7 Responsabilidades de Un Soldado de Jesucristo
7 Responsabilidades de Un Soldado de Jesucristo
7 Responsabilidades de Un Soldado de Jesucristo
“Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades,
contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en
las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el
día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.” Efesios 6:12-13
Los cristianos hemos sido llamados a pelear. Arrebatar las almas de los que se están
perdiendo. Vencer la tentación. Vestirse de la Armadura de Dios. Vencer al mundo. Enfrentar
al enemigo. Pero, se nos han olvidado estas premisas y nos hemos enfoca en lo material. Es
por eso que en esta pequeña reflexión se recuerdan 7 responsabilidades que tenemos como
soldados de Jesucristo:
2. Mantenernos alertas.
“Estén siempre atentos y listos para lo que venga, pues su enemigo, el diablo, anda buscando a
quien destruir. ¡Hasta parece un león hambriento!” 1ª Pedro 5:8 TLA
El día tiene 24 horas y no podemos bajar la guardia en ningún momento. Las tentaciones
vendrán a bombardear nuestra vida y las seducciones de entregarnos al placer y al deseo nos
retarán.
Como Goliat a al ejército de Israel, el diablo nos provocará todos los días a toda hora, hasta
que nos vea en el suelo derrotados, pero como buenos guerreros, cada herida servirá para
estimularnos y saber que la victoria fue dada por Cristo en la cruz y nuestro enemigo está
derrotado. Por lo cual, estar pendientes, trabajar en nuestras debilidades para mejorarlas,
fortalecernos en Cristo serán importantes para no perder las batallas diarias.
3. Nunca rendirse.
"Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo." 2a. Timoteo 2:3 RVR 1960
No debemos dejar de luchar. Debemos borrar la palabra rendición de nuestro vocabulario y
estar siempre en la línea de batalla, presentándonos ante nuestro Comandante y Jefe (Jesús)
preparados para una nueva lucha. En ocasiones, perderemos cosas valiosas o no recibiremos la
respuesta que queremos, pero que eso jamás detenga nuestro caminar diario con Cristo y
sobre todo, jamás nos separe de su amor.
Debemos seguir las instrucciones al pie de la letra y la única forma de hacerlo es leyendo su
Palabra y meditando en ella. Recuerda que una obediencia a medias es desobediencia, por lo
cual, como soldados debemos cumplir, aunque no nos guste y nos duela, su palabra porque
sabemos que quiere lo mejor para nosotros.
5. Cuidar nuestras armas.
"Las armas que usamos no son las del mundo, sino que son poder de Dios capaz de destruir
fortalezas. Y así destruimos las acusaciones y toda altanería que pretenda impedir que se
conozca a Dios. Todo pensamiento humano lo sometemos a Cristo, para que lo obedezca a él."
2a. Corintios 10:5 DHH
Un soldado que descuida sus armas está escribiendo su sentencia de muerte, porque en el
campo de batalla quedará sin formas de defenderse y atacar. Así es la vida espiritual, si
descuidas la oración, dejas de creer y de ser hacedor de Su Palabra, el fracaso es inminente.
Una vida de adoración es capaz de dar la capacidad de no temer a los ataques del enemigo. La
oración nos mantiene comunicados con nuestro Señor para identificar las mejores estrategias
para la victoria y su Palabra es la guía exacta que indica sus mandatos que ayudarán a mejorar
nuestra vida.
El diablo es nuestro enemigo mortal, pero con su sutileza ya artimañas nos ofrecerá un pacto
que nos conducirá a la ruina: La tolerancia. Nos dirá que podemos cumplir nuestros deseos,
que nos falta sentir el placer sensual, no todo es tan malo como parece, que nadie es tan firme
y puro, que son cosas del pasado. Nos envolverá en sus mentiras hasta que parezca verdad.
Sólo un buen soldado de Jesús no se deja rodear de dichas falacias, sino que permanece fiel
todos los días de su vida.