Ensayo Oscar Bastidas

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REFLEXIÓN Y ANÁLISIS

¿Es constitucionalmente correcto que en un estado como el nuestro se imponga una


sanción vitalicia a una persona condenada por haber atentado contra el patrimonio
público?

El interrogante planteado puede encontrar sus cimientos en un vacío constitucional que


se encuentra en el inciso primero del artículo 34 superior, el cual, en caso de
enriquecimiento ilícito, únicamente habla sobre extinción del dominio sobre los bienes
adquiridos ilegalmente, en perjuicio del Tesoro Público o con grave deterioro de la
moral social; se podría decir que este artículo tiene un contenido muy ambiguo con
respecto al perjuicio que ocurre alrededor del atentado al patrimonio público, el mismo
no genera conciencia el tipo de afectación o el alcance que puede llegar a tener la
malversación de los dineros del Estado.

Cuando un funcionario público se apropia del erario, no se apropia de los fondos de una
entidad o de los dineros de un rubro especifico; lo que sucede realmente es que se le
está negando a la población que depende de esos fondos para tener acceso a salud,
educación, mejor calidad de vida y suministros básicos esenciales. El Tesoro Público es
el dinero con el cual el estado vela por su funcionamiento y así puede lograr con sus
fines esenciales como un Estado social de derecho. Es en este punto donde debe
comenzar la concientización del delito y por donde se debe indagar una sanción que
cumpla con la reparación y no repetición de este tipo de conducta punible y reprochable.

Si nos detenemos a analizar la conducta punible del interrogante como tal, tendríamos
que citar el artículo 397 del nuestro Código Penal el cual le da un nombre especifico al
tipo penal; el Peculado Por Apropiación se encuentra descrito perfectamente en el
código y estipula las sanciones a las cuales se hace merecedor el servidor público que
atenta o se apropia de manera indebida del Patrimonio de la Nación; pero al igual que el
articulo 34 superior, no dimensiona el alcance real del daño que causa este delito,
incluso, no lo excluye de beneficios para rebaja de penas o casa por cárcel.

Si bien el Estado Colombiano condena la malversación y apropiación del Tesoro


Público tanto a nivel constitucional como legal, también es claro enfatizar en el hecho
de que las penas o sanciones perpetuas no están permitidas en el ordenamiento jurídico,
con excepción cuando un niño, niña o adolescente sea víctima de las conductas de
homicidio en modalidad dolosa, acceso carnal que implique violencia o sea puesto en
incapacidad de resistir o sea incapaz de resistir, así lo plantea la modificación que
realizo el artículo 1 del acto legislativo 1 del 2020 sobre el artículo 34 superior.
Teniendo en cuenta lo anterior, sería inconstitucional la aplicación de una sanción
perpetua o vitalicia por el delito de Peculado Por Apropiación o cualquier conducta que
atente contra el erario; una explicación razonable para tal prohibición seria que un
servidor público condenado por este delito y a quien se le aplique una eventual sanción
perpetua, se le estaría coartando su derecho fundamental y constitucional al trabajo
consagrado en el artículo 25 superior el cual manifiesta de manera categórica que el
trabajo es un derecho y una obligación social y goza, en todas sus modalidades, de la
especial protección del Estado. Toda persona tiene derecho a un trabajo en condiciones
dignas y justas.

El derecho al trabajo tiene especial protección por el Estado Colombino y no puede


vulnerarse o restringirse de manera permanente, se puede tener sanciones pero
únicamente temporales. El hecho de impedir que una persona pueda acceder a un cargo
público de manera vitalicia implicaría que esta persona no pueda acceder a un trabajo
digno en el sector público y obligaría a esa persona a cambiar su estilo de vida, su
formación y sus capacidades técnicas, las cuales, en muchos casos, se ha convertido en
un estilo de vida. Adicionalmente y no menos importante, un trabajo no es sustento
únicamente del trabajador o servidor público, sino también de su núcleo familiar, el cual
también tiene especial protección en el artículo 42 de la Constitución Nacional al
afirmar que la familia es el núcleo fundamental de la sociedad y el Estado y la sociedad
garantizan la protección integral de la familia. Este postulado constitucional es el pilar
fundamental para que una sanción vitalicia no se pueda llevar a cabo porque la
estabilidad y prosperidad de un núcleo familiar no puede verse afectado en ninguna de
sus formas y mucho menos por parte del Estado quien propende para que la familia sea
la piedra angular del estado social de derecho y el centro proactivo de los intereses y la
economía interna de la sociedad.

Para dilucidar el interrogante que planteado, podemos concluir que una sanción vitalicia
para un funcionario público, ya sea una condena de prisión perpetua o una inhabilidad
igualmente perpetua para contratar con el estado puede afectar de manera a indirecta a
muchas personas que son inocentes del delito o hecho que desencadena la sanción;
igualmente, la sanción de expropiación de los bienes adquiridos a causa de la
malversación del tesoro público es una medida muy acorde al delito cometido, esto
teniendo en cuenta que de nada sirve tener a un funcionario público inhabilitado o preso
por estos hecho sin que exista una reparación real del daño causado, el cual es el
reintegro de todos esos fondos que fueron desviados para su propio beneficio.

La anterior conclusión podría ser válida en un ámbito meramente legal y constitucional,


pero no debemos olvidar una parte muy importante, pero a su vez controversial,
establecida en el artículo 34 superior que se resume en el “deterioro de la moral social”,
es en este punto donde este delito o afectación no tiene la claridad necesaria ni la
sanción correspondiente, esto se vuelve evidente cuando observamos que en el Estado
Colombiano la malversación del tesoro público deriva en escándalos de cuantías de
dinero incalculables y los responsables no realizan ningún tipo de reparación y sus
penas o sanciones son cumplidas de manera muy cómoda en los terrenos que
consiguieron a costa del dinero que estaba destinado a los sectores más vulnerables, es
aquí donde se debería trabajar y concientizar para encontrar una verdadera sanción,
reparación y no repetición de estos hechos tan despreciables.

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