Ramon Castilla
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Ramón Castilla
Castilla1.jpg
Gran Sello de la República del Perú.svg
Presidente de la Suprema Junta de Gobierno del Perú
17 de febrero de 1844-11 de diciembre de 1844
Predecesor Domingo Nieto
Sucesor Manuel Menéndez
Presidential Standard of Peru.svg
Presidente Constitucional de la República Peruana
20 de abril de 1845-20 de abril de 1851
Predecesor Manuel Menéndez
Sucesor José Rufino Echenique
24 de octubre de 1858-24 de octubre de 1862
Vicepresidente Juan Manuel del Mar y Bernedo
Predecesor Él mismo
Sucesor Miguel de San Román
Gran Sello de la República del Perú.svg
Presidente Provisorio del Perú
5 de enero de 1855-24 de octubre de 1858
Predecesor José Rufino Echenique
Sucesor Él mismo
3 de abril de 1863-9 de abril de 1863
Predecesor Miguel de San Román
Sucesor Pedro Díez-Canseco
1861-1867
Rango
Gran Mariscal del Perú
Información personal
Nombre en español Ramón Castilla Marquesado Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacimiento 31 de agosto de 1797
San Lorenzo de Tarapacá, Virreinato del Perú, Imperio español
Fallecimiento 30 de mayo de 1867 (69 años)
Desierto de Tiliviche, Tarapacá, Perú
Sepultura Cementerio Presbítero Matías Maestro Ver y modificar los datos en
Wikidata
Nacionalidad Peruana
Familia
Cónyuge Francisca Diez-Canseco y Corbacho
Información profesional
Ocupación Militar
Rango Mariscal Ver y modificar los datos en Wikidata
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Ramón Castilla y Marquesado (San Lorenzo de Tarapacá, 31 de agosto de 1797-
Tiliviche, Tarapacá, 30 de mayo de 1867) fue un militar, estadista y político
peruano, presidente del Perú en los períodos de 1845 a 1851 (como presidente
constitucional) y de 1855 a 1862 (inicialmente como presidente provisorio y luego
constitucional).
En 1863 asumió también por unos días la presidencia provisoria, por fallecimiento
del presidente Miguel de San Román. Gobernó en total 12 años, siendo el presidente
que más años rigió en el Perú republicano, después de Augusto B. Leguía. Es
considerado el primer presidente progresista e innovador de la República peruana,1
y a decir del historiador Jorge Basadre, con él empezó realmente el período
republicano en el Perú, pues sus antecesores habían dedicado más tiempo a las
guerras y contiendas civiles.
Índice
1 Biografía
2 Descripción física y psicológica
3 Infancia
4 Carrera militar
4.1 En el ejército realista
4.2 En el ejército independentista
4.3 En las guerras y revoluciones republicanas
5 La revolución constitucionalista de 1843-1844
6 Elecciones de 1845
7 Primera Presidencia Constitucional (1845-1851)
8 Aspecto económico
8.1 La defensa nacional
8.2 Política internacional americanista
8.3 Aspecto educativo
8.4 Aspecto intelectual
8.5 Otras obras
8.6 Elecciones de 1850
9 La revolución liberal de 1854
10 Presidencia Provisoria (1855-1858)
10.1 La Constitución Liberal de 1856
10.2 Guerra civil de 1856-1858
11 Segunda Presidencia Constitucional (1858-1862)
11.1 La Constitución moderada de 1860
11.2 Auge del guano
11.3 La obra educacional
11.4 Política americanista
11.5 Desarrollo de la Amazonía
11.6 Defensa nacional
11.7 Guerra con el Ecuador
11.8 Otras obras y hechos importantes
11.9 Las elecciones de 1862
12 Presidencia Provisoria (1863)
13 Últimos años
14 Descendencia
15 Efigie de Castilla
16 La casa de Castilla
17 Homenajes
18 Referencias
19 Bibliografía
20 Véase también
21 Enlaces externos
Biografía
Era originario de Tarapacá, en la jurisdicción del Virreinato del Perú. Comenzó su
carrera militar muy joven, en el ejército realista que fue derrotado en la batalla
de Chacabuco. Llevado prisionero a Buenos Aires, obtuvo permiso para salir del país
y pasó a Brasil, desde donde se encaminó de regreso al Perú. Reincorporado en el
ejército español, al año siguiente de la proclamación de la independencia del Perú
se plegó al ejército patriota. Contribuyó en la formación del cuerpo de caballería
de la Legión Peruana, que luego se llamó los Húsares de Junín, y se destacó en la
batalla de Ayacucho, en 1824. Siguió luego una ascendente carrera militar y
política, participando en las guerras y revoluciones de la naciente República
Peruana, y ocupando los más altos puestos públicos en los gobiernos de Agustín
Gamarra y Luis José de Orbegoso. En 1836, poco antes del establecimiento de la
Confederación Perú Boliviana, pasó a Chile, desde donde volvió con las expediciones
restauradores que pusieron fin a dicho proyecto político. Sirvió como ministro de
guerra del segundo gobierno de Gamarra, a quien acompañó en la campaña a Bolivia,
hasta su fin en la batalla de Ingavi en 1841. Tomado prisionero por los bolivianos,
fue liberado al firmarse la paz en 1842, regresando a su país, convulsionado
entonces por la anarquía militar. Se propuso entonces restablecer el imperio de la
Constitución y a las autoridades legítimas, encabezando una revolución
constitucionalista contra el gobierno de facto de Manuel Ignacio de Vivanco, que
triunfó finalmente en la batalla de Carmen Alto, en 1844. Tras el gobierno interino
de Manuel Menéndez asumió la presidencia constitucional de la República en 1845,
hasta 1851, seis años en total, en los cuales organizó al país y realizó muchas
obras en todos los campos, con el respaldo de las rentas producidas por la riqueza
guanera. El Perú entró entonces en una etapa de paz y progreso interno, así como de
poderío y prestigio internacional. Esta política no fue seguida por su sucesor, el
general Echenique, bajo cuyo gobierno estalló el escándalo de la consolidación de
la deuda interna, lo que obligó a Castilla a encabezar la llamada Revolución
Liberal de 1854, en el transcurso de la cual decretó la abolición del tributo
indígena estando en Ayacucho (5 de julio de 1854), y la libertad de los esclavos
negros estando en Huancayo (5 de diciembre del mismo año). Triunfó finalmente en la
batalla de La Palma, el 5 de enero de 1855. Asumió entonces como Presidente
Provisorio, apoyado por los liberales. Convocó a un Congreso Constituyente, que
proclamó la Constitución liberal de 1856, lo que ocasionó la revolución
conservadora de Vivanco, que derivó en la sangrienta Guerra Civil de 1856 a 1858.
Al finalizar este conflicto, Ramón Castilla se apartó de los liberales y convocó a
un Congreso que lo ratificó como Presidente Constitucional, el 24 de octubre de
1858, para un período de cuatro años. Dicho congreso fue relevado de sus funciones,
instalándose otro en 1860 de carácter constituyente, que ese mismo año discutió y
promulgó una nueva Constitución, de carácter moderado, que vendría a ser la Carta
Política de mayor vigencia en la historia del Perú, ya que rigió hasta 1920. Al
igual que en su primer gobierno, en este segundo Castilla hizo una buena labor,
modernizando al país y estableciendo la supremacía del Perú en el continente,
defendiendo su integridad territorial durante el conflicto con el Ecuador de 1859 a
1860. Fue también la época del boom del guano, que se convirtió en la principal
fuente de recursos del Estado. Tras terminar su gobierno, ejerció interinamente el
poder por unos días, en abril de 1863. Fue elegido senador por Tarapacá y
presidente del Senado en 1864, y ante el conflicto con España, criticó el Tratado
Vivanco-Pareja, por lo que fue desterrado en 1865 a Gibraltar por el gobierno de
Juan Antonio Pezet. Vuelto a Lima en 1866, se radicó en Tarapacá, donde encabezó
una revolución contra el presidente Mariano Ignacio Prado en defensa de la
Constitución de 1860, pero falleció en el valle de Tiliviche en 1867 a los 69 años
de edad. «Redentor del indio, libertador del negro, fundador de la libertad de
prensa, demoledor del cadalso político», así evocó el diario El Comercio la memoria
de Castilla.1
Carrera militar
En el ejército realista
En 1812, se enroló junto con su hermano Leandro, en el ejército realista.15 Contaba
entonces con quince años. Participó activamente en las campañas contra la patria
vieja chilena. Tras la derrota de los insurrectos independentistas recibió en
Santiago, en 1816, el despacho de cadete efectivo en el regimiento de caballería
Dragones de la Frontera.16
A los veinte años, como oficial de escolta del Brigadier Casimiro Marcó del Pont en
el ejército español, cayó prisionero con él tras la Batalla de Chacabuco el 12 de
febrero de 1817 en la hacienda "Las Tablas" cercana a El Quisco. Enviado al campo
de detención de Las Bruscas en Buenos Aires, logró escapar junto al también
prisionero realista Fernando Cacho. Pasó a Montevideo y de allí viajó a Río de
Janeiro, desde donde retornó al Perú atravesando las selvas del Mato Grosso
(Brasil) hasta Santa Cruz de la Sierra (actual Bolivia), y de allí a Lima, en una
marcha a pie que duró 5 meses atravesando 7 mil millas, muchas veces por
territorios salvajes, y que resultó de por si una hazaña no repetida. Reintegrado
al ejército realista, en 1820 recibió el grado de alférez y continuó en filas
realistas, sumándose al regimiento de Dragones de la Unión que guarnecía Arequipa.
Sin embargo, tras la proclamación de la independencia del Perú, se unió al ejército
independentista al mando del general José de San Martín, a principios de 1822.
En el ejército independentista
Fue incorporado a un escuadrón de la Legión Peruana de la Guardia (que luego se
llamó los Húsares de Junín), que se hallaba entonces en formación. Trabajó
intensamente en el reclutamiento e instrucción de voluntarios. Tras la renuncia de
San Martín como Protector del Perú, se puso a las órdenes del nuevo gobierno
establecido en Lima. Por sus servicios en la organización de tropas peruanas, fue
ascendido a mayor y luego a teniente coronel de caballería.
Sirvió lealmente al presidente José de la Riva Agüero y Sánchez Boquete, hasta que
se enteró que este había intentado negociar con los españoles, por lo que secundó
al coronel Antonio Gutiérrez de la Fuente en su apresamiento, en noviembre de 1823.
Se puso luego al servicio de la dictadura de Bolívar, que preparaba la campaña
final de la independencia, pero al negarse a cumplir la orden de Bolívar de
entregar sus fuerzas al teniente coronel venezolano Trinidad Morán fue arrestado y
engrilletado. Se le liberó con la condición de que se presentara ante el jefe de la
división peruana, José de La Mar, para que este lo destinara como tuviera
conveniente. La Mar lo incorporó como ayudante del estado mayor del ejército unido
libertador.
Elecciones de 1845
La tarea más importante del gobierno de Menéndez fue la realización de las
elecciones de las nuevas autoridades. Ya bajo el interinato de Figuerola, se habían
convocado a colegios electorales, para que eligiesen al presidente de la república,
a los senadores y diputados, y a otras autoridades. Se convino en que el Congreso
debía reunirse el 9 de diciembre de 1844, pero como al llegar a esa fecha los
colegios electorales del centro y sur (Arequipa, Moquegua, Cuzco, Puno, Ayacucho,
Huancavelica y Junín) no habían elegido senadores, Menéndez dio un decreto el día
14 de diciembre, a fin de que las autoridades activasen la reunión de los colegios
y se procediese a la elección de senadores para un Congreso Extraordinario, que se
reuniría para hacer el escrutinio de la elección presidencial y proclamaría al
Presidente de la República. Manifiestamente, el candidato a la presidencia que
contaba con el favor popular era Ramón Castilla.
Estabilidad institucional.
Ordenamiento de la economía nacional por el régimen de los presupuestos.
Prestigio económico en el exterior debido a la cancelación de la deuda externa.
Posición internacional relevante en el continente.
Progreso intelectual y material.
Iniciación del desarrollo de la Amazonía.
Con este gobierno se inició la etapa que el historiador Basadre ha denominado del
«Apogeo Republicano», que culminó con el combate del 2 de mayo de 1866, en el
Callao.
Aspecto económico
En este campo, Castilla abordó tres puntos importantes: la organización de la
hacienda pública por el régimen de los presupuestos; el sistema de las
consignaciones implantado para la venta del guano, y el pago de las deudas interna
y externa.
c) El pago de las deudas externa e interna.- Todo estado tiene deudas con otros
países (deuda externa) o con individuos e instituciones del propio país (deuda
interna). Al momento de asumir al poder Castilla, el Perú tenía una cuantiosa deuda
externa e interna que resolvió pagar con las rentas del guano. Tenía una deuda
interna con particulares que habían aportado, en especie o en dinero, a favor de la
guerra de la Independencia y durante las guerras y revoluciones subsiguientes.
Tenía también una deuda externa con Inglaterra, Colombia y Chile por préstamos
hechos principalmente durante la lucha independentista; con España, según lo
estipulado en la Capitulación de Ayacucho; también con Francia y Estados Unidos.
Por leyes de 1847, 1848 y 1850, Castilla ordenó el pago de la deuda interna, pago
al cual se conoce con el nombre de "consolidación de la deuda interna", lo que
originaría un tremendo escándalo de corrupción, ya en el gobierno siguiente de
Echenique. Por una ley de 1848 Castilla ordenó el pago de la deuda a todos los
países menos a España, hasta que este país reconociera la independencia del Perú.
Este pago masivo de la deuda externa fue una buena medida, pues así se cimentaba la
confianza internacional en el país.
La defensa nacional
Castilla, como buen militar, puso mucha dedicación a la defensa nacional, teniendo
en cuenta que el Perú limitaba con cuatro países. Su estancia prolongada en Chile
en tiempos de Portales, lo hizo ver claramente el peligro que significaba para el
Perú estar desarmado ante vecinos siempre dispuestos a agredir. Por ello hizo las
siguientes obras:
Por cierto, merece destacarse el importante desarrollo que durante esta época tuvo
la educación superior en los Colegios de San Carlos y de Guadalupe, así como en el
Colegio de la Independencia (Facultad de Medicina de San Marcos) que bajo la
dirección del doctor Cayetano Heredia inició la reforma de los estudios médicos en
el Perú. También destacó el Seminario de Santo Toribio.
Aspecto intelectual
Al amparo de la libertad individual, el orden interno y el progreso material,
adquirieron gran impulso las luchas ideológicas. Esta se dio entre los
conservadores, liderados por el sacerdote Bartolomé Herrera, y la segunda
generación de liberales, representada por los hermanos Pedro y José Gálvez
Egúsquiza, Manuel Toribio Ureta y Domingo Elías.
Otras obras
Estación San Juan de Dios en Lima, del ferrocarril de Lima al Callao, hacia 1870.
Se abolieron definitivamente los mayorazgos, lo que permitió el ascenso de nueva
gente a la alta vida social, en virtud del privilegio de la riqueza.
Ante la queja de los agricultores por la falta de mano de obra en los campos, el
Congreso aprobó el 17 de noviembre de 1849 la Ley General de Inmigración, conocida
popularmente como la “ley china”, ya que patrocinaba la inmigración de chinos para
las labores agrícolas y la extracción del guano de islas. Así empezaron a llegar al
país los primeros trabajadores chinos o culíes. La tentativa de traer colonos
europeos no dio resultado por el momento.
Se iniciaron los trabajos para dotar al Perú de Códigos republicanos que
reemplazaran a las leyes españolas que todavía regían en el país. Se formó una
Comisión de Juristas que redactó el proyecto del primer Código Civil, el que fue
aprobado por el Congreso y empezó a regir desde el 28 de julio de 1852,
permaneciendo vigente hasta 1936.
Se dio impulso a la navegación a vapor, iniciada en 1840. La travesía ya no era
solo del Callao a Valparaíso, sino que se extendió a Panamá, aumentándose el número
de vapores.
Se mandó construir el primer ferrocarril del Perú, que fue a la vez el primero de
Sudamérica. Cubrió la ruta de Lima a Callao y se inauguró en 1851.24
Se reorganizó el servicio de correos, dándole la debida seguridad y garantía.
Se implantó el primer telar mecánico, en 1847, el mismo que comenzó la fabricación
en serie de los primeros hilados y tejidos de algodón.
Se crearon fábricas de bujías, ácido sulfúrico, cristales y papel. La primera
fábrica de papel la instalaron los propietarios del diario El Comercio de Lima.
Se construyó el Mercado Central de Lima, reemplazando a los antiguos mercadillos,
que eran focos de enfermedades infecciosas.
Se instalaron servicios de agua potable con tuberías de hierro en los puertos del
Callao, Arica e Islay.
Se dieron los Reglamentos de Policía, Beneficencia Pública y Estadística.
Se construyeron iglesias, hospitales, colegios, mercados, aduanas, cuarteles,
prefecturas, caminos y puentes en toda la República.
Se repatriaron los restos de los presidentes José de La Mar y Agustín Gamarra.
Elecciones de 1850
Para las elecciones de 1850, Castilla auspició la candidatura del general José
Rufino Echenique, con el apoyo de sectores conservadores. Otros candidatos
importantes fueron el general Manuel Ignacio de Vivanco, apoyado por los
conservadores; y Domingo Elías, civil, fundador del Club Progresista, apoyado por
hombres de negocio e intelectuales liberales. También postularon los generales
Antonio Gutiérrez de La Fuente, Miguel de San Román y Pedro Pablo Bermúdez.
Echenique triunfó en esta elección, que a decir del historiador Basadre fue el
primer proceso electoral verdadero de la historia republicana del Perú, aunque con
serios indicios de malas maniobras.25 Echenique recibió el mando el 20 de abril de
1851 y su gestión se convirtió de alguna manera en la prolongación del primer
gobierno de Castilla, pero se vio envuelto en el escándalo de la consolidación (o
cancelación) de la deuda interna, en la que sus allegados y amigos se beneficiaron
económicamente, siendo el caso más escandaloso de corrupción en el joven Perú
republicano
Por fin, después de nueve meses de sitio, Castilla decidió el ataque a la ciudad.
Se inició en la noche del 5 de marzo de 1858 y duró hasta el mediodía siguiente,
siendo extremadamente sangriento. En la acequia de Santa Rosa la sangre corrió como
agua. Los defensores se aferraron tenazmente a sus defensas y hubo batallones
enteros, como el llamado "Columnas Inmortales", formado por los artesanos, que
cayeron muertos íntegramente sin retroceder. A las 11 y 35 de la mañana del 6 de
marzo el ejército de Castilla se reunió en la Plaza de Armas de Arequipa,
culminando así la lucha. La rebelión estaba vencida. Vivanco huyó a Chile.
La obra educacional
Castilla promulgó el 7 de abril de 1855 un nuevo Reglamento de Instrucción Pública,
el cual duraría hasta el gobierno de Manuel Pardo (1872-76). Este Reglamento
estructuró adecuadamente el sistema educativo, disponiendo que la instrucción
pública tuviera tres grados: la popular, la media y la superior. Se acabó así con
la indefinición que existía en dicho campo, pues hasta entonces no se diferenciaba
la educación media de la superior.
Política americanista
La política internacional de Castilla, en este segundo gobierno, tal como ya había
ocurrido en el primero, se inspiró en un profundo sentimiento de la solidaridad
americana, y en una conciencia siempre atenta al orgullo de la patria y la dignidad
de la nación. Por entonces, las grandes potencias europeas intervinieron en algunos
países independientes de América y la política de Castilla fue la de oponerse
enérgicamente a esas pretensiones convocando a la unidad americana.
La fragata Amazonas.
La fragata Amazonas efectuó un viaje alrededor del mundo. Partió del Callao el 26
de octubre de 1856, al mando de José Boterín. Cruzó el Pacífico, bordeó la costa de
China, cruzó el estrecho de Singapur, llegó a Calcuta donde permaneció cuatro meses
en reparaciones; luego circunnavegó la costa oriental y sur de África, dobló el
Cabo de Buena Esperanza, se dirigió al norte, arribó a la isla de Santa Elena, pasó
cerca de las islas Azores, hasta llegar a Europa, anclando en Londres. Después
enrumbó a América del Sur; se dirigió a Río de Janeiro, siguió más al sur hasta
doblar el estrecho de Magallanes, y continuó hacia las costas de Chile,
deteniéndose en Talcahuano, de donde llegó al Perú, tocando Arica, y finalmente, al
Callao, donde arribó el 29 de mayo de 1858. Navegó más de 40.000 millas en 308 días
y permaneció 272 días en puerto.
Se mejoró el armamento del ejército, en sus tres campos: la infantería, la
caballería y la artillería, adecuándola a la técnica moderna. Se envió a Europa al
coronel Francisco Bolognesi para la compra de cañones rayados, fusiles y otros
implementos bélicos.
Se reorganizó el Colegio Militar, orientándosele a la preparación de ingenieros
militares y civiles.
Se introdujo las brigadas de zapadores en el ejército.
Guerra con el Ecuador
Artículo principal: Guerra peruano-ecuatoriana (1858-1860)
En 1857, el Ecuador celebró un convenio con sus acreedores británicos
adjudicándoles en pago, territorios de Quijos y Canelos, que a juicio del gobierno
del Perú le pertenecía, basándose en la Real Cédula de 1802. Tras varios
intercambios de notas la situación se puso tensa. La cancillería ecuatoriana
solicitó el retiro de Quito del ministro peruano Juan Celestino Cavero. Se
rompieron las relaciones diplomáticas. El Congreso autorizó a Castilla emplear
todos los medios a fin de alcanzar satisfacciones de parte del Ecuador, incluyendo
la guerra.
La primera medida que tomó Castilla fue decretar el bloqueo pacífico de toda la
costa ecuatoriana (26 de octubre de 1858). Guayaquil empezó a sufrir los estragos
del sitio, por lo que el comandante general de esa plaza, general Guillermo Franco,
aceptó firmar un armisticio con el jefe de la flota peruana, vicealmirante Ignacio
Mariátegui (20 de agosto de 1859). Poco después Castilla aprobó la suspensión del
bloqueo de toda la costa ecuatoriana, para así facilitar un arreglo con el gobierno
ecuatoriano.26
El problema que se planteaba a Castilla era pues que, no habiendo un único gobierno
plenamente legítimo en el Ecuador, no era posible iniciar conversaciones, pues se
corría el riesgo de que una facción invalidase la que otra aceptase. No obstante,
Castilla preparó la expedición naval y militar contra el Ecuador, y el 29 de
setiembre de 1859, se embarcó él mismo. Dejó en el poder en Lima al doctor Juan
Manuel del Mar.
Pintura anónima del siglo XIX, que representa la toma de Guayaquil por parte de las
fuerzas peruanas en 1860.
Finalizado el plazo y al no producirse la solución del conflicto interno en
Ecuador, la escuadra peruana se presentó en Guayaquil el 12 de noviembre de 1859,
sin hacer fuego. Los defensores del puerto quisieron negociar y Castilla exigió que
se permitiera el desembarco de sus tropas, lo que fue aceptado. Las tropas peruanas
se posesionaron de las alturas de Mapasingue (25 de noviembre), desde donde se
dominaba Guayaquil y sus accesos. Como los gobiernos del Guayas, Azuay y Loja
llegaron a unificarse momentáneamente bajo el mando de Franco, Castilla decidió
entenderse con este jefe antes que con García Moreno, que tenía el gobierno de
Quito.29 En efecto, este último tenía el respaldo de la capital de la república
(por ende sede principal del gobierno ecuatoriano) y de gran parte de la sierra
ecuatoriana. Pero a pesar ello, prefirió Castilla llegar a acuerdos con Franco,
pues ambos estaban confabulados. El presidente peruano ofrecía respaldar la
jefatura del general ecuatoriano, siempre y cuando reconociera la cédula misional
de 1802.30
Así pues, con la autorización de Franco, las tropas peruanas entraron en Guayaquil
el 7 de enero de 1860, sin necesidad de disparar un balazo. El 25 de enero Castilla
firmó con el gobierno de Franco el Tratado de Mapasingue, en el que, esencialmente
el Ecuador reconocía la validez de la Real Cédula de 1802, y por tanto la soberanía
peruana sobre los territorios de Quijos y Canelos; declaraba nula la adjudicación
de territorios hecha a sus acreedores ingleses y se establecía que dentro de dos
años una Comisión especialmente nombrada por los dos países procedería a señalar
los límites entre ambos Estados. Castilla no quiso mostrarse implacable o feroz con
Ecuador y antes de marcharse, obsequió uniformes, calzados y fusiles al ejército
franquista.31
Realizadas las elecciones, resultó elegido San Román como presidente; para primer
vicepresidente el general Pezet, y para segundo vicepresidente el general Pedro
Diez Canseco.
Últimos años
En 1864 Castilla fue elegido senador por Tarapacá y presidente de su cámara; desde
esa posición condenó la política internacional del gobierno de Pezet frente a la
agresión de la escuadra española del Pacífico, por lo que fue apresado y desterrado
hasta las playas del Peñón de Gibraltar, en febrero de 1865. Pero esta medida no
favoreció al gobierno, pues de todas formas Pezet fue derrocado, gracias a la
chispa revolucionaria que dejó encendida Castilla antes de partir al destierro, lo
que daría lugar al surgimiento de figuras pertenecientes a una nueva generación. En
su ausencia se produjo el Combate del Dos de Mayo, última acción de la flota
española de aguas peruanas, que fue celebrado como una victoria por el Perú y sus
aliados sudamericanos.
Descendencia
Doña Francisca Diez Canseco de Castilla, esposa del presidente Ramón Castilla.
Casado con la dama arequipeña Francisca Diez-Canseco y Corbacho, hija del general
Manuel José Diez-Canseco Nieto y hermana de los presidentes Francisco y Pedro Diez
Canseco Corbacho. No tuvo descendencia en ella. Sin embargo, tuvo tres hijos
naturales reconocidos (dos antes de casarse y uno durante su matrimonio), y algunos
señalan que hubo otros tres no reconocidos.
Los tres hijos reconocidos que tuvo antes de su matrimonio con Francisca, fueron
los siguientes:
Efigie de Castilla
La casa de Castilla
Ya como presidente, Castilla tuvo dos casas en Lima: una en Chorrillos,
probablemente en la calle del Tren, y otra en la calle Divorciadas e Higueras
(actual intersección de los jirones Cuzco y Carabaya). La primera fue totalmente
destruida por la barbarie chilena durante la guerra del Pacífico, mientras que la
segunda sobrevive hasta la actualidad aunque en precarias condiciones, a la espera
de su restauración. Es una antigua casa colonial que data del siglo XVII. Castilla
la adquirió en 1850, de la testamentaria de don Mariano de la Puente, por 20.000
pesos. Tras el fallecimiento de Castilla, su viuda doña Francisca Diez Canseco,
agobiada por las deudas de su esposo, vendió la propiedad por 30.000 pesos. Después
de pasar por una serie de propietarios, fue adquirida por el Estado, yendo a manos
del INC (actualmente Ministerio de Cultura).38
Homenajes
Predecesor:
Domingo Nieto
Presidente de la Suprema Junta de Gobierno del Perú Presidente de la Suprema
Junta de Gobierno del Perú
17 de febrero de 1844 a 11 de diciembre de 1844
Escudo nacional del Perú.svg Sucesor:
Manuel Menéndez
Presidente del Consejo de Estado
Predecesor:
Manuel Menéndez
Presidente del Consejo de Estado Presidente Constitucional del Perú
20 de abril de 1845 a 20 de abril de 1851
Escudo nacional del Perú.svg Sucesor:
José Rufino Echenique
Presidente Constitucional
Predecesor:
José Rufino Echenique
Presidente Constitucional Presidente Provisorio del Perú
5 de enero de 1855 a 24 de octubre de 1858
Escudo nacional del Perú.svg Sucesor:
Él mismo
Presidente Constitucional
Predecesor:
Él mismo
Presidente Provisorio Presidente Constitucional del Perú
24 de octubre de 1858 a 24 de octubre de 1862
Escudo nacional del Perú.svg Sucesor:
Miguel de San Román
Presidente Constitucional
Predecesor:
Miguel de San Román
Presidente Constitucional Presidente Provisorio del Perú
3 de abril de 1863 a 9 de abril de 1863
Escudo nacional del Perú.svg Sucesor:
Pedro Díez-Canseco
2º vicepresidente
Referencias
Gran Enciclopedia del Perú Lexus, 1998, pág. 1014.
Basadre 1998, pp. 833-835 (tomo 4).
Basadre 1998, pp. 842-843 (tomo 4).
Basadre 1998, p. 827 (tomo 4).
Basadre 1998, p. 881 (tomo 4).
Basadre 1998, p. 949 (tomo 4).
Basadre 1998, pp. 1131-1158 (tomo 5).
Basadre 1998, p. 569 (tomo 3).
Basadre 1998, p. 897 (tomo 4).
Basadre 1998, p. 1145 (tomo 5).
Basadre 1998, pp. 1147-1148 (tomo 5).
Basadre 1998, pp. 1153-1156 (tomo 5).
Wiesse, 1939, p-53.
Vargas Ugarte 1984, tomo IX.
Hernán Alva Orlandini "Biblioteca hombres del Perú"-Nro. 18 - pág. 11
Instituto Libertador Ramón Castilla, "Memoria del bicentenario del nacimiento del
Gran Mariscal Don Ramón Castilla" pág. 143
Miguel A. Martínez "La vida heroica del gran mariscal don Ramón Castilla" - pág.
144
Enciclopedia Tauro del Pino 2001, p. 544
Compañía de Impresiones y Publicidad, "Ramón Castilla: tesis para el doctorado en
letras", pág. 45
Tras Ayacucho, el comandante realista Leandro Castilla y Marquezado marcharía a
España donde años más tarde combatiría en el bando carlista durante la primera
guerra de ese nombre ("Espartero, su vida escrita por D.M.H. y D.J.T.", pág. 726)
Este famoso intercambio de palabras entre Bulnes y Castilla lo ha transmitido el
Deán Valdivia, que se basó en testimonios de los participantes de la batalla.
Castilla habría así decidido la acción culminante de la batalla, aunque según la
versión del coronel Antonio Plasencia (en su diario militar de campaña), Castilla
se limitó solo a cumplir la orden de su superior, el mariscal Agustín Gamarra, lo
que en esencia no desvirtúa lo dicho por el deán Valdivia. En cambio, el
historiador chileno Gonzalo Bulnes (hijo del jefe chileno), negó totalmente esta
versión.
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Consultado el 22 de septiembre de 2011.
Para los ecuatorianos, esta campaña militar de Castilla fue la segunda invasión
peruana sobre su territorio, pues la primera habría ocurrido en 1829, al mando del
presidente José de La Mar, aunque hay que destacar que en ese año no existía
oficialmente la república del Ecuador, sino que su territorio formaba entonces
parte de la Gran Colombia, por lo que mal se podría hablar de una invasión a
“territorio ecuatoriano”.
[Markhan, Sir Clements, La Guerra entre el Perú y Chile. págs. 225-226]
“La descendencia perdida”. Suplemento El Dominical de El Comercio, pp. 12-13.
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Wiesse, Carlos: Historia del Perú. La República. Lima, Librería Francesa Científica
y Casa Editorial Rosay, cuarta edición, 1939.
Véase también
Guerra Civil Peruana de 1856-1858
Perú
Presidentes del Perú
Enlaces externos
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