OECD AMD y BPL
OECD AMD y BPL
OECD AMD y BPL
Uno de los proyectos importantes del Programa de Medio Ambiente, Salud y Seguridad trata
sobre la gestión y aplicación de los Principios de BPL de la OCDE1. Estos principios definen
estándares de calidad para la organización y gestión de las instalaciones de prueba y para la
realización de estudios y la presentación de los informes correspondientes, y complementan así
los Lineamientos de la OCDE para las pruebas de productos químicos (por ejemplo, los métodos
de prueba). Abarcan todos los aspectos de la actividad cotidiana de un laboratorio, como la
disposición de las zonas de prueba y de almacenamiento para evitar las contaminaciones, la
limpieza y el calibrado del equipo, la manipulación de los animales de ensayo y el registro y
archivado de los resultados de las pruebas. Los gobiernos disponen de programas nacionales que
verifican la conformidad con los Principios de BPL en los laboratorios del país.
Aunque existen algunas semejanzas entre los Principios de BPL de la OCDE y la ISO/IEC 17025,
las diferencias son numerosas desde la perspectiva de un marco de BPL y acreditación2. No
obstante, muchos de los programas nacionales de verificación de la conformidad con los
1
Principios de Buenas prácticas de laboratorio de la OCDE:
http://www.oecd.org/officialdocuments/publicdisplaydocumentpdf/?cote=env/mc/chem(98)17&doclanguage=es
2 OECD Position Paper Regarding the Relationship between the OECD Principles of GLP and ISO/IEC 17025;
http://www.oecd.org/officialdocuments/publicdisplaydocumentpdf/?cote=env/jm/mono(2016)47&doclanguage=en
1
Principios de BPL establecidos por los Gobiernos3 están sujetos a los órganos de acreditación
existentes.
Dado que muchos productos químicos se producen en varios países (o se comercializan a nivel
internacional), la existencia de diferentes políticas nacionales de control de los productos
químicos puede provocar la duplicación de las pruebas y la evaluación gubernamental, con el
consiguiente desperdicio de recursos sectoriales y estatales. Es más, las discrepancias de los
reglamentos y los estándares de prueba desincentivan la investigación, la innovación y el
crecimiento y prolongan el período de introducción de un producto nuevo en el mercado. Además,
pueden mermar la eficiencia de los gobiernos, ya que las autoridades no pueden aprovechar al
máximo el trabajo realizado por otros agentes, lo que ayudaría a reducir los recursos necesarios
para el control de los productos químicos. Por estos motivos, la OCDE ha desarrollado y está
implementando el sistema de Aceptación mutua de datos (AMD), en virtud del cual los datos
sobre seguridad de los productos químicos obtenidos de acuerdo con los Lineamientos de la OCDE
para las pruebas de productos químicos y los Principios de Buenas prácticas de laboratorio de la
OCDE en un país miembro o un país no miembro adherente deben aceptarse en todos los países
miembros y adherentes. Es la premisa de “probado una vez, aceptado en todas partes” (tested
once, accepted everywhere). Al reducir la duplicación y crear un marco para la puesta en común
del trabajo, el sistema AMD ahorra a los gobiernos y la industria unos 150.000.000 dólares de
EE.UU. al año4. Otras ventajas son:
El sistema AMD cuenta con un requisito que, además de brindar a los gobiernos la confianza
necesaria para aceptar datos de otros países, constituye un pilar del sistema: todos los gobiernos
que participan en el sistema aplican un programa de supervisión de la conformidad con las BPL
que ha sido evaluado por la OCDE. Para verificar que las instalaciones de prueba cumplen con las
prescripciones debidas, los programas de supervisión de la conformidad ejecutan inspecciones y
auditorías de los estudios de las pruebas. Cuando la OCDE evalúa positivamente el programa de
3
Programas nacionales de verificación de la conformidad con las BPL que colaboran con la OCDE:
http://www.oecd.org/env/ehs/testing/contact-points-working-group-on-good-laboratory-practice.htm
4
Cutting Costs in Chemicals Management (OCDE, 2010).
2
supervisión de la conformidad de un país, los datos generados en las instalaciones de prueba que
forman parte de ese programa se aceptarán en todos los países del sistema AMD.
Si un país no miembro (por ejemplo, el país A) formara parte del sistema AMD, las pruebas no
clínicas de productos químicos realizadas en instalaciones de prueba del país A cubiertas por el
AMD se aceptarían en todos los países de la OCDE, y en los seis países adherentes. Esto resulta
especialmente importante en el caso de las empresas químicas que exportan sus productos a
otros países. Por ejemplo, si una empresa química del país A quiere exportar un producto químico
nuevo a algún país de la Unión Europea, primero debe enviar datos de pruebas sanitarias y
ambientales no clínicas para confirmar la seguridad del producto. Cuando el país A forma parte
del sistema AMD, la empresa puede realizar estas pruebas de seguridad en un laboratorio de su
propio territorio que, según la evaluación de una autoridad de verificación del cumplimiento de
las BPL del propio país A, es conforme con los requisitos de BPL de la OCDE, y todos los países de
la UE estarán obligados a aceptar los datos. Pero en la práctica las cosas no funcionan así. Es decir,
actualmente los Estados miembros de la UE solo aceptarán datos generados en un país que forme
parte del sistema AMD. Por lo tanto, una empresa química del país A que quiera exportar a la UE
tendrá que probar sus productos en una instalación de un país adherido al AMD, fuera del país A,
lo que supone un coste económico y temporal adicional para las empresas del país A que quieren
exportar productos químicos a la UE.