La Metáfora de La Felicidad

La metáfora de la felicidad
Cierto día en tu vida te levantas de la cama a las 4:47 am, de forma normal te diriges al baño pues
no quieres perder tiempo valioso antes de salir a enfrentar la vida a bordo de un trasportador de
animales del mercado , o como lo conocen muchos, bus. La cotidianidad hace parte de la vida
como lo hacen los malos momentos, el sexo, la buena comida, la buena música, los ratos amargos
etc; es que, de no ser así ¿Qué sería la vida? , nos convertiríamos en coleccionistas de días,
acumuladores de meses, adictos a las horas y esclavos de los instantes, con esto, no me decanto
por decir que en nuestra historia no encontremos gentes que vivan así, de coleccionistas, de
acumuladores, de bastardos….. De pobres gentes.
No podemos permitir por nada del mundo ignorar las cosas malas, porque de estas están hechas
las buenas, de una terrible tormenta tropical seguramente nacerán nuevas especies de árboles,
del llanto del dolor de parto de una madre, nacerá su mayor amor; la amargura y desesperación
que producen ciertos días, no son más que intentos del destino por hacernos más grandes, el
mundo es una redondez absurda y llena de mierda, mucha mierda, pero vivimos bajo la dicotomía
del bien y el mal ,de lo bello y lo feo , es normal experimentar el amor , pero es de sabios el hecho
de que para llegar al amor es necesario conocer la tristeza o la melancolía , es menester conocer lo
feo del fracaso antes de disfrutar las mieles exquisitas del éxito, o como mejor lo diría cualquier
persona en cualquier parte del mundo, “no hay éxito sin sabor a fracaso”, frase que por mucho es
más trillada que la palabra ósea o literal dichas por muchas personas en conversaciones
rebosantes de intelectualidad, el punto es, por que no creemos en esa frase si sabemos que es
cierta, el tiempo lo ha demostrado , el dinero lo ha comprobado.
La cuestión es de miedo tal vez , miedo al cambio, miedo a salir de nuestra zona de confort, de no
ser así, no encontraría otra explicación a momentos donde el estrés, animal de dos cabezas, nos
acecha y destruye con su constante intervención en los momentos donde todo parece decaer,
donde la fortuna brilla por su ausencia, esa frase de cajón se nos olvida, creemos que la vida se va
acabar o como lo dirían los yordis “ todo llego a su final”, nos convencemos que el fracaso gano la
partida, hacemos cosas tan ridículas como publicar un estado con la palabra “game over”, solo
porque si esta dicho en ingles disimula lo patéticos que lucimos, pero en fin, somos humanos y es
totalmente natural flaquear, en lo personal , esa es mi premisa, pero también lo es la necesidad de
vencer a esos momentos flacos.
En momentos de eterno desasociego y
París, Londres, Viena y Harlem, todos hermosos lugares para vivir, donde nuestras utopías más
personales cobrarían perfectamente vida, pero como alcanzar esos niveles si no valoramos un día
acalorado, lleno de mosquitos y por ende sudoroso más que pegachento sin luz en tierra baja,
como valorar un café pretencioso de sillas neoclásicas al norte de Italia si no experimentamos una
mesa de fritos en un barrio bajo de Cartagena como bayunca o san José de los campanos, como
ser felices en un Starbucks , si no pedimos fiado un tinto de 500 al viejo chistoso que durante 48
años ha vendido el mismo café en la misma esquina, ¿cómo?; en la vida solo estamos para
experimentar las cosas rudas del camino para así poder tener criterio de evaluación ante las
dulzuras de la mejor parte del viaje, porque, según el seudo poeta de origen venezolano pero tan
necesitado , Tayron Gonzales más conocido como Canserbero “ LA VIDA ES UN VIAJE NO UNA
ESTACION”.
Para ejemplificar la teoría expuesta en este escrito, contare una historia que se ajusta al
entramado previamente dicho, el año era 1997 era invierno y todos escuchaban a los chicos de la
calle de atrás, la cultura pop crecía en auge pero también en decadencia, todo hablaban del
próximo mundial de futbol a celebrarse en menos de 8 meses en Francia, la gente solo se relajaba;
entre toda esa cantidad de personas había un estudiante de filología clásica que atravesaba por un
momento complicado en su vida, este había aceptado un empleo sin ánimo de lucro en una
ciudad muy alejada del país, era tan alejada que si lo estaba del mismo mundo, a este trabajo sin
ánimo de lucro al cual los animalistas llaman voluntariados , este joven lo acepto como estilo de
vida de su temprana adultez.
El viaje de camino de su nueva responsabilidad fue cuando menos incomodo, casi ninguna
aerolínea cubría esa ruta , de manera que se vio en la obligación de recurrir al método de
transporte menos ortodoxo que conocía pero que según los nativos del pueblecillo con ínfulas de
ciudad a donde iba , era el mejor; el sitio donde se alojaría este cristiano de malas decisiones y
pésimas posturas era una posada de mala muerte, para no mencionar su paupérrimo estilo
antiquísimo de arquitectura, a su administración una vieja solterona que se avisaba a los 70 , de
carácter cobarde y sonrisa hipócrita, le cobraba 50 pesetas por su estadía, esto cubría los servicios
básicos y una sola comida al día, lo cual estaría bien si no se tratase de su madrina.
Este personaje tuvo que vivir innumerables peripecias en su nuevo formato de vida sin ánimo de
lucro, desde aguantar hambre, matar mosquitos, pasar noches sin dormir, conocer lo más ruin del
ser, ver la decadencia de la sociedad , ver los efectos de las malas decisiones, aguantar caras de
enojo silencioso, desasosiego, melancolía, soledad, hipocresía, cinismo, envidia, traición, olvido,
desconsuelo, desesperación, llanto mucho llanto, soberbia , mal humor, intolerancia entre otros
pareceres de la sociedad que por esos años reinaba , de hecho no ha habido mucha diferencia de
esos años con los nuestros.
Este brother de estilo inconfundible, creció como persona durante ese voluntariado, pero también
en infinidad de ocasiones quiso botar la toalla y desistir como un cobarde patético, pero no tan
patético como para poner “game over” en su estado de whatsapp, bueno quizá porque no se lo
habían inventado para la fecha….. en fin, el hecho es que ese estudiante hoy en día es un gran
empresario de la industria de las almohadas para adultos mayores, ya que como ustedes saben la
filología no da mucho dinero que digamos, pero ese no es el punto, este peculiar personaje, hizo
de su caos su fuerte, como en el caso de Ciro Smith, personaje de una historia de Verne titulada ,
la isla misteriosa, donde Ciro y otros más naufragan en una isla y en vez de verse a sí mismos
como náufragos, el ingeniero Ciro Smith sugirió verse como colonizadores de esas tierras vírgenes,
el punto es convertir cualquier obstáculo en virtud en pro de avanzar y salir del atascadero de la
desesperación.
La metáfora de la felicidad no es más que eso, tomar la basura y convertirla en la mejor basura del
mundo, es tomar esos momentos que nos hacen sentir mal y transfórmarlos en alicientes para
salir adelante, es decir coger lo bueno de malo y darle valor para utilizarlo como escudo para
situaciones futuras, que es lo peor que puede pasar si lo peor lo vivo a diario, esta frase es una
forma de materializar esta metáfora, si lo vemos con ojos de optimismo, ningún momento es malo
, solo son felicidad disfrazada que más tarde se venderá al mejor postor, con estas palabras que
más parecen un prólogo de libro de superación personal , doy por terminado este escrito titulado
la metáfora de la felicidad.

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