Actividad 1. Ensayo Fundamentos de La Evaluación

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ACTIVIDAD 1.

Ensayo fundamentos de la evaluación

Camilo Andrés Rodríguez Fierro


Cedula de ciudadanía I.D. 740955
Mayo de 2020

Corporación Universitaria Minuto de Dios - UNIMINUTO


Maestría en Educación
Evaluación educativa
La evaluación nace como una herramienta de supervivencia que va de la mano con la evolución

del ser humano y la construcción de la sociedad (Santos 1996, p. 7), pero trasciende al campo de la

educación y se transforma en una disciplina que pretende impulsar el proceso de enseñanza (Scriven,

2000, parr. 3). Esta puede concebirse desde diferentes perspectivas abarcando el diagnóstico, el

perfeccionamiento, el control y la supervisión de los procesos institucionales y de aprendizaje (Santos,

1996, p. 5, Vargas, 2004, p. 2). El evaluar es necesario para comprender el estado inicial del individuo o

del grupo, sus avances o dificultades a lo largo del tiempo y el alcance de logros con respecto a los

criterios de aprendizaje previamente establecidos. Sin embargo, la educación no solo se puede centrar en

el grupo de estudiantes o ejercer un poder homogeneizante y autoritario sobre los mismos, aunque el

evaluador aplica su criterio sobre los objetivos del aprendizaje y el avance de sus estudiantes por

lograrlos, el concepto moderno de la evaluación debe estar extendido a lo largo de todo el ecosistema que

comprende el ambiente educativo, desde sus modelos pedagógicos, pasando por las directivas,

funcionarios administrativos, infraestructura y recursos, propendiendo a la generación de un entorno y

unas condiciones que faciliten la integralidad en la formación (Santos, 1996, p. 6-7).

La evaluación debe ser sistemática y aportar información relevante, lo que no necesariamente

implica la aplicación de pruebas estandarizadas de conocimiento o listas de chequeo, sino que depende de

la observación constante, la pericia, la experiencia del evaluador y su conocimiento sobre los

instrumentos de evaluación. Aunque la evaluación es un proceso crítico, debe contar con una auditoría

minuciosa y autónoma superando los intereses personales, económicos o incluso políticos de todas las

partes interesadas logrando la mayor objetividad posible del proceso (Uehara, & Tom, 2011, p. 269).

La evaluación es inherente en la educación porque permite en primera medida que las

instituciones educativas realicen un diagnóstico de sus currículos, brindándoles información sobre su

planeación, ejecución y administración de recursos tanto de trabajo como de capital, que les permita

adelantar acciones orientadas a la búsqueda constante de oportunidades de mejora. Por otro lado,

promueve la participación de las partes interesadas en la construcción de los criterios que permitan medir
los avances del proceso. También fomenta la autogestión y autoevaluación porque al identificar las

deficiencias del docente y su proceso pedagógico, este puede trazar una ruta para superarlas mientras que

finalmente se direccionan los esfuerzos y las fortalezas para obtener los mejores resultados de todo el

proceso (Vargas, 2004, p. 4). El objetivo primordial es suplir las necesidades académicas de sus

estudiantes brindándoles herramientas para superar las restricciones sociales económicas, culturales y en

un marco más general supliendo los requerimientos productivos y de conocimiento de toda sociedad

(Santos, 1996, p. 6). A través de este ejercicio continuo se logra fortalecer la calidad de práctica en la

enseñanza mediante la pedagogía.

Según Vargas (2004, p. 8) la autoevaluación como una actividad reflexiva de valoración de los

programas formativos y la metaevaluación como una herramienta de auditoría se han vuelto necesarias

para asegurar la calidad de los procesos de certificación de registro calificados de los currículos de

educación superior, ante el creciente número de instituciones que se han multiplicado en Latinoamérica

en décadas recientes. En este sentido la evaluación se enmarca dentro de los ciclos de mejoramiento

continuo, permitiéndonos identificar debilidades y buscar oportunidades de mejora en caso de que estas se

hagan necesarias.

Por lo tanto, se puede afirmar que la evaluación más que ser un aspecto innato de los seres

humanos, bajo una perspectiva pedagógica tenemos que entenderla como un proceso de construcción

continuo de la calidad, en el que participa toda la comunidad interesada y que se debe enfocar en todos

los aspectos que involucran el entorno educativo, siendo eficaz y eficiente al responder a las necesidades

de desarrollo del individuo, la economía y la sociedad.

El Servicio Nacional de Aprendizaje en la sede Chía, cubre 27 municipios de las regiones Sabana

Centro y Ubaté, enfocándose en brindar formación profesional integral. El propósito de la institución es

cumplir las funciones del estado al invertir en el desarrollo social y técnico de la población a través de la

formación profesional integral, buscando su incorporación al sector productivo en busca del desarrollo

económico y social de nuestro país (SENA, 2020, parr. 1). En los últimos cinco años he desempeñado

funciones como instructor para la formación en el área de ciencias naturales, estas competencias
integrales deben ser impartidas en todos los programas de formación. El SENA al ser una institución

educativa pública, es de carácter gratuito para toda la población mayor de 14 años, aunque el nivel de

escolaridad requerido varía dependiendo del nivel al que se aspire. El espectro de la población de

aprendices es amplio, ya que no depende de sus recursos económicos, sino del cumplimiento de algunos

requisitos mínimos de ingreso. El SENA, requiere de procesos de certificación de registros calificados

para mantener vigente sus programas de formación, adicionalmente al contar con convenios de

homologación de programas técnicos y tecnológicos por carreras profesionales con algunas universidades

públicas y privadas, es indispensable garantizar la pertinencia de las competencias impartidas.

Me interesa realizar comprender los aspectos a tener en cuenta para evaluar la pertinencia de las

competencias que comprendidas en el área ambiental sobre los aprendices y en su desempeño en el

campo laboral. De acuerdo a los compromisos del gobierno colombiano en relación al desarrollo

sostenible, la educación debe girar en torno al cumplimiento de los objetivos de sostenibilidad ambiental,

económica y social, pero el sector productivo parece desconocer la importancia del equilibrio de estos tres

componentes permitiendo y en algunos casos propiciando la degradación de nuestro ya deteriorado

entorno. De allí se deriva la necesidad de encontrar estrategias que logren la apropiación del

conocimiento mediante un aprendizaje significativo.

Por último, la evaluación educativa promueve las buenas prácticas de evaluación e identificación

de las condiciones necesarias para que todos los integrantes de la comunidad educativa posean las

herramientas necesarias para alcanzar los objetivos propuestos en la formación.

Bibliografía

Santos, M. (1996). Evaluar es comprender. De la concepción técnica a la dimensión crítica.

Investigación en la Escuela, (30), 5-13.

SENA. (2020). Misión y Visión. Disponible en En:

https://www.sena.edu.co/es-co/sena/Paginas/misionVision.aspx
Scriven, Michel (2000). The three revolutions. Disponible En:

http://michaelscriven.info/papersandpublications.html

Uehara, D, & Tom, T. (2011). The Context of Evaluation: Balancing Rigor and Relevance.

Journal of MultiDisciplinary Evaluation, 7(15), 296-305.

Vargas, M. (2011). La evaluación educativa: concepto, períodos y modelos. Revista Actualidades

Investigativas en Educación, 4(2).

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