Diagnóstico Estructural

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Diagnóstico estructural.

El autor propone un diagnóstico estructural tomando en cuenta las estructuras


intrapsíquicas de los pacientes junto con criterios originados en el diagnóstico
descriptivo. Esto como sustitución al diagnóstico descriptivo de los rasos de la
personalidad que se había estado manejando en el gremio psiquiátrico, por
resultar en cantidad confuso.
Según las acepciones en que se puede identificar a las estructuras, estas son
configuraciones relativamente estables de los procesos mentales. El autor
identifica la existencia de 3 estructuras: neurótica, psicótica y limítrofe de la
personalidad. También menciona que en cada caso la organización estructural
desarrolla la función de estabilizar el aparato mental, aparato en el que
posteriormente se desarrollan los síntomas de la conducta.
Para lograr identificar la estructura predominante en un paciente, resulta necesario
observar y escuchar su grado de integración de la identidad los tipos de
operaciones defensivas que emplea y su capacidad para la prueba de la realidad.
La estructura neurótica implica una identidad integrada de alto nivel, con
mecanismos superiores como la represión, a comparación de las otras dos
estructuras. Mismas que se encuentran promovidas principalmente por el
funcionamiento de operaciones defensivas primitivas centradas en el mecanismo
de la escisión. La prueba de realidad se conserva en la estructura neurótica y
limítrofe, no así en la psicótica.
Para llevar a cabo este diagnóstico, el autor desarrolló una entrevista estructural,
la cual, se concentra sobre los principales conflictos del paciente para crear la
suficiente tensión y así surja la organización estructural y defensiva del
funcionamiento mental del paciente. En esta entrevista se combina el examen
mental, con una técnica orientada psicoanalíticamente que se centra en la
interacción del paciente-terapeuta.
Algunas de las características estructurales de la estructura limítrofe son los
siguientes:
Presencia de ansiedad en cualquiera de sus tipos, tendencia a neurosis
polisintomática, presencia de desviación sexual manifiesta dentro de la cual
coexisten varias tendencias perversas, estructuras de personalidad prepsicóticas,
presencia de adicciones por impulso.
Respecto a la carencia de una identidad integrada, nos dice el autor que esta se
representa por un concepto pobremente integrado de sí mismo y otros
significantes. Se denota el vacío crónico, autopercepciones contradictorias,
conducta contradictoria y percepciones huecas, insípidas y empobrecidas de los
demás. Esto se refleja en la entrevista en una historia enormemente contradictoria,
o en una alternación entre estados emocionales que implican comportamientos
contradictorios, de modo que el entrevistador batalla para ver al entrevistado como
un ser humano total. El paciente limítrofe no tiene integrado la visión interna de sí
mismo y de los demás. El paciente fracasa ara lograr una empatía real y sus
relaciones íntimas resultan caóticas.
Las estructuras limítrofes y psicóticas se caracterizan por una predominancia de
operaciones defensivas primitivas, como lo es el mecanismo de escisión. Estos
mecanismos primitivos protegen al yo de conflictos mediante la disociación o
manteniendo aparte las experiencias contradictorias. Otros mecanismos a parte de
la escisión son la identificación proyectiva, la negación, omnipotencia y la
devaluación. En la entrevista, el señalamiento de estos mecanismos primitivos ha
demostrado un aumento de la adaptación social y la prueba de realidad. Sin
embargo, no se recomienda este planteamiento para los pacientes psicóticos.
La prueba de realidad permite la diferenciación de la organización límite de la
personalidad de pacientes psicóticos. Nos referimos a prueba de realidad a la
capacidad de diferenciar el sí-mismo del no-sí-mismo, lo intrapsíquico-de-los
orígenes externos de la percepción y estímulos, y la capacidad para evaluar
realistamente el contenido de nuestro propio afecto, conducta y pensamiento en
términos de las normas sociales ordinarias.
Pacientes limítrofes presentan deterioro en la integración del superyó, mismo que
puede evaluarse al estudiar el grado al que el paciente se identifica con valores
éticos y tiene culpa como un regulador principal.

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