Algarabia119 PDF
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inteligentes, junto con una semblanza del último de los
clásicos y el primero de los románticos: el gran Ludwig
van Beethoven; y otra más del gran flaco, majadero, de
oro: Agustín Lara.
Hay en este número puros y asombrosos números sobre
la industria musical; un flashback a un hoyo musical muy
sui generis del sur de la Ciudad de México: el Hip 70;
una explicación muy clara de la música pentáfona y de
la bien temperada; una historia por demás pintoresca
de la radio en México; una lista de los instrumentos del
almacén Leverkühn en Dr. Faustus, salida de la pluma
del genio Thomas Mann. Además, un mapa muy
minucioso de la orquesta; un recorrido por las obras
literarias más famosas que se han adaptado al teatro
musical y una visita al festival de la Isla de Wight.
Juan Arturo Brennan se lamenta de lo que él llama
«confusionismo» musical, y su lamento va acompañado
de un glosario muy completo al respecto; yo me
superburlo de la manera de clasificar la música del
iTunes y añoro los años en los que cada canción tenía
un valor intrínseco —igual que los cassettes en los que
las grabábamos—, para terminar presentándoles a los
que son para nuestros lectores los diez intérpretes más
populares del desamor y la ardidez.
Hacemos también un recorrido por nuestra educación
musical básica —con flauta Yamaha y anécdotas
incluidas—, y terminamos con algunas frases venenosas
de lo que algunos músicos pensaban de otros.
Desde el solfeo y Mozart, lo más clásico de lo clásico,
hasta José José y las grabadoras de cassette a cassette,
lo más ordinario de lo ordinario: todo cupo en esta
Algarabía, así que le recomiendo, lector, que ponga la
rola de su preferencia y la empiece a leer ya.
Decires
Te encanta cantar, ¿verdad?
P’s, ¿por qué no aprendes?
Decir de mi hermano Fer cuando me oye cantar, que es muy seguido
2
3
DirecTri
Dirección general: María del Pilar Montes de Oca Sicilia
Dirección editorial: Carlos Bautista Rojas
Dirección de arte: Victoria García Jolly
Dirección administrativa: Érika Juárez Jiménez
Dirección comercial: Claudia Martínez Saavedra
Dirección de circulación: Armando Salazar Sánchez
* * *
Editora: María Luisa Durán Almazán
Editora adjunta: Ingrid Constant Saavedra
Jefa de redacción: Luisa E. Martínez Cadena
Redacción: Jazmín Amaro, Ilse Lyssen Pérez Morales,
Fernanda Sánchez, Ilah Alexandra de la Torre Ávila
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Equipo digital: Vanessa Mena, Cristina Reynoso, Giovanna Silva Mora,
Rodrigo Toledo Aguirre
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Carlos Bautista Rojas, Juan Arturo Brennan, Ingrid Constant Saavedra, Ma. Luisa Durán, Dante
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Agosto, 2014, año xiv. Algarabía, léeme y sabrás, editada por Editorial Otras Inquisiciones, S. A. de C. V. Editor
responsable: María del Pilar Montes de Oca Sicilia. Número de certificado de reserva: 04-2010-041314213600-102.
Certificado de licitud de título núm. 13853 y certificado de licitud de contenido núm. 11426. ISSN núm. 2007-1019
otorgado por la Dirección de Reservas de Derechos Agencia Nacional ISSN. Impreso por Compañía Impresora El
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Editorial Otras Inquisiciones, S. A. de C. V. Pitágoras 736-1, col. Del Valle, C.P. 03100, México, D. F.
4
5
Índice
NuesTra porTada
Guillermo
Prestegui,
Beethoven,
composición
sobre el óleo
original de
Joseph Karl
Stieler, 1820;
técnica mixta,
2014.
18 Causas y azares
Nuestra educación musical
por Carlos Bautista Rojas
34 Ideas
Canciones inconseguibles —o de
la necesidad de tener un lápiz a la
mano
por María del Pilar Montes de Oca Sicilia
44 Semblanzas
Agustín Lara: el «músico poeta»
por Ricardo Garibay
58 ArTe
Beethoven
por G.G. Jolly
12 Puros números
La industria musical
por Ingrid Constant Saavedra
16 Palabrafilia
suato
por Claudia Martínez Saavedra
6
24 Aunque usted así lo crea
Oír a Mozart, ¿nos hace más inteligentes?
por Luis Javier Plata Rosas
26 Literatura
De los libros al escenario: el musical
por Rulia Paloma Moravi
42 En algún lugar...
Hip 70
56 Desde el palco
Festival de la Isla de Wight
70 Está en chino
«Confusionismo» musical
por Juan Arturo Brennan
84 La lista
El taller de Adrian Leverkühn /
La orquesta sinfónica
88 Top 10
Cantantes del desamor
90 Ideas
El ritmo de las ondas. La radio en México
por Ma. Luisa Durán
7
E el úer 120
En septiembre tendremos:
• Semblanza:
Lo Mauricio no quita lo
Garcés
• Reflexiones sobre el cine
documental
• García Márquez y sus
embalsamados
• El placer de la lectura: José
Emilio Pacheco
8
9
una probadita De nuesTros libros
Los mexicanos
comemos alrededor
de 15 kg anuales de chile
15kg
per cápita, lo que equivale
a ¡1.25 kg al mes!
La palabra picarse
también significa «enviciarse,
hacerse adicto, obsesionarse»;
proviene del efecto causado
por el chile en sus consumidores.
La información
de esta sección
fue tomada de:
10
11
estadísticas P e
Giras de
5 Bon Jovi
conciertos
Ganancia: 1 030 082 884 dls.
Asistencia: 12 333 668 más
Shows: 578 exitosas
4 Madonna
Ganancia: 1 140 230 941 dls.
Asistencia: 9 694 079
Shows: 382
3 Bruce Springsteen
Ganancia: 1 196 116 507 dls.
Asistencia: 15 010 773
Shows: 727
2 u2
Ganancia: 1 514 979 793 dls.
Asistencia: 20 536 168
Shows: 526
The Rolling
Stones
Ganancia: 1 565 792 382 dls.
Asistencia: 19 677 569
Shows: 538
12
Glastonbury Coachella Lollapalooza Corona Capital Vive Latino
país Reino Unido ee. uu. ee. uu. México México
asistencia 130 mil 80 mil 160 mil 120 mil 60 mil
artistas 300 150 150 70 120
ganancia 50 47 32 9.3 6.5
Ganancias de festivales
en millones de dólares
—venta de boletos—
9% 1%
51%
derechos de reproducción otros
—radio, Internet, anuncios,
Ganancias
televisión, cine, videojuegos
mundiales físicas
—venta de
álbumes 2013—
39%
derechos de reproducción
4 473
digitales
10%
4000
3 012
3000 4%
16%
ventas
físicas y
2000 digitales
—2013—
60% 1 365 1 303
6%
956
12%
21%
1000 13%
44% 23%
135
50% 47% 3%
30% 80% 73% 44% 64%
13
2008 2013 formato
1% 1% otro
3% 8% servicios de streaming con anuncios
6% 19% servicios de streaming con suscripciones
26% 5% servicios para móviles
Formatos
64% 67% compra y descarga de ventas
digitales
Más de 28 millones de personas pagaron por
suscripciones a servicios musicales por Internet como
Spotify o Deezer en 2013, un crecimiento de 40%
comparado con el año anterior. Existen cerca de
450 servicios de este tipo en más de 100 países
Merchandising
—playeras, pósters, etcétera—
hasta 225 mil dólares por concierto Otras
Marcas de ropa, accesorios formas
hasta 750 millones de dólares anuales de hacer
dinero
Perfumes
hasta 5 millones de dólares al día
YouTube
hasta 2 millones de dólares anuales
Apariciones en televisión
—por ejemplo, jueces de concursos—
hasta 18 millones de dólares anuales
*Fuentes: Rolling Stone, Billboard, ifpi, Almighty Retail, Times, Merca 2.0,
Fortune, Huffington Post
14
15
palabrafilia
t ARCAÍSMO
Mi abuela solía repetir esta palabra muchas veces, por lo que
para mí es muy familiar, aunque a nadie más he oído decirla.
La usaba cuando en la tele o en la calle veía a alguien —por lo
regular hombre— de complexión delgada y muy, muy alto.
16
pasión por las palabras
Una tía se casó con un francés que medía casi dos metros;
era muy delgado, güero, y el poco español que hablaba lo
pronunciaba despacio, con ese acento parisino que a mi abuela,
en vez de cautivarla, le ponía los pelos de punta, por lo que
lo encasillaba como «el suato más suato de todos los suatos».
* Para obtener el premio y no ser descalificado, se debe enviar nombre completo, edad,
teléfono, e-mail y dirección completa. Limitado a un premio por participante por cada
dos números.
** El nombre del ganador y la respuesta se publicarán en Algarabía 121. El plazo para recoger
el premio vence el 31 de octubre de 2014.
17
el origen de Causas y azares
muchas cosas
Nuestra
educación
por Carlos Bautista Rojas
ilustrado por Elmer Sosa
Japón, 1972.
18
Flauta dulce o muerte
Por supuesto, una instrucción así de arbitraria, sin la
menor preparación logística ni docente —¿de dónde se
iban a sacar cientos de miles de maestros en educación
musical para todas las escuelas del país?— no auguraba
nada bueno, pero aquella era la época en que si el
mandatario decidía vestir de guayabera en un evento
oficial, de inmediato toda la nómina gubernamental
aparecía uniformada con la misma prenda y sin el menor
cuestionamiento —como ahora el saco y la corbata son
de rigor en las ceremonias oficiales, así se trate de la
presentación de un libro o de una fiesta infantil.
«Haiga sido como haiga sido» la orden de que así
sería la educación musical en México, lo cierto es que
hasta la fecha la flauta dulce es el «único instrumento
admitido» en esta disciplina, sin importar si algún
alumno ya sabe tocar la guitarra, los teclados o algún
otro instrumento: «¡Flauta dulce o no entra a mi clase!»
—aún recuerdo nítidos los gritos de varios profesores de
«educación artística» cuando les argumentaba que ya
sabía tocar el piano...
19
«Heredarás las babas»
Aunque ahora es muy sencillo conseguir una flauta dulce
en cualquier papelería, o incluso en el supermercado,
hace 40 años era necesario buscar el instrumento en
una sucursal Yamaha porque, si uno se atrevía a llegar a
la clase con cualquier otra marca, además del consabido
regaño, lo único seguro era llevarse algo más que un
zape o un jalón de pelo. Las tiendas musicales eran una
opción pero, luego de que miles de niños buscaran al
mismo tiempo el susodicho instrumento, comenzó
uno de los peregrinajes más infructuosos y menos
registrados de nuestra historia patria.
Por la misma razón que conseguir la flauta era un asunto
más de suerte que de recursos, las primeras que llegaron
a los salones escolares fueron robadas de inmediato.
Las madres de estos niños descuidados decidieron
marcar la nueva flauta de su hijo con barniz de uñas
para distinguirla del resto... pero al poco tiempo todas
las flautas tenían marcas similares. Por ello, las
madres llegaron al extremo de grabar las
iniciales —en algunos casos el nombre
completo— de su hijo en la flauta con un
cuchillo o un clavo caliente; con el uso,
las letras —enormes, burdas, ilegibles—
resaltaban debido a la mugre que ya no
salía ni limpiándola con alcohol.
Y hablando de higiene, ¿quién no
recuerda el bonito momento en que
la flauta empezaba a chorrear baba
—literal— luego de algún rato de uso? Por
supuesto: la primera reacción era sacudirla
Brge vebl
E
Eva Perón. Yo creo que sería mejor no hablar de
ella. Fue peor quizá que su marido. Hablaba
de los descamisados, de sus pobrecitos
trabajadores, y se compraba tapados de piel
que costaban una fortuna.
20
El objeto de mi afecto
ɅɅ Enla marca—
1965 Torakusu Yamaha —fundador de
comenzó la producción de
instrumentos de viento, incluida la flauta
dulce.
ɅɅ Su—incluye
precio oscila entre $80 y $100 por unidad
dos accesorios: funda de algodón
y tabla de digitación.
«¡Hay camotes!»
Los primeros intentos de emitir algún sonido con la
flauta dulce eran estridentes y desagradables, más
cercanos al silbato del camotero que al concierto que
conmovió al presidente; y si esto lo multiplicamos
por un promedio de entre 30 y 50 niños por clase, es
entendible por qué más de un maestro de educación
musical, en su intento de «despertar la sensibilidad
artística» de sus alumnos, sólo sintiera despertar un
instinto asesino que devolviera el silencio.
21
Por ello, no faltó el maestro que «prohibiera ensayar en
clase»: «Practiquen en su casa; aquí sólo se toca en día
de examen»; cuántas personas, de pronto, no vieron
perturbado su entorno por un niño que intentaba, una y
otra vez, reproducir las primeras notas del «Himno a la
alegría» sin hacer sangrar los oídos de sus vecinos. Que
no se reportaran de pronto asesinatos de estudiantes
en masa es prueba de que los mexicanos «aguantamos
vara» —aparte de que nos encanta el escándalo y el
ruido.
Días de examen
Como todo «instrumento de aliento» la flauta es un
objeto delicado que, si no se limpia, guarda y emplea
con sumo cuidado, su sonido se altera. Imagínese
a qué sonaban esas flautas que se usaban para jugar
«espadazos» durante el recreo o las horas muertas,
que se desarmaban al chingadazo y que, seguro, muy
pocas veces se limpiaban.
A pesar de que las clases eran —en su mayoría, pues
en algún punto seguro hubo excepciones notables—
insulsas y aburridas, limitadas a «copien de la página
tal a tal y ensayen en su casa tales canciones», y de que
jamás se tomaban en cuenta los gustos musicales de
los alumnos —ni por accidente se le hubiera ocurrido a
un maestro pedir opinión alguna—, no faltaba el teto,
el ñoñazo que hacía todo al pie de la letra y, a pesar de
tener todo en contra, aprendía a tocar el instrumento,
si no con maestría, sí por lo menos de forma «pasable».
Y a estos ñoñazos —como en cualquier otra materia—
se recurría los días de examen para que ellos ejecutaran
la melodía a calificar: mientras uno
simulaba tocar moviendo los dedos,
quien sí sabía tocar se apiadaba de
nuestra impericia aprovechando que
el maestro, harto de oír 30 veces el
«Himno a la alegría», ni volteara a
ver al alumno en cuestión.
El cuaderno vacío
Un poco menos complicado,
pero igual de azaroso, era
encontrar el cuaderno
pautado cuyo rango de
vida era harto predecible:
22
forrarlo del color que
hubiera pedido el
profesor —entonces
libros y cuadernos debían
forrarse con papel y
plástico—, membretar
el nombre del alumno,
grupo, grado y materia.
Después de tal ceremonia,
del cuaderno pautado no llegaba a usarse más allá de su
primera hoja —luego de marcar las notas musicales en
la escala de sol— y ya. Así que el mismo cuaderno servía
para el año entrante: sólo se le arrancaba la primera
hoja. Y al año siguiente: lo mismo.
Ese cuaderno podría ser la prueba pericial de por qué
nuestra educación musical es casi nula y por qué jamás
pasamos de memorizar una que otra canción como
«Martinillo», «Las mañanitas», «Cielito lindo» y, ya los
muy doctos, «La marcha de Zacatecas».
Seguramente, este artículo le hizo recordar sus
experiencias con la «educación musical». Compártalas
con nosotros en [email protected]; las más destacadas
se publicarán en nuestra página web.
El autor de esta nota se considera una víctima más de los horrores de la
educación musical obligatoria en México, y le achaca su abandono a la
práctica de la misma. Aunque reconoce que gracias a ella sabe qué música
no le gusta —en particular las baladas, el pop y el «rock en español»—: por
mediocre e insulsa, como esas clases—. Sígalo en Twitter como @alguienomas
melocólico
nuevas
palabras
que hacían
falta
Proviene del griego μέλος, mélos, ‘música’, y χολή, colé,
‘bilis’. Dícese de la persona que se estremece hasta las
lágrimas cuando escucha música. Es alguien con una
sensibilidad musical notoria, al grado de que al exponerse
a ella, su cuerpo reacciona con una emoción parecida a la
nostalgia. Todos hemos experimentado la melocolía cuando
escuchamos una melodía que nos remonta a una época
anterior, sin importar si nos gustaba o no en el pasado. Por
otro lado, los melocólicos más radicales pasan vergüenzas
al conmoverse con piezas musicales que hasta a ellos les
resultan repulsivas.
«Cuatro de whiskey y una de José Alfredo bastan para
despertar mi lado melocólico.»
Con información extraída de Jorge Mux, El exonario; Buenos Aires: Grijalbo, 2006.
23
desenmascara
creencias Aqe sTed í l cre
falsas
Mito:
oír a Mozart nos hace
más inteligentes
por Luis Javier Plata Rosas
S. Neri
24
25
sobre autores
y obras LiTeraTura
reconocidas
D
al escenario
e los ibros
l musical
E
por Rulia Paloma Moravi
26
No obstante, el musical logró consolidarse como
género teatral y cinematográfico gracias a varios
elementos: siempre está en el idioma de la audiencia
—a diferencia de la ópera y la opereta—; los diálogos
hablados tienen la misma importancia que los cantados;
los actores deben ser actores en primer lugar, y luego
cantantes y bailarines; el baile es indispensable para
retratar las acciones; los momentos de
mayor intensidad dramática se resuelven
por medio de las canciones; está dividido,
generalmente, en dos actos; y la música se
compone ex profeso para el musical y suele
ser de corte popular.
27
británico Andrew Lloyd Webber, en 1981; su estreno
fue en West End y, un año más tarde, se presentó en
Broadway.1
Representada durante más de 21 años en Londres y 18
en Nueva York, ésta es una de las obras musicales más
taquilleras de todos los tiempos, de la que su autor no
tuvo noticias pues murió antes de poder ver a sus gatos
jélicos cantando bajo la luna rasgada. La danza y las
canciones son los elementos principales, ya
que casi no hay diálogos hablados. Así que la
habilidad de Webber para adaptar los versos de
Eliot a canciones —que van del pop, el rock
y el music hall al jazz— fue fundamental para
crear un culto alrededor de estas melodías,
tal como sucede con «Memory», que ha sido
interpretada por diversas personalidades
—Barbra Streisand, Sarah Brightman y
Heather Headley, entre otras.
Otro musical memorable que causó
polémica durante su estreno fue Les
Misérables —Los miserables— (1862), de
Victor Hugo. Mientras que para los críticos
literarios fue «un crimen», al público le
encantó y aún se arremolina para verla. Se
estrenó en 1980 en París, aunque ahí sólo duró
tres meses; sin embargo, en 1985, después de
haber sido adaptada al inglés, se representó
en Londres con un éxito enorme y, dos años
más tarde, en Nueva York. Desde entonces y
hasta hoy es una de las obras con más puestas
simultáneas en todo el mundo —15—. La música original
es de Claude-Michel Schönberg; las letras en francés de
Alain Boublil, y en inglés, de Herbert Kretzmer.
Ni el propio Victor Hugo imaginaría cómo su criminal,
Jean Valjean, gozaría de tanta popularidad, y menos
cantando. Además de la obra del escritor francés, el
mismo musical ha sido adaptado en varias ocasiones
al cine. Cabe mencionar la más reciente versión
cinematográfica bajo la dirección de Tom Hooper
—con las actuaciones de Hugh Jackman como Jean
Valjean, Russell Crowe como Javert, y Anne Hathaway
como Fantine—, galardonada en 2013 con tres premios
de la Academia.
1 Son los sitios donde están los teatros comerciales de mayor importancia,
en Londres y Nueva York, respectivamente.
28
Al inicio de la película Cabaret
hay una escena donde se recrea
el cuadro Retrato de la periodista
Sylvia von Harden, del pintor
expresionista Otto Dix
Otros experimentos
En las adaptaciones de obras literarias al
musical ha habido todo tipo de experimentos.
Tal es el caso de montajes extraños como A
Midsummer Night’s Dream —Sueño de una noche
de verano— (1595), de Shakespeare, que lleva
cinco años representándose en un
teatro de Harvard como una versión
«disco» de la original. El título de
esta adaptación es Donkey show. Pero
también ha habido proyectos fallidos.
Por ejemplo, Breakfast at Tiffany’s, de
Truman Capote, y Big Fish, de Daniel
Wallace, se intentaron adaptar a musicales
29
El musical Chicago está basado en una obra
de teatro homónima escrita por la periodista
Maurine Dallas Watkins en 1926. Es el
espectáculo estadounidense con más
popularidad en el West End
Oliver!
Otras grandes obras literarias que fueron adaptadas con éxito al musical son:
obra original
Charles Dickens, Oliver Twist (1839)
adaptación y estreno
Lionel Bart; West End, 1960*
El hombre de la Mancha
obra original
Miguel de Cervantes, El ingenioso hidalgo don
Quijote de la Mancha (1605)
adaptación y estreno
música de Mitch Leigh y letras de Joe Darion;
Broadway, 1965
El fantasma de la Ópera
obra original
Gastón Leroux, Le Fantôme de L’Opéra (1910)
adaptación y estreno
música de Andrew Lloyd Webber y letras de
Charles Hart; West End, 1986
Wicked
obra original
Gregory Maguire, Wicked: The Life and Times
of the Wicked Witch of the West —Wicked:
Memorias de una bruja mala— (1995)
adaptación y estreno
Stephen Schwartz; Broadway, 2003
Drácula, el musical
obra original
Bram Stoker, Dracula (1897)
adaptación y estreno
música de Frank Wildhorn y letras de Don Black
y Christopher Hampton; California, 2001**
30
en teatro, pero no funcionaron. Sin embargo, la historia
del musical tiene varios éxitos representados tanto en el
teatro como en el cine.
Uno de ellos y de los más conocidos es el de Cabaret
(1972), película con Liza Minnelli, Michael York y
Joel Grey como personajes principales. Aunque
muchos conocen esta cinta de Bob Fosse,
quizá pocos sepan cuál es su origen. La
inspiración es la obra de teatro I Am a
Camera, de John van Druten, estrenada en
1951. Ésta, a su vez, tuvo como inspiración
el libro Goodbye to Berlin —Adiós a Berlín—
(1939), de Christopher Isherwood, situado
en esa ciudad durante los años 30. En esta
novela, Isherwood es el narrador-personaje
que se enamora de Sally Bowles, la
cabaretera.
Otro que cabe en esta categoría es
West Side Story, adaptación de la obra de
William Shakespeare, Romeo and Juliet
—Romeo y Julieta— (1597). Este musical
fue compuesto por Arthur Laurents,
con música de Leonard Bernstein
y letras de Stephen Sondheim. Fue
estrenado en Broadway, en 1957.
Al igual que Cabaret, la película West
Side Story —Amor sin barreras— (1961) está
inspirada en la obra musical, más que
en Shakespeare. Ésta fue dirigida por
Robert Wise y Jerome Robbins, y como
protagonistas tuvo a Natalie Wood y a
Richard Beymer.
La mayoría de los musicales que mencionamos
guardan poco parecido con la obra original, y
no es de extrañar, debido a que se trata de lenguajes
distintos. Además, las exigencias del musical obligan
a que la obra literaria se adapte al espectáculo, y no
viceversa. Por eso es que en muchos casos, más que
adaptaciones propiamente, se trata de una reescritura
que da como resultado una obra nueva.
31
Al finalizar una fiesta no faltan
las canciones «de dolidos»,
¿cuál es la que siempre canta?
L il y u repueT
47% Otras
El 16 de agosto nace la
cantante estadounidense
Madonna.
¿quién
más nació
ese año?
Regala o colecciona todos
los años para recordar, de
1935 a 1999.
32
33
pensamiento
sobre todo lo IDE
demás
34
Pues sí, señoras y señores, niñas y niños: somos muchas
las personas que vivimos antes del iTunes, antes de la
era digital. Y cuando digo «vivimos» me refiero a que
fuimos jóvenes, melómanos o no, que perseguíamos
por cielo y tierra las canciones que nos gustaban; que
las buscábamos, las añorábamos y nos las aprendíamos
de memoria.
35
É ramos preparatorianas, íbamos en un
Jetta por la vieja carretera de Acapulco
—todavía no habían inaugurado la
Autopista del Sol—, pasábamos por el
aún famoso Cañón del Zopilote con un
calor de más de 40 grados, y poco a poco
se nos iban terminando las cervezas de la
hielera, mientras el hielo se evaporaba.
Javier —conductor y dueño del auto— cantaba al
unísono, con Tamara y conmigo, la canción que se había
repetido más de diez veces en el cassette que sonaba
en el autoestéreo portátil y removible —porque se los
robaban y los tenías que sacar del coche—: «Queridaaaa,
ven a mí que estoy sufriendo, ven a mí que estoy
muriendo… mira mi soledad, mira mi soledad que no
me sienta nada bien»; era un cassette tdk que tenía
anotado con plumón rojo: «Buenas, muy buenas, nuevas,
español», encima del texto «concierto de Emerson Lake
and Palmer», que estaba tachado, también con rojo.
Recuerdo que los cassettes estaban en cajas alargadas
que barajaban «joyitas musicales» de Pink Floyd, The
Who, The Eagles —cuyo «Hotel California» habíamos
oído y cantado palabra por palabra una interminable
cantidad de veces en algún otro viaje, después de sacar
la letra, leerla y preguntarnos si a ciencia cierta decía
«one smell of colitas» y por qué—. También Asia, Toto,
Bosé, Alejandra Guzmán, Mijares, Yuri, Emmanuel,
Juan Gabriel —autor de la susodicha canción— y obvio,
superobvio, siempre y mucho: José José, eran los
protagonistas.
Los cassettes resultaban en cierto modo pequeñas obras
de arte que se hacían con cuidado, mucho tiempo
Dimes
Eso que me cuentas de mi ex, que está muy
mal, que se divorció, que lo despidieron,
y así, es música para mis oídos.
36
Cada canción tenía un valor en sí misma,
las cantabas tantas veces que terminaban siendo
parte de ti
37
de Olga Guillot o Agustín Lara salpicadas de pasos en la
escalera, ladridos de perro o gritos de niños.
Después la onda era grabar «de cassette a cassette», y
con eso Panasonic, Nakamichi y Sony hicieron su agosto
al vender grabadoras enormes que, además, servían
como ruido de fondo para que en las fiestas amenizaran
Miguel Ríos, Joaquín Sabina, Charly García, Soda
Stereo o Los Fabulosos Cadillacs. Y es que antes de los
cassettes, lo único que había para grabar —porque los
lp’s y singles eran sólo de fábrica— era ese tipo de cintas
o cartuchos de ocho tracks que, dicen por ahí, eran muy
fidedignas y casi un objeto de culto —Munts, Audiovox,
Sanyo—, que duraron muy poco tiempo —fueron algo
así como los laserdisc— y que dieron su paso a los más
prácticos, útiles y económicos cassettes «compactos»,
que permanecieron desde los 70, durante toda la
década de los 80 y hasta la aparición de los cd.1
Piezas únicas
Aquí voy a regresarme un poco para hablar de los lp’s
y de esa emoción única que provocaba el tener uno
nuevo. Cuando tu papá accedía a comprarte uno —en
Sanborns o en el Mercado de Discos—, tenías que
escoger uno y sólo uno, y entonces durante una semana,
o dos, se convertía en el objeto más preciado de tu vida.
Desde quitarle el plástico, sacarlo de su sobre
y ponerlo despacito en el tornamesas o en
el tocadiscos, cuidando que no se fuera
a rayar —porque si se rayaba no había
remedio—, hasta sacar el sobre con las
letras y aprendértelas de memoria, como
lo hicimos mi hermano Fer y yo con el
disco de The Wall. Mi amigo Luis dice:
«parece que estoy viendo y oliendo un disco
de Rush que compré en una tienda de discos
“ya más caros”, ¡cómo lo atesoré!».
Pero, en su defecto, cuando no tenías la
letra impresa —porque no había manera de
googlearla— y la canción era en inglés, pues tenías
que sacarla frase por frase, palabra por palabra.
Del lp al cassette había gran diferencia, porque
este último era práctico y llevable —y como ya dije,
38
accesible—; aunque también tenía sus grandes bemoles:
nunca podías pararlo en el momento adecuado, querías
volver a oír una canción pero siempre te pasabas —«¡ay,
ya te pasaste!»— y terminabas oyendo enterita la
canción previa para luego oír «la tuya». Además, muchas
veces estaban apretados y no giraban, o muy flojos y la
cinta se atoraba en la grabadora —esto era muy usual—,
lo que podía derivar en tres alternativas:
que la cinta se rompiera y se tuviera que pegar
con un diurex transparente; esto era una
verdadera odisea manual y táctil de la cual yo
nunca salí avante.
que la cinta se estirara y se hiciera delgadita
a tal punto que quedara inservible; entonces
había que diseccionarla y realizar el
procedimiento desde el punto 1.
que la cinta se enredara pero no se rompiera
sino que quedara como acordeón; entonces
había que estirarla con un lápiz o una pluma
Bic, para lograr que volviera a funcionar.
Podía pasar también que lo dejaras en el coche y se
derritiera, y entonces sí ya no había futuro posible.
Los guardábamos en cajitas transparentes que casi
siempre estaban perdidas o que no correspondían con la
cinta; así, a veces te sorprendía la voz de Pete Towsend
en una caja que decía «Lupita D’Alessio», o viceversa
—eso era peor.
Porque sí, los cassettes se regrababan, y no una sino
varias veces, sobre todo si eran de los caros —como
tdk, Teak, Pioneer, Maxell, Sony o basf; de cromo o de
metal, ¡que podían durar hasta 120 minutos!—, de ésos
que te daba algún novio que había querido quedar bien:
le había quitado las tapitas de arriba, convirtiéndolo
en un ítem ingrabable, pero tú ya habías encontrado
la manera de hacerlo «servir» de nuevo: bastaba un
cachito de diurex bien estirado que permitiera que la
grabadora no percibiera los huecos de la parte superior
—también eran populares las técnicas de «rellenado»
con papel de baño mojado—; el proceso concluía
cuando tachabas la frase «Pat Metheny y John Cale
para Pili con todo mi » y la cambiabas por «Buenas
español de amor» o «Para bailar inglés y español» o
«Silvio y Pablo en la plaza de toros». Esos cassettes eran
39
A mi amiga Teresina un galancillo le grabó una
canción de Fito Páez —«Un vestido y un amor»—
que se repetía una y otra vez durante 90 minutos
2 Todo Miles Davis cuesta $80 pesos, «algo debe andar mal», dice Héctor
de Mauléon —o bien, digo yo.
40
se la pasaba ahí y que fue apodado «Alex Sin-deck»—,
así como de mi prima Gra, de Claudia y de «la Pelona»,
con quienes tenía la desfachatez de grabar nuestra voz
encima de la de Yuri, Daniela Romo o Tatiana —sin
saberlo, inventamos el karaoke antes de que el término
fuera importado de Japón—: era una especie de Siempre
en Domingo casero que quedó grabado para la posteridad
en cassettes que todavía están por ahí empolvados en
algún cuarto de casa de mi mamá.
El chiste de los cassettes era oírlos en el coche,
en los trayectos —que, por entonces, en esta ciudad
no eran tan largos como los de ahora—, o en la fiesta;
oírlos, oírlos y volverlos a oír hasta que las rolas se
desgastaran: me acuerdo de cómo mi amiga Gabriela y
yo, en la prepa, nos la pasábamos en mi viejo Maverick
oyendo un cassette de Lolita que acabó hecho pedazos,
literalmente. Y es que de la Ciudad de México a
Cuernavaca, Acapulco o Yucatán, tu mejor compañero
era un cassette. Esto es algo que ha quedado atrás; algo
que, hoy en día, ya nadie quiere ni puede hacer.
underground
expresiones
de difícil
traducción
/ ʌndəgraʊnd /
Del inglés under, ‘abajo’, y ground, ‘tierra’. En esa
lengua su primera acepción es la de ‘subterráneo’
—de ahí que así se le llame al metro en algunos
países—. La segunda, que es la que se usa en el
resto de los idiomas, es «oculto, concebido en
secreto». El término comenzó a usarse con un
nuevo sentido para describir a la música que se
alejaba del mainstream —lo establecido—, que era
transgresora y de contracultura. Por extensión
describe expresiones artísticas de vanguardia,
poco convencionales. También puede aplicarse a
movimientos sociales o políticos de resistencia,
radicales y no conformistas.
«Tu banda nunca la va a armar, y no por underground,
sino por chafa.»
41
breves de
geografía En algún lugar...
e historia
42
43
vida y milagros
Semblanzas
44
A gustín Lara es —para decirlo con
palabras que podrían ser suyas— una de
las esencias del alma mexicana. Su pecado fue
—macizamente durante 70 años— la cursilería.
No he conocido a nadie que asumiera con
tanto orgullo y robustez la baratura de la vida
como excelencia. Se embriagaba recitando las
letras de sus canciones, y golpeaba de pronto
el teclado: «Esto es poesía, chinga’o, ¡y que
no me vengan a mamar! ¿Eh, hijo? Tú eres un
dínamo, tú di lo que sientes, ¡qué joder!». «Sí,
maestro, claro, qué joder», decía yo, y él volvía
al piano recitando:
45
María Parker de la casa de Ruth, «que era un genio
en el derrame». Otras veces nos poníamos hasta el
cepillo —esto era frecuente— con coñac francés que en
aquel tiempo costaba 5 mil pesos la botella. Otras veces
me decía la criada: «De que el señor está servido y no lo
puede recibir». «¿Servido?», preguntaba yo. «De que le
tocó pulque en la comida, con sus compadres, y se pone
cabreado y luego ya se duerme». Otras veces bajaba
su mujer, y todo era acosarla, injuriarla, golosamente,
retarla a que se confesara «a lo pelón». «¡No escondas,
no escondas tu suculento y delicioso pasado!». Algunas
veces contaba:
Yo, Dínamo, esperanza de las letras, te lo voy a decir:
yo fui un cabrón desde niño. Un niño maravilloso, con
el arcoíris en las manos, con el cielo y el viento en la
carrera, pero un cabrón bien hecho […]
Se veía exangüe, pero lo poseía una extraña y colérica
energía que le iba brotando de todas partes conforme
transcurrían las sesiones. Impaciencia, irritación y
desdén lo dibujaban cuando lo conocí. Me hacía sentir
que se refugiaba en el pasado para recuperar el encanto
de la vida. Prácticamente había vivido cuanto puede
vivir un hombre de su condición. Nada le guardaba
sorpresas ni misterio. Veía llegar con seca desconfianza
a hombres y mujeres. Lo hastiaban las cosas, los
nuevos contratos, las situaciones más imprevisibles.
Se adormecía contento repasando su historia. Pero poco
a poco el gozo del pasado acaba y vuelve el presente.
Destapaba otra botella, servía suspirando, decía:
iificci
omo no quería que se le molestase mientras escribía
Los infortunios de la virtud, el Marqués de Sade fue a
asegurarse de que la puerta de su calabozo
estuviera bien cerrada. Comprobó que habían
echado cerrojo desde fuera, con doble vuelta de
llave. Con un suspiro de satisfacción, corrió el pestillo
interior —que había obtenido de la benevolencia del director
de la prisión—, volvió a sentarse a su mesita y continuó
escribiendo.
46
Mandaba cobrar sus regalías.
«Me roban en todo el mundo.
Esta miseria es lo que consigo
rescatar». Me mostraba los
papeles. De 120 mil a 200 mil
pesos mensuales. Agriamente
revisaba los papeles. Los botaba.
47
De izq. a der.: Agustín Lara, Lina Salomé y Pedro Vargas en Los tres bohemios
(1957 ); Agustín Lara al piano; con Sofía Álvarez en Flor de fango (1942).
48
Vengo contando lo que le veía y le oía a Agustín
Lara, porque se cumplen muchos años de su
muerte, porque en nuestro país nadie quiere mirar
a los hombres como son ni como eran —para poder
denigrarlos o exaltarlos impunemente—, y porque
vale la pena adentrarse en las maneras de un
artista popular cuya obra ha trascendido como la de
ningún otro mexicano
49
la ciencia
platicadita /
signos y códigos ¡Erek! / Íconos y grafías
por descifrar
eclas blancas
vs. teclas
negras
por Mario Santos
50
A lgunos tenemos una relación cercana o
incluso profesional con la música, vivimos a
diario con ella; otros son musicófilos declarados
aunque no sean músicos profesionales, y la mayoría
de la gente ha intentado en algún momento tocar
en el piano un fragmento de Para Elisa, de Beethoven,
o su célebre «Himno a la alegría» en la flauta de la
secundaria. La música está en todas partes disfrazada
de son jarocho, de un inspirado cuarteto de
cuerdas, de una rockera canción de Led Zeppelin,
de una sinfonía de Mozart, de un ragtime de Scott
Joplin, de canto de ballenas en la brisa del mar y de
muchas otras formas, siempre cercana y dispuesta
a hacer contacto con nosotros.
51
El teclado
El teclado está formado por un plano de teclas blancas y otro
de teclas negras que son más cortas y están insertadas entre
las primeras, en grupos de dos y de tres notas. Esta secuencia
se repite varias veces a lo largo del teclado, dejando a las notas
graves hacia la izquierda y las notas agudas hacia la derecha.
Grave Agudo
Teclas blancas
Do Re Mi Fa Sol La Si Do Re Mi Fa Sol La Si
guapachoso, sa
1. De guachapa, variedad de guaracha que estuvo en auge en Cuba
en la década de 1960. Por extensión hoy refiere, particularmente,
a la música tropical, y de forma general a la música bailable.
• Según él es metalero, pero en su casa sólo se oye música
guapachosa.
52
semitono —intervalo mínimo entre una nota y otra— más agudo
de la nota que se toma como base para nombrarla, y el término
bemol —cuyo símbolo es —, para las notas que se encuentran
un semitono más grave.
Do # Re # Fa # Sol # La # Do # Re # Fa # Sol # La #
Re b Mi b Sol b La b Si b Re b Mi b Sol b La b Si b
Do Re Mi Fa Sol La Si Do Re Mi Fa Sol La Si
Do Re Mi Fa Sol La Si Do Re Mi Fa Sol La Si
intervalo
Do # Re # Fa # Sol # La # Do # Re # Fa # Sol # La #
Re b Mi b Sol b La b Si b Re b Mi b Sol b La b Si b
Do Re Mi Fa Sol La Si Do Re Mi Fa Sol La Si Do
semitonos
53
Do # Re # Fa # Sol # La # Do # Re # Fa # Sol # La #
Re b Mi b Sol b La b Si b Re b Mi b Sol b La b Si b
Do Re Mi Fa Sol La Si Do Re Mi Fa Sol La Si Do
E scala pentáfona
Las cinco teclas negras del piano representan la escala pentáfona
o escala pentatónica, característica de la música de Japón, China
y de los países del Oriente extremo, así como del popular
blues estadounidense. Crear melodías o acordes con una escala
pentáfona es relativamente sencillo, pues las distancias entre
cualquiera de las cinco notas de esta escala se encuentran
a distancias mayores al semitono, evitando así las tensiones
auditivas características del semitono.
1 1 1⁄2 1 1 1 1⁄2 1
tono tono tono tono tono tono
Escala
pentáfona sobre
las teclas negras
Do Re Mi Fa Sol La Si Do Re Mi
de sol b a la b
1 ½ —3 semitonos—
de la b a si b
1 tono —2 semitonos—
de si b a re b
1 tono —2 semitonos—
1 ½ —3 semitonos—
54
Consonancia y disonancia
55
breves de
cine y artes
escénicas Dede el plc
56
Volker Sierka, Festival de la Isla de Wight, 1970.
LRll
De aquel
amor de música
ligera
nada nos libra, nada
más queda.
57
creadores y sus ArTe
obras
59
«El primero de los románticos...»
Con el tiempo empeoró el alcoholismo de Johann y, a
la par, la situación de la familia, de la que Ludwig pasó
a ser sostén y líder. Este Beethoven adolescente respiró
los aires del Sturm und Drang1 y la Aufklärung;2 si bien
nunca fue un intelectual de las letras o las ideas, sí era
un lector voraz y se rodeó de amigos que cojeaban de
la pata filosófica. No extraña, pues, que una de las más
bellas frases de Immanuel Kant, centro de gravedad de
la Ilustración alemana, fuera adoptada por Beethoven
para resumir su cosmovisión: «Dos cosas llenan mi
ánimo de creciente admiración y respeto a medida que
pienso y profundizo en ellas: el cielo estrellado y la
ley moral dentro de mí». De allí, podemos aventurar,
asimiló ideas como: la aristocracia del mérito y la virtud,
el concepto de artista heroico, un teísmo naturalista, la
fe en el progreso, la fraternidad universal o la ética del
deber. No le falta razón a Romain Rolland cuando afirma
L ciT
60
A los 12 años de
edad Beethoven
logró viajar a Viena,
donde Mozart
pudo escucharlo
interpretar una
melodía
Autor desconocido, 1783.
61
cuna plebeya y fortuna aún incierta le descalificaban
como prospecto serio. Este violento ir y venir pendular
entre enamoramientos y decepciones hasta lograr
una melancólica resignación impregna buena parte
de su obra: desde las enormes ansias de felicidad que
hallamos en su Septeto o la 1ª sinfonía hasta las dolorosas
sonatas Op. 10/3 y 13; o el contraste entre el desgarre
feroz de la Op. 30/2 y la integración de las pasiones en la
Op. 57.3
Todo esto le arrojó hasta el borde de la desesperación
en el otoño de 1802. Consideró el suicidio. Sólo el
arte se lo impidió. Decidió no dejar este mundo hasta
no producir toda la música que hervía en su interior.
No es coincidencia que, a partir de este momento,
se desate una fuerza de la naturaleza de proporciones
homéricas —de la que habla Rolland— en guerra
permanente contra el Destino, por la cual vieron la luz
la monumental 3ª sinfonía, la imponente 5ª, las sonatas
Op. 26, 31, 47, las oberturas «Egmont» y «Coriolano» o
el concierto Emperador.
Antes de conseguir
fama y estabilidad
económica,
Beethoven se
alquilaba para
«poner música»
a canciones
populares
Joseph Willibrord Mähler, Retrato, 1804-1805.
62
sentido —se redime—: una metáfora de su vida y su
mejor intento de reconciliar una existencia disonante
y adversa, plantándole cara y combatiéndola, hasta el
advenimiento de una paz universal.
Se trata de un excepcional coraje y búsqueda del
Deus intimimior intimo meo,4 que no es otra cosa que la
mayor exaltación del espíritu humano, quizá una de las
formas más puras de religiosidad —como atestiguan
Fidelio, la «Oda a la alegría» o el cuarteto Op. 132, por
mencionar tres obras que se refieren explícitamente
a la divinidad—. De esta forma, Beethoven logró la
independencia creativa con la que Mozart apenas pudo
soñar y de la que Haydn disfrutó sólo en su vejez.
4 «El Dios más íntimo que mi yo más íntimo», a decir de San Agustín en
Confesiones, x.
63
Arriba izq.: Página de uno de los muchos cuadernos de conversación.
Der.: Última página de la carta a la «amada inmortal». Abajo: Auricular
fabricado para Beethoven por Johann Nepomuk Maelzel hacia 1812-1813.
La única felicidad
Sin embargo, si a este Beethoven, que era el
«sufrimiento encarnado», el mundo le rehusó la dicha,
él creó alegría forjada de su propia miseria para darle al
mundo, como apunta Rolland. Por entonces, escribió:
«Sumisión completa a tu destino. No puedes vivir más
en ti mismo, sólo para los demás. La única felicidad
que te resta está en el arte. Oh, Dios, dame fuerza para
vencerme a mí mismo». Vencido, salieron de su pluma
la monstruosa y conmovedora sonata «Hammerklavier»
Op. 106; la enciclopédica y titánica Misa solemne, que
el propio Beethoven calificó como su mejor obra
—es la de mayor escala y complejidad—, donde lo sacro
retrocede ante lo humano y el centro de gravedad es
el futuro de la Humanidad —la gigantesca fuga sobre
la resurrección en el «Credo»—; y la archiconocida
9ª sinfonía, que culmina extáticamente con la «Oda a la
alegría» de Friedrich Schiller: «¡Abrazaos, millones de
seres, en este beso que abarca al mundo entero!».
64
«La música para
mí es un sueño.
Uno que no
puedo oír»
Gabriel García Jolly es, sobre todo, un melómano irredento que intenta ser,
con poco éxito, un transgresor y un sobreviviente como Beethoven. Puede
leerlo en www.ululatus-sapiens.blogspot.com y seguirlo en Twitter como
@el_tirapiedras
* Para obtener el premio y no ser descalificado, se debe enviar nombre completo, edad, teléfono,
e-mail, y dirección completa. Limitado a un premio por participante por cada dos números.
** El nombre del ganador y la respuesta se publicarán en Algarabía 121. El plazo para recoger el
premio vence el 31 de octubre de 2014.
65
anecdotario Ð boc e boc
66
«Todos los movimientos
finales de Bach suenan como
el funcionamiento de una
máquina de coser.»
Arnold Bax
«Wagner tiene
hermosos momentos,
pero terribles
cuartos de hora.»
Gioacchino Rossini
«Él me da la impresión
de ser sólo un niño «Es la parodia más
malcriado.» insípida de la música.»
Clara Schumann acerca de Tchaikovski sobre la
Franz Liszt ópera Boris Godunov, de
Modest Músorgski
67
«El equivalente musical de la estación
Saint Pancras.»*
Sir Thomas Beecham acaba con Sir Edward Elgar
68
69
«Confusionismo»
musical
por Juan Arturo Brennan
ilustraciones de Quino
70
Glosario del «confusionismo»
musical
acorde. Del latín accordare, «estar o poner de acuerdo», refiere al grupo
de tres o más sonidos simultáneos que forman una unidad armónica.
Entre más notas tiene un acorde, se produce
mayor densidad sonora y, en consecuencia,
una mayor tensión auditiva. Los acordes están
formados por distintos intervalos, y pueden
ser de distintos tipos: mayores, menores,
aumentados, disminuidos, suspendidos,
híbridos, acordes de séptima, poliacordes, etcétera; cada uno refleja
distintas sensaciones y provoca un distinto efecto psicológico, que
percibimos consciente o inconscientemente.
Re b
tiene en su forma original.
1 v. El libro de los ¿porqués y qué onda con…?: «¿Qué onda con la afinación?»; México:
Algarabía editorial, 2011; pp. 155-156.
71
Nota por nota
Sin ir más lejos, ahí está la designación misma de las notas
musicales. Les asignamos ciertos nombres, pero en la cultura
anglosajona las definen con letras. Nuestro do es a , el re es
b, el mi es c, y así sucesivamente, ¿cierto? ¡Falso! Por razones
complejas y enredadas, la escala que para nosotros comienza
en el do, para ellos comienza en la c. Nuestra tonalidad de
mi mayor ellos la designan como e major, por ejemplo. Por si
fuera poco, en Alemania han añadido leña seca a este fuego
de confusión musical con algunas peculiaridades. A la nota que
nosotros llamamos mi bemol, y que en inglés se define como
e flat, los alemanes suelen designarla con la letra s. Y para
la nota si, que en inglés es señalada con la letra b, la usanza
germánica toma la letra h.
Sistemas de notación
español, italiano,
francés do re mi fa sol la si
inglés c d e f g a b
alemán c d e f g a h
72
cantata. Literalmente, «pieza para
ser cantada», en oposición a sonata,
«pieza instrumental para ser tocada».
El término se aplica a una variedad
de géneros, pero con más frecuencia
a obras para una voz sola con
acompañamiento instrumental y a
menudo de carácter casi dramático.
Johann Sebastian Bach es uno de
L. Costa, el Viejo
los compositores que utilizaron este
género con mucha frecuencia.
coda. Del latín cauda, ‘cola’, es: 1. La sección conclusiva de una obra
o del movimiento de una obra; representa la parte final o conclusión
de cualquier obra musical. Una coda breve o coda interna de un
movimiento recibe el nombre de codetta. 2. Símbolo característico que
aparece como referencia para el músico, en la sección conclusiva de
una obra musical o movimiento. En una composición musical es común
encontrar secciones que se repiten idénticas; en lugar de escribirse
dos veces en la partitura, en la práctica se utilizan signos de repetición
específicos que indican la instrucción de regresarse al punto de la
partitura que corresponde a la sección que debe repetirse. Uno de esos
�
símbolos es precisamente coda, que indica que el músico debe ir a la
parte final de la obra. Su representación gráfica es:
dinámica.
Categoría general de los matices e intensidades, tiene que ver con el
volumen: piano p —‘suave’—, forte f—’fuerte, intenso’—, mezzopiano
pp —’medio suave’—, mezzoforte ff —’medio fuerte’—, pianissimo
ppp —muy suave— y fortissimo fff—’muy fuerte’.
ppp pp p f ff fff
73
incidental, cada una con sus características propias—, un
divertimento, una partita, una casación, o varias cosas más,
y en ocasiones las diferencias son muy, muy sutiles.
Sinfonía y concierto
El gran género de la música orquestal, la sinfonía, no puede
estar ajena a la ambigüedad. Algún académico especializado
y más o menos tieso dirá que es una obra para orquesta
construida en cuatro movimientos según la forma sonata.
Sí, muy bien; el problema es que hay sinfonías con un solo
movimiento, o con siete, y otras tantas en las que a la
orquesta se añaden voces solistas y/o coros.
L fre de elícl
Ludwig van Beethoven [Gary Oldman]:
It is the power of music to carry one directly into the mental
state of the composer.
Ludwig van Beethoven:
El poder de la música reside en que puede llevarnos al estado
mental del compositor.
74
Del griego μουσικός, musikós, «propio de o relativo a las musas»,
música
grave. Del latín gravis, ‘pesado’: 1. Las frecuencias más bajas del registro
de sonidos. 2. También puede calificar el carácter y el tempo de una obra
lenta, solemne.
75
La palabra sinfonía —del griego συν, syn, ‘juntamente’,
y φωvή, phoné, ‘sonido’— se menciona por vez primera
hacia finales del siglo xvi con el significado de «música
de conjunto»; se usaba como sinónimo de concierto y no
tenía ninguna de las implicaciones estructurales que
adquirió en el siglo xviii
Instrumentos de confusión
En una orquesta sinfónica suele haber dos tipos de corno: uno
de ellos, de la familia de las maderas; el otro, de los metales.1
El caso es que al corno-metal suele llamársele corno francés,
y al corno-madera, corno inglés. Este último es un nombre
cabalmente espurio, porque ni es corno ni es inglés, sino
76
un intervalo se define por una relación de frecuencias expresada
en Hertz.
El unísono se forma cuando una misma nota es tocada por dos voces
diferentes. A excepción del unísono, los demás nombres de los intervalos
están en femenino: una octava, una tercera, una sexta, etcétera.
77
En inglés, al
fagot se le llama
bassoon, pero la
palabra alemana
Posaune, que se
parece mucho,
no designa al
fagot, sino al
trombón
Pián pianito
Antes de extenderme hasta el divertido infinito de este
asunto, concluyo con una de las más evidentes confusiones
de la semántica musical. La palabra piano quiere decir ‘suave’
en italiano, y al instrumento que hoy conocemos como piano
originalmente se le llamó pianoforte porque, a diferencia del
clavecín —que no es lo mismo que un clavicordio ni que un
clavinova—, en él se podía regular el volumen del sonido, que
podía ser suave o fuerte. O sea: el nombre original del ilustre
piano quería decir «suavefuerte». Y aunque usted no lo crea,
un pianoforte no es lo mismo que un fortepiano… aunque se
parecen un poco. Otro día le cuento.
78
Del latín modus, ‘manera, medida‘, es lo que define las escalas
modo
Tomando una escala cualquiera como base, los modos son cada una
de las escalas derivadas formadas a partir de los grados 2°, 3°, 4°, 5°, 6°
y 7° de la escala base. Ésta es la escala mayor formada por siete notas
llamadas grados que aparecen descritos como un número:
Sobre esta escala que se toma como base, se construyen escalas o modos,
iniciando a partir de cada uno de sus grados:
re mi fa sol la si do re escala dórica o 2° modo de la escala mayor (comienza a partir del 2° grado)
mi fa sol la si do re mi escala frigia o 3° modo de la escala mayor (comienza a partir del 3° grado)
fa sol la si do re mi fa escala lidia o 4° modo de la escala mayor (comienza a partir del 4° grado)
sol la si do re mi fa sol escala mixolidia o 5° modo de la escala mayor (comienza a partir del 5° grado)
la si do re mi fa sol la escala eólica o 6° modo de la escala mayor (comienza a partir del 6° grado)
si do re mi fa sol la si escala locria o 7° modo de la escala mayor (comienza a partir del 7° grado)
79
ritmo. Del latín rhythmus, ‘movimiento, batimiento regular, medida,
cadencia’, estructura sobre la que se organizan las
duraciones, los timbres o los acentos sucesivos de una
frase musical. Una simple pulsación de duraciones
sucesivas regulares, cuando no tiene ni acentuación, ni
timbres diferentes, aún no se considera ritmo; cuando
uno solo de sus elementos varía —duración, timbre
o acento—, entonces se considera ritmo. El ritmo
es el elemento que provoca la sensación de
movimiento, el impulso que relaciona a la danza
pulso
con la música, que genera puntos climáticos en
cualquier pieza musical.
tempo. Esta voz italiana viene del latín tempus, ‘tiempo’; refiere a la
velocidad con la que se interpreta una obra musical; los principales
tempos son, del más lento al más rápido: largo, larghetto, adagio,
andante, moderato, allegro, presto; el tempo también puede indicarse por
medio de un valor metronómico, medido en pulsos por minuto o bpm
—beats per minute, en inglés— que marca la velocidad de la pulsación
correspondiente a cada tiempo del compás.
80
quiere decir que la pieza tiene su eje en esa nota, aunque existan
diferentes modulaciones —cambios de tono— durante la composición.
unísono. Del latín medieval unisonus, ‘un solo tono’, «en unísono»; es el
resultado de la emisión de la misma altura de nota o la misma melodía
por dos o varias voces o instrumentos.
81
El episTolario
fragmentos de cartas célebres
Rishikesh, Himalayas
India, 6 de abril
Querido Iván,
Ésta es una amiga mía, creo que
debes conocerla. Se llama Mary
y sólo viene a inicios de la primavera,
después del periodo del monzón.
Acabo de prestarle mis últimos 100
dólares. Desafortunadamente no
tuviste suerte, así que tendrás que
quedar satisfecho con mis mejores
deseos.
Sigue practicando, y la mejor de
las suertes para tu grupo y para ti.
George Harrison
*Para obtener el premio y no ser descalificado, se debe enviar nombre completo, edad,
teléfono, e-mail y dirección completa. Limitado a un premio por participante por
cada dos números.
** El nombre del ganador y la respuesta se publicarán en Algarabía 121. El plazo para recoger
el premio vence el 31 de octubre de 2014.
82
83
enumeraciones
vertiginosas La lisTa
84
Pieter Claesz, Naturaleza muerta con instrumentos, 1623.
85
La orquesta sinfónica
La orquesta, concebida como el conjunto de músicos
que tocan diversos instrumentos —originalmente
refería al espacio dentro de un anfiteatro donde los
bailarines danzaban—, tuvo sus inicios en el siglo xvi,
y con el tiempo ha crecido y se ha complementado,
añadiendo en sus filas diversos instrumentos hasta
adquirir las características actuales que incluyen a un
conjunto aproximado de 80 músicos —dependiendo
de la orquestación y requerimientos de cada obra—.
Son cuatro las secciones en que se distribuyen los
instrumentos:1 cuerdas —violines primeros [1], violines
segundos [2], violas [3], violonchelos [4], contra-
bajos [5], arpa [6]—, alientos de madera [7] —piccolo,
flautas, oboes, clarinetes, fagotes y corno inglés—,
alientos de metal [8] —cornos, tompetas, trombones
y tuba— y percusiones [9] —timbales, bombo,
platillos, claves, piano, celesta, entre muchos más—.
Presentamos una de las distribuciones más comunes
de los instrumentos dentro de la orquesta.
1 v. Algarabía 53, febrero 2009, Causas y azares: «Instrumentos de placer»;
pp. 74-83.
l exic
ejemplos de nuestra forma de hablar
tipludo
Esta palabra que no registran los diccionarios —ni siquiera los de
mexicanismos— se refiere a un tono agudo de voz que escalda y percute
los oídos; proviene de la palabra tiple —de origen incierto—, que es
como se define a la voz humana más aguda, a una guitarra pequeña y a
una especie de oboe soprano.
Si una tiple se distingue por un registro de voz agudo pero entonado
—como el de una soprano—, lo tipludo también es agudo, pero al
grado de la tortura.
• ¿Le bajas tantito a la tele? Esa comentarista es más tipluda que un
par de gatos cogiendo.
86
Plano de la orquesta
9
9
8
7
6
87
9
2 3
5
1 4
Director
los diez más
de todo Tp 10
88
89
pensamiento
sobre todo lo IDE
demás
El ritmo
de las ndas.
a radio
enMéxico
por Ma. Luisa Durán
ilustrado por Dante Escalante
90
¿En dónde estará el nido
de esta canción mecánica?
Las antenas insomnes del recuerdo
recogen los mensajes inalámbricos
de algún adiós deshilachado.
Manuel Maples Arce, «T.S.H.»
91
Ondas mexicas en los años 20
El 27 de septiembre de 1921, desde el teatro Ideal,
localizado en la calle Dolores del centro de la Ciudad
de México, los hermanos Adolfo Enrique y Pedro
Gómez Fernández realizaron la primera transmisión
de radio mexicana: la hija de Adolfo cantó el «Tango
negro» y el tenor José Mojica —que luego fue un
famoso cantante y actor, aunque dejó la artisteada para
meterse de monje— interpretó «Vorrei morire». El
programa duró menos de dos horas, pero bastó para
iniciar una larga y fructífera historia.
Un mes después, en Monterrey, Constantino de
Tárnava, quien ya llevaba varios años experimentando
con las ondas, lanzó su propia estación, que nombró
Tárnava Notre Dame —por la universidad donde había
estudiado—. Él también presentó un par de canciones
y melodías instrumentales.
En aquellos tiempos las emisiones
eran una o dos veces por semana,
duraban menos de dos horas y las
oían sólo unas cuantas personas,
porque tener un aparato receptor
era un privilegio. Sin embargo,
el interés creció con rapidez
y hacia finales de 1922 ya
había 32 estaciones y miles
de oyentes que se reunían
alrededor de los pocos radios
92
Los radios cambian
Al igual que los programas, los géneros y las voces, los receptores de radio
fueron cambiando con el tiempo:
galena bulbos
cristal de sulfuro tubos de vidrio
de plomo al vacío
transistores circuito
amplifican la señal integrado
mediante una un chip o pastilla
corriente eléctrica que recibe y
amplifica la señal
am y fm
La diferencia esencial está en el tipo de modulación de las ondas:
am modula la
amplitud de las
ondas; la recepción
es más sencilla
fm modula la
frecuencia de
las ondas; mayor
fidelidad de sonido
93
¿Que cómo eran los programas de radio de los años 20?
Las más socorridas eran las tertulias, donde una plática
agradable del locutor se entretejía de forma natural con
lecturas de poemas y canciones interpretadas en vivo
por los sopranos y los tenores de moda.
En 1942 Guillermo
Salas fundó la xeoy-am
—actualmente nrm
Comunicaciones—, con
programas que
promocionaban
la belleza del
territorio mexicano.
Fue la primera radio
turística del mundo
94
De día podemos oír la radio mientras trabajamos,
estudiamos o realizamos cualquier actividad física,
a pasármelo bien
Esta noche voy
95
Vuelve al cabaret años 40 y 50. Los hay de
postín, como el Ciro’s,
Desde finales de los años 20 nacen
un restaurante-bar
en México los cabarets, lugares de
—la denominación
diversión donde se mezclan baile,
«cabaret» es
música, espectáculos, comida y bebidas
considerada vulgar
embriagantes, donde vamos a bailar
en esta época— súper
la música que oímos en el radio. Estos
elegante dentro del
sitios alcanzan su esplendor en los
hotel Reforma, cuyos
espectáculos se transmiten
en la xew. O para obreros
y ricachones por igual,
De la w a la q, etcétera
El talento detrás de muchos de los programas y
descubridor de estrellas era Enrique Contel, director
artístico de la xew en los años 30 y de la xeq en los
40. Contel le había propuesto a don Emilio Azcárraga
la fundación de la xeq para dar cabida a artistas y
empleados que no podían estar en la w por falta
de espacio. Así que por cada talento de la w,
la q generó el propio, y las dos estaciones
pertenecientes a una misma cadena
radiofónica compitieron en calidad y
talento.
La xew, «la voz de la América Latina
desde México», salió al aire el 18 de
septiembre de 1930 a las 8 de la noche,
con 5 mil watts de potencia —que
pocos años después serían 50 mil—.
El 31 de octubre de 1938 comenzó sus
transmisiones la xeq, gracias a una
asociación de Azcárraga con la
Columbia Broadcasting System.
96
Qué rico el mambo
97
Coca-Cola—, whisky con soda y bebidas
refrescantes sin alcohol, pues la idea
no es comer ni ponerse borracho, sino
danzar hasta que se acaben las suelas de
Los caballeros que no llevan pareja
los zapatos.
pueden bailar con las ficheras. El Salón
México, el Los Ángeles, el California
Dancing Club, el Colonial —a donde
llegan las prostitutas a bailar por puro
gusto antes de comenzar su turno
laboral—. Las damas usan llamativos
vestidos y muchos caballeros visten de
pachucos. Sirven cubas libres —ron con
El ltí e l ti
• Non omnes qui habent citharam sunt citharoedi.
• No todos los que tienen una cítara son citaristas —es decir,
el instrumento no hace al músico.
Varrón
98
Hay buen rock & roll esta noche los filósofos hay cafés existencialistas,
que sirven cocteles exóticos y donde
Llegan los años 60 y con ellos el rock
corren ciertas sustancias experimentales
& roll. Para «la chaviza» se ponen de
y, por tanto, ilegales. Los románticos
moda los cafés cantantes, a los cuales
empedernidos y los revolucionarios
se va por las tardes a tomar café, postres
van a las peñas, no a bailar, sino a tomar
y malteadas, pero también a ligar y a
una copita y oír canciones de
bailar rock & roll, con todo y crinolinas,
protesta y trova cubana; si se
vaselina y chamarras de cuero. También
aprenden sus larguísimas
sobreviven los tés danzantes, donde los
letras —que no repiten
«niños bien» bailan sanamente ritmos
ni una estrofa— hasta
juveniles de 5 de la tarde a 11 de la
las cantan.
noche y, obviamente, se toma té. Para
99
Feel the beat from the tambourine frente a frente y lleva el ritmo «echando
tipo», cada quien a su manera: la chica
En la década de 1970 las discoteques
agitando su larga cabellera y el chico
—para diferenciarlas de las discotecas o
sacando el pecho para verse más galán.
tiendas de discos— son la sensación. La
Mientras tanto, la contracultura se reúne
gente llega a bailar música disco, beber
en los hoyos funkies, sitios prohibidos
y ligar. En la pista, decorada con luces
por el gobierno donde
de colores del techo al piso, se danza al
se toca rock nacional en
ritmo de los Bee Gees, Gloria Gaynor
vivo y a escondidas.
y otros representantes
del género. El baile no
es taaan espectacular:
la pareja se pone
FrezT
La música expresa aquello que no se puede
decir pero que es imposible callar.
Victor Hugo
100
A los hijos del rock & roll... Noches de amor y libertad
bienvenidos
Los centros nocturnos son perennes:
A mitad de los años 80, quienes El Patio subsiste por más de cinco
quieren diversión nocturna se van décadas. En sucesivas fases de gloria se
a la disco o a los nuevos antros, de presentan en su escenario Josephine
entre los que sobresalen Rock Stock Baker, Édith Piaf, Sammy Davis Jr.,
y Rockotitlán, decorado en art nacó y Ray Coniff, Paul Anka, Lola Beltrán,
donde se presentan grupos de rock en Raphael, Emmanuel, Yuri, Juan Gabriel
español: Botellita de Jerez, Sombrero y José José —por mencionar sólo
Verde —después Maná—, Kenny y los unos pocos—, quienes brindan su
Eléctricos y Las Insólitas Imágenes de espectáculo muy cerca del público, que
Aurora —después Caifanes y Jaguares. cena y bebe vestido lujosamente; en
La era digital
La música ya no es la principal apuesta de las más de mil
estaciones que conforman la radio nacional en el siglo
xxi. Los programas puramente musicales se diluyen
entre los informativos, de opinión y misceláneos. Por
otra parte, Internet nos permite descargar o transmitir
en segundos cualquier canción que queramos, sin
necesidad de plantarnos ante un radio a esperar que la
pongan.1 Las estaciones en la red son tan especializadas
101
los 90 le hace competencia el Premier, donde
Luis Miguel presenta sus baladas, boleros y
rancheras. Actualmente, ambos recintos están
abandonados.
En los años 50
había casi 200
estaciones de radio;
a mediados de la
década de 1990,
el número creció
hasta superar 1 200
radiodifusoras
102
103
Gei y figr
minibiografías
104
105
respuestas
sencillas a
preguntas ¿Qé d c...
inusitadas
el Sonido 13?
Con apenas 10 años de edad,
Julián Carrillo hizo experimentos
con su violín para saber qué
había más allá de las 12 notas
musicales. Por eso, usó una
navaja con la que marcó las
divisiones de tonos en las
cuerdas de su violín hasta
obtener 16 tonos distintos
—microtonos.
Los microtonos son unidades de escala musical cuya magnitud
es menor al semitono, por ejemplo: el sonido que hay entre un
si y un si bemol.
0 16 32 48 64 80 0
Así se escribe en dieciseisavos de tono.
106
107
Géneros
musicales
para
dummies por María del Pilar Montes de Oca Sicilia
ilustrado por Alejandra Hernández Mosti
108
origen de palabras y frases
adulto contemporáneo.
Así como lo oye, es una mezcla de música vocal de
los 60 —Frank Sinatra, Nat King Cole— con el soul, el
rock y el r&b. Pero pueden estar en esta clasificación
desde Christina Aguilera, Céline Dion, George Michael
y Whitney Houston, hasta Luis Miguel.
109
easy listening. ¡Mis
polainas!, que obviii significa «fácil
de escuchar». Se supone que es
originalmente música instrumental
diseñada para ser escuchada de fondo,
es amable con el oído y a veces tiene
letra. Herb Alpert, Tony Bennett, Michel
Bublé, Frank Sinatra, Dionne Warwick y
cualquiera en inglés, eso sí —porque si
no, no es fácil de oír.
111
TqiT Ð leg
de la lengua y
la lengua de nunca acabar sus hablantes
Lingüística comparada
La hipótesis de que todas las lenguas provienen de un antepasado común
o una protolengua, ha ocupado la labor lingüística desde el siglo xviii. Esta
idea surge a partir de la lingüística comparativa en la que se encuentran
semejanzas y cognados —palabras de forma similar con el mismo
significado— en varias lenguas, con lo cual se deduce su parentesco.
A continuación presentamos una tabla de transcripciones fonéticas en la
que esto se corrobora:
lengua uno dos tres cabeza ojo oído nariz boca diente
sueco en tvo tre hyvud øga øra næsa mun tand
germanas
italiano uno due tre tεsta okjo orekjo naso boka dεnte
español uno dos tres kabesa oxo orexa naso boka djente
rumano un doj trej kap okj ureke nas gurš dinte
polaco jeden dva tši glova oko uxo nos usta zõp
eslavas
ruso adin dva tri galava oko uxo nos rot zup
búlgaro edin dva tri glava oko uxo nos usta zšb
finlandés yksi kaksi kolme pæ silmæ korva nenæ sū hamas
otras
palabras de
la lengua fresca cuño reciente
112
nombre del mes
Enrique
Nombre derivado del germánico
Haimirich. Se compone de haim,
‘morada, casa, patria’, y rik o rich,
‘jefe, caudillo, poderoso’. Significa
«el jefe del hogar», «el director
de su morada» o «el príncipe de
la casa». Así han sido llamados
numerosos monarcas europeos;
entre los santos están Enrique ii
de Alemania —siglo xi— y el
Hans Holbein el Joven, Enrique viii, 1540.
obispo de Upsala —siglo xii—.
El nombre existe en una gran variedad de idiomas, por ejemplo, alemán:
Heinrich, Heinz; inglés: Harry, Henry; italiano: Enrico; finlandés: Hikki. En
México su hipocorístico es Quique, y para Enriqueta es Queta.
etimologías
del latín al español
modismos y
de estos lares... localismos
asegún
Este adverbio significa «según las circunstancias»; puede usarse también
como sustantivo, en plural, con el sentido de ‘condiciones, estipulaciones’.
—Empecemos con este guión y después decidimos qué cambiamos, asegún
las reacciones del público.
—El contrato, con todo y sus asegunes, nos convenía a todos.
y de otros lares
abrelatas
En Honduras, esta palabra compuesta hace referencia no sólo al utensilio
de cocina; coloquialmente, funciona como eufemismo de pene.
—Pepe será un balín sin cerebro, pero tiene el abrelatas más grande
que he visto.
113
Tone pa’ lo pregunTone
* Para obtener el premio y no ser descalificado se debe enviar nombre completo, edad, teléfono, e-mail
y dirección completa. Limitado a un premio por participante por cada dos números.
** El nombre del ganador y la respuesta se publicarán en Algarabía 121. El plazo para recoger el
premio vence el 31 de octubre de 2014.
114
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9 y 10 de agosto Coyoacán; Ciudad de México.
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