Acción Reivindicatoria en Materia Civil

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UNIVERSIDAD NORORIENTAL PRIVADA

“GRAN MARISCAL DE AYACUCHO”


ESCUELA DE DERECHO
NÚCLEO ANACO, ESTADO ANZOÁTEGUI.

ESTUDIO DE LA ACCIÓN REIVINDICATORIA EN EL


PROCESO CIVIL VENEZOLANO

Profesor: Autor
(a):
Abg. Lya Sivila. Gabriela Y. Delgadillo
G.
C.I.: 26.203.957.

Anaco, noviembre de 2020.


ÍNDICE
Pág.
Prologo...............................................................................................................................2
INTRODUCCIÓN...............................................................................................................3
CAPÍTULO I. GENERALIDADES DE LA ACCIÓN REINVINDICATORIA
Definición........................................................................................................................4
Caracteres......................................................................................................................5
Condiciones....................................................................................................................5
Pruebas a Cargo del Actor.............................................................................................7
Excepciones que puede Oponer el Demandado...........................................................8
Efectos de la Acción Reivindicatoria..............................................................................9
Terminología aplicable a la acción reivindicatoria en el procedimiento civil
venezolano.....................................................................................................................9
Elementos que deben probarse para que tenga éxito la acción reivindicatoria..........10
Criterios jurisprudenciales respecto a la acción reivindicatoria en el proceso civil
venezolano...................................................................................................................13
CAPÍTULO II. NORMATIVA LEGAL
CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA...................18
CÓDIGO CIVIL DE VENEZUELA................................................................................19
CAPÍTULO III. Pasos que se deben cumplir en la Acción Reivindicatoria.....................21
CAPÍTULO IV. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
CONCLUSIONES.........................................................................................................24
RECOMENDACIONES................................................................................................25
BIBLIOGRAFÍA................................................................................................................26
Prologo

La acción reivindicatoria existe en base al derecho de dominio, este al ser un


derecho real, permite que se ejerzan acciones reales; es por esto que la misma lo que
permite es que se le reconozca este derecho a la persona que lo alega con el fin de
que sea devuelta su propiedad ante la presencia de alguien externo que haya
interrumpido ese vínculo entre el verdadero dueño y su bien. Pero como toda acción
tiene sus reglas y características que la definen, las cuales serán analizadas en el
presente trabajo.

También es de observar, que la doctrina ha establecido que la acción reivindicatoria


es la más importante de las acciones reales y la fundamental y más eficaz defensa de
la propiedad, así mismo ha indicado que para que proceda la acción reivindicatoria, es
necesario por una parte, que el demandante sea propietario y demuestre la misma,
mediante justo título y por la otra parte, que el demandado sea poseedor o detentador.
INTRODUCCIÓN

La acción reivindicatoria no es más que el derecho del propietario a acudir a los


tribunales reclamando aquello que considera que es suyo, a aquel que la posee sin ser
propietario, con el fin de que se la entregue. En definitiva, constituye una de las
acciones de defensa del derecho de propiedad.

De allí que la presente investigación tiene por objeto proporcionar la información


bibliográfica, sistematizada e integral, respecto a la estructura de la acción
Reivindicatoria en el proceso civil venezolano; así como también explicar la sucesión
que debe existir entre los actos procesales que lo integran y por consiguiente en el
mismo se describirá la terminología aplicable a la acción reivindicatoria en el
procedimiento civil venezolano, para luego determinar los elementos que deben
probarse para que tenga éxito la acción reivindicatoria y así finalmente se realizará un
análisis de los criterios jurisprudenciales respecto a la acción reivindicatoria en el
proceso civil venezolano.

La importancia de la misma, es que mediante su realización permitirá a los


estudiantes conocer más acerca de la problemática que ocasiona una acción
reivindicadora en materia civil, lo cual puede contribuir a la orientación de los alumnos,
quienes pueden ser multiplicadores de la información a la población.

De esta manera la presente investigación se estructura de la siguiente manera:


Capítulo I. Generalidades de la Acción Reivindicatoria: En esta parte se describe
toda la teoría relacionada al tema de investigación.
Capítulo II. Normativa Legal: Donde se presenta las normas y leyes que regulan o
sustentan la acción reinvindicatoria.
Capítulo III. Pasos que se deben cumplir en la Acción Reivindicatoria.
Capítulo IV. Conclusiones y Recomendaciones
CAPÍTULO I
GENERALIDADES DE LA ACCIÓN REINVINDICATORIA

Definición
El autor Aguilar, J. (2007). expone que la acción reivindicatoria es: “Aquélla en la
cual el actor alega que es propietario de una cosa que el demandado posee o detenta
sin derecho para ello y, consecuencialmente, pide que se le condene a la devolución de
dicha cosa”.(p. 29).
Por su parte el autor Nuñez, R. (2013) expone que la acción reivindicatoria puede
definirse como: “El instrumento típico de protección de la propiedad de todo tipo de
bienes, muebles o inmuebles, por cuya virtud, se declara comprobada la propiedad a
favor del actor, y, en consecuencia, se le pone en posesión del bien para hacer efectivo
el ejercicio del derecho”. (p. 13).

Se tiene que, la acción reivindicatoria es una acción de naturaleza real, que puede
ejercitarse contra cualquiera que perturbe o lesione la relación en que el titular del
derecho se encuentra con la cosa. Al respecto también es de observar, que la doctrina
ha establecido que la acción reivindicatoria es la más importante de las acciones reales
y la fundamental y más eficaz defensa de la propiedad, así mismo ha indicado que para
que proceda la acción reivindicatoria, es necesario por una parte, que el demandante
sea propietario y demuestre la misma, mediante justo título y por la otra parte, que el
demandado sea poseedor o detentador.

Caracteres
Respecto a esto el autor Cabanellas, G. (2010) explica que:

1º La acción reivindicatoria es una acción real.


2º La acción reivindicatoria es una acción petitoria, de modo que el actor tiene la
carga de alegar y probar su carácter de titular del derecho real invocado (en concreto,
de la propiedad).
3º En principio, es una acción imprescriptible, lo que se debe al carácter perpetuo
del derecho de propiedad. En nada contradice lo expuesto el hecho de que la acción
reivindicatoria no proceda contra el tercero que haya usucapido la cosa, ya que
entonces no es que haya operado la prescripción extintiva de la acción reivindicatoria
sino que el actor ya no es propietario de la cosa en virtud de la prescripción adquisitiva
operada en favor del demandado. Sin embargo, prescribe por dos (2) años la acción
del propietario para reivindicar las cosas muebles sustraídas o perdidas de conformidad
con los artículos 794 y 795 del Código Civil.

4º En principio, es una acción restitutoria en el sentido de que tiene por objeto


obtener una sentencia que condene al reo a devolver una cosa, razón por la cual
presupone que el demandado tenga la cosa en su poder. En este aspecto la
reivindicación se diferencia netamente de la acción de declaración de certeza de la
propiedad que sólo persigue la declaración dicha sin condena de restitución, y que, por
lo tanto, puede ser intentada por el propietario que tenga en ello interés legítimo aun
cuando el demandado no tenga la cosa en su poder. Sin embargo, en un caso
excepcional la acción reivindicatoria declarada con lugar puede no conducir a la
restitución de la cosa sino al pago de su valor.

Condiciones
El autor Vásquez, A. (2003) expone que: “Tradicionalmente se afirma que para la
procedencia de la reivindicación se requiere que concurran tres grupos de condiciones
o requisitos, unos relativos al actor, otros al demandado y otros a la cosa”. (p.130). Tal
como se explica a continuación:

1º Condiciones relativas al actor (legitimación activa). Desde el Derecho


Romano se ha establecido que la acción reivindicatoria sólo puede ser ejercida por el
propietario. Naturalmente no es necesario demostrar la propiedad antes de intentar la
acción; pero es necesario invocar el carácter de propietario en la demanda y luego
demostrarlo en el curso del proceso.

Si la cosa pertenece a varios dueños, cada comunero puede reivindicar en nombre


propio la cuota que le corresponde. Las entidades públicas también pueden reivindicar
los bienes de su dominio privado. En cambio, no puede reivindicar quien sólo invoque
la condición de poseedor o de acreedor de una obligación personal de restitución.

2º Condiciones relativas al demandado (legitimación pasiva). La reivindicación


sólo puede intentarse contra el poseedor o detentador actual de la cosa, lo que no es
sino consecuencia lógica de que la acción tiene carácter restitutorio y de que mal
podría restituir quien no tiene la cosa en su poder a título de poseedor o detentador.
Sin embargo, debe tenerse en cuenta que si el poseedor o detentador después de
la demanda ha dejado de poseer la cosa por hecho propio (por ej.: haberla enajenado),
está obligado a recobrarla a su costa por cuenta del demandante; pero que si así no lo
hiciere, deberá pagar su valor, sin perjuicio de la opción que tiene el demandante de
intentar su acción contra el nuevo poseedor o detentador (C.C., art. 548, ap. único).
Como se observa en el caso de que el demandado satisfaga el valor de la cosa, por
excepción, la reivindicación se transforma en una acción de resarcimiento.

3° Condiciones relativas a la cosa. En esta materia cabe señalar que:


A) Se requiere la identidad entre la cosa cuya propiedad invoca el actor y la que
posee o detenta el demandado.
B) No pueden reivindicarse las cosas genéricas, lo cual no es sino la simple
consecuencia, de que no existe propiedad de cosas genéricas de modo que el
demandante carecería de legitimación activa.
C) No es cierto que los bienes muebles por su naturaleza no sean reivindicables en
virtud de lo dispuesto en el artículo 794 del Código Civil. En efecto, la reivindicación de
dichos bienes procede si se prueba la mala fe del poseedor; que la cosa es una cosa
sustraída o perdida, o que el poseedor no es un tercero.
Pruebas a Cargo del Actor
El actor tiene la carga de probar que es el propietario de la cosa que reivindica, que
el demandado la posee o detenta y la “identidad de la cosa”..
1º En puridad de rigor, el demandante debe demostrar que es el propietario de la
cosa.
A) A tal efecto su situación varía según que haya adquirido de modo originario o
derivativo, porque en el primer caso sólo tiene que probar el hecho generador de la
adquisición (por ej.: la usucapión), mientras que en la segunda hipótesis, además de
probar su propia adquisición, tiene que justificar los derechos de su causante y en su
caso de toda la cadena de causantes anteriores porque nadie puede transmitir más
derechos de los que tiene. Por su dificultad esta prueba ha sido calificada de probatio
diabólica. En la práctica, cuando es posible, se obvia la dificultad invocando a todo
evento la usucapión. La doctrina en Francia e Italia llega a sostener que al actor le
basta probar que tiene un derecho mejor y más probable que el derecho del
demandado. Este criterio ha sido acogido por nuestra jurisprudencia.
B) En todo caso, el actor puede hacer libremente la prueba de su propiedad, No
está limitado a la prueba escrita sino que puede recurrir a cualquier prueba legal
incluso a las presunciones hominis.
C) A propósito de la prueba de que tratamos pueden presentarse las siguientes
situaciones:
a) Que ninguna de las partes presente títulos de propiedad (hechos o documentos
que demuestren la propiedad), caso en el cual la demanda debe ser declarada sin lugar
tanto por no haber hecho el actor la prueba que le exige la ley como por aplicación del
principio de que en igualdad de condiciones es mejor la situación de quien posee.
b) Que sólo presente títulos el reivindicante, caso en el cual la decisión debe
favorecerle a condición de que sus títulos prueben su propiedad, o, al menos, que tiene
un derecho mejor y más probable que el demandado.
c) Que ambas partes presenten títulos. Cuando éstos son derivativos deben
distinguirse a su vez dos situaciones en materia de inmuebles:
a) Si los títulos proceden del mismo causante, priva el que fue registrado primero si
se trata de un acto entre vivos y el último válido si se trata de testamentos.
b) Si los títulos provienen de distintos causantes, la situación debe favorecer al actor
si sus títulos prueban su derecho de propiedad o, al menos, que tiene un derecho mejor
y más probable que el reo; caso contrario, la sentencia debe favorecer al demandado.
2° Al actor incumbe probar también que el demandado es el poseedor o detentador
de la cosa que reivindica para lo cual también puede hacer uso de cualquiera de los
medios de prueba previstos por la Ley.
Sin embargo, en su caso, puede probar que el reo dejó de poseer o detentar la cosa
por hecho propio después de la demanda judicial porque en tal hipótesis el demandado
está obligado a adquirir la cosa por cuenta del demandante o a abonarle su valor (C.C.,
art. 548, ap. único). Naturalmente en orden a esta última eventualidad el actor en ese
caso tiene la carga de la prueba del valor de la cosa.
3° Aun cuando está implícita en las pruebas anteriores la doctrina destaca que el
demandante debe probar la identidad de la cosa en el sentido de que la cosa cuya
propiedad alega es la misma que posee o detenta el reo.

Excepciones que puede Oponer el Demandado


1º El demandado puede desde luego oponer las excepciones de rito: contradecir la
propiedad que invoca el actor, probar que él no es poseedor o detentador de la cosa o
que ésta no es la misma que pertenece al demandante.
2º Además, el reo puede, en su caso, oponer excepciones de mérito tales como:
A) Que tiene frente al actor un derecho a poseer o detentar la cosa.
B) Que el actor está obligado a garantizarle la posesión pacífica de la cosa. Esta
sería la excepción procedente si, por ejemplo, una persona ha vendido a otra una cosa
que en ese momento no le pertenecía, luego la adquiriese y posteriormente pretendiera
reivindicarla de aquella persona a quien se la había vendido.
C) Que la acción reivindicatoria ha prescrito si se trata de los casos en que
excepcionalmente prescribe la acción.
D) Según algunos autores, que en el caso de reivindicación de muebles sujetos al
régimen del artículo 794 del Código Civil, es un tercero poseedor de buena fe, lo que
en realidad es una excepción de rito.
Efectos de la Acción Reivindicatoria
Si la acción es declarada con lugar, la consecuencia fundamental de la
reivindicación es que el demandado queda condenado a restituir la cosa con todos sus
accesorios, o en el caso previsto en el aparte único del artículo 548 del Código civil, a
adquirirla para el demandante o a pagar a éste su valor.
Dicho sea de paso, el actor que haya recibido el valor de la cosa no pierde el
derecho de reivindicar contra el nuevo poseedor o detentador; pero en tal caso habrá
de devolver al anterior poseedor o detentador la suma que recibiera de él en lugar de la
cosa (Messineo, citado en Aguilar).
Puede ocurrir además que la sentencia establezca obligaciones de restituir frutos o
productos, de reembolsar gastos necesarios o de indemnizar mejoras, todo conforme a
las reglas estudiadas con motivo de la posesión.

Terminología aplicable a la acción reivindicatoria en el procedimiento civil


venezolano.

La acción reivindicatoria se ejercerá mediante demanda de acción declarativa y de


condena frente al tenedor o poseedor que retiene indebidamente la cosa reivindicada,
de ahí que, según la formulación clásica, se trata de la acción que ostenta el propietario
no poseedor frente al poseedor no propietario. Tiene una doble finalidad, por una parte,
la afirmación del dominio, del derecho de propiedad del reivindicante respecto de la
cosa objeto de la acción, y por otra, el ejercicio de la acción conlleva la condena del
demandado que ha perturbado el dominio para que lo restituya al demandante.

De esta manera, la acción reivindicatoria tiene como presupuesto la existencia de


una detentación posesoria por parte del reclamado frente al propietario, y esa acción no
resulta adecuada cuando no se da esa situación, de tal forma esta acción únicamente
procede cuando la actuación del demandado ha perjudicado la plenitud de ejercicio de
los derechos del demandante privándole en su posesión.
Elementos que deben probarse para que tenga éxito la acción reivindicatoria.
Al analizar jurídicamente las definiciones legales y doctrinarias, se colige que los
supuestos de la acción reivindicatoria son los siguientes:

a) Que el actor tenga el derecho de propiedad de la cosa que pretende reivindicar,


es decir, que ha de intentar la reivindicatoria el que tiene la propiedad plena o
nuda de la cosa, tal como lo establece el Artículo 548, del Código Civil.

b) Que esté privado o destituid o de la posesión de la cosa; esto implica que, para
entablar la acción de do minio, el dueño de la cosa no debe estar en posesión de ella.
c) Que se trate de una cosa singular. No obstante, si una cosa pertenece a varias
personas puede reivindicarse a través de cuotas, siempre y cuando se encuentre en
pro indivisión; lo que no puede reivindicarse son las universalidades jurídicas, tales
como la herencia, pues para ella existe la acción de petición de herencia.

Cabe resaltar que en términos concretos, el fundamento de la acción reivindicatoria


es, el poder de persecución y la inherencia del derecho a la cosa, propios de todo
derecho real y muy en particular del dominio; significa ello, que el propietario de una
cosa de la cual ha sido despojado por tener sobre ella el referido derecho, puede
perseguirla donde quiera que se encuentre y pedir su restitución. En cuanto a los
alcances, puede expresarse que por la acción reivindicatoria, el actor no pretende que
se declare su derecho de dominio, puesto que afirma tenerlo, sino, lo que demanda al
juez es que lo haga reconocer o constar y como consecuencia ordene la restitución de
la cosa a su poder por el que la posee. Los efectos de la acción reivindicatoria son: La
restitución de la cosa con sus accesorios y los abonos por razón de frutos, mejoras o
menoscabos, que deben hacerse entre si el reivindicador y el poseedor vencido.
¿Qué son prestaciones mutuas dentro de la acción reivindicatoria?
Toda cosa o todo bien del cual una persona esté a cargo dependiendo del título que
tiene producirá obligaciones y derechos por los cuales tendrá que responder. En tanto
una persona que es dueña de una propiedad, debe responder por las obligaciones que
produce y producirá mientras el bien este en sus posesión; de igual manera, si una
persona en calidad de poseedor sea de buena o mala fe, tendrá en su disposición, uso
y goce el bien del cual ya el dueño no cuenta.
Por lo tanto este deberá responder por las obligaciones que devienen de dicha
propiedad mientras lo establezca la ley. De esta manera se puede resaltar que entre
los derechos y obligaciones que producen las facultades de dominio de un bien se
encuentran:
1. Los gastos de mantenimiento o expensas de conservación.
2. Mejoras que introduce la persona que está poseyendo el bien, como el dueño,
simple tenedor o poseedor con ánimo de señor y dueño.
3. Desmejoras que se introducen ya sea en el uso material ya debido a la falta de
atención o cuidado o en forma maliciosa.
4. Se debe tener en cuenta de que contra quien se reivindica, si es de buena fe o
mala fe; lo cual es importante al momento del pago de los frutos.
5. Además, se debe recordar que la reivindicación puede referirse a cosas muebles
o inmuebles.
Las personas mutuas conciernen a la restitución de la cosa desde el momento en
que se ha dado sentencia y calidad de cosa juzgada, dando lugar a la demanda
para que el poseedor quede vencido y obligado a restituir en el plazo que el juez
indicase; y si la cosa fue secuestrada, pagará al actor el secuestro, los gastos de
custodia y conservación, y tendrá derecho para que el poseedor de mala fe se los
reembolse.
La restitución de una cosa mueble se diferencia mucho a la de una cosa inmueble;
la primera es ciertamente más fácil y sencilla puesto que debe entregarse el bien de
inmediato si está en el poder del poseedor y pagar las indemnizaciones; en caso de
bienes muebles, si tiene en ese momento el bien, tiene que diferenciar y sacar las
cosas personales que el llevó consigo a esa propiedad, lo cual dificultaría un poco
más el proceso.

Una vez que el demandado queda en calidad de poseedor vencido este deberá:
1. Restituir la cosa en el plazo que el juez señale. Si se ordenó el secuestro, como
medida preventiva, pagará además los gastos que demande el secuestro, los
gastos de custodia y conservación; esto es el caso y tendrá derecho para que el
poseedor de mala fe se los reembolse.
2. Si el poseedor fue de buena fe, el demandante peticionario del secuestro
sufragará de su peculio los gastos de la medida precautoria.
En este caso es muy importante diferenciar el poseedor de buena fe y el de mala
fe; aquél que actuó de mala fe prácticamente tiene que responder por todos los
gastos que nazcan por parte del proceso, además del pago de indemnización y
los frutos de los cuales se adueñó, entre otros; en cambio el que actuó de buena
fe se libera de la mayoria de los gastos que nacen, ya que no sería lo correcto
que todo corra a su cuenta cuando obviamente no ha actuado de forma
maliciosa.
3. Las prestaciones accesorias deberán ser reclamadas en la demanda y su
devolución o pago deben estar ordenados en la sentencia. Si se omite, el
reclamo puede hacerse en otro juicio.
4. En la restitución de toda cosa se entregaran los títulos (escrituras) que
conciernen a su propiedad, si se encuentran en poder del demandado.
En caso de que el bien presente deterioro el poseedor vencido de mala fe (y
únicamente este) deberá pagar los deterioros causados por su culpa, es decir,
por su descuido o dolo; mientras que el poseedor de buena fe solo responderá
por las cosas que haya destruido para provecho propio.
En cuanto a los frutos también hay distinción entre el poseedor de buena fe y
el de mala fe:
1. El poseedor de mala fe está obligado a pagar los frutos naturales y civiles
percibidos, además de los que el dueño pudo haber obtenido con mediana
inteligencia y actividad teniendo la cosa en su poder.
2. El poseedor de buena fe no está obligado a pagar los frutos naturales y
civiles que ha percibido previo a la citación de la demanda interpuesta; los
frutos de los que se aproveche después del conocimiento de esto sí estará
obligado a restituirlos.
En cuanto a las mejoras que se pudo introducir al bien se clasifica entre
necesarias, voluntarias o útiles.
 Las necesarias son aquellas imprescindibles para la sustentabilidad del bien y que
no se llegue a causar un perjuicio o deterioro sobre él. Como por ejemplo: agregar
tuberías más resistentes para evitar filtraciones de agua.
 Las voluntarias son aquellas que pese a no ser imprescindibles, son agregadas
para prestar un servicio mejor del bien. Como por ejemplo: reforzar las compuertas
de bodegas.
 Las útiles son las que agregan un valor por encima del que ya se consideraba del
bien. Como por ejemplo: agregar cámaras de vigilancia a una finca para mayor
precaución.

Cabe resaltar que la restitución de las mejoras dependerá del poseedor. Si fue de
buena fe, las mejoras que realizo antes de la citación pueden ser abonadas a su
nombre, por lo que el reivindicador deberá pagar el avaluó de dichas mejoras. En
cambio si tiene calidad de mala fe, este solo tiene derecho a llevarse los materiales, en
caso de que los materiales al separase pierdan algo de su avaluó, el reivindocador no
tendrá la obligación de pagar el precio restante.

Criterios jurisprudenciales respecto a la acción reivindicatoria en el proceso civil


venezolano.

Conforme a lo previsto en el artículo 548 del Código Civil Venezolano, el propietario


de una cosa tiene el derecho de reivindicarla de cualquier poseedor o detentador,
teniendo el demandante en la acción judicial en donde se pretenda la reivindicación, la
carga de demostrar, por una parte,  su derecho de propiedad o dominio sobre el bien;
que éste se encuentre en posesión del demandado, sin tener derecho a poseerlo o
detentarlo y, por último que la cosa objeto de reivindicación sea la misma cosa cuya
propiedad se arroga el accionante.
Ahora bien, la Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia a lo largo del
transcurso del tiempo ha emanado una serie de criterios vinculantes a los demás
Tribunales del país.
En este orden, se observa que este tipo de acción, señala la doctrina y la
jurisprudencia (Sentencia del Juzgado Superior Tercero en lo Civil y Mercantil de la
Primera Circunscripción Judicial, de 24 de mayo de 1995), requiere para su ejercicio la
comprobación de cuatro circunstancias a saber:
1).  El derecho de propiedad o dominio del actor (reivindicante);
2). El hecho de encontrarse el demandado en posesión de la cosa reivindicada;
3). La falta de derecho a poseer del demandado y,
4). La identidad de la cosa reivindicada: esto es, que la cosa reclamada sea la
misma sobre la cual el actor alega derechos como propietario.

Asimismo, la Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia en fecha 27


de abril de 2004, con ponencia del Magistrado Carlos Oberto Vélez, estableció: “La
acción reivindicatoria, se encuentra condicionada a la concurrencia de los siguientes
requisitos: a) Derecho de propiedad o dominio del actor (reivindicante);
b) Encontrarse el demandado en posesión de la cosa que se trata de reivindicar;
c) La falta del derecho a poseer del demandado; d) Identidad de la cosa, es decir que
sea la misma reclamada y sobre la cual el actor reclama derechos como propietario.

La acción reivindicatoria corresponde exclusivamente al propietario contra el


poseedor que no es propietario. En consecuencia, la carga de la prueba la tiene el
demandante.

Consecutivamente se tiene en sentencia del 5 de Abril de 2001, con ponencia del


magistrado Carlos Oberto Vélez, en el juicio de Eudocia Rojas contra Pacca
Cumanacoa, en el expediente Nº 99889, sentencia Nº RC-0062, estableció respecto de
la reivindicación el siguiente criterio:
...De acuerdo con el Artículo (sic) 548 del Código Civil: "El propietario de una cosa
tiene derecho de reivindicarla (sic) de cualquier poseedor o detentador, salvo las
excepciones establecidas por las leyes"
Como puede observarse, la norma transcrita no precisa los extremos que debe
llenar el actor para ejercer con éxito la referida acción. El artículo enfatiza en el
presupuesto objetivo en virtud del cual el propietario persigue la cosa en manos de
quién (sic) se halle, teniendo para ello el apoyo de la disposición objetiva contenida en
el Código. Al encontrar sin definición aquellos requisitos, los sentenciadores deben
aplicar la enseñanza de la doctrina y de la jurisprudencia sobre el particular. 

Los autores del Derecho Civil, de una manera uniforme, suelen hacer hincapié (sic),
cuando tratan de la acción reivindicatoria, en la pregunta básica de: ¿Qué debe probar
el actor?. A este respecto, indican que tres requisitos son esenciales para que la acción
prospere, a saber:
a) la identificación del objeto reivindicado,
b) el dominio o propiedad sobre la cosa y
c) que el demandado tenga la posesión indebidamente.

Por otra parte según el maestro Gert Kumerow, en su obra "Compendio de bienes y
derechos reales (sic), pág. 340, la acción reivindicatoria (sic) es real, petitoria y de
naturaleza esencialmente civil que consagra el artículo 548 del Código Civil. Esta
acción supone la prueba del derecho de propiedad por parte del demandante".

La privación o la detentación posesoria de la cosa por quien no es propietario y


dirigida a la defensa de un derecho real. Según el citado autor Gert (op.cit) los
requisitos de la acción reivindicatoria son los siguientes:
a)    El derecho de propiedad o dominio del actor.
b)    El hecho de encontrarse el demandado en posesión de la cosa reivindicada.
c)     La falta de derecho a poseer del demandado.
d)    En cuanto a la cosa reivindicada, esto es, que la cosa reclamada sea la misma
sobre la cual el actor alega el derecho como propietario.
En este orden de ideas observase (sic) que, la parte actora a quien le corresponde
probar sus afirmaciones, es evidente que no llegó a aportar los presupuestos que tanto
la doctrina como la jurisprudencia han determinado, así vemos que la parte demandada
en la oportunidad de la contestación a la demanda, además de rechazar
pormenorizadamente tanto en los hechos como en el derecho, desconoció e impugnó
los instrumentos, marcado con la letra B y C, que constituye la copia fotostática del
presunto título de propiedad, lo que significa que el actor no llegó a demostrar el
derecho de propiedad o dominio que tiene sobre la cosa que pretende reivindicar.
Asimismo tiene que probar que el demandado es el poseedor de la cosa que persigue
en reivindicación, lo cual no consta en autos que el demandante demostrase tal
requisito.

Asimismo ha considerado la jurisprudencia que es preciso establecer que la cosa


sobre la cual versa la reivindicación, debe ser la misma poseída por el demandado y la
misma a que se refiere el título de dominio en que funda la acción pues (sic) tratándose
de hacer efectivo el derecho, ha de saberse con certeza cuál es el objeto que se va a
reivindicar. En el curso del proceso observase que la parte actora no aportó ningún
elemento indicativo de su pretensión de reivindicación respecto del demandado, motivo
por el cual la presente demanda no puede prosperar. Así se decide...

En toda acción de reivindicación debe estar plenamente demostrado el derecho de


propiedad o dominio del actor y que el demandado se encuentre en posesión de la
cosa, sin tener derecho a poseer o detentar la misma y, por último que la cosa objeto
de reivindicación sea la misma cosa cuya propiedad alega el accionante.

Por su parte, en sentencia del 27 de Abril de 2017, con ponencia del magistrado
Guillermo Blanco Vázquez, en el juicio de Ana Gabriela Contreras Balestrini y Noemi
Del Carmen Balestrini De Contreras contra SILENCIADORES LOS LLANOS
PALENCIA ARAQUE C.A., en el expediente Nº 000626, sentencia Nº RC.000229 ,
estableció respecto de la reivindicación el siguiente criterio:
“De los criterios jurisprudenciales antes transcritos, se evidencia que en los juicios
de reivindicación como el de autos, la acción de reivindicación se halla condicionada a
la concurrencia de los siguientes presupuestos:
1) El derecho de propiedad del reivindicante;
2) El hecho de encontrarse el demandado en posesión de la cosa reivindicada;
3) La falta de derecho de poseer del demandado y;
4) La identidad de la cosa reivindicada, esto es, que la cosa reclamada sea la
misma sobre la cual el demandante alega derechos como propietario.
También, indica el criterio de esta Sala, que el actor al ejercer la acción
reivindicatoria debe solicitar al tribunal la restitución del derecho de propiedad, apoyado
en que tiene justo título y quien posee, usa y disfruta el inmueble sin ser el propietario
del bien.
Por lo tanto, considera la Sala que en los juicios de reivindicación los jueces tienen
la obligación de determinar si se cumplen o no los presupuestos concurrentes a los
cuales se halla condicionada la acción de reivindicación para poder declarar la
procedencia o improcedencia de la acción reivindicatoria.” Cabe resaltar que la
sentencia es importante porque ratifica el criterio de la Sala según el cual los requisitos
de procedencia de la reivindicación son concurrentes.
CAPÍTULO II
NORMATIVA LEGAL

Es de suma importancia tomar en cuenta los aspectos legales relacionados con la


investigación, por tal motivo para la ejecución del presente trabajo fue necesario
consultar artículos de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999)
y el Código Civil.

CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA


Gaceta Oficial Extraordinaria N° 5.908, del febrero de 2009
Capítulo VII
De los Derechos Económicos
Artículo 115. Se garantiza el derecho de propiedad. Toda persona tiene
derecho al uso, goce, disfrute y disposición de sus bienes. La propiedad
estará sometida a las contribuciones, restricciones y obligaciones que
establezca la ley con fines de utilidad pública o de interés general. Sólo por
causa de utilidad pública o interés social, mediante sentencia firme y pago
oportuno de justa indemnización, podrá ser declarada la expropiación de
cualquier clase de bienes (p.41).

En este artículo se establece el derecho al uso, goce, disfrute y disposición de sus


bienes que posee una persona. Y solo por principio de utilidad pública o interés social,
mediante sentencia firme y pago oportuno de justa indemnización, podrá ser declarada
la expropiación de cualquier clase de bienes.

Como puede inferirse de la normativa constitucional, impedir al propietario de un


inmueble al uso, goce, disfrute y libre disposición de su inmueble conlleva la
trasgresión del derecho constitucional de propiedad, por cuanto, la posesión de un
inmueble es presupuesto básico y esencial para considerar que existe cuando menos
uso, goce y disfrute. Por lo tanto, la posesión ilegítima del invasor, constituye de forma
objetiva la violación del derecho constitucional de propiedad del legítimo propietario del
inmueble invadido.
CÓDIGO CIVIL DE VENEZUELA
Gaceta oficial extraordinario Nº 2.990 del 26-07-1982.
Título II: De la Propiedad
Capítulo I. Disposiciones Generales

Artículo 548. El propietario de una cosa tiene el derecho de reivindicarla de


cualquier poseedor o detentador, salvo las excepciones establecidas por las
leyes.
Si el poseedor o detentador después de la demanda judicial ha dejado de
poseer la cosa por hecho propio, está obligado a recobrarla a su costa por
cuenta del demandante; y, si así no lo hiciere, a pagar su valor, sin perjuicio
de la opción que tiene el demandante para intentar su acción contra el nuevo
poseedor o detentador.

Conforme a lo señalado podemos advertir que esta acción le hace al “propietario


que ha perdido la posesión”, pone de manifiesto que el legitimado activo es el
propietario del bien para accionar la reivindicación, siendo necesario que para
reivindicar acredite el derecho de propiedad, y es éste derecho que le permite usar,
gozar y disponer de la cosa, por imperio del art. 545 de la ley in comento, derecho que
le confiere a su titularla posesión civil o jus possidendi y la natural o corporal o jus
possesionem, esta última puede o no ser ejercida por el propietario.

Además como bien lo define el Código, la acción de dominio se encarga


precisamente de recalcar el dominio que una persona tiene sobre un bien, en este caso
el actor pretende la restitución de dicho bien basado en la persecución de el en base a
su derecho real. En caso del que el bien no pueda ser restituido por distintos motivos
como que haya perecido, pues el juez será el encargado de igual manera de que su
derecho valga y pueda efectuarse una restitución pecuniaria del mismo valor del bien.

De esta manera, la ley ha concedido la acción reivindicatoria como una medida de


protección al dominio, la cual, tiene por objeto el reconocimiento del derecho
constitucional de propiedad, así como del ejercicio del dominio del inmueble y la
restitución de la cosa a su dueño por el tercero que la posee. La prueba de la acción
reivindicatoria se establece con tres requisitos; estos son: el derecho de dominio de
quien se pretende dueño; la determinación de la cosa que se pretende reivindicar y la
posesión de la cosa por el demandado.

A efecto de establecer los elementos de la acción reivindicatoria, lo que se requiere


es que se pruebe quién es el actual propietario y el actual poseedor del bien, así como
la identidad del inmueble, pues contra él se dirige la acción, no importa cuánto tiempo
lo ha tenido en su poder, sino que en el momento de ser ejercida la acción éste se
encuentre en posesión del inmueble.
CAPÍTULO III
PASOS QUE SE DEBEN CUMPLIR EN LA
ACCIÓN REIVINDICATORIA

Requisitos para que la acción reivindicatoria prospere:


Para que esta acción reivindicatoria pueda prosperar, es decir, para obtener
una sentencia favorable, se requieren una serie de requisitos:

1. Título de dominio: Si el que la ejercita dice que es el dueño de la cosa, tendrá


que acreditarlo. Es decir, tendrá que probar que ha adquirido de alguna forma esa
cosa, por ejemplo, herencia, compraventa, subasta pública, usucapión, entre otros.

2. Que la persona a la que reclama posea, sin título alguno: Es decir, se requiere
no sólo que el demandado no sea propietario, sino que además tampoco tenga otro
título que le permite estar en posesión de ese bien, por ejemplo, que sea usufructuario
es decir que tenga atribuido el uso y disfrute de la cosa, otro ejemplo que sea
arrendatario, mientras el contrato de arrendamiento esté en vigor no cabe esta acción
reivindicatoria. Hay que identificar, sin género de duda, lo que se reclama.

Por ejemplo, si reivindicamos un vehículo, matrícula y marca serán suficientes, pero


si se trata de un terreno habrá que identificar con claridad los linderos, téngase en
cuenta que la descripción de la finca no siempre viene de lo que consta en el Registro
de la Propiedad, pues éste cede frente a la realidad extraregistral. En una acción
reivindicatoria de un terreno hay que identificar con claridad los linderos.
3. Que no haya prescrito la acción: A veces la prescripción sirve como título de
dominio para ejercitar esta acción reivindicatoria, pero también es válida como
excepción, es decir, el poseedor puede alegar que si es propietario es porque la ha
adquirido por el transcurso del tiempo. Así, si lo que pretendemos reclamar es un bien
mueble, por ejemplo, un vehículo, la acción prescribe a los seis años de pérdida la
posesión, plazo que queda reducido a tres años si ha poseído con buena fe.

Pero hay que tener claro que las cosas muebles hurtadas o robadas no podrán ser
prescritas por los que las hurtaron o robaron, ni por los cómplices o encubridores, al no
haber prescrito el delito o falta, o su pena, y la acción para exigir la responsabilidad
civil, nacida del delito o falta.

Si se trata de un inmueble el dominio y demás derechos reales se prescriben por la


posesión durante diez años entre presentes y veinte entre ausentes, con buena fe y
justo título. Y el plazo será de treinta años, sin necesidad de título ni de buena fe, y sin
distinción entre presentes y ausentes.

Contra un título inscrito en el Registro de la Propiedad no tendrá lugar la


prescripción ordinaria del dominio o derechos reales en perjuicio de tercero, sino en
virtud de otro título igualmente inscrito, debiendo empezar a correr el tiempo desde la
inscripción del segundo. Téngase en cuenta que la prescripción se puede interrumpir,
es decir, se para de contar el plazo y se comienza de nuevo, y los motivos pueden ser
que se cese en la posesión por más de un año, o posea otra persona por más un año,
por citación judicial, conciliación, o por reconocimiento expreso o tácito del poseedor al
dueño.

De lo descrito se puede concluir que, es requisito sine qua non, para que proceda la
acción de reivindicación, que ésta sea realizada por el propietario, en contra del
poseedor o detentador, y que se demuestre esa propiedad mediante justo título, pero
¿qué debemos entender por justo título? En cuanto a esto, la doctrina y la
jurisprudencia han sido contestes en admitir que la propiedad sólo se demuestra
mediante documento que acredite la misma, debiendo cumplir dicho documento con las
formalidades de Ley que le permitan gozar de autenticidad necesaria; por lo que en tal
sentido: en el caso de autos, al tratarse de la reivindicación de un bien inmueble, el
medio idóneo para probar el derecho de propiedad sobre dicho inmueble ante el
poseedor, necesariamente tiene que ser título registrado (...)’. (Sentencia del 16 de
marzo de 2000, de la Sala de Casación Civil).

De igual forma, expresan los autores de Derecho Civil en forma unánime que, para
vencer en la acción reivindicatoria, el demandante debe probar su derecho de
propiedad. El autor Louis Josserand, sostiene que, si el demandado en reivindicación
está en posesión ‘LATO SENSU’, corresponde al demandante, al supuesto propietario,
la carga de la prueba conforme al derecho común, ACTORI INCUMBI PROBATIO (...)’

Conforme a la Doctrina el autor Kummerow, Gert (1992), explica “La manifestación


procesal del‘Ius Vindicandi’ inherente al dominio lo constituye la acción
reivindicatoria”’, (335). La cual está prevista en el artículo 548 del Código Civil, ésta se
haya dirigida, por tanto, a la recuperación de la tenencia material sobre la cosa
inmueble de la que el titular ha sido despojado contra su voluntad, en virtud del
reconocimiento judicial de la propiedad a favor del reivindicante frente al autor del
hecho lesivo.

Ahora bien, conforme a la doctrina, la falsa aplicación de una norma se patentiza


cuando hay una incorrecta elección de la norma jurídica aplicable, lo cual se traduce
normalmente en una preterición y omisión de la norma jurídica que debió ser aplicada.
CAPÍTULO IV
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

CONCLUSIONES

Realizada esta investigación sobre la acción reivindicatoria en el proceso civil


venezolano se pueden realizar las siguientes conclusiones:

Primeramente se determinó que la posesión es el ejercicio de uno o más atributos


del derecho de propiedad, o sea el usar, disfrutar, disponer y reivindicar un bien.
En consecuencia la reivindicación es aquella acción imprescriptible interpuesta,
como se señala en doctrina, por el propietario no poseedor contra el poseedor no
propietario. Donde el poseedor no propietario es quien usualmente posee el bien (o
ejerce alguno de los atributos del derecho de propiedad como el uso y disfrute) sin
causa jurídica alguna o injustamente.
Seguidamente se determinó que con la reinvidación aquel que se repute dueño, y
haya sido desalojada de forma abrupta, está en todo su derecho de poder reclamar lo
que es de su propiedad siempre y cuando no existan excepciones por las cuales
podría verse afectado y no poder recuperar su dominio, como es el caso de la
prescripción que, como se sabe, se podría decir coloquialmente que es una forma de
castigo para aquel que no ha cuidado su bien.
Finalmente se determinó que los requisitos de la acción reivindicatoria son
primeramente que el demandante sea el dueño del bien; además que el bien esté
individualizado y por último que el demandado esté en posesión del bien.

RECOMENDACIONES

Realizado el presente estudio y extraído las conclusiones se pueden realizar las


siguientes recomendaciones:

Se recomienda a los abogados litigantes Profundización y actualización en el


conocimiento de las acciones reivindicatoria, de deslinde y de petición de herencia,
pues esto traerá como beneficio la no incurrencia en errores judiciales.

De igual forma a los jueces, actuar con responsabilidad en el desempeño de sus


funciones, en cuanto a resolver las peticiones hechas por las partes en los términos
que la ley indica.

A los litigantes, efectuar su papel con la mayor eficacia posible en el momento


oportuno de hacer sus peticiones al juez.
BIBLIOGRAFÍA

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CÓDIGO CIVIL DE VENEZUELA. Gaceta oficial extraordinario Nº 2.990 del 26-07-


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VÁSQUEZ, Alberto (2007). Derechos Reales. Propiedad. Copropiedad.


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Fuente:  http://historico.tsj.gob.ve/decisiones/scc/abril/197840-RC.000229-27417-2017-
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