CS 4609-2013 1

Descargar como doc, pdf o txt
Descargar como doc, pdf o txt
Está en la página 1de 8

Santiago, veinte de enero de dos mil catorce.

VISTOS:

En autos Rol N° 10.886-2007 RL, conocidos en primera instancia por el

Director Regional de la Dirección Regional Metropolitana, Santiago-Centro, del

Servicio de Impuestos Internos, por sentencia de veinticinco de noviembre de

dos mil once, escrita de fs. 214 a 222, se desestimó la excepción de

prescripción y la reclamación presentada por el contribuyente don Nicolaos

Tsimoyannis Sarantitis, en contra de las Liquidaciones N°s 580 a 601, de 5 de

febrero de 2003, por diferencias de Impuesto al Valor Agregado, períodos

tributarios de enero, marzo a junio de 1997; febrero a abril, junio, agosto a

diciembre de 1998; e Impuesto a la Renta de Primera Categoría y Global

Complementario, años tributarios 1997, 1998 y 1999, y Reintegro artículo 97 de

la Ley de Impuesto a la Renta, períodos de noviembre 1997 y mayo 1999, con

costas.

Apelado ese fallo por el representante del contribuyente, por resolución

de once de junio de dos mil trece, rolante a fs. 283, la Iltma. Corte de

Apelaciones de Santiago, la revocó, y en su lugar acogió el reclamo, dejando

sin efecto las Liquidaciones N°s 580 a 601, de 5 de febrero de 2003.

Contra este último pronunciamiento, la Abogado Procurador Fiscal de

Santiago del Consejo de Defensa del Estado doña Irma Soto Rodríguez, en

representación del Fisco de Chile, dedujo recurso de casación en el fondo, el

que se dispuso traer en relación a fs. 308.

CONSIDERANDO:

PRIMERO: Que por el recurso de casación en el fondo se denuncia, en

primer término, la infracción del artículo 21 del Código Tributario, señalando


que dicho precepto establece la carga de la prueba en materia tributaria, de

manera que corresponde al contribuyente probar la efectividad material de una

operación sustentada en facturas falsas o irregulares, o bien, probar que dio

cumplimiento a lo establecido en los incisos 2º y 3º del artículo 23 N° 5 del D.L.

825.

Sostiene el recurrente que la sentencia impugnada yerra al estimar que

corresponde al Servicio de Impuestos Internos probar o acreditar que el

contribuyente actuó a sabiendas o con conciencia de la ilegitimidad de su

acción, al efectuar declaraciones maliciosamente incompletas o falsas,

basadas justamente en facturas falsas, al fiscalizador sólo le corresponde

impugnar o imputar, incumbiendo únicamente al contribuyente desvirtuar tales

cargos, al no entenderlo así se ha dejado de aplicar el artículo 21 del código del

ramo.

En un segundo acápite, protesta por la infracción a lo dispuesto en el

artículo 200 del Código Tributario, alega el recurrente que en la sentencia se

omite indebidamente dar aplicación a ese precepto, desde que el plazo que

tenía el Servicio de Impuestos Internos para revisar las diferencias y liquidar

impuestos se amplió de 3 a 6 años a consecuencia de incluir en su declaración

facturas falsas. Así, al estimar los jueces de alzada que correspondía al

fiscalizador probar que el contribuyente realizó declaraciones maliciosamente

falsas, vulnerando con ello el peso de la prueba, dejó de aplicar el artículo 200

inciso 2º del Código Tributario, que extendía el término de prescripción, lo que

constituye errónea aplicación de la ley.

Precisa que la expresión “maliciosamente falsa” no debe entenderse

como sinónimo de dolo penal ni se necesita la presentación de una querella


criminal, bastando al respecto las declaraciones que hace el Servicio para que

la carga de acreditar la efectividad de las operaciones recaiga exclusivamente

en el contribuyente. A consecuencia de estas mismas infracciones se incurrió

en violación al inciso primero del artículo citado, que contempla la prescripción

de 3 años, por falsa aplicación.

Finalmente expone que las infracciones denunciadas han tenido

influencia sustancial en lo resuelto, porque con la inversión del peso de la

prueba se ha exigido al Servicio acreditar lo que no correspondía y a resultas

de ello se ha hecho aplicación de un plazo de prescripción improcedente, por lo

que solicita la nulidad de la sentencia impugnada y la dictación de la

correspondiente sentencia de reemplazo, en la cual se disponga confirmar en

todas sus partes la sentencia de primera instancia.

SEGUNDO: Que, para una adecuada decisión del presente arbitrio es

necesario considerar que constituyen hechos de la causa, en lo pertinente al

recurso, los que siguen:

1.- Con fecha 17 de febrero de 2003, don Nicolaos Tsimoyannis, interpuso ante

la Dirección Regional Metropolitana Santiago Centro del Servicio de Impuestos

Internos, reclamo en contra de las liquidaciones N° 580 a 601, de 6 de febrero

de 2003.

2.- Por sentencia de 25 de octubre de 2007, escrita a fojas 131, la Ilustrísima

Corte de Apelaciones de Santiago invalidó el fallo de primer grado, reponiendo

la causa al estado en que el juez competente dé la debida tramitación al

proceso.
3.- Con fecha 6 de diciembre de 2007 se dictó el cúmplase de la aludida

sentencia, se anularon los giros emitidos en cumplimiento del fallo invalidado,

acogiéndose a tramitación la reclamación el 1 de febrero de 2008.

4.- Mediante las liquidaciones N°s 580 a 601, se imputó al contribuyente

diferencias de Impuesto al Valor Agregado, originadas en el aumento indebido

del crédito fiscal al registrar en su contabilidad facturas falsas y sin respaldo

documental, todo ello de conformidad con el artículo 23 N°s 1y 5 del DL 825, en

los períodos enero, marzo a junio de 1997; febrero a abril, junio, agosto a

diciembre de 1998; e Impuesto a la Renta de Primera Categoría y Global

Complementario, años tributarios 1997, 1998 y 1999, y Reintegro artículo 97 de

la Ley de Impuesto a la Renta, períodos de noviembre 1997 y mayo 1999.

5.- Las facturas ideológicamente falsas fueron emitidas por el mismo

proveedor, Sociedad Comercial Sanhueza Ltda., contribuyente en contra del

cual el Servicio de Impuestos Internos presentó querella criminal por delitos

tributarios.

6.- Las liquidaciones reclamadas fueron notificadas al contribuyente con fecha

6 de febrero de 2003.

TERCERO: Que ante la existencia de estas operaciones, el Director

Regional recibió la causa sobre reclamación a prueba, resolución que se lee a

fs. 207, para que se acreditara: 1.- “La efectividad y monto real de las

operaciones de que da cuenta cada una de las facturas que se rechaza en las

liquidaciones”.

Sin embargo, no consta del fallo que el contribuyente rindiera prueba

alguna para demostrar la efectividad de las operaciones, como tampoco


acreditó el pago de las mismas en la forma que señala el artículo 23 N° 5 del

D.L. 825.

CUARTO: Que sobre la base de estos presupuestos, la Corte de

Apelaciones de Santiago resolvió que estaba prescrita la acción de cobro del

Fisco, por todas las liquidaciones reclamadas, considerando que la malicia

exigida por el artículo 200 del Código del ramo es de orden tributario y consiste

en la conciencia que se están registrando en la contabilidad documentos que

son falsos, con el objeto de disminuir el verdadero monto del tributo. Así, de los

antecedentes allegados al proceso, estimó que no es posible presumir la

malicia del contribuyente, por lo que no procede aplicar el plazo de prescripción

extraordinario establecido en el inciso segundo del artículo 200 del Código

Tributario, concluyendo que las liquidaciones reclamadas se encontraban

prescritas.

QUINTO: Que lo que corresponde dilucidar es si en la especie se han

producido los errores de derecho denunciados en la decisión de lo debatido.

En tal orden de ideas resulta relevante dejar establecido nuevamente

que, pese a que la sentencia impugnada revocó la de primer grado, mantuvo la

situación fáctica establecida, particularmente en cuanto a que las operaciones

de que dan cuenta las facturas objetadas no son efectivas (razonamiento 10°

sentencia de primera instancia).

SEXTO: Que el artículo 21 del Código Tributario establece que es de

cargo del contribuyente la obligación de probar la verdad de sus declaraciones

o la naturaleza y monto de las operaciones que sirvan de cálculo de los

impuestos, lo que a éste correspondía cumplir en el caso concreto, atento


además, a la redacción que se dio al punto de prueba que se fijó en el proceso

y que arriba ha sido trascrito.

SÉPTIMO: Que del modo señalado, cuando los jueces de alzada se

desvinculan de la norma legal que ordenaba al reclamante acreditar la

veracidad de sus declaraciones, situando de contrario tal obligación en el

Servicio de Impuestos Internos, han invertido el peso de la prueba vulnerando

de ese modo el artículo 21 del Código Tributario, e incurrido en la infracción de

derecho que denuncia el recurrente.

OCTAVO: Que a consecuencia de la infracción anotada, resulta ser

cierto que los jueces de apelación han cometido, además, un segundo error de

derecho, al hacer aplicación del artículo 200 inciso 1º del Código Tributario, en

lugar del inciso 2º de esa disposición, desde que al no haber probado el

contribuyente –como era su obligación- la efectividad de las operaciones

cuestionadas o bien, dado cumplimiento a las exigencias que señala el artículo

23 N° 5 del D.L. 825, subsiste el carácter irregular de las facturas incorporadas

en su contabilidad y la calificación de maliciosa de sus declaraciones, de modo

que el plazo que tenía el Servicio de Impuestos Internos para la revisión de los

antecedentes del contribuyente de que se trata se extendió de tres a seis años,

razón por la cual procedía el rechazo de la excepción de prescripción alegada

por aquél.

NOVENO: Que en la especie, tal como se deduce de lo que se expuso

previamente, ya en la etapa administrativa se imputó al contribuyente que se

trataba de tributos amparados en facturas falsas, irregulares y sin respaldo

documentario. Tales acusaciones, no desvirtuadas durante el procedimiento

tributario, fueron establecidas como hechos de la causa por la sentencia de


primera instancia, de tal manera que los razonamientos de los magistrados del

mérito sobre la ausencia de dolo específico no resultan aceptables.

DÉCIMO: Que, de esta manera, constatados los errores de derecho

denunciados, resulta forzoso concluir que tales yerros han tenido influencia

sustancial en lo dispositivo del fallo atacado, al estimar justificada la

procedencia de la prescripción extintiva de la acción del Fisco de Chile.

En conformidad asimismo con lo que disponen los artículos 764, 765,

785 y 805 del Código de Procedimiento Civil, se declara:

Que se acoge el recurso de casación en el fondo deducido por la

abogada doña Irma Soto Rodríguez, en representación del Fisco de Chile, en lo

principal de fojas 285, contra la sentencia de once de junio de dos mil trece,

que se lee a fojas 283 y 284, la que por consiguiente es nula y se la reemplaza

por la que se dicta a continuación, separadamente y sin nueva vista.


Regístrese.

Redacción a cargo del Ministro Sr. Dolmestch.

Rol Nº 4609-13.

Pronunciado por la Segunda Sala integrada por los Ministros Sres. Milton Juica
A., Hugo Dolmestch U., Lamberto Cisternas R., Juan Escobar Z. y el abogado
integrante Sr. Ricardo Peralta V. No firman el Ministro Sr. Cisternas y el abogado
integrante Sr. Peralta, no obstante haber estado en la vista de la causa y acuerdo
del fallo, por estar en comisión de servicios y ausente, respectivamente.

Autorizada por la Ministro de Fe de esta Corte Suprema.

En Santiago, a veinte de enero de dos mil catorce, notifiqué en Secretaría por el


Estado Diario la resolución precedente.

También podría gustarte