Analisis Escena Del Crimen Mod3
Analisis Escena Del Crimen Mod3
Analisis Escena Del Crimen Mod3
La importancia del estudio de las fibras radica en que son fácilmente transferibles, de
persona a persona, de objeto a objeto y de persona a objetos (o viceversa). Esto hace que se
puedan establecer vinculaciones entre los distintos elementos (resultan muy valiosas en
casos de homicidios, agresiones sexuales y atropellos). Las fibras pueden ser:
a) Heridas antemortem: Los labios de la herida están engrosados, infiltrados de sangre, endurecidos,
separados por la retracción de la dermis o de los tejidos subyacentes. La existencia de riego
sanguíneo provoca hemorragia abundante con infiltración de sangre en los tejidos de alrededor y
coagulación relativamente rápida en la herida o sobre la piel.
b) Heridas postmortem: Los labios de la herida están blandos, no engrosados, no existe retracción de
los tejidos. Ausencia de exudación de linfa y supuración puesto que no se inician los procesos de
reconstrucción. Al carecer de riego sanguíneo no existe hemorragia ni coagulación de la sangre.
Además del examen físico de las heridas es necesario realizar análisis histológicos y químicos para
establecer con certeza la data de la herida. Como hemos comentado anteriormente, hacer este tipo
de diferenciación en las heridas nos puede aportar información para realizar el perfil criminológico. En
primer lugar habrá que determinar qué heridas fueron realizadas por el agresor y cuáles pueden ser
ajenas a su intervención.
DATOS DE RELEVANCIA PARA LA PERFILACIÓN
La cronología de las heridas nos puede ofrecer datos sobre la letalidad de la agresión
en cuanto a si el agresor realiza un ataque para provocar una muerte rápida o por el
contrario quiere obtener una muerte más lenta. En cada caso tendremos que valorar
esta situación y evaluar la destreza del agresor.
El agresor sádico goza mientras la víctima está viva y puede observar su dolor, con lo
cual las heridas serán antemortem o perimortem. Con la experiencia, los sádicos
suelen aprender a torturar y a provocar heridas que provoquen más dolor sin una
muerte rápida de la víctima.
El agresor por ira o venganza muestra un patrón de herida impulsivo, con la intención
de destruir el cuerpo de la víctima; pretende el sufrimiento de la víctima pero su
conducta está guiada por su descarga de ira, por eso no parará aunque sepa que la
víctima está muerta. En algunos casos este tipo de agresor suele realizar mutilaciones
postmortem
HERIDAS OFENSIVAS, DEFENSIVAS Y ACCESORIAS
Es necesario establecer el modo de producción de las distintas heridas. Hacer una buena clasificación
y análisis nos llevará a reconstruir mejor el crimen y por tanto a obtener datos más fiables para
realizar el perfil criminológico.
Una herida por corte en una mano puede el resultado de una conducta sádica del agresor, pero
también puede ser debida a una conducta defensiva de la víctima al intentar quitar el cuchillo a su
agresor o a la acción de algún objeto cortante durante el transporte de la víctima.
Las heridas ofensivas serían las provocadas intencionadamente por el agresor en la víctima con la
intención de controlarla, provocarle daño o acabar con su vida. Las heridas defensivas son las
provocadas durante el forcejeo de la víctima con el agresor con la intención de defenderse y huir.
Llamamos heridas accesorias a todas aquellas que se producen fuera del ataque o de la defensa y que
son provocadas por factores ajenos al agresor y a su acción. Pueden ser producto del ambiente
(animales que atacan el cuerpo tras ser abandonado), del personal sanitario o policial que haya
atendido a la víctima o producidas por accidentes fortuitos ocurridos durante el crimen (la víctima es
atropellada durante su huida o cae por una ventana al romperse el cristal durante un forcejeo).
INTENCIONALIDAD
El análisis de la intencionalidad nos llevará a comprender el objetivo que se halla detrás del patrón de
heridas. El uso de la fuerza que suele estar detrás de las heridas es una opción del agresor. Frente a la
amenaza o la intimidación, el agresor opta por infligir daño a la víctima. Esta intencionalidad puede verse en
un proceso de escalamiento desde el accidente hasta el homicidio.
1) Accidente: En este caso no hay intención de dañar a la víctima, las heridas se producen por accidente y de
forma involuntaria por parte del agresor. Una pistola que se dispara por accidente o una víctima que
tropieza y se golpea la cabeza son ejemplos de este tipo de intencionalidad.
2) Control de la víctima: Aquí, la fuerza que provoca las heridas tiene el objetivo de controlar a la víctima
para evitar que se defienda, se mueva o trate de huir. Heridas provocadas por ligaduras o pinchazos en el
cuello podrían ser ejemplos de este tipo de intencionalidad.
3) Homicidio: Las heridas tienen un propósito concreto de acabar con la vida de la víctima. La herida que es
mortal por necesidad, el uso de una determinada arma, de una determinada fuerza o el lugar
seleccionado para producir la herida presentan una clara motivación para matar a la víctima. Un disparo
en la sien, un degüello o apuñalamiento en el corazón serían ejemplos de este tipo de intencionalidad.
HERIDAS AUTOINFLIGIDAS
Mención especial requiere el análisis y estudio de las heridas en casos de suicidio. Es básico
saber distinguir heridas autoinfligidas de las provocadas por otra persona. En algunas
ocasiones, determinadas heridas provocadas en casos de homicidios pueden parecer un
homicidio y viceversa.
Es importante evaluar el tipo de herida, la localización y el arma usada. Un disparo o
apuñalamiento por la espalda parecen a priori incompatibles con un acto suicida, aunque a
veces el ingenio suicida puede jugar una mala pasada al investigador. En una ocasión, se
encontró el cadáver de una persona que había imitado un suicidio aparecido en una famosa
serie forense.
El suicida tenía la intención de simular un homicidio para cobrar el seguro, para lo cual ató
unos globos de helio a la pistola para que la alejara del lugar una vez realizado el disparo. En
otra ocasión, un cadáver apareció con siete disparos de escopeta. Lo que a priori parecía un
claro ejemplo de asesinato debido al número de disparos resultó finalmente un suicidio en
el que la víctima había tenido más aguante físico que puntería para dispararse en zonas
vitales de su cuerpo. Una buena opción para estudiar este tipo de casos es ayudarse de la
técnica de la autopsia psicológica.
LA FIRMA EN EL ANÁLISIS DE LAS HERIDAS
Es posible establecer elementos de la firma del agresor analizando determinados tipos de heridas. La
firma de un criminal está compuesta por todas aquellas conductas que no son necesarias para realizar
el crimen y que tratan de cubrir algunas necesidades psicológicas del agresor. Cuando analizamos
ciertos patrones de heridas podemos observar características que nos hacen pensar que forman parte
del ritual de la firma. Algunas de esas características serían:
__No responden a un intento por controlar a la víctima ni provocar su muerte, son parte de un ritual.