Marcos (2017) - Ciudadanía y Emancipación
Marcos (2017) - Ciudadanía y Emancipación
Marcos (2017) - Ciudadanía y Emancipación
CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
2 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
Rector
Ing. José García
Vicerrector
Ing. Sergio Pagani
Decana
Dra. Mercedes Leal
Vicedecano
Mg. Santiago Rex Bliss
3
CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
Dolores Marcos
Compiladora
Facultad de Filosofía y Letras
Universidad Nacional de Tucumán
Proyecto PIUNT 26/H554-2
Ciudadanías en construcción. Del sujeto político moderno
a las expresiones ciudadanas contemporáneas
4 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
220 p. ; 21 x 15 cm
ISBN 978-987-754-115-1
CDD 323
© 2017
Facultad de Filosofía y Letras - Universidad Nacional de Tucumán
Proyecto PIUNT 26/H554-2: “Ciudadanías en construcción. Del sujeto
político moderno a las expresiones ciudadanas contemporáneas”
ISBN 978-987-754-115-1
Impreso en Argentina
5
Índice
Prólogo ................................................................................................ 7
Santiago Rex Bliss
Jujuy: dos narrativas acerca del derecho a las tierras ............. 163
María Luisa Rubinelli
Prólogo
1
Louis Althusser: Elementos de autocrítica. Barcelona, Laia, 1975, p. 44.
10 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
en otro pasaje: «¿Qué otra cosa hizo Marx en todas las etapas de su
interminable búsqueda, más que volver a Hegel, para deshacerse
de él, más que reencontrarlo, para distinguirse de él y definirse?
¿Puede pensarse que esto haya sido un mero asunto personal, fasci-
nación, liquidación y retorno de una pasión de juventud?»2. Para
concluir: «De la misma forma, guardando las debidas proporciones,
nosotros en nuestra audacia o nuestra imprudencia, según se quiera,
usamos a Spinoza. En nuestra historia subjetiva y en la coyuntura
ideológica y teórica existente, este rodeo se impuso como una necesi-
dad» 3.
Entonces, ¿cuál era la necesidad para Althusser, de afirmar a
Spinoza frente a Hegel? Podemos responder rápida y sucintamente:
su materialismo. El rodeo marxiano sobre el idealismo de Hegel
requería un nuevo rodeo, ahora spinoziano, para comprender cabal-
mente el materialismo histórico. Este juego de lentes: de una filoso-
fía de Marx a través de Hegel, y de una mirada althusseriana de
este hegeliano marxismo mediante Spinoza, no es un mero juego
academicista de comparación teórica y conclusiones abstractas. En
las relecturas de todos estos autores se juegan definiciones políticas
acerca del presente y el futuro de las sociedades, atravesadas por el
fenómeno del capitalismo y del poder cuasi omnímodo de la burgue-
sía frente a un alarmante proletariado en proceso de organización.
En este escenario, la toma de conciencia social y política es un tema
central. La conciencia de la emancipación es, siguiendo los derro-
teros del Manifiesto comunista, la hora misma de la revolución y el
radical cambio mundial. La consigna programática «proletarios del
mundo, uníos» es al mismo tiempo un llamado a la conciencia de la
emancipación y a la revolución político económica. La toma de con-
ciencia es la acción revolucionaria misma. Por ende, este giro clara-
2
Ibid., p. 45.
3
Ibid., p. 46.
SPINOZA, HEGEL Y LA CONCIENCIA DE LA EMANCIPACIÓN 11
4
Georg Hegel: Fenomenología del Espíritu. México, Fondo de Cultura Económica, 1992.
5
Ibid., p. 47.
12 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
6
Pierre Macherey: Hegel o Spinoza. Buenos Aires, Tinta limón, 1979. Macherey es
coautor, junto a Louis Althusser, de Lire le Capital (Maspero, 1965), una de las obras
autocriticadas en el libro que se refiere aquí.
7
Ibid., p. 46.
SPINOZA, HEGEL Y LA CONCIENCIA DE LA EMANCIPACIÓN 13
8
Gilles Deleuze: En medio de Spinoza. Buenos Aires, Cactus, 2008.
9
Hasana Sharp y Jason E. Smith: Between Hegel and Spinoza: a Volume of Critical Essays.
Nueva York, Bloomsbury, 2012 («Introducción», p. 12).
14 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
versiones del contrato social. De allí que sea necesario, a cada paso,
justificar la real constitución del aparato estatal como reflejo de las
voluntades individuales. Las teorías de la voluntad general o de la
representación son, ciertamente, esos enclaves donde se otorga
inteligibilidad a la relación entre las partes y el todo político social.
El cuidado permanente de la libertad individual como una garantía
de la democracia y del Estado Nacional va de la mano de ciertas
filosofías de corte netamente individualista.
Sin embargo, chocamos tanto en Spinoza como en Hegel con
instancias supraindividuales, sin las cuales no podría pensarse ni
metafísica ni políticamente en sujetos individuales. De hecho,
siguiendo a Sharp, se puede leer a Spinoza como aquél que disuelve
de tal modo las diferencias metafísicas con su panteísmo/ateísmo
naturalista, que puede dar lugar a la igualdad política con argumen-
tos netamente materialistas. En sus palabras: «Spinoza inauguró
la tradición ateísta del materialismo radical que disuelve a Dios en
la naturaleza y, con la caída de la jerarquía metafísica, la verdadera
primera visión democrática fue posible»10. En este monismo mate-
rialista, el individuo/ciudadano es un modo de la sustancia, no un
átomo fundacional. El individuo puede entenderse como «un punto
de equilibrio entre un campo de fuerzas que debe mantenerse cons-
tantemente como sí mismo –afirmándose a sí– en un proceso de
descomposición y recomposición de sí a través de intercambios con
otros cuerpos»11. Es decir, del mismo modo que un organismo vivo
no puede entenderse sin la compleja complementariedad de sus
órganos/parte, el individuo social es este compartir una totalidad
que crece o decrece de acuerdo al conatus essendi, al amor y al odio
que implican las potencias y afecciones del cuerpo. Lo interesante
de esta lectura actual del individuo en Spinoza es que, en la totalidad
10
Ibid., p. 6.
11
Ibid., p. 7.
16 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
12
Idem.
13
Idem.
SPINOZA, HEGEL Y LA CONCIENCIA DE LA EMANCIPACIÓN 17
14
Ibid., p. 4.
15
Ibid., p. 5.
18 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
16
Baruch Spinoza: Ética. Madrid, Aguilar, 1975.
SPINOZA, HEGEL Y LA CONCIENCIA DE LA EMANCIPACIÓN 19
17
Gregor Moder: Hegel und Spinoza. Negativität in der gegenwärtigen Philosophie.
Viena, Turia Kant Verlag, 2013, p. 18.
20 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
1
C.B. Macpherson: La democracia liberal y su época. Buenos Aires, Alianza, 1991, pp.
20-21.
2
Chantal Mouffe: La paradoja democrática. Barcelona, Gedisa, 2003, p. 20.
3
Ver C.B. Macpherson: op. cit., p. 9 y ss.
REMEDIOS REPUBLICANOS PARA LOS MALES DE LAS DEMOCRACIAS LIBERALES 25
4
Ver Ambrosio Velasco Gómez: Republicanismo y Multiculturalismo. México, Siglo
XXI, 2006 (cap. II: «Liberalismo y republicanismo: dos tradiciones»).
5
Chantal Mouffe: op. cit., p. 21.
26 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
6
Según Paul Hazard, la querella entre antiguos y modernos que se desarrolló en la
segunda mitad del siglo XVII fue parte importante de lo que él define como la crisis de
la conciencia europea. Ver: Paul Hazard: La crisis de la conciencia europea. Madrid, Alianza,
1988.
REMEDIOS REPUBLICANOS PARA LOS MALES DE LAS DEMOCRACIAS LIBERALES 27
7
Nicolás Maquiavelo: Discursos sobre la primera década de Tito Livio. Madrid, Gredos,
Libro I, cap. IV, pp. 268.
8
Así lo expresa en el Contrato social, cuando afirma: «Fingiendo dar lecciones a los
reyes, las da, y grandes, a los pueblos. El príncipe de Maquiavelo es el libro de los
republicanos». Jean-Jacques Rousseau: Del Contrato social. Madrid, Alianza, 1980, libro
III, cap. VI, p. 99.
9
Jean-Jacques Rousseau: Del Contrato social, op. cit., libro III, cap. II, p. 88.
28 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
10
Un ejemplo de ello es el caso de Mario Monti, que asumió como Primer Ministro de
Italia tras la dimisión de Silvio Berlusconi en el año 2011, sin elección por parte del pueblo
y con un frágil apoyo del Parlamento.
11
Jean-Jacques Rousseau: Del Contrato social, op. cit., libro III, cap. XV, p. 120.
REMEDIOS REPUBLICANOS PARA LOS MALES DE LAS DEMOCRACIAS LIBERALES 29
sión del control o del desacuerdo –es decir, cuando los que quieren
oprimir, oprimen– el pueblo tiene el derecho de visibilizarlas a través
de la protesta y el tumulto.
La cuestión de la libertad
Es inevitable referirnos al concepto de libertad, pues también
desde él podemos apreciar el déficit de la democracia liberal. Para
iniciar el análisis resulta útil partir de la clásica distinción entre
libertad negativa y libertad positiva de Isaiah Berlin. Para este autor,
la libertad positiva se presenta como el ser dueño de uno mismo,
pero alega que los hombres tienen la experiencia de un yo que do-
mina –que puede ser la Razón, una naturaleza superior, un ideal–,
frente a otra parte que es la que debe ser dominada. Para Berlin,
esta concepción de la libertad acusa una tendencia peligrosamente
totalitaria desde el momento en que la parte más racional o verdade-
ra puede identificarse con algo que es más que el individuo, un todo
social que se arrogue la representación de la voluntad colectiva
que, si no es, debería ser la parte racional de todos. Pero no voy a en-
trar a discutir sobre el modo en que los liberales consideran a la
libertad positiva; lo que me interesa es mostrar cómo la concepción
misma de la libertad negativa –la libertad liberal– alberga en sí mis-
ma un déficit democrático.
La libertad negativa es definida por Berlin como la no interfe-
rencia de obstáculos externos a las elecciones individuales. Según
el politólogo británico, para los autores que sostienen esta concep-
ción –Hobbes, por ejemplo– la libertad no podría ser ilimitada, es
decir, no es posible la ausencia completa de intervención porque los
fines de los hombres no se armonizan automáticamente. Por eso,
en aras de otros valores, los hombres son capaces de reducir el ám-
bito de la libertad limitándola por ley. Por otro lado, el mismo autor
sostiene que no hay una conexión lógica entre la libertad negativa y
la democracia puesto que da igual quién detente el poder de limitar
el ámbito de la libertad –qué tipo de gobierno, sin ir más lejos–, lo
30 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
12
«Cuando Hobbes anuncia (…) que nuestra libertad no consiste en otra cosa que en
la ‘ausencia de impedimentos externos’ al ejercicio de nuestros poderes, lo que intenta,
a un mismo tiempo, es desacreditar y superar a una concepción rival y fuertemente
opuesta a la libertad negativa». Quentin Skinner: «La libertad de las repúblicas: ¿un tercer
concepto de libertad?», Isegoría, 33 (2005), p. 29.
13
Idem.
REMEDIOS REPUBLICANOS PARA LOS MALES DE LAS DEMOCRACIAS LIBERALES 31
14
El gran problema del que ni siquiera son conscientes de su alcance los filósofos de
la modernidad que apoyan un republicanismo de corte popular es la necesidad de
garantizar los derechos de las minorías. Esto se explica, en parte, por el mismo desarrollo
histórico de la garantía de derechos. Cuando Maquiavelo, Rousseau o incluso los
republicanos romanos defienden los derechos de los muchos, los derechos de la plebe,
del pueblo, estos, si bien son una mayoría –numéricamente hablando– son, en cuanto
a posesión de derechos, una minoría. Poseen la mínima parte de los derechos, cuando
no son completamente desposeídos de ellos, es decir, los derechos eran un privilegio
de los pocos.
32 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
La virtud ciudadana
El republicanismo clásico pone en el centro de la discusión po-
lítica la ciudadanía, su compromiso con las instituciones y el cumpli-
miento de sus deberes, y esto es lo que funciona como base ética
para la democracia en la medida en que marca un horizonte norma-
15
Philip Pettit: Republicanismo. Una teoría sobre la libertad y el gobierno. Barcelona,
Paidós, 1997, p. 40.
16
Jean-Jacques Rousseau: Del Contrato social, op. cit., libro I, cap. VIII, p. 44.
17
Nicolás Maquiavelo: op. cit., libro I, cap. 3, p. 266.
REMEDIOS REPUBLICANOS PARA LOS MALES DE LAS DEMOCRACIAS LIBERALES 33
18
Muchos son los autores que se alinean detrás de la interpretación de Judith Shklar
del pensamiento de Rousseau, según el cual el ginebrino postula dos modelos normativos
antitéticos: el del ciudadano y el del hombre natural. No es mi caso, ni el de Rubio
Carracedo, con quien en este punto comparto su interpretación del pensamiento
rousseauniano. Ver: Judith Sklar: Men and citizens. A study of Rousseau’s social theory.
Oxford, Cambridge University Press, 1969; «Rousseau’s two models: Sparta and the
age of gold», Political Science Quarterly, Vol. 81, n.º 1 (1966), pp. 25-51; José Rubio
Carracedo: ¿Democracia o representación? Poder y legitimidad en Rousseau. Madrid,
Centro de Estudios Constitucionales, 1990.
34 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
19
Jean-Jacques Rousseau: Las Confesiones. Madrid, Alianza, 2008, p. 503.
REMEDIOS REPUBLICANOS PARA LOS MALES DE LAS DEMOCRACIAS LIBERALES 35
Conclusión
Como afirma Viroli, «los lenguajes políticos actuales no cubren
algunas de las dimensiones más relevantes de la acción política
real y posible. No nos ayudan a entender la vida política, ni nos per-
miten diseñar prácticas políticas con las que valga la pena compro-
meterse»20. Esto es lo que he venido llamando el déficit democrático
20
Maurizio Viroli: De la política a la razón de estado. La adquisición y transformación del
lenguaje político (1250-1600). Madrid, Akal, 2009, p. 317.
36 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
21
Jean-Jacques Rousseau: Emilio, o De la educación. Madrid, Alianza, 1990, p. 316.
22
«La única razón que explica que debamos participar en política es que, si no lo hacemos,
puede que nuestros ambiciosos conciudadanos logren aprobar leyes que acaben con
nuestra libertad». Maurizio Viroli: op. cit., p. 322.
REMEDIOS REPUBLICANOS PARA LOS MALES DE LAS DEMOCRACIAS LIBERALES 37
23
Jean-Jacques Rousseau: Escritos políticos. Madrid, Trotta, 2006 p. 142 (El contrato
social o ensayo sobre la forma de la república. Primera versión o Manuscrito de Ginebra).
38 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
39
1. Dos experiencias
En un encuentro en Turín, la profesora Valentina Pazé –autora
del estimulante libro En nombre del pueblo. El problema democrá-
tico–, me objetaba mi defensa del populismo señalando algunos
rasgos problemáticos para la democracia, de los cuales el más fecun-
do para una discusión es el de la pretensión de representar una
totalidad a partir de un esquema dicotómico excluyente (pueblo-
antipueblo), y la consecuente dificultad para pensar un régimen en
el que una pluralidad de partes persigue legítimamente su proyecto
de bien común en un marco de confrontación plural y no dicotómico.
Creo que se toca aquí la problemática de la representación política
y, en términos filosóficos, la cuestión de la relación universal-parti-
cular o todo-partes.
Una segunda experiencia interpelante es el recurrente cruce
con partidarios del gobierno de Macri que acusan a los populismos
de ser directamente incompatibles con la democracia, mediante el
señalamiento de los mismos rasgos con los que, desde esta otra
40 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
2. Algunas precisiones
En las páginas finales de su libro La razón populista, Laclau
dice que
1
Ernesto Laclau: La razón populista. Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 2005,
p. 275.
2
«Non est intelligere sine phantasmate» (Tomás de Aquino, Suma Contra Gentiles, IV
11).
LA CIUDADANÍA EN LA GRIETA: POPULISMO Y NEOLIBERALISMO 41
3
Cf. Eduardo Rinesi: «Populismo, democracia y ‘nueva izquierda’ en América Latina».
En Véliz y Reano (comps.), Gramáticas Plebeyas. Buenos Aires, Ediciones UNGS-UNDAV,
2015, pp. 23-51.
42 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
4
Ernesto Laclau: «Argentina: anotaciones preliminares sobre los umbrales de la
política», Debates y Combates, 5, 3 (2013), pp. 7-18.
5
En otros trabajos he aludido a los niveles universal, particular y singular que distingue
Enrique Dussel, así como a los registros discursivos que distingue Jean-Marc Ferry:
narrativo, interpretativo, discursivo y reconstructivo. Cf. Alejandro Auat: Hacia una filosofía
política situada. Buenos Aires, Waldhuter, 2011.
6
Enrique Dussel: Política de la liberación, vol. II: Arquitectónica. Madrid, Trotta, 2009.
LA CIUDADANÍA EN LA GRIETA: POPULISMO Y NEOLIBERALISMO 43
7
Cf. Jean Marc Ferry: La ética reconstructiva. Bogotá, Siglo del hombre editores-
Universidad Nacional de Colombia-Embajada de Francia, 2001. También Jean Marc Ferry:
Les Puissances de l’experience. Tome 1: le sujet et le verbe. París, Les éditions du Cerf, 1991.
8
Cf. Jean Marc Ferry: Les grammaires de l’intelligence. París, Les éditions du Cerf, 2007.
Sobre todo el cap. 9.
44 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
9
Eduardo Rinesi y Matías Muraca: «Populismo y República». En Rinesi, Vommaro y
Muraca, Si este no es el pueblo. Hegemonía, populismo y democracia en Argentina. Buenos
Aires, UNGS/IEC, 2011.
10
Carlos Fernández Liria: En defensa del populismo. Madrid, Catarata, 2016.
11
Christian Laval y Pierre Dardot: La nueva razón del mundo. Ensayo sobre la sociedad
neoliberal (trad. de A. Diez). Barcelona, Gedisa, 2013, p. 325.
46 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
3. El problema de la representación
Valentina Pazé ha señalado que la tendencia de Laclau a
concebir la política y la democracia en términos dicotómicos, si bien
«es apta para recoger la intensidad de la movilización de la fase
‘revolucionaria’, tal contraposición mal se presta a rendir cuenta de
12
Wendy Brown: El pueblo sin atributos. La secreta revolución del neoliberalismo (trad.
de Víctor Altamirano). México, MalPaso, 2016.
13
Ídem.
14
Jorge Alemán: Horizontes neoliberales en la subjetividad. Buenos Aires, Grama
ediciones, 2016, p. 79.
LA CIUDADANÍA EN LA GRIETA: POPULISMO Y NEOLIBERALISMO 47
15
Valentina Pazé: Il populismo come antitesi della democrazia (inédito). Agradezco a la
autora la consulta de este texto a ser publicado próximamente en la revista Teoría
Política, editada por Michelangelo Bovero en la editorial Marcial Pons de Madrid. La
traducción del italiano es mía.
16
Geminello Preterossi: Ciò che resta della democracia. Roma-Bari, Editori Laterza, 2015,
p. 121. Traducción propia.
17
Emilio De Ípola y Juan Carlos Portantiero: «Lo nacional popular y los populismos
realmente existentes», Nueva Sociedad, 54 (1981). Disponible en http://nuso.org/
articulo/lo-nacional-popular-y-los-populismos-realmente-existentes/
18
Gerardo Aboy Carlés: «La democratización beligerante del populismo», Debate
(Revista de la Asamblea Nacional de Panamá) (2007), pp. 47-58. También: «Repensando
48 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
4. Verdad y política
La segunda experiencia que motiva esta reflexión tiene que
ver con el problema de la verdad en la política. Si nos situamos en el
plano de las mediaciones hermenéuticas, dijimos ya que la narración
es más permeable a la ficción, pero no por ello ajena a la verdad,
21
Ibid., p. 34.
LA CIUDADANÍA EN LA GRIETA: POPULISMO Y NEOLIBERALISMO 51
22
Cf. Umberto Eco: Interpretación y sobreinterpretación. Cambridge, Cambridge
University Press, 1995 [1992].
23
Jordi Ibáñez Fanés: «Una introducción». En Ibáñez Fanés (ed.), En la era de la posverdad.
14 ensayos. Barcelona, Calambur, 2017, p. 36.
24
Un desarrollo más amplio de este tema en Alejandro Auat: «Verdad y Proceso». En
Rojas y Moreno, Derecho Procesal y Teoría General del Derecho. Buenos Aires-Santa Fe,
Rubinzal-Culzoni, 2015, pp. 187-196. Planteamos allí que el «no poder salir del lenguaje»
que ha puesto de manifiesto el giro lingüístico de la filosofía contemporánea, no significa
52 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
que estemos encerrados idealísticamente en nosotros mismos, sino que lenguaje y
realidad se interpenetran de manera indisoluble. En ese sentido, Habermas pretende
superar una comprensión dicotómica del tipo subjetivismo-objetivismo o idealismo-
realismo mediante una perspectiva estereoscópica de la verdad, que dé cuenta pragmáti-
camente del distinto rol que juega la verdad en el discurso reflexivo (donde hay que
justificar públicamente las pretensiones de validez que han sido cuestionadas, por un
lado) y en las prácticas cotidianas (donde no podemos usar el lenguaje sin actuar y donde
tenemos que hacer frente prerreflexivamente al mundo de la vida y probar si nuestras
convicciones funcionan o son arrastradas a la problematización, por otro lado). Si en el
discurso reflexivo la verdad está unida a la necesidad de justificación y a la conciencia de
falibilidad, en las prácticas cotidianas las verdades sustentan certezas incuestionadas
que permiten tomar decisiones y actuar. Cf. Jürgen Habermas: «El giro pragmático de
Richard Rorty». En Rorty y Habermas, Sobre la verdad: ¿Validez universal o justificación?
Buenos Aires, Amorrortu, 2007.
LA CIUDADANÍA EN LA GRIETA: POPULISMO Y NEOLIBERALISMO 53
25
Es Alessandro Ferrara quien propone estos criterios de autenticidad reflexiva,
apoyándose en diversas tradiciones sociológicas y filosóficas Entiende la coherencia
como posibilidad de unificar la pluralidad de vicisitudes por las que pasa una identidad en
narración; la vitalidad como disponibilidad al cambio, contraria a todo tradicionalismo –
como la entendía Weber–, o también, con Tocqueville, como la disposición a movilizarse
y a participar en la deliberación y en las decisiones; la profundidad como grado de
autorreflexividad del grupo, y la madurez como elasticidad en la adaptación a la realidad
y flexibilidad de las estrategias, y también como capacidad de distanciamiento
autoirónico. Cf. Alessandro Ferrara: Autenticidad reflexiva. El proyecto de la modernidad
después del giro lingüístico. Madrid, Antonio Machado Libros, 2002.
26
Más allá de razones, la composición de los grupos en pugna en el conflicto del
gobierno con las patronales agropecuarias en 2008, o las movilizaciones en favor o en
contra del plebiscito por la independencia en Catalunya en 2017, pudieron operar como
criterios para el juicio acerca de qué lado estar. Cf. «Criterios y experiencia» en Alejandro
Auat: Hacia una filosofía política situada. Buenos Aires, Waldhuter, 2011, p. 150 y ss.
27
Rainer Forst: Context of Justice. Political Philosophy beyond Liberalism and
Communitarianism. Berkeley, University of California Press, 2002.
54 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
28
Cf. Enrique Dussel: Hacia una filosofía política crítica. Bilbao, Desclée de Brouwer,
2001.
29
Cf. Oliver Marchart: El pensamiento político posfundacional. Buenos Aires, Fondo de
Cultura Económica, 2009, p. 15.
55
Introducción
El Estado soberano es hijo de la modernidad. Fue pensado en sus
atribuciones y sus límites a partir de Hobbes y, con variantes no
menores, por los contractualistas modernos que le sucedieron. Si
bien con matices que hicieron del Leviatán un monstruo con rostro
menos temible, ninguno de sus teóricos puso en duda la necesidad
de que el Estado, la voluntad general o la sociedad política debían
concentrar la soberanía acerca de lo público. El nacimiento del Levia-
tán trajo consigo una nueva comprensión de la ciudadanía, menos
ligada a la herencia y a la tradición, más asociada a los derechos del
individuo, cuyo último garante es, justamente, el Estado soberano.
En las últimas décadas, y contemporáneamente a la puesta en
boga del concepto de globalización, comenzaron a circular discursos
que, desde posiciones ideológicas diversas, afirmaron la pérdida de
soberanía de los Estados tradicionales en favor de otras instancias
de decisión. Se instaló una lectura acerca de que el neoliberalismo
como discurso y práctica política dominante sostiene el debilita-
miento de la soberanía estatal. Este desplazamiento acerca del pa-
pel del Estado soberano afecta también al lugar de una ciudadanía
concebida bajo el amparo del sistema legal por él representado, en
función de proteger sus derechos inalienables.
Ahora bien, ¿es el Estado neoliberal un Estado débil? La vigen-
cia de un estado de excepción permanente o la influencia de pode-
res fácticos al interior de las políticas de los Estados, ¿es producto
de un desmoronamiento de la soberanía o es una apuesta política
soberana? ¿Cómo afecta el lugar del ciudadano esta construcción
56 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
1
Thomas Hobbes: Leviatán. México, Fondo de Cultura Económica, 1991.
2
John Locke: Segundo tratado sobre el gobierno civil. Barcelona, Planeta, 1996.
58 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
3
Pierre Rosanvallon: El capitalismo utópico. Buenos Aires, Nueva Visión, 2006, p. 8.
ESTADO NEOLIBERAL, SOBERANÍA Y CIUDADANÍA 59
4
Sergio Morresi: La nueva derecha argentina. La democracia sin política. Buenos Aires,
UNGS - Biblioteca Nacional Argentina, 2008, p. 16.
ESTADO NEOLIBERAL, SOBERANÍA Y CIUDADANÍA 61
5
Rocío Hernández Oliva: Globalización y privatización: el sector público en México,
1982-1999. México, INAP, 2001, p. 91.
62 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
6
Ricardo Gómez: Neoliberalismo globalizado. Buenos Aires, Ediciones Macchi, 2003.
ESTADO NEOLIBERAL, SOBERANÍA Y CIUDADANÍA 63
7
Sergio Morresi: La nueva derecha argentina…, op. cit., p. 97.
64 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
Consideraciones finales
Habiendo tomado como referencia características de la
soberanía del Estado acuñadas por los autores clásicos del
pensamiento moderno, se puede sostener que la orientación que
las políticas neoliberales imprimen a sus gobiernos no implican un
debilitamiento del Estado, sino una redirección de su poder para el
beneficio de las corporaciones del capital concentrado.
Si el Estado descuida el rol principal asignado al Estado
moderno, esto es, la protección de los individuos en tanto
ciudadanos, no es por haber perdido soberanía, sino por hacer uso
de sus potestades en beneficio de los sectores de poder fáctico. Una
de las estrategias que facilita esta colonización del Estado por parte
de los poderes fácticos es un discurso que muestra el acontecer de
los mercados como sostenidos en leyes inmutables frente a las cuales
lo razonable es actuar conforme a sus mandatos.
Salir de esa trampa implica, sin duda, recuperar con las
ampliaciones y resignificaciones que los tiempos actuales ameritan,
la dimensión del ciudadano como sujeto político que es capaz de
construir el orden político en el que decide vivir. Disputar el sentido
de los conceptos, de las interpretaciones acerca del Estado, su rol,
la soberanía, la democracia y la ciudadanía creo que es un primer
paso para desnaturalizar un discurso cada vez más dominante e
instalar la discusión acerca de cuál es el rol del Estado respecto a la
protección de los derechos de quienes lo habitamos.
Como recuerda Rancière, la batalla por las palabras es la batalla
por las cosas que esas palabras designan. Retornar a la política,
reivindicar nuestro ser ciudadanos, antes que consumidores o
usuarios, es dar pelea en esa batalla.
65
1
Sergio Caletti: «Puentes rotos», Lucha armada, 2, 6 (2006), p. 79.
2
Una actitud histórica que no permanece idéntica, si atendemos a la del actual presiden-
te frente al invitado Rey Borbón (la misma familia) en los recientes festejos del bicente-
nario tucumano.
LO POLÍTICO: PERTURBACIÓN Y TRANSFORMACIÓN 67
3
Hannah Arendt: Sobre la revolución. Madrid, Alianza, 1988.
4
Cf. Jorge Dotti: «Sobre el decisionismo», Espacios (1995). Allí dice el autor: «no obstan-
te la pertenencia de estas dos ideas a un mismo clima epocal (o precisamente por ello)
contrato y revolución conforman, sin embargo, dos lógicas antitéticas, dos paradigmas
alternativos. Es, precisamente a la luz de esta polaridad que alcanzan su sentido los dis-
cursos modernos, en los que se suelen entrecruzar conceptos y símbolos provenientes
de una y otra raíz metafísica» (pp. 2-3).
68 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
5
Cf. Carl Schmitt: Teología política. Madrid, Trotta, 2009.
LO POLÍTICO: PERTURBACIÓN Y TRANSFORMACIÓN 69
6
Sobre estos temas ver también Giacomo Marramao: Cielo y Tierra. Genealogía de la
secularización. Barcelona, Paidós, 1994, y Marcel Gauchet: El desencantamiento del
mundo. Una historia política de la religión. Granada, Trotta, 2005.
7
Sucedía lo mismo en la expresión, «realismo político» o «socialismo real», utilizada
para mencionar los defectuosos socialismos concretos existentes.
8
Cf. Tomas Abraham: El deseo de revolución. Buenos Aires, Tusquets, 2017, p. 429.
70 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
9
Estamos pensando especialmente en el trabajo historiográfico de François Xavier Guerra.
10
Aplicamos en este trabajo la noción de «momento conceptual» de Gonzalo Capellán
de Miguel: «Los momentos conceptuales. Una nueva herramienta para el estudio de la
LO POLÍTICO: PERTURBACIÓN Y TRANSFORMACIÓN 71
semántica histórica». En Javier Fernández Sebastián y Gonzalo Capellán de Miguel (eds.),
Lenguaje, tiempo y modernidad. Ensayos de historia conceptual. Santiago de Chile, El
Globo, 2011.
11
Sergio Caletti, «Puentes rotos», op. cit.
72 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
12
Algunos motivos para esta preferencia francesa hemos intentado encontrar en
nuestro libro Las filosofías de la revolución. Mariano Moreno y los «jacobinos» rioplatenses
en la prensa de Mayo (1810-1815). Buenos Aires, Prometeo, 2011.
13
Natalio Botana: La libertad política y su historia. Buenos Aires, Sudamericana, 1991.
14
Oscar Terán: Nuestros años sesentas. Buenos Aires, Puntosur, 1991.
LO POLÍTICO: PERTURBACIÓN Y TRANSFORMACIÓN 73
15
Claude Lefort: La invención democrática. Buenos Aires, Nueva Visión, 1990.
74 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
16
Revolución que obviamente no podría ser la ultra consignista «revolución permanente»
17
CF. Agnes Heller: Anatomía de la izquierda occidental, Barcelona, Península, 1985.
75
Introducción
En esta presentación me interesa subrayar que, a pesar de las gran-
des transformaciones que hemos atravesado en las últimas décadas
en nuestro país, el positivismo continúa siendo un paradigma hege-
mónico en la construcción de modelos de explicación de lo psíquico
y de elaboración de políticas de intervención en educación y en
salud mental.
El positivismo, testigo de las consecuencias de la Revolución
Francesa y de la Revolución Industrial, encontró en la doctrina de
Comte las formas de reforma social basadas en las ideas de orden y
progreso necesarias para enfrentar el nuevo mapa del mundo, con
sus crisis. Se valió del método newtoniano, cuyo éxito en el campo
de los fenómenos naturales era innegable, y concibió la Sociología
como física social. En ese marco, la sociedad era pensada como algo
natural, como una suerte de organismo constituido por una estática
y una dinámica.
La generación del 80 en Argentina absorbió estas ideas, admiró
e imitó los valores extranjeros y desvalorizó lo hispano y lo aborigen,
considerándolos representantes del atraso, la degeneración, la enfer-
medad, y obstáculos para arribar a la modernidad. Una de sus expre-
siones fue el Facundo de Sarmiento.
El positivismo, según Juan Carballeda, centró su mirada en
Europa y en Estados Unidos y pretendió insertar a Argentina en la
economía mundial como país agroexportador. La lucha por la vida y
la supervivencia del más apto de la sociología biologicista se convir-
tieron en las categorías centrales. Cosme Argerich fue uno de los
76 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
1
Ver Alfredo Carballeda: Del desorden de los cuerpos al orden de la sociedad. Buenos
Aires, Espacio, 2004, cap. VII.
DEL POSITIVISMO A LA BIOPOLÍTICA 77
2
Michel Foucault: Historia de la sexualidad. México, Siglo XXI, 1991.
78 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
3
Nora Merlín: «Colonización de la subjetividad: las neurociencias», La tecla eñe (15 de
marzo de 2017). Recuperado de www.lateclaene.com/nora-merlin-cil9
4
Ver Federico Manes: «El cerebro adicto», La Nación (19 de febrero de 2014).
80 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
5
David Hume: Ensayos políticos (trad. de César Armando Gómez). Madrid, Unión Editorial,
1975 («Sobre la superstición y el entusiasmo»).
6
Julieta Pastro: «Identidades en movimiento». En Manuel Cruz, Tolerancia o Barbarie.
Barcelona, Gedisa, 1998, pp. 141-142.
DEL POSITIVISMO A LA BIOPOLÍTICA 81
7
Julieta Pastro: «Identidades en movimiento». En Manuel Cruz, Tolerancia o Barbarie.
Barcelona, Gedisa, 1998, pp. 141-142.
84 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
85
1
Elsa Ponce: «Mercado, Estado y planificación en el Valle de Lágrimas que Nunca se
Secan». Río Cuarto, Córdoba, CLACSO. Mímeo, 2009.
86 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
2
Reflexionamos aquí a partir de un interesante trabajo del chileno Max Mureira
Pacheco: «La tripartición romana del derecho y su influencia en el pensamiento jurídico
de la época Moderna», Revista de Estudios Histórico–Jurídicos, XXVIII (2006), pp. 269-
288, al examinar la tripartición del derecho occidental como marco de regulación de la
conducta humana.
3
Justiniano: Institutiones (trad. de F. Hernández-Tejero). Madrid, Universidad Complu-
tense, 1961.
¿QUO VADIS, CIUDADANO? IMAGINANDO LA EMANCIPACIÓN 87
4
Se denomina 2x1 a Ley 24.390, vigente en Argentina entre 1994 y 2001 con el objetivo
de reducir la población carcelaria, compuesta en gran parte por personas con prisión
88 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
preventiva y sin condena firme. Dicho instrumento indicaba que, pasados los primeros
dos años de prisión preventiva sin condena, se debían computar dobles los días de
detención a la medida judicial. En mayo de 2017, la Corte Suprema de Justicia decidió que
dicho instrumento era aplicable en el caso de Luis Muiña, un civil detenido en 2007 y
condenado en 2011 a 13 años de prisión por haber participado de un grupo paramilitar que
torturó a personas en 1976, durante el último régimen militar argentino.
5
Véase: https://www.elancasti.com.ar/info-gral/2017/6/11/inauguraron-consultorio-
integral-hospital-juan-bautista-337819.html
¿QUO VADIS, CIUDADANO? IMAGINANDO LA EMANCIPACIÓN 89
6
Esposito denomina phármakon al mecanismo que, siguiendo la doble tradición de la
medicina, opera como cura y veneno, como antídoto necesario para defender la vida de
los riesgos que acarrea ponerla en común. A este significado inmunitario deber ser
referida la singular duración de la metáfora del cuerpo político, no solamente en la
tratadística de gobierno de la primera modernidad, en la que emerge de forma explícita,
sino también después, cuando la metáfora parece eclipsarse simplemente porque se
realiza en el cuerpo mismo de la población. Como se advierte, hemos castellanizado el
vocablo. Véase Roberto Esposito: Inmunitas. Negación y protección de la vida. Buenos
Aires, Amorrortu, 2005.
90 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
7
Emprendimiento cuya vida útil se calcula en 24 años y que se proponía explotar una
reserva de 731 millones de toneladas de cobre, molibdeno y oro (véase Fundación para
el desarrollo minero argentino).
8
Ver: http://www.fundamin.com.ar/index.php/medio-ambiente/47-actualidad-
minera-e-impacto-ambiental-/81-desarrollo-cualitativo-agua-rica-y-su-informe-de-
impacto-ambiental
¿QUO VADIS, CIUDADANO? IMAGINANDO LA EMANCIPACIÓN 91
9
Rodrigo Castro Orellana: Gubernamentalidad y ciudadanía en la sociedad neoliberal.
Valparaíso, Universidad de Valparaíso-FONCYT, 2007. Disponible en https://studylib.es/
doc/7428801/gobernabilidad-y-ciudadan%C3%ADa-en-la-sociedad-neoliberal
92 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
I. La hipótesis Rinesi
En «De la democracia a la democratización» , Eduardo Rinesi nos
1
1
Eduardo Rinesi: «De la democracia a la democratización: notas para una agenda de
discusión filosófico-política sobre los cambios en la Argentina actual. A tres décadas de
1983», Debates y Combates, 5 (julio-agosto de 2013).
96 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
2
Por ejemplo, puede verse Ágora. Revista de estudios políticos (verano de 1996), con
una selección de artículos que dan cuenta del debate entre liberales, comunitaristas y
republicanos.
TRAS LAS HUELLAS DEL NEO-REPUBLICANISMO ARGENTINO: NOTAS SOBRE... 97
3
Cfr. Eduardo Rinesi y Gabriel Vommaro: «Notas sobre la democracia, la representación
y algunos temas conexos». En Eduardo Rinesi, Gabriel Nardacchione y Gabriel Vommaro
(eds.), Los lentes de Víctor Hugo. Transformaciones políticas y desafíos teóricos en la
Argentina reciente. Buenos Aires, UNGS-Prometeo, 2007, pp. 419-472.
4
Por ejemplo, en los artículos de André Singer, Sergio Morresi y Roberto Gargarella,
en Atilio Borón (comp.): Filosofía política contemporánea. Buenos Aires, CLACSO, 2002.
98 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
2.
El primer capítulo de Palabras políticas. Debates sobre la demo-
cracia en la Argentina de los 80, de Areana Reano y Julia Smola5,
parafrasean a Oscar Landi diciendo que «hacia el final de la última
dictadura argentina, y durante el período que se llamó «transición
democrática», el discurso se había convertido en el género de la
política (1988)». En un sentido similar, Cecilia Lesgard sostiene, en
Usos de la transición a la democracia. Ensayo, ciencia y política en
la década del ’80, que «la palabra inunda y da sentido a un espacio
que insiste en presentarse como común a todos, y el discurso se
convierte en un género cultural y principal de la política de la demo-
cracia»6. Si, por una parte, la centralidad de la palabra, del discurso,
formaba parte de una exaltación de la acción, por otra parte, la
cuestión de la acción política va a presentar una serie de dilemas
propios, en parte ligados a las tensiones entre acción e institución,
que sin dudas se articulan por la descripción misma de un momento
histórico que requiere ser instituyente.
La democracia es el nombre donde se juegan las disputas por
los sentidos de esta nueva etapa política, marco y horizonte dentro
del cual, y solo dentro del cual, podía encontrar un espacio la con-
tienda política. Consideración casi unánime sobre este período,
como también aquella que sostiene que esta categoría adquirió una
impronta predominantemente institucionalista. Sin embargo, si la
5
Ariana Reano y Julia Smola: Palabras políticas: debates sobre la democracia en la
Argentina de los ochenta. Avellaneda, UNDAV-UNGS, 2014, p. 27.
6
Cecilia Lesgart: Usos de la transición a la democracia. Ensayo, ciencia y política en la
década del ’80. Rosario, Homo Sapiens, 2003, p. 206.
TRAS LAS HUELLAS DEL NEO-REPUBLICANISMO ARGENTINO: NOTAS SOBRE... 99
7
Cfr. Micaela Baldón: «Intelectuales, sociología y democracia. La perspectiva democrá-
tica de Juan Carlos Portantiero y Emilio de Ípola durante los años ochenta». V Jornadas de
Sociología, Universidad Nacional de La Plata, diciembre de 2008, p. 7.
100 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
8
Un texto paradgmático de esa interrupción es: Claudia Hilb y Daniel Lutzky: La nueva
izquierda argentina: 1960-1980 (Política y violencia). Buenos Aires, Centro Editor de
América Latina, 1984.
9
Consejo para la consolidación de la democracia, creado por Alfonsín en 1985 (-1989)
e integrado por diversos sectores bajo la coordinación de Nino.
TRAS LAS HUELLAS DEL NEO-REPUBLICANISMO ARGENTINO: NOTAS SOBRE... 101
10
Emilio de Ípola: «Veinte años después Parque Norte: razones del fracaso de un intento
de enfrentar la crisis Argentina». En Marcos Novaro (comp.), La historia reciente.
Argentina en democracia. Buenos Aires, Edhasa, 2004.
102 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
11
Gerardo Aboy Carlés: Las dos fronteras de la democracia argentina. Buenos Aires,
Homo Sapiens, 2001.
TRAS LAS HUELLAS DEL NEO-REPUBLICANISMO ARGENTINO: NOTAS SOBRE... 103
2.
Portantiero lo planteaba a partir de un análisis de la diferencia
entre la «democracia formal» y la «democracia real» (un motivo
tomado de las lecturas de Norberto Bobbio) a partir de una inspira-
ción gramsciana, donde la dimensión formal hacía posible una
hegemonía pluralista «que ve en el consenso una realización que
no disuelve las diferencias, que reconoce la legitimidad de los
12
Ariana Reano y Julia Smola, op. cit., p. 39.
13
Más que iluminadora es la lectura que propone Guillermo Ricca sobre la discusión en
el último número de la revista Controversia (1981), titulado «Polémica sobre socialismo
y populismo», que toca centralmente la cuestión del sujeto político, así como la particular
posición de José Aricó, hoy más actual que nunca. Guillermo Ricca: Nada por perdido.
Política en José M. Aricó. Río Cuarto, UniRío, 2016, pp. 213-221.
104 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
14
Juan Carlos Portantiero: «Socialismo y democracia: una relación difícil», Punto de Vista,
20 (mayo de 1984), pp. 4 y 5.
15
Al respecto, retomando lo que al inicio llamamos la hipótesis Rinesi, se puede
contrastar claramente la diferencia entre el Locke que sugiere Portantiero y el Locke
que lee Rinesi. Eduardo Rinesi: «Who shall be judge? Individualismo posesivo, humanismo
cívico y elogio de la tolerancia». En Eduardo Rinesi (ed.), En el nombre de Dios. Razón
natural y revolución burguesa en la obra de John Locke. Buenos Aires, Gorla, 2009.
TRAS LAS HUELLAS DEL NEO-REPUBLICANISMO ARGENTINO: NOTAS SOBRE... 105
16
Juan Carlos Portantiero: «Una Constitución para la democracia», La Ciudad Futura, 1
(agosto de 1986), p. 17.
17
Emilio de Ípola: «Cultura, orden democrático y socialismo», La Ciudad Futura, 1 (agosto
de 1986), p. 35.
106 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
18
Ibid., p. 34.
19
Como anota Pablo Ponza, Portantiero desarrolló la idea del pacto en «Crisis social y
pacto democrático» (1984), junto a Emilio de Ípola; en Ensayos sobre la transición
democrática argentina (1985) junto a José Nun; en «Una constitución para la democracia»
y «De la contradicción a los conflictos» (ambos de 1986); en La producción de un orden
(1988); en «El socialismo y el tema del Estado» (1988); «La distancia entre la política y el
terror» y «La transición democrática y la izquierda política» (ambos de 1989), entre otros.
Pablo Ponza: «El Club de Cultura Socialista y la gestión Alfonsín: transición a una nueva
cultura política plural y democrática», Nuevo Mundo Mundos Nuevos (2013).
TRAS LAS HUELLAS DEL NEO-REPUBLICANISMO ARGENTINO: NOTAS SOBRE... 107
IV. Republicanismos
El título «Una nación para el desierto argentino», de Halperín
Donghi, podría quedar redefinido en un nuevo horizonte posdicta-
torial: «un ciudadano para la democracia argentina». Participación
ciudadana y ética política son elementos que expanden el ideario
democrático más allá del Estado de derecho liberal; al mismo
20
José Nun: «La rebelión del coro», Punto de Vista, 20 (mayo de 1984), p. 11.
21
José Nun: «Democracia y socialismo», Punto de Vista, 22 (mayo de 1984), p. 26.
108 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
22
Norbert Lechner: «Introducción». En AA.VV., ¿Qué es el realismo político? Buenos
Aires, Catálogos, 1987, p. 16. Se trata de un libro surgido de un seminario que suponemos
que se realizó en 1984.
TRAS LAS HUELLAS DEL NEO-REPUBLICANISMO ARGENTINO: NOTAS SOBRE... 109
23
Norbert Lechner: «Las condiciones sociales del trabajo intelectual». En N. Lechner,
Obras escogidas. Santiago de Chile, Lom Ediciones, 2007. El texto es una entrevista
realizada en el 2004.
110 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
1. El teorema de Arendt
Para poder encarar la serie de cuestiones esbozadas, es preciso
retomar brevemente la lectura específica que Balibar traza sobre la
obra de Arendt, a través de la fórmula del «derecho a tener derechos»,
o bien como el autor lo nombra: el teorema de Arendt.
114 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
1
Étienne Balibar: «La impolítica de los derechos humanos. Arendt: el derecho a tener
derechos y la desobediencia cívica», Erytheis, 2 (2007), p. 84.
CIUDADANÍA, DEMOCRACIA Y «DERECHO A TENER DERECHOS» 115
2
«Paradójicamente, [continúa la cita] es el desarrollo de una creciente artificialidad
aquello que tiende a ‘naturalizar’ el ámbito de lo político, al mismo tiempo que contribuye
a ‘socializar’ el mundo». Ibid., p. 86.
3
Idem.
116 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
4
Ibid., p. 87.
CIUDADANÍA, DEMOCRACIA Y «DERECHO A TENER DERECHOS» 117
5
Ibid., p. 89.
118 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
6
Hannah Arendt: Los orígenes del totalitarismo. Madrid, Alianza, 2009, pp. 385-431
(«La decadencia del estado-nación y el fin de los derechos del hombre»).
7
Étienne Balibar: «La impolítica de los derechos humanos…», op. cit., p. 93.
8
Ibid., p. 93.
9
Hannah Arendt: De la historia a la acción, Argentina, Paidós, 2005, pp. 109-139 («El
pensar y las reflexiones morales»).
CIUDADANÍA, DEMOCRACIA Y «DERECHO A TENER DERECHOS» 119
2. Ciudadanía social
En sus reflexiones sobre Ciudadanía (2013), Balibar toma
diversos campos donde la ciudadanía hizo lugar. Específicamente
10
Étienne Balibar: «La impolítica de los derechos humanos…», op. cit., p. 94.
11
Ahora bien, un punto fundamental para la continuidad del argumento de Bablibar: es
una tesis paradójica, pues las mismas instituciones que crean los derechos, por el medio
de los cuales los individuos devienen sujetos humanos, constituyen una amenaza para
lo humano en cuanto tal. Así, el autor recurre a la figura de la isonomía dentro de la
misma obra de Arendt, postulando un centro anárquico, achè aoristos, como momento
de origen de la política, que revierte una autoridad necesaria para su fundación pero que
ciertamente no responde a nada preexistente. Esta noción, abandonando todo
positivismo, ilumina un principio anárquico, como dijimos, que precisa ser reactivado
constantemente para que las instituciones sean efectivamente políticas. En este
sentido, la construcción de la relación entre polis, o comunidad, y ciudadano, es cierta-
mente antinómica: sin la posibilidad de la desobediencia, no hay legitimidad de la obe-
diencia. Nuevamente, aparece la articulación de opuestos en tanto experiencia pragmá-
tica del nacimiento, la historia y la decadencia de las democracias (las constituciones de
la libertad).
120 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
12
Étienne Balibar: Ciudadanía. Argentina, Adriana Hidalgo editora, 2013, p. 76 («De la
ciudadanía social al Estado-nación social»).
13
Ibid., p. 78.
14
Ibid., p. 79.
CIUDADANÍA, DEMOCRACIA Y «DERECHO A TENER DERECHOS» 121
15
Ibid., p. 81. Es decir, el debate entre una concepción particularista y paternalista, y
una concepción universalista igualitaria.
16
Nos referimos a programas de desarrollo de la igualdad de oportunidades o aumento
de movilidad social a través de la generalización del acceso de los futuros ciudadanos al
sistema educativo (desmantelamiento del monopolio cultural de la sociedad burguesa)
y el establecimiento de un impuesto progresivo, en función de los ingresos del trabajo
y los del capital. Redistribución de las riquezas.
122 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
17
Ibid., p. 85.
18
Ibid., p. 86. Balibar ilumina esta idea con la noción de «constitución material»: instituye
un equilibrio de poderes entre las clases sociales (indirectamente sancionado por ley o
norma) y representa en esencia una correlación contingente de derechos y de
movimientos sociales que se encuentran más o menos institucionalizados.
CIUDADANÍA, DEMOCRACIA Y «DERECHO A TENER DERECHOS» 123
19
Ibid., p. 77. Por Estado nacional-social se refiere a un programa de reformas sociales,
concebido y llevado a cabo por definición dentro de fronteras nacionales, con la
protección de una soberanía nacional (o sea, su existencia era contenida dentro de un
grado de autonomía de los Estados y de independencia económica). Como contraparte,
124 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
22
Étienne Balibar: «Los dilemas históricos de la democracia y su relevancia
contemporánea para la ciudadanía», Enrahonar. Quaderns de filosofia, 48 (2012), p. 12.
126 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
23
Que conlleva también a una crítica por parte de Balibar a la preferencia de la igualdad
por sobre la libertad en la obra de Rancière, «como si las luchas del demos, la multitud
popular, tratasen principalmente acerca de la desigualdad y la exclusión, y no también
de la autonomía y contra la tiranía o el autoritarismo». Cf., Étienne Balibar: «Los dilemas
históricos de la democracia…», op. cit., p. 14.
24
Ibid., p. 15.
25
Ibid., p. 16.
CIUDADANÍA, DEMOCRACIA Y «DERECHO A TENER DERECHOS» 127
26
Ibid., p. 20.
128 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
27
Ibid., p. 24.
CIUDADANÍA, DEMOCRACIA Y «DERECHO A TENER DERECHOS» 129
28
Ibid., p. 26.
29
Étienne Balibar: Ciudadanía, op. cit., p. 215.
30
Idem.
130 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
131
***
1
Las autoras destacan que estos dos sentidos de democracia, «lejos de representar
una oposición, se configuraron como los polos de una tensión dentro de la cual se
construyó simbólicamente el imaginario democrático de los años ochenta». Ariana Reano
CIUDADANÍA Y MOVIMIENTOS SOCIALES EN LA TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA ARGENTINA... 133
y Julia Smola: «30 años de democracia: Debates sobre los sentidos de la política en la
transición argentina», Estudios - Centro de Estudios Avanzados. Universidad Nacional de
Córdoba, 29 (2013), p. 30. En este trabajo, las autoras ofrecen un análisis detenido de la
riqueza teórica de esta dualidad que aquí apenas reconstruimos esquemáticamente. El
análisis es recuperado y ampliado en: Ariana Reano y Julia Smola: Palabras políticas.
Debates sobre la democracia en la Argentina de los ochenta. Buenos Aires, Universidad
Nacional de General Sarmiento / Universidad Nacional de Avellaneda, 2014.
2
José Nun: «Democracia y socialismo: ¿etapas o niveles?», Punto de Vista, VII/22 (1984),
pp. 21-26.
3
Osvaldo Guariglia: «¿Qué democracia?», Punto de Vista, VI/17 (1983), pp. 15-22.
134 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
4
Es representativa de esta premisa compartida del debate la afirmación con que Pérez
Esquivel abre la entrevista que Punto de Vista le realizó en noviembre de 1982: «Para mí,
democracia y participación son lo mismo». Adolfo Pérez Esquivel: «Democracia y
participación. Reportaje a Pérez Esquivel», Punto de Vista, V/16 (1982), pp. 21-23.
5
Por una parte, la recuperación de elementos liberales, vinculados al estado de derecho
y las instituciones representativas, permiten tomar distancia respecto de derivas críticas
del socialismo como el consejismo, que desplaza la figura del ciudadano por la del productor
y aboga por la democracia directa. Frente a esta pretensión, Portantiero destaca: «A la
teoría política del socialismo le ha sobrado Rousseau y le ha faltado Locke. Por ese exceso
y por ese defecto le ha salido la tentación por Hobbes». Juan Carlos Portantiero: «Socialismo
y democracia: una relación difícil», Punto de Vista, VII/20 (1984), p. 5. Por otra parte, el
fuerte acento en la participación cívica (que combina participación directa y formas
representativas) es lo que permitirá a su vez tomar distancia de las teorías democráticas
propiamente liberales. Cf. José Nun: «La legitimidad democrática y los parecidos de familia»,
Punto de Vista, X/31 (1987), pp. 30-44. Allí el autor señala que, frente al paradigma
prevaleciente inspirado en las democracias de los países centrales, más liberales que
democráticas, era necesario fortalecer en lo local el elemento participativo como eje para
la formación de una auténtica «unidad democrática». Rinesi y Vommaro señalan que esta
prevalencia teórica del componente participativo por sobre las perspectivas liberales, sufre
un declive a lo largo del período hasta invertirse hacia al final de la década. Eduardo Rinesi
y Gabriel Vommaro: «Notas sobre la democracia, la representación y algunos problemas
conexos». En Eduardo Rinesi, Gabriel Nardacchione y Gabriel Vommaro: Los lentes de Víctor
Hugo. Transformaciones políticas y desafíos teóricos en la Argentina reciente. Buenos Aires,
Prometeo Libros / Universidad Nacional de General Sarmiento, 2007, pp. 419-472. Esta
hipótesis fue desarrollada también por Reano y Smola: «30 años de democracia», op. cit.
Nuestra indagación se centra en trabajos comprendidos en este período de mayor
entusiasmo por la democracia representativa y participativa, cuyo fin puede señalarse en
1987. Según muestran Reano y Smola en Palabras políticas, op. cit., el levantamiento de
Semana Santa de 1987 constituye un hito que explica en gran medida el giro del debate.
CIUDADANÍA Y MOVIMIENTOS SOCIALES EN LA TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA ARGENTINA... 135
6
José Nun: «Democracia y socialismo: ¿etapas o niveles?», op. cit., p. 26.
7
Ibíd., p. 24.
136 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
8
Cf. Elizabeth Jelin y Pablo Vila: «Cotidianeidad y política», Punto de Vista, X/29 (1987),
pp. 27-32. En este trabajo los autores presentan un estudio de las representaciones de
sectores populares urbanos acerca de tres tópicos: la política, la democracia y el conflicto.
Los resultados no podían ser más desalentadores para los teóricos entusiastas de la
ciudadanía. La política es percibida negativamente como algo ajeno a la vida cotidiana y la
experiencia de la gente común, una práctica vinculada al interés personal, e identificada
exclusivamente con el Estado y los partidos. Si bien esta representación puede ser
considerada desde la mirada retrospectiva que ya en 1987 era posible en relación a las
promesas incumplidas que dejaban los primeros años democráticos, era interpretada
no como el resultado de una desilusión reciente sino como la consolidación de una
posición arraigada en el tiempo.
9
Si el diagnóstico anterior concernía el ciudadano medio, esta crítica se dirige a la cultura
política revolucionaria. Cf. infra, nota 23.
CIUDADANÍA Y MOVIMIENTOS SOCIALES EN LA TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA ARGENTINA... 137
10
No podemos ofrecer aquí un estudio de historia intelectual sobre la naturaleza y
alcance de la recepción de las reflexiones europeas sobre los movimientos sociales en
la teoría política argentina de los ochenta. Nuestra lectura parte de una sintonía que es
posible constatar en los textos analizados. Para nuestros fines, baste señalar que la idea
de movimientos sociales se encuentra presente en el horizonte teórico de autores que
constituyen referencias importantes en el debate que nos ocupa: Claude Lefort, Jürgen
Habermas y Ernesto Laclau, entre otros. Muestra de la presencia de este tópico es tam-
bién el ensayo del sociólogo alemán Tilman Evers publicado en la sección «Materiales
para el debate»: Tilman Evers: «La faz oculta de los movimientos sociales», Punto de
Vista, VII/25 (1985), pp. 31-33.
11
Cf. el llamado a un «socialismo pluralista» como alternativa necesaria frente a la crisis
del marxismo en Oscar Terán: «Una polémica postergada: la crisis del marxismo», Punto
de Vista, VII/20 (1984), p. 22. En ocasiones, la reivindicación del pluralismo recupera las
críticas de autores posmodernos en boga al carácter potencialmente totalitario de las
aspiraciones totalizantes de los proyectos políticos modernos. Sin embargo, se busca
evitar las consecuencias despolitizantes de estas perspectivas. La pluralidad no es conce-
bida como heterogeneidad irreductible, porque es capaz de construir síntesis, aunque
precarias, porosas y conflictivas, en el espacio público democrático. Una recuperación
crítica de los autores posmodernos en este sentido se encuentra en Norbert Lechner:
«Un desencanto llamado posmodernidad», Punto de Vista, XI/33 (1988), pp. 25-31.
138 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
12
El pasaje conclusivo del trabajo Jelin y Vila, «Cotidianeidad y política», op. cit., p. 32, es
representativo de la recuperación de estos dos últimos rasgos de los movimientos
CIUDADANÍA Y MOVIMIENTOS SOCIALES EN LA TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA ARGENTINA... 139
sociales que mencionamos: «He aquí entonces la urgencia de comprensión del significado
y del espacio de los movimientos sociales, más ligados a la cotidianeidad de los sectores
populares en esta realidad en crisis. De ahí también el desafío histórico que se presenta
en este momento de transición a la democracia. Es a través de ellos que se hace necesario
establecer las mediaciones entre la cultura de la cotidianeidad y las formas de articulación
y representación institucionalizadas en la política y el Estado. Para aventurar una
conclusión, es en la ampliación de esos espacios donde la participación popular puede
comenzar a transformarse para poder, eventualmente, tener una presencia mayor en el
Estado democrático».
13
José Nun: «Elementos para una teoría de la democracia: Gramsci y el sentido común»,
Punto de Vista, IX/27 (1986), pp. 27-40. El concepto de «sentido común» es recuperado
a través de una crítica a aquellas premisas gramscianas que, según Nun, sitúan al pensador
en una tradición filosófica racionalista que se caracteriza por imponer, desde fuera, al
espacio de la política principios ordenadores que solo una elite iluminada lograría captar.
Nun critica la diferencia y articulación que Gramsci propone entre «filosofía de la praxis»
y «sentido común», señalando que esta necesariamente conduce a una política autoritaria.
140 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
14
Juan Carlos Portantiero: «Socialismo y democracia: una relación difícil», op. cit., p. 5.
15
José Nun: «La rebelión del coro», Punto de Vista, VII/20 (1984), pp. 6-11.
16
José Nun: «Democracia y socialismo: ¿etapas o niveles?», op. cit.
CIUDADANÍA Y MOVIMIENTOS SOCIALES EN LA TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA ARGENTINA... 141
17
José Nun: «La teoría política y la transición democrática». En José Nun y Juan Carlos
Portantiero (eds.), Ensayos sobre la transición democrática en la Argentina. Buenos Aires,
Punto Sur, 1987, p. 53. Las cursivas son nuestras.
18
José Nun: «Democracia y socialismo: ¿etapas o niveles?», op. cit., p. 24.
142 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
19
Emilio de Ípola y Juan Carlos Portantiero: «Crisis social y pacto democrático», Punto
de Vista, VII/ 21, (1984), p. 19.
CIUDADANÍA Y MOVIMIENTOS SOCIALES EN LA TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA ARGENTINA... 143
20
Osvaldo Guariglia: «¿Qué democracia?», op. cit., p. 20.
21
Rosalía Cortés y Gabriel Kessler: «Miradas sobre la cuestión social en la Argentina
democrática (1983-2013)», Cuestiones de sociología, 9 (2013).
144 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
22
Cf., por ejemplo: Juan Carlos Portantiero: «Socialismo y democracia: una relación
difícil», op. cit., p. 5.
23
Ambas concepciones de la política han sido consideradas también dos caras de la
misma moneda. Carlos Altamirano señala: «[según la concepción prevaleciente en los
CIUDADANÍA Y MOVIMIENTOS SOCIALES EN LA TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA ARGENTINA... 145
setenta] la política es sólo antagonismo: es decir, la política no conoce otra forma de
conflicto que el conflicto absoluto, así como la negatividad no conoce otra forma que la
negatividad absoluta. Por lo general, esta concepción suele albergar, secreta o
explícitamente, la confianza de que más allá de cierta frontera de la historia el orden
pleno y sin conflictos de una sociedad homogénea y enteramente consensual». Carlos
Altamirano: «El intelectual en la represión y en la democracia», Punto de Vista, IX/28
(1986), pp. 1-4. Cf. también Prieto Ingrao: «Contra la reducción de la política a guerra»,
Punto de Vista, VII/20 (1984), pp. 12-18.
146 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
147
1
Edgardo Lander: «Ciencias sociales: saberes coloniales y eurocéntricos». En Edgardo
Lander (comp.), La colonialidad del saber: eurocentrismo y ciencias sociales. Perspectivas
latinoamericanas. Buenos Aires, CLACSO, 1993, p. 4.
148 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
2
Neil Postman: Tecnópolis. La rendición de la cultura a la tecnología. Barcelona, Galaxia
Gutenberg, 1994.
3
Puede encontrarse un estudio más profundo sobre el tema en Ignacio Fernández
del Amo: «La ética como herramienta para pensar el museo», Teknokultura, 13, 2(2016),
pp. 681-698. http://dx.doi.org/10.5209/rev_TEKN.2016.v13.n2.52348
UNA POLÍTICA DE EMANCIPACIÓN DE LOS PUEBLOS PARA LOS MUSEOS DE HISTORIA 149
4
Friedrich Nietzsche: Sobre la utilidad y el perjuicio de la historia para la vida [II
Intempestiva]. Madrid, Biblioteca Nueva, 1999.
150 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
5
ICOM [Consejo Internacional de Museos], Resoluciones de la Mesa Redonda de
Santiago de Chile, 1972. Disponible en http://www.ibermuseus.org/wp-content/uploads/
2014/07/copy_of_declaracao-da-mesa-redonda-de-santiago-do-chile-1972.pdf
6
Neil Kotler y Philip Kotler: Estrategias y marketing de museos. Barcelona, Ariel, 2001,
p. 46.
UNA POLÍTICA DE EMANCIPACIÓN DE LOS PUEBLOS PARA LOS MUSEOS DE HISTORIA 151
7
Tzvetan Todorov: «Los usos de la memoria», Memoria (Revista sobre Cultura, Democra-
cia y Derechos Humanos), 10 (2013), pp. 1-17.
UNA POLÍTICA DE EMANCIPACIÓN DE LOS PUEBLOS PARA LOS MUSEOS DE HISTORIA 153
8
Ibid., p. 14.
154 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
9
Raymond Williams: La larga revolución. Buenos Aires, Nueva Visión, 2003.
UNA POLÍTICA DE EMANCIPACIÓN DE LOS PUEBLOS PARA LOS MUSEOS DE HISTORIA 155
10
Cf. Roxana Patiño: El materialismo cultural de Raymond Williams. Córdoba, Epoke,
2001, pp. 27-28; Raymond Williams, Cultura: Sociología de la comunicación y del arte.
Barcelona, Paidós, 1982, pp. 174-176.
11
Jesús Martín-Barbero: De los medios a las mediaciones. Comunicación, cultura y
hegemonía. Barcelona, Gustavo Gili, 1991.
12
Guillermo Bonfil Batalla: «Pensar nuestra cultura», Diálogos en la acción, primera
etapa, 2004, pp. 117-134.
156 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
13
Idem.
14
Marta Dujovne: Entre musas y musarañas: una visita al Museo. Buenos Aires, Fondo de
Cultura Económica, 2005.
UNA POLÍTICA DE EMANCIPACIÓN DE LOS PUEBLOS PARA LOS MUSEOS DE HISTORIA 157
15
Ignacio Fernández del Amo: «Museos de vanguardia y museos de retaguardia»,
Conceptos, 496 (2016), pp. 35-64. Disponible en http://www.umsa.edu.ar/wp-content/
uploads/2016/07/CONCEPTOS-Abril-2016.pdf
16
Julio Cortázar: Argentina: años de alambradas culturales. Buenos Aires, Muchnik, 1984,
pp. 93-94.
158 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
17
Iluminar es el término que emplea el autor en su artículo.
18
Ernesto Laclau y Chantal Mouffe: Hegemonía y estrategia socialista. Hacia una
radicalización de la democracia. Madrid, Siglo XXI, 1987, p. 101.
UNA POLÍTICA DE EMANCIPACIÓN DE LOS PUEBLOS PARA LOS MUSEOS DE HISTORIA 159
19
J. Perren et al.: «Reflexiones para la construcción de un intelectual de retaguardia.
Conversaciones con Boaventura de Sousa Santos», Estudios del ISHIR, 9 (2014), pp. 75-97
(p. 78).
20
Boaventura de Sousa Santos: Descolonizar el saber, reinventar el poder. Montevideo,
Universidad de la República-Ediciones Trilce, 2010, pp. 17-19.
21
Ibid., p. 19.
160 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
Conclusión
En conclusión, el mejor servicio que los museos de historia
pueden prestar a los ciudadanos a los que se deben es convertirse
en foros donde tengan cabida distintos discursos, donde se pueda
discutir la identidad colectiva desde la diversidad, mostrando que
las comunidades son siempre la unión de múltiples culturas. Para
poder transitar ese camino es imprescindible conferir autoridad
enunciativa a los visitantes, o lo que es igual, que los profesionales
de museos estén dispuestos a perder su monopolio como enuncia-
dores, en el sentido foucaultiano.
UNA POLÍTICA DE EMANCIPACIÓN DE LOS PUEBLOS PARA LOS MUSEOS DE HISTORIA 161
1
Michel de Certeau: La invención de lo cotidiano. El arte de hacer. México, Universidad
Iberoamericana, 2000.
2
Boaventura de Sousa Santos: Una epistemología del sur. México, Siglo XXI-CLACSO,
2009.
164 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
3
Silvia Rivera Cusicanqui: Ch’ixinakaxutxiwa. Una reflexión sobre prácticas y discursos
descolonizadores. Buenos Aires, Tinta limón, 2010, p. 70.
4
Carpeta Miguel A. Tanco, Archivo de Tribunales de Jujuy, 1924.
5
María Luisa Rubinelli: Relatos populares andinos: expresión de conflictos. Buenos Aires,
Biblos, 2014.
JUJUY: DOS NARRATIVAS ACERCA DEL DERECHO A LAS TIERRAS 165
6
Mijail Bajtin: Teoría y estética de la novela. Madrid, Taurus, 1991, p.90.
JUJUY: DOS NARRATIVAS ACERCA DEL DERECHO A LAS TIERRAS 167
7
Relato recogido por la Encuesta del Consejo Nacional de Educación, 1921, Salta. Leg.
60. Fichas 72 y 73.
168 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
8
Aunque la presentación no especifica la fecha en que fue realizada, podría ser datada
en 1923, durante la gobernación de Mateo Córdova.
9
Se refiere a la denuncia por acumulación ilegítima de tierras por parte del mencionado.
10
En 1877, la Corte Suprema de la Nación otorga a la Provincia de Jujuy la posesión, en
carácter de tierras fiscales, de las tierras de las antiguas encomiendas de Casabindo y
Cochinoca, cuya explotación fuera concedida, durante la colonia, a los Campero.
11
Carpeta Miguel A. Tanco, 1924. Folios 72-84. Archivo de Tribunales de Jujuy.
170 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
12
Paul Ricoeur: Del texto a la acción. México, Fondo de Cultura Económica, 2001.
13
Carpeta Miguel A. Tanco, 1924. Folios 89, 90, 105-109, 139-141, 172-174, 305, 306. Archivo
de Tribunales de Jujuy.
JUJUY: DOS NARRATIVAS ACERCA DEL DERECHO A LAS TIERRAS 173
14
Gustavo Paz: «La Provincia en la Nación, la Nación en la Provincia. 1853-1918». En Ana
Teruel y Marcelo Lagos (Dir.), Jujuy en la historia. De la Colonia al siglo XX. Jujuy, EdiUnju,
2006, pp. 146, 150.
174 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
15
Ana Teruel: «Panorama económico y socio-demográfico en la larga duración (Siglos
XIX y XX)». En Ana Teruel y Marcelo Lagos (Dir.), Jujuy en la historia, op. cit., pp. 313-314.
16
María Silvia Fleitas: «Política y espacio urbano. Participación y movilización ciudadana
en San Salvador de Jujuy en las primeras décadas de apertura democrática (1912-1930)».
En Problemas nacionales en escalas locales. Instituciones, actores y prácticas de la
modernidad en Jujuy. Rosario, Prohistoria, 2010, p. 205.
17
Ibid., pp. 211, 215.
JUJUY: DOS NARRATIVAS ACERCA DEL DERECHO A LAS TIERRAS 175
18
Arturo A. Roig: Los krausistas argentinos. Buenos Aires, El Andariego, 2006, pp. 19,
20.
19
Ibid., pp. 46, 47.
176 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
20
Arturo A. Roig: Historia de las ideas. Teoría del discurso y pensamiento latinoamericano.
Bogotá, Universidad Santo Tomás de Aquino, 1993, p. 109.
JUJUY: DOS NARRATIVAS ACERCA DEL DERECHO A LAS TIERRAS 177
21
Arturo A. Roig: El pensamiento latinoamericano y su aventura, t. I. Buenos Aires,
Centro Editor de América Latina, 1994, p. 122.
178 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
1
Pablo Pineau: «Estética escolar: manifiesto sobre la construcción de un concepto».
En P. Pineau (comp.), Escolarizar lo sensible. Estudios sobre estética escolar (1870-1945).
Buenos Aires, Teseo, 2014, pp. 21-35.
2
Ibid., p. 11.
3
Ibid., p. 29.
4
Adriana Puiggrós: Qué pasó en la educación argentina desde la conquista hasta el
menemismo. Buenos Aires, Kapelusz, 1996. Disponible en: http://
www.sagradocorazon.edu.ar/web/segundo_edfis/Teor_Soc_Ed/puiggros—que-paso-
en-la-educacion-argentina.pdf
DE LA TENSIÓN ENTRE LO INDIVIDUAL Y LO COLECTIVO EN LA EDUCACIÓN DE LOS CUERPOS 183
siglo XIX hayan sido aquellos sujetos pedagógicos con los que la
tradición de una corriente moderna y progresista de educadores
soñaba.
Es evidente que la escuela no puede ir a buscar allí lo que de
antemano no está, por lo cual se hace necesaria una construcción
artificial de homogeneidad normalizadora, igualadora, unificante.
El discurso escolar y los modelos que instauraron sus prácticas no
resultaron inocuos porque se presentaron de un modo hegemónico
y absoluto. La tarea era entonces contrarrestar las diferencias, los
límites y las dificultades que encarnaban los cuerpos, los hábitos,
las formas de estar en el mundo de aquellos localismos propios de
las estéticas familiares, por ejemplo, de determinados grupos.
En el marco del discurso y de las prácticas absolutas y asfixian-
tes que procuraban borrar de un plumazo la multiplicidad, la diver-
sidad, las diferencias, había no obstante, elementos de resistencia
que tomaban fuerza de una realidad más amplia, viva, móvil y
cambiante.
Normalizar, encauzar en la norma lo diverso, implica necesaria-
mente un ejercicio paradojal en el que se abre y se cierra a la vez, en
el que se visibiliza algo y se invisibiliza también. El ojo que mira los
cuerpos de las instituciones educativas de finales del siglo XIX y
principios del XX sobrevuela las diferencias, las particularidades,
los detalles que marcan el ritmo de lo singular. Es un ojo que no se
detiene en aquellos rasgos característicos, que de algún modo se
esmeran por nombrar lo propio, sino que por el contrario, busca lo
común como algo que procura ser de todos, pero que en ese ejercicio
impersonal ya parece ser de nadie. Tal como sostiene Carlos Skliar:
5
Ver clase introductoria a cargo de Carlos Skliar en el marco del curso Diploma Superior
en Pedagogías de las diferencias - Cohorte 03, ofrecido por Flacso Virtual en 2013.
6
Pablo Pineau: «Estética escolar…», op. cit., p. 30.
7
Adriana Puiggrós: Qué pasó en la educación argentina…, op. cit., p. 72.
DE LA TENSIÓN ENTRE LO INDIVIDUAL Y LO COLECTIVO EN LA EDUCACIÓN DE LOS CUERPOS 185
8
Zandra Pedraza Gómez: «Políticas y estéticas del cuerpo: la modernidad en América
Latina». En Zandra Pedraza Gómez (comp.), Políticas y estéticas del cuerpo en América
Latina. Bogotá, Uniandes-Ceso, 2007, pp. 7-39.
186 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
9
Ibid., p. 19.
DE LA TENSIÓN ENTRE LO INDIVIDUAL Y LO COLECTIVO EN LA EDUCACIÓN DE LOS CUERPOS 187
10
Ibid., p. 18.
188 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
11
Ley de Educación Nacional 26.206 disponible en http://www.me.gov.ar/doc_pdf/
ley_de_educ_nac.pdf
12
Ley de Educación Sexual Integral 26.150 disponible en http://www.me.gov.ar/
me_prog/esi/doc/ley26150.pdf
13
Lineamientos curriculares para la Educación Sexual Integral disponibles en http://
www.me.gov.ar/me_prog/esi/doc/lineamientos.pdf, p. 14.
DE LA TENSIÓN ENTRE LO INDIVIDUAL Y LO COLECTIVO EN LA EDUCACIÓN DE LOS CUERPOS 189
14
Jordi Planella: «Corpografías: dar la palabra al cuerpo». En «Organicidades» [nodo en
línea]. Artnodes. N.º 6. UOC (2006), p.19 Disponible en http://www.uoc.edu/artnodes/6/
dt/esp/planella.pdf
15
Idem.
190 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
16
Al respecto ver Inés Dussel: «Los uniformes como políticas del cuerpo. Un acerca-
miento foucaultiano a la historia y el presente de los códigos de vestimenta en la escuela».
En Zandra Pedraza Gómez (comp.), Políticas y estéticas…, op. cit., pp. 132-159. Se trata de
un trabajo cuyos aportes en esta problemática resultan novedosos por cuanto analiza un
caso en Estados Unidos donde el uso del uniforme tomó un sentido claro de resistencia
a las prácticas enajenantes del consumo. Resultaba de este modo el uniforme un signo
de libertad y resistencia antes que de opresión y obediencia resignada.
192 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
193
Sabemos que casi todas las personas a las que se someten otras,
siguen abusando de ellas, por tendencia o por costumbre, cuan-
do no deliberadamente, hasta que llegan a un punto en que las
sometidas se ven obligadas a resistirse […] y al otorgar las insti-
tuciones sociales al varón un poder casi ilimitado […] este poder
despierta y aviva los gérmenes latentes del egoísmo [del hom-
bre], aviva sus brasas y rescoldos más apagados […] y le otorga
licencia para satisfacer el carácter reprimido2.
1
John Stuart Mill: El sometimiento de las mujeres. Madrid, Edaf, 2005 [Trad. de J. Pareja
Rodríguez].
2
Ibid., pp. 134-135.
CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN DE LAS MUJERES: PASADO, PRESENTE Y PORVENIR 195
3
Ibid., p. 72.
4
Ibid., p. 24.
196 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
5
John Stuart Mill: Sobre la libertad. Madrid, Edaf, 2004 [Trad. de G. Cantera].
6
Íbid., p. 43.
CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN DE LAS MUJERES: PASADO, PRESENTE Y PORVENIR 197
7
John Stuart Mill: El sometimiento de las mujeres, op.cit., p. 88.
8
Idem.
9
Ibid., p. 93.
CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN DE LAS MUJERES: PASADO, PRESENTE Y PORVENIR 199
10
Celia Amorós y Ana de Miguel (Eds.): Teoría feminista: de la Ilustración a la
globalización. T. I. Madrid, Minerva, Introducción, p. 38.
200 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
11
Alicia Puleo: «Lo personal es político: El surgimiento del feminismo radical». En
Amorós y De Miguel, Teoría feminista…, op. cit., t. II, pp. 37- 67. Según la filósofa española,
Millet combina la crítica literaria con la antropología, la economía, la historia y la sociología.
12
Idem.
13
Ibid., p. 52.
14
Amorós y De Miguel: Teoría feminista…, op. cit., p. 41.
CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN DE LAS MUJERES: PASADO, PRESENTE Y PORVENIR 201
15
Asunción Oliva Portolés: «La teoría de las mujeres como clase social: Christine Delphy
y Lidia Falcón». En Amorós y De Miguel, Teoría feminista…, op. cit., t. II., pp. 109-146.
16
Se denomina «techo de cristal» a los obstáculos a los que se enfrentan las mujeres
en el ascenso laboral y que les impide alcanzar las mismas metas que los varones ad intra
de las instituciones. Se denomina «de cristal» porque todos lo ven, pero nadie parece
percibirlo como una realidad que atenta efectivamente contra los derechos de las mujeres.
202 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
1
Simone de Beauvoir: El segundo sexo. Buenos Aires, Sudamericana, 1998 [1949].
2
Existe una amplia bibliografía sobre la problemática abordada en este trabajo. Para la
relación entre política y ciudadanía de las mujeres en nuestro país recomendamos, entre
otros, los trabajos de Dora Barrancos [Mujeres, entre la casa y la plaza. Buenos Aires,
Sudamericana, 2008; «Género y ciudadanía en la Argentina», Iberoamericana. Nordic
Journal of Latin American and Caribbean Studies, XLI (2011), pp.: 1-2]; en relación al impacto
de las leyes de paridad en América Latina, los de Nélida Archenti y María Inés Tula
[«Cambios normativos y equidad de género. De las cuotas a la paridad en America Latina:
los casos de Bolivia y Ecuador», América Latina Hoy, 66 (2014), pp. 47-68].
204 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
3
Adriana Valobra: «La ciudadanía política femenina en la Argentina de la primera mitad
de siglo XX: Aportes para una aproximación conceptual y recursos didácticos», Clio &
Asociados, 14 (2010).
LAS CIUDADANÍAS INCONCLUSAS DE LAS MUJERES EN LA ARGENTINA: SIGLOS XX Y XXI 205
Ciudadanías inconclusas
El reconocimiento formal de un derecho no supone, sin embar-
go, su práctica. Efectivamente, si no caben dudas sobre la amplia
participación de las mujeres en los procesos electorales en tanto
ciudadanas con derecho a elegir, más difícil parece ser llevar esta
afirmación al terreno de la participación de las mujeres como candi-
206 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
4
En el año 1934, en San Juan, fue Ema Acosta la primera candidata a diputada provincial
por el Partido Demócrata Nacional. De cualquier manera, la candidatura temprana de
mujeres en la política local constituyó una excepción. Ibid., p. 98.
LAS CIUDADANÍAS INCONCLUSAS DE LAS MUJERES EN LA ARGENTINA: SIGLOS XX Y XXI 207
5
M.ª Antonia Martínez y Antonio Garrido: «Representación descriptiva y sustantiva: la
doble brecha de género en América Latina», Revista Mexicana de Sociología, 75, 3, (2013),
p. 413.
208 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
6
Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de Estados
Americanos: El camino hacia una democracia sustantiva: la participación política de las
mujeres, 2011, p. 21. Recuperado de https://www.cidh.oas.org/pdf%20f iles/
MUJERES%20PARTICIPACION%20POLITICA.pdf
7
Nancy Balza: «A 25 años del cupo femenino el debate es por la paridad» El litoral (19
de septiembre de 2016). Recuperado de http://www.ellitoral.com/index.php/diarios/
2016/09/19/politica/POLI-01.html
8
Hagar Blau Makaroff: «El camino de las mujeres en el Concejo: del 8 al 42%», Rosario
Plus (5 de junio de 2017). Recuperado de http://www.rosarioplus.com/ensacoycorbata/
El-camino-de-las-mujeres-en-el-Concejo-del-8-al-42—20170601-0026.html
LAS CIUDADANÍAS INCONCLUSAS DE LAS MUJERES EN LA ARGENTINA: SIGLOS XX Y XXI 209
9
A pesar de los importantes avances que se produjeron, y de que la ley es clara al
respecto, existe un número significativo de listas que fueron oficializadas sin cumplir
con lo que la ley de cupo establece en las diferentes provincias argentinas en las
elecciones de 2015. Según datos ofrecidos por el Equipo Latinoamericano de Justicia y
Género, en Misiones representan el 54% del total, en Provincia de Buenos Aires, el 23%,
en Salta, el 46%, en Santa Fe, el 21% y en Tucumán, el 37, 5%, solo para señalar algunos
casos. Información recuperada de http://www.ela.org.ar/a2/index.cfm?fuseaction=
MUESTRA&codcontenido=2215&plcontampl=38&aplicacion=app187&cnl=4&opc=50
10
Mariana Caminotti: «La representación política de las mujeres en el período democrá-
tico», Revista Saap, 7, 2 (2013), p. 329.
210 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
11
M.ª A. Martínez y A. Garrido, op. cit.
12
El concepto de paridad nace oficialmente como resultado de la primera Cumbre
Europea «Mujeres en el poder», celebrada en Atenas en 1992. Allí se señalaba que la
igualdad formal entre hombres y mujeres constituía un derecho fundamental del ser
humano, reivindicándose la igualdad de participación entre hombres y mujeres en la
toma de decisiones públicas y políticas.
LAS CIUDADANÍAS INCONCLUSAS DE LAS MUJERES EN LA ARGENTINA: SIGLOS XX Y XXI 211
13
Esto contrasta con lo que sucede a nivel continental, donde muchos países ya
avanzaron en este sentido: Venezuela en 2005, Ecuador en 2008, Bolivia y Costa Rica en
2009, Honduras en 2009, entre otros.
14
Datos extraídos del expediente N.° 30.774 presentado en la Cámara de Diputados de
la Provincia de Santa Fe en 2016.
212 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
15
Nos referimos especialmente al aumento de los casos o intentos de femicidio que
han acontecido en la Argentina en el transcurso de los últimos años. En este sentido,
cabe recordar que la discusión en el Senado se produjo en el marco del debate de una ley
de emergencia en violencia de género.
16
Diario de Sesiones del Senado de la Nación, 19 de octubre de 2016, p. 47.
LAS CIUDADANÍAS INCONCLUSAS DE LAS MUJERES EN LA ARGENTINA: SIGLOS XX Y XXI 213
17
Ibid., p. 65.
214 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
18
La obra de la autora sobre la cuestión es amplia, nos referimos en esta oportunidad
a su libro La política de las mujeres. Madrid, Cátedra, 1997.
19
Sylviane Agacinsky: Política de sexos. Madrid, Taurus, 1998, p. 158.
216 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
20
Esta perspectiva fue introducida por Elizabeth Jelin en un artículo que ya tiene varios
años, pero que considero que no ha perdido actualidad para pensar la problemática en
el debate contemporáneo sobre la ciudadanía de las mujeres: «Igualdad y Diferencia:
dilemas de la ciudadanía de las mujeres en América Latina», Ágora. Cuaderno de Estudios
Políticos, 7 (1997).
217
218 CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN
CIUDADANÍA Y EMANCIPACIÓN