Expe - Donde Se Declara La Flagancia

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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

TRIBUNAL SEGUNDO DE CONTROL EXTENSIÓN VALLES DE TUY

REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

CIRCUITO JUDICIAL PENAL DE LA CIRCUNSCRIPCION JUDICIAL DEL ESTADO


MIRANDA
TRIBUNAL SEGUNDO DE PRIMERA INSTANCIA EN FUNCIONES DE CONTROL,
EXTENSIÓN VALLES DEL TUY

Ocumare del Tuy, 17 de enero de 2012

201° y 152º

CAUSA Nº: MP21P2012000409

JUEZ: ABG. JACQUELINE MARÍN DE SOTO

Secretario: ABG. MARIA ELENA DIAZ

Fiscales: ABG. RUTH ARAUJO, Fiscal 23º del Ministerio Público de la Circunscripción
Judicial del Estado Miranda (en colaboración con la Fiscalía 7º)

Víctima: CARLOS JESUS PEÑALOZA TORRES (occiso)

Imputado: JOHAN ENRIQUE SOLORZANO HERRERA, titular de la cédula de identidad


Nº V- 15.091.471, natural Caracas, Distrito Capital, fecha de nacimiento 06-01-1.979, de 33
años de edad, estado civil: Soltero, de profesión u oficio albañil, residenciado en: Refugio
Monseñor Arias, kilómetro 19 de Filas de Mariche, Estado Miranda, teléfono 0416-530.68.
38, hijo de Juan Enrique Solórzano (F) y Alicia Herrera (V)

Defensa Pública: ABG. JESSICA ESTRADA

AUDIENCIA DE PRESENTACION

AUTO FUNDADO

En esta misma fecha, fue celebrado el Acto de la Audiencia de Presentación Oral, en


cumplimiento a lo establecido en el artículo 373 y 173 del Código Orgánico Procesal Penal;
a fin de Oír al Imputado JOHAN ENRIQUE SOLORZANO HERRERA; por lo cual
corresponde a este Tribunal fundamentar la decisión dictada en audiencia, en tal sentido,
antes de emitir el pronunciamiento en referencia, previamente se realizan las siguientes
observaciones:

CAPITULO I

DEL HECHO PRESUNTAMENTE PUNIBLE

El presente hecho sucedió el día 13-01-2012, cuando encontrándose funcionarios policiales


en la sede policial, se presentó un ciudadano, quien manifestó llamarse ARMANDO
PEÑALOZA, indicando que adyacente al módulo se encontraba un ciudadano, que el día
02-08-2009, le había dado muerte a su hermano en la Urbanización Ciudad Betania de
Ocumare del Tuy, rápidamente los funcionarios policiales avistaron al ciudadano, dándole la
voz de alto, de igual forma se presentó la ciudadana YOLIMAR PEÑALOZA, quien indico
ser la progenitora del occiso, señalando que el ciudadano detenido era él que en el año 2009,
le había dado muerte a su hijo, consignando escrito emitido por la Fiscal 16, donde aparece
mencionado dicho ciudadano en la investigación del homicidio de su hijo, de data 28-12-
2009, quedando identificado el detenido como: JOHAN ENRIQUE SOLORZANO
HERRERA

CAPITULO II

DE LA IMPUTACIÓN FISCAL

El Fiscal 23º del Ministerio Público, en el curso de la audiencia refirió el hecho supra
relatado e indico los elementos de convicción que cursan en la investigación y que permiten
acreditar la existencia de un hecho punible y la presunta participación en el mismo por parte
del ciudadano JOHAN ENRIQUE SOLORZANO HERRERA, exponiendo lo siguiente:
“explicando las circunstancias de tiempo, modo y lugar en que se produjo tal aprehensión.
Precalificando los hechos como el delito de HOMICIDIO CALIFICADO POR MOTIVOS
FUTILES E INNOBLES, previsto y sancionado en el artículo 406, numeral 1 del Código
Penal, no solicito para este que se pronuncie en relación a la aprehensión en flagrancia, por
cuanto la aprehensión se realizó posterior a los hechos que nos ocupa, por lo que solicito a
este Tribunal que se pronuncie en relación a la legalidad de tal aprehensión, pues si bien no
estamos en presencia de un delito flagrante, no es menos cierto que nuestro máximo
Tribunal, en sentencia 274, emanada en Sala Constitucional en fecha 19 de febrero de 2002,
la cual fue ratificada en los años 2002 y 2004 por la Sala de Casación Penal, ha acogido el
criterio que a pesar de no darse los supuestos de la flagrancia ni existir orden de aprehensión
de conformidad con el artículo 250 de la ley adjetiva, se hace necesario valorar la magnitud
del daño causado y el peligro de fuga, en tal sentido y acogido a tal criterio, solicito se
declare como legal tal aprehensión solicito que se continué la presente investigación por los
trámites del procedimiento ordinario, de conformidad a lo establecido en el artículo 373 del
Código Orgánico Procesal Penal en su último aparte, asimismo solicito que se le aplique la
medida judicial privativa de libertad por encontrase llenos los extremos establecidos en los
artículos 250, 251 y 252 del Código Orgánico Procesal Penal, igualmente solicito se le dé la
palabra . Es todo”.

CAPITULO III

DE LA DECLARACION DE LA VÍCTIMA

Seguidamente, se le cede la palabra a la ciudadana víctima indirecta YOLY MAR TORRES


DE HERRERA, cedula de identidad Nº V.- 11.835.141. En su condición de madre del hoy
occiso, la cual expuso lo siguiente:” El día 02 de Agosto del 2009, a las 7 de la noche me
dirigí a con mi hijo a la urbanización Ciudad Betania, yo fui hablar con ellos porque el día
anterior habían amenazado a mi hijo me sale JACK ANTONIO BRUZUAL PALACIO,
apuntándome con una pistola y me dispara en una nalga mi hijo sale a ver que me paso y
luego ellos me dicen sentimos mucho pero te lo vamos a matar en eso Jach, corrió yo me
escondí en un apartamento, me han mandado hacer cosas horrible abusaron sexualmente de
mí y me mataron a mi esposo no tengo testigos de que para acusarlos de la muerte de mi
esposo y temo por la seguridad de mis hijos y la mía porque son persona de alta peligrosidad
e incluso están ahorita abajo y la mamá me abordo y me amenazó, es todo.”

CAPITULO IV

DECLARACIÓN DEL IMPUTADO

Luego de impuesto el imputado JOHAN ENRIQUE SOLORZANO HERRERA, del


Precepto Constitucional contenido en el artículo 49 numeral 5; y de las MEDIDAS
ALTERNATIVAS A LA PROSECUCIÓN DEL PROCESO contenidas en el Capítulo III,
Título I, del Libro Primero del Código Orgánico Procesal Penal, como lo son el Principio de
Oportunidad, previsto en los artículos 37 al 39 del texto adjetivo, Los Acuerdos
Preparatorios, en los artículos 40 al 41 ejusdem y la Suspensión Condicional del Proceso, en
el artículos 42 al 46 del Código Orgánico Procesal Penal y por último el Procedimiento
Especial como lo es el de Admisión de Los Hechos, establecido en el artículo 376 ejusdem,
indicándole de manera clara y sencilla los hechos objetos de la acusación Fiscal, así como
las consecuencias de la aplicación de dicho procedimiento. Igualmente de conformidad con
los artículos 125, 126, 127, 130 y 131 del Código Orgánico Procesal Penal se interrogó al
imputado sobre sus datos personales, manifestando ser y llamarse: JOHAN ENRIQUE
SOLORZANO HERRERA, titular de la cédula de identidad Nº V- 15.091.471, natural
Caracas, Distrito Capital, fecha de nacimiento 06-01-1.979, de 33 años de edad, estado civil:
Soltero, de profesión u oficio albañil, residenciado en: Refugio Monseñor Arias, kilómetro
19 de Filas de Mariche, Estado Miranda, teléfono 0416-530.68. 38, hijo de Juan Enrique
Solórzano (F) y Alicia Herrera (V), seguidamente manifestó: “Yo estaba en mi apartamento
escuchamos los tiros, pero yo no lo mate no sé por qué mi tía dice eso, inclusive yo ayude a
sacarlo del carro donde estaba muerto, es todo”.

CAPÍTULO V

DE LO ARGUMENTADO POR LA DEFENSA

Al utilizar su derecho de palabra, la defensa, expuso: “No existen suficientes elementos en


contra de mi defendido que ratifique lo dicho por la víctima, existe una persona detenida e
imputada por estos hechos y sobre mi representado no pesa orden de aprehensión alguna por
lo que solicito su libertad o en su defecto una medida cautelar de posible cumplimiento, es
todo.”

CAPÍTULO VI

DE LA CALIFICACION DE NO FLAGRANCIA

Ahora bien, esta Juez de Control, en cuanto a la solicitud manifestada por la Representante
del Ministerio Público, concerniente a que en el presente asunto en estudio no existe
flagrancia por cuanto los presentes hechos ocurrieron en data 02-08-2009; observa esta
Juzgadora que por lo cual se aplica la Jurisprudencia de la Sala Constitucional Nº 274 de
fecha 19/02/2002, del Magistrado Ocando, ratificada por la Sala de Casación Penal , de
fecha 07/07/2008, sentencia Nº 303, con ponencia de la Magistrado Deyanira Nieves,
Bastidas, y sentencia Nº 692, de Fecha 15/12/08, con ponencia del Magistrado Eladio
Ramón Aponte Aponte, al evidenciarse que no existe flagrancia, pero la aprehensión queda
ajustada a derecho debido a la magnitud del delito. Y ASI SE DECIDE
CAPITULO VII

DEL PROCEDIMIENTO APLICABLE

Ahora bien, calificando el hecho como Flagrante, se impone resolver la solicitud Fiscal
respecto a la aplicación del procedimiento ordinario en la investigación que prospera en
cuanto a la causa seguida al ciudadano JOHAN ENRIQUE SOLORZANO HERRERA,
siendo que la Vindicta Pública fundamenta su petición en la necesidad de la investigación,
por lo que en consecuencia se hace necesario la práctica de diligencias tendientes a
esclarecer la comisión de un delito y la responsabilidad de su autor o participe; por lo que al
respecto esta Juzgadora a los fines de establecer el objeto que tiene nuestro Proceso Penal
Acusatorio, el cual trata sobre la búsqueda de la verdad, como consecuencia de establecer la
verdad de los hechos y la Justicia en la aplicación del derecho, pues bien es cierto que debe
contarse con un cúmulo considerable de evidencias que surjan de la investigación en la fase
preparatoria, por lo cual el titular de la acción penal, es decir, el Ministerio Público, por las
características del hecho, hace necesario abrir una averiguación y verificar fuera del hecho
flagrante, que a su vez coadyuven a la finalidad última del proceso consagrada
expresamente en los artículos 257 y 13 del Código Orgánico Procesal Penal.

En consecuencia, en aras de lo conceptuado en el artículo 373 del Código Orgánico Procesal


Penal, el cual señala:

“Flagrancia y procedimiento para la presentación del aprehendido. El aprehensor dentro de


las doce horas siguientes a la detención, pondrá al aprehendido a la disposición del
Ministerio Público, quien dentro de las treinta y seis horas siguientes, lo presentará ante el
Juez de control a quien expondrá cómo se produjo la aprehensión, y según sea el caso,
solicitará la aplicación del procedimiento ordinario o abreviado, y la imposición de una
medida de coerción personal, o solicitará la libertad del aprehendido.
En este último caso, sin perjuicio del ejercicio de las acciones a que hubiere lugar.

El Juez de control decidirá sobre la solicitud fiscal, dentro de las cuarenta y ocho horas
siguientes desde que sea puesto el aprehendido a su disposición.

Si el Juez de control verifica que están dados los requisitos a que se refiere el artículo
anterior, siempre que el Fiscal del Ministerio Público lo haya solicitado, decretará la
aplicación del procedimiento abreviado, y remitirá las actuaciones al tribunal unipersonal, el
cual convocará directamente al juicio oral y público para que se celebre dentro de los diez a
quince días siguientes.

En este caso, el Fiscal y la víctima presentarán la acusación directamente en la audiencia del


juicio oral y se seguirán, en lo demás, las reglas del procedimiento ordinario.

En caso contrario, el Juez ordenará la aplicación del procedimiento ordinario y así lo hará
constar en el acta que levantará al efecto”. (SUBRAYADO DEL TRIBUNAL)

Y en virtud, de que el Fiscal del Ministerio Público solicito se aplique la vía del
procedimiento ordinario en la presente causa, al considerar que requiere de la práctica y
necesidad de la investigación, con el fin de obtener suficientes elementos que esclarezcan de
manera indiscutible la comisión de u hecho punible, y así alcanzar al acto conclusivo que
tenga lugar. Por lo que este Tribunal, declara Con Lugar dicha solicitud; en consecuencia
esta Juzgadora Acuerda se continué la presente investigación por la vía del Procedimiento
Ordinario, en conformidad a lo establecido en los artículos 280, 281 y último aparte del
artículo 373 del Código Orgánico Procesal Penal. Y ASÍ SE DECIDE.

CAPITULO VIII

DE LAS MEDIDAS DE COERCIÓN PERSONAL

(MEDIDA DE PRIVACIÓN JUDICIAL PREVENTIVA DE LIBERTAD)

Así las cosas, observa este Tribunal de Control, que el Representante del Ministerio
Público, en base a lo establecido en el artículo 250 del Código Orgánico Procesal Penal,
requirió a este Despacho Judicial la imposición de la medida de coerción personal al
ciudadano JOHAN ENRIQUE SOLORZANO HERRERA, alegando para ello, que se
encuentran cubiertos los extremos de la precitada norma legal para la procedencia de un
decreto de privación preventiva de libertad, en relación con los artículos 251 y 252 eiusdem,
es por lo que se impone la aplicación de dicha normativas legales, al considerar:
En tal sentido, es necesario señalar el contenido de los artículos 250, 251 y 252 del Código
Orgánico Procesal Penal, los cuales señalan:

Artículo 250. Procedencia. “El Juez de control, a solicitud del Ministerio Público, podrá
decretar la privación preventiva de libertad del imputado siempre que se acredite la
existencia de:

1. Un hecho punible que merezca pena privativa de libertad y cuya acción penal no se
encuentre evidentemente prescrita;

2. Fundados elementos de convicción para estimar que el imputado ha sido autor o


partícipe en la comisión de un hecho punible;

3. Una presunción razonable, por la apreciación de las circunstancias del caso


particular, de peligro de fuga o de obstaculización en la búsqueda de la verdad
respecto de un acto concreto de investigación.

Dentro de las veinticuatro horas siguientes a la solicitud fiscal, el Juez de control


resolverá respecto al pedimento realizado. En caso de estimar que concurren los
requisitos previstos en este artículo para la procedencia de la privación judicial
preventiva de libertad, deberá expedir una orden de aprehensión del imputado contra
quien se solicitó la medida.

Dentro de las cuarenta y ocho horas siguientes a su aprehensión, el imputado será


conducido ante el Juez, quien, en presencia de las partes y de las víctimas, si las
hubiere, resolverá sobre mantener la medida impuesta, o sustituirla por otra menos
gravosa.

Si el Juez acuerda mantener la medida de privación judicial preventiva de libertad


durante la fase preparatoria, el Fiscal deberá presentar la acusación, solicitar el
sobreseimiento o, en su caso, archivar las actuaciones, dentro de los treinta días
siguientes a la decisión judicial.

Este lapso podrá ser prorrogado hasta por un máximo de quince días adicionales sólo
si el Fiscal lo solicita por lo menos con cinco días de anticipación al vencimiento del
mismo.

En este supuesto, el Fiscal deberá motivar su solicitud y el Juez decidirá lo


procedente luego de oír al imputado.
Vencido este lapso y su prórroga, si fuere el caso, sin que el Fiscal haya presentado
la acusación, el detenido quedará en libertad, mediante decisión del Juez de control,
quien podrá imponerle una medida cautelar sustitutiva.

En todo caso, el Juez de juicio, a solicitud del Ministerio Público, decretará la


privación judicial preventiva de la libertad del acusado cuando se presuma
fundadamente que éste no dará cumplimiento a los actos del proceso, conforme al
procedimiento establecido en este artículo.

En casos excepcionales de extrema necesidad y urgencia, y siempre que concurran


los supuestos previstos en este artículo, el Juez de control, a solicitud del Ministerio
Público, autorizará por cualquier medio idóneo, la aprehensión del investigado. Tal
autorización deberá ser ratificada por auto fundado dentro de las doce horas
siguientes a la aprehensión, y en lo demás se seguirá el procedimiento previsto en
este artículo”.

Artículo 251. “Peligro de fuga. Para decidir acerca del peligro de fuga se tendrán en
cuenta, especialmente, las siguientes circunstancias:

1. Arraigo en el país, determinado por el domicilio, residencia habitual, asiento de la


familia, de sus negocios o trabajo y las facilidades para abandonar definitivamente el
país o permanecer oculto;

2. La pena que podría llegarse a imponer en el caso;

3. La magnitud del daño causado;

4. El comportamiento del imputado durante el proceso, o en otro proceso anterior, en


la medida que indique su voluntad de someterse a la persecución penal;

5. La conducta predelictual del imputado.

Parágrafo Primero: Se presume el peligro de fuga en casos de hechos punibles con


penas privativas de libertad, cuyo término máximo sea igual o superior a diez años.
En este supuesto, el Fiscal del Ministerio Público, y siempre que concurran las
circunstancias del artículo 250, deberá solicitar la Medida de Privación Judicial
Preventiva de Libertad. A todo evento, el Juez podrá, de acuerdo a las
circunstancias, que deberá explicar razonadamente, rechazar la petición Fiscal e
imponer al imputado una medida cautelar sustitutiva. La decisión que se dicte podrá
ser apelada por el Fiscal o la víctima, se haya o no querellado, dentro de los cinco
días siguientes a su publicación.

Parágrafo Segundo: La falsedad, la falta de información o de actualización del


domicilio del imputado constituirán presunción de fuga, y motivarán la revocatoria,
de oficio a petición de parte, de la medida cautelar sustitutiva que hubiere sido
dictada al imputado”.

Artículo 252. “Peligro de obstaculización. Para decidir acerca del peligro de


obstaculización para averiguar la verdad se tendrá en cuenta, especialmente, la grave
sospecha de que el imputado:

1. Destruirá, modificará, ocultará o falsificará elementos de convicción;

2. Influirá para que coimputados, testigos, víctimas, o expertos, informen falsamente


o se comporten de manera desleal o reticente, o inducirá a otros a realizar esos
comportamientos, poniendo en peligro la investigación, la verdad de los hechos y la
realización de la justicia”.

Y en este orden de ideas, el legislador autoriza, con carácter provisional e


interpretación restrictiva, la imposición de medidas de coerción personal, bajo las
formas y exigencias previstas en el ordenamiento jurídico, en virtud, de que dichas
medidas garantizan el eventual cumplimiento y los posibles resultados del proceso
penal, para asegurar el interés de la víctima y de la pretensión punitiva del Estado.
No obstante se hace necesario en resguardo de los derechos Constitucionales
consagrados a toda persona como son el derecho a la libertad y a ser juzgado en
libertad, que tales medidas de coerción, sean aplicadas únicamente cuando sean
necesarias y proporcionables para neutralizar los peligros que puedan ceñirse sobre
el descubrimiento de la verdad o la actuación de la ley sustantiva, y deberá ser
sustituida por otra menos gravosa, adecuada a las circunstancias, cada vez que el
caso en concreto así lo amerite.

Desprendiéndose de la revisión de las actas procesales, que en la presente causa


seguida en contra del ciudadano JOHAN ENRIQUE SOLORZANO HERRERA;
existen plurales y fundados elementos de convicción procesales que conducen al
hecho, tal y como son:

PRIMERO: ACTA POLICIAL: De fecha 13-01-2012.

SEGUNDO: ACTA POLICIAL DE ENTREVISTA: De fecha 13-01-2012, realizada


al ciudadano ARMANDO PEÑALOZA.

TERCERO: ACTA POLICIAL DE ENTREVISTA: De fecha 13-01-2012, realizada


a la ciudadana YOLIMAR TORRES.

CUARTO: OFICIO SUSCRITO POR LA REPRESENTANTE DE LA FISCALIA


16º DEL MINISTERIO PÚBLICO: De fecha 28-12-2009.

Los referidos elementos de convicción, en su globalidad, llevan a la convicción a


esta Juzgadora, de establecer la presunta autoría y responsabilidad penal en cuanto al
ciudadano JOHAN ENRIQUE SOLORZANO HERRERA, por la presunta comisión
del delito de HOMICIDIO CALIFICADO POR MOTIVOS FÚTILES E
INNOBLES, previsto y sancionado en el artículo 406, en numeral 1º del Código
Penal, toda vez, que los hechos se originaron el día 13-01-2012, cuando
encontrándose funcionarios policiales en la sede policial, se presentó un ciudadano,
quien manifestó llamarse ARMANDO PEÑALOZA, indicando que adyacente al
módulo se encontraba un ciudadano, que el día 02-08-2009, le había dado muerte a
su hermano en la Urbanización Ciudad Betania de Ocumare del Tuy, rápidamente
los funcionarios policiales avistaron al ciudadano, dándole la voz de alto, de igual
forma se presentó la ciudadana YOLIMAR PEÑALOZA, quien indico ser la
progenitora del ocisso, señalando que el ciudadano detenido era él que en el año
2009, le había dado muerte a su hijo, consignando escrito emitido por la Fiscal 16,
donde aparece mencionado dicho ciudadano en la investigación del homicidio de su
hijo, de data 28-12-2009, quedando identificado el detenido como: JOHAN
ENRIQUE SOLORZANO HERRERA.

Así las cosas, debemos destacar el fumus bori iuris, así como el periculum in mora,
los cuales, se encuentran conceptualizados en la reiterada jurisprudencia emanada de
nuestro Máximo Tribunal de Justicia, al puntualizar:

“…se asentó que la procedencia frente a una solicitud de medida cautelar, depende
fundamentalmente de que se verifiquen ciertos requisitos, tales como la apariencia
de buen derecho -fumus boni iuris-, el riesgo manifiesto de que quede ilusoria la
ejecución del fallo -periculum in mora- y que, adicionalmente se ponderen los
intereses en conflicto.

Dicho lo anterior, debe analizarse en primer término, la concurrencia de los


elementos previstos en la Ley, los cuales determinan, tal y como antes se refirió, la
procedencia de las medidas cautelares. En primer lugar, el fumus boni iuris, con el
objeto de concretar la presunción grave de violación o amenazas de violación, que
emana de los argumentos de inconstitucionalidad formulados; y en segundo lugar, el
periculum in mora, elemento éste determinable por la sola verificación del requisito
anterior, pues la circunstancia de que exista presunción grave de violación de un
derecho constitucional, el cual por su naturaleza debe ser restituido de forma
inmediata, conduce a la convicción que debe preservarse ipso facto la actualidad de
ese derecho, ante el riesgo inminente de causar un perjuicio irreparable en la
definitiva a la parte que alega la lesión.

Así las cosas, al proceder la inaplicación cuando un interés de orden jurídico lo


justifique, con base en el imperio del derecho y la justicia, el cual rige no sólo a
favor del Estado sino también en beneficio de los particulares, esta Sala debe llevar a
cabo la verificación de si en el presente caso concurren los extremos de procedencia
de las medidas cautelares, ya referidos –el peligro en la mora “periculum in mora” y
la presunción de buen derecho “fumus boni iuris”- (vid. sentencia N° 756, del 5 de
mayo de 2005)…” (Sentencia N° 4311, de fecha 12-12-2005, Sala Constitucional,
Magistrado Ponente: Dr. FRANCISCO ANTONIO CARRASQUERO LÓPEZ)

Y en el caso in comento, el fumus boni iuris, se encuentra evidenciado al estar en


presencia de un hecho punible que merece pena privativa de libertad, el cual no se
encuentra evidentemente prescrito, en cuanto al ciudadano JOHAN ENRIQUE
SOLORZANO HERRERA, por la presunta comisión del delito de HOMICIDIO
CALIFICADO POR MOTIVOS FÚTILES E INNOBLES, previsto y sancionado en
el artículo 406, en numeral 1º del Código Penal.

En cuanto al periculum in mora, se puede estimar que la pena que pudiera aplicarse,
en caso de un juicio oral y público, por el delito imputado es de Diez (10) años en su
límite máximo, tomando en cuenta en el supuesto que sea dictado en contra de los
imputados de autos una sentencia condenatoria, así como la magnitud del daño
causado; siendo en el asunto en estudio, que se lesiono el derecho supremo de todo
ser humano como es la vida, aunado a la pluralidad de víctimas en la presente causa;
asimismo al observar esta Juzgadora que existe peligro de obstaculización ante las
investigaciones a seguir en la presente causa, por lo cual conlleva a determinar a
quien decide, una presunción razonable de peligro de fuga, de conformidad con lo
establecido en el numeral 3 del artículo 250 del Código Orgánico Procesal Penal, en
relación con lo establecido en los numerales 2 y 3 del artículo 251 eiusdem.

Asimismo, esta Sentenciadora, considera procedente señalar la jurisprudencia


emanada de nuestro Máximo Tribunal de Justicia, respecto a las medidas privativas
de libertad:

“…la libertad es un derecho fundamental que puede ser limitado por vía excepcional
y que el artículo 44 (numeral 1) del Texto Constitucional, dispone una obligación en
salvaguarda de ese derecho: la intervención exclusiva de los jueces de la jurisdicción
penal, para privar de libertad a una persona, atendiendo, en todo momento, al
cumplimiento de los requisitos expresamente señalados en el Código Orgánico
Procesal Penal, lo que se constituye en una garantía inherente e ineludible para la
restricción del mencionado derecho fundamental.

En el Derecho comparado encontramos que para el Tribunal Constitucional Español,


la privación judicial preventiva de libertad debe atender a la consecución de fines
constitucionalmente legítimos y congruentes con la naturaleza de dicha medida,
concretándose aquéllos en la conjuración de ciertos riesgos relevantes, a saber, la
sustracción del encartado a la acción de la justicia, la obstrucción de la justicia penal
y la reiteración delictiva (STC 33/1999, de 8 de marzo, del Tribunal Constitucional
español). De lo citado se concluye que la privación de libertad, es una medida que
esencialmente se justifica por la necesidad de asegurar el proceso, específicamente,
garantizar sus resultados y la estabilidad en su tramitación…”(Sentencia N° 242, de
fecha 28-08-2008, Sala de Casación Penal, Magistrado Ponente: Dr. ELADIO
RAMÓN APONTE APONTE).

Observa, esta Juzgadora, que es de importancia señalar, que aplicar una medida de
privación judicial privativa de la libertad no menoscaba el principio de presunción
de inocencia, contenida en el artículo 8 del Texto Adjetivo Penal, es decir, aún
cuando los imputados en el presente caso, tienen derecho y la garantía a que se les
presuma inocente, no obstante, esa medida coercitiva, fue concebida por el
legislador, con el objeto de garantizar las finalidades del proceso, como lo es la de
establecer la verdad de los hechos, de llevar a cabo la conclusión del proceso, del
debate y de dictar una sentencia definitiva, a través de la aplicación del derecho y la
justicia, y que en nada afecto la referida garantía del imputado, de conformidad con
lo establecido en el artículo 13 del Código Orgánico Procesal Penal. En
consecuencia este Tribunal de Control, considera que lo procedente y ajustado o
derecho, es DECRETAR LA MEDIDA DE PRIVACION JUDICIAL
PREVENTIVA DE LIBERTAD, en contra del imputado: JOHAN ENRIQUE
SOLORZANO HERRERA, de conformidad con lo establecido en el artículo 250
numerales 1, 2 y 3, en relación con lo dispuesto en el artículo 251 numerales 1 y 2, y
el artículo 252 del Código Orgánico Procesal Penal. Y ASI SE DECIDE.
En relación al tipo penal, este Tribunal acoge la precalificación dada por el
Representante del Ministerio Público, esto es, en cuanto al ciudadano JOHAN
ENRIQUE SOLORZANO HERRERA, por la presunta comisión del delito de
HOMICIDIO CALIFICADO POR MOTIVOS FÚTILES E INNOBLES, previsto y
sancionado en el artículo 406, en numeral 1º del Código Penal. Y Así se Declara.

CAPITULO IX
DISPOSITIVA

Por todos los razonamientos anteriormente expuestos, es por lo que este Tribunal
Segundo de Primera Instancia en lo Penal en funciones de Control del Circuito
Judicial Penal del Estado Miranda, Extensión Valles del Tuy, en nombre de la
República Bolivariana de Venezuela por autoridad de la Ley, emite los siguientes
pronunciamientos:

PRIMERO: En cuanto a la Aprehensión se puede evidenciar que no hay flagrancia,


por lo cual se aplica la Jurisprudencia de la Sala Constitucional Nº 274 de fecha
19/02/2002, del Magistrado Ocando, ratificada por la Sala de Casación Penal , de
fecha 07/07/2008, sentencia Nº 303, con ponencia de la Magistrado Deyanira
Nieves, Bastidas, y sentencia Nº 692, de Fecha 15/12/08, con ponencia del
Magistrado Eladio Ramón Aponte Aponte, se hace necesario valorar la magnitud del
daño causado y el peligro de fuga, en tal sentido y acogido a tal criterio, se declara
legal tal aprehensión.

SEGUNDO: Este Tribunal acoge la precalificación jurídica dada a los hechos por el
delito de HOMICIDIO CALIFICADO POR MOTIVOS FÚTILES E INNOBLES,
previsto y sancionado en el artículo 406, en numeral 1º del Código Penal.

TERCERO: Ha solicitado la representación del Ministerio Público, conforme a lo


dispuesto en el artículo 373 del Código Orgánico Procesal Penal, se siga el presente
proceso a través del Procedimiento Ordinario, toda vez que se hace menester la
práctica de diligencias, orientadas al total esclarecimiento de los hechos; lo cual
comparte este Tribunal y así lo acuerda.

CUARTO: Con relación a la Medida de Coerción Personal solicitada, por el Fiscal


del Ministerio Publico, este tribunal observa que estamos en presencia de un hecho
punible cuya acción penal no se encuentra evidentemente prescrita y que la misma
amerita pena privativa de libertad, conforme a los artículos 250, 251 y 252 del
Código Orgánico Procesal Penal, por lo cual este tribunal decreta LA MEDIDA DE
PRIVACION JUDICIAL PREVENTIVA DE LIBERTAD, del ciudadano JOHAN
ENRIQUE SOLORZANO HERRERA. El imputado quedara recluido en el
CENTRO PENITENCIARIO REGIÓN CAPITAL YARE.

QUINTO: Se declara sin lugar la solicitud hecha por la defensa en cuanto al


otorgamiento de una medida cautelar sustitutiva de libertad. Quedan notificadas las
partes de lo decidido en la presente audiencia, de conformidad con el artículo 175
del Código Orgánico Procesal Penal. Se dicta auto fundado de la presente decisión.
La Jueza

Abg. JACQUELINE MARÍN DE SOTO

La Secretaria

ABG. MARIA ELENA DIAZ

EXP.N° MP21P2012000409

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