Manual Sobre Duelo
Manual Sobre Duelo
Manual Sobre Duelo
Manual de
intervención
para el Duelo
integrantes:
Galvan Nambo Yareila Edith
López Pichardo María Alejandra
Romo Razón Vicente
¿Qué es el duelo?
La palabra duelo proviene del latín dolus, <<dolor>>, la cual es una respuesta a una
pérdida o separación. Se trata de una respuesta normal y natural. Es algo personal
y único, cada persona lo experimenta a su modo y manera, produce reacciones
generales y comunes en prácticamente todos los seres humanos.
Tipos de pérdidas
● Pérdidas por fallecimiento. La pérdida de un ser querido es la principal causa
de estrés en todo el mundo.El tipo de fallecimiento, la manera en la que se ha
actuado con el fallecido antes de morir, los asuntos pendientes, el
parentesco… determinarán la respuesta que el doliente tendrá ante este tipo
de pérdida.
● Pérdidas sentimentales.Las cuales son las siguientes:
-Amorosa: Las pérdidas por divorcios, separaciones, noviazgos, etc,. las
cuales pueden llegar a causar graves estragos en las vidas de las personas.
- Relaciones familiares:La pérdida de la relación de hijos, padres, hermanos,
etc,. como sucede en las enfermedades terminales
- Amistades: La pérdida o deterioro de las relaciones con amigos y conocidos
supone en el doliente, sensaciones propias de duelo como desconfianza,
frustración, soledad, etc
● Pérdidas materiales: Dentro de las pérdidas materiales podrían englobarse
los despidos, cambios de trabajo, cambio de ciudad, de residencia, negocios
fracasados, etc. Las cuales pueden llegar a generar sensaciones de pérdidas
y por lo tanto, pasar por el ciclo de duelo: sueños rotos, frutos inciertos,
búsqueda de culpables, etc,.
● Pérdidas vitales: Serían aquellas pérdidas fruto del paso de la vida que
inevitablemente cierran una etapa vital; y suponen un reajuste en la vida
social, familiar, laboral de las personas en esta situación: inicio de un ciclo de
duelo
El siguiente ejercicio suele resultar muy útil como base de adaptación a un proceso
terapéutico de duelo. Consiste en enumerar las pérdidas más importantes sufridas por ti en
las diferentes etapas vitales propuestas en el cuadro siguiente.
0-15 años
15-30 años
30-45 años
45-65 años
+ de 65
años
Ira: En esta etapa el doliente se enfada ya que poco a poco va siendo consciente de
que la pérdida es real. Además en algunas situaciones puede generar celos hacia
los amigos o conocidos. Si la persona es creyente el enfado puede estar dirigido con
Dios por la sensación de abandono, pudiendo llegar incluso a cuestionarse la fe.
Una persona que se encuentra en suele expresar “nadie me comprende, nadie me
escucha, porque a mi”.
Aceptación:
El duelo por la pérdida de un ser querido es un indicador del amor hacia la persona
fallecida. No hay amor sin duelo. Alguien tiene que perder al otro, antes o después.
Se diría que, por doloroso que resulte, forma parte de la condición humana.
Duelo normal.
Distintos expertos en duelo y en su relación consideran que en el proceso normal de
este existe un comienzo, un trabajo activo de aflicción y una resolución o
reorganización de la vida del superviviente después de la pérdida.
Duelo patológico.
Según A. Pangrazzi y otros autores, lo que distingue el duelo normal del anormal o
patológico es la intensidad y la duración de las reacciones en el tiempo. Este duelo
patológico se produce cuando la persona se ve superada por la pérdida, llevando
consigo una ruptura de su equilibrio físico y psíquico, necesitando, por tanto, ayuda
profesional y terapéutica.
Tipos de duelo patológico y señales del duelo patológico
Algunas de las señales de alerta que pueden inducir a pensar que el duelo está
convirtiéndose en patológico son las siguientes:
Duelo retardado.
La reacción diferida se muestra en aquellas personas que en las fases iniciales del
duelo son capaces de mantener el control de la situación sin dar signos aparentes
de sufrimiento. La preocupación de ayudar a familiares y atender diversas
exigencias de las circunstancias no les deja tiempo para ocuparse de sí mismas.
Duelo ambiguo.
Duelo que aparece como consecuencia de la no presencia física del muerto, por
ejemplo en aquellas personas con familiares desaparecidos o gente dada por
muerta. Ocurre en familiares que no pueden cumplir con los rituales de la despedida
y que constantemente se realizan preguntas del tipo ¿celebro el funeral o no?
¿estará muerta o no?
Decálogo de ayuda
Cuando un ser querido, un amigo, conocido está pasando por el duelo de la muerte
de un ser muy cercano suelen decirse frases que socialmente han sido establecidas
pero más que ayudar sólo perjudican el proceso de duelo de la persona e
imposibilitan la expresión emocional además que dificultan ganarse la confianza de
esa persona, por eso a continuación enlistamos algunas de las frases que por
ningún motivo debes de decirle a nadie que esté pasando por una situación así.
“Sé cómo te sientes” Nadie sabe cómo puede llegar a sentirse otra persona
porque el duelo es íntimo, personal e intransferible.
“Mientras hay vida, hay esperanza” Puede suponer una idea irracional para
justificar el encarnizamiento terapéutico.
“Tú lo llevarás bien, eres fuerte” Esta verbalización invita a cortar la expresión
emocional, patologizando el duelo.
“Suerte que tienes hijos y te ayudarán” Nunca se sabe cual es la relación entre
sus hijos y sus circunstancias.
“Así es la vida, hoy estamos aquí y mañana quien sabe”. Las personas que la
dicen quizá ni siquiera se han parado a pensar en su propia muerte.
“Lo siento en el alma” Evitar a toda costa decir cosas que no se sientan, ya que el
doliente puede sentirse agredido.
Consejos Prácticos
● Si le cuesta dormir en el dormitorio donde dormía con el fallecido, puede ser
buena idea cambiar los muebles del sitio.
● Deshacerse poco a poco de los objetos y la ropa del ser querido.
● Crear un álbum con las fotos más significativas de su vida con el difunto.
● Plantearse un solo objetivo a cumplir por un mes. No importa que pueda
parecerle pequeño.
● Escribir listas de los momentos mejores y peores vividos con el ser querido.
● Escribir una carta de despedida en la que se mezclen los sentimientos de
amor y reproche en la cual se evite la idealización y se entremezclen
sentimientos.
● seleccionar 5 objetos personales cargados de emoción y hacer una pequeña
redacción sobre por qué esos objetos son especiales para el.
● si tiene miedo de habituarse al nuevo ambiente sin el ser querido se puede
plantear pequeñas metas, como por ejemplo: “mañana me quedo una tarde y
la próxima semana , en dia entero”.
● si los pensamientos le perturban más de lo normal, se le puede pedir que
escriba uno de ellos en una hoja, solo uno. A Continuación durante 5 minutos
debe pensar en ese problema y solo en ese (puede ponerse una alarma para
que le avise a los 5 minutos). Podrá observar que es muy difícil pensar 5
minutos en el mismo problema.
● imaginarse que por un momento la persona fallecida está delante el doliente
y le habla mientras él permanece de callado. Persar que le diría sobre su
situación actual y cómo le gustaría que siguiera su camino.
Objetivo de la intervención
● Prevención del duelo patológico a través de una actuación sobre los síntomas
normales de un proceso de duelo. Al trabajar de una forma prematura
estamos dirigiendo a la persona hacia la resolución más adecuada a la
pérdida.
● Ayudar a la persona doliente a completar cualquier cuestión no resuelta con
el fallecido, a aprender y crecer como ser humano, a ser capaz de decir adiós
a su ser querido y a prevenir procesos patológicos, optimizando así su
capacidad futura de afrontamiento de situaciones vitales estresantes.
Existen objetivos específicos que se ocurre que se corresponden con las cuatro
tareas de Worden1, que es el modelo de trabajo en el que se basa la intervención.
Son:
Tareas de Worden
Durante los procesos del duelo se pueden ofrecer distintos tipos de apoyo a los
dolientes, tanto en los momentos inmediatos del fallecimiento como en los
momentos después.
A veces la necesidad de ayuda aparece a partir del cuarto o del quinto mes del
fallecimiento como consecuencia del fin de la negación y de la adaptación a la
1 Psicólogo J. William Worden (1997).uno de los profesionales más reconocidos por sus aportes
sobre el duelo en niños y adultos, sostiene una teoría famosa que habla sobre las tareas principales
e ineludibles del duelo que no siguen un modo lineal sino que, en ciertas ocasiones, es posible que
vuelvan a ser experimentadas por el doliente
● Se puede utilizar un contacto físico respetuoso(siempre y cuando la persona
quiera) y ofrecer para hablar de ello más adelante, si lo desean.
● En caso de ver mucha tensión, se puede ofrecer alguna bebida caliente para
relajar un poco e incluso poder iniciar una conversación.