Cuento El Perro Dante
Cuento El Perro Dante
Cuento El Perro Dante
Un día el señor panadero pasa por mi casa como todos los días,
silbando, y vendiendo su producto, Dante enloquece al escucharlo,
sin querer abro la puerta y el sale despavorido atrás del señor, y
se empieza alejar, cruza una manzana, después dos, y luego tres,
hasta que lo perdí de vista.
Al día siguiente, nada era igual para mí, al saber que Dante no me
ladraría, no me regalaría sus caricias, y verlo jugar era mi más
grande inspiración, tranquilidad y sobre todo alegría… Mi padre,
recibe un mensaje en su celular y era mi Rey David, que le decía
lo siguiente: ¡Hola, ñaño! ¡Buen día!, ¿dime si este perro es tuyo?
Era un perro todo sucio, y con una gran sonrisa, era el mismo, era
mi perro Dante, que estaba en la casa de mi abuelita Rosa, y llore
de alegría y felicidad, porque mi perro estaba en casa de ella, y
quería correr e ir a verlo, y abrazarlo…
Al pasar los días, Dante seguía muy feliz, hasta que de repente un
día los vi un poco enfermo, tuve que llevarlo al veterinario para
ver cuál era su padecimiento, y me dijeron que tenía su intestino
frágil, talvez por algo que había comido en la calle de aquella
vez que se perdió… obviamente hable con él y le dije que no me
dejara solo… y el lamia mi mano diciendo que hacia lo haría… mi
padre le compro la medicina y le dábamos todos los días y él lo
veía un poco más delgado, que tristeza una vez más me dio por ver
como estaba, pero en el fondo sabía que era un perrito muy fuerte
y con ganas de vivir… pasaron tres días de su enfermedad y lo vi
muy alentado, lo lleve al parque para que pueda jugar conmigo y
salir un poco de la angustia de lo que estábamos viviendo…