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UNIVERSIDAD PERUANA DE CIENCIAS APLICADAS

FACULTAD DE PSICOLOGÍA

PROGRAMA ACADÉMICO DE PSICOLOGÍA

Calidad de Vida y Estrategias de Afrontamiento en adultos mayores de Lima

Metropolitana

TESIS

Para optar el título profesional de Licenciado en Psicología

AUTOR

Leguia Cerron, Amalia del Pilar (0000-0001-8996-310X)

ASESOR(ES)

Reyes Bossio, Mario Alexander (0000-0003-4655-1927)

Lima, 17 de mayo de 2019


DEDICATORIA

A mi madre y hermanos por siempre apoyarme y acompañarme a lo largo de este proceso.


A mi prima por haber participado en la elaboración de esta investigación. A mi padre por
cuidarme y ser la inspiración de este estudio.

I
AGRADECIMIENTOS

Le agradezco a mi madre Adita por siempre confiar en mis capacidades, por su


sacrificio y esfuerzo. A mis hermanos Paolo y José por motivarme a continuar con mi
crecimiento tanto profesional como personal. A mi prima Andrea por haberme brindado su
apoyo incondicional en el desarrollo de esta investigación. A mi asesor Mario por
colaborar en la elaboración de esta tesis y confiar en mí. Agradezco, a las parroquias que
me abrieron sus puertas y me ayudaron de buena voluntad. Finalmente, a mis familiares y a
todas las personas que sumaron su esfuerzo en la culminación de este trabajo, ya que
mediante su constancia, colaboración y cariño lograron que me enamorara cada vez más de
la psicología.

II
RESUMEN

La presente investigación tuvo como objetivo analizar la relación que existe entre
los componentes de la calidad de vida y las estrategias de afrontamiento en una muestra de
adultos mayores de Lima Metropolitana. Los participantes fueron 150 adultos mayores
entre 63 y 93 años. Se utilizó la escala de afrontamiento Brief COPE de Carver (1997) y
dos instrumentos de calidad de vida WHOQOL-OLD y WHOQOL-BREFF de la OMS
(1999), cuyos análisis de validez (estructura interna) y confiabilidad (consistencia interna)
fueron aceptables. Los resultados obtenidos, confirman parcialmente la hipótesis de
investigación, puesto que cinco dimensiones de las escalas de calidad de vida
correlacionan de manera baja con dos de las tres dimensiones de estrategias de
afrontamiento. Finalmente, la estrategia de afrontamiento dirigida a la tarea presentó
correlaciones significativas y de magnitud baja con la dimensión de calidad de vida
psicológicas y sociales (rs = .21).

Palabras clave: Calidad de vida, Estrategias de afrontamiento, Adultos mayores,


Lima.

III
Quality of life and coping strategies in the elderly of Metropolitan Lima

ABSTRACT

The objective of this research was to analyze the relationship between the
components of quality of life and coping strategies in a sample of older adults in
Metropolitan Lima. The participants were 150 seniors between 63 and 93 years old. We
used the Brief COPE coping scale from Carver (1997) and two quality of life instruments
WHOQOL-OLD and WHOQOL-BREFF from WHO (1999), whose analysis of validity
(internal structure) and reliability (internal consistency) were acceptable. The results
obtained partially confirm the research hypothesis, since five dimensions of the quality of
life scales correlate in a low way with two of the three dimensions of coping strategies.
Finally, the coping strategy aimed at the task presented significant and low magnitude
correlations with the psychological and social quality of life dimension (rs = .21).
Key words: Quality of life, Coping strategies, Elderly, Lima.

IV
TABLA DE CONTENIDOS

1. Introducción ..................................................................................................................... 1

2. Capítulo 1: marco teórico ............................................................................................... 4


2.1 Calidad de vida .................................................................................................... 4
2.2 Estrategias de afrontamiento .............................................................................. 6
2.3 Objetivo general ............................................................................................... 11
2.4 Hipótesis de investigación ................................................................................ 11

3. Capítulo 2: método ........................................................................................................ 12


3.1 Participantes ...................................................................................................... 12
3.2 Instrumentos ...................................................................................................... 13
3.3 Procedimiento .................................................................................................... 16
3.4 Análisis de datos ................................................................................................ 17

4. Capítulo 3: resultados ................................................................................................... 19


4.1 Análisis Psicométricos (evidencias de validez y confiabilidad)........................ 19
4.2 Análisis Descriptivos y de Normalidad ............................................................ 29
4.3 Análisis correlacional ....................................................................................... 33

5. Capítulo 4: discusión .................................................................................................... 35

6. Referencias bibliográficas ............................................................................................ 42

7. Apéndice A ................................................................................................................... 50

8. Apéndice B ................................................................................................................... 53

9. Apéndice C ................................................................................................................... 58

10. Apéndice D ................................................................................................................... 61

11. Apéndice E ................................................................................................................... 63

12. Apéndice F .................................................................................................................... 64

13. Apéndice G ................................................................................................................... 65

V
ÍNDICE DE TABLAS

Tabla 1 Matriz de factorial de la escala brief cope .............................................................. 22

Tabla 2 Matriz factorial de la escala whoqold-bref ............................................................. 25

Tabla 3 Matriz factorial de la escala whoqol-old ................................................................ 28

Tabla 4 Estadísticos descriptivos de las dimensiones del brief cope (estrategias de


afrontamiento) ..................................................................................................................... 30

Tabla 5 Estadísticos descriptivos de las dimensiones del WHOQOL-BREF (Calidad de


vida) ..................................................................................................................................... 30

Tabla 6 Estadísticos descriptivos de las dimensiones del WHOQOL-BREF (Calidad de


vida) ..................................................................................................................................... 31

Tabla 7 Análisis de normalidad de las variables Calidad de vida y Estrategias de


afrontamiento ....................................................................................................................... 32

Tabla 8 Matriz de correlaciones entre calidad de vida y estrategias de afrontamiento ....... 34

VI
ÍNDICE DE FIGURAS

Figura 1. Gráfico de sedimentación de Cattell del instrumento Brief COPE (COPE28)…20

Figura 2. Gráfico de sedimentación de Cattell del instrumento WHOQOL-BREF……….24

Figura 3. Gráfico de sedimentación de Cattell del instrumento WHOQOL-OLD………..26

VII
1. INTRODUCCIÓN
Según Alvarado-García, Maya y María (2014) el envejecimiento es un fenómeno
presente en el desarrollo del ciclo vital. El imaginario social y la cultura intenta encontrar
su propio significado a dicha etapa, esto ha propiciado un temor a envejecer; puesto que
existen distintas interpretaciones erróneas. No todas las personas perciben y experimentan
esta etapa de la misma manera, en esto influyen las vivencias, las acciones y decisiones
que haya tomado el individuo en el transcurso de su vida (Rangel, 2009).

Como resultado de ello, han surgido diversos mitos y estereotipos negativos frente
a este proceso normal del ciclo vital. (Alvarado-García, Maya & María, 2014). Según
Espinoza, Ramos y Mori (2017), la adultez mayor es una etapa del desarrollo del ser
humano que inicia a los 60 años y termina en el momento en el que la persona fallece, y se
caracteriza por ser un período de grandes cambios en todas las áreas de funcionamiento.

En la actualidad, la esperanza de vida ha aumentado al igual que la tasa de


fecundidad; debido a ello, la población de adultos mayores ha ido incrementando
rápidamente con el pasar de los años. Esto influye en el éxito de las políticas públicas y el
desarrollo socioeconómico, ya que el envejecimiento de la población es un indicador
importante, pero también constituye un reto para la sociedad. La cual, debe adaptarse para
mejorar la salud y las capacidades funcionales de los adultos mayores; además de
promover su participación social y su seguridad (Bryant-Lukosius, Valaitis, Martin-
Misener, Donald, Peña, & Brousseau, 2017).

Se evidencia que, en el Perú, según el instituto Nacional de Estadística e


Informática (INEI, 2016), la población adulta mayor superó los 3 millones de habitantes,
siendo 1.6 millones de mujeres y 1.4 millones de hombres. Asimismo, se proyecta, que
para el 2050 sean 8.7 millones. Se puede ver también, que 4 de cada 10 hogares peruanos
tenían entre sus miembros al menos una persona adulta mayor. En ese mismo año se
encontró que la situación de pobreza y desprotección social afectaba al 15% de la
población entre 60 a 64 años, al igual que el 20% de la población de 65 a 69 años, y el 20%
de la población de 70 a más años (Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables,
2011).

Muchos adultos mayores se ven privados de la capacidad de vivir


independientemente por dificultades de movilidad, dolor crónico, fragilidad u otros

1
problemas mentales o físicos. Por ello, necesitan asistencia a largo plazo. Todos estos
factores pueden ocasionarles aislamiento, pérdida de la independencia, soledad, angustia y
depresión (OMS, 2015).

Por ello, el estado ha promovido diversos programas de ayuda para esta población,
uno de ellos, Pensión 65, el cual amplió su cobertura en el 2011 de 40.68 inscritos a
482.862 en el 2015. Así también, 8 de cada 10 adultos mayores tenían algún seguro de
salud, público o privado y 4 de cada 10 estaban afiliados a un sistema de pensión (INEI,
2016).

Del mismo modo, según el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables


(2013), en el Perú se han promovido distintas intervenciones articuladas entre los diversos
niveles del estado y la sociedad civil, con el propósito de mejorar la calidad de vida de la
población adulta mayor; siendo uno de los principales agentes precursores los programas
que plantea ESSALUD, para lograr un envejecimiento saludable. El cual, mejore el
bienestar físico, psíquico y social de esta población. Se estima que hasta el 2015, se tenían
1840 clubes, que beneficiaban a 43.885 personas Adultas Mayores. Se puede evidenciar
una mayor necesidad del desarrollo de planes de acción para la atención adecuada y
necesaria en los distintos ámbitos, que influyen en la calidad de vida de este grupo de
personas, siendo los más importantes la salud, lo social y lo económico (Ramos, 2015;
Rangel, 2009).

Un ejemplo de ellos son los programas de salud psicológica, los cuales abordan, de
manera superficial, aspectos como enfermedades crónicas y pérdidas por las que pasa el
individuo, sin abarcar todas las áreas que se requiere. Es necesario que se garantice una
atención médica y psicológica de calidad; además, de una sociedad que no los segregue o
estigmatice, sino todo lo contrario, los dignifique (Soberanes, González & Moreno, 2009).
Al mismo tiempo, el estado debe asumir la responsabilidad de crear mayores políticas
públicas dirigidas a garantizar un ingreso económico apropiado que permita a esta
población llevar una vida digna y de calidad (Rangel, 2009).

Por ello, se puede apreciar que la calidad de vida de estos adultos mayores guarda
una estrecha vinculación con el funcionamiento de la sociedad, las normas y los valores
sociales que ellos deben asumir (Torres, Quezada, Rioseco & Ducci, 2008). No obstante,
también hace énfasis en las percepciones objetivas y subjetivas que tenga el individuo de

2
esta etapa de vida. La primera, enfocada en los aspectos externos que influyen en las
condiciones de vida del sujeto, por ejemplo, las pérdidas propias de la edad, como la
funcionalidad psíquica, física e integral del adulto mayor. Mientras que la segunda, estaría
determinada por la valoración que hace el sujeto de su propia vida, como a partir de lo
externo el sujeto puede hacer esta valoración subjetiva de su bienestar (Aponte, 2015;
Soberanes, González & Moreno, 2009).

Por otro lado, el afrontamiento que tenga el adulto mayor frente a dichas
dificultades, le permitirá mantener un balance emocional, preservar una imagen
satisfactoria y un sentido de competencia personal. Del mismo modo, podrá tener un
mayor sostenimiento en sus relaciones sociales y estará mejor preparado para situaciones
difíciles; además la autodistracción, la aceptación, la reinterpretación positiva, la religión y
el afrontamiento activo, suelen ser algunas de las estrategias más utilizadas por este grupo
etario (Aguerre & Bouffard, 2008; Clemente, Tartaglini & Stefani, 2009; Rubio, Rivera,
Borges & Gonzales, 2015).

Por ello, la presente investigación plantea como objetivo principal identificar la


relación que existe entre los componentes de la calidad de vida y estrategias de
afrontamiento en el adulto mayor de Lima Metropolitana.

3
2. CAPÍTULO 1. MARCO TEÓRICO

2.1 Calidad de vida en el adulto mayor

La calidad de vida según Vera (2007), se define como el bienestar de manera


integral en todos los ámbitos de la vida de la persona y este debe permitirle al individuo
satisfacer todas sus necesidades. En el caso del adulto mayor, esta coincide en la
percepción que tiene el individuo sobre su posición social, su contexto cultural y los
valores o principios que se relacionan con sus objetivos y expectativas (Torres, Quezada,
Rioseco, & Ducci, 2008). Asimismo, este debe ser capaz de satisfacer todas sus
necesidades tanto económicas, físicas, emocionales y psicológicas.

Según Rubio et. al (2015), la calidad de vida es percibida de manera subjetiva, ya


que implica la forma en la que la persona interactúa con su medio y como se siente consigo
mismo, su comodidad y bienestar. En el adulto mayor, se puede ver que este carácter
subjetivo guarda relación con la etapa por la que pasa el individuo, la cual supone diversos
cambios, tales como el hecho de que este solo o con su pareja, la muerte de familiares o
amigos, la pérdida de sus facultades motoras y en algunos casos el deterioro de las áreas
cognitivas, el dejar de trabajar, entre otros (OMS, 2015).

Del mismo modo, la calidad de vida está relacionada con una valoración individual,
objetivas en las que se trasciende lo económico y se aprecia la percepción, opinión,
satisfacción y expectativas de las personas. Este es un concepto multidimensional que
incluye tanto los estilos de vida, las condiciones de salud, la vivienda, las satisfacciones
personales, la economía, el entorno social, entre otros aspectos (Estrada et al., 2011;
Robles et al., 2016).

Dicha variable se conceptúa de acuerdo con un sistema de valores, estándares o


perspectivas, que varían de persona a persona, de grupo a grupo y de lugar a lugar; así, el
constructo calidad es integrado por otros aspectos importantes, como lo son la sensación de
bienestar que puede ser experimentada por las personas y que representa la suma de
sensaciones personales objetivas y subjetivas (Verdugo-Alonso, Gómez-Sánchez, & Arias-
Martínez, 2009). En diferentes estudios se ha definido la calidad de vida en los adultos
mayores de forma positiva y negativa; la primera se evidencia cuando el individuo cuenta
con buenas relaciones familiares y sociales, con buena salud, asociándose también con

4
buenas condiciones materiales. En lo que respecta a la valoración negativa, esta se aprecia
en los individuos que suelen ser dependientes, los que padecen de limitaciones funcionales,
los que son infelices o tienen una reducción de sus redes sociales (Aponte, 2015, Sena &
Moral, 2008). De esta forma, las investigaciones han obtenido que las pérdidas del estado
de salud, de contactos sociales y las limitaciones funcionales son los que principalmente
empeoran y deterioran la calidad de vida (Estrada et al., 2011).

Según Rubio et. al (2015), otro elemento significativo en la calidad de vida del
adulto mayor es que él siga teniendo una participación social significativa; la mayoría de
los adultos mayores al llegar a la etapa de la senectud suelen participar en diversas
actividades de índole social, siendo muchas de estas parroquias, círculos de beneficencia,
deportes, manualidades, entre otros. De esta manera, se puede ver la perduración de un rol
activo por parte del adulto; otros adultos mayores suelen invertir su tiempo en el cuidado
de los miembros más pequeños de la familia o de sus propias parejas ya que, mediante ello,
se rehúsa la idea de entrar a una etapa de inactividad (Rubio et al., 2015; Vivaldi & Barra,
2012).

Se ha identificado que las relaciones de pareja suponen vínculos centrales dentro de


la red social que necesita este grupo etario. Esto influye en los niveles de satisfacción que
perciba en su vida y el afrontamiento que tenga frente a las distintas problemáticas que se
le presente. Del mismo modo, este provee un bienestar integral y un sentido de vida a los
miembros, aporta retroalimentaciones cotidianas acerca de las desviaciones de salud y
propicia una serie de actividades personales que se asocian positivamente con el cuidado y
promoción de la salud. Entre las funciones que cumplen dichas relaciones, está el brindar
una compañía social, apoyo emocional, guía cognitiva y consejos, regulación social y
ayuda material de servicios (Arias & Polizzi, 2011).

Del mismo modo, este concepto es relativo, dado que la calidad de vida no es la
misma para todas las personas. Esto tiene que ver con la valoración que haga el individuo,
como perciba los cambios en su vida, los recursos de los que disponga y la situación tanto
económica como familiar por la que esté pasando (Aponte, 2015; Vera, 2007).

En el caso del adulto mayor la pérdida de la motricidad puede suponer el grado de


relatividad en lo que refiere al bienestar y la felicidad, dado que muchos de ellos ven
afectado su funcionamiento de manera integral, impidiendo el desarrollo de su autonomía;

5
siendo necesaria la asistencia de su familia o alguien que pueda ayudarlo. Llegando a verse
en la mayoría de los casos a un adulto mayor aislado de la sociedad (Soberanes, González
& Moreno, 2009).

En la senectud, el adulto mayor comienza a experimentar mayor angustia sobre la


aproximación a la inevitable muerte. De tal manera, que dicho tema no es percibido del
mismo modo de un ser humano, ni cultural, ni por grupo de edad, ni por religión o nivel
socioeconómico. Los estereotipos erróneos que percibe el ser humano enfocado a una edad
determinada para la muerte y el hecho probable de alcanzar ese límite, es un factor
angustiante y definitorio, dado que no puede escapar de dicho destino (Martínez, Villarreal
& Camacho, 2008). Esto es imprescindible para la calidad de vida que perciba el adulto
mayor y las estrategias que tenga para hacer frente al mismo, al ser un tema de gran
impacto en el mismo, será excluido o evitado por el adulto mayor, puesto que la sociedad
moderna no admite que dicho tema sea pensado, hablado y que la persona no actúe como si
no se debiera morir. El tema es tenido como tabú en el imaginario social, ya que es
percibido como un hecho negativo y como el máximo mal que le puede ocurrir al hombre.
Por ello, no es frecuente que los adultos mayores se expresen abiertamente sobre el sentir
que tienen a este inminente destino, sino que prefieran evitar dicho tema como manera de
confrontarlo (Cardona & Peláez, 2015).

En conclusión, se estima que en lo que respecta a la calidad de vida en el adulto


mayor, esta es subjetiva y va ligada a como uno mismo percibe el medio en el que se
desenvuelve. Además, los diferentes conceptos presentados evidencian diversos aspectos
que integran la calidad de vida, ya que tiene en cuenta no solo un óptimo funcionamiento
físico, la energía y vitalidad personal, sino también ponen énfasis en el bienestar
psicológico y emocional, el funcionamiento social y sexual, el apoyo recibido y percibido,
junto con la satisfacción con la vida y la percepción del estado de salud (Goncalves, 2012).

2.2 Estrategias de afrontamiento en el adulto mayor

En lo que respecta a las estrategias de afrontamiento, estas son definidas como


formas en que los individuos usan sus recursos para sobrellevar, afrontar y superar
situaciones estresantes o traumáticas (De Juanas, Limón & Navarro, 2013). En el caso de
los adultos mayores, dichas estrategias se ven evidenciadas en la superación o

6
afrontamiento de los cambios que surgen por la etapa que atraviesan y a las distintas
pérdidas que experimentan (Hernández, 2009).

Algunas de las pérdidas asociadas a la vejez se relacionan con el ámbito social,


pérdida de estatus laboral y económico, todo ello por los recursos y menor capacidad que
dispone el adulto mayor para adaptarse a las circunstancias (Gonzáles & Araujo, 2010).
En lo que respecta a lo biológico, existe una mayor frecuencia de enfermedades físicas y
discapacidades; y en lo psicológico, la aparición de deterioro cognitivo, así como síntomas
depresivos. Por ello, la poca capacidad para afrontar las pérdidas requiere de un uso de
recursos de afrontamiento por parte del individuo; todas ellas impactan en la calidad de
vida y en el funcionamiento de las personas adultas mayores (Gonzáles & Araujo, 2010).

Según Mayordomo, Sales, Satorres y Blasco (2015) las estrategias de afrontamiento


se definen como los esfuerzos tanto cognitivos como conductuales, que se desarrollan para
tolerar, manejar o reducir, las demandas o conflictos que perciba el individuo de su entorno
o de sí mismo; y que exceden sus recursos.

Es importante reconocer la diferencia entre los estilos de afrontamiento y las


estrategias de afrontamiento, puesto que ambos conceptos pueden parecer similares.
Fernández- Abascal (1997) (como se citó en Castaño & León, 2010), define los estilos de
afrontamiento como las predisposiciones personales que tiene el individuo para
responsabilizarse de las estrategias que utiliza frente a una situación. Es decir,
disposiciones generales que llevan a la persona a pensar y actuar de forma estable ante
diferentes situaciones. Por otro lado, las estrategias de afrontamiento pueden ser variables
de acuerdo a las situaciones desencadenantes y a los procesos utilizados en contextos
concretos (Castaño & León, 2010).

Esta noción de afrontamiento hace referencia a como la persona logra manejar el


estrés y las respuestas que da a las dificultades (Gallager et al, 2008). Por ello, algunos
individuos logran afrontar con mayor eficacia las situaciones de estrés en comparación con
otros, ya que logran hacer un mejor uso de los recursos que poseen. En el caso del adulto
mayor, se puede apreciar como este recurre a la espiritualidad o actividades al aire libre
para mantenerse activo y seguir participando con su comunidad.

Según Vélez (2009), se equipará la vejez injustamente con una etapa cargada de
problemas físicos, con abundancia de enfermedades y trastornos psicofisiológicos, los

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cuales influyen en la permanente necesidad de las visitas a hospitales, ya que se tiene la
perspectiva de la cercanía a la muerte. Sin embargo, Martínez, Villarreal y Camacho
(2008), mencionan que la valoración que el adulto mayor tenga de la muerte y las
reflexiones sobre la misma es un proceso psicofísico en el que el sujeto transforma sus
percepciones sensoriales y estímulos, de acuerdo a la intensidad, motivación, experiencias,
expectativas y conciencia que tenga sobre el proceso, la emoción, cultura y valores. Es
importante, las reflexiones que se tienen sobre la muerte en nuestra sociedad actual, en el
caso del adulto mayor, la disposición que tenga a meditar sobre este tema definirá el
manejo y enfrentamiento de este proceso natural.

Gallager-Thomson et al. (2008) hace mención del procesamiento del duelo, como
parte de un modelo dual. Este proceso busca redefinir, las distintas pérdidas por las que
pasa el adulto mayor, resignificarlas e interiorizarlas para poder sobrellevar esta etapa de
su vida.

Así también, estos momentos estresantes suponen para el individuo, problemas


tanto físicos como psicológicos, en caso de que la situación de estrés no pueda ser superada
o afrontada, la persona padecerá de problemas graves, los cuales pueden ser depresión,
diabetes, desgano, entre otros. Esto se puede ver, en un ámbito más geriátrico, donde la
mayoría de los adultos mayores, suelen presentar enfermedades crónicas y si no disponen
de recursos suficientes pueden llegar a padecer trastornos como la depresión crónica
(Mayordomo, Sales, Satorres & Blasco, 2015; Thumala, 2011).

Adicionalmente, Macías, Madariaga, Valle y Zambrano (2013) advierten que los


procesos de afrontamiento aparecen como mediadores en el ámbito social, puesto que no
solo se presentan de manera individual. Por ello, la familia y las relaciones interpersonales
representan un papel esencial en la calidad de vida que tenga el adulto mayor. Los procesos
individuales se ven influenciados por los aspectos sociales. Sin embargo, el sujeto mismo
es quien define su propia orientación para manejar los problemas en su vida cotidiana y de
este modo concreta el tipo de estrategia que utiliza para afrontar las situaciones críticas o
estresantes (Macías et al., 2013). En el caso del afrontamiento familiar este se desenvuelve
en una dinámica grupal, que busca regular las tensiones y garantizar la salud de los
miembros.

8
Como ya se ha mencionado, las estrategias de afrontamiento contemplan distintas
áreas de interés que utilizan diferentes grupos de población, en los adultos mayores, se ve
intervenida la utilidad y eficacia para adaptarse a una situación problemática (Casani,
Alina & Quilca, 2016). No obstante, en el caso de los pacientes con enfermedades crónicas
su calidad de vida se ve disminuida por el estado de salud tanto mental como física que
presentan, por ello sus estrategias de afrontamiento se adecuan a dicha situación,
asumiendo la mejor manera de sobreponerse a ella.

En un estudio previo se buscó evidenciar como el tipo de personalidad resistente


propiciaba el desenvolvimiento en ambientes formales. Fue realizada en una muestra de
102 personas adultas mayores, los instrumentos que se utilizados fueron el cuestionario de
datos generales, el Inventario de puntos de vista personales (PVP) y el Cuestionario COPE.
Los resultados evidenciaron que los adultos mayores obtuvieron un nivel de promedio (PR)
medio o alto, no hubo personas con un nivel bajo en este constructo. En cuanto al nivel de
estrategias de afrontamiento, la mayoría (83.4%) estuvo ubicada en el nivel medio,
resultado que influyó en que, al correlacionar esta variable no se encontrará ninguna
asociación significativa con otras variables. Así también, se obtuvo que, a mayor nivel de
promedio, mayor nivel de estrategias de afrontamiento (EA) (Hernández, 2009).

Otro estudio, tuvo como objetivo ver como la finalización de la etapa laboral,
significaba para el adulto mayor un desbalance económico para la familia y como este
afectaba a su relación socio familiar (Herrera, 2008). Para la realización de este estudio se
aplicó la prueba de repercusión familiar (IRFA) (Herrera, 2008). Se estudiaron 58 familias
pertenecientes al área de salud del Consultorio del Médico de Familia SP. Se obtuvo que el
impacto de la jubilación en la salud familiar fue predominantemente moderado (65,7 %),
mientras que en la vejez fue leve (37,9 %) y moderado (34,5 %) (Herrera, 2008).

Por otro lado, Vera (2007), hace mención de la importancia del significado de la
calidad de vida para el adulto mayor y su familia. Las técnicas que se utilizaron para la
recolección de datos fueron la observación, la entrevista a profundidad dirigida al adulto
mayor; y Grupos focales, dirigidos a los integrantes de cada grupo familiar. Los
instrumentos fueron la guía de observación y dos cuestionarios semi-estructurados
dirigidos a los investigados, con ocho preguntas. Obteniendo como resultado que, para el
adulto mayor la calidad de vida significaba tener paz, tranquilidad, recibir cuidado y

9
protección por parte de su familia; todo ello mediante un trato digno, amoroso y
respetuoso. Esto favorecía su condición social (Vera, 2007).

En la investigación de Esteve (2016), se dio a conocer cómo es percibida la


jubilación en distintos momentos de la vida laboral de los trabajadores. Para el estudio se
eligieron quince participantes al azar de diferente género, sin ninguna relación entre ellos,
de diferentes edades y de varias organizaciones. Los instrumentos utilizados fueron
entrevistas a diferentes sujetos, basadas en un guión previamente estructurado. Obteniendo
que la mayoría de los adultos mayores procesaban la jubilación como proceso de duelo el
cual implica una pérdida significativa en sus vidas (Esteve, 2016).

Así también, para Cardona, Álvarez y Pastrana (2014), fue importante comparar la
calidad de vida relacionada con la salud (CVRS) de adultos mayores de hogares geriátricos
públicos y privados de Medellín. Se utilizó en una muestra de 220 adultos, un método de
estudio transversal correlacional, empleando el WHOQOL-BREF y la ficha clínica de cada
individuo como instrumentos de medición. Se evaluó la fiabilidad de la escala mediante el
alfa de Cronbach, consistencia interna y validez discriminante mediante las correlaciones
de Pearson, los análisis de CVRS se basaron en medidas de resumen y frecuencia, pruebas
paramétricas y no paramétricas y regresión lineal (Cardona et al., 2014).

En la provincia de Matanzas, se buscó describir la percepción que tenían los adultos


mayores sobre su calidad de vida y su relación con distintas variables seleccionadas por los
mismos. Se utilizó una muestra de 741 adultos mayores, todo ello, mediante un muestreo
estratificado polietápico. En dicho estudio se aplicaron diversas pruebas tales como un
examen mínimo del estado mental y la escala para la evaluación de la calidad de vida
percibida. Dentro de los resultados obtenidos se encontró que predominó la calidad de vida
baja, que constituye el 43.3% de la muestra investigada. Asimismo, hubo diferencias
importantes en el comportamiento de calidad de vida por edad y escolaridad, con tendencia
a empeorar en la medida que se incrementa la edad (p=.000) y disminuye la escolaridad
(p=.000). No hubo diferencias por sexo (p= .343) ni por estado conyugal (p=.123). Se
concluyó que el predominio de la calidad de vida baja en la población estudia demuestra la
necesidad de realizar más estudios de este tipo, además, de continuar con las
investigaciones sobre este constructo (Dueñas, Bayarre, Triana & Rodríguez, 2009).

10
Por otro lado, este estudio es relevante ya que, de este modo se podrá describir la
importancia de la calidad de vida en este grupo de personas y las estrategias que utilizan
para afrontar las dificultades que surgen en esta etapa del ciclo vital. Mediante ello, se
promoverá una perspectiva que favorezca el bienestar del mismo (Uribe et al., 2010).

Por otra parte, dicha información será de utilidad para promover programas de
intervención que cubran de manera completa las áreas que necesita él adulto mayor tanto
para desarrollar sus potenciales como mejorar su calidad de vida, entre otros.

2.3 Objetivo General

Asimismo, se planteará una modificación a las pruebas usadas en los adultos


mayores, ya que solo una de ellas ha sido utilizada en una población diferente del Perú. El
presente estudio maneja, la siguiente pregunta de investigación ¿Cuál es la relación que
existe entre los componentes de la calidad de vida y las estrategias de afrontamiento en los
adultos mayores? Por tanto, como objetivo se busca identificar la relación que existe entre
los componentes de la calidad de vida y las estrategias de afrontamiento en los adultos
mayores.

2.4 Hipótesis de investigación

Como hipótesis se espera encontrar “una relación significativa entre los


componentes de la calidad de vida y las estrategias de afrontamiento en el adulto mayor de
Lima Metropolitana”.

11
3. CAPÍTULO 2. MÉTODO

3.1 Participantes

La muestra estuvo conformada por 150 adultos mayores de Lima Metropolitana,


79.3% mujeres y 20.7% hombres, con edades que oscilan entre los 63 y 93 años con una
media de 73 años (DE= 6.82), que pertenecían al club del adulto mayor de distintas
parroquias. Además, no debían padecer de alguna enfermedad geriátrica o crónica que le
impida su participación en la investigación. Del mismo modo, no se pretendía implementar
el estudio en casas de reposo o asilos, puesto que la calidad de vida varía en relación a la
compañía de la familia y las condiciones que propicie el entorno (Soberanes, González &
Moreno, 2009).

Respecto a su nivel de educación el 14% presentó primaria completa y el 3.3%


incompleta; el 20.7% secundaria completa y el 8.7% incompleta, el 43.3% superior
completa y el 9.3% incompleta. Asimismo, en cuanto al tiempo de jubilación presentaron
un promedio de 9 años aproximadamente (DE= 10.83).

Por otro lado, el 62.7% de los evaluados presenta un nivel socioeconómico medio,
el 16.7% medio alto y el 19.3% medio bajo. Con respecto a su estructura familiar el 8.4%
de los individuos es soltero, el 61% es casado, el 20.8% es viudo y el 7.1% está separado.
El 91.3% de los adultos mayores vive con su familia y el 40.7% tienen actividades de
tiempo libre u ocio.

Para la determinación del tamaño muestra, se utilizó el programa G*Power (versión


3.1.9.2) y la investigación de Burán (2017), sobre “La resiliencia y la relación con la
calidad de vida en adultos mayores”, el cual manejaba una población y variables similares
al presente estudio. Debido a ello, se utilizó el tamaño del efecto el cual fue .27, para poder
obtener la muestra deseada, teniendo un error de .05 y una potencia de .95 (Burán, 2017).

El presente estudio tuvo una muestra escogida de manera no probabilística. Esto


significa que no dependen de las causas relacionadas con las características de la
investigación o de quien hace la muestra. En este tipo de muestra se le da mayor
preponderancia a la toma de decisión del investigador o grupo de investigadores, mediante
los criterios que se hayan impuesto. Asimismo, la utilidad de dicha muestra reside en la

12
cuidadosa y controlada elección de individuos con ciertas características definidas
previamente (Martínez-Salgado, 2012, Rabolini, 2009).

3.2 Instrumentos

3.2.1 Brief COPE.

La primera escala a aplicar será el cuestionario abreviado del COPE, el COPE28,


este evalúa las estrategias de afrontamiento ante el estrés. El autor de la versión abreviada
es Carver (1997), dicha versión fue construida en inglés y cuenta con 14 subescalas y 28
ítems, que se califican en un formato de tipo Likert, teniendo puntajes del cero a tres,
siendo cero “nunca lo hago”, el uno “hago esto un poco”, el dos “hago esto bastante” y
el tres “siempre hago esto”. No obstante, la escala original postula tener en cuenta dos
tipos de modelos factoriales; el primero el modelo de tres dimensiones, y el segundo el
modelo de cuatro dimensiones (Águila-Lagos, 2016). Los cuales, propiciarán mejores
resultados al momento de hacer los análisis estadísticos. La adaptación al español fue
realizada por Morán y Manga (documento sin publicar) y; Está compuesta por varias sub
escalas que hacen referencia a distintas estrategias de afrontamiento del estrés: a) sub
escala de afrontamiento activo (2 ítems); b) subescala de planificación (2 ítems); c)
subescala de apoyo emocional (2 ítems); d) subescala de apoyo social (2 ítems); e)
subescala de religión (2 ítems); f) subescala de reevaluación positiva (2 ítems); g)
subescala de aceptación (2 ítems); h) subescala de negación (2 ítems); i) subescala de
humor (2 ítems); j) subescala de autodistracción (2 ítems); k) subescala de autoinculpación
(2 ítems); l) subescala de desconexión (2 ítems); m)subescala de desahogo (2 ítems); n)
subescala de uso de sustancias. Según las adaptaciones las subescalas varían al igual que el
número de ítems (Crespo & Cruzado, 1997).

Con respecto a la validez y la confiabilidad de la prueba, existen diversas


investigaciones que obtuvieron óptimos resultados en cuanto a la fiabilidad y validez para
medir las estrategias de afrontamiento en una muestra de adolescentes (Mate, Andreu &
Peña, 2016). El análisis factorial exploratorio mostró una solución de ocho factores que
explican el 54,19% de la varianza (KMO= .752 y prueba de esfericidad de Bartlett
significativa, χ2= 6625,262; gl= 378; p< .001). La consistencia interna para la puntuación
total del COPE-28 fue de .78 (Mate et al., 2016).

13
En otro estudio, se analizó la confiabilidad de Brief COPE en la versión en español
donde se evaluó las estrategias de afrontamiento en pacientes con cáncer de seno. Dicho
estudio obtuvo un alfa de Cronbach general de .70, en la dimensión de afrontamiento
activo una consistencia interna de .66 y en afrontamiento pasivo una consistencia de .52
(Vargas, Herrera, Rodríguez & Sepúlveda, 2010). A pesar de que esta última presenta un
valor debajo de lo esperado, no se decidió eliminar ningún ítem, ya que dicho valor no
varía significativamente. Para fines de la investigación, se vio pertinente aplicar una
validación por jueces de dicha prueba, dado que esta no posee muchas aplicaciones en la
población a la que está abocada la investigación (Vargas et al., 2010).

3.2.2 World Health Organization Quality of Life OLD module (WHOQOL-OLD).

El segundo instrumento a utilizar es el WHOQOL-OLD, el cual tiene como


objetivo desarrollar y probar una evaluación de la calidad de vida para las personas adultas
mayores. El WHOQOL-OLD, es una adaptación del WHOQOL, el WHOQOL-100 y el
WHOQOL-BREF. Esta fue realizada para adultos mayores en el año 1999, como una
cooperación científica de varios centros y estuvo auspiciada por el grupo de Calidad de
vida de la Organización Mundial de la Salud. Asimismo, se desarrollaron una serie de
estudios pilotos en diversas regiones como Inglaterra, España, Francia, Japón, Brasil y
otros que dieron como resultado dicho instrumento. Esta y su versión breve (WHOQOL-
BREF) fueron creadas con criterios específicos a la experiencia de envejecimiento y
adaptadas para su uso a nivel intercultural. Obteniendo óptimos resultados en relación a la
variable calidad de vida (Hernández, Guadarrama, Castillo, Arzate & Márquez, 2016). Del
mismo modo, tanto el WHOQOL-OLD como el BREF fueron utilizados en un estudio
aplicados a adultos mayores de una zona rural y una zona urbana en Perú.

La traducción de la prueba fue realizada por el grupo de colaboradores e iterativo


Delphi tech-Nico. La validación de la escala fue hecha por Hernández et al. 2016. Aplicada
a una población de 120 adultos mayores de Valle Toluca en México. Dicha escala está
conformada por un total de 24 ítems de escala Likert con cinco opciones cada una y seis
dimensiones preponderantes, las cuales son capacidad sensorial (nivel de desarrollo de los
sentidos básicos del ser humano), autonomía (la libertad que tenga el individuo para
desenvolverse independientemente de otras personas), actividades pasadas (la satisfacción
que percibe el individuo sobre las decisiones que ha tomado a lo largo de su vida, hasta el
presente), participación/aislamiento (la motivación y energía para realizar actividades

14
cotidianas y establecer vínculos sociales), intimidad ( el grado en que el individuo
experimenta sus relaciones amorosas) y muerte y agonía ( la percepción que tiene el
individuo sobre su muerte y las sensaciones que podría experimentar al morir). El puntaje
de las seis facetas proporciona un puntaje global que permite tener un acercamiento inicial
a la calidad de vida en adultos mayores. Esta escala posee propiedades psicométricas
adecuadas y consistentes tanto en la población americana con la creación de tres versiones
reducidas, teniendo una consistencia interna de .681, .678 y .649. En la población española,
también se han realizado estudios para la comprobación de la idoneidad del instrumento,
obteniendo también propiedades adecuadas y consistentes con una alfa de Cronbach de .80.
Finalmente, en la población brasileña se obtuvo un alfa de Cronbach de .71 a .88 y en la
población chilena un alfa de Cronbach de .83 (Hernández et al., 2016).

3.2.3 World Health Organization Quality of Life Brief module (WHOQOL-BREF).

Es necesaria la aplicación de la escala WHOQOL-BREF como tercer instrumento,


debido a que la Organización Mundial de la salud le da principal importancia al uso de
ambas escalas. De este modo, se espera obtener resultados mucho más completos
referentes de la población estudiada. Por ello, el WHOQOL-BREF consta de 26 reactivos,
esta se creó como una versión breve del WHOQOL-100, para evaluar la calidad de vida de
forma que permita resumir áreas. Dicha prueba será utilizada en casos en los que se
requiera contar con una evaluación más rápida y sencilla (Quiroz, García, Castro, Encinas,
& Flores, 2013).

La escala cubre cuatro áreas, las cuales son salud física, salud psicológica,
relaciones sociales y medio ambiente. En la población de adultos mayores se ha utilizado
en una gran cantidad de casos, por ejemplo, el estudio realizado en sujetos brasileños sobre
la calidad de vida percibida y actividad física, calidad de vida en supervivientes de
terremotos, discapacidad y calidad de vida en personas con vértigo, predictores de cambio
en calidad de vida relacionada a la salud en individuos deprimidos y calidad de vida en
diferentes ambientes residenciales (Quiroz, García, Castro, Encinas, & Flores, 2013).

En otro estudio, se examinaron las propiedades psicométricas del instrumento con


población adulta mayor, dicho instrumento se utilizó como una medida de significación
clínica para evaluar los efectos de una intervención cognitivo-conductual en una muestra
de 27 sujetos adultos de edades comprendidas entre 55 y 74 años, de nivel económico

15
medio-bajo y con una escolaridad promedio de casi cuatro años, los cuales tenían como
nivel escolar primaria incompleta. En relación a sus propiedades psicométricas, el
instrumento mostró valores apropiados de consistencia interna (α = .75) (Quiroz, García,
Castro, Encinas, & Flores, 2013).

3.3 Procedimiento

Para acceder a la muestra deseada, se contactó con los sacerdotes de distintas


parroquias de Lima, fueron cinco en total las que dieron el permiso para la aplicación de
las pruebas. Se asistió a las mismas para brindarles una carta de presentación a los
párrocos, explicar y coordinar la aplicación del presente estudio durante la reunión de los
grupos parroquiales o clubes del adulto mayor.

Posteriormente se realizaron las aplicaciones, verificando que los adultos mayores


cumplieran con los requisitos planteados para muestra. Respecto a las consideraciones
éticas, se les brindó a los participantes un consentimiento informado, donde se les indicó
las especificaciones de las escalas a utilizar y de los procedimientos a llevar a cabo. Se les
explicó detalladamente las instrucciones para la realización de las pruebas y la ficha
sociodemográfica, esta última con el fin de discernir y verificar que las personas cumplan
con los requisitos para participar en la investigación.

Previo a la aplicación y recolección de datos en la muestra formal, se solicitó el


permiso necesario a los autores de los instrumentos a utilizar, los cuales aprobaron la
aplicación de los mismos para el estudio. Así también, con los permisos necesarios se
procedió a la realización de una muestra piloto. La cual tiene como objetivo verificar la
confiabilidad de las pruebas, esto significa que los resultados encontrados sean consistentes
y concuerden con lo buscan medir (Ato, López & Benavente, 2013).

Dicho piloto fue aplicado a 20 adultos mayores, los cuales contaban con
características similares a las indicadas en la muestra formal. La información obtenida fue
pasada a una base de datos en el programa SPSS. Los resultados obtenidos mostraron un
buen análisis de la confiabilidad, en el caso del COPE 28 se obtuvo una fiabilidad de .73,
en el WHOQOL-BREF se obtuvo .86 y en el WHOQOL-OLD .65; permitiendo de este
modo la aplicación de los instrumentos en la muestra formal. Los únicos inconvenientes
encontrados en la aplicación estaban relacionados con las capacidades sensoriales de los

16
participantes dado que, algunos de ellos necesitaban mayor atención para realizar las
pruebas.

Por otro lado, un requisito para la utilización de ambas pruebas del WHOQOL es
que estas no fueran modificadas, sino que mantuvieran su formato original. Del mismo
modo, en principio fue implementado el COPE 60, la cual fue cambiada por su versión
abreviada COPE28. Esto por cuestiones de comodidad y mayor facilidad para la muestra a
la que esta avocada.

Por último, después de recolectar la información necesaria, se procedió a


cuantificar los datos en Excel y acto seguido pasarlos al programa SPSS, para luego
realizar los procesos estadísticos pertinentes para el presente estudio.

3.4 Análisis de datos

Se elaboró una base de datos con el programa SPSS Statistics 24, con la cual se
reportaron evidencias de validez, asociadas a la estructura interna de los instrumentos
empleados para la investigación. Todo ello, mediante el análisis factorial exploratorio
(AFE) y el método de extracción de factorización de ejes principales con rotación oblimin.
Asimismo, a través de los criterios de autovalores mayores a uno y el gráfico de
sedimentación de Cattell se obtuvo el número de factores adecuados para interpretar las
variables.

Por otro lado, se evaluó estadísticamente la confiabilidad por consistencia interna


del coeficiente de alfa de Cronbach, para lo cual se tomó el valor de referencia (>.70)
(Ferrando & Anguiano-Carrasco, 2010). Del mismo modo se calcularon los intervalos de
confianza al 95% del coeficiente de alfa.

El tipo de investigación utilizada es Correlacional, dado que deriva de una


estrategia asociativa, cuyo propósito principal es explorar las relaciones entre variables con
el fin de pronosticar o explicar su comportamiento (Ato, López & Benavente, 2013).
Luego de ello, se procedió a realizar el análisis de normalidad, verificando si los puntajes
son paramétricos o no paramétricos. Mediante esto, se definió la utilización de la prueba de
correlación no paramétrica Spearman.

En lo que respecta a los análisis de magnitud de las correlaciones, fueron


precisados por medio del criterio de Cohen (1988) (como se citó en Ventura & Caycho,

17
2017), el cual postuló que las categorías planteadas son los valores menores (.10 a .29),
moderados (.30 a .40) o altos (50 a más).

18
4. CAPÍTULO 3. RESULTADOS

4.1 Análisis psicométricos (evidencias de confiabilidad y validez)

A continuación, se presentará los resultados de validez relacionados al análisis de


estructura interna de los instrumentos utilizados. Asimismo, se presentará las evidencias de
confiabilidad de las puntuaciones de las dimensiones halladas en el análisis factorial de
ambos instrumentos mediante la consistencia interna a través del cálculo del coeficiente de
alfa de Cronbach y sus respectivos intervalos de confianza (Bonett, 2002).

En primer lugar, como parte del análisis de la estructura interna del Brief COPE, se
aplicó el análisis factorial exploratorio (AFE). Antes de ello, se corroboró el grado de
relación que existía entre los ítems de esta prueba mediante el KMO y la prueba de
Esfericidad de Bartlett. Este último tiene como finalidad evaluar la hipótesis nula; si los
resultados obtenidos presentan una significancia menor a .05 (p < .05) se rechaza la
hipótesis nula y se considera que las variables están suficientemente intercorrelacionadas
para realizar el AFE (Pérez & Medrano, 2010).

Del mismo modo, es necesario la utilización adicional de la medida KMO de


Kaiser, (1970), está medida de adecuación indica cuán grande es la correlación entre las
variables. Si las correlaciones son suficientemente grandes, la matriz se considera
adecuada para su factorización, ya que ofrecerá resultados más estables y replicables en
otras muestras diferentes (Lloret, Ferreres, Hernández & Tomás, 2014). Esto sugiere que la
matriz de correlación será apropiada para factorizar si el KMO es igual o superior a 0.80.
Sin embargo, otros autores consideran más adecuado disminuir el punto de corte a .70
(Ferrando & Anguiano, 2010).

Como parte de estos resultados preliminares, se obtuvo en principio un KMO de


.64 el cual resultó por debajo del mínimo aceptable de .70. Luego de ello, se eliminaron los
ítems 11 y 25 los cuales presentaban cargas factoriales de .37 y .36 las cuales favorecían el
incremento del KMO. Además, para obtener resultados dentro de lo esperado la escala
indicaba que no se debían incluir en los análisis los ítems de tres subescalas específicas
Religión (16, 20), Humor (7, 19) y Uso de sustancias (15, 24). Después de ello, se obtuvo
un KMO de .70 el cual se considera aceptable, y la prueba de Esfericidad de Bartlett
resultó estadísticamente significativa (χ² = 724.32, p < .001). Estos resultados indican que

19
existe cierto grado de relación entre los ítems y, por tanto, se puede aplicar el análisis
factorial.

Al aplicar el análisis factorial Exploratorio, se empleó el método de extracción de


factorización de ejes principales con el fin de encontrar la cantidad de factores con los que
se puedan interpretar la variable estrategias de afrontamiento en adultos mayores. Para
determinar dicha cantidad, se aplicaron dos criterios: (a) el de autovalores mayores a uno y
(b) el gráfico de sedimentación de Cattell. De acuerdo al criterio de autovalores mayores a
uno, se encontró que se pueden extraer hasta tres factores. Mientras que, al revisar el
gráfico de sedimentación se observa que se pueden extraer cuatro factores (ver Figura 1).
En la medida que ambos criterios arrojaron resultados de extracción entre tres y cuatro
factores, se optó por realizar un nuevo análisis considerando las tres dimensiones
propuestas originalmente por los autores del instrumento.

Figura 1. Gráfico de sedimentación de Cattell del instrumento Brief COPE


(COPE28).

Los tres factores extraídos explicaron el 31.85% de la varianza acumulada. El


primer factor, tuvo un autovalor de 4.10 y explicó 16.70% de la varianza. El segundo
factor, tuvo un autovalor de 2.57 y explicó 9.55% de la varianza. Finalmente, el tercer
factor tuvo un autovalor de 1.76 y explicó 5.61% de la varianza. Al aplicar la rotación
oblimin (ver Tabla 1) se encontró que en el primer factor se agruparon los ítems

20
correspondientes a la dimensión afrontamiento dirigido a la tarea (3, 10, 6, 4, 2, 21, 22, 26,
18, 8, 14, 25) con cargas factoriales entre .33 y .58, según Santos y Pérez (2014) dichos
valores son adecuados, puesto que son superiores al mínimo recomendable de .30. En el
segundo factor se agruparon los ítems correspondientes a la dimensión afrontamiento
social y emocional (23, 28, 27, 12) con cargas factoriales entre .43 y .63, superiores al
mínimo recomendable. Finalmente, en el tercer factor se agruparon los ítems
correspondientes a la dimensión afrontamiento evitativo (5, 11, 13, 1) con cargas
factoriales entre .32 y .69.

21
Tabla 1

Matriz de factorial de la Escala Brief COPE

Factores
Ítems ritc
AT ASE AE
3. Acepto la realidad de lo que ha sucedido. .58 .48
10. Tomo medidas para intentar que la situación mejore. .56 .55
6. Intento proponer una estrategia sobre qué hacer. .56 .50
4. Recurro al trabajo o a otras actividades para apartar las cosas
.55 .48
de mi mente.
2. Concentro mis esfuerzos en hacer algo sobre la situación en
.51 .43
la que estoy.
21. Aprendo a vivir con ello. .49 .50
22. Hago algo para pensar menos en ello, tal como ir al cine o
.48 .42
ver la televisión.
26. Pienso detenidamente sobre los pasos a seguir. .47 .48
18. Busco algo bueno en lo que está sucediendo. .45 .31
8. Me critico a mí mismo. .43 .38
14. Intento verlo con otros ojos, para hacer que parezca más
.43 .41
positivo.
25. Renuncio al intento de hacer frente al problema. .33 .33
23. Expreso mis sentimientos negativos. .63 .48
28. Consigo que otras personas me ayuden o aconsejen. .57 .46
27. Me echo la culpa de lo que ha sucedido. .50 .35
12. Digo cosas para dar rienda suelta a mis
.43 .30
sentimientos desagradables.
5. Me digo a mí mismo “esto no es real”. .69 .38
11. Renuncio a intentar ocuparme de ello. .52 .39
13. Me niego a creer que haya sucedido. .36 .38
1. Intento conseguir que alguien me ayude o aconseje sobre qué
.32 .22
hacer.
Nota: AT= Afrontamiento dirigido a la tarea; ASE= Afrontamiento social y emocional;

AE= Afrontamiento evitativo; ritc = correlación ítem-test corregida

22
Para la confiabilidad se calcularon los coeficientes alfa de Cronbach, Según
Ferrando y Anguiano-Carrasco (2010) un valor entre .70 y .90 indica una buena
consistencia interna para una escala. Asimismo, se evaluaron los intervalos de confianza
según Bonett (2002), con el fin de determinar entre que valores oscila el verdadero alfa en
la población.

Por ello, la escala total presentó un alfa de Cronbach aceptable obteniendo un


puntaje de .73 (IC95% = .66, .79) el cual cumple con el valor mínimo aceptable. Para la
dimensión afrontamiento dirigido a la tarea se obtuvo un alfa de Cronbach de .80 (IC95%
= .75, .84) y presentó correlaciones ítem-test entre .31 y .55, superiores al valor mínimo de
.20 o .30. En la dimensión de afrontamiento social y emocional se obtuvo un alfa de
Cronbach de .61 (IC95% = .49, .70) y presentó correlaciones ítems-test entre .30 y .48,
superiores al valor mínimo aceptable. Finalmente, la dimensión de afrontamiento evitativo
se obtuvo un alfa de Cronbach de .56 (IC95% = .49, .70) y presentó correlaciones ítems-
test entre .22 y .39.

En segundo lugar, como parte de los análisis psicométricos del World Health
Organization Quality of Life BREF module (WHOQOL-BREF), en principio se realizó el
análisis de la estructura interna mediante el análisis factorial exploratorio. De acuerdo a los
resultados previos, se verificó un valor de KMO de .85 (KMO < 70) el cual confirma, que
hay una alta correlación entre las variables y la prueba de Bartlett resultó estadísticamente
significativa (χ²= 1583,22, p <.001); estos resultados demuestran que existe cierto grado de
relación entre los ítems y, por tanto, es pertinente realizar un análisis factorial (Ferrando &
Anguiano-Carrasco, 2010).

Después de ello, se realizó la extracción mediante el método de ejes principales, en


el cual a través del criterio de autovalores mayores a uno sugirió la extracción de 4 factores
que explicaron el 45.17% de la varianza acumulada. Mientras que al observar el gráfico de
sedimentación (ver Figura 2) se aprecia la sugerencia de extraer 3 factores.

23
Figura 2. Gráfico de sedimentación de Cattell del instrumento WHOQOL-BREF

En la medida que ambos criterios arrojaron resultados de extracción entre 4 y 3


factores, se optó por realizar un nuevo análisis considerando las 4 dimensiones propuestas
originalmente por los autores del instrumento. De este análisis al observar la matriz
factorial luego de aplicar la rotación oblimin se encontró que la mayoría de los ítems se
dispersaban en distintos factores, lo cual dificultaba la interpretación de los mismos (ver
Apéndice F). Además de ello, la escala indicaba no incluir los dos primeros ítems para
poder tener un resultado más interpretable. Por este motivo se decide realizar un último
análisis utilizando los tres factores propuestos por el primer análisis, obteniendo mejores
resultados.

Los tres factores extraídos explicaron el 40.69% de la varianza acumulada. El


primer factor, tuvo un autovalor de 8.04 y explicó 31.16% de la varianza. El segundo
factor tuvo un autovalor de 1.83 y explicó 5.35% de la varianza. Finalmente, el tercer
factor tuvo un autovalor de 1.51 y explicó 4.19% de la varianza.

Al aplicar la rotación oblimin (ver Tabla 2) se encontró que en el primer factor se


agruparon los ítems correspondientes a la dimensión de Psicológicas y sociales (17, 16, 18,
19, 21, 22, 20, 7, 13, 6, 11, 8, 5, 26) con cargas factoriales entre .30 y .79, superiores al
mínimo recomendable de .30. En el segundo factor se agruparon los ítems
correspondientes a la dimensión Físicas (4, 3, 10, 15) con cargas factoriales entre .44 y .69.
Finalmente, en el tercer factor se agruparon los ítems correspondientes a la dimensión
Ambiente (9, 23, 24, 25, 12, 14) con cargas factoriales entre .27 y .96.

24
Tabla 2
Matriz factorial de la Escala WHOQOLD-BREF
Factores
ritc
Ítems PS F A
17. ¿Cuán satisfecho/a está con su habilidad para realizar sus actividades de la
.79 .67
vida diaria?
16. ¿Cuán satisfecho/a está con su sueño? .70 .51
18. ¿Cuán satisfecho/a está con su capacidad de trabajo? .65 .68
19. ¿Cuán satisfecho/a está de sí mismo? .62 .64
21. ¿Cuán satisfecho/a está con su vida sexual? .60 .50
22. ¿Cuán satisfecho/a está con el apoyo que obtiene de sus amigos? .54 .51
20. ¿Cuán satisfecho/a está con sus relaciones personales? .54 .57
7. ¿Cuál es su capacidad de concentración? .50 .57
13. ¿Qué disponible tiene la información que necesita en su vida diaria? .42 .42
6. ¿En qué medida siente que su vida tiene sentido? .42 .64
11. ¿Es capaz de aceptar su apariencia física? .38 .51
8. ¿Cuánta seguridad siente en su vida diaria? .36 .60
5. ¿Cuánto disfruta de la vida? .34 .50
26. ¿Con qué frecuencia tiene sentimientos negativos, tales como tristeza,
.30 .43
desesperanza, ansiedad, depresión?
4. ¿Cuánto necesita de cualquier tratamiento médico para funcionar en su vida
.69 .51
diaria?
3. ¿En qué medida piensa que el dolor (físico) le impide hacer lo que necesita? .57 .47
10. ¿Tiene energía suficiente para la vida diaria? .56 .56
15. ¿Es capaz de desplazarse de un lugar a otro? .44 .46
9. ¿Cuán saludable es el ambiente físico de su alrededor? .27 .42
23. ¿Cuán satisfecho/a está de las condiciones del lugar donde vive? .96 .64
24. ¿Cuán satisfecho/a está con el acceso que tiene a los servicios sanitarios? .64 .57
25. ¿Cuán satisfecho/a está con su transporte? .54 .51
12. ¿Tiene suficiente dinero para cubrir sus necesidades? .30 .37
14. ¿Hasta qué punto tiene oportunidad para realizar actividades de ocio? .28 .25

Nota: PS= Psicológicos y sociales; F= Físicas, A= Ambientales; ritc = correlación ítem-test

corregida

25
Para la confiabilidad se calcularon los coeficientes alfa de Cronbach, para los
cuales se tomaron el valor mínimo de .70. La escala total presentó un alfa de Cronbach
aceptable obteniendo un puntaje de .85 (IC95% = .81, .89) el cual cumple con el valor
mínimo aceptable. Para la dimensión de Psicológicas y sociales se obtuvo un alfa de
Cronbach de .84 (IC95% = .80, .87) y presentó correlaciones ítem-test entre .43 y .68,
superiores al valor mínimo de .20 o .30. En la dimensión de Físicas se obtuvo un alfa de
Cronbach de .71 (IC95% = .62, .78) y presentó correlaciones ítems-test entre .46 y .56,
superiores al valor mínimo aceptable. Finalmente, la dimensión de Ambiente obtuvo un
alfa de Cronbach de .72 (IC95% = .64, .78) y presentó correlaciones ítems-test entre .25 y
.64.

En tercer lugar, como parte de los análisis psicométricos del WHOQOL-OLD,


primero se realizó el análisis de la estructura interna mediante el análisis factorial
exploratorio. De acuerdo a los resultados previos, se verificó un valor de KMO de .81
(KMO < 70) el cual confirma, que hay una alta correlación entre las variables y la prueba
de Bartllet resultó estadísticamente significativa (χ²= 1939.79, p <.001); estos resultados
demuestran que existe un cierto grado de relación entre los ítems y, por tanto, es pertinente
realizar un análisis factorial.

Se llevó a cabo la extracción mediante el método de ejes principales, en el cual a


través del criterio de autovalores mayores a 1 sugirió la extracción de 6 factores que
explicaron el 58.08% de la varianza acumulada. Mientras que al observar el gráfico de
sedimentación (ver Figura 3) se aprecia la sugerencia de extraer 5 factores.

Figura 3. Gráfico de sedimentación de Cattell del instrumento WHOQOL-OLD.

26
En la medida que ambos criterios arrojaron resultados de extracción entre 5 y 6
factores, se optó por realizar un nuevo análisis considerando las 6 dimensiones propuestas
originalmente por los autores del instrumento. De este análisis al observar la matriz
factorial luego de aplicar la rotación oblimin se encontró que los ítems de la dimensión de
actividades pasadas se dispersaban en distintos factores, lo cual dificultaba la
interpretación de los mismos (ver Apéndice G). Por este motivo se decide realizar un
último análisis sin los ítems de esta dimensión y considerando 5 factores.

De este último análisis se obtuvo un KMO de .80 (KMO < 70) el cual confirma,
que hay una alta correlación entre las variables y la prueba de Bartlett resultó
estadísticamente significativa (x2= 1547.40, p<.001); estos resultados demuestran que
existe cierto grado de relación entre los ítems y, por tanto, es pertinente realizar un análisis
factorial.

Los cinco factores extraídos explicaron el 57.89% de la varianza acumulada. El


primer factor tuvo un autovalor de 5.90 y explicó 27.69% de la varianza. El segundo factor
tuvo un autovalor de 2.48 y explicó 10.68% de la varianza. El tercer factor tuvo un
autovalor de 2.30 y explicó 9.40% de la varianza. Cuarto factor tuvo un autovalor de 1.65 y
explicó 6.17% de la varianza. Finalmente, el quinto factor tuvo un autovalor de 1.15 y
explicó 3.95% de la varianza.

Al aplicar la rotación oblimin (ver Tabla 3) se encontró que en el primer factor se


agruparon los ítems correspondientes a la dimensión de Intimidad (21, 22, 23, 24) con
cargas factoriales entre .71 y .94, superiores al mínimo recomendable de .30. En el
segundo factor se agruparon los ítems correspondientes a la dimensión Capacidad sensorial
(1, 2, 10, 20) con cargas factoriales entre .54 y .78. En el tercer factor se agruparon los
ítems correspondientes a la dimensión Participación/aislamiento (14, 16, 17, 18) con cargas
factoriales entre .30 y .68. En el cuarto factor se agruparon los ítems correspondientes a la
dimensión Muerte y Agonía (6, 7, 8, 9) con cargas factoriales entre .54 y .81. Finalmente,
en el quinto factor se agruparon los ítems de la dimensión Autonomía (3, 4, 5, 11) con
cargas factoriales entre .30 y .96.

27
Tabla 3
Matriz factorial de la Escala WHOQOL-OLD
Factores
ritc
Ítems I CS PA MA A
24. ¿En qué medida tiene oportunidades para ser amado/a? .94 .88
23. ¿En qué medida tiene oportunidades para amar? .90 .83
22. ¿En qué medida experimenta amor en su vida? .90 .87
21. ¿En qué medida tiene un sentimiento de compañía en su vida? .71 .68
1. ¿En qué medida la alteración de sus sentidos (por ejemplo,
.78 .68
audición, visión, gusto, olfato, tacto) afecta su vida diaria?
2. ¿En qué medida la pérdida, por ejemplo, de la audición,
visión, gusto, olfato o del tacto, afecta su capacidad para .76 .65
participar en actividades?
10. ¿En qué medida los problemas con su funcionamiento
sensorial (por ejemplo, audición, visión, gusto, olfato, tacto) afecta .74 .69
su capacidad para relacionarse con los demás?
20. ¿Cómo puntuaría su funcionamiento sensorial (por ejemplo,
.54 .60
audición, visión, gusto, olfato, tacto)?
17. ¿En qué grado está satisfecho/a con su nivel de actividad? .68 .61
16. ¿En qué grado está satisfecho/a de la manera que utiliza su
.67 .56
tiempo?
14. ¿En qué medida siente que tiene suficientes cosas a hacer cada
.53 .34
día?
8. ¿En qué grado está asustado/a de morir? .82 .25
7. ¿Cuánto miedo tiene de no ser capaz de controlar su muerte? .81 .81
6. ¿En qué grado está preocupado/a sobre la manera en que
.73 .73
morirá?
9. ¿Cuánto teme tener dolor antes de morir? .54 .61
18. ¿En qué grado está satisfecho/a con sus oportunidades para
.30 .25
participar en actividades de la comunidad?
3. ¿Cuánta libertad tiene para tomar sus propias decisiones? .96 .57
5. ¿En qué grado siente que la gente que le rodea es respetuosa con
.41 .53
su libertad?
11. ¿En qué medida es capaz de hacer las cosas que le gustaría
.41 .41
hacer?
4. ¿En qué medida siente que tiene control sobre su futuro? .30 .36

Nota: MA = Muerte y Agonía; CS= Capacidad Sensorial; PA= Participación/Aislamiento; I=


Intimidad; A= Autonomía; ritc = correlación ítem-test corregida

28
Para la confiabilidad se calcularon los coeficientes alfa de Cronbach, para los
cuales se tomaron como valor mínimo el .70. No es posible realizar un análisis de
confiabilidad total de la prueba, puesto que la escala presenta distintos tipos de respuesta
los cuales dan como resultado un alfa de Cronbach menor al esperado de .57 (IC95% = .46,
.66). Para la dimensión de Intimidad se obtuvo un alfa de Cronbach de .92 (IC95% = .90,
.94) y presentó correlaciones ítem-test entre .68 y .88, igualmente superior al valor mínimo
de .20 o .30. En la dimensión de Capacidad Sensorial se obtuvo un alfa de Cronbach de .83
(IC95% = .78, .87) y presentó correlaciones ítem-test entre .60 y .69, superior al valor
mínimo. Por otro lado, en la dimensión de Participación/aislamiento se obtuvo un alfa de
Cronbach de .65 (IC95% = .54, .73) y presentó correlaciones ítem-test entre .25 y .61,
superior al valor mínimo. La dimensión Muerte y agonía obtuvo un alfa de Cronbach de
.87 (IC95% = .83, .90) y presentó correlaciones ítem-test entre .61 y .81, superior al valor
mínimo esperado. Finalmente, en la dimensión Autonomía se obtuvo un alfa de Cronbach
de .68 (IC95% = .58, .75) y presentó correlaciones ítem-test entre .41 y .57, superior al
valor mínimo.

4.2 Análisis Descriptivos y de Normalidad

En base a lo reportado en la Tabla 4, con respecto a la variable estrategias de


afrontamiento, la dimensión con mayor puntaje promedio es el afrontamiento dirigido a la
tarea, en donde se observa una tendencia promedio, ya que se encuentra en la mitad del
puntaje mínimo y máximo (puntaje 3). Mientras que, la dimensión con menor valor
promedio es el afrontamiento evitativo, puesto que la muestra evidencia niveles bajos,
acercándose al puntaje mínimo posible que es 0. Asimismo, la dimensión de afrontamiento
social presenta una tendencia promedio, debido a que se encuentra a la mitad del puntaje
mínimo y máximo (puntaje 3). En cuanto a la dispersión, mediante el coeficiente de
variación, se encontró que en las tres dimensiones (afrontamiento dirigido a la tarea,
afrontamiento evitativo y afrontamiento social y emocional) se obtuvo una mayor
dispersión (CV > 30%). Según Vilchis (2014), cuanto menor sea el coeficiente de
variación, menor será la dispersión y, por tanto, mayor será la representatividad de la
media aritmética. Tomando como referencia el valor de 30%. Por ello, los puntajes son
más heterogéneos en estas tres dimensiones.

29
Tabla 4

Estadísticos descriptivos de las dimensiones del Brief COPE (estrategias de


afrontamiento)

Dimensión Min. Máx. M DE CV

Afrontamiento dirigido a la tarea 0 3 1.76 .57 32.39%

Afrontamiento social y emocional 0 3 1.08 .64 59.25%

Afrontamiento evitativo 0 2.75 1.06 .64 60.38%

En cuanto a la variable calidad de vida presenta dos dimensiones (Ambientales y


Psicológicas/sociales) con una media de 3.35 (ver Tabla 5), es decir, se observan niveles
altos, porque se acerca al puntaje máximo posible que es 5, según la escala Likert del
instrumento. Por otra parte, ambas dimensiones evidencian poca dispersión, esto quiere
decir que los puntajes son más homogéneos, más cercanos al valor promedio.

Por otro lado, la dimensión con menor valor promedio es la de Físicas (ver tabla
5), ya que evidencia niveles bajos, acercándose al puntaje mínimo posible que es 2.
Asimismo, se encontró poca dispersión, es decir, los puntajes son más homogéneos, más
cercanos al valor promedio.

Tabla 5

Estadísticos descriptivos de las dimensiones del WHOQOL-BREF (Calidad de vida)

Dimensión Min. Máx. M DE CV

Psicológicos y sociales 2 5 3.35 .47 14.03%

Físicas 2 4 2.85 .50 17.54%

Ambientales 2 5 3.35 .58 17.31 %

30
Del mismo modo, dicha variable presenta dos dimensiones
(Participación/Aislamiento y Muerte y agonía) Obtuvieron respectivamente medias de 3.68
y 3.70 (ver tabla 6), es decir, evidencia niveles altos, ya que se acercan al puntaje máximo
posible que es 5, según la escala Likert del instrumento. Presentan poca dispersión, esto
quiere decir que los puntajes son más homogéneos, más cercanos al valor promedio.

Por otra parte, la dimensión de Intimidad presenta una tendencia promedio, ya que
se encuentra al medio del puntaje mínimo y máximo (puntaje 5). Del mismo modo,
mediante el coeficiente de variación, se obtuvo mayor dispersión (CV> 30%). Por lo tanto,
los puntajes son más heterogéneos, menos cercanos al valor promedio. No obstante, lo que
respecta a las dimensiones de Capacidad sensorial y Autonomía, presentaron niveles bajos
con puntajes de 2.25 y 2.71 respectivamente; sin embargo, esto también indicaría una
tendencia promedio, ya que se encuentra al medio del puntaje mínimo y máximo (puntaje
5). En cuanto a la dispersión, la cual se obtuvo mediante el coeficiente de variación, la
dimensión de capacidad sensorial presentó mayor dispersión (CV> 30%), es decir, que sus
puntajes son más heterogéneos, menos cercanos al valor promedio. Mientras que la
dimensión de Autonomía, se encontró poca dispersión, esto indica que los puntajes son
más homogéneos, cercanos al valor promedio.

Tabla 6

Estadísticos descriptivos de las dimensiones del WHOQOL-OLD (Calidad de vida)

Dimensión Min. Máx. M DE CV

Intimidad 1 5 3.32 1.03 31.02%

Capacidad Sensorial 1 5 2.25 .80 35.56%

Participación/Aislamiento 2 5 3.68 .54 14.67%

Muerte y Agonía 2 5 3.70 1.08 29.19%

Autonomía 1 4 2.71 .63 11.07 %

Con respecto al análisis de normalidad, mediante el estadístico de Kolmogorov-


Smirnov (n > 50), se observa en la tabla 7, se aprecia que todas las dimensiones presentan

31
distribuciones que no se aproximan a la normalidad (p<.05). Esto quiere decir, que para
analizar la relación entre las tres variables se tendrá que aplicar una prueba de correlación
no Paramétrica, específicamente la prueba de correlación de Spearman.

Tabla 7

Análisis de normalidad de las variables Calidad de vida y Estrategias de afrontamiento

Dimensión K-S Sig. Normalidad

Afrontamiento dirigido a la tarea .08 < .011 No

Afrontamiento social y emocional .11 < .000 No

Afrontamiento evitativo .16 < .000 No

Psicológicos y sociales .10 < .001 No

Físicas .11 < .000 No

Ambientales .09 < .001 No

Intimidad .12 < .000 No

Capacidad Sensorial .09 < .001 No

Participación/Aislamiento .14 < .000 No

Muerte y Agonía .14 < .000 No

Autonomía .14 < .000 No

32
4.3 Análisis correlacional

En la tabla 8, se presentan las correlaciones de Spearman con sus respectivos


intervalos de confianza al 95% (Caruso & Cliff, 1997) de las variables calidad de vida y
estrategias de afrontamiento. Se aprecia en líneas generales, que la dimensión de
afrontamiento dirigido a la tarea se asocia de manera positiva y baja con la dimensión de
calidad de vida psicológica y social. Es decir, que mientras mayor sea el uso del
afrontamiento dirigido a la tarea mayor será la percepción asociada a la calidad de vida que
tienen sobre los aspectos psicológicos y de índole social. Asimismo, se ha encontrado que
este se relaciona de manera positiva y baja con la dimensión de calidad de vida asociada
con la intimidad. Esto reflejaba que el afrontamiento dirigido a la tarea puede aumentar o
mantenerse según la calidad de intimidad que tengas los individuos en sus relaciones de
pareja.

En lo que respecta a la dimensión capacidad sensorial esta se asocia con dicho


afrontamiento de manera baja y negativa, lo que quiere decir que un menor uso del
afrontamiento dirigido a la tarea estará asociado a una menor percepción de la capacidad
sensorial que posea el individuo. En el caso de la dimensión muerte y agonía esta se
vincula de manera baja y positiva con este afrontamiento, puesto que una mayor frecuencia
en el empleo de este afrontamiento se relaciona con un mayor análisis sobre el tema de la
muerte. Finalmente, la dimensión de autonomía se asocia de manera baja y negativa con
dicho afrontamiento, ya que según las características de la muestra se logra afrontar la
tarea, pero requiere de apoyo.

Por otra parte, el afrontamiento evitativo se asocia de manera moderada y positiva


con la dimensión de muerte y agonía. Esto indicaría que a mayor uso del afrontamiento
evitativo menor será su preocupación por los temas relacionados con la muerte.

33
Tabla 8
Matriz de correlaciones entre calidad de vida y estrategias de afrontamiento
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11
1. Afrontamiento
-
dirigido a la tarea
2. Afrontamiento
.28** -
social y emocional
3. Afrontamiento
-.12 .17* -
evitativo
4. Psicológicos y .21* -.10 -.19*
sociales -
[.05, .36]a [-.26, .06] [-.34, -.02]
5. Físicas -.09 .07 -.06
-.24** -
[-.25, .07] [-.09, .23] [-.22, .10]
6. Ambientales .17* .10 -.04
-.53** -.18* -
[.00, .32] [-.06, .26] [-.20, .12]
7. Intimidad .20* -.08 -.07
.42** -.12 .35** -
[.04, .35] [-.24, .08] [-.23, .09]
8. Capacidad -.21** .11 .04
Sensorial -.27** -.32** .15 -.20* -
[-.36, -.05] [-.05, .27] [-.12, .20]
9.Participación/Aisla .19* -.19* -.15
miento .56** -.25** .30** .23** -.30** -
[.02, .34] [-.34, -.03] [-.30, .01]
10. Muerte y Agonía .24** -.15 -.33**
.32** -.24** .13 .45** -.35** .21 -
[.08. 0.39] [-.30, .01] [-.47, -.18]
11. Autonomía -.25** .10 .12
-.55** .10 -.40** -.30** .23** -.40** -.29 -
[-.40, -.09] [-.06, .26] [-.04, .28]
a.
IC=95%

34
5. CAPÍTULO 4. DISCUSIÓN

La investigación busca identificar la relación que existe entre los componentes de la


calidad de vida y las estrategias de afrontamiento en adultos mayores de Lima
Metropolitana. Para ello se aplicó los cuestionarios COPE 28, WHOQOL-OLD y BREF a
150 personas, con edades que oscilan entre los 63 y 93 años, pertenecientes al club del
adulto mayor de parroquias y que no presentan ninguna enfermedad geriátrica o crónica
que le impida su participación. La mayoría de los adultos mayores son casados, viven con
su familia, tienen un nivel socioeconómico medio y practican de actividades de ocio.

En lo que respecta a los análisis psicométricos de la escala Whoqol-bref se utilizó


un método de rotación oblimin y se obtuvo un barllett de χ²= 1583,22, lo cual demostró
que era pertinente realizar el análisis factorial. Originalmente la prueba postuló cuatro
factores, pero se decidió trabajar con tres dimensiones, ya que los ítems tenían mucha
dispersión y su carga factorial variaba. Esto último, se debió a cantidad de muestra recaba
en el estudio, puesto que, según Otzen y Manterola (2017), si la muestra está compuesta
por mayor cantidad de población los resultados obtenidos serán más consistentes. Por ello,
Espinoza, Osorio, Torrejón, Lucas y Bunout (2011), en una muestra de 1.520 adultos
mayores voluntarios, encontraron resultados satisfactorios en relación a la validez, además
mediante un análisis exploratorio y confirmatorio se evidencio el uso de las dimensiones
descritas por la prueba original.

Así como lo encontrado en una muestra de 447 adultos mayores de un área rural y
una urbana en el Perú; y 220 que pertenecían a hogares geriátricos, obteniendo una óptima
validez discriminante mediante el rango de coeficientes de correlación de Pearson entre las
preguntas y los dominios a los cuales pertenecían. (Arias, Mendieta & Restrepo, 2014;
Hernández, Chávez & Carreazo, 2016).

El Whoqol-old, demostró de igual manera resultados psicométricos óptimos, puesto


que se obtuvo un KMO de .80 el cual confirmaba que existía una alta correlación entre las
variables. Asimismo, se aprecia que la prueba de esfericidad de Bartlett resultó
estadísticamente significativa (x2= 1547.40, p<.001). Fue necesario eliminar la dimensión
de actividades pasadas, ya que, siguiendo el modelo original de la prueba de seis factores,
los ítems presentaban mucha dispersión. Debido a esto, se decidió utilizar cinco factores,

35
con los cuales se obtuvo resultados más consistentes. Se pueden apreciar resultados
similares, en lo encontrado por Hernández, Guadarrama, Castillo, Arzate y Márquez
(2015), dado que obtuvieron resultados estadísticos consistentes encontrando un KMO de
.85 y la prueba de esfericidad de Bartlett arrojó un valor de 1395.259, confirmando el
análisis factorial exploratorio. Todo ello, mediante una muestra de 120 adultos mayores;
sin embargo, fue necesario eliminar ítems y utilizar cuatro factores, ya que utilizando las
dimensiones originales no se lograba obtener una coherencia teórica entre los reactivos.

Asimismo, en la investigación de Cuadra, Cáceres y Guerrero (2016), emplearon


una muestra de 150 individuos, obteniendo que dicha cantidad no favorecía la utilización
de los factores promulgados por la prueba original. Debido a esto, tuvieron que eliminar
dos dimensiones para conseguir el soporte estadístico suficiente que requería la
investigación. Comparado con lo encontrado por Acosta, Vales, Echevarría, Serrano y
García (2013), los cuales sí lograron utilizar los seis factores descritos por la literatura
original, ya que emplearon una muestra de 794 adultos mayores.

El COPE 28 presentó resultados psicométricos adecuados, obtuvo un KMO de .70


el cual se considera aceptable. La prueba de esfericidad de Bartlett resultó estadísticamente
significativa (χ² = 724.32, p < .001); logrando con ello la aplicación del análisis factorial.
En este estudio los ítems fueron divididos en tres dimensiones, siguiendo una de las
estructuras planteadas por el COPE 60. Debido a esto, se lograron resultados más
consistentes dado que, al usar las 14 subescalas, sugeridas por la prueba; la dispersión de
los ítems y las cargas factoriales no eran adecuadas.

Esto se corrobora con la investigación de Morán, Landero y Eresa (2010), los


cuales encontraron que los análisis estadísticos de la prueba Brief COPE o COPE 28 no
fueron concluyentes, ya que al realizar un análisis factorial de segundo orden se obtuvieron
un KMO de .65 y la prueba de esfericidad de bartlett fue significativa (χ2 = 482.986; gl =
78; p = .001); optaron por reducir a 11 subescalas, ya que las cargas factoriales eran bajas y
generaban mucha dispersión entre los ítems; además, el número de factores sugeridos por
el criterio de autovalor mayor a 1 fue de 5 factores, mientras que el gráfico de
sedimentación sugirió 4 factores. En el estudio de Mejorada, Tufiño, Sierra, Guerrero,
Rosas y Sosa (2013), se obtuvo un KMO de .69 y la prueba de esfericidad de barlett resultó
significativa (X 2 = 749.492; gl = 378; p = .001). Asimismo, encontraron que el AFE con
rotación varimax arrojó nueve factores y se eliminaron ítems con el fin de obtener una

36
estructura factorial clara; en consecuencia, se obtuvieron siete factores, conservando 17
ítems por el valor de sus cargas.

En cuanto a la confiabilidad de los instrumentos, el WHQOL-BREF presentó un


alfa de Cronbach aceptable obteniendo un puntaje de .85. Del mismo modo, en el caso de
la aplicación en adultos mayores colombianos, se demostró un alfa de Cronbach aceptable
por dimensión, con puntuaciones que oscilaban entre .73 y .87; además su consistencia
interna tuvo un 100% de éxito. En otros dos estudios aplicados a una muestra chilena, se
obtuvo alfas de Cronbach aceptables y satisfactorios, los cuales oscilaban entre .88 y .89
(Arias et al., 2014; Espinoza et al., 2011; Urzúa & Caqueo, 2013).

En el caso del WHOQOL-OLD, se obtuvo como resultado que el instrumento total


presentaba un alfa de Cronbach poco aceptable de .57; sin embargo, los alfas encontrados
por dimensión oscilaban entre .65 y .92 los cuales eran aceptables. Se aprecia que Cuadra
et al. (2016), evidenciaron óptimos niveles de fiabilidad, mostrando un alfa de Cronbach de
.82 para la escala total; sin embargo, en el caso del estudio de Hernández et al. (2015), se
encontró una baja confiabilidad para dos de los seis factores de la prueba original, siendo
necesario eliminarlos para obtener una confiabilidad .89.

La escala COPE 28, obtuvo una adecuada confiabilidad, dado que su alfa de
Cronbach tuvo un puntaje de .73, para ello fue necesario usar tres dimensiones y eliminar
algunos ítems, ya que no cumplían con los puntajes mínimos aceptables. Así como en otro
estudio, donde se evidencio una fiabilidad inadecuada para cada subescala, dado que las
puntuaciones oscilaban entre .30 y .70. Comparando con otra investigación donde se
calculó la consistencia interna de los 28 reactivos estipulados por la prueba original,
obteniendo un alfa de Cronbach de .76 (Mejorada et al., 2013; Morán et al., 2010).

Con respecto a la dimensión de calidad de vida Psicológicas y sociales esta


correlacionó de manera baja y positiva con la dimensión de afrontamiento dirigido a la
tarea, lo que indica que mientras mayor sea el uso de las estrategias de afrontamiento
dirigidas a la tarea mayor será la percepción asociada a la calidad de vida que tienen los
aspectos psicológicos y sociales. Se puede evidenciar que, según Mayordomo et. al (2015)
las estrategias de afrontamiento son los esfuerzos cognitivos y conductuales, que se
desarrollan para tolerar, manejar o reducir, las demandas o conflictos que perciba el
individuo de su entorno o de sí mismo; y que exceden sus recursos.

37
Por ello, la forma en la que el adulto mayor enfrenta los estresores de su vida
cotidiana fomentará el sentido de optimismo y la autoestima que posea el mismo. Por ello,
el afrontamiento dirigido a la tarea permitirá que el individuo pueda tener un mayor
sostenimiento en sus relaciones sociales y esté mejor preparado para las situaciones
difíciles (Clemente, Tartaglini & Stefani, 2009; Rubio, Rivera, Borges & Gonzales, 2015).

Asimismo, los estudios resuelven que la calidad de vida puede ser definida de dos
maneras, positiva y negativa, haciendo énfasis en que la primera se aprecia cuando el
individuo cuenta con buenas relaciones familiares, sociales, buena salud y condiciones
materiales. Debido a esto, es significativo que el adulto mayor siga teniendo una
participación social activa, puesto que la mayoría en esta etapa suelen realizar diversas
actividades de índole social, entre ellas círculos de beneficencia, deporte, manualidades,
grupos parroquiales, entre otros; además, esto permitirá que el adulto mayor tenga un rol
activo perdurable en el tiempo (Rubio et al., 2015; Vivaldi & Barra, 2012).

Por otro lado, la dimensión de capacidad sensorial correlacionó de manera negativa


y baja con el afrontamiento dirigido a la tarea. Por ello, un menor uso del afrontamiento
dirigido a la tarea estará asociado a una menor percepción de la capacidad sensorial que
posea el individuo. En el adulto mayor, la pérdida de sus funciones motrices influye en el
bienestar y felicidad que percibe sobre su vida, puesto que, al afectarse su funcionamiento
integral, este impide el desarrollo de su autonomía. Debido a esto, la calidad de vida
negativa propone que los adultos mayores en diversos casos padecen de limitaciones
sensoriales, por lo cual requieren de apoyo o son dependientes de familiares u asistentes.
Esta situación, les genera infelicidad y reduce sus redes sociales. Diversas investigaciones
han demostrado que las pérdidas de salud, contactos sociales y capacidades funcionales
empeoran y deterioran la calidad de vida de este grupo etario (Aponte, 2015; Sena &
Moral, 2008; Estrada et al., 2011; Soberanes, González & Moreno, 2009).

Del mismo modo, se demostró que la dimensión de autonomía correlaciona de


manera negativa y baja con el afrontamiento dirigido a la tarea, dado que según las
características de la muestra se evidencia que se logra afrontar la tarea, pero se requiere de
apoyo para lograrlo. Aguerre y Bouffard (2008), resaltan que el apoyo del que disponga el
adulto mayor reforzará las estrategias que esté utilizando para confrontar el problema. Esto
le permitirá mantener un balance emocional, perseverar una imagen satisfactoria de sí
mismo y un sentido de competencia personal. En cuanto al carácter biológico, existe una

38
mayor frecuencia de enfermedades físicas y discapacidades; y en lo psicológico, el
deterioro cognitivo y los sentimos depresivos, son pérdidas que el adulto mayor tendrá que
enfrentar en esta nueva etapa de vida. Por ende, la capacidad que disponga para afrontar
dichas problemáticas requiere no solo de sus recursos, sino también del grado de compañía
que perciba en su vida, como un sostén que lo ayude a confrontar las disfuncionalidades de
la senectud (Gonzáles & Araujo, 2010).

La dimensión de intimidad correlacionó de manera baja y positiva con el


afrontamiento dirigido a la tarea, por ello este puede aumentar o mantenerse según la
calidad de intimidad que tengan los individuos en sus relaciones de pareja. Según Arias y
Polizzi (2011), se ha identificado que la relación de pareja en el adulto mayor es uno de los
vínculos centrales dentro de la red de apoyo social que necesita; además, este le
proporciona los mayores niveles de satisfacción. Asimismo, impacta notablemente en su
bienestar integral y le provee un sentido de vida a los miembros, aporta
retroalimentaciones cotidianas acerca de las desviaciones de salud y propicia una serie de
actividades personales que se asocian positivamente con el cuidado y promoción de la
salud. Entre las funciones que cumplen dichas relaciones, está el brindar una compañía
social, apoyo emocional, guía cognitiva y consejos, regulación social y ayuda material de
servicios, entre otros.

Así también, los avances científicos han asociado una mayor longevidad y calidad
de vida con los aspectos de índole relacional, dentro de los cuales se considera la
sexualidad, el cual es un indicador de salud mental y bienestar (Guadarrama et al., 2010).
No obstante, comparado con el estudio de Córdoba, Aparicio y Rueda (2012), encontraron
que existen fuertes creencias y actitudes negativas de este grupo etario, frente a su propia
sexualidad. Ellos aplicaron encuestas a 100 personas del estado de Bolívar, Venezuela,
obteniendo que el 40% de los participantes brindaban respuestas claras sobre su
sexualidad, mientras que el 60% de los participantes daban respuestas negativas sobre
dicho tema, expresando respuestas reiteradas, tales como que durante la vejez las
relaciones sexuales eran innecesarias, que al avanzar la edad se debe disminuir la intimidad
de pareja, dado que no genera placer, son dañinas para salud o resultan ridículas.

El afrontamiento dirigido a la tarea correlacionó de manera baja y positiva con la


dimensión muerte y agonía. Debido a esto, una mayor frecuencia en el empleo de esta
estrategia se relaciona con un mayor análisis sobre el tema de la muerte. Según Vélez

39
(2009), se equipará la vejez injustamente con una etapa cargada de problemas físicos, con
abundancia de enfermedades y trastornos psicofisiológicos, los cuales influyen en la
permanente necesidad de las visitas a hospitales, ya que se tiene la perspectiva de la
cercanía a la muerte. Sin embargo, Martínez, Villarreal y Camacho (2008), mencionan que
la que la percepción que el adulto mayor tenga de la muerte y las reflexiones sobre la
misma es un proceso psicofísico en el que el sujeto transforma sus percepciones
sensoriales de acuerdo a la intensidad, motivación, experiencias, expectativas, conciencia
sobre el proceso, emoción, cultura y valores. Son importante las reflexiones que se tiene en
el imaginario social actual sobre la muerte, sobre todo en el caso del adulto mayor, la
disposición que tenga a reflexionar sobre este tema definirá el manejo y enfrentamiento
sobre dicho proceso natural.

Finalmente, se encontró que el afrontamiento evitativo correlacionó de manera


negativa y baja con la dimensión de muerte y agonía. Es decir, que a mayor uso del
afrontamiento evitativo menor será su preocupación por los temas relacionados con la
muerte. En la senectud, el adulto mayor comienza a experimentar mayor angustia sobre la
aproximación a la inevitable muerte. De tal manera, que dicho tema no es percibido del
mismo modo de un ser humano a otro, ni cultural, ni por grupo de edad, ni por religión o
nivel socioeconómico. Los estereotipos erróneos que sostiene el ser humano enfocado a
una edad determinada para la muerte y el hecho probable de alcanzar ese límite, es un
factor angustiante y definitorio, dado que no puede escapar de dicho destino (Martínez,
Villarreal & Camacho, 2008). Esto es imprescindible para la calidad de vida que perciba el
adulto mayor y las estrategias que tenga para hacer frente al mismo, al ser un tema de gran
impacto, será excluido o evitado por el adulto mayor, puesto que la sociedad moderna no
admite que sea pensado, hablado y que la persona no actúe como si no se debiera morir. El
tema es tenido como tabú en el imaginario social, ya que es percibido como un hecho
negativo y como el máximo mal que le puede ocurrir al hombre. Por ello, no es frecuente
que los adultos mayores se expresen abiertamente sobre el sentir que tienen a este
inminente destino, sino que prefieran evitar dicho tema como manera de confrontarlo
(Cardona & Peláez, 2015).

En conclusión, se confirma parcialmente la hipótesis de investigación, puesto que


cinco dimensiones de las escalas de calidad de vida correlacionan de manera baja con dos
de las tres dimensiones de estrategias de afrontamiento; es decir, la estrategia de

40
afrontamiento dirigido a la tarea y evitativo correlaciona de manera baja, positiva y
negativa con la calidad de vida psicológica/social, intimidad, capacidad sensorial,
muerte/agonía y autonomía. Mientras que, en las dimensiones físicas, ambientales y
aislamiento/participación, no se hallaron correlaciones significativas con las dimensiones
de estrategias de afrontamiento.

En el desarrollo de la investigación se presentaron distintas limitaciones, una de las


primeras, los escases de información sobre la población objetivo en nuestro país,
obteniendo muy pocos trabajos que aborden temas similares realizados a nivel nacional.
Por otra parte, la recolección de datos e implementación de las pruebas requiere de mayor
tiempo, ya que las características de los adultos mayores varían según sus capacidades. Por
ello, fue necesario capacitar a otros psicólogos para que puedan trabajar de manera
individual con cada persona incluida en la muestra. Del mismo modo, fue un limitante la
cantidad de muestra recolectada, por ello; para siguientes investigaciones es importante
que el número de individuos sea mayor y equitativo.

No obstante, es cabe mencionar el aporte que brindan los hallazgos obtenidos en


esta investigación, dado que las correlaciones encontradas y las características de la
muestra fomentarán un mayor desarrollo a futuro desde distintas líneas de atención.
Asimismo, desde la psicología; será factible generar programas donde se aborde a nivel
integral las necesidades y potencialidades que presenta este grupo etario; promoviendo una
mirada más activa del mismo y enfatizando en sus estrategias de afrontamiento.

Como recomendación para futuras investigaciones es preciso realizar estudios cuasi


experimentales con dicha población, implementando ambas o una de las variables
utilizadas en este trabajo, ya que se podrían recabar datos más consistentes y centrados en
la realidad actual peruana. De la misma manera, las investigaciones mixtas podrían ser un
gran aporte para la psicología, dado que se ampliaría el bagaje de información que se tiene
sobre este grupo etario. Así también, plantear una investigación similar desde un enfoque
cualitativo, favorecería las concepciones que se tiene del adulto mayor y de esta etapa de
vida en general. Todo ello, con el fin de mellar los estereotipos erróneos y brindarle una
mirada integral al adulto mayor peruano.

41
6. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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49
Apéndice A. Cuestionario COPE28

Instrucciones

Las frases que aparecen a continuación describen formas de pensar, sentir o comportarse,
que la gente suele utilizar para enfrentarse a los problemas personales o situaciones
difíciles que en la vida causan tensión o estrés. Las formas de enfrentarse a los problemas,
como las que aquí se describen, no son ni buenas ni malas, ni tampoco unas son mejores o
peores que otras.

Simplemente, ciertas personas utilizan más unas formas que otras. Ponga 0, 1, 2 ó 3 en el
espacio dejado al principio, es decir, el número que mejor refleje su propia forma de
enfrentarse a ello, al problema. Gracias.

Opciones de respuesta:
0= Nunca hago esto
1= Hago esto un poco
2= Hago esto bastante
3= Siempre hago esto

0 1 2 3

ITEMS Nunca Hago esto Hago esto Siempre hago


hago esto un poco bastante esto

1. Intento conseguir que alguien me ayude o


aconseje sobre qué hacer.
2. Concentro mis esfuerzos en hacer algo sobre
la situación en la que estoy.
3. Acepto la realidad de lo que ha sucedido.
4. Recurro al trabajo o a otras actividades para
apartar las cosas de mi mente.

5. Me digo a mí mismo “esto no es real”.


6. Intento proponer una estrategia sobre qué
hacer.

50
7. Hago bromas sobre ello.

8. Me critico a mí mismo.

9. Consigo apoyo emocional de otros.

0 1 2 3

ÍTEMS Nunca Hago esto Hago esto Siempre hago


hago esto un poco bastante esto

10. Tomo medidas para intentar que la situación


mejore.
11. Renuncio a intentar ocuparme de ello.
12. Digo cosas para dar rienda suelta a mis
sentimientos desagradables.

13. Me niego a creer que haya sucedido.


14. Intento verlo con otros ojos, para hacer que
parezca más positivo.
15. Utilizo alcohol u otras drogas para hacerme
sentir mejor.
16. Intento hallar consuelo en mi religión o
creencias espirituales.
17. Consigo el consuelo y la comprensión de
alguien.
18. Busco algo bueno en lo que está sucediendo.

19. Me río de la situación.

20. Rezo o medito.

21. Aprendo a vivir con ello.

22. Hago algo para pensar menos en ello, tal


como ir al cine o ver la televisión.
23. Expreso mis sentimientos negativos.

51
24. Utilizo alcohol u otras drogas para ayudarme
a superarlo.
25. Renuncio al intento de hacer frente al
problema.
26. Pienso detenidamente sobre los pasos a
seguir.
27. Me echo la culpa de lo que ha sucedido.
28. Consigo que otras personas me ayuden o
aconsejen.

52
Apéndice B. WHOQOL-OLD

53
54
55
56
57
Apéndice C. WHOQOL-BREF

58
59
60
Apéndice D. Ficha sociodemográfica

61
62
Apéndice E. Consentimiento informado

Consentimiento Informado

La presente investigación es conducida por la Srta. Amalia Leguia Cerrón. La meta de este
estudio cuyo objetivo es conocer la relación entre los componentes de la calidad de vida y
las estrategias de afrontamiento en los adultos mayores de Lima Metropolitana.
La participación en este estudio es estrictamente voluntaria y anónima. Si usted accede a
participar en este estudio, se le pedirá responder preguntas en tres cuestionarios. Esto
tomará aproximadamente 30 minutos de su tiempo. Sus respuestas a los cuestionarios serán
codificadas usando un número de identificación y, por lo tanto, serán anónimas.
La información que se recoja será confidencial y no se usará para ningún otro propósito
fuera de los de esta investigación. No hay ningún problema ni riesgo que pueda causar esta
actividad.
Comprendo que en mi calidad de participante voluntario puedo dejar de participar en esta
actividad en cualquier momento. También entiendo que no se me realizará, ni recibiré
algún pago o beneficio económico por esta participación.
Si usted tiene deseos de conocer los resultados generales de la investigación, puede
contactar con la autora al siguiente correo: [email protected] o número telefónico:
936552010
Desde ya le agradecemos cordialmente su participación.

( ) SI ACEPTO participar voluntariamente en esta investigación.

Firma : _____________________

Fecha : _____________________

( ) SI ACEPTO participar voluntariamente en esta investigación.

Firma : _____________________

Fecha : _____________________

63
Apéndice F. Matriz factorial de la Escala WHOQOLD-BREF

Factor
1 2 3 4
Breff9 .735
Breff8 .677
Breff10 .647 -.315
Breff6 .579
Breff7 .556
Breff5 .541
Breff11 .530
Breff15 .497
Breff21 .421 -.263
Breff26 -.386
Breff14 .281
Breff4 .737
Breff3 -.385 .421
Breff22 .273 .344 -.281
Breff23 -.780
Breff24 -.736
Breff25 -.536
Breff12 -.280
Breff18 -.766
Breff19 -.676
Breff17 -.672
Breff20 -.630
Breff16 .264 -.496
Breff13 -.253
Nota: Rojo= Ambiente, Verde= Físicas, Naranja= Psicológicas, Azul= Relaciones sociales

64
Apéndice G. Matriz factorial de la Escala WHOQOLD-OLD

Factor
1 2 3 4 5 6
who19 .608
who14 .403
who24 -.888
who22 -.853
who23 -.846
who21 -.775
who13
who16 .726
who15 .703
who17 .604
who18 .470
who1 .782
who10 .727
who2 .704
who20 .494 -.617
who3 -.808
who5 -.523
who11 -.497
who12 -.400
who4 -.384
who7 .855
who8 .806
who6 .714
who9 .621
Nota: Amarillo= Capacidad Sensorial, Azul= Autonomía, Verde= Actividades pasadas,

Morado= Participación/aislamiento, Naranja= Intimidad, Rojo= Muerte y Agonía.

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