El Peligro de Perder La Presencia de Dios
El Peligro de Perder La Presencia de Dios
El Peligro de Perder La Presencia de Dios
1 Samuel 4 Explicado
“Pelearon, pues, los filisteos, e Israel fue vencido, y huyeron cada cual a sus tiendas; y fue
hecha muy grande mortandad, pues cayeron de Israel treinta mil hombres de a pie.” –
En esta historia Israel perdió 30,000 hombres. ¿Pero por qué sucedió eso si Dios estaba
protegiendo a Israel?
¿Qué es la presencia?
Isaías 59:2 “Pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y
vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros Su rostro para no oír.”
A un tenemos esperanza…
Aún si su vida es un desorden no debería correr de la presencia de Dios, tiene que correr
hacia ella. Si usted hizo algo malo, si usted cometió un pecado horrible, usted debe siempre
correr a la presencia. 1 de Juan 2:1 Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y
si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo.
Cuando vivimos fuera de la presencia de Dios por vivir en pecado, no hay cobertura o
protección de la presencia de Dios sobre nuestras vidas.
Eso fue lo que le pasó a los soldados de Israel.
Tres consecuencias de que la presencia sea quitada:
En un mundo de agitación social, política y religiosa, ¿qué necesitas para tener paz?
¿Buenos amigos? ¿Una familia amorosa? ¿Seguridad y protección? En ocasiones,
pensamos que nuestra vida debe cumplir con requisitos como esos para que en
verdad podamos sentir paz. Sin embargo, la vida jamás será perfecta y sencilla en
todos los aspectos. Entonces, ¿cómo podemos afrontar las pruebas y sentir paz al
mismo tiempo?
El mundo nos dice que solamente puede sentirse paz cuando no hay conflicto alguno; pero
no es verdad. Por medio de Su evangelio, Jesucristo nos proporciona una paz interior que
sobrepasa la paz que ofrece el mundo. Si confiamos en Él con fe, podemos sentir paz en
cualquier circunstancia.
Los gobiernos buscan la paz a través de poseer armas poderosas, grandes ejércitos, equipos de
destrucción masivas, y todas las demás maquinarias de guerra que existen.
El Salvador enseñó: “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da”
(Juan 14:27; cursiva agregada). Las siguientes son algunas de las formas en que la paz del
mundo difiere de la paz de Jesucristo.
La paz en Cristo
1. En ocasiones tenemos que aguardar la paz; no obstante, “no te des por vencido…
Confía en Dios y cree en las cosas buenas que están por venir”1.
2. La paz puede llegar incluso en medio de las pruebas.
3. La paz puede hallarse en cualquier circunstancia.
4. La paz se alcanza al vivir el Evangelio y al obedecer los mandamientos.
5. El arrepentimiento sincero nos da paz. “
6. La paz llega al prestar servicio y al ser un pacificador para los demás.
7. La paz se logra al procurar ser mejores discípulos de Jesucristo.
8. “El tipo de paz que se promete como recompensa a la rectitud… es el don
prometido mediante la misión y el sacrificio expiatorio del Salvador”3.