Derecho Del Trabajo
Derecho Del Trabajo
Derecho Del Trabajo
El Derecho del Trabajo es una rama del Derecho en general, y del Derecho Privado en
particular, que regula jurídicamente las relaciones entre empleados y empleadores, en forma
individual y colectiva, estableciendo sus derechos y deberes recíprocos.
Surgió como consecuencia de las inequidades que produjo la Revolución Industrial a mediados
del siglo XVIII, donde surgió la fábrica como unidad de trabajo, y la mano de obra de los
obreros, explotados inescrupulosamente por los patrones.
La Revolución Francesa no mejoró las condiciones de trabajo de los obreros pues los burgueses
que las lideraron eran justamente los dueños de las unidades de producción. Fue una larga
lucha que comenzó en el siglo XIX la que se concretó en normas que regularon el trabajo
dependiente, asegurando trabajo digno, jornadas limitadas, vacaciones pagas, organización
sindical etcétera, que fueron poco a poco recogidos en textos constitucionales y
reglamentados por leyes específicas.
Las normas que regulan las relaciones laborales pueden provenir de la ley, o de las
convenciones de las partes, plasmadas en un convenio colectivo de trabajo.
El aspecto primordial del Derecho del Trabajo lo constituye el trabajo humano libre,
subordinado a un empleador o trabajo en relación de dependencia, al cual se debe proteger
por considerarse la parte más débil de la relación. Por esa razón en caso de conflicto entre
empleados y empleadores, el Juez debe resolver de acuerdo a la máxima “En la duda, a favor
del trabajador”.
El objeto del Derecho del Trabajo es la relación laboral, que presume la existencia de un
contrato de trabajo, traducida en prestación de servicios y pago de salario. El contrato de
trabajo presenta características propias, como la limitación de la autonomía de la voluntad en
la fijación de su contenido.
Los sujetos del derecho del trabajo son ciertas entidades individuales y colectivas que se
vinculan mediante la relación laboral. Luego, estas personas físicas o jurídicas que participan
en las relaciones de trabajo subordinado, constituyen el centro del estudio del Derecho
Laboral. Por tanto, dada su importancia, en la presente publicación revisaremos el concepto y
enumeración de los sujetos del Derecho del Trabajo.
Los sujetos del Derecho del Trabajo son las personas naturales o jurídicas que intervienen en
forma directa o indirecta en la relación laboral, pudiendo distinguirse sujetos individuales y
colectivos. En cuanto a los sujetos individuales, estos se encuentran definidos expresamente
en el artículo 3° del Código del Trabajo.
A este respecto, son sujetos del derecho del trabajo son:
Empleador;
Trabajador;
El Estado;
La Empresa, y
Organizaciones Sindicales.
Empleador.
El primero de los sujetos del derecho del trabajo es el empleador, este se define como“La
persona natural o jurídica que utiliza los servicios intelectuales o materiales de una o más
personas, en virtud de un contrato de trabajo.”
Aun cuando en la mayoría de las ocasiones el empleador reviste la forma jurídica de una
empresa, por ejemplo ello no ocurre en el caso del contrato de los trabajadores de casa
particular, razón por la cual no cabe asimilar ambos conceptos, que además, a nuestro
entender, atienden a dos cuestiones distintas, ya que, además, como veremos, habiendo
nuestra legislación adoptado un concepto institucional de la empresa, entendiéndose que los
trabajadores también forman parte de ella, ya que serían parte de los medios “personales”.
Trabajador.
“Toda persona natural que preste servicios personales, intelectuales o materiales, bajo
dependencia o subordinación, y en virtud de un contrato de trabajo”. En relación al trabajador,
como sujeto del Derecho del Trabajo, es el centro de atención para estudio del Derecho
Laboral, ello en razón de la finalidad proteccionista de esta disciplina jurídica.
Estado.
A pesar que algunos autores lo incluyen dentro de los sujetos del Derecho del Trabajo por
cuanto en virtud de su actividad legislativa dicta las normas laborales; de su actividad
administrativa controla y fiscaliza la aplicación de la legislación laboral por medio de órganos
especialmente creados para esta finalidad; y que por su acción jurisdiccional mediante
tribunales especiales resuelve las contiendas laborales, nosotros estimamos que el Estado no
es propiamente un sujeto de la relación laboral, por cuanto no interviene directamente en la
relación jurídica laboral.
Empresa.
También se encuentra definida en el artículo 3° del Código del Trabajo, el que señala que “para
los efectos de la legislación laboral y de seguridad social, se entiende por empresa toda
organización de medios personales, materiales o inmateriales, ordenados bajo una dirección,
para el logro de fines económicos, sociales, culturales o benéficos, dotada de una
individualidad legal determinada”.
Respecto de la empresa, como sujeto de derecho del trabajo, el Código del Trabajo en el
artículo 4° consagra el Principio de la Continuidad, al señalar que “las modificaciones totales o
parciales relativas al dominio, posesión o mera tenencia de la empresa, no alterarán los
derechos y obligaciones de los trabajadores, emanados de sus contratos individuales o de los
instrumentos colectivos de trabajo, que mantendrán su vigencia y continuidad con el o los
nuevos empleadores”.
Organizaciones Sindicales.
En una primera aproximación podemos decir que estos sujetos del derecho del trabajo son
agrupaciones permanentes de trabajadores que se unen para la defensa de sus intereses,
siendo la organización base el sindicato, el cual no ha sido definido en nuestra legislación, la
que se limita a señalar las clases de ellos que podrían conformar los trabajadores.
Pese a que en el Derecho Internacional del Trabajo se reconoce tanto a empleadores como a
los trabajadores la posibilidad de conformar sindicatos, en nuestro derecho, sólo se regula el
que es conformado por trabajadores.
Un contrato de trabajo es un acuerdo entre un trabajador y su empleador en donde el primero
se compromete a llevar a cabo determinadas tareas y a seguir las instrucciones del segundo.
Esto, a cambio de una determinada retribución.
El contrato de trabajo puede tener diversas formas, pero en todas ellas aparecen algunos
elementos que son esenciales:
Fecha de inicio y duración de la relación laboral: Estos datos deben ser colocarse, aunque sea
un periodo de duración previsible.
El domicilio de la empresa: Ubicación del centro donde irá el trabajador a realizar sus
funciones.
Monto del salario inicial y los complementos salariales: Salario y otras pagas adicionales como,
por ejemplo, por navidad o año nuevo.
Plazos: Periodos en los que se debe dar aviso para poder finalizar el contrato. Esto va tanto de
parte del trabajador como de parte del empleador.
El salario o sueldo es la remuneración recibida por una persona como pago por su trabajo. De
esta forma, el empleado puede beneficiarse de su contribución en tiempo y esfuerzo a la
empresa que lo contrata. De la misma forma que puede ver traducida esa aportación en
términos monetarios.
El salario, entendido como el precio a pagar a cambio del trabajo realizado por una persona, se
determina según la oferta y demanda de trabajo. Todo ello, dado por diversos factores como la
disponibilidad de mano de obra, los convenios sindicales, la formación o experiencia del
trabajador y la legislación laboral del país.
Además, en el estudio económico, los salarios adquieren una especial relevancia. Relevancia
tanto desde el punto de vista empresarial (donde constituyen una parte significativa de los
costes de producción), como desde la óptica de las familias (ya que determinan la capacidad
de consumo de éstas y, por extensión, la demanda agregada de una economía).
El salario mínimo
Dado que el salario es la renta que percibe cada persona, muchos Gobiernos establecen
medidas sociales para asegurar que se ofrece una cantidad mínima para vivir. A esta cantidad
se le conoce como «salario mínimo«.
El salario mínimo es la contraprestación más reducida que un trabajador puede recibir por su
trabajo con una jornada determinada. De la misma forma se puede hablar de salarios
máximos. Estos funcionan como topes legales a los cuales deben ajustarse las retribuciones de
los empleados. Tanto el sueldo mínimo como el máximo son determinados por el
ordenamiento jurídico de cada país y forman parte de sus respectivas legislaciones laborales.
Los salarios, a través de los impuestos, son una de las principales fuentes de financiación de los
Estados. Ya que estos obligan a entregar una proporción del salario al Gobierno. Dependiendo
del país, se pagan de una u otra manera. Lo más común es que estos impuestos se dividan en
dos: la cuota de pago a la Seguridad Social y el impuesto de la renta a las personas físicas
(IRPF). De esta manera, el salario bruto es el monto total de la contraprestación recibida,
mientras que el salario neto es el resultado de descontar de esa cantidad las aportaciones
obligatorias, así como las posibles retenciones fiscales.
Componentes del salario
Un salario puede tener, además, varios componentes. A la vez que este puede no calcularse de
manera uniforme. Así tenemos el «salario base», que suele ser la retribución estándar
asignada al puesto que ocupa el trabajador.
Sin embargo, éste puede recibir incentivos por rendimiento que se agregan al salario anterior y
aumentan el monto total percibido.
Si, en cambio, el trabajador no percibe un sueldo base, siendo su retribución una relación de
incentivos, hablaríamos de un «salario por comisiones». Por último, existen bienes o servicios
que se pueden utilizar como pago por el trabajo y que constituyen un «salario en especies».
Jornada de trabajo
En términos generales, las horas de trabajo habituales de los países de todo el mundo están en
torno a la 40 horas por semana, no obstante, esta situación no se da en todas partes habiendo
notables disparidades: desde las 35 a las 48 horas.[6]
La jornada habitual es de 8 horas diarias, pero legalmente se pueden pactar horarios más
amplios, siempre que no exceda el total semanal, otro caso son las jornadas extendidas como
el caso de algunos policías que trabajan 12 horas por 24 de descanso.
Como es evidente, la palabra descanso está muy relacionada a la palabra trabajo. El trabajo, ya
sea físico o psíquico, requiere un esfuerzo que conlleva un desgaste, por lo que el descanso de
la jornada laboral adopta un papel esencial para el trabajador ya que gracias a él podrá
recuperarse y seguir desempañando todas sus cualidades a pleno rendimiento y sin
menoscabar su talento.
Pero además el descanso en el trabajo no sólo es esencial para el trabajador, sino que también
es de vital importancia para los intereses del propio empresario o empleador, ya que sirven
para asegurar el rendimiento a largo plazo de su empleado.
Como se puede observar, el Estatuto de los Trabajadores se limita a definir unos mínimos
sobre la duración de estos descansos y señala cuándo el trabajador tiene derecho a ellos, pero
no define lo que es un descanso.
Además, se trata de una regulación escasa y nada descriptiva. Tampoco señala aspectos como
qué actividades puede realizar el trabajador durante dicha pausa, por lo que será a través del
convenio colectivo como se determine. Esta será la vía para complementar los detalles y con la
que podrá aumentarse la duración de la pausa o disminuir el tiempo de trabajo que otorgue la
empresa al trabajador.
El Estatuto de los Trabajadores es una normativa que se queda escasa en regulación y más aún
con los tiempos que corren.
Mientras las empresas se ven obligadas a implantar las nuevas normativas sobre el control
horario de los empleados, la ley sólo se limita a señalar cuáles son las condiciones para tener
un descanso laboral sin más explicaciones. Al final, es la jurisprudencia de los tribunales
españoles la que va dando solución y resuelve los conflictos que surgen entre trabajador y
empresario.
Es importante resaltar que hay una excepción a esta norma general del Estatuto de los
Trabajadores y es con los menores de edad, ya que la normativa indica que “los trabajadores
menores de dieciocho años tendrán un descanso mínimo de 30 minutos siempre que la
duración de su jornada laboral exceda de cuatro horas y media”
El despido injustificado es aquel en que el trabajador considera que la causal que aplica el
empleador para desvincularlo, se encuentra fundamentada en hechos que no son efectivos o
en necesidades de la empresa que son cuestionables o inexistentes.
Despido Justificado
Engaño por parte del trabajador: Documentación apócrifa, mentir sobre su capacidad,
aptitudes, facultades.
Prestaciones Sociales
Las prestaciones sociales son ayudas públicas, que concede la Seguridad Social a los
ciudadanos. Para ello, estos deben presentar carencias por diversos factores, las cuales
impiden que este se desarrolle de forma inclusiva.
Prestaciones sociales son ayudas que tratan de ofrecer protección a la ciudadanía que se
encuentra en peligro, o situación de exclusión social. Para evitarlo, los gobiernos ofrecen las
prestaciones sociales, que son ayudas económicas para fomentar la inclusión y la reducción de
las desigualdades y la pobreza. Para optar a las prestaciones sociales, se deben cumplir una
serie de requisitos exigidos por los diferentes Gobiernos.
Estas ayudas tratan de beneficiar al ciudadano, con ayudas que promuevan su inclusión.
La legislación de cada país determina quién puede, o no, optar a una prestación social.
Entre las prestaciones sociales más conocidas, cabe destacar las siguientes:
Desempleo.
La reducción del personal es cuando una empresa elimina puestos de trabajo y, como
resultado despide empleados. Esto es diferente a despedir empleados a causa de su mal
rendimiento. Los empleados despedidos por reducción de personal reciben beneficios de
desempleo por parte del gobierno, algo que los empleados despedidos por el mal desempeño
no reciben.
Hay varias razones para participar en la reducción de personal. La razón principal es hacer que
las operaciones diarias de una empresa más eficiente. La reducción incrementa los beneficios
mediante la reducción de la sobre carga general de una empresa. En otros casos, una empresa
puede decidir cerrar todo una división, una empresa de automóviles
Eso me lleva a pensar en todos los trabajadores que continuarán trabajando en estas empresas
reducidas y reestructuradas, pues padecerán el llamado síndrome del superviviente; que se
caracteriza por, angustia por trabajo adicional; sentimiento de culpa por el despido de otros
trabajadores; disminución de la moral y desmotivación; desconfianza ante al dirección de
empresa; escepticismo ante el futuro y reducción de la productividad.
Todos estos factores jugarán en contra de las empresas, al menos hasta que las condiciones
vuelvan a ser “normales”; de modo que lo mejor que pueden hacer estas organizaciones
malogradas por la crisis, para seguir operando con cierta normalidad luego de una
reestructuración; es evitar afectar lo menos posible el nuevo clima laboral, que muy
probablemente se encuentre ya cargado de tensiones, incertidumbres y miedos.
Así que tendrán que dedicar grandes esfuerzos en promover la motivación interna, tratando
de crear una atmósfera positiva que pueda luego levantar la imagen de la empresa.
Estabilidad laboral
Los conflictos colectivos son controversias que surgen en las relaciones colectivas de trabajo
que involucran a la clase o comunidad trabajadora, en que se lesiona o puede lesionarse
derechos subjetivos de los trabajadores o afectar el interés profesional, siendo el mismo
estado el primer interesado en que se resuelvan inmediatamente por la vía pacífica.