Ius Publicum 39 2017
Ius Publicum 39 2017
Ius Publicum 39 2017
CRÓNICA
Reflexiones tomistas: Esther Gómez de Pedro, Manuel Ocampo Ponce. Reflexiones
éticas: P. Raúl Hasbún, Nuriddeen Knight, Tomás Salas. Reflexiones fuertes:
Otto Dörr, Raúl Figueroa Salas, Acción Familia, Johnny Olate, Raúl Madrid,
Axel Kaiser Nº 39 / 2017
ACTUALIDADES
I. Aborto: un nuevo genocidio
II. 50 años de la reforma agraria, nada que celebrar
III. Pío XII y las Casa de Vida, refugio de judíos
IV. Mordazas a la libertad de expresión
V. Ideología de género
JURISPRUDENCIA
Un retorno a la cordura - Alleluya! (La responsabilidad del Estado está regida por
la Constitución). A propósito de Jaramillo y otro con Fisco. Corte Suprema
24.4.2017, rol 52.961-2016. Eduardo Soto Kloss
Juzgado de Letras de Santiago. 5.12.1864. Corte de Apelaciones de Santiago.
15.12.1864. Larraín con Intendente de Santiago. GT Nº 1173 (1864), p. 966
(Nº 2683). (Separación de funciones estatales/operatividad directa de la Cons-
titución/principio de juridicidad/nemo iudex in causa sua). Gabriel Bocksang
Hola
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de la Universidad Santo Tomás.
Vol. 20 Nº 39
SEPTIEMBRE 2017
ÍNDICE
ESTUDIOS
Antonio-Carlos Pereira Menaut: ¿Tiempo de nihilismo jurídico?.................... 11
Cristián Letelier Aguilar: El control de constitucionalidad en una sociedad
libre......................................................................................................... 21
Mario Correa Bascuñán: El interés superior del niño en el derecho chileno.... 29
Eduardo Soto Kloss: La aplicación del acto administrativo............................. 41
Iván Aróstica Maldonado: Estado de Derecho y justicia administrativa en Chile
(Una Introducción).................................................................................. 55
CRÓNICA
Reflexiones tomistas: Esther Gómez de Pedro, Manuel Ocampo Ponce. Reflexiones
éticas: P. Raúl Hasbún, Nuriddeen Knight, Tomás Salas. Reflexiones fuer-
tes: Otto Dörr, Raúl Figueroa Salas, Acción Familia, Johnny Olate, Raúl
Madrid, Axel Kaiser............................................................................... 69-100
DOCUMENTOS
Magisterio Pontificio: S.S. Pío XII. L’importance. Discurso sobre la prensa católica
y la opinión pública (17 de febrero de 1950). Discursos del Santo Padre
Juan Pablo II
a los representantes del mundo de la cultura. Viaje apostólico
a Uruguay, Chile y Argentina, Universidad Católica de Santiago de Chile
(Viernes 3 de abril de 1987). Discurso a los jóvenes. Estadio Nacional de
Santiago de Chile (Jueves 2 de abril de 1987). Misa para las familias. Homilía
del Santo Padre Juan Pablo II. Aeropuerto de Valparaíso (Jueves 2 de abril
de 1987). Homilía del Santo Padre Juan Pablo II. Misa para los obreros.
Peregrinación apostólica a Polonia. Santuario de Jasna Góra (Miércoles 6
de junio de 1979). Santo Padre Francisco: Homilía en festividad de San
Pedro y San Pablo. Basílica de San Pedro/Roma (29.6.2017). Audiencia
general (21.6.2017). Santa misa y canonización de la beata Madre Teresa
de Calcuta. Homilía. Plaza de San Pedro (Domingo 4 de septiembre de
2016). La comunión a los divorciados en nueva unión no es posible. El
Magisterio es claro y no es modificable. Cardenal Camilo Ruini. 19/02/2017.
Cardenal Robert Sarah: ¿Quién se enfrentará a los modernos perseguidores
de la Iglesia, María Arratíbel. Magisterio Episcopal: Declaración del Comité
Permanente de la Conferencia Episcopal sobre Proyecto de Ley de Aborto. El
Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile. Ad resurgendum
cum Christo. Instrucción de la Congregación para la Doctrina de la Fe
Ad resurgendum cum Christo acerca de la sepultura de los difuntos y la
conservación de las cenizas en caso de cremación, fechada el 15 de agosto
de 2016. Solemnidad de la Asunción de la Santísima Virgen María (25 de
octubre de 2016). Gerhard Card. Müller, †Luis F. Ladaria, S.I. Otros: Los
acontecimientos de Rusia a la luz del Mensaje de Fátima. No hay salvación
en ningún otro. (Hch 4,12). P. Pedro Trevijano Etcheverría. Manchester lo
más violento no son las bombas. María Virginia Olivera de G. .................. 103-159
ACTUALIDADES
I. Aborto: un nuevo genocidio........................................................................ 163
II. 50 años de la reforma agraria, nada que celebrar......................................... 185
III. Pío XII y las Casa de Vida, refugio de judíos................................................. 193
IV. Mordazas a la libertad de expresión............................................................ 194
V. Ideología de género..................................................................................... 208
JURISPRUDENCIA
Un retorno a la cordura - Alleluya! (La responsabilidad del Estado está regida por
la Constitución). A propósito de Jaramillo y otro con Fisco. Corte Suprema
24.4.2017, rol 52.961-2016. Eduardo Soto Kloss....................................... 221
Juzgado de Letras de Santiago. 5.12.1864. Corte de Apelaciones de Santiago.
15.12.1864. Larraín con Intendente de Santiago. GT Nº 1173 (1864), p. 966
(Nº 2683). (Separación de funciones estatales/operatividad directa de la
Constitución/principio de juridicidad/nemo iudex in causa sua). Gabriel
Bocksang Hola............................................................................................ 233
1Ver, entre otros, Natalino Irti, Nichilismo Giuridico, Bari, 2004; Bruno Romano, Scienza
Giuridica senza Giurista: Il Nichilismo ‘perfetto’, Turín, 2006; Vittorio Possenti, Nichilismo
Giuridico. L’ultima parola, Soveria Mannelli, 2012.
2Pg. 27.
4Introducido durante las vacaciones de verano de 2011 sin ser sometido a referendum.
Garantiza a los acreedores de deuda pública española que cobrarán en todo caso, incluso
retirando al legislativo su margen de maniobra al elaborar el presupuesto: “1. Todas las
Administraciones Públicas adecuarán sus actuaciones al principio de estabilidad presupues-
taria. 2. El Estado y las Comunidades Autónomas no podrán incurrir en un déficit estructural
que supere los márgenes establecidos [...] por la Unión Europea [...] 3. [...]Los créditos para
satisfacer los intereses y el capital de la deuda pública de las Administraciones se entenderán
siempre incluidos en el estado de gastos de sus presupuestos y su pago gozará de prioridad
absoluta. [...]”. Hay juristas que en privado admiten que se ha convertido en el artículo más
importante de nuestra Constitución, pero en nuestra opinión es anticonstitucional porque va
contra los artículos 1.1, 9, 10.1 y 103.1.
5Como repetiremos, el Derecho penal debería centrarse, por un lado, en las garantías del
delincuente contra una condena injusta, y por otro en castigar razonablemente lo injusto natural
y sus principales concreciones, de ahí que los ‘delitos con adjetivo’ (en ese caso, exaltación
del terrorismo, pero hoy hay muchos más) no inspiren mucha confianza porque pueden abrir
cauces a la política para introducirse en la justicia penal. No podemos negar toda posibilidad
de que existan delitos ‘con apellido’, porque la sociedad se ha vuelto mucho más compleja
y hay muchas situaciones distintas y muchos bienes a proteger, pero, si queremos evitar la
instrumentalización del Derecho, toda precaución es poca.
6El sentido de esa reforma es considerar las sentencias del Tribunal Constitucional como
títulos ejecutivos, así como dotarlo incluso de competencia para imponer elevadas multas y
otras sanciones, sin excluir la posibilidad de la ejecución sustitutoria de lo sentenciado. Nótese
que en esos puntos la reforma aproxima el Tribunal Constitucional a un tribunal jurisdiccional
ordinario, lo que va contra la neta separación que hace la Constitución entre poder judicial
y Tribunal Constitucional, colocándolos incluso en lugares muy alejados (título VI, arts. 117
a 127, en un caso, y título IX, arts. 159 a 165, en el otro). Concretamente, el 117.3 reserva a
los tribunales ordinarios la tarea de juzgar y hacer ejecutar lo juzgado. Nada de ello parece
haber preocupado mucho al nihilismo jurídico, y el propio Tribunal Constitucional tampoco
se ha resistido.
7Ese ‘legocentrismo’ actual no está emparentado con la famosa ‘revolución jurídica’ me-
dieval, que colocaba al Derecho (no a la ley, loi o Gesetz moderna, entonces poco desarrollada
o incluso inexistente) en el centro de la sociedad, todo ello en el contexto de un universo
tendencialmente regido por el Derecho y caracterizado por el sentido y la armonía generales.
8En España hay sanciones por exceso de velocidad que las impone automáticamente
una máquina instalada en las carreteras, que toma una fotografía que después será enviada
al conductor. Otro aspecto interesante es que algunas de esas máquinas toman decenas de
fotografías por segundo, incluso de lo que hace el conductor dentro del automóvil, con lo
cual, aparte de no respetar el derecho a la intimidad, la persona es tratada de una forma no
muy distinta a un objeto en observación.
9La reforma del Código Penal de 2015 ha suprimido las faltas, convirtiendo unas en delitos
EL CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
EN UNA SOCIEDAD LIBRE
I. LA DEMOCRACIA CONSTITUCIONAL
400
350
300
250
200
150
100
50
0
2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017
Cabe señalar que el año 2016, de los 357 ingresos, 299 fueron re-
querimientos de inaplicabilidad por inconstitucionalidad, tal como se
muestra en el gráfico, lo que equivale al 83,7% de las causas del Tribunal
Constitucional.
CPR CPT
CCO INA
CAA
INTRODUCCIÓN
1Orrego Acuña, J.A. (2007) Temas de Derecho de Familia. Sociedad Editora Metropolitana
México, 274.
7Orrego Acuña, J.A. (2007), Temas de Derecho de Familia. Sociedad Editora Metropolitana
Fundamental de 1980. Tomo II. Ediciones Universidad Católica de Chile. Santiago de Chile, 55.
1Decimos “normalmente” porque en el caso de una certificación ella produce sus efec-
tos, como acto administrativo que es una vez notificado, esto es entregado materialmente el
certificado correspondiente al requirente o peticionario interesado; antes de su entrega pudiera
ser destruido sin que produzca efecto jurídico alguno desde que solo lo tendrá o adquirirá
una vez que haya salido del organismo cuyo órgano competente lo ha emitido, al entregarse
a su destinatario, momento en el cual la referida certificación –y todos sus efectos jurídicos
como acto administrativo– ingresarán a su patrimonio como un “bien incorporal” sobre el que
poseerá un derecho de propiedad (art. 19 Nº 24 incisos 1° y 3° a 5°).
dispone que los decretos y resoluciones (que son los que regula esta ley, de modo supletorio)
poseen “ejecutoriedad”, como si fuera de suyo y de modo intrínseco que los actos adminis-
trativos poseyeran esta cualidad de ser ejecutorios por el hecho de dictarse/emitirse, siguiendo
el criterio revolucionario francés de 1789 (con total desprecio de los derechos y libertades
de las personas que decían asegurar en los textos pero no en la realidad) y copiando la ley
española de 1956, ya reformada a la época de 2003.
3Vid. nuestra crítica a este pseudo principio de la presunción de legalidad, que no es tal,
Latinoamérica”. Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario (Universidad del Rosario).
Bogotá. 1978, en separata pp. 1-33; en un excelente estudio el profesor N. Enteiche ha recor-
dado este trabajo mío de 1978, en que yo afirmaba que este tema de la ejecución de los actos
administrativos merecía “reestudiarse en una perspectiva no meramente formalista” y preveía
que en un futuro “seguramente, las soluciones a que se llegará con tal tratamiento no distarán
mucho de sostener como principio no la autotutela ejecutiva de la Administración sino la
plena heterotutela judicial” (p. 31); el estudio referido es La excepcional autotutela ejecutiva
de los actos administrativos en Chile, en Revista de Derecho (Universidad Católica del Norte)
2014, Nº 2, 137-182.Vid. también mi Derecho público y derechos adquiridos. Requiem a
una inepcia doctrinaria, en Revista de Derecho y Jurisprudencia, t. 81/1984, Primera Parte,
Sección Derecho, 13-23.
6Hemos venido enseñando desde hace décadas que los efectos de un acto administrativo
7Debe señalarse que aun hoy el Fisco (no así los organismos personificados de la
IVa. Región y Fondo Nacional de Salud, caso de los “dializados” (Corte Suprema 23.12.2013,
regular materias que inciden en los derechos fundamentales (vid. art. 61 inc. 2° /64 inc. 2°
en texto actualizado).
ciones, ilegales v. gr., en materia tributaria, asentándose una clara jurisprudencia, vid., entre
otros, a mero título ejemplar Campos Danús (RDJ, t. 86/1989, 2.5, 17-20), Díaz Verdugo (RDJ,
t.90/1993, 2.5, 291-296), Gabrielli Cortvini (RDJ, t. 98/2001, 2.5, 238-243), Núñez Guzmán
(RDJ, t. 102/2005, 2.5,429-434 y nota a pie de página 430 con más casos, Sucesión Gjurovic
(RDJ, t. 103/2006, 2.5, 403-407 y nota a pie de página 404 y más casos semejantes), etc.
En el caso del cobro de “tributos” –obligación de dar– como, asimismo, en el cobro
de multas administrativas, igualmente procede la “heterotutela judicial” (art. 73/76 de la
Constitución), si bien con un procedimiento “draconiano”, en que “juez” (¡sic!, que no es
tal, desde que es juez y parte al mismo tiempo) de primera instancia es el Tesorero Regional
(o Provincial, en su caso) y en caso de oposición del afectado conocerá un Juez de Letras de
Mayor Cuantía, proceso en el cual no se admiten más excepciones que las de pago, prescrip-
ción, y no empecerle el título (Código Tributario, Libro III, título V, por remisión del estatuto
Orgánico de los Servicios de Tesorería/DFL (H) 1/1994, art. 2° Nº 2, letra b) y que viene del
DL 1273/1975, ley de administración financiera del Estado, art. 35). Tal reducción de las
defensas del afectado es de evidente e indiscutible “inconstitucionalidad” desde que importa
una clara afectación del derecho fundamental de la defensa que la propia Constitución asegura
a toda persona en el territorio de la República (art. 19 Nº 3 inciso 6°) ante los tribunales de
justicia, lo que aparece de modo expreso en la segunda oración de dicho inciso al señalar
que “Corresponderá al legislador establecer siempre las garantías de un procedimiento y una
investigación racionales y justos”. No obstante que ello es de sentido común sólo recién se ha
establecido de modo claro (aunque con una muy estrecha votación, de cinco a cuatro) por el
Tribunal Constitucional, el 22.11.2016 (rol 3500-2016) dicha inconstitucionalidad (si bien este
pronunciamiento ha recaido en materia laboral/arts. 470 inc. 1° y 473 inc. final, del Código
del Trabajo, pero que es aplicable a todo el régimen, existiendo las mismas circunstancias),
en Gaceta Jurídica 437/noviembre 2016, 291-294.
Aunque debamos extender esta nota, ha de hacerse presente que algunas leyes otorgan
“mérito ejecutivo” a determinados actos administrativos (de distinta terminología) que emiten
algunos órganos de la Administración. Por vía ejemplar, mencionamos los llamados “cargos”
que hace el Servicio de Aduanas por percepción de reintegros de IVA exportador (Ley 18.480)
en que su cobro se sujeta a las normas del Código Tributario y su reclamación por la Ordenanza
de Aduanas. El DL 1094 (19.7.1975) en su art. 80 dispone que “La resolución [que sanciona
a quien infringe sus preceptos] tendrá mérito ejecutivo para el cobro de la multa impuesta”
(inciso 1°) y su art. 79 establece el solve et repete para recurrir de la multa que se imponga
(requisito que, como se sabe, es de flagrante inconstitucionalidad). Por su parte, el Código
del Trabajo prescribe que las multas, que imponen los órganos de la Dirección del Trabajo
adquieren mérito ejecutivo pasados 15 días corridos desde su notificación (art.). La ley orgánica
constitucionalidad de Municipalidades (18.695) otorga mérito ejecutivo al certificado de deuda
que emite el Secretario Municipal para los efectos del cobro judicial de patentes, derechos
o tasas (art. 47). La Ley 18.575, de bases de la organización de la Administración del Estado
(art. 67 inc.2°) dispone que la resolución que impone sanción del multa para el caso de no
presentación oportuna de la declaración de intereses de parte de los funcionarios públicos
tiene mérito ejecutivo. La Ley 20.724 (14.2.2014) que modifica el Código Sanitario (art. 174
inc. 2°) señala que las resoluciones de multa en los sumarios sanitarios tendrán mérito ejecutivo
y se harán efectivas conforme a los artículos 434 y siguientes del Código de Procedimiento
Civil. La ley de concesiones de obras públicas (DFL/MOP N°164, de 1991, art. 9° letra b)
establece que las transcripciones del decreto supremo de adjudicación, suscritas ante notario,
y protocolizada una de ellas ante él, tendrán mérito ejecutivo sin necesidad de reconocimiento
previo. La Ley 18.902 (27.1.1990) art. 14 otorga mérito ejecutivo a copia de la resolución de la
Superintendencia de Servicios Sanitarios que aplican sanción a concesionarios de esos servicios
por infringir la ley correspondiente (DFL/MOP Nº 382, de 1988); esta misma ley dispone que
las boletas que emitan las empresas sanitarias por los servicios que otorgan tendrán mérito
ejecutivo. Del mismo modo, la ley del Banco Central (18.8.40, de 10.10.1989), art. 62, inc. 2°,
ha dispuesto que los “acuerdos” que adopte su Consejo que apliquen multas tendrán mérito
ejecutivo. La Ley 18.755 (7.1.1989), orgánica del Servicio Agrícola y Ganadero (art. 22) consagra
que las resoluciones ejecutoriadas que apliquen multas tendrán mérito ejecutivo; esta misma
ley (art. 5° inc. 1°) dispone que los costos de la aplicación de medidas fito y zoosanitarias que
no pudieren o no quisieren ejecutar los afectados, serán fijados por resolución fundada por el
propio Servicio, la que tendrá mérito ejecutivo. Asimismo, la ley de Casinos de Juego, 19.995
(7.1.2005) en su art. 55, inciso final, prescribe que la multa que ellos impongan tendrá mérito
ejecutivo. Por su parte el DFL/S Nº 1, de 24.4.2006, texto refundido de leyes de salud, en su
art. 113, inc. 6°, señala que las resoluciones de la Superintendencia de Salud que impongan
multas tendrán mérito ejecutivo. En fin, la ley de concesiones de energía geotérmica, 19.657
(7.1.2000) establece en su art. 43, inc. 1° que las multas a beneficio fiscal que se apliquen
por resolución del Ministerio de Minería por infracciones a esta ley tendrán mérito ejecutivo.
9bisDebe señalarse que frente a los actos de fiscalización de los órganos de la Administración
del Estado, ellos por principio carecen igualmente de la posibilidad de ejercer una “autotutela
ejecutiva” invocando esas potestades de inspección, de allí que deben requerir el auxilio de
la “fuerza pública” para poder realizarlas frente a la negativa de los afectados, como lo ha
precisado muy certeramente el Tribunal Constitucional en su rol 1894, de 12.7.2011, haciendo
aplicable a los órganos de la Administración el planteamiento ya referido a los fiscales del
Ministerio Público.
Sin embargo, subsisten disposiciones legales que prevén esa posibilidad de requerir di-
rectamente la fuerza pública como órganos del Servicio Nacional de Pesca (Ley 20.434, art. 1°
Nº 30, letra a), o inspectores del Servicio de Impuestos Internos (Código Tributario, art. 60
inciso 7°) o de la ex Superintendencia de Valores y Seguros (DL 3.538/1980, arts. 4° y 26) hoy
Comisión para el mercado financiero (Ley 21.000/23.2.2017, art. 35). Sobre las “potestades de
inspección” puede verse con provecho el estudio de B. Leal Vásquez, La potestad de inspección
de la Administración del Estado. Cuadernos del Tribunal Constitucional Nº 56/2015. Tribunal
Constitucional de Chile. Santiago de Chile. 2015 (Premio Tribunal Constitucional 2014).
10Dicho pago, al igual que la “multa” se hará exigible por la vía judicial que debe seguir la
autoridad respecto del infractor, desde que se trata de una “obligación de dar”, como hemos visto.
10bisSobre un caso judicial de interés puede verse Productos Fernández S.A. c/Fisco
sobre una nulidad de derecho público de un acto expropiatorio sin indemnización al afectado,
en nuestro “La nulidad de derecho público en la reciente jurisprudencia suprema” (Tercera
Parte), en Ius Publicum 32/2014, 73-96, espec. 77-79.
de 1822, donde aquel postula un régimen cuasimonárquico para la nueva República, pero
atemperado en su poder por estos gobernantes comedidos y prudentes llamados a ejercerlo.
Citada, entre muchos, por Simon Collier, Chile: la construcción de una República 1830-1865.
Políticas e Ideas (2005), 58. También por Luis Corvalán Márquez, Para una historia de las ideas
en nuestra América (2016), Ceibo Ediciones (Santiago), 148.
4Hans Kelsen, Esencia y valor de la Democracia. Forma del Estado y Filosofía (1920) 1ª.
“rule of law” o imperio de la ley en Europa en general, George Sabine, Historia de la teoría
política (1937). Fondo de Cultura Económica (México), 3ª. ed. (1994), 95-98 y segunda parte
capítulo XII (“El pueblo y su ley”), 170-187.
“…es preciso reconocer una realidad importante: los pueblos son menos ce-
losos de la conservación de su libertad política, que de sus derechos civiles.
Los fueros que los habilitan para tomar parte en los negocios públicos, les
son infinitamente menos importantes, que los que les aseguran su persona y
sus propiedades. Ni puede ser de otra manera: los primeros son condiciones
secundarias, de que nos curamos muy poco, cuando los negocios que deciden
de nuestro bienestar, de la suerte de nuestras familias, de nuestro honor y de
nuestra vida, ocupan nuestra atención. Raro es el hombre tan desnudo de
egoísmo, que prefiera el ejercicio de cualquiera de los derechos políticos que
le concede el código fundamental del Estado al cuidado y a la conservación
de sus intereses y de su existencia, y que se sienta más herido cuando arbi-
trariamente se le priva, por ejemplo, del derecho del sufragio, que cuando se
le despoja violentamente de sus bienes”10.
–II–
11Para las muchas definiciones de democracia, Sergio Diez Arriagada, Qué es la Democracia
(1988), Editorial Andrés Bello-Editorial Jurídica de Chile (Santiago) 1-9. Sobre la democracia
como “forma” o bien como “fundamento” del gobierno: Danilo Castellano, Constitución y
constitucionalismo (2013), Marcial Pons (Madrid) 91-104.
12Eduardo Soto Kloss, Estado de Derecho y procedimiento administrativo, Revista de
“En Chile –subraya otro autor– durante el siglo XVIII y a principios del siglo
XIX, el gobierno real fue bien servido; sus presidentes respiraron aquí una
atmósfera amable y tranquila; y tanto por su respetabilidad personal como por
sus actividades de beneficio público, mantuvieron generalmente satisfechos
a los hombres que se relacionaban de manera inmediata con el ejercicio del
poder”16.
(Santiago) tomo VIII, 129-139. Respecto a la polémica sobre el verdadero autor del Catecismo,
v. Ideario y ruta de la emancipación chilena que se cita en nota 15 más abajo, de Jaime
Eyzaguirre, 104-139.
14El origen del aforismo citado se halla en la temprana Edad Media (hacia 634) en las
Etimologías (Libro IX capítulo III, 4) y luego en las Sentencias (Libro III cap. 51), ambas de San
Isidoro de Sevilla, para pasar después al Líber iudiciorum (654) y, en definitiva, a su traducción
(de 1241) conocida como Fuero Juzgo (ley segunda del título primero). Más tarde Lucas de
Penna (siglo XIV) repitió: cum voluntas principis ab aequitate, justitia aut ratione, non est lex
(cuando la voluntad del rey se aparta de la equidad, de la justicia o de la razón, no es ley).
Citado por Alejandro Nieto, Crítica de la Razón Jurídica (2007), Editorial Trotta (Madrid), 43.
15Jaime Eyzaguirre, Ideario y ruta de la emancipación chilena (1957). Editorial Universitaria
(Santiago) 48-49.
17Gonzalo Ibáñez Santa María, La Ciudad Cristiana (2013). Editorial Atenas (Santiago)
315 y ss.
18Alberto Edwards Vives, La Fronda Aristocrática (1928). Editorial Universitaria 12ª. ed.
(1991) 61-65. Bernardino Bravo, Historia de las instituciones políticas de Chile e Hispanoamérica
(1986). Editorial Jurídica de Chile-Editorial Andrés Bello (Santiago) 139-145. Gonzalo Vial, Chile.
Cinco siglos de historia (2009), 2ª. ed. (2010), tomo 1, 623-625. Simon Collier, Ideas y política
de la independencia chilena 1808-1833 (2012). Fondo de Cultura Económica (Chile) 47-60.
Editorial Andrés Bello (Santiago) 28-29. Alfredo Jocelyn-Holt, El Peso de la noche (1997),
1ª. edición en Debolsillo (2014) 194: “contamos con una notable élite dirigente, en muchos
sentidos excepcional. Sin duda, a mi juicio, el elemento crucial a la hora de explicar por qué
ha habido orden en Chile”.
21Enrique Evans de la Cuadra, Chile, hacia una Constitución contemporánea. Tres reformas
constitucionales (1973). Editorial Jurídica de Chile (Santiago) 104-107. Eduardo Novoa Monreal,
Los resquicios legales (1992). Ediciones Bat (Santiago) 31-39. Adolfo Ibáñez Santa María,
Historia de Chile (1860-1973). Centro de Estudios Bicentenario (Santiago). Tomo II, 153-165.
23A su turno, el recurso de inaplicabilidad por inconstitucionalidad contra las leyes, cuyo
conocimiento se entregó a la Corte Suprema (art. 86) careció de mayor efectividad real. Con
normas con escaza proyección en el quehacer propiamente jurídico-forense y por la falta en
la Constitución de principios sustantivos y de derechos eficaces por sí mismos, independiente-
mente de su regulación por ley, que operaran como criterios de validez de las normas legales.
24En Revista de Derecho y Jurisprudencia, tomo 70 (1973), páginas XII y XIII.
25Alejandro San Francisco (Dirección General), Historia de Chile 1960-2010 (2016) CEUSS
(Santiago), tomo 2, 74, con cita a Eduardo Soto Kloss El decreto de insistencia, ¿es conforme al
ordenamiento constitucional?, Revista de Derecho Público (Universidad de Chile), 15 (1974).
26Acusación contra el Presidente de la República don Carlos Ibáñez del Campo, 1956,
28Prohibición que continuó en la Constitución de 1791 (Título III, Capítulo V, art. 3) hasta
recibir carácter definitivo en la Carta napoleónica del año VIII: Eduardo García de Enterría,
Revolución francesa y Administración contemporánea, Civitas (Madrid) 4ª. ed. (1994) 50.
29Jaime Esponda, Pablo Ramírez (2013). RIL Editores (Santiago) 376 pp.: un retrato sobre
el gran gestor del “gobierno de los ingenieros” en Chile, como ideal de “eficacia técnica y
sin politiquería” que despunta en la década de 1930. Sobre la tendencia a delegar en gran
escala potestades legislativas en Inglaterra, también desde 1930, supuesta la incapacidad del
Parlamento (cual “tertulia ineficaz”) para legislar sobre materias “técnicas”, sigue vigente la
crítica de Friedrich A. Hayek, Camino de Servidumbre (1944). Alianza Editorial (Madrid) 3ª.
ed. (2011) capítulo 5 “Planificación y democracia” (pp. 111-131).
30Para excluir la interferencia de la Corte Suprema en el proceso de reforma agraria
implementado en Chile entre 1965-1973, así como para evitar que fuera demorado con
excesivos litigios, la Ley 16.640 de 1967 (arts. 136-154) creó los Tribunales Agrarios con
competencias limitadas para asegurar su más rápida implementación: Julio Faúndez, obra
citada 235. Gonzalo Vial, Chile cinco siglos de Historia, Empresa Editorial Zig-Zag (Santiago)
2ª. ed. (2010), tomo 2, 1273.
31Tras una sucesión de hechos reñidos con la probidad, no se dictó una ley que restringiera
las competencias absolutamente discrecionales y sin control, cuyo ejercicio abusivo había
dado lugar a esos hechos, sino que se adoptó la Ley 19.882, referente a los concursos para
nombrar a los altos directivos de la Administración Pública.
efectiva la autonomía constitucional del Servicio Electoral (art. 94 bis de la Carta), colocando
un fuerte acento en cómo se eligen sus autoridades y confiriéndoles potentísimas prerrogativas
de fiscalización y sanción. Pero sin la previsión de ningún mecanismo de defensa judicial, que
diera cuenta de haberse tenido en consideración el derecho de los eventuales afectados para
acceder ante el juez natural. Véase disidencia en STC roles N°s. 2981 (fs. 316-317) y 3106
(fs. 32), invocando jurisprudencia anterior del Tribunal Constitucional.
33El espíritu de las leyes (1748) traducción Siro García del Mazo. Madrid. 1906, Libro XI,
REFLEXIONES TOMISTAS
Se dice en España que uno está como unas pascuas o como unas castañuelas
cuando está muy feliz o alegre. Estamos alegres al recibir una buena noticia o
disfrutar de algo bueno para nosotros. Por otro lado, pascuas proviene de la Pascua,
que se asocia a la alegría por la Resurrección de Cristo, que implica el paso o
pascua de la muerte a la vida, del pecado a la salvación, que es el mayor bien que
podemos recibir, dada nuestra condición de seres mortales y débiles. La primera
Pascua fue el paso o pascua desde la esclavitud a la libertad que vivió el pueblo
de Israel, tras su paso por Egipto. Era prefiguración de la pascua definitiva, la que
vivió el Hijo de Dios a través de su paso por la muerte hacia la vida definitiva
de la Resurrección, que hemos celebrado recientemente en Semana Santa y en
este tiempo pascual. Ese paso tuvo consecuencias para todos nosotros, pues al
ser simultáneamente verdadero Hijo de Dios y verdadero hijo del hombre, soli-
dariamente nos consiguió para todos lo que Él logró: la victoria sobre el pecado
y sobre una de sus consecuencias más dolorosas: la muerte.
Esta certeza es lo que los católicos asumimos en el momento del Bautismo,
renovamos en la confirmación y rezamos en el Credo cada domingo. Pues bien,
esto Santo Tomás de Aquino lo explica apelando a la unión del cuerpo humano
de Cristo con su divinidad, como verdadera causa de su Resurrección y de nues-
tra salvación: “por ser la muerte una privación de la propia vida, el efecto de la
muerte de Cristo se considera en orden a quitar aquellas cosas que son contrarias
a nuestra salud, y que son la muerte del alma y la muerte del cuerpo. Y por esto se
dice que la muerte de Cristo destruyó en nosotros la muerte del alma, causada por
el pecado” (Suma Teológica, III, q. 50, a. 6, in c). En efecto, Su muerte destruyó la
Reflexiones tomistas 71
Si hay algo grande en sí mismo, no siempre fácil de descubrir, es la dignidad y
valor de cada persona, sea quien sea y como sea. En efecto, como dice Santo Tomás,
“en el hombre se halla algo grande, que es un don de Dios” (Suma Teológica, II-II,
q. 129, a. 3, ad 4), que procede de haber sido creado a Su imagen y semejanza y
participar, por eso, de la naturaleza espiritual (que nos hace libres, inteligentes y
con vocación de infinito). El hombre magnánimo “honra a los demás… en cuanto ve
en ellos algo de los dones de Dios”. Y les honra más cuando, a su valor y dignidad
natural de persona, junta otros dones por los que “tiende a las obras perfectas de
virtud, y del uso de cualquier otro bien, como la ciencia o los bienes de fortuna
exterior” (Ídem). De ahí que el magnánimo sea a la vez humilde, pues vive de
cara a la verdad y no olvida que en el hombre existe también, además de algo
grande, “un defecto, que procede de la debilidad de la naturaleza”. Al descubrir
en sí mismo esa debilidad (a veces en sus miembros exteriores, o en su carácter)
no se considera más que el resto, sino que se “humilla”, y, al ver tales defectos en
los demás, ni les ensalzan vanamente ni los maquilla mintiendo. Guarda prudente
silencio al respecto o, cuando hay confianza, se los confía para que puedan ser
corregidos. Más aún, “evita totalmente la adulación y la hipocresía que denotan
pequeñez de ánimo, aunque convive con todos, grandes y pequeños, cuando
conviene” (Ibíd., ad. 5).
La persona magnánima busca la obra bien hecha y lo bueno en sí mismo por
encima de lo útil, y por eso se hace digna de ser honrada, aunque no sea ese el
motivo de su obra. Por otro lado, evita caer en ciertos defectos, como un aprecio
excesivo de ciertos bienes o males exteriores que le lleve a cometer injusticias o
faltas contra otras virtudes, tampoco oculta la verdad y evita finalmente las quejas
constantes, pues son señal de que “el ánimo sucumbe a los bienes exteriores”
(Ibíd., a. 4, ad. 2).
Un alma grande aspira siempre a lo grande y elevado, por eso respeta la
grandeza de cada persona pero sin maquillar sus debilidades, evita la vanagloria
y la mentira porque hace de la verdad su criterio, no se pierde en quejas por ni-
miedades y pequeñeces que le aparten de lo grande, porque es capaz de darles
su justo valor.
Por nuestras características solemos juzgar con mayor objetividad lo que sucede a
distancia que lo que nos toca de cerca. En efecto, somos menos parciales cuando
nos sentimos afectados por los actos o decisiones que entran en juego. Un juez
que tuviese que fallar frente a intereses particulares lo tendría difícil. En temas o
decisiones políticas también pasa, según estemos más o menos afectados. Nadie
dudaría en juzgar la situación actual de Venezuela como un mal gobierno: hay
una mala orientación de la autoridad, en los dirigentes y en los mandos medios,
Reflexiones tomistas 73
otra cosa, entonces, ¿dónde quedan los límites? Si no los fija la verdad moral que
muestra el valor de la persona, sea cual sea su tamaño y su grado de desarrollo
en su período vital, y evidente al que lo analiza racionalmente, parece que solo
queda una opción: que se rijan por la arbitrariedad.
Por eso en este examen, ¿aprobaríamos?
Reflexiones tomistas 75
un modo de pensar y con una profunda espiritualidad. Para comprender a Santo
Tomás es necesario situarse en su existencia en su época, como religioso, es decir,
como hombre de fe.
Por eso pienso que para comprender a Santo Tomás es importante haber tenido
buenos profesores. Y me parece una obligación moral reconocer que entre todos
ellos destaca la figura de Eudaldo Forment Giralt, filósofo catalán que ha alcanzado
un conocimiento sobre Santo Tomás que, sin temor a equivocarme, le coloca como
uno de los filósofos tomista más importantes del siglo XXI. Y es precisamente Don
Eudaldo quien destaca, siguiendo la misma lógica que el Aquinate, los puntos más
relevantes para el estudio y la comprensión de Santo Tomás y que son: la altura
espiritual, la dignidad de los profesores, la condición de sus oyentes y el orden
de la comunicación1.
El mismo doctor Forment nos hace ver, que siempre se ha considerado la
doctrina filosófica de Santo Tomás como aristotélica, aunque transformada con
muchos elementos platónicos y agustinianos. Sin embargo, hace una precisión,
a mi parecer muy importante, que consiste en que la Filosofía de Santo Tomás
trasciende a todo aristotelismo en su fundamentación, en su contenido y en su
finalidad. Forment la concibe como una doctrina perennemente original y actual 2.
Nos dice que Santo Tomás considera seriamente a Aristóteles, pero acude a San
Agustín para justificar la integración de ideas aristotélicas a la síntesis teológico-
filosófica cristiana.
Pero, además, entre las personas que rechazan a Santo Tomás hay otros que
superan a los anteriores y son quienes injustamente y con una osada ignorancia,
mencionan que los árabes tuvieron muchos de los méritos que se atribuyen a Santo
Tomás. Nada más lejano de la realidad. Porque Don Eudaldo nos enseña que pre-
cisamente con los musulmanes, el aristotelismo quedaba como un sistema cerrado,
que impedía toda relación con el cristianismo. Nos dice que el aristotelismo ave-
rroísta era simplemente incompatible con la noción de creación, con la afirmación
de la libertad, con la noción de la providencia de Dios y con la inmortalidad del
hombre como persona3. Forment nos hace ver que los pensadores musulmanes
desarrollaron un pensamiento cosmocéntrico opuesto no solo al cristianismo sino
al mismo islam y al judaísmo. Averroes era simplemente opuesto al pensamiento
escolástico4. Porque el pensamiento escolástico no era un intento por explicar la
fe sino comprender mejor la fe, de modo que la Filosofía estaba completamente
subordinada a la fe. Por el contrario los filósofos judíos y musulmanes pretendían
absorber desde su monismo y racionalismo, la religión5.
Forment nos hace ver que con el llamado averroísmo latino se inició la
separación de la Filosofía y la Teología, que terminaron por enfrentarse en la
modernidad perdiéndose la unidad de la sabiduría cristiana. Al averroísmo latino
siguió el panteísmo, los humanismos ateos y antropocéntricos hasta el punto de no
limitarse a negar a Dios, sino a presentarlo como el enemigo del hombre. Porque
para el ateísmo el verdadero dios es el hombre. Con mucha claridad Forment nos
1Cfr. Forment, Eudaldo. La Filosofía de Santo Tomás de Aquino. EDICEP. España. 2003, 39.
2Cfr. Ídem, 48.
3Cfr. Ídem, 50.
4Cfr. IbÍdem.
5Cfr. Ídem, 51.
Reflexiones tomistas 77
90 AÑOS DE RATZINGER
Reflexiones tomistas 79
CRÓNICA
REFLEXIONES ÉTICAS
“Hoy es una mañana histórica… esta ley permite que seamos un país donde las
mujeres, frente a tales situaciones, puedan tomar la mejor decisión posible”.
Palabras de una mujer que no fue abortada, estudió medicina para cuidar, sanar
y salvar vidas en riesgo y como Presidenta de la República prometió observar la
Constitución y las leyes que garantizan, prioritaria e igualitariamente, el derecho
a la vida. Las pronunció horas después de una madrugada en que dos decenas de
legisladores trasnochados, con aspecto, síntomas y reflejos propios de zombies
automatizados y reavivados a punta de consomés, terminaron de aprobar por
dos o tres votos un proyecto que la Presidenta impuso como de suma urgencia.
¿Urgencia para quién? Primaria y decisivamente para ella, comprometida hasta
la obsesión con su documentado empecinamiento en “reducir la brecha entre la
fecundidad real y la fecundidad deseada”; es decir, que los nacimientos reales
coincidan ideal y finalmente con los nacimientos deseados. Nunca estuvo en su
horizonte mental despenalizar la conducta abortiva en tres restrictivas causales.
De lo que se trataba era de instalar el aborto como un derecho de la mujer,
autorizándola a decidir cuándo y cómo desprenderse de un fardo indeseado
y obstructivo de sus proyectos de autorrealización. Sus años de residencia
en EE.UU. la obnubilaron con la imagen estatuaria de la Libertad, imponente
señora que enarbola la luz pero no da a luz. Presentado el proyecto abortivo,
la entonces Presidente del Senado sinceró públicamente el objetivo final de su
entorno político e ideológico: aborto sin restricciones. Las tres causales son un
cuento de niños aderezado para adultos que simulan actuar con la inocencia
de niños y así justificar su impedirles nacer.
¿Por qué sería histórica esta decisión, consumada –contra toda prudencia
y templanza– en estado de extenuación sicológica y fatiga racional? Primero
porque es real y no fabulada: nuestros legisladores se disfrazaron de plebe del
Circo Romano y le mostraron pulgar abajo a todos los futuros niños de Chile.
Sus vidas dependerán de madres elevadas a la omnipotencia del César imperial.
Y segundo, porque se homologarán al histórico faraón egipcio Ramsés II: 13
siglos antes de Cristo ordenó matar y arrojar al Nilo a todo niño hebreo varón.
Eran un peligro para la seguridad nacional. Trece siglos antes de Cristo: ¿no
son de entonces las momias? Igualmente histórica es la decisión del reyezuelo
Herodes, quien aterrado por la conjetura de que el pequeño Jesús pudiera des-
tronarlo ordenó asesinar a todo niño menor de dos años residente en Belén. ¿Y
no es histórica la decisión de Pilato de crucificar a Cristo a cambio del terrorista
Barrabás, porque la gente lo pedía a gritos?
P. Raúl Hasbún*
El famoso libro de Toni Morrison, The Bluest Eye (El ojo más azul), traza un pa-
ralelismo con esta idea. La protagonista, Pecola, es una joven de piel oscura que
quiere desesperadamente tener los ojos azules. Al final de la historia los tiene
–o al menos ella cree tenerlos–. Como lectores, no aplaudimos esto. De hecho,
pensamos que Pecola ha perdido la cabeza. Sabemos que lo que ella desea no
son ojos azules, sino algo más profundo: amor, aceptación, respeto, honor… los
deseos humanos intangibles que todos anhelamos, y que no son concedidos por
*24.7.2017.
¿Pero qué habría pasado si, en vez de haber querido ser blanca, hubiera querido
ser un hombre? ¿Qué habría ocurrido si, en lugar de haberles dicho a mis padres
que yo era realmente una persona blanca, les hubiera dicho que quería desespera-
damente cambiar mi cuerpo para que encajara con mi mente? Si usted piensa que,
en este caso, mis padres deberían aplaudir mi valor, aceptar mi nueva identidad
de género y llevarme al cirujano más próximo, por favor, pregúntese: ¿por qué?
No hay duda de que raza y sexo son asuntos muy diferentes. La raza es un
constructo social inventado durante la época de la esclavitud. Antes de que los
europeos esclavizaran a los africanos, las “personas negras” en África no forma-
ban una unidad, como tampoco las “personas blancas” en Europa. Debido a la
esclavitud, las etiquetas de negro y blanco se convirtieron en modos de conve-
niencia para continuar la opresión, pero son formas relativamente recientes de
identificarse a uno mismo.
El sexo, sin embargo, no es una invención humana. Sí, los roles de género son
creados culturalmente. No obstante, eso no borra el hecho de que cada ser humano
(con excepción de los individuos hermafroditas, que son un mínimo porcentaje)
nace con un grupo definido de atributos físicos y biológicos que lo constituyen
como mujer o varón. Esa es una verdad que no puede borrarse con el tiempo.
Cuando queremos ser algo diferente a nuestro auténtico yo, podemos hablar de
odio a sí mismo. Una persona negra que quiere ser blanca se odia a sí misma, y
así también el hombre que quiere ser mujer y la mujer que quiere ser hombre.
Vivimos en un clima que lleva a centrarse en uno mismo, pero ¿por qué no ani-
mamos a las personas a amar su propio cuerpo? Si les decimos a las mujeres que
estén contentas con sus curvas, su edad y su piel, ¿por qué no les decimos a ellas
(y a los hombres) que amen su sexo?
Solemos lamentarnos por los horrores de la mutilación genital femenina, pero
luego permitimos su práctica en nuestro patio trasero. Ignoramos los lamentos de
los pacientes que se despiertan de la cirugía llenos de remordimiento. Ignoramos
Reflexiones éticas 83
su sufrimiento y los engañamos con la promesa de arreglos rápidos y felicidad
instantánea. En The Federalist, Stella Morabito cita a un hombre que, al volver en
sí tras la cirugía, se dijo: “¿Qué he hecho? ¿Qué demonios he hecho?”.
De un modo algo extraño, en su entrevista en Vanity Fair, Bruce Jenner se hizo
eco de este hombre, al recordar sus pensamientos tras diez horas de intervención
para feminizar su rostro. “¿Qué he hecho? ¿Qué me he hecho?”. Otro paciente,
tras su operación, confesó en un foro online: “Estoy desolado por cómo he muti-
lado mi cuerpo”. En Public Discourse, Walt Heyer ha escrito sobre el pesar que
experimentó tras su cirugía de cambio de sexo.
Estamos jugando un juego peligroso. El hombre o el chico cuyo pene ha sido
suprimido quirúrgicamente no puede dar marcha atrás y retomar su naturaleza dada
por Dios. ¿Por qué no dedicamos el dinero que gastamos en cirugías y fármacos,
a terapias y al aprendizaje sobre cómo amarnos a nosotros mismos? Deberíamos
enseñar el mensaje de la autoaceptación en vez de gastar en estas cirugías, o creer
que hemos nacido en el cuerpo equivocado.
LA ESCLAVITUD DE LA LIBERTAD
Nuriddeen Knight*
*Máster en Psicología, que ha publicado en Public Discourse este artículo que se repro-
duce en español en Portaluz, 26 de junio de 2015.
El científico Arvid Carlsson, Premio Nobel de Medicina en el año 2000 por sus
estudios sobre los neurotransmisores, afirmó que los genes con los que toda per-
sona nace han sido recibidos de Dios y que la religiosidad es la forma natural de
vivir del ser humano.
“Hemos nacido con genes que nos ha proporcionado Dios. Esta es la forma
natural de vivir: en una relación con Dios en la que se reza a Dios y se cree en
Dios”, dijo el laureado científico en declaraciones a ACI Stampa, agencia en
italiano del Grupo ACI.
A pesar de reconocerse como “una persona que no tiene religión”, Carlsson
dijo tener “la mente abierta”.
“Entiendo por qué hay tantas personas que tienen una religión. En realidad,
forma parte de nuestros genes, por lo que tal vez seamos las personas como yo las
que seamos un poco extrañas, desde ese punto de vista”, afirmó. En ese sentido,
“no sabría cómo definirme”.
Respecto del carácter religioso del ser humano, dijo que “entiendo cómo
sucede esto. Yo no soy una persona normal porque no tengo ese sentimiento re-
ligioso que, no obstante, considero normal. Es un problema mío. Se puede decir
que es una forma mía de discapacidad”.
Carlsson dijo también que en el tema de las religiones, “algunas presentan
problemas, en particular el islam, como por ejemplo el asunto de las mujeres que
no pueden estudiar”.
“Cuando llegan a Suecia tienen siempre este problema y se ve cada día en
los periódicos. Es terrible que muchas mujeres ricas en talento crezcan sin ins-
trucción”, lamentó.
“Debo decir que de entre las tres religiones monoteístas y su relación con la
ciencia, sin duda el cristianismo es la mejor”, resaltó.
Al ser preguntado sobre la capacidad de la mente humana para comprender el
universo, el experto comentó que “es un asunto muy interesante. Cuando comenzó
la vida, ¿Cuánta sabiduría había ya al inicio? No lo sabemos”.
“Es posible que cuando la primera célula comenzó a existir ya hubiera ahí
una profunda ‘sabiduría’, tal vez ya en aquellas pequeñas ‘criaturas cósmicas’.
Cuando apareció un individuo compuesto de más células, aquella ‘sabiduría’ aún
estaría presente en los genes, pero las diferentes partes de ‘sabiduría’ se dividieron
en células especializadas. En cualquier caso, hay una ‘sabiduría’ que ya estaba
presente desde el inicio”.
Preguntado sobre lo que supuso el Premio Nobel para él, respondió que se
trata de un incentivo para seguir trabajando: “tiene que servir para continuar
estudiando con nuevas credenciales”.
Los estudios del doctor Carlsson, uno de los neurocirujanos más importantes
del mundo actual, nacido en Suecia en 1923, han aportado descubrimientos
fundamentales en la búsqueda de tratamientos que ayuden a combatir las enfer-
medades neurodegenerativas, como el Parkinson o el Alzheimer*.
Reflexiones éticas 85
IV. IDEOLOGÍA DE GÉNERO: LA ABOLICIÓN DEL HOMBRE
Tomás Salas*
Reflexiones éticas 87
V. TESIS PARA REFLEXIONAR EN VACACIONES (I)
1. Las raíces de todos los problemas de nuestro tiempo son la pérdida de la noción
del bien y del interés por buscar la verdad.
11. Sin vínculos nacemos cada día, y así nos vemos forzados a un esfuerzo imposible
de reconstrucción cotidiana de los horizontes de sentido, o bien, lo que en la práctica
es más fácil, prescindimos de todo sentido. Esta última dinámica favorece la alienación.
12. Las generaciones actuales de jóvenes y adolescentes manifiestan mejor que nadie
esta actitud, porque ellas son las primeras herederas de la sociedad desvinculada
en su plenitud. Sus padres aún guardan, bien que mal, la huella, poca o mucha, de
otra cultura fruto de la civilización occidental basada en el vínculo.
13. Los vínculos han cambiado a lo largo del tiempo las sociedades, reordenando su
jerarquía, pero siempre bajo el común denominador de su existencia en el ámbito
de la razón objetiva. El humano se hace por el vínculo y en el vínculo. Desde
Aristóteles lo sabemos razonadamente.
14. No conocemos otro modelo porque no hay ningún otro modelo viable. No
puede existir una persona realizada y una sociedad cohesionada si los vínculos
solo son sostenidos por la razón subjetiva del deseo. Lo bueno es lo que deseo del
compromiso ético con la polis, al empeño y comunión cristiana, la fraternidad de
la Revolución Francesa, el imperativo categórico kantiano: la concepción tradicio-
nalista, conservadora, marxista, el personalismo comunitario, el comunitarismo. El
tronco fundamental de nuestra filosofía moral y política está basado en el vínculo,
porque él es expresión de la naturaleza humana.
16. La neutralidad moral del estado es una gran falsedad hoy más evidente que
nunca con la imposición de determinadas cosmogonías ideológicas como la
perspectiva de género y LGTBI.
Reflexiones éticas 89
17. La vinculación es la consecuencia de las leyes que rigen las relaciones huma-
nas y regulan el funcionamiento de las sociedades en términos no deterministas
pero sí probabilísticos.
18. La ética sin marco de referencia de razón objetiva y sin comunidad moral de
referencia, se transforma en un hacinamiento de prescripciones particulares for-
muladas en función de cada circunstancia, y así acaba siendo un cuerpo caótico
y contradictorio de normas al servicio del poder, porque él es el que se impone
cuando no hay límites objetivos forjados en la historia y la razón.
REFLEXIONES FUERTES
Otto Dörr*
Reflexiones fuertes 93
A las mismas personas a quienes parece un gasto muy fuerte tener un hijo
más, no les parece demasiado gastar en ciertos “lujos” para su mascota.
Así, cada vez más se ofrecen servicios más completos para animales, como
calzado para la lluvia, impermeables, baños especiales, restaurantes, cementerios,
etc. En los lugares en que esta mentalidad echó más raíces, ya existen “psicólogos”
para combatir el “estrés” del animalito, “institutos” para adelgazarlos, mamás para
que no se queden solos, etc.
Al mismo tiempo, se está consolidando una mentalidad que considera a los
niños más como una carga que como una bendición de Dios, lo que, en su ex-
presión extrema, hace que se prefiera la mascota al hijo.
Es más que una metáfora, pues de verdad señala cómo los animales se han
convertido en un “miembro más de la familia”.
Un rasgo distintivo de Europa, donde el perro es un “sustituto” de los hijos. A
tal punto llega esta triste tendencia que, en algunos casos de divorcio, la custodia de
los hijos se resuelve con menos discusiones y menos pasión que la de la mascota…
Un desequilibrado sentimentalismo de fondo igualitario, concede a los animales
cariños e intimidades que el orden de la Providencia reservó para las relaciones
entre seres humanos.
Aquí hay, en realidad, un grave desequilibrio. Nadie niega que la compañía
de ciertos animales bonitos y de aspecto agradable ayuda al desarrollo espiritual
del hombre, especialmente en una época en que estamos rodeados de tantas cosas
feas y artificiales. Pero de ahí a dar a estas mascotas lo que debemos a nuestros
hijos hay un abismo.
Como bien señalaba el Prof. Plinio Corrêa de Oliveira “los animales que Dios
hizo para la convivencia con el hombre son precisamente aquellos en que la
rudeza natural está velada por apariencias bellas o hasta espléndidas. Pájaros de
plumas brillantes o canto armonioso, gatos de actitudes elegantes y pelo sedoso,
perros de noble porte o aspecto imponente, peces que despliegan velos graciosos
en la placidez de sus acuarios. Son ellos factores de belleza, distracción y reposo
en nuestra existencia diaria.
“Es porque Dios respeta la nobleza del hombre que, en los animales destinados
a su convivencia, quiso velar con esas apariencias magníficas la rudeza natural
a todo ser no espiritual. Notoriamente son esas criaturas como flores del reino
animal, hechas para nuestro hogar como las flores del reino vegetal. Y según las
reglas de una buena tradición, hay formas ordenadas para que un hombre aprecie
las bellas flores y conviva con los bellos animales, sin pasar de la justa medida,
dedicando a esos seres un afecto o concediéndoles una intimidad que solo a las
criaturas humanas se debe dar.
“Los animales pueden, por lo tanto, tener su lugar en una sensibilidad cristiana
bien formada. Pero hay límites. No se debe dar a los perros el pan destinado a los
hijos (Mc. 7, 27) advierte Nuestro Señor, ni darle perlas a los cerdos (7,6). Es lo
que hace quien, llevado por un desequilibrado sentimentalismo de fondo igualita-
rio, concede a los animales cariños e intimidades que el orden de la Providencia
reservó para las relaciones entre seres humanos”.
Acción Familia*
Distintos pueden ser los factores por los que un estudiante decide unirse a una ins-
titución a recibir formación profesional; en particular, si de la Universidad Católica
se trata. Los argumentos más comunes que se mencionan desde el estudiantado
son visión de sociedad, formación de excelencia (número uno a nivel nacional
según ranking QS), cómoda infraestructura y ambiente (materiales en los campus,
cantidad de paros y convivencia cívica), alta empleabilidad, etc.
Sin embargo, resulta fundamental para efectos del mensaje que se busca
entregar en esta columna, entender cuál es la esencia de aquella comunidad que
tiene como protagonistas a maestros y discípulos. Pareciera ser que en la doctrina
existe un consenso en que la finalidad común de todas las universidades es la
búsqueda de la verdad. En palabras del gran escritor Jorge Millas, cuando trata
sobre la tarea que se debe realizar en estas instituciones, él reflexiona que el saber
superior es la única medida de la esencia y existencia universitaria.
Luego, si acotamos al modo por el que estas instituciones llegan a esa verdad,
varían en cada caso particular, existiendo una importante diversidad de proyectos
educativos que difieren unos de los otros, a tal punto, que aquella verdad o aquella
visión que se posee respecto de los medios para llegar a ella, se contraponen entre
sí. Sin embargo, el debate sobre la existencia y realidad de esa verdad no es algo
que se pretenda suscitar acá.
Cuando analizamos cuál es la misión universitaria de la Pontificia Universidad
Católica de Chile, con solo conocer su nombre, orgánica e historia, no resulta
complejo saber que está ligada a su carácter confesional y a la misión evangeli-
zadora de la Iglesia. Pero si se desea profundizar sobre esto, en su declaración
de principios explicita de forma clara su vinculación con lo que ahí se men-
ciona como el pueblo de Dios o si se quiere entender de otra forma, con el
carácter propio de la cultura en que se encuentra inmersa nuestro país, que
es la cristiana-occidental. Sin el ánimo de generar juicios de valor al respecto
(al no ser parte de la pretensión de esta columna), y por evidente que parezca,
dejémoslo enunciado.
Lo anterior es muy relevante –si no esencial– para discutir en cuanto a la
conveniencia o inconveniencia de conductas, actividades e iniciativas que han
venido trayendo a nuestra universidad, integrantes de organizaciones como Iguales
o la SEGEX.
Soy un férreo creyente de la libertad, en la que cada ser humano, dentro de
su campo de autonomía, se puede desarrollar de la forma que estime conveniente,
siempre y cuando respete a su entorno y a las personas que integran los espacios
en que se desenvuelve. Entonces, ¿cuál es el propósito de un grupo que entra a
una universidad confesional, con unos principios conceptuales especificados
en la doctrina de la Iglesia Católica, en la historia de nuestra institución y en su
declaración de sus principios, al promover por medio de manifestaciones, ideas
o conductas que la contravengan? ¿Qué intencionalidad hay detrás de una ma-
nifestación en la que se trae a un candidato a diputado a burlarse de un profesor
asesinado por defender las mismas ideas de la institución a la que pertenecía?
¿Acaso no sabían al momento de matricularse que se encontraban frente a una
universidad confesional? ¿Lo hicieron para modificar o destruir desde su interior ese
Reflexiones fuertes 95
sello valórico que ha sido elegido por generaciones de estudiantes y profesionales
que han realizado un indudable aporte a forjar el carácter de nuestro país? ¿Lo
desconocían? De ser así, ¿es correcto que lo intenten suprimir? ¿Por qué elegir el
patio de una facultad con una enseñanza objetiva sobre la moral –la compartamos
o no–, para realizar actividades que desafían esa visión?
Son infinitas las dudas que nacen a partir de este extraño fenómeno en que
estudiantes se unen a una casa de estudios para desafiar sus principios (teniendo
otras opciones). El deseo no es hacer un juicio de valor respecto a sus formas de
actuar objetivamente totalitarias, pero sí manifestar que existe preocupación sobre
la polarización, violencia y pérdida de diálogo al interior de la universidad. Si esto
no se detiene, la Universidad Católica podría ser destruida arbitrariamente, y por
dentro, por quienes no comparten los principios cristianos y, como consecuencia
de ello, se le coartaría a futuras generaciones la posibilidad de elegir una formación
basada verdaderamente en esos principios.
Johnny Olate*
Reflexiones fuertes 97
excluyen. No se dan cuenta de que el objeto final de este tipo de manifestaciones
no es contribuir al discurso racional en sentido académico, es decir, no busca
el discernimiento intelectual de cuestión alguna, sino lisa y llanamente, tiene
por objeto directo y único el ocupar espacios de poder, especialmente en una
universidad con ideario. Así, traducido el gesto al ámbito puro de la potestas,
la efectiva realización de la “besatón” gana la partida por el hecho mismo de
su ejecución.
Concordantemente si yo fuera un partidario de dicho acto, haría lo imposible
por realizarlo a toda costa en la Universidad Católica, y si estuviera en contra,
me dejaría la piel por evitar que se hiciera. Esto último a pesar de que la even-
tual negativa a permitirlo contribuiría al principio a “victimizar” ante la opinión
pública a la minoría “protegida” por la manifestación, y por tanto haría aparecer
a los responsables del rechazo como opresores, logocéntricos y violentos, según
el lenguaje de sus contradictores.
Desde el punto de vista de la lógica interna del poder, por tanto, lo con-
veniente parece ser no ceder ningún espacio que lo disminuya. En el caso de
la posición conservadora, la tormenta mediática que generaría una decisión
negativa podría ser más o menos intensa, pero acabaría siendo superada, dejando
sin embargo la institución incólume en su interior. La cesión de espacios de
hegemonía y autoridad, sin embargo, suele ser irrecuperable. En este sentido,
la estructura del poder no admite excepciones: gana siempre el que mantenga
o acreciente su capacidad de dominación. Siguiendo este razonamiento, no
cabe duda de que la perseverancia de los gestores de la “besatón” ha salido
victoriosa en este round.
Raúl Madrid*
Uno de los insultos que más disfruto en redes sociales es el de “fascista”. Por algún
motivo, para cierta izquierda, el liberalismo y el fascismo son la misma cosa.
Veamos entonces si tienen razón aquellos que pretenden etiquetar de fascistas
a los que defendemos un Estado limitado, un mercado abierto y la más amplia
libertad individual posible.
Partamos citando al líder del partido fascista italiano, el dictador Benito
Mussolini, que de seguro sabía algo sobre el tema. En su escrito “La doctrina
Reflexiones fuertes 99
ser antiamericanos y denunciar el capitalismo “corruptor” y “explotador” que
proviene de Estados Unidos.
Con estos antecedentes sobre la mesa cabe preguntarse quiénes son realmen-
te los fascistas. Si les creemos a Hitler y a Mussolini, claramente son aquellos
que condenan el mercado y el individualismo, creyendo en cambio, como diría
literalmente el mismo Mussolini, que nada puede existir “fuera del Estado” ni ir
en “contra el Estado”, porque idealmente todo debería estar “dentro del Estado”.
Axel Kaiser*
MAGISTERIO PONTIFICIO
2. Teniendo presente uno de los aspectos capitales de este servicio, Nos juzgamos
oportuno presentar a vuestras meditaciones algunos principios fundamentales
relativos al papel de la prensa católica frente a la opinión pública. Es un hecho
que la prensa se encuentra entre los principales factores que contribuyen a la
formación y a la difusión de esta.
6. ¿Quién no adivina las angustias, el desorden moral a que este estado de cosas
lanza la conciencia de los hombres de la prensa? En verdad, Nos habíamos
esperado que las experiencias demasiado duras del pasado habrían servido, al
menos, como lección para librar definitivamente a la sociedad de una tiranía tan
escandalosa y acabar con un ultraje tan humillante para los periodistas y para
sus lectores. Sí, Nos lo habíamos esperado no menos vivamente que vosotros, y
nuestra decepción no ha sido menos amarga que la vuestra.
7. ¡Situación lamentable! Tan deplorable y tal vez más funesta todavía por sus
consecuencias es la de los pueblos donde la opinión pública permanece muda,
no por haber sido amordazada por una fuerza exterior, sino porque le faltan
aquellos presupuestos interiores que deben hallarse en todos los hombres que
viven en comunidad.
10. ¿No habrá, pues, ya en estas desgraciadas naciones hombres dignos de este
nombre? ¿Hombres marcados con el sello de una verdadera personalidad, capa-
ces de hacer posible la vida interior de la sociedad? ¿Hombres que, a la luz de
los principios centrales de la vida, a la luz de sus fuertes convicciones, sepan
contemplar a Dios, el mundo y todos los sucesos, grandes o pequeños, que en
él se suceden? Estos hombres, al parecer, gracias a la rectitud de su juicio y de
sus sentimientos, deberían poder edificar, piedra a piedra, la sólida pared sobre
la cual la voz de estos sucesos, al chocar, se reflejara en un eco espontáneo. ¡Sin
duda alguna hay todavía hombres de este temple, aunque, por desgracia, poco
numerosos, y cada día más escasos, a medida que se ven suplantados por sujetos
12. ¿Se atrevería alguien a decir con seguridad que la mayoría de los hombres es
apta para juzgar, para apreciar los hechos y las corrientes en su verdadero peso,
de suerte que la opinión sea guiarla por la razón? Es esta, sin embargo, una con-
dición sine qua non de su valor y de su salud. ¿No se ve, en lugar de esto, cómo
esta manera –la única legítima– de juzgar a los hombres y las cosas según reglas
claras y justos principios es repudiada como un obstáculo de la espontaneidad,
y cómo, por el contrario, el impulso y la reacción sensitivos del instinto y de la
pasión son exaltados como los únicos “valores de la vida”? Bajo la acción de
este prejuicio, lo que queda de la razón humana y de su fuerza de penetración
en el profundo dédalo de la realidad es poca cosa. Los hombres de buen sentido
no cuentan; quedan aquellos cuyo campo visual no se extiende más allá de su
estrecha especialidad ni más arriba del poder puramente técnico. No es de estos
hombres de quienes se puede esperar ordinariamente la educación de la opinión
pública ni la firmeza frente a la astuta propaganda que se arroga el privilegio de
moderarla a su gusto. En este terreno, los hombres de espíritu cristiano, sencillo,
recto, pero claro, aunque la mayor parte de las veces no tengan muchos estudios,
son muy superiores a aquellos.
14. En esta situación, el mal más temible para el publicista católico sería la pusila-
nimidad y el abatimiento. Ved la Iglesia: después de casi dos milenios, a través de
todas las dificultades, contradicciones, incomprensiones, persecuciones abiertas o
solapadas, nunca se ha desanimado, nunca se ha dejado deprimir. Tomadla como
modelo. Ved, en las lamentables deficiencias que acabamos de señalar, el doble
cuadro de lo que no debe ser y de lo que debe ser la prensa católica.
Documentos 105
15. En toda su manera de ser y de obrar, la prensa católica debe oponer un obstá-
culo infranqueable al retroceso progresivo, a la desaparición de las condiciones
fundamentales de una sana opinión pública y consolidar e incluso reforzar lo que
de ella queda. Renuncie de buena gana a los vanos provechos de un interés vulgar
o de una popularidad de mala ley; sepa mantenerse, con enérgica y decidida dig-
nidad, inaccesible a todos los intentos directos o indirectos de corrupción. Tenga
el valor –aun a costa de sacrificios pecuniarios– de alejar implacablemente de sus
columnas todo anuncio, toda publicidad injuriosa para la fe o la honestidad. Al
obrar así, ganará en valor intrínseco, acabará por conquistar la estima y luego la
confianza y justificará la consigna tantas veces repetida: “En todo hogar católico,
el periódico católico”.
16. Pero, aun suponiendo las mejores condiciones interiores y exteriores en que se
desenvuelva y propague, la opinión pública no es, sin embargo, infalible ni siempre
absolutamente espontánea. La complejidad y la novedad de los acontecimientos
y de las situaciones pueden ejercer una decisiva influencia en su formación, sin
contar que no se libera fácilmente de los juicios preconcebidos, ni de la corriente
dominante de las ideas, ni siquiera cuando la reacción estuviese objetivamente
justificada, ni siquiera en el caso de que lograra imponerse. Es entonces cuando
la prensa tiene un papel decisivo que realizar en la educación de la opinión, no
para dictarla o dirigirla, sino para servirla útilmente.
17. Esta delicada tarea supone, en los miembros de la prensa católica, compe-
tencia, una cultura general sobre todo filosófica y teológica, cualidades de estilo,
tacto psicológico. Pero lo que le es indispensable, en primer lugar, es el carác-
ter. El carácter, es decir, sencillamente, el amor profundo e inalterable al orden
divino, que abraza y anima todos los dominios de la vida; amor y respeto que
el periodista católico no debe contentarse con sentir y nutrir en el secreto de su
propio corazón, sino que debe cultivar en los de sus lectores. En ciertos casos,
la llama que así salta bastará para encender o para reavivar en ellos la centellita
casi muerta de las convicciones y de los sentimientos dormidos en el fondo de su
conciencia. En otros casos, su amplitud de miras y de juicio podrá abrir sus ojos,
fijados con excesiva timidez en prejuicios tradicionales. En los unos como en los
otros, el periodista católico se guardará siempre de “hacer” la opinión; más bien,
ambicionará servirla.
18. Nos creemos que esta concepción católica de la opinión pública, de su fun-
cionamiento y de los servicios que le presta la prensa, es completamente justa, y
que es necesaria para abrir a los hombres, con arreglo a vuestro ideal, el camino
de la verdad, de la justicia y de la paz.
19. Así, por su actitud frente a la opinión pública, la Iglesia se coloca como una
barrera ante el totalitarismo, que, por su misma naturaleza, es necesariamente
enemigo de la verdadera y libre opinión de los ciudadanos. De hecho, es por su
misma naturaleza por lo que el totalitarismo niega este orden divino y la relativa
autonomía que este reconoce a todos los dominios de la vida, en cuanto todos
ellos tienen su origen en Dios.
21. Esta concepción católica de la opinión pública y del servicio que le rinde la
prensa es también una sólida garantía de la paz. La prensa toma una decidida po-
sición, de hecho y de derecho, a favor de la justa libertad de pensar y del derecho
de los hombres a su juicio propio, pero los contempla a la luz de la ley divina. Que
es tanto como decir que quien quiere ponerse lealmente al servicio de la opinión
pública, sea la autoridad social o la prensa misma, debe prohibirse absolutamente
toda mentira y toda excitación. ¿No es evidente que esta disposición de espíritu y
de voluntad reacciona eficazmente contra el clima de guerra? Desde el momento,
por el contrario, en que la pretendida opinión pública es dictada, impuesta, de
grado o por fuerza; desde que las mentiras, los prejuicios parciales, los artificios
del estilo, los efectos de voz y de gesto, la explotación del sentimiento, vienen a
hacer ilusorio el justo derecho de los hombres a su propio juicio, a sus propias
convicciones, entonces se crea una atmósfera pesada, malsana, ficticia, que, en
el curso de los acontecimientos, de repente, tan fatalmente como los odiosos
procedimientos químicos hoy día demasiado conocidos, sofoca o adormece a los
mismos hombres y les obliga a exponer sus bienes y su sangre por la defensa y el
triunfo de una causa falsa e injusta. En verdad, allí donde la opinión pública deja
de funcionar libremente, allí es donde está en peligro la paz.
1Discurso sobre el concepto cristiano del derecho y la aplicación de la ley injusta, dirigido
Documentos 107
22. Finalmente, Nos querríamos todavía añadir una palabra referente a la opinión
pública en el seno mismo de la Iglesia (naturalmente, en las materias dejadas a la
libre discusión). Se extrañarán de esto solamente quienes no conocen a la Iglesia
o quienes la conocen mal. Porque la Iglesia, después de todo, es un cuerpo vivo y
le faltaría algo a su vida si la opinión pública le faltase; falta cuya censura recaería
sobre los pastores y sobre los fieles. Pero también aquí la prensa católica puede
hacer un servicio muy útil. A este servicio, sin embargo, más que a cualquier otro,
el periodista debe aportar aquel carácter del que Nos hemos hablado, y que está
formado por un inalterable respeto y un amor profundo hacia el orden divino, es
decir, en el caso presente, hacia la Iglesia tal como ella es, no solamente en los
designios eternos, sino tal como vive concretamente aquí abajo en el espacio y en
el tiempo, divina, sí, pero formada por miembros y por órganos humanos.
23. Si posee este carácter, el publicista católico sabrá evitar tanto un servilismo mudo
como una crítica descontrolada. Ayudará con una firme claridad a la formación de
una opinión católica en la Iglesia, precisamente cuando, como ahora, esta opinión
oscila entre los dos polos, igualmente peligrosos, de un espiritualismo ilusorio e
irreal y de un realismo derrotista y materializante. Alejada de estos dos extremos, la
prensa católica deberá ejercer entre los fieles su influencia sobre la opinión pública
en la Iglesia. Solamente así se podrán eludir todas las ideas falsas, por exceso o por
defecto, sobre la prisión y sobre las posibilidades de la Iglesia en el dominio tem-
poral y, en nuestros días, sobre todo en la cuestión social y el problema de la paz.
24. Nos no terminaremos sin dirigir nuestro pensamiento hacia tantos hombres
verdaderamente grandes, honor y gloria del periodismo y de la prensa católica de
los tiempos modernos. Hace más de un siglo, esos hombres se alzan ante nosotros
como modelos de actividad espiritual; más todavía: desde sus filas se han levantado
hoy verdaderos mártires de la santa causa, confesores valerosos en medio de las
dificultades espirituales y temporales de la existencia. ¡Bendita sea su memoria!
Que su recuerdo sea para vosotros un consuelo y un aliento en el cumplimiento de
vuestro rudo pero importante deber.
Confiando que, a ejemplo suyo, cumpliréis fiel y fructuosamente el vuestro, os
damos de todo corazón, queridos hijos, nuestra bendición apostólica.
2. Frente a los amplios horizontes que os ofrece el mundo creado por Dios, dentro
del cual el hombre, gloria de la creación, desarrolla su actividad transformadora y
humanizadora, habéis de asumir con plena conciencia la singular responsabilidad
que compartís con los hombres de la cultura y de la ciencia del mundo entero.
La ciencia y la cultura no tienen fronteras.
De modo más concreto y específico, vuestra responsabilidad se proyecta sobre
la nación y sobre el pueblo chileno y es una responsabilidad moral que tenéis
ante Dios y ante vuestros conciudadanos. Es este un compromiso primario, que
hoy la Iglesia os quiere recordar con afecto y para cuyo desempeño os ofrece su
apoyo y colaboración.
La cultura de un pueblo –en palabras del documento de Puebla de los Ángeles–
es “el modo particular como los hombres cultivan su relación con la naturaleza,
entre sí mismo y con Dios (Gaudium et spes, 53) de modo que puedan llegar a
“un nivel verdadera y plenamente humano” (Ibíd.)” (Puebla, 386).
La cultura es, por tanto, “el estilo de vida común” (Gaudium et spes, 53) que
caracteriza a un pueblo y que comprende la totalidad de su vida: “el conjunto
de valores que lo animan y de desvalores que lo debilitan... las formas a través
de las cuales aquellos valores o desvalores se expresan y configuran, es decir,
las costumbres, la lengua, las instituciones y estructuras de convivencia social”
(Puebla, 387). En una palabra, la cultura es, pues, la vida de un pueblo.
Pero sois vosotros, hombres del mundo de las letras, de las ciencias y de las
artes, quienes, además de participar intensamente de esta vida, estáis en condiciones
de detectar y analizar los rasgos característicos de la cultura de vuestro pueblo.
Sois vosotros los que descubrís y, en cierta medida, podéis iluminar la trayectoria
del devenir cultural, sugiriendo, a veces, nuevos derroteros.
Documentos 109
“El hombre vive una vida verdaderamente humana, gracias a la cultura”
(Discurso a la Unesco, n. 6, 2 de junio de 1980). La cultura, por su parte, en
la variedad y riqueza de su creatividad, da razón de que el hombre es un ser
distinto y superior al mundo que lo rodea. Por esto, “el hombre no puede
estar fuera de la cultura” (Ibíd.).
4. Ved, pues, la ardua tarea y grave responsabilidad que aguarda a todo hombre
que se precia del título de hombre de cultura. Permitidme en esta circunstancia
recordaros algunas de ellas, que me parecen particularmente urgentes. En primer
lugar, se hace necesario un proceso de reflexión, que desemboque en una renovada
difusión y defensa de los valores fundamentales del hombre en cuanto tal, en su
relación con sus semejantes y con el medio físico en que vive. A este respecto, os
aliento encarecidamente a que sepáis presentar en su justa imagen una cultura
del ser y del actuar. “El ‘tener’ del hombre no es determinante para la cultura,
ni es factor creador de cultura, sino en la medida en que el hombre, por medio
de su ‘tener’, puede al mismo tiempo ‘ser’ más plenamente hombre en todas las
dimensiones de su existencia, en todo lo que caracteriza su humanidad” (Discurso
a la Unesco, n. 7, 2 de junio de 1980). Una cultura del ser no excluye el tener: lo
considera como un medio para buscar una verdadera humanización integral, de
modo que el “tener” se ponga al servicio del “ser” y del “actuar”.
En términos concretos, esto significa promover una cultura de la solidaridad que
abarque la entera comunidad. Vosotros, como elementos activos en la conciencia
de la nación y compartiendo la responsabilidad de su futuro, debéis haceros cargo
de las necesidades que toda la comunidad nacional ha de afrontar hoy. Os invito,
pues, a todos, hombres de la cultura y “constructores de la sociedad”, a ensanchar
y consolidar una corriente de solidaridad que contribuya a asegurar el bien común:
el pan, el techo, la salud, la dignidad, el respeto a todos los habitantes de Chile,
prestando oído a las necesidades de los que sufren. Dad cumplida y libre expresión
a lo que es justo y verdadero y no os sustraigáis a una participación responsable
en la gestión pública y en la defensa y promoción de los derechos del hombre.
No se me oculta que también vosotros tenéis que hacer frente cada día a no
pocas dificultades. Las particulares circunstancias por las que atraviesa el país
han creado, también en vuestras filas, una cierta desorientación e inseguridad.
Documentos 111
la consecución de los objetivos propios de una Universidad Católica: calidad y
competencia científica y profesional; investigación de la verdad al servicio de
todos; formación de las personas en un clima de concepción integral del ser
humano, con rigor científico, y con una visión cristiana del hombre, de la vida,
de la sociedad, de los valores morales y religiosos (Discurso a los estudiantes de
las Universidades católicas de México, 31 de enero de 1979); participación en la
misión de la Iglesia en favor de la cultura. En todo este cometido es preciso tener
presente que la “Universidad Católica debe ofrecer una aportación específica a
la Iglesia y a la sociedad”, y que ella encuentra “su significado último y profundo
en Cristo, en su mensaje salvífico, que abarca al hombre en su totalidad, y en las
enseñanzas de la Iglesia” (Ibíd.).
8. A esta Universidad, que por ser Pontificia goza de particulares vínculos con
la Sede Apostólica, dirijo un llamado apremiante a un renovado esfuerzo en su
trayectoria de servicio al hombre y a la sociedad chilena por amor a Dios, profun-
dizando en aquella visión moral y espiritual de la persona con la que el Concilio
Vaticano II, particularmente en la Constitución Gaudium et spes, ha querido dar
respuesta no solo a las esperanzas, sino también a las angustias y a los problemas
del hombre moderno.
Partiendo de la propia vocación y de su identidad cristiana y católica, la
Universidad y todos los miembros que la componen, deben convertirse en testi-
monio de verdad y justicia, y dar testimonio, juntamente con los demás centros
universitarios, de los valores morales ante la nación. Esto comporta para ella –en
fecundo diálogo entre el orden revelado y las ciencias “humanas”, en expresión
de Santo Tomás de Aquino– (Summa Theologiae, I q. 1, a. 1) fidelidad al Magisterio
de la Iglesia; comporta profundización y divulgación de aquellos principios que
forman parte del patrimonio irrenunciable de la doctrina católica; comporta
adhesión a aquellas enseñanzas que la Iglesia ha venido explicitando en campo
social (cf. Puebla, 475).
Por otra parte, queda fuera de toda duda que en su servicio a la cultura han de
mantenerse claramente algunos principios: la identidad de la fe sin adulteraciones,
la apertura generosa a cuantas fuentes exteriores de conocimiento puedan enri-
quecerla y el discernimiento crítico de esas fuentes conforme a aquella identidad.
Sin la identidad inamovible de la fe cristiana, los préstamos exteriores se con-
vierten en fáciles y transitorios sincretismos que el tiempo disipa. Sin la necesaria
apertura a esas otras fuentes –tan variadas y ricas en nuestra época– el pensa-
miento cristiano se angosta y queda atrás. Y sin el indispensable discernimiento
crítico, se producen síntesis aparentes y ruinosas que tanto dañan hoy mismo la
conciencia de los fieles. El Papa urge en forma especial a los creyentes a no caer
en la tentación de recurrir a ideologías ateas, o transidas de materialismo teórico
o práctico, o cautivas del principio de la inmanencia o inmanentismo, y. en ge-
neral, incompatibles con la fe cristiana. Más aún, el solo pensar ideológico, en el
sentido actual de esta expresión, ya lleva consigo simplificaciones o reducciones
frente a las cuales la conciencia cristiana debe mantenerse en guardia, atenta a
la diferencia que media entre la doctrina y la ideología.
Documentos 113
nueva en Cristo Jesús. Existe Chile, pero existe también todo el mundo; existen
tantos países, tantos pueblos, tantas naciones que no pueden morir. Se debe rezar
para vencer la muerte. Se debe rezar para lograr una vida nueva en Cristo Jesús.
Él es la vida; Él es la verdad; Él es la camino.
2. Deseo recordaros que Dios cuenta con los jóvenes y las jóvenes de Chile para
cambiar este mundo. El futuro de vuestra patria depende de vosotros. Vosotros
mismos sois un futuro, el cual se configurará como presente según se configuren
ahora vuestras vidas. En la Carta que dirigí a los jóvenes y a las jóvenes de todo el
mundo con ocasión del Año Internacional de la Juventud, os decía: “De vosotros
depende el futuro, de vosotros depende el Anal de este milenio y el comienzo
del nuevo. No permanezcáis pues pasivos; asumid vuestras responsabilidades en
todos los campos abiertos a vosotros en nuestro mundo” (Carta a los jóvenes con
ocasión del Año internacional de la juventud, n. 16, 31 de marzo de 1985). Ahora,
en este estadio, lugar de competiciones, pero también de dolor y sufrimiento en
épocas pasadas, quiero volver a repetir a los jóvenes chilenos: ¡Asumid vuestras
responsabilidades! Estad dispuestos, animados por la fe en el Señor, a dar razón
de vuestra esperanza (cf. 1P 3, 25).
Vuestra mirada atenta al mundo y a las realidades sociales, así como vuestro
genuino sentido crítico que os ha de llevar a analizar y valorar juiciosamente las
condiciones actuales de vuestro país, no pueden agotarse en la simple denuncia de
los males existentes. En vuestra mente joven han de nacer, y también ir tomando
forma, propuestas de soluciones, incluso audaces, no solo compatibles con vuestra
fe, sino también exigidas por ella. Un sano optimismo cristiano robará de este
modo el terreno al pesimismo estéril y os dará confianza en el Señor.
Documentos 115
De ahí que tengamos que ver las implicaciones sociales del pecado para
edificar un mundo digno del hombre. Hay males sociales que dan pie a una
verdadera “comunión del pecado” porque, junto con el alma, abajan consigo a
la Iglesia y en cierto modo al mundo entero (cf. Ibíd., 16). Es justa la reacción de
la juventud contra esa funesta comunión en el pecado que envenena el mundo.
Amados jóvenes: Luchad con denuedo contra el pecado, contra las fuerzas
del mal en todas sus formas, luchad contra el pecado. Combatid el buen combate
de la fe por la dignidad del hombre, por la dignidad del amor, por una vida noble,
de hijos de Dios. Vencer el pecado mediante el perdón de Dios es una curación,
es una resurrección. Hacedlo con plena conciencia de vuestra responsabilidad
irrenunciable.
6. Este es, amigos míos, el mensaje de vida que el Papa quiere transmitir a los
jóvenes chilenos: ¡Buscad a Cristo! ¡Mirad a Cristo! ¡Vivid en Cristo! Este es mi
mensaje: “Que Jesús sea ‘la piedra angular’ (cf. Ef 2, 20) de vuestras vidas y de la
nueva civilización que en solidaridad generosa y compartida tenéis que construir.
No puede haber auténtico crecimiento humano en la paz y en la justicia, en la
verdad y en la libertad, si Cristo no se hace presente con su fuerza salvadora”
(Mensaje para la II Jornada mundial de la juventud, n. 3, 30 de noviembre de 1986).
¿Qué significa construir vuestra vida en Cristo? Significa dejaros comprometer por
su amor. Un amor que pide coherencia en el propio comportamiento, que exige
acomodar la propia conducta a la doctrina y a los mandamientos de Jesucristo
y de su Iglesia; un amor que llena nuestras vidas de una felicidad y de una paz
que el mundo no puede dar (cf. Jn 14, 27), a pesar de que tanto la necesita. No
tengáis miedo a las exigencias del amor de Cristo. Temed, por el contrario, la
pusilanimidad, la ligereza, la comodidad, el egoísmo; todo aquello que quiera
acallar la voz de Cristo que, dirigiéndose a cada una, a cada uno, repite: “Contigo
hablo, levántate” ( Mc 5, 41).
Documentos 117
materiales y de una formación y una cultura adecuada a nuestro tiempo, que les
permita desarrollar los talentos naturales que Dios les ha concedido. De ese modo
será más fácil conseguir los objetivos de desarrollo y bienestar imprescindibles
para que todos puedan llevar una vida digna y propia de los hijos de Dios.
“Bendito eres, Dios de nuestros padres,
y bendito por los siglos tu nombre
santo y glorioso” (Tb 8, 5).
Documentos 119
como fuente inagotable que alimenta el amor conyugal de los cristianos (cf Ef 5,
25-32) . Vuestras legítimas preocupaciones por los hijos, las alegrías, dificultades
y renuncias anejas a la convivencia, y en general a toda la vida de familia, en-
cuentran en la Eucaristía una fuente de luz.
En efecto, el misterio del amor esponsal de Cristo penetra más y más en
cada persona que recibe asiduamente el sacramento de la Eucaristía. Entre vo-
sotros, esposos, y Cristo existe ya la comunión de amor indisoluble por medio
del sacramento del matrimonio, con el que ha sido sellado vuestro hogar para
convertirse en célula fundamental de la sociedad humana y cristiana. La cele-
bración eucarística, “fuente y cumbre de toda la vida cristiana” (Lumen gentium,
11), os hace crecer en el amor de Cristo, incorporándoos cada vez más a su
Alianza íntima, y os da fuerza para seguir recreando el amor y la vida nueva
para la salvación del mundo.
El amor en el hogar ha de saber valorar a cada miembro de la familia por lo que
es y por lo que hace, más que por lo que tiene. Y es así como de la experiencia de
este amor eminentemente personal y comunitario, nace a su vez la conciencia de
la dignidad propia de cada persona. Esta misma experiencia, que va adquiriendo
densidad en la familia, a medida que se va reforzando el amor mutuo y generoso,
viene a ser también punto de partida para reconocer y respetar la dignidad de
los demás y, por lo mismo, para ejercitarse en las demás actitudes y virtudes que
capacitan al hombre para construir una sociedad solidaria y fraterna. He ahí que
la familia se convierte en la “escuela de humanidad más completa y más rica”,
(Familiaris consortio, 21) a la vez que “constituye el fundamento de la sociedad”
(Gaudium et spes, 52).
5. Permitidme ahora repetir ese hermoso fragmento de la oración que los jóvenes
esposos, Tobías y Sara, elevaron al Señor el mismo día de sus bodas, y que nosotros
acabamos de escuchar: “Dios de nuestros padres ... Tú hiciste a Adán del barro de
la tierra y le diste a Eva como ayuda. Ahora, Señor, Tú sabes: si yo me caso con
esta hija de Israel no es para satisfacer mis pasiones, sino para fundar una familia
en la que se bendiga tu nombre por siempre” (Tb 8, 5-8).
Esa es la verdadera oración de los esposos: una oración impregnada de la
presencia divina, que es tarea indicadora de la vocación del hombre y de la
mujer al matrimonio, y constructora de la vida familiar. Una plegaria semejante
debería acompañar toda vuestra vida, porque, como dice el Salmo interleccional
que hemos cantado: “Si el Señor no construye la casa, en vano se cansan los
albañiles” (Sal 127 (126), 1).
Ese es precisamente vuestro objetivo: construir la casa como hogar de una
comunidad humana que es la base y la célula de toda la sociedad. Incluso
“la Iglesia encuentra su cuna en la familia, nacida del sacramento” (Familiaris
consortio, 15). Pero se trata de una casa y un hogar verdadero, donde mora el
amor recíproco de los esposos y de los hijos. De esta manera vuestra casa será
también “la morada de Dios entre los hombres” (Ap 21, 3), la Iglesia doméstica
(Lumen gentium, 11).
6. He venido entre vosotros como peregrino y Pastor, para repetir a las familias
chilenas un llamado urgente: “¡Familia, sé lo que eres!” (Familiaris consortio, 17).
¡Familia, descubre tu identidad de ser “íntima comunidad de vida y de amor”,
Documentos 121
por el amor y formadas en la fe. No os dejéis invadir por el contagioso cáncer del
divorcio que destroza la familia, esteriliza el amor y destruye la acción educativa
de los padres cristianos. No separéis lo que Dios ha unido (cf Mt 19, 6).
En la unión conyugal el amor debe ser genuino, es decir, “plenamente humano,
total, exclusivo y abierto a una vida nueva” (Humanae vitae, 9, 11). En un mundo
en que tantas veces vemos un amor falsificado y contrahecho de mil maneras,
la Iglesia considera como uno de los deberes más apreciados y urgentes para la
salvación del mundo, el “testimonio de inestimable valor de la indisolubilidad y
fidelidad matrimonial” (Familiaris consortio, 20). El amor va unido intrínsecamente
a la vida, se orienta hacia la vida. Por esto la familia es “íntima comunidad de
vida y de amor” (Gaudium et spes, 48; Familiaris consortio, 17). Cuando el amor
conyugal es auténtico, se constituye en imitación del amor de Cristo que “amó
hasta el extremo” (Jn 13, 1).
Frente a una “mentalidad contra la vida” (Familiaris consortio, 30), que quiere
conculcarla desde sus albores, en el seno materno, vosotros, esposos y esposas
cristianos, promoved siempre la vida, defendedla contra toda insidia, respetadla y
hacedla respetar en todo momento. Solo de este respeto a la vida en la intimidad
familiar, se podrá pasar a la construcción de una sociedad inspirada en el amor y
basada en la justicia y en la paz entre todos los pueblos.
“Si el Señor no construye la casa, en vano se cansan los albañiles” (Sal (127
(126), 1).
¡Familia chilena!
Documentos 123
No cedas a las tentaciones del egoísmo o de la violencia. Abre de par en par
las puertas de tu casa a Cristo.
A la Virgen María, presente en todos los corazones y en todos los hogares
chilenos, encomiendo vuestros propósitos de fidelidad y de renovación. Ella os
acompañará para hacer de cada hogar un templo donde reine Dios Amor.
Con esta esperanza imparto mi Bendición Apostólica a todas las familias de
Valparaíso y de Chile, especialmente a los niños, a los ancianos y a los enfermos.
2. Sobre todo la experiencia del enorme trabajo. Las riquezas de la tierra tanto
las que aparecen en la superficie como las que debemos buscar en lo profundo
de la tierra, se convierten en riquezas del hombre solamente a costa del trabajo
humano. Es necesario este trabajo –trabajo multiforme, del entendimiento y de
las manos– para que el hombre pueda llevar a cabo la magnífica misión que le
ha confiado el Creador, misión que el libro del Génesis expresa con las palabras:
“Someted y dominad (la tierra)” (Gén 1, 28). La tierra está confiada al hombre y,
a través del trabajo, el hombre la domina.
El trabajo es también la dimensión fundamental de la existencia del hombre
sobre la tierra. Para el hombre el trabajo no solamente tiene un significado téc-
nico, sino también ético. Se puede decir que el hombre “somete” a sí la tierra
cuando él mismo, con su comportamiento, se hace señor de ella, no esclavo, y
también señor y no esclavo del trabajo.
El trabajo debe ayudar al hombre a hacerse mejor, espiritualmente más maduro,
más responsable, para que pueda realizar su vocación sobre la tierra. sea como
persona irrepetible, sea en comunidad con los demás, y sobre todo en la comu-
nidad humana fundamental que es la familia. El hombre y la mujer uniéndose en
esta comunidad, cuyo carácter ha sido establecido por el mismo Creador desde el
principio, dan vida a nuevos hombres. El trabajo debe hacer posible a esta comu-
nidad humana encontrar los medios necesarios para formarse y para mantenerse.
La razón de ser de la familia es uno de los factores fundamentales que
determinan la economía y la política del trabajo. Estos últimos conservan su
carácter ético cuando se toman en consideración las necesidades de la familia
y sus derechos. Mediante el trabajo el hombre adulto debe ganar los medios
necesarios para la manutención de la propia familia. La maternidad debe ser
tratada en la política y en la economía del trabajo como un gran fin y un gran
cometido en sí mismo. Con ella está efectivamente vinculado el trabajo de la
madre, que da a luz, que alimenta, que educa, que nadie puede sustituir. Nada
puede sustituir el corazón de una madre, que en una casa está siempre presente
y espera siempre. El verdadero respeto del trabajo comporta la debida estima
por la maternidad y no puede ser de otro modo. De esto depende también la
salud moral de toda la sociedad.
Mi pensamiento y mi corazón se abren una vez más a vosotros, hombres del
trabajo duro, a quienes de diversos modos me han vinculado mi vida personal
y mi ministerio pastoral. Os deseo que el trabajo que realizáis no cese de ser la
fuente de vuestra fuerza social. Gracias a vuestro trabajo, sean fuertes vuestros
hogares. Gracias a vuestro trabajo, sea fuerte vuestra patria.
3. Y por esto vuelvo una vez más mi mirada hacia la laboriosa Slesia y Zaglebie,
hacia los altos hornos, hacia las chimeneas de las fábricas: tierra de mucho
trabajo y de mucha oración. Uno y otra estrechamente unidos en la tradición
de este pueblo, cuyo saludo más común se expresa con las palabras “Szczesc
Boze” (Dios os ayude), palabras que unen y relacionan el pensamiento de Dios
con el trabajo humano.
Documentos 125
Tengo que alabar hoy a la Divina Providencia, dándole gracias porque en esta
tierra el enorme desarrollo de la industria –desarrollo del trabajo humano– ha ido
acompañado con la construcción de iglesias, con la erección de parroquias, con
la profundización y reforzamiento de la fe. Porque el desarrollo no ha implicado
la descristianización, la rotura de esa alianza que en el alma humana deben
concluir trabajo y oración, según el lema de los benedictinos Ora et labora. La
oración, que en todo trabajo humano aporta referencia a Dios Creador y Redentor,
contribuye al mismo tiempo a la total “humanización” del trabajo. “El trabajo
existe... para que nos elevemos” (C. K. Norwid). Precisamente el hombre, que
por voluntad del Creador ha sido llamado desde el principio a dominar la tierra
mediante el trabajo, ha sido creado también a imagen y semejanza de Dios
mismo. De ningún otro modo puede encontrarse a sí mismo, confirmar que es
él, si no es buscando a Dios en la oración. Buscando a Dios, encontrándose con
Él en la oración, el hombre debe encontrarse necesariamente a sí mismo, siendo
semejante a Dios. No puede encontrarse de otro modo a sí mismo, si no es en
su Prototipo. No puede, a través del trabajo, confirmar su “dominio” sobre la
tierra si no es orando contemporáneamente.
Queridísimos hermanos y hermanas. Hombres del trabajo duro de Slesia,
de Zaglebie y de toda Polonia. No os dejéis seducir por la tentación de que el
hombre pueda encontrarse plenamente a sí mismo, renegando de Dios, borrando
de su vida la oración, permaneciendo solamente trabajador, juzgando equivo-
cadamente que solo sus productos pueden colmar las necesidades del corazón
humano. “No solo de pan vive el hombre” (Mt 4, 4). Lo dice quien conoce el
corazón humano y ha dado pruebas suficientes de preocuparse de las necesida-
des materiales. “La oración del Señor” contiene también la petición del pan. Sin
embargo, no de solo pan vive el hombre. Permaneced fieles a las experiencias
de las generaciones que han cultivado esta tierra, que han sacado a la superficie
sus tesoros escondidos, con Dios en el corazón, con la oración en los labios.
Conservad lo que ha sido la fuente de la fuerza de vuestros padres y de vuestros
antepasados, de vuestras familias, de vuestras comunidades. “La oración y el
trabajo” se conviertan en nueva fuente de fuerza para esta generación y también
en los corazones de vuestros hijos, nietos y bisnietos.
Amén.
“Szczesc Boze: Dios os ayude”.
Amén
La liturgia de hoy nos ofrece tres palabras fundamentales para la vida del apóstol:
confesión, persecución, oración.
La confesión es la de Pedro en el Evangelio, cuando el Señor pregunta, ya no
de manera general, sino particular. Jesús, en efecto, pregunta primero: “¿Quién
dice la gente que es el Hijo del Hombre?” (Mt 16,13). Y de esta “encuesta” se
revela de distintas maneras que la gente considera a Jesús un profeta. Es entonces
cuando el Maestro dirige a sus discípulos la pregunta realmente decisiva: “Y vo-
sotros, ¿quién decís que soy yo?” (v. 15). A este punto, responde solo Pedro: “Tú
eres el Mesías, el Hijo del Dios vivo” (v. 16). Esta es la confesión: reconocer que
Jesús es el Mesías esperado, el Dios vivo, el Señor de nuestra vida.
Jesús nos hace también hoy a nosotros esta pregunta esencial, la dirige a todos,
pero especialmente a nosotros pastores. Es la pregunta decisiva, ante la que no
valen respuestas circunstanciales porque se trata de la vida: y la pregunta sobre
la vida exige una respuesta de vida. Pues de poco sirve conocer los artículos de
la fe si no se confiesa a Jesús como Señor de la propia vida. Él nos mira hoy a los
ojos y nos pregunta: “¿Quién soy yo para ti?”. Es como si dijera: “¿Soy yo todavía
el Señor de tu vida, la orientación de tu corazón, la razón de tu esperanza, tu
confianza inquebrantable?”. Como san Pedro, también nosotros renovamos hoy
nuestra opción de vida como discípulos y apóstoles; pasamos nuevamente de la
primera a la segunda pregunta de Jesús para ser “suyos”, no solo de palabra, sino
con las obras y con nuestra vida.
Preguntémonos si somos cristianos de salón, de esos que comentan cómo van
las cosas en la Iglesia y en el mundo, o si somos apóstoles en camino, que con-
fiesan a Jesús con la vida porque lo llevan en el corazón. Quien confiesa a Jesús
sabe que no ha de dar solo opiniones, sino la vida; sabe que no puede creer con
tibieza, sino que está llamado a “arder” por amor; sabe que en la vida no puede
conformarse con “vivir al día” o acomodarse en el bienestar, sino que tiene que
correr el riesgo de ir mar adentro, renovando cada día el don de sí mismo. Quien
confiesa a Jesús se comporta como Pedro y Pablo: lo sigue hasta el final; no hasta
un cierto punto sino hasta el final, y lo sigue en su camino, no en nuestros cami-
nos. Su camino es el camino de la vida nueva, de la alegría y de la resurrección,
el camino que pasa también por la cruz y la persecución.
Y esta es la segunda palabra, persecución. No fueron solo Pedro y Pablo
los que derramaron su sangre por Cristo, sino que desde los comienzos toda la
comunidad fue perseguida, como nos lo ha recordado el libro de los Hechos de
los Apóstoles (cf. 12,1). Incluso hoy en día, en varias partes del mundo, a veces
en un clima de silencio –un silencio con frecuencia cómplice–, muchos cristianos
son marginados, calumniados, discriminados, víctimas de una violencia incluso
mortal, a menudo sin que los que podrían hacer que se respetaran sus sacrosantos
derechos hagan nada para impedirlo.
Documentos 127
Por otra parte, me gustaría hacer hincapié especialmente en lo que el Apóstol
Pablo afirma antes de “ser –como escribe– derramado en libación” (2 Tm4,6).
Para él la vida es Cristo (cf. Flp 1,21), y Cristo crucificado (cf. 1 Co 2,2), que dio
su vida por él (cf. Ga 2,20). De este modo, como fiel discípulo, Pablo siguió al
Maestro ofreciendo también su propia vida. Sin la cruz no hay Cristo, pero sin
la cruz no puede haber tampoco un cristiano. En efecto, “es propio de la virtud
cristiana no solo hacer el bien, sino también saber soportar los males” (Agustín,
Disc. 46.13), como Jesús. Soportar el mal no es solo tener paciencia y continuar
con resignación; soportar es imitar a Jesús: es cargar el peso, cargarlo sobre los
hombros por Él y por los demás. Es aceptar la cruz, avanzando con confianza
porque no estamos solos: el Señor crucificado y resucitado está con nosotros.
Así, como Pablo, también nosotros podemos decir que estamos “atribulados en
todo, mas no aplastados; apurados, mas no desesperados; perseguidos, pero no
abandonados” (2 Co 4,8-9).
Soportar es saber vencer con Jesús, a la manera de Jesús, no a la manera
del mundo. Por eso Pablo –lo hemos oído– se considera un triunfador que está
a punto de recibir la corona (cf. 2 Tm 4,8) y escribe: “He combatido el noble
combate, he acabado la carrera, he conservado la fe” (v. 7). Su comportamien-
to en la noble batalla fue únicamente no vivir para sí mismo, sino para Jesús y
para los demás. Vivió “corriendo”, es decir, sin escatimar esfuerzos, más bien
consumándose. Una cosa dice que conservó: no la salud, sino la fe, es decir,
la confesión de Cristo. Por amor a Jesús experimentó las pruebas, las humilla-
ciones y los sufrimientos, que no se deben nunca buscar, sino aceptarse. Y así,
en el misterio del sufrimiento ofrecido por amor, en este misterio que muchos
hermanos perseguidos, pobres y enfermos encarnan también hoy, brilla el poder
salvador de la cruz de Jesús.
La tercera palabra es oración. La vida del apóstol, que brota de la confesión
y desemboca en el ofrecimiento, transcurre cada día en la oración. La oración es
el agua indispensable que alimenta la esperanza y hace crecer la confianza. La
oración nos hace sentir amados y nos permite amar. Nos hace ir adelante en los
momentos más oscuros, porque enciende la luz de Dios. En la Iglesia, la oración
es la que nos sostiene a todos y nos ayuda a superar las pruebas. Nos lo recuerda
la primera lectura: “Mientras Pedro estaba en la cárcel bien custodiado, la Iglesia
oraba insistentemente a Dios por él” (Hch 12,5). Una Iglesia que reza está protegida
por el Señor y camina acompañada por él. Orar es encomendarle el camino, para
que nos proteja. La oración es la fuerza que nos une y nos sostiene, es el remedio
contra el aislamiento y la autosuficiencia que llevan a la muerte espiritual. Porque
el Espíritu de vida no sopla si no se ora y sin oración no se abrirán las cárceles
interiores que nos mantienen prisioneros.
Que los santos Apóstoles nos obtengan un corazón como el suyo, cansado y
pacificado por la oración: cansado porque pide, toca e intercede, lleno de muchas
personas y situaciones para encomendar; pero al mismo tiempo pacificado,
porque el Espíritu trae consuelo y fortaleza cuando se ora. Qué urgente es que en
la Iglesia haya maestros de oración, pero que sean ante todo hombres y mujeres
de oración, que viven la oración.
El Señor interviene cuando oramos, él, que es fiel al amor que le hemos con-
fesado y que nunca nos abandona en las pruebas. Él acompañó el camino de los
Apóstoles y os acompañará también a vosotros, queridos hermanos Cardenales,
aquí reunidos en la caridad de los Apóstoles que confesaron la fe con su sangre.
Hermanos: “Porque Dios nos tenía reservado algo mejor, y no quiso que ellos lle-
garan a la perfección sin nosotros. Y por tanto nosotros, rodeados de una multitud
tal de testigos, y habiendo dejado atrás todo el lastre y el pecado que nos asedia,
fijemos la mirada en el iniciador y consumador de nuestra fe, en Jesús, el que da
origen a la fe y la porta a su cumplimiento” (Hebreos 11, 40, 12,2).
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
El día de nuestro bautismo, se repite para nosotros la invocación a los santos.
Muchos de nosotros en ese momento éramos niños en los brazos de nuestros
padres. Poco antes de recibir el óleo de la unción bautismal como catecúmenos,
símbolo de la fuerza de Dios en la lucha contra el mal, el sacerdote invita a toda la
asamblea a rezar por aquellos que están a punto de recibir el bautismo, invocando
la intercesión de los santos. Esta es la primera vez que en el curso de nuestra vida,
se nos regala la presencia de los hermanos y hermanas “mayores” –los santos–,
que han pasado por nuestro mismo camino, que han vivido nuestras mismas
fatigas, y viven para siempre en el abrazo de Dios. La Carta a los Hebreos define
esta compañía que nos rodea, con la expresión “multitud de testigos”(12,1). Así
son los santos: una multitud de testigos.
Los cristianos en el combate contra el mal, no desesperan. El cristianismo cultiva
una confianza inquebrantable: no cree que las fuerzas negativas y disgregantes
puedan prevalecer. La última palabra sobre la historia del hombre, no es el odio,
no es la muerte, no es la guerra. En cada momento de la vida nos asiste la mano
de Dios, y también la discreta presencia de todos los creyentes que “nos han pre-
cedido con el signo de la fe” (Canon Romano). Su existencia nos demuestra sobre
todo que la vida cristiana no es un ideal inalcanzable. Y además nos conforta: no
estamos solos, la Iglesia está compuesta de innumerables hermanos, a menudo
anónimos, que nos han precedido y que por la acción del Espíritu Santo están
involucrados en las vivencias de los que todavía viven aquí abajo.
La del bautismo, no es la única invocación a los santos que marca el camino
de la vida cristiana. Cuando los novios consagran su amor en el sacramento del
Matrimonio, viene invocada de nuevo para ellos –en esta ocasión como pareja– la
intercesión de los santos. Y esta invocación es fuente de confianza para los dos
*Sobre la santidad.
Documentos 129
jóvenes que parten hacia el “viaje” de la vida conyugal. Quien ama de verdad
tiene la necesidad y el valor de decir “para siempre” –para siempre–, pero también
sabe que necesita de la gracia de Cristo y de la ayuda de los santos, para poder
vivir la vida matrimonial para siempre. No como dicen algunos: “mientras dure
el amor”. No: ¡para siempre! Si no, es mejor que no te cases. O para siempre o
nada. Por esto, en la liturgia nupcial, se invoca la presencia de los santos. Y en
los momentos difíciles, hace falta el valor para alzar los ojos al cielo, pensando
en tantos cristianos que han pasado por tribulaciones y han conservado blancos
sus vestidos bautismales, lavándolos en la sangre del Cordero (Ap. 7,14). Así dice
el Libro del Apocalipsis.
Dios no nos abandona nunca: cada vez que le necesitemos, vendrá un ángel
suyo a levantarnos y a infundirnos su consuelo. “Ángeles” que algunas veces
tienen un rostro y un corazón humano, porque los santos de Dios están siempre
aquí, escondidos en medio de nosotros. Esto es difícil de entender y también de
imaginar, pero los santos están presentes en nuestra vida. Y cuando alguien invoca
a un santo o santa, es porque está cerca de él.
También los sacerdotes custodian el recuerdo de una invocación a los santos
pronunciada sobre ellos. Es uno de los momentos más conmovedores de la liturgia
de ordenación. Los candidatos se echan a tierra, con la cara vuelta hacia el suelo.
Y toda la asamblea, guiada por el Obispo, invoca la intercesión de los santos.
Un hombre, que permanece aplastado por el peso de la misión que se le confía,
pero que al mismo tiempo siente todo el paraíso en sus espaldas, que la gracia de
Dios no faltará, porque Jesús permanece siempre fiel, y por tanto se puede partir
serenos y llenos de ánimo. No estamos solos.
¿Y qué somos nosotros? Somos polvo que aspira al cielo. Débiles en nuestras
fuerzas, pero potente el misterio de la gracia que está presente en la vida de los
cristianos. Somos fieles a esta tierra, que Jesús ha amado en cada instante de su
vida, pero sabemos y queremos esperar en la transfiguración del mundo, en su
cumplimiento definitivo, donde finalmente no habrá más lágrimas, ni maldad ni
sufrimiento.
Que el Señor nos dé a todos la esperanza de ser santos. Pero alguno puede
preguntarme: “Padre, ¿se puede ser santo en la vida de todos los días? Sí, sí se
puede. “¿Pero esto significa que debemos rezar todo el día?”. No, significa que
debes cumplir con tu deber todo el día: rezar, ir a trabajar, cuidar de tus hijos. Pero
todo hecho desde el corazón abierto a Dios, de manera que el trabajo, también
en la enfermedad y el sufrimiento, y en las dificultades, esté abierto a Dios. Y así
podemos hacernos santos. Que el Señor nos dé la esperanza de ser santos. No
pensemos que es una cosa difícil, ¡que es más fácil ser delincuente que santo! No.
Podemos ser santos porque el Señor nos ayuda; es Él quien nos ayuda.
Es el gran regalo que cada uno de nosotros puede devolver al mundo. Que
el Señor nos de la gracia de creer tan profundamente en Él, que podamos volver-
nos imagen de Cristo en este mundo. Nuestra historia necesita “místicos”. Tiene
necesidad de personas que rechazan todo dominio, que aspiran a la caridad y a
la fraternidad. Hombres y mujeres que viven aceptando también una porción de
sufrimiento, porque se hacen cargo de la fatiga de los demás. Y sin estos hombres
y mujeres el mundo no tendría esperanza. Por esto les deseo –y deseo también
para mí mismo– que el Señor nos conceda la esperanza de ser santos.
¡Gracias!
“¿Quién comprende lo que Dios quiere?” (Sb 9,13). Este interrogante del libro de
la Sabiduría, que hemos escuchado en la primera lectura, nos presenta nuestra
vida como un misterio, cuya clave de interpretación no poseemos. Los protago-
nistas de la historia son siempre dos: por un lado, Dios, y por otro, los hombres.
Nuestra tarea es la de escuchar la llamada de Dios y luego aceptar su voluntad.
Pero para cumplirla sin vacilación debemos ponernos esta pregunta: ¿cuál es la
voluntad de Dios?
La respuesta la encontramos en el mismo texto sapiencial: “Los hombres
aprendieron lo que te agrada” (v. 18). Para reconocer la llamada de Dios, debe-
mos preguntarnos y comprender qué es lo que le gusta. En muchas ocasiones,
los profetas anunciaron lo que le agrada al Señor. Su mensaje encuentra una
síntesis admirable en la expresión: “Misericordia quiero y no sacrificios” (Os 6,6;
Mt 9,13). A Dios le agrada toda obra de misericordia, porque en el hermano que
ayudamos reconocemos el rostro de Dios que nadie puede ver (cf. Jn 1,18). Cada
vez que nos hemos inclinado ante las necesidades de los hermanos, hemos dado
de comer y de beber a Jesús; hemos vestido, ayudado y visitado al Hijo de Dios
(cf. Mt 25,40). En definitiva, hemos tocado la carne de Cristo.
Estamos llamados a concretar en la realidad lo que invocamos en la oración y
profesamos en la fe. No hay alternativa a la caridad: quienes se ponen al servicio
de los hermanos, aunque no lo sepan, son quienes aman a Dios (cf. 1 Jn 3,16-18;
St 2,14-18). Sin embargo, la vida cristiana no es una simple ayuda que se presta
en un momento de necesidad. Si fuera así, sería sin duda un hermoso sentimiento
de humana solidaridad que produce un beneficio inmediato, pero sería estéril
porque no tiene raíz. Por el contrario, el compromiso que el Señor pide es el de
una vocación a la caridad con la que cada discípulo de Cristo lo sirve con su
propia vida, para crecer cada día en el amor.
Hemos escuchado en el Evangelio que “mucha gente acompañaba a Jesús”
(Lc 14,25). Hoy aquella “gente” está representada por el amplio mundo del
voluntariado, presente aquí con ocasión del Jubileo de la Misericordia. Vosotros
sois esa gente que sigue al Maestro y que hace visible su amor concreto hacia
cada persona. Os repito las palabras del apóstol Pablo: “He experimentado gran
gozo y consuelo por tu amor, ya que, gracias a ti, los corazones de los creyentes
han encontrado alivio” (Flm 1,7). Cuántos corazones confortan los voluntarios.
Cuántas manos sostienen; cuántas lágrimas secan; cuánto amor derraman en el
servicio escondido, humilde y desinteresado. Este loable servicio da voz a la fe
–¡da voz a la fe!– y expresa la misericordia del Padre que está cerca de quien
pasa necesidad.
El seguimiento de Jesús es un compromiso serio y al mismo tiempo gozoso;
requiere radicalidad y esfuerzo para reconocer al divino Maestro en los más pobres
Documentos 131
y descartados de la vida y ponerse a su servicio. Por esto, los voluntarios que sirven
a los últimos y a los necesitados por amor a Jesús no esperan ningún agradeci-
miento ni gratificación, sino que renuncian a todo esto porque han descubierto
el verdadero amor. Y cada uno de nosotros puede decir: “Igual que el Señor ha
venido a mi encuentro y se ha inclinado sobre mí en el momento de necesidad,
así también yo salgo al encuentro de Él y me inclino sobre quienes han perdido la
fe o viven como si Dios no existiera, sobre los jóvenes sin valores e ideales, sobre
las familias en crisis, sobre los enfermos y los encarcelados, sobre los refugiados
e inmigrantes, sobre los débiles e indefensos en el cuerpo y en el espíritu, sobre
los menores abandonados a sí mismos, como también sobre los ancianos dejados
solos. Dondequiera que haya una mano extendida que pide ayuda para ponerse
en pie, allí debe estar nuestra presencia y la presencia de la Iglesia que sostiene
y da esperanza”. Y, esto, hacerlo con la viva memoria de la mano extendida del
Señor sobre mí cuando estaba por tierra.
Madre Teresa, a lo largo de toda su existencia, ha sido una generosa dispen-
sadora de la misericordia divina, poniéndose a disposición de todos por medio
de la acogida y la defensa de la vida humana, tanto la no nacida como la aban-
donada y descartada. Se ha comprometido en la defensa de la vida proclamando
incesantemente que “el no nacido es el más débil, el más pequeño, el más pobre”.
Se ha inclinado sobre las personas desfallecidas, que mueren abandonadas al
borde de las calles, reconociendo la dignidad que Dios les había dado; ha hecho
sentir su voz a los poderosos de la tierra, para que reconocieran sus culpas ante
los crímenes –¡ante los crímenes!– de la pobreza creada por ellos mismos. La
misericordia ha sido para ella la “sal” que daba sabor a cada obra suya, y la “luz”
que iluminaba las tinieblas de los que no tenían ni siquiera lágrimas para llorar
su pobreza y sufrimiento.
Su misión en las periferias de las ciudades y en las periferias existenciales
permanece en nuestros días como testimonio elocuente de la cercanía de Dios
hacia los más pobres entre los pobres. Hoy entrego esta emblemática figura de
mujer y de consagrada a todo el mundo del voluntariado: que ella sea vuestro
modelo de santidad. Pienso, quizás, que tendremos un poco de dificultad en
llamarla Santa Teresa. Su santidad es tan cercana a nosotros, tan tierna y fecunda
que espontáneamente continuaremos a decirle “Madre Teresa”.
Esta incansable trabajadora de la misericordia nos ayude a comprender cada
vez más que nuestro único criterio de acción es el amor gratuito, libre de toda
ideología y de todo vínculo y derramado sobre todos sin distinción de lengua,
cultura, raza o religión. Madre Teresa amaba decir: “Tal vez no hablo su idioma,
pero puedo sonreír”. Llevemos en el corazón su sonrisa y entreguémosla a todos
los que encontremos en nuestro camino, especialmente a los que sufren. Abriremos
así horizontes de alegría y esperanza a toda esa humanidad desanimada y nece-
sitada de comprensión y ternura.
Documentos 133
en esa línea con resultados importantes: también son su fruto, de hecho, nuestras
jóvenes familias cristianas.
Ahora, con el papa Francisco, tenemos dos sínodos sobre los desafíos pastorales
de la familia en el contexto de la nueva evangelización, y después el consistorio de
febrero que ya ha entrado en el tema: un paso más en este camino y reorientación,
que toda la Iglesia está llamada a recorrer con confianza.
La óptica de los dos sínodos debe ser claramente universal y ningún área
geográfica o cultural puede esperar que se centren solo en sus problemas.
En esas circunstancias, para Occidente las cuestiones más relevantes parecen
ser las más radicales surgidas en las últimas décadas. Ellas nos obligan a repensar
y reutilizar, a la luz del Evangelio de la familia, el significado y el valor del ma-
trimonio como alianza de vida entre un hombre y una mujer, orientada hacia el
bien de ambos y a la generación y educación de los hijos, lo cual es de decisiva
relevancia social y pública.
Aquí la fe cristiana debe mostrar una verdadera creatividad cultural, que no se
pueden producir automáticamente pero pueden estimularse en los creyentes y los
que advierten que lo que está en juego es una dimensión humana fundamental.
Sin embargo, estos puntos nos siguen interpelando y parecen agudizarse cada vez
más derivando hacia otras cuestiones, ya afrontadas repetidamente por el Magisterio.
Entre estos temas recurrentes, tenemos el tema de los divorciados en nueva unión.
La Familiaris consortio, en el Nº 84, ya indica la actitud a tomar: no abandonar
a quienes están en esta situación, pero tener especial cuidado, comprometiéndose
a proporcionarles los medios de salvación que da la Iglesia. Ayudarlos a no con-
siderarse separados absolutamente de ella y asistir de hecho a su vida. Discernir
bien, también, ciertas situaciones, particularmente los de cónyuges abandonados
injustamente frente a aquellos que han destruido su matrimonio culpablemente.
La misma Familiaris consortio reitera, sin embargo, la práctica de la Iglesia,
“fundada en las Escrituras”, de “no admitir a personas divorciadas en nueva unión
a la comunión eucarística”. La razón básica es que “su estado y condición de vida
contradicen objetivamente la unión de amor que existe entre Cristo y la Iglesia,
que es significada y efectuada por la Eucaristía”.
No se cuestiona aquí su culpa personal, sino el estado objetivo en que se
encuentran. Por eso el hombre y la mujer que por graves motivos, tales como
crianza de los niños, no puede satisfacer la obligación de separarse, para recibir
la absolución sacramental y acercarse a la Eucaristía deben asumir “el compro-
miso de vivir en continencia completa, es decir, abstenerse de actos conyugales”.
Se trata sin duda de una tarea muy difícil, que de hecho es asumida por muy
pocas parejas, mientras que hay un número creciente de divorciados en una nueva
unión conyugal.
Se buscan sin embargo, hace tiempo, otras soluciones. Una de ellas, aun
manteniendo firme la indisolubilidad del matrimonio rato y consumado, cree que
puede permitirse a las personas divorciadas en nueva unión recibir la absolución
sacramental y la Eucaristía, con precisas condiciones pero sin tener que abstenerse
Documentos 135
subrepticia lo que en realidad serían divorcios: una hipocresía de este tipo sería
un daño muy grave para toda la Iglesia.
Homilía de la misa de víspera del domingo XIX del tiempo ordinario por el Cardenal
Robert Sarah:
Hermanos:
Ofrecemos esta noche el sacrificio de la misa por el descanso de todos los be-
nefactores de Puy du Fou fallecidos desde el comienzo de esta bella obra hace
cuarenta años.
Documentos 137
Por vuestro trabajo, todos los que hoy estáis aquí congregados, despertáis
cada tarde la memoria de este lugar. El castillo de Puy du Fou, ruina dolorosa,
abandonada por los hombres, se alza como un grito hacia el cielo. Con las entrañas
abiertas, recuerda al mundo que, frente al odio por la fe, un pueblo se levantó:
¡El pueblo de la Vendée!
Queridos amigos, dando vida a estas ruinas, cada noche, dais vida a los
muertos. Dais vida a todos aquellos vandeanos muertos por su fe, por sus iglesias
y por sus sacerdotes.
Vuestra obra se eleva subre esta tierra como un canto que lleva consigo el
recuerdo de los mártires de la Vendée. ¡Hacéis revivir a esos trescientos mil hom-
bres, mujeres y niños, víctimas del Terror! Dais voz a aquellos a quienes se quiso
silenciar, ¡porque rechazaban la mentira de la ideología atea! ¡Rendís homenaje
a aquellos a quienes se pretende ahogar en el olvido porque rechazaban que se
les arrancara la libertad de creer y de celebrar la misa!
Os lo digo solemnemente: vuestro trabajo es justo y necesario. Con vuestro
arte, vuestros cantos, vuestras proezas técnicas, ofrecéis al fin una digna sepultura
a todos esos mártires a los que la Revolución quiso dejar sin tumbas, abandona-
dos a los perros y los cuervos. Vuestro trabajo es más que una obra simplemente
humana: es como la obra de una Iglesia.
¡Vuestro trabajo es necesario, especialmente en nuestro tiempo, que parece
embobado. Frente a la dictadura del relativismo, frente al terrorismo del pensa-
miento que, de nuevo, quiere arrancar a Dios del corazón de los niños, necesitamos
reencontrar la frescura de espíritu, la simplicidad alegre y ardiente de estos santos
y mártires.
Cuando la Revolución quiso privar a los vandeanos de sus sacerdotes, todo un
pueblo se sublevó. ¡Ante los cañones, estos pobres solo tenían sus bastones! ¡Frente
a los fusiles, solo poseían sus hoces! ¡Frente al odio de las columnas infernales,
solo presentaban su rosario, su oración y el Sagrado Corazón bordado en su pecho!
Hermanos, los vandeanos simplemente pusieron en práctica lo que nos en-
señan las lecturas de hoy. Dios no está en el trueno ni los relámpagos, no está en
el poder o el ruido de las armas, ¡se esconde en la brisa ligera!
Frente al despliegue planificado y metódico del Terror, los vandeanos sabien
bien que serían aplastados. Sin embargo, ofrecieron cantando su sacrificio al Señor.
Fueron esa brisa ligera, brisa aparentemente barrida por la poderosa tempestad
de las “columnas infernales”.
Pero Dios estaba allí. ¡Su poder se reveló en la debilidad! La historia –la
verdadera historia- sabe que en el fondo los campesinos vandeanos triunfaron.
Con su sacrificio impidieron que la mentira de la ideología se erigiera en maestra.
Gracias a los vandeanos, la Revolución ha tenido que quitarse la máscara y revelar
su rostro de odio hacia Dios y hacia la fe. Gracias a los vandeanos, los sacerdotes
no se convirtieron en los esclavos serviles de un estado totalitario y pudieron ser
los servidores libres de Cristo y de la Iglesia.
Los vandeanos oyeron la llamada que Cristo nos lanza en el Evangelio de hoy:
“¡Confiad! ¡Soy yo, no temáis!”. Cuando rugía la tempestad, cuando la barca hacía
aguas por todas partes, no tuvieron miedo…tan seguros estaban de que, más allá
de la muerte, el Corazón de Jesús sería su única patria.
Hermanos míos, los cristianos necesitamos ese espíritu de los vandeanos.
¡Necesitamos ese ejemplo! ¡Como ellos, tenemos que abandonar nuestros
Documentos 139
ante la barbarie islamista, solo hay una respuesta posible: el don de sí, de toda la
vida. ¡Solo el amor puede vencer el poder de la muerte!
Todavía hoy, tal vez más que nunca, los ideólogos de la revolución pretenden
destruir el lugar natural del don de sí mismo, de la generosidad gozosa y del amor.
Estoy hablando de la familia.
La ideología de género, el desprecio de la fecundidad y de la fidelidad son
los nuevos slogans de esta revolución. Las familias son hoy como otras Vendées a
las que hay que exterminar. Se planifica metódicamente su desaparición, como se
hizo en otro tiempo en la Vendée. Estos nuevos revolucionarios se inquietan frente
a la generosidad de las familias numerosas. Se burlan de las familias cristianas
porque ellas encarnan todo lo que ellos odian. Están dispuestos a lanzar sobre
África nuevas “columnas infernales” para presionar a las familias e imponerles la
esterilización, el aborto y la anticoncepción. ¡África resistirá como hizo la Vendée!
Por todas partes las familias deben ser como la punta de lanza de esta revuelta
contra la nueva dictadura del egoísmo.
En adelante, en el corazón de cada familia, de cada cristiano, de cada hombre
de buena voluntad, debe librarse una “Vendée interior”. ¡Todo cristiano es espiri-
tualmente un vandeano! No dejemos que se ahogue en nosotros el don generoso
y gratuito. Sepamos, como los mártires de la Vendée, extraer este don de su fuente:
el Corazón de Jesús.
¡Oremos para que una poderosa y alegre Vendée interior se alce en la Iglesia
y en el mundo! Amen*.1
MAGISTERIO EPISCOPAL
Documentos 141
3. Como Iglesia somos respetuosos de la actuación de los poderes del Estado en
el contexto de la democracia. Con transparencia hemos ofrecido nuestra mirada
en todas las instancias pertinentes, a través de personas e instituciones que se-
guirán trabajando en favor de la vida. Ante cada drama humano, los católicos
continuaremos proclamando el amor infinito de Dios, que en la resurrección
de su Hijo Jesucristo nos brinda la fuente de nuestra promoción de toda vida
humana y de su dignidad. Renovados en esta esperanza, sigamos sirviendo con
alegría a los más vulnerables, a los más pequeños, a los que no tienen un lugar
en la mesa de Chile.
1. Para resucitar con Cristo, es necesario morir con Cristo, es necesario “dejar
este cuerpo para ir a morar cerca del Señor” (2 Co 5, 8). Con la Instrucción Piam
et constantem del 5 de julio de 1963, el entonces Santo Oficio, estableció que
“la Iglesia aconseja vivamente la piadosa costumbre de sepultar el cadáver de
los difuntos”, pero agregó que la cremación no es “contraria a ninguna verdad
natural o sobrenatural” y que no se les negarán los sacramentos y los funerales
a los que habían solicitado ser cremados, siempre que esta opción no obedezca
a la “negación de los dogmas cristianos o por odio contra la religión católica y
la Iglesia”1. Este cambio de la disciplina eclesiástica ha sido incorporado en el
Documentos 143
En la memoria de la muerte, sepultura y resurrección del Señor, misterio a
la luz del cual se manifiesta el sentido cristiano de la muerte5, la inhumación es
en primer lugar la forma más adecuada para expresar la fe y la esperanza en la
resurrección corporal6.
La Iglesia, como madre acompaña al cristiano durante su peregrinación terrena,
ofrece al Padre, en Cristo, el hijo de su gracia, y entregará sus restos mortales a la
tierra con la esperanza de que resucitará en la gloria7.
Enterrando los cuerpos de los fieles difuntos, la Iglesia confirma su fe en la
resurrección de la carne8, y pone de relieve la alta dignidad del cuerpo humano
como parte integrante de la persona con la cual el cuerpo comparte la historia9.
No puede permitir, por lo tanto, actitudes y rituales que impliquen conceptos
erróneos de la muerte, considerada como anulación definitiva de la persona, o
como momento de fusión con la madre naturaleza o con el universo, o como
una etapa en el proceso de reencarnación, o como la liberación definitiva de la
“prisión” del cuerpo.
Además, la sepultura en los cementerios u otros lugares sagrados responde
adecuadamente a la compasión y el respeto debido a los cuerpos de los fieles
difuntos, que mediante el Bautismo se han convertido en templo del Espíritu Santo
y de los cuales, “como herramientas y vasos, se ha servido piadosamente el Espíritu
para llevar a cabo muchas obras buenas”10.
Tobías el justo es elogiado por los méritos adquiridos ante Dios por haber
sepultado a los muertos11, y la Iglesia considera la sepultura de los muertos como
una obra de misericordia corporal12.
Por último, la sepultura de los cuerpos de los fieles difuntos en los cemen-
terios u otros lugares sagrados favorece el recuerdo y la oración por los difuntos
por parte de los familiares y de toda la comunidad cristiana, y la veneración de
los mártires y santos.
Mediante la sepultura de los cuerpos en los cementerios, en las iglesias o en
las áreas a ellos dedicadas, la tradición cristiana ha custodiado la comunión entre
los vivos y los muertos, y se ha opuesto a la tendencia a ocultar o privatizar el
evento de la muerte y el significado que tiene para los cristianos.
5. Si por razones legítimas se opta por la cremación del cadáver, las cenizas del
difunto, por regla general, deben mantenerse en un lugar sagrado, es decir, en el
cementerio o, si es el caso, en una iglesia o en un área especialmente dedicada
a tal fin por la autoridad eclesiástica competente.
Desde el principio, los cristianos han deseado que sus difuntos fueran objeto
de oraciones y recuerdo de parte de la comunidad cristiana. Sus tumbas se con-
virtieron en lugares de oración, recuerdo y reflexión. Los fieles difuntos son parte
de la Iglesia, que cree en la comunión “de los que peregrinan en la tierra, de los
que se purifican después de muertos y de los que gozan de la bienaventuranza
celeste, y que todos se unen en una sola Iglesia”15.
La conservación de las cenizas en un lugar sagrado puede ayudar a reducir
el riesgo de sustraer a los difuntos de la oración y el recuerdo de los familiares
y de la comunidad cristiana. Así, además, se evita la posibilidad de olvido, falta
de respeto y malos tratos, que pueden sobrevenir sobre todo una vez pasada la
primera generación, así como prácticas inconvenientes o supersticiosas.
13Cf. Suprema Sagrada Congregación del Santo Oficio, Instrucción Piam et constantem
Documentos 145
8. En el caso de que el difunto hubiera dispuesto la cremación y la dispersión de
sus cenizas en la naturaleza por razones contrarias a la fe cristiana, se le han de
negar las exequias, de acuerdo con la norma del derecho16.
El Sumo Pontífice Francisco, en audiencia concedida al infrascrito Cardenal
Prefecto el 18 de marzo de 2016, ha aprobado la presente Instrucción, decidida
en la Sesión Ordinaria de esta Congregación el 2 de marzo de 2016, y ha orde-
nado su publicación.
Roma, de la sede de la Congregación para la Doctrina de la Fe, 15 de agosto
de 2016, Solemnidad de la Asunción de la Santísima Virgen María.
OTROS
Juzguen ustedes a la vista de las citas siguientes del Libro de Daniel: “Hete
aquí una cuarta bestia, espantable, terrible y extraordinariamente fuerte; tenía
grandes dientes de hierro, comía y trituraba, y lo sobrante lo hollaba con sus
patas. Era distinta de todas las bestias que la habían precedido” (Dn 7,7). “Se
alzará un rey de mirada soberbia y experto en astucias. Su poder crecerá con
fuerza (. .. ). Hará grandes destrozos y tendrá éxito en todas sus empresas.
Destruirá a los poderosos y al pueblo de los santos. Por su habilidad la traición
triunfará entre sus manos; se enorgullecerá en su corazón y destruirá a muchos
por sorpresa. Se opondrá al Príncipe de los príncipes, pero –sin intervención
de mano humana– será quebrantado” (Dn 8,23-25). “El tribunal se sentará y
lo aniquilará para siempre” (Dn 7,26).
147
En 1989 vimos que –tras el Tercer Reich de Hitler– el cuarto Reich de Stalin
ha sido quebrado por Dios “sin intervención de mano humana”: un prodigio,
inexplicable por causas naturales. Se encuentra la explicación sobrenatural en
la visión de la Mujer y el Dragón del Apocalipsis del apóstol Juan, capítulo 12,
versículos 1-10. En esta visión, Juan ve a una mujer vestida de sol, la Luna a sus
pies y una corona de doce estrellas sobre la frente. La liturgia aplica estas palabras
a María. Ella es la madre del Cristo y al mismo tiempo el símbolo y el miembro
principal de la santa Iglesia. Pero, otro signo aparece en el cielo. Es el adversario
de la Mujer y del Niño: un dragón rojo como de fuego, llamado en otra parte
“la antigua serpiente que es el diablo y Satán” (Ap 12,9). La corona de fuego
significa su naturaleza mortífera. Por eso Cristo le ha llamado “homicida desde el
principio” (Jn 8,44). Posee siete cabezas: muestran su carácter voraz, porque el
demonio merodea como un león rugiente buscando a quien devorar (1 P 5,8-9).
Tiene diez cuernos, signos de su formidable poder. Y sobre sus cabezas lleva siete
diademas, expresión de su realeza, porque reivindica la dominación del mundo
y Cristo le llama “el Príncipe de este mundo” (Jn 12,31). Este dragón rojo derriba
a una tercera parte de las estrellas del firmamento y muestra así su odio a la luz,
símbolo del mismo Dios: “cubierto de luz como de un mantel” (Ps 104,2). Se alza
contra la Mujer para devorar a su hijo. Esta tentativa del demonio oculta todo el
odio implacable que tiene a Cristo y a Su cuerpo místico. Cuando Cristo, subido
al cielo, es sustraído por toda la eternidad al poder del dragón, la Mujer –que
simboliza también a la Iglesia– queda expuesta a la persecución sobre la tierra.
Ella huye al desierto, donde Dios le ha preparado un refugio. Esto significa, por
una parte, que a pesar de la persecución, la santa Iglesia se encuentra siempre
bajo la custodia de Dios, pero, por otra parte, que María siempre está junto a ella.
No, María no abandona a sus hijos. He aquí por qué Nuestra Señora, venerada
tanto en el este como en el oeste –ella que, según la leyenda, asistió al ejército
ruso como Nuestra Señora de Kazán, el 22 de octubre de 1612, tras la conquista
de Moscú– ha posado de nuevo su mirada maternal sobre Rusia cuando, en 1917,
en Fátima, se comprometió en la lucha contra la revolución mundial de Lenin. Esta
revolución fue, por su misma esencia, una revolución total contra Dios.
En Fátima, María ha anunciado el remedio. Su revelación tiene poco eco y
sigue la Segunda Guerra Mundial, que termina con la victoria del comunismo,
que sojuzga a la mitad de la humanidad. He aquí las consecuencias: sin contar los
innumerables millones de víctimas en China, en Corea y en Indochina… millones
de personas muertas de hambre, asesinadas o exterminadas en el Archipiélago
Gulag; un telón de acero a través de Europa y un muro dividiendo Berlín; una
sexta parte de la superficie de la tierra ecológicamente siniestrada, la mitad de
un continente, rico y fértil, humillado hasta la mendicidad, pero dotado de un
arsenal de armas nucleares amenazando la supervivencia de nuestro planeta;
decenas de millones de refugiados y centenares de millones de oprimidos; y,
sobre todo, una persecución inaudita que ha privado a dos o tres generaciones de
todo que es verdadero, bueno y bello, para abandonarles enseguida a su suerte,
totalmente pervertidos.
Para hacer frente a este mal, nuestra acción de ayuda a la Iglesia en peligro
empezó en 1947. Después de permanecer durante 45 años en el centro del com-
bate, os digo: tras el juego de los diplomáticos y la palabrería de las conferencias
internacionales, yace la lucha de todos los tiempos, aquella que Juan ha descrito
Documentos 149
manera creíble, esta evangelización, para conquistar a los que han abjurado del
materialismo ateo, Occidente debe renunciar en primer lugar a su propio mate-
rialismo práctico. Mientras no lo consigamos, seremos incapaces de reevangelizar
a nuestros hermanos del Este. Roguemos intensamente por ellos, a fin de que el
Señor les libere cuanto antes. Pero roguemos también por nosotros, para que Dios
nos purifique y para que nuestro cristianismo engañoso no entorpezca la unión
con los que, purificados por el sufrimiento, buscan la verdad. Por algo María, en
Fátima, nos ha dicho que nuestra propia conversión debe preceder a la de Rusia.
Durante más de setenta años, la Iglesia se ha opuesto al comunismo. Papas, obis-
pos, sacerdotes y laicos han luchado contra esta fe de incrédulos, contra este sol
glacial que congelaba todo lo que debía ser vivo, cálido y floreciente. Pero, en
todas partes por igual, se han alzado hombres y mujeres que abrían del todo los
brazos, como para captar el resplandor rojo sanguíneo del Este. Y mientras unos
cerraban sus oídos porque oían la lamentación anunciada por esta luz aterradora,
otros han cantado himnos arrebatados para saludar la tierra nueva que se había
proclamado cielo.
Demasiadas veces, este conflicto ha sido una lucha entre pecadores. Porque
la estulticia, la infidelidad, el egoísmo, la corrupción, la falsedad y la voluntad
de poder, aunque esto signifique opresión, no son vicios específicos de los co-
munistas. Son también vicios de los que han jurado fidelidad a la democracia y
a la doctrina de Cristo. El comunismo tenía sus dogmas y sus aspiraciones. Sus
aspiraciones han sido la nostalgia de quienes habían sido privados de amor. Por
culpa de los pueblos cristianos también, la fraternidad en el Señor era para ellos
letra muerta. Si se mira desde esta perspectiva a los millones de hombres y muje-
res que en Occidente daban su voto a los partidos comunistas y a los centenares
de millones que en el Este eran forzados a vivir y morir en la fe comunista, no se
descubre solo en ellos la voluntad de poder y una inclinación al caos; aliado del
déspota, del aprovechado corrupto, del adversario inveterado de Dios y del Judas
dispuesto a cualquier traición, se encuentra en sus filas también un sinnúmero
de personas que han confesado el error y la mentira con más devoción, más fe y
más energía que no hemos confesado nosotros la verdad.
Después del hundimiento de todos los valores y de todos los ideales comunis-
tas, la tarea de la Iglesia consiste en predicar la Buena Nueva de Cristo a millones
de descarriados. Pero ¿cómo puede aceptar nuestra fe un antiguo comunista si
no percibe nuestro amor? Solo la prueba universal, y vivida durante años –que la
cristiandad realice al fin el “ved como se aman”–, puede vencer el espíritu per-
vertido y la cultura contra-natura del comunismo, siempre vivos en innumerables
corazones y que hacen fracasar cualquier reforma en la Europa del Este.
Entre Tirana y Vladivostok viven millones de poscomunistas en una situación
desesperada. Después de haber sido liberados de un sistema que los ha extraviado,
sojuzgado, explotado, mutilado espiritualmente y precipitado en la desgracia,
constituyen una mezcla caótica de países y de pueblos que, como los tigres, siguen
la ley de la jungla. Sin la ayuda extranjera no pueden salir de su miseria. Si no se
les predica a Cristo todo el antiguo bloque comunista perecerá. Se convertirá en un
cuerpo en descomposición ante nuestra puerta, un cadáver diez veces más grande
que la Europa del Oeste. Un cadáver cuyo veneno y cuyo hedor contaminarán desde
un principio el próximo milenio. Queridos amigos, si pretendemos considerar la
reevangelización de la Europa del Este como nuestra tarea principal, mientras que
Documentos 151
Nuestro corresponsal ortodoxo, un diputado, le confió: “Yo tengo una”. Una hora
más tarde, un camión militar introducía la emisora en el Parlamento, escondida
entre las ensaladas y los tomates. Algunas horas más tarde, Boris Eltsin podía
pedir la ayuda de la población. Fue el principio del fin del golpe. Obviamente,
obtuvimos inmediatamente autorización para emitir. Nuestra emisora permaneció
hasta finales de diciembre en el recinto del Parlamento de Moscú, difundiendo
cada día nuestras emisiones religiosas. ¡Un verdadero milagro! Un segundo mila-
gro se produjo en junio, cuando el director de nuestra sección Radio-Televisión,
un brasileño, se entrevistó con el responsable de la televisión estatal en Moscú.
Cuando el funcionario pidió a nuestro amigo cómo él, un brasileño, se estaba
ocupando de la radiodifusión en Moscú, él le explicó que su interés por Fátima
le había permitido conocer nuestra obra y de esta forma se había comprometido
con el apostolado radiofónico y televisivo. Cuando el ruso quiso saber más cosas
sobre Fátima, le explicó lo que María había revelado a propósito de Rusia. El
funcionario, sorprendido, declaró que aunque él era ateo pensaba que el tema
interesaría seguramente a los creyentes. Y propuso hacer un reportaje televisado.
Lo que parecía imposible se realizó el 13 de octubre.
De un golpe, el mensaje de la Santísima Virgen se expandió por todo el territo-
rio soviético. En Fátima, novecientos mil peregrinos rogaron por la conversión del
Occidente materialista y de Rusia. El coro de la catedral de Moscú se puso a cantar
cuando el icono de Nuestra Señora de Kazán, exiliado en Fátima, apareció en la
pantalla. Por primera vez se olvidaron las recomendaciones de los diplomáticos,
que habían impedido que la palabra Rusia se pronunciara en Fátima. El arzobispo
Kondrusiewicz, venido de Moscú, y el obispo de Fátima imploraron públicamente,
como hice yo en mi alocución final, la protección de María sobre Rusia.
Este reportaje en directo de setenta y cinco minutos ha alcanzado prácticamen-
te todas las repúblicas soviéticas. La emisión del 13 de octubre llegó a cuarenta
millones de personas. Fue difundida de nuevo el 7 de octubre, día del aniversario
de la revolución de Octubre, y una segunda vez en abril de 1992. El éxito fue
tal que se nos pidió preparar para la Televisión rusa otros cuatro programas de
75 minutos, el primero de los cuales –el viacrucis del Papa en el Coliseo con la
bendición urbi et orbi– fue emitido el primero de mayo por todas las emisoras
rusas y las de muchas otras repúblicas. De forma inexplicable y a pesar de todos
los malentendidos entre la Iglesia ortodoxa y el Vaticano, hemos conseguido
ampliar y consolidar nuestra colaboración cordial entre el Estado y la Iglesia en
Rusia, iniciada el 13 de octubre de 1991 sobre el puente entre Fátima y Moscú.
Innumerables personas, en el imperio de Satán en derrota, conocen desde hoy
el deseo de María: ver a los cristianos superar al fin todas sus discordias y, por
la oración, la conversión y la penitencia, restablecer la unidad en su Corazón
Inmaculado. Un milagro realizado por María, en el cual nuestra Obra ha podido
jugar un papel de intermediario.
La crisis posconciliar ha hecho que no se encuentren suficientes sacerdotes
para anunciar la Buena Nueva en Rusia o para acompañar las nuevas iglesias
volantes que queremos corstruir. Mientras tanto, gracias a nuestro apostolado ra-
diotelevisivo en plena expansión, y a la espera de los nuevos sacerdotes que Dios
dará a su Iglesia, la súplica secular ya ha sido acogida: “Rorate Coeli… Cielos,
desde lo alto, derramaos como un rocío, y que las nubes hagan llover la justicia”.
Llevada por los medios más modernos de la técnica, la Palabra eterna de Dios
María Arratíbel
En Hch 4,12 leemos hablando sobre Jesucristo: “No hay salvación en ningún otro,
pues bajo el cielo no se ha dado a los hombres otro nombre por el que debamos
salvarnos”.
Cuando leo el Nuevo Testamento siempre me llama la atención su enorme
actualidad. Aunque lleva casi dos mil años escrito, parece como si los autores lo
hubiesen hecho en la actualidad y para nosotros. Y es que no en vano es Palabra
de Dios.
Si hacemos referencia al versículo que da origen a este artículo, vemos una
afirmación clara: si queremos salvarnos, tenemos el deber de seguir a Jesucristo,
quien nos dice de sí mismo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida” (Jn 14,6), que es
una declaración inequívoca que existe la Verdad absoluta, a la que llamamos Dios.
Actualmente, el gran problema en torno a la Verdad es: ¿Existe una Verdad
Objetiva, sí o no? Ante esta pregunta hay una doble respuesta. Mientras unos
pensamos que por supuesto hay una Verdad Objetiva, que el Bien y el Mal son
claramente diferentes, que existen una serie de valores eternos e inmutables, los
otros, por el contrario, defienden que no hay verdades objetivas, que todo es
opinable y depende del punto de vista desde el que se mire, y que ni siquiera
los valores esenciales, como la libertad, la vida, la justicia, el amor, la paz, son
objetivos e inamovibles.
Los relativistas generalmente no creen en Dios o por lo menos son agnósti-
cos, y en consecuencia tampoco en la Ley ni en el Derecho Natural. Para ellos
la Verdad y el Bien no son algo objetivo, sino que, llegado un momento dado,
son perfectamente modificables: lo que ayer era malo, hoy puede ser bueno y al
revés. Es un enfrentamiento entre dos modelos sociales contrapuestos; el modelo
relativista, conforme al cual la sociedad debe construirse a partir de una exalta-
ción de la libertad, y el modelo basado en la defensa de una serie de principios y
valores morales, que son los que hacen posible la convivencia. No nos extrañe
por ello la reiterada condena del Magisterio al relativismo:
Ya el Concilio Vaticano II en su Declaración Dignitatis Humanae sobre la
Libertad Religiosa decía en el Nº 1: “Por su parte, todos los hombres están obli-
gados a buscar la verdad, sobre todo en lo referente a Dios y a su Iglesia, y una
vez conocida, a abrazarla y practicarla”, si bien es cierto “que la verdad no se
impone de otra manera que por la fuerza de la misma verdad, que penetra suave
y a la vez fuertemente en las almas”.
Documentos 153
El Beato Pablo VI afirma en la Encíclica Ecclesiam Suam Nº 18: “el relativismo,
que todo lo justifica y todo lo califica como de igual valor, atenta al carácter ab-
soluto de los principios cristianos”. San Juan Pablo II dice en la Veritatis Splendor
Nº 84: “De prestar oído a ciertas voces, parece que no se debiera ya reconocer
el carácter absoluto indestructible de ningún valor moral… Y lo que es aún más
grave: el hombre ya no está convencido de que solo en la verdad puede encontrar
la salvación” y subraya en la Fides et Ratio Nº 5: “La legítima pluralidad de posi-
ciones ha dado paso a un pluralismo indiferenciado, basado en el convencimiento
de que todas las posiciones son igualmente válidas”. La afirmación que algunos
hacen: “tú tienes tu verdad, yo tengo la mía”, no solo es falsa, sino además es
una idiotez, porque en todos los campos de la vida hay verdades inconcusas, y
además va contra el principio de contradicción.
Por su parte Francisco, en la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium
Nº 64: “Como bien indican los Obispos de Estados Unidos de América, mientras
la Iglesia insiste en la existencia de normas morales objetivas, válidas para todos,
‘hay quienes presentan esta enseñanza como injusta, esto es, como opuesta a
los derechos humanos básicos. Tales alegatos suelen provenir de una forma de
relativismo moral que está unida, no sin inconsistencia, a una creencia en los
derechos absolutos de los individuos. En este punto de vista se percibe a la Iglesia
como si promoviera un prejuicio particular y como si interfiriera con la libertad
individual’”.
Pero todo esto tiene consecuencias, como ya San Pedro nos advertía en el
Nuevo Testamento: “Pues quien desee amar la vida y ver días buenos, refrene su
lengua del mal y sus labios de pronunciar falsedad; apártese del mal y haga el
bien, busque la paz y corra tras ella, pues los ojos del Señor se fijan en los justos
y sus oídos atienden sus ruegos” (1 P 3,10-12).
MANCHESTER...
LO MÁS VIOLENTO NO SON LAS BOMBAS
Hace un par de días, un medio de des-información refería que era la “primera vez”
que un atentado de este tipo tenía como víctimas a “niños”, y nos ha parecido
el colmo del cinismo. En efecto, indigna mucho tanta hipocresía, manipulación
consentida y sobre todo, tanta miopía complaciente de muchas familias, frente a
Documentos 155
Veamos entonces, ¿quién es Ariana Grande –que dicho sea de paso, iba a
venir también a Buenos Aires–? El currículum vitae de esta –una más, y van….–
“grande” iniciadora de prostitutitas lo pueden encontrar en wikipedia, además de
su “altruismo” que la lleva a salvar cachorros perdidos, así que no nos detendremos
en ello. Pero como en última instancia a un cantante lo que más o menos lo define
es el contenido de sus temas, pensamos que copiando algunos párrafos de ciertas
canciones tomadas al azar (que por supuesto, no compone sola…), podrán juzgar
por sí mismos quienes no tengan atrofiado el sentido moral más elemental, que
distingue muy bien entre romanticismo y erotismo.
Documentos 157
Tenemos ese amor a lo Bonnie & Clyde, dicen que está mal, pero
Así es como me enciendes
Tenemos un amor de peligro; tenemos un buen amor
Me haces tomar malas
Chico, tú me haces tomar malas decisiones
Chico malo, tú me haces tomar malas decisiones
***************
Quiero mezclar una poción hasta
Hacer una bebida especial para usted
Mmm-mmm Solo un sorbito y nunca se va estés sabe lo que golpeó
Sí, cuando estoy a través Oh si
Ahora no estoy hablando de combate de películas
No es necesario ningún final feliz
Solo quiero hacer que me ames
Y mantenerte contra viento y marea
Voy a utilizar un poco de magia
Podría sentir un poco borracho
Y si tratas de dejar
Yo te encerraré en mi tronco
Con mi amor vudú, Aw sí
Documentos 159
ACTUALIDADES
ACTUALIDADES
*(NR.). LA demanda presentada por las dos graduadas abortistas fue a nombre de nombre
ficticio “Jane Roe”; Henry Wade, Fiscal de distrito del Condado de Dallas/Texas, representaba
al Estado oponiéndose al aborto. Lo curioso del caso es que el Tribunal de l instancia falló en
favor de la demanda pero no estableció restricciones en contra de las leyes sobre aborto; fue la
Corte Suprema de Justicia de los EE.UU. (siete votos contra dos) la que sentenció que la mujer,
bajo el amparo del derecho a la privacidad, podía elegir continuar o no con el embarazo, como
un derecho fundamental asegurado por la propia Constitución y ningún Estado podía legislar
en contra de ella. O sea, estableció el derecho (sic!) a matar al ser humano que la mujer lleva
en su vientre. Debe insistirse que el caso fue directamente una “superchería” porque no hubo
violación –como lo reconociera la propia Mc.Corvey, nació el bebé normalmente y fue dado
luego en adopción. Al año 2017 el propio New York Times calcula que desde 1973 son más
de 50 millones los que han sido asesinados por este medio en EE.UU.
En Irlanda hay una apuesta decidida para impulsar el aborto. Para ir roturando el
terreno se estableció en 2016 la Asamblea Ciudadana, un órgano consultivo, suce-
sora de la Convención Constitucional, que tiene como objetivo “producir” informes
que después sean tratados en el Parlamento para modificaciones constitucionales.
La intervención del Dr. Peter McParland, obstetra del National Maternity
Hospital, dejó en estado de shock a los asistentes adelantándoles el “futuro” que
espera a la isla de seguir el camino emprendido, acabarían como sus vecinos
islandeses y soltó el dato:
En Islandia, todos los bebés –el 100% de los diagnosticados– con Síndrome
de Down es abortado.
Es difícil apreciar el horror de esa afirmación: es el primer país que se jacta
de “erradicar” el Síndrome de Down: “no ha habido un solo nacimiento de bebé
con Síndrome de Down en los últimos cinco años”, apostilló el doctor (datos por
otro lado presentados en el parlamento islandés el año pasado, los que han nacido
no habían sido diagnosticados como tal).
No es que se haya encontrado una cura o un tratamiento, simplemente se
les elimina. Dinamarca aprieta el paso, y pronostica que en 10 años conseguirá
el mismo objetivo que Islandia. En USA el 85% (en estudios basados en casos
hospitalarios o el 67% en media ponderada) y en el Reino Unido el 90% de los
bebés diagnosticados con Síndrome de Down son abortados.
En España ya en 2008 el 95% era eliminado en el seno materno. En 1992, el
filósofo Julián Marías profetizó la gravedad:
Por esto me parece que la aceptación social del aborto es, sin excepción, lo
más grave que ha acontecido en este siglo que se va acercando a su final.
No es difícil imaginarse la “solución” a las consecuencias sociales de otros
“problemas” como la pobreza, la vejez, la enfermedad: eliminación del pobre, del
anciano, del enfermo. Es pura coherencia. Aborto y eutanasia, también de niños
pequeñitos si el problema no se detectó en el embarazo, son solo dos herramientas.
Vivimos en tiempos en el que aparecen movimientos sociales y políticos
que quieren salvar la “civilización occidental” en Europa y Norteamérica de la
barbarie. ¿Civilización? Conmigo que no cuenten.
• casi 99% de las personas con síndrome de Down expresa amor por sus fami-
lias, y
• el 97% “adora” a sus hermanos y hermanas.
Los que tenéis hijos ya mayores os podéis hacer una idea de lo que representan
estos números. Claro, que en este caso tengo que reconocer que hacen trampas,
¡¡es tan difícil no quererlos!!
Lo siento Islandia, lo siento Dinamarca, lo siento España, lo siento… “civi-
lización occidental”.
J. Romero*
Actualidades 165
3. EL CIGOTO: ¿ES PERSONA?
EN LA FILOSOFÍA ACTUAL
Ahora bien, sinceramente, pocos filósofos van a decir: “Amén” a lo que diga la
Congregación para la Doctrina de la Fe. Por el contrario, la mayoría de los pen-
sadores de las actuales corrientes filosóficas sostienen que una célula no es una
persona, sino que la personalidad se fundamenta en la racionalidad. Esto es, que
El origen más remoto del cerebro se da en el día 14 del desarrollo (Sadler, 1992
- Quinta Edición), aunque será en la semana 14 cuando tome su forma normal y
seguirá desarrollándose hasta los 25 años de edad.
Si adoptamos el planteamiento expuesto arriba, deberíamos remitirnos a este
dato para suponer que antes del día 14 es absolutamente imposible que exista
ningún tipo de racionalidad en el embrión y que, por tanto, hasta ese momento
no se puede sustentar que el embrión humano con un ADN humano completo
sea considerado como persona. Es más, lo que tenemos aquí es una “línea primi-
tiva” que se denomina así justamente porque es el principio de la generación del
sistema nervioso central, que aún no está desarrollado en plenitud. No se puede
decir que la línea primitiva sea muestra valedera de racionalidad.
De la misma manera que sería bastante absurdo argumentar que un ser humano
de menos de 25 años no es una persona por el hecho de que su cerebro aún no
está plenamente desarrollado, entenderemos que el desarrollo del cerebro no es
la cuestión, sino su presencia que, como mencionamos arriba, surge en el día 14
desde la fecundación. Esa línea primitiva, que aún no es capaz de realizar ningún
ejercicio de racionalidad humana, se marcaría entonces como el origen del ser
persona, porque desde ese momento se adquiere la potencialidad de razonar.
Sin embargo, ¿acaso esa potencialidad se da recién en este momento? ¿Es que la
línea primitiva surge ex nihilo? Ya desde el cigoto de cuatro células se sabe de cuál
de ellas va a surgir la línea primitiva especializada y ya en el cigoto unicelular la
línea primitiva se encuentra en potencia.
Actualidades 167
Ya desde la fecundación el cerebro está preparado para volverse acto y, por
tanto, la racionalidad también. Si vamos un poco atrás en la historia y escuchamos
al doctor Angélico, quizás nos sorprenda con un mensaje que podría resolver esta
tan actual disyuntiva: “El alma humana es, en cierta manera, todas las cosas, ya
que es apta para conocerla todo” (Aquino, De Veritate, 1996).
No es que el alma humana lo sea porque conozca todas las cosas, sino porque
es apta para conocerlas, porque tiene esa potencialidad. La racionalidad no es la
posesión de conocimientos trascendentes, para lo que es necesario el desarrollo
del cerebro; sino la capacidad de adquirirlos, capacidad que ya es real desde la
fecundación. Un orangután jamás, por mucho que nos empeñemos, podrá con-
ceptualizar el amor; un ser humano sí, y esa capacidad no surge como un añadido
a su ser, sino que se da desde la misma generación de su ser.
“No es necesario que la substancia intelectual sea forma materia, aunque su
ser esté en la materia (…) Pues no está en la materia como inmersa en ella o total-
mente comprendida por ella” (Aquino, Summa Contra Gentiles). La racionalidad
humana no se limita al cerebro material, sino que, como elemento de un alma
inmaterial, lo trasciende.
CONCLUSIÓN
Javier Gutiérrez-Cuervo*
Trabajos citados
Con motivo del proyecto en trámite de despenalización del aborto en tres casos,
se ha negado por algunos el carácter de persona al nascituro. Queremos demostrar
a continuación que ello constituye un grave error.
Desde luego, la biología actual afirma que el cigoto es ya el sujeto biológico
hombre, pues cuenta con toda la información genética que le permite construir
por sí mismo sus órganos definitivos, y llegar a la adultez. Esta información está
contenida en el código genético o genoma, según los descubrimientos realizados
por Watson y Crick, en la década de los cincuenta del siglo XX. Esto era desco-
nocido para Aristóteles y Santo Tomás, quienes pensaban que primero había un
ser sin vida o inorgánico; después, un vegetal; a continuación, un animal, y al
final, un ser humano (Aristóteles, Generación de los Animales, 734-735). Por eso
resultan completamente fuera de lugar las citas que se han hecho de tales autores
para cohonestar la dictación de la ley en referencia.
Yendo a la Constitución, cabe observar, en primer lugar, que ella es clara:
protege la vida del que está por nacer, al asegurar la de todas las personas, y, lo
que es claro, no necesita de interpretación, ni es susceptible de ella. Sea lo que
haya sido lo que este o aquel comisionado para el estudio de la Constitución de
1980 pensó sobre si el embrión es persona o no, el hecho es que lo trató como
tal en su texto. Y también es un hecho de que ninguno de los comisionados sabía
lo que era el genoma, desconocido cuando ellos estudiaron.
Por otra parte, el artículo 5º de la Constitución señala a los derechos que
emanan de la naturaleza humana como límite a la potestad legislativa, y la natu-
raleza humana, a la luz de la biología actual, presenta al embrión como persona.
En cuanto al Pacto de Costa Rica y su interpretación de 2012 por la Corte
Interamericana en orden a permitir el aborto, que alguien ha invocado, hay
que decir que si el Tratado lo permitiera, él no podría prevalecer contra nuestra
Constitución, pues es ella la que lo erige en fuente de Derecho.
Además, cuando se discutió en el Senado la aprobación de la ley 19.611, de
1999, que sustituyó en el inciso 1º del artículo 1º de la Constitución la palabra
“hombres” por la palabra “personas”, se adoptó “el acuerdo de declarar que
jamás podría desprenderse del nuevo texto que… se es persona y, por ello, sujeto
de derechos, a partir del nacimiento” (Leg. 339, Extr., s. 21ª, pp. 2.562-2.564).
Yendo a la jurisprudencia: a) el Tribunal Constitucional, por fallo de 18-
IV-2008, dejó sin efecto el DS Nº 48, Salud, 2007, que autorizaba el uso de la
Actualidades 169
píldora del día siguiente, considerando que el Constituyente protege la vida del que
está por nacer, “en el entendido de que se trata de un ser existente e inserto en la
concepción de persona, en cuanto sujeto de derecho, a que alude el encabezado
del artículo 19” (c. 58°); b) la Corte Suprema se había pronunciado en el mismo
sentido, acogiendo un recurso de protección para prohibir el uso de la píldora del
día siguiente (rol Nº 2186-2001); y el 27-VIII-2014 (rol Nº 17.153-2014) ordenó
a una institución de salud previsional pagar una operación de espina bífida a un
feto, sosteniendo que el artículo 19 Nº 1 de la Constitución manda proteger la vida
del que está por nacer, incluyéndolo entre las personas (c. 9º de primer grado); c)
La Corte de Rancagua (rol 1433-2004) concedió indemnización por daño moral
a la hija póstuma de la víctima, de un cuasidelito, que estaba en gestación al
momento del accidente (rol Nº 1443-2004).
Por su parte, la Contraloría General de la República ha resuelto que los niños
por nacer que han muerto a raíz de violaciones de derechos humanos son cau-
santes de los beneficios establecidos por la Ley Nº 19.123 (Dictamen Nº 25.403,
de 21-VIII-1995).
En el mismo sentido se pronuncia la doctrina: José Luis Cea (Cuadernos
Humanitas, Nº 11, Fecundación Asistida, p. 48); Jaime Silva Mac Iver (El Nascituro
y el Derecho a la Vida, Revista de Derecho Público, Nº 57-58); Hernán Corral
(El Embrión Humano, R. de Derecho, Universidad Católica del Norte, sede
Coquimbo, 1997, pp. 47 y ss.); Hernán Larraín Ríos, (Derecho Civil, Editorial
Jurídica, 1994, pp. 132 y ss.); Eduardo Soto Kloss, (R. D. J., t. 81, Parte Derecho,
pp. 60 y ss.); Alejandro Silva Bascuñán, (Tratado, t XI, Nº 45); Ángela Vivanco,
(Autores varios, 20 Años de la Constitución Chilena, p. 148); Jorge Varela del Solar,
(Derechos Humanos y Aborto, Revista de Derecho Público, Nº 47-48, pp. 195 y
ss.); Eugenio Evans (Relación de la Constitución Política de 1980, p. 48); Miguel
Ángel Fernández (Derecho a la Vida y Derechos Fundamentales de la Persona
que está por Nacer, Santiago 2001, pp. 77 y ss.); Arturo Fermandois, (La Píldora
del Día Después, Estudios Públicos, Nº 95, 2004, pp. 91 y ss.); Ian Henríquez,
(Gaceta Jurídica, Nº 298, p. 46).
Actualidades 171
inocente como una cosa, como un simple medio, y, en coherencia con esa
“lógica”, autorizar su muerte directa*.
Carlos Frontaura**
Gonzalo Rioseco***
Alejandro Romero****
6. LEGALIZACIÓN INCONSTITUCIONAL
Actualidades 173
El segundo sofisma es una afirmación falsa en los hechos en los que parece
fundarse y falsa también en su argumentación.
Sostienen los partidarios del aborto que quienes habrían sido cómplices activos
(el pasivos de Piñera les sirve de poco) de las violaciones de los derechos humanos
no están habilitados para defender la vida del que está por nacer.
El argumento parece poderoso, pero es paupérrimo. Lo es, primero, porque
quienes son acusados siempre han afirmado que todo acto terrorista, que toda
tortura, que toda violencia revolucionaria, que todo acto de desaparición de
personas, es un atentado gravísimo contra la dignidad humana. A diferencia de
quienes desde la izquierda reivindican esas acciones, los acusados en la derecha
han sido rotundos una y mil veces para repudiar esos actos.
Pero la falla es sobre todo lógica. Los terroristas, los torturadores, los violen-
tistas, los aniquiladores, creen que pueden justificar su actuación porque ven en
el otro a un injusto agresor. Los abortistas jamás usan ese argumento. No tienen
el valor de hacerlo. Saben que atacan a mansalva. Cierran sus ojos ante las es-
cenas de trituración de embriones. Incluso ellos apartan la mirada ante tamaña
crueldad. Compararlos a unos y a otros es un pobre subterfugio para amparar a
los abortistas, como si el embrión fuese un supuesto agresor.
Y en tercer lugar, hay quienes sostienen que solicitar a las mujeres que man-
tengan embarazos en las situaciones de las tres causales es pedirles conductas
supererogatorias o heroicas.
Pero ¿no es acaso la conservación de la vida, de la existencia, de la evolución
de esas células, de cualquier cosa en la que ese proceso consista, lo menos que se
puede pedir? ¿Cómo podría ser supererogatorio o heroico un comportamiento que
coincide con el mínimo posible, cuando la definición de lo heroico es justamente
otra, la de un máximo extraordinario?
Cuando un niño de una semana de vida está gravemente enfermo o es
abandonado en la puerta de una casa, ¿no es acaso lo mínimo exigible –nada
heroico– procurar por todos los medios la conservación de su vida? ¿Una semana
hace la diferencia o la diferencia la hace el sofisma?
Nuestro país está siendo atenazado por las garras de Satanás. El Senado de la
República, al igual que lo hizo antes la Cámara de Diputados, votó y aprobó la
semana pasada la legalización del aborto en Chile. Y si como última instancia
el Tribunal Constitucional resolviera rechazar la impugnación del proyecto que
presentarán los parlamentarios Pro-vida, este rincón del mundo se sumaría a los
Actualidades 175
obliga cuando la mujer requiera atención inmediata e impostergable y no exista
otra persona que pueda realizarla.
¿No es todo esto, acaso, un completo y aberrante contrasentido, un manejo
kafkiano de la vida? ¿No es una trampa escudarse en la dignidad de la mujer para
atentar contra la dignidad de un inocente? ¿Es que en la balanza de la ley pesa
más un animalito que un ser humano?
Y al final de su proyecto de ley, la Presidenta terminaba con un Dios guarde
a V.E. Es triste, no obstante, despedirse de aquella Excelencia ignorando a todos
los niños que se les podrá dar muerte antes de nacer; es indudable que también
ellos necesitarán que Dios los guarde.
“La igualdad ante la ley, asegurada por la Constitución a todas las personas, se ve
vulnerada en cada una de las tres causales aprobadas” y “se manifiesta una opción
arbitraria por una vida en desmedro de otra dejando sin protección al que está por
nacer, negándosele así la dignidad de toda vida como se expuso precedentemente”,
manifiesta la CECH. “Resulta discriminatorio establecer 12 semanas como tiempo
legal para realizar el aborto en caso de violación, lo es igualmente aumentar el
plazo de gestación en el caso de la menor de 14 años”. Se vulneran los principios
de igualdad y no discriminación cuando el proyecto establece que solo puede ser
consultado “uno de los padres de la menor de edad embarazada a consecuencia
de una violación, a elección de ella, descartando de ese modo la participación en
una decisión tan esencial en la vida de su hija del otro progenitor”. “Lo mismo,
puede observarse respecto de las intervenciones de los médicos y las decisiones
acerca de la llamada autorización sustitutiva que incluso deja fuera al personal no
profesional o a los lugares que no sean pabellones quirúrgicos para el ejercicio de
la objeción de conciencia”, precisa. Otro ejemplo de discriminación, se da cuando
“se reserva exclusivamente para el Estado la labor de acompañamiento, negando
a otras entidades –por ejemplo de la propia Iglesia católica– su participación que
se considera meramente accesoria”.
En cuanto al aborto por violación de una menor de 14 años, los obispos ma-
nifiestan que se encuentra constitucionalmente protegido el “deber preferente
de los padres de educar a sus hijos”. Sin embargo en el proyecto, “basta con la
autorización de un representante legal que se deja a la elección de la menor”.
Si bien en el proyecto aprobado plantea que “la menor de edad puede ejercer
autónomamente sus derechos de acuerdo a su etapa vital, en dependencia de la
orientación de quienes ejercen sus padres o representantes”, ese “ejercicio debe
adecuarse a su capacidad, desarrollo físico y psicológico, así como a la madurez
de que goce”, afirman.
Actualidades 177
10. CUANDO AGOSTO ERA 21
Actualidades 179
corra usted un riesgo cierto de quedarse sin descendencia, si la ecografía denuncia
que su hijo tiene, por ejemplo, síndrome de Down, o cualquier otra enfermedad
que al médico tratante le parezca inviable. Será el modo en que el Estado se libre
de los defectuosos, como ya ocurre en Islandia.
En mi opinión, la inversión moral que aguarda tras la aprobación de este
proyecto apunta un problema todavía más estructural que la muerte de personas
inocentes: representa el fin de la civilización cristiano-occidental, al menos, como
se ha conocido hasta ahora. Porque el aborto legal supone una variación en el
paradigma de la moral pública, en el horizonte ético de la cultura, en la medida
en que viola el principio más básico de cualquier organismo, biológico o civil: su
autoconservación, su instinto de supervivencia. Una sociedad que se vuelve contra
sus miembros más frágiles es una sociedad autodestructiva, que se autoinfringe
daño, y cuyo resultado final es el suicidio. Con la vida del inocente desaparece la
ratio que impide el canibalismo, la autofagocitación, y se instaura en su lugar la
lógica del animal salvaje, cuya funcionalidad gira siempre en torno a poder. Esto
por lo demás es un lugar común de la filosofía contemporánea: se ha acabado la
época –diría Foucault– en que el poder era una realidad vertical, con un signi-
ficado unitario. Hoy las relaciones de poder son horizontales, lo abarcan todo,
están en todas partes. El aborto es una conversión de esta sintaxis a la relación
materno-filial, en la que madre e hijo son ahora concebidos como antagonistas,
cuyos intereses deben entrar forzosamente en el juego de matar o morir.
Si todo el esfuerzo de la historia occidental se volcó progresivamente a
la protección de los más desposeídos, al volvernos ahora contra el más débil
rompemos de golpe la baraja, suprimimos la compasión y la empatía, reempla-
zándolas por la crueldad y el egoísmo como herramientas de autodestrucción.
Este paradigma moral de signo invertido, este criterio seco, metálico y suicida
es el verdadero peligro que esconde la despenalización del aborto, sea en una
o en cien causales. En la frialdad del corazón que nos dejará como herencia,
la sangre de los inocentes no será otra cosa que manchas insignificantes, que
se limpiarán fácilmente.
Actualidades 181
13. SIEMPRE AL SERVICIO DE LAS PERSONAS Y LA VIDA
Declaración del Comité Permanente de la Conferencia Episcopal
de Chile, sobre el fallo del Tribunal Constitucional
Señor director:
Actualidades 183
De este modo, la cultura de la muerte da otro zarpazo, esta vez contra todos
los que están por nacer.
Sí, como fue claramente demostrado en los alegatos delante del referido
Tribunal, esta ley no contempla excepciones, ella instala un “derecho” al aborto
directo y lo establece como una prestación del servicio de salud pública.
Así, el rechazo al requerimiento de inconstitucionalidad deja como letra
muerta las garantías que la ley fundamental de la República establecía para los
no nacidos.
A partir de ahora, ninguno de ellos gozará de la protección del Estado. Están
condenados a muerte a priori, salvo un gracioso consentimiento de la madre para
que nazcan.
No puede haber, en la perspectiva de esos niños, hipótesis más horrible.
Sin embargo, hay algo peor, es el efecto destructivo de las conciencias delante
del homicidio.
En efecto, la ley “educa”, y una pésima ley como esta, educará pésimamente
a los chilenos. Les enseñará que matar a un inocente no nacido no es un crimen,
que lo que vale únicamente es la autonomía de la mujer, y que –al fin de cuentas–
lo que hizo Caín con su hermano Abel, no fue tan malo.
Así, el bien y el mal, pasarán a ser asuntos relativos y dependerán del prisma
individual. Todo lo cual hará que el cinismo sea la regla general de las conductas
entre los chilenos.
Más aún, si hoy no se garantiza el derecho de nacer, ¿por qué entonces se
prohibirán las experiencias con embriones fecundados, la clonación y todas las
experiencias “científicas” que ignoran el derecho del ser ya concebido?
Por todas estas razones el fallo nos parece más que lamentable. Él constituye
una verdadera tragedia para todos los chilenos; los no nacidos y los nacidos.
***
Pero no por esto nos damos por vencidos. La enorme reacción habida durante
toda la tramitación de este proyecto de aborto demostró el aprecio que la gran
mayoría de los chilenos tenemos por el derecho de nacer.
Debemos transformar ese aprecio en una fuerza política que se haga sentir
en las próximas elecciones presidenciales y legislativas.
Una ley se puede deshacer con otra ley. Elijamos a los candidatos que nos
aseguren su posición contra el aborto y que nos den garantías de que propondrán
y apoyarán una ley que restablezca el imperio del derecho para los que están
por nacer.
Sí, una batalla perdida, no es una guerra perdida.
En materia de enfrentamientos, ya lo decía el gran estratega alemán Clausewits,
lo mejor es quitar las ganas de resistir al adversario.
Nuestro deseo de resistir debe, por lo tanto, aumentar con este fallo.
Debemos aprovechar las elecciones de noviembre para castigar, con nuestro
voto, a todos aquellos que apoyaron la ley en el Congreso y que se presenten
para ser reelegidos. Y premiar a los que nos den verdaderas garantías de su
posición pro vida.
Las próximas elecciones deberá ser un plebiscito nacional de repudio al aborto
y de afirmación del derecho de nacer.
***
Concluimos estas consideraciones, que nos vienen del fondo del alma, ofre-
ciendo una oración de reparación a la Virgen del Carmen, Reina y Patrona de Chile
por este verdadero pecado nacional. Y le pedimos a Ella que nos dé su misma Fe
y coraje para decir SÍ al derecho de nacer y NO al aborto*.
Primera, la reforma agraria nació más de una emoción que de una consideración
sabia o inteligente acerca de los males del campo y de sus remedios.
Cuarta, como tantos países del mundo, Chile tiene un origen agrario en el Valle
Central y Norte Chico; la historia del contraste entre riqueza y pobreza en el campo
se hace presente en la vida del país al ingresar el tema al debate político cuando la
ciudad descubre al campo, y condena las diferencias con intensidad creciente desde
el 1900 hasta hacerse todopoderosa en los 1960. Al mirar al campo, la polaridad
tan típica entre arrogancia y resentimiento –dos extremos que se potencian entre
ellos– se hace imagen y emoción en la mentalidad de los chilenos. Lo visible era
el atraso y pobreza del campo y del campesino, a pesar de que el mundo urbano
ya era mayoritario a mediados de siglo: los ojos inquisidores se dirigieron hasta
con obsesión hacia al “patrón de fundo” como raíz de todos los males.
Actualidades 185
Quinta, la transferencia de propiedad no produce una modernización en sí misma
si no se la acompaña de la incorporación de nuevo capital y de un nuevo estilo de
gestión y a precios de mercado, muy castigados entre los 1930 y 1970. Para que
asentamientos y experiencias colectivas resultasen, hubiera habido que disponer de
costosos subsidios que no se podían financiar sin extraer recursos de otros sectores.
Octava, el fin del inquilinaje –en su mala cara, aunque también llevándose por
delante alguna virtud– no fue resultado de la reforma agraria; se iba a producir (y
se estaba produciendo) si existía modernización del agro, lo que vino gradualmente
después de 1973. La reforma agraria aceleró conflictivamente –con odios entre
todos, ya que no pocos inquilinos olfateaban gato por liebre en todo el proceso–
el cambio en los modos de vida y de trato.
Joaquín Fermandois*
Actualidades 187
porque si uno lo mira desde el largo plazo, es sin duda un avance. Yo diría que
la mayor transformación social del siglo XX sería la revolución capitalista de los
Chicago Boys. Cuando llegan estos economistas jóvenes a hacerse cargo de la
economía, devuelven algunas tierras a latifundistas pero ellos se dan cuenta que
si quieren modernizar a Chile, no pueden volver a la situación del latifundio de
los años 60 y aprovechan la Reforma Agraria. Acaban con la parte socialista, pero
no con la pequeña propiedad agraria, que la van a mantener e incluso acentuar.
Manuel Gárate, historiador Universidad Alberto Hurtado. La Reforma Agraria
no hizo una gran transformación social. El gran cambio de modernización vino
después con el período del Régimen Militar. La primera transformación del campo
fue entre fines del siglo XIX y la década del 30 aproximadamente, cuando Chile
dejó de ser un país rural para ser predominantemente urbano. La segunda, a la
que probablemente se refería la Presidenta, es la transformación del inquilinaje
pero eso tiene que ver con la modernización agraria y fue algo parcial. La reforma
aceleró algunos aspectos, pero lo hizo porque creó una gran tensión. No causó
la destrucción de la democracia, pero fue un elemento importante. No creo que
sea un proceso que tenga algo fundamental. Creó mucho odio. La imagen de
Chile de ser un país de origen agrario, en donde las grandes haciendas ocuparon
un papel importante es una imagen algo exagerada que existía en la sociedad del
país. Algo que fue cambiando en el curso del siglo XX y que se iba a terminar
de todas maneras*.
El falso diagnóstico que fundó la reforma agraria puede resumirse así: “en Chile,
los agricultores eran flojos y explotadores, tenían sus campos mal trabajados y
a los trabajadores, mal pagados y sumidos en la pobreza. Era justo, entonces,
quitarles sus campos a los dueños y dárselos a sus inquilinos…”
El procedimiento de expropiación –que algunos abogados inexplicablemente
aún defienden– era más o menos así. Un organismo político (Cora) determinaba el
fundo expropiable; el dueño tenía 30 días para reclamar ante un tribunal político
ad hoc (tribunal agrario). Se indemnizaba al precio que determinaba la Cora en
función del avalúo fiscal hecho por otro organismo político, y luego se pagaba
al contado entre el 1 y el 33%, y el saldo en bonos que se comió la inflación. El
dueño del campo era desalojado casi inmediatamente.
No se requiere demasiada humanidad para entender la sensación de injusticia
e indefensión de las víctimas en contra de un proceso que era más parecido a
un saqueo que a un debido proceso legal. Y donde el mismo Estado, llamado a
defender sus derechos, se los violaba. Por eso ofende que los victimarios celebren
a costa de las víctimas y que lo hagan con cargo al erario fiscal. Es como Trump
Gerardo Varela*
Actualidades 189
4. REFORMA AGRARIA, NUNCA MÁS
Señor Director:
Actualidades 191
6. LA SOCIEDAD NACIONAL DE AGRICULTURA ANTE LA
CELEBRACIÓN DE LA REFORMA AGRARIA
Actualidades 193
un refugio de judíos, algo especialmente heroico pues la pena para quienes daban
cobijo a los judíos era, o bien la ejecución inmediata, o bien el campo de exterminio.
Que algo tan extendido pueda haber resultado una sorpresa solo se entiende
si consideramos la enorme tarea de ocultamiento y desinformación llevada a cabo
sobre el papel de la Iglesia durante la Segunda Guerra Mundial. Sabemos que
muchos colaboradores de Pío XII han afirmado que recibieron órdenes explícitas
del mismo Papa de esconder a judíos (entre ellos dos futuros papas: Mons. Roncalli
y Mons. Montini) y sabemos también que el mismo Papa escondió a judíos en
Castel Gandolfo. Y aún hay quien sigue con la cantinela de la complicidad de Pío
XII, y de toda la Iglesia, con el nazismo.
De hecho, cuando casi nadie se tomaba en serio lo que estaba ocurriendo
con los judíos (es cierto que la información no era la que ahora tenemos a nuestra
disposición), Pío XII, consciente de la realidad, movilizó a la Iglesia allí donde pudo
para proteger al mayor número posible de judíos: se calcula que entre 500.000 y
860.000 judíos, dependiendo de la fuente, se salvaron así de la solución final nazi.
Insisto: esto solo puede sorprender si consideramos la vasta operación de
desinformación llevada a cabo acerca de Pío XII y el papel de la Iglesia Católica
durante la Segunda Guerra Mundial. El mismo Einstein, al escapar de Alemania,
declaró en 1940: “Solo la Iglesia se cruzó estaba en el camino de la campaña de
Hitler para suprimir la verdad… Me veo obligado a confesar que lo que una vez
desprecié lo alabo ahora sin reservas”. Y tanto el primer presidente del Estado de
Israel, Chaim Weizman, como el gran rabino Isaac Herzog, hicieron declaraciones
en el mismo sentido. No es casualidad que el rabino de Roma, Israel Zolli, se
hiciera católico y tomara como nombre de bautismo el mismo del Papa Pío XII,
Eugenio. Cuando Pío XII falleció, en 1958, la entonces ministra israelí de asuntos
exteriores, Golda Meir, escribió que: “lloramos a un gran servidor de la paz”.
A medida que más se estudia, más se llega a la conclusión de que la actuación
de Pío XII y de la Iglesia frente a la Shoa es una de las páginas recientes de la que
los cristianos más podemos enorgullecernos.
Jorge Soley*
1. QUE NO TE ENGAÑEN:
ESTÁN SUPRIMIENDO LA LIBERTAD
Actualidades 195
a tres?) ¿Lo es la figura del transexual? En este último caso la persona busca un
reajuste médico de su apariencia porque su autoconciencia le señala un sexo que
no corresponde con su estructura anatómica (ni hormonal).
Pero no quiero hurtar la cuestión de la homosexualidad. ¿Por qué no pode-
mos preguntarnos sobre las causas de la homosexualidad cuando la literatura
científica lo viene haciendo de manera tan reiterada? ¿Por qué entre el 2 y el
3% de la población se siente atraído de manera emotiva y sexual por personas
del mismo sexo?
La segunda razón que pretende liquidar la libertad de pensamiento y su ex-
presión lo resume el comunicado del alcalde de Solsona contra el obispo. “Todo
modelo de familia tiene las mismas posibilidades y responsabilidades de criar a
los hijos e hijas… Que la familia sea formada por una persona o más, o que los
roles paternales o maternales sean desarrollados por personas del mismo sexo o
diferente, no debe ser motivo de debate ni debe afectar a la correcta educación
de los suyos”.
Ciertamente todos son responsables, pero es objetiva y obviamente erróneo
afirmar que todas las familias tienen las mismas posibilidades. Cuando toda la
literatura económica y sociológica, toda, señala que la familia monoparental es
una causa de pobreza, se está diciendo que sus posibilidades no son iguales, y es
precisamente esta obviedad la que hace que reciban ayudas diferentes, mayores;
se las discrimina positivamente. Cuando toda la literatura científica trata de las
consecuencias negativas de la ausencia de la figura paterna o materna, significa
que sí puede afectar a la educación y a las posibilidades de los “suyos”. El alcalde,
los alcaldes de Solsona y Cervera lo que hacen es aplicar su ideología política
basada en la perspectiva de género y LGBTI para negar la libertad de expresión y,
lo que es peor, la racionalidad. Y esto es muy grave, forma parte de una mentalidad
totalitaria. Así no se construye un país mejor, sino todo lo contrario.
Las celebraciones en torno al quinto centenario del cisma luterano, que impulsó el
monje agustino, obvian los aspectos más oscuros de su figura y legado. El manto
religioso oculta un conflicto político y nacionalista.
Dice la leyenda que el 31 de octubre de 1517 el monje agustino Martín
Lutero (1483-1546), escandalizado por el vergonzoso espectáculo que la Iglesia
ofrecía e indignado por la venta de indulgencias, clavó en las puertas de la igle-
sia de Wittenberg las 95 tesis que desafiaban el poder de Roma. Se cumplen por
tanto 500 años y Alemania está celebrando con fasto este aniversario. Merkel y
Obama homenajearon el 25 de mayo a Lutero en la puerta de Brandeburgo y
por las mismas fechas se inauguró una espectacular exposición en Wittenberg.
En Historia del año 1883 Emilio Castelar escribe: “Los pueblos protestantes han
celebrado el cuarto centenario de Lutero con universales jubilaciones”; y también
que aunque “los católicos y los protestantes de Alemania no han podido acordarse
para celebrar al creyente, se han acordado para celebrar al patriota”. Pero lo más
interesante es el colofón: “Nosotros, que no pertenecemos a la religión luterana
ni a la raza germánica, españoles y católicos de nacimiento, podemos celebrar
sin escrúpulo al que, iniciando la libertad de pensamiento y examen, ha iniciado
las revoluciones modernas, a cuya virtud hemos roto nuestras cadenas de siervos
y proclamado la universalidad de la justicia y del derecho”. No necesitamos por
tanto ir a Wittenberg y leer los textos que comentan la espectacular exposición.
Lo que allí se cuenta es exactamente lo mismo que Castelar nos dice: Lutero, el
padre de la libertad religiosa en Europa; Lutero, el héroe por cuyo esfuerzo sin
par este continente se libró de las tinieblas y de la esclavitud. Dice Castelar que
“hemos roto nuestras cadenas”. A Lutero le debemos nada menos que “la justicia
Actualidades 197
y el derecho”, porque resulta evidente que los españoles no teníamos. Qué sim-
pático resulta esto de que los hijos de Roma desconozcan el Derecho, los pobres.
Y, claro está, si Lutero rompe cadenas es que había cadenas que romper y
alguien las había puesto. Si trae la libertad de pensamiento es que tal cosa no
existía, ¿y quién lo impedía? No hace falta ni nombrarlo pero está ahí, constan-
temente presente: el oscuro y siniestro Imperio español y católico. Para que el
héroe Lutero exista tiene que haber un monstruo al que él se enfrente. Si no hay
monstruo, no hay héroe. Quien visita hoy Wittenberg o cualquiera de las muchas
exposiciones y celebraciones que pueden verse en Alemania, incluso si es español
y católico –especialmente si es español y católico– no ve el decorado que hace
posible el brillo germánico. Cuando digo católico no quiero decir creyente. La
fe es irrelevante en este contexto. Nos referimos a quienes han nacido en un país
de cultura católica. Porque ese relumbrón germánico ha necesitado siglo tras
siglo como condición sine qua non para su exaltación que el sur mediterráneo
sea oscuro y atrasado, inmoral y decadente, vago y poco fiable. Es en tiempos de
Lutero cuando el adjetivo welsch –una denominación geográfica poco precisa
para referirse al sur– pasó a significar latino o románico, y malvado e inmoral al
mismo tiempo.
La “libertad luterana” no resiste una mirada cercana y libre de prejuicios.
Comenzó provocando una guerra espantosa que se llamó la Guerra de los
Campesinos y que dejó más de 100.000 muertos en los campos del Sacro Imperio.
Porque los campesinos se creyeron de verdad aquellas exaltadas predicaciones en
boca de Lutero y de otros que clamaban contra las riquezas acumuladas por los
poderosos de la tierra con Roma como garante de tales injusticias. Esto provocó
una convulsión social como no se ha conocido otra en Europa hasta la Revolución
Francesa. Los príncipes alemanes, cuyo propósito era básicamente oponerse al
emperador, no pensaron que alentar aquella efervescencia antisistema (Carlos V
y el catolicismo) pudiera volverse contra ellos, pero tuvieron que enfrentarse a
una revuelta de proporciones gigantescas. Algunos clérigos revolucionarios como
Müntzer, llamado el teólogo de la revolución, se mantuvieron fieles a sus principios
hasta el final y fueron ejecutados, pero Lutero decidió sobrevivir. Desde comienzos
de 1525, tras la muerte de Hutten y Sickingen, los dos cabecillas revolucionarios
que lo habían amparado, Lutero se pone al servicio de los príncipes alemanes y
alienta la violencia brutal con que los grandes señores germánicos acabaron con
estas rebeliones de campesinos: “contra las hordas asesinas y ladronas mojo mi
pluma en sangre, sus integrantes deben ser estrangulados, aniquilados, apuñalados,
en secreto o públicamente, como se mata a los perros rabiosos”.
Desde entonces Lutero se convierte en el gran valedor de las oligarquías seño-
riales, en el garante teológico de un feudalismo tardío que mantuvo a Alemania en
un estado de pobreza y atraso ya superado en España y en la mayor parte del sur.
El enquistamiento por la vía religiosa de estas oligarquías impidió la unificación
de Alemania e hizo posible una supervivencia anómala del sistema feudal en esa
parte de Europa. Casi todo el mundo sabe que el régimen de los siervos duró en
Rusia hasta el siglo XIX, pero se ignora que en Alemania también, notablemente
en las zonas protestantes. Uno de los primeros estados en abolir las leyes de
servidumbre fue la católica Baviera en 1808, pero el proceso no culminó hasta
mediados del siglo en la zona oriental. Bien. Esto por lo que respecta a Lutero
como libertador social. Vamos ahora a Lutero como libertador mental.
Libertad religiosa o libre examen son dos iconos lingüísticos acuñados por Lutero
que no tuvieron nunca un reflejo en la realidad, como demuestra primero la lógica
y luego la historia.
Supuestamente el libre examen significa que el cristiano debe entenderse
con Dios directamente a través de los textos sagrados, sin intermediarios gravosos
e inmorales como “los romanos” (así llamaba Lutero al clero católico, aunque
fuesen tan alemanes como él). Si esto es así, hay una consecuencia inmediata: la
desaparición del clero por innecesario. La evidencia demuestra que esto jamás
sucedió, porque Lutero no operó la destrucción de las iglesias, sino que creó otra.
Ni Lutero dejó de ser clérigo, ni disminuyó el número de ellos en el Sacro Imperio.
Simplemente se formó un nuevo cuerpo sacerdotal que también condujo al rebaño
hacia donde debía ir. Solo que ahora ese cuerpo de pastores sirve únicamente
al señor del territorio (y no a un papa extranjero y a un emperador aliado con el
mundo welsch) que es el que le da de comer. Si le sirve bien, como hizo Lutero,
vivirá bien. Vivirá incluso mejor que con los “romanos” y, así, Lutero recibió del
príncipe de Sajonia, como primera prueba de gratitud, el que había sido su antiguo
convento en Wittenberg. Es un muy bello palacio, donde se instaló con su nueva
esposa, sus parientes y sus criados. Había nacido en el seno de una familia muy
humilde y estos lujos, como monje agustino, no se los hubiera podido permitir
nunca. Y no tocaremos aquí más el asunto de las críticas feroces contra los lujos
del clero “romano”.
La libertad religiosa es probablemente el tótem lingüístico más afortunado de
Martín Lutero. Ha sido y es ininterrumpidamente esgrimido frente a las tinieblas
del catolicismo y de su nación defensora por antonomasia, España. No hace falta
siquiera pensar mucho para ver a dónde va a parar la libertad luterana. Si tal cosa
hubiera existido alguna vez, siquiera teóricamente, también los católicos u otras
facciones protestantes hubieran tenido derecho a ella. Si el cristiano es libre para
interpretar los textos sagrados, entonces, también la interpretación católica es
posible y debe ser aceptada. Y debería haber sido respetada en consonancia con
la “libertad religiosa” que Lutero y sus diáconos predicaban. Si la lógica humana
no es una patraña desde su misma raíz, esto es así. Pero lo cierto es que el nuevo
clero creó una versión del cristianismo que fue la única aceptable y todas las
demás fueron proscritas y perseguidas; la católica por supuesto, pero también los
anabaptistas, calvinistas, menonitas, etcétera.
Sin embargo, siglo tras siglo, Lutero se ha paseado por la historia de Europa
inmune a la verdad, a los hechos y a la lógica. Puede el lector teclear en Internet
en algún buscador la secuencia “Lutero libertad religiosa” y verá. Si lo hace en
inglés y alemán, se quedará pasmado. Podríamos llevar este juego perverso con
Actualidades 199
las palabras un poco más lejos y exasperar los argumentos históricos habitual-
mente aceptados. Porque aplicar la “libertad religiosa” en sentido luterano es
lo que hicieron los Reyes Católicos en España, a saber, que todos los súbditos
deben tener la misma religión que su señor terrenal. Este es el principio conocido
como cuius regio, eius religio, y dio cobertura legal a los príncipes alemanes para
obligar a las poblaciones de sus territorios a hacerse protestantes, lo quisieran o
no, y no siempre con persuasivos y pacíficos sermones. Pero es evidente que los
Reyes Católicos no pueden ser padres de la libertad religiosa, aunque hicieron
exactamente lo mismo, porque, como dice Castelar, nosotros no somos luteranos
ni pertenecemos a la raza germánica.
A estas alturas ya estará preguntándose ¿pero por qué tenían este empeño los
príncipes alemanes en hacerse protestantes? Pues no es difícil tampoco de explicar,
pero para eso, como señalamos más arriba, hay que salirse del terreno religioso,
de la superioridad moral y de las palabras totémicas donde empeñosamente ha
insistido todo el protestantismo en situar aquel sangriento conflicto. Casi una
cuarta parte de los bienes raíces del Sacro Imperio cambiaron de manos, entre las
confiscaciones de propiedades eclesiásticas y las de aquellos que abandonaron
los territorios protestantes por negarse a acatar la conversión forzosa. Hasta la
Revolución Rusa no ha habido latrocinio comparable en Occidente. Pero, claro
está, no los llamamos así, porque el uno tenía una cobertura teológica y el otro
una cobertura ideológica. En definitiva: una justificación moral. Esto naturalmente
no se lo van a contar al visitante en la magna exposición de Wittenberg.
Fue furiosamente antisemita y prefigura el programa nazi. La noche de los
Cristales Rotos se hizo en honor a su 450 cumpleaños.
Lutero fue no solamente antilatino sino furiosamente antisemita. El filósofo
alemán Karl Jaspers escribió que el programa nazi está prefigurado en Martín
Lutero, que dedicó a los judíos párrafos espeluznantes: “Debemos primeramente
prender fuego a sus sinagogas y escuelas, sepultar y cubrir con basura a lo que no
prendamos fuego, para que ningún hombre vuelva a ver de ellos piedra o ceniza”.
El primer gran pogromo de 1938, la noche de los Cristales Rotos, fue justificado
como una operación piadosa en honor de Martín Lutero, por su 450 cumpleaños.
A las elecciones de 1933 concurrió Hitler con un soberbio cartel donde la imagen
de Lutero y la cruz gamada aparecen juntas. Las celebraciones luteranas de los
nazis fueron espectaculares. Con idéntica ferocidad alentó y justificó Lutero la
quema de brujas, que dejó en Alemania no menos de 25.000 víctimas, según
Henningsen. Llevamos tantos miles, millones de muertos con este asunto que es
mejor no hacer cuentas.
Pero no hay de qué avergonzarse. Alemania celebra sin disimulo a Martín
Lutero porque se siente bien, porque Lutero es el padre del nacionalismo alemán
y de su iglesia y tiene por lo tanto… indulgencia teológica. Desde que se produjo
la reunificación y vino luego el euro como mágico elixir, Alemania está en un
tiempo nuevo y afronta sin sombras una hegemonía europea incontestada. Gran
Bretaña ha desertado del barco de la Unión y Francia no está en condiciones de
enfrentarse a la indiscutible supremacía germánica. Ni España ni Italia parecen
darse mucha cuenta de cuán necesarias son para compensar esta hegemonía y
andan perdidas, sin poder superar el complejo de inferioridad que asumieron hace
siglos. Porque con todo esto llegamos al gran asunto que aquí se ventila: el de la
superioridad moral frente al porcino mundo no protestante, en el cual vivimos y que
*Filóloga y autora de ‘Imperiofobia y Leyenda Negra’ (Siruela. Madrid. 481 pp., con
ocho ediciones entre octubre 2016 y abril 2017). Publicado en El País/Madrid, el 23.7.2017.
**Ordenanza Nº 0768, del 27 de abril de 2017, dirigido a todos los Directores de esta-
blecimientos educacionales del país, y las Orientaciones para la inclusión de las personas
LESBIANAS, GAYS, BISEXUALES, TRANS E INTERSEX en el sistema educativo chileno. Material
elaborado por: MINISTERIO DE EDUCACIÓN.
***“Acuerdo de solución amistosa” Caso P-946-12.
****Cf. Idem. “El Acuerdo Amistoso” cuenta con la firma de cinco Ministros de Estados:
Claudia Pascual (Mujer y equidad de género); Carmen Castillo (Salud); Javiera Blanco (Justicia);
Marcelo Díaz (Secretaría Gral. de Gobierno), y Adriana Delpiano Puelma (Mineduc).
Actualidades 201
Igualmente el Estado de Chile se comprometió en ese “Acuerdo” a financiar
al movimiento homosexual y a pagar todos los gastos de la demanda entablada
en contra de él. Es decir se autoconsideró culpable de violar los supuestos dere-
chos humanos de los homosexuales, trans, etc., y se comprometió a pagar esta
“penitencia”, lo que por lo demás le causa amplia satisfacción.
Otro de los incisos que se estipulan en el referido “Acuerdo” es que el Decreto
que norma las clases de religión en la enseñanza pública, deberá ser reformado
de acuerdo a esta ideología de género. Es decir, que los profesores católicos no
podrán enseñar la doctrina moral que establece que las conductas homosexuales
son intrínsecamente perversas* lo que, en la práctica, equivale a iniciar una ver-
dadera persecución religiosa.
Finalmente, con fecha del 27 de abril del presente año, el Ministerio de Educación
dio a conocer sus “Orientaciones para la inclusión de las personas LESBIANAS,
GAYS, BISEXUALES, TRANS E INTERSEX en el sistema educativo chileno”.
Como se ve, la preparación de las mismas no fue algo sorpresivo, sino pla-
nificado con bastante antecedencia, solo que entre las “cuatro paredes”, ubicadas
en la sede del Ministerio en la Alameda.
*Apoyándose en la Sagrada Escritura que los presenta como depravaciones graves (cf
Gn 19, 1-29; Rm 1, 24-27; 1 Co 6, 10; 1 Tm 1, 10), la Tradición ha declarado siempre que a
los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados” (Congregación para la Doctrina
de la Fe, Decl. Persona humana, 8). Son contrarios a la ley natural. Cierran el acto sexual
al don de la vida. No proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual. No
pueden recibir aprobación en ningún caso” (Canon 2357, del Catecismo de la Iglesia. http://
www.vatican.va/archive/cate- chism_sp/p3s2c2a6_sp.html
DÉBILES REACCIONES
Frente a esta brutal embestida para corromper las conciencias infantiles, era de
esperar una reacción a la altura de los principales responsables de la enseñanza
moral de los menores de edad. Sin embargo, en general, los pronunciamientos
estuvieron lejos de representar una defensa contundente de la inocencia de los
niños y del derecho de los padres de educar a sus hijos.
Actualidades 203
El representante de la Federación de Instituciones de Educación Particular
(FIDE), Rodrigo Díaz, declaró: “Si el proyecto educativo de cada colegio tiene que
adaptarse hasta esta exposición interpretativa o si las comunidades educativas van
a poder oponerse, eso, por un lado u otro, va a significar algún tipo de decisión de
tribunales que no es fácil, porque aquí hay un tema de ponderación de dos garan-
tías constitucionales que en este caso van a estar opuestas”. Es decir, el personero
apenas formula una objeción de carácter técnico jurídico, sin entrar en el mérito
de la ofensa que estas directrices imponen a la moral y a las buenas costumbres.
Por su parte, la Corporación de Colegios Particulares de Chile (CONACEP) se
limitó a “lamentar” que no existiera una conversación previa antes de extender
la circular.
Tampoco estuvo a la altura del ataque la reacción del Comité de la Conferencia
Episcopal. De acuerdo a información de prensa, el presidente del área de educación
del Episcopado, Mons. Héctor Vargas, reveló que “el comunicado del Gobierno
fue totalmente inconsulto. Nunca se conversó con los colegios. No hubo posibi-
lidades de reflexionar sobre el terna”. Por su parte, Mons. Juan Ignacio González,
obispo de la diócesis de San Bernardo, afirmó que el documento “impone por
la vía administrativa a todos los colegios de Chile una serie de prácticas que ni
siquiera están aprobadas por la ley”*.
No parecen reparar los señores Obispos que lo que está por detrás de estas
medidas inconsultas es una verdadera persecución religiosa y la masacre de la
inocencia en los niños chilenos, conforme lo que sucintamente hemos trascrito.
En conclusión, corresponderá a los padres de familia tomar las medidas de
vigilancia para que sus hijos no sufran esta verdadera corrupción de sus concien-
cias y sepan oponerse a ellas.
Desde ya Acción Familia se dispone a colaborar en esta empresa**.
*http://foros.fotech.cl/topic/313824-di-versidad-sexual-la-primera-batalla-de-una-nina-trans/
**Informativo 72 - Año XIX - Junio 2017.
Actualidades 205
en contra de los empleados que no suscriben a la “ideología” políticamente
correcta.
El ingeniero de software de 28 años de edad fue despedido a principios de
esta semana de Google después de que su memorándum de 10 páginas titulado
“Google Ideological Echo Chamber” se filtró y se volvió viral.
Damore trabajó en Google desde diciembre de 2013, dijo a Bloomberg
Television que escribió el documento para los empleados de Google, porque creía
que “la falta de diversidad ideológica ha dañado nuestros productos”.
Damore dijo que solo quería corregir las prácticas de contratación de Google
que, según él, favorecían a las mujeres, las minorías y algunos grupos étnicos.
“Hubo varias prácticas de contratación que trataron a las personas de manera
diferente en función de su raza y género”, dijo durante la entrevista, añadiendo
que “es más fácil para alguien entrar en Google en función de su raza o género”.
Damore dijo en la entrevista de Bloomberg que estaba “herido” por el ataque.
“Definitivamente, estoy herido ”, explicó. “Me encanta Google y siempre he
sido un fan de Google, incluso antes de que fuese contratado, por lo que realmente
se siente como si me ha traicionado de alguna manera… Mi nota solo pretendía
mejorar a Google y a su cultura”.
“Y me castigaron y me avergonzaron por hacerlo”, agregó.
“Aborto libre, también para María”, fueron las palabras que un abortista anónimo
escribió en la pared de la iglesia San Miguel Arcángel y Santa Rita, en Milán (Italia).
El párroco respondió a través de Facebook.
El autor de la respuesta en Facebook a la propaganda abortista fue el P. Andrea
Bello y ocurrió en la periferia sur de Milán.
Actualidades 207
“Querido escritor anónimo de muros”, empezó el sacerdote. “Lamento que no
hayas sabido seguir el ejemplo de tu madre. Ella fue valiente. Te concibió, llevó
adelante su embarazo y te ha parido. Podía abortarte. Pero no lo hizo”, añadió.
Tu madre “te ha criado, nutrido, lavado y vestido. Y ahora tienes una vida
y una libertad. Una libertad que estás usando para decirnos que sería mejor que
también personas como tú no deberían estar en este mundo. Lo lamento pero no
estoy de acuerdo”.
“Admiro mucho a tu mamá porque ella fue valiente. Y lo es todavía, porque,
como toda mamá está orgullosa de ti, también si te portas mal porque sabe que
dentro de ti hay una persona buena que solo debe salir fuera”, añadió.
El sacerdote le recordó al autor anónimo que “el aborto es el ‘sin sentido’ de
toda cosa. Es la muerte que vence contra la vida. Es el miedo que vence sobre
un corazón que por el contrario quiere combatir y vivir, no morir. Es elegir quién
tiene derecho de vivir y quién no, como si fuese un derecho simple”.
“Es una ideología que vence sobre una humanidad a la cual se le quiere quitar
la esperanza. Toda esperanza”, expresó.
Por ello “admiro a todas las mujeres que entre miles de dificultades tienen el
coraje de seguir adelante. Evidentemente tú no tienes coraje. Visto que perma-
neces anónimo”.
Sin embargo, el P. Andrea señaló que ya que se ha dado la oportunidad,
“quisiera también decirte que nuestro barrio ya ha probado tantos problemas y
no necesita de gente que ensucie las paredes y que arruina lo poco de bello que
queda”.
“¿Quieres ser valiente? Mejora el mundo en vez de destruirlo. Ama en vez
de odiar. Ayuda a quien sufre a soportar sus penas. ¡Y da vida en vez de quitarla!
¡estos son los verdaderos valientes!”, expresó el sacerdote.
“Por fortuna nuestro barrio, que tú destruyes, ¡está lleno de gente valiente!, que
sabe amar también a ti, ¡que no sabes ni lo que escribes!”. “Yo firmo: P. Andrea”.
P. Andrea Bello*
V. IDEOLOGÍA DE GÉNERO
INSOSTENIBLE
Actualidades 209
Bosque denunció así una suerte de “discriminación” a la inversa, que, del
mismo modo que esta tendencia presuntamente promotora de la igualdad en el
lenguaje, ve apuntalada por el “despotismo ético” de un sector de la sociedad.
En este sentido, el académico alertó sobre una contradicción fundamental. “Si
[como establecen las guías] el uso del masculino con valor genérico implica un
trato lingüístico discriminatorio, ¿cómo han de reaccionar las mujeres que no
perciben en él tal discriminación?”, plantea.
Luego de analizar las expresiones que habría que suprimir por recomendación
de esos organismos –que en la mayoría de los casos no consultaron a lingüistas–
Bosque teme por el empleo de expresiones “sexistas” como “los reyes”, “mis tíos”
o “sus suegros”, donde no se contempla la “visibilidad” de la mujer.
Tras criticar y resaltar la nula practicidad del “desdoblamiento” genérico –como
el citado “todos y todas”– para evitar la supuesta caída en el sexismo, así como
el uso indebido del símbolo “@” para superponer el uso femenino de la “a” y el
masculino de la “o”, el lingüista descartó la viabilidad de las recomendaciones
de las guías.
“Si se aplicaran las directrices propuestas en estas guías en sus términos más
estrictos, no se podría hablar”, señala.
Por último, Bosque observa que las propuestas reformistas “no están hechas”
para ser adaptadas al lenguaje común, puesto que, según entiende el académico,
“se supone que los cambios que se solicitan han de afectar únicamente al lenguaje
oficial”. Es decir, al utilizado por quienes hablan delante de un micrófono o de
una cámara y que, fuera de estas situaciones, se expresan “como todo el mundo”.
El informe de Bosque fue aprobado en forma unánime por los académicos,
entre los que figuran Luis Goytisolo y Arturo Pérez-Reverte.
LOS FUNDAMENTOS
Forzado. “El uso genérico del masculino para designar a los dos sexos está muy
asentado en el sistema gramatical” español y no tiene sentido “forzar las estruc-
turas lingüísticas”.
Insostenible. Las guías aludidas suelen llegar “a una conclusión injustificada que
muchos hispanohablantes consideramos insostenible”*.
Chad Felix Greene, autor de la serie “Reasonably Gay: Essays and Arguments”
explica cómo las cirugías de “cambio de sexo” no solucionan el problema porque
no atienden la causa raíz del problema.
En una reciente discusión en Twitter, Chelsea Manning (anteriormente Bradley
Manning), indultado por el presidente Obama después de ser condenado por es-
pionaje, argumentó que “el ‘tratamiento’ transgénero es necesario para la salud
de los individuos trans, porque no obtener la atención médica necesaria para las
personas trans es fatal”.
Cuando Leelah Alcorn, de 17 años de edad, se suicidó en 2014, los activistas
LGBT inmediatamente culparon a sus padres y a la sociedad por causar la tragedia.
Zack Ford de ThinkProgress escribió:
“La muerte de Leelah Alcorn fue una tragedia evitable. Aquí estaba una mu-
chacha de 17 años con acceso completo a toda la información disponible en el
siglo XXI sobre identidades transgénero, incluyendo muchas maneras seguras y
eficaces para hacer la transición. Pero como ella escribió en su propia nota de
suicidio antes de saltar delante de un remolque de tractores esta semana, no tenía
una esperanza ligada a esas posibilidades –ninguna confianza en que podría, de
hecho, mejorar–. Había dejado de llorar pidiendo ayuda”.
Actualidades 211
Esto, a pesar de que los padres del joven apoyaban su “identidad de género”.
Se mató a sí mismo porque sus padres le pidieron que esperara hasta los 18 años
para comenzar la transición. No estarían de acuerdo en pagarlo antes.
El argumento puede resumirse como sigue. Sin tratamiento médico (cirugía
costosa y terapia hormonal de por vida), aceptación social, uso “correcto” del
pronombre y acceso completo a los baños públicos de su “identidad de género”,
las personas trans nunca estarán cómodas en sus cuerpos o en la sociedad. En
consecuencia, están en alto riesgo de suicidio, y es una injusticia no hacerles
disponibles estos “tratamientos”. La acusación de matar gente transexual puede
incluso ser lanzada sobre aquellos que no están de acuerdo con esto.
Este argumento, hecho por Manning, Ford y tantos otros, intenta silenciar
cualquier crítica – o incluso preguntas– sobre la ideología de género, pero plantea
más preguntas de las que responde.
Actualidades 213
LAS ESTADÍSTICAS LO DEMUESTRAN
LA VERDADERA TRAGEDIA
Actualidades 215
4. CONGRESO DEL PERÚ DEROGA “LEY MORDAZA”
A FAVOR DE LA IDEOLOGÍA GAY
La derogación se debió a que el Decreto Legislativo “no era parte de las fa-
cultades que el Congreso le había otorgado al Poder Ejecutivo en materia de
seguridad ciudadana”.
El Pleno del Congreso de Perú derogó partes del Decreto Legislativo 1323,
emitido a inicios de año por el gobierno del Presidente Pedro Pablo Kuczynski,
considerado por diversos defensores de la familia en el país como una “ley
mordaza” pro gay.
Pasada la medianoche, sobre las 00:02 del 5 de mayo, por 66 votos a favor,
29 en contra y 0 abstenciones el Pleno decidió la derogación del artículo 1 del
Decreto Legislativo 1323, eliminando terminología favorable a la agenda gay,
como “orientación sexual” e “identidad de género”.
En septiembre de 2016, el Congreso de Perú otorgó facultades legislativas
por 90 días al gobierno de Pedro Pablo Kuczynski, “en materia de reactivación
económica y formalización, seguridad ciudadana, lucha contra la corrupción,
agua y saneamiento, y reorganización de Petroperú”.
El Decreto Legislativo 1323 modificaba el Código Penal para incluir como
agravante para los delitos la intolerancia o discriminación, por, entre otros
motivos, la orientación sexual y la identidad de género.
En la modificación al artículo 323 del Código Penal, la norma establecía
pena privativa de libertad no menor de dos ni mayor de tres años o “presta-
ción de servicios a la comunidad de sesenta a ciento veinte jornadas” para
estos casos.
Burga advirtió que leyes similares a la derogada son usadas en otros países “para
perseguir a los detractores de la ideología de género, acusándolos de “incitar
al odio” y silenciarlos a través de procesos judiciales”.
“Así tenemos en muchos países a sacerdotes, pastores o líderes pro familias
difamados, enjuiciados y hasta encarcelados”, señaló.
La plataforma pro familia “Con Mis Hijos No Te Metas” destacó que la de-
rogatoria de la “ley mordaza” se produjo dos meses después de la multitudinaria
marcha realizada a nivel nacional contra la ideología de género, el 4 de marzo.
“A 2 meses exactos de la gran marcha del 4 de Marzo se terminó de sepultar
la ley mordaza en el Pleno del Congreso de la República”, señaló la organización
en su página de Facebook, y recordó que logró reunir más de un millón y medio
de firmas “en contra del Decreto Legislativo 1323”*.
Actualidades 217
La cadena de pastelería de Irlanda del Norte, que ahora cuenta con siete puntos
de venta en todo el país, fue fundada por Daniel y Amy, el joven matrimonio.
La firma, que emplea a casi 80 personas y hace entregas en todo el Reino Unido
e Irlanda ha pasado del 1,5 millones de ganancias a los 1,7 millones de euros.
Ana Fuentes*
Apenas tres días después de dictado por la Corte Suprema el fallo de casación
(fondo y forma) ha llegado a mi conocimiento Jaramillo y otro con Fisco, asunto
que el demandante (don Marco Antonio Jaramillo Amoyao, soldado de tropa
profesional, de 23 años, en servicio en el Batallón de Infantería Blindada Nº 5
“Carampangue”, base militar de la segunda brigada “Cazadores” del Ejército de
Chile, de Pozo Almonte (II Región, de Tarapacá), sufrió un grave accidente en un
ejercicio de instrucción llamado “asalto de posición” a raíz de la detonación de
un explosivo de gran poder, que le produjo múltiples lesiones graves1.
Sabido es que a raíz de planteamientos del Consejo de Defensa del Estado y
luego por la designación como ministro de la Corte Suprema, a través de la llamada
tour de l’extérieur, del en ese momento abogado jefe de la sección contenciosa
administrativa de dicho Consejo, don Pedro Pierry Arrau2, se introdujo en la Tercera
Sala suprema la idea de fundamentar la responsabilidad del Estado-fisco por los
daños producidos en conscriptos y soldados en actividades castrenses de ejercicios
bélicos de instrucción, en el Código Civil (sic!) y en virtud de sus artículos 2314,
2329, etc., dado que la Constitución –según esa idea de la defensa estatal– no
C-5752-2014.
2Distinguido profesor de nuestra disciplina en la Facultad de Derecho de la ahora
Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, y abogado del referido Consejo durante más
de tres décadas.
3Tal barbaridad fue admitida por la Corte Suprema (4a. Sala) en Domic Bezic, RDJ
nal desde que la propia Constitución establece que no cabe delegar atribuciones legislativas
en el Presidente de la República cuando se trata de materias que inciden en leyes orgánicas
constitucionales y, en consecuencia, no cabía dictar un DFL conteniendo ese texto refundido;
de allí que cito primero el número del artículo original.
5Vid. Seguel Cares c/Fisco (Corte Suprema, 3.7.2009, rol 371-08), que será seguido
de varios más, como veremos más adelante. Decimos “si es que queda vivo… o conscien-
te…” porque no podemos dejar de recordar el muy trágico caso Torres Velásquez y otros
c/Servicio de Salud de Talcahuano (Corte de Apelaciones de Concepción, 18.12.2003,
conciliación aprobada por la Corte Suprema 15.10 2004, en RDJ 7.100/2003, 2.5, 170-180;
en Ius Publicum 12/2004, 252-264 con mi comentario, y 14/2005, 253-256), caso en que
debiendo hacérsele una operación cesárea a quien acudió al Hospital de Higueras a tener
a su segundo hijo, que pesaba más de cuatro kilos, no había anestesista ni se la derivó al
Hospital de Concepción, debiendo nacer el pequeño de modo natural, pero quedó ciego,
sordo, mudo y parapléjico por la anoxia severa que sufrió por la negligencia hospitalaria.
Caso también trágico es Cortés Cortés c/Servicio de Salud Viña del Mar Quillota (Corte de
Apelaciones de Valparaíso, 27.12.2006, Corte Suprema, 29.10.2008, rol 1.620-2007), en Ius
Publicum 22/2009, 102-107, con comentario nuestro (ahora en mi Derecho Administrativo.
Temas Fundamentales cit. 936-939), niño de 5 años que quedó inválido de por vida a raíz
de una inyección mal administrada.
6Decimos “desorbitado” porque el hecho de afirmar dicho planteamiento de no ser
aplicables las normas del Título II de la Ley 18.575 y, por tanto, su artículo 44/42, olvida
que fundamento de dicha disposición 44/42 es el artículo 4° de la misma ley, situada en
su Título I, sobre Normas Generales, disposición que no es sino consecuencia y efecto
directo del artículo 38 inciso 2° de la Constitución. Y, por ende, no solo no existe vacío
alguno como tampoco procedía remitirse a la legislación civil sino al propio régimen de la
Carta Fundamental, basada en la “lesión”, o sea, en la víctima, esto es en la privación de
lo suyo en el ser (art. 19 Nº 1) y/o en el tener (19 Nº 24). Vid al respecto nuestro Derecho
Administrativo. Temas Fundamentales (3ª ed.), Abeledo Perrot-Thomson Reuters. Santiago
de Chile. 2012, 811-818.
7Y “desorbitado” por cuanto se sale enteramente de la órbita de la Constitución y de lo
que estructura la función pública estatal más típica como es la organización y la actividad
de las Fuerzas Armadas.
Jurisprudencia 223
4. Si bien no estoy de acuerdo con la afirmación de ser la “falta de servicio” el
“factor de imputación” de esta responsabilidad –como se viene afirmando– puesto
que creo que hay una incoherencia lógica en ello (lo veremos más adelante), debe
señalarse que aunque se parta de esa idea en este fallo, finalmente lo que hay es
que esta sedicente “falta de servicio” no es ni “culpa” ni “dolo” del organismo
administrativo sino un hecho y como tal hecho, algo precisamente “objetivo”, es
decir, una omisión de la autoridad administrativa, o sea, la “omisión de una obli-
gación jurídica de actuar”, de un deber jurídico que el legislador le ha impuesto
como una manera de promover el bien común, satisfaciendo las necesidades
públicas concretas de las personas, como expresamente lo dispone el artículo
1° inciso 4° de la Constitución al establecer que “El Estado está al servicio de la
persona humana y su misión es promover el bien común, “con pleno respeto”
de sus derechos y la infracción a esta norma genera las responsabilidades corres-
pondientes (art. 6° inciso 3°).
Y ello aparece fundamental porque queda claro que la expresión “falta de
servicio” que utiliza el art. 44/42 de la Ley 18.575, es “carencia”, “ausencia”,
“omisión” del acto o actuación jurídicamente debido que la Administración del
Estado debiendo emitirlo o debiendo realizarla, respectivamente, no lo hace,
vale decir lo omite10.
10Es lo que vengo repitiendo desde hace más de tres décadas para mostrar la verdadera
cuando se trata de una carga pública habría que distinguir si ella está impuesta a toda la
población o solo a alguna parte de ella ya que en este caso por el principio de igualdad
debería indemnizarse ya que “solo una parte del todo” sufriría esa carga lo que altera ob-
viamente dicho principio (art. 19 Nº 2 cit.); ilustrativos son los casos de fines del siglo 19
y comienzo del 20, Ábalos c/Fisco (1889) y Fuchs y Plath c/Fisco (1908), (vid. mi Derecho
Administrativo (2 vols.). Editorial Jurídica de Chile. Santiago de Chile 1996. Vol. 2 (Principio
de Juridicidad), 384-389 y 390-392, respectivamente). Sobre el planteamiento del texto vid.
Derecho Administrativo (2012) cit. 811 ss.
12Que, además, de ser un “injerto extranjerizante”, siempre perverso pues no encaja
Jurisprudencia 225
la misma Constitución que no reduce en lo más mínimo esta responsabilidad
cada vez que se produce un daño antijurídico, como expresa de modo clarísimo
su artículo 6° inciso 3° y que reitera del mismo modo el inciso 3° del artículo 7°.
6. Pero aún hay más. Si la falta de servicio consiste en una negligencia, torpeza o
descuido en el actuar, o sea en la clásica formulación francesa del decano Duez
allá por 192313, es decir en un actuar ineficiente de la Administración que origina
un daño en una víctima, resulta que ello sería la causa de la “obligación” –en
el planteamiento de la Corte Suprema– de indemnizarla. ¿Y si se trata de una
“omisión” y no en un actuar, no es acaso esta la “causa” del daño sufrido por
la víctima? Y si esa ineficiencia, torpeza o descuido en el actuar, para que surja
esa obligación de indemnizar, es necesario compararla –se dice– con el standard
usual de actuación del servicio u organismo de la Administración del Estado ¿con
qué se compararía en el caso de una “omisión”?
Lo que no se advierte –o más bien no se quiere advertir– en esta construcción
de la falta de servicio14, es que el propio texto del artículo 44/42 de la Ley 18.575
citado, no se refiere a la falta del servicio, “falta” como “culpa” o “dolo”, [que
son imposibles de imputar a la Administración del Estado que es un conjunto
de personas jurídicas como fisco, municipalidades, instituciones, empresas del
Estado y gobiernos regionales, ya que ello solo es posible imputarlos a una per-
sona natural, que cuenta con la posibilidad de un actuar libre/libre albedrío, y,
por ende, responsable] sino a la “falta de servicio” como dice textualmente, o sea
se refiere a una “omisión”, como incluso quedó constancia en la propia historia
fidedigna de la Ley 18.695, orgánica constitucional de municipalidades (art. 62,
al establecerse la responsabilidad de las municipalidades por los daños que pro-
dujeren, en donde se dice expresamente que se utiliza el mismo concepto que
la Ley 18.575, esto es, se trata de una responsabilidad “objetiva”), por “omisión
municipal” atendido también especialmente que la ley del tránsito, 18.290, imputa
esos daños a la “ausencia de fiscalización o señalización” en las vías públicas
respecto de lugares que significan peligros de accidentes a peatones y vehículos
motorizados, cuya administración está encargada a las municipalidades (art. 156,
en relación con los artículos 107/118 inc. 4° de la Constitución y 5° letra c) de
la Ley 18.695 citada)15.
***
nicipal en Ius Publicum 17/2006, 85-96 y en Derecho Administrativo (2012) cit. 843-854.
15Lo que venía ya afirmado por la Corte Suprema en Tirado c/Municipalidad de La
Reina, en RDJ t.78/1981, 2.5, 35-44, considerando 4°, que afirma que la responsabilidad
municipal (amplius Estado) tiene su fuente en la “causalidad material”, o sea “objetiva” (vid.
mi comentario en RDJ cit. en Primera Parte, Sección Derecho, 39-48, también en Derecho
Administrativo (1996) cit., vol. 2, 333-345).
16En el mismo sentido que Jaramillo cit.vid. tres semanas después Quezada y otros c/
Fisco (Corte Suprema, Tercera Sala, 17.5.2017, rol 22.185-2016, redactor Ministro señor
Muñoz Gajardo), caso de 6630 demandantes que vieron dañadas sus casas por el desborde
de los ríos Andalién y Nonguén (Concepción) el año 2006, y en que se condenó al Fisco
por falta de servicio, y fundamentada la condena en las disposiciones de la Constitución
(las mismas que refiere Jaramillo cit.) al pago de un millón de pesos a cada demandante por
el daño sufrido (vid. especialmente su considerando 42).
Jurisprudencia 227
Anexo
Vistos:
Considerando:
Noveno: Que constituyen circunstancias fácticas establecidas por los jueces del
grado, las siguientes:
a) El 27 de abril del año 2011, con ocasión del ejercicio denominado “Asalto
a la posición”, dos soldados de tropa profesional Erick Vilches y el actor Marco
Jaramillo, para dibujar un carro marder en el terreno, procedieron a clavar en la
tierra una estaca de madera, sirviéndose el primero de un objeto metálico que
recogió en el terreno para golpear la estaca y lograr su hundimiento, acción que
provoca la detonación del objeto metálico, el que de conformidad a las pericias
practicadas posteriormente por el GOPE de Carabineros, correspondía al cuerpo
motor de un cohete law antitanque que quedó en el terreno.
b) El terreno de instrucción empleado para la práctica del ejercicio fue revi-
sado de manera incompleta por parte de los instructores superiores, a pesar que
el sector de instrucción había sido usado como polígono de tiro.
c) Se carecía de registro acerca del material bélico existente, utilizado y
extraviado.
d) La instrucción de los soldados de tropa profesional fue insuficiente para
permitir la correcta identificación del armamento, sin que conste en autos haberse
efectuado el control previo por el oficial a cargo de la instrucción, en orden a
Décimo: Que, los sentenciadores, refieren que las o Fuerzas Armadas y Carabineros
de Chile se encuentran ^ excluidos de la aplicación del articulo 42 de la Ley
Nº 18.575, razón por la que para establecer su responsabilidad se debe acudir al
régimen extracontractual establecido en el Título XXXV del Libro IV del Código
Civil referente a los delitos y cuasidelitos, en especial a los artículos 2314, 2320
y 2329 del referido código.
Asentado lo anterior, sobre la base de los hechos expuestos en el fundamento
precedente los sentenciadores establecen la responsabilidad de la demandada,
señalando que la falta de preparación y revisión del terreno asignado para las
canchas de instrucción, da cuenta de la falta de diligencia de los funcionarios
encargados de la instrucción, pues no se advirtió la existencia de cohetes dispa-
rados que no hubieran detonado, configurándose la hipótesis prevista en el Nº 1
del articulo 2329 del Código Civil.
Establecida la responsabilidad, en lo que importa al recurso, se determina que
el pago de la pensión de retiro del actor, por la causal establecida en el artículo
57 TER letra a) de la Ley 18.948, inutilidad de Tercera Clase, por accidente sufri-
do en acto de servicio, posee el carácter de indemnización del lucro cesante, en
conformidad con lo establecido en el artículo 81 de la Ley Nº 18.948.
Además, asientan la existencia del daño moral sufrido por el actor, menoscabo
moral ocasionado por el incumplimiento de la parte demandada de sus obligaciones
relacionadas con la revisión integra del terreno en que se realizaría el ejercicio
militar, teniendo en consideración que era probable que en él existiera material
bélico disparado y no detonado, daño que debe ser indemnizado.
Undécimo: Que, previo al análisis concreto del recurso en estudio, esta Corte
considera necesario realizar ciertas precisiones en torno al régimen de responsa-
bilidad de Fuerzas Armadas y Carabineros de Chile, toda vez que se estima errado
el razonamiento esgrimido por los jueces del grado, relacionado con la exclusión
de la aplicación del artículo 42 de la Ley Nº 18.575, cuestión que determina_la
aplicación del Título XXXV del Libro IV del Código Civil referente a los delitos y
cuasidelitos.
En efecto, en nuestro país la evolución de la responsabilidad de la Administración
del Estado se ha desarrollado en una primera etapa fundamentalmente sobre la base
de determinaciones jurisprudenciales y luego conforme a la legislación especial.
En lo sustancial la jurisprudencia evolucionó hasta reconocer la responsabilidad
del Estado-Administrador, siendo pacífico en la actualidad que aquella tiene como
factor de imputación la “falta de servicio”, que se presenta como una deficiencia
o mal funcionamiento del servicio en relación a la conducta normal que se espera
Jurisprudencia 229
de él, estimándose que ello concurre cuando el servicio no funciona debiendo
hacerlo y cuando funciona irregular o tardíamente, operando así como un factor
de imputación que genera la consecuente responsabilidad indemnizatoria, siendo
del caso destacar que esta responsabilidad tiene su fundamento en los artículos 2º,
4º, 5º, 6º, 7º, 38 de la Constitución de la República, 4º y 42 de la Ley Nº 18.575.
Así, es importante precisar que, al contrario de los señalado por los senten-
ciadores, la norma del inciso segundo del artículo 21 de la Ley Nº 18.575 no
excluye la aplicación del concepto de falta de servicio y el consecuente régimen
de responsabilidad de Derecho Público a las Fuerzas Armadas, toda vez que tal
norma no afecta la disposición del artículo 4°, piedra angular de la responsabilidad
de los órganos del Estado, por lo que a su respecto debe atenderse a la concepción
de la Administración que expresa el inciso segundo del artículo 1° del mencionado
cuerpo de leyes, de forma tal que, sin duda alguna, este régimen de responsabi-
lidad se aplica a las Fuerzas Armadas, como a las de Orden y Seguridad Pública.
Asimismo, se debe enfatizar que las normas excluidas en consideración a
lo establecido en el mencionado inciso segundo del artículo 21, se refieren ex-
clusivamente a la organización, funcionamiento y carrera funcionaría (atendido
los títulos de los párrafos y las materias de que tratan), sin afectar el régimen de
responsabilidad de aquellas instituciones, interpretación que se impone, no sólo
por una cuestión de semántica normativa sino porque, como se dijo, no hay
afectación del artículo 4° de la referida ley, que dispone: “El Estado será respon-
sable por los daños que causen los órganos de la Administración en el ejercicio
de sus funciones, sin perjuicio de las responsabilidades ‘que pudieren afectar al
funcionario que los hubiere ocasionado”. Sin lugar a duda, la Administración del
Estado comprende a las Fuerzas de Orden y Seguridad Pública, razón por la que
su responsabilidad tiene origen indiscutible en las normas de Derecho Público.
Lo anterior es trascendente, toda vez en la actualidad, al alero de la normativa
especial que regula la materia, son innecesarios los esfuerzos jurisprudenciales
para legitimar la responsabilidad del Estado, por un actuar ilícito de sus agentes,
invocando disposiciones de derecho privado. Esto último es importante, por
cuanto la evolución del Derecho Público, en especial del Derecho Administrativo,
permite sostener que existe un conjunto de principios que orientan la actuación
de la autoridad, que son diferentes de los que se encuentran presentes en relacio-
nes regidas por el Derecho Privado. Los distintos planos en que los particulares
se vinculan entre sí, con aquéllos exigibles cuando lo hacen con la autoridad
o cuando la relación es entre órganos del Estado, son una realidad que no es
posible desconocer, no obstante no exista ninguna norma que así lo disponga.
Ahora bien, esta realidad distinta, como se dijo, determinó la regulación especial
contenida en la Ley Nº 18.575, la que no hace más que materializar el principio
de responsabilidad de los órganos del Estado consagrada en los artículos 6, 7 y
38 de la Carta Fundamental.
La noción de falta de servicio, como el factor de imputación que genera res-
ponsabilidad, excluye toda posibilidad de reconducción al Código Civil, cuestión
que impide adicionar exigencias relacionadas con el dolo o culpa del funcionario
que actuó como al establecimiento de negligencia, imprudencia, impericia e in-
observancia de reglamentos por parte de la administración o el funcionario. Del
mismo modo, con tal definición excluye la posibilidad de exigir la individualización
del funcionario, solamente debe acreditar la conducta del servicio, pues es de él
Por estas consideraciones y lo dispuesto en los artículos 764, 765, 767, 768
y 805 del Código de Procedimiento Civil, se rechazan los recursos de casación
en la forma y en el fondo deducidos por el demandado en lo principal y primer
otrosí de fojas 638 a fojas 666, todos en contra de la sentencia de catorce de julio
de dos mil dieciséis, escrita a fojas 635.
Se previene que los Abogados Integrantes señores Prado y Matus no compar-
ten los motivos undécimo y duodécimo, estimando que, en la especie los jueces
del grado, acertadamente, han reconducido la responsabilidad del Ejército de
Chile a las normas que regulan la responsabilidad extracontractual en el Código
Sustancial, por las siguientes consideraciones …
Jurisprudencia 231
JURISPRUDENCIA
Vistos: requerido de pago don Vicente Larraín Espinosa por decreto del señor
Intendente de esta capital para que cubriese mil quinientos nueve pesos inver-
tidos por su cuenta en la compostura de la calle frente a su propiedad, se negó
al pago por las razones contenidas en la protesta de f. 1. Con este motivo, el
señor Intendente mandó embargar unas casas de propiedad de Larraín, y este ha
COMENTARIO
I. La riqueza que encierra la jurisprudencia chilena del siglo XIX en torno al de-
recho administrativo resulta deslumbrante. La presente causa da cuenta fidedigna
de ello: la Corte de Apelaciones de Santiago se las ingenió para proclamar una
suerte de manifiesto institucional de la República sobre los hechos relativamente
sencillos de una cuestión de competencia.
Jurisprudencia 235
IV. Tal fue la situación que motivó la especie de autos. Don José Vicente Larraín
se negó a reembolsarle a la Municipalidad los $ 1.509 gastados en el empedrado
que esta había colocado en la fracción de calle que quedaba frente a su predio.
Ante la negativa, el Intendente procedió a embargar algunas casas de propiedad
del particular, atendido a que era la forma que “juzgaba más acertada” –fórmula
contenida en el decreto supremo– para asegurar el cumplimiento de la obligación.
V. ¿Podía esta fórmula amplia y genérica invocarse para adoptar cualquier suerte
de medidas por parte de la autoridad administrativa? Como se advierte, el con-
flicto se desencadenó por una deficiente técnica normativa: una atribución de
poderes que, al ser genérica a grado extremo, embestía frontalmente el régimen
de competencias explícitas y estrictas que, desde la Constitución de 1833 y hasta
nuestros días, ha regido a Chile.
Ante esta carta blanca supuestamente conferida por el decreto supremo referido,
el Intendente se entendió habilitado para disponer el embargo de propiedades en
orden a compeler al particular a responder por los gastos en que la Municipalidad
había incurrido. El afectado, entendiendo que esta acción era ilícita, recurrió ante
el juez letrado, con el fin de que alzara tales embargos, reconociendo el derecho
de la Municipalidad para que esta solicitara la ejecución ante la justicia ordinaria.
En otros términos, el particular se remitió a señalar que el Intendente era incompe-
tente para adoptar por sí un embargo, cuestión que era de exclusiva competencia
de las autoridades jurisdiccionales. Estas verían si el reclamo era procedente o no.
Requerido el Intendente para informar sobre la cuestión, se negó a hacerlo,
arguyendo que la justicia ordinaria no tenía competencia sobre esta materia. En
otras palabras, para el Intendente su decisión de embargar era una suerte de lo que
hoy llamamos acto de gobierno, por cuanto no estaría sujeta a revisión judicial
alguna y solo podría ser controvertida en sede gubernativa: la sentencia expresa
que no le reconocía “jurisdicción para rever sus providencias administrativas”. El
juez de letras se inhibió para conocer la cuestión, declarándose incompetente, y
de cuyo auto apeló Larraín ante la Corte de Apelaciones.
Jurisprudencia 237
justifique la invasión de la esfera judicial por parte de una autoridad en ejercicio
de función administrativa. Tal invasión derechamente es nula.
4BLDG, XII, p. 9.
Jurisprudencia 239
RECENSIONES
Y
RESEÑAS BIBLIOGRÁFICAS
RECENSIONES
Recensiones 245
de principios. Se trata de alcanzar, por lo tanto, una idea de liberación general de
las superestructuras; como si fuera una suerte de reducción fenomenológica de la
libertad (ya lo dijimos en su momento).
Si bien es cierto que el individualismo requería del imperium de un gober-
nante fuerte, en lo que Fioravanti llama el estatalismo, la autoridad del Estado
es más que un instrumento fundamental de dicha tutela, porque constituye una
condición necesaria para que se produzcan las libertades y derechos, como vimos
en su momento que ocurría con la Daseinvorsorge. En este esquema de derechos,
la potestad pública tiende a ser reducida a un simple punto de equilibrio entre
las necesidades de los individuos y la voluntad de la mayoría, y es el modelo de
derechos que se abre paso en el siglo XIX, coincidiendo con el modelo del Estado
Social. Frente a la definición revolucionaria del pueblo como la universalidad de
los ciudadanos vivos, los liberales hablan de “nación”, concepto que se adelanta
con un significado nuevo, como una realidad histórica y cultural, muy compatible
con la tradición alemana, y susceptible de ser asimilada por esta razón con la
idea abstracta del espíritu objetivo y la libertad, como fuente de los derechos de
los nacionales: los derechos están en el Estado, cuestión que significa el paso de
la proclamación revolucionaria de las libertades a la tutela de los derechos en el
derecho positivo estatal, siendo su contenido el ser tratado conforme a las leyes
del Estado.
Este modelo que hemos descrito contrasta con las nociones contemporáneas
de la constitución como norma directiva fundamental, y con la de constitución
como norma fundamental de garantía, porque estos paradigmas parten de la base
de que el Estado no es el principio –al revés de la posición ilustrada–, sino el
resultado de la acción de los individuos, de los poderes públicos y de todas las
fuerzas sociales y políticas. Esta inversión, sin embargo, no constituye en sentido
alguno un regreso a una idea realista del Estado, sino que representa simplemente
un paso metodológico dentro de una misma línea de conclusiones, que poseen
idénticas bases de razonabilidad: la libertad abstracta. Así, esta conclusión, apli-
cada a los derechos fundamentales, se encuentra vinculada con otra abstracción,
también liberal, y a la que ya hemos hecho referencia antes: aquella de que sólo la
voluntad y la libertad de los individuos es la que puede configurar materialmente la
constitución. El libro que ahora presentamos se encarga de explicar con meridiana
claridad por qué esta hipótesis es improcedente y también inviable. Y esto entronca
a su debido tiempo con el criterio de que las garantías son criterios o paradigmas
hermenéuticos. Una cosa es que los derechos humanos sean principios jurídicos,
y otra muy distinta que se los considere al modo de criterios hermenéuticos. Los
principios son fuentes del Derecho en su sentido material, mientras que los cri-
terios aparecen como focos de significado que se constituyen con anterioridad
a los derechos mismos. Se estima que los derechos fundamentales son criterios
hermenéuticos, que ellos mismos constituyen la premisa superior del razonamiento
de cualquier acción concreta, independientemente del contenido del modelo
hermenéutico que se adopte, y por lo tanto el resto de las premisas tendrán valor
sí y sólo sí son coincidentes con la posición del criterio de interpretación. Al ser
concebidos (los derechos fundamentales) como normas objetivas que expresan un
determinado contenido axiológico de validez universal, originando al ser tomadas
en su globalidad como un sistema de valores, el Tribunal Constitucional alemán
parece aceptar expresamente el carácter de norma objetiva de principios de la
Recensiones 247
cara, es decir, implica eludir cualquier responsabilidad. No en vano la llevan los
torturadores. El mundo de Bello, en cambio, es el mundo del Derecho, campo
donde, por esencia, reina la noción de responsabilidad.
La segunda amenaza que afecta la vida universitaria podría granearse con
la “barra libre”. Es la universidad de los hedonistas, de quienes la conciben solo
como un pretexto para “pasarlo bien”. Los cursos no constituyen para ellos una
ocasión de crecer, un medio de huir de la ignorancia y formarse para servir a la
Patria, sino una carga molesta que hay que pasar del modo más aliviado posible,
aún al precio de realizar conductas ilícitas. Nada hay en la universidad que valga
por sí mismo, ella solo es un trámite para hacer otra cosa: organizar el próximo
asado o hacer contactos. Es la “universidad entretenida”, que tiene más en común
con la universidad de los encapuchados de lo que podría parecer a primera vista,
porque ambas eluden la idea de responsabilidad. Es la universidad entendida como
evasión. Aquí la universidad de siempre, la de Tomás, de Buenaventura, de Newton,
de Einstein, de C. S. Lewis o de Mario Góngora tampoco tiene nada que decir.
Pero hay una tercera amenaza contra la universidad, más sutil, que no la
destruye directamente como hacen los encapuchados, no la ignora, como los
hedonistas, sino que incluso pretende servirla: es la tecnocracia, que pretende
reducirla a un formulario, un Excel, unos procesos o una carta Gantt. Su acción
no es chocante, sino casi invisible, pero va minando los fundamentos mismos de
la institución, porque contra los encapuchados cabe el recurso a la fuerza públi-
ca, y los hedonistas pueden caer en las causales de eliminación o ser expulsados
por conductas ilícitas en un examen. En cambio, esa masa de hombres grises que
someten la libertad del académico a sus parámetros perfectamente predetermina-
dos avanza inexorable, maniatando la espontaneidad creativa de los intelectuales
con parámetros, objetivos, indicadores de rendimiento, planificaciones, Fodas y
matrices de tributación; medidas de autorregulación, indicadores de desempeño,
índices de impacto, procesos que se “levantan”, e “insumos” que concurren a la
formación de los egresados, destinados a aumentar sus “índices de empleabili-
dad”. Y, por supuesto, los infaltables “perfiles de egreso”, de los que se desprende
de manera deductiva todo lo que corresponde hacer para preparar al estudiante
a ser un engranaje perfectamente funcional en la maquinaria del Estado o en la
gran empresa.
Solo queda un detalle: que Alberto Magno, Tomás Moro, John Locke, Adam
Smith, John Adams, Karl Marx, John Henry Newman, Edith Stein, Max Weber,
Jaime Eyzaguirre, Konrad Adenauer y Eduardo Anguita se formaron ciertamente
en universidades, pero no en estas que hemos visto. Y bienvenidos sean quienes
(como Ignacio Serrano) vienen a recordarlo. Porque defender la universidad frente
al fundamentalismo anarquista, el frívolo hedonismo, y el imperialismo de la men-
talidad tecnocrática es tanto como defender el valor de la razón y su capacidad
de configurar la buena existencia en sociedad.
Joaquín García-Huidobro**
I. CHILE
Del Nº 3 cit. de interés Hacia un sistema de propiedad privada sobre el viento en
Chile (E. Vargas), La función de los deberes constitucionales (V. Ponce de León) y
El partido conservador frente a la crisis institucional de 1925 (E. Brahm). Del Nº 1
cit. destacamos El poder constituyente en la tradición constitucional americana.
El legado problemático de los escritos federalistas (G. Negretto), Lastarria y la
revisión judicial de la ley en el marco de la constitución de 1833 (S. Verdugo) y
Tributos ambientales. La aplicación coordinada de los principios quien contamina
paga y de capacidad contributiva (R. Salassa).
De interés, Derechos inaccesibles: los convenios sobre las normas básicas del trabajo
en Argentina, Chile, México y Guatemala (M. Benesch), Los efectos de las presiones
políticas de los Estados en las decisiones de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos. Un caso de denegación de justicia internacional y de desprecio del
Derecho (A. Brewer Carias), y El régimen de ineficacia de las cláusulas abusivas en
la ley chilena de protección de los derechos de los consumidores (J.P. Arévalo A.).
Del Nº 41, de interés Quo usque tándem! Una interpretación de “genocidio”
que priva a la Convención de sus efectos apropiados (F. Farinella), Niños y niñas,
expósitos y huérfamos en Montevideo del siglo 19 (M. L. Osta V.) y Reflexiones
sobre el rol del Mercosur en la protección ambiental de los recursos acuáticos y
marinos ( V. Radovich). Del Nº 42, El populismo latinoamericano (M. L. Aguerre),
Imputabilidad, peligrosidad criminal y medidas de seguridad curativas: mitos y
realidades (F. Harbottle Q.) e ignorancia y opacidad: una mirada al derecho penal
(A. Texo D.).
DECLARACIÓN PÚBLICA
29 de agosto de 2017.
Esther Gómez
PUBLICACIÓN DE OBRAS
DEL PADRE OSVALDO LIRA PÉREZ
Noticias 255
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