Manual Sobre Duelo

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UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA

CENTRO UNIVERSITARIO DE LA COSTA

Manual de
intervención
para el Duelo

integrantes:
Galvan Nambo Yareila Edith
López Pichardo María Alejandra
Romo Razón Vicente

Herramientas (Comprensión, Vivencia, Trabajo, Humor)


● Comprensión: a lo largo de la vida se van pasando por diferentes
situaciones de duelo y no todas tienen que ver con el fallecimiento de un ser
querido, si no con la pérdida en general.
● La vivencia: aprender a integrar las pérdidas individuales. Esto quiere decir
que tenemos que hablar de ellas, reconocerlas, es el primer paso para asumir
la nueva realidad.
● El trabajo: el duelo se elabora con tareas y trabajo. En estas se ofrece
superar las situaciones de pérdida y poder aprender de ellas.
● El humor: es una de las herramientas clave de la psicología positiva, y por
tanto su utilización en los procesos de duelo es útil y necesaria en sus dosis
justas. Es útil porque la vida está llena de recuerdos agradables y están
llenos de ellos, es muy beneficioso para trabajar las pérdidas y crecer a nivel
personal.

¿Qué es el duelo?
La palabra duelo proviene del latín dolus, <<dolor>>, la cual es una respuesta a una
pérdida o separación. Se trata de una respuesta normal y natural. Es algo personal
y único, cada persona lo experimenta a su modo y manera, produce reacciones
generales y comunes en prácticamente todos los seres humanos.

Por duelo se entiende como la sensación de pérdida sin posibilidad de


recuperación, fallecimientos, pérdida de la salud, pérdida de trabajo. las emociones
y sentimientos que se producen como consecuencia de la pérdida de un ser querido
son muy similares a las emociones y sentimientos que podemos tener ante la
pérdida como consecuencia de un divorcio o ante la pérdida de una relación laboral.

El duelo es una experiencia global, que afecta a la persona en seis ámbitos:


psicológico, emotivo, mental, social, físico y espiritual. el duelo, elaborado de
manera natural, necesita siempre de ayudas externas
(sociales,personales,profesionales).

Tipos de pérdidas
● Pérdidas por fallecimiento. La pérdida de un ser querido es la principal causa
de estrés en todo el mundo.El tipo de fallecimiento, la manera en la que se ha
actuado con el fallecido antes de morir, los asuntos pendientes, el
parentesco… determinarán la respuesta que el doliente tendrá ante este tipo
de pérdida.
● Pérdidas sentimentales.Las cuales son las siguientes:
-Amorosa: Las pérdidas por divorcios, separaciones, noviazgos, etc,. las
cuales pueden llegar a causar graves estragos en las vidas de las personas.
- Relaciones familiares:La pérdida de la relación de hijos, padres, hermanos,
etc,. como sucede en las enfermedades terminales
- Amistades: La pérdida o deterioro de las relaciones con amigos y conocidos
supone en el doliente, sensaciones propias de duelo como desconfianza,
frustración, soledad, etc
● Pérdidas materiales: Dentro de las pérdidas materiales podrían englobarse
los despidos, cambios de trabajo, cambio de ciudad, de residencia, negocios
fracasados, etc. Las cuales pueden llegar a generar sensaciones de pérdidas
y por lo tanto, pasar por el ciclo de duelo: sueños rotos, frutos inciertos,
búsqueda de culpables, etc,.
● Pérdidas vitales: Serían aquellas pérdidas fruto del paso de la vida que
inevitablemente cierran una etapa vital; y suponen un reajuste en la vida
social, familiar, laboral de las personas en esta situación: inicio de un ciclo de
duelo

Curriculum Vitae de pérdidas


Uno de los primeros aspectos que se debe trabajar para lograr una buena
intervención en el duelo es la introspección de las propias pérdidas sufridas a lo
largo de la vida. estas pérdidas pueden ser sentimentales, materiales, afectivas, por
fallecimiento, etc.

El siguiente ejercicio suele resultar muy útil como base de adaptación a un proceso
terapéutico de duelo. Consiste en enumerar las pérdidas más importantes sufridas por ti en
las diferentes etapas vitales propuestas en el cuadro siguiente.

Etapa Vital Pérdidas

Abuelo Amigos de la escuela Separación de mis


padres

0-15 años

15-30 años

30-45 años

45-65 años

+ de 65
años

Fases de duelo - Elizabeth kübler Ross

Kubler-Ross estableció cinco etapas durante el proceso de duelo para enfermos


terminales y sus familiares: negación, ira, culpa, depresión y aceptación.
Algunos autores establecen también la etapa de negociación, en la cual, de manera
prácticamente inconsciente, tanto la familia como el enfermo terminal deciden
establecer un pacto a cambio de algo, pero esta etapa de negociación tiene mucho
más sentido cuando se habla sobre el sentimiento de la propia muerte,
principalmente en los enfermos terminales.
Por lo tanto, para superar el proceso del duelo y ser capaz de rehacer de nuevo la
vida, hay que pasar por estas fases que, aproximadamente, pueden durar entre seis
y dieciocho mese. Las fases son las siguientes:

Negación: Es la primera fase en el proceso de duelo, puede durar desde unas


horas hasta un tiempo ilimitado y surge como una respuesta inconsciente del ser
humano a modo de mecanismo de defensa que impide la toma de conciencia de la
muerte o pérdida del ser querido. Consiste en un periodo saludable porque permite
ir tomando conciencia del proceso poco a poco, nos permite ir acostumbrándonos a
la ausencia. El salir de esta etapa implica comenzar a asumir la realidad de un
presente y un futuro sin el ser querido. El doliente suele buscar al fallecido, le busca
por todas partes, le ve reflejado, se toma como una parte del proceso normal.
Algunas de las frases de las personas que transitan en esta etapa “sueño con él, le
oigo respirar, siento su presencia” no es una cosa de locura sólo están negando la
pérdida. En los caso de un duelo anticipado en alguna enfermedad terminal la
negación aparece en los meses anteriores al diagnóstico. Es importante y necesario
superarla para continuar con el duelo.

Ira: En esta etapa el doliente se enfada ya que poco a poco va siendo consciente de
que la pérdida es real. Además en algunas situaciones puede generar celos hacia
los amigos o conocidos. Si la persona es creyente el enfado puede estar dirigido con
Dios por la sensación de abandono, pudiendo llegar incluso a cuestionarse la fe.
Una persona que se encuentra en suele expresar “nadie me comprende, nadie me
escucha, porque a mi”.

Culpa: Empiezan a disminuir los enfados, la ira se apacigua y llega la etapa de


culpa. El ser humano tiene una tendencia innata a buscar culpables a las distintas
desgracias con las que la vida le sorprende.
La búsqueda comienza en personas externas: el médico, los auxiliares que le
tienden, otros familiares...Con el tiempo, y en la mayoría de los casos, se tiende a
disminuir esta culpa hacia el exterior y entonces comienza la búsqueda del culpable
en el interior.
La culpa se traduce en pesadillas nocturnas, arrebatos de dolor, alteraciones de
ánimo y pensamientos suicidas.Una buena forma de ayuda para las personas en
esta fase es realizar una pregunta, ¿En realidad se tiene culpa o se tiene
impotencia debido a que, pese a todos los esfuerzos realizados a lo largo del tiempo
de cuidados, pese a todo lo que como cuidarlos has dejado de realizar por cuidar,
nada dio frutos y la enfermedad siguió su curso?
Es tratar de acabar con la culpa.
Depresión: En esta etapa el familiar comienza a tomar conciencia de la pérdida. La
realidad de la ausencia ya es inevitable, ha pasado un tiempo prudencial desde el
fallecimiento y se ve que no ha vuelto. La realidad hace daño pero al mismo tiempo
sirve para asumir la pérdida.
En estos momentos el doliente puede recordarlo, pero no visualizarlo.
Al ir asimilando el dolor y la pérdida el doliente empieza a plantear el futuro, y este
siempre es incierto porque nunca se sabe cómo responderá, debido, entre otros
factores, al vacío desarrollado.
En esta parte del duelo los asuntos pendientes salen a la luz y hacen reflexionar. la
pregunta más frecuente es ¿Y ahora qué hago yo?

Aceptación:

Fases síntomas y cómo ayudar (Tabla)

Fases Síntomas Cómo ayudar

Negociación ¡No, no es verdad! No forzar la aceptación,


Parece que le veo. dejar que marque su
Estoy como en una nube. ritmo.
Contestar preguntas de
manera realista.
estar a disposición.

Ira ¿Por qué a mí? Facilitar la expresión de la


¡Nadie me comprende! ira.
¡No sabes cómo me No responder a sus
siento! enfados.
Sentimientos de
injusticias

Culpa ¡Si me hubiera enterado Ayuda para comprender y


antes de la enfermedad...! manejar sentimientos.
¡Si no le hubiera Aporta respeto y escucha.
gritado…!
¡Si hubiera actuado de
otra manera...!

Depresión La muerte se hace más Descubrir las causas de


consciente. la depresión.
La realidad comienza a Respetar momentos de
imponerse. Asuntos soledad.
pendiente.
Objetivos no alcanzados
en vida

Aceptación Resignación ante la Reforzar las actitudes


muerte, no estoy ni positivas.
deprimido ni animado. No forzar, plantearle
Debo seguir adelante. actividades
Reinserción ¡Comienzo a vivir! Parece Avisar de posibles
que le veo. recaídas.
Estoy como en una nube.

Tipos de duelo (Normal y patológico)


Hay diferentes tipos de duelo, vivimos un duelo anticipatorio, antes de que la
pérdida se produzca, que en la mayoría de los casos, contribuye a prepararse para
la misma. Vivimos un impacto normal en el momento de la pérdida, que dura un
tiempo diferenciado según cada persona y el valor de lo perdido(duelo normal).
Otras personas tardan en reaccionar en su vivencia y manifestación del dolor y
hablamos entonces de duelo retardado. No falta quien no consigue colocar dentro
de sí la propia historia y puede caer en un duelo crónico o incluso patológico.

El duelo por la pérdida de un ser querido es un indicador del amor hacia la persona
fallecida. No hay amor sin duelo. Alguien tiene que perder al otro, antes o después.
Se diría que, por doloroso que resulte, forma parte de la condición humana.

En el dolor por la pérdida de un ser querido, ningún razonamiento ni ninguna frase,


por bien intencionada que sea, alcanzará nunca el valor y la densidad de un signo
que exprese cercanía y afecto, comunicación y acompañamiento en el sentimiento
-cualquiera que sea- que se vive.
M. Klein dice que el proceso de elaboración del duelo significa reinstalar dentro de
uno uno mismo a los seres queridos, darles una presencia interna en el ser perdido
no sea un perseguidor interior que genere culpa sino un buen recuerdo.

Duelo normal.
Distintos expertos en duelo y en su relación consideran que en el proceso normal de
este existe un comienzo, un trabajo activo de aflicción y una resolución o
reorganización de la vida del superviviente después de la pérdida.

Es importante tener en cuenta que este proceso se desarrolla de manera individual,


que no hay dos duelos iguales, ni dos personas que pasen el duelo de la misma
manera, aunque ambas hubiera, estado igualmente vinculadas al difunto. Es
importante tener en cuenta que en el camino puede haber tropiezos y retrocesos.

Según Kübler-Ross, el proceso de duelo normalmente dura entre 6 y 18 meses,


aunque el tiempo de su elaboración es relativo dependiendo del tipo de
fallecimiento, grado de parentesco, etc.

Duelo patológico.
Según A. Pangrazzi y otros autores, lo que distingue el duelo normal del anormal o
patológico es la intensidad y la duración de las reacciones en el tiempo. Este duelo
patológico se produce cuando la persona se ve superada por la pérdida, llevando
consigo una ruptura de su equilibrio físico y psíquico, necesitando, por tanto, ayuda
profesional y terapéutica.
Tipos de duelo patológico y señales del duelo patológico
Algunas de las señales de alerta que pueden inducir a pensar que el duelo está
convirtiéndose en patológico son las siguientes:

➢ Falta total de respuesta ante la muerte. El shock o negación es una de las


principales reacciones que el ser humano tiene ante la perspectiva del
fallecimiento. En el duelo patológico, esta respuesta inicial de shock se
prolonga en el tiempo.
➢ El dolor intenso se prolonga sobremanera. Igual de patológico será la
reacción contraria a la expresada en el punto anterior. Aquella persona cuyos
sentimientos y emociones ante la pérdida se prolongan, manifestando lloros
continuos, inestabilidad anímica, etc.
➢ Sentimientos desproporcionados de culpa. La culpa es una de las
reacciones más normales, pero cuando estos sentimientos son
desproporcionado en relación al tiempo, intensidad .
➢ Idealización de la persona fallecida. Es normal cuando un ser querido
fallece se idealice, sobre todo en los meses posteriores a la defunción, sin
embargo, si esta idealización se mantiene con el paso del tiempo sería un
signo de complicación en el proceso de duelo.
➢ Ausencia de recursos personales, familiares y sociales. Este es un punto
importante a la hora de hablar del duelo patológico. Aquella persona que
reúna las características citadas anteriormente y además no posea recursos
sociales, personales o familiares que la apoyen en el proceso, tendrá mayor
posibilidad de caer en el duelo patológico.
➢ Historia previa de trastornos psicológicos. La personalidad previa del
doliente ha estado caracterizada por cierta vulnerabilidad a los trastornos
psicológicos como ansiedad o depresión.
➢ Estar absorto en los recuerdos. Vivir después de más de dos años
guardando y atesorando todos los recuerdos, realizando visitas de manera
continua al cementerio.
➢ Síntomas hipocondríacos relacionados con la enfermedad. Comienza a
tener obsesión por identificarse con los síntomas del fallecimiento de tal
manera que si el enfermo ha fallecido como consecuencia de la enfermedad
Alzheimer y empezó con problemas de memoria, él comienza a identificar sus
posibles problemas de memoria, más la ansiedad y depresión que con la
demencia.
➢ Dependencia a sustancias adictivas. Abuso de ansiolíticos, antidepresivos,
tranquilizantes, tabaco, alcohol.
➢ Agotamiento nervioso. El estrés mantenido en el tiempo comienza a
generar la aparición de los denominados trastornos psicofisiológicos,
caracterizados por ansiedad generalizada, hipertensión, aumento del riesgo
cardiovascular, aparición de úlceras.
Duelo anticipado.
Este duelo fue descrito por Linderman, para indicar aquellos tipos de pérdidas que
facilitan el desapego emotivo antes de que ocurra la muerte, como en las
enfermedades crónicas. Ayuda a tomar consciencia, de manera paulatina, de
cuando está sucediendo, ayudando a liberar los propios estados de ánimo y a
programar el tiempo en vista de que la muerte es inevitable.

Duelo retardado.
La reacción diferida se muestra en aquellas personas que en las fases iniciales del
duelo son capaces de mantener el control de la situación sin dar signos aparentes
de sufrimiento. La preocupación de ayudar a familiares y atender diversas
exigencias de las circunstancias no les deja tiempo para ocuparse de sí mismas.

Duelo ambiguo.
Duelo que aparece como consecuencia de la no presencia física del muerto, por
ejemplo en aquellas personas con familiares desaparecidos o gente dada por
muerta. Ocurre en familiares que no pueden cumplir con los rituales de la despedida
y que constantemente se realizan preguntas del tipo ¿celebro el funeral o no?
¿estará muerta o no?
Decálogo de ayuda

1. Familiarizarse con el proceso de duelo. Es importante tener una noción del


duelo, de su sintomatología, ritmos y fases para poder ayudar a desmitificar y
aclarar los posibles sentimientos no comprendidos por parte del doliente.
2. Evitar las frases hechas. “sé cómo te sientes, podía ver sido peor”. Son
palabras dañinas para el doliente y con esto nunca podrás ganarte su confianza.
3. Acoger y provocar los desahogos. Es beneficioso facilitar ventilación de
emociones, recordar siempre que la expresión de sentimientos nunca debe de
ser cortada bajo ningún concepto.
4. Revalorizar los signos de presencia cercanía. Es importante que la
persona en duelo sienta la presencia física y psicológica de la persona que
quiere ayudar en el duelo.
5. Mantener los contactos. Mantener vivo el contacto es también muy
importante. La persona en duelo va a pasar por una serie de estados
emocionales muy complejos. Una llamada, una visita será una inyección de
gasolina para el doliente.
6. Cultivar los recuerdos. A la hora de facilitar la ventilación de emociones, es
importante comenzar a cultivar los recuerdos. se pueden utilizar las fotos donde
aparezca el difunto o la persona que ya no está y esto ayudará para el desahogo
y la verbalización de sentimientos.
7. Ayudar a elegir y tomar decisiones. Nunca se puede decidir por el
doliente, aunque a veces la solución puede parecer clara. La familia es la que
debe de tomar sus propias decisiones durante el ciclo de su duelo.
8. Enseñarles la esperanza. Ser capaz de aprender de la muerte , de sacar
conclusiones, es importante hacerles ver que ya han pasado por una de las
peores circunstancias por las que puede pasar un ser humano , después de
haber caminado por el duelo sendero queda la esperanza de de poder seguir
hacia adelante, siendo capaz de retomar sus objetivos pendientes.
9. Movilizar los recursos comunitarios. Es importante en la relación de ayuda
conocer el ambiente en el que se desenvuelve el doliente. Que llame a viejas
amistades, que empiece a salir será muy beneficioso para la persona.
10. Ayudarle a descubrir nuevos motivos para vivir. Ha desaparecido uno de
los motivos que tenían para vivir y se siente un vacío muy grande, pero por otro
lado todavía queda mucho por lo cual luchar. Ayudar a que el doliente sea
capaz de percibir esos motivos para volver a vivir.

Ayudar a superar el duelo en el interior de uno mismo

● Reconoce la pérdida dejando sentir el dolor en el interior de uno mismo.


La persona en duelo tiene que sentir el desgarro del dolor en su interior, ya
que de nada sirve postergarlo si de todas maneras en un futuro aparecerá.
Compartir el dolor suele venir muy bien porque supone el apoyo necesario
para la superación del mismo.
● Ofrecer al doliente un espacio para la expresión de emociones y dolor
de una manera íntima y personal. Cuando se quiera ayudar a una persona
en duelo, el lugar elegido debe ser cuidadosamente seleccionado. El lugar
debe ser íntimo para permitir el flujo de la información.
● Ayudar a identificar los sentimientos. Una persona en duelo puede llegar a
tener la sensación de que quizá se está volviendo loca, que la situación se le
desborda y todo se le hace cuesta arriba. Esta es una situación novedosa
para ella, por lo tanto es muy importante que aprenda a percibir la nueva
realidad como un aspecto más de su vida al que debe habituarse.
● respetar el ritmo de cada persona. El duelo es un camino de lágrimas que
cada persona tiene que atravesar para seguir viviendo. este camino es único
y cada persona lleva su ritmo al andarlo lo importante del duelo es avanzar, y
aunque sea lentamente, el avance debe producirse y percibirse.
● No automedicarse. Si se necesitan medicamentos para controlarse, es
importante que sea bajo supervisión de un médico.
● No tomar decisiones muy importantes durante el periodo de duelo.
Cuando una persona se encuentra en duelo, la parte racional de la toma de
decisiones está prácticamente inutilizada.
● Dejarse apoyar por las demás personas. Hay que dará una oportunidad a
los seres queridos para que puedan apoyarnos durante el duelo. Hay que
decirles que es lo que necesitamos, explicarles cómo pueden ayudarnos
porque lo mas seguro es que tengan buena voluntad pero no sepan como
hacerlo.
● Tiempo de poder estar a solas . El ser humano pide huir de todo aquello
que lo persigue menos de una cosa: de sí mismo. se necesita tiempo para
reflexionar, ver fotos o recuerdos, reorganizar la vida y resolver asuntos
pendientes, y esto solo se realiza en soledad.
● Aceptarse a uno mismo, planificar la vida. Después de los asuntos
pendientes llega el turno de rehacer la vida, de volver a retomar aquellas
actividades que, como consecuencia del cuidado de la persona enferma se
dejaron de realizar.
● Solucionar simbólicamente la despedida con la persona difunta. cuando
alguien no puede despedirse del ser querido, como sucede en los casos de
enfermedades como Alzheimer, se dejan cosas que no se hicieron o se
omitieron, y en cosas que se dijeron o se callaron.

Frases que no se deben decir

Cuando un ser querido, un amigo, conocido está pasando por el duelo de la muerte
de un ser muy cercano suelen decirse frases que socialmente han sido establecidas
pero más que ayudar sólo perjudican el proceso de duelo de la persona e
imposibilitan la expresión emocional además que dificultan ganarse la confianza de
esa persona, por eso a continuación enlistamos algunas de las frases que por
ningún motivo debes de decirle a nadie que esté pasando por una situación así.

“Sé cómo te sientes” Nadie sabe cómo puede llegar a sentirse otra persona
porque el duelo es íntimo, personal e intransferible.

“Mientras hay vida, hay esperanza” Puede suponer una idea irracional para
justificar el encarnizamiento terapéutico.

“Tú lo llevarás bien, eres fuerte” Esta verbalización invita a cortar la expresión
emocional, patologizando el duelo.

“Suerte que tienes hijos y te ayudarán” Nunca se sabe cual es la relación entre
sus hijos y sus circunstancias.

“Así es la vida, hoy estamos aquí y mañana quien sabe”. Las personas que la
dicen quizá ni siquiera se han parado a pensar en su propia muerte.

“Podría haber sido peor” Está basada en suposiciones, conjeturas no en


realidades, no se pueden establecer comparaciones.

“Tranquilo, el tiempo todo lo cura” Si en situaciones lo hace, pero atribuir al


tiempo por sí mismo el poder de la curación sin dar ninguna herramienta es cuanto
menos arriesgado y poco realista.

“Con lo bueno que era” Invita a la idealización de la persona difunta.

“Lo siento en el alma” Evitar a toda costa decir cosas que no se sientan, ya que el
doliente puede sentirse agredido.

Consejos Prácticos
● Si le cuesta dormir en el dormitorio donde dormía con el fallecido, puede ser
buena idea cambiar los muebles del sitio.
● Deshacerse poco a poco de los objetos y la ropa del ser querido.
● Crear un álbum con las fotos más significativas de su vida con el difunto.
● Plantearse un solo objetivo a cumplir por un mes. No importa que pueda
parecerle pequeño.
● Escribir listas de los momentos mejores y peores vividos con el ser querido.
● Escribir una carta de despedida en la que se mezclen los sentimientos de
amor y reproche en la cual se evite la idealización y se entremezclen
sentimientos.
● seleccionar 5 objetos personales cargados de emoción y hacer una pequeña
redacción sobre por qué esos objetos son especiales para el.
● si tiene miedo de habituarse al nuevo ambiente sin el ser querido se puede
plantear pequeñas metas, como por ejemplo: “mañana me quedo una tarde y
la próxima semana , en dia entero”.
● si los pensamientos le perturban más de lo normal, se le puede pedir que
escriba uno de ellos en una hoja, solo uno. A Continuación durante 5 minutos
debe pensar en ese problema y solo en ese (puede ponerse una alarma para
que le avise a los 5 minutos). Podrá observar que es muy difícil pensar 5
minutos en el mismo problema.
● imaginarse que por un momento la persona fallecida está delante el doliente
y le habla mientras él permanece de callado. Persar que le diría sobre su
situación actual y cómo le gustaría que siguiera su camino.

Objetivo de la intervención

El objetivo fundamental de la intervención en duelo es acompañar y recorrer de una


manera activa el proceso de aceptación ante la pérdida de un ser querido,
favoreciendo la autoayuda.

● Prevención del duelo patológico a través de una actuación sobre los síntomas
normales de un proceso de duelo. Al trabajar de una forma prematura
estamos dirigiendo a la persona hacia la resolución más adecuada a la
pérdida.
● Ayudar a la persona doliente a completar cualquier cuestión no resuelta con
el fallecido, a aprender y crecer como ser humano, a ser capaz de decir adiós
a su ser querido y a prevenir procesos patológicos, optimizando así su
capacidad futura de afrontamiento de situaciones vitales estresantes.
Existen objetivos específicos que se ocurre que se corresponden con las cuatro
tareas de Worden1, que es el modelo de trabajo en el que se basa la intervención.
Son:

Tareas de Worden

1.-Aceptar la realidad 2.- Elaborar el dolor 3.- Adaptarse a un 4.- Reubicar


de la pérdida. del duelo. nuevo mundo sin el ser emocionalmente al ser
querido. querido fallecido.

Ayudar al superviviente a Ayudar a identificar y Ayudar a la persona a No ayudar a la persona a


hablar de la pérdida y de manifestar estos asumir los roles a los que “renunciar” al fallecido,
las circunstancias que sentimientos. no está acostumbrada, sino a encontrar un lugar
rodearon a la muerte: -Permitirse dar rienda desarrollar habilidades que adecuado para él en su
¿Dónde ocurrió?, ¿Cómo suelta al dolor: sentirlo y nunca había tenido y seguir vida emocional, un lugar
ocurrió?, ¿Dónde estabas saber que un día pasará. adelante con un nuevo que le permita continuar
cuando te enteraste?, -Cualquier cosa que sentido de sí mismas y del viviendo de manera eficaz
¿Cómo fue el funeral?, permita evitar o suprimir mundo. en el mundo.
¿Qué se dijo de él? de forma continua este
dolor es probable que
prolongue el duelo.

Durante los procesos del duelo se pueden ofrecer distintos tipos de apoyo a los
dolientes, tanto en los momentos inmediatos del fallecimiento como en los
momentos después.
A veces la necesidad de ayuda aparece a partir del cuarto o del quinto mes del
fallecimiento como consecuencia del fin de la negación y de la adaptación a la

Ayuda en el duelo inmediato al fallecido

En los momentos iniciales se puede ayudar al fallecido y a su familia de la siguiente


manera:

● Procurar crear un clima íntimo y acogedor

● Ofrecer apoyo psicológico

● Ayudar en la gestión del funeral

● Mantener una actitud empática; permitir y aceptar cualquier tipo de expresión


de sus sentimientos

1 Psicólogo J. William Worden (1997).uno de los profesionales más reconocidos por sus aportes
sobre el duelo en niños y adultos, sostiene una teoría famosa que habla sobre las tareas principales
e ineludibles del duelo que no siguen un modo lineal sino que, en ciertas ocasiones, es posible que
vuelvan a ser experimentadas por el doliente
● Se puede utilizar un contacto físico respetuoso(siempre y cuando la persona
quiera) y ofrecer para hablar de ello más adelante, si lo desean.

● Acompañar a la persona a la persona durante todo el tiempo que


permanezca el cadáver; dejen que la persona hable con el cadáver para que
pueda despedirse.

● En caso de ver mucha tensión, se puede ofrecer alguna bebida caliente para
relajar un poco e incluso poder iniciar una conversación.

Cuando se vive un perdida siempre hay alguien que esté acompañando a la


persona; en el caso de la intervención estás manera de apoyo se le puede decir al
acompañante para que tenga más herramientas de apoyo.
Por otro lado esas formas de apoyo las podemos utilizar de manera personal,
cuando acompañemos a alguien en su proceso de duelo.

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