BRENDA RÍOS CARLOS VELÁZQUEZ NAIEF YEHYA

EL FALLIDO INTENTO DE CONMOVER LLÁMENME EL SPLENDA EL FARO

El Cultural
N Ú M . 2 4 1 S Á B A D O 0 7 . 0 3 . 2 0

[ S u p l e m e n t o d e La Razón ]

13.com
Fuente > blog8

EL EFECTO BORIS VIAN

EN SU CENTENARIO
GERARDO DE LA CRUZ ALEJANDRO TOLEDO
ERNESTO CARDENAL
LECTURA Y ENTREVISTA
EDUARDO CASAR RAÚL SILVA

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Marcada por las dos guerras mundiales en la primera mitad del siglo XX, la vida del escritor y polímata Boris Vian
convivió con las vanguardias en el París de aquella época, es decir, con la extraordinaria efervescencia artística
y cultural que alentó el dadaísmo, el surrealismo, el existencialismo. La versatilidad de intereses de Vian
—que precisa este ensayo— hoy puede producir asombro. En una batalla ganada a destiempo, su obra literaria
terminó por obtener el reconocimiento que en vida le fue negado. Este año se conmemora el centenario
de su natalicio (el próximo 10 de marzo) y en El Cultural nos unimos a la celebración de su figura fascinante y libérrima.

Centenario

EL EFECTO
BORIS VIAN
GERARDO DE LA CRUZ
@gdelacrux

P
ocos personajes de la cultura fran- caso resulta absolutamente congruente.
cesa sintetizan y reflejan de mane- Eso, además de su increíble capacidad pa-
ra tan elocuente en su biografía el ra multiplicar sus áreas de interés y de ac-
espíritu de la posguerra en Europa ción a lo largo de su joven existencia: fue
como Boris Vian. La imagen que nos he- trompetista de jazz, traductor, articulista,
mos hecho de él, que sin lugar a dudas es su narrador, poeta, dramaturgo, crítico, com-
mejor creación, tiene de todo: es apuesto, positor, letrista, cantante, actor, dibujante,
gárrulo, de trato fácil, refinado, inteligen- pintor, piloto de autos de carreras, ingenie-
te, audaz y puede ser tan carismático que ro y hasta inventor, dicen —aunque yo sólo
produce envidia y antipatía; irreverente al he podido confirmar sus artefactos imagi-
grado de no ser tomado en serio y cuando nativos, como el pianóctel de La espuma de
es serio angustia y deprime; es cultísimo y los días, entre muchos otros dispersos aquí
tiene la gracia de escribir como un barba- y allá. También fue ejecutivo disquero, y
ján, capaz de crear imágenes poéticas de desde luego, amante, esposo, padre —tra-
una belleza conmovedora, aunado a un bajos nada menores—, y lo más importante:
talento natural para convertir todo lo que ser sí mismo para crear al personaje, cosa
nombra en mierda, con una sonrisilla entre que consumió su tiempo social y su vida.
cínica e inocente. A todos estos calificativos inherentes a
Apasionado de la vida, intenso y a la vez Boris habría que sumar los externos, el lla-
desencantado, lleno de angustia, se jacta de mado efecto Vian, no el que tiene que ver
ser snob y de pasearse por los barrios ba- con la imposibilidad de adaptar con cierta
jos; se le margina, se le reconoce, se le censu- fidelidad sus obras al cine o al teatro, sino
ra, se le desdeña, lo sitúan en el mainstream, el que produce en sus lectores, quienes,
es una contradicción andante que en su cuando resisten el primer vianazo, suelen

Foto > Rogelio Cuéllar

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Fuente > centenaireborisvian.com

Miles Davis con

Boris Vian, en los
años cincuenta.

convertirse en fieles, adictos o faná-

ticos a su obra, o las tres cosas. Más ES QUE FUERA UN CHICO ENFERMIZO,
“NO
aún, el espíritu autónomo y contesta-
tario de Vian, joven por siempre, que SINO QUE UNA CONDICIÓN MÉDICA LE IMPEDÍA
rezuma en cuentos, novelas, poemas y LLEVAR SU VIDA CON NORMALIDAD.
canciones, inspira a la escritura como
ese impulso vital que permite romper ENCONTRÓ EN LOS LIBROS
toda clase de convenciones y crearse
un universo personal, donde uno sólo
UNA IMPORTANTE VÁLVULA DE ESCAPE,
encaja abruptamente porque no hay PERO A LA LITERATURA SUMÓ EL JAZZ .
espacio para poner los sueños, las frus-
traciones, el odio, los resentimientos,
la nostalgia, los amores. Boris Vian fue actualmente se encuentra el Museo sufrió de una fiebre reumática que le
un enfant terrible, y al igual que Arthur Picasso de París. Además de la presti- dejó como secuela una afección car-
Rimbaud, el más terrible de todos los giada firma, la familia poseía diversas diaca que lo llevaba a recluirse en casa
infantes, su vida se convirtió en la aspi- propiedades, entre ellas la mansión de y en cama por días y limitaba sus acti-
ración a una forma de ser y embolsar- Ville-d’Avray y una casa de verano en vidades. Más adelante, a los dieciséis
se al mundo. Vian no regatea nada, no se La Mancha, donde solía vacacionar. años, padeció de fiebre tifoidea, y otra
guarda nada. vez debió pasar una larga temporada
Ahora, según las cuentas, se cumplen BORIS PAUL VIAN es el segundo hijo entre cuatro paredes.
cien años de su nacimiento, pero ¿qué de Yvonne Ravenez y Paul Vian, le Ahora bien, no es que Boris fuera
es un siglo cuando se ha conquista- antecede Lélio (1918) y le seguirán dos realmente un chico enfermizo, sino
do el estatus de leyenda? (Y sí, yo tam- más: Alain (1921) y Ninon (1924). Es que una condición médica le impe-
bién soy víctima del efecto Vian —soy, una familia burguesa bastante funcio- día llevar su vida con toda normali-
porque aún lo padezco). nal, saludable y, está claro, con acceso a dad. Como es de suponer, encontró
toda clase de comodidades, sobre todo en los libros una importante válvula
INTUITIVO, a la cultura. Es un entorno familiar que de escape, pero a la literatura sumó el
le provee a Boris un universo mágico jazz, un estilo de música que advertía
AMANTE DEL JAZZ que se la pasará añorando a lo largo de también como una actitud vital, una
la obra que firma con su propio nom- postura, una forma de enfrentar el
No ha sido fácil para los biógrafos de bre, como lo hace de manera patente mundo. Por ello, cuando los herma-
Boris Vian contar su historia, ya que en La hierba roja (1950) y, quizás, en nos Vian y otros amigos conformaron
ofrece demasiadas aristas. Incluso la otro sentido, El arrancacorazones su propia orquesta, daban conciertos y
fundación que lleva su nombre, la cual (1951). Los padres están muy presen- hacían fiestas espontáneas en el jardín
preside su hijo Patrick, se limita a pre- tes durante su educación sentimental de Ville-d’Avray. Entonces resultaba
sentar en su página web (borisvian. y sus hermanos serán los mejores ami- impensable que ese joven espigado
org) una línea de tiempo que advierte gos de Boris por años: con ellos se ini- que tocaba una trompeta de segunda
como tentativa. cia en el mundo de la música, del jazz, mano (la trompetina, según él), posi-
Los Vian, contra lo que suele asegu- de las fiestas, de la vida social. blemente adquirida por su padre en
rarse a partir de impresiones alegres , La infancia idílica y libre de preo- un mercado de pulgas, padeciera una
no son de Rusia ni de origen armenio; cupaciones concluye en 1929, con la afección cardiaca.
al contrario, la suya es una familia crisis económica que cimbra las bolsas Resulta difícil entender este proce-
asentada en Francia por varias gene- de valores de todo el mundo. Aunque so, pero cuando una condición médica
raciones y el origen del apellido podría eso de que concluye es un decir, pues es diagnosticada durante la adolescen-
GERARDO
trazar una larga línea que parte de Ita- si bien es cierto que Paul Vian pierde cia el mundo se parte, como si se fuera
lia y termina en Cataluña. Cuando nace DE LA CRUZ gran parte de su fortuna, tiene la op- la luz justo cuando la película se pone
Boris en Ville d’Avray, municipio del (Ciudad de ción de vender la casa de La Mancha y interesante. Boris asumió su afección
hoy Hautes-de-Seine, el 10 de marzo México, 1974) poner en renta la de Ville-d’Avray. cardiaca porque, bajo los cuidados pa-
de 1920, a menos de un año y medio de es autor de Desde niño, Boris fue un estudian- ternos, no había manera de negar la
haber concluido la Gran Guerra, no hay las novelas La te sobresaliente, intuitivo. Aprendió enfermedad, sino simplemente asu-
rastro de nobleza, pero sí de riqueza. inacabada vida y a leer a los cinco años bajo la guía de mirla; pero ya de joven, entrando a la
Paul Vian, su padre, es el heredero de obra de J. Chirgo un tutor, aunque no fue un entusias- adultez, toma decisiones al respecto y
la fortuna de Henri Vian, artista de la (Terracota, 2015) ta de la escuela, ni en el Liceo Hache decide que no sería una limitante para
decoración de interiores con bronce y El capitán de Versalles ni en el Condorcet de Pa- hacer lo quisiera en vida. Eso no signifi-
dorado; esos magníficos candelabros implacable rís, donde cursó los estudios básicos ca, como lo han visto superficialmente
colgantes y las lámparas de querubines (Alfaguara y el bachillerato, respectivamente. La algunos de sus comentaristas, que
broncíneos de estilo neoclásico son el Juvenil, 2018). escuela, para él, estuvo señalada por su tuviera una actitud suicida y que la lite-
sello de la Casa Vian, ubicada donde condición enfermiza. A los doce años ratura, la música, la agitada vida social

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le procuraban una sensación de liber-

tad irrestricta que físicamente no tenía. ORQUESTA DE VIAN TOCA PARA
“LA
LA ESPUMA LOS SOLDADOS ESTADUNIDENSES
DE LA GUERRA Y LAS FUERZAS FRANCESAS DEL INTERIOR,
MIENTRAS MICHELLE LES SIRVE
En el prefacio de La espuma de los días,
firmado en Nueva Orleans en 1946, DE GUÍA Y TRADUCTORA POR PARÍS.
Boris Vian escribe: PERO EL SUEÑO ES CORTADO DE TAJO .
En realidad, sólo existen dos cosas
importantes: el amor, en todas sus Michelle Léglise y Jacques Loustalot, Boris a pesar de la edad (ambos toma-
formas, con mujeres hermosas, el Mayor. Entre los muchos persona- rán comisiones importantes en el Co-
y la música de Nueva Orleans o de jes clave en la vida de Vian, son estos legio de Patafísica de Alfred Jarry).
Duke Ellington. Todo lo demás de- sus principales cómplices literarios. Así, a los 25 años, debuta como no-
bería desaparecer, porque todo lo Michelle se convirtió en su esposa en velista en la editorial más importante
demás es feo. 1941 (al año siguiente nacerá su hijo de Francia, y dos años más tarde se
Patrick), Jacques en su mejor amigo y integra a ese catálogo exquisito, con
El 3 de abril de 1939, Duke Ellington y los tres conformarán una tripleta crea- todas las de la ley, La espuma de los
su Orquesta ofrecieron un concierto tiva que lo llevará a escribir algunos de días, una novela de amor y añoranza
en el Palais de Chaillot, en París. Boris los textos más delirantes (consigno que termina con una fábula sin mora-
Vian fue una de las tres mil personas años de creación): Trouble dans les an- leja, como buena parte de la narrativa
que asistieron a esa noche mágica dains, de 1942 (A tiro limpio, en la más firmada por Vian.
en que el “el emperador del jazz de reciente versión española), Vercoquin París fue liberada por los Aliados en
todos los tiempos” se convirtió en un y el plancton, de 1944, dos testimonios agosto de 1944. Todo es ebullición y
dios creador y ordenador de la belleza, de amistad imperecederos que termi- cualquier cosa que remita a América
en el sentido más puro del arte, emo- nan convirtiéndose para el público implica la promesa de una vida nueva,
ción viva que “te arrancaba del asien- en private joke. En ambas novelas el el reto y la posibilidad de conquistar el
to”. Es posible que a nadie le cambiara Mayor es un personaje protagóni- mundo. La orquesta de Vian toca para
tanto la vida este despliegue de virtuo- co, y lo será en diversos cuentos de los soldados estadunidenses y las
sismo nunca antes visto, donde todos Las hormigas (1944-1947) y de El lobo- Fuerzas Francesas del Interior, mien-
y nadie eran reemplazables, excepto hombre (recopilación póstuma), con tras Michelle les sirve de guía y traduc-
el Duque, acompañado de gigantes “Las murallas del sur” como el más tora por París. Pero el sueño es cortado
del jazz que Vian recuerda con estre- notable. Pero este Mayor no es sólo de tajo. Los días felices de la guerra, si
mecimiento en piezas como "Rockin’ la versión literaria de Jacques, sino la pueden llamársele así, finalizan con la
in Rhythm" y "Dinah". La orquesta contraparte de Boris Vian: un antihé- muerte violenta de Paul Vian, su pa-
de Duke define su pasión no sólo por roe insolente, un borrachales que rea- dre, la noche del 2 al 3 de noviembre
el jazz, el blues, el swing, las grandes liza proezas de la nada y porque sí, un de 1944.
bandas y todo lo concerniente a la cul- duende pícaro cuya trayectoria podría Tras la guerra, la situación para Boris
tura afroamericana, sino por Estados evidenciar (de manera análoga a Ver- no mejora en lo financiero. Ha escrito
Unidos en su conjunto. non Sullivan) una personalidad propia mucho, pero su narrativa apenas co-
Boris comienza a construir para sí que encarna los impulsos creativos del mienza a abrirse espacio a empellones,
mismo el deslumbrante universo que Vian más juvenil, el estrambótico re- y como músico, si bien su banda ha
avanza desde el otro lado del Atlánti- belde sin causa. obtenido algo de reconocimiento, no
co, en América, reforzado por el cine y deja de ser una orquesta de aficiona-
la literatura negra. Ningún autor será POR UNA SERIE de afortunadas cone- dos. Por otra parte, en Francia corren
tan decididamente americano como xiones, Vercoquin y el plancton llega los tiempos de la Cuarta República
él. Y el papel liberador de Estados Uni- a manos del agudo Raymond Queneau, (1946-1958), inestable, abatida por la
dos durante la guerra acentúa su ame- dictaminador de Gallimard, quien tra- guerra, confundida y en reconstruc-
ricanofilia. Es paradójico: mientras bará una sólida alianza intelectual con ción, cauta frente el poder del gigante
autores estadunidenses como Henry soviético, reservada ante la influencia
Fuente > libreshebdo.fr

Miller y Ernest Hemingway añoran Pa- cultural de Estados Unidos, ineficiente

rís, un pseudoparisino como Vian sus- para resolver asuntos internos, asumir
pira por Memphis, San Francisco, la inminente ruina del colonialismo y
Nueva York... que nunca conocerá. No resolver diplomáticamente las crisis
físicamente, al menos, porque el viaje de Indochina y Argelia. Una etapa que
que realiza a Nueva Orleans, donde será el caldo de cultivo de la revolu-
concibe La espuma de los días, es real, ción de los años sesenta.
tan real como todo viaje interior.
Los efectos de la Segunda Guerra
Mundial en París y los suburbios no CON V DE VERNON
son tan severos como en otras partes
de Europa. La ocupación nazi y el hu- Entre 1946 y 1950 se registra el perio-
millante desfile de las tropas alemanas do de actividad literaria más intenso
bajo el Arco del Triunfo en 1940 fue de Vian. Escribió La espuma de los días,
una experiencia traumática para los El otoño en Pekín y varios relatos, uno
franceses, por no hablar del gobierno tras otro en la Oficina del Papel y el Car-
colaboracionista de Vichy. Pero en com- tón, donde no le quedó más remedio
paración con lo vivido en el frente que trabajar para obtener un ingreso
oriental, resulta una nadería. Boris fue fijo... hasta que renunció en junio del
rechazado en el ejército, y aunque pa- 47 (otras fuentes señalan que fue des-
deció las estrecheces de la guerra, todo pedido). Ya comenzaba a diversificar
parece indicar que fue una etapa feliz, sus colaboraciones en los medios, con
marcada por la libertad providencial su nombre y bajo seudónimo: La Rue,
y salvadora del arte. Está por cumplir Jazz Hot, Jazz News, Combat y, desde
veinte años y tiene todas las ganas de luego, Les Temps Modernes, la revista
comerse al mundo. existencialista que dirige Jean-Paul
Sartre, a quien conoce por medio de
EN EL AÑO 1940, durante una de las Simone de Beauvoir, y a quienes Bo-
fiestas que improvisaban en el jar- ris y Michelle guían por los nuevos
dín de Ville-d’Avray, Boris conoció a bajos fondos parisinos cual Virgilio,

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las llamadas cavas del barrio de Saint- para 1953 ya estaba fuera del mer-

Fuente > anousparis.fr

Germain-des-Prés, donde además de cado... pero con casi medio millón de
hundirse en el humo del cigarrillo, el ejemplares vendidos. En 1954, Vian
alcohol y discursos filosóficos, se oía es censurado otra vez, cuando el pre-
mucho jazz. sidente Coty llama a las armas al pue-
En 1947, durante las vacaciones de blo francés para rescatar Indochina;
verano, Vian creó a su propio asesino la respuesta de Boris a este llamado
y salvador: Vernon Sullivan. Las no- fue El desertor (1954), una dulce can-
velas que había editado Gallimard ción antibélica que también fijó a
no habían corrido con éxito comercial, las claras su postura ante el colonialis-
de manera que, cuando propuso la pu- mo francés.
blicación de El otoño en Pekín, novela
en la línea del absurdo y además ade-
rezada con ciertos elementos del wes- VIAN VERSUS
tern, fue rechazada. SULLIVAN
Vian buscó nueva casa y la encon-
tró en una editorial nueva, Ediciones Decir que Vian y Sullivan son la mis-
del Escorpión, cuando conoció en el ma persona es inexacto. Al menos esa
famoso Café de Flore, punto de reu- declaración se contradice con las pri-
nión de los existencialistas, a un jo- meras novelas de Sullivan. Uno es
ven editor de veintitantos años, Jean racismo estadunidense, y no se anda seco, directo, rechaza los coqueteos
d’Halluin, empecinado en desbancar con consideraciones; su prosa carece poéticos y enfrenta la realidad con in-
a Gallimard aprovechando el éxito de de florituras, en contraste con el barro- dolencia; el otro es tierno, desbocado
los thrillers estadunidenses (y sus au- quismo de Vian que puede convertir y libérrimo, surrealista, chispeante, pa-
tores). D’Halluin buscaba algo como un derrapón de auto en una escena de radójico, amante de la metonimia y las
Trópico de Cáncer, de Henry Miller, tragedia shakespeariana, entre neu- situaciones imposibles. Es imprede-
y Boris Vian, además de entregar- máticos y asfalto. cible. Pero la diferencia que más pesa
le el manuscrito de El otoño en Pekín, está afuera, en la recepción: Sullivan
se comprometió a entregarle justo lo ESCUPIRÉ SOBRE SUS TUMBAS, tradu- goza de buenas ventas y de recepción
que quería en un plazo de quince días. cido y presentado por Boris Vian, sale crítica; a Vian lo compran sus amigos
Parte de los ingresos que Vian ob- a la luz en noviembre de 1946. Sus y lo critican sus íntimos. Es posible
tenía de la literatura procedían de la ventas están lejos de ser las de un best que, esperando que Sullivan le diera
traducción, de manera que para en- seller... hasta que entran en acción Da- el impulso que necesitaba su nombre
tonces tenía pleno conocimiento es- niel Parker y el Cartel de Acción Social y su obra, los libros bajo la firma Vian
tilístico de autores como Raymond y Moral que, en su intento por frenar la tuvieran mayor fortuna comercial. La
Chandler, J. H. Chase, James Baldwin distribución en librerías de la versión verdad es que, en ese momento, una
y Richard Wright, que inicialmen- francesa de Trópico de Cáncer, pasan literatura como la suya, en busca del
te firmó en colaboración con Miche- revista a los títulos americanos que sentido a través de un sinsentido cíni-
lle, quien dominaba el inglés. Sabía, pervierten a la juventud francesa. Y co y sincopado, no llama la atención.
pues, que lo que requería d’Halluin era es aquí cuando el nombre de Miller No es literatura de evasión, sino de
una historia impactante, con una bue- y Sullivan se unen en la desgracia de búsqueda de respuestas en el arte, en
na dosis de sexo y violencia, pero lo la censura y el escándalo que dispara la belleza, el amor; una búsqueda con-
más importante, que el trabajo llevara sus ventas. De la pluma del heteróni- taminada por la violencia y la crueldad
la firma de un escritor estadunidense, mo de Vian nacieron tres novelas más: natural del hombre. Como sea, al final
y si era afroamericano, mejor. Algunos Todos los muertos tienen la misma piel la distancia entre el heterónimo esta-
reconocen en Richard Wright, radica- (1947), Que se mueran los feos (1948) y dunidense y el autor francés se acor-
do entonces en París, autor de Los hi- Con las mujeres no hay manera (1950), taron al grado de fundirse.
jos del tío Tom, al autor afroamericano además de varios relatos, como “Los Para entonces la vida de Vian ha
que tenía en mente Vian. perros, el deseo y la muerte” (1949). sufrido varios cambios: nació su hija
No necesitó ni quince días para re- La única que aún fue publicada con el Carole en 1948; se separó de Michelle,
dactar la historia de Lee Anderson, un nombre de Boris Vian como traductor quien tuvo una aventura con Sartre, en
blanco de sangre negra, resentido, que fue Todos los muertos..., pues en 1948, tanto él comenzaba un romance con la
viola y asesina mujeres blancas en el cuando comenzó el largo proceso con- que será su segunda esposa, la bailari-
pueblo de Buckton, donde lincharon tra Miller y Sullivan, Vian tuvo que na suiza Ursula Kübler. Por otra parte,
a su hermano negro por haberse atre- admitir que el desconocido afroame- dejó de tocar la trompetina, pero se de-
vido a enamorar a una mujer blanca. ricano y él eran uno. dicó a la música, a escribir canciones,
Sullivan no deja nada a la imaginación En 1950, la novela de Sullivan fue de- cine, teatro, y a cantar. Antes de aban-
cuando llega a las escenas de violen- clarada culpable de obscenidad y se le donar la narrativa como modus vivendi
cia y de sexo. Es despiadado, como el impuso una multa de cien mil francos; y optar por la música, Vian compuso
dos obras entrañables: La hierba roja,
que recrea la máquina del tiempo de
Wells para tratar de recuperar la in-
fancia perdida, y El arrancacorazones
(1951), otra obra iniciática considerada
una pieza maestra y a la vez ignorada,
que sella el final de su carrera literaria.
Irónicamente, Vian será redescubier-
to gracias al teatro, a La espuma de los
días y El arrancacorazones, que auna-
dos a los cuentos de El lobo-hombre se
convertirán en los ansiados best sellers,
un éxito que el autor ya no verá por-
1950, LA NOVELA DE SULLIVAN FUE
“EN que un martes de 23 de junio de 1959,
en el cine Petit Marbeuf, se le partió el
DECLARADA CULPABLE DE OBSCENIDAD corazón mientras miraba indignado y
Y SE LE IMPUSO UNA MULTA DE CIEN MIL FRANCOS; de incógnito la adaptación cinemato-
gráfica de Escupiré sobre sus tumbas:
PARA 1953 YA ESTABA FUERA “¡Mi culo es más americano que eso!”,
DEL MERCADO... PERO CON CASI MEDIO MILLÓN fueron sus últimas palabras. Vernon
Sullivan terminó venciendo a Boris
DE EJEMPLARES VENDIDOS . Vian, pero es Vian, siempre Vian, quien
al final del cuento se impone.

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