Proceso Administrativo: La Naturaleza

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Proceso administrativo

La administración, como ciencia, exige en su desarrollo teórico y práctico un estilo de


pensamiento sistematizado, con bases sólidas en la investigación y en la elaboración de
sus teorías, que rompa con sistemas rutinarios e improvisaciones por parte de quien la
práctica. Éstas son algunas de las características de la administración que da como
resultado el uso de la herramienta más importante que pudo haber adoptado el
administrador en su práctica: el método científico, y con ello, la creación de una
verdadera estructura de trabajo adecuada a su particular forma de ser: el proceso
administrativo.

La naturaleza: del proceso administrativo se encuentra en su razón de ser, es decir, el


proceso nace como una necesidad de explicar y estructurar toda una función
administrativa que tiene como objetivo coordinar las demás funciones de la
organización. Además, está basada en disciplina, orden, flexibilidad, creatividad y
eficiencia.

Principios: Terry y Franklin, en su libro Principios de administración, nos definen el


concepto de principio: “Se puede definir un principio como una declaración o verdad
fundamental que proporciona una guía para el pensamiento o la acción”. Los principios
aplicados a la administración son producto de la sociedad, han sido formulados a partir
de años de experiencia y pruebas en todo tipo de organizaciones, públicas o privadas,
grandes o pequeñas.

Naturaleza y propósito: La planeación es la primera fase del proceso administrativo


y consiste básicamente en actividades que se realizarán en el futuro, a partir de
decisiones tomadas en el presente y cuyos resultados se verán u obtendrán también en el
futuro.
Objetivos: La organización que no tiene idea de sus alcances y limitaciones, así como
de hasta dónde quiere llegar, tendrá serias dificultades para lograr sus metas. Un
objetivo es,
entonces, un resultado final, un estado ideal que se pretende alcanzar. Terry y Franklin
nos definen el objetivo como la meta que se persigue, que prescribe un ámbito definido
y sugiere la dirección a los esfuerzos de planeación. Los objetivos exigen ser claros y

precisos para determinar los escenarios necesarios y los esfuerzos correspondientes al


logro de los mismos. Los objetivos mal planteados e inapropiados, lejos de ayudar a la
dirección, entorpecen la eficiencia y no permiten lograr la misión de las organizaciones.

Al analizar diferentes autores, estudiosos de la práctica administrativa, encontramos que


existe una galería inmensa sobre la clasificación de los objetivos. La institución
desarrolla sus objetivos con base en renglones estratégicos tales como su misión,
proyectos y cultura propia. Analicemos algunos modelos al respecto.

Medición, jerarquía e integración: Los objetivos forman una jerarquía en el


concepto de su elaboración e implementación en la práctica administrativa, y este
concepto se puede ilustrar en forma piramidal, desde el objetivo global hasta los
objetivos individuales específicos. A continuación, retomando a Koontz y Weihrich, de
su libro Administración, una perspectiva global, consideraremos la enunciación de los
objetivos organizacionales, desde su perspectiva de jerarquía.

¿Quién fija los objetivos?


Los objetivos pueden ser fijados de cuatro modos. En el primero, los objetivos son
fijados por el superior para el subordinado, esto es en forma unilateral y parece ser el
método más utilizado y tradicional; es como una orden más específica que la usual. El
segundo método implica que el superior fije los objetivos y los discuta con su
subordinado, esto es que los objetivos se consideran por el momento como tentativas
susceptibles a modificaciones y estudios. Sigue existiendo una autoridad sobre lo
“estudiado”, el subordinado se siente presionado a “compartir” las ideas de su jefe y es
poco probable que se logre compromiso del subordinado.
Formulario de registro de objetivos
Considerando la importancia de los objetivos, no es mala idea registrarlos en un
formulario con los siguientes siete títulos:
 Área de efectividad.
 Número de serie.
 Objetivo.
 Prioridad.
 Método de medición.
 Programa.
 Actuación real.

Metas: definición, características y clasificación


Paradójicamente, muy pocas veces se escucha la palabra meta dentro de las
organizaciones; los libros de texto y de lectura administrativa apenas abarcan este
término. Tal vez existan muchas razones para esto, pero lo cierto es que las
organizaciones siempre están proponiendo y cumpliendo alguna meta. Todas las
organizaciones a las que pertenecemos tienen en común varios elementos, y quizá el
más obvio sea una meta o finalidad. Las metas varían en cada caso, según sea el tipo de
organización de la que se trate; pero sin una meta no habrá razón para que exista una
organización.

Según Stoner y Freeman, en su obra llamada Administración (1992), las


metas son importantes al menos por cuatro razones:
a) Proporcionan un sentido de dirección.
b) Permiten enfocar nuestros esfuerzos.
c) Guían nuestros planes y decisiones.
d) Ayudan a evaluar nuestro progreso.

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