Guia Didactica Siglo Xix
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Objetivo de aprendizaje:
Analizar fuentes sobre el impacto de las ideas republicanas y liberales en el sistema político y en la
economía de los estados americanos (OA 1), identificando las principales características de la
formación de la república (OA 8) y los principales conflictos en torno a las atribuciones del poder
Ejecutivo y Legislativo, reconociendo la complejidad de la conformación de una institucionalidad
política para un nuevo estado nación (OA 9).
Describir las acciones emprendidas por el Estado chileno para hacer efectiva la ocupación de la
Araucanía, como por ejemplo las acciones militares, la fundación de ciudades o la extensión del
ferrocarril, entre otras, enmarcándolas en la política estatal de extensión limítrofe del territorio
(OA 14)
Orientaciones generales
Orientaciones específicas
En esta guía didáctica encontraras el contenido para alcanzar los objetivos de aprendizaje
esperados al realizar las actividades presentadas.
Es indudable que, pese a la existencia de violentos episodios como el motín de 1837 o las
guerras civiles de 1851 y 1859, la continuidad institucional del país no se vio dramáticamente
alterada durante todo el transcurso del periodo conservador-liberal, y solo se truncó con la guerra
civil de 18911.
Las explicaciones tradicionales sugieren a los “hábitos de paz”, como afirmó el historiador Diego
Barros Arana o a “la deificación de los prohombres” durante el inicio de la república conservadora,
como afirmó Alberto Edwards. En este sentido, la historiografía nacional ha destacado la labor
realizada por Diego Portales, considerado el máximo referente en el pensamiento conservador-
republicano.
Aun así, es posible distinguir algunos factores que posibilitaron la permanencia del orden
republicano:
1
Collier, Simon. Gobierno y Sociedad en Chile durante la República Conservadora 1830-1865. Boletín del
Instituto de Historia Argentina y Americana Dr. E. Ravignani. Tercera edición, núm. 1, 1er semestre de 1989,
p. 116.
como el valle central consolidándose el centro agrícola o Valparaíso, convirtiéndose en el
principal puerto del país. La supervivencia de la élite de la zona central ante las
experiencias de las guerras civiles de 1851 y 1859 (la primera una amenaza desde el sur, y
la segunda desde el norte) son una prueba del importante papel que jugó este factor.
d.- La Constitución de 1833: fruto de un enorme esfuerzo político, esta constitución tiene
tres grandes pilares 1) el marcado presidencialismo y la extensión de los periodos del
gobierno, 2) la existencia de poderes excepcionales, que le otorgaron amplas facultades a
los presidentes y 3) la centralización emanada en la constitución, que eliminó las
asambleas provinciales y, con ello, la opción de rebeldía de las regiones fuera de la zona
central.
d.- Los mecanismos de poder originados durante la República Conservadora que
reforzaron el funcionamiento de la Constitución de 1833: la represión, el aplastamiento
del militarismo y la manipulación electoral.
Durante todo este nuevo periodo, comenzó a desmontarse el marco institucional y legal que
limitaba el avance de los liberales en la política chilena. Así, por ejemplo, en 1869 se prohibió la
reelección presidencial y en 1890 crea la ley de comuna autónoma 3. Los dos grandes debates del
periodo se centraron en el avance de la laicización de la sociedad, abandonando la tutela clerical
en la educación y la moral; y las discusiones sobre el centralismo (incluyendo en esto el desbalance
de las atribuciones en los poderes del Estado). Esta última discusión se zanjó mediante la Guerra
Civil de 1891, tras la cual se abandona el modelo presidencial y autoritario, adoptando un modelo
parlamentario.
En la década de 1870 se generó una crisis internacional que afectó la economía mundial. El
precio del trigo cayó bruscamente, en parte por la crisis y también por el surgimiento de nuevas
zonas productoras (Argentina, Estados Unidos, Australia, Ucrania y Canadá), que incorporaron
2
Ibíd. p. 124.
3
Esta Ley permitía a los municipios una total independencia del poder ejecutivo, se le otorgaron facultades a
los municipios mucho más amplias, incluidas las antiguas facultades que tenían los gobernadores de
departamentos. Las facultades cubrían aspectos como el aseo y el ornato de las poblaciones, el fomento de
la educación y de las industrias, la salubridad, la policía de seguridad, entre otras.
Este no tuvo buen resultado, debido a la poca cultura política existente, la falta de fondos para hacer
efectivo el rol de las Asambleas Electorales y principalmente, porque el modelo facilitaba a unos pocos
caudillos terratenientes nombrar los alcaldes y regidores, así como los cargos de otros empleados,
concentrando así el poder local en verdaderos feudos locales. Esto obligaba a los contrincantes a utilizar
métodos y prácticas irregulares como la compra de votos de los electores, de vocales de mesa e incluso a los
mismos municipales.
adelantes técnicos en sus sistemas productivos y de transporte, ante lo cual Chile no pudo
competir. Al mismo tiempo, la crisis externa generó un deterioro de la balanza de pagos nacional,
agravando aún más la situación del país, por lo que el Estado buscó mecanismos para apalear la
crisis (como hacer uso de las reservas de oro).
En este contexto, Perú y Chile iniciaron una peligrosa lucha por el dominio de la región nortina.
La historiografía define a la Guerra del Pacífico como un conflicto bélico que entre 1879 y 1883
enfrentó a Chile con el Perú y Bolivia a causa, en primera instancia, de los límites entre Chile y
Bolivia; la existencia de un tratado secreto de alianza entre Bolivia y el Perú y los grandes
depósitos salitreros de Antofagasta y Tarapacá. El conflicto terminó con la victoria chilena, que
anexó los territorios en disputa, ocupó Lima y el Perú por tres años y mantuvo bajo su soberanía a
Tacna y Arica hasta 1929. Bolivia perdió Antofagasta y su salida al mar, mientras Perú cedió
Tarapacá y, hasta 1929, Tacna4.
Después de la guerra, se incorporaron las regiones de Tarapacá y Antofagasta, las cuales eran ricas
en salitre. Esto dio un nuevo impulso al crecimiento económico gracias a la exportación de este
mineral, ya que Chile poseía los únicos yacimientos importantes del mundo.
La victoria en esta guerra marcó un antes y un después para Chile en cuando elemento de
identificación nacional, además de condicionar para siempre la relación con peruanos y bolivianos.
Una de sus primeras consecuencias fue la incorporación definitiva de los sectores populares como
actores de esta construcción, aunque siempre dentro de la lógica de la elite.
Después de la victoria surgió el roto chileno como elemento identificador de los sectores
populares, al mismo tiempo que Perú pasaba indirectamente a formar parte del imaginario como
un otro, que sustituyó desde ese momento a España como la “nación enemiga” por antonomasia,
y que junto al pueblo mapuche (el ‘otro’ interno) ayudó a apuntalar el diferenciador del
“nosotros”5.
4
Ugarte, Emilio. La guerra del pacífico como referente nacional y punto condicionante de las relaciones
chileno-peruanas. Si Somos Americanos. Revista de Estudios Transfronterizos, Vol. XIV, n. 2, julio-diciembre
2014, p. 160.
5
Ibid. p. 173.
Pacificación de la Araucanía en el siglo XIX
Si bien el tratamiento dado a los mapuches tras la independencia de Chile a comienzos del
siglo XIX estuvo inspirado en el liberalismo dominante en la época, y con la idea de conformar un
“estado nacional” y caracterizada por la voluntad de asimilar a los autóctonos, es posible distinguir
que los medios y formas empleados para tratar el conflicto indígena no se diferenciaron mucho de
los usados por las autoridades hispánicas en el siglo XVIII 6.
O´Higgins dictó un decreto que, junto con cuestionar la política inhumana de los españoles hacia
los indígenas, disponía que estos últimos debían ser tratados como ciudadanos chilenos, tal como
cualquier otro habitante de la nación. Posteriormente, en la misma línea, las autoridades
republicanas negaron las diferencias étnicas y culturales características de los pueblos originarios e
intentaron asimilar a los indígenas con el resto de la población 7.
Aún así, la supuesta igualdad de los derechos derivó en un problema perjudicial para los indígenas,
cuyas tierras comenzaron a ser objeto de presión por parte de los no indígenas. Es así como, a
mediados del siglo XIX, se realizaron numerosos contratos (compraventa, arrendamiento, cesión,
entre otros) celebrados entre chilenos y mapuches, mediante los cuales los primeros adquirían, a
precios que no guardaban ninguna relación con su valor real o mediante fraude, vastos territorios
hasta entonces en poder de los segundos. Como consecuencia de esta situación, en 1853 (14 de
marzo) se dictó un decreto en virtud del cual se pone término a la libertad contractual de los
indígenas al disponerse que la venta de sus tierras debía verificarse con autorización de
autoridades de gobierno. En la práctica, los contratos sobre tierras de los mapuches en el sur del
país siguieron realizándose. Esta práctica fue la antesala de un conflicto aún más intenso que tiene
repercusiones hasta nuestros días.
El mayor impacto para los mapuches se produjo con la ocupación militar de su territorio por parte
del Estado chileno, proceso denominado por la historiografía como “pacificación de La Araucanía”.
Hacia 1860 el territorio de la Araucanía era ocupado, en su mayoría, por mapuches y pehuenches
quienes gozaban de cierta autonomía y libertad para desarrollar su cultura.
El interés del Estado chileno por ocupar dicho territorio respondía, principalmente, a dos factores:
Económicos, motivado por el incremento de población en el norte del país producto del
auge salitrero y a la necesidad de nuevas tierras cultivables propiciada por el aumento de
la demanda extranjera de trigo.
Político-estratégicos, motivado a la necesidad de control central de territorio y mejorar la
defensa del territorio nacional.
6
Boccara, Guillaume y Seguel-Boccara, Ingrid. Políticas indígenas en Chile (Siglos XIX y XX) de asimilación al
pluralismo (el caso mapuche). en Revista de Indias, 1999, vo. LIX, núm. 217, p.15
7
Aylwin, José. Políticas públicas y pueblos indígenas: el caso de las tierras mapuche en Neuquén (Argentina)
y La Araucanía. En “Pueblos indígenas ante el estado neoliberal en América Latina”, taller de la Red Indígena
de CLAPSO, Universidad de Texas, La Paz, Bolivia, 22-24 de julio de 2004, p. 4.
La “pacificación de La Araucanía” se inició en 1866 con la dictación de dictación de una ley por
parte del Congreso Nacional que, indirectamente, declaró como tierras fiscales los territorios
indígenas de La Araucanía:
“Dispone que se reputará como baldías, y por consiguiente de propiedad del estado, todas
aquellas tierras sobre las cuales no se probase una posesión efectiva y continuada de un
año”8.
Posesión efectiva que los mapuches, con una ocupación no agrícola y extensiva de su territorio, no
estaban en condiciones de realizar.
Al mismo tiempo, tras el levantamiento del cacique Quilapán en 1868, el Estado comisionó al
coronel Cornelio Saavedra para organizar las campañas militares para asegurar el territorio
anexado.
Entre los hitos que marcaron el proceso de ocupación de la Araucanía se destaca la construcción
del viaducto de Malleco, la obra de ingeniería y progreso más importante de la segunda mitad del
siglo XIX. Este viaducto para ferrocarriles sobre la profunda quebrada del río Malleco se tradujo en
la incorporación final de la Araucanía al resto del territorio nacional, tal como lo planteó el
presidente José Manuel Balmaceda cuando visitó la zona para su inauguración:
Como consecuencia del proceso de pacificación, los mapuches chilenos fueron confinados a cerca
de 3 mil reducciones con un total aproximado de 500 mil hectáreas, de un territorio original
estimado en 10 millones de hectáreas. La “pacificación” sedentarizó a los indígenas, forzándolos a
cambiar su economía (de ganadera a agrícola) y a su cultura a través de la escuela y la
evangelización10. Si bien los esfuerzos de los gobiernos de la época se orientaron a la colonización
8
Fundación de poblaciones en el territorio de los indígenas, 4/12/1866, Artículo 6, Disponible en:
https://www.bcn.cl/leychile/navegar?idNorma=1045956
9
Extracto del discurso reproducido por el periódico “El Colono” de la ciudad de Angol, 27 de octubre de
1890.
10
Aylwin, José. Óp. Cit. p. 6.
de los territorios arrebatados a los indígenas, primero extranjera y luego nacional, los remates en
subasta pública permitieron la formación de los extensos latifundios en el área.
Durante el ciclo expansivo del salitre ocurrieron cambios profundos en el sistema político y
en la sociedad chilena, los que estuvieron marcados por rasgos de convulsión, crisis y violencia.
Expresión de ello fue la guerra civil de 1891, considerado uno de los episodios más sangrientos de
nuestra historia nacional.
Los ganadores de 1891 fueron, sin duda, los espíritus más ultraconservadores de Chile. Uno de
ellos, Alberto Edwards, joven abogado del Partido Nacional, representante de los banqueros y de
los grandes comerciantes. “Enseñó a los suyos a fines del siglo XIX que con la Guerra Civil se había
reestablecido el equilibrio social, habían vuelto a gobernar las clases llamadas por la razón y el
derecho a regir los destinos del país, y que Balmaceda había sido un iluso que apeló al pueblo, a
ese pueblo que no sabe de las cosas políticas, en que solo un soñador puede ser soberano" 12.
Diferentes factores intervienen para comprender qué ocasionó la guerra civil de 1891, pero es
importante tener en cuenta:
11
San Francisco, Alejandro. La convocatoria a la intervención militar en Chile en la Guerra Civil de 1891. En
Estudios Públicos, n. 97, 2005, p. 162
12
Salinas, Maximiliano. Los rotos, el humor y la Guerra Civil de 1891: una mirada satírica y popular a la
Historia de Chile. Contribuciones Científicas y Tecnológicas, n. 16, p. 24.
Los desencuentros entre el Presidente y el Congreso llegaron a su punto máximo parlamentarios
se negaron a aprobar las leyes periódicas que fijaban las fuerzas de mar y tierra, así como la Ley de
Presupuesto de gastos públicos. Balmaceda reaccionó con una proclama pública, afirmando que el
país estaba en peligro y declaró prorrogada la ley de presupuestos del año anterior, asumiendo
funciones que eran propias del Congreso. Ante dicha prorroga, el Congreso declaró depuesto al
Presidente y los bandos se alistaron para escalar el conflicto fuera de la esfera política.
Las salitreras del norte, principal fuente de ingresos del país, fueron ocupadas por los
revolucionarios y la escuadra de la Armada. El poder de los Congresistas fue muy amplio en las
regiones del norte, donde se concentraban sus mayores esfuerzos.
Los enfrentamientos entre el gobierno de Balmaceda con la élite nacional fueron una
demostración “de la incapacidad de los sectores dirigentes por encontrar fórmulas de convivencia
estables en el tiempo y mostraría que Chile no estaba ajeno ni inmune a las revoluciones y
problemas que habían caracterizado al siglo XIX hispanoamericano” 13
Hacia el final del siglo, la oligarquía chilena cooperó como un solo conjunto para consolidar su
hegemonía y, hacia 1891, lograron establecer un sistema político afín a sus intereses: el
parlamentarismo14.
13
San Francisco, Alejandro. Óp. Cit. p. 163.
14
Carmagnani, M. Estado y Sociedad en américa Latina. Ed. Crítica, Barcelona, 1984, en Álvarez, Fernanda. La
república parlamentaria de Chile: perspectivas historiográficas. Universum, N°27, Vol. 1, 2012, p. 211.
Actividades
Análisis de fuentes
1.-
“La república es el sistema que hay que adoptar; ¿pero sabe cómo yo la entiendo para estos
países? Un gobierno fuerte, centralizador, cuyos hombres sean verdaderos modelos de virtud y
patriotismo, y así enderezar a los ciudadanos por el camino del orden y de las virtudes. Cuando
se hayan moralizado, venga el gobierno completamente liberal, libre y lleno de ideales, donde
tengan parte todos los ciudadanos”.
Extracto de la carta de Diego Portales a José Manuel Cea, 1822. En Silva, R. Ideas y confesiones de
Portales. Santiago, Chile; Editorial del Pacífico, 1954.
Identifica y describe los principales elementos del ideal portaliano presentes en el extracto de la
carta presentada.
2.-
"En Lircay el año de 1831 los conservadores (pelucones) vencían a los liberales (pipiolos), con
ello los intentos de construir un Estado federal a través de provincias con sus propios gobiernos
y órganos consultivos (como los mapuches), quedaron desechados frente a la corriente
centralista y unitaria [...] Pasó a ser una práctica constante para las autoridades el hacer lo
posible por mantener los enclaves militares y misioneros en territorio mapuche, prestando
estos apoyo logístico y de inteligencia para sondear las vías de acceso terrestre, fluvial, lacustres
y marítimas, contabilizando sus poblaciones y hombres en armas, los tipos de recursos
minerales y madereros, así como las usos del suelo que hacían sus ocupantes [...] La conquista
militar [...] entra en acción el año 1862 cuando, de acuerdo al plan del coronel Cornelio
Saavedra, había que avanzar la frontera del Biobío al Malleco [...] Para ello, había que convencer
a los mismos mapuches en la necesidad de permitir la construcción del fuerte de Angol para su
propio beneficio. Sin embargo, estaba claro para las autoridades militares (general Cruz y
Saavedra) y políticas (presidente Pérez y el Estado) que Angol sería -junto con Lebu en la costa-
el primer avance de una invasión a gran escala que solo retardó la resistencia mapuche y las
guerras que tuvo que afrontar el Estado con España y luego contra la Alianza Perú-Boliviana".
Marimán, P. Caniuqueo, S. Millalen, J. y Levil, R. ¡Escucha winka! Cuatro ensayos de Historia Nacional
Mapuche y un epílogo sobre el futuro. Santiago, Chile: LOM, 2006.
Considerando lo expuesto en el texto y en base a tus conocimientos:
I. ¿Qué postura tenía el Estado en relación con los pueblos originarios que habitaban el
territorio chileno durante el siglo XIX?
II. ¿Bajo qué argumentos se entiende como una invasión u ocupación el proceso desarrollado
contra el pueblo mapuche? ¿Podría catalogarse como una guerra?
3.-
“Cuando Balmaceda pretendió en 1889 gobernar con prescindencia de los grupos políticos
parlamentarios, se producto la revolución de 1891, que puso fin a esa larga lucha que la clase
alta chilena comenzó a poco de promulgarse la Carta Fundamental de 1833. el presidente José
Manuel Balmaceda creyó poder gobernar con la voluntad presidencial como fuerza política
predominante. No supo interpretar el fervoroso y unánime anhelo de la burguesía chilena por
llegar a un régimen de equilibrio de poderes y por quebrantar los últimos restos de absolutismo
presidencial. Para todos los grupos políticos de la época, la letra y los antecedentes históricos de
la Constitución de 1833 consagraban claramente la necesidad que el Ejecutivo contara con el
apoyo o tolerancia del Parlamento. Las poderosas armas legales, votación periódica de los
subsidios y presupuestos, con que la Carta Fundamental dotó al Parlamento chileno, probaban
esa necesidad”.
Heise, J. 150 años de evolución institucional. Santiago, Chile; editorial Andrés Bello, 2012.
Considerando lo expuesto por el historiador Julio Heise, junto al material entregado en esta guía,
responde:
1.-
Campamento del Chacabuco y de Zapadores, Antofagasta, Chile. En Álbum gráfico militar de Chile.
Campaña del Pacífico, 1879-1884, Santiago, Chile; Sociedad Imprenta y Litografía Universo, 1909.
I. ¿Por qué había tropas del ejército chileno en la pampa salitrera? ¿Cuáles eran las razones
por las que se tenía tanto interés en esa zona?
II. ¿Qué elementos característicos del proceso de industrialización puedes reconocer en la
imagen?
III. Realiza una breve reflexión entre la relación de la Guerra del Pacífico con el desarrollo
industrial y capitalista experimentado por Chile en la época.
Sistema de autoevaluación
Identifica y explica el proceso, hecho o circunstancia histórica a los que hacen referencia los
siguientes memes:
A)
B)
C)
D)
Referencias bibliográficas
Álvarez, Fernanda. La república parlamentaria de Chile: perspectivas historiográficas. Universum,
N°27, Vol. 1, 2012
Boccara, Guillaume y Seguel-Boccara, Ingrid. Políticas indígenas en Chile (Siglos XIX y XX) de
asimilación al pluralismo (el caso mapuche). en Revista de Indias, 1999, vo. LIX, núm. 217
Collier, Simon. Gobierno y Sociedad en Chile durante la República Conservadora 1830-1865. Boletín
del Instituto de Historia Argentina y Americana Dr. E. Ravignani. Tercera edición, núm. 1, 1er
semestre de 1989
“El Colono” de la ciudad de Angol, 27 de octubre de 1890.
Guía docente Historia, geografía y ciencias sociales 1° medio. Santiago, Chile; Santillana, 2019.
Heise, J. 150 años de evolución institucional. Santiago, Chile; editorial Andrés Bello, 2012.
Marimán, P. Caniuqueo, S. Millalen, J. y Levil, R. ¡Escucha winka! Cuatro ensayos de Historia
Nacional Mapuche y un epílogo sobre el futuro. Santiago, Chile: LOM, 2006.
“Pueblos indígenas ante el estado neoliberal en América Latina”, taller de la Red Indígena de
CLAPSO, Universidad de Texas, La Paz, Bolivia, 22-24 de julio de 2004
Salinas, Maximiliano. Los rotos, el humor y la Guerra Civil de 1891: una mirada satírica y popular a
la Historia de Chile. Contribuciones Científicas y Tecnológicas, n. 16
San Francisco, Alejandro. La convocatoria a la intervención militar en Chile en la Guerra Civil de
1891. En Estudios Públicos, n. 97, 2005.
Silva, R. Ideas y confesiones de Portales. Santiago, Chile; Editorial del Pacífico, 1954.
Subiabre, Adonis. “Viaducto del Malleco, Monumento de la Ingeniería Mundial”. Santiago, Chile;
CIEDESS, 2008.
Ugarte, Emilio. La guerra del pacífico como referente nacional y punto condicionante de las
relaciones chileno-peruanas. Si Somos Americanos. Revista de Estudios Transfronterizos, Vol. XIV, n.
2, julio-diciembre 2014