Trabajo Final
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Trabajo Final
conformado por tres cuentos; Las amistades efímeras, Vals “Caprichoso” y Los
convidados de agosto además de una breve novela, El viudo de Román. Narraciones que
llevan como sello la escritura de Rosario Castellanos, una escritura codificada a un espacio
Así el presente trabajo tiene como objetivo analizar el sujeto femenino inmerso en
el sistema social de las narraciones que conforman Los convidados de agosto siguiendo los
propone Hélène Cixous sobre «Feminismo», abre un panorama para entender esta
cosmovisión, comprendido como: “Un horizonte de lucha, una empresa vigente que aspira
a cambiar las relaciones entre hombres y mujeres para hacerlas más justas”. (54) Por
consiguiente en los cuentos de Rosario Castellanos se presenta una crítica social al recrear y
vislumbrar la vida de la clase media en una ciudad provinciana clasista, poblada de dramas
masculinos frente a los femeninos dando como imagen una serie de personajes observados
exponer las creencias que coordinan a una sociedad que obedece tópicos culturales y
logocentristas.
crítica que hace la escritora abre un parteaguas en principio al primer cuento Las amistades
efímeras donde puntualiza la historia de una mujer llamada Gertrudis que, por azares del
entorno a esta premisa. A partir de este suceso codifica el determinismo femenino social al
interpretar el honor de una familia por la toma de la virginidad de una señorita, aquí es un
claro ejemplo de lo que precisa Marta Lamas para referirse a la construcción simbólica
con ella. - ¿Cuál señorita? -pregunto el hombre. -Óigame usted, hijo de tal, no me va a
venir ahora con que mi hija no la encontró como Dios manda. ¡Aquí hay pruebas, pruebas!
Y don Tanis enarbolaba otra vez la sábana” (22). Cita que instruye los códigos normativos
diálogo que hace el personaje masculino Juan Bautista con la autoridad Jurídica del
(24) A causa del consenso narrativo y lo que sugiere la historia se posibilita la condición
primer cuento se declara una situación en la cual la feminidad no puede hacer uso de una
mujer. De ahí que en un apartado del cuento la voz narradora da su apreciación del estigma
-Tengo una amiga que vive allá. Me escribe seguido. Cartas muy largas. Voy a
buscar la dirección. Así fue como Gertrudis y yo volvimos a vernos. Mis padres
permitir que yo me contaminara con tan malos ejemplos. Ni pensar siquiera en que
se quedaría a vivir con nosotros… Bien que mal, Gertrudis fue saliendo adelante.
prácticas sociales regidas por un raciocinio prejudicial al eludir y crearse una propia
personaje protagónico dictaminado así: “Al llegar a la casa tomé mi cuaderno de apuntes, lo
abrí. Estuve mucho tiempo absorta ante la página en blanco. Quise escribir y no pude. ¿Para
qué? ¡Es tan difícil ¡Tal vez, me repetía yo con la cabeza entre las manos, tal vez sea más
sencillo vivir” (29)” Argumentos que representan esos designios de lo que es blanco o
dicho anterior sobre el constructo social y los roles de género inmersos en la feminidad. En
este cuento relata la historia de una muchachita llamada Reinere de clase media sin título,
pero con una economía imperante y un peso sobre su familia y pasado, en especial de sus
tías Trujillo, mujeres que fueron preponderantes en sus años juveniles, pero con el paso del
partir de ese pasado barroco y parafernalio femenil al introducir a su sobrina Reinere en las
esferas de la élite por ordenes de su hermano German un hombre salvaje y con una fortuna
ilícita que quiere que a su hija Reienere se le eduque y se la haga una señorita de bien.
siguiente: “La palabra señorita es un título honroso. hasta cierta edad. Más tarde empieza a
pronunciarse con titubeos dubitativos o burlones y a ser escuchada con una oculta y
pensamiento logocentrista, determinando así, un papel social en la mujer pues para dejar de
ser señorita uno debe entrar en los preceptos cardinales del matrimonio y de la buena mujer
o el tópico del “ángel del hogar “donde se es buena madre y esposa, la cual está bajo el
yugo del constructo masculino. De no ser así la humillación como lo especifica el párrafo
mujer”. Ese ser mujer es un constructo meramente patriarcal y logocentrista pues obedece a
estándares masculinos.
sus tías. Mujeres que obedecen el modelo social y bien visto de lo que debe ser una mujer,
así se narra el primer encuentro: “Natalia y Julia Trujillo vieron entrar la desgracia por la
puerta… Se llamaba Reiner, era su sobrina y Germán se las había encomendado para que la
educaran y pulieran en el roce social. Les entregó una criatura de buena índole, pero en
estado salvaje. Exigía que le devolvieran una dama y para lograr su propósito no iba a
escatimar ningún medio” (35) En esta narración se ilustra lo que dice Cixous sobre las
dicotomías que son configuradas a la manera y disposición de los constructos sociales con
el fin de censurar o imponer un poder (33), puntualizando este caso la dicotomía entre
espacio femenino.
en las mujeres reflexionando los preceptos del buen ángel del hogar sinónimo de buena
dama, de persona civilizada. De esa manera Reneire dismitifica ese determinismo social y
transgrede las esferas de lo público destinadas sólo al género masculino donde encontramos
la siguiente actividad:
“Las primeras manifestaciones de la presencia de Reinerie en casa de las
Trujillo fueron catastróficas. Era despótica y arbitraria con la servidumbre, ruda con
las cosas, estrepitosametne efusiva con sus tías… removía los arriates para molestar
a las lombrices, tomaba jugo de limón sin miedo a que se le cortará la sangre y se
algunas veces se lee como un personaje mágico, no dotado de las reglas de urbanidad
como civilizado. Martas Lamas en el apartado del Papel de género detalla: “La dicotomía
masculino-femenino establece estereotipos, las más de las veces rígidos, que condicionan
los papeles y limitan las potencialidades humanas de las personas al estimular o reprimir los
anterior la narración muestra que Reinere logra civilizarse entendiendo este concepto bajo
lo que es una buena dama para satisfacer a su sistema, vencida por el rechazo logra
Una tarde, en la que el hastió era más enervante que de costumbre, recordó
los conjuros que recitaba su madre para la adivinación del porvenir. La penumbra se
llenó de visiones casi tangibles… Desde entonces la vigilaron con mayor asiduidad
género social.
Ahora se mencionará el tercer cuento que lleva bajo título Los convidados de
agosto, cuento que delimita muy bien los espacios y constructos sociales que obedecen a lo
pareciera que el relato nos pormenoriza los usos y costumbres del espacio femenino es estas
festividades bosquejando el constructo social del premio de ser una buena mujer ante los
casa, pero se puntualiza la figura del personaje Emelina, una mujer relativamente joven que
el paso del tiempo le ha cobrado sin lograr los estándares sociales, metáfora que logra
expresarse en el siguiente apartado del cuento, hago referencia: “El canario dio unos pasos
vacilantes hacia la salida y se detuvo allí, paralizado por el abismo que lo rodeaba. ¡Volar!
Batir de nuevo unas alas mutiladas mil veces, inútiles tantos años. Avizorar desde lejos
alimento disputárselo a otro más fuertes, más avezados que él…” (69) Metáfora que logra
que le ha llegado tarde porque no es una jovencita de veinte años sino una mujer de treinta
y cinco años que no puede competir con su contexto pues las marcas sociales dan un
carácter imperativo de lo que es correcto y lo impropio. Dando por causa el desenlace de
romper las reglas y buscar un idilio de amor al fugarse momentáneamente con un hombre
extranjero en un espacio público para desconfigurarse como el ideal de lo que debe hacer
una señorita.
Por último, queda la breve novela El viudo Román narrativa peculiar, cumbre de
representar las pautas que una comunidad considera dignas de constituir las relaciones
humanas. Relato Maquiavélico que tiene como antagonista a Don Carlos de Román
conocido como el viudo Roman, hombre de clase alta que se esconde y se oculta detrás de
una máscara de nostalgia para cobrar cuentas pendientes de una venganza pasada.
Los rumores se elevaron casi inmediatamente al nivel del cometario que se hace en
voz alta, de balcón a balcón, de banqueta a banqueta. Entonces las personas de más
cómicas. El ridículo irradiaba como una aureola en torno a las figuras de los
protagonistas del suceso. ¿Quién era Carlos Román? ¿Un novio engañado? ¿Un
Orante? ¿Pretendieron hacer pasar gato por liebre al yerno o la nuez, tan vistosa por
tener una mujer un hombre para cumplir cierto ideal. Por medio de la ironía se aplica el
carácter axiomático cuyo hábito de conducta procede a la comprensión y crítica de los datos
discriminación por parte de un sistema patriarcal que desconfigura una normativa bajo sus
propios fines.
Trabajos citados
Cixous, Hélene. La risa de la Medusa. Barcelona: Anthropos, 1995.
Rosarios Castellanos. Los convidados de agosto. México: Biblioteca Era, 1964.
Marta Lamas. La perspectiva de género. México: UNAM, 2000.