CREER Prácticas Pedagógicas Multigrado Llanos y Tapia
CREER Prácticas Pedagógicas Multigrado Llanos y Tapia
CREER Prácticas Pedagógicas Multigrado Llanos y Tapia
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Prácticas pedagógicas en aulas rurales multigrado: hallazgos y recomendaciones para la formación docente
CONTENIDO
Resumen 5
I. Sobre la planificación en aulas multigrado 10
II. Sobre las actividades de enseñanza en aulas multigrado 16
2.1. Sobre el rescate de los saberes previos al inicio de la sesión 16
2.2. Sobre las actividades de enseñanza durante la sesión 19
2.3. Metacognición como cierre de la sesión 25
III. Sobre las interacciones y la retroalimentación en aulas multigrado 27
IV. Sobre las estrategias de atención indirecta en aulas multigrado 32
4.1. Criterios de agrupación 33
4.2. Tareas diferenciadas por grupo 34
4.3. Tratamiento de los aprendizajes en primer grado 36
4.4. Aprendizaje cooperativo 36
V. Sobre la evaluación en aulas multigrado 39
5.1. Evaluación y planificación 39
5.2. La evaluación desde un enfoque certificador 39
5.3. La evaluación como recurso de presión y sanción 40
5.4. La repetición como estrategia de retroalimentación 41
VI. Sobre los saberes culturales en aulas multigrado 43
Reflexiones finales 45
Referencias bibliográficas 50
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Prácticas pedagógicas en aulas rurales multigrado: hallazgos y recomendaciones para la formación docente
Grupo de Análisis para el Desarrollo (GRADE) a través del Proyecto CREER – Creciendo
con las Escuelas Rurales Multigrado del Perú, implementado gracias al financiamiento de
Old Dart Foundation.
Esta publicación cuenta con una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial 4.0
Internacional.
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Prácticas pedagógicas en aulas rurales multigrado: hallazgos y recomendaciones para la formación docente
AGRADECIMIENTOS
ACRÓNIMOS
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Prácticas pedagógicas en aulas rurales multigrado: hallazgos y recomendaciones para la formación docente
RESUMEN
ABSTRACT
Based on a qualitative study carried out in 2019, this document includes some results in
12 multigrade rural educational institutions in Cajamarca, Loreto and Piura. The results are
grouped into six central aspects of pedagogical practices: Planning, Teaching activities,
Interactions and feedback, Indirect attention strategies, Evaluation and Cultural knowledge.
Around each of these aspects, the main difficulties are identified and some recommendations
are made. This document contributes with a better understanding of pedagogical practices
in multigrade rural classrooms and the design of professional teaching development
programs. We trust that this document will be relevant for teachers during their initial
training and professional development.
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Prácticas pedagógicas en aulas rurales multigrado: hallazgos y recomendaciones para la formación docente
INTRODUCCIÓN
En el Perú, al menos 63% de escuelas de primaria a nivel nacional tienen un aula multigrado,
y 92,1% de escuelas primarias rurales ofrecen el servicio multigrado. En las áreas rurales,
la matrícula multigrado se ha incrementado en los últimos 25 años hasta llegar al 78%
(Miranda 2020). A pesar de la considerable cantidad de servicios multigrado en el país y,
en especial, en las áreas rurales, las condiciones en que las profesoras y los profesores
trabajan en estas aulas es lamentable: infraestructura precaria, pobre mobiliario y escaso
equipamiento, todo esto aunado, además, a un contexto de pobreza de las familias de sus
estudiantes (Rodríguez 2004, Ames 2004).
La alta rotación de docentes año a año y la asignación tardía al inicio o a mitad del
año escolar son, asimismo, dificultades que obligan a asumir reemplazos y a hacerse cargo
de más grados de los que corresponderían. Por otro lado, son frecuentes la reducción del
tiempo de la jornada escolar y la permanente redistribución de grados y docentes, factores
que en muchos casos interrumpen el proceso de aprendizaje (Ames 2004). Otra de las
condiciones que debe enfrentar este servicio es que en la formación inicial docente no se
enseñan las metodologías multigrado.
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Prácticas pedagógicas en aulas rurales multigrado: hallazgos y recomendaciones para la formación docente
El enfoque por competencias del CNEB (Minedu 2016a) promueve que toda práctica
pedagógica se inserte en situaciones significativas, es decir, reales —o verosímiles—, que
respondan a las necesidades de las alumnas y los alumnos, y que sean desafiantes. De
esta manera, cada estudiante tendrá mayores motivaciones para participar e involucrarse
en su proceso de aprendizaje, de un modo cada vez más autónomo. Asimismo, el enfoque
por competencias enfatiza la necesidad de combinar capacidades al construir nuevos
conocimientos a partir de saberes previos, y así enfrentar retos cognitivos desafiantes. En
este proceso de aprendizaje, cada docente acompaña el progreso de sus estudiantes de
un nivel de aprendizaje a otro superior. Les ofrece tareas con distintos grados de dificultad
y les da oportunidades tanto para el trabajo individual como para la labor cooperativa y
colaborativa, mediante interacciones y el aprendizaje mutuo. Este enfoque promueve,
además, el uso del pensamiento complejo, de modo que vean el mundo de manera integrada
y no fragmentada.
Para organizar las tareas grupales, cada docente multigrado toma en cuenta los
niveles de aprendizaje, grados, ciclos, intereses y afinidad de sus estudiantes, que pueden
ser comunes o, más bien, particulares. Dos formas de aprendizaje son las más relevantes
en las aulas multigrado: a) el aprendizaje colaborativo, en el que, como grupo o como clase,
alumnas y alumnos participan activamente en la construcción conjunta de conocimientos
a través de la interacción, con el fin de alcanzar una meta u objetivo propuesto; y b) el
aprendizaje autónomo, en el que cada quien debe adquirir progresivamente tanto habilidades
de autorregulación de su propio aprendizaje como el desarrollo cada vez más autónomo
de sus competencias. Ambas formas de aprendizaje responden a la complejidad del aula
multigrado, pues, dada la diversidad de grados y edades por atender, será necesario que
trabajen por momentos individualmente y por momentos en grupo, de modo que su docente
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Prácticas pedagógicas en aulas rurales multigrado: hallazgos y recomendaciones para la formación docente
pueda atender de forma alternada a otros grupos o estudiantes. Ello también demanda
cierta autonomía y autorregulación en los hábitos para organizarse, reflexionar en equipo,
y discutir estrategias para solucionar tareas y problemas enmarcados en situaciones
significativas (Minedu 2017).
Por todo ello, para reflexionar y discutir sobre las prácticas pedagógicas que se
implementan en el aula multigrado, y en el marco del Acuerdo de Contribución firmado
entre el Grupo de Análisis para el Desarrollo (GRADE) y Old Dart Foundation (ODF) para
la implementación del Proyecto “Creciendo con las Escuelas Rurales Multigrado del Perú”
(CREER), en el año 2019 se realizó un estudio cualitativo sobre las prácticas pedagógicas y
de género en 12 instituciones educativas rurales multigrado con un máximo de tres docentes,
en Piura, Cajamarca y Loreto.
Los bajos resultados de aprendizaje que se obtienen en las aulas rurales multigrado a
nivel nacional, así como los escasos estudios sobre las prácticas pedagógicas de docentes
multigrado, sustentan la importancia de contar con información que profundice en ciertos
aspectos relevantes de estas prácticas, más aún en el contexto de implementación de un
nuevo currículo. En este sentido, y sobre la base del estudio cualitativo antes mencionado,
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En Las interacciones dialogadas formativas y la retroalimentación: algunos hallazgos en escuelas multigrado, de próxima
publicación por CREER-GRADE, Fernando Llanos y Jessica Tapia, autores del presente informe, se ocupan con mayor profundidad
de las prácticas de retroalimentación en las aulas multigrado observadas.
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Prácticas pedagógicas en aulas rurales multigrado: hallazgos y recomendaciones para la formación docente
el presente texto comparte algunos aportes, esperando que permitan construir propuestas
para perfilar de mejor manera el diseño de los programas de formación docente inicial
y de formación en servicio para docentes rurales. Asimismo, se podrá emplear como
material de discusión en los espacios de desarrollo profesional docente, en el marco de la
implementación del CNEB. Este propósito se vincula directamente con uno de los objetivos
prioritarios de la política rural del Minedu, que plantea la mejora de la práctica pedagógica
y de la calidad del desempeño docente.
A partir del análisis de los avances, pero sobre todo de las dificultades encontradas
en las prácticas pedagógicas en las aulas multigrado observadas, el documento brinda
recomendaciones específicas en torno a seis aspectos centrales:
1. planificación;
2. actividades de enseñanza;
3. interacciones y retroalimentación;
4. estrategias de atención indirecta;
5. evaluación; y
6. saberes culturales.
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Prácticas pedagógicas en aulas rurales multigrado: hallazgos y recomendaciones para la formación docente
Es innegable que detrás de cada sesión hubo un plan de clase y una secuencia
ordenada, en la que se planteó el rescate de saberes previos, además de considerarse
la atención simultánea —común a toda la clase— y diferenciada —por cada grado—,
cuando así se requirió, así como la atención directa e indirecta. De hecho, de acuerdo
con el estudio de Eguren y otras (2019), la forma en que se estructuran las sesiones en
las escuelas públicas en general es un cambio que se ha venido produciendo desde el
año 2005, cuando al menos podía distinguirse una secuencia borrosa. Más tarde, en
el 2009, continuó la mejora del orden en la secuencia didáctica, aunque todavía era
difícil distinguir momentos de inicio y cierre; y ya en el 2013 las sesiones mostraban una
secuencia más clara, aunque los cierres eran todavía escasos.
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A diferencia de las escuelas tridocentes, en las bidocentes (dos docentes para los seis
grados) la complejidad es media (Montero 2002), pues la asignación de grados rompe la
estructura de ciclos: cada docente está a cargo de dos grados del mismo ciclo, pero también
de un grado adicional que pertenece a otro ciclo. En estos casos, planifican considerando
dos ciclos; por ejemplo: cuarto grado (ciclo IV), y quinto y sexto grado (ciclo V).
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Prácticas pedagógicas en aulas rurales multigrado: hallazgos y recomendaciones para la formación docente
• Las profesoras y los profesores plantearon propósitos de aprendizaje por sesión que
claramente no podrían alcanzar en tan poco tiempo —90 y 120 minutos—, menos aún
desde un enfoque para desarrollar competencias. En esta lógica, la propuesta de
actividades se orientó hacia el aprendizaje de contenidos y a mediaciones rápidas y
superficiales, posibles de alcanzar en ese escaso tiempo pedagógico.
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En todos los casos se mantiene el anonimato de las profesoras y los profesores observados y entrevistados.
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Prácticas pedagógicas en aulas rurales multigrado: hallazgos y recomendaciones para la formación docente
Por último, en ningún momento de la sesión concreta la docente les pidió a sus
estudiantes que “Expliquen las acciones concretas de personas y personajes…” ni utilizó
una lista de cotejo como instrumento de evaluación para verificar si “Relaciona[n] ideas e
informaciones utilizando algunos conectores de uso más frecuente”.
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Prácticas pedagógicas en aulas rurales multigrado: hallazgos y recomendaciones para la formación docente
Recomendaciones
Formar y capacitar a cada docente para que plantee propósitos por experiencia
de aprendizaje, es decir, para más de una sesión (al menos dos) y no para una
sola (que dura entre 60 y 90 minutos), pues se necesita un tiempo razonable
para desarrollar las competencias (considerar una unidad, proyecto o, en
general, más de una sesión).
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Presentamos a continuación los hallazgos con respecto a los tres momentos de una sesión
planificada: a) el rescate de los saberes previos, como inicio de la sesión; b) el desarrollo
de las actividades durante la sesión; y c) las preguntas de metacognición, como cierre de
la sesión. Es necesario aclarar que el inicio y el cierre de la secuencia didáctica se dan
en atención simultánea, es decir, dirigidos al conjunto de estudiantes de todos los grados
atendidos. En cuanto al desarrollo de las actividades, la profesora o el profesor atiende en
simultáneo a toda la clase y alterna la atención diferenciada por grupos e individuos. Las
sesiones tienen una duración de 90 minutos.
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Prácticas pedagógicas en aulas rurales multigrado: hallazgos y recomendaciones para la formación docente
Una docente de Piura, a cargo de quinto y sexto, señaló que los decimales los
encontramos en nuestra vida diaria: preguntó sobre el precio de algunos productos y sus
estudiantes “se dieron cuenta” de que tenían decimales. Es una estrategia de recojo de
saberes previos cotidianos que la docente vinculó efectivamente con el propósito de la
sesión, que era aprender a resolver problemas con decimales. Es relevante el esfuerzo de
la profesora para establecer este vínculo en el área de Matemática, pues no es frecuente
relacionar esta competencia con la vida cotidiana.
En Loreto, una docente que atendía a estudiantes de primero, segundo y tercer grados,
hizo comentarios sobre una feria gastronómica de la comunidad, para luego introducir a su
aula en el propósito de la sesión: escribir la receta de un plato de comida.
También en Piura, la docente de tercero, cuarto y quinto les preguntó a sus estudiantes
por la clase anterior —uso de la cinta métrica para medir largo y ancho de objetos— antes
de plantear el propósito de la sesión de ese momento, que era “Resolver problemas con
perímetros y áreas”. En Cajamarca, un docente de tercero y cuarto comenzó recogiendo
los saberes previos: preguntó qué es la división, para introducir a sus estudiantes en la
resolución de ejercicios de esta operación. En Loreto, un docente de cuarto, quinto y sexto
grados retomó aspectos tratados en la clase anterior —datos sobre encuestas y preferencias
por áreas curriculares— para conectar al aula con el trabajo de hacer una encuesta referida
a la preferencia de sus estudiantes entre determinados cursos y cómo representar los datos
en cuadros de doble entrada.
Como se observa, el inicio de cada secuencia didáctica de las sesiones se concentró sobre
todo en una forma de introducir motivadoramente la clase y de contextualizar lo que venía
a continuación. Una manera de preparar o familiarizar al aula con el tema a tratar.
En una entrevista, un docente de Cajamarca lo explicó de este modo:
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Prácticas pedagógicas en aulas rurales multigrado: hallazgos y recomendaciones para la formación docente
El profesor manifestó que utiliza las preguntas de inicio de la secuencia didáctica para
que sus estudiantes tengan interés en lo que vendrá a continuación. El valor principal que
les dio a los saberes previos fue solo motivador; no los usó como una forma de reconocer
habilidades y conocimientos ya existentes, de modo que los pudiera relacionar con los
aprendizajes que deseaba generar. De haber sido así, estos saberes previos los habría
explicitado nuevamente durante el proceso; sin embargo, los inicios de clase fueron solo
preguntas motivadoras que abrieron amablemente la sesión de clase.
Esta es una dinámica siempre presente en los inicios de la secuencia didáctica en las aulas
multigrado. En otras palabras, los saberes previos recogen lo que las alumnas y los alumnos
ya saben o deben recordar, pero no son detonadores de aprendizajes nuevos durante la
sesión.
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Recomendación
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Prácticas pedagógicas en aulas rurales multigrado: hallazgos y recomendaciones para la formación docente
En el área de Matemática, por otro lado, en algunas sesiones los problemas planteados
se trataron como ejercicios algorítmicos. Así, una docente de Cajamarca (quinto y sexto)
propuso un problema, pero solo esperó que los estudiantes se dieran cuenta del tipo de
operación que iban a aplicar y realizar, no a partir de una indagación por el sentido de un
problema, sino de un procedimiento que tenían que aplicar:
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Prácticas pedagógicas en aulas rurales multigrado: hallazgos y recomendaciones para la formación docente
Una docente de Loreto (primero, segundo y tercero), por ejemplo, visitaba los grupos
de trabajo, y ayudaba a entender las indicaciones y a encontrar la información en el libro;
incluso les dictaba algunas partes. Así, llenaba los vacíos de atención de sus estudiantes;
solo se aseguraba de que hubieran escuchado bien su tema y de que hubieran copiado la
información del libro. Era un monitoreo de semidictado y de copiado acompañado. Mientras
visitaba los grupos, leía parte de los textos en voz alta, hacía alguna pregunta, pedía que
leyeran un fragmento y les decía dónde estaba la respuesta. Varias niñas y algunos niños
leían sus textos en voz alta.
En Loreto, una docente (primero, segundo y tercero) invitó a leer una receta de nina
juane, un plato típico de la comunidad; era una actividad de lectura compartida, en voz alta
y por turnos. El texto, breve, lo leyeron en al menos dos rondas.
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Prácticas pedagógicas en aulas rurales multigrado: hallazgos y recomendaciones para la formación docente
En una escuela de Piura, una docente (tercero y cuarto) propuso una actividad de
lectura grupal de un texto breve de cuatro párrafos. La lectura fue múltiple: a) individual;
b) en pares; y c) compartida, por turnos y por párrafos. Todas, en voz alta. En las dos
primeras formas de lectura, que se hacían en simultáneo, se generó un ambiente de
ruido ininterrumpido, de lecturas orales montadas unas sobre otras que no aseguraban ni
favorecían una lectura comprensiva. La lectura compartida, por turnos, tuvo dos rondas por
lo menos. Incluso también lo leyó la docente. Luego siguió una ronda más de lectura por
turnos.
Es notable, por ejemplo, el interés que suscitó una docente de Piura cuando propuso
la lectura grupal de un cuento invitando a sus estudiantes a sentarse sobre una manta,
en el centro del aula. Otra docente piurana (tercero, cuarto, quinto y sexto) propuso un
debate sobre listas de postulantes al municipio escolar para desarrollar habilidades críticas
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de exposición oral. En Loreto, una docente (primero y segundo) planteó una estrategia de
narración conjunta de un relato oral sobre el Ayaymama, muy conocido por sus estudiantes,
quienes participaron completando la historia con frases cortas; así, la profesora narró la
historia con las niñas y los niños. La forma de contar la historia y la participación conjunta
motivó el interés, y la atención resultó bastante activa. En Cajamarca, mientras tanto, un
docente (cuarto, quinto y sexto) planteó una explicación sobre los ángulos a partir del diseño
y la elaboración de cometas.
Docente: Para resolver los problemas, ¿ven?, no solamente se hace de una sola forma.
Se dan cuenta [de] que, de varias formas… el grupo de acá ha sacado mirando y contando,
contabilizando los cuadritos, multiplicando, sumando. El grupo de Los Diablitos [lo] ha hecho
utilizando otra forma, un cuadro de doble entrada; […] lo ha hecho de forma ascendente,
las cantidades que ha visto que correspondían. El grupo de Los Corazones también lo ha
hecho de forma genérica, total, contando, así, y así sucesivamente. Y han podido darse
cuenta [de] que todos han sacado el mismo resultado, pero de diferentes formas.
Recomendación
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Si bien estas preguntas podían motivar reflexiones sobre los aprendizajes propios,
terminaban por decantar en respuestas monosilábicas, esperables y breves, sin interacción
ni retroalimentación de parte de la profesora o el profesor. La actividad de metacognición
—reservada siempre para el final de la sesión y en un corto tiempo, de entre dos y cinco
minutos— se redujo, entonces, a una acción rutinaria, tal como una lista de cotejo (sí/no)
sin mayor explicación y sin repreguntas o comentarios —de su docente o de compañeras
o compañeros—, por lo que no se puede decir que fueran “reflexiones”. Aquí un ejemplo,
tomado de la clase de un docente de Cajamarca:
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Prácticas pedagógicas en aulas rurales multigrado: hallazgos y recomendaciones para la formación docente
Se observa que el docente hizo preguntas sobre lo que habían aprendido y cómo
lo habían aprendido. Le respondieron brevemente, pero él solo dejó que se expresaran,
sin darles ningún tipo de retroalimentación y sin generar la oportunidad de que se
desencadenara un diálogo reflexivo. Las preguntas solo promovieron la participación por sí
misma, como cumplimiento del momento del cierre de la secuencia didáctica. En Loreto, la
mitad las profesoras y los profesores propusieron esta suerte de preguntas metacognitivas,
mientras que la otra mitad no planteó un cierre de la sesión.
Recomendación
• Acompañar y trabajar con las profesoras y los profesores para que incorporen
estrategias de metacognición durante la experiencia de aprendizaje y no solo
al final de las sesiones. Estas estrategias se deben basar en la escucha activa
de los logros y dificultades que sus estudiantes van percibiendo. Para ello, es
necesario que le cuenten cómo han hecho la tarea, en qué momento específico
encontraron cierta dificultad, cómo la fueron superando, qué dificultad siguió
siendo un obstáculo, qué les pareció más fácil o difícil y por qué, cómo se dieron
cuenta de qué les costó más esfuerzo, etcétera.
• Fomentar la disposición permanente a escuchar las dudas, preguntas e
inquietudes, de tal forma que se desencadene un diálogo formativo; es decir,
que no solo se aplique un cuestionario de preguntas o fichas de autoevaluación
de cinco minutos al final de la sesión.
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Prácticas pedagógicas en aulas rurales multigrado: hallazgos y recomendaciones para la formación docente
Las interacciones entre docente y estudiantes fueron frecuentes en las aulas multigrado
observadas, especialmente en las escuelas de Cajamarca y Loreto, mientras que en Piura
fueron ligeramente más expositivas. Sin embargo, estas interacciones eran bastante
superficiales: se basaban en preguntas literales, procedimentales o mecánicas, que
implicaban respuestas monosilábicas o frases cortas, de escasa demanda cognitiva,
predeterminadas y algunas veces adivinatorias, sin un dialogo auténtico y enlazado
que permitiera construir aprendizajes a partir de fortalezas, dudas o dificultades reales
(Nystrand 1997). Las interacciones prototípicas que se produjeron en las aulas obedecían a
la secuencia inicio (con pregunta, docente), respuesta (estudiante) y evaluación (respuesta,
docente a estudiante) (IRE). Aquí un ejemplo, tomado de una escuela de Loreto:
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Prácticas pedagógicas en aulas rurales multigrado: hallazgos y recomendaciones para la formación docente
Estudiante: 15.
Docente: Entonces hay que…
[Silencio]
Estudiante: Igualar.
(Loreto)
Esto puede deberse a que las profesoras y los profesores esperan, sobre todo,
una participación a como dé lugar, sin mediar reflexión, diálogo ni, mucho menos,
retroalimentación. Lo importante parece ser que “participen activamente”, y la función de
las preguntas termina siendo promover el mero activismo. Un docente de Cajamarca dio
cuenta de esta percepción:
Sí, me ayuda… Ahí hay niños que casi no les gusta participar […]
y hay preguntas que yo le hago al grupo grande y hay preguntas
que hago directas —“A ver, Jorge”, “A ver, José”, “A ver, Erika”,
¿no?—, y eso me ayuda, de alguna manera, porque hay niños
que de repente no participan en la clase, pero cuando tú les
preguntas, de alguna manera te dan una respuesta [...], y al dar
una respuesta, están, como quien dice, participando.
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Prácticas pedagógicas en aulas rurales multigrado: hallazgos y recomendaciones para la formación docente
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Recomendaciones
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Prácticas pedagógicas en aulas rurales multigrado: hallazgos y recomendaciones para la formación docente
De acuerdo con los Lineamientos para el mejoramiento del servicio educativo multigrado, la
atención indirecta
Cabe precisar que el 48,9% de las aulas multigrado en el Perú son unidocentes, es
decir, de alta complejidad; 26,3% están a cargo de dos docentes, por lo que suponemos
que atienden tres grados, es decir, de mediana complejidad; y 15,9%, están a cargo de
tres docentes, por lo que cabe suponer que cada docente atiende dos grados del mismo
ciclo, con lo que serían de baja complejidad. Así pues, la situación de la mayoría de aulas
multigrado es crítica, pues predomina una alta complejidad en el manejo de los grados por
cada docente (Miranda 2020).
Ante esto, buscando reducir la alta complejidad de la atención que les exigen
las circunstancias, las profesoras y los profesores de las aulas multigrado bidocentes y
tridocentes organizan a sus estudiantes en función de los grados más y menos numerosos,
mientras que en las unidocentes tienden a formar dos grandes grupos: los pequeños y
los mayorcitos. Dentro de cada uno de estos grupos desaparecen las diferencias de
nivel de aprendizaje. No deja de haber, tampoco, agrupaciones implícitas que buscan la
uniformización de la enseñanza multigrado. En estas agrupaciones quienes más pierden
son las alumnas y los alumnos mayores, así como las niñas en general, pues son quienes
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Prácticas pedagógicas en aulas rurales multigrado: hallazgos y recomendaciones para la formación docente
menos demandan; y, por otro lado, también pierden quienes llevan un mayor rezago en su
aprendizaje, porque ya no hay suficiente tiempo para prestarles atención. En otros casos,
los que más pierden pueden ser los de menos edad, especialmente en las aulas unidocentes
(Rodríguez 2004).
Por otro lado, durante la observación de una sesión unidocente, el profesor combinó
la agrupación por grados y niveles de aprendizaje. Así, hubo una mesa de nivelación de
estudiantes de distintos grados por inasistencias mensuales, así como estudiantes de grados
menores en el grupo de grados mayores. Este docente no se encasilló en la agrupación por
grados, sino que consideró los reales niveles de aprendizaje.
En todo caso, la gran mayoría de docentes señaló que, más allá de lo que observamos
en las sesiones puntuales, son muy flexibles al momento de agrupar a sus estudiantes:
depende de la complejidad de la tarea o del área, del interés o la preferencia de las niñas y
los niños, de la alternancia de las dinámicas —para no saturar a sus estudiantes— o de la
distribución de carpetas.
Recomendación
Las tareas diferenciadas por grado propuestas por la profesora o el profesor no se distinguían
claramente por su mayor o menor complejidad, aunque así lo suponían. Por lo general, el
criterio que predomina para diferenciarlas es solo la cantidad de preguntas o de cifras, o
el cambio de datos de los problemas, especialmente en grados o ciclos cercanos, como
ocurre en las escuelas bidocentes y tridocentes.
Esto puede obedecer a la baja expectativa docente sobre los logros de aprendizaje
de sus estudiantes, pues consideran que se trata de un grupo uniforme de bajo desempeño.
Otra posible causa es la poca claridad docente sobre los estándares de aprendizaje o los
desempeños esperados al final de cada ciclo o grado, déficit que podría estar interfiriendo
para que propongan tareas realmente diferenciadas.
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Prácticas pedagógicas en aulas rurales multigrado: hallazgos y recomendaciones para la formación docente
En Piura, una docente (tercero y cuarto), planteó elaborar una encuesta de forma
diferenciada por grados. A sus estudiantes de cuarto grado les pidió elaborar una encuesta
sobre colores, mientras que a tercero le hizo elegir si deseaban hacerla sobre frutas o
colores. Una vez aplicada la encuesta entre sus compañeras y compañeros, la misión era
elaborar, en su cuaderno, un gráfico de barras que mostrara los resultados. Se observó
que no había diferencia cualitativa, en cuanto a la complejidad, entre una y otra tarea. La
diferencia solo residía en los ítems sobre los que se encuestaba: colores o frutas.
Otro docente planteó los siguientes problemas para los diferentes grados a su cargo:
Cuarto grado
1. Si una cajita de tiza tiene 12 tizas, ¿cuántas tizas habrá en 7
cajitas?
2. En una granja hay 850 litros de leche. ¿Cuántos envases de
5 litros se pueden llenar?
Quinto y sexto grados
1. En una caja de leche hay 24 tarros. ¿Cuántos tarros habrá
en 9 cajas?
2. En una jaula hay 8 pollos. ¿Cuántas jaulas necesitamos para
640 pollos?
En esa sesión de Matemática, ambas tareas, enfocadas en la división, fueron muy similares.
La única diferencia radicó en las cifras: más altas o menos altas, en especial el dividendo.
Recomendación
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Prácticas pedagógicas en aulas rurales multigrado: hallazgos y recomendaciones para la formación docente
En las aulas observadas se notó una tendencia a darles una atención más específica y
cercana a las niñas y los niños de primer grado. De hecho, en las aulas tridocentes los
agrupamientos para las tareas diferenciadas se organizaron por grados; y en las bidocentes
hubo la tendencia a agrupar dos bloques: primer grado, por un lado, y segundo y tercero,
por otro.
Esto posiblemente obedezca a una subestimación de las habilidades de las niñas y los
niños menores. Tal parece que se desconocen los procesos de aprendizaje y las estrategias
adecuadas de enseñanza, especialmente para la adquisición de lectoescritura, así como las
estrategias para incorporar a primer grado en las actividades de los grados más altos.
Recomendación
El trabajo cooperativo grupal con niñas y niños del mismo grado o de distintos grados es una
de las estrategias de enseñanza más valoradas en la metodología multigrado (Ames 2004),
en tanto que el aprendizaje entre pares asegura la participación activa y estimuladora para
la consecución de un objetivo o meta en común. Ello hace posible desarrollar habilidades
interpersonales.
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Prácticas pedagógicas en aulas rurales multigrado: hallazgos y recomendaciones para la formación docente
En los grupos conformados por distintos grados se puede dar el aprendizaje por
contagio —una estudiante puede orientar a otra compañera, potenciando el enriquecimiento
mutuo (Bustos 2014, Schmelkes y Águila 2019)—, y liberar a su docente para que pueda
atender a otros grupos con necesidades más específicas (Ames 2004). En suma, el
aprendizaje colaborativo
Sin embargo, en las aulas visitadas se observó que la participación en los trabajos
grupales era desigual, pues no había una asignación específica de roles para cada
estudiante; además, la actividad propuesta era tan sencilla y mecánica que no requería
tres o más integrantes. Como muchas de las actividades propuestas para el grupo eran
poco demandantes, además de procedimentales y rutinarias, y solo apelaban al recuerdo
o la reproducción de lo antes ejecutado por su docente, el trabajo colaborativo para lograr
aprendizajes significativos no tenía mayor éxito, pues había muy poco que decidir sobre
algo que generara un acuerdo o un desacuerdo, o que complejizara la tarea.
Todo esto implica que las tareas grupales no siempre aseguran por sí mismas la
cooperación y la autonomía en el desarrollo de los aprendizajes; dependerá de la complejidad
de la tarea y de los roles asignados —o no— a cada estudiante.
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Prácticas pedagógicas en aulas rurales multigrado: hallazgos y recomendaciones para la formación docente
Recomendaciones
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Prácticas pedagógicas en aulas rurales multigrado: hallazgos y recomendaciones para la formación docente
En tanto que la evaluación forma parte intrínseca del proceso de enseñanza aprendizaje,
los aspectos ya comentados en los apartados referidos a la planificación y las actividades
de enseñanza corresponden también a esta sección: se evidenció, en las planificaciones
observadas, desarticulación entre la descripción de las evidencias y los criterios planteados
en las planificaciones diseñadas; asimismo, actividades de baja demanda cognitiva y no
retadoras, interacciones individuales y grupales con una clara intención certificadora
(solo se orientaron a identificar lo correcto/incorrecto) y con una mirada hacia cuestiones
superficiales o formales, como la ortografía, el tipo de letra y similares.
Recomendaciones
Las profesoras y los profesores de las aulas observadas mostraron una clara inclinación
hacia la evaluación certificadora: se concentraban en la asignación de una nota sin un
propósito formativo sino solo informativo, de aprobación/desaprobación tanto para cada
estudiante como para sus familias:
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Prácticas pedagógicas en aulas rurales multigrado: hallazgos y recomendaciones para la formación docente
Recomendaciones
En ese sentido, hay docentes de las aulas visitadas que parecían percibir que sus
estudiantes, mientras más repetían, mejor aprendían. Incluso un docente de Cajamarca dijo
que “no [es] porque en realidad lo domine, sino por costumbre”, al poner como ejemplo a
un niño que repitió dos veces el mismo grado y ahora hacía los ejercicios automáticamente
y más rápido que sus compañeras y compañeros. Aquí puede verse, pues, ese enfoque del
reforzamiento como estrategia de retroalimentación:
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Prácticas pedagógicas en aulas rurales multigrado: hallazgos y recomendaciones para la formación docente
Por otro lado, hay docentes que plantean los exámenes de recuperación como una
forma de reforzamiento. Si un estudiante obtuvo una baja calificación, podrá mejorarla no
con una devolución docente para mejorar sus aprendizajes y desempeños, sino repitiendo
la prueba.
Solo una profesora, de una escuela unidocente, dejó ver que percibe la evaluación
desde una mirada formativa. Ella manifestó que, una vez que sus estudiantes dan la
evaluación escrita, observa en qué se han equivocado y vuelve a reprogramar las clases
para retomar los temas en los que se han presentado dificultades:
En este caso, la profesora planteó dos preguntas claves para cualquier proceso de
retroalimentación: “¿Cómo lo resolvieron?” y “¿Por qué lo hicieron así?”. Esto puede ser
señal de que la docente ve la retroalimentación desde un enfoque formativo, es decir, que
se interesa por el proceso mismo de aprendizaje.
Recomendación
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Si bien la riqueza cultural de los espacios rurales andinos y amazónicos ofrece una variedad
de recursos educativos pasibles de aprovechar en las aulas multigrado, en la práctica estos
se utilizan solo parcialmente.
Una docente propuso, por ejemplo, elaborar la receta de una bebida o un plato típico
de la comunidad, en el contexto de una feria gastronómica de la escuela, con participación
de madres y padres. En principio, era una situación real y cercana al contexto; no obstante,
la actividad no resultó desafiante, pues se limitó a la formulación de una lista de ingredientes
y a la escritura de recetas dictadas por la docente o copiadas en la pizarra. En general, se
detenían en aspectos muy superficiales y formales; estaban más atareados con la cocina y
la organización de la feria. Así, esta actividad era potencialmente motivadora, pero terminó
siendo rutinaria y descontextualizada. Cuando se incorporaron los saberes culturales, no se
articularon adecuadamente con las competencias curriculares a desarrollar.
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Recomendaciones
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REFLEXIONES FINALES
1. Nuestros hallazgos muestran que las profesoras y los profesores de las aulas multigrado
observadas durante la investigación tuvieron dificultades respecto a las competencias
descritas en el Marco de buen desempeño docente y los Estándares en progresión de
las competencias profesionales docentes, en lo referido principalmente a la planificación
(competencia 2), la conducción del proceso de enseñanza (competencia 4) y la evaluación
de los aprendizajes (competencia 5).
2. Respecto a la competencia Planifica, tuvieron dificultades para establecer propósitos
de aprendizaje y criterios de evaluación alineados a las expectativas establecidas en
el currículo, así como para proponer situaciones y actividades coherentes con los
propósitos y que exijan, a su vez, por parte de sus estudiantes, desempeños complejos
y desafiantes (Ministerio de Educación 2020b).
3. Respecto a la competencia Conduce, vinculada a las actividades de enseñanza,
interacciones y retroalimentación, y estrategias de atención indirecta, observamos
dificultades para implementar estrategias y recursos que orientaran a sus estudiantes
hacia el desarrollo de competencias de acuerdo con las exigencias de los grados y
ciclos que atendían. Planteaban actividades e interacciones referidas a aprendizajes
muy superficiales, como identificación y extracción de datos, evocación de conceptos,
reproducción literal de ideas ajenas, respuestas predeterminadas y unívocas o
mecanización de los procedimientos, ajenos a actividades relacionadas con aprendizajes
más profundos, tales como, entre otros, comprensión de conocimientos, interpretación
y argumentación propias, elaboración de ideas y soluciones, y establecimiento de
relaciones significativas entre hechos, datos y conceptos.
Asimismo, observamos que se planteaban estrategias de trabajo grupales que
desaprovechaban el aprendizaje colaborativo, pues las actividades no estaban claramente
diferenciadas, los roles no estaban definidos y no se apostaba por la discusión en el
equipo, en tanto que las tareas asignadas no demandaban evaluar ni tomar decisiones
(Minedu 2020b).
4. Sobre la competencia Evalúa, el desempeño docente observado mostró una
predominancia de la función sumativa y correctiva de la evaluación. Subsisten serias
dificultades para diseñar o utilizar tareas de evaluación auténticas y pertinentes
para contar con evidencias de aprendizaje relevantes. En ningún caso observamos
desempeños que implicaran cierto uso de la evaluación para identificar el nivel de
desarrollo de las competencias y las principales dificultades de aprendizaje de sus
estudiantes; menos aún, desempeños que buscaran modificar sus propias prácticas
docentes, de manera que respondieran a las necesidades de aprendizaje del grupo.
Por otra parte, predominó la retroalimentación correctiva. En ningún caso observamos
retroalimentaciones claras, que describieran dónde se encontraban un estudiante o
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GLOSARIO
Alta demanda cognitiva. Nivel de proceso cognitivo que se requiere para realizar una
determinada tarea o resolver un problema, relacionado principalmente con aprendizajes
profundos, tales como la construcción de significados (relacionar conceptos para dar la
explicación de un fenómeno no tratado en clase, analizar y sintetizar información, ejemplificar
de forma pertinente, fundamentar el proceso que se ha seguido para resolver una tarea,
etcétera); la valoración y evaluación de la toma de decisiones frente a problemas que no
tienen una única solución (adoptar una postura y argumentarla, decidir por una alternativa
de solución, utilizar evidencia para cuestionar o validar conclusiones o explicaciones,
etcétera); y la creación de algo nuevo (creación de procedimientos nuevos para resolver un
problema, el diseño de estrategias novedosas para construir algo, crear nuevas formas de
representar la realidad , etcétera) (Leymonié y otros 2013, citado en Ravela y otras 2017).
Baja demanda cognitiva. Nivel de proceso cognitivo que se requiere para realizar una
determinada tarea o resolver un problema, relacionado principalmente con aprendizajes
superficiales, tales como el recuerdo, la memorización y la reproducción de datos
(hechos, conceptos, definiciones, etcétera), así como con la aplicación de procedimientos
predeterminados (fórmulas, pautas, operaciones) para resolver ejercicios conocidos y
rutinarios cuyas respuestas son únicas y predefinidas (Leymonié y otros 2013, citado en
Ravela y otras 2017).
Criterios. “Son el referente específico para el juicio de valor sobre el nivel de desarrollo
de las competencias; describen las características o cualidades de aquello que se quiere
valorar y que deben demostrar los estudiantes en sus actuaciones ante una situación en un
contexto determinado” (Minedu 2020b: 10).
Desempeños. “Según el CNEB son ‘descripciones específicas de lo que hacen los estudiantes
respecto a los niveles de desarrollo de las competencias (estándares de aprendizaje). Son
observables en una diversidad de situaciones o contextos. No tienen carácter exhaustivo,
más bien ilustran algunas actuaciones que los estudiantes demuestran cuando están en
proceso de alcanzar el nivel esperado de la competencia o cuando han logrado este nivel’.
En líneas generales, los desempeños son actuaciones observables de los estudiantes.
Pueden ser desempeños complejos, como las descripciones contenidas en los estándares
de aprendizaje; o pueden ser desempeños más acotados, como los que se encuentran, a
modo de ejemplos ilustrativos, en los Programas Curriculares de cada nivel o modalidad”
(Minedu 2020b: 6).
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Escuelas bidocentes. Escuelas multigrado que cuentan con dos docentes para atender
los seis grados de primaria. Por lo general, una profesora o un profesor se hará cargo de
primero, segundo y tercero, mientras que su colega atenderá a cuarto, quinto y sexto.
Escuelas tridocentes. Escuelas multigrado que cuentan con tres docentes para atender
los seis grados de primaria; por lo general, cada cual a cargo de dos grados: primero y
segundo, tercero y cuarto, y quinto y sexto.
Escuelas unidocentes. Escuelas multigrado con un solo docente para atender los seis
grados de primaria.
Evidencias. “Producciones y/o actuaciones realizadas por los estudiantes —en situaciones
definidas y como parte integral de su proceso de aprendizaje— mediante las cuales se
puede interpretar e identificar lo que han aprendido y el nivel de logro de la competencia
que han alcanzado con relación a los propósitos de aprendizaje establecidos, y cómo lo han
aprendido” (Minedu 2020b: 6).
Propósito de aprendizaje. “Se refiere a aquello que explícitamente se quiere lograr o fomentar, a partir
de una experiencia de aprendizaje planificada por los docentes o mediadores. Se relaciona tanto con la
situación a enfrentar, como con las competencias a desarrollar de manera explícita” (Minedu 2020b: 7).
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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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su análisis. En: Innovación Educativa 24, 119-131. Centro de Profesorado de Granada.
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