Diseno Agroforestal Cafe Manejo Organico PDF

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INSTITUTO TECNOLÓGICO DE COSTA RICA

ESCUELA DE INGENIERÍA FORESTAL

PROPUESTA DE UN DISEÑO AGROFORESTAL CON


CAFÉ (Cofffea arabica, Linn) Y MANEJO ORGÁNICO
EN LA REGIÓN DE MONTEVERDE, COSTA RICA.

TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE INGENIERO FORESTAL CON EL


GRADO ACADÉMICO DE LICENCIATURA

GABRIEL FERNÁNDEZ VICENTE

CARTAGO, COSTA RICA, 2018.


INSTITUTO TECNOLÓGICO DE COSTA RICA
ESCUELA DE INGENIERÍA FORESTAL

PROPUESTA DE UN DISEÑO AGROFORESTAL CON


CAFÉ (Cofffea arabica, Linn) Y MANEJO ORGÁNICO
EN LA REGIÓN DE MONTEVERDE, COSTA RICA.

TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE INGENIERO FORESTAL CON EL


GRADO ACADÉMICO DE LICENCIATURA

GABRIEL FERNÁNDEZ VICENTE

CARTAGO, COSTA RICA, 2018

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.
PROPUESTA DE UN DISEÑO AGROFORESTAL CON CAFÉ (Cofffea
arabica, Linn) Y MANEJO ORGÁNICO EN LA REGIÓN DE
MONTEVERDE, COSTA RICA.
Gabriel Fernández-Vicente1
RESUMEN
Ante la falta de sostenibilidad del modelo intensivo de producción de café en Costa
Rica, algunos caficultores han optado por modelos alternativos, como la producción
orgánica. Existe poca información científica que guíe a los productores a tomar
decisiones de manejo. El objetivo del presente trabajo fue elaborar un diseño
experimental que permita monitorear en el tiempo, parámetros productivos y
ambientales en función del tipo de sombra y la variedad de café en un sistema
agroforestal bajo manejo orgánico en Monteverde, Costa Rica. Se evaluaron las
condiciones de área, topografía, edafología, capacidad de uso de suelo y composición
florística del sitio donde se desarrollará el ensayo. Se seleccionaron especies
forestales y variedades de café a utilizar adecuadas para las condiciones
agroecológicas existentes. En el sitio potencial existen pasturas con 31 especies
arbóreas y una densidad de 106 árb/ha. Lo cual es uso de la tierra insostenible dadas
las limitaciones de pendiente y pedregosidad. Los suelos son fértiles y ricos en materia
orgánica, pero deficientes en fósforo y potencialmente en magnesio. Se utilizarán las
especies forestales guaba (Inga punctata), poró (Erythrina lanceolata) y cedro (Cedrela
odorata) y las variedades de café Costa Rica 95 y Obatá. El diseño propuesto consiste
en 12 parcelas divididas de 1000 m2 donde se evaluarán 6 tratamientos (2 variedades
de café x 3 tipos de sombra). Cada tratamiento tendrá 4 repeticiones. El diseño le
permitirá conocer a los productores locales de café orgánico cuales variedad y cuales
tipos de sombra usar para obtener los mejores rendimientos.

Palabras Clave: Café, Sistemas Agroforestales, Manejo Orgánico, Sombra, Diseño


experimental

1
Fernández-Vicente, G. (2018). Propuesta de un diseño agroforestal con café
(Cofffea arabica, linn) y manejo orgánico en la región de Monteverde, Costa Rica.
(tesis de Licenciatura). Tecnológico de Costa Rica, Cartago, Costa Rica.

i
ABSTRACT
The lack of sustainability of the intensive coffee production model in Costa Rica has
caused some coffee producers to adopt alternative agricultural systems, such as
organic farming. There is little scientific information available to guide producers to
adopt proper farming practices. The objective of this document is to develop an
experimental design that enables to monitor over time, productive and environmental
parameters depending on the type of shade and coffee variety in an organic
agroforestry system in Monteverde, Costa Rica. Usable area, topography, soils, floristic
composition, and soil usage capacity were assessed on the land where the experiment
will take place. Tree species and coffee varieties to utilize were selected according to
the existing agroecological conditions. The land is currently used as pastures with 31
tree species and a density of 106 trees/ha. This method of land use is unsustainable
given the limitations caused by slope and stoniness. The soil is fertile and rich in organic
matter, but deficient in phosphorus and potentially in magnesium. The selected tree
species are guaba (Inga punctata), poró (Erythrina lanceolata) and cedar (Cedrela
odorata), the coffee varieties were Costa Rica 95 and Obatá. The proposed design
consists of twelve 1000 m2 split plots to test 6 treatments (2 coffee varieties x 3 types
of shade). Each treatment will have 4 repetitions. The design will allow local organic
coffee producers to know the best type of shade and coffee variety to use to maximize
yield.

Keywords: Coffee, Agroforestry Systems, Organic Agriculture, Shade, Experimental


Design.

ii
Acreditación

Este trabajo final de graduación fue defendido públicamente ante el Tribunal Evaluador
conformado por M. Sc. Mario Guevara Bonilla, M.Sc. Maribel Jiménez Montero, y M.Sc.
Fabricio Camacho Céspedes como requisito parcial para optar por el grado de
Licenciatura en Ingeniería Forestal, del Instituto Tecnológico de Costa Rica.

PROPUESTA DE UN DISEÑO AGROFORESTAL CON CAFÉ


(Cofffea arabica, Linn) Y MANEJO ORGÁNICO EN LA REGIÓN
DE MONTEVERDE, COSTA RICA.

iii
Dedicatoria

A mi familia quien han sido la piedra angular


de mi formación como ser humano.
Especialmente a mis padres que en todo momento
me han guiado y apoyado en mis decisiones.
Gracias por luchar y darme la oportunidad de ser feliz.

iv
Agradecimientos

A la Universidad de Georgia con sede en Costa Rica y todo su personal, por


permitirme desarrollar mi proyecto de tesis en sus instalaciones. Especialmente a
Fabricio Camacho por darme la idea del tema de mi proyecto, admitirme como
pasante de agricultura sostenible y apoyarme durante este proceso.

A mi profesor guía Mario Guevara y a la Profesora Maribel Jiménez por introducirme


al tema de los sistemas agroforestales, y por sus recomendaciones que permitieron
orientar el rumbo del presente trabajo.

Al personal de la cocina del ecolodge. Por preparar comida deliciosa y nutritiva que
me llenó de energía e hizo este trabajo posible.

A Elliot, James, Ashley, Fernanda, Juliana y Jacob. Por ayudarme con la recolecta de
datos durante el trabajo de campo.

A todos mis compañeros y profesores de la Escuela de Ingeniería Forestal. Los


últimos 5 años han estado llenos de aprendizaje y crecimiento. Todos ustedes me
han enseñado algo que me ha ayudado a forjar mis convicciones y mi personalidad y
por ello estaré siempre agradecido.

v
Índice general

Resumen………………………………………………………………………………………i

Abstract……………………………………………………………………………………….ii

Acreditación…………………………………………………………………………………iii

Dedicatoria…………………………………………………………………………………...iv

Agradecimientos…………………………………………………………………………….v

1. INTRODUCCIÓN ................................................................................................. 1
2. OBJETIVOS ......................................................................................................... 3
3. REVISIÓN DE LITERATURA............................................................................... 4
3.1 Café ............................................................................................................... 4
3.1.1 Origen ......................................................................................................... 4
3.1.2 Requerimientos agroecológicos ................................................................... 4
3.1.3 Establecimiento y manejo ............................................................................ 5
3.2 Desafíos de la caficultura en Costa Rica.................................................... 7
3.3 Sistemas agroforestales con café .............................................................. 8
3.3.1 Servicios ecosistémicos de los SAF de café ............................................ 9
3.3.2 Productividad de los SAF de café .......................................................... 11
3.3.3 Diseños experimentales en SAF............................................................ 14
3.4 Producción de café orgánico ........................................................................ 15
3.4.1 Rentabilidad de la producción orgánica ..................................................... 16
3.4.2 Producción de café orgánico en Monteverde ............................................. 17
4. MATERIALES Y MÉTODOS ................................................................................ 18
4.1 Área de estudio .............................................................................................. 18
4.2 Caracterización del sitio ................................................................................ 19
4.2.1 Área y topografía ....................................................................................... 19
4.2.2 Condiciones edáficas................................................................................. 19
4.2.3 Capacidad de uso de la tierra .................................................................... 21
4.2.4 Composición florística................................................................................ 22

vi
4.3 Especies forestales y variedades de café a utilizar en el ensayo .......... 23
4.3.1 Selección de especies forestales ............................................................... 23
4.3.2 Selección de variedades de café ............................................................... 23
4.4 Diseño experimental del sistema agroforestal ............................................ 24
5. RESULTADOS Y DISCUSIÓN ............................................................................. 24
5.1 Caracterización del sitio ................................................................................ 24
5.1.1 Área y topografía ....................................................................................... 24
5.1.2 Condiciones edáficas................................................................................. 25
5.1.3 Capacidad de uso de la tierra .................................................................... 31
5.1.4 Composición florística................................................................................ 32
5.2 Especies forestales y variedades de café a utilizar en el ensayo .............. 38
5.2.1 Selección de especies forestales ............................................................... 38
5.2.2 Selección de variedades de café. .............................................................. 45
5.3 Diseño experimental del sistema agroforestal ............................................ 46
6. CONCLUSIONES ................................................................................................. 50
7. REFERENCIAS .................................................................................................... 51
8. ANEXOS............................................................................................................... 65

vii
Índice de cuadros

Cuadro 1. Parámetros para evaluar la acidez del suelo en un área potencial para
establecer un ensayo experimental de café orgánico. Monteverde, Puntarenas, Costa
Rica………………………………………………………………………………………...…26
Cuadro 2. Bases intercambiables del suelo en un área potencial para establecer un
ensayo experimental de café orgánico. Monteverde, Puntarenas, Costa Rica………27
Cuadro 3. Relaciones catiónicas del suelo en un área potencial para establecer un
ensayo experimental de café orgánico. Monteverde, Puntarenas, Costa Rica………28
Cuadro 4. Fósforo y elementos menores del suelo en un área potencial para
establecer un ensayo experimental de café orgánico. Monteverde, Puntarenas, Costa
Rica…………………………………………………………………………………………...29
Cuadro 5. Contenido de materia orgánica del suelo en un área potencial para
establecer un ensayo experimental de café orgánico. Monteverde, Puntarenas, Costa
Rica…………………………………………………………………………………………...30
Cuadro 6. Evaluación de la capacidad de uso de la tierra en un área potencial para
establecer un ensayo experimental de café orgánico. Monteverde, Puntarenas, Costa
Rica…………………………………………………………………………………………...31
Cuadro 7. Número de individuos de árboles por especie, según la función que
cumplen en el sistema agroforestal. Monteverde, Puntarenas, Costa Rica………….33
Cuadro 8. Lista de especies forestales potenciales a utilizar en un ensayo
agroforestal de café orgánico, Monteverde, Puntarenas, Costa Rica………………...39

viii
Índice de figuras
Figura 1. Climograma para el periodo 2009-2017 de la estación meteorológica de la
Universidad de Georgia con sede en San Luis de Monteverde, Puntarenas, Costa
Rica. ......................................................................................................................... 19
Figura 2. Estaciones de muestreo de suelo en un área potencial para establecer un
ensayo experimental de café orgánico. Monteverde, Puntarenas, Costa Rica. ......... 20
Figura 3. Distribución del terreno según categoría de pendiente en un área potencial
para establecer un ensayo experimental de café orgánico. Monteverde, Puntarenas,
Costa Rica. ............................................................................................................... 25
Figura 4. Ubicación de árboles según su función en un área potencial para establecer
un ensayo experimental de café orgánico. Monteverde, Puntarenas, Costa Rica. .... 34
Figura 5. Distribución diamétrica del área basal de los árboles según su función en
un área potencial para establecer un ensayo agroforestal, Monteverde, Puntarenas,
Costa Rica. ............................................................................................................... 35
Figura 6. Área de copas en sitios potenciales para el establecimiento de un ensayo
experimental de café orgánico. Monteverde, Puntarenas, Costa Rica ...................... 37
Figura 7. Distribución de las parcelas y los tratamientos de una propuesta de diseño
experimental de café orgánico. Monteverde, Puntarenas, Costa Rica. ..................... 46
Figura 8. Dimensiones del diseño de parcelas divididas a utilizar en un ensayo
experimental de café orgánico. Monteverde, Puntarenas, Costa Rica. ..................... 48
Figura 9 Distribución de las plantas de café y los árboles para dos tratamientos
distintos de tipo de sombra a utilizar en un ensayo experimental de café orgánico.
Monteverde, Puntarenas, Costa Rica. ...................................................................... 49

ix
Índice de anexos

Anexo 1. Recomendaciones de manejo del componente arbóreo del sistema


agroforestal…………………………………………………………………………………..65

x
1. INTRODUCCIÓN

En Costa Rica el café (Coffea arabica, Linn) es el producto agrícola más cultivado con
84 133 hectáreas (INEC, 2014). Se encuentra localizado principalmente en el Valle
Central, Valle Central Occidental, Pérez Zeledón, Turrialba, Coto Brus, Tarrazú y Zona
Norte (Jiménez, 2013). Durante el 2017 las exportaciones de café representaron el
3,16 % de las exportaciones nacionales, ubicándolo como el sexto producto de
importancia comercial para el país y segundo del sector agropecuario (INEC, 2017).

A pesar de la importancia que tiene el café para la economía costarricense, tanto la


productividad como el área plantada han decrecido en las últimas dos décadas, algo
sin precedentes en la historia de Costa Rica. (Jiménez, 2013). El Instituto del Café de
Costa Rica (ICAFE) atribuye la baja productividad a que existen en el país más de
40 000 hectáreas de café, que ya han cumplido su ciclo productivo, y no han sido
renovadas por los caficultores (ICAFE, 2017).

El desgaste de las plantaciones de café puede ser atribuido al modelo de producción


intensivo impulsado a partir de la segunda mitad del siglo XX, el cual promueve
sistemas sin sombra, con alta densidad de variedades de porte bajo como caturra y
catuaí y un alto requerimiento de insumos químicos (Fernández & Muschler, 1999;
Vaast & Snoeck, 1999). Este modelo genera una mayor vulnerabilidad económica para
los caficultores, debido al alto costo de los insumos agrícolas, la alta variabilidad de
los precios del café y la dependencia de una sola fuente de ingreso (Lyngbæk,
Muschler, & Sinclair, 2001; Damiani, 2005), lo que deja rezagados a los pequeños
productores que no tienen suficiente capital para adoptar las prácticas de manejo
recomendadas, ni para reinvertir en su cafetal (Haggar et al., 2011).

El modelo intensivo ha sido criticado fuertemente desde la perspectiva de rendimiento


ambiental, debido a que su implementación involucra mayor degradación del suelo
(Vaast y Snoeck, 1999; Tully, Lawrence & Scanlon, 2012), contaminación por uso
excesivo de agroquímicos (Meylan et al., 2017) y pérdidas de biodiversidad (Philpott
et al., 2008). Consecuentemente, los sistemas se ven afectados por una menor

1
longevidad de las plantas de café provocada por el desgaste que implica una alta
intensidad de manejo (Chaves, Martins, Batista, Celin, & DaMatta, 2012).

Ante los desafíos económicos y ambientales que presenta el modelo de producción


intensivo, ciertos caficultores han adoptado alternativas que permitan incrementar la
sostenibilidad del sistema, como el cultivo de café orgánico en asocio con árboles de
sombra (Philpott, Bichier, Rice & Greenberg, 2007; Blackman y Naranjo, 2012). Esta
tecnología genera un menor impacto ambiental y además ofrece beneficios
económicos como costos de producción más bajos y estables, diversificación de la
oferta de bienes y la oportunidad de acceder a mercados especializados (Lyngbæk,
Muschler, & Sinclair, 2001).

Varios autores han realizado esfuerzos por comparar la productividad y rentabilidad de


los sistemas de producción orgánicos y los convencionales (Lyngbæk et al., 2001;
Philpott et al., 2007; Martinez-Sanchéz, 2008; Blackman & Naranjo, 2012; Ibañez &
Blackman, 2016); sin embargo, han basado sus estudios en recolección de datos de
fuentes secundarias donde inherentemente existen muchas variables no controladas.
Solo los esfuerzos de Haggar et al. (2011) y Virginio Filho et al. (2015) han buscado
desarrollar la temática de producción orgánica de café bajo manejo agroforestal, desde
una perspectiva experimental con diseños estadísticos prestablecidos y estricto control
de las variables de manejo.

Tanto el estudio de Virginio Filho et al. (2015) como el de Haggar et al. (2011), se
ubican en altitudes menores a los 700 m.s.n.m, por lo que existe un vacío de
información sobre la producción orgánica de café en rangos altitudinales mayores.
Ante esta problemática, la Universidad de Georgia (UGA) mediante su campus en
Monteverde, Costa Rica, desea establecer a partir del año 2019 ensayos científicos
con plantaciones de café bajo manejo orgánico en la comunidad de San Luis (1200
m.s.n.m), con la finalidad informar a los más de 40 productores locales acerca de los
rendimientos productivos y ambientales de la combinación de las variedades de café
que actualmente se utilizan en la zona y los diferentes tipos de sombra.

2
2. OBJETIVOS
2.1 Objetivo general

Elaborar un diseño experimental que permita monitorear en el tiempo, parámetros


productivos y ambientales en función del tipo de sombra y la variedad de café en
un sistema agroforestal bajo manejo orgánico en Monteverde, Costa Rica.

2.2 Objetivos específicos


1. Caracterizar las condiciones topográficas, edáficas, capacidad de uso de la
tierra y composición florística del área de estudio.
2. Seleccionar las especies forestales y variedades de café a utilizar en el ensayo.
3. Definir el diseño experimental del sistema agroforestal.

3
3. REVISIÓN DE LITERATURA
3.1 Café

3.1.1 Origen

La especie de café Coffea arabica la cuál es la única que se cultiva actualmente en


Costa Rica, es originaria de las regiones montañosas de Etiopía y Yemen entre los 11°
y los 9° grados de latitud norte, sobre los 1500 msnm (León, 2000). Existen dos
variedades principales de cafés arábigos: C. arabica var. Typica llamado popularmente
como café arábigo típica, que fue la principal variedad sembrada en Costa Rica hasta
principios del siglo XX y C. arabica var. bourbon que fue introducido a Costa Rica
proveniente de El Salvador por su alta productividad y cuyo cultivo se expandió entre
los caficultores nacionales a partir de la segunda mitad del siglo XX (Jiménez, 2013).
En la actualidad casi un 100 % del parque cafetalero de Costa Rica proviene de alguna
de estas dos variedades o cruces de estas (Cárdenas, 2007).

3.1.2 Requerimientos agroecológicos

Altitud: crece en rangos altitudinales comprendidos entre 500 y 1700 msnm, aunque
en el país se siembra inclusive hasta los 2000 msnm (ICAFE, 2011). La altitud influye
notablemente en la calidad del grano, a mayor altura se produce una bebida más
aromática y con mayor acidez (Jiménez, 2016).

Precipitación: el café crece idealmente en regiones con precipitaciones comprendidas


entre 1500 y 2300 mm de lluvia anuales, con un mínimo de 145 días de precipitación,
un máximo de 245 días, y un periodo seco bien definido (Jiménez, 2013). Las
precipitaciones son fundamentales para el café debido a que regulan su floración, el
café florea en los siguientes ocho a doce días después de la primera lluvia fuerte que
rompe con el periodo seco (ICAFE, 2011).

Temperatura: las temperaturas óptimas para el desarrollo del café oscilan entre los 17
y 25 °C, arriba de este rango el desarrollo y maduración de los frutos es acelerado lo
cual repercute en la calidad del grano (De Matta, 2004), y limitan la floración (Jiménez,

4
2016). Temperaturas por debajo de este rango retardan el crecimiento (DaMatta,
2004).

Humedad relativa: el rango de humedad relativa adecuado para el desarrollo del café
se encuentra entre 70 % y 80 %, humedades superiores propician el ataque de
enfermedades fúngicas (ICAFE, 2011).

Vientos: fuertes vientos ocasionan desecación y daño mecánico en los cafetos (ICAFE,
2011), y causan la caída prematura de flores y frutos (Jiménez, 2016).

Suelos: el café es capaz de adaptarse a diversos tipos de suelos, siendo los aluviales
y los derivados de cenizas volcánicas los más aptos (Jiménez, 2016). En suelos con
pendientes mayores al 25 % pero menores al 45 % es necesario implementar prácticas
de conservación de suelo, para controlar la erosión (Muschler, 1999). Como por
ejemplo siembra a contorno, labranza mínima, barreras vivas y acequias de ladera.

3.1.3 Establecimiento y manejo

Densidad de siembra: la densidad de siembra depende de factores como la variedad


de café, el sistema de sombra y el sistema de poda (Jiménez, 2014). Las variedades
de porte bajo como caturra, catuaí, e híbridos F1, se siembran a densidades
comprendidas entre 4000 y 5000 plantas por hectárea (2,2 m a 1,9 m entre hileras y
0,9 m a 1,1 m entre plantas) (ICAFE, 2011). Las variedades de porte alto como typica
y bourbon se suelen plantar a distanciamientos de 2,5 m x 2,5 metros lo que equivale
a unas 1600 plantas por hectárea (ICAFE, 2011).

Establecimiento: antes de establecer la plantación el terreno debe ser limpiado de todo


tipo de arvenses. Se recomienda hacer un marcaje del terreno siguiendo las curvas de
nivel de la plantación como una estrategia de conservación de suelo (Jiménez, 2016).
Un hoyo de 30 cm de profundidad y 20 cm de ancho se considera apropiado para
plantar plántulas con edad de 6 meses a un año (ICAFE, 2011).

Manejo de la sombra: existen dos factores fundamentales a considerar al emplear la


sombra en cafetales: la homogeneidad y la intensidad. La homogeneidad se refiere a

5
que toda el área del cafetal este expuesta a un porcentaje de radiación solar similar.
La intensidad está relacionada con la cantidad de rayos solares que permiten pasar
las copas de los árboles (Muschler, 1999).

Para mantener una homogeneidad e intensidad de sombra adecuadas, se recomienda


sembrar los árboles de sombra en la misma hilera del café, e implementar un sistema
de podas parciales, donde se cortan ciertas ramas seleccionadas y se le dejan dos a
tres ramas al árbol. Manteniendo los porcentajes de sombra alrededor del 60 % en la
temporada seca y 30 % en la lluviosa (Muschler, 1999; Jiménez, 2014).

Poda: el tejido leñoso del café eventualmente pierde la capacidad de producir hojas y
frutos nuevos, por lo cual se podan las ramas desgastadas con el fin de remover el
tejido viejo y promover la salida de nuevas ramas, que son más vigorosas y
productivas. A estas podas se les conoce como podas de producción (ICAFE, 2011;
Jiménez, 2016).

Existen tres sistemas de podas: 1) poda selectiva: cada planta es valorada


individualmente y se poda según el grado de agotamiento; 2) poda sistemática: de
cada 3, 4 o 5 calles, se poda una totalmente, de tal forma que se genera un patrón
cíclico y 3) poda total por lote: la poda se realiza por lotes completos, sin importar la
condición de las plantas (ICAFE, 2011).

Deshija: la poda ocasiona que las plantas de café generen brotes nuevos, por lo cual
dos o tres meses después de la poda es necesario seleccionar 3 o 4 ejes vigorosos
por planta, y eliminar el resto, esta operación se conoce como deshija. (ICAFE, 2011).

Fertilización: ICAFE (2011) recomienda fertilizar los cafetales con 15 % de Nitrógeno


(N), 0,33 % de Boro (B), 3 % de Fósforo (P2O5), 4 % de Magnesio (MgO) y entre 10-
15 % de Potasio (K2O). O inclusive mejor, realizar un análisis de suelos que dicte con
exactitud la formula química a utilizar.

Control de malezas: para controlar malezas, el método más ampliamente utilizado en


Costa Rica es la aplicación de herbicidas sistémicos, aunque en bastantes cafetales

6
de pequeña dimensión es común que el control de malezas se efectué manualmente
utilizando machete, palas o chapeadoras mecánicas (Jiménez, 2016).

Encalado: Para cafetales que no cuentan con análisis de suelo (ICAFE, 2011) aconseja
aplicar de 20 a 40 sacos de cal dolomita por hectárea, cada dos a tres años.

3.2 Desafíos de la caficultura en Costa Rica

A partir de la segunda mitad del siglo XX hubo una transformación tecnológica de la


producción de café en Costa Rica, el paquete tecnológico incluía la eliminación de los
árboles de sombra, incremento en la densidad de plantación e intensificación en el uso
de fertilizantes y agroquímicos (Jiménez, 2013). Estos cambios generaron aumentos
de la productividad en el corto plazo (Picado, Ledezma y Granados, 2009) pero
también generaron consecuencias ambientales negativas en los paisajes cafetaleros
como pérdida de la fertilidad (Babbar & Zak, 1995; Tully, Lawrence & Scanlon, 2012)
y disminución de la biodiversidad (Philpott & Armbrecht, 2006).

Las nuevas tecnologías de producción cafetalera también ocasionan problemas


sociales, dado a que no son adaptables a todas las escalas de producción, lo que deja
rezagados a pequeños productores, principalmente por las altas inversiones que
requiere adoptar este sistema. Por ejemplo, el uso de fertilizantes representa hasta un
55 % de los costos variables totales del manejo de cafetales convencionales
(Lyngbæk, Muschler, & Sinclair, 2001).

Como respuesta ante estos problemas económicos, ambientales y sociales, iniciativas


de certificación como Organic, Fair Trade, Rainforest Alliance, UTZ y carbono
neutralidad, han surgido para premiar a aquellos agricultores que cumplan con ciertos
criterios de sostenibilidad (Ibañez y Blackman, 2016). A pesar de que gestionar estas
certificaciones implica para los productores incurrir en costos, también generan
beneficios económicos como precios más competitivos y acceso a nuevos mercados
(Dragusanu, Giovanucci & Nunn, 2014).

7
Los criterios de sostenibilidad que debe cumplir un caficultor para optar por las
certificaciones son muy variadas. Castro-Tanzi, Dietsch, Ureña, Vindas, y Chandler
(2012) enfatizan en eficiencia en el uso de fertilizantes orgánicos, mejor calidad del
suelo, alto rendimiento del café y excelente calidad de taza. Nonato de Souza et al.
(2012) indican que la biodiversidad de los cafetales y los servicios ambientales que
brinda también deben ser considerados al evaluar la sostenibilidad de estos. Bacon,
Getz, Kraus, Montenegro y Holland (2012) insisten en la importancia de incluir
variables socioeconómicas en los marcos referenciales encargados de evaluar la
sostenibilidad de los agroecosistemas de café. Los sistemas agroforestales, así como
la producción orgánica son alternativas para lograr una producción de café más
sostenible (Cerda et al., 2017; Meylan et al., 2017; Jose, 2009; Damiani, 2005)

3.3 Sistemas agroforestales con café

Los sistemas agroforestales (SAF) corresponden a una modalidad de uso de la tierra


que combina espacialmente y/o temporalmente especies forestales con especies
agrícolas o animales (Montagnini, 1992; Nair, 1993). La agroforestería procura asignar
eficientemente los recursos de luz, agua y nutrientes con el objetivo de aumentar el
rendimiento económico y ambiental en busca de generar agroecosistemas sostenibles
y resilientes (Meylan et al., 2017).

Esta forma de uso del suelo se utiliza desde el inicio de la agricultura hace unos 12 000
años, pero a partir de la segunda mitad de la década de los 90´s recobró importancia
como una respuesta ante la demanda de una agricultura capaz de proveer múltiples
servicios ambientales (Jose, 2009), lo que ha permitido el desarrollo de nuevos
enfoques conceptuales y metodológicos en esta disciplina.

Rapidel et al. (2015) considera que en América Latina se pueden clasificar los sistemas
agroforestales con café en dos grupos: los que asocian el café con árboles de servicio
y los que lo asocian con árboles de producción de madera y frutos.

8
Los árboles de servicio son aquellos que se establecen y manejan en función de las
necesidades del café, su tarea principal es beneficiar la productividad del café (Rapidel
et al., 2015). Las especies más comunes utilizadas para estos fines son porós
(Erythrina spp.) y guabas (Inga spp.). Estas especies fijan nitrógeno, tienen una tasa
de crecimiento alta y resisten a las podas, lo que les permite amortiguar la temperatura
e insolación en temporada seca y proporcionar fertilización nitrogenada al sistema al
inicio de la temporada lluviosa mediante la materia orgánica que ofrecen sus hojas y
ramas (Beer, Muschler, Kaas, & Somarriba, 1998).

Los árboles productores de frutos y madera permiten crear condiciones


microclimáticas que favorecen el desarrollo del café y a la vez diversifican la
producción de la finca. Como los árboles maderables generan una sombra permanente
es recomendable utilizar especies de copa abierta y rala (Rojas, Canessa, & Ramírez,
2004).

Mercer (2004) indica que la adopción de los sistemas agroforestales por parte de los
agricultores se dificulta debido a que estos se consideran más complejos que la
agricultura tradicional porque incorporan mayor cantidad de componentes y relaciones,
tardan más años en brindar beneficios económicos y están asociados a mayor
incertidumbre. Altieri y Nicholls (2013) difieren de esta percepción y aseguran que los
Sistemas Agroforestales (SAF) al ser una tecnología asequible y capaz adaptarse a
diversos tamaños y sistemas productivos, pueden ser implementados con facilidad,
principalmente por pequeños productores de las regiones tropicales y subtropicales.

3.3.1 Servicios ecosistémicos de los SAF de café

Los SAF han sido promovidos por su capacidad de brindar mayor cantidad y calidad
de servicios ecosistémicos que la agricultura tradicional. La incorporación de árboles
a los sistemas productivos favorece a los procesos naturales que permiten mantener
la fertilidad suelo, incrementar las capturas de carbono, preservar el recurso hídrico y
conservar la biodiversidad (Meylan et al., 2017).

9
Los cafetales que integran árboles poseen menores tasas de erosión que los sistemas
tradicionales (Beer et al., 1998). Las copas de los árboles, la capa de hojarasca y los
residuos de podas que cubre al suelo actúan como una barrera física que disminuye
la velocidad, y consecuentemente la capacidad erosiva de las gotas de lluvia. Además,
los sistemas radicales de los árboles sujetan las partículas del suelo (Young, 1997).

Los árboles aportan materia orgánica al suelo por medio de las ramas, ramillas y
hojarasca que contribuye al reciclaje de nutrientes, a la fertilidad, y a la mejora de la
estructura (Jose, 2009). El aumento de la fertilidad del suelo puede ser potenciado al
incorporar especies forestales leguminosas como árboles de servicio (Virginio Filho et
al., 2015). Se estima que árboles fijadores manejados con podas bianuales, pueden
aportar hasta 100 kg N/ha/año (Leblanc., McGraw & Nygren 2007).

Para otros elementos el balance nutricional no es claro ya que depende de procesos


opuestos: la extracción de nutrientes por parte de las plantas de café y el reciclaje de
nutrientes que aportan los árboles. Haggar et al. (2011) encontró en un ensayo de 10
años que los sistemas agroforestales poseían mayor fertilidad que los convencionales,
pero este fenómeno puede deberse a que también fueron menos productivos por lo
que extrajeron menor cantidad de nutrientes del suelo.

La incorporación de árboles permite incrementar la cantidad de carbono que captura y


retiene el sistema tanto en la vegetación como en el suelo, lo que convierte a los
sistemas agroforestales en una alternativa de mitigación al cambio climático (Nair,
Kumar, & Nair, 2009). Los sistemas agroforestales de café pueden capturar
anualmente el doble de carbono que los sistemas convencionales llegando a
almacenar entre 25 Mg C ha-1 y 70 Mg C ha-1 (Cerda et al., 2017; de Carvalho Gomes
et al., 2016). La captura de carbono se puede incrementar si en el sistema se utilizan
árboles de troncos altos y gruesos, capaces de almacenar considerables cantidades
de carbono verticalmente sin reducir los rendimientos del café (Muschler, 1999).

Los sistemas agroforestales de café poseen varios beneficios hidrológicos, lo cual los
hace más resilientes al cambio climático (Lin, 2010). Los cafetales con árboles son

10
capaces de retener mayor cantidad de humedad, ya que el componente arbóreo al
controlar la temperatura, disminuye evaporación y reduce la traspiración de las plantas
de café (van Kanten & Vaast, 2006). Adicionalmente, el aporte de materia orgánica de
los árboles permite reducir las tasas de escorrentía y aumentar la infiltración del agua
en el suelo (Cannavo et al., 2011; Gómez-Delgado et al., 2011; Meylan et al., 2017).

Al ampliar la variedad de microhábitats presentes en el agroecosistema, los SAF


brindan servicios a la biodiversidad (Vergara & Badano, 2009). Varios estudios han
confirmado que los cafetales bajo sistemas agroforestales poseen más diversidad y
riqueza de especies que los convencionales en grupos como hormigas (Philpott, &
Armbrecht, 2016; Arenas-Clavijo & Armbrecht, 2018), abejas (Jha & Vandermeer,
2010) aves (Greenberg, Bichier, Cruz, & Reitsma, 1997; Komar, 2006; Martínez-
Salinas et al., 2016), reptiles (Macip-Ríos & Muñoz-Alonso, 2008), mamíferos
terrestres pequeños (Caudill., DeClerck & Hudband, 2015) murciélagos (Williams-
Guillén & Perfecto, 2010) y plantas epífitas (Godall., Bacon & Mendez, 2015).

3.3.2 Productividad de los SAF de café

Los caficultores comúnmente utilizan sistemas agroforestales debido a que la planta


de café al haberse desarrollado originalmente en el sotobosque, posee un proceso de
fotosíntesis sensible a las altas temperaturas. Las hojas de café sufren foto-inhibición
y foto-respiración en condiciones de alta radiación solar, lo que inhibe el proceso
fotosintético (Chaves, Ten-Caten, Pinheiro, Ribeiro, & DaMatta, 2008). Se ha
encontrado que aplicación y manejo adecuado de la sombra al reducir la insolación y
la temperatura beneficia la productividad del café, principalmente en regiones cálidas
(Rapidel et al., 2015).

Los cafetales bajo sombra tienen a generar una producción constante cada año,
mientras tanto, los que se manejan sin sombra, alternan entre años de alta floración y
baja floración, generando un patrón de producción bianual (Canell, 1985). DaMatta
(2004) atribuye este comportamiento a que la insolación estimula la producción de
botones florales y nodos en las ramas, lo cual genera una gran producción de granos

11
a expensas del crecimiento vegetativo y agota las reservas de nutrientes del arbusto
de café. Consecuentemente la planta desgastada exhibe baja productividad al año
siguiente.

Se sospecha que los aspectos negativos de los cafetales expuestos al sol se expresan
en una o dos décadas cuando estos comienzan a experimentar decrecimientos en
productividad como consecuencia de la degradación ambiental que genera el manejo
intensivo y el desgaste de las plantas de café expuestas a plena insolación (DaMatta,
2004).

Las condiciones microclimáticas que generan los árboles en una plantación de café
repercuten en la productividad del cafetal no solo por su efecto en el metabolismo de
las plantas de café, sino que también afectan las poblaciones de plagas y
enfermedades. Hernández (2010) encontró menor incidencia de roya (Hemileia
vastatrix Berk & Br) en cafetales a pleno sol. De igual manera, el ojo de gallo (Mycena
citricolor Berk. & M.A.Curtis) ocasionó menos daños en cafetales desprovistos de
árboles como consecuencia de un microclima más seco y aireado, lo que dificulta el
establecimiento de la infección (Hernández, 2010).

La enfermedad de la mancha de hierro (Cercospora coffeicola Berk & Coke) presenta


un comportamiento opuesto a la roya y al ojo de gallo, ya que es más común en
condiciones de alta luminosidad (Hernández, 2010). Esto se debe a la combinación de
dos factores: 1) el hongo causante de la mancha de hierro encuentra condiciones
favorables para su crecimiento en ambientes de alta temperatura y radiación solar, y
2) los cafetos a pleno sol están más expuestos a estrés hídrico y nutricional, lo que los
hace más vulnerables (Grandi, Grissi, Carvalho, Salgado & Veturin, 2007). Tanto la
sombra en exceso como la plena exposición al sol estimulan el ataque de la broca
(Hypothenemus hampei Ferrari), por lo cual esta plaga genera menos daños en niveles
de sombra intermedios (Sánchez, 2011)

Las poblaciones de plagas y enfermedades en un sistema agroforestal también son


afectadas por la nutrición y diversidad ornitológica que brindan los árboles. Las

12
especies leguminosos mediante la incorporación y fijación de nitrógeno promueven
plantas de café más vigorosas, y menos susceptibles a los padecimientos fúngicos
(Hernández, 2010). Por lo que las enfermedades como la roya, mancha de hierro,
antracnosis (Colletotrichum coffeanum) y derrite (Phoma costarricenses Echandi)
mostraron menor incidencia bajo la sombra del poró (Erythrina poeppigiana E. F.
Cook), en comparación a otras especies forestales. Martínez-Salinas et al. (2016)
encontraron que cafetales con mayor diversidad funcional de aves presentan menor
incidencia de la broca, debido a estos vertebrados fungen como control biológico del
agente causal: un escarabajo curculiónido.

De Matta, (2004) indica que la implementación de sombra tiene efectos positivos en la


productividad en sitios subóptimos, resultados similares revelan un modelo empírico
desarrollado por Muschler, (1997) para café en Costa Rica, el cual indica que, en el
rango ideal de elevaciones, y sitios con suelos sin limitaciones de humedad,
profundidad y fertilidad, la máxima producción de café ocurrirá con cafetales expuestos
al sol. En cambio, en lugares con condiciones subóptimas la implementación de
árboles amortigua las deficiencias del sitio e incrementan la productividad de café.

Estos comportamientos de cafetales con y sin sombra expuestos por DaMatta, (2004)
y Muschler (1997), no se han evidenciado en un ensayo de quince años en Turrialba,
Costa Rica, el cual tiene condiciones de sitios subóptimas para el desarrollo del café.
Schnabel et al. (2017) encontraron que la productividad media en un periodo de trece
años fue entre 23 % y 37 % superior en cafetales a pleno sol que en sistemas
agroforestales. Los autores hipotetizan a que esto se debe a la menor producción de
nodos y botones florales de las plantas de café bajo la sombra, dado que variables
morfológicas como altura, diámetro y número de ramas productivas fueron similares
en ambas condiciones agroecológicas.

La relación entre la implementación de sombra en los cafetales y la productividad


representa resultados contradictorios. De Matta, (2004) explica a que esto se debe a
que las investigaciones suelen recolectar la información de fuentes secundarias por lo
cual no existe un control estricto de variables importantes que afectan la productividad

13
del cafetal como: intensidad de la radiación solar, fluctuaciones diarias y estacionales
de temperatura y humedad relativa, nutrición, manejo de la sombra, arquitectura de
copa de los árboles de sombra, entre otras.

3.3.3 Diseños experimentales en SAF

La teoría de experimentación de campo está basada en la premisa de que el


comportamiento observado en una serie de parcelas bajo un tratamiento es similar al
que ocurrirá en escalas mayores (Langton, 1990). La necesidad de obtener resultados
veraces y replicables obliga a controlar las variables externas que afectan el
rendimiento productivo y ambiental de los SAF, para ello es necesario implementar
ensayos cuidadosamente planificados que adopten una visión a largo plazo
(Somarraiba, Beer & Muschler, 2001).

Las bases teóricas para elaborar diseños experimentales para SAF están
fundamentadas en metodologías originalmente desarrolladas para experimentos
agronómicos o forestales (Jaggi, Gupta, & Sharma, 2001). No obstante, el desarrollo
de experimentos en la agroforestería posee un mayor grado de complejidad debido a
varios factores: i) estudiar un componente agrícola y uno forestal, así como la
interacción de ambos requiere usar parcelas grandes; ii) la extensión de área que
ocupan los árboles implica la posibilidad de que estos afecten a las parcela vecinas y
iii) la dificultad de encontrar sitios uniformes así como el gran tamaño de los bloques
dificulta la labor de delimitar bloques homogéneos (Atangana, Khasa, Chang &
Degrande, 2014).

Los arboles ejercen sus efectos en un gran radio de acción, debido a la extensión
horizontal de sus raíces que ejercen competencia por agua y nutrientes, la sombra que
despliega la copa disminuye el acceso a la radiación solar y la distancia que viaja la
hojarasca antes de caer al suelo, lo cual afecta la distribución de la fertilidad
(Somarraiba, Beer & Muschler, 2001). Para evitar que estos efectos alteren los
resultados del experimento es necesario tomar precauciones a la hora de planear el
ensayo agroforestal como elegir un diseño estadístico apropiado (Atangana et al.,

14
2014) y dejar áreas de amortiguamiento para atenuar el efecto de borde (Langton,
1990).

En experimentos agroforestales que buscan entender la interacción entre varios


factores, es necesario utilizar el diseño de arreglos factoriales como bloques completos
al azar (BCA) o bloques incompletos al azar (BIA) (Jaggi, 2016). Las parcelas divididas,
que corresponden a un caso especial del diseño de BIA, son frecuentemente utilizadas
en diseños experimentales en SAF (Somarraiba, Beer & Muschler, 2001), este diseño
permite establecer parcelas grandes donde se ejecuta un nivel de un tratamiento “A”,
esta parcela es dividida en subparcelas para aplicar varios niveles de un tratamiento
“B”, lo anterior tiene mucha utilidad cuando el tratamiento “A” es un factor que es más
práctico aplicarlo en franjas continuas o cuando este factor puede ejercer efectos en
las parcelas vecinas (Atangana et al., 2014).

El efecto de borde se refiere al comportamiento ocurrido cuando los bordes de una


parcela muestran un patrón diferenciado de crecimiento al percibido en el centro de
esta. Si el efecto de borde es ocasionado por el tratamiento de la parcela contigua,
este es llamado efecto de vecindad (Langton, 1990). Para mitigar el efecto de borde
se puede incorporar un área de amortiguamiento, estas son áreas establecidas en el
perímetro de las parcelas que reciben el mismo tratamiento que el resto de la unidad
experimental, pero no son tomadas en cuenta en la medición (Atangana et al., 2014).

3.4 Producción de café orgánico

La certificación de café orgánico requiere que los productores se adhieran a 5


principios de producción principales (IFOAM, 2011):

- Utilizar abonos orgánicos (compost) en lugar de fertilizantes químicos para


mantener la fertilidad del suelo;
- Emplear métodos naturales para controlar enfermedades, plagas y arvenses en
lugar de pesticidas y herbicidas sintéticos;
- Implementación de prácticas de conservación de suelo como siembra en contorno,
implementar cultivos de cobertura y utilizar árboles de sombra;

15
- Minimizar el uso de combustibles fósiles en el proceso de producción; y
- Minimizar la contaminación en el manejo postcosecha.

La certificación orgánica ha sido criticada al ser primordialmente adoptada por


productores que previo a optar por la certificación ya tenían estándares de producción
similares a los que esta exige, por lo que la certificación no es efectiva en generar
cambios de actitud en los productores ni beneficios ambientales adicionales (Philpott
et al., 2007; Martínez-Sánchez, 2008). in embargo, Blackman y Naranjo (2012) al
analizar datos de unas 6000 fincas cafetaleras en Turrialba, Costa Rica, donde existían
82 fincas certificadas o en proceso de certificarse orgánicas, descubrieron que esta
crítica no aplica en Costa Rica, dado que se encontró que en este territorio la
caficultura es altamente tecnificada, por lo que muy pocos productores pueden acceder
a la certificación orgánica sin realizar cambios significativos en sus prácticas de
manejo.

3.4.1 Rentabilidad de la producción orgánica

Blackman y Naranjo (2012) señalan que, desde la perspectiva de los productores, la


certificación orgánica brinda múltiples beneficios como precios más competitivos del
grano, ingreso a mercados especiales, acceso a servicios de extensión y disminución
de la inversión en insumos agrícolas. Pero también genera aspectos negativos como
reducción de la producción, incremento de los costos de mano de obra y los gastos
adicionales que genera gestionar la certificación.

Las desventajas de la producción orgánica fueron corroboradas por Virginio Filo et al.
2012), que, al estudiar un ensayo de diez años en Turrialba, Costa Rica encontró que
los sistemas de café bajo manejo orgánico mostraron rendimientos de café más bajos
que aquellos bajo manejo convencional. Para ese mismo ensayo Salgado (2010),
analizó los ingresos y costos del ciclo de vida de los cafetales, y determinó que tanto
el manejo orgánico y el convencional tienen costos de manejo similares, porque lo que
se ahorra en insumos al implementar manejo orgánico se gasta en mano de obra
adicional. Los sistemas más rentables según el valor actual neto fueron los

16
convencionales a pleno sol, mientras que el sistema orgánico más rentable fue el que
incorporó árboles de poró.

Ibanez y Blackman (2016) encontraron que los costos de producción de café orgánico
por hectárea en el sureste de Colombia fueron el 75 % de los costos de producir café
de manera convencional, mientras que la producción media por hectárea de café es
un 70 % de la producción de café convencional, concluyendo que los beneficios
económicos de la certificación orgánica son limitados. Philpott, Bichier, Rice y
Greenberg (2007) obtuvieron conclusiones similares.

Una conclusión similar respecto a la rentabilidad alcanzó Lyngbæk et al. (2001) al


indicar que a pesar de que los mayores precios del café logran compensar la
disminución del rendimiento, al incluir los costos de la certificación la producción
orgánica genera menores ingresos netos que la convencional.

No obstante, estos estudios únicamente contrastan los costos económicos de la


producción convencional y la producción orgánica. Dada la capacidad de los sistemas
agroforestales de café bajo manejo orgánico de brindar servicios ecosistémicos, es
indispensable contar con un análisis comprensivo que considere también las
externalidades ambientales y sociales de ambas modalidades productivas para poder
realizar balances objetivos (Van der Vossen, 2005).

3.4.2 Producción de café orgánico en Monteverde

La conservación de la riqueza natural y la biodiversidad ha sido un punto esencial en


la confección de la identidad en Monteverde, lo cual ha permitido desarrollar un sector
turístico exitoso, que atrae cerca de 250 000 turistas anualmente y es el principal
sostén de la economía (Lock, 2008). Sin embargo, esta actividad se concentra en la
comunidad de Santa Elena y Cerro Plano, mientras que las zonas adyacentes de
menor elevación siguen dependiendo de actividades agrícolas como la producción de
carne y leche, así como el cultivo del café (CBPC, 2011).

17
La cultura conservacionista, así como el desarrollo del sector turístico de la región ha
jugado un rol importante en moldear la naturaleza de las actividades agrícolas en
Monteverde. Algunos productores han aprovechado el nicho del agroturismo para
diversificar sus actividades; actualmente unos 20 000 turistas anuales visitan fincas
productoras de café, cacao, caña de azúcar entre otras (Stuckey, Camacho, Vargas,
Stuckey & Vargas, 2014).

Los caficultores han identificado que los bienes agrícolas producidos sosteniblemente
en la región de Monteverde son sumamente atractivos para los miles de turistas que
visitan anualmente la zona. Por lo que varios productores han optado diferenciar sus
productos por medio de certificaciones orgánicas y venderlos a precios muy
competitivos en mercados locales como restaurantes y hoteles. Esto ha promovido la
proliferación de micro beneficios y tostadoras que procesan las doce marcas locales
de café (Stuckey et al., 2014).

4. MATERIALES Y MÉTODOS
4.1 Área de estudio

El estudio se efectuó en un sitio ubicada el Valle de San Luis en Monteverde, que


pertenece a la provincia de Puntarenas, Costa Rica, este valle se encuentra en la
vertiente pacífica de la Cordillera de Tilarán, en altitudes comprendidas entre los 800
y los 1300 msnm. Geográficamente se sitúa en las coordenadas 10° 16´ 22” N y 84°
49´ 7” W.

El área de estudio pertenece a la zona de vida de Bosque Muy Húmedo Premontano


(bmh-P) (Holdridge, 1967). Datos de una estación meteorológica ubicada a menos de
500 metros del sitio, instalada en el 2009 muestran que la temperatura promedio varía
entre 20 °C y 22 °C, la precipitación anual se ubica entre los 2100 y los 3400 mm, con
un promedio de 2900 mm, y 4 meses de poca precipitación (Figura 1)

18
600 22

Temperatura promedio (°C)


Precipitación mensual (mm)
500
400 21
300
200 20
100
0 19

Precipitación mensual (mm) Temperatura promedio (°C)

Figura 1. Climograma para el periodo 2009-2017 de la estación meteorológica de la


Universidad de Georgia con sede en San Luis de Monteverde, Puntarenas, Costa
Rica.

4.2 Caracterización del sitio

4.2.1 Área y topografía

Para determinar el área del sitio se realizó un levantamiento del perímetro del sitio
tomando puntos georreferenciados con un GPS marca Garmin, modelo Oregon. Los
puntos fueron transformados en un polígono para así calcular el área mediante el uso
de Quantum GIS versión 3.0.2 (QGIS Development Team, 2018).

En cada una de las secciones del sitio con pendientes contenidas en un rango similar,
se tomaron mediciones de pendiente media, mediante el uso de un clinómetro sunnto.
Luego se elaboró un mapa de estas secciones utilizando el programa computacional
Quantum GIS versión 3.0.2 (QGIS Development Team, 2018).

4.2.2 Condiciones edáficas

Para la determinación de las condiciones edáficas, el área del sitio se segmentó en


tres lotes de muestreo de aproximadamente 1,8 hectáreas tomando en cuento factores
como uso del suelo y topografía (Figura 2). En cada lote se establecieron

19
sistemáticamente 16 puntos de muestreo y se tomaron muestras de suelo a las
profundidades de 0 cm a 20 cm y de 20 cm a 40 cm.

A partir de las submuestras y utilizando la técnica del cuarteo se obtuvo una muestra
representativa de 0.5 kg para cada uno de los tres lotes de muestreo y para cada
categoría de profundidad. Las 6 muestras representativas fueron guardadas en una
bolsa plástica hermética etiquetada para su posterior envió al laboratorio.

Figura 2. Estaciones de muestreo de suelo en un área potencial para establecer un


ensayo experimental de café orgánico. Monteverde, Puntarenas, Costa Rica.

A cada muestra se le realizó un análisis químico completo, el cual incluye: pH (método


de Potenciometría, relación 1:2,5- Suelo: Agua) potasio, calcio, magnesio, cobre,
hierro, manganeso, zinc, fósforo (solución extractora Mehlich 3, metodología
Espectrometría de Emisión de Plasma-ICP), carbono y nitrógeno (combustión seca) y
acidez intercambiable (extracción KCI 1 Normal, metodología por volumetría). Los

20
resultados serán analizados según los parámetros de referencia expuestos por Briceño
y Carvajal (1973), Molina y Méndez (2002) y Alvarado y Raigosa (2012).

4.2.3 Capacidad de uso de la tierra

La determinación de la capacidad de uso de la tierra se hizo de acuerdo con la


metodología contenida en el Decreto Ejecutivo 23214-MAG-MIRENEM (1994), la cual
busca establecer el nivel óptimo de aprovechamiento que tiene un área de terreno
dada, con base en la calificación de sus limitantes para producir cultivos de forma
sostenible.

La determinación de la categoría de las limitantes se realizó de la siguiente manera:

− Pendiente: con un clinómetro Suunto y un GPS Garmin se realizó un mapeo


de las pendientes, luego se obtuvo una media ponderada de las pendientes en
el área efectiva.
− Erosión: observaciones de campo
− Profundidad efectiva: en la mitad de las estaciones de muestreo (figura 2) se
taladró con el barreno hasta alcanzar una capa muy compacta o roca; los
resultados de profundidad fueron promediados.
− Textura de suelo: con la metodología propuesta por (Brady y Weil, 1996).
− Pedregosidad: observaciones de campo.
− Fertilidad: análisis químico, ver sección 4.2.2.
− Toxicidad de cobre: análisis químico ver sección 4.2.2.
− Salinidad: se estimó a partir de la conductividad eléctrica del análisis químico,
ver sección 4.2.2.
− Drenaje: observaciones de campo.
− Riesgo de inundación: observaciones de campo.
− Zona de vida: Atlas Digital de Costa Rica (ITCR, 2014)
− Periodo seco: datos de la estación meteorológica del campus de la
Universidad de Georgia en Costa Rica.

21
− Neblina: observaciones de campo.
− Viento: observaciones de campo.

4.2.4 Composición florística

Se censaron todos los árboles que poseen un diámetro a 1,3 metros de altura mayor
o igual a 10 cm, a cada uno de estos árboles se le determinó el diámetro a la altura del
pecho con una cinta diamétrica, la altura con un hipsómetro suunto, la identificación
taxonómica, la función que cumplen, el diámetro de copa y las coordenadas
geográficas.

Se consideraron como árboles de cerca, todos aquellos que se encuentran a menos


de dos metros del perímetro de los sitios, estos suelen tener una copa podada y dan
sostén a alambres de púas. Árboles en cortinas rompevientos a los que se encuentran
en arreglos ordenados de dos o tres hileras usualmente de una a cinco especies, o a
los árboles que no formaban parte del arreglo original, pero crecieron entre estos. Y
árboles de sombra a los que crecen a más de dos metros del perímetro y no forman
parte de un arreglo, estos suelen contar con copas amplias y redondas.

Para aquellos árboles que poseen más de un eje con diámetro a la altura del pecho
mayor a 10 cm, se unificaron los valores en una sola cifra mediante la fórmula:

𝐷𝑢=√(𝐷 2 +(𝐷 )2 +...+(𝐷 )2


1) 2 𝑛

Donde:

Du: diámetro a la altura del pecho unificado.


D1: diámetro a la altura del pecho del primer eje.
D2: diámetro a la altura del pecho del segundo eje.
Dn: diámetro a la altura del pecho del enésimo eje.

22
Para determinar el diámetro de copa se tomaron 2 medidas con una cinta métrica en
los extremos de la circunferencia que proyecta la copa; una en dirección norte-sur y
otra en dirección este-oeste, ambos valores fueron promediados.

4.3 Especies forestales y variedades de café a utilizar en el ensayo

4.3.1 Selección de especies forestales

Para la selección de las especies forestales, se hizo un levantamiento de aquellas que


cumplieran con al menos uno de los siguientes criterios: a) especies que ya se
encuentran establecidas en el sitio, b) especies que son utilizadas por los caficultores
de la zona de Monteverde y c) especies que recomienda la literatura para sistemas
agroforestales de café.

Para cada especie se elaboró una revisión bibliográfica para conocer sus
requerimientos ambientales, manejo requerido, crecimiento potencial, usos,
experiencias en SAF y servicios ecosistémicos que brinda. A partir de dicha
información y sujeto a la disponibilidad de germoplasma se seleccionaron las especies
que serán utilizadas en los ensayos agroforestales.

4.3.2 Selección de variedades de café

Se seleccionó una variedad de café de amplia utilización en la zona. Debido a que se


desea comparar el rendimiento de estas respecto a variedades recientes o menos
tradicionales. Para ello se consultó con productores locales, así como funcionarios del
Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).

La segunda variedad se seleccionó entre variedades resistentes a la roya, dado a que


es la principal enfermedad que afecta el rendimiento del café en Costa Rica (Jiménez,
2013), y como el cafetal tendrá un manejo orgánico es necesario utilizar variedades
que tengan mecanismos genéticos que le permitan mantener la vigorosidad ante el
ataque de dicho hongo. Para ello se inquirió con técnicos del Instituto Costarricense

23
del Café (ICAFE). Se le dio prioridad a aquellas variedades que han probado ser
productivas en condiciones agroecológicas similares a las de la zona de estudio y que
tengan disponibilidad de almácigos o semilla para la compra.

4.4 Diseño experimental del sistema agroforestal

Se generó un diseño experimental siguiendo los principios de aleatorización,


repetición, y control local. Esto implicó maximizar el número de tratamientos y
repeticiones, utilizando parcelas homogéneas y de un tamaño apropiado que permitan
apreciar el efecto de las variables de sombra y variedad. Considerando en todo
momento las restricciones que impone el área, la topografía y la vegetación del terreno.
Una vez determinadas el tamaño, la forma y la dirección de las parcelas, se ubicaron
en el área definida para llevar a cabo el estudio con el software Quantum GIS versión
3.0.2 (QGIS Development Team, 2018).

5. RESULTADOS Y DISCUSIÓN

5.1 Caracterización del sitio

5.1.1 Área y topografía

El área para el establecimiento de los sitios experimentales es de 5.5 ha. El uso actual
es de pastos con árboles dentro de los potreros y en los linderos. Más de la mitad del
área total está en terrenos con una pendiente superior al 15 %, incluyendo un 31 %
del área con pendientes superiores al 50 % (Figura 3).

Dado que en Costa Rica el Decreto Ejecutivo 23214-MAG-MIRENEM (1994), indica


que terrenos con pendientes superiores al 50 % deben tener cobertura boscosa, en
caso de que el uso actual sea diferente a bosque, se debe procurar la restauración
forestal, y que no se recomienda la siembra de café en pendientes superiores al 45 %

24
(Muschler, 1999). Se recomienda reforestar las áreas con pendientes superiores al 50
% lo que resulta en un área experimental efectiva de 3,8 ha.

Figura 3. Distribución del terreno según categoría de pendiente en un área potencial


para establecer un ensayo experimental de café orgánico. Monteverde, Puntarenas,
Costa Rica.
1 clasificado de acuerdo con las categorías del Decreto Ejecutivo 23214-MAG-MIRENEM (1994).

5.1.2 Condiciones edáficas

Acidez
Los suelos analizados no muestran limitaciones relacionadas con la acidez (Cuadro
1). Estos presentan una alta disponibilidad de bases, por lo que una fracción muy
pequeña del complejo de intercambio catiónico está ocupada por los cationes Al3+ y
H+, los cuales constituyen los principales causantes de la acidez intercambiable en
suelos tropicales (Alvarado & Raigosa, 2012).

25
Cuadro 1. Acidez del suelo en un área potencial para establecer un ensayo
experimental de café orgánico. Monteverde, Puntarenas, Costa Rica.
Suma de Acidez % de
pH bases intercambiable saturación de
Área de Profundidad (cmol(+)/L) (cmol(+)/L) acidez
muestreo
Valor Rango1 Valor Rango1 Valor Rango1 Valor Rango1

0-20 cm. 6,0 M 19,54 O 0,13 O 0,70 O


1
20-40 cm. 6,2 O 19,16 O 0,12 O 0,60 O
0-20 cm. 6,1 O 17,96 O 0,11 O 0,60 O
2
20-40 cm. 6,3 O 15,4 O 0,11 O 0,70 O
0-20 cm. 5,8 M 15,24 O 0,14 O 0,90 O
3
20-40 cm. 6,2 O 13,94 O 0,11 O 0,80 O
1
Clasificado de acuerdo con Alvarado & Raigosa (2012). B: Bajo. M: Moderado. O: Óptimo. A: Alto.

Las muestras exhiben un valor de suma de bases superior a 12, esto señala que el
suelo presenta fertilidad alta, debido a que los suelos exentos de problemas de acidez
están asociados a una menor solubilidad de elementos tóxicos y una mayor
disponibilidad de nutrientes (Bertsch, 1986). El café crece de manera óptima en suelos
con pH comprendidos entre 5 y 6 (Jiménez, 2016) por lo que los sitios experimentales
cuentan con un pH adecuado para el crecimiento de este cultivo.

Bases Intercambiables
Todas las muestras estudiadas presentan una Capacidad de Intercambio Catiónico
(CICE) dentro del rango considerado como óptimo (Cuadro 2). La CICE de un suelo
se puede interpretar como una medida de la fertilidad potencial de este, ya que
cuantifica los sitios de intercambio con carga negativa donde son absorbidos tanto los
iones ácidos como las bases intercambiables (Bertsch, 1998).

26
Cuadro 2. Bases intercambiables del suelo en un área potencial para establecer un
ensayo experimental de café orgánico. Monteverde, Puntarenas, Costa Rica.
CICE
Ca (cmol(+)/L) Mg (cmol(+)/L) K (cmol(+)/L)
(cmol(+)/L)
Área de Profundidad
muestreo Valor Rango1 Valor Rango1 Valor Rango1 Valor Rango1

0-20 cm. 15,38 A 3,16 O 1,00 A 19,67 O


1
20-40 cm. 15,74 A 2,49 M 0,93 A 19,28 O
0-20 cm. 13,44 O 3,34 O 1,18 A 18,07 O
2
20-40 cm. 11,92 O 2,51 M 0,97 A 15,51 O
0-20 cm. 11,97 O 2,50 M 0,77 O 15,38 O
3
20-40 cm. 11,25 O 1,95 M 0,74 O 14,05 O
Clasificado de acuerdo con Molina y Meléndez (2002). B: Bajo. M: Moderado. O: Óptimo. A: Alto.

El calcio y el potasio presentaron niveles de óptimos a altos (Cuadro 2), esto es


sumamente positivo dado que ambos elementos están relacionados con el desarrollo
adecuado de las plantas de café y el desempeño esperado del cultivo (Castro-Tanzi,
2017).

Relaciones catiónicas

El análisis de suelo muestra que las relaciones entre los cationes de los lotes
estudiados están en su mayoría en su rango ideal (Cuadro 3), estas relaciones son de
importancia dado que puede haber suficiente cantidad de cada elemento disponible,
pero debido a desbalances y antagonismo ciertos elementos no pueden ser
correctamente absorbidos (Carvajal y Briceño, 1973). En los casos donde se muestra
un desbalance de magnesio (Cuadro 3), ocurre que catión Ca2+ ejerce competencia
por el acceso a la planta al catión Mg2+, por lo que es posible que las plantas no puedan
absorber suficiente cantidad de este elemento (Bertsch, 1998).

27
Cuadro 3. Relaciones catiónicas del suelo en un área potencial para establecer un
ensayo experimental de café orgánico. Monteverde, Puntarenas, Costa Rica.
Ca/Mg Ca/K Mg/k Ca+Mg/K
Área de
Profundidad
muestreo Valor Rango1 Valor Rango1 Valor Rango1 Valor Rango1

1 0-20 cm. 4,9 R 15,4 R 3,2 R 18,5 R


Desb.
20-40 cm. 6,3 16,9 R 2,7 R 19,6 R
Mg
2 0-20 cm. 4,0 R 11,4 R 2,8 R 14,2 R
20-40 cm. 4,7 R 12,3 R 2,6 R 14,9 R
3 0-20 cm. 4,8 R 15,5 R 3,2 R 18,8 R
Desb.
20-40 cm. 5,8 15,2 R 2,6 R 17,8 R
Mg
Clasificado de acuerdo con Briceño y Carvajal (1973). R: Rango recomendado. Desb. Mg: desbalance
de magnesio.

El desbalance de magnesio sumado a la disponibilidad media que muestra este


elemento en los suelos estudiados (Cuadro 2) es un aspecto para monitorear debido
a que la deficiencia de este elemento puede causar pérdidas de productividad
significativas en el cultivo de café (da Silva et al., 2014).

Fósforo y elementos menores

Los resultados del análisis de fósforo y elementos menores del suelo mediante la
técnica KCL-Olsen modificado, deben interpretarse con precaución puesto que poseen
un rango de variación que oscila entre 15 % y 30 %. Las muestras analizadas exponen
una baja disponibilidad de fósforo, especialmente en el subsuelo (Cuadro 4). Este
elemento es el más limitante para la producción de cultivos en Costa Rica (Méndez,
2012). La escasez de fósforo restringe fuertemente la producción de café (Reis,
Guimarães, Neto, Guerra, & Curi, 2011; Dias, Neto, Guimarães, Reis, & Oliveira,
2015), por lo que es fundamental proveer este nutriente al sistema agroforestal si se
desea promover un rendimiento adecuado.

28
Tanto el hierro como el manganeso se encontraron en concentraciones fuera del rango
recomendado. No obstante, no existen registros de problemas fisiológicos o
productivos en café ocurridos por exceso de hierro o la deficiencia de manganeso por
lo que se pueden considerar una preocupación menor.

Cuadro 4. Fósforo y elementos menores del suelo en un área potencial para


establecer un ensayo experimental de café orgánico. Monteverde, Puntarenas, Costa
Rica.
P (mg/L) Zn (mg/L) Mn (mg/L) Fe (mg/L) Cu (mg/L)
Área de
Profundidad
muestreo Valor Rango1 Valor Rango1 Valor Rango1 Valor Rango1 Valor Rango1

0-20 cm. 6 B 4 O 4 B 131 A 11 O


1
20-40 cm. 3 B 2,3 M 5 M 104 A 10 O
0-20 cm. 8 B 4,9 O 6 M 173 A 13 O
2
20-40 cm. 3 B 2,6 M 7 M 133 A 7 O
0-20 cm. 8 B 4,5 O 6 M 196 A 10 O
3
20-40 cm. 5 B 2,8 M 7 M 150 A 8 O
1
Clasificado de acuerdo con Molina y Meléndez (2002). B: bajo. M: Moderado. O: Óptimo. A: Alto.

Materia orgánica
La materia orgánica del suelo (MOS) se define como un conjunto de residuos
orgánicos de origen animal y/o vegetal, que están en diferentes etapas de
descomposición, y que se acumulan tanto en la superficie como dentro del perfil del
suelo (Martínez, Fuentes y Acevedo, 2008). Mantener una alta proporción de MOS es
un pilar de la agricultura orgánica, debido a que esta propiedad está relacionada con
la calidad, la sostenibilidad y la capacidad productiva del mismo (Osman, 2013).

Los suelos del sitio contienen un porcentaje de MOS dentro del rango óptimo (cuadro
5). La MOS cumple un rol fundamental en las funciones físicas, químicas y biológicas
del suelo (Osman, 2013). Los suelos con altos contenidos de MOS poseen agregados
de partículas de mayor tamaño, por lo que son menos compactos y exhiben excelente
capacidad de retención y disponibilidad de agua (Martínez, Fuentes y Acevedo, 2008).

29
La MOS es una fuente de almacenamiento de nutrientes contenidos en los desechos
vegetales. Suelos ricos en MOS presentan mayor actividad biológica de hongos,
macroinvertebrados y microinvertebrados, estos organismos cumplen un rol vital en la
descomposición de los residuos orgánicos (Martínez, Fuentes y Acevedo, 2008). El
proceso de descomposición libera continuamente nutrientes como nitrógeno, fósforo,
potasio, magnesio y calcio en formas disponibles para las plantas (Osman, 2013).

Cuadro 5. Contenido de materia orgánica del suelo en un área potencial para


establecer un ensayo experimental de café orgánico. Monteverde, Puntarenas, Costa
Rica.
Porcentaje de
Área de materia orgánica
muestreo Profundidad
Valor Rango1

1 0-20 cm. 9,34 O


20-40 cm. 6,92 O
2 0-20 cm. 7,92 O
20-40 cm. 5,93 O
3 0-20 cm. 6,99 O
20-40 cm. 4,83 O
1
Clasificado de acuerdo con Molina y Meléndez (2002). B: bajo. M: Moderado. O: Óptimo. A: Alto.

Los suelos forestales tropicales suelen tener niveles del MOS constantes, dado un
equilibrio dinámico entre las tasas de descomposición y el aporte de materia orgánica
de la vegetación (Osman, 2013). No obstante, cuando estos son deforestados y
empleados para actividades agrícolas sufren pérdidas de MOS que oscilan entre un
30 % a 50 %, alcanzado inclusive el 100 % en suelos expuestos a fuertes procesos
erosivos (Reicosky, 2002. Citado por Martínez, Fuentes y Acevedo, 2008). En un
manejo sostenible la MOS debe mantenerse o aumentarse (Lorenz y Lal, 2015).

La disminución de la MOS ocasiona incrementos de las emisiones de gases de infecto


invernadero, ya que los suelos pasan de ser sumideros de dióxido de carbono a ser
fuentes de emisión (Nair, Kumar, & Nair, 2009). Los SAF tienen la capacidad de

30
incrementar las proporciones de MOS por los aportes de follaje, ramas y raíces que
brindan al sistema. Se estima que los suelos manejados con prácticas agroforestales
pueden almacenar entre 30 y 300 Mg C/ha (Nair, Kumar, & Nair, 2009). Para potenciar
la cantidad de MOS que contiene un SAF es recomendable plantar especies forestales
mixtas que incluyan leguminosas, incorporar los residuos de las podas al suelo y
suplementar la nutrición de los cultivos con abonos orgánicos (Lorenz y Lal, 2015).

5.1.3 Capacidad de uso de la tierra

De acuerdo con la metodología para evaluar la capacidad de uso de la tierra, el sitio


estudiado se encuentra en la unidad de manejo IVe12s123d12c1234. Las principales
limitantes para el desarrollo de cultivos son la pendiente y la pedregosidad (Cuadro 6).
Las tierras categoría IV son recomendadas para vegetación permanente a
semipermanente. Actualmente el terreno es utilizado para pastoreo, lo que
corresponde a un uso más intensivo que el permitido por las limitantes agroecológicas
del sitio.

Cuadro 6. Capacidad de uso de la tierra en un área potencial para establecer un


ensayo experimental de café orgánico. Monteverde, Puntarenas, Costa Rica.
Limitante Categoría valor clase
Pendiente (e1) Ondulado (20 %) 4 IV
Erosión (e2) Moderada 3 III
Profundidad efectiva (s1) Moderadamente profundo (82 cm) 3 III
Textura del suelo (s2) Moderadamente fina 2 II
Pedregosidad (s3) Pedregoso 4 IV
Fertilidad (s4) Alta 1 I
Toxicidad de cobre (s5) Leve 1 I
Salinidad (s6) Leve 1 I
Drenaje (d1) Moderadamente excesivo 2 II
Riesgo de inundación (d2) Leve 2 II
Zona de vida (c1) bmh -P 3 III
Periodo seco (c2) Moderado 2 II
Neblina (c3) Moderada 2 II
Viento (c4) Moderado 2 II

31
Cambiar el uso de la tierra actual de pastos arbolados hacia un sistema agroforestal,
brindará múltiples beneficios. Cultivos perennes como el café son un uso de la tierra
apropiado para el sitio estudiado. Adicionalmente, incorporar árboles al sistema
disminuye la tasa de erosión (Beer et al., 1998), producto de una menor escorrentía
(Gómez-Delgado et al., 2011; Meylan et al., 2017; Cannavo et al., 2011) y mejoras en
la estructura de suelo (Young, 1997). Lo cual brinda mayor fertilidad (Jose, 2009).

En la categoría de uso de la tierra IV es recomendable implementar prácticas de


conservación de suelo y aguas muy intensivas (Decreto Ejecutivo 23214-MAG-
MIRENEM, 1994). Los sistemas agroforestales son considerados una práctica de
conservación apropiada y puede ser complementados con otras como barreras
rompevientos, labranza mínima, siembras de contorno, acequias de ladera y aplicación
de compost y abonos verdes.

5.1.4 Composición florística

La diversidad arbórea del sitio estudiado consistió en 31 especies (Cuadro 7),


pertenecientes a 28 géneros y 21 familias, la especie más abundante fue el Tubú
(montanoa guatemalensis B.L. Rob. & Greenm.) con 121 individuos, seguida del
madero negro (Gliricidia sepium Jacq.), guachiplín (Diphysa americana [Mill.]
M.Sousa) y yos (Sapium glandulosum [L.] Morong) con 61, 54 y 51 individuos
respectivamente. El 56 % de los individuos censados pertenecen a una de estas 4
especies.

32
Cuadro 7. Número de individuos de árboles por especie, según la función que
cumplen en el sistema agroforestal. Monteverde, Puntarenas, Costa Rica.
Especie Cerca Rompevientos Sombra Total
Montanoa guatemalensis 7 114 0 121
Glircidia sepium 61 0 0 61
Diphysa americana 7 40 7 54
Sapium glandulosum 20 1 30 51
Daphnopsis americana 14 5 24 43
Myrsine Coriacea 25 6 6 37
Trichilia havanensis 8 6 22 36
Ehretia latifolia 0 2 24 26
Zanthoxylum fagara 2 14 6 22
Inga punctata 4 1 15 20
Psidum guajava 6 0 11 17
Bursera simaruba 4 12 0 16
Acnistus arborescens 5 3 7 15
Tapirira mexicana 0 8 1 9
Croton niveus 9 0 0 9
Yucca guatemalensis 0 0 7 7
Cupania glabra 0 0 7 7
Croton draco 1 0 5 6
Ficus pertusa 0 0 4 4
Ficus Aurea 1 0 3 4
Zanthoxylum 1 0 1 2
monophyllum
Diospyros sp. 0 0 2 2
Citrus sp. 1 0 1 2
Cordia eriostigma 0 0 2 2
Lasianthea fruticosa 1 1 0 2
Erythrina lanceolata 1 0 1 2
Cestrum rasemosum 2 0 0 2
Cecropia obtusifolia 0 1 1 2
Lonchocarpus oliganthus 0 0 1 1
Casimiroa edulis 0 0 1 1
Nectandra salicina 1 0 0 1
Total 180 215 189 584

33
El sitio contiene un total de 584 individuos con diámetro superior a los 10 cm (Cuadro
7), para una densidad de 106,2 individuos por hectárea, esta densidad es escasa, si
se compara con los 555 individuos por hectárea encontrados por Nadkarni, Matelson
y Haber (1995), para un bosque primario montano bajo en Monteverde. El área basal
encontrada en el sitio fue de apenas de 7,15 m2/ha, muy inferior a los 62 m2/ha
reportados por Nadkarni et al. (1995). El sistema agroforestal actual a pesar de que
incluye árboles de sombra, cercas vivas y barreras rompevientos (Figura 4) es en
términos estructurales muy disímil al bosque ya que apenas aporta un 19 de los
individuos y un 12 % del área basal que provee un bosque primario.

Figura 4. Ubicación de árboles según su función en un área potencial para establecer


un ensayo experimental de café orgánico. Monteverde, Puntarenas, Costa Rica.

La proporción de los árboles por función es relativamente similar; el 36,8 % de los


árboles censados cumplen la función de rompevientos, el 32,4 % fueron árboles de
sombra, mientras que el 30,8 % de los árboles servían de cerca viva. No obstante, su
aporte a la estructura horizontal es muy distinto (Figura 6). El 51 % del área basal es

34
aportada por árboles de sombra, ya que en muchos casos estos son árboles
remanentes del bosque que gozan de grandes dimensiones, las barreras rompevientos
aportan el 32 % del área basal, y muestra un pico de área basal en la clase diamétrica
comprendida entre 30 y 40 cm, dado que son árboles plantados hace
aproximadamente 18 años y que han crecido en condiciones similares, las cercas vivas
aportan apenas un 17 % del área basal.

Figura 5. Distribución diamétrica del área basal de los árboles según su función en
un área potencial para establecer un ensayo agroforestal, Monteverde, Puntarenas,
Costa Rica.

Harvey (2000) indica que las barreras rompevientos en Monteverde están compuestas
por cuatro especies, Tubú (M. guatemalensis), Casuarina (Casuarina equisestifolia L.),
ciprés (Cupressus lusitánica Mill.) y Colpachí (Croton niveus Jacq.), en el presente
estudio se encontraron 15 especies dentro de las barreras rompevientos del Valle de
San Luis (Cuadro 7), no obstante, únicamente 5 de estas especies fueron plantadas
para cumplir ese fin; Tubú, guachipelín, Limoncillo (Zanthoxyllum fagara L.), Cirrí
(Tapirira mexicana Marchand) e indio desnudo (Bursera simaruba [L.] Sarg), el resto
de las especies dadas sus dimensiones y abundancia, se presume que se han

35
establecido naturalmente en las barreras rompevientos, las cuales proveen un hábitat
apropiado para la germinación y el establecimiento de semillas (Harvey, 2000; Piper,
2006).

Se encontró una densidad de 34,4 árb/ha para individuos que cumplen el rol de proveer
sombra. Esto coincide con lo expuesto por Harvey y Haber (1999) quienes al analizar
el rol de los árboles remanentes en la conservación de la biodiversidad en 237
hectáreas de pasturas en Monteverde, encontraron una densidad media de 25 árb/ha.
En SAF de café en Costa Rica el número de árboles de sombra por hectárea oscila
entre 100 y 300 (Somarraiba, Beer y Muschler, 2001), por lo que el cambio de uso de
la tierra implicaría aumentos en la cobertura forestal.

Los árboles de sombra ocasionan que un 14,3 % del área del sitio potencial tenga
cobertura de copas (figura 5). La cobertura de copas no se encuentra uniformemente
distribuida; Sitios como el C y el G, tienen más de un 20 % de su área cubierta, mientras
que Los sitios B y F tienen menos de 7 % de cobertura de copas. El diseño de
experimentos agroforestales exige homogeneidad la aplicación de los tratamientos
(Atangana, Khasa, Chang & Degrande, 2014). Por lo cual la distribución desigual de la
cobertura de copas en el terreno, impide que se puedan utilizar los árboles existentes
en para brindar sombra al ensayo agroforestal.

36
Figura 6. Área de copas en sitios potenciales para el establecimiento de un ensayo
experimental de café orgánico. Monteverde, Puntarenas, Costa Rica

El valle de San Luis limita al este con la Reserva Biológica Bosque Nuboso
Monteverde, un área silvestre que abarca casi 27 000 hectáreas de ecosistemas
boscosos y está ubicado dentro del Corredor Biológico Pájaro Campana (CBPC), el
cual tiene como objetivo fomentar la conectividad ecológica entre el bosque nuboso de
Monteverde y el bosque de manglar del Golfo de Nicoya para facilitar la migración
altitudinal de especies nativas (CBPC, 2011). El CBPC se caracteriza por su amplia
biodiversidad debido a que alberga el 47 % de las especies de reptiles de Costa Rica,
el 51 % de las aves y el 48 % de los mamíferos (CBPC, 2011)

En este corredor biológico los bosques representan un 44,81 % del uso de la tierra, sin
embargo, esta cobertura está concentrada en las partes montañosas, o en pequeños
parches fragmentados inmersos en una matriz de pastos o cultivos, lo que ocasiona
que un 56 % del corredor tenga conectividad estructural boscosa de moderada a muy
baja (Chinchilla, 2015).

37
Cambiar áreas de pastos que a pesar de ser arboladas presentan baja conectividad
de copas (figura 5) por sistemas agroforestales implicaría mejorar la conectividad entre
los parches de bosque aislados. Los fragmentos interconectados por SAF tienen
mayor capacidad de sostener poblaciones viables de flora y fauna y procesos
ecológicos intactos que los fragmentos aislados (Laurance, 2004). Lo cual convierte a
esta modalidad de uso de la tierra en una excelente alternativa para favorecer a las
poblaciones de fauna del CBPC, especialmente a aquellas que enfrentan el desafío de
efectuar migraciones altitudinales en busca de recursos alimenticios en un paisaje
compuesto por parches boscosos aislados.

5.2 Especies forestales y variedades de café a utilizar en el ensayo

5.2.1 Selección de especies forestales

Se seleccionaron 13 especies forestales que podrían ser potencialmente utilizadas en


el ensayo (Cuadro 8). Esta selección está compuesta por grupo de nueve especies
presentes en el área de estudio que serán priorizadas en el diseño dado que han
demostrado su adaptación a las condiciones de la zona. Entre estas se encuentran
árboles como el mastate (Daphnopsis americana [Mill.] J.R. Johnst.), el yos, la uruca
(Trichilia havanensis jacq.) y la guayaba (Psidium guajava L.) los cuales son de
importancia para la fauna local. Y árboles como tubú, madero negro, guachipelín,
guaba (Inga punctata Willd.) y poró (Erythrina lanceolata Standl.) que son especies
comúnmente utilizadas en sistemas agroforestales por los servicios y productos que
proveen.

Además, se investigaron cuatro especies que no estaban presentes en el sitio de


estudio guaba (Inga edulis Mart.), poró gigante (Erythrina poeppigiana [Walp.] O.F.
Cook), aguacate (Persea americana Mill.) y cedro amargo (Cedrela odorata L.) que
son ampliamente recomendadas en los sistemas agroforestales de café por sus
beneficios como árbol de servicio o por su capacidad de generar ingresos
suplementarios.

38
Cuadro 8. Especies forestales potenciales para utilizar en un ensayo agroforestal de
café orgánico, Monteverde, Puntarenas, Costa Rica.
Nombre común Nombre científico Justificación1
Tubú Montanoa guatemalensis 1,2
Madero negro Glircidia sepium 1,2
Guachipelín Diphysa americana 1,2,3
Yos Sapium glandulosum 1
Mastate Daphnopsis americana 1
Uruca Trichilia havanensis 1
Guaba Inga punctata 1,2,3
Guaba Inga edulis 2,3
Guayaba Psidum guajava 1,2
Poró Erythrina lanceolata 1,2,3
Poró gigante Erytrhina poeppigiana 2,3
Aguacate Persea americana 3
Cedro amargo Cedrela odorata 3
1
1: Especie encontrada en los sitios experimentales, 2: Especie utilizada en sistemas agroforestales
de café en Monteverde, 3: Especie recomendada en la literatura para sistema agroforestales de café.

Tubú (Montanoa guatemalensis)

Tubú es un árbol de pequeñas dimensiones (3-15 m de altura) que pertenece a la


familia Asteraceae. Esta especie es plantada comúnmente como barrera rompevientos
en el área de Monteverde, debido a que posee un patrón de crecimiento en varios
fustes, tiene una copa densa y tupida, presenta resistencia al viento y exhibe tasas de
supervivencia muy altas (Piper, 2006). En la zona de Monteverde aprovechan la
madera resistente del tubú para hacer postes de cerca.

Madero Negro (Glircidia sepium)

El madero negro es una especie de árbol pequeña (2-15 m) de altura perteneciente a


la familia Fabaceae, es comúnmente utilizada en los sistemas agroforestales como
cerca viva debido a que es posible establecer esta especie fácilmente utilizando
estacas. Una vez plantada requiere poco manejo salvo a descopas para controlar su
tamaño, los residuos de la poda sirven como abono orgánico en el suelo dado que se

39
descomponen rápidamente y tienen un alto contenido de nitrógeno (Cordero y Boshier,
2003).

Guachipelín (Diphysa americana)

Es una especie de árbol que puede alcanzar alturas de hasta 15 metros, tiende a
ramificar desde una baja altura y producir una copa extensa. Por ser una especie
leguminosa fijadora de nitrógeno capaz de proveer madera altamente resistente a la
pudrición, ha sido incorporada en sistema agroforestales como cerca vivas y cortinas
rompevientos (Cordero y Boshier, 2003). Debido a su alta tasa de crecimiento en
tamaño y en diámetro de copa es recomendable para sombra de especies perennes
(Hall & Ashton, 2016).

Yos (Sapium glandulosum)

Es un árbol pequeño de la familia Euphorbiaceae qué rara vez supera los 12 metros
de altura. Tiene la capacidad de colonizar zonas abiertas y perturbadas lo cual explica
su abundancia en las pasturas de Monteverde (Harvey & Haber, 1999). No cumple con
funciones de importancia para el ser humano, pero es una especie fundamental para
conservar la diversidad; en la zona de Monteverde Sheldon y Nadkarni (2013) reportan
que individuos de esta especie que crecen en pasturas son visitados por 52 especies
de aves distintas, mientras que (Wheelwright, Haber, Murray & Guindon, 1984)
aseguran que en Monteverde los frutos de esta especie son consumidos por más de
20 especies de aves.

Mastate (Daphnopsis americana)

El Mastate es un arbusto o árbol perteneciente a la familia Thymelaeaceae. No existen


reportes sobre sus usos potenciales o historia natural. Se presume que su abundancia
en las pasturas de Monteverde es producto de la capacidad que posee esta especie
para colonizar en zonas abiertas y competir con efectivamente con las especies de
pasto (Harvey, 2000). En el área de Monteverde se reportan 5 especies de aves que
utilizan el fruto del mastate como alimento (Wheelwright, et al, 1984).

40
Uruca (Trichilia havanensis)

Es una especie de árbol de porte pequeño de la familia Meliaceae. Al igual que el


mastate, la abundancia de esta especie en las pasturas de Monteverde se debe a su
capacidad de establecerse naturalmente en estos sitios (Harvey, 2000), no a los
productos o servicios que brinda. Se reportan que sus frutos son ingeridos únicamente
por una especie de ave en el área de Monteverde: el toledo de cola larga (Chiroxiphia
linearis) (Wheelwright, et al, 1984).

Guaba (Inga puctata)

Inga Punctata es una especie utilizada comúnmente como árbol de servicio en


cafetales desde México hasta Colombia (Soto-Pinto, Perfecto, Castillo-Hernandez, &
Caballero-Nieto, 2000), debido a su crecimiento rápido, copa baja y ancha, capacidad
de brindar leña y frutos comestibles (Peeters, Soto-Pinto, Perales, Montoya, & Ishiki,
2003), resistencia a la herbívora (Koptur, 1984) y sobre todo su habilidad de fijar en el
suelo nitrógeno atmosférico dada la relación simbiótica que establecen las raíces de
la guaba con bacterias (Batterman, Wurzburger, & Hedin, 2013). Los caficultores de la
Península de Nicoya consideran los árboles de guaba (Inga spp.) junto a los árboles
de poró (Eythina spp.) como las mejores especies para brindar sombra al café (Albertin
y Nair, 2004).

Guaba (Inga edulis)

Al igual que Inga punctata, Inga edulis es ampliamente utilizada como árbol de servicio
tanto en cafetales como en plantaciones de cacao. Posee una alta tasa de
supervivencia y crecimiento (Tiki & Fisher, 1998), capacidad de producir altas
cantidades de biomasa e incrementar la disponibilidad de nitrógeno en el suelo
(Kanmegne, Bayomock, Duguma, & Ladipo 2000). Puede soportar una amplia
variedad de condiciones ambientales; suelos con acidez comprendida entre 4,5 y 8,
precipitación entre 800 mm y 4000 mm y temperaturas entre 18 °C y 35 °C (Cordero y
Boshier, 2003). Cuando se desea asociar esta especie con café, es recomendable
establecerla de 1 año a 9 meses antes de sembrar el café para crear un ambiente

41
propicio, antes del establecimiento del café, se deben realizar podas de formación para
eliminar las ramas bajas y fomentar la creación de una copa baja y circular, el programa
de podas debe continuar todos los años antes de la estación lluviosa, a partir del tercer
año es recomendable iniciar con un programa de raleos para mantener los niveles de
sombra en los rangos deseados (Cordero y Boshier, 2003).

Guayaba (Psidium guajava L.)

Es un arbusto o árbol pequeño de la familia Myrtaceae, tiene un tronco ramificado a


baja altura y una copa irregular, su importancia comercial se encuentra principalmente
en su fruto el cual puede ser utilizado para pastas, jaleas y pulpas (Gutiérrez, Mitchell
& Solís, 2008). Es común encontrar esta especie como árboles aislados en potreros
dado que el ganado vacuno se alimenta de sus frutos y dispersan las semillas en las
pasturas (Cordero y Boshier, 2003). Albertin y Nair (2004) encontraron que la guayaba
se encuentra entre las especies más comúnmente utilizadas para brindar sombra al
café entre caficultores de la Península de Nicoya, los productores afirman que este
árbol se establece naturalmente y es compatible con el cultivo de café.

Poró (Erythrina lanceolata)

Erythrina lanceolata es un árbol de hasta 10 metros de alto, común en los bosques


montanos desde Honduras hasta Panamá (Holdridge & Poveda, 1975). Ha sido
ampliamente utilizado en la agroforestería como árbol de sombra en cultivos perennes
o como cerca viva debido a su habilidad de producir biomasa rica en nitrógeno e
incrementar la fertilidad del suelo cuando se le expone a un régimen de podas parciales
(Frank & Eduardo, 2003). Esta especie es apreciada por los productores del área de
Monteverde los cuales la plantan comúnmente como cerca viva (Harvey & Haber,
1999).

Poró gigante (Erythrina poeppigiana)

El poró gigante es una especie leguminosa cuyo rango natural está comprendido entre
Bolivia y Panamá, sin embargo, ha sido naturalizada en todo América Central y
Mexíco, así como en países africanos y del sudeste asiático (Cordero y Boshier, 2003).

42
La popularidad de esta especie en sistemas forestales se debe a que es una especie
de rápido crecimiento, fácil propagación y que posee excelente respuesta ante las
podas (Russo, 1991).

En sistemas agroforestales con café es recomendable plantar el poró gigante con un


espaciamiento de 6x6 m y podarlo a unos 2 metros de altura dos veces por año para
regular la entrada de luz, los residuos de la poda deben ser incorporados al suelo de
manera homogénea como abono verde lo cual favorece al control de malezas y la
fertilización del suelo (Tully, Lawrence & Scanlon, 2012). Esta especie es capaz de
aportar entre 70 y 300 kg de nitrógeno y entre 5000 y 12 000 kg de materia orgánica
por hectárea por año (Beer, 1988; Tully & Lawrence, 2011), lo anterior le permite a
caficultores que incorporan el poró en sus plantaciones utilizar la mitad de fertilizante
nitrogenado que utilizan los productores que siembran café sin sombra (Reynolds-
Vargas & Richter, 1995). En un ensayo de café bajo manejo orgánico con diferentes
especies de sombra, fueron las parcelas plantadas con E. poeppigiana las únicas que
presentaron rendimientos similares a las de un sistema convencional (de Virginio Filho
et al., 2015).

Esta especie es capaz de tolerar rangos muy amplios de condiciones ambientales;


altitudes desde los 50 hasta los 2400 msnm, precipitaciones entre 1000 y 4000 mm
por año y temperaturas ente 18 y 28 °C, crece bien en suelos ultisoles e inceptisoles,
con pH de 4,5 a 7,2 (Cordero y Boshier, 2003).

Aguacate (Persea americana)

El aguacate es una especie de árbol originaria de México y Guatemala, esta especie


no ha sido extensamente explorada como opción para asociar con el cultivo de café
en Costa Rica, pero ha sido utilizada en sistemas tradicionales en México (Bandeira,
Martorell, Meave & Caballero, 2005). Para cultivar aguacate asociado a café se
recomienda utilizar un distanciamiento de 7 a 12 metros entre árboles, el aguacate se
debe podar antes del inicio de la temporada lluviosa con el objetivo de darle una forma
abierta al árbol y mantener los niveles de sombra apropiada, preservando ramas

43
gruesas capaces de soportar los embates del viento y el peso de los frutos (Anacafe,
2004). El sistema de aguacate con café tiene el potencial de ser altamente rentable
(Castro, 2017), lo que convierte al aguacate en una especie llamativa para diversificar
el cultivo de café. Este árbol crece desde los 400 hasta los 1800 msnm, soporta
precipitaciones comprendidas entre 1200 y 2000 mm anuales, y temperaturas entre 18
y 25 °C, prefiere suelos con pendientes inferiores al 30 % con pH entre 5.5 a 6.5 (Pérez,
Ávila y Coto, 2015).

Cedro amargo (Cedrela odorata)

Es un árbol de fuste recto y cilíndrico que alcanza hasta 40m de altura, posee una
copa irregular y rala (Rojas-Rodríguez & Torres-Córdoba, 2013), estas características
junto a la excelente calidad y precios de su madera ha hecho que el cedro amargo sea
una especie común en los cafetales de México y Centroamérica. Existe información
disponible sobre el establecimiento, manejo y crecimiento de esta especie en sistemas
agroforestales (Cordero y Boshier, 2003). Esta especie tiene el potencial de crecer 3
cm de diámetro y 2,2 metros de alto por año en sistemas agroforestales con café
(González-Rojas, Murillo-Cruz, Virginio-Filho & Ávila-Arias, 2017). La principal
amenaza que enfrenta esta especie es la polilla barrenadora de tallos Hypsipilla
grandella, pero el ataque de esta plaga disminuye cuando el cedro se planta en
combinación con otras especies de árboles y cultivos perennes Centroamérica
(Ramírez-García, Vera-Castillo, Carrillo-Anzures, & Magaña-Torres, 2008). En años
recientes se han realizado esfuerzos para mejorar el material genético disponible de
esta especie y actualizar los modelos de crecimiento existentes (Murillo et al., 2015).
Las condiciones ambientales que prefiere el cedro amargo son una altitud de 0 a 1200
msnm, precipitación comprendida entre 1200 mm y 3000 mm, con una temperatura
media anual de 20 °C a 32 °C, suelos profundos y fértiles con un pH entre 5 y 7
(Cordero y Boshier, 2003).

Se optó por utilizar en los diseños experimentales a las especies guaba (Inga punctata)
y poró (Erythirna lanceolata), debido a que son dos especies leguminosas de las
cuales se cuenta con bibliografía que respalda su adaptación a sistemas

44
agroforestales de café, dada su capacidad de fijar nitrógeno atmosférico y resistir las
podas. Cuentan con la ventaja de estar presentes en los sitios experimentales lo cual
respalda su capacidad de adaptarse a las condiciones agroecológicas de la zona.
Además, se propone un diseño que incorpore especies maderables, debido a la
capacidad de incrementar las reservas de carbono del sistema y aportar un ingreso
adicional a los productores. Se seleccionó la especie cedro amargo (Cedrela odorata)
debido a que cuenta con experiencia de manejo en cafetales y material genético
superior.

5.2.2 Selección de variedades de café.

Se utilizarán 2 variedades: Costa Rica 95 y Obatá. La primera fue desarrollada por el


ICAFE, y liberada en 1995. Es una variedad de introgresión lo que significa que posee
rasgos genéticos de la especie Coffea canephora lo cual le brinda resistencia a la roya
(Hemileia vastatrix). Estos rasgos se obtienen al cruzar Híbrido de Timor (C. arabica x
C. canephora) con caturra (por ello se encuentra dentro del grupo de los catimores).
Costa Rica 95 es ampliamente utilizada en la zona de Monteverde, a pesar de que
esta variedad es recomendada principalmente para zona cálidas debido a que es
sumamente susceptible al ojo de gallo (Mycena citricolor), especialmente en regiones
cafetaleras donde prevalecen las condiciones agroecológicas de alta precipitación, alta
humedad relativa y frecuente nubosidad (Ramírez, 2014).

La variedad Obatá es también una variedad de introgresión, lo cual le brinda


resistencia a la roya, esta variedad se obtuvo al cruzar Híbrido de Timor con Villa
Sarchí (por ello se encuentra dentro del grupo de los sarchimores). Fue desarrollada
por el instituto agronómico de Sao Paulo en 1999, y fue ofrecida en Costa Rica por el
ICAFE a partir del 2014, después de haber sido sometida a diversas investigaciones
en varias zonas cafetaleras del país, donde demostró ser una variedad altamente
productiva, resistente a la roya y de buena calidad de taza (Ramírez, 2015).

45
5.3 Diseño experimental del sistema agroforestal

Se utilizará un diseño factorial en parcelas divididas con dos factores de tratamiento a


saber: sombra y variedad, el primero con tres niveles (pleno sol, sombra con especies
leguminosas y combinación de sombra entre especie leguminosa y especie
maderable, el segundo con dos niveles (Costa Rica 95 y Obatá). para un total de 6
tratamientos, cada tratamiento tendrá 4 repeticiones, por lo que en total se
establecerán 24 parcelas (Figura 7).

Figura 7. Distribución de las parcelas y los tratamientos de una propuesta de diseño


experimental de café orgánico. Monteverde, Puntarenas, Costa Rica.
El objetivo de este diseño es minimizar el número de tratamientos e incluir más de 3
repeticiones por tratamiento para así poder detectar diferencias entre estos, de
acuerdo con lo recomendado por Somarraiba, Beer y Muschler (2001) para el
establecimiento de ensayos en sistemas agroforestales.

46
La dificultad de encontrar sitios homogéneos con las dimensiones para acomodar las
parcelas, ocasionada por la naturaleza quebrada y segmentada del terreno disponible
para establecer el ensayo experimental, obliga a que las parcelas estén distribuidas
de una manera irregular (figura 7). La distribución desarreglada de las parcelas en el
terreno no es ideal, pero es común en experimentos de SAF (Atangana et al., 2014).

En ensayos agrícolas es recomendable evitar terrenos con fuertes pendientes, en caso


contrario orientar el lado largo de la parcela paralelo a la dirección de la pendiente para
abarcar homogéneamente la variabilidad que brinda la irregularidad del terreno (Steel
y Torrie, 1997). Sin embargo, para experimentos de SAF se recomienda utilizar sitios
marginales representativos de las áreas de influencia (Atangana et al., 2014), en este
caso el relieve irregular y las fuertes pendientes reflejan las condiciones prevalentes
de los suelos del CBPC.

Como se desean estudiar 2 factores y la manera en que estos interactúan es necesario


adoptar un arreglo factorial. Se optó por un diseño de parcelas divididas dado que
existe un factor (variedad de café) que es factible aplicarlo en las subunidades mientras
que el factor de tipo de sombra se debe aplicar a las unidades completas, debido a
que el tipo de sombra es más práctico aplicarlo a porciones grandes del terreno y
porque los árboles pueden ejercer efectos en las parcelas vecinas afectando los
resultados (Atangana et al., 2014). A las parcelas se les aplicó una doble
alegorización; el tratamiento de sombra se asignó aleatoriamente a las unidades
completas, y el tratamiento de la variedad de café también se asignó al azar a las
subunidades.

Las dimensiones de las parcelas (Figura 8) serán las mismas que las utilizadas por
Virginio Filho et al. (2015) y Haggar et al. (2011); parcelas de 500 m2 (20 m x 25 m)
con parcelas de medición de 300 m2 (15 m x 20 m), al juntar estas dos parcelas, se
obtiene una parcela grande de 1000 m2 (40 m x 25 m). Cada parcela de medición
tendrá un área de amortiguamiento de 2,5 metros de ancho, con miras a reducir el
efecto de borde. Como las subparcelas contiguas tienen el mismo tratamiento de tipo

47
de sombra y las parcelas grandes no están contiguas (Figura 7), no se recomienda
utilizar un borde de mayor dimensión (Langton, 1990).

Figura 8. Dimensiones del diseño de parcelas divididas a utilizar en un ensayo


experimental de café orgánico. Monteverde, Puntarenas, Costa Rica.
Las plantas de café se sembrarán con la densidad que recomienda el ICAFE (2011),
un distanciamiento de 1 metro entre plantas y dos metros entre hileras, por lo que
habrán 250 cafetos por parcela y 150 en la parcela de medición. Mientras que las
especies forestales se establecerán con el distanciamiento inicial de 5x5 sugerido por
Virginio Filho et al. (2015) lo que significa que habrán 20 árboles en cada parcela y
12 árboles en cada parcela de medición. Para el tratamiento de sombra de
leguminosas se combinaran las especies guaba (Inga punctata) y poró (Erythrina
lanceolata), mientras que para la el tratamiento de leguminosa y maderable se
utilizaran las especies guaba (Inga lanceolata) y cedro (Cedrela odorata) (Figura 9).

48
Figura 9 Distribución de las plantas de café y los árboles para dos tratamientos
distintos de tipo de sombra a utilizar en un ensayo experimental de café orgánico.
Monteverde, Puntarenas, Costa Rica.
El diseño experimental se realizó siguiendo las recomendaciones y lecciones
encontradas en la literatura sobre ensayos agroforestales. No obstante, la misma
literatura también hace hincapié en la importancia de discutir los objetivos de
investigación y el diseño experimental con un estadista previo a la implementación en
campo del experimento (Atangana et al., 2014).

Para establecer el experimento se desea eliminar la menor cantidad de árboles, no


obstante, dada la homogeneidad que deben presentar las parcelas, es necesario
eliminar todos aquellos árboles que se encuentren en el área experimental, así como
podar árboles cuya copa ejerza sombra sobre estas áreas. En total se deberán cortar
62 árboles: principalmente yoses (12), mastates (10), y urucas (9). De los árboles a
remover, solamente 5 se podrían considerar remanentes del bosque dadas sus
dimensiones, se tratan de 1 higuerón blanco (Ficus aurea) de 190 cm de diámetro 2

49
raspaguacales (Ehretia latifolia) de 87 cm y 65 cm de diámetro, y dos higuitos (Ficus
pertusa) de 65 y 63 cm de diámetro.

6. CONCLUSIONES

Se cuenta con un área de 5,5 hectáreas para establecer el ensayo. Sin embargo, 1,7
hectáreas se encuentran en áreas con alta pendiente y se recomienda reforestarlas
por lo que el área efectiva es de 3,8 hectáreas.

Los suelos del sitio potencial no cuentan con problemas de acidez, poseen un
contenido adecuado de bases intercambiables con excepción al magnesio el cual se
encuentra cantidades medias y su disponibilidad puede verse limitada por el
desbalance que muestra este elemento respecto al calcio. El fósforo también mostró
una disponibilidad baja. El contenido de materia orgánica del suelo fue óptimo.

El desarrollo de cultivos anuales o pastos en el sitio analizado podría ser limitado por
las condiciones de pendiente y pedregosidad, lo cual lo ubican en la clase de uso de
la tierra IV. Esta clase es recomendada para cultivos perennes.

El área estudiada cuenta con un total de 584 árboles de 31 especies; 180 árboles en
cerca viva, 215 árboles en barreras rompevientos y 189 árboles de sombra. La
densidad arbórea es de 106 árb/ha y un área basal de 7.15 m2/ha.

Se optó por utilizar las especies guaba (Inga punctata), poró (Erythrina lanceolata) y
cedro amargo (Cedrela odorata) debido a que se adaptan a las condiciones
agroecológicas del sitio y existen experiencias en SAF de café con estas especies.

Se utilizarán las variedades de café Costa Rica 95 y Obatá. Ambas muestran alta
producción, resistencia ante la roya, buena calidad de tasa y disponibilidad de semilla

En el diseño experimental se evaluarán 3 tratamientos de sombra (pleno sol,


combinación de especies leguminosas y especie leguminosa con especie maderable)
y dos tratamientos de variedades de café, en total 6 tratamientos, cada tratamiento
tendrá 4 repeticiones por lo que se ocupan establecer 24 parcelas. Se optó por un

50
diseño de parcelas divididas, el tratamiento de sombra se empleará en las unidades
completas, mientras que la variedad de café en las subunidades. Cada parcela de
medición contará con 150 plantas de café y 12 árboles.

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8. ANEXOS

Anexo 1. Recomendaciones de manejo del componente arbóreo del sistema


agroforestal.

Se recomienda durante los primeros años de la plantación con tratamientos de sombra,


utilizar la especie higuerilla (Ricinus comunis) como sombra temporal. Esta será
eliminada cuando las especies forestales establezcan una sombra permanente. La
sombra de la higuerilla permitirá suprimir el crecimiento de arvenses y disminuir la
intensidad de la luz que irradia a las plantas de café recién establecidas Haggar et al.
(2011).

La sombra debe ser manejada para asegurar que sea homogénea en toda la
plantación y que tenga una intensidad adecuada para promover el desarrollo de las
plantas (Virginio Filho et al. 2015), se recomienda porcentajes de sombra alrededor
del 60 % en la temporada seca y 30 % en la lluviosa (Muschler, 1999). Para manejar
la sombra que ejercen los árboles se deben adoptar dos prácticas: podas y raleos.

Para las especies leguminosas se deben realizar dos podas anuales; una al inicio de
la temporada lluviosa en Julio-Agosto y otra al inicio de la temporada seca en
Diciembre-Enero (Payán, Jones, Beer & Harmand, 2009). Las podas se deben realizar
a una altura de 2 metros (Tully, Lawrence & Scanlon, 2012), preferiblemente utilizando
una motosierra de extensión para incrementar la exactitud de esta labor. Es
recomendable en cada poda dejar al menos dos ramas con follaje, para así disminuir
el estrés fisiológico ocasionado al árbol y consecuentemente incrementar la cantidad
de biomasa anual que este es capaz de producir (Chesney, 2007). Los residuos de la
poda deben ser incorporados al suelo como abono verde.

Para el cedro se recomienda realizar anualmente una poda de ramas bajas hasta que
el árbol alcance los 8 metros de altura, y realizar podas de formación en caso de que
se detecte que el eje principal de crecimiento fue atacado por Hypsipilla grandella
(González-Rojas, Murillo-Cruz, Virginio-Filho & Ávila-Arias, 2017). La poda de

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formación consiste en elegir el mejor rebrote y podar el resto, para que el árbol
conserve un fuste recto con valor comercial.

Los raleos se deben efectuar siguiendo criterios técnicos, especialmente para el caso
de las especies maderables cuya sombra no es posible regular mediante las podas.
La densidad inicial del cedro es de 400 árb/ha, se propone realizar un raleo del 50%
en el año 4, un raleo del 50% en el año 8 y un raleo del 25% en el año 10. De esta
manera se cumple con las recomendaciones de Elias de Melo que aconseja que la
densidad de maderables en cafetales debe ser menor de 100 árb/ha después de los 8
años y de 75-80 árb/ha árboles cuando el cafetal alcance 10 años (Comunicación
personal, 24 de Julio del 2018).

Para las especies leguminosas se recomienda efectuar un raleo con una intensidad
del 25% en el año 8, y otra poda con intensidad del 33% en el año 10, de tal manera
que el manejo de la densidad de especies forestales sea similar al utilizado para el
poró (Erytrhina poeppigiana) en el experimento de Virginio Filho et al. (2015).

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