El Legado
El Legado
El Legado
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Introducción………………………………………………………………. 3
El Legado………………………………………………………………… 4
Evolución Histórica……………………………………………………… 4
Elementos personales y reales………………………………………… 5
Clasificación……………………………………………………………… 6
Nulidad…………………………………………………………………… 8
Las sustituciones……………………………………………………….. 8
El albacea………………………………………………………………… 8
Caracteres del albacea…………………………………………………. 9
Fundamento…………………………………………………………….. 11
Clases de sucesión…………………………………………………….. 12
Atribuciones del albacea ………………………………………………. 13
Duración………………………………………………………………….. 13
Revocación del testamento…………………………………………….. 14
Nulidad…………………………………………………………………… 15
Caducidad………………………………………………………………… 15
Revocación………………………………………………………………. 17
Naturaleza Jurídica……………………………………………………… 17
Formas de hacer revocación …………………………………………. 18
Efectos de la revocación………………………………………………. 19
La legitima……………………………………………………………….. 20
Evolución Histórica………………………………………………………. 20
Características…………………………………………………………… 21
Principios…………………………………………………………………. 21
Fundamento……………………………………………………………… 22
Conclusión……………………………………………………………….. 24
Bibliografía……………………………………………………………….. 25
Análisis del alumno……………………………………………………… 26
Introducción
La institución de legatario se distingue de la institución de herederos, en
que el primero recibe bienes determinados, servicios o prestaciones concretas e
individuales, en cambio el heredero, recibe un patrimonio o una parte alícuota de
él, en que se incluye bienes, derechos y obligaciones. Si no hay disposiciones
especiales, los legatarios se regirán, por las mismas normas de los herederos.
En el antiguo derecho español, los legados se conocieron con el nombre de
mandas, debido a que el testador manda o dispone que se entregue al legatario lo
que se expresa.
El albacea es la persona designada por el testador con la específica función
de ejecutar lo reflejado en el testamento, es decir, es la persona encargada de
realizar la distribución de los bienes del testador conforme a su voluntad, teniendo
que cumplir dicha misión. El albacea es de origen testamentario, es voluntario y
personalísimo, se fundamenta en el artículo 959 del C.C.V.
La revocación de un testamento se podía hacer de los siguientes
modos: Por la confección de un nuevo testamento. Aun en el caso de que éste
fuera parcialmente compatible con el testamento anterior, el testamento hecho
primeramente quedaba totalmente revocado a fin de eliminar una fuente de
posibles dudas. Por la destrucción material del documento en cuestión, siempre
que ésta fuera intencionada. Por revocación formal, en un acto solemne, el cual
será con dos testigos los cuales estarán delante de la autoridad, este modo de
revocación era el más indicado cuando se quería pasar de la vía testamentaría a
la legítima. Hay nulidad en sentido estricto, cuando todo el testamento o una de
sus cláusulas carece de validez por faltarle un requisito esencial o por
inobservancia de una norma inderogable. Es nulo el testamento que no se hace
por escrito o que siendo escrito carece de las solemnidades prescritas por la Ley.
La legítima es una cuota de la herencia que se debe en plena propiedad a
los descendientes, a los ascendientes y al cónyuge sobreviviente que no esté
separado legalmente de bienes, con arreglo a los artículos siguientes.
La legítima es una cuota de la herencia que se debe en plena propiedad a
los descendientes, a los ascendientes y al cónyuge sobreviviente que no esté
separado legalmente de bienes.
EL LEGADO.
CONCEPTO.
Legado es toda disposición testamentaria que no atribuye la cualidad de
heredero, es decir, toda disposición a título particular, cualquiera que sea su
contenido, que constituya una disminución de la herencia, una disposición a cargo
del heredero o un tercero, una liberalidad, un lucro para el favorecido o también
una carga.
El legado sólo se instituye por testamento y el legatario debe tener la misma
capacidad que el heredero. El legatario es un acreedor del heredero para el cobro
de su legado; el legatario nunca tiene opción a todos los bienes del testador,
diferenciándose el legado de la herencia en que en ella el heredero asume el
activo y el pasivo causante, hasta el límite del patrimonio que recibe, en que el
heredero puede llegar a serlo a título universal de todos los bienes del causante, el
legatario no está obligado a pagar las cargas de la herencia como si lo está el
heredero.
COMENTARIO. El legado, como es una parte del testamento, no puede
existir sin éste. Lo fundamental dentro del testamento es la voluntad del testador,
por lo tanto, se puede dejar por legado a un heredero o a un tercero.
Evolución Histórica
En el antiguo derecho español, los legados se conocieron con el nombre de
mandas, debido a que el testador manda o dispone que se entregue al legatario lo
que se expresa.
En nuestra legislación, nace de la institución testamentaria instrumento
mediante la cual una persona plasma en un testamento, que es un acto jurídico,
solemne y libre su voluntad de disponer de su patrimonio a un tercero(s) extraño a
la herencia o a sus heredero(s) en caso de existir estos, después de su muerte,
siempre y cuando cumpla con todas las formalidades y requisitos que establece la
ley, es decir, en caso de poseer herederos forzosos o legítimos; los
descendientes, ascendientes y al cónyuge sobreviviente, a estos le corresponde el
50% correspondiente del patrimonio del testador, el otro 50% el testador gozara de
libertad de disposición, en caso de no existir herederos legítimos el testador puede
disponer con libertad de todo su patrimonio, siempre y cuando no vaya en contra
de la ley la moral y las buenas costumbres. La institución del legado nace por
voluntad propia del testador, no puede estar sujeta a disposiciones contractuales,
solo las que la ley establece. El legado se adquiere a título particular un derecho o
prestación de dar o de hacer, sin más modalidades que las expresas por el
testador.
En Resumen, el legado es una institución que solo se dispone por
testamento, a una persona(s) extraña a la herencia o a los heredero(s), toda
persona física o jurídica capas, que puedan recibir por testamentos y que al
momento de la apertura de sucesión son llamados a recibir una alícuota o parte
del patrimonio del de cujus, siempre y cuando sea capaz para suceder por
testamento y cumpla con las formalidades establecidas en la ley. Las doctrinas
mantienen una controversia desde el derecho romano, en que si el legado
representa un beneficio para el legatario o no, creemos que esto no tiene
importancia, porque esto es potestativo del legatario, ya que si el estima que el
legado dejado le interesa optara por aceptarlo o rechazarlo.
EJEMPLO: La última voluntad del causante fue dejarle una obra de arte
como legado a una persona, con la condición de que esta persona pague el justo
precio de esta obra según el precio del mercado, el legatario tendrá la libertad de
decidir si acepta o no la obra de arte.
Elementos Personales:
Se entiende por estos elementos del legado, a los sujetos que
intervienen en esta institución, que son, a saber, tres (para que exista el legado es
necesario la concurrencia de tres personas): El que ordena o dispone, que es el
testador. Aquél a favor de quien se instituye el legado, o sea el legatario o
beneficiario y la persona que debe pagarlo o gravado que por lo general es el
heredero (Arts. 932 y 933 C.C.).
El sujeto activo del legado es toda persona que tenga capacidad de
testar, y el sujeto pasivo será quien haya sido designado por el testador, siempre
que sea persona cierta y capaz de recibir (Art. 898, Ord. 1 y 2 C.C.); no
importando que éste tenga a su vez la cualidad de heredero, ya que nada impide
que pueda designarse legatario a un llamado a la herencia, sea testamentario o ab
intestato; en cuyo caso se reúnen en la persona los títulos de heredero y legatario.
Elementos reales:
Se encuentran una serie de bienes tanto muebles como inmuebles que
constituyen el objeto del legado, los cuales son susceptibles de valoración
económica, entre los cuales se encuentran:
Cosas muebles: dinero, créditos, pensiones alimentarias (comida, vestido,
habitación, etc.), otras cosas de determinadas especies (un traje, un auto, una
joya, etc.).
Cosas inmuebles: Casas, fincas, apartamentos, terrenos, etc.
Clasificación
1. Legado de cosa cierta:
Es el más frecuente: si se trata del que individualiza perfectamente uno o
más bienes muebles o inmuebles del testador. Fundamento legal establecido en el
artículo 906 C.C.
2. Legado de cosa cierta y propia del testador:
En este caso el legatario adquiere la cosa de inmediato de manos del
heredero, quien está obligado a entregársela. Si la cosa pereció durante la vida del
testador o después de su muerte el legado no tendrá efecto (Art. 957 C.C.).
Legado de cosa que se halle fuera del patrimonio del testador:
a) El legado de cosa ajena es nulo, a menos que se declare en el
testamento que el testador sabía que le pertenecía a otra persona; en cuyo caso el
heredero podrá optar entre adquirir la cosa legada o pagar a éste su justo precio
(Art. 902 C.C.).
b) Si el testador ordena entregar a un tercero una cosa perteneciente al
heredero o al legatario; caso en el cual deberá entregarse la cosa para poder tener
derecho a la disposición testamentaria. Sin embargo, si la cosa hubiere salido del
patrimonio del heredero o del legatario, podrá optar éste entre entregarla o pagar
su justo precio (Art. 903 C.C.).
c) Si el testador, el heredero o el legatario, son propietarios solamente de
una parte de la cosa o de un derecho sobre ella; el legado no será válido sino en
relación con la parte o el derecho, a menos que aparezca en el testamento que el
testador conocía tal circunstancia; en cuyo caso, el heredero podrá optar entre
adquirir el resto de la cosa legada para entregarla al legatario, o pagarle su justo
precio (Art. 904 C.C).
d) Tratándose de cosas muebles indeterminadas, siempre que se señale su
género o especie, el legado será válido; aunque nada de aquel género o especie
se hallare en el patrimonio del testador cuando otorgó el testamento o al momento
de su muerte (Art. 905 C.C.).
e) Cuando el testador haya dejado como propia una cosa particular o una
cosa comprendida en cierto género o especie, el legado no tendrá efecto si la cosa
no se encuentra en el patrimonio del testador al tiempo de su muerte. Si se
encontrare, pero no en la cantidad indicada en la disposición, el legado sólo tendrá
efecto por la cantidad que hubiere. (Art. 906 C.C.).
3. Legado de una cosa perteneciente al legatario:
Supuesto que debemos estudiar desde dos puntos de vista:
3.1. Que la cosa objeto del legado fuese propiedad del legatario en el
momento en que el testador hizo su testamento.
En cuyo caso el legado es nulo pues no se puede atribuir la cosa que ya le
pertenece (Art. 908 C.C.).
3.2. Si la cosa no fuese propiedad del legatario en el momento en que el
testador hizo su testamento, pero que llegó a serlo después, más adelante y se
encuentre en su patrimonio al momento de la muerte del testador (abrirse la
sucesión).
En este caso hay que diferenciar si la adquisición se hizo a título oneroso o
a título gratuito: Si la adquirió a título oneroso el gravado deberá reembolsarle el
precio pagado para adquirir el legado. Pero si por el contrario fue a título gratuito el
legado no tendrá validez (Art. 908 C.C.).
4. Legado de cosa a tomar de determinado lugar:
Es una especie particular de legado que se individualiza designando el
lugar en donde se hallan las cosas legadas. Este legado especial, es válido y sólo
tiene efecto si la cosa legada se encuentra en el lugar señalado por el testador y
hasta por la porción que se encontrare. Pero si las cosas legadas que solían
encontrarse en aquel lugar determinado, y por accidente o circunstancias
pasajeras no se encontraban al momento de la muerte del testador, también será
válido.
5. Legado de alimentos:
Recibe este nombre la disposición testamentaria que le concede al legatario
del derecho a percibir: instrucción, comida, habitación y asistencia sanitaria hasta
una determinada edad o mientras estuviere incapacitado para procurarse por si
mismo la subsistencia. (Art. 911 C.C.). Si el testador no hubiere fijado una
cantidad, deberán aplicarse las reglas inherentes al derecho de alimentos
6. Legado de crédito:
Cuando se deja mortis causa un crédito, se transmiten con él, todas las
acciones y garantías existentes. El heredero está obligado a cumplir con entregar
los títulos y la documentación referente al caso al legatario. En modo alguno es
fiador, salvo expresa cláusula del de cujus. El crédito lleva como accesorio, los
intereses desde la muerte del causante. (Art. 909 C.C.).
7. Legados de periódicos:
Suelen legarse prestaciones para ser pagadas en períodos más o menos
largos; como son, por ejemplo, las rentas vitalicias y las pensiones, cuyo pago
deben iniciarse desde el momento de la apertura de la sucesión (Art. 909 C.C.). Lo
mismo ocurre si el legado consiste en una cantidad determinada que debe ser
pagada cada mes, cada año o en otros períodos.
Nulidad del legado
El legado puede devenir ineficaz por extinción, por nulidad o por caducidad.
1. Será ineficaz (nulo) si la cosa objeto del legado se extingue o perece
completamente, en vida del testador o después de la muerte de éste;
siempre en este último caso, que no haya habido hecho o culpa del
heredero obligado, aunque éste haya incurrido en mora respecto de la
entrega. O si la cosa perece en manos del legatario (Art. 957 C.C.).
Debiendo señalarse que los materiales o residuos de la cosa extinguida no
pertenecerán al legatario; tanto porque la Ley determina expresamente la
eficacia del legado, como también porque estos restos o materiales son
cosa distinta del objeto; y el legado no puede extenderse a otra cosa
diferente de la determinada, salvo expresa disposición del testador.
Clases de sustitución:
Según el Código Civil Venezolano:
LA VULGAR
LA FIDEICOMISARIA
LA CUASIFIDEICOMISARIA
LA PUPILAR
SUSTITUCIÓN VULGAR
Consiste en un llamado a la herencia o al legado, en grado ulterior al de
otro instituido: constituye un sistema de suplencia, mediante el cual se designa al
beneficiario de la herencia o del legado, para el caso del que el primeramente
instituido al efecto no pueda o quiera aceptar.
SUSTITUCIÓN FIDEICOMISARIA
Consiste en un llamado a la herencia o al legado, para cuando fallezca la
persona primeramente instituida.
Artículo 963- Toda disposición por la cual el heredero o legatario quede con
la obligación, de cualquiera manera que esto se exprese, de conservar y restituir a
una tercera persona, es una sustitución fideicomisaria. Esta sustitución es válida
aunque se llame a recibir la herencia o el legado a varias personas
sucesivamente, pero sólo respecto de las que existan a la muerte del testador.
SUSTITUCIÓN CUASIFIDEICOMISARIA
Es la misma sustitución fideicomisaria, que el testador dispone en el caso
específico de que el heredero o legatario primeramente instituido sea incapaz para
testar, y que está destinada a funcionar solo en el supuesto de que dicho incapaz
fallezca cuando todavía se encuentra en situación de incapacidad.
Artículo 965- Puede el testador dar sustituto a los incapaces de testar,
respecto de los bienes que les deje, para el caso en que el incapaz muera en la
incapacidad de testar, excepto respecto de lo que tengan que dejarles por razón
de legítima.
SUSTITUCIÓN PUPILAR
Es el derecho que la ley otorga al padre y a la madre, de disponer por
testamento en nombre de su hijo incapaz de testar, para que el supuesto que
muera adoleciendo de tal incapacidad y siempre que no tenga herederos
legitimarios ni otros parientes cercanos.
Artículo 966 - El padre, y en su defecto, la madre, podrán hacer testamento
por el hijo incapaz de testar para el caso en que éste muere en tal incapacidad,
cuando el hijo no tenga herederos forzosos, hermanos ni sobrinos.
Atribuciones del Albacea
Son las señaladas por el testador para que haga cumplir sus disposiciones
testamentarias; a falta de tal indicación rige lo prescrito por la ley (artículo 973 al
977 Código Civil), y son:
1. Disponer y pagar los funerales del testador, con arreglo a lo ordenado por
éste, y en defecto de tal disposición, según la costumbre del lugar y las
facultades de la herencia.
2. Pagar los legados que consistan en cantidades de dinero, haciéndolo saber
al heredero y no contradiciéndolo éste.
3. Vigilar la ejecución de lo demás ordenado en el testamento; y sostener,
siendo ello justo, su validez en juicio o fuera de él.
4. Si por disposición del testador está en posesión de todos los bienes, sus
atribuciones se extienden a pagar las deudas.
5. Cuando no hubiere en la herencia dinero suficiente para hacer los pagos y
los herederos no lo afrontasen de lo suyo, solicitarán autorización del
Tribunal para la venta de bienes, previa notificación de los herederos. Pero
no podrán los albaceas, so pretexto de pago de legados y funerales,
proceder al inventario de los bienes del de cujus contra la voluntad de los
herederos. Procederán a la formación del inventario siempre que el testador
lo hubiere ordenado, o entrarán en posesión de los bienes, a menos que
existan herederos capaces de administrar sus bienes y se opongan a ello.
6. Si alguno de los herederos no tuviere la libre administración de sus bienes o
fuere alguna corporación o establecimiento público, los albaceas deberán
poner inmediatamente en conocimiento del padre, tutor, curador o
administrador, que se debe proceder a la formación del inventario y si éstos
se halaren fuera del domicilio del de cujus, procederán a formar el
inventario sin necesidad de tal partición.
Duración
El albacea deberá cumplir su encargo en el término señalado por el
testador, en caso de no indicarse, se entenderá que es por un año a partir de la
muerte de aquel, tiempo que el Juez podrá prolongar bien sea a petición de los
herederos o del mismo albacea. Además, los herederos pueden pedir la
terminación del albaceazgo, bien porque haya cumplido, o aun cuando no esté
vencido el plazo.
El albacea no puede delegar sus funciones, para eso necesita autorización
expresa del testador, las cuales terminarán por muerte o porque haya expirado el
término señalado por el testador o por la ley.
Tema #12 Revocación de los testamentos.
Teoría General
La revocación del testamento:
En el Derecho Romano podemos decir que la única forma en que se podía
transmitir la herencia era por medio del testamento el cual contiene la última
voluntad, era esencialmente revocable en caso de que el testador descubriera que
el contenido de su testamento ya no correspondía a una ulterior voluntad suya.
La revocación de un testamento se podía hacer de los siguientes modos:
a) Por la confección de un nuevo testamento. Aun en el caso de que
éste fuera parcialmente compatible con el testamento anterior, el testamento
hecho primeramente quedaba totalmente revocado a fin de eliminar una fuente de
posibles dudas.
b) Por la destrucción material del documento en cuestión, siempre que ésta
fuera intencionada.
c) Por revocación formal, en un acto solemne, el cual será con dos
testigos los cuales estarán delante de la autoridad, este modo de revocación era el
más indicado cuando se quería pasar de la vía testamentaría a la legítima.
Los antecedentes de la sucesión en Roma, la figura más representativa de
esta institución es el pater, quien tenía derecha sobre los bienes, pero era
solamente un administrador, por lo que, cuando moría, los bienes volvían a los
sobrevivientes del grupo familiar.
Las XII tablas admiten ya el testamento y éste llegó a ser una costumbre
nacional al grado de que morir intestado era una falta. La sucesión testamentaria
llegó a prevalecer sobre la legítima, pero posteriormente se reaccionó contra el
abuso de excluir de la herencia a parientes cercanos. Se consideraba que el no
dejar parte conveniente de los bienes a los parientes más próximos era una falta a
los deberes de familia o sea a la pietas ergo suos y que el testamento que así los
descuidaba era contra officium pietatis y, por tanto, inoffociosum.
Aquellos sucesores a quienes correspondía la herencia ab intestato y que
habían sido postergados en el testamento podían intentar contra esté la querella
inoficiosa testamentaria.
Se desenvolvió entonces la sucesión legítima formal que consistía en la
obligación impuesta al testador de no preferir a los sucesores ab intestato de la
primera clase, o sea, según la jurisprudencia, a los herederos civiles, los sui,
siguiendo con esto el espíritu del ordenamiento familiar romano. La institución o la
desheredación debía de hacerse en la forma debida, el filius sus debía ser
desheredado nominalmente y las hijas y los nietos acumulativamente, Justiniano
en su Novela 115 prescribió que los ascendientes y los descendientes debían ser
necesariamente herederos y sólo podían ser desheredados por los motivos graves
y determinados.
La caducidad tiene su origen en Roma en materia de herencia y aún vemos
una cierta equivalencia en este contexto. Los bienes caducos eran aquellos de los
que se disponía válidamente, pero que no llegaron a adquirirse por causas
posteriores o de muerte del testado; por ejemplo, por ilegalidad del heredero
instituido, etc.
Nulidad
Hay nulidad en sentido estricto, cuando todo el testamento o una de sus
cláusulas carece de validez por faltarle un requisito esencial o por inobservancia
de una norma inderogable. Es nulo el testamento que no se hace por escrito o que
siendo escrito carece de las solemnidades prescritas por la Ley (Art. 882 C.C.). Lo
será también si el testador es incapaz (Art. 837 C.C.).
Además de la nulidad, puede haber anulabilidad o rescindibilidad de la
disposición testamentaria; porque esté afectada de algún vicio o defecto, o por
inobservancia de algún precepto que, sin generar la nulidad del acto, confiera al
interesado una acción para impugnarla. Debiendo a estas causas agregar aquellas
que permiten la solicitud de reducción de la disposición que ya hemos comentado
en otro tema. Estos casos de anulabilidad pueden subsanarse mediante la
confirmación, la ratificación o el cumplimiento voluntario de la prestación que deba
cumplirse por parte del heredero después de la muerte del testador.
Caducidad
Cuando el testamento se hace ineficaz por una causa sobrevenida; es
decir, cuando después de otorgado el instrumento surge un obstáculo que de
haber existido para ese momento habría determinado su nulidad, la disposición
testamentaria caduca.
Asimismo, caduca cuando se producen otros hechos de carácter diverso,
que el legislador ha establecido:
1. Premoriencia o incapacidad del favorecido: "Queda sin efecto toda
disposición testamentaria si el favorecido por ella no ha sobrevivido al testador o
es incapaz", dice el Art. 953 del C.C.
En efecto, para adquirir es necesario existir; por lo que si no existe el
favorecido o si es incapaz de adquirir que para el caso viene a ser lo mismo, la
disposición testamentaria desaparece ipsojure. Esta regla tiene una excepción en
la sucesión testamentaria, contemplada en el Art. 540 del C.C., que permite recibir
por testamento a los descendientes inmediatos (hijos) de una persona
determinada que viva en el momento de la muerte del testador, aunque no estén
todavía concebidos. Es decir, que se puede válidamente instituir herederos o
legatarios a los hijos de determinada persona, aunque éstos no fueren siquiera
concebidos, siempre que dicha persona sobreviva al testador.
2. Renuncia del favorecido: "La disposición testamentaria caduca para el
heredero o el legatario que renuncia a ella" (Art. 954 C.C.). Sin embargo, la
renuncia del heredero no afecta su derecho a recibir los legados instituidos en su
favor.
3. Incumplimiento de la carga o condición impuesta: Cuando el beneficiario
de la liberalidad testamentaria no cumpla las cargas que le haya impuesto el
testador, la disposición perece. Debiendo, distinguirse si este incumplimiento
deriva de la voluntad del beneficiario o de la imposibilidad de cumplir la condición;
pues en el primer caso deberá entenderse que hay una renuncia voluntaria de
parte del legatario; y en el segundo, la revocatoria tácita del testador al imponer
esa condición imposible.
4. Indignidad del favorecido: Cuando el beneficiario de la disposición
testamentaria se ha hecho indigno, caduca su derecho al beneficio y por ende
cesa para él todo derecho a reclamar participación alguna en la herencia.
5. Pérdida de la cosa legada: "El legado no tendrá efecto si la cosa legada
ha perecido completamente durante la vida del testador. Tampoco lo tendrá si ha
perecido después de la muerte de éste, sin intervenir hecho o culpa del heredero,
aunque éste haya incurrido en mora respecto de la entrega cuando la cosa
hubiere perecido igualmente en manos del legatario" (Art. 957 C.C.).
El perecimiento debe tener lugar antes del fallecimiento del testador; o
después, si de todas maneras hubiere perecido, aunque el heredero encargado de
entregarla estuviere en mora de hacerlo. Porque si así no fuere y la cosa perece
después de la apertura de la sucesión, no tiene lugar la caducidad del legado ya
que el legatario se había convertido en propietario y por tanto soporta los riesgos
(res perit domine: la cosa perece para su dueño).
6. Enajenación total o parcial de la cosa legada y transformación de ésta en
otra distinta: Y al hablar de la revocación tácita, que estas dos situaciones hacen
presumir la voluntad del testador en el sentido de hacer ineficaz la disposición
testamentaria; y, por tanto, configuran igualmente una forma de caducidad.
7. No uso del derecho de retracto: Dice el Art. 956 del C.C.: "...cuando el
testador haya vendido con pacto de retracto la cosa legada y se haya rescatado
en vida, el legado quedará subsistente. Si no la ha rescatado, el legado valdrá
únicamente respecto del derecho de rescate".
Revocación
La materia relativa a la revocación de las disposiciones testamentarias,
aparece regulada en nuestro Código Civil en dos Títulos diferentes: Uno que
comprende los artículos 990 a 992 y se denomina "De la revocación de los
testamentos" y el otro, comprendido en los artículos 951 al 958, bajo el título: "De
la revocación y de la ineficacia de las disposiciones testamentarias". Siendo el
testamento una manifestación voluntaria del individuo, es lógico que pueda ser
revocado o cambiado también a su voluntad.
Es así que el artículo 990 del C.C. señala que "Todo testamento puede ser
revocado por el testador, de la misma manera y con las mismas formalidades que
se requieren para testar”. Y tan esencial es este carácter, que el mismo artículo en
su aparte final expresa: "Este derecho no puede renunciarse ni en forma alguna
restringirse”.
La revocación testamentaria es, pues, una manifestación voluntaria del
testador, que contraría una anterior y cuya eficacia dependerá de que al
expresarla se cumplan las mismas formalidades exigidas para la validez de la
primera.
Naturaleza Jurídica
Motivo de discrepancia entre los autores ha sido el establecer si la
revocación del testamento es un acto ínter vivos o mortis causa, pronunciándose
por la primera tesis autores como Aliara, para quien, la revocación es un acto no
sometido a suspensión hasta la muerte del testador, sino de eficacia inmediata;
puesto que elimina lo que antes había dispuesto el testador, destruyendo la
expectativa de derecho que había creado hacia los presuntos favorecidos, y
creando nuevas expectativas para quienes resulten beneficiados con la
revocatoria del instrumento anterior.
Formas de hacer la revocación
El testamento puede ser revocado:
• Total o parcialmente.
• de forma expresa, tácita o presunta.
→ Revocación expresa
La revocación expresa opera cuando el testador hace un testamento
posterior a otro ya existente, por el que se deroga expresamente lo dicho en el
primero. De este modo:
– La revocación puede alcanzar a todo el testamento anterior, o bien solo
parte del mismo, dejando subsistente el anterior en el resto.
– Puede tratarse de un testamento que establezca nuevas normas
sucesorias, o bien de un testamento con un fin solo revocador del anterior.
– El testamento revocador no ha de adoptar la misma forma que el
revocado; basta con que sea un testamento de cualquier tipo de los admitidos por
la ley.
Los efectos de la revocación expresan serán:
– Si se revoca totalmente el testamento anterior: se sustituye por el nuevo;
y a falta de disposiciones testamentarias, se abrirá la sucesión intestada.
– Si se revoca al anterior sólo en parte: es eficaz en lo no revocado,
abriéndose si es necesario la sucesión intestada parcial, si no se establecen
normas sucesorias al respecto; si se establecen, se aplicarán las de ambos
testamentos, complementándose entre sí.
→ Revocación tácita
Este tipo de revocación opera cuando se otorga un testamento posterior,
pero no se deroga expresamente el anterior.
El testamento anterior queda revocado por el posterior perfecto (sin
defectos), si el testador no expresa en éste su voluntad de que aquél subsista en
todo o en parte.
Sin embargo, el testamento anterior recobra su fuerza si el testador revoca
después el posterior, y declara expresamente ser su voluntad que valga el
primero.
La revocación producirá su efecto, aunque el segundo testamento caduque
por incapacidad del heredero o de los legatarios en él nombrados, o por renuncia
de aquél o de éstos.
Modernamente, muchos autores consideran que cabe una ejecución
conjunta de los dos testamentos sin que el segundo revoque al primero en los
siguientes supuestos:
– Cuando el testamento posterior sea simplemente aclaratorio o
interpretativo o se limita a hacer la partición.
– Cuando carezca de contenido patrimonial.
– Cuando del testamento posterior se pueda evidenciar la existencia de una
voluntad favorable para la subsistencia del anterior, sin que valga la simple
presunción en este sentido.
→ Revocación presunta
Este tipo de revocación del testamento anterior opera cuando sin otorgarse
nuevo testamento, se deduce de la conducta del testador su voluntad de que el
testamento otorgado quede sin efecto.
De este modo, se presume revocado el testamento cerrado que aparezca
en el domicilio del testador con las cubiertas rotas o los sellos quebrantados, o
borradas, raspadas o enmendadas las firmas que lo autoricen.
Este testamento será, sin embargo, válido cuando se probare haber
ocurrido el desperfecto sin voluntad ni conocimiento del testador, o hallándose
éste en estado de demencia; pero si aparecieren rota la cubierta o quebrantados
los sellos, será necesario probar además la autenticidad del testamento para su
validez.
Si el testamento se encontrare en poder de otra persona, se entenderá que
el vicio procede de ella y no será aquél válido como no se pruebe su autenticidad,
si estuvieren rota la cubierta o quebrantados los sellos; y si una y otros se hallaren
íntegros, pero con las firmas borradas, raspadas o enmendadas, será válido el
testamento, como no se justifique haber sido entregado el pliego de esta forma por
el mismo testador.
Se basa esta forma revocatoria en la existencia de una situación de hecho
de la que se deriva una voluntad revocatoria.
Esta situación de hecho requiere los siguientes presupuestos:
– Conciencia y voluntad de quebrantar el testamento por parte del testador.
– Decisión exclusivamente imputable al testador, ya que en los casos de
rotura del testamento que esté en poder de una tercera persona se considerará
que la rotura procede de ella.
– Capacidad para testar, ya que, si el testador la ha perdido, no valdrá la
revocación, como se deduce del propio precepto, que, aunque habla sólo de
estado de demencia, debe extenderse a otros supuestos de incapacidad para
testar
– Ámbito de aplicación. Lógicamente sólo es aplicable esta forma de
revocación al testamento cerrado, ya la destrucción de la copia de un testamento
abierto no tiene ningún valor revocatorio, pues el auténtico testamento se halla en
la matriz incluida en el protocolo Notarial.
Efectos de la revocación
Su efecto fundamental es que la revocación deja sin efecto el testamento
revocado, total o parcialmente. Por ello, regirá la sucesión el nuevo testamento, si
contiene cláusulas testamentarias al respecto; el nuevo y el antiguo en lo que sean
compatibles, si la revocación es parcial; o se abrirá la sucesión intestada, en su
caso, total o parcialmente.
Ahora bien ¿recuperará sus efectos el testamento revocado si el que lo
revoca queda después sin efecto? Sólo en el caso en que así lo establezca el
testador al otorgar un nuevo testamento.
La esencial revocabilidad testamentaria encuentra una excepción en las
llamadas cláusulas irrevocables, que son aquellas cláusulas contenidas en un
testamento que no pueden revocarse con otro posterior.
La principal cláusula irrevocable es el reconocimiento de un hijo, si se hizo
en un testamento anterior.
Tema #13 Sucesiones necesarias. La legitima
Concepto
El concepto de Legítima se encuentra establecido en el Código Civil que
establece en su artículo 883 lo siguiente:
Artículo 883 del Código Civil. - La legítima es una cuota de la herencia
que se debe en plena propiedad a los descendientes, a los ascendientes y al
cónyuge sobreviviente que no esté separado legalmente de bienes, con arreglo a
los artículos siguientes. El testador no puede someter la legítima a ninguna carga
ni condición (cualquier condición o límite que se establezca para la legítima es
nula, esto se debe a que la legítima es un derecho de propiedad que se tiene
asignado por la ley).
Artículo 884 del Código Civil. - La legítima de cada descendiente o
ascendiente, legítimos o naturales, y la del cónyuge, será la mitad de sus
respectivos derechos en la sucesión intestada; y concurren y son excluidos y
representados según el orden y reglas establecidos para dicha sucesión.
El monto de la legítima, a tenor del artículo ut supra, será la mitad de la
cuota hereditaria. Esta cuota parte que la ley reserva a tales personas, se
denomina cuota legítima lo cuota de reserva y como, luego de respetar esta
porción el testador puede disponer libremente del resto de sus bienes, esta otra
parte sustraída de toda vinculación se ha denominado cuota libre o cuota
disponible.
El Código Civil consagra la institución de la legítima, al expresarse que "La
legítima es una cuota de la herencia que se debe en plena propiedad a los
descendientes, a los ascendientes y al cónyuge sobreviviente que no esté
separado legalmente de bienes,…" Y luego señala que "..El testador no puede
someter la legítima a ninguna carga ni condición." Y en el siguiente artículo
establece cual es el monto de la cuota parte cuando dice: "…la mitad de sus
respectivos derechos en la sucesión intestada;"
Evolución Histórica
La legítima, como es bien sabido, supone una porción de la herencia de la
que no puede disponer libremente el testador al estar reservada a un grupo de
personas que se llaman legitimarios. En principio, son los descendientes y, a falta
de estos, los ascendientes y en ambos casos, si sobrevive, también es legitimaria
la viuda o el viudo. Supone una restricción a la libertad de testar y conviene,
aunque sea someramente, reseñar sus antecedentes históricos, prescindiendo de
otros aspectos técnicos de la legítima. En el Derecho Romano no existía como tal,
había libertad absoluta a la hora de testar.
Formalmente se limitó esta libertad obligándose al testador a citar a sus familiares
para ratificarles esa condición de herederos, o bien, para justificar la omisión y no
quedara como un mero olvido o preterición.
En el Derecho Romano, la legítima era una restricción a la libertad de
testar. Por el contrario, en los Derechos germánicos el principio es el opuesto:
Todo era legítima o reserva a favor de la familia. Se decía que el heredero nace no
se hace, o bien solo Dios puede hacer heredero y no el hombre.
Existe un concepto previo de comunidad familiar indisponible cuyo
patrimonio solo es gestionado por el padre. Paradójicamente, la Iglesia alteró este
sistema de carencia de libertad de testar. Al ser todo legítima, los fieles no podían
disponer mortis causa de los bienes en favor de la misma. En esta línea, los
creyentes fueron aleccionados a que, si en vida la limosna redimía de ayunos y
abstinencias, los legados testamentarios a favor de la Iglesia, podrían aligerar la
entrada en el cielo. Es decir, consiguieron introducir la costumbre que no todo
fuera legítimo para los familiares, sino que hubiera una propia "portio" que
permitiera al testador disponer pro anima para la Iglesia. Se incitaba al testador
para que hiciera u ordenara y legados a favor del alma. Esta porción libre de
origen religioso, terminó siendo el tercio de libre disposición.
Características
1. La legítima es una cuota parte de la herencia que se debe es plena
propiedad a los legitimados.
2. El testador no puede someter la legítima a ninguna carga ni condición.
3. El derecho a la legítima no se pierde por voluntad del de cujus.
Principios
Siendo la legítima, como se ha dicho, una cuota parte hereditaria que se debe
en propiedad al legitimario que acepta la herencia, está regida por los siguientes
principios:
1. El legitimario debe ser heredero y por ende tener capacidad para suceder
en el momento de la apertura de la sucesión. Por lo que el no concebido, el
que no haya nacido vivo o el indigno para ese momento, no tendrán
derecho a la legítima, salvo en el último caso, que el testador lo hubiere
rehabilitado por acto auténtico.
2. El legitimario está obligado a la colación, siempre que sea hijo o
descendiente y entre en la sucesión con sus hermanos o los descendientes
de éstos (Artículo 1083 del Código Civil) y también a la imputación cuando
pida la reducción de las liberalidades (Artículo 1108 ejusdem).
3. Perderá su condición de legitimario, cuando renuncie a la herencia con el
fin de retener la donación o el legado que se lo haya hecho (Artículo 1085
del Código Civil).
4. No puede exigir la legítima por anticipado, ni renunciar a ella en vida del
causante.
5. El legitimario, por ser heredero; entra en posesión de los bienes de la
herencia sin necesidad de tomar posesión material (Artículo 995 del Código
Civil).
6. Puede exigir su cuota legítima el legitimario, en especie o en dinero, según
sea conveniente.
Otros principios que informan la institución de la legítima son:
Que, siendo una cuota hereditaria forzosa, carecerá de validez cualquier
disposición que tienda a eludirla, representa la mínima cantidad que el
heredero que tenga condición de legitimario puede recibir de la herencia y;
finalmente, es institución de Orden Público, por lo que no podría alegarse
en su contra ningún pacto o renuncia que se pretenda hecha por el
heredero forzoso.
Fundamento
Es el de proteger a los familiares inmediatos del causante y hacer honor al
vínculo que une al de cujus con sus familiares más cercanos. A esto se le agrega
que se busca quitarle un poder excesivamente grande al testador porque muchas
veces existía abuso en su disposición.
Ejemplo: A veces se amenazaba a los hijos con desheredarlos para evitar un
matrimonio con el que el testador no estuviere de acuerdo.
En definitiva, la legítima responde a la idea de que hay una cuota de la
herencia que no se puede tocar, sino que tiene que ir a determinados familiares.
Según el país de que se trate la legítima será distinta, así tenemos:
Legítima de cuota variable: No va a ser la mitad de lo que le hubiera
tocado a la persona a falta de testamento, sino que va a depender del
parentesco o del grado de familia (distinción que se hace porque debemos
recordar que el cónyuge no es pariente) que existe entre el heredero y el de
cujus, entonces si el vínculo es más cercano, la cuota será más alta, será
también alta si son varios herederos cercanos, en cambio si se trata de un
pariente lejano la cuota será más baja. Este sistema tiene la ventaja de que
normalmente es más justo, porque es casuístico.
Legítima de cuota fija: Siempre la legítima es la mitad de lo que le hubiere
tocado al heredero en una herencia ab-intestato.
Ejemplo: Yo tengo un tío que se muere y deja 500 Bsf. de herencia, tiene
cuatro hijos y el cónyuge, entonces, si no hay testamento a ellos les toca 1/5 de la
herencia a cada uno, en este caso ese quinto equivale a 100 Bsf. para cada uno,
la legítima de cada uno sería 50 Bsf.
Conclusión
El legado sólo se instituye por testamento y el legatario debe tener la misma
capacidad que el heredero. El legatario es un acreedor del heredero para el cobro
de su legado; el legatario nunca tiene opción a todos los bienes del testador,
diferenciándose el legado de la herencia en que en ella el heredero asume el
activo y el pasivo causante, hasta el límite del patrimonio que recibe, en que el
heredero puede llegar a serlo a título universal de todos los bienes del causante.
El legado puede devenir ineficaz por extinción, por nulidad o por caducidad. Será
ineficaz (nulo) si la cosa objeto del legado se extingue o perece completamente,
en vida del testador o después de la muerte de este La nulidad del legado también
resulta cuando la disposición testamentaria es nula.
El albacea es la persona designada por el testador con la específica función
de ejecutar lo reflejado en el testamento. El albacea deberá cumplir su encargo en
el término señalado por el testador, en caso de no indicarse, se entenderá que es
por un año a partir de la muerte de aquel, tiempo que el Juez podrá prolongar bien
sea a petición de los herederos o del mismo albacea.
En el Derecho Romano podemos decir que la única forma en que se podía
transmitir la herencia era por medio del testamento el cual contiene la última
voluntad, era esencialmente revocable en caso de que el testador descubriera que
el contenido de su testamento ya no correspondía a una ulterior voluntad suya.
La revocación de un testamento se podía hacer de los siguientes modos:
Por la confección de un nuevo testamento. Aun en el caso de que éste fuera
parcialmente compatible con el testamento anterior, el testamento hecho
primeramente quedaba totalmente revocado a fin de eliminar una fuente de
posibles dudas. Por la destrucción material del documento en cuestión, siempre
que ésta fuera intencionada. Por revocación formal, en un acto solemne, el cual
será con dos testigos los cuales estarán delante de la autoridad, este modo de
revocación era el más indicado cuando se quería pasar de la vía testamentaría a
la legítima.
El concepto de Legítima se encuentra establecido en el Código Civil que
establece en su artículo 883 lo siguiente: Artículo 883 del Código Civil La legítima
es una cuota de la herencia que se debe en plena propiedad a los descendientes,
a los ascendientes y al cónyuge sobreviviente que no esté separado legalmente
de bienes, con arreglo a los artículos siguientes. El testador no puede someter la
legítima a ninguna carga ni condición.
Bibliografía
https://ic-abogados.com/la-herencia/revocacion-del-testamento
https://www.monografias.com/trabajos29/legados/legados.shtml
https://www.monografias.com/trabajos23/derecho-sucesoral/derecho-
sucesoral2.shtml
http://civil5ugma.blogspot.com/2014/06/tema-31-las-sustituciones.html
https://www.clubensayos.com/Temas-Variados/Los-Albaceas-En-El-Derecho-
Venezolano/1964699.html
http://civil5ugma.blogspot.com/2014/06/tema-31-las-sustituciones.html
Análisis del alumno:
El legado es toda disposición testamentaria que no atribuye la cualidad de
heredero. Es decir, toda disposición a título particular, cualquiera sea su
contenido, que constituya una disminución de la herencia; una disposición a cargo
del heredero o de un tercero; una liberalidad; un lucro para el favorecido o también
una carga.
El Legado solamente se instituye por testamento y el legatario debe tener la
misma capacidad que el heredero. Lo fundamental dentro del testamento es la
voluntad del testador; por lo tanto, se puede dejar un legado tanto a un heredero
como a un tercero. Se entiende por estos elementos del legado, a los sujetos que
intervienen en esta institución, (para que exista el legado es necesario la
concurrencia de tres personas): El que ordena o dispone, que es el testador. Aquél
a favor de quien se instituye el legado, o sea el legatario o beneficiario y la
persona que debe pagarlo o gravado que por lo general es el heredero.
El albacea es la persona designada por el testador con la específica función
de ejecutar lo reflejado en el testamento, es decir, es la persona encargada de
realizar la distribución de los bienes del testador conforme a su voluntad, teniendo
que cumplir dicha misión, pudiendo incluso pagar deudas del difunto de los bienes
de la herencia, vigilar todo lo mandado en el propio testamento, proteger los
bienes existentes en la misma, etc.
El albacea tras propuesta del testador tiene que ser aceptado por el mismo,
con lo cual es un cargo voluntario. El albacea tiene que cumplir su cargo dentro
del plazo de un año contado desde el momento de su aceptación, aunque dicho
plazo puede ser ampliado por el testador si así lo cree oportuno.
Los albaceas tendrán que dar cuenta de su cargo a los herederos, en lo que
confiere al cumplimiento de sus obligaciones con respecto al testador y a ellos
mismos de la gestión que se le encomendó.
Con la finalidad de asegurar el respeto de la voluntad del difunto y de evitar
o disminuir en lo posible los litigios entre herederos, legatarios y demás
beneficiados por las disposiciones testamentarias.
Las atribuciones del albacea son las señaladas por el testador para que
haga cumplir sus disposiciones testamentarias; a falta de tal indicación rige lo
prescrito por la ley (artículo 973 al 977 Código Civil). El albacea deberá cumplir su
encargo en el término señalado por el testador, en caso de no indicarse, se
entenderá que es por un año a partir de la muerte de aquel, tiempo que el Juez
podrá prolongar bien sea a petición de los herederos o del mismo albacea.
En el Derecho Romano podemos decir que la única forma en que se podía
transmitir la herencia era por medio del testamento el cual contiene la última
voluntad, era esencialmente revocable en caso de que el testador descubriera que
el contenido de su testamento ya no correspondía a una ulterior voluntad suya. La
revocación de un testamento se podía hacer de los siguientes modos:
Por la confección de un nuevo testamento. Aun en el caso de que éste fuera
parcialmente compatible con el testamento anterior, el testamento hecho
primeramente quedaba totalmente revocado a fin de eliminar una fuente de
posibles dudas.
Por la destrucción material del documento en cuestión, siempre que ésta fuera
intencionada.
Por revocación formal, en un acto solemne, el cual será con dos testigos los
cuales estarán delante de la autoridad, este modo de revocación era el más
indicado cuando se quería pasar de la vía testamentaría a la legítima.
Hay nulidad en sentido estricto, cuando todo el testamento o una de sus cláusulas
carece de validez por faltarle un requisito esencial o por inobservancia de una
norma inderogable. Es nulo el testamento que no se hace por escrito o que siendo
escrito carece de las solemnidades prescritas por la Ley. Lo será también si el
testador es incapaz.
La legítima es una cuota de la herencia que se debe en plena propiedad a los
descendientes, a los ascendientes y al cónyuge sobreviviente que no esté
separado legalmente de bienes, con arreglo a los artículos siguientes. El testador
no puede someter la legítima a ninguna carga ni condición (cualquier condición o
límite que se establezca para la legítima es nula, esto se debe a que la legítima es
un derecho de propiedad que se tiene asignado por la ley). La legítima, como es
bien sabido, supone una porción de la herencia de la que no puede disponer
libremente el testador al estar reservada a un grupo de personas que se llaman
legitimarios.