Dia Primero-Rosario

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Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos,

libramos Señor Dios Nuestro.


En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador,
Padre y Redentor mío; por ser vos quien sois, bondad infinita,
y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo
corazón haberos ofendido; también me pesa porque podéis
castigarme con las penas del infierno. Ayudado de vuestra
divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar,
confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta.
Amén.

V: Ave María Purísima


R: Sin pecado concebida

V: Abre Señor mis labios


R: Y mi boca proclamará tu alabanza

V: Dios mio ven en mi auxilio


R: Señor apresúrate en socorrerme.

Dales Señor el descanso eterno y brille para ellos la luz


perpetua.

Dios Padre Todopoderoso, apoyados en nuestra fe que


proclama la vida, muerte, pasión y resurrección de tu Hijo
Jesucristo, te ofrecemos este Santo Rosario por nuestra TIA
IRMA y te pedimos, que, así como ha participado ya de la
muerte de Jesucristo que también llegue a participar de la
alegría de la gloriosa resurrección.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
¡Oh Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra, ¡Reina del
Santo Rosario! Fiados en vuestra bondad nos acercamos a
Vos, para honrar vuestro nombre y consolar nuestras almas.

MISTERIOS GLORIOSOS (DOMINGOS Y MIERCOLES)

Primer Misterio: La resurrección de Jesús


Jesús murió y resucitó. Para Él los sufrimientos y la muerte fueron el camino
para llegar a la resurrección y la gloria. Lo mismo pasará con nosotros: si
aceptamos las pruebas de esta vida con paciencia, lograremos un día el gran
progreso que todos deseamos: Morir y resucitar con Cristo.
¡Oh, María, alegría de los justos y consuelo de los pecadores!, este Misterio te lo
ofrecemos en memoria de la alegría que tuviste al ver resucitado y glorioso a tu
Santísimo Hijo: suplicándote, que así como, con la resurrección de Jesús, se
alegraron todos los seres creados, así merezca nuestra TIA IRMA y todos los que
se encuentran en el purgatorio, la resurrección eterna.

Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor.


Amén.

Rezar el Padre Nuestro: 

Rezar 10 Avemarías:                   

Rezar el Gloria: 

Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al
cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia.

Por tu limpia Concepción ¡oh! Soberana Princesa, de una muy grande pureza te
pido de corazón, que las almas no se pierdan ni mueran sin confesión.
Si por tu preciosa sangre Señor la habéis redimido. Que la perdones te pido por tu
pasión dolorosa.

Segundo Misterio: La ascensión de Jesús


Subiendo al cielo, Jesús nos enseña que allá tenemos nuestra patria verdadera.
Por lo tanto, nuestra única preocupación tiene que ser la de superarnos y
progresar, según las enseñanzas y los ejemplos de Cristo para alcanzar la gloria
del cielo.
¡Oh, María, madre de Dios, llena de gozo en la subida a los cielos de tu
Santísimo Hijo, ¡en compañía de todos los que Él redimió con su gloriosa
resurrección!, este Misterio te lo ofrecemos, suplicándote que nuestra TIA IRMA
y aquellos que están en el purgatorio, progresen, por tus ruegos ante Jesucristo, a
la pascua Eterna.

Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor.


Amén.

Rezar el Padre Nuestro: 

Rezar 10 Avemarías:                   

Rezar el Gloria: 

Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al
cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia.

Por tu limpia Concepción ¡oh! Soberana Princesa, de una muy grande pureza te
pido de corazón, que las almas no se pierdan ni mueran sin confesión.

Si por tu preciosa sangre Señor lo(a) habéis redimido. Que la perdones te pido
por tu pasión dolorosa.

Tercer Misterio: La venida del Espíritu Santo


Diez días después de subir al cielo, Jesús envió a los apóstoles el regalo del
Espíritu Santo, que transformó toda su vida. Por fin lograron entender su mensaje
y tuvieron la fuerza para vivirlo y anunciarlo con valentía. También nosotros, si
queremos ser verdaderos cristianos, necesitamos la fuerza del Espíritu Santo.
Pidamos a la Virgen que interceda por nosotros y nos consiga este gran regalo.
¡Oh, María, ¡dulce esposa del Espíritu Santo!, este Misterio te lo ofrecemos por
el gozo que tuviste cuando bajó el Divino Espíritu sobre ti y sobre todos los
apóstoles, para que al ausentarse Jesús no quedáramos huérfanos, suplicamos tu
intercesión para que el Espíritu de Cristo resucite a nuestra TIA IRMA … y a
todos los que están purificando su pecado en el purgatorio.

Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor.


Amén.

Rezar el Padre Nuestro: 

Rezar 10 Avemarías:                   

Rezar el Gloria: 

Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al
cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia.

Por tu limpia Concepción ¡oh! Soberana Princesa, de una muy grande pureza te
pido de corazón, que las almas no se pierdan ni mueran sin confesión.

Si por tu preciosa sangre Señor la habéis redimido. Que la perdones te pido por tu
pasión dolorosa.

Cuarto Misterio: La Asunción de la Virgen María


Después de haber terminado su periodo de vida en este mundo, María fue llevada
al cielo en cuerpo y alma. Se trató de un regalo especial que Jesús hizo a María,
su Madre. En lugar de esperar el día de la resurrección final, Jesús quiso que
pronto fuera a gozar con Él en cuerpo y alma. Así como ella se encuentra ya en la
gloria en cuerpo y alma, así también nosotros esperamos estar después de la
muerte. Para esto tenemos que imitar sus ejemplos.
¡Oh dichosa María!, ¡que entregaste tu espíritu en la hora de la muerte, en manos
de tu Hijo Jesucristo, y después unido al cuerpo, resucitaste gloriosa!, este
Misterio te lo ofrecemos, a fin de que intercedas ante tu Hijo Jesucristo, para que
nuestra TIA IRMA y los que están en el purgatorio, resuciten y lleguen a la vida
verdadera.

Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor.


Amén.

Rezar el Padre Nuestro: 

Rezar 10 Avemarías:                   

Rezar el Gloria: 

Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al
cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia.

Por tu limpia Concepción ¡oh! Soberana Princesa, de una muy grande pureza te
pido de corazón, que las almas no se pierdan ni mueran sin confesión.

Si por tu preciosa sangre Señor la habéis redimido. Que la perdones te pido por tu
pasión dolorosa.

Quinto Misterio: La coronación de María como


Reina y Señora de todo lo creado
En este mundo nadie tuvo el privilegio de estar tan cerca de Jesús como María, su
Madre, también ahora en el cielo, nadie está tan cerca de Jesús como ella. Siendo
la Madre de Jesús, goza de un gran poder de intercesión: todo lo que pide a Jesús
en nuestro favor, siempre se lo concede. Esto es lo que estamos haciendo al rezar
este santo rosario. Por eso, acudimos a María con toda confianza, sabiendo que es
nuestra Reina y es también nuestra Madre.
¡Oh soberana Virgen María, Madre de Dios, que resucitada en cuerpo y alma,
fuiste sublimada a la gloria y coronada como Emperatriz de los ángeles y de los
hombres!, este Misterio te lo ofrecemos, suplicándote que el alma de nuestra TIA
IRMA y las demás del purgatorio merezcan por tus ruegos ser libres de las penas
que padecen, para que sean coronadas de gloria, y que en compañía de tu
Santísimo Hijo te amen por todos los siglos. Amén.

Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor.


Amén.

Rezar el Padre Nuestro: 

Rezar 10 Avemarías:                   

Rezar el Gloria: 

Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al
cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia.

Por tu limpia Concepción ¡oh! Soberana Princesa, de una muy grande pureza te
pido de corazón, que las almas no se pierdan ni mueran sin confesión.

Si por tu preciosa sangre Señor la habéis redimido. Que la perdones te pido por tu
pasión dolorosa.

Dale señor el descanso eterno


Y brille para el la luz perpetua
Que descanse en paz
Así sea
AL FINAL DEL QUINTO MISTERIO
LETANIAS POR LOS DIFUNTOS
Señor, ten piedad.
   Señor, ten piedad de nosotros.

Cristo, ten piedad.


   Cristo, ten piedad de nosotros.

Señor, ten piedad.


   Señor, ten piedad de nosotros.

Cristo, óyenos.
   Cristo escúchanos.

Dios, Padre del Cielo,


   Ten misericordia por las almas de los fieles difuntos.

Dios, Hijo, Redentor del mundo,


   Ten misericordia por las almas de los fieles difuntos.

Dios Espíritu Santo,


   Ten misericordia por las almas de los fieles difuntos.

Santa Trinidad, Un Solo Dios


   Ten misericordia por las almas de los fieles difuntos.

Santa María
   Ora por las almas de los fieles difuntos.
Santa María Madre de Dios
   Ora por las almas de los fieles difuntos.

Santa María Virgen de vírgenes


   Ora por las almas de los fieles difuntos.

San Miguel,
   Ora por las almas de los fieles difuntos.

Todos los Santos Ángeles y Arcángeles,


   Ora por las almas de los fieles difuntos.

Todos los coros de los Santos beatos espíritus,


   Ora por las almas de los fieles difuntos.

San Juan Bautista,


   Ora por las almas de los fieles difuntos.

San José,
   Ora por las almas de los fieles difuntos.

Todos los Santos Patriarcas y Profetas,


   Ora por las almas de los fieles difuntos.

San Pedro,
   Ora por las almas de los fieles difuntos.

San Pablo,
   Ora por las almas de los fieles difuntos.
San Juan,
   Ora por las almas de los fieles difuntos.
Todos los Santos Apóstoles y Evangelistas,
   Ora por las almas de los fieles difuntos.

San Esteban,
   Ora por las almas de los fieles difuntos.

San Lorenzo,
   Ora por las almas de los fieles difuntos.

Todos los Santos Mártires,


   Ora por las almas de los fieles difuntos.

San Gregorio,
   Ora por las almas de los fieles difuntos.

San Ambrosio,
   Ora por las almas de los fieles difuntos.

San Agustín,
   Ora por las almas de los fieles difuntos.

San Jerónimo,
   Ora por las almas de los fieles difuntos.

Todos los Santos Obispos y Confesores,


   Ora por las almas de los fieles difuntos.

Todos los Santos Doctores,


   Ora por las almas de los fieles difuntos.

Todos los Santos Sacerdotes y Levitas,


   Ora por las almas de los fieles difuntos.
Todos los Santos Monjes y Hermitaños,
   Ora por las almas de los fieles difuntos.

Santa María Magdalena,


   Ora por las almas de los fieles difuntos.

Santa Catalina,
   Ora por las almas de los fieles difuntos.

Santa Bárbara,
   Ora por las almas de los fieles difuntos.

Todas las Santas Vírgenes y Viudas,


   Ora por las almas de los fieles difuntos.

Todos los Santos de Dios,


   Ora por las almas de los fieles difuntos.

Ten piedad, sálvanos Oh Señor.


   Ten piedad, escúchanos Oh Señor.

De todo mal,
   Oh Señor, libéralos.

De Tu furia,
   Oh Señor, libéralos.
Del rigor de Tu justicia,
   Oh Señor, libéralos.
Del poder del demonio,
   Oh Señor, libéralos.

Del roente gusano de la conciencia,


   Oh Señor, libéralos.

De la pena per durante,


   Oh Señor, libéralos.

De las crueles llamas,


   Oh Señor, libéralos.

Del frio intolerable,


   Oh Señor, libéralos.

De la horrible oscuridad,
   Oh Señor, libéralos.

Del llanto y aullido espantoso,


   Oh Señor, libéralos.

A través de Tu admirable concepción,


   Oh Señor, libéralos.

A través de Tu Santa Natividad,


   Oh Señor, libéralos.

A través de Tu Dulcísimo Nombre,


   Oh Señor, libéralos.
A través de Tu Santo Bautismo y Santo Ayuno,
   Oh Señor, libéralos.
A través de Tu más profunda Humillación,
   Oh Señor, libéralos.

A través de Tu pronta obediencia,


   Oh Señor, libéralos.

A través de Tu Infinito Amor,


   Oh Señor, libéralos.

A través de Tu Pena y dolor,


   Oh Señor, libéralos.

A través de Tu Sudor sangriento,


   Oh Señor, libéralos.

A través de Tus lazos,


   Oh Señor, libéralos.

A través de Tus azotadas,


   Oh Señor, libéralos.

A través de Tu coronamiento con espinas,


   Oh Señor, libéralos.

A través de Tu cargar la Santa Cruz,


   Oh Señor, libéralos.

A través de Tu más cruel muerte,


   Oh Señor, libéralos.
A través de Tus Cinco Santas Heridas,
   Oh Señor, libéralos.
A través de Tu Amarguísima Pasión,
   Oh Señor, libéralos.

A través de Tu Santa Resurrección,


   Oh Señor, libéralos.

A través de Tu admirable Asunción,


   Oh Señor, libéralos.

A través de la llegada del Espíritu Santo, el Paracleto,


   Oh Señor, libéralos.

En el día del Juicio Final,


   Oh Señor, libéralos.

Nosotros pecadores,
   Te imploramos, escúchanos.

Tu a Quien perdonaste a Magdalena y escuchaste la plegaria


del ladrón,
   Te imploramos, escúchanos.

Tu a Quien libremente salvas a Tus electos,


   Te imploramos, escúchanos.

Tu a Quien tienes las llaves de la muerte y el infierno,


   Te imploramos, escúchanos.

Tu a Quien te complacería liberar a las almas de nuestros


padres, parientes, amigos y benefactores de los dolores del
infierno,
   Te imploramos, escúchanos.

Que Te complacería tener misericordia por quienes no


reciben ningún recuerdo en la tierra,
   Te imploramos, escúchanos.

Que Te complacería otórgalos a todos el perdón y la remisión


de sus pecados
   Te imploramos, escúchanos.

Que Te complacería realizarles todos sus deseos,


   Te imploramos, escúchanos.

Que Te complacería recibirlos en la compañía de los beatos,


   Te imploramos, escúchanos.

Rey de impresionante Majestad,


   Te imploramos, escúchanos.

Hijo de Dios,
   Te imploramos, escúchanos.

Cordero de Dios, Quien quita los pecados del mundo,


   Otórgales descanso.

Cordero de Dios, Quien quita los pecados del mundo,


   Otórgales descanso.

Cordero de Dios, Quien quita los pecados del mundo,


   Otórgales descanso eterno.
Cristo, óyenos.
   Cristo, escúchanos.

Dios, ten piedad. Cristo, ten piedad


   Dios, ten piedad.

De las puertas del infierno


   Libera sus almas, Oh Señor.

Oh Señor, oye mi oración.


   Y deja que mi clamor Te llegue, Oh Señor.

Oremos.

Oh Señor, el Creador y Redentor de todos los fieles, otorga a


las almas de Tus sirvientes difuntos la remisión de todos sus
pecados; que, por sus súplicas piadosas, puedan obtener ese
perdón que siempre han deseado. Otorga esto, Oh Señor,
Quien vive y reina por los siglos de los siglos. Amén

Dadles eterno descanso, Oh Señor, y que Tu luz perpetua


brille sobre ellos. Que descansen en paz. Amén

Por tu limpia Concepción ¡oh! Soberana Princesa, de una


muy grande pureza te pido de corazón, que las almas no se
pierdan ni mueran sin confesión.

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