Una Historia de Las Relaciones Laborales

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Una Historia

de las relaciones laborales


para no historiadores
en un contexto de crisis

Agustín Galán García


Historia e Instituciones Económicas. Facultad Ciencias del Trabajo.
Universidad de Huelva

Susana Martínez Rodríguez


Historia e Instituciones Económicas. Facultad Ciencias del Trabajo.
Universidad de Murcia

DOI: 10.1387/lan-harremanak.15441

Abstract

■  La mayoría de las universidades españolas han concluido ya el proceso de im-


plantación de los nuevos grados. En unos casos, este proceso ha supuesto, además de
una mayor carga de trabajo para los docentes, un mero cambio nominal con esca-
sas manifestaciones prácticas. En otros, por el contrario, las modificaciones han sido
más profundas y de mayor aplicación. Incluso tenemos numerosas publicaciones que
a modo de balance van ofreciendo los resultados alcanzados y las percepciones obteni-
das (Iglesias de Ussel y otros, 2009).

No tenemos constancia, sin embargo, de que los contenidos de las distintas asignatu-
ras se hayan adaptado a la nueva orientación que el grado que nos ocupa ha querido
incorporar. Proponemos en esta comunicación una revisión de los programas que se
están impartiendo en las asignaturas de historia de las relaciones laborales, al mar-
gen de la denominación concreta que reciba en cada una de las universidades. En
segundo lugar presentaremos una propuesta de conjunto de cuáles, a nuestro juicio,

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deben ser los contenidos y las orientaciones que debe incorporar un programa que no
tiene como destinatarios a futuros historiadores pero que se ha revelado esencial para
contextualizar y comprender el carácter realmente complejo y dinámico de las rela-
ciones laborales. En cuarto y último lugar abordaremos el papel explicativo de nues-
tra materia en el contexto de crisis en el que nos encontramos y nuestra participa-
ción, en calidad de docentes de esta materia, en el debate social del momento.

En definitiva, reivindicamos en esta comunicación una actualización de los conteni-


dos atendiendo, al menos, a dos cuestiones que deberían de haberlos condicionado: la
llegada el Espacio Europeo de Educación superior y, en segundo lugar, al contexto so-
cial y económico en el que nos encontramos.
Palabras clave:  Historia de las relaciones laborales, guía docente, contenidos didác-
ticos, función social.

■  Most Spanish universities have already completed the process of implementation


of the new higher education degrees.

In some cases, this process has involved a significant increase in the professors' teach-
ing duties, but a mere nominal change in the name of the subjects. In those cases, the
contents of the subjects have not adapted to the new methodological orientation that
the degree required.

The aim of this paper is to review the syllabus of History of Economic Labor Rela-
tions available in the Spanish (Public) Universities. Secondly, we present a proposal
according to our criteria to provide an essential understanding of the complex and
dynamic nature of labor relations. Finally, we analyze the explanatory role of the
History of Labor Relations in the current crisis context and the University role in
this crucial moment.
Key Words:  History of Labor Relations, new higher education degrees, syllabus.

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1. Situación del Grado en la universidad española

El Grado en Relaciones Laborales y Recursos Humanos, que empezó a rodar


en el curso 2008-2009, procede de la fusión de la Diplomatura de Relaciones
Laborales y de la Licenciatura en Ciencias del Trabajo (Galán García y Herráiz
Martín, 2005). Durante el proceso de elaboración de los nuevos planes de es-
tudio que darían paso a los Grados planteados por el Espacio Europeo de Edu-
cación Superior, desde la Asociación Estatal de Centros Universitarios de Re-
laciones Laborales y Recursos Humanos, se pusieron de manifiesto algunas
disfunciones que se estaban produciendo en el proceso y ante las cuales ninguna
de las autoridades educativas pertinentes intervino (Galán García, 2011). Ape-
nas ha salido la primera promoción de los «nuevos grados» y el nivel de frustra-
ción, al menos en la parte docente, ha sido evidente. Las reformas fueron clara-
mente insuficientes y parciales. La falta de recursos para su aplicación, el exceso
de trabajo, la complejidad organizativa que hemos incorporado en el nuevo sis-
tema, y, a nuestro juicio, la falta de adaptación de los contenidos docentes pue-
den estar en la raíz de aquella sensación.
En el actual grado está presente la materia de Historia, tal y como quedó re-
cogido en el Libro Blanco, en el bloque temático denominado «Historia social
y de las relaciones laborales» (Lerma Montero, 2005). El objetivo de la comuni-
cación es avanzar en la elaboración de un programa de la asignatura que pueda
servir de referencia en el panorama nacional. Proponemos en esta comunicación
una revisión de los programas que se están impartiendo en las asignaturas de
historia de las relaciones laborales, al margen de la denominación concreta que
reciba en cada una de las universidades. En segundo lugar presentaremos una
propuesta de conjunto de cuáles, a nuestro juicio, deben ser los contenidos y las
orientaciones que debe incorporar un programa que no tiene como destinata-
rios a futuros historiadores pero que se ha revelado esencial para contextualizar y
comprender el carácter realmente complejo y dinámico de las relaciones labora-
les. En tercer y último lugar abordaremos el papel explicativo de nuestra materia
en el contexto de crisis en el que nos encontramos y nuestra participación en el
debate social del momento.
Uno de los resultados descriptivos de la comunicación es una primera revi-
sión de algunos de los programas de la asignatura Historia de las Relaciones La-

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borales. La muestra utilizada deriva de la web de la Asociación Española de His-


toria Económica. De las 55 universidades que han participado en la web (http://
www.aehe.net/docencia-seccion/guias-docentes.html) existen 19 casos que han
puesto a disposición de los internautas las guías docentes de las asignaturas de
Historia de las Relaciones Laborales o vinculadas a la Historia Económica y/o
Social. No obstante consideramos que la muestra es lo suficientemente intere-
sante para realizar este primer ejercicio y poder ampliarlo en ediciones sucesivas.

2. Orientaciones, competencias y contenidos de la asignatura de historia

El papel de una asignatura de historia en el proceso de formación de los fu-


turos graduados en relaciones laborales y recursos humanos consiste en ofrecer al

Tabla 1
Contenidos formativos, destrezas y habilidades

Contenidos formativos mínimos

— Fundamentos sociales, políticos y económicos del mundo contemporáneo.


— Historia de los agentes socioeconómicos en los mercados de trabajo.
— Distribución de la riqueza de las sociedades capitalistas contemporáneas. Las alterna-
tivas al sistema liberal-capitalista.
— El papel de las instituciones en la configuración de las relaciones laborales.
— Evolución de la formas de trabajo.
— Evolución histórica de las políticas sociales en el ámbito nacional e internacional.
Capacidades, destrezas, habilidades

— Capacidad para realizar informes orales y escritos sobre aspectos referidos al análisis
temporal del trabajo, las relaciones laborales y el funcionamiento de los mercados de
trabajo.
— Capacidad para buscar, organizar, gestionar e interpretar informaciones cualitativas y
cuantitativas referidas a las relaciones laborales y al funcionamiento de los mercados
de trabajo.
— Capacidad para contextualizar, comparar y analizar críticamente los fenómenos, su-
cesos y procesos que tienen lugar en la evolución histórica del trabajo, las relaciones
laborales y los mercados de trabajo.
— Capacidad para comprender el carácter dinámico y cambiante de las relaciones labo-
rales.
— Adquisición de destrezas para el análisis de realidades sociales complejas pasadas y
presentes.
— Dominio de procedimientos, instrumentos y terminología de la ciencia histórica para
el análisis socio laboral.
Fuente:  Lerma Montero, 2005.

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Una Historia de las relaciones laborales para no historiadores en un contexto de crisis 485

alumno una visión realista de la interacción de los diferentes agentes y facto-


res que intervienen en la dinámica de las relaciones de trabajo, sabiendo que
son relaciones cambiantes, sujetas al contexto social, político y económico en
el que se desarrollan. Este debe ser el eje argumental del programa (Galán Gar-
cía,  2011). Al mismo tiempo debe explicar los antecedentes históricos de los
grandes ámbitos de actuación profesional en los que tendrá que desarrollar su
trabajo; es decir, la gestión de los recursos humanos —ya sea en el interior de
una organización o como asesor externo—; el desarrollo, gestión y evaluación
de las políticas socio-laborales, fundamentalmente políticas de empleo y de se-
guridad social, y, finalmente, hacer lo propio en el ámbito de la salud laboral o
la prevención de riesgos laborales. De forma sinóptica en la  tabla 1 recogemos
los contenidos formativos mínimos, las capacidades, destrezas y habilidades de
la materia.

3. Historia de las Relaciones Laborales y materias afines

La primera nota que destaca es la diversidad de las veintidós materias sobre


historia, ocho están estrictamente dedicadas a la Historia de las Relaciones Labo-
rales (H.ª RRLL en adelante), siete de contenido general y una específica de la
Historia de las Relaciones Laborales en España (U. Huelva). En la Universidad de
Zaragoza se imparte una materia denominada Historia Social y de las Relaciones
Laborales y en la de Córdoba una de Historia y Teoría de las Relaciones Laborales.
Los demás casos de la muestra son asignaturas que tienen un fuerte componente
en historia económica, historia social o historia del trabajo. Algún caso más sin-
gular, en cuando a denominación sería el de Casos de Historia de la Universidad
Pablo de Olavide.
En cuanto al análisis de sus contenidos, lo primero que hemos hecho, ha
sido sistematizar los contenidos de las asignaturas que son semejantes y uno de
los motivos reside en que los docentes están adscritos al área de Historia Eco-
nómica, por lo que en realidad imparten un programa de Historia Económica
(Mundial Contemporánea) con contenidos específicos de Historia de las Rela-
ciones Laborales o del Mercado Laboral. La tabla 3 sintetiza los programas de
las materias Historia de las Relaciones Laborales. Existe una esmerada atención
al capitalismo moderno, a los inicios de la industrialización y a la primer parte
del siglo xx. Desde el punto de vista cronológico, los temarios llegan hasta fi-
nales del xx, o incluso algunos hasta el mismo año de la presentación de la guía
docente. El último tema de la asignatura en la U. de Murcia se titula «El fin del
siglo xx: nuevos escenarios sociales y laborales». La U. de Sevilla opta por un tí-
tulo más concreto «Las relaciones laborales en la era dela globalización y el neo-
liberalismo, 1980-2012». U. Huelva y U. Almería optan por concepciones más
generales que no necesariamente llegan hasta el siglo xxi: «Las relaciones labora-

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Tabla 2
486

Contenidos de la materia Historia de las Relaciones Laborales

Huelva Almería Córdoba Jaén P. Olavide Juan Carlos I Sevilla Murcia

T.1. T.1. T.1. T.1. T.1. T.1. T.1. T.1.


Capitalismo fabril y Los procesos de in- Introducción: la Concepto de las Re- El trabajo en las El surgimiento de la Las economías pre- Presentación de la
desigualdades sociales dustrialización y el consideración mo- laciones Laborales economías pre-in- cuestión social y las capitalistas y el tra- asignatura
nuevo contexto so- ral y social del tra- dustriales. primeras reformas. bajo
ciopolítico. bajo. Industrialización,
democratización y
Estado.

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T.2. T.2. T.2. T.2. T.2. T.2. T.2. T.2.
El Estado, los traba- Las relaciones labo- Las relaciones labo- La herencia de la Transición demo- El impacto de la Las relaciones labo- Las claves de la tran-
jadores y el mercado rales durante el ca- rales en la Europa antigüedad: de las gráfica y relaciones Gran Guerra. Nue- rales en el capita- sición del feudalismo
laboral pitalismo liberal. preindustrial. Los relaciones laborales laborales. vos marcos institu- lismo liberal del si- al capitalismo
sistemas gremiales. en Roma hasta los cionales y desafíos glo xix
sistemas gremiales sociales.
de cofradías y her-
mandades medie-
vales

T.3. T.3. T.3. T.3. T.3. T.3. T.3. T.3.


Capitalismo mono- La crisis del capi- La revolución in- Las relaciones labo- La integración de Las alternativas to- Las relaciones labo- Los orígenes del cre-
polístico y empresas talismo liberal: la dustrial y el li- rales en la España los mercados de tra- talitarias y revolu- rales entre 1890 y cimiento económico:
Agustín Galán García y Susana Martínez Rodríguez

gerenciales nueva empresa cor- beralismo en el moderna bajo. cionarias. 1945. Intervención la industrialización
porativa y la «cues- siglo  xix. Las con- estatal y naciona-
tión obrera». diciones de vida de lismo
la clase trabajadora.
Las primeras asocia-
ciones obreras.

Tabla 2
(continuación)
Huelva Almería Córdoba Jaén P. Olavide Juan Carlos I Sevilla Murcia

T.4. T.4. T.4. T.4. T.4. T.4. T.4. T.4.


La organización del La cuestión social y La II Revolución Revolución Indus- La empresa mo- La política de la Las relaciones labo- La dinámica del ca-
trabajo el origen de las po- Industrial y el de- trial y Revolución derna y las innova- postguerra, el Es- rales en el capita- pitalismo en el siglo
líticas sociales. sarrollo del sindica- Burguesa: la liber- ciones. tado del bienestar lismo de bienestar, xix
lismo. El interna- tad como régimen y la configuración 1945-1980
cionalismo obrero: de trabajo de un nuevo marco
la AIT y el anar- de relaciones labo-
quismo. rales.

T.5. T.5. T.5. T.5. T.5. T.5. T.5. T.5.


La sociedad opulenta La edad dorada del Las relaciones labo- Cuestión social y La institucionaliza- El caso de España. Las relaciones la- Los planteamientos
y el nuevo modelo de capitalismo (1945- rales a partir de la antecedentes del ción de las relacio- De la dictadura a la borales en la era de teóricos ante la socie-
relaciones laborales 1973). primera ruptura in- Derecho Obrero nes laborales. democracia. la globalización y dad capitalista
dustrial hasta el fi- el neoliberalismo,
nal de la gran gue- 1980-2012
rra (1890-1919)

T.6. T.6. T.6. T.6. T.6. T.6.   T.6.


Sociedades de con- Un nuevo modelo La crisis del libera- El nacimiento de Discriminación y En el contexto de Orígenes, formación
sumo y  mercados la- de relaciones labo- lismo en el periodo un derecho de la niveles de vida en una Europa unida. y expansión del mo-
borales rales tras la II Gue- de entreguerras (I). El clase obrera (1920- las relaciones labo- Estado, democracia vimiento obrero
rra Mundial. modelo comunista. 1930) rales. y capitalismo.

T.7. T.7. T.7. T.7. T.7.   T.7.


Las relaciones labora- La crisis del Estado La crisis del libera- La protección inter- Mercado de trabajo La evolución so-
les en la época de la de Bienestar: globa- lismo en el periodo nacional de los tra- y capital humano. cioeconómica del si-
especialización flexi- lización y sociedad de entreguerras (II). bajadores glo xx
Una Historia de las relaciones laborales para no historiadores en un contexto de crisis

ble postindustrial. Las relaciones labo-


rales en los estados
del bienestar.

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487
Tabla 2
488

(continuación)
Huelva Almería Córdoba Jaén P. Olavide Juan Carlos I Sevilla Murcia

    T.8. T.8.     T.8.


Capitalismo y Es- El nacimiento del La evolución econó-
tado del Bienestar régimen jurídico mica y social de Es-
desde el final de la de las relaciones la- paña Contemporánea
II Guerra Mundial borales: el Derecho
a la crisis econó- del Trabajo  (1931-
mica de la década 1939)
de 1970.

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    T.9. T.9.       T.9.
Las relaciones la- El sistema de rela- El fin del siglo xx:
borales tras la cri- ciones laborales du- nuevos escenarios so-
sis de 1970: desre- rante el franquismo ciales y laborales
gulación, economía (1936-1975)
del conocimiento y
globalización.

    T.10. T.10.        
Mujeres y mundo El sistema de rela-
laboral: evolución a ciones laborales du-
lo largo de los últi- rante la transición
Agustín Galán García y Susana Martínez Rodríguez

mos siglos, organis- democrática (1977-


mos, reivindicacio- 1985)
nes, etc.

Fuente:  http://www.aehe.net/docencia-seccion/guias-docentes.html
Una Historia de las relaciones laborales para no historiadores en un contexto de crisis 489

les en la época de la especialización flexible» y «La crisis del Estado del Bienestar:
globalización y sociedad postindustrial».
Esta homogeneidad es debida a que la mayor parte de las asignaturas están
impartidas por profesores del área de Historia e Instituciones Económicas, de lo
que también se infiere el acusado rasgo de una Historia Económica al uso, cen-
trada en el proceso de industrialización y post-industrialización.
Las propuestas impartidas en la U. de Córdoba y U. de Jaén destacan por la
amplitud descriptiva del temario, si bien disponen solo de un cuatrimestre y un
total de 150 horas totales de estudio presentan una guía docente con diez temas.
La U. de Murcia presenta un temario también largo de nueve temas. Las demás
optan por un temario más discreto en cuanto a su extensión.
Siguiendo la misma metodología, en la tabla 3, recogemos los contenidos de
las 10 materias que son Historias; su variedad impide que los comentarios sean
tan visuales como los de la Tabla 2. En primer lugar existe un grupo de mate-
rias que, al igual que el conjunto de Historia de las Relaciones Laborales, recla-
man una urgente actualización de contenidos ya que cubren un marco crono-
lógico insuficiente para las necesidades de los futuros graduados, a los que les
urge un conocimiento del funcionamiento del mundo sobre todo en los últimos
30 años. Aunque en este bloque de asignaturas el sesgo es más político y social
que en la de H.ª RRLL creemos que de nuevo el profesorado precisa adaptar y
modernizar sus contenidos. Otro rasgo preocupante es la excesiva longitud de
los temarios, aunque solo sea formal.

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Tabla 3
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Contenidos de las guías docentes de otras materias de Historia

Cantabria La Rioja Zaragoza Zaragoza Barcelona Carlos III La Laguna P. Olavide Sevilla Huelva

Historia Social H.ª Social H.ª Social Evolución H.ª Industrial H.ª Social H.ª Económica Casos de H.ª H.ª Económica H.ª RRLL
y Económica y de las RRLL Organización del Trabajo y Económica y Social del Trabajo en España.
Empresarial y Contemporánea Siglo xx
Modo Trabajo

T.1. T.1. T.1. T.1. T.1. T.1. T.1. T.1. T.1. T.1.
El impacto de Historia del Las transfor- Las empresas Localización Crecimiento La historia Introducción El trabajo en La moderniza-
la I Revolución pensamiento maciones eco- comerciales y industrial y económico en económica la economía li- ción demográ-

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Industrial. Cam- social y econó- nómicas. manufacture- crecimiento el largo plazo. y social con- beral, 1800- fica en España.
bios en la econo- mico contem- ras durante el económico Porque el cre- temporánea. 1880. 180-1910.
mía y en las rela- poráneo. período de for- cimiento eco- Perspectiva
ciones laborales mación del ca- nómico se ini- desde el campo
pitalismo. ció en Europa del Derecho.

T.2. T.2. T.2. T.2. T.2. T.2. T.2. T.2. T.2. T.2.
La sociedad ca- Organización Una nueva so- La empresa ca- Trayectoria del Las institu- El final del An- Políticas de El trabajo en la Política y econo-
pitalista. Prime- de la produc- ciedad. pitalista durante proceso de in- ciones y los tiguo Régimen. austeridad, cri- era del nacio- mía durante el
ras propuestas ción, del tra- la primera fase dustrialización. mercados y el sis y democra- nalismo eco- primer tercio del
socialistas. bajo y de los de la revolu- crecimiento cia nómico, 1880- siglo xx.
intercambios ción industrial económico. 1940.
en la historia (1760-1860):
Agustín Galán García y Susana Martínez Rodríguez

T.3. T.3. T.3. T.3. T.3. T.3. T.3. T.3. T.3. T.3.
La II Revolu- Historia de los El trabajo en La empresa ca- Industrializa- La economía El tránsito a lo Indicadores y El trabajo en Las relaciones
ción Industrial. movimientos las sociedades pitalista en la ción y sector malthusiana. contemporá- Crecimiento las décadas laborales en Es-
Consecuencias sociales. preindustriales agricultura, co- exterior neo. La fase de Económico centrales del si- paña durante el
económicas e modernas. mercio, en el las revoluciones glo xx primer tercio del
industriales. El transporte y las liberal-burgue- siglo xx.
desarrollo del comunicacio- sas. Desarrollo
sindicalismo nes y en el sec- posterior
tor financiero
(1760-1860)

Tabla 3
(continuación)
Cantabria La Rioja Zaragoza Zaragoza Barcelona Carlos III La Laguna P. Olavide Sevilla Huelva

Historia Social H.ª Social H.ª Social Evolución H.ª Industrial H.ª Social H.ª Económica Casos de H.ª H.ª Económica H.ª RRLL
y Económica y de las RRLL Organización del Trabajo y Económica y Social del Trabajo en España.
Empresarial y Contemporánea Siglo xx
Modo Trabajo

T.4. T.4. T.4. T.4. T.4. T.4. T.4. T.4. T.4. T.4.
El mundo del Las revolucio- La ordenación El mundo del Población, ac- La Economía La sociedad Sistemas finan- El trabajo bajo El franquismo
trabajo, las rela- nes industriales del trabajo en trabajo durante tividad e in- Atlántica. contemporá- cieros y Bancos el signo de la (1936-1975).
ciones laborales el periodo del la primera in- dustrialización nea y su regu- Centrales flexibilización,
y el sindicalismo capitalismo li- dustrialización lación jurídica. 1980-2012.
en España beral (1760- (1760-1870).
1860).

  T.5. T.5. T.5. T.5. T.5. T.5. T.5.   T.5.


Relaciones eco- Transforma- Competencia La organiza- La Revolución La organiza- Economía del Las relaciones
nómicas inter- ciones en el capitalista y ción del tra- Industrial en ción política Bienestar y Se- laborales en el
nacionales y marco de las concentración bajo industrial Inglaterra. de la sociedad guros Sociales franquismo.
sistema de tipo relaciones la- empresarial. La en el siglo xx contemporá-
de cambio fijo. borales en un primera rup- nea.
mundo en cri- tura industrial
sis (1870 1940).

    T.6. T.6. T.6. T.6. T.6. T.6.   T.6.


De las econo- La gran em- Globalización Organización Normas en la Ingresos Fami- Cambio polí-
mías del Bien- presa y el capi- y nueva organi- del trabajo y sociedad con- liares y su Dis- tico y crisis eco-
estar al mundo talismo corpo- zación mundial conflictos. temporánea: tribución nómica (1975-
global (1945- rativo después del trabajo constituciones, 1990).
Una Historia de las relaciones laborales para no historiadores en un contexto de crisis

2000). de la segunda códigos, leyes.


guerra mun-
dial.

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491
Tabla 3
492

(continuación)
Cantabria La Rioja Zaragoza Zaragoza Barcelona Carlos III La Laguna P. Olavide Sevilla Huelva

Historia Social H.ª Social H.ª Social Evolución H.ª Industrial H.ª Social H.ª Económica Casos de H.ª H.ª Económica H.ª RRLL
y Económica y de las RRLL Organización del Trabajo y Económica y Social del Trabajo en España.
Empresarial y Contemporánea Siglo xx
Modo Trabajo

    T.7. T.7.   T.7. T.7.     T.7.


Las respues- La segunda La Primera Las relaciones Las relaciones
tas al capi- ruptura indus- Globalización laborales en laborales en un
talismo: las trial. y las migra- las economías régimen demo-

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formas de aso- ciones. El im- preindustriales. crático (1975-
ciación obrera pacto sobre los 1990).
y la conflicti- mercados de
vidad social en trabajo.
el xix

    T.8. T.8.   T.8. T.8.     Epílogo:


El movimiento Los cambios en Niveles de El mercado de ¿Hacia dónde
obrero en el si- el mercado de vida, desigual- trabajo en la miran las rela-
glo xx. trabajo y en la dad y distribu- sociedad in- ciones laborales?
organización ción de la renta dustrial
del trabajo en
Agustín Galán García y Susana Martínez Rodríguez

la industria
desde 1870.

          T.9. T.9.      
Moneda, cré- Fuerza y or-
dito y banca ganización del
trabajo en la
industrializa-
ción intensiva

Tabla 3
(continuación)
Cantabria La Rioja Zaragoza Zaragoza Barcelona Carlos III La Laguna P. Olavide Sevilla Huelva

Historia Social H.ª Social H.ª Social Evolución H.ª Industrial H.ª Social H.ª Económica Casos de H.ª H.ª Económica H.ª RRLL
y Económica y de las RRLL Organización del Trabajo y Económica y Social del Trabajo en España.
Empresarial y Contemporánea Siglo xx
Modo Trabajo

          T.10. T.10.      
La economía Las rentas del
internacional trabajo en el
en el periodo período de en-
de entreguerras. treguerras

          T.11. T.11.      
La Segunda Reconstruc-
Globalización. ción, creci-
miento y crisis
de la economía
mundial.

          T.12. T.12.      
La edad de oro El mundo del
trabajo y las re-
laciones labo-
rales en la se-
gunda mitad
del siglo xx

          T.13.        
Protección so-
Una Historia de las relaciones laborales para no historiadores en un contexto de crisis

cial y estado
del bienestar.

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Fuente:  http://www.aehe.net/docencia-seccion/guias-docentes.html
494 Agustín Galán García y Susana Martínez Rodríguez

4. Una propuesta de contenidos para la historia de las relaciones


laborales

La propuesta que realizamos está profundamente influida por nuestra área.


Creemos que los cursos de Historia Económica y de Historia de las Relaciones
Laborales en particular deben servir para que los alumnos mejoren su capacidad
de entender, integrar, asimilar y contextualizas el conjunto de sus estudios en el
Grado de Relaciones Laborales y Recursos Humanos. Siguiendo las directrices
de Llopis (1991), la asignatura proporciona:

a) Cultura histórica, un elemento fundamental para la contextualización,


ubicación y localización de problemas.
b) Aporta unas técnicas de análisis especialmente apropiadas para el exa-
men del largo plazo.
c) Proporciona una metodología especialmente diseñada para el estudio de
las interrelaciones entre los factores económicos y los extraeconómicos.

A ninguno se nos escapa que todos nuestros graduados deberán superar en-
trevistas personales donde debe mostrar habilidades sociales, competencias, téc-
nicas, y por supuesto, un nivel de cultura general. Materias como Historia de las
Relaciones Laborales son fundamentales para dotar de mayor madurez intelec-
tual a los estudiantes. Igualmente importante es lograr que los propios estudian-
tes valoren el capital intelectual que supone la cultura histórica, y más concreta-
mente el método histórico (Llopis, 1991, 29).
Para suscitar el debate y la reflexión proponemos algunos objetivos que con-
sideramos debería incluir un «hipotético programa ideal». Respecto de los obje-
tivos, planteamos tres ideas:

a) Reflexionar sobre los diversos factores que influyen en las relaciones la-
borales (siglos xix y sobre todo xx y xxi). Transmitir y dar a conocer a
los alumnos las condiciones políticas, sociales y económicas básicas para
entender el contexto de los distintos sistemas de relaciones laborales que
se suceden en los siglos el mundo contemporáneo, para comprender su
carácter dinámico y cambiante.
b) Analizar el papel de los distintos agentes sociales (estado, patronos, tra-
bajadores-organizaciones obreras) que participan en las relaciones labo-
rales del período contemporáneo.
c) Ayudar a contextualizar los contenidos que ofrecen las materias básicas
de la titulación; nos referimos a la Economía, el Derecho, fundamental-
mente de del Trabajo y de la Seguridad Social, las políticas de empleo,
la empresa, gestión de los recursos humanos, etc. La historia debe jugar
aquí un papel auxiliar por su duración pero esencial por la visión. Esto

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Una Historia de las relaciones laborales para no historiadores en un contexto de crisis 495

obliga a una estrecha coordinación o, al menos conocimiento, de lo que


imparten el resto de las áreas de conocimiento que participan en la titu-
lación.

El cumplimiento de aquellos objetivos requiere, necesariamente, de la coor-


dinación con el resto de asignaturas. (Lerma Montero, 2005). Aquel ejercicio
nos obliga a:

a) estar muy atento al contenido del resto de asignaturas para engarzar sus
contenidos con la nuestra, y
b) a ser conscientes de que nuestra materia, en esta titulación es meramente
auxiliar pero no por ello menos importante. En este mismo sentido he-
mos de trabajar en propuestas de coordinación concretas. Aquí sí hemos
conocido un avance importante, ya sea por la vía de la coordinación de
cursos o de titulación, por la vía de la coordinación informal a través de
seminarios, etc., o a través de la organización de actividades conjuntas
con otras áreas de conocimiento.

Respecto a los contenidos, definimos tres grandes bloques temáticos1:

a) Los mercados laborales durante el capitalismo liberal. El contexto de las


revoluciones industriales y políticas en el siglo xix. Las características de
los mercados laborales y sus escenarios de trabajo en la primera etapa del
capitalismo. Las formas de oposición al sistema y la aparición del sindi-
calismo. Este bloque perdería protagonismo frente a los dos siguientes.
b) El gran capitalismo y las relaciones laborales. Los profundos cambios po-
líticos y sociales hasta la época de entreguerras. La aparición de los sin-
dicatos de clase, la negociación colectiva, las modernas empresas multi-
unitarias y los seguros sociales.
c) La época del consumo de masas y el modelo de relaciones laborales (1945-
2010). Las bases sociales y económicas del capitalismo en este período.
Las modificaciones en el mundo del trabajo y la definición del modelo
de relaciones laborales. Los nuevos escenarios laborales y sociales.

A modo de epílogo y tratando de dar una respuesta desde la Historia a la si-


tuación de crisis prolongada que venimos padeciendo, es necesario darle presen-
cia a esta cuestión en los programas de la asignaturas.

1  Damos por hecho que todos los colegas que imparten docencia en este grado conocen con

cierto detalle las salidas profesionales de los futuros graduados. Si esto no es así todo lo que estamos
apuntando aquí carece de sentido, por un lado, y, lo que es más graves, su falta de compromiso los
hace incompetentes para la función que nos ocupa, por otro.

Lan Harremanak/32 (2015-I) (481-503)


496 Agustín Galán García y Susana Martínez Rodríguez

Desde un punto de vista más específico habría que incorporar algunos te-
mas, todos ellos de gran actualidad pero que apenas tienen cabida en los progra-
mas vigentes. A modo de propuesta, consideramos que habría que incluir:

1. Siniestralidad laboral. Esta materia como objeto de investigación ha


evolucionado de una manera considerable en los últimos años hasta
convertirse en una materia especializada. Se hace necesario ofrecer una
visión histórica de la misma y coordinarnos con las áreas limítrofes, es
decir, Medicina Preventiva y Salud Pública, Derecho del Trabajo y de la
Seguridad Social, Derecho de la Seguridad y Salud en el Trabajo, Psico-
logía Social, Economía del trabajo, etc.
2. Políticas de empleo y sistemas de colocación: ¿Podemos considerar
como políticas de empleo los repartos de tierras de la segunda mitad del
siglo xviii? Además habría que abordar los orígenes y el desarrollo de los
sistemas de colocación, formación y orientación, etc., coordinando con-
tenido con las áreas encargadas de impartir las políticas socio laborales,
es decir, Derecho del Trabajo y de la Seguridad social y Economía, fun-
damentalmente.
3. El peso de la economía social sobre el conjunto de nuestra economía es
más que evidente, tanto desde el punto de vista del empleo como de su
aportación al PIB. Aquí será necesario trabajar conjuntamente con las
áreas de Organización de empresa, Economía y Derecho Mercantil.
4. La Responsabilidad Social Corporativa es otra de las variables temáticas
que encuentra en la historia un potencial explicativo único. La alusión a
este concepto y la búsqueda de sus precedentes en el pasado es otra línea
de trabajo que convendría incorporar. Da la impresión que este es un
concepto de última generación. Basta una mirada a su definición, ob-
jetivos, difusión, etc. Para entender que no es sino la última evolución
que ha conocido la empresa en sus relaciones con el entorno en el que
se inserta. A modo de ejemplos y como un primer material de referencia
podemos citar los trabajos de Domínguez Martin (2008) o el de Galán
García (2012) Además, claro está de los manuales de historia de la em-
presa que solemos utilizar.
5. Culturas del trabajo. Los valores que rigen las organizaciones son la
esencia de las mismas. La cultura que generan explican en gran parte su
desarrollo. (Gimbert, 2011,41-61). No obstante su importancia hemos
cedido este interesantísimo terreo a antropólogos, psicólogos de las or-
ganizaciones y estos, a su vez, se lo discuten con las áreas de organiza-
ción de empresa.

Parece obvio a estas alturas que, tanto los temas que apuntamos como los
programas a los que nos venimos refiriendo, deben venir impregnados por una
orientación comparativa especialmente necesaria en estos momentos. Hemos de

Lan Harremanak/32 (2015-I) (481-503)


Una Historia de las relaciones laborales para no historiadores en un contexto de crisis 497

hacernos eco, con las limitaciones cronológicas que tenemos, de lo que ha ido
ocurriendo en otras zonas del mundo, antaño aisladas (China, Indias, Australia,
África, etc.), pero sin cuya participación hoy día no se entendería la dinámica de
los mercados de trabajo. Del mismo modo, se hace obligatorio tratar de intro-
ducir temas de actualidad y, al mismo tiempo, tratar de arrastrar hasta nuestros
días las líneas argumentales que vertebran los programas. De lo contrario ten-
dremos realmente difícil el captar la atención de nuestros alumnos, porque si no
lo hacemos así, nos va a resultar realmente complicado hacerles ver la utilidad
de nuestra disciplina.
Esta visión de la asignatura descansa en la adscripción al área de conoci-
miento dominante (Historia e Instituciones Económicas) pero solivianta los
problemas que vemos en los programas actuales: necesidad de actualización y
conexión con las áreas de conocimiento fundamentales del grado.
No obstante también es importante realizar un ejercicio de autocrítica que
compense la complacencia que pudiera desprenderse de las páginas anteriores.
Sin duda, los docentes de la materia somos los primeros responsables en
conseguir que los estudiantes se interesen por ella, de hacerla atractiva (Ro-
mán Cervantes, 2007). Con independencia de nuestra preferencias es más que
evidente que un joven de 20  años puede mostrar un mínimo —por no decir
nulo— interés por la Primera Revolución Industrial Británica. Sin embargo,
por las circunstancias que está viviendo posiblemente tenga interés en conocer
cómo ha sido la incorporación de las mujeres al mercado laboral en la segunda
mitad del xx, conocer el origen de la Seguridad Social española y por qué hoy
está siendo tan cuestionada, por qué la siniestralidad laboral depende del marco
institucional particular y cómo una determinada concepción del trabajo puede
tener implicaciones en los valores sociales y morales de la sociedad. En esta pro-
puesta abierta planteamos una actualización de contenidos que nos permita ga-
nar más visibilidad en el grado, interrelacionando contenidos con los de otras
materias y poniendo en valor una asignatura más volcada en los problemas con-
temporáneos, menos eurocentrista y que ponga el valor la capacidad de interre-
lación que caracteriza a nuestra área (Llopis, 1991, 36).

5. La función social del docente historiador y nuestra aportación


al debate social
Y, por último, proponemos una revisión del papel social del historiador, en
este caso, en su calidad de docente, si es que esta puede vivir aislada de su condi-
ción de investigador.
El título preliminar de la Ley Orgánica de Reforma Universitaria (LRU) de
1987, pretendía establecer un nuevo marco para la renovación de la vida aca-

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498 Agustín Galán García y Susana Martínez Rodríguez

démica en el que sus protagonistas debían ser los verdaderos motores de aque-
lla aventura pos-transición; «El profesorado y los alumnos tienen, pues la clave
de la nueva Universidad que se quiera conseguir, y de nada servirá ninguna Ley
si ellos no asumen el proyecto de vida académica que se propone, encaminada
a conseguir unos centros universitarios donde arraiguen el pensamiento libre y
crítico y la investigación. Sólo así la institución universitaria podrá ser un ins-
trumento eficaz de transformación social, al servicio de la libertad, la igualdad
y el progreso social para hacer posible una realización más plena de la dignidad
humana…»2. El fomento del pensamiento libre y crítico, que es a lo que aquí
nos queremos referir, estaba recogido de una manera nítida.
Casi veinte años más tarde, la Ley Orgánica de universidades, decía dibu-
jar el escenario para mejorar la calidad en todas las áreas de la actividad uni-
versitaria es básico para formar a los profesionales que la sociedad necesita,
desarrollar la investigación, conservar y transmitir la cultura, enriquecién-
dola con la aportación creadora de cada generación y, finalmente, constituir
una instancia crítica y científica, basada en el mérito y el rigor, que sea un re-
ferente para la sociedad española. Así, la Ley crea las condiciones apropiadas
para que los agentes de la actividad universitaria, los genuinos protagonistas
de la mejora y el cambio, estudiantes, profesores y personal de administración
y servicios, impulsen y desarrollen aquellas dinámicas de progreso que pro-
muevan un sistema universitario mejor coordinado, más competitivo y de ma-
yor calidad3.
La Ley orgánica de 2007 que venía a reformar la anterior, resumía las fun-
ciones de la universidad de una manera muy simple: La creación, desarrollo,
transmisión y crítica de la ciencia, de la técnica y de la cultura y la preparación
para el ejercicio de actividades profesionales que exijan la aplicación de conoci-
mientos y métodos científicos y para la creación artística4.
Es decir, el propio marco regulador de nuestra actividad iba relegando cada
vez más la función crítica de la institución en beneficio de la transmisión del co-
nocimiento y de la respuesta obligada a las necesidades del mercado. De la crea-
ción de un pensamiento libre y crítico de la primera, a la constitución de una
instancia crítica en la segunda, y a la creación, desarrollo, transmisión y crítica
de la ciencia. Casi que treinta años después el papel crítico de las universidades
debía limitarse al cuestionamiento de lo científico5.

2  Ley Orgánica 11/1983, de 25 de agosto, de Reforma Universitaria.


3  Ley Orgánica 6/2001, de 21 de diciembre, de Universidades.
4  Ley Orgánica 4/2007, de 12 de abril, por la que se modifica la Ley Orgánica 6/2001, de 21 de

diciembre, de Universidades.
5  Y todo, además, debía estar en perfecta consonancia con lo que los poderes establecidos consi-

deraban que debía ser lo políticamente correcto.

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Una Historia de las relaciones laborales para no historiadores en un contexto de crisis 499

En síntesis, el propio marco institucional, el sistema de reconocimiento de


la investigación y el crecimiento económico de la segunda mitad de los noventa
hasta mediados de la primera década del siglo xxi, fueron las mejores barreras
contra el fomento de la crítica a los poderes establecidos y al propio sistema uni-
versitario (Galán García, 2011,15-45). Sin embargo, la crisis económica vino a
poner sobre la mesa las contradicciones que se venían produciendo y la colabo-
ración del sistema educativa en su posible explicación. Nos estamos refiriendo
a la «Iniciativa internacional de estudiantes para el pluralismo en Economía»6.
No debemos despreciar, a modo de precedente, el trabajo de F. Noiville (2011),
cuyo título es más que revelador de lo que luego vendría: «Soy Economista y
os pido disculpas». Sea como fuere, frente a la atonía y el silencio, casi genera-
lizado, de la Academia, han sido los alumnos los que han levantado la voz para
exigir un cambio radical en la manera de enseñar la economía.

«No es sólo la economía mundial que está en crisis. La enseñanza de la economía


está en crisis también, y esta crisis tiene consecuencias que van más allá de los muros
universitarios. Lo que se enseña en la Universidad moldea las mentes de la próxima
generación de políticos, y por lo tanto da forma a las sociedades en que vivimos. Más
de 65 asociaciones de estudiantes de economía de más de 30 países diferentes, creen
que es el momento de reconsiderar la forma en que la economía se enseña. No esta-
mos satisfechos con la dramática reducción del plan de estudios que se ha produci-
do en el último par de décadas. Esta falta de diversidad intelectual no sólo perjudica
la educación y la investigación. Limita nuestra capacidad para lidiar con los desafíos
multidimensionales del siglo xxi de la estabilidad financiera, la seguridad alimentaria
y el cambio climático. El mundo real debe ser traído de vuelta a las aulas, así como el
debate y el pluralismo de teorías y métodos. Este cambio ayudará a renovar la disci-
plina y en última instancia, crear un espacio en el que las soluciones a los problemas
de la sociedad se pueden generar.
Unidas a través de fronteras, pedimos un cambio de rumbo. No pretendemos
tener la respuesta perfecta, pero no tenemos ninguna duda de que los estudiantes de
economía se beneficiarán de la exposición a los diferentes puntos de vista e ideas. El
pluralismo no sólo ayudará a enriquecer la enseñanza y la investigación y revitalizar
la disciplina. Más que esto, el pluralismo conlleva la promesa de llevar la economía
de nuevo al servicio de la sociedad. Tres formas de pluralismo deben estar en el cen-
tro de los planes de estudio: teórica, metodológica e interdisciplinaria… Además,
es esencial que los planes de estudio principales incluyan cursos que proporcionan
el contexto y fomentan el pensamiento reflexivo sobre la economía y sus métodos
en sí, incluyendo la filosofía de la economía y la teoría del conocimiento. También,
porque las teorías no pueden ser plenamente entendidas independientemente del
contexto histórico en el que se formularon, los estudiantes deben ser expuestos sis-
temáticamente a la historia del pensamiento económico y de la literatura clásica en
la economía, así como a la historia económica. En la actualidad, este tipo de cursos
son inexistentes o marginados a los márgenes de los planes de estudios de econo-
mía…»

6  https://www.isipe.net/open-letter (10.V.2014).

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500 Agustín Galán García y Susana Martínez Rodríguez

Los alumnos vienen a decir que explicar economía es hacer política.   Ha-
cer investigación histórica es una manera de hacer política. Podemos añadir sin
temor a equivocarnos que explicar historia, o, enseñar historia, también es una
forma de hacer política. En este sentido sintonizamos perfectamente con E. Flo-
rescano cuando afirma que «El historiador, y cualquier científico social, debe
asumir el significado y la responsabilidad de su función social, una que, al final,
es de orden moral… En ese oficio de dar sentido al pasado no se puede alegar
inocencia ni neutralidad. Incluso aquel que simplemente se propone historiar
sobre la vida de los santos está tomando partido en el presente y ni qué decir de
quien aborda directamente los temas del poder»7.
Continua el autor mexicano retratando una situación en la que los intere-
ses políticos y gremiales no han estado del todo ausentes. Apenas salvando lige-
rísimos matices nos debe resultar familiar. «En México ha ocurrido una división
del trabajo muy perversa: la clase gobernante ha excluido de su círculo a los aca-
démicos, luego, dentro de las universidades, el grupo de los administradores ha
excluido a los investigadores, y estos últimos se han dedicado, para defenderse,
a cercar y delimitar su espacio de especialización mediante la creación de agru-
paciones gremiales que deciden por sí y ante sí qué es lo que vale y lo que no,
al punto que hoy el valor del investigador está en función de saber cada vez más
sobre muy poco… El resultado ha sido el aislamiento de la actividad del profe-
sional de las fuerzas que hacen la historia y de las necesidades del entorno social
en que opera. Se trata de un perfecto círculo vicioso de intereses bien atrinche-
rados que termina por favorecer «historia del gremio para el gremio» («¡cientos
de miles de libros guardados en las bodegas!») y que impide cumplir con la fun-
ción social de la historia. Y esto no ocurre sólo en México, en diferente medida
en muchos otros ámbitos universitarios también se observa «la proliferación de
obras que no aportan nada significativo»8.
Además, aquella responsabilidad de la que venimos hablando hemos de ejer-
cerla, según las palabras de Hobsbawm (1998, 13), cuando vivimos en una es-
pecie de presente permanente en el que la destrucción del pasado, o, más bien,
de los mecanismos sociales que vinculan la experiencia contemporánea del indi-
viduo con la de generaciones anteriores, se ha vuelto característica. Y esto es pre-
cisamente lo que otorga mayor trascendencia a los historiadores, cuya tarea con-
siste en recordar lo que otros olvidan» (Correa Ramírez, 2011).
¿Pero qué queremos decir con toda esta ristra de consideraciones que po-
drían parecer faltas de coherencia? El marco regulador de nuestra institución, el
sistema de promoción, especialmente el modo de valorar la investigación, el pro-

7  http://gustoporlahistoria.com/tag/comentarios-sobre-la-funcion-social-de-la-historia-de-

enrique-florescano/ (19.05.2014)
8  Ibidem.

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Una Historia de las relaciones laborales para no historiadores en un contexto de crisis 501

pio crecimiento económico de los últimos años, nos han llevado al abandono de


nuestra responsabilidad social como docentes comprometidos con el papel so-
cial que debe jugar el conocimiento de la historia. O, al menos, no hemos sido
capaces de trasladarla más allá de nuestros programas; casi me atrevería a decir
más allá de nuestros despachos. Ni siquiera la ayuda de las redes sociales hemos
sabido aprovecharlas.
Los alumnos de económicas nos han lanzado un guante que no hemos sa-
bido recoger. Hacen alusión directa, expresa, a la necesidad de recurrir a nuestra
disciplina para entender el devenir y el presente económico. No podemos, no
debemos dejar pasar esta oportunidad. Propongamos, dinamicemos, estimule-
mos, impulsemos, lideremos, un debate profundo, que empiece por la revisión
de los programas, de las metodologías, de los planteamientos, de los objetivos,
etc. y que nos debe llevar a una presencia más activa en la sociedad, a generar
debates, a cuestionar los absolutos, a criticar las soluciones que se proponen a la
luz de lo que el pasado nos enseña, en definitiva, a propiciar un conocimiento
plural y crítico, que cuestione nuestros propios hallazgos, nuestras propias expo-
siciones. Que genere escepticismo en el sentido de proponer nuevos caminos,
nuevas en rutas. En palabras de N. Chomsky (2014) nuestro papel como educa-
dores, «no consiste en instilar información en la cabeza de alguien que luego la
recitará, sino que consiste en capacitar a la gente para que lleguen a ser personas
creativas e independientes y puedan encontrar gusto en el descubrimiento, la
creación y la creatividad a cualquier nivel o en cualesquiera dominios a los que
les lleven sus intereses»9.
La historia, la historia de las relaciones laborales en este caso, tiene un po-
tencial explicativo con el que muy pocas disciplinas puedes contar. Y si además
analizamos el conjunto de las materias que formar el grado que nos ocupa y, si
se diera la coordinación que venimos reclamando hace ya bastante tiempo, esta-
ríamos muy cerca de alcanzar unos resultados realmente interesantes para nues-
tros alumnos y para nosotros mismos.
Y habría que analizar también la vinculación de las llamadas competen-
cias transversales presentes en todos los grados con las posibilidades que para
su desarrollo ofrece materias como la nuestra. A su vez, habría que enlazar esta
cuestión con los conocimientos, competencias y habilidades que demandan los
empleadores a los demandantes de empleo. Si conseguimos interiorizar este
triángulo y fuésemos capaces de trasladarlo a las aulas, estaríamos muy cerca de

9  En este mismo documento:» Un físico mundialmente célebre cuando, en sus cursos para pri-

mero de carrera, se le preguntaba «¿qué parte del programa cubriremos este semestre?», contestaba:
«no importa lo que cubramos, lo que importa es lo que descubráis vosotros». Tenéis que ganar la ca-
pacidad y la autoconfianza en esta asignatura para desafiar y crear e innovar, y así aprenderéis; así ha-
réis vuestro el material y seguir adelante. No es cosa de acumular una serie fijada de hechos que luego
podáis soltar por escrito en un examen para olvidarlos al día siguiente».

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502 Agustín Galán García y Susana Martínez Rodríguez

conseguir lo que demandan los alumnos de económicas: profesionales capaces


de aportar soluciones imaginativas para las dificultades que nos acucian. Pero
esa será materia de la siguiente reflexión.

6. Conclusiones

Una vez analizado el proceso, las áreas responsables de su impartición y los


contenidos de los mismos podemos concluir:

— Los programas analizados de Historia que se imparten en el grado de Re-


laciones laborales y recursos humanos, presentan un alto grado de homo-
geneidad, debido a su adscripción significativa al área de Historia Eco-
nómica y urge una adaptación a la materia específica de Historia de las
Relaciones laborales.
— La impartición de la asignatura por áreas de conocimientos distintas no
debe llevar a un alejamiento particular de algunas de ellas de los descrip-
tores recogidos en el Libro Blanco de la titulación, como se observa en la
tabla 4, donde la variedad de tópicos evidencia que no se siguen dichas
pautas. Debemos hacer un esfuerzo por armonizar los contenidos.
— Resulta necesario, a nuestro juicio, la inclusión, de temas actuales (crisis
económica, reforma laboral, crisis de las organizaciones sindicales, res-
ponsabilidad social corporativa, políticas de empleo y sistemas de colo-
cación, economía social, culturas del trabajo, etc.). Esto nos ayudará a
participar en el debate social del momento y del que hemos estado com-
pletamente ausentes, tanto docentes como discentes hasta el momento.
Introducir a los alumnos en esta dinámica forma parte también del propio
proceso educativo, le ayuda a desarrollar las competencias propias del tí-
tulo y, el último lugar, a anticiparse al mundo que se encontrará mañana.
Que este debe ser uno de los objetivos fundamentales de la educación.
— Es necesario profundizar en la aportación de nuestras materias a la con-
secución de las competencias transversales que persigue el grado que nos
ocupa.

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