La Intervención Psicoeducativa Tdah
La Intervención Psicoeducativa Tdah
La Intervención Psicoeducativa Tdah
3.1. Introducción.
Para que todos los niños puedan conseguir los fines educativos
adecuados a su edad y capacidad, el sistema educativo en general, y los
centros docentes en particular, deben proporcionar la ayuda que cada
persona necesita, dentro del contexto educativo lo más normalizado
posible. Se trata de dar alternativas eficaces mediante las pertinentes
acomodaciones o ajustes de la oferta educativa a las necesidades,
contexto y posibilidades educativas de los niños y adolescentes diferentes,
respondan a sus diversas demandas.
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3.3. Estrategias de intervención.
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por estos últimos. No pueden hacer lo que quieran o les venga en gana,
deben cuidar lo que dicen y hacen, tienen que ser muy respetuosos con
los más pequeños, deben saber que todas sus actuaciones tiene un
grandísimo valor de modelado para ellos, en definitiva son ejemplo a
imitar por lo que tienen que ser conscientes del impacto que sus
conductas producen en los niños y jóvenes.
a) Son los propios padres los que enseñan, moldean y mantienen los
comportamientos atípicos y peculiares de sus hijos y alumnos a
través de las contingencias de refuerzo o castigo que ellos les
proporcionan en sus propios ambientes tanto en el pasado como en
el presente.
b) Muchos niños exhiben manifestaciones socio-conductuales
deficientes o inadaptadas debido a las frustraciones y fracasos que
viven en el seno del hogar familiar, en la institución escolar y en los
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ambientes más próximos a ellos, principalmente el barrio y las
compañías o amistades.
c) Muchos niños carecen de las habilidades socialmente deseables
porque no se les ha enseñado (entrenado) y moldeado a su debido
tiempo, bien porque no se les ha motivado o estimulado
convenientemente para conseguirlas, bien porque sus conductas no
han sido reforzadas o gratificadas cuando fue preciso hacerlo,
ignorando sistemáticamente todos los esfuerzos que realizaban
para conseguir actuar conforme a las normas establecidas.
d) Muchos niños llegan a la situación de frustrados en el seno del
hogar familiar, fracasados escolares y rechazados socialmente no
solo porque no han recibido gratificación y refuerzo positivo sino
porque en realidad, en muchas ocasiones, únicamente han recibido
refuerzo negativo, aversivo y castigo en la familia, en la escuela y en
el medio social.
e) En la mayoría de las situaciones para modificar, extinguir o
implantar una conducta o una habilidad determinada en el niño y
en el joven hay que modificar o extinguir e implantar primero esa
conducta o habilidad en los padres, profesores y educadores y
después actuar sobre el niño y el joven, ya que casi siempre son
ellos los que con su conducta improcedente generan, refuerzan,
moldean y mantienen las conductas inadecuadas de los niños
(González, E., 1995).
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mutuamente. Un caso relativamente normal, pero muy perjudicial para los
niños es el siguiente: cuando el padre castiga, por ejemplo, al niño por
cualquier acción u omisión acontecida a no ver la televisión o a estar en su
habitación un determinado tiempo, éste espera que se vaya el padre – con
el consentimiento de la madre – para poner en marcha el televisor o salir
de su habitación. Si esta actuación la protagoniza el padre a despecho de
la madre es igual de perjudicial y en ambos casos se desautoriza tanto al
padre como a la propia madre al enseñar al niño a desobedecer ya que él
no entiende al padre o a la madre, simplemente desobedece con el apoyo
de uno de los dos.
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agentes arbitrarios de la autoridad.
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medios lícitos y legalmente instituidos por la sociedad.
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suministrando castigos y sanciones: retirada de un privilegio, realización
de una actividad molesta, pago de una multa, reparar los daños generados
por su conducta, etc.
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en segundo lugar, valorar la gravedad de la conducta de los
muchachos dependiendo del estado de humor o emocional de los
padres o profesores. Si éstos están de buen humor... todo pasa y
todo se da por bueno, pero ellos están enfadados por la causa que
sea... descargan su pasión y tensión sobre los niños y adolescentes
aplicándoles sanciones fuertes y duras, donde está ausente la
objetividad y si hace su aparición la pasión.
c) Abundancia de órdenes: Se abruma a los muchachos con órdenes y
contraórdenes. Les imponemos muchos mandatos de los que luego
no exigimos su cumplimiento. Al actuar así le estamos enseñando
que hay órdenes y órdenes, es decir, les enseñamos a desobedecer
las normas que previamente les hemos impuesto. Se debe mandar
lo estrictamente razonable y exigido.
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permanezcan abiertos o soluciones alternativas a sus problemas, de esta
forma se reduce la hostilidad y la tensión y se crea un clima favorable a la
comunicación y a la solución de problemas. Si no se escucha a los
muchachos o no se sienten escuchados se suelen “cerrar en banda”,
sintiéndose incomprendidos, frustrados... y su agresividad y hostilidad va
en aumento.
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c) Paciencia, para comprender que todo no se puede conseguir en un
día, que es necesario repetir muchas veces, volver a empezar,
paciencia que permitirá saber escuchar, aunque sepamos que
podemos no estar de acuerdo con lo que se nos va a decir.
d) Cordialidad, que debe contribuir a facilitar el intercambio de ideas, a
hacer posible la conversación, a que el diálogo sea un instrumento
de aproximación. Cordialidad como un factor de apaciguamiento
cuando la conversación discurra por ciertos momentos de fricción.
e) Oportunidad, en plantear determinadas cuestiones; es un arte saber
escoger el momento oportuno para decir las cosas. Oportunidad
para saber callar en determinados momentos. Existen silencios en
los muchachos que los padres y educadores deben saber respetar.
f) Discreción, para saber discernir entre lo que es objeto de
conversación y lo que debe callarse. Para saber no preguntar cuando
no conviene.
g) Coraje, para saber seguir adelante en la profundidad del diálogo, a
pesar de todas las dificultades, de todas las circunstancias externas.
h) A los niños y jóvenes hay que hablarles, finalmente, sin prisa,
poniéndose en situación emocional adecuada, respetando estas
normas, pero hay que hablarlos y escucharlos, necesitan los
consejos y orientaciones de los mayores, éstos a su vez necesitan
conocer las inquietudes de los más jóvenes. Ahora bien, al dirigirse a
los niños y jóvenes es imprescindible tener un mínimo sentido de
prudencia y equilibrio emocional pues muchos conflictos y
problemas se originan por ser inoportunos, porque elegimos el peor
momento y lugar para expresar algo (González, E., 1995).
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3.3.7 Un autoconcepto positivo.
Hay una correlación positiva entre la manera en que los padres ven
a sus hijos y la forma en que ellos se ven a sí mismos. Los niños que se
evalúan alto tienen unos padres que les evalúan de forma elevada. Los
profesores también pueden influir decisivamente en las percepciones,
sentimientos y actitudes que los niños van creando sobre sí mismos. En
general, se puede decir que las actitudes y opiniones de los profesores
respecto de sus alumnos tienen una influencia decisiva en el autoconcepto
que los niños se van formando.
Aceptar al niño y/o adolescente tal y como es, con sus aciertos y
defectos, virtudes y errores. Aceptarle teniendo en cuenta la situación real
en la que se encuentra y desde ahí ayudarle a llegar a las metas que
entendemos son las adecuadas para él, de tal forma que se consiga
hacerle un sujeto feliz y útil a la sociedad, superando cualquier tipo de
conducta o cuestión que le impida ser un miembro en plenitud de
derechos y obligaciones sociales.
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confianza, no importa qué tipo de conducta tengan o qué tipo de acciones
hayan realizado o cometido. En la medida que los padres y profesores les
demuestren que se fían de ellos, que creen que pueden cambiar de
conducta, que tienen confianza en ellos, los muchachos adquirirán
confianza y seguridad en ellos mismos y deseo de cambiar de conducta y
de vida (si esta no estuviese integrada socialmente).
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actividades que favorezcan su desarrollo personal.
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nivel de integración sea posible.
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Autonomía, lectura básica y habilidades de vida independiente; 2:
Comunicación, lenguaje verbal y habilidades de desarrollo cognitivo; 3:
Socialización y habilidades de desarrollo de la personalidad; 4: Labor,
recreativo y habilidades de ocio. A cada uno de estos niveles o factores
corresponden diferentes elementos instruccionales, a los que en cada
nivel se atribuye un porcentaje de énfasis instruccional.
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maestros normales del aula donde está incluido el alumno
excepcional. Esta opción de inclusión parcial es temporal; el
alumno regresa a tiempo completo al aula ordinaria cuando ha
realizado el suficiente progreso. Sin embargo para muchos alumnos
con NEE una mezcla de maestro-recurso y aula ordinaria es la
alternativa menos restrictiva.
• Centro-recurso: esta opción tiene una variedad de formas, aunque
generalmente se trata de centros-recursos organizados en una o
dos aulas con dos o más maestros, en cada aula, trabajando con
algunos alumnos que tienen discapacidades diferentes. Este trabajo
cooperativo en equipo proporciona más recursos instruccionales a
las NEE y específicas de los alumnos. Los maestros extra son
asignados a uno o más periodos de instrucción por día, pocas veces
a más de tres. La mayor parte de la instrucción es individualizada
con énfasis en el trabajo independiente para los alumnos que
tienen más edad.
Estos centros-recurso van ganando popularidad, en especial por las
ventajas que ofrecen en la enseñanza secundaria o bachillerato.
Además, al ser presentados como recurso institucional reducen el
estigmatismo que a menudo se asocia o se identifica con los
programas de Educación Especial.
• Maestro itinerante: estos maestros no son responsables del aula,
aunque proporcionan servicios directamente al alumno ubicado en
el aula ordinaria o en otro contexto. Esta instrucción tutorial
complementa la instrucción ofrecida en el aula por el maestro
regular, el cual puede solicitar ayuda institucional para un alumno
que tenga NEE específicas.
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Esta opción se utiliza ampliamente con alumnos que tienen
deficiencias visuales o ceguera: los maestros itinerantes ayudan a
los alumnos en el aprendizaje del braille, preparan el material
educativo en braille y les proporcionan otros servicios de soporte.
Todo ello conduce a que los deficientes visuales puedan ser
incluidos en el aula ordinaria.
El término itinerante se aplica en una amplia gama de profesionales
(maestros especializados, logopedas, psicólogos escolares,
asistentes sociales, etc.), los cuales prestan servicios a los alumnos
en diferentes situaciones, según sus NEE. Aquí la figura del maestro
itinerante se refiere a maestros que facilitan ayuda instruccional
directa a alumnos discapacitados, mientras que estos alumnos se
encuentran recibiendo enseñanza en aulas ordinarias o especiales.
En esta opción el maestro itinerante va a done está el alumno (aula
ordinaria); se invierte la opción 5 (centro-recurso) en la que el
alumno va a donde está el maestro. Trabajando con el alumno en
su aula ordinaria, estos maestros itinerantes, pueden coordinar la
instrucción con el maestro regular y observar al alumno en su
trabajo cotidiano en el aula.
• Maestro de apoyo o asesor: este profesor de apoyo es un
especialista que proporciona asesoría a los maestros y a otros
profesionales implicados en los programas para alumnos
excepcionales. A diferencia del maestro itinerante, el maestro
consultante no instruye directamente al niño o joven discapacitado,
a no ser que trate de hacer una demostración de alguna técnica al
maestro de aula. Este maestro asesor suele ser un profesional con
experiencia en técnicas instruccionales especiales y en el manejo
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conductual de los niños excepcionales. Esta opción va ganando
cada vez más popularidad dado el énfasis que se está poniendo, en
los últimos años, en incrementar la responsabilidad del maestro
regular para satisfacer las necesidades del niño excepcional.
• Equipos psicopedagógicos: comprende los equipos de Atención
Temprana, los Equipos Multiprofesionales y los Servicios de
Orientación Escolar y Vocacional (SOEV). Se dedican a detectar y
tratar las NEE, elaborando las adaptaciones curriculares.
• Departamentos de Orientación y Apoyo Psicopedagógico: ubicados
en los mismos centros educativos. Coordinan las necesidades del
claustro de profesores en los servicios que ofrece el centro.
• Centro de evaluación: combinan una gran variedad de servicios:
evaluaciones psicopedagógicas; investigación en modelos
instruccionales de intervención; asesoría de familias; y planificación
instruccional. Una combinación de todos estos servicios son
coordinados y los alumnos son observados mientras se encuentran
recibiendo nuevos programas o servicios. Si es preciso se pueden
hacer cambios en la planificación instruccional antes de ser
incluidos los alumnos en un programa educativo específico.
Estos centros de evaluación ofrecen muchas ventajas en la
planificación interdisciplinar. Además, trabajan con los padres en
la planificación instruccional y les ayudan a comprender mejor las
capacidades y discapacidades del hijo/a.
• Instrucción a domicilio: los alumnos pueden estar confinados en el
hogar. En estas situaciones, para minimizar la interrupción en los
estudios, los maestros especiales ofrecen tutoría a domicilio de
forma regular. Además, estos maestros colaboran con el maestro
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de aula en la preparación del material instruccional. Esta opción se
utiliza a corto plazo y a veces puede ser la primera fuente de
instrucción de alumno.
• Instrucción hospitalaria: la extensión instruccional de esta opción
varía según las NEE que tenga el niño. Algunos hospitales de niños
cuentan con un pequeño equipo de profesionales (maestros,
logopedas, psicólogos, neurólogos, psiquiatras, etc.) que ofrecen
servicios de diagnóstico e intervención (instrucción) a los niños
hospitalizados. Aquellos que trabajan en estrecha cooperación con
las escuelas de la zona o distritos son más eficaces.
• Servicios complementarios: la integración exige incrementar los
servicios de apoyo. Es un requisito básico para lograr que el niño o
joven sea incluido en los programas instruccionales que ofrece el
aula ordinaria a todos los niños. Estos servicios se conocen como: a)
servicios directos, proporcionados por especialistas (logopedas,
psicólogos escolares, fisioterapeutas, etc.); y b) servicios de apoyo.
Los servicios de apoyo son servicios especiales que ofrecen a los
alumnos con NEE, están compuestos de un maestro itinerante y un
maestro de aula especial o profesor de apoyo. Además, los servicios
de apoyo ofrecen entrenamiento y asesoría a padres, tratamiento
médico, orientación psicopedagógica, educación física,
musicoterapia, transporte, etc. Estos servicios se encuentran
localizados especialmente en las grandes ciudades y en los centros
educativos privados. Estas son las funciones de algunos de estos
profesionales de los servicios de apoyo:
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a) Psicólogos escolares: en los primeros tiempos de la
educación especial el psicólogo escolar se dedicaba
exclusivamente a la evaluación psicométrica. Aunque estos
profesionales continúan asumiendo hoy en día la
responsabilidad del diagnóstico han incrementado sus
funciones en la planificación del currículum, en la asesoría
de maestros y a los padres y en la coordinación del equipo
que elabora el PDI (Personal Docente Investigador).
b) Terapeutas del lenguaje (logopedas): muchos de los niños
excepcionales necesitan y reciben terapia del lenguaje más
que cualquier otro servicio psicoeducacional. Los
problemas del lenguaje son muy corrientes en los alumnos
discapacitados, por ejemplo, un niño con DM o un niño
con TE puede presentar un problema secundario en el área
del lenguaje.
En estos casos el terapeuta del lenguaje ayuda al niño que
tiene dificultades de articulación, así como otros
trastornos más severos del lenguaje. Algunos alumnos no
padecen otras discapacidades que las dificultades del
lenguaje, otros requieren la terapia del lenguaje como un
servicio adicional. La terapia del lenguaje puede ser
ofrecida en modalidad individual o grupal y otras veces los
logopedas asesoran al maestro del aula del alumno con
NEE. Recientemente ha surgido la necesidad de contratar a
especialistas del lenguaje con formación en terapia del
lenguaje (logopedas) y en su aplicación a alumnos con DA.
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fisioterapeuta proporciona tratamiento en el
funcionamiento motor del cuerpo humano. Los
fisioterapeutas tienen funciones de intervención en el área
motora, en su prevención, corrección y desarrollo. La
inserción de estos profesionales en el sistema educativo
público se incrementará en los próximos años, a medida
que vayan surgiendo más programas para los
discapacitados severos y profundos de nivel preescolar con
discapacidades motoras.
d) Terapeutas ocupacionales: por el momento, estos
profesionales no trabajan en el sistema educativo público
sino en los centros de rehabilitación. Aunque la terapia
ocupacional está considerada como importante y necesaria
para los alumnos excepcionales. Sin embargo, muy
recientemente han iniciado su inserción laboral con niños
excepcionales de nivel preescolar. Sus funciones se centran
en ofrecer actividades físicas, sociales, psicológicas y de
desarrollo cognitivo.
e) Asistentes sociales: este profesional empieza a ser
considerado un recurso necesario en la programación del
niño excepcional. Los asistentes sociales son los
encargados de proporcionar un vínculo de unión entre el
niño, la escuela y la familia. Además, ofrecen una extensa
variedad de servicios que van desde interpretar a la familia
los informes de evaluación del equipo multidisciplinar
hasta ofrecer recomendaciones en las intervenciones.
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