Vanguardia Latinoamericana

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Vanguardias en América 

El vanguardismo se refiere a las personas y a las obras experimentales e innovadoras, en 


particular en lo que respecta al arte, la cultura, la política, la filosofía y la literatura; 
representa un empuje de los límites de lo que se acepta con la norma o ​statu quo​, sobre 
todo en el ámbito cultural.  
Entre los movimientos de vanguardia destacados en América son​: el creacionismo iniciado 
por Vicente Huidobro, el ultraísmo representado por Jorge Luis Borges y surrealismo que 
aparece en algunas composiciones de César Vallejo o Pablo Neruda. 
 
Se publicaron manifiestos ​en los que se atacaba todo lo producido con anterioridad, que se 
desechaba por desfasado, al mismo tiempo que se reivindicaba lo original, lo lúdico, 
desafiando los modelos y valores existentes hasta el momento 
 
Surgen diferentes ismos (futurismo, dadaísmo, cubismo, constructivismo, ultraísmo, 
surrealismo, suprematismo, rayonismo, etc.). Distintas corrientes vanguardistas con 
diferentes fundamentos estéticos, aunque con características comunes.  
 
Uno de los rasgos fundamentales del espíritu vanguardista​ es ​su rechazo a la tradición​. 
¿​Contra qué se “enfrenta” ese espíritu rupturista propio del vanguardismo, a qué pasado 
literario y artístico en general se opone al referirnos a América​? 
Fundamentalmente a un movimiento literario denominado: ​Modernismo​. Es su némesis, y 
contra el cual se levantan muchos autores. El U ​ ltraísmo ​nació en contra de la estética 
modernista y de la figura de Rubén Darío. 
Si bien el modernismo no pesa tanto en Borges, es importante registrar algunos de sus 
aspectos esenciales y sí pesará en algunos de sus colegas escritores de la época.  
 
 
El modernismo 
 
Esta corriente se ubica entre 1885 y 1915. Es una corriente del siglo XX que no tuvo 
demasiada repercución, más allá de sus influencias en algunos jóvenes poetas; la 
sensibilidad propia del modernismo fue rápidamente reemplazada.  
De todos modos tuvo un carácter renovador en el verso y en la prosa y significó una ruptura 
con la sensibilidad romántica imperante en América. 
El refinamiento y aristocratismo de su gusto se deben en gran parte a que la corriente 
refleja aquello lleno de oros y fineza que fue el fin de siglo europeo. 
 
El movimiento se manifestó antes en el norte de la América española –Cuba, Colombia, 
México, Nicaragua – que en sur donde asumió fuerza triunfal a partir de la llegada a Buenos 
Aires de Rubén Darío, el orientador indiscutido del movimiento, aunque haya rechazado con 
firmeza esta condición. La corriente trajo consigo un papel de privilegio para el escritor 
americano: la importancia del periodismo permitía al escritor vivir de su vocación; el 
servicio diplomático solía ofrecerle buenas remuneraciones y largos ocios, además de la 
oportunidad de estar en Europa; el “museo imaginario” como diría Malraux, era en estas 
tierra tan rico como en las capitales del viejo mundo, porque podía leerse cualquier 
novedad; estos países tuvieron capacidad suficiente para soportar los denuestos al 
“burgués”, las poses de “dandy”, agresivas y exhibicionistas, y el exotismo. 
 
Reclamado por muchas extravagancias – la mayoría fruto de haber dejado atrás la América 
lugareña – el modernismo fue algo mucho más serio de lo que las actitudes individuales 
pueden sugerir. En lo literario, el anarquismo estético de los poetas mayores, supuso una 
reacción contra el romanticismo. El poeta de la nueva época no cree ya en la palabra como 
instrumento para comunicar exclusivamente emociones: quiere que ella sea sonido y color, 
busca sus valores musicales y plásticos, en una tendencia emparentada con el “fusionismo 
europeo”. En Francia, precisamente, dos corrientes del Siglo XIX habían explorado estas 
virtualidades del lenguaje lírico, y de ellas se nutrió, en buena parte, el modernismo. Se trata 
del parnasianismo y el simbolismo. 
 
“El Parnaso contemporáneo” fue el título de una antología de jóvenes poetas franceses 
aparecida en 1886. El elemento común era el rechazo de la poesía confesional. La negación 
del “yo” los condujo a una temática exótica: los mitos greco-latinos y de los países del 
Lejano Oriente, espejismo para poetas europeos ávidos de lo nuevo y curiosos de la 
legendaria antigüedad sino-japonesa. 
 
El resultado fue una poesía inspirada en el horror de las “abobadas sensiblerías”, como 
escribiera Leconte de Lisle. Los parnasianos se bautizaron a sí mismo con estos términos: 
“formistas”, “estilistas”, “impasibles”. El verso como un valor en sí mismo – ya no por su 
contenido – fue la gran preocupación de esta corriente y el modernismo tomó de ella la 
prioritaria conciencia de la forma. 
 
A lo mismo contribuyó la poesía de los simbolistas, aunque todo aquí se complica debido a 
una concepción del mundo que lo convierte en símbolo o reflejo de otra realidad, misteriosa 
y trascendente. Comoquiera que a ella sólo puede acceder mediante una sensación rica y 
compleja y dado que la sensación siempre traducible en la poesía es la auditiva, los 
simbolistas cultivaron sobre todo el valor fónico del verso. “La música ante todo”, aconseja 
Verlaine en su “Arte poética” (1884), pero se trata de una música asordinada y sugerente, 
lejos de cualquier estridencia o facilismo: estos poetas desconfían de la rima y aceptan que 
sólo importa “el matiz”. “Los bellos versos son aquellos que se exhalan como sonidos o 
perfumes” dice René Lalou. 
 
La sobriedad y las delicadezas de una poesía que, deliberadamente renuncia a ser mera 
expresión de sentimiento: esto es lo que bebió el modernismo en sus fuentes europeas. Se 
suele entender que hasta 1895 – fecha de publicación de “Prosas profanas”, de Rubén 
Darío – se desenvuelve el premodernismo o la “primera generación modernista”. Los 
autores destacados son Martí, Gutiérrez Nájera, Asunción Silva, Julián del Casal. 
 
Con “Prosas profanas” el modernismo alcanza su expresión más típica y definida, aunque 
no la más madura, poética ni humanamente hablando. El nicaragüense sólo ve tema 
americano en los tiempos precolombinos. Rechaza el país y el tiempo en que le tocó nacer 
y añora las cortes, especialmente Versalles. “Prosas profanas” refleja bien la tendencia 
modernista a concebir el mundo como un brillante espectáculo, en que todo es oro y sedas. 
 
La madurez de Darío coincide con un tercer período modernista iniciado en 1905, con libros 
más destacables porque recogen una profundidad de alma y una sencillez de expresión, 
después de tanto refinamiento, tales como “Canto de vida y esperanza”, “El canto errante” y 
“Poema de otoño”. 
 
La generación del ‘900 
 
La llamada generación del 900 fue en el Uruguay, la más cumplida y cabal manifestación 
modernista. El exotismo caló muy hondo también en estas costas, de modo que Julio 
Herrera y Reissig se sintió encerrado en las “Tolderías de Tontovideo”. El dispuso que, a la 
Torre de los Panoramas, estuviese “prohibida la entrada a la los uruguayos”, y allí 
pontificada sobre poesía francesa mientras, a pocas cuadras, el otro Papa el momento, 
Horacio en su primera época se hacía oír en el Consistorio del Gay Saber. Claro que toda 
esta gesticulación de independencia, inadaptación y extranjería, no impidió a Julio Herrera 
realizar su labor de auténtico poeta, ni a Quiroga encontrar al fin su verdadero rumbo, en la 
narrativa. Pero conviene saber que Uruguay conoció el dandysmo de Roberto de las 
Carreras – que se proclamaba hijo natural y marido engañado, partidario del amor libre – y 
conoció también las voluptuosidades del decadentismo – es decir, la neurosis de los 
vencidos por el mal de fin de siglo – a través de algunos escritos de Carlos Reyles y el 
propio Quiroga. 
 
Fue también el 900 la época de las poetisas, Delmira Agustini y María Eugenia Vaz Ferreira, 
y de la elegante prosa de Rodó que castigó la frase en nombre de “la gesta de la forma”, 
hasta alcanzar un estilo levantado y solemne, hecho de extensos períodos y estudiadas 
pausas, de marcha serena e isócrona, como conviene a una ideal traslación del 
modernismo a la prosa. 
 
Para mayor riqueza y enturbiamiento de sus líneas más puras, la generación del 900 tuvo, 
en fin, sus narradores atentos a la realidad rural – un Viana, un Reyles cuando abandonó 
sus extravíos juveniles – y un dramaturgo que supo ver a los suburbios, las clases medias y 
la infautada aristocracia de la vida urbana rioplatense: ese Florencio Sánchez que tampoco 
fue insensible a los dramas campesinos. Y el 900 ofreció, todavía, la obra de nuestro 
filósofo mejor conocido a nivel continental: Carlos Vaz Ferreira. 
 
El creacionismo 
 
Vicente Huidobro es considerado el padre de la Vanguardia en Latinoamérica. En Buenos 
Aires se observa por primera vez el Creacionismo, que cronológicamente es el primer 
movimiento de vanguardia nacido en Latinoamérica. Sin embargo, el origen del 
Creacionismo lo encontramos ya en la temprana fecha de 1914, en el manifiesto «Non 
serviam», donde Huidobro había delimitado algunos aspectos fundamentales de su 
particular vanguardia, empezando por el del artista creador (no imitador de la Naturaleza).  
Él procuraba acercar su poética a aquellas realidades mágicas rodeadas del prestigio y el 
misterio precolombinos. El supuesto poema ​Aymará​, del que dicen se basó Huidobro para 
crear esta corriente decía: “No cantes a la lluvia, poeta, haz llover”.  
 
 
CARACTERÍSTICAS DE LA POESÍA VANGUARDISTA  
 
El poeta vanguardista busca lo inexplorado (futurismo, ultraísmo, dadaísmo, etc.) y su 
poesía se caracteriza por:  
 
ACTITUD PROVOCADORA: Escritura con audacia 
 
LUCHA CONTRA LAS TRADICIONES: Procuraban la innovación creadora.  
 
FEÍSMO: El objeto del arte vanguardista es generar una reacción en el receptor, buscando 
hacerlo a través de lo desagradable. 
 
PRESENCIA DEL INCONSCIENTE: Buscar un mundo autosuficiente, predomina lo irracional, 
intenta acabar toda la realidad. 
 
ADECUAR LA FORMA AL TEMA DEL POEMA: Introducir signos graficos dentro del poema 
para expresar de forma visual el tema del que trata el poema. Surgió el c ​ aligrama​ o poema 
escrito de modo tal que formara imágenes, con el objetivo de acabar con la tóxica 
sucesividad del hecho escrito o leído 
 
CARENCIA DE RIMA: Se tiende a la disonancia, es decir, su aspecto sonoro no respeta la 
rima ni las sílabas, impone el verso libre. 
 
TRANSGRESIONES GRAMATICALES SEMANTICAS: Rompe la jerarquia del significado con 
respecto al significante, haciendo de los juegos del significante el elemento central de la 
experiencia poética. Existe un juego de palabras como en las greguerías  
EJEMPLO: 
"nudo temblando", "vestir cielo"  
 
TRANSGRESIONES NOTACIONALES: Descarta los signos de puntuacion y mayúsculas, 
altera el uso de verbos. ​Como por ejemplo​: 
horicielo = ( de horizonte y cielo) 
Azulaya = ( de azul y playa)  
 
 
 
 
 
 
 
EL POETA VANGUARDISTA, CARACTERÍSTICAS 
 
>N​ o estaba conforme​. Como el pasado no le servía, tenía que buscar un arte que 
respondiera a esta novedad interna que el individuo estaba viviendo, apoyándose en la 
novedad original que lleva dentro. 
>N ​ ecesitaba abandonar los temas viejos​, carentes de sentido y sin respuestas para el 
individuo nuevo. 
> En la poesía j​ ugaba constantemente con el símbolo​. 
>N ​ ecesitaba romper con reglas de rima y métrica​. Encontrar una mayor libertad para 
expresar adecuadamente su mundo interior. 
>R ​ eaccionaba contra el modernismo y contra los imitadores ​de los maestros de esta 
corriente; una conciencia social los llevaba a tomar posiciones frente al individuo y su 
destino. 
> El punto de vista del narrador comenzaba a ser múltiple. 
> Crea un ​vínculo estrecho entre el ambiente y los gustos del personaje​. Comenzaba a 
profundizar en el mundo interior de los personajes, presentados a través de sus más 
escondidos estados del alma. 
> Rompe con el tiempo cronológico y le da i​ mportancia al tiempo anímico​.  
> Comenzó a tomarse en cuenta el aspecto de presentación.  
 
 
América después del modernismo.  
EL ULTRAÍSMO 
 
¿Qué fue el Ultraísmo? 
Escencialmente es un​ movimiento literario vanguardista​, originado en la España de 1918 
como oposición al modernismo tradicional que imperaba en las letras españolas desde 
finales del siglo XIX. 
Aunque incorporó algunos artistas plásticos en sus filas, fue un movimiento 
eminentemente literario y poético, m ​ uy influenciado por el futurismo italiano y centrado en 
valorar la metáfora como esencia de la escritura literaria​. 
 
CONTEXTO 
Este movimiento vanguardista agrupa a escritores españoles e hispanoamericanos. Su 
primer manifiesto aparece en el otoño de 1918 firmado por Rafael Cansinos‐Assens, como 
reacción, entre otras, contra el refinamiento de los seguidores del modernismo de Rubén 
Darío.  
Así lo explica un ultraísta, Guillermo de Torre, quien fuera en última instancia el alma del 
movimiento (publica, en 1920, el denominado Manifiesto Ultraísta Vertical), que expresa: 
“​…como una violenta reacción contra la era del rubenianismo agonizante y toda su anexa 
cohorte de cantores fáciles que habían llegado a formar un género híbrido y confuso, especie 
de bisutería poética, producto de feria para las revistas burguesas​”. 
 
Opinión semejante tiene Jorge Luis Borges, quien, no obstante, acabará renegando de sus 
orígenes ultraístas. 
Fue importante en su gestación el poeta chileno Vicente Huidobro y su defensa del 
Creacionismo, otro movimiento de vanguardia de suma importancia en América.  
 
CARACTERÍSTICAS:  
La metáfora es el elemento esencial del poema 
La eliminación de nexos inútiles; suprimen la puntuación y la rima 
El avance de la “imagen refleja o simple” hacia la “imagen múltiple”, que supone la 
identificación más plena entre poesía y música; cultivan, así, la imagen indirecta y doble, 
según los cánones del Cubismo 
La libre disposición tipográfica, herencia directa de los caligramas de Apollinaire. 
Son innovadores en los temas: dejan a un lado los aspectos trágicos y traen el humor a la 
poesía. 
 
El movimiento, que quedó disuelto al dejar de publicarse la revista U​ ltra​ en la primavera de 
1922, vuelve nuevamente a Argentina con Jorge Luis Borges en su retorno a su país. 
 
Borges y el Ultraísmo 
 
El crítico Saúl Yurkievich, expone que el vanguardismo es superficial en Borges, ya que “no 
coincide con su yo profundo”, diferente a lo que sucede con Huidobro o en Vallejo que sí 
muestran su adhesión. Y además, Borges se encargará de manifestar su abandono al 
movimiento.  
 
Pero, tenemos del mismo Jorge Luis Borges, en un texto publicado en Buenos Aires en 
1921, los objetivos del ultraísmo en: 
 
❖ Un uso de la metáfora como cuerpo mismo del poema. 
❖ Borradura de las frases medianeras, nexos y adjetivos considerados inútiles. 
❖ Abolir los “trabajos ornamentales” que se identificaban con el modernismo. 
❖ Imágenes poéticas chocantes, rupturistas, que aludieran a la novedad técnica y 
tecnológica. 
❖ Uso de símbolos matemáticos y otras rupturas tipográficas. 
❖ Uso de neologismos, vocablos técnicos y palabras esdrújulas. 
❖ Eliminación de la rima y de la métrica, y tendencia a esquivar las motivaciones 
personales y sentimentales. 
 
 
 
 
 
 
 
 
Bibliografía 
Jorge Albistur. Texto extraído del libro "Literatura del Siglo XX". Ed. Banda Oriental. 1986 
Recuperado de: https://sites.google.com/site/analisisliterariounid/tema-4-vanguardismo 
"​Ultraísmo​". Autor: Julia Máxima Uriarte. Para: Caracteristicas.co. Última edición: 28 de 
diciembre de 2019. Recuperado de: https://www.caracteristicas.co/ultraismo/ 
Poesía Latinoamericana POST‐MODERNISTA.  

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