Caso Clínico de Dengue Clásico

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Caso Clínico de Dengue Clásico N°1

Paciente de sexo masculino de 11 años, presentó hace 5 días sensación de alza térmica, fiebre y
dolor retro articular, mialgias, artralgias, por lo cual acudió a un Centro de Salud por Consulta por
un cuadro febril de 48 horas de evolución, y en el segundo día acompañado de cefalea, moco por
puerto nasal, con antecedentes de dengue hace 8 años.

En el examen general, se le observó cabeza no presentaba ninguna alteración, ojos con pupilas
isocóricas, presentaba conjuntivos eritematoso, fosas nasales permeables, cuello sin adenopatías,
consiente, orientado, hemodinámicamente estable.

El hemograma mostró glóbulos blancos 7.000 mm3, con predominio de linfocitos (57%), Hto
38%, Hb 13 gr, plaquetas 190.000 mm3, VES 45 mm, PCR +, gasometría arterial pH 7.31,
PCO2 32.3; PO2, 68; HCO3 18, EB -10, sodio 138 meq, potasio 2.6

El dengue es una enfermedad transmitida por un vector denominado mosquito Aedes aegypti, que
generalmente está infectado por el virus del serotipo 2. Predomina en regiones tropicales y
subtropicales de todo el mundo. El cuadro clínico inicia de 3 a 7 días después de la picadura y las
manifestaciones cutáneas más comúnmente reportadas son las lesiones eritematopapulo-
purpúricas, las cuales se presentan a partir del segundo a quinto día de la infección (5).

MODO DE TRANSMISIÓN

Se transmite de persona a persona a través del mosquito Aedes Aegypti.

Se alimenta de sangre de una persona infectada, luego pica a otra persona sana,
transmitiéndole la enfermedad.

Debe existir la presencia del mosquito hembra en grandes cantidades.

La persona debe ser susceptible de adquirir el virus para infectarse y de enfermarse.

En ambiente de humedad se produce y nace este moquito (agua limpia estancada).

MANIFESTACIONES CLÍNICAS DEL DENGUE

Según la OMS, la infección puede cursar de manera asintomática o manifestarse con un espectro
clínico amplio que incluye las expresiones graves y las no graves (6).
En un inicio se debe sospechar en personas de cualquier edad que se presentan con fiebre de
menos de 7 días de duración, sin compromiso de las vías respiratorias superiores ni otra causa que
la explique y que adicionalmente se acompaña de dos o más de los siguientes signos o síntomas:

Cefalea y dolor retro-ocular (intenso, dificultad para desplazar la mirada).

Artromialgias.

Diarrea, vómitos.

Anorexia, náuseas.

Erupciones cutáneas.

Petequias o prueba del torniquete positiva (esta prueba es un elemento diagnóstico y no indica
severidad, además su uso es discutido por parte de los expertos).

Leucopenia, plaquetopenia.

Se describe la presencia de fiebre sin que se acompañe de taquicardia.

Cabe destacar que la anamnesis y el examen físico cumple un rol fundamental en el diagnóstico.

ETAPAS DEL DENGUE

Febril

Generalmente, los pacientes desarrollan fiebre alta y repentina. En esta etapa tiene una duración
de 2 a 7 días y puede acompañarse de enrojecimiento facial, eritema, dolor corporal generalizado,
mialgias, artralgias, cefalea y dolor retro-ocular. Además, se puede presentar manifestaciones
hemorrágicas menores, como petequias y equimosis en la piel. Aquellos pacientes que mejoran
después de que baja la fiebre, se consideran casos de dengue sin signos de alarma.

Problemas que pueden presentarse: deshidratación; la fiebre alta puede asociarse a trastornos
neurológicos, y convulsiones en los niños pequeños.

Crítica
Cerca de la desaparición de la fiebre, cuando la temperatura desciende a 37,5 grados centígrados
o menos y se mantiene por debajo de este nivel, por lo general, en los primeros 3 a 7 días de la
enfermedad, puede aumentar la permeabilidad capilar paralelamente con los niveles del
hematocrito. Esto marca el comienzo de la fase crítica. Los pacientes que empeoran con la caída
de la fiebre y presentan signos de alarma, son casos de dengue con signos de alarma..

De recuperación

Cuando el paciente sobrevive a la fase crítica (la cual no excede las 48 a 72 horas), pasa a la fase de
recuperación. Hay una mejoría del estado general, se recupera el apetito, mejoran los síntomas
gastrointestinales se estabiliza el estado hemodinámico, y se incrementa la diuresis.

Problemas que pueden presentarse: hipervolemia (si la terapia intravenosa de fluidos ha sido
excesiva o se ha extendido en este período).

CLASIFICACIÓN DEL DENGUE

La clasificación recomendada por la OMS, es la siguiente (6):

Dengue sin signos de alarma: La enfermedad puede manifestarse como un «síndrome febril
inespecífico». La presencia de otros casos confirmados en el medio al cual pertenece el paciente,
es determinante para sospechar el diagnóstico clínico de dengue.

Dengue con signos de alarma: El paciente puede presentar: dolor abdominal intenso y continuo,
vómito persistente, acumulación de líquidos, sangrado de mucosas, alteración del estado de
conciencia, hepatomegalia y aumento progresivo del hematocrito.

Dengue grave: Las formas graves de dengue se definen por uno o más de los siguientes: A)
extravasación grave de plasma, manifestada por shock hipovolémico, y/o por dificultad
respiratoria causada por exceso de líquidos a nivel pulmonar, B) hemorragias graves, y, C)
afectación de órganos: hepatitis grave por dengue (transaminasas superiores a 1.000 UI),
encefalitis o afectación grave de otros órganos, como miocarditis.

DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
Al hacer el diagnostico, se debe tener presente que algunas molestias pueden confundirse con las
de otras enfermedades como por ejemplo malaria, rubéola, sarampión, fiebre tifoidea, meningitis
y la gripe o influenza. En el dengue no hay rinorrea (secreción de moco por la nariz) ni congestión
nasal.

Diagnóstico de laboratorio

El diagnóstico definitivo de infección por dengue, se hace en el laboratorio y depende de la


detección de anticuerpos específicos en el suero del paciente, de la detección del antígeno viral o
el RNA viral en el suero o tejido o el aislamiento viral. Una muestra sanguínea en la fase aguda
debe tomarse, tan pronto sea posible luego del inicio de la enfermedad febril. Una muestra
sanguínea en la fase de convalecencia, idealmente debe ser tomada de 2-3 semanas después.

Diagnóstico serológico

Puede hacerse por: prueba de inmunocaptura enzimática de la inmunoglobulina M (MAC-ELISA) e


inmunoglobulina indirecta G (ELISA). inhibición-hemaglutinación (IH), fijación de complemento
(FC), neutralización (NT) y detección de antígeno de proteína no estructural del dengue (NS1
ELISA).

RT-PCR (Reacción de cadena de polimerasa-transcriptasa reversa)

Es un método rápido, sensible, simple y reproducible con los adecuados controles. Es usado para
detectar el RNA viral en muestras clínicas de humanos, tejido de autopsia y mosquitos. Tiene una
sensibilidad similar al aislamiento viral con la ventaja de que problemas en el manipuleo,
almacenaje y la presencia de anticuerpos no influyen en su resultado. Sin embargo, debe
enfatizarse que la PCR no sustituye el aislamiento viral.

Pruebas rápidas

Las características clínicas del dengue son a menudo poco específicas y por lo tanto requieren la
confirmación del laboratorio. Los métodos exactos pero sofisticados como el aislamiento o la
reacción en cadena de polimerasa (RT-PCR) del virus requieren equipo y la infraestructura
avanzados. Los análisis serológicos están ampliamente disponibles y pueden proporcionar una
alternativa para apoyar el diagnóstico. Las infecciones primarias (nuevas) de DENV tienen
típicamente una respuesta más fuerte y más específica de IgM; las infecciones (secundarias)
subsecuentes demuestran una respuesta más débil de IgM pero una respuesta fuerte de IgG.
Pruebas complementarias

El hemograma completo con recuento leucocitario y plaquetario.

Examen de líquido cefalorraquídeo, siempre y cuando no exista riesgo de sangrado.

En casos de shock se deben determinar los gases arteriales, electrolitos, pruebas de función
hepática y renal.

Otros exámenes como el ultrasonido, la placa de tórax y la tomografía axial computarizada.

Tratamiento

En la actualidad, no existe un medicamento específico para tratar esta enfermedad, no obstante,


si existe un tratamiento basado en las manifestaciones clínicas que demuestra reducir la
mortalidad. Las nuevas guías de la OMS establecen 3 grupos terapéuticos:

Grupo A: Pacientes que pueden ser enviados a su domicilio porque no tienen alteración
hemodinámica, no pertenecen a un grupo de riesgo ni tienen signos de alarma. El manejo se basa
en el aumento de la ingesta de líquidos orales se recomienda para prevenir la deshidratación. Para
aliviar el dolor y la fiebre es muy importante evitar la aspirina y los fármacos antiinflamatorios no
esteroides, debido a que estos medicamentos pueden agravar la hemorragia asociada con algunas
de estas infecciones, por sus efectos anticoagulantes, en su lugar los pacientes deben tomar
paracetamol (acetaminofén) para el manejo de la fiebre y el dolor.

Grupo B: Pacientes con signos de alarma o que pertenecen a un grupo de riesgo. Dichos pacientes
requieren hospitalización por al menos 72 horas para hacer reposición de líquidos endovenosos,
monitoreo estricto de signos vitales, gasto urinario y medición de hematocrito.

Grupo C: Pacientes con diagnóstico de dengue grave, que necesariamente deben ser manejados
en una Unidades de Cuidados Intensivos.

Lage et al (2015), afirman que, existen diferentes ensayos clínicos donde al considerarse la
fisiopatología de la enfermedad, que sugiere que los cuadros clínicos graves tienen el antecedente
de exposición al virus, lo cual genera una memoria inmunológica, es decir, esta memoria al tener
contacto con el virus en una segunda exposición desencadena una respuesta brusca del sistema
inmunológico (2).

MEDIDAS PREVENTIVAS

Frecuentemente, las medidas preventivas se basan en las siguientes:

Aplicación de encuestas epidemiológicas y de control larvario. Encuestas en la comunidad para


determinar la densidad de la población de mosquitos vectores, y a su vez detectar sus criaderos
(recipientes naturales o artificiales en los que pudieran acumularse agua, cerca o dentro de las
viviendas).

Fomentando la promoción y prevención de la enfermedad mediante conductas preventivas por


parte de los habitantes.

Información educativa acerca del dengue y su prevención, riesgo, susceptibilidad y severidad del
dengue, incluido el hemorrágico, descripción de las medidas preventivas.

Eliminación de criaderos de larvas. Manteniendo los patios y techos limpios, para los tanques y
cisternas se sugiere pequeñas cantidades de cloro sobre el nivel del agua.

Utilización de barreras físicas, tales como mosquiteros de ventanas, toldos para dormir.

Uso de repelentes de insectos, especificar cuáles y cómo debe usarse.

MÉTODO

Este estudio es de tipo descriptivo-cualitativo, en el que se presentan en total seis casos de


dengue (tres de dengue clásico, y tres casos de dengue hemorrágico) detectados en la ciudad de
Machala, país Ecuador, ambos tipos de dengue con diferente sintomatología, en unidades de salud
pública y privada. Entre los cuales nombramos los siguientes casos:

Caso Clínico de Dengue Clásico N°1

Paciente de sexo masculino de 11 años, presentó hace 5 días sensación de alza térmica, fiebre y
dolor retro articular, mialgias, artralgias, por lo cual acudió a un Centro de Salud por Consulta por
un cuadro febril de 48 horas de evolución, y en el segundo día acompañado de cefalea, moco por
puerto nasal, con antecedentes de dengue hace 8 años.

En el examen general, se le observó cabeza no presentaba ninguna alteración, ojos con pupilas
isocóricas, presentaba conjuntivos eritematoso, fosas nasales permeables, cuello sin adenopatías,
consiente, orientado, hemodinámicamente estable.

En los exámenes de laboratorio mostró 38-^3/uL en plaquetas, neutrófilos 0,24^3/uL, de glóbulos


blancos 14,2^3/uL, también se le hizo una ecografía abdominal, en donde presentaba hígado de
forma tamaño y ecogenicidad normal, e igualmente con los demás órganos, no presentaba
patología, el resultado del examen, fue IDX: serositis vesicular por dengue.

A los 5 días es dado de alta, porque durante ese tiempo estuvo bajo control de signos de alarma.

Se define como diarrea la deposición, tres o más veces al día (o con una frecuencia mayor que la
normal para la persona) de heces sueltas o líquidas. La deposición frecuente de heces formes (de
consistencia sólida) no es diarrea, ni tampoco la deposición de heces de consistencia suelta y
“pastosa” por bebés amamantados.

La diarrea suele ser un síntoma de una infección del tracto digestivo, que puede estar ocasionada
por diversos organismos bacterianos, víricos y parásitos. La infección se transmite por alimentos o
agua de consumo contaminados, o bien de una persona a otra como resultado de una higiene
deficiente.

Las intervenciones destinadas a prevenir las enfermedades diarreicas, en particular el acceso al


agua potable, el acceso a buenos sistemas de saneamiento y el lavado de las manos con jabón
permiten reducir el riesgo de enfermedad. Las enfermedades diarreicas deben tratarse con una
solución salina de rehidratación oral (SRO), una mezcla de agua limpia, sal y azúcar. Además, el
tratamiento durante 10 a 14 días con suplementos de zinc en comprimidos dispersables de 20 mg
acorta la duración de la diarrea y mejora los resultados.

Hay tres tipos clínicos de enfermedades diarreicas:


la diarrea acuosa aguda, que dura varias horas o días, y comprende el cólera;

la diarrea con sangre aguda, también llamada diarrea disentérica o disentería; y

la diarrea persistente, que dura 14 días o más.

Alcance de las enfermedades diarreicas

Las enfermedades diarreicas son una causa principal de mortalidad y morbilidad en la niñez en el
mundo, y por lo general son consecuencia de la exposición a alimentos o agua contaminados. En
todo el mundo, 780 millones de personas carecen de acceso al agua potable, y 2500 millones a
sistemas de saneamiento apropiados. La diarrea causada por infecciones es frecuente en países en
desarrollo.

En países de ingresos bajos, los niños menores de tres años sufren, de promedio, tres episodios de
diarrea al año. Cada episodio priva al niño de nutrientes necesarios para su crecimiento. En
consecuencia, la diarrea es una importante causa de malnutrición, y los niños malnutridos son más
propensos a enfermar por enfermedades diarreicas.

Deshidratación

La amenaza más grave de las enfermedades diarreicas es la deshidratación. Durante un episodio


de diarrea, se pierde agua y electrolitos (sodio, cloruro, potasio y bicarbonato) en las heces
líquidas, los vómitos, el sudor, la orina y la respiración. Cuando estas pérdidas no se restituyen, se
produce deshidratación.

El grado de deshidratación se mide en una escala de tres:

Deshidratación grave (al menos dos de los signos siguientes):

letargo o pérdida de conocimiento;

ojos hundidos;

no bebe o bebe poco;


retorno lento (2 segundos o más) a la normalidad después de pellizcar la piel.

Deshidratación moderada (al menos dos de los signos siguientes):

desasosiego o irritabilidad;

ojos hundidos;

bebe con ganas, tiene sed.

Ausencia de deshidratación (no hay signos suficientes para diagnosticar una deshidratación
grave o moderada).

Causas

Infección: la diarrea es un síntoma de infecciones ocasionadas por muy diversos organismos


bacterianos, víricos y parásitos, la mayoría de los cuales se transmiten por agua con contaminación
fecal. La infección es más común cuando hay escasez de agua limpia para beber, cocinar y lavar.
Las dos causas más frecuentes de diarrea moderada a grave en países de ingresos bajos son los
rotavirus y Escherichia coli. Otros patógenos, como Cryptosporidium y Shigella, también pueden
ser importantes. Asimismo, es necesario tener en cuenta etiologías específicas de cada lugar.

Malnutrición: los niños que mueren por diarrea suelen padecer malnutrición subyacente, lo que
les hace más vulnerables a las enfermedades diarreicas. A su vez, cada episodio de diarrea
empeora su estado nutricional. La diarrea es la segunda mayor causa de malnutrición en niños
menores de cinco años.

Fuente de agua: el agua contaminada con heces humanas procedentes, por ejemplo, de aguas
residuales, fosas sépticas o letrinas, es particularmente peligrosa. Las heces de animales también
contienen microorganismos capaces de ocasionar enfermedades diarreicas.

Otras causas: las enfermedades diarreicas pueden también transmitirse de persona a persona, en
particular en condiciones de higiene personal deficiente. Los alimentos elaborados o almacenados
en condiciones antihigiénicas son otra causa principal de diarrea. El almacenamiento y
manipulación del agua doméstica en condiciones carentes de seguridad también es un factor de
riesgo importante. Asimismo, pueden ocasionar enfermedades diarreicas el pescado y marisco de
aguas contaminadas.
Prevención y tratamiento

Entre las medidas clave para prevenir las enfermedades diarreicas cabe citar las siguientes:

el acceso a fuentes inocuas de agua de consumo;

uso de servicios de saneamiento mejorados;

lavado de manos con jabón;

lactancia exclusivamente materna durante los primeros seis meses de vida;

una higiene personal y alimentaria correctas;

la educación sobre salud y sobre los modos de transmisión de las infecciones;

la vacunación contra rotavirus.

Entre las medidas clave para tratar las enfermedades diarreicas cabe citar las siguientes:

Rehidratación: con solución salina de rehidratación oral (SRO). Las SRO son una mezcla de agua
limpia, sal y azúcar. Cada tratamiento cuesta unos pocos céntimos. Las SRO se absorben en el
intestino delgado y reponen el agua y los electrolitos perdidos en las heces.

Complementos de zinc: los complementos de zinc reducen un 25% la duración de los episodios
de diarrea y se asocian con una reducción del 30% del volumen de las heces.

Rehidratación con fluidos intravenosos en caso de deshidratación severa o estado de choque.

Alimentos ricos en nutrientes: el círculo vicioso de la malnutrición y las enfermedades diarreicas


puede romperse continuando la administración de alimentos nutritivos —incluida la leche
materna— durante los episodios de diarrea, y proporcionando una alimentación nutritiva —
incluida la alimentación exclusiva con leche materna durante los seis primeros meses de vida— a
los niños cuando están sanos.

Consulta a un agente de salud, en particular para el tratamiento de la diarrea persistente o


cuando hay sangre en las heces o signos de deshidratación.

Respuesta de la OMS
La OMS trabaja con los Estados Miembros y con otros asociados para:

promover políticas e inversiones nacionales que apoyen el tratamiento de casos de


enfermedades diarreicas y sus complicaciones, y que amplíen el acceso al agua potable y a los
servicios de saneamiento en los países en desarrollo;

realizar investigaciones orientadas a desarrollar y probar nuevas estrategias de prevención y


control de la diarrea en esta esfera;

fortalecer la capacidad para realizar intervenciones de prevención, en particular las relacionadas


con el saneamiento y el mejoramiento de las fuentes de agua, así como con el tratamiento y
almacenamiento seguro del agua en los hogares;

desarrollar nuevas intervenciones sanitarias tales como la inmunización contra los rotavirus; y

contribuir a la capacitación de agentes de salud, especialmente en el ámbito comunitario.

El aparato digestivo es el conjunto de órganos encargados del proceso de la digestión, es decir, la


transformación de los alimentos para que puedan ser absorbidos y utilizados por las células del
organismo.1 Las funciones que realiza son: transporte de alimentos, secreción de jugos digestivos,
absorción de nutrientes y excreción mediante el proceso de defecación. El proceso de la digestión
consiste en transmitir los glúcidos, lípidos y proteínas contenidos en los alimentos en unidades
más sencillas, gracias a las enzimas digestivas, para que puedan ser absorbidos y transportados
por la sangre.2

El proceso funcional del aparato digestivo en resumen ocurre de la siguiente manera; primero se
realiza la ingestión, que es cuando el alimento se coloca en la boca, y lo fragmenta en pedazos o
trozos, esto con la finalidad de que sea, más fácilmente ingerido, posteriormente a esto, se da un
proceso de impulsión (peristalsis), para que los alimentos, puedan ser procesados y llevados por
los diferentes órganos digestivos, interconectados mediante periltasis, es decir, mediante
movimientos musculares de contracción y relajación; posteriormente, se realizará la
descomposición de los alimentos o digestión mediante la fragmentación en el estómago, una vez
hecho esto pasa al intestino delgado que es en realidad, donde se segmenta y se absorben las
sustancias, por las paredes, para llevarlas a la sangre; los residuos restantes, que no fueron
utilizados son excretados a través del conducto anal.

Descripción
El tubo digestivo mide aproximadamente once metros de longitud, se inicia en la cavidad bucal y
terminan en el ano. En la boca empieza propiamente la digestión, los dientes trituran los alimentos
y las secreciones de las glándulas salivales los humedecen e inician su descomposición química
transformándose en el bolo alimenticio. Luego, el bolo alimenticio cruza la faringe, sigue por el
esófago y llega al estómago, una bolsa muscular de litro y medio de capacidad cuya mucosa
segrega el potente jugo gástrico. En el estómago el alimento es agitado hasta convertirse en el
quimo.

A la salida del estómago se encuentra el intestino delgado que mide seis metros de largo y se
encuentra muy replegado sobre sí mismo. En su primera porción o duodeno recibe secreciones de
las glándulas intestinales, la bilis procedente de la vesícula biliar y los jugos del páncreas. Todas
estas secreciones contienen gran cantidad de enzimas que degradan los alimentos y los
transforman en sustancias solubles simples como aminoácidos. El tubo digestivo continúa por el
intestino grueso, de algo más de metro y medio de longitud. Su porción final es el recto, que
termina en el ano, por donde se evacuan al exterior los restos indigeribles de los alimentos.

Estructura

Capas del tubo digestivo

1. Mucosa

2. Lámina propia de la mucosa

3. Muscularis mucosae

4. Lumen

5. Tejido linfático

6. Conducto de la glándula.

7. Glándula en mucosa

8. Submucosa

9. Glándula en submucosa

10. Plexo submucoso de Meissner

11. Vena

12. Músculo circular

13. Músculo longitudinal


14. Tejido conectivo areolar

15. Epitelio

16. Plexo mientérico de Auerbach

17. Nervio

18. Arteria

19. Mesenterio

El aparato digestivo está formado por el tubo digestivo y las glándulas anexas (glándulas salivales,
hígado y páncreas). El tubo digestivo procede embriológicamente del endodermo, al igual que el
aparato respiratorio y presenta una sistematización prototípica, comienza en la boca y se extiende
hasta el ano. Su longitud en el hombre es de 10 a 12 metros, siendo seis o siete veces la longitud
total del cuerpo. En su trayecto a lo largo del tronco, discurre por delante de la columna vertebral.
Comienza en la cara, desciende por el cuello y atraviesa las tres grandes cavidades del cuerpo:
torácica, abdominal y pélvica. En el cuello está en relación con el conducto respiratorio, en el tórax
se sitúa en el mediastino posterior entre los dos pulmones y el corazón, y en el abdomen y pelvis
se relaciona con los diferentes órganos del aparato genitourinario.

Histología

Esquema de la pared del tubo digestivo

Histológicamente la pared del tubo digestivo está formado por cuatro capas concéntricas que son
de adentro hacia afuera:

Capa interna o mucosa. Es el revestimiento interior del tubo digestivo y se encuentra en


contacto directo con los alimentos. Está compuesta por una capa de epitelio, una capa de tejido
conjuntivo que se llama lámina propia y una capa fina de músculo liso denominada muscularis
mucosa. En el epitelio pueden existir glándulas que secretan diferentes sustancias hacia la luz. Por
ejemplo las glándulas gástricas situadas en la mucosa del estómago secretan ácido clorhídrico y
pepsinógeno para facilitar la digestión.3

Capa submucosa. Se encuentra debajo de la mucosa y está compuesta de tejido conectivo.


Contiene vasos sanguíneos, glándulas y nervios que forman el plexo de Meissner que es un
componente del sistema nervioso entérico con la función de controlar la motilidad de la mucosa y
la función secretora de las glándulas.
Capa muscular externa, compuesta al igual que la muscularis mucosae, por una capa circular
interna y otra longitudinal externa de músculo liso (excepto en el esófago, donde hay músculo
estriado). Esta capa muscular tiene a su cargo los movimientos peristálticos que desplazan el
contenido de la luz a lo largo del tubo digestivo. Entre sus dos capas se encuentra otro
componente del sistema nervioso entérico, el plexo mientérico de Auerbach, que regula la
actividad de esta capa.

Capa serosa o adventicia. Se denomina según la región del tubo digestivo que reviste, como
serosa si es intraperitoneal o adventicia si es retroperitoneal. La adventicia está conformada por
un tejido conectivo laxo. La serosa aparece cuando el tubo digestivo ingresa al abdomen, y la
adventicia pasa a ser reemplazada por el peritoneo.

El grosor de la pared y el aspecto de superficie, que puede ser lisa o no, cambian dependiendo del
lugar anatómico. La mucosa puede presentar criptas y vellosidades, la submucosa puede presentar
pliegues permanentes o pliegues funcionales. En la pared se encuentran también los plexos
submucoso y mientérico que constituyen el sistema nervioso entérico que se distribuye a lo largo
de todo el tubo digestivo, desde el esófago hasta el ano.

Tubo digestivo Mucosa Epitelio

Lámina propia

Muscularis mucosa

Submucosa

Muscular

Serosa

Fisiología

El movimiento peristáltico propulsa los alimentos a través del tubo digestivo

Esquema de la pared del intestino con permeabilidad aumentada. Los dos factores más potentes
que la provocan son ciertas bacterias intestinales y la gliadina4 (principal fracción tóxica del
gluten), independientemente de la predisposición genética, es decir, tanto en celíacos como en no
celíacos.56

Los alimentos después de ser ingeridos y triturados por los dientes con la ayuda de la saliva
producida por las glándulas salivares, forman un bolo alimenticio y pasan por el esófago en su
camino hacia el estómago gracias al movimiento peristáltico. Una vez en el estómago, se inicia el
proceso de digestión facilitado por el ácido clorhídrico secretado por las células parietales del
estómago y las enzimas digestivas. Posteriormente pasan al intestino delgado, donde continúa la
degradación química de los alimentos y tiene lugar la absorción de agua y nutrientes que son
transportados hacia la sangre y la linfa. Al alcanzar el intestino grueso se acumulan las sustancias
de desecho que forman las heces, las cuales se expulsan al exterior a través del ano.7

El tubo digestivo es la principal superficie de intercambio entre el medio externo y el interno en los
animales vertebrados. En un hombre adulto medio la superficie total de la mucosa gastrointestinal
desplegando las microvellosidades intestinales es de alrededor de 350 metros cuadrados. Gracias
al tubo digestivo el individuo puede realizar el proceso de nutrición mediante la digestión y
absorción de los nutrientes contenidos en los alimentos, pero no es menos importante su función
de defensa, pues dispone de sistemas de reconocimiento y rechazo de agentes o sustancias
extrañas procedentes del mundo exterior.8

El intestino posee en su interior una capa de células que forman una barrera. Su misión es, además
de digerir sustancias, actuar defendiendo al organismo del enemigo exterior del ambiente
(sustancias que ingerimos y microorganismos presentes en el intestino). Esto lo logra manteniendo
cerradas las uniones estrechas intercelulares, para impedir el acceso descontrolado de sustancias,
toxinas, químicos, microorganismos y macromoléculas, que de lo contrario podrían pasar al
torrente sanguíneo. Actualmente, se sabe que las uniones estrechas, anteriormente consideradas
como estructuras estáticas, son en realidad dinámicas y se adaptan fácilmente a diversas
circunstancias, tanto fisiológicas como patológicas. Existe un complejo sistema regulador que
orquesta el estado de ensamblaje de la red de proteínas de las uniones estrechas intercelulares.
Asimismo, juega un papel muy importante la colonización bacteriana que constituye la llamada
microflora intestinal formada por bacterias beneficiosas para el organismo. Se calcula que un
individuo normal tiene en su intestino alrededor de 100 billones de bacterias pertenecientes a
entre 500 y 1000 especies diferentes.48

Cuando no funcionan bien las entradas entre las células (las uniones estrechas intercelulares) y en
lugar de estar cerradas o prácticamente cerradas, como deberían, se encuentran abiertas sin
control, se produce un aumento de la permeabilidad intestinal. Esta apertura provoca que entren
sustancias en el cuerpo y que, dependiendo de la predisposición genética de la persona, puedan
desarrollarse enfermedades autoinmunes, inflamatorias, infecciones, alergias o cánceres, tanto
intestinales como en otros órganos.4
Hasta fechas recientes, se asumía que los bebés nacen completamente libres de gérmenes y que la
colonización inicial del intestino del recién nacido se produce durante el parto. No obstante, varios
estudios concluyen que esta colonización comienza antes del nacimiento del bebé. Las bacterias
maternas pasan de la madre al aparato digestivo del feto desde las primeras fases del embarazo, si
bien no se conocen los posibles mecanismos implicados en este fenómeno.9

Enzimas digestivas

Las enzimas digestivas son sustancias capaces de romper las grandes moléculas presentes en los
alimentos y convertirlas en moléculas más pequeñas que pueden ser absorbidas a través del
intestino. Algunas de las más importantes son la lipasa producidas por el páncreas, las proteasas
producidas por el estómago y el páncreas que descomponen las proteínas en aminoácidos, la
amilasa, la lactasa secretada por el intestino delgado que descompone la lactosa presente en la
leche y la sacarasa que actúa sobre la sacarosa y la convierte en glucosa y fructosa.7

Absorción de hidratos de carbono

Absorción de proteínas

Absorción de grasas

Descripción anatómica y funcional

Boca y glándulas salivales

Artículo principal: Boca

La boca o cavidad oral es el lugar por donde los alimentos comienzan su viaje a través del aparato
digestivo, contiene diferentes estructuras, entre ellas los dientes que hacen posible la masticación
y la lengua. Cerca de la boca se encuentran las glándulas salivales que producen saliva, la cual se
mezcla con los alimentos, facilita la masticación, la deglución y ayuda a mantener los dientes
limpios y buen aliento.10

Faringe

Artículo principal: Faringe

La faringe es una estructura con forma de tubo, está situada en el cuello y revestida de membrana
mucosa; conecta la cavidad bucal y las fosas nasales con el esófago y la laringe respectivamente.
Por ella pasan tanto el aire como los alimentos, por lo que forma parte del aparato digestivo y del
aparato respiratorio. Ambas vías quedan separadas por la epiglotis, que actúa como una válvula.
En el ser humano la faringe mide unos trece centímetros de largo y se extiende desde la base
externa del cráneo hasta la sexta o séptima vértebra cervical, por delante de la columna vertebral.

Esófago

Artículo principal: Esófago

El esófago es un conducto que se extiende desde la faringe hasta el estómago. De los incisivos al
cardias (porción donde el esófago se continúa con el estómago) hay unos 40 cm. El esófago
empieza en el cuello, atraviesa todo el tórax y pasa al abdomen a través del orificio esofágico del
diafragma. Habitualmente es una cavidad virtual (sus paredes se encuentran unidas y solo se
abren cuando pasa el bolo alimenticio). El esófago alcanza a medir 25 cm y tiene una estructura
formada por dos capas de músculos, que permiten la contracción y relajación en sentido
descendente del esófago, estas ondas reciben el nombre de movimientos peristálticos y son las
que provocan el avance del alimento hacia el estómago.

Estómago

Artículo principal: Estómago

Esquema de un estómago humano.

Relación de hígado y estómago

El estómago es un órgano en el que se acumula comida. Varía de forma según el estado de


repleción (cantidad de contenido alimenticio presente en la cavidad gástrica) en que se halla,
habitualmente tiene forma de "J". Consta de varias partes que son: fundus, cuerpo, antro y píloro.
Su borde menos extenso se denomina curvatura menor y la otra, curvatura mayor. El cardias es el
límite entre el esófago y el estómago y el píloro es el límite entre el estómago y el intestino
delgado. En un individuo de tamaño medio mide aproximadamente 25 cm del cardias al píloro y el
diámetro transverso es de 12 cm.

En su interior encontramos principalmente dos tipos de células:

Células parietales que secretan el ácido clorhídrico (HCl) y el factor intrínseco, una glucoproteína
necesaria para la absorción de la vitamina B12 en el intestino delgado.

Células principales u oxínticas que secretan pepsinógeno, precursor enzimático que se activa
con el HCl formando pepsina.
La secreción de jugo gástrico está regulada tanto por el sistema nervioso como el sistema
endocrino, proceso en el que actúan varias sustancias: gastrina, colecistoquinina, secretina y
péptido inhibidor gástrico. Cuando la comida llega al estómago, actúa sobre ella el ácido
clorhídrico. El ácido clorhídrico degrada las proteínas de los alimentos y activa la pepsina que es
una enzima que actúa también sobre las proteínas. En el estómago se secreta también una enzima
lipasa que interviene en la degradación de las grasas, pero su papel es muy escaso. Los alimentos
mezclados con los jugos gástricos y el moco producido por las células secretoras del estómago
forman una sustancia semilíquida que se denomina quimo, la cual avanza hacia el intestino
delgado para continuar el proceso de digestión.10

Páncreas

Artículo principal: Páncreas

Anatomía del páncreas. Obsérvese el conducto pancreático por el que el jugo pancreático se vierte
al duodeno para facilitar la digestión

Es una glándula íntimamente relacionada con el duodeno, produce jugo pancreático que se vierte
al intestino a través del conducto pancreático, sus secreciones son de gran importancia en la
digestión de los alimentos. El páncreas segrega también hormonas como la insulina que pasan
directamente a sangre y ayudan a controlar el metabolismo de los azúcares.

Hígado

Artículo principal: Hígado

El hígado es la mayor víscera del cuerpo. Pesa 1500 gramos. Consta de cuatro lóbulos, derecho,
izquierdo, cuadrado y caudado; los cuales a su vez se dividen en segmentos.

Las vías biliares son las vías excretoras del hígado, por ellas la bilis es conducida al duodeno.
Normalmente los conductos hepáticos derecho e izquierdo confluyen entre sí formando el
conducto hepático común. El conducto hepático común, recibe un conducto más fino, el conducto
cístico, que proviene de la vesícula biliar. De la reunión de los conductos císticos y el hepático
común se forma el colédoco que desemboca en el duodeno junto con el conducto excretor del
páncreas.

Vesícula biliar

Artículo principal: Vesícula biliar


Vesícula biliar

La vesícula biliar es una víscera hueca pequeña situada en la cara inferior del hígado. Su función es
la de almacenar y concentrar la bilis segregada por el hígado, hasta ser requerida por los procesos
de la digestión. Cuando se contrae expulsa la bilis concentrada hacia el duodeno a través del
conducto cístico. Es de forma ovalada o ligeramente piriforme y su diámetro mayor oscila entre 5 y
8 cm.

Intestino delgado

Artículo principal: Intestino delgado

Lámina anatómica en la que se observa el intestino delgado incluyendo el yeyuno y el íleon

El intestino delgado comienza en el duodeno (tras el píloro) y termina en la válvula ileocecal,


donde se une a la primera parte del intestino grueso. Mide entre 6 y 7 metros de longitud y de 2.5
a 3 cm de diámetro. Su calibre disminuye progresivamente desde su origen hasta la válvula
ileocecal.

En el intestino delgado se absorben los nutrientes de los alimentos ya digeridos. El tubo está
repleto de vellosidades que amplían la superficie de absorción. El intestino delgado se divide en
dos partes, la primera es el duodeno que tiene una longitud de 30 cm y la segunda es el yeyuno-
íleon que mide 6 metros y medio.

El duodeno es la primera parte del intestino delgado, mide unos 25-30 cm de longitud. El
duodeno parte del píloro y termina uniéndose al yeyuno. En el duodeno, se vierten una diversidad
de secreciones, como la bilis procedente de la vesícula biliar y el jugo pancreático procedente del
páncreas.

El yeyuno-íleon es una parte del intestino delgado formado por el yeyuno y el íleon. En conjunto
mide entre 6 y 7 metros, de los cuales los 2/5 proximales corresponden al yeyuno y los 3/5 distales
al íleon, no existiendo una separación clara entre las dos porciones.11 Se caracteriza por presentar
unos extremos relativamente fijos: El primero limita con el duodeno y el segundo con la válvula
ileocecal y primera porción del ciego. Su calibre disminuye lenta, pero progresivamente en
dirección al intestino grueso. El intestino delgado presenta numerosas vellosidades intestinales
que aumentan la superficie de absorción intestinal de los nutrientes.
Intestino grueso

Artículo principal: Intestino grueso

Esquema del intestino grueso. 1.Apéndice vermiforme, 2.ciego, 3.Válvula ileocecal, 4.Íleon,
5.Colon ascendente. 6.Taenia coli, 7.Ángulo hepático del colon, 8.Colon transverso, 9.Ángulo
esplénico del colon, 10.Haustras, 11.Colon descendente, 12. Flexura sigmoidea, 13.Colon
sigmoideo, 14.Recto, 15.Ano.

El intestino grueso se inicia a partir de la válvula ileocecal en un fondo de saco denominado ciego y
termina en el recto. Desde el ciego al recto describe una serie de curvas, formando un marco en
cuyo centro están las asas del yeyuno e íleon. Su longitud es variable, entre 120 y 160 cm, y su
calibre disminuye progresivamente, siendo la porción más estrecha la región donde se une con el
recto o unión rectosigmoidea en la que su diámetro no suele sobrepasar los 3 cm, mientras que el
ciego es de 6 o 7 cm.

El intestino grueso se divide en varias porciones que se denominan ciego, colon ascendente con
una longitud de 15 cm, colon transverso con una longitud media de 50 cm, colon descendente con
10 cm de longitud, colon sigmoideo, recto y ano. El recto es la parte terminal del tubo digestivo.

Ano

Artículo principal: Ano

El ano es la abertura final del tracto digestivo. Consta de una esfínter anal externo y otro interno
que tienen la función de controlar el proceso de expulsión de las heces al exterior. El
funcionamiento inadecuado de los esfínteres del ano puede provocar incontinencia fecal.12

Desarrollo

El sistema digestivo se origina a partir del tubo digestivo primitivo, el cual se forma de la capa
embrionaria conocida como endodermo, sin embargo, la boca procede del ectodermo. El primitivo
tubo digestivo se divide en cinco porciones que partiendo de la boca se llaman faringe, intestino
anterior, intestino medio, intestino posterior y cloaca. 1314
Del intestino anterior deriva el esófago, estómago, primera y segunda porción del duodeno,
hígado y páncreas.

Del intestino medio deriva la tercera y cuarta porción del duodeno, yeyuno, íleon, ciego,
apéndice vermiforme, colon ascendente y la porción derecha del colon transverso. Estás porciones
reciben sangre a partir de la arteria mesentérica superior.

Del intestino posterior deriva la porción izquierda del colon transverso, colon descendente y
colon sigmoideo, todas estas porciones reciben sangre a partir de la arteria mesentérica inferior.

La cloaca se divide a partir de la quinta semana en dos partes por el tabique urogenital. La
porción anterior se llama seno urogenital, la posterior o seno anorrectal da origen al recto y el
ano.

El páncreas se forma a partir de dos esbozos del endodermo que aparecen en la 4ª y 5ª semana y
acaban por unirse. El hígado tiene un origen embriológico complejo pues las células hepáticas
proceden de un esbozo del endodermo, mientras que la cápsula de Glisson y los sinusoides
hepáticos proceden del mesodermo.

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