Jorge Carvajal - Sintergética
Jorge Carvajal - Sintergética
Jorge Carvajal - Sintergética
HUMANIZAR
Autor: JCP
Cuando así, entonces, humanidad en proceso de humanización continuo, el hombre, la mujer, al fin
hermanos desde su esencia humana, no confundan su cualidad con su apariencia, ni su cuerpo con su
alma, y miren sus nombres y apellidos y bibliotecas genéticas como maravillosos instrumentos de un
habitante interior permanente, la consciencia, ya no seremos solo el cuerpo, ya no confundiríamos el sentido
de vivir con los sentidos , ni el placer ni el poder con el sentido. Así, no ya perdido el sentido, más allá de la
aversión o el apego o la ignorancia, cada quien podrá revelar lo que en esencia es. Y, en esa dimensión de
la conciencia, la salud no se comprará o se venderá, no se tendrá o se perderá, porque allí todos somos
salud o integridad.
Rescatar la integridad, la totalidad, nuestra Alma humana, ver la dimensión molecular y emocional o mental
como notas de la misma sinfonía espiritual, es el reto de la nueva medicina. Con cuerpo, con alma, con
integridad. Allí, cada territorio terapéutico será una puerta abierta a la integridad. La cirugía unida a la
oración, la religión, y la ciencia integradas en la misma corriente de la creación, percibida ahora como un
movimiento de la conciencia, será nuestra nueva visión. El cambio ya no podrá ser sólo cuantitativo; cambio
de técnicas o de dosis no mejorarán nuestra humana salud. El cambio será el de nuestra visión del mundo.
Una en la que nosotros seamos parte de la naturaleza y, naturaleza de nuestra naturaleza, la misma
naturaleza, mar de la mente universal en la que, mente anclada al corazón, la comprensión amorosa, será
nuestra principal herramienta terapéutica. La paz, el amor, la tolerancia, la ternura, la amistad serán los
medicamentos de una nueva farmacopea espiritual.
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LOS TERRITORIOS TERAPÉUTICOS
Autor: JCP
Los sistemas médicos son estrategias de supervivencia de las culturas. Ni mejores ni peores, son
simplemente modelos adaptativos que responden implícita o explícitamente a una cosmovisión.
Desarrollar una medicina exclusivamente fundamentada en el método científico revela también una visión
del mundo delimitada y enmarcada por los límites de la materia, que considera a la mente y a la consciencia
como sus derivaciones o subproductos. Pero otras cosmovisiones vigentes social y culturalmente entre
grandes culturas humanas conciben exactamente lo contrario: Que la materia y el cuerpo son derivados de
la mente y la consciencia. ¿Cómo conciliar, en un mundo sediento de integridad y síntesis, visiones del
mundo y sistemas médicos tan diferentes? Si nuestra medicina moderna está en crisis, si buena parte de los
servicios de prestación de salud están en quiebra, si antiguas enfermedades como las venéreas y la
tuberculosis, están de nuevo hoy en peligroso ascenso, si, en una palabra, no somos hoy más sanos, en el
sentido total de ser más íntegros, ¿Dónde está, nos preguntamos, nuestro avance en términos de
humanidad?
¿Acaso hemos conseguido más paz, más amor, una mayor libertad? ¿Podríamos decir en serio que somos
hoy más responsables, tolerantes y felices? ¿Qué hemos hecho de nuestro antiguo miedo de morir, que
gravita sobre la vida, de tal manera, que a veces el arte de vivir se reduce al arte gris de sobrevivir?. Aunque
pareciera impensable hoy, por nuestros avances, en muchos frentes también estamos perdiendo la guerra
contra los microbios. Pero, ¿Es la muerte la enemiga? ¿O las bacterias, o el dolor?. ¿La vieja estrategia
evolutiva límbica de atacar o de huir parece que ya no da más resultados cuando se trata, no de sobrevivir,
sino de conquistar una buena calidad de vida. No es, en el plano humano, el creced y multiplicaos o la
supervivencia de los más aptos lo que permitirá la emergencia de una humanidad mejor. No es garantizar
una vida mejor. Es la cualidad de la relación con todos y con todo, con los bichos y el dolor, con la
naturaleza, nuestra propia naturaleza en ella inmersa, donde podemos encontrar una respuesta. Este
paradigma nuevo tiene mucho más que ver con el enfermo que con la enfermedad. La enfermedad es el
predicado. Pero ¿Qué nos hemos preguntado del sujeto? La misma enfermedad está allí como una
pregunta abierta demandando qué estamos haciendo con la vida, es decir, la vida, la mente, la consciencia,
el sentir, el espíritu, la relación total con el mundo.
No puede mejorar realmente el nivel de vida del individuo si no mejora el de la humanidad. No puede
mejorar la salud si no descubrimos nuestra indisoluble continuidad con el todo humano, que podemos llamar
humanidad, no solo externa sino también esa humanidad interna: Nuestra propia humanidad. La salud
pareciera tener más que ver con ese puente hacia la totalidad, que es la integridad, que con cualquier factor
aisladamente considerado, llámese emoción, microbio ó tóxico. En ese contexto relacional somos lo que
somos con todo u otro, la otredad nutre la yoidad y en el nosotros conquistamos ese nivel de integridad que
podríamos llamar salud. En ese nivel todos los territorios médicos están integrados. El chamanismo y la
biología molecular, la cirugía y la psicología transpersonal, las medicinas de la materia con las de la energía.
La biocibernética y las ciencias de la consciencia.
Reflexiones de la luz sobre el diamante de mil caras de la evolución del mundo, la medicina del hombre es
una y diversa. Su diversidad expande su riqueza cultural desde la unidad esencial del ser humano. Y ésta
unidad contrae su diversidad en el núcleo de humanización que hace de cada hombre uno con toda la
humanidad. Células del cuerpo humano, ya no un cuerpo de moléculas y tejidos y órganos, sino un cuerpo
de sociedades, culturas y propiedades emergentes, que en la humanidad continúan la corriente única de la
vida
Autor: JCP
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Ni vieja ni nueva, siempre permanente, renovada siempre, la medicina es simplemente el perenne arte de
curar. Las nuevas medicinas son las más antiguas; las llamadas alternativas son en muchos países la
corriente terapéutica principal; no siempre las medicinas blandas están excentas de dureza; casi nunca lo
que llamamos ciencia médica responde al método científico. En medicina creemos muchas cosas que no
son reales, desconocemos muchas realidades, y esas ignorancias y creencias, cuestan sufrimiento,
provocan muertes, atentan contra la vida que decimos cuidar. A sistemas construidos en torno a la
enfermedad los llamamos sistemas de salud. Dedicamos más a cortar, quemar, envenenar, ocultar los
síntomas, o mantener a toda costa los cuerpos, luchando a muerte contra la muerte, nos olvidamos de la
vida. Ignoramos que atacar las enfermedades es diferente de promover salud. Olvidamos que la salud es un
proceso cultural.
Sumergidos en las moléculas nos olvidamos del alma. Sumergidos en las neuronas nos olvidamos del cielo
que las neuronas miran y se refleja en la intrincada red del microcosmos cerebral. En la Torre de Babel de
las mil y una tecnologías médicas, pretendemos que el enfermo nos comprenda cuando confundimos al ser
humano con su cuerpo. Confundimos la medicina con la sola ciencia y negamos el arte milenario de sanar,
que tiene más de palabras o silencio, más de comprensión amorosa y sentido de vivir que de técnicas
asépticas. Con el advenimiento de las nuevas tecnologías creamos una interfase fabulosa para abordar el
cuerpo, pero al mismo tiempo erigimos una barrera que nos impide mirar la humanidad del ser humano.
Medicina del intelecto, hija del patriarcado, esclava de la objetividad, que convierte a pacientes y
enfermedades en diagnósticos, números y estadísticas, nuestra institución médica moderna pasa por una
crisis de humanidad: Hemos perdido de vista el horizonte humano del hombre o la mujer que pretendíamos
sanar. Tratamos con un cuerpo mineral, o animal a lo sumo, y creemos aún que el hombre es sólo un
conglomerado molecular. No tratamos la vida que vibra en las moléculas, no abordamos el programador
sino el programa y la memoria. Curar la enfermedad es diferente de sanar. Se sana la vida. Aún en el
proceso de morir podemos sanar la vida aunque no podamos curar el cuerpo. Humanizar, sanar, rescatar el
alma del arte milenario de curar, a veces atrapada en un cientificismo que no es más que pseudociencia, es
el reto para la medicina del tercer milenio.
SINTERGETICA
Autor: JCP
Apenas naciendo a nuestra propia humanidad hoy, hijos de las artes, las ciencias y las filosofías, absortos
en una conciencia que por primera vez en la historia intenta como humanidad mirarse a si misma, henos
aquí, frente a la ética y la bioquímica. Frente a nuestra más densa materialidad y nuestra más absoluta
incertidumbre. Y nos llamamos médicos. ¿Médicos o terapéutas quiénes? ¿ Y de quiénes? ¿Dónde esta
nuestra humanidad? ¿Dónde los sujetos de todo este movimiento y todos estos predicados que llamamos
terapéuticas? ¿Es acaso la nuestra la misma humanidad de los ratones de los que hemos derivado la
mayoría de nuestras investigaciones del comportamiento? ¿No existe ya acaso un abismo impredecible
entre nosotros y el hombre de Neardenthal? La emergente ciencia, la relatividad, la cuántica, sinfonías
completas en el cerebro de Mozart, milagros repetidos, las experiencias próximas a la muerte, interacciones
a distancia, la no localidad de la conciencia, son demasiados fenómenos emergentes para quedarnos
anclados en la biología molecular. O asumimos el riesgo de mirar nuestra propia integridad o
permanecemos congelados en la paleomedicina de un cuerpo sin sujeto. ¿Quién habita en nuestro cuerpo?
¿Quiénes éramos al fin de cuentas detrás de los mil yoes que luchan en el escenario de nuestro cuerpo?
¿Cuántos libretos, cuántos dramas y comedias tratando de decirnos que detrás de cada rol se escondía un
significado? Y en el trasfondo significativo de todos los pequeños yoes un Yo mayor, el aprendiz. El sujeto.
No una mera consecuencia del cuerpo y las moléculas. No un patrón de organización repetitivo. Un sujeto
único. Vivo. Predecible en su cuerpo y en su fisiología. Impredecible en el poema irrepetible de la vida. En el
territorio de una permanente síntesis, rescatar el alma viva del sentir es quizás hoy la alternativa. Sentir el
flujo de la vida detrás de la mirada y la palabra. Sentir que las moléculas son pulsaciones de la consciencia,
y los síntomas señales codificadas de un mensaje que sólo un sujeto puede develar. Sentir que todo tenía
sentido en el concierto de la integridad del ser. Mirar en el espejo del cuerpo la sombra de la consciencia.
Mirar en el espejo de la conciencia nuestra propia consciencia reflejda y descubrir detrás de cada rol, el
actor, el hombre o la mujer en esa búsqueda constante del amor. Conquistar el territorio sensible de la
consciencia en la que los sujetos de nuevo se descubren desde su esencial humanidad. Entonces
podremos cantar juntos desde el corazón: Gracias a la vida, que me ha dado tanto... para comprender que
hasta el dolor que temíamos era una lección plena de significado.
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De la Relación Terapéutica
Autor: JCP
Pero si tu ya lo sabes, si tu ya lo sientes o lo intuyes y puedes mejorar la forma como transfieres esa
información, porque el problema es de transferencia, no es cierto que haya que eliminar el asunto de las
transferencias, es todo lo contrario nos tenemos que entregar enteros. La relación terapéutica no puede ser
una relación aséptica. Yo te tengo que tocar, me tienes que tocar y no desde afuera, desde la piel sino
desde la piel del corazón, desde adentro y para eso tenemos que ser canales.
Un sanador siempre es un canal, es un canal del espiritu, es un río del amor, es un canal de la materia, es
un canal molecular, es un canal de la energía electromagnética, es un canal pulsado desde el instrumento
del corazón, es un canal que representa para el paciente una sinfonía total, es un universo. Es la sinfonía
del universo pasando a través de mi corazón lo que puede sanar.
Hablábamos de la atención, en la atención yo renuncio al mundo, yo renuncio al universo, para que el mío,
esa interpretación del universo que vive en mi sea el tuyo, yo me consagro a ti. La terapéutica es una
consagración; la consulta es un sagrario, no son las paredes; el cuerpo es un sagrario, no solo es el cuerpo
físico. De la misma manera como estamos en este auditorio y no vivimos dentro de los muros sino en el
pasillo. En el pasillo interior, en el vórtice de la conciencia de ese cuerpo que habitamos se crea el sagrario y
me consagro a integrar la vida dándose esta integración cuando yo empiezo a prestar atención.
La primera clave del sanador quien es un servidor, es atender, es "to care", es cuidar. Atender y cuidar es
exactamente igual. Cuando yo te atiendo, te cuido, te abrazo, te restauro el ritual de desarrollo; soy el padre
y la madre, el confesor, el amigo que tu me estas pidiendo. Yo te completo y tu me completas en ese
instante.
Pero en ese instante mágico en el que arde el fuego del amor al interior del templo del cuerpo, en el que se
inicia la relación porque yo te presto atención, porque te presto el instrumento de mi cuerpo para que tu lo
toques con tu voz y entre los dos produzcamos la música de la relación. En ese momento surge algo muy
bello y es un movimiento, una tensión interior que se llama intención.
Intención es fuerza magnética, es motivo, es móvil, es amor en movimiento interior. Intención es la fuerza de
la relación terapéutica. Primero es atención, elimino mis tensiones -(a-tensión)-, elimino mis expectativas,
mis programaciones; estoy sin ninguna división. La atención en el otro me lleva "por el olvido de mi mismo"
a entrar en la ausencia total de tensión, la ausencia total de turbulencia. Cuando yo te escucho, lo hago
desde mi silencio y en ese silencio tu imagen me puede impresionar. Así puedo yo tener una imagen
terapéutica, así te conozco. No te conozco por la voz ni por la mirada, ni por las palabras, sino que estamos
en lectura espiritual en ese momento. Yo te conozco "desde adentro", en pasado, en presente, en futuro,
total, sincrónico, como eres, mas allá de las máscaras, más allá del dolor, "en toda la luz y el amor que se
revela detrás del símbolo de tu cuerpo" y ahí empiezo a conocerte. Y cuando empiezo a conocerte nace en
mí un motivo, el cual es chispa, es lo que enciende el leño en mi corazón, es lo que enciende la hoguera de
la relacón. Y ese motivo es tensión interior. Yo salgo de la atención que es eliminar el ruido del Universo
insustancial externo, del cerebro externo, de la mente concreta, de la memoria y empiezo a introducirme en
ese Universo interior, en ese Universo sagrado de la intención. En el Universo sagrado del motivo y en ese
Universo nace mi poder terapéutico.
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El poder del terapéuta es fuerza magnética atractiva, así podemos definir la condición del amor. El segundo
rayo es atracción magnética, es inclusividad, es participatividad, es responsabilidad. Yo me siento
responsable de ti, de lo que hago contigo. Yo me siento contigo, te incluyo en mi corazón, ya no estás allá;
en ese momento que es un momento mágico, mi corazón entra en un patrón de coherencia y ese patrón
produce un campo mgnético cinco mil veces mas poderoso que el del cerebro literalmente "te abrasa",
literalmente te incendia, te transmuta y te organiza. Ya no estas allá y yo aquí, ya somos uno envueltos por
el campo magnético del corazón y yo no estoy hablando de filosofía o de mística o de poesía, estoy
hablando de física, es pura física.
Si ustedes cogieran un electrocardiograma y le quitaran los filtros que se tienen para eliminar el ruido,
tomándolo burdamente, encontrarían que no hay electroencefalograma, que todo el cuerpo es un
electrocardiograma. Que lo pueden tomar en los pies, en la cabeza y que cuando lo toman aquí lo que
aparece es que el primero es una cosa pequeñita que va a caballo del segundo. Pues bien, todos los ritmos
del cuerpo viajan a caballo de nuestro corazón, esa es la onda portadora universal y este es el oscilador
eléctrico maestro. Cuando yo logro que tu no estes frente a mí, que allí y acá se vuelvan siempre interiores;
cuando yo logro que tu imagen total, no solo la imagen de tu cara o de tu sonrisa sino la imagen de tu SER
este en mi corazón y cuando yo te pueda sentir totalmente en mi corazón, nace la pureza magnética.
La pureza magnética ES LA CONDICION ESENCIAL DEL SANADOR, ahí comienza la sanación espiritual y
no es producto de un segundo de inspiración, es producto de toda tu vida, de tu pureza de vida, es tu visión
del mundo; como ves el mundo, como sientes el mundo, que imagen tienes de el, cual tienes de ti. Pues
bien todo eso esta ahí empaquetado en la terapéutica como un medicamento.
La vida de las comunidades terapéuticas esta sujeta a permanentes procesos de cambio que garantizan su
supervivencia y mejoran su eficacia, lo cual nos permite explicar su enorme y creciente vigencia social en
las última décadas. Un ejemplo notorio del papel crucial de la adaptación, lo constituye el cambio inicial de
la actitud de la comunidad terapéutica (CT) hacia la familia, que alrededor de los 60s era de protección del
residente y aislamiento de un grupo familiar potencialmente nocivo, y progresivamente evoluciona hacia el
polo opuesto, buscando una participación plena de la familia y allegados del residente en el proceso de
reconstrucción de un proceso de vida. Simultáneamente se van dando aperturas progresivas hacia
disciplinas como la terapia familiar, que inicialmente se utilizó como una alternativa al manejo del problema
de abuso de sustancias, y posteriormente se implementó como un valioso complemento en la ayuda de la
familia para el ingreso de sus miembros adictos a la CT. El surgimiento reciente de programas menos
exigentes y estructurados-más flexibles-para la cobertura de consumidores ocasionales sin disfunción social
(prevención secundaria) revela así mismo, una tendencia a la expansión social del rol de la primitiva
comunidad terapéutica.
Estos cambios y ajustes hacia una CT cada vez más abierta, dinámica y flexible, nos plantean hoy el reto de
la transdisciplinariedad y complementariedad de lo que hasta muy recientemente solo habían sido
alternativas independientes en el manejo del problema de abuso de sustancias. El mismo marco global de la
dependencia se ha ido ampliando considerablemente, para considerar el de la adicción no solo como una
dependencia de los narcóticos sino como una amplia gama de comportamientos compulsivos que pueden
incluir la comida, el trabajo, el sexo, la meditación y hasta la religión.
A pesar de los ingentes esfuerzos en los campos de atención primaria, secundaria y terciaria estamos lejos
de dar una respuesta efectiva al creciente problema de la adicción. No obstante el innegable aporte de los
diferentes modelos de CT, estos no son nada más que pequeños islotes en un mar de turbulencia social
generado por relaciones políticas, económicas y culturales de dependencia. En medio de la crisis, desde la
CT se ha ido gestando una nueva cultura de las relaciones humanas, la cual ha conducido a una apertura
progresiva hacia comunidades mixtas en las que diferentes ramas del saber del hombre se consideran
como valiosos complementos, más que como alternativas a un enfoque terapéutico humanista.
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No se trata pues hoy de buscar alternativas al modelo original de las CT, lo cual podría generar resistencias
y debilitar una estrategia de vigencia social constatada. Se trata de actualizar el modelo adecuándolo a las
necesidades y retos de la era postmoderna; para ello es indispensable investigar modelos complementarios
que refuercen, en una corriente transdisciplinaria, la CT actual. Si la CT es un monómero, una pequeña isla
en el tejido social, se hace necesario hoy un catalizador para generar un proceso de polimerización que
extienda su influjo a toda la red de relaciones sociales enfermas, en cuyo marco se inscriben los problemas
de adicción. Esto implica considerar el contexto cultural global en el cual las CT se anclan, y el proceso
actual de emergencia de una nueva cultura cuyos alcances conmueven en todos los ámbitos los cimientos
de las relaciones sociales entre paises, razas y culturas enteras. Necesitamos hoy más que nunca de
esfuerzos complementarios, para que la amplitud de nuestras propuestas terapéuticas adquieran la
dimensión del reto que nos impone el problema de la dependencia en el mundo de hoy.
Asumir los problemas de la adicción, como un reto que exige un gigantesco esfuerzo transdisciplinario,
implica reconocer que la narcomanía, aún constituyendo una catástrofe social, ha de ser vista más como un
desafío a nuestra creatividad para transformar un marco relacional estrecho e inadecuado a las necesidades
de nuestra juventud. No puede existir un pleno desarrollo del potencial humano sin la adquisición de un
sentido de vivir que trascienda las limitaciones inherentes a la propia personalidad y esto no es posible hoy
sin la consideración de la problemática del dependiente a la luz de la ciencia y de las disciplinas de la
conciencia. El vacío existencial que acompaña los procesos de dependencia es indicador de un potencial
humano que no se ha podido desarrollar. El creador, el soñador, el héroe, el maestro, que en cada hombre
espera su momento de expansión, puede estar aprisionado entre los lazos inflexibles de una sociedad en la
cual los canales fluídos del amor han sufrido una ruptura-ruptura que el adicto trata de reparar en el
espejismo del placer que se compra o se vende, pero que no nace del propio corazón-.
La perspectiva social contemporánea se insinua para los jóvenes como un horizonte oscuro y amenazante,
caracterizado por el conflicto entre los extremos de un fundamentalismo que impone valores como normas
deshumanizadas y rígidas camisas de fuerza, y un anarquismo que arrasa los valores humanos
sumergiendo a la juventud en el vacío existencial. Nuestra juventud, víctima de tal confrontación, ha
buscado refugio en el placer efímero e ilusorio de sedantes, estimulantes o alucinógenos, para eludir el
doloroso sentimiento de vulnerabilidad generado en el seno de una crisis social de valores, en medio de la
cual se ha perdido el sentido de la existencia.
Tal vez hemos estado proponiendo para nuestra sociedad modelos de desarrollo para un hombre que ya no
existe. Porque el de la nueva cultura parece ser un hombre más allá de los pequeños dogmas de las
microculturas sostenidas como instrumentos para la perpetuación del poder; su escala de valores fluída e
impetuosa pareciera saltar más allá de las barreras rígidas de todo fundamentalismo y emerger sobre el
vacío existencial generado por el anarquismo. Nuestro desafío es la construcción de una red de soporte
social que pueda amortiguar la angustia del cambio acelerado, y hacer frente al creciente sentimiento
masivo de incertidumbre y vulnerabilidad, sistemas de valores capaces de permitirnos afrontar con
seguridad y confianza los retos de una nueva tierra.
Algunos signos emergentes en el seno de la nueva cultura nos alientan hoy a aceptar el reto de la
construcción de una cultura caracterizada por justas relaciones humanas; lo cual, en otras palabras, no es
más que la expresión de una red social de relaciones fundamentada en la relación amorosa. El amor
responsable es el vehículo que conduce hacia la paz y la libertad; valores esenciales para extender el sueño
de las CT: la Tierra toda podrá ser un espacio social, en el cual el desarrollo de justas relaciones humanas
nos pueda llevar a todos a construir un proyecto de vida, acorde con nuestra esencia humana. Para que
entre todos podamos contribuir a la realización del sueño de una nueva humanidad, los invitamos a
participar en el XIV congreso mundial de CTs: dependencia, ciencia y conciencia. Colombia, un país que ha
soportado el flagelo del narcotráfico y todos los tipos de dependencia quiere hacerse a través de la
federación mundial de CTs vocero del principio de la autogestión por el cual los problemas se convierten en
una preciosa oportunidad para la búsqueda creativa de soluciones. La internacionalización de problemas
como el del narcotráfico es un reto al mismo proceso de los esfuerzos en todos los campos para la
globalización de las soluciones en el seno de la nueva cultura emergente
Los signos que en la nueva cultura nos han permitido lanzar la propuesta del tema dependencia ciencia y
conciencia para este congreso de CTs son:
*El surgimiento de un ciberespacio que une en una revolución silenciosa pero más profunda que todas las
revoluciones conocidas, todas las culturas humanas en una red de información que fomenta el salto de las
relaciones de dependencia a relaciones de interdependencia.
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*La inimaginable aceleración de los procesos de cambio social, político y económico que en unos pocos
años han alterado el patrón de relaciones entre paises y culturas. Tal fenómeno plantea la necesidad de
adaptar los modelos terapéuticos vigentes, con miras a dar una respuesta apropiada al stress y el vacío que
tales procesos provocan necesariamente en individuos, familias y comunidades.
*Como consecuencia de los dos fenómenos anteriores emerge una creciente necesidad de globalización de
las propuestas para abordar los problemas del narcotráfico y la farmacodependencia, a la par de la
globalización de los conflictos económicos y políticos y la propuesta de solución para los mismos, que lleva,
en el ámbito mundial, a la gradual aceptación de la interdependencia como condición para la paz y la
coexistencia pacífica-la aceptación de la diversidad étnica y cultural como un factor a favor más que como
una limitación del proceso de unidad entre culturas y países es uno de los signos más favorables en el
campo de la génesis de las nuevas relaciones humanas. Tal posibilidad de la unidad relacional dentro de la
diversidad ya ha sido puesta a prueba con éxito en la microescala de la CT.-
*La emergencia de la conciencia como un campo de exploración de la ciencia. El Amor, la Fé, la Paz, los
valores humanos, la calidad de las relaciones sociales no solo surgen como campos de exploración
científica sino que revolucionan nuestra concepción misma de la vida y ensanchan la perspectiva de la
ciencia. Esa nueva ciencia con conciencia tiene indudablemente grandes aportes que hacer para la
modernización del enfoque de la CT.-para muchos científicos el estudio de la conciencia se ha convertido en
el proceso más importante que esta teniendo lugar en la vanguardia de la ciencia contemporánea-
*En el campo mismo de las ciencias de la vida, los desarrollos de las tres últimas décadas han significado
un cambio de tales dimensiones en nuestra concepción del cuerpo y la mente, que ya no estamos mirando
en realidad el mismo hombre que concebíamos en la década de los sesenta. Esto ha significado también un
cambio cualitativo de enfoque, en el que van perdiendo vigencia las concepciones mecanicistas y se va
abriendo espacio una creciente humanización y, porque no decirlo, también un proceso de espiritualización
en el marco de las ciencias del comportamiento. Es a esta ciencia con conciencia a la que nos referimos
cuando proponemos su participación en un marco trandisciplinario en la corriente de las CT.
*En una terapia óptima de la adicción deberán considerarse hoy mente y cerebro, espiritu y cuerpo, como
procesos integrados, inseparables del proceso de interacción de la conciencia del individuo consigo mismo y
con su entorno social.
APENDICE
ALGUNAS CONSIDERACIONES A PROPOSITO DE LA INCLUSIÓN DE LA TEMATICA DE LA
DEPENDENCIA, LA CIENCIA Y LA CONCIENCIA EN EL MODELO DE LA COMUNIDAD TERAPEUTICA.
*Los procesos de dependencia son el producto de una cadena multicausal en la cual se involucran factores
inductores y promotores que abarcan la esfera biológica, sicológica y social del individuo. Todos estos
factores están en estrecha interdependencia, y una terapeútica óptima es aquella que proponga su abordaje
integral.
*Los procesos de dependencia están asociados a la producción endógena de psicofármacos. Estos, como
intermediarios químicos en la respuesta de la recompensa o el castigo a nivel cerebral, constituyen uno de
los pilares fundamentales para la explicación del comportamiento humano, y en especial la conducta
adictiva. Entre otras sustancias, la adrenalina, la dopamina, la serotonina, las endorfinas y las encefalinas
hacen parte del poderoso arsenal terapéutico que el cerebro puede movilizar para la modulación del
comportamiento. Estos neurotransmisores y neuropéptidos constituyen una interfase entre la mente y el
cuerpo, que permite traducir en términos de fisiología los eventos que tocan la esfera mental o emocional.
*Los sicofármacos han representado un valioso instrumento para sondear las profundidades de la
bioquímica cerebral. El conocimiento de la interfase química cerebral nos revela la infraestructura de una
unidad indisoluble entre la mente y el cuerpo. Sin tener en cuenta el rol crucial de esta interfase no
podríamos vislumbrar la complejidad del comportamiento humano.
*Las relaciones entre la conducta, la actividad eléctrica cerebral y la red de neuropéptidos y sus receptores,
nos ha abierto una fantástica visión del potencial humano.
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*La importancia de factores dietéticos ha sido puesta de presente con el efecto positivo de la
suplementación de aminoácidos necesarios en la síntesis de algunos neurotransmisores(como la tirosina
para la dopamina y el triptofano para la serotonina), proceso que de confirmarse en la investigación podría
facilmente incrementarse en el seno de las CTs.
*La conciencia ejerce un efecto sobre la fisiología, que se expresa y estudia en patrones de personalidad y
fenómenos fisiológicos, como respuestas de relajación o fuga, asociados a cambios en pulsos eléctricos y
moleculares. A su vez los estados fisiológicos ejercen un innegable efecto sobre los estados de conciencia y
de tal forma pueden repercutir sobre el tipo de comportamiento desplegado por el individuo. Una prueba
fehaciente de tal interacción, lo constituye el hallazgo realizado por algunos investigadores en el sentido de
que la predisposición al alcoholismo se relaciona con una deficiente actividad de ondas alfa en el EEG.
*El cerebro produce patrones de actividad eléctrica correspondientes a diferentes estados de conciencia. Si
hacemos la comparación con EEG de sujetos normales, la actividad cerebral de alcohólicos muestra un
aumento relativo de ondas beta de alta frecuencia y un deficit de ondas alfa y theta. El exceso de ondas
beta se asocia a sentimientos de ansiedad, agitación, nerviosismo e incapacidad de relajación. Estas
características se asocian igualmente a un sueño superficial y frágil, con deficit de las ondas delta
características del sueño profundo.
*El consumo de alcohol induce, solo en los alcohólicos una marcada elevación de ondas alfa. Es probable
que muchos alcohólicos recurran al consumo de estas bebidas para inducir la producción de ondas alfas las
cuales dan como resultado relajación y compensan la ansiedad producida por un exeso relativo de ondas
beta.
*El entrenamiento con técnicas de retroalimentación y meditación para reforzar la respuesta de relajación
asociada a la producción de ondas alfa y theta de baja frecuencia ha sido beneficiosa en alcohólicos y
adictos a la cocaína. Tales resultados llevan a la autogestión, puesto que pueden llegar a ser evocados a
voluntad por la persona entrenada, y pueden ser, por sus sencillez y bajo costo, implementadas facilmente
dentro de las CTs.
*La comprensión de los procesos adictivos nos exige tener presente que el individuo se hace adicto a las
sensaciones de placer desencadenadas por estímulos farmacológicos o de otro tipo y no al estímulo mismo.
Las estrategias que el ser humano emplee en la búsqueda del placer, relajación, la excitación y fantasía,
determinan también los tipos de comportamiento y sustancias que involucra en su proceso adictivo. Estas
estrategias están a su vez relacionadas con patrones de personalidad, lo que nos induce a pensar que las
CTs podrían incrementar enormemente su efectividad si tales realidades son tenidas en cuenta en el
enfoque terapéutico. Aunque los relajantes, los estimulantes y los alucinógenos pueden todos producir el
mismo fenómeno de la dependencia, cada uno de ellos parecen predominar en patrones de personalidad
cuya estratgia en la búsqueda del placer es diferente.
*La ciencia de hoy ha reconocido a través de grandes estudios epidemiológicos que la falta de soporte
social, en otras palabras, la ausencia de relaciones humanas amorosas, es uno de los mayores factores de
riesgo para una amplia gama de enfermedades. Indudablemente las CTs ofrecen una solución preventiva de
primer orden al brindar una familia sustituta para restablecer la red relacional generalmente rota en el adicto.
La génesis de una nueva cultura de relaciones humanas a partir de la CT y su expansión a la sociedad a
través de mecanismos que flexibilicen y extiendan su acción a la prevención secundaria y terciaria pareciera
ser uno de los grandes retos que el movimiento de CTs puede enfrentar hoy.
CODA
*Desde la plena aceptación de lo que somos, sin el lastre innecesario de pretender ser lo que no somos,
una sociedad de relaciones transparentes fundamentadas en la honestidad, la tolerancia y la comprensión,
podrá permitir que los hilos de la vida que se extienden desde cada ser pasen por nuestro propio centro y
conmuevan también el corazón. Desde allí una corriente de genuino amor podrá convertir la nuestra en una
civilización de justas relaciones humanas. En esa civilización no será posible la dependencia.
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Nota: Entrevista publicada en Junio / 2000 y realizada al Dr. Jorge Carvajal médico e investigador en
medicinas complementarias donde se aportan conceptos no sólo médicos, sino filosóficos en un contexto
humanista del quehacer en salud contemporáneo.
Por qué un profesional de la práctica médica convencional como usted decide dedicarse a la medicina
bioenergética?
Porque esta es en, nuestra cultura latina, una visión del mundo desde lo cotidiano, una actitud hacia la vida
más que una técnica por la que se decide optar. Hay bioenergética en la magia cotidiana del sol que te
calienta y que modifica los pulsos de la epífisis y la melatonina; en la mente, no ya fuera del cuerpo sino en
cada célula; y en la integridad de la vida también hay bioenergética. Es bioenergética la atracción magnética
que una persona con paz interior ejerce sobre otras. En la conciencia, en la palabra, en la mirada, en la
caricia, en la cascada de la evolución hay tanta información y tanta energía interactuando con la materia que
la Bioenergética, más que una técnica o ciencia para escoger en lugar de otras, es como un orden
subyacente o implícito en la corriente misma de la vida.
Cómo ve, en ese sentido, a la profesión médica actual, a sus colegas que practican la medicina
convencional? Cree que tardarán mucho tiempo los estamentos oficiales en admitir el tipo de terapias que
usted practica?
El arte de sanar tiene miles de años. La profesión médica, en tanto que ciencia, es apenas una recién
nacida. La Medicina es más arte que ciencia, tiene más de actitudes que de aptitudes, más de compromiso
que de técnicas asépticas. La Bioenergética no es una medicina alternativa pues incluye a la medicina
convencional, la utiliza y la complementa con otras técnicas que, más que antagónicas, son
complementarias. Así como no sería hoy posible comprender la acupuntura y sus efectos sin echar mano de
la neurociencia, no es posible hablar de conciencia sin referirnos al campo cuántico. La de hoy es una
cultura de síntesis en la que la única mentira es la verdad absoluta o el dogma. Ayer los biólogos buscaban
en la Física la raíz de la conciencia y de la vida pero hoy, para muchos físicos de vanguardia, como para los
antiguos rishis, la conciencia es el campo unificado. Es decir, la conciencia se volvió un sustrato lícito de la
investigación científica. En esos términos, donde está la frontera entre lo oficial y lo alternativo? Hace mucho
tiempo que esa frontera dejo de existir. Por eso no se trata ya de obtener el reconocimiento de otros
estamentos sino de saber que nuestro marco de acción es el de una sola humanidad que requiere una
medicina más humana, es decir, más integral. Soy muy optimista respecto del porvenir pues la nuestra será
una cultura de salud fundamentada en la integración de todos los territorios terapéuticos, de tal manera que
no habrá competencia entre la medicina occidental y la oriental, entre la natural y la tecnológica, entre las
"duras" y las "blandas". Lo oficial será en el mundo no sólo lo vigente en el plano académico o económico
sino también -y sobre todo- lo culturalmente vigente ya que los sistemas médicos, con sus territorios
terapéuticos, no son sino estrategias de supervivencia de las culturas. Se puede ser blando con un bisturí o
duro con un medicamento homeopático. Eso depende de nuestra propia humanidad como terapeutas.
Conozco muchos médicos "convencionales" que dieron ya el salto hacia una ciencia médica con conciencia;
y a muchos médicos "alternativos" que siguen anclados a un paradigma que no ve en la vida más que un
conglomerado molecular con sus correspondientes emisiones electromagnéticas.
Cuando nacemos empezamos a morir. Pero nacer y morir no son más que fases diferentes del continuo
vivir. Así como morir y vivir no son opuestos, la salud no es lo contrario de la enfermedad. Muchos enfermos
sintomáticos están más sanos que aquellos que no han tenido el maestro de la enfermedad para aprender
el significado del vivir. No hay nadie totalmente sano pues todos, ya al nacer, estamos incubando algún tipo
de enfermedad. La salud no es un estado, es una tendencia, una condición relativa que puede ser definida
como una cualidad esencial ligada al ser, que se revela como integridad. No tenemos más o menos salud:
somos más o menos saludables en la medida en que somos más o menos íntegros. En ese sentido la
enfermedad es pérdida de integridad, revelada como disolución del ser en cualquiera de sus vehículos o
estados de conciencia, sean estos físicos, emocionales, mentales, o espirituales. Pero frecuentemente, la
enfermedad al permitirnos despertar, reconocernos más allá de las apariencias y avanzar hacia un estado
más incluyente de la conciencia es, paradójicamente, el mejor agente de la salud.
Es una actitud hacia la vida fundamentada en una visión del mundo que no sólo concibe cascadas de
causalidad sino que acepta tendencias de probable finalidad. Es una práctica de la medicina que no sólo
reconoce la validez de la observación objetiva sino que reivindica la necesidad de una aproximación
subjetiva al hombre cuya desarmonía se arraiga fecuentemente en la profundidad de sus emociones.
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La Bioenergética implica rescatar para la medicina al hombre, esa humanidad viva en terapeutas y
pacientes. Porque sólo una ciencia médica con sujeto puede tener objeto. La Bioenergética ha propuesto el
rescate del sujeto en su plena integridad volviendo a integrar aquello que descuartizamos en nuestra loca
carrera hacia las subespecialidades. Desespecializar, integrar y rescatar ese territorio de la conciencia
donde tienen plena vigencia las sincronicidades y las correspondencias es la propuesta de la Medicina
Bioenergética.
La enfermedad no es algo externo que le sucede al paciente sino que forma parte de su estilo de vida, de su
actitud hacia el mundo, hacia sí mismo. Esta relacionada con la imagen que tiene de sí. El terapeuta está
ahí para que el paciente se mire y se reconozca. Para que reconozca la otra mitad de sí mismo
sumergiéndose en ese océano interior que esconde su verdadero potencial: el de un sanador interior. El
terapeuta es el catalizador de un proceso de conciencia, de un despertar interior que permite al paciente
recuperar su poder; el de su propia conciencia. Y esto no es simplemente el arte de sobrevivir o soportar la
enfermedad, es también el arte de liberarse, de desprenderse, de desapegarse, de morir descubriendo en
todo el proceso la continuidad de la vida. La gente no busca un técnico. En su inconciente añora encontrar
al amigo, al hermano, al sacerdote, al consejero, a la madre que la vida le negó...un hombro para llorar, una
sonrisa para compartir, una llama para encender la tea de su propio corazón. La terapeútica es música en la
cual uno apenas pulsa la cuerda sensible para que el paciente reconozca su nota y su lugar en el concierto
de la humanidad.
Todos, en cada instante, cuando el milagro de la vida se reconoce, cuando la sinfonía de la integridad se
restablece, participamos del arte sublime de sanar. Toda relación humana puede ser terapéutica si se
fundamenta en la comprensión amorosa. El sanador debe tener ante todo pureza magnética, lo cual
significa honestidad a toda prueba. Esto es, coherencia en su pensar, en su sentir, en su actuar; es decir
integridad. Somos íntegros cuando somos honestos, cuando somos lo que somos. Y desde ese ser, nuestro
ser, somos de la misma esencia de todos los seres y, por ello mismo, sanadores. Se sana la vida revelando
el ser, esa esencia permanente que no muere con la muerte pues es cauce de todas las corrientes. Un buen
carácter, una motivación transparente, una genuina devoción por el alma, un deseo ardiente de servir y, por
último, aunque no menos importante, un adecuado entrenamiento son algunas de las cualidades de un buen
sanador.
En general, todas las enfermedades crónicas son suceptibles de mejorar con esta terapia. Lo cual no
significa que esta sea una panacea o simplemente mejor que cualquier otra taerapéutica. La mejor terapia
es la que le sirve a nuestro paciente, cualquiera sea su nombre o su procedencia. Qué paciente sufe la
enfermedad? En que terreno ha germinado la misma? Son preguntas cuyas respuestas son más
importantes para la Bioenergética que el tipo de enfemedad que sufre el paciente. Una enfermedad no es
una entidad con existencia propia, forma parte de alguien y ese alguien nos importa mucho más que la
"entidad nosológica" de la enfermedad.
Según últimas tendencias la enfermedad no sería sino la manifestación de conflictos emocionales, pero sin
eliminarlos, puede haber sanación real y duradera?
Curar tiene que ver con el alivio de los síntomas. Sanar se refiere a rescatar la integridad aprendiendo la
lección del evento físico, emocional o mental que origina la desarmonía. Más que modificar o eliminar el
conflicto emocional se aprende la lección de éste revelándose como un maestro. Cuando aprendemos la
lección ya no hay conflicto puesto que lo que eran opuestos ahora son complementarios. Se restablece la
armonía interior cuando somos aprendices pues el médico interior, el vedadero sanador, es siempre un
aprendiz. Así, es posible estar sanos aunque tengamos alguna enfermedad y es posible seguir enfermos
aunque nos hayamos curado de algún mal po la supresión o eliminación de un conflicto emocional; y es que
la eliminación o modificación de éste, aunque nos libere momentáneamente de los síntomas, no nos libera
de su repetición si no hemos aprendido la lección. Sanarse es aprender; de la misma manera en que el
sistema inmune aprende la lección de los gérmenes, nuestra conciencia aprende la lección que nos trae los
conflictos emocionales. Las enfermedades pueden ser reediciones o riteraciones del mismo conflicto
emocional básico de nuestra infancia por lo que hasta que no aprendamos realmente la lección, estamos
condenados a reeditar la fricción del conflicto en el seno del cuerpo. Es tan importante la auténtica sanación
emocional que en más de veinticinco años de práctica clínica he llegado a la convicción de que en el núcleo
de la inmensa mayoría de las enfermedades crónicas existe un conflicto emocional no resuelto.
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Cuánto tarda el órgano en recuperarse cuando se aplican las terapias bioenergéticas?
Aunque los síntomas físicos tarden en aparecer, un shock traumático emocional que se vive sin la
protección amortiguadora de una red de soporte emocional adecuada incide sobre la energía y la función
del órgano repectivo así como en su representación cerebral inmediatamente. Asimismo,la terapia adecuada
incide sobre toda la cascada de eventos relacionados con la enfermedad de una manera sincrónica. Esto no
quiere decir que siempre sea posible la restitución anatómica pues existe un status de no retorno en el cual
las lesiones asumen el carácter de ireversibles. Siempre es necesario un sustrato, un cerebro para procesar
y transmitir las señales, una reserva orgánica para sostener las funciones. Por tanto, aún con el estímulo
energtico adecuado muchas enfermedades crónicas no remiten aunque se puedan presentar mejorías en su
evolución y pronóstico. El tiempo de respuesta varía en función del tipo de estímulo y la condición del
paciente pero va desde el efecto inmediato hasta el que se instala lenta y progresivamente en el curso de
varios meses. En casos excepcionales hemos visto la restitución anatómica allí donde nuestros
conocimientos médicos convencionales decían que era literalmente imposible; lo que nos revela que más
allá de materia y energía hay un lugar de la conciencia en el cual la enfermedad por avanzada que esté,
puede ser reversible. Este es el teritorio de la sanación espiritual, en el que el alma del paciente, el sanador
interior, es el actor principal.
Es cierto que el corazón es el gran regulador de los ritmos biológicos y que el cerebro y todo el
funcionamiento orgánico se adecúa a este órgano?
El corazón produce un campo electromagnético cinco mil veces más potente que el del cerebro. Este campo
es la onda portadora de todas las demás actividades eléctricas, lo que explica que en condiciones de
registro adecuado el electrocardiogama se pueda captar en cualquier parte del cuerpo. Así, por ejemplo, en
la cabeza se puede captar el electroencefalograma como una pequeña oscilación que "va a caballo" sobre
la onda electrocardiográfica. En el abdomen de la mujer gestante se podrá registrar el electrocardiograma
de la madre y, por encima, el del feto. El grado de coherencia de la actividad cardíaca, medida por la
variabilidad de frecuencia en el tiempo, es hoy una medida objetiva de estados interiores. Así, un estado
genuino de amor impersonal produce una mínima variabilidad de la frecuencia cardíaca con una máxima
coherencia que, a su vez, se refleja en una capacidad incrementada para actuar sobre otros sistemas vivos.
En ese estado de coherencia interior, el amor impersonal se manifiesta en la capacidad de sanar. Los
investigadores norteamericanos de estos fenómenos -los cuales no son propiamente alternativos- han
llamado al corazón "el oscilador eléctrico maestro".
Al parecer, el bazo es un gran acumulador de energía, quizás el más importante que tenemos. Pero,
además del bazo, hay algún otro órgano especializado en procesar la energía? Y que pasa si se extrae el
bazo?
El prana o energía vital entrante al sistema pasa a través de los chakras del bazo adecuándose a la
frecuencia de cada uno de los chakras o centros mayores de energía. Los chakras- palabra sánscrita que
significa rueda- son, como usted sabe, los vórtices energéticos que captan y distribuyen la energía etérica
por el organismo. Pero cuando hablamos del bazo, como de cualquier órgano en medicina Bioenergética, no
solo nos referimos a su componente físico sino básicamente a la unidad etérica. Un órgano extirpado sigue
teniendo existencia desde el punto de vista energético; por eso se puede experimentar dolor en un miembro
amputado y es posible tratar con un color o un sonido la contraparte etérica del miembro u órgano faltante y
mejorar situaciones clínicas como el sindrome del "miembro fantasma". De hecho, todos los átomos del
organismo se renuevan. A pesar de lo cual, la memoria de la función y la distribución- el patrón de
organización -permanece. La memoria de nuestro cuerpo está en el campo de energía etérico y este-
mientras vivamos -mantiene la plantilla o molde que permite la constancia de la distribución y ordenamiento
de las energías en su seno.
Los canales por donde circula la energía etérica son detectables con la tecnología actual?
A la luz de los conocimientos actuales, la realidad eléctrica, fisiológica e histológica de los puntos de
acupuntura es hoy indiscutible. Como vías de menor resistencia eléctrica de posible conducción de corriente
directa la existencia de los meridianos esta aún hoy sujeta a discusión aunque la prueba clínica de su
vigencia después de milenios es, sin duda, más importante que la probable constatación biofísica. Si
asumimos fenómenos vitales que ocurren por fuera de los límites de nuestra física convencional, como las
ondas no hertzianas, no podremos obviamente esperar que las registremos con instrumentos para medir
ondas electromagnéticas convencionales. Nosotros los occidentales no nos preguntamos tanto si una cosa
funciona o no sino como funciona. Y si no encontramos el como negamos el hecho. Es la tiranía de la lógica
como único uso de razón la que nos ha llevado a posturas a veces irracionales. No tenemos que esperar la
bendición del método científico para disfrutar el milagro vivo de la vida cada segundo. La vida se demuestra
a sí misma en el ojo el científico que intenta descubrirla detrás del microscopio.
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La conexión entre el chakra del plexo solar y el corazón parece ser la clave de la salud y la enfermedad por
cuanto controlan el mundo de las emociones. Es eso así?
Juntos, el plexo solar y el cardíaco constituyen un comando magnético procesador de las energías
provenientes del cuerpo emocional. Cuando la polaridad emocional se orienta a la satisfacción de las
ambiciones del pequeño yo personal, las energías así generadas se dirigen hacia el plexo solar y son
pocesadas por el páncreas, el estómago y el hígado; y a través de estos órganos inciden sobre todo el
tracto intestinal. Buena parte de nuestras enfermedades en la práctica clínica afectan vísceras y órganos
adscritos al plexo solar expresándose como gastritis, úlceras, desórdenes biliares, colitis, alteraciones
digestivas, etc, que además de los factores conocidos por los médicos tienen un motor oculto en actitudes
emocionales dirigidas a saciar apetitos individuales que se reflejan en un estilo de vida consagrado a la
expansión del propio territorio. Esto ocasiona una congestión energética crónica en los órganos adscritos al
plexo solar y se refleja en hábitos alimenticios inadecuados. La congestión del plexo solar no puede hacerse
sino a costa de disminuir el flujo de energía hacia el cardíaco y entonces el corazón y el sistema inmune
empiezan a sufrir. Multitud de problemas inmunes y cardíacos tienen su génesis en desordenes
emocionales que, al afectar el plexo solar, terminan afectando también al timo y al corazón. Podríamos
simplemente adecuar la dieta, pero olvidamos que no somos lo que somos por lo que comemos o bebemos,
sino que comemos lo que comemos por lo que somos. Ese ser se revela en actitudes hacia la vida y es allí
donde podría realizarse el cambio. El cambio de actitud consiste en que, en lugar de peguntarnos que
espero yo de la vida?- actitud de pedir que nace del plexo solar-, nos preguntemos que espera la vida de
nosotros- actitud de servir que nace del corazón-. Cuando somos lo que somos por lo que a la vida le
poemos dar y no por lo que podemos poseer y retener tiene lugar un cambio fundamenteal en nuestra
evolución: ascendemos en nuestra humanidad, centrada en nuestra más grande riqueza, nuestra capacidad
de dar. El cuarto centro o chakra cardíaco es el territorio de la comprensión amorosa, actitud desde la cual
podemos sanar nuestras relaciones. Y sanar las emociones y las relaciones es la clave para llenar la vida
de sentido.
Por último, quisiéramos preguntarle por algo que forma parte de muchas terapias Bioenergéticas: los
medallones, las piedras, las gemas... colocadas sobre el plexo solar o sobre el corazón, tienen realmente
validez terapéutica? Cree que las formas circulares o esféricas- ondas de forma- producen efectos
curativos?
Lo que uno piensa de una cosa es más importante para la salud que la misma cosa. Cuando se utiliza un
medicamento que normalmente provoca el vómito diciendo a los pacientes que es un medicamento para
evitarlo, el efecto de su creencia supera la de la sustancia en sí y el vómito es controlado por la mayoría. El
sistema nervioso y el sistema inmune también "creen". Así nació la siconeuroinmunología, ciencia que
describe y utiliza las interacciones entre el sistema nervioso, las emociones y actitudes, y el sistema inmune.
Cuando se asocia sacarina con un tóxico para el sistema inmune al dar luego exclusivamente sacarina, el
sistema inmune reacciona como si esta fuera muy tóxica. Lo mismo sucede con amuletos, piedras, etc.
Además de su acción intrínseca- que puede o no existir-, lo más importante es la conciencia sobre ellas. Un
amuleto, un medallón, o una piedra pueden no ser más que un símbolo externo de una conciencia interior.
De ahí deriva su poder. Poder que puede ser más fuerte sin la piedra porque, en última instancia, lo que es
significativo se inscribe profundamente en nuestra conciencia y deja sus huellas en el cuerpo. Una forma, un
símbolo,- por ejemplo, la cruz-, un mandala, un mudra, una postura da hatta yoga, un mantram o una
oración pueden ser muy poderosas si se asocian a un profundo sentir interior, a una conciencia viva anclada
en el corazón. De lo contrario, serán simplemente cosas inocuas.
BIOENERGETICA Y CIENCIA
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I n t r o d u c c i ó n:
El término bioenergética ha incluido la aplicación de las leyes de la termodinámica a los organismos vivos, la
expresión de la vida emocional en el cuerpo físico y el análisis de procesos fisicoquímicos, emocionales y
mentales como un campo integrado de actividad vital. El de la bioenergética es un término tan incluyente en
su contexto presente que, forzosamente, se presta a confusiones y discusiones que son inherentes a la
vastedad misma de sus propuestas. Como disciplina abarca, por tanto, mucho más que aquello que
podríamos considerar dentro del marco conceptual de la medicina moderna; su práctica se da en el proceso
de un movimiento hacia la síntesis de las culturas humanas en el seno de una nueva cultura, en que las
expresiones culturales particulares, antes que desaparecer, se reafirman en el seno de una gran cultura que
les da su plena significación. Así como un órgano solo puede tener un significado y una función en el seno
de un organismo mayor, todos los sistemas médicos, que como estrategias de supervivencia han
desarrollado las diferentes culturas humanas, son sistemas de salud complementarios cuando se ven desde
la perspectiva global del proceso de humanización. En éste contexto de síntesis nace la BIOENERGÉTICA
que es, en mi opinión, un verdadero paradigma transcultural de integración.
De ese universo, en esencia participativo, nace una propuesta diferente de relación médico - paciente; una
concepción de relación dinámica en el dipolo salud - enfermedad; una consideración de los procesos de la
mente, y la misma consciencia, como pilares de las nuevas relaciones del hombre consigo mismo y con su
entorno.
Bioenergética y Medicina:
Podemos considerar que hasta el advenimiento del método científico, toda la medicina puede ser
considerada como tradicional. A partir de entonces, y con la adopción del método newtoniano - cartesiano
como código de lectura del Universo, la corriente de la medicina científica o moderna con sus portentosos
avances, conquista el status de paradigma dominante en la cultura occidental. Así, dos grandes corrientes
se insinúan socialmente para la medicina del hombre: por un lado el conjunto de las grandes medicinas
tradicionales del mundo y por el otro, la corriente de la medicina moderna. Esta asume el status de medicina
oficial en el mundo occidental, y considera a su vez cualquier sistema médico, que no parta de lo científico
en su esencia, como un sistema marginal, alternativo, o en el mejor de los casos, paralelo. El curso de la
misma investigación científica demuestra, en el marco de la medicina globalmente considerada, que los
diferentes abordajes de la salud del hombre, más que métodos paralelos o alternos, son procedimientos
complementarios que abarcan diferentes armónicas de la misma nota fundamental del proceso evolutivo: la
vida.
De esta nota fundamental, la vida, que a la luz de la misma física moderna, se han ocupado las ciencias
biológicas, enfatizando en el carácter de esta como organización energética con un propósito evolutivo,
proponemos el antiguo nombre de Bioenergética, ya acuñado por Lowen, como una denominación que
enfatiza para la vida el aspecto energía que la caracteriza y determina.
Podemos considerar que el descubrimiento más importante de la física ha sido el concepto y la realidad del
campo, que nos ha llevado a una desmaterialización progresiva de nuestra visión del mundo. En esta visión
del campo, de las partículas, pasamos a las cargas, y de ambas, al concepto de un campo de relaciones
probables, que a su vez determinan el comportamiento de cargas y partículas. En el vacío aparente entre
partículas, un campo de relaciones establece la inteligencia del sistema, y hace de la misma materia una
modalidad de expresión particular de un campo de energía. De otro lado, la energía pierde aún más su
materialidad cuando la representamos en códigos de información. Campos continuos de materia, energía e
información representan el campo unificado de la vida. En la materia, la energía se condensa y se hace
aparente al lente de los instrumentos de percepción como los órganos de los sentidos; en la información la
energía se diluye a la esencia de símbolos con valor de comunicación en el marco de un lenguaje.
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Pero todos los campos son representación del mismo elemento esencial: la energía. Antiguas
cosmovisiones sostienen que no hay nada más que energía, manifestada en diferentes dimensiones u
octavas vibratorias. De la interacción entre los diferentes campos de energía simultáneamente presentes en
un organismo, nace esa expresión metabólica, fisiológica, emocional o mental que puede caracterizarlo.
Una interacción armónica o coherente es producto de la comunicación fluida entre sus diferentes
componentes. La interrupción en las comunicaciones o resonancia entre las diferentes expresiones del
campo vital, por diferentes causas, origina el estado de desarmonía transitoria que llamamos enfermedad.
Es de este tipo de procesos de flujo de energía - materia, energía, información - de los cuales se ocupa la
Bioenergética.
Si asimilamos el término vida al de energía, podemos decir que al ocuparse de la energía en el seno de la
vida, la Bioenergética se ocupa de esa vida global que fluye en cada una de sus expresiones particulares. El
término vida ha de ser comprendido en una escala más amplia que la clásica escala de las ciencias
biológicas, si queremos dar respuesta a algunos interrogantes comunes a ciencias físicas, biológicas y
humanas, que en nuestro contexto histórico demandan respuestas globales. Más aún, términos como vida,
cerebro, consciencia, mente, espíritu, más que nuevas definiciones, nos plantean su ubicación relativa en un
lenguaje evolutivo más amplio. Cada vez los límites para el concepto vida, en la acepción restringida de la
Biología, se hacen más borrosos, y en el seno mismo de la materia, el átomo, las moléculas, el electrón,
encontramos manifestaciones de formas de conciencia que creíamos un patrimonio de la vida orgánica.
Desde la memoria del átomo, hasta los campos no energéticos de morfogénesis biológica, plantean, al
científico de mente abierta, interrogantes sin respuesta en el seno de los paradigmas vigentes; entendiendo
paradigma en el sentido que le da Kuhn, como un conjunto de verdades relativas aceptadas por la ciencia
oficial en un momento histórico.
¿Cuáles son las paradojas - los rompecabezas - sin explicación a la luz del paradigma dominante?
¿Existen en la corriente de la ciencia actual, observaciones que nos permitan reconocer que el nuevo
paradigma se insinúa?
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Para un sistema médico en crisis, con una disociación cada vez mayor entre los avances tecnológicos y su
accesibilidad económica, nos tenemos que plantear que el paradigma mismo de la prestación actual de los
servicios de salud es insuficiente para satisfacer la demanda. Una conjunción de los mejores métodos y
tecnologías vigentes, deberá estar a la orden del día para satisfacer los cambiantes requerimientos de la
nueva humanidad.
Al margen de estas preguntas fundamentales, nos podríamos cuestionar sí: ¿La estructura del nuevo
paradigma reconocería el método científico como el único método confiable de conocimiento? Y ¿Si la
ciencia pudiera seguir siendo considerada, como lo es hoy, como patrón de medida y evaluación de la
actividad humana?
Para introducir la respuesta al segundo interrogante, no sobra decir que eminentes físicos como Roger
Penrose, al plantearse la necesidad de una nueva física para explicar el fenómeno de la mente, se plantea
que a su vez esta nueva física puede muy bien depender de nuestra concepción de la mente. La física que
buscó el campo unificado desde el macrouniverso de la astrofísica y los agujeros negros hasta el
microuniverso de las partículas subatómicas, lo busca hoy, según el mismo Penrose, mucho más cerca de
nosotros, al interior del cerebro, donde el sustrato cuántico de la conciencia parece estar constituido por los
microtúbulos neuronales. No estamos lejos, hoy en física, de la aserción de los rishis, antiguos sabios
hindúes que asimilaban el campo unificado a la conciencia.
Dar respuesta a paradojas neurológicas como la relativa preservación de la memoria después de grandes
lesiones cerebrales, y la transferencia de la información entre diferentes partes del cerebro, supone un
trabajo transdisciplinario que, rebasando el marco de lo biológico, incursione en los campos de la nueva
física y de la filosofía tal como lo propone Karl Pribram en su modelo holográfico del funcionamiento
cerebral. Comprender la transferencia de información intercelular supone una apertura a la biología de la
luz, donde biología, física y cibernética se confunden en una sola disciplina de estudio de la comunicación
biológica como lo propone, estudiando los biofotones, el físico alemán Fritz Albert Popp. Además de los
sistemas de conducción de señales, clásicamente descritos en biología, otros sistemas de conducción que
involucran el procesamiento de señales electromagnéticas, se empiezan a postular para los organismos
vivos.
Sistemas, que antes fueron reconocidos solo como estructuras de separación o relleno, adquieren hoy,
como resultado de los avances de la investigación biológica, una nueva dimensión como estructuras de
emisión recepción e integración de señales. Tal es el caso del tejido o líquido extracelular, reconocido por el
equipo de fisiología de la Universidad de Viena como un sistema ubiquitario de transmisión de señales
biológicas. La misma piel es considerada ya, literalmente, como un cerebro periférico.
Todas estas respuestas iniciales a antiguos vacíos en el campo de la biología, nos permiten confiar en que
es posible comprender de una manera integrada los postulados de la ciencia médica actual y las aserciones
de antiguas concepciones médicas. No es posible, por ejemplo, una práctica bioenergética, sin una
comprensión de la fisiopatogenia energética de la medicina china, integrada a los postulados de la moderna
neurociencia. La teoría del láser y los hologramas son necesarias a la comprensión de las somatotopías
reflejas, mapas de representación de todo el organismo en un microsistema como los descritos en el ámbito
auricular, podal y plantar. Estas representaciones se sustentan hoy en la neurología, la embriología y el
ejercicio clínico de miles de terapeutas de todo el mundo.
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* Los organismos vivos se caracterizan por campos de materia, campos de energía y campos de
información, que interactúan armónicamente en el seno de un campo unificado de inteligencia, con un
propósito evolutivo.
* Un sustrato portador de energía y una energía portada son los dos componentes esenciales del nivel físico
de los sistemas vivos.
Hasta ahora las ciencias biológicas se han ocupado del sustrato portador (unidad más densa) de los
organismos vivos. Su espectro recorre desde los macrosistemas orgánicos hasta el nivel subcelular de las
moléculas. Su modelo ha sido el de la patología y el de la biología molecular.
* En este sustrato portador el agua es el elemento primordial. El agua se comporta como una estructura
polimerizada que se dispone a modo de cristal líquido. Para que sea metabólicamente activa el agua debe
convertirse en un trímero. Al parecer los cambios, en características finas, de los enlaces de hidrógeno
frente a la presencia de una vibración de cualquier origen, hace del agua un sustrato conductor universal -
Callaghan Aus -
* El 98% de la molécula del ADN no presenta una función conocida; Fritz Albert Popp postula que puede ser
un almacén de fotones.
Los glicosaminoglicanos, polímeros de la membrana celular han sido considerados como antenas biológicas
estéreoadaptativas. Se postula su participación en la detección de campos electromagnéticos con una
acción sobre los canales de las membranas celulares.
* El sistema de microtúbulos celulares no solo se comporta como una estructura de sostén. Han sido
recientemente involucrados por Penrose y Hameroff como un sustrato biológico para un modelo cuántico de
la conciencia. Su ultra estructura es particularmente similar a la de los microchips de los actuales
computadores.
* Existe una creciente evidencia de comunicación intercelular en el rango óptico y acústico del espectro.
* A una frecuencia de 400 nanómetros, ubicada en el rango ultravioleta del espectro, las células emiten una
radiación de foto-reparación que facilita y acelera los procesos de reparación del material genético
lesionado. Al parecer algunos cancerígenos interfieren esta propiedad fundamental de todas las células.
* En una superficie de 10-6 cm2, del mismo orden de la superficie celular, la luz solar se hace coherente.
Esto significa, según Popp que, a escala celular, la luz solar es una onda portadora de señales.
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* Los paquetes de fotones emitidos periódicamente por las células, se comportan como micro-emisiones de
láser, por su sincronicidad, coherencia y pureza espectral.
* Cuando una semilla muere, al llegar al límite de no-viabilidad después de un calentamiento, por ejemplo,
emite un flash de fotones que se pueden registrar con un contador para tal fin. ¿Libera la célula, al morir, un
paquete de información codificado en esta emisión de luz?
* La función celular normal supone la existencia de una diferencia de potencial conocido como potencial de
membrana. La patología celular es precedida por un trastorno en los mecanismos de repolarización y / o
despolarización de las membranas celulares y, en el campo de la Bioenergética, algunas técnicas como la
terapia neural, las electroterapias y la magnetoterapia, se fundamentan en su capacidad de restablecer el
potencial de la membrana.
* Los procesos de reparación tisular son activados por potenciales del orden de los milimicrovoltios,
conocidos desde tiempos de Galvani como potenciales de injuria y redescubiertos por Becker en el curso de
la última década. Estos potenciales de corriente directa son producidos por la neuroglía y transportados por
el sincitio de las vainas neurales generando un potencial que facilita la regeneración después de sucedida la
injuria celular.
La aplicación local de campos magnéticos tiene un efecto antálgico y anti-inflamatorio que acelera la
recuperación de los tejidos expuestos al trauma.
El efecto gravitatorio sobre las moléculas biológicas crea micro corrientes que favorecen el proceso de
reconstrucción y remodelación ósea como respuesta al stress físico. Este efecto se manifiesta sobre la
unión del semiconductor P-N establecido entre la molécula de colágena y los cristales de hidroxiapatita. La
ausencia de este estímulo nos explica la osteoporosis acelerada en condiciones de vida sedentaria o en
astronautas.
La disminución del campo magnético terrestre a niveles críticos, lleva a la muerte celular - Kaznatchev.
La célula puede describirse como un elemento de circuito eléctrico oscilante dotado de capacidad,
autoinductancia y resistencia eléctrica.
El ADN se comporta como una antena helicoidal de recepción y emisión de señales biológicas.
Si desenrollamos el ADN de todas las células, obtenemos una antena con una longitud de miles de millones
de kilómetros, equivalente al diámetro del sistema solar.
El ADN es un resonador biológico con una calidad mil veces superior al mejor de los resonadores
concebidos por la técnica.
En el ámbito biofísico las reacciones químicas suponen un intercambio de fotones a un ritmo específico
constante.
Como lo plantea el nóbel Szent Gyorgy, la célula puede concebirse, in vivo, como un plasma electrónico
activado y su vitalidad podría ser determinada por la densidad de portadores de carga. En este sentido la
pérdida de vitalidad puede estar asociada a la pérdida de electrones, como en los estados de oxidación. Los
cancerígenos podrían caracterizarse entre otras propiedades por su gran afinidad por los electrones. Los
procesos de aporte de cargas negativas, como la terapia por iones negativos, ciertas dietas y algunas
formas de aplicación de campos magnéticos, pueden restablecer el balance de cargas celulares.
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Nivel de sistemas:
El plasma humano está caracterizado por un potencial que define su tensión superficial. Este potencial Z,
determinado por el nivel de cargas negativas que impiden la autoaglutinación celular, parece fundamental en
los mecanismos de fluidez de la sangre y la calidad de la perfusión tisular. La presencia de cargas positiva
eleva la tensión superficial y favorece la patología. Medidas inespecíficas como la dieta fresca y natural
favorecen el mantenimiento de una tensión superficial plasmática por debajo de los niveles de riesgo.
(Coanda, Flanagan)
Por su estructura y su función, el sistema circulatorio puede asimilarse a un sistema de bobinas biológicas,
con capacidad de captar y generar campos electromagnéticos. El corazón es un oscilador eléctrico maestro.
Un sistema de circuitos eléctricos cerrados, como un nuevo sistema de regulación biológica ha sido
propuesto en la última década por Bjorn Nordenström, después de más de veinte años de investigación. La
aplicación de este descubrimiento le ha permitido un abordaje promisorio de algunas metástasis tumorales y
ha dado impulso a la moderna ciencia de electrofarmacología. En esta se puede teledirigir una sustancia
como un antimetabolito para aumentar su concentración en sitio eléctricamente activado.
El investigador americano Robert Becker, que ha dedicado buena parte de su vida al estudio de las
interacciones entre el electromagnetismo y la vida (es autor de numerosas publicaciones sobre el tema), ha
descrito un sistema de corriente directa, que regula entre otros los procesos de reparación tisular. Este
sistema, cuya velocidad de conducción es del orden de dos a seis centímetros por segundo, diferente del
clásico sistema digital de corriente alterna, cuyo origen es neuronal. Basado en la presencia de
semiconductores biológicos como la mielina, este sistema mantiene la carga eléctrica basal tisular, una
especie de neurotrofismo sostenido y producido desde el nivel glial.
Desde 1935 los trabajos de Burr, en la Universidad de Yale, pudieron constatar la existencia de una
polaridad cráneo-caudal en los mamíferos. Este sistema se orienta con una carga negativa o polaridad norte
cefálica y una carga positiva o polaridad sur en la región caudal. En los diferentes segmentos se han podido
registrar, igualmente, estas diferencias de potencial. Así, existe una polaridad norte frontal y sur occipital,
que se altera durante la anestesia, la electro-analgesia y el sueño fisiológico, en el que todos los potenciales
electrodérmicos situados en el cuero cabelludo caen, excepto en un punto particular de la coronilla donde se
registran los potenciales de vértex. Estos son conceptos de importancia primordial para la Bioenergética, en
la que toda enfermedad supone una alteración de los sistemas de diferencia de potencial biológico. Antes de
la manifestación de la enfermedad clínica hay alteración en la intensidad o la polaridad de estos dipolos
biológicos.
Existe una relación, clínicamente constatada, entre las polaridades del sistema nervioso vegetativo y los
campos magnéticos. El polo sur representa una vertiente simpaticotónica y el polo norte, orientado hacia la
piel, tiene un efecto parasimpaticotónico, local o global, según el punto de aplicación. El hipotálamo se
comporta como una especie de brújula del sistema. A escala celular, el núcleo representa el componente
norte del dipolo y el citoplasma el componente sur.
Los seres vivos emiten un campo electrodinámico susceptible de ser medido y relacionado con su estado de
salud. Este campo, denominado campo L por Burr, ha sido demostrado mediante diferentes técnicas de
electrofotografía como la fotografía Kirlian y la electrosonografía - Dumitrescu.
La interacción con este campo biológico es posible a través de diferentes estímulos electromagnéticos en
ventanas de intensidad y frecuencias críticas.
Como un sistema de interfase entre este campo circundante y el organismo existe, sobre la piel, una red
eléctrica cuyas características anatómicas, y electrofisiológicas que han sido claramente demostradas a la
luz de la ciencia oficial.
La piel se comporta como un radar biológico capaz de brindar información del medio interno y transmitir los
parámetros electromagnéticos del medio ambiente hasta los diferentes órganos. Esta propiedad se utiliza
científicamente en algunas prácticas terapéuticas, como la electroacupuntura y la moraterapia, en las que la
medición del potencial del punto electrodérmico activo o punto de acupuntura, es el principal fundamento
diagnóstico y terapéutico.
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Hacia una concepción cibernética de lo biológico:
Estas constituyen solo unas breves anotaciones sobre el estado actual de la investigación de las bases
biofísicas de diferentes modalidades de terapéutica vibracional, que constituyen, en su conjunto, la Medicina
Bioenergética. Existe un común denominador desde el cual todas las medicinas pueden ser analizadas bajo
la misma óptica. Hemos pasado por el campo material, sustrato biológico de la medicina moderna; el
componente energético o vibracional, sustrato de la medicina bioenergética. Consideremos ahora
brevemente ese campo de síntesis donde todas los métodos terapéuticos pueden ser vistos a la luz de la
Biocibernética. Debemos, para tal fin, concebir el sistema energético vital como un campo de información.
Toda terapéutica constituye, en última instancia, un intercambio de información con el sistema biológico.
Este puede concebirse como un sistema de recepción, procesamiento, análisis, almacenamiento y emisión
de información. Entre estímulos mecánicos, químicos, eléctricos o verbales que produzcan un efecto final
medianamente comparable, el común denominador es la información. Con una aspirina, un masaje, una
aguja, un láser, o un consejo, pueden obtenerse, en ocasiones, efectos comparables. El único común
denominador posible en tales eventos es la información y, el resultado terapéutico es establecido por la
capacidad de cada sistema particular para entrar en resonancia con el sistema biológico.
Así, en el paradigma mecanicista, se puede lograr el efecto anestésico a través de un golpe certero. En el
paradigma químico quizá lo logre con menos ruido y riesgo a través de un gas anestésico. En el paradigma
cibernético, una corriente eléctrica pulsada provocará la liberación de sustancias analgésicas. Todos estos
estímulos evocan una respuesta en el sistema biológico, todos, con más o menos ruido, llevaron una
información que entró en resonancia con el campo de información del sistema y provocaron un cambio en
los parámetros de respuesta habitual al estímulo doloroso. Una de las preguntas fundamentales que hace
muchos años me hice en la práctica médica fue la de: ¿Por qué desde abordajes tan diferentes y estímulos
tan disímiles se lograban resultados a veces semejantes?. Me preguntaba si existía una vía común final,
efectora, que pudiera traducir los estímulos a un código único comprensible en el lenguaje de los sistemas
biológicos.
La respuesta se insinuaba ya en el abordaje biológico del stress. La amenaza de una cucaracha puede
evocar una respuesta de igual potencialidad patógena a la del riesgo inminente de rodar por un precipicio. El
solo hecho de pensar en un limón con sal, prvoca salivación comparable a la de chuparse el limón real.
Tanto la exposición al frío intenso, como el miedo a un examen pueden aumentar el riesgo de pescar un
resfriado. La depresión puede tener un efecto parecido al de un potente tóxico sobre el sistema inmune
¿Hay alguna relación real entre estos hechos disímiles que producen resultados biológicos semejantes?. Ya
el resultado en si es un hilo conductor que nos debería señalar algún lugar de confluencia. La vida y la
muerte están sólo en la mente, enfermedad y salud son construcciones mentales. De momento podremos
afirmar que nuestros procesadores de información no distinguen bien entre imágenes y realidades. Es como
si para el sistema energético vital todo estímulo estuviera constituido como un símbolo que evoca una
memoria biológica. Toda terapéutica es una variedad de stress y, obviamente, más que el estímulo en si, es
la propia respuesta del organismo la que tiene propiedades terapéuticas. Este hecho, no bien reconocido
por la práctica clínica, nos hace pensar que la terapéutica es una variedad peculiar de aprendizaje, en la
que, gracias a una molécula o paquetes de información, el organismo aprende una modalidad de respuesta
que luego grabará en su memoria.
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Retomando el asunto relativo a la posibilidad de generar una memoria, nos encontramos con la paradoja de
Lodschmidt, que nos dice que un conjunto ordenado de partículas debe tener un comportamiento simétrico
respecto al tiempo. Es decir, que es posible para el sistema regresar desde su nivel de entropía en un
momento determinado, a su punto ordenado de partida. La emisión de un eco del spin del protón al cabo de
estímulos de radiofrecuencia poco espaciados entre si, nos revela la capacidad del átomo para manifestar
una memoria. Cuando el estímulo se hace con fotones coherentes - láser - se presenta el eco de spin del
electrón. Es decir, que un estímulo adecuado, convenientemente repetido, provoca en las estructuras
atómicas una especie de aprendizaje manifestado en la capacidad de memorizar la información y emitir un
eco. El problema que se nos presenta es el de la duración de la memoria. Ya en el caso de los organismos
vivos, esto se resuelve, por lo menos en parte, cuando constatamos que algunas moléculas claves como el
ADN se comportan como resonadores biológicos con un tiempo de coherencia muy superior al de todos los
resonadores conocidos. Esto quiere decir que un paquete de información podrá ser almacenado durante un
periodo prolongado, que se extiende desde los milisegundos en el caso de los resonadores artificiales,
hasta los minutos u horas para el caso del ADN. Si consideramos que la repetición del eco del spin de
protones y electrones es susceptible a su vez de generar otros ecos, podremos sospechar, al menos, que la
capacidad de retener información en el seno de los sistemas biológicos es prácticamente ilimitada. Las
respuestas terapéuticas desencadenadas con paquetes de frecuencias electromagnéticas son una prueba
en esta dirección. Más aún, la propia emisión por las células de fotones coherentes pulsados a un ritmo
específico constante, puede muy bien ser otra fuente interna para la génesis y la preservación de una
memoria atómica.
Siéntese. Qué siente? Qué tiene? Por qué viene? Què le duele? En qué puedo servirle? Tantos caminos y
respuestas y terapéuticas posibles ya programados en las preguntas, que el arte de saber preguntar es tan
importante como tus actitudes terapéuticas. Podrías, más que preguntarle Qué?, Cómo?, Cúando?,
Dónde?, formular preguntas abiertas, sorpresivas, cuya respuesta verbal es lo de menos, porque la puedes
leer en la actitud, en la expresión facial, en la mirada. Son las menos discretas de las preguntas porque
siempre son indiscretas, es decir que no se refieren al intelecto. De pronto le digo a alguien: _¿Y tu mamá?
Y el ceño se frunce, o se aprietan las mandíbulas o se encharcan los ojos. Entonces siento mucho más de
ese paciente que con todos los interrogatorios elaborados. No conozco por ejemplo pregunta más indiscreta
y reveladora, que decirle al paciente súbitamente, como quien no quiere la cosa ¿Eres feliz? Ya se que
alguien dirá que es una pregunta sin sentido, pues dependerá de cada contexto personal y cultural el
significado de la felicidad. Pero lo significativo de esta pregunta es precisamente que no tiene sentido, y más
allá del sentido y los sentidos penetra en ese lugar de la consciencia donde nacen preguntas como: ¿en
verdad me he sentido algún instante feliz? y ¿me he preocupado por ser feliz? ¿y, vale la pena vivir? O, ¿es
posible la felicidad para mi? ¿tengo derecho a ser feliz? Mil preguntas se atropellan en el inconciente, se
revelan en los ojos, en el rictus de amargura, en el movimiento nervioso de los dedos, o quizá por fin en la
palabra. No nos importe el si o el no. Pero escuchemos la música del lenguaje. Un siiii... prolongado es un
no!!! sostenido. Si la sonrisa amplia y sincera se esboza, ya podrás saber que a quien tienes frente a ti es un
maestro de la vida, aunque no sea un sicólogo y su diagnóstico médico sea el de cáncer. Tal vez esté más
sano que tu y puedas aprender con él una lección de integridad- la que siempre será una lección de salud-.
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Sus sueños? Pregunto- ¿Mis sueños? es frecuente la respuesta... si...sus sueños, el sueño de la vida, las
pesadillas, lo que se le ocurra...entonces los ojos buscan hacia arriba y uno adivina de proyectos y
realizaciones en la vida. De vacíos y nostalgias. De renuncias, tantas cosas se agolpan en la riqueza del
lenguaje no verbal, que yo diría que lo importante es formularse la pregunta correcta para que nazcan otras
preguntas, cuya respuesta no podrá tener más que un valor ricamente personalizado. Son ellos, los
pacientes, quienes deben responderse desde sus propias preguntas, las que nacen de la pregunta de un
terapéuta que siente, no lo que el paciente pide sino lo que realmente necesita. Si no queremos ser
consumidos en la demanda es necesario cuestionarse si lo que damos son meros somníferos, hipnóticos y
anestésicos para que el dolor no cumpla la función biológica que podría cumplir. Que todas tus preguntas
amigo terapéuta puedan conducir a quien tu pretendes ayudar a una pregunta esencial. ¿Cómo puedo yo
participar en la solución de mis conflictos de salud? Eso incluye un sinnúmero de respuestas, otras
preguntas que podrían ejemplificarse como sigue:¿y en que forma he contribuido yo mismo a la aparición de
esta enfermedad? ¿Qué lección me trae este dolor? ¿Qué es lo que aún no he aprendido?, o la más
confrontadora de todas las preguntas, aquella que puede representar el motor de un auténtico cambio de
actitud: ¿Qúe he estado haciendo con mi vida?...Con las correspondientes respuestas que siempre son
otras preguntas bien confrontadoras, porque despiertan la conciencia de si: ¿vivo para trabajar, o trabajo
para vivir? ¿busco el placer de vivir o consagro la vida al placer? y así de pronto alguien puede descubrir
por el sendero de las preguntas que ha confundido los medios con los fines, que ha invertido el sentido de
las prioridades, que su riqueza material se ha construido a costa de su pobreza emocional, y que tal vez ha
luchado por todas las cosas mientras simultáneamente perdía el sentido de vivir.
La formulación de la pregunta correcta es de importancia crucial en la calidad de nuestra vida. Hace muchos
años la medicina se preguntó si el fumar podía aliviar el estrés. La respuesta fué positiva y los mismos
médicos se convirtieron en grandes fumadores. Veinte años después nos dimos cuenta que el cigarrillo
mata y que la pregunta correcta era ¿es nocivo el trabajo para la vida? Siempre la pregunta crucial se
refiere a la vida. Una cosa puede dar más placer pero dañar nuestra integridad y nuestra salud. Que tus
preguntas se refieran a la vida implica que la vida se involucra en un sentir total que tiene mucho más de lo
que lograría una simple pregunta intelectual. El ¿cuándo lo operaron? es así mucho menos importante que
el ¿cómo se sintió? Toda la historia muerta de sucesos pasados cobra vigencia presente en lo que han sido
los significados para cada quien. No importan tanto los sucesos como sus significados, ni importa tanto lo
que digas como lo que el paciente sienta. En ese código total del sentir para vivir, lo importante es cómo los
haces sentir. Y si ese sentir es suficiente para despertar y rescatar la conciencia de sí, la del verdadero
médico interior, estás, tú terapeuta, aliado con el mejor sanador del mundo: el mismo paciente. Las
preguntas abiertas que generan otras preguntas interiores y lo cuestionan sobre su vida lo despiertan al
sendero de su propia integridad. Esas preguntas no se han escrito, son hijas del momento, se inventan para
cada quién, porque la genuina terapéutica es un arte de continua creación. Pero puedes mirar que siempre
se refieren a revelar la complementariedad de los opuestos, a la oportunidad de la síntesis y la armonía
interior. ¿Me acepto como soy o siempre pretendo ser mejor? ¿Compito o soy mi propia competencia? ¿Mis
actitudes responden a la pregunta que espero yo de la vida? ¿ o a la pregunta que espera la vida de mi?
¿me pregunto si una cosa me da mayor placer o si me da más integridad? ¿Voy en dirección de mi propia
corriente o me fatigo luchando contra mi naturaleza? ¿ Me siento enfermo? ¿Estoy enfermo? ¿Soy
enfermo? ¿Cuánto de culpabilidad o desamor hay en mi enfermedad? ¿Convierto los sentimientos en
resentimientos? ¿Me convierto en víctima de otras víctimas o puedo concluir en mi esa cadena perpetua?
Las preguntas amigo terapéuta son el camino, y el sendero de las preguntas es aquel donde muchas otras
preguntas son las respuestas. Así crece la conciencia porque el sendero de la salud no es un sendero de
metas, es el proceso de ver en cada respuesta una nueva pregunta que conduce a la búsqueda del sentido.
Y en la vida vivir es el sentido, un continuo misterio que lleva a ese constante asombro de interrogar el
universo en sí mismo.
¿MEDICINAS ALTERNATIVAS?
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¿MEDICINAS ALTERNATIVAS?
En un mundo cada vez más dirigido por la diosa razón como podríamos explicar el fenómeno universal de
un florecer de medicinas y terapéuticas alternativas, suaves, dulces, toda esa inmensa corriente de lo que
hoy se llama medicina complementaria? Sería un signo de locura colectiva muy grande el que ya casi un
cincuenta por ciento de la humanidad recurra a aquellos que para la ciencia son bichos raros sin ningún
argumento científico. En esa óptica serían víctimas ignorantes o desquiciadas, todos los americanos que en
el solo año de 1997 invirtieron en todas esas cosas no científicamente reconocidas alrededor de veintisiete
mil millones de dólares- no subvencionados por un sistema de seguridad social. Decenas de millones de
dólares se invierten hoy para investigación de las prácticas alternativas desde la oficina para las medicinas
complementarias y alternativas -CAM- adscrita a los institutos nacionales de la salud. (NIH)
Ginseng, Ginkgo biloba, medicinas manuales, oligoelementos, acupuntura, yoga, meditación y hasta
oración. ¿ Cómo puede ser posible, se dicen algunas mentes escandalizadas, semejante proliferación? Pero
ya las excomuniones no alcanzan para frenar la expansión. En el mismo París curanderos y radiestesistas a
pesar de decenios de esfuerzos del colegio médico para lograr su extinción son también hoy una legión. En
Alemania, los Heilpraktiker son la versión moderna de los médicos descalzos. En el corazón de la
Universidad de Viena, el instituto Ludwig Boltzmann para la acupuntura tiene su sede en la policlínica de la
misma universidad de Viena. En decenas de universidades americanas se enseña oficialmente el toque
terapéutico, que a más de su teoría propia no es en su práctica diferente de la antigua imposición de manos.
En varias universidades americanas se investigan oficialmente los efectos de la conciencia. Stuart Hameroff
y Roger Penrose lanzan desde la medicina y la física una propuesta seria sobre un sustrato para un modelo
cuántico de la conciencia en el nivel de los microtúbulos neuronales. Los Julios Verne de nuestra época
están en los laboratorios. En el Instituto Heart Math se investiga sobre la tasa de variabilidad de la
frecuencia cardíaca y estados de conciencia tan extraños a la ciencia mecanicista como el amor impersonal.
En un ya clásico experimento; The copper wall project, Elmer Green de la fundación Menninger pudo
registrar patrones de descarga sobre el cuerpo de sujetos sometidos al toque terapéutico sin contacto físico.
En miles de estudios con todo el rigor científico se exploraron los efectos que sanadores entrenados pueden
ejercer sobre cultivos bacterianos, cultivos de hongos, actividad enzimática, cultivos celulares, cicatrización
de heridas. Cada vez son más contundentes, y obviamente debatidos, los estudios que sobre el efecto a
distancia de la oración se han realizado siguiendo todas las normas del método científico. La memoria del
agua continúa siendo un interrogante muy grande para las mentes abiertas como las de todo genuino
científico.
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La cara de la ciencia cambia. El cuento de una ciencia oficial es un invento de las nuevas inquisiciones. Hoy
ya no podríamos hablar con propiedad de una ciencia o una medicina oficial. Muchas prestigiosas
universidades del mundo tienen departamentos de medicinas alternativas, y centros para la investigación de
la interacción mente-cuerpo. En muchos países los ministerios de salud tienen oficinas para las prácticas
alternativas. No es infrecuente encontrar hoy que durante la cirugía cardíaca el cirujano recibe ayudas de
las llamadas alternativas para regular la energía. Los laboratorios de la farmacopea occidental no quitan el
ojo ni los intereses de la botánica más tradicional. Ellos son los mayores beneficiarios de la etnomedicina,
pues saben de la enorme correspondencia entre el uso tradicional de las plantas y la presencia de principios
farmacológicamente activos.
Cuando se mira la ciencia de vanguardia, en el mismísimo frente de onda de la investigación científica nos
encontramos exploraciones que parecen propuestas por practicantes complementarias: el efecto de los
campos electromagnéticos sobre la vida,, la conciencia, las medicinas alternativas. En Harvard se habla hoy
ya sin rubor de epidemiología de la religión, al descubrir que el pronóstico de las enfermedades crónicas no
es ajeno al sistema de creencias. La ciencia, la que no se compra ni se vende, la ciencia que no es un
simple instrumento de la inquisición, tendrá que ver con cosas como honestidad y transparencia. Descubrirá
que los valores humanos mueven toda una farmacopea interna. Sabrá que, como el cerebro , el hígado, el
bazo y el timo con todo el sistema inmune se ponen tristes. Comprenderá que el sistema inmune también
aprende y que de todas las variables de la vida, la de las actitudes es fundamental para explicarnos salud y
enfermedad. La ciencia descubrirá también en la vida el principio de incertidumbre y aceptará las
limitaciones para aplicar leyes generales a un hombre cuya característica esencial es su irrepetibilidad, su
inalienable unicidad. Unicos, irrepetibles, totales. Interdependientes. Los hombres serán mucho más que
fósiles moleculares, Y la medicina será una ciencia para la humanidad, ni sólo arte oriental, ni sólo ciencia
occidental; blanda y dura, con cuerpo y alma no separados ni separables, la nueva medicina será el arte de
rescatar la ciencia de nuestra indisociable integridad.
Te duele el estómago. El vago, no tan vago en esta ocasión. El simpático que ha perdido tal vez su simpatía.
Acido clorhídrico, acidez quemando el estómago cuando ya tal vez también quema la vida. Antiácidos.
Analgésicos. Recetas para calmar el dolor. Si en la endoscopia sólo ves el estómago, si en las bacterias
sólo podemos ver bichos para combatir, si sólo vemos la fisiología en lo que también es vida en el cuerpo
inscrita, cómo podemos quejarnos de los resultados? Cómo pretender sanar a ninguno si no sabemos
cuidarlo? Cómo pretender tener servicios de salud si sólo luchamos contra la enfermedad? Cómo se nos va
a quitar este miedo mortal si en lugar de vivir luchamos contra la muerte? Pero al fin de cuentas mucha
gente que clínicamente muere, regresa sólo para contarnos que no existen lugares como infiernos o
paraísos. Simplemente estados de conciencia que son sitios de encuentro en el que uno es recibido, por el
Dios en que uno cree, por la familia, por la esperanza, por la luz o el amor incondicional que al no juzgar no
necesitan perdón ni juicio final. Igual que aquí fluye la vida, la vida allá continúa, porque es vida materia
prima de eternidad. Los niños que regresaron tienen menor riesgo de drogadicción y otras formas de
dependencia. Los adultos tendrán otra dimensión del ser en el tiempo y serán mejores seres humanos. Al fin
y al cabo si no es la vida la que se pierde cuando uno cree que pierde la vida, porqué estamos luchando?
Tal vez alcancemos la longevidad que añoramos sin haber vivido la vida, tal vez podamos aplazar la muerte
aplazando también la vida. Podemos escoger vivir en hibernación anestesiando el dolor de vivir, o vivir
intensamente la vida como el que sabe que un día se muere pero la muerte no teme, porque sabe también
que vivir es sólo un nacer y morir perenne. Tal vez multipliquemos todas las cantidades y dividamos las
calidades. Tal vez podamos hacer que aparenten vida nuestros cadáveres. O puede también que algún día
conquistemos la cuarta, la quinta, o la enésima edad, sin conquistar el misterio de las edades que ha
consistido siempre en atrapar, en los instantes, eternidades.
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Por la época de la revolución francesa Galvani descubría en la vida la corriente directa. Debieron transcurrir
dos siglos para que comprendiéramos la importancia de la corriente directa a través del perineuro en los
procesos de regeneración ósea, que han originado nuevas tecnologías para mejorar la calidad de los
procesos de consolidación de fracturas. Erasístrato de la Escuela de Alejandría describió quince siglos antes
de nosotros la anatomía del sistema circulatorio, hechos negados por la autoridad de Galeno, razón por la
cual tuvimos que vivir condenados la ignorancia con sus funestas consecuencias.
Como una sombra, los dogmas, el principio de autoridad, los monopolios de todos tipo hacen que en
medicina haya unas pocas voces autorizadas y las de sus discípulos. Todo ello nos plantea una gran
contradicción. Son los grandes laboratorios los que hoy deciden quién dónde, cuándo y cómo se hace la
investigación. Todo está viciado desde su misma partida; el que pone la plata pone los temas, los médicos,
las condiciones. Y porqué no pensar que de forma indirecta también las conclusiones se producen hoy al
servicio de las multinacionales. A pesar de toda la propaganda, las nuevas técnicas, los avances en biología
molecular, y en la capacidad logística para luchar contra muchas enfermedades no hemos en serio ganado
casi ninguna guerra. La de las antiguas venéreas sigue como una preocupación de salud pública. La de la
tuberculosis está ahora más cruda que nunca. La de la violencia es una epidemia. Otras enfermedades van
surgiendo y otras contaminaciones. La polución atmosférica, el deterioro climático, la polución de la petro-
química, la contaminación electromagnética.
¿Estamos mejor hoy porque tenemos más cantidad, de vida, más electricidad y tecnología, más carros y
programas de televisión? . No se trata de regresar a la edad media. Pero en la vida cotidiana mucha gente
está deprimida porque los campos electromagnéticos pueden bajar los niveles de serotonina y dopamina.
Muchos asegurados en todas partes tienen de todo menos seguridad. Cada vez más precoces las
enfermedades degenerativas. Cada vez más cáncer. Pero ¿ dónde estamos, por Dios, los médicos todos,
los de todas las escuelas. Dónde está nuestra medicina? Anclados al paradigma molecular, ¿qué hacemos
hoy con el campo, con la energía, con la información, con la conciencia misma?, ¿dónde está nuestra
noción de vida?. ¿ En qué se ha convertido nuestra medicina?.
Aunque me duela decirlo pienso que está grave la medicina. Su enfermedad es miopía pues ha perdido el
horizonte de la vida que decía cuidar. Los sistemas de salud son sistemas de enfermedad. Los sistemas de
atención no pueden prestar atención. Cuidamos el cuerpo, si, pero ¿ es la vida el cuerpo? ¡ Aún creemos
que ser humano es una emergencia del mundo molecular!. ¡Que la vida es algo así como una memoria
pasada cuidadosamente resguardad del cambio!. Con una medicina fosilizada, aunque cada vez
accedamos más al mundo infinitesimal, nada podría cambiar. Hoy mismo no sabemos cómo actúa la
homeopatía, aunque funciona. Cuando miramos las estadísticas norteamericanas nos encontramos que el
segundo sistema médico es el de la quiropraxis, y que los americanos se gastan alrededor de treinta mil
millones de dólares en prácticas médicas alternativas. Si miramos que en el mundo de hoy casi un
cincuenta por ciento de la población consulta practicantes alternativos, ¿será correcto hoy hablar de
alternativas? Hoy mismo las mismas escuelas médicas tienen criterios científicos y protocolos totalmente
diferentes respecto al mismo tipo de enfermedades. El porcentaje de cesáreas e intervenciones coronarias
en diferentes países occidentales es tan diferente que no sólo son criterios científicos sino códigos de
lectura e intereses diferentes, lo que hace que frente a la misma situación, y desde la misma ciencia, se
propongan soluciones radicalmente diferentes y con frecuencia contradictorias.
La que llamamos ciencia médica, es realizada por hombres para seres humanos. El modelo científico de la
vida es hijo de nuestra visión del mundo. Y esta es la de un mundo que se contempla bajo el lente de la
objetividad. Esta es la única vigente autoridad, pero está matizada por muchos bemoles. Para que un hecho
sea científico debe obedecer a ciertos criterios que lo ubiquen dentro de un cierto uso de razón que es la
lógica. Si se sale de la lógica científica, no es científico. Pero, ante todo, seguirá siendo un hecho. El que
alguien levite no obedece a ninguna explicación que la ciencia actual pueda ofrecer, y aunque no sea
científico no va contra la naturaleza. Los milagros no van contra la naturaleza, no contradicen la naturaleza
sino nuestro conocimiento de ella. La ciencia de hoy es una verdad parcial sobre la que, en muchos temas,
estamos totalmente alejados de la unanimidad. Un hecho no tiene que ser científico para serlo, no es la
ciencia la que puede decidir qué es real y qué no lo es, pues la realidad como tal trasciende el marco de la
ciencia. El mundo de lo virtual, el de lo simbólico, el mundo de lo humano, el de la cultura, está lejos de ser
definido en término científicos. Y sin embargo es nuestro mundo. Tantas variables están incluidas en un
pequeño capítulo de la medicina, que el más grande especialista del mundo apenas si logrará conocer una
minúscula porción de su especialidad.
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¿Sería entonces necesario regresar a los atlantes y los incas, o regresar a la edad de los demonios y los
exorcismos? De ninguna manera. La ciencia ocupa un lugar en el concierto de las cosas, siempre y cuando
no la convirtamos en un nuevo dogma, o en un código de lectura excluyente, que haga de ella una nueva
religión.
Para la medicina oficial, hasta hace poco no existía más mecanismo de transmisión de información que la
conducción iónica. Más allá de la química todo era negado como una especie de metafísica vitalista, y el
santuario mecanicista fue la única visión de la vida posible en nuestra medicina. Todos los estímulos
eléctricos o magnéticos fueron perseguidos por no obedecer a las normas de la santa ciencia, y el método
científico se consagró a imponer con exclusividad el paradigma químico. Mientras la física avanzó a la
concepción del campo, la medicina se quedó estancada en una visión molecular, que ahora se afirma en la
ilusión de pretender que el conocimiento del genoma será la solución a nuestros problemas de la salud.
Pero así como los físicos abandonaron pronto el estudio exclusivo de las partículas y vislumbraron en ellas
complejos patrones de relaciones, así la misma ciencia moderna empieza a reconocer el de la salud como
un campo de relaciones, y el de la medicina como el estudio de patrones relacionales complejos de orden
molecular y electromagnético, pero también emocional y mental.
Para la nueva medicina, el campo de energía e información será tan importante como el de la materia.
Ambos serán variedades de un campo unificado de conciencia, y éste será el campo relacional establecido
entre el alma y la personalidad. El estudio del carácter y los motivos, la ciencia del servicio, la alineación a
través de la coherencia, la transparencia y la honestidad, la ciencia de la respiración como la del ritmo, la
atención , la concentración, la meditación serán capítulos de una nueva ciencia médica con conciencia. Será
una medicina con alma para una nueva humanidad, donde el compartir y la hermandad serán más
relevantes que la rivalidad y la competencia.
SALUD CONCIENCIA
¿Son razonables las pretensiones de una medicina que trascienda el marco de la materia, y salte más allá
del límite aparente de la biología molecular? ¿tienen sentido las recientes publicaciones sobre el efecto de
la oración a distancia y las estadísticas que nos introducen a una epidemiología de la religión? ¿ Podríamos
hablar con propiedad de ciencias de la conciencia, más aún, de una ciencia con conciencia? ¿ Es la
conciencia un tema lícito de investigación científica?
John Lorber nos describe la resonancia magnética de un hombre que no tenía cerebro. El espesor de su
corteza cerebral, normalmente de unos cuatro a cinco centímetros aparecía en con sólo dos milímetros de
espesor y sin embargo era un profesional brillante. ¿Dónde está la mente cuando prácticamente no existe la
corteza cerebral? ¿Es el cerebro el emisor de la conciencia, su instrumento receptor? Es el cerebro la sede
de la memoria y la inteligencia o estas aunque emplean el cerebro no tienen localidad? ¿es cierto que la
memoria está en el hipocampo, y la inteligencia emocional ocupa un cierto lugar del lóbulo frontal?
Es este tipo de preguntas las que nos queremos seguir preguntando de muchos modos, en esta sección de
Discovery Salud sin la menor pretensión de tener la respuesta.
Pocas verdades y muchos mitos hemos construido tratando de acomodar la conciencia en el cuerpo.
Optamos por dividirnos primero en cuerpo y mente; separamos el cuerpo de la mente, la anatomía de la
fisiología; relegamos el alma para la sola, psicología, la que a su vez dejó de ser la ciencia del alma para
volverse una disciplina del comportamiento. Y así, de división en división, todo se nos fue diluyendo hasta
que a los médicos sólo nos dejaron como sujeto un esqueleto molecular al que ahora podemos adornar con
tomografías de emisión de positrones, magnetoencefalogramas y resonancias magnéticas. Empezamos a
descubrir en medicina lo que la física había descubierto a fines del siglo pasado: que la realidad no está
hecha de partículas, ni de cargas, sino de un campo invisible que no sólo no separa las cosas sino que
explica el comportamientos de ondas y de partículas.
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Pero en el hombre ese misterioso campo que penetra todas las células, además de ser un campo de
energías, es un campo de información y de conciencia. En tamaña complejidad nos adentramos cuando
vislumbramos más allá de un fósil molecular, un hombre que piensa, que sueña y crea. Si lo miramos con
los ojos de la biología molecular sólo las partículas aparecerán. Si lo miramos en la perspectiva de la física,
los electrones activados despedirán fotones a la velocidad de la luz y el cuerpo humano parecerá
proyectarse al sistema solar. Si lo miramos con otros ojos talvez podamos alcanzar a vislumbrar campos de
información y de conciencia sin ninguna localidad. Desde cualquier visión, surge sin embargo un mínimo
común denominador: todos los campos, ya sean campos de materia o de energía, campos de información o
de conciencia son campos de relación. Contextos de contextos relacionales que se expanden y se contraen
entre el microcosmos y el macrocosmos. Pero todo orden complejo es un orden entretejido, y es,
paradójicamente, un orden sencillo. Acceder a esa visión de los sistemas complejos es aprender a
contemplarlos desde la totalidad, pues sino nuestra ciencia termina en un rompecabezas: mientras más
grande la especialidad, más lejanos de la totalidad de la vida y de la misma salud, que podría definir muy
simplemente como integridad.
Pero esto que tiene ribetes de filosofía, es de una vigencia tangible en todas las manifestaciones de la vida
Así, en los trastornos de personalidad múltiple, cuando se cambia de identidad, se puede cambiar también
de enfermedad, aunque ésta sea una entidad con un aparente origen molecular. Es posible así que un
diabético insulino-dependiente pueda dejar abruptamente de serlo o que una alergia alimentaria
desaparezca simplemente cuando se asume otra personalidad. ¿qué relación puede existir entre la diabetes
o la insulina, entre la alergia o la histamina y esos complejos patrones de comportamiento que llamamos
personalidad?
La personalidad es algo más parecido a un campo de información y conciencia que a un campo energético
convencional. Sin embargo esos patrones de conducta están allí como una oscura sombra haciendo
impredecible nuestra visión mecanicista de la vida. Personalidades A, B o C han sido relacionadas con una
aumento del riesgo para cierto tipo de enfermedades. El simple hecho de ser introvertido o extrovertido ya
pareciera dejar sus huellas en el camino molecular. Si un simple examen, o el ver una película con alta
carga emocional puede cambiar el nivel de inmunoglobulinas de superficie - las igA-, ¿qué no podrá hacer
un patrón de emociones y visiones complejas del mundo como la estructura de la personalidad ? Un buen
carácter puede ser el más poderoso agente preventivo, la irritabilidad puede ser para algunos como un
veneno mortal.
Mientras muchos, incluso los médicos, creen en ellos, los nuevos medicamentos parecen ser los mejores,
hasta que muchos dejan de creer porque otros nuevos ocupan sus puestos Cuando se revisan estudios
prospectivos con estudiantes de medicina se encuentra que quienes presentaban el perfil de un
afrontamiento inmaduro- con una inadecuada imagen de si mismos- treinta años después presentaban tres
o cuatro veces más riesgo de enfermedad y muerte por todas las causas, que aquellos estudiantes que
tenían una buena imagen de sí. En grupos de la tercera edad la imagen de sí puede tener un valor
predictivo mayor sobre enfermedad y muerte en la próxima década que la de muchos exámenes
convencionales.. Cuando el técnico de laboratorio acaricia los ratones sometidas a dietas ricas en colesterol
puede con esta actitud introducir una variable que bloquea el efecto de la dieta sobre el sistema vascular,(y ¡
de paso dañar las pulcras estadísticas! ).
El sistema inmune tiene memoria, aprende, se condiciona al igual que el sistema nervioso vegetativo.
Después de tomar una sola vez un depresor del sistema , en asociación con alcanfor, el sólo seguir oliendo
el inocuo alcanfor puede matar los ratones de laboratorio, cuyo sistema inmune confunde el alcanfor con el
veneno al que una sola vez se asoció. Si el alcanfor se asocia por una vez a un estimulante de la inmunidad
la continuidad de su uso generará una potenciación del sistema inmune. La misma molécula, de por si
inocua, tendrá el efecto contrario según su asociación. Es como si el sistema de defensas del organismo le
dijera al inofensivo alcanfor:- dime con quién andas y te diré quién eres. Y, además, le diera una respuesta
totalmente dependiente de su clase de compañía .Pues bien, el tipo de relación o compañía son un precioso
indicador de riesgos de morbimortalidad - el riesgo de enfermar o morir-. Los animales que recibían una
dieta rica en colesterol se libraron de morir porque la pequeña ayudante que los nutría, además de darles
comida, los acariciaba. Pero para los pobres ratones de arriba, que no alcanzaron caricias, el colesterol
surtió sus efectos letales. En compañía de caricias hasta los eventos mortales pueden ser sucesos inocuos.
Lo importante no es lo que nos pasa sino en qué circunstancia, con qué soporte, qué visión de nosotros y
del mundo tenemos cuando nos pasa. Por eso el mismo conflicto, que a unos literalmente traspasa, en otros
es algo que sencillamente pasa para dejar una enseñanza.
26
Cuando un hospital de la Florida contrató una enfermera que acariciara los prematuros recién nacidos
constató que esta inversión le representaba un ahorro algo así como de diez mil dólares por cada uno, dado
que aumentaron de peso más rápidamente y pudieron más precozmente ser dados de alta de las costosas
unidades para el cuidado de los prematuros. Debajo de la piel hay hormona del crecimiento , factores de
estimulación tiroidea, moléculas antidepresivas, neuropéptidos que inciden en nuestros estados de ánimo y
ayudan a convertir nuestros estados emocionales en estados fisiológicos. La piel es un radar en el que cada
punto de acupuntura es una unidad de comando eléctrico, algo así como un pequeño cerebro relacional que
cambia su permeabilidad eléctrica según el ambiente interno y externo. Abrazos. Caricias, masajes,
corrientes, barro, hidroterapia, laser, agujas, pediluvios y maniluvios, son muchas de los estímulos
terapéuticos para dialogar con este radar entrenado por millones de años para conectar la vida a su
ambiente. La piel no es sólo una barrera de protección; es ante todo una ventana abierta la mundo de la
comunicación.
Pero información y conciencia no sólo están en patrones de personalidad y moléculas. Trascienden con
mucho la piel, y a través de nuestras relaciones, son factores determinantes de nuestra calidad de vida.
Así, un cambio de creencias puede representar un rotundo cambio de vida. Cuando se analizan estadísticas
sobre los supervivientes de cáncer talvez el único parámetro realmente significativo sea el de un cambio de
actitud hacia la vida. Aunque sea de todas formas la misma copa de vida, hay una gran diferencia si la
vemos medio llena o medio vacía.
La forma cómo se comunica la noticia puede tener efectos más devastadores sobre la salud que la misma
enfermedad. Qué opinas del más allá, puede ser un factor a considerar en el pronóstico de una mal llamada
enfermedad terminal.
La calidad de las relaciones es tan definitiva, que el hecho de que los esposos se sientan queridos por sus
mujeres es un factor protector que disminuye las complicaciones después de eventos coronarios. Sentirse
querido, he ahí algo que incide en la supervivencia y la calidad de la vida. Si alguien inventara una medida
que pudiera bajar el riesgo global de enfermar o morir sería el más firme candidato al Nobel de medicina.
Pero ese medicamento ya existe y es el soporte relacional. Dime cómo te relacionas y te diré cuán fuerte es
tu salud. La gente que tiene una buena red de soporte afectivo se enferma menos y cuando se enferma
afronta mucho mejor todas las enfermedades. Cuando alguien nos puede abrazar o acompañar en el dolor,
cuando tenemos el campo amortiguador del amor, los mecanismos de adaptación movilizados por el médico
interior siempre funcionan mejor.
Son tan contundentes las estadísticas y los estudios científicos sobre estos aspectos de la conciencia que
ahora no nos queda más remedio que contar con ella y empezar a estudiar el profundo significado, ya no a
la luz de la metafísca o de la filosofía sino de la mismísima ciencia. Y no es para menos. El mismo ayuno
tiene efectos totalmente diferentes si es voluntario o impuesto. Grandes estudios como el del condado de
Alameda en California constataron de forma inequívoca que las personas con un buen soporte relacional
estaban más protegidos contra muchos tipos de enfermedad que aquellos que, aún llevando un estilo de
vida muy sano, no tenían relaciones sociales de calidad. Es cada vez más evidente que la vida también se
nutre de sentido, en otras palabras de querer y sentirse querido. Cuando en Rossetto un pueblo de
Pensilvania los inmigrantes italianos tenían un estilo de familia abierto, aquella en la que todos se comparte,
la prevalencia de enfermedad coronaria era mucho más baja que la del resto del estado. Cuando se
desintegró el modelo de unidad familiar, las estadísticas de infartos subieron a los niveles esperados para el
resto del estado.
27
Todo esto nos revela que la salud es un asunto relacional. Relaciones entre moléculas, emociones,
creencias. Relaciones con nosotros, con los otros, con el mundo de lo trascendente . Todos esos patrones
de relación son presente vivo en nuestro cuerpo; están allí latentes en nuestra piel, en el cerebro, en el
genoma. Como agua viva, un campo relacional empapa nuestro cuerpo y nos conecta al universo. En ese
campo cabe la ciencia moderna, las ciencias emergentes, el antiguo arte de curar. Todos son campos de
conciencia comprimidos o expandidos, octavas de una vibración fundamental que podemos sintonizar con
paquetes de información constituidos por estímulos mecánicos, químicos, electromagnéticos. Pero también
por actitudes, intenciones, imágenes y pensamientos, campos de conciencia que, en ciertas circunstancias,
pueden precipitarse en cascadas de energía e información hasta las moléculas. Aquí tiene sentido el
mantram, el mandala, el símbolo, la oración. En todo instante esta magia está sucediendo en el organismo:
una idea moviliza neurotransmisores; el solo pensamiento de moverse ya genera actividad eléctrica de
complejos grupos neuronales; la tristeza moviliza neuropéptidos que actúan sincrónicamente sobre el
sistema inmune, el sistema vascular, el apetito, la libido. Un sentimiento de amor impersonal cambia toda la
fisiología y la emisión eléctrica del corazón que actúa como una especie de cerebro eléctrico ordenador de
todos los ritmos. Como una matriz de infinita sensibilidad orientada al reconocimiento de la unidad, como
una armonía destinada a llevar a cada espacio la conciencia de la integridad, cada estímulo denso o sutil
desencadena cascadas que inciden sobre la totalidad. Todo el cuerpo es cerebro y conciencia, cada
molécula material es también mental. No dividido todo estaba implícito en un cuerpo, sustrato portador y
partícula de una onda de energía que a su vez portaba una intangible corriente de vida. Codificada en un
patrón de ordenamiento molecular, en la estructura disipativa del cuerpo podía expresarse el plan de la vida.
El proceso de relacionar la onda con su partícula, la materia con la energía, la información con la
conciencia, es un proceso de aprendizaje. El cerebro mismo modifica su anatomía cuando aprende, la red
de sinapsis cambia y esa red es apenas un símbolo de la red relacional de la vida. Aprender es tender
puentes entre las neuronas del cerebro , entre los distintos estados de conciencia o cuerpos, entre nosotros
y el universo En ese proceso estamos todos. Toda vida. Aprendamos, que aprender es vivir. Salud! Con-
ciencia!
El marco de la sintergética
Antes de conocer la física cuántica, los rishis concebían un universo sensible al observador; era un mundo
relativo, no local, de reciprocidades e interdependencias, concebido como un tejido dinámico de
integridades inseparables, correspondencias, sincronicidades y resonancias. Era, el de estos antiguos
sabios, un universo más parecido a una piel sensible que a una férrea infraestructura. Este universo en
cambio permanente, se observa ahora de nuevo en una cultura de síntesis emergente, caracterizada por la
desaparición del fundamentalismo y el acceso al mundo, más humano y significativo, de la indisociable
solidaridad de todos los componentes de la creación. En el seno de esa cultura surge un nuevo modo de ver
las viejas verdades, y, con esa visión, una nueva realidad omniincluyente, tolerante, fluida como la misma
vida que expresa.
Surgen así, ciencias que entretejen los antiguos tejidos en un lienzo de conciencia comprensiva. Ciencias
de la complejidad, ciencias de la consciencia, tendencias a rescatar la integridad de lo que, en nombre de la
ciencia, un día descuartizamos; un movimiento hacia la unidad que, alguna vez en nombre de la religión,
nos negamos. Para esa nueva tendencia ya el chamán no es el brujo o charlatán, ya la ciencia no es un
dogma, y la salud no puede ser desligada de su contexto cultural.
Cuando el arte vuelve a fecundar nuestra ciencia, la inunda de la subjetividad del sujeto, rescatando un
cierto humanismo perdido en la corriente de la objetividad, y un cierto idealismo diluido en el océano del
positivismo. Con el sujeto y lo subjetivo, surge el orden de lo virtual y lo implícito y, por su emerger, cambian
nuestras manera de ver el mundo.
En esa nueva visión se enmarca la Sintergética, que ya no es medicina americana o tradicional, o moderna.
Ni oriental, ni occidental, ni nueva, ni antigua, la sintergética médica es el producto de la irrevocable
tendencia hacia la síntesis de nuestra cultura postmoderna.
28
En el seno de esa nueva cultura, ajena tanto al materialismo reduccionista como al idealismo sin sustrato,
empezamos a descubrir la conectividad de la naturaleza en la naturaleza humana; a sentir en el cuerpo la
piel sensible de un Cosmos pleno, más que de casualidades o de causalidades, de convergencias
significativas.
La sintergética no pretende ser una ciencia condicionada por los mecanismos o los organismos- fisiosfera y
biosfera- sino una actitud hacia la vida, flexible como una conciencia inclusiva, que se percibe implícita en la
indisoluble y dinámica continuidad de la noosfera. Su herramienta es la consciencia: la del átomo, la de la
célula, la de una técnica de técnicas orientada a restaurar la integridad.
La década de los cincuenta demarca, conjuntamente con el surgimiento de la cibernética de Norbert Wiener,
la noción, nueva para la medicina moderna aunque ya aceptada durante siglos por todas las medicinas
tradicionales del mundo, de la importancia de lo Psicológico en la génesis de enfermedades orgánicas. Los
grandes estudios cooperativos sobre los factores de riesgo para la enfermedad coronaria revelan la
necesidad de incorporar a la ecuación de la enfermedad nuevos parámetros tradicionalmente negados por
la medicina moderna. Ya no sólo colesterol, cigarrillo, vida sedentaria, herencia, tenían relación con la
génesis de la enfermedad coronaria; también pautas complejas de comportamiento catalogadas como
patrones de personalidad se revelaban.
La economía de ataque o huida ligada a la respuesta límbica primitiva de gran desgaste de energía, se
convierte en una economía de mínimo desgaste y alto rendimiento en la respuesta de relajación descrita por
Herbert Benson, a partir de sus estudios iniciales con meditadores. La respuesta fisiológica de relajación
tiene su correspondencia en una actitud de apertura amorosa que revela paz interior, y permite bajar la
descarga que sobre todos los sistemas orgánicos y, en especial el sistema cardiovascular, ejerce el estrés.
29
A raíz de los cada vez más comunes transplantes de corazón, se empieza hoy a descubrir en un porcentaje
significativo de éstos que, además de la bomba cardíaca, se transfieren complejos códigos de información
que determinan cambios significativos en algunas pautas de comportamiento. Es clásico ya el caso
mencionado por Paul Pearsall en su libro El código del corazón, de aquella niña que después de recibir un
corazón, empieza a tener pesadillas del asesinato de su donante, tan vívidas, que permiten a la policía dar
con el asesino. Personas que sólo apreciaban la música clásica pueden empezar a escuchar la música
metálica que sus donantes disfrutaban. Cambios sutiles en los que los receptores pueden adoptar algunas
pautas de comportamiento de sus donantes, nos dicen a las claras que el corazón representa mucho más
de lo que pensábamos. Mejor dicho, que de alguna forma también pensamos con el corazón, y aquello de
las razones del corazón deja de ser sólo una metáfora afortunada. La creciente tendencia a recuperar el
código del sentir y la reivindicación de la inteligencia emocional, nos revelan que para dar sentido a la
existencia es necesario redescubrir el código del sentir. Este es el código del corazón.
Un sentimiento de amor impersonal puede dar lugar a cambios en la electrofisiología cardíaca que tienen un
efecto armonizador sobre todos los ritmos corporales, hasta el punto que para los investigadores del
Instituto Hearth Math, el corazón puede ser considerado como el oscilador eléctrico maestro. Los estados de
amor impersonal en los que se experimentan profundos sentimientos de conectividad y paz interior, se
asocian a una alta coherencia cardíaca - que se registran en el tiempo como una disminución de la tasa de
variabilidad de la frecuencia cardíaca- y a la vez, estos mismos estados han sido asociados a la capacidad
de incidir voluntariamente sobre el grado de polimerización del ADN in- vitro. ¡No digamos ahora que es
sugestión pues no se puede sugestionar el ADN para que se despolimerice en un tubo de ensayo y luego
cambie su espectrofotometría!.
Para Gary Scwartz y Linda Russek, el corazón, además de ser el maestro de los ritmos corporales, emite un
complejo patrón de ondas que envuelven cada segundo todas las células del organismo. Además de una
onda de presión, la música del corazón viaja a través de las paredes de las arterias a la velocidad del
sonido. No es extraño así que algunos investigadores hayan encontrado que se mejore significativamente el
dolor en niños quemados cuando se los hace escuchar una grabación del corazón de sus madres. Además
de su música, el corazón bombea a través de la sangre una oleada de calor que cobija todo el organismo, y
una onda electromagnética producto de su actividad eléctrica. Este complejo patrón de ondas es como un
programa que nos está diciendo que, además de la sangre y sus nutrientes químicos, el corazón nutre todos
los rincones del organismo con la información de un patrón rítmico de ondas térmicas, acústicas, de presión
y electromagnéticas.
Pero no sólo al interior está incidiendo la magia rítmica del corazón. En vivo y en directo, ese campo
magnético cardíaco que podemos registrar en los magnetocardiogramas, se escapa de la piel, y más allá
del cuerpo interactúa con los campos magnéticos del corazón de quienes tenemos cerca de nosotros. Antes
que una palabra, una mirada o un sólo gesto nos acercaran, ya el campo magnético del corazón, cinco mil
veces más potente que el campo magnético emitido por el cerebro, nos relacionaba desde el propio centro.
Nosotros en el corazón de otros, otros en nuestro corazón, cuando vivimos de corazón, la relación humana
adquiere otra dimensión. Alguien bien conocido por muchos, nos decía que no importaba lo que hiciéramos,
gritar o susurrar, reír o llorar, confrontar o aceptar, lo único realmente importante es que fuera realizado con
amor..
Es ahora la hora de regresar al corazón, el mismo corazón de la electrofisiología, el del sentir, el corazón de
tantas razones intangibles que ahora por primera vez empiezan a ser comprendidas en el lenguaje de la
ciencia. Es el mismo corazón que permite a cada ser humano convertirse en sanador cuando puede
experimentar la magia del amor incondicional.
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De milagro vivimos
Un meteorito destruyó para siempre la continuidad de los gigantes de la tierra, y de los humildes mamíferos
sobrevivientes emergieron los ancestros del hombre. Estamos aquí de milagro, casi podríamos decir que
gracias a la hecatombe pudo ver su luz la vida humana.
Los diluvios de las grandes glaciaciones redistribuyeron la vida y los grandes terremotos acomodaron en su
sitio los continentes, las especies, las civilizaciones; culturas enteras sumergidas o enterradas fueron
sucedidas por culturas nuevas. Como si todo nuevo orden surgiera de la crisis, la humanidad entera pudo
avanzar y surgir a través de las grandes epidemias; Alemania y Japón se levantaron prontamente de las
cenizas de la guerra; la nueva cultura se levanta hoy a pesar de las asfixiantes fronteras de los antiguos
nacionalismos.
Si, vivimos de milagro. Toda la vida se gestó en la crisis como si todos los seres de la tierra tuvieran que
surgir de la matriz de la tormenta. ¿Quién creyera que el oxígeno que hoy respiramos fue un gas letal para
la vida primitiva?. ¿Quién de nosotros habría imaginado que el calcio excedente en el mar interior del
plasma, fue la clave para construir el esqueleto de una vida, que habría de levantarse para desafiar la
gravedad?.
También aprendimos nuestra medicina en los frentes de batalla, en medio del dolor desgarrador de
epidemias que amenazaron la continuidad de nuestra especie. Civilizaciones enteras han sido diezmadas
por las enfermedades venéreas, pero no hemos aprendido la lección; aún seguimos buscando el bicho
responsable sin aprender la sagrada lección del sexo, nota clave de toda la evolución. A pesar de que el
maestro de la tuberculosis nos enseñó con dolor la importancia de aire, sol y una buena nutrición, hoy
seguimos empeñados en un más cómodo hacinamiento. A pesar de que el cáncer nos ha tratado de
enseñar que la degeneración celular tiene mucho que ver con nuestro estilo de vida, seguimos desbocados
en la busca del placer y del poder aún a costa de la vida. Las venéreas, la tuberculosis y el cáncer han sido
pandemias a escala planetaria, también producto de la calidad de nuestra relación con la naturaleza de la
que somos parte. En las tres hay un serio compromiso en el sistema inmune, pues sin fallas en los patrones
de autoreconocimiento generados por alteraciones de nuestra inmunidad celular, no sería posible su terrible
expansión actual. Creímos ganar la batalla contra los microbios, pero hoy sólo encontramos que estamos
ganando una guerra feroz contra nuestra naturaleza humana. Pensamos en extraños factores asesinos, y
buscamos sólo en los chivos expiatorios de los virus, pero no hemos buscado en nosotros las oscuras
raíces de un auténtico suicidio colectivo. Envenenamos el cuerpo de la tierra, y producimos cantidades de
alimentos sin calidad para llenar - que no nutrir- los cuerpos. Acabamos con el selenio y el magnesio de los
suelos, y dejamos sin cofactores decenas de enzimas esenciales a la vida. Ahora nos inventamos la
industria de los suplementos de todo tipo para tratar de compensar la que ya no podemos considerar una de
esas constructivas crisis de la naturaleza. La nuestra es una crisis de humanidad. Una crisis de sentido.
Hemos perdido el horizonte de la vida y, confundido el vivir con sobrevivir, libramos una lucha contra la
muerte revestida de SIDA, Cáncer, Tuberculosis, o de precoces enfermedades degenerativas. Buscamos en
nuestro cuerpo las consecuencias de lo que hemos hecho con el cuerpo de la tierra, pero si empezamos a
pensar que aquello que vivimos en los cuerpos es apenas un reflejo de la conciencia que tenemos de
nuestra propia humana naturaleza, ha llegado la hora de despertar a nuestra humanidad. Aquella que
aprende la lección rescatando el sentido sagrado de vivir las crisis de la tierra. La gran cadena de la vida es
una de interdependencias, y todos somos responsables al romperla. Podemos hacer del instrumento de la
vida, nuestro cuerpo, un deshecho de los deshechos que hemos hecho con la tierra. Pero también podemos
despertar a nuestra naturaleza humana y saber que nuestra crisis de sentido es una de humanidad.
Podemos hoy humanizar la vida, ascender con la tierra; podemos sentir viva, en nuestra conciencia, la
conciencia de todas las especies extinguidas que un día ofrendaron el fuego de su vida para que nosotros
pudiéramos encender la antorcha de nuestra humanidad.
31
Diez años después del diagnóstico de SIDA, el hombre que ahora veo no es el mismo hombre diezmado por
el desamor y las infecciones repetidas, que hace una década conocí. Miedo de morir, miedo de vivir así,
culpa por vivir o por morir, este hombre bueno tenía posiblemente más de miedo y de culpa, que de
infección. En medio de tantos argumentos, ya no es tan fácil decir si es por un virus lo del SIDA, en todo
caso a él lo del virus le importó mucho menos que la vida. No eligió antivirales pero venció su miedo. No
buscó chivos expiatorios, pero afrontó el sentimiento de culpa que removía sus entrañas. Ordenó su dieta,
sus relaciones, su vida. Ofreció lo mejor de su potencial y empezó a darse cuenta que, más allá del placer,
él podía amar. En medio de su enfermedad comprendió lo mucho que aún tenía para dar y empezó a
ofrecerlo. Se volvió a encontrar con la familia. Con él mismo. Hoy me dice, con nostalgia, que todos sus
amigos tratados de SIDA hace años que murieron, y me pregunta si es cierto que lo del virus es un cuento.
Lo miro, recuerdo el hombre que hace diez años se moría, y sintiendo que la vida es un milagro, le
contesto:.
-Yo no sé si es un virus, estrés opiáceo o inmunodepresión .... todos pueden tener algo de razón. De una
sola cosa estoy seguro: El SIDA ha sido tu maestro.
Lo suyo es una enfermedad terminal decimos los médicos, y comienza para muchos un verdadero infierno.
Veamos lo que podrían respondernos a lo que “normalmente” sigue
M D : - Le quedan a lo sumo cuatro meses .R - Ahora el oráculo de la ciencia, fundado en las estadísticas,
niega la irrepetible individualidad de la vida humana.
R ¿Cuál verdad? ¿ no sabemos acaso que también con las palabras se sana o se mata?
M D : - Le quedan a lo sumo cuatro meses .R - Ahora el oráculo de la ciencia, fundado en las estadísticas,
niega la irrepetible individualidad de la vida humana.
R ¿Cuál verdad? ¿ no sabemos acaso que también con las palabras se sana o se mata?
La del microscopio y la anatomía patológica son la única verdad? ¿Es verdad sólo la verdad molecular?
Todo diagnóstico es una verdad parcial y como tal puede convertirse en una mentira mayor MD: ¡ Pero no
puedes crear falsas esperanzas!
R : Y ¿ es su condena más cierta que mi esperanza? ¿Quién puede decir que mi esperanza es falsa? ¿tiene
algún sentido ético acabar con la esperanza?
“Las estadísticas dicen....”continuamos los médicos convencidos de las validez de las razones de la
ciencia....
Y recuerdo la definición, jocosamente cruel, que alguna vez escuché: la vida es una enfermedad contagiosa
de transmisión sexual que siempre conduce a la muerte. Así que nos deberíamos preocupar mucho menos
por la indefectible muerte que por la vida. El arte de la medicina es el de dignificar la vida dándole la óptima
calidad posible. Eso supone aceptar la muerte, pero excluye los infalibles veredictos que se parecen más
bien a una condena a muerte. Muchos pacientes con diagnóstico de enfermedad terminal, asistieron al
entierro de sus médicos; otros estaban terriblemente sanos hasta el diagnóstico catastrófico de su
enfermedad. En aras de la verdad objetiva no podemos desconocer todas sus verdades subjetivas.
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Hay una forma experimental de estrés, que conocemos como el estrés opiáceo: sucede cuando se priva al
animal de experimentación de cualquier posibilidad de controlar el estímulo nocivo. Esta forma de estrés
agota el sistema inmune. El terror y la desesperanza pueden matar más gente que el cáncer porque ambos
son inmuno-supresores.
Ya al nacer, nuestro ineluctable pronóstico es el de morir, así que esperemos en paz haciendo lo mejor por
la vida , hasta que la hora de la muerte llegue. Afortunadamente quienes fueron declarados clínicamente
muertos y pudieron regresar, nos han traído dos excelentes noticias: 1- La muerte no existe. En el más allá
la conciencia continúa.
2- No existe el infierno.
Talvez el único infierno lo hemos creado nosotros aquí, con nuestro miedo
¿ En algunas ocasiones ya sabe quien le llama, aún antes de que le hablen? ¿ Ha soñado con alguien que
hace tiempo no ve ni recuerda, y a la mañana siguiente se lo encuentra? ¿ Siente una indescriptible
necesidad de darse vuelta para, acto seguido, descubrir que alguien la mira fijamente? ¿ Ha oído hablar
alguna vez de niños que se enferman con la mirada de ciertas personas- mal de ojo- prácticamente
reconocido en todas las culturas?. De pronto no se ha arrepentido de no haberle prestado atención al olfato
de su mujer, cuando le advirtió su desconfianza sobre la transparencia de aquella persona por la cual usted
se jugaba hasta el pellejo?
En una ocasión necesitaba contactar urgentemente una colega médica del Perú para concretar la
realización de un trabajo para la organización panamericana de la salud. Había perdido todas sus
coordenadas en Lima, cuando tuve que viajar a la ciudad de México imprevistamente. Cambié de avión en
Panamá, y en la mitad de ese vuelo, en que seguía dándole vueltas a la forma de localizarla, me dirigí hacia
el baño en la parte de atrás. Y atrás estaba mi médica que como por arte de magia iba también a la ciudad
de México para un congreso de botánica médica. Con una sorpresa inocultable me dice : - doctor, pero si no
he hecho más que pensar en la manera de localizarlo ! Ni en Lima, ni en Medellín, ni por internet nos
habíamos podido comunicar, y henos aquí a treinta mil pies de altura en medio del océano, cumpliendo la
cita que no habíamos podido concertar. ¿ Ha sentido que de pronto una supuesta casualidad le lleva a una
cita con el destino? Muchos renegaron por haber perdido el avión y luego registraron conmovidos el milagro
de haber escapado al accidente fatal de ese avión que se estrelló. Estando en la práctica rural en el macizo
del Darién, la selva entre Colombia y Panamá yo también renegué un día de mi suerte; había salido por
esas trochas para una jornada de vacunación de los colonos, cuando se llegó la noche y me perdí en la
selva . Al amanecer cuando al fin pude salir me encontré toda una familia gravemente enferma que se
pudieron salvar gracias a esa desviación “accidental” de mi itinerario.
No se preocupe, no tiene que buscar a Dios, los ángeles o el demonio para explicar las coincidencias. En el
universo, que lo crea o no, antes de volver a descubrir las microondas y la red, todo estaba ya
interconectado.
Cada vez más desde la física- mucho menos desde la “ciencia” médica- se reconoce un universo conectivo,
indivisible y participativo. Un universo, conformado mas que de causalidades o finalidades, de
sincronicidades, en el que todas las partículas son apenas los puntos de cruce de una red de relaciones
más real que la materia que tocamos. No renuncie a su lugar en esa red universal, que usted está ahora
mismo donde debe estar, y cuando lo viva, con toda la enseñanza que trae su lugar, seguramente la
corriente de la vida le llevará a aprender en otro lugar una nueva lección.
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En el extraño arte de enredar lo que es en esencia sencillo por que es íntegro, hemos recorrido por todas
las medicinas separando la religión de la ciencia, la ciencia del arte, ambas de la cultura. Y así, separamos
también la materia del espíritu, el cuerpo del alma, la consciencia del cerebro, la cardiología de la
neurología, la medicina de su humanidad y la psicología del alma humana que decía estudiar. Hoy mismo
hemos llegado a separar en la práctica- obviamente no en nuestras teorías- la salud de la alimentación. En
los hospitales se mandan dietas hiposódicas, hipo o hipercalóricas, hiper o hipoproteicas, pero no se sabe
nada de nutrición. Aún hoy los genios de la medicina molecular pretenden reducir la vida a ecuaciones
ocultas en el genoma humano, y hasta nos dicen, cosa ya trascendida por la ciencia normal, que la emoción
o la personalidad nada tiene que ver con enfermedades orgánicas como el cáncer. Pero para algunos
adalides de la ciencia moderna, la medicina pareciera ser no más que el estudio de un especimen de fósil
animal, definido por el análisis de tejidos y sustancias muertas. Si el paciente nos pudiera preguntar por lo
que dice el último Journal sobre la actividad mitocondrial de los linfocitos T de una cepa x de ratones, talvez
contestaríamos más fácilmente que a la pregunta cotidiana: ¿ Dr qué debo, o no, comer?
Ahora y aquí son posibles todas estas cosas. No somos un número de historia clínica, ni el del cuarto 333,
ni una neumonía, ni un cáncer. Nuestro nombre, no es el de la enfermedad. No se puede asimilar la vida
sólo a la visión estrecha de un complejo orden molecular. Si hay personas que se curan del cáncer, es
posible revertir el cáncer; si hay milagros, los milagros son posibles. Un día una abuela me dijo que no podía
morir de un cáncer metastásico avanzado porque sus nietos se habían quedado huérfanos. Y vivió, con
calidad de vida, más de doce años hasta que el primero de ellos pudo hacerse cargo de sus hermanitos. En
otra ocasión, una monja ciega por un inmenso e inextirpable tumor cerebral recuperó no sólo su visión, sino
con ellas todas sus funciones inmediatamente después de una oración colectiva de los niños de las granjas
infantiles en las que servía. Un adicto que vivió más de quince años en la calle es hoy un padre ejemplar y
director exitoso de un reconocido centro de tratamiento y reeducación de adictos. Los sanadores que
practicaban una técnica de toque terapéutico, lograron inducir picos de voltaje enormes en los cuerpos de
los sanados sin ningún contacto. Las manos de un sanador entrenado pueden lograr un efecto regenerador
sobre la actividad enzimática de la tripsina sometida a la radiación ultravioleta similar al logrado con un
campo de 13000 gauss (El gauss es una unidad de medida de la intensidad del campo magnético).
Veamos ahora cómo todo este inescrutado potencial humano tiene su correspondencia en el orden
molecular.
34
Muchas de las macromoléculas biológicas se comportan como cristales con efecto piezoeléctrico, capaces
de generar corriente eléctrica directa que actúa sobre toda la fisiología: La misma melanina, esa molécula
que produce el pigmento de la piel, se comporta como un supercomputador biológico, capaz de producir una
vibración mecánica ( fonón) a partir de un cuanto de luz ( fotón). Las células están equipadas con
glicosaminoglicanos, polímeros biológicos que funcionan como antenas capaces de detectar señales
biofísicas de mínima intensidad. La aplicación de campos magnéticos débiles pulsados a frecuencias
precisas cambian la permeabilidad selectiva de la membrana celular a ciertos iones, en función del tipo de
frecuencia empleada. La célula misma ha sido concebida por el Nobel Szent Gyiorgi como un plasma
electrónico activado, y su vitalidad descrita en función de la concentración de electrones por unidad de
volumen. El ADN, es considerado hoy, en la emergente ciencia de la fotobiología, como un polímero
complejo con capacidad de almacenar fotones o cuantos de luz que se emiten coherentemente,
estableciendo las bases moleculares para una transmisión biofísica de información. Los tejidos en proceso
de reparación emiten una radiación procedente del ADN conocida como la radiación foto- reparadora. Ya
desde el primer tercio del pasado siglo Gurvitch, investigador ruso había descrito la radiación mito-genética,
una radiación proveniente de un tejido vegetal en proceso de crecimiento que incrementa la tasa de
crecimiento de un tejido del mismo tipo. La investigación posterior demuestra que esta radiación pasa a
través del cuarzo y no del vidrio por lo que se ubica también en el rango ultravioleta del espectro. Pero no
sólo las moléculas y las células tienen un potencial de comunicación a través de emisiones
electromagnéticas; como sería de esperar, por las propiedades de sus propios componentes, todo el cuerpo
emite y recibe señales que determinan su status energético . El potencial de los puntos de acupuntura
cambia durante las tormentas solares en buena parte de las personas. Un órgano enfermo genera una
alteración del potencial sobre ciertos puntos de la piel adscritos al órgano y descritos en la electroapuntura
según Voll ( Del alemán Reinhold Voll precursor de los métodos de bio-resonancia) El potencial humano, no
es un simple subproducto, producto de actividades en el plano físico-químico. Que sus emociones y su
mente tengan un efecto regulador sobre la salud es una cosa. Pero que un hombre pueda desarrollar la
habilidad de vehicular a través de su propio campo de energía una información que restablezca el equilibrio
de otro ser humano, de un animal, o de un cultivo de bacterias, es algo bien diferente, que nos debe llevar a
una reformulación de nuestros conceptos de conciencia, información, energía y materia. Miles de
experiencias realizadas con todo el rigor científico, hacen insoslayable emprender científicamente la
consideración de este tipo de fenómenos, que rebasan con mucho el consabido argumento del efecto
placebo. Pero al margen de su utilidad en el campo de la medicina, que nos lleva a replantear la
participación del individuo en la gestación de su propia salud, la consecuencia más importante del modo de
acción de las energías sutiles en términos de humanidad, es que todos somos responsables de todos.
El caracter. La visión.
Biosíntesis 2
EL CARÁCTER.
Este tema es parte de un trabajo sobre el carácter, dentro de las conferencias en el tema de sintergética en
la sede de Amibio ( asociación de médicos e investigadores en bioenergética). Año 2000.
Aprender a manejar el 6º centro (Ajna) es muy importante porque tiene que ver con la estructura del
carácter, y este no es sino la estructura de bombeo de la energía en el sistema energético vital. Es decir, a
la luz de las enseñanzas de Wilhem Reich, el carácter no es un embeleco sicológico, sino la estructura que
permite la circulación de la misma energía; permite también la relación con uno mismo y con el medio
ambiente.
Esta el polo neurosensorial que puede ser concebido como el polo cefálico. Toda la información entra por
esta zona y por los respectivos órganos de los sentidos.
Al organismo la información entra por los ojos y obviamente entra por el 6º centro, el cual es el principal
punto de entrada de la energía para el manejo de la sanación, y por eso una de las normas de esta es
mantener La Mente firme en la Luz. Esta información es prana y este es el que se vehicula al efectuarse la
terapia. Nosotros recibimos y emitimos prana y el 6º centro es un punto clave en esto porque:
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1. Es el centro de síntesis de la personalidad, de la triple personalidad.
2. Recibe triplicidad de energías de los tres pares fundamentales correspondientes a los tres dipolos de
centros (1º - 7º, 2º - 5º, 3º - 4º) y se expresan a través del 6º centro.
El carácter es algo que se elabora y se plasma en la vida cotidiana, o sea que somos arquitectos del
carácter. El temperamento es lo que se hereda, es el sustrato portador; la onda portada es el carácter y esto
es una hechura nuestra. Como el carácter es aquello que plasma la relación entre la personalidad y el alma,
se convierte en algo muy crítico y muchas cosas dependen de él. El factor predisponente de muchas
enfermedades subyace en la estructura del carácter y este determina que una información sea patógena o
se convierta en una lección de vida. Hoy se verá desde la concepción de la sintergética y del polo
neurosensorial lo que es la estructura del carácter, integrando varias concepciones:
Integraremos los tres para consolidar una estrategia total de trabajo con el carácter.
Se ha hablado que lo importante frente a la enfermedad son las actitudes y que el riesgo de enfermarse
depende de hábitos, los cuales son actitudes centralizadas sobre los sentidos; pero los hábitos y las
actitudes tienen su sustrato en el carácter y por eso se tiene que hablar de este; sabiendo como construir un
carácter sano para poder activar la carga del sistema, el polo neurosensorial, o sea hacer el trabajo con los
siete centros de la cabeza, los siete centros de la cabeza donde esta representado un símbolo de todo el
hombre. Vamos a mirar entonces la estructura del carácter:
El carácter tiene una cierta condición la cual llamaremos temple. Para que este produzca su nota tiene que
tener un determinado temple, el cual no puede ser ni rígido, ni flojo y de hecho nosotros podemos decir que
los caracteres patológicos se pueden dividir en cualquiera de estos dos extremos:
1. Un carácter rígido que no se adapta al medio ambiente, que pierde adaptabilidad, tolerancia.
2. Un carácter flojo el cual es uno que aunque tiene un extremo de adaptabilidad, pierde individualidad,
autoreconocimiento, imagen de sí mismo.
Entonces vemos en esta concepción nosológica como se tiene un primer elemento, o un primer movimiento
y es el eje de adaptación, el cual tiene dos polos, uno de autoreconocimiento, es lo estético, el yo; y uno
adaptativo donde surge lo ético y el nosotros. Entre estos dos polos existe una tensión, la cual permite que
esta línea (el carácter) como una cuerda vibre, y esta vibración o comunicación es la adaptación. Este grado
de temple es lo que llamamos el carácter. En realidad tenemos que trabajar para templar el carácter y esto
significa generar una tensión entre el polo de autoreconocimiento y el adaptativo. Cuando el primero
predomina, el carácter es rígido, al contrario si es el polo adaptativo el que predomina, el carácter es flojo;
pero si hay un flujo adecuado entre autoreconocimiento y adaptación la cuerda vibra o sea que el carácter
tiene temple y será suficiente para que la personalidad de su nota o pueda emitir su música. A todo esto se
llamará TEMPLAR el carácter y templarlo es hacer que sea bueno (un buen carácter). Un carácter rígido es
un mal carácter y uno flojo es una descaracterización. Al regañar las abuelas por ejemplo decían: usted es
un descaracterizado y estas cosas a las cuales muchas veces no se les da significado, tienen uno muy
profundo. Los descaracterizados no tienen identidad personal, pero tener un mal carácter es tener un
exceso de identidad personal, la cual impide el reconocimiento de los demás, o sea que nos estamos
moviendo en la cuerda del carácter, el cual es el eje adaptativo y a eso lo llamamos TEMPLE.
Cómo construir entonces un buen carácter que es siempre la primera parte de toda auténtica sanación?
Alguien diría que se debe trabajar con el alma, pero si esta no tiene un vehículo de expresión en un buen
carácter, en realidad es como si el alma no existiera. Otros dirían que se debe trabajar con la personalidad,
que esta formada por el carácter , lo otro ya lo heredamos (el temperamento). Se debe entonces trabajar
con el cáracter que tiene una faceta mental, otra emocional y otra físca-etérica.
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Ese carácter esta resumido en tres vectores que apuntan al sexto centro y este alimenta los chacras
(centros) oculares; a su vez estos alimentan nuestra visión del mundo. Los ojos no sólo son para ver
externamente, sino que son también un vehículo de la visión interior, de la visión total a través del sexto
centro. Así no solo se ven cosas con los ojos, sino que se tiene visión interna ya que esta como todos los
órganos de los sentidos es algo que se produce dentro del cerebro y este universo interior depende del
grado de apertura de los centros oculares (chacras).
Lo que se ve es una verdad y esta siempre es relativa; se llama una certidumbre. No se ven cosas ciertas, si
no que se perciben certidumbres lo cual es una visión desde el carácter. Este necesita certidumbres.
Cuando no se ha constituido el carácter entonces existe incertidumbre, la cual es buena parte del origen de
nuestras enfermedades porque lleva a una pérdida del control.
O sea que necesitamos “abrir los ojos” para tener, aún con los ojos cerrados, certidumbre y esta da sentido
y coherencia a todo. Así, se sale de la duda o de la incertidumbre, al abrir los ojos en la crisis del despertar.
Se tratará de verlo:
Un buen carácter fluye en un eje horizontal, lo cual significa un diálogo adaptativo entre lo estético y lo ético,
entre el yo y el nosotros. Ese buen carácter depende de las entradas de energía al sistema energético vital y
todas ingresan al organismo por el polo neurosensorial, el cual tiene 7 centros; los oculares, sirven para ver
en el sentido oculto, o sea para percibir lo cierto, o la certidumbre; para vencer la incertidumbre o para dar
coherencia a la vida, lo cual hace ver que esta tiene un sentido, es decir que esta llena de propósito; aún la
enfermedad, el dolor y la muerte tienen un propósito. Lo que quiere decir que cuando abrimos los ojos, se
amplía nuestra visión y esto es ampliar el horizonte que es otro término para decir ampliar la banda pasante
(lo cual se hace para tener claridad). Los ojos son los instrumentos del elemento fuego el cual produce
claridad, y esta a su vez es producto de la transmutación porque revela el contenido por debajo del
continente ( al tener claridad también se amplía la visión). Tener claridad es estar en control de la vida y por
eso la primera condición de un buen carácter se llama control. Se tiene control cuando se tiene coherencia,
sentido de vivir, cuando se ve que las cosas están llenas de propósito; cuando se tiene un horizonte de vida,
una perspectiva amplia y abierta. A esto se llega cuando se despierta, lo que es una manera de abrir los
ojos, los ojos de la mente y así la visión puede ser interior, descubriendo que el universo es interior y que
somos nosotros los que le damos coherencia a este, no es que este sea coherente afuera; se puede
construir y revelar esta coherencia interior cuando se tiene control.
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Primera norma entonces abrir los ojos de una manera literal. Un buen terapéuta lo que hace es trabajar
sobre el carácter y este es su sustrato básico, su materia prima. Para trabajar sobre el carácter se tiene una
puerta de entrada o un primer camino que se llama el despertar; y uno esta ahí para despertar al paciente.
Se ha visto que muchas enfermedades son una pérdida del sentido, una pérdida de la consciencia; así, se
gana sentido cuando se gana consciencia y esto sucede cuando se despierta ( se despierta cuando se
reconoce el valor de la crisis). Se despierta siempre al significado y desde la amplia visión la vida es
siempre significativa, la enfermedad, el dolor, el cansancio, la muerte, el absurdo, todo súbitamente adquiere
un significado. Cuando se ayuda a revelar el significado, cuando se contribuye a revelar el sentido, se están
abriendo los ojos, se esta abriendo también el sexto centro, porque todo auténtico sentido es sintético, todo
auténtico propósito es sintético, no es parcial, es siempre total y se esta integrando todo en un contexto
significativo. Vemos entonces que la significatividad depende del contexto y este a su vez depende del
ángulo de visión, del lugar de la visión. Si se esta en la base de la montaña todavía se tienen muchos
puntos pero si se esta en la cima no se tiene sino un solo punto de observación desde el cual se puede
reconocer todos los puntos cardinales, tener una visión más amplia, de mayor perspectiva o sea
incrementar la perspectiva de la visión. Nuestras enfermedades se dan cuando la visión se acorta, o cuando
la visión se alarga. Se debe tener entonces un pensar global, visualizando la totalidad y actuando
localmente. La visión tiene un cristalino que se acomoda y ve el paisaje, ve el trasfondo, la totalidad, y
después da el paso que le corresponde, es decir acomoda su curvatura para poder actuar local. Pensar
global y actuar local. Cuando se piensa globalmente y se actúa globalmente, se es hipermétrope, y cuando
se piensa localmente y se actúa localmente se es miope. De lo que se trata es de resolver esto, saber mirar
a distancia y actuar localmente. Pensar global, actuar local es un objetivo que permite despertar; dormir es
ser hipermétrope o miope todo el tiempo, y despertar es hacer la sístole y la diástole, es decir ver a distancia
y mirar localmente de una manera permanente. Esto se llama despertar, lo cual no es solo tener los ojos
abiertos, sino adaptarse y esto es tensar la cuerda de la adaptabilidad entre el yo y el nosotros. Esto es muy
importante porque si nos quedamos solo en Reich nos quedamos haciendo muecas o teniendo los ojos muy
abiertos, abriendo la boca o estirando la piel de la cara, pero realmente se trata de ir mas allá del cuerpo.
Así, abro los ojos cuando me adapto, los abro cuando paso más allá de la crisis del despertar, cuando se
revela el significado de todo lo aparentemente accidental; en ese momento se abre la primera puerta de
entrada y la máxima batería de carga del sistema energético vital que son los ojos. Muchas enfermedades
son por lo que no se quiere ver, pero no sólo por esto, sino por lo que no se sabe ver. Así que no se
reconoce el mundo porque no se han abierto los ojos y no se ha aprendido a utilizarlos. El instrumento de la
visión física es apenas un lejano símbolo de la mirada emocional, mental, espiritual. Se tienen todas esas
miradas simbolizadas a nivel de los chacras oculares y se pueden utilizar los ojos para cargar el sistema
energético vital. Este se carga entonces con la claridad de la visión y esta claridad es literalmente luz, pero
no en términos de fotones solamente, sino claridad que se refiere a todos los planos de la existencia, ya sea
físico, emocional, mental, y espiritual; o sea que los ojos son instrumentos diseñados para cargar con la
energía de la sustancia luz todo el sistema energético vital; y se logra cuando se entra en control, es decir
cuando se sale de la incertidumbre y, a pesar de la relatividad de todo, se encuentra que todo por
contradictorio que sea, tiene un sentido. Eso es tener la vida bajo control, no es estrecharse, no es
reprimirse, sino ser el dueño de los eventos; no ir a la deriva sufriéndolos, sino tener el timón, el cual es
tener siempre una correcta visión, y esta es control. Yo tengo el control, cuando tengo el mando cualquiera
que sea el viento que sople, o cualquiera que sea la corriente de la vida, o las condiciones, si se tiene el
timón, se puede aprovechar todas las circunstancias por negativas que parezcan, como eventos
significativos para mejorar la evolución, para alcanzar más pronto la síntesis.
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Se debe probar que tan lejos puede mirar una persona.Con un punto de vista global, normalmente la visión
perece perderse en la distancia; y en un tema concreto, esta parece acercarse. Se debe ser capaz de ver en
el interrogatorio como la persona cambia el enfoque de sus ojos y así se determina el grado de temple, o de
adaptación que ha alcanzado a través de los anillos oculares. Cuando la visión del mundo en una persona
cambia, su mirada cambia automáticamente. Saber ver esto es muy importante y además tiene lateralidad;
siempre existe un ojo emisor y un ojo receptor. Existen técnicas para invertir esta función, pero siempre
existe una diferencia de potencial entre los dos ojos, que permite reconocer la calidad o cualidad de los ojos;
permite reconocer que los ojos deben tener un punto de enfoque, el cual cuando no existe genera una
disociación a pesar de que uno reciba y el otro emita. Están disociados, lo cual impresiona; la persona que
no esta centrada tiene un ojo perdido y esto es terrible porque produce una sensación de disarmonía
independientemente de un problema neuromuscular. Por ejemplo si la mamá lo dislateraliza, el ojo
correspondiente al hemisferio derecho (dominado) se desvía.
Frente a un tema con el cual no se tenga temple (adaptación), es decir un conflicto no resuelto, un
hemisferio se pierde y con el se desconecta un ojo, perdiéndose la visión consensual. Se pierde la
perspectiva de integración de los dos ojos. Se debe estar alerta, porque este ojo desviado impide que el
hemisferio correspondiente se nutra y por lo tanto un hemicuerpo no se nutre porque la carga cortical esta
perdida. Esa es la importancia de hacer un diagnóstico de Control, un diagnóstico semiológico no sólo un
interrogatorio. Esto permite conocer donde se pierde el control ( todos tenemos terrenos donde se pierde).
Dónde se ancla la mirada?, cerca? lejos? se adapta, es decir, se contrae o se amplia según las
circunstancias.
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Los ojos tienen además el globo ocular y este en sí es un cerebro, en el cual la parte más externa de ese
cerebro es la retina. El globo ocular tiene una polaridad, siendo eléctricamente positiva la parte anterior y
negativa la posterior; y es como el ying dentro del yang, ya que el cerebro tiene una polaridad contraria
(negativa anterior y positiva posterior). Esto no sólo es una curiosidad, sino que tiene una dimensión a nivel
terapéutico. Así: la retina eléctricamente negativa, el cristalino neutro y la cámara anterior positiva y estas
polaridades se pueden medir con un pequeño imán. En pacientes con cirugía ocular que no se reponen
rápidamente como el oftalmólogo espera, tienen una alteración de esta micropolaridad y frecuentemente
una inversión en la macropolaridad cerebral y todo esto esta relacionado con la visión el mundo. Cuando de
el ojo se evalúa por ejemplo la cámara anterior solamente, nos damos cuenta que existen polaridades, por
ejemplo en el iris, negativa superior y positivo inferior, negativa izquierda, positiva derecha; así un polo
electronegativo y otro electropositivo. Desde el punto de vista de la respuesta al color, esta es también
secuencial, con zonas de baja, medias y altas frecuencias. Así se descubre como lo que se llama la visión
tiene un carácter eléctrico, con el color, con el electromagnetismo, con la sicología, etc. Así se puede ver por
ejemplo la razón de la iridocromoterapia, de terapias con campos magnéticos, la razón del generador de
frecuencias cerebrales (isis); del estudio de todo el ordenador ocular que es un ordenador de carga de todo
el sistema energético vital. La visión y el control son tan importantes porque sin visión no hay control,
entendido control como significatividad, como lo que puede aportar dirección y constituirse en la brújula de
un sistema, es un instrumento de dirección, no es la dirección en sí. Los ojos no son dirección, son
instrumentos de ella. Por eso es tan importante el hecho de que ese control tenga un influjo
neurovegetativo. Esto es clave. Por ejemplo cerrando los ojos y poniendo un color en la piel, se pueden
registrar potenciales evocados en el tálamo, lo que indica que la piel esta viendo ese color pulsado. La piel
ve ese color porque el sistema neurovegetativo como tal es un órgano primitivo de la visión ó de la intuición
y porque a través del ganglio cervical superior el neurovegetativo esta comunicándose con la epífisis. De tal
manera que la luz registrada por el neurovegetativo viaja a través del ganglio cervical superior, impacta
sobre la epífisis y vía este órgano y melatonina y todos los mecanismos que conocemos desencadena
potenciales evocados como los que desencadena la visión ordinaria. Eso quiere decir que los ojos son el
símbolo de la visión, son el órgano de la visión, pero no el único. Se ve con todas las células, con todo el
cuerpo, con la epífisis; esta tiene embriológicamente células fotosensibles, las cuales en el caso nuestro se
han especializado por otro lado, pero siguen siendo capaces de ver la luz. Entonces miremos algo que es el
ordenador ocular y cuando se habla del polo neurosensorial, se habla de un primer anillo caracteriológico, el
cual es el anillo ocular, que es una frontera semipermeable e inteligente del procesamiento, no sólo de la
luz, sino de la visión, desde el plano físico hasta el síquico. Ese anillo ocular es la puerta de entrada del
ordenador, de un gran ordenador, el cual tiene un punto crítico en el quiasma óptico relacionado con la
hipófisis y con el hipotálamo, en el nivel de los núcleos críticos de los ritmos biologicos; y así se empieza a
introducir algo muy importante acá y es que en el ordenador ocular, la carga neurosensorial óptica del
sistema es un modulador de ritmos. Así se empieza a ver que control es dirección rítmica y no sólo dirección
rígida. Ya se veía que el control es la clave de la adaptación, pero esta siempre es pulsátil; entre el yo y el
nosotros existe una pulsación que implica dirección rítmica y esos ritmos están incluidos en el núcleo
supraóptico y supraquiasmático, exactamente sobre el quiasma óptico. A través de estos núcleos están
comunicados estos ritmos con la epífisis y en esta con las células que producen catecolometiltransferasas,
la cual es clave en la conversión de serotonina en melatonina. Existe un control rítmico en el sistema
energético vital relacionado con la visión del mundo y ella esta reflejada sobre los anillos oculares, los
cuales están conectados con el quiasma óptico, con el núcleo supraóptico, el supraventricular, el
supraquiasmático que son las fases críticas en el control del ritmo y a través del hipotálamo, ganglio cervical
superior estan conectados con el neurovegetativo. Además ,recordemos que el hipotálamo es el cerebro del
sistema neurovegetativo y este es la brújula del sistema. Así los ojos son como dos ganglios simpáticos
modificados, una brújula del sistema que ya no sólo procesa campos magnéticos, sino también la luz, las
emociones, la mente, el espiritu... Entonces se tiene en esta fase que la vía óptica va al quiasma, hace el
cruce que es decusación y esto es consciencia. Se debe tener en cuenta que las cosas no se cruzan por
azar. En el centro de todo cruce existe un vórtice de conciencia igualmente. En este punto que está
sometido al influjo hipotalámico, tenemos las aferencias al tálamo óptico y este tiene un núcleo que es el
cuerpo geniculado lateral y aquí aparece otro elemento trascendental: 136 millones de receptores en la
retina para conos y bastones que convergen, esto permite que la luz que entre converja en el nervio óptico
136 millones de receptores desembocan en un millón de fibras de este nervio; es decir, la información que
viene con la luz se codifica en señales que viajan por el nervio óptico y esto significa una gran economía
energética, una concentración, una convergencia, (que es una estrategia de la evolución). Esta
convergencia resuena con la epífisis y luego se proyecta al tálamo donde luego diverge, multiplicándose
porque existen más de 10 millones de receptores a nivel del cuerpo geniculado lateral en los tálamos
ópticos. Hasta aquí las cosas van bien, pero ocurre algo muy importante y es que en el tálamo óptico, el
cuerpo geniculado lateral genera una derivación la cual conecta al sistema límbico. Así que lo que se ve
tiene un constructo afectivo que esta siendo procesado de una manera emocional, en el sistema límbico,
específicamente en el núcleo amigdalar superior. La amígdala es un centro pequeño con tres en su interior;
el superior regresa y se comunica con el hipotálamo, el cual genera una cantidad de reacciones
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neurovegetativas, se entiende porque al ver algo que impresiona se erizan los pelos”, lo cual no puede ser si
no através de la vía neurovegetativa y el hipotálamo. Se erizan los pelos no porque si, sino porque lo visto
tiene un contenido afectivo dentro de su programación, positivo o negativo. Así una visión puede generar
una reacción de fuga y entonces se cierra el circuito hacia lo emocional y se ve que este sistema límbico
esta conectado a través de la amigdala superior con el hipotálamo, la amigdala media con el tálamo, la
formación reticular y los circuitos ascendentes, de la sustancia gris periacueductal, muy importantes en el
manejo del dolor, de la culpa; la amígdala inferior esta relacionada con todas las aferencias sensoriales que
llegan a la corteza sensorial asociativa. Miren donde vamos con una visión, con una imagen que se recibe y
que fecunda el quiasma, el núcleo supraquiasmático, el núcleo supraóptico, la epífisis, los ritmos
melatoninérgicos, el sistema límbico, la amígdala superior, el hipotálamo, todo el sistema neurovegetativo y
a través de la amígdala media el tálamo, la formación reticular, la sustancia gris periacueductal, y todos sus
núcleos peptidérgicos y además todas las aferencias de las cortezas sensoriales accesorias a nivel fronto-
parieto-temporal en su parte basal.
Por eso se comprende que modular el carácter, trabajar con el control a nivel del 6º centro, es trabajar con
la posibilidad de darle una dirección rítmica, significativa a las aferencias, a lo que se ve. Por eso se ve
como a nivel del ordenador óptico se puede tener control. Pero el ordenador óptico es por ejemplo, la
mirada del médico y si esta es mecánica, de hostilidad, de indiferencia, la amígdala, el hipotálamo, el
tálamo, el sistema límbico del paciente ya esta procesando esto. No tienen que estar juntos, ya el paciente
sabe quiénes son ustedes, su cerebro y todo su ordenador visual a través de su mirada esta alimentándose
de la del médico y en la mirada de este esta inmersa toda su visión del mundo, la manera como mira el
mundo.
Después viene la corteza occipital más compleja donde se están elaborando las imágenes visuales, que vía
los fascículos fronto-occipitales están comunicados con la manera como se procesa el mundo
emocionalmente en la parte fronto-orbitaria medial y como se procesa intelectualmente en la fronto-orbitaria
dorso-lateral. O sea que esa imagen que se tiene allí grabada esta determinando a la vez la construcción de
la personalidad, del carácter. Algo muy distinto a lo que se ha imaginado hasta ahora. Así, una sola imagen
que un terapeuta le presente al paciente es total y puede estar nutriendo todo su sistema energético vital.
Por eso un segundo en la terapia de un terapeuta que tiene una amplia visión del mundo (con comprensión
amorosa), puede ser más significativo para el paciente que cinco horas o toda una vida de terapia
mecánica. Cómo se abren entonces los ojos, el polo neurosensorial, cómo se abre y se utiliza el principal
instrumento de carga? Bàsicamente trabajando sobre la actitud y el que ve es el observador, porque si no se
observa, no se ve; mira pero no ve y son distintos porque ver involucra la conciencia, mirar es como tener
una pantalla, como una fotografía, la cual esta llena de vida y significado, sólo cuando se ve. Entonces la
actitud es la del Acecho y esta es la actitud del observador; es despertar y no se despierta si no se sacude y
lo que sacude son las crisis, una enfermedad por ejemplo. Muchas veces la persona que esta cerca del
despertar es la que esta enferma, esta en una plena sacudida que lo lleva a ser vigilante de lo que hace con
su vida, o sea al acecho y en este estado, repito, esta en la actitud del observador. El observador es aquel
en nosotros que trasciende los fenómenos, lo fenoménico. El observador siempre es desapasionado,
porque una observación apasionada es condicionada y por lo tanto imposible. Así, el observador debe ser
desapegado, trasciende la relación sujeto-objeto, comprende su relación y le asigna un significado. El
observador no es el que mira, ni lo observado sino, que es el que comprende el significado, el cual siempre
está ligado al Alma. El observador asume el papel del pensador, que no es el pensamiento, ni el objeto del
pensamiento, pero esta en el vacío entre ellos; allí habita el pensador, el observador. Ese vacío se llama
presente. Ver en presente es posible desde el ser y es nuevamente estar al acecho; ser sensible y de nuevo
el código de la sensibilidad es el código del corazón, el órgano del tacto y el objeto del fuego. El fuego arde
en el corazón cuando la visión es clara y en ese momento en palabras del Zen, uno es el blanco, o sea uno
ya no da en el blanco afuera porque apunta en su corazón, en la sensibilidad y este es un momento mágico,
tierno, en presente. Así, la diferencia es entre estar o no en presente y si no se está en presente, se mira
pero no se ve, sólo se graban imágenes que vienen del pasado y se la superpone o la proyecta al futuro.
Pero al acecho, se está en presente; o sea volver a inculcar en la gente la actitud del observador, porque si
no se es éste, se es la víctima que es la desviación personal de los pacientes, sentirse víctimas de los
demás y es lo que más aumenta el dolor y la fricción de la enfermedad.
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Pero en el observador no existe la víctima. Por ejemplo, si cavo un pozo y me lleno de ampollas las manos,
me quejo y me identifico con quien cava el pozo. Si no he acabado el pozo y veo que está mal hecho, me
quejo del pozo, o sea me identifico con él; pero si se observa un pozo siendo cavado, no me quejo, y esto
se refiere al tercer punto focal de la conciencia: además de los dos ojos para enfocar, este tercer punto es el
6º centro, que es el centro de síntesis. A este nivel se esta al acecho. Aquí está el observador, la síntesis de
la personalidad y la clave para construir un buen carácter. Desde el 6º centro se da entonces la primera
carga del sistema neurosensorial (a través de la actitud del observador y el acecho que es ver la vida en
presente). En presente no se tiene un enfoque de larga o de corta perspectiva, sino un enfoque de síntesis,
el cual permite en cada instancia y cada momento tener la visión justa. En la actitud de acecho se ve global
y se mira local. Mirar se hizo para lo local y ver se hizo para lo universal. Esta es una introducción a la
sintergética y al manejo de los anillos, trascendiendo en mucho la clásica visión de Reich(del cuerpo
solamente) a una visión total que incluye a este pero que es mucho más global.
... Cuando hablamos de la vida, no nos referimos solo a la vida orgánica o a la vida en términos
moleculares; nos referimos a una corriente de la conciencia en la que podemos volvernos a sentir partícipes
de la creación y ser concientes de nuestro rol como cocreadores.
Antes de cualquier rol, actividad o profesión tenemos como común denominador el de nuestra humanidad.
Cuando asumimos plenamente nuestra humana identidad de hombres y mujeres que participan de una
común humanidad, rescatamos la conciencia de ser aprendices que viven la vida misma como un continuo
proceso de aprendizaje; proceso que enciende un fuego en el que nos consumimos para evolucionar,
elevándonos hacia la claridad del cielo de la mente que nos humaniza.
Nos humanizamos cuando restauramos los órdenes del amor. Curar, sanar, acompañar, es ayudar a que
esos órdenes del amor se restauren. Y los órdenes del amor, en el sentido de Bert Hellinger, representan la
posibilidad de vivir la hermandad como condición de nuestra humanidad.
En última instancia, todos estamos hechos de lo mismo. Con todo, estamos constituidos de unas cuantas
partículas subatómicas, cuyos patrones de organización cambian en el espacio-tiempo, revelándose como
diferentes niveles de conciencia.
Cambian de organización los átomos y sus orbitales; esos cambios de cantidad y de orden se dan en torno
a la misma sustancia básica que simplemente no existe como materia, pues no está constituida de cosas
materiales sino de patrones de relación. Todo, aún nosotros, puede mirarse como campos de patrones de
organización que son a su vez la expresión de patrones de relación. Una estrella, un átomo, una sociedad,
un deseo, un cáncer, todas las cosas, mas que cosas, son patrones de relación que se revelan en el tiempo
como frecuencias o vibraciones, y en el espacio, como disposición geométrica de unidades, que a su vez
son patrones relacionales. En esta visión, un cáncer, por ejemplo no es necesariamente catastrófico, pues
en el seno de la catástrofe y el caos la potencialidad de un nuevo orden acecha.
Desde el punto de vista sistémico, puede decirse que la vida es un patrón de organización de frecuencias
diferentes que constituyen, por su alternancia, conjuntos de patrones rítmicos. Al conjunto de esos patrones
los podemos vislumbrar como una “onda ondeante”, una gran onda de ondas portadoras y portadas, dentro
de un contexto, que es a su vez un océano de ondas.Y la enfermedad es una dis-ritmia o alteración de
patrones de frecuencia, hecho que podemos constatar clínicamente al ubicar la condición de salud dentro
de una banda pasante o rango óptimo de frecuencias.
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Con este tipo de modelo contextual nos introducimos en la visión de la Relatividad, para la que todos los
fenómenos a describir dependen de la posición del observador. En un contexto sintergético como el que nos
ocupa hoy, el Sanador o terapeuta elabora sus textos o programas terapéuticos a partir de un contexto
único, fluido y cambiante, como el de la onda ondeante de cada vida. Todo cuanto ese observador observa
son manifestaciones de la energía; si su posición de observación es la del bioquímico, la energía será
observada como materia; si es la de la cibernética, la energía será descrita en términos de información; en
la medida en que la posición del observador se eleva, su observación de la energía abarca un rango de
frecuencias más altas y por tanto más sutiles, y con mayor capacidad de portar información. Así su visión
será más sutil, total y sintética, hasta alcanzar el nivel en el que todo, materia, información, y la energía
misma serán descritos como diferentes niveles de conciencia.
La evolución de la vida se inscribe en redes de materia, de energía y de información, que son sólo los
distintos niveles de una sola red de conciencia. No es un asunto sólo conceptual de implicaciones sutiles.
No. Esas redes están allí soportando la estructura de todo el sistema energético vital, y son los clásicos
sitemas conocidos en todas las medicinas, que podemos reducir a una red neural, una red endotelial y una
red de colágena, soportadas en unidades moleculares que se que se comportan como polímeros complejos.
Si hay una ruptura de la red que representa, por ejemplo, la función hepática normal, va a presentarse
irascibilidad, competitividad, posesividad, impaciencia, etc. Lo cual refleja la congestión o fricción que se da
en la onda ondeante compleja que involucra las células hepáticas, su representación cerebral y su
correlación emocional, inseparable del nivel material. Un sanador revela ese orden implícito y descubre un
significado. La enfermedad se asocia a un desorden o caos que contiene en su interior un germen de orden,
lo que permite una nueva emergencia. Lo importante es revelar el orden implícito, que a su vez es sentido o
significado. Cuando se aprende el sentido de la enfermedad, ésta ya deja de ser necesaria, pues en cierta
forma ha cumplido su función -lo cual implica que la enfermedad puede tener un propósito o sentido y no
siempre constituye una catástrofe-. Aprender el sentido no es sólo algo de “conciencia conciente” pues en el
lenguaje habitual desafortunadamente hemos confundido la consciencia con lo que es accesible al intelecto,
negando la conciencia que se manifiesta a otros niveles como el átomo, el inconsciente, o la intuición.
También se aprende el sentido a nivel molecular; todos los sistemas biológicos pueden ser concebidos
como sistemas de aprendizaje. El sistema inmune aprende, memoriza y recuerda como el cerebro, y por
tanto también tiene un código de lectura y su propia interpretación de antígenos diversos; pudiérmos decir
así, que también la inmunidad tiene un sentido biológico inseparable de la evolución del ser que la
manifiesta. Hablar de sentido, implica aquí significado evolutivo, en si mismo un contexto de una amplitud
mucho mayor que el contexto corriente en el que el significado se inscribe sólo en la posibilidad de atribuirle
a algo un sentido ligado a nuestra percepción consciente.
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La vida es un patrón de orden con un común denominador lleno de sentido; alguien decía que se puede vivir
de muchas maneras, pero sin sentido no se puede vivi,r pues esto sería perder el propósito, la dirección y el
significado de lo que se hace.. Pero, cuál sería el común denominador entre materia y energía, o entre un
rayo laser y una aguja, una aspirina o un buen consejo, una molécula o un bísturí? Simplemente es la
información. La vida es un patrón de organización de información que es inteligente y dinámica y que se
precipita en cascadas de energía y materia. Así, por ejemplo, si aparece una imagen erótica, esa
información repercute sobre la circulación, los neuropéptidos, el sistema nervioso, la presión arterial y sobre
toda la fisiología. Es decir, que la información se maneja como imágenes que son patrones que afectan todo
el sensorio. Son patrones de patrones de organización de información que se reproducen hacia el
infinito( imágenes fractales). Una sola imagen que se tenga, por ejemplo, de progesterona, o de una
molécula de vasopresina o de interleuquina, o de un medicamento o de una radiación electromagnética,
actúa simultáneamente sobre miles de receptores a nivel celular que a su vez generan cascadas de
imágenes e inducen cambios en las moléculas y en el genoma, en la síntesis de proteínas, que a su vez van
por el torrente sanguíneo actuando sobre nuevos receptores, todo lo cual se corresponde con cambios
fisiológicos. Son miles de millones de fenómenos iterativos, fractales que se presentan en cascada como
reacción a ese patrón de organización de la información que llamamos una imagen. Si esa imagen es
tóxica, así mismo ese “ruido” se recrea, generando distorsión, parasitaje o disritmia de la información
biológica. Pero si la imagen es correcta, la fisiología puede transformarse de una manera benéfica.
Todos tenemos una compleja imagen de nosotros. El hígado se reconoce, se mira en el espejo del cuerpo
con el que interactúa a través de innumerables procesos químicos, informa el cerebro y recibe su respuesta,
interactúa con el sistema inmune y la sangre. Todo ésto está ocurriendo sincrónicamente. De la misma
forma miles de imágenes interactúan para formar en cada momento el paisaje de la vida en cada individuo,
el cual inscrito en un paisaje mayor da una imagen global que dista con mucho de ser sólo intelectual, y que
establece en un complejo sentir global el sentimiento del cómo nos sentimos.
En un espacio de tiempo limitado y respecto de un solo sistema orgánico lo podremos comprender mejor:
Si hacemos referencia a los tiempos del corazón, este “nace y muere en cada latido”. El corazón completa
su trabajo en un segundo y puede entrar en la pausa para renacer y comenzar de nuevo. Se podría decir
que su presente dura un segundo. Pero en ese segundo, hay una onda de presión que se transmite a través
de todo el endotelio vascular, lo que ejerce un fenómeno piezoeléctrico sobre todos los sistemas del
organismo. Cada vez que hay una onda de presión hay un cambio en la polaridad de los cristales biológicos
y se generan corrientes eléctricas en todo el organismo. Se produce también al mismo tiempo una onda
térmica, una especie de cálida caricia que va del corazón a cada una de las células del organismo. Así
mismo hay una onda sónica que es la “música del corazón” de la cual nos alimentamos como nos
alimentamos de la música del corazón de la madre que puede producir una analgesia mayor que la de
cualquier opiáceo ( Cuando los niños quemados escuchan grabaciones del corazón de sus madres se
puede desencadenar una reacción analgésica mediada por opiáceos endógenos que disminuye la
necesidad de suministro de morfina o analgésicos opiáceos análogos) . De igual manera hay tambien una
onda electromagnética que recorre con los glóbulos al interior de las arterias cuya estructura es la de
bobinas envueltas por fibras musculares circulares. Todas estas ondas son sincrónicas y no separadas.
Realmente la bioquímica, la fisiología, la anatomía, el laser, el sonido, el color, etc hacen parte de una solo
sinfonía; el sonido no existe separado del color ni de la iluminación en el plano interno, pues las cosas
siempre están formando patrones complejos que se refieren a totalidades De esta manera, el corazón esta
enviando cada segundo un patrón de frecuencias a todas las células del organismo. Por ejemplo, cuando
hay temor, el patrón de refuerzo del corazón es reemplazado por un patrón de anulación y en lugar de tener
un punto de luz (por una cresta y un valle), lo que se forma es un punto de sombra y se pierde entonces la
coherencia. Y cuando hay disarmonía en el corazón, esta se traduce de igual forma en los sentimientos, las
emociones y la función de los sistemas.
Los trenes de ondas que componen la onda ondeante de nuestro organismo responden a marcapasos que
se comportan como osciladores eléctricos. El ADN es una antena helicoidal que emite y recibe y que tiene,
si desenrollamos y unimos todo el ADN del organismo, 10.000 millones de Km de extensión (un diámetro
igual al del sistema solar). Es como si en el corazón de cada célula contáramos con sistemas de oscilación
que nos permiten “dialogar” con el sistema solar, pues tenemos una antena con una longitud de coherencia
que permite tal proceso. (No es de extrañar entonces que durante las tormentas solares haya cambios
electrofisiológicos registrables sobre la piel de buena parte de los individuos). El corazón ha sido
considerado por algunos investigadores contemporáneos como el oscilador eléctrico maestro, responsable
de cómo funcionan todos los demás procesos rítmicos en nuestro interior. Cuando el corazón funciona
adecuadamente, o sea según un patrón de coherencia, se induce un comportamiento armónico de todos los
ritmos corporales; en condiciones óptimas esto se corresponde con un estado de amor impersonal, lo que
de nuevo nos lleva a concebir la indisociable unidad de los ritmos biológicos, emocionales y mentales.
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El corazón produce un campo magnético de cierta intensidad que es 5.000 veces mayor que la del campo
magnético del cerebro, tal como lo medimos a través del electroencefalograma. Justamente una de las
grandes confusiones en nuestra cultura es atribuir nuestra humana condición a un intelecto que se
considera inadecuadamente como un energente del cerebro; cada vez sinembargo hay un consenso mayor
respecto a la importancia primaria de la inteligencia emocional, cuyo rol esencial en la evolución humana
hace que hoy retomemos con seriedad aquel antiguo aforismos que dice que un hombre es aquello que
piensa en su corazón. De hecho lo que ha logrado nuestra inteligencia en el plano del intelecto, es destruir
al planeta porque ha habido una relación inversamente proporcional entre nuestro desarrollo mental y
nuestra capacidad de abordar la ecología, de convivir con las especies, de salvar la Tierra.
Esto mismo ocurre en medicina con las especializaciones: Recordando a Ortega y Gasset, cada vez
sabemos más de menos cosas: Por eso frecuentemente nos equivocamos en el enfoque del paciente,
porque perdemos la visión de la totalidad. Pero el problema no es la especialidad como tal, el gran lío es el
exclusivismo, el pensamiento dividido, la visión mecanicista que ha perdido de vista el horizonte de la
indivisible integridad del ser humano.
Vivir es aprender
Sumarios:
Nuestra naturaleza está indisolublemente ligada a la experiencia del aprendizaje. Se aprende incluso a tener
esperanza, confianza, honestidad... Hasta el amor y el dolor son experiencias de aprendizaje.
Vivir es aprender. Aprender es el sentido de vivir. Cuando dejamos de aprender perdemos el sentido. Y la
vida. Morimos cuando dejamos de aprender. Que no pase pues un solo día sin renovar la vida aprendiendo
algo nuevo.
Sabemos que los linfocitos -células claves del sistema inmune- son como neuronas ambulantes. Y que tanto
los linfocitos como las neuronas pueden recibir mensajes comunes, sintetizar moléculas similares,
memorizar, aprender y modificar su comportamiento según las “lecciones” aprendidas.
Sabemos también que la piel cambia su resistencia eléctrica con las emociones, las tormentas solares y los
cambios de presión y que registra, memoriza e informa del estado de los órganos internos modificando en
puntos específicos sus potenciales eléctricos. No puede pues extrañarnos que los puntos de acupuntura se
comporten como pequeños “cerebros periféricos” y que ese comportamiento parezca reflejar el estado
fisiológico de las neuronas. De hecho, pueden conducir y canalizar selectivamente la dirección de corrientes
eléctricas y secretar algunas sustancias como los neuropéptidos, claves en la traducción fisiológica de los
estados emocionales.
También con la piel dialogamos, memorizamos y aprendemos. Como un computador biológico, la melanina
recibe y procesa informaciones electromagnéticas y químicas regulando numerosos procesos de
almacenamiento de fotones, semiconducción y –quizás- superconducción en el campo biológico. Con el
ADN, la melanina es una molécula fundamental para conservar y expresar la memoria biológica.
Aún más, muchas de las grandes moléculas de nuestro organismo se comportan como cristales biológicos
sensibles a estímulos eléctricos, térmicos y pequeñísimos cambios de presión; son, como el ADN, polímeros
complejos que pueden guardar información. Hasta los átomos y las moléculas dan una respuesta al
estímulo con audiofrecuencias y frecuencias electromagnéticas emitiendo respuestas conocidas como el
eco de los spines de los electrones y los protones que revelan una primitiva memoria atómica asociada a
una no menos sorprendente capacidad de responder a estímulos.
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La memoria de nuestros ordenadores y equipos convencionales está basada de hecho en esta propiedad
que permite supertecnologías como las de los chips. Los microtúbulos de las neuronas se comportan pues
como una especie de cerebro dentro del cerebro, que parece ser la infraestructura u onda portadora de los
complejos procesos de la conciencia. La corriente de la evolución, en definitiva, parece comportarse como
una membrana sensible, una especie de piel que recibe y emite señales, reconoce, memoriza, almacena,
modifica su comportamiento, se adapta y aprende.
Dicho de otra forma: es como si la conciencia misma fuera una corriente de aprendizaje que recorre el
cosmos desde el más ínfimo átomo hasta los complejos patrones de los tejidos orgánicos. Piel sensible o
conciencia atómica, molecular, tisular, social o planetaria que se comporta como una compleja antena de
emisión y recepción de señales y que mantiene la coherencia, la comunicación y la correspondencia de
todos los niveles. Es decir, la conciencia sería, en sí misma, un orden implícito que da soporte al campo
cuántico y permite la sincronicidad y correspondencia de todos los procesos evolutivos.
Como esta piel sensible o conciencia, el cerebro –que es uno de sus patrones de organización más
complejos- modifica en forma permanente su patrón de organización y transferencia de información a través
de cambios en la red de sinapsis. El aprendizaje aparece entonces como la estrategia de la evolución para
establecer pautas de relación que, en términos de conciencia, siempre conducen a un orden mayor. El
proceso de moleculización requiere ya un nivel de sensibilidad y correspondencia entre los átomos. Así,
afinidades sensibles, coherencias, “simpatías” y resonancias permiten el proceso de diseño progresivo de
esa red de interdependencias que es la naturaleza.
En suma, nuestra naturaleza -como la del universo- está indisolublemente ligada a la experiencia del
aprendizaje. Aprendemos la esperanza, la confianza, la honestidad, la respuesta de relajación...
Aprendemos a descubrir la paz que vive en nuestro interior. También el amor y el dolor son experiencias de
aprendizaje. Morimos cuando dejamos de aprender.
Dicen los expertos que la vida es un patrón de organización complejo que se autorrecrea y se refleja sobre
la estructura disipativa del cuerpo. Al proceso de interacción entre los dos -patrón de organización y
estructura disipativa- se le concibe como un proceso de aprendizaje. Vivir, pues, es aprender. Aprender es el
sentido de vivir. Cuando dejamos de aprender perdemos el sentido. Y la vida.
Que no pase un solo día, por tanto, sin renovar la vida aprendiendo algo nuevo. Aprender a aprender, a vivir,
a morir. A ser. Aprender será siempre una medicina al alcance de todos.
Introducción
Los niveles del campo energético humano, como niveles de conciencia, incluyen el cuerpo etérico y el
sistema de chakras, componentes del sistema energético vital que permiten una comunicación entre el
hombre físico y los niveles emocional y mental de la conciencia. Un sistema las redes o interfases
establecen una transición entre el campo energético humano y los niveles moleculares, como la red de
neuropéptidos, que permite la integración entre la mente y el cuerpo.
Patrones de ordenamiento geométrico en el seno del campo de energía permiten una aproximación clínica
rápida y efectiva en el tratamiento de algunos síndromes clínicos frecuentes, introduciéndonos desde la
práctica en el mundo de la geometría energética vital. Esta nos permite comprender y utilizar mejor
procedimientos de cromoterapia, laserterapia y magnetoterapia. Así mismo el conocimiento somero de los
campos de energía nos facilita el manejo clínico de los obstáculos a la circulación de la energía y la
detección y diagnóstico de los trastornos del campo etérico, sobre el que se dan buena parte de las
congestiones o depleciones que juegan un rol importante en la aparición de las enfermedades crónicas.
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La noción de este campo y su relación con el cuerpo no es ajena a la Psicobiología bioenergética que
incluye el estudio de la estructura del carácter concebida por Wilhelm Reich y desarrollada por Lowen y
Pierrakos, que nos introducen a los conceptos básicos de la psicología esotérica del Tibetano, y que más
tarde nos permitirán transitar juntos el camino de la curación esotérica. Estudiaremos las correlaciones entre
chakras, rayos, geometría energética vital y alteraciones endocrinas, y propondremos un enfoque clínico
práctico de las alteraciones del sistema energético vital, que incluyen los sistemas de conducción de
señales y las diferentes técnicas para detectar y tratar las alteraciones en el seno del campo energético
humano. Para ello haremos especial énfasis en los trastornos de la circulación de la energía en el cuerpo
etérico y sus incidencias sobre el cuerpo físico. Propondremos, en fin, algunas prácticas sencillas de
alineación, que podrán facilitar la utilización de nuestro propio campo energético como el mejor de los
instrumentos terapéuticos a nuestra disposición.
Algunas ideas cuya comprensión puede ser de interés para quienes apenas se inician en el camino de la
Bioenergética nos permitirán establecer un marco de referencia al trabajo propuesto
Energía, información o conciencia. De la interacción entre estos campos o niveles de energía surgen
patrones de organización que conforman nuestros diferentes cuerpos, concebidos en ésta dimensión como
niveles de conciencia.
2- Nos movemos en un mar de energía fundamental, que asume en parte las características del sistema que
permea. Esta energía en el seno de los seres vivos presenta diferentes niveles vibratorios, de los cuales dos
han sido claramente descritos por diversos investigadores a lo largo de la historia. El primer nivel es un
campo electrodinámico de baja frecuencia que forma un sustrato para los eventos fisiológicos al interior del
organismo.
Su energía, de naturaleza eléctrica, descrita por Burr, Ravitz, Nodenström y Becker, rige procesos tan
importantes como la reparación tisular, y se relaciona con la producción de corriente eléctrica continua y
campos magnéticos perpendiculares a la misma, que circulan por algunas estructuras como el perineuro, los
vasos sanguíneos y los canales de acupuntura. La otra es una forma de energía más sutil y universal,
adscrita a conceptos vitalistas como el de fuerza vital (Hahnmann), OD (Reichenbach), ORGON (Reich),
CHI (M. T. CH.), PRANA (Ayurveda). Por ser un concepto más universalmente utilizado adoptaremos para
tal energía la denominación hindú de prana, propuesta desde los más antiguos textos del Ayurveda.
3- Existen sistemas de conducción de las señales de los diferentes niveles vibratorios de una misma energía
fundamental en el organismo humano. Además de los clásicos sistemas de transmisión neural y humoral
mediados por moléculas como las hormonas y los neurotransmisores, tenemos sistemas de conducción
eléctrica iónica, semiconducción molecular, y posiblemente superconducción, que hacen del ser vivo una
red intrincada de conducción de señales que integran los diferentes subsistemas en un todo indivisible.
En el sistema nervioso central se generan corrientes alternas a través del sistema neuronal, y corrientes
continuas o directas a través del sistema glial; algunas moléculas ubicuitarias en los sistemas vivos, como la
colágena, asumen el rol de semiconductores que pueden explicarnos la gran efectividad terapéutica de
técnicas como la de infiltración de microdosis de anestésicos locales en la terapia neural. El ADN y la
melanina han ido postulados como superconductores biológicos que nos podrían explicar fenómenos
incomprensibles para el paradigma vigente como la sensibilidad de los organismos vivos a campos
magnéticos extremadamente débiles, y los procesos de levitación asociados a ciertos estados ampliados de
conciencia.
4- La energía vital puede se transmitida a distancia, como se refleja en los clásicos experimentos de Elmer
Green - “The Copper Wall Project” en los cuales, terapeutas entrenados en el toque terapéutico sin
contacto, pueden producir salvas de potenciales de un voltaje inmensamente superior a todos los
potenciales biológicos conocidos. Igualmente la sincronización de las ondas electroencefalográficas, y la
pulsación del campo magnético terrestre en su componente de ocho hertz, ha sido asociada a la efectividad
de prácticas de sanación entre diversas culturas. La existencia de un potencial humano que puede ser
intencionalmente dirigido por un terapeuta entrenado se constituye hoy en uno de los grandes retos de la
bioenergética.
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5- La energía biológica puede ser conducida por múltiples conductores incluyendo materiales orgánicos, lo
cual puede ser utilizado en técnicas simples de transferencias energéticas propuestas ya desde el siglo
pasado por Reichenbach y desarrolladas desde comienzos del presente siglo por Eeman, quien nos
introduce en el revolucionario campo de la terapia bioenergética grupal a través de lo que él ha llamado
circuitos cooperativos. Su importancia es de tal actualidad que en el módulo II dedicaremos una hora a su
introducción clínica.
6- La característica fundamental del prana es su patrón de pulsación variable, caracterizado por ritmos que
varían en función de ritmos geofísicos y ritmos fisiológicos endógenos. Es esta cualidad fundamental de
vibración del prana, íntimamente asociada a la pulsación del campo magnético terrestre, la condición que
permite su modulación por diferentes prácticas bioenergéticas.
7- Un comportamiento similar al de la luz, por el cual el prana puede ser sometido a refracción y reflexión es
constatado en sistemas de retroalimentación con la reflexión de la propia imagen energética como ocurre en
el tipo de terapias que manejan las propias emisiones del organismo, o terapias de retroalimentación con las
propias oscilaciones.
8- Desde la noción moderna del V.A.S. o señal autónoma vascular de Nogier, hasta los pulsos registrados
por el médico tradicional chino, o los de la medicina ayurvédica, el puso nos brinda una herramienta clínica
de valor inestimable. El pulso como clave semiológica en el diagnóstico de la condición del organismo ha
sido un común denominador en todas las culturas, y se convierte en la medicina bioenergética en una de las
más valiosas ayudas en la determinación del estado energético de un organismo.jcp
De la bioenergética a la biocibernética
DE LA BIOENERGETICA A LA BIOCIBERNETICA
“Menos divulgada que las revoluciones contemporáneas en la tecnología, pero igualmente preñada de
futuras posibilidades, hay una revolución basada en los adelantos de las ciencias biológicas y del
comportamiento. Llamémosla en dos palabras revolución organísmica. Su meollo es la noción de sistema-
en apariencia un concepto pálido abstracto y vacío ; pleno, sinembargo, de sentido oculto, de levadura y de
potencialidades explosivas” Bertalanffy
INTRODUCCION.
“Están ingresando en la esfera del pensamiento científico entidades de naturaleza esencialmente nueva. En
sus diversas disciplinas_ ya fueran la química, la biología, la psicología o las ciencias sociales_ la ciencia
clásica procuraba aislar los elementos del universo observado. Compuestos químicos, enzimas, células,
sensaciones elementales, individuos en libre competencia y tantas cosas más_ con la esperanza de que
volviéndolos a juntar conceptual o experimentalmente resultaría el sistema o totalidad_ célula, mente,
sociedad_ y sería inteligible. AHORA HEMOS APRENDIDO QUE PARA COMPRENDER NO SE
REQUIEREN SOLO LOS ELEMENTOS SINO LAS RELACIONES ENTRE ELLOS” Ludwig Von Bertalanffy
en la introducción de su libro sobre la Teoría general de Sistemas
Nos fundamentaremos en ejemplos de la clínica diaria para comprender mejor el concepto biológico de
información.
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Para referirnos al concepto de energía, medida como fuerza, y el de información, que podríamos asimilar,
por ahora, a una forma más sutil de energía, comparemos la función del cuadriceps y los músculos propios
del pulgar. Podemos reconocer de inmediato que el primero es un voluminoso músculo capaz de desplegar
una gran fuerza, y que los segundos, muchísimo menos fuertes, son responsables de movimientos más
finos y complejos. Constataremos así mismo, que el cuadriceps utiliza una gran cantidad de energía y
despliega un mínimo de información, correspondiente a una menor riqueza de representaciones a nivel del
sistema nervioso central. Los músculos propios del pulgar representan un modelo opuesto, en el que hay un
menor consumo de energía y un mayor despliegue de información, asociados a una mayor representación
cortical. En cierta forma, podemos reconocer que la complejidad de la función es proporcional al contenido
de información de un sistema biológico. Y como hipótesis podríamos estudiar la validez de un postulado que
podría formularse como la relación inversa entre los niveles de información y el consumo de energía, lo que
podría traducirse así: A mayor nivel de información menos necesidad de energía. Si estos supuestos fuesen
válidos podríamos encontrarnos en un nivel de complejidad de información biológica donde no fuera
necesario utilizar energía, como la concebimos clásicamente, para desencadenar un efecto terapéutico.
Esto podría explicarnos que más allá de la energía, la vida es regida por patrones_ arquetipos de
información_ y que la acción sobre estos patrones de ordenamiento del campo y la materia biológica puede
ser una fructífera vía terapéutica, como parecen demostrarlo las cada vez más sólidas evidencias de la
acción de imágenes terapéuticas de diferente tipo.
En un proceso industrial podremos tener un ejemplo similar, cuando apreciamos mecanismos que
despliegan operaciones que demandan un gran consumo de energía, regidos por dispositivos que ordenan
todo el proceso operativo y requieren un bajísimo nivel de energía para su funcionamiento. Podemos decir
en este caso que hay una relación inversa entre los niveles de energía y de información. La computadora
que almacena, procesa y moviliza toda la información del proceso productivo representa en este ejemplo el
máximo nivel de información, y funciona con un mínimo consumo de energía. Las máquinas periféricas
representan el nivel de máximo gasto energético con el mínimo contenido de información, que normalmente
se reduce a la ejecución de una función muy específica.
Es fácil reconocer en los sistemas vivos ventanas de intensidad y frecuencia críticas para la acción óptima
de un estímulo capaz de desencadenar una respuesta biológica. Partiendo del nivel molecular, todos
conocemos la intensa acción de elementos traza- oligoelementos- que en concentraciones cuasi-
infinitesimales son indispensables para la realización de miles de reacciones bioquímicas. Procesos críticos
para el crecimiento desarrollo y reproducción celular, como el ADN dependen de la actividad de enzimas
como la ADN polimerasa, que a su vez depende de concentraciones mínimas de Zinc.
Toda la cascada de producción de catecolaminas, como bien conocemos, comienza por una hidroxilación de
la tirosina que depende de la presencia del ión cobre. Los neuropéptidos, y en general los
neutrotransmisores, actúan por tiempos críticos en sitios específicos, y a concentraciones que, en muchos
casos, son del orden de los nanogramos. Sin la secreción de niveles mínimos de opiáceos endógenos, la
más leve injuria puede convertirse en un sufrimiento intolerable. Todas estas moléculas interactúan sobre un
substrato que a su vez tiene un componente estructural _ proteico_ y energético _ lípidos y carbohidratos_.
En todo este contexto bioquímico la energía electromagnética juega un rol de tal importancia, que, como lo
hemos visto en los módulos anteriores, podemos concebir el nivel molecular como un substrato portador de
energía electromagnética. Hemos mencionado la acción biológica crítica de frecuencias electromagnéticas
por debajo de los treinta hertz, que por un proceso de resonancia ciclotrónica, dependiente de la intensidad
del campo magnético local pueden actuar sobre los principales iones de las membranas celulares y
modificar selectivamente su permeabilidad. ( Son bien conocidas las acciones de frecuencias de 16 hrtz
sobre la movilización del calcio a través de las membranas ) . La acción de campos electromagnéticos de
muy baja intensidad y frecuencia, es uno de los pilares de la práctica bioenergética.
La misma célula ha sido concebida como un plasma electrónico activado, caracterizado por una densidad
de portadores de carga _ electrones- y los procesos de salud y enfermedad han sido relacionados con la
densidad y actividad de los electrones. En esta dimensión bioelectrónica, los procesos de oxidación, acción
de radicales libres y acidificación, tan íntimamente ligados a las enfermedades degenerativas, pueden
asimilarse a procesos de pérdida de electrones ( que de hecho son desencadenados por agentes
cancerígenos, que como algunos hidrocarburos _ 3-4 benzopireno por ejemplo_, son secuestradores de
electrones). Los procesos de intercambio de electrones comunes a toda reacción química, representan a su
vez procesos de liberación e intercambio de fotones, por lo que en última instancia toda reacción bioquímica
puede ser concebida como un intercambio de fotones.
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La producción de fotones a ritmos específicos constantes es una de las claves de la transmisión de
información en el seno de la vida. Esta liberación de flashes de fotones, sincronizados en fase y en
frecuencia, nos hace concebir a la célula como un verdadero generador de laser, en la propuesta radiación
celular ultradébil de Popp.
El substrato_ el cuerpo_ parece así regirse por las leyes convencionales de la física, mientras que el
contenido _la consciencia_ responde más bien a leyes no energéticas de la información, en las que
neguentropía e información parecen explicarnos la aparente paradoja de los niveles de organización y
complejificación creciente de los procesos de la consciencia. Es por ello que hemos propuesto un salto de la
bioenergética a la biocibernética, para contemplar la posibilidad de interacciones terapéuticas no
energéticas, con el fin de comprender aquellas interacciones que, como en las altas diluciones
homeopáticas y las acciones terapéuticas a distancia, no involucran primariamente una acción energética en
el sentido de la física convencional.
Para no caer en el dualismo simplista, podemos proponer que continente y contenido, en otros términos
energía portadora y energía portada, forman una unidad de relaciones interactivas dinámicas, en
permanente retroalimentación interna, y en constante intercambio de información con el exterior. Todo lo
cual nos hace recordar que los sistemas vivos han de considerarse como sistemas abiertos, y no como
simples mecanismos cerrados en los cuales el análisis de cada parte puede ser realizado
independientemente de su relación con el conjunto. En el organismo vivo cada parte puede ser entendida
por su participación en la totalidad, lo que quiere decir que la estrategia de comprensión de lo biológico debe
hacerse desde a totalidad hacia la parte. Esta sólo puede concebirse como un patrón de relaciones en el
seno de un sistema caracterizado por la coherencia ( Y un sistema coherente como el de los organismos
vivos está siempre compuesto de partes armónicas relacionadas entre sí) .
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Ahora bien, como cascada de ondas portadas y substratos portadores, los procesos de la vida se
caracterizan por la capacidad de adaptación a las variaciones del medio ambiente, garantizándose así la
constancia de unas relaciones que sólo pueden expresarse dentro de ciertos límites. Este proceso, que
todos conocemos como la homeostasis, y que tiene más que ver con procesos de información que con
procesos energéticos ( puesto que no responde a la ley de la entropía) supone un substrato cambiante y
adaptativo que no responde al método de análisis de los llamados mecanismos. Un mecanismo es un
modelo para entender el comportamiento mecánico y siempre predecible de un sistema cerrado, como una
computadora por ejemplo. En ésta , un Hardware _ disco duro _ representa una circuitería estable que
permanece siempre constante, independientemente del programa que se introduzca en él para su lectura _
software_ . En los organismos vivos el hardware, el cuerpo físico o substrato portador, es modificado
permanentemente por el software, la programación y el empleo que se haga del disco duro. A su vez, las
modificaciones en el cuerpo - o hardware- imponen alteraciones en el programa o software, y la interacción
dinámica entre ambos se orienta a la uniformidad de constantes fisiológicas indispensables a la
conservación de la vida. En última instancia hardware y software de organismos vivos forman un complejo
circuito abierto influido por los cambios medioambientales, que imponen su permanente transformación.
Este intercambio no sólo responde a procesos de probable causalidad_ feedback, causa que surte un
efecto_ sino que se orienta por cauces de probable finalidad, introduciendo una dimensión teleológica de
cierta intencionalidad en la evolución de los organismos vivos.
No podríamos considerar así el hombre como un disco duro, o, aún menos, como una especie de caja
negra, cuyas respuestas están prefijadas y establecidas por modelos extrapolados del análisis de los
mecanismos.
Es necesario comprender que el hardware del hombre contemporáneo no es el mismo de aquel para el cual
fueron diseñados en el siglo pasado las bases de la llamada medicina moderna. Una medicina para el
hombre de hoy, con una capacidad infinitamente ampliada de procesamiento de información no puede
quedarse en el mero intento de modificar el hardware a través de estímulos químicos.
El hombre para el cual habíamos diseñado nuestro modelo médico ya no existe. Es necesario adaptar
nuestro enfoque terapéutico al software de su consciencia expandida, porque esa consciencia está también
modificando los patrones reactivos de hardware_ el cuerpo_ para el cual concebíamos nuestro que hacer
médico. Antes luchábamos sólo contra los gérmenes. Ahora debemos estimular la capacidad de respuesta
inmunológica y ecologizar las relaciones con el entorno. Antes considerábamos la consciencia como un
epifenómeno del cerebro y la mente. Ahora la consideramos el campo unificado de la vida. Antes
instrumentalizamos la medicina para disecar el cuerpo . Ahora la humanizamos para restablecer la
integridad del cerebro la mente y la consciencia. Antes eramos sólo los médicos del cuerpo. Ahora nos
dirigimos hacia una medicina del alma, en la que no sólo se busca la causa de lo que somos en errores del
pasado, sino en el desconocimiento de cauces que pueden dar sentido y propósito a la existencia
El recorrido clínico desde niveles de máxima densidad material y mínima información, a niveles de máxima
información y mínima densidad puede ser ejemplificado en lo que ha sido la misma práctica histórica de la
bioenergética; ésta comienza con terapias mecánicas y químicas y evoluciona hasta el nivel sutil de la
información representado en las medicinas vibracionales, como la homeopatía y las esencias florales. En la
misma práctica de algunas técnicas como la medicina manual, se ha evolucionado de una concepción
mecánica a una cibernética: En un comienzo se hablaba en la quiropraxis de desplazamientos y
subluxaciones de las vértebras con procesos micorocompresivos neurales como componente fundamental
del bloqueo vertebral. Esta visión evoluciona a la consideración del bloqueo vertebral como una bloqueo
energético ocasionado en una alteración de terminales sensoriales y receptores de periostio y cápsulas
articulares, que puede ser corregido a través del efecto piezoeléctrico que la manipulación de tales
estructuras pude desencadenar.
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Otro ejemplo lo constituye una consideración de los mecanismos de acción de la acupuntura. En una
dimensión mecánica ocurre una microdestrucción tisular que induce fenómenos reparadores con todos los
cambios moleculares a nivel local. En una dimensión electroquímica hay una modificación de potenciales
locales en función del metal utilizado en las agujas. En un plano electromagnético el mismo punto de
acupuntura ha sido descrito como una antena de emisión y recepción de señales electromagnéticas; los
mismos procesos de incremento de las mitosis mientras dura el proceso de reparación del microtrauma
inducido por la aguja, incrementa la liberación de fotones en el rango ultravioleta que representan una
especie de flash local capaz de desencadenar procesos de comunicación intercelular. En el campo de la
bioinformación, el punto de acupuntura puede ser concebido como un microcerebro periférico con la
capacidad de liberar sustancias como neurotransmisores que tienen un influjo sistémico cuya participación
es esencial para explicar acciones terapéuticas que van más allá del nivel local y segmental. (La acupuntura
es quizá el ejemplo mejor conocido de la compatibilidad entre antiguas técnicas, arraigadas en
cosmovisiones ajenas a la cultura occidental, y los descubrimientos de la ciencia moderna, hasta el punto de
que para nosotros no sería posible hablar de acupuntura hoy sin recurrir simultáneamente la neurociencia)
JCP
Nota aclaratoria: Estas notas han sido escritas como un documento de apoyo al módulo tres de la formación
integral en bioenergética : Manejo clínico integrado de las reflexoterapias dado en la ciudad de Medellín el 9
y 10 de diciembre de 1995. Se fundamentan en las publicaciones que sobre el tema han realizado Jean
Bossy, René Bourdiol, Paul Nogier, Jean Armani, Pauline Wills, Clara Bianca Erde y otros autores (ver
bibliografía). En algunos temas como el de la auriculoterapia se incluye la experiencia clínica del autor.
Jorge Carvajal
INTRODUCCION.
El hombre posee en si mismo el potencial regenerador necesario para superar todas las patologías
imaginables. No es posible vislumbrar el límite de la capacidad de regeneración del ser. Todo es siempre
posible, si el ser profundo lo desea y si halla un punto de apoyo estable sobre el cual impulsarse.
Parte de este potencial humano puede ser movilizado a través de la utilización de las zonas reflejas, en las
que no sólo se encuentran las representaciones de órganos, aparatos y funciones de todo el organismo,
sino también toda la cambiante fluidez de la actividad fisiológica viva, cuyos trastornos se reflejan sobre
pequeñas pantallas o somatotopías.
Sólo la vida puede captar la vida. Los aparatos por sofisticados que sean , no reemplazarán jamás esta
atracción de la vida por la vida, la cual pasa por la mano. Captar, amplificar y distribuir la energía de la vida
en el organismo es el objetivo de las reflexoterapias. Por el mismo mecanismo que el cuerpo pone de
manifiesto las condiciones internas en signos externos, también es posible que desde las mismas
estructuras reactivas en la periferia se consigan acciones reflejas sobre los órganos internos afectados.
52
REFLEXOTERAPIAS Y SOMATOTOPIAS
Todos los médicos occidentales estamos familiarizados con ciertos puntos que caracterizan la semiología de
determinadas afecciones, y con las zonas de Head que frecuentemente se superponen a reconocidos
puntos de acupuntura. Tales zonas, de gran interés diagnóstico en medicina occidental, tienen también una
utilidad terapéutica en las reflexoterapias.
La Reflexoterapia se fundamenta en la representación del centro en la periferia, de tal forma que trabajando
por ejemplo en manos y pies -la periferia- podemos alcanzar el centro - el órgano afectado-.
Una zona de simpatía es una región de resonancia que revela la existencia de una vía de comunicación
densa o sutil, que puede ser neural o no. Así, una zona de simpatía es el órgano o la parte del órgano que
puede responder a la condición existente en otro. Por ejemplo, la respuesta cardíaca a la presión en el
globo ocular revela una zona de simpatía o respuesta de resonancia mediada por el sistema
neurovegetativo. Una irritación del cornete inferior ante la presencia de una alteración uterina, revela
también una zona de simpatía o resonancia cuyos mecanismos probablemente no sean sólo de tipo neural.
Diferentes representaciones de la inervación de los órganos sobre una pantalla orgánica como el pabellón
auricular, han dado origen al estudio de somatotopías o mapas reflejos, como característica central de las
reflexoterapias.
La organización tópica puede definirse, según Jean Bossy, como la repetición correlativa de secuencias
espaciales idénticas en diferentes regiones del cuerpo. Este principio de organización es bien conocido en el
sistema nervioso central, pero tales secuencias espaciales han sido también descritas para otras partes del
cuerpo, especialmente por la semiología de la medicina oriental.
Una organización tópica puede ser estructural o funcional. Aunque las representaciones simbólicas de las
proyecciones orgánicas sean de utilidad didáctica, no podemos perder de vista el hecho de que en realidad
no son más que proyecciones de la inervación de los órganos, lo cual explica la distorsión de las
representaciones, dado que éstas están más en relación con la importancia funcional de la representación
neural, que con el tamaño y localización del órgano mismo. Una zona de proyección implica que su estímulo
debe evocar una respuesta fisiológica sobre el órgano o estructura explorada.
Las representaciones reflejas periféricas, llamadas por Bossy microsistemas de la acupuntura, implican
convergencias neurales sobre una misma estructura anatómica. A nivel del sistema nervioso han sido
reconocidas somatotopías sensitivas en los núcleos del trigémino, y en los núcleos del tracto solitario. Una
organización comparable pero tonotópica ( que responde a diferentes frecuencias sonoras) existe en el
núcleo coclear ventral , así como una organización retinotópica existe para las estructuras visuales. En el
tálamo, el cerebelo y la corteza cerebral existen organizaciones similares.
Todas las somatotopías contienen representaciones cuya extensión está más ligada a la importancia
funcional que al tamaño de la estructura representada. Por ello las extremidades de los miembros y la
región perioral tienen en general una mayor representación en ellas. Quizás el ejemplo más conocido de
una organización tópica que refleja la importancia funcional de la estructura representada, es la
representación motriz cortical descrita en el homúnculo de Penfield. También se ha descrito una viscerotopía
o secuencia visceral espacial, cuyo origen es la columna intermedio lateral, la columna intermediomedial o
parasimpático sacro y el núcleo motor dorsal del vago.
Sin que nadie se lo enseñe, el niño que tiene cólico por haber comido manzanas verdes, dobla el cuerpo y
se oprime el vientre con las manos. A la ciencia instintiva de ese niño le llamamos reflexoterapia. W
Fitzgerald
53
Personas que padecen migraña conocen que en ocasiones la ligera compresión de un solo punto del cráneo
es suficiente para detener instantáneamente el dolor. La aplicación de una banda compresiva alrededor de
la cabeza puede eliminar una cefalea rebelde. Con idéntico objetivo, la región frontotemporal detrás de la
cola de las cejas ha sido objeto de estímulos reflejos que comprenden la aplicación de frío o calor locales,
las cauterizaciones y los masajes. Nuestros abuelos reconocían la importancia de mantener la cabeza fría y
los pies calientes. La introducción de un cuerpo extraño en el conducto auditivo externo puede
desencadenar una sensación de prurito en la garganta.... Muchas de estas técnicas empíricas constituyen
un común denominador en las más disímiles culturas. Se fundamentan en la capacidad de evocar una
respuesta refleja distante, y en ocasiones global, a partir de un estímulo local.
Practicada por las más antiguas civilizaciones, la reflexología es redescubierta en tiempos modernos por el
otorrinolaringólogo americano William Fitzgerald - 1872-1942- Graduado en Medicina en la Universidad de
Vermont, realizó prácticas hospitalarias en Viena, París y Londres. Conocedor de que una terapia
consistente en masajes o presiones sobre ciertos puntos era practicada por los antiguos habitantes de la
China y de la India, inició la utilización de puntos reflejos en la planta del pie a comienzos del siglo XX.
Tribus americanas conocían igualmente la relación entre ciertos puntos reflejos y los órganos internos, lo
que aún hoy es practicado con fines terapéuticos en algunas reservaciones indígenas. Las diferentes
reflexoterapias están fundamentadas, sobre todo en lo que concierne a las más antiguas, en una cuidadosa
y atenta observación de signos cuya exactitud es sorprendente y pueden enriquecer nuestra semiología
médica. Su fundamentación en observaciones y signos objetivos no permite asignarles una connotación
meramente psicológica.
Fitzgerald estuvo en Italia en el Instituto de estudios orientales , donde pudo asociar algunos de sus
descubrimientos con antiguos métodos chinos de digitopresión. El masaje denominado Amma ( presión y
frotamiento) forma parte, como la acupuntura, de la medicina tradicional china. Fitzgerald había notado que
la presión directa sobre ciertas zonas de las manos o los pies desencadenaba un efecto analgésico sobre
partes distantes del cuerpo; comenzó entonces a adoptar el sistema de presión en lugar de los analgésicos,
e hizo partícipes a numerosos colegas de sus valiosos hallazgos.
En 1917 Fitzgerald y Bowers publican el libro clásico sobre el tema : Zone therapy Se presentan allí los
primeros diagramas en los cuales el cuerpo se divide en diez zonas, cinco para cada lado, que se
corresponden con dedos y artejos en manos y pies. En la terapia zonal se emplea el término reflejo en el
sentido de que el pie es una pequeña pantalla que refleja el organismo total. Para la reflexología, la energía
vital o prana circula rítmicamente por todo el organismo; la enfermedad es la consecuencia de bloqueos en
la circulación de esta energía que fluye entre el polo cefálico y el polo podal a través de diez líneas llamadas
zonas - cinco a cada lado- entre la cabeza y los cinco artejos y los cinco dedos. Haremos posteriormente en
davida un pequeño esbozo histórico de cada una de las reflexoterapias, antes de abordar su exposición
práctica. jcp
INTRODUCCION
54
El estudio de la consciencia ha sido considerado, junto con el del electromagnetismo y las medicinas
alternativas, uno de los mayores desafíos de la ciencia de hoy. Es precisamente en el campo de la
modulación de los procesos de la consciencia donde se presentan las perspectivas más revolucionarios en
el campo de la medicina globalmente concebida como arte terapéutico. La constatación de la posibilidad de
respuestas condicionadas de los sistemas inmune y autónomo, previamente considerados exentos de toda
posibilidad de aprendizaje, ha representado una apertura de tales dimensiones, que nuestra medicina no
será ya nunca igual después de la cadena de eventos que, al lado de la psiconeuroinmunología, nos van
demostrando la importancia de saltar de un paradigma generador de dependencia y pasividad a uno que
rescate la participación consciente del paciente como cogestor de su salud.
La terapia grupal, la visión del terapeuta como educador y catalizador en el seno del proceso terapéutico, y
la sanación espiritual son sólo algunas de las principales consecuencias de este evento, que nos revela la
necesidad de la integración plena, dinámica y operativa de las modernas técnicas Psicológicas al campo de
la práctica clínica.
Otra de las consecuencias es la necesidad de trascender el modelo individualista de práctica médica hacia
un modelo transdiscipilinario que va más allá del propio marco cultural, y accede a un universo
transpersonal y transcultural. La última, aunque no la menos importante de las consecuencias, es el actual
proceso de síntesis, en el que diferentes modelos terapéuticos empiezan a revelar más su
complementariedad que sus aparentes contradicciones, y se pueden ver, en la perspectiva bioenergética,
como fases de un único proceso que ha abarcado desde el nivel biológico hasta el cultural. El contexto de
dicho proceso es el de una revolución de la conciencia cuya escala es, cuando menos, planetaria.
A veces, por no decir que casi siempre, nos embarga el sentimiento de que, a pesar del portentoso avance
en el campo de la comprensión de los procesos del cuerpo denso hasta el nivel bioquímico, estamos aún
trabajando en un campo humano de energía e información que no conocemos. Más duro aún, es
comprender que frecuentemente nos vemos abocados a tratar de resolver en otros aquello que aún no
hemos podido resolver en nosotros mismos. Y cuando la terapéutica se realiza en frío, desde un nivel
externo, alimentado por la memoria y la fórmula sin vida, la patología se perpetúa, no sólo en el paciente
sino en nuestro propio vacío interno, que surge cuando nos aprisionamos en un rutina que se repite
automáticamente día a día. Una reformulación del qué hacer médico, de la relación médico paciente y del
mismo marco de nuestro ejercicio profesional se pone a la orden del día. Así como el psicoanalista ha
debido vivir el proceso de psicoanálisis, y el homeópata ha experimentado frecuentemente en si mismo los
síntomas propios de un medicamento, es aún mas importante que el terapeuta bioenergético tenga un
conocimiento vivencial de aquellas prácticas que involucran la participación de los procesos de la conciencia
Si nuestros estados de salud son un reflejo directo de nuestros estados de consciencia y, más aún, si la
opinión que tenemos de nosotros mismos- una variedad de la consciencia de si-es un factor mayor para
definir el pronóstico futuro de nuestra salud, ¿ qué estamos haciendo como terapeutas para mejorar nuestro
propio equilibrio mental y emocional que forzosamente se refleja en la calidad de interacción con nuestros
pacientes?. ¿Qué hacemos efectivamente por mejorar nuestro estilo de vida-el nuestro y el de los enfermos-
? ¿ Nos hemos comprometido en una estrategia preventiva? ¿ Incrementamos la consciencia -en otras
palabras liberamos- o seguimos anclados al viejo modelo que genera cada vez mayor dependencia y
termina por minimizar los propios recursos biológicos y culturales de los pacientes? La experiencia me dice
que la respuesta a preguntas cruciales, en el estado de cambio vertiginoso que afrontamos en la era
postmoderna, no son las más halagüeñas. Pareciera que las nuevas necesidades crecen a una velocidad
mayor que nuestra capacidad para ofrecer soluciones creativas y prácticas.
La bioenergética es una hija del surgimiento de la nueva cultura, producto de una humanidad diferente a
aquella que debimos como médicos abordar con criterios casi puramente bioquímicos. Estas necesidades,
que incluyen el suministrar una respuesta seria al desafío de la creciente polución electromagnética y el
desarrollo monstruoso de la petroquímica, también se relacionan hoy con la elaboración de estrategias que
nos permitan afrontar ese vacío existencial, que se ha hecho más intenso en el clímax del consumismo y la
crisis en los antiguos patrones de relaciones.
El terapeuta para la nueva cultura no podrá ser el antiguo médico metido en la camisa de fuerza de
actitudes, valores y creencias que se pretenden aplicar, como por inercia, a un hombre que ya no existe. El
software -la información, la conciencia del mundo y de si- transforma de tal manera el Hardware, el disco
duro de su realidad molecular, que después del ingente bombardeo de los medios masivos de
comunicación, el mismo cuerpo humano no podrá tener idénticos patrones de respuesta. Los nuevos
desafíos ya no sólo incluyen la necesidad de dar respuesta a la contaminación microbiana, química y
electromagnética, sino que imponen la búsqueda de soluciones para un problema de repercusiones más
globales para la calidad de la vida humana : el de la polución informática.
55
Hemos de ver la amenaza como un desafío para crecer; como una preciosa oportunidad para
humanizarnos. Y esta humanización es la armonización de patrones relaciónales representados en la
incesante búsqueda de relaciones humanas justas. Estas y la armonización relacional del individuo consigo
mismo y con la naturaleza, serán así capítulos esenciales dentro de las nuevas ciencias de la vida, como
disciplinas concebidas para sistemas abiertos en permanente transformación . Lejos de los extremos del
materialismo estrecho y del vitalismo idealista, lejos incluso de un holismo que totaliza pero no aporta
soluciones pragmáticas, la medicina postmoderna expone un integrismo dinámico y fluido que ya empieza a
abrirse paso en un marco relativista, para el que la verdad no es más que un momento de síntesis en el que
múltiples tendencias confluyen para crear la dinámica momentánea de la vida.
Más que un ente biológico el hombre es un ser relacional profundamente marcado por las huellas de una
cultura de síntesis que sin negar las peculiaridades y riquezas de cada subcultura, nos ha englobado en una
corriente planetaria. La transformación de la conciencia humana supone un desplazamiento de la simple
lucha por la existencia hacia una cada vez más vívida necesidad de trascendencia, en la que las funciones
grupales, el sentido de la vida, la responsabilidad frente a la vida planetaria se hacen cada vez más
tangibles. Ya no basta la ausencia de malestar físico, emocional, mental y social. Se reconcerá que algún
grado de desequilibrio es el motor de los procesos humanos. Ya no será suficiente la lucha contra la
enfermedad y la muerte, - esto inclusos podrán ser vistos como contingencias necesarias en un camino de
aprendizaje vital- .Estará al orden del día, por sobre todo, un sentido de vivir, una finalidad, la búsqueda de
un propósito, el descubrimiento de un cauce para la propia corriente. Talvez el resultado sea la consciencia
plena de ser parte esencial y activa de una corriente mayor que se moviliza por el gran cauce de la creación.
En esta cultura naciente se adivina una generación de hombres en los que el genio intuitivo y el intelecto, el
físico y el chamán, el místico y el científico, empiezan a realizar una síntesis vivencial que nos aporta una
nueva visión de la realidad. Eso que llamamos el mundo objetivo es relativo al observador, lo que en otros
términos puede expresarse en la conocida aserción : Vemos el mundo no como es sino como somos. El
rápido y profundo cambio en nuestra imagen ha transformado la imagen del mundo en que vivimos; pero el
cambio en la forma de concebir el universo produce a su vez un cambio en nuestro patrón de relaciones con
ese universo, lo que provoca el hecho de que muy pronto nuestra propia imagen se vea de nuevo
profundamente alterada. El ciclo se cierra y se fortalece, y una nueva transformación en la imagen del
mundo tendrá ocurrencia. Así, nuestras relaciones con el universo se transforman en una espiral sin fin cuyo
ascenso es cada vez más vertiginoso. Es por ello que anclarse hoy a las antiguas formas de pensamiento-
que cada vez son menos antiguas-es una forma de suicidio inconsciente, una especie de marginamiento de
la corriente de la evolución. ( Podríamos decir aquí que la evolución es el mismo movimiento de la
consciencia).
No se le pueden pedir peras al olmo, ni amor a quien no se ama, ni esperanza a quien no cree en su
potencial humano . No podemos dar paz si nuestro pensamiento finaliza en los enlaces moleculares. No
podemos crear salud si no sabemos inventar a cada instante nuestra propia vida. No podemos contribuir en
la expansión continua de la conciencia, que caracteriza los procesos humanos, si no hemos recreado el
mundo en el propio campo totipotencial de nuestro silencio humilde. Antes aprendimos la materia médica, la
ciencia del cuerpo. A veces me pregunto si ya estrenamos el cerebro, si somos por lo menos respetuosos
del instinto, si además de dosificar en miligramos por kilo, sabemos conducir sin desgaste inútil el enorme
potencial del pensamiento hacia un objetivo.
Si los médicos conociéramos tan sólo la inmensa utilidad de imaginar vívidamente, si asumiéramos
consciencia de cuánto nuestro compromiso, nuestro entusiasmo y nuestras creencias inciden en el campo
de conciencia del paciente; si sólo pensáramos que nuestra actitud repercute más duradera y
profundamente que las moléculas que manipulamos; si pensáramos que una de las causas de la crisis de la
medicina contemporánea es la profunda disociación entre nuestra mente y nuestro corazón, lo que nos ha
llevado a una especie de esquizofrenia existencial; si pudiéramos acallar el pensamiento y la memoria por
unos momentos y sólo escuchar; si permitiéramos unos instantes la expresión de la ternura , y dejáramos a
un lado el propio miedo del fracaso y la pesada impotencia impuesta por la rutina gris sin recompensa
externa; si la satisfacción nos viniera desde adentro, y empezáramos a descubrir el sendero de nosotros
mismos; si supiéramos que como servidores tenemos un destino y un propósito en el seno de la familia
humana; si simplemente, en fin, pudiéramos fluir en el propio cauce y en la misma dirección de la corriente
propia , una inmensa paz sería nuestra mejor herramienta terapéutica. El seguro más seguro. El mejor canal
de la eficiencia.
Alguien decía que todas las acciones son como ceros que no tienen valor sin un dígito que los preceda. Y la
paz interior es el dígito. Sin paz interior perdemos la economía energética.
56
Un agente de salud en la Nueva cultura será ante todo un servidor armado de altruismo con amplitud de
miras, capacidad de síntesis, espíritu de servicio, y , por sobre todo, un compromiso permanente con el
hombre cuya necesidad creciente exige respuestas que abarcarán desde el bienestar del cuerpo físico
hasta el descubrimiento de un sentido real de la existencia.
Cuando tú me miras y me tocas desde el alma, cuando yo te miro y te toco, allí nos estamos relacionando,
allí hay transparencia, allí hay vulnerabilidad, allí siento que somos parte de una misma sinfonía. Yo tocando
mi música y tú la tuya pero ambos resonando con una misma vibración. Allí está la red, aquel espacio entre
tú y yo, tejida por ese amor impersonal que se traduce en servicio. Red que deja fluir nuestra real identidad;
aquella que revela al médico interior, que despierta al sentir del otro, red que integra conformando una
fuerza que nace del amor. Alegría, ternura, espontaneidad, creación, viven en el aquí y el ahora.
Relaciones humanas teñidas de amor y de luz permitiendo a cada uno el aprendizaje de la participatividad, y
la toma de consciencia de que el dar con amor la nota propia es sanador y colabora para el logro de la
unidad.
Apuntes de Psiconeuroinmunología
Nota preliminar: Esta es la transcripción no corregida de una conferencia dictada por el dr Jorge Carvajal P
en la facultad de medicina de la Universidad de Barcelona, en el mes de diciembre del año 2000.
Agradecemos al dr Juan José Lopera la realización de la transcripción y esperamos poderla reproducir más
tarde con las correcciones y ampliaciones del autor. Davida
Hoy vamos a hablar de un tema apasionante que yo he llamada el gusano; ayer hablamos un poco de las
alas y hoy vamos a hablar de las patas. Sin que perdamos de vista que lo más importante del gusano es lo
que no se ve; lo invisible. Lo más importante en la neurología, sicología y la inmunología, es que son
siconeuroinmunología, es que no están separadas, pero para juntarlas hay que aprender a ver lo invisible y
lo invisible es un campo de relaciones. Juan o Juana, el hombre, la mujer, nuestra humanidad son el
contexto relacional que da significado a la psicología o la neurología, a la inmunología o la endocrinología,
juntas o separadas ellas tienen su real sentido en nuestra humanidad.
57
Voy a intentar exponerlo inicialmente desde la práctica clínica: Alguna vez haciendo un masaje tibetano, que
es un masaje profundo sobre la cadena ganglionar simpática en el plexo solar la paciente empezó a llorar.
Desconsoladamente. Yo sabía que a veces los pacientes lloraban porque ese masaje es muy doloroso. Pero
ella empezó a llorar con otro tipo de llanto. El que yo llamo el llanto convulsivo. El llanto de los sollozos. Se
mueve el diafragma, se mueve todo el cuerpo, hay dolor, hay amargura, hay recuerdo, hay catarsis y yo me
dije, Dios mío, ¿yo què toqué aquí? Qué estructura profunda se movió desde la cadena ganglionar
simpática o desde el plexo celíaco que era lo que estaba tocando en ese momento. Entonces empezamos a
ver que las emociones no están solamente en el cerebro, en el sistéma límbico, que también están en los
ganglios periféricos, que están en la piel. De pronto alguien realiza Rolfing y realiza un masaje profundo y el
paciente experimenta una viviencia profundamente emocional. De pronto tu tienes un pequeño trauma físico
y ese trauma físico evoca un dolor que va mucho más alla del trauma físico... empezamos entonces a intuír
que eso que llamábamos el cerebro o el sistema nervioso central, está distribuido por todo el organismo;
pero tenemos que ver de qué manera está distribuído y, cómo nosotros podemos inteligentmente actuar
sobre ese sistema. Y para verlo tenemos que pensar en el sistema inmune de una manera diferente. Y
reconocemos que el sistema inmune, como el sistema nervioso, como el sistema autónomo o
neurovegetativo, son instrumentos de aprendizaje. El sistema inmune aprende, tiene memoria, se puede
condicionar; muchas de las enfermedades son aprendidas; la inmunidad también es aprendida. Cuando
vacunamos estamos utilizando esa inteligencia del sistema inmune.
58
El sistema nervioso autónomo tampoco es autónomo, está sujeto a la respuesta condicionada. Desde las
experiencias de comienzos de siglo por parte de los alumnos de Pavlov, Bikov y su escuela, se encontró
que era posible someter el sistema nervioso autónomo a una respuesta condicionada, que era posi ble
condicionar el intestino, que era posible condicionar la presión arterial. Y que era posible también
condicionar la muerte proveniente de un shock neurovegetativo; un ejemplo es que ustedes ponen una
solución salina hipertónica en el intestino grueso, en el colon, la inyectan a través de una cánula, se crea
una deshidratación por este mecanismo, se crea un shock hipovolémico y se estudian las características de
este shock en funciónde la concentración de la solución salina y de la repetición de este evento. Al cabo de
unas cuantas sesiones se produce un fenómeno muy especial y es que con solo poner la cánula, sin poner
solución salina, los perros se mueren en shock hipovolémico. Es decir , ello aprenden a asociar la cánula
con todo el complejo fenómeno neurovegetativo que ocurre con la solución salina hipertónica. Así que por
primera vez tenemos en medicina la clara evidencia de que el sistema nervioso autónomo no es autónomo.
Eso es bien importante porque nosotros estamos viendo en nuestra clínica diaria, todos los días
disautonomías, las disautonomías son disritmias o disturbios del sistema nervioso vegetativo tan graves que
te pueden llevar a la muerte. De pronto ustedes ven a un paciente que ingresa al servicio de urgencias con
presión cero; tiene presión cero pero no encuentran absoulutamente ningún motivo, ninguna causa; ese
paciente ha sido sometido a shock neurovegetativos repetidos de tal manera que algo que para todo el
mundo es banal, para ellos se vuelve mortal. Y esto que es banal está generalmente relacionado con su
estructura emocional, con la calidad de sus relaciones familiares, verte a ti si tu me has agredido puede ser
mortal si tu me has agredidio y si ya estoycondicionado a la agresión, pero de la misma manera no es solo
el trauma emocional: estar en contacto con el mismo campo electromagnético que me produjo un disturbio
neurovegetativo hace que cuando yo esté sensibilizado la sola presencia de un transformador en los
alrededores o de una línea de alta tensión pueda inducir un shock neurovegetativo tan violento que hago
una vagotonía, una parálisis del simpático y la presión se va al suelo, se vá a cero. Toda esa estructura del
neurovegetativo está asociada con respuestas adaptativas que tienen que ver con el ataque o la huída. La
primera frontera de relación con el mundo, la primera defensa es neurovegetativa. Son el simpático y el
parasimpatico. Si yo te abrazo tengo una reacción parasimpaticotónica. Esa recacción hace que en mi
corazón experimente una sensación de plenitud, que se me ponga rosada la cara, que la sangre se me vaya
a las manas, que tenga una sensación pero no solo una sensacion sino que modifique toda mi fisiología. Si
yo te miro a los ojos y tu me miras con amor se está modificando toda mi fisiología. Se estaá acabando la
reacción de fuga y estoy involucrándome en la respuesta de apertura que es una respuesta fisiológica que
te lleva a la comunicación y que te abre a la comunicación pero nosolo abre tus brazos y abre tu boca en
una sonrisa sino que abre toda tu neurofisiología, abre toda tu inmunología, si yo miro una película de la
madre teresa, al final de la película me toman los niveles de inmunoglobulina A secretoria, la de la saliva, y
se van a encontrar con que los niveles de ig A secretoria sean elevados, aunque yo critique la película,
aunque me parezca una mojigatería y aunque yo diga desde el punto de vista intelectual: eso es
romanticismo, y misticismo pasado de moda. Sinembargo todos los estudiantees de Harvard que se
someten a ver esta película y a los que les hacen medidas previas y posteriores de ig A, la primera barrera
defensiva del sistema inmune, la que está en las mucosas, presentan una elevación de la inmunoglubulina
A. pero si yo tengo exámen final mañana, estoy liberando opiáceos endógenos, estoy liberando ACTH, beta
endorfina, una cantidad de moléculas, estoy paralizando la actividad de los linfocitos T ., las células
asesinas naturales y probablemente me voy a resfriar. El ìndice de resfrío entre estudiantes de medicina,
por ejemplo, es mucho más alto antes de exámenes finales porque están sometidos a condiciones de estrés
intenso. Pero si yo tomo un ratoncito y lo someto a electro shocks y, el puede jugar y saltar y predecir el
shock eléctrico, primero va a haber una reacción de estrés desmesurada pero luego, va a haber una
reacción de estrés adaptativa y no va a pasar nada con su sistema vascular ni con su sistema inmune y su
calidad de vida va a ser normal. Pero si yo lo someto a un estrés impredecible, es decir, si yo paso el shock
eléctrico de una manera desordenada que el no lo pueda predecir, que no tenga escapaatoria, el hace una
inhibición de la producción de las células asesinas naturales; es la misma modificacion de la inducción de la
producción de citoquinas, de interleukina 2, 6 y 10 por parte de los linfocitos t, cosas que son fundamentales
para que haya una buena inmunidad celular, para que nos defendamos de cualquier clase de agresión de
tipo infeccioso por ejemplo. Entonces vamos a hilar todos esos procesos, a ver dónde se juntan, a ver qué
sentido tienen, porque lo importante es el significado y si nó nos perdemos en la complejidad de las
interleukinas, de los neuropéptidos, tenemos que aprender 20 interleukinas, más de 70 neuropéptidos, y la
confusión es que si están en el hígado actúan de una manera y si están en el sistema límbico actúan de otra
manera y, si es en verano o en invierno actúan de manera diferente, y si cambiamos la dosis cambian en su
capacidad de acción; es decir, que entramos en informaciones puntuales sin sentido y lo que hacemos es
acumular piezas del rompecabezas sin armar el rompecabezas. Antes la medicina nos propone la
especialidad y esa es una cosa fantástica, pero en el maremagnum de la especialidad perdemos la noción
del hombre, la noción del sujeto, perdemos la noción de la integridad; y ahora, la misma medicina, empieza
a hablar de neuropsicología primero, ya no es neurología y psicología si no neuropsicología, luego empieza
a hablar de neuropsicoinmunología, después empieza a hablar de neuro psico inmuno endocrinología y ahor
empieza a hablar de neuro psico inmuno endocrino ecología, y en esas logias de tantas vainas, de tantos
59
tratados, de tantas cosas juntas, yo propongo que volvamos a hablar del gusano, de la medicina, el gusano
va a volar un día, va a ser crisálida pero estamos hablando de lo mismo, estamos hablando de un órden
implícito. En medicina comienza a suceder lo mismo que pasaba en el campo de la física. En el campo de la
física comenzamos a multiplicar las partículas y empezamos a buscar la partícula elemental y la partícula
elemental y nos vamos detrás de eso hasta el momento en el que descubrimos que no hay partículas, que
simplemente, hay campos, hay una concentración de líneas de campo y a esa concentración nodal de las
líneas de campos, lo llamamos partícula. Esa es una partícula para el observador, nosotros la vemos como
una partícula pero no es una partícula sino que es un proceso; en el universo no hay partes, hay procesos.
De una corriente única que se vá diversificando. Es así como los físicos conciben el mundo. Antes los físicos
veían el mundo y unos describían la mecánica, otros la cuántica, otros la relatividad otros las leyes del
electromagnetismo, y es como un gran pez y entonces unos miraban los ojos y describían, el mundo es un
ojo el mundo es un aparato para procesar la luz, para almacenar la luz. Otros miraban las aletas y decían,
no, el mundo es un fenómeno físico, mecánico (65:13(
60
Y es una especie de remo para mover el agua. Otros se entretenían, los poetas, en las escamas de los
peces y veían brillar las escamas de los peces y se imaginaban algo así como reflejos de sol que se iban
moviendo. Pero realmente alguien se remonta más allá y ve a todos los observadores mirando las pequeñas
partes y dice, pero eso es un pez, es un pescado, hay que unir otra vez las aletas con las escamas, con los
ojos, con el agua, con el nadar, con eso y hay que darle un sentido, un objetivo, y ese pescado que va
nadando se va moviendo y se va acomer a otro pescadito, digamos así, pero si no vemos sino la partecita,
que es lo que nos ha ocurrico, afortunadamente ahora, realmente la tendencia de toda la ciencia y de la
evolución es volver a juntar aquello que habíamos dividido para poderlo comprender poque, si no lo
entendemos, intelectualmente, pero no lo vamos a comprender en su sentido. El sentido es aprendizaje,
todos nuestros sistemas son estrategias de aprendizaje, pero son estrategias integradas. Nada ocurre en el
cerebro sin que ocurra también en el riñón y en la última de las células del cuerpo. Nada ocurre en mi
pensamiento sin que ocurra simultáneamente en mi fisiología. Nada ocurre en mi relación sin que ocurra in
mi genoma y en los núcleos atómicos. Hacia la década de los 70 investigadores en los institutos de la salud
en los estados unidos, descubrieron los primeros receptores para opiáceos y eso es trascendental. Para mí
eso divide la historia de nuestra concepción de la fisiología y del hombre en dos: antes y después del
descubrimiento de los receptores de opiáceos. ¿qué interés tiene el descubrimiento de los receptores de
opiáceos desde el punto de vista práctico? Es muy simple. Cuando ustedes ven un adicto, tiene el sistema
inmune fundido. Son mucho más sensibles a todo tipo de infecciones. Pero, no veamos un adicto sino
veamos una persona promiscua sexualmente, es decir, una persona que vive a partir del principio del placer
a nivel genital. Esa persona, como el adicto es adicta a los opiáceos. El uno es adicto a los opiáceos
exógenos, el otro es adicto a opiáceos endógenos pero, al fin y al cabo, son la misma familia. El está
sometido a un estrés opiáceo, así se llama. Y, cual es la característica del estrés opiáceo? Que es
inmunodepresor, que disminuye las células asesinas naturales, que destruye la posibilidad de defenderse a
través de las citoquinas, que altera los linfocitos t infiltrantes, que impide los a mecanismos de inmunidad
celular desarrollarse adecuadamente. Que en el caso de que haya un proceso como un virus hay tendecia a
la cronicidad, que son sometidos a infecciones por oportunistas y todo ese tipo de cosas. Siempre que
estamos sometidos a un estrés del que no tenemos salida, que es impredecible, que nos coge a contrapié,
inmediatamente desarrollamos un estrés opiáceo, y cuando desarrollamos el estrés opiáceo, perdemos el
autoreconocimiento a nivel inmune, y cuando perdemos el autoreconocimiento a nivel inmune, perdemos la
identidad biológica y, vienen una serie de cosas que están ocurriendo, que están presentandose en la
práctica clínica de todos los dìas y, que si no entendemos el estrés opiáceo, no vamos a encontrar la causa
de la inmunodepresión. Vamos a inyectar gamaglobulinas, vamos a realizar inmunomoulaciones, pero no
vamos a ir a la causa que es realmente el estrés opiáceo. Ellos descubren entonces que hay receptores
para opiáceos endógenos, ese descubrimiento es bien importante porque nos permite explicar algunas
técnicas analgésicas, nos permite explicar la acupuntura por ejemplo. Cuando ustedes ponen una aguja y
hacen un estímulo de alta intensidad y baja frecuencia, liberan beta endorfina. La beta endorfina es una
analgesia similar a la analgesia que ocurre en el estrés agudo. Por ejemplo, a alguien lo hieren en la batalla
y ni siquiera se da cuenta de que ha sido herido. Yo he tenido muchos pacientes que van después de un
atentado y solamente cuando llegan a la consulta se dan cuenta de que tenían un balazo, de que tenían un
trauma, de que tenían una fractura. Está descrito el caso de soldados que a pesar de haber sido
amputados, todavía se desplazaron kilómetros sin sentir ningún dolor. O sea que el mecanismo de
liberación acth, cortisol, beta endorfina, es una primera respuesta adaptativa frente a l estrés agudo que es
muy importante. Es una estrategia de supervivencia. Pero ella está ahí como una estrategia de
supervivencia, para el estrés agudo, si se mantiene crónicamente, literalmente destruye el sistema inmune.
Qué es lo que ocurre en esas fases de estrés agudo? Que el organismo tiene, primero que todo, que
producir analgesia. Pero, segundo, tiene que frenar el sistema inmune porque, si tú activas el sistema
inmune en condiciones posttraumáticas, generas una enfermedad autoinmune, generas un problema de
autoreconocimiento. Entonces, biológicamente, como estrategia adaptativa, existe la necesidad de frenar el
sistema inmune durante instancias durante las cuales puedes perder el autoreconocimiento y eso sería muy
grave. En ese momento hay un estrés de supervivencia, mediado por la liberación de acth, cortisol,
betaendorfina. Eso es bien bonito porque la molécual precursora, en el sistema nervioso central de actha y
betaendorfina es la misma molécula. Es un molécula msh y, la msh es una hormona, la melanoestimulante,
producida en el hipotálamo, también muy importante porque ella hace que se produzca melina, y la
melanina es un supercomputador biológico que es un polímero de la dopamina, es un procesador de la luz
y, además, es el gran motor del sistema límbico, que es el cerebro emocional. Miren que cuando
empezamos a tejer y a integrar, empezamos a ver un cuadro que realmente tiene sentido, que tiene
perspectiva, que es tridimensional, no estamos viendo acth por un lado y cortisol por otro lado, y el eje
hipotalamo hipofisiario por otro lado. Estoy viendo la piel, estoy viendo la melanina, estoy viendo la
dopamina, el sistema límbico y todo esto empieza a adquirir sentido. Cuando un receptor es activado a nivel
de la membrana celular, por ejemplo a nivel de un opiáceo como la morfina qué ocurre? Que el receptor se
modifica químicamente, ya no es el mismo. El receptor es modificado por la presencia del transmisosr,
receptor más transmisor ya no son la misma molécula. Y se desencadena desde el receptor, a través del
citoplasma, una cascada de eventos via molèculas especiales, que llega hasta el núcleo atómico, hasta el
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núcleo celular. Y desencadenan la síntesis de proteínas que, a su vez, interfieren sobre todo el mecanismo
de la célula pero también sobre nuestro comportamiento. De tal manera que cuando movilizamos un
receptor, a través de un transmisor, estamos tocando el núcleo celular, estamos tocando el genoma. Míren
ya dónde estamos con un opiáceo. Pero ese opiáceo es movilizado por una emoción, o por una relación, o
por un estrés, y, ese opiáceo, está relacionado con una estrategia de supervivencia que es la analgesia, el
aumento de la resistencia, pero también con una estrategia de supervivencia que es la necesidad del placer
y de la recompensa. Porque, sin el placer y la recompensa, la vida no tiene sentido. Y cuando examinamos
donde están los receptores de opiáceos, qué se sabe en investigación sobre esas moléculas que modulan
buena parte de nuestro comportamiento, encontramos que están en sitios críticos, no están en cualquier
parte. Están en todo el organismo pero en distribución dispar. Pero, cuáles son los puntos nodales en los
cuales se concentran los receptores de opiáceos. Receptores que a su vez, son moduladores del
comportamiento humano y constituyen una interfase entre las emociones y el cerebro, entre la mente, el
cerebro y nuestra fisiología. Cuando descubrimos que los receptores opiáceos están en todo el organismo y
que una señal no necesita desplazarse eléctricamente a través de los nervios para que tenga su acción.
Que puede viajar a través de la linfa, por la sangre, por todo el líquido extracelular y que pueden actuar
simultáneamente en muchas partes, nos estamos acercando a un descu brimiento revolucionario. Y es un
sistema ya no sinàptico sino parasináptico. El sistema de opiáceos y sus receptores, es una red
parasináptica que permite la respuesta de la totalidad del organismo frente al estímulo. Y esa respuesta de
la totalidad está relacionada con el sentir, con las emociones. Y entonces comenzamos a comprender un
código, que el código del sentir permite una respuesta de la totalidad. Es todo el organismo el que responde
a un estado emocional. Yo estoy trist con el riñón, con los huesos estoy triste. La tristeza agudiza la artritis y
agudiza muchas enfermedades. Yo estoy iracundo con todo el organismo pero sobre todo con el hígado y la
vesícula biliar y, cuando estoy iracundo, libero colecistokinina que, vamos a ver, es un neuropéptido bien
importante. Pero esa colecistokinina no solo se libera en mi vesícula sin que también se libera en mi lóbulo
frontal de manera que, cuando yo estoy iracundo tengo un temperamento bilioso. Encontramos la antigua
teoría de los temperamentos que nos parece hoy absurda pero que realmente era una descripción de mi
modalidad reaccional frente al mundo. Y también, está determinando, en buena parte, mi factibilidad o mi
suceptibilidad a determinado tipo de enfermedades. Así que se nos vuelve muy importante comprender,
dónde están los receptores de opiáceos porque ahí vamos a comprender también la importancia del
procesamiento de señales desde el punto de vista del sentir, de nuestras emociones. (54-23) y vamos al
cerebro y hacemos un mapeo de los receptores de opiáceos y nos encontramos con un primer hecho que a
mi me parece trascendental y es que en la amígdala, en el hipocampo y nó en éstas amígdalas, en la
amígdala cerebral, en el hipocampo, existe una concentración de receptores de opiáceos treinta veces
mayor que en el resto del cerbro. Es que el sistema límbico que es precisamente el sistema procesador de
las emociones; recordemos que el sistema límbico es una unidad funcional procesadora de las emociones a
nivel del sistema nervioso central. No es que allí nazcan las emociones como algunos creen. Allí se
procesan las emociones. Ese es el computador que recibe la señal. Es la antena que recibe la señal pero no
es la señal. Pero ese procesador de emociones está compuesto por el hipotálamo, el hipocampo, la
amígdala y toda la parte basal del lóbulo temporal y el lóbulo frontal. Todas esas estructuras que responden
a nuestra inteligencia emocional. Nostros tenemos inteligencia emocional. Cuál es la importancia de esa
inteligencia? Que en éste momento en investigación científica, se cree que esa inteligencia es, para vivir,
muchísimo más importante que la inteligencia intelectual. Que la gente que triunfa… que es felíz, que tiene
éxito, no es la gente más inteligente en el sentido de cuociente intelectual sino la gente con mayor
capacidad de relación de comunicación, de adaptación, de integridad, de felicidad. Y esa gente hace uso de
la inteligencia emocional y, esa inteligencia emocional está conectada con nuestro sistema límbico y nuestro
sistema límbico se empieza a nutrir con la primera visión que tenemos de nuestra madre, de los ojos y la
cara de la madre nos nutrimos y a traves de los ojos y la cara de la madre seguimos viendo el mundo. Ahí
se inicia el ritual de desarrollo y ese ritual de desarrollo no es un embeleco intelectual o sicoanalítico sino
que también se vuelve una red de sinápsis y, esa red sináptica, del colorido y de la riqueza de esa red
sináptica dependen buena parte de la calidad de nuestra vida, nuestra capacidad de adaptación a la vida, al
mundo.
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Así que tenemos la amígdala y el hipocámpo. Como punto de partida, pero si seguimos investigando nos
encontamos otras zona crítica y es la sustancia gris periacueductal. Alrededor del acueducto de silvio,
donde están todas las aferencias de la formación reticular, todas las aferencias sensoriales, todos los
estímulos que recibimos del mundo, tienen que pasar por ese cuello de botella crítico que es acueducto de
Silvio y sustancia gris periacueductal para poder llegar al tálamo, al cerebro, a los ganglios basales y de allí
a la corteza cerebral y ser interpretados. Pero lo más importante de la sustancia gris periacueductal es que
ahí están los circuitos de castigo. La letra con sangre entra decían los abuelos. También aprendemos a
traves del dolor. Las culpas, los remordimientos, el resentimiento, todo ese tipo de cosas que vienen del
pasado, que nos anclan a nuestro pasado, tienen que ver con circuitos acetilcolinérgicos que están ubicados
a nivel de la sustancia gris periacueductal y que han sido reconocidos como los circuitos del castigo.
Entonces tenemos que los centros del placer, sistema límbico, sobre todo el haz medio del teleencéfalo para
los que estudien neurología y los circuitos del dolor, están siendo modulados por opiáceos endógenos. Eso
me lleva a entender por qué cuando hay mucho dolor en mi vida me puedo refugiar en la droga, cómo
cuando tengo un estrés sin salida, me refugio en los opiáceos de muchos modos, a traves de la cocaína, de
la morfina, a traves de la heroína, pero también a traves de la heroína de la religión, cuando vuelvo de la
religión una religiosidad. Es decir, cuando genero dependencia de una religiosidad que me lleva a dedicar mi
vida exclusivamente a ese aspecto y descuido todos los otros aspectos. El ser ser humano, el ser hermano,
el ser amigo, el ser compañero, o el ser amante, el ser esposo, todas esas cosas que tiene la vida.
Entonces cuando no tenemos placer a traves de la vida porque no utilizamos los circuitos del placer, o
porque tenmos demasiado vivos los circuitos del dolor, entonces buscamos el placer externo y ese placer
externo se vuelven todas las adicciones. Ese placer externo son todos los consumismos, todos los
exclusivismos y todas las dependencias. Miren ya dónde estamos: de tal manera que cuando yo veo a
alguien inmunodeprimido no solo pienso en linfocitos t e interleukinas, yo también pienso en el
monocultivismo en su vida, en sus monocultivos, porque los monocultivos son sujetos a todas las pestes,
porque donde se para la diversidad viene la enfermedad. La salud es integridad y está hecha de diversidad.
Cuando mi vida se vuelve de un sólo color entonces yo soy susceptible a todas las plagas. Cuando yo cojo
todas mis hectáreas y las cultivo de una sola cosa, entonces me estoy jugando mi economía energética, mi
economía, la del bolsillo no? porque si una plaga viene, arrasa con todo. Así que la clave de la vida es la
diversidad, en la variedad está el placer, dice por ahí un refrán y eso es literalmente cierto. Si no tienes
muchos múltiples puntos de sustentación y de apoyo, entonces, tu red va a ser una red muy débil y muy
floja y por ahí te vas a desfondar. Recordemos que esa red es la red del colágeno, es la red endotelial, es la
red neuronal, pero también es la red de relaciones que tienes con tus familiares y amigos, también es la red
de inquietudes de sueños, de esperanzas. Entonces, la siconeuroinmunología, realmente nos enseña que
hay que enriquecer la vida, que hay que darle variedad a la vida, que nuestrra unidad se alimenta
precisamente de nuestra diversidad y, que, cuando no tenemos diversidad, nuestra unidad pierde sentido y
también pierde solidez. Nos desestructuramos, pero no solo allí está concentrada la red de receptores de
opiáceos endógenos. También está a nivel de los cuernos posteriores, a lo largo de toda la médula espinal,
los cuernos posteriores están literalmente sembrados de receptores de opiáceos endógenos, y constituyen
filtros para todo tipo de percepciones. Todo el tiempo estamos recibiendo miles de informaciones pero no
todas las informaciones pasan. Pasan aquellas que sean placenteras, aquellas que tengan algún sentido
para nosotros, aquellas que tengan algún sentido para la supervivencia. Y esa compuerta de las
sensaciones a nivel de los cuernos posteriores de la médula está siendo modulada por opiàceos
endógenos. Ese es el primer capítulo de la psiconeuroinmunología, cómo vivimos el placer y el dolor, cómo
logramos producir analgesia, cómo logramos producir placer, cómo logramos adaptarnos a la vida. Cuando
nuestro placer es sostenido, cuando la analgesia es sostenida, tenemos un exceso de opiáceos en el
sistema que inhibe toda nuestra actividad inmune. Yo digo que un órgasmo permanente es fatal. Es mortal.
Nadie puede vivir en orgasmo permanente. Es fatal, es mortal, desgasta toda tu energía. Pero eso es
literalmente cierto desde el punto de vista de nuestras relaciones. Nosotros nos volvemos esclavos del
placer y de la recompensa y vendemos nuestra alma al diablo. Es decir, que…. La red de opiáceos y
renunciamos al autoreconocimiento porque el dolor tiene su parte, el esfuerzo, la disciplina tiene su parte.
Entonces esta relación entre el placer y el dolor, entre la sustancia gris periacueductal y el haz medio del
telencéfalo, entre esos dos circuitos, se dá un equilibrio y, en ese equilibrio se forma la red sobre la cual el
ser tiene su soporte. Además de los opiáceos endógenos, descubrimos que existen alrededor de setenta,
talvez ochenta moléculas que son los neuropéptidos. Son pequeñas cadenas protéicas que son secretadas
por las neuronas. Creíamos inicialmente que eran neurosecresiones, unas más largas que son la familia de
las endorfinas, unas más cortas que son la familia de las encefalinas. Las endorfinas tienen que ver con los
contextos y las encefalinas tienen que ver con los textos. Es decir, las endorfinas, tienen efectos globales
sobre todo el sistema y las encefalinas tienen efectos mucho más específicos, sobre todo el sistema. Esos
son opiáceos, pero además, estos que son péptidos, exísten muchos más neuropéptidos: la sustancia p, el
vip, la bradiquinina, casi todas las hormonas son neuropéptidos, es decir, casi todas las hormonas son
secretadas por las neuronas. Pero no solo son secretadas por las neuronas sino, parte también, por el
sistema inmune. Por los linfocitos. Cuando vemos que un linfocito t es capaz de sintetzar y sintetiza acth;
cuando vemos que las neuronas sintetizan también acth; cuando vemos que el hipotálamo produce insulina,
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no solo es el páncreas produce insulina sino también el hipotálamo produce insulina; cuando vemos que la
hormona de crecimiento es también producida en la piel, no sólo a nivel del sistema nervioso central y a
nivel del eje hipotálamo hipofisiario, sino que la hormona de crecimiento también es producida por la piel,
entonces empezamos a recorrer, a reconocer todas estas interfases, todas estas infinitar redes de
correlaciones. Y descubrimos algo: que el cerebro, la glia, produce citokinas. Las mismas moléculas que
producen los linfocitos, los monocitos y las células inmunocompetentes. Que las células
inmunocompetentes producen neurotransmisores y producen neuropéptidos, aquellos que creíamos que
sólo eran producidos por el cerebro. Que ambos producen hormonas, aquellas que creíamos que solamente
eran producidas por estructuras glandulares y, que todos tienen receptores para lo de todos lo otros. Y
empezamos a mirar el sistema inmune en otra dimensión: cuando vemos los linfocitos, sabemos que los
linfocitos son neuronas ambulantes. Hay unas neuronas que están allá quietas en el cerebro, pero los otros,
realmente son los mensajeros de las neuronas, están en todas partes, en toda la economía, asistiendo allí
donde es necesario que asistan. Y empezamos a reconocer cosas como éstas: ustedes producen
vasopresina, la vasopresina es un neuropéptido, y la vasopresina, tiene una acción antidiurética. Para que
tenga esa acción antidiurética tiene que actuar a nivel de la nefrona distal, en el riñón, en dónde tiene
receptores. Pero además la vasopresina tiene receptores en el endotelio vascular y produce una acción
sobre el músculo liso de los vasos sanguíneos y producen una acción vasoconstrictora. Por eso se llama
vasopresina. Pero, además, la vasopresina tiene un efecto sobre el hipotálamo, el rinencéfalo, y te provoca
la sensación de sed, la necesidad de líquido. Pero, además, tiene un efecto a nivel del hipotálamo posterior
y la cadena ganglionar simpática y te provoca un efecto antidepresivo. Si yo como siquiatra utilizo el efecto
antidepresivo y, como internista el efecto que retiene líquido a nivel de la nefrona distal y que aumenta la
presión arterial, y veo las cosas desde el ángulo de la especialidad y no las integro me pierdo la lección.
Cuál es entonces la lección de la vasopresina? Es una estrategia biológica de supervivencia que te lleva a
conservar el agua, si, ese conservar el agua es conservar tu energía ancestral. La onda portadora de la vida
es el agua. Y toda esa conservación del agua está regida por cosas que son coherentes compatibles para
conservar el agua. Qué tal que yo me esté muriendo de sed en el desierto y me depríma? Si me deprimo me
muero. Qué tal que yo esté deshidratado y no me dé sed? Qué tal que yo tenga una hemorragia y nó
bloquée a traves de vasopresina la eliminación del agua y no empiece a retener agua a traves del riñón.
Entonces, un neuropéptido o un neurotransmisor es un paquete de información. Es un programa inteligente,
es una estrategia biológica que no podemos leer aisladamente. Tenemos que leer en el conjunto. No
podemos leer secuencialmente, no podemos leer con el hemisferio izquierdo, con el intelecto. Generalmente
el intelecto lee una cosa detrás de otra, estudia causas y efectos, pero aquí encontramos, que la conexión
vasopresina no es una conexióne en serie, es una conexión en paralelo. La vasopresina se libera y
simultáneamente sobre el sistema nervioso central evitando la depresión, provocando sed, sobre el sistema
vascular provocando vasoconstricción, sobre el sistema renal aumentando la retención de líquidos. Pero eso
que veíamos como cosas diferentes son una sola estrategia, una sola palabra biológica, una sola cosa.
Pues bien, es así como actúan todos los neuropéptidos y todos los neurotransmisores: actúan en toda la red
de receptores en paralelo, recibiendo todas las señales a nivel de todos los sistemas e integrándolas. Esas
son las alas de la mariposa, es decir: nosotros tenemos un sistema inmune, un sistema vascular, un sistema
neural, pero todos ellos están integrados por hilos invisibles de inteligencia que se conectan a sus
receptores como cables que se lanzan y se anclan sobre esos receptores en función de la demanda
biológica, en función de mi equilibrio relacional. Así que la integridad en el sistema, está dada por un
metasistema que los autores en este momento, Brenda O. Reagan?????es la primera que habla de ello,
llaman el healing sistem. (40:00) El sistema de curación o el sistema de sanación. Tenemos un sistema
inteligente que es el armonizador de todos los otros sistemas y ese sistema no es un sistema de moléculas
a pesar de que las moléculas son sus efectores. Es un sistema de inteligencia. Y empezamos a ver que lo
importante en el sistema, no son las neuronas, no son las células, no son los linfocitos, no son los
receptores, es la red. Y empezamos a pensar en función de una red que hoy se llama la red cuerpo-mente,
la red de neuropéptidos es una interfase de la red cuerpo-mente. Entendida la mente nó como el cerebro
sino más en términos de conciencia, más en términos inmateriales. Eso que es inmaterial, eso que es
intangible, esas redes virtuales que no se ven pero que se ponen en acción en función de las necesidades
biológicas, es la parte más importante del sistema. Es una red relacional que al interior y en tus relaciones
con el exterior, mantiene tu integridad, mantiene tu autoimágen y mantiene tu autoreconocimiento. Entonces
vamos a ver cómo, sistemas que aparentemente estaban separados, se integran en la vida, nó porque
nosotros los integremos o porque los teóricos los integren sino porque hace miles de millones de años ya
estaban integrados y, cuando empezamos a hablar en ese lenguaje de síntesis, que es el de la integridad,
ya no vamos a pensar como psicólogos o como neurólogos ni como inmunólogos ni como psico
inmunoendocrinólogos, sino que vamos a tratar como médicos. Como seres humanos totales que se dirigen
a seres humanos totales que no son simplemente complejos moleculares sino que también sienten,
piensan, sueñan, tienen esperanzas, y a traves de esos sentimientos están modelando la escultura de su
cuerpo, la escultura de su vida. Y entramos en un capítulo apasionante de todo ésto que es la
psiconeuroinmunología que se llama la teoría de la personalidad y las personalidades. Resulta que a partir
de 1950, en medicina empezamos a comprender qué era esa vaina de la personalidad. Porque antes la
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describíamos y se la dejábamos a los psicólogos, y, como creíamos que los psicólogos (vuela una pluma en
el recinto y dice a alguien que intenta cogerla: No la atrapes que las plumas son para volar). Entonces, en
qué íbamos? En la plumita, nó? Empezamos a hablar de las teorías de la personalidad en medicina y eso sí
que es bien apasionante porque nosotros, delegamos la personalidad a los psicólogos. Y como al fin y al
cabo la psicología es la ciencia del alma (ya después la volvemos la ciencia de la conducta, la aterrizamos
de barrigas y la volvimos el conductismo, la ciencia de la conducta). Es la ciencia del alma, de la psiche, es
una ciencia sagrada. De pronto, los médicos nos olvidamos de ser psicólogos, es imposible acceder al ser
humano olvidando la esencia del ser humano que es la psiche, que es el alma. No se trata de dejarle la
psicología a los psicólogos, a los psiquiatras, es demasiado importante para dejaral solo en manos de los
especialistas, tenemos que rescatar la psicología para la vida cotidiana. Pues bien, hubo un momento en el
que los cardiólogos empezaron a darse cuenta estudiando, a partir de los años 50, en los grandes estudios
cooperativos, el problema de los factores de riesgo para la enfermedad cardiovascular, y ellos empezaron a
encontrar que había cosas que no cuadraban. Es decir, que por más que hablábamos de cigarrillo, de
colesterol, del estilo de vida, de muchas cosas, había pacientes quienes, a pesar de que no cumplían esos
requisitos, de todas maneras se infartaban. Y eso era estadísticamente muy importante. Es decir, había un
factor, desconocido. Al estudiar ese factor desconocido durante muchos años, la medicina global llega a una
conclusión que es una conclusión fantástica porque hoy todavía muchos dicen, aún por televisión se atreven
a decir que la psiche no tiene nada que ver con el cuerpo, que tus emociones y tu comportamiento no tienen
nada que ver con tu cáncer, pero, desde 1950 todos los estudios médicos demuestran qeu el patrón de
personalidad incide sobre tu enfermedad de una manera contundente, sobre los factores de riesgo para
enfermarte de una u otra cosa, y se empiezan a estudiar los patrones de personalidad, todavía hay mucha
discusión, de todas maneras se encuentra un patrón de personalidad cuya característica es muy especial.
Es el patrón de personalidad A. la personaildad A tiene muchos rasgos pero, los rasgos distintivos más
importantes y determinantes como factor de riesgo sobre la enfermedad coronaria y el sistema vascular son,
primero, la hostilidad. La hostilidad es una actitud en la vida de competitividad y competencia, eso es bien
común entre los médicos, si?, es muy común, los médicos estamos enfermos de competitividad. Queremos
ser mejores, o los mejores, o mejores que otros, y no nos baja nadie del pedestal del orgullo. Pero eso es
inseguridad. Cuando tenemos una inseguridad basal, y una infelicidad dentro de nosotros tratamos de
compensarla siendo los sabios, conociendo mucho, descrestando a los otros, nos deshumanizamos. Buena
parte del conflicto de nuestra medicina es que te ha deshumanizado para compensar un vacío interior muy
grande. Yo he encontrado a muchos colegas, y eso está bien, que estudiaron para compensar grandes
vacíos. Pero se quedaron con el vacío y se quedaron con el orgullo. Es decir, llenaron el vacío con orgullo y
el vacío no se puede llenar con orgullo. Es frecuente, es un drama. De mis pacientes, los más gravemente
enfermos son los médicos, yo tengo muchos colegas, jefes de departamento, rectores de universidad, y
cuando yo me pongo a meditar en lo graves que estamos los médicos para pretender sanar, a mí me dan
ganas de llorar. Es que tenemos que rescatar nuestra humanidad, salvar nuestra medicina, cuando yo me
pongo a mirar en las estadísticas, los médicos son los más grandes suicidas entre todos los profesionales,
son los más grandes adictos entre todos lo profesionales. Los médicos ya no quieren que sus hijos estudien
medicina
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(giro del cassette cambio de lado) 32:40
redimimos nuestra medicina o nos sanamos a nosotros mismos y vivimos ésto con pasión, con humanidad,
o estamos irremisiblemente condenados a que el río de la historia nos deje. En éste momento, según un
editorial del new england journal of medicine muy reciente, en el mundo, la gente gasta mucho más dinero
en medicinas alternativas que en toda la corriente oficial. Ya estamos hablando, no de vigencia académica o
científica sino de vigencia social que es lo que nos importa. Y porqué? Porque la medicna es mala? No,
porque los médicos somos malos. La medicina no es mala, la medicina es una maravilla. Nosotros tenemos
una herramienta preciosa en nuestras manos que puede redimir nuestra vida, espiritualizar nuestra vida,
humanizar nuestra vida. Pero no sabemos qué hacer con ella y la estamos utilizando mal y nos estamos
destruyendo con esa herramienta. Así que, de lo que se trata ahora es entonces de recuperar la psiche, el
alma, recatar el alma para nuestra humanidad, rescatar la lección de lo que es la personalidad y entender
(28:09)que un sentimiento de hostilidad genera úlceras, genera enfermedad acidopéptica, genera
hipertensión arterial, aumenta el riesgo de infarto, aumenta la liberación de noradrenalina, aumenta el
consumo de oxígeno, te mete en un régimen de economía energética pésimo donde hay un gran desgaste,
y una gran fricción, impide la respuesta de relajación, te impide tener paz interior a pesar de que tengas
todas las razones del mundo para tenerla, desde el intelecto no tienes paz y eso es lo que ocurre con toda
la gente; pero si nosotros como médicos no tenemos paz interior, si no somos capaces de la respuesta de
relajación, pues no podemos reconocer la necesidad en otros, la primera necesidad de un paciente es paz.
A mi me dicen medicamento imperial, es paz. Sin paz ninguna de las cosas que haga tiene sentido. Es el
dígito en una gran cifra. Todas las acciones son ceros y, sin el dígito de la paz nada vale la pena, nada vale
nada; ni tu dinero, ni tu posición ni tu prestigio, pero si tienes paz interior, todo lo demás se vuelve valioso. Y
qué es paz interior? Es respuesta de relajación: que te baje el consumo de oxígeno, que te baje el nivel de
noradrenalina, que te interiorices, que reflexiones, que compartas; muchas de esas cosas, es muy simple,
es muy sencillo, y cuando hay paz interior, tu aquietas el tallo cerbral. El cerebro reptil. No tienes que atacar
o huír, no tienes que morder a tu papá todo el día o toda la noche haciendo bruxismo, sino que puedes
comprenderlo, sino que puedes ponerte en sus zapatos y puedes comprenderlo. Muchas hipertensiones
esenciales vienen de ahí. Cuando nosotros miramos la hipertensión esencial haciendo una desgresión
sobre las teorías de la personalidad, encontramos pesonas muy especiales, que llevamos al laboratorio y
los agredimos, es decir , hacemos un protocolo experimental, para tratar de irritarlos. Una persona normal
cuando se siente agredida sube lapresión arterial, pero ellos, cuando se sienten irritados suben la presión
arterial dos o tres veces más pero no lo dicen ni lo aceptan. Y uno les pregunta: usted sintió algo? Y ellos
dicen: No, yo no sentí nada, yo me siento normal. Ellos se sienten normal pero su presión está disparada.
Ese tipo de patrón de reactividad en la cual nosotros no reconocemos nuestra vulnerabilidad, nos sentimos
invulnerables y disfrazamos nuestra vulnerabilidad con una máscara de autoridad y de exigencia. Esa es la
personalidad del típico ejecutivo. Cuando eso se dá, cambiamos la noción del tiempo interior, siempre
estamos de prisa. Pregúntele a toda la gente que está pitando en el tráfico de la ciudad quién realmente
tiene qué llegar a tiempo. El que tiene que llegar a tiempo, generalmente va más despacio. El que es
conciente del tiempo. Pero a veces corren como locos para llegar a la casa a no hacer nada. Es decir, hay
un sentimiento de prisa interior, el tiempo interior se acelera de tal manera, hay un sentimiento de
competitividad e impaciencia que es imposible delegar nada porque tù eres lerdo, porque tú eres flojo,
porque tú no lo haces mejor que yo, entonces se compite. Pero si resulta alguien que realmente es
competente, eso le produce una hostilidad enorme y un sentido de competencia enorme. Todas nuestras
empresas, nuestras industrias, nuestras jefaturas de departamento en los hospitales, en medicina, están
llenos de personas profundamente infelices, con un patrón de personalidad tipo A, con riesgos de salud
enorme pero que todo el mundo admira. Desafortunadamente todo el mundo quiere acceder a ese pedestal
que es un pedestal con pies de barro porque tarde o temprano se derrumba la vida, a traves de ese
pedestal. Cuando insistimos en el patrón de la personalidad desde el punto de vista de la
psiconeuroinmunología, nos encontramos con dos cosas. Una es el modelo pituitario-adrenocortical (OJO
JORGE, EN ESTE CASO MEDULAR). Es el paciente extrovertido. Aquel que responde con adrenalina o
noradrenalina frente al estímulo. Aquel cuya modalidad de estrés es responder con la médula suprarenal.
Cuando respondemos con la médula suprarenal, simplemente nos expresamos, nos lanzamos al exterior. Y
existe otro modelo que es el simpático-adreno medular. Cuando nosotros tomamos esos modelos
encontramos que unos responden al estrés liberando acth y cortisol. Esos que responden al estrés liberando
acth y cortisol, deprimen el sistema inmune. Son alexitímicos, no expresan las emociones, se las guardan,
se las llevan para el estómago, hacen una colitis, hacen una úlcera, hacen una artritis, cualquier cosa pero
no dicen, no expresan lo que tienen. Los que responden con adrenalina no se van para el endodermo. Su
órgano de choque no es el endodermo sino el endotelio vascular, entonces responden con el endotelio
vascular y tienen más alteración en el endotelio vascular, más hipertensiones y más enfermedades
cardíacas. Fíjense que empezamos a ver que hay modalidades de respuesta de la personalidad que
condicionan los órganos de choque, que pueden enfermar pero que enferman según la modalidad de
manejo emocional. Sinembargo vamos aún mucho más allá: cuando se hacen estudios sobre la
personalidad múltiple (esos estudios son apasionantes), antes se creía que la personalidad múltiple era un
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problema muy raro; ahora, cada vez más, en psiquiatría se conoce que los casos de múltiple personalidad
son muy abundantes y, hay quienes dicen que todos tenemos personalidades múltiples. Eso es un poco
cierto no? en nosotros están todos los arquetipos: está el huérfano, está el guerrero, está el amante, está el
gobernante, en cada uno de nosotros está el bufón, es decir, tenemos tantas facetas de la personalidad,
pero algunos, simplemente disocian unas facetas de otras no las integran, cuando esas facetas se disocian,
entonces hablamos de un trastorno de personalidad múltiple. Hay un niño cuyo caso es muy diciente y muy
comentado en la literatura, Jimmy se llama ese niño, quien tenía 12 personalidades diferentes. Lo especial
de este niño, es que era, en su personalidad habitual, muy alérgico a los cítricos, al jugo de naranja,
obviamente que hacía un edema angioneurótico, era peligroso para él tomarse un jugo de naranja, pero,
cuando él cambiaba de su personalidad habitual infantil a otra personalidad, por ejemplo, un modelo de
personalidad adulta que él asumía, ya podía beber litros de jugo de naranja sin que se brotara, sin que le
diera un edema angioneurótico. Entonces, uno empieza a cuestionarse muchas cosas, por ejemplo,
nosotros hablamos de genes, de histamina, de inmunoglobulina E, de macrófagos activados, de la
respuesta alérgica que todos conocemos en medicina y, bueno, todo eso qué demonios tiene que ver con
que yo asuma la máscara o el rol en mi personalidad, de ser un adulto o de ser un niño? Y, qué relación hay
entre la personalidad, la persona y las moléculas? No dizque eran las moléculas las que nos determinaban?
Algún radiólogo británico se encontró alguna vez un hombre sin cerebro, con dos milímetros o tres de
corteza cerebral cuando lo normal son cuatro centímetros, cinco centímetros de espesor de la corteza. Con
un estudio poblacional amplio, el tuvo la curiosidad de ver quién era ese hombre imaginandose que era algo
así como un idiota profundo, cuando ve llegar a un profesional adulto, jóven, brillante, exitoso, con un
cuociente intelectual de 120, empezamos nosotros a preguntarnos, bueno, dónde está el cerebro? Qué
relación hay entre el cerebro, la inteligencia, la conciencia y la personalidad, y se nos empieza a desarrollar
una confusión muy grande. Porque resulta que nuestra manera de pensar habitual, nuestra concepción de
que la conciencia nace en el cerebro, de que la personalidad no tiene nada que ver con las moléculas,
empieza a quebrarse, se nos empieza a romper. Depronto vemos pacientes que se curan del cáncer. El
único común denominador es que cambiaron de patrón de personalidad. Lo que quiere decir que cambiaron
de actitud hacia la vida. Y al cambiar de actitud hacia la vida, cambiaron su cuerpo. Cambiaron su cáncer,
cambiaron toda su estructura molecular cuando estaban en un estado degenerativo, prácticamente
irreversible. Cuando vemos todo ese tipo de cosas y ahondamos aún en cosas peores, peores aún por lo
escandalosas, y encontramos a álguien que tiene una personalidad y que cuando cambia de personalidad
deja de ser diabético, pero, cómo así? Y dónde están los islotes de Langerhans, y la insulina, y eso de que
se agotaron las células de los islotes de Langerhans? O es que hay un programador que se agotó antes de
que se agotaran las células? Y si yo cambio de personalidad y cambio la necesidad de insulina, y si en una
personalidad soy un diabético insulinodependiente y en otra ya no lo soy… y así, hay muchos estudios que
muestran cómo en muchas enfermedades crónicas aparentemente irreversibles, reversan cuando
cambiamos de personalidad. Pero qué tan interesante entonces sería estudiar, qué personalidad se asocia
con nuestras enfermedades, porque, si estudiaramos la posibilidad de cambiar de personalidad, o sea el
patrón de reactividad frente al mundo, a lo mejor, tendríamos acceso a muchas enfermedades a las que
ahora aparentemente no tenemos acceso al menos con la herramienta médica convencional. Entonces
vemos que nosotros tenemos una personalidad molecular, que la personalidad no es una cosa afuera sino
que está adentro, en nuestro genoma, en nuestros núcleos celulares, en la producción de moléculas, en la
producción de insulina, en la síntesis de hormonas. Toda la personalidad está anclada a ese nivel, y que la
personalidad no es un atributo de la biología, sino que la personalidad también es biológica. Cuando vemos
el sistema de histocompatibilidad por ejemplo, y el problema que tenemos con los transplantes para el
reconocimiento de los tejidos, sabemos que también hay una personalidad biológica y empezamos a
reconocer. Tenemos una personalidad molecular, tenemos una identidad molecular. Así que esa es la
primera fase de la psiconeuroinmunología: reconocer que es importante trabajar con tu personalidad. Si el
médico trabaja con tus moléculas, con tu cuerpo, y no reconoce tu persona, tu personalidad, la manera
como ese cuerpo se expresa, está perdido porque está trabajando con un fósil, no con una persona
humana. Una persona humana tiene personalidad, sus moléculas son un fósil apenas, pero ese fósil tiene
sentido porque lo habita una personalidad que lo maneja o que lo utiliza, adecuadamente o
inadecuadamente. Así que tenemos esa primera parte, es la personalidad. La personalidad está compuesta,
primero, de modalidades reactivas frente al medio ambiente, que llamamos temperamentos. Eso ya lo ha
estudiado la medicina tradicional de todo el mundo. Se habla de los diferentes tipos de temperamentos,
diátesis o modalidades reactivas. Pero además de eso, la personalidad o persona tiene un carácter y ese
carácter es lo que tú labras durante tu vida, lo que tu haces con tu vida, lo que te corresponde, aquello de lo
que eres dueño. Y puedes tener un buen o un mal carácter. Yo digo, la génesis de la enfermedad no es sólo
biológica. Hay genes, hay virus, hay bichos, todo eso, pero para que te enfermes, aún necesitas un carácter
suceptible a la enfermedad. Y un carácter que no sea suceptible a la enfermedad, lo podemos llamar un
buen carácter. Lo primero que yo busco en los pacientes, es trabajar sobre el carácter. Y decirles: Mire, con
un mal carácter, usted no llega a ninguna parte. Alguien me dice que yo estoy en el sendero de la
espiritualidad y medito y todo eso…y yo le digo que con un mal carácter eso es puro cuento. Alguien me
dice, yo soy muy buen médico. Yo le digo, con un mal carácter no se puede ser un buen médico aunque
67
tengas todos los conocimientos del mundo 63:00 el buen caracter es nuestra estrategia de comunicación
con el mundo, un carácter flexible, fluido, respetuoso, tolerante, humilde; yo lo llamo el carácter del aprendiz.
Cuando dejas todo ese equipaje pesado y decides aprender de la vida en todo momento, en toda
circunstancia, también del dolor, también de tu paciente, estás dulcificando tu carácter. Y el carácter
vulnerable, el carácter dulce el buen carácter es el más fuerte de todos los carácteres, es el más resistente.
El carácter duro siempre se quiebra. El carácter blando, como el agua, fluye, siempre se adapta nuestra
fortaleza es ser blandos como el agua. Y eso es bien importante porque nosotros vivimos en una cultura en
la que nos enseñaron a ser los mejores y si no somos los mejores somos infelices. A ser mejor que, a ser el
mejor, a destacarnos. A competir. No nos enseñaron a compartir. Y mientras estemos atrapados en el círculo
vicioso de la competencia vamos a perder nuestra verdadera identidad. Nos vamos a volver duros e
inflexibles y nos vamos, tarde o temprano a quebrar. Cuando yo tengo que ver con gente que se va a morir,
con moribundos, me sorprende reconoce que ha sido dura en el instante de la muerte y, en ese momento se
ablanda, y cuando se ablanda obriene paz y sus ojos tienen luz y al fín sonríe aunque tenga dolor. Pero ya
es demasiado tarde y yo digo: porqué tenemos que esperar a morir para ablandarnos? Porqué no podemos
ablandarnos aquí y ahora como médicos si la primera gran norma de la relación médico paciente es que tu
tengas un buen carácter, que tú escuches, que seas vulnerable al dolor de tu paciente, que te conmuevas,
porque si no te conmueves estás en el código del intelecto y nó en el código del sentir. Y el código del sentir
es el código de la totalidad; y ese código de la totalidad es el código de toda la red de neuropéptidos, de
neurotransmisores, de opiáceos. De pronto yo estoy pensando en el medicamento y el medicamento
homeopático, pero, si tú eres un medicamento diluído exactamente a las necesidades del paciente. Pero si
es que tu sonrisa me puede llegar al alma. Pero si entre dos médicos que hagan lo mismo las diferencias
son abismales. Si nosotros cogemos solamente dos cirujanos 65:35. Un cirujano que opera desde los codos
para abajo y otro que opera desde el corazón la diferencia en los resultados puede ser del cincuenta por
ciento. En una cirujía cardiovascular esa es la diferencia entre la vida y la muerte del paciente. Y a pesar de
que los dos sean buenos mecánicos, si no estás enchufado al corazón a tu vulnerabilidad, al código del
sentir, no puedes ser un buen médico aunque te estudies toda la materia médica; así que de lo que se trata
en primera instancia es de regresar a un buen carácter para tener un patrón de la personalidad, nó que no
se enferme, pero que pueda, como el agua, fluír para cambiar el estatus de su enfermedad. No ser represas
sino ser ríos; a veces torrentes, a veces remansos pero, siempre, empapar la vida a través de la cual nos
vamos moviendo. Esa es la propuesta: recuperar desde los patrones de la personalidad un farmacopea
espiritual. Toda la farmacia está adentro. Toda la homeopatía está adentro, toda la energética está adentro.
No importa que no la conozcas, hay un ingeniero genético en tí. Una enfermera que acaricia un recién
nacido, lo hace crecer exactamente el doble en el primer mes, ganar el doble de peso, en relación a recién
nacidos que están recibiendo la misma dieta. Cuál es el milagro? Si nosotros estudiáramos lo que ocurre
desde la perspectiva médica o científica, qué se necesita? Genes de crecimiento, homonas de crecimiento,
factores de liberación de hormonas de crecimiento, receptores, aumento del metabolismo óseo, tantas
cosas que, tendríamos que estudiar vidas enteras para poder tratar de entender eso, pero, no tratemos de
entenderlo; hagámoslo porque funciona, acariciemos la gente, abracemos la gente, saludémosla porque es
volver a darles salud, reestablecer la integridad, reestablecer la alegría. Yo me digo, la
psiconeuroinmunología se reduce a tres palabras: Paz, Amor y Libertad. Esos son los valores esenciales de
nuestra humanidad. La vida tiene sentido cuando tenemos paz. En el surco de la paz germina la semilla del
amor, el amor, es lo que le da la cualidad, el calor a la vida, lo que la hace apasionante, excitante, desde el
amor estás movilizando los circuitos dopaminérgicos, todo el sistema límbico. Estás modulando todo tu
sistema inmune. Y todo eso para qué? Para ser libre, para ser auténtico, para que seas como tú. Para que
seas único y original, para que des tu propia nota. Si yo redujera toda la psiconeuroinmunología a ésto y
trabajara con la paz, estaría trabajando con el pasado, con el cuerpo físico, con el cerebro reptil. Si trabajara
con el amor estaría trabajando con el presente, con el corazón, con el polo rítmico, con el cerebro límbico y,
si trabajara con la libertad, estaría trabajando con los sueños, con la esperanza, con el sentido de vivir, con
los circuitos serotoninérgicos, con los lóbulos frontales, con tu cuerpo mental. O sea que tenemos mente,
emociones y cuerpo físico y los integramos a través de la paz, el amor y la libertad. Es el momento de lo que
yo llamo ingresar en la farmacopea de los valores espirituales. La farmacopea de la relación desde la
integridad. Si tú eres un médico íntegro, si gozas con lo que haces, si sientes el dolor de la gente, te vuelves
el espejo en el que la gente se puede mirar y se puede reconocer. Reconocerse es recuperar la integridad,
la imágen de sí y, realmente, nuestra personalidad es la imágen que tenemos de nosotros. Cuando
cambiamos la imágen que tenemos de nosotros, cambiamos nosotros y, mágicamente, cambia el mundo.
Este es el comienzo, después siguen patrones de personalidad, respuesta de relajación, retroalimentación o
biofeedback, meditación, hipnosis, sugestión, imaginería, que son todas las ciencias de la conciencia, las
ciencias emergentes donde sin medicamentos, siendo simplemente lo que tú eres en la playa o en el
desierto, o en el Tíbet o en tu casa, puedes ya ser el mejor médico del mundo porque recuperas tu
humanidad, muchas gracias.
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Pregunta: Usted propondría que quienes nos dedicamos a tratar las enfermedades concretas intentáramos
dilucidar qué personalidad se asocia a qué tipo de enfermedad para ver si podríamos de alguna manera
ayudar …..al paciente?
Pregunta: a un tipo concreto, me dedico a enfermedad vascular periférica. Es que me gustaría entender qué
tipo de personalidad tienen mis enfermos para intentar ofrecerles alternativas adaptadas a ellos.
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JC: Sí, no solo él porque la enfermedad es un patrón relacional. De tal manera que tenemos que ir mucho
más lejos. Las enfermedades son relacionales: relaciones entre los órganos, sistémas, neuronas, redes de
receptores, pero también relación con tu padre, con tu madre, con tu contexto familiar, relación con tu medio
ambiente; todo se reduce a la relación. Si tu puedes modificar el patrón relacional vas a incidir sobre la
enfermedad pero, obviamente, en ocasiones no se puede incidir sobre la enfermedad desde el punto de
vista físico, hay un límite biológico que frecuentemente no se puede pasar. Lo importante es incidir sobre la
manera como tú vives la enfermedad. Yo te pongo un ejemplo. Alguna vez vimos una paciente con vitiligo.
Yo sé que en el vitiligo no tengo, a pesar de que hemos investigado mucho, ninguna solución. Conversé con
ella de muchas cosas menos del vitiligo, de la vida. Le hice una técnica de laser para ver si a través de la
melanina y MSH lograba cambiar el vitiligo y la paciente se fué. Después comenzaron a llegar vitiligos hasta
de un solo ojo y al consultorio. Mucha gente con vitiligo. Y yo preguntaba y eran remitidos por esta paciente.
Ya inquieto por ver lo que había pasado la llamo y le pregunto: Señora, cómo está, cómo vá? Y ella me dice:
Muy bien, perfecto. Yo le digo: cómo así? Se le quitó el vitiligo? No, el vitiligo está peor me dice. Y entonces
qué pasa? Si, está peor pero ya no me importa. Es la actitud hacia la enfermedad que es la actitud hacia la
vida y que depende de tu personalidad. No obviamente clasificando la personalidad en el cajón estrecho A –
B. Esto es, un ejemplo, sino la personalidad global, individual e irrepetible quetiene tu paciente. Cuando
nosotros revisamos las estadísticas sobre la gente a la que le va bien en enfermedades terminales, por
ejemplo el cáncer, y que se recupera de una manera inesperada, encontramos un mínimo común
denominador y es que cambian su visión del mundo. Porque cambian su percepción de sí mismos. Si yo te
pusiera un ejemplo: la vida es un vaso con agua, pero es totalmente diferente ver ese vaso, que está a
mitad, medio lleno o medio vacío. Es la misma vida, es mi misma mujer, es mi misma economía, es mi
mismo mundo, pero antes yo lo miraba como un vaso medio vacío, ahora lo veo como un vaso medio lleno.
Mira que ahí está. La clave es: Cómo lo ves? Cómo lo miras? Qué anteojos tienes puestos? Cómo miras tu
enfermedad? Yo te pongo otro ejemplo pero ya desde la clínica. Alguien llega y está dedicado
exclusivamente a su enfermedad y se lamenta: me duele esto, y se lamenta los treinta minutos de la
consulta o los diez o los veinte. Después de que termina eso comienza la técnica de la dilución. Y tu tienes
unos ojos y puedes disfrutar el atardecer, y disfrutas el amanecer, y tienes un cerebro, y tienes inteligencia y
tu piel todavía puede acariciar, y estás viendo la vida a través de un lunar, de una mancha oscura, pero, tú
no eres esa mancha oscura, ese es apenas un lunar en el contexto de la vida. Tú tienes un volcán en
erupción pero si no tomas distancia y no ves sólo el volcan sino el resto del paisaje, entonces el volcán
adquiere un sentido en el contexto. Lo contextualizas, ya no vives en la boca del volcán que está
quemándote sino que ya puedes disfrutar del paisaje, del mar, de las flores y, también mirar el espectáculo
del volcán. Se vuelve un espectáculo. Cuando tú asumes la posición del espectador, y la de la víctima.
Cuando tú cambias tu conciencia de ser de la víctima. Cuándo ya te entregas y no resistes a la enfermedad.
Mira que hay una cosa muy importante: a nosotros los médicos nos enseñaron que la clave de la salud era
luchar a muerte contra la enfermedad, pero no sabemos que luchando a muerte contra la muerte y la
enfermedad, frecuentemente la fortalecemos. Que huyendo de la muerte, que huyendo del temor, que
huyendo del fantasma, el fantasma tiene la fuerza y la velocidad de nuestra propia fuga. Si tú simplemente
llevas la conciencia del paciente a aquello que es significativo en su vida, aquello que le hace digno el vivir,
aquello que él puede aportar y dar a la vida… si tú simplemente le cambiaras la pregunta, nosotros
frecuentemente lo hacemos en el marco de la terapéutica, y, cambiar la pregunta es que, uno generalmente
se levanta por la mañana con una actitud que se puede traducir en algo así como: Qué espero yo de la
vida? Y, obviamente, pierdo todo porque estoy sujeto a lo que pase afuera. Estoy a la espectativa, soy
pasivo, pero, si yo cambio la pregunta y me digo: Qué espera la vida de mí? Qué le puedo dar yo a la vida?
Aunque me esté muriendo de cáncer. Yo lo trabajo con el paciente terminal y yo veo que los pacientes que
se sentían pobrecitos terminan sentados en la mesa del comedor con sus familias dándoles consejos y
dándoles una experiencia viva de amor, de solidaridad, que ya no hay ningún temor porque quien se va a
morir ya no tiene temor porque está pendiente de lo que puede dar aún en el último momento de su vida.
Qué puedo aprender yo? Y el día en el que no aprendemos, desde el punto de vista humano, estamos
muriendo. Porque la vida es un proceso de aprendizaje. El cerebro aprende hasta el último momento. El
calibre de tus sinápsis está cambiando y la red neuronal está cambiando mientras estés aprendiendo.
Cuando dejas de aprender, en la perspectiva humana, literalmente, estás muriendo. Entonces mirémoslo en
esa dirección: qué preguntas (es el sendero de las preguntas), pueden describir tu actitud hacia la vida y
cómo puedes cambiar la preguntas? No cómo el terapéuta puede dar respuestas? Yo soy enemigo de eso.
Yo no tengo las respuestas tampoco. Eso es una cosa más dinámica. Pero si tú cambias las preguntas
entonces cambias las respuestas y cambias la vida. Cada actitud hacia la vida responde a una modalidad
de preguntas que nosotros podemos cambiar. Así que va un poquito más lejos de simplemente cojer y decir:
este es el patrón de personalidad y aquí metemos a los de tal personalidad y ésta y ésta, pero esos son
referenciales útiles para ver la modalidad de reacción de los pacientes. Yo reconozco en el paciente desde
que entra si es introvertido o extrovertido y ya sé que el diálogo se vá a mover en una dimensión muy
diferente. Qué seas extrovertido porque tu patrón de reacción del eje hipófisis-suprarenal, vá hacia la
médula o hacia la corteza según que seas uno o lo otro. Yo sé que si tú eres introvertido va a ser muy difícil
sacarte tu dolor. Pero si eres extrovertido, en dos minutos me estás contando tus chismes más íntimos. Y se
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facilita la cosa. Es decir que es una cosa y, si eres introvertido y yo te abrazo y logro que llores, y que
muevas tu diafragma, entonces ahí si te vas a aflojar y vas a sacar aquél sentimiento que tienes en la tripa,
lo vas a sacar. Y que lo vas a revelar. Y que los sentimientos de la tripa son........
Péptido Intestinal Vasoactivo (VIP). Es decir, que nosotros también sentimos con las tripas porque allí
hayreceptores para un neuropéptido que ya es conocido. Es un contexto. Mira, eso es un arte. La medicina
no es una ciencia. Es fundamentalmente un arte. Tiene algunos ribetes y barnices de ciencia y nos
pretendemos científicos. El ochenta por ciento de lo que hacemos ahora en los hospitales más avanzados
del mundo no es científico. No responde al método científico ni debería hacerlo porque esto es un arte. El
arte de curar tiene miles de años. La ciencia de curar, es una recién aparecida de hace cien o doscientos
años. Pero no hay que renunciar a la una o a la otra. No, a mi me encanta la ciencia. Lo que tenemos es
que manejar la ciencia como los colores para que tú produzcas el cuadro, o una relación que siempre es
única, fluída, original, irrepetible. Si uno es auténtico y simplemente escucha, va a fluir aquello que tiene que
hacer, simplemente como un poema o como un cuadro porque la relación terapéutica es más una obra de
arte que algo que podemos acomodar en el cajón forzado de las estadísticas.
Muchas gracias.
1492. Se abren las puertas del Nuevo mundo. 2001 se cierran las puertas del viejo mundo.
1990- 2000 avanza la reconquista, los capitales hispanos invaden las principales arterias de la economía
americana.
Perspectiva para el tercer milenio: Atrapados sin salida, muchos países americanos se debaten entre la
miseria y la corrupción. Por fuera de los grandes bloques económicos, el tejido social no irrigado corre el
riesgo de sufrir una gangrena. Amputación es la única respuesta de los poderosos, como si América, hasta
hace poco Hispanoamérica, no fuera una parte viva de la tierra. Ahora crisis de pánico, éxodo, deserción,
problemas auto-inmunes, cáncer, desde el tejido social hasta el biológico, como una mancha de aceite en el
mar de la vida se expanden todas las facetas del miedo. La gente honesta no podrá recorrer el
mundo,aunque los bandidos de todas partes nunca han tenido fronteras que los puedan detener, pues en
todo el mundo encuentran a quienes los puedan proteger. Las células cancerosas devoran a las otras y,
para protegernos, las condenamos a la muerte a todas, como en la ya vieja batalla contra el cáncer y los
bichos, que también vamos perdiendo. El resultado es que los bandidos diseñan como las células
cancerosas nuevas estrategias para sobrevivir a las drásticas medidas, mientras las células honestas
desaparecen . Como en la radiación y la quimioterapia creamos células cada vez más monstruosas,
resistentes e invasivas. Cortamos , quemamos, irradiamos, separamos; no asumimos el significado, ni las
causas, ni las finalidades de los procesos planetarios. Preferimos crear un bunker económico y político para
defenderos de los pretendidamente malos, mientras dejamos exhaustas con sus economías, sus únicas
alternativas de vida.
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Sin sur no hay Norte, sin izquierda no podemos hablar de la derecha, sin sus puntos cardinales la geografía
planetaria no podrá tener jamás un sitio de encuentro céntrico, un corazón. Ese corazón es nuestra misma
humanidad que ahora parecemos olvidar. Hoy, más que nunca, debemos aprender que la salud del planeta
es una cuestión de corazón. Que toda auténtica paz nace de la justicia, Y sin justicia no habrá salud social
ni individual. Porque la justicia es aquello que nos permite reconocer en cada quien su esencial humanidad.
La justicia es la práctica de la hermandad. Y la hermandad es el reconocimiento esencial de nuestra
humana identidad. Anglosajones, latinos, blancos, negros o amarillos, mestizos, mestizos. Toda salud es
total: es social, mental, física, hispana, americana, planetaria, humana; la salud es integridad, y la integridad
no está hecha de exclusividades. La esencia de la salud es mestiza.
Aunque he asistido a varios de los cursos impartidos por Jorge Carvajal este último curso de sintergética ha
cambiado realmente mi vida. Siempre que terminaba un curso quedaba un sabor de alegría pero también de
inmensa tristeza, angustia y desesperación, debido a que sentía en mi interior un gran vacío por que se
descubría la ignorancia y entonces llegaba la depresión y muchas veces el llanto , esto me hacia
proponerme, y lo hacia, revisar el material una y otra vez, casi hasta aprenderme de memoria (por el hecho
de la repetición) cada uno de los cursos a los que asistí; creía con esto que el próximo curso me sentiría
mejor y que al final no entraría en crisis de nuevo, pero no era así , siempre se repetía la crisis.
Oír sin escuchar, mirar sin ver, palpar sin sentir, sobrevivir sin vivir, estar sin disfrutar, esa ha sido la
constante permanente,....... buscar a fuera , buscar a dentro, ¿como entrelazo lo visible con lo invisible?,
¿ como escuchar , como ver , como sentir .........? ¿ con la razón? ¿con la intuición? ¿ con el corazón?
¿ desde mi razón? , ¿ desde mi intuición?, ¿ desde mi corazón?...........
.......... los días han pasado....... , la energía, la información y las palabras que aun resuenan en mi ser las he
dejado que se dinamicen, que resuenen en mi interior, que rebote de un espejo a otro , de la intuición a la
razón , al corazón, del corazón a la razón, a la intuición... etc...... de repente estando en profunda calma
descubro en mi interior un punto de síntesis , me encuentro en un laberinto en espiral que, al descender,
sube, descubriendo repentinamente el carácter multidimensional de mi propia realidad, esta paradójica
yuxtaposición de interpretaciones, donde lo primero que percibo casi siempre es la apariencia a la que le
hace falta desnudar la realidad, mi realidad, sin diseccionarla, para penetrar en ella, para ser uno con ella, y
es cuando descubro que no hay forma de comprender ni mucho menos ser la realidad siendo un
espectador, es allí cuando descubro que lo invisible se hace visible, es allí cuando descubro la conexión con
mi verdadero ser, es allí donde la energía, la información y las palabras de Jorge Carvajal y del grupo se
convierten en el estimulo , en el catalizador que revelan mi propio ser, que despiertan y activan la semilla
que llevo dentro , la semilla de auto-curación, de auto-sanaciòn, de auto-reparación, la semilla de la
verdadera conciencia del amor , es cuando descubro que hombre sabio es aquel que ama porque ha
develado la luz de su corazón, que es la esencia del verdadero ser. Desde este punto de síntesis ha brotado
la semilla del amor, de la verdad, de la sabiduría, ha brotado el verdadero ser , el ser que soy , la luz que
siempre he sido, y aunque en el exterior continúan los mismos nodos de crisis mi vida ha cambiado , y ha
cambiado porque mi vibración interna se ha modificado, ya no veo con mis ojos, ya no escucho con mis
oídos, ya no siento con mi piel, ya no busco afuera, ya no busco adentro, ahora siento desde mi punto de
síntesis de luz la conexión con mi alma y con el alma grupal , y es desde este punto que quiero
comprometerme para ser participe activo con esta red del encantamiento del alma, es desde este punto de
luz donde se manifiesta el amor, que me comprometo a que esta semilla crezca desde mi interior para que
brille y sea catalizadora de procesos semejantes en mis semejantes.
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Un eterno abrazo de luz de amor para Jorge y todos los seres que hacen posible esta realidad del amor.
Edgar Sandoval
Apreciaciones Sintergética.
Sintergética
Los días 26 y 27 de mayo el Dr.Carvajal dictó un seminario sobre Sintergética en Medellín, Colombia,
dirigido a médicos y terapeutas con el fin de entregar los avances que sobre esta forma de curar se están
realizando.
Fue una vivencia especial, un compartir desde el alma, donde quedó sembrada en nuestro corazón una
semilla que nos conmovió profundamente. Se va nutriendo del alimento recibido hasta que llegue el
momento del despertar, del cambio. Algo que mejoró en nosotros, algo que comprendemos de otra manera.
Tenemos ahora una visión de la vida más amplia.
Entramos en un vórtice de conciencia pura, presente, intensa y coherente que moviliza profundamente la
energía del alma, la energía del amor. Comprendemos que el sanador, el médico, el terapeuta tienen que
sanarse a sí mismos para poder ayudar a sanar a otros, vivir las experiencias de crecimiento llamadas
“crisis” que son momentos muchas veces llenos de dolor, pero si se viven con conciencia se trasciende el
sufrimiento. Dolor que bien comprendido es la muerte de una situación y el nacimiento a algo mejor.
Empieza así a pasar la luz del alma, nos volvemos transparentes, nos vamos sanando.
Pudimos apreciar las maravillas en la investigación de BIA (Bionergética e Investigación Aplicadas) que
permiten presentar herramientas terapéuticas como el RAM(resonador de arquetipos mórficos), que mejora
la salud del paciente con gran efectividad. Es la medicina de avanzada que va a permitir mejorar la calidad
de vida de todos los habitantes de este planeta.
Y es importante reconocer que todas estas herramientas que recibimos con tanta facilidad son el producto
de muchos años de trabajo, de alegrías y decepciones, lo que comprueba una vez más que nada es un don
sino el producto de una conquista.
El 28 de Mayo es una fecha muy especial pues se estableció la Red Internacional de Servicio con los
representantes de Ecuador, Colombia, Costa Rica, Venezuela y Perú, que participaron en el seminario. Nos
sentimos profundamente conmovidos desde lo más profundo de nuestro ser, compenetrados realmente con
la energía del amor universal y brotó así la necesidad de establecer este canal de servicio entre todos los
países para mejorar la eficiencia en la comunicación y el aprendizaje. Mejorar así la calidad de nuestro
servicio y el trabajo expansivo de nuestra conciencia. Fue un dulce compartir con todos, un compromiso
desde el alma.
Sintergética clínica I
73
SINTERGETICA CLINICA I.
Este será el comienzo de una breve reseña de casos clínicos que hacen referencia al enfoque sintergético y
la utilización de algunas de sus tecnologías apropiadas, como Circuitos de Energía reticular ( CER) y
Resonadores de arquetipos mórficos ( RAM ) en la práctica terapéutica de la Sintergética.
Como un hecho aparentemente curioso, un buen número de pacientes experimentan una excelente
respuesta de relajación al cabo de algunos minutos de someterse al estímulo con el CER y el CER -RAM.
Esto se evidencia especialmente con la disposición más universal del circuito, que consiste en su
distribución : terminal rojo en seis de vaso concepción, amarillo en doce de vaso- concepción, azul en
diecisiete de vasoconcepción ( los “tres calderos”). No es extraño encontrar, aún en horas de la mañana,
que los pacientes están profundamente dormidos al momento de retirar los circuitos, fenómeno más común
en los ancianos y los niños, pero no restringido a ellos solamente.
Comentarios:
3-La respuesta de ataque o huída es uno de los obstáculos mayores a todo tipo de terapéutica, hasta el
punto de que personalmente considero que sin respuesta de relajación no hay un genuino contacto
terapéutico. Esto nos plantea la importancia de los circuitos de energía reticular como coadyuvantes para
todo tipo de terapéutica, aunque en si mismo ya el circuito, si es individualizado en su disposición a la
necesidad del paciente, constituye una preciosa herramienta terapéutica.
4-Los biocircuitos tienen un tiempo óptimo de utilización, que está por encima de los cinco minutos. En la
fase inicial constatamos una desorganización o sacudida transitoria del campo de energía, seguida por esa
armonización que se refleja en la respuesta de relajación.
5_ Las personas más sensibles llegan a describir sensaciones relativas a ésta redistribución de la energía,
que tiene lugar bajo la cobertura del circuito de energía reticular.
Paciente de treinta y seis años, quien hace más de tres viene a consulta bioenergética por esterilidad. Los
exámenes de su esposo, incluídos los espermogramas están dentro de límites normales. Después de varios
años de intentar con los métodos convencionales, incluídas inseminaciones y pruebas in-vitro, decide probar
un método complementario. Bioenergéticamente se detecta una alteración del eje hipotálamo- hipofisiario
( a través del test de filtros de factores liberadores hipotalámicos y hormonas hipofisiarias), además de una
insuficiencia del cuerpo lúteo. Como el enfoque clásico, en este caso el enfoque bioenergético tampoco
produjo un resultado positivo. En Noviembre del 2000 decidí probar con un sencillo protocolo de utilización
de sistemas RAM ( sigla para resonadores de arquetipo mórficos) Su disposición fue: un RAM para cada
ovario, con terminales hacia tiroides y punto maestro hipofisiario; y un CER-ram integrando el VI centro
( hipofisiario), el quinto ( el tiroideo) y ambos ovarios. Colocamos sobre los resonadores, y en su posición
respectiva, los filtros de hipotálamo, hipófisis y ovarios. Se dejó el dispositivo durante diez minutos. Un mes
y medio después regresó en embarazo, sus exámenes de gonadrofinas y progesterona son normales, y el
embarazo se ha desarrollado sin ninguna complicación.
Comentarios.
74
1-En este caso, el doble ciego está representado en la misma paciente, quien ante el mismo terapeuta y
parecido enfoque, no había obtenido antes el rsultado buscado.
2-Es llamativo constatar que no hay insuficiencia de cuerpo lúteo, expresado en niveles bajos de
progesterona, lo que es un hecho frecuentemente observado cuando, en casos parecidos, la paciente
queda en embarazo.
3-En el caso de nuestra paciente está perfectamente ejemplificado el potencial de una terapia con las
propias oscilaciones, de bajísimo costo y exenta prácticamente de complicaciones. Un solo estímulo logró
armonizar la relación hipotálamo- hipofiso- ovárica, lo que no se había logrado con múltiples terapias
bioenergéticas que apuntaban en la misma dirección.
4-Los sistemas RAM, al favorecer los procesos de autoreconocimiento y restablecer patrones relacionales
armónicos, nos empiezan a dar respuesta a muchos interrogantes de la práctica clínica. ¿Porqué una
pareja, cuyos exámenes son completamente normales, no puede concebir un hijo? ¿Porqué, si los ovarios,
la tiroides, la hipófisis y en general el sistema endocrino funciona cuando se mide cada parámetro aislado, el
conjunto no funciona? . Planteada la cuestión en otros términos, podríamos decir que cada instrumento de
la orquesta está bien, pero en conjunto están desafinados, es decir que su patrón relacional es disarmónico.
Los sistemas RAM, además de favorecer el afinamiento o autoreconocimiento de cada instrumento ( u
órgano), parecen favorecer el restablecimiento de una comunicación armónica, en la que se restablece la
función de la totalidad.
Estos son sólo algunos comentarios iniciales en torno a una tecnología que responde a una nueva visión de
la salud y la enfermedad, y que es el resultado de varias décadas de investigación en clínica en torno a la
terapia con las propias oscilaciones.jcp
Resumen charla dictada por Jorge Carvajal P, en el marco de la VII conferencia latinoamericana de
comunidades terapéuticas, realizada en la ciudad de San José (Costa Rica)Julio 15-18/ 2001
Hablemos hoy de un proyecto de vida: de algo que de significado al contenido de la existencia; de una
propuesta que pueda conducir al orden y armonía en el diario vivir, para que nos podamos siempre decir,
aún a pesar del dolor, que bien vale la pena vivir.
Todo cuanto existe es un patrón de relaciones. Nada puede existir sin relacionarse, ni una partícula
elemental, ni una estrella, ni un hombre; ni la tierra, ni la mujer. Somos lo que somos en un contexto de
relaciones; nosotros mismos somos contextos de contextos o complejos patrones de ordenamiento que
favorecen la expresión del ser. Así como el agua que se ha de beber necesita un recipiente, así, la vida
necesita un orden. Un proyecto de vida ayuda a vivir de tal modo que la vida se encauce; que tenga sentido,
otro modo de decir que tenga propósito o dirección. Y la comunidad terapéutica es el cauce para un nuevo
proyecto de vida, un telar para construir un nuevo tejido relacional, un colchón amortiguador de amor para
soportar la carga de infinito dolor que acompaña la dura lección de la dependencia
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Más allá de la búsqueda de la supervivencia y seguridad, todos en la vida buscamos un sentido, y sentimos
que ese sentido trasciende la vida de los sentidos. Es más, sentimos que los sentidos tienen un sentido, y
que se puede vivir bien de muchas maneras, pero de ninguna manera es posible una vida digna de llamarse
vida, si no tenemos sentido. El sentido de la vida es la vida, como aliento de vida, es decir que nuestro
auténtico sentido es espiritual, no en la acepción dogmática de la religiosidad, sino en el significado
existencial de la espiritualidad como una esencia inseparable del vivir cotidiano. El significado del vocablo
vida es espíritu, lo cual significa que si el sentido de la vida es espiritual, el sentido de la vida es la vida.
Pero una creencia fatal ha recorrido implícitamente nuestra cultura, haciendo que consagremos el sentido a
los sentidos, y, en esa misma dirección, terminemos viviendo para el placer o el poder. Consagrar la vida a
la vida, honrar la vida, y así, convertir el placer en un instrumento para vivir en lugar de vivir para el placer;
consagrar el poder al vivir, en lugar de vivir para el poder; dedicar sabiamente el mismo cuerpo a la vida, en
lugar de confundir la vida con la sola existencia física: Esta es una propuesta para restablecer el orden que
encauza la vida, para que cada instrumento, cada melodía, cada nota ocupe su lugar en el concierto de la
vida.
La vida es música, pero la música necesita intérpretes e instrumentos. Es cierto que sin instrumento no
podemos escuchar música, pero sin música no tiene sentido ningún instrumento. Entre la música y el
instrumento, aparece el intérprete, el músico, dando vida a los dos. El intérprete, ese sujeto que hace que la
vida tenga objeto, está circunscrito en su visión del mundo; y nos dice la antigua sabiduría que vemos el
mundo como somos. A lo cual podríamos agregar que somos como nos vemos, es decir, somos a imagen y
semejanza de la creencia que tenemos de nosotros mismos. Esas creencias, programadas en el sujeto,
hacen parte de su conciencia; así, la imagen que tenemos de nosotros mismos determina nuestra imagen
del mundo. Y así es nuestra vida: a imagen y semejanza de lo que creemos que somos, aunque esa imagen
sea falsa.
Somos la imagen externa de nuestra conciencia, y aunque tratáramos por todos los medios de cambiar la
imagen afuera, nada conseguiríamos si no cambiamos de conciencia, es decir, la visión que tenemos de
nosotros y del mundo. Ese cambio de conciencia es respecto a la vida, al sentido de vivir, al sujeto que
habita en el cuerpo, a los medios o instrumentos de la vida y su relación con la vida. Es un cambio de orden
para acceder a ese orden nuevo que puede permitirnos asumir el rol que la vida demanda de nosotros.
Decía André Malraux que este siglo será espiritual o no será. Más allá de las culturas y sus tiempos,
podemos llevar esta afirmación mucho más lejos, diciendo que el ser humano es espiritual o no es humano,
pues la espiritualidad es el atributo esencial de su misma humanidad. Pero la humanidad del hombre se
establece en su relación con la naturaleza, de la que es parte, y, especialmente, con su propia humana
naturaleza, pues, al igual que todas las cosas, la humanidad es también una particular forma de
relacionarse. Es en el ser colectivo, en la comunidad de sus relaciones, donde el hombre puede afirmar, con
su espiritualidad, su humanidad. En una tal dimensión relacional, el mismo sentido de ser humano es
espiritual. Allí, todo tiene sentido en función de la vida, y es en esa dirección hacia donde debemos enfocar
el sentido mismo de las comunidad terapéutica.
Un nuevo orden supone un cambio de visión que nos lleve a realizar una nueva cultura de relaciones
humanas, una en la que se reconstruya nuestra genuina identidad. La comunidad terapéutica es un ejemplo
vivo de que ello es posible, demostrándonos que, cuando se parte de la práctica existencial de una nueva
visión de la naturaleza humana, se revela en su dimensión auténtica el potencial sanador de las relaciones
humanas.
La comunidad terapéutica es un campo de práctica de una nueva ecología Humana. En el antiguo orden,
que nos tiene al borde de la catástrofe global, regidos por las leyes liberales del mercado, la competencia y
el consumismo, hemos pretendido no sólo controlar, sino sojuzgar y explotar la naturaleza. Con esa
antiecológica visión del universo, hemos desconocido que, sin una nueva ecología de las relaciones
humanas, no puede ya tener lugar hoy una ecología planetaria. Cuando desconocemos que la evolución es
más producto de la cooperatividad que de la competencia, y competimos por el dominio y el control,
impedimos la manifestación de una auténtica ecología humana. Una ecología basada en relaciones
humanas justas, con nosotros, con los otros, entre todos. Una ecología relacional que considere que la
unicidad del ser humano sólo es realizable y tiene sentido en un contexto de interdependencia. Unicidad e
interdependencia: he ahí las dos palabras claves de la nueva comunidad terapéutica, aquella en la que,
independientemente de las técnicas, haya una profunda devoción por el ser único de cada quien, y una
inquebrantable confianza en el poder sanador de la red grupal. Es en ese tipo de comunidad donde se
practica ya la conciencia de una nueva humanidad. La de la nueva cultura de relaciones humanas.
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El nuevo orden consiste en que nuestra vida se consagre a la vida, el sentido mismo de vivir, con todos los
sentidos. Honrar la vida en el cuerpo, en el placer , en el poder, en la muerte, y sentir que los eslabones de
la vida forman una cadena ininterrumpida e interdependiente.
Así como la descripción de un paisaje no reemplaza su visión, el vivir es un proceso tan existencialmente
determinado, que toda definición oscurecería la comprensión. Lo único que nos queda es el volver a cerrar
la ecuación de la vida, para afirmar, por ejemplo, que del vivir se sabe viviendo; o que el sentido de la vida
es vivir. Sin embargo, si nos observamos atentamente en el diario vivir, podemos aventurarnos a decir que
cuando uno vive de veras es porque vive aprendiendo. Esto es lo que hace el cerebro: hasta el último
instante el arte de vivir es, en términos neuronales, la constante construcción de nuevas sinapsis. Quiere
decir de nuevas relaciones.
La vida es una escuela, y la comunidad terapéutica es una escuela de vida. Allí se puede aprender a vivir la
vida misma como proceso continuo de aprendizaje, desde la actitud del aprendiz, es decir, aceptando
nuestra vulnerabilidad y reconociendo que sólo desde la humildad y la aceptación de lo que somos,
podremos construir una nueva identidad.
Las relaciones se van aprendiendo. La dependencia es una modalidad relacional que destruye la vida. La
responsabilidad y la libertad son también modalidades de relación que permiten la construcción de vidas
armoniosas. Estamos aquí para aprender a relacionarnos, y, cuando aprendemos una lección, podemos
aspirar a una nueva, más incluyente.
Los errores cuentan en el aprendizaje, pues también son nuestros maestros. No vinimos a ser perfectos, ni
a no equivocarnos, ni a aprender las lecciones ajenas. Vinimos a ser lo que somos, pero no podemos
hacerlo sin la ayuda de otros. Eso lo aprendemos en comunidad, cuando aprendemos la actitud del
aprendiz. Desde la familia, toda comunidad es terapéutica.
Para sanarnos necesitamos una nueva familia, una nueva sociedad, una humanidad nueva, un nuevo
código de relaciones humanas, fundamentadas en la siempre nueva y antigua ley del amor. Laboratorio
existencial del amor, incubadora de un nuevo modelo de humanidad, la comunidad terapéutica nos brinda la
oportunidad de aprender a aprender, a saber, a vivir, para restaurar el sentido de ser humanos.
La salud es integridad, un tejido de relaciones armónicas, una red de vínculos y reciprocidades que se
inician con el padre y la madre. Esa red establece en el paisaje de la vida la imagen de lo que somos, y esa
imagen determina cómo nos relacionamos con el mundo.
Y cómo somos? Qué percibimos de nosotros?: Orfandad. Temor de perder el paraíso. Reparar los vínculos
desde abajo, establecer nuevos modos de relacionarse, reconocer lo esencial de lo que no lo es, revisar el
patrón de identidades para deshacerse del no ser, reconstruir la personalidad a través del arte de forjar un
buen carácter. Rescatar el contacto con el viaje de la conciencia, que asume cada vez el rol de un héroe
interior. Aprender a saber que hasta el dolor tiene un sentido. He ahí la propuesta de reeducación que
asume existencialmente la comunidad terapéutica El arte de vivir con sentido es el de construir una red
relacional en la que cada quien es lo que es y en el concierto del Ser adquiere sentido . El primer
movimiento es el de las relaciones consigo mismo, que paradójicamente sólo se revela cuando el yo se
puede mirar en el tú. Es el espejo de las relaciones: los otros están allí también para revelarnos, no para
competir o usurpar nuestra posición, sino para ayudarnos a encontrar la nuestra.
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Cuando cada quien ocupe su lugar, cuando sin condiciones podamos todos amar, cuando ya no tengamos
miedo de ser lo que somos , ya el depender no será necesario y cada relación humana más que apegos o
aversiones, producirá libertad.
El arte de vivir con sentido es ante todo un encuentro con uno mismo en el otro. En la desnudez de su dolor
se revela el propio dolor en nosotros. Cuando podamos compartir aún nuestra propia miseria humana,
cuando ya nada tengamos que ocultar y se acabe la necesidad de mentir; cuando podamos hacer del propio
corazón el punto de partida de todos los caminos de la vida, cualquier meta y con ella, todos los caminos, se
llenarán de sentido. La droga, el sexo, el trabajo, la religión, todo aquello que puede provocar adicción son
apenas los señaladores de una enfermedad, que es desencuentro. Si nos permitiéramos volver a mirar a los
ojos de quienes nos miran, si nos pudiéramos reconocer en el espejo de cada relación, podríamos volver a
ser. Ya no dependeríamos de lo que no somos. Porque no somos adictos, el Ser no puede serlo. Su esencia
es libertad, su proceso responsabilidad, y su ruta, inclusividad.
Cuando estamos con nosotros mismos, podemos decir que en todas las cosas estamos. Cuando somos
auténticos, somos ya lo que somos: ni una copia, ni un reflejo; luz única y original, imagen del Creador que
al interior vivifica el amor. La esencia de la vida es la espiritualidad, no como religiosidad estrecha ni
abstracto misticismo, sino como capacidad de aceptarse y quererse a si mismo. Entonces será posible en
vivo y en directo la práctica del más universal e inclusivo de los mandamientos: amar a Dios sobre todas las
cosas y al prójimo como a si mismo.
Cuando se deja de aprender no queda más remedio que poseer, pero no podemos realmente poseer
aquello que no conocemos, y el conocer sólo es posible a través de un maravilloso proceso: Aprender. Se
empieza a morir cuando se deja de aprender. Entonces perdemos la seguridad y el poder que viene de
adentro; se pierde el mismo poder de experimentar gratamente el placer y nos que damos en la
dependencia de los objeto del placer.. Para las más modernas visiones de la biología, la vida misma es un
proceso de aprendizaje. Si vivir es aprender y el sentido de la vida es aprender a vivir, podríamos resumir
diciendo que un proyecto de vida es aprender a aprender.
Aprender a aprender, aprender a vivir, que es otra forma de aprender, para aprender a ser. He ahí un
programa para vivir más allá de todas las formas externas que han creado, con la dependencia, el mundo
del consumismo en que se consume la vida. Y el aprendiz es el alma, una llama que ha encendido en el
servicio, el aula magna de nuestro aprender cada vez a ser mejores seres humanos. El de la comunidad
terapéutica es un sendero que se inicia con la actitud del servidor, un campo de conciencia donde se revela
la humanidad del amor. jicp
REVERDE-SER
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Artículo publicado en Discovery Salud
Miro sorprendido a ese carnívoro empedernido que vive en mi perro, ahora comiendo brotes verdes de
yerba fresca, como si de pronto una memoria ancestral de yerbatero vegetariano hubiera tomado posesión
de su cuerpo. Luego, en su vómito y deposiciones, comprendo que estas yerbas que ha tragado casi
intactas, forman una fina red, en la que seguramente estarán envueltas cosas indigestas como parásitos y
toxinas. No cabe ya hoy ninguna duda de que, en las condiciones propicias, muchos animales seleccionan
instintivamente sus medicinas, se curan de sus heridas, y sin conocimientos de bioquímica y farmacología,
sienten lo que necesitan, casi con la sabiduría innata del cachorro que camina sin que nadie le enseñe a
caminar y nada automáticamente guiado por su programa ancestral. Nos cuenta Hoffman que los
chimpancés enfermos consumen más de treinta especies de hojas vellosas que forman una especie de
“velcro” en el que quedan atrapados los parásitos intestinales. Muchas de las plantas consumidas por los
animales tienen poderosas acciones farmacológicas, y ese conocimiento da orígen a la zoofarmacognosia;
esas plantas, en muchos casos no son diferentes de las usadas por las comunidades nativas, y su estudio
es hoy el objeto del floreciente campo de la Etnomedicina.
Nosotros occidentales, que analizamos las plantas en la búsqueda de unos cuantos principios activos, de
pronto olvidamos que cada planta es una música para escuchar, una totalidad para sentir. Por eso, mientras
los primitivos describen miles de medicamentos en una prodigiosa farmacopea, nosotros seguimos anclados
a la creencia de que la única forma de conocer la naturaleza es disecándola y descuartizándola en
pequeños componentes moleculares. Esta es sin duda una vía, pero no puede ser la única. Del estudio de
las cuerdas del instrumento no podemos deducir la música; y el reino vegetal todo, es una orquesta cuyos
instrumentos con sus notas ya los animales y los primitivos parecieran, no sólo escuchar y reconocer, sino
también utilizar para sobrevivir.
Alrededor de mil millones de años atrás, se desprendía del continente africano hacia el Océano Indico una
isla, como un Arca gigantesca cargada de miles de especies de animales y plantas que se conservaron
como un precioso regalo para el hombre, que hace escasos dos mil años habita en esa nave, la isla de
Madagascar. Como los de todos los pueblos indígenas, los recién llegados curanderos escucharon la
sabiduría ancestral de centenares de plantas, que ya hoy se comercializan en muchos mercados del mundo.
Cuando pensamos que después de decenas de miles de ensayos con extractos de plantas y decenas de
millones de dólares invertidos, en las últimas décadas sólo se han producido dos nuevos medicamentos
derivados de plantas para el cáncer, y que estos hombre primitivos han logrado describir la recolección,
dosis y usos de centenares de plantas medicinales, sin más recurso que su capacidad de escuchar y
descifrar su mensaje, nos damos cuenta que la Etnomedicina es producto de la constatación de formas
ancestrales de conocimiento, en los que el hombre revela su capacidad de entablar un diálogo con
naturaleza.
El chamán es el oído de la comunidad indígena que escucha la sinfonía verde, vestida de bejuco en el
Yahé, disfrazada de cactus en el peyote, o pintada de rojo en la amanita muscaria. El Yerbatero es la
escucha de la tribu necesitada de la música de la naturaleza para aliviar y consolar al hombre enfermo.
Hombres verdes de todas las culturas, oídos verdes para la música vegetal, la sabiduría ancestral de los
indígenas escucha aún el mensaje oculto de la naturaleza. Así, los nativos de Madagascar utilizan el
extracto de una flor rosada para una condición conocida por ellos como enfermedad de la sangre lechosa,
que coincide con algunas formas de leucemia, en la que efectivamente cambia el aspecto de la sangre, por
la proliferación de glóbulos blancos. Pero lo especial, es que las flores utilizadas contienen vincristina, el
alcaloide ampliamente utilizado en la medicina occidental con idéntico propósito. Hace ya más de dos
décadas en las riveras del río Atrato conocí a un famoso curandero nativo, que utilizaba el extracto de una
planta local para la mordedura de serpientes, un hecho cotidiano en esa zona de selva húmeda tropical
colombiana. Al preguntarle por el origen de su terapéutica original, me decía que alguna vez vio como un
pájaro, que acababa de ser mordido por una serpiente, se precipitaba de inmediato a a picotear las hojas
rojizas de una planta, sin que la mordedura de la peligrosa mapaná ( Bothrops atrox) hubiera paralizado
luego sus vuelos. - Mi secreto me fue confiado por ese pájaro-, me decía, entre sonrisas.
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En los límites entre Rwanda y el Zaire, pude ver a los nativos recolectando ya hace más de cinco lustros, las
hojas y las raíces que utilizaban, para las multinacionales de la producción de medicamentos. Luego esos
mismos africanos no tendrían ya cómo pagar la riqueza de su genoma vegetal envasado y patentado por
sus “benefactores” . La misma ciencia, que tantas veces descalificara todo conocimiento que no proviniera
del método científico, no ha dudado en recurrir a los conocimientos ancestrales, como punto de partida para
sus investigaciones. Etnomedicina, Zoofarmacognosia, son disciplinas que nos permiten reconocer que, en
los auditorios naturales de las comunidades animales e indígenas, la misma naturaleza animal y humana
escucha y reconoce en el mensaje del reino vegetal, notas preciosas para preservar o restaurar la armonía
en la salud. Hace treinta años empezamos a mirar en occidente con cierto autosuficiente orgullo las
medicinas de las abuelas.- “ no son más que yerbas”, nos decíamos; y con el mismo menosprecio
tratábamos de “yerbateros” a quienes no tenían la sabiduría que sólo podría dar la ciencia y ser bendecida
por los conocimientos de la química. Buscábamos los productos químicos y temíamos las yerbas. Hoy
tememos los productos químicos y regresamos a las yerbas. Siempre habrá, sinembargo, una postura
intermedia que reconozca tanto la naturaleza, como la tecnología en sus posibilidades complementarias
para promover la salud.
Hoy mismo, nosotros que tenemos escasos trescientos siglos de evolución humana, empezamos a darnos
cuenta de ancestros vivientes como el Ginkgo biloba, que parecen estar aún aquí, después de dos millones
de siglos, para darnos con su genoma indemne, el regalo de una memoria de la naturaleza, que alguna vez
perdimos en el curso de la evolución. El árbol de Ginkgo fue la primera especie en reverdecer después de la
bomba atómica de Hiroshima, sin que hubiera sufrido ninguna mutación genética. Verdadero fósil viviente,
esta planta de propiedades milagrosas, que puede mejorar nuestra memoria, está allí como para
recordarnos también que nosotros somos parte de la naturaleza.
Alrededor del cuarenta por ciento de nuestros medicamentos actuales tiene su origen en organismos vivos,
animales, vegetales o microorganismos. El Taxol, producto del Taxus Brevifolia, árbol del Pacífico, cuya
corteza contiene una de las más revolucionarias innovaciones para el tratamiento del cáncer de las últimas
décadas, lleva a que una compañía farmacéutica, en lugar de sacrificar seis árboles centenarios por
paciente, pueda obtener el medicamento de sus propios cultivos; se genera así un mercado que ya hoy
supera los mil millones de dólares por año. En sólo plantas medicinales los americanos invierten
anualmente más de cuatro mil millones de dólares; alrededor de ciento veinte medicamentos en el mercado
de hoy son extractos de plantas, y setenta y cuatro por ciento han sido históricamente utilizados como
medicinas por poblaciones indígenas. Esto es apenas comprensible en el contexto de un mundo que, según
la Organización Mundial de la Salud, tiene al ochenta por ciento de su población, asentada en culturas
médicas fundamentadas en las plantas medicinales. Pero la revolución verde que necesitamos hoy no es un
asunto cuantitativo, no tiene que ver ni con más abundantes cosechas, ni con un mayor volumen de ventas.
En la India se duplicó en siete años la producción de trigo, pero se produjo un trigo sin algunos minerales
esenciales, lo cual se reflejó en que más de la mitad de la población escolar hindú se viera afectada por
problemas de aprendizaje. La revolución verde tiene que ver con la capacidad de reverdecer: despertar de
nuevo en nosotros el arquetipo vegetal de una humanidad que es parte de la naturaleza de Gaia, cuya
esencia misma es vegetal. Reverde-ser es una propuesta para incorporar a nuestro patrimonio cultural esa
armonía verde del fa natural, que ha permitido a la vida florecer por más de dos mil millones de años en el
seno de la madre tierra. jicp
Aunque en esencia los organismos vivos se comportan como sistemas abiertos que intercambian materia,
energía e información con el medio ambiente, morfológica y organizativamente son sistemas cerrados, que
se retroalimentan con sus propios patrones complejos de información.
Frente al organismo un espejo se comporta como un oscilador de imágenes que no alcanzan a poseer un
efecto terapéutico. Una adecuada disposición de sistemas de espejos puede conseguir un efecto de
oscilación, con la respectiva dinamización y dilución del patrón de organización o imagen proveniente del
organismo. El estudio de los sorprendentes efectos clínicos de imágenes reflejadas, o tratadas a través de
sistemas de espejos, nos han permitido, después de dos décadas de investigación, las siguientes
conclusiones:
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1- Los patrones de organización de una sustancia u objeto cualquiera pueden entrar en resonancia con el
organismo humano, lo cual puede constatarse por el cambio en la señal del pulso, que se presenta al
aproximarlos o alejarlos del organismo. Estas resonancias no sólo inducen cambios fisiológicos
momentáneos sino que pueden desencadenar, en ciertas condiciones, cambios clínicos significativos y
sostenidos. Como un fractal que se reitera en el espacio, las formas pueden resonar con otras formas
creando trenes de ondas autoentretenidas, concebidas por los antiguos radiestesistas como radiaciones de
ondas de forma. En una versión más moderna podríamos asociar cada forma biológicamente activa al
germen de resonancia mórfica descrito por Sheldrake y su cascada de resonancias a una vía canalizadora
de transformaciones que pone en comunicación una serie de formas o patrones de organización con su
arquetipo.( Ver Rupert Sheldrake A new Science of life y The presence of Past).
2- Los modernos sistemas de resonancia parten de la concepción de la terapia con las propias oscilaciones,
otra forma de decir que tomamos la emisión electromagnética del organismo, la procesamos modificando
algunos de sus parámetros y las reintroducimos así modificadas o enriquecidas con otras oscilaciones para
buscar un efecto terapéutico. En sentido estricto las bio-resonancias son versiones modernas de las
antiguas isoterapias.
3- Específicamente hay una resonancia crítica de ciertas formas, independientemente del material que las
constituye, ratificando que además de las resonancias energéticas existen resonancias no energéticas
relacionadas con la resonancia mórfica. Estos patrones de resonancia pueden ser grabadas por el agua o el
solvente, permaneciendo activadas en el patrón de organización de los enlaces moleculares, lo cual explica
el efecto clínico de los medicamentos homeopáticos de altas diluciones cuando ha desaparecido el soluto.
Esto nos plantea que el patrón mórfico es capaz de inducir o cambiar patrones de organización mórfica en el
seno del organismo. ( Estos patrones, y no las moléculas como tales, serían el sustrato mismo de múltiples
reacciones orgánicas)
4- Interponiendo un espejo entre la piel y la sustancia o patrón mórfico que provocó la reacción al pulso,
ésta no sólo se mantiene sino que se magnifica. Este resultado sorprendente avalado luego por los
resultados clínicos, exige reformular nuestra programación conceptual acerca de la imagen, puesto que ésta
debería reflejarse y no penetrar al cuerpo si fuera simplemente una imagen ligada al espectro de la luz
visible. Y sin embargo existe “algo”, una fantasmagórica imagen oscura que no podemos ver pero que el
organismo detecta como un poderoso patrón de información con actividad biológica. Sorprendentemente la
variación del patrón de pulsación ( VAS) puede ser aún más intensa con la superposición del espejo que con
la utilización del filtro o sustancia aislada.
5- Algunos sistemas permiten no sólo la acción local sino el transporte y resonancia de estos supuestos
patrones de organización, imágenes o arquetipos mórficos. (”imágenes oscuras” ).
8- La solución de ambas dificultades pasa por el diseño de los actuales resonadores cuya estructura y
distribución permite la autodisipación automática de la información inmediatamente después de alejarlos del
cuerpo.
9- En esencia, los actuales sistemas RAM para reflexoterapia están constituidos por una unidad o placa
reflectora central que contiene los resonadores activos y dos placas reflectivas, una a cada lado de la placa
principal, de tal modo que se conforma un sistema de reflexión interno y externo que permite tanto el auto-
entretenimiento de las imágenes arquetípicas u “oscuras” al interior, como su auto-disipación una vez que se
alejan del organismo.
10- Las tres placas de acero inoxidable tienen además del hierro la siguiente composición:
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Carbono: 0.1%. Cromo 16% Silicio 0.75%. Manganeso 1%. Fósoforo 0.04%. Azufre 0.03%
Sobre la placa central se extiende en rejilla un sistema de resonancia básico, que será idéntico también para
los discos terminales de las placas que contienen dos láminas de acero de la misma composición. El
conjunto, como veremos en los seminarios, forma una cámara orgónica invertida que acentúa las
propiedades autodisipativas.
Esta rejilla contiene, tanto en la placa madre como en las terminales, la información programada (a través
de los sitemas “pinhole” tridireccionales) de las cinco bases de ácidos nucleicos ( adenina, guanina, timina,
citosina, y uracilo), ADN, ARN, Los cinco órganos( Riñón, Hígado, Corazón, bazo, Pulmón), los elementos
ligados a la ley del tres en sintergética( Ca, P, Mg--- ATP, ADP, AMP--- serina, treonina tirosina---. Además se
programa sobre una matriz básica diseñada sobre la placa central de acero un sistema de
inmunomodulación, y protección de radiación. La matriz activa sobre la que se programan estas
informaciones tiene un soporte básico de grafito, zeolita y resinas vegetales fotosensibles con las que se
elabora un pigmento oscuro que pintado en rejilla sobre la placa de acero central fija este tipo de
informaciones al secarse. Queda así una superficie reflectiva libre para autoentretener las imágenes
provenientes del cuerpo y una rejilla que hemos denominado procesadora de imágenes oscuras, que
además suministra una información arquetípica para reforzar los programas básicos del organismo.
Entre la placa central y una de las placas periféricas se dispone además un sistema de pinholes de origen
animal y vegetal para incrementar la capacidad de procesamiento de información o banda pasante de todo
el sistema. Al interior del dispositivo global se extienden las finas terminales del nylon trenzado cuya acción
es servir de conductor hacia la o las terminales del sistema. (En general la transferencia de la energía
biológica ocurre a una velocidad muy inferior a la de las ondas electromagnéticas y la misma conducción
neural. Podríamos decir que las frecuencias más altas son empacadas en un tren de ondas lento que las
transporta y las hace biológicamente disponibles a través de conductores orgánicos. Para mayor
información presentamos en los seminarios de sintergética la teoría de los sistemas de conducción de
información biológica). Continuará con esquemas, experiencias clínicas, preparación de autonosodes y
modalidades de utilización.
Basados en la concepción de campo M. de Sheldrake, la teoría de los biocircuitos, y las bio-resonancias, los
sistemas R.A.M., sigla para resonadores de arquetipos mórficos, forman parte de una nueva propuesta
clínica para la práctica de la bio-resonancia, desde la perspectiva de una combinación de los principios de la
resonancia mórfica, y las teorías de bio-circuitos y de terapia con las propias oscilaciones. Partiendo de las
investigaciones iniciales con los equipos de bio-resonancia fundamentados en la transferencia,
procesamiento y tratamiento de señales electromagnéticas desde y hacia el organismo, nuestra
investigación clínica con bio-resonadores incluye inicialmente la utilización del principio de la reflexión y la
inversión de patrones de ondas a través de espejos y fibra óptica, la utilización de bio-circuitos metálicos
convencionales, y el estudio de la transferencia de la información biológica a través de distintos tipos de
conductores, incluyendo los orgánicos. Lo más significativo de estos trabajos clínicos, confluye en una serie
de tecnologías apropiadas para la práctica de las bio-resonancias en Sintergética, los sistemas RAM , cuyo
principio es una forma de resonancia no energética, que recoge y transfiere imágenes o patrones complejos
de información entre las diferentes somatotopías y el sistema nervioso central, restableciendo la
comunicación entre los diferentes subsistemas del sistema de información biológico. Los RAM suponen la
presencia en el organismo de sistemas de conducción de información diferentes a los clásicamente
reconocidos, y la presencia de nuevas representaciones funcionales a nivel del sistema nervioso, que se
consideran en los seminarios sobre Sintergética.
El sistema RAM desencadena una cascada de intercambios de patrones complejos de información, que al
restablecer la comunicación entre los diferentes subsistemas del sistema energético vital, permite que se
instauren procesos de autoreconocimiento, autoadaptación y auto-transformación. Estos favorecen el
restablecimiento de la integridad, al permitir que en las partes afectadas se restablezca la información de la
totalidad, lo cual constituye condición esencial para una salud concebida como integridad armónica. Las
instrucciones para su uso clínico están reservados a los profesionales de la salud adecuadamente
entrenados en la práctica de la Sintergética.
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La combinación de bio-circuitos y bio-resonadores tipo RAM, permite el restablecimiento de circuitos
integrados de conducción de información, la eliminación de la interferencia o ruido, y el incremento en los
niveles de auto-reconocimiento por retroalimentación y reflexión.
Producto de más de veinte años de investigaciones clínicas en torno a las terapias con las propias
oscilaciones, los sistemas RAM incluyen los RTX-RAM, RAM para reflexoterapia - destinados a la
integración terapéutica de las somatotopías de palmas y plantas, con las somatotopías trigeminales y de
sistema nervioso central. Los sistemas CER-RAM proponen un bio-circuito básico, cuyas terminales están
constituidas por cuatro resonadores que integran la energía reticular . La combinación de ambos sistemas
es, en la actualidad, la herramienta básica para la práctica clínica de la Sintergética, y su utilización, aunque
no se les encuentra ningún tipo de contraindicación, está reservada a terapeutas adecuadamente
entrenados. Su función básica es preparar el terreno para la práctica de las diferentes medicinas
vibracionales, induciendo una respuesta de relajación, disminuyendo el nivel de ruido, mejorando los
procesos de comunicación tisular y sirviendo como canal para la transferencia selectiva de informaciones
terapéuticas. Además, permite la preparación de isonosodes vibracionales para una terapéutica selectiva
SINTERGETICA CLINICA II
Paciente de 45 años de edad, sin antecedentes patológicos de importancia, quien consulta por radiculopatía
C4- C5 izquierda con severa impotencia funcional de cinco meses de evolución. La resonancia magnética y
electromiografía confirman compresión radicular con artrosis que compromete agujeros de conjunción con
estrechamiento más marcado a nivel de c4- c5 y hernia de núcleo pulposo al mismo nivel. Antiinflamatorios ,
fisoterapia y tracciones no aportan mejoría significativa a esta mujer, y el dolor se hace progresivo,
insoportable y resistente al tratamiento médico convencional, por lo que ortopedista y neurocirujano
proponen tratamiento quirúrgico. Consulta en Mayo del 2001 en busca de una solución alternativa. Se aplica
Ram Rtx tricolor a nivel de la columna cervical con terminales de circuito a nivel de tiroides, bazo y ovario
( para artrosis). Se conectan estas terminales a través del circuito CER- RAM., unido a Ram rtx en
terminales de palmas y plantas. Se dejan estos circuitos durante quince minutos, a partir de los cuales la
paciente dice experimentar mejoría del 90% de su dolor. Regresa en el mes de Agosto a un segundo
control, revelando que no necesita tracciones ni analgésicos, y que ha regresado desde el día del primer y
único tratamiento a sus actividades físicas normales sin experimentar ninguna molestia ni limitación
funcional.
Comentarios:
1- No podemos afirmar que los resultados de la terapia con las propias oscilaciones a través de los sistemas
RAM generan siempre respuestas de tal naturaleza, aunque la casuística reunida nos dice desde ahora que
serán un instrumento de invaluable ayuda en nuestra práctica médica.
2- A pesar del evidente compromiso mecánico, la mejoría no sólo es inmediata sino sostenida. Esto nos
hace pensar en el fenómeno en segundos descrito por Ferdinand Huneke, padre de la terapia neural, y nos
revela que posiblemente el biocircuito realizado llevó a la resolución de un campo interferente. En este
mismo sentido, hemos constatado la desaparición de interferencias crónicas asociadas a bloqueos del tejido
medio( bloqueo del A+10 para la bioenergética)
3- Es evidente que, aunque el punto de partida de esta terapéutica es el segmento comprometido a nivel
cervical, la terapia como tal es global, involucrando las somatotopías de manos y pies -que controlan la
energía reticular y magnética-, y el comando hormonal, descrito en la endocrinología sintérgica para la
artrosis.
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4- Nuevamente es necesario insistir en que la terapia sintergética de los sistemas RAM no se asocia a
ninguna terapia de tipo invasivo, clásica o alternativa, puesto que lo único que hacen es favorecer el
autoreconocimiento, procesamiento y transferencia de las propias imágenes u oscilaciones. Todo lo cual
significa una enorme disminución de costos tanto biológicos como económicos.
4- Nos planteamos, a partir de casos similares, que el organismo es autosuficiente en el sentido de movilizar
recursos propios para la solución de sus conflictos biológicos, y que la terapéutica ideal consiste en
despertar, reactivar, o restablecer la conectividad de los circuitos conductores de información que pueden
llevar a cabo el restablecimiento del ordenamiento biológico. Frecuentemente confundimos la terapéutica
con aquello que hacemos, pero olvidamos que en esencia lo terapéutico está determinado por la propia
respuesta del organismo. Existe una memoria de la salud o integridad armónica entre los diferentes
sistemas biológicas, que puede ser evocada a través de sistemas de reflexión con las propias imágenes.
Estas tendrían como función recordar al organismo el patrón vibratorio que corresponde a la función normal.
La función hace al órgano, Y las alteraciones informacionales y funcionales no sólo preceden al daño
orgánico sino que, como lo constatan este y otros casos similares, el restablecimiento funcional ( e
informacional) puede llegar a corregir el daño estructural. Es una demostración más de que la vida es un
patrón de organización autopoyético( que se autorecrea) cuya función esencial es el aprendizaje. Y como tal
la enfermedad tiene que ver con lecciones, memorias, olvidos, que a través de los Resonadores de
arquetipos mórficos-RAM- podemos modular terapeúticamente. jicp
A.J E. V. Médico de 70 años que consulta por cuadro crónico de enfermedad ácidopéptica asociada a
Reflujo gastroesofágico. Además presenta insomnio, fatigabilidad, y artralgias generalizadas. Se realiza un
protocolo de prueba con los cinco RAM rtx básicos colocados en la disposición del Biocircuito básico de
Eemann : Los dos RAM rojos, uno para cada región plantar, se cruzan hacia las manos. Dos RAM azules
para las palmas de las manos, cuyas terminales van de la mano derecha a la pelvis ( territorio del segundo
centro) y de la mano izquierda hacia la región cervical ( territorio del quinto centro) y hacia el quinto centro.
El RAM tricolor se coloca sobre la región suboccipital, y sus terminales sobre la tríada II-V-VI. Se deja el
dispositivo durante quince minutos, después de los cuales se constata una normalización de los tres niveles
de energía registrados por el pulso . Regresa al mes para informar que inmediatamente experimentó una
gran mejoría de su sindrome de fatiga y sus síntomas articulares. Además relata mejoría significativa de su
síntomas digestivos.
Comentarios:
1- Dos respuestas básicas se registran en la práctica clínica con los sistemas RAM aplicados de manera
inespecífica: a) Una excelente respuesta de relajación, que constituye un requisito importante para lograr la
receptividad adecuada a estímulos terapéuticos sutiles. B) Una respuesta de carga energética sostenida
que se conservó durante un mes, a partir del cual la fatigabilidad empieza a manifestarse nuevamente.
2- Lo más llamativo en este caso es que la sola terapéutica sobre el terreno, sin ningún enfoque sintomático
directo, ejerce un efecto global sobre todos los componentes del cuadro clínico.
3- Como la depleción energética representa uno de los grandes obstáculos a la terapéutica, los sistemas
RAM se convierten en una buena opción para elevar el nivel global de energía.
4- Tres opciones de empleo clínico de los sistemas RAM emergen en la práctica clínica de la sintergética: La
primera corresponde a su acción global inespecífica sobre la cantidad, calidad y distribución de la energía
biológica, cuando se conectan los resonadores a manera de biocircuitos. La segunda está en relación con el
empleo de protocolos específicos para cierto tipo de entidades clínicas, como la osteoartrosis. Y la tercera
opción es el uso individualizado de las terminales de circuito de los RAM a través del V.A.S. ( la señal
autónoma vascular de Nogier) Esta opción comprende la utilización de los sitios de resonancia evocados a
nivel del sistema nervioso central.
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5- Las tres propuestas pueden asociarse a la elaboración de autonosodes energéticos, como iremos
explicando en el curso de estas presentaciones clínicas.
6- Algunas personas pueden sentir el flujo de la energía sobre ciertos trayectos después de la colocación de
los sistemas RAM. Una de las formas para que el mismo terapeuta se sensibilice a esta transferencia de
energía es que coloque sus dos manos a lado y lado de un sistema RAM, teniendo la o las terminales de
circuito sobre el cuarto centro - zona esternal media- Muy pronto se puede constatar el movimiento de la
energía como una cálida onda pulsátil que va y viene entre las dos manos a una frecuencia fácilmente
distinguible de la del propio pulso, porque es muy inferior.
7- Se recomienda a todos los terapeutas utilizar en si mismos los RAM en la modalidad de biocircuitos para
sensibilizarse al flujo de la energía y experimentar la respuesta de relajación.
Mujer de cincuenta y cinco años quien presenta un dolor abdominal difuso y severo de varios días de
evolución que no ha cedido a analgesia y terapia anitinflamatoria convencional. El dolor es ocasionado por
metástasis hepáticas de un melanoma invasor cuyo foco primario se localiza en la región vaginal. El examen
confirma una gran masa que ocupa toda la parte superior del abdomen el cual revela ascitis Se coloca un
resonador de arquetipos mórficos tricolor _ RAM con tres terminales de circuito_ a nivel de la zona
epigástrica y se buscan resonancias de las tres terminales. Posteriormente se conecta todo el sistema a
terminales de RAM provenientes de las somatotopías de palmas y plantas. A estos se agrega un circuito de
energía reticular activado _ CER ram _ conectado con la región frontal a nivel de la región interciliar. Se deja
el dispositivo durante veinte minutos, suficientes para que ceda totalmente el dolor. Cuatro días después en
la revisión relata:
1- No ha necesitado ningún tipo de analgesia y sólo ha presentado amagos de dolor leve y esporádico
2- Lo que más le llama la atención es una franca recuperación del estado general, que ha sido advertido por
todos en su casa.
Dos semanas después la respuesta clínica se mantiene y la paciente decide viajar a otra ciudad para visitar
a sus nietos.
Comentarios:
1- Uno de los grandes desafíos de las medicinas complementarias es el de contribuir efectivamente con la
medicina clásica en el suministro de cuidados paliativos que puedan mejorar la calidad de la vida de
aquellos pacientes con enfermedades crónicas avanzadas. Además de la acupuntura, la electroacupuntura,
los TENS y las reflexoterapias son pocos los recursos que realmente se hayan revelado efectivos en tal
dirección.
85
3- Este caso nos evoca otros en los que con una o muy pocas intervenciones se lograron mejorías
significativas en algunas algias crónicas. Utilizando, por ejemplo, un dispositivo basado en el actual principio
de los RAM, se logró un “fenómeno en segundos” ( definido por Huneke como la mejoría instantánea y
duradera de todos los síntomas) en un caso de bursitis crónica con una gran calcificación deltoidea, ya
programada para cirugía. Más de un año después de la primera sesión la mejoría clínica y funcional se
mantiene. En otra paciente que no lograba movilizar sin un gran dolor su brazo después de seis meses de
fisioterapia continua para una cirugía del manguito rotador, se logra también un fenómeno en segundos al
poner en resonancia la zona afectada con la representación mesodérmica del hombro en el sistema
nervioso central. Esto nos hace pensar que lejos de ser casos anecdóticos o meras coincidencias estamos
ante un nuevo sistema para restablecer los circuitos biológicos alterados. En otros ejemplos clínicos
veremos cómo aquello que inicialmente podríamos concebir como un efecto analgésico y sintomático, es
apenas una consecuencia de un procesos de reordenamiento y armonización global de un alcance mayor
que el de la mera analgesia.
4- La búsqueda de métodos paliativos en Sintergética nos ha llevado a plantear que la mejor analgesia se
logra cuando se vislumbran los síntomas en el contexto íntegro del paciente. Y en efecto, muchas veces
buscando la analgesia sin perder de vista la totalidad, se puede lograr mucho más que la analgesia o la
simple paliación. Trataremos de ejemplificar esta observación en próximas entregas de sintergética clínica.
jicp
MA de O . Mujer de 70 añosde edad quien consulta por sindrome de vértigo, incapacitante de tres meses de
evolución después de accidente aparentemente leve, con traumatismo facial sin pérdida de conocimiento.
Presenta además un cuadro clínico de insuficiencia cardíaca compensada con medicamentos, a los que se
atribuyó inicialmente el sindrome vertiginoso. Terapia: se encuentra resonancia a un sistema RAM sobre la
región cardíaca, cuya terminal de circuito presenta resonancia positiva (V.A.S. +) al pasar sobre la región
parieto-temporal izquierda. Se dejan localmente RAM y su terminal durante diez minutos. Cuando se retiran
desaparece completamente el sindrome vertiginoso, que se manifestaba de una manera incapacitante en
posición de pie. Un mes después continúa totalmente asintomática.
Comentarios
1- La resonancia positiva de la placa RAM sobre el miocardio nos hace pensar, en este caso concreto, en un
origen cardiovascular del sindrome vertiginoso.
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Miomatosis y ovarios poliquísticos.
Mujer de treinta y dos años quien consulta por dismenorrea, metrorragias, ciclos irregulares y esterilidad
secundaria. Los exámenes gincológicos revelan miomatosis uterina y ovarios poliquísticos. Después de una
primera sesión de Bioenergética en la que se practica un protocolo de regulación hormonal, no relata
cambios significativos en su evolución clínica. En la segunda sesión se colocan sistemas RAM sobre
segundo centro, Ovarios, Hígado, tiroides y sexto centro ( para regulación hipofiso tiroidea - hipofiso ovárica
y metabolismo hormonal hepático) Se colocan simultánemente sobre los sistemas RAM filtros de hipotálamo
e hipófisis en sexto centro y FSH estriol y LH- progesterona sobre Rams ováricos. . Relata una
normalización de los ciclos menstruales y a partir del tercer ciclo normal queda en embarazo. Regresa a
consulta a las treinta y siete semanas de un embarazo cuyos controles son normales ( tiene cuatro
ecografías que constatan buen desarrollo y vitalidad fetal).
Comentarios
1- Es interesante aquí constatar no sólo el efecto regulador hormonal expresado a través de la desaparición
de la dismenorrea y la regulación de los ciclos, sino especialmente el hecho aún más significativo de que
esta paciente quede encinta, algo bien poco probable tanto por su miomatosis uterina como por su
poliquistosis ovárica.
2- Estos resultados, obtenidos sin el suministro de ninguna medicación halo u homeopática, nos indican que
es posible el diseño de protocolos clínicos que, mediante la utilización combinada de RAM y
biocibernética( utilización de filtros portadores de información biológica), nos permitan establecer una
interfase operativa de la sintergética hacia las distintas especialidades médicas. En este campo ya hay
experiencias acumuladas que serán presentadas en próximos seminarios. jicp
Ejemplos prácticos del uso de los nuevos dispositivos Ram y Cer-ram que nos permiten dar fé de una nueva
tecnología de la conciencia, operativa, eficiente y sencilla con grandes proyecciones en una propuesta de
salud verdaderamente promisoria para esta humanidad.
PACIENTE Nº 1
L. A. C., paciente de 68 años de edad, nacido en Santa Rosa (Antioquia, Colombia) el 25 de Enero de 1933
quien consultó el 13 de Junio de 2001.
Consultó por: bronquitis tremenda con complicaciones. Fué fumador desde su juventud y hace 10 años lo
dejó. Asmático de niño. Diagnóstico actual de EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica) Sibilancias.
Tos y disnea severa de muy pequeños esfuerzos.
Caída de techo hace 6 años con fractura y aplastamiento dorsal inferior consolidada y dolorosa aún, con
impedimento para acostarse en decúbito supino.
Conducta: Le colocamos una aguja en aurícula en el punto 4 de Nogier(hemiconcha inferior derecha) para
llamar la atención al sistema y posteriormente colocamos el dispositivo llamado cer ram en el triángulo del
sistema retículo endotelial (timo, bazo e hígado) y el de terminales triple en PM (punto maravilloso).
Colocamos también un imán norte sobre timo.
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Dos semanas después regresó a revisión y relata mucho menos sibilancias y disnea, la tos desapareció,
desapareció una cefalea persistente que no me había relatado. El dolor dorsal desapareció y por primera
vez en muchos años pudo dormir y en posición horizontal.
Todo esto sucedió desde el tercer día post tratamiento porque en los dos primeros relata una especie de
vicariación donde sintió una exacerbación de alguna de su sintomatología.
Comentario personal: Es un resultado contundente, en un cuadro clínico que es algo prácticamente crónico
y normalmente con muy regular evolución, lo que hace a este dispositivo una tecnología de alta eficiencia si
se maneja adecuadamente.
PACIENTE Nº 2.
A. M. P., paciente de 11 años de edad, nacido y residente en Medellín. Nació el 29 de Marzo de 1990.
Consultó el 5 de Junio del 2001 por un tic muy fuerte. Desde muy pequeño comenzó a desarrollar un
movimiento cefálico con rotación izquierda súbito que se fué haciendo muy persistente y violento. Muchos
tratamientos sin resultado y en este momento está demasiado tenso porque trata voluntariamente de luchar
contra el movimiento y entonces se agota.
Antecedentes importantes: muy pequeño tuvo episodios de crup pulmonar. Angustia fuerte de la mamá 26
semanas de embarazo por sospecha de hidrocefalia y cercanía con explosión de carro en uno de los
atentados terroristas. Al nacimiento se descartó lo de la hidrocefalia. Tuvo algo de ictericia neonatal leve.
Conducta: Básicamente trabajamos con dispositivo cer ram en pm y tres calderos junto con amígdala
cerebral, melanina y dopamina en PM y se reforzó especificamente el tejido medio en hígado.
Regresó en junio 27 mucho más tranquilo, 60% menos movimiento involuntario y muy contento porque ya
se puede concentrar en el colegio y en la vida.
Comentario personal: Es importante con este caso darse cuenta del valor de atreverse a acompañar los
pacientes incluso en los casos más desesperados y como es posible de una manera sintética y concreta
resolver situaciones sicológicas normalmente muy compolicadas de tratar y con pocas esperanzas.
Comentario general: Definitivamente se perfila una tecnología liberadora en el sentido de facilitar la práctica
clínica cotidiana y permitir con el tiempo que muchas de estas propuestas puedan ser utilizadas por muchas
personas en su propio proceso de sanación en el sentido más integral de manera que avancemos
definitivamente en un intento de un verdadero sistema de salud. Uno en el que la salud sea un proceso de
aprendizaje y humanización permanente.
A partir de la realización del seminario de sintergética donde se aprendió acerca de RAM y el CER_RAM
nos dedicamos a observar la respuesta al uso de ese instrumento.
En la práctica diaria lo usamos en todo tipo de pacientes, sin importar la causa de consulta.
La consulta esta compuesta por pacientes de primera vez y de pacientes de consulta repetida que vienen
siendo tratados con medicina natural y orinoterapia.
88
El uso del RAM se hizo según protocolo general con color rojo en ambos pies y azul en ambas manos
ubicando las terminales por resonancia al pulso.
El terminal tricolor se ubicó en general en tallo cerebral y algunas veces a lo largo de columna, cerrando el
circuito según indicación del pulso.
En el 98% de los pacientes se obtuvo una respuesta de relajación profunda entre 15-20 minutos después de
aplicada la terapia.
Desaparición del dolor en la mayoría de los casos, sin importar si la naturaleza es visceral, muscular o
tensional.
Aun falta observación con respecto a la alteración del curso de la enfermedad por cuanto la combinación de
métodos no permite atribuir exclusivamente el resultado a uno solo. Sin embargo el uso del RAM facilita el
uso posterior de cualquier terapia incluyendo el trabajo de autoconciencia de la enfermedad.
89
Sistemas RAM en infertilidad
Nota de La Redacción : De la creciente acumulación de evidencias clínicas sobre la eficacia de los sitemas
RAM en la terapéutica, nos permitiremos seguir transcribiendo textualmente algunas de las colaboraciones
que recibimos en Davida, y periódicamente haremos para nuestros lectores evaluaciones y comentarios
sobre nuevas técnicas de utilización.
Julio,2001.N.R.33 años consulta por infertilidad primaria. Amenorrea desde menarquia, exámenes
complementarios periódicamente normales. Medicada con reguladores de ciclo. Desde hace 10 años busca
embarazo medicada con inductores de la ovulación sin resultado. Suspendió medicación desde hace 5
meses porque tomando medicación no menstrúa. Lo llamativo al hacer exámen es que los selectores de
frecuencia endocrinos individualmente no hubo respuesta resonante, pero al combinar hipófisis-ovario el
factor resonante fué significativo, por lo que se concluyó pérdida de conectividad en eje hipófisis-ovario. Se
realizó el siguiente esquema:
RAM en circuito óptimo de Eeman conectando CER RAM a eje hipotálamo hipofisiario, tiroides, ovarios.
Tres sesiones cada l5 dias por 20 minutos. Cabe destacar que al colocar circuito RAM RTX.CER RAM.la
señal de eje hipófisis-ovario desaparece. A partir de la segunda sesión menstrúa manteniéndose por dos
ciclos consecutivos; el 5 de octubre 2001 se confirma
Lo que revela este caso es la alta eficacia de los sistemas RAM al efectuar el reordenamiento de los
intrincados e invisibles patrones relacionales del Ser Humano. El novelista Francés Henri Barbusse dice:
puede ser que, al fin y al
cabo, la oscuridad no exista, y que lo llamamos sombra no sea sino la LUZ que no vemos.
Atte.
Jósé Adolfo Quant
Ser y estar. Ser ó estar. Ser o no ser. Quién es uno cuando uno es? ¿Dónde estamos, cuando creemos
estar?. ¿Cuándo y cómo somos? ¿Somos una historia, una antigua memoria, un sueño, una ilusión? . Un
proceso continuo de creación...
Ondas de probabilidades, quizás variedades de la nada, cuando el vacío es totalidad, y la realidad es virtual,
queda muy poco para refutar pues podemos serlo todo. Somos un potencial que puede o no desplegarse en
el tiempo, pero yace implícito en el tiempo cero del ahora.
90
Huellas de la conciencia son los segundos, pero entre el bigban y el primer segundo ya se jugó entera esta
creación. Todo lo realmente importante ocurrió en la primera milésima de segundo. Los modelos físicos han
podido remontarse hasta diez a la menos cuarenta y tres segundos después de la explosión original. Es la
barrera infranqueable, más allá de la cual las nociones familiares de espacio, tiempo y energía pierden
sentido. En la realidad misteriosa del vacío cuántico, sin tiempo y sin lugar, toda interacción podría
comenzar; allí el universo todo, contenido en el vacío, es un océano virtual de energía ilimitada. Nuestra
realidad es un colapso de esa función totipotencial. Una sombra de esa luz.
La creación continúa en cada uno. Todo lo que de veras cuenta, ocurre ahora, en esta fracción de segundo
que ya nunca ha de volver, pero que siempre dejará perenne su huella en el ser.
Si una cantidad de energía adecuada es suministrada, la materia puede surgir del vacío. Una cantidad
inconcebible de energía ha debido ser inyectada en el vacío, antes de la explosión original, provocando la
onda cuántica original que originaría el universo conocido. Todo ocurre a partir de aquel momento en que la
misteriosa atención de una Conciencia introduce en el vacío los infinitos patrones de organización que se
despliegan en la expansión. En las primeras trillonésimas de trillonésimas del primer segundo el universo
entero es miles de millones de veces más pequeño que un átomo de hidrógeno, y tiene la inconcebible
temperatura de 10 a la 32 ° C. Billonésimas de segundo después hacia los 10 a la menos treinta y dos
segundos, sucede la primera gran transición de fase y la fuerza de gravedad se separa de las otras tres
fuerzas fundamentales. En este minúsculo universo ardiente, los quarks, los electrones y sus antipartículas
surgen del vacío. Unas billonésimas de segundo después, en ese intenso océano implícito de oleajes de
materia, antimateria y luz, la fuerza fuerte se separa de la fuerza débil, lo que da lugar a una liberación de
energía de tal magnitud que acelera brutalmente la expansión del universo, iniciando el llamado período
inflacionario, tiempo en que el universo adquiere la dimensión colosal de 300 metros de diámetro. En las
próximas billonésimas de segundo la fuerza electrodébil se separa en fuerza débil y fuerza
electromagnética, hasta que a los diez a la menos seis segundos, sólo esa fracción infinitesimal de una
millonésima de segundo después de la gran explosión, las cuatro fuerzas fundamentales que van a controlar
el universo ocupan sus lugares, y la conciencia original expresa su estrategia en la fusión: Los quarks se
unen en protones y neutrones, comienza la nucleosíntesis del hidrógeno y el helio, que después habrá de
continuar en los hornos estelares, para que los elementos de la creación se recreen en la danza de la vida.
A los trescientos mil años de edad, la temperatura es suficientemente baja para que la fuerza
electromagnética entre en juego y los electrones ocupen sus orbitales alrededor de los núcleos de
hidrógeno y de helio. Su materia hace entrar en acción la fuerza de la gravitación, y el programa de la fusión
continúa, dando origen a las galaxias que pueblan el universo.
Como si fueron ecos o fractales de la primera gran expansión , los densos corazones de las supernovas
donde se sintetizan los núcleos de los elementos más pesados, explotan y dispersan a miles de kilómetros
por segundo su preciosa carga, que de nuevo bajo el efecto de la gravedad será reunida en estrellas de
segunda generación como nuestro sol. A la temperatura adecuada, los electrones se unirán a los núcleos
para formar los átomos constitutivos de la materia de la que estamos hechos. Hasta que en un instante de
esa cósmica conciencia, en la delicada e impredecible trama de una atmósfera planetaria nutrida por la luz
surge, como sangre de la vida, el agua.
Miles de millones de años después, en un tiempo de conciencia llamado humanidad, la consciencia será
consciente de su consciencia y, en esa conciencia de la conciencia, el programa de la creación será a sí
mismo revelado como el programa del amor: Continuidad de la fusión que en el sol une dos átomos de
hidrógeno para formar helio y con esa bomba de fusión producir toda la luz y el calor que reveló desde la
química orgánica la corriente profunda de la vida.
Las mismas energías que en el primer milisegundo programaron el curso de la creación, se recrean en la
consciencia de la conciencia, cuando todo el potencial del presente nos hace reconocer esa presencia
intensa de una sola esencia : Ser . Es el mismo Ser que danza en todos los ritmos de la naturaleza, que
asume las armónicas de toda la materia, que se expande en las supernovas y se contrae en los planetas.
91
Después del primer milisegundo, a través de las fusiones infinitamente repetidas, el Ser se diversificó en
toda la materia. Antes de las partículas elementales, aún antes de la emergencia de los quarks, cuando
nada había, todo estaba, todo era, como un campo de posibilidades infinitas. Todos éramos el Ser en la
infinita quietud de su conciencia. Cada vez que la conciencia se aquieta, el tiempo cero de la Unidad
regresa .
En ese presente expandido, la conciencia crea el universo. En ese campo unificado todos somos un solo
Ser.jicp
EL SENTIDO DE LA CRISIS - I -
Apartes de una charla de Jorge Carvajal en Buenos Aires Argentina Noviembre 2001. Transcripción
realizada por la Escuela Cristal.
Nuestro propósito no es tanto hablar sino sentir algo sobre la crisis, aprender la lección de la crisis,
ubicarnos dentro la crisis, es decir en el seno del caos, de ese vórtice caótico que todos estamos viviendo;
vivirlo como una oportunidad. Comprender que lo que tenemos en este momento es una crisis de
aprendizaje, una bella oportunidad para aprender una lección. Una oportunidad única y feliz para
humanizarnos, para acceder a nuestra humanidad, para humanizar la vida. Comprender que todo lo que
existe en el universo es piel, yo digo que el universo es una piel, es una membrana gigantesca, y esa
membrana de pronto ustedes la ven como un atardecer, como una marea, como la piel suave del niño,
como la piel de la amada. La ven desde el punto de vista científico como la membrana celular, la membrana
nuclear o el retículo endoplásmico. Pero todo este universo es una piel más o menos extendida, más o
menos enrollada; y esa piel es una piel sensible. Todos somos sensibles, pero no sólo nosotros, los átomos
son sensibles, son sensibles los electrones, son sensibles grandes masas de materias porque ellas perciben
la ley de la gravedad. Son sensibles los electrones porque se someten a la caricia del electromagnetismo;
ellos también son sensibles. Los átomos son sensibles unos a otros y dialogan, gracias a eso existen las
moléculas. Del diálogo entre las moléculas surgen los tejidos. Los tejidos son tal vez la primer estructuración
de la piel del universo. Digamos que el universo es un entretejido, es un tejido de tejidos, dinámico y
significativo. Todos somos tejedores. Empezamos a tejer desde el primer electrón que emergió a las diez a
la -32 segundos. Los indios guaraníes tienen la costumbre de tejer sus ideas, y cada idea la representan en
un tejido. Ese es el arte de un antiguo lenguaje espiritual; es el lenguaje de los símbolos. Un símbolo es un
tejido de ideas, es un tejido complejo. Un mandala o un mantram también es eso. Es un tejido complejo de
ideas. ¿Cómo tejen los indios guaraníes la idea del espacio?. Llevando las puntas de cada punto a todos los
otros puntos, de tal manera que simplemente nos están diciendo que el todo está en la parte y cada parte es
un reflejo del conjunto. Es decir que nos están dando en vivo y en directo a través de sus tejidos la ley del
holograma. La ley del holograma implica que todo responda a todo. Esos indica que todos se corresponde.
Y si todo se corresponde, todo está en todo. Este es un universo de simultaneidades. Cuando el electrón se
mueve tiembla el universo decía sir Arthur Eddington. No hay ni un solo pensamiento nuestro, ni una sola
actitud, ni una sola emoción ni un solo movimiento, que no cree un oleaje hasta el fondo de las galaxias.
Cada movimiento es una ola que va a seguir rebotando en el océano cósmico por la eternidad. Eso
súbitamente nos da a nosotros una idea de responsabilidad, una idea de sensibilidad, porque cada una de
nuestras acciones afecta al mundo, cada una de nuestras miradas redime o condena, juzga o perdona,
amarra o libera.
92
Cuando empezamos a comprender que el universo es una piel sensible, empezamos a entender algunas
cosas como la memoria. La memoria son huellas de esa sensibilidad. Empezamos a comprender cosas
como el tiempo. El tiempo es el movimiento la conciencia. Empezamos a comprender cosas como espacio.
El espacio son las huellas del tiempo. Empezamos a comprender que todo es consciencia: espacio, tiempo,
movimiento, átomos, moléculas, memorias, vidas, galaxias. Todos son simplemente diferentes expresiones
de la conciencia. Y llegamos a una hipótesis que es el punto de partida y el punto de llegada, y esa hipótesis
es que el universo es CONSCIENCIA. La piel del universo es consciencia, todo aquello cuanto vemos, son
simplemente manifestaciones de la consciencia; un átomo, una estrella, una galaxia, un hombre, una
relación, una sociedad. Llegamos entonces a un punto de partida: toda crisis es una crisis de consciencia.
Pero esta tiene distintos movimientos o fases, o sea, distintos tiempos. Hay tiempo de la consciencia que
llamamos la conciencia de átomo. Hay otro tiempo que llamamos la consciencia nuclear de una galaxia, o la
consciencia de un logos solar o de un logos planetario; a aún el patrón de organización del solvente creado
por una sustancia ya ausente en el medicamento homeopático es consciencia. Un medicamento
homeopático es un patrón de organización de la consciencia cósmica que puede entrar en resonancia con
patrones similares de esta, y obviamente movilizarla, o despertarla, o desobstruirla. Empezamos a
reconocer que cada átomo tiene consciencia, y por esto tiene memoria. Los átomos tienen memoria.
Cuando ustedes trabajan en su computadora están recurriendo a la memoria de los chips, pero la memoria
de los chips proviene del átomo de silicio. ¿Y por que el átomo de silicio tiene memoria y guarda memoria?
Porque los electrones y los protones son sensibles a los estímulos. Y no sólo son sensibles a los estímulos
sino que se los guardan. Y no sólo se lo guardan sino que los revelan, los recuerdan. Un átomo de silicio
tiene recuerdo. Gracias a eso toda nuestra tecnología funciona. Teresa no es asunto de los átomos de
silicio, de los chips. Si ustedes ven una neurona, una neurona es universo, es un cosmos inconmensurable.
Nosotros tenemos 15 mil millones de neuronas aproximadamente, pero si entráramos en cada una de esas
neuronas descubríamos que dentro de cada una de las neuronas hay un cerebro complejísimo. Es un
cerebro cuántico, con una memoria gigantesca; los microtúbulos al interior de las neuronas se comportan
como los chips de un computador, y de hecho cuando uno las ve al microscopio electrónico, la cosa más
parecida al chip de una computadora es el sistema de microtúbulos neuronales. Son chips donde la
información no decae a estados singulares, está en permanente resonancia; hay un holograma de toti
potencialidades guardada en esos chips micro celulares al interior de cada una de las neuronas. Pero si
sabemos que cada una de las neuronas no sólo tiene esos chips sino que puede conectarse a través de
miles y miles de sinapsis, y cada una de esas sinapsis puede transportar miles de informaciones
simultáneamente a velocidades diferentes, empezamos a comprender que el universo no está afuera, que
todas las galaxias están en nuestras neuronas, que el cielo estrellado está en nuestro interior, que el
hombre no es sólo una imagen del cosmos: nosotros seres humanos, somos el universo en vivo y en
directo. Y si no asumimos que somos universo no nos vamos a humanizar. El proceso de humanización es
un proceso de interiorización del universo en el hombre, es un proceso de reflexión, y es ese proceso de
reflexión el que nos permite comprender el sentido de las crisis; e intuír que tal vez la más grande
oportunidad para despertar y nacer a nuestra humanidad es la actual crisis. ¿ Por qué atravesamos ahora la
crisis, no ya sólo la de la economía, o la de la desestructuración de la sociedad y el estado, sino
especialmente esta profunda crisis de sentido? Es porque realmente no sabemos lo que somos, porque
perdimos nuestra identidad, porque perdimos nuestra memoria.
Hay un bello cuento oriental, cuya esencia conservo pero trataré de adaptar e la condición actual. Es el
relato de cómo un grupo de consciencias que orbitan en torno a un gran ser, viven en la gloria o en la gracia,
en la total levedad del cosmos infinito, y orbitan en torno a la perfección. Pero un día fatigados de la gloria y
de su propia insoportable perfección imploran a su Centro: --Padre, Madre, Centro, permítenos regresar al
universo, a aquellos mundos donde todavía existen espacio el tiempo, donde existen el dolor y el
sufrimiento. Pero el Centro les respondía: Eso es muy peligroso, ustedes no se pueden someter a tal
fricción, esos universos son los de planetas donde hay un gas raro y venenoso que es el oxígeno, y otras
emananciones aún más peligrosas emitidas por las pestilentes aguas del separatismo. No se les ocurra ir
por allá, pues su misma luz puede ser absorbida en el agujero negro de la ignorancia. Por eones y eones
insistieron las chispas a su llama céntrica, hasta que ésta dejó que el viento de la evolución se las llevara de
regreso a un sistema solar perdido en los confines de una minúscula galaxia, no sin antes prepararlos para
la gran aventura.
93
Con finísmos materiales extraídos de la nada totipotencial los dotó de un avanzadísimo traje espacial, con
dos cámaras para captar el espectro luminoso desde el rojo hasta el azul, y una cámara minúscula al interior
de un super computador con todos los programas de la creación. Esa cámara podría revelar al interior
visiones de cualquier parte del programa, pero para proteger sus secretos sólo el Ser al interior podría
activar sus mecanismos de encendido. Muchos millones de años en el tiempo de un planeta, sólo un
parpadeo en la vida de aquel Centro, debieron transcurrir para que la chispa se pudiera reconocer al interior
de su instrumento. Entre otros avanzadísimos instrumentos, ese vestido espacial estaba dotado de micro
espirales enrolladas en el centro de minúsculas baterías o células, que eran cargadas por resonancia con
las más altas frecuencias de los centros galácticos. Al interior de las partes más densas que servían de
soporte finísimos cristales de colágena e hidroxiapatita hacían las veces de semiconductores. Y así, de
cristales sólidos y líquidos se formaban los elementos de una red de procesamiento de información que
permitían en cualquier momento a las chispas emprender el camino de regreso. Sólo una complicación fatal
podía hacer que las chispas perdieran contacto con la llama original: la pérdida de memoria. Esta
ocasionaba pérdida de identidad, falta de control y compromiso, ausencia de contacto con la unidad
procesadora de la responsabilidad que era circuito de contacto obligado con la chispa interior.
Así, en la profundidad cósmica de un instante sagrado, la chispa del alma se revistió con la cubierta de un
cuerpo animal. Eones después de su llegada a un pequeño planeta azul pudieron advertir que cuando sus
instrumentos, sus escafandras y sus vestidos espaciales se rozaban por ciertos sitios sagrados saltaban
chispas y se podían reproducir. Y así los hijos de los hijos, de los hijos, por generaciones olvidaron su
origen, el habitante interior, y se confundieron con el vestido. Ahora los hijos del olvido buscaron su razón de
ser en sus complejos circuitos emocionales, mentales o físicos. Se inventaron todas las ciencias para
describirlos y llamaron leyes de la naturaleza a su peculiar manera de estudiar el universo reflejado en sus
vestidos. En una confusa memoria de su origen se inventaron un pequeño dios a imagen y semejanza de su
ignorancia y de su olvido. Confundieron el universo con la percepción infinitesimal de sus sentidos, y allí en
la torre de babel de lenguajes incomprendidos se inició nuestra crisis de sentido.
Ahora confundidos con el vestido, confundidos con la forma en la crisis de sentido estamos aquí, creyendo
que el problema es el de las torres gemelas, o el de las bolsas, o el de los seguros de vida, o el de hipotecar
el porvenir, o el de preparar esta vida para la otra vida, para la vida eterna. Y nos olvidamos del presente,
nos olvidamos del ser, nos olvidamos de vivir. En este momento entonces como humanidad estamos
llegando a un punto crucial, a un punto caótico, a un vórtice donde ya jamás vamos a ser lo que antes
fuimos. Se nos han comprometido todas nuestras estructuras de seguridad. Se nos ha revelado de la
manera más terrible nuestra infinita vulnerabilidad. Hemos caído del pedestal del orgullo y ahora vulnerables
en medio de la crisis de sentido estamos afrontando el desafío de ser; ya no el desafío de tener sino el
desafío de SER.
Estamos en esa crisis, en esa alternativa, entre el ser o el tener, en el que para sobrevivir como humanidad
no tenemos más remedio que regresar a ser. Pero ese camino de ser, es el camino de la sencillez, es el
camino de la humildad, es el de la desnudez, es el del renacer, es el de la simplicidad, es el de las cosas
elementales. De pronto, en medio de la crisis, se empezaron a derretir todas nuestras armaduras desde un
fuego interior y descubrimos que había sido inútil tratar de revelar el ser desde afuera, pues la máscara se
derrite desde dentro con el fuego del amor; fuego del corazón. Sin embargo a veces ese fuego es encendido
a través del dolor, y el sufrimiento. También el dolor y el sufrimiento, el de toda la humanidad, el de cada uno
de nosotros, tiene un sentido. También se puede ofrecer. Habíamos concebido una vida para huir del dolor,
para huir del sufrimiento. Pero no sabíamos que el dolor y el sufrimiento eran nuestros maestros, era tal vez
lo que más necesitábamos; que sin dolor ni sufrimiento tal vez no nos podíamos revelar, revelar el alma, el
ser desnudo detrás de todas las apariencias. Empezamos entonces ahora a hermanarnos. Ya no somos
argentinos, o colombianos, o latino o anglosajones, ya somos ciudadanos de este planeta. Ya no somos de
una religión o de otra sino que estamos en la iglesia. La iglesia no es la parroquia de la esquina. La iglesia
es este cuerpo, es este templo, el templo de Dios. El templo del espíritu es un templo de relaciones, es un
templo de comunión, es el templo donde se celebra en la Eucaristía. Y La Eucaristía es la ciencia de la
comunión, de la comunicación desde el centro, de la comunicación desde el corazón. La ciencia de la fusión
que es la ciencia de la evolución. En otros términos la eucaristía es la ciencia sublime del amor, la ciencia de
todas las ciencias.
94
Estamos aquí, en el vórtice del caos, para descubrir que podemos aún ser humanos. Ustedes creen que la
guerra es humana. No. Que es nuestra condición humana la que provoca la violencia. No. La causa es lo
que aún tenemos de inhumanidad. Es nuestra falta de humanización, pues aún no hemos accedido a
nuestra humanidad, pues no hemos aprendido ni siquiera de la parte más densa del vestido, nuestro cuerpo
físico. La vida nos regaló un vehículo espacial de altísimo rendimiento que trabaja con hidrógeno líquido, y
nosotros lo arrastramos como una aplanadora.. No hemos estrenado el cerebro, ni nuestro potencial
humano ni nuestro instrumento. No hemos ensayado aún el código sagrado de la hermandad que podría dar
vigancia a nuestra humanidad. El día en que un sólo día vivamos la conciencia sublime de la hermandad ya
este sería otro planeta.. El mundo no va a cambiar cuando se acabe la guerra de Afganistán. En este
momento tenemos alrededor de 50 guerras en la tierra, la mayoría de ellas ni siquiera declaradas, y
paradójicamente muchas son hijas de los tratados de paz de las antiguas guerras donde hubo vencedores y
vencidos. La paz de los vencedores y la paz de los vencidos es solamente una trinchera para las nuevas
guerras. Estamos ahí. Esa es nuestra salud planetaria. Alguien habla de cáncer, de Sida, de tuberculosis, de
epidemiología; no de la de epidemiología del amor; no de la de la la relación. Todo cuanto existe es un
patrón de relaciones. No hay partículas, no hay cosas, ni electrones aislados, ni protones ni seres humanos
aislados. Un electrón es un electrón porque hay electromagnetismo y hay un universo. Usted es un hombre
o una mujer porque tiene esposa, hijos, hermanos, una sociedad, porque hay una humanidad que lo
determine.
La crisis de sentido actual es una dolorosa crisis de humanización. Una iniciación a una escala planetaria.
Nos ocurre este dolor para revelar el amor cuando estábamos peligrosamente aislados; cuando estábamos
tan dormidos que no pensábamos que la humanidad fuera con nosotros hasta que la sangre no salpicara
nuestros vestidos. Porque perdimos la comuicación, la buena voluntad. La solidaridad. Porque caímos en el
más peligroso de los carteles, que es el cartel de la indiferencia, el cartel de los tibios, el cartel de los
Pilatos, el de una ética planetaria en la que me lavo las manos porque yo no hice nada. Alguna vez un
hombre fue muy compungido a mi consulta y lloró media hora contándome cómo su mujer se le había ido. Y
al cabo de la media hora yo le pregunto: ¿vos qué le hiciste a tu mujer, que se fue? Él dice: Dr.¡ pero si es
que yo no le hice nada. Y le dije: - Precisamente por eso, talvez se fue porque no le hiciste nada.
Es que no se trata simplemente de lavarse las manos en el no hacer desde la terrible ética que dio origen al
peligroso cartel de la tibieza. Una ética sin mayor responsabilidad. En el no hagas a otro lo que no quieres
que te hagan a ti ya estás negando toda responsabilidad. No avanzamos nada cuando avanzamos desde la
ética del ojo por ojo, a la de la indiferencia implícita en el no hagas a nadie lo que no quieras que te hagan a
ti... el universo es conmigo, ojo a ojo, beso a beso. Todo es con nosotros. La humanidad es nuestra
humanidad, nuestra piel, las cenizas de todos los holocaustos lo señalan. El hambre de todos los niños nos
reclama. Argentina, Colombia, Rwanda, nuestras miserias humanas son oportunidades planetarias para el
compromiso con la humanidad que en nosotros vive.
Es ahora la hora de descender del pedestal del orgullo, si queremos acceder al Ser que en nosotros es
humano. Hay un cuento sobre el orgullo para introducirnos a esa crisis. Porque nuestra crisis de sentido es
una crisis de individualismo, de egoísmo, de separatismo, de orgullo. No contamos con nuestra humanidad
y cada quien trata de seguir la ley de sálvese quien pueda. Pero es producto del orgullo. La enfermedad
más grave de toda medicina del mundo es el orgullo. Hasta que los médicos no nos bajemos del pedestal
no vamos a tener sistemas de salud que realmente sean confiables. Hasta que no aceptemos con humildad
que nosotros también estamos enfermos, y el cáncer de la medicina es el cáncer más terrible de todos los
sistemas de salud, no vamos a poder crear una salud concebida como integridad. ..continuará.
FOTOBIOLOGIA Y SINTERGETICA
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Este artículo constituye una nota introductoria a un pequeño tratado de laserterapia en Sintergética,
actualmente en proceso de edición y que estará próximamente a disposición de los terapeutas interesados,
a través de Viavida, sociedad constituida recientemente para la investigación y difusión de la Sintergética
INTRODUCCION
Todo pulsa. Esto Significa que todo vibra en rangos de frecuencias que expresan la cualidad o capacidad de
comunicación de un sistema. Los patrones vibratorios de éste pueden entrar en resonancia con frecuencias
similares de otros sistemas, lo cual permite la comunicación, y el cambio en el patrón de información
original. Todos los lenguajes implican códigos de comunicación que a su vez están determinados por
resonancias. Esto permite comprender la utilidad de estímulos discontinuos en la terapéutica, que entran en
resonancia con las frecuencias o pulsos de la energía biológica.
Los estímulos continuos no tienen la misma capacidad de desencadenar respuestas biológicas que los
estímulos discontinuos, pues los organismos vivos se caracterizan por ventanas biológicas de emisión y
recepción de señales pulsadas. Corrientes continuas y alternas, campos magnéticos constantes o pulsadas
y aún la aplicación de luz tienen de tal forma un efecto biológico diferente.
Cuando se pulsa la luz, se encuentran patrones de respuestas biológicas que corresponden a secuencias
bien determinadas. En general las frecuencias muy bajas, situadas por debajo de 100 ciclos por segundo,
pueden desencadenar una respuesta biológica significativa, lo cual tiene sentido si consideramos que el
campo magnético terrestre, lejos de ser constante, está oscilando y los principales componentes de esta
oscilación se encuentran por debajo de treinta ciclos por segundo ( 30 hertz ) Entre los 7 y los 10 Hz hay un
pico de emisión que corresponde a las conocidas ondas alfa.
En los albores de la aurículomedicina, y utilizando el VAS como herrameinta diagnóstica, Paul Nogier
( padre de la auriculoterapia y la auriculomedicina) utilizó diferentes intensidades de luz continua para
determinar un patrón de reacción que sigue una curva característica en la piel sana. Posteriormente utilizó
un diodo de luz roja modulada a bajas frecuencias, para explorar la respuesta dérmica a la luz. Constató
que diferentes regiones de la dermis generaban patrones de reacción diferentes según el tipo de frecuencia
utilizada. Hay patrones de intensidad que de todas maneras, en condiciones normales, van a dar una
respuesta expresada en un cambio en el patrón del pulso arterial a la estimulación luminosa, dependiendo
de la intensidad y de la frecuencia y obviamente de la longitud de onda de la luz utilizada.
Diferentes investigaciones pudieron revelar la sensibilidad de la piel a la luz, especialmente cuando ésta era
pulsada. Así, en conejos vendados pudo establecerse, en un tiempo en el que poco se sabía de la
melatonina y la melanina, una respuesta biológica significativa a la luz pulsada, caracterizada por cambios
en la concentración de catecolaminas plasmáticas. Si bien estas experiencias constituyen apenas un
preámbulo de la naciente ciencia de la fotobiología, son el punto de partida de una riquísima experiencia
clínica que tiene luego su punto culminante en la utilización del soft laser en los protocolos terapéuticos de
la auriculomedicina.
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Empezamos a vislumbrar un lenguaje biológico; la posibilidad de dialogar con los tejidos a través de
detección de frecuencias por resonancias constatadas al VAS, pero más importante aún, a constatar efectos
clínicos sorprendentes sin efectos secundarios. A pequeños estímulos grandes respuestas. Verdaderas
cascadas de información biológica desencadenaban cambios fisiológicos que en el curso de los años nos
permitieron afinar las diferentes frecuencias del soft- laser o laser blando en los protocolos clínicos
propuestos en este documento.
La fotoestimulación puede modificar las respuestas fisiológicas. Los estímulo luminosos tienen muy
diferentes efectos según sean continuos o discontinuos. Igualmente las reacciones del organismo varían
según la longitud de onda, lo que explica la acción diferencial de los estímulos cromáticos ya descritos
desde la antigüedad en la práctica de la cromoterapia.
La fotosensibilidad dérmica es una de los fundamentos de la aurículo-medicina y sus técnicas descritas por
la escuela francesa de Paul Nogier. Esta fotosensibilidad cutánea es la expresión particular de un fenómeno
más global que permite que todos los tejidos sean sensibles a la luz: La sensibilidad de la red etérica a
diferentes rangos de frecuencias electromagnéticas, en los que la luz visible es apenas una pequeña
ventana.
Esta red etérica , sirve de molde a toda organización tisular, lo cual significa que el mismo patrón de
organización arquetípico que establece la conformación de un tejido, es sensible a diferentes frecuencias
lumínicas selectivas. Esto se puede constatar por las respuestas diferenciales al pulso (VAS+) de estímulos
que no tocan la piel. La fotosensibilidad del revestimiento cutáneo no es la única vía a través de la cual los
estímulos luminosos son procesados, para desencadenar respuestas fisiológicas. Esto nos plantea la
necesidad de considerar sistemas de transferencias de señales biológicas que incluyen el nivel molecular
pero que no se reducen al mismo. Veremos en el documento relativo al sistema de conducción de señales,
que el bioplasma y la red etérica holográfica que rodea los organismos vivos es también sensible a la luz.
Eso nos explica el porqué debilísimas señales que no representan el más mínimo efecto térmico sobre los
tejidos pueden provocar reacciones fisiológicas considerables, aplicables en la terapéutica.
FOTOSENSIBILIDAD DERMICA
Cuando una radiación electromagnética entra en contacto con un material, parte de la energía es absorbida
generando, según su intensidad, un efecto térmico; otra parte de la energía lumínica puede ser reflejada y
aún una parte puede pasar sin interferencia. La curva de absorción de la luz por los tejidos puede variar en
función de su vitalidad. Así por ejemplo los tejidos cancerosos muestran un tipo de curva que revelan su
incapacidad para reabsorber o retroalimentarse de su propia emisión.. .
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Si estudiamos la estructura de estos pigmentos orgánicos llegamos a los dobles enlaces de anillos
aromáticos cuya oscilación electrónica a través del cambio de posición de los electrones en los dobles
enlaces nos permite explicar el fenómeno de resonancia con frecuencias cromáticas específicas, el proceso
de absorción de una parte del espectro luminoso y la reflexión de otra parte. Es bien interesante asociar
este proceso de absorción- reflexión con el hecho de que el organismo no sólo parece absorber el color sino
que al mismo tiempo como reacción frente al estímulo cromático pareciera generar la frecuencia o color
complementario. Pareciera que a nivel del color opera la misma ley física de acción y reacción, en la que a
un estímulo dado se genera una respuesta de intensidad similar pero en dirección opuesta. En este caso la
dirección opuesta estaría en relación con la polaridad cromática complementaria, de tal forma que a un
estímulo rojo, el organismo opondría una reacción en la gama del verde, y, así mismo, el naranja produciría
azul y el amarillo, índigo.
La comprensión de este tipo de proceso es importante para resolver la aparente contradicción que existe en
las propuestas de cromoterapia, pues en éstas el tiempo de aplicación juega un rol esencial. Cuando los
tiempos son cortos, mas que por la acción, el efecto es explicado por la reacción del organismo. De tal
forma que el rojo actuaría como verde y así sucesivamente el naranja como azul y el amarillo como índigo.
Así, un estímulo rojo que normalmente crearía un efecto de tonificación y congestión utilizado por un tiempo
prolongado, produce durante corto tiempo ( Un estímulo no mayor de quince segundos) un efecto
descongestionante y anti-inflamatorio. En cambio, una acción o estímulo prolongado fatiga la reacción
biológica y termina imponiéndose.
En general los estímulos electromagnéticos propuestos en la bioenergética deben su efecto, mas que al
estímulo mismo, al tipo de reacción complementaria provocada en el organismo. Su efecto es en cierta
forma catalítico, promoviendo cascadas de reacciones biológicas mas que imponiendo una información. Es
una especie de homeopatía electromagnética .
Eres tierra,
y en luz de tierra te has de convertir.
La luz de baja intensidad emitida por las células es un fenómeno universal, cuyo reconocimiento es hoy
esencial para la comprensión de los principios mayores de la evolución biológica. A través de su estudio,
podemos encontrar explicaciones en el campo del influjo del medio ambiente electromagnético sobre la
evolución de la vida, la división celular y el cáncer, la investigación farmacológica, la nutrición, etc
Ha llegado, por tanto, el tiempo de poner fin a la disociación entre biología y física:
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Además de ser fundamental para toda forma de vida sobre la tierra, la luz juega también un rol central en los
procesos moleculares invisibles, excitando las moléculas y modificando sus niveles energéticos, lo que hace
posible gran cantidad de reacciones bioquímicas. También en el microcosmos molecular la evolución es un
intercambio de luz: Las reacciones químicas sólo son posibles a partir de estados electrónicos activados
que implican la liberación y el intercambio de fotones.
Podemos decir hoy que las características esenciales de la vida no dependen sólo de procesos metabólicos,
que representan intercambios de materia y energía, sino también de intercambios y transferencias de
información, por lo que ya no es suficiente con detenerse en los detalles concernientes a la transferencia de
informaciones bioquímicas, como por ejemplo las hormonas, o en la transferencia de informaciones
biofísicas habituales, como diferencias de potencial y gradientes de concentración. Los problemas de
recepción, transferencia, almacenamiento y procesamiento de informaciones biológicas, tanto en las células
aisladas como en los organismos, han asumido para la ciencia de hoy una importancia crucial.
Las ondas electromagnéticas ( fotones ) abarcan en los sistemas vivos un amplísmo rango de amplitud y de
frecuencias. Este dominio se extiende desde menos de 1 hertz hasta más allá de 10 a la quince hertz. En
estas altas frecuencias se encuentran en general líneas de resonancia espectral de naturaleza específica, y
probablemente individuales: son las reacciones sensibles de los organismos vivos frente a exposiciones a
ondas electromagnéticas de frecuencias bien determinadas.
Parece que las longitudes de onda más largas son activas sobre superficies mayores como las de los
órganos, y que las longitudes de onda más cortas, intervienen a distancias más reducidas, como células y
moléculas .
En los vertebrados superiores se pueden obtener poderosos efectos con frecuencias comprendidas entre 1
y 100 hertz.
“ Las células vivas emiten normalmente una corriente fotónica constante. Esta corriente se modifica de
modo abrupto cuando un virus penetra en las células: exaltación de radiación- silencio- nueva exaltación y
después extinción progresiva de la radiación en ondas múltiples hasta la muerte de las células . Esto
recuerda casi la crisis de dolor de un animal”
Más allá de la biología molecular, es cada vez más creciente la evidencia científica de comunicación
intercelular a través de la bio-información electromagnética.
La radiación fotónica ultra-tenue se revela como un común denominador en todos los seres vivos, en los
que se manifiesta bajo la forma de emisiones utra-débiles de fotones, que tienen un valor de comunicación
por emitirse a ritmos específicos constantes. Estas emisiones, que se constituyen en el sustrato portador
fundamental de informaciones biológicamente significativas, han sido descritas en la bio-física desde
comienzos del siglo XX, pero sólo se ha reconocida su ubicua importancia en toda la biología a partir de los
avances en las técnicas de detección de bio-fotones .
En 1922 el biofísico ruso Alexander Gurwitsch observa que al aproximar a las raicillas de una planta de
cebolla al tallo de otra planta de cebolla, se induce una multiplicación celular en el tallo sometido a tal influjo,
reconocida al microscopio por un aumento de la mitosis. Este efecto era bloqueado al recubrir las plantas
con tubos de vidrio, pero para gran sorpresa del investigador, volvía a aparecer cuando se introducían las
plantas en tubos de cuarzo. Sabemos bien que el vidrio absorbe la radiación ultravioleta, mientras que el
cuarzo la deja pasar.
Descartamos en esta experiencia la influencia de mensajeros químicos. Una luz invisible en el rango
ultravioleta influía aquí directamente sobre el cerebro ordenador de la multiplicación celular : El ADN
En 1971, el Nobel de Física Denis Gabor, descubridor del principio de la holografía, pudo reproducir
minuciosamente en los laboratorios Siemens de Berlín los resultados de las experiencias de Gurwitsch,
estableciendo al mismo tiempo que los fotones aislados pueden desencadenar la multiplicación celular.
99
En 1954, los italianos L. Colli y U. Facchini pudieron constatar sin lugar a dudas que los embriones de
diversas semillas de cereales emiten luz. Los componentes luminosos que observaron se distribuyen de la
zona verde a la zona roja del espectro.
No de otra manera pudiera explicarse el significativo efecto terapéutico de la utilización de un laser infra-rojo
de débil intensidad, modulado a muy bajas frecuencias, que por más de dos décadas hemos utilizado en el
campo de la bioenergética médica.
“Las células, inmersas en una solución nutritiva, viven en dos balones de cuarzo. Los recipientes se tocan
por la pared. Uno de los cultivos celulares es contaminado por un virus: prácticamente al mismo tiempo:
prácticamente al mismo tiempo las celulas de la colonia contigua se enferman también. El mismo fenómeno
se produce cuando las células son destruidas por dosis de radiación ultravioleta o son envenenadas. En
cada experiencia, las células del recipiente vecino se enferman también y presentan los mismos síntomas
aún cuando están aisladas por las paredes de cuarzo. Solamente cuando se utiliza vidrio las células son
protegidas de la transferencia de acción patógena. No puede tratarse aquí de los productos químicos o los
virus introducidos en el primer cultivo. Estos no han sido tampoco encontrados en el cultivo vecino...”
Simón STSCHURIN declara a propósito de las posibilidades que este descubrimiento ofrece a la medicina: “
Las células afectadas por diferentes enfermedades presentan características de radiación diferentes.
Estamos convencidos de que los fotones tiene la capacidad de informarnos muy pronto antes del comienzo
de una degeneración perniciosa y de revelar la presencia de un virus.
F. A Popp bio-físico alemán, y autor de numerosas comunicaciones científicas a propósito de los bio-fotones,
ha confirmado en sus investigaciones que la luz, fuente fundamental de energía, es la base de todos los
procesos vitales. En su modelo, respaldado hoy por investigaciones de numerosos autores en el mundo, los
cuantos de luz ( fotones) representan un motor de procesos biológicos fundamentales como evolución, el
desarrollo, la diferenciación, y la degeneración celular.
F. A Popp confirma que la célula emite radiación electromagnética coherente. La coherencia da a esta
radiación la propiedad de resonancia y el extraordinario poder energético del láser. Sus experimentos
demuestran que este efecto láser proviene de una resonancia entre los fotones ( de una emisión de luz
exterior ) y un campo electromagnético emitido por el ADN, pudiendo manifestar sus efectos a distancia, lo
que lo distingue de las reacciones químicas.
-Las radiaciones de las células próximas a su muerte se intensifican ante s de extinguirse definitivamente.
- La lesión suministrada a cualquier planta hace que la radiación celular aumente en otras plantas, aún
alejadas.
- Los procesos de reparación del ADN lesionado se relacionan con la foto-reparación o foto -reactivación,
fenómeno experimentalmente establecido por el cual los daños genéticos de las células y las formaciones
celulares, cualquiera que haya sido el modo en que se provocaron, se reparan prácticamente siempre en
algunas horas, cuando son irradiados por una débil radiación ultravioleta de una banda espectral particular
( alrededor de 400 nanometros de longitud de onda.) Descubierta primitivamente en las bacterias, esta
reparación gracias a la luz ha sido luego puesta en evidencia sobre los organismos superiores y finalmente
en el ser humano. Está en la misma banda espectral de la radiación ultravioleta en la que se manifiestan las
interacciones patológicas de la luz, cae en el mismo rango de fotoreactivación.
100
La luz tiene una acción sanadora. Porque es quizás de luz la sustancia de la sustancia. La vida misma está
en un estado metaestable, lejos del equilibrio térmico. Es un sistema abierto para procesar la luz.
Toda vida procesa la luz, enriquece la luz, y regala su luz como ofrenda.
Desde entonces,
en todo.
Siempre.
jicp
FLORESENCIAS DE LA CONCIENCIA
Esta es una transcripción enviada por Nelly Rodríguez de la Argentina, de la charla dictada por Jorge
Carvajal en el marco del 8vo. CONGRESO INTERNACIONAL DE TERAPEUTAS FLORALES organizado
por la ASOCIACIÓN IBEROAMERICANA DE TERAPEUTAS FLORALES – BARCELONA
(octubre 2001)
Y qué es local, si no es tu propio corazón? Lo local comienza en el corazón del hombre. Allí empieza el
presente, se renueva el presente...
Me pregunto: ¿es un pensamiento, mi pensamiento?. ¿Es una forma del pensamiento un pensamiento, esa
flor, o es la flor algo que ya está en el interior?
¿Dónde está el Universo interno?, ¿dónde está el Universo externo?. Cuántas de las cosas que tú ves, que
tú piensas, aquéllas en las que crees, están actuando en lugar de la esencia de una flor, y como la flor están
siendo amplificadas por el florecer de tu conciencia?.
¡Es una flor este vórtice caótico a través del cual seguramente vamos a emerger a un nuevo orden, a una
nueva humanidad?.
La flor es la matriz de la creación, es la antesala del nacimiento. Es el lugar sagrado donde ocurre la
fecundación. Es la emergencia de la sombra hacia el color, hacia el perfume y hacia la luz.
101
Es una expresión de la expansión de la consciencia. La flor es un arquetipo, pero es un arquetipo de
consciencia expandida.
Cuando florece el mineral, aparecen las gemas. Pero para una antigua tradición, las gemas son estrellas
dormidas en el vientre de la tierra. Es decir, para mirar el cielo hay que encontrar su reflejo en el suelo, pero
para integrar la tierra y el cielo hay que encontrar su vibración en nuestro corazón. Tú piensas flor, pero si tú
sientes flor, vas más allá de su color, vas más allá de su vibración.
Cuando el paciente se toma las goticas, está contigo. Piensa en ti. Piensa en tu sonrisa..La sonrisa de la
consulta fue una flor que emergió de tu corazón. Una sonrisa es el corazón que florece en los labios, pero el
abrazo, el saludo, la caricia son otras maneras de florecer. Pero mirarlo con amor es otra manera de estar
floreciendo y florecer es permitir la renovación del ser, de ese mutuo ser, de ese común ser.
No existe ni lo general, ni lo local, ni el núcleo celular, ni el núcleo neuronal, ni un nivel mental por allá en la
estratosfera , sino que todo está en el ahora y en el aquí de una consulta, en la cual ya no vamos a ser
iguales, no podemos ser los mismos, en la cual hay reciprocidad: “tú me miras” y “yo te miro”, “tú me atraes”
y “yo te puedo atraer” entre los dos realizamos ese misterio sagrado de la fusión, de la comunión que es el
misterio del sexo. Y en el misterio del sexo nosotros podemos encontrar su símbolo en la flor. La flor es la
florescencia de la sexualidad de la creación. La flor es el lugar sagrado de la fecundación, es el lugar de la
comunión. La flor es la matriz del fruto y la semilla , la posibilidad, en sus cortos días, de la perpetuación de
la vida.
Cómo podemos, entonces, leer esos arquetipos, leer el símbolo del reino vegetal y no entender el reino
vegetal separado del mineral, del animal, del hombre, de la consciencia, del plan de la creación.
Cómo podemos acceder a una nueva medicina, a una nueva cultura en la que no debatiéramos entre los
alópatas y homeópatas, entre los terapeutas vibracionales y los que son terapeutas duros del cuerpo físico.
Cómo podemos volver a reencantar nuestra cirugía, nuestras terapéuticas densas, pero también la
terapéutica vibracional sutil de quien trabaja a través del código del sentir
En síntesis, cómo podemos volver a fecundar el corazón desde el cerebro. Cómo podemos volver a pensar
con el corazón, porque cuando pensamos con el corazón estamos floreciendo a lo que somos.
El místico y el científico se reunen en nuestro corazón haciendo una síntesis de lo que es nuestra
humanidad.
Toda esta aventura de la síntesis comenzó hace muchos años en la selva. Yo le envié una fórmula, un
medicamento clásico, a un paciente que obviamente no tenía donde conseguirlo, mucho menos como
tomarlo. Al cabo de 15 días lo encuentro con la fórmula en el bolsillo y le pregunto: cómo vas?. Me dice:
“muy bien, yo me sobo la fórmula todos los días y eso marcha a las mil maravillas”. Yo creí que me estaba
tomando el pelo, pero no me estaba tomando el pelo.
Alguna vez tuvimos un paciente con estatus epiléptico hace más de 20 años, le dimos todo el arsenal
conocido de las medicinas convencionales, de las menos convencionales, oración, meditación, todas
aquellas cosas que nosotros podíamos hacer.Sin embargo, el paciente se nos moría, fue al hospital y le
hicieron una anestesia general, después de la anestesia las convulsiones salvajes regresaron. Yo veía al
papá y mamá , un par de humildes campesinos, llorando, despidiéndose prácticamente de su hijo y en esa
sensación de impotencia surge de pronto algo que sentí desde lo más profundo del corazón, algo que no se
piensa, una locura, una total locura, pero de todas maneras esos momentos son hijos de la necesidad y el
hombre en las antiguas tradiciones ha sido llamado “un hijo de la necesidad”.
Yo digo que la mejor esencia es la que parte de tu compasión, es la que parte de tu necesidad, porque esa
esencia no toca tu intelecto ni tu memoria, ni tu programación, toca la vida. En ese momento, entonces,
cogimos agua del grifo, con cloro y todos los contaminantes. Se lo pusimos sobre la cabeza al paciente,
meditamos para sacar esa energía brutal que estaba destruyendo su cerebro, cualquiera fuera ella, y
después empezamos a darle goticas como si hubiéramos dado el antiepiléptico más poderoso. Las
convulsiones se detuvieron, no sólo se detuvieron sino que regresó a la consciencia y no sólo eso, sino que
dos décadas después es un ser normal.
102
Cuando vemos ese tipo de cosas empezamos a pensar, entonces, en los arquetipos y también en las
esencias.
Tu pensamiento produce formas en el espacio y tu pensamiento tiene color y tiene sonido y actúa
localmente, y actúa a distancia y sigue acompañando a tus pacientes. De tal manera que empezamos a
pensar ¿ la consciencia es la esencia de la evolución?. Esa es la pregunta.
Una flor es un patrón de relación, patrón de relación con la luz, con el oxígeno, patrón de relación químico,
patrones de patrones , contextos de contextos, relacionados supremamente complejos que nos explican la
acción de la flor, de las esencias florales, pero cuál sería, entonces, la esencia de la consciencia de este
grupo en este momento. Cuál es la esencia de la conciencia de un grupo de oración? Es posible captar
vibracionalmente esos patrones de ordenamiento o esos patrones de información. Todo comenzó utilizando
los espejos y empezamos a pensar :
Si más allá de la apariencia, si más allá de la luz visible y del color, existe un patrón invisible, un patrón
oscuro, una luz oscura, llamésmole así, que está detrás de los eventos, que está creando todas esas
manifestaciones externas, lo que actúa de la flor es lo invisible no es el color, no es el perfume , no es ni
siquiera la vibración, no la podemos medir, es un patrón de vibración complejo que representa una dinámica
de la consciencia, una dinámica de la relación con el universo.
Y bien, si esa dinámica está en cada uno de tus órganos, si esa dinámica está en cada uno de tus dedos
¿qué se escapa por tu riñón cuando estás triste? ¿qué sale de tu corazón cuando tienes una alegría? ¿qué
sale de todas esas esencias que florecen internamente con tus sentimientos?
Cuando pasamos un espejo y tomamos el pulso(ése es uno de los métodos de la bioenergética) nosotros
encontramos cosas muy simpáticas y es que hay lugares del organismo que dan una reacción de alarma,
como si no pudieran ver, como si no tuvieran un patrón de autoidentificación, Lo especial es que cuando
capturamos a través de fibra óptica o algunas técnicas sencillas, cuando capturamos ese patrón vibracional
y se lo damos al paciente, es decir, lo retroalimentamos haciendo un medicamento con su propia oscilación,
no es una substancia, es su propia oscilación, empezamos a encontrar cosas bien llamativas.
Alguna vez tuve un colega con una insuficiencia renal crónica, 21 de creatinina, además una diabetes e
insuficiencia cardíaca y no quería hacerse un transplante renal. Con él logramos sacar lo que llamamos el
arquetipo de la información renal y darle una gotica todos los días a la 5 de la tarde. Él, obviamente, no
creía pues es un colega médico clásico, no cree en esta terapéutica, es bien especial, porque yo tampoco
espero resultados en un caso tan dramáticamente avanzado. Regresa a los 2 meses y su creatinina había
bajado de 21 a 2 y su riñón funcionaba y aún hoy sigue siendo un colega que trabaja en servicios de salud.
Cuando vemos ese tipo de dimensión terapéutica, ese tipo de posibilidades terapéuticas, entonces vamos
más allá de nuestra concepción de las esencias como algo que está afuera de nosotros y cuando tú coges
el frasquito y lo dinamizas con una intención mucho más alla de la flor, está también tu corazón en el frasco
y cuando el paciente se toma el frasquito con la expectativa de sanarse, hay una conexión que es no local.
Esa sesión inicial se está repitiendo de tal manera que empezamos a explorar en el seno del organismo cuál
es esa dimensión vibracional, si es posible tener una esencia del hipocampo, si es posible atrapar ese
temor, la vibración del temor.
Si es posible investigar por la imagen de tu padre, qué ocurre con tu cuerpo cuando piensas en el padre
autoritario por ejemplo. Qué ocurre con tu energía, con toda tu irradiación, cuando tú piensas en un hecho
traumático.
Qué ocurre cuando puedes hacer presente una vibración y a pesar de que no la hagas presente
conscientemente la puedes revelar en tu cuerpo y la puedes utilizar como una esencia.
103
Esos son algunos interrogantes a partir de los cuales vamos a plantearnos algunas reflexiones.
¿Cómo explicar que cada uno de mis pensamientos esté vibrando en mi rodilla, en mi riñon y se conecte en
paralelo provocando una respuesta simultánea en múltiples órganos y sistemas? ¿ Cómo comprender que
un pediluvio o un maniluvio puedan actuar, de la misma forma que un aroma, un color, o un sonido? Como
el pensamiento, como la flor, como una emoción, al igual que todas las modalidades del amor, todos esos
estímulos son patrones organizados de vibración que tienen un sentido para el organismo.
Para explicarnos este tipo de procesos ¿sería necesario recurrir a una quinta esencia? ¿al alma como un
loto de 12 pétalos flotando en un hipotético cuerpo causal? O ¿será posible descender a la materia para
descubrir en el patrón de relaciones de partículas elementales, átomos y moléculas, que la misma materia
es una esencia espiritual?
De pronto, entonces, tendríamos (si descubriéramos algo parecido) que renunciar a nuestra manera de
denominar las cosas. Ya no volveremos a hablar de espíritu, ni de materia, ni de cuerpo ni de mente; vamos
hablar de totalidad, de integridad. Y cuando podemos hablar de totalidad o de integridad, aprendemos que
la misma vida cotidiana es espiritual; que la espiritualidad no está en las alturas trascendentes, sino que
está en los instantes sencillos y presentes, que la vida es un arte de vivir lleno de sentido en el que las
emociones son el colorido.
Aprendemos que es necesario vivir el temor. El TEMOR no es el enemigo, sin el temor no hay la conquista
de la prudencia.. El temor me enseña a ser PRUDENTE. El temor libera la adrenalina que necesito para
moverme.
El temor es una estrategia de supervivencia y como tal también es una estrategia de la conciencia . En esa
dinámica, no hay emociones ni negativas ni positivas, en todo caso hay emociones mal dosificadas, y todas
las emociones tienen un punto medio que es válido para un tiempo presente... continuará
Si no tuviéramos un poco de temor no podríamos movilizar las moléculas que nos permiten la adaptación y
la supervivencia. La reacción de fuga perpetúa el temor, la reacción de ataque instaura la temeridad que es
un subproducto del temor; en la temeridad desbordada por el sentimiento de ser víctima se agrega el
terrorismo. Los regímenes del terror, anclados en formas extremas de opresión, conducen tarde o temprano
al terrorismo, que, de este modo, no es más que otro subproducto del miedo.
Como el temor, la IRA ha sido necesaria a la evolución. Sin la ira santa no podríamos tener cultura, sin ella
no habría humanidad, ni se habría manifestado el liderazgo que jalona los grandes cambios históricos.
También la ira es un ingrediente del heroísmo, un primer signo de la rebelión que conduce a la
autoafirmación. Un poco de ira nos viene bien, si no la convertimos en el estado permanente de
irascibilidad, que genera un temperamento irritable, crítico e intolerante.
La manía pareciera una expresión “patológica” de la alegría, pero todos tenemos una que otra manía; sin
una pizca de manía la vida sería terriblemente aburrida. Pero entre la manía y la alegría hay un centro de
equilibrio; de nuevo es cuestión de dosificación, ya que las dos son un contexto que da sentido a la tristeza.
Sin un poco de TRISTEZA no habría poesía en esta humanidad. Lo mejor del arte romántico ha tenido su
musa en la tristeza, como si en el fondo de toda tristeza se encontrara una fuente de serenidad; como si de
la profunda experiencia del dolor surgiera ese sentimiento de imperturbable calma. Tal vez la tristeza no sea
más que un camino para descubrir el alma. La tristeza es la esencia de la serenidad, es la vía sagrada para
experimentar esa soledad en la que tal vez por primera vez podamos descubrir nuestra propia compañía.
Y qué digo de la OBSESION , si no fuéramos un poco obsesivos no estaríamos ahora todos aquí, no
seríamos padres, o amantes o terapeutas...
104
La Obsesión es la madre de la CONSAGRACION, y la consagración es esa feliz disciplina que convierte la
vida en algo sagrado.
De la consagración nace toda genuina VOCACION, lo que Uds. tienen aquí es vocación por la vida, por el
servicio, por las flores, por darle un sentido a la existencia en este vórtice amargo de una consciencia
planetaria que necesita nuestra consagración por el cambio..
Las emociones no son ni buenas ni malas; son fuerzas poderosas que adecuadamente canalizadas llenan
de intensidad y colorido el paisaje de la vida.
Todas las emociones que llamamos negativas, son simplemente la emergencia de un Eros que nos da la
fuerza necesaria para que el Logos se pueda expresar a través del ego, ese territorio de la síntesis
operativa entre nuestros impulsos y nuestros valores esenciales.
La ira es el combustible que puede alimentar la reacción de legítima defensa, tan necesaria a la
supervivencia.
Unos pocos momentos de alegría ya justifican y llenan de sentido todas las tristezas de la vida.
La consagración a una causa es una variedad sagrada de obsesión que hace llevadera las más duras
disciplinas.
Habiendo experimentado el temor, podemos apreciar mejor la magia del amor que nos envuelve en su
manto de seguridad y confianza.
Así, en el abanico de las emociones tenemos un proceso de aprendizaje que podríamos esbozar de la
siguiente manera:
Sin el ascenso de la marea emocional no podremos navegar por el océano mental. El fruto maduro de la
mente sólo se puede incubar en la matriz de un florecer emocional que arome de amorosas armonías el
ascenso de la vida.
Autor: VIAVIDA
105
INTRODUCCIÓN
coherencia, ni correlación.
Si este proceso se da al interior de un territorio terapéutico autodefinido como holístico, es aún más notable
la disociación operativa en la investigación, la asistencia y la formación entre los territorios de la medicina
occidental y las llamadas medicinas alternativas o complementarias
Un tal caos no es sin embargo tan evidente en la práctica social, donde los usuarios revelan una
complementariedad cultural entre técnicas oficiales y no convencionales que para sus practicantes son
alternas, paralelas o aún antagónicas. Más allá de su falta de vigencia institucional académica o política,
muchas antiguas y nuevas propuestas terapéuticas, ahora socialmente emergentes, tienen una vigencia
social que no se contrapone para ellos a la de la medicina occidental. Tan peculiar fenómeno de asimilación
cultural de sistemas de salud aparentemente incompatibles con el paradigma dominante en Occidente, nos
ha llevado durante las tres últimas décadas a investigar comunes denominadores que introduzcan códigos
de lectura comunes para sistemas terapéuticos aparentemente contrapuestos.
Nuestra hipótesis es que el común denominador, a la luz de la cual pueden ser comprendidos los diferentes
paradigmas médicos, es la Conciencia.
En este marco de conciencia VIAVIDA es una propuesta de cooperación transdisciplinaria para desarrollar
una medicina de síntesis, cuya vigencia social pueda convertirse rápidamente en vigencia económica,
política, y en última instancia académica, pues partimos de la consideración de la práctica de la medicina
como un arte al servicio de la humanidad, más que como una ciencia o un conjunto de tecnologías al
servicio de intereses monopólicos. El espíritu de la síntesis es incluyente, responsable y participativo y,
como tal , es un proceso que conduce a liberarnos entre todos de viejas cadenas de oprobiosa
dependencia, para permitirnos, más que recibir salud, ser salud. Esto significa el reconocimiento, el
despertar y el desarrollo de un potencial humano único e individual en el seno de un potencial grupal de
cooperación, que nos permite a todos realizar nuestra humanidad. Humanizar la terapéutica, humanizar la
ciencia médica, la investigación y la formación......para humanizar la vida humana, es parte de una visión
restauradora de la gran cadena de la vida propuesta en un marco de ecología planetaria.
Para evitar el precipicio sin fondo de idealismos sin vigencia práctica, el espíritu de la síntesis incluye
campos de aterrizaje, en los que las concepciones globales se convierten en prácticos desarrollos
tecnológicos de aplicación cotidiana. En este sentido, la conciencia es concepción, información, energía,
organismo y aún tecnología.
A estas propuestas prácticas, probadas clínicamente por muchos años, las denominamos también
tecnologías de la conciencia, puesto que no sólo no se oponen a una visión terapéutica de la conciencia,
sino que se constituyen en verdaderos amplificadores del potencial de conciencia de terapeutas y usuarios
de los servicios.
OBJETIVOS GENERALES
Revisar nuestras visiones del mundo, de la naturaleza, e inscribir la humanidad, a la que nuestra terapia se
dirige, en un contexto humanizador global. CONTEXTUALIZAR
106
Incrementar el nivel de responsabilidad y participatividad de los usuarios de los sistemas de salud a través
de una metodología que parte de la inclusividad y que se reconozcan a tiempo, para neutralizarlos, los
patrones relacionales de dependencia.
Optimizar la deteriorada relación costo-beneficio de nuestros sistemas de salud, incrementando las
estrategias de salud preventiva.
Promover niveles de investigación, asistencia y docencia dirigidos a la promoción de la salud más que a la
lucha contra la enfermedad.
PROGRAMACIÓN GENERAL
Nota: Se realizará en cuatro módulos de tres días, o seis módulos de dos días, según el país. Inicialmete se
dictará en Bogotá, Madrid y Caracas en fechas y lugares que aparecerán oportunamente en la sección de
eventos.
MODULO I
TITULO: EL ESPÍRITU DE LA SÍNTESIS
MÓDULO II
TITULO: EL NUEVO PARADIGMA Y LOS GRANDES TERRITORIOS TERAPÉUTICOS: UNA VISIÓN
SINTERGÉTICA.
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Sistema energético vital y los sistemas de conducción de señales con énfasis en la aplicación clínica
Sistemas clásicos: Sistema Nervioso Central y Neurovegetativo
Sistema humoral y la interfase Neuroinmunoendocrina
El sistema ambiente – célula o matrix celular
Sistema de moléculas ordenantes de semiconducción y superconducción
Interfase eléctrica acupuntural y bioplasma
Sistema etérico
Noosfera: Campo Unificado
Integración clínica de los sistemas de conducción de señales
2.COMPLEMENTARIEDAD DE LOS GRANDES SISTEMAS MÉDICOS.
3.EQUIVALENCIA MATERIA, ENERGÍA, INFORMACIÓN Y CONSCIENCIA.
4.LA MEDICINA OCCIDENTAL COMO TERRITORIO DE LA CONSCIENCIA EN LA
MATERIA:
Histoanatomofisiología energética:
La red de colágena y el sustrato molecular
El agua como onda portadora de la vida
La célula como plasma electrónico activado y oscilador eléctrico
Los pigmentos biológicos y el metabolismo de la luz
La red endotelial y los circuitos eléctricos cerrados
Redes neurales, periféricas y centrales
Integración clínica
5. LAS MEDICINAS TRADICIONALES:
La Medicina Tradicional China como territorio de la consciencia en la energía
La red dérmica y la interfase acupuntural
Niveles energéticos
Tipos de energía
El Ayurveda como una ciencia de la consciencia
Territorios de integración, interfases y aplicaciones clínicas entre las diferentes
cosmovisiones de las medicinas tradicionales
MÓDULO III
TITULO: BIOCIRCUITOS,SOMATOTOPÍAS,REFLEXOTERAPIAS, BIOELECTROMAGNETISMO.
2. SOMATOTOPIAS Y REFLEXOTERAPIAS:
Los hologramas biológicos como microsistemas
Visión biológica de las principales reflexoterapias
Hologramas terapéuticos específicos y de terreno
Integración clínica
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MÓDULO IV
Bioresonancias
Teoría de los filtros
Interacciones no energéticas: Ondas de forma
Integración clínica
MÓDULO V
TÍTULO: CIENCIAS DE LA CONSCIENCIA: SANACIÓN.
MÓDULO VI
TITULO: CIENCIAS DE LA CONSCIENCIA: SANACIÓN E INTEGRACIÓN CLÍNICA FINAL.
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1.EL SENDERO DEL SANADOR: PRÁCTICAS PARA SANAR LA VIDA.
Sanando el sanador
La luz del alma
Los doce portales del alma
Los arquetipos del inconsciente colectivo
El arte de morir
2. INTEGRACIÓN CLÍNICA FINAL
GINECOLOGÍA Y SINTERGÉTICA
GINECOLOGÍA Y SINTERGETICA.
Si uniéramos ovarios, senos, lóbulos temporales y sistema amigdalar central al hipotálamo, la epífisis y el
mecanismo de control de los biorritmos, se nos complicaría la vida?. Si uniéramos los árboles, al bosque la
montaña y el horizonte, sería más complicada nuestra visión? Lo complejo, que no lo complicado, es más
sencillo, por ser más coherente, más entretejido, más total.
Alguna vez debía hablar en un congreso de ginecólogos sobre el dolor pélvico. Llegué un poco antes de la
charla y estaban enfrascados en una discusión sobre el tratamiento de las várices de miembros inferiores.
Para unos el problema era netamente periférico. Para otros la estasis venosa tenía un origen pélvico. Otros
involucraban la vena cava inferior en el proceso. Obviamente podemos ascender al sistema porta, el hígado
el corazón, y a lo mejor hasta el polígono de Willis quede incorporado. No es acaso la pelvis congelada un
problema más límbico que pélvico, y por tanto hipotálamo epifisiario, rinencefálico, emocional y cultural?
Pareciera absurdo pero si no nos arriesgamos a llegar hasta el absurdo no vamos a poder mirar lo femenino
más allá de la pelvis, y obviamente tampoco vamos a descubrir que nuestro enfoque de lo femenino en la
mujer lo hacemos desde una cultura que ha cerrado hace mucho tiempo el ojo de la intuición,
eminentemente femenino.
No tiene sentido hablar de los problemas hormonales sin hablar de la madre, el padre, los hijos, el marido.
El reflujo tubárico de mucosa endometrial, la estasis venosa pélvica, la cefalea vascular, la colitis espástica
pueden ser simplemente distintas válvulas de escape del mismo problema. Hace ya más de veinte años
encontré un grupo de mujeres que el otorrino trataba por sinusitis; mejoraban, pero al poco tiempo iban al
gastroenterólogo por gastritis y colitis. El tratamiento las mejoraba, pero poco después cerraban el circuito
en una anexitis. Tratamiento exitoso por parte del ginecólogo y vuelta a comenzar, ahora le tocaba el turno
de nuevo al otorrino. Esa es nuestra medicina. Lo que llamamos éxitos son simplemente producto de una
visión local en el tiempo y el espacio. Si esperáramos un poco más de tiempo nuestros logros serían
pobremente evaluados. Qué relación tienes con el odontólogo? A lo mejor si usted no sabe del perno o la
corona en los primeros incisivos, el aborto habitual no tenga solución. ¿Qué tanto le importa a usted el
tratamiento del piquiatra?, porque lo que él trata por su lado afecta el sistema dopaminérgico que usted
puede estar tratando de compensar con medicamentos para nivelar la prolactina. ¿Qué tan importante es
para usted dónde vive su paciente, porque si no sabe que el transformador frente a su ventana puede
desequilibrar el sistema hormonal desde el mismo homeostato hipotalámico, poco o ningún efecto va a tener
su terapia clásica o alternativa.
110
Complejo de circuitos integrados caracterizados por su conectividad e indivisibilidad, la vida es un sistema
de autogestión, en el que no hay nada separado. Ningún síntoma en nuestra paciente es independiente de
todo lo otro. El arte de la sintergética es encontrar las zonas de confluencia o convergencia, desde la cual
todos los signos, síntomas, historia y propósito o sentido de la enfermedad se vuelven significativos. Si una
paciente con anexitis tiene o ha tenido gastritis y sinusitis, ya sabemos que todos esos son nombres del
mismo proceso básico, que afecta un nivel de energía ( el yangmin de la medicina tradicional china) y se
expresa a través del meridiano de estómago. Si alguien tiene una intolerancia a la leche, no es extraño que
la haya presentado también a la leche materna, a la imagen materna que no se ha podido digerir... y
también después se puede convertir en intolerancia la propia maternidad.
Si usted no practica la mágica psicología del sentido común, va a ser un pobre especialista, y a lo mejor
también un especialista pobre. Si no ha nacido a su propia, sencilla y a la vez compleja humanidad, de poco
le valdrá su especialidad.
Su diagnóstico, aterrador por cierto, es el de una esclerodermia. Poco podemos decir sobre la etiología, un
poco más, tal vez, sobre el pronóstico oscuro y el tratamiento. Pero ella no es un diagnóstico. Su nombre no
es esclerodermia, ni enfermedad autoinmune y su apellido tampoco es colagenosis. Vive con su familia, se
siente parte de un pueblo y una cultura.
Olvidémonos por un momento de la enfermedad, o la “entidad nosológica”, y sintamos que, con sus
anticuerpos y sus miedos, en ella viven historias vivas, esperanzas, frustraciones y sueños.
Vive cerca de la zona de Armero; pero Armero no es un lugar, es la historia triste de un pueblo que una vez
fue borrado entero del mapa. Y en ella, aún vivo, el drama de la avalancha parece grabado en el alma.
Emociones reprimidas, ahora desbordadas como una avalancha en su cuerpo, los anticuerpos, parecen
lejanos ecos de Armero. Sentí como si aún alguien en ella quisiera partir con los habitantes de Armero;
como si en ella alguien quisiera gritar desde el cuerpo que no vale la pena vivir. Sentí como si se estuviera
lentamente muriendo.
¡Cuánto dolor congelado en ese cuerpo, que aún parece llorar la tragedia de Armero¡ . No sé lo que va a
pasar, pero cuando se puede auscultar el corazón con el estetoscopio del alma, y dejar que rueden las
lágrimas, se llenan de sentido los silencios y las palabras. En esa tierra del alma, donde la relación
terapéutica es de veras humana, Armero, los anticuerpos, la vida, las avalanchas, son los caminos del
aprendiz para aprender a vivir. El aprendiz es aquel que en nosotros puede vivir la vida como un proceso de
aprendizaje, aquel que sabe que el ser habita este cuerpo para aprender, y siente así, que el ser vive para
aprender y aprende para vivir. Así, si tiene sentido vivir. Muchas veces aquello que nombramos con el
nombre de una enfermedad es también una crisis de sentido .
111
Hoy me dice que se siente mejor, y yo la veo mejor. Parece que la pesada avalancha de los recuerdos pasó
y, en su lugar, florece leve una lección...
Adpatado de una charla sobre contextos de Sintergética dictada por Jorge Carvajal en AMIBIO el 5 de
Marzo / 2.002
Desde el punto de vista de la sintergética, contextualizar es la clave de toda la terapéutica. Sin entrar en el
contexto, no tenemos un código de lectura de los hechos clínicos y no es posible el diagnóstico y la
terapéutica adecuada. La contextualización es el proceso por el cual los eventos clínicos se vuelven
significativos, y sólo lo que llega a ser significativo puede tener sentido - un sentido que trasciende la
explicación lógica y alcanza la implicación teleológica relacionada con el propósito-. Sin embargo tenemos
un temor casi irracional a trascender el uso meramente lógico de la razón, creyendo que el contexto es el de
una explicación que desconoce el orden implícito - de las im-plicaciones -.
Contextualizar es pasar del orden superficial de las olas u orden explícito, al orden profundo del océano u
orden implícito, en el cual podemos encontrar la dinámica intrínseca de un conjunto de síntomas que hacen
parte de un sindrome o una enfermedad. La gran dificultad que experimentamos aquí, es la de nuestra
visión objetiva, en la que lo implícito y lo subjetivo, junto con las nociones de finalidad, no tienen sentido.
Hemos perdido el sentido de la finalidad o el propósito de las cosas porque, en nuestra visión, las leyes de
la naturaleza son ciegas, cosa que es cierta para el científico que trabaja con tubos de ensayo en su
laboratorio, pero no puede serlo para el clínico, que confronta a diario el dolor humano. Aunque en su
conocido libro El Azar y necesidad el laureado Nobel Monod plantee que las nociones de propósito y sentido
deben ser excluidas de la ciencia, en el campo de la medicina, cuyo ejercicio trasciende con mucho el de las
disciplinas científicas objetivas, las cuestiones de propósito y sentido ocupan un lugar relievante. .
Hemos deshumanizado lo humano; nuestra medicina no es humana porque raramente trabaja con el
aspecto genuinamente humano de los seres humanos Nos quedamos en las causas de las cosas pero
desconocimos sus propósitos; como si fuéramos seres con pasado, pero sin futuro, nos preguntamos de
dónde vienen las enfermedades pero no hacia dónde se dirigen. Nos quedamos en la superficie buscando
explicaciones pero desconocimos implicaciones, y obviamente somos incapaces de aplicaciones, referidas
al orden tal como el orden es: no dividido. Global.
No temamos; los usos de la razón trascienden con mucho los métodos de la lógica, y no es por ello cierto
que lo que no sea lógico pueda ser considerado irracional. Posiblemente haga parte de las desconocidas
razones del corazón de Pascal, pero frecuentemente en el orden implicado, y deliberadamente ignorado,
podemos encontrar la verdadera fuerza de nuestra terapéutica.
Un síntoma aislado no tiene sentido, como no lo tiene una enfermedad descrita al margen del sujeto que la
vive. Gastritis, colitis, artritis, sida, son denominaciones que poco o nada significan por fuera de la
profundidad del orden implícito en el que se desarrollan : la vida de un sujeto, que es mucho más que
medicina interna.
112
Cuando podemos integrar los hechos clínicos en un contexto significativo- uno que llamaremos de
consciencia- la interacción terapéutica se convierte en un todo completo, tan sencilla en su globalidad, como
compleja en sus componentes, tejida como una red, “enredada” en un diseño único. Puntos, líneas,
espacios, tiempos y procesos, aparentemente aislados, se con-figuran en un conjunto armónico que recobra
para nosotros su sentido. En ese presente que incluye la memoria de sistema también se insinúan ya las
próximas puntadas y movimientos del tejedor. En una parte del tejido podemos reconocer la totalidad no
acabada del diseño. Los ojos insinúan la cara, las huellas del movimiento insinúan un sendero que no está
separado del paisaje y el horizonte. Con unos cuantos trazos maestros ya el artista puede insinuar muchas
cosas que el observador del cuadro podrá completar luego por si mismo. De la misma forma, un buen
clínico reconoce esos movimientos esenciales que se reiteran en la vida, para dar coherencia a lo que sólo
sería una práctica sintomática y desprovista de sentido si se perdiera de vista el orden no aparente.
Imaginemos el alcance de alguien que quiere recrear la imagen de un hombre - y eso es en esencia la
terapéutica - mirándolo sólo desde la endoscopia ; o el resultados de alguien que quiere explicarse el
corazón humano a partir de microtúbulos, o filamentos de actina y de miosina?. Aún si incluyéramos
ecocardiografías, resonancias magnéticas y magnetocardiogramas, no habríamos hecho nada que nos
permitiera reconocer el corazón humano, pues ese corazón también está hecho de pensamientos,
sentimientos, sueños y creencias; en ese ambiente vivo tiene su existencia el corazón. Sería tan absurdo
como aprender música mirando el instrumento con un microscopio, pero en ese absurdo estamos
involucrados frecuentemente los médicos.
EL ENCAJE.
Las mismas formas y diseños se repiten una y otra vez en la naturaleza. Son unos cuantos diseños básicos
entretejidos como un fino encaje. La cuestión en la clínica es que nuestro diagnóstico y nuestra terapeútica
“encajen” o resuenen en tiempo y espacio. Que las formas y los tiempos se sincronicen con las del sistema
vivo que tratamos
Las pequeñas cosas se reúnen en un todo mayor pero no de cualquier manera; hay un patrón de
ordenamiento, secuencias espaciales, ritmos, leyes. Podremos predecir entonces a partir de una parte del
diseño hacia dónde apuntan más probablemente los próximos ordenamientos. En ese contexto, ya la
historia de cada quien tiene, si se sabe leer, múltiples referencias para elaborar el diagnóstico y la
terapéutica. De lo contrario estaremos tratando un lupus, o una vasculitis, lo que podría ser tan exitoso
localmente como globalmente desastroso.
El ruido terapéutico, que no ve en la expresión local una manifestación de la totalidad, es tan importante en
la práctica médica, que la cuarta causa de muerte en Estados Unidos es atribuida hoy a efectos secundarios
de los medicamentos; tratamos síntomas y enfermedades pero pocas veces gente gente, vida viva,
humanidad humana. ¿tiene entonces algún sentido hablar de lupus, sin reconocer el terreno en el que una
tal entidad nosológica ¨ se ha desarrollado?
No existen en Sintergética cosas así como tratamientos para L.E.S, para artritis, ni para ninguna entidad
nosológica; se podrían hacer cosas inespecíficas que son coadyuvantes en la terapia de L.E.S. pero no se
puede hacer nada específico, es decir, no se puede hacer nada que sea significativo desde el punto de vista
total, ni siquiera desde el punto de vista causal; entonces el L.E.S. tiene un contexto y vamos a tratar de
ubicarlo.
Asumamos un mapa definido por dos ejes perpendiculares que nos permita ubicar cuatro cuadrantes, un
centro y puntos cardinales. Aunque conocemos bien que el mapa no es el territorio, podremos plantearnos
así un modelo para comprender el proceso de contextualización. Asumamos que los ejes x – y se relacionan
con dos modalidades del tiempo: un tiempo vertical, algo así como el Gran tiempo de los antiguos
chamanes, y un tiempo horizontal, representado en el desplazamiento entre el pasado y el futuro. De todas
formas, en el centro un punto de síntesis define una consciencia significativa, en la que todos los
movimientos de la consciencia se unen, no sólo en estos dos vectores sino en todas las posibles
direcciones, aún por fuera del plano, si lo vemos en una perspectiva tridimensional.
113
Ubicados en ese punto de cruce donde el pasado y el futuro pueden vislumbrarse en presente, la historia
deja de ser una sucesión de eventos que pasaron, para convertirse en un proceso significativo. Avance
colosal, pues la práctica clínica nos ha demostrado que aunque los hechos no sean reversibles, su
interpretación y sus repercusiones si se pueden modificar desde ese punto de consciencia, que ubicamos
en el centro de nuestro diagrama. Y la propuesta para lograrlo es complejamente sencilla. Se llama
centrarse, un movimiento de regreso al centro en el que se recupera la consciencia del observador,
conocida por algunos como el tercer punto focal de la consciencia. Desde ese punto, el observador no se
confunde con lo observado, ni con el campo de observación. Allí aparece desnudo el actor de todos los roles
de la historia, aquel que hace significativo el proceso de comedias y tragedias representadas en la vida.
Lo especial a este respecto es que, aunque el paciente pudiera no centrarse, si el terapeuta lo hace puede
tener una percepción profunda de su procesos, para que la terapia no sea sólo satisfacer una demanda sino
responder a una real necesidad.
Este centrarse, que tiene que ver con procesos de alineación, le permite resonar con ese vórtice de
consciencia en el que parece contenido el plan que se ha ido desplegando en la historia. Visto de otro
modo, es como si cada paso adelante , cada paso atrás, dolores, alegrías, realizaciones y frustraciones,
pudieran ser contemplados desde una perspectiva global, como una sola danza. Allí no hay movimientos
positivos o negativos; en esa dimensión del presente expandido, la enfermedad no es lo contrario de la
salud; en esa perspectiva amplia, cada cosa adquiere un significado en función del proceso global. Ese es
un orden emergente del orden implícito, se crea una nueva realidad a partir de la antigua historia, que sirve
de materia prima para la elaboración, ya no sólo de una propuesta terapéutica, sino de un proyecto de vida.
Terapéutica y pedagogía se reunen aquí para hacer de la enfermedad una oportunidad para promover la
salud, rescatando el profundo sentido de vivir.
Los Balkanes. El alma humana dividida, etnias y culturas repartidas como botín de guerra. La madre se
separa de sus hijos y los nuevos propietarios encierran en límites artificiales sus rebaños. Un día, en la
memoria herida de todas las ovejas, se despierta el lobo.
Israel, una patria construida sobre las ruinas de la patria palestina. La tierra sagrada dividida entre las armas
de Alá y de Jehová. En la misma Iglesia de la Natividad, se asesina ahora un mensaje sagrado de
hermandad.
Hijos de un solo Dios armados por sus dioses:. el separatismo, el fundamentalismo estrecho, conduciendo
hermanos a la matanza colectiva y al suicidio.
No eran tan crueles los horrendos rituales primitivos de humanos sacrificios. Sembradores de holocaustos
cada vez la cosecha de la guerra es más abundante; en nombre de instituciones, patrias, democracias,
alimentamos el vientre oscuro de las mafias tenebrosas de las armas.
En Africa un niño famélico sostiene un moderno fusil, cuyo precio hubiera sido suficiente para salvar el
cerebro de muchos niños de los efectos devastadores de la desnutrición.
En Afganistán tiemblan la tierra, la justicia, el hambre, los campos de opio, el inevitable olvido de la lección
de la vulnerabilidad de todos, cuando el orden mundial está socavado por la dominación y la injusticia
Consumidores de opio y cocaína en el primer mundo, ahora consumidos por la dependencia, alimentan en
el tercer mundo la guerra sucia de un terrorismo que sólo ha logrado ahondar la injusticia y la miseria.
El holocausto Nazi, cenizas que el viento de la historia enciende en ultraderechas y ultraizquierdas suicidas
y homicidas.
Rwanda, volcanes de la muerte ardiente en la sangre de los hijos y los hijos de los hijos, como un programa
de suicidio colectivo.
114
El holocausto de los que un día se fueron continúa hoy , a fuego lento, entre los vivos. No dejamos morir a
aquellos que murieron, cuando su dolor como un resentimiento, siembra el corazón de odios y de miedos.
Ellos ya aprendieron su lección, pero nosotros nos negamos a aprenderla cuando, en su nombre,
convertimos en campos de exilio o de concentración los territorios sagrados de la tierra.
Tanta sangre derramada ha germinado en la venganza que ya tendríamos que decirnos todos ¡basta!, si
queremos que la nuestra sea una humanidad humana. Regando los campos de pasadas ignominias,
cosechamos sólo las viejas semillas de venganzas e injusiticas.
En el inconsciente de la humanidad, tanto dolor por los muertos que no hemos dejado partir, tanto karma
acumulado del pasado que nunca hemos olvidado, son como programas de guerra que automáticamente se
renuevan. Davida lanza desde hoy la propuesta del perdón colectivo. Dejemos ir, de una vez por todas, a
todos los que ya se han ido, que con seguridad estarán aún más vivos en nuestro corazón, si con humildad
aprendamos la lección. Ese es su único legado.
Ni una sola muerte innecesaria. Ni una sola vida condenada en memoria de la muerte. Ni una sola guerra en
nombre del Dios de todos, cuyo solo nombre sólo puede ser el del Amor.
Ni una sola arma levantada contra el hermano judío, cristiano, comunista, ateo , hinduísta o musulmán. Ni
una sola proclama para justificar antiguas opresiones. Que nuestras armas sean las de la paz. Que nuestras
batallas sean las del amor. Que nuestras conquistas sean para la libertad.
Si no aprendemos pronto la lección de la muerte, no podremos nunca aprender nada de la vida. Cuando las
vidas han sido consumidas en la más cruel de las sevicias, desde el inconsciente colectivo se levantan las
venganzas vivas, asistimos a las matanzas horrendas de los vengadores de sus muertos, y los defensores
de sus vivos, en bandos irreconciliables divididos.
En innombrables bandas de venganza reunidos, los nuevos vengadores de sus padres y hermanos muertos
y los defensores de los vivos, han llamado justicia al vandalismo, y disparan sus armas para sembrar
también de muerte el futuro de sus hijos. Por Dios, por la vida, por la humanidad, ¡cuándo dejaremos partir a
nuestros muertos, para que los vivos aprendan la lección y honren la vida con la ofrenda del perdón!. La
única guerra posible hoy es la de la reconciliación. Que todos nuestros dioses sean aspectos diversos de un
solo Dios. Que todas las etnias sean las diversas facetas de una sola humanidad. Que toda la economía
sea como sangre que circula en una tierra viva. Que toda cultura sea un afluente de la convergencia.
Honremos la memoria de los muertos con la batalla cotidiana por la vida. Sembremos en el campo santo de
la tierra, regado con la sangre de la mil y una guerras, las flores nuevas del perdón y del amor. Honremos
nuestros muertos con una vida que florezca en tierra libre y nueva, para que nuestros hijos, y los hijos de los
hijos, puedan vivir de veras. JICP
Los eventos clínicos hacen parte de procesos interconectados, y frecuentemente convergentes, en sus
orígenes o propósitos. Demarcan movimientos globales de la consciencia, estrategias adaptativas de la vida
que establecen direcciones privilegiadas, labilidades o aumento de la sensibilidad de determinados órganos
o sistemas, conectados a procesos de menor resistencia en el plano del psiquismo. Aquí radica el arte del
buen clínico: el reconocimiento de los trayectos de menor resistencia que establecen también las vías de
mayor sensibilidad a la acción terapéutica. Así como en la piel podemos constatar trayectos de menor
resistencia eléctrica y máxima sensibilidad, que demarcan la red de meridianos y puntos de acupuntura, así
mismo, en la historia clínica podemos encontrar líneas y puntos nodales, que establecen patrones reactivos
individulaes.
115
No hay hechos clínicos aislados, en ese orden interconectado en el que aún lo aparentemente insignificante
se llena de sentido cuando ocupa su lugar en el contexto de la red global. Nos importa ante todo la relación
de los procesos clínicos en el tiempo y el espacio, para establecer patrones holárquicos o de jerarquías de
interdependencia.
En el caso del Lupus eritematoso, además de la perturbación molecular, podemos encontrar muchos otros
eventos significativos para nuestro enfoque clínico, que nos darán herramientas terapéuticas que van más
allá del clásico- y no siempre eficaz- arsenal farmacológico. Nos importan en la historia clínica
especialmente aquellas situaciones que co-incidan en el cauce de la atuo-inmunidad, no sólo las
relacionadas con la producción de autoanticuerpos, sino también aquellas que se relacionan con fallas en
los procesos de auto-aceptación y auto-reconocimiento, pues son diferentes octavas de la misma nota
fundamental: la autoidentidad del ser.
Como regla general podemos afirmar que los eventos alineados por su significado , se alinean también
energética y fisiológicamente, lo que se expresa en patrones de refuerzo, que relaciona las rupturas de la
integridad en los planos sutiles emocionales y mentales, con la ruptura de redes moleculares en los planos
más densos.
Aunque en teoría haya otros eventos importantes, son más determinantes en la evolución de la enfermedad
aquellos que estén rodeados de un significado especial, el cual puede ser dado más por el contexto en el
que se manifiestan que por el hecho en sí. La misma cicatriz tiene una connotación clínica diferente si es
producto de un accidente o de una agresión, y aunque no se relacione anatomo- fisiológicamente con otros
circuitos alterados también por sucesos de agresión, si establece relación con estos, pues todos ellos tienen
un significado similar para el individuo. El código de lectura de los eventos establece su significatividad, no
sólo en el marco del pensar y del sentir, sino en el de las respuestas fisiológicas del individuo. Y estos
códigos están intimamente ligados a la experiencia previa, que establece una suerte de programación que
se va haciendo parte de la memoria permanente del sistema. Esta programación determina actitudes, sobre
las cuales cada suceso se contextualiza y adquiere un significado individual.
Son significativos los sucesos que estén sobre la misma vía, pues pertenecen al mismo género y evocan
respuestas similares. Pero el género no se refiere sólo al tipo de bichos que el paciente tiene, sino a las
implicaciones, que están en el orden implícito. Hay eventos que caen exactamente en el mismo canal;
entonces tienen el mismo significado clínico aunque no lo consideremos ni remotamente así. El frío afectivo,
por ejemplo, puede alinearse en un paciente con el frío físico y desencadenar el mismo tipo de reacción
adaptativa, por ejemplo exacerbación de artritis o asma.
Hay eventos que evocan la misma memoria y por eso se están dirigiendo hacia este mismo punto de
consciencia, pero resulta que la historia como la hemos abordado, linealmente de pasado al futuro, no es
suficiente para acercarnos al orden implícito de las profundidades, donde una red densamente entretejida
puede soportar una lectura más sólida, que la que proviene de un orden derivado linealmente del pasado.
Del pasado al presente tenemos la mitad del territorio. Nos falta la otra mitad que implica un propósito. La
enfermedad, que tiene una historia también tiene un propósito, y así se estamos descubriendo la otra cara
de la moneda. Por “cara” estamos en el territorio de las causas: ¿de dónde viene? Sello corresponde al de
la finalidad : ¿ hacia dónde va? . Sólo en la conjunción de las causas, los efectos y sus propósitos,
encontramos un sentido, que no es sólo derivado del pasado, ni determinado por el futuro del sistema, sino
que los contiene a los dos, implicándolos en presente. En el territorio del sentido, el pasado encuentra el
futuro en presente, y los dos adquieren la profundidad de lo significativo. El eje pasado- futuro adquiere así
soporte en el territorio del mundo implícito, el mundo de las profundidades.
La lógica cotidiana del mundo de la superficie se mueve en un tiempo horizontal, regido por una cierta
ceguera determinista, pero visto el mundo desde el tiempo profundo,- presente y vertical- , un orden
implícito parece contener todos los fenómenos; es ese el continente que explica que unas pocas formas o
patrones de ordenamiento puedan contener una infinidad de contenidos (¡ y aquí estamos de nuevo sin
proponérnosolo en el mundo de los arquetipos!) Lo cual significa, ni más ni menos, que abordando los
patrones de ordenamiento podemos acceder a multitud de eventos enlazados sin necesidad de conocerlos,
pues, más que individuales, los sucesos son corriente viva cuando se encausan ( otra forma de decir que
las causas encausadas en un cauce tienen dirección propósito y sentido, lo que aproxima el mundo de las
causas y el de los propósitos a un orden hecho de sincronicidades, como un río que puede mirarse en su
nacimiento y su desembocadura siempre como lo que es: una corriente que adquiere forma por su cauce).
116
La esencia del ser es representada en un patrón de organización, producto de un patrón ordenante o
continente, que conforma en tiempo y en espacio aquello que contiene. El continente sirve de contexto para
que el contenido pueda autoreconocerse. Pudiéramos decir, con los antiguos sabios chinos, que al exterior
se mueve el chi, pero todos su movimientos son exteriorizaciones de una matriz universal de cuyo seno
surgen las formas diversas. Esa matriz, Li, es en nuestra propuesta el tiempo profundo, intenso, subjetivo,
que cada sistema se puede apropiar; la evolución de la vida no sería más que la progresiva profundización
en éste, en términos Jungianos, el espíritu de las profundidades. Existe pues un mundo intangible que se
sale del plano de la superficie y que va hacia la profundidad de un mundo implícito, incognoscible con las
herramientas que normalmente manejamos en la clínica convencional.
TRADUCCION CLINICA
Necesitamos, entonces, nuevos métodos de conocimiento, nuevos sentidos para descubrir el sentido, una
humanidad nueva para descubrir el alma humana en el espíritu de las profundidades. Necesitamos otro tipo
de herramientas clínicas ¿Cuáles son esas herramientas? En la práctica, ¿cómo se puede disponer de esas
herramientas? ¿Cómo se puede acceder al mundo intangible de los significados? Retomemos la ayuda
invaluable de la clínica para tratar de dar respuesta a estos interrogantes
“Hace tres años sucedió ese evento”... dice el paciente, es un evento emocionalmente desestabilizador que
se da unas semanas antes del comienzo de la enfermedad actual, clasificada clásicamente como un lupus
eritematoso sistémico- L:E.S. Con esos datos buscamos factores desencadenantes, ¿qué factores
conocemos que pueden desencadenar una enfermedad autoinmune de este tipo ?. Alguien dice por allí en
el auditorio que una pérdida afectiva; pongámoslo aquí abajo, las pérdidas; ¿ qué otro tipo de pérdida? Una
pérdida de tejido, por ejemplo, una pérdida del autorreconocimiento, llamémoslo así, una pérdida del patrón
de identidad, no sólo desde la personalidad sino desde el plano inmune... de todas maneras estamos
hablando de pérdidas. Es interesante saber que las pérdidas son soluciones de continuidad, física,
emocional o mental, que equivalen a una ruptura en la conectividad del sistema, lo cual puede afectar su
integridad. Y no olvidemos que la salud puede ser definida, más que como un estado, como un proceso que
mantiene la integridad.
Intentemos mirar el capítulo de las pérdidas, la de la esposa , la del empleo, la de la muerte de un ser
querido, la de una amputación o la del desarraigo de un exilio forzoso, y tratemos de buscar el común
denominador. Algo se rompe en el sistema, un espacio, un tiempo, una imagen, una raiz cultural... no
importa lo que pueda ser, pero hay algo que genera una interrupción en el patrón de comunicaciones
normales al interior del organismo, o con su entorno. Si nos pudiéramos imaginar el contexto como una fina
red relacional entretejida, la pérdida afecta la conectividad de esta red y la coherencia armónica que
produce la integridad del sistema. El común denominador es ruptura, solución de continuidad en algún
plano. Si lo fuera en el de los ritmos hablaríamos de focos de disritmia, arritmias, epilepsias, taquipsiquias, a
los que nunca como tales hemos dado su verdadero rol en la fisipatogenia de las enfermedades crónicas,
porque no hemos considerado que lo patológico se relaciona con eventos que se salen de un patrón de
ordenamiento en espacio y tiempo. Adelantémonos un poco diciendo que en condiciones de salud, cada
componente del sistema ocupa su tiempo y su lugar. Imaginemos que la historia es una continuidad de
transiciones a través de las cuales se da un cambio gradual y permanente, sin estancamientos ni rupturas
que nos hagan perder la integridad biopsicosocial. Pero de pronto nos encontramos frente a esos focos de
ruptura, en los que la historia parece cambiar de rumbo. Esos focos están también ligados a cambios en el
organismo biológico, y por ello hacen parte del contexto en el que se soportan muchas enfermedades
crónicas.jicp
EL COLORIDO DE LA VIDA
EL COLORIDO DE LA VIDA
Si en tus ojos hay luces oscuras para que luces esas otras pinturas?
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Leemos. El contraste de los caracteres negros y la blancura de la página, da comienzo a una danza de
fotones entre las letras y el cerebro. Se iluminan claroscuros, formas y conceptos que buscan luces
parecidas, dormidas en algún lugar del pensamiento . Oxido de titanio para que lo blanco sea blanco.
Pigmentos negros para que se absorba toda la luz. Todo es, sinembargo, luz: el blanco, el negro, los ojos
que los miran con sus mágicos pigmentos, los pensamientos y el cerebro.
Cuando después de viajar en el espacio por millones de años, la luz de una estrella llega a la retina, una
cadena de reacciones revela en el cerebro, viva, la imagen de la estrella que, a lo mejor, ya ha muerto. Por
la luz que las moléculas absorben y reflejan, se ha llenado de colores toda la naturaleza. De no ser por la
contaminación con átomos inestables, muchas piedras preciosas serían incoloras; esos átomos dan una
emisión característica al ser activados o excitados y retornar a su estado fundamental. Así, en los elementos
metálicos de transición ( como el hierro, el cromo y el cobre) y las tierras raras, aparecen estados
electrónicos excepcionales, con capas internas que albergan electrones desapareados, cuyos estados
excitados se sitúan con frecuencia en el espectro visible y pueden producir una amplia gama de colores
intensos.
Con destellos verdes y rojos, procedentes de unos cuantos átomos de cromo, el rubí y la esmeralda
deslumbran nuestros ojos; el hierro es el agente de la luz violeta en la amatista; en las lámparas eléctricas
se revelan, amarillo, azul y rojo, los colores que reflejan los gases excitados del sodio, el mercurio y el neón.
Los átomos de cobre permiten el colorido de la azurita, la turquesa y la malaquita.
Pintada de pigmentos minerales y vegetales, toda vida es una antena para almacenar y revelar la luz.
Proteinas sensibles a los infrarrojos activan la germinación de la semillas. Carotenos que captan el azul
guían el tallo hacia la luz; pigmentos flavonoides revelan en las flores sus múltiples colores; células espejo
crean los iridiscentes reflejos en las alas de las mariposas. Cada célula es un plasma electrónico activado
sensible a la luz; órganos tejidos y sistemas biológicos son caleidoscopios, olas en un océano de luz. Dos
mil millones de melanocitos en cada ser humano sintetizan melanina, para filtrar la banda de la fotones que
puede iluminar el templo del cuerpo adentro.
Pero hay un pigmento sutil, esencial a todas las pinturas, una materia prima pura sensible a las luces
visibles y a las más oscuras. Piel de toda piel. Luz de todos los colores, lux detrás del lumen de tonos y
matices, y arquetipo de todas las matrices. Es el Alma Una.
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Cuando sobre las altas montañas nevadas brilló de nuevo el sol,
un ramo de olivo anunció el final de la tormenta diluviana.
El arco iris alumbró la nueva alianza
y en las tranquilas aguas
la luz se reflejó sobre las flores y las alas .
Con esa sinfonía de policromías infinitas se despertó la vida
y por las ventanas del arca saltaron todas las semillas:
Allí estaban aún vivas las rayas de las cebras y los tigres,
y , en los colores de sus plumas, las luminosas guacamayas
volvieron a atrapar los juegos pirotécnicos de las supernovas más lejanas .
La luz se mira en sus reflejos. Luz fluida, luz cristalizada, luz inerte o viva, todo es luz que en nuestra luz se
mira,
con sus infinitos ojos de electrones activados.
Puedes ahora encender la luz oscura que se esconde en la glucosa y convertirla en un cuantum de ternura.
Puedes alumbrar tu corazón para que en tus ojos brille el cielo.
Puedes dejar que el sol madure la cosecha de tu tiempo
y dejarte caer, como el fruto maduro que se cae por su propio peso,
para ascender por la luz de tus semillas
al eterno fruto de la luz:
la vida.
Bio-resonancia
Primero de todo, etimológicamente entendemos que “bio“ es la expresión de la vida en sus funciones
orgánicas y materiales; y “resonancia” es la expresión de la vibración de la materia, siempre en movimiento,
siempre funcional.
El concepto de “bioresonancia” es el resultado de una observación tan honesta como sincera; de una
observación que asume la complejidad de la expresión de la vida en la materia, a la vez que asume también
la esencia, la pureza, lo más simple que hay detrás de esta complejidad.
119
Por ésto entendemos la bioresonancia como el resultado de una observación que se da gracias a la
evolución del ser humano a lo largo de la historia. La bioresonancia trasciende tiempo y espacio, pero es
hoy que accedemos a ella, habiendo superado etapas en las que la conciencia estuvo anclada al cuerpo
físico, posteriormente anclada y enfocada al cuerpo emocional o astral. Y actualmente nos encontramos en
el tránsito de la conciencia emocional y mental inferior a la conciencia del mental superior y éso es, del
alma. Y es por ésto que hoy es tan importante asumir la responsabilidad de este tránsito de la conciencia –y
que la bioresonancia nos permite. Ésta es el fruto de la síntesis de otros conceptos o realidades que se han
mantenido en los extremos durante toda la historia: oriente-occidente, ciencia-esoterismo/brujería, física-
metafísica, materia-espíritu, cuerpo-alma, sombra-luz, positivo-negativo, constructivo-destructivo...
Y aunque la vida se despliega siempre en la materia asumiendo uno de éstos dos polos, la vida es, en sí, la
esencia vibrando en la fusión de cualquier opuesto. Y es por ésto que “todos somos Uno, y que todos
somos Dios”.
La bioresonancia nace de la conciencia de la unidad primera y última que a todo da vida y que en todo vive.
Todo es vibración, y partiendo de la famosa ecuación de Einstein, E=mc, (donde E representa la energía de
un sistema material, m la masa y c la velocidad de la luz en el vacío) y gracias también a la física cuántica,
asumimos que todo ente físico, sea en forma de materia o en forma de radiación, posee propiedades de
onda (cualidad vibratoria o energética) como también presenta comportamiento corpuscular (material). Onda
y partícula son las dos caras de una moneda que no se pueden desplegar simultaneamente. Así como el
fotón (que es un quantum de la radiación electromagnética) tiene asociado una onda de luz que marca su
movimiento, una partícula de materia también tiene asociada una onda de materia. Ésto nos demuestra que
toda materia tiene características de frecuencia, y que el ser humano, como parte de este mundo de
materia, es una sistema dinámico de ondas y de partículas en interacción constante. Gracias a la física
cuántica y a muchos maestros conectados con el alma universal asumimos que la esencia que todo vivifica
es luz, manifestada en diferentes formas según el espectro que abarque.
La luz es una onda electromagnética que consiste en la propagación de dos campos: uno eléctrico y uno
magnético, perpendiculares a la dirección de la propagación. Estos dos campos se propagan a la velocidad
de la luz. La luz abarca un espectro de frecuencia muy amplio del cuál el ojo humano sólo logra discernir
una ínfima parte: la parte visible del espectro. Así que estamos rodeados por un montón de campos de
energía invisibles. Y es muy importante destacar que el fotón incrementa su energía al aumentar la
frecuencia. Dos fenómenos característicos de la luz como onda son la difracción, que es el cambio de
dirección que experimenta una onda en su propagación a causa de salvar pequeños obstáculos o de
atravesar pequeñas ranuras; y la interferencia, que es la superposición de dos o más ondas. Cuando dos
ondas de la misma frecuencia, que proceden de un foco coherente de luz (y eso es luz láser, coherente con
el propósito del alma), se cruzan en un punto, el movimiento resultante se puede reforzar o anular. Ésto
pone en evidencia la posibilidad de evolución del ser humano abriéndose a la luz del alma, sin necesidad de
sumergirse en los rincones y oscuros secretos de los conflictos emocionales del pasado.
Todo ser humano posee un alma, portadora de una nota o vibración concreta, que es uno de los siete rayos
principales desprendidos del alma universal, de Dios. El alma individual se inserta en la personalidad, que
tiene tres cuerpos -mental, emocional o astral y físico- que a su vez poseen también un rayo, una forma de
ser. La integridad y coherencia entre el alma y la personalidad forman una unidad, un ser, tan divino, eterno,
inmortal, como real, concreto, mortal. En la mortalidad de la personalidad se halla el sentido de la
inmortalidad del alma.
Es muy importante recordar que la diferencia entre individuos (según la combinación de sus rayos) es lo que
da la perfección y la posibilidad de crecer al alma del mundo, que también evoluciona y busca la total
integridad de la luz de Dios. Cada individuo trae una nota perfecta, trae consigo su propio abrazo femenino y
masculino, su forma de amor, sabiduría y poder, resonando en todo su ser como una totalidad.
120
Un bioresonador es todo aquello que, estando vivo, trae consigo y expresa una o varias vibraciones,
permitiendo que se de la continuidad y complementariedad entre los diferentes niveles, de materia, energía
o información. Un ejemplo de ello es el comportamiento de las moléculas ordenadoras o computadores
biológicos, la melanina y el DNA. Tanto uno como el otro son polímeros complejos excitados que se
comportan como resonadores de fotones. La melanina es un polímero de la dopamina, principal
neurotransmisor a nivel del diencéfalo o cerebro emocional; es la encargada del paso de fotón-fonón. El
DNA emite un patrón de fotones ultradébil del rango del ultravioleta cada determinado tiempo, como un
flash. Estos fotones son unidireccionales y tiene la misma frecuencia, es decir, son coherentes y
penetrantes. Estos fotones salen fuera del cuerpo, y de la interacción de todos ellos se forma lo que se
denomina un holograma. El cuerpo vibracional, etérico, está relacionado con el físico a través de canales
específicos de intercambio de energía que admiten el flujo de información energética entre uno y otro
sistema. Son los chacras, los meridianos y los nadis. Como dice la física cuántica, todo está
interrelacionado, a la vez que el todo se encuentra, siempre, en cada una de las partes. Todo en el
organismo actúa como bioresonador. Por ésto, los instrumentos que usa la sintergética en bioresonancia
pretenden, únicamente, imitar a la vez que despertar y sensibilizar los bioresonadores naturales. Se
pretende recuperar el holograma esencial a través de un sistema de autoreflexión que le recuerde a la
persona la luz del alma que en algún nivel ha sido reprimida, bloqueada u olvidada, generándose un campo
interferente que produce enfermedad a distancia. Mediante los bioresonadores se logra detectar el campo
interferente, que genera un ruido y vibración concreta, porque al pasar un filtro, un espejo, una frecuencia de
láser, un poliedro, un imán, una esencia florar u homeopatía... os implemente un pensamiento semilla fruto
del mental superior, alineado, coherente, el organismo responde con una alteración del pulso o VAS. Hay un
impacto que genera resonancia en el chacra coronario, que está conectado con el alma en el triángulo alma-
séptimo-cuarto-alma, cuando, a través del holograma, se le recuerda la vibración que está reprimiendo o
que está generando ruido y confusión en su caminar.
Por todo lo dicho hasta ahora, por la puerta tan sincera con lo más íntimo y personal, lo más secreto y
escondido, a la vez que con el mundo y universo enteros, la bioresonancia es tanto lo que ya es la
existencia en sí –pura vibración manifestándose, expandiéndose, interaccionando- como una propuesta de
aceptar nuestra humanidad y, ésto es, nuestra Luz en cada espacio y tiempo de vida. Es una propuesta que
nos permite simplificar y dirigir nuestras acciones, tanto mentales, emocionales, como físicas. Y es por ésto
que entendemos que la bioresonancia es la Realidad asumida como síntesis de la filosofía, la medicina y
nuestra actitud vital.
El átomo de carbono
121
Tuvieron suficiente con atreverse a observar, sin juicio. Abandonados al Amor que les permitía ver la música
que entreteje lo que ya está unido. Lo que ya es. Fueron los presocráticos, y en concreto los atomistas
encabezados por Demócrito, en el s.IV a.C, los primeros que afirmaron que la esencia principal y última de
la vida es el átomo. Y que así como la Luna acompaña la Tierra, la Tierra acompaña otros mundos, estos
mundos forman parte de otros mayores... así mismo la Tierra está constituida por cuatro elementos básicos
e interdependientes (el aire, fuego, tierra, agua), formados a su vez por partículas esenciales, los átomos.
En el s.XVII, el filósofo holandés Spinoza, recuperó la conciencia de los atomistas y la unió, inevitablemente
según su época, a su creencia religiosa. Spinoza inició el movimiento panteísta, en el que se considera a
Dios inmantente, no trascendente. Dios en lo más pequeño, siendo la esencia y la totalidad de todo lo que
existe. Fue expulsado de la comunidad judía, así como Galileo Galilei, en la misma época pero en Italia, fue
obligado a retractarse ante la Inquisición, negando sus propios descubrimientos; que la Tierra gira alrededor
del Sol, que Saturno tiene varios anillos, Júpiter varios satélites en su órbita... De todos modos, sabemos
que tanto Spinoza como Galileo murieron convencidos de sus creencias, dejándonos en su certeza el
ímpetu para que continuáramos con sus investigaciones. Hemos necesitado tres siglos para integrar tanta
verdad escondida detrás de sus palabras. Durante estos tres siglos, el panteísmo fue despreciado incluso
por los filósofos manteniéndose en los extremos de la cultura, como secreto entre ocultistas, esotéricos,
místicos, místicas...Y los descubrimientos de Galileo fueron adoptados por los científicos postnewtonianos,
siendo la base de una visión necesaria pero parcial del mundo. Se aceptó, como afirmó Galileo, que no es la
Tierra sino la estrella Sol el centro del Sistema Solar ,del que formamos parte; y que, como descubrió
posteriormente Newton, no es cualquier fuerza sino una exacta la que mantiene a la Luna en su órbita, así
como no es uno sino varios los colores que constituyen la luz blanca... Pero en este cambio de conciencia
se pasó de la fe ciega en los dogmas eclesiásticos a la ciega creencia en la nueva lógica-matemática, en la
que el ser humano necesitaba descubrirse, aunque acabara obsesionándose y alejándose de la también
necesaria unión de la capacidad de análisis con la síntesis de la intuición.
En los s.XIX y XX Lavoisier, Proust, Dalton, Gay-Lussac, Mendeleiev, Planck, Einstein, Rutherford, Bohr...
entre otros físicos matemáticos, recuperaron de nuevo la conciencia del átomo, partiendo de la visión
mecanicista y finalmente descubriendo sus propiedades electro-magnéticas. Primero se consideró, como
habían afirmado los atomistas, que el átomo es la parte más pequeña e indivisible de la materia, formado
por un núcleo central denso, con protones y neutrones, y una región periférica formada por electrones, como
un sistema solar en miniatura. Hay tantos electrones como protones; y estos primeros se distribuyen en
capas u órbitas. Los electrones de la última órbita determinan el comportamiento químico del átomo. En la
segunda mitad del s.XX, gracias a la física cuántica, la capacidad de análisis del ser humano llegó
realmente a los límites de la materia, y así también a los límites de la física mecanicista. Y en esos límites,
como siempre ocurre, los opuestos se funden, y el exceso de análisis se convirtió en la síntesis que une y
delata la simplicidad de todas las cosas. Se descubrieron todo un repertorio de partículas que ya no estában
confinadas dentro del átomo, como los hadrones (con estructura interna) y los leptones (sin estructura
interna). Los hadrones se subdividen en mesones, como por ejemplo los piones, y en bariones, como el
protón y el neutrón (que son los constituyentes básicos de la materia). La estructura parecida entre los
bariones y los mesones sugerió la existencia de otra subestructura más allá: los quarks. Se conocen 18
tipos diferentes de quarks, diferenciados según su sabor –entendido como tipo de movimiento- y su color –
rojo, verde o azul- . La imagen que tenemos hoy en día de los hadrones es la de agrupaciones de quarks
similarmente a los átomos, sin embargo todavía no se han posido desintegrar los hadrones en sus quarks
constituyentes.
122
Es desde esta nueva conciencia de la esencia cuántica en el sí de la vida, que hoy afirmamos sin dudas que
en el mismísimo núcleo atómico todo son patrones energéticos a modo de red en interacción continua. Y por
esto mismo, que materia y energía son dos formas de una misma dualidad: onda-partícula. Los atomistas lo
intuyeron, muchos otros griegos pre-socráticos también, y así mismo, maestros en Oriente, sabios
chamanes en América; el todo está en la parte, del todo partimos, al todo regresamos; humanos, animales,
vegetales, minerales, átomos, quarks... Siempre vibrando, en interacción, recorriendo y siendo todos los
aspectos de la vida, visibles - invisibles, complejos- simples, fotón – fonón; siempre en movimiento
atravesando muertes que traen mayor vida, mayor experiencia, mayor recorrido vivido... Siguiendo la
conciencia inmanente, universal, a la que, con todo este vaivén, se pretende acceder. Conciencia que es
nuestro impulso y propósito de vida, y de la misma manera, nuestra mayor guía y aspiración. Conciencia
que traes contigo un orden y leyes tan coherentes como mágicas, tan simples como sorprendentes, para el
ser humano sobre todo. Pues en su afán y aspiración de fusión con el todo, tiene –como aprendizaje- su
mayor defecto y contradicción, que es el inevitable deseo –mundano- de poseer, cualquier cosa; desde lo
más denso y material, a lo más sutil, emocional, mental, incluso espiritual. Pero no hay más que fundir
conocimiento con sabiduría y amor. Y aceptar que desde que la Tierra es Tierra –con ese explosivo Big-
Bang por en medio, como principio y fin de todas las cosas- el carbón parecía haber decidido hacerle la
competencia al agua. Parecía haberse apoderado de cualquier vida, manteniéndola en estado
aparentemente inerte, como apagada, agotada ante el sinfín de aquella Explosión -de vacío convertido en
abundancia- de fuego, ruido y desmesurado Orden implícito detrás del mayor caos imaginado.
La división repetida de un trozo de carbón nos descubre su esencia, el átomo de carbono, que junto con el
oxígeno, el hidrógeno y el nitrógeno es uno de los componentes fundamentales de la materia viva. El
comportamiento químico de los átomos está determinado -según el orden inmanente, divino- por el número
de electrones que hay en su órbita más superficial. Según este principio, los átomos se agrupan en familia.
El átomo de carbono tiene cuatro electrones en su órbita superficial, pero deseoso de trascenderse a sí
mismo, tiende a unirse con otros átomos. Comparte sus electrones según cuatro enlaces covalentes que
suelen estar orientados hacia el vértice de un tetraedro regular. En la primera etapa de su existencia, el
carbono está en los magmas fundidos en forma de aglomerados laminares o esféricos de grafito, que se
encuentra a grandes profundidades o en masas derritidas. De todos modos, en gran parte el carbono
también se combina con otros elementos formando gases volátiles que se escapan entre las fisuras de
rocas solidificadas. Un ejemplo es el gas carbónico, o anhídrido o bióxido carbónico, que resulta de la unión
entre el carbono y el oxígeno. Este gas, no sólo es volátil, tiene a su vez afinidad con el calcio y el
magnesio, dando lugar a carbonatos, que es el material que forma las conchas y los caracoles de mar.
Cuando el átomo de carbono se une a otros átomos, también de carbono, de manera desordenada resulta
un carbono amorfo; cuando se une de manera ordenada y tridimensional formando hexágonos resulta el
grafito; y de manera ordenada también según la simetría cúbica resulta el diamante. También se sabe que
puede asumir una estructura globular idéntica a la de un balón de fútbol; por esto se lo denomina, en este
caso, fullereno o futboleno. Todas estas estructuras, con el tiempo, tienden a adoptar la estructura de grafito,
que es la más estable. El orden común que sigue la combinación de electrones entre átomos de carbono es
primero diamante y posteriormente grafito.
El diamante es la única piedra que está compuesta por un solo elemento, el carbono, y es tan duro como
alta es su densidad, debido a su apretada estructura atómica. Tiene una dispersión muy alta, su índice de
refracción para la luz roja es de 2,407 nm y para la luz violeta 2,66 nm; esto lo provee de su fuego
(esencial), debido a la separación de la luz blanca en los colores del espectro, conforme atraviesa la piedra.
Su brillantez sólo se aprecia en las piedras talladas; pero por ser tan duro, sólo es posible tallarlo con el
polvo que se extrae del diamante mismo. Debido a su estructura atómica, el diamante puede partirse en
cuatro direcciones, siguiendo la forma de un octaedro.
Según Platón, el Creador, para manifestar su obra, utiliza cinco poliedros regulares, denominados sólidos
platónicos. Cada uno de estos poliedros está vinculado a un elemento esencial. Los presocráticos apuntaron
cuatro elementos -aire, fuego, tierra, agua- (como se ha citado al principio de este texto), pero Platón, en el
s.IV a.C, no sólo influido por Sócrates sino también por la Hermes Trimegisto y Heráclito entre otros autores,
que recogieron gran parte de la sabiduría que llegaba de Oriente, afirmó la existencia de un quinto
elemento, el éter, que es el alma o demiurgo que todo lo une, que en todo se expresa, y que permite el paso
del Mundo de las Sombras al Mundo de las Ideas. La introducción de Platón a la geometría sagrada y
esencial de la vida la ofrece en su libro El Timeo. (El Timeo. Platón. Ed. Gredos).
Según lo sólidos platónicos, el color del alma es el azul índigo, en el cuerpo humano está representada por
el sistema circulatorio, el timo y el sistema inmunitario. Representa también la energía magnétina, la madre,
el amor. Se expresa principalmente en el cuarto chacra, y el rayo es el segundo, de amor sabiduría (según
El tratado de los siete rayos. Tomo I. Alice Bailey. Ed.Sirio).
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El tetraedro, que hemos visto que es la manera cómo el átomo de carbono se une a otros átomos para tener
ocho electrones (número exacto que lo saca del aislamiento y le da el ánimo de expresar todo su potencial)
representa el fuego, el mismo elemento que permite la combustión de leña u otros cuerpos orgánicos para
que se dé el carbón. El tetraedro también representa color rojo; en el cuerpo humano la mente, el tejido
conectivo y la red de colágeno; la energía magnética reticular, representando también el sexto chacra y la
fuerza del tercer rayo, la inteligencia activa (ob.cit).
Como se ha citado anteriormente, el octaedro es la forma que sigue el diamante al cortarse y partirse en
cuatro direcciones. Según los sólidos platónicos, el octaedro representa el aire, el color amarillo; el cuerpo
etérico, el órgano bazo, la energía más yang, los chacras segundo, quinto y el chacra secundario del bazo; y
los rayos cuarto, de la armonía a través del conflicto, y séptimo, del orden ceremonial o la magia (ob.cit.).
En el caso del grafito, cada átomo de carbono tiene tres átomos vecinos, formándose capas de hexágonos
que se superponen unas sobre otras en una fina capa. Estas capas se separan y resbalan entre sí
fácilmente, y es por esto que el grafito es graso al tacto, y se lo denomina también plombagina o lápiz
plomo. Es tan blando que permite la escritura, y por esto también su nombre “grafito” proviene de “grafos”,
que en griego significa escribir.
Como se ha dicho anteriormente, el grafito es la estructura más estable de todas las resultantes a partir de
la combinación de átomos de carbono. El hexaedro, según los sólidos platónicos, representa la tierra, que
según la Medicina China, entre otras tradiciones, es el elemento estable al que se accede antes y después
de cualquier cambio. Siempre retornamos a la tierra, que a su vez, es la base y el espacio del cual partimos.
El color que representa el hexaedro es el verde; representa también el cuerpo físico, la estructura celular; lo
más yin en el organismo, el primer chacra y los rayos tercero, de inteligencia activa, quinto, del conocimiento
concreto o ciencia, y séptimo, del orden ceremonial o magia (ob.cit.).
124
Las divergencias aparentes entre los diferentes sistemas de representaciones somatotópicas, nos hablan de la
sincronicidad , la sintropía y la sintonía de múltiples representaciones de la totalidad del organismo sobre las
llamadas pantallas reflejas o microsistemas. Pero la aparente redundancia nos expresa sólo la riqueza de
correspondencias funcionales, que pueden ser comprendidas a la luz de principios generales. El ejemplo más
remarcable es el de las cinco fases o representaciones descritas por Paul Nogier en el pabellón auricular, en las que
podemos constatar las múltiples dimensiones funcionales de un punto, que en diferentes instancias clínicas puede
dar informaciones relativas al endodermo, al ectodermo o al mesodermo, o a un cierto status energético, no
contemplado por la fisiología convencional, como es el caso de ciertos puntos maestros.
Como un polifacético caleidoscopio, las somatotopías expresan, además de algunas correspondencias neuro-
anatómicas, un sistema de correspondencia funcional y energético, que no puede ser visto más que en términos de
información. Las reflexoterapias todas son una expresión de una dimensión diagnóstica y terapéutica en la que más
allá de correspondencias anatomo- fisiológicas, los organismos vivos expresan patrones de organización sistémica a
través de microsistemas expresados en pantallas periféricas o somatotopías, que son el sustrato de las denominadas
reflexoterapias.
Estas se refieren a la modulación de la unidad holográfica del organismo por medio de microsistemas, desde los que
es posible emprender, en términos de información, un diálogo con la totalidad.
El mínimo común denominador es la información, lo que nos sustrae del estímulo mecánico como único medio para
estimular los llamados puntos reflejos. Estos adquieren su verdadera connotación como verdaderos microcerebros
periféricos capaces de expresar la inteligencia adaptativa de circuitos indisolublemente ligados a la totalidad del
sistema. La aparente selectividad de los puntos no es más que la expresión de un modo de relación con el organismo
como un todo, y su efectividad proviene de esta capacidad de relacionarse, como microsistema, con el macrosistema
en el que está contenido. Nos adentramos así en el orden holárquico de los sistemas biológicos, en los que cada
componente expresa las mismas propiedades de un holón o todo-parte.
Para vislumbrar un hilo conductor que nos permita navegar con facilidad y espíritu práctico por el océano de
representaciones descritas por las diferentes reflexoterapias, retomaremos los principios generales expuestos en la
Sintergética.
Trataremos de demostrar que las reflexoterapias, mucho más que terapias reflejas en el sentido convencional, son
técnicas de interacción con la totalidad del organismo que sólo serán adecuadamente comprendidas y utilizadas en el
marco de una visión sistémica.
I-B1 Más allá del estímulo reflejo. Sintopia, sincronía, sintropia y sintonía en los microsistemas.
El llamado punto reflejo, que en si mismo es un microsistemea periférico, hace parte de una somatotopía o
microsistema mayor en el que el punto está contenido. Las somatotopías son una expresión del principio de sintopía,
que a su vez es consecuencia de la ley del holograma. Este principio de la sintergética nos habla de la
correspondencia espacial del organismo en patrones de organización periféricos, pero hemos visto como esta
correspondencia no es fija y un punto puede representar al mismo tiempo diferentes espacios en patrones de
organización somatotópica diferente. Lo cual significa que en el mismo punto y al mismo tiempo coinciden diferentes
representaciones. Ya estamos en el terreno de la sincronicidad, otra de las propiedades de la organización sintérgica.
Si además analizamos los patrones de resonancia de un punto y el circuito que representa, encontramos que, en un
momento dado, hay una respuesta del punto y todo el circuito integrado a un mismo set de frecuencias. Esto es
sintonía, otra propiedad sintérgica. Ahora bien, si analizamos las propiedades del punto, encontramos que sus
cambios son parte de una estrategia adaptativa del microsistema, cuya dirección o propósito coincide con los de otros
circuitos, que aunque no están relacionados anatómica, funcional o energéticamente, lo están por esta
correspondencia de propósito o dirección . Esta es sintropía o correspondencia en la dirección o estrategia del
sistema, una propiedad por la cual, microsistemas que se orientan hacia el mismo objetivo, pueden compartir
propiedades y códigos de información.
En una concepción cibernética, cualquier zona del organismo puede constituir transitoria o permanentemente un
patrón de organización de la información que interactúa armónica o disarmónicamente con el organismo completo. Y
en esta dinámica puede comportarse como una organización tópica con propiedades sintérgicas que le permiten
compartir información con todos los sistemas del organismo.
125
La reflexoterapia en su versión sintergética es la modulación de micrositemas inscritos en las diferentes pantallas o
somatotopías para restaurar códigos de comunicación no iterferente o armónica.
Esta visión aparentemente complicada está tan intrínsecamente entretejida que es en la práctica aún más sencilla y
efectiva que la ya usual concepción mecanicista del estímulo reflejo.
La pregunta esencial es en éste sistema de referencia, la de si hay algún tipo de correlación entre los tiempos, el
espacio y la dirección de un set de puntos en un microsistema. Para ello recurramos a la experiencia clínica: La
exploración sistemática de la sensibilidad eléctrica de puntos faciales y auriculares lleva pronto al reconocimiento de
líneas de alteración de la resistencia eléctrica, lo cual significa que con frecuencia una serie de puntos de menor
resistencia eléctrica están alineados. Una de las características de estos patrones de alineación es que la
intervención sobre un solo punto puede ser suficiente para incidir sobre toda la línea, lo cual puede ser fácilmente
evidenciado en la correspondiente respuesta clínica. Talvez la propiedad más remarcable es la de su resonancia
frecuencial, pues al estímulo con un generador de infrarrojos todos estos puntos alineados responden a la misma
frecuencia, lo cual nos da pie para el tratamiento con softláser a una misma frecuencia sobre toda la línea. Este que
fue el origen de lo que en su momento llamamos la bioenergética cráneo facial, es un producto de varias propiedades
sintérgicas: Sincronicidad, sintonía y sintropía en un espacio determinado de alta sintopía o correlación espacial. Es
decir hay una alta correspondencia espacial, temporal, vibracional, y de orientación entre varios puntos, los que nos
permite vislumbrar ya un patrón de organización del espacio, el tiempo y la energía.
Podemos decir que, como la fisiología, la patología - o la respuesta orgánica a ella- corresponden a patrones
sistematizados de la información biológica. A su vez esta organización biocibernética determina expresiones en el
espacio y el tiempo que reconocemos como patrones de organización espacio-temporal. Dicho en otras palabras, las
estrategias de adaptación biológica son algoritmos, fórmulas o patrones de información implícitos en el sistema, que
se activan y se hacen explícitos en movimientos de energía y de materia. Esto significa que si estos patrones de
información hacen parte de lo que pudiéramos llamar la consciencia de un sistema, todo movimiento de energía y de
materia, en síntesis toda respuesta de adaptación fisiológica, es un resultado del movimiento de la consciencia.
En estos términos los patrones de organización tópica son los diferentes tiempos o movimientos de la consciencia de
un sistema que están presentes y sincrónicamente inscritos en patrones de organización espacial o somatotopías. Y
éstas pueden ser más o menos estáticas o dinámicas según su tiempo de inscripción: las más antiguas,
correspondientes al curso de la evolución filogenética, son las más fijas o densas y pueden ser abordadas desde una
visión mecanicista válida para los sistemas cerrados. En estos casos hay una correspondencia anatómica que puede
ser sustentada a través de las clásicas conexiones neurales. Pero otro tipo de correspondencias, cuyos efectos no
son explicables neurofisiológicamente, requieren de un sustrato de interacción más sutil a través de sistemas de
conducción de señales descritos en otras publicaciones de sintergética.
En ocasiones la información se transfiere, no sólo en lo que atañe a su aspecto vibracional sino también en lo
concerniente a la disposición de sus componentes en el espacio. Ya desde la década de los setenta pudimos
observar la curiosa propiedad que tienen algunas cicatrices interferentes de transferir sus patrones de alteración
electromagnética, conservando las coordenadas geométricas en el espacio. En uno de estos pacientes la información
parásita de la frecuencia A del softláser sobre la cicatriz apendicular era transferida al hígado, conservando la misma
dirección de la cicatriz apendicular. Sólo la corrección del parasitaje hepático pudo resolver la interferencia sobre el
proceso digestivo. Este, que dista de ser un caso excepcional, pareciera revelar una generalizada y primitiva
propiedad fractal de la información biológica, que se puede transferir y auto-replicar en el espacio del cuerpo,
conservando su patrón de organización espacial. Las mismas somatotopías serían expresiones complejas de este
principio de transferencia ad-íntegrum de la información biológica, y nos servirá de hilo conductor para un nuevo
enfoque clínico de las somatotopías.
126
La capacidad de transferencia de patrones de información complejos se relaciona íntimamente con el campo de la
morfogénesis biológica, el campo de resonancia mórfica, los gérmenes de resonancia, y las líneas de menor
resistencia para la morfogénesis brillantemente expuestos por Rupert Sheldrake en su hipótesis de la causación
formativa . Esta transferencia dinámica puede ser aprovechada en la dinámica clínica si podemos reproducir y
transferir los patrones de resonancia del sistema normal a los sistemas que se han salido del campo de resonancia
biológico. Esto es armonizar o restaurar la interferencia constructiva en sistemas que han generado patrones
disarmónicos o de interferencia destructiva. Estos patrones alteran las redes de comunicación y correspondencia que
les permite funcionar como organismos o totalidades sinérgicas e indivisibles. Como si fueran gérmenes o patrones
de resonancia complejos y tridimensionales, las somatotopías parecieran ser resonadores biológicos que permitirían
recrear la conectividad armónica de la totalidad. Pero estos patrones están dotados de la misma polifacética
adaptabilidad de los sistemas abiertos como la vida. Por tal razón, sobre circuitos relativamente fijos que dan
información permanente del estado estructural del sistema y que actúan a modo de sustrato portador, las
somatotopías son portadoras de patrones mucho más móviles de información frecuencial y direccional, cuyas
propiedades serán tratadas a fondo en los capítulos de la sintergética correspondientes a biocircuitos y
biocibernética. Los resonadores de arquetipos mórficos – sistemas RAM tratados en otros artículos ya publicados- los
sistemas Phi 3 para captar y programar patrones complejos de información biológica, son nuevas tecnologías que
responden a una nueva concepción del organismo como expresión de patrones de organización fractal, cuyos
resultados clínicos nos permiten un nuevo modelo de integración de las somatotopías en una sola red sistémica
integrada. – continuará JCP
Como si desde nuestro propio paisaje interior miráramos el paisaje, el mismo paisaje representa para cada
observador una experiencia distinta, personal y única. Como si cada vez fuera un cerebro distinto el que
leyera, cuando releemos el mismo capítulo encontramos nuevos significados. Sin embargo ese mundo
nuevo desaparece cuando no tomamos consciencia; entonces, desde la prisión de la rutina, el mundo de
ayer se convierte en el mismo mundo de hoy, y todos los días tendrán el colorido gris del insoportable
automatismo. Nos perdemos así el mundo, el paisaje, la vida o aquello que en cada instante está naciendo,
muriendo, siendo en nosotros.
En la última década hemos aprendido más sobre el cerebro que en todo el resto de la historia de la
neurología, pero seguimos tan ignorantes de los procesos de la mente y la consciencia , que talvez
aprenderíamos más de los antiguos textos de budismo que en el cientifismo autosuficiente y dogmático que
pretende reducir la mente y la consciencia- esos preciosos instrumentos de la evolución- a meros procesos
emergentes del campo neuronal. Hemos confundido la mente con un estado de alerta, y el capítulo sagrado
de la consciencia lo hemos reducido a la consciencia de si. Pero obviamente hay niveles de mente y de
consciencia, y la misma biología es uno de esos niveles que comenzaron a desplegarse con el desarrollo
del reino mineral, donde ya observamos el estado primitivo de la consciencia desplegarse en lo que
llamamos leyes de la naturaleza. Las leyes naturales son una manifestación de la mente: la corriente de la
evolución es un movimiento de la consciencia. Tomar consciencia de si o de la consciencia es sin duda un
nivel superior de la consciencia, pero no es La Consciencia. La corriente dominante de la ciencia pretende
ahora que la mente es biológica, y muy pronto llegaremos a decir que Dios es también un engendro
emergente de nuestro pequeño universo neuronal. Pero ese universo neuronal es la emergencia de un
universo no local, el mismo universo cuántico donde cada punto del vacío contiene todo el potencial del
Creador. Ese universo es mental, como el universo emergente del mineral o lo biológico, como el universo
del pensamiento y el de las ideas. Como el mundo de los arquetipos. Ya la antigua distinción entre material
y mental, entre cerebro mente y consciencia, dejó de tener sentido. ¿ es material o mental la información
contenida en este artículo? Qué más da? …
Es información, mental- material, material- mental…. en todo caso es expresión de distintos niveles de la
misma consciencia, precipitada en forma de ideas, de pensamientos, de imágenes, de lenguaje, de letras,
de tinta, de papel…hasta el dinero invertido en conseguir la revista y el movimiento de los electrones en la
retina y el tracto óptico son manifestaciones de diferentes niveles de La Consciencia. Esta es el campo
unificado en el que los dualismos aparentes nos revelan su armónica complementariedad.
127
Ahora sabemos, gracias a las técnicas de obtención de imágenes en el cerebro – TEP o tomografía de
emisión de positrones Y RMf o resonancia magnética funcional) cómo la mente despliega una película en el
cerebro, revelándonos el modo en que los diferentes estados mentales hacen intervenir distintas regiones
del cerebro de una persona normal.
Las más recientes investigaciones apuntan en el sentido de un cerebro que lee cada nueva imagen
incorporándola en el paisaje de todas las imágenes anteriores. Cada imagen enriquece el contexto interior y,
sobre ese lienzo renovado cada día, pareciera que construyéramos interiormente el paisaje de la vida.
Cuando se vive conscientemente, cada experiencia es nueva, toda ocasión es única, la vida tiene los
vívidos colores de un paisaje interior, el calor de lo que siempre ocurre en nuestra más profunda intimidad,
el sabor de una sabiduría existencialmente vivida.
Podemos mirar una flor sin verla, podemos oír el canto del pájaro sin escucharlo, podemos existir, sin vivir la
vida. Hasta podemos hacer el amor sin amarnos, y comprarnos la ilusión de ser felices en universos ajenos.
Pero todo esto no es más que una caricatura de ese sagrado ritual de la vida, que instante a instante nos
lanza a la corriente de Una Unica Vida.
Miramos a los ojos de nuestra pareja y, si tomamos consciencia, la magia de la primera vez está otra vez en
nosotros.
Miramos el pasado y, si tomamos consciencia, a la luz del presente podemos cambiar su significado.
Triunfamos o fracasamos y, si tomamos consciencia, aprendemos.
Cuando tomamos consciencia estamos tan al interior de nosotros y del universo, que no hay adentro ni
afuera, ni universo ni nosotros, sólo ese sagrado ritual de aprender que nos conecta a la Gran Cadena del
Ser.
Jorge Carvajal P
1- La salud es un proceso cultural, relacional, participativo, no sólo relacionado con la herencia y el medio
ambiente, sino con nuestro estilo de vida, actitudes y creencias.
2- Sin la participación consciente y activa que permita a cada quien responsabilizarse de su propia salud
sólo podremos quedar en el nivel de supervivir combatiendo la muerte y la enfermedad pero no podremos
desarrollar el proceso de promover salud.
4- No existen sistemas médicos mejores o peores. Dadas las circunstancias adecuadas todos son
necesarios y pueden ser complementarios.
128
5- Toda práctica de salud atañe la promoción de diferentes estados de conciencia en el campo de la energía
concebida en sus niveles físico, emocional, mental y espiritual.
6- La vigencia de nuestros sistemas médicos no es sólo científica; para que cumpla su función debe ser
también económica y social. Un elevado nivel tecnológico no implica siempre una mejoría en nuestros
niveles de salud.
7- Alrededor de un 70% de las enfermedades crónicas en el mundo de hoy tienen una estrecha relación con
estilos de vida inadecuados, generalmente debidos a la ignorancia de nuestras necesidades y
potencialidades como seres humanos. La ignorancia de lo que somos, expresadas como creencia y
prácticas nocivas para la salud están en la raíz de muchos problemas de salud. Por lo tanto, una
transformación de nuestra visión del mundo, es decir de la manera como el hombre se mira a sí mismo en el
universo, puede ser un poderoso agente promotor de la salud.
8- Además de causas las enfermedades tienen propósitos; más que catástrofes pueden ser vislumbradas
como oportunidades para aprender, para crecer, para ser.
9- La vida no pertenece al hombre, no se restringe como creíamos a la vida orgánica, es una gran cadena
de singularidades interdependientes. Es tan absurdo hoy tratar un órgano al margen de la integridad de todo
el organismo humano, como pretender tratar al individuo del margen de sus sistemas de creencias y su
contexto sociocultural.
10- La salud es un asunto demasiado importante para dejarla sólo en manos de los expertos. Es un bien
social que nos atañe a todos y del que todos responsables. Lo más importante del universo es nuestra
participación en él.
11- Mente y cuerpo no son dos instancias separadas, están en cada célula, se interrelacionan
sincrónicamente para determinar en cada instante lo que somos. Ni medicina de la mente, ni medicina del
cuerpo, ni siquiera medicna mente-cuerpo, humanizar la medicina es rescatar en nosotros la indisoluble
integridad de todas las facetas de la conciencia para promover la integridad. En esta dimensión salud es
sinónimo de integridad y la enfermedad revela aquellos sectores de nuestra economía en los que no se ha
alcanzado o se ha perdido integridad.
12- Sanar es diferente de curar. Se puede curar el cuerpo, pero sanar siempre se refiere a la vida como
totalidad. Se puede sanar la vida aunque no desaparezcan los síntomas. Sanar se refiere a despertar la
responsabilidad sobre la propia vida.
13- La medicina de la conciencia, una medicina de la integridad no local e indivisible, supone una conciencia
plena de la mutua responsabilidad. En la gran cadena de la vida en algún nivel todas las cosas se conectan
e interactúan con todas las otras. Supone un salto de la ética regida por la ley del talión- ojo por ojo y diente
por diente- y la ética pasiva del no hacer a otro lo que no quieres para tí- a la ética kantiana para una nueva
humanidad en armonía con la gran cadena de la creación: Actúa como si tu acción pudiera convertirse en
ley de la naturaleza.
14- La salud es un proceso social, pero un agente de salud no es aquel que resuelve los problemas globales
de la sociedad. Es quien conoce que esos problemas como la guerra y la injusticia nacen en el corazón del
hombre. Es quien sabe que actitudes como la honestidad, la paz, y la comprensión amorosa son también
herramientas terapéuticas. Los trabajadores de la salud son agentes de transformación no tanto por sus
aptitudes como por sus actitudes que dignifican la condición humana.
16- Las nuevas escuelas de salud integrarán y pondrán al alcance de TODA la humanidad lo mejor de todos
los sistemas médicos, no sólo en el plano de las tecnologías pero sobre todo en el de esas sabidurías
ancestrales que proponen un arte de vivir hacia el desarrollo armónico de la humanidad en equilibrio con la
naturaleza de la que no sólo hace parte sino que es también responsable.
129
17- Promover la salud implica favorecer el desarrollo equilibrado de lo mejor del potencial humano para que
este pueda revelarse en el servicio a la humanidad y la conciencia de la tierra. Es permitir al músico su
música y al científico su ciencia. Es reconocer tanto valor en la actitud del místico como la del político y
saber que cada quien es una nota esencial al concierto de la humanidad. Un agente de salud no cambia a
nadie pero aporta los elementos para que enriqueciendo su actitud la gente de lo mejor de si
18- Los modelos de salud actuales se cimentan en la dependencia, e implícitamente conspiran contra la
participación. Los nuevos modelos no podrán ser paternalistas, no dependerán solamente del estado, y
devolverán a la persona humana la parte que le corresponde en la gestión de su salud.
19- La quiebra económica de los sistemas de salud no compromete solamente la economía. Representa
también una quiebra de nuestra visión del mundo, del hombre y su interacción con el planeta. Acceder a una
cultura que restaure la visión del hombre, reencuadre el papel del sujeto en el mundo de las objetividades,
libere de los fundamentalismos impositivos y permita que los servicios de salud no sean otras mercancías
de la sociedad de consumo, es uno de los sueños de una nueva ecología humana propuesta desde una
cultura de la consciencia.
20- La apertura de la medicina a los grandes grupos humanos, una medicina del sentir en la autogestión, la
de los círculos terapéuticos y los grupos de autoayuda, la de la conciencia colectiva, nos permitirá fortalecer
el soporte relacional como uno de los pilares de la salud en la nueva cultura, que será también una nueva
cultura de relaciones humanas basadas en la comprensión amorosa.
Transcripción magnetofónica de la conferencia realizada por el doctor Jorge Carvajal el 4 de abril de 2002
en el Auditorio de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia. Fue presentada esta charla en el
Foro de la Cátedra abierta, dedicada al análisis de la Reforma de los sistemas de salud en el mundo.
Desde el punto de vista de los sistemas médicos, primero tendríamos que hacer un punto de referencia
diciendo que nos tenemos que poner de acuerdo en los términos medicina, salud, enfermedad, sistema
médico, sistema de salud, porque frecuentemente cuando nos referimos a estas cosas estamos hablando
de tópicos totalmente diferentes.
Casi siempre nosotros pensamos que un sistema médico es el sistema de los médicos y por eso nuestros
sistemas médicos son sistemas medicalizados, centralizados más o menos reducidos a la academia pero
totalmente descontextualizados de la cultura, es decir son sistemas sin vigencia social.
Yo querría empezar esta pequeña exposición diciendo que un sistema médico es básicamente un sistema
de creencias, la ciencia también es una manera de ver el mundo, es un modelo para comprender el mundo,
pero no es el mundo, es una estrategia de lectura de la naturaleza pero no es la naturaleza. Un sistema
médico es una estrategia de supervivencia de una cultura y como tal no lo podemos reducir al sistema de la
medicina occidental. Hay muchos sistemas médicos tan efectivos como el sistema occidental, que parten de
una visión totalmente diferente del mundo no opuesta sino complementaria diferente, de tal manera que en
el sistema médico está involucrada nuestra visión del mundo, cómo vemos el mundo. Y vemos el mundo
como somos, nosotros vemos el mundo como nosotros somos.
Lo podemos ver desde la perspectiva de la ciencia, pero alguien lo puede ver desde la perspectiva del arte,
muchos médicos son más artistas que científicos, muchos médicos son más científicos que artistas,
generalmente todos los médicos queramos o no somos artistas y científicos al mismo tiempo y otros un
poquito filósofos, de tal manera que estamos viendo que si en la medicina no involucramos una visión del
mundo con su filosofía, con el arte, con la academia, con la visión científica, pues realmente estamos
haciendo una medicina disociada, una medicina esquizofrénica.
130
Toda esta aventura de lo que yo llamo medicinas complementarias, yo no creo que existan medicinas
complementarias, y un paréntesis mayor y hago una afirmación, las medicinas alternativas son un cuento
chino, no existen y hago una afirmación mayor, existe una medicina con cuerpo y alma dirigida al cuerpo, la
energía, las emociones, el pensamiento, a nuestra realidad biopsicosocial y esa medicina es una medicina
integrativa, para que una medicina sea medicina debe integrar porque el hombre no se puede disociar.
Lo que llamamos las medicinas alternativas son simplemente un esfuerzo de integrar otras visiones del
mundo, al paradigma dominante en occidente que es el de la medicina occidental y ese esfuerzo integrativo
nos da lo que en este momento llamamos medicinas integrativas.
¿Quiénes hacen medicinas alternativas en el mundo? Los médicos, los médicos clásicos. El 50% de los
médicos americanos utilizan medicinas alternativas. ¿Por qué se da este tipo de matrimonio extraño entre la
razón y algunas cosas aparentemente sutiles o sin razón por lo menos poco conocidas desde el punto de
vista académico?
Porque están integradas en la cultura, porque están integradas en la visión del mundo de nuestra gente.
Entonces partamos de un primer principio: las medicinas alternativas son ejercidas en el mundo de hoy por
médicos clásicos, entonces no son alternativas. De un segundo principio: las medicinas alternativas no son
marginales. ¿Porque no son marginales? Si revisamos las estadísticas más recientes en el mundo nos
damos cuenta de algunas cosas. En una reciente encuesta en los EE.UU. dirigida por los Institutos
Nacionales de Salud, se encuentra algo que es muy especial. La mayoría de los usuarios de las medicinas
complementarias o alternativas están en el grupo de población de los veinticinco a cuarenta años, el grupo
económicamente activo y de mayor nivel educacional, de tal manera que no es un fenómeno marginal, son
las personas más vigentes académica y económicamente en un sistema, los usuarios de las medicinas
complementarias, porque de pronto creemos que esta es una casita por allá de locos o una casita marginal
fuera de la academia, no es cierto.
Cuando miramos el caso de una las medicinas alternativas cojamos la acupuntura por ejemplo, en este
momento hay más de 12.000 acupuntores certificados en los EE.UU., es decir con derecho a ejercer
legalmente y de esos acupuntores la mayoría son médicos. Pero si nos remontáramos en la historia nos
encontraríamos con cosas como estas, en el año 1900 en EE.UU. existían veintidós hospitales
homeopáticos y más del 15% de los médicos americanos practicaban la homeopatía. Si nos avanzamos en
el tiempo y miramos en este momento qué es la homeopatía en los EE.UU. nos encontramos que los
medicamentos homeopáticos están aceptados y reglamentados por la FDA que regula su producción y su
fabricación. Si vamos un poquito a Europa y nos vamos a países que no están en la edad media como
Francia y Alemania, y vamos por una calle de Francia o de Alemania nos encontramos que la mitad de las
farmacias en Francia o en Alemania son homeopáticas. ¿Por qué? ¿Porque están loquitos? No, ese es un
sistema vigente legalmente, independiente lo comprendamos o no a la luz de nuestra ciencia y de nuestro
paradigma.
Aquello que no comprendemos no lo podemos catalogar como de irreal, el mundo de la realidad trasciende
con mucho del mundo de nuestra comprensión. Si regresáramos aún más en el tiempo pongamos el año
1849 y vámonos a Ohio una epidemia de cólera una buena parte de la población fue tratada por medio de
técnicas y de procedimientos homeopáticos. Cuando posteriormente se hacen las estadísticas y los estudios
de la mortalidad a raíz de esa epidemia de cólera nos encontramos algo sorprendente, aquellos que fueron
tratados homeopáticamente tuvieron un 3% de mortalidad, la mortalidad con el abordaje clásico osciló entre
el 40 y el 70%.
Es una visión de mundos, sí pero frecuentemente es también la diferencia entre la vida y la muerte. Cuando
yo estuve en Viena estudiando acupuntura me sorprendían unas agujas inmensas largas que de sólo verlas
asustaban, empecé a encontrar cómo los síndromes de malabsorción eran tratados con una aguja
subdérmica que iba a lo largo del reborde externo de la tibia entre los puntos que llaman el 36 y el 37 de
estómago, le pregunto al doctor Johaness Bishko que era le director del departamento de acupuntura, sobre
el origen de la técnica y me dice: esto fue lo que durante siglos utilizaron los acupuntores chinos con
excelentes resultados en las epidemias de cólera.
Cuando yo estaba haciendo (porque de lo que se trata es de la vigencia) la medicatura rural en el Chocó,
obviamente allá no tenia medicamentos, no tenía exámenes de laboratorio, no tenía a nada más que recurrir
que a la relación médico-paciente y algunas cosas alternativas, empecé a utilizar esa técnica de 36 a 37 de
estómago sumados con otros puntos, en los síndromes de malabsorción y para mi gran sorpresa con
excelente respuesta.
131
Miramos entonces que hay cosas que tienen vigencia, y la vigencia trasciende nuestra concepción de las
estadísticas, una cosa es vigente socialmente porque es socialmente usada, y es socialmente usada porque
tiene un significado y lo significativo también opera como un medicamento. Yo no me tomo solamente el
medicamento en la relación médico-paciente, yo me estoy introduciendo en el mundo de lo significativo,ese
el mundo de los significados, que también repercute sobre nuestra vida. Lo que para nosotros significa la
enfermedad, el dolor, la muerte, está determinando también el pronóstico de nuestras enfermedades.
Y empezamos a reconocer algo que yo llamo el mínimo común denominador ¿Cuál es el más grande de los
indicadores de salud? ¿El más grande predictor de morbimortalidad en todos los estudios? Es la imagen
que nosotros tenemos de nosotros, es lo que creemos de nosotros, es lo que pensamos de nuestra
enfermedad. Ese pensamiento está involucrado en nuestros patrones de personalidad, en nuestras
moléculas, en nuestros neuropéptidos, en nuestros neurotransmisores y están modificando nuestra
fisiología.
Hay un grupo de estudios que a mí me llaman la atención, fueron realizados por la universidad de Harvard
hace más de cuarenta años por estudiantes de medicina. Son estudios prospectivos en los cuales se
investiga el perfil psicológico de los estudiantes y se decide definir el modelo de afrontamiento que ellos
tienen de la vida, es un modelo de afrontamiento positivo optimista o negativista y pesimista. Eso se reduce
o resume en preguntas como: ¿Cómo es su salud, es buena, es regular o es mala?, ¿Usted qué piensa de
sí mismo, es usted feliz o infeliz?, ¿Usted qué opina de su futuro? ¿Es un futuro brillante promisorio o es un
futuro oscuro? Pues bien cuando se clasifican los estudiantes en dos tipos, los de afrontamiento maduro y
los de afrontamiento inmaduro, los de afrontamiento inmaduro sienten que no tienen un contexto relacional
adecuado y que el mundo les genera impotencia y los estudiamos cuarenta años después a ver qué ha
pasado con ellos y nos encontramos algo que es realmente sorprendente y eso que los estudiantes con
afrontamiento inmaduro tuvieron una tasa de morbimortalidad por todas las causas tres a cuatro veces
superiores a los estudiantes que tenían afrontamiento maduro. Pero vámonos a una unidad de cuidados
intensivos y tratemos de determinar cuáles son los pacientes que se mejoran o salen satisfactoriamente de
una cirugía de by-pass, de una complicación coronaria; hacemos todos los estudios, las estadísticas y
además de eso le hacemos un pregunta a la gente, una pregunta aparentemente desconectada de todo
esto, ¿Usted se siente querido por su mujer?, pues bien el que se sienta querido por su mujer tiene tres
veces menos posibilidad de complicaciones independientemente de todos los otros detalles.
Otra pregunta fundamental: ¿Está feliz con lo que hace?, ¿Está feliz con su trabajo? Porque si usted está
infeliz con su trabajo tiene un riesgo de infarto mucho más alto. Si queremos averiguar quiénes se van a
morir por ejemplo entre la sexta y la séptima podemos hacer un pool de exámenes de laboratorio, todas las
investigaciones, un chequeo ejecutivo completo o hacer una simple pregunta ¿Y usted qué piensa de sí
mismo? ¿Está contento con lo que es y con lo que hace? Esa pregunta tiene un valor de predicción sobre la
mortalidad de la próxima década mucho más grande que todos los exámenes de laboratorio de tal manera
que estamos llegando a un mínimo común denominador: la conciencia.
Qué sentimos y pensamos de nosotros mismos, porque ese pensar-sentir que determina la consciencia de
sI, está determinando la calidad de nuestras vidas y en consecuencia nuestro nivel de salud.
¿ Y por qué la gente consulta los médicos alternativos? ¿Por qué en un mundo donde la diosa razón se ha
impuesto hay tanto “irracional suelto consultando loquitos y médicos alternativos” y tanta gente que pone
imanes y gente que pone agujas y gente que ora y hace sanación espiritual y habla de la conciencia y de
sanaciones a distancias y tienen grupos de sanación y hacen cromoterapia y cosas no científicamente
constatadas? ¿Qué es lo que está ocurriendo?
132
Recurramos de nuevo a las estadísticas, en las que podemos esbozar algunas de las respuestas . Yo era
uno de los que pensaba que la gente iba a consultar a los llamados médicos alternativos (que ya sabemos,
médicos alternativos no hay, todos somos médicos) era porque estaban descontentos con la otra medicina.
Pero esto es apenas una creencia que no se corresponde con la realidad. La gente no va a consulta médica
alternativa porque está descontenta con los otros médicos, los grandes estudios que se han hecho hasta el
momento nos demuestran una cosa. Ellos van porque en la medicina alternativa se encuentran algo que
resuena con su sistema de creencias y con su visión del mundo. Ellos ven una vida con sentido, una vida
holística algo que va mucho más allá del cuerpo, para el paciente no es necesario solamente tratarle la
enfermedad sino ayudarle a revelar el sentido, el propósito de la enfermedad. Nosotros los médicos somos
especialistas en hacer historias clínicas, pero la historia clínica no son eventos muertos, son eventos
significativos; lo más importante de una historia no es lo que pasó sino cómo le pasó, lo más importante no
es lo que viví sino cómo lo viví. Un parto es diferente de otro parto, la muerte de la madre puede ser un
hecho del que aprendemos, pero puede ser un hecho que nos sumerge en el mundo del sinsentido, de la
depresión y nos puede dar una depresión inmune o una artritis reumatoidea después de un evento de ese
tipo.
La historia tiene un significado y lo importante no es la historia muerta, sino la historia viva, lo que para ti
significó ese evento. Pero las cosas no solo tienen historia y significado en el pasado, sino que tienen un
propósito; tenemos una dirección y un sentido, también la enfermedad como la vida está llena de propósitos,
la enfermedad no es una catástrofe, es también un maestro, un despertador, la enfermedad es un agente de
la evolución. No es tan importante de qué me enfermo, sino para qué me enfermo, por qué me enfermo y
para qué me enfermo, la enfermedad frecuentemente es un señalador de lo que estamos haciendo con
nuestra vida y en ese sentido la enfermedad es un agente de la evolución y del cambio, eso es bien
importante en la perspectiva de la medicina complementaria, porque no es cierto que la medicina
complementaria haga cosas distintas de la otra medicina.
Las vivencias subjetivas de un sujeto, que no podemos reducir a un objeto tan objetivo como hemos
pretendido, son la sustancia misma de esta medicina, una materia intangible que no podemos medir, que no
que podemos pesar, y por tanto no podemos traducir fácilmente en términos del método científico, pero que
realmente gravita sobre la calidad de nuestra vida y el nivel de nuestra salud. Y esa sustancia intangible es
la calidad de la relación humana.
Cómo nos relacionamos en la perspectiva humana, mi pregunta fundamental es ésta: ¿Lo que nosotros
hacemos es medicina o es paleontología médica? Porque a veces ni siquiera alcanzamos a la paleontología
médica, cuando yo creo que tú eres un saco de moléculas, te estoy tratando como si existieras hace miles
de millones de años cuando las moléculas acabaron de perfeccionarse. Cuando yo te trato solamente desde
químicos, neurotransmisores y neuropéptidos, pues no estoy tratando al Homo sapiens, ni siquiera al
hombre de Neardental, ni siquiera al ratón, sino al paramecio porque es que el paramecio había completado
ya los 70 u 80 neuropéptidos que están funcionando en nuestro cerebro. Cuando yo creo que el hombre es
lo que está debajo de la piel y no entiendo su lenguaje, su cultura, sus sueños, sus esperanzas, si yo no sé
qué hay también en un cuerpo y en ese cuerpo, está su creatividad, está el sentido de vivir, entonces
realmente no me estoy refiriendo a su humanidad.
Una medicina humana es la medicina del hombre y el hombre no es lo que está debajo de la piel y de las
moléculas. Nos decía Monod en su libro sobre El Azar y la Necesidad, que la cuestión del sentido debe
excluirse de la ciencia, la piedra de toque de la ciencia es que la ciencia es ciega, las leyes de la naturaleza
son ciegas y obviamente si son ciegas y operan independientemente del sujeto, nosotros no podemos incluir
en la ciencia el problema del sentido. Pero yo me digo a cuál ciencia nos estamos refiriendo porque es que
cuando hablamos del hombre no podemos hablar de leyes de la naturaleza que operan de una manera
ciega. Eso lo puedo decir yo desde el laboratorio, desde la probeta, pero un médico que haya estado en un
servicio de cuidados intensivos o un servicio de urgencias sabe que la fe, sabe que la esperanza, sabe que
el contexto relacional, que la solidaridad, que todas esas cosas están inmiscuidas en la evolución y el
pronóstico de las enfermedades de la gente. Sabe también que su sistema de creencias desempeña un rol
fundamental en el pronóstico y evolución de sus enfermedades.
De pronto nos encontramos en este momento en la literatura médica denominaciones tan raras como la de
Epidemiología de la Religión acuñada para una de las cátedras de Harvard por Joseph Levine: universidad -
un epidemiólogo americano que trabaja con los Institutos Nacionales de la Salud ¿Por qué se acuña ese
término?, Porque el pronóstico y la evolución de los enfermos crónicos depende de lo que piensan de Dios.
Dios está metido ahí en las moléculas aunque nosotros no queramos contar con él.
133
El radiólogo británico, John Lorber haciendo estudios poblacionales de resonancia nuclear magnética
cerebral se encuentra un hombre sin cerebro, tenía una corteza cerebral de unos cuantos milímetros de
espesor, producida por una hidrocefalia congénita, él ante ese hallazgo dice, ¿y este hombre cómo vino a la
consulta, quién lo recibió, quién le hizo el examen radiológico? En fin, lo manda a citar y para su gran
sorpresa se encuentra a un profesional joven, brillante, con un cociente intelectual de 120 . Uno empieza a
pensar dónde esta el cerebro. Pero si nos remontamos unos miles de años en la evolución encontramos
que el homo de Neardental tenía el cerebro mucho más grande que el nuestro; el problema no es
cuantitativo, el problema es cualitativo, el problema no es el número de neuronas sino cómo se relacionan
entre ellas, el problema no eres tú y tu hígado y tu enfermedad sino la calidad y la cantidad de relaciones
que establecen con tu entorno, la imagen de tu padre está metida ahí en tus neurotransmisores, en tu
cerebro, en la resistencia eléctrica de la piel, en tu fisiología; seguramente en esa úlcera o en esa
hiperemesis o en ese cáncer hay también sentimientos como el odio o la tristeza o la amargura. Cuando tú
estás triste no es cierto que estés triste con el sistema límbico, estas triste con el sistema inmune, estas
triste con el riñón: cuando tú estás estresado porque vas a presentar un examen de medicina pues se te
baja la inmunoglobulina A secretoria y seguramente te van a dar los virus que están de moda y uno ve todos
estos pobres estudiantes, yo me acuerdo con virosis y problemas inmunes alrededor del tiempo de
presentación de exámenes.
Cuando a un grupo de estudiantes de la Universidad de Harvard se les presenta una película de la madre
Teresa encontramos dos tipos de respuesta: unos salen conmovidos por ese mensaje de amor puesto en
práctica en servicio y otros salen no conmovidos sino casi enojados desde el intelecto, eso para ellos son
majaderías; pero si hacemos un examen de inmunoglobulina A secretoria y ahí no podemos pedirles la
opinión a los estudiantes según su programación, sino que vamos a pedirle la opinión al programa de la vida
inscrito en las moléculas, encontramos que tanto en todos aquellos que creen que es una película hermosa
como aquellos que creen que son majaderías, el nivel de inmunoglobulina A secretoras en saliva se
aumenta, en todos se aumenta, y es una película que hace relación al amor.
Nos preguntamos entonces ¿qué tiene que ver el amor con la medicina?.
Nosotros hablamos de los servicios de salud, hablamos de una ética médica en la que nos referimos a la
beneficencia, ¿qué relación hay entre la beneficencia, el servicio, el amor y la compasión? ¿Es la
compasión una forma de medicina? me empiezo yo a preguntar. Ya existen suficientes estudios científico
para vislumbrar la respuesta. El Heart Math, es un Instituto de las Matemáticas del Corazón. Cuando se le
hace electrocardiogramas a la gente y esos electrocardiogramas se analizan a través de un programa
especial de tal manera que se superponen en el tiempo podemos hablar de una variable general respecto al
electrocardiograma que se llama la tasa de variabilidad de la frecuencia cardiaca. Cuando una persona tiene
paz interior, cuando experimenta un estado de amor o de genuina compasión, la variabilidad de la
frecuencia cardiaca o esa tasa de variabilidad de la frecuencia cardiaca tienden a cero, en la medida que se
desordena, la variabilidad de la frecuencia cardiaca aumenta. Pero además en este instituto se hacen una
serie de pruebas con personas que son capaces de experimentar un amor impersonal, que no se mide
metafísicamente sino que se mide por la tasa de variabilidad de su frecuencia cardiaca, y nos encontramos
cosas sorprendentes y es que una persona en ese estado, es capaz de producir en un tubo de ensayo una
despolimerización del ADN y eso lo podemos medir por espectrofotometría, y yo me debato, Dios mío, si se
puede producir en un tubo de ensayo a voluntad, ¿qué puede ocurrir en vivo? Esa es mi pregunta. Pero
bueno, yo estoy aquí, soy médico, estoy viendo mi paciente, y pienso que estoy detrás del escritorio: no es
cierto, jamás estoy detrás escritorio frente a un paciente, estoy en el paciente y con el paciente no desde un
punto de vista de metafísico o filosófico sino aún desde el punto de vista de la física convencional. Si
hacemos mido un magneto-encefalograma lo podemos registrar, lejos del cuerpo claro, pero si practicamos
un magneto-cardiograma lo podemos registrar, con aparato suficientemente sensibles, a más de tres metros
de distancia del cuerpo, asumamos que la energía eléctrica del corazón no sólo es electricidad sino que es,
una onda que contiene mi información, aquello que yo soy, mis intenciones y mis sentimientos y asumamos
que estoy frente a ti y aunque no te diga ni una sola palabra y aunque simplemente te escuche y esté en
silencio, aunque no te mande un solo medicamento, tú vuelvas a la consulta y de pronto me dices: doctor,
es que usted me produce un sentimiento de paz, es que de esa enfermedad yo me siento mucho mejor.
134
Yo recuerdo a un paciente y amigo que vivía en Ungía, zona del macizo del Darién en el Urabá Chocoano.
Le llamaban El Gallo y era famoso por su aforismo “lo que no cura el aguardiente es cáncer”. – en efecto su
aforismo se cumplió, quince años más tarde de la anécdota que les voy a relatar, cuando murió a causa de
un cáncer hepático”- Estaba recién llegado para hacer la medicatura rural - a la que agregué cuatro felices
años más -. A esa región aún como hoy marginada, y en ese entonces, refugio de colonos y aventureros
porque aún era muy selvática. Le envié una formula con un antiinflamatorio para un lumbago y quince dás
después me lo encontré montado en sui caballo por una de esas trochas de la región y le pregunté ¿cómo
vas, qué hay de ese lumbago? Y me dice, del lumbago nada, estupendo, una maravilla y ¿cómo vas con el
medicamento? Cuál medicamento, médico, me dice, yo tengo la fórmula aquí en el bolsillo y yo me la sobo
todos los días. Yo creí que me estaba tomando el pelo, pero como ellos allá no tenían acceso a los
medicamentos, el gallo se había tomado lo de la fórmula como una especie de oración o amuleto. Muchas
veces no es ni siquiera la fórmula porque la fórmula eres tú, la fórmula es tu solidaridad, son tus intenciones,
es tu compasión: nosotros frecuentemente somos médicos del codo para abajo y la diferencia que hay entre
un cirujano que trabaja del codo para abajo y un cirujano que trabaja desde el corazón puede ser la
diferencia entre la vida y la muerte de un paciente.
Cuando Herbert Benson en su libro Curados por la Fe, hace relación a este tipo de estudios sobre los
resultados de las cirugías de by-pass, se encuentra algo sorprendente. Dos excelentes cirujanos de la
misma escuela frente al mismo tipo de pacientes tienen resultados totalmente diferentes. Digamos que
habida cuenta del efecto placebo y de otras cosas los pacientes a veces se alivian a pesar de nosotros.
podríamos tener buenos resultados en una cirugía de by pass, es decir en una cirugía exenta totalmente de
complicaciones en un 50% de los pacientes. Pero si alguien habla con su paciente si le explica qué le va a
hacer, si lo acompaña, si el paciente tiene un soporte en su médico, si cree en su médico, los resultados se
elevan de un 45-50% a un 85%. Pero en cirugía de by-pass esa diferencia puede representar la distancia
entre la vida y la muerte- hay que advertir que éstas on estadísticas de la misma medicina convencional.
Empezamos a entrar entonces en la dimensión del soporte relacional en el que la salud no es lo contrario de
la enfermedad: la enfermedad también es un agente de salud. El objetivo de la medicina no es luchar a
muerte contra la enfermedad y la muerte, nuestros sistemas de salud son sistemas de enfermedad porque
tratan enfermos, pero no promueven ni previenen la salud. A los médicos se les paga para que hagan
medicina terminal asistencial, pero no se les paga por hablar, por mover, por promover la salud, por
enseñar; la principal estrategia terapéutica es la pedagogía: , toda pedagogía debe ser terapéutica, toda
terapéutica debe ser pedagógica. Doctor viene de doctus y docere, \el que enseña. El que enseña aprende
la mejor manera de aprender, que es aprender del dolor y la enfermedad en el contexto subjetivo de cada
paciente.Para eso es necesario quitarse las máscaras de la autosuficiencia, bajarnos del pedestal,
escuchar, recurrir a la sabiduría del paciente. Regresar a la humildad del servidor, el genuino agente de
salud.
toda nuestra medicina occidental está en quiebra, pero no solamente la nuestra, sino también todos los
sistemas de salud, por la corrupción, y está corrompido todo el sistema porque estamos tratando a un
hombre que ya dejó de existir, estamos tratando con un hombre fósil. No estamos tratando su psicología.
Sus emociones, dividimos la medicina, neurología es distinto de psicología y es psicología distinto de
inmunología, pero ahora empezamos a descubrir cosas bien especiales. Ustedes entran a un Journal y dice:
Journal de psiconeuro-inmunología y luego se encuentran a alguien que dice psico-neuro-inmuno-
endocrinología y otro que se le ocurre decir psico-neuro-inmuno-endocrino-socio-eco y ponga todo lo que
sean todas las logías, si ese hombre se llama Juan y Juan tiene un cerebro y tiene sistema inmune y tiene
emociones y tiene pensamientos y tiene sueños y tiene familia y a veces a Juan lo que le interesa es que le
pregunten por su señora o por su hijo.
La esposa de un hombre que fue sometido a un trasplante de corazón, le consulta al médico y le dice: yo no
me soporto este hombre escuchando música metálica todo el día y él escuchaba música clásica, Mozart,
Beethoven y está escuchando música metálica. Había recibido el corazón de un rockero. Pero es bien
especial hay datos simpáticos, estos son estudios realizados, se me escapa el nombre del autor en este
momento, pero el libro se llama El Código del Corazón, es un libro bellísimo que yo mismo recomiendo
escrito por un médico epidemiólogo, el mismo sufrió cáncer y se ha dedicado al estudio a la investigación
epidemiológica del trasplante del corazón. Describe otro caso que a mí me parece muy especial y es que
ustedes tienen una paciente, y el esposo de esta paciente está muy feliz porque su esposa ha cambiado sus
hábitos sexuales, esta era una esposa muy frígida, muy fría, muy difícil de abordar y en este momento dice
el esposo, yo estoy en la luna de miel, estoy en la gloria, ella había recibido el corazón de una prostituta.
135
Esto parece ser de reírse, pero miren las implicaciones. Yo no estoy hablando de que sea universal es un
15% de los pacientes, pero miren lo que ocurre. Ustedes conocen el caso del trasplante, corazón pulmón en
que el paciente receptor y dador quedan vivos porque el que da su corazón recibe a su vez el corazón y el
pulmón de otro donante, de tal manera que él puede dar su corazón que está bueno a otro paciente. Esto
ocurre en casos de fibrosis pulmonar o en enfermedades en las que el corazón todavía esta bien pero el
pulmón está deteriorado, es más fácil trasplantar el corazón y el pulmón que solamente el corazón. Así que
a mí me sacan mi corazón y mi pulmón yo recibo un corazón pulmón de otro, pero como mi corazón está
bueno se lo puedo dar a otro, de tal manera que el donante y el receptor están vivos y es muy especial
porque ha llevado a que las familias se encuentren, tanto del donante como del receptor, yo estoy frente a ti
y yo tengo tu corazón. En una de esas situaciones se descubre que, ellas dicen hablando que cuando el
marido estaba haciendo el amor en el momento del éxtasis la llamaba por el nombre de la otra, pero ellos
obviamente, ellos no se habían presentado, no se conocían. Éticamente eso no se puede hacer sin que
haya una asesoría psicológica.
De todas maneras, qué pasa desde nuestro corazón y vamos a mirarlo en una perspectiva fisiológica
tomáramos el electrocardiograma sin filtros,- en todo el cuerpo se puede tomar el electrocardiograma, en la
cabeza en los pies por todas partes eso lo sabemos todos- Si tomara el electro sin filtros al tomar el EKG
(electrocardiograma) sobre la cabeza o al trata de tomar el EEG me encontraría la imagen del EKG y a
caballo muy pequeñita la imagen del EEG, pero si yo tomara el EKG de una mujer en embarazo tratando de
tomar el EKG del niño lo que me encontraría es el EKG de la madre y a caballo pequeñito el EKG del niño,
eso que quiere decir: que todo en el organismo va a caballo del corazón, nuestro corazón produce campo
magnético más poderoso de nuestro organismo, es 5.000 veces más potente que el campo magnético del
cerebro, de tal manera que el corazón produce una onda que porta todas las otras ondas del organismo aún
las del EEG.
Nos referimos a todo esto para comprender el influjo de la dimensión relacional interpersonal y ahora vamos
a pasar ahora a una perspectiva social:
¿Qué ocurre entonces con la calidad de nuestras relaciones y nuestra salud? Ya hay estudios muy grandes
en la literatura, el primer estudio realizado es en el condado de Alameda en California, es un estudio que se
realiza con más de 10.000 habitantes que demuestra lo siguiente: la calidad de las relaciones, el soporte
relacional es el indicador más importante de la salud, de los riesgos enfermar o de morir por cualquier
causa. Ese estudio es precedido por uno trascendental que es el de Roseto, una pequeña población en
Pennsylvania cuya composición es de inmigrantes italianos, la característica de Roseto es que allá la gente
no se moría de infarto, es decir las estadísticas de infarto en todo el estado de Pennsylvania, allí perdían
extrañamente su tendencia. Los investigadores se formulan hipótesis y se van los epidemiólogos a hacer el
estudio, la hipótesis es que son vegetarianos, que no fuman, que se acuestan temprano y se van y se
encuentran con una población de vida sedentaria, los más fumadores, los más bebedores y los más
sinvergüenzas en términos de la rígida moral convencional. Empiezan a preguntarse bueno cuál...será la
variable que hace que en Roseto la gente no se muera de infarto. Empiezan a estudiar la gente que se va
de Roseto y los que se van de Roseto sí se mueren de infarto, ¿cuál será el factor misterioso? En la década
en que se hizo ese estudio, todavía era una comunidad cerrada de inmigrantes italianos que vivían como las
viejas familias paisas, es decir, que comían el almuerzo juntos, que compartían la mesa, en el mantel
siempre había un poquito más de sopita para el que venía, los abuelos, conversaban aún con los hijos y los
nietos. Existía una comunidad de relaciones cerradas con un gran contexto relacional, un gran soporte
relacional; pero cuando Roseto se industrializó y vinieron las comidas rápidas, el automóvil, el acelere y la
gente no tuvo más tiempo de encontrarse, pues Roseto volvió lamentablemente a las estadísticas del
estado en relación a la mortalidad y morbilidad por enfermedad coronaria.
Cuando vemos entonces los estudios en el Condado de Alameda en California, nos encontramos
exactamente lo mismo. No importa que tú fumes (obviamente sí es importante yo no voy a decir aquí que el
cigarrillo no es un factor de riesgo muy importante para muchas enfermedades), pero más importante que el
cigarrillo, más importante que el licor, más importante que el estilo de vida es el soporte relacional; si tienes
dónde caer, si tienes un médico que te soporte, si tienes a alguien que te escuche más allá de su ciencia, si
tienes a alguien que te comprenda, si tienes una abuela o una mamá o un hijo, es decir si te sientes querido
la enfermedad tiene un pronóstico diferente.
136
Qué vamos a hacer en la ciencia con la conciencia ? s entonces la pregunta. El mínimo común denominador
de toda medicina es la conciencia. Cuando cambiamos el patrón de personalidad podemos cambiar el
patrón de las enfermedades; hay escritos ya muchos casos en la literatura sobre el síndrome de
personalidades múltiples en que una persona es diabética en una personalidad insulino-dependiente y
cambia de personalidad y si usted le pone insulina la mata, en que una persona es alérgica al jugo de
naranja en una personalidad y si cambia de personalidad puede tomar jugo de naranja en cantidades
industriales y no hay reacción alérgica, entonces ¿que relación hay entre las moléculas, la biología, los
neurotransmisores, los neuropéptidos, mis emociones, mi comportamiento, mi patrón de personalidad? qué
relación hay?
Distintos patrones de personalidad tienen riesgos de salud diferentes; yo veo dos fumadores y a uno le hago
una técnica x y deja de fumar y a otro le hago la misma técnica y no deja de fumar, pero si analizamos un
grupo de fumadores frente a la misma técnica nos encontramos que ellos están en distintos estados de
conciencia, es el mismo fumador es la misma técnica, pero el estado de conciencia en que se encuentra
determina su receptividad y su capacidad de respuesta de tal manera que si yo encuentro a alguien
motivado y comprometido por una correcta relación en las estadísticas que se hacen a nivel mundial
podemos encontrar un 60-70% de resultados positivos, pero si no hay un compromiso, una participación
activa del paciente, una comprensión que lo involucre, los resultados apenas son de 3% ni siquiera alcanzan
a los resultados del efecto placebo. Entonces el mínimo común denominador es conciencia, no es lo mismo
una enfermedad en una personalidad A que en una personalidad B, la personalidad A tiene el doble de
posibilidades de hacer un infarto, una hipertensión, un derrame, una úlcera, la personalidad B tiene mucho
más posibilidades de hacer un cuadro inmuno-depresivo de tal manera que yo ya estoy abordando los
patrones de comportamiento frente al mundo que son los patrones de personalidad y eso yo no se lo puedo
dejar a los psicólogos.
El médico, un buen médico tiene que ser psicólogo, tiene que ser un buen neurólogo, tiene que ser un buen
inmunólogo, tiene que ser ante todo un ser humano hablando frente a una humanidad total. Lo que los
pacientes buscan en las medicinas alternativas, no es una técnica alternativa; lo que buscan es rescatar la
integridad, que alguna vez en el ejercicio de nuestra medicina perdimos. Frecuentemente nosotros somos
cada vez más sabios y cada vez más brutos, porque sabemos cada vez más de menos cosas, pero no se
trata tampoco de saber cada vez menos de más cosas es necesario encontrar un término medio en el cual
volvamos a contar con el sujeto, el paciente, porque una medicina sin sujeto no tiene objeto.
137
El 70% de las enfermedades crónicas depende de los hábitos de vida, de tal manera que nos jugamos la
vida nosotros como médicos logrando que los pacientes cambien sus hábitos de vida y hay una pregunta
fundamental que nos hacemos en las medicinas complementarias, ¿cómo cambia la gente? En esto
también existen estudios fundamentales, tenemos que aprender a ver cómo cambiamos la conducta, si yo
tengo un paciente como médico clásico y como médico alternativo y ese paciente está en una fase
refractaria quiere decir no tiene conciencia de su problema y no quiere tener conciencia de su problema, no
admite que tiene un problema ese paciente le podemos hacer magia, religión, filosofía, ciencia cualquier
cosa y no va a responder. No basta la competencia del médico o el agente de salud es necesario que en
medicina también tengamos pacientes competentes. Si ese paciente es competente y puede discutir
conmigo de su problema, tiene libertad de optar, y ya no lo podemos manipular con cosas como éstas, de
las que nuestros pacientes se quejan todos los días “ es que te tenés que operar mañana y aquí está la
orden y aquí está el número de la pieza” y, cómo así doctor? – le dicen a uno- y yo dónde estoy? ¿Y a mí
quién me ha explicado lo que tengo? ¿Y el pronóstico y el provenir de mi enfermedad? ¿Y los riesgos? ¿Y si
sí vale la pena operarme? Cuando él empieza a participar y no es sólo el médico sino él también el que
toma la decisión, los resultados de la interacción terapéutica cambian tan dramáticamente que un paciente
que opta, que elige, que tiene conciencia de si y de su problema, al que le respetamos esa primera norma
de la ética médica que es la libertad de opción, tiene un pronóstico totalmente distinto. Pero libertad de
opción no es que el especialista le diga a su paciente usted tiene prohibido ir donde los bioenergéticos,
usted se me hace esto, usted se me hace esto otro, las alternativas son charlatanería, la oración es
prohibida, este tipo de cosas son buenas, este tipo de cosas son malas. No es ético inmiscuirse en la
cultura, el sistema de creencias del paciente, y atentar contra la libertad de opción con una información
unilateral y sesgada. El problema de nuestros sistemas médicos es uno profundamente ético, es un
problema de actitud y de visión del mundo. La propuesta global de las alternativas es salir del mundo de la
conspiración, en la que entramos en la quiebra de todos los sistemas de salud porque no contamos con el
mayor agente de salud que es la conciencia misma del paciente.
Entramos de lleno en el territorio de la ciencia de la conciencia, la medicina es conciencia y los territorios de
la conciencia son: la conciencia en la materia a eso lo llamamos medicina occidental que va hasta el mundo
de las moléculas, la conciencia en la energía, a eso le llamamos medicina china que es la medicina del chi o
de los movimientos de energía, la conciencia como ciencia de la vida a eso le llamamos la medicina
ayurvédica, la conciencia en la interfase entre la energía y la información, a eso lo denominamos
bioenergética con su capitulo de biocibernética. Pero ya sea como materia, como energía o como
información todas son modalidades de consciencia que empieza a estudiar el paradigma emergente de
síntesis al que hemos denominado- por tener un código de referencia- la sintergética. Ya hoy en esta aldea
global no nos podemos dividir la medicina del hombre entre medicinas occidentales, orientales, más o
menos tradicionales, científicas o empíricas, legales o ilegales.
Emergemos hacia una medicina para la humanidad en todos sus niveles de conciencia. En ella es tan
importante la molécula como la emoción y el pensamiento. Cuando adecuamos nuestra visión del mundo a
la cultura emergente de la humanidad actual, dejamos atrás el paradigma dualista de una mente separada
del cuerpo o un espíritu dividido de la materia, y entramos de lleno en la medicina para esta era de síntesis:
la medicina de la conciencia. jicp
Extractos de la primera charla del curso de sanación dictada por Jorge Carvajal en la sede de Ambio-
Medellín. Septiembre 2002
La sanación es un común denominador de todos los sistemas médicos del mundo, y con diversos nombre y
metodologías, ha estado universalmente presente en todas las etnias y culturas humanas. A pesar de su
antigüedad no sólo sigue vigente en el mundo de hoy, sino que a la luz de los conocimientos modernos, aún
se está inventando.
Nada mejor que empezar desde las evidencias clínicas para iniciar nuestro curso de sanación, pues así
veremos que la sanación tiene una vigencia práctica incontestable, y que los médicos ya no podemos seguir
ignorando la consciencia como instrumento terapéutico de primer orden.
138
Vamos a permitir que sean ellos (los pacientes) los que nos presenten su propia versión del proceso de
sanción que han vivido, sobre todo para dejar atrás los prejuicios respecto que éstas prácticas sólo tienen
vigencia en las llamada enfermedades funcionales. Esta es una medicina basada en la evidencia.
Evidencias clínicas y de laboratorio nos permiten afirmar sin lugar a dudas hoy, que la consciencia actúa
sobre la fisiología y las moléculas. Miles de estudios sobre los efectos no locales de la consciencia llevados
a cabo por numerosos investigadores en el mundo, así nos lo demuestran. Ya hoy no podemos seguir
discutiendo que funcione o no, no podemos seguir dudando de su enorme vigencia social y económica. Nos
falta comprender cómo funciona a la luz del código de lectura de la ciencia, para que adquiera vigencia
académica. Pero ese proceso está en camino, pues buena parte de los estudios de vanguardia en la ciencia
de hoy conciernen precisamente a los efectos de la consciencia. Así como tiene efectos que trascienden
nuestras posibilidades desde un paradigma que parece llegar sólo hasta la biología molecular, la sanación
como cualquier visón de la salud y la enfermedad está lejos de constituir una panacea.
PRIMER CASO:
Esta pareja trae esta niña. Aquí está la historia clínica, la resonancia magnética cerebral y los exámenes,
para quienes quieran revisarlos. Me parece más importante que el papá y mamá que han vivido el drama de
la niña, que han sufrido y gozado con ella, nos den su versión muy corta, sobre la evolución de la niña.
Dice la madre : “ Hace un año la niña tenía 8 meses, en ese entonces no sostenía la cabeza y no se
sentaba. Se hizo TAC y apareció con una atrofia y el neurólogo dijo que tenía parálisis cerebral, que no
había nada que hacer. Llévela para la casa aliméntela, cuídela y espere a ver que pasa. Una situación de
estas es muy dura porque no hay alternativa; nos decíamos qué vamos a hacer? Buscamos la sanación.
Bueno ustedes ven los resultados; ella se sienta, mueve la cabeza, se logro que comiera y ya ha logrado el
desarrollo de una niña de su edad en cuanto a estatura y peso. Yo estoy feliz, creo que la más beneficiada
soy yo, porque yo estaba super deprimida, angustiada y ya me siento bien, ella lleva una vida normal, está
en la guardería. Tiene un programa de rehabilitación pero no he sido muy constante, me parece muy duro
para someterla a esos programas. La he dejado mejor en manos del doctor ( la mamá se emociona y llora)”
El papá dice: “ cuando nos dieron el diagnostico mi esposa se levantaba a las dos de la mañana a prender
la lavadora, eso es una locura. Nos dijeron francamente es esto y esto; no vamos a buscar las causas.
Mucho amor, paciencia, puede demorarse catorce años en hablar y caminar, eso fue todo . Chao. En
cambio cuando ellos nos vieron nos dieron esa luz, de que había algo diferente con la sanación, yo he
creído mucho en eso, pero mi esposa no, ella es muy matemática, muy racional, pero a mi me gusta porque
cuando llega el día de la sanación ella deja el trabajo, coge el carrito y se viene a la carrera y para ella esto
es muy importante. Después de la primera sesión de sanación Valentina llego a la casa muy tranquila,
comió, inmediatamente vimos la diferencia y por eso mi esposa le cogió mucha fe. Para su pronóstico la
niña, la niña va muy bien es la mejor de su grupo de natación, le gusta sumergirse, en el mar se sumerge
como una ballena y no le molesta la sal en los ojos. Dentro de sus limitaciones tiene unos logros y es más
tesa que niños de dos años aparentemente normales.”
Yo me pregunté: Qué paso con Valentina después de la primera sanación? Por qué ella llego al casa
tranquila, comió y eso nunca lo había hecho? Ella parecía sin hambre. Al día siguiente le tocaba terapia de
rehabilitación y no lloró, ya no lloraba y la terapeuta me preguntó: Usted qué hizo? - Pues la lleve a
sanación. Entonces ella fue a la sanación a conocer y le pareció muy extraño el cambio y ustedes ven como
está, de una parálisis cerebral, que se iba a quedar sin ningún movimiento. Es un logro maravilloso.”
139
A la niña le hemos realizado tres o cuatro terapias, de no más de cinco minutos de duración cada una. Es la
primera característica distintiva de la sanación en relación con los procedimientos habituales de curación:
los tiempos de la consciencia no son los del reloj, no es la dimensión conocida del tiempo externo. Es un
tiempo profundo e intenso en el que a veces sucede lo que no sucede en años del tiempo externo; como si
entráramos en un tiempo que va más allá de las coordenadas espacio-temporales, en el que la mente no se
comporta en la secuencia lógica del intelecto.
El interrogatorio sugiere un desarrollo normal que súbitamente se detiene, algo que nos indica una especie
de hibernación en la cual todos los procesos fisiológicos parecen hacerse más lentos. Este tipo de
síndromes que se presentan generalmente después de algunas enfermedades infecciosas, especialmente
las de tipo viral, ha llamado mucho nuestra atención desde hace más de dos décadas, cuando empezamos
a encontrar niños con una severa anorexia cuya demanda de alimentos se queda restringida a las
necesidades de edades más tempranas de su desarrollo. El examen convencional con los filtros que se
practica en bioenergética revela con frecuencia una resonancia positiva a la somatostatina, también
conocida como Paninhibina, porque inhibe la hormona del crecimiento, además de múltiples factores
endocrinos. El desarrollo somático se detiene, y la anorexia genera trastornos nutricionales sobre agregados
que pueden generar secundariamente trastornos atribuidos al sistema nervioso central, que en estos casos
son más la consecuencia que la causa de la enfermedad.
Cuando hacemos ese tipo de interrogatorio obviamente que lo que interviene no es una visión mística, ni
metafísica, no es cerrar los ojos, ver pajaritos de oro. Es saber que la niña tiene un freno global en todo su
metabolismo y que eso se debe a la somatostatina.
Antes de hacer la sanación, ya sabemos entonces que hay un factor inhibidor global que paraliza el eje
hipotálamo –hipofisiario, que frena el apetito, y repercute sobre el desarrollo psicomotor. Sabemos también
que se puede equilibrar con técnicas bioenergéticas el dipolo hormona del crecimiento- somatostatina. En el
caso de la niña hicimos un procedimiento partiendo de idénticos principios, pero cambiando las técnicas
bioenergéticas por métodos de imaginería y visualización empleados en la sanación. Lo que hicimos fue
desensibilizarla mentalmente a la somatostatina, a lo largo del canal central conocido como Shushumna. Se
piensa en somatostatina y se lleva ese pensamiento focalizándolo sobre toda la zona del canal medular con
la intención de inhibir su acción frenadora. Eso dura más o menos dos minutos.
No es en este caso el empleo inespecífico de una oración, un mantram, o un mudra, ni la invocación de una
energía sobrenatural que realice por nosotros el trabajo. No. La sanación consiste en dirigir la información y
la energía con amor y ciencia. Es decir, no basta el amor, no basta la relación humana, no basta la
magnetización, sino que es necesario en este caso el empleo de una información precisa, que dirigida al
lugar correcto y con la correcta intención, produce el efecto sanador. ¿Cómo sabemos que hemos realizado
el procedimiento correcto? Es muy sencillo, los resultados clínicos, los exámenes, la evolución del paciente
es la única constancia en firme de que hemos realizado el procedimiento adecuado. En estos pacienticos
con inhibición del desarrollo por somatostatina el primer resultado, a veces casi inmediato, es la
recuperación del apetito, a lo cual se sigue una ostensible mejoría en el desarrollo psico-motor. La sanación
no es algo para que nos evitemos de estudiar. Todo lo contrario, genera una responsabilidad mayor.
Lainin es una paciente muy importante en la historia de la sanación, porque en octubre de 1990, consultó
por un rabdomiosarcoma un tumor maligno de gran agresividad que comprometía la zona del macizo facial y
del maxilar izquierdo, y en el que ya habían fracasado todas las medidas de la medicina moderna, hasta el
punto que fue dejada sólo con medidas paliativas. Ella es la niña con la que comenzamos nuestro libro: La
aventura por los camino de la bioenergética: un arte de curar.
Ella es la persona que nos introdujo de una manera más directa en el campo de la sanación, cuando
pudimos constatar su regreso desde la frontera misma de la muerte.
Aquí con ella está la mamá, una enfermera del mismo hospital donde hicimos nuestras prácticas de
internado. En el caso de Lainin realmente no pudimos hacer nada para mejorar la calidad de la vida con las
terapias clásicas de la bioenergética, con el láser, y debido al fracaso decidimos intentar con las prácticas de
sanación, que nos habían dado resultado en casos menos severos.
Lo que hicimos con ella y lo vamos a ver en el curso, fue una restitución,
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Una poderosa técnica de sanación que consiste en quitar la fricción de la energía del alma sobre el cuerpo
para evitar el sufrimiento. Extrañamente a la siguiente semana empezó a regresar su sonrisa, volvieron a
tomar color sus mejillas, la energía vital regresaba. Yo era el primer sorprendido.
Después de este tipo de procedimientos empezó a recuperarse. Muy importante, porque doce años de
remisión completa no son los de un efecto placebo o una recuperación pasajera. Tenía un cáncer terminal
resistente a todas las medidas. Aquí está ella para decirnos que hay un lugar de la conSciencia donde la
sanación es posible. Donde es posible ir más allá de lo que nosotros concebimos en medicina, más allá de
la molécula, de la energía, de todos los conocimientos clásicos que tenemos. Eso no quiere decir que la
sanación sea algo para evitar la quimio-radioterapia o poner como alternativa a la medicina clásica y curar el
cáncer. Eso no es cierto. Lo que es cierto es que en algunos casos es posible revertir esos tipos de
procesos cuando la medicina clásica ha fracasado.
Sin embargo para mí, aún más importante que la reversión total de su cáncer, fue el cambio radical en su
patrón de personalidad. Es decir, ella ahora no es la que era antes del cáncer, ni durante su enfermedad.
Hay tanta paz y tanto amor en su actitud, que si hubo alguna vez un milagro, es en el nivel de su mente y
sus emociones donde ese evento pudo ocurrir.
¿Qué nos cuenta la mamá? - “Cuando mi hija llevaba unos cinco meses con el tratamiento de quimioterapia,
ella fue perdiendo esos deseos de vivir y de que la gente la viera, entonces se encerraba con llave, negativa
completamente, en estado desnutrición. Yo estaba que me chiflaba, no sabía que hacer. Con la primera
sesión ella empezó a abrir la puerta, empezó a salir y con ganas de comer. A los dos años le dio una
agranulocitosis y con cirugías donde se vio supremamente mal, los hematólogos me dijeron: le damos
quince días de vida porque está supremamente mal. Estuvo dos años con quimioterapia, y en últimas no
funcionaron.
El doctor Carvajal me dijo está muy mal física y mentalmente, porque ella ya no quiere vivir. Vamos a hacer
una cosa a ver si nos responde. El se la hizo y me dijo: si en quince días está viva me la trae para lo mismo,
pero al leer el libro después me di cuenta que ni él mismo pensaba encontrarla de nuevo con vida. Ella tenía
aleteo nasal, ella estuvo inconsciente, convulsionó, caminaba pegada a las paredes y era como esos niños
desnutridos que muestran en la televisión, no tenía uñas, sin uñas, sin pelo, sin cejas. Era como un
esqueletico andando. En esas dos semanas él me decía: yo le voy a hacer todo para que ella se te muera
sin angustia, sin que ella tema tanto la muerte. Luego ella empezó a reaccionar, a querer comer, porque ella
se alimentaba con goticas porque le dio una cosa en la boca impresionante.
A las dos semanas que la volví a llevar caminaba casi solita y comía ya un poquito, se sonreía un poquito, a
él le pareció mentira cuando yo se la lleve.”
En efecto, no esperaba verla llegar. Yo fui el primer sorprendido. Aún me sorprendo al mirar aquí hoy su
cuerpo lleno de vida, sus ojos llenos de amor...Una de las grandes sorpresas de las técnicas de restitución,
es que cuando se quita la fricción sobre el instrumento del cuerpo, el elemental físico, la misma fuerza vital,
toma de nuevo posesión del cuerpo. continuará
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