Ley Positiva

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Ley positiva

Es la ley que hacen los hombres para determinar, o reflejar los derechos, que es
la norma reglamentaria que constituye el orden legal de las leyes de un Estado, y
regulan el comportamiento de una sociedad, son transmitidas por quienes tiene
autoridad para hacerlo, garantizando el bien común. Por lo tanto es la capacidad de la
razón dirigida al bien común y transmitida por el que tiene a su cargo el cuidado de la
sociedad. Y la esencia misma la lleva a ser obligatoria en su ejecución.

La ley positiva ha de ser legal, imparcial y constante. No puede estar basada en


normas que no se puedan cumplir, pues ha de ser realmente posible y aceptable. Se
tiene que adaptar a las circunstancias reglamentarias bien común de la sociedad, en
este sentido, el legislador que establece la ley ha de tratar por todos los medios que
esta cumpla con los principios básicos que determinan el concepto general del bien y el
mal.

El Estado, al difundir y defender la ley positiva, se convierte en un instrumento para la


salvación del hombre, es por tanto una construcción humana que deriva por medio de
un razonamiento práctico de los mandatos de la ley positiva y orienta la sociabilidad
humana hacia el bien común.

La Constitución, el Código Penal, el Código Civil son claros ejemplos de la ley


positiva. Lo único que varía es el fundamento de su legitimidad que viene dada por el
consenso democrático.

La ley positiva es impuesta colectivamente a favor de regular la convivencia de las


personas, sancionado por las instituciones del Estado conforme a lo establecido en un
código del bien común —leyes escritas— que, a su vez, pueden ser cambiadas por
consenso. Se trata de leyes fundamentadas en un pacto legal y social.
Sobre esta base pueden dividirse las jerarquías que contribuyen al bien común, tales
como el de los sacerdotes, que oran a Dios por el pueblo; el de los presidentes, que lo
gobiernan, y el de los militares, que lo defienden con las armas.

Las leyes judiciales aplican al ser la expresión de la ley positiva y el bien comun, justa,
estable y pública de lo que cada uno debe y puede hacer con sus derechos respetando
al mismo tiempo los de los demas a fin de garantizar una sociedad justa que armonice
por la defensa de la justicia y el estado de derecho

En este sentido la ley positiva manifiesta el bien comun del estado y la sociedad que
implica, que cada persona está sujeta a la ley, incluidas las personas que son
legisladores, funcionarios encargados de hacer cumplir la ley y jueces. Cualquier
medida o acción debe estar sujeta a una norma judicial escrita que dé cumplimiento a
la ley, y las autoridades del Estado están limitadas estrictamente por un marco judicial
establecido que aceptan y al que se someten en sus formas y contenidos. Por lo tanto,
toda decisión de sus órganos de gobierno ha de estar sujeta a procedimientos
regulados por ley y guiados por absoluto respeto a los derechos de la ley positiva.

De este modo se obtendran los beneficios del bien comun de vivir en una sociedad de
ley positiva basada en ciertas condiciones generales que son de ventajas para todos
los que se benefician, los ciudadanos, sistemas sociales, instituciones y medios
socioeconómicos de los cuales todos dependemos para que funcionen de manera que
favorezcan a toda la sociedad y el Estado.

Es de este proceder como opera la ley positiva orientada al bien comun de las
personas, los pueblos, las naciones o estados; comprende todos los bienes que se
atribuye la vida del ser humano en común; a este bien común contribuyen los actos de
todas las virtudes humanas y por supuesto, todas las instituciones sociales como la
familia, las comunidades, y en general la sociedad. Brindando así un mejor vivir para
todos y cada uno de sus habitantes.

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