarás a quien tiene una deuda
de agradecimiento contigo, aunque no hayas hecho nada por él. Así las
buenas obras serán compensadas y Dios premiará tu bondad.

Dicho 404
El primer fruto de la indulgencia es que la gente simpatizará contigo y
enfrentará al hombre que te ofende arrogantemente.

Dicho 405
Quien responde por sus defectos, siempre ganará con ello y, quien es
inconsciente de los mismos, siempre sufrirá. Quien teme el Día del
Juicio, está a salvo de la Cólera de Dios. Quien saca lecciones de los
acontecimientos de la vida, adquiere una visión de la misma, quien
adquiere dicha visión se vuelve prudente y quien alcanza la prudencia
logrará el conocimiento.

Dicho 406
Soporta las calamidades y aflicciones pacientemente. De otra manera no
serás feliz nunca.

Dicho 407
Quien llega al poder, a menudo oprime y tiraniza.

Dicho 408
A menudo las adversidades resaltan las buenas cualidades.

Dicho 409
Si un amigo te envidia, entonces no es un verdadero amigo.
Dicho 410
La codicia y la avidez embotan la sabiduría y la posibilidad de juzgar.

Dicho 411
La opresión y la tiranía son los peores compañeros para la otra vida.

Dicho 412
La mejor acción de un gran hombre es olvidar y perdonar.

Dicho 413
Ser reservado te dará respeto y dignidad. La justicia y el juego limpio, te
darán más amigos. La benevolencia y la caridad realzarán el prestigio
y la posición. La cortesía impulsará la benevolencia. El servicio a la
humanidad asegurará la capacidad de mando. Las buenas palabras
vencerán al enemigo poderoso.

Dicho 414
El hombre codicioso siempre se encuentra prisionero de la sumisión.

Dicho 415
Sé socio de un hombre exitoso, porque él sabe cómo lograrlo.

Dicho 416
Lo poco que des por la causa de Dios. Se te devolverá de forma aumentada.

Dicho 417
Hay gente que obedece a Dios para ganar Sus Favores y actúa igual que
los empresarios, comerciando con Dios. Hay quienes obedecen a Dios
por mantenerse libres de Su Cólera
Índice Temático

No es posible poner un encabezado único a cada discurso, pues varios


temas son tratados en uno mismo, habiéndose seleccionado el tema principal
del contenido de cada discurso para encabezarlo.
Para ayudar en la búsqueda del lector, se incluye el siguiente índice te-
mático relacionado alfabéticamente.

Abdullah Ibn ‘Abbas


Discursos: 28, 36, 227, 242 y 244

Abolición de “Yagirs”
Discurso: 15

Abu Dharr
Discurso: 130

Aconsejando a otros
Consejos sobre diversos temas y aspectos de la vida y la conducta que Hazrat
‘Ali (P) brindó a la gente de su tiempo y que, han permanecido intactos tanto
en vigencia como en su cometido.
Discursos: 16, 20, 21, 23, 24, 27, 28, 31, 32, 38, 41, 42, 45, 50, 52, 63, 64, 76,
78, 79, 80, 81, 82, 86, 87, 89, 98, 99, 103, 105, 106, 110, 111, 113, 114, 116,
117, 120, 129, 130, 131, 133, 141, 142, 143, 145, 147, 152, 153, 154, 156, 157,
160, 161, 164, 166, 167, 170, 175, 176, 178, 187, 188, 189, 190, 191, 192, 196,
201, 203, 204, 214, 215, 216, 220, 221, 222, 225, 226, 227, 230, 237 y 245
Cartas: 22, 38, 57, 66, 68 y 69

Actividades mundanas
Discurso:129 y 191

Adán
Discursos: 1, 91, 192 y 234

Adulación y zalamería
Discurso: 216

Ahlul Bait
Ablando respecto al Profeta -PBd, y de sus descendientes (P)
Discursos: 2, 4, 11, 33, 56, 72, 87, 89, 94, 96, 100, 104, 105, 106, 108, 109,
116, 120, 127, 133, 138, 144, 147, 150, 152, 153, 154, 158, 160, 161, 176,
178, 182, 185, 189, 192, 195, 196, 213, 231, 233, 236 y 239
Cartas: 23, 24, 31, 36 y 47

‘Ali (P); Calumnia y difamación contra él


Discursos: 75, 140 y 141

‘Ali (P); Cuando el tercer Califa le pidió que fuera a Medina


Discurso: 240

‘Ali (P); Durante su Califato


Discursos: 3, 5, 19, 16, 29, 30, 33, 37, 47, 57, 62, 67, 68, 70, 84, 92, 93, 95,
98, 101, 102, 118, 139, 148, 159, 168, 172, 173 174, 228 y 229

‘Ali (P); Eventos que lo privaron de Califato


Discurso: 162

‘Ali (P); Hablando de sí mismo


Discursos: 120, 158, 159 y192

‘Ali (P); Las condiciones después del asesinato ‘Uthman


Discurso: 168

‘Ali (P); Paciencia


Discurso: 74 y 169

‘Ali (P); ¿Por qué esperó para defender su causa?


Discurso: 3
‘Ali (P); Predicción de lo que ocurriría tras su muerte
Discurso: 102
‘Ali (P); Primero en aceptar el Mensaje
Discurso: 71
‘Ali (P); ¿Qué hice y por qué?
Discurso: 131

‘Ali (P); ¿Qué hizo por la gente de su tiempo?


Discurso: 180

‘Ali (P); ¿Quiénes lo despojaron de su legítima herencia?


Discurso: 77

‘Ali (P); Su actuación con el Santo Profeta (PBd)


Discurso: 33, 89 y 197

‘Ali (P); Su conocimiento inagotable


Discurso: 189

‘Ali (P); Su derecho al Califato


Discurso: 172

‘Ali (P); Su liderazgo


Discurso: 156

‘Ali (P); Su posición en el Islam


Discurso: 37 y 104
‘Ali (P); Sus últimas palabras el día de su martirio
Discurso: 149

Amonestando a otros
Discursos: 2, 7, 18, 17, 18, 19, 29, 34, 69, 88, 97, 102, 103, 108, 109, 119,
121, 127, 129, 135, 137, 140, 148, 151, 166, 180, 184, 205, 209, 212, 223,
224, 232, 233 y 240
Cartas: 29, 39, 54, 63, 71, 72 y 78

Allah
Alabando a Dios y explicando Sus Atributos y Su Creación.
En la mayoría de sus cartas, dichos y discursos, el Imam ‘Ali (P) alaba a Dios
y lo hace de manera más amplia en los siguientes:
Discursos: 1, 46, 48, 49, 64, 65, 72, 83, 85, 87, 90, 91, 94, 96, 108, 109, 133,
153, 155, 160, 163, 165, 171, 178, 179, 182, 183, 185, 186, 192, 195, 198,
211, 213, 214, 227 y 241

Amr Ibn Aas


Discurso: 26 y 84

Ángel de la Muerte
Discurso: 112

Ángeles
Discursos: 1, 97 y 109
Apostasía, apóstatas
Discursos: 87 y 151

Árabes antes de la Misión Profética


Discursos: 2, 26 y 95

Ash’az Ibn Qais; Sus actividades hipócritas


Discurso: 19
Carta: 5

Batallas:
Discursos: 2, 6, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 22, 25, 26, 31, 33, 35, 36, 39, 40, 48, 51,
54, 55, 56, 58, 59, 66, 73, 93, 134, 137, 146, 156, 168, 169, 170, 177, 181,
192, 206, 207, 208, 219 y 242
Cartas: 1, 2 y 58

Batalla de Nahrwan
Discursos: 36, 37, 59, 60, 61, 93 y 192

Batalla de Siffin
Discursos: 35, 54, 55, 58, 66 y 107

Batalla de Yamal (Basora)


Discursos: 11, 13, 22, 26, 31, 73, 80, 137, 156, 169, 170, 192 y 238
Cartas: 1 y 29
Buenas obras y actuar bien
Discurso: 161, 164, 192 y 228
Califa segundo
Discursos: 134, 139 y 146

Califa tercero
Discursos: 30, 137, 164 y 168

Comandantes y soldados de sus ejércitos


Discursos: 107, 119, 121, 122, 123, 124 y 125
Cartas: 4, 11, 12, 13, 14, 16, 50, 53, 56 y 79

Contra los enemigos


Discursos: 135
Cartas: 15

Corán
Discursos: 18, 35, 50, 86, 87, 91, 97, 110, 114, 125, 127, 133, 138, 147, 153,
156, 158, 176, 182, 183 y 198

Compañeros y seguidores
Discursos: 12, 85, 97, 104, 107, 151, 166, 125, 178, 181, 182, 199, 203, 204
y 216

Creación
Discursos: 1, 83, 90, 91, 160, 186, 211 y 214

Crítica de la astrología y adivinación


Discurso: 79

El hombre
Discursos: 83, 91, 109, 111, 160, 163, 182, 214, 216 y 223

El mundo
Discurso: 82, 103, 104, 223, 226 y 230

Falsificación de tradiciones
Descripción de cómo ocurren
Discurso: 210

Fe
Una muy breve explicación
Discurso: 189

Fin del mundo


Una breve descripción
Discurso: 109 y 223

Funerales del Santo Profeta (PBd)


Discursos: 202, 235 y 239

Funerales de Fátima (P)


Discurso: 207

Gobernadores de provincias y funcionarios con consejos y/o amonestaciones


Discursos: 40 y 131
Cartas: 3, 5, 18, 19, 20, 21, 25, 26, 27, 33, 34, 35, 40, 41, 42, 43, 44, 45, 46,
51, 52, 59, 60, 61, 62, 67, 70, 76 y 77

Hayy (Peregrinación Mayor)


Discurso: 1 y 192

Hipócritas
Discursos: 7, 69, 180, 194, 200 y 210

Hormigas
Discurso: 185

Imam Mahdi (P)


Discursos: 138, 150 y 182

Iraquíes
Discursos: 34, 71 y 116

Islam
Discursos: 26, 106, 145, 147, 161 y 171

Jariyitas
Discursos: 36, 59, 60, 61, 93, 122 y 127

Jurisprudencia
Aclaraciones sobre algunos jueces de su tiempo
Discurso: 17 y 18

Jutba Al-Ashbah
Discurso: 94

Jutba Ghurra / Jutba-i-Ajiba


Discurso: 86

Jutba Quasea
Discurso: 192

Jutba Shisqshiqiya
Discursos: 3
Temas relacionados Discuros 74, 75, 77, 162 y 164

Kufa
Discurso: 47 y 192

Lluvia
Para pedir los beneficios del agua
Discurso: 115 y 143

Martirio
El fallecimiento de Hazrat ‘Ali (P) y su probable último discurso
Discurso: 152

Malas acciones
Discursos: 132, 201 y 206

Mu’awiyah
Discursos: 8, 10, 25, 26, 35, 36, 39, 40, 43, 44, 51, 54, 57, 58, 84, 97, 101,
122, 125, 137, 162, 166, 172, 180, 181, 197 y 200
Cartas: 6, 7, 8, 9, 10, 17, 20, 28, 30, 32, 35, 37, 44, 45, 48, 49, 53, 55, 64, 65,
70, 73, 75 y 80
Muerte
Discursos: 20, 62, 64, 83, 109, 112, 116, 123, 132, 188, 190, 221 y 230
Murciélago
Discurso: 155

Musulmanes
Discursos: 76, 87, 88, 100, 106, 167, 192 y 220

Obligaciones y derechos
Una descriptiva disertación
Discurso: 216

Omeyas (Bani Umayah)


Discursos: 75, 77, 87, 93, 97, 98, 101, 105, 106, 144, 152, 158 y 166

Oraciones y súplicas
Discursos: 46, 72, 78, 115, 143, 215, 217 y 225

Paraíso
Una breve descripción y exhortación para dirigirse hacia allí
Discurso: 165

Pavo Real
Una breve descripción
Discurso: 165

Piedad
Una detallada explicación de su significado
Discursos: 193, 195, 198, 222 y 230

Predicciones (algunas)
Discurso: 47, 57, 73, 98, 100, 101, 128, 138, 139, 150, 166, 175, 182 y 187

Profetas y Mensajeros
Discurso: 1, 147 y 160

Quraish (hablando de la tribu)


Discurso: 4, 33, 67, 172, 192, 217, 219 y 236
Religión
Discursos: 50, 86 y 156
Riquezas del tesoro público
Discurso: 15, 126 y 205

Sacrificio de animales
Discurso: 53

Salat (oraciones diarias)


Discurso. 192 y 199

Shaytán
Discurso: 192

Talha
Discursos: 6, 9, 10, 22, 148, 172, 174, 205 y 219

Tratados
Cartas: 74

Vida
Discursos: 20, 28, 42, 45, 52, 63, 64, 113, 145, 159, 200, 209, 226 y 241

Yihad
Discursos: 27, 34, 97 y 119

Zakat
Consejos para brindarlo a otros
Discurso: 142 y 199

Zubair
Discursos: 6, 8, 9, 10, 22, 31, 93, 126, 136, 137, 148, 169, 172, 174, 205 y 218
Cartas: 1, 6, 7, 18, 54, 63 y 64
Tabla de equivalencias de los discursos

Los discursos de Imam ‘Ali (P) tienen diferentes ordenaciones según la


edición del “Nahyul Balagha” que se trate. La que aquí se presenta difiere de
las dos ediciones impresas en español hasta el momento de deste libro, por lo
que se ha considerado conveniente incluir la siguiente tabla de equivalencia
para ayudar a los lectores que puedan consultar igualmente alguna de ellas.

BIAB Al-Hoda TTQ BIAB Al-Hoda TTQ


1 1,2,3 1,2,3 19 24 24
2 4,5,6 4,5,6 20 25 25
3 7 7 21 26 26
4 8 8 22 27 27
5 9 9 23 28 28
6 10 10 24 29 29
7 11 11 25 30 30
8 12 12 26 31 31
9 13 13 27 32 32
10 14 14 28 33 33
11 15 15 29 34 34
12 16 16 30 35 35
13 17 17 31 36 36
14 18 18 32 37 37
15 19 19 33 38 38
16 20,21 20,21 34 39 39
17 22 22 35 40 40
18 23 23 36 41 41
BIAB Al-Hoda TTQ BIAB Al-Hoda TTQ
37 42 42 66 69 69
38 43 43 67 70 70
39 44 44 68 71 71
40 45 45 69 72 72
41 46 46 70 73 73
42 47 47 71 74 74
43 48 48 72 75 75
44 49 49 73 76 76
45 50 50 74 77 77
46 51 51 75 78 78
47 52 52 76 79 79
48 53 53 77 80 80
49 54 54 78 81 81
50 55 55 79 82 82
51 56 56 80 83 83
52 57 57 81 84 84
53 58 58 82 85 85
54 59 59 83 86 86
55 60 60 84 87 87
56 61 61 85 88 88
57 62 62 86 89 89
58 63 63 87 90 90
59 64 64 88 91 91
60 64 64 89 92 92
61 64 64 90 93 93
62 65 65 91 94 94
63 66 66 92 95 95
64 67 67 93 96 96
65 68 68 94 97 97
BIAB Al-Hoda TTQ BIAB Al-Hoda TTQ
95 98 98 124 127 127
96 99 99 125 128 128
97 100 100 126 129 129
98 101 101 127 130 130
99 102 102 128 131 131
100 103 103 129 132 132
101 104 104 130 133 133
102 105 105 131 134 134
103 106 106 132 135 135
104 107 107 133 136 136
105 108 108 134 137 137
106 109 109 135 138 138
107 110 110 136 139 139
108 111 111 137 140 140
109 112 112 138 141 141
110 113 113 139 142 142
111 114 114 140 143 143
112 115 115 141 144 144
113 116 116 142 145 145
114 117 117 143 146 146
115 118 118 144 147 147
116 119 119 145 148 148
117 120 120 146 149 149
118 121 121 147 150 150
119 122 122 148 151 151
120 123 123 149 152 152
121 124 124 150 153 153
122 125 125 151 154 154
123 126, 126, 152 155 155
126A 126A 153 156 156
BIAB Al-Hoda TTQ BIAB Al-Hoda TTQ
154 157 157 183 188 188
155 158 158 184 189 189
156 159 159 185 190 190
157 160 160 186 191 191
158 161 161 187 192 192
159 162 162 188 193 193
160 163 163 189 194 194
161 164 164 190 195 195
162 165 165 191 196 196
163 166 166 192 197 197
164 167 167 193 198 198
165 168, 169 168, 169 194 199 199
166 170, 171 170, 171 195 200 200
167 172 172 196 201 201
168 173 173 197 202 202
169 174 174 198 203 203
170 175 175 199 204 204
171 176 176 200 205 205
172 177 177 201 206 206
173 178 178 202 207 207
174 179 179 203 208 208
175 180 180 204 209 209
176 181 181 205 210 210
177 182 182 206 211 211
178 183 183 207 212 212
179 184 184 208 213 213
180 185 185 209 214 214
181 186 186 210 215 215
182 187 187 211 216 216
BIAB Al-Hoda TTQ BIAB Al-Hoda TTQ
212 217 217 227 231 231
213 218 218 228 232 232
214 219 219 229 233 233
215 220 220 230 234 234
216 221 221 231 235 235
217 222 222 232 236 236
218 222 222 233 237 237
219 223 223 234 238 238
220 224 224 235 239 239
221 225 225 236 240 240
222 226 226 237 241 241
223 227 227 238 242 242
224 228 228 239 243 243
225 229 229 240 244 244
226 230 230 241 245 245

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