La señora de los faroles es acusada por el gobernador de romper uno de sus faroles. Ella niega la acusación y culpa primero a su sombrero y luego a una pluma que lleva puesta, pero ambos objetos también niegan la culpa y culpan al viento. El gobernador insiste en imponer multas a cada uno de los objetos culpables a fin de enseñarles a ser más cuidadosos.
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La señora de los faroles es acusada por el gobernador de romper uno de sus faroles. Ella niega la acusación y culpa primero a su sombrero y luego a una pluma que lleva puesta, pero ambos objetos también niegan la culpa y culpan al viento. El gobernador insiste en imponer multas a cada uno de los objetos culpables a fin de enseñarles a ser más cuidadosos.
La señora de los faroles es acusada por el gobernador de romper uno de sus faroles. Ella niega la acusación y culpa primero a su sombrero y luego a una pluma que lleva puesta, pero ambos objetos también niegan la culpa y culpan al viento. El gobernador insiste en imponer multas a cada uno de los objetos culpables a fin de enseñarles a ser más cuidadosos.
La señora de los faroles es acusada por el gobernador de romper uno de sus faroles. Ella niega la acusación y culpa primero a su sombrero y luego a una pluma que lleva puesta, pero ambos objetos también niegan la culpa y culpan al viento. El gobernador insiste en imponer multas a cada uno de los objetos culpables a fin de enseñarles a ser más cuidadosos.