Desobediencia Que Agrada A Dios

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LA DESOBEDIENCIA QUE AGRADA A DIOS

Hechos 5:29

INTRO

Este título esta sugestivo y algo contradictorio.

¿Cómo es posible agradar a Dios con la desobediencia? Se supone


que la obediencia le agrada. Así se le dijo a Saúl, cuando ofreció
sacrificio a Dios sin tener ese privilegio. “Obedecer es mejor que los
sacrificios, y el prestar atención, que la grosura de los carneros…” (1
Samuel xx).

Bueno, yo les digo hoy, hay un tipo de desobediencia que le agrada a


Dios.

Y es aquella que desobedece la voz de autoridad, sea de donde sea


que venga, cuando esta se opone a la autoridad y voluntad de Dios.

En dos ocasiones, Pedro y Juan fueron amenazados y se les dijo que


NO hablaran ni enseñaran en el Nombre de Jesús.

Hechos 4:19-20 y en el 5:29 leamos…

En el plano terrenal, en relación al gobierno, a esto se le ha llamado la


“desobediencia civil”. Se aplica cuando un gobierno ha llegado a ser
tirano, y está sometiendo a sus ciudadanos a leyes y prácticas fuera de
la ley o que son denigrantes para la vida humana. Muchos países la
contemplan en su constitución. Y muchas naciones, a lo largo de la
historia, se han levantado contra sus autoridades, ya sea pacíficamente
o en armas cuando ha sido necesario. Puerto Rico vivió una situación
así hace apenas un año (foto)

En el plano espiritual (así lo llamaremos por estar en juego la


obediencia y fidelidad a Dios), se ha aplicado en diversas ocasiones.

La reforma protestante de 1517, es un ejemplo. Aunque Martín Lutero


no quería separarse de la Iglesia, no le dejaron otro camino; así que se
inició el movimiento de reforma, y se dio la segunda gran división de la
Iglesia. Lutero se oponía a la venta de indulgencias por parte del alto
clero, por lo que escribió 95 argumentos, llamados tesis, basados en
las escrituras, donde explicaba que la salvación y el perdón de
pecados era un don gratuito dado por Dios, por la fe. En pocas
palabras, como la Iglesia no escuchó sus ideas, sino que lo condenó a
muerte, Lutero se mantuvo enseñando las doctrinas de la Sola Gracia,
Sola Fe, Sola Escritura y el Sacerdocio de todos los creyentes.

No fue el único. Otros lideres, en diferentes partes del mundo, llegaron


a las mismas conclusiones (Zwinglio y Calvino).

Mas cercano a nuestra época, en la Alemania Nazi, muchas iglesias


cristianas se estaban “Hitlerizando”; pero hubieron algunas de ellas
que se resistieron, y levantaron su voz. Incluso, formaron un grupo
opositor que sirvió de espías para derrocar al gobierno nazi. El pastor
Dietrich Bonhoeffer fue uno de los principales opositores, y mártires del
movimiento de la Iglesia Confesionista (Eran las iglesias cristianas que
se oponían a Hitler y al tercer reich).

La pregunta que surge en estos casos es, ¿Tienen los cristianos el


derecho a manifestarse contra el gobierno y oponérseles? ¿No se
supone que debiéramos sujetarnos a nuestras autoridades?

La respuesta es: Si, siempre y cuando se cumplan ciertos criterios.

Puesto que las escrituras nos mandan a orar por el gobierno, por los
gobernantes, y a sujetarnos a ellos, la Iglesia debe ser cuidadosa en
saber cuándo esta justificado por Dios ser “desobedientes” a su
palabra ya revelada.

El ejemplo nos lo ponen los apóstoles.

1. Recibieron el mandato de los principales sacerdotes


de NO enseñar en el Nombre de Jesús.

Cada vez que eran detenidos por los lideres religiosos judíos, eran
amenazados, hasta azotados, con tal de detener su predicación.

Hoy en día hay países donde la predicación de la Palabra está


prohibida. EN algunos países no se acepta otro tipo de “religión” más
que la propia, sea Islam, sea Budista, o cualquiera otra.

-Pero la Palabra no se iba a detener. De hecho, cuando los


apóstoles estuvieron presos, en el capítulo 5, un ángel del Señor
los liberó y se les dijo que volvieran al templo a seguir predicando a
JEsucristo.

2. Dios les dio el mandato claro de volver al templo y


seguir enseñando “todas las palabras de esta
Vida” (RV60).
Así como la desobediencia civil, en los países, solo se justifica cuando
la integridad y libertad de sus ciudadanos se ve amenazada, la
desobediencia espiritual es justificada cuando la voluntad de Dios está
siendo menoscabada.

Así se entiende cuando se trata de predicar el evangelio en países


donde está prohibido. La Iglesia está “infiltrada” en el país, de diversas
formas. Misioneros están presentes en forma de médicos, maestros,
etc., para ayudar a los menos favorecidos, y para predicar la Palabra
de Dios.

Cuando te ponen entre la espada y la pared, y te quieren obligar a


estar a favor del gobierno, o cualquier otra forma de creencia, y tú
conoces la verdad. Sabes que tu vida está en riego, y corres el peligro
de, incluso, perder la vida… es cuando entendemos…

3. La desobediencia que agrada a Dios.


Los apóstoles dijeron: —es necesario obedecer a Dios, antes que a los
hombres— (5:29).

Me recuerda aquella historia de Daniel 3 (vs 12ss).

En ambos casos, sabían que tenían que ser obedientes y fieles a Dios.
Aunque sabían que debían respetar a sus autoridades, orar por ellas,
estarles sujetos, sabían que haciendo lo que se les ordenaba iba en
contra de Dios, ellos decidieron desobedecer el mandato de sujeción,
por mantener el primer mandato, de obediencia y fidelidad a Dios.

CONCLUSION

Necesitamos sabiduría de Dios para discernir cuando es posible la


desobediencia, la que agrada a Dios.

De acuerdo a las escrituras, podemos enumerar __2___.

1. Cuando tu fe es puesta a prueba, y te ves forzado a negarla.


Mateo 10:21-22 nos asegura que llegará el tiempo en que aún
nuestra propia familia podría entregarnos por causa de nuestra fe.
Vs 37-39 nos lleva a ese extremo.

2. Cuando es evidente que, ya sea la Iglesia o el gobierno, te


quieren forzar a creer o hacer lo que es evidentemente
contrario a la voluntad de Dios. Algunas iglesias ya están
aceptando la homosexualidad como estilo de vida permitido. No
tardará en que el gobierno le exigirá a los pastores una copia de
sus sermones, e intentará coartar su libertad de expresión o su
libertad de culto.

3. Ten cuidado con los lideres, llámense pastores, profetas,


apóstoles, o como sea, que manipulan a la gente para
enriquecerse o que les enseñan cosas que NO están
fundamentadas en las Escrituras, sino en filosofías mundanas.
(se tenía que decir y se dijo). “Maldito el hombre que confía en el
hombre”. Jeremías 17:5; “pero bendito el hombre que confía en el
Señor” vs 7.

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