Ètica y Bioètica en El Adulto Mayor

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ÈTICA Y BIOÈTICA EN EL ADULTO MAYOR

La ética y bioética en el adulto mayor inciden con las condiciones de dignidad


que merece frente al desarrollo tecnológico y social de los tiempos actuales.
Quizás el punto más importante para una bioética del diálogo y de la
responsabilidad es brindar nuevos sentidos a la vida en la vejez y contribuir a
desarrollar una "medicina sustentable" que ofrezcan a todos los adultos
mayores equidad al acceso y verosimilitud.
Con el rápido desarrollo de la tecnología médica se involucraran en los
estudios clínicos de adultos mayores a numerosos proyectos, muchos de ellos
totalmente nuevos y sofisticados, que incluirán, indudablemente los genéticos.
Ante esta perspectiva, deben desarrollarse conocimientos y aplicados con
equidad, justicia y solidaridad, porque el envejecimiento no es sólo una
cuestión biológica, sino sociológica. Es fundamental mantener un
planteamiento ético ante el horizonte que se abre ante nosotros para saber
adaptarse a una situación social totalmente nueva.
La Bioética como actitud sensata, debe responder a los retos que se presentan
en la sociedad moderna vinculada a la aparición de nuevos problemas del
desarrollo. Debe estudiar y proponer criterios de acción para afrontar los
conflictos éticos de los adultos mayores debe estar basada en el manejo de los
criterios fundamentales con que ha sido concebida a través de los principios
bioéticos, como es el caso de la autonomía que se expresa mediante el
reconocimiento de la capacidad de las personas como agentes morales libres,
hasta cuando las condiciones se los permitan, la beneficencia promoviendo las
condiciones más adecuadas para su atención, la no maleficencia evitando toda
circunstancias que dañen su estatus y el principio de justicia brindándole el
acceso a los beneficios que le corresponden a las demás categorías sociales.
Los problemas éticos, se pueden presentar cuando el anciano o sus familiares
se encuentren con un conflicto que atente contra su dignidad, como obligar al
adulto mayor a permanecer aislado, a administrarles nuevos fármacos sin
estudios suficientemente justificatorios, abandonarlo o ser negligentes en su
cuidado, a maltratarlo, a excluirles de servicios asistenciales por razones
utilitarias, a abusar de su estado de incapacidad mental, entre otros. Algunos
de los problemas éticos más frecuentes alrededor del adulto mayor son:
1. El ageismo o etaísmo cultural.
a) La mala utilización de recursos socio-sanitarios (exclusión).
b) La pérdida de la identidad social del anciano.
c) La conciencia de ser un estorbo.
2. La humanización en la asistencia social y sanitaria a estas personas.
3. Ageísmo social
4. La exigencia ética de cuidar a los ancianos4. Integración y convivencia
familiar.
5. Pérdida de la autonomía y total dependencia.
6. Información y comunicación.
7. Consentimiento Informado.
8. Retirada de tratamientos vitales y futilidad terapéutica.
9. Experimentación y ensayos clínicos
10. Acompañamiento a ancianos: papel del voluntariado.
11. Las experiencias del dolor, el sufrimiento y la muerte.
12. Morir con dignidad y Eutanasia.
13. Distribución de recursos socio-sanitarios

El respeto a la vida ya la dignidad de los adultos mayores. La vida humana se


constituye como un valor fundamental pero no como un carácter absoluto
La vida debe considerarse como un bien y un valor, puede estar sometida a
juicios éticos en los casos en que la dignidad de la persona esté en tela de
juicio, es decir, actualmente se considera en casos debidamente justificados
que es más ético prescindir de una vida que conservarla.
Debe considerarse en el adulto mayor condiciones que le reconocen como
persona por encima de cualquier circunstancia, en la inclusión como personas
especiales en el ámbito jurídico, social y ético en función de los derechos
humanos.
Esta consideración no se pierde, es un valor inherente a todo ser humano, no
admite discusión, generando a la dignidad humana, que consiste en el
reconocimiento de los derechos que le corresponde a todo ser humano. El
adulto mayor es un fin en sí mismo no un medio, debe evitarse considerarlo
como un actor no participante de la sociedad, ni como un objeto mediático para
ciertos fines.
El ser adulto mayor consciente y competente es digno, merece respeto, tiene
una serie de derechos, en cuanto es un agente moral, y no puede ser utilizado
sin el derecho a ejercer su voluntad. La autonomía le atribuye estos derechos.
Así mismo, debe tomarse en cuenta el nuevo concepto de calidad de vida,
diferente a las consideraciones tradicionales de carácter sagrado e inalienable,
según la cual los adultos tienen derecho a una vida sin sufrimientos, a una
medicalización sin restricciones. El concepto de calidad de vida que se utiliza
actualmente en la bioética se comporta más bien como un criterio restrictivo y
reduccionista, que se opone al concepto de santidad o dignidad de la vida que
se utiliza en el ámbito de la economía y la política.
BIBLIOGRAFÌA
Alfredo B.Z. La bioética y el adulto mayor. Revista horizonte médico. Volumen
9, W 2, Diciembre 2009. En línea 1/10/2020 Disponible en
http://repebis.upch.edu.pe/articulos/hm/v9n2/a7.pdf

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