Una Historia de Las Relaciones Laborales
Una Historia de Las Relaciones Laborales
Una Historia de Las Relaciones Laborales
DOI: 10.1387/lan-harremanak.15441
Abstract
No tenemos constancia, sin embargo, de que los contenidos de las distintas asignatu-
ras se hayan adaptado a la nueva orientación que el grado que nos ocupa ha querido
incorporar. Proponemos en esta comunicación una revisión de los programas que se
están impartiendo en las asignaturas de historia de las relaciones laborales, al mar-
gen de la denominación concreta que reciba en cada una de las universidades. En
segundo lugar presentaremos una propuesta de conjunto de cuáles, a nuestro juicio,
deben ser los contenidos y las orientaciones que debe incorporar un programa que no
tiene como destinatarios a futuros historiadores pero que se ha revelado esencial para
contextualizar y comprender el carácter realmente complejo y dinámico de las rela-
ciones laborales. En cuarto y último lugar abordaremos el papel explicativo de nues-
tra materia en el contexto de crisis en el que nos encontramos y nuestra participa-
ción, en calidad de docentes de esta materia, en el debate social del momento.
In some cases, this process has involved a significant increase in the professors' teach-
ing duties, but a mere nominal change in the name of the subjects. In those cases, the
contents of the subjects have not adapted to the new methodological orientation that
the degree required.
The aim of this paper is to review the syllabus of History of Economic Labor Rela-
tions available in the Spanish (Public) Universities. Secondly, we present a proposal
according to our criteria to provide an essential understanding of the complex and
dynamic nature of labor relations. Finally, we analyze the explanatory role of the
History of Labor Relations in the current crisis context and the University role in
this crucial moment.
Key Words: History of Labor Relations, new higher education degrees, syllabus.
Tabla 1
Contenidos formativos, destrezas y habilidades
— Capacidad para realizar informes orales y escritos sobre aspectos referidos al análisis
temporal del trabajo, las relaciones laborales y el funcionamiento de los mercados de
trabajo.
— Capacidad para buscar, organizar, gestionar e interpretar informaciones cualitativas y
cuantitativas referidas a las relaciones laborales y al funcionamiento de los mercados
de trabajo.
— Capacidad para contextualizar, comparar y analizar críticamente los fenómenos, su-
cesos y procesos que tienen lugar en la evolución histórica del trabajo, las relaciones
laborales y los mercados de trabajo.
— Capacidad para comprender el carácter dinámico y cambiante de las relaciones labo-
rales.
— Adquisición de destrezas para el análisis de realidades sociales complejas pasadas y
presentes.
— Dominio de procedimientos, instrumentos y terminología de la ciencia histórica para
el análisis socio laboral.
Fuente: Lerma Montero, 2005.
gerenciales nueva empresa cor- beralismo en el moderna bajo. cionarias. 1945. Intervención la industrialización
porativa y la «cues- siglo xix. Las con- estatal y naciona-
tión obrera». diciones de vida de lismo
la clase trabajadora.
Las primeras asocia-
ciones obreras.
Tabla 2
(continuación)
Huelva Almería Córdoba Jaén P. Olavide Juan Carlos I Sevilla Murcia
(continuación)
Huelva Almería Córdoba Jaén P. Olavide Juan Carlos I Sevilla Murcia
T.10. T.10.
Mujeres y mundo El sistema de rela-
laboral: evolución a ciones laborales du-
lo largo de los últi- rante la transición
Agustín Galán García y Susana Martínez Rodríguez
Fuente: http://www.aehe.net/docencia-seccion/guias-docentes.html
Una Historia de las relaciones laborales para no historiadores en un contexto de crisis 489
les en la época de la especialización flexible» y «La crisis del Estado del Bienestar:
globalización y sociedad postindustrial».
Esta homogeneidad es debida a que la mayor parte de las asignaturas están
impartidas por profesores del área de Historia e Instituciones Económicas, de lo
que también se infiere el acusado rasgo de una Historia Económica al uso, cen-
trada en el proceso de industrialización y post-industrialización.
Las propuestas impartidas en la U. de Córdoba y U. de Jaén destacan por la
amplitud descriptiva del temario, si bien disponen solo de un cuatrimestre y un
total de 150 horas totales de estudio presentan una guía docente con diez temas.
La U. de Murcia presenta un temario también largo de nueve temas. Las demás
optan por un temario más discreto en cuanto a su extensión.
Siguiendo la misma metodología, en la tabla 3, recogemos los contenidos de
las 10 materias que son Historias; su variedad impide que los comentarios sean
tan visuales como los de la Tabla 2. En primer lugar existe un grupo de mate-
rias que, al igual que el conjunto de Historia de las Relaciones Laborales, recla-
man una urgente actualización de contenidos ya que cubren un marco crono-
lógico insuficiente para las necesidades de los futuros graduados, a los que les
urge un conocimiento del funcionamiento del mundo sobre todo en los últimos
30 años. Aunque en este bloque de asignaturas el sesgo es más político y social
que en la de H.ª RRLL creemos que de nuevo el profesorado precisa adaptar y
modernizar sus contenidos. Otro rasgo preocupante es la excesiva longitud de
los temarios, aunque solo sea formal.
Cantabria La Rioja Zaragoza Zaragoza Barcelona Carlos III La Laguna P. Olavide Sevilla Huelva
Historia Social H.ª Social H.ª Social Evolución H.ª Industrial H.ª Social H.ª Económica Casos de H.ª H.ª Económica H.ª RRLL
y Económica y de las RRLL Organización del Trabajo y Económica y Social del Trabajo en España.
Empresarial y Contemporánea Siglo xx
Modo Trabajo
T.1. T.1. T.1. T.1. T.1. T.1. T.1. T.1. T.1. T.1.
El impacto de Historia del Las transfor- Las empresas Localización Crecimiento La historia Introducción El trabajo en La moderniza-
la I Revolución pensamiento maciones eco- comerciales y industrial y económico en económica la economía li- ción demográ-
T.2. T.2. T.2. T.2. T.2. T.2. T.2. T.2. T.2. T.2.
La sociedad ca- Organización Una nueva so- La empresa ca- Trayectoria del Las institu- El final del An- Políticas de El trabajo en la Política y econo-
pitalista. Prime- de la produc- ciedad. pitalista durante proceso de in- ciones y los tiguo Régimen. austeridad, cri- era del nacio- mía durante el
ras propuestas ción, del tra- la primera fase dustrialización. mercados y el sis y democra- nalismo eco- primer tercio del
socialistas. bajo y de los de la revolu- crecimiento cia nómico, 1880- siglo xx.
intercambios ción industrial económico. 1940.
en la historia (1760-1860):
Agustín Galán García y Susana Martínez Rodríguez
T.3. T.3. T.3. T.3. T.3. T.3. T.3. T.3. T.3. T.3.
La II Revolu- Historia de los El trabajo en La empresa ca- Industrializa- La economía El tránsito a lo Indicadores y El trabajo en Las relaciones
ción Industrial. movimientos las sociedades pitalista en la ción y sector malthusiana. contemporá- Crecimiento las décadas laborales en Es-
Consecuencias sociales. preindustriales agricultura, co- exterior neo. La fase de Económico centrales del si- paña durante el
económicas e modernas. mercio, en el las revoluciones glo xx primer tercio del
industriales. El transporte y las liberal-burgue- siglo xx.
desarrollo del comunicacio- sas. Desarrollo
sindicalismo nes y en el sec- posterior
tor financiero
(1760-1860)
Tabla 3
(continuación)
Cantabria La Rioja Zaragoza Zaragoza Barcelona Carlos III La Laguna P. Olavide Sevilla Huelva
Historia Social H.ª Social H.ª Social Evolución H.ª Industrial H.ª Social H.ª Económica Casos de H.ª H.ª Económica H.ª RRLL
y Económica y de las RRLL Organización del Trabajo y Económica y Social del Trabajo en España.
Empresarial y Contemporánea Siglo xx
Modo Trabajo
T.4. T.4. T.4. T.4. T.4. T.4. T.4. T.4. T.4. T.4.
El mundo del Las revolucio- La ordenación El mundo del Población, ac- La Economía La sociedad Sistemas finan- El trabajo bajo El franquismo
trabajo, las rela- nes industriales del trabajo en trabajo durante tividad e in- Atlántica. contemporá- cieros y Bancos el signo de la (1936-1975).
ciones laborales el periodo del la primera in- dustrialización nea y su regu- Centrales flexibilización,
y el sindicalismo capitalismo li- dustrialización lación jurídica. 1980-2012.
en España beral (1760- (1760-1870).
1860).
(continuación)
Cantabria La Rioja Zaragoza Zaragoza Barcelona Carlos III La Laguna P. Olavide Sevilla Huelva
Historia Social H.ª Social H.ª Social Evolución H.ª Industrial H.ª Social H.ª Económica Casos de H.ª H.ª Económica H.ª RRLL
y Económica y de las RRLL Organización del Trabajo y Económica y Social del Trabajo en España.
Empresarial y Contemporánea Siglo xx
Modo Trabajo
la industria
desde 1870.
T.9. T.9.
Moneda, cré- Fuerza y or-
dito y banca ganización del
trabajo en la
industrializa-
ción intensiva
Tabla 3
(continuación)
Cantabria La Rioja Zaragoza Zaragoza Barcelona Carlos III La Laguna P. Olavide Sevilla Huelva
Historia Social H.ª Social H.ª Social Evolución H.ª Industrial H.ª Social H.ª Económica Casos de H.ª H.ª Económica H.ª RRLL
y Económica y de las RRLL Organización del Trabajo y Económica y Social del Trabajo en España.
Empresarial y Contemporánea Siglo xx
Modo Trabajo
T.10. T.10.
La economía Las rentas del
internacional trabajo en el
en el periodo período de en-
de entreguerras. treguerras
T.11. T.11.
La Segunda Reconstruc-
Globalización. ción, creci-
miento y crisis
de la economía
mundial.
T.12. T.12.
La edad de oro El mundo del
trabajo y las re-
laciones labo-
rales en la se-
gunda mitad
del siglo xx
T.13.
Protección so-
Una Historia de las relaciones laborales para no historiadores en un contexto de crisis
cial y estado
del bienestar.
Fuente: http://www.aehe.net/docencia-seccion/guias-docentes.html
494 Agustín Galán García y Susana Martínez Rodríguez
A ninguno se nos escapa que todos nuestros graduados deberán superar en-
trevistas personales donde debe mostrar habilidades sociales, competencias, téc-
nicas, y por supuesto, un nivel de cultura general. Materias como Historia de las
Relaciones Laborales son fundamentales para dotar de mayor madurez intelec-
tual a los estudiantes. Igualmente importante es lograr que los propios estudian-
tes valoren el capital intelectual que supone la cultura histórica, y más concreta-
mente el método histórico (Llopis, 1991, 29).
Para suscitar el debate y la reflexión proponemos algunos objetivos que con-
sideramos debería incluir un «hipotético programa ideal». Respecto de los obje-
tivos, planteamos tres ideas:
a) Reflexionar sobre los diversos factores que influyen en las relaciones la-
borales (siglos xix y sobre todo xx y xxi). Transmitir y dar a conocer a
los alumnos las condiciones políticas, sociales y económicas básicas para
entender el contexto de los distintos sistemas de relaciones laborales que
se suceden en los siglos el mundo contemporáneo, para comprender su
carácter dinámico y cambiante.
b) Analizar el papel de los distintos agentes sociales (estado, patronos, tra-
bajadores-organizaciones obreras) que participan en las relaciones labo-
rales del período contemporáneo.
c) Ayudar a contextualizar los contenidos que ofrecen las materias básicas
de la titulación; nos referimos a la Economía, el Derecho, fundamental-
mente de del Trabajo y de la Seguridad Social, las políticas de empleo,
la empresa, gestión de los recursos humanos, etc. La historia debe jugar
aquí un papel auxiliar por su duración pero esencial por la visión. Esto
a) estar muy atento al contenido del resto de asignaturas para engarzar sus
contenidos con la nuestra, y
b) a ser conscientes de que nuestra materia, en esta titulación es meramente
auxiliar pero no por ello menos importante. En este mismo sentido he-
mos de trabajar en propuestas de coordinación concretas. Aquí sí hemos
conocido un avance importante, ya sea por la vía de la coordinación de
cursos o de titulación, por la vía de la coordinación informal a través de
seminarios, etc., o a través de la organización de actividades conjuntas
con otras áreas de conocimiento.
1 Damos por hecho que todos los colegas que imparten docencia en este grado conocen con
cierto detalle las salidas profesionales de los futuros graduados. Si esto no es así todo lo que estamos
apuntando aquí carece de sentido, por un lado, y, lo que es más graves, su falta de compromiso los
hace incompetentes para la función que nos ocupa, por otro.
Desde un punto de vista más específico habría que incorporar algunos te-
mas, todos ellos de gran actualidad pero que apenas tienen cabida en los progra-
mas vigentes. A modo de propuesta, consideramos que habría que incluir:
Parece obvio a estas alturas que, tanto los temas que apuntamos como los
programas a los que nos venimos refiriendo, deben venir impregnados por una
orientación comparativa especialmente necesaria en estos momentos. Hemos de
hacernos eco, con las limitaciones cronológicas que tenemos, de lo que ha ido
ocurriendo en otras zonas del mundo, antaño aisladas (China, Indias, Australia,
África, etc.), pero sin cuya participación hoy día no se entendería la dinámica de
los mercados de trabajo. Del mismo modo, se hace obligatorio tratar de intro-
ducir temas de actualidad y, al mismo tiempo, tratar de arrastrar hasta nuestros
días las líneas argumentales que vertebran los programas. De lo contrario ten-
dremos realmente difícil el captar la atención de nuestros alumnos, porque si no
lo hacemos así, nos va a resultar realmente complicado hacerles ver la utilidad
de nuestra disciplina.
Esta visión de la asignatura descansa en la adscripción al área de conoci-
miento dominante (Historia e Instituciones Económicas) pero solivianta los
problemas que vemos en los programas actuales: necesidad de actualización y
conexión con las áreas de conocimiento fundamentales del grado.
No obstante también es importante realizar un ejercicio de autocrítica que
compense la complacencia que pudiera desprenderse de las páginas anteriores.
Sin duda, los docentes de la materia somos los primeros responsables en
conseguir que los estudiantes se interesen por ella, de hacerla atractiva (Ro-
mán Cervantes, 2007). Con independencia de nuestra preferencias es más que
evidente que un joven de 20 años puede mostrar un mínimo —por no decir
nulo— interés por la Primera Revolución Industrial Británica. Sin embargo,
por las circunstancias que está viviendo posiblemente tenga interés en conocer
cómo ha sido la incorporación de las mujeres al mercado laboral en la segunda
mitad del xx, conocer el origen de la Seguridad Social española y por qué hoy
está siendo tan cuestionada, por qué la siniestralidad laboral depende del marco
institucional particular y cómo una determinada concepción del trabajo puede
tener implicaciones en los valores sociales y morales de la sociedad. En esta pro-
puesta abierta planteamos una actualización de contenidos que nos permita ga-
nar más visibilidad en el grado, interrelacionando contenidos con los de otras
materias y poniendo en valor una asignatura más volcada en los problemas con-
temporáneos, menos eurocentrista y que ponga el valor la capacidad de interre-
lación que caracteriza a nuestra área (Llopis, 1991, 36).
démica en el que sus protagonistas debían ser los verdaderos motores de aque-
lla aventura pos-transición; «El profesorado y los alumnos tienen, pues la clave
de la nueva Universidad que se quiera conseguir, y de nada servirá ninguna Ley
si ellos no asumen el proyecto de vida académica que se propone, encaminada
a conseguir unos centros universitarios donde arraiguen el pensamiento libre y
crítico y la investigación. Sólo así la institución universitaria podrá ser un ins-
trumento eficaz de transformación social, al servicio de la libertad, la igualdad
y el progreso social para hacer posible una realización más plena de la dignidad
humana…»2. El fomento del pensamiento libre y crítico, que es a lo que aquí
nos queremos referir, estaba recogido de una manera nítida.
Casi veinte años más tarde, la Ley Orgánica de universidades, decía dibu-
jar el escenario para mejorar la calidad en todas las áreas de la actividad uni-
versitaria es básico para formar a los profesionales que la sociedad necesita,
desarrollar la investigación, conservar y transmitir la cultura, enriquecién-
dola con la aportación creadora de cada generación y, finalmente, constituir
una instancia crítica y científica, basada en el mérito y el rigor, que sea un re-
ferente para la sociedad española. Así, la Ley crea las condiciones apropiadas
para que los agentes de la actividad universitaria, los genuinos protagonistas
de la mejora y el cambio, estudiantes, profesores y personal de administración
y servicios, impulsen y desarrollen aquellas dinámicas de progreso que pro-
muevan un sistema universitario mejor coordinado, más competitivo y de ma-
yor calidad3.
La Ley orgánica de 2007 que venía a reformar la anterior, resumía las fun-
ciones de la universidad de una manera muy simple: La creación, desarrollo,
transmisión y crítica de la ciencia, de la técnica y de la cultura y la preparación
para el ejercicio de actividades profesionales que exijan la aplicación de conoci-
mientos y métodos científicos y para la creación artística4.
Es decir, el propio marco regulador de nuestra actividad iba relegando cada
vez más la función crítica de la institución en beneficio de la transmisión del co-
nocimiento y de la respuesta obligada a las necesidades del mercado. De la crea-
ción de un pensamiento libre y crítico de la primera, a la constitución de una
instancia crítica en la segunda, y a la creación, desarrollo, transmisión y crítica
de la ciencia. Casi que treinta años después el papel crítico de las universidades
debía limitarse al cuestionamiento de lo científico5.
diciembre, de Universidades.
5 Y todo, además, debía estar en perfecta consonancia con lo que los poderes establecidos consi-
6 https://www.isipe.net/open-letter (10.V.2014).
Los alumnos vienen a decir que explicar economía es hacer política. Ha-
cer investigación histórica es una manera de hacer política. Podemos añadir sin
temor a equivocarnos que explicar historia, o, enseñar historia, también es una
forma de hacer política. En este sentido sintonizamos perfectamente con E. Flo-
rescano cuando afirma que «El historiador, y cualquier científico social, debe
asumir el significado y la responsabilidad de su función social, una que, al final,
es de orden moral… En ese oficio de dar sentido al pasado no se puede alegar
inocencia ni neutralidad. Incluso aquel que simplemente se propone historiar
sobre la vida de los santos está tomando partido en el presente y ni qué decir de
quien aborda directamente los temas del poder»7.
Continua el autor mexicano retratando una situación en la que los intere-
ses políticos y gremiales no han estado del todo ausentes. Apenas salvando lige-
rísimos matices nos debe resultar familiar. «En México ha ocurrido una división
del trabajo muy perversa: la clase gobernante ha excluido de su círculo a los aca-
démicos, luego, dentro de las universidades, el grupo de los administradores ha
excluido a los investigadores, y estos últimos se han dedicado, para defenderse,
a cercar y delimitar su espacio de especialización mediante la creación de agru-
paciones gremiales que deciden por sí y ante sí qué es lo que vale y lo que no,
al punto que hoy el valor del investigador está en función de saber cada vez más
sobre muy poco… El resultado ha sido el aislamiento de la actividad del profe-
sional de las fuerzas que hacen la historia y de las necesidades del entorno social
en que opera. Se trata de un perfecto círculo vicioso de intereses bien atrinche-
rados que termina por favorecer «historia del gremio para el gremio» («¡cientos
de miles de libros guardados en las bodegas!») y que impide cumplir con la fun-
ción social de la historia. Y esto no ocurre sólo en México, en diferente medida
en muchos otros ámbitos universitarios también se observa «la proliferación de
obras que no aportan nada significativo»8.
Además, aquella responsabilidad de la que venimos hablando hemos de ejer-
cerla, según las palabras de Hobsbawm (1998, 13), cuando vivimos en una es-
pecie de presente permanente en el que la destrucción del pasado, o, más bien,
de los mecanismos sociales que vinculan la experiencia contemporánea del indi-
viduo con la de generaciones anteriores, se ha vuelto característica. Y esto es pre-
cisamente lo que otorga mayor trascendencia a los historiadores, cuya tarea con-
siste en recordar lo que otros olvidan» (Correa Ramírez, 2011).
¿Pero qué queremos decir con toda esta ristra de consideraciones que po-
drían parecer faltas de coherencia? El marco regulador de nuestra institución, el
sistema de promoción, especialmente el modo de valorar la investigación, el pro-
7 http://gustoporlahistoria.com/tag/comentarios-sobre-la-funcion-social-de-la-historia-de-
enrique-florescano/ (19.05.2014)
8 Ibidem.
9 En este mismo documento:» Un físico mundialmente célebre cuando, en sus cursos para pri-
mero de carrera, se le preguntaba «¿qué parte del programa cubriremos este semestre?», contestaba:
«no importa lo que cubramos, lo que importa es lo que descubráis vosotros». Tenéis que ganar la ca-
pacidad y la autoconfianza en esta asignatura para desafiar y crear e innovar, y así aprenderéis; así ha-
réis vuestro el material y seguir adelante. No es cosa de acumular una serie fijada de hechos que luego
podáis soltar por escrito en un examen para olvidarlos al día siguiente».
6. Conclusiones
7. Referencias bibliográficas
Chomsky, A. (2014). «Sobre el trabajo académico, el asalto neoliberal a las universidades y
como debería ser la educación superior». Disponible en http://www.sinpermiso.info/
textos/index.php?id=6738
Correa Ramírez, J.J. (2011). «Los giros en la historia: función social de la historia y pos-
modernidad, un debate que no cesa». Historelo. Revista de historia regional y local.
Vol. III, N.º 6. Julio / Diciembre de 2011, pp. 13-38.