Decreto 1807 2014
Decreto 1807 2014
Decreto 1807 2014
(septiembre 19)
Por el cual se reglamenta el artículo 189 del Decreto-ley 019 de 2012 en lo relativo a la
incorporación de la gestión del riesgo en los planes de ordenamiento territorial y se dictan otras
disposiciones.
CONSIDERANDO:
Que el artículo 189 del Decreto-ley 019 de 2012 determinó que el Gobierno Nacional reglamentaría
las condiciones y escalas de detalle para la delimitación y zonificación de las áreas de amenaza y de
las áreas con condiciones de riesgo además de la determinación de las medidas específicas para su
mitigación teniendo en cuenta la denominación de los planes de ordenamiento territorial, prevista en
el artículo 9° de la Ley 388 de 1997;
Que el artículo 8° de la Ley 388 de 1997 señala como una de las acciones urbanísticas que deben
incorporarse en los planes de ordenamiento territorial la determinación de “las zonas no urbaniza
bies que presenten riesgos para la localización de asentamientos humanos, por amenazas
naturales”;
Que el artículo 10 de la Ley 388 de 1997 establece como determinantes de superior jerarquía, que
los municipios y distritos deben tener en cuenta en la elaboración y adopción de los planes de
ordenamiento territorial, las relacionadas con la conservación y protección del medio ambiente, los
recursos naturales y la prevención de amenazas y riesgos naturales, así como las políticas, directrices
y regulaciones sobre prevención de amenazas y riesgos naturales, el señalamiento y localización de
las áreas de riesgo para asentamientos humanos y las estrategias de manejo de zonas expuestas a
amenazas y riesgos;
Que el numeral 10 del artículo 3° de la Ley 1523 de 2012 considera dentro de los principios que
orientan la gestión del riesgo el principio de gradualidad, haciendo alusión a que “la gestión del
riesgo se despliega de manera continua, mediante procesos secuenciales en tiempos y alcances que
se renuevan permanentemente. Dicha gestión continuada estará regida por los principios de gestión
pública consagrados en el artículo 209 de la Constitución y debe entenderse a la luz del desarrollo
político, histórico y socioeconómico de la sociedad que se beneficia”;
Que el artículo 39 de la Ley 1523 de 2012 establece que los planes de ordenamiento territorial
deberán integrar el análisis del riesgo en el diagnóstico biofísico, económico y socio ambiental y
considerar el riesgo de desastres, como un condicionante para el uso y la ocupación del territorio,
procurando de esta forma evitar la configuración de nuevas condiciones de riesgo;
Que el artículo 40 de la Ley 1523 de 2012 reitera que los planes de ordenamiento deben incluir las
previsiones de la Ley 9ª de 1989 y de la Ley 388 de 1997, en lo relativo a los mecanismos para el
inventario de asentamientos en alto riesgo, el señalamiento, delimitación y tratamiento de las zonas
expuestas a amenaza derivada de fenómenos naturales, socio naturales o antropogénicas no
intencionales, incluidos los mecanismos de reubicación de asentamientos; la transformación del uso
asignado a tales zonas para evitar reasentamientos en alto riesgo; la constitución de reservas de
tierras para hacer posible tales reasentamientos y la utilización de los instrumentos jurídicos de
adquisición y expropiación de inmuebles que sean necesarios para reubicación de poblaciones en
alto riesgo, entre otros;
Que en este contexto, se hace necesario integrar la gestión del riesgo de desastres en los planes de
ordenamiento territorial;
DECRETA:
TÍTULO I
DISPOSICIONES GENERALES
Artículo 1°. Objeto y ámbito de aplicación. Las disposiciones contenidas en el presente decreto
establecen las condiciones y escalas de detalle para incorporar de manera gradual la gestión del
riesgo en la revisión de los contenidos de mediano y largo plazo de los planes de ordenamiento
territorial municipal y distrital o en la expedición de un nuevo plan.
Parágrafo 1°. Cuando el presente decreto se refiera a los planes de ordenamiento territorial se
entenderá que comprende todos los tipos de planes previstos en el artículo 9° de la Ley 388 de 1997.
Parágrafo 2°. De conformidad con lo previsto por la Ley 388 de 1997 y el artículo 189 del Decreto-
ley 019 de 2012, los estudios básicos de que trata el artículo 3° del presente decreto, deben hacer
parte de los proyectos de revisión de los contenidos de mediano y largo plazo de los planes de
ordenamiento territorial o la expedición de un nuevo plan. El Alcalde municipal o Distrital no podrá
someter a consideración de la Corporación Autónoma Regional o autoridad ambiental
correspondiente, los proyectos de revisión referidos sin el cumplimiento de este requisito.
En ningún caso los concejos municipales o distritales podrán conferir autorizaciones con el fin de
que los Alcaldes condicionen la realización de los estudios de que trata el artículo 3 del presente
decreto, con posterioridad a la revisión del Plan, ni sujetos a autorizaciones posteriores del alcalde
municipal o distrital.
Artículo 2°. Estudios técnicos para la incorporación de la gestión del riesgo en la planificación
territorial. Teniendo en cuenta el principio de gradualidad de que trata la Ley 1523 de 2012, se
deben realizar los estudios básicos para la revisión de los contenidos de mediano y largo plazo de los
planes de ordenamiento territorial o la expedición de nuevos planes y en su ejecución se deben
realizar los estudios detallados.
Artículo 3°. Estudios básicos para la revisión o expedición de Planes de Ordenamiento Territorial
(POT). De conformidad con lo dispuesto en el artículo anterior para la revisión de los contenidos de
mediano y largo plazo de los planes de ordenamiento territorial o la expedición de nuevos planes, se
deben elaborar estudios en los suelos urbanos, de expansión urbana y rural para los fenómenos de
inundación, avenidas torrenciales y movimientos en masa, que contienen:
b) La delimitación y zonificación de las áreas con condición de amenaza en las que se requiere
adelantar los estudio& detallados a que se refiere el siguiente artículo;
c) La delimitación y zonificación de las áreas con condición de riesgo en las que se requiere
adelantar los estudios detallados a que se refiere el siguiente artículo;
d) La determinación de las medidas de intervención, orientadas a establecer restricciones y
condicionamientos mediante la determinación de normas urbanísticas.
Parágrafo 1°. Para efectos de la aplicación de lo dispuesto en el presente decreto, se adoptan las
siguientes definiciones:
Áreas con condición de amenaza, son las zonas o áreas del territorio municipal zonificadas como de
amenaza alta y media en las que se establezca en la revisión o expedición de un nuevo POT la
necesidad de clasificarlas como suelo urbano, de expansión urbana, rural suburbano o centros
poblados rurales para permitir su desarrollo.
Áreas con condición de riesgo, corresponden a las zonas o áreas del territorio municipal clasificadas
como de amenaza alta que estén urbanizadas, ocupadas o edificadas así como en las que se
encuentren elementos del sistema vial, equipamientos (salud, educación, otros) e infraestructura de
servicios públicos.
Parágrafo 2°. Aquellos municipios o distritos que se encuentren expuestos a amenazas por otros
fenómenos naturales (sísmicos, volcánicos, tsunami, entre otros) o de origen tecnológico, deben
evaluarlas con base en la información disponible generada por las autoridades y sectores
competentes y de acuerdo con la situación de cada municipio o distrito.
Parágrafo 3°. En los casos en que un municipio o distrito esté expuesto a más de un tipo de
fenómeno amenazante y que estos se superpongan o que tengan incidencia uno en otro, se deberá
contemplar su efecto en los estudios y zonificaciones respectivas.
Parágrafo 4°. Si al momento de la revisión de los contenidos de mediano y largo plazo de los planes
de ordenamiento territorial o la expedición de un nuevo POT, se cuenta con un Plan de Ordenación y
Manejo de Cuencas Hidrográficas aprobado y el mismo incluye los análisis de amenazas, estos
sirven de insumo para la elaboración de los estudios básicos en suelo rural.
Artículo 4°. Estudios detallados. Los estudios detallados están orientados a determinar la
categorización del riesgo y establecer las medidas de mitigación correspondientes.
En la revisión de los contenidos de mediano y largo plazo de los planes de ordenamiento territorial o
en la expedición de un nuevo POT, se debe establecer la priorización de los estudios detallados
identificados en los estudios básicos y en el programa de ejecución se debe definir la programación
de actividades, las entidades responsables y los recursos respectivos de los estudios que se
ejecutarán en el período del alcalde que adelanta la revisión del plan o la expedición de uno nuevo.
Artículo 5°. Escala de trabajo. De conformidad con as ciases de suelo establecidas en la Ley 388 de
1997, los estudios se elaboran, como mínimo, en las siguientes escalas:
Expansión 1:5.000
Urbana
Rural 1:25.000
Expansión 1:2.000
Urbana
Rural 1:5.000
Suburbano
Parágrafo 1°. Los municipios o distritos que cuenten con información a una escala de mayor detalle
deben emplearla para el desarrollo de los respectivos estudios.
Parágrafo 2°. Aquellos municipios o distritos con centros poblados rurales que por su alto grado de
exposición a la ocurrencia de fenómenos naturales han sido afectados o tienen la posibilidad de ser
afectados, deben adelantar los estudios básicos como mínimo a escala 1:5.000.
TÍTULO II
Artículo 6°. Análisis de la información disponible. Para la elaboración de los estudios básicos y
detallados se deben realizar los análisis de la información técnica disponible, considerando entre
otros, los siguientes aspectos:
2. Verificar si se cuenta con la delimitación y zonificación de amenaza y/o riesgo para el municipio
o distrito (suelo urbano, expansión urbana y suelo rural) y que la misma cumpla como mínimo con
los siguientes aspectos:
a) Que corresponda al análisis del área urbana, expansión urbana y rural del municipio o distrito, se
ajuste a las condiciones técnicas establecidas en el presente decreto y esté acorde con su situación
actual. La información se podrá emplear siempre y cuando se verifique su pertinencia y se actualice
cuando se requiera;
b) Que la información técnica disponible corresponda al análisis de las áreas en las que se hayan
evidenciado afectaciones en el municipio o distrito.
3. En caso que se cuente con estudios detallados que permitan establecer el nivel de riesgo, se deberá
verificar que los mismos cumplan con las condiciones técnicas establecidas en el presente decreto.
Con base en este análisis se deberá establecer la información técnica disponible correspondiente a la
delimitación y zonificación de las áreas de amenaza y de las áreas con condiciones de riesgo. En los
casos de ausencia total o parcial de la información, se deben establecer las acciones técnicas,
institucionales y financieras necesarias para elaborar esta información.
Artículo 7°. Los alcaldes municipales podrán solicitar al departamento asesoría sobre los análisis que
se deben adelantar para el estudio de los eventos que se presentan en su territorio según lo dispuesto
en el presente decreto.
CAPÍTULO I
Artículo 8°. Estudios básicos de amenaza por movimientos en masa Para determinar las condiciones
de amenaza por movimientos en masa en suelos urbanos, de expansión urbana y rural, los estudios
básicos tienen las siguientes especificaciones mínimas:
1. Área de estudio: Se adelantará éste tipo de estudios en todas las zonas de relieve escarpado,
montañoso y ondulado, con pendientes iguales o superiores a 5 grados más los taludes marginales de
cauces, así como las zonas planas que puedan recibir los efectos de los movimientos en masa.
Adicionalmente, se consideran aquellas áreas urbanas y de expansión urbana que teniendo una
pendiente menor a 5 grados hayan presentado problemas de inestabilidad y subsidencia debido a
problemas geoténicos o al desarrollo de actividades antrópicas.
2. Insumos: Para suelos urbanos, de expansión urbana y rural, se deben utilizar como mínimo los
siguientes insumos que son elaborados o ajustados y evaluados a la escala de trabajo
correspondiente:
a) Cartografía base que contenga entre otros: coordenadas, curvas de nivel, drenajes, red vial,
infraestructura y equipamientos, asentamientos humanos;
En la elaboración de los estudios para suelos rurales, adicionalmente se realiza: la geología, unidades
geológicas superficiales, la geomorfología aplicada a movimientos en masa a nivel de subunidades
geomorfológicas y cobertura y uso del suelo.
Para el suelo urbano y de expansión urbana se utilizará, como mínimo, alguno de los siguientes
análisis: estadísticos, determinísticos o probabilísticos.
Para los suelos rurales se utilizará, como mínimo, alguno de los siguientes análisis: de inventarios,
heurísticos o estadísticos.
4. Zonificación: Para la zonificación de la amenaza, esta se categorizará en alta, media y baja, que
se establece según el método empleado. En todo caso las áreas con procesos activos se consideran en
la categoría alta.
5. Productos: Como resultado de los estudios, se elaboran los mapas de zonificación de amenaza por
movimientos en masa, según lo dispuesto en el presente artículo. La leyenda deberá incluir la
descripción de las características físicas de las unidades según la categoría establecida, los tipos de
procesos predominantes y los posibles daños que se pueden generar.
Se deberá elaborar un documento técnico que contenga la metodología empleada y los resultados
obtenidos.
Artículo 9°. Estudios básicos de amenaza de inundación. Para determinar las condiciones de
amenaza por inundación en suelos urbanos, de expansión urbana y rural, los estudios básicos tienen
las siguientes especificaciones mínimas:
1. Área de estudio: Las zonas en las cuales exista la posibilidad de presentarse una inundación sean
aledañas o no a ríos, caños, quebradas, humedales y otros cuerpos de agua o aquellas que hagan
parte de su área de influencia.
En el análisis se deben considerar los casos en los que existan precedentes de mecanismos
generadores de inundaciones tales como encharcamiento por lluvias intensas sobre áreas planas,
encharcamiento por deficiencia de drenaje, inundaciones costeras entre otros.
Los municipios o distritos con un suelo rural superior a 1.500 km2, para los cuales no exista base
cartográfica e insumos a 1:25.000, podrán realizar los estudios para esta clase de suelo a escala
1:100.000 o 1:50.000. En aquellas áreas rurales donde se presenten inundaciones recurrentes, con
presencia de elementos expuestos, deben realizar los estudios básicos a 1:25.000.
3. Alcance: Para la zonificación de la amenaza se emplean tres categorías: alta, media y baja,
teniendo en cuenta el registro de eventos, la recurrencia de los mismos y la intensidad (niveles
alcanzados) de la inundación.
Para el suelo urbano, de expansión urbana y rural se utilizará, como mínimo, análisis de tipo
histórico y geomorfológico. De acuerdo con la información disponible se podrán complementar con
análisis hidrológico-hidráulicos y métodos asistidos por sensores remotos y sistemas de información
geográfica.
4. Productos: Como resultado de los estudios, se elaboran mapas de zonificación de amenaza por
inundaciones, según lo dispuesto en el presente artículo.
Se debe elaborar un documento técnico que contenga la metodología empleada y los resultados
obtenidos.
Artículo 10. Estudios básicos de amenaza por avenidas torrenciales. Para determinar las
condiciones de amenaza por avenida torrencial en suelos urbanos, de expansión urbana y rural, los
estudios básicos tienen las siguientes especificaciones mínimas:
1. Área de estudio: Todos los cauces presentes o con influencia en el municipio o distrito, que por
sus condiciones topográficas puedan tener un comportamiento torrencial.
2. Insumos: Se debe utilizar como mínimo los siguientes insumos:
a) Geomorfología;
c) Análisis hidráulico del área a zonificar, teniendo en cuenta factores detonantes como precipitación
o movimientos en masa;
4. Productos: Mapa de amenaza por avenidas torrenciales, en el cual se delimitan y zonifican los
diferentes niveles de amenaza que presenta el territorio estudiado, según lo dispuesto en el presente
artículo.
Se deberá elaborar un documento técnico que contenga la metodología empleada y los resultados
obtenidos.
Artículo 11. Delimitación y zonificación de las áreas con condición de amenaza. Con fundamento
en la delimitación y zonificación de amenazas, se delimitan y zonifican aquellas áreas sin ocupar del
suelo urbano, de expansión urbana, rural suburbano o centros poblados rurales en las que en la
revisión o en la expedición de un nuevo POT se proponga su desarrollo.
La identificación de estas áreas se realizará a partir del análisis de las áreas zonificadas como de
amenaza alta y media sin ocupar en los estudios básicos con aquellas que se consideren como objeto
de desarrollo. En todo caso el desarrollo de las zonas de amenaza media y alta sin ocupar quedará
sujeto a los resultados de los estudios detallados.
Con esta información se elabora el mapa con la delimitación y zonificación de las áreas con
condición de amenaza y se establecen los criterios para la caracterización y delimitación de las
unidades de análisis en las áreas que serán objeto de estudios detallados.
Artículo 12. Delimitación y zonificación de las áreas con condición de riesgo. Con fundamento en la
delimitación y zonificación de amenazas, se delimitan y zonifican las áreas con condición de riesgo,
a fin de priorizar las áreas en las cuales se deben realizar estudios detallados.
La identificación de las áreas con condición de riesgo se realizará a partir del análisis de las áreas
zonificadas como de amenaza alta en los estudios básicos, con la información cartográfica (predial o
catastral, entre otras) disponible que permita identificar la existencia de elementos expuestos, de
áreas urbanizadas, ocupadas o edificadas así como de aquellas en las que se encuentren edificaciones
indispensables y líneas vitales.
Con esta información se elabora el mapa con la delimitación y zonificación de las áreas con
condición de riesgo y se establecen los criterios para la caracterización y delimitación de las
unidades de análisis que dependen del fenómeno a estudiar y la priorización para la realización de
los estudios detallados que permitirán categorizar el riesgo.
Parágrafo. Las zonas de amenaza media para las cuales en la revisión o expedición de un nuevo POT
se proponga el cambio de densidad o un cambio en los usos del suelo que pueda generar o
incrementar el riesgo en la zona, se consideran como áreas con condición de riesgo.
Artículo 13. Determinación de medidas de intervención. Con base en los resultados de los estudios
básicos, se deben determinar las medidas de mitigación no estructurales orientadas a establecer el
modelo de ocupación del territorio y las restricciones o condicionamientos para el uso del suelo
cuando sea viable, mediante la determinación de normas urbanísticas.
CAPÍTULO II
Condiciones técnicas para la elaboración de estudios detallados
Artículo 14. Estudios detallados. Los estudios detallados deben contener lo siguiente para cada uno
de los eventos analizados:
2. Evaluación de vulnerabilidad.
Parágrafo. En las zonas no ocupadas, esto es, que no hay elementos expuestos, se deben considerar
las alternativas de intervención conducentes a la reducción de [a amenaza, siempre y cuando sean
viables desde el punto de vista ambiental, técnico, financiero y urbanístico.
Artículo 15. Análisis detallado de amenaza por movimientos en masa. Para determinar la
categorización del riesgo por movimientos en masa, los estudios de amenaza tienen las siguientes
especificaciones mínimas:
1. Área de estudio. Se referirá a las áreas con condiciones de riesgo y amenaza, por movimientos en
masa delimitadas en el plan de ordenamiento territorial, a partir de los estudios básicos de que tratan
los artículos anteriores. Estas áreas podrán ser precisadas con base en la geoforma de la zona objeto
de análisis.
2. Insumos. Se consideran como insumos mínimos que se elaboran y evalúan a la escala de trabajo,
los siguientes:
e) Sismología;
3. Alcance. El análisis de la amenaza a nivel detallado se realiza empleando por lo menos métodos
determinísticos y modelos matemáticos, en función de la dinámica del movimiento en masa objeto
de análisis.
Como parte del análisis de amenaza se debe tener en cuenta las causas de la inestabilidad del terreno,
considerando dentro de los agentes detonantes los siguientes factores: agua, sismo y procesos
antrópicos (cortes, excavaciones, rellenos y construcciones en general), mediante el análisis mínimo
de tres escenarios.
Se debe elaborar un documento técnico que contenga la metodología empleada y los resultados
obtenidos.
Artículo 16. Análisis detallado de amenaza de inundación. Para determinar las condiciones de
amenaza por inundación, los estudios tienen las siguientes especificaciones mínimas:
1. Área de estudio. Se referirá a las áreas con condiciones de riesgo y amenaza por inundación
delimitadas en el plan de ordenamiento territorial, a partir de los estudios básicos de que trata el
presente decreto y articulado con los análisis del Plan de Ordenación y Manejo de Cuencas
Hidrográficas (POMCA) aprobado.
Se debe elaborar un documento técnico que contenga la metodología empleada y los resultados
obtenidos.
1. De acuerdo con los resultados del estudio detallado de amenazas para cada fenómeno analizado,
se deben identificar y localizar en la cartografía correspondiente los elementos expuestos.
2. Se debe establecer las características de los elementos expuestos a las amenazas identificadas, en
cuanto al tipo de elemento, grado de exposición, resistencia que ofrece el elemento y distribución
espacial.
3. Se deben identificar los diferentes tipos de daño o efecto esperado sobre los elementos expuestos
que se pueden presentar como resultado del fenómeno natural.
4. Esta información debe zonificarse en un mapa a la misma escala del mapa de amenazas detallados
estableciendo categorías de vulnerabilidad alta, media y baja, de acuerdo a las características de los
elementos expuestos.
Para las zonas en alto riesgo se definirá la mitigabilidad o no mitigabilidad, a partir de las
alternativas de intervención física para reducir y evitar el incremento de la amenaza y/o
vulnerabilidad.
Para estas alternativas se deberá evaluar su viabilidad de ejecución desde el punto de vista técnico,
financiero y urbanístico. Bajo estas evaluaciones se obtendrá la definición del riesgo alto mitigable o
riesgo alto no mitigable.
Artículo 19. Contenidos de la evaluación del riesgo. Los estudios de evaluación de riesgo deben
acompañarse de los siguientes documentos por cada fenómeno analizado:
4. Mapa de riesgo, categorizado en alto, medio y bajo, señalando para el riesgo alto si es mitigable o
no mitigable.
5. Mapas de localización y dimensionamiento de las medidas de intervención propuestas.
Artículo 20. Medidas de Intervención. Para la prevención, mitigación del riesgo y/o reducción de la
amenaza y/o vulnerabilidad de conformidad con lo previsto en el artículo anterior, el estudio de
evaluación de riesgo planteará medidas que podrán ser estructurales y no estructurales.
1. Las medidas estructurales, son medidas físicas encaminadas a la realización de acciones y obras
para atender las condiciones de riesgo ya existentes. Entre otras se consideran las siguientes: obras
de estabilización y de reforzamiento de edificaciones e infraestructura, las cuales deben ser
predimensionadas sobre la cartografía a nivel de prediseño, con el estimativo de costos
correspondiente.
En la determinación de este tipo de medidas se deben considerar los potenciales efectos que
producirán aguas abajo.
En las zonas donde se define que el riesgo es no mitigable se deben identificar en detalle las
viviendas y construcciones que serán objeto de reasentamiento, además de las obras de
estabilización necesarias para evitar que aumente la influencia del fenómeno en estudio.
Artículo 21. Incorporación de los resultados de estudios detallados al POT. Con base en los
resultados de los estudios detallados y mediante acto administrativo, el alcalde municipal o distrital
o la dependencia delegada para el efecto, podrá realizar la precisión cartográfica y la definición de
las normas urbanísticas a que haya lugar en el área objeto de estudio, de conformidad con lo previsto
en el Plan de Ordenamiento Territorial y deberá registrarse en todos los planos de la cartografía
oficial.
En todo caso, cuando los resultados de los estudios detallados generen la modificación de los usos
del suelo o de normas urbanísticas del Plan de Ordenamiento Territorial deberá emprenderse su
revisión, ajuste o modificación en los términos de la Ley 388 de 1997 y las normas que la adicionen,
modifiquen o complementen.
TÍTULO III
Artículo 22. Documento Técnico de Soporte. Los estudios básicos, y cuando se disponga de estudios
detallados, deben integrarse al Documento Técnico de Soporte que contiene la justificación, la
descripción, el desarrollo y la aplicación de las determinaciones de planificación de los componentes
y contenidos del Plan de Ordenamiento Territorial.
Artículo 23. Componente General. En relación con la gestión del riesgo, en el componente general
del POT se deberá considerar como mínimo:
2.1. Las áreas con condición de riesgo y con restricción por amenazas identificadas en los estudios
básicos y su priorización para la elaboración de los estudios detallados en el corto, mediano y largo
plazo, en función de los objetivos, estrategias y prioridades adoptados para la concreción del modelo
de ocupación territorial y de acuerdo con la programación prevista en el respectivo plan.
2.2. La determinación y ubicación en planos de las zonas que presenten alto riesgo para la
localización de asentamientos humanos, por amenazas o por riesgos naturales, siempre y cuando se
cuente con los estudios detallados que permitan su caracterización.
2.3. En la determinación de los suelos de protección deben considerarse las áreas que cumplan las
siguientes condiciones y que por tanto tienen restringida la posibilidad de urbanizarse:
a) Las áreas sin ocupar zonificadas en los estudios básicos como amenaza alta, en las que la
información sobre intensidad y recurrencia o registros históricos de los fenómenos por movimientos
en masa, avenidas torrenciales o inundación evidencian que la determinación de las medidas de
reducción son insuficientes en el tiempo para garantizar el desarrollo de procesos de urbanización;
b) Las áreas zonificadas como riesgo alto no mitigable en suelo urbano, de expansión urbana y rural,
de acuerdo con los estudios detallados, cuando se cuente con ellos.
Artículo 24. El Componente Urbano. En relación al suelo urbano y de expansión urbana, este
componente deberá contemplar por lo menos, los siguientes contenidos para adelantar la
delimitación de las áreas expuestas a amenazas y riesgos naturales, de conformidad con lo previsto
en el componente general del plan de ordenamiento territorial:
1. Para las áreas con condición de amenaza: La asignación del régimen general de usos y
tratamientos que se podrán desarrollar en estas áreas, estableciendo los condicionamientos o
restricciones de usos, densidades, ocupación y edificabilidad que eviten la generación de situaciones
dé riesgo.
El desarrollo de estas áreas se condiciona a la elaboración de los estudios detallados de que trata el
presente decreto, para lo cual se deben señalar los criterios para la caracterización y delimitación de
las unidades de análisis y para la realización de los estudios detallados.
2. Para las áreas de amenaza medía ocupadas. La determinación de las acciones requeridas para
estas áreas relacionadas con el manejo de aguas y adecuación de taludes, entre otros, así como de las
acciones para realizar seguimiento y monitoreo a fin de garantizar que no se generen condiciones de
riesgo.
3. Para las áreas con condición riesgo: La definición de las condiciones técnicas que se estimen
convenientes para la elaboración de los estudios detallados que permitan establecer la categorización
del riesgo.
4.1. La delimitación y zonificación de las zonas de riesgo alto, medio y bajo con la determinación de
aquellas zonas de riesgo alto que se consideren como mitigables y no mitigables.
4.2. La definición de las medidas de intervención para el desarrollo de las zonas de riesgo mitigable.
Igualmente, se contemplará la asignación de usos y tratamientos y las demás normas urbanísticas de
carácter general para el desarrollo de estas áreas (densidades, ocupación y edificabilidad).
4.3. Cuando las zonas de alto riesgo se definan como no mitigables, se establecen las medidas para
su manejo y para evitar la ocupación de estas áreas, de acuerdo con el régimen aplicable al suelo de
protección.
Parágrafo. El desarrollo urbanístico de áreas con condición de amenaza estará sujeto a la realización
de los estudios detallados, así como a la ejecución de las medidas de reducción (prevención y
mitigación) que se determinen en los mismos.
Como mínimo se deben considerar los predios que pueden ser afectados por la ocurrencia del
fenómeno natural objeto de análisis y se deben señalar las condiciones y parámetros para la
realización de los estudios, de conformidad con lo establecido para el trámite de licencias de
urbanización contempladas en el Decreto número 1469 de 2010 o la norma que la adicione,
modifique o sustituya.
Los estudios podrán estar a cargo del gestor y/o promotor y/o urbanizador dentro del trámite de los
instrumentos de planeamiento intermedio y de licenciamiento urbanístico.
Artículo 25. El Componente Rural. En relación al suelo rural y rural suburbano, este componente
deberá contemplar por lo menos, los siguientes contenidos para adelantar la delimitación de las áreas
expuestas a amenazas y riesgos naturales, de conformidad con lo previsto en el componente general
del plan de ordenamiento territorial:
1. Para las áreas de amenaza alta y medía: La definición de medidas de manejo especial para las
zonas calificadas como de amenaza alta y media en los suelos rurales no suburbanos mediante el
desarrollo, entre otros, de usos agroforestales, la implementación de prácticas culturales de
conservación y manejo de cultivos, las medidas para el control de erosión y prácticas mecánicas de
conservación tales como el manejo de escorrentías, así como determinar la necesidad de adelantar
estudios detallados en las áreas de restricción por amenaza.
2. Para las áreas con condición riesgo: La definición de las condiciones técnicas para la
elaboración de los estudios detallados que permitan establecer las categorías de riesgo en estas áreas
y la asignación del régimen general de usos.
3. Para las áreas de riesgo que cuenten con estudios detallados: La delimitación y zonificación de
las áreas de riesgo alto, medio y bajo con la determinación de aquellas zonas de riesgo alto que se
consideren como mitigables y no mitigables.
La asignación de usos y las demás condiciones para orientar la ocupación de las áreas calificadas
como de riesgo mitigable y para las clasificadas como de riesgo no mitigable se aplicará el régimen
del suelo de protección.
Parágrafo. El desarrollo por parcelación en áreas con condición de riesgo en suelo suburbano y
centros poblados rurales que no cuenten con estudios detallados al momento de adoptar la revisión
del plan de ordenamiento territorial, estará condicionado a su realización, así como a la ejecución de
las medidas de reducción (prevención y mitigación) que se determinen en estos estudios.
Con fundamento en lo establecido en los componentes general, urbano y rural, dentro de los
programas y proyectos se deben considerar como mínimo los estudios detallados en las áreas
priorizadas, el desarrollo de medidas de mitigación estructurales y no estructurales y las acciones
para adelantar reasentamientos.
TÍTULO IV
DISPOSICIONES FINALES
Artículo 27. Requisitos profesionales. Los estudios técnicos señalados en el presente decreto deben
ser elaborados y firmados por profesionales idóneos en las materias, quienes son responsables de los
mismos sin perjuicio de la responsabilidad por la correcta ejecución de los diseños y las obras de
mitigación.
Artículo 28. De conformidad con lo previsto en la Ley 1523 de 2012, los municipios y sus fondos
territoriales de gestión del riesgo definirán mecanismos de financiación para la realización de los
estudios contemplados en el presente decreto.
Artículo 29. Vigencia y derogatorias. El presente decreto rige a partir de la fecha de su publicación y
deroga todas las disposiciones que le sean contrarias, especialmente el parágrafo 1° del artículo 23,
las expresiones “y muy alta” y “y/o vulnerabilidad” del parágrafo 2° del artículo 23; y la expresión
“y vulnerabilidad” del parágrafo 1° del artículo 32 del Decreto número 1640 de 2012.
Publíquese y cúmplase.