Baladilla de Los Tres Ríos
Baladilla de Los Tres Ríos
Baladilla de Los Tres Ríos
A
los 10 años inicia sus estudios de música y en 1914 ingresa en la Universidad de Granada para
estudiar la carrera de Filosofía y Letras, y más tarde la de Derecho.
El río Guadalquivir
va entre naranjos y olivos. Guadalquivir, alta torre
Los dos ríos de Granada y viento en los naranjales.
bajan de la nieve al trigo. Dauro y Genil, torrecillas
muertas sobre los estanques,
¡Ay, amor
que se fue y no vino! ¡Ay, amor
que se fue por el aire!
El río Guadalquivir
tiene las barbas granates. ¡Quién dirá que el agua lleva
Los dos ríos de Granada un fuego fatuo de gritos!
uno llanto y otro sangre.
¡Ay, amor
¡Ay, amor que se fue y no vino!
que se fue por el aire!
Lleva azahar, lleva olivas,
Para los barcos de vela, Andalucía, a tus mares.
Sevilla tiene un camino;
por el agua de Granada ¡Ay, amor
sólo reman los suspiros. que se fue por el aire!
¡Ay, amor
que se fue y no vino!
El poema titulado “Baladilla de los tres ríos” corresponde al volumen “Poema del cante jondo”,
publicado en 1931, aunque redactado entre 1921 y 1924. Este poema representa la apertura
geográfica y temática del Poema del Cante Jondo. Contiene poemas de tema gozoso, exultante
y otras obras de carácter evocador de recuerdos de infancia, a las que llamó “paraíso perdido”.
Lorca explica la diferencia entre el Cante Jondo y el flamenco, siendo el primero “color
espiritual” y el segundo “color local”. Es decir, en el Cante Jondo no interesa la dimensión
costumbrista, sino la decantación artística de la tradición. El mismo Lorca señala que por medio
de la abstracción, la lírica popular logra “su máxima concreción plástica y sensorial”.
Lorca desarrolló un gran interés por las tradiciones folklóricas y la música popular, disciplina
que ocupa un lugar esencial en su legado literario. El folklore no es ornamento en Lorca; es el
“corazón de una palabra que busca la verdad de la naturaleza”.
El tema central del poema es la descripción topográfica del territorio del cante jondo
lorquiano: su país Andalucía desde Sierra Nevada hasta la desembocadura del Guadalquivir. El
agua como metáfora de la vida que corre presurosa hacia el mar. “Los barcos de vela” hace
referencia a la majestuosa ciudad de Sevilla, en oposición a Granada, donde “sólo reman los
suspiros”. Esta constante contraposición entre el gran río de Andalucía, el Guadalquivir, y los
afluentes granadinos, parodia con ironía la geografía andaluza. En la sentencia o reflexión final,
Lorca afirma que el agua está cargada de elementos nobles y puros (las olivas, el azahar) que
funden la raíz de Andalucía; los ríos son la metáfora del agua y de una vida imposible de
pergeñar (esbozar, confeccionar sin dar mucha importancia).
Rima asonante en –ío y –ae en los pares, forma arromanzada, finalizando todas las estrofas en
un estribillo reiterativo. Cabe señalar la notable ausencia de conjunciones.