Herramientas para La Gestión de Cooperativas de Trabajo
Herramientas para La Gestión de Cooperativas de Trabajo
Herramientas para La Gestión de Cooperativas de Trabajo
(Título)
Herramientas para la gestión de las cooperativas de trabajo”
Este texto es uno entre varios recursos didácticos utilizados para la capacitación
específica en el uso de algunas herramientas valiosas para la gestión de cooperativas de
trabajo.
Dejamos en sus manos un instrumento que confiamos sea útil para la toma de de-
cisiones. Elegimos un formato pequeño para que puedan tenerlo a mano, donde y cuando
sea oportuno reflexionar hacia dónde y cómo queremos llegar para que la cooperativa
pueda salir adelante… ¡Siempre hay un adelante!
Portada (Blanco y negro, tamaño A5)
(Patrocinantes)
Programa de Vinculación Socio Productiva
Secretaría de Extensión Universitaria
Universidad Nacional de Mar del Plata
Logo de la UNMDP
Contratapa:
(Título)
Herramientas para la gestión de las cooperativas de trabajo”
(Edición)
ISBN -13: 978-987-544-283-2
Universidad Nacional de Mar del Plata
Mar del Plata, 2008
PRÓLOGO
(como el resto del material, hoja A5, fuente arial o similar, 11 o 12 puntos, interlineado
sencillo
Herramientas para la gestión de cooperativas
¡BIENVENIDAS! ¡BIENVENIDOS!
Nos proponemos acompañarlos en el desafío que significa aprender cosas nuevas,
pensar lo que sabemos desde otra perspectiva y, lo más importante, seguir aprendiendo
de nuestros aciertos y nuestros errores para crece cada día un poco más.
En esta obra les presentamos algunas nociones (básicas, por cierto) acerca de la
gestión de las cooperativas y algunas herramientas que consideramos valiosas para la
gestión de sus cooperativas.
Sólo para ordenar ideas, encontrarán cuatro capítulos que desarrollan los conteni-
dos de los cuatro encuentros previstos para el curso. El quinto capítulo los invita a plan-
tearnos cómo seguir adelante, qué posibilidades hay y qué oportunidades podemos explo-
rar.
El límite para aprender lo pone uno mismo, así que ¡manos a la obra!
INDICE
3
¡Bienvenidas! ¡Bienvenidos! ................................................... 5
¿De qué se trata? ...................................................................... 7
Capítulo 1: Vinculación socio productiva ............................... 9
Capítulo 2: Administración.................................................... 28
Capítulo 3: Producción .......................................................... 66
Capítulo 4: Economía ............................................................ 83
Capítulo 5: Esto, ¿cómo sigue? ............................................. 90
4
¿DE QUÉ SE TRATA?
Durante el curso esperamos que cada uno (sea en forma individual o involucrando a la co-
operativa a la que representa) pueda interactuar con los demás.
Si bien los procesos administrativos y productivos son importantes, es mucho más urgente
establecer y fortalecer los vínculos entre las personas, hacia adentro del emprendimiento y con
otros emprendimientos (que también llevan adelante las personas…)
Así, les presentamos una lista con algunos de nuestros propósitos. Queremos que
los usen como una brújula, que nos mantenga orientados en la propuesta y así mejor
aprovechar el tiempo, encuadrar nuestras expectativas y evaluar los logros.
Conocer
La profundidad y radicalidad de los cambios que se han producido en el mercado
laboral, su realidad en el ámbito regional y las nuevas demandas que surgen a par-
tir de estos cambios.
El impacto que estos cambios tienen en las empresas (nuevas exigencias tecnoló-
gicas y nuevos perfiles de los empleados) y la sociedad en general (nuevas ten-
dencias de consumo de bienes y servicios)
Modificar actitudes que contribuyan a
Vencer el temor a asociarse con otros para mejorar complementariamente el sus-
tento de cada cooperativista, respetando la propia idioscincracia.
Establecer redes con otras organizaciones que puedan ofrecer información, recur-
sos y oportunidades de crecimiento y desarrollo.
Reconocer herramientas que faciliten
Adquirir técnicas y habilidades relacionadas con la coordinación de grupos de tra-
bajo
Identificar la diversidad de características de las personas con las que interactua-
mos, especialmente con fines de mejorar el sustento de cada cooperativa
CAPÍTULO 1: VINCULACIÓN SOCIO PRODUCTIVA
COOPERATIVA Y COOPERATIVISMO
Se entiende por cooperativa como una asociación autónoma de personas que se unen
voluntariamente para satisfacer sus necesidades y aspiraciones económicas, sociales y
culturales comunes por medio de una empresa de propiedad conjunta democráticamente
gestionada.
La cooperativa es autónoma, esto significa que será tan independiente del gobierno y
las empresas privadas como sea posible.
Es una asociación de personas. Las cooperativas tienen libertad de definir a las perso-
nas en cualquier forma legal que elijan. Se debe tener en cuenta que existen países del
mundo en los cuales sólo se admiten a personas individuales por su legislación. Pero en
otros países admiten a personas jurídicas, a las que se les conceden los mismos dere-
chos que a cualquier otro miembro de la cooperativa.
VALORES COOPERATIVOS
Los principales valores de la Economía Social y Solidaria son:
La libre adhesión, por lo que se permite entrar o salir sin depender de obligaciones
de pertenencia o exclusión
La democracia como principio básico organizador, que comporta defender la pri-
macía de las personas, del objeto social sobre el capital y la transparencia de la
gestión
La primacía del beneficio colectivo sobre el individual
La contribución al desarrollo de las personas
La independencia de los poderes establecidos, tanto públicos como privados
La defensa y aplicación del principio de responsabilidad, de solidaridad y de cesión
social
La aplicación de los excedentes (o sea las ganancias) al objeto social mediante su
reinmersión o distribución, según los deseos de sus miembros, así como para la
creación de empleo, de nuevas actividades o de actividades solidarias.
PRINCIPIOS DEL COOPERATIVISMO
1.- Asociación Voluntaria y Abierta
A todas las personas capaces de utilizar sus servicios y dispuestos a aceptar responsabi-
lidades de asociarse, sin discriminaciones raciales, políticas, religiosas, sociales o de gé-
nero.
Sería razonable sugerir que el proceso de formación propiamente dicho comience con la
emergencia de un agente colectivo que forma un núcleo o la base del reclutamiento para
el futuro emprendimiento. La emergencia y cristalización de tal agente colectivo obviamen-
te presupone que un determinado número de individuos se agruparán, llegarán a un
acuerdo y tomarán una decisión más o menos simultáneamente.
Un emprendimiento colectivo también presupone cierto grado de confianza entre los futu-
ros participantes especialmente si existirá una apropiación individual del producto. Al nivel
individual, la confianza también contribuye compensar la incertidumbre presente en el
muy impredecible proceso de formación.
No es necesario señalar que es poco probable que semejantes relaciones emerjan espon-
táneamente entre desconocidos. Estas precondiciones establecen altos umbrales de
emergencia para la formación de cooperativas y para los emprendimientos colectivos es-
pontáneos en general.
Un examen de los casos actuales de formación de cooperativas revela con frecuencia que
los miembros de un grupo fundador suelen compartir una suerte de “prehistoria” en co-
mún, que delimita y liga al círculo de participantes potenciales. Entonces, la cuestión del
contacto inicial y del establecimiento de la confianza mutua deja de ser una
(im)probabilidad estadística y se convierte en una cuestión de dinámica grupal.
Sin embargo, el tejido de lazos y relaciones sociales que constituye una comunidad no
siempre apuntala el proceso. Aunque por naturaleza es estabilizador y reproductivo, pue-
de generar, también, una considerable resistencia a la innovación.
El potencial cooperativo latente, inherente a un contexto local podrá ser activado una vez
que la comunidad se involucre en un proyecto común, para resolver un problema comuni-
tario o se sienta atraída por una idea compartida.
b. Orígenes basados en necesidad/situación de vida
“Una situación de vida compartida puede identificar a un grupo de fundadores potenciales.
Define algunas necesidades compartidas, facilita contactos y de una manera indirecta,
también puede definir potenciales lugares de reunión”…”Los emprendimientos así inicia-
dos muy probablemente atenderán a la necesidad en cuestión, sea como la actividad cen-
tral de una empresa de servicios (por ejemplo un servicio personal como en el caso de las
cooperativas de servicios de seguridad social suecas, o un servicio financiero, como en el
caso de las cooperativas de crédito), o como una externalidad importante que genera la
empresa (empleo, en emprendimientos iniciados por desempleados). No es necesario
aclarar que una necesidad en sí misma no constituye una idea empresaria”.
La “idea cooperativa” concreta, es decir, la idea del negocio de la empresa que surge co-
mo resultado, define una actividad concreta inspirada y apuntalada por y en armonía con,
una visión normativa; por ejemplo la forma en que un taller de bicicletas se alinea con la
filosofía ecológica.
La impronta de estas ideas se puede observar muy fácilmente en los casos que claramen-
te se apartan de lo común, como las cooperativas alternativas y new-age. Patrones muy
similares pueden también observarse en negocios convencionales, destacándose como
ejemplos Body-Shop (Morgan, 1997) y computadoras Apple con sus lazos con la contra-
cultura de los setenta.
Podemos decir que una de las funciones básicas del grupo es la integración social, dife-
renciada en tres tipos:
Integración ambiental: el grupo promueve la integración en los espacios comparti-
dos.
Integración conductual: el grupo promueve la integración a través de actividades
comunes.
Integración afectiva: el grupo promueve la integración de sentimientos compartidos.
Los grupos no están aislados del contexto socio-histórico al que pertenecen y están ade-
más atravesados por él. Cada integrante de un grupo porta su propia singularidad, con su
historia y su presente, y a su vez los miembros comparten ideas y significados.
Así como existen creencias, mitos, significados compartidos socialmente, que denomi-
namos como significaciones imaginarias, también cada grupo crea sus propias significa-
ciones, esto es, sus propios mitos, su historia, códigos y normas. A éstas las llamamos
significaciones grupales, y es lo que nos indica que un grupo está conformado como tal.
Es importante considerar que los grupos son dinámicos, establecen roles, formas de llevar
adelante las tareas para cumplir sus objetivos, etc. También existen, como en todo víncu-
lo, alianzas, acuerdos, conflictos que irán variando dependiendo del momento grupal.
Es necesario remarcar que los roles son complementarios y que es esperable que circu-
len entre los distintos miembros del grupo. Por ejemplo, si algún miembro es el líder del
grupo, éste variará según las tareas a llevar adelante.
Inicio
Prevalece la identidad personal de cada miembro, hay resistencia a conformar un nuevo
grupo. Prevalece una distancia entre los miembros, por el desconocimiento del resto y por
temor a perder la propia identidad.
Ilusión grupal
Momento de conformación del grupo, aparece el “nosotros”, se conforma la identidad gru-
pal donde prevalecen las similitudes y se dejan de lado las diferencias. Generalmente se
expresa en frases como “somos el mejor grupo”, “nuestro coordinador es el mejor coordi-
nador”. Se conforma una identidad grupal.
Anteriormente mencionamos que todos los grupos atraviesan por diferentes conflictos. In-
troduzcámonos un poco en este concepto.
TIPOS DE CONFLICTOS:
Conflicto intrapersonal
cuando una persona entra en conflicto consigo misma, por ejemplo, ante la decisión de un
proyecto de vida.
Conflicto interpersonal
Son los conflictos que se producen entre dos personas, por ejemplo, problemas de pareja.
Conflicto intragrupal
Conflictos dentro de un grupo, organización o institución.
Conflicto intergrupal
Conflicto entre distintos grupos.
Para seguir estableciendo el diagnóstico del conflicto, analizamos en qué nivel se encuen-
tra. Podemos distinguir tres niveles:
Gestos visuales y comentarios onomatopéyicos.
Discordias (acumulación de gestos, enojo, falta de comunicación sostenida en el
tiempo, replanteo de la relación)
Crisis: (altos niveles de estrés, violencia verbal y hasta física, sentimiento de vulne-
rabilidad)
Cuando una persona es parte de un conflicto puede tomar dos posiciones: negarlo o
asumirlo. Si el conflicto se niega no se puede resolver, y tarde o temprano aparecerá qui-
zás con más intensidad.
Para ello hay que separar el problema de lo personal, evitar los prejuicios, no ser rígidos
en nuestras posturas, no explotar los puntos débiles del otro, y sobre todo, hay que escu-
char, para poder comprender el lugar del otro.
Para finalizar, debemos mencionar que el trabajo, en este caso el trabajo cooperativo, no
ocupa sólo un lugar marginal en la construcción de nuestra identidad. Muchas veces toda
la economía familiar se convoca para ayudar a sus miembros a enfrentar o crear las con-
diciones y situaciones de trabajo.
Para llevar éste adelante es necesaria tanto la coordinación, garantizando las condicio-
nes de una articulación de las actividades singulares, como la voluntad de las personas
de trabajar juntas y superar colectivamente las contradicciones que nacen por la esencia
de la organización del trabajo.
Y resulta imprescindible la cooperación entre los trabajadores que exige, a su vez, rela-
ciones de confianza. Sin confianza hay que enfrentar la desconfianza y la sospecha. Tie-
ne que ver principalmente con la construcción de acuerdos, normas y reglas que encua-
dran de qué manera ejecutaremos el trabajo, y es lo que nos permite crear redes de sos-
tén y crecimiento mutuo, que, como dijimos antes, estén regidos por la cooperación, la in-
clusión, el respeto por las diferencias y la solidaridad.
ANÁLISIS FODA
El Análisis FODA es una metodología de estudio de la situación competitiva de una em-
presa dentro de su mercado y de las características internas de la misma, a efectos de
determinar sus Fortalezas y Oportunidades, Debilidades y Amenazas.
Esta herramienta fue creada a principios de la década de los setenta y produjo una revo-
lución en el campo de la estrategia empresarial.
Su finalidad es determinar las ventajas competitivas que tiene la empresa bajo análisis y
la estrategia genérica a emplear por la misma que más le convenga en función de sus ca-
racterísticas y de las del propio mercado en que se mueve.
Oportunidades
Son situaciones o factores socioeconómicos, políticos o culturales que están fuera del
control de la organización, y son factibles de ser aprovechados favorablemente si se cum-
plen determinadas condiciones en el ámbito de la organización.
Amenazas
Son aquellos factores externos y que podrían perjudicar y/o limitar el desarrollo de la or-
ganización.
Fortalezas
Son los recursos humanos y materiales con las que cuenta la organización para adaptarse
y aprovechar las ventajas que ofrece el entorno, y enfrentar con mayores posibilidades de
éxito las posibles amenazas.
Debilidades
Son las limitaciones o carencias de habilidades, conocimientos, información, tecnología y
recursos financieros que padece la organización, y que impiden el aprovechamiento de
las oportunidades que se consideran ventajosas en el entorno y no le permiten defender-
se de las amenazas.
El Análisis externo permite fijar las oportunidades y amenazas que el contexto puede
presentarle a una empresa.
Existen cinco fuerzas que determinan las consecuencias de rentabilidad a largo plazo de
un mercado o de algún segmento de éste. La idea es que las empresas deben evaluar su
posición frente a éstas:
Amenaza de entrada de nuevos competidores
La rivalidad entre los competidores
Poder de negociación de los proveedores
Poder de negociación de los compradores
Amenaza de ingreso de productos sustitutivos
Para realizar el análisis interno de una corporación deben aplicarse diferentes técnicas
que permitan identificar dentro de la organización qué atributos le permiten generar una
ventaja competitiva sobre el resto de sus competidores.
Así ingresan a la organización todos aquellos bienes, personas y recursos que permiten a
través del proceso la producción de los bienes que luego serán salidas y por los que se
recibirán fondos que retroalimenten el circuito nuevamente.
O
O
e
n
e
B
C
E
P
Ma
te-
pri
ria
s,
Retroalimenta-
Todas las empresas (sea cual fuera su tamaño o forma jurídica), realizan algunas funcio-
nes esenciales. Toda organización comercial, al menos compra, vende y produce.
Al mismo tiempo necesitan estar organizados, para poder realizar esas funciones. La ges-
tión atraviesa todas las funciones de la empresa.
GESTION
COMPRAS
VENTAS
PRODUCCION
Para poder llevar adelante los objetivos de la empresa, es indispensable plantearse la
elaboración de una Estrategia. La estrategia es la delimitación de que acciones se lleva-
ran adelante para alcanzar los objetivos planteados sobre la base de un diagnóstico de la
organización.
ANÁLISIS ESTRATÉGICO
Para iniciar el análisis podemos guiarnos por cuatro etapas;
1. Determinación del Ámbito Producto Mercado
2. Vector de Crecimiento
3. Análisis FODA
4. Potencial de Sinergia
2. Vector de Crecimiento
Es un instrumento compuesto que analiza 4 estrategias posibles para hacer crecer la Em-
presa. Estas estrategias analizan las alternativas de crecimiento entre Productos y Mer-
cado, pensando en mantener los actuales o buscar nuevas alternativas.
Si la opción fuera la D, implicaría un esfuerzo por comenzar de cero con un nuevo produc-
to y un nuevo mercado, diferente a lo que la organización realiza actualmente.
Otro criterio sería relacionarlos con la actitud de los empresarios o la empresa. El conoci-
miento profundo del producto o del mercado donde se trabaja puede brindar entonces un
eje para desarrollar el negocio porque brinda mayor nivel de confianza y seguridad para
seleccionar una alternativa como la B o la C.
3. Análisis FODA
Es una herramienta que nos permite elaborar un diagnóstico interno y externo de la orga-
nización. En el ámbito interno se buscará determinar Fortalezas y Debilidades, mientras
que fuera de la organización buscaremos Oportunidades y Amenazas.
En este caso, nos limitamos a un análisis cualitativo de las fuerzas que intervienen. Sin
embargo, es posible darle un tratamiento más sofisticado si se cuenta con la información
adecuada.
Amenazas de nuevos
competidores
Amenaza de productos
sustitutos
Poder de negociación de los Proveedores, habla de la relación entre quien nos brinda
los insumos para producir y la organización. Es decir la variedad y disponibilidad de quie-
nes ofrezcan a la organización los insumos necesarios para producir. Cuanta menor canti-
dad de proveedores exista, mayor es su poder de decisión sobre los precios, condiciones
de venta, etc. Para una organización lo mejor es buscar variedad de proveedores para no
sólo obtener mejores precios y calidades sino para eludir la presión y la dependencia que
la poca diversidad de proveedores genera.
Poder de negociación de los clientes. Este punto se refiere a la capacidad de los clien-
tes para poder negociar las condiciones de compra. Y lo podemos analizar desde dos
cuestiones; por un lado la disponibilidad de otros productos que satisfacen la misma ne-
cesidad, y por otro la importancia del cliente para la organización. Lo primero indica que si
hay muchas organizaciones o empresas que ofrecen el mismo producto o productos simi-
lares, el cliente tiene mayor cantidad de alternativas y puede bajo la amenaza de no com-
prar negociar con mayor libertad las condiciones de compra (precio por cantidad, formas
de pago, etc.). Y el segundo punto refiere a la importancia del cliente como comprador o
como acceso a nuevos compradores. Por ej. Una organización que produce Mermeladas,
tiene un cliente que compra el 20% de la producción y al mismo tiempo tiene contactos
para poder colocar el mercado otro 15% de la producción. Ese cliente por su capacidad
de compra directa o indirecta tiene mayores posibilidades de negociar las condiciones de
compra y al mismo tiempo requiere mayor atención por parte de la organización.
4. Potencial de sinergia
Es la capacidad de la organización para afrontar nuevos desafíos del mercado (produciendo, ven-
diendo o financieramente) haciendo más cosas sin necesidad de incrementar los insumos en la
misma proporción. Tiene relación directa con la capacidad de combinar los recursos de la organi-
zación de modo tal que nos permitan crecer sin tener que incrementar lo recursos. La cualidad de
organizarse mejor y aprovechar al máximo las capacidades con que se cuentan (tanto intelectua-
les o humanas, como de recursos físicos).
Si además, la creación de esa empresa se rige por los principios y valores cooperativos,
aún cuando no tenga su forma jurídica plena, desde la perspectiva de la Economía Solida-
ria se tendrá un valor agregado interesante.
Sin embargo, la realidad es mucho más compleja, puesto que se espera que, además del
éxito económico se espera que la sociedad mejore por acciones directas y concretas de la
cooperativa.
REQUISITOS DE ACTITUD
Hay al menos dos tipos de actitudes en los asociados que mejoran la efectividad de una
cooperativa:
La satisfacción en el trabajo
Es el conjunto de impresiones y creencias que las personas tienen acerca de sus trabajos
actuales. Una persona con una elevada satisfacción en el trabajo generalmente le gusta
éste; siente que está siendo justamente tratado, y cree que el trabajo tiene muchas carac-
terísticas deseables.
En general, es deseo de los miembros de un equipo estar satisfechos con sus trabajos
por, al menos, dos razones. Primero, miembros satisfechos es más probable que aporten
más al equipo y se comprometan en los comportamientos cívicos de la organización,
comportamientos que no son requeridos, pero que contribuyen y son necesarios para la
eficiencia de un equipo, son más capaces de cumplir la llamada del deber por encima de
todo, lo cual puede oscilar entre hacer horas extras cuando sean necesarias y presentar-
se con verdaderas ideas creativas, así como superar los obstáculos para realizarlos, sa-
liéndose de su camino para ayudar a otro.
Una segunda razón para satisfacer a los miembros es que así será menos probable que
dejen la organización. Así, la excesiva desvinculación limita la información de la capacidad
sinergética que es crucial para el incremento continuo del proceso de construcción de una
cooperativa.
El compromiso
El compromiso organizacional se define como: un fuerte deseo de permanecer en una
particular organización; la buena voluntad de ejercer un alto nivel de esfuerzo en nombre
de la organización; y la aceptación de los valores y objetivos de la organización.
La cooperación no surge de la coacción y de los contratos. Sino de los individuos que es-
tán altamente comprometidos, y constantemente "trabajan por encima de sus posibilida-
des". Tal pasión surge de la satisfacción y del compromiso individual del equipo, lo cual
lleva al individuo a ir "más allá de la llamada del deber" y a "ampliar sus habilidades ante-
riores" para servir al equipo. Así, el compromiso de los miembros del equipo hacia éste y
hacia su satisfacción en el trabajo, son dos requisitos de actitud esenciales en el trabajo
cooperativo
El sinergismo colectivo es el resultado del compromiso de los miembros del equipo hacia
su trabajo y hacia el grupo. Este compromiso proporciona la motivación para mantener
unas relaciones interpersonales armoniosas que son la base para alcanzar un alto nivel
de comunicación, una buena colaboración, y una resolución de conflictos efectiva.
La comunicación en la cooperativa
En un ambiente de trabajo en equipo, tal comunicación interpersonal, produce el entendi-
miento y la comprensión no sólo de uno a otro, sino también de todo el equipo de trabajo.
La comunicación actualiza información acerca de los individuos y el equipo, y asegura la
completa comprensión. La comunicación entre los miembros del equipo también contribu-
ye a la "redundancia de información", que es fundamental para el proceso de innovación
continuo y creciente, eje central del emprendedurismo colectivo.
La colaboración en la cooperativa
Mientras que la competencia fue el principal valor guiando aptitudes y comportamientos
hacia el trabajo en los entornos que caracterizaron las sociedades preindustrial e indus-
trial, actualmente, la colaboración es el valor alternativo para afrontar los retos de los am-
bientes turbulentos de la sociedad post-industrial a la que en la actualidad nos enfrenta-
mos.
La colaboración refleja un deseo de alinear los propósitos propios con aquellos que son
de otros y negociar, mutuamente, unos resultados aceptables, en lugar de coaccionar y
dominar con el fin de conseguir lo que se quiere.
Definimos la colaboración como un comportamiento interactivo que satisface los intereses
de todos los miembros del equipo implicado y que conduce a resultados integrales.
Conflictos en la cooperativa
El conflicto es el proceso que comienza cuando una de las partes percibe que la otra ha
afectado, o está a punto de afectar, negativamente en algo que él o ella estima.
Sin embargo, los conflictos de relación o disfuncionales van en detrimento de las actua-
ciones en equipo, dando como resultado relaciones personales pobres que dañan la si-
nergia en equipo y, si no son resueltas, destruyen el espíritu cooperativo. Dirigir adecua-
damente el conflicto puede ayudar a reducir el consumo innecesario de recursos, a au-
mentar la capacidad sinérgica y construir recursos relacionales.
Al analizar los tipos de comportamientos del liderazgo orientado hacia las relaciones, se
ha descubierto que el apoyo está relacionado con la actitud y comportamiento positivo del
subordinado, y con los comportamientos interactivos entre los colaboradores / compañe-
ros de trabajo. Al mostrar consideración, respeto, aceptación, y preocupación por las ne-
cesidades y sentimientos de sus subordinados, los líderes que apoyan el trabajo en equi-
po ayudan a construir y mantener relaciones interpersonales efectivas y ayudan a sus su-
bordinados a reducir y vencer el estrés, lo cual puede ayudar a reducir conflictos relacio-
nales que pueden dañar el emprendedurismo colectivo.
Estos líderes definen las reglas de los otros, explican qué hacer y porqué, determinan los
modos en cómo se han de ejecutar las tareas, y ofrecen cualquier nuevo enfoque a los
problemas, aspectos todos que incrementan la probabilidad de que el subordinado de-
penda del líder. Negando, de esta forma, su iniciativa y creatividad.
El liderazgo participativo
Se considera al liderazgo participativo como un aspecto distinto del liderazgo orientado
hacia las tareas y el basado en las relaciones. Este implica los esfuerzos del líder para
motivar y facilitar la participación de sus subordinados en la toma de decisiones, que, de
otro modo, podrían ser tomadas sólo por el líder. En general, los líderes participativos mo-
tivan a sus subordinados a asumir responsabilidades en su propio trabajo.
De forma similar al liderazgo orientado hacia las tareas, el liderazgo participativo influen-
ciará a los miembros del equipo para que estén abiertos a las opiniones, ideas y sugeren-
cias de los demás. Un líder que abre el dominio de la autoridad de decisión al grupo, favo-
recerá a los miembros del equipo para que abran sus dominios de trabajo a otros miem-
bros, haciendo así todo el equipo de trabajo más integrado y más orientado en su totali-
dad
La realidad de las nuevas organizaciones económicas muestra que las categorías tradi-
cionales no alcanzan por sí solas para dar cuenta de la complejidad de su gestión. La cri-
sis de la empresa capitalista, con las consecuentes altas tasas de trabajadores desocupa-
dos, obliga a redefinir e! enfoque de análisis hacia lo territorial.
El capital social económico está constituido en su base por dos tipos diferentes de unida-
des u organizaciones primarias: (a) las unidades económicas de la llamada "economía
social o solidaria", y (b) las unidades económicas de la "economía empresarial". Se distin-
guen en función de la relación social o "forma social" del trabajo utilizada al interior de es-
tas organizaciones
La economía empresarial se basa en el trabajo asalariado, debido a la relación social que
se establece entre un empresario (individuo o sociedad) que es dueño del capital y los
trabajadores que reciben un salario a cambio de su trabajo para subsistir. Esta organiza-
ción del trabajo crea en la esfera de la producción un "excedente" que se realiza en el
mercado a través de la venta de la producción (ya sean productos o servicios) y es fuente
de beneficios o ganancias.
La configuración de esta forma social del trabajo y una disposición "adecuada" tanto de
capital como de materias primas (recursos productivos), asegura a las organizaciones de
la economía empresarial (empresas capitalistas) la obtención en el mediano plazo de una
rentabilidad que les permite un ritmo de capitalización ampliada acorde con las condicio-
nes medias predominantes en la economía. Su racionalidad económica, por lo tanto, tiene
por objetivo la maximización de una ganancia capitalista.
Este tipo de unidades puede generar una serie de "externalidades" positivas que tienen
que ver no sólo con el bienestar de sus miembros sino con el de su comunidad, tales co-
mo la reinversión de los excedentes en su entorno social, una mejor relación co-
sto/efectividad del llamado gasto social, y una mayor participación y poder de las mayorí-
as ciudadanas y, por ende, menor conflictividad social.
Son precisamente los sectores de menores recursos de la sociedad los que integran los
tres tipos de unidades u organizaciones de la economía social o solidaria. Por ello en este
trabajo nos concentraremos en el análisis y posibilidades de transitar de una respuesta
defensiva frente a la emergencia social, a constituirse en una alternativa de cambio del
actual modelo socio económico.
Entendido así, constituye un subsistema dentro de la economía, una economía del trabajo
por contraposición con la economía del capital. La economía social o solidaria constituye
un subsistema que se vincula con el subsistema de la economía empresarial y con el sub-
sistema de la economía pública dentro del sistema económico global.
Por este motivo, más que focalizarse en forma aislada en las unidades de la economía
social, una política de desarrollo local debe centrarse en los eslabonamientos de la eco-
nomía social con la empresarial y la pública.
Esta economía está a cargo principalmente de las mujeres, aunque con la actual desocu-
pación masculina, también está en parte bajo responsabilidad de los hombres. Estas no
producen en principio un excedente para vender en el mercado y apuntan principalmente
a la reproducción simple de sus recursos (capital y trabajo).
Dado que se basan en relaciones laborales solidarias, no salariales, con una lógica redis-
tributiva de los beneficios y no acumulativas, la racionalidad económica de este tipo de
unidades económicas consiste en la maximización de un ingreso monetario, parte del cual
va a reinvertirse en la actividad, iniciando así un proceso de reproducción ampliada.
Sin embargo, en los países desarrollados este tipo de empresa puede contar con una do-
tación suficiente de recursos productivos que las habilite para obtener un ingreso equiva-
lente a la ganancia capitalista.
Se las ubica dentro de la economía social, porque la conjunción de trabajo solidario, ade-
cuada organización empresarial y subsidios públicos y/o privados suele redundar en el
cumplimiento de objetivos sociales a nivel macro (relación costo/efectividad satisfactoria
respecto del gasto social), al mismo tiempo que obtienen una rentabilidad económica
adecuada para el emprendimiento.
En los últimos años, y con el avance de la crisis económica, se ha verificado una mayor
tendencia de este tipo de unidades económicas capitalizadas hacia el "asociativismo". La
conformación de estas unidades de negocios integradas por varios pequeños productores
o microempresarios se impone en la actualidad como forma de llegar en mejores condi-
ciones de competitividad a los mercados.
Mate- BIE-
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Edifi-
CAPÍTULO 3: PRODUCCIÓN
OPERACIÓN, PROCESO, PROCEDIMIENTO
Desde que entra la materia prima (materiales o información) hasta obtener el producto
terminado (un bien o un servicio), se realizan una serie de tareas que, por lo general, se
agrupan “naturalmente” formando ciertas etapas llamadas operaciones. A su vez, agru-
pando estas operaciones se define el proceso por el cual se obtiene el producto.
Desde otro punto de vista, se puede definir una operación según el efecto que produzca
sobre la materia o información en proceso y, entonces, puede haber grupos de tareas
equivalentes para realizar una misma operación. El detalle de las tareas a realizar en cada
etapa del proceso es lo que llamamos método o procedimiento.
Dado que, además de la mano de obra, intervienen numerosos entes aportantes de par-
tes, piezas, conjuntos, maquinarias, equipos e instalaciones que contribuyen al proceso
de bienes, es necesario establecer una verdadera coordinación con éstos.
Mediante la planificación, el área producción, intenta cumplir con tres objetivos fundamen-
tales:
• Lograr eficacia: se debe alcanzar el objetivo específico por el cual fue creada lo
producción: fabricar un determinado producto o línea de productos, o bien, prestar
un determinado servicio.
• Lograr eficiencia: debe hacerlo al menor costo posible.
• Lograr efectividad: debe alcanzarse el objetivo con el menor costo posible y de la
mejor manera posible.
ESTRATEGIAS
Antes de avanzar sobre las estrategias utilizadas en producción para alcanzar estos obje-
tivos, se debe aclarar el significado de estrategia. Como ya mencionamos anteriormente,
entendemos por ella a la delimitación de las acciones que se llevaran adelante para al-
canzar los objetivos planteados sobre la base de un diagnóstico de la organización.
Estudiar el entorno:
Identificar tendencias socioeconómicas (industria, mercado, sociedad) buscando oportu-
nidades y amenazas potenciales.
Importante: si bien se deben explotar las capacidades fundamentales existentes del em-
prendimiento, también se requiere un mejoramiento constante sobre estas capacidades
para mantenerlas. Dicho mejoramiento, a veces, suele ser radical pero otras puede ser
fruto de una serie de pequeños cambios graduales.
Entonces, una vez que se determinó a qué clientes atender mediante una investigación
del mercado, se deben desarrollar las prioridades competitivas del emprendimiento, es
decir, las capacidades y las fortalezas que habrá que poseer para satisfacer la demanda
del consumidor.
Al identificar las capacidades de producción necesarias para el futuro, las personas res-
ponsables de la producción deben trabajar muy de cerca con las personas responsables
de otras áreas para que todos sean capaces de responder a las amenazas del entorno.
PRIORIDADES COMPETITIVAS:
El análisis de mercado identifica las necesidades de mercado que una empresa puede
explotar para obtener una ventaja competitiva en cada segmento del mercado.
Después de traducir esas necesidades en capacidades deseables para cada una de las
áreas funcionales del emprendimiento (comercialización, producción, distribución, etc), es
preciso desarrollar las capacidades seleccionadas que se relacionan con las prioridades
competitivas establecidas en el emprendimiento.
modificando diseños
Flexibilidad de Es la capacidad de ace-
Personaliza-
volumen lerar o frenar rápidamen-
te la tasa de producción
para lidiar con grandes
fluctuaciones de deman-
da
ción
Flexibilidad de Es la capacidad de ace-
volumen lerar o frenar rápidamen-
te la tasa de producción
para lidiar con grandes
fluctuaciones de deman-
da
Por ejemplo: frecuentemente, un diseño de alto rendimiento provoca una elevación de los
costos. Por lo tanto, es común que la organización deba escoger un conjunto de priorida-
des competitivas para enfocar en ellas los esfuerzos.
Por otro lado, muchas veces no es posible trabajar compensando unas prioridades com-
petitivas con otras porque una de ellas se convierte en un requisito conocido como califi-
cador de pedido para poder comerciar en un segmento de mercado en particular.
En esas situaciones, los clientes no harán pedidos, a menos que la organización demues-
tre que posee cierto nivel de rendimiento. Un ejemplo de calificador de pedido es la fiabi-
lidad de los electrodomésticos.
Flujos de proceso:
Partiendo de las prioridades competitivas del emprendimiento para sus productos, los
responsables de la producción deben seleccionar una estrategia de flujo, la cual deter-
mina cómo se deberá organizar físicamente el sistema de operaciones para manejar el
volumen y la variedad de productos que un segmento de mercado específico requiere.
El emprendimiento puede emplear más de una estrategia de flujo para sus operaciones,
según las prioridades competitivas de cada conjunto de productos que desee producir.
Con una estrategia de flujo flexible, se puede producir una amplia variedad de produc-
tos de bajo volumen. Diferentes tipos de máquinas o empleados con diferentes conjuntos
de habilidades se agrupan para hacerse cargo de todos los productos que requieren el
desempeño de una función específica y diversos productos pasan de un proceso a otro.
La estrategia de flujo intermedio o mixta está a medio camino entre las estrategia de
flujo flexible y la de flujo en línea. Los volúmenes de productos son relativamente altos y el
sistema tiene que ser capaz de manejar los pedidos de varios clientes al mismo tiempo.
En las manufacturas, si la demanda es suficientemente previsible, se pueden fabricar al-
gunos productos o componentes estándar antes de recibir los pedidos concretos de los
clientes. El patrón general de flujo sigue siendo desordenado pero surgen ciertas rutas
dominantes.
La estrategia de flujo intermedio es apropiada para esta situación porque los componen-
tes y ensambles de alto volumen pueden producirse con una estrategia de flujo en línea,
mientras que los componentes y ensambles de bajo volumen pueden producirse con una
estrategia de flujo flexible.
Por otro lado, también es necesario conocer el método o procedimiento empleado para
desarrollar cada operación y, entonces, es necesario contar con un documento que expli-
que detalladamente cómo se ejecuta cada una de las operaciones en un formulario de-
nominado hoja de procedimientos..
Todos estos documentos son objeto de posibles modificaciones que surgen de la mejora
del proceso/producto,.
A continuación presentamos un ejemplo cotidiano para ilustrar estos conceptos. Para ela-
borar una torta, tenemos las instrucciones detalladas en la caja (hoja de procedimientos y
mostramos el diagrama de flujo que ilustra los pasos a seguir.
Volcar la mezcla
en el molde
Hornear
Dejar enfriar
Desmoldar
Servir
DISTRIBUCIÓN EN PLANTA
Una vez que se definen las estrategias de flujo y fabricación a utilizar en la producción, y
la cantidad de productos a fabricar en período de tiempo, se debe analizar cómo ordenar
físicamente las operaciones para aprovechar al máximo el área disponible en el estable-
cimiento.
En línea recta
En U
En zigzag
En L
Si se requiere una estrategia de flujo flexible, las opciones para acomodar las operaciones
son mucho más amplias. Existen diferentes técnicas para realizar una buena distribución
de planta. Una de ellas consiste en comenzar ordenando los grandes sectores en general
para luego resolver los detalles en particular.
Una vez que se definieron los productos y cantidades (o procesos y actividades) se pue-
den seguir estos pasos:
Las personas necesitan alimentarse, vestirse, recibir una educación, etc.; para ello tienen
unos recursos o ingresos que siempre son insuficientes a la hora de conseguir todos los
bienes y servicios que desean para satisfacer sus necesidades. También el conjunto de
personas, la sociedad, tiene necesidades colectivas, como los caminos, la justicia, la edu-
cación, etc.; y al igual que ocurre con las personas individuales, también tiene más nece-
sidades que medios para satisfacerlas.
Para satisfacer estas necesidades, que pueden ser tanto materiales (alimentos, vestidos,
vivienda) como no materiales (educación, ocio) de una sociedad, las personas se ven
obligadas a llevar a cabo determinadas acciones productivas. Mediante estas actividades
se obtienen los bienes y los servicios que se necesitan, entendiendo por bienes todo me-
dio capaz de satisfacer una necesidad tanto de los individuos como la sociedad.
ECONOMÍA SOLIDARIA
Frente a este panorama, lo que propone la economía solidaria es un modelo de desarrollo
distinto, basado en experiencias comunitarias donde se puedan vivenciar los valores de la
solidaridad, de la ayuda mutua, de la equidad, de la participación y la autogestión.
En síntesis, podemos describir a la economía social y solidaria como aquella activi-
dad económica que tenga por objeto trabajar para sus miembros y usuarios, y para
la sociedad, a fin de satisfacer necesidades precisas de interés colectivo.
La Economía Social abarca las distintas formas de organización para las que optan los
ciudadanos y las ciudadanas con el objetivo de crear sus propias fuentes de trabajo o pa-
ra acceder a bienes y servios de calidad al costo mas bajo posible, en una dinámica de
reciprocidad y solidaridad que articula los intereses individuales y el interés colectivo.
Todos los valores cooperativos, desde luego, son esenciales. Tal vez uno de los más so-
bresalientes es de la autoayuda. Que traducido en palabras sencillas equivale a decir que
solo el pueblo salva al pueblo. La gran virtud del cooperativismo es la de despertar con-
fianza y fe de que cooperando con otros en un pie de igualdad se pueden superar las
condiciones desfavorables en que se vive.
Estas importantes diferencias pueden ser observadas a través del siguiente cuadro:
Presentamos varias herramientas para fortalecer los vínculos “hacia adentro” y “hacia fue-
ra” de la cooperativa. Ubicamos a la cooperativa en un contexto más complejo y rico, con
presencia importante de otras expresiones de la economía solidaria. Hemos distinguido y
revalorizado la importancia del modelo cooperativo de organización respecto de otros mo-
delos organizacionales. Revisamos muy someramente los procesos productivos que po-
demos establecer en nuestra cooperativa.
El desafío está. Este curso es un umbral. El techo lo fija cada uno de uds. sea como co-
operativa o como asociados a una cooperativa.