Blanca Varela Introducción y Entrevista
Blanca Varela Introducción y Entrevista
Blanca Varela Introducción y Entrevista
Number 89
Dossier: La Literatura de Resistencia a la Article 13
Violencia Urbana, Coordinan, María Rosa Lojo y
Marcela Crespo Buiturón
2019
Citas recomendadas
Posadas, Claudia (April 2019) "Blanca Varela: Introducción y Entrevista," Inti: Revista de
literatura hispánica: No. 89, Article 13.
Available at: https://digitalcommons.providence.edu/inti/vol1/iss89/13
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BLANCA VARELA: INTRODUCCIÓN Y ENTREVISTA
Claudia Posadas
CUÁL ES CUAL…
MÁSCARAS DE LO VILLANO
(…)
(…)
(…)
Por otro lado, el cuestionamiento a lo real, al ser y “al otro/ al que apaga
la luz, al carnicero”,29 acendra su tono escéptico, quizá preparándose
para la dureza de su siguiente libro, Canto Villano (1978),30 que significa
el recrudecimiento de su discurso. En el volumen, el poema es un canto
“villano”, es decir, proveniente de la villanía, como se le conocía al pueblo
llano en la edad media; es el canto abierto, sin disfraces, del pueblo-
especie humana-materia frente a una realidad mirada con escepticismo
(te rendimos dios/ el gran homenaje/ el mayor asombro/ el bostezo”31),
frente a un ser al que se le ha atribuido demasiada importancia y que en
el fondo, sólo es “el querido animal / (…) cuyos huesos son un recuerdo
/ (…) jamás tuvo sombra ni lugar”,32 y frente a su verdad última, vista
desde su desnudez y su nada:
…fatigados comediantes
se retiraron hasta la muerte
y las carpas del circo se abatieron ante el viento
implacable de la realidad cotidiana
y si me preguntan diré que he olvidado todo
que jamás estuve allí…33
En ese orden, el poema, más que a Babel, abre camino a Ejercicios materiales
(1993)34 donde, pese a que la voz continúa su indagación liminar: “ver:
cerrar los ojos/ abrir los ojos: dormir”35, al no tener respuestas, deviene
en un reconocimiento (que no aceptación: “soy un animal que no se
resigna a morir”36) de la materia perecible, y por tanto en una abierta
confrontación con ese orden otro que ya es nombrado como un dios. Se
trata pues, de “ejercicios materiales” de lo matérico para sobrevivir a su
conciencia. Baste citar unos fragmentos del poema homónimo al título
del libro:
…enfrentarse al matarife
entregar dos orejas
un cuello
cuatro o cinco centímetros de piel
moderadamente usada
un atadillo de nervios
algunas onzas de grasa
una pizca de sangre
(…)
Y es así como llegamos a El libro de barro (1993)38 que, junto con Concierto
animal (1991)39 y El falso teclado, conforman el último bloque de su
producción poética el cual, de acuerdo con Santiesteban y Dreyfus asume,
aunque por supuesto con sus vertientes, la temática y estética vareliana:
“nos muestran a una escritora en pleno dominio de sus recursos, (…)
en los que podrían considerarse los motivos centrales de su poética a
partir de Ejercicios materiales: el cuerpo, como espacio para la gestación
(cuerpo materno) y el deterioro; la conciencia respecto a la contingencia
del ser y la consecuente imprecación a la divinidad (o a su ausencia); la
muerte, incesantemente descrita, enfrentada y hasta engalanada con una
actitud despiadadamente lúcida y serenamente resignada a un tiempo.”40
(…)
échame de mi cuerpo
son las doce
sin sol ni estrellas45
B.V. La última poesía que he hecho tiene que ver con mi temperamento
y con mi edad. Algunos dicen que soy una poeta pesimista, pero es sólo
una impresión. No es pesimismo, lo que pasa es que, como he dicho,
tuve la experiencia de la muerte en alguien muy cercano a mí, y ése, es
un dolor muy profundo. Pero soy optimista, la gente joven y los niños
me apasionan, son muy próximos a mí, me llevo regio con ellos.
alma. Eso es lo que he tratado de buscar y, como dije, ese viento debe
ser contenido. Ahora que soy mayor sería muy fácil llenar páginas y
páginas de poesía, porque contenerse implica menos dificultad. Ah, y,
por cierto, quiero agregar algo más sobre la respiración y la música: me
hubiera gustado muchísimo hacer una poesía que pudiera cantarse, es
decir, que pudiera ser musicalizada e interpretada por un artista. Cómo
me hubiera encantado, pero no se me dio. Es sólo un pensamiento.
B.V. Antes me dejaba llevar por esa cosa terrible que es la inspiración. Es
que uno cuando joven, está fascinado por la vida y por la literatura, por
eso tiende a literaturizar, a ser torrente. En mi primera etapa, digamos,
mis poemas eran muy literarios. Creo que más o menos por los 50 años
mi poesía cambia, es decir, se vuelve menos literaria y se humaniza
porque comienzo a vivir la realidad de mi país.
¿La expresión contenida tiene que ver con una obra también contenida?
B.V. Como dije, hay que contenerse. Pienso que Ejercicios materiales y El
libro de barro son libros más calmados que mis primeros trabajos. Incluso
pensé que ya no me iba a ser dado escribir más, que esos volúmenes
constituían mi etapa final. Pero no. Y eso mismo pasó con Concierto animal.
Sin embargo, tengo otro libro reciente que incluí en la compilación de
Galaxia Gutenberg que se llama El falso teclado. Entonces, sigo escribiendo.
B.V. El título tiene que ver con la poesía. El acto de escribir tiene que ver
con un falso teclado porque uno no sabe lo que va a escribir y uno nunca
consigue lo que uno quiere. El poema, entonces, es sólo una aproximación
a lo que uno le interesa hacer.
CLAUDIA POSADAS 203
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