MUROS DE SOSTENIMIENTO Teodoro E. Harmsen PDF
MUROS DE SOSTENIMIENTO Teodoro E. Harmsen PDF
MUROS DE SOSTENIMIENTO Teodoro E. Harmsen PDF
Muros de
sostenimiento
Los muros de sostenimiento son estructuras que sirven para contener terreno u otro mate-
rial en desnivel. Son usados para estabilizar el material confinado evitando que desarrollen
su ángulo de reposo natural. Se les utiliza en cambios abruptos de pendiente, cortes y
rellenos en carreteras y ferrocarriles, muros de sótano, alcantarillas, estribos de puentes,
etc.
Muros en voladizo
Muros de sótano
Estribos de puentes
El muro de gravedad basa su estabilidad en su peso propio. Son económicos para salvar
desniveles de hasta 3 m. Por lo general son de concreto simple o mampostería. Los muros
en voladizo son siempre de concreto armado y se utilizan para alturas de hasta 8 m. En este
caso, la estabilidad se logra no sólo con el peso de la estructura sino principalmente con
el peso del relleno. Los muros con contrafuertes se utilizan para desniveles mayores que 6
m. Son similares a los muros en voladizo pero la pantalla vertical presenta apoyos, deno-
minados contrafuertes, cada cierto tramo. Estos apoyos dan rigidez a la estructura y redu-
cen los esfuerzos en la base del muro de modo que pueden salvar alturas mayores que 6 m.
Los contrafuertes trabajan a tracción, lo cual no es muy conveniente pues el concreto es
más eficiente a compresión. En ocasiones, para mejorar la eficiencia de la estructura, se
colocan los contrafuertes adelante, de modo que estos elementos trabajan a compresión.
Esta solución, sin embargo, presenta el inconveniente que los contrafuertes quedan a la
vista. Los muros de sótano resisten el empuje del suelo pero además pueden recibir cargas
verticales de la edificación. Los estribos son muros de sostenimiento que además de las
cargas propias de éste, resisten las cargas provenientes de la superestructura del puente.
(a) Muro de grovedad (b) Muro en volodizo
Los muros de sostenimiento están sometidos al empuje activo y pasivo del suelo, a su peso
propio y del relleno, a la reacción vertical del terreno, a la fricción en la base y, eventualmente,
a sobrecarga en el relleno y subpresión.
13.2.1 Empuje del suelo
El empuje del suelo es un parámetro difícil de estimar. Existen muchas teorías en Mecánica de
Suelos para su determinación, cada una con limitaciones para su aplicación. El comportamiento
de los sueios granulares es diferente que el de los suelos cohesivos. En el presente trabajo sólo
se presentará la teoría de Rankine, la cual es válida para suelos granulares, incompresibles y
homogéneos. Esta teoría desprecia la fricción entre el muro y el suelo.
La distribución del empuje del suelo es compleja, sin embargo es usual asumir una distribución
lineal, similar a la generada por los líquidos, como se muestra en la figura 13.2. Esta suposición
es adecuada para suelos granulares y secos.
En la Tabla 13.1 se muestra algunos valores referenciales del peso específico y ángulo de
fricción interna para algunos tipos de terrenos.
Tipo de terreno w(kglm3) N")
Arcilla suave 1440a1920 0°a15"
Arcilla media 1600a1920 15"a30°
Limo seco y suelto 1600 a 1920 27" a 30"
Limo denso 1760a1920 30°a35"
Arena suelta y grava 1600 a 21 00 30" a 40"
Arena densa y grava 1920a2100 25Oa35"
Arena suelta, seca y bien graduada 1840 a 2100 33" a 35"
Arena densa, seca y bien graduada 1920 a 21O0 42" a 46"
Tabla 13.1 Peso específico y ángulo de fricción interna de algunos tipos de suelo
Si el relleno tiene cierta pendiente, entonces los coeficientes Cay Cpestán dados por:
C, = COS
cos6- Jw
donde: 6: Pendiente del relleno.
En este caso, la resultante tiene una inclinación similar a la pendiente del relleno, como se
muestra en la figura 13.3.
hs =Ws /W
Sobrecarga t / t
-4 u
CAhSw PO
13.2.6 Subpresión
Si el nivel freático es elevado entonces se genera subpresión en la base. Esta fuerza puede
atentar contra la estabilidad de la estructura. Si el líquido no fluye de un lado a otro del muro,
la subpresión del agua puede estimarse por las leyes de la hidrostática. Si la presión es dife-
rente a uno y otro lado del muro, entonces el agua tenderá a fluir de la zona donde ésta es mayor
a aquélla donde es menor. En este caso la distribución de presiones en la base es más difícil de
estimar. El análisis de este tipo de carga no es objetivo del presente trabajo pues constituye un
caso particular que merece la atención de un especialista de Mecánica de Suelos.
Los momentos actuantes son generados por el empuje activo del relleno y por el empuje de la
sobrecarga que pueda existir sobre él. Los momentos resistentes o estabilizantes son debidos al peso
de la estructura y del suelo que está apoyado sobre el talón y la punta del muro. El empuje pasivo
del relleno sobre la punta y la sobrecarga, también generan momentos resistentes que contribuyen
a la estabilidad de muro. Generalmente, por seguridad, no se considera el empuje pasivo. Los
momentos se toman respecto al punto alrededor del cual se genera el volteo del muro.
El deslizamiento del muro se garantiza con un factor de seguridad dado por:
Las fuerzas actuantes son originadas por el empuje activo del relleno y la sobrecarga que actúa
sobre él. Las fuerzas resistentes son el empuje pasivo y la fricción en la base. La falla por
deslizamiento puede producirse en la interfase concreto-suelo. También se puede presentar la
situación en la que el muro y parte del terreno bajo él se deslizan respecto al suelo en las capas
inferiores. El coeficiente de fricción en ambos casos es diferente. Para la verificación de la
estabilidad del muro debe escogerse la condición más crítica, es decir, aquélla en la cual el
coeficiente de fricción es el menor. En la sección 13.2.4 se indicó algunos valores del coeficiente
de fricción en la interfase suelo-concreto. La fricción suelo-suelo puede tomarse, aproximada-
mente, como la tangente del ángulo de fricción interna del material. El coeficiente de seguridad
por deslizamiento debe ser mayor que 1.5 si no se toma en cuenta el efecto del empuje pasivo
y mayor que 2 si es que se considera.
Al igual que para el dimensionamiento de zapatas, se debe verificar que la reacción del suelo no
exceda la capacidad portante del terreno. Debe procurarse que la excentricidad de la carga
vertical actuante en el muro no sea mayor que B/6 para de ese modo repartir eficientemente la
reacción del terreno a todo lo largo de la base de la estructura. En esta verificación no es
necesario considerar un factor de seguridad pues éste ya está incluido en la capacidad portante
del suelo. Si la carga vertical cae fuera del tercio central de la base, se deberá considerar que
parte de la base se despega del suelo y por tanto, éste no reacciona contra ella. En este caso se
deberá considerar la distribución triangular de la reacción discutida en la sección 12.3.
Finalmente, es necesario evaluar la estabilidad del talud generado por el muro. En este caso, el
factor de seguridad debe ser mayor que 2. Es muy importante analizar este tipo de falla en
terrenos cohesivos y húmedos (ver figura 13.5). Uno de los métodos más sencillos para deter-
minar el coeficiente de seguridad ante este tipo colapso consiste en definir una superficie pro-
bable de falla, la cual por simplicidad se toma circular. El terreno ubicado sobre ella se divide
en rebanadas. El factor de seguridad al deslizamiento es igual al cociente de la suma de los
momentos generados por la cohesión del suelo y la fricción a lo largo de la superficie asumida
entre la suma de momentos generados por los pesos de las rebanadas (incluyendo el peso del
terreno y del muro). Los momentos, por simplicidad, se toman alrededor del centro de la super-
ficie de falla asumida. Así se tiene que el factor de seguridad es:
F.S.=
RC(C
+ W,~ cos
~ pitan@)
CW.~ 1 i
Figura 13.5. Falla por deslizamiento del muro y del terreno adyacente
B:: (Ver figura 13.6)
a,: Distancia horizontal del centro de la superficie de falla al centro de la rebana
i-ésima.
El procedimiento requiere que se evalúe varias superficies de falla hasta que se ubique aquélla que
corresponde al menor factor de seguridad. Este método es aplicable a suelos cohesivos. Además de
éste, existen otros procedimientos más generales y complejos que permiten evaluar el factor de
seguridad al volteo de suelos de todo tipo. No es objetivo de este trabajo presentarlos.
C
13.4 DRENAJE
La acumulación de agua debe prevenirse para que el muro no sea sometido a cargas de empuje
mayores que las que se empleó para el diseño la estructura. Por ello, es necesario habilitar un
sistema de drenaje que impida que el agua haga presión sobre el muro.
Superficie
asfaltoda
Barbacanes - Relleno
Borbotones -
1
Por lo general se disponen barbacanes o tubos de diámetro mayor que 4" espaciados a 1S0 m. tanto
horizontal como verticalmente. Estas tuberías atraviesan el muro y están provistas de una capa de
grava posterior, para evitar el relleno penetre en ellos, como se muestra en la figura 13.7.a. Este
sistema es el más utilizado en nuestro país. También es posible colocar un tubo de drenaje perforado
a lo largo del muro, siempre rodeado de grava para que no sea obstruido. El agua se evacua en sitios
adecuados. Otras solución para evitar que el agua haga presión sobre el muro es colocar una capa
impermeable en la superficie del relleno que evite que el agua superficial penetre. Una superficie de
asfalto cumple con este objetivo, pero no evita el empuje del agua subterránea.
Los muros de gravedad, como se indicó anteriormente, basan su estabilidad en su peso propio.
El primer paso del diseño es establecer un dimensionamiento preliminar de la estructura para
luego verificar que se satisfagan las condiciones de estabilidad y resistencia.
Por lo general, se conoce el desnivel de terreno que es necesario salvar y las características del
relleco. A partir de esta información y haciendo uso de la Tabla 13.2 se estima una primera
dimensión para la base.
Los muros en voladizo son siempre de concreto armado pues los esfuerzos a los cuales están
sometidos no pueden ser resistidos por el concreto simple. En la figura 13.9 se muestran
algunos criterios para el dimensionamiento preliminar de este tipo de estructuras. La base se
estima haciendo uso de la Tabla 13.2, al igual que para los muros de gravedad. Si b,=B/3, el
muro resulta económico. En caso que la capacidad portante del terreno sea muy baja, es
conveniente que b,=B/2, para que la reacción del suelo sea casi uniforme. Esta solución, sin
embargo, eleva el costo de la estructura.
La verificación de la estabilidad es el segundo paso en el diseño. El peso de este tipo de muros
es menor que el de los muros de gravedad por lo que en ocasiones la condición crítica es el
deslizamiento. Para solucionar este problema se incrementa la longitud de la base para incre-
mentar el peso del relleno y de este modo elevar el aporte de la fricción. También se suele
colocar un diente en la parte inferior de la base, el cual está sometido al empuje pasivo del suelo
(ver figura 13.10). Esta fuerza resistente colabora con la fricción para equilibrar el empuje