Repaso de Literatura
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Repaso de Literatura
Código: Conjunto de signos y reglas que combina el emisor para utilizarlos en la elaboración del mensaje.
Situación: El conjunto de circunstancias o hechos que afectan tanto al emisor como al receptor y ayudan a la
interpretación del mensaje.
Verbal: Se usan palabras, se articulan sonidos con los que formamos signos lingüísticos como los morfemas y palabras.
- Oral: entre dos o más personas, haciendo uso de algún lenguaje o a través de un medio de transmisión. Está
sometida al espacio y al tiempo, se altera. Importa la entonación y el volumen, tienen importancia las señales no
verbales.
- Escrita: Método de comunicación que hace uso de códigos escritos, que aunque no tengan una relación
inmediata el emisor y el receptor, perdura para siempre. Es más formal.
No verbal: Se usan:
Bilateral: Cuando el receptor del mensaje puede convertirse en emisor y responder al mensaje. Como una simple
conversación.
Los (determinante) días (núcleo) de verano (complemento del nombre "días") son más largos.
Complemento directo (Mi hermano tiene coche nuevo). [Persona animal o cosa sobre la que cae la acción del verbo]
Complemento indirecto (He escrito a mi madre). [Indica el destinatario o el beneficiario de la acción del verbo]
Sustantivo: Funciona como sujeto de la oración, la clase de palabras que se emplean para designar seres, entidades u
objetos.
Clases:
Adjetivo: Palabra que acompaña al sustantivo y expresa una cualidad del mismo.
Suelen coincidir en género y número con el sustantivo, y en consecuencia presentan los mismos sufijos flexivos (-a, -o,
-as, -os, -es)
Muchos adjetivos poseen una condición especial llamada apócope (Supresión o pérdida de uno o más sonidos en
posición final de palabra.), que ocurre cuando se hallan en ciertas posiciones respecto del sustantivo, en las que pierden
parte de su contenido. Es lo que ocurre en el caso de “hombre bueno” y “buen hombre”, por ejemplo.
CLASES:
Adjetivos calificativos. Se trata de aquellos adjetivos que le atribuyen características determinadas al sustantivo. Se
pueden clasificar a su vez en:
Adjetivos explicativos. Que expresan cualidades abstractas o concretas inherentes al sustantivo. “roja sangre”.
Adjetivos especificativos. Que añaden al sustantivo una cualidad que sirve para distinguirlo del resto de los
objetos de su mismo tipo. “perro pequeño”.
Adjetivos relacionales. Aquellos que establecen un vínculo entre el sustantivo y su contexto de pertenencia, por lo que
responden a la idea de “perteneciente a”. Por ejemplo: “organismo policial”, “consultorio médico”.
Determinantes: Los determinantes son palabras que van delante del nombre o sustantivos y sirven para delimitar el
significado general de dicho nombre. Los determinantes concuerdan siempre en género y número con los sustantivos
que acompañan.
Cuando al artículo el le preceden las preposiciones a o de, éstas se unen con el artículo, dando lugar a los artículos
contractos al (a el) y del (de el).
Varios poseedores: nuestro, nuestra, nuestros, nuestras; vuestro, vuestra, vuestros, vuestras; su, sus, suyo, suya, suyos,
suyas.
Un, uno, una, alguno, cualquiera, ninguno, pocos, muchos, escasos, demasiados.
Los interrogativos (Acompañan a los sustantivos para hacer preguntas sobre cantidad o naturaleza.) y los exclamativos
(Acompañan a los sustantivos y expresan sorpresa o emoción.): qué, cuánto, cuánta, cuántos, cuántas, cuándo, cuál,
cuáles, dónde.
No se deben confundir con los pronombres. Son Determinantes cuando acompañan al nombre. Son Pronombres cuando
sustituyen al nombre, es decir, se ponen en su lugar. (Las formas átonas (sin acento) de los Posesivos mi, tu, su, siempre
funcionan como determinantes.)
Pronombre: (del latín pronōmen” que significa “en lugar del nombre”) Palabra que se emplea para designar una cosa sin
emplear su nombre, común o propio.
Pronombres personales: aquellos que suelen referirse a personas sin nombrarlas por su nombre. Yo, tu, el, ella,
nosotros, ustedes y ellos.
Pronombres posesivos: indican la pertenencia de un animal o cosa. Pueden ser singulares o plurales agregando
una «s» al final. Mío, tuyo, suyo, nuestro.
Pronombres demostrativos: indican dónde se encuentra algo o alguien en relación a quien habla. Se pueden
utilizar en singular o plural agregando una «s» al final. Esté, está, ése, ésa, aquél, aquélla.
Pronombres indefinidos: Hacen una mención que deja sin identificar a los entes a los que se refiere, o bien los
identifica de manera vaga. Nadie, alguien, nada, algo.
Pronombres relativos: Son aquellos que unen dos cláusulas, la segunda calificando al sujeto de la primera. Que,
el que, los que, la que, lo que, quien, quienes, el cual, los cuales, la cual, lo cual, cuyo, cuyas, donde.
Pronombres interrogativos: Sirven para preguntar sobre algo de lo que se está hablando. ¿Quién…? Quienes…?
Qué…? Cuál…? Cuáles…? Cuánto…? Cuántos…? Cuántas…?
Pronombres exclamativos: Son aquellos cuya función es expresar emociones, sentimientos o reacciones. ¡Qué!,
¡Quién!, ¡Quienes!, ¡Cuánto!, ¡Cuantas!
Sintagma verbal: Grupo de palabras cuyo núcleo es un verbo, del cual dependen una serie de complementos y adjuntos.
Constituye el predicado de la oración
El verbo.- Parte de la oración o categoría léxica que expresa una acción, movimiento, existencia, consecución, condición
o estado del sujeto..
Verbos transitivos, exigen la presencia de un objeto directo o complemento directo para tener un significado completo.
Ejemplo:
Aquí, el grupo compuesto por "dos entradas para la ópera" representa el objeto directo. La construcción "He
conseguido..." no tiene sentido por sí misma, y requiere que se aporte información sobre lo que se consigue. Por regla
general, los verbos transitivos son de la forma "alguien hace algo a algo".
Verbos intransitivos, es aquel que no admite complementos, aunque en ocasiones pueden aparecer con ellos. . Se
dividen entre inacusativos e inergativos: Son los dos tipos en los que se pueden dividir los verbos intransitivos o
monovalentes en razón del rol semántico que desempeña su único argumento.
Verbos inergativos o intransitivos puros: sonreír, patinar, trabajar, gritar, caminar, llorar, etc.
El perro ladra.
Manuela estudia.
Cabe destacar que un mismo verbo puede ser transitivo o intransitivo. Esto dependerá de cómo se utilicen en la oración.
Verbos regulares: Son los que cuentan con una conjugación en la que su raíz se mantiene sin ningún cambio.
Irregulares: a la hora de conjugarlos y añadirles las terminaciones pertinentes, este tipo de verbos van a modificar su
raíz. No ocurre en todos los tiempos ni modos, solo en algunos.
Verbos impersonales: son aquellos que no necesitan de un sujeto para contar con un significado completo. Nieva
Diluvia
Se peina
Verbos reflexivos: La acción del verbo recae sobre el sujeto del mismo, es decir, el sujeto será el mismo que ejecuta la
acción. Para entenderlo mejor vamos a ver unos ejemplos:
Ella se peina.
Mi madre se va temprano.
Verbos recíprocos: aquellos cuya acción implica un intercambio entre distintas personas o cosas. Es decir, hay una
interacción entre ellos, por ejemplo:
Nos amamos
Os miráis
Conjugaciones: Los verbos son las únicas palabras que se pueden conjugar. Son palabras variables que experimentan
modificaciones para expresar persona (primera, segunda y tercera), número (singular, plural), tiempo (Presente,
Pretérito, Futuro), Aspecto (Imperfecto, Perfecto, Pluscuamperfecto), Modo (Indicativo, Subjuntivo, Imperativo) y Voz
(Activa, Pasiva). El conjunto de todas las formas verbales se denomina conjugación. En castellano hay tres
conjugaciones: la primera (verbos terminados en –ar), la segunda (verbos terminados en –er) y la tercera (verbos
terminados en –ir). Algunas formas verbales carecen de número y persona. Se denominan formas no personales del
verbo. Son el Infinitivo: amar/haber amado; el Gerundio (amando/ habiendo amado) y el Participio (Amado). Las formas
verbales pueden ser simples (una sola palabra: amaré, cantabas…) o compuestas (se construyen con el verbo auxiliar
“haber”, más el participio del verbo que se conjuga).
NÚMERO
El número de los verbos, nos dice cuántas personas realizan la acción, pueden ser:
PERSONA.
Nos dice quién realiza la acción. Son seis, tres para el singular y tres para el plural.
FORMAS NO PERSONALES.
- El infinitivo, acaba en -ar , -er , ir, nos indica cual es la conjugación de un verbo. Ej, Estudiar, leer, sentir
MODO
El indicativo, que indica, afirma de una manera positiva que una cosa es, que ha sido ó que será. Ejemplo: Dios es
eterno; mi padre ha venido á verme; mi hermana irá á Madrid.
El imperativo, de imperare, mandar, que expresa un mando, una prohibición ó una súplica. Ejemplo: Toma una silla.
El subjuntivo, que expresa el deseo, la duda, el temor, la posibilidad ó la necesidad y que se une á un verbo precedente
por medio de la conjunción que.
TIEMPO.
Los tiempos nos dicen el momento en el que ocurre la acción, y puede ser: presente, pasado (pretérito), ó futuro.
Tiempos simples.
Son los que se expresan con una sola palabra sin contar el pronombre. Ejemplo: (él) teme.
Tú juegas
Él juega
Ella juega
-Pretérito imperfecto: Verbos de la primera conjugación (acabados en “ar”): -aba, -abas, -aba, -ábamos, -abais, -aban.
Verbos de la segunda y tercera conjugación (acabados en “er” o “ir”): -ía, -ías, -ía, -íamos, -íais, -ían.
-Pretérito perfecto simple: Verbos de la primera conjugación (acabados en -ar): -é, -aste, -ó, -amos, asteis, -aron
Verbos de la segunda y tercera conjugación (acabados en -er o -ir): -í, -iste, -ió, -imos, -isteis, -ieron
Tú entrarás.
Él será.
Ella sabrá.
Nosotros traeremos.
Ustedes verán.
Ellos lavarán.
Yo compraré.
-Condicional simple: Expresan la probabilidad de que algo suceda de forma casi segura.
Tiempos compuestos: Son los que necesitan de los auxiliares, por lo tanto son de dos palabras. Ejemplo: (él) ha temido.
-Pretérito perfecto compuesto: se forma con el presente del verbo auxiliar haber y el participio del verbo que denota la
acción, como en (yo) he ido, (tú) has comido o (ellos) han traído. Ejemplos: Mientras estábamos viendo la televisión, el
ladrón ha entrado por la ventana.
-Pretérito pluscuamperfecto: se utiliza en español para expresar la anterioridad de una acción pasada respecto a otra
también pasada. Es decir: es el pasado del pasado. Ana había cenado cuando llegó Juan. – Ana ya había terminado de
cenar y después llegó Juan. Al ser un tiempo compuesto, se forma con el auxiliar “haber” y el participio del verbo
principal.
-Pretérito anterior: se emplea para expresar la anterioridad de una acción pasada con respecto a otra también pasada.
Apenas
No bien (en cuanto)
Tan pronto como
Cuando
En cuanto
Luego que
Una vez que
Ejemplos:
No bien: No bien hubo anochecido, nos marchamos para disfrutar de una gran aventura.
Tan pronto como. María llegó tan pronto como hubimos terminado de cenar.
Que una acción futuro se completará antes de un momento dado que se indica a través de una referencia
temporal.
Ejemplo:
Jorge salió muy temprano con la bicicleta. Para la hora de comer, habrá vuelto a casa.
Ejemplo:
Ejemplo:
La semana que viene va de excursión con unos amigos. Para entonces habrá reparado la avería.
La conjugación en futuro compuesto de indicativo
Para conjugar un verbo en futuro compuesto se toma el verbo auxiliar haber en futuro simple y el participio del verbo
principal.
En el caso de los verbos reflexivos, el pronombre reflexivo (me, te, se, nos, os, se) precede siempre al verbo auxiliar
haber.
Ejemplo:
-Condicional compuesto o perfecto: Se usa el condicional perfecto para hacer una conjetura en el pasado cuando el
verbo normalmente está en el imperfecto. Ejemplos: Yo habría ido si hubiera tenido el dinero. Él nos habría ayudado si
hubiera estado en casa.
El adverbio: Se llama adverbio (del latín ad- + verbum, es decir, “junto al verbo”) a un tipo de palabra cuya función
dentro de la oración es la de modificar o complementar a un verbo, un adjetivo, a otro adverbio o incluso, en
determinadas ocasiones, a una oración entera. Su funcionamiento es semejante al del adjetivo, que modifica
exclusivamente a los sustantivos.
Adverbios circunstanciales. Aquellos que expresan una circunstancia específica en la que aconteció la acción del verbo
de la oración. Pueden ser:
Adverbios de lugar. Plantean una relación espacial con lo sucedido. Por ejemplo: allí, acá, arriba, abajo, cerca, lejos,
junto, detrás, delante, alrededor.
Adverbios de tiempo. Plantean una proporción temporal respecto a lo sucedido. Por ejemplo: antes, después, pronto,
luego, tarde, temprano, mañana, siempre, nunca, prontamente.
Adverbios de modo. Indican la manera específica en que se ha hecho algo. Por ejemplo: mal, regular, bien, despacio,
rápido, lentamente, mejor, peor, estupendamente, fielmente, tremendamente.
Adverbios comparativos. Indican la proporción o cantidad de algo. Por ejemplo: más, menos, muy, poco, mucho,
bastante, solo, casi, tan, tanto, nada, aproximadamente.
Adverbios epistémicos. Aquellos que apelan al receptor o imprimen un cierto sentido a lo dicho, más vinculado con el
emisor que con las circunstancias de lo acontecido. Pueden ser:
Adverbios afirmativos. Expresan una afirmación o conformidad. Por ejemplo: sí, seguramente, también, cierto, claro,
efectivamente.
Adverbios negativos. Por el contrario, expresan negación o inconformidad. Por ejemplo: no, nunca, jamás, tampoco.
Adverbios de orden. Aquellos que expresan una secuencia o relación de orden. Por ejemplo: primero, primeramente,
últimamente, posteriormente.
Adverbios dubitativos. Expresan duda o reserva frente a lo dicho. Por ejemplo: quizá, acaso, probablemente, tal vez,
puede ser, a lo mejor.
Adverbios exclamativos. Se usan para interrogar o exclamar en una oración y suelen acentuarse vayan o no
acompañados de signos de exclamación (¡!, ¿?). Por ejemplo: cuándo, cómo, por qué, dónde.
Ejemplos:
Las langostas se desplazan rápidamente si están bajo el agua (adverbios de modo y de lugar)
La interjección: son palabras que expresan sentimientos muy vivos, de dolor, de alegría, de tristeza, etc. Podemos decir
que son reacciones del hablante que se materializan a través de la palabra. Estas palabras van siempre entre signos de
exclamación. oh!, ;ay!, ;ah!, ;bah!, ;uf!, ;zas!, ;hala!, etc.
Clasificación gramatical
Interjecciones propias : o propiamente dichas se emplean únicamente como interjecciones y constituyen una sola
palabra, comprendida entre signos de admiración o de interrogación. Ejemplos:
¡uy!: expresa asombro, sorpresa por algo insólito. Según la RAE se puede escribir con hache o sin ella.6
Interjecciones impropias: son formas creadas a partir de sustantivos o sintagmas nominales (¡cielos!, ¡hombre!, ¡Virgen
santa!), verbos (¡arrea! ¡venga!), adverbios (¡adelante! ¡fuera!) o adjetivos (¡bravo!), de forma que no son interjecciones
idiomáticamente puras. Se emplean como interjecciones por su significación usual: «¡Socorro!», «¡caracoles!»,
«¡diablos!», «¡rayos y centellas!» Algunas expresiones de este tipo son consideradas palabras de lenguaje soez.
Locuciones interjectivas: Son aquellas locuciones equivalentes a una interjección que constan de dos o más elementos y
forman habitualmente sintagmas: «¡Mi madre!», «Madre mía», «¡Dios santo!».
Sintagmas interjectivos: Son aquellos cuyo núcleo es una interjección propia o impropia y sus complementos, pero no
pueden sustituirse por una interjección: «¡Ay de mí!»; «¡Ay de los vencidos!» «¡Cuidado con el perro!»
Clasificación mixta: Los gramáticos Manuel Seco, Leonardo Gómez Torrego y José Martínez de Sousa clasifican las
interjecciones con criterios mixtos: por sus funciones comunicativas y por su morfología o estructura.
Interjecciones imitativas: Se han formado como onomatopeyas con la intención de imitar ruidos de la realidad: ¡Zas!
¡Pum! ¡Chas! ¡Miau! Este carácter icónico las asociaría a la función representativa del lenguaje.
Interjecciones expresivas: En otros casos las interjecciones no tratan de imitar, sino de expresar sensaciones o
emociones del hablante: ¡Ah! ¡Oh! ¡Qué gusto! ¡Uf! ¡Qué descanso!. Por ello pertenecerían a la función expresiva del
lenguaje.
Interjecciones apelativas: Este grupo se utiliza para iniciar o concluir la comunicación, establecer contacto con el oyente
antes de emitir el mensaje o para actuar sobre la voluntad del receptor; pertenecerían así a la función conativa o
apelativa del lenguaje: ¡Chist!, vengan ustedes por este lado ¡Aúpa!, que tú puedes. ¡Hola! ¡Hasta pronto!
Interjecciones por traslación: Ciertas palabras tónicas o grupos de palabras que en sí no son interjecciones pueden
tomar una entonación exclamativa y se hacen valer por interjecciones: ¡Hombre!, ¡Hay que jorobarse!, ¡Anda ya!7
Clasificación semántica
Por su significado.
Interjecciones apelativas o directivas: Están orientadas hacia el oyente, es decir, se dirigen a un destinatario con la
intención de moverlo a la acción o provocar alguna reacción emocional en él: "¡Ah del barco!". Un grupo de ellas poseen
alguna función social, como saludar, despedirse, brindar etcétera: ¡hola, adiós, chao, gracias, de nada, ojo, cuidado,
órale, ánimo...! Otro se dirige a animales: ¡zape, arre, pitas, so...!'
Interjecciones expresivas o sintomáticas: Se orientan hacia el hablante manifestando o desahogando sus sensaciones,
sentimientos y otros estados de ánimo: ¡ajá, ay, caramba, lástima, maldición...!