Virgilio Roel - Teoría Económica Marxista
Virgilio Roel - Teoría Económica Marxista
Virgilio Roel - Teoría Económica Marxista
teoría
económica
marxista
Página
PREFACIO · 13
CAPITULO I
Ambiente y Antecedentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
El Valor Según Adam Smith . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
El Valor Según David R icardo .. . .. . : . . . . . . . . . . . 18
El Valor Según Carlos Marx . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
El Trabajo Concreto y el Trabajo Abstracto . . . . . . 21
El Trabajo Simple y el Trabajo Complejo . . . . . . . . 24
El Valor, una Relación Social . . . . . . . . . . . . . . . . 25
La Demanda y el Valor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26
La Forma Simple del VaJor . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26
Las Otras Formas más Avanzadas del Valor . . . 28
EJ Tránsito de la Forma General a la Forma Di-
nero del Valor .. .. . .. . .. . .. . . . .. : . . . . . . 29
El Fetichismo de las Mercancías . . . .. . .' ... . . . . . 31
La Circulación de las Mercancías . . . . . . • . . . . . . . . 32
La Conversi6n del Dinero en Capital . . . . . . . . . . . 34
La Compra-Venta de la Fuerza de Trabajo . . . . . . 35
El Valor de la Fuerza de Trabajo . . . . . . . . . . . . . . . 39
El T rabajo como Proceso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42
- 7 -
CAPITULO JI
CAPITULO llI
El Capital Comercial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 83
El Valor y el Comercio . . . . ....... . , . . . . . . . . . 84
La Ganancia Comercial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85
Los Salarios ·y la Ganancia Comercial . . . . . . . . . . . 87
El Capital a Interés . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 88
El Interés: una Parte de la Ganancia . . . . . . . . . . . . 89
- 8 -
La Ganancia Extraordinaria y la Primera Renta
Diferencial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 90
La Segunda Renta Düerencial . . . . . . . . . . . . . . . . 92
La Renta Diferencial 11, con Precios de Producción
Constantes· : ·:·. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 95
La Renta Diferencial ·11, con Precios de Produc-
ción Decrecientes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 96
La Renta Dieferencial II, con Precios de Produc-
ción Crecientes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 99
La Renta Diferencial en las Tierras de Peor Cali-
dad o Marginales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . l O1
La Renta Absoluta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . l 02
La Renta de los Solares. y las Minas . .... , . . . . . . 105
El Precio de la Tierra .. . ..... . .. . . . . ; . . . . . . . l 06
CAPITULO IV
CAPITULO V
LA REPRODUCCION SIMPLE DEL CAPITAL
- 9 -
Las Condiciones de Equilibrio de la Reproducción
Simple ... .. .... . .·. .. .. . . .. . . . . . . . . . . . . 127
DesarroJlo del E,squema de Reproducción Simple . 128
Desarrollo Matricial del Modelo de Reproducción
Simple . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 132
CAPITULO VI
CAPITULO Vil
CAPITULO VIII
- 10-
La Disminución Relativa deJ Capital Variable y el
Ejército Industrial de Reserva . . . . . . . . . . . . . 178
La Producción de Mercancías y las Posibilidades de
las Crisis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 183
La Ley de Say y las Desproporciones en la Produc,-
ción . . .. . .. . .... . .. .... ... .. .. . . .... + 183
Las Crisis y la Tendencia Decreciente de la Tasa de
Ganancia . .. . .. .. .. . .. .... .. . .... .. .. l 85
Las Crisis Originadas por la Superproducción de
Mercancías .... . .... .. ..... ... ... ... .. 187
Las Fases del Ciclo Econó~ico Capitalista . . . . . . 189
Recuento de los Ciclos Económicos del Capitalismo 191
La Evolución a Plazo de los Salarios . . . . . . . . . . . 193
La Anarquía de la Producción Capitalista . . . . . . . . 195
La Contradicción Principal o Suprema del Capita-
lismo . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 196
CAPITULO IX
- . 11 -
CAPITULO X
-12-
PREFACIO
I
- 13 -
tenido y significado de los medios teóricos que MaJ-x cons-
truyó, para. penetrar profundamente en el estudio de la so-
ciedad capitalista moderna.
Gran parte de los ejemplos que aquí se exponen han
sido tomados directamente de " El Capital", del que tam-
bién hemos extraído las citas que consideramos de la ma-
yor importancia.
l l
I 1 1
-14 -
CAPITULO
AMBIENTE Y ANTECESORES
- 15 -
decesores, los mercantilistas. Todo el instrumental creado
por éstos y aquéllos fue utilizado, perfeccionado, enrique-
cido y ampliado por Marx, que coincidió con los clásicos
en cuanto a considerar a la "teoría del valor'' como la pie-
dra angular de toda su argumentación económica. Por eso
es que al estudiar la teoría económica marxista es preciso
comenzar precisamente por el análisis del "valor''.
Pero al hacerlo, es del todo pertinente y comprensible
que debamos referirnos, de inicio, a quienes hicieron los
primeros avances en el estudio del valor, por la misma ruta
que Marx proseguiría después: Adam Smith y David
Ricardo.
- 16 -
" ... la medida real del valor de cambio de todas las
mercancías".
" ... salario, beneficio y renta son las tres fuentes ori-
ginales de todo ingreso, así como de todo valor de cambio".
- 17 -
pecto del origen del beneficio y de la renta, (componentes
ambos del "valor-costo").
- 18-
que cubre eJ sal;ario, y en otra parte que cubre el beneficio
o utilidad del ca pita!.
Esta últim~l formulación ricardiana contiene una serie
de implicancias teóricas de pattiéular importancia.
Veamos. St:gún Ricardo, en el mercado las mercancías
se cambian por su valor. El trabajo es una mercancía como
cualquier otra, por tanto, se le compra en su valor; pero,
¿cuál es el valor del trabajo si él es su medida?; es esta
una cuestión que~ Ricardo responde recurriendo al valor-cos-
to, cuando afirma que el precio natural del trabajo, (sala-
rio), es el que ,corresponde a los bienes necesarios "para
permitir a los t1rabajadores, uno con otro, subsistir y per-
petuar la especite, sin aumento ni disminución". O sea que
el precio del tralbajo, (salario), es eJ que habitualmente tie-
nen los artículos, y bienes que le permiten al trabajador so-
brevivir- y asegurar su descendencia. (Respuesta que, de
otra parte, no satisface plenamente a la cuestión: ¿tiene
valor el trabajo, si él lo crea?).
El entrabe de la exposición reside en que la existencia
del beneficio ne,to indica que el producto del trabajo di-
recto o vivo es superior al salario. En otras paJabras: los
artículos comprados con el salario contienen una menor
cantidad de trabajo que los artículos producidos por el tra-
bajo del asalariado. Esto, en las condiciones en que las
mercancías se ci:>mpran y venden en el mercado alrededor
de su valor abs,oluto.
Como una prolo ngación del entrabe anterior, Ricard ,
se vio en lá casi compl.eta imposibilidad de explicar la fuen-
te del beneficio, siguiendo la línea del razonamiento encua-
drado en el carril de la teoría del valor-trabajo.
-19 -
dades del valor. E n este sentido, la primera propiedad de
la mercancía es la de ''satisfacer necesidades humanas, de
cualquier clase que ellas sean". Esta primera propiedad nos
dice que la mercancía necesariamente es un objeto útil.
siendo así que ( *):
-20-
"Tiempo de trabajo socialmente necesario es aquel que
se requiere para producir un valor de uso cualquiera, en
las condiciones normales de producción y con el grado me-
dio de destre.za e intensidad de trabajo imperantes en la
sociedad."
- 21 -
nación de dos elementos: la materia suministrada por la
naturaleza y el trabajo concreto o útil. El hombre actúa
sobre los materiales que la naturaleza le ofrece, dándoles
las más diversas formas. Precisamente, el tipo de trabaio
que se aplica a la fabricación de algún objeto, con una
forma material definida, es el trabajo útil o concreto.
Hay una indiscutible relación directa entre la mayor
gama de bienes y el grado de progreso de la sociedad, así
como la hay entre el volumen de las mercancías dísponibles,
con la riqueza de un país cualquiera. Pero eso mismo nos
dice que una mayor gama de bienes comporta una mayor
diversificación de las modalídades del trabajo concreto, y
consecuentemente, de la división social y técnica del traba.io.
El desarrollo de la sociedad humana se presenta como
una línea ascendente de creación de nuevas necesidades,
que se van cubriendo con nuevos productos de diferentes
calidades y cantidades. Con el ascenso aparece la especia-
lización, consistente en que en la sociedad nacen y flore-
cen nuevas actividades y oficios, que agrupan a personas
dedicadas a cada cierto trabajo concreto, dándose así origen
-a la "división social del trabajo". El mismo proceso de di-
versificación que se presenta en la sociedad se da también
dentro de cada empresa o taller, cuando a cada trabajador
se le asigna una función muy especificada, que cubre una
parte del proceso general de la prnducción de un bien cual-
quiera; esta división del trabajo en el interior de una unidad
productiva, es conocida como la "división técnica del tra-
bajo", la cual expresa, igualmente, una especie distinta de
trabajo concreto.
El trabajo de un sastre es distinto que el de un car-
pintero; su düetencia es de calídad. Por tanto, la diferen-
cia entre un trabajo concreto y otro trabajo concreto es
de carácter cualitativo.
Trabajo Cualitativamente Diferenciado = Tral;,ajo Concreto
Pero, pese a que el trabajo del sastre es cualitativamen-
te distinto que el del carpintero, ambos tienen de común el
haber comportado el desg~te de fuerza humana de trabajo.
Vale decir que, "Si prescindimos de la forma especial que
cada actividad próductiva tiene, nos queda sólo el gasto de
la fuerza humana de trabajo; este desgaste físico es llamad '
por Marx "trabajo abstMcto", o también "trabajo en ge-
neral'', o simplemente " trabajo".
- 22-
El trabajo abstracto, o trabajo en general, o simple-
ménte el trabajo, engendra el "valor de cambio" , o simple-
mente el "valor''.
Trabajo Trabajo
Privado Social
TRA-
BAJO
Trabajo Trabajo
Concretó Abstracto
- 23 -
EL TRABAJO SIMPLE Y EL TRABAJO COMPLEJO
- 24'-
a dos trajes o a 20 metros de tela. Inversamente, un tra-
bajador cuya calificación es inferior a la mediana podrá fa-
bricar, pongamos por caso, un traje en dos días, con el re-
sultado de que su trabajo diario será la mitad que el co-
rrespondiente a una jornada simple.
Lo anterior nos permite afirmar que en el mercado
se compran cantidades similares de trabajo simple, crista-
lizadas en cada una de las mercancías objeto del cambio.
EL VALOR, UNA RELACION SOCIAL
La riqueza de un país se mide por la cantidad de mer-
cancías que posee o puede producir. Ella será mayor si hay
más trabajadores o si la productividad promedio del tra-
bajo se ha elevado.
Pero la riqueza material no corre pareja necesariamen-
te con el valor, pues, puede darse el caso de lJn aumento
del volumen de Ja·s mercancías, en las condiciones en que
el valor se mantiene estacionario o se toma descendente.
Como es evidente, el incremento de la productividad de la
mano de obra origina un aumento de la masa de bienes
útiles, puesto que el mismo número de trabajadores ocu-
pados podrá producir una cantidad mayor de mercancías;
pero al elevarse la destreza media, se incrementa también
el nivel del trabajo simple, con el resultado de que el va-
lor del conjunto puede haberse mantenido el mismo, en
razón de un descenso del valor unitario de cada bien,. (la
mayor productividad ocasiona que se requiera menos tiempo
para obtener un bien cualquiera). O sea que, con el aumen-
to de la productividad, se tendrán más bienes, con un va-
lor de conjunto que, sin embargo, puede ser igual o aún
menor
La contradicción anotada, tiene su explicación en eJ
doble carácter del trabajo que, en forma concreta genera
valores de uso, y en forma abstracta genera valores de cam-
bio. Este doble carácter, da curso a fenómenos por los cua-
les, con un mjsmo desgaste de fuerza humana de trabajo
en sentido fisiológico, y como tal, de trabajo humano en"
general, (~bstracto), se pueden obteneI muchos más bienes
útiles, por obra de la elevación de la capacidad productiva
del trabajo concreto o útil.
Por tanto, la productividad es directamente proporcio-
nal a los valores de uso producidos, pero no influye en la
-25-
masa de vailor que puede generar una determinada socie-
dad. Sobre esta masa de valor si influye la ma~a de la po-
blación económicamente activa, puesto que de ella depende
la cantidad de trabajo ;,.imple utilizable. A mayor población,
mayor trabajo simple y mayor valor de conjunto.
De lo anterior se desprende que si es posible palpar,
aprehender físicamente bienes útiles como el hierro, .la tela,
el pan, etc., no es posible agarrar ni. tocar el valor de las
mercancías, por la simple razón de que no tienen concre-
ción física; su realidad es puramente social: sólo puede
manifestarse en la relación de una mercancía con otra. Sin
relación mercancía-mercancía, no hay valor, (o lo que es
Jo mismo: el valor no cobra realidad) .
. LA DEMANDA Y EL VALOR
Sentado el principio de que el valor de cambio de una
mercancía proviene de la cantidad de trabajo socialmente
necesario que requirió su producción, cabe agregar que pa-
ra que el valor sea efectivo, debe haber demanda. Si no tie-
ne demanda, la mercancía no posee valor.
Si un -producto útil no tiene demanda, tampoco tierie
valor alguno . Por extensión de este mismo principio, dire-
mos que si una economía determinada sólo puede absor-
ber una cierta cantidad de bienes y la prQducción excede
ese volumen, la consecuencia es que habrá una cantidad
de mercancías no realizables y que, por lo tanto, no ten-
drán valor alguno.
Demostrado por la existencia misma del excedente de
la oferta respecto de la demanda, que la sociedad dedicó
una cantidad de recursos productivos mayor que la necesa-
rie, en la fabricación ·de los bienes excedentarios, deberá
efectuarse un lógico desplazamiento de tales recursos hacia
la producción de los bienes que más se demanden.
-26-
cton puede ser tambiéQ invertida: un traje = 10 metros
de tela, con el resultado de qua la categoría de valor rela-
tivo le corresponderá al traje, en tanto que Ja categoría de
equivalente le corresponderá a la tela.
O sea que de la relación directa de una mercancía
con otra en el mercado, surgen dos categorías de valor de
cambio bastante definidas: el "valor relativo" y el "equiva-
lente del valor". ·
1O 17.ietros de tela = 1 tra;e
-27-
El supuesto inverso, (es decir que el tiempo de traba-
jo socialmente necesario para producir el traje disminuya
a la mitad), hará que la expresión se escriba asi:
-28-
es igual, en determinadas p_roporciones, al que está con-
tenido en los trajes, el té, café, oro,. hierro, etc.
La "forma total o desarrol/ada del valor" relaciona
una cierta mercancía con todo el inmenso mundo de las
mercancías en general, poniendo de manifiesto que al valor
de la mercancías le , es completamente indiferente el valor
de uso que cada uno de sus equivalentes tenga.
Pero así como la forma total o desarrollada del valor
tiene la virtud de poner de relieve que todo trabajo huma-
no es equiparable, tiene también el defecto de que la cade-
na de igualdades puede alargarse indefinidamente, mos-
trando un enorme y abigarrado mosaico de bienes equiva-
lentes, con todas las dificultades operativas que de ello
pueden derivarse. ·
Los defectos sefialados pueden ser superados fácilmen-
te si cambiamos los términos de las igualdades, haciendo
que la tela devenga en el equivalente del valor -de las otras
mercancías. La serie resultante se presentará, en la nueva si-
tuación, así:
1 traje =
5 libras de té
20 libras de café = 1O metros de tela
1 onza de oro =
0.25 lll. de hierro
x mercancía n
En esta formá, las distintas mercancías existentes ex-
presan su valor en una sol~ la que deviene en el equiva-
lente general de todas ellas. Por esta particularidad es que
Marx la denomina la "forma general del valor".
La más revelante virtud de la "forma general del va-
lor" es que muestra de una manera completamente acaba-
da que todos los trabajos útiles son, en sustancia, iguales,
como gasto de esfuerzo humano sicofísico, puesto que todos
.sus productos pueden ser equiparables con uno de ellos,
convertido así en equivalente general.
EL TRANSITO DE LA FORMA GENERAL A LA FOR-
MA DINERO DEL VALOR
La "forma general del valor" tiene un evidente carác-
ter abstracto, porque eo . esta forma, la equivalencia gene-
-29-
raJ puede, en teoría, recaer sobre cualquier mercancía, éo-
sa que no ocurre en la práctica de la vida social, en la que
es un solo bien el qu_e asume este señalado y particular pri-
vilegio. A este bien privilegiado se le conoce como la "mer-
cancía-dinero", que en el muDdo económico tiene como mo-
nopolio social, el papel de ser el equivalente general del va-
lor por antonomasia. Luego de una larga historia anterior,
el oro es el óbjeto que ha asumido en el mundo, este pa-
pel especial de ser la mercancía-dinero de aceptación
general.
1 traje -
5 libras de té =
20 libras de café
1O metros de tela
= 1 onza de oro
0.25 toneladas de hierro -
X mercancía n =
La anterior es una forma particu1ar del valor, en que
el equivalente general es una mercancía caracterizada por
su vigencia social y su firmeza objetiva, por lo que Marx la
' distingue con la denominación de "forma dlnero del valor'.
Estrictamente, la forma dinero del valor viene a ser lo
mismo que la "forma precio del valor".
Forma Precio del Valor · = Expresión Monetaria del valor
- . 30-
GRAFICA N<! 2.-DESARROLLO DE LAS FORMA S
DEL VALOR
- 31 -
la manera particular en que aquéllas se intercambian en el
régimen capitalista. Los bienes encierran cantidades defini-
das de trabajo humano abstracto que se cambian en el mer-
cado por su equivalente: una mercancía (A) por otra mer-
cancía (B); asimismo, una persona adquiere una mercan-
cía (C) pagando con otra mercancía (D) y la ~nsume. Una
vez que han sido fijadas las proporciones en que unos y
otros productos se intercambian, el movimiento que gene-
ra el mercado es de tal magnitud que parecería como que
. las mercancías tienen un .poder propio, independiente de sus
creadores: se tornan, ante los ojos de las personas, en ver-
daderos fetiches.
Y es que el mercado encubre el verdadero carácter del
cambio de las mercancías, que contienen valores genera-
dos por e1 trabajo humano. Encubre el hecho de que quie-
nes realizan el cambio son las personas y que, como con-
secuencia de ello, el propio valor es una relación social, ya
que quien demanda es una persona o un conjunto de pet-
sonas, y que sin demanda no hay valor posible, del mis-
mo modo qoe no hay bien alguno sin producción.
LA CIRCULACION DE LAS MERCANCIAS
El proceso de cambio de las mercancías se efectúa a
través de un circuito qoe supone una "metamorfosis" o un
cambio de forma:
M-D - M
(Mercancía - Dinero - Mercancía)
-32-
cuando el dinero es trocado por la mercancía que el con-
sumidor precisa.
La ejecucii6n de la segunda metamorfosis presenta al
dinero como la "mercancía absolutamente enajenable".
La compra, (D - M), es para el inicial poseedor del
bien, una venta, (M - D), lo que significa que la metamorfo-
sis final es, desde la perspectiva del vendedor, una metamor-
fosis inicial. En esta compra-venta:.
''Como el productor de mercancías sólo suministra un
producto determinado -según lo dice_ Marx en "El Capi-
tal"- , suele v,!nderlo en grandes cantidades; en cambio
sus numerosas necesidades le obligan á distribuir constante-
mente el precio realizado, o sea la suma de dinero obteni-
da, en numeros:as compras. Es decir, que una venta desem-
boca en muchas compras de diversas mercancías. Por don-
de la metamorfosis final de una mercaricía tepresenta siem-
pre una suma de metamorfosis iniciales de otras mercancías."
- 33 -
La "ley real" es el valor metálico intrínseco que tiene
la moneda; la "ley nominal" es el valor que lleva impresa
la moneda, aunque intrfosecamente su valor sea otro. Al
disociarse la ley real de la ley nominal de la moneda se ha-
ce posible, "sustituir el dinero metálico, en su función mo-
netaria, por contraseñas hechas de otro material o por sim-
ples símbolos". Por este proceso es que la plata, o el níquel
.pueden reemplazar al oro como piezas monetarias. Y. Marx
agrega:
· "Esto abre el paso a la posibilidad de que objetos re-
lativamente carentes de valor, como un billete de papel
puedan actuar en Jugar suyo con las funciones propias de
la moneda. En las piezas metálicas de dinero, el carácter
puramente simbólico aparece todavía, en cierto modo, ocul-
to. En el papel moneda, se revela ya a la luz del día".
E l papel moneda es un s~gno de v~or porque repre-
senta ciertas cantidades de oro. Pero mientras el oro repre-
. senta la materialización del equivalente general, el papel
moneda desempeña las funciones de medio de circulación.
inherente a la mercancía-dinero que es el oro. Socialmente
se admite la sustitución del oro por el papel moneda, por
el carácter forzoso de su circulación, que el Estado le ·otorga.
En cuanto al dinero gira!, Márx explica su exístencia
y función de la siguiente manera (*):
''El dinero-crédito brota directamente de la función del
dinero como medio de pago, al ponerse en criculación certi-
ficados de deudas representativos de las mercancías ven-
didas y como medio de traspaso de los correspondientes
créditos. De otta parte, al ex.tenderse el sistema de crédito,
se extiende la función del dinero como medio de pago."
LA CONVERSION DEL DINERO EN CAPITAL
Como quedó anotado líneas arriba, la circulación de
las mercancías comprende por lo menos tres momentos, que
se representan así:
M- D - M ; dicho de un modo llano y directo, se tra-
ta de "vender para comprar". La perspectiva en que el cir-
cuito se desenvuelve, pues, es la del comprador.
34 -
Pero al laido de esta perspectiva, se encuentra la del
vendedor que "compra para vender", y para quien el pro-
ceso circular q¡ue interesa es el de la moneda, en su se-
cuencia de Di111ero-Mercancía-Dinero:
D - M - D'
D' = D + b.D
D' > D
Este proceso de acrecentamiento del dinero aparece sin
ningún velo, di rectamente, en el préstamo a interés, cuan- -
do al retornar ,~J monto del crédito Jo hace unido a los in-
tereses ganados.. ·
- 35 -
ta de una mercancía por encima de su valor no pueden ser
el comportamiento normal o la regla, porque, de serlo, los
engaños mutuos se compensarían. Tampoco es concebible
que haya necesariamente un grupo determinado de aprove-
chadores y otro grupo, igualmente detennioado de engaña-
dos, porqt1e si así fuera, los engañados permanentes desapa-
recerían del mercado como vendedores, puesto que es abso-
lutamente imposible mantenerse en él perdiendo siempre y
en todos los casos.
Vale subrayar la regla de que en el mercado se cam-
bian mercaderías con valores iguales. Pero siendo esta la
regla, ¿cómo es que el ciclo monetario D-M-D', en que los
cambios se efectúan entre valores iguales, la masa moneta-
ria final sea superior a la masa monetaria inicial?
La explicación que Marx da del fenómeno, en "El Ca-
pital", es como sigue (*):
(•) Id.:
.
Tomo I : ¡>áiu. 120.121-122.
-36-
to el poseedor de dinero encuentra en el mercado esta
m~rcancía específica: la capacidad de trabajo o la fuerza
de trabajo.
"Entendemos por capacidad o fuerza de trabajo el
conjunto de las condiciones físicas y espirituales que se dan
en la corporeidad, en la personalidad viviente de un bom,-
bre y que éste pone en acción al producir valores de uso
de cualquier clase.
"Sin embargo, para que el poseedor de dinero pueda
encontrar en el mercado, como una mercancía, la fuerza de
trabajo, tienen que concurrir diversas condiciones. El cam-
bio de mercancías no implica de suyo más relaciones de
dependencia que las que se desprenden de su propio carác-
ter. Arrancando de esta premisa, la fuerza de trabajo sólo
puede apa,-ecer en el mercado, como una mercancía, siém-
pre y cuando que sea ofrecida y vendida como una mer-
cancía por su propio poseedor, es decir, por ]a persona a
quien pertenece. Para que éste, su poseedor, pueda vender-
la como una mercancía, es necesario que disponga de ella,
es decir, que sea libre propietario de su capacidad de tra-
bajo, de su persona'. El poseedor de la fuerza de trabajo y
el poseedor del dinero se enfrentan. en el mercado y contra-
. tan de igual a igual como poseedores de mercancías, sin más
distinción ni diferencia que le de que uno es comprador y
el otro vendedor: ambos son, por tanto, personas jurídica-
mente iguales. Para que esta relación se mantenga a lo lar-
go del tiempo es, pues, necesario que el dueño de la fuer-
za de trabajo sólo la venda por cierto tiempo, pues si la
vende en bloque y para siempre, lo que hace es venderse
a sí mismo, convertirse de libre en esclavo, de poseedor de
una mercancía en una mercancía. Es necesario que el dueño
de la fuerza de trabajo, considerado como persona, se com-
porte constantemente respecto a su fuerza de trabajo como
respecto a algo que le pertenece ·y que es, por tanto, su
mercancía, y el úníco camino para conseguirlo es que sólo
la ponga a dJsposición del comprador y sólo la ceda a éste
para su consumo pasajeramente, por un determinado tiem-
po, sin renunciar por tanto a su propiedaq, aunque ceda
a otro su disfrute.
"La segunda condición esencial que ha de darse para
que el poseedor de dinero encuentre en el mercado la fuer-
za de trabajo como una mercancía, es que su poseedor, nQ
pudiendo vender mercancías en que su trabajo se materia-
- 37-
!ice, .se vea obligado a vender como una mercancía su pro-
pia fuerza de trabajo, identificada con su corporeid~d viva."
Del anterior texto se pueden desprender los puntos
que pasamos a reseñar:
1) La transformación del dinero en capital no puede
realizarse en el mismo dinero porque éste sólo es un medio
de cambio, que no hace sino realizar el va!Ór de las mer-
cancías; dicha transformación tampoco puede efectuarse en
la segunda fase del ciclo, (M-D), pues la reventa de la mer-
cancía se limita a convertir la mercancía, de su foFma na-
tural a su forma dineraria. . ··
. 2) En consecuencia, la transformación del dinero en
capital s.ólo puede realizarse en la primera fase del ciclo,
(D-M), es decir en el momento de la conversión del dine-
ro en mercancía; pero como en esta fase, la adquisición
de la mercancía se hace también en su valor de cambio,
(ya que en el mercado se . intercambian sólo valores igua-
les), esa transformación sólo puede brotar del valor de uso
de la mercancía comprada, o mejor todavía: de su consu-
mo. Dicho de otra manera, la mercancía es comprada en
él mercado al precio que expresa su valor; hasta aquí no
hay incremento de valores; pero ocurre que al usarse la
mercancía, se genera un valor superior al que tiene en pla-
za: esta es la fuente definitiva del proceso de la capitali-
zación.
3) El aumento del capital se origina en el consumo
de una mercancía comprada en el mercado pero, ¿qué mer-
cancía es esa que posee tan peregrina cualidad? La mer-
cancía que tiene la extraña particularidad de que al ser usa-
da engendra valores superiores a )os correspondientes al
que exhibe en el mercado, es la "capacidad de trabajo o la
fuerza de trabajo".
- 38-
rrir1 en primer lugar, la condición de que ella sea vendi.da
por su poseedor como 'una mercancía, lo que comporta que
deba ser una persona jurídicamente libre, de manera que el
propietario del dinero y el propietario de la fuerza de tra-
bajo, se puedan enfrentar en el mercado como legalmente
iguales. Correlativamente, el dueño de la fuerza de traba-
jo, la debe vender únicamente por un cierto tiempo, porgue
si la vendiera definitivamente se estaría vendiendo a sí mis-
mo, como esclavo, en cuyo caso deja de ser vendedor de
una mercancía, para convertirse él mismo en mercancía. ·
'
"El valor de la fuerza de trabajo; como el de toda
otra mercancía, lo dttermina el tiempo de trabajo necesa-
rio para la producción, incluyendo por tanto, la reproduc-
ción de este artícul6 específico. Considerada ·como valor, la
fuerza de trabajo /no representa más que una determinada
cantídad de trabajo social medio materializado en ella. La
fuerza de trabajo sólo existe como actitud del ser viviente.
Su producción· presupone, -por tanto, la existencia d~ éste..
Y, partiendo del supuesto de la existencia del individuo, la
producción de la fuerza de trabajo consiste en la reproduc-
ción o conservación de aquél. Ahora bien; para su conser-
vación, el ser viviente necesita una cierta suma de medios
de vida. Por tanto, el tiempo de trabajo necesario para pro-
ducir la fuerza de trabajo viene a reducirse al .tiempo de
1
(•) id.; Tomo 1: 1)á2. 124.
- 39 -
trabajo necesario para la producción de estos medios de
vida; o lo que es lo mismo, el valor de la fuerza de traba-
jo es el valor de los medios de -Sida necesarios para asegu-
rar la subsistencia de su poseedor. Sio embargo, la fuer-
za de trabajo sólo se realiza ejercitándose, y sólo se ejerci-
ta trabajando. Al ejercitarse, al trabajar, se gasta una de-
termmada cantidad de mósculos, de nervios, de cerebro hu-
mano, etc., que es necesario reponer. Al intensificarse este
gasto, tiene que íntensificarse también, forzosamente, el in-
greso. Después de haber trabajado hoy, el propietario de la
fuerza de trabajo tiene que v,pJver a repetir mañana el mis-
mo proceso, en idénticas r'°ndiciones de fuerza y salud.
Por tanto., Ja suma de vív,res y medios de vida habrá de
ser por fuerza suficiente p~ mantener al individuo trabaja-
dor en su estado normal/ de vida y de trabajo. Las necesi-
dades naturales, e;.Jllirfiento, el vestido, la calefacción, la
vivienda, etc., vañan con arreglo a las condiciones del cli-
ma y a las demás condiciones naturales de cada país. Ade-
más, el volumen de las llamadas necesidades naturales, así
como el modo de satisfacerlas, son de suyo un producto
histórico que depende, por tanto, en gran parte, del nivel
de. cultura de un país y, sobre todo, entre otras cosas, de
las condiciones, los hábitos y las exigencias con que se baya
fonnado la clase de los obreros libres. A diferencia de las
otras mercancías, la valoración de la fuerza de trabajo
encierra, pues, un elemento histórico moral. Sin embargo,
en un país y en una época determinados, la suma media
de los medios necesarios constituye -un factor fijo.''
El contenido de lo trascrito tiene puntos que deben
ser remarcados; por la . importancia que tienen.
-41-
desprende que el ingreso medio diario, (o jornal diario),
que un trabajador debe percibir será:
-4i-
. Los restantes medios de trabajo son las 11amadas ''ins-
talaciones auxiliares", que no son otras que los medios ma-
teriales que condicionan físicamente el proceso de trabajo.
Son ejemplos típicos de los instrumentos de trabato,
Ja lampa; el cincel, la guadaña, el torno, el cepillo, las má-
quinas herramientas, las máquinas, etc. Son ejemplos de las
instalaciones aúxiliares del trabajo, los edificios fabriles, las
instalaciones diversas, etc..
Objetos de Trabajo
Medios de Producción
Medios de Trabajo
-43-
el proceso de t1rabajo se realice racionalmente. Como este
proceso se efec1túa entre objetos que le pertenecen al capi-
talista, el producto de este proceso también será de su pro-
piedad.
-44-
CAPITULO II
EL CAPITAL CONSTANTE
-45 -
"El carbón que se quema en la máquina desaparece
sin dejar rastro, al igual que el aceite con 9ue se engrasan
las bielas. Los colorantes y otras materias auxiliares desa-
parecen también, pero se manifiestan en las cualidades del
producto. Las materias primas forman la sustancia del pro-
ducto, aunque cambiando de forma. Materias primas y ma-
terias auxiliares pierden, por tanto, la forma independien-
te con que entran, como valores de uso en el proceso de
trabajo. No acontece así con los medios de trabajo en sen-
tido estricto. Un instrumento, una máquina, un edificio fa-
bril, un recipiente, etc., sólo prestan servicio en el proce-
so de trabajo bajo la misma forma que tenían ayer. Con-
servan su forma independiente frente al producto mismo
en vida, durante el proceso de trabajo, que después de
muertos. Los cadáveres de las máquinas, herramientas, edi-
ficios fabriles, etcétera, no se confunden jamás con los pro-
ductos que contribuyen a crear. Si recorremos todo el pe-
ríodo durante el cual presta servicios uno de estos medios ·
de trabajo, desde el día eo que llega al taller hasta el día
en que se le· arroja, iosetvible ya, al montón de chatarra,
veremos que a lo largo de este período su valor de uso es
absorbido íntegramente por su trabajo y su va1or de cam-
bio se trani:\fiete poi' tánto, íntegramente también, al pro-
ducto. Si por ejemplo, una máquina de hilar tiene 10 años
de vida, su valor total pasará al producto decena\ durante
un proceso de 1O años. El plazo de vida de un .medio de
trabajo contiene, por tanto, una serie más o menos nume-
rosa de procesos de trabajo constantemente renovados con
él. A los medios de trabajo les ocurre como a los hombres.
Todo hombre muere Z4 horas al cabo del día. Sin embar-
go, el aspecto de una persona no nos dice nunca con exac-
titud cuántos días de vida Je va restando ya la muerte. Lo
cual no impide a las compañías de seguros de vida esta~
blecer cálculos acerca de la vida media del hombr~ sacan-
do de ellos conclusiones bastante de fiar, y sobre todo bas-
tante provechosas. Pues lo mismo ocurre con los medios
de trabajo. La experiencia enseña cuánto tiempo vive, por
término medio, uo medio de trabajo, verbigracia, una má-
quina de determinada clase. Supongamos que el valor de
·uso de esta máquina, en el proceso de trabajo, no dura
más que 6 días. Cada día de trabajo supondrá para ella, .
por término medio, la pérdida de 1/ 6 .de su valor de uso,
o lo que es lo mismo, cada día que trabaje transferirá al
-46-
producto 1/6 de su valor. Así es como se calcula el desgas-
te de todos los medios de trabajo, v . gr. el valor de uso
que ruariamente pierden y el valor que, por tanto, transfieren
diariamente al producto."
- 47-
v1c1os necesarios para que las actividades productivas pue-
dan tener curso. Ni éstos ni aquéllos desaparecen en un so-
lo momento, sino que superviven durante períodos más o
menos largos, antes de que s·eao declarados en desuso o in-
servibles. Desde el inicio de su vida útil hasta el fin de su
existencia, sufren un deterioro irreversible, al que se Je
denomina "depr,eciación", y que no viene a ser sino la me-
dida en que transfieren su valor a las nuevas mercancías,
elaboradas con su empleo. Al cabo, la depreciación llega
a anular el valc,r de los medíos de trabajo, con lo que se
expresa que est1! valor se habrá transferido íntegramente a
los bienes en cuya producción se les empleó.
-48~
Respecto del "capital variable'', Marx escribe, en "El''
Capital", Jo que sigue (*):
"Otra cosa acontece con el factor subjetivo del proc_e-
so de trabajo, con la fuerza de trabajo puesta en acción.
Mientras que por su forma útil, encaminada a un fin, el
trabajo transfiere al ·producto el valor de los medios de
producción y lo conserva, cada momento de su dinámica
crea valor adicional, nuevo valor. Supongamos que el pro-
ceso de producción se interrumpe en el punto en que el
obrero produce un equivalente del valor de su fuerza pro-
pia de trabajo, en que, por ejemplo, después de 6 horas
de trabajo, crea un valor de 3 chelines. Este valor forma el
remanente del valor del producto sobre la parte integran-
te que se debe al valor de los medios de producción. Es
el único valor original que ha brotado dentro de este pro-
ceso, la única parte del valor del producto creada por el
propio proceso. Claro está que este valor no hace más que
reponer el dinero adelantado por el capitalista al comprar
la fuerza de trabajo e invertido por el obrero en adquirir .
medios de vida. En relación con los 3 chelines desembolsa-
dos, el nuevo valor de 3 chelines parece una simple repro-
ducción. Pero es una reproducción real y no aparente, co-
mo la del valor de los medios de producción. Aquí, la sus-
titución de un valor por otro se opera mediante una crea-
ci6n de nuevo valor.
"Sabemos, sin embargo, que el proceso de trabajo se
remonta sobre el punto en que se reproduce y afíade al obje-
to sobre que recae uo simple equivalente del valor de la
fuerza de trabajo. En vez de las 6 horas que bastan para
eso, el proceso de trabajo duta, por ejemplo doce horas.
Por tanto, la fuerza, de trabajo puesta en acción no se limi-
ta a reproducir su propio valor, sino que produce un valor
nuevo. Esta plusvalia forma remanente del valor del pro-
ducto sobre e( valor de los factores del producto consumidos,
es decir, los medios de produc_ción y la fuerza de trabajo."
Y más adelante, Marx agrega que (**):
" ... la parte de capital que se invierte en fuerza de
trabajo cambia de valor en el proceso de producción. Ade-
- 49
más de reproducir su propia equivaléncia, crea un rema-
nente, la plusvalía, que puede también vaciar, siendo más
grande o más pequeño. Esta parte del capital se convier-
te constantemente de magnitud constante en variable. Por
eso le doy el nombre de parte variable del capital, o más
concisamente, capital variable. Las mismas partes integran-
tes del capital que desde el punto de vista del proceso de
trabajo distinguíamos como factores objetivos y subjetivos,
medios de producción y fuerza de trabajo, son las que desde
el punto de vista del proceso de valorización se distingu.en '
en capital constante y capital variable."
Algunas precisiones de gran interés pueden ser des-
prendidas de las citas anteriores:
1) Como ya quedó señalado, ·el trabajo útil o concre~
to transfiere a los bienes elaborados el valor de los me-
dios de producción; pero en el proceso productivo, el tra-
bajo útil se efectúa simultáneamente que et trabajo en ge-
neral o abstracto; este trabajo añade un valor nuevo al
bien que es objeto de fabricación.
2) Para analizar el nuevo valor que adiciona e] tra-
bajo en general, recurriremos a un ejemplo hipotético: su-
pongamos que un obrero tiene un jornal diario de S/. 200.00
y que en el curso de las 4 primeras horas de su jornada
de trabajo produce un valor equivalente a su jornal; como
este valor no es transferencia sino recreación, tiene un ca-
rácter original, puesto que no era preexistente, aunque sea
equivalente al salario recibido por el obrero; razón está últi-
ma por la que aparece como una reproducción del valor de
la fuerza. de trabajo.
3) ~ero la jornada de trabajo no dura 4 sino 8 ho-
ras, o lo que es lo mismo: ella duplica el tiempo que seña·
la el punto en que el valor de la fuerza de trabajo se re-
produce. En las cuatro horas adicionales, el trabajo pues-
to en acción continúa creando nuevos valores, con la dife·
rencia de que estos nuevos valores no tienen ya el carác-
ter de reproducción sino de un "valor remanente'', que se
sobrepone a los que corresponden al valor de los medios
de producción y al de la reproducción de la fuerza de tra-
bajo. A este "valor remanente" Marx le llama "plusvalía".
-50-
4) A la parte del capital que se dedica a la adquisi-
ción de fuerza de trabajo, (salario), Marx le denomina "ca-
pital variable", porque su inversión genera un nuevo valor
en el proceso productivo, según lo vimos en líneas inmedia-
tamente anteriores.
-51 -
te, ("capital constar¡te"J, y una parte variable, ("capital va·
riable").
En que:
C = Capital
c =capital constante
v =capital variable.
p
Cuota de Plusvalía = -- = p'
V
· -52-
es producida por el obrero; esto hace afirmar a Marx
que (*):
- 53-
Matemáticamente, la "masa de plusvalía produr;ida" se
. obtiene multiplicando la cuota media de plusva.Iía por el
total del capital variable desembolsado:
p
P = ( - ). V
V
En que:
P =
Masa de plusvalía producida
V = Total del capital variable desembolsado
-54-
En el primer supuesto,. según el cual, el tiempo de tra-
bajo necesario se mantiene constante, el tiempo de traba-
jo excedente, y consecuentemente, la plusvalía y su cuota,
sólo podrán incrementarse si se amplia · ta duración de la
jornada de trabajo.
a----b----c--c'
La linea a-c representa una jornada de 8 horas dia-
rjas de trabajo, en que el segmento a-b corresponde a 4 ho-
ras de tiempo de trabajo necesario, y el segmento b-c co-
rresponde a 4 horas de tiempo de trabajo excedente: La
cuota de plusvalía se obtendrá de relacionar los segmen-
tos b-c y a-b.
Pero si la jornada es ampliada en · 2 horas, represen-
tadas por el segmento c-c', nos encontraremos con que,
manteniéndose constante el tiempo de trabajo necesario, re-
presentado siempre por el segmento a-b equivalente a 4 ho-
ras, el tiempo de trabajo excedente se habrá alargado de 4
a 6 horas y su segmeot.o representativo también, pues; de
b-c que era,. ha pasado a ser b-c\ que e~ mayor que el an-
terior en c-c'. Estos cambios se traducirán en que la cuota
de plusvalía ya oo será del 100 por ciento, sino del 150
por ciento, (6/4x l00 = 150%). .
Nuestro ejemplo pone de relieve que el tiempo de tra-
bajo excedente crece a partir del punto en que se ha cubier-
to el tiempo de trabajo excedente, al mantenerse constante
el tiempo de trabajo necesario.
En el segundo supuest.o , seg6n el cual la jornada es
la que se mantiene constante, el tiempo de trabajo 'exce-
dente, y consecuentemente, la plusvalía y su cuota, sólo
podrán incrementarse si se contrae el tiempo de' trabajo
necesario.
(1) a - - - - b ·- - - - e
(2) a - - - b' - - - - - e
55 ~
cesarlo a 3 horas). De la misma manera, en la primera lí-
nea, el segmento b-c, (que representa ~ horas del trabajo
excedente), es menor que el segmento b'-c de la segunda ü-
na, (segmento este que representa la ampliación del tiempo
de trabajo excedente de 4 a 5 horas).
O sea que la línea (2), ·respecto de la línea (1), ex-
presa un . incremento del tiempo de trabajo excedente, y
por ende, de la plusvalía, por causa de la compresión del
tiempo de trabajo necesario. En el primer caso, la cuota
de plusvalía es de·l 100 por ciento, (4/4xl00 =
100%);
mientras que en el segundo caso, la cuota de plusvalía es
del 167 por ciento, (5/ 3xl00 = 167%).
Ahora bien. Marx llama ''plusvalía absoluta" a la ob-
tenida conforme al primer supuesto; y llama "plusvalía re-
lativa" a la obtenida conforme al segundo supuesto.
-56 -
paración · y educación del obrero, (o lo 9ue viene a ser lo
mismo: el costo de la formación de la mano de obra).
La expresión monetaria det· valor de 1a fuerza de tra-
bajo es su precio. Dicho de otra manera: el equivalente en
dinero del valor de la fuerza de trabajo es su precio.
El precio de la fuerza de trabajose transforma en sa-
lario cuando se le formaliza en i::l mercado, en cuyo seno
se enfrentan. como personas jurídicamente iguales, el ca-
pitalista y el obrero; el comprador y el vendedor de la fuer-
za de trabajo.
L¡¡s distintas qiodalidades que tiene el salario pueden
. ser reducidas a dos principales: el salario por tiempo y el
salario por pieza.
-57-
Pueden, p,or supuesto, haber capitales de cuantías di-
ferentes, cuya composición orgánica sea igual, como en
los supuestos 1:orrespondientes a los capitales (C) y (D),
siguientes:
-58-
Ja denominación de ''mediana composición orgánica del ca-
pital"
C = mC + nC =
V + p
En ·que:
- 59-
El valor total de lo desembolsado se repone en la parte
respectiva del valor de las mercancías elaboradas. Para el
capitalista, este es el precio de costo de las mercancías.
M=pc +p
pe= M - p
-60-
"Por consiguiente, la ganancia, tal como aquí se nos
presenta - acota Marx en "El Capital" (*)-, es lo mismo
que Ja plusvalía, aunque bajo una forma mixtificada, la
cual responde, sinembargo, necesariamente, al régimen de
producción capitalista_ Como en la formación aparente del
precio de costo no se manifiesta ninguna diferencia entre el
capital constante y el variaJ:,le, es natural que la raíz de
la transformación del valor producida durante el proceso
de producción se desplace del capital variable al capital en
su conjunto. Al aparecer el precio de la fuerza de trabajo,
ea uno de los polos, bajo la forma transfigurada del
salario, la plusvalía aparece en el otro polo bajo la forma
transfigurada de la ganancia."
LA CUOTA DE GANANCI A
La manera en que se constituye el precio de costo,
hace que se encubra el origen del nuevo valor, logrado en
el proceso de trabajo, presentándolo como procedente de
todo el capital. Es esto una mixtificación por la que apa-
rece, no sólo eJ capital variable sino todo el capital como
· la fuente del valor remanente, o ganancia.
La ganancia es una transfiguración de la plusvalía, de
la misma manera que el salario es una transfiguración del
precio de la fuerza de trabajo.
M =pc+ p
M =pc+g
p = g
g g
=
e C + V
- 61 -
Las relaciones entre las c11otas de ganancia y plusvalía
son como sigue:
p V
g' = = p' - -
e e
g' V
=
p' e
Un ejemplo numérico puede ser de utilidad para fijar
claramente los 1:onceptos considerados. Supongamos;
M = 80c + 20v + 20p = 120
20¡p
p' - -- = 100%
20v
20g
g' =
801C + 20v
De donde se sigue que, de un lado, la cuota de ga-
nancia puede expresarse, sea en la forma de coeficiente,
sea en la forma de porcentaje; de otro lado, la cuota de
plusvalía siempre será superior a la cuota de ganancia.
- 62-
planteada en el paso de la igualdad (I) a la igualdad (Il),
siguiente: _ _
-63 -
El paso de la situación (1) a la situación (Jl) comporta
un desmejoramiento de la composición orgánica del capi-
tal, con el resultado de que la cuota de ganancia es mayor
en (II) · que en I. En la agricultura son frecuentes las si-
tuaciones como las planteadas en este caso.
-64-
ble y del capila'I constante, la cuota de ganancia se man-
tiene inalterable, en el supuesto de que la cuota de plus-
valía sea la misma.
La fórmula general que Marx propone para explicar
el fenómeno es como sigue:
ev
g', p' - - -
EC
En que:
e =
Coeficiente de variación de v
E = Coeficiente de variación de C.
-65-
son las posibles explicaciones que se pueden dar de las va,..
riaciones sufridas por la plusvalia, frente al capital variable.
Posibles expJicaciones que pueden ser estas 3:
- 66-
cantidad disünta de horas diarias. S.upongamos, a manera
de ejemplo, que en las tres situaciones consideradas, tra-
bajan 20 obreros, pero con jornadas distintas:
En (n, con. una jornada de 6 · horas producirán S/.
30.00
En (II), con una jornada de 8 horas producirán S/.
40.00
En (UI), con una jornada de t 2 horas producirán S/
60.00 ·
-67-
sentido que la plusvalía. Lo prueba el paso de la primera
a Ja segunda de las igualdades siguientes:
- 68
LA INFLUENCIA DE LOS PRECIOS EN LA CUOTA
DE PLUSV ALIA
p
g' -
(c-d) + V
En que:
p p
<
C + V (c-d) + V
-69-
Lo dicho también es válido para el caso de la eleva-
ción de los precios correspondientes a las instalaciones y
equipos, aunque por lo general, los efectos de estos últimos
son algo menos impactantes que cuando el alza de precios
se presenta en el lado de los materiales.
-70-
El "valor de las mercancías" es diferente que su "pre-
cio de producción", · aunque se encuentran estrechamente
vinculados. Para Marx, el "precio de producción" se defi.,
ne como Ja suma del costo con la ganancia media, eh tanto
que .el "valor de las mercancías" se define como la suma
del costo con La plusvalía.
- 71 -
CUADRO NO 2.-PRECIO Y VALOR
DE LAS MERCANCIAS
Pre.cío de Ganancia Precio de fas Valor de las
Costo M edia Merca:nclas M ercanclas
-72 -
LA FORMACION DE LOS PRECIOS Y LA GANAN-
CIA MEDIA
- 73 -
realizará en el mercado lo que ha producido por debajo
de su valor.
PP
.g
= pe
pe +
X
g
g' .
PP - pe + (pe X . g')
pp = pe. ( 1 + g')
En que:
g Ganancia media
g' =
Cuota general de ganancia
pp = Precio de producción de la mercancía
De Ja última ecuación se desprende que una modifi-
cación en los precios de producción puede provenir, (perma-
neciendo constante el valor de las mercancías), de un cam-
bio en el precio de costo o de una variación en la cuota
general de ganancia. A manera de resumen de lo que aca-
ba de exponerse, cabe puntualizar que:
l ) ''La ley del valor preside el movimiento de los
precios, ya que al disminuir o aumentar el tiempo de traba-
jo necesario para la producción los precios de producción
aumentan o disminuyen." (Marx).
2) Los precios de producción de cada rama de acti-
vidad se establecen tomando como pauta los precios de
producción vigentes en las unidades cuya composición orgá-
nica del capital es la media.
3) Cuando la composición orgánica del capital es la
media; la ,ganacia que se obtiene también será la media.
Al presentarse estas situaciones medias, de un lado, el· pre-
cio de producción se iguala con el valor de las mercan-
cías, y de otro lado, 1~ plusvalía equivale a la ganancia.
- 74-
cializao como bienes de producción o bienes de consumo,
demandadas, sea por los productores capitalistas, sea por
los consumidores finales.
Para que la demanda se presente, es preciso que ha-
ya una necesidad que satisfacer:
"Pero -como lo puntualiza Marx C..)- la determina-
ción cuantitativa de esta necesidad es algo absolutamente
elástico y fluctuante. Su fijeza es pura apariencia. Si los
medios de subsistencia fuesen más baratos o los salarios
en dinero más elevados, los obreros comprarían más
artículos de consumo y . se· ampliaría la "necesidad social,,
de esta clase de mercancías, aún prescindiendo de los in-
digentes, etc., cuya demanda es inferior a sus más elemen-
tales necesidades físicas. Por otra parte, si el algodón, por
ejemplo, se cotiza~e más barato aumentaría la demanda de
algodón por parte de los capitalistas, afluiría a la industria
algodonera más capital adicional, etc.-"
-75-
Considerando al valor comercial como el núcleo del
precio comercial, pueden producirse tres posibles situacio
nes, si la demanda fluctúa; ellas son:
j:, = p (D, O)
De modo, pues, que la oferta y la demanda al actuar
sobre los precios; presionan en el sentido de que éstos con-
-76-
verjan hacia el valor comercial de las mercancías; punto
en el cual deben interceptarse sus respectivas curvas, (de
la demanda y la oferta), según puede visualizarse en el
Gráfico N<.> 3.
Precio,-+
Precio Comercial = Valor
Comercial Medio
Valor~
o X
Oferta-Demand'a
77-
medio de inventos que acorten, que reduzcan el tiempo de
trabajo oecesario, compensándose de este modo con el pre-
cio comercial. Y a la inversa: si aumenta la demanda y con
ella el precio comercial por encima del valor comercial, es-
to puede traer como consecuencia el que afluya a la rama
de producción de que se trate demasiado capital y el que la
producción aumente en tales proporciones, que el precio co-
mercial descienda por debajo del valor comercial; y puede
también traducirse en un aumento del precio que repercuta
sobre la demanda, haciéndola descender. Puede conducir
también, en tal o cual rama de produc,ción, al aumento del
propio valor comercial durante un período más o menos lar-
go, al hacer que una parte de Jos productos demandados se
produzcan durante este período en peores condiciones.
"Si la demanda y la oferta determinan el precio co-
mercial, éste, y en un anáJisis ulterior el valor comercial, de-
terminan a su vez la ofe.rta y la demanda. Esto es evidente
en lo que a la demanda se refiere, ya que ésta . se mueve
,e n sentido inverso al precio, aumentando cuando éste dis-
minuye, y viceversa. Pero lo mismo ocurre con respecto
a la oferta, pues los precios de los medios de producción que
entran en la mercancía ofrecida en el mercado determinan
la demanda de estos ·medios de producción y, por tanto, de-
terminan también la demanda de ]as mercancías cuya ofer-
ta incluye la demanda de aquellos medios de producción.
Los precios del algodón son un factor determinante para la
oferta de géneros de algodón''.
-78-
de sus productos, caso en el cual se presentará un alza de
precios con la respectiva elevación de la ganancia, hecho
que ocasionará la afluencia de capitales hacia esas esferas
de · actividad, con Jo que su producción aumenta, incre-
mentándose la oferta, y ·consecuentemente, los precios bajan,
hasta su inicial punto · de equilibrio.
En u.no y otro casos, la ganancia tenderá hacia el
punto medio.
Toda ganancia que supere el promedio se encuentra
en una situación de privilegio; por ello es que se le cono-
ce con la denominación de ''ganancia extraordinaria", en
el entendido qJUe la ganancia ordinaria es la media. La
ganancia extrac1rdi11aria se presenta allí donde la produc-
ción se realiza en las mejores condiciones existentes, (pres-
cindiendo de la.s ganancias extraordinarias que se originan
en el monopolio).
- 79 -
cuota de plusvalia constante, la conclusión a que se llega
indefectiblemente es que la cuota de ganancia será ne-
cesariamente decreciente.
La ley de la tendencia decreciente de la ganancia no
significa que, en términos absolutos, el capital variable ne-
cesariamente tienda a declinar. Puede esto producirse en
muchos casos, pero no es la regla. El significado que esa
ley tiene es que el capital constante muestra un ritmo de
crecimiento mayor que el del capital variable, lo que origi-
na el consiguiente cambio en la participación relativa de ca-
da uno de éstos en el capital total.
-80-
Ja contradicen, la ley se manifestaría en toda su plenitud
y no tan sólo en su forma de tendencia, como se ha in-
dicado.
Las seis causas que, según e1 criterio de Marx, contra-
rrestan a la ley del decrecimiento de la ganancia, son las
que pasamos a revisar:
Primera Causa: el Aumento del Grado de Explota-
ción del Trabajo.-Esta causa se explica por sí misma.
El aumento de la cuota de plusvalía o grado de explota-
ción del trabajo, expresa que la plusvalía se ha expandido
en relación con el capital variable; pero, una plusvalía ma-
yor, implica un mejoramiento de la cuota de ganancia, ya
que ésta proviene de la razón: plusvaJía/capital.
- 81 -
cios, sea de los equipos fijos, sea de los materiales, se re-
fleja en una disminución del precio del capital constante y,
consecuentemente, en una disminución de la composición
del capital, medido en términbs monetarios. El efecto de es-
to sobre la cuota de ganancia es contrario a la ley del decre-
cimiento de la cuota de ganancia.
Cuarta Causa: la Superpoblación Relativa.-La super-
. población relativa es un subproducto del desarrollo del capi-
talistno, que conduce al abaratamiento y la abundancia de
la mano de obra, con su secuela de creación de nuevas pla-
zas con altas cuotas de plusvalía, etc.
Quinta Causa: e'l Comercio Exterior.-Las importacio-
nes de bienes de producción y de alimentos, a mejores pre-
cios que los internos, presionan hacia la reducción del ca-
pital constante y al abaratamiento de la fuerza de traba-
. jo, etc.
- 82-
CAPITULO 111
EL CAPITAL COMERCIAL
En la ecoinomía moderna, caracterizada por el acre-
centamiento de la división del trabajo social y de Ja espe-
cialización, el c:apital destinado a la producción de bienes
materiales es distinto del capital. destinado a la circulación;
al primero se !le conoce como "capital productivo", y al
· segundo como "'capital comercial". ·
Ambas formas de capital se emplean en la adquisi-
ción de materiales, equipos y fuerza de trabajo, pero se dis-
tinguen en que, mientras el capital productivo se destina a
la transformación de las materias primas u objetos de tra-
bajo, el capital comercial se destina a la adquisición de
mercancías parn hacerlas circular; dicho de otra manera:
el capjtal comercial se emplea en el proceso circular, que
comprende la d,oble metamorfosis, primero del capital-dine-
ro en capital-me:rcancías, y luego, del capital-mercancías en
capital-dinero. ·
- 83 -
men mínimo que les permita operar en esta condición; vo-
lumen que es una consecuencia .de la acumulación. Las dos
formas de capital comercial, (dinero y mercancías), se me-
tamorfosean, la una en la otra y ésta en aqaéUa, en una se-
rie sinfín, con el solo hecho relevante de que, en cada ci-
clo, el capital se ve continuamente incrementado.
Ciclo Comercial ~ D - M - D'
En que:
D' > D
EL VALOR Y EL COMERCIO
El agente del proceso circular de las mercancías es el
comerciante, que con el capital-dinero que posee compra
mercancías a los industriales. Las mercancías éstas, que pa-
san de las manos del industrial a las del comerciante, tie-
nen un valor de uso y también tienen valor; ambos pro-
venientes de la fase productiva. El comercio no crea ni in-
crementa esos valores, puesto que su función se limita a
la compra-venta de bienes económicos; y si el comercio no
crea valor, tampoco genera plusvalía.
Sobre este punto, Marx apunta muy claramente
que (*):
"Si la venta y la compra de mercancías -y a esto se
reduce la metamorfosis del capital-mercancías M' - D -
M-, por el mismo ¡;:apitalista no son creadoras del valor
o de plusvalía, es imposible que se conviertan en tales por
el mero hecho de que las efectúen otras personas en vez de
efectuarlas el capitalista industrial directamente."
Cuando el capitalista industrial compra y vende mer-
cancías, en el intercambio que eso comporta no hay ningu-
na generación de valor adicional; sólo la hay cuando lá
industria usa la fuerza de trabajo adquirida en el mercado
de la mano de obra. Esta figura no cambia por el hecho
de que quien efectúa el intercambio de mercancías no es el
industrial sino el comerciante.
LA GANANCIA COMERCIAL
Las actividades comerciales no generan plusvalía, pe-
ro generan ganancia. Esto es posible, porque el comercio
participa de la plusvalía proveniente del trabajo industrial
o productivo.
El capital comercial participa de la plusvalía origina-
da en el trabajo productivo; esta participación toma la for-
ma de ''ganancia comercial'', la cual, promedialmente tie-
ne una cuota igual a la que exhibe el capital industrial.
La explicación es ·simple; si el promedio de la cuota
de ganancia industrial fuera mayor que el correspondiente
al capital comercial, habría una afluencia de recursos ha-
cia la industria, lo que obligaría a un descenso de la cuota
de ganancia industrial, (puesto que la mayor oferta de bie-
nes industriales tiende a deprimir los precios de produc-
ción), y presionaría hacia el alza de la ganancia comercial,
(por traslado de la plusvalía de la industria al comercio) ;
el punto de equilibrio de este fenómeno de fluctuaciones
se halla en el promedio. Comportamiento similar, hacia el
promedio, se presentaría en el caso de una elevación de la
ganancia media comercial por encuna de la industrial. pe
manera que es completamente lógico que, tanto la ganan-
cia media comercial como la ganancia media industrial tien-
dan a igualarse.
Queda por dar razón del mecanismo mediante el cuál,
tanto el industrial como el comerciante· participan de la
plusvalía, igualando sus ganancias. Para los efectos, recu-
rriremos a las mismas hipótesis con las que opera Marx en
su exposición.
Vamos a empezar suponiendo que el capital industrial
desembolsado en un cierto período productivo sea de
- 85 -
S/. 100; distribu{dos en S/. 80 de capital constante y S/. 20
de capital variable; con una cuota de plusvalía del 100
por ciento; el )Producto de este desembolso será:
- 86-
En nuestro ejemplo hipotético, el valor real o precio
comercial de las mercancías realizadas por el comercio, se
compone de los siguientes elementos:
pe 100.0
p = 17.4
h = 2.6
S/. 120.0
En que:
h = Ganancia comercial.
D-D-M-D'-D'
- 88-
EL INTERES: UNA PARTE DE LA GANANCIA
- 89-
Lo importante es remarcar · que, según Marx, el inte-
rés (*):
-90-
la ganancia) y es necesario investigar siempre cuándo, có-
mo y bajo qué condiciones adopta esta forma."
- 91-
El hecho es que, por la io{ervenci6n de las dos causas
anotadas, las tierras no · son igualmente productivas, dán-
dose así origen a la renta. Pero si la diferente productivi-
dad origina la rema diferencial, esto implica qµe:
-en primer lugar, hay tierras que no dan renta algu-
na, porque no dan ninguna ganancia extraordinaria sino
sólo ganancia media;
-en segundo lugar, la explotación de las extensiones
agrarias se inicia generalmente por las mejores tierras, si-
guiéndose luego por las de menor-calidad, hasta las tierras
marginales; aunque en esto hay que advertir que, dados los
límites mayor y nulo de la rentá, puede también ocurrir
que, en materia de explotación agraria, se puede pasar de
las peores a las mejores tierras;
--en tercer lugar, el precio de los productos prove-
nientes de las tierras marginales deviene en "precio regula-
dor", pues lo normal es que. éste sea el precio que rija en
el mercado, de manera que una mayor demanda de los
prodµctos agropecuarios, traducida en una mejora de los
precios es, con frecuencia, la causa de que se incorporen
nuevas extensiones al laboreo agropecuario.
-92-
La "renta diferencial 11" se ongma en las inversiones
suplementarias realizadas en las tierras que ya dan renta;
o sea que ella se vincula inmediatamente con la primera
forma de la renta diferencial, de manera que para uda me-
jor visualización de aquélla es bueno empezar revisando el
significado de ésta.
Suponiendo la existencia de tres calidades de tierras,
se tiene la siguiente situación inicial hipotética, (renta dife-
rencial l ):
-93-
CUADRO N<? 4 . -ESQUEMA DE FORMACION DE LA
RENTA DIFERENCIAL 11
-94-
funda en el propósito de ta simplificación, no es otra la
razón. Claro está que si las inversiones suplementarias son
de productividad decreciente, (por causa del empobrecimien-
to constante de las tierras), los precios sociales de la produc-
ción pueden verse impulsados hacia el álza, y viceversa.
-95-
que ellas se presentan sólo en las tierras medianas y mejo-
res; supuesto que se contiene en el cuadro N<:> 6.
-96-
a) El primer supuesto que da por resultado precios de
producción decrecientes, es que se adicione capitales con
productividades constantes y que el aumento de la deman-
da no sea suficientemente grande. Partiremos, como en los
anteriores casos, del cuadro N9 3.
Nuestra actual hipótesis es que se duplican los capita-
les en las tierras y que la demanda global pasa de 15, (pro-
ducción física del cuadro NQ 3), a 22.
A
B 200 20% 10 240 o
e 200 20% 12 288 48
- 97 -
una expansión insuficiente de la demanda. Partiremos tam-
bién para los efectos consiguientes, del cuadro N9 3.
A
B 200 20% 9 240.3 o
c 200 20% 10 267.0 27
- 98
Según el cuadro NQ 9, por razón de la productividad
margjnal creciente de las inversiones, un incremento del 50
por ciento del capital de cada una de las clases de tierras,
ha originado una duplicación de la producción física de tas
tierras ex_plotadas, acompañadas de un correlativo aumen-
to ele la demanda, (de 15, que era, a 30). Los precios de
producción habrán bajado en las peores tierras, de S/. 30.00
que etan, (cuadro NQ 3), a S/. 22.50. La renta diferencial
habrá aumentado, en términos absolutos.
- 99-
S/. 36.00; ante estos mayores precios, la demanda ha au-
mentado, . pero en una proporción menor que las inversiones.
U n efecto parecido sobre el nivel de los precios se pre-
senta cuando hay una habilitación de tierras de menor ca-
Jidad todavía que las hasta entonces marginales. Es este el
caso de la expansión de las áreas bajo c ulpvo con el apro-
vechamiento de tierras de fertilidad decreciente, y que se
encuentran cada vez más lejos de los centros de consumo.
Para ilustrar una situadón como la planteada, designaremos
con (a) a las tie.rras peores que (A), y luego las incluiremos
en el cuadro N<? 1 1.
-100-
La explicación de fenómenos como los que se mani-
fiestan en la situación que comentamos, radica en la ma-
yor demanda qiue se hace presente, pese a que los precios
son más altos. Una demanda particularmente expansiva se
debe generalmente a un déficit señaladamente grande de
aprovisionamien.to, por virtud del fortalecimiento de la eco-
nomía de los consumidores. (Es preciso que también ocu-
rra, para que se: presente tal situación, que la productividad
marginal de las inversiones en las tierras ya trabajadas, sea
menor que en las nuevas tierras marginales).
-101-
la producción en valor de (A) se ele.v a de S/. 120.00, (que
era según el cuadro N9 3), a S/. 160.00 que resulta por
virtud del precio de $/. 40.00 por unidad. Con precios de
producción de S/. 160.00, las tierras de calidad (A) ya
producen una renta diferencial de S/. 40.00, puesto que
su costo de producción más la ganancia media asciende a
S/. 120.00.
. Lo anterior nos dice que aún las tiérr~s de peor cali-
dad pueden dar una renta düerencial, si las inversiones
marginales efectuadas en las mejores tierras tienen un ren-
dim!ento inferior al que muestra todo el conjunto. Es esta
Ja explicación por la que aún las peores tierras pueden dar
una renta, y lógicamente, puedan también ser arrendadas,
(siendo así que el arriendo es la forma práctica que tiene la
renta de la tierra).
Es del caso subrayar que, en la. realidad, las situacio-
nes aquí estudiadas se presentan frecuentemente en forma
combinada, mixta e intermedia.
LA RENTA ABSOLUTA
a) Al estudiar la renta diferencial, vimos que ella
ptocede de la diferente calidad de las tienas puestas en ex-
plotación; diferencia de calidad que también es la base de
la segunda forma de renta diferencial, provenien_te de in-
versiones suplementarias. Vimos tambien que puede ·pre-
.sentarse la renta diferencial aún en tierras marginales o de
peor calidad, cuando la productividad marginal de las in-
versiones en las tierras mejores se halla por debajo de la
productividad de las inversiones efectuadas eo las peores
tierras.
Pero en la sociedad capitalista aún las tierras de peor
calidad, en las que no se presenta la ,enta diferencial 11,
dan renta. Esto se expresa claramente en el hecho de que
no hay terrateniente que ceda gratuitamente ninguna de sus
tierras, por más marginales que sean, sin el cobro de un
arrendamiento; arrendamiento que expresa precisamente la
renta. Como esta renta no se halla vinculada a la calidad
de las tierr:as de que se · trata, Marx la Uama "renta abso-
luta".
La "renta absoluta" se superpone a la renta diferencial
sin cambiarle su naturaleza, porque su respectiva proceden-
cia es diversa; la renta diferencial se funda en la diferente
-102-
calidad de las tierras, en tanto que la renta absoluta se
funda en la propiedad o monopolio territorial.
-103-
Si se presentara el fenómeno de la igualación .de la
ganancia, el promedio de la ganancia industria-agricultura
sería 30%, y .el precio de producción de ambos sectores
sería= S/. 130.00.
Pero como la igualación de la cuota de ganancia com-
portaría necesa1riamente una parcia] transferencia de plusva-
lía de la agricultura a la industria, y la propiedad privada
de las tierras impide que haya fluidez suficiente entre ambos
sectores, los terratenientes, ejerciendo los poderes que le vie-
nen de su condición de propietarios, impiden esa transfe-
rencia, con el resu]tado de que la cuota media de ganan-
cia agricultura-i.ndustria no se iguala, y que los precios
agrícolas son más altos que Jos que podrían ser; al paso
que los precios industriales se mantienen por debajo del ni-
vel que teodríain, de haber fluidez intersectorial. Pero es de
subrayar que, como no hay transferencia parcial de la plus-
vaüa agrícola a la industria, hace su aparición la "renta
absoluta".
Según las cifras con las que estamos operando, . el va-
lor de la producción industrial es de S/. 120.00, con una
ganancia media del 20% ¡ y el valor de la producción agrí-
cola es de S/. 140.00, con una ganancia del 40%. Eri es-
tas condiciones, es comprensible que puede haber algún em-
presario industrial que decida invertir su capital en la agri-
cultura, tomando las tierras en alquiler por una m.erced con~
ductiva (o ren1ta) de S/ . 20.00, puesto que al vender su
producción agriícola eo S/. 140.00, y hacer la deducción
de la renta pa.gaáa, tendrá un ingreso equivalente al del
capital industriaJ; su cuota de ganancia será del 20%.
Propiedad Privada territorial ~ Renta Absoluta
Así se tiene lo que ya quedó dicho: 1<?) que la propie-
dad privada de las tierras es .el fundamento y explicación
de la renta absoluta; 2<>) que la existencia de la renta absolu-
ta provoca la c:ontracción de la cuota media de ganancia,
dificultando el proceso ·de la acumulación del capital; y,
39) que _la renta absoluta ocasiona la elevación de los pre-
cios agrícolas, y como consecuencia de ello, presiona hacia
el alza de los i1nsumos industriaJes y del valor de la fuerza
de trabajo.
-104-
LA RENTA DE LOS SOLARES Y LAS MINAS
-105-
da curso a la renta absoluta. Y el monopolio ejercido sobre
algún bien permite la renta monopolística. Todas estas for-
mas de renta inciden en la elevación de los precios y en la·
contracción del proceso de acumulación del c!3pital.
EL PRECIO DE LA TIERRA
Habida cuenta que la tierra proporciona una renta a
su poseedor, los propietarios del capital desearán adquirirla
para tener una. fuente adicional de ingresos. En esta pers-
pectiva, consistente en la adquisición de tierras con el áni-
mo de obtener una renta, la tierra tendrá una cotización
más o menos alta, de conformidad con la renta que se ob-
tenga de ella. Esto equivale a decir que comprar tierras es
lo mismo que comprar la renta; de donde se tiene que el
precio de la tierra no es nada más ni nada menos que la
·•renta capitalizada".
Como la compra de la tierra se hace con un capital,
(frecuentemente con el capital-dinero), la referencia que se
emple'a en los cálculos sobre su precio es el tipo de inte-
rés bancarío, en el entendido de que cuando la renta igua-
la al interés, el capital invertido corresponde al precio de
la tierra.
Lo dicho significa que el tipo de interés multiplicado
por el precio de la tierra debe ser igual a la renta anual:
Precio de la Tierra X Interés = Renta Anual
Renta Anual
Precio de la Tierra - - - - -- - -
interés
-106-
CAPITULO IV
D-M-D
En la primera fase, el capitalista troca su dinero por
mercancías, principalmente fuerza de trabajo: D - M .
En la segunda fase, el capitalista usa las mercancías
adquiridas para producir nuevos bienes, con un valor supe-
rior al que tienen los elementos empleados en su fabri-
cación. ·
D- M <T
Mp
r
-107-
llt,
En que:
T = Fuerza de trabajo
Mp = Medio.s de producción
O sea que el capital-dinero con que se inician tas ope-
raciones, se desdobla en dos: una de ellas se emplea en la
compra de la mercancía fuerza de trabajo, (D - T), y la
otra se emplea. en la compra de medios de producci6n,
(D - Mp). Se ha efectuado la transformación del capitaJ-
dinero en fuen.:a de trabajo y medios de producción, a los
que se les llama "capital productivo".
·Se trata q[ue, en resumen, la metamorfosis es de ca-
pital-dinero en capital productivo:
JD - M
LA SEGUNDA FASE DEL CJCLO CAPITAL-DINERO
-108-
terial; los que utiliza en su conjunto, en el curso del pro-
ceso productivo. En este proceso, los factores materiales se
van transformando, en tanto que los factores humanos, al
ser usados, dan por resultado el trabajo mismo, pues: "El
uso de ta fuerza de trabajo, el trabajo, sólo puede realizar-
se trabajando", (Marx).
De las manos del trabajador brotan las mercancías
que contienen un valor suplementario, o pfusvalía:
D - M < ..,
T
Mp
P ... (M + m)
Al ponerse en funcionamiento el capital productivo, su
parte material se transforma en bienes de mayor valor, pues
las mercancías que se generan, contienen el valor del capital
productivo desgastado, (M), más la plusvalía creada por su
parte humana, (m).
M' = M t m
M ' representa la masa de mercancías que en el proce-
so del trabajo hao sido valorizadas adícionalmente, (m). Pe-
ro como toda mercancía, M ' está destinada al mercado, es-
tá destinada a ser realizada lo más inmediatamente que sea
posible. Y en efecto, se le envía al mercado y el capitalis-
La la vende, obteniendo así nuevamente una suma de capi·
tal-dinero, aunque de cuantía mayor que la empleada en la
primera fase.
(M + m) - (D + d)
M ' - D'
Las mercancías valorizadas, (M + ro), tienen un va-
lor superior a las mercancías compradas en la primera fase,
-J09-
(M), por 'tanto, el dinero obtenido por su venta no sed
igual al gastado en la primera fase, (D), sino será cuantita-.
tivamente mayor, (D + d). Al cabo de la tercera fase, el ci-
clo habrá terminado, para dar paso a uno nuevo, en una
espiral continua.
D- M < ..
T
Mp
P ... M' (M + m) - D' (D + d)
M'-D'
(M + m) - (D + d)
M'
(
M ) .;
+
- - - ·( D
-D'. +
l - <:p M
m .d. - m
-111-
La distinción de Íos dos canales es del todo ideal, pues
no se presenta en la realidad, pero sirve bien para mostrar
el fenómeno por el que, en el primer: ·canal, las mercan-
cías· siempre tienen igual valor en todos los ciclos del pro-
ceso, cosa que también· ocurre en el canal de la renta, que
materializa la plusvalía, (en el supuesto de que la tasa de
plusvalía se mantenga la misma en cada ciclo). En la circu-
lación que expresa la reproducción simple, el proceso mues-
tra una clara igualdad en sus dos extremos.
En cuanto a la plusvalía de que se apropia el capita-
lista. diremos que ella no es gastada en un solo acto, sino
en una sucesión de momentos. en los cuales, éste adquiere
mercancías esenciales y no esenciales o suntuarias, para
mantener su alto nivel de vida. Esta sucesión de compras,
po nen de manifiesto que una parte de la masa de plusva-
lía permanece atesorada, a la espera de que su empleo con-
tinuado lo vaya extinguiendo. Atesoramiento que explica,
igualmente, que no haya expansión del capital product ivb
yue, como dejamos dicho, mantiene su valor inicial inal.tc-
rable a todo lo largo del proceso circular.
-112-
Si ocurriera la total capitalización de la plusvalía, el
ciclo se presentaría en la forma de esta sucesión:
M' = M + m
P' = p + p
P' > p
Mp
P (P')
En forma simplificada:
D ... D'
-114-
ducción y' el proceso de circulación. El proceso de circula-
ción vincula los procesos de producción, y viceversa, los
procesos de circulación son vinculados por los de produc-
ción. En este entendido; pueden ser formulados los tres pro-
cesos cíclicos del capital, de la manera siguiente:
-115- .
bienes que se movilizan de unas manos a otras. Ya en otro
lugar vimos que los gastos y la ganancia comercial son cu-
biertos por la plusvalía generada en el <;iclo productivo.
Pero la circulación no sólo exige tiempo y trabajo de-
dicado a las tareas de la compra-venta, sino que también
requiere de la ejecución de actividades contables, en las que
es preciso emplear, igualmente, esfuerzo y materiales. Lo
mismo puede decirse de las operaciones de conservación de
las mercancías.
-116 -
O sea que, en la órbita de la· circulación, el transpor-
te si otorga un valor adicional a las mercancías, porque el
valor de uso de las cosas sólo puede ser realizado en el con-
sumo, y éste es posible únicamente si el producto se halla
a la mano y no lejos de quien o quienes vayan a utilizar-
lo. Un artículo inalcanzable por la distancia carece de va-
lor; el transporte resuelve la dfücultad haciendo alcanzable
el producto, pero al hacerlo, le añade valor suplementario.
· Este valor adicional se descompone, como en todos los ca-
sos de la producc::ión de bienes materiales, en dos: una par-
te que es equivalente a la reproducción de la fuerza de tra-
bajo, y o'tra partt:: que es la plusvalía.
El valor gernerado por el transporte está en razón direc-
ta de la masa que es objeto del traslado y de la distancia, y
está en razón inversa de la productividad de lá industria
del transporte. A un mayor volumen y distancia corres-
ponden valores 1~ás elevados, en tanto que a una produc-
tividad alta del t1ransporte corresponde un menor valor.
. En resumen , el transporte se presenta como una con-
tinuación del proceso de producción, en la órbita de la
circulación.
-11 7 -
nentes típicos del capital fijo, las instalaciones y edificacio-
nes, las maquinarias y los equipos. Los primeros se em-
plean íntegramente en cada proceso productivo, los segun- ·
dos d'uran· varios proceso_s productivos.
-Jl8-
sea fuerza de trabajo. Cuando todo el dinero ese ha sido
gastado, la rotación ha concluído, para darse inicio a la
otra vuelta.
En nuestro ejemplo hipotético, el c~pital desembolsa-
do para adquirir capital productivo es de S/ . 250, cuya
rotación cubre el tiempo de 5 semanas; o sea que, en un
año se habrán producido 1O rotaciones. En cada rotación,
la cuota de plusvalía será del 100 por ciento, pero como son
10 rotaciones, .la cuota anual será del 1,000 por ciento. El
significado de esto último es que, si ,el gasto inicial del
capital variable fue de S/. 50, lá plusvalía que le correspon-
de se presentará en cada ciclo: dando como resultado una
plusvalía de S/. 50 en la primera rotación, de S/. 50 en la
segunda rotación, Y. así sucesivamente, hasta la lOa. vuelta,
en que la plusvalía se habrá acumulado de manera de al-
canzar la suma de S/. 500J que es el 1,000 por ciento de S/ ..
50, (monto del capital variable que fue rotando).
De lo· dicho se desprende que la ''cuota anual de plus-
valía", es la razón entre la masa de plusvalía producida
durante un año y el capital variable desembolsado:
Masa de la Plusvalía Produ-
cida en el Año
Cuota Anual de Plusvalia - - - -- - - - - - - -
Capital Variable
Desembolsa.do
En que:
P' = Cuota anual de plusvalía
n - Número de rotaciones al año
-119-
CAPITULO V
LA REPRODUCCION SIMPLE
DEL CAPITAL
- 121-
En la sociedad hay una gama muy grande de empresas
y de ramas dedicadas a la producción de una cantidad tam-
bién muy numerosa de bienes. Si a estas empresas y ra-
mas las agrupamos según el tipo. de artículos que elaboran,
es obvio que en un lado serán colocadas las que producen
bienes de producción, y en el otro lado serán colocadas las
que producen bienes de consumo. Es igualmente obvio que
en lás empresas de ambos lados, (o sectores), se requeri-
rán de las dos formas de capital productivo conocidas: ca-
pital constante y capital variable, así:
Sector (l ): c 1 +v +p =
1 1 Medios de Producción
Elaborados
Sector (10: c2 + v + p2 =
1 Medios de Consumo
Elaborados
-122-
En primer lugar, fluye de las cifras, que. los capitalis-
tas del sector (1) han pagado a los obreros de su sector sa-
larios por el monto de S/. 1,000, de la misma manera que
los capitalistas del sector (II) han pagado salarios a sus
obreros por la suma de S/. 500. Con los S/. 1,500 recibi-
dos, los obreros de uno y otro sectores compran a los ca-
'pitalistas del sector (11) medios de consumo por el valor
de S/. 1,500.
En segundo lugar, los capitalistas del sector (I) se apro-
pian de S/. 1,000 por concepto de plusvalía, de la misma
manera que los capitalistas del sector (ll) se apropian de
S/. 500 por el mismo concepto. Con esta suma de S/. 1,500,
unos y otros adquirieron de los capitalistas del sector (11}
bienes de consumo, (en el caso de los capitalistas del 29 sec-
tor se trata de compras y ventas mutuas). De manera que
todos los obreros y los capitalistas compraron, pa,ra su uso,
la totalidad de los bienes de consumo producidos por el sec-
tor (ll), (S/. t ,500 los obreros y S/. J,500 los capitalistas).
Bn tercer lugar, con los ingresos provenientes de sus
ventas, los capitalistas del sector (11) pagaron salarios y se
apropiaron de plusvalía por S/. 1,000, y con los restantes
S/. 2,000 compraron bienes de producción a los capitalis-
tas de (1); bienes con los que reinician nuevamente el pro-
ceso de producción, en las mismas condiciones que las ini-
ciales, es decir, con el mismo capital constante y el mismo
capital yariable que tenían al principio.
En cuarto Lugar, con los S/. 2,000 recibidos de los ca-
pitalistas del sector (11), por las ventas que les hicieron de
bienes de producción, los capitalistas del sector (1) pagan a
sus obreros y se apropian de. la difenmcia o plusvalía; res-
tan, pues, S/. 4,000,. que es el monto de las compras y ven-
tas mutuas de bienes de producción, que llevan a cabo
ambos sectores para aprovisionarse de ese tipo de merca-
derías. De esta manera reinician nuevamente el proceso de
producción, en las mismas condiciones que las iniciales; es·
decir, con el mismo capital constante y el mismo capital
variable que tenían antes.
-123-
Consumo Obreros, Sector(/)
Consumo Capitalistas, Se~or (l)
Producción. Sector //
Consumo Obreros, Sector(//)
Consumo Capitalistas, Sector (//)
-124-
O sea que, de los bienes de consumo esencial; (.cuyo va-
lor es de S/. 2,400), se adquitjeron y emplearon: S/. 1,500
por los obreros de toda la economía, S/. 600 por los capi-
talistas de (I), S/. 240 por los capitalistas de (Ila), y S/. 60
por los capitalistas de (Ilb).
-125-
Primer Ciclo o Período Productivo:
-126-
LAS CONDICIONES DE EQUILIBRIO DE LA REPRO-
DUCCION SIMPLE
(I)
(IC)
c, + v, + p1 = C1 + c~
-127-
Tercera condición: la tercera condición de equilibrio
de la reproducción simple, es que la producción del sec-
tor (11) debe ser igual a la suma de los capitales variables
y la plusvalía de toda la economía:
~ + V2 + P, = V¡ + P1 + V2 + P2
P2 == v, + Pr + V2 + P2
P2 = V + p
'
e
- la composición orgánica del capital = co = --
v
p
- la cuota de plusvalía = p' = - -
v
- y la relación capital-producto, que se defi-
ne como la razón entre el capital constante y el
c
ingreso = k =
V + p
-128-
De donde se tiene que el capital variable, la plusvalía
y otras magnitudes pueden ser despejadas de las anteriores
ecuaciones, así:
Capital variable:
e
co ==
V
e
V =
co
1
Plusvalía:
p
p' =
V
e p'c
p ::: p' .v = p'(-) =
co co
p'. e
lp = co
1
Relación capit~producto:
e e co
k =
V + p
- e p'c
- p' +
+
co co
co
k = ----
p' +
-129-
Considerando las anteriores ecuaciones, el modelo pue-
de ser expresado del modo siguiente:
C2 p'~ C2 + p'éi
Sector (11): c2 + -- + - - = ~ + = P2
C02 C02 co,
c, + - - - --
co,
C2 = - - - - - - -
C01
-130-
igual a la suma del capital constante y la plusvalía de ambos
secto.res:
P2 = v, + Pi + V2 + P2
C2 + P'2 C2 c, p'1c, C2 p\ C2
C2 + =--+ + --+
C02 co, C01 COz C02
C1 + p'1 . e, 1 + p'1 c,
C2 = = c, -
C01 C01 co,
1 + p'i
Pero como:
C01
k1 = 1 + p',
Entonces:
c,
~ = k1
De donde se tiene que:
C1 p' c,
(1) Ct + co,
+ co,
= P,
C2 p' e:¡
(II) C2 . + + = P2
C02 C02
e, e, p' C1
(111)
k,
+ k1 C02
+ k, C02
= P2
-l31-
DESARROLLO MATRICIAL DEL MODELO DE RE-
PRODUCCION SIMPLE
Modernamente se le presenta al modelo de reproduc-
ción simple de una manera matricial (*), en vista de que
su propia conformación se presta para ello, como pasa-
mos a verlo de inmediato.
Las relaciones intersectoriales de una economía esta-
cionaría, pueden ser presentadas gráficamente así:
v, + P1 ~ i_,_ _.......... I
Del propio gráfico se pueden desprender las condicio-
nes de equilibrio ya conocidas:
Ci = v, + p,
c
V
p
(•) Ver los libros, " Introducción a la Economelrla", del f',C.E.; y, ''Teor!~
<te la Reproducción y de la Acumulación". de O:tkar lange; Ed . Arlpl.
-132-
De esta tabla matricial podemos desprender los respec-
tivos coeficientes de insumo, de la siguiente manera:
P, a2c
=
P2 a1v + a1p
Pero como :
a ,c + ª•v + a,p = 1
Puede escribirse:
P, a2c
---- =
-133-
O también:
- =-------
La anterior condición de equilibrio puede. igualmente,
ser expresada de esta otra manera:
~
C02 - --; C2 - C02 . V2
V2
p,
p' - - -' p, - p'. v,
C2 = v, + Pt
C02 • V 2 = V1 + p' . V¡ = V¡ (l + p')
O, igualmente:
Y, finalmente:
P1 co,
1 + p' a1v
-134-
(1 + p')
co, co,
• •• 1 + p'
1 + p'
P, co2 a2v
= k, - -
P2 co, a,v
-135 -
CAPITULO VI
LA REPRODUCCION AMPLIADA
DEL CAPITAL
<50v
•·
50v
50c > Producto: 50c + 50v + 50p = S/. 150
50c
-137-
En esta alternativa, el capitalista destina la totalidad
de la plusvalía a la adquisición de bienes de consumo, de
manera que al final del primer período su capital se ha man-
tenido en el mismo volumen que tenía al comienzo. (En
el segundo período se repite exactamente el proceso del pri-
mer período).
. Pero si decide .~UJ~entar su producción, el comporta-
miento que tenga sera distinto, tal como lo podemos ver en
la siguiente alternativa:
60c
<
60v
60v >
Producto: 60c + 60v + 60p - $/ . 180
60c 60c
· Tercer período: Capital: S/ . 120 .
.60v>
60c
Producto: 60c + 60v + 60p = S/ . 180
<60v
60c
-138-
Es decir que, por efecto de la acumulación del capital , el
producto se ha •elevado de S/. 150 que era, a S/. 180.
A diferenciia de lo que ocurre entre el primer y el se-
gúndo períodos, el tercer período es la repetición cuantitati-
va del segundo período, porque el monto del capital em-
. picado en- el segundo y tercer períodos son iguales. Resul-
tado: el producto del tercer período es igual al producto
del segundo perííodo.
O sea que del primer al segundo períodos se ha efec-
tuado un fenómeno expansivo, al que se llama "reproduc-
ción ampliada d'el capital" . Entre el segundo y tercer perío-
dos se ha dado el caso conocido de la "reproducción sim-
ple del capital".
60v
. ) Producto: 60c + 60v + 60p = S/. 180; consumo:
60c pb = S/. 40.
-139-
Cuarto Periodo: Capital: S/. 160.
80v
-140-
Pero el esquema puede ser cambiado, con sólo modj.fi-
car la composición orgánica del capital de (ll); así:
-141-
- en síntesis, el destino de lo producido por los dos
sectores será el siguiente:
Los S/. 6,000 de bienes de producción del sector (l)
se vendieron:
-142-
rado ; es decir, que el sector (1) observa una acumulación
absoluta de S/. 550, en tanto que el sector (11) observa una
acumulación absoluta de S/. 240. Las consecuencias de este
comportamiento serán que:
-143-
Siendo fija la .cuota de plusvalía, eJ esquema de repro-
ducción ampliada, correspondiente al tercer período, será el
siguiente:
-144-
capital", pueden expresarse en los puntos que enumeramos
a continuación:
P, > c, + c2
La explicación de esta desigualdad es que, sin elJa no
sería posible ninguna acumulación, porque, si la produc-
ción de bienes de producción fuera igual o inferior a la suma
de los capitales constantes de (1) y (II), no habría nin-
gún margen para incrementar el equipo productivo.
P2 < v, + p, + v, + P2
-145-
Tercer punto.-En el modelo de reproducción amplia-
da, la compPsición orgánica del capital es generalmente
diferente en uno y en otro sectores, siendo así que en el
sector (1) la parte relativa del capital constante es más im-
portante que en el sector (II). (Lo que no implica que es-
tén excluídas las situaciones en que la composición orgáni~
ca del capital se·a la misma en los dos sectores).
p == pa + pb
En que:
pa = pac + pav
-146-
En que:
pac - Plusvalía para la acumulación del capital cons-
tante
pav = Plusvalía para la acumulación del capital va-
riable.
e, < v, + p,
-147-
el consumo de (J), más la plusvalía para la. acumulación
del capital variable de (1):
P, = e, + pac, + e, + pac,J
-148-
Tercera condición.-Para que se dé el modelo de re-
producción ampliada es preciso, eli tercer lugar, que la
producción del sector (11) sea menor que la suma de los
capitales variables y las plusvalías de los dos sectores:
P2 < v, + Pi + V2 + P2
Esto, ¡x>rque si los capitales variables más las plus-
valías, correspondieran a la producción de bienes de consu-
mo, no habría margen alguno para la acumulación.
De . aquí se desprende directamente la tercera condi,..
ción de equilibrio del modelo ampliado, que se enuncia así:
la producción del sector (II), debe ser igual a la suma del
c'apital variable de ambos sectores, más la acumulación del
capitaJ variable también de ambos sectores, más la plusva-
lía para el consumo de los dos sectores:
-149-
En que:
pa
p
= p.a'
- p'.v
pa - p'.v.a'
(p'.v.a'), (p',v.a')2
pa - +
Por tanto, la plusvalía que el capitalista destina al
consumo será:
pb= p (1 - a')
c c
e =
c' =
c + V
V V
·v• =
e = e + V
e V
+ = c' + v' . =1
e + V c + V
En que:
-150-
Ahora bien. La composición orgánica del capital (c/ v)
establece que, cuando v = l ; co =
c; condición en la que:
Con lo que:
c co
e' = c
=
+ V co + 1
V 1
v' = .e =
+ V· co + 1
Ahora ; sí: e' = pac' ; y, v'
= pav'; entonces:
co
pac' -
co +
1
pav' - - - - -
co + 1
pac' + pav' = 1
pac' = J - pav'
pav' - 1 - pac'
En que:
pac' = Cuota
tante
de la acumulación para el capital co~
pav' = Cuota
riable
de la acumulación para el capital va-
pac = pac' . pa
pac = pac' . p' . v. a'
pav - pav' . pa
pav - pav'.p'
-151-
Considerando lo anterior, el esquema del modelo pue-
de; asimismo, ser expresado de la siguiente manera:
P2 = V1 + V2 + P1 (l - a') 1 + P2 (1 - a'h +
+ (pav'. p'. v. a')1 + (pav'. p' . v . a')2
Pero como:
P2 = ~ + V2 + p2(1-a')2 + (pac'.p'.v.a')2 +
+ (pav' . p' . v . a'),
Entonces:
LA ACUMULACION INTERSECTORIAL
pa
pa' =
p
-152-
Segón el supuesto con que operó Marx, la acumula-
ción proveniente de la plusvalía que incrementa el capital de
su respectivo sector; o sea que la acumulación de la plusva-
lía del sector (l) se orienta al incremento del capital de (I), ·
de la misma manei::a que la acumulación proveniente de la
plusvalía de (11) se orienta al incremento del capital de cm.
Es 'este un supuesto que se explica por los afanes de sim-
pJificación que alentaban a Marx, y que además es real y
bastante corriente, pero no siempre ocurre así. Hay tam-
bién la alternativa de que la acumulación de un sector se
invierta en el otro; esta alternativa es igualmente corrien-
te y común en los procesos de desarrollo económico. En
este subtítulo, expondremos el funcionamiento del modelo
de reproduccción ampliada eo la alternativa del financia-
miento de un sector por otro.
El nuevo supuesto, en que se plantea la transferencia
de acumulación de un seétor. a otro, (o financiamiento inter-
sectorial), implica distinguir la plusvalía que, proviniendo
de un sector, se destina a la acumulación del otro, y vi-
ceversa.
Para nuestros efectos, partiremos del desarrollo ecua-
cional siguiente:
En que:
-153-
De donde se tiene que el esquema de reproducción
ampliada, que considera el financiamiento intersectoriaJ, tie-
ne la siguiente forma de expresión:
Simplificando; tendremos:
-
v, + pb,
1 1
e, v, + pb1 + pav, •
r
P, ~
P,
' Ci + pa~
j-•• .. ,t
- 154 -
DESARROLLO MAiRICIAL DEL MODELO DE RE-
. PRODUCCION AMPLIADA
En que:
. .. . ......
-155-
Siendo:
a = Coeficiente de insumo de los capitales constante
y variable
d =Coeficiente de acumulación de los capitales cons-
tante (e) y variable (v), y de la plusvalía para
el consumo (b).
P2 a1v + ~,v + d ,b
O también, (en atención a que are + die . + a1v +
+ d,v + d,b = 1):
-156- ·
multiplicidad de la economía moderna aconseja trabajar
con un mayor número de sectores. Es claro, que el aumen·
to del número de sectores comporta un acomplejamiento
de las relaciones mutuas, pero en compensación, se consigue
un afinamiento mayor del análisis.
Pues bien. Si dividimos la economía, no en dos sec-
tores, sino en tres, el esquema de reproducción ampliada se
presentará así:
-157-
Empezando nuestro análisis con la fuerza de trabajo,
tendremos que:
X0 = v i +xo
Si luego pasamos al análisis de las compras y ventas
mutuas, en el entendido de que en esas compras y ventas
mutuas están comprendidos los bienes de producción, la
matriz respectiva será:
X11
ci
En que:
Entonces:
e¡ = x, + x 2 + .... + x0
•
La producción de bienes finales de cada uno de los
sectores se expresa en esta ecuacifin·
Xj = X1 + X2 + . .. . + Xn
-158-
O sea que :
xi = ci + x¡
En tanto yue la plusvalía será:
P¡ = Pi + P2 + · ·· · + Pn
X11 X22 . .. X1 n X¡ x;
X21 X22 ... X2n X2 :X:2
Cj .
Xm X02 . ,. Xnn Xo Xn
m·1 P 1 P2 ... Pn
P¡ X1 X2 ... Xn
-159-
n
Xo = Xo1 + Xo2 + ·· · + Xon + Xo =L Xo j + Xo
í= l
n
X1 = X11 + X12 + ... ' + x,n + x, = E X¡j + X1
j= l
n
:X2 - X21 + X22 + . .. + X20 + Xa = ~ X2 j + X2
j;:::: 1
n
Xñ = X~¡ + X02 + · · · + Xno + Xo = ~ Xnj + Xn
i::::l
n
X 1· = E. 1 x··IJ + x¡
J=
n
X¡ = E: lCji + x 0¡ + P¡
j=l
O sea que:
n u
L Xji + Xoi t...P¡ . = L Xij + X¡
j=l j=1
Xj
-161-
Así es que la producción por cada sector será:
Xi =
1 - an
-~, - ~n
-162-
Invirtiendo la matriz de Leontief se obtiene la' deno-
minada "matriz de requisitos directos e indirectos", que se
expresa de ia siguiente manera:
A,, Am
.. . ..... . ............
. . . . .. .. . . .. . . . . . . ..
~
(•) Ver " Estructuras Económicas y Econometrla"; Virgilio Roel; (en que
bay un ejemplo de desarrollo COtnpleto de las matrices de este t ipo),
-163-
CAPITULO VII
EL PROBLEMA QE LA CONVERSION
DE LOS VALORES EN PRECIOS
- 165-
Como la tasa de ganancia ·es igual para todos los ·sec-
tores, en términos absolutos, la plusvalía se identifica con la
ganancia, razón por la que los precios corresponden a J0s
valores. Asimismo, en el modelo se cumple la condición de
equilibrio, ya que la producción del sector (1) es igual a la
suma de los capitales constantes de los tres sectores; igual-
mente, la producción del sector (U) se identifica con la su-
ma de los capitales variables gastados; finalmente, el sec-
tor (lli), produjo el equivalente de la suma de las plusvalías
de los tres sectores.
Pero como en la realidad de la vida económica, la com-
posición orgánica del cap.ital de los distintos sectores es
siempre distinta, vamos a examinar el caso de cómo es que se
presenta la situación cuando no hay uniformidad en la rela-
ción c/v, como ocurre en el esquema siguiente:
-166-
Para visualizar lo dicho, partiremos del esquema si-
guiente:
(1)
(TI)
e + V + p = X1
e + V + p = X2 (3)
(111) e + V
+ p = X3
e + V + p - X
e + V
+.V + +
(I) g' (c v)
(II) e + g' (c + V)
(Ill) e + V + g' (c + v) =
C + V + g' (C + V) G
g' (C + V) = p
-167-
Pero los precios individuales, por sectores, general-
mente difieren de sus respectivos valores. Así tenemos que,
si tomamos las cifras de (2) en el esquema (4), los precios
por sectores serán:
(1) 500c + 150v + 216.7g - 866.7
(II) IOOc + 150v + 83.3g - 333.3 (5)
(IlI) 200c + 150v + 100.0g = 400.0
- 168-
Estas desigualdades vendrían a implicar que, cuando se
transforma el valor en precio, se pasa de una situación de
equilibrio a otra de desequilibrio permanente; esto es, evi-
dentemente una incongruencia, porque si se viviera en el
permanente desequilibrio, la oferta no debería de corres-
ponder en ningún momento a la demanda; de esto se sigue
que, como lo expresa PauJ Sweezy (*): " . .. el método
marxista de transformación es lógicamente insatisfactorio" .
¡•¡ '"Teorfa del Desarrollo Capitalista" ; Paul Srvezy; Páa. 128¡ F.C.E.; 1942.
( .. ) Ver, id.
-169-
En consideración de todo lo anterior, procederemos a
operar con el esquema de la repróducción simple siguiente:
e, + v, + Pi ::::; c, + c2 + C3
C2 + V2 + P2 = - V¡ + V2 + V:j (6)
C3 + V3 + p3 = Pi + P2 + p 3
O también:
z = 1
-170-
Con lo que, el esquema (8) se expresará de esta otra
manera:
En que:
(Ill') m(2 + y) = 4
-171-
Obtenidas las ecuaciones (I'), (11') y (IIl'), se procede
a reducir su número, por el procedim'iento de dividirlas por
la ecuación (IIl'):
10x + 3y
- - - - = 4x; equivalente a: lOx + 3y = 8x2 +
2x +y'
+ 4xy; equivalente a: y(4x - 3) = lOx - 8x2 ; de la
cual, despejando y:
2x. (5 - 4x)
(IV) y =
·(4x - 3)
2x + 3y
- - - - = 2y; equivalente a:2x + 3y = 4xy + 2y2,
2x + y
que ordenado en forma descendente respecto a (y) da:
-172-
- 32x + 36 = O; despejando. (x):
36 9
X=--=--
32 8
Reemplazando este valor numérico de (x) en (IV'):
2(9/ 8) [5 - 4 (9/8)) 9/ 4 (5 - 9/ 2) (9/ 8)
Y=--------------
4(9/8)-3 9/2 -3
=--¡
3/ 2
18
y = - - ; equivalente a:
24
y : 3/4
Reemplazando los valores de (x) e (y) en (111'):
4
m=---
2x + y
4 4 4 4
m = -----=
2(9/ 8)+ (3/ 4)
- ---
(9/4}+(3/4}
= - = -- =-
12 3
m = 4/ 3; esto implica una tasa de ganancia: t =m - 1 = 1/ 3
-173-
Por tanto, el esquema de los precios será:
(1): 562.Sc
(II): l l 2.5c
+ 112.Sv + 225.0g == 900.0
+ 112.5v + 75.0g == 300.0 (11)
(lll) 225.0c + 75.0v + 100.0g = 400.0
900.0c + 300.0v + 400.0g = 1600.0
El esquema anterior, obtenido mediante el método
de Bortkiewicz, satisface plenamente las condiciones de equi-
librio de la reproducción simple del capital, pues:
-174-
ruficancia si lo comparamos con la hazaña profundamente
original de haber planteado correctamente el problema.
Pues con este éxito Marx preparó el terreno para la vindi-
cación final de la teoría del valor-trabajo, el sólido cimien~
to de toda su estructura teórica." (Sweezy).
-175-
CAPITULO VIII
-177-
precio comercial de la mano de obra, respect~ de su precio
natural.
Puesto que el precio comercial de la fuerza de trabajo
es el mismo salario, ocurre que este fluctuará siempre al·
rededor del valor que tenga la mano de obra, con una
clara tendencia a ajustarse al mismo. En otras palabras: si
bien a corto plazo el salario puede ser mayor o menor
que el valor de la fuerza de trabajo, a largo plazo, ambos
se igualan por razón de las compensaciones.
De lo dicho se colige que, si por efecto de la acumu-
lación, la demanda de. mano de obra sé expande, los sala-
rios mostrarán una tendencia a aumentar. Aún más, si se
admite que el capitalismo se caractedza por su continuo
crecimiento, la conclusión será eo el sentido de que la se-
ñalada tendencia al alza de los salarios deberá ser igual-
mente continua, Jo que pondrá en riesgo la propia acumu-
lación, por la contracción de la plusvalía.
Para Marx, la acumulación y la plusvalía son dos de los
rasgos más característicos del capitalismo; rasgos que po-
drían anularse mutuamente, porque la acumulación puede
poner en riesgo la plusvalía, en vista de que ésta estimula
el continuo incremento del salario; esto planteó un proble·
ma que Marx lo resolvió mediante la idea de la interven-
ción en el mercado del "ejército industrial de reserva"; in-
tervención que origina el mantenimiento en plaza de una
elevada oferta de la mano de obra, lo que permite mantener
alta la plusvalía.
Según Marx(*):
-178-
Y algo más adelante: agrega:
Mp
pm - pm (--)
N
En que:
pm = Productividad media
Mp = Medios de producción
N =
Obreros ocµpados.
-179-
39) En realidad, los medios de producción desempe-
ñan un doble papel en lo que se refiere a la productividad,
pues, . mientras que, por un lado, como medios de trabajo
son una condición determinante de la productividad, de
·otro lado, como objetos de trabajo, son un efecto del au-
·mento de la producción. .
. Por esta su doble condición es que el acompañante
inseparable de la creciente· productividad de la mano de
obra, es la expansión de los medios de producción.
Hablando en términos de la acumulación, lo anterior
implica que los medios de producción, (o lo que es lo mis-
mo, el capital constante), deben expandirse a un ritmo mu-
cho mayor que el fondo de salarios, (o lo que es lo mismo,
a un mayor ritmo que el capital variable).
Dicho de otra manera: el incremento de la composi-
ción orgánica· del capital explica y fundamenta el aumento
de la productividad.
A su turno, el aumento de la productividad es la pa-
lanca más poderosa de la acumulación.
Pero si el aumento de la productividad se origina en el
incremento de la composición orgánica del capital, y esto
supone la disminución relativa del capital variable respecto
del capital constante, la conclusión será que, (en la hipóte-
sis razonable de los salarios estables), el ritmo global de
ocupación de la mano de obra, será menor que el ritmo
de la acumulación del capital social.
Visto desde la perspectiva de cada empresa particu-
lar, el proceso de acumulación señalado bien puede signi-
ficar, en unos casos, un aumento más o- menos importante
de la ocupación, en otros casos, una situación ocupacional
estacionaria, y en otro grupo de casos, una disminuci6n
absoluta de los obreros ocupados. En todo caso, visto des-
de la perspectiva de conjunto, la acum'ulación significa que,
por causa del ritmo lento de la tasa de ocupación, que es
inferior al ritmo de crecimiento natural de la población tra-
bajadora, aparece y se acrecienta una población trabajadora
excedente, que no tiene ocupación estable.
A esta ·masa de trabajadores desocupados, Marx- le
Uama "ejército industrial ·de reserva".
Ejército Industrial de Reserva = Población no Ocupada en
Forma Estable
-180-
Las dos fuentes de aUmentación del ejército industrial
de reserva son: la "población excedemaria absoluta" y la
"población excedentaria relativa''. La población excedenta-
ria absoluta es aquella que resulta de la falta de acumu-
lación. La población excedentaria relativa es aquella que
resulta de la elevación de la productividad de la mano de
obra.
OCUPACION
- -....~• F
INDUSTRIAL
EJERCITO
INDUSTRIAL
DE
RESERVA
- . 182-
excede siempre a su demanda: el desequilibrio es $U condi-
ción de normalidad.
LA PRODUCCION DE MERCANCIAS Y LAS POSIBI-
LIDADES DE LAS CRISIS
A-B-C-D-E-F-G
Y (F) dejara de comprar a (E); (E) no dispondría de
dinero para comprar a (D), ni éste podría comprarle a (C),
el que tampoco adquiriría mercancías de (B), ni éste lo ha-
ría de (A). De donde se sigue que una sola interrupción
puede generar una sucesión de paralizaciones, al punto que
toda la economía resulta afectada.
En efecto, a cada momento se van produciendo in-
terrupciones y recomposiciones en la circulación mercantil,
hecho que mantiene en constante ebullición al sistema, pre-
sentándolo como al borde mismo de la crisis abierta; crisis
que, por lo demás, se presenta con cierta periodicidad,
cuando una serie de factores provocan graves interrupciones.
en los puntos claves.
-183-
mercantil, no es concordante con el punto de vista de los
economistas clásicos, que asumieron la llamada ley de Say,
la que, sintéticamente, se enuncia así: toda producción crea
su propia demanda.
El enunciado de Say, convertido en una ley por la es-
cuela clásica, excluye toda posibilidad teórica de las cri-
sis, porque pretende que en el mismo proceso productivo
se encierra la posibilidad compensatoria de la demanda, al
punto que no hay riesgo alguno de que se presente ningún
desequilibrio_entre la oferta y la demanda de las mercan-
cías; aún más: dicha ley no da ningún margen siquiera pa-
ra que pueda presentarse la desocupación, ni de los me-
dios de producción ni de la fuerza laboral.
Marx .salió al . paso del enunciado de Say, criticándolo
duramente. E.o este sentido, sostuvo que, de admitirse aquél
enunciado, habría que aceptar la idea de que aún los fabri-
cantes de artículos sin demanda podrían seguir produciendo
mercancías, lo que resulta del todo absurdo, puesto que:
"Nadie produce como no sea para consumir o vender; na-
die vende como no sea con la intención de comprar algu-
na otra mercancía que la pueda ser inmediatamente útil
o que pueda contribuir a la producción (utura. Al produ-
cir, pues, el productor se convierte en consumidor de las
propias mercancías o en comprador y consumidor de las
mercancías ajenas. No hay que suponer que el comprador
está durante mucho tiempo mal informado sobre las mer-
cancías que puede producir con la máxima ventaja para al-
canzar el objetivo que se propone: la posesión de otras mer-
cancías. No es probable, pues, que siga produciendo una
mercancía para la que no existe demanda.'' (Marx).
Pero en el proceso de la reproducción, no se trata so-
lamente de reeditar el valor del capital empleado sino tam-
bién de cu.brir el importe de la ganancia, de suerte que, si
por alguna det~rminada circunstancia, los precios comer-
ciales de las mercancías fabricadas se pusieran por debajo
de su v.alor, tanto la producción como la propia acumula-
ción del capital se verían seriamente afectadas, contrayén-
dose las actividades; el dinero dejaría de utilizarse y el flu-
_jo de la circqlación se vería bruscamente.. entorpecido.
El mismo efecto crítico se alcanza cuando, al cabo de
un proceso de intensa capitalización, con bajos tipos de in-
terés, hay un fenómeno inflatorio, que al contraer la de-
manda, frena violentamente la producción.
-184-
Así es oomo se llega a la conclusión de que el capita-
lismo no genera su propio equilibrio, (como se pretende en
el enunciado de Say), sino al contrario, pues, da nacimien-
to permanente a los elementos que ocasionan el desequili-
brio o las crisis.
Observando el proceso desde la perspectiva del capita-
lista, este fenómeno se diseña con algunas variantes internas.
Para el capitalista, su ciclo propio es el del dinero: D -
M - D'; porque a través de él espera lograr un acrecenta-
miento de su capital, puesto que D' es mayor que D. En
una concreción mayor, diremos que para el capitalista lo
decisivo no es sólo la diferencia (D' - D) sino la cuantía
de la razón (D' - D)/ D, o sea, la tasa de ganancia. Co-
. mo el objeto central de su interés es la tasa de ganancia,
el descenso de ésta le hará volver a reconsiderar su deci-
sión de reinvertir, en el entendido de que si dicho des.censo
es muy pronunciado, (al punto que, por ejemplo, la ganan-
cia pueda llegar a ser menor que cero), tomará seguramen-
te la decisión de retirar su capital del negocio en el que lo
tiene invertido.
De facto, pues, la contracción de la tasa de ganancia
induce a que los capitalistas retiren sus capitales o restrinjan
la acumulación, a que el fondo de salarios · se 9minore, a
que las tiendas se abarroten con mercancías que no tienen
salida y a que la circulación se vea reducida. De esta ma-
.nera se estará, evidentemente, ante una situación crítica.
-185-
. cionao con el proceso cíclico del propio sistema capitalista,
que Marx describe de Ja manera siguiente (*):
-186-
diatamente después de la crisis, y baja, inmediatamente antes
de su desencadenamiento. En todo caso, su vinculación con
este fenómeno es estrecha e inmediata.
-187-
La identificación de una línea de superproducción no
significa que el fenómeno tenga el carácter: de localizado,
sino que es más general, por la sencilla razón de que 1a
sobreproducción se presenta también en los bienes. de pro-
ducción empleados en la fabricación de los bienes, objeto
de la sobreproducción. Los bienes de producción empleados
en la elaboración de los artículos que muestran un e.xceso
de oferta también están en exceso. Por eso es ·que cuando
hay superproducción de uo conjunto de mercancías, efec-
tivamente hay sobreproducción generalizada. La sobrepro-
ducción parcial provoca la sobreproducción general.
En un esfuerzo de síntesis y concreción, puede afirmar-
se que las dos fuentes de la superproducción, son: las es-
tructuras y el atesoramiento. •
La superproducci<Jn de orden estructural consiste en
que, por ejemplo, los bienes de consumo para los obreros
se fabricaron en una cantidad superior a la suma de los ca-
pitales variables de todos los sectores. O sea que: P2 > V.
En este caso, sólo en la apariencia habrá infraproducción
de los otros sectores, porque, por efecto de la contracción
en 1a demanda obrera, descenderá también la demanda de
bienes de capital, y aún la demanda de bienes de consumo
de los capitalistas.
La superproducción originada en el atesoramiento, con-
siste en que una parte de la plusvalía ·deja de ser empleada
en la adquisición de mercancías, sea de consumo, sea de bie-
nes de producción, con el efecto .de que los almacenes se
repletan con artículos que no tienen salida, lo que origina
una cadena de contracciones que generalizan la sobrepro-
ducción.
Las anteriores fuentes de las crisis, se complementan
plenamente en Ja secuencia temporal, ya que al desequilibrio
proveniente de· la falta de correspondencia estructural .entre
la oferta y la demanda, le sigue el atesoramiento, como fac-
tor precipitante de Ja crisis.
De lo dicho se puede afirmar que la crisis se funda en
el crecimiento no proporcional de los distintos sectores de
la economía. Crecimiento no proporcional que se explica por
las distintas tasas de ganancias existentes en las diferentes
esferas productivas. ·
-188-
LAS FASES DEL CICLO ECONOMICO CAPITALISTA
-189-
puesta en funcionamiento de una gran cantidad de indus-
trias que fabrican materiales para las industrias, (ocasionan-
do el efecto que en economía se denomina de "multiplica-
ción"). La intensa expansión de la demanda de bienes de
producción, estimula el alza de los precios de las corres-
pondientes mercancías; las ganancias comerciales se incre-
mentan fuertemente; los sálarios nominales sufren una pe-
queña elevación, mientras los precios de las mercancías cre-
cen considerablemente, dando por resultado una baja del sa-
lario real y una elevación de las ganancias industriales. lo
que se traduce en un incremento de la ganancia media in-
dustrial-comercial, (pues, en la formación de la ganancia
media interviene la industria y el comercio). Dicha elevación
de la tasa media de ganancia se explica, igualmente, por-
que el aumento de la ocupación a un ritmo remarcable, dá
curso a un descenso transitorio de la composición orgánica
del capital. El tiempo de circulación de las mercancías se
reduce y la intensidad de los ciclos anuales aumenta, esti-
mulando a todo el contexto económico. 'La recuperación
llega a su plenitud.
d) El Auge y la Prosperidad.-Al iniciarse la fase del
auge, las mayores tasas de ganancia favorecen a las ramas
productoras de bienes de producción, .que _así se ven estimu-
ladas por el efecto acelerador de la economía; lo que, en
términos prácticos implica que el sectm (l) produce a una
intensidad verdaderamente febril. La demanda de los bienes
de consumo se incrementa y . los precios suben. La ocupa-
ción aumenta rápidamente y los salarios se elevan aunque
menos intensamente que los precios. Los capitales son más
demandados, los créditos se intensifican y los intereses se
hacen mayores. El auge alcanza su punto culminante, cuan-
do los pedidos de nuevas maquinarias hacen que la indus-
tria amenace con exceder la propia capacidad de compra
del mercado, en cuanto se refiere a los bienes de uso per-
sonal y social. En este punto, los salarios sufren un alza
adicional, porque la ocupación se aproxima al pleno empleo.
Se intensifica la utilización de los equipos, para ev.itar la
caída de la tasa de ganancia; la ocupación comienza a decre-
cer, y fa demanda de bienes de consumo pierde intensidad
en su expansión. El auge y · la prosperidad están tocando a
su fin.
-190-
e) La Crisis y fo Depresión.- La paulatina contención
del crecimiento del mercado obliga a los comerciantes a re-
currir cada vez con mayor insistencia al crédito corriente, al
tiempo que los bancos comienzan a restringir sus présta-
mos, por las perspectivas existentes de falta futura de liqui-
dez, en el sector comercial. Los tipos de interés se elevan.
Los pedidos de bienes de capital se contraen considerable-
mente y comienza un efecto desacelerador, que se traduce en
un aumento del índice de desocupación. Se acentúan las
penurias del mercado, porque los almacenes comienzan a
sentir los efectos del abarrotamiento de existencias. Los pe-
didos de dinero auµientan, mientras los créditos se dificul-
tan más aún. Para cubrir las deficiencias de liquidez, se ven-
den los bienes inmobiliarios, pero las bancarrotas no pue-
den ser detenidas: la quiebra de los unos arrastra a la
de los otros, en forma incontenible. Los precios se precipitan
en f ranca caída. Las ganancias también se deprimen y con-
ducen tras si a la producción, al empleo y al proceso eco-
nómico en general. La crisis se declara; y luego de ella viene
una depresión prolongada.
(•) "Tratado de Economía Mar><ista" ; Ernest Mandel, Ed. Era, 1969; To-
mo T; págs. 336 sil!Uientes.
-191-
c) ,Ciclo 1836-1847.-Las exportaciones británicas
cobran un nuevo impulso, por obra de la apertura de · ios
mercados asiáticos, particularmente de la India y China,
(guerra del opio). La construcción ferroviaria toma un ca-
rácter febril en toda Europa.
-192-
)) Ciclo 1913-192 l . -Expansión considerable de . las
industrias básicas en los Estados Unidos y el Japón. Desarro-
llo comercial chlno y latinoamericano. Pasos iniciales de ta
industria automovilística. ·
· -193-
dones económicas y de las var1ac1ones en el volumen del
ejército industrial de reserva.
Al iniciarse el ciclo económico capitalista, la oferta de
_trabajo sobrepasa todavía muy ámpliamente a su demanda,
lo que ex_plica que los salarios se mantengan estacionarios,
a un nivel bastante bajo, (el mínimo nivel a que pueden lle-
gar los salarios es el denominado de "subsistencia"). Pero a
medida que se pasa de la recuperación al auge, va aumen-
tando la demanda de la mano de obra, y por lo tanto, los
obreros pueden exigir y lograr mejoras en su nivel de pagos.
Pasada la cima, y vuelta la hoja de la crisis, los salarios
caen violentamente a sus más bajos niveles, a partir de donde
se reinicia nuevamente el proceso cíclico. Los contra-
tos colectivos de trabajo y la fijación de los salarios míni-
mos y vitales, o de los salarios familiares, pueden hacer va-
riar en algo el anterior diseño, en el sentido de que los sa-
larios de los ocupados pueden no bajar o bajar muy poco,
pero en cambio, el fenómeno de la desocupación se presen-
tará, por ello mismo, con mayor rapidez y profundidad.
También lo vimos en otra parte, que los capitalistas
orientan su política en el sentido de comprimir el tiempo de
trabajo necesario, de manera que la tasa de plusvalía se
eleve. Esto supone un cambio en la composición orgánica
del capital y en la productivjdad. O sea que, cuando los
salarios ascienden en el largo plazo, la conducta del capital
se dirige a que la productividad de la mano de obra se in-
cremente a una intensidad superior que la del salario real.
El capitalista puede admitir la subida de los salarios reales,
a condición de que el plustrabajo sea grande, (es este su
preocupación decisiva).
La mayor productividad de la mano de obra, bien pue-
de hacer que se eleve el salario real; pero ta~bién genera el
fenómeno por el cual disminuye el valor de la fuerza de
trabajo, puesto que la participación del capital variable en el
producto global tiende a ser relativamente menor. (Es este
el planteamiento de Marx, del cual algunos publicistas han
desprendido un enunciado que no hizo, y que circula en
algunas publicaciones con la denominación de "teoría de la
depauperación absoluta del proletariado").
En un esfuerzo de explicitaci6n, podemos presentar el
fenómeno del siguiente modo:
el .aumento de la productividad implica que con un
-194-
mismo trabajo se obtienen más bienes de uso;
. - el alza del salario real significa que los obreros pue-
den adquirir un mayor volumen de bienes de uso, con sus
salarios nominale_s;
. - de otro lado, el aumento de la productividad, no
comporta un aumento del valor producido, puesto que el
trabajo (que crea el valor) es el mismo;
- en estas condiciones, si la productividad se ha in-
crementado a un ritmo mayor que el crecimiento del salario
real, ello significará que de la masa de valor producida,
(que la estamos suponiendo constante), al salario le corres-
ponderá una proporción menor que antes.
-195-
LA CONTRADICCION PRINCJP AL O SUPREMA DEL
CAPITALISMO
-196·-
cial y técnica del trabaJó; y Ja división social y técnica com-
porta la cooperación general, o la socialización de la pro-
ducción.
Mas, esta producción· socializada no está regulada con-
cientemente, no responde a la conducción de fuerzas lúci-
das; responde a esas fuerzas ciegas a las que se denomina
las "leyes del mercado", detrás de las que se mueven las
oscilaciones de la tasa de ganancia. Ello es así porque quien.
decide sobre los volúmenes y calidad de la producción, no
es la sociedad sino el propietario · del capital, el que, por
serlo, se apropia de lo fabricado, en cooperación, por la
comunidad de los trabajadores. .
En el sistema capitalista, la polftica pr9ductiva se ins-
pira en la maximización de la ganancia, porque la propie-
dad del producto es del dueño del capital. Pero, por eso
mismo, las distintas ramas productivas existentes no expe-
rimentan un desarrollo armónico sino desigual, coo bene~
ficio de las que son más rentables, aunque no sean las más
necesarias. Es esta la raíz de la anarquía productiva, tan
típica del capitalismo.
O sea que la primera forma en que se manifiesta la
contradicción principal del capitalismo, (producción social
y . apropiación privada), es en el carácter anárquico de la
producción, (que conduce directamente a la crisis del sis-
tema).
De esta primera forma en que se manifiesta la con-
tradicción principal, puede colegirse fácilmente la segunda
forma de su manifestación, que se expresa en que, por es-
tar socializada la producción, ella muestra una nítida ten-
dencia al desarrollo intenso e ilimitado; en tanto que, por
ser privada la apropiación de lo producido, el mercado
tiende a ser limitado. De un lado, tendencia al desarrollo
ilimitado, de otro lado, tendéncia a· su limitación: he ahí
la segunda forma en que se maoifiesta la contradicción
existente entre · la producción social y la apropiación
privada.
El primer aspecto de la contradicci6n indicada, con-
sisteen que el capitalismo- ha hecho que las fuerzas pro-
ductivas puedan desarrollarse hasta niveles nunca antes alcan-
za~os, en forma prácticamente ilimitada. Esto se prueba no
solamente por el proceso anterior sino también por el vi-
gente, en que la potencia productiva humana ha aJcanza-
-197-
do alturas jamás soñadas con anterioridad. La tendencia de
la producción deviene así en ilimitada.
· El segundo aspecto de la contradicción indicada con-
siste en que el capitalismo, por razón de la apropiación
privada del plusproducto social, ha creado las condiciones
para la. limitación de la demanda, y por tanto, de la mis-
ma producción material. De donde .se sigue que la tenden-
cia de la producción es a encuadrarse dentro de un mar-
co de limitación.
Mas, la principal contradicción que venimos exponien-
do, se manifiesta también como una contradicción entre las
fuerzas productivas y las relaciones de producción, según lo
veremos en el capítulo siguiente.
-198-
CAPITULO IX
-199-
Por las peculiaridades que muestFan las relaciones eco-
nómicas, ellas tienen un aspecto físico y un aspecto social.
Su aspecto físico se refiere a la relación entre los hombres
y los objetos materiales, (sean estos bienes de uso o bienes de
producción). Su aspecto social se refiere a la totalidad de
las relaciones que, por tanto, enlazan a las personas a tra-
vés de los objetos materiales.
-200-
cipatmente los instrumentos de trabajo. Dado que· estos
factores constituyen todo un arsenal, se les conoce tam-
bién como el "potencial productivo de la sociedad".
-201-
ral. De manera que al perfeccionarse, pongamos por caso,
los instrumentos de trabajo, cambiarán loS otros medios de
producción, en el sentido del perfeccionamiento de las ha-
bilidades tecnológicas y humanas, y sobre todo, en el sen-
tido del cambio en el tipo de relaciones de producción exis-
tentes en la sociedad.
-202-
LOS SIETE MODOS DE PRODUCCION DE MARX
-203-
2) El Modo de Producción Asiático.-EI Modo de
Producción Asiático hace su aparición cuando, por efecto
de la división social del trabajo, en agricultura y artesanía,
la comunidad humana cuenta ya con un excedente econó-
mico. No obstante ello, la producción no se orienta toda-
vía a1 mercado, sino al cubrimiento de las necesidades in-
ternas del grupo. Pero el excedente económico, permite el
surgimiento de una minoría de individuos que se apropian
de ese plusproducto; esta minoría de individuos acaparan
las funciones públicas, dando origen a las primeras formas
del poder estatal.
El desarrollo de la agricultura sigue su curso y en su
marcha, se hace necesario emprender grandes obras, que
por su volumen, imponen el trabajo de masas muy vastas
de la población. Bajo este impulso, se efectúa un fenóme-
no de unificación de muchas comunidades antiguas bajo una
misma pirección política, la que de esta manera se ve re-
forzada, hasta et . punto de que el poder político, (Estado),
asume la propiedad eminente de las tierras, que hasta ese
momento, eran de las comunidades; de esta manera, la pro-
.piedad se transforma de social en estatal. El individuo si-
gue siendo miembco de la comunidad local, y ésta es la
usufructuaria de las tierras; pero la propiedad de esas tie-
rras y de las tierras de otras comunidades locales, la de-
tenta ahora el Estado, en una forma eminente. El exceden-
te económico del conjunto va a parar a las manos de los de-
tentadores del poder político, que emplean una 'parte de di-
cho excedente en el comercio exterior, (por lo~que, en este
modo de producción, el comerciante no viene a ser sino un
funcionario del Estado).
La explotación de que es objeto el individuo no es per-
sonal, puesto que ella aparece como una obligación social,
en la forma de un impuesto exigido por los f1,1Dcionarios pú-
blicos. 'La opresión I~ ejercen los aristócratas y funcionarios,
no a título personal, sino en nombre del aparato político
central, (Marx. denominó a e.sta forma de opresión, ~·escla-
vitud generalizada", o también, "esclavismo patriarcal", di-
ferente de la esclavitud grecorromana, porque, en el cuadro
de la "esclavitud generalizada", no existe el vínculo perso-
nal de propiedad sobre' el que sufre la opresión, como en
la esclavitud grecorromana).
En el modo de producción ·asiático, el Estado emplea
el trabajo de las personas en las grandes obras, como la
-204-
construcción de enormes represas, canales de regadío, pala-
cios, obras de fortificación, en las minas, en las fábricas
públicas, etc.
3) El Modo de Producción Antiguo.-EI Modo de
Producción Antiguo tiene su forma más acabada, (o "pu-
ra"), eo la Roma de la antigüedad, en donde las tierras tie-
nen una doble condición, en materia de propiedad: unas
tierras son de propiedad pública y otras lo son de propie-
dad privada, de cada ciudadano romano. En el curso del
desarrollo histórico, el equilibrio entre la propiedad públi-
ca y la privada se rompe a favor de la propiedad privada,
cuando la expansión del comercio y las guerras de con-
quista originan la aparición de personas que pierden la pro-
piedad de sus tierras, y consecuentemente, el título de ciu-
dadanos de Roma; el camino que se les abre ~ estas perso-
nas es la esclavitud por deudas. Pero además de las deu-
das, las propias guerras son una segunda fuente importan-
te de la esclavitud; (los prisioneros de guerra son conver- .
tidos a la esclavitud). El surgimiento y desarrollo de ta pro-
piedad privada de la tierra, ofrece las condiciones propi-
cias para la aparición y desarrollo de la esclavitud.
4) El Modo de Producc,ión Esclavista.-El Modo de
Producción Esclavista se caracteriza por la generalización
de la esclavitud personal, por obra del predominio com-
pleto de la p(Opiedad privada sobre la tierra. En este mo-
do de producción, el trabajo forzado de las personas per-
tenecientes a los señores, es la más representativa y típica.
5) El Modo de Producción Germánico.-El Modo
de Producción Germánico se caracteriza por la coexisten-
cia de las propiedades comunitaria y privada sobre la tie-
rra. La comunidad agraria es, en este modo de producción,
una verdadera asociación de propietarios individuales que,
simultáneamente, explotan en común campos de pastoreo,
caza, etc. Pero también aquí, los campesinos libres van per-
diendo sus propiedades por el acrecentamiento del poder
de los jefes germánicos, o de los jefes galos romanizados, en-
cumbrados por las continuas guerras.
Las sucesivas contiendas y saqueos, obligan a los cam-
pesinos a colocarse bajo la protección de los señores de la
guerra o de la Iglesia.
-205-
6) El -Modo de Produccí6n Feudal.-El Modo de
·Producción Feudal se caracteriza por la propiedad efectiva
de la tierra por el señor feudal¡ propiedad efectiva pero no .
absoluta, porque sobre el señor feudal se encuentra el po-
der real, que detenta la propiedad eminente, aunque no
efectiva, de las tierras. El campesino, de su lado, está liga-.
do hereditariamente a la tierra que él trabaja, . y es propie-
tario de los otros medios de producción; el campesino de-
pende personalmente de su señor, se agrupa en comunida-
des y debe pagar impuestos en especie y en dinero.
La evolución del modo de producción feudal condujo
al acrecentamiento del poder real, a la constitución de gran-
des imperios, al desarrollé> del comercio y al surgimiento de
las ciudades, con la consiguiente declinación del feudo, pa-
ra dar paso al capitalismo. ·
7) El Modo de Producción Capitalista.-El Modo de
Producción Capitalista se caracteriza por e} predominio de
la propiedad pr-ivada sobre tos medios de producción, lo
cual supone la existencia, de un lado, de los capitalistas
propietarios, y de otro lado, de los obreros desposeí-
dos. En este modo de producción, los bienes se fa-
brican fundamentalmente para su comercialización, y la ca-
pacidad productiva humana se halla en un nivel extraordi-
nariamente alto, así como lo está también el excedente
social o plusvalía:
Es de suma importancia remarcar que Marx no pensa-
ba que los siete modos de producción consignados, debían
sucederse necesariame.nte unos a otros. De hecho, ningún
pueblo ha pasado, en su evolución, por todas esas esta-
ciones. La ubicación uno después de· otro, de estos 7 modos
de producción, no guarda sino una cierta relación de con-
tinuidad, nunca obligatoria.
EL EQUILIBRIO INTERNO EN EL MODO DE PR~
DUCCION Y LA CONCIENCIA DE CLASE
El equilibrio interno del modo de producción, se
expresa en la correspondencia existente entre las fuerzas
productivas y las relaciones de producción. Cada conjunto
de medios de producción precisa de ·distintos grados de tec-
nología, y lógicamente, de ciertas maneras de organización,
- 206 -
(o relaciones productivas), "El molino movido a brazo os
da la sociedad de los señores feudales; el molino de vapor,
la sociedad de los capitalistas industriales.'~ (Marx).
El enunciado de ese equilibrio interno, tiene en la
concepción de Marx el carácter de la primera ley funda-
mental de la Economía Política y de la Sociología. Es la
que se Uama "ley de la correspondencia necesaria entre las
relaciones de producción y el carácter de las tuerzas pro-
ductivas".
Mas, las relaciones de producción, integrantes del mo-
do de producción, son una de las varias formas existentes
de relaciones sociales. En otras palabras: las relaciones pro-
ductivas no son las únicas formas de relaciones sociales.
Entre las distintas formas de relaciones sociales que
hay, se encuentran las que se establecen entre las perso-
nas a través de objetos, (relaciones económicas), y se ha-
llan también las que se establecen directamente entre las
Rentes. Ejemplos de estas últimas son las relaciones fami-
liares y toda aquella gran cantidad de agrupaciones funda-
das en las costumbres y en los principios generalmente
admitidos e.o la sociedad; igualmente, forman parte de este
tipo de relaciones, las de orden político, (o relaciones de po-
der), y las d<; orden jurídico.
Las personas entre quienes se establecen la relación
social del caso, pueden o no saber su contenido mismo; pue-
den o no tener conciencia de su carácter. Pero, por lo ge-
neral, ocurre que las personas tienen conciencia más o me-
nos plena del carácter de las relaciones sociales, salvo el
caso de las de tipo económico, en las que hay mucha penum-
bra y osc,;Tidad. Muchas veces, la conciencia sobre las rela-
ciones económicas es de carácter parcial: un obrero conoce
el carácter de las relaciones que mantiene con el dueño de
su fábrica, pero puede no tener conciencia de las relacio-
nes sociales que hay entre él y los demás obreros de la plan-
ta en que trabaja, o puede no conocer las relaciones que
lo ligan con los otros obreros de toda la nación; y aún me-
nor es su conciencia respecto de las relaciones que lo vin-
culan con los obreros de otras naciones.
La mayor o menor conciencia que las personas tienen
del carácter de sus relaciones sociales, da origen a com-
plejos de ideas, (políticas, jurídicas, morales, religiosas,
artísticas, etc.), que al ser sistematizadas, constituyen las
''ideologfas". Paralelamente con sus ideas sociales, las -per-
-207-
sonas tienen actitudés y comportamientos sicológicos defi-
nidos frente a la situación existente; actitudes y compor-
tamientos que forman la denominada ''sicología social".
Al conjunto de las ideas sociales y. sicología social se
le llama "conciencia social".
-208-
tales, (conciencia social y sicología social), y excluídas las
relaciones de producción.
-209-
GRAFICO N<l 7.-RELACIONES ESTRUCTURALES
EN UNA FORMACION SOCIAL
SUPERESTRUCTURA
-Relaciones Sociales,
(excepto las de pro- l•
ducción), más, .
-Estructuras Menta- ' t.
1
2~ Ley: Corresponden-
cia entre la Superes-
tructura y la Bás·e
Econ6mica
1
Base Económica o Ma-
• terial: ... "" Formación
Relaciones de Social
Producción
1
1~ Ley: Corresporiden-
Modo de cia entre las R.R. de
Producción Prod. y las Fuerzas
Productivas.
1
Fuerzas
- Productivas:
-El hombre;
-La tecnología;
~
-211-
men-
carácter conser.vador de las relaciones sociales y de La
talidad, las fuerzas productivas constituyen una verdadera
palanca de renovación y progreso.
De lo anterior se desprende la tercera ley sociológica,
llamada "ley del desarrollo progresivo de las fuerza.s
productivas", según la cual, la comunidad humana necesita
acrecentar ininterrumpidamente su potencial productivo; ne-
cesidad, esta que se deriva de los nuevos estímulos externos
que provienen del medio físico, que el propio hombre va
cambiando.
LA DlALECTICA DEL DESARROLLO Y EL CAMBIO
SOCIAL
El funcionamiento de la ley del desarrollo progresivo
de las fuerzas productivas, opera en el sentido de que la
correspondencia entre las fuerzas productivas y las relacio-
nes- de producción se rompen en algún momento, (puesto
que aquéllos progresan, mientras éstas se mantienen más o
menos estacionarias). Esta ruptura crea una contradicción,
que hace actuar a la primera ley sociológica, que obliga a
la adecuación de las relaciones productivas al .más alto ni-
vel en el que se hallan las fuerzas de producción.
Mas, el cambio de las relaciones de producción, (cau-
sadas por la necesidad de su adecuación al progreso de
las fuerzas productivas), quiebra la correspondencia entre
la base y la superestructura, dando origen a otra contradic-
ción interna, expresada en la incongruencia entre las rela-
ciones económicas y las relaciones sociales. En este momen-
to, actúa la segunda ley_ sociológica, en el sentido de la
adecuación de la superestructura a las relaciones de produc·
ción. El progreso de la superestructura restablece la corres·
pondencia entre la base económica y la estructura social.
Así es como la formación social ha cambiado, superán-
dose dialécticamente: el proceso se inició con la acción de
la ley del desarrollo progresivo de las fuerzas productivas,
lo que crea una contradicción etre _las ·fuerzas productivas,
y las relaciones de producción, (por razón de que aquéllas se
adelantan a estas); contradicción que se resuelve por la
acción de la primera ley sociológica, que obliga a la supera-
ción de las relaciones productivas; pero este cambio da c~r-
so a otra co_ptradicción, que enfrenta a las relaciones de
producción con la superestructura; contradicción que se su-
-212-
pera por la acción de la segunda ley sociológica, que impul-
sa al cambio de la superestructura, para adecuarla a la ba-
se económica y así restablecer el equilibrio interno.
El proceso dialéctico del cambio social se cumple, pues,
eo uoa secuencia regular de aparición de contradfociones,
(originadas en la fase productiva), que se superan, dando
lugar a otras contradicciones, que luego también son su-
peradas. El nuevo equilibrio, logrado por el establecimien-
to de otro modo de producción, (progreso de la formación
social), no dura mucho, porque las fuerzas productivas no
se detienen: las contradicciones se renuevan, lo mismo que
su superación. Así es como la sociedad humana ba evolu-
cionado, desde sus fases más primitivas, hasta las más
avanzadas del presente.
-213-
clases devienen siempre en luchas políticas, en luchas por
el poder. La solución de las contradicciones antagónicas a
que da lugar la lucha de clases, no tiene sino una alterna-
tiva, esta es el derrocamiento del poder del grupo dominan-
te; mientras no ocurra esto, las contradicciones no tienen
solución.
Las luchas de clases van acompañadas por enfrenta-
mientos ideológicos, porque las clases insurgeJltes oponen
a las dominantes sus propias concepciones ideológicas. El
. efecto de tal enfrentamiento es que se desdobla la concien-
cia social: en conciencia de íos dominados, de un lado, y
conciencia de los dominantes, de otro lado. Asimismo, los
enfrentamientos sociales e ideológicos conducen a la for-
mación de los partidos políticos, con organización, estrate-
gia y programas diferenciados.
El désenJace violento de las luchas de clases es la "re-
volución social", entendida CO!llO el proceso de cambios
más o menos rápidos de un modo de producción a otro, de
un~ .formación· social a otra. ·
-214-
El imperialismo moderno aparece en una etapa defi-
nida del desarrollo capitalista; por eso es su fase más ele-
vada. Se caracteriza por: a) el predominio neto del capital
monopolista, (oligarquía de grandes capitalista); b) uno de
sus rasgos más sobresalientes es la exportación de capitales;
c) la competencia en el mercado mundial se entabla entre
grandes corporaciones monopólicas internacionales; d) el
fenómeno de la delimitación de los mercados internaciona-
les se traduce en un verdadero reparto del mundo, reparto
que se revisa con cierta periodicidad; y, e) los antagonismos
internacionales del imperialismo no son sino antagonismos
entre poderosos grupos nacionales de capitalistas rivales.
El imperialismo, para vivir y desarrollarse, requiere
de la existencia de los países pobres o dominados, sobre
los que ejerce todo su poder. En realidad, no es concebible
el imperialismo sin países subdesarrollados, y viceversa: los
países denominados "en vías de desarrollo", o pobres, o
dominados, no pueden explicarse sin la existencia y acción
de las fuerzas internacionales imperialistas. Unos y otros
son un producto histórico: nacen como una consecuencia
lógica del desarrollo capitalista.
El ímpetu concentrador de que da mu~stras el impe-
rialismo, no conoce parangón en la historia. Las grandes
corporaciones no tienen límjtes en cuanto a las activida-
des económicas, pues incluyen en su seno, bancos, finan-
ciadoras, empresas industriales, comerciales, agropecuarias,
de servicios, etc.; nada hay que les sea extraño.
Las grandes corporaciones imperialistas no anulan al
Estado, sino que al contrario, estimulan su participación en
las actividades económicas directas. Esta intervención se
hace tanto más necesaria, cuanto que las pugnas entre los
grupos monopolistas precisan de un agente que coordine>
sus esfuerzos de ordenamiento de un mercado anarquizado
y sumido en la competencia.
EL CAMPO SOCIALJSTA
-215-
to de unos grupos en favor de otros; pero en su curso, sur-
gió también el campo socialista.
En efecto, casi al terminar la Primera Guerra Mun-
dial se produjo la Revolución Rusa, que destruyó comple-
ta.men1e las bases del sistema capitalista en la Rusia zarista,
al suprimir la propiedad privada sobre los medios de pro-
ducción. Esto fue logrado mediante la nacionalización de
Jos capitales productivos. Entre las dos guerras, la Unión
Soviética se mantuvo como el único país socialista, condi-
ción que termina al darse fin a la Segunda Guerra Mundial,
cuando de las ce.o.izas de esa conflagración, surgieron va-
rios otros países que tor_nan el camino del socialismo, creán-
dose así un campo distinto del capitalista: el campo so-
cialista. ·
Todos los países socialistas tienen el común denomi-
nador de que la propiedad privada sobre los medios de
producción ha dejado de ser la dominante o representativa.
En su lugar existe, o la propiedad estatal o la propiedad
social, ejercida por grupos de trabajadores. Fuera de la
Unión Soviética, (en la que no existe el sector privado de
la economía), en los otros países socialistas coexisten con
el sector estatal de la economía, los sectores privado y co-
operativo; y en Yugoslavia, predomina el llamado sector
autogestionario, (o sector de propiedad social, distinto que
el estataJ).
-216-
CAPITULO X
-217-
tanto, pueden ser expresadas en la forma de una función
matemática.
De las tres, las decisivas son las leyes causales, pues
las otras dos ~estantes, pueden bien ser referidas a una cau-
saci6n inicial: la repetición simultánea de acciones tiene
siempre una fuente causal, de la misma manera que una
función expresa también una relación de causa, (variable
independiente), a efecto, (variable dependiente).
-218-
ducción que, como es sabido, se halla en manos privadas
capitalistas; este régimen de propiedad, hace que los ca-
pitalistas actúen persiguiendo la maximación de sus ganan-
cias; el régimen de la propiedad capitalista explica también
la ley de los salarios. En las distintas otras formaciones
sociales hay, de la misma manera, leyes que le son pri-
vativas.
- .219-
En la sociedad capitalista, el móvil de la actividad ecó-
nómica es la obtención del máximo beneficio o utilidad,
porque los medios de producción son de propiedad priva-
da. Si la propiedad fuera social, el móvil sería la máxima
satisfacción de las necesidades de la sociedad.
La forma de comportamiento del conjunto social ante
la ley económica fundamental, define la acción de quienes
no son propietarios de los medios de producción. (Así,
por ejemplo, la ley fundamental del capitalismo hace que
se produzca plusvalía y que ésta se derive hacia las manos
capitalistas; hace, igualmente, que la competencia conduz-
ca a la formación de la cuota media de ganancia). La ley
económica fundamental, da una forma específica a la opera-
tividad de los aspectos tecnológicos de la actividad econó-
mica; por eso es que, bajo el capitalismo, los medios de
producción revisten la forma de capital constante, y la fuer-
za de trabajo reviste la forma de capital variable, etc. ·
De manera, pues, que la ley fundamental condiciona
todo el comportamiento de la formaci6n social, naciendo
que todas las leyes que oper¡i.n en ella actúen de un modo
armónico y coherente.
EL METODO DE LA BCONOMIA
A1 conjunto de medios y procedimientos a los que se
recurre para conocer las leyes que rigen el funcionamien-
to de la economía, se les llama "método de la economía" .
Para Marx, el proceso del conocimiento sigue una vía
con tres estaciones: la abstracción, la especificaci6n o con-
cretizacíón y la verificaci6n. Estaciones que, al relacionar-
se, forman ,m verdadero circulo, que comienza y termina en
la realidad.
1) La abstracción es el proceso por el cual, a partir
de la experiencia, se van aislando, en el pensamiento, (o
conceptualmente), los elementos esenciales del procesó eco-
nómico, así como sus conexiones o relaciones regulares.
2) La especificación o concretización es el proceso
por el cual se toman en consideración elementos y relacio-
nes cada vez más particulares del fenómeno económico;
puede decirse que en esta fase se estudian los elementos y
relaciones derivadas o secundarias, del hecho económico
que se trata de conocer.
. .
-220-
3) La verificación es el proceso por el cual se con-
frontan los resultados obtenidos en las dos etapas anterio-
res, con la realidad. En esta etapa se establece la consis-
tencia de las conclusiones a las que se hayan arribado.
-221 -
número de modelos, tanto para el sistema capitalista, como
para el sistema socialista.
LOS FINES PRACTICOS Y LA POLITICA ECONO-
MlCA
-222-
LA RACIONALIDAD DEL COMPORTAMIENTO CA-
PITALISTA
-:?23-
LA MAXlMlZACION DE LOS RESULTADOS Y LA
ECONOMIA DE LOS MEDIOS
La racionalización económica, orientada a la obten-
ción de la máxima ganancia, a fa que también- se Uama
simplemente el ''principi.o económico", consiste en el lo-
gro de resultados máximos con los medios con que se dispo-
ne; este principio puede enunciarse de una manera difere~-
te, en él sentido de que, dado un resultado, se gaste. l.lJl
mínimo de medios.
A la primera forma de enunciar el principi.o ec01;iór1~i·
co, (alcanzar un beneficio mayor o máximo, con sólo ~9~.
medios empleados), se le conoce como el "principio de la ·
maximación del rendimiento".
A la segunda forma de enunciar el principio económi-
co, (minimizar el empleo de los medios para alcl).nzar cier·
tos resultados), se le conoce con la denominación de "prin-
cipio del mínimo costo", o "principio de la óptima utiliza-
ción de los medios", o simplemente "optimización".
Como la optimización supone una eficiente utilización
de los recursos o medios, el desperdicio o despilfarro será
sinónimo de irracionalidad económica.
-224-
EJ cambio de la propiedad de los medíos de produc-
ción, de privados a sociales, permite superar la irraciona-
Iidad social, mediante una política de sistemática "planifi·
cación económica", en el entendido de que la "planificación
económica" comporta la coorctinación de las diversas empre-
sas, haciendo que sus fines se integren en una sola finali-
dad común, y que los medios sociales se empleen al conju-
ro del principio de la optimización.
Es verdad que eo el propio sistema capitalista se ha
ido imponiendo la planificación, como un medio de supe·
rar la irracionalidad de su funcionamiento global; esto está
expresado en el hecho de que aplican los principios de la
planificación, tanto los grandes consorcios capitalistas co-
mo el propio Estado capitalista; no obstante ello, la pla-
oificación en este sistema, ha tropezado con vallas muy se·
rias. expresadas en la fal ta de integración en los fines de
las empresas y en las características propias del funciooa-
p:1iento del capitalismo. Por eso es que la operatividad de la
planificación no es total en el capitalismo; ella sólo llega a
ser completa en un régimen socialista.
Operativamente, las empresas se subordinan a la po·
lítica planjfjcadora porque el Estado usa medios directos e
indirectos. Los medios directos, están referidos a la admi·
oistración más o menos inmediata de las empresas, en tan·
to que los medios indirectos, están referidos al manejo de
los instrumentos que regulan el funcionamiento de toda la
economía, por cuyo conducto reciben las empresas o las
unidades económicas de base, una influencia determinante
de parte del Estado. (que es el agente planificador por an·
tonomasia).
-225-
APENDICE
-227-
Según el criterio de Marx, el valor de las mercancías
proviene del trabajo en ellas contenido. P !CO cuando se re-
fiere al valor que tienen los bienes, piensa soto en los
artículos materiales. De acá se desprende que según este
planteamiento, et trabajo es productivo solo cuando crea
bienes materiales, pues, únicamente en ellos está contenida
la plusvalía. O sea que, Jos servidos que no apoyan dfrec-
t.uuente a la producción física, no crearían ningún valor exce-
dente. En opinión muestra, esta última proposición pare-
ce ser excesivamente restrictiva, por estas razones:
En principio, los bienes de uso satisfacen necesidades.
En la sociedad capitalista, el valor de uso es el "soporte
material" del valor de cambio
Un pan es un valor de uso porque satisface una nece-
sidad primaria. Esa utilidad es el sustento del valor de cam-
bio que exhibe, el cual se mide por la cantidad de traba·
jo socialmente necesario requerido para su fabricación. Aho--
ra bien. Si de un bien material como es el pan, pasamos a
un bien inmaterial como el servicio de un sic6togo, nos en-
contraremos con que la atención de este ·profesional satisfa-
ce también una necesidad primaria; tan primaria, que de
él depende la salud de muchas de las personas que lo utili-
zan; por tanto, ese servicio será un bien de uso, aunque no
sea físicamente palpable. Pero si el trabajo del sicólogo ha
creado un valor de uso, habrá creado también valor. Mas,
la admisión de que esto es así, comporta que el trabajo pro-
ductivo no sólo crea bienes materiales sino también bienes
inmateriales, como el que hemos expuesto.
Otro tanto puede decirse del trabajo de los profesores
dedicados a la formación de los obreros y técnicos de me-
diano y alto nivel, requeridos por el mismo proceso produc-
tivo. Sin este servicio, las relaciones de producción no po-
drían adecuarse debidamente a las exigencias de formación
tecnológica que imponen los instrumentos de producción
existentes. Teniendo en cuenta esta última consideración,
puede decirse que, en términos estrictos, la labor educativa
forma péll"te del proceso de reproducción del trabajo; en
consecuencia, el trabajo docente debe también ser conside-
rado como trabajo productivo.
Es verdad que la inclusión de algunos de los servicios,
en la categoría del trabajo productivo, puede abrir una bre-
cha peligrosa, porque podría pretenderse incJuir en esta ca-
tegoría varias otras actividades que, sin generar valor, sir-
-228-
vea para encubrir distribuciones secundarias de la plusva-
lía; esto es verdad, pero ello, en nuestro concepto, sólo
debe inducirnos a tener cuidado en el punto y nada más.
Nuestra proposición de resumen es que debía conside-
rarse en la categoría de trabajo productivo, no sólo el que
se lleva a cabo a propósito de la elaboración de bienes
materiales, sino también el que se dirige· a la dación de lqs
servicios orientados al cubrimiento de las necesidades esen-
ciales y a la formación de la mano de obra, (reproducción
del trabajo). Es de advertir que esta proposición amplía
los alcances de la teoría del valor-trabajo, ao la objeta en
ninguno de sus aspectos.
c) El Capital a Interés
-229-
medios de pago, y por tanto, interviene en la evoluci6n
de los precios. A su tumo, los precios dan la medida de las
fluctuaciones corrientes de la economía. En fin, en las pági-
n¡:i,s escritas por Marx, el interés no tiene la gran signifi-
cación que .e1la ha adquirido en la literatura económica
moderna.
d) La Teoría Monetaria
-230-
to igual al que tuv9 en el Siglo pasado, porque no en vano
han pasado las últimas decadas vertiginosas que ha visto
· Ia' historia moderna.
-231-
La sola enumeración de los elementos componentes de
la visión marxista del desarrolJo, nos informa de su im-
portancia, aún considerando la riqueza del instrumental ana-
lítico moderno. Es este su mérito histórico indiscutible.
Esta última apreciación no cambia por el hecho de
que hoy se opera con una gama muy grande de nuevas va-
riables, tales como la desocupación parcial de los equipos
de capital~ o con relaciones más complejas, como la que
vincula la casi plena ocupación con el proceso inflacionario.
Tampoco puede hacer cambiar esta apreciación, el que aho-
ra se trabaje con "n'' sectores y no sólo con 2 o ti;es, o
que sea ahora muy profuso el uso del análisis matemático;
porque todo esto no es sino el lógico desarrollo de lo.s ori-
ginales planteamientos teóricos, (cuya importancia sé po-
nen de manifiesto precisamente porque las aportaciones ini-
ciales son el cimiento del edificio económico actual).
LOS MARXISTAS
Las ideas de Carlos Marx prendieron muy rápidamen-
te en los círculos socialistas y en el movimiento obrero, ha-
cia la segunda mitad del Siglo XIX. Sus opositores, forma-
dos por una gama muy diversa de utopistas, anarquistas y
moralistas, no pudieron resistir a la solidez de su argumenta-
- 232 -
ción teórica, y pronto le cedieron el campo, al organizarse
la Primera Internacional Obrera.
Pero fue la Segunda Internacional Obrera, (1899~1O14),
ta que se desarrolla completamente bajo la égida de las ideas
de Mau. Esta Internacional fue concebida como la organi-
zación mundial de los trabajadores, con sus secciones na-
cionales constituídas en la forma de partidos como el Social-
demócrata alemán, que con mucho fue el más poderoso de
los de $U género. Los partidos adheridos a la Segunda Inter-
nacional, (Socialdemócratas o simplemente, Socialístas),
pronto tuvieron una característica que habría de signarlos,
consistente en e1 empleo de una fraseología revolucionaria,
difícilmente conciliable con su ejecutoria reformista.
El crecimiento y consolidación contínuos, tanto de los
partidos socialdemócratas como de los sindicatos, dieron la
base suficiente como para que pudiera desarrollarse una ver-
dad~ra ideología que s9stenía la tesis de que por un fenó-
meno evolutivo inevitable, la sociedad capitalista sería reem-
plazada por el socialismo. En este proceso inevitable ca-
bían las a,lianzas y entendimientos aún con los partidos libe-
rales burgueses, de modo de lograr algunas conquistas polí-
ticas y económicas.
El más caracterizado representante de ~sta corriente
ideológica fue el alemán Eduardo Berstein, para quien el
movimiento "lo era todo", puesto que él podía conducir a la
liberación del proletariado. Este movimiento contínuo debía
sustituir a la revolución por medios violentos, puesto que
.según Berstein, la sociedad misma iría haciendo desaparecer
a los propietarios, al convertirlos en supérfluos desde el
punto de vista funcional ; en su criterio, la falta de una ra-
zón operativa suficiente daba pie para la automática desapa-
rición de Jos burgueses y los propietarios.
En nombre de la ortodoxia, salió al paso de la ideología
reformista de Berstein, Karl Kautsky, quien rechazó el prin-
cipio de que las solas transformacjones sociales cooduci-
rfan a la construcción de una sociedad socialista~ no obs-
tante, Kautsky se adhirió al criterio de que las luchas políti-
cas parlamentarias podrían hacer que la sociedad llegara a
·Sufrir la transformación esperada.
Desde una posici6n mucho más consecuentemente revo-
lucionaria, Rosa Luxemburgo combatió a Berstein, soste-
niendo que una revolución no podía por menos que hacerse
previa la captura del poder político por el proletariado, cu-
- 233 -
yo destino era precisamente expropiar a la burguesía, dis-
puesta a resistir todo intento ~e cambio social; pero la to-
ma del poder por el proletariado debía ser realizada en el
marco de la democracia y la libertad, que según Luxembur-
go, eran el ambiente apropiado para la expansión de las
fuerzas vigorosas de los desposeídos y oprimidos por el ca-
pitalismo.
. En el debate también terció un revolucionario que ha-
bría de dominar toda una época de transformadones socia-
les: Vladimir llich Ulianov, Lenin. La singularidad del pen-
samiento de Lenin no sólo radica en la violencia intransi-
gente que emplea en las controversias eo que participó sos-
teniendo sus puntos de vista, sino también en que éstos se
manifiestan con rasgos propios, harto diferentes de los que
estaban en boga, aún en los círculos más radicales. Algunos
de estos rasgos distintivos son: que una revolución socialis-
ta puede producirse también en un país poco desarrollado
desde el punto de vista capitaUsta, (cabe remarcar entre pa-
réntesis, que hasta entonces todos los marxistas sostenían la
tesis de que el socialismo debía ser entendido como una fa-
se posterior al capitalismo, y que por tanto, no podría pre~
sentarse sino cuando éste se hallara completamente madu-
ro, como era el caso de la Inglaterra del Siglo X[X); que la
revolución socialista debe ser encabezada por una vanguar-
dia constituída por un equipo de revolucionarios profesiona-
les; que en los países atrasados el campesinado es el aliado
natural del proletariado; que el partido revolucionario de-
be oponer su propia violencia a la del gobierno burgués,
puesto que es solo por medio de su empleo que normalmen-
te debe producirse la transferencia del poder político de ma-
nos de la burguesía a las del proletariado; que el capitalismo
vive en su fase imperialista, que históricamente es su etapa
última o final; que a la escala mundial, eJ capitalismo se está
devorando a si mismo, al crear contradicciones internacio-
nales insalvables que provocarán su inevitable hundimient9;
que los paísese atrasados, semicoloniales y dependientes, no
tienen posibilidad alguna de salir de esta su condición mien-
tras subsista el sistema capitalista internacional; que por es-
tas razones, que originan el denominado "desarrollo desi-
gual", el eslabón mis débil en la cadena imperialista gene-
ralmente se encuentra y se rompe por su lado menos fuerte,
constituído por los países semicoloniales, atrasados o depen~
dientes; que las guerras desatadas por los grupos capitalis-
- 234 -
tas de los países imperialistas abren la posibilidad de que
las naciones dependientes puedan sacudirse del yugo a que
se hallan sometidas, (lo que se ve estimulado por la intensi-
ficación coloQíal y por el empobrecimiento creciente de los
pueblos subdesarrollados); que su partido, el bolchevique, al
asumir el papel de estado mayor de la revolución social, to-
ma el poder en nombre de la clase proletaria a la que repre-
senta; que al tomar los bolcheviques el poder en la Unión
Soviética, asumían la responsabilidad de estimular resuelta-
mente otras revoluciones similares en otros países y latitudes,
en los que, no obstante, debían tomarse en cuenta sus parti·
cularidades nacionales, al momento de definir la política que
deba ser adoptada; y que aJ conquistar el poder, los bolche-
viques deben necesariamente destruir el aparato estatal bur-
gués para sustituirlo por un Estado proletario distinto.
La Primera Guerra Mundial hizo que todas aquéllas di-
ferentes corrientes de pensamiento y de acción socialista lle~
garan no solo a la ruptura, sino al más franco y abierto en-
frentamiento. La crisjs interna más profunda se produjo en
el partido Socialdemócrata alemán, en cuyas filas se definie-
ron tres tendencias: la derechista encarnada por Berstein y
sus seguidores, la izquierdista o revolucionaria encarnada
por Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht, y la conciliadora
representada por Karl Kautsky. La tendencia derechista,
una vez iniciadas las hostilidades, se proclamó resueltamente
partidaria de apoyar y participar en la guerra; la tendencia
conciliadora, luego de algunas vacilaciones y aduciendo la
falta de madurez revolucionaria de la clase obfera, resolvió
también apoyar al kaiser en la guerra que había ern.f)rendido;
en cambio, la tendencia izquierdista revolucionaria se procla-
mó contr,a la guerra y declaró que la misión del proletaria-
do de cada país consistía en luchar, no contra otros pueblos
sino contra · la burguesía de su propio país. Al estallar y
triunfar la Revolución Rusa, la tendencia izquierdista o re-
volucionaria de la socialdemocracia alemana se solidarizó
con eUa.
De su parte, los bolcheviques dirígidos por Lenin toma-
ron el poder en Rusia, organizaron la Tercera Internacional
Obrera· e iniciaron una violentísima campaña contra las ten-
dencias reformistas y conciliadoras en el movimiento socia-
lista, (las cuales fueron identificadas con la Segunda Interna-
cional). La misión de la Tercera lnteroacional era dirigir la
revblución mundial del proletariado, para cuyo efecto proce-
- 235 -
dió a organizar partídos comunistas en todos los países del
orbe. La vida de esta internacional revolucionada se prolon-
gó unos 25 años, (de 1917 a 1943, en que fue disuelta for-
malmente). ·
Al morir Lenin, en 1924, el partido bolchevique soviéti-
co se escindió en dos facciones irreconciliables; una de ellas
fue encabezada por Stalin, y la otra por Trotsky. La facción
capitaneada por Stalin copó rápidamente el poder estatal, la
dirección deJ partido, y lógicamente el Comité Central de la
Tercera Internacional. Trotsky y sus partidarios fueron ex-
cluídos de su condición de militantes del partido, y como res-
puesta a ello, procedieron a organizar uno propio: la Cuar-
ta Jnteroacional.
En un esfuerzo de máxima simplificación, (con los ries-
gos que ello conlleva), podemos decir que la:s diferencias
entre las tendencias stalinísta y trotskysta se cen1tran en el si-
guiente punto más saltante: mientras la tendenda stalinista
sostiene la posibilidad de Ja construcción del s,ocialismo en
un solo país, la tendencia trotskysta la niega. El hecho es
que, como la revolución bolchevique no se había propagado
todavía a los otros países, en las décadas del 20 y el 30, los
dirigentes soviéticos no tenían otra alternativa que la de po-
nerse a la obra de edificar en la Unión Soviétic:a una socie-
dad diferente que Ja capitalista: la sociedad soci;üista; de es~
ta necesidad surgió la teoría sustentada por Stailin; ante es-
to, Trotsky se alzó para afirmar que si no se lograba la ex-
tensión internacional de la Revolución Rusa, la URSS corría
el riesgo de devenir en on estado burocrático.
Al darse término a la década del 30, se desencadenó la
Segunda Guerra Mundial, al cabo de la cual, las tropas so-
viéticas ocupaban los países comprendidos en la Europa
Oriental, y tenían detrás suyo miles de kilómetros de tierras
destruidas en Ja conflagración desatada por las tropas hitle-
rianas. El mundo había presenciado una formidable lucha y
había visto caer el telón de toda una época de convulsiones
sucesivas. Luego vino la muerte de Stalin, seguidla de un lap-
so de replanteamiento político general.
El célebre discurso de Nikita Jruschov, ante el XX Con-
greso del Partido Comunista de la URSS, (25 die febrero de
1956), da inicio a ese replanteo, cuyo núcleo ftu1datnental es
la lucha contra el culto al individuo. El aislamiento, el aban-
dono de la dirección colectiva, el excesivo poder centraliza-
do en una sola persona explican, según Jruschov, que Stalin
-236 -
pudiera haber instaurado la práctica de su endiosamiento
personal, y por tan1to1 la intolerancia, el dogmatismo, la arbi-
trariedad, el abuso, y la persecusión y destrucción de gentes
honestas, así como el estancamiento intelectual y la falta
de creatividad.
La mayor libertad que la nueva postura soviética plan-
teó fue expresada de una manera distinta por Mao Tse-
Tung, quien proclamó que florecieran "cien flores" y que
rivalizaran "cien e.scuelas", a manera de manifestación de
que dentro del sodalísmo debía imperar la libertad de la
discusión y de la crítica, aunque ella no podia por menos
que estar orientada a la cohesión nacional, al progreso de las
transformaciones SK>cialistas, al reforzamiento de la dictadu-
ra democrática del pueblo, al reforzamiento del centralismo
democrático, y al acrecentamiento de la solidaridad interna-
cional entre los pueblos.
Otra fue la interpretación del fenómeno del culto de la
personalidad por parte de los comunistas yugoslavos, que
habían sido tan ácidamente criticados, en su momento, ·por
Stalin. Para los comunistas yugoslavos, la dictadura de un
individuo solo es concebible en el marco de un Estado buro-
crático, que orienti3 con excesivo centralismo la vida econó-
mica del país; burocracia que, de otro lado, se explica por
la particular forma soviética de enfocar el problema de la
propiedad social, según la cual, la forma suprema de este ti-
po de propiedad es la del Estado proletario. En opinión de
los yugoslavos esto, no se desprendía de ninguna proposición
hecha por Marx., que nunca dio una formulación precisa so-
bre lo que repres,entaba para él la 'categoría denominada
"propiedad social"'. Según la interpretación yugoslava, esta
categoría debía ser entendida como la propiedad ejercida
directamente por los mismos trabajadores de cada empresa.
Asi surge una doble interpretación del significado de la "pro-
piedad social", quie cuenta con argumentos en favor y en
contra, (porque, por ejemplo, si bien en la empresa de pro-
piedad de los trabajadores, los obreros son más libres, es
también cierto que: la situación de algunas empresas dentro
del conjunto de la econoruía puede otorgarles una condición
de excepcional pri.vilegio a sus -trabajadores, con desmedro
de los restantes; pero, asimismo. cuando la propiedad es
ejercida por el Estado en nombre de todos, se corre el ries-
go cierto de otorgarle un excesjvo poder a una burocracia
central muy sofocante).
- 237-
Hay aún otra posición que tiene su propia carta de ciu-
dadanía entre los marxistas contemporáneos, cuyo represen-
tante mayor fuera Ernesto "Che" Guevara, compañero de
Luchas de Fidel Castro. Hasta que el fenómeno cubano se
hace presente, los marxistas de todo el mundo proclamaban
el principio de que " no hay acción revolucionaria sin teoría
revolucionaria"; pero ocurre que, partiendo de la experien-
cia cubana, Guevara llega explícitamente a rechazar este
principio, para plantear uno distinto en su reemplazo, el cual
se formula así: "la obli!zación de todo revolucionario es ha-
cer la revolución", es decir, alzarse en armas, crear un foco
guerrillero y constituirse en el centro aglutinador de las fuer-
zas revolucionarlas latentes en toda sociedad capitafüta. Se-
gún Guevara y sus seguidores, la acción de los grupos revo-
lucionarios y no el de las masas es el que preludia a la revo-
lución socialista. La muerte sorprendió a Guevara cuando
trataba de probar la validez general de su tesis; así es que
ella volvió nuevamente al tapete.
Pero esto sirve para. llegar a una constatación realmente
interesante, y es la de que, en el criterio de muchos, para
ser marxista no es un requisito conocer suficientemente la
doctrina qu ella envuelve, sino adoptar una actitud revolu-
cionaria. Para éstos, lo que importa es precisamente eso, ·1a
actitud, la vivencia, la acción revolucionaria, y no el domi-
nio de la teoría.
Y asi es como terminamos frente al vasto panorama que
hoy muestra el marxismo, que comienza en los teóricos de-
dicados a buscar en ]as páginas que escribió el maestro los
caminos de la revolución social, que continúa en el ámplio
campo de los que combinan el estudio con las luchas te6ri·
cas y prácticas en las distintas y variadas trincheras en que
se hao dividido los adherentes de Marx, (desde los refor-
místas y conciliadores hasta los radicales más recalcitran-
tes), y que termina en quienes toman la decisión de no ahon-
dar en la teoría, optando por la acción heroica. Queda enten-
dido que todos los que están aquí, allá o acullá, se conside-
ran como los discípulos más fieles y consecuentes del ideó-
logo y maestro.
~ 238-
La presente edición de "Teoría Económica Marxista",
de Virigilio Roel Pineda, con un tiraje de 5,000 ejem-
plares, se terminó de imprimir en los talleres de la
" Editorial Gráfica Labor" S. A. Reg. lnd. 240-3; calle
Uno 116, Urb. Sta. Lucía, Carretera Central K. 5.6, el
28 de febrero de 1973.
VIRGILIO ROEL PINEDA
CARGOS DESEMPElílADOS:
-
Jefe del Departamento Académico de Econom ía de
la U.N.M.S.M. ( 1969-1972)
Asesor del Ministro .de Industria y Comercio, ( no-
viembre ,de 1969-abril de 1971)
.
- Miembro del Consejo Consu ltivo de Economía y
Finanzas del Min isterio de E. y F., ( 1970-1972)
- Director del Banco Industria l del Perú, ( 1970-
197 1}
Deca no de la Facultad de Cienc ias Económicas y
Sociales de la Un ivers idad Nacional San Luis Gon-
zaga, ( 1963- 1965}
- Director de Plani ficación General del Instit uto Na-
ciona l de Planificación, ( 1963}
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