Expo Economia

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INTEGRANTES:

TEMA NOMBRE

PRESENTACION MAYRA

Herman Heinrich Gossen (1810 – 1858) BRESSIA


William Stanley Jevons (1835-1882)

Leon Walras (1837-1910) DIEGO

Karl Menger (1840-1921) FIORELLA

. Alfred Marshall (1842-1924) MAYRA

ESCUELA NEOCLASICA

La escuela neoclásica surge en la década de 1870. El término neoclásico es muy criticado por
algunos economistas, argumentando que trata de aglutinar al pensamiento económico
marginalista que hubo entre 1870 y 1920. Dichas ideas apuntaron a formalizar la economía
para asimilarla de una forma más matemática.

Uno de los aspectos fundamentales que diferenció el neoclasicismo de la escuela clásica es la


forma en que explicaban los precios y el valor relativo de los bienes. De acuerdo con la escuela
clásica, el valor de los bienes se explica por sus costes (por el lado de la oferta). Para los
neoclásicos, en cambio, el valor de los bienes se explica por la utilidad marginal, esto es, el
valor que se asigna a la última unidad consumida (por el lado de la demanda).

Una de las principales preocupaciones de los neoclásicos fue la asignación y distribución


óptima de los recursos en una sociedad. Además, apoyaron firmemente el libre comercio
como motor de desarrollo económico y como una forma de aprovechar las ventajas
comparativas de los países.

. Autores principales

Herman Heinrich Gossen (1810 – 1858)

Hermann Heinrich Gossen fue un funcionario prusiano al que se le reconoce como precursor
del marginalismo y de la economía matemática; su principal obra, Desarrollo de las leyes del
intercambio entre los hombres, la publicó en 1854. Formuló dos principios económicos sobre
el consumo -la utilidad marginal y la equimarginalidad- que se conocen como leyes de Gossen.
La primera ley expone que la satisfacción adicional que se obtiene del consumo de un bien
disminuye con el incremento del consumo y llega a cero cuando se logra la saciedad; una tesis
que controvertía lo expuesto por Bentham para quien la utilidad aportada por un bien es
absoluta. La segunda ley expone que no se pueden satisfacer todas las necesidades hasta la
saciedad y que por tal motivo la máxima satisfacción se obtiene cuando se igualan entre sí las
satisfacciones marginales obtenidas de los consumos de los diversos bienes. Dedujo que una
de las consecuencias de la primera ley es que para un individuo los bienes no tiene el mismo
valor y este puede ser nulo en el margen cuando ya no ofrezca satisfacción alguna. Tampoco
puede existir un valor absoluto pues el valor es el resultado de la relación particular entre un
bien y un individuo. En el intercambio también se cumple la tesis marginalista; los
intercambios se realizarán hasta el punto en el que las utilidades marginales de los bienes
intercambiados se igualen

También hizo un análisis marginalista del trabajo. Su argumento fue que el trabajo genera una
satisfacción indirecta derivada del ingreso pero por otra parte genera desutilidad por las
molestias que implica el trabajar; de esto resulta que sea recomendable trabajar hasta cuando
la satisfacción marginal del ingreso iguale la desutilidad de las molestias del trabajo. Propuso
una clasificación de los bienes con fundamento en el consumo: los primeros son los bienes de
consumo, los segundos son aquellos que se requieren para consumir los primeros y los
terceros son aquellos que se requieren para producir los bienes de consumo.

Como puede observarse, las tesis de Gossen desarrollan un modelo de economía liberal y en
competencia, el que consideraba suficiente para el orden económico. Gossen se interesó
también en aspectos como la propiedad de la tierra, sobre la cual pensaba que debería ser de
propiedad estatal; por esa razón propuso la nacionalización de la tierra. Además diseñó un
plan para realizar su propuesta: su idea era que el Estado debería adquirir la tierra a largo
plazo y pagarla con el incremento de las rentas logrado por la valorización de la misma. El libro
de Gossen significó una gran innovación en el análisis económico sin embargo pasó inadvertido
durante algún tiempo y por eso sus ideas tuvieron muy poca repercusión hasta cuando Jevons
y Walras lo rescataron y lo convirtieron en el fundamento de sus investigaciones.

William Stanley Jevons (1835-1882)

Jevons nació en Liverpool dentro de una familia de comerciantes; a causa de problemas


económicos familiares debió emigrar a Australia donde trabajó en la Casa de la Moneda de
Sidney. Luego de su regreso a Inglaterra estudió lógica y economía, y fue profesor de lógica,
filosofía moral y economía. Uno de los mayores aportes a la economía fue el uso de las
matemáticas y la estadística, convirtiendo así a la economía en una ciencia que trascendía la
exposición teórica para cimentarse en pruebas empíricas.

Siguiendo a Gossen, su análisis económico lo centró en la teoría de la utilidad en la que


consideró la formación de precios (teoría del valor) y las preferencias ordinales. Para Jevons la
parte central de la teoría del valor es la idea de que el valor depende de la utilidad. La utilidad
no es una cualidad natural de los bienes sino que surge en la relación entre estas y las
personas.

Según Jevons las personas buscan maximizar la utilidad, definida esta como el logro de mayor
placer y menor dolor; sin embargo las personas no pueden medir los placeres y los dolores y
tienen que recurrir a establecer un orden de preferencias de los diversos bienes y cantidades
del mismo bien. Al respecto de las cantidades expuso que los bienes tienen grados de utilidad
que se reducirán en la medida que el consumo satisfaga la necesidad hasta el punto en que ese
grado de utilidad sea cero Como se observa, lo expuesto por Jevons se caracteriza por la visión
subjetiva y marginalista del valor.

Este tipo de análisis lo extendió hasta la evaluación de la causa y el efecto en la teoría del
valor; su tesis fue que el costo del valor determina la oferta, la oferta determina el grado de
utilidad y finalmente el grado de utilidad determina el valor. De esto concluyó que el valor del
trabajo debe ser determinado por el valor del producto y no a la inversa como lo exponían los
clásicos. Al igual que Gossen, Jevons se interesó en la política e hizo duras críticas a la teoría
del libre comercio (laissez faire) entre ellas la de no imponer normas rígidas en economía sino
buscar y analizar los casos de manera particular.

Concluyó que el laissez faire no estaba lejos de ser una teoría totalmente coherente, sin
embargo no estaba de acuerdo en algunos puntos, sobre todo con el conflicto social de la
época caracterizado por el creciente descontento de la clase obrera.

Sin embargo consideró que las doctrinas del laissez faire eran las más adecuadas para la
Inglaterra de esa época. Pasado el tiempo (a pesar del trabajo de Gossen) Jevons fue
reconocido como el primero de los grandes autores de la economía marginalista en particular y
de la neoclásica en general que luego va a dominar la teoría económica a finales de siglo XIX y
buena parte del siglo XX. Sus principales obras fueron El problema del carbón (1865), Lecciones
de Lógica (1870), Teoría de Economía Política (1871), Principios de Ciencia (1874), Principios de
Economía (1905, publicación póstuma.

Leon Walras (1837-1910)

Léon Walras fue un economista francés, hijo de un economista de filiación socialista, profesor
en la Universidad de Lausana y tuvo como discípulos a Wilfredo Pareto. Basado en el
hedonismo utilizado por Gossen, la teoría y la aplicación matemática de Jevons e influencias de
Cournot- formuló una teoría subjetiva del valor con más aplicaciones matemáticas que sus
antecesores, hasta lograr una teoría matemática que representa el equilibrio general en el
mercado. A partir de 1870 denunció la teoría económica clásica por considerarla insuficiente
para explicar los problemas económicos de su época.

El objetivo principal de su crítica fue las teorías de Ricardo sobre el valor trabajo y de la renta
de la tierra, aspectos que abarcaban también las tesis de Smith. Al igual que Jevons basó su
teoría del valor en la utilidad y en el agotamiento de las cantidades, sin embargo utilizó
conceptos diferentes a los de Jevons; el primero de ellos es el término ‗rareza‘ que es derivada
de la demanda efectiva con relación a la cantidad poseída. En otras palabras el termino
‗rareza‘ no significa otra cosa que utilidad marginal.

El deseo de igualación de las utilidades marginales de los individuos explicados en la segunda


ley de Gossen junto con el deseo de obtener mercancías que tiene cada uno de los individuos
puede representarse por medio de una ecuación funcional o por una curva. Además, con el
apoyo de Antoine Cournot, hizo importantes avances en el uso de la matemática en la
economía. Se propuso lograr con la economía lo que Newton con la física pues tuvo la
convicción de que la economía debía ser representada con el rigor de las ciencias exactas.

Bajo este supuesto la teoría económica debía fundamentarse en parámetros abstractos que
formalizaran las relaciones de los agentes en la actividad económica. Para facilitar su
propósito, que implicaba poder pronosticar comportamientos, simplificó a los individuos
homogenizándolos, con preferencias determinadas, bien informados y racionalidad
maximizadota de la utilidad.

La economía está formada por múltiples agentes que se presentan en el mercado como
consumidores, oferentes de servicios productivos (trabajadores), o como empresarios; los
empresarios compran los servicios productivos (trabajo, tierra y capital) para transformarlos en
bienes que venden como bienes intermedios a otros productores o a consumidores finales. Los
consumidores finales son al mismo tiempo los oferentes de servicios productivos, por tal razón
su ingreso por trabajo lo gastan demandando los bienes de consumo producidos por los
empresarios.

Dado que Walras fundamentó su trabajo en una teoría subjetiva del valor, tanto la oferta
como la demanda y los precios deben ser establecidos de forma simultánea en cada mercado;
además –como ya vislumbraba en la tesis equimarginalidad expuesta por Gossen- Walras se
planteó que el precio de equilibrio en cada mercado depende de lo que ocurra con los precios
de los demás bienes, es decir que los precios surgen en un equilibrio general. El resultado fue
un modelo matemático de equilibrio general donde el mercado de cada bien estaba
representado por una ecuación de oferta y demanda en el que los parámetros eran los precios
a determinar por el sistema de ecuaciones.

Con esta propuesta pudo avanzar en gran parte de la discusión que se dio en su época acerca
de si la economía permanecía en equilibrio. A partir de lo anterior el problema de Walras
consistía en demostrar que el conjunto de las acciones individuales dentro de una organización
sistemática de la producción puede ser mutuamente beneficioso con una distribución de la
renta eficiente. Esta exigencia de muto beneficio obliga a una especial atención sobre los
precios, por esta razón los precios ocupan un lugar central en la teoría del equilibrio general. El
avance demostró que era posible representar ese equilibrio general, sin embargo, llegado a
este punto faltaba por esclarecer el mecanismo mediante el cual cada uno de los mercados
llega al equilibrio. Walras se interrogó sobre la forma de fijar simultáneamente los precios y las
cantidades ofrecidas y demandadas, tal como lo exige su modelo de equilibrio general,
cumpliendo el requisito de que cada quien maximice su beneficio (empresarios) y utilidades
(consumidores).

Su conclusión fue que se requería la existencia de un subastador y que cada empresario fuera
un empresario Sísifo7 . La función del subastador es la de encontrar el precio de equilibrio de
cada bien a través de una especie de tanteo en el que la sobre-oferta y la sobre-demanda de
empresarios y consumidores dan la señal para el subastador pueda fijar el citado precio de
equilibrio y declarar cerrados los contratos.

El empresario Sísifo –dadas las condiciones de equilibrio general- es aquel que no obtiene ni
beneficios ni pérdidas, pues según Walras la existencia de pérdidas o ganancias es una señal de
desequilibrio.

La explicación es que si hay beneficios el productor aumentará la producción hecho que


induciría al subastador a reducir los precios con el propósito de hallar un nuevo equilibrio de
oferta y demanda; si el empresario está en pérdida se iniciaría un proceso inverso. Una
característica notable del modelo de Walras es la inexistencia de clases sociales puesto que la
única diferencia entre empresarios y trabajadores (oferentes de servicios productivos) consiste
en el tipo de decisiones que debe tomar y los trabajadores podían a su vez ser empresarios en
calidad de inversionistas de su propio ahorro. El modelo –dado un mercadeo con intercambios
voluntariostampoco requiere formas de organización como sindicatos, gremios empresariales
u otras formas de organización social. En su modelo este tipo de organizaciones introducirían
perturbaciones que impedirían la competencia perfecta, un requisito fundamental de una
economía con equilibrio general. Cournot, al comentar el trabajo de Walras le expresó su
temor de que las curvas de utilidad lo llevaran a un libre comercio puro, es decir en la
economía interna a una tierra despojada de bosques y en la economía internacional a pueblos.
Karl Menger (1840-1921)

Carl Menger nació en Galitzia, un territorio de la corona austriaca que en la actualidad es parte
del sureste de Polonia y del oeste de Ucrania. Menger estudió en las Universidades de Viena,
Praga y Cracovia, fue profesor de Economía Política de la Universidad de Viena y se le reconoce
como fundador de la escuela austriaca.

Los aportes de Menger a la economía se basaron en tres aspectos fundamentales: en el


método del estudio económico, el dinero, y la economía pura. Su método del estudio
económico está basado en ideas individualistas, afirmó que los fenómenos económicos de la
sociedad no representan alguna fuerza directa de tipo social si no que son resultado de la
conducta individual de los seres humanos. Aunque al igual que Gossen y Jevons coloca como
centro de estudio al individuo, no estuvo de acuerdo con el hedonismo como estos y se
propuso buscar una idea más cercana a lo matemático para resolver estos problemas.

Con sus aportes sobre dinero y la teoría monetaria pura abrió el estudio a la futura teoría
monetaria de la escuela austriaca. En esta Menger reveló su teoría del valor dinero, que era de
carácter subjetiva donde se puede ver la función del dinero en el proceso de cambio y la
formación del precio.

Enunció las características más importantes para que un objeto sea denominado mercancía:
primero, que el individuo tenga una necesidad, y segundo, que esta necesidad pueda ser
satisfecha por el bien. Por otra parte, siguiendo a Gossen, estableció una clasificación de las
mercancías en primero, segundo y tercer orden, donde las de primer orden son las que
satisfacen directamente las necesidades de consumo, y las de segundo y tercer orden sirven
para producir las de primer orden. Esta clasificación sirve para destacar las condiciones
técnicas de producción y de esta manera establecer la relación entre el valor y las mercancías
de todas las clases.

Desarrolló así una teoría útil para el uso de los factores de producción que había tratado de
formarse en la época clásica con poco éxito. Para Menger el valor de una mercancía y su
carácter económico nace de la necesidad del individuo que será satisfecha por dicha
mercancía. En este sentido las mercancías cuya oferta es ilimitada –como es el caso del aire o
la luz del sol- no tienen ningún carácter económico porque no hay ninguna necesidad por
obtenerlas.

En su teoría subjetiva del valor se distinguen unas necesidades individuales que son más
apremiantes ya que de estas depende nuestra existencia, y otras que no son tan apremiantes
pero que son más refinadas. En el subjetivismo está el meollo del asunto, cada necesidad para
cada individuo tiene un grado de importancia diferente y por ende cada mercancía que
satisfaga esas necesidades adquiere un valor subjetivo y particular.

Por eso para Menger los valores subjetivos determinan los límites del cambio y los precios.
Menger explicó la importancia del dinero como medio de cambio y define las dificultades que
presenta en cuanto a vendibilidad o aceptabilidad; afirma que el dinero representa la
vendibilidad o aceptabilidad de todas las mercancías y encuentra el dinero ha ganado
aceptación e importancia en la vida económica de la época y que se habían incrementado las
transacciones. Observó además que el dinero ayuda de gran manera a cuantificar el valor
subjetivo de las mercancías.
4.5.2.5. Alfred Marshall (1842-1924)

Ya aceptado el análisis de la utilidad marginal, Marshall y los marginalistas de la segunda


generación realizaron un proceso de depuración y refinamiento de estas teorías. En esta
segunda generación se encuentran tres escuelas, la inglesa, la austriaca y la de Lausanne,
Suiza; cada una de ellas desarrolló aspectos particulares dentro de una doctrina común. En la
escuela inglesa se destaca precisamente Marshall, quien estudió en la Universidad de
Cambridge, fue profesor de las universidades de Bristol, Cambridge y Oxford. Dentro de sus
alumnos se cuentan Pigou y Keynes. A Marshall se le reconoce como uno de los economistas
modernos de más renombre dentro del neoclasicismo y es el autor más importante de la
segunda generación de los marginalistas. Tenía una fuerte preparación matemática y estudios
en metafísica y ética. Marshall vivió un tiempo con los economistas neoclásicos de la primera
generación y recibió influencias de Cournot y se le considera uno de los precursores de la
economía del bienestar dado que su objetivo principal fue encontrar soluciones para los
problemas sociales. A Marshall se le reconocen numerosos aportes y se puede decir que con
algo de justicia que con este autor la economía toma la forma actual. Fue un matemático que
empleó el análisis geométrico y algebraico en sus teorías y quería demostrar las relaciones
exactas de las variables en diferentes situaciones. En este sentido Marshall se valió de todas
los conocimientos científicos para tratar de exponer una teoría acorde con la realidad tal como
lo había dicho Mill, planteó entonces un sistema no muy de complejo, muy natural y basado en
lo real con el propósito de que su legado pudiera ser entendido por la generalidad de los
individuos. Sin embargo su teoría resultó ser un poco ecléctica y más complejo de lo que se
propuso. En contraste con la propuesta de Walras sobre el análisis del equilibrio general por
considerar que este resultaría ser muy complejo y poco práctico a causa de la cantidad casi
infinita de relaciones que pueden afectar la economía, Marshall propuso analizar el equilibrio
parcial entre dos variables, considerando constantes todas las demás, es decir ceteris paribus.
Aunque este tipo de análisis es considerado muy restrictivo, según Marshall ofrece la ventaja
de estudiar los hechos económicos individuales que son esenciales para la economía y es la
forma más recurrida de análisis.

Dentro de las contribuciones de Marshall se encuentra el uso de gráficos para explicar los
conceptos de oferta y demanda y su equilibrio parcial. Las hojas de la llamada ―tijera
marshalliana‖ representan la oferta, determinada por los costos de producción, y la demanda
determinada por la utilidad marginal. La idea detrás de esta imagen es que estas fuerzas que
actúan tras la oferta y la demanda determinan el valor de forma tal que -como con las hojas de
unas tijeras- es inútil preguntar cual de las dos es la que corta. Marshall introdujo conceptos de
gran utilidad y poder explicativo como la elasticidad de la demanda, la cuasi-renta, bien
complementario y bien sustituto, economías externas y economías internas. También acuñó el
término "excedente del consumidor" para el concepto elaborado por Dupuit8 para definir la
mayor utilidad que un comprador logra al adquirir un determinado bien, pues por lo regular
paga menos de lo que estaría dispuesto a pagar en casos como los de la escasez; la diferencia
entre el pago en condiciones normales y el que pagaría en casos extremos es la utilidad
excedente del consumidor.

Este excedente surge a causa de la propiedad decreciente de la utilidad que inducirá una
reducción del precio a medida que aumenta la oferta y con ella la posibilidad de aumentar el
consumo. Además aportó el concepto de excedente del productor, refiriéndose a la diferencia
entre lo que el productor recibe cuando vende un bien y el menor precio por el que estaría
dispuesto a vender. Por otra parte, Marshall también fue uno de los primeros autores en
relacionar el tiempo con las variables económicas, y, a diferencia de los estudios anteriores
llegó a la conclusión de que la observación de la naturaleza debe referirse no a las cantidades
totales sino al incremento de estas. No obstante lo cuestionable y las dificultades que existen
para relacionar aspectos objetivos y subjetivos, Marshall combinó su teoría de utilidad
marginal con el costo real subjetivo; en efecto para Marshall el costo real de producción
depende de la desutilidad del trabajo, del sacrificio que implica proporcionar el capital
necesario para producir, y del gasto de producción. Aquí las ganancias de cada uno de los
agentes son suficientes para compensar a sus tasas marginales la suma total de los esfuerzos y
sacrificios que son necesarios para la producción. A diferencia de Walras y los neoclásicos
anteriores que utilizan el término de abstinencia, Marshall utiliza el término de ‗espera‘ que es
la misma abstinencia de consumir en tiempo presente, pero habla de esta forma de la ‘espera‘
también: habla de ella en el sentido del aplazamiento de satisfacciones que implica sacrificio y
cuya compensa es el interés. Marshall afirmó además que si los costos nominales de dos
mercancías eran iguales, los costos reales también serian los mismos. Sin embargo Marshall
siempre tuvo reparos en sus conclusiones ya que el comprendía que ―el factor costo subjetivo
ha de ser siempre cuantitativamente impreciso, y ‗esperas‘ y ‗esfuerzos‘ no se compaginan
bien‖. En definitiva el termino costo real parece estar fuera de todo análisis psicológico del
individuo. Una de las características de Marshall fue su tendencia a ser riguroso, algo que no
sólo lo condujo a fundamentar muy bien sus conceptos sino también a postergar sus
publicaciones y reducir el volumen de su trabajo. El propio Marshall dijo alguna vez que desde
el inicio de la década de 1870 ya tenía claros los elementos principales de las tesis expuestas
en su libro Los Principios de Economía publicado en 1890.

Ese rigor provenía de la preocupación del curso especulativo que estaba tomando la economía,
tendencia esta que la alejaba de la posibilidad de ofrecerle soluciones reales a los problemas
sociales que tanto había agitado Marx. Otra característica fue su filiación con la tradición y
desarrollo histórico de la ciencia económica que reconocía como más apegada a la descripción
y análisis de los hechos que a la especulación con modelos abstractos; por eso se declaraba
seguidor de Smith y Ricardo, y no creía como Jevons y Menger –líderes de la revolución
marginalista- que pudiera darse tal revolución y su argumento fue que la naturaleza no da
saltos. Su percepción sobre las escuelas austriacas y de Lausana es que eran muy mecanicistas,
en tanto que él estaba convencido que la biología representaba un mejor modelo y esperaba
que la economía pudiera representarse de forma evolutiva. Otra de las diferencias con los
austriacos y con los economistas de Lausana fue mantener en segundo plano la teoría de la
utilidad.

CONCLUSION

APORTES TEORICOS

Teoría del consumidor: el consumidor neo clásico gasta su dinero de  tal forma que alcanza el
máximo de satisfacción posible. Para decidir, el utiliza su racionalidad, es decir su información.

Teoría del productor: al igual que el consumidor, el productor trata de maximizar su utilidad,
solo que a él no le interesa combinar entre productos, sino como obtener el mayor producto
con los factores de producción (trabajo, y capital) disponibles. La curva de isoproducto
representa para el productor, lo que presentaba la curva de indiferencia para el consumidor.

Teoría de mercado: a medida que el precio de un bien se eleva, la cantidad demandada de


dicho bien se produce; y se aumenta si el precio se reduce. Por ello la curva de demanda es
descendente. Como la curva de oferta es ascendente, porque a mayores precios se aumenta la
cantidad ofrecida, el cruce de las dos curvas establece el punto de equilibrio. En dicho punto el
productor genera la cantidad de producto que maximiza su ganancia y el consumidor demanda
los bienes que maximizan su utilidad.

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