Fideicomisos y Certificados Fiduciario de Participación

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UNIVERSIDAD DE EL SALVADOR

FACULTAD DE CIENCIAS ECONOMICAS


ESCUELA DE CONTADURIA PÚBLICA

Catedrático: Lic. Gerardo Alberto Díaz Ramos.

Catedra: derecho Mercantil II

Tema: Fideicomisos y Los Certificados Fiduciarios de Participación.

Alumnos: Carnet:

Susana del Carmen Ortiz Miranda OM10029


Carlos Luis Rivas Rivera RR06100
Douglas Arturo Ruiz Ayala RA01066

Grupo Teórico: GT11_06

Ciudad Universitaria, Miércoles 15 de Junio de 2016.


Derecho Mercantil II

INTRODUCCION

Hoy en día los Fideicomisos son cada vez más reconocidos en países de derecho
civil y mercantil. En los últimos años ha aumentado el número de entidades que
constituyen Fideicomisos, principalmente aquéllos a las que el Fideicomiso les ha
ayudado a lograr sus metas a corto, medio o largo plazo para proteger sus bienes y
capitales a nivel internacional en materia mercantil y bancaria.

El presente trabajo de investigación bibliográfica consiste en una breve memoria


descriptiva la cual contiene una somera explicación sobre el uso de los Fideicomisos
en El Salvador.

También hablaremos de los certificados fiduciarios, a los cual no se le puede llamar


una figura nueva, pero son un tanto desconocida en nuestro país. Los cuales
poseen la cualidad de poder generan intereses más altos que los corrientes en las
operaciones bancarias normales, gozan de recompra inmediata, siendo además un
instrumento de mucha utilidad para obtener financiamientos para la ejecución de
proyectos de gran envergadura, ya que le permiten al inversionista de cualquier
capacidad económica adquirir títulos de créditos de alto rendimiento y al emisor
capitalizarse para dichas ejecuciones.
Derecho Mercantil II

OBJETIVOS
OBJEIVO GENERAL
 Dar a conocer de manera global las formas de cómo se encuentra
regulado el FIDEICOMISO Y LOS CERTIFICADOS FIDUCIARIOS en
nuestra legislación, así como los diferentes beneficios que el mismo
puede proporcionar.

ESPECIFICOS
 Identificar las partes que intervienen que intervienen en este título valor,
conociendo derecho y obligaciones.
 Establecer el concepto de certificado fiduciario de participación como
título valor.
Derecho Mercantil II

CONCEPTO DE FIDEICOMISO.

Un fideicomiso es un contrato o convenio en virtud del cual una persona, llamada


fideicomitente o también fiduciante, transmite bienes, cantidades de dinero o
derechos, presentes o futuros, de su propiedad a otra persona (una persona natural,
llamada fiduciaria), para que ésta administre o invierta los bienes en beneficio propio
o en beneficio de un tercero, llamado fideicomisario. Cabe señalar que, al momento
de la creación del fideicomiso, ninguna de las partes es propietaria del bien objeto del
fideicomiso. El fideicomiso es, por tanto, un contrato por el cual una persona destina
ciertos bienes a un fin lícito determinado, encomendando la realización de ese fin a
una institución fiduciaria.

Por lo tanto el fideicomiso puede ser útil para:

a) Juntar capitales y ser administrados por una única instancia.


b) Constituir una determinada obra.
c) Realizar una determinada acción.
d) Ser la base para la emisión de un documento que tenga características
financieras, en la medida que los recursos captados a través del fideicomiso estén
destinados a las actividades financieras o de rentabilidad en general, de forma que
el tomador del título se beneficie con las rentas que provengan de los negocios del
fideicomiso.
e) Ser un elemento receptor de determinado tipo de bienes que, posteriormente,
pasan a ser garantía de obligaciones del constituyente del fideicomiso o de
cualquier tercero que éste autorice para tal efecto.
f) El fideicomiso puede ser sólo un instrumento de administración, o sea, un
mecanismo que está concebido para tener disponibilidad sobre ciertos recursos:
dirigir un proyecto, para la educación o manutención de una persona.

Normas Relacionadas: código de Comercio


Art. 1233.- El fideicomiso se constituye mediante declaración de voluntad, por la
cual el fideicomitente transmite sobre determinados bienes a favor del
fideicomisario, el usufructo, uso o habitación, en todo o parte, o establece
una renta o pensión determinada, confiando su cumplimiento al fiduciario,
a quien se transmitirán los bienes o derechos en propiedad, pero sin
facultad de disponer de ellos sino de conformidad a las instrucciones
precisas dadas por el fideicomitente, en el instrumento de constitución.

2. ANTECEDENTE HISTORICO.

EL FIDEICOMISO EN ROMA.

El fideicomiso tiene su origen en Roma, fue utilizado como un medio para eludir las
restricciones de la Ley en materia de sucesiones. La Ley en Roma contemplaba
muchas incapacidades para poder heredar por testamento, estableciendo que los
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libertos, las municipalidades, los pobres, los proscritos, los casados sin hijos en la
proporción fijada por la Ley, los habitantes de provincia no ciudadanos, los colegios,
etcétera, quedaban excluidos de los beneficios de un Testamento.

Para poder favorecer a estas personas con una gerencia, el Testador instituía por
heredero suyo a una persona legalmente capaz para que entregara toda o parte de
la herencia a la persona que el designaba.

Estas disposiciones, en sus inicios carecían de obligatoriedad civil, atendiendo su


cumplimiento únicamente a la buena fe. Debido al mal uso de que el se hizo, estos
se hicieron cumplir mediante la intervención de los cónsules; tiempo más tarde fue
creada una pretoría especial que se ocupó exclusivamente para regular los
Fideicomisos.

Los Ramos regulación dos tipos de Fideicomisos:


1. Los Fideicomisos de Herencia; y
2. Los Fideicomisos Particulares

1. LOS FIDEICOMISOS DE HERENCIA.


Esta Clase de fideicomisos eran aquellos en que el heredero debía entregar al
fideicomisario la totalidad o una cuota de la herencia.
Si la restitución de los bienes de la sucesión era total, esta se realizaba así:
 Tratándose de bienes corporales, el heredero podía o hacerle la tradición de
ello al Fideicomiso o dejarlo que tomara posesión para que de esa manera se
hiciera propietario o dependiendo de la naturaleza de los bienes se le ponía en
disposición de usucapir (adquirir).
 Respecto a los créditos y deudas de la sucesión, el heredero se la vendía en un
precio ficticio al fideicomisario de la sucesión, estableciéndose entre ellos
ciertas estipulaciones en las cuales el fideicomiso prometía indemnizar al
heredero por el pago que este hiciera de las deudas hereditarias; por su parte el
heredero, se comprometía a pagar al fideicomisario lo recibido en concepto de
créditos de la sucesión.
La restitución parcial o de cuota, los compromisos era recíprocos y operaban así:
 Para las cosas corporales habían varias opiniones, unos decían que el
fideicomiso tenía derecho a su parte, otros opinaban que solo se le debían una
estimación y unos que le deban el derecho al heredero para que fuera el quien
decidiera, salvo que se tratara de cosas difíciles de repartirse en cuyo caso sólo
se le debía una estimación.
 Respecto a los créditos y deudas, el heredero sólo podía actuar contra los
deudores y ser perseguido por los acreedores de la sucesión; por otro lado el
fideicomisario debía cobrar su parte por los créditos y soportar su parte por las
deudas, establecidas también entre ellos ciertas estipulaciones en las cuales el
heredero se comprometía con el fideicomiso a darle su parte por las sumas
pagadas en concepto de créditos y el fideicomisario se obligaba con el heredero
a pagarle en proporción a su parte las deudas pagadas por el, o sea que las
estipulaciones operaban parcialmente.
Derecho Mercantil II
Estos procedimientos de restitución tenían el inconveniente de que el Fiduciario no
aceptara la herencia porque conservando la calidad de heredero, quedaba
obligado con los acreedores de la sucesión con lo cual se hacía correr un riesgo,
ante esta deficiencia fueron creadas unas decisiones del senado o
senadoconsultos que vinieron a mejorar el problema.
A. SENADOCONSULTO TREBELIANO.
Este senadoconsulto asimilaba al fideicomiso con un heredero.
El fideicomisario adquiría todas las acciones que van unidas a un heredero
pudiendo actuar contra los deudores y ser perseguido por los acreedores de la
sucesión, en caso de que el fideicomiso fuera parcial las acciones se dividían
entre el fideicomisario y el heredero.
Para la restitución de cosas corporales, se estableció que estaba un solo acuerdo
entre las partes para que el fideicomisario tomara posesión de los bienes.
Mediante esta solución, al tener el fideicomiso la calidad de heredero no podía
existir ya insolvencia o riesgo entre las partes, pero aun así persistía cierta
injusticia para con el heredero en caso que el fideicomisario abarcara toda la
sucesión, con lo cual el fiduciario no tenía ningún aliciente para la aceptación de la
herencia pudiendo extinguirse el fideicomiso en el caso de no aceptarla.

B. SENADOCONSULTO PAGASIANO.
Con el objeto de evitar la posible injusticia, derivada de la aplicación del anterior
senadoconsulto, éste concedía al heredero instituido gravado con un fideicomiso,
absorbiendo toda o parte de la sucesión, el derecho a retener el un cuarto del
activo neto de la misma.
De esta disposición resultaba que el heredero estaba en relación directa con los
acreedores y deudores de la sucesión, ya que al fideicomisario se le considera
una legatario en virtud de que la sucesión quedaba reducida a tres cuartas partes,
siendo entonces necesario que entre las partes se hicieran estipulaciones
similares a las hechas antes de la creación de los senadoconsultos, con la
salvedad de que los riesgos de insolvencia eran menores ya que con la deducción
de un cuarto del activo neto dejaba lo suficiente al heredero para pagar las deudas
hereditarias y que además le quedara cierta ganancia.
Este senadoconsulto reguló el caso en que el heredero se opusiera a hacer la
restitución, para lo cual se autorizó al fideicomisario a que junto con el heredero
comparecieran ante el pretor, y en caso de considerar que se debía restituir,
ordenaba a que así se hiciera, otorgando al fideicomisario toda la sucesión y
teniéndose a partir de esa fecha como heredero al fideicomisario aun cuando la
sucesión fuera parcial, aplicándose en este caso las disposiciones del
senadoconsulto Trebeliano.
C. REFORMAS DE JUSTINIANO.
Justiniano reguló el fideicomiso suprimiendo parcialmente el senadoconsulto
Pagasiano y conservando el Trebeliano, de la siguiente manera:
1) El heredero instituido que se oponía a restituir era obligado a que lo hiciera en
su totalidad por medio de la intervención del pretor, convirtiéndose el
fideicomisario en heredero:
2) El fideicomisario de herencia se asimilaba a un heredero pero se suprimían las
estipulaciones entre ellos:
3) El heredero instituido tenía derecho a retener la cuarta parte del activo neto de
la sucesión, salvo que la restitución haya sido ordenada por el pretor; y
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4) El fideicomisario adquiría en lo sucesivo como legatario un derecho real y no un
derecho de crédito.
Añadió Justiniano una novedad en el caso que el heredero hubiera restituido al
fideicomiso más de lo debido en cuyo caso se facultaba al heredero a reclamar lo
pagado de más.

2. FIDEICOMISOS PARTICULARES.
Eran aquellos que tenían por objeto una cosa, considerada a título particular, por
ejemplo, los legados.
El testador podía dejar en fideicomiso particular todo lo que hubiese podido legar,
fuesen ya cosas de él o no, en este último caso, el fiduciario tenía la obligación de
conseguirla o pagarle al fideicomisario una estimación.
En los fideicomisos particulares, el fideicomisario podía ser el heredero o legatario.
Se aplicaban las mismas reglas de los fideicomisos universales, excepto el
Senadoconsulto Trebeliano, ya que este se refería únicamente a herederos y no a
legatarios. El un cuarto del activo neto sólo podía ser retenido por el heredero, aun
cuando el testador a un legatario le hubiere gravado con un fideicomiso particular.
Los fideicomisos en general podían ser puro o condicional, a día cierto, particular o
universal, simple o gradual.
El gradual era aquel por medio del cual el testador podía imponer al fideicomisario
la obligación de instituir a su vez heredero suyo a determinada persona y así
sucesivamente, permitiendo una vinculación de bienes en un grupo familiar por
transmitirla de generación en generación. Esta fue la causa de la desaparición del
fideicomiso romano que fue reemplazado por las sustituciones fideicomisarias.

HISTORIA DE LOS FIDEICOMISOS EN EL SALVADOR.

1. EL FIDEICOMISO EN EL CÓDIGO CIVIL.


El fideicomiso en El Salvador, en un principio fue prohibido expresamente por el
primer código civil del año de 1860, quien en su Art.- 1810 decía textualmente “Se
prohíben los fideicomisos y la constitución de censos ya sean consignativos,
reservaditos o enfitéuticos y cualquier otra especie de vinculación de bienes
raíces, muebles o semovientes”.
El decreto número 187 de la Asamblea Nacional de fecha 25 de octubre de 1937,
que modificó los Artículos 1810 y 1192 del Código Civil, abrió las puertas para que
en nuestro país naciera la Institución del Fideicomiso. A finales de ese mismo año,
se promulgó una Ley Especial que se encargaría de regularla y que fue conocida
con el nombre de “LEY DE FIDEICOMISO”, la cual tuvo vigencia hasta la
publicación del actual Código de Comercio en el año de 1970. Desde ese año
hasta la actualidad, a pesar de haber transcurrido más de cuatro décadas, dicha
institución no ha sido desarrollado como debería de ser, a pesar de que el mismo
puede ser de mucho beneficio a un sin número de personas, tanto en forma
directa como indirectamente.
Dicha prohibición se basaba en considerar al fideicomiso como una especia de
vinculación.
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A. LAS VINCULACIONES.
Las vinculaciones eran una privación de la propiedad de su condición de libre
enajenación y transmisión por acto entre vivos o por causa de muerte,
sujetándola a un orden preestablecido e inmutable en la sucesión de su disfrute.
Don Joaquín Escriche, en un diccionario jurídico dice que las sustituciones
fideicomisarias, por regular la transmisión y conservación de bienes a través de
generaciones. La sustitución fideicomisaria era un encargo del testador al
heredero instituido para restituir a otro la herencia. Por ejemplo, A instituía como
heredero a B, para que los bienes los tuviera en su poder durante su vida y a su
muerte entregándoselo a C; en segundo lugar por la libertad de testar, dando
preferencia a los primogénitos varones, con el fin de conservar intactos los
patrimonios; y en tercer lugar por los mayorazgos, por medio del cual se daba
derecho al primogénito a suceder con la condición impuesta por el testador de
que los bienes de la sucesión se conservarán íntegros en la familia.
Otra especie de vinculación eran las Capellanías, estas consistían en una
fundación perpetua, hecha con la obligación anexa de celebrar cierto número de
misas u otros encargos de carácter espiritual en iglesias o altares determinados,
debiendo cumplir el obtentor en la forma prescrita por el instituyente,
percibiendo las rentas que constituye su dotación.
En lo que a materia constitucional corresponde en nuestro país, las
constituciones de 1824, 1841 y 1864 no se hacía referencia a las vinculaciones,
lo cual si fue regulado por primera vez en la constitución de 1871,
prohibiéndolas expresamente, al igual que las siguientes de 1871, 1880, 1883,
1885 y 1886.
La constitución de 1939 la continua prohibiendo, pero establece dos
excepciones:
Los fideicomisos a favor del estado, instituciones de beneficencia o culturales,
de personas inhábiles conforme a la ley y de personas que estén por nacer; y
1) El bien de familia.
La constitución de 1944 agregó el fideicomiso judicial como excepción, la cual
en el año de 1945 fue suprimida por la constitución en ese año promulgada,
quedando regulado igual que la anterior, La constitución de 1950 agrega otra
excepción que eran los fideicomisos a favor de cualquier persona, siempre que
su plazo no excediera de 25 años y que el manejo de ellos estén a cargo de
bancos o de instituciones de crédito autorizadas.
En el año de 1937, por decreto número 187 de la Asamblea Nacional de fecha
25 de octubre, se modificó el Art.- 1810 del Código Civil, permitiendo la
Constitución de Fideicomisos a favor de la nación, de Instituciones de
Beneficencia o Culturales a favor del país, de personas inhábiles conforme a la
ley para manejar sus intereses o a favor de personas que aunque no existen se
espera que existirán, estando ya en el vientre materno. Además, se modificó el
Art.- 1192 del Código Civil, permitiendo la constitución de fideicomisos
testamentarios o mixtos.
Añadía el decreto que estos fideicomisos se regularían pro una ley especial, en
la que se fijarían las normas relativas a sus finalidades y términos, la cual se
cumplió por decreto número 197 de la Asamblea Nacional de fecha 17 de
noviembre de 1937, o también llamada “Ley de Fideicomisos”.
Derecho Mercantil II
Es curioso hacer notar, que la constitución de 1886 que prohibía las
vinculaciones y por ende los fideicomisos, estaba en vigencia cuando se
promulgó la ley de fideicomisos de 1937, de lo cual se puede decir que dicha
Ley era inconstitucional.
Los magistrados de la Corte Suprema de Justicia de la época determinaron que
al promulgar la ley de fideicomisos no se violaba la constitución de 1886, al
sostener que las vinculaciones que se prohibían se referían a aquellas que se
practicaban en sus inicios, las cuales efectivamente causaban un perjuicio
económico y moral a la sociedad, por impedir la libre circulación. Sostuvieron
además que al existir un fraccionamiento de la propiedad, dejando a una
persona la propiedad (nuda) y a la otra el uso y habitación, no se estaba en
contra del código civil, ya que ninguno de los Fideicomisos duraba más que la
vida de una persona o con un plazo determinado.

B. LA LEY DE FIDEICOMISOS DE 1937.


La Ley de Fideicomisos, contaba con 24 Artículos y uno de carácter transitorio,
siendo sus aspectos más relevantes los siguientes:
1) Permita tres clases de Fideicomisos: Art. 1234 CC
a) Fideicomisos entre vivos
b) Fideicomisos por causa de muerte
c) Fideicomisos mixtos.
2) Los Fideicomisos por acto entre vivos se formalizaba por Escritura
Pública, los Fideicomisos por causa de muerte se hacían por
Testamento y los Mixtos por Escritura Pública, debiendo confirmarse en
el testamento.
3) El plazo máximo para la constitución de un fideicomiso era de treinta
años, salvo si era con fines beneficiarios o de utilidad pública en el cual
su plazo se podía prorrogar hasta que se cumplieran sus fines.
4) El fideicomitente podía nombrar varios fiduciarios y varios
fideicomisarios.
5) La aceptación del fiduciario debía ser expresa, pudiendo hacer en la
misma escritura de constitución o por separado, pero tratándose de un
fideicomiso testamentario debía de hacerse por separado.
6) Únicamente podrían ser fiduciarios los Bancos legalmente constituidos
con facultad para ejercer dicho cargo.
7) El fideicomiso se considera oneroso y en caso de no establecerse en la
escritura de constitución una remuneración, el fiduciario tenía derecho a
cobrar lo que la ley establecía para un depositario.
8) El juez competente estaba facultado para nombrar a un fiduciario
sustituido a petición de parte o de oficio si aquel renunciaba o se
incapacitara. Se consideraba juez competente el del domicilio del
fideicomisario o el de la situación de los inmuebles, si el fideicomiso
fuese a favor de la nación conocía el Juez General de Hacienda.
9) El fiduciario no era obligado a rendir caución (garantía).
10) Se consideraban causas de extinción del fideicomiso las siguientes:
a) El cumplimiento de los fines para que fue constituido o para hacerse
imposible tal cumplimiento;
b) Por faltar la condición necesaria para que se ejecute el fideicomiso o
por no haberse cumplido en tiempo hábil;
c) Por destrucción de los bienes fideicomitidos;
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d) Por la resolución del derecho del fideicomitente sobre los bienes
fideicomitidos;
e) Por confundirse la calidad de único fiduciario con la de único
fideicomisario;
f) Por convenio expreso y personal de las partes interesadas;
g) Por revocatoria en fideicomisos de intereses particular con reserva
de dicha facultad en fideicomisos entre vivos y mixtos o por
revocatoria del testamento en los fideicomisos testamentarios;
h) Por muerte o renuncia del fideicomiso siempre que no tenga
sustituto, salvo que el fideicomitente en caso que hayan dos
fideicomisarios dispusiere que se continuase o transmitiese el
fideicomiso al o a los supervivientes o que siendo un fideicomiso por
tiempo fijo para fines que deban cumplirse no obstante la muerte del
fideicomisario o fideicomitente, los derechos y obligaciones de uno y
de otro, se transmitan a sus respectivos herederos.
La Ley de Fideicomisos estuvo en vigencia hasta la promulgación del código de
comercio vigente, quien en su promulgación del código de comercio vigente,
quien en su Art.- final la deroga expresamente.

C. LEY DE INSTITUCIONES DE CREDITOS Y ORGANIZACIONES AUXILIARES


(LICOA).
Art.- 36, aceptaba el funcionamiento de instituciones de crédito que entre sus
operaciones se encuentre el manejo de fideicomisos.
Art.- 42, establecía el capital mínimo de doscientos cincuenta mil colones para
que una Institución de Crédito acepte y administre fideicomisos.

MARCO JURÍDICO VIGENTE.

El fideicomiso actualmente es regulado por las siguientes leyes:

1. CONSTITUCIÓN POLÍTICA.

Art.- 107, se prohíbe toda clase de vinculación excepto:

A. Los fideicomisos constituidos a favor del Estado, de los municipios, de las


entidades públicas, de las instituciones de beneficencia o de cultura y de los
legalmente incapaces.

B. Los fideicomisos constituidos por un plazo que no exceda del establecido por la
ley y cuyo manejo este a cargo de Bancos o Instituciones de Crédito legalmente
autorizadas.

2. CÓDIGO CIVIL.

Art. 1192.- Los herederos o sus representantes legales son los ejecutores de las
disposiciones del testador.
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Art. 1810.- Se prohíben los fideicomisos y la constitución de censos, ya sean
consignativos, reservativos o enfitéuticos, y cualquiera otra especie de
vinculaciones de bienes raíces, muebles o semovientes.

Se permitirá sin embargo, la constitución de fideicomisos en favor de la Nación; de


instituciones benéficas o culturales del país, ya sea que existan o para su
creación; de personas naturales inhábiles conforme a la ley para manejar sus
intereses; o de personas que aunque no existan, se espera que existan, estando
ya en el vientre materno.

3. CÓDIGO DE COMERCIO.

A. Art.- 1184, las siguientes operaciones sólo podrán ser practicadas por
Instituciones Bancarias con sujeción a la Ley especial de la materia:

4. LEYES TRIBUTARIAS.
Las siguientes leyes regulan el fideicomiso considerándolo como hecho generador
de impuesto.

1) Ley de Impuesto sobre la Renta, Artículos 1, 18, 34 ordinales d y e, 37, 39 y 80.

2) Reglamento de la Ley de Impuestos sobre la Renta, Artículos 1 y 39.

3) Ley de Gravamen de las Sucesiones, Artículos 1, 12 No. 7, 17 y 33.

4) Ley de Impuesto sobre Donaciones, Artículos 1 y 7 No.15, 17.

5) Ley del Impuesto de transferencia de Bienes Raíces, Art.- 1 numeral 9; y

6) Ley de Impuesto sobre el Patrimonio, Artículos 1 y 8.

7) Ley de vialidad, Art. 1 d) Las sucesiones y fideicomisos que tengan capitales


en el territorio de la república.

8) Ley de impuestos a la transferencia de bienes muebles y a la prestación de


servicios, art. 20

9) Ley del registro y control especial de contribuyentes al fisco, Art. 1; 8

SUJETOS QUE PARTICIPAN EN EL FIDEICOMISO.

Los elementos personales del fideicomiso son:


1. Fideicomitente;
2. Fideicomisario;
3. Fiduciario;
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1. EL FIDEICOMITENTE.
Persona que constituye el fideicomiso y destina los bienes o derechos necesarios
para el cumplimiento de sus fines, transmitiendo su titularidad al fiduciario.
Consideramos que en la concepción de fideicomitente que da el segundo autor,
debe tomarse en cuenta que aun cuando sea la primera persona que participa en
el fideicomiso, es también necesario que el fiduciario exprese su aceptación para
que quede perfeccionado. En nuestra legislación, es el Art.- 1247 inciso primero
del Código de Comercio quien lo prescribe.
Respecto a la capacidad para ser fideicomitente, nuestra legislación se quedó
corta al no decir nada sobre ello; tampoco lo hace en cuanto al número de
fideicomitentes que pueden participar en un fideicomiso.
En cuanto a la capacidad para ser fideicomitente, consideramos que no es
regulado por las leyes mercantiles para evitar una repetición, pues la legislación
común es quien prevé la capacidad que una persona debe tener para trasladar
sus derechos, sea persona natural o jurídica, así pues, pueden ser fideicomitentes
los particulares, el Estado, los Municipios, etc.
Respecto al número de fideicomitentes, no existe ningún problema que varias
personas decidan constituir un fideicomiso, transmitiendo cada uno sus bienes o
derechos a un fiduciario en beneficio de terceros o de ellos mismos.

A. DERECHOS DEL FIDEICOMITENTE.


1) El fideicomitente por ser la persona que crea el fideicomiso tiene derecho a
nombrar las personas que en el intervendrán, es decir, el fiduciario y el
fideicomisario.
Puede nombrar uno o más Bancos con carácter de fiduciarios para que se
hagan cargo del fideicomiso. En caso que sean varios los fiduciarios, el
fideicomitente en el acto de constitución establecerá si lo harán en forma
conjunta o sucesivamente y el orden que seguirán.
El fideicomitente asimismo puede nombrar no solo uno, sino varios
fideicomisarios quienes recibirán los beneficios simultánea o sucesivamente
o bien puede nombrarse a sí mismo fideicomisario único o compartido con
otras personas.
2) El fideicomitente tiene derecho a reservarse ciertas facultades al momento de
la constitución del fideicomiso, tal es el caso cuando el fideicomitente se
reserva el derecho de reformarlo o recovarlo si el interés se persigue es
particular. Asimismo puede reservarse ciertas acciones y derechos sobre los
bienes fideicomitidos, pero siempre que no sean incompatibles con los
derechos legales mínimos del fiduciario del fideicomisario.
3) Determinar las finalidades e instrucciones pertinentes sobre los bienes
fideicomitidos.
El fideicomitente, por ser la persona que decide enajenar sus bienes para
beneficio suyo o de un tercero, es quien en el acto de constitución determina
Derecho Mercantil II
las finalidades que han de seguirse con los bienes o derechos y a la vez
señalar el destino que se han de dar a los beneficios producidos, por
ejemplo, el modo como las utilidades se distribuirán.

B. OBLIGACIONES DEL FIDEICOMITENTE.


1) Pagar los gastos y honorarios al fiduciario.
El fideicomiso por ser materia mercantil es esencialmente oneroso, teniendo
por tanto el fiduciario derecho a que se le pague una comisión en concepto
de la labor que realiza, el cual se fijara por mutuo acuerdo en las partes en el
acto de constitución, en caso contrario, el fiduciario tendrá derecho a cobrar
el 5% de la renta producida por los bienes Fideicomitidos.

La presente obligación no es exclusiva del fideicomitente, ya que en la


escritura de constitución puede pactarse que una persona diferente a él
pueda encargarse del pago, e incluso ni pactarse, pudiendo el fiduciario en
este último caso cobrarlo directamente de los beneficios producidos.
2) Saneamiento por Evicción.
El fideicomitente hace una transferencia de sus bienes al fiduciario para que
haga uso de ellos, en consecuencia tendrá la obligación de transmitirlos en
perfecto estado y sin ningún gravamen, de lo contrario estará obligado a
responder por el saneamiento de evicción, pues todo el que enajene está
obligado a responder de ella.

2. EL FIDUCIARIO.
Es legatario de un testador que le encarga transmitir la herencia a otra persona o
invertirla del modo que se le indica
Como se dijo antes, únicamente una institución de crédito autorizada puede ser
fiduciario, la razón de esta limitación se debe a que es más seguro confiarle el
encargo a una persona de notoria seriedad y responsabilidad, con mayor duración,
y mejor capacitada sujeta a la vigilancia del Estado.
El fideicomitente puede designar uno o varios fiduciarios para que se sustituyan
por renuncia de otros o para que obren conjuntamente; si en el acto de
constitución no se designare, no se invalidará el fideicomiso, pues la ley faculta al
Juez para que lo nombre. El Juez competente será el de primera instancia del
distrito judicial donde estén situados los bienes fideicomitidos; si estuviesen
situados en varios lugares, conocerá el del domicilio del fideicomisario, aun
cuando no hubiesen bienes en dicho lugar; si el fideicomisario reside fuera del
país o si es de dominio desconocido, será competente cualquier Juez de la Capital
de la República.
La aceptación del fiduciario se puede hacer en el mismo acto de constitución o por
acto separado.
Derecho Mercantil II
La aceptación se efectúa en forma solemne, así en los fideicomisos entre vivos se
debe hacer en Escritura Pública y los fideicomisos testamentarios se harán en las
diligencias de aceptación de herencia.
Una vez el fiduciario haya aceptado el cargo, este se vuelve irrevocable, salvo las
siguientes excepciones:
 Que el fideicomiso haya sido constituido para fines de interés particular; y
 Que en la escritura de constitución, el fideicomitente se reserve el derecho de
revocarlo o reformarlo.
A. DERECHOS EL FIDUCIARIO.
1) Ejercer todas las facultades necesarias para cumplir las finalidades
señaladas por el fideicomitente, salvo las que éste se hubiere reservado.
2) El fiduciario tiene derecho a que se le pague una comisión. Este derecho ha
sido anteriormente explicado como una obligación del fideicomitente.

B. OBLIGACIONES DEL FIDUCIARIO.


1) La primera obligación del fiduciario es la de aceptar el encargo. Se
consideran excepciones a esta obligación las siguientes:
a) Que el fideicomisario no pueda o no quisiera recibir las prestaciones en la
forma indicada en el acto constitutivo;
b) Que el fideicomitente, sus causahabientes o el fideicomisario en su caso,
se nieguen a pagar las compensaciones estipuladas a favor de la
institución fiduciaria;
c) Que los bienes o derechos en fideicomisos no rindan productos
suficientes.
Estas excepciones deben de tramitarse ante el Juez de Comercio del lugar
del domicilio del fiduciario.
2) El fiduciario debe cumplir lo que se le ha encomendado por el fideicomitente,
en caso contrario responderá por los daños y perjuicios aunque con el auxilio
de otras personas que dependen de él y con la diligencia de un buen
comerciante en negocio propio.
3) Conservar y custodiar los bienes.
Por tener el fiduciario la propiedad de los bienes fideicomitidos, es su
obligación conservarlos material y jurídicamente; en el primer caso debe
hacer las reparaciones y darles el mantenimiento indispensable para un
mejor cumplimiento de la finalidad; y en el segundo deberá cumplir las
obligaciones que derivan de las leyes o reglamentos, como sería por ejemplo
pagar los impuestos.
La presente obligación tienen su razón de ser porque aún cuando el
fiduciario ostente la calidad de propietario, esta es temporal, debiendo al final
del fideicomiso entregar los bienes en perfecto estado.
Derecho Mercantil II
4) Hacer inventario y prestar caución.
Nuestra legislación no regula al obligación de elaborar un inventario, pero se
considera beneficioso hacerlo para comprobar la exactitud de los bienes
fideicomitidos,
5) Rendir cuenta de su gestión.
El fiduciario está obligado a llevar cuentas que demuestren a los beneficiarios
lo que se ha recibido y erogado, las ganancias obtenidas y las pérdidas
sufridas, las cuales se comprobarán con un balance del fideicomiso
acompañado de un Estado de Pérdidas y Ganancias.
6) Guardar secreto Profesional.
El fiduciario por ser necesariamente una Institución de Crédito, está en la
obligación de mantener en reserva todas las operaciones que realiza.
Esta obligación, doctrinariamente es conocida como secreto o siglo bancario.
7) Transmitir los bienes a la persona asignada.
Una vez terminado el fideicomiso por cualquier causa, los bienes
fideicomitidos deben volver a la persona que el fideicomitente haya decidido,
excepto que los bienes se hayan destruido.

3. EL FIDEICOMISARIO.
Es la persona que en virtud del negocio jurídico debe recibir los beneficios
derivados del cumplimiento del encargo
Puede ser fideicomisario según el Art. 1239 del Código de Comercio cualquier
persona natural o jurídica que no sea legalmente incapaz o indigna para heredar al
fideicomitente. El Art.- citado obstaculiza la constitución de fideicomisos a favor de
animales o cosas, los cuales son muy practicados en otros países en los llamados
Trust Honorarios, en donde nos e requiere la presencia de beneficiarios que
reclamen la ejecución del fideicomiso, asimismo limita que existan fideicomisarios
indeterminados, para lo cual se aplicarán los certificados fiduciarios de
participación. En cuanto a lo segundo, en otros países es válido el fideicomiso
constituido a favor de personas indeterminadas pero identificables
El fiduciario no podrá tener a la vez la calidad de fideicomisario
Respecto al número de fideicomisario que pueden participar en un fideicomiso, no
es necesario que sea uno, sino dos o más, en caso sean varios, los beneficios del
fideicomiso no podrán pasarse a otro después de fallecido el primero, salvo que el
fideicomitente decida que los fideicomisarios nombrados se sucedan al
fallecimiento de uno de ellos o a varios que sobrevivan, o sea, que el beneficio que
le correspondía al fallecido acrecente el del o de los sobrevivientes. Con estas
medidas se evita que se apliquen las sustituciones fideicomisarias, como especia
de vinculación, ya analizadas en el capítulo anterior.
Derecho Mercantil II
A. DERECHOS DE FIDEICOMISARIO.
1) Exigir el cumplimiento del Fideicomiso.
Siendo el fideicomisario la persona beneficiada con un fideicomiso, tiene el
derecho a exigir al fiduciario a que cumpla a cabalidad las finalidades
impuestas por el fideicomitente.
2) Anulación de actos del fiduciario.
Este derecho tiene aplicación cuando el fiduciario celebra actos contrarios a
las instrucciones del fideicomitente o en exceso de sus atribuciones en
desmedra evidente del patrimonio fideicomitido o de los derechos de los
interesados.
3) Pedir la remoción del fiduciario.
Esta facultad, constituye un instrumento para la protección del fideicomiso y
sus intereses. Las principales causas para removerlo son la malversación o
administración dolosa o culpable de los bienes fideicomitidos y la negación
del fiduciario al ser requerido por el fideicomisario y por el plazo de quince
días y cuando por sentencia ejecutoriada sea declarado culpable de las
pérdidas o menoscabos sufridos por los bienes dados en fideicomiso.
4) Reivindicar los bienes.
Cuando los bienes fideicomitidos, por actos realizados en forma indebida por
el fiduciario, hayan salido del fideicomiso, el fideicomisario tiene el derecho a
reivindicarlos.

B. OBLIGACIONES DEL FIDEICOMISARIO.


La principal obligación del fideicomisario es el pago de los honorarios y gastos a
la institución fiduciaria, pero se trata de una obligación de carácter subsidiaria,
pues el obligado a hacerlo es el fideicomitente y sus causahabientes.

CLASIFICACIÓN DE LOS FIDEICOMISO.


Nuestra legislación por medio del Código de Comercio, permite tres clases de
fideicomisos.
Art. 1234 Código de Comercio.

1. POR ACTO ENTRE VIVOS.


Fideicomiso entre vivos, cuya constitución se hará por escritura pública, con las
formalidades de las donaciones entre vivos. Si se constituye para fines
comerciales y a favor de un fideicomisario colectivo y futuro, sirve de base para la
emisión de certificados fiduciarios de participación.
Derecho Mercantil II
2. POR TESTAMENTO.
Fideicomiso por causa de muerte, cuya constitución se hará por acto
testamentario.
3. MIXTO.
Fideicomiso mixto, que comienza a ejercerse en vida del fideicomitente y continúa
después de su muerte, se constituirá por escritura pública, con las formalidades de
los fideicomisos entre vivos, pero deberá confirmarse en el testamento del
fideicomitente, teniéndose como incorporadas en él, con valor de cláusulas
testamentarias, las disposiciones fideicomisarias, ya sea consignándolas
íntegramente o haciendo clara y precisa referencia a la escritura que las contenga.

CAMPO DE APLICACIÓN DEL FIDEICOMISO.


MODALIDADES PRÁCTICAS DEL FIDEICOMISO EN EL SALVADOR.
El fideicomiso es regulado por nuestra legislación en una manera global, pero por la
versatilidad que ofrece, ha permitido ser aplicado en diferentes campos, lo que ha
generado una diversidad de modalidades. Las principales modalidades de
fideicomisos más aplicadas son las siguientes:
1. FIDEICOMISO DE ADMINISTRACIÓN.
Es aquel en que el fideicomitente entrega bienes inmuebles al fiduciario para que
se encargue de la celebración de contratos de arrendamiento, de cobro de rentas,
de la promoción de juicios de desahucio o lanzamiento, del pago de los diversos
impuestos que gravan la propiedad raíz, etcétera, todo ello en interés del
beneficiario.
A pesar que la definición anterior únicamente se refiere a bienes inmuebles, no
obsta que también un fideicomiso de esta naturaleza pueda versar sobre bienes
muebles o derechos.

Las causas que dan lugar a que una o varias personas decidan la constitución de
un fideicomiso de administración pueden ser la minoría de edad, falta de tiempo o
experiencia, enfermedad o por razones de impuesto en caso que personas
extranjeras decidan invertir en nuestro país, logrando con un fideicomiso una
menor carga fiscal, ya que los no domiciliados pagan más que los nacionales.
La principal ventaja que proporciona un fideicomiso de administración es el contar
con una persona con vasta experiencia, especializada en los negocios, lo cual
imprime un sello de garantía para el interesado.
Es necesario hacer mención, que las Instituciones Fiduciarias según la Ley de
Instituciones de Crédito y Organizaciones Auxiliares, están facultadas para prestar
al público servicios de Custodia y Administración de bienes y para actuar como
mandatarios, comisionistas o gestores en asuntos de carácter económico y
financiero, es decir, servicios fiduciarios, los cuales no deben confundirse con la
presente modalidad en la cual existe transmisión de propiedad, mientras que en
estos no hay sino un simple contrato de administración entre el Banco y el cliente.
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2. FIDEICOMISO DE INVERSIÓN.
Es aquel en el cual el fideicomitente transfiere ciertos bienes al fiduciario, para que
este desarrolle operaciones provechosas para el beneficiario.
Por regla general al patrimonio fideicomitido está constituido por dinero en efectivo
y excepcionalmente por bienes muebles, inmuebles o derechos; por esta
característica este fideicomiso presenta mayores características de operación
bancarias propiamente dicha, ya que mediante su constitución y ejecución el
judiciario capta sumas de dinero de los fideicomitentes para invertirlos en
actividades económicamente provechosas para el fideicomisario.
El fideicomiso de inversión viene a ser una modalidad del fideicomiso de
administración, pues con la administración de los bienes busca destinarlos a
actividades que produzcan rendimientos interesantes, los cuales se fijarán en el
acto constitutivo o en sus reformas, y pueden consistir en una actividad específica
como sería vender o arrendar una casa o en las más amplia que deja al fiduciario
una absoluta discreción en el manejo de los recursos recibidos, como por ejemplo
vender una casa y con el producto comprar acciones en una sociedad.
Los fines perseguidos por regla general se destinan a préstamos o créditos o para
invertirlos en títulos valores, excepcionalmente pueden destinarse a otros fines. El
fiduciario no es responsable salvo por dolo o negligencia de los rendimientos que
produzcan las inversiones hechas.
Un caso de fideicomiso de inversión en términos generales funcionaría de la
siguiente manera:
A. El fideicomitente constituye un fideicomiso, transfiriendo al fiduciario cierta
cantidad de dinero.
B. Nombra fiduciario al Banco X y fideicomisario a sus dos hijos menores de edad.
C. El fiduciario invertirá a su arbitrio el dinero en depósito a plazo o en créditos
garantizados con letras de cambio o documentos de mutuo.
D. Los rendimientos producidos menos los gastos de impuestos y comisión, serán
entregados a sus hijos en forma mensual, para cubrir sus necesidades de vida.
E. En caso de muerte del fideicomitente, el patrimonio pasará a los beneficiarios.
F. Al finalizar el plazo, el remanente será entregado a los fideicomisarios y el
patrimonio fideicomitido al fideicomitente.

3. FIDEICOMISO DE SEGURO DE VIDA.


Tiene por objeto nombrar beneficiario de una póliza de seguro de vida a una
institución fiduciaria para que al ocurrir la muerte del asegurado, administre los
fondos resultantes de la indemnización en los términos pactados en una escritura
de fideicomiso.
La presente modalidad se compone de dos actos: primero contratar con una
compañía aseguradora, un seguro de vida, nombrando beneficiaria a una
Institución Fiduciaria y luego otorgar una escritura de fideicomiso en el cual se
estipularán las condiciones que lo regirán, es decir, los fines, los beneficiarios, la
comisión, etc.
Las ventajas que proporciona un fideicomiso de seguro de vida son muy variadas;
por regla general, evita que el monto del seguro se disipe, mal invierta o se pierda
por inexperiencia y consejos equivocados, así como también puede servir de
modelo de planeación patrimonial, segregando una parte importante de su
patrimonio, que servirá de conservación para seguridad de sus descendientes.
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Desde el punto de vista procesal, facilita en cierta forma los trámites al no ser
necesario que se sigan las diligencias de aceptación de herencia, que siempre
resultan tardados y engorrosos, pues los beneficios de la póliza no forman parte
de la herencia.
Para que surta efectos un fideicomiso en estos términos es necesario que el titular
del seguro haya pagado oportunamente las primas al momento de su fallecimiento
y que el nombramiento de beneficiario esté vigente.
4. FIDEICOMISO DE GARANTIA.
Es el que se constituye con el fin de asegurar el cumplimiento de obligaciones
contraídas por el que lo constituye de un tercero.
Los bienes sobre los que recae el fideicomiso, por lo general son bienes
inmuebles, aunque también pueden ser muebles o derechos. Tiene la
característica de ser irrevocables mientras no se haya cubierto la deuda u
obligación.
Esta modalidad de fideicomiso opera cuando el deudor se convierte en
fideicomitente, transmitiendo los bienes al fiduciario para garantizar una obligación
contraída por él o un tercero. Si la institución fiduciaria concede un crédito al
deudor, nombrándolo fiduciario, por virtud de ley no podrá ser fideicomisario.
Una vez el plazo de la obligación puede suceder que el deudor haya cumplido a
cabalidad con ella o encontrarse en mora; en el primero caso el fiduciario deberá
devolver los bienes dados en fideicomiso al fideicomitente, y en el segundo podrá
arrendar o vender los bienes y en ambos casos los productos obtenidos cancelar
la obligación.
Las ventajas que ofrece un fideicomiso en garantía es el contar con garantías
reales, excluir los bienes fideicomitidos del patrimonio del fideicomitente, por lo
que únicamente se podrán ejercitarse acciones afectadas al fin de la operación, y
por último viene a sustituir con mayores beneficiarios a la hipoteca y la prenda ya
que el procedimiento de ejecución es mucho más ágil que el usual para estas
garantías. En efecto, como el fiduciario queda facultado para disponer de los
bienes en caso de incumplimiento, no es necesario recurrir a la autoridad judicial
para que el fiduciario remate o venda los bienes entregados en garantía ni de
iniciar ninguna clase de juicio que en la mayoría de casos resultan muy tardados y
más onerosos si tomamos en cuenta que hay que cancelar costas procesales. De
igual manera resulta más beneficioso y seguro para el acreedor, por no correr
ningún riesgo que debido a diferencias de formalidad u otra circunstancia se
puede perder el juicio.
Por último, evita seguir trámites de inscripción de prenda o hipoteca en los
registros respectivos, evitando se pierda tiempo y dinero en concepto de
honorarios y derechos de registro.
5. FIDEICOMISO BASE PARA LA EMISION DE CERTIFICADOS FIDUCIARIOS DE
PARTICIPACION.
Es aquel que sirve de base para que Instituciones Fiduciarias emitan títulos
valores con un plazo no mayor de veinticinco años, con los cuales se pueda
garantizar un rendimiento preestablecido. La emisión se garantiza con los bienes
objeto de fideicomiso.
Se dice que este fideicomiso tuvo su origen en la época de la revolución Industrial,
cuando las empresas necesitaban enormes cantidades de dinero que ni las más
grandes sociedades anónimas podrían satisfacer. La solución a que se recurrió
fue la de captar dinero en el mayor número de personas, en la cual un trustee o
Derecho Mercantil II
fiduciario recibía bienes del deudor como garantía del préstamo que le hacía la
masa de acreedores, estos se documentaban con bonos certificados emitidos por
el trustee para amparar el adeudo. El trustee o fiduciario, respondía con los bienes
fideicomitidos en caso que la deuda no fuese pagada a los acreedores.
Las tres partes que intervienen en este fideicomiso son el fideicomitente que
puede ser cualquiera persona natural o jurídica, el fiduciario, que necesariamente
debe ser un banco y el fideicomisario que está compuesto por el futuro grupo de
tenedores de certificados, los cuales al momento de la escritura de constitución del
fideicomiso serán indeterminados.
Para poner en práctica esta modalidad de fideicomiso, primeramente es necesario
que se otorgue escritura pública constitutiva que servirá de base para la emisión
de los certificados fiduciarios de participación. Esta escritura se inscribirá en el
registro de Comercio y si versa sobre inmuebles, se hará también el Registro de la
Propiedad Raíz e Hipotecas.
A continuación se otorgará otra Escritura Pública llamada de Emisión que
contendrá las siguientes condiciones:
A. Denominación y domicilio del banco emisor, que en todo caso será el fiduciario;
B. Relación de la escritura Pública de Fideicomiso y su número de inscripción;
C. Bases de la Emisión, es decir, el número de certificados, el valor de la emisión,
si los certificados van a ser nominativos, al portador con cupones o no etc.;
D. Descripción suficiente de los derechos o bienes fideicomitidos;
E. Valúo de los bienes fideicomitidos practicado pero peritos nombrados por la
superintendencia del sistema financiero.
F. El importe de la emisión con especificación del número y valor de los
certificados que se emitirán y de las series si las hubiere. El importe de la
emisión deberá estar de acuerdo con el valúo a que se refiere al numeral
anterior;
G. Naturaleza de los títulos y derechos que incorporan, los cuales más adelante se
analizarán.
H. Rendimiento mínimo garantizado;
I. Término para el pago de rendimientos y si los certificados fueren amortizables
los plazos, condiciones y formas de amortización. La amortización opera
cuando los certificados dan derecho a una renta periódica;
J. Datos del Registro que identifiquen los bienes que respaldan la emisión;
K. Declaración de un representante expresamente autorizado por la
superintendencia del Sistema Financiero en la que haga constar haberse
verificado la constitución del fideicomiso base de la emisión y de haber
comprobado la existencia de los bienes fideicomitidos, así como la autenticidad
del peritaje por él ordenada.

La escritura de emisión deberá inscribirse en el registro de Comercio.


Una vez cumplidos los anteriores requisitos, se procede a emitir y distribuir los
certificados que deberán cumplir con los requisitos establecidos en el Art.- 884 del
Código de Comercio.
Derecho Mercantil II

Los certificados fiduciarios de participación pueden amparar tres clases


de derechos:

A. Derecho a una parte alícuota de los rendimientos de los bienes o derechos


fideicomitidos. En doctrina son conocidos como certificados de participación
propiamente dichos o certificados de productos. Al finalizar el fideicomiso los
bienes fideicomitidos podrán volver al fideicomitente si así lo desea.
B. Derecho a una parte alícuota del dominio sobre los bienes o la titularidad de los
derechos fideicomitidos; son conocidos estos certificados como de copropiedad.
Al final del fideicomiso los bienes no vuelven al fideicomitente sino a los
tenedores de los certificados en proporción a su participación.
C. Derecho a una parte alícuota del producto neto de la venta de los bienes o
derechos fideicomitidos; son conocidos como certificados de liquidación.
Al analizar el plazo se tendrá que vender los bienes y con el producto obtenido,
repartirlo en proporción a los tenedores de certificados. Únicamente vuelven a
poder del fideicomitente si él decide comprarlo.
Otro derecho que los certificados pueden amparar, en caso que los bienes
fideicomitidos sean inmuebles es el aprovechamiento directo de ellos, o sea,
derecho de uso. Generalmente se utiliza cuando por cualquier motivo hay
imposibilidad de traspasar el dominio.
Los certificados pueden ser nominativos y al portador. Los nominativos pueden
estar acompañados de cupones que son títulos al portador. Se pueden emitir en
series, en denominaciones no menores de cien colones o en múltiplos de cien sin
exceder de diez mil colones. Dentro de una misma serie todos los tenedores
tendrán los mismos derechos, es decir, que en una misma serie no podrán existir
certificados con derechos de copropiedad y otros con derechos de liquidación.
Los certificados de participación pueden ser amortizables o no. Los que pueden
ser amortizables son los de productos, por dar lugar a una renta periódica y para
tal fin se le anexan los cupones. Hay diversas maneras de amortización, pero la
más usual es la que se realiza por sorteos, en los cuales los certificados que
salgan favorecidos tienen derecho al reembolso total del valor nominal, sin que
esto impida seguir gozando de su parte alícuota en las rentas.
La manera de hacer viable la intervención de la colectividad de tenedores de
certificados en un fideicomiso de este tipo es a través del nombramiento por ellos
de un representante común que velará para que los derechos y condiciones
derivadas del fideicomiso se cumplan a cabalidad en beneficio de todos sus
representados.
El cargo de representante puede recaer en cualquier persona natural o jurídica ya
sea tenedor o no de certificados quien ejercerá el cargo personalmente, no
pudiendo más que nombrar apoderados judiciales.
La Junta General de Tenedores representa al conjunto de estos y sus decisiones
son válidas respecto de todos, aún de los ausentes y disidentes.
Son atribuciones de la Junta General de tenedores las siguientes:
A. Modificar la Escritura Pública de emisión, previa aprobación por el voto
favorable de las tres cuartas partes;
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B. Efectuar erogaciones para el mejoramiento de los bienes fideicomitidos.
C. Emitir certificados fiduciarios de adeudo que son títulos valores en contra del
fideicomiso, afectado por los anteriores certificados, con la diferencia que los
tenedores de ellos tendrán preferencia de pago.
D. Las atribuciones relativas a las juntas generales de tenedores de bonos en l
pertinente.
El fideicomiso base de la emisión se extingue por la llegada del plazo o cuando no
existan saldos insolutos a cargo de la masa fideicomitido. Si llegado el plazo
existieren saldos pendientes, los bienes fideicomitidos responderán por el pago de
las obligaciones.

VENTAJAS
La presente modalidad de fideicomiso, para el fideicomitente con intenciones de
desarrollar un complejo habitacional, le permite optar por esta alternativa con un
medio idóneo para captar grandes sumas de dinero, constituyendo una fuente de
financiamiento a largo plazo si tomare en cuenta que el plazo máximo de un
fideicomiso puede ser hasta de 25 años, con lo cual se vendría a suplir las
funciones de las Asociaciones de Ahorro, y Préstamo, con la ventaja de no tener
que seguir los trámites para la concesión del crédito a corto plazo con el que
tendrá que soportar altas tasas de interés.
Asimismo con la posibilidad de crear una serie especial de certificados que dan
derecho al aprovechamiento directo de los bienes fideicomitidos, ofrece la ventaja
que el capital invertido en la compra del certificado pueda servirle como parte del
precio para adquirirlo en propiedad.
Para los fideicomisarios, por el hecho de contar con certificados amortizables por
medio de sorteos, en los cuales se adjuntan cupones al portador, permite realizar
una fácil negociación con ellos; por último el tenedor del certificado cuenta con una
inversión segura al haber un rendimiento garantizado.
Para el fiduciario, de la ventaja que por la administración del fideicomiso cobre una
comisión.

6. FIDEICOMISOS DE PLANES DE PENSIONES.


Sin pretender dar un concepto de validez universal, podemos decir que los planes
de pensiones son estructuras de previsión social, resultante de estudios basados
en información real e hipótesis supuestas, por medio de los cuales las empresas
crean e incrementan reservas en el futuro, cuya inversión regula la ley, y
destinados al pago de pensiones a favor de los trabajadores que deciden
acogerse a sus beneficios.
Los planes de pensiones son prestaciones adicionales a las establecidas por la
ley, y de acuerdo a la finalidad que persiguen pueden ser clasificados como planes
por ahorro, por fallecimiento, por primas de antigüedad, etc.
Con un fondo de pensiones, una empresa con capital propio, busca mantener una
reserva que le permita brindar a sus trabajadores una prestación al momento de
cumplirse la hipótesis prevista, como puede ser la terminación de la relación
laboral o por cuestiones accidentales como la invalidez.
Los fondos a que hemos hechos referencia, pueden brindar un mejor rendimiento
si son manejados en fideicomiso por una institución autorizada que invertirá los
fondos en operaciones que acrecienten el patrimonio fideicomitido, que por regla
Derecho Mercantil II
general lo conforman sumas de dinero, esto en beneficio de los fideicomisarios
que lo constituyen los trabajadores de la empresa.
Para poner en práctica un fideicomiso de pensiones es necesario que con
anterioridad se haga un estudio actuarial en donde se analizarán el número de
empleados, su edad antigüedad, retribución, cálculo sobre variaciones de salario,
rotación de personal, etc. De esta manera se podrá conocer una proyección entre
el costo que tendrá y los beneficios que el plan de pensiones prestará.
Una vez constituido el fideicomiso funcionará en similar forma a los
fideicomisos de inversión.
En esta modalidad de fideicomisos es muy frecuente que el fideicomitente nombre
un comité técnico con el objeto de coadyuvar al fiduciario en el desempeño de su
cometido y en su oportunidad en la distribución de fondos a los beneficiarios.
VENTAJAS.
Con un fideicomiso de planes de pensiones, la empresa fideicomitente cuanta con
un instrumento de planeación financiera que le permite programar el uso de sus
reservas, eliminando con ello el riesgo que implica su manejo, pues es en el
fiduciario en quien recae esta labor; además la empresa mantiene entre su
personal un clima de satisfacción que manifiesta en un aumento de la producción.
Por parte de los trabajadores, un fideicomiso de esta clase le permite al momento
de cumplirse las hipótesis previstas contar con ingresos que mejorarán su nivel de
vida: además estos ingresos están exentos de toda carga fiscal.
No obstante los beneficios que brindan estos fideicomisos, nuestra legislación
mercantil, específicamente en el Art.- 1234 del Código de Comercio, impide la
creación de fideicomisos e que los beneficiarios sean personas indeterminadas, lo
que sucede en esta modalidad con los trabajadores de una empresa. Otra
deficiencia lo constituye la imposibilidad de realizar nuevos aportes sin tener que
modificar la escritura constitutiva o de sus reformas, situación que se vuelve
necesaria si los nuevos cálculos actuariales los exijan.

7. FIDEICOMISOS DE ADMINISTRACION PÚBLICA.


Son aquellos constituidos por la Administración Pública, para la realización de
fines concretos de interés general.
Un fideicomiso es público cuando el fideicomitente es una dependencia de
cualquier órgano del Estado.
En muchos países esta modalidad de fideicomisos se utiliza como un medio para
que el Estado cumpla de una manera más eficaz y productiva sus obligaciones
para con la Sociedad El patrimonio fideicomitido generalmente está constituido por
sumas de dinero que el fideicomitente entrega a la institución fiduciaria para
invertirlo en los fines previstos en la escritura constitutiva o de sus reformas.
Al igual que otras modalidades de fideicomisos en los de Administración Pública
también es muy común la creación de un Comité Técnico cuyas atribuciones
tengan relación con las actividades afines al fideicomiso y que por el acuerdo de la
mayoría de los que lo integran se instruya a la institución fiduciaria la manera de
cómo debe de realizar su encargo.
De acuerdo con los fines que se pretenden lograr, los fideicomisos de
administración pública se clasifican así:
Derecho Mercantil II
1) Los que sirven como FONDO DE FOMENTO para determinada actividad en la
que el Estado tenga un interés prioritario que no puede ser alcanzado por las
otras actividades oficiales. Estos fondos de fomento, en muchos casos actúan
como fondos de fomento, en muchos casos actúan como fondos de
redescuentos de préstamos, también llamados bancos de Segundo Piso, en lo
que no se tiene trato directo con los usuarios del crédito sino con las
instituciones que forman parte del sistema financiero que son los bancos de
primer piso y son estos quienes analizan y eligen para redescuento con cargo al
fideicomiso los créditos que reúnan los requisitos pactados.
Con esta operación, la institución intermediaria obtendrá una ganancia
resultante del diferencial existente entre el interés que cobra el fideicomiso con
el redescuento y la que se le cobrará al usuario.
En México se ha utilizado mucho los fondos de fomento para incentivar el
desarrollo de la Agricultura, Agroindustria, industria, vivienda popular, etc.,
obteniendo excelentes resultados.

2) Los destinados al desarrollo de un proyecto determinado, cuya realización


contribuirá al desarrollo de un país.
El Estado constituye un fideicomiso destinando los fondos para la creación de
una obra, quedando el fiduciario facultado para realizar todas las operaciones
necesarias para llevar a cabo el proyecto, como lo sería obtener financiamiento
externo o interno. En México se ha utilizado mucho para desarrollar complejos
turísticos como el de Cancún, Ixtapa y Zihuatanejo.
Ventajas.
1) Con un fideicomiso público el Estado da respuesta oportuna y adecuada a
problemas de interés público.
2) El Estado cumplirá de una manera más eficaz con sus obligaciones, soportando
menos carga de trabajo con un bajo consto administrativo de operación;
3) Con lo anterior se logra un mejor desarrollo económico y social entre la
población.
Un ejemplo práctico e nuestro medio de fideicomisos públicos lo representa el
Programa Nacional de Vivienda Popular, dependencia del Vice-Ministerio de
Vivienda y Desarrollo Urbano, del Ministerio de Obras Públicas. Este programa fue
creado por Decreto Ejecutivo número 43 de fecha cuatro de junio de mil
novecientos ochenta y seis, publicado en el Diario Oficial número 117 Tomo 291
de fecha 26 de Junio de 1986.
Los objetivos de este programa son el promover la construcción de soluciones
habitacionales nuevas, y mejorar las comunidades y viviendas.
Su capital está conformado por fondos externos provenientes de la Agencia
Internacional del Desarrollo (AID) para ser invertidos en fideicomisos o contratos
de administración con cualquiera de las instituciones bancarias del país, para
financiar los objetivos antes mencionados.
Las personas que en representación del Estado, previo acuerdo de la Asamblea
Legislativa concurren como fideicomitente ante notario al otorgamiento de la
Escritura de constitución del fideicomiso son, los Ministerios de Planificación y
Coordinación del Derecho Económico y Social, de Hacienda y el Viceministro de
Vivienda y Desarrollo Urbano, quienes deberán sujetarse a lo prescrito por el
decreto.
Derecho Mercantil II
Los fideicomisos constituidos como fondos de fomento por FONAVIPO
operan en dos formas:
1) Como fideicomisos de administración constituidos sobre determinadas sumas
de dinero para ser invertidas en beneficio de Pronavipo que es el fideicomisario.
Los fines consisten en financiar el otorgamiento subsidiario para la adquisición
de viviendas a familias de escasos recursos que les permita ser calificados
como sujetos de créditos hipotecarios en las asociaciones de ahorro y
préstamo.
El crédito subsidiario consiste en otorgar a esta clase de personas un préstamo
sin intereses para lo cual el fiduciario entregará los fondos fideicomitidos a las
asociaciones de ahorro y préstamo a título de crédito en los términos pactados
con el fideicomitente.
2) Como fideicomisos de administración constituidos sobre determinadas sumas
de dinero para ser invertidas en beneficio de mismo fideicomitente. Los fines
consisten en financiar las actividades en los campos de construcción de
viviendas a bajo costo así como el mejoramiento de viviendas y comunidades,
para la cual, el fiduciario entregará los fondos fideicomitidos a las asociaciones
de ahorro y préstamo para conceder el crédito hipotecario a la empresa
constructora.
En ambos casos, de las utilidades producidas por el fideicomiso, se retendrán
ciertas sumas que servirán para costear los gastos de operación de PRONAVIPO.
En vista efectuada a las oficinas de PRONAVIPO se nos dijo que en la práctica la
mayor parte de los fondos son manejados por contratos de administración y no por
fideicomisos, debido al poco interés por parte de las instituciones fiduciarias,
causándole enormes pérdidas.

EXTINCIÓN DEL FIDEICOMISO.


Son varias las causales para la extinción del fideicomiso, a continuación
analizaremos las contempladas por nuestra legislación, las cuales unas provienen
por acto de las partes y otras por hechos ajenos a su voluntad.
1. Por Cumplimiento de los Fines para que fue Constituido o por hacerse el
mismo imposible.
La presente causal está compuesta por dos hipótesis, a) el cumplimiento del fin y
b) la imposibilidad del cumplimiento del fin.
Respecto a la primera causal podemos decir que siendo obligación del fiduciario
hacer o dar a favor del fideicomisario determinadas cosas, según las instrucciones
dadas por el fideicomitente, una vez cumplidas queda el fideicomiso sin ningún
efecto.
La segunda hipótesis extingue el fideicomiso porque el fiduciario no podrá ejecutar
ningún encargo, ni el fideicomisario a recibir beneficio alguno por la imposibilidad
de ejecutar los fines, ejemplo: se constituye un fideicomiso para cancelar una
deuda ya extinguida.
2. Por no haberse cumplido en tiempo la condición suspensiva señalada en el
instrumento respectivo.
Dado que el fideicomiso puede ser particular o universal, puro o condicional, a día
cierto, por tiempo determinado o durante la vida del fideicomitente, del fiduciario o
del fideicomisario, el constituyente en el acto de creación puede establecer una
condición suspensiva para que el fideicomiso produzca efectos entre las partes.
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3. Por cumplimiento de la condición resolutoria estipulada.
Si en el acto constitutivo el fideicomitente establece una condición resolutoria, al
cumplirse ésta, se extinguirá el fideicomiso.
Esta causal no tiene aplicación en los fideicomisos constituidos a favor del Estado,
municipios, entidades públicas, instituciones de beneficencia y cultural o de los
incapaces, los cuales no están sujetos a plazo.
4. Por destrucción de los bienes fideicomitidos.
La destrucción de los bienes debe ser total, puesto que si subsisten algunos, el
fideicomiso seguirá cumpliéndose sobre ellos.

5. Por resolución del derecho del Fideicomitente sobre los bienes


Fideicomitidos.
El fideicomitente al haber hecho una transmisión de dominio al fiduciario, debió
haber tenido una propiedad sobre los bienes fideicomitidos, si por cualquier causa
la ha perdido, el fideicomiso carecería de objeto y por consiguiente se extinguiría.
6. Por revocación hecha por el Fideicomitente.
Esta causal es aplicable cuando expresamente el fideicomitente en el acto de
constitución se haya reservado tal derecho.
7. Por muerte o renuncia del fideicomisario.
Este numeral contempla dos causales: la muerte y la renuncia.
En caso de muerte existen dos excepciones.
a) Que el fideicomiso se haya constituido en beneficio de dos o más personas y
siempre que el fideicomitente lo decidiere, podrá transmitirse el fideicomiso al o
a los supervivientes.
b) Cuando el fideicomiso es para fines determinados o por tiempo fijo, los
derechos del fideicomisario se transmitirán a los herederos.
Para la renuncia, cuando el fideicomiso se ha constituido originalmente en
beneficio de dos o más personas y el fideicomitente así lo decidiere, se podrá
transmitir el fideicomiso al o a los restantes.
8. Por transcurrir el plazo legal.
Un fideicomiso una vez cumplido veinticinco años, por virtud de la ley queda
extinguido, salvo las excepciones hechas en la causal tercera.
Norma relacionadas:
Art. 1261 y 1262 Código de Comercio.

ANTECEDENTES HISTORICOS DE LOS CERTIFICADOS FIDUCIARIOS.


1. ORIGEN DE LOS CERTIFICADOS DE PARTICIPACIÓN.

ANTECEDENTES HISTORICOS.
El derecho romano en sus comienzos, no conocía las distintas formas de
garantías, tales como: hipoteca, prenda, fianza, por lo que deudor el virtud del
principio de responsabilidad personal, respondía con su persona, de sus
eventuales incumplimientos, como esclavo de su acreedor.
Derecho Mercantil II
Al eliminarse la responsabilidad personal del deudor, el derecho romano entra en
una etapa de crisis en materia de obligaciones, toda vez que el acreedor - al no
existir garantía de la recuperación de su acreencia - se encuentra en total
indefensión jurídica. Surge entonces, como creación del derecho civil romano, la
figura del Pacto de Fiducia.
La Fiducia consistía en la transmisión de propiedad que se acompaña en un pacto
llamado pactum fiduciae, mediante el cual, la persona que recibía la propiedad, se
obligaba frente al otorgante de la misma, a reintegrarse, después de realizar
determinados fines, al propio otorgante o a terceras personas.
En Roma se conocieron dos tipos de fiducia:
A. Fiducia cum creditore, cuya finalidad era proporcionar al acreedor de una
garantía real para asegurar una deuda. El deudor trasmitía la propiedad del
bien a su acreedor, y éste lo recibía en virtud del Pacto Fiducia,
comprometiéndose este último a reintegrarla al deudor en cuanto él hubiese
pagado su deuda.
B. Fiducia cum amico, una persona recibía un bien de otra, para que pudiera
usarlo y disfrutarlo gratuitamente, con la obligación de devolverlo a quien se lo
había otorgado.

El Doctor Vásquez Martínez señala los elementos para poder definir la esencia
del fideicomiso, que aunque no está en nuestro Código de Comercio Salvadoreño,
ya que nuestro código solamente regula los Certificados Fiduciario de
Participación, cabe recordar que los certificados fiduciarios de participación
contienen reglas del fideicomiso cuestión por la cual los elementos y
características citadas por el Doctor son aplicables perfectamente a los
Certificados Fiduciarios de participación contemplados en el código de Comercio
de nuestro país, estos elementos y características son:

A. Es un negocio jurídico nominado, el Código de Comercio lo designa con el


término "Fideicomiso", palabra que deriva del Latín Fideicomissun, compuesta
de fid«« fe, y eommiaaun confiado, comisión, encargo, o sea encomendado a la
lealtad o confianza de alguien, en nuestro Código de Comercio es un
Certificado Fiduciario de Participación.
B. Es un negocio típico, ya que el derecho a predispuesto para él un esquema
particular, constituido para nuestro caso por los Arts. 883 al 906 del Código de
Comercio.
C. Es un negocio bilateral, es contractual.
D. Es un negocio formal y solemne, desde luego que la ley exige formalidades de
escritura pública para poder emitir certificados de participación.
E. Es un negocio de ejecución continuada, ya que sus efectos no se agotan en un
solo momento sino que se establece un vínculo continuo en virtud del cual el
fiduciario debe realizar los actos exigidos para cumplir los fines del fideicomiso.
F. Es un negocio oneroso, ya que el fiduciario se obliga a realizar los actos
necesarios para cumplir los fines del fideicomiso, a cambio de una
remuneración por sus servicios.
G. Es un negocio patrimonial, puesto que tiene por fin constituir un patrimonio
afectado a fines determinados, el cual se rige por una disciplina jurídica
especifica.
H. Es un negocio traslativo, "en el que, sin embargo, junto a la relación de
transmisión de bienes y derechos al fiduciario, existe un vínculo obligatorio,
Derecho Mercantil II
Debe aclararse que al transmitirse al fiduciario ciertos bienes y derechos, no se
transmite el derecho de propiedad, lo que sucede es que se constituye un
patrimonio autónomo, separado, que no pasa a agregarse al patrimonio del
fiduciario, sino que este último es investido de determinadas facultades con
respecto al patrimonio fideicomitido Por el hecho de no ingresar el patrimonio
fideicomitido en el patrimonio del fiduciario, no se trata de negocio de atribución
patrimonial.
I. Es un negocio mercantil, que está reservado como actividad a los bancos
e instituciones de crédito.

DEFINICIÓN.
Después de analizar los antecedentes podemos definir a los certificados de
participación como los títulos de crédito emitidos por una sociedad fiduciaria que
representan el derecho a una parte alícuota de los frutos o rendimiento de los
valores, derechos, o bienes que la sociedad emisora tiene en fideicomiso
irrevocable para ese propósito, el derecho a una parte alícuota del derecho de
propiedad o de la titularidad de esos bienes, derechos o valores, o el derecho a
una parte alícuota del producto neto que resulte de la venta de ellos.
Es oportuno señalar que la emisión y colocación de certificados fiduciarios de
participación que tienen calidad jurídica de títulos valores sobre bienes o
derechos, así como sobre los activos que formen una empresa considerada como
unidad económica, tienen como base la constitución de un fideicomiso y
solamente las instituciones bancarias autorizadas para operar la rama fiduciaria
pueden emitirlos y colocarlos. Este importante rubro todavía no es explotado en
nuestro país, el cual sería otra de las operaciones que pondrían en práctica, un
departamento fiduciario.
Los certificados fiduciarios de participación juntamente con los bonos y demás
obligaciones negociables emitidos por instituciones privadas, permitirán desarrollar
un mercado de capitales en nuestro país. Y crear fondos mutuos de inversión
fiduciaria para invertir con seguridad el ahorro nacional.
Los certificados fiduciarios pueden ser:
A. AMORTIZABLES: se pueden pagar antes de su vencimiento.
B. NO AMORTIZABLES: no se pueden pagar antes de su vencimiento.
CLASIFICACION DE LAS AMORTIZACION.

1) Amortización parcial: para todos los títulos valores en este caso las cuotas
amortizables deben ser igual para cada uno de los títulos.
2) Amortización periódica: cancelación periódica de los títulos emitidos, en este
caso la emisora se compromete a liberar cierto porcentaje del título en cierto
periodo, de tal manera que al final del plazo los títulos están cancelados para
su comprobación autentica los resultados se harán en acta notarial.
Atendiendo a su forma y clase de emisión los certificados son:
A. Nominativos: porque conlleva su registro al endosarse, sino se hace en el
registro del titular que aparezca en el registro seguirá teniendo la propiedad del
dominio aunque al reverso del título ya este endosado los certificados
fiduciarios se registran que al efecto debe llevar el banco fiduciario, registro
distinto al libro de acciones, que lleva la sociedad bancaria.
B. Al portador: se trasmiten de mano a mano solamente con la simple tenencia, no
son endosables. (generalmente del estado) La posesión material del título
Derecho Mercantil II
legitima al tenedor para ejercer sus derechos y cuando se emiten esta clase de
certificados, el fiduciario, o sea el banco, es el responsable de llevar el control y
registro de los mismos, debiendo sujetarse al procedimiento contemplado en la
escritura constitutiva del fideicomiso o bien, en el reglamento de cada serie.
C. Nominativos cupones: se consideran que son cupones nominativos, cuando los
mismos estén identificados y vinculados por su número, serie y demás datos
con el título correspondiente, los derechos patrimoniales que otorgue el título al
cual están adheridos
D. Ordinarios e inmobiliarios: Los Certificados Fiduciarios pueden ser designados
como ordinarios o inmobiliarios, según que los bienes Fideicomitidos materia de
la emisión, sean muebles o inmuebles. Cuando se trata de Certificados
Fiduciarios Inmobiliarios, la institución emisora podrá establecer, en beneficio
de los titulares, derechos de aprovechamiento directo del inmueble
fideicometido, siempre y cuando todos esos derechos, en cuanto a su
extensión, alcance y modalidades queden establecidos en el momento de
formal de su constitución. Esto es puramente doctrinario, ya que en nuestro
medio son aceptados, además, los Certificados Fiduciarios con garantía sobre
derechos de cualquier clase y que sean calificados por el fiduciario y la Junta
Monetaria.

NATURALEZA JURIDICA DE LOS CERTIFICADOS FIDUCIARIOS

En cuanto a su naturaleza jurídica, como ya se mencionó, es un bien mueble y


contiene un negocio jurídico unilateral o una declaración unilateral de voluntad en
la que el suscriptor se obliga a si mismo con su firma, siguiendo la .teoría de la
creación (según esta teoría, el titulo existe y obliga desde el momento en que se
crea, cualquiera que sea la causa por la que se suscribe y de esta forma se le da
máxima seguridad al título y se garantiza su circulación) en contraposición a la
teoría de la emisión, que sostiene que el titulo tiene existencia jurídica desde que
entra en circulación

2. EL FIDEICOMISO COMO NEGOCIO FIDUCIARIO.

El negocio fiduciario es un acuerdo por el cual un sujeto transmite la propiedad de


un bien o la titularidad de un derecho a otra y esta se obliga a destinarlo en una
finalidad determinada por aquella señalada.
Se caracteriza el negocio fiduciario por la discrepancia existente entre el fin que se
pretende alcanzar con el medio elegido para lograrlo, así por ejemplo, si quien
para garantizar una obligación en lugar de hipotecarlo, transmite la propiedad el
acreedor, estará realizando un negocio fiduciario, ya que con el objeto de
garantizar al acreedor una obligación (finalidad), mediante la figura prevista por la
Ley, recurre a otra (medio).
De lo anterior, se deduce que el negocio fiduciario está compuesto de una relación
de carácter real y externo, representadlo por el acto de enajenación y otra de
carácter interna, que es el destinar los bienes al fin que se han propuesto,
constituyendo todo esto un solo acto.
A pesar de la similitud de caracteres que hay entre el negocio fiduciario y el
fideicomiso, el primero no es la figura adecuada para explicar la naturaleza jurídica
Derecho Mercantil II
del segundo, puesto que el fideicomiso es una figura regulada por la Ley, mientras
que el negocio fiduciario no lo está.
Asimismo el fideicomiso puede constituirse por acto entre vivos o por testamento,
y el negocio fiduciario es estrictamente vivos.

CARACTERÍSTICAS DE LOS CERTIFICADOS FIDUCIARIOS DE


PARTICIPACION.

Entre algunas de las características distintivas de dichos títulos valores se


mencionan las siguientes:
A. Debe ser una entidad financiera o una sociedad la cual debe de estar
especialmente autorizada para desempeñarse como fiduciario financiero (Art.
883 Inc. 1 CM).
B. El objetivo de un fideicomiso financiero es emitir o garantizar con bienes
fideicomitidos, títulos representativos de deuda o certificados de participación
en el dominio fiduciario de los bienes.
C. La colocación de estos títulos podrá hacerse tanto por oferta pública por
colocación privada.
D. El plazo de estos títulos no puede exceder de veinticinco años (Art. 883 Inc.
Último CM)
E. Los certificados podrán ser amortizados o no. Son amortizables cuando otorgan
a su tenedor el derecho a una parte alícuota de los frutos o rendimientos
correspondientes a su inversión así como también el derecho al reembolso del
valor nominal de su título.
La doctrina señala las características que son aplicables a los Certificados
Fiduciarios:

A. Formulismo: El título de crédito es un documento sujeto a una fórmula especial


de redacción y debe contener los elementos que señala el artículo 888 del
Código de Comercio. La forma, es esencial para que el negocio jurídico surja y
también lo es en el aspecto procesal pues el documento será eficaz en la
medida que contenga los requisitos que exija la ley. Los títulos de crédito
tienen validez desde que entran en circulación, pues mientras estén en el
ámbito patrimonial del creador, éstos no surten sus efectos; es decir, no tienen
obligación de cumplir el derecho incorporado.
B. Autonomía. Se le da al derecho una existencia independiente de cualquier
vínculo subjetivo; el derecho que se adquiere al recibir el título, es nuevo;
transmitido por el último enajenante e independiente totalmente de las
relaciones que hayan podido originarse en la transmisión del mismo. Por esta
razón, el tráfico del título es seguro porque frente a terceros de buena fe, no se
pueden interponer excepciones personales que pudieran haber nacido de la
calidad de los sujetos anteriores que hubieren intervenido en la circulación de
los títulos de crédito;
Si derecho está metido dentro del título, está incorporado y forma parte de él,
de manera que al transferir el documento, se transfiere también el derecho. El
derecho se transforma en algo corporal. Si un título se destruye, desaparece el
derecho que en él se habla incorporado; eso no quiere decir que desaparezca
la relación causal que generó la creación del título, la que se puede hacer valer
por otros procedimientos;
Derecho Mercantil II
C. Literalidad: En el título de crédito se encuentra incorporado un derecho, pero
los alcances de este derecho se rigen por lo que el documento diga en su tenor
literal y en contra de ello no se puede oponer prueba alguna. Lo que no
aparezca escrito en el propio título, ni como derecho, ni como obligación,
carece de trascendencia jurídica. Es necesario mencionar que con base en
este principio, no se pueden incluir condiciones o redactar títulos a semejanza
de un contrato formal; o sea que no puede utilizarse el titulo valor para crear
contratos; por esa razón, algunas partes o cláusulas cambiarlas no tienen
valor.

3. REQUISITOS ESENCIALES REQUERIDOS POR LA LEY.


Los bancos podrán practicar operaciones de fideicomiso, previa autorización de la
Superintendencia del Sistema Financiero (Art. 67 Ley Bancos) a la cual deberán
presentar los planes de negocio, la organización y las políticas que aplicarán en
las diferentes clases de fideicomisos que pretenden ofrecer al público (Art. 68 Ley
Bancos)
De acuerdo al Art. 68 Inc. 2 y último Ley Bancos “dentro de los primeros cinco días
de cada mes, los bancos estarán obligados a informar por escrito a la
Superintendencia, sobre los fideicomisos que hubiesen constituido en el mes
anterior. La Superintendencia tendrá un plazo de treinta días, a partir de la fecha
del recibo de dicha información, para objetar dichos fideicomisos.
Los bancos deberán garantizar la completa separación de los patrimonios de los
fideicomitentes con relación a sus propios patrimonios, para lo cual cada
fideicomiso deberá tener contabilidad separada”.
Los bancos no podrán efectuar con los fideicomisos que se le constituyan,
operaciones que le son prohibidas a él o que excedan los límites que le son
permitidos como banco, especialmente en los casos los contemplados en los
Artículos 197, 202 y 203 de la Ley de Bancos.
El fideicomiso se constituye mediante declaración de voluntad hecha por escrito.
En cualquier caso o tipo de fideicomiso éste se constituirá mediante escritura
pública (Art. 898 CM, Art. 9 Ley de Anotaciones Electrónicas de Valores en
Cuenta).
En el fideicomiso bancario, el Código de Comercio establece como formalidad que
el acto constitutivo de todo fideicomiso debe inscribirse en el Registro de
Comercio, y aquéllos que se constituyan sobre inmuebles lo serán en el Registro
de la Propiedad.
La emisión de obligaciones negociables deberá efectuarse por medio de escritura
pública (Art. 898 CM, Art. 9 Ley de Anotaciones Electrónicas de Valores en
Cuenta) y será otorgada por las personas que tengan la representación del banco
emisor o por representantes especialmente autorizados. La escritura pública
deberá contener:
A. Denominación y domicilio del banco emisor.
B. Relación de la escritura constitutiva del fideicomiso y su inscripción.
C. Bases de la emisión.
D. Descripción suficiente de los derechos o bienes fideicomitidos.
E. El dictamen a que se refiere el artículo 893 CM.
F. Importe de la emisión; y número y valor de los certificados que se emitirán y
series, si las hubiere.
Derecho Mercantil II
G. Naturaleza de los títulos y derechos que incorporan.
H. En su caso, mínimo de rendimiento garantizado.
I. Término para el pago de rendimientos y, si los certificados fueren amortizables,
plazos, condiciones y forma de amortización.
J. Datos de registro que identifiquen los bienes que respaldan la emisión y sus
antecedentes.
K. Declaración de un representante autorizado expresamente por la
Superintendencia del Sistema Financiero, sobre los siguientes puntos:
1) Haber verificado la constitución del fideicomiso base de la emisión.
2) Haber comprobado la existencia de los bienes fideicomitidos y la autenticidad
del peritaje practicado sobre los mismos según el artículo 893 CM.
Como ya se mencionó, anteriormente, dicha escritura de emisión se inscribirá en
el Registro de Comercio y surtirá efectos a partir de la fecha de su inscripción. Si
el fideicomiso, base de la emisión, recae sobre inmuebles, se inscribirá también en
el Registro de la Propiedad. En el Centro Nacional de Registro de El Salvador es
obligación profesional de los comerciantes llevar la contabilidad y la
correspondencia en la forma prescrita por el Código de Comercio de El Salvador.
Asimismo, su obligación consiste en inscribir anualmente en el Registro de
Comercio, el balance de su empresa, debidamente certificado por un contador
público autorizado en el país, así como los demás documentos relativos a su
negocio que estén sujetos a esta formalidad y cumplir los demás requisitos de
publicidad mercantil que la ley establece.
El comerciante deberá establecer, por lo menos una vez al año, la situación
económica y financiera de su empresa, la cual mostrará a través del balance
general y estado de pérdidas y ganancias.
Cualquier modificación a la escritura de emisión deberá otorgarse por escritura
pública e inscribirse en el Registro de Comercio. Antes del otorgamiento deberá
obtenerse la aprobación de la junta general de tenedores de certificados, con el
voto favorable de las tres cuartas partes del capital. Esta última circunstancia se
hará constar en el instrumento, en el cual deberá intervenir un representante de la
Superintendencia del Sistema Financiero.
En el caso de los CFP, los bancos podrán emitirlos, siempre que la
Superintendencia del Sistema Financiero compruebe la existencia del fideicomiso
y practique, previo peritaje, el valúo de los bienes fideicomitidos que sirvan de
base a la emisión.
No obstante lo dispuesto en el inciso anterior, los bancos no podrán emitir
certificados fiduciarios de participación para invertir en créditos u otros
instrumentos financieros.
Los certificados fiduciarios de participación se emitirán en serie, en
denominaciones y en las condiciones que determine la institución emisora.
De conformidad al Art. 884 CM dichos certificados, para ser válidos, deberán
contener:

A. Mención de ser "certificado fiduciario de participación"; e indicación de la


naturaleza de los bienes fideicomitidos.
B. Nombre y domicilio del banco emisor.
C. Fecha de emisión del título.
D. Monto de la emisión; y número y valor nominal de los certificados.
Derecho Mercantil II
E. En su caso, rendimiento mínimo garantizado.
F. Término para el pago de los rendimientos y del capital; plazos, condiciones y
forma en que los certificados han de ser amortizados, en su caso.
G. Lugar y modo de pago.
H. Especificación, cuando las haya, de las garantías especiales que se constituyan
para respaldar la emisión, con expresión de las inscripciones relativas en los
registros públicos correspondientes.
I. Lugar y fecha de la escritura de emisión y número y tomo de la inscripción
relativa en el Registro de Comercio (Art. 13 Lit. 10 Ley de Registro de
Comercio).
J. Firma autógrafa del representante autorizado de la institución emisora.
Para otros estudiosos en la materia, el CFP es un contrato de fideicomiso sujeto al
Código de Comercio y leyes complementarias, en el cual el fiduciario es una
entidad financiera o sociedad debidamente autorizada para actuar como fiduciario
financiero y beneficiarios son los titulares de certificados de participación en el
dominio fiduciario o de títulos representativos de deuda garantizados con los
bienes así trasmitidos. Así mismo, dichos certificados fiduciarios de participación y
títulos de deuda serán considerados títulos valores y podrán ser objeto de oferta
pública.
En conclusión, se puede decir que un CFP es un valor emitido por bancos en su
rol de fiduciarios en un fideicomiso
El CFP acredita “derechos fraccionarios sobre grupos de bienes de los que la
institución sea depositaria. Estos títulos sólo pueden ser emitidos por las
instituciones fiduciarias sobre la base de fideicomisos constituidos por sociedades
mercantiles o personas naturales, y formalizados mediante contratos”
El inversionista o tenedor de un CFP está garantizado, únicamente, por los bienes
transferidos al fiduciario, a no ser que el título en forma explícita especifique otro
tipo de garantía, como ser el aval solidario del mismo banco o fiduciario.

4. SUJETOS QUE INTERVIENEN EN EL CERTIFICADO FIDUCIARIO DE


PARTICIPACION.
CFP se da entre las partes llamadas fideicomitente (fiduciante) y fideicomitido
(fiduciario). Sin embargo, la relación fiduciaria se da entre 4 sujetos, los cuales
son:
A. El fideicomitente o fiduciante, que es la persona que transfiere a otros
(llamados fideicomitidos) bienes determinados para un fin lícito. Tiene que
poseer el dominio pleno de los bienes dados en fideicomiso. La presencia del
fideicomitente es inevitable para la realización de dicha certificación.
B. El fideicomitido o fiduciario, es la entidad financiera o una sociedad a quien
se transfieren los bienes, y que está obligada a administrarlos con la prudencia
y diligencia propias del buen hombre de negocios (administrar lo ajeno como
propio), que actúa sobre la base de la confianza depositada en él. Puede ser
cualquier persona física o jurídica. En El Salvador el Fiduciario debe ser una
persona moral autorizada para ser Fiduciaria en los términos que la Ley
establece.
Generalmente, el fideicomitido actúa a través de un delegado, asumiendo la
responsabilidad de los actos que éste realiza, salvo los de carácter personal
Derecho Mercantil II
(Art. 1253 CM). Sobre el delegado fiduciario descansa la gestión material de los
fines del fideicomiso.
En el Art. 892 CM, se expresa lo siguiente:
El representante común de los tenedores de certificados obrará como
mandatario de éstos, con las siguientes obligaciones y facultades, además de
las que expresamente se consignen en la escritura de emisión:
1) Verificar los términos del acto constitutivo del fideicomiso base de la emisión.
2) Comprobar la existencia de los derechos o bienes dados en fideicomiso y, en
su caso, cerciorarse de que las construcciones y los bienes incluidos en el
fideicomiso estén asegurados, mientras la emisión no se amortice totalmente;
la suma asegurada equivaldrá al valor de la emisión o al importe de los
certificados en circulación, cuando éste sea menor que aquél.
3) Recibir y conservar, en calidad de depositario, los fondos provenientes de la
emisión y aplicarlos al pago de los bienes adquiridos o de su construcción, en
los términos que señale la escritura de emisión, cuando tal cosa sea
procedente de acuerdo al texto de la misma escritura.
4) Ejercitar las acciones y derechos que al conjunto de tenedores correspondan
para el cobro de intereses o capital debidos, hacer efectivas las garantías
señaladas para la emisión, o las que requiera el desempeño de las funciones
a que este artículo se refiere; y ejecutar los actos conservativos de tales
derechos y acciones.
5) Asistir a los sorteos, en su caso.
6) Convocar y presidir la junta general de tenedores de certificados, asentar las
actas respectivas y ejecutar sus decisiones.
7) Recabar de los funcionarios, de la institución fiduciaria emisora, los informes
que necesite para el ejercicio de sus atribuciones, especialmente los relativos
a la situación financiera del fideicomiso.
C. El beneficiario, que es la persona en cuyo beneficio se ha instituido el
fideicomiso (que puede o no existir), sin ser el destinatario final de los bienes.
Pueden ser una o varias personas físicas o jurídicas.
D. El fideicomisario, es la persona que tiene la capacidad jurídica necesaria para
recibir el beneficio que resulta del objeto del fideicomiso, a excepción del
fideicometido que jamás podrá ser fideicomisario (Art. 1237 CM) Este tipo de
beneficios pueden ir desde el usufructo, uso, habitación, renta, rendimientos
financieros, entre otros. En conclusión se puede decir que el fideicomisario es el
destinatario final o natural de los bienes fideicomitidos. Normalmente, el
beneficiario y el fideicomisario son una misma persona. Pero puede ocurrir que
no sea la misma persona, puede ser un tercero, o el propio fiduciante.

5. EL OBJETO DEL CERTIFICADO FIDUCIARIO DE PARTICIPACION.


Serán objetos de fideicomiso bienes inmuebles, muebles, registrables o no, dinero,
títulos valores, entre otros cuando se puedan individualizar.
Cuando a la fecha de celebración del fideicomiso no resulte posible su
individualización, se describirán los requisitos y características que deban reunir.
Los bienes no pueden entrar en el patrimonio del fiduciario confundiéndose con los
suyos, son bienes separables del activo, con cuentas separadas y excluidos tanto
de la garantía de los acreedores del fiduciario como de los del fideicomitente.
Derecho Mercantil II
Sobre los bienes fideicomitidos se constituye una propiedad fiduciaria
conformando un patrimonio separado del patrimonio fiduciario y del fiduciante.
Cuando se trata de bienes registrables, los registros correspondientes deberán
tomar razón de la transferencia fiduciaria de la propiedad a nombre del fiduciario.
El objeto puede ser:
A. Inmediato: es la entrega de la propiedad de un bien para ser administrado a
título de propietario.
B. Mediato: puede ser toda clase de bienes o derechos.
El objeto mediato y la propiedad fiduciaria se incrementan si así resulta del
contrato, cuando el fiduciario adquiere otros bienes con los frutos de los bienes
fideicomitidos o con el producto de actos de disposición sobre ellos, dejándose
constancia en el acta de adquisición y en los registros pertinentes.
Entre los objetos mediatos posibles está el dinero, constituyendo los ejemplos más
típicos de fideicomiso los de inversión y de administración; el dinero aparece en
forma tangible como expresión del capital dado en fideicomiso y como
manifestación de su renta; otras veces, aparece como expresión del fruto o
resultante de un capital no dinerario.
El dinero como objeto mediato de fideicomiso aparece en forma directa o indirecta,
constituyéndose la mayoría de las veces en generador de recursos bancarios.
Por conocer los tipos de certificados de participación podemos agruparlos en:
A. Ordinarios: son bienes muebles dados en fideicomisos.
B. Inmobiliarios: son bienes inmuebles dados en fideicomisos.
C. Amortizables: derecho a una parte alícuota al fruto y dan a sus tenedores el del
reembolso del valor nominal de los certificados.
D. No amortizables: imponen a la institución emisora la obligación de hacer el pago
del valor nominal de ellos, a sus tenedores.
E. De copropiedad: Aquí se hace constar la distinta participación de los
copropietarios de bienes, títulos o valores que se encuentren en su poder.
F. Fiduciarios de adeudo: Las instituciones fiduciarias pueden concertar y obtener
préstamos para el mejoramiento r e incremento de los bienes inmuebles objeto
de la emisión.
G. De vivienda: Creados el 27 de diciembre de 1963 y representan el derecho a la
transmisión de la propiedad de una vivienda.
H. La apropiabilidad de los bienes y derecho objeto de certificados de
participación.
Por supuesto, los bienes y derechos de que se trata, puesto que han de ser
transferidos al fiduciario, deben tener aptitud de poder ser objeto de apropiación, lo
que entendido en su significado conforme a Código Civil, representa que los
bienes y derechos no estén excluidos del comercio, ni por su naturaleza, ni
disposición de la ley, en el concepto de que están fuera del comercio por su
naturaleza aquellos bienes y derechos que no puedan ser poseídos por algún
individuo exclusivamente
Aunque ésta establece expresamente que los certificados podrán ser un derecho
de tal o cual especie sobre cualquier clase de bienes o derechos que tenga en
fideicomiso irrevocable la sociedad fiduciaria que los emita, también encontramos
que en la propia ley la universidad de bienes y derechos a que se refiere están
contenidos a ser idóneos a los fines de la emisión. Ahora bien, como el fin de la
emisión es representar un valor destinado a la circulación y convertible en dinero,
Derecho Mercantil II
la institución fiduciaria debe estar en posibilidad jurídica y económica de poder
realizar los actos de disposición, mantenimiento y conservación que sean
necesarios.

6. REPRESENTANTE COMÚN.

Para representar al conjunto de los tenedores de los certificados se debe designar


un representante común, que puede no ser tenedor de los certificados; este cargo
es personal y puede ser desempeñado por un individuo o por los representantes
ordinarios de la institución de crédito que sean nombrados para el cargo. Salvo
convenio en contrario, la retribución del representante común es a cargo de la
institución emisora.

En pocas palabras mencionaremos las obligaciones y facultades del representante


común de los tenedores de certificados:

A. Verificar los términos del acto constitutivo del fideicomiso base de la emisión.,
B. Comprobar la existencia de los derechos o bienes dados en fideicomiso y que
estén asegurados los bienes inmuebles.
C. Recibir, conversar y aplicar los fondos relativos, cuando el importe de la emisión
o una parte deba destinarse a la adquisición o construcción de bienes, en los
términos del acta de emisión.
D. Firmar los certificados que se emitan.
E. Ejercitar las acciones o derechos que correspondan al conjunto de tenedores de
certificados por el pago de intereses o del capita por virtud de las garantías
señaladas en la emisión, así como los que requiera deberes.
F. Asistir a los sorteos, cuando en el acto de emisión se haya estipulado que los
certificados serán reembolsados por sorteos.
G. Convocar y presidir la asamblea general de tenedores de certificados y ejecutar
sus decisiones.
H. Obtener de los funcionarios de la institución fiduciaria emisora todos los
informes y datos que requiera para el ejercicio de sus atribuciones, inclusive los
referentes a la situación financiera del fideicomiso base de la emisión.
I. Otorgar poderes judiciales
J. Los demás que expresamente se consignen en el acto de emisión.
La posibilidad de la emisión de certificados con base en bienes y derechos
sujetos a cierto dinamismo, da lugar a que el propio valor de los certificados pueda
ser elástico a la ejecución del fideicomiso por el fiduciario, lo que suscita la
cuestión de cual debe de ser el papel de la masa de los tenedores de certificados
ante las decisiones del fiduciario en el manejo de patrimonios.
En principio, consideramos que la masa de los tenedores tienen derecho a
imprimir cierta dirección al manejo del destino de los bienes y derechos
fideicomitidos ante el fiduciario, pero siempre y cuando la masa y los tenedores
imprima dicha dirección tomando decisiones en la forma y orden que se hubiere
previsto en el acto constitutivo de fideicomiso y, además, siempre y cuando por la
naturaleza del negocio fiduciario implicado se amerite la intervención de dicha
masa; desde luego, cuando los derechos de los tenedores están restringidos a la
amortización del valor nominal de los mismos, o bien cuando estén reducidos a la
obtención de un producto o un rendimiento que inclusive puede estar asegurado
Derecho Mercantil II
en forma idónea, es de suponerse que la masa de tenedores sólo podrá tener la
intervención inherente a la salvaguarda de sus derechos.
Si por el contrario, la masa de tenedores es beneficiaria de pretensiones que
puedan depender del comportamiento del negocio fiduciario, consideramos que es
debido y legal reservarles los derechos de resolución apropiados.
El papel del representante común en el acto de emisión y en relación con los
bienes y derechos objeto de los certificados, consiste en comprobar la existencia
de los mismos y la autenticidad del peritaje practicado por las instituciones
nacionales de crédito.
Efectivamente, es recomendable cuando sea necesario, según el caso concreto,
que en el acto de emisión se prevea la intervención del representante común en
los siguientes aspectos:
A. Para recibir información periódica del fiduciario, en relación al comportamiento y
situación del patrimonio fiduciario y para dotar de dicha información a los
tenedores en reuniones, asimismo periódicas y previamente determinadas.
B. Para practicar auditorias administrativas y contables respecto del fideicomiso
que se trate.
C. Para autorizar previa o posteriormente al fiduciario la realización de ciertas
operaciones y gastos.
D. Para requerir al fiduciario para que haga o se abstenga de hacer lo que sea
indicado, según el caso.

7. APORTACIONES ADICIONALES EN DINERO AL FIDEICOMISO BASE DE LA


EMISIÓN DE LOS CERTIFICADOS.

Cabe pensar en la posibilidad de la emisión de certificados de participación que,


teniendo como base un negocio fiduciario, requieran aportaciones adicionales ya
sea del fideicomitente original o de los tenedores de certificados tendrá entre otras
facultades la de recibir y conservar los fondos relativos al depositario y aplicarlos
al pago de los bienes adquiridos o de su construcción en los términos que señale
el acta de emisión, cuando el importe de la misma o una parte de él, deban ser
destinados a la adquisición o construcción de bienes; ahora bien, una lectura de
esta trascripción nos hace ver que no se trata de aportaciones adicionales, sino de
una operación de obtención de fondos mediante la colocación de certificados, lo
cual posibilita que, contra prestación en dinero derivada de la colocación de
certificados, se adquiera o construya en el sentido antes indicado.

A. ALCANCES OPERATIVOS DEL CERTIFICADO.


El certificado de participación, como ocurre frecuentemente con otras
instituciones, es usada para fines no inherentes al mismo; así, se ha recurrido a
emitirlos a algunos casos, exclusivamente en orden a obtener una ventaja fiscal
o superar una prohibición, o solamente para hacer constar una copropiedad. En
este orden de ideas hemos dejado fuerza de la temática del presente estudio
los alcances de los certificados.
Derecho Mercantil II
B. EL APROVECHAMIENTO DIRECTO DE LOS BIENES FIDEICOMETIDOS
PARA EMITIR CERTIFICADOS.
Una de las variantes de los certificados de participación, precisamente de los
inmobiliarios, estos es, de aquellos en que los bienes fideicometidos materia de
la emisión sean inmuebles, es la de poder establecer en beneficio de los
tenedores de los mismos derechos de aprovechamiento directo del inmuebles
fideicometido, cuya extensión, alcance y modalidades se determinarán en el
acta de emisión correspondiente.
Esta disposición hace pensar que únicamente los certificados inmobiliarios podrán
implicar derechos de aprovechamiento directo sobres los bienes materia de la
emisión, asimismo sugiere la idea de que en todos los demás casos no se podrá
pactar un aprovechamiento directo sobre dichos bienes

8. EL CERTIFICADO FIDUCIARIO DE PARTICIPACION SOLO SE EMITEN A


TRAVES DE UN FIDEICOMISO.
Los certificados de participación, conocidos como CEPIS o CEPOS, según se trate
de certificados de participación inmobiliaria o certificados de participación
ordinarios, respectivamente, son títulos de crédito institucionalmente bancarios
porque su emisión solo puede realizarse por medio de un fideicomiso, que puede
celebrar como fiduciario un banco.
En nuestro país, el fideicomiso solo puede perfeccionarse con la participación
activa de un banco, que recibe el nombre de “Fiduciaria”, además de que
participan dos elementos más:
A. El Fideicomitente.- es el que afecta, se desprende de parte o todos sus bienes
al fideicomiso y le ordena al fiduciario que realice con ellos determinados fines.
B. El fiduciario.- es el banco, que junto con la orden transmitida por el
fideicomitente, recibe de él o la titularidad de los bienes afectos al fideicomiso,
merced a los que deberá cumplir con los fines establecidos.
C. El Fideicomisario.- que es la o las personas que reciben los beneficios
derivados del cumplimiento de la orden dada al fiduciario respecto de los bienes
afectados. En este triángulo fiduciario el cerificado de participación se localiza
entre la fiduciaria (como emisora) y el fideicomisario (como acreedor).
1) Casi siempre dos personas: 1.- una empresa (que será deudora de la
operación) y 2.- una banca múltiple o una de derecho público (que será la
acreedora), aportan dinero, bienes, o ambos al fideicomiso (se convierten en
fideicomitentes), al mismo tiempo.
2) Le ordenan a otra banca múltiple u otra SNC (se convierta en fiduciaria) que
construya o adquiera con los dineros o bienes aportados y mediante los
constructores y terceros que se le indiquen, un conjunto industrial,
habitacional o comercial, para que una vez hecho.
El certificado fiduciario de participación es un título causal, supone una escritura
de emisión de certificados, que a su vez tiene como antecedente el acto
constitutivo de fideicomiso, es decir la primera es causa remota del mismo y la
segunda ósea el acto de fideicomiso es causa próxima del acto cambiario
Una vez formado el fideicomiso los autorizados para emitir certificados fiduciarios
están mencionados en el Art. 883 del Código de Comercio, nos dice q solamente
las instituciones bancarias autorizadas para operar la rama fiduciaria, pueden
emitir certificados de participación, con calidad jurídica de títulos valores. Previa
autorización de la superintendencia Art. 67 Ley de Bancos
Derecho Mercantil II
Donde no solo los bancos pueden ser fiduciarios sino también las instituciones de
crédito autorizadas, para ello conforme a la ley especial de la materia Art. 1238
Código de Comercio.
La institución encargada de vigilar las operaciones de los fiduciarios es el Consejo
Directivo del Instituto de Garantía de Depósitos: Art. 166-A de la Ley de Bancos
Cuando El Estado es Fideicomitente si se necesitara una institución fiduciaria para
dicho certificado
Cuando se trata de un mismo fideicomiso si pueden ser fiduciarios dos o más
bancos, pero que sucede cuando concurran dos o más instituciones bancarias?
Por regla general será requerido por lo menos dos instituciones bancarias, una
con la cual se ha constituido el fideicomiso, la cual adquiere la calidad de
fiduciario, y la otra será el banco financista del proyecto, que a su vez puede
constituirse como una única entidad bancaria o como un consorcio que a su vez
puede estar relacionado con otro tipo inversionistas, dependiendo de la forma y la
estructura que se requiera al financiamiento del proyecto. El nicho jurídico como
ya se dijo seria el Banco fiduciario y de acuerdo a la legislación y principios
aplicados por la Superintendencia del Sistema Financiero pudiera no ser
conveniente que el banco fiduciario sea a su vez Banco acreedor.
En el caso de que muera el titular de un certificado fiduciario deberá seguir el
procedimiento normal de una sucesión, sea esta testada o no. Esta condición
debe de estar determinada en las escrituras de constitución de fideicomiso y/o en
la de emisión de los certificados.
9. derechos que incorporan los certificados fiduciarios.

Art. 885 del Código de Comercio nos dice que los certificados de participación que
menciona el artículo anterior, incorporan alguno de los siguientes derechos:
A. Derecho a una parte alícuota de los rendimientos de los derechos o bienes que
tenga en fideicomiso irrevocable el banco emisor. En este caso el certificado
representa un derecho de los frutos o bienes de cualquier clase que se
obtengan del fideicomiso.
B. Derecho a una parte alícuota del dominio sobre los bienes o de la titularidad de
los derechos fideicomitidos. En este caso el certificado representa un derecho
de copropiedad o una acreeduría sobre parte del precio que se obtuviera al
venderlos.
C. Derecho a una parte alícuota del producto neto de la venta de los bienes o
derechos fideicomitidos. En este caso, el tenedor del título es un fideicomisario
partícipe, con derechos de acreedor.

10. Derechos que confiere el título.

Siendo el certificado fiduciario un título de crédito, otorga derechos a su titular en


cualquiera de las formas siguientes:
A. A una parte alícuota de lo que produzcan los bienes fideicometidos.
En este caso, el tenedor del título es un fideicomisario partícipe, con derechos
de acreedor.
B. A una parte alícuota de los derechos de propiedad sobre los bienes
fideicometidos o sobre el precio que se obtenga de su venta.
Derecho Mercantil II
En este caso el certificado representa un derecho de copropiedad o una
acreeduría sobre parte del precio que se obtuviera al venderlos y a una parte
determinada del bien inmueble fideicometido, en cuyo caso el certificado
representa Un derecho de propiedad inmueble.
Estos certificados pueden ser creados a la orden, al portador o ser nominados,
pero si el bien es inmueble e obligatoria la modalidad nominativa.
Los certificados fiduciarios aparte de ser cosas típicamente mercantiles también
son:
Bienes muebles, ya que se convierten en garantía para su tenedor, ya que si no le
son pagados sus certificados a tiempo, tienen derecho a gozar de partes alícuotas
de los bienes fideicometidos o recuperar su dinero a la venta de dichos bienes Art.
893 Inc. 2 Com
Es necesario crear un fideicomiso para emitir certificados fiduciarios de
participación así lo establece el artículo 899 Com, para emitir certificados
fiduciarios de participación, pueden constituirse fideicomisos sobre toda clase de
empresas, consideradas como unidades económicas.
Se le paga al fiduciario por administrar el fideicomiso el 5%. Donde el encargado
de pagar la retribución podrá quedar a cargo del fideicomitente, de sus
causahabientes o del fideicomisario, según se disponga en el acto constitutivo. Si
nada se dispusiere, el fiduciario podrá cobrar directamente lo que le corresponde,
de los productos de los bienes dados en fideicomiso.
Derecho Mercantil II

CONCLUSIONES.

Podemos decir, que por medio de un fideicomiso, se puede lograr la seguridad


económica de una familia al faltar el padre o madre, cuando cualquiera de ellos sea
el sostén económico del hogar, evitando con ello, que estas personas, por su poca
experiencia en el campo económico, pierden el capital dejado como herencia.

Asimismo con el fideicomiso sustituye la tutela, en caso de ausencia de los


progenitores, sirve también como un medio para velar por los intereses de personas
incapacitadas y menores de edad; para el sostenimiento de clínica para enfermos
mentales o para la lucha de toda clase de vicios, ya sea por drogas o alcoholismo, y
así como también como un fondo para el financiamiento de estudios en el extranjero
a personas que reúnan ciertos requisitos preestablecidos.
Derecho Mercantil II

RECOMENDACIONES.
Que la administración superior de las Instituciones de crédito se preocupa más
para capacitar a su personal en su conocimiento sobre Fideicomisos, y en el caso
de las Universidades, se trate de introducirla como material de estudio, para crear
en el estudiante un interés que permita analizarla con mayor profundidad y así
poder favorecer a las clases más desprotegidas.
Derecho Mercantil II

BIBLIOGRAFIA

LEYES DE EL SALVADOR

-Constitución Política de El Salvador


-Código Civil
-Código de Comercio
-Ley de Instituciones de Crédito y Organizaciones Auxiliares
-Ley del Régimen Monetario
-Ley de Impuesto sobre la Renta
-Ley de Impuesto sobre el Patrimonio
-Ley de Gravamen de las Sucesiones
-Ley de Impuesto sobre Donaciones
-Ley de Impuesto sobre Transferencia de Bienes Raíces.
Ley de Bancos de El Salvador
Ley de Anotaciones Electrónicas de Valores en Cuenta
Ley de Registro de Comercio.

LIBROS

Introducción al estudio del Derecho Mercantil. (Roberto Lara Velado)

WEB
https://es.wikipedia.org/wiki/Fideicomiso

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