Murray Stein El Principio de Individuacion..
Murray Stein El Principio de Individuacion..
Murray Stein El Principio de Individuacion..
Ediciones Luciérnaga
Título original inglés: The Principie of Individuation
Contenido
Introducción
11
1. El dúplice movimiento de la individuación 17
2. El papel de la experiencia numinosa en la individuación 39
3. Un cuento de iniciación y plena individuación 65
4. Deshacer el hechizo 85
5. La lucha con los complejos, personales y culturales 93
6. Encontrar un espacio para la individuación 121
7 Cómo contribuir a la individuación de la tradición 143
8. La individuación y la política de las naciones 163
Notas 177
Bibliografía 189
In dice analítico 195
Agradecimientos 205
4
Introducción
1. El dúplice movimiento de la
individuación
afirma Jung con tanta seguridad en esta carta. Sería correcto decir que
el principio de individuación, tal como lo entienden Jung y sus
seguidores, incluye necesariamente la experiencia numinosa como una
característica central.
Sin embargo, la pregunta que queda en el aire sería: ¿de qué
manera están conectadas esas decisivas experiencias simbólicas con el
proceso de individuación, y cómo se pueden usar para hacerlo avanzar?
La respuesta a esta pregunta expresa la diferencia existente entre la
individuación psicológica y el camino del desarrollo espiritual. Aunque
el héroe (o heroína) psicológico del viaje de la individuación no es, de
ningún modo, el mismo que el héroe (o heroína) del viaje en pos de
Dios (como fuere que definamos este término), no siempre resulta fácil
decir dónde divergen sus pasos, precisamente porque la experiencia
numinosa ocupa también un lugar de máxima importancia para la
individuación. Y aun así divergen, efectivamente, y de forma decisiva.
En este capítulo trataré de explicar esta sutil pero importante
diferencia.
Un poco de historia
integración.
La numinosidad entra en esta disertación en relación con el papel
que desempeñan las influencias arquetípicas en los estados de ánimo
patológicos. Como escribía Jung en una carta fechada el 30 de enero
de 1961 y dirigida a William Wilson, cofundador de Alcohólicos
Anónimos: «Su [de Roland, un paciente de Jung] ansia por el alcohol
era el equivalente,, a menor escala, de la sed espiritual de unidad, de
integridad, que experimenta nuestro ser; dicho en lenguaje medieval:
de unión con Dios».6 En el caso de Bill W. (como se conoce a Wilson
en los escritos de Alcohólicos Anónimos), su acercamiento a lo
numinoso y conseguir vivir una serie de experiencias numinosas lo
cambiaron justo cuando era capaz de liberarse de la idea de que abrirse
a lo numinoso lo obligaría a retornar a la religión familiar de su infancia
y a sus enseñanzas prescritas y a sus estructuras dogmáticas. Como esto
no lo podía hacer, su camino hacia la integración de lo numinoso había
quedado bloqueado. Para Bill W. su tradición religiosa se había vuelto
forzada, como le pasa en general a la gente de hoy en día. La clave
llegó en forma de espontáneo consejo de un amigo alcohólico que
había encontrado un camino hacia la espiritualidad: « ¿Por qué no
eliges tu propia concepción de Dios?».7 Dar al ego responsabilidad y
la oportunidad de elegir, en vez de insistir en someterse al dogma, fue
la respuesta a su conflicto religioso. Verse libre de encontrar su propio
camino individual hacia lo numinoso (éste es el punto esencial para la
gente de hoy en día), cambió a Bill W. de una manera tan fundamental
que la enfermedad que estaba destrozando su cuerpo físico y
psicológico pudo superarse. Gracias a esta poderosa constatación de
que el elemento numinoso de la espiritualidad es capaz de curar, un
individuo se liberó de su adicción al alcohol y nació una organización
de autoayuda que hoy está en el mundo entero. Una vez encarado de
forma efectiva el verdadero ansia subyacente de espíritu, e integrado
en la vida diaria, fue posible mantener a raya el deseo del éxtasis
alcohólico.
Después de ver en la práctica médica la enorme variedad de
adicciones existentes, uno se pregunta si no son todas ellas una
búsqueda de algo tan escurridizo que de alguna manera hay que
considerarlo «del espíritu».
34
En varios pasajes de Lo santo., Otto deja constancia del lado oscuro del
numinosum, que es la fuente del «estremecimiento» y del «pavor» que
encontramos en relatos de experiencias religiosas a lo largo y ancho de
este mundo.15 Como psiquiatra, Jung era, lógicamente, muy sensible al
poder destructivo de lo inconsciente y también muy consciente de las
secuelas potencialmente negativas de la experiencia numinosa en
muchos niveles. Los arquetipos pueden perturbar profundamente la
consciencia,16 por muy importante que pueda ser experimentarlos para
vincular el ego a la realidad transpersonal del Yo.
En Recuerdos, sueños, pensamientos, Jung diserta sobre el efecto
distorsionador que pueden tener las ideas y las imágenes numinosas
para la cognición. En un pasaje destacado, en el que está relatando su
encuentro con Freud durante los primeros años de su trabajo como
analista, dice:
Siempre que el alma, en virtud de una experiencia numinosa, es
sometida a una brusca oscilación, existe el peligro de que los hilos,
de los cuales cuelga, se rompan. De este modo, un hombre cae en
un absoluto «sí» y otro en un «no», igualmente absoluto. [...] El
péndulo espiritual oscila siempre entre la sensatez y el absurdo, y
no entre lo verdadero y lo falso. El peligro del numinoso estriba en
que conduce a los extremos, y que una verdad humilde se toma por
la verdad y un pequeño error es tenido por un fatal extravío. 17
una tercera prueba: si desea ser su esposo, debe traerle una manzana
del Árbol de la Vida. El pretendiente no sabe dónde encontrar ese
Árbol de la Vida, pero parte igualmente y camina hasta donde le lleven
las piernas. Así atraviesa tres reinos. Una noche llega a un bosque y se
tumba a dormir debajo de un árbol. De pronto, oye entre las ramas que
tiene encima un sonido, y le cae en la mano una manzana de oro. La
siguen tres cuervos, que vuelan hasta abajo y se le posan en la rodilla.
Le cuentan que son
los que él salvó gracias a matar a su caballo, y que cuando se enteraron
de que andaba buscando una manzana del Árbol de la Vida volaron
hasta los confines del mundo, cruzando el mar, hasta donde está el
Árbol, y le trajeron una.
El pretendiente lleva la manzana de oro a la princesa y esta vez ella
ve que ya no tiene más motivos para rechazarlo. Parten por la mitad la
Manzana de la Vida y la comen los dos juntos. Entonces a la doncella
se le abre el corazón y se le llena de amor por él, y viven felices hasta
que se hacen muy, muy viejos. Fin.1
ese papel.
Este cambio precipita rápidamente el resto de acontecimientos, los
cuales, a su vez, generan una transformación drástica de toda la
situación. Cuando la reina pierde el anillo, la emprende contra todos y
le echa la culpa al fiel criado. El rey también se le echa encima y no
quiere recurrir a su sabiduría superior para resolver el enigma del anillo
perdido. Su vida corre peligro y tiene que encontrar la manera de
salvarse. Al parecer, tener gnosis es un regalo por partida doble, pues
no sólo sirve para que aquellos a los que servimos antes se aparten de
nosotros y nos traicionen, sino que además, si conservamos el aplomo
necesario para utilizarla, nos brinda soluciones posibles.
Tal como finalmente se demuestra, esa extraña interrupción del
hasta entonces impecable comportamiento del rey resulta ser la clave
de la liberación del criado. La desobediencia del criado provoca un
gesto de proyección inconsciente y de traición por parte de sus padres
protectores, y con ello termina abruptamente el estado paradisíaco.
James Hillman, en su ensayo Betrayal^ ofrece una brillante reflexión
sobre el potencial individuador que entrañan este tipo de catástrofes
aparentes. Es como si hiciera falta que ocurriese algo catastrófico para
que arranque la individuación. Lo veremos también en el cuento que
trataré en el próximo capítulo.
■ Cuando el rey descubre que el criado era inocente, quiere
enmendarse ofreciéndole un cargo aún más elevado dentro de su
gobierno. He aquí un momento decisivo: el criado puede aceptar la
oferta y continuar al servicio del rey, sólo que en un grado superior, o
bien puede correr el riesgo supremo y salir del país. El riesgo que
supone quedarse con el rey sería, nuevamente, un posible callejón sin
salida y acabaría significando el estancamiento. El beneficio sería
cierta seguridad, si bien es una proposición dudosa a la vista de la
traición anterior del rey. Gato escaldado, del agua fría huye. El criado
decide correr el riesgo de la individuación y parte con algo de dinero y
un caballo, recompensa por su buen servicio.
Por supuesto, lleva también la gnosis que adquirió al probar la
serpiente blanca. Mientras no vuelva a comer serpiente (es decir,
mientras no se haga adicto), seguirá haciéndole efecto su profunda
iniciación en el lenguaje de la psique instintiva, gracias a la cual se
halla inmerso en un estado de gracia. Paracelso denominaba esta
sabiduría el lumen natura^ la luz de la naturaleza, que se diferencia de
56
Mantener la consciencia
Padecimientos extremos
La tercera parte del cuento empieza con la frase: «Ahora el criado tenía
que usar las piernas. Después de andar un largo trecho, llegó a una gran
urbe en la que había mucha algarabía y una gran multitud en las
calles».4 Ha finalizado el período de incubación y preparación del
héroe, que ha demostrado poder conservar su relación consciente con
todas las dimensiones de lo inconsciente, desde lo somático (las hor-
migas) hasta lo psíquico (los peces) y lo espiritual (los cuervos). Ahora
se ve de nuevo envuelto en la vorágine de la vida comunitaria, en el
mundo, donde encontrará nuevos retos y oportunidades para proseguir
con su individuación y que pondrán a prueba sus logros anteriores.
Cuando cruza las puertas de la bulliciosa urbe oye escandalera por
las calles. Un oficial va de un lado para otro con su caballo, anunciando
que la hija del rey está lista para casarse y que escogerá por marido al
pretendiente que cumpla la tarea que le imponga su padre. También se
entera de que muchos lo han intentado y fracasado, y que el precio del
fracaso es la muerte. Aun así, al ver a la princesa queda tan prendado
de su belleza, que acepta el riesgo y solicita al rey la oportunidad de
60
oro traída por los cuervos desde los confines del mundo combinan dos
referencias: una al mito griego de las Hespérides y la otra a la Biblia.
La manzana de oro procede del jardín de las Hespérides, que se creía
existía «al otro lado de las montañas del Atlas, en la orilla occidental
del Océano».9 Gea (la Tierra) regaló a Hera este árbol con motivo de
su boda con Zeus, por lo que nos remite al hierosgamos («sagrado
matrimonio») clásico entre Hera y Zeus. El único que pudo derrotar a
Ladón, el dragón que vigilaba el árbol, fue el gran héroe griego
Heracles, que cogió unas cuantas manzanas. Por ser de oro
simbolizaban la inmortalidad.
En la fábula que nos ocupa, esta asociación con el mito griego se
combina con una referencia al mito bíblico del Árbol de la Vida que
había en el Jardín del Edén:
Luego plantó Yahveh Dios un jardín en Edén, al oriente, donde colocó al
hombre que había formado. Yahveh Dios hizo brotar del suelo toda clase de
árboles deleitosos a la vista y buenos para comer, y en medio del jardín, el
árbol de la vida y el árbol de la ciencia del bien y del mal. 10
En la alquimia, el Árbol de la Vida es un símbolo de la
individuación,11 y en la Biblia aparece en el último libro del Nuevo
Testamento como promesa de plenitud al final de los tiempos: «Al
vencedor le daré a comer del árbol de la vida, que está en el Paraíso de
Dios».12 También posee un importante significado político en el Libro
de la Revelación, en que dice: «Luego [el ángel] me mostró el río de
agua de Vida, brillante como el cristal, que brotaba del trono de Dios y
del Cordero. En medio de la plaza, a una y otra margen del río, hay
árboles de Vida, que dan fruto doce veces, una vez cada mes; y sus
hojas sirven de medicina para los gentiles». 13 Esto quiere decir que el
Árbol de la Vida no sólo esta ahí para el alma individual sino también
para el alma política y para curar el alma del mundo. El proceso de la
individuación se torna un proceso político, ya que, al fin y al cabo, un
rey es una figura política que tiene poder, para hacer el bien o para
hacer el mal, sobre sus súbditos. La solificatio no es sólo para el
individuo, sino para toda la comunidad y, de hecho, para el mundo
entero. Así pues, este conjunto de referencias fusiona la dimensión
intrapsíquica profunda y la dimensión espiritual de la individuación,
con lo interpersonal y lo político.
No es ninguna casualidad que sean precisamente unos cuervos los
que entreguen a nuestro héroe la manzana de oro. El color negro del
65
4. Deshacer el hechizo
En ocasiones la historia de la individuación comienza con un big
bang°, una muerte, una pérdida, una súbita entrada en un estado de
desorientación y confusión. Ese instante marca el comienzo de un viaje
hacia la liminalidad y la transformación. Es lo que le pasa a la joven
que se convierte en la heroína del cuento de los Grimm «La anciana
del bosque». En este cuento el secreto de la individuación es elegir la
simplicidad. El problema es un hechizo, y la tarea consiste en ser
conscientes de un estado de posesión.
La protagonista del cuento es una criada pobre -de nuevo, una
figura marginal que pasa a ocupar el centro del escenario y se convierte
en la heroína del relato-. La historia comienza diciéndonos que la joven
se encontraba de viaje con la familia a la que servía cuando se les echan
encima unos bandidos que los matan a todos menos a ella. La joven
logra escapar ingeniosamente, pero entonces se ve sola en mitad del
bosque y, lógicamente, se siente aterrada. No tiene a nadie a quien
pedir socorro y teme por su vida. Cuando se hace de noche, se sienta
al pie de un árbol y se encomienda a Dios. Al poco rato llega hasta ella
volando una paloma blanca con una llavecita de oro en el pico. El ave
le dice que meta la llave en la cerradura que hay en el árbol en el que
está apoyada, porque allí dentro encontrará comida de sobra como para
no pasar hambre el resto de su vida. Como cabía esperar, cuando la
niña hace lo que le dice la paloma encuentra dentro tanta leche y tanto
pan blanco como es capaz de comer. Ahora añora una cama. La paloma
regresa con una segunda llave y le dice que la utilice para abrir otro
árbol, porque en su interior encontrará una cómoda cama. La niña
obedece y encuentra una cama maravillosa y mullida en la que
tumbarse. Ahora ya puede descansar tranquila y pasar la noche a gusto
en el bosque hasta que vuelva a hacerse de día. Por la mañana vuelve
la paloma de nuevo, esta tercera vez con otra llavecita más, y le dice
que si la usa para abrir un árbol concreto, encontrará ropa dentro. La
joven coge también esta llave y descubre en ese árbol unas preciosas
prendas forradas de joyas y oro, más hermosas que las de una princesa.
La situación va repitiéndose durante algún tiempo: la paloma blanca
acude a ella cada día y la provee de todo lo que ella necesita o pide.
«Era una vida buena y apacible», dice el texto.
Entonces, un día, la paloma le pide un favor. La muchacha accede
67
Un interludio teórico
Hefesto, completo
Espacio hermético
El espacio de la individuación
Desde los tiempos en que el dios griego Hermes era venerado como
109
una deidad hasta el momento actual han pasado siete milenios. Sin
embargo, como patrón arquetípico Hermes sigue activo en la psique
contemporánea. De hecho, la psicoterapia existe en y depende de la
creación de un espacio que podríamos llamar «campo para la
transformación». Es un nuevo espacio dentro del mundo cultural de las
sociedades actuales y5 con todo, un espacio que no viola las fronteras
de otros espacios ya establecidos. Es un espacio que se abre en la
frontera entre lo público y lo privado, entre lo profesional y lo personal.
Es un espacio que a menudo presenta propiedades mágicas como
espejo de la realidad de la psique, en tanto que la sincronicidad y los
fenómenos parapsicológicos suelen constelarse en este espacio. Dentro
de la terapia, entendida a modo de continente, hay un espacio psíquico
que, a su vez, existe también dentro del mundo social de la convención,
de la ley y de las otras relaciones. Con respecto al espacio social que la
rodea, la terapia posee, por supuesto, unas fronteras bien delimitadas
cuya vulneración tiene consecuencias legales y éticas. Dentro de este
espacio, el campo interactivo que contiene las psiques y que las asimila
abre -o crea un mundo. Este espacio contiene dos mundos psíquicos,
es decir, dos personas con vida plena fuera de dicho espacio. Por tanto,
hay un aspecto dentro-fuera en relación con este espacio, dado que cada
una de las personas que se hallan en él tiene fuertes conexiones con el
mundo exterior a éste.
El espacio de la terapia no puede convertirse en el Mundo
Primario, el único espacio real o importante, pues de lo contrario
perdería su posición en el mundo de las fronteras firmes, y esto crearía
confusión psíquica y dolor, e incluso cataclismos. Aun así, este espacio
debe existir también por su propia legitimidad, por su propio derecho
a existir, por su propio derecho de nacimiento y rango de igualdad
respecto de otros mundos ya establecidos. Aquí, en la experiencia de
la psicoterapia profunda, en pleno siglo xx, encontramos una repetición
de la antigua historia del nacimiento de Kermes y su rivalidad con un
hermano, Apolo, que ya estaba establecido y que reclamaba un espacio
mayor para sí. El nuevo espacio de la psicoterapia es un espacio
Kermes.
La psicoterapia profunda ocupa un espacio Kermes también en
otro sentido: conecta el mundo superior de la consciencia con el
submundo de lo inconsciente. Y lo hace en varias direcciones. En la
conceptualización de la relación analítica, 28 Jung indicaba un espacio
110
dos.
Podría ofrecer muchos otros ejemplos parecidos extraídos de mi
propia experiencia clínica, así como de las consultas de colegas y
pacientes que me han contado experiencias personales, que ilustrarían
aún más la activación de esta dimensión. Se trata del elemento
misterioso, espectral, de la psicoterapia e indica un espacio cerrado a
cal y canto para el mundo en virtud de normas relativas al respeto a la
intimidad, al deber de mantener la confidencialidad y a la renuencia del
propio terapeuta a la hora de revelar información, pero que aun así está
profundamente abierto a él en otro nivel.
La psicoterapia junguiana clásica utiliza dos importantes métodos
para llevar a cabo sus operaciones: el análisis de los sueños y la
imaginación activa. Los dos invitan a la constelación de un espacio
hermético, ya que ambos tienden puentes entre lo consciente y lo
inconsciente. No obstante, la imaginación activa es una actividad que
se realiza en soledad, uno solo, más que en presencia de otra persona.
Funciona en el eje vertical más que en el horizontal, y su función es
constelar un espacio hermético dentro del individuo.
Cuando Jung habla sobre su descubrimiento de la imaginación
activa como método para impulsar la individuación al implicar al
inconsciente en el proceso, explica que entró en esta geografía psíquica
por primera vez con un temor considerable y bastantes nervios:
Era como un viaje a la Luna, o como un descenso al vacío. En primer
lugar se presentó la imagen de un cráter y tuve la sensación de estar en el país
de los muertos. Al pie de una peña divisé dos figuras, un anciano con barba
blanca y una hermosa chiquilla. Hice acopio de todo mi valor y fui a su
encuentro como si fuesen hombres auténticos. Atentamente escuché lo que me
dijeron.29
Este es el comienzo de la imaginación activa como técnica para
explorar la psique inconsciente. Y condujo a la creación de un espacio
que Jung habría de ocupar una y otra vez durante el resto de su vida,
un espacio hermético en el que conversaba con un maestro y guía
llamado Filemón y con toda una serie de personajes.
La imaginación activa abre un espacio dentro de la matriz
intrapsíquica que contiene una polaridad: el yo (ego) y el otro
(normalmente, una imagen arquetípica), y genera una relación estilo
«cinta de Moebius» con el mundo objetivo que es sincronística. Jung
narra un acontecimiento que tuvo lugar aproximadamente un año
112
los hombres son fragmentos del mismo recipiente, partes del conjunto
mayor [...]», como dijo John Donne en el siglo XVII. La gran virtud de
este hallazgo radica en su potencial para superar los problemas de
anomia y aislamiento que tantas personas sufren en los tiempos
actuales. El concepto de Jung del inconsciente colectivo saca de nuevo
a la luz este descubrimiento de la interconexión entre todos los
hombres. Se trata de un elemento decisivo en la creciente
concienciación mundial del nuevo potencial de consciencia global y de
una nueva forma de espiritualidad que será totalmente inclusiva. A ella
pueden hacer su aportación personal todos los seres humanos. Con su
articulación del concepto de inconsciente colectivo, Jung pretende no
sólo afirmar que todos los hombres estamos conectados en un nivel
profundo, sino también que ninguna experiencia personal es
absolutamente idiosincrásica y desvinculada del destino de todos los
demás. Esta concepción funciona en ambos sentidos: el individuo está
vinculado con la totalidad del grupo o de la comunidad y, de hecho,
con toda la humanidad, y a la vez el conjunto se ve afectado por el
individuo.
Así pues, las experiencias internas profundas de la persona no son
meramente personales, sino que a menudo poseen una mayor amplitud
de significado potencial. Lo que se toma con una experiencia muy
personal se refleja muchas veces en las experiencias de otras muchas
personas, tal vez incluso en toda la humanidad, hasta cierto punto, pero
en gran medida no nos damos cuenta de estas conexiones. Por eso, lo
que una persona obtiene a raíz de una experiencia numinosa de una
imagen arquetípica puede ser además valiosa a una escala mayor. Por
explicarlo de manera práctica, está claro que uno siempre comienza
una reflexión o una interpretación en su propia piel, con sus propias
consideraciones, inmediatas y personales, pero en el caso de las
imágenes arquetípicas el horizonte de significados no debería quedar
limitado a la psicología individual, incluso cuando estamos hablando
de cosas efímeras y aparentemente tan únicas e idiosincrásicas como
pueda ser un sueño o una visión. Las experiencias religiosas personales
pueden aportar algo a la evolución de las imágenes doctrinales, y éstas
poseen, como sabemos, un impacto enorme y profundo en la
consciencia colectiva. En el caso de una religión universal como el
cristianismo, tienen un impacto sobre toda la humanidad.
Así pues, mis reflexiones se basan en la presunción de que las
116
comentario tiene que ver con el propió Jung. Casi con toda seguridad
podemos afirmar que la consciencia de Jung, a la edad de sesenta y
cinco años, había superado las ataduras de la necesidad de ese Dios de
transferencia. Por supuesto, podemos equivocarnos, pero en mi opinión
es bastante seguro decir que, al menos en cuanto a la necesidad de un
objeto de transferencia con la forma de una doctrina tribal de Dios,
Jung estaba más allá. Así pues, a lo que quiero llegar con estas
reflexiones es a que hay religión y experiencia religiosa más allá de las
necesidades personales de transferencia. Este aspecto es importante,
debido a la no poco difundida opinión psicoanalítica de que, una vez
«analizada» y «trabajada» la transferencia, la religión pierde su raison
d'étre y se torna insostenible.15 No puede existir ya, porque ha quedado
destruida la razón psicoanalítica que la sostenía. Jung discrepa, y
argumenta que existe algo así como un «instinto» religioso, que la
religión es esencialmente (es decir, arquetípicamente) humana y no
está basada en necesidades no satisfechas, en necesidades pueriles, o
en la compulsión a la repetición. Ni hay un final posible de la vida y de
la experiencia simbólicas, porque lo inconsciente es inagotable. Por lo
tanto, la cuestión de fondo es que la religión sigue siendo una opción
de vida para los hombres y mujeres de hoy, aun después de haber
analizado la transferencia, de haber superado la necesidad de un «padre
celestial» y de haber comprendido el significado psicológico de los
símbolos religiosos tradicionales.
El segundo punto deriva de la observación de que en sus últimos
años, después de cumplidos los sesenta y cinco años y coincidiendo
más o menos con la época de esta visión, Jung se volcó en el estudio y
«terapia», como yo lo llamo, de su tradición religiosa. Durante años
había estudiado los textos de muchas de las principales religiones del
mundo y gran parte de sus ramificaciones heréticas; había ahondado en
el gnosticismo y en la alquimia, había hurgado en obras religiosas tan
remotas como El Libro tibetano de los Muertos o el I Ching, había
visitado a los indios americanos, a los elgoni africanos, a los
musulmanes y a los indios orientales, e incluso había estudiado
antropología. Y con más de sesenta años se dedicaba nuevamente al
cristianismo, de donde había partido y a lo que dedicaría sus dos
últimas décadas de vida y obra. Este retorno a lo que anteriormente
había rechazado, a la tradición, con el fin de exponer a la psique para
que la activase y respondiese a ella de una forma nueva, es un hecho
125
que iba a hacer mucho bien, que iba a propulsar todas las naves, que
iba a incrementar las perspectivas de paz y prosperidad en el mundo
entero. Pero, si bien conlleva la promesa de una mejora en el nivel de
vida de todo el mundo, también parece beneficiar inevitablemente a un
pequeño grupo de privilegiados, mucho más que a la inmensa mayoría
de los mortales. A la vez, amenaza con borrar del mapa rasgos
culturales únicos y con remodelar cada nación a imagen y semejanza
de un gigantesco centro comercial repleto de los mismos artículos para
todos y frecuentado por consumidores vestidos con el mismo atuendo.
La globalización amenaza con dar rienda suelta a una comercialización
rampante y con diluirlo todo en una homogeneización universal Por lo
tanto, plantea una amenaza a la diferenciación, meta esencial de la
individuación. Parece ir totalmente en contra del principio de
individuación. Es un peligro del que Jung habló con frecuencia. La
fuerza de los movimientos colectivos puede aplastar fácilmente a los
individuos. Nos quedamos sin diferenciación, y lo que prevalece es la
homogeneidad. Esta pérdida de alma conduce a una grave regresión
psicológica, en la que la identidad individual de cada persona es
engullida por la colectiva. En el plano del mito, se podría describir
como el cautiverio en el vientre de la ballena, o como la princesa
cautiva de un dragón. Esta misma catástrofe es la que hoy amenaza a
grupos enteros y naciones, pueden quedar absorbidos por
colectividades mayores y perder sus distintivos culturales. Que luchen
contra ello es señal de buena salud psíquica. Por otra parte, la glo-
balización ofrece posibilidades de unión e integración tal vez nunca
vistas hasta ahora en la historia de la humanidad. El equilibrio que
habría que conseguir en este ámbito es el equilibrio entre la necesidad
de preservar la diferenciación cultural (separatio) y la oportunidad de
integrar contenidos foráneos y previamente inconscientes (coniunctio).
Es la tensión clásica de la individuación. Significaría «un poquito
menos de soberanía»3 por parte de las naciones, así como ceder algunos
de los elementos narcisistas implícitos en la sensación de ser únicos,
una sensación propia de toda cultura tradicional, con el £in de incluir e
integrar unos cuantos elementos nuevos.
Otro aspecto de esta tensión tiene que ver con las tendencias
arquetípicas contrapuestas integradas en la cultura de Sudamérica y
Norteamérica. Los países latinos son arrebatadora y, tal vez,
excesivamente dionisíacos para las gentes del norte, muchísimo más
136
Notas
Introducción
1. En Recuerdos, sueños, pensamientos Jung escribe sobre el instante en
que, estando de viaje por África, entendió el significado: «Aquí vi
asombrosamente claro el significado cósmico de la consciencia. Lo que
la naturaleza deja imperfecto, lo perfecciona el arte, se dice en la
Alquimia. El hombre, yo, dio al mundo, en un acto creador imperceptible,
el último toque nada más, el ser objetivo». (Barcelona, Seix Barral, 1996,
p. 262.)
35. Ibid.
36. Ibid., párrafo 190.
37. El término significa «coincidencia significativa» y Jung trató
extensamente sobre este concepto por primera vez en su obra de 1952
Sincronicidad como principio de conexiones acausales, en el vol. 8 de
sus Obras completas.
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Editorial Trotta, 2003.
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Obras completas, op.cit.
154
ÍNDICE ANALÍTICO
«A Apolo» (Homero), 95 actividad, 108
Adán y Eva, 70
Adler, Alíred, «ficciones guiadoras» de, 33
Afrodita, 104-106, m «A Hermes» (Homero), 126
Aión (Jung), 143 Alcohólicos Anónimos, 45 Alemania, 52, 59, 63, 165, 180 n alma, 12, 14,
50, 57, 74, 80, 82, 91,
140
vínculos con el, 52 alquimistas, 47, 154, 157-158
filias philosophorum de los,
157-159 , sublimación en los, 47-48 análisis, 156
auto-, 27
como proceso liberador, 103 como terapia, 137 crecimiento continuado en el,
31-32
final del, 33-34
imaginación activa en el, 36-
38
separación analítica en el, 19-
21
gente que quiere someterse a,
24-26
movimiento en el proceso de la individuación, 42
para psiques heridas, 112-118
relaciones en el, 137
ánima / animus, 28, 30, 42 arquetípico, 78-79 como ente autónomo, 107 de la heroína, 88
de las mujeres, 87 figuras, 42
vínculo arquetípico con, 107 anima mundi, 13, 154, 173 Antropología, 156 apolíneo
frente a dionisíaco,
pérdida de identidad por el choque de lo, 168
Apolo, 95, 105, ni, 133-134, 137
Aquiles, 96, 118-119
Árbol de la Vida, 68-69, 80-83 Ares, 98, 102, 104-107, ni Asociación de Psicología
Analítica, 23
Asociación Internacional del Psicoanálisis, 28
Atenea, 95-96, 100, m, 117 atman^ 20
Baldwin, James, 11
Basílides de Alejandría, 20
Berger, Peter, 49-50, 180 n «señal de trascendencia» de,
5°
«Betrayal» (Hillman), 71 Biblia, 59, 81-82, 126, 149, 167 biología, 12-13
Brando, Marión, 27
Brown, Norman O., 126-128, 130, 134-135
Buber, Martin, 17-18 relación «Yo-Tú», 18
Bultmann, Rudolf, 59
Burkert, W., 133-134 búsquedas espirituales, 41, 45, 152
158
Caris, 118
Carnaval de Río, 170 catástrofe, 69, 78
tema de la, 69
católicos romanos, 167
Centro Internacional de Estudios de Psicología Aplicada, 39
Cerbero, 133 ciencia, 173
Clinton, Bill, 163
«coincidencia significativa», 35,
179 n
«Comentario sobre El secreto de la flor de oro» (Jung), 36 complejos, personales /
culturales, 9, 12, 15, 33,40, 43, 54, 63, 93-94, 98-100, 107-112, 121122, 164
aplicación moderna de los, 106 como obstáculos, 109-110, 121-122
definición de, 99-100 de las naciones, 164 Edipo, 100 en el cristianismo, 159 históricos, 171
madre, 100-101, 104, 109TIO, 118, 121, 131
completitud, 12, 159. Véase también integridad
conflicto, 94, 100-101 «Confrontación con lo
Inconsciente» (Jung), 20, 28, 47 comunctio^ 19, 31, 36, 73, 75 apoyo en el nivel
somático, 80
como algo natural, 94 como contacto estable, 107 como símbolo, 78-79 conexión
espiritual para la, 75 de las naciones, 164 en el cristianismo, 153 éxito de la, 73
fase del héroe, 77 integración de lo foráneo, 170-171
integración de las invasiones, 172
naturalidad de la, 94 unión con la naturaleza, 174 conocimiento,
deseo de, 70 tema del, 69-71 consciencia, 12-23, 30-36, 41-45,
50, 53, 61, 73-79, 94, 108-111, 114, 117, 122-125, 130-131, 137, 144, 145, 148, 153-
158, 163, 168, 170-174 arquetípica / no personal, 13 colectiva, 15, 163 contribución de Jung
a, 144-
J45
cristianismo y, 149 cuerpo, 73-74 de Jung, 166-167 desarrollo de la, 12, 17-19, 123
evolución, 16
integrada, 123
lo inconsciente con la, 33, 3637,47, 138, 156, 164
mantener la conexión con la,
71-76
poder sobre la, 44-4 5 proyección/ distorsión en la,
3°
renacer de la, 172
contra naturam^ 13 contrarios psicológicos, 23 contrarios, unión de los, 77, 103
«contratransferencia chamánica»,
18711
«corrección política», 170-171 creatividad, 107
creatura^ 21-22 crecimiento, 19, 31, 33, 39, 70, 80,
102,
negativo, 32
cristianismo, 143 complejos en el, 15 5 como paciente, 151-152, 158-
159
159 consciencia y, 149 curación del, 158-159 Dios y, 149-150, 159 fallos del, 149-151
individuar el, 143-144, 154,
158-159
Jung sobre el, 143-144, 157-
158
Jung y el, 143-144, 147-148, 149-150, 156-157, 159-164 mitos en el, 148, 153 moderno,
151-154 movimiento sintético en el,
156
mujeres en el, 143
Otto, R., 61-62 represión por parte del, 157 revelación inamovible del,
154-155
separatio en el, 138 símbolos del, 143, 153-154,
159
tradiciones del, 154-155, 158159 '
transformación del, 154, 159
Cronos, 96
cuentos, 65, 77, 83, 134, 148 cuerpo físico, 11-12, 20, 46 curiosidad, tema de la, 69-72
Das Heilige^ 54-57, 62. Véase también Lo santo (Otto, R.)
Deméter, m
Demonio, 156
Depp, Johnny, 27
desidentificación, 19 «Determinantes psicológicos del comportamiento humano» (Jung),
185 n
diferenciación, 22, 164
amenaza por la globalización,
170-171
como meta, 174 ilusión de, 23
diferencias culturales, 15-16, 22 entre Norte y Sur, 167-168, 170-171
Dionisos, 105-106, 115 de Sudámerica, 170-171
Dios, 149-150, 152, 154, 157 del cristianismo, 159 integridad de, 159 traidor, 151
«dioses, los», 45
Don Juan DeMarco^ 27
Donne, John, 144-145
Edipo, complejo de, 96, 100 ego, 13-14, 33, 36-38, 42, 139 adulto, 115 complejos y, 61
consciencia, 42, 70, 108, 120 en experiencias religiosas, 47 identificación del, 25, 43,
101-102
inflación, 74
Jung, 35-36
liberación respecto del, 133 marco temporal al que está sometido, 48-49
muerte del, 78
necesidad de controlar, 36 pruebas al, 80
vínculo de la realidad transpersonal con el, 51 elgoni, africanos, 155 Eliade, Mircea,
149 enfermedad, 18 Eranos, Tangungen de, 61-62 Erikson, Erik, 22
Eros, 79 España, 165, 167
160
engullida por la colectiva, 178 evolución de la, 164 formación de la, 23-24 grandilocuente,
28-29 introyectiva, 138 Jung, 25-27
pérdida de identidad de las naciones, 167
pérdida de la, 131 pre-tecnológica frente a unidad planetaria, 173 proyectiva, 138
social, 27
Ilíada^ La (Homero), 118 Ilustración, 148, 152 imagen psíquica, 116, 157 imágenes
arquetípicas, 58, 6o, 75,
78-79
base de las, 26
como bloques, 43-44
como elemento perturbador,
como imágenes primordiales,
44- 45
como imágenes simbólicas,
47
como naturaleza, iio-m
como patrones para la individuación, 93-94
de Alemania, 180 n de la cultura, 170 diferencias en, 168-169 efectos poderosos de
las, 27 emergencia de las, 19 Hermes, 127 identificación con, 26-27 influencia de, 52-53
numinosidad relacionada con,
45- 46
posesión por, 52-53 significado, 145 síntesis de, 169 sublimadas, 48 vínculo de ánima
a las, 105 imágenes primordiales, 44 imaginación,
activa, 19, 36-37, 42, 52, 79, 138
como «diálogo interno», 42 de Jung, 140 el ego / el otro, 139 en el análisis, 3 5
imitación, 25, 27 inconsciente, 11, 19, 26, 34, 47,
65, 69, 77, 108, 130-131, 154, 157, 159, 167 apegos, 36 base de la religión, 49-50 chispa de
la divinidad, 157 colectivo, 13, 19, 29-30, 4445, 47, 63, 105, 110, 122, 144» i73
como algo inagotable, 153 consciencia con lo, 33, 36-37, 47, 138, 156, 162
explorar lo inconsciente, 140 identificaciones, 21 poder destrucivo, 50 represión, 100
somático, 74-75
indios americanos, 155 indios orientales, 155 individuación, 45, 75, 89, 163
Véase también estados de posesión actitud hacia la, 131-132 aplicaciones religiosas y cul-
turales, 14
como fuerza dinámica, 11-12, 1^25,34-35,70
como principio, 13-15 como proceso político, 79-80 como viaje, 5, 77, 122-123 concepto
psicológico, 11 de las naciones, 164 de los niños, 177 n desarrollada por la persona
consciente, 12-13 desarrollo espiritual frente a, 40, 53, 58,61 en cuentos y mitos, 65
«espacio» para la, 121-122, 130-131, 136, 140 experiencia numinosa en la, 15» 39-40»
49'5°» 54-5 5 fase analítica, 15, 19-30 fase sintética, 15, 19-20 héroe / heroína de la, 40,
5354, 72, 76, 79-80, 82, 85, 87-88, 90
iniciación a la, 15, 65, 69 Jung frente a Otto, R., 62-63 Jung, 12, 14, 17-20, 21-22, 29-30
mártir como antónimo de, 52 meta de la, 63, 78-79, 169 negación de la, 14 patrones de la,
93 proceso de, 93, 173 progreso del análisis en la, 160
162
psicológica, 40-45
sombras, 50-53 universalidad, 60-61
objetivos del trabajo psicológico,
13
«Oda al viento de Oeste»
(Shelley), 126
origen, 11
Otto, Rudolf, 47, 50, 53, 60-61,
129,150
«idea de lo numinoso», 54-57 Jung influido por, 63 objeciones a Jung, 60 sobre el
cristianismo, 60-61 sobre las experiencias numinosas e irracionales, 56-60
Otto, Walter, 129
Oxford Classical Dictionary, 129
Pablo (san), 41 padre, 27, 97, 99, 101, 127
complejo, 105-106
Paracelso, 72 parapsicológico, 136, 140 participarían mystique^ 2^-26^ 132,
166
pasado, revisión del, 16 patología, 40-42. Véase también complejos, personales / culturales
universalidad de la, 45 patriarcal, sociedad occidental, 99-103, 156 matrimonio y divorcio
en, 106-107
patrón cultural, 94 persona,
individuo frente a, 17-19 moderna, 153 personaje, 25, 27-31, 42, 115 personalidades,
2
10, 12-13, 4?
78
pleroma, 20-23
política internacional, 163 Portugal, 165, 167
Poseidón, 105-106 Preiswerk, Samuel, 146
en el movimiento sionista, 188 n
principium individuationis^ 12,
20-21
Prometeo, 134 proyecciones, 123, 138, 169
función defensiva de las, 123
inconsciente, 71
mecanismo, 47 sombra,. 166-167 tribalismo basado en, 159 pruebas, 72, 78, 80-81,
121 psicoanálisis, 43
freudiano, 13
relaciones en, 138 psicología, 12. Véase también Jung, C. G.
femenina, 15
Psicología Analítica, 23-24, 49 «Psicología de la Religión» (Otto,
’ R.),58
psicología profunda, 12
campo para la transformación, 136
Psicología y Alquimia (Jung), 37 psicosocial, 24, 27-28 psique, 20, 42-44, 49, 59, 76, 79-
80, 137
165
como función del ánima, 105 dentro / fuera, 136 figuras míticas, 44-45 fundamentos
de la, 44-45 heridas infligidas, 112-117, 112-113
instintos / arquetipos, 108 mundo material y, 123-124
Quan Yin, 37
racionalización, 51 realidad psicológica, 12 Recuerdos, sueños, pensamientos
(Jung), 20, 28, 46, 50, 64, 145,
visión extraída de, 154 reduccionismo psicológico, 49 reflejo, 24, 98, 147 Reforma,
70, 148 regresión, 168
cultural, 173 relación analítica, 137-138 religión,
base de la, 49-50
ciencia frente a, 146, 170
conflicto, 46 creencia en, 153
en el mundo, 150
más allá de la transferencia personal, 152-153
ortodoxia rígida, 151 símbolos, 153
tradiciones, 143, 148-149, 153 represión, 13, 33, 49, 52, 100, 156,
174
cristianismo, 157
de la sombra colectiva, 165 Respuesta a Job (Jung), 48, 59,
143
revelación inamovible, 156-158 Rogers, Cari, 17 Roscher, W. H., 125, 127
sacrificio, 74-75
frente a regalo, 182-183 salud, 19
«Santo, lo», 54, 60 Schleiermaclier, Fiedrich, 56 Schopenhauer, Arthur, 12, 30 sentimiento
de culpa de los ame
ricanos, 165 separación / unión, 121 separado, 19
creadora de diferenciación, 22 de las naciones, 162-174 diferenciación cultural, 168-
169
diferenciación respecto de la naturaleza, 173
en el cristianismo, 148
en el nivel interno, 174 identidad a través de la diferenciación, 165 naturalidad de la,
94 para la diferenciación psicológica, 103
personaje, 29 respecto de la gnosis, 77 «sicigia», 29
Séptimo Congreso de
Psicoterapia, 63 sexualidad, 106-m Shelley, Percy, 126 sicigia, 28-29. Véase también
ánima / animus
divina, 97 identidades inducidas por, 3 3 imágenes de, 30
Siete sermones por los difuntos [Septem Sermones ad Mortuos] (Jung), 20
Símbolos de transformación \Wandlungen und Symbole der Libido} (Jung), 44 n símbolos,
79, 81, 88, 148, 155 de la vida / experiencia, 153 del cristianismo, 143, 153-
*54, *59
Espíritu Santo como, 88 Tarot, 152
sincronicidad, 19, 36, 88-89, 92~ 94, *3^*37, 139 curiosidad y, 6 5 definición, 123
solificatio, 78, 82 sombra,
experiencia numinosa de la,
integración de la, 32 proyección de la, 166, 170 represión de la colectiva, 163
166
Sondheim, Stephen, 83
Stein, Murray, 12, 32, 36, 150 sublimación, 47-48 sueños,
análisis de los, 139 diurnos, 44 interpretación de los, 52, 122 sufismo, 152
Sudamérica, 162, 174 dionisíaca, 168-169 diferencias con
Norteamérica, 165-166 migración de la cultura anglosajona hacia, 170. parecidos con
Norteamérica, 163-165, 171 pérdida de identidad, 168
tecnología, 174
Tetis, 96-97, 100, 104, 115, 118,
The Homeric Gods (Otto, W.),
129
The Trial ofGod (Wiesel), 188 n Tifón, 98
Tillich, Paul, 151
Tipos psicológicos (Jung), 26 Tracey, David, 187 n tradiciones, 15 anglo-protestantes, 164
del cristianismo, 154-155,
158-159
de las naciones, 162 latino-católicas, 164 represión por parte de las,
157
Transforma tio nEmergen ce of the Self (Stein), 39 transgresividad, 136
transición en la madurez de la vida, 185 n
Trinidad, 158
unión / separación, 121, 173 Urano, 96
varones, desarrollo psicológico de los, 98, 101
viajes,
de héroe / heroína, 65-69, 77,
89 .
la individuación como, 5, 77, 122-123
literal, 124
Von Franz, M. L., 48, 93, 110
Wenders, Wim, 52 Wheelwright, Joseph, 24
White, Victor, 181 n
Wiesel, Elie, 188 n
Wilhelm, Richard, 62, 149 Wilson, William, 45
Winnicott, D. W, 132
Wotan, 51-52
yo, 11-12, 20, 23, 36, 52, 54, 58,
78, 80-82 comprensión del, 13 contacto con, 80 lado espiritual del, 75 naturaleza /
desarrollo del, 12 realización del, 12-13 revelación del, 157
«Yo-Tú», relación, 18
Zaratustra, Nictzsche como, 28,
78
Zcn, budismo, 53, 152
Zeus, 81, 95-99, 104-105, 125, 127 Zipes, Jack, 182 n, 184 n ■
167
Agradecimientos
Por su ayuda con la lectura y comentarios de diferentes capítulos del
libro conforme evolucionaba a lo largo de los últimos años, estoy
profundamente agradecido a: Ann Casement, Lionel Corbett, Danila
Crespi, Dale Kushner, Eleonora Lehr, Don McNair, Jan Marlan,
Robert Moore, Andrew Samuels y Robín Van Loben Seis. Muchos
ánimos para continuar con la tarea me infundió mi socio de Chiron,
Nathan Schwartz-Salan, encantador como siempre. Mi mujer, Jan, ha
soportado, paciente y sufrida, las muchas horas que he pasado frente al
ordenador. Además, quisiera dar las gracias a Emmanuel Kennedy por
invitarme a participar en el Simposium del Club Psicológico de Zúrich
en 2005, oportunidad que impulsó de manera significativa el avance de
este proyecto; la ponencia que preparé para dicha cita forma la base del
capítulo inicial del libro. Casi todos los capítulos habían aparecido ya
en otras publicaciones, con otra forma, pero los he revisado a fondo
para incorporarlos a la presente obra.