Cain y Abel

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TEMA: MÍRAME CON AGRADO.

TEXTO: GÉNESIS 4:1-16.


INTRODUCCIÓN
En este precioso día, quiero compartir con ustedes la historia de Caín y Abel, una historia
muy conocida por todos, pero que al detenerse y estudiar de una forma más profunda esta
historia, aprendemos muchas cosas hermosas que son de un provecho y de gran utilidad
para nosotros en actualidad.
El nombre Caín significa: POSESIÓN, POSEÍDO, (LANZA).
El nombre de Abel significa: ‘INESTABILIDAD, EFÍMERO, PASAJERO'.
De Caín y Abel puede decirse: «Dos hombres subieron a orar: uno era fariseo, y el
otro publicano» (Lucas 18:10).

Aunque ambos hermanos (Caín y Abel) disfrutaban de los mismos privilegios y


oportunidades, distaban mucho de ser iguales. Los privilegios cristianos no pueden por sí
mismos hacer un cristiano. Veamos a continuación los aspectos importantes de esta
historia:
I- LA OFRENDA RECHAZADA. Dios «no miró con agrado a Caín y a la ofrenda
suya» (Génesis 4:5).
A. Caín personalmente tiene que ser aceptable antes de que pueda serlo su ofrenda.
(Aparentemente los dos se miraban igual ante los hombres).
B. Su ofrenda fue rechazada porque Él mismo era culpable. (Solo Dios conoce los
pensamientos y las intenciones del ser humano).
C. No sólo no agradó a Jehová la ofrenda de Caín, sino que tampoco le agradó al Señor
el propio Caín, no por quién él era, sino por lo que era: soberbio, envidioso, egoísta e
iracundo.
D. El camino de Caín era su propio camino (Judas 1:11). El camino de Caín: Los que
pervierten la adoración (hacer las cosas a nuestra manera, no a la manera de
Dios) por su corazón impío y malvado.
E. El propio camino del hombre es el de buscar aceptación con Dios sin confesar la
culpabilidad. No hay acceso por este camino; ambos son rechazados: el ofrecedor y
la ofrenda.
II- LA OFRENDA ACEPTADA.  «Miró Jehová con agrado a Abel y a su
ofrenda» (Génesis 4:4).
A. «Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín» (Hebreos 11:4).
(Dios no tiene Favoritos, sino INTIMOS).
B. La ofrenda y el ofrecedor permanecen o caen juntos.
C. La historia del Génesis, en la que se basa Hebreos 11:4, refuerza esto. En Génesis
4:2-4, leemos que mientras que Abel trajo las primicias de su obra, Caín no lo hizo.
Abel confiaba en que Dios continuaría proveyendo incluso después de que entregó
las primeras evidencias de la provisión de Dios. Pero Caín no lo hizo y retuvo sus
primicias de Dios.
D. Cuando por fe nos acercamos a Cristo, no hay posibilidad de rechazo, (Juan 6:37)
por cuanto esta ofrenda ha sido aceptada por Dios, y todo ofrecedor creyente es
acepto en Él. Hebreos 4:14-16; 10:22; 11:6.
III- LA VERADERA REALIDAD DEL CORAZÓN REVELADA. «Se ensañó Caín
y decayó su semblante» (Génesis 4:5).
A. Irritar, enfurecer. --- Deleitarse en causar el mayor daño y dolor posibles a quien ya
no está en condiciones de defenderse.
B. “Mudar el semblante” significa alterarse al punto de darlo a entender
con la expresión del rostro. (A veces mudamos el rostro en el templo…)
C. Era religioso en apariencia, pero en su corazón estaba en enemistad contra
Dios. Tenía la forma de la piedad, pero era desconocedor de su poder.
D. En estos días hay muchos que hemos tomado el camino de Caín, satisfechos con
una mera ceremonia, mientras que la verdadera adoración a Dios que atrae su
presencia nunca ha sido experimentada.
E. El problema con Caín era que en su corazón Dios no ocupaba el lugar de honor, el
lugar principal, el sitio del privilegio. (Caín trajo una ofrenda, pero Abel trajo
una primicia).
F. El problema con Caín era que se conformaba con presentarse ante Dios con una
ofrenda mientras que su corazón no estaba en ello.
G. El problema con Caín es que vivía su vida como él quería y luego venía a presentar
su ofrenda de alabanza a Dios como algo que no tenía mucho que ver con su vida
diaria.
IV- LA MISERICORDIA DE DIOS MANIFESTADA. «Jehová dijo a Caín: ¿Por qué
te has ensañado y por qué decayó tu semblante?» (Génesis4:6).
A. Dios en misericordia le habló a Caín (no sé de qué manera…) y le dio la
oportunidad de arrepentirse, luchar contra lo que sentía y cambiar de actitud. (Vs.
6-7).
B. Dios le dijo que si a partir de ese momento él hacia el bien sería enaltecido…
C. Dios le advirtió que si seguía haciendo el mal, el pecado estaba a la puerta, es
decir listo o presto, para atraparlo y destrozarlo.
D. Dios le señaló que el pecado aún podía ser dominado, sujetado, si él así lo decidía.
E. Dios siempre nos muestra su misericordia al hablarnos a tiempo, advirtiéndonos
de los peligros que corremos, (Mateo 26:42); del poder que nos ha dado para
vencer la tentación, (1ª Corintios 10:13) y de las consecuencias del pecado,
(Romanos 6:23, Santiago 1:13-15).
V- LA JUSTICIA DE DIOS ES ABORRECIDA. «Caín se levantó contra su hermano
Abel y lo mató» (Génesis 4:8).
A. ¿Y por qué mató a su hermano? (1ª Jn. 3:12). Era propiedad del maligno por su
pecado (Sus obras eran malas) y aborrecía la justicia de Dios exhibida en su
hermano.
B. La mente carnal del hombre prefiere apagar la luz en el derramamiento de sangre
antes que reconocer el pecado.
C. Nunca aborrezcamos la justicia y la misericordia de Dios; cuando él nos hable,
obedezcamos Su palabra y nos irá bien.
VI- LA MALDAD JUZGADA. «Ahora maldito seas tú» (Génesis 4:11-12).
A. El consejo de Dios fue rechazado; ahora como consecuencia viene la maldición.
B. No olvidemos que todas nuestras decisiones tienen consecuencias, Gálatas 6:7.
C. Debemos a costa de todo guardar nuestro corazón de toda obra mala, y también de
permitir que el rencor domine nuestras vidas y nuble nuestros pensamientos, que no
nos permitirán hacer la voluntad de Dios y al final nos traerán consecuencias
desastrosas.
CONCLUSIÓN
Caín reconoció la justicia de su condenación, pero está tan endurecido que no implora
misericordia. Génesis 4:13-16.
Caín vio la magnitud del castigo y aun así no se humilló delante de Dios para pedirle
misericordia.
Amigo/a y hermano/a ¿qué si tu corazón se vuelve tan duro que ni siquiera te sometes
para buscar misericordia? El corazón es más perverso que todas las cosas; no confíes en
Él.
Es mejor doblegarnos delante de Dios y pedirle misericordia cada día, que recibir sus
justos juicios por la eternidad.

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